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Consignas:
1- Del texto de Lynch explica: a) por qué sostiene que una economía
colonial dependía de una metrópoli subdesarrollada; b) “La ideología reformista era de
inspiración ecléctica”; c) las reformas borbónicas no fueron revolucionarias.
2- De los factores que influyeron en la ruptura del pacto colonial desarrolla
brevemente: a) la independencia de Estados Unidos basados en Adams y García
Samudio; b) la independencia de Haití según Grafenstein; c) la revolución francesa
según Guerra. Según este último autor, a partir de 1808 se abre en todo el mundo
hispánico una época de profundas trasformaciones que plantean varios problemas
explicativos: 1- su relación recíproca; 2- la naturaleza de ese proceso; 3- la relación
entre las revoluciones hispánicas y la revolución francesa; 4- ¿Por qué el paso a la
modernidad se hizo por vías diferentes en el mundo latino y en el mundo anglosajón y
cuáles fueron sus consecuencias?
3- La tesis de Kossok es que las revoluciones americanas son
revoluciones burguesas incompletas porque no alcanzaron a los aspectos económico-
sociales por la debilidad del elemento burgués y por la contradicción que surge entre la
superestructura política-institucional y la base socioeconómica. Fundamenta
brevemente esta tesis.
4- De Halperín-Donghi, supone que debes desarrollar en tus prácticas
docentes el tema “La crisis de independencia”, realiza brevemente la transposición
didáctica de “Una guerra civil americana: 1810-1815” y “La guerra colonial: 1817-
1823”. ¿Qué entiende Halperín por una “larga espera”? De las transformaciones
profundas que sufre la América española a partir de finalizada la guerra colonial
explica; a) la militarización; b) la ascensión de los propietarios terratenientes; c) la
hegemonía inglesa.
5- Señala las causas de la guerra de secesión y explica a qué se llamó la
reconstrucción.
6- Describe la ruptura del pacto colonial en Méjico.
7- De la independencia de América del Sur española explica dos casos,
excluido el de Argentina.
8- Explica la independencia de Brasil y describe el ciclo económico del
siglo xix en ese país.
9- Realiza una síntesis del proceso que condujo a l independencia de
Cuba.
10- Realiza un análisis de los documentos “La carta de Jamaica” y “La
doctrina Monroe”
1-a) Lynch sostiene que las colonias españolas en América dependían de una
metrópoli subdesarrollada porque España había quedado atrás en el desarrolla
económico, tecnológico y político europeo. España producía básicamente materias
primas, al igual que sus colonias, y no podía proveer a éstas de las manufacturas que
demandaban por no haber desarrollado una industria orientada a la exportación, sino
que reexportaba manufacturas provenientes de las potencias industriales (Inglaterra,
Países Bajos, Francia). La única división del trabajo que existía entre España y sus
colonias tenía que ver con la producción de metales preciosos, aunque esta situación
no beneficiaba directamente a la metrópoli, puesto que España desangraba
constantemente los metales provenientes de la colonia que iban a parar a los bancos
de Ámsterdam o a los bolsillos de los grandes comerciantes inglese y holandeses.
1-b) Las ideas de las reformas borbónicas fueron recolectadas de diferentes
escuelas vigentes en el pensamiento europeo de entonces: la fisiocracia (sobre el
papel atribuido a la agricultura y al estado); el mercantilismo (sobre la forma de
aprovechar los recursos de las colonias); el liberalismo económico y la ilustración
(sobre la utilización de la razón antes que la tradición).
1-c) Las reformas borbónicas no pueden ser consideradas como
revolucionarias por no pretender un cambio radical de las estructuras económica y
social existentes; sino más bien una sutil modernización de ellas. La agricultura, base
económica de España, fue modernizada, pero no se hizo demasiados esfuerzos por
promover el desarrollo de la industria, sólo en Cataluña hubo un moderado intento de
desarrollo industrial que fue ahogado por su incapacidad de competir con los
productos importados; el reparto de tierras realengas fue escaso y en el mayor de los
casos cayó nuevamente en las manos ya propietarias; la clase dominante (nobles,
clérigos y grandes exportadores) seguía guardando un consenso de intereses,
comprometidos en conservar y aun fortalecer la organización social existente.
