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EL FUTURO DE LA INTERCONEXION DE

REDES
[24/11/2009] En ocasiones el futuro puede ser incierto, más aún si nos referimos
al futuro de la tecnología. Sin embargo, existen tendencias que nos pueden guiar
y es precisamente la presentación de estas tendencias las que acaparan la atención
del público ávido de conocer de antemano lo que nos deparan las tecnologías de
la información.

La ahora dupla Inictel-UNI hace poco realizó un seminario con el nombre


atractivo nombre de “Presente y Futuro de la Interconexión de Redes”, en el que
reunió a ejecutivos de las empresas más destacadas en el campo para que
presentaran sus diversas perspectivas sobre el tema. La reunión sirvió para que
Tripp Lite orientase a los asistentes sobre los peligros de los riesgos eléctricos,
Siemon dé su versión sobre la presencia de la categoría 7 en el cableado
estructurado, y Fluke Networks indicara cómo se debería realizar una buena
implementación de redes inalámbricas. Sin duda, fueron exposiciones que
dejaron mucha información, y la sensación de que es necesario ampliarla en
algunos de estos temas.

La importancia de la energía
En verdad es poca la atención que se le presta a la seguridad eléctrica.
Simplemente, la electricidad está ahí para hacer que todo funcione y no se espera
otra cosa de ella. Su ausencia es casi el único temor que nos puede invadir en
algún momento, pero en tiempos en los que los apagones por atentados terroristas
son cosa del pasado aquella vieja preocupación parece haber quedado en el
olvido. Sin embargo, como señaló Víctor González, country manager para Perú y
Bolivia de Tripp Lite, la ausencia de la energía eléctrica no es el único problema
que podemos tener con ella.

“Los sistemas de protección de energía nos permiten cumplir con dos objetivos
fundamentales: por un lado, asegurar la continuidad de los sistemas frente a los
cortes de energía eléctrica, y por otro lado asegurar un nivel de calidad eléctrica.
Antes los proveedores se concentraban mucho en el tema de respaldo, de la
continuidad, pero no hacían lo mismo con el tema de la calidad, que es
igualmente importante”, sostuvo González.
Ciertamente, la continuidad es importante, como señaló González. Existen
empresas que pueden perder dinero con tan solo unos minutos de ausencia de la
energía eléctrica, entonces obtener seguridad eléctrica trae como un primer
beneficio identificable, asegurar la continuidad de la operación que en último
término conlleva una ausencia de eventos en los que la empresa podría perder
dinero.

Otro beneficio tangible que identificó González de la seguridad eléctrica es el


mantenimiento de los niveles de la calidad de las comunicaciones. Es obvio que
ahora todas las comunicaciones dependen de la energía, y por tanto la velocidad
y el ancho de banda (dos cualidades muy apreciadas en las empresas de hoy)
dependen del que se asegure la provisión de energía eléctrica en la empresa.

Un tercer beneficio es el de la consistencia de los datos. Perder energía mientras


los procesos de cómputo se realicen es equivalente a perder información, algo
que ahora todos entienden como el activo más importante de las organizaciones.

Y por último, algo que en ocasiones no se percibe, se sabe que una adecuada
provisión de energía eléctrica protege a los equipos (hardware) para que tengan
una vida útil más prolongada.

Los problemas
Para asegurar la provisión de energía es necesario reconocer los problemas, y
ciertamente son más de los que el común de las personas imagina. Así se tienen
los cortes y microcortes de energía (quizás el problema más identificable por las
personas), las subidas y bajones en el voltaje (que ahora son poco perceptibles a
menos que uno observe con atención el dispositivo al que tiene conectada su PC),
o los llamados ruidos eléctricos.

“Ya cuando hablamos de fenómenos mas complejos tenemos que hablar de las
variaciones de frecuencia que están asociadas al funcionamiento de motores o de
grupos electrógenos, y esto en muchos equipos genera problemas de
incompatibilidad o mal funcionamiento”, agrega González.

Y a esto hay que agregar la poco conocida distorsión harmónica que


curiosamente no es un fenómeno que se genere desde fuera de las organizaciones
sino que se produce dentro. La distorsión harmónica es la que generan todos los
equipos electrónicos y afecta a los circuitos y a los componentes electrónicos,
genera riesgo de recalentamiento y todos los problemas subsecuentes que éste
ocasiona. Por ejemplo, las instalaciones repletas de fotocopiadoras o impresoras
generan un nivel alto de este tipo de problema eléctrico.

