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El pífano, Tocador de pífano

Autor:Edouard Manet
Fecha:1866
Museo:Museo de Orsay
Características:161 x 97 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Impresionismo
Cuando Manet presentó este Pífano al Salón de 1866 - junto al Actor trágico - recibió el
enésimo rechazo por parte del jurado.. El artista muestra a un pequeño instrumentista
vestido con el uniforme de la Guardia Imperial. El muchacho, que pertenecía a dicho
cuerpo militar, fue llevado al estudio de Manet por el comandante Lejosne, amigo
común de Manet. Algunos especialistas consideran que las manos y el rostro serían los
de su hijo, Leon Köella, al no poder posar las suficientes sesiones el pequeño músico.
La figura se recorta sobre un fondo neutro que no separa pared y suelo; sin embargo, el
joven no resulta una figura plana ni se eleva sino que, al contrario, es muy volumétrica y
se asienta perfectamente en el espacio. Esta sensación es conseguida al situar una
pequeña sombra entre sus piernas, que recuerda al Pablillos de Valladolid que había
hecho más de dos siglos atrás el genial Velázquez y que Manet había admirado en el
madrileño Museo del Prado. Su atracción por el artista español se inició en las
frecuentes visitas al Louvre, donde acudía a copiar obras de artistas consagrados,
llegando a decir de Velázquez que era el pintor de los pintores. Pero Manet también
incorpora novedades en sus obras y aquí se observa claramente la influencia de la
estampa japonesa, especialmente en los pantalones, planos y realizados con manchas
lisas de color. El empleo de la estampa japonesa como referencia será habitual en la
mayor parte de los artistas del Impresionismo. El perfecto dibujo, que define toda la
obra del pintor, modela la figura y la hace más volumétrica. Es destacable cómo retoma
su afición por los contrastes entre tonos claros y oscuros, que refuerza mediante la
supresión de las tonalidades intermedias.
Muchachas en el balcón
Autor:Edouard Manet
Fecha:1868-69
Museo:Museo de Orsay
Características:170 x 125 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Impresionismo
Intentando conquistar el éxito en el Salón de París tantas veces denegado, Manet envió
en el año 1869 dos obras de claro carácter costumbrista: Almuerzo en el estudio y el
Balcón. Con ellas obtuvo las consabidas críticas de los jurados, teniendo una amplia
aceptación entre los artistas jóvenes. Para esta escena empleó a personas de su entorno
como Berthe Morisot - también pintora, a la que conoció en el Louvre y que se
convertiría en su cuñada - sentada y mirando a la calle; con una sombrilla aparece la
violinista Fanny Claus, acompañante musical de su esposa, Suzanne Leenhoof; tras ellas
vemos al pintor Antoine Guillemet fumando un cigarrillo; en la oscuridad, un joven -
identificado con su hijo Léon Köella - lleva una bandeja con comida, repitiendo la
misma figura de la obra Caballeros españoles. El Balcón debe mucho a la obra de Goya
titulada Majas en el balcón, que vio Manet durante su estancia en Madrid.Es una imagen
estrictamente moderna, sin ninguna otra pretensión. Al mezclar en la misma escena los
conceptos de modernidad y tradición, Los colores blancos contrastan con los negros,
recurso que Manet repite de manera incesante en sus escenas. Sin embargo, se debe
añadir aquí la aparición de una de las primeras muestras de la influencia del
Impresionismo, al aplicar una tonalidad malva a las sombras que se producen en la parte
baja de la composición, en perfecta sintonía con la decoración del macetero o las flores.
La atracción por lo oriental también se encuentra presente en el rostro de la violinista,
que parece inspirado en una estampa japonesa. Las tres figuras se recortan sobre un
fondo neutro como medio de obtener mayor sensación volumétrica, acentuada al colocar
a los personajes en planos paralelos que se alejan. La sensación atmosférica es un
homenaje a Velázquez, empleando una pincelada vibrante como el sevillano en Las
Meninas. Sin embargo, esa pincelada suelta no le impide interesarse por los detalles - el
abanico, la sombrilla, el colgante - y en especial por la delicada transparencia de las
mangas de los vestidos de las mujeres. Existe un boceto preparatorio de esta
composición.
Mujeres planchando
Autor:Edgar Hilaire Degas
Fecha:1884 h.
Museo:Museo de Orsay
Características:76 x 81 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Impresionismo
Quizá sea esta escena la más dura de las pintadas por Degas. Siguiendo la estética
realista de Courbet o Daumier nos presenta a las planchadoras en su duro trabajo, ajenas
a los buenos modales o la belleza refinada de otras imágenes, el Peinado por ejemplo.
Una de ellas bosteza y se rasca el cuello mientras agarra una botella de vino con la que
ahogar las penas de su triste vida. Su compañera se esfuerza por eliminar las arrugas de
una camisa, sin tener tiempo para quitarse el mechón de rojizo cabello que se le ha
caído hacia adelante. En el fondo se nos presenta la soledad y tristeza de los lugares
donde trabajaban estas pobres mujeres. Este efecto lo ha conseguido Degas al dejar al
descubierto algunas partes del lienzo. Podría existir cierta relación entre la soledad de
estas personas y el alcoholismo, destructor de las vidas de estas mujeres como ya había
hecho el pintor en La absenta, siguiendo la estela de la literatura realista de la época con
Émile Zola a la cabeza. Técnicamente, resulta sorprendente la rapidez de la factura, a
través casi de manchas, aunque existe una excelente base de dibujo como podemos
apreciar en los brazos o en los rostros. Esta rapidez puede estar causada por el deseo del
artista de obtener un efecto vaporoso motivado por el calor del trabajo y el vapor de las
rudimentarias planchas. La estancia está iluminada por un foco de luz procedente de la
derecha que impacta en la mujer con camisa rosa, mientras que la que bosteza está en
una zona de menor claridad. Los tonos azules se adueñan de la composición,
acompañados de blancos, verdes, marrones o rosas. El tedio de la planchadora está
perfectamente captado, demostrando la capacidad como retratista de Degas.
Examen de danza
Autor:Edgar Hilaire Degas
Fecha:1873
Museo:Metropolitan Museum
Características:83´8 x 79´4 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Impresionismo
Quizá sea ésta una de las escenas de danza más famosas de Degas. Nos encontramos en
el examen que somete el profesor Jules Perrot a las bailarinas para ingresar en la Opera
de París. Resultaba difícil entrar en este tipo de actos pero el artista frecuentaba tan
asiduamente el lugar que casi era un miembro más de la institución. Las jóvenes iban
acompañadas por sus madres - las apreciamos en las gradas que aparecen al fondo -
expectantes ante la actuación de sus hijas. En primer plano se sitúan unas bailarinas en
actitudes variadas, ocupando el centro de la composición la joven que actúa en ese
momento. Tras ella y en la pared encontramos el espejo donde se ve reflejada la ventana
por la que penetra la luz, recurso muy del gusto de Edgar. Es una luz fuerte que incide
en los blancos tules de los vestidos, iluminando la amplia estancia por completo. La
perspectiva en profundidad se ve acentuada por la visión de la esquina de la estancia,
mostrándonos incluso la moldura decorativa que separa la pared del techo. La influencia
de la fotografía es también destacable al cortar los planos pictóricos, novedad típica del
Impresionismo. Las tonalidades blancas de los trajes vaporosos dominan la escena,
salpicada por rojos, verdes y azules. El conjunto resulta insuperable, conjugándose la
pincelada suelta con un exquisito dibujo, resultando el estilo con el que Degas cosechará
numerosos éxitos.
Petite danseuse de 14 ans [Pequeña bailarina de 14 años]