Independencia de Brasil:
Esta independencia no tuvo matices de guerras dramáticos, sino que fue un
progreso gradual de ruptura con de la colonia con la metrópolis. Como centro del
Imperio portugués, Brasil gozaba del comercio exterior, antes inexistente debido al
comercio de Lisboa. Todo comenzó cuando en 1814 inglese expulsan a los franceses
de Portugal, permitiendo el regreso de la monarquía, de igual modo Juan VI decisión
quedarse en Brasil.
En 1821, una revolución liberal impuso una monarquía constitucional, el rey
Juan VI debió retornar a Portugal, dejando en Brasil su hijo Pedro. Este gobierno
liberar quería devolverle a Brasil el status que la colonia tenía para 1808, para ello
designaron gobernadores militares para cada provincia con grandes poderes, que
respondían a las órdenes de gobierno de Lisboa.
En el gobierno brasileño existían dos fracciones: una portuguesa, que sugería a
Pedro abandonar Brasil y otra pro-brasilera, que instaba al regente a permanecer en
Brasil y cortar los vínculos con la metrópolis. Pedro decidió por la última opción
creyendo que una ruptura violenta implicaría la perdida de la influencia portuguesa en
Brasil. En 1822 Pedro declara la Independencia de Brasil, también en el ’22 se
sanciona una constitución que lo proclama primer emperador de Brasil, conocido como
Pedro I.
a)- Militarización:
No hay sector de la vida hispanoamericana que no haya sido tocado por la
revolución, la más visible de sus consecuencias fue la violencia. La guerra de la
independencia, se transformó en un relato de sangre y horror. La violencia popular
anónima e incontrolable es invocada por unos y por otros como responsable única de
los errores.
Esta violencia llega a dominar la vida cotidiana y aquellos tiempos coloniales en
los que se podía recorrer Hispanoamérica casi vacía de armas, ha quedado a tras:
luego de la guerra es necesario difundir las armas por todas partes para mantener un
orden interno; así sobrevino la militarización a la lucha.
Pero esta militarización es un remedio costoso e inseguro, para lograr
solucionar el problema, porque: los jefes de grupos armados comienzan a
independizarse de quienes los convoco y organizó como ejército. Estos para conservar
su lugar de poder deben mantener a los cuerpos de soldados satisfechas, esto
significa un gasto en armas, que implica el uso de las rentas del Estado.
Otro tema es que las repúblicas llegan a su independencia con una gran
cantidad de cuerpos de oficiales y por el miedo de un levantamiento armado no se
animan a deshacerlos, pero el tema es que para pagarlos deben recurrir a la violencia.
Unida a los ejércitos que posee el Estado están las milicias rústicas, reunidas
para mantener el orden local; estas más cercanas al poder de las estructuras
regionales, son menos costosas, comienzan sus ingresos en la lucha política
expresando la protesta de las poblaciones agobiadas por el peso del ejército regular; a
medida que se internan en esa lucha se hacen también ellas más costosas.
Los nuevos estados suelen gastar más de lo que sus recursos permiten, y ello
sobre todo porque es excepcional que el ejército consuma menos de la mitad de esos
gastos. La imagen de una Hispanoamérica prisionera de los guardianes del orden
comienza a difundirse.
Solo en parte puede explicarse la hegemonía militar como proceso que se
alimenta a sí mismo, y su perduración como una consecuencia de la imposibilidad de
que aquellos que no poseen armas, desarmen a los que tienen las armas.
La gravitación de los cuerpos armados surgidos en la época de la
democratización de la vida política y social hispanoamericana, comienza sin duda por
ser un aspecto de esa democratización, pero pronto se transforma en una garantía
contra una extensión excesiva de ese proceso: por eso aun quieren deploran algunas
de las modalidades de la militarización hacen a veces poco por ponerle fin.
