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Este documento presenta 7 fundamentos para enfrentar la Guerra Espiritual contra Satanás y sus huestes: 1) Las dimensiones física y espiritual están enfrentadas, 2) Estamos involucrados en una guerra invisible, 3) Hay que reconocer que el enemigo es hábil, 4) De dónde viene Satanás y cómo surgió su rebelión, 5) Estamos en guerra permanente contra las fuerzas del mal, 6) Hay poder en el Nombre de Jesús para someter al mundo demoníaco, 7) La Biblia provee un sólido fundamento para
Este documento presenta 7 fundamentos para enfrentar la Guerra Espiritual contra Satanás y sus huestes: 1) Las dimensiones física y espiritual están enfrentadas, 2) Estamos involucrados en una guerra invisible, 3) Hay que reconocer que el enemigo es hábil, 4) De dónde viene Satanás y cómo surgió su rebelión, 5) Estamos en guerra permanente contra las fuerzas del mal, 6) Hay poder en el Nombre de Jesús para someter al mundo demoníaco, 7) La Biblia provee un sólido fundamento para
Este documento presenta 7 fundamentos para enfrentar la Guerra Espiritual contra Satanás y sus huestes: 1) Las dimensiones física y espiritual están enfrentadas, 2) Estamos involucrados en una guerra invisible, 3) Hay que reconocer que el enemigo es hábil, 4) De dónde viene Satanás y cómo surgió su rebelión, 5) Estamos en guerra permanente contra las fuerzas del mal, 6) Hay poder en el Nombre de Jesús para someter al mundo demoníaco, 7) La Biblia provee un sólido fundamento para
Nuestro adversario Satans y sus huestes, no duermen, maquinan
permanentemente cmo destruirnos. No olvide que somos la obra querida de Dios. !mo enfrentar los ataques" !uando se desin# una de las $omas de su auto, %icardo pens que era un simple accidente. &'a(ana la repon$o. Simplemente voy al hipermercado y compro un nuevo neumtico), murmur mientras cambiaba la llanta. El se$undo incidente ocurri poco despu*s. Su beb* de siete meses e+periment una ,ebre muy alta. -os m*dicos lo in$resaron a una sala especial y lo sometieron a observacin, en el hospital. no pod/an e+plicar qu* tipo de afeccin era. El tercer incidente que le hi0o tomar conciencia del asunto en el que estaba inmerso, fue un cobro inadmisible e il$ico por la hipoteca de la casa. 1parec/a como atrasado en una cuota mensual. 1un cuando llev la documentacin de soporte por el pa$o reali0ado, no quisieron ayudarle en el proceso de reclamacin. 2asaron varias semanas antes que se aclarara el asunto. !omprendi, como si instantneamente se corriera un velo, que deb/a librar una batalla contra Satans y sus huestes quienes3sin duda3le estaban poniendo di,cultades. 2ele en oracin, convencido y en su condicin de soldado de 4esucristo, que ten/a ase$urada la victoria. S/, reconoci, estaba involucrado en la Guerra Espiritual, y tambi*n, que *l era un $anador. Estamos en $uerra permanente El mundo oculto es real. -o $obiernan Satans y sus huestes. 5sted est inmerso en una batalla contra las fuer0as del bien, confrontacin que se desencadena en la dimensin espiritual y que a su ve0 e6erce una poderosa in#uencia en la esfera f/sica o natural. En cierta ocasin el Se(or 4es7s envi a setenta de sus inmediatos colaboradores a predicar las 8uenas Nuevas. &-os setenta y dos disc/pulos que 4es7s hab/a enviado re$resaron muy contentos, y le di6eron9::;Se(or, hasta los demonios nos obedecen cuando los reprendemos en tu nombre<::. 4es7s les di6o9::=o vi. que Satans ca/a del cielo como un rayo. =o les he dado poder para que ni las serpientes ni los escorpiones les ha$an da(o, y para que derroten a Satans, su enemi$o. Sin embar$o, no se ale$ren de que los malos esp/ritus los obede0can. 1l*$rense ms bien de que sus nombres est*n escritos en el cielo::.)>-ucas ?