Cuando murío Degas, en 1917, se encontraron en su taller, 150 esculturas de cera o de


arcilla. En viva del artista, el conjunto se había mantenido más o menos desconocido del
público, excepto la Bailarina de 14 años, que Degas mostró en la exposición
impresionista de 1881. Con coloración natural, peinada con verdaderos cabellos, vestida
con un tutú y verdaderas zapatillas, demuestra un hiperrealismo, una veracidad que
rozan el extremo. Presentada en una vitrina a la manera de un espécimen de museo,
revela un Degas casi antropólogo o naturalista. Los críticos no se equivocaron: la obra
fue violentamente acusada de representar la niña de manera bestial; se la comparó a un
simio o a un azteca; se le encontró un rostro "en el que todos los vicios imprimen sus
odiosas promesas, marca de un carácter particularmente vicioso".

Degas lindaba de este modo los límites de la lógica del realismo, por otro lado tan en
boga, describiendo sin fingir, sin hipocresía, de manera casi científica, la sociedad de su
época. La edición de bronce, realizada tras su muerte, cuya estatua del museo de Orsay
constituye un ejemplar, intenta de preservar lo mejor posible las características de la
cera. La pantalla de cristal siendo el único elemento deseado por el mismo Degas,
afirmando el estatuto de obra de arte de la Bailarina.
Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte (en francés :Un dimanche après-midi
à l'Ile de la Grande Jatte) es un cuadro del pintor neoimpresionista francés Georges
Seurat, ejemplo de puntillismo considerado por muchos una de las pinturas más
relevantes del Siglo XIX.