6- Méjico era la colonia más próspera de España en América. Los criollos, aquí
como en la mayoría de las otras colonias, se quejaban de las restricciones económicas
(acaparamiento del mercado metropolitano por españoles, prohibición de importar con
las otras colonias, limitaciones a la producción) tanto como de las sociales
(discriminación de los criollos de los altos cargos gubernamentales o eclesiásticos),
por otro lado, por fuera de la elite criolla, también había una naciente burguesía en
pleno ascenso económico que, por el contrario, se veía imposibilitada de
promocionarse socialmente en la sociedad colonial; y por debajo de ésta estaban los
indios y castas, que sumaban el 80 % de la población y estaban excluidos de cualquier
tipo de privilegios y vivían en la miseria trabajando para los blancos.
Con la caída de Fernando VII en 1808, las posiciones en Méjico se polarizaron
entre la Audiencia (realista) y el Cabildo de Ciudad de Méjico (dominado por criollos
liberales). Este último pidió al virrey Iturrigaray que asumiera el gobierno en
representación del rey cautivo, lo cual equivalía a crear un gobierno autónomo. La
Audiencia se opuso a esto y el 16 de septiembre de derrocó al virrey y lo reemplazó
por Pedro de Garibay. El derrocamiento del virrey debilitó aun más la autoridad de la
monarquía española y generó descontento entre la población; el 16 de septiembre de
1810 Hidalgo lanzó su “grito de Dolores”, invitando a las clases populares a levantarse
en rebelión, la revolución se inició en nombre de Fernando VII pero Hidalgo no tardó
en reclamar la independencia, la abolición de a esclavitud y la devolución de las tierras
a las comunidades indígenas; pero el tinte racial que alcanzó la rebelión privó a
Hidalgo del apoyo de los criollos que se unieron al gobierno virreinal; además, las
tropas de Hidalgo no estaban debidamente entrenadas, y cuando comenzaron a
enfrentarse con el ejército bien disciplinado de los realistas sufrieron una derrota tras
otra hasta que el 7 de noviembre recibieron el golpe definitivo. Los dos líderes de la
rebelión, Hidalgo y Allende, dividieron sus fuerzas, pero Hidalgo fue desposeído del
mando militar por sus lugartenientes y el mando del movimiento pasó a José maría
Morelos y a Ignacio Rayón. Morelos clarificó más los objetivos del movimiento,
reclamando un gobierno parlamentario, la declaración de la independencia y ciertas
reformas sociales a favor de las clases populares, aunque mantenía los privilegios de
la Iglesia Católica. Aun así la rebelión de Morelos no consiguió el apoyo de los criollos.
Se constituye un congreso que el 6 de noviembre de 1813 declara la independencia,
pero que posteriormente se ve herido por disputas internas entre Morelos y Rayón; al
año siguiente se proclama la constitución, mientras, el congreso abandonó su
establecimiento en Chilpancingo y se vio obligado a vagar huyendo de las fuerzas
realistas, en uno de esos caminos Morelos es capturado y fusilado el 22 de diciembre
de 1815.
Mientras tanto, el virrey Venegas se veía amenazado en su poder por el militar
Calleja, quien había comandado el asedio a Morelos, y lo destituyó de su cargo, éste
se retiró a Ciudad de Méjico y consiguió el apoyo de los ultrarrealistas, así como de los
criollos liberales, quienes finalmente lo harán acceder el cargo de virrey el 4 de marzo
de 1813.
