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Exposición. Derecho Procesal III.

“Ejecución y procedimientos
especiales”1.

Profesor: Jordi Delgado Castro.


Ayudante: Felipe Carrasco Véliz.

Unidad III: “Juicio ejecutivo por obligación de dar, hacer y no


hacer”.

“Juicio Ejecutivo por obligaciones de dar”.

Conceptos generales.

El juicio ejecutivo por obligaciones de dar, hacer y no


hacer, se encuentra regulado en los Títulos I y II del Libro
Tercero del Código de Procedimiento Civil, artículos 434 al
artículo 544 de dicho cuerpo normativo, ambos inclusive. La
diferencia entre uno y otro procedimiento, radica en la clase de
obligación que por él se pretende ejecutar. Tradicionalmente, se
define obligación como “el vínculo jurídico existente entre dos
personas determinadas (Deudor y acreedor), en virtud del cual el
primero se encuentra en la necesidad jurídica de dar, hacer o no
hacer algo en favor del segundo”. Andreas Von Tuhr señala que
obligación “es la relación jurídica establecida entre 2 o más
personas, por virtud de la cual una de ellas (deudor o debitor) se
constituye en el deber de entregar a la otra (acreedor o
acreditor) una prestación, agrega además que desde el punto de
vista del acreedor la obligación implica un crédito o derecho
personal, en cambio para el deudor una obligación propiamente tal
o una deuda”. Así las cosas, derecho personal2 y obligación no son
1
Minuta de apoyo, redactada por ayudante de la Cátedra y revisada por
el profesor de la misma.
2
Los derechos personales, según el artículo 565 del Código Civil son
cosas incorporales, y son definidos por el artículo 578 del mismo cuerpo
normativo como “los que sólo pueden reclamarse de ciertas personas, que, por un
hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído las obligaciones
correlativas”. De esta clase de derechos nacen las acciones personales, que son

1
más que las dos caras de una misma moneda. En consecuencia el
juicio ejecutivo, no es más que como dice don Fernando Fueyo
Laneri, parte de los efectos de las obligaciones y precisamente
del incumplimiento, pues el primer efecto es el cumplimiento3.

Las obligaciones de dar, desde un punto de vista sustantivo,


pueden ser definidas como aquellas en que el deudor se obliga a
transferir el dominio de una cosa o a constituir un derecho real
sobre la cosa a favor del acreedor. Por su parte, las obligaciones
de hacer, son aquellas en que el deudor se obliga a realizar un
hecho. Por último, las obligaciones de no hacer, son aquellas en
que el deudor se obliga a abstenerse de la ejecución de un hecho,
que de no existir la obligación podría realizar sin problemas. En
el derecho procesal, es distinción, varía, pues las obligaciones
de dar, son simplemente aquellas que consisten en entregar una
cosa; las de hacer, que consisten en la prestación de una hecho; y
las de no hacer en una abstención. En definitiva, es el objeto de
la obligación el que sirve de criterio para esta clasificación de
las obligaciones.4

El Código de Procedimiento Civil, en el Título I del Libro


III, alude únicamente a las obligaciones de dar y no de entregar
como se contemplaba primitivamente en el Código. La comisión
revisora, en su sesión N° 25, acordó suprimir la expresión
“entregar”, pues la estimó redundante y que podía tender a
equívocos, pues la doctrina civilista hace distinciones entre la
obligación de dar y de entregar5.

las que en definitiva se ejercen en el respectivo cumplimiento compulsivo.


3

Fueyo Laneri, Fernando. “Cumplimiento e incumplimiento de las


obligaciones”. Tercera edición actualizada por el profesor Gonzalo Figueroa
Yáñez. Editorial Jurídica de Chile. Págs. 14 y 15.
4
Ramos Pazos, René. “De las obligaciones”. Primera edición de 2004.
Editorial Lexis Nexis. Págs. 43 a 48.
5

Ver Ramos Pazos, René. Op. Cit. Págs. 44 y 45.

2
La distinción sustentada por el Código de procedimiento
Civil, y reiterada por nuestra legislación sustantiva no es
antojadiza, pues tiene diversas consecuencias prácticas, entre
ellas:

a.- Se aplica un distinto procedimiento ejecutivo para lograr el


cumplimiento compulsivo, según se trate de una obligación de dar
(regla general), hacer o no hacer.

b.- Para determinar si la acción es mueble o inmueble, ya que en


el caso de las obligaciones de dar, dependerá de la naturaleza de
la cosa que se debe o sobre que se ejerce (Artículo 580 Código
Civil). En cambio, según el artículo 581 del Código Civil, los
hechos que se deben se reputan siempre muebles. Lo anterior, tiene
relevancia para fijar el tribunal competente, ya que si es mueble
lo será aquel ubicado en el domicilio del demandado (Artículo 134
Código Orgánico de Tribunales). Si es inmueble, y a falta de
estipulación en contrario, corresponderá el conocimiento al
tribunal del lugar en que se ubica dicho bien raíz o el juez del
lugar donde se contrajo la obligación, según el artículo 135 del
mismo cuerpo normativo.

c.- Para determinar si es o no procedente la pérdida de la cosa


debida, que es un modo de extinguir las obligaciones de dar
regulada en los artículos 1567 Nº 7 y 1670 y siguientes del Código
Civil y artículo 464 Nº 15 del Código de Procedimiento Civil, o su
equivalente en las obligaciones de hacer, la imposibilidad
absoluta de la ejecución del hecho a que se refiere el artículo
534 Código de Procedimiento Civil).

d.- También importa para determinar las acciones que se pueden


ejercer frente al incumplimiento. Si se trata de una obligación de
dar, la doctrina6 en Chile ha establecido que se debe ejercer la
6
Doctrina a la que no adherimos, pues la ley en ningún caso limita el
ejercicio de las acciones aludidas.