La isla de la Grande Jatte se encuentre en el río Sena, en París , entre La Défense y el


suburbio de Neuilly, dividida por el Pont-de-Levallois. Aunque por muchos años fue un
sitio industrial, en los últimos años pasó a albergar jardines públicos y un conjunto
residencial. En 1884 era un paisaje bucólico alejado del centro de la ciudad.

Seurat pasó dos años pintando el cuadro, concentrándose escrupulosamente en el paisaje


del parque. Rehizo varias veces el original y completó numerosos bocetos y esquemas
preliminares. Se sentaba a menudo en los jardines y hacía numerosos bocetos de las
distintas figuras a fin de perfeccionarlas. Puso especial cuidado en el uso del color, luz y
formas. El cuadro tiene aproximadamente 2 x 3 m. Fue expuesto por primera vez en la
octava exposición colectiva del grupo impresionista, en 1886.

Basado en el estudio de la teoría óptica del color, contrastó puntos minúsculos de color
que, a través de la unificación óptica, forman una figura coherente en el ojo del
observador. Creía que esta forma de pintura, conocida luego como puntillismo, haría los
colores más brillantes y fuertes que pintados a pinceladas. Para hacer la experiencia aún
más realista, rodeó el cuadro con una trama de puntos que a su vez limitó con un marco
simple de madera clara. de esta forma se lo exhibe aún en el Instituto de Arte de
Chicago.

