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El documento resume la parábola del trigo y la cizaña en Mateo 13. Jesús explica que el campo representa el mundo, donde crecen hijos del reino sembrados por Dios y hijos del maligno sembrados por el diablo. Ambos darán fruto hasta la siega, cuando los ángeles separarán a los justos de los pecadores. El documento también analiza otros elementos como que el campo pertenece a Dios y no al diablo, y que los frutos son los que distinguen a unos de otros.
El documento resume la parábola del trigo y la cizaña en Mateo 13. Jesús explica que el campo representa el mundo, donde crecen hijos del reino sembrados por Dios y hijos del maligno sembrados por el diablo. Ambos darán fruto hasta la siega, cuando los ángeles separarán a los justos de los pecadores. El documento también analiza otros elementos como que el campo pertenece a Dios y no al diablo, y que los frutos son los que distinguen a unos de otros.
El documento resume la parábola del trigo y la cizaña en Mateo 13. Jesús explica que el campo representa el mundo, donde crecen hijos del reino sembrados por Dios y hijos del maligno sembrados por el diablo. Ambos darán fruto hasta la siega, cuando los ángeles separarán a los justos de los pecadores. El documento también analiza otros elementos como que el campo pertenece a Dios y no al diablo, y que los frutos son los que distinguen a unos de otros.
Consideremos un elemento importante en esto del campo.
Desde un principio Jess deja claro a quin pertenece el
campo: El reino de los cielos es como un hombre que sembr semilla EN SU campo (Vr. 24; el resaltado es nuestro). Cuando Jess da la interpretacin de la parbola, seala en el vr. 41: El Hijo del Hombre enviar a sus ngeles, y arrancarn DE SU reino a todos los que pecan y hacen pecar. El mundo no es de pertenencia del diablo, sino del Labrador divino. Los que sern arrojados son los hijos del maligno (vr.42), pero los justos brillarn en el reino de su Padre como el sol. El labrador mismo siembra en su propio campo. La siega la recogen los segadores. La parbola hace una distincin entre los siervos del labrador (vr.27) y los segadores (vr. 30). Los segundos se encargan de recoger la cosecha. Una cosecha sembrada por el labrador, y cosechada por los segadores. Eso nos recuerda cuando Jess, despus del episodio con la mujer samaritana, le dice a sus discpulos: No dicen ustedes: "Todava faltan cuatro meses para la cosecha" ? Yo les digo: Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha est madura (Juan 4.35). Jess es el sembrador por excelencia, en este caso del evangelio de Juan, nosotros sus seguidores somos los que recogemos la cosecha. En el caso de la parbola del trigo y la cizaa, los que recogern la cosecha son los ngeles.
Rolando Soto M. Podran terminar la reunin del Grupo de Vida, dialogando en torno a la siguiente pregunta: Cul es la cosecha que s nos corresponde hacer como servidores del Reino de Dios, y cul es la cosecha que slo Dios podr hacer?
La Iglesia en tu Casa Serie: El Reino de Dios: un poder transformador
ESTUDIO 10 El reino de Dios: EL TRIGO Y LA CIZAA Mateo 13. 24-30, 36-43
Para iniciar
Introduccin Pocas veces Jess cont alguna parbola que l luego explicara su significado. Esta parbola es uno de esos casos donde el Maestro compara el reino de los cielos con la accin de un hombre que sembr una buena semilla en su campo, y luego su enemigo le sembr mala hierba. Es la parbola conocida como la del trigo y la cizaa. Quizs usted, a estas alturas de los estudios, se pregunta por qu en algunos textos se utiliza la frase reino de Dios y en otros reino de los cielos. Si observa bien, es en Mateo donde se utiliza esta segunda forma de referirse al Reino. La mejor explicacin que los comentaristas bblicos dan al respecto, es el hecho de que el evangelista Mateo escribi este testimonio dirigido a judos convertidos al cristianismo, residentes en Siria despus de la persecucin que tuvieron los judos con la destruccin de Jerusaln en el ao 70 d.C. Siendo judos, su apego a la ley les impeda hacer uso ordinario de la palabra Dios, por lo que el autor prefiri aludir a Dios con el concepto Antes de iniciar, propiamente el estudio, el Grupo de Vida podra dedicar un tiempo a la oracin por motivos especficos que sean presentados, o si cuentan con el acompaamiento apropiado, tener unos momentos de adoracin. En nuestro anterior estudio, sugerimos una accin a realizar: Conocer lo que otros cristianos opinan acerca de lo que han tenido que dejar para poder entrar al Reino de Dios. Tiene alguno un testimonio al respecto para compartir?