3
acción de cumplimiento o resolución, y de manera accesoria la
acción indemnizatoria (Artículo 1489 Código Civil). En cambio
tratándose de las obligaciones de hacer, se puede demandar
directamente la indemnización de los perjuicios, según lo permite
el artículo 1553 Nº 3 Código Civil.

Esquema general de tramitación.

Por juicio ejecutivo entendemos, a “aquel procedimiento


contencioso especial que tiene por objeto obtener, por vía de
apremio, el cumplimiento de una obligación convenida o declarada
fehacientemente, que el deudor no cumplió en su oportunidad”7. Para
otros autores como el profesor de derecho procesal de la
Universidad de Chile don Mario Casarino Viterbo, “el Juicio
Ejecutivo es un procedimiento contencioso de aplicación general o
especial, según el caso, y de tramitación extraordinaria, por cuyo
medio se persigue el cumplimiento forzado de una obligación que
consta de un título fehaciente e indubitado”8. El juicio ejecutivo
materialmente debe tener a lo menos el cuaderno principal o
ejecutivo y el cuaderno de apremio. Pueden eventualmente existir
cuaderno de tercerías, pues según el artículo 23, en relación a
los artículos 518 del Código de Procedimiento Civil, es esa la
forma en que terceros ajenos al juicio quienes tengan interés en
los resultados ejerzan sus derechos. También, puede existir un
cuaderno de privilegio de pobreza, generalmente utilizado por las
clínicas jurídicas de las Universidades que imparten la carrera de
derecho y excepcionalmente por las Corporaciones de asistencia
judicial, pues las personas asistidas por estas últimas según la
Ley N° 17.995 y el artículo 19 Letra K) del D.F.L. 995 de 1981, en
relación al artículo 600 del Código Orgánico de Tribunales, gozan
por el sólo ministerio de la ley, del privilegio de pobreza legal.

7
Espinosa Fuentes, Raúl. “Manual de Procedimiento Civil, El juicio
Ejecutivo”. Undécima edición. Editorial Jurídica de Chile. Pág. 7.

8
Casarino Viterbo, Mario. “Manual de Derecho Procesal”. Tomo V. Sexta
Edición. Editorial Jurídica de Chile. Pág.

4
En aquellos casos en que el demandado no viva en el lugar asiento
del tribunal en que se demanda ejecutivamente, se deberá notificar
por exhorto, debiendo tramitarse en un cuaderno separado.
Igualmente, ocurre con ciertos procedimientos concursales
regulados por el Libro IV del Código de Comercio (antiguamente
regulados por la Ley de Quiebras N° 18.175, hasta la dictación de
la Ley N° 20.080 de 2005). En efecto, el pago por cesión de bienes
y los convenios preventivos y simplemente judiciales, pueden
coincidir con la tramitación de un juicio ejecutivo, pues el
deudor atendida la cuantía del crédito podría quedar en estado de
insolvencia, pudiendo solicitarse incluso la declaración de
quiebra. Este último, procedimiento concursal, puede coexistir,
con un procedimiento de ejecución. En fin, podrían existir una
gran cantidad de cuadernos, pero los que no pueden faltar nunca en
un procedimiento ejecutivo es el principal o ejecutivo y el de
apremio9.

Para ejercer la acción ejecutiva en el procedimiento en


estudio, ésta debe cumplir con los siguientes requisitos: 1.- Que
la obligación conste en un título ejecutivo. 2.- Que la obligación
sea actualmente exigible. 3.- Que la obligación sea líquida,
liquidable o convertible. 4.- Que la acción no se encuentre
prescrita. Analicemos ahora, someramente cada uno de estos
requisitos.

1.- Que la obligación conste en un título ejecutivo. El artículo


434 del Código de Procedimiento Civil, hace una enumeración de
cada uno de los títulos que se pueden cumplir compulsivamente por
medio del juicio ejecutivo. Se ha discutido si dicha enumeración
es o no taxativa, pues todo depende de la interpretación que se le

9
A juicio nuestro, existe un caso en que puede faltar el cuaderno de
apremio en un juicio ejecutivo. Dicha excepción se produce en el denominado
Juicio Especial Hipotecario regulado en los artículos 99 a 111 del DFL N° 252,
conocido generalmente como Ley General de Bancos, ya que al existir una garantía
real hipotecaria, se hace innecesaria la tramitación de medidas de apremio como
el embargo.

5
de al N° 7 del precepto citado. Si bien la ley, enumera en dicho
artículo los títulos que dan lugar a este juicio, el número 7
amplia el campo de aplicación, pues se remite a títulos ejecutivos
contemplados en otras leyes. En efecto, a modo de ejemplo, los
artículos 1° y 2° de la Ley N° 19.983, le dan mérito ejecutivo a
la cuarta copia de factura10. Existen otros títulos ejecutivos
regulados en leyes especiales, los cuales en ocasión pueden dar
lugar a la substanciación de juicios ejecutivos especiales11.
Título ejecutivo, según Raúl Espinosa Fuentes, es “aquel documento
que da cuenta de un derecho indubitable, al cual la ley atribuye
la suficiencia necesaria para exigir el cumplimiento forzado de la
obligación en él contenida”12. Se ha discutido en doctrina sobre la
materialidad o inmaterialidad del título ejecutivo. En nuestra
legislación sustantiva, en los artículos 1708 y siguientes del
Código Civil, se contempla la posibilidad de que existan
obligaciones sin escriturarse, sin perjuicio de las limitaciones
allí contenidas, principalmente en cuanto a la improcedencia de la
prueba testimonial. Es así, como se ha refutado el concepto de
título ejecutivo dado por el profesor Espinosa Fuentes,
planteándose la posibilidad de tener un título ejecutivo que
carezca de materialidad. Para otros, es necesaria la materialidad
del título, toda vez, que no conciben el carácter de indubitado
del mismo, sin que este se encuentre contenido a lo menos en un
documento, instrumento o antecedente escrito.

