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El descubrimiento de que el mundo se volvió mundo, de que el globo

ya no es sólo una figura astronómica, de que la Tierra es el territorio


en el que todos nos encontramos relacionados y remolcados, diferen-
ciados y antagónicos, ese descubrimiento sorprende, encanta y atemo-
riza. Se trata de una
m-.--- .-.ruptura
.*.. drástica en los modos de ser, sentir, actuar,
pensar y fabular. Un evéri€ddFemEfiC¿j? í ~ ~ ~ p $l &
____I--- - @ s6 ~ ~ & Í % ~ ~ - ~ s
tremece no sólo convicciones sino tambien visiones del mundo.
El mundo ya no es exclusivamente un conjunto de naciones, socie-
dades nacionales, estados-naciones, en sus relaciones de interdepen-
dencia, dependencia, colonialismo, imperialismo, bilateralismo, mul-
tilateralismo, Simultáneamente, el centro del mundo ya no es princi-
palmente el individuo, tomado singular y colectivamente, como pue-
Ido, clase, grupo, minoría, mayoría, opinión pública. Aunque la na-
ción y el individuo sigan siendo muy reales, incuestionables y estén
presentes todo el tiempo, en todo lugar, y pueblen la reflexión y la
imaginación, ya no son "hegemónicos". Han sido subsumidos formal
o realmente por la sociedad global, por las configuraciones y los mo-
vimientos de la globalización. El mundo se ha mundializado, de tal
manera que el globo ha dejado de ser una figura astronómica para
adquirir más plenamente su significación histórica.
De ahí nacen la sorpresa, el encanto y el susto. De ahí la impresión
de que se han roto modos de ser, sentir, actuar, pensar y fabular. Algo
parecido a las drásticas rupturas epistemológicas representadas por el
descubrimiento de que la Tierra ya no es el centro del universo según
Copérnico, el hombre ya no es hijo de Dios según Darwin, el indivi-
duo es un laberinto poblado de inconsciente segíin ~re11d.lEstá cla-
ro que el descubrimiento de la sociedad global que el pensamiento
científico está realizando al declinar el siglo xx no presenta las mis-
mas características de los descubrimientos mencionados, aun cuando
son diversas y antiguas las instituciones e indicaciones más o menos
notables de globalización. Desde que el capitalismo se desarrolló en
Europa, siempre presentó connotaciones internacionales, miiltina-
' Sigmiind Freud, O/W(LC 3 t., traducción de Luis López-Ballesteros y de 'To-
cornl~blr~~,
rres, Madrid, Biblioteca Nueva, 1981, t. 111, cap. ci: "Una dificultad del psicoan5lisis".
cionales, transriacionales, mundiales, desarrolladas en el interior de bre la globalización: "economía-mundo", "sistema-mundo", shopping
centm global, "disneylandia global", "nueva división internacional del
la aciimulación originaria, del mercantilismo, el coloniaIismo, el ini-
perialismo, la dependencia, la interdependencia. Y esto es evidente trabajo", "moneda global", "ciudad global", "capitalismo global",
en el pensamiento de Adam Smith, David Ricardo, Herbert Spencer, "mundo sin fronteras", "tecnocosmos", "planeta Tierra", "desterrito-
Icarl Marx, Max Weber y niuchos otros. Pero es innegable que el des- rialización", "miniaturización", "hegemonía global", "fin de la geogra-
ciibrimiento de que el globo terrestre ya no es sólo iina figura astro- fía", "fin de la historia" y otras. En parte, cada una de estas y otras for-
nómica, y sí lo es liistórica, conmueve modos de ser, pensar y fabiilar. mulaciones abre problemas específicos también pertinentes. Todas
En este clima, la reflexión y la imaginación no sólo caminan a la par ellas siiscitan ángiilos diversos de análisis, y priorizan aspectos socia-
sino que multiplican metáforas, imágenes, figuras, parábolas y alego- les, económicos, políticos, g e ~ g r ~ c ohistóricos,
s, geopoliticos, de-
rías destinadas a dar cuenta de lo que está sucediendo, de las realida- mográficos, culturales, religiosos, linguísticos y otros. Pero es posible
des no codificadas, de las sorpresas inimaginadas. Las metáforas pare- reconocer que varios de estos aspectos son contemplados por metáfo-
cen florecer cuando los modos de ser, actuar, pensar y fabiilar más o ras como aldea global, fábrica global, ciudad global, nave espacial,
menos sedimentados se sienten conmovidos. Está claro que hablar en nueva Babel y otras, que son emblemáticas y están formuladas preci-
metáfora piiede implicar no sólo imágenes y figuras, signos y símbo- samente en el clima mental abierto por la globalización. Dicen algo
los, sino también parábolas y alegorías. Son múltiples las posibilidades respecto a las distintas posiblidades de proseguir las conquistas y los
abiertas al imaginario científico, filosófico y artístico, cuando se descii- dilemas de la modernidad. Contemplan las controversias sobre la mo-
bren los horizontes de la globalización del mundo, y éstos enviielven dernidad y la posmodernidad, y revelan que es sobre todo desde los
cosas, gentes e ideas, interrogaciones y respuestas, nostalgias y iitopías. liorizontes de la modernidad como se piicden imaginar las posibili-
La problem6tica de la globalización, en siis implicacioiles empíricas sin salida de la posniodernidad en el nuevo ina-
y metodológicas, o históricas y teóricas, se puede plantear de modo in-
novador, propiamente heiirístico, si aceptamos 1-eflexioriar sobre algii- que, finalmente, se formó la comunidad
nas mc~íforasprodiicidas precisament.e por la reflexión c iniaginación y las posibilidades de comiini-
desafiadas por la globalización. En la época de la globalización, el niiin- cación, información y fabulación abiertas por la electrónica. Sugiere
do comenzó a ser taqiiigrafiado como "aldea global", "fábrica global", que están en curso la armonización y la homogeneización progresivas.
" .
tierra patria", "nave espacial", "nueva Babel" y otras expresiorics. So11 Se basa en la convicción de qiie la orgrinización,cl funcionarniento y el
metáforas razonablemente originales, que siiscitan significados e impli- canibio de la vida social, en el sentido amplio, que comprende eviden-
caciones y llenan textos científicos, filosóficos y artísticos. temente la globalización, están ocasionados por la técnica y, en este ca-
"Llama la atención en esos textos la profusión cle metáforas utiliza- so, por la electrónica. En poco tiempo, las provincias, naciones y regio-
das para descubrir las transformaciones de este final de siglo: 'priinera nes, así como las culturas y civilizaciones, son permeadas y articulaclas
revolución mundial' (Alexander King) , 'tercera ola' (Alvin Toffler) , 'so- por los sistemas de información, comunicación y fabulación agilizados
ciedad informática' (Adam Schaff), 'sociedad amébica' (Kenichi Oh- por la electrónica.
mae), 'aldea global' (McLiihan). Se habla del pasaje de una economía En la aldea global, además de las mercancías convencionales en
de high volume a otra de high value (Robert Reich), y de la existencia de forinas antiguas y actuales, se empaquetan y se venden las informacio-
un iiniverso habitado por 'objetos móviles' (Jacques Attali) que se des- nes. Se fabrican informaciones como mercancías. Son fabricadas y co-
plaza11 incesantemente de un lugar a otro del planeta. {Por qué esta re- mercializadas en escala mundial. Las informaciones, los entreteni-
currencia al uso de las metáforas? Estas metáforas revelan una realidad mientos y las ideas son producidos, comercializados y consumidos co-
emergente aún huididiza en el horizonte de las ciencias sociales."'! mo mercancías. "Hoy pasamos de la prodiicción de artículos ernpa-
qiietados al empaquetamiento de las informaciones. Antiguamente

-
Hay metáforas, así como expresiones descriptivas e interpretativas
fundamentadas, que circulan combinadamente por la bibliografía so- invadíamos los mercados extranjeros con mercancías. Hoy invadinios
cultiiras enteras con paquetes de informaciones, entretenimientos e
Renato Oi-tiz, Mundi,llizn(:rioI! < I L ~ L ? L ~ ,Sáo Paulo, Editora Brasiliense, 1944, p. 14.
ideas. Ante la instantaneidad de los nuevos medios de imagen y soni- subsiime real o formalmente otras y diversas formas de organización
do, hasta el periódico es ~ e n t o . " ~ de las f~ierzasproditctivas, y abarca la producción material y espiritual.
La metáfora se vuelve más auténtica y viva ctianclo se reconoce que Ya "es evidente que los países en desarrollo ahora están ofreciendo
prácticamente prescinde de la palabra: vuelve a la imagen predoininan- espacios para la manufactura lucrativa de productos industriales desti-
te como forma de comunicación, información y fabulación. La electró- nados al mercado mundial en escala ~reciente".~ Esto se debe a varios
nica propicia no sólo la fabricación de imágenes, del miindo como u11 factores, entre los cuales destacan los siguientes: "Primero, una reserva
caleidoscopio de imágenes, sino que también permite jugar con las pa- de mano de obra prácticamente inagotable se volvió disponible en los
labras en tanto imágenes. La máquina impresora es siistituida por el .
países en desarrollo en los Últimos siglos.. Segiindo, la división y siik
aparato de televisión y otras tecnologías electrónicas, tales como el cldd, división del proceso productivo están ahora tan avanzadas que Ia mayc-
el teléfono celular, el fax, la computadora, la red de compixtadoras; to- ría de estas operaciones fragmentadas pueden ser realizadas con un
das atraviesan fronteras, siempre on Zinc aieryruhme worklwih al1 time. mínimo de cualificación profesional adquirida en poco tiempo.. . Ter-
"En el próximo siglo, la Tierra tendrá sil conciencia colectiva siis- cero, el desarrollo de las técnicas de transporte y comunicaciones crea
pendida sobre la faz del planeta en una densa sinfonía electrónica, cn la posibiliclad, en muchos casos, de producir mercancías completa o
la cual todas las naciones -si aún existieran como entidades separa- parcialmente en cualquier lugar del mundo; una posibilidad que ya no
das- vivirán en una trama de sinestesia espontánea, y adquirirán pe- está infliuda por factores técnicos, de organización o de costo^."^
nosamente la conciencia de los triunfos y de las niutilaciones de tinos La fábrica global se instala más allá de cualquier frontera: articula
y otros. Después se desculpabilizan de ese conocimiento. Como la era capital, tecnología, fuerza de trabajo, división del trabajo social y
electrónica es total y abarcadora, la guerra atómica en la aldea global otras fuerzas productivas. Acompañada por la publicidad, por los me-
no puede ser imitada."^ dios impresos y por la electrónica, la industria cultural, mezclada en
En este sentido, la aldea global implica la idea de comiiniclad glo- periódicos, revistas, libros, programas de radio, emisiones d e televi-
bal, mundo sin fronteras, shqpping centmglobal, disneylandia tiniversal. sión, videoclips, fax, redes de compittadoras y otros medios de comu-
"En todos los lugares todo se parece cada vez más a todo y más, a me- nicación, información y fabulación, disuelve fronteras, agiliza los
dida que la estructura de preferencias de1 mundo es presionada lla- mercados, generaliza el consumismo. Provoca la desterritorialización
homogenei~ado."~ y la 1-eterritorializaciónde las cosas, gentes e ideas. Pronlueve el rcdi-
sugiere iina transformación cuantitativa y cuali- iiiensionamicnto de espacios y tiempos.
o, más allá de todas las fronteras y subsumiendo S e e de inmediato que la fábrica global es tanto metáfora como
formal o realmente todas las otras formas de organización social y téc-
.. ----"
X I F I C - . , w