Durante todo este tiempo los gastos ocasionados por las guerras hicieron
aumentar los precios y redujeron las inversiones en nuevas empresas. En Méjico se
vio a las Cortes españolas como una amenaza al poder español y los sucesivos
virreyes hicieron una minuciosa selección de los decretos a aplicar y aquellos a los
cuales hizo caso omiso. La restauración de Fernando VII, como es obvio, fue recibida
por los realistas mejicanos con gran entusiasmo, de aquí en más, sólo la revolución
española de 1820 podría hacer levantar nuevamente la revolución en Méjico, la
constitución de 1812 fue reimplantada en España y en Méjico y otras colonias surgió la
idea de que la única forma de hacerla respetar y combatir los abusos de los
absolutistas virreyes era declarando la independencia, y fue esto lo que impulsó a dar
ese paso a los patriotas de Méjico y Centroamérica. Así, el 24 de febrero de 1821 se
proclama el Plan de Iguala, inspiración de Francisco Iturbide, que ratificó todos los
decretos emitidos por las Cortes españolas hasta la fecha de promulgación del Plan, el
cual convertía a Méjico en una monarquía independiente, gobernada por la
constitución española hasta la promulgación de su propia constitución, “Religión,
independencia y unión” estaría protegidos por el “Ejército Trigarante”.a fines de julio
del mismo año llegó a Méjico francisco O’ Donojú, enviado por las Cortes como
capitán general, éste se reunió con Iturbide y se proclamó el 24 de agosto la
independencia mejicana, nombrando a Iturbide jefe del nuevo régimen.
7- Independencia de Chile:
La primera reacción de chile tras la caída de Fernando VII en 1808 fue
reafirmar su lealtad al rey, pero pronto comenzaron a surgir dudas hasta que el 18 de
septiembre de 1810 un cabildo abierto en la ciudad de Santiago creó una junta
gubernativa, ésta acordó la apertura de los puertos al comercio extranjero y convocó a
un congreso que entró en funciones en julio de 1811. la figura más destacada dentro
de la junta fue Juan Martínez de Roza, quien, al poco tiempo y por disputas internas,
se retiró a concepción donde formó una junta paralela. En Santiago fue reemplazado
por Miguel Carrera, quien depuró el congreso de sus miembros más conservadores
para luego decretar medidas sociales tales como la libertad de vientres. Paca tiempo
después Carrera disolvió el congreso y se erigió en dictador. En julio de 1812 un
levantamiento terminó con la junta de Concepción y Roza fue obligado a exiliarse.
Carrera se enfrentó en 1813 con una tropa realista enviada desde Perú,
mientras éste estaba combatiendo, la junta que él mismo había creado le destituyó de
su cargo, reemplazándolo por Bernardo de O’Higgins, quien acordó al año siguiente
una tregua de paz con las fuerzas realistas.
Pero en julio Carrera da un golpe a O’Higgins iniciando un período de guerra
civil entre ambos bandos, que dejó a la población chilena debilitada y sin fuerzas para
resistir a los ejércitos realistas que los días 1 y 2 de octubre, en la batalla de
Rancagua, ponen infringen una derrota decisiva a los patriotas, poniendo fin a lo que
se dio a conocer como “la Patria Vieja”. Tanto Carrera como O’Higgins pudieron
exiliarse en Mendoza; los patriotas que quedaron en el país sufrieron una fuerte
represalia, lo que impulsó a que se organizaran en guerrillas, las que dieron un buen
recibimiento a San Martín cuando entró con sus ejércitos en 1817.
Después de vencer a los realistas en la batalla de Ayacucho, San Martín entró
en Santiago sin encontrar resistencia, donde una asamblea le entregó el gobierno, que
delegó a O’Higgins.
O’Higgins se vio obligado a organizar el sistema tributario de manera que el
país fuera capaz de solventar la campaña de San Martín en Perú, esto necesitó de la
apropiación de los bienes de los realistas exiliados y del endurecimiento del control
fiscal, a su vez se deshizo de sus oponentes en el campo patriota. La independencia
fue declarada en febrero de 1818 junto con la sanción de una serie de medidas
sociales que le valieron a O’Higgins el rencor de las clases privilegiadas criollas; a esto
se sumó la constitución que sancionó, afirmando el absolutismo de su autoridad. Toda
esta serie de factores hizo que se levantara en Chile una rebelión contra O’Higgins,
quien terminó por ceder su autoridad el 28 de enero de 1823.
