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Este documento resume las teorías de Freud sobre la sexualidad y su desarrollo. Freud creía que las primeras experiencias sexuales dejan profundas huellas y determinan el desarrollo sexual posterior. Explicó que la sexualidad se configura a través de tres etapas: la lactancia, la práctica sexual alrededor de los 4 años, y la masturbación en la pubertad. También propuso que las "seducciones originarias" en la infancia son determinantes en la configuración de la sexualidad, aunque luego reconsideró esta teoría. El
Este documento resume las teorías de Freud sobre la sexualidad y su desarrollo. Freud creía que las primeras experiencias sexuales dejan profundas huellas y determinan el desarrollo sexual posterior. Explicó que la sexualidad se configura a través de tres etapas: la lactancia, la práctica sexual alrededor de los 4 años, y la masturbación en la pubertad. También propuso que las "seducciones originarias" en la infancia son determinantes en la configuración de la sexualidad, aunque luego reconsideró esta teoría. El
Este documento resume las teorías de Freud sobre la sexualidad y su desarrollo. Freud creía que las primeras experiencias sexuales dejan profundas huellas y determinan el desarrollo sexual posterior. Explicó que la sexualidad se configura a través de tres etapas: la lactancia, la práctica sexual alrededor de los 4 años, y la masturbación en la pubertad. También propuso que las "seducciones originarias" en la infancia son determinantes en la configuración de la sexualidad, aunque luego reconsideró esta teoría. El
Psicoanlisis y Sexualidad: Los avatares de Freud y sus huellas sobre los Queerpos Sexuados
Por Nelson Ruiz - Publicado en Agosto 2011
Introduccin Freud en 1905, en su obra Tres Ensayos sobre una Teora sexual, seal cmo las primeras impresiones sexuales de nuestro desarrollo, dejan las ms profundas huellas en nuestra vida anmica y pasan a ser determinantes de nuestro desarrollo sexual posterior, y que la desaparicin real de tales impresiones infantiles obedece a un mero apartamiento de la conciencia (represin). Esta suerte de amnesia de vivencias sexuales infantiles, conduce al hombre a esforzarse por dilucidar el misterio de su sexualidad, recurriendo a intuiciones y conocimientos preconceptuales para intentar darle sentido a su experiencia sexual subjetiva (Jaida, 2001). Este ensayo pretende hacer una revisin del material bibliogrfico referido al tema del origen de la configuracin de la sexualidad desde una mirada psicoanaltica, y con ello promover en el lector una reflexin crtica de los postulados y axiomas propuestos por Freud para dar explicacin al modo en que se constituye la sexualidad humana. Los supuestos enunciados por Freud sin duda han sesgado la prctica e intervencin de profesionales de la Salud y de las Ciencias Sociales, y al mismo tiempo el modo que tenemos de concebir el origen, desarrollo y evolucin de nuestra sexualidad.
Sexualidad De acuerdo a la Organizacin Panamericana de la Salud (2006), el trmino sexualidad se refiere a una dimensin fundamental del ser humano, basada en el sexo, incluye al gnero, las identidades de sexo y gnero, la orientacin sexual, el erotismo, la vinculacin afectiva, el amor y la reproduccin. Se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasas, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prcticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interaccin de factores biolgicos, psicolgicos, socioeconmicos, culturales, ticos y religiosos o espirituales (Lyra, 2006). Es indudable que la sexualidad est marcada por la institucin del gnero; las propias prcticas y discursos tienen distintas connotaciones y son ejercidas diferencial e inequitativamente por los hombres y las mujeres. La sexualidad no es aceptada ni practicada de la misma manera por unos y otras y las diferencias conllevan jerarquas y valoraciones que hacen aceptables algunas acciones e inaceptables otras en tanto son hombres o mujeres quienes las ejercen (Rivas, 2004). En este sentido, el gnero a estado tradicionalmente caracterizado por una diferenciacin jerrquica, donde lo masculino es el modelo, lo dominante, mientras que lo femenino lo dominado (Sandoval, 1998). El gnero es entonces un organizador social que como la clase, la raza y la edad, interviene de manera fundamental en la constitucin de los distintos planos de la vida cultural, simblica, institucional y personal puesto que entraa relaciones significativas de poder histricamente desbalanceados entre los universos femeninos y masculinos (Scott ,1990; cp. Rivas, 2004). De este modo, como lo afirma Torres (1998), la feminidad y la masculinidad pertenecen a un orden imaginario y simblico, a las representaciones; siendo el cuerpo, un espacio representado como femenino o masculino; de acuerdo a esta autora, un sujeto es producto de una construccin imaginaria y simblica que se genera a lo largo del tiempo, por medio del proceso de subjetivizacin al cul es sometido, termina adquiriendo caractersticas asociadas a lo masculino o femenino. As, la categora gnero se refiere a una construccin cultural, social e histrica, acerca de la diferencia de los sexos. A partir de la anatoma, los seres humanos son introducidos, a travs del lenguaje y de la crianza de las figuras parentales, en un complejo sistema de deseos, expectativas y funciones que definen su ser femenino o masculino.