realidad. Poco a poco, ~ ~ n i e n s i or enx s e i r n p o n e W t a, a la


nica del trabajo, d e la producción y la reproducción ampliada del ca- poética. Lo que se impone, como fiierza avasalladora, es la realidad
pital. Toda economía nacional, sea cual sea, se vuelve provincia cle la de la fábrica de la sociedad global, altamente determinada por las exi-
economía global. El modo capitalista de producción entra en tina épo- gencias de la reproducción ampliada del capital. En el ámbito d e la
ca propiamente global, y no internacional o multinacional. Así, el globalización, a veces se revelan transparentes e inexorables los pro-
mercado, las fuerzas productivas, la nueva división internacional del cesos de concentración y centralización del capital, y se articulan eni-
trabajo, la reproducción ampliada del capital, se desarrollan en escala presas y mercados, fiierzas productivas y centros decisorios, alianzas
mundial. Una globalización qiie, progresiva y contradictoriamente, estratégicas y planificación de corporaciones; así se configuran pro-
vincias, naciones y continentes, islas y archipiélagos, maresy océanos.
Marshall McLuhan, "A imagein, o som e a fúria", en Bernard Rosenberg y David
Manning White (compiladores), Cullum rlu mntqrl, %o Paiilo, Cultrix, 1973, pp. 563- "Folker Frobel, Jiirgen FIeinrichs y Otto Ki-eye, 7Xe ncru inkrncllionnl rLiv2vio.1~r!/'lr~-
570; cita d e 1% pp. 564565. bour (Sliuclurrrl u ~ z r ~ r i ~ ~ k yinminnl. t b ~ . v t ~ i rcounlricc
l ~ ~ ~ L nnd i~uluslrinlisniionin tlar~~:lr,i,ing
Marshall McLuhan y Brrice R. Powers, i K r ,glol~r~l tnllr~p,Niieva York, Oxfoi cl Uiii- counlne~),Cambridge, Cambridge Uiliversity Press, 1980, p. 13.
vcrsity Press, 1989, p. 95. Coiisiiltar también, Josepli Griinwald y Kenneth Flamm, ' / h e ~ l o I ~ ~ ~ l , / i ~MTns- c¿»ry,
Theodore Levitt. A zrnr~pnrr(iiorlr mnrlzrlzng, S5o Paulo, Atl;ia, 1991, p. 43. hingtoii. Tlii Brookings Instiriitioii. 1985.
8 METÁFOKAS DE LA C:LOBALIZA(:I~N

sociedad global, en la que se inserta y a la que ayuda a crear y recrear


sugiere el viaje y la travesía, el lugar y la dura-
continuamente, se vuelve el escenario en el que desaparece.
lo incógnito, lo destinado y lo descarriado, la
La tecnificación de las relaciones sociales, en todos los niveles, se
tura. La magia de la nave espacial va junto con el
universaliza. En la misma proporción en qGe se da el desarrollo exten-
destino desconocido. El deslumbramiento de la travesía trae consigo
sivo e intensivo del capitalismo en el mundo, se generaliza la racionali-
la tensión de lo que puede ser imposible. Los habitantes de la nave
dad formal y real inherente al modo de operación del mercado, de la
pueden ser arrollados por una sucesión de perplejidades, y ser
empresa, del aparato estatal, dcl capital, de la adminisuación de las co-
capaces, entonces, de conocer su imposibilidad de descubrir o dc
sas, gentes e ideas, todo codificado en los principios del derecho. Ahí
transformarse. "Organizar una entidad que abarca el planeta no es
se unen el derecho y la contabilidad, la lógica formal y la calciilabili-
una empresa insignificante.. . Proponer una asamblea que represen-
dad, la racionalidad y la productividad, de tal manera que en todos los
tara a todos los hombres, sería como fijar el número exacto de los ar-
grupos sociales e instituciones, en todas las acciones y relaciones socia-
quetipos platónicos, enigma que ha ocupado durante siglos la perple-
les, tienden a predominar los fines y los valores constit~iidoscn el ám-
jidad de los pensadores.""
bito del mercado, de la sociedad vista como un vasto y complejo espa-
La metáfora de la nave espacial piiede muy bien ser el emblema de
cio de intercambios. Éstc es el reino de la racionalidad instrumental,
cómo la modernidad se desarrolla en el siglo XX, preanunciando el
en el que también el individuo se revela adjetivo, subalterno. "La razón
xxr. Lleva consigo la dimensión pesimista introducida en la utopía-
universal supuestamente absoliita se rebajó a mera racionalidad fiincio-
nostalgia escondida en la modernidad. Por lo tanto, puede ser el pro-
nal, al servicio del proceso de valorización del dinero, que no tiene su-
ducto más acabado de la razón iliiminista. Después de sus desarrollos
jeto, hasta la actiial capituiación incondicional de las llamdas 'ciencias
más notables, a través de los siglos xix y xx, la razón iliiminista pare-
del espíritu'. El universalismo abstracto de la razón occidental se reve-
ce haber alcanzado su momento negativo extremo: se niega de modo
radical, nihilista; anula toda y cualquier utopía-nostalgia. Y esto alcan-
za el paroxismo en la disolución del individuo como sujeto de la ra-
zón y de la historia.
"La crisis de la razón se manifiesta en la crisis del individuo, por
medio del cual se desarrolla. La ilusión alentada por la filosofia tradi-
3
ló como mero reflejo de la abstracción real objetiva del d'

bel"
que los
n la metáfora de la nave espacial se esconde la de 1 "torre de Ba-
Laindividuos,
nave puedesingular
ser babélica. Un espacio tienen
y colectivamente, caótico, tan a3elico
dificultad
comprender que están extraviados, en decadencia, anienazados o su-
jetos a la disoliición.
para c
cional sobre el individuo y sobre la razón -la ilusión de su eternidad-
"En el inicio, todo estaba en iin orden razonable en la construc-
se está disipando. El individuo otrora concebía la razón como un ins-
ción de la torre de Babel; tal vcz el orden fiiese hasta excesivo, sc pen-
trumento suyo, exclusivamente. Hoy, experimenta el reverso de esta
saba demasiado en señalizaciones, intérpretes, alojamientos de ti-aba-
deificación. La máquina expulsó al maquinista; está corricrido cicga-
jadores y vías cle comunicación, como si por delante hubiera siglos de
mente por el espacio. En el momento de la consumación, la razón se
libres posibilidades de trabajo.. . Lo esencial de la empresa es la idea
volvió irracional y embrutecida. El tema de este tiempo es la autopre-
de construir una torre que llegue al cielo. Al lado de esto todo lo cle-
servación, aunque ya no exista un yo que deba ser preservado.""
más es secundario. Una vez captada en sil grandeza esta idea ya no
Esta es una connotación sorprendente de la niodernidad en la épo-
piiede desaparecer; mientras existan hombres, también existirá el
ca de la globalización: la decadencia del individuo. El mismo, singiilar
fuerte deseo de construir la torre hasta el fin.. . Cada nacionalidad
o colectivo, produce y reproduce las condiciones materiales y espiritua-
quería tener el alojamiento más bonito; de esto resultaron disputas
les de su subordinación y eventual disolución. La misma fábrica de la
que evolilcionaron hasta luchas sangrientas. Estas luchas ya no cesa-
XjorgeLuis Borges, 1<1liln.o de nrrntl, Madrid, Aliaiiza Editorial, 1981, pp. 26-27; ci- ron.. . Sin embargo, las personas no ocupaban el tiempo en batallas;
ta de "El Congreso". en los intervalos se embelesaban con la ciudad, lo que entretanto pro-
" Max Horkheirner, 1Iclij~.~r<
ídrr. ,rrczrio, Río dejaneiro, Editorial Labor del Brasil, 1976,
p. 139. Constiltar también, Tl-ieoclor W. Adorno y Max Horkl~eimer,1)inlClií:r~rlo e.\~.lro.l!-
Río de.janeiro, Jorge Zihar Editor, 1985.
ci~ne?zlo(~rf1~'71u?nlo.$,/i1<1.~~/i(:í1.$),
'" Robert Kiirz, O a,lr//~.sorlr~?r~ocln.nizn~:cio,S;io Paiilo, Paz e Terra, 1992. p. 239.
vocaba nueva envidia y nuevas luchas.. . A esto se agregó que ya la se- co, que delinean fisonomias y movimientos de lo real, emblemas de
gunda o la tercera generación reconoció el sin sentido de la constriic- la sociedad global que desafían la reflexión y la imaginación.
ción de la torre del cielo, pero ya estaban todos muy ligados entre sí La metáfora está siempre en el pensamiento científico. No es un
para abandonar la ciudad. "l ' artificio poético, sino una forma de sorprender lo imponderable, fu-
La Babel escondida en el emblema de la nave espacial puede reve- gaz, recóndito o esencial, oculto en la opacidad de lo real. La metá-
lar aún más claramente lo que hay de trágico en el modo en que se fora combina reflexión e imaginación. Descubre lo real de forma
da la globalización. A estas alturas de la historia, paradójicamente, to- poética, mágica. Aunque no lo revele todo, y esto puede ser imposi-
do se entiende. Hay incluso tina lengua común, universal, que permi- ble, siempre revela algo fundamental. Capta una connotación insos-
te iin mínimo de comunicación entre todos. A pesar de las diversida- pechada, iin secreto, lo esencial, el aura: Tanto es así que ayuda a
des civilizatorias, culturales, religiosas, lingüísticas, históricas, filosófi- comprender y explicar al mismo tiempo que a captar lo que hay de
cas, científicas, artísticas ti otras, el inglés ha sido adoptado como la dramático y épico en la realidad, desafiando la reflexión y la imagina-
vulgata de la globalización. En los cuatro rincones del mundo, ese ción. En ciertos casos, la metáfora descubre el pnthos oculto en los
idionia está en el mercado y la mercancía, en la imprenta y la electró- movimientos de la historia.
nica, en la práctica y el pensamiento, en la nostalgia y la utopía. Es cl Tal vez se pueda decir que las metáforas producidas en los horizon-
idioma del mercado universal, del intelect~ialcosmopolita, de la epis- tes de la globalización entran en diálogo unas con otras, múltiples,
temología ociilta en la cotnputadora, del Prometro electrónico. "El plurales, polifónicas. Una desafía y enriquece a otra, que conficrc
inglés ha sido promovido con éxito y ha sido ávid;itiiente adoptado e11 nuevos significados a todas. También así la sociedad global adquiere
el mercado lingüístico global. Un síntoma del impacto del inglés es el fisonomía y significados. Desde una realidad compleja, problemática
préstamo lingüístico. El inglés se impone a todas las 1cngii;is con las y caótica, se desencantan los sentidos, se revelan las transparencias.
que entra en contacto."" De metáfora en metáfora se llega a la fantasía, que ayuda a volver
De repente, en esa nave espacial, una especie de Babel-teatro-mun- a encantar al mundo, para producir la utopía. Además de lo que tie-
di, se instala un pntltos sorprendente y fascinante. Arriistra ;i unos y nc de propio, intrínseco, significado y significante, la iitopía rcenciin-
otros en una travesía sin fin, con destino incierto, que corre el riesgo ta lo real problemático, dificil, caótico. Pero la utopía no es ni trans-
de seguir por el infinito. Algo inexorable y atemorizador parece tcnii- cripción inmediata ni negación inmediata de lo real problemático.
resiiltado del empeño del individuo, singular y colectivo, en emanci- Exorcisa lo caótico por la sublimación. Pero sublimación de lo que ya
parse. La razón parece incapaz de redimir, despiiés de tanta promesa. está sublimado en la cultura, imaginario, polifonia de las metáforas
Más aún, el castigo se revela mayor que el pccado. 1,;~ iitopía de la que pueblan las aflicciones y las iliisiones de unos y otros.
emancipación individiial y colectiva, nacional y mundial, pirece que cs- Este es el horizonte en el que se forman y conforman las iitopías
tá siendo castigada con I.a globalización tecnocrática, in~criimental, que florecen en el ámbito de la sociedad global para comprenderla y
mercantil, consumista. La misma razón que realiza el dcsencantamien- exorcizarla. Pueden ser cibernéticas, sistémicas, electrónicas, priigmá-
to del tnundo, para así emanciparlo, enajena m& o nienos inexorahle ticas, prosaicas o tecnocráticas. También pueden ser románticas, nos-
mente a todo el mundo. talgias, desencantadas, nihiiistas o ilurninistas.
Vistas así, como emblemas de la globalizacibn, las metáforas se Hace tiempo que la reflexión y la imaginación se sienten desafia-
vuelven trazos fiindainentales de las configiiraciones y de los movi- das a taquigrafiar lo que podría ser la globalización del mundo. Ésta
mientos de la sociedad global. Son facetas de un objeto caleidoscópi- es una bíisqueda antigua, que continúa en el presente y que sigue ha-
cia el fiituro. N o termina nunca. Son muchas las expresiones que de-
'' Franz &&a, "O hi-as50 d:i ciclade", Iir,lF~rrrlr S. lJ~ri~lo.
3 dr enero de 1993. 1). 5 clel notan esa búsqueda permanente, reiterada y obsesiva, en diferentes
cuaderno "Mais". épocas, en distintos lugares, en diversos lenguajes: civilizados y bárba-
l 2 Robert Phillipsoii, Lingublic; in~jtninliwn,Oxford, Oxford Univei-sity Pres~,1992.
ros, nativos y extranjeros, Babel y humanidad, paganismo y cristianis-
tl(1n.t L. wonrlr rn,,l~:rnf~nr~ri~r.
13. 7. Véase t;imbien. Cl;iii<lcTi.iicliot, I.'Angl~~i..c IP;irís,I,e 12íi-
bert, 1990. mo; pero es Occidente y Oriente, capitalisnlo y socialismo, occidenta-
lización del mundo, primero, segundo, tercer y cuarto mundos, nor-
te y sur, mundo sin fronteras, capitalismo mundial, socialismo mun-
dial, tierra patria, planeta Tierra, ecosistema planetario, fin de la geo-
grafía, fin de la historia.
Son emblemas de alegorías de todo el mundo. Señalan ideales, ho-
rizontes, posibilidades, ilusiones, utopías, nostalgias. Expresan in-
quietudes sobre el presente e ilusiones sobre el futuro, y hasta com-
prenden muchas veces al pasado. La utopía puede ser la i m a w n
-
del futuro, así como la nostaigia~uede
-m
--- ser la imaxnación deLwado.
-%todos los casos, e s t á . c u 3 n a d a la promesa ante el presente o el
extrañamiento frente a la realidad.
En general, la utopía y la nostalgia florecen en las épocas en que se
acentúan los ritmos de las transformaciones sociales, cuando se multi-
plican los desenciientros entre las más diversas esferas de la vida socio-
cultural, así como de las condiciones económicas y sociales. Son épo-
cas en que los desencuentros entre lo contemporáneo y lo no contem-
poráneo se acentúan, se profundizan. Éste es el contexto en el que la
reflexión y la imaginación se ponen en juego en la constriicción de
utopías y nostalgias.
Pero unas y otras no se apagan de un momento a otro. Al contra-
rio, permanecen en el imaginario de unos y otros. Se transforman en
puntos de referencia, marcas en el mapa Iiistórico y gcog~ílicotleI
mundo. Incluso pueden recrearse con nuevos elementos engendra-
dos por las configuraciones y movimientos de la sociedad global.
Éste es el horizonte en el que las más diversas utopías y nostalgias
se constituyen como una red de articulaciones que traian la historia
y la geografia, el mapa del mundo. Atlántida no es un lugar en la Seo-
grafia en un momento de la historia; sino una alegoría de la imagina-
ción. Se mantiene oculta en la red de utopías y nostalgias que puc-
blan el mundo. Cambió de nombre, adquirió otras connotaciones, se
transfiguró. Pero sigue siendo un emblema excepcional del pensa-
miento y de la fabulación. Babel tampoco es un lugar en la geografía
en un momento de la historia. Fluctúa en el tiempo y el espacio, al
azar de la imaginación de unos y otros, y provoca las inquietudes de
muchos. Ante los desencuentros que atraviesan el tiempo y el espacio,
cuando se acentúan las no conteinporaneidades, cuando de repente
todo se precipita: se estremecen marcos de referencia, se transfor-
man las bases sociales e imaginarias de unos y otros, se disuelven vi-
siones del mundo, en esa época hasta la alegoría babélica permite la
ilusión de un mínimo de articulación.
9. MODERNIDAD-MUNDO