Para este cuadro Seurat empleó el nuevo pigmento "Amarillo de zinc", más visible en
las zonas amarillas iluminadas, pero también en combinación con naranjas y azules.
Luego de completada la pintura, el amarillo de zinc se oscureció paulatinamente hasta
tonos de marrón, defecto que se apreció ya en vida de Seurat.[1
Un baño en Courbevoie
Autor:Georges Seurat
Fecha:1883-84
Museo:National Gallery de Londres
Características:201 x 300 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:
Georges Seurat fue uno de los primeros en considerar que las propuestas del
Impresionismo se estaban agotando en sí mismas. Dentro de las diversas tendencias
renovadoras que se desenvolvieron durante el Neo-Impresionismo, este pintor francés
inauguró una Escuela que combinaba la libertad y las innovaciones impresionistas con
el cientifismo positivista de fines del XIX. Esta escuela se denominó puntillismo. La
innovación consistía en utilizar la pincelada suelta y descompuesta en colores primarios,
que ya habían establecido los impresionistas, para realizarla con exactitud matemática y
rigurosa en puntitos de color básicos, cuyo efecto se combinaría equilibradamente en la
retina del espectador. Esta ordenación tan estricta de la pincelada requirió unos
contornos precisos, unas figuras estáticas y unas escenas compositivamente sólidas,
sobre una base geométrica estable. El efecto fue de lo más heterodoxo, puesto que el
aspecto era pálido y academicista, como pudiera serlo la pintura de Puvis de Chavannes;
sin embargo, Seurat estaba utilizando los más revolucionarios métodos pictóricos al
mismo tiempo. Ese cuadro fue uno de los primeros en experimentar a fondo con los
avances del cromo-luminismo; como su nombre indica, esta técnica pretende resolver a
través del color el problema de la luz en el cuadro, que a través del punteado minucioso
destacaría con un brillo propio. El lienzo se realizó dentro de taller y no al natural, como
pintaban los impresionistas. Sin embargo, el tema (unos domingueros bañándose en los
alrededores de París) necesitaba ser tratado al natural. Seurat resolvió el problema
realizando infinitos apuntes en vivo, que luego trató científicamente en su taller, como
si de un laboratorio de pintura se tratara.
Autorretrato delante de un fondo rosa
Autor:Paul Cézanne
Fecha:1875 h.
Museo:Colección Particular
Características:65 x 54 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
Cézanne empezó a utilizar su propia efigie como modelo una vez cumplidos los treinta
años, tras su contacto con los pintores impresionistas. Desde este momento realizará un
total de 47 autorretratos, casi todos de busto y medio perfil, girado hacia la derecha
como éste que contemplamos. Su expresión suele ser circunspecta, frunciendo el ceño
en un gesto que reafirma el mal genio con el que le describen algunas fuentes. Quizá sea
este retrato de los más expresivos, dirigiendo su intensa mirada hacia el espectador,
mirada que ha hecho escribir a Rilke "esa expresión de asombro incontrolado en la que
se abisman a veces los niños y las gentes del campo, exceptuando que en este caso el
estupor opaco del embotamiento es sustituido por una atención animal en la mirada que
ningún parpadeo interrumpe, una vigilancia objetiva y paciente".
Las pinceladas son tremendamente expresivas, especialmente el empapelado rosa del
fondo, conseguidos los motivos decorativos con una pasta de gran dinamismo. Las
mismas pinceladas configuran la cabeza del maestro, organizada a través de los
diferentes trazos de color. Un potente foco de luz procedente de la izquierda acentúa la
expresividad de la efigie, creando un intenso claroscuro que recuerda a los maestros
clásicos como Tiziano o Rembrandt.
Bodegón con fruta
Autor:Paul Cézanne
Fecha:1890-94
Museo:Colección Particular
Características:33 x 46 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
Pocos pintores han prestado tanta atención a la naturaleza muerta como Cézanne.
Ningún pintor francés desde Chardin había elegido esta temática como asunto principal
de su obra. Como el resto de sus trabajos, son pacientemente elaboradas, renunciando a
cualquier elemento improvisado. En numerosas ocasiones las frutas se pudrían, por lo
que muchas veces recurrió a modelos de cera, generalmente dispuestos sobre pesadas
telas que adquieren una estructura escultórica, como en este caso.
El pintor utiliza una perspectiva picada -muy del gusto de los impresionistas,
especialmente Degas- que nos permite contemplar las diferentes frutas sobre la mesa,
recortadas ante un fondo grisáceo. Una jengibrera y un plato son las únicas referencias
al menaje, elementos en los que no se abandona la línea circular que domina todo el
conjunto. Cada una de las piezas del bodegón está delimitada por una línea oscura, en
sintonía con el sintetismo de Gauguin, aportando mayor autonomía a cada una de ellas.
De esta manera, el volumen se adueña de la composición, sin renunciar al color,
fundamental en los trabajos del maestro provenzal. Las tonalidades han sido aplicadas
con trazos empastados y cortos, especialmente en el fondo donde se organizan a través
de movimientos en zigzag, sugiriendo de esta manera el espacio que envuelve los
objetos al igual que la tela sobre la que reposan. Los juegos de luz apenas interesan al
maestro, distribuyendo las sombras de manera arbitraria, en sintonía con la estampa
japonesa. De esta forma, el impresionismo se convierte en algo duradero como el arte
que se conserva en los museos.
Jugadores de cartas
Autor:Paul Cézanne
Fecha:1890-95
Museo:Museo de Orsay
Características:47 x 57 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
Durante la década de 1890 Cézanne pintó una serie de cuadros con la temática de los