@9?7:A@, Braduccin en -en$ua6e 1ctualC El pasa6e revela que hay poder en el Nombre del Se(or 4es7s para los creyentes. El mundo demon/aco se somete. -i$ado a este hecho, aprendemos que Satans est en constante $uerra contra los hi6os de Dios, y en tercer lu$ar, observamos que en todo momento debemos e6ercer la autoridad que !risto nos dele$. ;Benemos ase$urada la victoria< Dundamentos b/blicos de la Guerra Espiritual Eay su,ciente fundamento b/blico para ase$urar que la Guerra Espiritual es real. 1un cuando no lo querr/amos, usted y yo estamos inmersos en la confrontacin espiritual. 5n catedrtico universitario refut al$unos de mis art/culos sobre estos temas cuando di6o9 &No puedo concebir que crea en esos incidentes que parecen fruto de la mente prol/,ca de un escritor). Desestim la e+istencia de Satans y de sus huestes. ;Bremendo error< Fl es muy real -a ciencia misma ha tenido que admitir la concurrencia de casos que no tienen relacin con esqui0ofrenia o cualquier patolo$/a relacionada con un trastorno mental. &Desde la perspectiva cient/,co no hay e+plicacin para muchos fenmenos, pero es evidente que e+isten), admiti un ami$o siclo$o con quien hablbamos sobre la liberacin de personas ba6o posesin satnica. = en medio del sinn7mero de opiniones encontradas alrededor de la e+istencia del mundo sobrenatural de maldad, reviste particular revisar las Escrituras para descubrir re$istros acerca de qu* es, cmo operan y de qu* manera los cristianos confrontamos las fuer0as satnicas. En esa direccin, comparto con usted siete verdades bsicas sobre la Guerra Espiritual. ?. -as dimensiones f/sica y espiritual estn enfrentadas Dominadas por la inquietud de conocer mucho ms acerca del mundo sobrenatural de maldad, in,nidad de hombres y mu6eres acuden diariamente a diversas estrate$ias. 5n buen n7mero terminan inmersas en el ocultismo, abriendo puertas a Satans. En cierta ocasin la ciudad de Samaria, donde se encontraba el profeta Eliseo, fue sitiada por tropas de 8en Eadad, rey de Siria. -a situacin se torn $rave. Escasearon los alimentos. Ginieron el hambre y la sed sobre decenas de hombres y mu6eres que sucumbieron al temor y a la desesperacin. &1l d/a si$uiente, cuando el criado del profeta se levant temprano y sali al e+terior, vio las tropas, los caballos y los carros por toda la ciudad. ::;Eay, se(or m/o< Hu* haremos ahora"3e+clam ante Eliseo. INo ten$as miedo3 le di6o Eliseo::. Son ms los que estn cono nosotros que los que estn con ellos::. Entonces Eliseo or9 &Se(or, brele los o6os a mi criado para que vea.) = el SEJK% le abri los o6os al criado y *ste vio que estaban rodeados de caballos y carros de fue$o. ;No estaban solos en la monta(a<. !uando los sirios comen0aron a acercarse, Eliseo or9 &Se(or, ha0 que queden cie$os.) = as/ fue.)>A %eyes L9?M:?N, Nueva 8iblia al D/aC ;-os e6*rcitos de Dios pelean por nosotros< 5sted y yo no estamos solos en medio de la batalla y, adems, tenemos ase$urada la victoria. Estamos en medio de muna confrontacin sin precedentes. No lo pon$a en duda. El apstol 2ablo alert9 &G/stanse de toda la armadura que Dios les ha dado para que puedan hacer frente a los en$a(os astutos del diablo, porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra los poderes, las autoridades y los $obernantes de este mundo de tinieblas. o sea, que luchamos contra los esp/ritus mali$nos que act7an en el cielo.)>Efesios L9??, ?A, Nueva 8iblia al D/aC Si bien es cierto no la vemos, la $uerra en los aires est latente, ahora, all/ mismo donde usted se encuentra. El %eino de Dios enfrenta el mundo de las tinieblas y nosotros estamos llamados3en nuestra condicin de cristianos3 a asumir el papel prota$nico en esta confrontacin permanente, como potenciales $uerreros espirituales que somos. A. Estamos involucrados en una $uerra invisible &El que est quiero se de6a quiero), me di6o un l/der cristiano despu*s de leer al$unos de mis art/culos9 &No comprendo por qu* usted se empecina en andar alborotando al demonio a toda hora. ;D*6elo quieto<). 