La formación de la sociedad global reabre la problemática de la mo-


dernidad en sus implicaciones filosóficas, científicas y artísticas. En el
ámbito de la globalización de las cosas, gentes e ideas, se modifican
los marcos sociales y mentales de referencia. Todo lo que es evidente-
mente local, nacional y regional se revela también global. Las relacio-
nes, los procesos y las estructuras característicos de la globalización
infunden en prácticamente todas las realidades preexistentes nuevos
significados, otras connotaciones.
En la medida en que se da la globalización del capitalismo, como
modo de producción y proceso civilizatorio, se desarrolla simultánea-
mente la sociedad global, una especie de sociedad civil global en la
que se constituyen las condiciones y las posibilidades de contratos so-
ciales, formas de ciudadanía y estructuras de poder de similar alcan-
ce. En esta misma medida, se desarrollan las relaciones y los procesos
característicos de la globalización, se forman las estructuras de poder
econón~icoy político también características de la globalización.
Evidentemente, la globalización es problemática y contradictoria,
y abarca integración y fragmentación, nacionalismo y regionalismo,
racismo y fundamentalismo, geoeconomía y geopolítica. En este sen-
tido, las diversas teorías de la globalización ofrecen subsidios para la
comprensión de distintos aspectos de la sociedad global en forma-
ción. Son teorías que priorizan aspectos tales los siguientes: la inter-
dependencia de las naciones, la modernización del mundo, las eco-
nomías-mundo, la internacionalización del capital, la aldea global, la
racionalización del mundo y la dialéctica de la globalización, entre
otros. Acentúan aspectos sociales, económicos, políticos, culturales,
geoeconómicos, geopolíticos y otros de la sociedad global en forma-
ción. Aunque destacan los papeles del Estado-nación, la importancia
de estados hegemónicos y dependientes, las condiciones de la inte-
gración regional y mundial, las tensiones que producen la fragmenta-
ción y la guerra, aunque resaltan este o aquel aspecto del nacionalis-
mo y del regionalismo, o del racismo y el fundamentalismo, todas
ofrecen alguna contribución a la inteligencia de las condiciones bajo
las cuales se forma la sociedad global.
136 MODERNIDAD-MUNDO MODERNIDAD-MUNDO 137

En este horizonte se reabre la discusión de la modernidad. Como y el espacio como categorías esenciales, siempre presentes en la filoso-
la globaIizaciÓn sacude más o menos profundamente los parámetros Ea, la ciencia y el arte. La modernidad, en cuanto modo de ser de las
históricos y geográficos, o las categorías de tiempo y espacio, qiie se cosas, gentes e ideas, implica siempre esas categorías, las que permiten
habían elaborado con base en el Estado-nación, en las configuracio- 'irticular la liistoricidad y la territorialidad, la biografía y la historia, el
nes y movimientos de la sociedad nacional, se reabre la discusión de ierritorio y el planeta, la continuidad y la discontiniiidad, la sincronía
la continuidad o de la no continuidad de la modernidad, así como el la diacronía, la multiplicidad de los espacios y la pluralidad de los
debate modernidad o posmodernidad. Mucho de lo que se lia con- tiempos, la comunidad y la sociedad, la evolución y el progreso, la com-
trovertido sobre "el pequeño relato y el gran relato", "el individualis- plcrnentariedad y la antinomia, la reforma y la revolución, el norte y el
mo metodológico y el holismo metodológico", o "las interpretaciones siir, el este y el oeste, el centro y la periferia, el Occidente y el Oriente,
micro y macro", entre otros dilemas, tiene algo que ver con la ruptu- el yo y el otro, lo local y lo global, lo mágico y lo fantástico.
ra epistemológica provocada por la globalización, cuando se conmiie- En muchos aspectos, el tiempo y el espacio se sitúan en el centro
ven marcos sociales y mentales de referencia a los que muchos se ha- de los problemas de la modernidad. "Hay una forma de experiencia
bían habituado. vital -la experiencia de tiempo y el espacio, de uno mismo y de los de-
Además, es bastante probable que una parte de la producción y del más, de las posibilidades y los peligros de la vida- que comparten hoy
debate sobre la posmodernidad surja precisamente en la época en los hombres y mujeres de todo el mundo de hoy. Llamaré a este con-
que se acentúan las señales de la globalización de las cosas, las gentes junto de experiencias la 'modernidad'. Ser niodernos es encontrar-
y las ideas. Simultáneamente al desarrollo de las relaciones, procesos nos en un entorno qiie nos promete aventuras, poder, alegría, creci-
y estructuras que conmueven los marcos de referencia habituales, tie- miento, transformación de nosotros y del mundo y que, al mismo
ne lugar una repercusión de amplias proporciones sobre aspectos fi- tienipo, amenaza con destruir todo lo que tenernos, todo lo qiie sabe-
losóficos, científicos y artísticos de la posmodernidad. Muchos imagi- rnos, todo lo qiie sonios. Los entornos y las experiencias modernos
nan que está instalado el reino de la fragmentación, de la discontinui- atraviesan todas las fronteras de la geografía y la etnia, de la clase y la
dad, la desconstrucción, el bricolage, el simiilacro, la realidad virtiial, nacionalidad, de la religión y la ideología: se puede decir que en es-
la disolución del tiempo y del espacio, el fin de la geografía y el fin de te sentido, la modernidad iine a toda la humanidad. Pero es una iini-
la historia. La drástica y amplia ruptura de los marcos sociales y men- dad paradójica, la iinidad de la desiinión: nos arroja a totlos en una
tales de referencia provoca la onda de la posmodernidad. vorágine de perpetua desintegración y renovación, de liicha y contra-
La verdad es que la formación de la sociedad global, a la par con la dicción, de ambigüedad y angustia. Ser modernos es formar parte de
globalización del capitalismo, comprendido como modo de prodiic- un iiniverso en el que, como dice Marx, 'todo lo que es sólido se de\-
ción y proceso civilizatorio, reabre la discusión de la modernidad-miin- vanece en el aire'.":!
do. "A fin cle cuentas, es su globalidad simultáneamente estructural y Entre las diversas características de la modernidad-iniinc1o;se des-
planetaria la que define la modernidad a fines del siglo xx como un tacan las nuevas y sorprendentes formas del tiempo y el espacio aíin
momento singular.. . Éste, por lo tanto, es el cambio fundamental rea- poco conocidas. Además del localismo, nacionalismo y regionalismo,
lizado por la modernidad: con la mundialización de la economía, el en general constituidos con base en nociones de tiempo y espacio
tecnocosmos, la internacionalización de la vida social, se crea un siste- acentiiaclamente influidas por la historicidad y territorialidad del Es-
ma global sin equivalente en la historia de la humanidad. .. Momento tado-nación, el globalismo abre otros horizontes de historicidad y te-
histórico singular: la modernidad-mundo impone también sil singila-
ridad a la reflexión histórica y al saber histórico."' ~ h r s h a l Bermnii,
l 7x0 lo sblirlo sr!clr!.s~~(~nr!i!cr: (11.I(I m c l m i d ~ i ( l ,
m d c~iri!.I1,(tr!xf)!xlr!ncin
Buena parte de las producciones y controversias sobre la moderni- Madricl-México, Siglo X X I , 1988, p. l. Consultar también, Renato Ortiz, Il'ful.ztlinlir~~~i¿o e
i:r~llum,Sáo Paulo, Editora Brasiliense, 1994, especialmente cap. 111: "Cultiira e moder-
dad-nación, así como sobre la modernidad-mundo, plantean el tiempo
iiidade-niiiiido"; David Harvey, A tnmli<:(¿o p6s-nzin~mn,Sáo Paiilo, Edi@es Loyola, 1992.
especialineiite parte 111: "A experiencia d o espaco e d o tenipo"; Jiirgeii Habermas, Ll di.s-
' Jean Cliesnaux, M~xkni&nl»ntlr,París, La Décoiiverte, 1989, pp. 196, 198 y 199. ~ i i ~ m ~ / i l « sr~
b/111
i cnu)rlmi(l(ul,
i~ Madrid, Taurus, 1989.
138 MODERNIDADMUNDO MODERNIDADMUNDO 139