10
Sobre este punto se debe hacer una precisión terminológica, debido a
que se ha dicho que es la cuarta copia de la factura la que tiene mérito
ejecutivo, haciendo alusión al cuadruplicado. En derecho Tributario, ésta
corresponde a la tercera copia, pues se tiene en consideración a la factura
original.
11
Sobre el particular, ver a Navarrete Villegas, Luís Gonzalo.
“Embargo, tercerías y realización de bienes”. Editorial Jurídica de Chile. Pág.
30 y 31. A modo de ejemplo existe un juicio ejecutivo laboral, regulado por los
artículos 460 a 462 del Código del trabajo, y tiene generalmente como título
ejecutivo una resolución o certificado de cotizaciones previsionales impagas
emanado de la AFP (Administradora de Fondos de Pensiones) respectiva o del INP
(Instituto de Normalización Previsional), según lo prescrito por la Ley N°
17.322. Además, se puede consultar a Espinosa Fuentes Raúl, Op. Cit. Págs. 60 a
62.
12
Espinosa Fuentes, Raúl. Op. Cit. Pág. 11.

6
Otro problema de interés es aquel que dice relación con la
posibilidad de creación de títulos ejecutivos, por la vía de las
denominadas “gestiones preparatorias de la vía ejecutiva”. Se ha
planteado por algunos el uso indiscriminado de esta institución,
ya que en la práctica es fácil citar a confesar deuda a una
persona que nada debe en realidad y al no asistir, solicitar se
haga efectivo el apercibimiento bajo el cual se citó, esto es,
tenerse por confeso en rebeldía. Lo anterior, se produce además,
debido a que según el artículo 435 del Código de Procedimiento
Civil, no se exigen mayores requisitos para efectuar dicha
citación. Por otro lado, a quien se le debe y no tiene un título
de los que hemos denominado materiales, tiene como primera opción
citar a confesar deuda o bien demandar en juicio ordinario el
cobro de pesos.

2.- Que la obligación sea actualmente exigible. Una obligación es


actualmente exigible cuando no está sujeta a ninguna modalidad que
suspenda su nacimiento o ejercicio, o sea cuando no está sujeta a
condición, plazo o modo. De no cumplirse este requisito, se podría
oponer la excepción contemplada en el artículo 464 N° 7 del Código
de procedimiento Civil, que consiste en “la falta de alguno de los
requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que dicho
título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación
al demandado”. Este requisito es exigido por el artículo 437 del
Código de Procedimiento Civil. Respecto de la exigibilidad de la
obligación, existe un problema de suma importancia. Dice relación
con exigibilidad de las obligaciones expresadas o contraídas en
moneda extranjera. Este problema, lo resuelve el artículo 20 de la
Ley N° 18.010 de 27 de junio de 1981, que expresa que serán
solucionadas por su equivalente en moneda nacional chilena según
el tipo de cambio vendedor del día del pago. En caso de
obligaciones vencidas se aplicará el tipo de cambio del día de
vencimiento, si fuere superior al del día de pago. El tipo de
cambio vendedor debe ser certificado por un banco de la plaza. Si
se ha estipulado expresamente que el pago se verifique en moneda

7
extranjera autorizado por la ley o por el Banco Central, se puede
demandar el cumplimiento en dicha unidad. El procedimiento para
perseguir el cumplimiento de una obligación expresada o pactada en
moneda extranjera, se traduce en que el ejecutante debe hacer la
transformación y acompañar un certificado de un Banco de la plaza
o del Banco Central que acredite la equivalencia.

3.- Que la obligación sea líquida, liquidable o convertible. Este


requisito es exigido por el artículo 438 del Código de
Procedimiento Civil. Consiste en que el objeto de la obligación
debe encontrarse perfectamente determinado, en especie, género o
cantidad. Pero existen casos de excepción, primero, si la deuda es
en parte líquida y en parte ilíquida, podrá al acreedor demandar
ejecutivamente la parte líquida y por la vía ordinaria el resto.
En segundo lugar, no se entenderá solamente líquida la deuda que
actualmente tenga esa calidad, sino que también aquella que se
puede liquidar con simples operaciones aritméticas, por los datos
que el propio título suministre. Según el artículo 438 citado
anteriormente, se entiende que son líquidas: a.- Cuando consiste
en una especie o cuerpo cierto que se encuentra en poder del
deudor. b.- Cuando consiste en el valor del cuerpo cierto debido,
que no existe en poder del deudor. Aquí es necesaria una gestión
preparatoria de avaluación de peritos, en vista de que dicho
avalúo permitirá que la obligación se líquida, y por ende
ejecutable. c.- Cuando se trata de una suma determinada de dinero.
d.- Cuando se trata de cosas genéricas, que no sean dinero, cuya
avaluación pueda hacerse por un perito nombrado por el tribunal.
En los casos de las letras b) y d), no se podrá demandar
directamente, pues será necesaria la gestión preparatoria de
avaluación de peritos. Respecto de esta gestión, se debe tener en
cuenta que e relación al artículo 440 del Código de procedimiento
Civil, las partes pueden reclamar el aumento o disminución de
dicha valoración. Además, el ejecutado, podrá de acuerdo al
artículo 464 N° 8 del mismo cuerpo normativo, oponer la excepción

8
de exceso de avalúo. Para el caso de obligaciones de hacer13, es
necesario que sean al menos liquidables o determinables los hechos
a que se obligó el deudor. En el caso de las obligaciones de no
hacer, que sean convertibles, pues de lo contrario sólo se podrá
demandar la indemnización de perjuicios, siempre por la vía
ordinaria.