Psicoanlisis y Sexualidad De acuerdo a Rausseo (2006), el psicoanlisis y los estudios de gnero tienen en comn su objeto de estudio relacionado a la formacin de la sexualidad humana. El psicoanlisis por su parte, valindose de la exploracin del inconsciente y de la clnica, intenta dar cuenta de cmo las experiencias tempranas son determinantes en la estructuracin de la masculinidad y feminidad. Los estudios de gnero, a partir de mtodos de investigacin pertenecientes a las ciencias sociales, como entrevistas, pequeos grupos, entre otros, se interesan en los aspectos socio-histricos que influyen en la construccin de la identidad sexual. Ahora bien, para el psicoanlisis, no se puede pensar en la constitucin de la sexualidad sin antes tener un conocimiento claro de las relaciones que establece el sujeto con el otro a lo largo de su historia de vida. Asimismo, Freud, desde sus primeras teorizaciones, ubic en un lugar central al inconsciente para entender la sexualidad de hombres y mujeres; seal que para formar parte de una sociedad renunciamos bajo ciertas circunstancias a nuestros deseos sexuales ms primitivos; constituyendo el deseo sexual uno de los polos del conflicto psquico ms comunes observados en hombres y mujeres. El bloqueo de tales deseos sexuales se traducen mas tarde en sntomas, una serie de procesos anmicos investidos de afecto y de aspiraciones concretas que se les ha denegado el acceso a su tramitacin en una actividad susceptible de conciencia por consecuencia de la represin (Freud, 1905); los sntomas ocurren entonces cuando el deseo y el impulso sexual compiten con una desautorizacin sexual simultnea. Freud, planteo que escenas de experiencia sexual prematura, son determinantes en la configuracin de la sexualidad posterior del individuo. Propuso que los nios muy tempranamente son enfrentados pasivamente a una irrupcin de la sexualidad adulta. El nio sirve como objeto de seduccin por parte de un adulto perverso, desviante en cuanto al objeto porque es pedoflico, y en cuanto a la meta porque busca satisfacer sus necesidades con ese nio (Freud, 1905; cp, Laplanche, 1987). Estas experiencias de seduccin infantil, fue lo que denomin seduccin originaria, y explica la respuesta del nio o adolescente frente a una segunda experiencia de seduccin, donde se reactualiza el recuerdo difuso de la escena primaria, desencadenndose un trauma difcil de elaborar. Es precisamente la emocin que se genera con la reactivacin de este recuerdo lo que se reprime y desencadena luego el sntoma (Freud, 1905; cp, Laplanche, 1987). El histrico surge por consecuencia de una seduccin precoz por parte de un adulto perverso, el obsesivo por su participacin en la transgresin que parte del adulto, no obstante, la actividad encontrada en la infancia del obsesivo se esboza siempre sobre el fondo de una experiencia pasiva ms antigua. El termino narcisismo, fue introducido por Freud para dar cuenta a ese movimiento que se genera cuando el objeto (nio) se transforma en sujeto a travs de las vicisitudes pulsionales sexuales y su devenir identificatorio con el mundo (Hornstein, 2000). En el encuentro con el entorno, el nio se confronta con un adulto que le provee mensajes a los que intenta dar sentido y respuesta. Su supervivencia, depende del cuidado que proviene de la madre, quien tiene la difcil tarea de estimular su actividad pulsional y de contenerla, de ofrecerse y de rehusarse como objeto de placer. De este modo, tenemos que la configuracin de la sexualidad se establece sobre la base de ligazones entre sistemas de representaciones preexistentes, es ese juego de afectacin que se produce entre la madre y el nio, lo que sirve de base para estimular las races sexuales del beb. Freud (1905), plante que los grmenes de mociones sexuales que trae consigo el neonato presentan cambios a lo largo desarrollo; desde la fase pregenital, cuando la vida infantil es esencialmente autoertica, y las pulsiones parciales (ver, exhibir, crueldad) aspiran conseguir placer cada una por su cuenta; hasta la fase genital, cuando la consecucin del placer est al servicio de la funcin de reproduccin, y las pulsiones parciales se subordinan a una nica zona ergena, formando as una organizacin slida para el logro de la meta sexual en un objeto ajeno. Ahora bien, el deseo sexual es excntrico con respecto a la conciencia y con respecto a la autoconservacin, dicho en otras palabras, no siempre el fin del deseo sexual consiste en garantizar la conservacin de la especia humana a travs de la reproduccin sexual; esto se ve evidenciado