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LAS DECISIONES DE LOCALIZACION

INTRODUCCIÓN.

Las empresas desarrollan sus operaciones de diverso tipo: En la


configuración de las mismas convergen un conjunto de decisiones
distintas, pero a la vez muy interrelacionadas. Así, el tipo de
instalaciones se determina, fundamentalmente, en función del
producto o del servicio a ofrecer, así como del proceso productivo o la
tecnología a emplear. Por otra parte, el tamaño de las instalaciones
dependerá de la cantidad de producto o servicio a obtener, en
definitiva de la capacidad necesaria. Una cuestión adicional
relacionada con las instalaciones es la elección del lugar en el que
habrá n de estar ubicadas.
Las decisiones de localización forman parte del proceso de formulación
estratégica de la empresa. Una localización desacertada puede
conllevar un desempeño inadecuado de las operaciones.

LAS DECISIONES DE LOCALIZACIÓN: SUS CAUSAS Y SUS TIPOS

En general, las decisiones de localización podrían catalogarse de infrecuentes. Este

suele ser el caso de las empresas pequeñas de ámbito local, pequeños comercios o

tiendas, bares o restaurantes, etc. Para otras, en cambio, es mucho más habitual;

por ejemplo: bancos, cadena de tiendas o restaurantes, empresas hoteleras, etc.

Vemos, pues, que la decisión de localización no sólo afecta a empresas de nueva

creación, sino también a las que ya están en funcionamiento. La frecuencia con que

se presenta este tipo de problemas depende de varios factores; entre ellos,

podemos citar el tipo de instalaciones o el tipo de empresa.

Los mercados, los gustos y preferencias de los consumidores, la competencia, las

tecnologías, las materias primas, etc. están en continuo cambio hoy en día y las

organizaciones han de adecuarse para dar respuesta a estos cambios modificando

sus operaciones.
Entre las diversas causas que originan problemas ligados a la localización,

podríamos citar:

- un mercado en expansión;

- la introducción de nuevos productos o servicios;

- una contracción de la demanda;

- el agotamiento de las fuentes de abastecimiento;

- la obsolescencia de una planta de fabricación;

- la presión de la competencia;

- cambios en otros recursos;

- las fusiones y adquisiciones entre empresas.

Los motivos mencionados son sólo algunos de los que pueden provocar la toma de

decisiones sobre las instalaciones o, al menos, llevar a la empresa a reexaminar la

localización de las mismas. Independientemente de cuáles sean las razones que

llevan a ello, las alternativas de localización pueden ser se tres tipos, las cuales

deberán ser evaluadas por la empresa antes de tomar una decisión definitiva:

- Expandir una instalación existente. Esta opción sólo será posible si existe

suficiente espacio para ello. Puede ser una alternativa atractiva cuando la

localización en la que se encuentra tiene características muy adecuadas o

deseables para la empresa. Generalmente origina menores costes que otras

opciones, especialmente si ka expansión fue prevista cuando se estableció

inicialmente la instalación.

- Añadir nuevas instalaciones en nuevos lugares. A veces ésta puede resultar

una opción más ventajosa que la anterior. Otras veces es simplemente la

única opción posible. En todo caso, será necesario considerar el impacto

que tendrá sobre el sistema total de instalaciones de la empresa.

- Cerrar instalaciones en algún ligar y abrir otra(s) en otro(s) sitio(s). esta

opción puede generar grandes costes, por lo que la empresa deberá

comparar beneficios de la relocalización con los que se derivan del hecho

de permanecer en el lugar actualmente ocupado.


LA IMPORTANCIA DE LAS DECISIONES DE LOCALIZACIÓN.

La selección del emplazamiento en el que se van a desarrollar las operaciones de la

empresa es una decisión de gran importancia.

Esta importancia viene justificada por dos razones principales. En primer lugar, las

decisiones de localización de instalaciones entrañan una inmovilización

considerables de recursos financieros a largo plazo, pues las instalaciones son

generalmente costosas, sobre todo si se trata de sofisticadas plantas de

fabricación. Por tanto, se trata de una decisión rígida que compromete a la

empresa durante un largo período de tiempo: no obstante, en algunos casos, la

firma puede optar por instalaciones menos costosas o por alquilarlas, lo cual

permite restar rigidez a esta decisión.

En segundo lugar, son decisiones que afectan a la capacidad competitiva de la

empresa; así, una buena elección favorecerá el desarrollo de las operaciones de

forma eficiente y competitiva, mientras que una incorrecta impondrá considerables

limitaciones a las mismas. Todas las áreas de la empresa pueden verse afectadas

por la localización, no sólo el área de Operaciones, sino también la función

Comercial, la Personal, la financiera, etc. Por otro lado, hay que tener presente que

las consecuencias negativas de una mala localización no resultan siempre evidentes,

pues suelen manifestarse en forma de costes de oportunidad y, por tanto, no

vienen recogidas en los informes tradicionales de las empresas. La influencia de la

localización sobre la competitividad no solo procede de su influencia sobre los

costes, sino también sobre los ingresos de la empresa.

Las consideraciones anteriores muestran claramente que la selección del lugar en

el cual van a ubicarse las operaciones no es una cuestión menor, sino que, requiere

la debida atención por parte de las Dirección y de las distintas áreas empresariales

implicadas, que deberán analizar todas las consecuencias que de ella se pueden

derivar.
LA LOCALIZACIÓN DE LAS INSTALACIONES Y LOS OBJETIVOS DEL

SUBSISTEMA DE OPERACIONES.