4.- Que la acción no se encuentre prescrita. Se ha discutido sobre


el punto, en cuanto a si la acción o la obligación no debe estar
prescrita. La excepción contemplada en el artículo 464 N° 17 del
Código de Procedimiento Civil, no soluciona en nada el problema.
En efecto, el precepto en comento dispone que la oposición del
ejecutado sólo será admisible cuando se funde en alguna de las
excepciones siguientes: N° 17 “la prescripción de la deuda o sólo
de la acción ejecutiva”. La norma citada, confunde dos
instituciones, la prescripción y la caducidad. En derecho sólo las
acciones pueden prescribir, pues el derecho sigue existiendo,
careciendo la parte de la acción para exigir el derecho que se ha
extinguido. La caducidad en cambio, extingue derechamente la
deuda. La prescripción extintiva o liberatoria a la que se refiere
el precepto mencionado, es definida por el artículo 2492 del
Código Civil, como “un modo de extinguir las acciones y derechos
ajenos, por no haberse ejercido dichas acciones y derechos durante
cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos
legales”. A mayor abundamiento, las obligaciones civiles
prescritas, derivan en naturales, distinguiéndose de las primeras,
en cuanto éstas, no dan acción para exigir su cumplimiento, pero
cumplidas dan derecho para retener lo que se ha dado o pagado por
ellas. Así lo expresa el artículo 1470 del Código Civil, al
13
Cabe recordar que de acuerdo al artículo 1553 del Código Civil
además de la indemnización moratoria se podrá ejercer a elección del acreedor
cualquiera de los derechos siguientes: a.- Que se apremie al deudor para la
realización del hecho. b.- Que se autorice al acreedor a ejecutar el hecho por un
tercero y a expensas del deudor. c.- La indemnización de perjuicios.

Los derechos de las letras a) y b) se pueden cumplir


compulsivamente, pues en caso de la letra c) no queda más que demandar por la vía
ordinaria.

9
enunciar los conceptos de ambos tipos de obligaciones. Tratándose
del derecho, es preciso decir, que caduca si no se ejerce en la
forma y en el plazo establecido para ello. En derecho procesal,
una manifestación de esta caducidad, la encontramos en la
14
preclusión . En Chile, no se contempla a la caducidad como
institución, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo en el
Código Civil Peruano, pues el artículo 2003 de dicho cuerpo
normativo, reconoce expresamente la institución en comento. El
requisito es exigido por el artículo 442 del Código de
Procedimiento Civil, dando al juez la facultad para que de oficio
pueda denegar la ejecución, si constata que desde que la
obligación se hizo actualmente exigible han transcurrido más de 3
años. Si el tribunal no utiliza esta facultad, el ejecutado puede
oponer la excepción del artículo 464 N° 17 del Código de
Procedimiento Civil ya estudiada. El plazo en que prescribe la
acción ejecutiva, es por regla general de 3 años, contados desde
que la obligación se hizo actualmente exigible, según el artículo
2515 del Código Civil. La acción ordinaria subsiste en tal caso
por 2 años, pues cuando se dispone sólo de acción ordinaria, ésta
acción prescribe en 5 años. Existen ciertas reglas especiales,
pues por disposición del artículo 34 del D.F.L. N° 707, sobre
Cuentas Corrientes y Cheques, la acción ejecutiva emanada del
Cheque, prescribe en el término de un año, contado desde el
protesto. Tratándose de la letra de cambio y pagaré, según el
artículo 98 de la Ley N° 18.092, sobre Letras de Cambio y Pagarés,
prescriben en el plazo de un año, contado desde el día del
vencimiento del documento.
14
Por preclusión, entendemos a aquella sanción de ineficacia que
afecta los actos procesales ejecutados de una forma o fuera del plazo establecido
para su ejercicio. Según don Juan Colombo Campbell, en su texto “Los Actos
Procesales”, existen tres clases distintas de preclusión. a.- Preclusión por
vencimiento del plazo: Se verifica si la parte ejecuta un acto procesal fuera del
plazo legal (fatal) establecido para realizarlo. b.- Preclusión por consumación:
Se deduce del principio de que no se puede hacer lo ya hecho, en consecuencia,
por ejemplo, una vez contestada la demanda en juicio ordinario, la parte no podrá
realizar nuevamente dicho acto procesal, en vista de que ya lo ejecutó
precedentemente. c.- Preclusión por gestión contraria: Se verifica por realizar
la parte una gestión contraria a la que debió haber ejecutado. Por ejemplo, si se
allana a la demanda ordinaria, habrá precluído por esta vía, su derecho a
contestarla.

10
Cuaderno ejecutivo o principal.

La tramitación en este cuaderno se inicia, generalmente por


la interposición de la demanda ejecutiva. En ocasiones, puede
iniciarse por una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, caso
en el cual el cuaderno en que se tramita dicha gestión
preparatoria, cambiará transformándose en el cuaderno principal o
ejecutivo de la ejecución, una vez deducida la demanda
respectiva15.

La demanda ejecutiva, debe contener todas las menciones a que


se refiere el artículo 254 del Código Civil, además de los 4
requisitos estudiados anteriormente, relativos a la obligación
contenida en el título ejecutivo, que sea actualmente exigible,
líquida, liquidable o convertible y que la acción que emane de él,
no se encuentre prescrita.

La demanda en lo principal dirá demanda ejecutiva y


mandamiento de ejecución y embargo, además, el actor podrá señalar
bienes específicos para la traba o hacer una mención genérica.
Acompañará en un otrosí el título ejecutivo fundante de la
ejecución. Finalizará el escrito, designando abogado patrocinante
y confiriendo poder, de acuerdo a lo prescrito por los artículos
6° y 7° del Código de Procedimiento Civil y artículos 1° y 2° de
la Ley N° 18.120, sobre comparecencia en juicio. Una vez en el
tribunal, se deberá junto autorizar el poder junto con el
patrocinado, ya sea con el secretario titular o el oficial
primero, por delegación del primero. El patrocinado deberá firmar
y exhibir su cédula de identidad y el abogado deberá firmar y
exhibir su cédula de identidad en la cual se deja constancia de su

15
La resolución que provee la demanda ejecutiva dirá además, de lo
habitual, rija el rol de la gestión preparatoria. Pueden revisar, en la causa Rol
N° 2291, caratulada “Verdugo con Morales”, del Segundo Juzgado Civil de Temuco
(Custodia).

