Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Pues bien, si ésta puede ser tentación del una imagen humana deducida de nues-
creyente en Jesús, no extrañará que tras ideas racionales sobre la divinidad.
aventuremos la sospecha de que una Con su llamativa capacidad de in-
gran tentación del catolicismo de hoy tuición, Simone Weil, recién llegada a la
pudiera ser muy similar a ésa que de- fe cristiana, percibía algo de eso mismo
nunciaba Teresa: hoy no sería exacta- cuando escribió hace ya más de sesenta
mente abandonar la humanidad de Jesús años: «actualmente ¿quién piensa en
para ir más perfectamente hacia Dios, Cristo como un condenado de derecho
sino abandonarla para quedarse con común, excepto sus enemigos? La
una divinidad (¡más importante y deci- Iglesia ciertamente no piensa así de
siva sin duda!) pero que sería una divi- Jesucristo y esto lleva una falsificación
nidad sin rostro. Una divinidad sin el de su cruz y de la revelación de Dios en
contorno humano de Jesús de Nazaret, ella». La divinidad de Jesús deja así de
y en la que se puede proyectar entonces ser el escándalo de un Dios “delincuen-
3
te”, para pasar a ser una peana a la que investigación histórica, y que son más
se sube la Iglesia para no arrepentirse de que suficientes para pergeñar un esbo-
sus pecados históricos. Y por eso, con- zo de esa dialéctica entre atracción e in-
cluye Simone: «se adora (en Cristo) la comodidad, que parece un balance in-
grandeza histórica de la Iglesia»2. negable de la figura de Jesús, más allá
Psicológicamente, resulta fácil com- de la historicidad discutible o discutida
prender este miedo a Jesús si recorda- de muchos pasajes y palabras concretas.
mos que –como titulé un Cuaderno an- Una dialéctica –no lo olvidemos– que
terior dedicado a Él– fue una figura coincide con la otra irreductible duali-
seductora y “subyugante” pero también dad de Dios que se revela como Amor,
“subversiva”3. En Jesús se produce algo pero nos desborda por todas partes.
de lo que R. Otto escribía sobre «Lo «Dios, sí, es Padre. Pero el Padre sigue
Santo»: que, a la vez, «fascina y asus- siendo... ¡Dios!» como le gusta repetir a
ta». Por eso dice con mucha intuición el Jon Sobrino.
evangelista Lucas que «este Hombre es- Esta bipolaridad acabará sirviéndo-
tá llamado a ser signo de contradicción» nos para enmarcar toda una visión de la
(2, 34). vida creyente que se resume en la dia-
Todo ello creo que puede mostrarse léctica “muerte-Vida”, pero una dialéc-
a partir de la investigación histórica y tica dinámica que propone ir a la Vida a
ateniéndonos a lo que con más seguri- través de la muerte (o con léxico pare-
dad conocemos de Jesús. Y esta es la ra- cido de Juan de Yepes: «no tener nada
zón del presente Cuaderno. Trataremos para llegar a tenerlo Todo»). Y desde ahí
de presentar no una biografía ni un re- trataríamos de apuntar un rápido diag-
trato completo de Jesús (pretensión im- nóstico para la Iglesia de hoy.
posible y hoy superada), sino unos tra- Estas podrían ser las tres partes del
zos mínimos, garantizados por la presente Cuaderno.
