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Futbol
Las razones para elegir el tema son académicas y personales para hacer conciencia
en todo el que lea este escrito tome conciencia de lo que estamos perdiendo al
tolerar actos de violencia en nuestros estadios y en nuestro balompié en general.
La violencia que existe actualmente en nuestro balompié nos hace pensar a todos
acerca de que es lo que estamos viviendo en nuestro fútbol actual, golpes que
pasan de la cancha a las tribunas cuando se encienden los ánimos, policías
participando en esas verdaderas guerras campales en lugar de detenerlas. Y es que
el jugador da un mal ejemplo al aficionado y mientras los jugadores no tomen
conciencia de que son figuras, ídolos, y que son una imagen para las demás
personas no se parara la violencia en nuestros estadios.
“Desde las temidas barras bravas argentinas hasta las porras agresivas que
están surgiendo en México, casi todos los campeonatos americanos la sufren:
muertos en Colo Colo – Universidad de Chile, disparos en Alianza Lima –
Universitario, destrozos en América – UNAM… Ningún torneo está exento de
este mal. Ligas con menor potencial como las de Venezuela, El Salvador o
Ecuador ya empezaron a conocer de cerca la cara de la violencia en sus propias
tribunas.
Pero, si en Hispanoamérica prácticamente no existe el odio racial, religioso ni
político, ¿qué sentimientos alientan estas conductas en las barras? (Pablo
Geraldes, 2004)
“En un partido donde la pasión se entiende como desorden del ánimo, como
preferencia muy viva por algo y como afición vehemente. La agresividad entra en
el fútbol como capacidad de brío o de decisión para una acción, como posible
propensión a ofender o como un hecho que implica una provocación o un ataque.
Y la violencia comprende actos fuera de su estado natural, lo que suponga ímpetu
y fuerza, lo que se realice con brusquedad, las acciones contra el gusto, los
hechos fuera de razón y justicia, las situaciones embarazosas (como el gol de
Tamudo a Toni en la final de la Copa del Rey) y el genio arrebatado que se deja
llevar por la ira.”( Jesús Rodríguez, 1999)
El fútbol profesional actual cuenta con una caja de resonancia donde las formas
violentas de lenguaje pueden intervenir varios tipos de factores:
4º) Con más frecuencia, cuando se habla de dirigentes, surgen agresiones verbales
gratuitas, ofensas innecesarias y difamaciones.
5º) A los protagonistas se les busca declaraciones de impacto, en las que a veces
van descalificaciones, insultos o provocaciones. Unas veces para hacer presión y
conseguir un mejor resultado, en otras para acaparar la atención del público y
conseguir una mayor animación de su parte; en algún caso, para obtener una
mayor recaudación económica.
7º) En la presentación social del fútbol prima el mito del éxito en combinación
con las pasiones locales, que si no se consiguen dan lugar a focos de crispación.
En algún caso ha sido tan curioso que se ha festejado como un triunfo el no haber
ganado una competición o el no haber descendido de categoría.
8º) Un último factor tiene que ver con el clásico asunto del lenguaje belicista del
fútbol. Afortunadamente, cada vez lo es menos y tiene su historia. La difusión del
deporte hasta mediados de siglo correspondió al mundo militar, que al no tener
terminología en las diferentes lenguas contó el fútbol con el que tenía más a
mano: tiro, obuses, artillero, cañonazos, etc. Este lenguaje bélico si ayudó a
formar un estado de ánimo tendente a la disciplina, al trabajo en equipo, a la
entrega en la conquista de un fin, pero dentro del conjunto de las palabras del
fútbol ocupa un porcentaje pequeño.
“El nivel de pasión de los hinchas del fútbol provoca problemas a veces, y los
choques entre aficiones pueden resultar en violencia. Algunos enfrentamientos
violentos son provocados de manera deliberada por personas o grupos
organizados, a los que suele llamarse ultras (o hooligans en los países de habla
inglesa). Este fenómeno tiene su origen en Inglaterra, y de hecho a veces se le
llama "enfermedad inglesa" debido a la mala fama de los hinchas ingleses
cuando viajan al extranjero para animar a su club o al equipo nacional. Pero la
violencia organizada no es solo un fenómeno inglés sino que se ha extendido a
otros países, como los Ultras de Italia, las Torcidas Organizadas en Brasil y las
Barras Bravas en Argentina.
(Granfutbol.com, 2007)
¿Qué es el aguante?
“El aguante está mucho más asociado a la capacidad para resistir el dolor que a
la fidelidad por los colores. El que no se la banca no recibe entradas de favor, no
tiene acceso a los beneficios de pertenecer En gran parte de la sociedad, la
combinación violencia-drogas-delito tiene connotación negativa. Pero, en su
propia lógica, estos grupos le dan un valor positivo a ese cóctel. "Estar loco y de
la cabeza a partir del consumo de alcohol y drogas los nutrirán de honor y
prestigio entre sus pares", (Garriga Zucal. 2004)
Tener aguante, no temerle a nadie y estar loco son los imprescindibles requisitos
para ser incluido en la barra. ¿Por qué lo hacen?, podemos preguntarnos,
cómodamente sentados en nuestro sillón. Ante la humillante exclusión social que
sufren muchos jóvenes (esa exclusión que vemos en los medios, pero no
padecemos en persona), pertenecer a un grupo y tener una identidad no es un
consuelo menor. Es la posibilidad de aferrarse a algo y ser alguien en la vida.
Y los directivos de los equipos premian a las barras y hinchadas con diferentes
“incentivos” que pueden ser desde boletos gratis, transporte para ver los partidos
fuera de casa y además los policías incitan a la violencias entre aficionados y
contra ellos agrediendo a las personas física y verbalmente que vana ver el
partido.
(Granfutbol.com, 2007)