rritorialidad. Como la globalización abarca relaciones, procesos y es- el Occidente y el Oriente, lo real y lo virtual, la experiencia y el simula-
tructuras de dominación política y apropiación económica de alcan- cro, la desterritorialización y la miniaturización, el mensaje y el video-
ce global, propios de las condiciones y horizontes que se abren con la clip, la velocidad y el instante, lo fugaz y el silencio.
generalización del capitalismo, es evidente que se instituyen otras po- En el ámbito de la sociedad global, las formas sociales del espacio y
sibilidades de realización e imaginación del tiempo y el espacio. Lo el tiempo se modifican y multiplican. Dado que la globalización arti-
que ya se preanunciaba cn los primeros tiempos del desarrollo del ca- cula, tensiona y dinamiza configuraciones sociales locales, nacionales,
pitalismo, se revela mucho más abierta y generalizadamente a fines regionales, internacionales y transnacionales, se multiplican las posibi-
del siglo xx, influyendo decisivamente en las configuraciones y los lidades del espacio y el tiempo. Éstos se pluralizan y entrecruzan en
movimientos de la sociedad global. "Por tanto, mientras que el capi- modelos desconocidos, aún no codificados. Sorprenden por las posi-
tal por un lado debe tender a arrasar toda barrera espacial opuesta al bilidades potenciales escondidas y por las creaciones inesperadas. Dis-
tráfico, id est al intercambio, y a conquistar toda la Tierra como sil locan puntos y lugares, ritmos y formas, modos de ser y de devenir.
mercado, por el otro lado tiende a anular el espacio por medio del Todas las velocidades resultan no sólo rebasables, sino que de he-
tiempo, esto es, a reducir a un mínimo el tiempo que insume el mo- cho son rebasadas. El tren, el automóvil, el avión, el teléfono, el telé-
vimiento de un lugar a otro. Cuanto más desarrollado el capital, grafo se vuelven más veloces, dejan de ser mecánicos, de vapor o eléc-
cuanto más extenso es por lo tanto el mercado en el que circula, mer- tricos, y se vuelven electrónicos. Corren atrás de la computadora, el
cado que constit~iyela trayectoria espacial de su circulación, tanto fax, el telefax, la red electrónica, la comunicación continua on Zinc
más tiende al mismo tiempo a extender más el mercado y a una ma- mqwhere through the world u11 time in English. La electrónica y la infor-
yor anulación del espacio a través del tiempo. [. .] Aparece aquí la . mática tejen las redes invisibles que atan y desatan las cosas, las gen-
tendencia universal del capital, que lo diferencia de todos los estadios tes, las ideas, las palabras, los gestos, los sonidos y las imágenes, en to-
anteriores de la produ~ción."~ do el mundo. De repente la velocidad excepcional produce el instan-'
Desde que se aceleró el proceso de globalización del mundo se te desconocido, algo momentáneo y fugaz insertado en el nuevo ma-
modificaron las nociones de espacio y tiempo. La creciente agiliza- pa clel mundo y el movimiento de la historia, que anula e inaugura
cion de las comunicaciones, los mercados, los flujos de capitales y tec- fronteras reales e invisibles, imaginarias y virtuales. En cualquier mo-
nologías, los intercambios de ideas y de imágenes, modifica los par5- mento, en cualquier lugar, en todo el mundo, la electrónica relacio-
metros heredados sobre la realidad social, el modo de ser de las co- na y prende, ata y desata personas, cosas, ideas, palabras, gestos, soni-
sas, la manera de actuar del devenir. Las fronteras parecen disolverse. dos e imágenes. La velocidad se disuelve en el instante, la demora es
La naciones se integran y desintegran. Algunas transformaciones so- apagada por lo fugaz.
ciales, en dimensión nacional y mundial, hacen resurgir hechos que Ahora el planeta Tierra puede ser concebido como plenamente es-
parecían olvidados, anacrónicos. Simultáneamente, se revelan otras férico, o plenamente plano, da lo mismo. Los medios de comunica-
realidades, se abren otros horizontes. Es como si la historia y la geo- ción, información, locomoción o intercambio reducen las distancias,
grafia, que parecían estabilizadas, volvieran a moverse espectacular- obliteran las barreras, ecualizan los p7intosde los territorios, armoni-
mente, más allá de las previsiones e ilusiones. zan los momentos de la velocidad, modifican 10s tiempos de la dura-
En este contexto, visto así de manera global, se revelan nuevas for- ción, disuelven los espacios y los tiempos conocidos y codificados,
mas sociales del espacio y el tiempo. Son múltiples, nuevas y recreadas inauguran otros, desconocidos e inesperados, Así se tiene la impre-
las formas del espacio y el tiempo develadas por los desdoblarnientos sión de que se disuelven fronteras, montañas, desiertos, mares, o c é a
de la globalización: el local y el global, el micro y el macro, la homoge- nos, lenguas, religiones, culturas, civilizaciones. Se crea la ilusión de
neidad y la diversidad, la primacía del presente y la recreación del pa- que el mundo se volvió finalmente esférico o plano. Se disuelven las
sado, la contemporaneidad y la no contempoianeidad, el norte y el siir, realidades, diversidades y desigualdades en el mundo de los simula-
%zrl Marx, Lhnu*il«s,/unrlr~~~nlnlcv par(&Ir8 rSlhrlim dr! Iri eco non tic^ polílicrt (I,trrr,~L»r)
cros y las virtualidades, aunque se reafirman y desarrollan las realida-
IS57-1858,3 vols., México, Siglo XXI, 1971-1976,vol. 2, pp. 30-31. des, diversidades y desigualdades.
140 MODERNIDAD-MUNDO

Muchos imaginan que comenzó la era de la posmodernidad. La narrar, soñar, dibujar, ilustrar. La narración es atravesada por la disper-
fragmentación de lo real disperso por el espacio y despedazado en sión de los signos, significados y connotaciones. Se inauguran nuevas
tiempo desafía la razón y la imaginación generadas desde la Ilustra- formas de wxrativa: el gran relato deviene insatisfactorio, rebasado, in-
ción. Cuando se acelera el proceso de globalización, y da la impresión suficiente. En lugar de la gran narrativa, articulación abarcadora o his-
de que la geografía y la historia llegan a su fin, muchos piensan que tórica, se coloca el niétodo aforístico, el collage, el bricolage, el monta-
entró la posmodernidad, declinó la razón y se soltó la imaginación. je, el video-clip, el pastiche, la pequeiía narración el simulacro, el vir-
Se intercambia la experiencia por la apariencia, lo real por lo virtual, tualismo, la folklorización de lo singular, la ilusión de la identidad."
el hecho por el simulacro, la historia por el instante, el territorio por Éste es el clima de la posmodernidad: la historia sustituida por lo
el digito, la palabra por la imagen. efímero, imagen del instante, lugar fugitivo. Todo se disuelve en el
Todo se desterritorializa. Las cosas, gentes e ideas, así como las pa- momento presente, inmediatamente superado por otra imagen, co-
labras, gestos, sonidos e imágenes, todo se desplaza por el espacio, llage, bricolage, montaje, mensaje. Así se deteriora el pasado remoto
atraviesa la duración, revelándose fluct~iante,itinerante, volante. Se e inmediato. No se interrumpen las secuencias ni las discontin~iicla-
desarraigan de los lugares, se olvidan los pretéritos, se hacen presen- des, sólo desaparecen del horizonte, dejan de ser, desgajadas, anula-
tes en los cuatro rincones del mundo. La sociedad global se transfor- das. Se privilega el dato inmediato evidente cotidiano inesperado
ma en un vasto mercado de cosas, gentes e ideas, así como de realiza- prosaico sorprendente fugaz. La violencia iirbaila y la guerra, de la
ciones, posibilidades e ilusiones; integra tainbién honiogeneidades y niisnia forma que el show de la televisión, el fiitbol, el slzoj)pingrentero
diversidades, obsolescencias y novedades. "Al final de esta difícil inii- la disneylandia son imágenes rutilantes del espectáculo cotidiano su-
tación, el hombre se convertirá al mismo tiempo en portador de ohj?- cedáneo de la experiencia de la vida, de las tensiones, de los inovi-
tos nómadas y en nómada-objetoél mismo. Su cuerpo se cubrirá de pró- inientos de la historia.
tesis y luego él a su vez se convertirá en prótesis, hasta venderse y com- En cl ámbito de la posmodernidad, se disuelven los espacios y los
prarse como ~ b j e t o . " ~ tiempos heredados de la Ilustración, sedimentados en la geografía y en
El mundo se transforma en territorio de todo el mundo. Todo se la historia, articulados en las formas de pensamiento, organizados en
desterritorializa y reterritorializa. No solamente cambia de lugar, se las prácticas de los Lgruposy clases, partidos y movimientos, naciones y
desarraiga, circulando por el espacio, atravesando montañas y desier- nacionalidades, ciiltiiras y civilizaciones. Se fragmentan las realidades,
tos, mares y océanos, lenguas y religiones, cultiiras y civilizaciones. recurrencias y desencuentros, secuencias y discontinuidades; se multi-
Las fronteras son abolidas o se vuelven irrelevantes e inociias, se frag- plican los espacios y los tiempos imaginarios, virtuales, simulacros.
nientan y cambian de forma, parecen pero no son. Los medios de co- Cada uno inventa el espacio y el tiempo que quiere. Esta libertad
municación, información, transporte y distribución, así conio los de se inultiplica en la scgunda parte del siglo xx, en el umbral del siglo
proclucción y consumo se agilizan universalmente. Los descubrimien- xxi. Las conqiiistas dc la ciencia, traducidas en tecnologías, abren
tos científicos, transformados en tecnologías de producción y repro- muchas posibilidades prácticas e imaginarias. Tanto así que algunos,
ducción material y espiritual se difunden por el mundo. Los medios los qiie disponen de medios e informaciones, pueden desprenderse
impresos y electrónicos, acoplados a la industria cultural, transfor- de los parámetros sedimentados, de las explicaciones aciimuladas.
man el mundo en paraíso de imágenes, video-clips, supermercados, Pueden lidiar con el espacio y el tiempo en moldes desconocidos, con
shopping rentas, disneylandias. la ilusión de que los parámetros pueden ser modificados a voluntad,
Éste es el universo de la fragmentación, Se fragmenta el espacio y cl imaginando la posmodernidad.
tiempo, lo pensado y el pensamiento, la realidad y la virtualidad, el to- Pero las metamorfosis del espacio y del tiempo no son inocentes. No
do y la parte. Se disuelven modos de ser sedimentados y formas de pen- ocurren sólo conio productos de la tecnología, conquistas de la cien-
sar cristalizadas. Los lenguajes caminan hacia otras formas de expresar,
í.lean-Francois Lyotard, 0/)6c-morlvrno, Río deJaiieii-o,José Olympio Editora, 1986:
o Irt Irjb'trn tulluml rlrl rrr/~zlnlzcmorrvírnz~do,Bal celo~in.
Fredric.Jninesoii, El potrn«ílr,~~t\~no
4Jacques Attali, Mibzio, Barcelona, Seix Barra], 1991, p. 87. Paidós, 1991.
142 MODERNIDAD-MUNDO MODERNIDAD-MUNDO 143