4
1. POR QUÉ JESÚS SEDUCE Y MOLESTA TANTO
17
2. LA LLAMADA A UNA FORMA INSÓLITA DE VIDA
24
3. MIEDO A JESÚS: UN DIAGNÓSTICO
Si las cosas son así, cabe preguntar si es- carne y la sangre», se nos descuelga til-
te miedo inconsciente a la figura huma- dándonos nada menos que de «satanás»
na de Jesús, es el que ha provocado que y nos dice que nuestro modo de pensar
algunas voces eclesiásticas, (a las que en él no proviene del Padre sino de la
percibimos como demasiado prontas a carne y la sangre... (cf. Mt 16, 16ss).
lanzar anatemas cristológicos sobre Se aclararía así este miedo a la in-
cuestiones históricas, sin respetar la au- vestigación crítica, renacido a última
tonomía de cada campo), parezcan estar hora en las autoridades eclesiásticas,
prefiriendo, temerosa e inconsciente- tras las magníficas y matizadas declara-
mente, un fundamentalismo bíblico im- ciones en su favor, hechas por la
presentable, a un Jesús incómodo que Pontifica Comisión Bíblica (y por el
(al igual que le pasó a san Pedro), cuan- mismo Vaticano II). Es legítimo sospe-
do esperaríamos que alabe nuestra fe y char que lo que asusta de la crítica his-
nuestro celo como provenientes «del tórica no son tanto las exageraciones o
Padre que está en los cielos y no de la los dislates que pueda proferir algún au-
25
tor concreto (y que se darán siempre), a prohibir en algunos textos de cateque-
sino lo incómodo de la atractiva figura sis el uso de la palabra Jesús, alegando
de Jesús que parece haber ido brotando que podría llevar a un olvido de su di-
de esa investigación. Al igual que ocu- vinidad. ¡Cómo si los escritos joánicos
rre con muchas promesas históricas, po- que usan tantas veces el nombre de
dría suceder también aquí que aquel fa- Jesús, olvidaran por ello su divinidad
moso lema con que nació la cuando su peligro fue más bien afir-
investigación crítica («liberar a Jesús de marla unilateralmente!». Pero Jesús no
la cárcel del dogma»), se estuviese cum- revela más divinidad que la de su figu-
pliendo aunque de manera muy distinta ra humana y ese es el escándalo de la
a lo que la investigación naciente sos- encarnación: «nadie va al Padre sino por
pechaba: Jesús se va acercando a nos- mí», fue la respuesta dada al apóstol
otros, borrosamente pero con algunos Tomás cuando pedía a Jesús precisa-
rasgos inconfundibles. Y se nos acerca mente que les «mostrase al Padre».
liberado, si no de la cárcel del dogma, En tiempos de Pablo, con el recuer-
sí, y claramente, de la cárcel del “dog- do de Jesús tan cercano, el apóstol po-
matismo” que suele ser una frecuente día hablar de Cristo como sinónimo de
perversión de todos los dogmas, y que Jesús (cuando no lo decía significando
le tenía efectivamente encerrado. Por “el Mesías”). Hoy en día, ambas pala-
ejemplo, liberado de aquello que bras se han distanciado: Jesús (sin
Rahner denunciara hace años como la Cristo) puede aludir sencillamente a
herejía más extendida en muchas cabe- aquello que captamos, dejando sin ex-
zas cristianas: una especie de “cripto- presar la toma de postura creyente o in-
monofisismo” más o menos latente32. creyente ante Él. Pero Cristo sustitu-
yendo a Jesús parece apelar a una
divinidad con un rostro diverso o ajeno
al rostro del Nazareno. Paradójicamente
Jesús no revela se cae aquí en aquello mismo de que los
más divinidad que católicos acusaron antaño a R,
la de su figura humana Bultmann: se pone la salvación cristia-
y ese es el escándalo na meramente en el hecho de que Jesús
ha existido pero no en el contenido de
de la encarnación Dios ese hecho (con terminología germana:
en el Dass, pero no en el Was). Nos sal-
va el que Jesús ha existido, pero no qué
Como ejemplo de todo retomo lo Jesús es el que ha existido.
que escribí hace poco: «el problema ac- Cuando publiqué mi cristología ha-
tual de la institución eclesial podría es- ce más de 30 años insistí todo lo que su-
tar en que le tiene miedo a Jesús. E, in- pe en un rasgo de la fe en Jesucristo que
conscientemente, busca defenderse de muchas veces queda borroso también en
Él y no sabe cómo. Por eso prefiere ha- las ortodoxias oficiales. La divinidad de
blar de un 'Cristo sin rostro', hasta llegar Jesús no es algo que le afecta en exclu-
26
siva a él (de modo que quien pudiera ca»), por el antirreino (que parece más
“disponer más de él” dispondría más de presente) y por la promesa escatológica.