Y ¿qué ocasionan todos estos problemas? Pérdida de dinero. De acuerdo a


estadísticas del Worldwatch Institute, en Estados Unidos, la pérdida anual por
fallas en la energía eléctrica asciende a 80 mil millones de dólares, siendo el más
espectacular el apagón que en el 2003 afectó a 51 millones de personas en ese
país.

Además, hay que tener en cuenta que los problemas con la energía eléctrica son
la causa más importante de pérdida de datos, llegando incluso a superar en cinco
veces la originada por los problemas con los virus. Adicionalmente, luego del
robo, es la segunda mayor causa de pérdida de equipos. Los problemas eléctricos
son también los causantes de la degradación de los componentes y de los
problemas con los medios magnéticos, vale decir, con los discos duros.
Si todo esto no configura un panorama para tomar en cuenta a la seguridad
eléctrica en la empresa, ¿qué haría falta para convencernos?

Wi-Fi elaborado.
Otra de las presentaciones que se ofreció en la reunión fue la ofrecida por Álvaro
Cayo, product manager de Fluke Networks Perú. Su presentación no pudo ser
más llamativa y útil: la correcta implementación de las redes Wi-Fi.

“El gran tema es cómo hacemos el diseño de la red inalámbrica. Si somos


ingenieros y les pido que hagan una instalación de red inalámbrica, voy a tener
que es poco probable que encuentre la misma respuesta en sus propuestas. Hay
muchas posibilidades, todos tienen respuestas diferentes, unas mejores que otras
pero al final quizás todas funcionen”, afirmó dirigiéndose al auditorio.

Para Cayo el problema radica en que no hay una forma única de implementar una
red inalámbrica y por ello el modelamiento queda “al buen ojo” del que va a
realizar el trabajo. Por ejemplo, para instalar una red inalámbrica en el auditorio
donde se realizaba la presentación, Cayo señaló que es poco probable que dos
personas coincidan en la posición que deban tener los access points, o incluso en
su número o, por último, en la potencia que deberían irradiar para ofrecer una
buena señal.

Y todo esto se debe a que no se realizan este tipo de trabajos usando algún tipo
de métrica objetiva que dé luces sobre ubicaciones de access points, potencias,
señales y todos aquellos elementos que se deben de tener en cuenta.

“La manera correcta de hacerlo es realizando un análisis, lo cual es muy difícil


sin una herramienta adecuada. ¿Cómo hacer una simulación, si se tienen paredes,
rebotes, ventanas? Es muy complicado. Se requiere entonces herramientas de
simulación que nos van a dar un diseño y nos van a dar con mayor precisión
donde se deben colocar los equipos, qué tipos de access point, que tipo de antena
colocar, etc.”, sostuvo Cayo.

La forma actual de hacerlo es mediante la prueba y el error. Es decir, si una


posición no es la más adecuada hay que cambiarla hasta encontrar la posición
adecuada, pero ¿cuántas veces hacer esto? La prueba y error es, de hecho, una
forma de implementación que se practica mal, de acuerdo a Cayo, ya que una vez
hecha la instalación es muy poco probable que se vuelva a hacer si no funciona a
toda plenitud, basta con que ‘funcione’.

Pero además, señaló Cayo, hay que considerar otros elementos que en la
actualidad no se toman en cuenta. Uno tan común, pero que es desatendido, es el
uso que se le va a dar a la red inalámbrica. No es lo mismo una red que va a
permitir un acceso simple a otra por la que se va a hacer pasar voz, o video.
“¿Para qué va a servir la red?” es la primera pregunta que se debería realizar,
pero no se hace.

¿Tienen hornos microondas en la oficina? Ellos afectan a la señal de una red


porque generan radiación en las mismas bandas que se usan para transmitir la
información. Y lo mismo se puede decir del Bluetooth, y de un buen número de
artefactos que se usan en el entorno empresarial, y que utilizan las mismas
bandas gratuitas que se usan para las redes inalámbricas. Si la red no funciona
bien a la hora del almuerzo, señaló Cayo, sería bueno revisar las bandas que se
están utilizando.

Si no se quieren estos problemas, es necesario utilizar herramientas que modelen


cada uno de los puntos arriba señalados. Es obvio señalar que la empresa de
Cayo posee esas herramientas. También para ello sirven los seminarios.

Una categoría perdida


Sin duda una de las exposiciones que más llamaron la atención fue la de cableado
estructurado. Un tema al que en ocasiones no se le presta mucha atención, fue el
origen de revelaciones de las que nadie tenía idea.

