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El funcionamiento de la máquina humana:

El ser humano se diferencia del resto de seres orgánicos porque está


creado para ser auto-evolucionante. Esa es su finalidad específica dentro
del cómputo general de la vida. Por lo demás, y de no emprender dicha
evolución, el ser humano es idéntico, e incluso generalmente está menos
desarrollado que el resto de seres vivos (Ouspensky).

La ley de tres y la ley de siete se aplican exactamente igual al


funcionamiento del hombre (Gurdjieff lo llama la “máquina humana” para
adaptarse al mecanicismo, doctrina científica profundamente dominante a
principios del siglo XX). Estudiar al hombre es, en ese sentido, igual que
estudiar el Universo.

Como hemos visto, el ser humano, como vida orgánica, se halla bajo las
influencias inferiores de la Luna y bajo las influencias de los planetas y del
Sol, pero generalmente actuamos guiados por las influencias lunares, que
son mecánicas: ese es el largo sueño humano. Por tanto, el desarrollo del ser
consiste, fundamentalmente, en liberarse de dichas influencias inferiores y
abrirse a las superiores. Nuestra posición en el Universo es realmente mala,
pero Gurdjieff señala que podría ser peor: en la Luna ni siquiera hay
posibilidad de desarrollo: todo es mecánico. Cuando se comprende la enorme
cantidad de leyes a las que estamos sometidos, “cuando se comprende que
se está en prisión, lo único que uno puede pensar seriamente es cómo
escapar”.

Al abrirnos a una influencia superior, nos liberamos de las leyes de la


influencia inferior, que siempre son más. Como ejemplo de las leyes que
afectan al ser humano (las 96 de la Luna, las 48 de la Tierra, las 24 de los
planetas…), tenemos las leyes físicas y químicas que no podemos en principio
vulnerar (temperatura, humedad, composición del aire, tipos de comida
digeribles…), pero también hay otras leyes que pueden ser superadas en el
camino de desarrollo, por ejemplo: la ley de la ignorancia (no nos
conocemos), de la identificación, de la mecanicidad… Una persona enferma
está bajo más leyes que una sana (tiene que obedecer a su médico o ir al
hospital y estar bajo su reglamento). Para librarse de una ley, es preciso
conocerla, y una vez nos libramos de ella, aparecerá otra, y otra, y otra. El
único modo de librarse de una ley es ponerse bajo otra ley procedente de
una influencia superior. Como se puede observar, el concepto de ley es algo
que engloba todo cuanto nos limita.

Y ahora, por fin, sobre la forma de liberarse de dichas leyes.

La máquina humana funciona en tres niveles consumiendo comida, aire e


impresiones. Todas estas materias son hidrógenos. Los distintos estados de
la materia/energía son fruto de las leyes a que está sometido dicho
hidrógeno. Así, por ejemplo, el H768 representa toda la comida que
comemos, el H384 es el agua, el H192, más sutil, el aire que respiramos y los
H48, H24, H12 y H6 representan las diferentes calidades de impresiones
que recibimos (las impresiones también son materia). Otros hidrógenos no
nos sirven, como el H96 (fuego). Los hidrógenos que provienen de planos
inferiores, están sometidos a más leyes, y viceversa, siendo el alimento más
sutil que el ser humano puede llegar a obtener el H6, procedente de la
galaxia. Dichos hidrógenos sutiles no pueden ser medidos por la ciencia;
ésta puede únicamente medir sus efectos psicológicos, el rastro que dejan
al pasar. Por lo demás, no conoce nada más allá del H48.

El hombre puede considerarse como una fábrica química que recibe materia
prima de afuera y la transforma en otros materiales de calidad más fina.
Las tres clases de material que obtiene son comida (H768), aire (H192) e
impresiones (H48, H24, H12 y H6), estas últimas dependiendo del grado de
apertura de la conciencia del ser particular: si es burdo, todas sus
impresiones son H48: que son las incoloras impresiones corrientes, sin
carácter alguno. La comida se recibe en la parte baja del organismo, el aire
en la media y las impresiones en la alta (los tres niveles de la fábrica
humana).

A partir de estas clases de material, el organismo produce todas las


materias necesarias para el trabajo de los centros, pero también las gasta
todas. El desarrollo del hombre, consecuentemente, depende de la
capacidad de almacenaje de las materias superiores producidas por su
máquina. Cada uno de los tipos de alimento tiene su propia octava
ascendente durante la cual se va refinando: la octava del alimento, la octava
del aire y la octava de las impresiones.
La comida entra por el piso superior (boca) y pasa a la planta baja como
Oxígeno 768 (fuerza pasiva, material). Allí se encuentra con cierto Carbono
192 y se convierte en Nitrógeno 384 (vemos cómo la tríada sigue el mismo
patrón que en el Universo). A su vez, dicho Nitrógeno 384, actuando como
Oxígeno 384, se encuentra con un Carbono 96, y se transforma en
Nitrógeno 192. Son las tríadas de una octava ascendente: dichos procesos
representan las notas do, re, mi.