cia, ya que con frecuencia llevan el contrabando de la ideología. No sé- Abandonamos una después de otra todas las piezas del patrimonio hu-
lo pueden sublimar la experiencia sino pasteurizar la realidad, y eligen mano, tuvimos que empeñarlas muchas veces en una centésima parte
el simulacro como experiencia de hecho. "Una sociedad capitalista exi- de su valor para recibir a cambio la moneda diminuta de lo 'act~al'."~
ge una cultura basada en imágenes. Necesita proporcionar cantidades En el ámbito de un mismo y vasto proceso, tiene lugar la sustitu-
muy grandes de diversiones con el fin de estimular el consumo y anes- ción de la experiencia por la apariencia, del hecho por el simulacro,
tesiar los daños causados por el hecho de pertenecer a determinada de lo real por lo virtual, de la palabra por la imagen. Está claro que
clase, raza o sexo. Y necesita igualmente reunir cantidades ilimitadas de todas esas instancias siguen siendo válidas y presentes, pero así rever-
información, explorar los recursos naturales de modo eficiente, au- tidas, invertidas. A medida que se acelera y generaliza el proceso de
mentar la productividad, mantener el orden, hacer la guerra y propor- racionalización de las organizaciones y actividades, de las relaciones y
cionar empleos a los burócratas. La doble capacidad de la cámara de estructuras sociales, con base en la técnica, electrónica, robótica, in-
volver subjetiva y objetiva la realidad satisface esas necesidades de for- formática, telemática; la apariencia, el simulacro, lo virtual y la ima-
ma ideal, las refiierza. La cámara define la realidad de dos modos in- gen adquieren preeminencia en la vida social y pueblan el imagina-
dispensables para el funcionamiento de una sociedad industrial avan- rio de todo el mundo. Ése es el ambiente de los medios impresos y
zada: como sus ojos (para las masas) y como objeto de vigilancia (para electrónicos, de la industria cultural, de la cultura de masas, en exten-
los dirigentes). La producción de imágenes proporciona también una sión local, nacional y global. Un ambiente en que el ciudadano, el
ideología dominante. La transformación social es sustituida por otra de pueblo, el individuo, el trabajador, el negro, el blanco, el árabe, el eu-
las imágenes. La libertad de consumir una pluralidad de imágenes y ropeo, el asiático, el latinoamericano, la niujer, el hombre, el adiilto,
bienes equivale a la propia libertad. La contracción de la libertad de el joven, el niño, el islámico, el budista, el cristiano, el hindíi y así su-
opción política en libertad de consumo económico exige la prodiic- cesivamente aparecen como multitud. "Las observaciones de Le Bon
ción ilimitada y el consumo de imágenes.'* sobre la psicología de las multitudes se volvieron obsoletas, pues se
Es éste es un proceso que viene de largo, desde que la producción, puede disipar la individualidad de cada uno y uniformizar su raciona-
circidación, intercambio y consumo de las mercancías pasaron a aten- lidad en su propia casa. El manejo teatral de las masas al estilo de Hi-
der las necesidades reales e imaginarias de unos y otros, desde que unos tler se volvió superfluo: para transformar al hombre en nadie (y en
y otros pasaron a deleitarse o resignarse con las exigencias y delicias de una criatura que se enorgullece de ser nadie) ya no es preciso aho-
las necesidades reales e imaginarias trabajadas, creadas o recreadas por garlo en la masa ni alistarlo como miembro real de una organización
la publicidad universal. En ese momento la experiencia se empobrece de masa. Ningún método de despersonalizar al hombre, de privarlo
y la apariencia enriquece. "Pobreza de experiencias: no se debe imagi- de sus poderes humanos, es más eficaz que aquello que parece pre-
nar que los hombres aspiren a nuevas experiencias. No, ellos aspiran a servar la libertad de la persona y los derechos de la individualidad. Y
liberarse de toda experiencia, aspiran a un mundo en el que puedan os- cuando el condicionamiento es puesto en práctica separadamente en
tentar tan pura y tan claramente su pobreza externa e interna, que al- cada individuo, en la soledad de su hogar, en millones de hogares ais-
go decente pueda resultar de eso. [...] La naturaleza y la técnica, el pri- lados, es incomparablemente más eficaz."'
mitivismo y el confort se unifican completamente, y a los ojos de las per- En este sentido los medios se convierten en una especie nueva, sor-
sonas, fatigadas con las complicaciones infinitas de la vida diaria y que
ven el objetivo de la vida sólo como el más remoto punto de fuga en ' Walter Benjamin, ~M(~bpin r IAv~ztr~,
(clrle v polílirc~ (l<ntciio\ cobre lilrrrtluut r hicl(nin drt
) , Parilo, Editora Brasiliense, 1985, pp. 118-119: cita drl ensayo titulado
~ u l l u r ( ~SS0
una interminable perspectiva de medios, surge tina existencia que se "Experiencia e pobreza".
basta a sí misma, en cada episodio, del modo más simple y más cómo- ti Giinther Anders, "O mundo fantnsmático da TV",Bernard Roseiikrg y David
do, y en la cual un automóvil no pesa más que un sombrero de paja, 7 7 Manning White (comps.), í;ullurrc (le mr~crcr,Sáo Paiilo, Editora Ciiltnx, 1973, pp. 415-
una fiuta en el árbol se redondea como un globo. [...] Somos pobres. 425; cita cle la p. 417. C a k iecord~raquí la fr'ise de Batidelaire: "Lnssiiprema gloria de
Napoleóii 111 habrá sido probar que clialqiiier persona puede gobernar una gran
';Susan Sontag, C i ~ ~ ( i lsoltre: o . ~ ~ ~ , / « l o ~ v rRío
$ n , de Janeiro, Arbor, 1982, p. 171 [ed. nación en cuanto obtiene el control del telégrafo y de la imprenta riacional." Segíiri
esp.: Solm I ~ jLi > l o p / i ( ~Barcelona,
, Edhasa] . David Harvcy, A O ~ n d i ~ rpcíc-mc~lrntrc,
io Sño Paiilo, Erli~6rsLoyola, 1992, p. 215.
144 MODERNIDAD-MUNDO MODERNIDAD-MUNDO 145

prendente, insólita y eficaz de intelectual orgánico de los bloques de la computadora, un material para ser moldeado lo más posible según
poder que se articulan en dimensión global. Lo que ya ocurre amplia- los fines humanos. [. ..] Un reloj convencional produce solamente una
mente en el ámbito nacional, pasa a ocurrir ampliamente en el ámbi- serie de idénticos segundos, minutos y horas; tina computadora trans-
to mundial. De la misma forma que los medios se globalizan, junto forma segundos, microsegundos o no segundos en información. La
con la economía y la política, la industria cultural y los medios de co- enorme velocidad de este proceso pone la operación de la computado-
municación, la electrónica y la informática; en esa misma escala se ra en iin universo de tiempo que está fuera de la experiencia humana.
globalizan los intereses y objetivos, ideologías y visiones del mundo de [. ..] El tiempo electrónico es el punto más avanzado de este desarrollo
los que detentan los medios políticos, económicos, sociales y cultura- (del hombre occidental), la más abstracta y matemática noción de
les de mando y "desmanclo" en medida global. Tanto es así que el pla- tiempo jamás incorporada a la máquina; lleva la medida del tieinpo
neta Tierra parece esférico o plano, indiferentemente. mucho más allá del límite infeiior de la percepción humana. Represen-
Pero el mundo no se conforma con la posmodernidad imaginaria ta el triunfo final de la perspectiva europea occidental, cuando el pro-
o soñada. Al mismo tieinpo que da vuelo a la imaginación, se articu- pio tiempo se Gelve una mercancia, un recurso para ser trabajado, así
la más o menos rigurosamente según las exigencias de la práctica como un ingeniero de estructuras trabaja el acero o el aluminio.""'
pragmática tecnocrática. En la misma medida en que se difunde la Todo este universo de cosas, gentes, ideas, realizaciones, posibilida-
posmodernidad del mundo, el mundo se articula cada vez más de des e ilusiones se articula en el mercado global tejido principalmente
acuerdo con las exigencias de la razón instrumental. por el idioina inglés. El mundo transformado en territorio de todo el
Poco a poco, la razón instrumental articula espacios y tiempos, mo- mundo habla, piensa y actúa principalmente por intermedio de ese có-
dos de producir y consumir, ser y vivir, pensar e imaginar. En el mismo digo. En general, el inglés traduce el pensamiento y lo pensado, la in-
ambiente en que se lanza la posmodernidad, se suelta la racionalidad. formación y la decisión, la compra y la venta, la posibilidad y la inten-
Se ordenan racionalmente el mercado, la producción y la reproduc- ción. "Un análisis global de expansión de la lengua inglesa apuiita a su
ción, de la misma forma en que las condiciones de vida y las posibilida- efectiva cristalización como segundo idioma: 85% de las re1aciones"in-
des de la imaginación. Las actividades de las personas, grupos y clases, ternacionales son conducidas en inglés; 3/4 de la correspondencia
cle la misma manera que la vida de las naciones y nacionalidades, ein- mundial es en inglés y más del 80% de los libros científicos publicados
presas e iglesias, partidos y universidades, pasan a organizarse según pl- son en inglés. Los ejeciitivos japoneses conducen sus negociaciones
trones de racionalidad, eficacia, productividad, lu~ratividad.~ globales en inglCs y cuentan con mil escuelas sólo en Tokio. En Japón,
El tiempo electrónico organiza cada vez más la vida de todo el niiin- el inglés es materia obligatoria durante seis años. En Hong Kong, nue-
do. Se aceleran y diversifican las posibilidades de los diálogos y mon6 ve de cada diez alumnos estudian inglés. En China, 250 millones de
logos, comiinicaciones y desentendimientos, siniultáneamente con los personas estudian inglés. Incluso en Francia, donde hay poco interés
intercanibios y comercios, cambios y negocios. La razón iilstriimental por idiomas extranjeros, la École des Hautes Études Commerciales
se vuelve electrónica, y estructura el mundo de modo sistemático, prag- ahora ofrece su clásico curso de administración comercial en inglés. En
inático, todo con medida, cuantificado. El predominio del principio de toda Europa, además, en una reciente investigación encargada por la
cantidad se acelera por todos los niveles de la vida social, se generaliza Comisión del Mercado Común Europeo, el inglés aparece como el se-
por todo el mundo. En la época de la globalización del capitalismo, de gundo idioma más hablado y enseñado, con 51% contra 42% del fran-
los mercados, de las exigencias de los negocios, de las condiciones de cés, 33% del alemán, 21% del italiano y 18% del español."'l
productividad y lucro, el principio de la cantidad se extiende hacia t c ~ El inglés puede ser el idioma de la globalización. La mayor parte
das las actividades, producciones culturales, modos de ser, visiones del
inundo. "Así como el espacio, el tiempo es una mercancia provista por I " J. Dalid Bolter, iiiriuglv mnn (Wfi,slm cirllurr! i,u lht! c:on~/nilr.r (LA?), ~icldlesex,
Inglaterra, Pengiiiii Books, 1986, pp. 101, 102-103y 108 [ecl. esp.: 1Cl I~«,»lrre rlc ' l i ~ r i ?1.4
~~.
"
. Max 1-Iorkheimer, Lcli/~.sr:rln mziio, Río deJaneiro, Editorial Labor d o Brasil. IO'i(i. tzllurtr o r : t i r h ~ n l I(L IM de L1 cotnjn~lnci6n,México, Fondo de Cultiira Económica, 19881.
Consultar ta~iibién,Theodor W, Adorno y Max Horklieimer, 1)irlfiLit:rr (lo c\r./(r,i,r.itrrs?~/o. " Paiilo Sancliez, "Execiitivos adotam o idioma ii~gles",O l;.slr~do(le ,S. I ' r ~ v k ~S50 ,
liío de Janeiro, .Jorge Zaliar Editores, 1985. Paiilo, 23 de jiilio de 1993, p. 1, ciinderno "Empresas".
146 MODERNIDAD-MUNDO MODERNIDAD-MUNDO 147