El mundo del cableado divide a sus productos en categorías. La que actualmente


se usa es la categoría 6 y la 6A, pero existe otra categoría, la 7 y 7A, que parece
ser la manzana de la discordia entre Siemon, y otras compañías similares.
Siemon señala que es una categoría válida, estandarizada, y de acuerdo a las
palabras de Daniel Arce, gerente de ventas de Siemon Perú, otras empresas
afirman que esta categoría no posee un nivel de estandarización, pero por causas
más comerciales que tecnológicas.

Arce se dirigió al público y preguntó “¿Quien sabe que es la ANSI EIA/TIA?”.


Quizás la timidez de los asistentes empujó a Arce a responderse a sí mismo:
“ANSI significa American National Standard Institute, es de Estados Unidos.
Y el estándar internacional es el ISO. Este estándar tiene aplicación
internacional, es decir, aplica en todos los países que no tienen un estándar
propio de cableado estructurado, que es el caso del Perú. Les sugiero que entren a
la página de la ANSI y vean que dice que solo es válido para el territorio
norteamericano”, sostuvo para diferenciar que estándar es el que se debe utilizar
en el Perú.
El motivo por el que Arce hizo está introducción es que en el sistema ANSI no se
encuentra estandarizada la categoría 7 y 7A, y por tanto las compañías que se
basan en este sistema argumentan, de acuerdo a Arce, que no existe tal
estandarización.

Pero no es exacto decir esto, de acuerdo al ejecutivo de Siemon. Arce presentó,


cual abogado, los documentos que sustentan la estandarización de la categoría.
Es más, para sorpresa del público se pudo apreciar que la fecha de
estandarización de la categoría 7 es la misma que la de la categoría 6. Es decir,
ambas categorías se estandarización al mismo tiempo: en setiembre del 2002.

“Pero ¿por qué nadie lo ha dicho? ¿Es posible que los demás fabricantes de
cableado estructurado no supieran? Siete años de existencia tiene esta categoría,
y todos sabemos que en tecnología si te desfasas 6 meses eres cadáver, pero ¿7
años?”, se preguntaba Arce.

El motivo, de acuerdo a Arce, fue puramente comercial. Y lo explicó


detalladamente en sus aspectos técnicos.

Según Arce, cuando se hicieron las pruebas para la categoría 7 se hicieron sobre
cables que existían, los de categoría 6. Entonces los fabricantes se dieron cuenta
que el cable UTP -usado en las pruebas- no soportaba frecuencias de 600 Mhz,
así que lo blindaron. Cuando volvieron a hacer las pruebas se dieron cuenta que
el problema no solo era el cable, era el conector: el conector UTP no soportaba
600 Mhz y lo blindaron. Y cuando volvieron a hacer las pruebas se dieron cuenta
que el conector blindado no soportaba 600 Mhz. Entonces, no era un problema de
interferencia externa sino del conector, porque el conector RJ45 tiene ocho hilos
que se encuentran uno al lado del otro y están tan juntos que es imposible que
puedan trabajar con 600 Mhz, ya que se provocan interferencia entre ellos
mismos.

Ingresar a la nueva categoría significaba cambiar toda la planta instalada de los


fabricantes; es decir, fabricar un cable blindado diferente al UTP y comenzar a
fabricar un conector nuevo, diferente al RJ45, y eso significaba inversiones de
millones de dólares por cada uno de estos componentes.

“Entonces los fabricantes dijeron ‘pateemos esa inversión hacia el futuro y


saquemos una categoría intermedia que pueda trabajar con cable UTP y con
conector RJ45’, y sacaron la categoría 6A, la pusieron en el medio y la
homologaron en el año 2008, seis años después que la categoría 7”, sostuvo
Arce.

Evidentemente, Siemon no fue uno de ellos, porque ellos fabrican el conector de


categoría 7 -es su patente- y les convenía que se vendiera la categoría 7. “Y como
a ellos no les convenía no solo se quedaron callados, sino que comenzaron a
afirmar que la categoría 7 no estaba estandarizada”.
Las expresiones de admiración no fueron pocas, y ello es prueba que la
disertación de Arce tuvo el impacto deseado.

La reunión se prolongó por más tiempo del esperado, aunque a muchos les quedó
corto el tiempo para las preguntas que seguramente querían hacer. Nosotros nos
contamos entre ellos, aunque al salir nos dimos cuenta que ya era bastante tarde.
Los temas también nos atraparon y merecen que se vuelva a ellos.

Jose Antonio Trujillo, CIO Perú

FUENTE: http://www.cioperu.pe/articulo/3089/el-futuro-de-la-interconexion-de-
redes.aspx

Artículo original incluye fotos de los expositores

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