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Kartikka. En este día, en el cual Krishna entra a la edad pauganda, fue iniciado
como pastor de vacas. Normalmente la edad pauganda inicia cuando un niño
cumple 6 años. Los primeros 5 años son denominados la edad kumara, los
siguientes 5 años de la niñez corresponden a la edad pauganda, y al cumplir
los 11 años inicia la adolescencia, que es la edad kisore. Sin embargo,
Krishna, al ser un niño extraordinario en todo sentido, pasó por estas etapas
muy rápido; por lo que, en el momento que cumple 7 años, está iniciando la
adolescencia. Incluso en la sociedad humana ordinaria encontramos que
algunos niños son maduros para su edad, y Krishna era tal que, era una y
media veces más maduro para su edad actual. Cuando tenía 4 años, El tenía 6
años en términos de madurez.
Cuando el pauganda lila comienza, Krishna se rehúsa a ser bañado por madre
Yasoda, debido a la timidez que acompaña la edad. Aunque, ella se consuela
a sí misma razonando su comportamiento como actitudes infantiles, ella sabe
en su corazón, que es que El está madurando. Esto le causa dolor, porque
comprende que pronto El va a insistir en ir a pastorear las vacas. Las
consecuencias de esto para Yasoda son graves: su hijo estará en el bosque el
día entero! Aún así ella trata de evitar pensar en eso tanto como puede.
Al finalizar la ceremonia, Rama y Krishna llamaron a las vacas, hyah, hyah, jihi
y esperaron que las vacas se movieran. No estando preparadas para caminar
delante de El, por miedo a perder de vista Su hermosa forma, ellas
permanecieron quietas hasta que El se dirigió al frente del rebaño y las guió
hacia el bosque. Incluso las gopis admiten que ver esto es la perfección de los
ojos, aksanvatam phalam idam na param vidamah sakhyah pasun
anuvivesyator vayasyaih.
Nosotros solo podemos imaginar esta escena, y haciéndolo con una mente
pura podremos participar de ella también. Aquellos interesados en la eterna
amistad de Krishna, anhelarán pastorear vacas con El a través de la
ceremonia de iniciación de Gopastami.
Acerca del amor de Krishna por las vacas y de ellas hacia El, los semidioses
han dicho lo siguiente a través de la pluma de Jiva Goswami en el Gopala
Campu:
“Cuando quiera que ellas están satisfechas El también lo está, cuando quiera
que ellas sienten hambre, El la siente también. El las llama cerca una y otra
vez, y presionándolas, El libera su olor y las abraza, examinándolas muy de
cerca y alimentándolas. Sin El, sus corazones están vacíos y se mantienen
quietas tal como si estuvieran pintadas. Solo cuando se reúnen con El se
recuperan, oliendo, viendo, escuchando, saboreando y tocándolo.”
Swami B. V. Tripurari