cielos. De tal modo que se trata del mismo Reino al que, por ejemplo, Marcos y Lucas llaman reino de Dios. La parbola del trigo y la cizaa tiene similitud con la parbola de la red barredera. As como entre los peces hay otros que vienen en la red pero que no son buenos, el labrador descubre que entre el trigo que sembr tambin se ha sembrado cizaa. La cizaa es producto de la accin malvola de un enemigo del labrador. Se describe la cizaa como una planta que se asemeja mucho al trigo cuando est tierno, porque sus hojas son similares, aunque sus espigas son comprimidas. Debido a un hongo que crece dentro de la semilla de la cizaa, la harina que de esa semilla se logra es una harina amarga y venenosa. Por eso es necesario evitar que se recojan juntas y se mezclen, y el nico modo de lograrlo es observando la diferencia de su fruto, pues las semillas no son iguales entre el trigo y la cizaa cuando stas maduran. Qu quera Jess ensear con esta parbola acerca del Reino de Dios? Cmo puede haber llegado el reino de Dios habiendo tantos pecadores en el mundo? Pareciera como si Jess tuviera en mente esta pregunta. El labrador de la parbola no retrasa la recoleccin del trigo, aunque crezca la cizaa en medio del trigo, tambin el Reino de Dios no retrasa su presencia y manifestacin porque existan hombres y mujeres que sirven al maligno. Antes que la siega comience, hijos del reino e hijos del maligno crecen juntamente. Quizs los primeros cristianos podan encontrar en esta parbola la explicacin a cmo era posible que falsos creyentes penetraran la comunidad de fe. Qu tendran que hacer al respecto? La enseanza de la parbola es que la distincin est en el fruto, cosa que no era nueva en la enseanza del Maestro: Por sus frutos los conocern (cf. Mateo 7.20-23). .
Para reflexionar y dialogar juntos: Cul es la clase de fruto que debe distinguir a un hijo o hija del Reino de un hijo o hija del maligno? Noten que en el texto de Mateo 7. 20-23 las manifestaciones milagrosas parecen ser las mismas que las de un creyente. De dnde sali la mala semilla? Volviendo a la parbola, especficamente al versculo 27, notemos las interrogantes de los siervos del labrador: 'Seor, no sembr usted semilla buena en su campo? Entonces, de dnde sali la mala hierba?'. La respuesta del labrador no se hace esperar: Esto es obra del maligno (vr. 28). La Biblia de Lenguaje Sencillo, traduce: Esto lo hizo mi enemigo. Literalmente significa del que me odia. Jess, es ms directo en su interpretacin de la parbola, cuando en el versculo 39 apunta claro: y el enemigo que la siembra es el diablo. Qu o quines son las semillas? Cuando Jess ense sobre la parbola del sembrador, en los primeros 9 versculos de Mateo 13, utiliz la figura de la semilla que fue esparcida en diversos tipos de terrenos. Ms adelante, cuando da la interpretacin de lo que esa semilla significa la palabra acerca del reino (Mateo 13.19. Sin embargo, en la parbola del trigo y la cizaa, el significado de las semillas es otro. En el versculo 38 dice: la buena semilla representa a los hijos del reino. La mala hierba son los hijos del maligno. Ambas semillas han sido sembradas en el mismo campo que es el mundo. Hijos del reino sembrados por el Hijo del Hombre en el mundo (vr.37), crecen teniendo a su lado a hijos del maligno sembrados por el diablo en el mundo. Ambas plantas crecen juntas, en el mismo campo. Ambas dan fruto, y eso las distingue la una de la otra. Pero pareciera que Jess estuviera ensendonos: Cuidado, las apariencias engaan. Sin embargo, la ms evidente seal de quienes son los hijos del maligno est en la frase que Jess agrega en el versculo 41: todos los que pecan y hacen pecar. El campo es el mundo Aunque podramos llevar esta parbola a la convivencia de malos y buenos creyentes en las iglesias, lo cierto es que Jess relaciona el campo de la siembra directamente con el mundo. Se trata de la humanidad en general. Es en ella donde crecemos y damos frutos los que somos hijos del reino y los que son hijos del diablo. Ni uno elimina al otro, porque esa es tarea de los segadores, los ngeles de Dios (vr.39), y esta siega pertenece a una accin de los tiempos finales, cuando la separacin total es realizada por orden del Hijo del Hombre.