Dios), sino que, como recuperó el Y por consiguiente, debe volver nuestra
Vaticano II con un texto muy clásico de religiosidad hacia la realidad signada
la primera iglesia: «por la encarnación por este triple existencial.
Dios se unió de algún modo con todos
los hombres» (GS 22). Con todos. Sin
duda las ortodoxias oficiales preferirí-
an que se hubiese dicho que se unió de Jesús resulta a la vez tan
alguna manera con el papa, o con los seductor y tan “amenazador”
obispos solos..., pero la fe de la Iglesia porque abre unos
dice que con todos los hombres. Por eso,
«Jesús tiene una filiación afiliante y una
horizontes casi inaccesibles
divinidad divinizante»33. que desbordan
A partir de este dato, que la escuela nuestra pequeñez humana
paulina formuló cono «recapitulación
de todo lo creado en Cristo», concluí la
cristología afirmando que la encarna- Desde aquí quizá sea posible com-
ción nos permite hablar de una estruc- prender por qué Jesús resulta a la vez tan
tura cristológica de toda la realidad. Y seductor y tan “amenazador”: abre unos
esta estructura se desplegaba a partir de horizontes casi inaccesibles que desbor-
la vida de Jesús y nos permitía hablar de dan nuestra pequeñez humana. «Así de
la realidad como absoluto, la realidad humano sólo puede serlo el mismo
como maldición y la realidad como pro- Dios» escribió con finura Leonardo
mesa (encarnación, Cruz y resurrec- Boff como resumen de la experiencia de
ción: las tres características que resu-
muchos que convivieron con Él.
men la cristología).
Pero tanta calidad humana nos pare-
Y hoy, a partir de lo dicho en este
ce inaccesible, y más cuanto más y me-
Cuaderno, de que el Cristo no tiene otro
rostro que el de Jesús de Nazaret, debe- jor nos conocemos: Jesús, el Jesús real,
ríamos hablar también de una estructu- no el sustituido por un cristo sin rostro,
ra “jesuánica” de la realidad. No debe nos convierte en imperativo lo que era
ser entendida esta expresión como una la tentación de la serpiente: “ser como
fuente de superioridad cristiana, puesto Dios”. Pero la idea de Dios ha quedado
que, por su Resurrección, Jesús ha de- vuelta del revés en esa promesa: porque
jado de ser patrimonio exclusivo de los se trata de ser «misericordiosos como el
cristianos. Debe entenderse más bien Padre celestial» (Lc 6,36).
como una llamada a ver la realidad co- Otra vez algo seductor y sobrecoge-
mo marcada por el reino (que «está cer- dor para nuestra pequeñez.
27
CONCLUSIÓN: «NO TEMÁIS»
Los aficionados al tenis han comentado alguna vez lo que sucede con
el juego de Roger Federer: viéndole el tenis parece fácil. Rafa Nadal nos
deja cierta sensación de que el triunfo es fruto de la carrera constante y el
esfuerzo incansable. Pero con Federer no sucede así: es como si diera la
casualidad de que «él estaba allí».
29
NOTAS
1. Santa TERESA DE JESÚS, Libro de la vida, c. 22. luego se ha llamado "terapias de superación".
Ver también el c. 7 de la 6ª de las Moradas: «si Pero este punto es ahora menos importante.
pierden la guía, que es el buen Jesús, no acer- 11. Howard Clark KEE, Medicina, milagro y magia
tarán el camino»... en tiempos del Nuevo Testamento, Córdoba, El
2. Simone WEIL, El conocimiento sobrenatural, Almendro, 1992, pág. 122-123.
Madrid, Trotta, 2003, pág. 84. 12. Mt 11,19; Mc 2,16.