jugadores de cartas, siendo este lienzo que contemplamos el más famoso de la serie. Los
protagonistas de las telas son los campesinos de Aix y el jardinero del Jas de Bouffan,
Vallier. Las fuentes de inspiración empleadas por Cézanne posiblemente fueran los
jugadores de cartas pintados por Le Nain y Chardin.
Las dos figuras se sientan a ambos lados de una pequeña mesa sobre la que apoyan los
codos. Una alta botella nos da paso hacia la cristalera del fondo, por la que se intuye un
abocetado paisaje. Los dos hombres están concentrados en el juego, interesándose el
maestro en captar sus expresiones, y se presentan tocados con sendos sombreros típicos
de las clases sociales humildes de la Provenza. El espectador se convierte en uno de los
frecuentes observadores que contemplan estas partidas en las tabernas, al situarnos el
maestro en un plano cercano a la escena y no hacer apenas referencias espaciales. La
iluminación artificial se manifiesta en las sombras, especialmente en el reflejo blanco de
la botella.
Pero una vez más, el protagonista del lienzo es el color que inunda todos los rincones de
la tela. El hombre de la derecha viste una chaqueta de tonalidades grises amarillentas
que tiene su continuidad en el pantalón de su compañero, vestido éste con una chaqueta
de tonalidades malvas que se mezclan con diversos colores. El fondo se obtiene gracias
a una mezcla de tonos aunque abunden los rojizos, en sintonía con la mesa y el mantel.
La aplicación del color se realiza a base de fluidas pinceladas que conforman facetas,
elementos identificativos del cubismo.
A diferencia del impresionismo del que Cézanne parte, en este trabajo prima el volumen
y la forma sobre la luz, obteniendo ese volumen gracias al color en estado puro. De esta
manera, el objetivo del maestro provenzal -conseguir que el impresionismo sea un arte
duradero como el que se expone en los museos- se ha alcanzado.
Montaña Sainte-Victorie vista desde la cantera de Bibémus
Autor:Paul Cézanne
Fecha:1897 h.
Museo:Museo de Baltimore
Características:65 x 80 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
Uno de los lugares favoritos de Cézanne para contemplar la montaña Sainte-Victoire era
la cantera abandonada de Bibèmus, donde también pasará largas jornadas pintando sus
rocas. Las potentes rocas de la cantera en primer plano, salpicadas de árboles, dejan
paso a la mole calcárea de la montaña, cuya inolvidable silueta se presenta al fondo de
la composición, recortada ante un azulado cielo. Los colores más oscuros presiden el
primer plano de la composición, aclarándose a medida que nos alejamos hasta llegar a
las tonalidades casi transparente de la montaña. De esta manera, el maestro de Aix
recurre a lo color como vehículo para conseguir la perspectiva, superando las reglas
tradicionales. También el color será el elemento con el que se consiga recuperar el
volumen y la forma -"No existe ninguna línea, no existe ningún modelado, sólo existen
los contrastes. Cuando el color alcanza su mayor riqueza, entonces la forma alcanza su
plenitud" afirmaba contundentemente- que se estaban perdiendo en los trabajos de
Monet, al interesarse más por la luz y los efectos atmosféricos.
Naturaleza muerta con frutero y manzanas
Autor:Paul Cézanne
Fecha:1879-82
Museo:Colección Particular
Características:55 x 74,5 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
Cézanne consideraba que el ojo humano podía captar al mismo tiempo la visión de un
objeto desde un punto de vista alzado y otro frontal. Esa es la razón por la que emplea
esta dualidad de perspectivas, también empleadas por Degas, que más tarde utilizarán
Braque y Picasso como punto de partida para alcanzar el cubismo. En esta ocasión -
como en numerosos ejemplos de esta serie- las frutas sobre la mesa, y especialmente el
frutero, se muestran desde arriba mientras que la pared presenta una visión frontal.
En su proceso por resaltar las formas y los volúmenes de cada uno de los elementos, el
maestro de Aix emplea una iluminación derivada de los impresionistas, siendo la luz la
encargada de fijar las relaciones entre los formas cóncavas y convexas de las manzanas,
el frutero o el trozo de pan. Lo esférico viene resaltado por la presencia de las manzanas
o el frutero mientras que las líneas rectas están presentes en el trozo de pan y el cuchillo,
recuerdo de Manet e incluso de Chardin. El color es aplicado a conciencia, fluidamente,
resaltando la volumetría de cada uno de los elementos así como la autonomía de las
diferentes piezas de fruta, avanzando así en su proceso de geometrización de la
naturaleza.
Grandes bañistas
Autor:Paul Cézanne
Fecha:1900-05
Museo:National Gallery de Londres
Características:126 x 196 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
En sus últimos años Cézanne repitió el tema de las Bañistas que había realizado 30 años
antes. Las mujeres se muestran desnudas ante un fondo de paisaje en el que no hay nada
definido y en el que abundan las tonalidades malvas. Estas figuras son macizas, casi
escultóricas, en parte debido al empleo de una línea oscura que delimita sus contornos.
Sin embargo, los rostros han desaparecido, siendo sustituidos por máscaras, como
también haría Picasso. El color es aplicado con violencia, mediante largas pinceladas en
las que emplea espátula. Las tonalidades claras y alegres de sus primeros años dan paso
a tonos oscuros. Su proceso de recuperación de la forma a través del color ha concluido;
el Impresionismo ya es algo sólido y duradero, como el arte de los museos.
Las grandes bañistas es un cuadro del pintor francés Paul Cézanne. Está realizado en
óleo sobre lienzo. Mide 208 cm de alto y 251 cm de ancho. Fue pintado en 1906. Se
encuentra en el Museo de Arte, Filadelfia, Estados Unidos.