Hasta cierto punto la ciencia puede observar éste funcionamiento: Así,


cuando el alimento entra en la boca, se encuentra con varias clases
diferentes de saliva y se mezcla con ellas en el proceso de masticación;
luego pasa dentro del estómago y es trabajado por los jugos gástricos, que
desintegran azúcares, proteínas y grasas. De ahí va a los intestinos y se
encuentra con la bilis, los jugos pancreáticos e intestinal es, que lo
transforman en los elementos más pequeños. Éstos atraviesan la pared del
intestino dentro de la sangre venosa, que es llevada hasta el hígado, donde
se encuentra con otras sustancias que la cambian químicamente. De ahí
vuelve a la sangre y va al corazón, donde entra en juego la oxigenación de la
sangre (octava del aire) y permite a dicha sustancia superar el intervalo de
su propia octava. De esta forma, la sangre venosa es mi 192 y la sangre
arterial es fa 96 (se ha producido un choque que supera el intervalo entre
mi y fa).

De esta forma, las tres octavas se van ayudando mutuamente a superar los
intervalos, y el proceso de refinamiento de sustancias en un ser humano es
como se muestra en el siguiente cuadro:

Impresiones: do48,

Aire: do192, re96, mi48.

Alimentos: do768, re386, mi192, I fa96, sol48, la24, si12.

I corresponde al choque inconsciente que la octava del aire le da a la de los


alimentos para que continúe evolucionando.
El problema es que la octava de las impresiones, por si misma, no va más allá
de las impresiones do 48 que entran, porque en su lugar de entrada no hay
Carbono 12 que las ayude. Así, do 48 no se transforma y las tres octavas se
detienen. La octava del aire, por su parte, sólo llega hasta mi 48 y allí se
detiene. La octava de los alimentos alcanza si 12 debido, como se ha dicho, a
la intervención de las sustancias del aire (re 96). Este es el estado
productivo de la máquina humana en condiciones normales.

Y aquí viene la posibilidad de desarrollo humano, que tiene que ver con dos
choques conscientes. El primero de ellos hay que darlo en do 48; se trata de
traer al punto de entrada de las impresiones el Carbono 12 necesario, que
está en nuestro organismo pero lejos. Ello se consigue mediante el recuerdo
de sí mismo, la observación, la no identificación... Lo que se busca es un
estado emocional de consciencia. Recordándose uno mismo en su propia
esencia, el Carbono 12 sube hasta la planta superior y se mezcla con las
impresiones para generar estados emocionales más sutiles: re 24 y mi 12.
Por ejemplo, con ayuda de la risa, muchas impresiones 48 pueden
transformarse en 24, las impresiones elevadas solo pueden generarse desde
el centro emocional, jamás desde el motor o el intelectual. Se trata de
lograr una existencia emocional sutil, que posibilita que la octava del aire
reciba un choque adicional (mi 12 de las impresiones ayuda a mi 48 del aire a
transformarse en fa 24) y sea capaz de desarrollarse incluso hasta la 6 (la
materia 6 es el máximo refinamiento posible por la máquina humana).

Impresiones: do48, C re24, mi12.

Aire: do192, re96, mi48, I fa24, sol12, la6.

Alimentos: do768, re386, mi192, I fa96, sol48, la24, si12.

Un segundo choque consciente puede ser dado en mi 12 de las impresiones y


si 12 de los alimentos. Mi 12 son las emociones corrientes con ciertos
grados de intensidad. Sin embargo, las emociones fuertes habituales del ser
humano son todas emociones negativas, y son re 24. El segundo choque
consciente tiene que ver con el trabajo sobre las emociones negativas y su
conversión en positivas. Esto solo es posible tras un largo trabajo, cuando
se puede estar consciente de uno mismo durante largo tiempo y cuando el
centro emocional superior ha comenzado a trabajar. Entonces, el
funcionamiento de la máquina humana en un ser completamente desarrollado
es como sigue:

Impresiones: do48, C re24, mi12, C fa6.

Aire: do192, re96, mi48, I fa24, sol12, la6.

Alimentos: do768, re386, mi192, I fa96, sol48, la24, si12. C do6.

Puede verse claramente que éste sistema describe la Alquimia interior del
ser humano: la transmutación de los metales bajos en metales preciosos
(materia 6, correspondiente a las influencias de la galaxia).

De manera que la búsqueda de la piedra filosofal nunca estuvo fuera del


propio ser humano.

Para quien quiera más:

- Ouspensky, Piotr D. El Cuarto Camino.

"A further study of the analogy between man and the universe is possible only after an
exact study of the human machine and after the respective 'places' of each of the
'hydrogens' in our organism has been established exactly. This means that to proceed
with any further study we must find the exact purpose of each 'hydrogen,' that is to say,
each 'hydrogen' must be defined chemically, psychologically, physiologically, and
anatomically, in other words, its functions, its place in the human organism, and, if
possible, 'the peculiar sensations connected with it must be defined'."

Posted by tDan chirica

Un estudio posterior de la analogía entre el hombre y el universo es posible solo


después de un estudio exacto de la maquina humana y después de que los respectivos
lugares de cada uno de los hidrógenos en nuestro organismo hayan sido establecidos
con exactitud. Esto significa que para proseguir con el estudio debemos encontrar el
propósito exacto de cada hidrogeno esto es cada hidrogeno debe ser definido
químicamente, psicológicamente, fisiológicamente y anatómicamente, en otras palabras,
sus funciones, su lugar en el organismo humano y si es posible las sensaciones
peculiares conectadas a estos deben ser definidas.

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