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Danilo

De los Santos

M E MO RI A DE
LA P I N
NTT U RA
DOMINICANA
Raíces e Impulso Nacional

1
2000 a. C. 1924

C O L E C C I O´ N
CENTENARIO

G R U P O
´
LEON JIMENES
1
VO L U M E N
2000 a. C. 1924
Danilo
De los Santos

M E M O RI A DE
LA P I NT U RA
DOMINICANA
Raíces e Impulso Nacional

1
2000 a. C. 1924

C O L E C C I O´ N
CENTENARIO

G R U P O
´
LEON JIMENES
C O L E C C I O´ N
CENTENARIO

Contenido
G R U P O
´
LEON JIMENES

De los Santos, Danilo, 1944-


Memoria de la pintura dominicana / Danilo De los Santos.–
Santo Domingo : Grupo León Jimenes, 2003.
8v. : il.– (Colección Centenario Grupo León Jimenes)
Presentación
Prólogo
7
9
3 POSTULADO NACIONAL.
MANIFESTACIÓN DE LAS
ARTES EN EL DIECINUEVE

1 LO DOMINICANO COMO
Contenido: v.1 Raíces e impulso nacional 2000 a.C.-1924.– v. 2 3|1 El asomo artístico
1. Pintura dominicana – Historia 2. Pintores dominicanos IDENTIDAD Y ACENTUACIÓN en el contradictorio
CEP / CC-GLJ DEL ARTE NACIONAL proceso de 1795-1865 133
759.97293
S237m 1|1 Dominicano, dominicana y 3|2 El florecimiento
dominicanidad 13 general en la República
©2003 Grupo León Jimenes
ISBN 99934-913-0-6 1|2 Expresión pictórica y pintura Restaurada 150
Todos los Derechos Reservados. dominicana: apreciaciones 30 3|3 La modernización
Registro de Propiedad Intelectual. positivista y la generación
Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida 1|3 El pintor dominicano:
protagonista sociocultural 37 artística precursora 160
en ninguna forma o medio sin el permiso escrito del autor,
excepto para la inclusión de citas en una reseña o revista. 3|4 El arte precursor
1|4 La pintura dominicana: rasgos
particulares de una historia y romántico 190
COORDINACIÓN EDITORIAL
Félix Fernández nacional 51 3|5 Cinco precursores significativos:
LOGÍSTICA
1|5 Una división cronológica 71 Bonilla, Desangles,
Myrna Guerrero Navarro, Grullón
DIGITACIÓN y Rodríguez Urdaneta 201
Josefina Soriano Tallaj

2 4
CORRECCIÓN DE PRUEBAS LAS RAÍCES ANTECESORAS: EL INICIO DEL SIGLO VEINTE:
Miguel Ángel Heredia Bonetti
ABORIGEN, HISPANA Y AFRICANA CAOS POLÍTICO Y ESCALADA
Luis Córdova
Jeannette Canals YANQUI
2|1 El aborigen
ÍNDICE BIBLIOGRÁFICO y la pintura rupestre 75 4|1 Continuación artística
Luis Córdova en una etapa de contienda
2|2 El rastro del patrimonio
ÍNDICE ONOMÁSTICO e injerencia 263
Ida Hernández Caamaño
pictórico aborigen 84
4|2 Otros cinco precursores
FOTOGRAFÍA 2|3 Encuentros, desarraigos
inevitables: García Obregón,
Mariano Hernández y supervivencia durante
Natalio Puras Penzo (Apeco) Ramírez Guerra, Billini,
la colonización 87
Asistente fotografía / Luis Rolando Martínez Frade y Pou 284
2|4 La pintura colonial
DISEÑO Y PRODUCCIÓN 4|3 El impulso de la caricatura y
Lourdes Saleme y Asociados en La Española 98
la ilustración: Pérez, Frade,
Directora de arte / Lourdes Saleme
Diseñadora asociada / Kirsis Santana 2|5 Dos pintores coloniales Mella, Mendoza, Ferrúa,... 308
sobrevivientes:
IMPRESIÓN 4|4 La Intervención yanqui:
Vistacolor®
Hilaris y Velásquez 121
censura, rebeldía y arte 328
Santo Domingo,
República Dominicana
4|5 Abelardianos, desolvidados
2003 y el pionero Palau 342

Bibliografía 378
CUBIERTA
Alejandro Bonilla. Puerto de Santo Domingo. Índice onomástico 385
Luis Desangles. Juramentación Presidente Woss y Gil (detalle).
Índice de ilustraciones 397
|7|

Presentación

La creación artística constituye una de las más completas expresiones del ser humano, a la
que la riqueza de su infinita diversidad formal y de sus ilimitadas posibilidades comuni-
cativas le confiere el derecho a ocupar un espacio distinguido en la memoria de un país.
Recoger en una obra la memoria de una manifestación artística de un país es una la-
bor ingente que requiere de entusiasmo, ideas precisas, investigación acuciosa, apego a
la verdad, rigor, voluntad, constancia y, sobre todo, mucho trabajo.
Para el Grupo León Jimenes constituye un gran orgullo constatar cómo lo que nació
como una utopía se concretiza, después de un largo esfuerzo, en este recuento de la pin-
tura que, entre otras cosas, ha de contribuir con la búsqueda y conformación de la pro-
pia identidad de la plástica en la República Dominicana.
Los artistas son hacedores: crean formas y significaciones inéditas, traducen sus vivencias
en líneas, espacios y colores. Sus obras se convierten en importantes documentos refe-
renciales de la época, el lugar y la sociedad con que comparten su existencia.
En el Grupo León Jimenes ha sido una tradición acompañar a los artistas, apoyando sus pro-
yectos y reconociendo sus aportes a la sociedad. En esta línea se inscribe nuestra decisión
de auspiciar una investigación que congregara su evolución y una publicación que mostra-
ra los resultados de ese proceso con la dignidad que amerita un esfuerzo de tal envergadu-
ra. Presentamos con orgullo y gratitud el resultado del esfuerzo de tantas voluntades con-
jugadas en esta impresionante colección de ocho volúmenes, profusamente ilustrados y do-
cumentados, que constituye tanto un deleite visual y emocional como una oportunidad
para acercarse y conocer los avatares del fascinante mundo de la experiencia pictórica.
Hoy renovamos nuestro compromiso con el arte dominicano, uno de los pilares que
sostienen una mejor nación, y, con la satisfacción de un deber cumplido, entregamos es-
ta Memoria de la Pintura Dominicana, historia artística que legamos con alegría a las
generaciones del futuro.

José A. León
Presidente Grupo León Jimenes
|8| |9|

Prólogo

Toda publicación tiene su historia y la de esta Memoria de la Pintura Dominicana se


remonta al 1998, cuando Porfirio Herrera Franco, director de la Fundación de Arte
Contemporáneo Nouveau, sostuvo una entrevista con don José León Asensio a quien
solicitó auspicio para la reedición del libro La Pintura en la Sociedad Dominicana
(1977), escrito por Danilo De los Santos. La defensa entusiasta de la propuesta anidó en
la sensibilidad de un mecenas capaz de entender la importancia y la necesidad de ma-
terializar este proyecto, quien sin titubeos la incorporó a los programas de auspicio del
Grupo León Jimenes, estableciendo un nuevo eslabón en su compromiso con las artes
visuales nacionales. En esa ocasión celebramos con gran alegría, junto a Danilo y Por-
firio, el primer paso de la cristalización de un sueño compartido desde hacía mucho
tiempo y lo que hasta ese momento parecía inalcanzable empezó a hacerse realidad.
Un año después de emprendida la revisión del antiguo texto sobre la pintura domini-
cana se iniciaron los trabajos del proyecto del Centro Cultural Eduardo León Jimenes,
bajo la dirección de Rafael Emilio Yunén, rápidamente contagiado con la ilusión de es-
te libro que se convirtió en eje de discusiones, angustias, alegrías e intercambios entre
los integrantes del equipo diseñador del proyecto del Centro Cultural. Como ocurre
generalmente, la revisión de la obra escrita veinte años antes desveló insatisfacciones en
su autor, reafirmándole la necesidad de reformular la historia de la pintura dominicana
con una visión abierta y basada en la aproximación a la totalidad de la necesaria me-
moria que requiere nuestro país para fortalecer la identidad colectiva. Se inició enton-
ces una investigación que cada día aportaba elementos desconocidos para un tramado
más completo de la historia de la pintura dominicana, en un desarrollo paralelo a otras
expresiones y movimientos artísticos. Consultas, entrevistas, lectura de textos, análisis de
diversas fuentes, descubrimiento de artistas desconocidos… la experiencia se fue enri-
queciendo y el planteamiento original de la revisión de un texto fue dando paso a una
obra sin precedentes, de dimensiones enciclopédicas, donde el autor se propone una vi-
sión histórica de la manifestación de la pintura en el territorio nacional, en un proce-
so relacionado a las raíces formativas de la dominicanidad, a los cambios socio-econó-
Prólogo|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e Impulso Nacional 2000 a.C. | 1924 |10| |11| Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e Impulso Nacional 2000 a.C. | 1924|Prólogo

micos y socio-políticos del país y a la transformación de la vida espiritual de sus habi- Gracias a la profunda investigación que sustenta el estudio, el libro presenta hallazgos,
tantes influida por los fenómenos generales del acontecer occidental. publica datos desconocidos, revaloriza y hasta corrige nociones comúnmente aceptadas,
En el desarrollo de la obra, el autor traza la trayectoria evolutiva de la pintura nacional, así como rescata valores olvidados.
establece interrelaciones entre la pintura y otras manifestaciones de las artes: escultura, La presentación se enriquece con la ubicación del quehacer artístico en relación con la
gráfica, fotografía, arquitectura, literatura y música, mediante cuadros generales y cro- evolución de las instituciones públicas y privadas encargadas de la educación artística,
nologías asociativas; recupera la casi totalidad de los nombres artísticos que, en mayor o el análisis de los concursos, bienales, exposiciones y del mecenazgo privado.Tenemos en
menor grado, conforman la memoria pictórica del país; enfoca movimientos, genera- nuestras manos, realmente, una historia de la evolución del arte dominicano y su con-
ciones, lenguajes y escuelas regionales del hacer pictórico; resalta las figuras señeras del texto, sin duda una obra sin precedente en nuestro país. Con el decidido auspicio a su
arte dominicano, y aborda las contribuciones públicas y privadas de la animación artís- investigación y publicación, en la conmemoración de su centenario, el Grupo León Ji-
tica. La amplia cobertura del estudio y su carácter integral permiten conocer y valorar, menes realiza un aporte invaluable al fortalecimiento y valorización de la memoria na-
no solamente a los maestros y figuras reconocidas, sino también artistas de menor fama cional a través de la pintura, en tanto que expresión artística, reafirmando el compro-
pero que, en su momento, han jugado un papel en el desarrollo colectivo, ya que no es miso del grupo empresarial con las artes visuales dominicanas iniciado en 1964, con la
una historia de individualidades sino también de escuelas o corrientes artísticas, así co- celebración del primer Concurso de Arte Eduardo León Jimenes, piedra angular de ese
mo de la evolución de las concepciones estéticas reflejadas en una atención prioritaria ejemplar proyecto que es el Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
a la crítica de arte en cada período, a la vez que en la identificación de las influencias
literarias o filosóficas sobre el quehacer de los creadores de arte.
Myrna Guerrero
Fiel a su formación de historiador, Danilo De los Santos se ciñe con fidelidad a la crí-
tica histórica, constituyendo este libro un reporte de investigación rigurosa, en que ca-
da narración descansa en fuentes sometidas a verificación o contrastación (documentos,
testimonios, entrevistas, examen de las piezas de arte, periódicos de la época, etc.). El
autor establece una periodización vinculada al transcurrir de la sociedad dominicana en
su conjunto (sociedad política, económica y cultural), de suerte que el proceso de crea-
ción artística es situado en un contexto nacional e internacional que ayuda a discernir
el sentido de los aportes de personalidades claves, escuelas estéticas, estilos, polémicas,
etc., logrando así destacar el valor específico de cada artista o corriente artística en tér-
minos de su contribución al desarrollo cultural del país.
Se enfoca la historia del arte en su sentido doble de búsqueda de antecedentes y cons-
tatación de secuelas y consecuencias. Así, por ejemplo, el estudio de los artistas y críti-
cos de arte que actuaron como precursores de un arte nacional, es objeto de seguimien-
to en las diversas etapas de nuestro desarrollo, para mostrar la germinación y el fruto de
esas ideas primigenias. Así comprendemos lo que hay de continuidad e innovación en
los creadores actuales, con relación, por ejemplo, a Celeste Woss y Gil,Yoryi Morel, Jai-
me Colson, Darío Suro, Antonio Prats-Ventós, Paul Giudicelli y otros.Todo esto en una
estrategia narrativa que produce un relato ameno y didáctico, al combinar datos técni-
cos con detalles biográficos y análisis del contexto social.
|13|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

1|1 Dominicano, dominicana, dominicanidad

1
LO DOMINICANO COMO IDENTIDAD
y acentuación del arte nacional

Sin discutir el carácter genérico, dominicana o dominicano tienen la dimensión de un con-


cepto trascendente que se relaciona simultáneamente a cuatro condiciones: a un espe-
cífico territorio antillano; a una sociedad de etnias y nacionalidades que se amalgaman;
a una cultura afrohispánica o mulata; y a una memoria histórica que, aun marcada por
los grandes procesos de la colonización, del capitalismo y de las dependencias imperia-
listas, ofrece matices originales que se manifiestan en la identidad criolla, en los latidos
persistentes de la autodeterminación nacional y en manifestaciones antropológicas, es-
pirituales o artísticas que representan la dominicanidad.
El específico territorio, la sociedad de colores raciales, la cultura mulata y una memoria
histórica particular expresan la condición dominicana/dominicano. Enfocando la terri-

M.B.|Carta de la isla de Santo Domingo|Grabado en cobre/papel pintado a mano|25.2 x 35.3 cms.|Sin fecha|
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|14| |15|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|1| torialidad, el poeta Pedro Mir ofrece una convincente visión, con imágenes que plantean Pedro Henríquez Ureña ofrece la siguiente descripción: «Geográficamente, el país no |2|
Mir, Pedro. Henríquez Ureña,
Hay un País al mismo tiempo ideas de la ubicación y de la naturaleza sociogeográfica: «Hay un país pudiera estar mejor situado: hállase en la orla exterior de la región tropical de las Amé- Pedro.
en el Mundo. Obra Dominicana.
Página 41. en el mundo colocado en el mismo trayecto del sol / oriundo de la noche / colocado ricas, en la cadena de islas que circundan el Mar Caribe, en la ruta hacia otro océano, Páginas 406-7.
Confert. Confert. Sic.
en un inverosímil archipiélago de azúcar y de alcohol / sencillamente liviano / como un hacia el Golfo de México, hacia los paraísos de la América Central, hacia Venezuela y Co-
ala de murciélago apoyado en la brisa / sencillamente frutal / fluvial y material / y sin lombia. Otro paraíso es él también. Cálido, a veces en exceso, en las costas; más templa- |3|
Mieses Burgos,
embargo sencillamente tórrido y pateado como una adolescente en las caderas…»|1| do en porciones del interior, es inagotable en fertilidad, en variedad de plantas florales Franklin.
Trópico Intímo.
Localizado en el Archipiélago Antillano, en medio de Cuba y Puerto Rico, el país do- y frutales, y a la vez inofensivo y manso en su fauna: no hay allí, como dijo el poeta Fragmento.
Confert.
minicano ocupa las dos terceras partes de la isla de Santo Domingo. La tercera porción Gastón Deligne, Ni ofidiano ponzoñoso, ni felino feroz: tampoco hay buitres. Colón describe
la ocupa Haití, la vecina república con la que comparte distintos aspectos comunes y la isla: La Española es maravilla: las sierras y montañas y las vegas y las campiñas y las |4|
Cabrera,
determina una de las fronteras, ya que el otro límite es definido por las aguas marinas tierras tan hermosas y gruesas para plantar y sembrar, para criar ganado de toda suerte, Fernando.
Angel de
que circundan el país, casi a totalidad. Enfocando este espacio geográfico dominicano, para edificios de villas y lugares».|2| Seducción.
Fragmento.
Espacio insular: el hecho de serlo, es una condición que marca la naturaleza del habi- Confert.

tante nativo más común o colectivo. El ser isleño se lleva en la conciencia y los poetas,
como constatación, representan voces manifestantes de la insularidad que es cualidad
troqueladora, ineludible e idiosincrásica. Este concepto de proyectar la insularidad se
mantiene vigente en las generaciones de los poetas dominicanos; así lo demuestran las
siguientes citas: la primera de Franklin Mieses Burgos, uno de los poetas representati-
vos de la generación de la Poesía Sorprendida (década 1940), y la segunda de Fernan-
do Cabrera, un poeta joven de la generación 80: «Ahora, como siempre, en medio de
mi isla / profético, soltando / sobre un cielo sonámbulo mis pájaros mejores, / mis pro-
pias mariposas nacidas de las lámparas /despiertas del silencio: / mensajeras que llevan
en sus alas grabadas / las oscuras palabras que vienen de la noche, / de este mundo dis-
tante…»|3|
«Yo, el de la isla –y todo continente es isla–, / Después de fundar sobre duras piedras mi
casa / En esta frívola ciudad de nadie, / Hoy huyo de mi imagen como del abismo. (…)
Yo, el de la isla –y toda tristeza es isla–, / Tal vez deba morir para nacer de nuevo…»|4|
Si lo dominicano/dominicana es un concepto que identifica a un espacio geográfico,
territorio o país, tal concepto adquiere fuerza de tradición cuando es asimilado como
postulación denominativa y se convierte en idea perdurable al desarrollarse la comuni-
dad que adquiere el rumbo de nación. Aparte de desarrollarse en un territorio especí-
fico, la nación es definida, además, por un conglomerado de personas de diferentes orí-
genes étnicos, que generalmente habla un mismo idioma y que posee caracteres tradi-
cionales comunes.
La nación dominicana se impulsó a partir del encuentro desproporcionado de tres etnias:
P. Coronelli|Archipiélago de México donde están las islas (…) bajo el nombre de Antillas|Grabado en cobre/papel la amerindia insular, la europea y la africana. De esta mezcla trisanguínea, surge una po-
pintado a mano|55 x 76 cms.|1688|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|16| |17|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|5| blación multicolor que sobrevive y adquiere el carácter de sociedad criolla. La misma es cados como criollos españoles y españoles de Santo Domingo, los mismos eran reconoci- |7|
De Saint-Méry, Sánchez Valverde.
Moreau. integrada básicamente por la descendencia de los colonizadores españoles y de los escla- dos además con el término asociativo dominicano. El cronista Antonio Sánchez Valverde, Ensayos.
Descripción Página 214.
de la Parte vos negros nacidos en la isla, y socializados por el medio ambiente, por la mulatería, por refiriéndose a la actividad del corso, usa esa identificación en el siguiente párrafo: «La Confert.
Española (…).
Página 83. los hábitos laborales y las costumbres domésticas que se arraigan como nativas. guerra que llamamos de ‘Italia’ por los años de 40, cogió a los dominicanos instruidos y
Confert. |8|
Varios cronistas ofrecen apreciaciones sobre la sociedad criolla que se perfila claramen- cebado en este exercisio que les era tan lucroso»… (sic) |7| Peguero,
Luis Joseph.
|6| te hacia mediados del siglo XVIII; período en el cual predominan los hatos y los conu- Un segundo cronista isleño, Luis Joseph Peguero, reitera esta autoidentificación social Historia de la
Sánchez Valverde. Conquista de la
Ensayos. cos, modos socioeconómicos que moldean una población nativa de pocos blancos y de en un manuscrito|8| redactado en 1776: «…y abrió camino a nuestros granaderos que Isla Española (…).
Páginas 222 y 242. Tomo 2º.
Confert. negros muy mezclados, a los que se añaden grupos de nuevos esclavos y unos pocos ca- saltaron a su barco, y en menos de quinze minutos mataron 73, ingleses, y hisieron pri- Páginas 244, 247,
248 y 283.
talanes que se dedican a los negocios. «Los nativos o criollos españoles son bastante se- sionero el barco: Con que quedó enteramente conocido, y acreditado el valor de los Confert.

dentarios. Es raro que salgan de su isla, lo que además, el gobierno hace tan difícil co- Dominicanos». (sic) «…Desimpresionar queremos el vulgo Dominicano de la acumu-
mo puede y hasta podría creerse que ellos temen al mar, si no se supiera que en tiem- lada falsa calumnia…» (sic) …leyólo así el muestreo Dominicano, y así corrió y se di-
po de guerra se dedican al corso, que ofrece siempre un incentivo a hombres pobres
que persiguen buques ricamente cargados».|5|
En el aislamiento insular, y en la zona española de la isla de Santo Domingo, la pobla-
ción nativa desarrolla un estilo de vida criolla asociada al hato (la gran hacienda gana-
dera) y al conuco (la parcela ordinaria para sembrar víveres). A pesar de que estos mo-
dos de la propiedad socioeconómica distancian a hateros y conuqueros, varios hechos
provocan espontáneamente la igualdad convivencial. Estos hechos son la mulatería ra-
cial; la flexible o cristiana promoción de libertos; la casi inexistencia del prejuicio racial
y los hábitos que se hacen comunes en tierra adentro, donde la gente vive de los recur-
sos naturales; de la crianza animal, de la siembra, de la montería; aferrada a los santos ca-
tólicos y a la superstición; alojada en chozas o bohíos en donde asumen los mismos ali-
mentos culinarios, la siesta del mediodía o danzan cuando celebran fiestas o ritos de
acentos vernaculares. Es gente constituida «por familias de Morenos, Pardos y Blancos
(…), los criollos a proporción que se alejan de su origen Europeo, se hacen más sanos,
más fuertes y viven más largo tiempo», señala el cronista Sánchez Valverde.|6|
En el seno de la sociedad criolla del siglo XVIII, también toma impulso el calificativo
DOMINICANO, la autoidentificación que se asocia a la persona de Santo Domingo de bulgó en toda la ciudad… (sic). …Tomando la verdad por firme baza /con que he de
Guzmán, fundador de la Orden de los Predicadores. Estos frailes, llamados también do- hablar de paso a los ancianos /campestres y también Dominicanos, /y a quienes Carne,
minicos, son quienes, en la documentación colonial del siglo XVI, se autodenominan do- Mundo, y demonio engaza …» (sic).
minicanos. Con el nombre del santo castellano fue bautizada la ciudad y puerto a orillas Andando el tiempo, el calificativo dominicano tiene mayor alcance colectivo, ya que de
del Río Ozama, a donde llegan los primeros dominicos en misión evangelizadora, en la simple identificación para el habitante, este concepto se generaliza para toda la po-
el 1509. El nombre Domingo es una traducción castellana del concepto latino domini- blación. En la Declaratoria de Independencia del 1821, sus líderes proclaman que «el
cus, al que se asocian por extensión las calificaciones dominico y dominicano.
Aunque durante el siglo XVIII los habitantes de la zona oriental de la isla, son identifi- Gilberto Fernández Diez|Guarionex Rey de Maguá|Óleo/tela|102 x 82 cms.|C.1970|Col. Museo Sacro Catedral
Inmaculada Concepción de La Vega.
Jorge Severino|Afiche para un boxeador retirado|Mixta/cartón|92 x 77 cms.|1975|Col. Centro Cultural Eduardo León
Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|18| |19|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|9| pueblo dominicano ni ahora, ni en adelante, ni nunca se someterá a las leyes y gobier-
Declaratoria
de 1821, no de España».|9|
en Peguero/
De los Santos. Esta proclamación fue anulada por la invasión y el dominio de los haitianos (1822-
Visión General
de la Historia 1844), hecho que no impidió que la dominicanidad continuara arraigándose como de-
Dominicana.
Página 404. finición que significaba lo mismo que nacionalidad para muchas conciencias. Entre
ellas, la de Juan Pablo Duarte, quien desde muy joven manifiesta inequívocamente la
|10|
Duarte, identidad dominicana, no sólo cuando es cuestionado sobre su ciudadanía, sino cuando
Juan Pablo.
«El Criollo», habla de la patria y cuando funda la Sociedad Secreta La Trinitaria y promete la inde-
fragmento.
Apuntes pendencia del país al que llama República Dominicana. Forjador de la nacionalidad, en
de Rosa Duarte.
Página 291. sencillos versos él reitera esa conciencia: «Al arma, valientes, / Criollos constantes, /
Confert. Sic.
Marchad diligentes, / Marchad arrogantes: / Librémonos todos / Del vil e inhumano
|11| / Padrastro y no padre /del Dominicano».|10|
Duarte,
Juan Pablo. Es con Duarte con quien alcanza la dominicanidad su dimensión trascendente al justi-
«Proyecto de
Ley Fundamental» ficarla como conceptualidad liberadora, como identificación definitiva de la ciudadanía
en Apuntes
de Rosa Duarte. criolla y como denominación del Estado Nacional de orientación republicana. Maes-
Páginas 223-24.
Confert. tro forjador en la decisiva etapa 1838-1844 en su Proyecto de Ley Fundamental|11| él
postula tres definiciones esenciales:
|12|
Rodríguez a|La Ley Suprema Dominicana, en la que establece que: «Siendo la Independen-
Demorizi, Emilio.
La Constitución cia Nacional la fuente y garantía de las libertades patrias, la Ley Suprema del Pueblo
de San Cristóbal.
1844-1855. Dominicano es y será siempre su existencia política como nación libre e independien-
Páginas 161-65.
Confert. te de toda dominación, protectorado, intervención e influencia extranjera, cual la con-
cibieron los fundadores de nuestra asociación política al decir DIOS, PATRIA Y LIBER-
TAD, REPÚBLICA DOMINICANA», el 16 de julio de 1838.
b|El concepto de Nación Dominicana, que «es la reunión de todos los domini-
canos».
c|La definición del ciudadano nacional: «Son dominicanos los que obtienen esa
cualidad o por nacimiento o por haber obtenido del Gobierno cédula de nacionalidad
con arreglo a la ley».
Conforme al separatismo radical que promueve Duarte, la independencia nacional se
proclama el 27 de febrero de 1844. Al reafirmarla con un manifiesto, en el cual se em-
plean los términos Pueblo Dominicano, españoles dominicanos, y DOMINICANOS.|12|
Amparada en su nacionalidad, en su independencia política y en la gestación de un Es-
tado soberano, la sociedad dominicana se caracteriza por ser a mediados del siglo XIX,
un pueblo de maneras y costumbres «muy sencillas y no pretenciosas», afirma Porter, un
agente secreto que visitó el país en 1846, observando la casi inexistencia de la vieja aris- Yoryi Morel|Negrita|Guache/papel|49 x 34 cms.|C.1965|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|20| |21|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|13| tocracia blanca en un pueblo, en el cual, «no hay distinción como pudiera suponerse en- En cuanto a la hispanización cultural, los elementos impuestos son arrolladores y múl-
Porter,
David Dixon. tre gente de tan distintos colores. En este particular es realmente una república y el ne- tiples, sobresaliendo los que se imprimen en la conciencia, en la espiritualidad y en el
Diario de una
Misión Secreta gro prieto, la muchacha parda oscura y el gracioso mulato ligero se ven paseando juntos hacer de la vida común. El idioma castellano, el catolicismo, el modelo servil a la auto-
(…).
Páginas 29-31. con frecuencia, o entreteniéndose con una caña de azúcar o con los dulces del país».|13| ridad impuesto por las leyes y los modos productivos, así como los programas construc-
Confert.
Este carácter de pueblo con una tipología racial multicolor, se amplía con la presencia tivos y los hábitos de la vida cotidiana que resultan una extensión del estilo peninsular,
de otros grupos nacionales: árabes, judíos, chinos, negros metodistas, haitianos y coco- explican el predominio de la filiación española. Pedro Henríquez Ureña se refiere a la
los.También cubanos y puertorriqueños, así como europeos diversos; sobre todo, espa- impronta de España como cultura madre: «Santo Domingo es un fragmento de una
ñoles e italianos. Estos grupos introducen respectivos aportes socioculturales, y termi- gran familia hispánica que ha vivido vida precaria, pero propia, durante más de cuatro
nan asimilados o integrados en el ser colectivo dominicano. Un ser nacional impulsado siglos; que luchará por persistir mientras habite en la tierra nativa el último descendien-
con el trauma insular y la naturaleza trisanguínea, de filiación hispánica y de condición te de los colonizadores. (…). En las costumbres privadas, Santo Domingo conserva las
afroantillana, manifestante de una cultura mulata y de una nacionalidad vulnerable que tradiciones españolas. A los ojos de los hombres educados en la tradición anglosajona,

|14| se vuelve vehemente cuando «se enfrentan sus valores y principios contra los principios esas costumbres aparecerán como exóticas, y aun extrañas, sobre todo en lo que atañe |15|
Rosario, Amable. Henríquez Ureña,
Eme-Eme. y valores de los haitianos».|14| al amor y a la valentía personal. Pero, en muchos órdenes, esas costumbres son patriar- Pedro.
Estudios Op. Cit.
Dominicanos. La razón de esta oposición radica en el hecho de que la dominicanidad se hizo concien- cales y excelentes».|15| Página 410.
No. 1. Confert.
Junio-Julio 1972. cia política cuando el país dominicano se convirtió en zona incorporada a Haití, cuyo «Santo Domingo (…) se distingue por el sabor fuertemente castellano de su vocabula-
Página 71.
Confert. gobierno promovió la integración en todos los niveles, la cual era imposible que se pro- rio, y de su sintaxis, en combinación con una fonética que se asemeja más a la andalu-
dujera a nivel de la identidad cultural, como bien observara Núñez de Cáceres. za que a la castellana (…). Hay en Santo Domingo muchos rasgos arcaicos (…), fue el

José Gausachs|Morena|Carboncillo y tinta/papel|51.8 x 42.9 cms.|Sin fecha|Col. Privada. Nidia Serra|Mujer|Óleo/tela|61 x 45.5 cms.|1958|Col. Familia De los Santos.
Federico Izquierdo|Retrato de Josefa Sánchez de González|Óleo/tela|70.5 x 64 cms.|1930|Col. Centro Cultural Clara Ledesma|Escena taína (detalle)|Acrílica/cartón-tabla |566 x 386 cms.|1958|Col. Museo de Historia y Geografía.
Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|22| |23|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|16| primer centro de americanización del español, tanto en la adaptación de palabras euro- De la misma manera que los dominicanismos son una expresión de la cultura nacional
Idem. Páginas
31-32. Confert. peas a cosas o hechos del Nuevo Mundo, como en la adopción de palabras indias, ac- que se relaciona a la ruralidad, también en ese ámbito comienzan a definirse los ritmos
tividad importante en los siglos XV y XVI, pero detenida luego al desaparecer las len- que se relacionan a la música y las danzas vernaculares. Un testigo, llamado William Wal-
|17|
Idem. Página 30. guas aborígenes de las Grandes Antillas: hoy, por eso, hasta los indigenismos tienen en ton, escribe en 1810, «que presenciar las danzas (…) de los mulatos nativos de la His-
Confert.
Santo Domingo carácter arcaico».|16| paniola equivale a transportarse a un círculo de lascivos bacantes» (sic), debido a los vo-
|18| Los arcaísmos lingüísticos castellanos e indígenas, son preservados en el habla rural, por luptuosos movimientos que con ímpetu marca el compás. Él ofrece la siguiente estam-
Idem.
Página 128. Confert. los campesinos del centro territorial o Cibao;|17| campesinos a quienes se puede atri- pa descriptiva: «El pueblo negro español de clase baja acompaña sus vulgares danzas con
buir también tradición negra en el lenguaje, como «los hábitos que van con ella».|18| alaridos y con música producida con palos y maderas altisonantes, o por un higüero con
|19|
Diccionario de la Las formas culturales que inciden en el habla española, originan los dominicanismos: pa- surcos, el cual rasgan con agilidad utilizando un hueso fino. El baujo, especie de mara-
Lengua Española.
Edición 1970. labras y frases del vocabulario vernacular, «modo de hablar propio y peculiar de los do- cas hechas llenando un higüero de piedrecitas y los dientes fijos a la quijada de un ca-
Página 493.
Confert. minicanos».|19| ballo, rasgada con movimiento raudo y acompañado de tambor. Los pasos son extraños

Jaime Colson|Merengue|Óleo/cartón|52 x 68 cms.|1938|Col. Museo Bellapart. Yoryi Morel|Fiesta Campesina|Óleo/madera|106 x 160 cms.|1959|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|24| |25|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

y obscenos.Todo el acompañamiento y estilo parecen derivarse de una mezcla del con- |20|
Walton, William.
go africano y del din indígena, y es el ritual de la ceremonia a la muerte de un parien- Estado Actual
de las Colonias
te, la cual convierten en ocasión solemne con danzas y música; como los gitanos en Es- Españolas.
Tomo I.
paña. El mayor cumplido que el enamorado hace a su preferida por haberle concedido Páginas 135-36.
Confert.
el privilegio de bailar con él durante la fiesta, es quitarse el sombrero y ponérselo a ella
durante el resto de la velada; ésta lo devuelve, casi siempre junto con un cigarro encen-
dido, que ella misma ha liado».|20|
De los ritmos y de la danza que adquieren rango criollo, se desprende la variedad de la
música folklórica dominicana, de la cual el Merengue y la Salve adquieren difusión co-
lectiva, asociándose la última modalidad al canto de tradición oral que tiene que ver con
el convite de las labores del campo y con la cofradía, manifestación que permitió a la po-

blación negra continuar prácticas religiosas de origen africano encubiertas en la catoli-


cidad. Además, a otros ritos que se asocian sobre todo al culto a la Virgen, a los Santos, a
la Cruz y a los misterios vuduistas. Tales expresiones, como otras tantas, son manifesta-
ciones populares o típicas que sobreviven como actividad y memoria de la cultura do-
minicana, cuya otra ladera la definen las expresiones formales de las artes, de la literatu-
ra y de la historia nacional.

Darío Suro|Bañistas|Óleo/tela|162 x 112cms.|1946|Col. Familia Suro Franco. Miguel De Moya|Gallero|Óleo/tela|76 x 51 cms.|1984|Col. Rafael del Monte.
Vela Zanetti|Miguel Díaz y la Cacica Catalina|Mural (detalle)|1944|Col. Antiguo Palacio Ayuntamiento Santo Domingo.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|26| |27|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|21| De acuerdo a Jimenes Grullón: «La dominicanidad es un concepto abstracto que en- El antropólogo Marcio Veloz Maggiolo afirma que ella «es un recipiente que lo tiene |24|
Jimenes Grullón, Veloz Maggiolo,
Juan Isidro. cuentra su confirmación en lo concreto. No es, pues una falsa conciencia. Ofrece un con- todo (…) y la memoria se reproduce (…), rescata una época, rescata la temperatura de Marcio, citado
La Noticia. 20 de por Ruth Herrera,
febrero de 1977. junto de representaciones, sentimientos e ideas que pertenecen al área de la culturolo- un momento histórico y de un momento político. Rescata el temperamento de la gen- Listín Diario,
Confert. 11 de febrero
gía, y por tanto, del quehacer global del hombre»|21| y de la mujer –agregamos–, que te, rescata cómo era la gente, cómo eran los valores de esa época».|24| La conclusión de 1996.
Confert.
|22| están asociados a una realidad identificada como nación dominicana, la cual de acuer- del intelectual citado es que la memoria nos convierte en usuarios del pasado.
Opinión de Hostos
citada por Pedro do a Hostos, debió llamarse «República Quisqueyana»,|22| aludiendo a la palabra indí- La memoria es la capacidad que tiene el sujeto humano para almacenar, conservar y
Henríquez Ureña,
Op. Cit. Página 414. gena Quisqueya, que quiere decir tierra grande a la que se refiere el himno patrio cuan- reactualizar conocimientos y experiencias. La naturaleza comunitaria del ser humano,
Cita No. 1. Confert.
do llama quisqueyanos a los nativos del país.|23| determina que toda colectividad manifieste la función de la memoria, que no es otra
|23| Si la dominicanidad concreta, a la que se refiere Jimenes Grullón, es resultado de las defi- cosa que la historia nacional. En este sentido, la memoria histórica de la Nación Do-
Prud’Homme,
Emilio. niciones que entraña la nación dominicana como territorio, sociedad y cultura, esa condi- minicana es la que expresa la conciencia específica de la dominicanidad en términos de
Himno Nacional.
1883. Confert. ción nacional es una conciencia procesada, creada y concebida al amparo de la memoria. origen, evolución, autoconocimiento y reserva patrimonial. La sumatoria de estos as-

Celeste Woss y Gil|Mujer en reposo|Óleo/tela|65.5 x 84 cms.|1941|Col. Museo de Arte Moderno. León Bosch|La (Santa) última cena|Óleo/cartón|128 x 158 cms.|1972 |Col. Banco Popular Dominicano.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|28| |29|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|25| pectos, ineludiblemente define un perfil general, pero inacabado, de la identidad, la cual,
Valldeperes,
Manuel. a la vez puede apreciarse en el desglosamiento de sus partes, ya que la memoria colec-
El Caribe.
18 de mayo tiva nacional es múltiple en la unidad. La sociedad dominicana es UNA en su geografía
de 1962.
Confert. e historia, pero la memoria nacional es múltiple en las manifestaciones del acontecer
económico, político y artístico, entre otros.
|26|
Idem. Abordando la manifestación del arte dominicano, que es la materia a la que finalmen-
Confert.
te se llega, debe apreciarse bien claramente que lo que atañe al campo visual es un com-
puesto de muchas expresiones: arquitectura, artesanía, cerámica, escultura, fotografía,
gráfica en general y pintura. Aunque el desarrollo nacional de tales expresiones es de-
sigual en términos de la estética, la utilidad y la demanda social, no carecen ellas de na-
turales interrelaciones. Pero aun esos vínculos que comienzan a partir del momento en
el cual se localizan los primeros recreadores nacionales, cada una de esas expresiones tra-
za un derrotero que es la manera particular que se conoce cuando se aísla un desarro-
llo expresivo respecto de los restantes. La historia de la pintura nacional es un ejemplo
de esa particularidad en el Arte Dominicano, sobre el que reflexiona Manuel Valldepe-
res,|25| al sostener que «el arte es la manifestación más exacta de la cultura realizada.
Es por consiguiente, espíritu trascendido cuando está imbuido de los rasgos caracterís-
ticos de una sociedad. Estos rasgos son la aportación cultural a través de la cual lo local
se incorpora de manera inalienable a lo universal.Y en la República Dominicana son
precisos ya los rasgos de la dominicanidad».
Esta cualidad sociocultural y de la identidad la explica el citado autor cuando al pre-
guntar: ¿qué es lo dominicano?, responde: «Lo dominicano es lo que está en la mente
y en el corazón de los dominicanos, lo que vibra a través de nuestro espíritu, que es la
manifestación máxima de nuestro ser. Por consiguiente, lo dominicano, es lo que nos es
esencial y que, por serlo, nos trasciende. Son dominicanos, en un sentido amplio, la tie-
rra en que vivimos y el cielo que nos cubre, son dominicanas nuestras danzas y nues-
tras canciones.Y son dominicanos nuestro sistema de vida y nuestras esperanzas, e in-
cluso la manera de contemplar la muerte, porque nada de esto es común a los demás
hombres.
Limitándonos a las artes plásticas, podemos afirmar que todo lo realizado por nuestros
artistas es dominicano, porque, en mayor o menor grado, refleja nuestro espíritu y, con
él, nuestra esencia y nuestra trascendencia.Y es así porque le es imposible a un artista
arrancar de sí lo que en su interior ha puesto la raza, la sangre, el ambiente y las singu-
laridades, porque hasta en lo más simple –el ademán, la manera de andar– hay matices
que diferencian al hombre dominicano de los demás hombres».|26| Radhamés Mejía|Desnudo|Acuarela|61 x 38 cms.|C.1950|Col. Rafael Del Monte.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|30| |31|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

1|2 Expresión pictórica y pintura dominicana: apreciaciones sentido del tacto. Una cuarta característica atañe a los géneros pictóricos, más bien mo- |28|
Diccionario
dos y temarios de las realizaciones. Monográfico
de Bellas Artes.
La pintura es una expresión que se asocia a las Artes Plásticas: «especialidades artísticas Páginas 34-35.
Confert.
que manejan materiales, volúmenes y cuerpos tangibles», las cuales se diferencian de las
artes del sonido, de la palabra, de la representación, etc.|28| La pintura es considerada, |29|
Bayón, Damián.
tradicionalmente, un bello arte (expresión de belleza), llamándosele también arte visual, Op. Cit.
Página 165.
bien porque es una expresión que se dirige sobre todo a la mirada o porque ofrece vi- Confert.

siones particulares de todo sujeto considerado un artista. Comparándola con «la con-
|30|
creción que supone la arquitectura: volumen aislado, la pintura no deja de parecer más Sanz Díaz, José.
Pintores
intangible, más fantástica, como una proyección de lo real, sino de lo imaginario.Ya que Hispanoamericanos
Contemporáneos.
puede evocar la materialidad o hacerse vaga o vaporosa», opina Damián Bayón, quien Páginas 26-27.
Confert.
agrega: «Además, si por una parte juega con la noción de materia –lo que constituye el
cuerpo del mismo cuadro–, por otro lado utiliza la abstracción que supone la línea y la
sensibilidad inherente al color».|29|
La pintura es considerada la especialidad artística más colectivamente estimada, contando
con una historia amplia, prolongada y variada. La amplitud permite caer en la cuenta de su
mundialidad como expresión cultural y la prolongación histórica ofrece un incesante re-
gistro expandido desde la remota pintura rupestre, hasta el milenio contemporáneo. En re-
lación a la variedad, la producción pictórica tanto se refiere a las etapas generales del desa-
rrollo de la historia (Antigua, Medieval, Moderna…), como a las localizaciones nacionales
en las que se manifiesta su desarrollo también histórico. De la misma manera que existen
registros de pintura china, francesa, mexicana, rusa, entre otras innumerables historias par-
ticulares, se incluye también la del desarrollo de la PINTURA DOMINICANA. Más de una
|27| La pintura es una expresión artística que se basa en el manejo de medios cromáticos
Bayón, Damián. mirada a esta manifestación artística, arroja interesantes apreciaciones, de las cuales se trans-
Construcción (guache, óleo…) sobre un soporte o superficie dada (tabla, tela, cartón, vidrio…); ex-
de lo Visual. cribe la que ofrece José Sanz y Díaz, en una obra sobre pintores hispanoamericanos: «Pese
Páginas165-202. presión que tiene su origen en los muros de las cavernas en los cuales el hombre pri-
Confert. a ser la antigua Santo Domingo (…), la primera población que levantaron los españoles en
mitivo transcribió sus percepciones de la realidad.
América, la Perla del Mar Caribe carece por completo de antecedentes históricos en Pintu-
Definida como una manifestación en la que se armonizan forma, color, composición y
ra.A pesar de todo, es arma del arte hispanoamericano, ya que sus monumentos religiosos,
materia, la pintura ofrece caracteres específicos.|27| En primer lugar es un arte bidi-
civiles y militares empezaron a construirse en 1503. Puede decirse que la Pintura Domi-
mensional, ya que tiene dos dimensiones (largo y ancho), perdiendo la profundidad que
nicana propiamente dicha no hace su aparición hasta el comienzo del presente siglo».|30|
es sugerida en cuadros tradicionales por la perspectiva o rejuego de planos. Lo segun-
El período inicial al que alude Sanz Díaz, es el siglo XX; apreciación errada que desco-
do es su definición de arte plano, ya que se adopta al muro como realización directa o
noce el antecedente histórico de la pintura prehispánica e igualmente ignora los nom-
como cuadro de caballete. En tercer lugar es un arte que se dirige a la vista más que al
bres de los pintores que se desenvuelven en el siglo XIX. Posiblemente ese desconoci-
miento se basa en las fuentes bibliográficas dominicanas que, en lo relativo a la materia
Gilberto Hernández Ortega|Autorretrato (detalle)|Lápiz/papel|30.5 x 20 cms.|1969|Col. Museo Bellapart. del arte, ofrecen informaciones breves y en algunos casos observando carencia de con-
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|32| |33|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

ciencia artística para los pintores que anteceden la modernidad nacional. Reconociendo «no había una conciencia nacional (del) artista». Esta rotunda afirmación, sostenida en la |32|
La República
que más que las artes, son otras las tradiciones culturales de la sociedad dominicana, Pe- década 1950, añade el siguiente argumento explicativo: «Aparentemente el hacer pictóri- Dominicana.
Página 220.
dro Henríquez Ureña ofrece en 1917, una brevísima referencia del arte y de los artistas. co era una simple recreación.Abundaban los paisajes, las naturalezas muertas, los bodego- Confert.