de los acontecimientos, relaciones, actividades y decisiones se expre- instituye el modo de ser característico de la modernidad-miindo; una
san en ese idioma o se traducen a él. Así se articula la electrónica, de modernidad en la que predominan los principios de inercantiliza-
la misma manera que los medios de comunicación y el mercado, gran ción universal, de la tecnificación de las condiciones de vida y traba-
parte de la ciencia, tecnología, filosofia y arte. En la época de la glo- jo y de la cuantificación generalizada en detrimento del principio de
balización, el inglés se universaliza: comiinicativo y pragmático, ex- calidad. "A fin de cuentas, es su globalidad simultáneamente estruc-
presivo e informático. tural y planetaria la que define a la modernidad en el fin del siglo xx
Así, el lenguaje del mercado se difunde por el mundo acompañan- como un momento singular. Globalidad social de un capitalismo om-
do al mercado. Se hace presente en muchos lugares, invade casi todos nipresente y de un sistema social fundado en la imbricación y la in-
los círculos de relaciones sociales. El mismo proceso de mercantiliza- terconexión de múltiples procesos; éstos también cada vez más com-
ción general universaliza determinado modo de hablar, taquigrafiar, co- plejos. Globalidad espacial del planeta compuesto por redes, por el
dificar, pensar. Se crea una especie de lengua franca universal: econó- mercado mundial y por el tecnoc~smos."'~
mica, racional y moderna; o práctica, pragmática y telemática. El mis- El clima que se crea con la globalización del capitalismo, visto co-
mo proceso de mundialización del capitalismo miindializa signos y sím- mo proceso civilizatorio, crea simultáneamente el clima de la moder-
bolos, logotipos y eslogans, calificativos y estigmas. "Existe sólo un caso nidad-mundo. Son patrones y valores socioculturales, alteraciones en
de expresividad -pero de expresividad aberrante- en el lenguaje piira- las formas de sociabilidad, desarraigos de objetos, personas e ideas,
mente comunicativo de la industia: es el caso del e s l o p . De hecho, pa- todo esto para constituir algo, o mucho, del estado de espíritu de la
ra impresionar y convencer, el eslogan debe ser expresivo. Pero sil expre- modernidad-niundo. "La modernidad es esencialmente globalizan-
sividad es monstruosa porque se vuelve inmediatamente estereotipado .
te.. La globalización puede así ser definida como la intensificación
y se fija en una rigidez que es lo contrario de la expresividad, la cual es de las relaciones sociales en dimensión mundial, al ligar localidades
eternamente mutable y se ofrece a una interpretación infinita. La falsa distantes de tal manera que los acontecimientos locales son modela-
expresividad del eslogan es así el punto extremo de la nueva lengua téc- dos por eventos que ocurren a muchas millas de distancia y viceversa.
nica que sustituye a la lengua hiimanística. Es el símbolo de la vida lin- Se trata de un proceso dialéctico, porque esos acontecimientos loca-
güística del futuro, esto es, de un mundo inexpresivo, sin particularis- les pueden desplazarse en una dirección inversa a las relaciones muy
mos ni diversidad cultural, perfectamente patronizado y aculturado."'" distanciadas que los modelan. La tran$omación local es tanto una par-
El mundo ya está tejido por muchos tejidos, diferentes lazos y laza- tc de la globalización, cuanto la extensión lateral de las conexiones
dos, visibles e invisibles, reales e imaginarios. Son redes electrónicas sociales a través del tiempo y del espacio."14
informáticas telemáticas online alltime evcrywhcre worldwide i n English. Pero éste no es un proceso tranquilo. Se desarrolla de modo pro-
Son transnacionales conglomeradas aliadas estratégicamente planea- blen~ático.Al mismo tiempo que impulsa la homogeneización, eciia-
das produciendo y reproduciendo las fuerzas productivas organiza- lización o integración, provoca fragmentaciones, rupturas, con tradic-
das en la nueva división internacional de la producción y trabajo fle- ciones. Se multiplican desencuentros de todo tipo, en los ámbitos lo-
xible del posfordismo global. Son innumerables supermercados shop- cal, nacional y mundial, implica relaciones, procesos y estructiiras so-
ping centms disneylandias distribuidos en el nuevo mapa del miindo ciales, económicos, políticos y culturales. Las configuraciones y movi-
exhibiendo mercancías globales destinadas a las necesidades reales e mientos de la sociedad global descubren otras posibilidades de la geo-
imaginarias multiplicadas. La mercadotecnia global se encarga de grafía y la historia, nuevas formas de espacio y tiempo, a veces limpi-
anunciar y pronunciar todo lo que es bueno mejor óptimo indispen- dos y transparentes, otras veces caleidoscópicos y laberínticos.
sable maravilloso fantástico. E11 la época de la globalización, las cosas, gentes e ideas se descoin-
El mismo escenario creado con la mundialización del capitalismo pasan de los espacios y tiempos instituidos por la electrónica. La mane-
'vean Chesiieaiix, Modmit&mond~!,cil., p. 196.
l9 Pier Paolo Pasolini, O\jor~msinhlirr.c, Michel Lahud (editor), Sáo Paulo, Editora Giddens, A s mnseyuencir~s(dn 7n»rlr!rnidn(i1!,S o Paiilo, Editora Unesp,
l4 Al I tliony
Brxiliense, 1990, pp. 4546; cita de "Análise linguígtica de iim Slofi~~n". 1991, pp. 69-70.
145 MODERNIDAD-MUNDO MODERNIDAD-MUNDO 149

