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Algunos cristianos tempranos como Marción creían que el Dios del Antiguo Testamento era diferente al Dios de Jesucristo, viendo al primero como vengativo y al segundo como misericordioso. Sin embargo, los Padres de la Iglesia como Ireneo y Tertuliano argumentaron que solo puede haber un Dios y que el Dios de Jesús es el mismo Dios revelado en el Antiguo Testamento. Aunque el Antiguo Testamento no revela la Trinidad, los cristianos creen que el Dios vivo que actúa allí es el Dios
Algunos cristianos tempranos como Marción creían que el Dios del Antiguo Testamento era diferente al Dios de Jesucristo, viendo al primero como vengativo y al segundo como misericordioso. Sin embargo, los Padres de la Iglesia como Ireneo y Tertuliano argumentaron que solo puede haber un Dios y que el Dios de Jesús es el mismo Dios revelado en el Antiguo Testamento. Aunque el Antiguo Testamento no revela la Trinidad, los cristianos creen que el Dios vivo que actúa allí es el Dios
Algunos cristianos tempranos como Marción creían que el Dios del Antiguo Testamento era diferente al Dios de Jesucristo, viendo al primero como vengativo y al segundo como misericordioso. Sin embargo, los Padres de la Iglesia como Ireneo y Tertuliano argumentaron que solo puede haber un Dios y que el Dios de Jesús es el mismo Dios revelado en el Antiguo Testamento. Aunque el Antiguo Testamento no revela la Trinidad, los cristianos creen que el Dios vivo que actúa allí es el Dios
el que creemos los cristianos es muy diferente del Dios que presenta el Antiguo Testamento? C ierto. As podra parecer a primera vista. De hecho, muy pronto hubo cristianos que rechazaron la imagen de Dios que aparece en el Antiguo Testamento. El ms famoso fue Marcin, ya en la primera mitad del siglo II. Marcin afirma que el Dios predicado por nuestro Seor Jesucristo es distinto del que se co- noca en el Antiguo Testamento. El Dios de Jesucristo es el Dios del perdn y de la misericordia; el del Antiguo Testamento sera un Dios justiciero y vengativo, ade- ms de ignorante en el libro del Gnesis aparece preguntando a Adn dnde est y celoso del culto que se da a otros dioses.
Y no solo Marcin, tambin otros cristia- nos, que ahora conocemos como los gns- ticos, entendan que el Dios Creador no era el verdadero Dios totalmente trascendente e inaprehensible, sino una potencia celes- te inferior que produjo el mundo material y que, en su ignorancia, se autoproclam Dios. Este es el Dios que, segn ellos, apa- rece en el Antiguo Testamento, y que inten- ta esclavizar a los hombres con sus leyes y preceptos; mientras que el Dios predicado por Cristo y los apstoles afirman es un Dios incognoscible, al que solo tienen acce- so las personas espirituales cuando, como despertadas de un sueo, se conocen a s mismas. No puedo detenerme mucho en cmo los santos Padres y escritores eclesisticos reaccionaron desde el principio contra esas formas de pensar que deformaban la ense- anza del Seor y de los apstoles, y cons- truan un dios imaginario. San Ireneo, que escribe contra los gnsticos, y Tertuliano, que rebate a Marcin, entendan que, segn la Sagrada Escritura y segn la lgica de las cosas, no puede haber ms que un solo Dios. En efecto, el Dios del que habla Jess es el mismo que se haba revelado al pueblo de Israel, tal como lo presenta el Antiguo Testamento. Jess mismo dice: Y sobre que los muertos resucitan no habis ledo en el libro de Moiss, en el pasaje de la zarza, cmo le habl Dios diciendo: Yo soy el Dios de Abrahn, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es Dios de muertos, sino de vivos (Evange- lio segn san Marcos 12, 26-27). Los apstoles afirman que ese mismo Dios, el Dios de nuestros padres, es el que ha glorificado a Jess (Hechos de los Apstoles 3, 13). Pero, al mismo tiempo, al Dios en el que creemos, aun siendo el mismo que el del Antiguo Testamento, los cristianos lo confe- samos de una manera nueva: Uno en esen- cia y Trinidad de Personas. Dios Padre, Hijo y Espritu Santo. Plenitud de comunin y de amor personal en s mismo, que ha querido salirnos al encuentro, drsenos y hacernos partcipes de su divinidad trinitaria, incor- porndonos a su Hijo mediante su Espritu Santo. Creemos en Dios Trino porque as nos lo ha revelado Jesucristo. Como escribe san Juan: A Dios nadie lo ha visto jams; el Hijo Unignito que est en el seno del Padre, l mismo lo dio a conocer (Evangelio se- gn san Juan 1, 18). Desde la fe entendemos que el Dios vivo que acta en el Antiguo Testamento es tambin el Dios Trino, si bien ah no haba desvelado la intimidad de su Ser como lo ha hecho a travs de su Hijo Jesucristo y del envo del Espritu Santo, sino solamente su Nombre y su Gloria. En el Antiguo Testamento Dios se re- vela como el Dios que ha hecho el mundo por amor y que es fiel al hombre incluso cuando este se separa de l por el pecado (YouCat 8). Sin esa revelacin sobre Dios que encontramos en el Antiguo Testamen- to, no conoceramos al verdadero Dios y no comprenderamos quin es Jesucristo. Aunque en el Antiguo Testamento se con- tienen elementos imperfectos y pasajeros, como dice el Concilio Vaticano II (constitu- cin Dei Verbum n. 15), y a veces se hable de Dios de manera muy antropomrfica (es decir, como si Dios fuera un hombre), es as como se nos va mostrando, con pedagoga divina, la forma de actuar de Dios con los hombres, y como se prepara la venida de Nuestro Seor Jesucristo. Los cristianos, los judos y los musulma- nes creemos en el nico Dios que presen- ta el Antiguo Testamento, aunque unos y otros por un camino distinto: Cristo Jess, la Ley y la Alianza, o Mahoma y el Corn. n Para saber ms: Catecismo de la Iglesia Catlica, 121-141. Gonzalo Aranda 10 No da la impresin de que el Dios en el que creemos los cristianos es muy diferente del Dios que presenta el Antiguo Testamento?