El señala: «Seguramente los mayores títulos que puede ostentar Santo Domingo son sus nes. En muchos casos la enseñanza era la copia de la estampa, sin modelos tomados de la
|33|
esfuerzos en pro de la cultura. No encontraremos allí grandes florecimientos de las artes naturaleza (…) Este seguimiento escolástico no podía producir verdaderos artistas. Sólo de Idem.
Página 222.
plásticas o de la música; los dos campos en que se han concentrado los esfuerzos de cul- tarde en tarde, y por fuerza del vigoroso temperamento, uno que otro descollaba».|32| Confert.

tura son la educación y las letras. Las mejores obras de arquitectura, que posee la Repú- La citada apreciación se vincula al interés de la propaganda bienhechora que promovió
blica son las de la época colonial, especialmente las iglesias y las casas señoriales de la ciu- la dictadura de Trujillo, y fue argumento para establecer que la verdadera conciencia ar-
dad de Santo Domingo.Allí pueden encontrarse las mejores muestras de escultura (la es- tística nacional era un producto de la programática trujillista. Por consiguiente, el desa-
tatuaria coloreada de iglesia) y de pintura, especialmente los apóstoles de Mateo Veláz- rrollo del arte dominicano debía su existencia «a la formación de núcleos bajo la sabia
quez (siglo XVIII) (…) En tiempos modernos, sólo la pintura ha florecido un tanto (De- inspiración del Gobierno»,|33| es decir, la auténtica pintura dominicana y los auténticos

|31| sangles, Grullón, García Obregón, Adriana Billini, a la que se suma hoy el dibujante creadores de la misma, habían surgido con la protección de Trujillo a las Bellas Artes, has-
Henríquez Ureña,
Pedro. Mendoza), y junto a ella la música ha ensayado sus tanteos, que suelen ascender hasta la ta entonces poco desarrolladas y con una tradición pobre y escasísima: «Se ha afirmado
Op. Cit.
Página 411. ópera (con Pablo Claudio) y la obra eclesiástica de aliento, (con José Reyes y otros)».|31| repetidas veces que la tradición artística de la República Dominicana es más bien esca-
Confert.
Regularmente nuestro gran humanista se refirió a una cultura de élite social, a la que se sa. Ello constituye una verdad a medias. Recordaremos a continuación algunos prece-
asocia, en cierta manera el quehacer pictórico dominicano de unos protagonistas que ori- dentes que tienden a probar lo contrario. El lector debe tomar en cuenta que ninguna
ginan movimientos y esfuerzos que se dispersan –se opina posteriormente– debido a que otra nación de menos de 50,000 kilómetros cuadrados (exactamente 48,426) y de tan

Danicel|Autorretrato|Plumilla/papel impreso|21 x 15 cms.|1971|Col. Familia De Los Santos. Gina Rodríguez|Con los ojos abiertos (autorretrato)|Mixta/tela|158 x 51 cms.|1998|Col. de la autora.
Pery Jiménez|Santo Tropical (autorretrato)|Acrílica/tela|61 x 46 cms.|1952|Col. Rafael Del Monte. Tony Delosantos|Yo auto montaña|Mixta/tela|61 x 51 cms.|1995|Col. Familia De los Santos.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|34| |35|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|34| solo cinco millones de habitantes en 1976, y que hubiese padecido, por añadidura, las te-
Areán, Carlos.
El Caribe. rribles vicisitudes que asolaron, expoliaron y martirizaron en multitud de ocasiones a sus
13 de enero
de 1979. sufridos pobladores, hubiera podido enorgullecerse de haber sido la cuna de un lote de
Confert.
medio centenar de artistas de calidad digna (…). La República Dominicana constituye
un ejemplo admirable de heroísmo, dignidad y fidelidad a su propio ser y merece, por
tanto, toda nuestra admiración y nuestro respeto. Debemos asimismo situar dentro de es-
te contexto las evoluciones de su pintura y no asombrarnos de que no sea más rica o
brillante, sino que sus artistas hayan conseguido con su tesón y patriotismo llevarla, en
una nación tantas veces esquilmada, hasta su encomiable situación actual».|34|
El párrafo anterior, es parte del enfoque que ofrece el crítico español Carlos Areán en
su historia La Pintura en las Naciones Iberoamericanas. Al rechazar la opinión de quienes

Enrique Morel (Quico)|Autorretrato fumando|Óleo/tela|61.5 x 50 cms.|1950|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Daniel Henríquez|Yo de frente (fragmento)|Mixta/tela|243 x 203 cms.|1971|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|36| |37|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|35|
Idem.
afirman la carencia de tradición en el desarrollo pictórico dominicano, él también se 1|3 El pintor dominicano: protagonista sociocultural
El Caribe. pregunta: «¿Qué otro país con menos de 50,000 kilómetros de extensión y víctima de
29 de enero
de 1979, tanta ocupación extranjera y de tanta guerra sin cuartel, puede enorgullecerse de haber
Confert.
creado un arte y una cultura de la calidad de las que, sean las que sean las limitaciones,
|36| logró mantener incólume Santo Domingo sin que pudiesen destruirlas ni la cautividad
Squirru, Rafael,
citado por María ni la expoliación?»… Refiriendo a un buen número de los artistas que protagonizan el
Ugarte. El Caribe.
7 de octubre quehacer de la pintura, Areán señala que la actualidad más reciente prueba que el país
de 1968.
Confert. tiene abierto su futuro pictórico, lo cual resulta «doblemente importante si tenemos en
cuenta que es poco habitual en la evolución de la historia, que una mejoría se produz-
|37|
Squirru, Rafael. ca en un solo orden».|35|
¡Ahora!
Revista No. 331. Un segundo autor, Rafael Squirru, gran conocedor del arte latinoamericano, opina que
16 de marzo
de 1970. «existe una verdadera pintura dominicana con una constante que se registra en los ar-
Página 16.
Confert. tistas de talento. En la misma se ven ciertas vacilaciones y desvíos, pero que es fácil de
reconocer por encima de éstos, la presencia de un arte con raíz de su pueblo. En esa
|38|
Squirru, Rafael. pintura hay formas, colores, atmósfera que están siempre presentes»,|36| incluso en pin-
Entrevista
Listín Diario. tores abstractos. Squirru escribió el texto: Arte Dominicano, Árbol que Crece, en el cual,
27 de diciembre
de 1992. reconoce las raíces que conforman socialmente a los dominicanos.Tomando en cuen-
Confert.
ta las mismas, señala que la «simbiosis de estas culturas con marcado acento de España
|39| y de África es lo que se está gestando en la República Dominicana, con fuerza de ori-
Manuel,
Valldeperes. ginalidad que literalmente quiere decir con fuerza de origen (…). Esta tónica, deduz-
El Caribe.
16 de julio co, intransferible para los dominicanos en la medida de su autenticidad, es transferible
de 1966.
Confert. en sus resultados a medida que lo folklórico alcanza validez universal cuando se lo ta-
miza a través del espíritu de los artistas. Porque en esto y no en otra cosa reside el se-
|40| Es una sustentación generalizada la que señala que el sujeto humano dibujó antes de es-
Idem. creto de todo arte: la sensibilidad y la inteligencia necesarias para transmutar la savia es-
Confert. cribir, aunque esa primera expresión dibujística realmente es un síntoma de su innata ca-
piritual del alma de los pueblos en fruto maduro».|37| En adición a tales apreciaciones
pacidad comunicativa. Es el habla o lenguaje visual lo que además inaugura el arte co-
pondera el crítico argentino que «el Arte Dominicano es mucho más fuerte que lo que
mo memoria viva de la humanidad; como tesoro intangible que determina a su vez a un
la gente que no ha visitado este país se imagina».|38|
protagonista aparentemente indistinto como dibujante, escultor, pintor… Este protago-
En términos comparativos, la pintura dominicana es la expresión visual de mayor pre-
nista es el artista, identificación que resulta más cabal, categórica, precisa y relevante.
ferencia frente a otras manifestaciones bidimensionales y frente a la escultura. En un
El arte es un aspecto de la cultura, pero, a pesar de que se encuentra en todas partes y
sentido general se le reconoce alcance de «estilo y metamorfosis».|39| Es estilo porque
se aplica al dominio de toda ejecución humana, no todo lo que produce el hombre y
transfiere valores y matices espirituales del SER dominicano trascendido mediante las
la mujer se debe a una condición artística, sino más bien a la práctica común aprendi-
recreaciones, las reinterpretaciones y la síntesis. La metamorfosis la definen «las formas
da en sociedad. No significa que el arte carezca del entronque social, sino que al con-
naturales de las que se sirve como punto de partida, como elemento de comunica-
ción»|40| y como experiencia trazando su linealidad sociocultural mediante los actos
de asimilación y desasimilación que realizan los testimoniales pintores. Paul Giudicelli|Autorretrato (detalle)|Óleo/tela|86 x 56 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|38| |39|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|41| vertirse en una manifestación cualitativa del género humano, determina que el artista Juan Pintor se esfumó como las imágenes policromadas de los santos eclesiásticos traí- |42|
Maritain, Jacques. Deschamps,
La Responsabilidad sea un hacedor, un recreador, un imaginativo y un purificador incesante de los medios dos en baúles por frailes y segundones, para los que hubo necesidad de pedir licencia Enrique.
del Artista. La República
Página 94. expresivos de los que se vale, incluida su identidad espiritual. Es un protagonista fuera para otros tantos pintores que se mencionan desde el siglo XVI hasta el XVIII. Un solo Dominicana.
Confert. Páginas 251-53.
de la norma más ordinaria, arriesgándose permanentemente a que el arte, como el nombre de pintor criollo, de iconos ingenuos y religiosos, vislumbra desde la colonia Confert.

amor, le duela en carne propia; o como dice Maritain: «Alguien que abandona volun- dieciochesca un nebuloso camino de pintores dominicanos que se pronuncian entre los
tariamente fértiles lugares, por estériles regiones llenas de inseguridad».|41| El pintor saltos de una nación, para la cual concibe un Duarte dibujando la enseña tricolor. Des-
que es artista neto y a conciencia, hace de lo estéril una emoción con la que concibe de antes de la medianía del siglo XIX pintores criollos, pintores de la trashumancia pro-
su mundo discursivo, utópico, desasimilado espiritualmente en las formas cromáticas. motora y pintores nacionales precursores, instituyen las cuentas dispersas de un rosario
Uno de los nombres formales que en el lejano pasado insular o tiempo insospechado artístico del que se salva muy poco en condición anónima; pero comienza a sobrevivir
de una gestación dominicana se relaciona a la expresión pictórica curiosamente se lla- el artista dominicano como prototipo diferenciado en la muchedumbre poblacional y
mó Juan Pintor. Es un personaje que se menciona como un desdibujado colono de pro- como protagonista sociocultural. Recreador visual y mancomunado con el literato, a
ambos se refiere el siguiente comentario de Enrique Deschamps: «Los literatos y los ar-
tistas dominicanos son flores no sólo de una misma estación, sino del mismo suelo, del
mismo ambiente, de coloración y fragancia tan semejantes, que en puridad, puede juz-
gárselas flores homogéneas (…). El alma delicada del poeta, del escritor, del artista, es
arpa que vibra al suave influjo de las impresiones que no brotan de ella misma, sino que
en parte, crea el ambiente en que esa alma se produce y vive (…). En nuestra patria, y
ante el espectáculo sombrío de la historia política, son casi inconcebibles las inspiracio-
nes (…). La poesía y las artes no han florecido ni fueron cultivadas con esmero, sino
cuando a fuerza de sufrimientos y calamidades sin cuento, se aprendió a reposar un po-
co de las discordias civiles».|42|
A la luz de las condiciones que rodean la aparición del pintor dominicano, éste se de-
fine de manera excepcional y proteica, porque si bien establece un modus vivendi a ex-
pensas del arte; además tiene que asumir paralelamente otra profesión para sobrevivir.
Por tal razón, el pintor dominicano más embrionario, cuando no desvía la vocación ar-
tística hacia la carrera de médico, abogado o ingeniero, tiene que ocupar algún cargo
burocrático o docente. Él se desenvuelve como aparición en una época en la cual el ha-
ducción anónima y cuyo oficio de colorista que da lugar a un supuesto apellido, se aso- cer pictórico era apreciado como un entretenimiento temperamental y además carecía
cia a la manera medieval de relacionar nombre con oficio. Juan Pintor es un protago- de mercado. En casos muy particulares el pintor asume el arte de la fotografía, de gran
nista de la errancia colonizadora y quien, como un fantasma del arte de pintar, flota en- demanda hacia el 1900. Connotadas individualidades eran reconocidas más como fotó-
tre el universo rupestre de pintores magos y de esos otros de la negritud que tuvieron grafos que como artistas del pincel.
que apoyarse en el cimarronaje conceptual del que sobreviven ideogramas en vasijas de Un perfil que ofrecen los pintores precursores y aun protomodernos, es su pertenencia
jícara y en fachadas de bohíos vernaculares. al elitismo social, razón por la cual alcanzaron formación artística en el exterior, o pu-
dieron asumir la pintura con cierto desahogo y muy a pesar de la resistencia familiar,
Luis Desangles|Autorretrato|Óleo/tela|55 x 50 cms.|1900|Col. Museo Bellapart. que entendía que la carrera artística era excéntrica e inútil. Una actividad que sólo ser-
Rafael Arzeno|Autorretrato con familia (fragmento)|Óleo/tela|C.1955|Col. Ceballos Estrella.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|40| |41|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|43| vía para que niños, jóvenes y mujeres alcanzaran disciplina, cultivaran el espíritu y, so-
Diario La Nación.
Editorial. bre todo, llenaran entretenidamente un horario fuera de los hogares.Tal situación no ha
25 de junio
de 1940. variado mucho en el presente.
Página 12.
Confert. En un medio social limitado, pero con promotores que emulaban las artes, emergió el
primer núcleo de pintores dominicanos, de los cuales una minoría logró trascender.
Con actitudes disidentes, alguno que otro asume la bohemia localista o se autorecono-
cen artísticamente, resultando paradigmática, además, la presencia de algunas mujeres
que demuestran ser a conciencia hacedoras del arte. Ellas determinan que se hable por
igual de pintores y pintoras nacionales.
Aislados de diversas maneras, disidentes frente a las convenciones sociales dominantes; pu-
rificadores de la soledad y visionarios de la identidad en el lúcido estrado de la conciencia,
los primeros pintores y pintoras de mayor incidencia definen la base de una expresión na-
cional de permanente ebullición y alcances. Son, más que precursores, los misioneros de la
pintura dominicana porque aparte de buscar la originalidad, asumen la multiplicación ar-
tística estableciendo academias, compartiendo sus talleres y provocando el interés por el ar-
te, en el seno de la colectividad. La prensa se hace eco de la proyección de los conspicuos
pintores, como en el caso del Diario La Nación: «Es evidente que hay en el país un viví-
simo interés por el desarrollo de las manifestaciones elevadas del espíritu traducidas en pri-
morosas obras que reflejan el gusto, la originalidad, la gracia y el atrevimiento de las facul-
tades creadoras. Las artes plásticas salen del limitado ejercicio en que se las tenía para mo-
verse dentro de una más amplia esfera de emoción. Las últimas exposiciones de obras pic-
tóricas así lo demuestran. Juntamente con pintores extranjeros de tránsito en este país y de
otros residentes en él, los pintores nuestros han expuesto sus obras, llenas, muchas de ellas,
del vigor del trópico en la reproducción de un conjunto artístico de la naturaleza».|43|
Hacia el 1940, año en el que se publica el texto anterior, es cierta y elocuente la concien-
cia pictórica de un reducido número de individualidades nativas que se arriesgan, que son
constantes, sinceros y relevos decisivos de una pintura de breve tradición.Tal conciencia
se plantea también en el filo de la modernidad que le da impulso al arte visual domini-
cano. La conexión de estos pintores nacionales con los pintores europeos que se exilian
para entonces en Santo Domingo, definen la base de un crecimiento cuantitativo y cua-
litativo de la individualidad pictórica. Es a partir de estas interacciones que se puede ofre-
cer, aunque de manera inacabada, un perfil prototípico del pintor dominicano.
De condición antillana y caribeña en las relaciones circundantes de un submundo con-
tinental que es cuenca, región y geografía de errancia afroamericana, el primer carácter
del pintor dominicano, o del artista en general, es su definición dentro de circunstan- Celeste Woss y Gil|Autorretrato fumando|Óleo/tela|48 x 38 cms.|C.1930|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|42| |43|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|44| cias políticas y materiales adversas, a lo que se añade la carencia de tradición pre-repu- tas jóvenes se han apartado por completo del concepto de la mimesis…»|46| «Uno |46|
Valldeperes. Valldeperes,
Obra Crítica (…). blicana en materia de artes plásticas. En consecuencia, puede decirse que geográfica- constantemente puede ver la riqueza de los artistas dominicanos y apreciar que son Obra Crítica.
Tomo I. Vol. I.
Páginas 55 y 424. mente aislado y partiendo desde cero, en medio de una secuela de varias dictaduras, el gente que no están sometidos aún, a los parámetros que fijan los modelos internacio- Páginas 430-31.
Confert. Confert.
pintor dominicano, no obstante, asume un desenvolvimiento libre en y desde sí mismo. nales y esperemos que nunca lo estén. Si es por aislamiento, enhorabuena. Lo impor-
|45| Este es el sentido de apreciación del crítico Valldeperes: «El Arte Dominicano es arte li- tante es que hay aspectos cuando uno mira la obra de los artistas dominicanos que son |47|
Valldeperes, Squirru.
Esencia y bre. Los artistas trabajan a su antojo y con absoluta libertad (…) libertad en cuanto a te- propios».|47| Entrevista
Trascendencia Listín Diario.
de las Artes. mas y procedimientos».|44| «Resultado de esta libertad, y conocedores los jóvenes ar- El intimismo en el cual se han formado y desarrollado gran parte de los pintores y las Op. Cit.
Texto Confert.
mecanografiado. tistas, con Degas, de que el arte es muy fácil para los que no saben, pero muy difícil pa- pintoras nacionales, ha sido casi absoluto, prestándose a discusión su impacto negativo
Confert.
ra los que saben, eso es, para los que tienen conciencia de lo que hacen, los pintores y más que el positivo, puesto que ese encierro determina que cada artista trabajara con la
escultores trabajan con ahínco, en busca de su propia expresión».|45| doble interioridad: la territorial y la íntima. Sin embargo, el aislamiento no significó en
El albedrío del pintor dominicano no significa que se desarrolle ajeno a vínculos orien- la etapa más crítica, años 1930-1960, total desconocimiento de los ismos y de los maes-

tadores.Asume como punto de partida dos tradiciones: la academia y la del maestro em- tros del arte moderno. Datos de las exposiciones de Granell (1943) y de Colson (1938
pático, respecto del cual se convierte en un epígono. Después busca la originalidad con- y 1950), así como los testimonios que se ofrecen sobre las condiciones sociopolíticas,
jugando y experimentando dentro de su presente, con la conciencia de que el arte co- explican claramente la situación: «Eran los años cuarenta y cincuenta, la dictadura de
mienza donde termina la imitación: «Una cosa común a nuestros pintores jóvenes es la Rafael Trujillo reducía las posibilidades del dominicano medio a escoger entre: formar
inquietud (…) que se suma a la de los maestros más categóricos en su medio de expre- parte de una pléyade de alabanciosos del régimen, actitud que le aseguraba una posi-
sión. En general se acentúan los caracteres de sus obras (…) Muchos de nuestros artis- ción en la cosa social y política; o a enfrentarlo, so riesgo de perder la vida; o por últi-

Yoryi Morel|Autorretato|Óleo/plywood|51 x 41 cms.|1955|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Dario Suro|Autorretrato|Óleo/tela|94 x 68.5 cms.|1945|Col. Federico Suro.
Jaime Colson|Autorretrato|Óleo/madera|48.5 x 40.5 cms.|1925|Col. Museo Bellapart. Fernando Peña Defilló|Autorretrato del rayo|Óleo/tela|69 x 54 cms.|1997|Col. Privada.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|44| |45|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

mo huir de un medio ambiente asfixiante, por lo reducido en oportunidades de creci- |48|


Miller, Jeannette.
miento a todos los niveles. Pero no todo el que quería podía abandonar el país; es más, Fernando Peña
Defilló desde el
podía considerarse un ser privilegiado a quien lo conseguía».|48| Origen (…)
Página 16.
Peña Defilló ofrece su opinión acerca del aislamiento al que el sistema le somete: «En Confert.

las décadas del cuarenta y del cincuenta, Santo Domingo conservaba todas las caracte-
|49|
rísticas de la pequeña ciudad provinciana e isleña, donde apenas llegaban noticias de los Fernando Peña
Defilló, referido
acontecimientos artísticos universales. Casi todos sabíamos quién era Picasso sin pasar por J. Miller,
Op. Cit.
de ahí».|49| Sin embargo, otros datos permiten apreciar una contradicción entre el Peña Página 16.
Confert.
Defilló estudiante de la ENBA y hechos que se registraban a la par: «La exposición pic-
tórica de Eugenio Fernández Granell celebrada en las primeras semanas de septiembre
en el Círculo de Bellas Artes de Ciudad Trujillo; los diversos ensayos aparecidos en La

Nación y La Opinión; la conferencia de Jesús Poveda, Alberto Baeza Flores y Manuel |50|
La Poesía
Valldeperes (…) y por último la brillante conferencia del propio Fernández Granell (…) Sorprendida.
Revista No. 1,
titulada El Surrealismo y la Pintura, están indicando a las claras, las apetencias de formas Octubre 1943.
Confert.
más de acuerdo al mundo del hombre sin otra limitación que la búsqueda siempre pro-
funda, anhelante e insatisfecha de su mundo».|50| En la siguiente declaración del 1950,
Jaime Colson autodefine la temporalidad de su arte: «He hecho siempre pintura al día,

Ramón Oviedo|Autorretato en blanco|Acrílica/tela|102 x 76 cms.|1998|Col. Antonio Ocaña. Guillo Pérez|Autorretato|Acrílico/papel|1981|Col. del autor.
García Cordero|Autorretato como «neuro perro»|Acrílica/tela|150 x 150 cms.|1992-1998|Col. Centro Cultural
Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|46| |47|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|51| como quien dice. Expondré en Ciudad Trujillo mis cuadros que expresan las diversas En el libro Arte Dominicano, Darío Suro reconoce que muchos artistas nuestros han be- |53|
Jaime Colson, Suro, Darío.
citado por tendencias pictóricas, desde el dadaísmo, el futurismo, el cubismo y el boidoinismo hasta el neo- bido en las fuentes artísticas de París, New York, Roma, Madrid y México. Sin embar- Arte Dominicano.
Jaime Lockward, Página 15.
La Nación, humanismo, incluso sobre el influjo de Picasso, maestro indiscutible de la primera mitad go, explica que ese arte «ha sido elaborado con pedazos de tradiciones y con sus pro- Confert.
27 de junio
de 1950. del siglo».|51| Muchos años antes, el 6 de septiembre de 1938, anunciaba el Listín Dia- pios ingredientes humanos y ambientales (raza, clima, cultura y religión), mezclados con
Confert. |54|
rio en su edición del lunes que Jaime Colson (1901-1975) «el más notable de los pin- lo que tradicionalmente y por reflejo han dejado los movimientos artísticos europeos Valldeperes,
Catálogo Novena
|52| tores dominicanos se había embarcado en el Vapor Saint Domingue hacia Francia. Sólo en su mayoría de procedencia francesa (neoclasicismo, romanticismo, naturalismo e im- Exposición Bienal.
Dato reproducido. 1958.
Listín Diario. fueron a despedirlo a los muelles un grupo de jóvenes intelectuales. Muy evoluciona- presionismo), los otros ismos en boga en los últimos 60 años del siglo XX (fauvismo, cu- Páginas 26-27.
25 de septiembre Confert.
de 1988. do como artista y como hombre, Colson había llegado a su país cargado de ilusiones, bismo, dadaísmo, surrealismo, expresionismo) y en los movimientos llamados interna-
Confert.
cuatro meses atrás durante los cuales hizo una sorprendente exposición en el Ateneo cionales: el expresionismo abstracto, Pop Art y Op Art…»|53| |55|
De los Santos,
Dominicano (…). La llegada de Jaime Colson fue un reto entre lo viejo y las nuevas Todos esos lenguajes referidos por Suro, y otros más, han sido asimilados por el pintor Danilo.
La Pintura
proyecciones del artista dominicano formado en el mundo europeo…»|52| dominicano de manera indirecta: vía los reflejos que ofrecen revistas ilustradas, así como en la Sociedad
Dominicana.
directamente: viajando a las naciones con fuertes tradiciones artísticas o encontrando la Páginas 527-28.
Confert.
oportunidad que ofrece el puñado de artistas emigrantes y criollos que reimpulsan la
modernidad al fundarse la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1942. Con estas expe- |56|
Valldeperes.
riencias, los pedazos de tradición y los ingredientes humanos y ambientales, establece el Obra Crítica.
Vol. I.
pintor dominicano su peculiar manera temperamental y expresiva: asimila en su cerebro Página 191.
Confert.
los inevitables datos llamados influyentes y tiende a hacer un discurso desbordado desde
la conciencia y traspasado por su corazón.Tratándose del hacedor más neto, moderno y
polivalente, él conjuga las referencias externas y locales, ofreciendo una obra sellada por
la originalidad, por la marca dominicana. En relación a este asunto, varias opiniones: «En
general, se observa, en el panorama actual de la política dominicana, el decidido propó-
sito de los pintores y escultores jóvenes de incorporarse, sin abandono de la realidad lo-
cal, al espíritu de la época. Para ello parten de supuestos espirituales y estéticos de signi-
ficación amplísima que alcanzan hasta aquellos artistas que, como Jaime Colson y Darío
Suro, han llegado ya a la cumbre de su expresión plástica espiritual».|54|
El que de repente encontrara el arte de este país diversidad de corrientes y escuelas, re-
pite a nivel de pintura otra simbiosis ya encontrada en el orden racial (…). Lo morfo-
estilístico o picto-plurimórfico es en la pintura dominicana un carácter bien pronun-
ciado. Cuando él no se da en una o varias obras de un artista en particular, hay varia-
dos estilos respecto a diferentes momentos o épocas de su pintura».|55|
«Nuestra pintura actual es una afirmación de la autenticidad. No vemos en ella ni es-
quematismo paradojal con ausencia de vida, ni abstraccionismo intelectualista, con au-
sencia de sueños. Es una pintura (…) concebida y realizada desde la esencia misma de
nuestra realidad integradora, eso es, un arte con espíritu, sin anécdotas y sin folklor, aun-
Raquel Paiewonsky|Autorretato|Mixta/papel|40 x 33 cms.|1994|Col. Silvia Di Franco. que sí con testimonio».|56|
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|48| |49|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|57| «…es especialmente relevante en el contexto de un análisis de la evolución del moder-


Sullivan, Edward J.
Modern and nismo (…) destacar la posición de la República Dominicana como centro para la adap-
Contemporary
Art (…), tación de opciones y estrategias derivadas de prácticas artísticas extranjeras y como el
Páginas 135-36.
Confert. lugar en donde se crearon estilos artísticos novedosos y específicamente dominicanos
en los años treinta y cuarenta».|57|
|58|
Varios autores. «El salto hacia la más acusada modernidad de los lenguajes pictóricos, define el período
100 Años
de Pintura en el que influyen decisivamente Gausachs, Colson y Suro. Si por un lado el realismo so-
Dominicana,
texto de cial es encarnado con un vigor inusitado, por otro lado se tiende hacia la conceptualiza-
D. De los Santos.
Página 97. ción de la insularidad caribeña en sus aspectos mágicos, negroides, telúricos, sensuales y
Confert.
populares. Lo decisivo es el contenido interno, espiritual y ritualista, transcrito con es-
|59| quematizaciones, visiones mágicas, abstracciones y expresionismos dramáticos, que resul-
Squirru,
¡Ahora! Revista. tan respuestas frente a los mecanismos férreos de una dictadura agobiante. Durante tres
Op. Cit.
Confert. décadas desarrolladas alrededor de la Escuela Nacional de Bellas Artes, se aglutinan las
más decisivas personalidades del quehacer artístico dominicano».|58|
|60|
Valldeperes. «…es imposible que un dominicano sea artista desprovisto de su condición nacional, no
Obra Crítica.
Vol. I., para quedarse en ella, sino para trascenderla; esto es ir más allá. (…) No se puede ir más
Página 40.
Confert. allá sin atravesar el más acá, y en ese más acá se imponen las circunstancias de tiempo y
lugar, es lo que vibra en todos y cada una de las manifestaciones artísticas de los artis-
|61|
Sánchez Camargo, tas dominicanos».|59|
referido por
Valldeperes, La condición nacional del pintor dominicano se reconfirma en su obra que es además
Idem.
Página 169. proyección de su autonomía, de su conciencia y de la sinceridad que expresa como ser
Confert.
íntimo o en posesión de la identidad. Haciendo referencia a esta condición se recono-
|62| ce que el artista más dominicano es siempre el más sincero, «o sea aquel que sin ajenas
Valldeperes,
Op. Cit. influencias en lo intrínseco, ya que es imposible evitarles en lo externo (…) se da a sí
Páginas 39-40.
Confert. mismo en su obra».|60| Este darse en el arte lo percibe el observador agudo, como en
el caso del crítico español quien se refiere a un pintor nuestro que expone en Madrid:
«Peña Defilló es dominicano –reconoce–, y aquí, como siempre en el arte, es importan-
te el lugar geográfico de origen para comprender mejor una pintura abierta de par en
par».|61|
Es inevitable que el creador nato revele en su obra la condición de origen, de sangre o
de raza, porque todo ello es esencia de su interior. En esta relación se cita el caso de
Darío Suro, que durante su permanencia en México interpretó asuntos de ese país con
sensibilidad dominicana. Igualmente el caso de José Gausachs, un pintor español que in-
terpretó con hondura lo dominicano, pero con la sensibilidad mediterránea del ori-
gen.|62| Julio Valdez|Autorretato de fin de siglo III|Mixta/papel|130 x 109 cms.|1998|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|50| |51|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|63| La identidad, la sensibilidad del origen y de la pertenencia geográfica, también es tema 1|4 La pintura dominicana:
Colson,
referido por que los propios artistas definen con claridad y con orgullo. Jaime Colson explica que rasgos particulares de una historia nacional
Valldeperes,
Idem. «antes que pintor es hombre: alguien que pertenece a una especial raza humana y a una
Página 39.
Confert. determinada latitud geográfica, y que contiene en el trasfondo de su ser vivencias an-
cestrales e insoslayables atavismos. Por eso no puedo ni deseo inhibirme en el acto de
|64|
Giudicelli, citado creación artística»,|63| termina declarando enfáticamente.
por J. Miller.
Paul Guidicelli, También al definir al acto creativo, otro pintor dominicano, Paul Giudicelli, se refiere a
Sobreviviente (…).
Página 76. la pertenencia. El dice que «su pintura es formalmente abstracta y viaja por los linderos
Confert.
metafísicos del subconciente, bifurcándose para convertirse en síntesis anímico-material
|65| (…), trato de expresar sin rodeos, con formas y colores de mi propia experiencia, para
Liz, Domingo.
Revista ¡Ahora!, personalizar y lograr así una realidad ontológica-universal que nace de lo étnico-social-
junio 1968 (?).
Confert. psicológico de nuestro pueblo y raza».|64|
Un tercer creador, Domingo Liz, habla de los factores que rodean la condición artísti-
|66|
Balcácer, Ada. ca. Establece que «todo verdadero artista tiene que echar raíces en su medio. Cuando el
Citada por Clara
Leyla Alfonso. artista es sincero aun las más altas expresiones del arte abstracto se producen por una
Hoy.
18 de septiembre conjunción de la personalidad interna (su manera peculiar de percibir y concebir) y lo
de 1986.
Confert. que queda es una percepción aguda y analítica de la naturaleza y la vida que lo ro-
dea».|65|
Ada Balcácer es quien más se ha referido a la condición del artista dominicano en más
de un aspecto. Con autodeterminación, ella expresa que siempre ha querido hacer un
arte en justicia a su identidad cultural y de la República Dominicana: «Siempre he con-
siderado, que mí función es vitalizar, fundamentar y expresar el documento nacional.
Para mi el arte tiene deberes, y la pintura como expresión artística también los tiene.
El arte es un elemento de la vida humana. Es una manifestación cuyas expresiones re-
Los deberes son funcionales a las necesidades sociales. No creo que un ser humano so-
presentan la elevación trascendente de la memoria cultural. Es una experiencia que to-
cial pueda funcionar como si el país fuera una ventana, mirando siempre de dentro ha-
do ser social puede y debe compartir, bien como espectador, como explorador o estu-
cia fuera.Y si bien es cierto que para muchos dominicanos, lo dominicano es un pro-
dioso, bien como hacedor individual y colectivo. No es necesario ahondar en esta últi-
blema, para los que somos dominicanos, no lo es (…). Los que nos sentimos domi-
ma diferencia, sino más bien reconocer que el arte, inventiva espiritual, recreadora y es-
nicanos, los que creemos que esta buena tierra existe, no tenemos dudas y nuestro tra-
tética, se proyecta, es alimentado y es fortalecido con la conciencia del artista, multipli-
bajo está dedicado a expresar ese sentimiento y esa convicción».|66|
cado en la música, en la poesía y en las llamadas artes visuales, entre otras muchas ex-
presiones artísticas.
Son los recreadores quienes revelan el arte como conciencia, resultando protagonistas
significativos del tiempo que representan y de la sociedad determinada en la que viven

Leopoldo Pérez (Lepe)|Jauría devorando un toro|Mixta/tela|130 x 97 cms.|1966|Col. Centro Cultural Eduardo León
Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|52| |53|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

y de la cual viven como alimentadores/alimentados que validan el principio de que la |67|


Hervé, Carrier.
historia no hace el arte, sino que por el contrario toda obra de creación espiritual y utó- Páginas 46-48.
Confert.
pica sí hace la historia.Y ésta, la historia, que es un relato de los acontecimientos de la
vida humana y de los hechos dignos de recordarse, es sobre todo: ¡Memoria! |68|
Idem.
Afirma Hervé Carrier que «el Arte sigue siendo la memoria viva de la humanidad» y Página 46.
Confert.
también reconoce que «el arte revela el alma colectiva».|67| Ese sentido de memoria
viva significa perdurabilidad del arte como trascendencia en el tiempo y por encima del |69|
Crocce,
creador, que es pasajero de la vida como todo mortal; no obstante, de los protagonistas Benedetto.
La Historia
humanos, el artista, al igual que todo forjador histórico, asegura una posición en la es- como Hazaña
de la Libertad.
cala de los nombres inmortales. Es decir, los inolvidables de la historia. Páginas 183-84.
Confert.
En cuanto al sentido del arte como revelación colectiva, significa de acuerdo a Carrier
«que toda sociedad humana se conoce por el arte de vivir, lo cual reúne diversas for-
mas creadoras. Entre ellas la religiosidad, los mitos, las tradiciones y las celebraciones co-
munitarias. Además, todo patrimonio tangible (tesoros monumentales) y otras produc-
ciones que pertenecen a la riqueza intangible: las letras, la música, la danza, el teatro, las
artes visuales, …»|68| en fin, todas las manifestaciones que definen la cultura histórica
producida en una colectividad, país o nación, sobre la cual habla Benedetto Crocce: «La
cultura histórica tiene por fin conservar viva la conciencia que la sociedad humana tie-
ne del propio pasado, es decir de su presente, es decir de sí misma; de suministrarle lo
que necesite para el camino que ha de escoger; de tener dispuesto cuanto, por esta par-
te, pueda servirle en el porvenir. En este valor moral y político de la cultura histórica
se funda el celo de promoverla y acrecentarla, el cuidado de preservarla libre de conta-
minación, y juntamente, el vituperio que se inflige con severidad a quien la deprime,
desvía o corrompe».|69|
Las relaciones vivenciales entre arte como memoria e historia como conciencia de una
cultura nacional que sobrevive, conducen directamente al quehacer de la Pintura Domi-
nicana que es creación en permanencia. Por consiguiente, cultura histórica con pasado-
presente muy vivo, y conciencia que, si bien sigue enfrentando situaciones adversas –in-
ternas y externas–, es una expresión que revela el alma colectiva desde los artistas y sus
discursos visuales.Además, este quehacer traza un recorrido del que pueden anotarse ras-
gos particulares. A seguidas la explicación enumerada de los mismos:
|A|La historia de la Pintura Dominicana atañe a un país antillano. Por consiguiente, se
desarrolla en una isla, más bien en media ínsula, ya que comparte el territorio con Hai-
tí. Esta excepcional relación no ha sido decisiva para las definiciones artísticas de ambas
Ada Balcácer|Intención gráfica|Mixta/tela|70 x 55 cms.|1966|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. naciones, lo cual no significa que la ineludible hermandad no haya originado intercam-
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|54| |55|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

bios y nexos a partir del espíritu identificador de una parecida mirada al hábitat, a la et- cer pictórico en el territorio que se identificó como país dominicano, pero el arte do-
nia, a las fuerzas atávicas y telúricas. A pesar de los nexos, los estilos de las pinturas que minicano definido con propiedad histórica es otra cosa: es nuevo y nacional.
desarrollan los artistas de las dos naciones son marcadamente diferenciados. |C|La Pintura Dominicana plantea una variada definición de su desarrollo:
|B|La Pintura Dominicana, apreciada como la expresión pictórica desarrollada en el • Es la historia que adquiere categoría a partir de los primeros pintores que, aparte de
territorio desde el lejano período prehispánico hasta el presente, ofrece una historici- ser criollos, ofrecen una visión nativa en los temas.
dad a intervalos. Es decir, un registro de distantes períodos: el prehispánico o del abo- • Es la historia que conforman los modos patrimoniales heredados del pasado (pintu-
rigen antillano, el hispánico o colonial y el período nacional o dominicano. Si aparen- ra aborigen y pintura colonial), a los cuales se suma el modo de la pintura nacional y
temente los tres momentos sincronizan, no se da un desarrollo lineal de la actividad pic- moderna; y
tórica que permita apreciar la fusión de los elementos estilísticos que dan lugar al mes- • Es la historia que se impulsa sin raíces precedentes (ni aborigen, ni hispánica) y se
tizaje artístico (mezcla hispano-amerindia) y a una pintura mulata (mezcla afrohispáni- plantea como categoría expresiva desde 1844, alcanzando definiciones de estilo nacio-
ca). Sometida a la ruptura diacrónica, puede hablarse de tres grandes etapas del queha- nal en la medida en que sus hacedores más auténticos ofrecen interpretaciones de con-

tenido que de una u otra manera responden a la realidad perteneciente. Esta última de-
finición es la más lógica y convincente.
|CH| Siendo de naturaleza nacional, los primeros vestigios de la historia de la pintu-
ra dominicana son embrionarios, distantes e imprecisos en las referencias. Las fuentes
documentales ofrecen los nombres de pocos pintores criollos hacia el inicio del siglo
XIX y los iconos que han sobrevivido son poquísimos.

Domingo Liz|Figuras con sombrilla|Tinta/papel|49 x 68 cms.|1964|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Thimo Pimentel|Plegaria|Tinta/papel|38 x 24 cms.|1967|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Vicente Pimentel|Lamento|Carboncillo/aceite/papel|63.3 x 78.8 cms.|1970|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|56| |57|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|D| El impulso del arte nacional se plantea más claramente a partir de las décadas fi- establecimiento de la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA), la principal cantera de
nales del siglo XIX. En relación a ese impulso la historia de la pintura local asocia tres los artistas dominicanos, a la que luego se suman academias provinciales y otros centros
tipos de productores: el trashumante, el aficionado o dilectante y el precursor. En la ba- importantes que aparecen en las últimas décadas del siglo.
se de ese impulso hay que tomar en cuenta la aparición de las academias de enseñanza • Los auspicios de bienales, concursos y exposiciones en número creciente, estimulan
y la promoción que emprenden las sociedades culturales a favor de las artes. la relación arte, artistas y público.
|E|La historia de la Pintura Dominicana ofrece un desarrollo lineal y sostenido a lo • El coadyuvante papel que asumen forjadores, mecenas y oficiantes de la crítica, vía las
largo del siglo XX, en el que se producen los siguientes fenómenos: reseñas del quehacer artístico.
• Condiciones socioculturales favorables, a pesar del estado de pobreza del país, en to- • Definición de polos, movimientos y escuelas pictóricas en diversas regiones del país.
dos los órdenes, durante la primera mitad del siglo. • Paulatino desarrollo del mercado y del coleccionismo artístico nacional.
• Flujo de corrientes estéticas más bien literarias que estimulan el paulatino desarrollo |F|La historia de la Pintura Dominicana plantea una conjugación de los lenguajes que
de la conciencia artística; flujo que resulta incidente en las perceptibles etapas de la his- se universalizan como occidentales o internacionales y que tienen sus matrices en las

toria pictórica.Tales etapas no se definen como delimitaciones fijas, ni procesos cerra- grandes capitales del arte. Esa conjugación ofrece, sin embargo, la adecuación lingüísti- |70|
López Meléndez,
dos en los planteos visuales o lingüísticos. ca vía los temas y cuando no es la mulatería estética la que le da otro sentido a los ist- Amable.
Mariano Sánchez,
• Aparición de artistas docentes formados en el exterior (nacionales y extranjeros), los mos, entonces los lenguajes resultan sometidos a la multiformidad expresiva o «polisín- La Pintura
de un Visionario.
cuales introducen métodos de enseñanza y lenguajes modernos, provocando la distin- tesis»,|70| concepto que alude a los hallazgos formales del arte moderno y que el pin- Página 96.
Confert.
ción entre pintores de viejo y nuevo cuño. tor dominicano asimila y transmuta, regularmente, con su conjugación reductora y to-
• La paulatina intervención del Estado en la enseñanza artística; política que permite el talizante.

Tony Capellán|Dos|Pastel/cera/papel|142 x 80 cms.|1987|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. José Aguasvivas (Sejo)|Rastros rituales del pasado ignoto|Mixta/tela|149 x 119 cms.|1992|Col. Centro Cultural
Eduardo León Jimenes.
Gilberto Hernández Ortega|Ser astral|Mixta/cartón|64 x 49 cms.|1964|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Elsa Núñez|Vendedoras de peces|Óleo/tela|131 x 98 cms.|1967|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|58| |59|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

El término polisíntesis lo emplea el psicólogo social E. Antonio Moya, quien lo expli-


ca: «En mis exploraciones de diversos estudios de antropología sociocultural y psicolin-
güística topé casualmente un día con un concepto que comenzó a cambiar mi autoper-
cepción como dominicano. Este concepto fue POLISINTEISMO AGLUTINANTE, que de-
signa una de las principales características de las lenguas americanas precolombinas, en
contraste con otras lenguas menos incluyentes, llamadas sintéticas y analíticas… En
esencia, el término plantea que las diferentes lenguas americanas mantenían un proce-
so constante de préstamo intercultural y que uno de sus rasgos era la construcción de
conceptos en la aglutinación de morfemas contraídos que no perdían su significado ori-
ginal (por ejemplo, en la expresión taína mayaní macana, popularizada por Juan Luis
Guerra en Areíto, y que quiere decir no me mate, cada sílaba es una palabra comple-

Guillo Pérez|Homenaje al Greco|Óleo/tela|130 x 97 cms.|1966|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. José Perdomo|Mundo mágico de Job|Óleo/papel|122 x 89 cms.|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|60| |61|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

ta».|71| Moya admite su incursión en una nueva aventura del pensamiento al aplicar el |71|
Moya, E. Antonio.
concepto de polisíntesis a la cultura dominicana como un todo. Referencia en
López Meléndez.
|G|La historia de la Pintura Dominicana es la memoria patrimonial y viva de todos Op. Cit.
Confert.
los hacedores que en mayor o menor grado la forjan y definen: pintores nacionales lo-
calizados en el terruño y pintores que han integrado distintas etapas de la diáspora crio-
lla. También pintores extranjeros que, bajo la condición de exiliados, nacionalizados, o
transeúntes, han producido en el país una obra de hechura dominicana. Además, pintores
de mucha o mínima trascendencia productiva formando un conglomerado en el que se
perciben los maestros forjadores y con ellos otros artistas profesionales; además, los pin-
tores de ocasión temporal, los hogareños, los pueblerinos y los populares. Ninguna de
esas últimas condiciones los excluye de la mirada, de la nominación o del recuerdo.To-

da historia nacional no está hecha de grandes impulsos humanos, sino también de los
pequeños sucesos que se multiplican como ráfagas en la vida cotidiana y colectiva.
Con todos los rasgos que definen el fenómeno general de la Pintura Dominicana co-
mo historia en permanencia, es necesario discutir su carácter de producción isleña, ges-
tada en el aislamiento y merced al trato aislante que se le dispensa desde las regiones
con las que tiene nexo territorial y parentesco: la Antillas, el Caribe y Latinoamérica.

Paul Giudicelli|Brujo disfrazado de pájaro|Mixta/tela|130 x 97.5 cms.|1964|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Celeste Woss y Gil|Joven mulata con vestido rosa|Óleo/tela|106.5 x 36.3 cms.|1944|Col. Centro Cultural Eduardo
León Jimenes.
Soucy de Pellerano|Familia triste|Mixta/papel|144 x 108 cms.|1971|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|62| |63|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

El hecho de ser una expresión artística que tiene que ver con una isla cuyas vicisitudes
han provocado el bienhechor o traumático sentimiento de la pequeñez solitaria. La in-
sularidad determina que tal expresión, aparte de ser desestimada precisamente por la
geografía, sea juzgada además como un hecho tardío. A esa tardanza sociocultural se le
añade el factor del atraso en el alcance procesal de la contemporaneidad, sin compren-
derse que todo arte nacional se origina y crece conforme a las condiciones estructura-
les del país. Es decir, en base al desarrollo de la economía y de los sistemas en los cua-
les descansan: la estructura social, la del Estado, el sistema educativo y el nivel de los me-
dios de comunicación. Un artista tan notable como Jaime Colson establece lo atrasado
del arte dominicano, autocomparándose en 1938, con otros artistas nacionales. Él escri-
be: «Puede afirmarse, sin pecar de presuntuoso, que por aquellos tiempos el único pin-

Mario Grullón|Lavanderas|Óleo/tela|76 x 62 cms.|1982|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Cándido Bidó|Las lavanderas|Mixta/tela|127 x 90 cms.|1967|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|64| |65|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|72| tor dominicano era el que esta línea escribe –sin que esto pueda molestar al veterano
Colson, Jaime.
Memoria Yoryi ni a nadie–. (…) Abelardo Rodríguez Urdaneta y Sisito Desangles, a pesar de sus
de un Pintor (…)
Páginas 60-61. buenos deseos, no fueron al fin de cuentas más que dos lamentables nati-muertos, por-
que los grandes artistas no se improvisan y en un medio inculto no puede fraguarse en
ninguna forma un gran arte».|72|
La opinión del atraso del arte dominicano no es tema exclusivo de algunos artistas, sino
también de críticos muy reflexivos que se han arriesgado a indicar –implícitamente– el
aspecto retardado de la modernidad cuando señalan que fueron los pintores que se exi-
lian en el país, en el 1939, los que introducen los lenguajes modernos; o con extrema li-
gereza le atribuyen a cualquier pintor de la generación del 1950 la primacía de estable-
cer la ruptura moderna, cuando desde la década del 1920 ese síntoma estaba planteado.

Carlos Hinojosa|Que me sepa comprender|Mixta/tela|183 x 198 cms.|1999|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Fernando Peña Defilló|Ángeles músicos|Acrílico/tela|56 x 40 cms.|1995|Col. Privada.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|66| |67|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|73| Si las distorsiones y las negaciones históricas se sustentan dentro del país con cierto apre- un tercer y discreto, moderno también, emigra hacia Haití (Amiama), en donde se le re-
Traba, Marta.
Dos Décadas suramiento, junto a todas ellas se agrega el rampante desconocimiento de una latinoa- conoce y salva del olvido. Como puede apreciarse, la historia pictórica dominicana, si
Vulnerables (…)
Página 36. mericana importante como Marta Traba, quien en su ensayo más difundido alude indi- bien isleña, es producto de conductas aisladas y surge más o menos sola, suelta e indivi-
rectamente a la isla del pueblo dominicano. Explicando la resistencia artística ella escri- dualizada con las fuentes exteriores que asimilan los protagonistas fundamentales.
be: «El clima, las condiciones peculiares de existencia, el arrasador e intemperante poder A la naturaleza isleña y aislada que comporta la Pintura Dominicana, se añade el silen-
del trópico alinea también en el área cerrada, o en sus márgenes, las islas del Caribe, Hai- cio aislante. Es el alto grado de desconocimiento de su historia expresiva y la marginali-
tí y Cuba, excluyendo las demás por su escasa o nula producción artística. Puerto Rico, dad que rodea a sus principales gestores, los artistas. Es la negación que persiste a muchos
finalmente, queda unido a este sector por la desventura de ser colonia…»|73| niveles sobre el arte dominicano. Aislamiento, desamparo, falta de trato y separación in-
Con algunos reflejos que proceden del exterior, básicamente de Europa y con una mi- congruente en la que se confabulan la mayoría de los historiadores locales que sólo pre-
noría artística, se gestó el arte dominicano aisladamente. Dos o tres individualidades, for- ferencian y tratan sobre todo el devenir político, desconociendo otros aspectos funda-
zadas a salir del país por diversas situaciones, se desarrollan como pintores solitarios, en mentales del desarrollo nacional.A este atraso de la visión historiográfica se añade la po-

tanto otros quedan dentro de la ínsula, también aisladamente. Los artistas precursores lítica del Estado que en materia educativa apenas difunde la cultura patrimonial, igno-
concentrados en la capital de la república conformaron una isla grupal. Con posteriori- rando consecuentemente las artes visuales, cuyos gestores viven y mueren desprotegidos.
dad a ellos, las primeras dos mujeres artistas de valía (la Ibarra y la Woss y Gil) fueron lle- Otro factor nacional es el de la mayoría de los críticos con desenvolvimiento a partir del
vadas a asumir la errancia por diversos países, entre ellos Francia. A esa nación llegó un 1970. Desconocedores de la historia del arte que tratan, asumen una misión comunica-
trashumante modernista (Colson), quien se desarrolló como un desconocido nacional y tiva ambivalente, trepadora, al servicio de la marchantería. Críticos neocolonizados casi
a mucha distancia de otros dos modernos, aislados en el Cibao (Morel y Suro), en tanto todos, se aparcelan en cosmovisiones que van desde el afrancesamiento y la hispanofilia,

Amable Sterling|Icaro|Óleo/lienzo|92 x 100 cms.|1983|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Myrna Guerrero|Nuestra Señora de la noche|Acrílica/tela|102 x 76 cms.|1992|Col. Familia De los Santos.
Tony Delosantos|Fauce woman III|acrílica/tela|150 x 121 cms.|1996|Col. Familia De los Santos.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|68| |69|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|74| pasando por el caribeñismo ultrapolado y la parcialidad negrista, hasta desembocar en la


Sullivan, Edward.
Op. Cit. búsqueda del exteriorismo a expensas del cual se discute quién es el artista criollo más
Página 135.
Confert. internacional y cuál es el arte dominicano moderno, contemporáneo o más actualizado;
es decir, más afín con las directrices del internacionalismo. De cara al siglo XXI, posible-
mente algunos de esos críticos promuevan un arte dominicano globalizado, el que debe
ajustarse como producto cultural a la economía de servicio y a la estética de la sociedad
light: artificiosa, descomprometida y desechable.
Abordando la negación desde la perspectiva externa, es casi absoluto el desconocimiento
que se tiene del Arte Dominicano per se, o en una justa y ponderada mirada contextuali-
zada de la pertenencia latinoamericana. Pero Latinoamérica ha terminado siendo México,
Colombia,Venezuela, Brasil,Argentina y Cuba. El caso cubano se debe a que la revolución
castrista y sus partidarios se encargaron de colocar ese país en el mundo. Ante esta prefe-
rencia queda marginado más o menos el resto de los países y sobre todo el grueso de las
islas connotadas como Paraísos Turísticos, pero excluidas como productoras de la cultura vi-
sual por «su escasa o nula producción artística», como aseguró olímpicamente Marta Traba.
A esta percepción se asocian historiadores y críticos del arte latinoamericano.Al celebrarse
una muestra que ofreció una visión en extremo parcializada y que organizaron la Americas
Society y el Spanish Institute (Nueva York 1996), uno de los curadores, Edward Sullivan, alu-
de el desconocimiento sobre el arte dominicano: «La contribución de la República Domi-
nicana es uno de los capítulos menos conocidos de la historia del arte latinoamericano. El
arte de este país merece solo una breve mención en algunos de los pocos libros que exis-
ten sobre el tema y en otros el arte dominicano no aparece en absoluto. Pocas de las expo-
siciones de gran alcance sobre la pintura y la escultura latinoamericana organizadas desde
mediados de los años ochenta se han acercado al tópico del arte dominicano. Por ejemplo,
la importante exposición organizada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, con
etapas en Sevilla, Colonia, París y Nueva York, no incluyó a ningún artista dominicano ni
mencionó las tradiciones de las artes plásticas en la República Dominicana en su impor-
tante catálogo. En los últimos años han sido organizadas en Europa y Norteamérica varias
exposiciones significativas sobre el arte antillano, que han incluido a diversos artistas domi-
nicanos contemporáneos y que han contribuido a forjar un perfil de la pintura, escultura e
instalaciones dominicanas para una vasta audiencia. Sin embargo, el componente histórico
del arte moderno dominicano es a menudo ignorado».|74|
Sullivan, al establecer que «por regla general se ignora con harta frecuencia la historia del
arte moderno» en casi todas las islas antillanas, establece que un factor que dificulta «un
más extenso conocimiento y una mayor comprensión de las contribuciones del arte an- Ramón Oviedo|Espantajo|Óleo/tela|100 x 81 cms.|1969|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|70| |71|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

|75| tillano» es la visión que ofrecen los autores de la historia de ese arte, quienes se concen- 1|5 Una división cronológica
Idem.
Página 136. tran «en una isla en particular, en vez de intentar establecer más amplios vínculos entre las
Confert.
naciones, en un esfuerzo para definir los parámetros de lo que pudiera ser un arte antilla-
no, si es que puede decirse que tal cosa existe».|75| Esta observación es válida, pero igno-
ra Sullivan que, aparte de que tales historias bibliográficas y particulares son recientísimas,
las Antillas más que territorios en relación geográfica, son islas en donde los sistemas co-
lonialistas aún permanentes, han trastornado los vínculos en complicidad con los grupos
dirigenciales isleños. Por otra parte, las filiaciones nacionales, sin importar el estatus polí-
tico de cada una de las islas –realmente todas son colonias–, han levantado bloques dife-
renciados que en cierta manera han sido llevados a la práctica del mutuo aislamiento. Las
filiaciones coloniales: española, francesa, holandesa, inglesa y norteamericana, han profun-
dizado aspectos que tienen que ver con el fenómeno aislante en el mundo antillano.
En relación a la incomunicación antillana, que debiera ser más dinámica e interactuante, se
señalan tres condicionantes, más bien escollos: la solitaria existencia de los isleños, debido
a las permanentes trabas de circulación e intercambio.También las restricciones raciales, pe-
ro sobre todo los inconvenientes diplomáticos y políticos para una sociedad que, si bien sus
islas no resultan distantes entre sí, poseen la unidad del elemento afro. Un tercer condicio-
nante es la latente xenofobia en sociedades nacionales dominadas por la condición maríti-
ma y la errancia histórica permanentes. Esta hostilidad de isleños contra isleños, por razo-
nes raciales y políticas, pocas veces se expresa en contra del inmigrante blanco europeo y
norteamericano. En las artes se toma en cuenta la citada presencia a nivel del registro his-
tórico, pero cuando tal relación la establece un artista oriundo de una isla antillana en otro
territorio similar, el olvido, más bien el silencio de la historia, suele ser rampante. Son las
La seducción del arte como espejo cultural asociado a un destino histórico patentizado
historias de las artes nacionales, como en el caso de la dominicana, las que registran el fe-
nacionalmente, es lo que permite, tras las disquisiciones precedentes, entrar de lleno en
nómeno de la diáspora de sus artistas, aunque sucede también que gran parte de los crio-
la Memoria de la Pintura Dominicana. El desprejuicio para asumir una visión abarca-
llos que emigran enfrentan la tragedia de ser excluidos doblemente: en el país nativo cuan-
dora, en lo posible, de nombres y hechos, se acomodará a un trazado más o menos li-
do no ofrecen reflejos del desenvolvimiento productivo; y en el país a donde llegan como
neal del proceso pictórico en relación al acontecer sociopolítico del país y al acontecer
emigrantes, formando parte de una minoría latina marginada, a la que se le aplica un des-
externo de gran incidencia.
calificativo en base a la procedencia. ¿Cuántos artistas antillanos o dominicanos han entra-
Tomando en cuenta que la historiografía en general ha consolidado el método cronoló-
do en la historia oficial del devenir de las artes de Francia? ¿Cuántos pintores de la diáspo-
gico, éste pauta un enfoque que se pretende, además de lineal, que sea claro, fácil y or-
ra hacia los Estados Unidos han alcanzado un reconocimiento sostenido en este país? La
denado. En este sentido, sosteniendo que el desarrollo del Arte Dominicano, y con él la
internacionalidad que, en el caso dominicano, asumen muchos pintores es una fábula de
expresión pictórica, toma cuerpo a partir de los indicadores de la dominicanidad como
sobrevivientes en las grandes capitales de las artes. En otros casos es estrategia de mercado
cuando la obra pictórica, por ejemplo, sin perder la representación cultural se convierte en
Pictografías en Cuevas José María|Parque Nacional del Este|Pintura parietal|Período Prehispánico.
un bien utilitario, en un valor que seduce como espejo de la condición humana. Anónimo|Imagen Nuestra Señora de la Altagracia (detalle)|Óleo/tela|Siglo XVI|Tesoro Basílica de Higüey.
Capítulo 1|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|72| |73|Lo dominicano como identidad y acentuación del arte nacional|Capítulo 1

conciencia, los ejes centrales de la narrativa histórica son los siglos diecinueve y veinte; HISTORIA DEL ARTE
especialmente este último, en el cual se producen los movimientos sostenidos por sus TERRITORIAL DOMINICANO
protagonistas, los pintores y los artistas. Es decir, por quienes ejercitan el arte de pintar 2000 a . C . | 2000 d . C
de manera doméstica y poco trascendida y por esos otros que rebosan la simple defini-
ción de hacedores: los inspirados que serenos o intranquilos juegan con la imaginación, Etapas Fenómenos Artísticos Ciclos
conforman la utopía, establecen rupturas visuales, coincidiendo además con el misterio
Período de 1|Arte aborigen y taíno Arte amerindio antillano
de la vida humana y con sus raíces ontológicas. A todo ello responde el artista neto. la primera raíz nacional
Aún siendo los siglos diecinueve y veinte los ejes de la historia pictórica dominicana, no
se descuentan o niegan los antecedentes que son: el de la población aborigen prehispáni- Período de 2|Arte durante la Colonia Arte hispanizante
las segundas raíces nacionales
ca y el de la sociedad colonial. Aunque elementos e imágenes de las pinturas correspon- 1492-1821

dientes se convierten en fuentes temáticas de arte dominicano (la pictografía taína y en Período de Arte de la nacionalidad
3|Arte nacional-dominicano
los florecimientos artísticos
1822-2003
y de las definiciones dominicanas
• El impulso proto-dominicano
1795-1865
• El primer florecimiento
de las artes. 1870-1900
• La ruptura proto-moderna
del 1920
• El nacionalismo
y la generación 1930
• Las Bellas Artes en dos
momentos decisivos: 1940-1950
• El enlace y desenlace
de las generaciones con
los lenguajes modernos
• El arte de los nuevos
militantes del decenio 1960
• Las rupturas y las novedades
expresivas del decenio 1970
• El boom artístico de los 1980
• El arte y las generaciones
de entremilenios: 1900-2003
especial el icono altagraciano), se insiste en afirmar que los mismos no potencializaron
tradición alguna en la historia del arte dominicano, quedando como reliquias frías o pa-
trimonios monumentales. Pero tomando en cuenta que son registros isleños, ellos funcio-
nan como parte de la periodización cronológica en que se puede dividir la historia del
arte en el territorio nacional. La división más simple establece tres grandes períodos:Ame-
rindio, Arte hispanizante y Arte de la nacionalidad (ver cuadro).