1unque *l se resista a creerlo, Satans y sus huestes e6ercen dominio de maldad sobre la creacin $racias al pecado del $*nero humano, como e+plic el apstol 2ablo9 &Si al$unos no entienden nuestro evan$elio, son aquellos que estn perdidos, pues el dios de este mundo los ha ce$ado y no pueden contemplar la $loriosa lu0 de la buena noticia acerca de !risto que brilla ante ellosO)>A !orintios P9Q, P. Nueva 8iblia al D/aC Easta tanto hombres y mu6eres vuelvan su mirad a !risto y se rindan ante Fl, Satans y sus huestes tendrn &derecho le$al) para se$uir $obernando al mundo. !mo enfrentamos los ataques del mundo de las tinieblas" !on oracin, como ense(a la 8iblia9 &Si, es cierto, vivimos en este mundo, pero nunca actuamos como el mundo para $anar nuestras batallas. 2ara destruir las fortale0as del mal, no empleados armas humanas, sino armas del poder de Dios. 1s/ podemos destruir la altive0 de cualquier ar$umento y cualquier muralla que pretenda interponerse para que el hombre cono0ca a Dios.)>A !orintios ?@9Q:M, Nueva 8iblia al D/aC Se da cuenta" Estamos en medio de una batalla real y no podemos quedarnos impasibles. por el contrario, estamos llamados a librar las batallas en oracin. Q. Eay que reconocer que el enemi$o es hbil Es cierto que nuestro adversario tiene serias limitaciones. sin embar$o, tiene poder. %ecuerde. se lo otor$a al $*nero humano mediante el pecado. 2orque sabe que a7n tiene la capacidad de $enerar problemas e6erciendo in#uencia sobre el mundo f/sico desde la dimensin espiritual, nos asecha, como advirti el apstol 2edro9 &Ben$an cuidado y est*n siempre alertas, pues su enemi$o el diablo, anda como len ru$iente buscando a quien devorar. %esistan sus ataques manteni*ndose ,rmes en la feO)>? 2edro M9N, R. Nueva 8iblia al D/aC El enemi$o espiritual no se queda quiero. Braba6a veinticuatro horas, siete d/as, todo el a(o. No podemos descuidarnos ni un solo minuto. Es necesario que libremos las batallas en oracin >!f. ? Besalonicenses M9?7. G*nesis Q9?. ? !rnicas A?9?. 'ateo P9?:??. -ucas ??9?N. 1pocalipsis ?A9RC P. De dnde viene Satans" De dnde sur$i Satans" 1caso emer$i por $eneracin espontnea";2or supuesto que no< Fl estuvo con Dios como parte de su e6*rcito >!f. E0equiel AN9?P:?RC El or$ullo lo llev a rebelarse contra el Se(or y se convirti en opositor y acusador >!f. 4ob ?9LC 1l ser desalo6ado de la presencia de Dios por su rebeld/a &!on la cola arrastr tras s/ una tercera parte de las estrellas y las arro6 sobre la tierraO) >1pocalipsis ?A9 P a. Nueva 8iblia al D/aC. Bras *l se fueron n$eles que menospreciaron su condicin e i$ualmente se rebelaron. Huienes batallamos en el poder de 4esucristo tenemos ase$urada la victoria en la $uerra Desde entonces libra ataques persistentes contra el pueblo de Dios. Sin embar$o, por la obra del Se(or 4es7s, est vencido. El ,n del diablo es la destruccin, como lo ense( el amado Salvador9 &Entonces se volver* a los de la i0quierda y les dir9 &1l*6ense de mi, malditos, al fue$o eterno preparado para el diablo y sus demoniosO) >'ateo AM9P?, Nueva 8iblia al D/aC. El apstol 4uan, por su parte, describe que en el ,nal de los tiempos, el 1dversario ser literalmente destruido9 &Se libr entonces una $ran batalla en el cielo. 'i$uel y los n$eles que estaban ba6o su mundo pelearon contra el dra$n y sus huestes de n$eles. Estos 7ltimos, una ve0 vencidos, fueron e+pulsados del cielo. ;1quel $ran dra$n, que no es otro sino la serpiente anti$ua que se llama diablo o Satans, y en$a(a a todo el mundo, que fue arro6ado a la tierra 6unto a la totalidad de su e6*rcito<)>1pocalipsis ?A97:R, Nueva 8iblia al D/aC Nuestro 1dversario procura que el $*nero humano cai$a en pecado. No podemos permitirlo. Siempre hay que estar alerta. M. Hu* produ6o la ca/da de Satans" Satans siempre fue malo" Sin duda que no. Fl fue creado por Dios y estuvo en el estado an$elical con un alto nivel de perfeccin, como leemos en la 8iblia9 &Odile que el SEJK% dice9 ;B7 eras la perfeccin de sabidur/a y hermosura< Estabas en el Ed*n, el 6ard/n de Dios, tu vestimenta estaba adornada con toda piedra preciosa9 rub/, topacio, diamante, crislito, nice, 6aspe, 0a,ro, carbunclo y esmeralda, todas en$astadas en el oro ms ,no. Ello te fue dado el d/a que fuiste creadoO Bu $ran rique0a te llen de inquietud interior y empe0aste a cometer falta tras falta. 