Es la tela más grande jamás pintada por Cézanne, que la trabajó durante siete años en el
estudio que tenía en Lauves, y es la más trabajada de las tres versiones juzgadas
conclusivas del tema de los bañistas, tratado reiteradamente por el pintor, desde 1870
hasta su fallecimiento en 1906. Se considera que este cuadro puede estar inacabado.

La gama de los colores está reducida a tonos sobrios: ocre, malva y verde o azul
verdoso.

El cuadro se compone en torno a dos grupos de figuras de bañistas, entre las que hay
una mancha blanca que podría ser un perro. Están a la orilla de un río, en el que puede
verse a una figura nadando. Más allá, en línea con el perro y la nadadora, dos figuras en
la otra orilla; y, detrás de ellos, un castillo. Hay dos grupos de árboles inclinados que
forman una especie de bóveda por encina de las bañistas, y que se abren a la lejanía, a
una profundidad central.

Los cuadros de los bañistas serán fundamentales para la historia posterior del arte,
influyendo profundamente a todos los protagonistas de la vanguardia, desde Matisse a
Braque, de Picasso a Moore. Este estilo final de Cézanne anuncia ya el cubismo.
Dos mujeres tahitianas
Autor:Paul Gauguin
Fecha:1899
Museo:Metropolitan Museum
Características:94 x 73 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:
Posiblemente sea ésta una de las imágenes más bellas entre las pintadas por Gauguin
durante su estancia en Tahití. Las dos jóvenes que nos ofrecen las flores están captadas
con enorme naturalidad y realismo, muestra de la alegría que anima el corazón de un
artista necesitado de esos momentos de felicidad. Los hermosos rostros están
perfectamente dibujados - realizando para ello varios dibujos y xilografías preparatorias
- incluso ambas figuras no resultan tan planas como otras de estos momentos, colocando
la mano que sujeta la bandeja en escorzo, al igual que la cabeza de la joven de la
derecha. La gama cromática utilizada resulta muy llamativa al realzar el ocre y la piel
tostada de las muchachas con el color rojo de las flores, el azul del vestido o el verde del
fondo. Gauguin es un gran amante de la mujer, siendo la protagonista absoluta de sus
composiciones. No olvidemos que pese a estar casado con la danesa Mette Gad - de
cuyo matrimonio nacerán cinco hijos - mantendrá relaciones y convivirá con varias
muchachas tahitianas durante su estancia en la Polinesia.
El Cristo amarillo
Autor:Paul Gauguin
Fecha:1889
Museo:Albright-Knox Museum
Características:92 x 73 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:
Una de las obras más famosas de Gauguin realizada durante el otoño de 1889 en Le
Pouldu (Bretaña), donde se había trasladado porque Pont-Aven ya era demasiado
turístico. El pintor se inspiró en una talla policromada del siglo XVII, versionada por un
escultor local, que encontró en la iglesia de Trémalo, cerca de Pont-Aven. El Cristo se
convierte en el protagonista de la escena, con ese color amarillo y las líneas de los
contornos muy marcadas, siguiendo la técnica del "cloisonné" inspirada en los esmaltes
y vidrieras. Junto a Cristo aparecen tres mujeres bretonas, lo que sugiere que nos
encontramos ante una nueva visión provocada por la intensa devoción de las mujeres,
igual que en La visión después del sermón. Al fondo, una figura salta una valla, lo que
puede indicar el deseo de evasión, continuamente presente en el ánimo del artista. Lo
primitivo, con las mujeres, y lo simbólico, intentando transmitir un mensaje, están
presentes en la escena, al igual que lo real y lo imaginario. El colorido es típico del
otoño bretón, con unos maravillosos colores amarillos mezclados con naranjas y verdes,
en paralelo con el Cristo.
Jacob luchando con un ángel, La visión tras el sermón
Autor:Paul Gauguin
Fecha:1888
Museo:National Gallery (Edimburgo)
Características:73 x 92 cm.
Material:
Estilo:
Una de las obras más interesantes de las que realizó Gauguin durante su estancia en
Pont-Aven en 1888. Siempre se considera como una de las primeras del estilo
simbolista en el que empieza a trabajar desde ahora. Fue pintado para una iglesia de la
zona pero el párroco la rechazó; en primer plano vemos a una serie de figuras de
mujeres bretonas con sus características cofias, en actitud de rezar, mientras al fondo
coloca la supuesta visión que tienen las devotas bretonas tras el sermón, donde aparece
Jacob luchando con el ángel, siendo esta escena la parte simbólica, aunque el artista
represente ambas imágenes de manera simultánea. Gauguin utiliza, como en obras
anteriores, la influencia de la estampa japonesa ya que rehúsa manejar la perspectiva
tradicional, por lo que consigue un efecto de figuras planas. Los colores también han