ra de actuar de las relaciones, procesos y estructuras, de las vivencias y crisis, guerras y revoluciones no sólo expresan rupturas históricas, si-
cxistencias, individuos y colectividades, naciones y nacionalidades, cul- no que revelan y profundizan las tramas de la no contemporaneidad.
turas y civilizaciones, ha dado marcha atrás, rebasado por la manera de De un momento a otro, grupos, clases, movimientos, partidos, co-
actuar simbolizada por la electrónica, al instituir otros puntos y redes, rrientes de opinión pública, interpretaciones de la realidad social, es-
otros ritmos y velocidades. Las fronteras no son abolidas, se disuelven; tilos de pensamiento, visiones del mundo, pueden volverse anacróni-
las lenguas siguen existiendo, traducidas en general al inglés; las mone- cos, exóticos, extraños, inconvenientes, prescindibles. Se decreta lo
das nacionales siguen circulando, siempre referidas a una moneda abs- nuevo y lo viejo, lo arcaico y lo moderno, se instituyen tradiciones y
tracta general mundial; las cartografias son rediseñadas por la compu- obsolescencias, novedades e innovaciones, modernidades y posmo-
tadora; las historias son recontadas desde los horizontes de la globali- dernidades. Se instauran otras tramas de no contemporaneidad, ade-
zación; las experiencias se traducen en virtualidades, simulacros; las pa- más de las que se producen y reproducen continua o periódicamen-
labras son progresivamente recubiertas por las imágenes. te con los movimientos de la historia.
Es el imperio de la contemporaneidad. El pasado y el presente, de En el ánlbito de la ruptura histórica, que implica con frecuencia cri-
la misma manera que el espacio y el tiempo, se introducen por todos sis, guerra o revolución, se inaugura el monumento y la ruina, demar-
los rincones. La velocidad de algunas transformaciones es diversa de cando el presente privilegiado y el pasado tolerado, recreado o simple-
otras. Unas realidades se modifican con un determinado ritmo, mien- mente rechazado. Las diversas conmociones de expansión del capitalis-
tras que otras tienen un ritmo diferente, además de las direcciones mo en el mundo pueden ser vistas como conmociones de creación de
que pueden ser divergentes. Son diversos, muy diversos los ritmos en novedades y obsolescencias, modernidades y anacronismos, héroes y
que se deambula, así como las realizaciones, posibilidades e ilusiones. traidores, santos y apóstatas, monumentos y riiinas. El mercantilismo,
Se amplían y generalizan los desencuentros. Así como muchas cosas el colonialismo y el imperialismo que atraviesan la geografía y la histu
se ecualizan, muchas se desenciientran. Son patrones y valores, mo- ria desde el Renacimiento, la Reforma y la Contrarreforma, o los orí-
dos de ser y actuar, de pensar e imaginar que simultáneamente se genes dcl capitalismo, entendido también como proceso civilizatorio,
combinan y tensionan. En el ámbito de la globalización, la electróni- instit~iyenmuchas tramas de no contemporaneidad, lo que provoca
ca, la informática y la telecomunicación invaden las actividades y re- ruinas por los cuatro rincones del mundo; ruinas no sólo en el sentido
laciones de todo el mundo. Se modernizan los procedimientos y n o literal, sino tatnbién como metáforas y alegorias.15
los temperamentos, los modos de actiiar y no los de pensar, las formas En el seno de la no contemporaneidad se revelan las riiinas, como
de imaginar y no las de sentir. obras de arte originales, diferentes de sus formas pretéritas y de stis aii-
Ocurren desfases, desniveles, fractiiras, anacronismos, disonancias, i as primordiales. Son marcas de lugares y épocas que señalan las me-
asincronías, desencuentros, tensiones. Lo residual se mezcla con la no- tamorfosis del espacio y el tiempo, de las configuraciones sociales pa-
vedad, el pretérito con lo predominante, lo que era con lo qiie no es. sadas, de estilos de vida remotos, de visiones del mundo reciibiertas
Se multiplican las discontinuidades y las repeticiones, los desencueii- por la pátina de los tiempos. En las ruinas la batalla de los tiempos car-
11-0sy las tensiones. Todo se astilla, se despedaza. El espacio y el tiem- ga consigo la batalla entre la naturaleza y la sociedad: lo telíirico y la
po se diversifican de modo sorprendente: se multiplica al azar, de mo- cultura. El mismo espíritu que conforma la naturaleza a la imagina-
do conjugado y a la vez disparatado. ción, asiste a la revuelta de esa misma naturaleza, transfigurando la
En este sentido, el siglo X x produce un manantial de obsolescen- obra de arte primordial en obra de arte de otra época, con forma di-
cias simultáneamente con las novedades, innovaciones de todo tipo, ferente y aura sorprendente. La ruina no es un fragmento, algo miiti-
"modernidades" y "posmodernidades". En el mismo sentido, las rup- lado y destrozado, y sólo lo parece así cuando es vista en la Óptica del
turas que acompañan la conmoción de la globalización en ciirso en
este final de milenio, cuando se anuncia el siglo xxi, inauguran obso- '" KM. Paiiikkar, A dontin~f:iio ocidsnt~lTU Ásin, Río deJaneiro, Editora Paz e Teri-a,
1977, 3a. ed.; Joseph Ki-Zerbo, Hivlón'a clcl Áliicrc n~gra,2 vols., Madrid, Alianza; ,J.H.
lescencias y novedades de cuño social, económicas, políticas y ciiltu- Elliott, El wi~jomundo y al nucwo (1492-1650), Madrid, Alianza Editorial. 1984;.Jacqiies
rales, en los ámbitos individual y colectivo, nacional y mundial. Las Lafayc, L,as c.onquislccrlore.s,MMéxico, Siglo X X I . 1978, 32. edición.
150 MODERNIDAD-MUNDO
MODERNIDAD-MUNDO 151
pasado. Vista en la óptica del presente, es original, incomparable, sor-
temporaneidad. Descubren dimensiones heiirísticas escondidas en los
prendente, precisamente porque es un resultado de la imaginación
desencuentros de espacios y tiempos generados por la globalización.17
pasada transfigurado por la pátina de los tiempos, recreado por el mi-
El tema de la no contemporaneidad reaparece de modo particular-
rar presente. "La ruina aparece como la venganza de la naturaleza por
mente acentuado y generalizado en la época de la globalización. Cuan-
la violencia que le hace el espíritu al conformarla a su propia imagen.
do se produce una nueva conmoción por la expansión del capitalismo
El proceso histórico de la humanidad como un todo consiste en una
en escala mundial, cuando el capitai reaparece como agente "civiliza-
gradual apropiación de la naturaleza por el espíritu, la cual se encuen-
dor", todas las otras formas sociales de organización de la vida y del tra-
tra fuera de él, pero también de cierta manera dentro de él. [. ..] El
bajo son desafiadas, llevadas a subordinarse formal o realmente, en cier-
encanto de la ruina consiste en qiie una obra humana es percibida, en
tos casos hasta marginalizarse. En la medida en que el capitalismo es iin
definitiva, como si fuese un producto de la naturaleza. Las mismas
proceso civilizatorio de amplia envergadura, combatividad y agresivi-
fuerzas que, por la erosión, desagregación, sumersión y expansión de
dad, se crean y recrean configuraciones socioculturales permeadas de
la vegetación dieran a las montañas su aspecto, demuestran también
no contemporaneidad. Son aglutinaciones, integraciones y convergen-
aquí su eficacia en los muros. [...] El encanto fantástico y siipersensi-
cias, simiiltáneamente con desencuentros, exclusiones y antagonismos,
ble de la pátina se basaba en la misteriosa armonía por la cual el obje-
qiie se revelan de manera local, nacional y miindial. Un fenómeno que
to se embellece, debido a un proceso químico-mecánico, por el cual
está siempre presente en la realidad social y que siempre ha desafiado
el proyecto deliberado del hombre se convierte de modo no delibera-
al pensamiento científico, filosófico y artístico, reaparece muy fuerte-
do e imprevisible en algo nuevo, con frecuencia más bello, constitii-
mente en la época en que se da un nuevo sismo de globalización, en la
yendo una nueva unidad."16
estela del desarrollo intensivo y extensivo del capitalismo en escala
En varios aspectos, las tramas de la no contemporaneidad permi-
mundial. Más de una vez se replantea la problemática del desarrollo de-
ten revelar formas insospechadas del tiempo escondidas en la briiina
sigual contradictorio y combinado, que repercute en la geografia y la
de la historia. La no contemporaneidad puede ser un momento ex-
historia, así como desafia la teoría y la práctica en los horizontes de la
cepcionalmente heurística, ciiando se trata de sorprender las formas
globalizaci6n. "No todos están presentes en el tiempo presente. Es&
sociales del tiempo, las configuraciones y los movimientos de la socie-
sólo exteriormente, puesto que podemos verlos hoy. Pero no es por eso
dad. En la época de la globalización, la no contemporaneidad se re-
que viven en el mismo tiempo qiie los otros. Al contrario, cargan consi-
vela nuevamente emblemática, para desafiar a la ciencia, a la filosoh
go iin pasado que se infiltra."Ix
y al arte.
Vista así, en el contrapunto contemporaneidad-no contemporanei-
En este ambiente germinan nostalgias y utopías; unas pretéritas y
dad, la historia sc revela plena de posibilidades y sorpresas. Más allá de
otras fiiliiras. Delante del nuevo, inesperado y sorprendente sismo dc
las regiilaridades y recurrencias, de las discontinuidades y riiptiiras, es-
globalización, cuando las naciones, nacionalidades, culturas y civiliza-
tán las reorientaciones y los retrocesos. En el ámbito de la dinámica de
ciones son desafiadas; se mezclan, se pelean, se reafirman y modifican
la vida social, del movimiento de las fuerzas sociales, que atienden !mi-
modos de ser, pensar, actuar, sentir, fabular. Son muchos los que tienen
bien sus dimensiones económicas, políticas y culturales, el tiempo pue-
nostalgia del pasado o del futiiro. A veces, sólo niegan el presente, pe-
ro otras veces pueden utilizar la nostalgia o la utopía para reflexionar l 7 Roland Robertsoii, Clobnliznlion (So~lnllheory rintl ~111I)til cullurl!), Londres, Sage
mejor sobre el presente. En todos los casos, nostalgia y utopía pueden Piiblications, 1992, especialmente cap. 10: "Globalization and the nostalgic paradigrn";
ser vistas como señales de configuraciones atravesadas por la no con- FredricJarneson, 12 /iosnioderni~~rnrn « k~ l h ~ ~~x.ullu.rtil
c t ~ rlcl c:(~/iilnli.~rnm tll., espe-
nrit~tzzt~do,
cialmente cap. ir: "La posmodernidad y el pasado".
'" Georg Simmel, S«lm&Lt~r~nzlurn Barcelona, Penínsiila, 1988, pp.
(15n~t~yrn,~los~/it:ti.~),
I X Ernst Bloch, Hrn'l(igt! tle (:e lr?rn/).s,París, Payot, 1978, p. 95. Cita extraída de la
segiindn parte, titulada "Non contemporanéité et enivrement", pp. 37-187. Adernas
117, 119 y 120; citíí de "LZF riiinas". Consiiltar también, Carlo Carena, "Riiina/Restatiro",
vol. 1, "Memóna-História", Porto, Imprensa Nacional-Casa da Moeda,
I~n~.:nRt:Ir#Rtlir~Einriu(li, sobre el problema d e la no contemporaneidad: Eric Hobsbawni y Terence Rmger, A
1985, pp. 107-129; Ian Knizek, "El extraño encanto de las ruiiias", I'lurtii, níim. 186. Río de Janeiro, Editora Paz e Terra, 1984; Arno J. Mayer, 1,ri Pm-
inrian(:Zorlm Lr(~tli~:(íe.r,
México, 1987, pp. 31-38. .tislcnci~rltl cinlipo rC~inu!n,Madrid, Alianza, 1984; Paiil Ricceiir (editor), As ~ a l ~ u ms. 11v
bmnpo, Petrópolis, Editora \&es, 1975.
152 MODERNIDAD-MUNDO