11
profesión16. Una vez autorizado el poder en el escrito, firmado por
el abogado y su parte, deberá pedir cargo (Timbre del Tribunal),
para que ingrese al despacho del mismo y se provea la presentación
efectuada. Además es necesario tener presente que se deben llevar
dos ejemplares, para quedar con la copia de respaldo para los
efectos de posibles reconstituciones del expediente. No es
necesario, dejar copia a la contraparte, ya que se deberá
notificar personalmente la demanda, notificación que contendrá
copia íntegra de la presentación y su proveído.

Al día siguiente en el estado diario, deberá aparecer por el


estado diario, la resolución que tiene por interpuesta la demanda.
La resolución que provea la demanda dirá aproximadamente “Temuco,
23 de octubre de 2008. A lo principal: Por interpuesta demanda
ejecutiva, despáchese mandamiento de ejecución y embargo. Al
primer otrosí (Designación de bienes específicos, si es que hubo):
Téngase presente. Al segundo otrosí (Patrocinio y poder): Téngase
presente. Notifiqué la resolución que antecede por el estado
diario”. Deberá estar firmada por el juez, y el secretario
autorizando la firma del primero. Se crea el cuaderno en estudio,
en que consta la demanda y su proveído, pero paralelamente se crea
el cuaderno de apremio, cuya primera actuación es el mandamiento 17.
Dicho mandamiento, debiera ser confeccionado por el tribunal, pero
habitualmente es la parte quien deberá realizarlo, sometiéndolo a
la firma del juez y secretario respectivo.

16
Actualmente no es necesario exhibir la patente municipal al día,
pues por resolución de la Corte Suprema de 8 de agosto del presente año, se dejó
sin efecto dicho requisito para autorizar poder. Esta resolución, se pronunció
ante un informe emanado del Colegio de Abogados, quienes sostenían que por una
reforma tributaria, se había derogado tácitamente la obligación de exhibir la
patente, para acreditar la calidad de abogado habilitado para el ejercicio de la
profesión. Al efecto, se estableció que el secretario u oficial primero en su
caso, deberá consultar la base de datos del poder judicial, relativa a la nómina
de abogados titulados, y en caso de dudas solicitar se exhiba la copia de la
cédula de identidad o la cédula misma. Además se ordenó dictar el respectivo Auto
Acordado.
17
No profundizaremos sobre el mandamiento, pues se verá en extenso a
propósito del cuaderno de apremio.

12
Posteriormente deberá dejarse el expediente en el casillero
de un receptor, para los efectos de notificar la demanda, requerir
de pago al deudor, y proceder al embargo, en su caso. La
notificación de la demanda, generalmente será personal, por ser la
primera gestión del juicio (Artículo 40 del Código de
Procedimiento Civil). En ocasiones, se podrá notificar por cédula
o por estado diario, cuando se inicie por alguna gestión anterior,
sin perjuicio de que el requerimiento siempre deba ser personal
(salvo que se tenga por confeso en rebeldía).

Puede ocurrir, que el receptor, ubique al ejecutado y le


notifique inmediatamente la demanda ejecutiva, le requiera de pago
y embargue bienes, en su caso. También puede ocurrir, que no
encuentre al deudor en su domicilio, pero acredite que se
encuentra en el lugar del juicio, por consulta a los vecinos, por
ejemplo. En tal caso, efectuada dos búsquedas, podrá el ejecutante
solicitar se efectúe la notificación personal subsidiaria a que se
refiere el artículo 44 del Código de procedimiento Civil. De
dichas búsquedas debe quedar certificación en el expediente.
Solicitada la notificación personal subsidiaria, devuelto el
expediente al Tribunal y atendido el mérito de la certificación
del receptor, el juez proveerá “Como se pide”. En tal caso se
contactará nuevamente a un receptor para notificar en la forma
decretada en autos. Notificada definitivamente la demanda, el
receptor debe requerir de pago al deudor, en caso que no se
encuentre le dejará una cédula de espera para que concurra a su
despacho al día siguiente o subsiguiente. Si el deudor es
encontrado, se le requerirá de pago en el acto. Si el deudor, paga
el capital intereses y costas, hasta allí llega la ejecución, en
caso contrario, el receptor deberá proceder a embargar bienes
suficientes o los bienes que designó el acreedor en la demanda,
sin perjuicio del orden establecido por el artículo 449 del Código
de Procedimiento Civil y que el deudor los pueda señalar18.

18
Sobre este punto, al tratar el cuaderno de apremio, veremos el
denominado juramento de manifestación.

13
El receptor, deberá levantar el acta del embargo, y firmarla,
junto al acreedor si asiste y el ejecutado, si es que quieren.
Posteriormente, el receptor devolverá el expediente al tribunal
adjuntando la actuación realizada. Sobre el retiro y devolución de
expedientes, los tribunales tienen un libro especial, en que queda
constancia de dichos retiros y restituciones. Este libro puede ser
por cada receptor o un libro único para todos ellos.

En la actuación de la notificación y requerimiento deberá el


receptor hacerle saber el ejecutado del plazo que tiene para
oponer excepciones, sin que la omisión acarree la nulidad de la
gestión, pudiéndosele aplicar únicamente una multa al receptor
según lo prescribe el artículo 532 del Código Orgánico de
Tribunales.