en exteriorizaciones de la sexualidad infantil, cuando el chupeteo y el autoerotismo, no cumplen la funcin de obtener gratificacin del alimento sino la necesidad de repetir la satisfaccin sexual, al descargar la pulsin en el propio cuerpo, encontrando zonas ergenas de menor valor en comparacin a las que se conseguirn posteriormente en un objeto externo (los labios del otro por ejemplo). La meta sexual infantil y adulta consiste entonces en sustituir la sensacin proyectada sobre la zona ergena, por aquel estmulo externo que la cancele al provocar la sensacin de satisfaccin. Si bien existen zonas ergenas predestinadas (boca, ano, genitales), cualquier otro sector de la piel o de mucosa puede prestar los servicios de zona ergena. Vale acotar que para la produccin de una sensacin placentera, la cualidad y naturaleza del estimulo es ms importante que la parte del cuerpo afectada. Existen tres momentos del desarrollo de la sexualidad que dan lugar a la activacin de estas zonas ergenas, el primero, corresponde al perodo de lactancia; el segundo al florecimiento de la prctica sexual hacia el cuarto ao de vida, y el tercero, responde al onanismo (masturbacin) de la pubertad (Freud, 1905). En este punto, es importante hacer un especial detenimiento en el segundo momento de activacin de la corriente de excitacin sexual (libido). El nio luego de haber pasado por el perodo oral, donde la meta sexual era la incorporacin del objeto, y el sdico - anal, en la que la meta era apoderarse del otro o dejar ser controlado por el otro; con el resurgimiento de la actividad sexual, el varn asume que la mujer ha sido castrada, y se produce el complejo de castracin, el temor de ser burlado como sujeto. Es el miedo o temor a la castracin lo que moviliza la actividad del varn, y la envidia del pene la que moviliza la de la hembra (Freud, 1905). De este modo se desarrolla el complejo de Edipo, colocar como objeto de deseo al progenitor del sexo opuesto, y entender al del mismo sexo como rival. Es en este momento del desarrollo de la organizacin sexual, donde se fundan las bases del gnero, las identidades de gnero y la orientacin sexual de ese nio o nia. La inclinacin sexual, se deriva de procesos identificatorios que se generan entre el nio y el padre, y la nia y la madre. De este modo, se determina el objeto de deseo ertico y/o amoroso que brindar gratificacin sexual. As, dependiendo de cmo haya sido resuelto el conflicto edipico, el objeto de deseo ser del sexo opuesto (heterosexual), del mismo sexo (homosexual) o de ambos sexos (bisexual). De esta manera, vemos como desde el psicoanlisis se propone que las relaciones ergenas con la madre y el padre como lugar tercero en la organizacin edipica, permiten el acceso a la diferencia en la historia de la sexualidad del sujeto y en consecuencia, a la formacin de su identidad sexual y con ello a la prctica de su sexualidad. La teora del complejo de Edipo, si bien fue propuesta inicialmente para dar cuenta del desarrollo psicosexual del nio, constituye un eje a partir del cual se pueden comprender diferentes fenmenos socioculturales, en el sentido de que permite entender como ese Yo del sujeto se constituye en relacin con el otro (Neumann, 2007). Existe una creciente controversia entre las Ciencias Sociales y del Comportamiento Humano por determinar las fuerzas que modelan y estructuran la experiencia de la vida sexual: es la sexualidad humana un resultado de la interaccin entre lo biolgico y psicolgico?, O ms bien los sistemas culturales y sociales modelan nuestra constitucin y herencia dando lugar a una disposicin en el modo de responder del sujeto?. Con relacin a este punto Freud propuso que si bien existe una corriente de excitacin sexual que afecta a determinados rganos del cuerpo y que busca la descarga y gratificacin, existen tambin fuerzas inhibitorias que se contraponen a esa pulsin sexual, y que los grmenes de mociones sexuales que trae consigo el neonato sufren una progresiva sofocacin por consecuencia de poderes anmicos como el asco, la vergenza, la esttica y la moral, que parecen desarrollarse con relativa independencia de la educacin formal. Ahora bien, la actividad sexual viene a ser una expresin de un Yo que se construye en funcin de la realidad, el Yo del sujeto se nutre con significaciones sexuales compartidas en el imaginario social. La sexualidad, no es entonces una propiedad de individuos atomizados o aislados, sino de sujetos sociales integrados dentro de un contexto de distintas y diversas culturas sexuales preexistentes. En sntesis, el