2or tanto yo te ech* del momento de Dios como a un infractor cualquiera. ;=o te desalo6*, oh querub/n protector, de ese lu$ar privile$iado donde habitabas<.)>E0equiel AN9?A, ?Q, Nueva 8iblia al D/aC ;Nuestro 1dversario espiritual es real< Su condicin de criatura revestida de poder, pone en evidencia que si$ue utili0ando condiciones especiales para causar da(o el $*nero humano. Satans y sus huestes estn condenados a la muerte eterna, como describe el autor sa$rado9 &= a los n$eles que abandonaron el lu$ar de autoridad que Dios les hab/a dado, ahora Dios los mantiene encadenados en prisiones de oscuridad en espera del $ran d/a del 6uicio.)>4udas L, Nueva 8iblia al D/aC Su $ran error9 rebelarse. su destino por la eternidad9 la desaparicin absoluta y total. L. %espetamos el poder de las tinieblas, pero sin temerle -as serpientes en el campo se confunden con facilidad. 2asan desapercibidas. sin embar$o, atacan certeramente si invadimos su territorio. 'erced a que el ataque es sorpresivo, resulta e,ca0. S$ual Satans, con la diferencia que siempre3absolutamente siempre3 procura nuestra destruccin. Fl no desaprovecha oportunidad ya que3como anota el apstol 2ablo::9 &O ya conocemos sus malas intenciones.)>A !orintios A9??, Nueva 8iblia al D/aC No obstante, Satans y sus huestes ya estn vencidos >!olosenses A9?Q:?M. 4uan ?A9Q?C. Desaparecer por siempre 6ams, en la muerte eterna >1pocalipsis ?A9R. 'ateo AM9P?C. -a ra0n" &Dios no perdon a los n$eles que pecaron, sino que los arro6 al in,erno y los de6 encadenados en prisiones de oscuridad hasta el d/a del 6uicio.)>A 2edro A9P, Nueva 8iblia al D/aC 1unque *l se ha declarado abiertamente nuestro enemi$o, en el tiempo eterno de Dios no slo est condenado sino tambi*n, 6u0$ado. 7. Benemos ase$urada la victoria en la Guerra Espiritual Gracias a la obra poderosa del Se(or 4es7s en la cru0, usted y yo somos vencedores. El apstol 4uan ense( que9 &;Nadie podr 6ams vencer en esta lucha sin creer que 4es7s es el Ei6o de Dios<<>? 4uan M9M, Nueva 8iblia al D/aC. Bambi*n releva que usted y yo somos &O de Dios y han $anado ya la primera batalla contra los enemi$os de !risto, porque hay al$uien en el cora0n de ustedes que es ms fuerte que cualquier falso maestro de este perverso mundo.)? 4uan P9P, Nueva 8iblia al D/aC 4ams lo olvide9 usted y yo somos vencedores por la &san$re del cordero.)>!f. 1pocalipsis ?A9??, Nueva 8iblia al D/aC Huien tiene que salir huyendo en medio de la Guerra Espiritual es el diablo y no usted o yo. 1s/ lo ense(an las Escrituras9 &2or eso, obede0can a Dios. 2n$anle resistencia al diablo y *l huir de ustedes.)>Santia$o P97, Nueva 8iblia al D/aC 5sted y yo fuimos concebidos por Dios para ser $anadores. Satans procura salirnos al paso para poner tropie0o, pero estn vencidos. 5sted y yo por el contrario tenemos ase$urada de antemano la victoria. 4es7s nos hi0o vencedores. S/, es cierto, estamos en medio de la $uerra. 1hora nos corresponde batallar, como soldados de !risto y no podemos eludir ese papel prota$nico. =a tom la decisin ms importante" -a me6or decisin que todo ser humano debe hacer, es recibir a 4esucristo como Se(or y Salvador. Es una decisin de la que no nos arrepentiremos 6ams. 1dems, es muy fcil. 8asta con decirle, all/ donde se encuentra9 &Se(or 4es7s, recono0co mi pecado y $racias a tu muerte en la cru0, tra6iste perdn a mi vida. Be recibo Se(or 4esucristo como mi 7nico y su,ciente Salvador. Declaro que mi vida te pertenece. Ea0 de mi la persona que t7 quieres que yo sea e inscribe mi nombre en el libro de la vida. 1m*n) ;8ienvenido a la libertad< !risto lo hace libre. En adelante, permane0ca prendido de la mano de 4esucristo. 1hora ten$o tres recomendaciones para usted. -a primera, hacer de la oracin un principio de vida diario. el se$undo, lea la 8iblia. 1prender principios maravillosos para su crecimiento personal y espiritual, y por 7ltimo, comience a con$re$arse en una i$lesia cristiana. ;Su vida 6ams ser la misma<