Independencia de Perú:
Perú fue durante todo el período revolucionario la sede realista por excelencia,
y de allí se enviaron refuerzos a los ejércitos contrarrevolucionarios, función que se vio
beneficiada por la posición geográfica central que tenía Perú en América del Sur.
Durante el período liberal la elite criolla peruana disfrutó de los beneficios de la
aplicación de la constitución de 1812, pero la restauración de Fernando VII fue bien
recibido por el virrey Abascal, quien inmediatamente derogó la constitución y restauró
el absolutismo, esto se sumó al descontento de la población por la fuerte presión fiscal
derivada de los gastos que ofrecía la guerra contrarrevolucionaria. Los levantamientos
más importantes se dieron en zonas periféricas por estar alejadas de la sede virreinal
en Lima, la más importante de éstas fue el levantamiento de Cuzco, donde la
población india y criolla dirigió sus quejas contra la Audiencia de Cuzco e
indirectamente contra la hegemonía de Lima, creando un gobierno autónomo. El
movimiento se extendió también por las ciudades de La Paz y Arequipa entre los años
1814 y 1816, pero fue finalmente derrotado.
En 1816 Abascal es reemplazado por Joaquín de Pezuela, que asume en
medio de una crisis financiera y de producción, todo esto creó un malestar entre la
población que terminó de madurar con la llegada de las tropas de San Martín en 1820;
a fin de este año varias ciudades de la costa se habían pasado al bando patriota,
mientras éste hostigaba constantemente a los relista que permanecían en Lima, sólo
cuando éstos decidieron por su propia cuenta abandonar la ciudad en julio de 1821 los
ejércitos del libertador pudieron entrar victoriosos en ella, aunque la resistencia realista
continuó organizada en guerrillas en las cierras; 7 días después es proclamada la
independencia y San Martín es nombrado protector del Perú, pero fue recién cuando
entraron en el país las tropas de Bolívar, que venía victorioso del norte, cuando Perú
pudo por fin ser definitivamente pacificado.
8- Portugal era un país pequeño y débil, pero con un gran imperio que le
proporcionaba gran pare de sus ingresos fiscales. Portugal reexportaba a sus colonias
manufacturas inglesas, a la vez que distribuía por toda Europa las materias primas
producidas en sus colonias, sobre todo en Brasil.
En la segunda mitad del siglo xviii las reformas conocidas como “Pombalinas”
intentaron mejorar la agricultura y a educación de la metrópoli, extender el comercio
colonial y desarrollar la manufactura. Brasil tuvo que pagar esto con un mayor control
tributario y reformas en su sistema administrativo; por otro lado, el comercio fue
levemente liberalizado, siempre dentro del monopolio colonial. A fines de este siglo,
brasil experimentó un resurgimiento de la agricultura producto del aumento de la
demanda mundial, y el algodón se estableció como segundo producto de exportación
después del azúcar, acompañado de otros productos de menor importancia. Esto hizo
que Brasil comenzara a ser mucho más próspera que su propia metrópoli y que la
aristocracia nativa comenzara a adquirir cierta conciencia nacional y a sentir cada vez
más el peso de las restricciones comerciales que imponía Portugal. La clase
dominante brasileña estaba formada por los propietarios de ingenios, quienes eran
mayoría también en l ejército; el sentimiento nacional brasileño no estaba tan
desarrollado por ser la aristocracia nativa de reciente formación y por guardar
relaciones comerciales y políticas estrechas con Portugal. Sin embargo hubo una seria
de levantamientos anti-portugueses a lo largo del siglo xviii, de los cuales el mas
importante fue el conocido como “inconfidencia mineira”, en Minas Gerais, iniciado en
contra de las contribuciones fiscales, que pronto se convirtió en una oposición al
sistema colonial todo, pero la conspiración fue descubierta y sus principales líderes