3. José I. GONZÁLEZ FAUS, Memoria subyugante, 13. Debido quizá a que esas etapas quisieron estu-
memoria subversiva, Barcelona, Cristianisme diar los textos demasiado en abstracto, o desde
i Justícia, 2001, Cuaderno 104. un despacho universitario, abstrayéndolos de
4. Uso esta palabra como inclusiva de padre y su contexto sociohistórico.
madre. Pero quizá convenga aclarar que el 14. El comentario que recoge Lucas de que «se
adjetivo parental, no viene del masculino extrañaban de las palabras de gracia que habí-
padre, sino del verbo latino pario que signifi- an salido de su boca» parece referirse a que
ca parir. Jesús, al citar a Isaías, omite la expresión «he
5. La versión que da Mateo, Reino «de los cielos» venido a anunciar el día de la venganza de
pretende sólo evitar la pronunciación del Yahvé» que estaba en el texto del profeta. Para
Nombre del «Innombrable» como era costum- muchos judíos, la venganza de Yahvé siempre
bre entre los judíos. No alude en absoluto a era contra los de fuera.
una situación que se refiera sólo al "más allá". 15. Cabría comentar también el capítulo 6 de san
Para Jesús no hay "más allá" si no ha sido Mateo que, aunque parece referirse a la reli-
antes "más acá". gión judía, trasciende en su fondo la órbita del
6. Ese modo de proceder está en la base, por ejem- judaísmo y constituye una crítica a toda la reli-
plo, de todas las condenas a la teología de la giosidad humana. Omito este comentario por
liberación. razones de espacio y porque ya lo he hecho en
7. Para un análisis más extenso, remito al capítulo otros lugares.
2.3. «Jesús y los marginados» de mi libro La 16. Igual que sólo alguien profundamente católico
Humanidad Nueva. Ensayo de cristología, podría haber sido tan molesto a la institución
Santander, Sal Terrae, 1984. como Msr. Romero o Pedro Arrupe... Añado
8. Mamona, en la conocida palabra aramea. este ejemplo para mostrar que la cuestión no
9. Jesús MARTÍNEZ GORDO, Dios, amor asimétrico, está en el mero hecho de la pertenencia, sino
Bilbao, Desclée de Brouwer, 1993. en la calidad de ésta. Cosa que no sé si olvida
10. Ya desde el Antiguo Testamento, la expresión a veces la llamada "tercera búsqueda de
bíblica «sêmeia kai térata» (signos y prodi- Jesús".
gios) no se refiere necesariamente a acciones 17. Jonathan L. REED, El Jesús de Galilea: aporta-
milagrosas sino más bien a liberaciones y ciones desde la arqueología, Salamanca,
curaciones en sentido amplio. En Clamor del Sígueme, 2006, pág. 273.
Reino. Estudio sobre los milagros de Jesús, 18. Sobre la noción bíblica de elección, ver lo que
evoqué la posibilidad sugerida por J. Jeremías digo en Proyecto de hermano. Visión creyente
de que muchas curaciones fueran eso que del hombre, Santander, Sal Terrae, 1987, pág.
30
671-672. También, Hans W. WOLF, Anthropo- cristianismo como Marx o Freud o Nietzsche,
logie des Alten Testaments, München, Chr. posibles enviados por Dios a una Iglesia ciega
Kaiser, 1973, pág. 209. ante el mensaje de Jesús?
19. De hecho, en los relatos de la pasión, que sue- 29. Remito para ampliar la figura del Siervo a mi
len considerarse más antiguos, los fariseos Cuaderno Servir. La lucha por la justicia en
apenas tienen protagonismo en comparación los poemas de Isaías, Barcelona, Cristianisme
con los sacerdotes, los sanedritas o los sadu- i Justícia, 2000, Cuaderno 96.
ceos. Pero ver también la cita de Josefo sobre 30. Ver como único ejemplo Jer 22, 13-16, que no
los fariseos que aduce James D.G. DUNN, El hay espacio para citar aquí.