experimentado un cambio importante, son colores puros, sin mezclar, que reafirman el
efecto de la planitud. El contorno de las figuras empieza a estar muy delimitado,
siguiendo un estilo típico de estos momentos llamado "cloisonnisme", inspirado en la
realización de esmaltes y de vidrieras, rellenando esos contornos con colores muy vivos.
Gauguin está orgulloso de esta pintura y sobre todo de las figuras, "muy rústicas y
supersticiosas", como él mismo escribe a Van Gogh.
Autorretrato
Autor:Vincent Van Gogh
Fecha:1889
Museo:Museo de Orsay
Características:65 x 54 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
Quizá nos encontremos ante uno de los retratos más bellos y significativos de Van
Gogh. Fue realizado en septiembre de 1889, inmediatamente después de su
recuperación. Muestra a un hombre con una salud aceptable - bien alimentado y con el
alcohol limitado a medio litro diario - pero con preocupaciones interiores como se
demuestra en el gesto y la mirada de Vincent. Sabe que ha superado la fuerte crisis que
se produjo en julio de 1889, pero teme una nueva recaída precisamente porque la
enfermedad no le permite pintar. Su mayor deseo es crear, empleando una técnica muy
personal; la línea ondulada se ha adueñado de la imagen, no sólo en el fondo sino que
también se muestra en la chaqueta. El azul y el naranja - colores complementarios -
realizan un interesante contraste, sin olvidar el creado por la línea marcada por los
contornos (chaqueta, ojos, etc.) con la soltura y rapidez del resto de la composición.
Pero por encima de las fórmulas estilísticas empleadas, sorprende la capacidad para
mostrar su personalidad, como ya hicieron pintores como Rembrandt o Van Dyck en el
Barroco.
Comedores de patatas
Autor:Vincent Van Gogh
Fecha:1885
Museo:Museo Nacional Van Gogh
Características:82 x 114 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
La obra cumbre del periodo de Nuenen es Comedores de patatas. Van Gogh presenta
una pobre estancia, iluminada por una lámpara de petróleo, en donde los campesinos se
sientan a la mesa dispuestos a cenar su ración de patatas. Una de las mujeres vierte el
contenido de la tetera en unas tazas blancas. La luz mortecina, el oscuro colorido y la
actitud de los personajes convierten la escena en una imagen casi mística, reflejando el
estado de ánimo del propio Van Gogh y su contacto con los campesinos. La rapidez del
trazo le impide centrarse en los detalles, olvidándose del dibujo para mostrar figuras
caricaturescas que dan un toque de modernidad a una composición totalmente realista,
similar a las que realizaban los artistas de la Escuela de La Haya. Las figuras de la mesa
se sitúan de manera que el espectador se integra en la estancia y comparte la comida con
los campesinos. La preocupación de Vincent por el mundo agrario y minero holandés
está tocando a su fin. Su mente proyecta cada vez con mayor fuerza un traslado a París
para completar su formación y depurar unas deficiencias que el artista siente enormes
deseos de superar. Pero algo le ata a Nuenen y es la figura de su padre. Cuando éste
fallezca, Vincent sentirá un aire de libertad en su espíritu y se marchará a Antwerp, para
contemplar los retablos que Rubens realizara para la catedral, y más tarde a París.
Habitación de Vincent en Arles
Autor:Vincent Van Gogh
Fecha:1889
Museo:Museo de Orsay
Características:56´5 x 74 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
El último ataque sufrido por Vincent en el mes de julio le causó una gran impresión ya
que incluso intentó tomarse el contenido de los botes de pintura lo que provocó que los
doctores prohibieran su trabajo. Una vez recuperado, tras casi seis semanas sin tocar un
pincel, le falta inspiración al no salir del sanatorio por miedo a una recaída. Busca
entonces estampas antiguas o motivos ya tratados como temática de sus cuadros,
repitiendo incluso los asuntos como en este caso donde retoma la habitación de Arles
sin cambiar ningún ingrediente respecto a la obra del verano de 1888. La única
diferencia la encontramos en el empleo de tonalidades más intensas, especialmente el
azul y el rojo, aplicadas con cierta planitud recordando a la estampa japonesa y a
Gauguin.
Joseph Roulin
Autor:Vincent Van Gogh
Fecha:1888
Museo:Kunstmuseum Winterthur
Características:65 x 54 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
Entre la serie de retratos que Vincent pintó a la familia Roulin en el invierno de 1888 no
podía faltar el padre, siguiendo las obras elaboradas en el mes de agosto. En esta
ocasión cambia el fondo empleando una tonalidad amarilla plana, en recuerdo de la
estampa japonesa y por influencia de Gauguin. El rostro avispado del único amigo de