Una vez requerido de pago, el ejecutado dispone de un término


breve, legal, perentorio, de días cabales y variable para oponer
excepciones, que dependerá del lugar en que fue requerido y
comenzará a correr desde el día del requerimiento. La importancia
de oponer o no excepciones de las contenidas en el artículo 464
del Código de Procedimiento Civil, radica en que en caso
afirmativo, se puede por parte del ejecutado solicitar el abandono
de procedimiento trascurridos 6 meses desde la última notificación
recaída en una resolución pronunciada sobre alguna gestión de
acuerdo al artículo 152 y siguientes de nuestra legislación
procedimiental civil. En caso negativo, se deberá esperar tres
años, plazo en el cual prescribe la acción ejecutiva. El plazo
para oponer excepciones es de: a.- 4 días cuando es requerido en
el mismo lugar en que tiene asiento el tribunal. b.- 8 días si se
encuentra dentro del territorio jurisdiccional, pero fuera de la
comuna asiento del tribunal. c.- 8 días más el término que señale
la tabla de emplazamiento, en caso que sea requerido fuera del
territorio jurisdiccional del tribunal que conoce de la ejecución.
d.- Si el requerimiento se produce fuera de Chile, el plazo será

14
el que señale la tabla de emplazamiento, para el caso de contestar
demandas.

La substanciación del procedimiento, varía dependiendo si se


opuso o no excepciones. En caso de no oponerse excepciones y
transcurrido el término para oponerlas, el ejecutante solicitará
se certifique el hecho de no haberse opuesto excepciones y que se
tenga la sentencia que despachó el mandamiento de ejecución y
embargo como definitiva19. Si se oponen excepciones, se dilatará la
tramitación, pues se concederá traslado al ejecutante por el
término de 4 días. El escrito que contiene las excepciones debe
cumplir las exigencias del artículo 465 del Código de
Procedimiento Civil, es decir, debe contener todas las excepciones
que se oponen, la exposición clara de los hechos en que se funda y
la designación de los medios de prueba de que se valdrá20. Además
por ser la primera gestión del juicio del ejecutado, deberá
autorizar poder, por obligación impuesta por los artículos 1° y 2°
de la Ley 18.120, en relación a los artículos 4°, 6° y 7° del
Código de Procedimiento Civil. Con la contestación del traslado o
en ausencia de éste, el tribunal podrá fallar las excepciones o
someterlas a prueba. Hay que precisar, que no es indiferente si el
deudor opone excepciones dilatorias (Artículo 464 del N° 1 al N°
4, N° 7 y N° 11 del Código de Procedimiento Civil) o perentorias
(El resto). Si son dilatorias y son acogidas el ejecutante deberá
desistirse de la acción, y renovar la acción ejecutiva, según se
verá más adelante. Si es necesaria la prueba de las excepciones,
se abrirá un término probatorio de 10 días21, debiendo acompañarse

19
Cabe recordar, que la resolución que despacha el mandamiento de
ejecución y embargo, es sentencia interlocutoria, pero en caso de no oponerse
excepciones, se torna en sentencia definitiva, según lo dispone el artículo 472
del Código de Procedimiento Civil.
20
Esta mención podrá ser genérica, contenida en un otrosí del tenor
siguiente: “En el Primer Otrosí: Sírvase U.S. tener presente que para probar las
excepciones opuestas, me valdré de todos los medios de prueba que me franquea la
ley”.
21
Sin perjuicio de la ampliación que se pueda pedir de común acuerdo
entre las partes (sin límite) o bien sólo por el acreedor (por 10 días).

15
la lista de testigos dentro de los primeros 5 días22. Debe
recordarse que el ejecutado debe mencionar los medios de prueba de
que se valdrá, pudiendo hacer una mención genérica. Generalmente
con la oposición de excepciones se suspende la tramitación del
cuaderno de apremio. Vencido el término probatorio, quedarán los
autos por el plazo de 6 días a disposición de las partes para
hacer observaciones a la prueba rendida. El plazo para dictar la
sentencia de de 10 días desde que el juicio quede concluso.

Es importante, los recursos que proceden sobre la sentencia.


Atendida la naturaleza de definitiva, no procede la reposición,
sea esta ordinaria o extraordinaria. Procede si el recurso de
rectificación, aclaración o enmienda y el de apelación. El plazo
para apelar es de 10 días desde la notificación de la sentencia
definitiva. Si apela el ejecutante, se concede en ambos efectos,
mientras que si lo hace el ejecutado se concede en el sólo efecto
devolutivo. Dicha notificación por aplicación del artículo 48 del
Código de Procedimiento Civil es por cédula, sin perjuicio de
darse por notificadas las partes en el tribunal o por medio de un
escrito. No hay plazo para solicitar la rectificación, aclaración
o enmienda, sólo cuando se hace de oficio por el tribunal, caso en
el cual el órgano jurisdiccional dispone del término de 5 días,
contados desde la primera notificación de la sentencia. Procede
también el recurso de casación bien sea en la forma o en el fondo,
con la particularidad de que no suspende le ejecución del fallo,
según el artículo 773 del Código de Procedimiento Civil.

La sentencia dictada en el juicio ejecutivo, puede ser


absolutoria o condenatoria. La sentencia condenatoria puede ser de
pago o de remate. Será de pago cuando el embargo se haya trabado
sobre dinero o la especie o cuerpo cierto debida, ordenándose se
pague la cantidad de dinero o restituyéndose la especie debida. En
22
Atendida la exigencia del artículo 465 del Código de Procedimiento
Civil, antiguamente se entendía que la lista de testigos debía ser entregada en
el mismo escrito de la oposición de excepciones. Actualmente la doctrina y la
jurisprudencia están contestes en cuanto a que la lista de testigos debe ser
acompañada dentro de los 5 primeros días del término probatorio.

16
este caso se solicitará la liquidación del crédito y la tasación
de las costas, para hacer pago al ejecutante, generalmente girando
un cheque por la suma debida o entregando la cosa debida. En
cambio, será de remate, cuando el embargo ha recaído sobre otros
bienes que deben realizarse para pagar al acreedor con su
producido. En este caso se debe realizar los bienes, procedimiento
al que nos referiremos en otra exposición. En cuanto al momento en
que se puede cumplir cada una de las sentencias de condena vistas,
existe una diferencia notable que fluye de lo dispuesto en los
artículos 475 y 481 del Código de Procedimiento Civil. En efecto,
según el artículo 481 del cuerpo normativo citado, la sentencia de
remate, puede cumplirse notificada que sea la resolución que
decreta el remate23. En cambio, según el artículo 475 del Código de
Procedimiento Civil, la sentencia de pago se puede cumplir, aún
cuando se haya interpuesto recurso de apelación, siempre que el
ejecutante caucione las resultas del juicio24.