Marianela Jiménez|Calle El Conde|Óleo/madera|41 x 49 cms.|1941|Col. Servicios Profesionales de Museo S.A.


|75|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

2|1 El aborigen y la pintura rupestre

2
LAS RAÍCES ANTECESORAS
abor igen, hispana y afr icana

Durante los milenios que preceden la Era Cristiana, se forman numerosos núcleos po-
blacionales en el vasto continente americano. De acuerdo a su nivel de desarrollo esos
núcleos aborígenes ofrecían dos condiciones generales: varios grupos de amerindios ha-
bían alcanzado ser sociedades altamente civilizadas, debido a la posesión de técnicas
avanzadas de desenvolvimiento y a la organización socioeconómica y política. En cam-
bio otras poblaciones de amerindios se desenvolvían en unas condiciones de menor de-
sarrollo. En este segundo nivel se encontraban los grupos de selva tropical que se rela-
cionaban con los arawacos, los cuales definieron distintos y sucesivos asentamientos en
el territorio insular llamado Iti o Aití, en ese entonces. Las investigaciones atestiguan
que la isla fue ocupada por grupos pre-agrícolas desde casi mil años antes de Cristo y

Anónimo|Pictografías|Pintura parietal|Período Prehispánico|Cuevas José María Parque Nacional del Este.


Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|76| |77|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|76| que mucho después se asentaron tribus de agricultores, probablemente a partir del si- boraciones en diversos materiales: madera, hueso, piedra y concha. Arte profundamen-
Veloz Maggiolo,
Marcio glo V antes de Cristo.|76| te doméstico y ejecutado por el sector femenino, otra vertiente, sin embargo, tiene una
corrigió
amablemente Igneris, ciboneyes, taínos, caribes y guanahatabeyes (nominaciones étnicas), son los prin- función ceremonial o ritualista que se asocia a la ejecución masculina. El investigador
este tópico.
cipales grupos que tradicionalmente se asocian al período que indistintamente es llama- Veloz Maggiolo hace constar esa diferenciación productiva: «...En lo relativo a la cerá-
do prehistórico, primitivo, precolombino o prehispánico; sin embargo, desconocemos mica estamos convencidos de que existían dos líneas de factura: la primera simple y de
los nombres de dos grupos más tempranos, los cuales son clasificados según sus tecno- uso muy doméstico, sin mucha decoración (...); la segunda complicada y firmemente
logías y posibles lugares de procedencia. De todos esos núcleos son los taínos quienes ceremoniosa, figurativa y realista, a veces votiva. De modo que si bien no tenemos una
protagonizan el asentamiento mayoritario y difundido en el territorio insular; asenta- clara relación de quién fabricaba la cerámica antillana, podemos suponer que en el ca-
miento que desarrolla además un modo estético y una cultura que «debe ser analizada so de la vasijas simples el ceramista como en casi todas las culturas neolíticas, era la mu-
desde sus propias creaciones y organizaciones y no partiendo totalmente del fenómeno jer (...). Lo que ponemos ciertamente, en dudas, es que la cerámica ceremonial también
continental», opina Veloz Maggiolo, ya que si bien el asentamiento taíno «responde a los fuese hecha por la mujer dentro del oficio cotidiano. La firme y continua forma geo-

|77| patrones iniciales orinoco-amazónicos muestra líneas culturales similares de proceden-


Veloz Maggiolo,
Prehistoria de cia y variantes son enormes en los rasgos culturales (...). La organización religiosa taí-
Santo Domingo.
Página 277. na era más completa que la de los arawacos continentales, y por tanto su arte fue mu-
Confert.
cho más expresivo».|77|
Este conjunto de amerindios antillanos llamados taínos conformaron una sociedad de
agricultura con una abundante producción de cerámica a la que se añadían otras ela-

Anónimo|Pictografías|Figura antropomorfa|Período Prehispánico|Cueva de las Maravillas. Anónimo|Pictografías|Pintura parietal|Período Prehispánico|Cuevas José María. Parque Nacional del Este.
Anónimo|Pictografías|Figura zoomorfa|Período Prehispánico|Cueva de las Maravillas.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|78| |79|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|78| metrizante que desemboca en el decorado que he denominado laberíntico, responde a los dos lenguajes universales que establece esta sociedad. Es decir, ejecuta una figuración |79|
Idem. Idem,
Páginas nuestro juicio, a una especialización y antes que nada al conocimiento de un oficio muy de planteo realista, naturalista, al tratar de interpretar el medio circundante; y después, Página 228.
226-27. Confert.
Confert. perfeccionado. Estando la religión en poder de los hombres, y siendo el cacique jefe re- por evolución, se expresa de manera abstracta mediante esquemas, símbolos y estiliza-
ligioso y guerrero, es posible pensar que el fenómeno religioso –incluida toda forma de ciones. El imperativo mágico explica la manifestación de ambos lenguajes. «En todos sus
expresión artística y en ella la cerámica– fuese manejado por grupos especializados en aspectos el arte taíno es altamente religioso, cargado de animismo, porque la sociedad
una labor discriminatoria».|78| creía en seres ultraterrenos, en antepasados y dioses».|79|
La cerámica, al igual que otros objetos que rebasan la simpleza artesanal, mobiliaria o El arte rupestre aborigen manifiesta un rastro en el que se percibe, en algunos casos, la
de objeto ritual, ofrece en sus propuestas formales y decorativas innumerables motivos ejecución de grupos diferenciados históricamente. Se dan señales pictóricas asociadas a
básicos, sencillos y secuenciales. Tales propuestas, incluso, ofrecen conceptualizaciones ejecutantes pre-agrícolas o pretaínos que se diferencian de una producción neoindia,
más complicadas como son los esquemas laberínticos. Se trata de diseños de abundante por lo regular taína. Esta doble ejecución la ratifica Dato Pagán Perdomo cuando seña-
y concéntrica linealidad geometrizante, a veces de efecto cinético, los cuales también se la: «Las evidencias arqueológicas hasta ahora estudiadas y las comparaciones etnohistó-

asocian al modo pictórico que desarrollaron los arawacos, aunque realmente la pintura ricas sólo permiten asociar las diferentes formas de arte rupestre de la isla a los grupos
reconocida de toda sociedad primitiva es la rupestre, realizada sobre masas rocosas en precerámicos y agro-alfareros (...). En nuestra isla, el arte rupestre aborigen, no es la
cavernas y descampados. obra de un solo grupo de poblamiento, sino la expresión de distintos grupos en dife-
En los procesos de difusión y evolución de los arawacos, ellos desarrollan el arte rupes- rentes movimientos de evolución. Ello explica, posiblemente que a veces encontremos
tre: pintura, grabados y relieves que, aparte de su elementalidad, se asocia a la cosmovi- en un mismo yacimiento o en sitios distintos, temas y técnicas iguales o diferentes, o al
sión de toda sociedad en situación más o menos primitiva. Además, la estilística sigue lado de otros, o superpuestos, asociados en uno u otros casos a materiales precerámicos

Anónimo|Pictografías|Figuras antropomorfas y zoomorfas|Período Prehispánico|Cueva de las Maravillas. Anónimo|Pictografías|Figura zoomorfa (forma de ave)|Período Prehispánico|Cueva de las Maravillas.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|80| |81|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|80| o cerámicos, o simplemente transicionales».|80| El citado autor distingue cuatro mani- mación de su medio. Dentro de la visión realista, los animales representados son espe- |84|
Pagán Perdomo, Idem.
Dato. festaciones en el arte rupestre de la sociedad isleña prehispánica: cialmente la lechuza y el murciélago, a los que se les daba significación en la creencia Página 13.
Suplemento Listín Confert.
Diario, 3 de marzo |Los petroglifos| Grabados incisos en las rocas, generalmente localizados en las en- religiosa. Aves, peces, perros, serpientes e insectos, entre otros, completan el temario en
de 1984.
Página 4. tradas de las cuevas y cuyas representaciones son antropomorfas o zoomorfas: figuras el cual también el enfoque humano, en la mayoría de los casos representan escenas de
Confert.
que representan seres humanos o animales, expresan una mirada hacia el exterior.Tra- cacería y de danza, ceremonias religiosas y ritos mágicos. «La sexualidad está represen-
|81| bajados con buriles, cinceles y martillos de piedra e igualmente terminados con otros tada por los órganos genitales masculino y femenino y en los dibujos de mujeres los se-
Idem,
Página 5. materiales abrasivos y friccionados (arena, coral, fibras, vegetales ...), suponen un dibujo nos nunca aparecen. Las figuras humanas son planas y frontales y (únicamente) en las
Confert.
previo o diseño a la ejecución definitiva. De acuerdo a Pagán Perdomo, los petroglifos representaciones zoomorfas se captan los perfiles casi siempre estáticos».|84|
|82| representan la manifestación más abundante de las expresiones rupestres. La pictografía abstracta, concebida con simbolismo gráfico-geometrizante, fue ejecuta-
Caba Fuente,
Angel. |Las pictografías| Pinturas realizadas con pigmentos de origen vegetal, animal y mi- da con gran representatividad. Observa Morbán Laucer que las representaciones las hi-
Suplemento
Listín Diario, neral, directos o mezclados sobre superficies rocosas, generalmente en cuevas. Se cons- zo en sus formas más puras y por medio de líneas curvas o rectas logró una estilización
20 de septiembre
de 1980. tituyen propiamente en la clásica pintura rupestre, evidenciándose una ejecución reali-
Página 12,
Confert. zada con los dedos, «aunque no se descarta la utilización de instrumentos, tales como
pinceles hechos con materiales vegetales, como pequeños manojos de paja, tallos de
|83|
Morbán Laucer, planta deshilachados en un extremo, espátulas, etc.» Menos abundante que los petrogí-
Fernando.
Pintura ruprestre ficos, las pictografías ofrecen tres modos tipológicos claramente definidos: figuras natu-
y petroglifos.
Página 15. ralistas (no completamente realistas), representaciones esquemáticas y expresiones abs-
Confert.
tractas.|81|
|Los pictoglifos| Manifestaciones del arte rupestre que mezclan técnicas de incisión
relacionadas al grabado petroglífico con soluciones pictográficas o uso de pinturas para
elaborar un diseño, un motivo, un tema.
|Los geoglifos| Representan realizaciones grabadas en la superficie del suelo. Es de-
cir, en rocas planas que yacen sobre la tierra.
El carbón vegetal, el jugo de la bija y la jagua, el extracto del mangle, de savia, de hojas
y resinas de árboles, las calizas molidas, el ocre óxido de hierro, forman la base de los
colores pictográficos, al igual que residuos de animales y elementos minerales. Con ta-
les medios se obtenían el blanco, el negro y el rojo, con los cuales expresa el ejecutan-
te o pintor isleño la cosmovisión de la realidad tanto física como espiritual. Si en los pe-
troglifos el temario representa figuras antropomorfas simplistas, usualmente de líneas
circulares continuas,|82| definiendo astros, rostros, chamanes y símbolos mágicos, una
parecida simplicidad caracteriza las pictografías. Sin embargo, en este modo expresivo
de la pintura rupestre el temario es más amplio y por consiguiente más apreciables los
lenguajes. El realismo pictográfico refiere la naturaleza que rodea al aborigen: «represen-
taciones de frutas, árboles y animales que consumían en su dieta porque consideraban
que con esto podían influir mágicamente en una más fácil recolección»|83| y transfor- Anónimo|Pictografías|Figura antropomorfa|Período Prehispánico|Cueva de las Maravillas.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|82| |83|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|85| abstracta no sólo en pintura, sino también en cerámica. Los motivos abstractos se carac- Se estima que el arte rupestre es una de las expresiones más importantes de la cultura |88|
Vega, Bernardo. Pagán Perdomo,
Arte Taíno. terizan por la gran simetría|85| y la cualidad dibujística patentizada mediante el dise- aborigen insular, «ya que alcanzó expresiones excepcionales tanto por la calidad artísti- Dato.
Página 7. Listín Diario,
Confert. ño. Las abstracciones son formas sin relación evidente con una realidad física concreta, ca y la diversidad de motivos, que por las técnicas utilizadas y la riqueza temática. Se 3 de marzo
de 1984.
observa Pagán Perdomo,|86| quien atendiendo a los motivos o diseños, clasifica el te- considera que de toda el área antillana, Santo Domingo parece ser el territorio más ri- Confert.
|86|
Pagán Perdomo, mario del arte rupestre en varios grupos: co en pictografías, tanto en el aspecto cuantitativo como en el cualitativo».|88| Esta ri-
Dato. |89|
Op. Cit. a|Antropomorfos: dibujos de figuras humanas. queza expresiva rupestre constituye un acontecimiento para la prehistoria y la arqueo- Caro A.,
Confert. José Antonio.
b|Zoomorfos: temario de animales. logía del Caribe tan importante como fueron los descubrimientos de las pinturas ru- El Caribe,
11 de diciembre
c|Antropozoomorfos: figuración que combina humanos y animales. pestres de Altamira y Lascaux, de España y Francia, respectivamente. «No hay dudas» de 1976.
Página 3.
d|Fitomorfos: figuras de plantas, flores, frutos, etc. –escribió Caro Álvarez–, «de que los artistas prehistóricos dominicanos se dan las ma- Confert.

e|Mitomorfos: representaciones de mitos, leyenda, otros. nos con sus compañeros de Europa en cuanto a su producción artística».|89| Sin em-
|90|
f|Asteromorfos: figuraciones de astros celestes. bargo, la comparación es exagerada, si se toma en cuenta que «nuestro arte rupestre no Morbán Laucer.
Op. Cit.
llegó a lograr los planos sombreados profundos que caracterizan las pinturas europeas Página 13.
Confert.
de bisontes, caballos y otros animales (...) porque el artista no logró trabajar en diver-
sos planos ni usó la policromía necesaria».|90| |91|
Veloz Maggiolo,
Al enfocar los yacimientos pictográficos y petroglíficos, los especialistas ofrecen las si- Marcio.
Arqueología
guientes conclusiones: Prehistórica (...)
1972.
a|el repertorio tiene mucho que ver con la temática subtaína y taína, resultando casi Páginas 152-53.
Confert.
seguro que la mayoría procede del grupo de expresión agrícola;
b|la constante alusión al mundo vegetal, animal y ecológico que rodeaba al artista po- |92|
Veloz Maggiolo,
drían ser el producto de grupos culturalmente más avanzados que el Ciboney, respon- Marcio; Zanín
Daniela. Historia,
diendo por tanto al período de tainización de la isla;|91| Arte y Cultura (...).
Páginas 210-14.
c|se aprecia «gran diferencia entre arte rupestre y arte mobiliar. Las líneas y signos tra- Confert.

zados o incisos sobre las paredes no parecían tener mucho en común con los artefac-
|93|
tos y manufacturas»; Veloz Maggiolo,
Marcio. El Caribe
ch|«las representaciones en las paredes parecen el reflejo de una visión interior mani- Arqueológico,
anuario 3/1999.
festada como rápido registro»; Página 24.
Confert.
d|esta velocidad productiva se impone por encima de la calidad cromática y «expresa
|87| Aparte de las manifestaciones principales del arte rupestre (petroglifo, pictografía, pic- sobre la pared un pensamiento, una visión o una escena de la vida cotidiana»;
Morbán Laucer,
Fernando. toglifo y geoglifo), otra expresión pictórica a tomar en cuenta es la de los «Sellos o pin- e|con mano espontánea, acelerada y tumbada el artista rupestre realiza una pintura que
El Caribe.
Suplemento taderas de barro», los cuales han dado lugar a que se piense en la ejecución de pinturas «tiene un carácter menos sólido que la escultura»;
Cultural.
2 de marzo faciales, sobre el cuerpo humano, sobre tela y vasijas y maderas. Fabricados de barro, es- f| es pintura que carece, en su espacio, de fantasía y narración;|92|
de 1996.
Página 15. tos sellos ofrecen diferentes tipologías que permitían estampaciones variadas y tatuajes g|«lo característico de las formas precolombinas en el Caribe, por ejemplo, fue la ri-
Confert.
corporales, como se ha observado en grupos de indios amazónicos.|87| queza en el proceso creativo de cánones, reglas que de por sí destacaban el delirio de la
línea y la decoración misma», asegura Veloz Maggiolo.|93|
Anónimo|Pictografía|Pintura parietal|Período Prehispánico|Cuevas José María. Parque Nacional del Este.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|84| |85|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

2|2 El rastro del patrimonio pictórico aborigen Lo que puede considerarse un patrimonio aborigen del arte parietal o arte rupestre so- |96|
Schomburgk,
brevive en más de cincuenta cuevas localizadas en casi toda la geografía nacional. Aun- Robert H.
Texto con
que Fray Ramón Pané y Pedro Mártir de Anglería, antes del siglo XVI, son los prime- Notas Críticas
por Dato Pagán
ros en ofrecer noticias del arte cavernario, es el Cónsul inglés Sir Robert Schomburgk Perdomo.
Páginas 23-24.
(1804-1865), tal vez el pionero de la investigación y del estudio de las formas pictóri- Confert.

cas indígenas del territorio dominicano. Él publica en 1854 un texto etnológico en el


|97|
cual dice: «Yo examiné con muy vivo interés cierto número de pinturas simbólicas que Atiles, Gabriel.
Arte Rupestre.
los indios habían trazado con carbón vegetal en los muros blancos y pulimentados de Apuntes inéditos.
Página 1.
una de las cavernas más pequeñas, que ahora lleva el nombre de sala pintada. [En esta Confert.

caverna se exhiben numerosas figuras crudamente dibujadas sobre las paredes blancas,
de una apariencia tan fresca que uno se inclina a pensar que fueron hechas ayer]. Pedro
Mártir de Anglería, contemporáneo de Colón y uno de los primeros historiadores de
sus descubrimientos, refiere en su primera Década Oceánica, que los aborígenes de San-
to Domingo tenían una gran veneración por las cavernas, pues de ellas, según creían,
salían el sol y la luna para iluminar el mundo; y el género humano había igualmente sa-
lido de dos cavernas de diferente altura; según la estatura. (La sala pintada, fue probable-
mente usada para cultos religiosos)».|96|
La caverna a la que se refiere Sir Robert Schomburgk es una de las tres cuevas del con-
junto de Borbón, nombre de la sección situada a varios kilómetros de la ciudad de San
Cristóbal. Este sistema cavernario llamado Pommier hasta 1943, es uno de los más im-
portantes legados que permite apreciar la ejecución y el abundante temario del arte ru-
pestre. De acuerdo a Gabriel Atiles, las cuevas de Borbón «ofrecen una visión casi com-
pleta de la vida cotidiana y de las preocupaciones estéticas y religiosas de los pueblos
|94| La difusión del arte de los taínos no fue exclusiva al territorio que ellos llamaban Iti, Aiti. En
Veloz Maggiolo; que plasmaron estas imágenes. Representaciones simples de la fauna y la flora hasta las
Zanín, Daniela. las restantes islas de las Antillas Mayores, sus formas artísticas se reiterarán como parte de una
Op. Cit. más complicadas representaciones laberínticas y geométricas, el instrumental del traba-
Página 214. cultura predominante que se entrecruza o mezcla con estilos de tribus anteriores. «En el ám-
Confert. jo y escenas de la vida cotidiana, mitos y leyendas, escenas de caza y pesca, escaramuzas
bito de algunas cavernas de La Hispaniola se pueden establecer superposiciones culturales,
de combate, empleo y manejo de las armas, vida y muerte, aire, tierra y mar, represen-
|95| lo que permite pensar en realizaciones de hombres pertenecientes a culturas diversas».|94|
Veloz Maggiolo. tados en color negro de trazos seguros y certeros, impresos en los más encumbrados e
El Caribe Ahora bien, de acuerdo a Veloz Maggiolo, «ningún grupo precolombino ni preclasista hizo
Arqueológico. inaccesibles sitios de las cuevas, otros, al alcance de la mano».|97|
Op. Cit. arte por el arte»,|95| ya que la estética más que especializar las formas artísticas hizo que és-
Página 24. Un segundo muestrario de importancia se localiza en la Cueva de la Cidra, ubicada en
Confert. tas respondieran a las necesidades de la supervivencia. En esta relación debe entenderse el
una de las lomas del Parque Nacional Nalga de Maco, de la Provincia Elías Piña. Esta
arte rupestre concentrado mayormente en las cavernas, realmente templos primitivos para el
cueva contiene más de 30 pictografías ejecutadas con color blanco y en la zona de en-
rito mágico, que representan los petroglifos, pictografías y otras manifestaciones afines.
trada los motivos naturalistas y los diseños geométricos alcanzan más de un metro de
diámetro. La representación de aves ejecutadas con cromatismo negro llegan a un gra-
Anónimo|Pictografías|Pintura parietal|Período Prehispánico|Cuevas José María. Parque Nacional del Este. do de realismo tal, que se puede identificar la especie representada sin mucha dificul-
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|86| |87|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|98|
Idem.
tad. Sin embargo, las representaciones pictogríficas con empleo del blanco, del anaran- 2|3 Encuentros, desarraigos y supervivencia
Página 22. jado y del verde, caracterizan excepcionalmente el arte parietal de estas cuevas.|98| durante la colonización
Confert.
La distribución geográfica de los lugares que muestran pinturas rupestres tienen corres-
|99| pondencia con los sitios en donde hubo un poblamiento intensivo. Las áreas principa-
Pagán Perdomo,
citado por María les que concentran el patrimonio de petroglifos y pictografías son la costa Este, la cos-
Luisa Valdez,
Suplemento ta Suroeste y las montañas centrales del país.|99| Aparte de las representaciones de las
Listín Diario,
6 de marzo cuevas de Borbón (San Cristóbal) y de la Cueva de la Cidra (Elías Piña), se refieren otras
de 1982.
Página 6. grutas:
Confert.
|Cuevas de las Guácaras| Localizadas en Sierra Prieta, Provincia Sánchez Ramírez
|100| (Cotuí). Sistema constituido por cuatro cuevas, que reúnen un total de 60 petroglifos y
Suplemento
Listín Diario. más de 190 pictografías que «incluyen algunas escenas formadas por diversos tipos de
8 de abril de 1978.
Página 16. aves y otras clases de animales además de rostros y figuras humanas junto a otros dise-
Confert.
ños muy esquematizados de difícil interpretación». Estas cuevas fueron referidas por
|101| Narciso Alberti Bosch en 1912 en su obra Apuntes para la Historia de Quisqueya».|100|
Pagán Perdomo,
Dato. |Cueva de Hoyo de Sanabe| Localizada en la provincia Sánchez Ramírez (Cotuí),
Suplemento
Listín Diario. la cual resulta excepcional por incluir las representaciones pictográficas de un «cibucan,
29 de marzo
de 1980. instrumento confeccionado con fibras entrelazadas utilizado por los taínos para extraer
Página 12.
Confert. el zumo de la yuca rallada en el proceso de elaboración del cazabe». Entre otras picto-
grafías se destaca también la representación de una canoa y máscaras rituales de extraor-
|102|
Veloz Maggiolo, dinaria factura.|101|
Marcio.
Listín Diario. |Cueva Narciso Alberti Bosch| Situada en el Parque Nacional del Este, región
16 de enero
de 1994. oriental del país, en el Llano Costero del Caribe. Cueva en donde abundan bellísimas
Confert.
estalactitas e impresionantes bóvedas, las pictografías más predominantes representan fi-
En relación a la producción artística del aborigen isleño, se pregunta Veloz Maggiolo |103|
guras antropomorfas y astrales (estrellas, soles, etc), diseñadas con trazos gruesos de co- Veloz Maggiolo,
«desde cuándo el arte precolombino de las Antillas pudo haber sido considerado como Marcio.
lor negro. El nombre de esta cueva es un homenaje al «ilustre, incansable y solitario in- Idem.
un aporte estético a la historia del arte en general».|103| Confert
vestigador de nuestra prehistoria, quien dedicó gran parte de su vida a la investigación
En el momento en el cual el europeo entra en contacto con el mundo cultural de los
arqueológica y espeleológica de la República Dominicana».|102|
indígenas antillanos, su estimación hacia las artes se basaba en valores humanísticos y
Otras referencias sobre el arte parietal o rupestre de los aborígenes prehispánicos se en-
en una erudición estética renacentista, que desdeña todo aquello que no representaba
cuentran en la Cueva Trinicolá, en Oviedo (Provincia Pedernales), en la Cueva del Agua
los valores humanos, que conforman la cultura del Renacimiento. Como bárbara se
en Boca de Yuma (Provincia La Altagracia); en la Cueva de las Maravillas, en la carretera
consideraba cualquier realización escultórica y pictórica que no representara el ideal
San Pedro de Macorís-La Romana; y en la Cueva del Ferrocarril, en el parque Los Hai-
humano de la belleza, del equilibrio, de la perfección. Por consiguiente, las obras de
tises, entre otras muchas cavernas que al conformar un sistema en todo el territorio is-
arte en general, que preceden a los descubrimientos territoriales del 1492, fueron ca-
leño, incluye a la zona haitiana.

Anónimo |Pictografías|Pintura parietal|Período Prehispánico|Cuevas José María. Parque Nacional del Este.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|88| |89|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|104| lificados muchas veces de raras, extrañas y definidas con cierto dejo de burla. En el pe- sulares, fue el Almirante Cristóbal Colón el primero en apreciar el mismo, al ser el pro-
Vega, Bernardo.
Boletín ríodo del renacimiento europeo (siglos XV-XVIII) no se consideraban ni entendían las tagonista principal del descubrimiento y de la conquista de los nuevos territorios. El
del Museo
del Hombre expresiones del arte primitivo como auténticos resultados de una visión estética que refiere haber recibido del cacique Guacanagarix el lindo artificio de un «cinto que en
Dominicano,
octubre de 1973. se vincula a una cosmovisión esencialmente animista, mágica, ritual y simbólica, cen- lugar de bolsa traía una carátula que tenía dos orejas grandes de oro de martillo y la
Página 208.
Confert. trada en la naturaleza. Aún así los registros califican como un «ídolo de Santo Domin- lengua, y la nariz».Tiempo después, al ser invitado a ocupar un asiento llamado duho,
go», a una figura con careta de madera, llevada a un museo romano;|104| y Alejandro se le colocan pectorales, produciéndose relaciones de intercambio. De acuerdo a Veloz
|105|
Idem. Geraldini, primer obispo de Santo Domingo, envía al Pontífice León X, imágenes de Maggiolo: «Otro elemento artístico que aparece en la primera crónica es la corona de
Página 211.
Confert. «dioses crueles de aquellas gentes, que daban respuestas públicas a todo el pueblo, y que oro. El día 30 de diciembre de 1492, vuelve el cacique Guacanagarix a hacer contac-
puesto el sacramento de nuestro Santísimo Redentor en esta parte del mundo, han en- to con el Almirante, esta vez con cinco de sus súbditos. El regalo consistió en una co-
mudecido por completo».|105| rona de oro puesto que todos los reyes traían este tipo de objeto. De nuevo el cacique
Aunque numerosos cronistas ofrecen informaciones sobre el arte de los aborígenes in- ofrendó un regalo a Colón al colocarle su propia corona sobre la cabeza al Almirante.

Anónimo|Petroglífico|Pintura parietal|Período Prehispánico|Cueva de Yuboa. Anónimo|Pictografías|Pintura parietal|Período Prehispánico|Cuevas José María. Parque Nacional del Este.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|90| |91|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|106| Entonces «El Almirante se quitó del pescuezo un collar de buenos alaqueques y cuen- legada, el Almirante es un agente occidental, de Europa, de España y de la monarquía |107|
Veloz Maggiolo, Henríquez V.,
Op. Cit. tas muy hermosas, de muy lindos colores, que parecieran en toda parte muy bien, y se de los Reyes Católicos, auspiciadora de los programas que se impulsan con el mutuo Francisco.
Confert. Lecciones
lo puso a él, y se desnudó en capuz de fina lana, que aquel día se había vestido, y se lo descubrimiento entre europeos e indios, registrado a partir del 12 de octubre de 1492. de Fundamentos
de Historia Social
vistió, y envió por unos borgeuíes que le hizo calzar». Guacanagarix quedó vestido de El crecimiento y los niveles de perfeccionamiento que pudo haber alcanzado el arte ara- Dominicana.
Confert.
europeo, capa de lana, zapatillas y collar medieval. Entregaba ritualmente oro. Como wako o de los taínos, por evolución y hallazgos de técnicas sofisticadas, quedaron estan-
hemos señalado antes, las plastas o placas de oro no eran fundidas, y vale la pena citar cados como parte de la suspensión histórica del proceso de la tainización. Era el proceso
a Las Casas: «Estas plastas de oro no eran fundidas ni hechas de muchos gramos, por- de unificación por el que atravesaba la sociedad aborigen insular|107| como resultado
que los indios de esta isla no tenían industria de fundir, sino los granos de oro que ha- de la maduración y transformación geopolítica (nexos en tres cacicazgos) y de la cohe-
llaban, majándolos entre dos piedras, y así se ensanchaban, por manera que siendo sión cultural en términos de lingüística, religiosidad y prácticas socioculturales. El fenó-
grandes las plastas, eran extendidas de grandes granos o piezas que en los ríos halla- meno tainizante se interrumpe cuando el individualismo capitalista, la militancia gue-
ban». Cuando Colón regresaba a España, tuvo noticias de que los indios estaban fabri- rrera y el fanatismo conquistador de la evangelización católica, decididamente enfrentan
cando una especie de estatua de oro puro del tamaño del propio Almirante. Oferta, sin
dudas, política. Antes de salir hacia España, Colón tocó la península de Samaná en la
isla Española, en donde recibió como regalo cuentas «de cierta especie de piedras que
ellos apreciaban». Era día 14 de enero de 1493.
Prosigue señalando el antropólogo Veloz Maggiolo «Las informaciones sobre arte indí-
gena a partir del Segundo Viaje son menores. Sin dudas la sociedad cacical de la isla de
Santo Domingo y las Antillas consideraba el arte ligado a los caciques como un arte ri-
tualizado, cuyo contenido el español en un principio no pudo captar (...). El arte, la obra
de arte, volvió a ser lenguaje de intercambio entre Guacanagarix y Colón. Señala Las
Casas que, pasada la plática, ‘hizo un presente al Almirante de ochocientas cuentas me-
nudas de piedra, que ellos apreciaban mucho y las llamaban cibas, y ciento de oro, y una
corona de oro y tres calabacillas, que llaman hibueras (higüeras) llenas de granos de oro’
a su vez el Almirante retribuyó con cuentas de vidrio, tijeras, cascabeles, alfileres, agu-
jas, espejitos y otras menudencias. El intercambio de objetos se producía en un lengua-
je estético totalmente desconocido para el indio. Los códigos europeos no considera-
ban arte los objetos de oro hasta el momento hallados, sin embargo para los aborígenes
los espejos, tijeras, calzas y otros elementos de uso cotidiano, tenían un mágico sentido y someten a una población con normas de solidaridad comunitaria, también con recur-
que los parangonaba con el arte que ellos practicaban, siempre ligado a simbólicas ideo- sos bélicos primitivos enraizada en creencias alejadas de acciones violentas de conversión.
logías. De ahí que algunos metales fuesen considerados como metales de los dio- En una interpretación descarnada, el poeta Pablo Neruda ofrece en ocho versos la vi-
ses».|106| sión del saldo histórico que dejó el encuentro diferenciado entre españoles y taínos:
Los intercambios que se producen entre el Almirante de los mares y el cacique taíno «...Unos conquistadores españoles / que llegaron de España con lo puesto, / buscaron
expresan la interacción recíproca y momentánea que plantea el encuentro de dos mun- oro y lo buscaron tanto / como si le sirviese de alimento. / Enarbolando a Cristo con
dos: el de los aborígenes antillanos pertenecientes a una geografía más amplia de ame-
rindios y el mundo que representa Cristóbal Colón. Es una escala de la autoridad de- Anónimo|Pictografías|Pintura parietal|Período Prehispánico|Cuevas José María. Parque Nacional del Este.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|92| |93|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

su Cruz / los garrotazos fueron argumentos / tan poderosos que los indios vivos / se |108|
Neruda, Pablo.
convirtieron en cristianos muertos».|108| Versoinograma
a Santo Domingo
La obsesiva búsqueda de oro como soporte del monetarismo comercial capitalista y de la (fragmento).
Confert.
sustentación del Estado monárquico moderno como el de España, provocó la violenta
descontinuidad de la sociedad aborigen. El nombre La Española como nueva identifica-
ción insular representa, más que un simbólico rebautizo, el carácter imperativo de los pro-
gramas de conquistas y de colonización que se formalizaron en las primeras décadas del
siglo XVI. Si bien la conquista significó el sometimiento violento de la población indíge-
na en nombre de un nuevo control territorial desarraigante de todos los valores autócto-
nos, la colonización caló más profundamente. El reparto esclavista de los indios y la obli-
gación al trabajo forzado resultó decisivo para que lo español se impusiera al mismo tiem-

po que aplicaba otras acciones colonizadoras. Entre ellas, las fundaciones de fortines y vi-
llas, el repoblamiento con colonos inmigrantes, los establecimientos institucionales (au-
diencia, cabildos, gobernación, órdenes religiosas, escuelas...); la importación de modos
productivos (agrícolas, ganaderos...) En medio de este proceso culturizante o de hispani-
zación de la realidad social, se levantan pasajeros focos de resistencias más reconocidas y
recordadas que las huellas del mestizaje que levemente se produce en el nivel artístico.

Anónimo|Pictografías|Pintura parietal|Período Prehispánico|Cuevas José María. Parque Nacional del Este. Anónimo|Pictografías|Pintura parietal|Período Prehispánico|Cuevas José María. Parque Nacional del Este.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|94| |95|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|109| El rápido y trágico aniquilamiento de la población aborigen no pudo dejar más que aso- Los diferentes núcleos étnicos (Biáfara, Mandinga, Zapes, Carabalí...) transportados
Pagan Perdomo,
Dato. mos de la mezcla hispano-taína, observable en algunas obras sobrevivientes. En este ca- desde tierra africana al territorio La Española, definen en el siglo XVI, entre 1520-
Suplemento
Listín Diario, so, un par de piezas precolombinas, a las cuales les fueron agregados algunos materiales 1576 una población obligada a asumir la esclavitud. Desarraigado de la geografía de
3 de agosto
de 1983. de factura europea (espejos y otros adornos) que denotan transculturación. Se trata de origen, esa condición violentó, distorsionó y minimizó toda manifestación social, ex-
Confert.
una Figura con máscara de madera (Museo Luigi Pigorini, de Roma) y de un cinturón (mu- ceptuando la del trabajo forzado en beneficio de sus dueños.Violencia y muerte pro-
|110| seo Fuor Colker Kunde, de Viena), ambas piezas confeccionadas con posterioridad al des- vocaron que el régimen colonial buscara constantemente más esclavos, como bien ex-
Cassá, Roberto.
Historia Social cubrimiento de la isla (5 de diciembre de 1492), ya que aplican uso de espejos. Esta apli- plica Roberto Cassá: «No se debe creer que la población negra fuera totalmente es-
y Económica.
Tomo 1. cación determina que sean ejecuciones del siglo XVI, deduciendo Bernardo Vega que table. Los esclavos morían en apreciables cantidades debido al bestial régimen de tra-
Página 103.
Confert. fueron producidas o reelaboradas entre 1519 y 1558; más alrededor de la primera fecha bajo; continuamente entraban nuevos negros con licencia o de contrabando a susti-
ya que para los años mil quinientos cincuenta, «la situación material, moral y anímica de tuir a los muertos. Se calcula que en toda la época de la cuarta a la séptima década,
nuestra población indígena, difícilmente podría haber producido piezas de gran calidad». entraban anualmente 2,000 negros, o quizás algo menos, debiendo morir una canti-
En pintura, se ha localizado alguna referencia de fusión temática. En una pictografía de
la Cueva de Borbón «aparece un hombre montado a caballo (...).Todo el conjunto, ani-
mal y jinete, representa un conquistador o un colonizador español, lo que indica que
esta pintura corresponde al período final y de exterminio de la sociedad taína, bajo el
brutal dominio hispánico». La asociación conquistador-caballo que aparece en picto-
grafía y petroglifos indohispánicos en diferentes áreas de América, resultan evidencia del
pánico, el asombro, el desconcierto y, «talvez el efecto mágico (...) que produjo en el
indio la presencia y la acción arrolladora de un animal poderoso, imponente como el
caballo, que nunca antes había visto».|109|
No puede hablarse por ilocalizable de una pintura mestiza indohispánica, de mediano
alcance o de aislada y notable representatividad en correspondencia con el proceso co-
lonizador de La Española; proceso que se expande desde el momento en que trazan las
directrices políticas de un régimen administrativo que se afianza con el simultáneo he-
cho de convertir la isla en un solar de experimentación institucional y de tránsito para
la conquista del nuevo mundo americano. Aspectos y hechos definen ese afianzamien-
to. Entre ellos, el pujante desarrollo de la villa y puerto de Santo Domingo, sede de la
administración oficial, asiento de la universidad fundada por Bula Papal en el convento dad aproximada, pues los vecinos españoles siempre se quejaban de que morían de |111|
Idem.
de los dominicos (1538), y sede del comercio de la isla y del Caribe, en donde vivían hambre por falta de negros. El régimen de trabajo de los negros en los ingenios era Página 97,
Confert.
artesanos, burócratas, entre otros, la mayoría de la población libre, blanca y mestiza, e extremadamente duro».|111|
igualmente «casi todos los propietarios de exportaciones agrarias de importancia, como El desarraigo violento de los negros africanos y el aumento de esa violencia median-
ingenios, estancias y hatos».|110| Son tales propietarios los que se benefician de la tra- te el sistema de labores en el que se definían como energía, fuerza y maquinaria de la
ta negrera, autorizada como paliativo que pretende compensar el exterminio indígena. producción provocó un etnocidio inevitable.Al mismo tiempo que criminalidad racial
A esta trágica explotación se suman los nuevos esclavos convertidos en otro sector des-
naturalizado socioculturalmente. Elpidio Ortega|Vivienda de Tejamaní|Reproducción digital.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|96| |97|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|112| lo fue también en el orden cultural, espiritual y, por consiguiente, en las manifestacio- un accionar de configuración artística. Entendida como neoafricanidad porque es
Jahn, Janheinz.
Muntú: La Cultura nes artísticas. El arte, de acuerdo a Janheinz Jahn, «no es en el África nunca un objeto; adaptación y supervivencia en nuevas condiciones, es inevitable el contagio con ele-
de la Negritud.
Páginas 196-205. es un comportamiento, algo que se hace», y que se vive en la acción: el poema cuan- mentos taínos e igualmente con patrones impositivos de la transculturación hispáni-
Confert.
do se declama; la obra plástica en su función de estimulante durante la donación de un ca. Materia étnica más viva que la de los indígenas o taínos, por ser más permanente
orisha, la máscara en el movimiento de la danza.|112| Este sentido esencial de la ac- y remozada, no significa, sin embargo, que estos últimos no dejaran una influencia he-
ción o de la vivencia artística es aniquilada cuando se reduce y limita la movilidad del reditaria.
negro, negándosele la libertad como derecho natural. No obstante sometido a una Se puede pensar que el pueblo amerindio-antillano, al desaparecer bajo la violencia co-
nueva realidad en lo que tiene que adaptarse y obligados a asimilar nueva lengua, nue- lonizadora, no dejó herencia porque se convirtió en cultura perdida. Ocurrió lo con-
va religión y nuevas costumbres socioculturales, ese negro retiene valores ancestrales al trario: fue muerta pero dejó gran dosis viva de su espiritualidad. Pero mucho más fue
asumir el cimarronaje, el cual se expresa en la huida física, el escamoteo y las formas la del negro africano minimizado, sofrenado, pero rehabilitado por los continuos reem-
del sincretismo. plazos que mantuvieron las palmas del atabal en alto.