Van Gogh en Arles está perfectamente representado, interesado como es su costumbre
en captar la personalidad de sus modelos.
Noche estrellada
Autor:Vincent Van Gogh
Fecha:1889
Museo:Museo de Arte Moderno de Nueva York
Características:73´7 x 92´1 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
Esta famosa escena resulta una de las más vigorosas y sugerentes realizadas por
Vincent. En pocas obras ha mostrado la naturaleza con tanta fuerza como aquí. Vincent
se encuentra recluido en el manicomio de Saint-Rémy desde el mes de mayo de 1889 y
muestra en sus imágenes lo que contempla desde su ventana. La noche le había atraído
siempre - Café nocturno o La terraza del café - especialmente porque se trataba de una
luz diferente a la que se había empleado hasta esos momentos. Es de destacar el
tratamiento de la luz de las estrellas como puntas de luz envueltas en un halo luminoso a
su alrededor, obtenido con una de las pinceladas más personales de la historia de la
pintura: un trazo a base de espirales que dominan el cielo y los cipreses de primer plano,
tomando como inspiración a Seurat y la estampa japonesa. Al fondo se aprecia la silueta
de un pueblo con la larga aguja de la torre de la iglesia presidiendo el conjunto. Las
líneas del contorno de los edificios están marcadas con gruesos trazos de tonos oscuros,
igual que las montañas que recuerdan la técnica del cloisonnismo empleada por
Gauguin y Bernard. Los tonos que Van Gogh utiliza son comunes a todas las obras de
esta primavera del 89: malvas, morados y amarillos que muestran el estado de ánimo
eufórico del artista, aunque da la impresión de predecir la grave recaída que tendrá
Vincent en el mes de julio.
Sembrador a la puesta de sol
Autor:Vincent Van Gogh
Fecha:1888
Museo:Museo Kröller Müller
Características:64 x 80´5 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
Este sembrador que contemplamos - como el Campesino sembrando - es fruto del
contacto entre Gauguin y Van Gogh durante el otoño de 1888, compartiendo la misma
casa en Arles. Gauguin estaba desarrollando un estilo simbolista que quería inculcar a
su compañero, pero Vincent siente demasiado apego a la naturaleza como para olvidarla
incluso en su memoria o sus sueños. Quizá por ese ejercicio memorístico al que Paul le
obliga esta escenas nos recuerden a Millet, tan estimado por el holandés en su juventud.
La figura del sembrador casi se inserta entre los tonos de la tierra mientras al fondo un
resplandeciente y amarillento sol preside la composición. El ocaso del astro rey provoca
una gama de tonos anaranjados a su alrededor, motivando la aparición de sombras
coloreadas - en tonos azules y malvas - que recuerdan al Impresionismo. La pincelada
es muy suelta, trabajando con rapidez, apreciándose la textura del óleo claramente lo
que provoca un mayor acercamiento hacia el espectador. En la zona del sol emplea una
serie de trazos radiales al círculo plano para obtener mayor luminosidad
Terraza de café por la noche
Autor:Vincent Van Gogh
Fecha:1888
Museo:Museo Kröller Müller
Características:81 x 65´5 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo
Van Gogh presenta la terraza de un elegante café situado en la plaza del Forum, en el
centro de Arles. Las luces del gas y de las estrellas iluminan la composición
especialmente la zona del velador, donde contemplamos las pequeñas mesas y las sillas
con los clientes, así como a la camarera. Por la calle, más en penumbra, varias figuras
pasean. Vincent siente una fuerte atracción por la luz de la noche bien sea artificial -
Café nocturno - o natural - Noche estrellada sobre el Ródano -. Esta escena que
contemplamos une perfectamente ambas. El pintor se interesa por mostrar con detalle la
terraza empleando una pincelada suelta, sin dar minuciosidad pero sin saltarse los
detalles, estilo que había exhibido Goya unos 80 años antes. La zona de los adoquines
está pintada empleando pequeños toques de pincel en forma de oruga, que
caracterizarán buena parte de su obra. Las sombras de la luz de gas son moradas,
recordando al Impresionismo en sus conceptos lumínicos. Los colores que tanto gustan
a Vincent, el azul y el amarillo, llenan la composición mostrando la alegría que inunda
el espíritu del artista, quien espera impaciente la llegada de Gauguin para formar una
sociedad de artistas en la casa amarilla. Como se observará en las obras realizadas en
Arles, Vincent tomará como temática los elementos más cercanos, sin preocuparse por
la profundidad ni el simbolismo de esos asuntos. Su creación es totalmente libre y crea
lo que ve inspirándose en la naturaleza.

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