Podríamos afirmar que el objetivo general de la localización es la elección de un

lugar para las instalaciones que favorezca el desarrollo de las operaciones. Esta

meta se concreta en forma de estrategias de localización, que pueden diferir

mucho entre empresas distintas. La Estrategia de la empresa debe servir como

marco en el cual se tomen las decisiones de localización, proveyéndolas al mismo

tiempo de orientación sobre las direcciones o las líneas básicas que deben guiarlas.

De esta forma, una empresa pública o no lucrativa, que pone más énfasis en el

servicio de los clientes o en usuarios, adoptará posibles estrategias de localización

bastante diferentes de las de una empresa lucrativa, más orientada hacia el

beneficio.

De otro lado, conviene recordar que las decisiones de localización son sólo una

parte de las decisiones de diseño y, por consiguiente, están condicionadas por el

conjunto de las estrategias en este ámbito. Así, una empresa industrial podría

plantearse la alternativa entre mantener muy pocas plantas, pero grandes, o tener

plantas pequeñas pero en mayor número. Detrás de estas elecciones suele existir

un compromiso entre los costes de transporte y los de las instalaciones.

Así, un mayor número de instalaciones implica mayor proximidad al cliente, lo que

trae consigo menor tiempo de entrega de los pedidos, entregas más precisas,

mejor servicios, etc. De este modo, podría ocurrir que el teórico “número óptimo”

de instalaciones desde en punto de vista de los cotes, correspondiese a niveles

inadecuados de otros objetivos (o viceversa).

Al mismo tiempo, tendría que definir qué tipo de plantas desea y,

consecuentemente, qué relaciones van a existir entre ellas. Podemos distinguir, en

este sentido, cuatro opciones para las estrategias multiplantas, las cuales

pueden tener gran influencia en la consecución de los objetivos empresariales,

condicionando, pues, la toma de decisiones:


- Plantas orientadoras al producto. Una o pocas plantas producen un

determinado producto o línea de productos, lo cual le permite una lata

especialización, fabricar altos volúmenes y aprovecharse se la economías

de escala. Sin embargo, los costes de transporte de materias primas y

productos terminados serían más elevados y las consecuencias de una

huelga o un desastre podrían ser muy graves.

- Plantas orientadas al mercado. En este caso, una planta produce todos o

casi todos los productos que la empresa vende en una determinada área. El

coste de producción puede resultar mayor, pero se reducen los costes de

transporte y también el tiempo de entrega de los bienes, lo cual puede ser

imprescindible para competir en ese sector.

- Plantas orientadas al proceso. Son aquellas centradas o especializadas en

un segmento concreto del proceso de fabricación de la empresa o en la

fabricación de un determinado tipo de componentes. Utiliza una o pocas

tecnologías bastantes específicas, lo que le permite una gran eficiencia y

significativas economías de escala. En cambio, se incrementan las

interrelaciones entre las plantas ya que en un producto final pueden

intervenir componentes procedentes de distintos orígenes. Esto conlleva

una proliferación de los transportes y un alto riesgo frente a huelgas o

desastres.

- Plantas de propósito general. Son aquellas que pueden ser dedicadas a

diferentes funciones (productos, mercados o procesos) y que se mantienen

para dotar de flexibilidad al sistema.

PROCEDIMIENTO GENERAL PARA LA TOMA DE DECISIONES DE

LOCALIZACIÓN.

La elección de una localización es una decisión compleja en la mayoría de los casos.

Aunque es cierto que, para algunas empresas, la localización viene determinada por
un factor dominante que restringe el número de alternativas, en general, la

cantidad de factores y de lugares involucrados en el análisis es enorme:

Por lo que respecta a las firmas pequeñas de Las grandes empresas, en cambio, suelen considerar
nueva creación, éstas se localizan típicamente muchas más alternativas de localización y la decisión,
en el lugar de residencia de su fundador y que se toma a través de procedimientos formalizados,
se fundamenta en estudios más amplios y rigurosos,
comienzan a expandirse en su entorno local o
cuya magnitud vendrá influida por la naturaleza y el
regional.
alcance de la decisión que se ha de tomar.

Centrándonos en el enfoque formal vamos a describir un procedimiento típico.

Partiremos del momento en que ha sido destacada la necesidad de localizar una

nueva instalación o de relocalizar una ya existente. Determinada y justificada la

necesidad de iniciar un estudio de localización, el primer paso será la constitución

de un equipo multifuncional encargado de realizar el estudio. En dicho estudio será

necesaria gran cantidad de información, acudiendo a fuentes tales como

publicaciones especializadas, agencias gubernamentales, cámara de comercio, etc.

también habrá que considerar la visita a posibles lugares de emplazamiento.

El procedimiento de análisis de la localización abarcaría las siguientes fases:

- análisis preliminar;

- búsqueda de alternativas de localización;

- evaluación de alternativas;

- selección de la localización.

FACTORES QUE AFECTAN A LA LOCALIZACIÓN:

Una de las tareas del equipo que realiza el estudio de localización es la

determinación de aquellos factores que habrán de ser tenidos en cuenta en cada

nivel de análisis. Los principales factores que pueden influir sobre la localización,

no siempre tienen carácter tangible.


FUENTE BIBLIOGRAFICA:
Domínguez Machuca y otros;

DIRECCION DE OPERACIONES
Aspectos tácticos y operativos en la
producción y los servicios.
McGraw-Hill; 1996; Madrid

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