de la globalización: la toma de la Bastilla, la caída del muro de Berlín,


de resultar múltiple y contradictorio, progresivo y regresivo, interrum-
la muralla china y las pirámides de Egipto, el Cabo de Buena Esperan-
pido y vacío. La ilusión del progreso, evoliición o modernización ha si-
za y el Estrecho de Magallanes, Gibraltar, Suez y Panamá, el Ganges, el
do irrumpida por fracturas y reorientaciones, reanudaciones y regre-
Nilo y el Amazonas, los Andes y el Himalaya, la Revolución industrial,
siones, estabilidadesy atonías. Hay coyunturas en las que eljuego de las
la Revolución francesa y la Revolución soviética, la Reforma, la Con-
fiierzas sociales puede provocar tanto la diversificación como la acele-
trarreforma y el Renacimiento, la batalla de Maratón y la bomba de
ración, tanto la decadencia como la disolución. En este contexto, el
Hiroshima, Jerusalén, Roma y La Meca, el Viejo Mundo, el Nuevo
contrapunto contemporaneidad y no contemporaneidad por
Mundo, Asia y África, Oriente y Occidente, el Cielo, el Infierno y el Pa-
la globalización, resulta particularmente heuristico, al desafiar a las
raíso, la Atlántida y el Olimpo. En lugar de la eternidad la humanidad,
ciencias sociales, la filosofía y las artes. Perniite repensar las formas so-
de la misma forma que en lugar del hecho la metáfora. Donde no al-
ciales del tiempo, descubrir algunas de sus formas insospechadas, in-
canza la reflexión, puede llegar la imaginación.
cluso sublinladas, como las que se esconden en la nostalgia y la utopía.
Ni llegó el fin de la historia ni llegó el fin de la geografía. Es sólo Cada tiempo inventa sii tiempo. El tiempo es tina creación social,
un producto de la actividad humana, una invención ciiltural. Está cla-
ilusoria la impresión de que llegó el reino de la eternidad. Tanto es
ro que son varias, múltiples, congruentes y contradictorias las formas
así que el planeta Tierra no ha alcanzado aun una forma acabada y
sociales del tieiripo. Tanto es así que puede ser cósmico, geológico,
puede parecer totalmente esférico o totalmente plano. Muchos piie-
prodiictivo, histórico, biográfico, mítico, Cpico, dramático, s~ibjetivo,
den actuar, pensar y sentir conforme a sil imaginación. Pero este rriis-
cronológico, mecánico, eléctrico, electrónico. I'ero todos son crea-
rno lugar sigue atravcsado por montañas y desiertos, mares y océanos,
ciones sociales, invenciones culturales. Incluso los altamente determi-
islas y continentes, naciones y nacionalidades, lenguas y religiones,
iiados por la naturaleza: cósmico, telúrico, geológico o prodiictivo,
culturas y civilizaciones. Sólo el mundo se fragmentó otra vez, en un
pueden ser reelaborados por la actividad humana, por la trama de las
momento, de repente. Los que sueñan con la eternidad escondida en
relaciones sociales, y alcanzar procesos y estructuras de dominación y
el fin de la historia y de la geografía, olvidan que ella se dispersa por
apropiación. Todos están presentes en la vida social de los individuos
el espacio y se despedaza en el tiempo.1c'
Los horizontes abiertos por la globalización iluminan el presente y
y las colectividades, naciones y nacionalidades, sociedades y coniuni-
dades. Es verdad que son diversos por el ritmo y la actitud, la fuerza
recrean el pasado. Gran parte del pasado conocido y desconocido es re-
y la localización, la irrelevancia y la repercusión. Significan de mane-
creado por el presente. Una ruptura histórica excepcional, como la glo-
ra diferente, coexisten, convergen, repercuten y se niegan. Hay sitiia-
balización en curso en el umbral del siglo XXI,configura todo un nue-
ciones en que unos dan la impresión de recubrir o suprimir a los
vo parámetro para la inteligencia y la invención del pasado. Es como si
otros; pero después los otros reaparecen, se revelan. "En una época
el presente se fuese lejos, allá lejos, en busca de sus orígenes, de sus raí-
en que otros medios triunfan, dotados de una velocidad espantosa y
ces. Al mismo tiempo que se niega o recrea el pasado reconocido, se
de iin radio de acción sumamente extenso, arriesgando reducir toda
busca lo primordial escondido. Un pasado que puede surgir como his-
comiinicación a una costra uniforme y homogénea, la función de la
toria y memoria, identidad y pluralidad; simbolizado en héroes y santos,
literatura es la comunicación entre lo que es diverso por el hecho de
hazañas y glorias, victorias y derrotas, monumentos y ruinas. Son metá-
ser diverso, no embotando, sino antes bien exaltando la diferencia,
foras dispersas por el espacio, despedazadas en el tiempo.
según la vocación propia de la lengua escrita. [. ..] En la literatura, el
Las marcas del espacio y el tiempo pueden ser meráforas de la niun-
tiempo es una riqueza de la que se puede disponer con prodigalidad
dialización o signos de la iiniversalidad revelada desde los horizontes
e indiferencia: no se trata de llegar primero a iin límite preestableci-
'!' 101-ge Luis Borges, 1fi.slorin r/(! la alernirlnrl, Madrid, Alianza. 1971. 1,. 24. Ricli;ii.d do; al contrario, la economía del tiempo es algo hiieno,.porque cuan-
i , fin tle la geographie?", Marie-Franroise Durtand, Jicqiies L6vy y Denis
~ ' ~ r i e i"La
to más tiempo economizamos, más tiempo podremos perder."20
Retaillé (comps.), LI!rnoi1,h: Es/)nce.sal .~ysi;ma,s,París, Presses d e la Fonclatio~iNntiunale
des Scieiices Politiques Xe Dalloz, 1992, pp. 169-173. Fraiicis F~rkiiyaiii:i.1(1,/i?~r b k1 1ii.s- Italo Calviiio, St:i.s / W ~ J / ) I J . S/ ~~~n. Smo /&xim» milr:nio, S;io Pa~ilo,Companhia das
lorici y rl úllimo honilm, Barcelona Planeta, 1992. Perry Anderson, O / i r n (ln lri.\fóoi(t (1)1! Letras, 1990. pp. 58 y 59; cita del cap. 2: "kipidez".
H ~ ! p(1l Fulcuy(im(~),Río d e Jalieiro,Jorge Zahar Editor, 1992.
154 MODERNIDAD-MUNDO
MODERNIDAD-MUNDO 155
A pesar de las diversidades y de los desencuentros de las formas so-
ciales del tiempo, de las multiplicidades de los tiempos, todos están re- neraliza por todos los sectores de la vida social. De manera creciente,
lacionados con la vida social, las actividades de los individuos y colec- las conquistas de la ciencia son traducidas en técnicas de producción
tividades, con los movimientos de la historia. Todos se constituyen y y control social, conforme con el desempeño de las fuerzas sociales, se-
manifiestan en el ámbito de la fábrica de la sociedad, del trabajo so- gún las estructuras de dominación y apropiación prevalecientes. En
cial. Se presentan como condición y producto de la vida social, lo que este contexto, los desarrollos de la ciencia, traducidos en técnicas, pro-
aglutina a la comunidad y la sociedad, la tribii y la nación, la sociedad fiindizan y generalizan las más diversas modalidades de enajenación:
nacional y la sociedad global. Sabiendo o no, pudiendo o no organi- de la pauperización a la mutilación. "Hoy en día, todo parece llevar en
zarlos, teniendo que administrarlos en condiciones adversas o some- sil seno su propia contradicción. Vemos que las máquinas, dotadas de
tiéndose a sus determinaciones, la realidad es que las diversas y múlti- la propiedad increíble de reducir y volver más fructífero el trabajo hu-
ples formas del tiempo se producen como condición y resiiltado del mano, provocan la miseria y el agotamiento del trabajador. Las fuen-
ti-abajo social, del modo en que opera la fábrica de la sociedad global. tes de riqueza recién descubiertas se convierten, por arte de un extra-
Pero cabe reconocer que aquellos que detentan los medios de man- ño maleficio, en fuentes de privaciones. Los triunfos del arte parecen
do y comando, o de dominacion y apropiación, muchas veces también adquiridos al precio de cualidades morales. El dominio del hombre
pueden instituir el ritmo de las actividades, la duración del trabajo, la sobre la naturaleza es cada vez mayor; pero al mismo tiempo, el hom-
conmensurabilidad de lo efimero. En este contexto se desarrolla el pre- bre se transforma en esclavo de otros hombres o de su propia infamia.
dominio del principio de cantidad, en detrimento del principio de ca- Hasta la pura luz de la ciencia parece sólo poder brillar sobre el fon-
lidad. "El hecho de que sólo sirva de medida de valor la cantidad de tra- do tenebroso de la ignorancia. Todos nuestros inventos y progresos
bajo independientemente de la calidad, implica a su vez que el trabajo parecen dotar de vida intelectual a las fuerzas materiales, cn tanto re-
simple es el eje de la industria. Supone que los diferentes trabajos han diicen la vida humana hasta el nivel de una fiierza material bruta."22
sido nivelados por la subordinación del hombre a la máquina o por la El mismo proceso que carga consigo la racionalización y la enajena-
división extrema del trabajo; supone que los hombres desaparcccn an- ción promueve el predominio del principio de cantidad en detrimen-
te el trabajo; que el péndulo del reloj ha pasado a ser la medida exac- to del principio de calidad, y realiza la creciente inversión en las rela-
ta de la actividad relativa de dos obreros como lo es de la velocidad de ciones entre los individuos y los productos de sus actividades; ello trae
dos locomotoras. Por eso, no hay que decir que una hora trabajo de un consigo la subordinación del creador a la criatura. La creciente disci-
hombre vale tanto como una hora de otro hombre, sino más bien que plina y el progresivo ritmo de las organizaciones, empresas y mercados
iin hombre en una hora vale tanto como otro hombre en una hora. El se difunde por todos los rincones de la vida social, e impregna modos
tiempo 10 es todo, el hombre ya no es nada; es, a lo sumo, la osamenta de ser, actual; sentir, pensar e imaginar. "Desde que el ascetismo co-
del tiempo. Ya no se trata de la calidad. La cantidad lo decide todo: ho- menzó a remodelar el mundo y a desarrollarse en él, los bienes mate-
ra por hora, jornada por j ~ r n a d a . " ~ ' riales fueron asumiendo una creciente y, finalmente, una inexorable
La misma racionalización que articiila progresivamente las más di- fuerza sobre los hombres, como nunca antes en la historia. Hoy en día
versas esferas de la vida social, acentúa y generaliza la enajenación de -o definitivamente, quién sabe- su espíritu religioso se libró de la pri-
unos y otros, también en el ámbito universal. Lo que ya era un dile- sión. El capitalismo vencedor, apoyado en una base mecánica, no ca-
ma evidente en el siglo xrx, se acentúa en el xx y promete profiindi- rece ya de abrigo. [. ..] Nadie sabe aún a quién tocará en el futuro vi-
zarse en el próximo. La marcha de la racionalización camina a la par vir en esa prisión, o si, al final de ese tremendo desarrollo, no surgirán
con la enajenación, y se determinarán una y otra recíprocamente. profetas enteramente nuevos, o iin vigoroso renacimiento de viejos
El predominio de la razón instrumental, técnica o pragmática se ge- pensamientos e ideas, o aun si ninguno de ambos, surja la eventuali-

"KKn Marx, Mi.vrrn'c~(hl ( ,jilo.s(!F~c.


~ lir!.sj~uevtnn l ( ~
,/ilo.sofi rln l ( ~mism'n (1s I'wudhnn, " R ~ r Marx,
l "Discurso pronunciado na €esta de ai~iversáriod o People's Paper", el
México, Siglo XXI, 102. ed., 1987, p. 21. dí- 14 de abril de 1856, segíin K. Marx y F. Engels, 'f>xLo.c,3 vols., Sáo Patilo, Edicóes
Socinis, 1977, vol. 3, pp. 298-299.
156 MODEKNIDAD-MUNDO MODEKNIDAD-MUNDO 157

dad de una petrificación mecanizada caracterizada por esta convulsi- ser 'el tiempo y el lugar cierto para todo'. Parte de la inseguridad que
va especie de autoj~stificación.~ asuela al capitalismo como formación social viene de esa inestabilidad
La racionalización que prioriza tiempo, ritmo, velocidad y producti- de los principios espaciales y temporales en torno de los cuales la vida
vidad produce la subordinación del individuo a la máquina, al sistema, social podría ser organizada (cuando no ritualizada como es habitual
a las estructuras de dominación y apropiación prevalecientes, lo qiie en las sociedades tradicionales). Durante fases de intercambio máximo,
promueve su enajenación. Más de una vez, el creador es llevado a su- las bases espaciales y temporales de reproducción del orden social es-
bordinarse a la criatura. 'Ya no se pregunta por qué ni de qiié manera tán sujetas a la disrupción más severa."'"
se llegó a aparatos precisamente regulados que miden el tiempo en En el ámbito de la sociedad global se manifiestan otras posibilicla-
días, lloras y segundos, y al correspondiente modelo de aiitodisciplina des de realización e imaginación de los ritmos y ciclos de la vida so-
individual implícito en el saber qué hora es. Comprender las relaciones cial. Se alteran las regularidades y recurrencias de la historia, así co-
entre la estructura de la sociedad, que posee una imprescindible e ine- mo siis condiciones de fracturas y rupturas. La larga duración puede
vitable red de determinaciones temporales, y la estriictura de una per- revelarse en toda su amplitud, de la misma manera que el instante
sonalidad, qiie tiene iina finísima sensibilidad y disciplina del tiempo, puede adquirir su universalidad. Cuando se globaliza el mundo,
no constituye para los miembros de tal sociedad ningún problema gra- cuando la máquina del mundo pasa a funcionar en su globalidad, la
ve. Experimentan, en to@ su crudeza, la presión del tiempo horario de marcha de las cosas, gentes e ideas, provincias y naciones, culturas y
cada día; y en mayor grado -conforme va creciendo- la presión de los civilizaciones, adquiere otras realidades, diferentes posibilidades. Se
años del calendario. Y esto, convertido en segunda naturaleza, parece puede pensar todo de nuevo: la larga y la corta duración, el instante
un destino que todos deben asumir."24 y lo fugaz, el ciclo y la era, la regularidad y la recurrencia, la continiii-
En este contexto se producen, instituyen, desarrollan, transforman dad y la ruptura, la diversidad y la contradicción, el pasado y el pre-
o declinan las más diversas formas sociales del tiempo: biográfico, ge- sente, lo próximo y lo remoto, la racionalización y la enajenación, el
nealógico, histórico, mítico, dramático, épico, cronológico, mecánico, individuo y la humanidad.
eléctrico, electrónico. Corresponden a distintas formas de organiza-
ción social de la vida y el trabajo, distintos niveles de organización téc-
nica del proceso productivo, diversas estructuras de apropiación y do-
minación. En este sentido, algunos signos son emblemáticos. A lo largo
de los tiempos, el significado de time is money es instituido, modificado,
dinamizado, generalizado, priorizado o universalizado. Incliiso piiede
tensionai; desorganizar o romper formas de sociabilidad, modos de ser.
Es siempre inestable, o hasta precaria, la racionalidad instituida por las
reglas del mercado, por la dinámica del capital, aiin cuando sea articii-
lada por la sofisticación sistemática electrónica telemática. "Tanto el
tiempo como el espacio son definidos por intermedio de la organiza-
ción de prácticas sociales fundamentales para la prod~icciónde mer-
cancías. Pero la fuerza dinámica de la acumulación (y superacumula-
ción) del capital, aliada a las condiciones de la luclia. social, vuelve las
relaciones ines~ables.En consecuencia, nadie sabe bien cuáles pueden

23 Max Weber, A iLic:(r /urolcvlnnlu e o I!.Y/J~&J (Lo cr~/~ilnlismo,


Sáo Paulo, Pioneira Editor;,,
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