Mediante el cimarronaje preserva la contingencia negra sus valores, en ocasiones de-


bilitados por el trabajo forzado y la muerte, y más de las veces fortalecidos por la su-
ma de nuevos grupos durante el período colonial que se extiende hasta principios del
siglo XIX. El cimarronaje ofrece con el tiempo una herencia de signos que popular-
mente se expresan como pintura exterior y gráfica merced a un simbolismo de creen-
cia mágica sostenida permanentemente en ideogramas y otras señales que representan

Campesinos anónimos|Higüeritos|Artesanal|Sin fecha|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Campesinos anónimos|Higüerito|Artesanal|Sin fecha|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|98| |99|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

2|4 La pintura colonial en La Española cismo medieval-renacentista. Ella se expresa sobre todo en la arquitectura civil y reli- |113|
Rodríguez
giosa que se concentra en el plan urbanístico del puerto de Santo Domingo. En mate- Demorizi, Emilio.
España
ria de las otras expresiones y en el caso específico de la pintura, ésta fue evidentemente y los Comienzos
de la Pintura
un arte importado. De las crónicas de La Española en el siglo XVI, período de gestación y la Escultura
en América.
y apogeo colonial, se citan a continuación una serie de registros|113| relacionados con Páginas 12-40.
Confert.
la expresión pictórica:
|A| El primer pintor español que llegó a la isla se llamaba Diego Pérez, y fue una de |114|
Idem.
las víctimas que murieron en el fortín La Navidad, destruido por los aborígenes que Páginas 30 y 40.
Confert.
reaccionaron violentamente ante los desmanes cometidos por integrantes de la guarni-
ción.
|B| Se designa al Almirante Cristóbal Colón como el primer europeo que ejecuta una
obra artística en el territorio insular en base al hecho de que era cartógrafo y realizó a
la pluma, un dibujo de la parte septentrional de la Isla, en 1492.
|C| La primera colección de obras de arte es traída a Santo Domingo en la flota que
también transporta al Virrey Diego Colón y a su esposa María de Toledo.
|CH| En Santo Domingo «inicióse la pintura de historia» con el lienzo que recogie-
ra la visión de la batalla en el Santo Cerro.
|D| En los albores de la colonia, los primeros artistas fueron traídos por eclesiásticos
para la ornamentación de los templos, sostiene Rodríguez Demorizi que «sus nom-
bres son dignos de ser salvados del olvido porque fueron los primeros en ennoblecer
con sus artes el ambiente conventual (...) en primer término el de Santo Domingo,
por entonces Capital del Nuevo Mundo». El referido historiador ofrece una lista en la
que figuran, entre otros, Juan Pintor, Alonzo de Arjona, Pedro Vélez, Alvaro González
No se produjo durante el proceso colonial de La Española mestizaje artístico indohis-
y Juan de Mendoza. «A estos pintores procedentes de España se unían nativos de la is-
pánico, indoafricano o afrohispano debido principalmente a la violencia desarraigante
la».|114|
y trágica que impulsó el régimen de explotación español. Las señales de mixturas que
A pesar de los nombres de pintores criollos o nativos que puedan citarse, la pintura pre-
pudiesen referirse en algunos temas y ejecuciones no ofrecen el carácter de una elo-
dominante en la colonia fue importada; además, fue sacra y básicamente anónima. Es-
cuente integración y, si bien ocurrió lo contrario, las calamidades isleñas, la degenera-
tos caracteres se reiteran en los siglos dieciséis, diecisiete y dieciocho, en los que al pa-
ción que produce el clima del trópico o la amnesia colectiva y del tiempo se encarga-
recer ni se plantean las condiciones de un estilo vernáculo conformado por más de un
ron de la desaparición de todo rastro. Igualmente puede argumentarse sobre una pro-
pintor local o alrededor de un culto que, como el altagraciano, arraiga en la devoción
ducción pictórica realizada por criollos, acogida a una estética hispánica que indudable-
popular de la colonia. Una mirada desveladora de lo que se denomina «pintura colo-
mente se impuso como parte de las acciones transculturadoras.
nial en La Española», permite apreciar los iconos católicos registrándose siglo tras siglo.
La estética hispánica, católica y señorial, se refleja en los estilos que incluyen el eclecti-
En cantidad limitada, esas imágenes pictóricas sobreviven a situaciones adversas del
acontecer histórico.
Anónimo|Virgen de la Altagracia (detalle)|Óleo/madera|46 x 39 cms.|Siglo XVII|Tesoro de la Catedral Primada de Enfocando el siglo XVI, el Marqués de Lozoya establece que tres son las obras capita-
América.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|100| |101|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|115| les del período colonial. «Estas son la pintura mural que representa una Santa Mártir, el primer puerto del Ozama. Por eso la tabla quedó en poder del obispo Geraldini, y |120|
Marqués Rubio, Vicente.
de Lozoya. descubierta en la Sala del Tesoro de la Catedral Primada; la magnífica copia, con donan- de sus manos pasó a las del canónigo fabriquero (...) donde Rodrigo de Bastidas (hijo) El Caribe.
referido por Suplemento
Rodríguez tes, de la Virgen de la Antigua, en una capilla de la misma Catedral y que es probable- y este fue quien lo colocó en altar provisional (...)|120| Por consiguiente la tabla de del 25 de agosto
Demorizi. de 1990.
Op. Cit. mente (...) la más vieja de las muchas que en las Indias evocaron la gran devoción se- Nuestra Señora de la Antigua, quizás la pintura más vetusta que se conserva en Améri- Página 10.
Página 9. Confert.
Confert. villana. La tercera, aún cuando, seguramente, fue pintada en Santo Domingo, no está ca y que, gracias a Dios aún es venerada en nuestro templo catedralicio, fue la primera
ahora en la Isla, sino que permanece expuesta entre las magníficas colecciones del Mu- imagen de la Madre de Jesús que recibió culto en la catedral primada del orbe colom- |121|
|116| Idem. Página 11.
Ugarte, María. seo Lázaro Galdiano. Figura, ante una imagen de Nuestra Señora, al Almirante de hi- bino». Confert.
El Caribe.
Suplemento nojos, amparado por su patrón, San Cristóbal. Al fondo, sobre una vista de la Catedral Después de esta pintura caracterizada por «su primitivismo y el hierático rostro de la
del 1º de julio |122|
de 1989. de Santo Domingo, aún inacabada, el escudo dominicano sostenido por ángeles. Es una bendita entre todas las mujeres»,|121| otra obra pictórica colonial, sacra, asociada al te- Ugarte, María.
Página 10. El Caribe.
Confert. obra de interés excepcional, que acaso adornó algún día el palacio-castillo de los Co- ma mariano y con historia de veneración isleña, es la de la imagen de «La Altagracia, Suplemento
del 21 de enero
lón, a orillas del Ozama, y que quizás trajo a España algunos de los descendientes del también considerada muy antigua, pues el cuadro en sí se remonta a los inicios del si- de 1984. Página 13.
|117| Confert.
Idem. gran linaje».|115| De las tres obras citadas la más importante es la Tabla de la Virgen de
El Caribe.
Suplemento Antigua, que debió ser pintada en Sevilla entre 1520-1523 teniendo como modelo un
22 de octubre
de 1988. fresco de fines del siglo XIV, localizado en la catedral sevillana. La Tabla de la Antigua
Página 20.
Confert. fue salvada de un naufragio en la cercanía de las Islas Vírgenes, cuando era traída en nao
a Santo Domingo. Debido a una anónima donación privada, esta pintura pasó a ser pro-
|118|
Iñiguez, piedad de la catolicidad colonial, desde 1523. Considerada la pintura más antigua de la
Diego Angulo.
citado por colonia y el primer cuadro de gran formato que llega a América (mide 2.85 metros de
Vicente Rubio.
El Caribe, alto por 1.75 de ancho)|116|se conjetura sobre la autoría pictórica, al ofrecerse apre-
Suplemento
9 de julio de 1983. ciaciones sobre el estilo y el tema: «La hermosa pintura religiosa (...) representa a la Vir-
Página 24.
Confert. gen con el Niño Jesús en su brazo izquierdo y una rosa en su mano derecha. De acuer-
do con la opinión del historiador Fray Vicente Rubio, la pintura salió del Taller de Ale-
|119|
Ugarte, María. jo Fernández, en Sevilla, y es una copia de la Virgen de Antigua que se venera en la ca-
El Caribe.
Suplemento tedral de dicha ciudad andaluza. Por su estilo, y por la indumentaria y peinado de los
del 1 de julio
de 1989. personajes que representan a dos donantes...|117| Esta de Santo Domingo es, tal vez, la
Página 10.
Confert. más antigua. Lo interesante en ella son los retratos de los donantes, que por otra parte
nos ofrecen los elementos más seguros para poder precisar su fecha (...) Quienes pue-
den ser esos personajes lo ignoro. El estilo de la pintura parece sevillano, lo que es na- glo XVI, cuando la devoción a esta advocación de la Madre de Dios fue introducida |123|
Arnaiz,
tural tanto por el tema como por razones de orden histórico innecesarios de ser recor- en la isla por unos hidalgos extremeños de apellidos Trejo».|122| Hacia 1514 estos Francisco José.
Suplemento
dados».|118| personajes eran encomenderos en Higüey|123| y habían traído consigo la imagen cu- Listín Diario,
21 enero de 1978.
En relación a esta imagen religiosa dice María Ugarte|119| «que es apasionante y mo- ya veneración se asociaba al pueblo de Garrovillas|124| en España. El crononista na- Página 8.
Confert.
vida su historia ya que cruzó cinco veces el océano, escapó a un naufragio y sobrevivió tivo, Luis Jerónimo de Alcocer (1598-16..?), documenta la relación de la virgen con
a invasión». Con una historia de adversidades a las que sobrevive después de ser recu- los Trejo y la villa higüeyana: «La imagen miraculosa de Nuestra Señora de Altagracia |124|
Ugarte, María.
perada del naufragio de 1523, llegó a la isla en el referido año, en el cual se iniciaba la El Caribe.
Suplemento
construcción de la Catedral. «Personas piadosas determinaron entonces que se dejara en Anónimo|Personaje religioso (¿Retrato Papa?)|Óleo/tela|Sin fecha|Col. Universidad Autónoma de Santo Domingo. 21 enero de 1989.
Página 20.
Anónimo|Fraile|Óleo/madera|183 x 115 cms.|Sin fecha|Col. Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Confert.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|102| |103|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|125| está en la Villa de Higüey, como treinta leguas desta ciudad de Santo Domingo; son
Luís Gerónimo
de Alcocer, innumerables las misericordias que dios Nro. Señor a obrado y cada día obra con los
Citado por
Francisco que encomiendan a esta imagen; consta que la trayeron a esta isla dos hidalgos natu-
José Arnaiz,
Op. Cit. (Sic.) rales de placencia en extremadura, nombrados Alonso y Antonio Trexo que fueron de
Confert.
los primeros pobladores desta ysla, personas nobles como consta de una cedula del
|126| Rey, en que recomienda al Gobernador desta ysla que los acomode y aproveche en
Ugarte, María,
Op. Cit., ella y aviendo experimentado algunos milagros que avía hecho con ellos la pusieron
Confert.
para mayor veneración en la yglesia parroquial de Higüey adonde eran vecinos y te-
|127| nían haciendas.
Arnaiz,
Francisco José. Parece que no quiere Dios Nro Señor que salga de aquella villa, porque a los princi-
Suplemento
Listín Diario. pios enviaron por ella el Arzobispo y cabildo de la Catedral y se desapareció a una ar-
16 de enero
de 1988, ca a donde la traían cerrada con veneración y cuidado y el mismo tiempo se apareció
Página 2,
Confert. en su iglesia de Higüey adonde solía estar; está pintada en un lienzo muy delgado de
media vara de largo y la pintura es el nacimiento y esta nuestra Señora con el niño je-
sús delante y San Joseph a sus espaldas y con aver tanto tiempo tienen muy vivos los
colores y la pintura como fresca; van en romería a esta santa ymagen de Nuestra Seño-
ra de Alta Gracia de toda esta ysla y de las partes de las yndias que están más sercas y
cada día se ven muchos milagros que por ser tantos no se averiguan ni escriben, algu-
nos en señal de agradecimiento los hacen pintar en las paredes y otras partes de la Igle-
sia y con ser los menos ya no hay lugar para más».|125|
Cuadro anónimo, el de La Altagracia, del siglo XVI, es un óleo sobre tela en el cual
predominan el rojo, el blanco y el azul. «La Virgen tiene rostro redondo y rasgos tan
juveniles que casi parece una niña; las manos se juntan en el extremo de los dedos en
actitud de orar; un manto cubre su cabeza y sobre esta se sostiene una corona (...). Una
estrella, la de Belén, aparece en el ángulo superior derecha. El San José, personaje se-
cundario de la escena, es un tanto arcaico».|126| El cuadro original de la Virgen, rea-
lizado entre fines del siglo XV o principios del XVI, se fue deteriorando por distintos
efectos ambientales. Sobre los restos que permanecieron, se realizó una segunda pin-
tura o más bien se renovó la imagen, como escribe y firma Juan Rodríguez de la Fe,
maestro pintor de la Colonia.|127| Esta restauración pictórica le quitó al cuadro alta-
graciano la primacía histórica frente a la Tabla de la Antigua, no excluyéndola de se-
guir siendo la imagen mariana más trascendente y venerada desde el albor de la Co-
lonia en adelante.
Las edificaciones eclesiásticas y la presencia de religiosos de distintas órdenes en La Es-
pañola, durante el siglo XVI, originaron una constante importación de obras pictóri- Anónimo|Imagen Nuestra Señora de la Altagracia|Óleo/tela|Siglo XVI|Tesoro Basílica de Higüey.
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|128| cas. Como ejemplo el año 1516, en el cual tres frailes dominicos traen consigo a la is- El siglo XVII de La Española ofrece la visión de un período de aislamiento y pobreza
Rodríguez
Demorizi. la «10 imágenes de lienzo para 6 altares, de Francisco de Villegas, pintor, e de Justo Ale- general, en el cual, sin embargo, comienza a definirse una mentalidad criolla albergada
Op. Cit.
Página 31. mán. Entre esas imágenes se contaban una de Nuestra Señora y otra de San Jeróni- en la soledad, en la democracia racial y en los cultos religiosos que como el altagracia-
Confert.
mo».|128| Estos iconos eran parte de un flujo de arte religioso variado que engalanan no asocia ofrendas, milagros, veneración y multiplicidad iconográfica de su imagen ma-
las capillas, ermitas, monasterios y otros recintos en poder de eclesiásticos diseminados terna. Precisamente asociado a ese culto y curiosamente en un período de franca deca-
en las principales villas edificadas para entonces.Tales pinturas en su mayoría se ubica- dencia, se registra el cuadro Virgen de la Altagracia de la Catedral, como se le denomi-
ban en Santo Domingo, al ser esta la villa colonial más importante, al mismo tiempo na, para diferenciarlo de su predecesor, el de Higüey, así como de otros de igual tema.
que puerto de este comercio lineal que representaban el monopolio español al que se María Ugarte ofrece los aspectos descriptivos e históricos de esta otra pintura mariana:
asociaba una élite de grandes propietarios. Esta importancia convirtió a la Ciudad Pri- «El segundo cuadro en antigüedad de la Virgen de la Altagracia es el que se conserva en
mada en la víctima del saqueo de la piratería que auspiciaron prontamente las nacio- la catedral de Santo Domingo (...) es del siglo XVII; está pintado al óleo sobre tabla y se
nes europeas que rivalizan con España por la posesión de las riquezas de las tierras encuentra montado en un marco de plata trabajado en filigrana, que se cree obra de
americanas. En 1568, Santo Domingo fue invadida y saqueada por Sir Francis Drake,
corsario al servicio de la monarquía inglesa. La Catedral fue convertida en cuartel de
los piratas ingleses, recinto que fue despojado de muchos de sus mejores ornamentos,
cuadros, muebles e incendiado el archivo catedralicio. La invasión de Francis Drake
igualmente produjo destrucciones en otros recintos de la villa, salvándose algunos te-
soros artísticos. La Tabla de la Antigua sobrevivió a estos funestos hechos de saqueo y
vandalismo de los piratas.
La presencia de Drake y de otros corsarios en las aguas del Caribe produce incontables
destrucciones y pillaje en las villas costeras como en el caso del puerto de Santo Do-
mingo. Esta presencia obstaculizó el tránsito de las naves peninsulares muchas veces
apropiadas y hundidas, afectando por consiguiente el comercio entre la metrópolis y sus
colonias. Esta situación estimuló las relaciones de contrabando que en La Española se
concentró en el litoral norte y noroeste, zona en donde crece el comercio ilegal entre
nativos y traficantes vinculados a las iglesias protestantes que se habían difundido en Eu-
ropa a partir de la revolución religiosa de Martín Lutero. Para el fervor católico de Es-
paña esta vinculación era una ofensa que se añadía a la merma del monopolio econó-
mico, razón por la cual se dictó la política de despoblar a principio del siglo XVII la lla- plateros dominicanos. La pintura de la Catedral es algo mayor que la de Higüey. En ella
mada Banda del Norte. En esta zona se concentraban núcleos de colonos, mucho gana- aparece la Virgen con la cabeza descubierta y su cabello oscuro cae sobre la espalda. No
do entre otros productos de intercambio, y florecían los poblados de Bayahíbe, Monte- lleva la corona, sino un halo de destellos dorados de desigual longitud trabajados en pan
cristi, Puerto Plata y Yaguana.Acciones devastadoras y de despoblación emprendidas en de oro. El rostro de María es ovalado, con los ojos entreabiertos dirigiendo su mirada
1606, por orden monárquica, marcaron un período de reducciones en todos los órde- hacia el Niño».
nes: poblacional, comercial, de los recursos y hasta de la territorialidad, ya que los habi- Observa la historiadora y crítica Ugarte que la Virgen «es una figura de mujer joven,
tantes estaban obligados a desenvolverse dentro de delimitaciones, con abandono de una
zona insular que quedó más o menos deshabitada. Anónimo Escuela Tenebrista|Jesús Nazareno |Óleo/tela|Siglo XVII|Tesoros de la Catedral Primada de América.
Anónimo|San Francisco de Asís |Óleo/tela|170 x 125 cms.|Siglo XVIII|Tesoros de la Catedral Primada de América.
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aunque no tanto como la de Higüey. Presenta las manos juntas, pero éstas están tan mal |129|
Ugarte, María.
dibujadas que parecen obra de un artista diferente. La imagen del Niño es muy peque- El Caribe
Suplemento
ña, sin guardar proporción con la de su madre. La riqueza en el tratamiento de las telas 21 de enero de
1984.
de este cuadro de la Catedral es mayor que la de los otros del mismo tema, habiendo Página 13.
Confert.
hecho el pintor uso abundante del pan de oro».|129|
La virgen de la Altagracia catedralicia, no es el único cuadro relacionado al siglo XVII, |130|
Idem.
aunque es el más significativo dada su belleza, su posible hechura nativa y lo que repre- El Caribe.
Suplemento
senta localmente en su tema mariano. Otras pinturas relacionadas al referido siglo son, 6 de octubre
de 1984.
entre otras, las que se refieren a continuación: Página 20.
Confert.
|San Francisco de Asís| Pintura de gran formato que, en opinión de los expertos, se
vincula al siglo XVII, relacionada probablemente al antiguo monasterio de San Francis- |131|
Idem.
co. Representa al Santo de Asís, de rodillas, en actitud de oración, sosteniendo en la ma- El Caribe.
Suplemento
no izquierda una cruz de madera y apoyando la derecha en una calavera. En esta mano 23 de junio
de 1984.
un estigma. Situado ante un libro, el santo viste de marrón, color que se confunde con Página 20.
Confert.
la roca cavernaria fragmentada por una luminosa visión paisajística con un pequeño
fraile. A esa apertura se asocia la luz particular que ilumina zonas y detalles de un cua- |132|
Rubio, Vicente.
dro de tendencia tenebrista.|130| El Caribe.
Suplemento
|La Inmaculada Concepción| Cuadro que perteneció al convento de San Francisco y 24 de octubre
de 1987.
se considera de los años finales de siglo XVII. Con influencia de Murillo y de Mateo Página 8.
Confert.
Cerezo, pintores españoles, una mujer joven de expresión ingenua y mirada lejana re-
presenta a la virgen rodeada de ángeles. Mucho menos logrados que la virgen, los refe- |133|
Idem.
ridos seres celestiales asumen posiciones forzadas y tratamientos mediocres, lo que ha- Confert.

ce pensar en una ejecución de artista diferente y de desigual calidad. Los colores bási-
cos del cuadro son el azul y el blanco azuloso.|131|
|El Nazareno de Busto| Un lienzo de carácter tenebrista con escasa luz en el rostro
divino, parece un retrato de la celebérrima escultura El señor de la pasión de Martínez
Montañez. «El retrato hecho en lienzo de tal imagen, en la postrimería del siglo XVII,
presenta a la citada escultura vestida con una túnica de tela morada, bordada en
oro».|132|
|La Asunción de la Virgen| Pintura atribuida a Bartolomé Esteban Murillo o a su ta-
ller, «es un cuadro de suma calidad» que representa a la virgen sentada sobre nubes con
sus finas manos juntas en actitud de orar y cerca de ella varios ángeles. «De hecho, el
pequeño y apaisado lienzo, encantador por demás viene registrado en el minucioso e
histórico-crítico Catálogo de obras de Murillo, confeccionado por Angulo Iñiguez (...)
Taller de Bartolomé Esteban Murillo|La Asunción|Óleo/tela|170 x 110 cms.|Siglo XVII|Tesoros de la Catedral Primada donde aparece como concepción, es decir con esta titulación».|133|
de América.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|108| |109|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|134| En relación al siglo XVII puede hablarse de La Española como un calificativo vigente
Rodríguez
Demorizi, Emilio. para toda la isla en posesión de España. En el XVIII ese dominio se reduce a la zona
Cronología
de la Real oriental ya que las regiones abandonadas a raíz de la despoblación de 1606, fueron pau-
y Pontificia
Universidad. latinamente ocupadas por invasores foráneos quienes formaban parte de diferentes gru-
Páginas 33-35.
Confert. pos de europeos (franceses, ingleses, holandeses) que en nombre de sus respectivas na-
ciones buscaban apropiarse de las islas inútiles (pequeñas antillas) y otras zonas deshabi-
tadas. Desde el islote adyacente conocido como La Tortuga se desplazaron varios núcleos
(bucaneros y habitantes agrícolas) que terminaron bajo el control de Francia, potencia
que terminó definiendo en la región occidental de La Española o Isla Grande, una prós-
pera colonia identificada con el nombre Saint Domingue, en referencia a la principal ciu-
dad y puerto del Ozama. La prosperidad de esa colonia francesa, basada sobre el régi-
men de la esclavitud y de la plantación agrícola diversificada, permitió en parte la re-
cuperación socioeconómica de la zona española; en parte, porque el sistema de la ad-
ministración metropolitana fue reorientado al ser influido por el racionalismo ilustra-
do. La reorientación significó el cambio del monopolio lineal de Sevilla, como único
puerto de comercio con América al permitirse que negociaran otros puertos peninsu-
lares de España, como Barcelona, con todos los puertos de las colonias ultramarinas en
donde inclusive se fundan nuevas villas portuarias. De esta manera Santo Domingo de-
jó de ser el único puerto de La Española, en donde se emprendieron programas de re-
habilitación productiva o de fomento agrícola y minero; programas a los que se añaden
iniciativas de reanimación sociocultural. En el siglo XVIII se emprenden edificaciones,
se promueven la inmigración y el repoblamiento, erigiéndose nuevas villas. Igualmente
se impulsa la institución educativa al disponer «el Rey la erección de una academia de
matemáticas donde se enseñe la arquitectura militar», en tanto que otro decreto real
permite que funcionen en Santo Domingo «dos Universidades, una de dominicos y
otra de jesuitas».|134| A estas condiciones de recuperación, rehabilitamiento y reorien-
tación colonial, se añade la expresión artística que aunque sigue preservando los rasgos
distintivos (arte sacro, anónimo y de importación) ofrece cierta variación estilística, ma-
nifestando también más abundancia de obras y de registros pictóricos en comparación
con el siglo precedente.
Las relaciones documentales del siglo XVIII refieren las pinturas existentes en la iglesia
del Santo Cerro: «pinturas muy antiguas y en muy mal estado que representan diver-
sos motivos que se refieren todos a la época de la conquista (...) un cuadro de cinco
pies de largo y dos de ancho representando la aparición del milagro de Nuestra Seño-
ra a favor de las armas de Colón al óleo. Se trata de un cuadro alusivo a la legendaria Anónimo|Virgen Nuestra Señora de la Antigua|Pintura/tabla|275 x 174 cms.|Siglo XVI|Tesoros de la Catedral Primada de América.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|110| |111|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

Batalla del Santo Cerro que recoge el milagro de la Virgen de la Merced. Ese milagro |135|
Idem.
está representado también en la puerta de la iglesia y encima del altar mayor. Existían Confert.

todavía en el 1876 en este primer sitio de devoción de nuestra América, anterior al


|136|
santuario de Higüey».|135| Este devoto sitio de Las Mercedes que provocó la funda- Rodríguez
Demorizi, Emilio.
ción de La Vega, en cuya iglesia principal se conserva un buen conjunto de imágenes, España y los
Comienzos (...)
entre ellas el cuadro de La Piedad, de estilo relacionado a la escuela de Avignon y «que Páginas 66-67.
Confert.
muestra el cuerpo de Jesús flácido y lacerado en las piernas de su madre»,|136| en un
ambiente que incluye otros dos personajes femeninos en posiciones de simetría, los
cuales aumentan la proyección del dolor materno. Un segundo cuadro es una réplica
de la Virgen de La Antigua que ha sido objeto de diversos comentarios y relaciones:
«Siglo XVIII. Pintura al óleo sobre tela; Ms. 1.62 x 1.00, México. Pintura sobre fondo

negro. Interesante variante de la famosa imagen sevillana. El manto de la Virgen, de un |137|


Ugarte, María.
gris verdoso forrado de rojo, está cubierto de lises. El niño lleva una paloma a la ma- El Caribe.
Suplemento
no izquierda.|137| 13 de octubre
de 1979.
Una de las obras que merecería capítulo aparte y mayores consideraciones es Nuestra Página 16.
Confert.
Señora de la Antigua, Iglesia Mayor de La Vega. Nos ofrece en primer lugar la mezcla de
lo primitivo italiano con lo flamenco –véase el rostro. Esta obra está realizada al óleo y

Anónimo|La Antigua (Copia de La Antigua de Sevilla)|Óleo/tela|169 x 104 cms.|Siglo XVI|Museo Sacro de la Catedral Anónimo|Cristo Crucificado |Óleo/tela|Siglo XVII|Tesoros de la Catedral Primada de América.
Inmaculada Concepción, La Vega.
Escuela Tenebrista|Jesús Crucificado y María Magdalena|Óleo/tela|170 x 111 cms.|Siglo XVIII|Tesoros de la Catedral
Primada de América.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|112| |113|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|138| en segundo término es visible una seguridad del dibujo y una austera armonía, compa-
Suro, Darío.
citado por rables a las mejores obras de cualquier museo europeo de segunda clase. Lo mismo
Rodríguez
Demorizi. Op. Cit. acontece con la Santa Ana, Iglesia de Las Mercedes, Santo Domingo, y la Santa Isabel
Página 72. Confert.
Reyna, de esa misma iglesia, de distintos estilos y de diferentes épocas.|138| (...) No es
|139| una obra de la escuela española. Sus ángeles son indirectos, lo que hace pensar que fue
Castellano, Glauco.
Citado por pintada en México, pero la cronografía (...) es bizantina. El niño que es la figura más
María Ugarte.
Op. Cit. Confert. importante de la composición es adulto y la realización de la cara es bizantina.La ima-
gen se halla transformada con agregados de pan de oro y con detalles propios del fol-
|140|
Iconografía klore americano».|139|
Altagraciana,
Exposición Casas Es numerosa la iconografía del siglo XVIII con el tema de la Virgen. Aparte de la Alta-
Reales 1977,
referencia No. 38. gracia de Rostro maduro y expresión severa que se ha citado anteriormente, se conoce una
Página 14. Confert.

|141| de origen mexicano;|140| otra fechada en 1721, copia en óleo-madera de la imagen hi-
Idem,
referencia No. 43. güeyana;|141| y una tercera que es óleo sobre lienzo de finales de siglo.|142| Como es-
Página 15.
Confert. tas obras marianas, se conservan otras del mismo tema o bien de asuntos cristológicos,
de apostolado y de santoral. A continuación la referencia de distintas pinturas:
|142|
Idem, |Santa Casilda| Pintura en óleo sobre tela. Se cree fue ejecutada a finales del siglo XVII
referencia No. 42.
Página 15. o comienzo del XVIII. Casilda fue la hija de un rey moro de Toledo, la cual murió co-
Confert.

Escuela Religiosa de Pintura Peruana|San Jerónimo|Óleo/tela|153.6 x 102.3 cms.|Siglo XVII|Tesoros de la Catedral Anónimo|Virgen Nuestra Señora de la Luz|Óleo/tela|140 x 105 cms.|Siglo XVIII|Tesoros de la Catedral Primada de América.
Primada de América.
Anónimo|Virgen de la Soledad|Óleo/tela|217 x 147 cms.|Siglo XVIII|Tesoros de la Catedral Primada de América.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|114| |115|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

mo mártir en el 1050. La representación de la Santa tiene aspecto juvenil, vestida con |143|
Ugarte, María.
rica indumentaria, teniendo una Cruz en la mano izquierda levantada y en la derecha El Caribe.
Suplemento
la palma del martirio. El cuadro santoral tiene un metro de altura y se conserva en la 10 de abril
de 1976.
iglesia del convento dominico.|143| Confert.

|Cristo con la Virgen| Valiosa pintura tenebrista del siglo XVIII, que define la crucifi-
|144|
xión del Señor dominando el espacio compositivo y al pie la presencia de la Virgen. Idem.
Confert.
Hermoso cuadro que además incluye una calavera, pertenece al fondo de la Catedral
Primada.|144| |145|
Ugarte, María.
|La Soledad de la Virgen| Otro cuadro catedralicio que María Ugarte califica de So- El Caribe.
Suplemento del
berbio ejemplar, el cual probablemente pertenezca al Taller de Domingo Martínez o de 30 de diciembre
de 1989.
Juan de Espinal, suegro y yerno respectivamente, que en la Sevilla de su tiempo (siglo Página 18.
Confert.
XVIII) contaron con una amplia demanda de sus cuadros. El tema muestra a la afligida
Virgen sentada ante la cruz, rodeada de ángeles de paz que llevan en sus manos distintos |146|
Idem.
instrumentos de la pasión. El preciosismo de las formas domina tanto como el fondo Confert.

oscuro de la escena.|145|
|147|
|La Virgen de la Antigua del siglo XVIII| Segunda imagen catedralicia que refiere el Ugarte, María.
El Caribe
modelo sevillano que data del siglo XIV. De colores vivos y trabajados sobre tabla, el te- 24 de octubre
de 1987.
ma responde a una composición muy simétrica: la figura de la Virgen sosteniendo al ni- Op. Cit.
Confert.
ño en su brazo izquierdo, en tanto que dos ángeles la coronan y un tercero sostiene una
cartela con la leyenda Ave María. En la parte inferior y a ambos lados de la Virgen, los
reyes católicos con sendas inscripciones, representan a los donantes.|146|Este cuadro es
más bello y más ornamentado que el de la Virgen de la Antigua del siglo XVI.
|Coronación de San José|Cuadro en donde este patriarca ocupa el centro de la com-
posición «acompañado por su esposa y el Niño Jesús sobre el que reposa el Espíritu
Santo en forma de paloma». Diversos ángeles empujados por la representación de Pa-
dre Celestia pretenden coronar a San José, junto al cual aparecen también un Arcángel
de notable tamaño y Santa Teresa de Jesús, ofreciendo su propio corazón al humilde pa-
triarca de Nazaret. «El tema de la pintura es típico de una Serie que hoy perdida, repre-
sentara toda la vida del santo carpintero y que posiblemente procede de un convento
carmelitano del siglo XVII o tal vez comienzo del XVIII».|147|
|La Inmaculada Concepción|Cuadro con influencia de la escuela de Murillo, realiza-
do al óleo sobre tres tablas. Representa a la Virgen María con las manos cruzadas sobre
el pecho en actitud de recogimiento y humildad. Con manto azul y túnica blanca, su
cabeza de largo cabello suelto es rodeada de rayos pequeños. La Virgen dirige su mira-
Escuela Barroca (Anónimo)|La Coronación de San José|Óleo/tela|135 x 105 cms.|Siglo XVIII|Tesoros de la Catedral da a las alturas, expresando todo el rostro un gesto encantador. La imagen carece de la
Primada de América.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|116| |117|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|148| representación del globo terráqueo como parte de las mutilaciones de que fue objeto llana.Teniendo como modelo el cuadro de Higüey, es de ornamentación sencilla. «El ros- |150|
Idem, Urgate, María.
El Caribe. también en otras zonas del soporte. «En la parte inferior se ven la serpiente y la man- tro de la Virgen es el de una mujer madura, de expresión severa. Sus manos están bien El Caribe.
Suplemento Suplemento
6 de abril zana, además de la media luna sobre la cual se apoya la Madre Inmaculada (...). En opi- dibujadas y el Niño Jesús guarda proporción con la figura de la madre». Otra caracterís- 21 de enero 1984.
de 1985. Página 13.
Página 20. nión del padre Vicente Rubio es un trabajo del siglo XVIII».|148| tica de esta virgen dieciochesca es el extraño tocado o turbante que cubre al personaje Confert.
Confert.
|Las dos Estaciones del Víacrucis| Conservadas en la Catedral de Santo Domingo y a que representa a San José.|150|
las que se añade una tercera estación de un fondo privado. Los tres cuadros son inte- Existen en los recintos religiosos, principalmente en la Basílica de Higüey y en la Ca-
resantes, por relacionarse al tema de la crucifixión de Jesús, que son telas pintadas en tedral de Santo Domingo, e igualmente en colecciones privadas, un gran número de
el siglo XVIII, y porque son atribuidas a un pintor conocido, quien firma uno de ellos. pinturas sacras vinculadas al período colonial. Diversos estilos y producciones más fo-
Se trata de «un pintor mexicano, de cierta fama en su tierra nativa», quien luego se ráneas que nativas determinan que se aprecie la totalidad en correlación histórica con
trasladó a Venezuela en donde establece taller y trabaja con ahínco. Su nombre es José la colonia, se identifique o no el período exacto de determinadas pinturas. Es lo que
Páez, quien firmó la quinta estación del víacrucis, intulada El Cirineo ayuda a Jesús a sucede con los medallones que representan a los 12 apóstoles y 2 evangelistas, los cua-

|149| llevar la Cruz. Las otras dos estaciones, la octava (Jesús consolando a las mujeres de Je- les se cuelgan en la capilla del Santísimo Sacramento de la Catedral Primada; meda-
Rubio, Vicente.
El Caribe. rusalén) y la trece (Jesús muerto y puesto en los brazos de su madre) son atribuidas a llones ampliamente citados en crónicas, opúsculos y otras historias, también atribuidos
Suplemento
7 de noviembre Páez, aunque la carencia de firma hace sospechar que sean producto de discípulos de al gran pintor español Diego Velázquez; atribución que finalmente desmiente María
de 1987.
Página 8. su taller. Frente a estas dos últimas estaciones catedralicias, la privada es de mayor ca- Ugarte al escribir que «los trabajos de restauración de estos cuadros (...) permiten ase-
Confert.
lidad en la ejecución.|149| gurar que ninguna de estas pinturas debió haber salido de las manos de grandes artis-
|La Altagracia Catedralicia| Producida en el siglo XVIII y relacionada a la escuela sevi- tas, porque su escasa calidad no corresponde con la técnica empleada por figuras de ta-

Anónimo|San Antonio de Padua|Óleo/tela|127.5 x 86 cms.|Siglo XVII|Tesoros de la Catedral Primada de América. R. Martínez (atribuído)|Beato Diego de Cádiz|Óleo/tela|161 x 106 cms.|Siglo XIX (?)|Tesoros de la Catedral Primada
Anónimo|La Piedad de La Vega|Óleo/tela|194.5 x 134.5 cms.|Siglo XVII|Col. Museo Sacro Catedral Inmaculada de América.
Concepción de La Vega. Anónimo|Santa Isabel de Hungría|Óleo/tela|100 x 90 cms.|C.1800|Tesoros de la Catedral Primada de América.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|118| |119|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|151| lla de un Velásquez o un Murillo». La citada historiadora ofrece los aspectos distinti- Walton estuvo en el territorio que llama Hispañola, formando parte de las escuadras |154|
Urgate, María. Idem,
El Caribe. vos|151| de este conjunto de medallones; aspectos que se desglosan para una mejor militares que su país natal, Inglaterra, movilizó hacia el Caribe cuando se suscitaron los Página 124.
Suplemento Confert.
7 de abril comprensión: conflictos relacionados a la revolución de Saint Domingue, conocida también como
de 1990.
Páginas 10-11. A| Son cuadros trabajados directamente sobre tablas de cedro, sin técnica intermedia Revolución Haitiana (1789-1804). Este hecho armado involucró de muchas maneras |155|
Confert. Polanco Brito,
en el soporte. a la zona de los criollos españoles o dominicanos, originando resultados tales como el Hugo.
Texto en
|152| B| Este pobre procedimiento «hace incluso conjeturar que los medallones fueron pin- Tratado de Basilea (1795) mediante el cual esa zona es traspasada a Francia. Asociadas Iconografía
Rodríguez Altagraciana.
Demorizi, Emilio. tados aquí, en Santo Domingo». a ese hecho se producen las ocupaciones militares, entre ellas la del ejército de Napo- Página 4.
Pintura y Confert.
Escultura en C| Estas pinturas fueron hechas para la capilla del Santísimo Sacramento, «porque do- león Bonaparte, cuya política imperialista afecta los intereses comerciales de los ingle-
Santo Domingo.
Página 23. ce de ellos ajustan su tamaño a los muros laterales y los otros dos que completan el to- ses quienes reaccionan con bloqueos de la marina armada en el viejo continente al |156|
Confert. Rodríguez
tal de catorce tienen las medidas que requiere el muro del fondo, donde está el valioso mismo tiempo que envían expediciones militares a la región antillana.William Walton Demorizi, Emilio.
España y
|153| retablo destinado al Sagrario». forma parte de esa movilización inglesa, cuando es capturado por los franceses de San- los Comienzos
Walton, William. de la Pintura.
Estado Actual CH| Los medallones representan a los apóstoles Andrés, Mateo, Pedro, Simón, Felipe, to Domingo. Este personaje inglés reunió materiales sobre las colonias españolas, con Página 44.
de las Colonias Confert.
Españolas. Juan, Santiago el Mayor, Santiago el Menor, Matías (sustituto de Judas Iscariote), Judas, los cuales escribe el ensayo en el que cita al pintor Francisco Velásquez, autor de pin-
Tomo I.
Página 122. Tadeo,Tomás y Bartolomé. Los evangelistas son dos apóstoles: San Juan y San Mateo. turas de los doce apóstoles, localizadas en una de las capillas de la catedral.
Confert.
D| «En general, la expresión de las figuras es serena, con excepción de la de Santiago Debido al hecho de que regularmente los artistas nativos de las colonias no firmaban
el Mayor, cuyo rostro denota alegría. Este apóstol lleva el típico sombrero de peregri- sus obras, se fue definiendo el carácter anónimo del arte americano cuyos datos –de
no». obras y ejecutantes–, tal vez anotados en documentos, se perdieron por diferentes des-
E| Con fondos de paisajes y de otros motivos espaciales (nubes, vegetación, edificios...), trucciones como ocurrió con los archivos de la Catedral de Santo Domingo, incendia-
cada uno de los personajes representados ofrece atributos distintivos. «Así, por ejemplo dos por Drake, en el siglo XVI, o desaparecidos en otros períodos por diversas circuns-
San Andrés aparece con la Cruz en forma de aspa, San Pedro con las llaves, San Pablo tancias.Walton escribe que al producirse el traspaso a Francia (1795) «varios conventos
con la espada y San Lucas con un libro». Pero, además, cada medallón incluye el nom- fueron abandonados por sus moradores con el cambio de bandera, permaneciendo en
bre muy visible del personaje representado. estado de abandono durante varios años. Los franceses convirtieron muchos recintos en
Los catorce medallones erróneamente atribuidos al gran pintor del barroco español cuarteles, hospitales, almacenes y una iglesia en teatro. Después fueron habitados por
Diego Velázquez (1599-1660), tienen más relación con un pintor criollo nativo de San- gente pobre, cuyas viviendas de madera fueron quemadas y destruidas durante el ase-
to Domingo, con desenvolvimiento entre fines de siglo XVIII y principios del XIX, dio. Sus amplios patios y húmedos corredores, una vez recorridos por vestales, están hoy
«considerado el de mayor renombre»|152| para la época, y el cual tiene el mismo ape- repletos de basura y enmohecidos, más por descuido que por la acción devastadora del
llido que el célebre autor de Las Meninas llamado Francisco Velásquez. El cronista Wi- tiempo».|154|
lliam Walton cita su nombre y sus obras en un libro publicado en 1810. Una segunda Son pocas las informaciones sobre nombres de pintores foráneos o nativos cuyas obras
coincidencia es que Walton se refiere a los cuadros de los apóstoles que localizó en la están claramente identificadas como suyas. Aparte del pintor mexicano José Páez, aso-
capilla, para la cual –se aseguró– fueron hechas esas pinturas. A continuación el texto ciado a tres Víacrucis del siglo XVIII, como autores de este período también se citan a
referenciador: «La capilla del Sacramento tiene un pequeño techo o cúpula pintado en Gervacio Rodríguez de la Fe, José Velazco y Báez, Antonio Brito, Diego José Hilaris
secciones y está ornamentado con grandes pinturas de los doce apóstoles copiados por y Francisco Velásquez. «Sabemos que el Maestro pintor Gervacio Rodríguez de la Fe,
Velásquez, un pintor nativo residente aquí, cuyo talento, sin ayuda de escuela alguna, es estando de visita en Higüey, restauró el cuadro de la Virgen, corriendo el año de
especialmente notable en las copias de parecidos, los cuales logra con la mayor preci- 1708», informa Polanco Brito.|155| En relación a Velazco Báez, la documentación le
sión que imaginarse pueda, aunque su mezcla de colores es burda».|153| identifica como maestro pintor y dorador,|156| autor de una nómina de obras presen-
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|120| |121|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|157|
Idem,
tadas por él, en 1776, los cuales se localizaban en el Convento de San Francisco. En 2|5 Dos pintores coloniales sobrevivientes:
Página 99. esa nómina figuran más de una docena de cuadros, entre ellos el retrato de Papa.|157| Hilaris y Velásquez
Confert.
Sobre Antonio Brito y Gutiérrez, él se desenvolvía como pintor hacia el final del siglo
|158| XVIII. Ofreciendo testimonio de limpieza de sangre «legítima, blanca y libre de la ma-
Idem.
Ver nota 18. la raza natural y vecino de Santo Domingo», solicita al Rey de España le concediese
Páginas 44-45.
Confert. pensión mensual y título de pintor de su Majestad, nombramiento que fue asumido
por el cabildo eclesiástico en 1813, para que ejerciera como Maestro de pintura de la
Catedral.|158| En cuanto a Francisco Velásquez y Diego José Hilaris, ninguno de los
pintores de la colonia o del siglo XVIII sobrevive como ellos.Velásquez aparece citado
en más de un documento pudiéndose contar con datos de su labor pictórica. En rela-
ción a Hilaris, se conserva un conjunto de obras suyas asociadas a la tradición altagra-
ciana.

Aunque la ciudad de Santo Domingo tuvo la primacía de albergar el mayor porcentaje


de obras artísticas: arquitectural, escultórica, orfebre y pictórica –dada su condición de se-
de de la administración colonial y puerto único–, en otras villas se atesoraron obras de ar-
te, en parte relacionadas con el culto mariano. En La Vega y en Higüey, villas que se nu-
clearon poblacionalmente bajo la advocación de la Virgen Madre de Jesús, las iglesias lo-
cales reunieron un patrimonio artístico, en parte sobreviviente, distribuido en tres iglesias

Diego José Hilaris|Nuestra Señora resucitó niña envenenada|Óleo/madera|102 x 71 cms.|Siglo VXIII|Tesoros Basílica
de Higüey.
Diego José Hilaris|Santuario con vecindario de Higüey|Óleo/madera|102 x 71 cms.|Siglo VXIII|Tesoros Basílica de
Higüey.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|122| |123|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

que son la vegana, la del Santo Cerro y la higüeyana. Pedro Santiago explica el crecimien- episodios históricos.Advocaciones, milagros y testimonios fueron originando las expre- |160|
Polanco Brito,
to y la consagración del culto en la iglesia de Higüey: «El lugar donde originalmente se siones plásticas de las que da cuenta Jerónimo Alcocer, quien escribe en el siglo XVII Hugo,
Op. Cit.
veneraba la Virgen de la Altagracia en Higüey era una ermita de tablas techada de paja. Su que en agradecimiento al suceso divino asociado a la Altagracia, los fieles lo hacían pin- Página 4.
Confert.
culto creció tanto, fomentado por el tráfico de Santo Domingo a Puerto Rico a través de tar en los muros del Santuario, así como en otras partes. Esa pintura que comenzó a acu-
|161|
la tierras higüeyanas y sus ríos, que contaba con fieles no solo en toda la isla sino también mularse con otros objetos en diferentes metales, joyas y ornamentos de hechura popu- Ugarte, María.
El Caribe,
en las aledañas y hasta en el continente. Por eso, desde los primeros tiempos se empeñan lar, conforman los exvotos o piezas de milagros. Estos objetos, al igual que las distintas Suplemento
21 de enero
los devotos en edificar una iglesia digna, convertida en realidad a partir de 1569, gracias a obras pictóricas, entre las que se cuenta el cuadro original de Nuestra Señora, «integran de 1995.
Página 12.
los esfuerzos de Simón Bolívar, Mayordomo de la Virgen, vecino de Higüey y ascendien- un tesoro artístico de gran valor espiritual para nuestro pueblo».|160| Parte de este te- Confert.

te del Libertador del mismo nombre, quien se dedica a la tarea de levantar fondos para la soro altagraciano, católico e higüeyano, «son las pinturas que con el tema de milagros
edificación. Hacia 1572 –con el concurso final de Alonso de Peña– el antiguo Santuario hechos por la virgen pintó DIEGO JOSÉ HILARIS (...) las cuales integran la única
de la Altagracia está terminado». Agrega el citado historiador «el culto a la Altagracia se colección de pintura colonial dominicana que se conserva hoy día».|161|

|159| mantiene constante a lo largo de toda la época colonial, como lo prueba (...) la identifi- Posiblemente higüeyano, pero con seguridad creador criollo e ingenuista del siglo XVIII,
Santiago,
Pedro J. cación Altagraciana con el triunfo de la batalla de la Sabana Real o de la Limonada, el 21 Diego José Hilaris se dedicaba al oficio de pintar los milagros que por encargo le ha-
Texto en Catálogo
Iconografía de enero de 1691, contra los franceses. En tal ocasión la aplastante victoria en la que par- cían fieles beneficiados por el milagro altagraciano. Este pintor seguía la tradición de
Altagraciana.
Página 34. ticiparon masivamente los hombres del este, determinó que a partir de ese momento se muchos otros ejecutantes menos relevantes que él. Tanto por ser anónimos y aún co-
Confert.
celebrará la festividad de la Altagracia los 21 de enero».|159| nocidos algunos nombres, ellos no se asocian a la cantidad de obras que se conocen de
A Higüey se asocia uno de los dos grandes cultos isleños a la Virgen, fortalecido por Hilaris o Hilario, lo cual demuestra que fue un pintor estimado, merced a la demanda

Diego José Hilaris|El milagro de Nuestra Señora a la nao perdida|Óleo/madera|104 x 71 cms.|Siglo VXIII|Tesoros Basílica Diego José Hilaris|Hombre hidrópico salvado por Nuestra Señora|Óleo/madera|104 x 71 cms.|Siglo VXIII|Tesoros Basílica
de Higüey. de Higüey.
Diego José Hilaris|Autorretrato con santuario y montañas de Higüey|Óleo/madera|102 x 71 cms.|Siglo VXIII|Tesoros Diego José Hilaris|Nuestra Señora sana hombre tullido|Óleo/madera|104 x 71 cms.|Siglo VXIII|Tesoros Basílica de
Basílica de Higüey. Higüey.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|124| |125|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

de la feligresía agradecida del favor de la Virgen, por consiguiente artista importante. A


pesar de esta relevancia, no se conocen sus datos biográficos, excepto que vivía y pin-
taba en Higüey, lo que permite suponer que era habitante isleño.
Vinculado a la comunidad higüeyana, Hilaris realizó mucha pintura de narrativa mila-
grosa, conociéndose la existencia de 27 cuadros que produjo durante la segunda mitad
del XVIII de los cuales desaparecen diez. Las restantes pinturas que sobreviven, por su
interés histórico, religioso y también artístico han originado diversas apreciaciones en-
tre ellas las de Pérez Montás, Polanco Brito y María Ugarte:
El primero de esos autores, Pérez Montás explica: «La serie de medallones barrocos de
la colección del Santuario de Higüey, conservados casi en su totalidad, probablemente
por su interés ornamental, se destacan como piezas de suprema importancia, constitu-

yendo un eslabón fundamental para la historia del período colonial. Estas pinturas sobre
madera, enmarcadas en medallones y elaboradas por el maestro Diego José Hilaris, apro-
ximadamente entre los años 1760 y el 1778, de acuerdo con las descripciones literarias»
que complementan las pintorescas composiciones, cuentan los milagros de la Virgen, ya
en Higüey, en su propia casa, ya en lugares apartados. Pintura historiada, de indudable in-
terés tanto artístico como antropológico, brilla dentro de la actual pobreza de nuestra tra-

Diego José Hilaris|Medallón de los señores del cabildo de Santo Domingo|Óleo/madera|106 x 125 cms.|Siglo Francisco Velásquez|San Lucas|Óleo/madera|180 x 130 cms.|Final siglo VXIII|Tesoros de la Catedral Primada América.
VXIII|Tesoros Basílica de Higüey.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|126| |127|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

dición pictórica colonial, como un tesoro para el conocimiento de las costumbres y co- |162|
Pérez Montás,
mo una revelación imponderable para complementar la historia escrita.|162| Eugenio.
Texto en
Hugo Polanco Brito escribe: «Por la descripción de los medallones que constituyen en Iconografía
Altagraciana.
parte principal (...) sabemos también que el Maestro Diego José Hilaris, Maestro de los Páginas 24-25.
Confert.
retratos de la Iglesia de Nuestra Señora de la Altagracia, supo copiar el ambiente de la
naturaleza de las montañas del Este, como se puede apreciar. El mismo se pinta en uno |163|
Polanco Brito,
de ellos, como un recuerdo milagroso de Nuestra Señora. Hugo,
Op. Cit.
En la mitad del siglo XVIII podríamos poner la fecha de estos medallones, que consti- Páginas 4-5.
Confert.
tuyen la única colección de pintura colonial que se conserva, y de la cual no hay nin-
guna duda de que fue realizada en el país, por un artista criollo, cuyo arte estaba im-
pregnado de primitivismo, magníficamente».|163|

María Ugarte, a su vez, considera: «No sólo poseen estas pinturas en forma de medallones |164|
Ugarte, María,
valor artístico y religioso, sino también antropológico. Su carácter anecdótico y el reflejo El Caribe,
Suplemento
en ellas de costumbres, indumentarias, paisajes y elementos arquitectónicos, las convierten 16 de enero
de 1993.
en rica fuente de estudio para los interesados en la historia del arte y la religión».|164| Página 15.
Confert.
En la obra pictórica del singular pintor dieciochesco Hilaris, el medio ambiente hi-
güeyano, paisajístico, pueblerino y santuario es planteado «en unas escenas de color

Francisco Velásquez|San Andrés|Óleo/madera|180 x 130 cms.|Final siglo VXIII|Tesoros de la Catedral Primada América. Diego José Hilaris|Ermitaño delante de la imagen de la Virgen|Óleo/madera|98 x 70 cms.|Siglo VXIII|Tesoros Basílica
de Higüey.
Diego José Hilaris|El niño asfixiado por el vicario y salvado por Nuestra Señora|Óleo/madera|98 x 70 cms.|Siglo
VXIII|Tesoros Basílica de Higüey.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|128| |129|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|165| costumbrista. En los mismos la tipología completa de personajes populares: la criada


Pérez Montás,
Op. Cit. o el esclavo; el amo hatero y el cura de aldea; la dama de pueblo con mantilla y tra-
Página 25.
Confert. je de faldón plisado. El ciego o el hidrópico que buscan sanamiento en la Virgen mi-
lagrosa, se confunden con la hamaca y la carreta de bueyes o el tema del interior ba-
silical frente al retablo con el cuadro de la Virgen en lo alto de una atmósfera penum-
brosa».|165|
De los 16 medallones pictóricos de Hilaris, sobresale el que podría titularse: La Traída a
Santo Domingo de la Imagen de la Altagracia que no apareció; medallón cuya cartela dice lo
siguiente: «Determinaron los Sres. Del Cabildo de la Ciudad de Santo Domingo embiar
un Prebendado por N. S. de Altagracia y haviendo llegado a la Barca dieron parte para
llevarla en proseción y haviendo venido se hallaron sin ella, y admirado de este prodigio,

dispusieron que viniera un prebendado a hacer esta iglesia y dieron gracias a Dios (sic)».
Este texto, al igual que el tema del medallón, tiene que ver con el misterioso suceso ocu-
rrido a los principios de la colonización, escribió Alcocer, cronista del siglo XVIII. Em-
pero el pintor, aunque narra en el cuadro el milagro que había ocurrido 250 años atrás,
lo hace con la visión de su época ya que «la escena describe la indumentaria y las carac-
terísticas de la segunda mitad del siglo XVIII». Recurso muy lógico en un pintor que ig-