La distinción entre sentencia condenatoria o absolutoria,


tiene relevancia por la aplicación del artículo 471 del Código de
Procedimiento Civil, relativa a las costas del juicio. Si se
absuelve al ejecutado, se debe condenar en costas al ejecutante.
Si se desechan las excepciones, se condenará en costas al
ejecutado. Si se acogen en parte una o más excepciones, se
distribuirán, salvo que el tribunal ordene imponérselas al
ejecutado cuando haya motivo fundado. Lo anterior, es sin
perjuicio de que el ejecutante o ejecutado tenga privilegio de
pobreza judicial, decretado en los autos. El problema surge cuando
no se ha solicitado, el privilegio de pobreza. Para el caso de las
23
Este precepto constituye una excepción a las reglas generales, en
cuanto a que las resoluciones judiciales sólo pueden cumplirse cuando se
encuentran firmes o ejecutoriadas, o al menos causan ejecutoria.
24
Este precepto, también constituye una excepción a la regla enunciada
en la nota al pie anterior. Además, es un verdadero medio de defensa para el
deudor, pues como la apelación interpuesta por aquel no suspende la tramitación
del juicio en primera instancia, el acreedor, puede pedir el cumplimiento de la
sentencia de pago. Pero en virtud de este precepto, el deudor puede exigir que el
acreedor caucione las resultas del juicio, para responder por los posibles
perjuicios que se causen en caso de que se revoque la resolución apelada y se
haya cumplido la sentencia de pago.

17
Corporaciones de Asistencias judiciales y las Clínicas Jurídicas
de Litigación, se entiende que sus patrocinados tienen por el sólo
privilegio de la ley, dicho beneficio. Así lo ha dicho la
jurisprudencia de la Corte de Apelaciones de Temuco, revocando
sentencias dictadas por tribunales a quo, en que se condenó en
costas a personas patrocinadas por dichas entidades25.

Respecto de la reserva de acciones o excepciones y de la


renovación de la acción ejecutiva, no nos extenderemos, teniendo
en cuenta que constituyen excepciones a la autoridad de cosa
juzgada. La reserva de acciones y excepciones, opera como
excepción a la autoridad de cosa juzgada respecto de otro juicio
ordinario y ejecutivo, mientras que la renovación constituye
excepción a la autoridad de cosa juzgada respecto de otro juicio
ejecutivo26.

Cuaderno de apremio.

A diferencia de lo que ocurre con el cuaderno principal o


ejecutivo, el cuaderno de apremio se inicia con el mandamiento de
ejecución y embargo. La primera actuación es el embargo. Las otras
actuaciones relevantes son el remate y realización de los bienes
embargados.

El embargo, surge de la resolución que tiene por interpuesta


la demanda, la que además despacha mandamiento27 de ejecución y

25
Por ejemplo, ver sentencia en causa Rol N° 1272-2006, caratulada
“Banco Citibank N.A con Jarpa Cid, Ramón”, dictada por Tercera sala la Corte de
Apelaciones de Temuco, integrada por el Ministro Víctor Reyes Hernández, el
Abogado Integrante Ricardo Fonseca Gottschalk y la Fiscal Judicial Tatiana Román
Beltramín de fecha 9 de junio de 2008. A igual razonamiento llegó la misma Corte…

26
Para profundizar este punto, ver a Espinosa Fuentes, Raúl, Op. Cit.
Págs. 130 a 142.
27
El mandamiento será del tenor siguiente: “Requiérase por un ministro
de fe a don Pedro Enrique Hidalgo Sarzosa, por la suma de $1.299.000, para que en
el acto de intimación, pague a la Universidad Católica de Temuco, o a quien sus
derechos represente la suma señalada, más intereses y costas. No verificado el
pago en el acto del requerimiento, trábese embargo en bienes de propiedad del
ejecutado en cantidad suficiente para cubrir lo adeudado en capital, intereses y

18
embargo. El mandamiento debe cumplir los requisitos del artículo
443 del Código de Procedimiento Civil. Entre ellos destacan, dos
clases de requisitos, unos esenciales y otros accidentales o
accesorios. Dentro de los primeros, se encuentran las letras a),
b) y c). En cambio, las letras d) y e), son accidentales.
Analicemos cada uno de ellos someramente: a.- La orden de requerir
de pago al deudor. b.- La orden de embargar bienes suficientes del
deudor para cubrir la deuda con sus intereses y costas, si no paga
en el acto. c.- Designación de un depositario provisional. Podrá
recaer en el propio ejecutado o como dice el Código, en una
persona de reconocida honorabilidad. d.- Designación de la especie
o cuerpo cierto debida o bienes señalados por el ejecutante en la
demanda, sobre los cuales recaerá el embargo. e.- El auxilio de la
fuerza pública, para el caso que el mandamiento sea desobedecido.