Cristianismo en sus comienzos (I): Jesús 31. Un ejemplo de ello rápido pero muy clarifica-
recordado, Estella, Verbo Divino, 2009, pág. dor: en la fórmulas litúrgicas aparece infinidad
646, nota 110. de veces la expresión «Dios todopoderoso»
20. REED, El Jesús..., pág. 18 y 142. (en plegarias, credos, bendiciones...). No
21. Y, dada mi pertenencia jesuítica, no quisiera encontraremos casi ni una vez la expresión
olvidar que la palabra jesuita llegó a ser «Dios todomisericordioso» (infinitamente
sinónima de hipócrita en el diccionario, pre- más cercana al Hesed y Emeth del Primer
cisamente tras la audacia sorprendente y los Testamento). Y no es que neguemos la omni-
logros de los primeros seguidores de potencia de Dios: pero en esa formulación
Ignacio. unilateral se esconde una gran mentira. Pues
22. Esto plantea una pregunta que no es posible Dios no tiene más poder que el del Amor y ha
orillar. Si hoy da la impresión de que el renunciado a todo otro poder para relacionar-
Vaticano y la curia romana se parece mucho se con los hombres. Es, si acaso, un Dios
más al Templo y la jerarquía sacerdotal de omnipotente en el amor. También será muy
Jerusalén que al grupo de seguidores de Jesús, difícil encontrar en nuestras liturgias peniten-
¿qué ha de hacer entonces un cristiano que ciales expresiones como la de «fidelidad» (o
confiese que Dios estaba muchísimo más en infidelidad) a Jesús y al evangelio. Se hablará
Jesús que en el Templo y la jerarquía sacerdo- genéricamente de faltas y de pecados, pero
tal? La respuesta, que ya no cabe aquí, no todo el lenguaje sugiere más una especie de
implicará ninguna ruptura cómoda (Jesús tam- moral religiosa genérica que una relación con
poco rompió con el judaísmo de su tiempo), nuestro seguimiento de Jesús.
pero sí una disposición a aceptar la conflicti- 32. De Mono-fysis (una única naturaleza) fue quizá
vidad y la persecución y «los grillos y cadenas la herejía que más le costó combatir a la
de la inquisición, por amor de Cristo» (san Iglesia. Sostenía, desde su particular idea de la
Ignacio). grandeza de Dios, que lo humano de Jesús
23. En latín: «Non coerceri maximo, contineri quedaba tragado por la divinidad como des-
tamen a minimo divinum est». aparece una gotita de vino al ser echada al
24. Lo cual, en Heb 13, 11-13, no es sólo una indi- mar. Transmite, en definitiva, una imagen de
cación geográfica, sino una ligera ironía de Dios que necesita suprimir lo humano o qui-
tipo social: muere fuera de nuestra civiliza- tarle sitio, para afirmarse a sí mismo.
ción. 33. GONZÁLEZ FAUS, La Humanidad..., pág. 303.
25. En griego la palabra doxa significa tanto opi- Allí mismo se lee: «la historia, recapitulada en
nión como gloria. Jesús se encuentra hecha ‘Hijo’, y la relación
26. Jer 9,24. Naturalmente el original no habla de entre el Hijo y el Padre que constituye al
bautizados sino de circuncidada la carne e Espíritu se traslada a la relación entre la histo-
incircunciso el corazón. ria y el Padre, que es el Espíritu como don
27. Jeremías 25,9; 27,6 prometido por Jesús» (pág. 339).
28. ¿No podríamos decir hoy lo mismo, no ya de 34. J. RATZINGER, Introducción al cristianismo,
Nabucodonosor, sino de muchos enemigos del Salamanca, Sígueme, 1970, pág. 301.
31