Psicoanlisis, se convirti en una Institucin que ha orientado la prctica y teorizacin de muchos profesionales, distorsionndose en algunos casos los postulados originales propuestos por el mismo Freud. Desde los aos 50 se asumi como una especie de prctica mdica con la que se intent promover la idea de la sexualidad llamada normal; la estigmatizacin del homosexual como perverso, el uso del trmino de inversin, la referencia a un desarrollo normal o anormal de la sexualidad, el olvido de la bisexualidad original a causa de teorizaciones heterocentradas, constituyen slo ejemplos de cmo se utiliz el Psicoanlisis para normalizar el funcionamiento sexual de hombres y mujeres; dejando de lado la intencin inicial de Freud de separar la pulsin sexual de cualquier determinismo natural o biolgico. En palabras de Seaz (2004), Freud no concibi las pulsiones sexuales en trminos reproductivos, como lograron institucionalizar distintos profesionales psicoanalistas conservadores (avatares) a lo largo de la historia, sino que ms bien descubri que las pulsiones sexuales pueden dirigirse a cualquier objeto, sin que su dinmica tenga nada que ver con la necesidad. El poder que le ha otorgado el Psicoanlisis a muchos profesionales de la salud (psiquiatras, psiclogos, sexlogos, etc) y de las Ciencias Sociales (Literarios, Antroplogos, Socilogos, Historiadores, etc), ha ejercido influencia sobre el modo en que suponemos debemos practicar nuestra sexualidad, invadiendo nuestra esfera privada al dictar lo que es esperado y permitido sexualmente. La importancia de distinguir sexo y gnero, no constituye una pretenciosidad intelectual, representa ms bien un esfuerzo por establecer una discontinuidad radical entre el binarismo hombre /mujer instalado en el occidente (Cuerpos sexuados) y la diversidad de gneros social y culturalmente construidos que se resisten simblica y polticamente a lo normado (Queerpos sexuados). Adems del papel que pueda ejercer eventualmente el Inconsciente sobre el repertorio sexual de hombres y mujeres, sin duda, las influencias histricas - sociales impactan de manera preponderante el modo en que interpretamos y comprendemos nuestra experiencia sexual subjetiva. Las significaciones colectivas asociadas con la sexualidad en diferentes situaciones sociales y culturales, moldean nuestro Yo a travs de procesos identificatorios con el otro. De este modo, nuestra sexualidad, identidad de gnero y orientacin sexual, estn moldeados por afectaciones que nos impactan desde muy temprano en nuestro devenir histrico como sujetos, impulsndonos hacia la vida, con un desempeo sexual integrado, coherente y no fragmentado, o hacia la muerte, con un repertorio sexual inestable e informe.
Referencias Bibliogrficas Freud, S. (1905) Tres ensayos de Teora Sexual. Vol VII. Editorial Amorrortu, Buenos Aires. Freud, S (1921) Psicologa de las masas y anlisis del yo, Obras completas, T. XVIII, Editorial Amorrortu, Buenos Freud, S (1929) El malestar en la cultura, O.C., T. XXI, Editorial Amorrortu, Buenos. Hornstein, L. (2000) Autoestima, Identidad y Alteridad. Editorial Paidos. Buenos Aires. Jaida, I (2001). Imgenes mticas de la sexualidad. Sexualidad: smbolos, imgenes y discursos. Mxico D-F. Laplanche, J (1987). Nuevos Fundamentos para el Psicoanlisis: La seduccin originaria. Amorrortu Editores, Buenos Aires. Lyra, P (2006) Campaas contra la homofobia en Argentina, Brasil, Colombia y Mxico. Organizacin Panamericana de la Salud. Recuperado en Octubre 18, 2008 en http://www.paho.org/Spanish/AD/FCH/AI/homofobia.pdf Rausseo, N (2006) Psicoanlisis y Gnero. Trabajo de investigacin no publicado de Universidad Catlica Andrs Bello. Caracas- Venezuela. Rivas, M (2004) Sexualidad, gnero y subjetividad femenina. Anuario de Investigaciones 2004. Mxico D-F. Neumann, E. (2007). Complejo de Edipo: Red Simblica de Parentesco y Conformacin del Sujeto. Ruiz, M (2001). Psicosis, sexualidad y delirio. Publicado en el libro: Sexualidad: smbolos, imgenes y discursos. Mxico D-F. Sandoval, M. (1998). El Gnero como categora diagnstica. En Torres, A. et al. (Eds.), Trpicos. Revista de Psicoanlisis. Psicoanlisis y gnero (Vol. 1, pp. 72-79). Caracas: Fondo Editorial Sociedad Psicoanaltica de Caracas. Sez, J (2004). Teora Queer y psicoanlisis. Editorial Sntesis Torres, A. (1998). La Construccin del sujeto femenino. En Torres, A. et al. (Eds.), Trpicos. Revista de Psicoanlisis. Psicoanlisis y gnero (Vol. 1, pp. 82-98). Caracas: Fondo Editorial Sociedad Psicoanaltica de Caracas.
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