Francisco Velásquez|Jacobo el menor|Óleo/madera|180 x 130 cms.|Final siglo VXIII|Tesoros de la Catedral Primada Francisco Velásquez|Apóstol Felipe|Óleo/madera|180 x 130 cms.|Final siglo VXIII|Tesoros de la Catedral Primada
América. América.
Francisco Velásquez|Apóstol Judas Tadeo|Óleo/madera|180 x 130 cms.|Final siglo VXIII|Tesoros de la Catedral
Primada América.
Capítulo 2|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|130| |131|Las raíces antecesoras: aborigen, hispana y africana|Capítulo 2

|166| noraba cómo vestían los habitantes de Santo Domingo en aquel inicio de la colo- en que se dividió el vecino país, entre 1806-1820. Cristóbal, miembros de su familia y |171|
Ugarte, María, Morillas,
El Caribe, nia.|166| Eugenio Pérez Montás resalta el excepcional interés de este medallón, cuando magnates de la corte real que fue establecida por el caudillo haitiano, fueron modelos en Rodríguez
Suplemento Demorizi,
29 de enero señala que: «La riqueza costumbrista de este cuadro no tiene paralelos en la pintura his- de los numerosos retratos que realizó el pintor de Santo Domingo, quien además de- Idem.
de 1983, Páginas 24-25.
Página 24. tórica dominicana. En un bloque homogéneo se confunden las jerarquías eclesiásticas coró los espacios palaciegos con el tema de los dioses mitológicos, reinterpretados «con Confert.
Confert.
presididas por el Arzobispo de Santo Domingo (...) El Capitán General en uniforme el color y las facciones etiópicas». La decoración que fue recompensada con una esplén-
|167| borbónico de casaca roja preside conjuntamente (...) a la izquierda, los pro-hombres de dida remuneración entregada por Cristóbal, quien además le dijo al pintor, «que así de-
Pérez Montás.
Op. Cit. la sociedad colonial y las damas. Encima de la Puerta de San Diego, tres niños observan bieron de haber sido los dioses».|171|
Confert.
jugueteando la escena que se desarrolla en la ribera del río Ozama, donde los barcazos Tomando en cuenta que Francisco Velásquez se desenvolvió en las últimas décadas del
|168| llegaban trayendo el cuadro milagroso. En el alcázar, arriba, hombres del pueblo obser- cambiante régimen colonial de Santo Domingo (1795-1821), probablemente muchos
Ugarte, María.
El Caribe, van. La notable capacidad artística del pintor (...) captó el momento magistralmente des- de los retratos que se conservan de este período como pinturas anónimas, sean de la au-
Suplemento
Cultural, de un punto de vista imaginario, solo comparable en la pintura dominicana, con el lien- toría de un fisonomista que tampoco firmaba sus obras.
22 de abril
del 2000. zo de Desangles sobre el desfile de la toma de posesión del Presidente Woss y Gil».|167|
Página 14.
Confert. El medallón de Hilaris centrado en un suceso ocurrido en Santo Domingo, permite ha-
cer relación entre esta ciudad amurallada en el siglo XVIII y otro pintor nativo de la mis-
|169|
Morillas, ma: FRANCISCO VELÁSQUEZ, señalado como el autor de las pinturas de los do-
José María.
Anotaciones ce apóstoles que ornamentan la capilla del sacramento de la vetusta Catedral. Esta vin-
en Rodríguez
Demorizi, Pintura culación la reconfirma la historiadora y especialista en arte colonial María Ugarte, si-
y Escultura en
Santo Domingo. glos después: «Fue un artista criollo quien pintó los medallones de los apóstoles.Vivió
Página 24.
Confert. en los últimos años del siglo XVIII y en los inicios del XIX, llamado Francisco Velásquez
(...) Autodidacta, que utilizaba mezclas burdas de colores y que tenía como especial ha-
|170|
Rodríguez bilidad realizar copias. Sin duda, para hacer esos medallones tuvo como modelos repro-
Demorizi,
Op. Cit. ducciones de cuadros procedentes de España u otro país europeo».|168|
Página 25.
Confert. Francisco Velásquez nació en el último tercio del siglo XVIII y murió entre 1822-1830.
Sobresaliendo como pintor de retratos «que trazaba sin necesidad de tener la persona a
la vista al tiempo de retratarla, como lo acostumbran los buenos fisonomistas para tras-
ladar sus facciones al lienzo con perfección, bastando observarla por cierto espacio de
tiempo». Esta apreciación es del biógrafo José María Morillas quien, resaltando el talen-
to fisonomista de Velásquez, explica que para poder realizar un retrato del Arzobispo Va-
lera, quien rehusaba dejarse pintar, los familiares del prelado «le proporcionaron la oca-
sión de que lo viese un rato mientras rezaba las horas canónicas, no siendo necesario
más para hacerle su retrato sumamente parecido. Desenvolviéndose en un medio limi-
tado, regalaba o se conformaba con la gratificación que le daban, al ejecutar retratos de
personas acomodadas y empleados de categoría.|169|
Velásquez realizaba sus cuadros con medios pictóricos que fabricaba aprovechando ma-
teriales de la tierra.|170| Su fama de retratista le llevaron a Haití, en donde fue reque- Francisco Velásquez|Jacobo el mayor|Óleo/madera|180 x 130 cms.|Final siglo VXIII|Tesoros de la Catedral Primada
América.
rido por Henri Chistophe o Cristóbal, entonces gobernante de uno de los dos Estados
|133|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

3|1 El asomo artístico


en el contradictorio proceso de 1795-1865

3
P O S T U L A D O NAC I O NA L
manifestación de las artes
e n e l d i e c i nu eve

La figura del criollo Francisco Velásquez, el pintor de los medallones catedralicios, re-
presenta un singular protagonismo de la memoria cultural de una sociedad cuyo deve-
nir histórico es francamente contradictorio en el decisivo proceso que se extiende des-
de 1795 hasta 1865. Pero esta dialéctica que se reitera permanentemente en cortas, lar-
gas y distintas etapas, tiene el positivo alcance de provocar estremecimientos sociales.
Esas sacudidas comienzan a despejar bloqueos mentales y, en definitiva, también perfi-
lan sentimientos nacionales en los sectores sociales que, aun siendo antagónicos, tam-
bién tienen el sentido de expresar un estado de conciencia diríase que dominicana, pa-
ra emplear un término de identificación, con usos desde el siglo XVIII.
Dos cronistas nativos, Joseph Peguero y Antonio Sánchez Valverde, refieren el término

Margot|Toussaint L’ouverture (detalle)|Carboncillo/papel|18.8 x 9 cms.|1957|Reproducción «La República Dominicana»


de Marrero Aristy.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|134| |135|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|172| dominicano en el referido siglo que culmina con el Tratado de Basilea, 1795. Este acuer- te, el nuevo gobernante de Francia, quien planeaba restaurar el régimen esclavista en la is-
Quintilla,
incompleta do franco-hispano es un resultado de los conflictos armados que se producen entre los la, razón por la cual dispuso que una escuadra de miles de soldados, al mando de Víctor
del Padre Juan
Vásquez, estados borbónicos de Europa, tratado que tiene directa implicación para la Colonia es- Manuel Leclerc, asumiera el control colonial. El ejército napoleónico fue dividido para
en Rodríguez
Demorizi. pañola de Santo Domingo, porque tal acuerdo significó que la misma fuera traspasada ocupar la colonia vía tres principales zonas insulares: Cabo Haitiano, Puerto Príncipe y
Lengua y Folklore
(...). Confert. legalmente a Francia. Este hecho produjo un fuerte impacto dramático y traumático en Santo Domingo. La presencia militar francesa provocó un nuevo proceso armado que, si
la sociedad criolla, porque repentinamente, al entregar la Monarquía española a su co- bien protagonizan militares napoleónicos e insurgentes haitianos, éstos últimos son favo-
|173|
Henríquez Ureña, lonia, tácitamente estaban negando los vínculos históricos arraigados desde hacía varios recidos por los ingleses que menciona la quintilla del Padre Vásquez, cuya presencia tam-
Pedro.
Obra Dominicana. siglos. En este mismo sentido, el traspaso significaba enajenación hispánica, por consi- bién militar, responde a intereses capitalistas y a la búsqueda de predominio geopolítico
Página 425.
Confert. guiente, planteó un nuevo destino político reorientado en una nacionalidad distinta con que pretende desplazar la competencia en el Caribe, no importa si francesa o hispánica.
la unificación del territorio insular. La famosa quintilla del cura Vásquez, |172| expre- La zona española de Santo Domingo quedó bajo control de Francia. Cuando los haitianos
sa, en la brevedad compositiva, el carácter de un trauma de proyección indescifrable que proclamaron la independencia del territorio en el cual se desenvolvían (1804), esta procla-
sobre todo es síntoma del drama de la élite colonial. Los versos de la Quintilla ofrecen
un sentimiento conmocionado: «Ayer español nací, /a la tarde fui francés, /a la noche
etíope fui /hoy soy inglés: /no sé qué será de mí!»
La emigración de grupos de familias, de funcionarios, de religiosos, y con ella la clau-
sura de las distintas instituciones coloniales e igualmente el embarque de archivos y de
otros bienes que seguramente incluyó obras de arte, fueron hechos inevitables. Igual-
mente la inminencia de que los conflictos del vecino Saint Domingue se extendieran
con las violentas características que sobre todo imprimieron los esclavos como esencia-
les protagonistas de una revolución emancipadora. Historias de degollamientos de pro-
pietarios franceses, muchos de los que sobrevivieron buscaron refugio en la zona espa-
ñola, en donde vivía una élite que se cuidaba de preservar limpieza de sangre, fueron
factores que influyeron en el éxodo de núcleos de familias criollas hacia otras colonias
hispánicas (Cuba, Puerto Rico,Venezuela, ...). Enfocando los resultados del Tratado de
Basilea, comenta Henríquez Ureña: «La Cesión de Francia, las invasiones que la parte
española sufrió poco después, como consecuencia de los trastornos de Haití y las espan-
tosas matanzas y depredaciones de que nos hicieron víctimas los insurgentes haitianos,
consumaron la ruina, al parecer de Santo Domingo. En medio de su pobreza, la isla con- mación es de importancia ya que origina la Primera República de negros ex-esclavos y al
servaba un nutrido núcleo de familias distinguidas y de hombres cultos. Ahora la emi- mismo tiempo da lugar a la segunda independencia proclamada en América. Concentra-
gración lo redujo lastimosamente. Con todo, más que el número de los que huyeron, dos en la organización del nuevo régimen, los líderes de Haití encabezados por Dessalines
asombra el de los que permanecieron en aquel lugar sometido al terror».|173| se preocuparon por el peligro político que representaba la presencia francesa en el lado es-
Aunque la unificación en términos reales tardó algunos años, su vigencia comienza con pañol de la isla. En consecuencia, movilizaron un numeroso ejército que sitió la ciudad del
la toma de posesión territorial que emprende Toussaint Louverture, en 1801, comandan- Ozama. Al resultar imposible apoderarse de la misma, las tropas haitianas tuvieron que re-
do un ejército de 20,000 hombres. Las medidas promulgadas por el gran caudillo haitia-
no, entre ellas la abolición de la esclavitud, no tenían el respaldo de Napoleón Bonapar- Hilario Rodríguez|Juan Sánchez Ramírez|Carboncillo/papel|14 x 8.7 cms.|1957|Reproducción «La República Dominicana»
de Marrero Aristy.
Clara Ledesma|Ferrand|Tinta/papel|16.5 x 19 cms.|1957|Reproducción «La República Dominicana» de Marrero Aristy.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|136| |137|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|174| tornar a su país, no sin antes producir represalias y saqueos de acuerdo al Diario de Cam- co), puesto que se trata de una reconquista pro-hispánica que coincidía con la guerra |175|
Dessalines. Párrafo de las
Diario de la paña de Dessalines, quien, al referirse a la expedición, escribe: «... La devastación que he de liberación antinapoleónica que se producía en España (1808-1814). Memorias de
Campaña de Manuel Godoy.
Santo Domingo, propagado en toda la extensión de la parte española, no podrá servir más, durante mucho El movimiento de la reconquista que emprenden los hateros coincide históricamente Ministro de Carlos
cita en Carlos IV. referencia en
Nouel. Historia tiempo, de albergue a nuestros enemigos, ni de instrumento a sus proyectos (...) el fin que también con los movimientos de emancipación hispanoamericanos. Pero los reconquis- Peguero/De los
Eclesiástica. Santos. Visión
Tomo II. se había propuesto en esta expedición lo ha alcanzado casi por completo, faltando tan só- tadores de Santo Domingo, de mentalidad conservadora, acaudillados por Juan Sánchez General de la
Página 89. Historia (...).
Confert. lo el saqueo de la ciudad de Santo Domingo para que se cumplieran todos sus proyectos Ramírez, en vez de afiliarse a la búsqueda emancipadora, asumieron la bobería de res- Página 132.
Confert.
(...) talados los campos han quedado reducidas a cenizas las poblaciones, las villas, los hatos taurar el coloniaje español, volviendo hacia una metrópolis cuya monarquía, al firmar
y las ciudades, y a todas partes las espadas y la tea han llevado la devastación».|174| el Tratado de Basilea, señaló que ceder la parte española de Santo Domingo no podía |176|
Fragmento de
El gobernante Dessalines muere en una conspiración en 1806 que, al originar una gue- «llamarse sacrificio, puesto que era tierra ya de maldición para blancos y verdadero cán- Declaratoria de
Independencia de
rra civil, provoca la división política de Haití en dos Estados: un reino en el norte al cer agarrado a las entrañas de cualquiera que sería su dueño en adelante (...) su pose- 1821, referencia
en Peguero/De los
mando de Cristóbal y una república en el sur, encabezada por Petión. Las contiendas sión era una carga y un peligro continuo».|175| Santos.
Op. Cit.
El retorno colonial a una metrópolis sacudida por grandes problemas nacionales, origi- Página 399.
Confert.
nó la etapa denominada de la España Boba (1809-1821) que, si bien permitió que algu-
nos grupos familiares que habían emigrado al producirse el Tratado de Basilea regresa- |177|
Henríquez Ureña,
ran a Santo Domingo –la familia Duarte Diez, como ejemplo–, ese factor social y otros Pedro.
Op. Cit.
de orden institucional no impidieron las inevitables condiciones de vacío, deficiencia y Confert.

contradicción general. Esas condiciones generaron disgusto hacia España y simpatías


pro-separatistas de vínculos bolivarianos y con Haití. En el hermano país, las condicio-
nes políticas habían variado con la unificación estatal lograda por Charles Boyer, quien
retomando el concepto de la indivisibilidad de la isla por razones sociopolíticas, respal-
daba las adhesiones que manifestaban pobladores del norte. El gobernante haitiano esta-
ba a la espera del momento propicio para ocupar militarmente la zona bajo el inútil co-
loniaje español. Ese momento llegó con las proclamaciones separatistas que encabezan
Andrés Amarante en la región norteña y José Núñez de Cáceres en el sur, específica-
mente en Santo Domingo. Esta última proclamación registrada en Diciembre de 1821,
declara que el pueblo Dominicano «rompe ya para siempre (...) los gastados eslabones
que lo encadenaban al pesado y opresivo carromato de la Antigua Metrópolis (...) lec-
haitianas, permitieron que Jean Louis Ferrand, al mando de la arruinada ciudad de San- ción demasiado larga y costosa, que a todos desengaña por sí sola y sin mayor esfuerzo
to Domingo, buscara definir una administración francesa de muchas perspectivas hacia del ningún fruto que se ha sacado de la fanática lealtad a los Reyes de España».|176|
el 1808. En este año se produce una rebelión conocida como La Reconquista. Se trata La proclamación separatista que encabezó José Núñez de Cáceres (1772-1846), el intelec-
de una guerra anti-francesa que protagonizan los grandes propietarios latifundistas (ha- tual dominicano más connotado de la época, ha sido considerada una manifestación de in-
teros), asociados al soporte del Estado haitiano de Petión, a los intereses de Inglaterra y dependencia moral.|177| Producida sin derramamiento de sangre, tuvo una duración efí-
a un apoyo logístico a las gobernaciones españolas de Las Antillas (Cuba y Puerto Ri- mera ya que su circunstancia fue aprovechada por el Presidente haitiano, Jean Pierre Boyer,
para ocupar un país sin fuerzas militares y en donde tal ocupación contaba con adhesiones
Sava Botzaris|Juan Pablo Duarte de acuerdo a fotografía del siglo XIX|Óleo/tela|1926|Col. Palacio Nacional, R.D. de núcleos poblacionales de Dajabón, Montecristi, Santiago, Puerto Plata, La Vega, Azua y
Hilario Rodríguez|General Pedro Santana|Carboncillo/papel|12.7 x 9 cms.|1957|Reproducción «La República
Dominicana» de Marrero Aristy.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|138| |139|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|178| Samaná. En 1822 se instauró un nuevo dominio que no implicaba coloniaje, sino incorpo-
Rodríguez
Demorizi. ración a un sistema republicano y búsqueda de una integración general e igualmente so-
Pintura y
Escultura en juzgamiento, ya que se estableció una dictadura militarizada. Hasta el inicio del dominio
Santo Domingo.
Página 11. haitiano, los datos en relación a las artes resultan asomos, sustentaciones discutibles o refe-
Confert.
rencias nominales.Tales caracteres imperan desde 1822 en adelante, ofreciendo el siglo XIX
–de acuerdo al lamento de los historiógrafos– la impresión de que la sociedad dominicana
desciende al más bajo nivel de desenvolvimiento espiritual o de la cultura. El sentimiento
tradicional y reaccionario es que los haitianos atrasan y ennegrecen el destino nacional.
Algunos historiógrafos que sustentan que las emigraciones provocadas por los hechos
comprendidos desde 1795 en adelante, se caracterizan por el ausentismo del abolengo
familiar, incluyen a pintores y literatos. En relación a los primeros, se refieren algunos

|179| nombres de trascendencia muy vaga; entre ellos a Juan de Mata Tejada (1790-1835), na-
Idem.
Página 12. tivo de Santiago de los Caballeros, quien, al emigrar a Cuba, introduce en este país el
Confert.
arte litográfico, aparte de sobresalir en el dibujo y la pintura.|178| Otro nombre es Si-
món de Portes, pintor miniaturista, quien en 1823 «emigró de su patria aventado por
el huracán haitiano», terminando su postrer asilo en México.|179|
Al ofrecer informaciones sobre los referidos personajes, Rodríguez Demorizi explica que

Enrique García Godoy|Retrato de José Núñez de Cáceres|Pastel/papel|59.5 x 47 cms.|C.1930|Col. Ateneo Amantes Anónimo|Dr. José Núñez de Cáceres|Óleo|Siglo XIX|Col. Universidad Autónoma de Santo Domingo.
de la Luz.
José Alloza|Toussaint y Dominga Núñez|Dibujo|22 x 16 cms.|1943.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|140| |141|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|180| «las agotadoras emigraciones, en las que van artistas y letrados a brillar a otras playas fue a gran artista de renombre universal, (...), nacido allí (...) hijo de Benito Chasseriau y de la |183|
Idem. «Bellas Artes»,
Página 11. veces resarcida por el arribo de algún notable artista extranjero, como Garnerey, o por el na- samanesa María Magdalena Couret de la Blagniere, hija del rico propietario francés Cou- capítulo en
Confert. La República
cimiento, en nuestro suelo, de un genio de la pintura como Teodoro Chasseriau».|180| Am- ret de la Blagniere, nacida en Samaná en 1791». En relación a esta vanagloria también se Dominicana.
Página 219.
|181| bos pintores son franceses y la relación con la sociedad dominicana es circunstancial. HIP- ha escrito que Chasseriau, «por haber nacido en Samaná, de madre dominicana, ponía en Confert.
Lemonnier-
Delafosse, J. B. POLYTE JEAN BAPTISTE GARNEREY (París 1787-1858) era náufrago de una ba- sus cuadros reminiscencias tropicales en ciertos adornos frutales, por ejemplo».|183|
Segunda
Campaña de talla naval ocurrida en la Bahía de Palenque, en 1805. Al ser rescatado, se asimila en Santo Hijo de francés e isleña, el vínculo pintor-tierra de nacimiento no pasa de ser una relación
Santo Domingo.
Página 146. Domingo, en donde él y otros compañeros solicitan al General Ferrand un espacio para re- registrada casualmente y dentro de un grupo familiar de nacionalidad francesa. El eminen-
Confert.
presentar teatro. En una crónica histórica, su autor Lemonnier-Delafosse cuenta que «olvi- te artista que fue Chasseriau en la Francia romántica nada hizo en el suelo donde nació, ni
dando, pues sus infortunios, aquellos jóvenes representaron. Se les dio una iglesia que perte- nada refirió sobre ese terruño y su medio ambiente, aunque se quiera justificar en su obra
necía a un antiguo convento de mujeres, Santa Regina, la que desde hacía mucho tiempo una disposición natural hacia lo exótico y lo antillano: «adquirida en su propia casa, en la
servía de almacén de artillería (para los carros y cureñas). La santa en el nicho que estaba so- que había una ostensible gradación de matices, su padre blanco; la madre criolla de Santo

|182| bre el frontispicio, fue reemplazada por la palabra Teatro. Garnerey, que (...) es pintor de Domingo, las hermanas medianamente mestizas».|184| Chasseriau fue trasladado desde ni- |184|
Rodríguez Rodríguez
Demorizi. aquellas acuarelas inimitables firmadas H.G., y fue el pintor de todas las decoraciones».|181| ño a Francia (1822), formándose en el taller de Ingres, por lo que su pintura reúne la in- Demorizi.
Op. Cit. Op. Cit.
Página 14. A la presencia de Garnerey, artista y militar residente en el país entre 1805-1809, se le ha fluencia clásica del maestro con el contagio romántico de Delacroix, el cual aumenta con Página 19.
Confert. Confert.
dado relevancia artística, pero sin la dimensión de que ha sido objeto TEODORO sus repetidos viajes a Argelia. Con tales contactos su tratamiento se concentra en el tema-
CHASSERIAU (1819-1856). En relación a éste último|182| se escribe: «Tuvo la isla de rio árabe. Chasseriau fue también dibujante y realizó grabados para Otelo, la obra de Sha-
Santo Domingo, Samaná, su aledaño villorio de El Limón, la gloria de ser la cuna de un kespeare. De origen antillano como este pintor nacido en la zona de Samaná, lo era tam-

Anónimo|Retrato de Aurelia Lesso de Guerrero|Óleo/tela|Siglo XIX|Col. Privada. Fritz Melbye|Entrada a la ciudad de Santo Domingo|Óleo/tela|1864|Col. Olana.
Anónimo|Supuesto retrato de Rosa Duarte|Óleo/tela|70 x 57 cms.|Siglo XIX|Col. Museo Casa de Duarte.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|142| |143|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|185| bién CAMILLE PISSARRO (1830-1903), nacido en la pequeña isla de St.Thomas, en- primeros años de la República, tal vez tan importante como los dibujos de Samuel Ha- |188|
Vega, Bernardo. Idem.
Camille Pissarro tonces colonia holandesa. «El célebre padre de la escuela impresionista francesa visitó San- zard y James Taylor, de veintiún años después, más por tratarse de quien se trata, del fa- Página 38.
en Santo Domingo Confert.
1850. to Domingo en 1850. De esa estancia (...) han quedado (...) obras que reproducen el pai- moso padre del impresionismo francés».|188|
Confert.
saje y la vida cotidiana dominicana en la época».|185| Pissarro se había formado en el país Frente al pintor Chasseriau, de origen criollo, pero en definitiva reconocido como francés,
|186| paterno, Francia, en donde decide ser pintor, actividad que le asocia a FRITZ MELBYE, el desenvolvimiento pictórico retiene los nombres nativos de Domingo Echavarría, Epifa-
Idem.
Páginas 10-11. quien «pertenecía a una familia de artistas holandeses que se especializaba en reproducir, pa- nio Billini y León Cordero, tres individualidades nacidas entre 1805-1820, año éste último
Confert.
ra el mercado europeo, paisajes exóticos».|186| Tres años después de haber retornado a la en el cual posiblemente seguía pintando Francisco Velásquez, cuya muerte se fecha entre
isla natal, Pisarro decide recorrer el Caribe, en compañía de Melbye, realizando ambos pin- 1822-1830. Sobre las tres individualidades señaladas se tienen escasísimas informaciones
tores un conjunto de obras de temario dominicano. Refiere Bernardo Vega que del pintor biográficas e igualmente sobre sus obras juzgadas como de escasos méritos.Tanto ellos co-
francés «han quedado al menos siete obras (...). Su acompañante Fritz Melbye, pintó un pai- mo otros pintores que se citan, se desenvuelven en limitadas circunstancias sociales.
saje a óleo que consideramos el más antiguo elaborado en el país de carácter no religioso DOMINGO ECHAVARRÍA (1805-1849) vivió pobremente en la ciudad nativa del

|187| (...) titulado Entrada a la ciudad de Santo Domingo. La Torre de Colón, que constituye, a nues- Ozama durante el período de la dominación haitiana, recordándosele como pintor de
Idem.
Páginas 35-36. tro entender, el más antiguo óleo sobre un paisaje dominicano, pues Chasseriau nunca pin- imágenes religiosas, caricaturista y grabador. Como suya se conoce la imagen cariactures-
Confert
tó en Santo Domingo y, en cuanto a los pintores dominicanos, Domingo Echavarría repro- ca de un soldado haitiano arrastrando un perro (Grabado 1845). Resaltándose que ejer-
dujo la Villa de Santo Domingo en 1842, pero en un grabado».|187| cía la profesión de pintor, se ofrecen a continuación datos sobre su desenvolvimiento:
El historiador Vega, considera que «Los siete dibujos de Pizarro (así como el óleo de «Domingo Echavarría, natural de esta ciudad, mayor de treinta años y de profesión pin-
Melbye) representan un nuevo e importante aporte a la iconografía dominicana de los tor, hijo legítimo de Julián Echavarría, difunto y de Margarita Núñez, naturales de esta

Camille Pizarro|Mujer vista desde las ruinas de la Iglesia de San Francisco|Mixta/papel|1850|Col. Olana. Camille Pizarro|El desembarcadero del Ozama|Mixta/papel|1850|Col. Olana.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|144| |145|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

ciudad. Casó en Santo Domingo, el 7 de diciembre de 1835 con Petrona Nolasco Mar- |189|
Rodríguez
celo...|189| Pintó una imagen de Santa Lucía, para la Catedral, de escaso mérito. Antes Demorizi.
Op. Cit. Cita No. 1.
existía allí una imagen antigua que el tiempo y el abandono deterioraron, hecha quizás Página 32. Confert.

por algún maestro. Se colocó la de Echavarría. Sobre la imagen hay un cuadro maltrata-
|190|
do. Sin escuela, con pinturas ordinarias, sin elementos, era Echavarría un pobre pintor. Sin Carlos Nouel,
citado por
embargo, buen fisonomista, había tal vez igualado a los maestros del arte.|190| Otro mé- Rodríguez
Demorizi. Idem.
rito tuvo Echavarría: fue nuestro primer grabador y caricaturista, en 1845. Debe ser obra Páginas 31-32.
Confert.
suya un modesto grabado en madera que representa a la Villa de Santo Domingo en los
días del terremoto de 1842, en curiosa relación impresa, de la misma época...»|191| |191|
Rodríguez
De este celebrado caricaturista se exhiben dos retratos de Señoras Ancianas, en una Demorizi.
Idem. Página 32.
muestra nacional de 1900, obras que son identificadas «Del señor Echavarría, antiguo Confert.

pintor». Aunque generacionalmente se asocia a Epifanio Billini y León Cordero, más |192|
Idem.
coetáneos suyos fueron Juan Moscoso, citado como pintor por un descendiente, sin que Página 33.
Confert.
se conozca obra suya;|192| Baltazar Morcelo, recordado como artista del pincel y de
brocha gorda, relacionado a labores de la Iglesia de Higüey; Luis Pérez, referido en la |193|
Idem.
crónica histórica de la ciudad natal, Baní; Isaías Arredondo, pintor puertoplateño malo- Páginas 33-34.
Confert.
grado por tropa anexionista española; y Alex De Brye,|193| retratista extranjero, resi-

Alex de Brye|Retrato Señora Tomasa Saínz|Óleo/tela|46.5 x 33.5 cms.|1836|Col. Clara Rodríguez Demorizi. Domingo Echavarría|General haitiano en marcha|Xilografía|1845|Col. bibliográfica E. Rodríguez Demorizi.
Domingo Echavarría (atribuido)|Terremoto de la isla|Xilografía|1842|Colección bibliográfica J.R Marquez
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|146| |147|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|194| dente en Santo Domingo en 1837, año en que pintó un conocido retrato de Tomasa de la clase media, de repente situada frente al sector dominante de los hateros quienes con-
Manuel Aybar,
es el nombre Sainz, la esposa de uno de los maestros de Juan Pablo Duarte.|194| taban a su vez con un peonaje adscrito de grandes masas campesinas. Aunque conserva-
del maestro.
Referido por Juan Pablo Duarte (1813-1876) permite apreciar el proceso histórico que tiene corres- dora, la clase terrateniente, manifestaba una ambigua conciencia nacional que asumía ade-
Rodríguez
Demorizi. pondencia con su infancia y juventud; proceso en el cual comienza a desarrollarse la con- más posición antihaitiana porque, como caso excepcional, la independencia dominicana
Idem.
Página 52. ciencia política dominicana, estimulada por varios factores causales, al contradecir viejos no fue un acto asumido frente a una potencia europea, sino contra un país hermano y ve-
Confert.
esquemas coloniales. La revolución haitiana se coloca a la cabeza de esa sacudida que cino, que había ejercido dominio por más de veinte años (1822-1844).
|195| conmociona con sus secuelas a quienes comienzan a autodefinirse nacionalmente más La etapa de la Primera República nació con la propuesta de un Estado Moderno con-
Larrazábal Blanco,
Carlos. que criollos, como dominicanos que se expresan claramente en el manifiesto de Indepen- cebido por Juan Pablo Duarte, además formulador definitivo de la dominicanidad en los
Los Negros
y la Esclavitud en dencia del 1821. Si bien factores externos como las luchas emancipadoras de América alcances de ciudadanía, cultura, institucionalidad e implicaciones jurídicas. En el orden
Santo Domingo.
Página 67. son influyentes, más impacto tienen los factores isleños que siguieron asociándose a los cultural no se tienen grandes noticias, exceptuando la existencia de algunos letrados y
Confert.
haitianos como dominadores que asumen acciones descolonizadoras. Ellos plantaron la el nacionalismo titubeante que tiene que probarse aguerridamente frente a los haitia-
palma de los libertos en la plaza de arma de Santo Domingo,|195| para conmemorar la
abolición de la esclavitud que subsistía legalmente y destruyeron antiguos escudos que
representaban la hispanidad. Pero si tales acciones entrañaron un simbolismo descoloni-
zador, otras medidas como la liberación de los esclavos, el aparcelamiento de tierra y la
departamentalización del territorio dominicano significaron un orden nuevo, conforme
al pensamiento liberal. En otro sentido, la nueva ciudadanía que adquiere el criollo y la
marcada identidad, que lo diferenciaba respecto al haitiano, de hecho fue un ingredien-
te para la concientización política, nacionalmente dominicana. Duarte es quien más cla-
ramente representa esa toma de conciencia en el 1838, año en el cual funda con varios
compañeros La Trinitaria, una sociedad conspirativa, secreta, en donde se jura liberar al
país del dominio haitiano, bajo el lema Dios, Patria y Libertad, República Dominicana.
El proyecto duartiano permitió concebir una imagen de connotación gráfica, pictórica y
de gran simbolismo. Se trata de la bandera tricolor inspirada, coincidencialmente, en las
gamas que identifican la imagen altagraciana, el azul, el blanco y el rojo. Es la única ima-
gen visual que emerge como propuesta nueva, al proclamarse el nacimiento republicano
en 1844. Para entonces la sociedad dominicana había variado poblacionalmente.También
en lo social, productivo, institucional e ideológico, preservando el carácter de nación ex-
tremadamente aislada y rural. Con una tasa de 100,000 a 125,000 habitantes en la déca-
da 1810, el país alcanzó una población aproximada de 200,000 habitantes hacia 1844. En
esta nueva tasa se incluyen inmigrantes canarios, judíos, árabes y libertos metodistas y hai-
tianos. La producción autosuficiente –hatera y conuquera–, con una industria artesanal y
un comercio basado en el corte de madera (exportación) y en importaciones manejadas
por comerciantes españoles, cambia con el crecimiento de la producción del tabaco. Ha-
cia el 1844, la estructura social había variado con ese campesinado y con el crecimiento Luis Desangles|Duarte contemplando el nacimiento de la República|Óleo/madera|54 x 67 cms.|1890|Col. Museo
Casa Duarte.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|148| |149|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|196| nos que no se conformaron con haber perdido el predominio tan largo tiempo ejerci- Con el predominio conservador, representado por el hatero Pedro Santana (1801- |203|
Arte Club. Hoetink, Harry.
Catálogo do. En el campo del desenvolvimiento pictórico, a los nombres de Velásquez, Echava- 1864), se inició la vida constitucional de la República, merced a los ensayos organizati- El Pueblo
2da. Expo. Dominicano.
En Busca de las rría, Arredondo, Morcelo y Pérez, se añade el de Leda Amanda, curioso nombre sacado vos de las instituciones y en estado de alerta frente a la constante amenaza de los hai- Páginas 13-271.
Raíces del Arte Confert.
(...) del olvido; mujer de la que únicamente se sabía «que era dominicana y fue una pinto- tianos. Básicamente el poder político descansó en Santana y su rival Buenaventura Báez
Página 9.
Confert. ra afamada de la época de Epifanio Billini, en el siglo XIX», y de la cual se conoce pú- (1812-1884), quienes dieron lugar a la alternabilidad caudillista muy propensa al ane-
blicamente una de sus obras que las firmaba con el referido nombre.|196| xionismo europeo. Las grandes naciones europeas, España, Francia e Inglaterra tenían
|197|
Idem. Se asegura que EPIFANIO BILLINI (1820-1891), uno de los patriotas asimilados en diplomáticos acreditados, los cuales asumen una descarada injerencia en los asuntos es-
Página 10.
Confert. la Sociedad La Trinitaria,|197| fue el artista de mayor renombre en Santo Domin- tatales de la joven república incomunicada interiormente y dividida en dos bloques re-
go,|198| durante el primer período republicano. Miembro de una familia de abolengo gionales, el sur y el norte. En esta última región se había conformado el sector más re-
|198|
Rodríguez social, se educó en Filadelfia, regresando al país, posiblemente en la década de 1850, ya presentativo de los liberales dominicanos, asociados a la producción del tabaco y las re-
Demorizi.
Op. Cit. que para entonces tenía en la capital nativa (1857) un «establecimiento de daguerroti- laciones provocadas entre cosecheros, comerciantes intermediarios y agentes exporta-
Página 36.
Confert. po, del cual se conservan algunos retratos»,|199| por lo cual se le puede considerar el dores que representaban, en Puerto Plata, a casas extranjeras. Los liberales norteños pro-
padre de la fotografía dominicana.|200| Simultáneamente, enseñaba idiomas y aritmé- tagonizaron la revolución armada de 1857 cuando el gobierno de Báez afectó sus inte-
|199|
Idem. tica, era reconocido como pendolista, dedicándose también a la pintura. Hizo retratos reses y ellos fueron el sector fundamental de otro movimiento de independencia que
Páginas 45-46.
Confert. al óleo y entre otros cuadros se cuenta una Virgen de las Mercedes (óleo 1860).|201| provocó la anexión del país a España en 1861.
El retrato pictórico y el daguerrotipo son géneros que comienzan a desarrollarse a par- Al establecer la administración española medidas colonialistas limitadoras que, sobre todo,
|200|
Idem. tir de los primeros años republicanos, en el que se hacen iconos de figuras importantes negaban el libre desenvolvimiento comercial, se fueron produciendo rebeliones naciona-
Página 34.
Confert. como Pedro Santana; retrato éste que fue costeado por el erario público para ser «colocado les que, al alcanzar niveles populares, definieron la lucha armada de la restauración repu-
en el salón del Palacio Nacional en medio del inmortal Colón y el heróico General blicana. La guerra contra la presencia española y contra los anexionistas dominicanos, pro-
|201|
Idem. Juan Sánchez Ramírez».|202| Pero, a pesar de este interés retratista, la atención siguió clamada en la Loma de Capotillo en 1863, de la zona noroeste, se convirtió en una revo-
Nota 6.
Página 35. preservándola la pintura religiosa, manifestándose como ofrenda en la añeja iglesia de lución colectiva, con grandes líderes civiles y militares (Ulises Espaillat, Filomeno de Ro-
Confert.
Higüey, o como arte al cuidado de algún pintor de la época. Es el caso de LEÓN jas, Gaspar Polanco, Gregorio Luperón...). Con un gobierno restaurador con sede en San-
|202| CORDERO (1809-1874), quien se dedicaba al arreglo y retoque de imágenes reli- tiago de los Caballeros, la independencia dominicana fue restablecida en 1865.
Idem.
Nota 7. giosas, siendo un recordado maestro de dibujo y pintura, sobre todo porque a él se aso- Simultánea a la lucha armada entre dominicanos y españoles, el movimiento restaura-
Página 36.
Confert. cia un nombre destacado con el cual el arte dominicano toma un connotado impulso. dor definió un conflicto interno que puso de manifiesto los personalismos y el debate
Ese alumno que asistió a su taller en edad muy juvenil fue Luis Desangles. de las ideologías, conservadora y liberal. Este conflicto aumentó durante el nuevo pe-
El callado, desapercibido y casi olvidado ejercicio pictórico de León Cordero, carente ade- ríodo republicano (1865-1916), en cuya primera fase se manifiestan varios bandos po-
más de obras que permitan sacarlo de la intrascendencia como a otros tantos nombres, fue líticos.También el predominio caudillista de Báez y la notable injerencia diplomática de
un desenvolvimiento en parte asociado al período 1844-1861. Es el período político de la los Estados Unidos de Norteamérica enfrentada por la resistencia anti-imperialista de
Primera República que, al proclamarse en Febrero 27, sacó a flote la abismal diferencia Gregorio Luperón (1839-1897), quien se convirtió en un árbitro nacional decisivo, du-
ideológica entre el grupo social que más la impulsó: los jóvenes trinitarios, idealistas y na- rante la década de 1870. A partir de esta etapa, se acentúan una serie de transformacio-
cionalistas, con Duarte a la cabeza, y el grupo que la capitalizó: gente madura, pragmática, nes estructurales en la sociedad nacional. De acuerdo a Harry Hoetink, esos cambios se
conservadora y de mentalidad anexionista. Como este último grupo tenía más fuerza po- expresan en la distribución agrícola, demográfica, poblacional, comunicativa, del poder
lítica y militar, fue normal que retuvieran el poder, desplazando, excluyendo y expatrian- económico, en los mecanismos de sanción, en las ideas, en la política, en los órganos de
do a los liberales junto a sus familiares. El más patético caso fue el de la familia Duarte. la transmisión cultural y en la estructura social.|203|
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|150| |151|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

3|2 El florecimiento general en la República Restaurada FLORECIMIENTO


GENERAL

Desde 1866|Hasta 1899 Año 1866 Año 1866 |cont.|

El gobierno funda escuelas elementa- Aparece en la ciudad capital


les, impulsa la enseñanza secundaria, El Tiempo, órgano periodístico,
e igualmente se organiza el Seminario dirigido por Javier Angulo Guridi.
Conciliar bajo la dirección de Fernan-
do Arturo de Meriño (1833-1906).
Labora en el medio capitalino
También se establece el Instituto Pro-
el pintor Cordero.
fesional, centro este último que me-
diante exámenes expedía el título de
Bachiller. Epifanio Billini, fotógrafo y pintor, se
encuentra ubicado en Cuba a donde
se traslada obligado por su militancia
|204| Escribe Pedro Henríquez Ureña que «en 1873 comienza para la República Dominica- Francisco Xavier Billini (1837-1890)
Henríquez Ureña, anexionista pro-española.
funda el Colegio San Luis Gonzaga,
Op. Cit. na un inesperado florecimiento. Se cierra el período de los seis años del gobierno de
Página 469. con biblioteca pública y órgano
Confert. Buenaventura Báez, desaparece la amenaza de anexión a los Estados Unidos, rechaza- periodístico: El Amigo de los Niños.
do el proyecto en el Senado de la gran nación y repudiado por el pueblo de la peque-
|205| Surge La Republicana, sociedad
Idem. ña; se convoca a una Asamblea Constituyente que reforma la Carta fundamental del país
Páginas 469-70. patriótica y cultural.
Confert. (la de septiembre de 1866) a principios de 1874». Esta reforma y otras que se produ-
cen posteriormente, todas de corte liberal, «establecen el sufragio universal, con voto
|206|
Incháustegui directo».|204| Sin comentar que el alcance de esa votación era exclusivo a todos los
Cabral; Contín Año 1867 Año 1868
Aybar. hombres, excluyéndose a las mujeres, el citado autor señala el desarrollo del comercio
«Tabla
Cronológica». y «la aparición de las industrias de tipo moderno, si bien pequeñas», como parte de ese En Santo Domingo se localizan los La llegada de fotógrafos trashuman-
Eme-Eme.
No. 52, 1981. florecimiento. «En 1876 se establece la primera industria: el ingenio de azúcar con má- fotógrafos trashumantes Benjamín tes, procedentes de Cuba, provoca
Páginas 90-96. Toucey, Claudio Morales y que se sustituya el nombre
Confert. quinas de vapor, a imitación de Cuba. Se dan pasos para establecer bancos (el primero los señores Piqué y Zafrané. Establecimiento de Daguerrotipo por
es de la época de Báez), telégrafos, cables submarinos».|205| el de Galería Fotográfica.

En ese florecimiento hay, sobre todo, movimiento de cultura. Este movimiento se de- Se funda el Colegio Dominicano, para
niñas, dirigido por Nicolasa Billini. Aparece en Santo Domingo
fine con la fundación de diversos centros de enseñanza y de educadores significativos, (1838-1903). la sociedad cultural La Juventud.
algunos de los cuales se vinculan al establecimiento de sociedades de animación cívica
y cultural. También se editan muchas obras literarias y periódicos, no faltando en este José Gabriel García (1834-1910), Fernando Arturo de Meriño publica
publica la primera edición Elementos de Geografía de
brote las artes visuales y auditivas. Por primera vez aparece una generación de indivi- de su Historia de Santo Domingo. la República Dominicana.
dualidades cuya existencia y obras resultan más identificables en las expresiones de la
pintura, la fotografía y la música, principalmente. Un enfoque de poco alcance, pero en Surge en Santiago La Voz del Cibao, Javier Angulo Guridi, funda la
órgano de prensa dirigido por Sociedad El Paraíso, el órgano
general de los distintos aspectos culturales, permiten una apreciación de ese floreci- Manuel Rodríguez Objío. periodístico El Sol y publica la obra La
miento. Este enfoque panorámico|206| abarca el período que se extiende desde 1866 Ciguapa, basada en leyenda indígena.

hasta al penúltimo año del siglo (1899).


Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|152| |153|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

Año 1869 Año 1870 Año 1871 Año 1872 Año 1872 |cont.| Año 1873

Nace el pintor Arturo Grullón, Nace Abelardo Rodríguez Urdaneta Es fundada la sociedad cultural Javier Angulo Guridi publica Escenas En Puerto Plata aparecen los órganos Es fundado en Santiago el medio
en Santiago de los Caballeros. (23 de julio), sobresaliente artista Amigos del País, promovida por Aborígenes. periodísticos El Porvenir y La Chicha- de prensa El Dominicano, dirigido
precursor con desenvolvimiento en José Pantaleón Castillo, en cuyo rra. por Manuel de Js. Peña y Reynoso.
la escultura, la fotografía y la pintura. hogar fue celebrada la instalación.
Francisco Xavier Amiama
El objetivo principal es el desenvolvi-
(1849-1914), publica la obra Adela La Sociedad Cultural La Juventud, Samuel Hazard recorre la isla
miento cultural de sus miembros.
Juan Bautista Gómez, pintor, o el Angel del Consuelo (novela), establece biblioteca pública. reproduciendo al dibujo escenas
(Revista El Lápiz, No. 8,
nace en Santiago de los Caballeros. uno de los primeros libros ilustrados criollas de la fauna, flora, gente,
Mayo 18 de 1891)
del país. poblados y regiones.
Funciona en Santiago el Colegio
Se publica El Laborante, órgano de la Paz, de Manuel de Js. Peña
Es presentada la comedia de
de propaganda de la independencia Fundación del órgano periodístico y Reynoso.
costumbre El que Menos Corre Vuela,
de Cuba. El Porvenir, en Puerto Plata.
de José Fco. Pellerano (1844-1879).

Manuel de Jesús Rodríguez, Aparecen en Santo Domingo


José María Arredondo (1840-1924)
(1847-1915), presenta con buen éxito El Universal y El Dominicano, medios
estrena El Cambalache (zarzuela) en
la zarzuela La Promesa Cumplida. periodísticos de propaganda a favor
el Teatro de la Sociedad Amantes de
de la independencia cubana.
las Letras, de Santo Domingo.
Se estrena la zarzuela indigenista
Ozema o La Virgen Indiana,
J.E. Taylor, dibujante norteamericano
de Félix María Del Monte (1819-1899)
visita el pais reproduciendo estampas
escénicas criollas.

Año 1874 Año 1874 |cont.| Año 1875 Año 1875 |cont.| Año 1876 Año 1877

Alejandro Bonilla (1820-1901) La Sociedad La Juventud edita Al insigne puertorriqueño Román John Calm, fotógrafo trashumante, Muere el fundador de la República, Alejandro Bonilla pinta de memoria el
precursor del arte nacional, regresa su órgano La Opinión, dirigido por Baldorioty de Castro se le encomien- establece galería fotográfica en Juan Pablo Duarte, en Venezuela Retrato de Duarte.
a su patria después de seis años de Federico Henríquez y Carvajal da la dirección de la Escuela Náutica. Santiago, y el cubano Francisco (15 de julio).
ostracismo, e instaló su taller en su (1848-1951). Correa en Puerto Plata.
Se localizan en Santo Domingo los
casa de la calle del Arquillo (Arzobis-
El educador Eugenio María de Hostos Narciso Arteya, fotógrafo trashumante fotógrafos Lyon y Lyon.
po Nouel), donde se dedica a dar
Muere el pintor León Cordero, quien llega al país ejerciendo gran influencia Juan Bautista Alfonseca (1810-1875), llega a Puerto Plata y establece Galería
clase de pintura.
orienta a Luis Desangles, artista educativa, intelectual y moral. músico prominente del siglo XIX, Fotográfica en Santo Domingo, después
En el Colegio Colón, de Federico
precursor del arte nacional. muere en Santo Domingo. Escribió el de residir durante un año en Santiago.
Girandi, se enseña Dibujo Lineal
Aparece Lira de Quisqueya, Himno de la Independencia, con
En Puerto Plata es fundada El Fénix, y Dibujo al Natural.
primera antología nacional de poetas letras de Félix María del Monte, en los
El músico José María Arredondo sociedad literaria. Hostos funda en Puerto Plata
dominicanos, preparada por José momentos iniciales de la República.
(1840-1924), Director de la Banda el centro escolar La Educación.
Castellanos. Francisco Aybar establece
Militar de Santo Domingo, interpreta,
Aparece El Correo del Ozama, Taller de litografía y grabado en Santo
en la Plaza de la Catedral, composi- José María Arredondo (1840-1924),
periódico de Santo Domingo. Aparece el Periódico El Observador. Domingo.
Idelfonso Brea Mella se desenvuelve en ciones populares de su autoría: músico capitaleño y compositor,
También La Idea, órgano de la socie-
Puerto Plata como retratista al creyón. La Ametralladora y El Cocotazo. estrena la pieza religiosa, Misa
dad Los Amigos del Adelanto.
Quotidiana en la Iglesia de Regina. José Gabriel García publica Memorias Al localizarse en la Catedral de Santo
para la Historia de Quisqueya. Domingo los restos de Colón, el his-
José Peña y Reynoso funda en
José Gabriel García, publica Rasgos toriador Emiliano Tejera (1841-1923),
Santiago, la Sociedad Cultural
Biográficos de Dominicanos Célebres. pronuncia conferencias con ese tema,
Amantes de la Luz, la cual edita Apertura de la Biblioteca Pública instala-
en la Sociedad Amigos del País.
el órgano El Eco del Yaque. da por la Sociedad Amigos del País.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|154| |155|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

Año 1877 |cont.| Año 1878 Año 1878 |cont.| Año 1879 Año 1879 |cont.| Año 1880

La sociedad cultural La Juventud, José Pantaleón Castillo funda la Se establece en el local de la El fotógrafo Bobrie, establece galería La sociedad Amigos del País toma la El fotógrafo dominicano Manuel
comienza a organizar actos líricos Escuela Preparatoria, la cual antecede Sociedad Amigos del País, clases de con anuncio de precios de los decisión de publicar las poesías del S. García, instala Salón Fotográfico,
y musicales. la escuela normal hostosiana. Ciencias Naturales a cargo del educa- retratos que realiza, pintados también malogrado vate Manuel Rodríguez en Puerto Plata y Santiago.
dor Román Baldorioty de al óleo. Objío y las de Salomé Ureña.
Castro. Otras actividades de la
El poeta José Joaquín Pérez Aparecen los órganos periodísticos Salomón D. Levy, pintor y fotógrafo,
sociedad son las siguientes:
(1845-1900) publica Fantasías El Sufragio (1878-79) y El Pueblo. Nace Francisco Arturo Palau, pionero El Congreso Nacional, por decreto instala galería en Santo Domingo,
| Inicio de las gestiones para repatriar
Indígenas. de la cinematografía dominicana. del 8 de mayo, dispone recursos usando la llamada Cámara Solar.
los restos del egregio Juan Pablo
para las sociedades Amigos del País
Son establecidas las sociedades Duarte.
(Santo Domingo), Amantes de la Luz
El Purgatorio de un Músico, zarzuela Amantes del País, en Puerto Plata, y | Conferencia y otorgamiento Circulan en Santo Domingo los Angel Perdomo ejecuta San Cristóbal,
(Santiago) y La Esperanza
de José María Arredondo, se estrena La Progresista, en La Vega. Esta de medalla de oro a Salomé Ureña. siguientes periódicos: El Estudio (escultura) en colaboración con
(Montecristi).
en el Teatro La Republicana, de la última fundó la primera escuela | Se resuelve la publicación del (1879-81), La Actualidad y El Eco Francisco Góngora, para la
ciudad Capital. nocturna de aquella ciudad y años periódico literario El Amigo del País. de la Opinión, semanario este último comunidad del mismo nombre.
después su primer teatro. fundado por Francisco Gregorio
Billini.
Nace el pintor Adolfo García Obregón.
Aparece la revista El Estudio con el
auspicio de la Sociedad La Juventud. Después de ausentarse del país
A iniciativa de Luperón, el maestro
durante un año, Eugenio María de
Hostos funda la Escuela Normal en
Hostos, retorna, fijando su residencia
Santo Domingo, para varones
en Santo Domingo.
estableciéndose la enseñanza de las
ciencias positivas y los métodos
pedagógicos modernos.