juzgados y exiliados, y en el caso de Tiradentes, condenado a muerte. Diez años
después de la inconfidencia mineira se desató otra conspiración, en Bahía, que
consistió de un movimiento racial dirigido contra la hegemonía de los blancos; los
dirigentes tenían aspiraciones independentistas, querían formar una república y
reclamaban la abolición de la esclavitud y de todo tipo de discriminación racial. Pero
más allá de estos levantamientos aislados, el clima en Brasil era de relativa
complacencia con la metrópoli, la cual no vio interrumpido su comercio colonial por
haberse mantenido neutral en la primera etapa de las guerras revolucionarias
europeas, hasta que en 1807 el rey de Portugal se vio encerrado entre las tropas de
Napoleón que le reclamaban cortar relaciones con Inglaterra, y Gran Bretaña, su
tradicional aliada, que le exigía que se mantuviera firme mientras le prometía la
protección de Portugal si decidía trasladarse a su colonia americana. Finalmente el rey
partió con su corte para Brasil el 29 de noviembre, y llegó a Bahía el 22 de enero de
1808, desde donde se trasladó luego a Río de Janeiro, la nueva capital del imperio. La
ciudad se modernizó, el comerció se liberalizó permitiendo el intercambio con los
países amigos (básicamente Inglaterra); se revocaron las prohibiciones a las
manufacturas y se promovió su desarrollo. En febrero de 1810 se firmó con Inglaterra
un acuerdo de amistad y comercio que establecía una tarifa preferencial a sus
importaciones y otros privilegios, esto socavó el intento de desarrollo de manufacturas
locales. Río también creció culturalmente, con la fundación de bibliotecas,
universidades, etc.
En 1814 los ejércitos napoleónicos fueron expulsados de Portugal y el ministro
de relaciones exteriores británico le informa al rey dom Joâo que debe volver a la
península, éste se niega y asciende a Brasil el nivel de reino el 16 de diciembre de
1815. Esta situación produjo divisiones en el ceno de los portugueses habitantes de
Brasil, unos querían regresar a la antigua situación y recobrar así sus privilegios, otros
habían echado raíces en América y preferían que el rey permaneciera allí; los
brasieños, por su parte, no querían volver a verse reducidos a la condición de colonia.
En marzo de 1817 se da rebelión de Pernambuco, que termina proclamando
una república independiente allí y que pronto se extendió por Algoas, Paraíba y Rio
Grande Do Norte; pero sufrió enseguida divisiones internas y se rindió el 20 de mayo,
tras el bloqueo inglés a Recife. Después de esto las tropas portuguesas fueron
reforzadas.
El 24 de agosto estalló en Oporto una revolución liberal y nacionalista que
estableció una Junta Provisoria que gobernaría con le constitución española de 1812
hasta sancionar una propia. Mientras tanto en Brasil se dan varios levantamientos
liberales dirigidos sobre todo por las fuerzas militares a favor de la revolución liberal
portuguesa. El 7 de marzo de 1821 dom Joâo regresa a Portugal, dejando en Río de
janeiro al príncipe regente dom Pedro. Las Côrtes portuguesas intentaron reducir a
Brasil a su antigua condición de colonia y ejercer un mayor control político y
económico sobre ella; en septiembre se ordenó el desmantelamiento de las
instituciones gubernamentales que habían sido instaladas en Brasil en 1808 y su
regreso inmediato a Portugal.
Tanto la facción brasileña como la portuguesa intentaron ganarse la confianza
del príncipe regente quien, ante el llamado de las Côrtes, el 9 de enero de 1822
anunció que se quedaría en Brasil; el 3 de junio se llamó a la elección para la
formación de una asamblea constitucional. El 7 de septiembre las Côrtes comunicaron
a dom Pedro que sus decretos eran revocados y era acusado de traición y se le exigía
su regreso inmediato; fue entonces que dom Pero decidió cortar totalmente relaciones
con Portugal y su gobierno; el 12 de octubre fue nombrado emperador constitucional y
protector perpetuo de Brasil.