El embargo suele ser definido como “una actuación judicial


practicada por un ministro de fe, que consiste en tomar uno o más
bienes del deudor, poniéndolos en poder de un depositario, para
asegurar con ellos el pago de la deuda” 28. Para nosotros el embargo
es “la aprehensión compulsiva material hecha a mandamiento del
juez de uno o más bienes del deudor, que quedan en custodia de un
depositario, con el fin de garantizar o asegurar el pago de la
deuda”. El hecho del embargo, provoca a lo menos 2 efectos
jurídicos de importancia. Primero, el ejecutado pierde la
administración de los bienes embargado, quedando en manos de un
depositario. Sin perjuicio de lo anterior, generalmente en la
práctica es el propio deudor quien queda como depositario bajo la
responsabilidad legal. En segundo lugar, los bienes embargados
quedan fuera del comercio humano, es decir, quedan afectos a

costas. Designase depositario de las especies que se embarguen al propio


ejecutado, bajo su responsabilidad legal, civil y penal. Procédase en todo con
arreglo a la ley. Así está ordenado en los autos Rol N° 1575-2008, de este Tercer
Juzgado Civil de Temuco. Temuco, 23 de octubre de 2008”. Por último, se
individualizan al juez y secretario, quienes firman el mandamiento.

28
Espinosa Fuentes, Raúl. Op. Cit. Pág. 142.

19
garantizar el pago de la deuda. En definitiva, el deudor pierde su
facultad de disposición, respecto de los bienes embargados.

De este efecto, surge un problema práctico, si es que se


suscitan nuevas y sucesivas ejecuciones, embargándose los mismos
bienes en todas ellas. Este problema es denominado entre nosotros
el reembargo29, pues quienes sostienen la vigencia de esta
institución entre nosotros, invocan el artículo 1464 N° 3 del
Código Civil, pues dicho precepto señala que si bien hay objeto
ilícito en la enajenación de las cosas embargadas por decreto
judicial, la misma norma, contempla una excepción, cual es, cuando
el juez lo autorice o el acreedor consienta en ello. Según Eugenio
Velasco Letelier, los números 1 y 2 son prohibiciones absolutas y
los números 3 y 4, facultativos, toda vez, que bajo ciertos
respectos la enajenación puede producir todos sus efectos. Además,
se dice que procede el reembargo, debido a que el artículo 528 del
Código de Procedimiento Civil, se refiere expresamente a la
posibilidad de que exista una segunda ejecución. Por su parte,
quienes sostienen, que no procede el reembargo, citan el mismo
artículo 1464 del Código Civil, diciendo que tiene un alcance
general, en el sentido de que el deudor igualmente pierde la
facultad de disposición de los bienes embargados. También, dicen
que no se justifica, la procedencia del reembargo, siendo que en
otras ejecuciones, se puede oficiar al tribunal en que se decretó
el embargo con la finalidad de que una vez realizados los bienes
se retenga parte de su producido, para hacer pago al otro
acreedor, a falta de otros bienes, procedimiento alternativo a la
interposición de una tercería de pago o prelación.

Surge un problema, que abordaremos en extenso al tratar la


tercería en la ejecución, cual es, el relativo a la titularidad de
los bienes embargado. Según don Sergio Rodríguez Garcés, no existe
norma en nuestra legislación que ordene que el embargo deba recaer

29
El reembargo consiste en la traba del embargo sucesiva sobre un
mismo bien en dos o más ejecuciones.

20
sobre bienes de propiedad del ejecutado. En algo, ayudan a suplir
dicho vacío, los artículos 2465 y 2469 del Código Civil, relativos
al derecho de prenda general de los acreedores, o como lo llama
Fernando Fueyo Laneri y Luís Gonzalo Navarrete Villegas, principio
de responsabilidad patrimonial universal. En derecho comparado, ha
surgido el denominado juramento de manifestación, en cuya virtud,
el ejecutado bajo declaración jurada hace un inventario de los
bienes que conforman su patrimonio, facilitando de ese modo la
traba del embargo. El artículo 589 de la Ley de Enjuiciamiento
Española, impone expresamente la obligación del deudor de
manifestar los bienes y derechos que tiene para cubrir la cuantía
de la obligación, bajo sanciones si no cumple30. El artículo 171
inciso 5° del Código Tributario, es la única disposición que,
contempla entre nosotros, el juramento de manifestación. En
efecto, el precepto en comento, dispone en lo pertinente “para
facilitar estas diligencias, los recaudadores fiscales podrán
exigir de los deudores morosos una declaración jurada de sus
bienes y éstos deberán proporcionarla. Si así no lo hicieren y su
negativa hiciere impracticable o insuficiente el embargo, el
Abogado Provincial solicitará de la Justicia Ordinaria apremios
corporales en contra del rebelde”. Esta institución tiende a
evitar la intromisión de tercerías y el asegurar que los bienes
embargados pertenecen efectivamente al deudor ejecutado.

30
El artículo 589 de la Ley de Enjuiciamiento Civil Española del año
2000, prescribe “Manifestación de Bienes del Ejecutado: 1.- Salvo que el
ejecutante señale bienes cuyo embargo estime suficiente para el fin de la
ejecución, el tribunal requerirá, mediante providencia de oficio al ejecutado
para que manifieste relacionadamente bienes y derechos suficientes para cubrir la
cuantía de la ejecución, con expresión, en su caso de las cargas y gravámenes,
así como, en el caso de inmuebles, si están ocupados, por qué personas y con que
título. 2.- El requerimiento al ejecutado para la manifestación de sus bienes se
hará con apercibimiento de las sanciones que puedan imponérsele, cuando menos por
desobediencia grave, en caso de que no presente la relación de sus bienes,
incluya en ella bienes que no sean suyos, excluya bienes propios susceptibles de
embargo o no desvele las cargas y gravámenes que sobre ellos pesaren. 3.- El
tribunal podrá también, mediante providencia, imponer multas coercitivas
periódicas al ejecutado que no respondiere debidamente al requerimiento a que se
refiere el apartado anterior. Para fijar las cuantías de las multas, se tendrá en
cuenta la cantidad por la que se haya despachado ejecución, la resistencia a la
presentación de la relación de bienes y capacidad económica del requerido,
pudiendo modificarse o dejarse sin efecto el apremio económico en atención a la
ulterior conducta del requerido y a las alegaciones que pudiere efectuar para
justificarse”.

21
La realización de bienes la dejaremos para una exposición
posterior, haciendo en la oportunidad un estudio acabado del tema.

22

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