Año 1880 |cont.| Año 1881 Año 1882 Año 1883 Año 1883 |cont.| Año 1883 |cont.|

Se publican las Poesías de Salomé Angel Perdomo Rojas (1818-1881), José Reyes (1835-1905) lleva al Luis Desangles establece Casa-Taller Alejandro Bonilla pinta el cuadro Salomón Levy usa el nuevo procedi-
Ureña de Henríquez (1850-1897). pintor, tallista y prócer independen- pentagrama el Himno Nacional, luego de pintor en la ciudad capital. El Ingenio Esperanza, inspirado en el miento de placas de cristal fotográfico
tista, muere en explosión ocurrida de solicitarle a varios poetas que poema La Industria Agrícola de José y en cromo-fotografía.
en Santo Domingo. escribieran estrofas que se adaptaran Joaquín Pérez.
Francisco Henríquez y Carvajal Juan Fernández Corredor, pintor
a la partitura.
(1859-1935) y José Pantaleón español trashumante llega a la capital Comienza a circular la Revista
Castillo (1852-1916) reorientan la Es- Salomé Ureña funda el Instituto de del país, ocupándose de una clase de Rafael Justino Castillo (1861-1933) Científica y de Conocimientos Utiles,
cuela Preparatoria ajustada al plan Señoritas (1881-93), con subvención Aparece El Telegrama, primer vocero dibujo y pintura, auspiciada por la se inicia en el periodismo al fundar primera revista dominicana ilustrada,
pedagógico hostosiano y con el obje- del Estado, adoptando el plan de diario dominicano, dirigido por César Sociedad Amigos de la Enseñanza. El Repúblico. fundada por G. de la Fuente y José
tivo de formar un alumnado capacita- estudios de Hostos. Nicolás Penson (1855-1901) y cuya Joaquín Pérez.
do para seguir los cursos de la circulación fue de pocos meses.
Tiene lugar a guisa de ensayo la Comienza a circular el Diario del
Escuela Normal.
Javier Angulo Guridi (1816-1884) primera exposición de los alumnos Ozama, en Santo Domingo, dirigido Francisco Henríquez y Carvajal, funda
publica Iguaniona drama que Manuel de Jesús Galván de los cursos de Fernández Corredor. por César Nicolás Penson. la revista pedagógica El Maestro,
La Sociedad Amigos del País introduce el tema de los indios. (1834-1910), publica la novela Fue celebrada el 29 de septiembre, a que subsistió algo menos de un año.
acuerda que en su local se instale y indigenista Enriquillo. los pocos meses de emprendida la
Federico Henríquez y Carvajal, publica
funcione temporalmente el Instituto enseñanza, exponiéndose más de
Aparecen el Semanario El Mensajero La Hija del Hebreo, drama de corte Eugenio Deschamps (1861-1919)
Profesional. 30 obras, entre ellas retratos de
(1881-1890), fundado por Federico Circulan los órganos de difusión romántico. dirige el periódico de combate
próceres. Fue auspiciada por la
Henríquez y Carvajal, y el periódico El Maestro y El Volteriano (1882-83). La Alborada, en Santiago.
Sociedad Amigos del País.
Aura del Ozama, fundado por Pablo
Se estrenan los himnos nacionales de
Pumarol.
José Reyes-Emilio Prud’Homme y
José María Arredondo/ María Josefa
Perdomo.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|156| |157|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

Año 1884 Año 1884 |cont.| Año 1886 Año 1887 Año 1887 |cont.| Año 1888

El fotógrafo-pintor trashumante Eugenio Deschamps funda en Santia- Se ausenta de Santo Domingo Julio Pou se establece como Hostos publica en Santo Domingo El venezolano Miguel Eduardo Pardo,
Cordiglia abre un curso de dibujo en go la Sociedad Alianza Cibaeña. el pintor Fernández Corredor. fotógrafo profesional en Santo el texto de Derecho Constitucional, anuncia en Santo Domingo clases a
Santo Domingo. Domingo. extractado de las lecciones que domicilio de distintas materias, entre
dictaba de viva voz y apuntadas por ellas de Dibujo.
Bajo el Gobierno de Billini (1884) Arturo Grullón viaja a París a
sus alumnos.
El Inspector de Instrucción Pública, se creó la admirable institución del continuar estudios artísticos. Graduación de las primeras maestras
rinde un informe de evaluación de la maestro ambulante, utilísima en el formadas en el Instituto de José Ramón Abad (1850-1912)
Escuela que dirige Corredor, conside- país, esencialmente rural como Señoritas que dirige Salomé Ureña escribe y publica por encargo del
El pintor Felipe de los Santos,
rando sobresaliente a Arturo Grullón Santo Domingo. de Henríquez. Gobierno, La República Dominicana,
sustituye a Corredor en la dirección
y José María Cabral, y como alum- Reseña Geográfica-Estadística.
de la Escuela Municipal de Dibujo.
nos Muy Buenos a Abelardo Rodrí-
Apoteosis de Juan Pablo Duarte, al Gastón F. Deligne (1861-1913),
guez Urdaneta, Manuel María Sana-
traerse sus restos desde Venezuela. publica el poema Soledad. Federico García Godoy (1857-1924),
bia y Barón Coiscou, entre otros. Nacen el caricaturista petromacorisa-
publica Recuerdos y Opiniones.
no Copito Mendoza y el pintor vegano
Nace Pedro Henríquez Ureña, el más Enrique García-Godoy. Se publican los Apuntes para la
Exposición de pinturas y objetos de
importante humanista dominicano. Historia de los Trinitarios, Se publican las Poesías de Manuel
arte celebrada en el local de Amigos
de José María Serra (1819-1888). Rodríguez Objío.
del País con motivo de celebrar la
Sociedad el 13 aniversario. Graduación de los primeros maestros
que egresan de la Escuela Normal Emilio Prud’homme (1856-1932), Arturo Pellerano Castro (1865-1916)
que dirige Hostos. funda en Azua la Escuela Perseveran- da a conocer La Última Cruzada.
cia para la formación de maestros
normales.

Año 1888 |cont.| Año 1889 Año 1890 Año 1890 |cont.| Año 1890 |cont.| Año 1891

En Santiago, comienza a circular la Comienza a circular el Listín Diario Primera Gran Exposición Nacional Miguel A. Calero, Julio Pou, Herman Francisco Soñé (1860-1949), funda Se ubica en La Vega estatua de
revista El Santiagués, dirigida por (1889-1942), fundado por Arturo del 27 de Febrero, celebrada en la So- Rodeck, Tomás Sanlley, Abelardo Pi- academia de música en La Vega. Gregorio Rivas (1833-1889), ejecuta-
Ulises Franco Bidó. Pellerano Alfau. ciedad Literaria Amigos del País, en ñeyro, Casimiro De Moya, Elisa M. da en N. Y. con fondos reunidos por
Santo Domingo, y en la que se reú- Cestero, Srtas. Viguié, Billini y Ro- la Sociedad Justicia al Mérito.
José de Js. Ravelo (1876-1951),
nen obras de diferente índole, entre deck.
Hostos publica en Santo Domingo dirige la Banda Militar Pacificador,
ellas pinturas, dibujos, esculturas, li-
la primera edición de Moral Social. de Santo Domingo. (1890-1900). Aparecen dibujos de personajes
tografías, manualidades y antigüeda-
En este año emigra a Chile. Arturo Grullón expone el cuadro populares firmados por Desangles,
des indígenas. La nómina de los ex-
Mademoiselle Fatet (pastel) en el Frade y José C. Pérez en la Revista
positores permite apreciar artistas de Se edita la Historia de Santo
Salón de París. El Lápiz.
proyección junto a aficionados: Do- Domingo, de Antonio del Monte
mingo Echavarría, Dolores Fernández y Tejada (1783-1861).
de Castro, Ernesto Rodríguez, Alejan- Luis Desangles es nombrado Director José Gabriel García publica
dro Bonilla, Salomón Levy, Manuel de la Escuela Municipal de Dibujo. Coincidencias Históricas.
Sanabia, Navarro, Desangles y José
Guerrero, Felipe de los Santos, Ra-
Carlos Pérez, son parte del personal
món Fiallo, Enrique Galván, Fernández
Nacen Celeste Woss y Gil, Bienvenido docente del Colegio San Luis Gonza- Tema histórico dominicano origina
Corredor, Manuel M. Sanabia, J. D.
Gimbernard y Alfredo Senior de la Paz. ga, fundado por el Padre Billini, quien controversia entre José Gabriel García
Cerón, Luis Desangles, José Carlos
fallece en este año (1890), ocupando y Manuel de Js. Galván, en los periódi-
Pérez, Vicente Portuondo, Angel Per-
el ex presidente Fco. Gregorio cos El Eco de la Opinión y El Teléfono.
domo, Frank Adrover, Nieves Perdo- Demetria Betances, educadora
Billini, la dirección del plantel.
mo, Arturo Grullón, Miguel Joaquín puertorriqueña, comienza a formar un
Ramírez, Josefita Polanco, Abelardo grupo meritorio de discípulos, entre Aparecen las revistas: El Lápiz, fundada
Rodríguez Urdaneta, Louis Mordacq, los cuales sobresale Antera Mota de por José C. Pérez (dibujante) y Letras
Reyes. y Ciencias, establecida por Federico
Henríquez y Carvajal y asociando en la
dirección a su hermano Francisco.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|158| |159|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

Año 1891 |cont.| Año 1892 Año 1892 |cont.| Año 1893 Año 1894 Año 1895

César Nicolás Penson publica Cosas Julio Pou publica anuncio de su Taller Francisco Gregorio Billini (1844-1898) Llega la estatua del Padre Billini, obra Rafael A. Deligne (1863-1902) El Impresionismo en la pintura y en
Añejas, relatos del pasado colonial. Fotográfico. publica la obra Baní, Engracia y Antoñita. de Guilbert. publica La Justicia y Azar. las letras es el tema del artículo
Los Decadentes, del inglés Arthur
Simons, traducido por F. Rodríguez
El Día, aparece como el primer Abelardo Rodríguez Urdaneta inicia Se edita Reseña Histórico-Crítica de Amelia Francasci (1850-1941) R. Abreu Licairac (1850-1915)
García, y publicado en la Revista
periódico de Santiago, fundado por labor de fotógrafo. la Poesía en Santo Domingo redacta- publica Madre Culpable. publica sus Consideraciones Acerca
Letras y Ciencias.
Augusto y Ulises Franco Bidó. da por César Nicolás Penson y José de Nuestra Independencia.
Pantaleón Castillo.
Epifanio Billini, fotógrafo y pintor Félix Fco. Rodríguez (1870-1914)
Nacen Abigaíl Mejía (pintora,
Fundación de la Sociedad Amantes fallece en La Habana. poeta puertoplateño, publica los Fabio Fiallo funda la revista literaria
feminista y animadora), Genoveva
del Estudio, (1891-1909) Comienzan a circular las revistas Le- poemas Anacaona y Desvelos. El Hogar.
Báez (pintora) y Tuto Báez (fotógrafo
en San Pedro de Macorís. tras y Ciencias (1892-99) y El Album.
Luis Desangles es invitado a partici- y pintor).
par en la Exposición Internacional de Luis Desangles se exilia en Puerto Luis Arturo Bermúdez y Rafael
Publicación del II volumen de la Bellas Artes a celebrarse en Madrid, Se fundan los órganos: El Cable, en San Rico, en donde participa en la mues- Deligne, dirigen en San Pedro de
Fundación del Colegio Central para la
Historia de Santo Domingo de Anto- con motivo del centenario del Pedro de Macorís, establecido por Luis tra del Cuarto Centenario del Descu- Macorís, la revista Prosa y Verso,
formación de bachilleres.
nio Del Monte y Tejada, con el patro- Descubrimiento de América. Arturo Bermúdez, y La Prensa, dirigido brimiento de la Isla. Obtiene el primer entre los años 1892-1895.
cinio de la Sociedad Amigos del País. por Pedro María Archambault durante premio con Caonabo.
cinco años (1892-97) en Santiago. Las maestras Luiza Ozema y
Antonio Alfau Baralt realiza copia José María Rodríguez Arreson
Eva María Pellerano restablecen el
del cuadro San Francisco de Murillo. Leopoldo Navarro ocupa la Dirección (1875-1947), músico y educador,
Instituto de Señoritas (1895-1935)
Alejandro Bonilla hace luego otras José Martí visita el taller de Desangles. de la Escuela Normal de Santo nativo de Puerto Rico y radicado en
el cual fue temporalmente cerrado al
dos copias. Domingo. Puerto Plata, dirige la banda militar
ocurrir la muerte de Salomé Ureña.
en esta comunidad (1894-1900).
Nace el escultor Ismael López Glass.

Año 1896 Año 1896 |cont.| Año 1897 Año 1898 Año 1898 |cont.| Año 1899

Julio Pou obtiene mención por su Gregorio Luperón publica sus Notas Rifa del cuadro La Carga de Antonio Luis Desangles pinta la reconocida Nace el escultor vegano Pío Espínola. Luis Desangles pinta uno de los cua-
cuadro fotográfico Críticos Incipien- Autobiográficas y Apuntes Históricos. Maceo en Pozo Real (óleo), obsequia- obra Caonabo Visitado en Prisión por dros de la serie El Sueño de Duarte
tes, en concurso fotográfico organiza- do por Luis Desangles, como aporte Colón y Ojeda. Restaura también un e igualmente el cuadro La Virgen de
Jaime Colson Tradul funda El
do por la revista Luz y Sombra de a la revolución de independencia cuadro de la Catedral atribuido a La Altagracia (óleo-madera).
Aparece la revista Ciencias, Artes y Pregonero, periódico de Puerto Plata.
Nueva York. cubana. Para esta rifa se imprimen Juanes y Murillo.
Letras, bajo la dirección de Rafael
boletos numerados con precio de Fabio Fiallo funda en Santo Domingo
Justino Castillo, Luis Weber y Andrés Pedro Carbonell, artista español,
50 centavos c/u. Llega al país José María Pueyo, quien el periódico de combate político La
Por resolución del Presidente Julio Montolío. autor del monumento funerario del
Heureaux, se le concede salvocon- se vincula como pintor y pianista do- Bandera Libre.
Almirante localizado en la Catedral,
ducto a Desangles para que pueda Nace en Puerto Plata Rafael Díaz cente a las comunidades de Sánchez,
Luis Desangles ejecuta El Nacimiento labora obras escultóricas durante
regresar a Santo Domingo. El pintor Niese, futuro animador del arte San Francisco de Macorís y La Vega.
de Venus (óleo), copia ad libitum del su estadía en el país. Federico García-Godoy publica
recibe su casa-taller y reasume la moderno en el siglo XX. Impresiones.
Cuadro de Cabanel, del Museo de
docencia dominicana. Tulio Manuel Cestero (1879-1955)
Luxemburgo, París. (Francia).
José Ramón López (1866-1922) publica Notas y Escorzos.
Nace el pintor santiaguense Enrique
Rafael A. Deligne da a conocer el publica el ensayo La Alimentación y –Quico– Morel.
Leopoldo Navarro viaja a Europa
texto Milagro. las Razas. Aparece en Santo Domingo la
en donde permanecerá por 9 años
(1896-1905), ejecutando allí el Revista Ilustrada (1898-1900),
César Nicolás Penson publica grueso de sus obras en acuarelas. establecida por Miguel Angel Garrido
La Víspera del Combate. (1867-1908).

José Ramón López publica Nisia,


sobre asuntos criollos del norte.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|160| |161|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

3|3 La modernización positivista


y la generación artística precursora

Desde los años de 1870, muchas mentalidades expresan la aspiración de una sociedad
nacional moderna, que manifestara las transformaciones que regían en otras naciones,
especialmente europeas. Esa aspiración de modernizar de acuerdo a la sustitución de
viejos lastres por nuevos parámetros o tendencias, contaba con el antecedente de la mo-
dernidad del Estado concebida por Duarte, el forjador de la independencia dominica-
na.Y es esta última experiencia, asimilada colectivamente desde 1844, la que se levanta
como una barrera opositora, nacionalmente, frente al regresionismo colonial de 1861
que derrotado permite que se retome el modelo republicano.
Entre adversidades y tumbos, la vuelta al Estado Nacional plantea el ideal transforma-
dor desde las políticas gubernativas, por un lado, y desde las iniciativas privadas por otra

Rafael Arzeno|El general Gregorio Luperón (detalle)|Óleo/tela|91 x 27 cms.|1964|Col. Sociedad Alianza Cibaeña. Luis Desangles|Retrato de Eugenio María de Hostos|Óleo/tela|60 x 49 cms.|Col. Archivo General de la Nación.
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parte. Entre unas y otras, los elementos coincidentes que contribuyen a las búsquedas y |207|
Henríquez Ureña,
definiciones modernas. Estas contribuciones las representan en parte los inmigrantes an- Max.
Panorama
tillanos de todas las condiciones sociales, que por razones políticas (exilio) y laborales Histórico de la
Literatura (...).
(braceros de la caña) dinamizan en cierta manera la modernización e inciden en las va- Páginas 296-97.
Confert.
riables culturales del país.
El arbitraje político del liberal Gregorio Luperón y la presencia de Eugenio María de Hos- |208|
Idem.
tos, asociada a un buen número de educadores (los Billini, Peña y Reynoso, Baldorioty, Bo- Página 300.
Confert.
nilla, Salomé Ureña, los Henríquez, Betances ...), así como los medios de difusión perio-
dísticos y las sociedades culturales que se multiplican en las principales ciudades del país
(Puerto Plata, Santiago, La Vega, Santo Domingo y San Pedro de Macorís), definen las vér-
tebras de una columna en la que comienza a sostenerse el primer florecimiento constata-
ble y variado de la cultura dominicana. Es una cultura más secular que religiosa, más laica
que católica, mucho más civil y apenas oficialista, un tanto descolonizada o descolonizan-
te porque postula lo nacional, bien expresándose en el ámbito de la élite intelectual urba-
na, bien manifestándose en las zonas donde lo popular reina como reserva, con carácter
arraigado y criollo. Sobre este último tópico explica Max Henríquez Ureña el vínculo en-
tre poética y música vernácula:|207|«La musa popular, que desde los primeros tiempos de
la colonia se encargó de hacer el comentario rimado de sucesos locales o la sátira contra
encumbrados personajes, encontró al ser proclamada la independencia nuevos y frecuentes
motivos de inspiración en la guerra ininterrumpida contra los haitianos y en las alternati-
vas de la vida política dominicana (...). Esos versos populares, escritos en la memoria se han
perdido en buena parte, pero aún podría recogerse lo que queda de ellos (...), sea poco o
mucho su mérito artístico, esa es la poesía natural y espontánea del pueblo dominicano».
Max Henríquez relaciona la música vernácula con esa poesía popular, señalando que ella
fue «constante estímulo y acicate», ya que numerosos «acontecimientos quedaron resumi-
dos en un breve comentario, rimado al cual inmediatamente se le ponía música».|208| Con
esa alianza se fueron definiendo la música típica y las danzas autóctonas, obra del pueblo
localizado aisladamente en los campos que describe Hostos, como testigo de la época.
HOSTOS: MIRADA Y CONCIENCIA DE UN MAESTRO VITAL. En su re-
corrido por el territorio, Hostos escribe: «Cuando uno viaja por los caminos públicos de
la República (...) y de uno a otro extremo de la isla, se maravilla de la soledad que le ro-
dea. Solo, de vez en cuando, descubre algún campo desarbolado para dar lugar a algún
conuco, que es como allí, tomada de antiguos esclavos africanos la palabra, se llama el
cultivo en pequeño (...). La mayor parte de las veces transita el viajero largas leguas por
Abelardo Rodríguez Urdaneta|Retrato Eugenio María de Hostos|Óleo/tela|193 x 133 cms.|1908|Col. Museo Arte Moderno. entre monumentales alamedas naturales (...), sin encontrar más que de paso algún hom-
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|209| bre desnudo de medio cuerpo para arriba que de un seno de la selva pasa y desaparece los concurrentes e interrumpido con frecuencia con gritos, aclamaciones y verdaderos ala- |211|
Hostos, Idem.
Eugenio María de. en otro seno de la selva. Del fondo de ellas suelen, como si salieran de un abismo, oírse ridos que conmueven a la soledad de los bosques y los suburbios de las poblaciones, por- Página 116.
Obra Dominicana. Confert.
Páginas 131-32. voces de conversaciones que el oído no percibe claramente y que efectivamente son que es seguro que en la noche del sábado, se baila fandango en todas partes».|211|
Confert.
conversaciones de los habitantes de la comarca. ¿Por qué huyen de la vista de los hom- Junto a estas danzas de cuerpos, de plenas, de Tumba Dominicana, «voluptuosas, de prác- |212|
Bonnelly, Aída.
bres y fabrican sus bohíos (ranchos) en el fondo del bosque? Porque las turbulencias con- tica transitoria y censurada»|212| por el sector elitista, la otra diversión popular era la Revista Ibero
América No. 71.
tinuas en que viven los jefezuelos del país, serían imposibles, si los habitantes del campo gallera, celebrada los domingos por el día, a la que asisten «los más humildes y más ba- Página 55.
Confert.
proveyeran la (...) carne de remington (...). Para huir de esa contribución de sangre (...), los jos, los más soberbios y más altos». Para Hostos la pelea de gallos «es un vicio que de-
campesinos se sumergen en el fondo del bosque, de donde siempre los arrean, como car- genera en diversión (...). Es la pasión del juego con todos sus neurotismos, con todos |213|
Hostos,
neros, a la lucha, pero de donde cada vez se hace más difícil sacarlos».|209| sus extravíos, con todos sus furores».|213| Op. Cit.
Páginas 116-117.
La soledad del campo en ocasiones era estremecida por las tonadas de trabajo, de las sal- En las poblaciones de importancia, el centro de las actividades culturales y de fomento co- Confert.

ves religiosas o el ritmo sincopado del merengue. En contraste en las poblaciones cons- munitario eran las sociedades que la iniciativa privada fundaba como foco de irradiación

|210| truidas en tiempo de la colonia –ya que la República aún no contaba con verdaderas ciu- con fines benéficos o filantrópicos, educacionales, de fomento local, recreativos y de mera |214|
Idem. Idem.
Páginas 117-118. dades–.|210| En las poblaciones, las dos diversiones nacionales y populares eran el fan- sociabilidad. Desde las masónicas, con escuelas nocturnas y gratuitas en sus centros,|214| Página 120.
Confert. Confert.
dango y la gallera; celebrado los sábados por la noche, «el fandango es un baile en el que hasta las que auspiciaban presentaciones de teatro y de zarzuelas, todas las sociedades cul-
se han mezclado del modo más extravagante el antiguo baile español que le da nombre, turales incidieron en un cambio de mentalidad cívica comparable con la reforma educa-
y el tamborileo de los negros africanos, que en otras antillas llaman el baile de la bomba». tiva de la que fue Eugenio María de Hostos (1839-1903), el decisivo orientador de una
El acordeón, el atabal, la voz del tamborero, «coreada en ciertos pasajes por el unísono de renovación que abolió el aprendizaje memorístico apoyándose en el método racional (ob-

Tiosis|Portada Revista El Lápiz Núm. 25|Febrero 1892. Ramón Frade|Portada Revista El Lápiz Núm. 14|Agosto 1891.
José C. Pérez|Portada Revista El Lápiz Núm. 1|Enero 1891. José C. Pérez|Portada Revista El Lápiz Núm. 2|Febrero 1891.
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jetivo y explicativo) y en el pensamiento positivista que al demandar reformas esenciales una sociedad juvenil, para no alborozarse con ella y no presagiar bien de suelo y entendi- |215|
Hostos,
en la sociedad, se ceñía a los principios de evolución y progreso. Para impulsar la nueva miento nacional, en donde tan corto tiempo de trabajo bastaba para tan pingües resultados Op. Cit.
Páginas 109-10.
enseñanza, Hostos recorrió poblaciones cibaeñas, para conseguir discípulos, enfrentando (...). Haciéndose lo mismo en la esfera de la cultura intelectual, se aplicó a la educación de Confert.

además la acusación de que buscaba establecer, con el normalismo, la escuela sin Dios. Par- la mujer la misma reforma que había fecundado el entendimiento de la juventud masculi-
tidario de los iguales derechos educativos para hombres y mujeres, el método de enseñan- na, y dos establecimientos de educación femenina, uno de los cuales, el Instituto de Seño-
za debía atender tres aspectos de la vida para ser completa: la educación física, la intelec- ritas, entró de lleno en las reformas; dieron al progreso el empuje que le falta cuando el pri-
tual y la moral. Contando con amigos y colaboradores que hicieron posible que la reno- mer iniciado en sus ventajas no es la mujer. Este vivo sentimiento de civilización no se cen-
vación educativa partiera de la formación de maestros y de la adaptación del nuevo mé- traliza en la capital, Santo Domingo, sino que se manifestaba en casi todas las capitales de
todo de enseñanza, él pudo pregonar el resultado de su esfuerzo constructivo: provincia y, para inspirar más confianza, aparecía acalorado por las municipalidades».|215|
En sus memorables discursos, el maestro Hostos señala: «El ensayo de organización de la ins- Hostos es enfático cuando reconoce que «todas las revoluciones se habían intentado en la
trucción pública que empezó en 1880, dio ya en 1884 los primeros frutos: la enseñanza se- República, menos la única que podía devolverle la salud. Estaba muriéndose de falta de ra-

cundaria y la profesional, produjeron maestros normalistas, bachilleres y abogados que in-


mediatamente se pusieron al servicio de las ideas en que acababan de educarse, y que con-
tribuyeron a la formación de nuevos auxiliares de la verdad, la libertad y la civilización. Du-
rante diez años los esfuerzos de la escuela normal del Instituto Profesional, de la Escuela
Preparatoria, del Colegio en que el Presbítero Billini acogió y secundó la reforma, dieron
por resultado tan satisfactorios que era necesario ser indiferentes a la vida y progresos de

Anónimo|Viñeta con retrato de Emilio Prud’homme|1907|Directório (...) de E. Deschamps. Anónimo|Viñeta Himno Nacional letra y música Emilio Prud’homme/José Reyes|1907|Directório (...) de E. Deschamps.
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|216| zón en sus propósitos, de falta de conciencia en su conducta, y no se le había ocurrido res- jos, ni foráneos. En su discurso de graduación de los primeros maestros normales, él re- |217|
Idem. Idem.
Páginas 195-96. tablecer su conciencia y su razón. Los patriotas por excelencia que habían querido com- chaza seguir el modelo del Renacimiento, al afirmar: «Estamos para ser hombres propios, Página 198.
Confert. Confert.
pletar con la restauración de los estudios, la restauración de los derechos de la patria, en va- dueños de nosotros mismos, y no hombres prestados; hombres útiles en todas las activi-
no habían dictado reglamentos, establecido cátedras, favorecido el desarrollo intelectual de dades de nuestro ser, y no hombres pendientes siempre de la forma...»|217| |218|
Idem.
la juventud (...) se anulaban en la confusión de las pasiones anárquicas (...). La anarquía, que De la razón hostosiana del Nosotros mismos se desprende el ideal civilizador que debía al- Página 183.
Confert.
no es un hecho político, sino un hecho social, estaba en todo (...). Para que la República canzar la sociedad dominicana e igualmente el deber que tienen los pueblos de consagrar
convaleciera, era absolutamente necesario un orden racional en los estudios, un método ra- sus grandes días.|218| «La conmemoración de los hechos trascendentales concuerda tan ló- |219|
Idem.
zonado en la enseñanza (...). Era indispensable formar un ejército de maestros que, en toda gicamente con el desarrollo histórico de un pueblo, que el olvidarlo equivaldría positiva- Página 188.
Confert.
la República, militara contra la ignorancia, contra el cretinismo, contra la barbarie».|216| mente a pérdida de fuerza social».|219| De tal apreciación se desprende que al faltar la ini-
Al referirse a la anarquía social, el maestro Hostos hacía referencia a la turbulencia políti- ciativa del gobierno dominicano de «saber sacar partido de la existencia consuetudinaria de
ca que no sólo había engendrado muchos gobiernos (más de 20 entre 1865-1879) de va- las fiestas patrias (...), para educar, guiar y hacer fructífero el sentimiento de la autonomía

riada composición (dictadura, triunvirato, consejo de estado, gobiernos de facto...), sino


que alude el espíritu de sublevación que asumían los caciques regionales y los bandos po-
líticos que se definieron con la restauración de la República. Esa anarquía que fortalecía
la situación de barbarie (inhumanidad espiritual, ferocidad partidarista, atraso cultural...),
solamente podía ser superada mediante el progreso civilizador que tiene su base en la edu-
cación e igualmente en la cultura moral o intelectual no fundamentada en modelos añe-

James E. Taylor|Entrada a la residencia de Damián Báez|Dibujo|1871|Col. Biblioteca del Congreso, U.S.A. Angel Pons|Valentín-Caricatura|Dibujo|1891|Reproducción Revista El Lápiz.
James E. Taylor|Una escena doméstica en Samaná|Dibujo|1871|Col. Biblioteca del Congreso, U.S.A. Angel Pons|Serafinito-Caricatura|Dibujo|1891|Reproducción Revista El Lápiz.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|170| |171|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|220| nacional», tal iniciativa fuera asumida por la Escuela Normal u otras asociaciones, y que el • El trabajo manual en los programas de enseñanzas, ya que la sociedad moderna nece- |225|
Idem. Idem.
Página 127. Ayuntamiento la aplaudiera y secundara.|220| Hostos, sus seguidores y seguidoras, con la sita de la industria y debe ejercitarse la habilidad que después se aplicaría en el trabajo Confert.
Confert.
valoración de la gesta histórica y de sus protagonistas nacionales, promueven ideales y sen- técnico.|225|
|226|
|221| timientos de esencia romántica, aunque el fin supremo de la doctrina hostosiana «era con- • La enseñanza de la música vocal para la «formación en los discípulos del espíritu de Idem.
Henríquez Ureña, Confert.
Camila. ducir a la moral más alta y al patriotismo verdadero (...) y moralizar era formar hombres de la solidaridad; para dar formas estéticas a los grandes sentimientos y estimular con can-
Op. Cit.
Página 81. su deber», a partir del reconocimiento de esa virtud por parte de la razón.|221| tos a la patria, a la libertad y a la civilización». El canto como apoyo a la educación cí-
Confert.
Entendiendo la moral como conciencia positiva del ser humano, asociaba ética y estéti- vica y moral.|226|
|222| ca. El entiende que el arte es fundamental para el crecimiento espiritual, ya que «es mo- Americanista, pero sobre todo antillanófilo, Hostos creía que los fines morales y sociales
Hostos,
Eugenio María. ralizador, porque es educador de muchas fuerzas subjetivas, la sensación, la atención, la debían difundir tales condiciones, pero partiendo de la patria que en el caso de la domi-
Moral Social.
Páginas 197-98. imaginación».A este planteamiento añade: «Del culto silencioso de lo bello, el artista pa- nicana, era razón de sus razones como pedagogo y patriota de lo nacional. Un patriarca
Confert.
sa también en silencio al amor reflexivo y aún más poderosas en el desenvolvimiento de espiritual que se convirtió en modelo y motivo de la iconografía pictórica y fotográfica,
|223| la vida práctica; la sensibilidad física, la íntima y la estética, forma privativa de sensibili-
Henríquez, Camila.
Op. Cit. dad en que a la par se dan el gusto y la originalidad que tanto vale como decir comu-
Páginas 61-62.
Confert. nidad e individualidad. Todo lo que en este sentido hace el arte es también favorable a
la moral, por ser favorable a la cultura de actividades y actitudes que pueden concurrir
|224|
Idem. con el bien social».|222| En relación al tema arte y ética, Camila Henríquez|223|ofrece
Página 78.
Confert. una síntesis de las ideas hostosianas que se desglosa a continuación:
• «La educación estética, si bien no debe ser descuidada ni separada de la científica, no
debe prevalecer sobre ella».
• Después de haberse fortalecido el entendimiento, vía una fuerte disciplina, «entonces
tiene explicación y aplicación el culto a las bellas artes».
• El gusto debe orientarse en las escuelas mediante la admiración de la naturaleza y la
enseñanza de las artes.
• El buen gusto debe reinar en el aula, en el edificio escolar, en los modelos artísticos
que se seleccionen para la enseñanza y en las labores.
• «El arte puede ser educador de muchas fuerzas subjetivas (...), de la sensibilidad en ge-
neral; pero no debe ser el elemento fundamental ni predominante en la educación».
• «Es necesario no olvidar que como el culto de lo bello por lo bello no es moraliza-
dor de por sí, el arte puede estar divorciado de la moral y tener en ese caso efectos ma-
léficos sobre la educación».
• El arte debe estar al servicio del humano, por lo cual los artistas deben ser un elemen-
to activo de civilización, de moralización.
• «El Dibujo, como instrumento omnímodo de educación intelectual, y como base de
la enseñanza técnica, debe impartirse desde los primeros grados. Sobre todo el dibujo
al natural y el geométrico por sus aplicaciones a la ciencia, a la industria».|224| Anónimo|Taller-Escuela de Luis Desangles|Fotografía|1893.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|172| |173|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

parte de las manifestaciones artísticas que tienen que ver con el florecimiento de la cul- capital, abierto además como lugar de enseñanza artística, sin que se conozca exactamen- |228|
Idem.
tura modernizante. Un brote que en cuanto a arte, se revuelve entre el pasado y las raí- te la fecha de su inicio, nombre alguno del alumnado y los años durante los cuales ofre- Nota No. 1.
Página 50.
ces de la patria, ofreciendo un producto distinto del colonial. Distinto en cuanto criollo, ció servicio formativo. Entre 1875-1880, quinquenio en el que se ubica el ejercicio pic- Confert.

republicano, romántico y positivo como manifestación en términos de ideales. tórico-docente de Bonilla, también comienzan a aparecer individualidades trashuman-
LOS NOMBRES DE LA GENERACIÓN PRECURSORA. De igual mane- tes, en su mayoría fotógrafos, aunque alguno que otro imparte cursos de Dibujo, como
ra que la educación y las letras, las artes plásticas ofrecen señales más identificables y lu- en el caso de Federico Girandi,|228| quien poseía un colegio capitalino en el 1877.
minosas durante las décadas 1870-1890. Son señales concentradas en el sureño ámbito La presencia de ejecutantes de las artes, foráneos o trashumantes, con incidencia docen-
de Santo Domingo, capital del país, en donde para los años del mil ochocientos seten- te y manejos técnicos en medios visuales como la fotografía, es un fenómeno general del
ta aún labora León Cordero, como solitario maestro de dibujo. Coincidencialmente, área antillana a donde vienen como trotamundos o como agentes de intereses diplomá-
Cordero fallece en la fecha (1874) en que otro pintor dominicano, ALEJANDRO ticos, que tienen que redactar informes en los cuales se incluyen estampas dibujísticas de
BONILLA (n. 1820), regresa al país después de haberse exiliado en edad adulta. El ha- la realidad. En relación a la República Dominicana, los nombres más citados son Samuel

|227| bía emigrado «a Caracas en 1868, donde ingresó en el taller de un pintor italiano, es- Hazard y James S.Taylor, los cuales visitaron el país entre 1870-1873 y cuyas ilustracio-
Rodríguez
Demorizi. pecializándose en la pintura de retratos, con el producto de los cuales pudo vivir en sus nes no pasan de tener carácter documental sobre las costumbres, el paisajes y la realidad
Pintura y
Escultura (...) días de exilio (...). Más tarde estableció una escuela de pintura con la protección del social. En este oleaje de visitantes foráneos, varios dibujantes y grabadistas españoles es-
Op. Cit.
Página 43. Presidente Venezolano Falcón, quien le tuvo gran estima.Allí dejó muchos cuadros pin- tuvieron en Santo Domingo durante el período de la anexión (1861-65). Eran corres-
Confert.
tados por él y el recuerdo de una vida ejemplar».|227| ponsales de ilustradores de la prensa madrileña. Después de ellos y de otros extranjeros,
Primer pintor nacional de importancia, Bonilla establece taller en su casa de la ciudad un caso excepcional lo representa Juan Fernández Corredor, a quien la tradición histo-

Samuel Hazard|Santiago|Dibujo|1871. Samuel Hazard|Bahía de Montecristi|Dibujo|1871.


Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|174| |175|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

riográfica considera el primer docente de importancia en relación a las artes. En este sen- |229|
Idem.
tido se afirma lo siguiente: «El movimiento artístico dominicano en que descollarían De- Página 49.
Confert.
sangles y Abelardo, se inicia propiamente con el pintor JUAN FERNÁNDEZ CO-
RREDOR, de la Escuela de Madrid (...) a principios de 1883 (...) llegó de Europa (...)
de paso para Colombia. Pero ¡Qué ciudad tan española!, dijo, y se quedó aquí.. Así nos lo
refería uno de sus discípulos, el pintor don Arquímedes de la Concha».|229|
La presencia de Fernández Corredor coincide con la acción educativa emprendida por
Hostos, con la reaparición de Desangles, quien establece taller, y con las tareas de anima-
ción cultural que asumen diversas agrupaciones entre ellas la Sociedad Amigos de la Enseñan-
za o Amigos de las Letras. Fue esta asociación la que, aprovechando la presencia del pintor
español, fundó una clase de dibujo y pintura. Simultáneamente, Corredor también estable-

ció otro curso de tres lecciones semanales en su residencia. A una y otra clase se relaciona
un grupo de jóvenes entre los cuales figuran Barón Coiscou,Abelardo Rodríguez Urdane-
ta,Arturo Grullón, José María Cabral, Lucas Gibbes,Antonio Rodríguez, Manuel María Sa-
nabia,Américo Lugo, Máximo Grullón,Arquímedes de la Concha, Idelfonso Sánchez,Aris-
mendi Robiu, Josefina Polanco y otros.Algunos de estos jóvenes cursaban al mismo tiem-
po el profesorado en la escuela normal hostosiana, entre ellos Grullón, Lugo y Robiu.

Pedro M. Escoboza|Santa Lucía|Óleo/tela|34.5 x 25.5 cms.|C.1900|Col. Archivo Histórico de Santiago José F. García|Retrato de señor desconocido|Carboncillo/papel|60 x 45.5 cms.|1912|Col. Familia De los Santos.
José F. García (atribuido)| El venerable maestro José Manuel Glass|Lápiz/papel|40 x 30 cms.|Sin fecha|Col. Logia
Nuevo Mundo.
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No fue Fernández Corredor el único docente de dibujo y pintura, con desenvolvi- docente del nuevo director. Es probable también que De los Santos se ausentara del país,
miento en una etapa de cambios caracterizados por la impronta moderna. Alejandro abandonando la labor docente.
Bonilla, uno de los dos pintores dominicanos más activos del decenio 1880, tenía Ta- Un nuevo espacio artístico ya asentado en Santo Domingo era el taller de Luis Desan-
ller-Escuela al igual que Luis Desangles, el otro activista, quien había establecido taller gles, un joven artista formado además en deporte y en música, prontamente transfor-
en 1883, asociándose de paso a tareas educativas. En el mismo período aparecen dos mado en anfitrión de tertulias intelectuales y en joven profesor, que atrajo a otras indi-
personajes que procedían de Venezuela, el pintor Cordiglia y Miguel Eduardo Pardó, vidualidades interesadas en el quehacer artístico. Entre ellas, ex discípulos de Corredor:
quienes ofertaban enseñanza artística. De todas maneras, con el patrocinio de los Ami- Rodríguez Urdaneta, Arturo Grullón, Manuel María Sanabia, Arquímedes de la Con-
gos de la Enseñanza, Fernández Corredor inaugura un programa sostenido de enseñan- cha..., a los cuales se suman nuevos nombres: Leopoldo Navarro, Carlos Ramírez Gue-
za artística que es mantenido cuando él decide marcharse del país al cabo de tres años rra, Adolfo García Obregón, Manuel Buñols Medina, Francisco González Lamarche...
de labor docente (1883-1886). El referido profesor madrileño abandona Santo Domin- En 1890, ocupa Desangles la Dirección de la Escuela Municipal de Dibujo. Para enton-
go en el momento en que la academia que dirigía fue llamada Escuela Pública Municipal ces Ulises Heureaux (1845-1899), conocido como Lilís, había consolidado su arbitraje,

|230| de Dibujo, al ser sostenida por el Ayuntamiento local. Los candidatos a dirigirla fueron
Morillo,
Manuel M. José María Cabral y Felipe De los Santos. Este último, relacionado a una formación pic-
Horizontes,
revista. tórica obtenida en Caracas,Venezuela,|230| obtuvo la Dirección de la escuela la que al
Página 3.
Confert. parecer decae debido a que muchos de los alumnos, jóvenes en su mayoría y algunos
egresados de la Escuela Normal, se desplazan hacia otros espacios y lugares. Es proba-
ble un debilitamiento del soporte auspiciador de la escuela o una carencia de mística

James E. Taylor|Buscando agua en el río vía, Azua|Dibujo|1871|Col. Biblioteca del Congreso, U.S.A. Angel Perdomo|Pastores siguiendo la estrella de Belén|Óleo/metal|30 x 20 cms.|Siglo XIX|Col. Centro Cultural Eduardo
León Jimenes
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|178| |179|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

tras vencer en las elecciones de 1886 a Casimiro de Moya (1849-1915), representante |231|
Cassá, Roberto.
de los ideales democráticos y nacionalistas del bando azul. Este proceso electoral, plaga- Historia Social y
Económica (...)
do de procedimientos fraudulentos auspiciados por el dictador, provocó en el Cibao el Tomo 2.
Página 183.
levantamiento armado conocido como la Revolución de Moya, «que fue incapaz de Confert.

ofrecer una sólida resistencia y cuyas fuerzas, principalmente los jefes subalternos, fue-
ron vencidas –al decir de Heureaux–, más que con balas con dinero».|231|
Las elecciones y la situación conflictiva que se produce había involucrado a los jóvenes
normalistas de filiación liberal, como también a muchos intelectuales y a algunos estudian-
tes de pintura. El dictador percibió todo un movimiento conspirativo en su contra que
sobre todo involucraba a Hostos. Esta sospecha y la derrota liberal determinaron que el
maestro abandonara el país, truncándose el proyecto educativo positivista que tan buenos

frutos comenzaba a producir en el sistema educativo y en la vida cultural de la nación.


Artículos de prensa combatiendo a la dictadura, líbelos y algunos iconos anti-Lilís, apare-
cieron sobre todo en la ciudad capital durante la última década del siglo diecinueve. Preci-
samente en 1893, algunos alumnos de Luis Desangles, opositores de Heureaux, concibie-
ron el proyecto de realizar varias pinturas, en las cuales aparecía la imagen del dictador en
situación de ahorcado. Realizados los cuadros, estos aparecieron en distintos lugares públi-

M. Schiffino|Retrato de mujer (serenidad)|Pastel/papel|50 x 40 cms.|1896|Col. Museo de Arte Moderno. Frank Adróver|Pescador|Óleo/tela|69 x 53.5 cms.|1952|Col. Privada.
José Francisco García|Retrato de Virginia Elena Ortea|Lápiz/papel|50 x 40 cms.|Sin Fecha|Col. Familia De Mena.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|180| |181|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|232| cos de acuerdo al testimonio que a continuación se cita: «Una mañana de los primeros días
Henríquez Ureña,
Max. de febrero de 1893, amaneció en el Parque Colón y al pie de la estatua del descubridor, un
Texto de 1964,
referido por cuadro pintado al óleo con colores fuertes y llamativos, dentro del cual se destaca la figura
Nereida Lahit
Bignott. del Presidente Heureaux, colgando de un árbol, con una soga puesta en el cuello y la len-
Monografía Luis
Desangles (...). gua de fuera (sic). El parecido era insuperable y gran afluencia de curiosos se aglomeró pa-
Páginas 257-59.
Confert. ra contemplarla (...) y se alejaba con presteza (...).Ya entrada la mañana algunos agentes de
policía se llevaron el cuadro al Palacio del Gobierno (...) y corrió la voz de que otra pin-
|233|
Idem. tura semejante había sido retirada de la cruz situada en la explanada de la Misericordia. El
Página 254.
Confert. Presidente Heureaux (...) ordenó que hicieran comparecer a su presencia a todos los que
se dedicaban al arte pictórico. Nadie, sin embargo, podía facilitar informe alguno sobre los
probables autores del desacato.Algo se había filtrado, sin embargo en el público, pues se ha-
blaba de que el cuadro había sido puesto allí esa madrugada por un cura y que era obra de
estudiante de pintura. Hubo, pues, alguna persona que a esa hora tempranera había visto
colocar el cuadro en ese lugar. La investigación se prolongó durante varios días. Heureaux
no tenía una pista segura, pero empezaba a esclarecer algunos puntos dudosos, y adquirió
la fundada sospecha de que ese cuadro provenía del taller del profesor Luis Desangles, a
quien increpó exigiéndole que abandonara todo disimulo, pues o bien él era el autor o lo
era uno de sus discípulos (...), le observó que como maestro, tenía que saber cuáles eran los
discípulos más hábiles que él tenía en su estudio, y así salió a relucir el nombre del joven
estudiante Arquímedes de la Concha (...).Arquímedes, frente a frente con Heureaux (...) se
confesó único autor del hecho, y fue reducido a prisión (...). Quedaba por averiguar si otros
estudiantes estaban complicados en el asunto, pero Heureaux prefirió no ir más lejos en la
investigación, aunque estaba empeñado en saber quién era el supuesto cura que había ayu-
dado a colocar el cuadro, pues sobre este punto, al igual que sobre otros extremos de la
cuestión Arquímedes se mantuvo hermético y nada pudo Heureaux obtener de él».|232|
El juvenil y combatiente activismo artístico, que encierra el hecho referido, es el primer
conato de la relación entre arte y compromiso político. La sugerencia visual que propo-
ne el ajusticiamiento para el protagonista de la Dictadura impuesta en el país, produjo
inmediatas consecuencias. La primera fue la expatriación de Luis Desangles, a quien se
le dio el plazo de 24 horas para abandonar la República. La segunda consecuencia fue el
cierre del estudio-escuela del pintor, del espacio hogareño como lugar de tertulias cul-
turales y la clausura de la Escuela Municipal que dirigía. Un tercer resultado fue la hui-
da de Medardo Font Bernard, el cura que había colocado el cuadro en la plaza pública,
y que recibió la protección del Consulado Español para abandonar Santo Domingo, al
temer por su seguridad.|233| El último resultado era el posible fusilamiento de Arquí- José Audilio Santana|Rafael Geler sobre quien cae una enorme descarga eléctrica|Pintura/madera|1902|Tesoros Basílica
de Higüey.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|182| |183|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|234| medes de la Concha, hecho que no ocurrió al interceder por su vida el literato Manuel de Murillo localizado en El Prado,|237| y de un Retrato de Colón (1892), de fondo |237|
Cassá, Roberto. Rodríguez
Op. Cit. de Jesús Galván, pariente suyo y Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno. oscuro, copiado del que existe en la Biblioteca Nacional de la capital española.|238| Demorizi,
Página 179. Op. Cit. Nota No. 3.
Confert. Ascendiendo políticamente como hombre de confianza de Gregorio Luperón en su tem- Francisco Aybar. Grabador y litógrafo con establecimiento en 1877 en la ciudad Ca- Página 51.
Confert.
prana carrera política, Ulises Heureaux estableció la primera dictadura moderna del país, pital. Pionero de la litografía en el país,|239| su nombre se asocia al de un pintor que
|235|
Contín Aybar, además como un hecho nuevo que encarnaba los ideales de Paz, Orden y Progreso, sustenta- actúa como jurado|240| de concursos del 1885 y 1901. |238|
Néstor. Mejía Solieri,
Historia de la dos por liberales y nacionalistas. La paz era una condición de fuerza para orientar el destino Adriana Billini (1863-1946). Nativa de Baní e hija de Epifanio Billini, primer fotó- Abigaíl.
Literatura (...). Revista de
Tomo II. de la patria sin revueltas políticas anárquicas; condición además para emprender los ordena- grafo dominicano con quien posiblemente inició formación pictórica (su padre era Educación,
Página 278. No. 50, 1939.
Confert. mientos institucionales que permitieran el progreso previsto como desarrollo civilizador y además pintor). Se formó en Cuba, en donde residió y ejerció magisterio artístico. Página 4.
Confert.
modernizante. Utilizando la fuerza coercitiva de organismos militares y de espionaje que se Alejandro Bonilla (1820-1901). Nacido en la ciudad capital en donde probablemente ini-
|236|
Cartagena P., definen en el marco de la Dictadura, la voluntad personalista, corruptora y represiva de Heu- ció formación pictórica y la cual completa en Venezuela en donde se exilia cuando tenía 48 |239|
Aída. Rodríguez
Galería de Bellas reaux responde políticamente al desarrollo capitalista, de un sector criollo agroexportador, años de edad. De acuerdo a la cronología es el primer pintor del grupo de los precursores. Demorizi.
Artes. Página 35. Idem. Nota No. 3.
Confert. en armonía con la penetración de intereses comerciales y financieros de consorcios impe- Rodolfo Domingo Cambiaso y Sosa (1852-1916). Nativo de Santo Domingo e hijo Página 51.
Confert.
rialistas. Señala Cassá que «esta actitud explica todos los actos que a través de las concesio- del fundador de la Marina Dominicana, posiblemente fue alumno de León Cordero, aun-
nes, de las facilidades a la inversión extranjera y la dependencia financiera, estableció la dic- que al parecer tiene formación europea ya que algunas de sus obras fueron realizadas en |240|
Idem.
tadura desde sus inicios».|234| Los empréstitos que se asumen para asegurar la estabilidad Génova, Londres y otras ciudades del Viejo Continente. Otras pinturas se asocian al país na- Páginas 52 y 111.
Confert.
del gobierno e implementar el desarrollo, constituyen el estímulo de esa dependencia. tivo. De acuerdo a una relación anotada personalmente, cultivó el retrato y el paisaje.|241|
Coincide con la Dictadura una transformación general que afecta a las principales po- Arquímedes de la Concha (1870– 1952). Comenzó a formarse con Fernández Co- |241|
Idem.
blaciones del país, en las cuales aumenta el número de habitantes, de establecimientos rredor, sobresaliendo después como alumno de Desangles. Se hizo notable al pintar la Nota No. 4.
Páginas 62-63.
comerciales y de las iniciativas municipales en cuanto a modernizar los servicios públi- famosa imagen de Lilís Ahorcado, que le pudo quitar la vida y de la que se conocen dos Confert.