Las provincias del noroeste y del norte, donde todavía había una presencia
importante de tropas portuguesas, se resistieron a aceptar la autoridad de dom Pedro
y se mantuvieron fieles a las Côrtes, hasta que dom Pedro llamó en su auxilio al
mercenario inglés Cochrane, quien logró su rendición. Las últimas tropas portuguesas
salieron de Brasil en marzo de 1824.
9- Durante la segunda mitad del siglo XVIII Cuba pasó de ser una colonia
pequeña y sin demasiada importancia a convertirse en una de las islas más prósperas
del Caribe, y esto se debió fundamentalmente a cuatro causas: el aumento de la
demanda mundial de azúcar (debido al crecimiento de la población y a la desaparición
de Santo Domingo como productor), la emergencia de una clase de propietarios
interesados en la inversión y la explotación de sus tierras, el aumento del tráfico de
esclavos, y una serie de reformas introducidas en el reinado de Carlos III, así como la
desaparición de varias de las viejas restricciones comerciales.
En 1762 la Habana fue invadida por ingleses, quienes originaron gran parte de
estos cambios: se importaron gran número de esclavos, se tejieron relaciones
comerciales con las islas británicas del Caribe, desaparecieron buena parte de las
contribuciones a la corona española; mucho extranjeros se establecieron en la isla,
introduciendo mejoras tecnológicas y capital que benefició a la producción azucarera
(esto aumentó con la revolución de Haití y la llegada de exiliados).
A fin de siglo las plantaciones se habían extendido mucho más allá de las
zonas antiguamente pobladas y continuaban en proceso de expansión. Desde este
surgimiento, buena parte del azúcar cubano se vendió en Estados Unidos. Las guerras
napoleónicas tuvieron efecto sobre Cuba: retardaron el comercio y la introducción de
tecnología, pero también dieron a los plantadores experiencia financiera gracias a las
grandes fluctuaciones del precio del azúcar; con la caída de Fernando VII, el poder
quedó centrado en el Capitán general de la isla, el marqués de Someruelos, y fue aquí
cuando hubo un primer intento de protección de la isla por Estados Unidos, que fue
rechazado. Esta idea de la anexión a la unión norteamericana rondaría la isla por
mucho tiempo; en 1808 Gran Bretaña prohíbe el tráfico de esclavos en y desde sus
puertos, e inicia una campaña para lograr su abolición en todo el mundo; la anexión a
los Estados Unidos darían a los plantadores cubanos la seguridad de mantener el
tráfico tan vital para su sistema económico. Esta idea fue abandonada terminada la
guerra de secesión norteamericana, cuando la esclavitud fue abolida también en aquel
país; aunque esto no terminó con las relaciones entre los Estados Unidos y la isla,
muchos norteamericanos no dudaron en invertir sus capitales en Cuba y en acaparar
cada vez más porción de sus exportaciones. En la década de 1840 muchos avances
tecnológicos llegan a Cuba (ferrocarril, barcos a vapor), estos avances hicieron más
infranqueable la brecha entre los grandes terratenientes y los pequeños productores,
que quedaron arruinados por no estar a la altura de los nuevos ritmos de producción.
Estos grandes plantadores enriquecidos se constituyeron en un grupo de presión
dentro del gobierno español a fin de lograr la apertura de los puertos y determinadas
reformas liberales que les dieran más participación en el gobierno de la isla, aun así
este grupo confiaba más en una paulatina y pacífica conquista de ciertas ventajas que
en un movimiento revolucionario; el grupo en el que sí se extendió un pensamiento
radical fue el de los pequeños plantadores de caña y café de la zona oriental, entre
ellos se destacó en esta primera etapa Céspedes, quien liberó a los esclavos de la
zona y creó un ejército, este acto coincidió con una revolución liberal en España que
derrocó, en septiembre de 1868, a l reina Isabel II; así empezó el primer período de la
lucha cubana por la independencia.