cos. La industria azucarera en el sur; el establecimiento de vías ferroviarias conectando versiones. Retratista y cultivador de vistas urbanas, aquitectónicas. En 1940, forma par-
|242|
los polos productivos; las diversas inmigraciones y la multiplicación de instituciones so- te de un jurado calificador de la Academia Nacional de Dibujo y Pintura.|242| Secretaría de
Educación.
cioculturales, manifiestan esa transformación que además permite apreciar un mayor Luis Desangles Sibilly (1861-1940). Hijo de padres franceses, manifestó desde tem- Memoria del año
1940.
número de protagonistas culturales relacionados a la educación, a las letras, al periodis- prana edad preferencia por el arte, razón por la cual la familia decidió que León Cor- Página 220.
Confert.
mo, al activismo difusor y recreativo, a las artes en general. Si a partir del decenio 1870 dero le orientara posiblemente entre 1870-1874, año este último en que fallece el cita-
comienza a vislumbrarse un florecimiento dominicano que se amplía en las siguientes do profesor. Se afirma que después fue enviado a Italia a continuar estudios artísti- |243|
Henríquez Ureña,
décadas, puede hablarse de generaciones de intelectuales y artísticas, coincidiendo en cos,|243| desarrollándose en los campos del dibujo, la escultura y la pintura. En 1883 Max.
Op. Cit.
ideales y temarios expresivos en la última etapa del siglo XIX, en la que domina el per- instala su taller de pintor en Santo Domingo, hecho coincidente con la llegada y la do- Página 252.
Confert.
sonalismo gubernativo de Heureaux. Una nómina anotada de las individualidades na- cencia de Fernández Corredor.
cionales que se relacionan de manera situacional o trascendente al quehacer artístico, Pedro M. Escoboza. Individualidad localizada en Santiago de los Caballeros –finales |244|
Rodríguez
permite una visión generacional de una etapa precursora. A continuación la nómina: del XIX–, se dedicaba al dibujo y al grabado. Fue orientador de Amado Escoboza, hijo Demorizi.
Op. Cit.
Antonio Alfau Baralt (1847-1919). Nació en Mayagüez, Puerto Rico. Era abogado suyo.|244| El archivo de Historia de Santiago posee el óleo Santa Lucía. Páginas 114-15.
Confert.
y se distinguió como publicista, orador académico|235| y autor de artículos sobre te- Dolores Fernández de Castro. Nativa de San Francisco de Macorís, figura en la Ex-
mas artísticos. Uno de los fundadores del primer Ateneo Dominicano,|236| fue tam- posición Nacional de 1890. En su pueblo natal ejerce docencia artística (siglo XX) con
bién pintor con quien se orienta Jesusa Alfau Galván, su hija pintora. Se refieren como escasos alumnos y en ratos libres que le dejaba la vida doméstica.
suyas dos obras pictóricas realizadas en Madrid: Un San Francisco, copiado del original Juan Ramón Fiallo. Alumno de Luis Desangles, fue pintor que cultivó el retrato y el pai-
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|184| |185|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

saje citadino. En la exposición celebrada en la Sociedad Amigos del País, del 1890, expone Francisco González Lamarche. Nació hacia el 1870, en Santo Domingo. Conoci-
retratos al óleo de Hostos y Luis Cambiaso. Se dedicó con preferencia a la fotografía. do como Panchito González, logra formación en la Escuela Municipal de Dibujo, cul-
Ramón Frade (1875-1954). Nativo de Cayey, Puerto Rico e hijo de boricuas, fue traí- tivando tanto la pintura como la escultura, arte este último en el que más se le recono-
do al país desde pequeño, asistiendo a los cursos de Fernández Corredor.Tuvo que ver ce ya que su nombre se asocia al de Abelardo y Angel Perdomo. En la exposición con-
con la revista El Lápiz, para la que hizo varias ilustraciones.Asistió al Taller de Desangles. curso de 1901, presenta un Busto de Desangles, por el que fue galardonado.
Manuel de Jesús Frías. Escultor de la zona cibaeña, se desconocen sus datos biográ- Arturo Grullón (1869-1942). Nativo de Santiago, figura entre los primeros alumnos de
ficos. La Logia Nuevo Mundo Nº 5, de Santiago de los Caballeros, conserva cuatro ta- Hostos al tiempo que asiste a los cursos de Fernández Corredor y al taller-escuela de De-
llas tamaño natural de Duarte, Sánchez, Mella y Fernando Valerio. sangles.Viajó a Europa a continuar carrera artística; empero, decidió estudiar medicina. Par-
José Francisco García. Sobresaliente retratista al dibujo, con desenvolvimiento hacia las ticipó en varios certámenes nacionales y en 1900 le fue concedido un premio en París.
últimas décadas del siglo XIX, vinculado a Santiago y a casi todo el Cibao. Su producción Manuel Guerrero Peña (1825-1892). Vinculado a familia catalana, nació en Santo
iconográfica enfoca notables personajes, entre ellos el de la escritora Virginia Elena Or- Domingo en donde estudió medicina, marchando a Puerto Rico en donde establece

tea. En 1907 participa en el Certamen celebrado en Santo Domingo, presentando la co- residencia sin desvincularse del país natal. Músico y pintor, presenta en la primera Gran
pia al lápiz del cuadro Psiquis y Amor, que le permite obtener mención honorífica. Exposición Nacional del Arte (1890) el cuadro San Francisco de Paula (copia). Pintó
Adolfo García Obregón (1865-1931). Hijo de una pareja domínico-española, nace en otras imágenes religiosas, retratos y vistas monumentales.
Cuba y establece muy joven residencia en Santo Domingo, en donde estudia pintura con Ramón Mella Lithgow (18...?–1922). Pintor, fotógrafo y caricaturista, al parecer for-
Desangles y luego viaja a Europa en donde completa su formación. Escribió artículos mado artísticamente en La Habana, Cuba, donde labora en 1892 para publicaciones
sobre artistas coetáneos y fue docente de dibujo y pintura en las décadas iniciales del XX. ilustradas. Autor de retratos, se le reconoce sobre todo como caricaturista de combate

José Audilio Santana|Las ánimas (copia de Desangles)|Óleo/tela|C. 1895|Tesoros de la Basílica de Higüey. Anónimo|Exvotos de la Sra. viuda Rafael|Pintura|1901|Tesoros de la Basílica de Higüey.
Anónimo|Un niño corneado por un toro|Óleo/tela.|Siglo XIX|Tesoros de la Basílica de Higüey.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|186| |187|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|245| político, actividad que proyecta desde la nativa Puerto Plata, en donde fue profesor de Corredor, continuando después con Luis Desangles. Personalidad polifacética de las ar- |247|
Mejía Soliere, Rodríguez
Abigaíl. Dibujo en la Escuela Normal. tes nacionales, fue escultor, fotógrafo, pintor y educador representativo de toda una épo- Demorizi.
Revista de Op. Cit.
Educación. Leopoldo Navarro (1862-1908). Formado en el Colegio del Padre Billini, estudia en ca en la que domina su nombre. Nota No. 1.
No. 52, 1939. Página 129.
Página 24. el Instituto Profesional, destacándose como matemático e ingeniero. Estudia arte con José Altagracia Reyes. Artista imaginero, posiblemente nacido alrededor de 1840, ya Confert.
Confert.
Luis Desangles, siendo uno de sus alumnos sobresalientes. Es pionero de la acuarela. que figuró en las tropas restauradoras (1863-1865). En 1891, en la zona nativa de San
|248|
|246| Angel Perdomo Rojas (1818-1881).Armero y pirotécnico, se relaciona al movimien- Francisco de Macorís, realiza imágenes religiosas de tamaño casi natural: entre sus esta- Idem.
Idem. Nota No. 2.
Página 22. to separatista de Duarte. Fue pintor y tallista imaginero, autor de El San Luis Gonzaga tuas se cuentan una Virgen de las Mercedes, un San Miguel, un Cristo Crucificado.|247| Página 105.
Confert. Confert.
del Padre Billini (talla policromada), conservándose una pintura suya. Manuel María Sanabia (1868-1938). Estudió con Fernández Corredor, Felipe de los
Angel Perdomo (1859-1935). Hijo del anterior prócer artillero de la Puerta del Conde del Santos y Luis Desangles, durante el período 1883-1893, figurando en la muestra de |249|
Morillo.
mismo nombre. Aficionado a las artes mecánicas, piroctécnicas y a las Bellas Artes, se des- alumnos de 1885 y en la nutrida exposición nacional de 1890. Localizado en Moca, en Op. Cit.
Página 3.
taca en la escultura.Autor de varias cabezas de estudio en yeso, merece diversos premios en 1901, ofrece servicio de retratista al creyón, óleo y pastel,|248| aunque principalmente Confert.

certámenes nacionales. Su nombre figura entre los expositores de la muestra del 1890. se dedica a la profesión farmacéutica de la que estaba graduado. Entre sus cuadros se re-
|250|
José del Carmen Pérez (18...?-1894). Farmacéutico con ejercicio en Azua, su pue- fieren el Retrato de Gregorio Rivas y Paisaje del Yaque (óleo 1895). Rodríguez
Demorizi.
blo natal. Escribió artículos sobre arte con el seudónimo César de Ozama, usando ade- José Audilio Santana (1882-1915). Nativo de Higüey, fue poeta y pintor de mucha Op. Cit.
Páginas 56-59.
más Raúl Delmonte y el anagrana Zerep para distintas colaboraciones en periódicos de actividad en la región nativa. Realizó paisajes, retratos y copias de pinturas conocidas. Confert.

Santo Domingo. En 1891 funda la revista ilustrada El Lápiz. Dibujante más que pintor, Usaba diferentes seudónimos para firmar sus escritos. Murió de lepra.
|251|
participa en la exposición de 1890, con dos paisajes copiados de tomas fotográfi- Felipe De los Santos. Desconocido biográficamente, formó parte de las individuali- Arteclub.
Catálogo Segunda
cas.|245| Sus retratos (dibujos o grabados) de diferentes personajes destacados sobrevi- dades artísticas poco destacadas. Se sabe de él que procedía de Caracas|249| en donde Exposición.
Página 17.
ven como gráfica en la revista que fundó. consiguió formación pictórica, asociándose a Fernández Corredor entre 1885-1886, año Confert.

Eliseo Roques Pérez (1887-19...?). Hijo de Ricardo Roques y Marta Pérez, se men- éste último en el cual le sustituye como Director de los cursos municipales de dibujo y
|252|
ciona con frecuencia junto a los principales artistas del final del XIX y principios del XX. pintura. En la primera gran muestra nacional de arte (Febrero 27-1890), expone ocho Secretaría de
Educación.
Deschamps lo cita en su Directorio de 1907. Casó a los 28 años con María Román. Se obras, de técnica y temáticas variadas: un cuadro histórico sobre la Captura de Caonabo Memoria
del Año 1939.
desconoce su desenvolvimiento artístico y otros datos de su vida. La pinacoteca nacional (óleo), uno de costumbres populares que enfoca una fiesta en el barrio de San Miguel Página 174.
Confert
recibió varias acuarelas suyas en la década 1930, de la Sucesión Arredondo Miura.|246| (pastel) y retratos de Heureaux (óleo), Hostos (creyón), así como diversos estudios.|250|
Julio Pou (1862-1940). Oriundo de Santo Domingo, es un sobresaliente fotógrafo con M. Schiffino. Individualidad artística sobre la que no se tiene una esclarecida definición
actividad entre final del XIX y décadas del XX. Pintor, realizó retratos al pastel y al óleo biográfica. Es definida como Pintor del siglo XIX y principios del XX.También como fo-
tamaño natural. tógrafo.|251| A propósito de obras suyas fechadas en 1896 y adquiridas para la pinacoteca
Angel Pons dibujante con preferencia hacia las caricaturas de personajes y situaciones nacional, se refiere que fueron comprados dos óleos y un pastel de la Srta. Schiffino.|252|
populares. Se da a conocer en la revista El Lápiz. Se trata de las obras Ensueño (óleo), Cabeza de Mujer (óleo) y Serenidad (pastel, 1896).
Paul Ponzio. Pintor desconocido, de él se conserva un óleo/madera de 1898: Ruinas A la lista de individualidades referidas en breves anotaciones biográficas, pueden añadir-
Alcázar Colón. se otros nombres que figuran asociados a las academias artísticas en edades juveniles (Jo-
Carlos Ramírez Guerra (1881-1951). Se formó con Desangles, marchándose a San- sé María Cabral,Américo Lugo, Máximo Grullón...) y aunque sobresalieron como estu-
tiago de Cuba (1905), en donde obtiene reconocimiento como acuarelista. En 1927 diantes o mostraron interés hacia las artes (Cabral compitió con De los Santos por la di-
realiza exposición individual en esa ciudad. rección de los cursos de Corredor), finalmente reorientaron la vocación hacia otros cam-
Abelardo Rodríguez Urdaneta (1870-1933). Comienza formación con Fernández pos profesionales como sucedió también con la mayoría generacional. Frente a muchos
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|188| |189|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|253| de ellos resultan más relevantes los personajes extranjeros que desempeñaron una labor
Rodríguez
Demorizi. significativa para el impulso del arte nacional, bien de manera temporal y confluyente,
Op. Cit.
Páginas 108-9. bien de forma más participativa y orientadora. En la confluencia del activismo educati-
Confert.
vo de la década 1880, en la que tienen desempeño Bonilla, Desangles, Hostos y Fernán-
|254| dez Corredor, se reconoce el papel docente de éste último debido a que a él se asocian
Arteclub.
Op. Cit. jóvenes que sobresalen mucho tiempo después de su localización en Santo Domingo.
Página 9.
Confert. Junto al nombre de ese profesor madrileño de dibujo y pintura, debe citarse a MA-
NUEL PUEYO, docente catalán localizado en el país en la década 1890, ubicándose
|255|
Rodríguez luego en el Cibao, en donde se dedica a la enseñanza. El historiador Rodríguez Demo-
Demorizi.
Op. Cit. rizi al respecto escribe que «entre los artistas extranjeros que (...) hicieron de Santo Do-
Página 154.
Confert. mingo su segunda patria, merece especial mención el español Manuel Pueyo (...) –pia-
nista, maestro de pintura y música–, a quien La Vega, principalmente, le debió una deci-
|256|
Adróver, Belkis. siva aportación a su cultura artística en las primeras décadas del siglo. En 1894 hizo una
Abelardo
Rodríguez alegoría conmemorativa de las fiestas de recepción en San Pedro de Macorís al Presiden-
Urdaneta, su vida.
(...) Página 10. te Heureaux. Dos años después, en 1896, realizó un gran óleo del incendio de la Iglesia
Confert.
de San Pedro de Macorís; en 1897 dibujó al creyón una mesa revuelta –que mereció mu-
chos elogios– dedicada al potentado José A. Puente, cuyo excelente retrato, también al
creyón, aparecía en el centro de la mesa. Pueyo se trasladó luego al Cibao, donde se con-
servaron algunas de sus obras, incluso decoraciones interiores (...) algunos murales. En la
Exposición del 1907, exhibió una reproducción en miniatura del Mercado de La Vega,
que entonces construía allí el ingeniero Alfredo Scaroina Montuori».|253|
Otro español que asumió docencia dominicana fue FRANK ADROVER (1861-1924)
natural de Islas Baleares, quien residió en el país desde 1887, movilizándose por varias co-
munidades del sur, entre ellas Baní, en donde casó y tuvo familia. Fotógrafo, pintor y mo-
delador, mezclaba medios técnicos: «Fotos iluminadas, coloreadas con acuarela, sobre vi-
drio coloreadas con óleo, daguerrotipos y platinotipias (...). Enseñó su arte a varios fotó-
grafos de la época».|254| Además de Adrover y Pueyo, otras individualidades se relacio-
nan también al quehacer artístico durante el período. Especialmente al arte de la fotogra-
fía: Cordiglia, el holandés Naar, Salomón Levy y Pedro Pablo Catenchi (italiano), «el fo-
tógrafo más popular de los extranjeros que deambularon por el país».|255| Todos ellos in-
fluyeron no sólo en la preferencia social de que es objeto el arte de la lente sino que for-
maron a muchos fotógrafos dominicanos. A todos ellos debe sumarse el nombre de Ma-
nuel Guerrero Peña, de ascendencia española, médico, aficionado del violín y pintor del
cual poseía Belkis Adróver dos cuadros, y quien al parecer contagia la vocación artística
de su hijo Abelardo Rodríguez Urdaneta, quien usa los apellidos de la madre.|256| Manuel Guerrero|Retrato de Aurelia Guerrero Lesso|Óleo/madera|35 x 28 cms.|1952|Col. Familia Fiallo Billini.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|190| |191|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

3|4 El arte precursor y romántico tria, de la nacionalidad dominicana y de la separación del dominio haitiano que consa- |257|
Henríquez Ureña,
gró la independencia como acto soberano del porvenir. Sin perder de vista el tiempo Max.
Op. Cit.
futuro que significa progreso civilizador, la nueva actitud romántica del 1870 en ade- Páginas 277-295.
Confert.
lante es más cultural que política; acude al pasado en donde encuentra al lejano abori-
gen, en primer lugar, desarrollándose la tendencia indigenista, sobre todo en el campo
literario. Una explicación de esa tendencia, ofrecida por Max Henríquez Ureña,|257|
permite apreciar las características generales:
|A| La literatura indigenista se desarrolla en la América hispánica durante el siglo XIX,
inspirándose principalmente en la desventura de los aborígenes al enfrentarse a los con-
quistadores europeos: «el cultivo de los temas indigenistas conlleva una intención polí-
tica al generalizarse en los años que subsiguen a la proclamación de la independencia,
hasta culminar en la segunda mitad del siglo XIX, en un movimiento uniforme que tu-
vo carácter continental».
|B| La producción indigenista dominicana se impulsa después de 1861, alcanzando
pleno desarrollo entre 1870-1890, sin extinguirse ni desaparecer totalmente.
|C| «Es la guerra de la Restauración librada contra España, la que mueve a los domi-
nicanos a recordar a los desaparecidos aborígenes y a llorar sus desventuras. Puede ser
que no hubiera en ello un propósito deliberado de antiespañolismo, pero sí cabe afir-
mar que estaba latente un móvil político detrás del motivo sentimental».
|CH| El indigenismo como tendencia sentimental y patriótica hacia el amerindio an-
tillano, se manifestaba en un país donde la población aborigen había desaparecido casi
totalmente. En este sentido se aborda el tema indígena no como descripción sino co-
mo reconstrucción. Especialmente los poetas cantan los sufrimientos y los heroísmos de
El florecimiento de las artes durante las últimas décadas del siglo XIX, aparte de impul-
la raza desaparecida, porque en el país donde no había indios, éstos seguían viviendo pa-
sarse con la aparición de maestros, cursos y establecimientos artísticos (atelier o estu-
ra la poesía, «como un símbolo del patriotismo y del amor a la tierra y a la libertad».
dios), se correlaciona con los criterios y sentimientos que promueven civilistas, políti-
|D| Los hermanos Alejandro y Javier Angulo Guridi fueron los primeros dominicanos
cos liberales, educadores y escritores, sobre todo poetas. De manera simultánea, los cri-
en escribir, en base al recuerdo de los indios, obras literarias publicadas en la década del
terios y los sentimientos sustentan ideales civiles y de bien patrio que, internalizados,
1840. Sin embargo, es Javier, autor de La Ciguapa (1876) y del drama Iguaniona, escri-
originan un fuerte movimiento romántico. Si la primera muestra significativa del ro-
to en 1867 e impreso en 1881, el autor de una dramaturgia indigenista que se asocia al
manticismo nacional había sido expresión luminosa de Duarte como forjador político
hecho de que el escritor luchó como soldado contra el anexionismo español. A pesar
solitario, precisamente esa forjación reforzada con la guerra de independencia a favor
de que Javier Angulo Guridi también publicó Escenas Aborígenes (1872), se considera
de la restauración de la República origina actitudes más generales, diversas y colectivas.
que las Fantasías Indígenas (1877) de José Joaquín Pérez son las que hacen arraigar en
El romanticismo duartiano había sido doctrinario y militante en la postulación de la pa-
Santo Domingo el sentimiento hacia el indigenismo.
|F| Con la tendencia indigenista, que arraiga con la restauración republicana, «se hace
José Fernández Corredor (atribuido)|Plaza de Armas|Grabado|C.1880. popular el nombre de Quisqueya, que se supone indígena y fue desentrañado de la cró-
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|192| |193|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|258| nica de Pedro Mártir y aplicado, en oposición al de Haití».Al poeta Manuel Rodríguez
Idem.
Página 291. Objío (1838-1871) se le atribuye el empleo de vocablo que cobra vigencia a partir de
Confert.
su poema Patria: «Oid pues: hai una antilla / En medio del Mar Caribe, / Que luz i vi-
|259| da recibe / Del sol de la libertad. / Extensa como ninguna / Eleva altiva la frente. / I se-
Rodríguez
Demorizi. meja un continente /Su vasta localidad.
Op. Cit.
Página 56. Sus antiguos moradores / En patriótica querella / Ya la llamaban Quisquella, / Ya la lla-
Confert.
maban Haití. / Madre de tierra los unos, / Los otros tierra elevada, / De flores mil co-
|260| ronada /cual delicioso pensil». (Sic)
Hoektin, Harry.
El Pueblo Quisqueya es un concepto de identificación patriótica, usado por numerosos poetas, y del
Dominicano.
Páginas 58-59. cual fue partidario Hostos como uso nominal para la República. El nombre se consagra
Confert.
en las estrofas del Himno Nacional de Emilio Prud’Homme: «Quisqueyanos valientes, al-
cemos /nuestro canto con viva emoción (...) Mas Quisqueya, la indómita y brava, / siem-
pre altiva la frente alzará; / que si fuere mil veces esclava / otras tantas ser libre sabrá».
Al igual que el término Quisqueya, el indigenismo evocó mediante la obra literaria mu-
chos otros nombres aborígenes entre ellos:Anacaona, Caonabo, Guarocuya, Marién,Va-
ganiona, Guarionex, Mairení y Cotubanamá, nombre este último de indio rebelde que
pone al pie de una serie de artículos políticos Francisco Henríquez y Carvajal (1859-
1935).|258| El tema del indio igualmente fue materia de inspiración para algunos ar-
tistas que se asimilaron en el indigenismo de manera situacional y con algunas produc-
ciones. En la exposición nacional de 1890, Felipe de los Santos expone el cuadro his-
tórico Captura de Caonabo (óleo),|259| aunque los principales exponentes son Luis
Desangles, autor de varias pinturas sobre el tema del citado cacique hecho prisionero
por Ojeda. Esas pinturas anteceden la escultura que con el mismo nombre modelara
Abelardo Rodríguez Urdaneta.
El aborigen antillano o taíno se convirtió en un símbolo sentimental para escritores,
pintores y ciudadanos que comenzaron a coleccionar piezas relacionadas con ese habi-
tante prehispánico. Sin embargo, junto a la reconstrucción romántica que conllevó la
estimación indígena, se produce también el inevitable enfoque del asunto hispánico,
muy a pesar de que el anexionismo provocó una repulsa contra España, latente en el re-
chazo de que eran objeto los ciudadanos españoles que permanecieron al restablecerse
la República. Ante esta xenofobia política, desatada sobre todo en Santiago y La Vega,
tuvo que intervenir Luperón, cuya actitud liberal apreciaba como útil para el país la pre-
sencia de comerciantes peninsulares, porque ellos traían dinero, crédito y podían pro-
vocar movimiento y progreso.|260|
La valorización hispánica en el romanticismo dominicano era ineludible como comple- Luis Desangles|A mi adorada hija|Mixta/papel|29.21 x 35.56|1898|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|194| |195|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|261| mentaria al tratamiento indigenista. La novela Enriquillo de Manuel de Jesús Galván, Dos años antes de la publicación de la obra narrativa Enriquillo, habían sido descubiertos |262|
Henríquez Ureña, Deschamps,
Max. publicada en 1879, pese a centrarse en el indio Guarocuya, ofreció «una reacción favo- los restos de Cristóbal Colón, en la Catedral de Santo Domingo, lo que provocó gozo y Enrique.
Op. Cit. La República
Página 288. rable respecto a apreciar el papel histórico de España en América. Galván, sin atenuar fiesta en la apática ciudad de las ruinas, cuyos moradores locales y de los campos circun- Dominicana.
Confert. Páginas 223-24.
las responsabilidades que pesan sobre algunos conquistadores y colonizadores cuya fiso- vecinos se agolparon junto a la Catedral «desahogando en vivas al muerto, (...) o aplau- Confert.

nomía reconstruye, evitó incurrir en injustas generalizaciones que convierten los erro- diendo los pasacalles de la banda de música que llegaba, o el pelotón de tropa que pasaba
res y faltas individuales en culpas colectivas. Describió pues con gran mesura y no sin o la insólita aparición de la batería que indicaban algún suceso extraordinario como com-
cierto estudiado alarde de imparcialidad el choque de la raza conquistadora con la raza plemento del acontecimiento de aquel día»|262| (10 de septiembre de 1877). Aconteci-
aborigen. Logró cabalmente su objeto sin apartarse de la verdad histórica, pues el tema miento que dio lugar a que éste fuera cantado por Josefa Perdomo como un Triunfo de
que eligió para su novela favorecía su punto de vista conciliador».|261| Precisamente el la Patria (poema del 1878) e igualmente por Salomé Ureña, (poema de 1879), una voz
héroe de la novela, Guarocuya, descendiente y heredero de los caciques, había sido edu- poética de altura nacional quien en Ruinas (poema de 1877), rememora el pasado: «Me-
cado en la fe cristiana por frailes católicos y bautizado con el nombre de Enrique. morias venerandas de otros días / soberbios monumentos, / del pasado esplendor reliquias

frías, / donde el arte vertió sus fantasías, / donde el alma expresó sus pensamientos: / Al
veros, ay! Con rapidez que pasma / por la angustiada mente / que suena con la gloria y
se entusiasma, / discurre como alígero fantasma / la bella historia de otra edad luciente».
La mirada de la referida poeta, educadora y feminista, se relaciona a la de los pintores y
fotógrafos que captan la monumentalidad colonial, bien como parte de un aconteci-
miento nacional, bien como tema arquitectónico de una vista solitaria y citadina que

José del Carmen Pérez|José Joaquín Pérez|Dibujo|1891|Revista El Lápiz 1891. Anónimo|Plaza de Armas y estatua de Colón|Grabado|1892.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|196| |197|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

llevan al desarrollo de un género de obra visual de valoración romántica. Desde la dé- César Nicolás Penson, origina el cuadro pictórico de Alejandro Bonilla, que tiene igual |263|
Rodríguez
cada 1870, en la cual Alejandro Bonilla pinta la escena de la Llegada de los Restos de título.|263| Este precursor abordó otros temas más en relación con su tiempo: «Los Demorizi.
Op. Cit.
Sánchez (óleo 1875), en la que predominan muros y torres de la ciudad del Ozama, el Desterrados de Guaiguasa (óleo 1868); Llegada de los Restos de Sánchez (óleo 1875) e Página 47.
Confert.
asunto monumental que tiene lejano antecedente en el pintor dieciochesco Diego Hi- Incendio de la Calle Palo Hincado (óleo 1890)», tres crónicas visuales asociadas a he-
laris, es cultivado por otros artistas precursores. A continuación algunos títulos de obras chos ocurridos en Santo Domingo.Además de Bonilla, otros artistas ofrecen alegorías e
con los respectivos pintores: La Fortaleza Ozama (óleo 1890) Luis Desangles; Estatua de interpretaciones de la historia, siendo Luis Desangles el autor más relevante. Aparte de
Colón y Plaza de la Catedral (óleo 1890) Manuel M. Sanabia;Vista: Torre del Home- pintar un significativo Colón Engrillado, realiza cuadros que tienen que ver con hechos
naje (óleo 1890) Frank Adrover; Ruinas Alcázar Colón (óleo 1898) Paul Ponzio;Vista dominicanos y de Cuba. El óleo Juramentación del Presidente Alejandro Woss y Gil
de la Ciudad Colonial (óleo, 1893) Ramón Frade León/Julio Pou; Callejón de los Cu- (1903) y el Juramento de la Bandera (mural de 1918) son dos espléndidos ejemplos de
ras (óleo, ...?) Abelardo Piñeyro; Convento Dominico (fotografía 1890) Julio Pou; Pla- un maestro que también cultivó la historia bíblica.
za de la Catedral (óleo 1890) Abelardo Rodríguez Urdaneta. Otro aspecto significativo que asumen los autores románticos es la estimación tanto de

La historia como soporte de la poesía y de la narrativa de los escultores románticos o


estrictamente como lucidación del acontecer dominicano, al que se dedican los prime-
ros historiógrafos nacionales (Del Monte y Tejada, José Gabriel García, Emiliano Teje-
ra...), provoca la interpretación visual de varios artistas también románticos. Por ejem-
plo, Las Vírgenes de Galindo que cantó Félix María Del Monte (1819-1899), recordan-
do el episodio ocurrido durante el dominio haitiano y que narra también el prosista

A. Bassan|Plaza del mercado viejo|Grabado|C.1890. Juan Fernández Corredor|Sin título|Óleo/tela|89 x 107 cms.|1884|Col. José A. Rodríguez Valdéz
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|198| |199|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|264| la efemérides patriótica como de los personajes que la protagonizan. En relación a ese ferentes cuadros por Desangles y en muchas efigies escultóricas por Abelardo Rodrí- |266|
Luperón, Matos Díaz,
Gregorio. reconocimiento, Luperón sostiene que «una Nación no puede ser honrada y verse res- guez Urdaneta. Eduardo.
Notas Santo Domingo
Autobiográficas (...). petada, sin honrar y respetar a sus héroes;|264| igualmente Hostos escribe que los pue- El retrato es el género más cultivado por los artistas, dominando la imagen de Duarte y de Ayer (...).
Tomo II. Páginas 9-17.
Página 19. blos deben consagrar sus grandes días a lo que deben los individuos consagrar sus na- de otros trinitarios relevantes al igual que Hostos, preferenciado por los pintores como Confert.
Confert.
talicios».|265| Tales enfoques coinciden con los poetas cantores de la patria; cantores el gran protagonista cultural de la época, y cuyos numerosos retratos constatan la pecu-
|265| también de sus símbolos y de los grandes personajes que a partir de los febreristas Duar- liar manera de los románticos de documentar, por un lado, el tiempo menos reciente y,
Hostos.
Páginas te, Sánchez y Mella, comienzan a ser sujetos inconográficos del dibujo, la escultura y so- por el otro, la época protagónica. Numerosas personalidades con desenvolvimiento im-
Dominicanas.
Página 182. bre todo de la pintura. En relación a Duarte, los pintores conciben distintas imágenes portante dentro del florecimiento cultural son acogidas en el retrato pictórico, de ma-
Confert.
basándose en el recuerdo directo de su personalidad o recreándole conforme a referen- yor preferencia frente al fotográfico que, al parecer, alcanza todavía el gran formato ha-
cias fisonómicas de viejos ciudadanos que le conocieron. La tradición señala que Ale- cia el final del siglo XIX.
jandro Bonilla fue el primero en realizar un retrato de Duarte, también asumido en di- La tendencia dominicana del arte romántico es sobre todo antillano y nacional en su te-
mario localista. Pese a este ingrediente, no excluye el exotismo como fuga hacia referen-
cias foráneas, que ofrecen modelos y temas europeos asumidos de manera indirecta o me-
diante experiencias directas. En el primer caso y como muestran las obras: El amor que
Llega, de Rodríguez Urdaneta; Retrato de una Niña, de Adriana Billini; María Magdalena
y el Nacimiento de Venus (copia de Cabanel), de Luis Desangles, todas las cuales se produ-
cen a inicios del XX como copias o recreaciones acogidas a cierta ambigüedad académica
o neoclásica en su mayoría. Es casi lo que sucede en el repertorio muy españolizado de las
acuarelas de Leopoldo Navarro y en los cuadros de asuntos orientales de Arturo Grullón,
ejemplos exóticos que se relacionan a personales vivencias en regiones fuera de la patria.
Otros asuntos del temario romántico tienen que ver con la naturaleza circundante.Apa-
rece con los precursores dominicanos el paisaje, la naturaleza muerta y la escena cos-
tumbrista. Pero se trata de un paisaje urbano y marítimo únicamente relacionado con
la ciudad capital. En este paisaje dominan la monotonía, una atmósfera melancólica y
de soledad ambiental, que no es expresión del sentimiento del artista, sino una condi-
ción de la realidad ciertamente desolada y pobre. Rememorativo, Eduardo Matos Díaz,
escribe: «En el primer cuarto de siglo presentaba la ciudad capital un aspecto de apaci-
ble aldea, habitada en su mayor parte por gente de costumbres sencillas y honestas.Ape-
nas la poblaban 25 ó 30 mil almas (...). La ciudad tenía en esos tiempos un área redu-
cida (...). Las calles eran de tierra y tenían la particularidad no muy agradable por cier-
to, de que en tiempos de sequía, cuando soplaba la brisa marina con alguna intensidad,
se levantaban torbellinos y nubes de polvo que invadían las casas (...). Cuando eran lar-
gas y abundantes las lluvias, formábanse ríos que corrían las calles, desde la parte alta de
la ciudad hasta el mar, en competencia con el río Ozama.Y no era de extrañar que en
Adolfo García Obregón|Palacio de Engombe|Dibujo|1918. ocasiones aparecieran en esas turbias aguas alguno que otro infante».|266|
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|200| |201|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|267| El romanticismo dominicano manifiesta pasión por la patria, admiración por los gran- 3|5 Cinco precursores significativos: Bonilla,
El título es
invención de des hombres, amor por la tierra y por los símbolos nacionales apreciados positivamen- Desangles, Navarro, Grullón y Rodríguez Urdaneta
quien subscribe,
de un paisaje de te. Muy distante del romanticismo europeo, así como ajeno a sus condiciones y carac-
1884, referido por
J. Miller y teres, el romanticismo dominicano guarda semejanza con aquel tan sólo en el enraíza-
F. Gatón Arce.
El Paisaje miento con el pasado; pero no con la lejanía, amplia e inspiradora que estiman los pin-
Dominicano (...).
Página 7. tores europeos, realmente limitado y próximo para nuestros artistas insulares. En rela-
Confert.
ción al paisaje, es posible que su cultivo fuera resultado de los poetas que le cantan a la
|268| naturaleza pero sobre todo de un género relacionado con la docencia de Fernández Co-
Rodríguez
Demorizi. rredor, de quien se conservaron algunos cuadros paisajísticos:Vista de Calle de Venecia
Op. Cit.
Página 45. (óleo) y Paisaje del Campesino Cruzando el Puente|267| de la misma época. Sobre el
Confert.
nexo entre pintura y poesía, es frecuente la referencia entre la Oda a la Industria Agrí-
|269| cola que José Joaquín Pérez escribiera hacia 1883 y el cuadro El Ingenio Esperanza
Diccionario
Monográfico (óleo 1883) que pintó Bonilla en base a esa composición literaria.|268| De acuerdo al
de Bellas Artes.
Página 99. examen de los listados de obras que se conocen sobre los pintores precursores, el tema
Confert.
preferencial fue el paisaje marítimo, reiterativo en Adriana Billini y además tratado por
|270| Adrover, Rodríguez Urdaneta, García Obregón, Bonilla, Arturo Grullón y Desangles,
Rodríguez
Demorizi. entre otros autores.
Op. Cit.
Página 59. Varios de los pintores que se citan, asumen también el bodegón y el tema de costum-
Confert.
bre. De Arturo Grullón se conocen Naturaleza Muerta (óleo 1900) y Pollo Despluma-
do, (óleo 1900), pero mucho antes Desangles ejecutó ese género: Rosas y Crisantemos
(óleo 188.?), Bodegón (óleo 188.?) y Flores en Jarrón Verde (óleo 1894), al igual que
Leopoldo Navarro con el Estudio de Plantas de Flores (acuarela 189.?).
En relación a la faceta folklórica y populista, surgida de los planteamientos románticos
Aunque no puede afirmarse con rigor que se produce, con el primer florecimiento cultu-
y denominada costumbrismo,|269| se sustenta que ella aparece en Santo Domingo con
ral dominicano, un arte romántico lleno de pureza, el sentimiento hacia lo nacional es una
Desangles, resultado de su profundo criollismo y de su relación directa con el medio
fuerza de identificación convertida en una toma de conciencia histórica y territorial. En es-
campestre en donde vivió durante varios años. Cuadros suyos que reflejan costumbre
te sentido el romanticismo dominicano se constituye en una internalización aislada o loca-
de la realidad son Tratando el Carbón (óleo 1896), La Pilastra de Arroz (óleo 1915) y
lista, en correspondencia con el desarrollo del nacionalismo social que expresan sobre todo
Las Mendigas (óleo ¿...?). Dibujos de indigentes de Ramón Frade, también de Luis De-
los integrantes de la élite, más que criolla antillana, ya que su interacción está definida por
sangles, reproducidos en El Lápiz (1891-1892), constatan miradas hacia el asunto popu-
el flujo diferenciado de integrantes de las tres islas afrohispánicas. Las errancias inter-isleñas
lar que enfocó Felipe de los Santos en Una Fiesta en el Barrio de San Miguel (pastel),
que sobre todo asocian a cubanos, dominicanos y puertorriqueños, al entremezclar los sen-
definido en el listado de la exposición de 1890, como un cuadro de costumbres popu-
timientos hermanados en un patriotismo similar, permiten igualmente que sean comunes
lares.|270|
otros ideales. La confraternidad antillana postulada por Hostos se registraba en este enton-

Alejandro Bonilla|Los Náufragos de Guaiguasa (detalle)|Óleo/tela|52 x 68 cms.|1895|Col. Clara Rodríguez


Demorizi.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|202| |203|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|271| ces como conciencia, razón, deber, verdad y entendimiento de pueblos.|271| Era una con- nuel Bonilla, con quien comienza el apellido familiar al contraer matrimonio con Ma-
Hostos.
Páginas fraternidad en estado de pureza que definían idealistas antillanos, pero al mismo tiempo ría Idelfonsa Correa-Cruzado, de Santo Domingo. De esta unión matrimonial nacieron
Dominicanas.
Página 206. gente de acción, emprendedora y desprejuiciada, salvo en los casos de quienes se definían siete hijos, de los cuales Alejandro fue el penúltimo. Siendo un joven de 29 años casó
Confert.
como partidarios del imperialismo y del despotismo político, incluso del anti-haitianismo. con Luisa Marcano (1840), procreando seis vástagos: 3 hembras y 3 varones, enviudan-
Además de antillano, localista y nacional, el romanticismo dominicano al nutrirse de la do en 1864.
historia es evocativo, reconstructor, episódico y, por consiguiente, narrativo en muchas Bonilla Correa-Cruzado (1820-1901) representa el punto de partida más perceptible y
obras. La lírica en pintura acude a la alegoría para enfocar a determinados patriotas va- formal del arte dominicano, al poder establecerse una clara relación entre su ejercicio
liéndose de la técnica del claroscuro cuando se trata del retrato. Un nostálgico natura- artístico, la obra y su tiempo. Ese vínculo permite considerarle la primera figura rele-
lismo se expresa en el paisaje, por lo regular arquitectónico, marítimo y escénico cuan- vante del hacer pictórico republicano.A esa producción suya se asocian muchos hechos
do complementa la narración, la costumbre y otros asuntos. Presente también el tema y personas de la vida nacional, siendo un pintor documental sobre todo de Santo Do-
exótico, resulta de vivencias directas, así como de copias y recreaciones de obras artísti- mingo, en donde nació. El realiza «el primer retrato al óleo del Padre de la Patria, Juan

cas de otras culturas.Todos estos caracteres se expresan indistintamente entre los artis-
tas que alcanzan una posición relevante en el grupo de la generación de precursores na-
cionales y románticos. Ellos son Alejandro Bonilla, Luis Desangles,Arturo Grullón, Leo-
poldo Navarro y Abelardo Rodríguez Urdaneta.
ALEJANDRO BONILLA CORREA-CRUZADO es del grupo el de mayor
edad, al nacer en la segunda década del siglo XIX. Era hijo del puertorriqueño Juan Ma-

Alejandro Bonilla|Retrato de Fernando Arturo de Meriño (detalle)|Óleo/tela|41 x 51 cms.|C.XIX|Col. Privada. Alejandro Bonilla|Fúnebre entierro de Sánchez|66 x 91 cms.|Óleo/tela|1875|Col. Clara Rodríguez Demorizi.
Alejandro Bonilla|Retrato de Rafael de Marchena y de Solá|68.3 x 61 cms.|Óleo/tela|1890|Col. Privada.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|204| |205|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|272| Pablo Duarte, ejecutado de memoria estando el patriota en el exilio»,|272| refugiado Venezuela, en donde entra en contacto con un profesor italiano, de quien recibe orienta- |274|
Rodríguez Idem.
Demorizi. en Venezuela, país donde residió Bonilla, víctima también del ostracismo que las cir- ción complementaria. En Caracas puede vivir de los retratos que realiza por encargo y de Página 43.
Op. Cit. Confert.
Página 37. cunstancias políticas habían producido con el retorno del conservador Buenaventura la enseñanza que imparte en una escuela particular de pintura, la cual establece con apo-
Báez, en 1868. yo del Presidente Falcón, al parecer cliente y protector. Se desconoce si el pintor vivió con
|273|
Idem. Bonilla era pintor para el año en que se ubicó en Caracas, ya que se refieren pinturas de sus hijos en la capital venezolana, la cual abandona para retornar a la tierra nativa. En 1874
Páginas 46-47.
Confert. su autoría con anterioridad al 1868: Virgen de los Dolores (óleo 1842) y Retrato de Pe- tiene instalada su casa-taller en donde se dedica a dar clases de pintura.|274|
dro Valverde y Lara (óleo 1848).|273| Coetáneo de Duarte, a quien conoció, es probable Pintor que representa una visión criolla más en consonancia con el nacionalismo emo-
que recibiera orientación artística de algún pintor criollo (Echavarría, Cordero o Epifanio cional que encarna a partir de la restauración republicana de 1865, ese criollismo se ma-
Billini), o del extranjero De Brye, residente en Santo Domingo en el 1837, fecha en la nifiesta en tipos y episodios históricos. De la misma manera que realiza retratos de pa-
que Bonilla era un joven de diecisiete años, soltero, residiendo en el hogar familiar.Tenía triotas (Duarte, Sánchez, Mella, Rodríguez Objío...) y de otros personajes de la socie-
conocimiento y ejercicio pictórico cuando la circunstancia política le obliga a emigrar a dad capitaleña, ofrece una visión del paisaje campestre, así como del entorno de la vie-

Alejandro Bonilla|El Puerto sobre el Río Ozama|Óleo/tela|63 x 88 cms.|1868|Col. Clara Rodríguez Demorizi. Alejandro Bonilla|Puerto de Santo Domingo|Óleo/tela|66 x 91 cms.|1875|Col. Clara Rodríguez Demorizi.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|206| |207|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|275| ja ciudad. En relación a este espacio urbano, resultan representativos los óleos Desem- encuentros literarios. Allí se reunían con frecuencia artistas e intelectuales, recordando el |277|
Idem. Hostos,
Páginas 46-47. bocadura del Ozama (1884), Puerto de Santo Domingo (18..?) y Llegada de los Res- maestro Hostos «que aquello era tertulia amena de cultura artística, física y moral».|277| citado por
Confert. M.M. Morillo.
tos de Sánchez (1875), en los cuales se transcribe la presencia del tiempo asumido con Los que trataban familiarmente a Luis Desangles le llamaban Sisito. Era hijo de Juan Pe- Horizonte. No. 3.
Op. Cit.
|276| sentimentalidad. Como son pinturas realizadas en el taller, es significativa la tranquilidad dro Desangles, nativo de los Pirineos (Francia), quien residía en el país en la década Página 7.
Ugarte, María.
El Caribe. compositiva de los ambientes, de los sujetos humanos y otros elementos entre los que 1830, viudo con dos hijos y vuelto a casar con Teresa Sibilly, natural de Curazao, con
Suplemento. |278|
27 de febrero resalta la emblemática bandera tricolor, representación del patriotismo romántico del quien procreó cuatro hijos: Epifanio (n.1858), Luis (n. 1861), Pedro Nicolás (n. 1863) y Henríquez Ureña,
de 1999. Max. Apéndice I.
Confert. cual Bonilla es un afiliado. En 1883 pintó un Escudo Nacional, también al óleo. María Ana (n. 1865). Sisito nació en Santo Domingo, precisamente en el año en el cual Página 252,
en Nereida
Se resalta del pintor Bonilla su vínculo con la producción literaria de su época. Su pin- los conservadores dominicanos anexaron el país a España. Desde niño mostró «afición Lahit-Bignott.
Confert.
cel interpretó visualmente la crónica Las Vírgenes de Galindo (óleo 1884), cantada por por la pintura y solía llenar las paredes de figuras grotescas y extravagantes. El padre no
Félix María del Monte (poesía) y narrada por César Nicolás Penson. Pero más que a es- contrarió su afición, sino que la estimuló, y así el muchacho pudo cultivar a sus anchas
ta obra, se le da mérito a la interpretación que realiza en base a la oda La Industria Agrí- esa espontánea inclinación, bajo la dirección de algunos de los maestros, o más que
cola de José Joaquín Pérez, ejecutando el cuadro «El Ingenio Esperanza (1883) ya que
en el óleo y en el poema aparecen las mismas imágenes, el mismo fausto suceso, la ca-
ña erecta, el monstruo de hierro humanizador en sus contornos por las efigies de sus
fundadores». Así como el poeta le canta al acontecimiento del progreso industrial, el
pintor hace visualmente lo mismo.|275|
Otro cuadro sobresaliente de Bonilla es el que enfoca el Incendio de la Calle Palo Hin-
cado (óleo 1890). Es una obra de un valor documental único, por las variadas ilustra-
ciones tipológicas, por la visión narrativa y porque resulta un texto visual que ofrece los
caracteres estilísticos del pintor. Se trata de un estilo descriptivo, de cromatizaciones frías
e iluminación amarillenta. Ciertamente primitivista, en los cuadros escénicos las figuras
y los objetos se reducen a esquemas ingenuos. En su Retrato de Duarte (óleo 1887),
ese carácter ingenuo o primitivo se constata en las formas, volumetrías y las restantes
soluciones de un patriota realmente vislumbrado desde el recuerdo.
LUIS DESANGLES (1861-1940) es el segundo precursor nacional de importancia y
el más significativo pintor relacionado con el florecimiento cultural del siglo XIX, con el
que emerge alcanzando una proyección que sobrepasa el reconocimiento en el país nati-
vo. Sin embargo, en su tierra tiene que ver con el decisivo impulso del arte dominicano maestros aficionados, que había en ese momento en la Ciudad Primada de Améri- |*|
La época de los
ya que se desempeña como docente de varias disciplinas artísticas, vinculándose a los es- ca».|278| La única relación que se recuerda sobre la inicial formación es testimonio de Seis Años (1868-
1874), se relacio-
fuerzos que emprendió Hostos a favor de la enseñanza, de la multiplicación del magiste- Américo Lugo (1870-1952), contemporáneo del artista. El señala: «Fue su maestro León na a la dictadura
del conservador
rio y del desarrollo espiritual. «También se ocupó con entusiasmo en desarrollar el depor- Cordero, acaso la única persona que en la época de los Seis Años* entre nosotros, se Buenaventura
Báez. En 1874
te hasta el punto que llegó a fundar un gimnasio».|276| Además de deportista fue músi- ocupaba en dibujo, pintura, arreglo y retoque de santos. Estas breves lecciones no fue- murió León
Cordero.
co con dominio de varios instrumentos, y uno de los primeros coleccionistas de objetos ron sino un bautizo de arte. Trocando por el campo la ciudad, consagróse Desangles.
prehispánicos, antigüedades coloniales y de obras de arte de su tiempo. Su casa-taller de
la ciudad capital se convirtió en un recinto cultural de aprendizaje, de bohemia lírica, de Luis Desangles|Las Mendigas|Óleo/lienzo|58.5 x 49.5 cms.|Col. Museo Bellapart.
Luis Desangles|Retrato de Señor|Óleo/tela|94.5 x 74.5 cms.|1930|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|208| |209|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

Por tan rudo culto, ésta le galardonó con tres de sus más altos dones: una férrea muscu- |279|
Lugo, Américo.
latura, espartana sobriedad y costumbres puras y sencillas.Tornó de nuevo (...) a la vida Artículo de 1915,
reproducido
urbana y a su vocación. Estudió entonces y se ejercitó sin maestros».|279| por Nereida
Lahit-Bignott.
Desangles era un adolescente cuando se entregó a la vida del campo y a la cultura físi- Página 223.
Confert.
ca,|280| posiblemente durante una década en la cual pudo haber viajado al exterior
(Max Henríquez afirma que estudió en Italia)|281| o consiguió en el aislamiento rural |280|
Mejía, Abigaíl.
una formación humanística y en el deporte; formación asociada tal vez a la familia, a un Revista de
Educación.
desconocido preceptor, o como un autodidacta. Cuando él retorna a la ciudad capital No. 50, 1939.
Confert.
contrae matrimonio, en 1882, con Altagracia Vallejo (n.1867), modelo de varias de las
obras artísticas que comienza a producir cuando decide establecer casa-taller en 1883. |281|
Henríquez U.,
Al mismo tiempo que pinta, abre escuela anexa al Colegio San Luis Gonzaga. En su pe- Max. Texto en
N. Lahit-Bignott.
queño estudio «recibieron nociones de arte todos los aficionados de la época: Sanabia, Página 252.
Confert.
Abelardo, Obregón, Ramírez Guerra, Navarro, González, Frade, Barinas, etc.»|282|
El abandono del campo y del anonimato sustituido por el activismo cultural en el me- |282|
Lugo.
dio capitalino, determinan el primer ciclo artístico de Desangles, comprendido entre Op. Cit.
Confert.
1883-1893. Su primera participación pública como pintor se registra en la Exposición
Nacional del 27 de Febrero de 1890, en la que exhibe tres cuadros: Cabeza de Estudio:
Anciano (óleo), La Antigua Casa de la Moneda (óleo) y Vista:Torre del Homenaje, des-
de el Pajarito (óleo). Es el período en el que ocupa la dirección de la Escuela Munici-
pal de Dibujo, función que alterna con otras tareas, entre ellas, la de su taller a donde
asisten jóvenes que serán notables artistas. Es probable que a este momento correspon-
da la naturaleza muerta Rosas y Crisantemos, óleo de tratamiento o tema pomposo. Fe-
chadas en este período son las telas Retrato de Mujer (óleo 1890) y María Magdalena
(óleo 1890), también llamada La Estudiante, obra bien compuesta, de calidad poética y
técnica. Anterior a todos estos cuadros es el titulado El Padre del Pintor y su nieto Ra-
món Álvarez Desangles, ya que el progenitor del artista había fallecido en 1882, año en
que contrae matrimonio con Altagracia Vallejo.
La expatriación de Desangles, vinculado al hecho que provocó su alumno Arquímedes
de la Concha, relacionado además a la actividad conspirativa de su hermano Epifanio
Desangles, también expatriado, marca un segundo momento artístico comprendido en-
tre 1893-1915. Es una etapa inestable de exilio en Puerto Rico, de retorno a Santo Do-
mingo, de reubicación en Santiago de Cuba, de estadía en Nueva York y de vuelta al país
natal cuando se produce la muerte de la madre. Es el período en el cual el artista Desan-
gles asume una gran producción, copiando notablemente obras de autores europeos, pe-
Luis Desangles|Retrato de Amelia Francasci|Óleo/tela|106 x 86 cms.|1903|Col. Biblioteca Nacional. ro sobre todo ejecutando pinturas originales de una significación nacional hasta enton-
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|210| |211|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|283| ces desconocida. Un listado de las principales obras que ejecuta revela este vital momen-
Mejía, Abigaíl.
Op. Cit. to marcado por la errancia que amplía y agudiza la sentimentalidad del artista:
Confert.
|Caonabo| Óleo/tela, uno de los cuadros en los cuales el pintor aborda el tema indige-
|284| nista. El cacique aparece engrillado dentro de un calabozo dominado por la penumbra. Fue
Lahit-Bignott.
Op. Cit. premio del Concurso Centenario del Descubrimiento de Puerto Rico celebrado en 1893.
Página 117.
Confert. |El nacimiento de Venus| Óleo/tela, «copia ad-libitum, del cuadro de Cabanel existen-
te en el Museo de Luxemburgo, París, (Francia), hecha en 1896.Venus Afrodita acosta-
da sobre las olas al surgir de la espuma del mar, rodeada de amorcillos que tocan, dos
de ellos, caracolas rosadas, un poco más arriba del plano que ocupa la diosa tendida so-
bre el mar de tono azul verdoso, como todo el cuadro. Cielo ligeramente gris».|283| Se
afirma que para la ejecución del tema, Desangles tomó como modelo a su esposa.|284|

Luis Desangles|Juramentación Presidente Woss y Gil|Óleo/tela|71 x 96.5 cms.|1903|Col. Museo Bellapart. Luis Desangles|Virgen de la Altagracia|Óleo/madera|79 x 71 cms.|1899|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|212| |213|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|La carga de Antonio Maceo| Óleo/tela de 1897, representativo de la identificación del


pintor con la revolución independentista de Cuba. Representa al General Maceo dan-
do una carga de caballería, rodeado de seguidores mambises. Es la primera obra de ar-
te que se rifa en el país a beneficio de una causa solidaria.
|Caonabo en prisión cuando es visitado por Colón y Ojeda| Óleo/tela, realizado en
1898, es una escena en la que el cacique sentado en el piso y con cadenas mira abru-
mado o iracundo al Almirante y al Capitán Ojeda, cuyo ardid fue causa de su prisión.
|El sueño de Duarte| Serie de tres pinturas. El primero, ejecutado en 1898, es un cua-
dro en el cual el patriota figura sentado y ensimismado, en tanto la representación fe-
menina de la libertad le ofrece la glorificación al tiempo que señala el escudo nacional.

Este cuadro forma parte de un trío de pinturas alegóricas. En una segunda versión el
forjador dominicano sentado frente al mar vislumbra el baluarte de Santo Domingo, en
tanto es coronado por una doncella cubierta con la bandera tricolor. En el tercer cua-
dro, la presencia del Duarte soñador en una composición en la que se destacan también
la imagen femenina de la libertad, el escudo dominicano y una escalinata en cuyos pel-
daños aparecen los nombres de muchos trinitarios.

Luis Desangles|El sueño de Duarte|Óleo/madera|61 x 51 cms.|1889|Col. Museo Bellapart. Luis Desangles|Cabeza de negro|Óleo/tela|62 x 51 cms.|1915|Col. Museo Bacardí, Cuba.
Luis Desangles|Duarte|Óleo/tela|156 x 105 cms.|1913|Col. Casa Museo Duarte.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|214| |215|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|285| |Virgen de la Altagracia| Óleo/madera del 1899, la versión más original del tema ma- correspondientes y ramas de hojas resolviendo los vacíos espaciales. Esta obra alcanzó difu- |287|
Idem. Rodríguez
Página 86. riano asumido por Desangles en más de una ocasión. En tanto en su Altagracia de 1904 sión nacional al ser concebida para la múltiple impresión litográfica. Fue la obra más cono- Demorizi,
Confert. Op. Cit.
se da una correspondencia con el icono tradicional de Higüey, caracterizado además por cida de Desangles y da la sensación de una obra mixta, ejecutada a partir de foto collage. Página 73.
Confert.
|286| soluciones un tanto primitivas, en la imagen de 1899, el pintor se aparta del modelo tra- |La pilastra de arroz| Cuadro al óleo sobre tela, realizado en 1915, representativo del
Henríquez Ureña,
Pedro. dicional, ofreciendo un tratamiento académico, apreciable en la volumetría del Niño costumbrismo pictórico dominicano del cual Desangles es precursor único;|287| al que
Obra Dominicana.
Página 474. Dios en pose juguetona y en la Virgen Madre con sus devotas manos casi ocupando un se asocian otras obras suyas fechadas alrededor de 1896 y con posterioridad. Realizado
Confert.
primer plano. al óleo, La Pilastra es «particularmente interesante por su efecto de instantaneidad, re-
|Autorretrato de 1900| Óleo/tela, en el que el pintor se muestra a los 39 años de edad, fleja una escena cotidiana de un campo dominicano; en un primer plano a la izquierda
con brote de encanecimiento y semblante irradiando felicidad. Artista de una notable una campesina pila el arroz, mientras un hombre prepara el fogón para cocinar sus ali-
conciencia protagónica, Desangles no sólo realizó el autorretrato individualizado, sino mentos». El bohío de yagua, las aves, el distante personaje en burro y un hermoso pai-
que se incluyó como espectador en el notable mural que realizara para la Iglesia de Ba- saje completan una excelente imagen costumbrista de suave colorido.
yona, Cuba.
|Juramentación del Presidente Alejandro Woss y Gil| Óleo/tela 1903, una de las grandes
obras del arte dominicano por su valor documental y plástico.Woss y Gil se juramentó co-
mo gobernante dominicano en 1903, hecho del cual fue testigo el pintor Desangles, quien
consigue una opulenta visión compositiva, lineal, dominada por la sobriedad cromática, el
paisaje urbano, el emblema patriótico, el detallismo descriptivo y los tipos representados,
entre los cuales figuran niños espectadores, un hijo y un sobrino del autor.|285|
|Retrato de Amelia Francasci| Tela al óleo de 1903, de la novelista cuyo auténtico nom-
bre era Amelia Francisca Marchena (1850-1941). Retrato de majestuosa elegancia de
mujer madura y victoriana, del cual existe una segunda copia. «Es uno de los mejores
cuadros impresionistas en América», escribió Pedro Henríquez Ureña.|286|
|Retrato de Juan Pablo Duarte| Tela al óleo, fechado y firmado en septiembre de 1913,
época en la cual el artista reside en Nueva York (1912-1915). Es un retrato del funda-
dor de la República, más realista en comparación con los otros enfoques del patriota
realizados por Desangles, pero reiterativo de la misma fisonomía. En un ambiente de
penumbra casi absoluta, Duarte es enfocado de pie, junto a escritorio y asiento, con su
mano derecha sobre pliegos en blanco, color que, centrado en el vestuario, crea un au-
téntico foco de luz al igual que la rosácea carne.
|Los Primeros Magistrados| Obra más gráfica que pictórica, realizada por Desangles al re-
tornar a Santo Domingo desde Nueva York, en 1915. A partir de la trilogía que integran
Duarte, Sánchez y Mella, cuyas imágenes están situadas entre el escudo nacional y la ban-
da con el nombre República Dominicana, se distribuyen otros 26 retratos de los presiden-
tes nacionales que gobiernan entre 1844-1916. Los iconos fotográficos y ovalados se super-
ponen como un serial rítmico de enmarcados en dorado y blanco, con las identificaciones Luis Desangles|Colón engrillado (detalle)|Óleo/tela|89 x 135 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|216| |217|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|Cabeza de negro| Óleo sobre tela de 1915, realmente extraordinario ya que el pintor rre en 1915, año de producciones pictóricas relevantes en la trayectoria de Desangles.
llena a capacidad la cualidad de retratista virtuoso, en este caso realista. Es un retrato asu- Con una ubicación en la patria de Céspedes, de Maceo y de Martí, la etapa cubana de
mido con penetración emocional y al mismo tiempo penetrante en su contemplación. Desangles transcurre de manera ininterrumpida entre 1915-1940. Es una etapa abona-
Además de revelar frontalmente la negritud, la ancianidad y la condición guajira, es un da por muchas obras precedentes: La Invasión de Maceo a Occidente (óleo 1905); La
hermoso retrato con sus soluciones en azules que recuerdan un tanto a Francisco Oller Esclava (óleo 1907); San Ignacio de Loyola (1911) y, entre otros cuadros, los retratos de
(1833-1917), pintor puertorriqueño vinculado al impresionismo, y de quien se exhi- muchos patriotas cubanos, de amigos y de particulares, todos los cuales permiten apre-
bieran 44 obras en el Palacio de Santurce en 1893, año en el cual Desangles se encon- ciar que siguió aferrado a los asuntos preferenciales. Es decir, la pintura histórica, el ico-
traba exiliado en Puerto Rico. no religioso y el retratismo. En relación a los dos primeros temas realiza el pintor no-
Este último cuadro se asocia a la etapa de la producción cubana, cuyo punto de parti- tables trabajos como son el Mural de la Catedral de San Salvador, de la Provincia de Ba-
da se fija en 1904, año en el cual Desangles asume el consulado de Santiago de Cuba. yamo, y diez cuadros de asuntos bíblicos, localizados en el mismo recinto eclesiástico.
A partir de entonces él establece nuevas relaciones como artista y como docente, al en- El mural catedralicio se titula El Juramento de la Bandera, con medidas 850 x 450 centí-

contrar en la comunidad santiaguera las oportunidades para seguir reconfirmándose, metros. Fue encargado en 1918 por el Arzobispo de Santiago de Cuba, Monseñor Félix
junto a su familia, en el arte, la más vital opción de su existencia. Sin olvidar Santo Do- Ambrosio Guerra y Guerra, para colocarlo en el interior de la parroquia principal de Ba-
mingo al que regresa en 1910 (fecha de la ejecución del retrato póstumo de Espaillat), yamo. En vinculación a tres sucesos que se interrelacionan, como fueron la libertad de los
viaja a Nueva York, en donde permanece varios años, retornando a la patria natal en esclavos, el inicio de la gesta independizadora y la bendición de la bandera de Carlos Ma-
donde reina la inestabilidad política y es inminente el intervencionismo yanqui, cuyas nuel de Céspedes, el tema del mural pictórico es una recreación general centrada en la
tropas de infantería marina han invadido a la vecina nación haitiana.Tal invasión ocu- bendición del Pabellón Cubano. Nereida Lahit-Bignott explica el fundamento y los dis-

Luis Desangles|Retrato de Rosalinda Álvarez de Watt|Óleo/tela|55 x 39 cms.|Sin fecha|Col. Nerea Álvarez de Valdez. Luis Desangles|Retrato de María Luisa Desangles Vallejo|Óleo/tela|147.5 x 101.5 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Luis Desangles|Retrato de Mariana Desangles de Álvarez|Óleo/tela|61 x 39 cms.|1924|Col. Museo Bellapart. Luis Desangles|Bodegón|Óleo/tela|43 x 70 pulg.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|218| |219|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

tintos elementos del mural, así como el alcance artístico: «Es interesante detenerse en los (...).Asimismo se observa a la hija de Figueredo con flores en las manos y entre el grupo |288|
Idem.
antecedentes de este histórico suceso. Los patriotas le solicitan al sacerdote español don a la derecha sobresale la figura del artista con elegante gesto, mientras que en la parte su- Páginas 174-183.
Confert.
Isidro Serrano su plegaria de gracia por la bandera, pero este se negó. Acudieron enton- perior del mural, como alegoría, se destaca la Aparición de la Virgen de la Caridad del
ces al octogenario presbítero bayamés Diego Batista, quien aún conociendo lo riesgoso Cobre –patrona de los cubanos–, y debajo el escudo y en una cinta las palabras Dios, Pa-
de su actitud, aceptó prestar la primera asistencia religiosa de carácter público a la causa tria y Libertad: la parte central es una gran multitud de soldados (...) y otros elementos
de la libertad cubana. Se conserva sobre la antigua Capilla la pintura mural realizada por de la composición como son los vecinos que desde sus viviendas contemplan el aconte-
Desangles que toma la forma de techo, una copia del medio cañón del arte romano. En cimiento. La arquitectura urbanística que aparece como fondo responde a un estudio cui-
esta imagen el artista une dos trascendentales acontecimientos ocurridos el mismo día: la dadoso de la época. Es rica en detalles y realizada con verdadero virtuosismo y es la pin-
bendición de la bandera y la interpretación del Himno Nacional por primera vez de for- tura de mayor trascendencia de la obra artística de Luis Desangles».|288|
ma oficial, pues en realidad la ceremonia de bendición se realiza en presbiterio (junto al Al importante mural, que indudablemente representa un momento culminativo de es-
altar) y se canta el himno en el atrio. En esta pintura se representa al Padre Batista acom- te pintor dominicano, se añade la nueva serie de pinturas religiosas, cuyo conjunto más

pañado con sus monaguillos con cruz, cirios e incienso, bendiciendo la bandera en el atrio unitario y luminoso se relaciona también a la catedral bayamesa. Realizadas a partir de
de la iglesia. Actúa de abanderado el oficial Felipe Sánchez, aparece además Carlos Ma- 1922 es un conjunto de obras inspiradas en narraciones bíblicas y en tradiciones de la
nuel Céspedes, a su izquierda Tomás Estrada Palma y también están presentes Francisco catolicidad. En formatos triangulares, ovalados o de medallones, tales pinturas transpi-
Vicente Aguilera, Donato Mármol, el dominicano Luis Marcano –quien tuvo a su cargo ran sensibilidad mítica, originalidad interpretativa y refinamiento técnico. Estos carac-
el adiestramiento del recién formado ejército mambí–, a su lado el autor del himno na- teres se aprecian en La Anunciación; El Nacimiento; La Presentación; así como en otras
cional cubano, Perucho Figueredo; el general Vicente García y otras figuras patrióticas obras de Museos: El Niño Tobías en Compañía de San Rafael (del Museo Bellapart) y

Luis Desangles|Retrato de Ulises Francisco Espaillat|Óleo/tela|35.5 x 28 cms.|1910|Col. Museo Bellapart. Luis Desangles|María Magdalena|Óleo/madera|35.5 x 56 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Luis Desangles|Retrato de Federico Henríquez y Carvajal|Óleo/tela|91 x 71 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|220| |221|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|289| sobre todo en el deslumbrante Cristo Descendiendo (del Museo Bacardí). Aparte de |La Naturaleza Muerta| Generalmente domina el tema floral en los pocos cuadros |292|
Desangles, Lugo, Américo.
Fragmento que tales pinturas reconfirman un temario religioso con otros ejemplos excelentes (La que se conocen, resultando el Bodegón de la mesa con envases, pipa, caja de cigarros y Revista
de carta a Eliseo Renacimiento.
Grullón, del 10 Virgen de la Altagracia, 1899; San Francisco, 1922; San Jerónimo) ellas responden a la cartas, un cuadro único en la materia. 1 de octubre 1915,
de abril 1907, referencia en
referida por profunda espiritualidad del discurso en general del artista. Discurso, además estimulado |La Escena Costumbrista| Con obras que expresan más cabalmente la cotidianidad. N. Lahit-Bignott.
N. Lahit-Bignott. Página 223.
Página 234. por el amor y la autenticidad que revelan incluso sus palabras: «Yo desde aquí, desde es- En dibujos y en pinturas se recogen escenas y tipos dominicanos de condición popu-
Confert.
te país que me acoge y protege y al cual deseo servir con gratitud infinita, espero con lar, como en sus enfoques de la mendicidad. «Pintor de tipos nacionales por afición,
|290|
Op. Cit. paz mejores tiempos. Sabe Ud. de mi entrega total, lucho con bondad contra aquellos compuso multitud de cuadritos estimados de los turistas. Martí elogió su buena dispo-
Página 148.
Confert. que quieren oscurecer mi presencia, solo la tenacidad podrá edificar obras duraderas, lo sición para el género».|292|
que no está inspirado en el amor yacerá en el camino».|289| |La Copia Pictórica| A la que se dedica ocasionalmente como manera de alcanzar
|291|
Idem. Con una producción artística cubierta durante décadas de labor incesante, se reconoce a un mayor dominio técnico o atraído por los temas. Casi todas las reproducciones se en-
Página 135.
Confert. Desangles sobre todo como pintor. Pero fue dibujante con obras denotativas e igualmen- cuentran extraviadas o destruidas, conservándose El Nacimiento de Venus, copia del
te trató la escultura, un campo poco conocido y minoritario, cuando el mismo se com- original de Alejandro Cabanel (1823-1889).
para con el pictórico. Al parecer asumió la escultura más íntimamente en Cuba a partir |El Tema Histórico| Asumido a instancia de su sensibilidad antillana y nacional, ofre-
del momento en que ejerce docencia en diferentes centros, entre ellos la Academia Ingle- ce visiones alegóricas, indigenistas y recreativas en cuadros que enfocan hechos y per-
sa, en donde enseña dibujo, modelado y pintura. Sin embargo, hacia el 1904, ejecutó una sonajes vinculados a Cuba y República Dominicana. Desde los temas de Caonabo, pa-
escultura «con la técnica del yeso al vaciado del Dr. Antonio Alayo Martí».|290| sando por las alegorías duartianas hasta los distintos enfoques iconográficos de las luchas
En las numerosas exposiciones en las que participa desde 1890, e igualmente en las re- nacionales cubanas. La Jura de la Bandera es la obra más connotada de todos los temas
señas que le enfocan, no hay referencias de su hacer escultórico, el cual básicamente se y con ella se convierte Desangles en el primer muralista nacional.
ciñe al busto-retrato, resultando los mejores ejemplos aquellos de la propia familia. Es- |La Iconografía Religiosa| Producción que de acuerdo a Américo Lugo se relacio-
pecialmente el busto de la esposa cuya imagen es modelada con la candorosa ternura na a la pobreza del medio dominicano, «la cual le indujo, en ocasiones a pintar imáge-
que ella exhala como prototípico personaje romántico. Esta pieza fue exhibida y pre- nes, santos y cuadros religiosos», convirtiéndose en pintor de Meriño, lo cual equivale
miada en 1908, de acuerdo a datos de Lahit-Bignott.|291| a decir pintor de iglesia. Por una razón u otra, Desangles realizó una abundante icono-
Con un alto sentido de la pertenencia nacional, social y familiar, Luis Desangles es el grafía de tema sacro, en las dos islas en donde compartió su existencia.
artista dominicano que mejor representa su época, agregando a tales condiciones su an- |La Ilustración| Una vertiente en la que se expresa Desangles como realizador de
tillanidad sin fronteras, testimoniadas con acciones y obras. Una clasificación temática portadas de revistas y de obras gráficas, entre ellas el cuadro colectivo Los Primeros Ma-
de esas producciones arrojan las siguientes representaciones: gistrados (fotomontaje de 1915), las ilustraciones para el libro Cuba Pintoresca y Sen-
|El paisajismo| Enfoca el espacio citadino de la capital nativa, bien arquitecturalmen- timental de Roberto Meteizan, y la imagen titulada A mi Adorada Hija (mixta 1898),
te, como apuntes de ruinas coloniales (dibujos) y como vistas con representación marí- de franca vinculación con el art nouveau.
tima. La Vista de la Ciudad desde el Pajarito (pastel) es una obra admirable por la visión |El Retrato| El género tal vez más asumido en conformidad con la demanda social
horizontal y panorámica captada del Santo Domingo costero, con sus añejas edificacio- y la identificación solidaria del pintor, respecto a quienes fueron sus ansiados y admira-
nes, almacenes portuarios y el río Ozama en primer plano. dos coetáneos.Tres series de retratos caracterizan este género: las serie de damas, ciuda-
|El espacio-ambiente| Vinculado al tratamiento arquitectónico, se conoce el Inte- danos y gente común, y en tercer lugar los iconos de la familia, los cuales definen una
rior de Habitación en New York, óleo tela pintado entre los años 1912-1915, el cual es abundante galería fisonómica que incluye sus autorretratos en diferentes edades, de ma-
excepcional por ser la primera pintura en ese género que se conoce en relación a un nera solitaria o acompañado, tanto en escultura como en pintura.
artista dominicano. Desangles es el artista más sobresaliente de los precursores nacionales ya que con él las
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|222| |223|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

artes visuales, en especial la pintura, alcanzan un buen nivel numérico y cualitativo. ción del dibujo, condenando allá una mancha de rojo demasiado vivo, alabando algún |293|
Rapilado, Ricardo.
Aparte de una labor docente que aporta un alumnado en los que hay figuras artísticas acierto de composición ... ¡Cuánto sabía aquel hombre de pintura!»|293| Tres años des- Prefacio en
Nereida
descollantes, puede afirmarse que él establece lineamientos visuales, lingüísticos y temá- pués del último encuentro del joven cubano Rapilado y el maestro Desangles, fallecía és- Lahit-Bignott.
Op. Cit.
ticos, que se constituyen en vías pronunciativas del Arte Nacional, aparte del valor do- te a consecuencia de la diabetes que minó su fuerte contextura a los 79 años. Páginas 18-21.
Confert.
cumental que tales lineamientos representan. Dibujante, escultor, ilustrador gráfico y LEOPOLDO NAVARRO fue alumno de Sisito Desangles, muchos años después de
pintor, asumió la historia, la costumbre, el paisaje, la religiosidad, el retratismo, la copia haber sido acogido por el Presbítero Francisco Xavier Billini, quien fue su tutor al que-
artística y la naturaleza muerta. Fue un artista dominicano y antillano por igual, com- dar huérfano. Hijo de padre español y madre dominicana, había nacido en la capital del
prometido con su tiempo y aunque fue sobre todo un artista asociado al romanticismo país en 1861; contando siete años de edad es cuando ingresa como alumno interno del
criollo e isleño, exploró el rigor clasicista, asumió soluciones propias del realismo deci- colegio fundado por el citado filántropo religioso. Su llegada a este centro, en 1863, es
monono y especialmente ofreció la versión personal del impresionismo, insinuado o recordada por uno de sus compañeros, Juan Elías Moscoso, quien ofrece el siguiente tes-
rampante en determinadas obras pictóricas. El tenebrismo barroco, el ingenuismo y al- timonio: «Yo le conocí en el San Luis Gonzaga (...) cuando se presentó en los salones
guna versión art nouveau o simbolista se insinúan en específicos trabajos.
Sisito Desangles se ubicó de manera definitiva en el seno de la sociedad cubana, a donde
llevó a la amada compañera Altagracia Vallejo e igualmente a los siete hijos procreados con
ella: Constancia Mercedes (n. 1883), María Luisa (n. 1885), Juan Pedro (n. 1886), María Al-
tagracia (n.1888), Ana Teresa (n. 1889), Luis Rafael (n. 1890) y Julio Alfredo (n. 1893),
quienes se integraron a la sociedad santiaguera, emigrando algunos de los varones a Esta-
dos Unidos, en tanto que una de las hembras, al contraer nupcias con un compatriota, re-
gresó a la República nativa, siempre presente en la vida emocional del maestro pintor, a la
vez recordado por el afable trato, por su irradiante personalidad y otros atributos que ano-
ta Ricardo Rapilado en impresiones de 1926 y 1937, respectivamente: «Desangles daba la
impresión de ser un hombre muy fuerte. Caminaba con el paso elástico y rápido de un
joven, y al hacerlo miraba con frecuencia hacia atrás.Vestía con gran pulcritud y sus ropas,
casi siempre de color claro, eran muy holgadas. Siempre usaba un sombrero de fieltro co-
lor gris. Sonreía con facilidad, y sus relaciones con sus alumnos parecían en extremo cor-
diales. Sin embargo, todo cuanto supe de él indica que como profesor era muy exigente.
Aunque yo no era su alumno, me le acercaba de vez en cuando y él, condescendiente, me
dedicaba algunas palabras bondadosas.Ya yo conocía muchas obras suyas, pues además de de aquel instituto, tenía una extraña fisonomía que despertó la atención de todos los |294|
Moscoso,
los notables trabajos de la catedral y otros más que vi muchas veces en el Museo Emilio colegiales que le miraban con vivo interés. No buscaba la amistad de nadie; no se co- Juan Elías.
Texto referido por
Bacardí, en el salón de entrada del Colegio había un retrato de San Ignacio de Loyola, pin- municaba con nadie; apenas hablaba; apenas reía».|294| Julio Jaime Julia.
Revista Ateneo,
tado por él, magnífica obra de gran formato y cierta tendencia impresionista (...).Vi por Contaba 16 años cuando se graduó con altas calificaciones, de Bachiller en Ciencias y Páginas 9-12,
sin fecha.
última vez al maestro Desangles en 1937, en una gran exposición colectiva de pintura y Letras, en 1877. En este año ya había realizado una copia pictórica a la que le dedicaba Confert.

escultura donde habían varias obras suyas. Me le acerqué y él me recordó. Hablamos de El Eco de la Opinión algunos comentarios, resaltando «la firmeza en la mano y tanta vi-
las respectivas familias y tuvo el gusto de que recorriera toda la exposición conmigo, ex-
plicando, haciendo comentarios, manifestando sus preferencias, elogiando aquí la correc- Leopoldo Navarro|Personaje|Acuarela/papel|34 x 24 cms.|Sin fecha|Col. Museo Casa de la Familia.
Leopoldo Navarro|Cazador|Acuarela/papel|43 x 28 cms.|1900|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|224| |225|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

veza en la imaginación para ofrecer un cuadro similar al imitado». Esta habilidad adqui- |295|
Rodríguez
rida bien como autodidacta o con algún docente pintor, que es lo probable, determinó Demorizi.
Op. Cit.
que el Padre Billini buscara la manera de enviarlo al exterior a fin de que se perfeccio- Nota No. 2.
Páginas 77-78.
ne en el arte de su vocación.|295| La imposibilidad de viajar fuera del país no impidió Confert.

que encontrara la oportunidad de asistir al taller de Desangles, establecido en Santo Do-


mingo en 1883. Es el período en que forma parte del personal docente del Colegio en
el cual se educa, labor que le permite contraer matrimonio con Altagracia González, en
1884, con quien procrea dos hijas: Mercedes Artémida (n. 1885) y Clorinda Altagracia
(n. 1888), muriendo la joven esposa en el año del nacimiento de esta última. Navarro
volvió a casarse a los pocos años con América González, ya que en 1891 nacía una ter-
cera hija llamada Julieta e igualmente un varón de nombre Raúl Navarro González.

Leopoldo Navarro|Espadachín|Acuarela/papel|43 x 30.5 cms.|1900|Col. Museo Bellapart. Leopoldo Navarro|Flautista|Acuarela/papel|35.5 x 28 cms.|1900|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|226| |227|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|296| El joven Navarro participa en el primer Salón Artístico que organiza la Sociedad Amigos de Vallecas, algunos apuntes de los célebres frescos de San Antonio de la Florida y otros
Idem.
Nota No. 25. del País, en 1890, exponiendo un paisaje, copia al óleo de acuerdo al listado general de la trabajos. Además Navarro amplió su bagaje pictórico asistiendo a la Sociedad de Acuare-
Página 58.
Confert. muestra.|296| A partir de ese año que marca el último decenio del XIX, asume Leopoldo listas, centro en donde se dedica a estudiar el modelo vivo. Esta experiencia le permite
Navarro un activismo multiplicado, con desenvolvimientos en la docencia, en el arte y en realizar pinturas al natural e interesantes apuntes de las campiñas castellanas. Agrega Gar-
|297|
García Mella, agrupaciones de animación cultural. Al ocurrir la muerte de su mentor, el Padre Billini cía Obregón: «Sus constantes estudios en Madrid, sus viajes artísticos a distintas provincias
Arístides,
en Julio Jaime (1896), se sumerge de lleno en el Colegio San Luis Gonzaga del cual es profesor titular de españolas tan ricas en obras arquitectónicas como en pinturas y escultura, y sus constan-
Julia.
Op. Cit. diversas asignaturas prácticas y teóricas, participando además en el cuerpo de redactores de tes roces con personas versadas en la materia con quienes estaba en íntimo y continuo
Página 11.
Confert. periódico del plantel, El Colegial (1895).Ya había ingresado a la Sociedad Amigos del País contacto, dieron (...) tal caudal de conocimientos que la Sociedad de Escritores y Artistas
(1894) y tenía establecida su Academia de Dibujo y Pintura (1893), asumiendo cátedras en le otorgó el envidiable diploma de socio Honorable y el Círculo de Bellas Artes admitió
|298|
Idem. el Instituto Profesional y, simultáneamente, la Dirección de la Escuela Normal, como lo en distintas ocasiones trabajos del artista dominicano».
Página 12.
Confert. recuerda Arístides García Mella: «Navarro estaba allí; y está allí con sus vastos conocimien- La crisis tanto económica como política que sacude la República nativa a inicios del si-
tos de ciencias matemáticas y físicas, y naturales, de historia, de geografía, y de astronomía
|299|
García Obregón, y de la literatura, y con un dominio pleno del habla castellana, y con sus conocimientos
Adolfo,
referido por de pintura y de dibujo, y de inglés y de francés y de griego y de latín y de italiano; en fin,
Julio Jaime Julia.
Op. Cit. con inteligencia suficientemente nutrida para recompensar con creces aquella teórica
Página 12.
Confert. orientación pedagógica (...). Pero hay más: viene Hostos al país y establece la enseñanza
racional; pero la enseñanza racional no es planta que florece al abrigo del buen deseo; el
método educativo ha de preceder el dominio de la materia que se ha de enseñar; el nor-
malismo necesitaba engrosar sus filas con los elementos intelectuales del país, y fue Nava-
rro uno de los más poderosos con que contó (...). Se descubrió ante el método, no ante
el hombre; y salvando el sectarismo, Navarro se unió a Hostos en estrecho abrazo.Y fue
director de las labores educativas de la Normal (...) hasta el día en que ese centro de luz
dejaba de ser, para convertirse en Colegio Central de Santo Domingo».|297|
Leopoldo Navarro era uno de los jóvenes más cultos de su tiempo. Su formación hu-
manística, su entrega a la labor pedagógica y su atributo moral le convertían en un mo-
delo de ciudadano, con apenas 35 años de edad, cuando acepta irse al extranjero, «des-
pués de repetidas instancias del entonces ministro de Justicia e Instrucción Pública, ciu-
dadano Sebastián E.Valverde».|298| El destino de ese viaje fue España, en donde resi-
dió durante diez años, los cuales aprovechó para concentrarse en la actividad pictórica.
En 1896 llegó Navarro a Madrid, en donde pacientemente se dedicó al dibujo, copiando
numerosas obras del Museo de reproducciones artísticas e igualmente estudiando «con ar-
dor entusiasta los cuadros del gran Velázquez y el genial Goya quedando prendado (...) del
sorprendente realismo del primero y de la magia del color del segundo». Esta opinión es
del también pintor Adolfo García Obregón|299| quien describe además la fascinación
que le producen los citados maestros españoles: Los Borrachos, Las Hilanderas, El Niño Leopoldo Navarro|Española|Acuarela/papel|30 x 20 cms.|Sin fecha|Col. Casa de la Familia.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|228| |229|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|300| glo XX, provoca que la asignación gubernativa que recibía Navarro, fuera retirada. Este
Julia, Julio Jaime.
Idem. hecho le obligó a suspender los estudios científicos que realizaba, subsistiendo a base del
Página 10.
Confert. trabajo personal. En el medio español laboró como docente, asumió la traducción lite-
raria y se dedicó más de lleno a la pintura en el estudio artístico que había abierto en
|301|
Navarro, Madrid. Reconocido en los círculos culturales tuvo «la elevada honra de ser condeco-
Perdomo y Pou,
texto en rado por la Reina Regente con el grado de Caballero de la Real y Distinguida Orden
Rodríguez
Demorizi. de Carlos Tercero».|300|
Op. Cit.
Páginas 80-81. Al retornar a Santo Domingo en 1905, trae consigo una producción de obras ejecuta-
Confert.
das durante sus años de residencia en Europa: acuarelas, dibujos y óleos que se sumaban
a una reducida producción dominicana precedente. De todas maneras la obra artística de
Navarro constituía en general una pequeña cosecha que se relacionaba a la multiplicada
función docente que desempeñaba, la cual conllevaba largas horas de lecturas, de estu-
dios y de traducciones; además, la limitada producción pictórica tenía correspondencia
también con la rigurosidad de su temperamento artístico comedido y riguroso. Subscri-
biente del veredicto de un concurso de arte celebrado en 1907, sus ideas sobre la mate-
ria artística dominicana resultan aclaratorias hasta para entender su personal posición de
pintor. A continuación las opiniones que subscribe con Julio Pou y Angel Perdomo:
«Hasta hoy tres son los elementos que han llevado al arte patrio a su estado actual de de-
sarrollo. La copia de obras artísticas, en primer lugar, medio el más asequible, pero cuya
utilidad queda reducida a las obras de simple contorno o la de claro-oscuro, y no se ex-
tiende a las obras de coloridos, a causa de la grande escasez, por no decir a la falta abso-
luta de modelos (...). El segundo representado por los medios mecánicos, como la foto-
grafía, es absolutamente reprobable, y debe ser mirado como enemigo del arte, sobre to-
do de un arte naciente. La fotografía como tal, es un arte utilísimo y susceptible de gran
belleza; pero la fotografía no es la pintura, ni en ningún caso debe confundirse con tan
grandiosa modalidad del arte. El tercero de los medios (...), el único legítimo, el único
eficaz en la conquista de la belleza artística, es el estudio constante y sinceramente apa-
sionado del natural. Pero tan fecundo elemento no ha contribuido cuanto sería de de-
sear, a la creación de las obras artísticas conocidas hasta hoy en nuestro suelo...»|301|
En base a la experiencia de pintor, que había adquirido en los centros madrileños de
formación, Navarro era partidario del modelo natural, bien fueran obras originales pa-
ra el aprendizaje mediante la copia, bien los temas asumidos directamente desde la rea-
lidad. Pero aún en el caso de estos modelos directos y naturales, sostiene que estando el
arte dominicano en los comienzos, los artistas y aficionados debían ejecutar estudios u
obras elementales con estilo sencillo y claro dominando la figura aislada o un fragmen- Leopoldo Navarro|Canastera|Acuarela/papel|43 x 30.5 cms.|1900|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|230| |231|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|302| to cualquiera, «antes de emprender obras de grande aliento y de composición compli- difícil instrumento del lenguaje; y el quid divinum del arte pictórico dejó el beso de la |304|
Idem. Henríquez y
Página 82. cada». En este sentido su conclusión era la necesidad de ejecutar «obras discretas antes emoción estética, en ocasiones sobre el pincel harto modesto de ese admirador de Ve- Carvajal, Federico,
Confert. referencia en
de aspirar a producir obras sublimes».|302| lázquez y de Goya».|304| Julio Jaime Julia.
Op. Cit.
|303| Concuerdan las opiniones o planteamientos que subscribe Navarro con las obras que eje- La producción pictórica de Navarro no es amplia numéricamente, pero valiosa, aun con Página 11.
Valldeperes, Confert.
Manuel. cuta: por lo regular estudios de modelos son captados aisladamente y resueltos cada uno ese arraigo tan inconfundiblemente hispanofílico que le distingue, siendo una indivi-
El Caribe.
Suplemento de ellos con gran claridad académica, tanto en el dibujo que definen con exactitud las fi- dualidad nacida y formada en un medio antillano. Pero ese nexo con la realidad espa- |305|
Cultural. Valldeperes.
30 de noviembre sonomías y complementos, como a través del color que no hacen otra cosa que reconfir- ñola y con los pintores de su predilección fue inevitable en términos de encuentro for- Op. Cit.
de 1968. Confert.
Confert. mar lo que llama arte útil, refiriéndose a la cualidad dibujística que no «debe perder de mativo por parte de un temperamento riguroso hasta para pintar en las ocasiones que
vista la utilidad, la grande utilidad, de las aplicaciones científicas de ese arte». Esos estudios encontraba. Empero esta circunstancia, él acomoda a su temperamento y a la personal |306|
Navarro,
de modelos arrojan una colección de obras en la que pueden apreciarse las características experiencia formativa, los selectos círculos artísticos a los que se vincula. También el Leopoldo.
La Cuna de
que a continuación se enumeran en base a la opinión crítica de Valldeperes.|303| método que concuerda con sus aspiraciones y además la manera pictórica que, como América.
14 de mayo
|A| Es una colección de iconos realizada por un pintor «de afirmaciones clásicas, ma- la acuarela, terminan situándole como maestro y precursor nacional.Antes que Leopol- de 1911.
Página 1.
temático, uno de los diestros cultivadores del retrato». do Navarro, ningún acuarelista dominicano se había destacado. Después de él son muy Confert.

|B| En la mayoría de esos retratos, cada uno de ellos se plantea realmente como una pocos los sobresalientes en ese medio de colores disueltos en agua y además con una
obra distinta, porque el pintor escapa de las limitaciones del facilismo. ejecución más que técnica, espiritualizada.
|C| Cada obra «posee vibración interna que proviene no del retratado, sino de la fuer- Con el procedimiento de la acuarela, realizó Leopoldo Navarro un conjunto de obras
za recibida del pintor por el retrato». que podrían ser juzgadas por los temas, como pinturas exóticas, pero que se ajustaron
|CH| Los retratos poseen «fuerza anímica, delicadeza, elegancia, sabor clásico y senti- a la influencia de su tiempo y al medio en donde fueron producidas. Temas españoles
do humano». en su gran mayoría, planteando «una especie de diálogo de humanidad a humani-
|D| En el conjunto de la obra se puede encontrar «poesía de la cotidianidad –de una dad»,|305| para interpretar los prototipos de mujeres iberas e igualmente a antiguos ca-
cotidianidad ya lejana– que parece traducir». balleros con espada, con flauta y armados para la cacería. A un selecto conjunto de re-
Leopoldo Navarro no se consagró por entero al arte porque sus preocupaciones huma- tratos a la acuarela, en formatos pequeños se suman bocetos y dibujos al carboncillo, a
nas respondieron sobre todo al saber intelectual, científico y a un probado servicio ma- la tinta, reproduciendo imágenes arquitectónicas y otros asuntos heterogéneos e incon-
gisterial y de hombre público. Cuando regresó al país reasumió la cátedra y aceptó ser clusos, pero que son testimonios de un temperamento dividido en muchas tareas, en-
Director de la Oficina de Estadísticas, cargo en el que se sumergió a partir de 1906, pla- tre ellas la del arte, respecto del cual, indudablemente reserva, una posición destacada.
neando los procedimientos que debían seguirse para la realización de un Censo Nacio- Algunos óleos de factura correcta forman parte de la herencia pictórica producida y
nal. En estos menesteres se encontraba cuando murió sorpresivamente en 1908, a los entre ellos se incluye un autorretrato. Enfermo e inevitablemente en lecho de muerte,
cuarentisiete años de edad. Conmovida, la intelectualidad nacional escribió profusa- escribió Navarro un texto que se constituye en una despedida existencial. Sus palabras
mente sobre su vida, temperamento y virtudes ciudadanas. Como ejemplo, algunos pá- señalan: «En este instante cruel en que por última vez, se contempla la belleza de una
rrafos de un texto de Federico Henríquez y Carvajal: «Sencilla y honorable fue la vida ilusión que se pierde: la patria libre, grande en su desarrollo espontáneo, ha sido el ideal
de ese dominicano que jamás fió al azar, ni menos a la audacia, su ingreso ni su ascen- que todos hemos llevado en el alma y para los que llegamos hoy a la edad madura,
so como servidor en cualquiera de las actividades sociales.Y era, sin embargo, uno de aquella ilusión aparece en la lejanía del horizonte que ya nos abandona llena de esa her-
los seis intelectuales de mayor prestancia y robustez mental, salido del viejo Colegio San mosura indefinible con que se mira al través del tiempo cuanto adoramos en la prime-
Luis Gonzaga; y fue uno de los más idóneos profesores en la enseñanza de las ciencias ra juventud. (...) Nuestro concepto de la Patria fue siempre menos civil que poético,
físicas y matemáticas, y señoreó el campo de la Literatura, y manejó gallardamente el menos positivo que artístico».|306|
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|232| |233|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|307| ARTURO GRULLÓN (1869-1942), nativo de Santiago de los Caballeros e hijo del uno de los primeros en egresar de ese centro (septiembre 1884). Otro de sus maestros
Rodríguez
Demorizi. comerciante independentista y activista político Máximo Grullón (1826-1877) y de fue Luis Desangles, con quien fortaleció la sensibilidad artística, antes de ser enviado al
Op. Cit.
Página 49. Eleonora Julia, pareja que se preocupó de darle a sus siete vástagos una esmerada edu- viejo continente europeo. Sobre los años juveniles de Grullón, escribe Juan José Jime-
Confert.
cación que permitió que algunos de ellos sobresalieran desde la temprana juventud. nes: «Su despierta inteligencia, su tibia y rica afectividad, su temprana iniciación en el
Uno de esa prole, Eliseo Grullón (1852-1915) fue enviado a Nanter (Francia), en don- culto del humanismo positivista bajo la guía personal de Hostos, sus fundamentales y
de consiguió una formación humanística y profesional que le permitió desde su regre- enraizadas preocupaciones éticas constituían, junto a la notable vocación artística, otros
so al país (1874) ubicarse en la esfera del Estado, siendo además un literato deslumbra- tantos factores de una misma e indivisible unidad. Pese a su juventud, su personalidad,
do y un ciudadano de iniciativas culturales, que tuvo que ver además con la estadía en aún no formada, es cierto, apuntaba ya hacia la dirección definitiva cuando en 1885 se
Santo Domingo del pintor español Fernández Corredor.|307| echa a la mar, con mal disimulado alborozo, rumbo a las costas europeas.Tiene 17 años
Con el citado docente y pintor trashumante inició Julio Arturo –hermano menor de y sale del país a estudiar pintura a Roma. Nunca llegó a esa ciudad: París, poderoso imán
Máximo Grullón–, la formación artística, resultando ser un discípulo excepcional ya para tantos y tantos intelectuales latino-americanos de la época, le sedujo con su hechi-

|308| que desde el primer momento encabeza el listado de los alumnos más aprovechados de zo irresistible (...). Allí terminó el viaje (...). Conoció un maestro español, Domingo, |309|
Idem. Jiménez,
Página 52. los cursos y, cuando se organiza la primera exposición del alumnado en la que se en- quien le enseñó algo más que los rudimentos elementales de la técnica pictórica y co- Juan José.
Revista iAhora!
tregan galardones, él recibe una de esas distinciones, «por su dibujo El Hijo de Niobe, tra- noció el París de la Belle Epoque, el París finisecular...»|309| No. 345. 22 de
junio de 1970.
bajo de superior dificultad y de notabilísima ejecución».|308| Esta exposición es cele- Arturo Grullón es la segunda individualidad dominicana que busca formación en el Página 34.
Confert.
brada en 1885. Para entonces, Arturo Grullón, muy joven, se relaciona con destacados Viejo Continente. Antes que él, posiblemente Desangles, pero es el primero en asimi-
maestros nacionales, entre ellos Hostos, ya que fue estudiante de la Escuela Normal, y larse en el ambiente parisino en donde las escuelas académicas, la neoclásica y la román-

Arturo Grullón|Retrato de Madame Fatet, París|Carboncillo/papel|15 x 13 cms.|1886|Col. Aída Bonnelly. Arturo Grullón|Retrato de Monsieur X, París|Mixta/cartón|18 x 13 cms.|1890|Col. Aída Bonnelly.
Arturo Grullón|Estudio de un Brazo, París|Pastel/lápiz/papel|19.5 x 14.5 cms.|1886|Col. Aída Bonnelly. Arturo Grullón|Dentiste-Paisaje Urbano|Aguada/acuarela/papel|25 x 16.5 cms.|1891|Col. Aída Bonnelly.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|234| |235|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|310| tica, representan el debate oficial frente a las tendencias revolucionarias que se enuncian
Mejía, Abigaíl.
Revista de sobre todo a partir del Impresionismo, definido como el último naturalismo europeo
Educación No. 52.
Parte III. del XIX, pero escuela liberadora por su énfasis en la sensación expresiva más que en la
Página 10.
Confert. objetividad realista. En medio de este debate se encuentra el joven dominicano, quien
ejecuta un gran número de obras de temas variados, en ocasiones simples asuntos, otras
|311|
Rodríguez veces pinturas de excelente hechura técnica, todas las cuales permiten apreciar un tem-
Demorizi.
Op. Cit. peramento fluctuando entre el verisno realista y las soluciones impresionistas. En base a
Página 104.
Confert. los temas, se ofrece a continuación una visión de conjunto de las principales obras que
produjo sobre todo residiendo en el extranjero.
|312|
Martí, referencia En primer lugar |los retratos| algunos realizados rápidamente a lápiz y con creyón.
en Rodríguez
Demorizi. Martí en Otros ejecutados al óleo y a pastel, entre ellos: Mademoiselle Fatet (pastel 64 x 52
Santo Domingo.
Página 64. cms.) representa una fina cabeza de una mujer ya entrada en años. Es la patrona de la
Confert.
casa de huéspedes de algunos estudiantes dominicanos del Barrio Latino en la Ciu-
dad-Luz. Es una obra de mérito apreciable por los conocedores del arte, fue expues-
ta en el Salón de París de 1890, de colorido muy realista.|310| Es una obra alabada
por José Martí, quien la alaba en visita a Santo Domingo,|311| en 1892. El colorido
–dijo– es admirable, un alma de artista le ha dado vida.|312| Esta obra se conoce tam-
bién con el título Madame Fatet y fue obsequiada por ella, la modelo en París, a Fran-
cisco Henríquez y Carvajal. Un segundo icono de la serie es Rostro de Anciano, re-
trato también vinculado a la pensión parisina de Madame Fatet, pues se trata de un
huésped del establecimiento, de semblante encanecido y un tanto perplejo. El rostro
iluminado mayormente y centralizado en un ambiente semioscuro. De toda la serie,
el más destacado es El Moro (pastel 1896), retrato conocido también con el título El
Árabe; pertenece a la serie de las obras pictóricas de temario oriental, vinculado a la
estadía del pintor en Argelia. Ejecutado con precisión de los medios y de enfoque rea-
lista, llama la atención la captación emocional del personaje, resuelto casi triangular-
mente y con una dignidad que aumenta el singular atuendo en tonos amarillentos. Es-
te cuadro de formato 27 x 22 pulgadas fue Primer Premio de la Exposición de París
de 1900. Otros retratos, entre ellos el de Monsieur X (creyón), el del Joven Batlle
(óleo/tela), y el titulado Descendiente de Luperón (óleo/tela), son ejecuciones reali-
zadas en Francia.
Otro tema es |el bodegón| género que trató con mucho más rigor académico en
comparación con el retrato. Los temas que se enfocan en un par de cuadros conocidos:
Naturaleza Muerta (óleo 19 x 23 pulgadas.) y El Pollo Desollado (óleo 1900) ofrecen
una facturación espléndida, meticulosa, racionalizada y realista. En el último cuadro ci- Arturo Grullón|Tomando agua de la fuente|Óleo/tela|87 x 56 cms.|Sin fecha|Col. Banco Central de la República
Dominicana.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|236| |237|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|313| tado, impresiona el ave muerta en primer plano, sobre una mesa metálica en la que se Madame Fatet, ya que realizó retratos de un buen número de personajes relacionados a |314|
Mejía, Abigail. Henríquez Ureña.
Op. Cit. refleja con verismo una de las extremidades extendidas en una composición dominada esa casa de huéspedes y reprodujo vistas de la Ventana de su Habitación, al igual que otra Pedro.
Confert. Op. Cit.
por la linealidad. vista circundante titulada Desde la Ventana de la Pensión, un par de acuarelas de com- Página 411.
Confert.
Un tercer tema es la |escena costumbrista| sobre este tema el cuadro más conoci- posiciones sencillas como los temas, además ejecutados como rápidas impresiones de
do es Tomando Agua de la Fuente, un óleo sobre cardboard, sin fecha. Enfoca un buen formas compositivas conjugándose con la luz. |315|
Deschamps,
número de aguateros, mujeres y niños, en un ambiente de referencia argelina, rico en Una de las primeras obras que seguramente ejecutó Arturo Grullón, viviendo fuera del Enrique.
La República
matizaciones dominadas por la luz y las sombras que no privan a la escena de una in- país, es fechada entre 1885-86. Se trata de un soldado árabe, posando en un tranquilo Dominicana.
Guía (...).
dudable frialdad hasta para recrear el paisaje contextual. caballo y empuñando larga arma de fuego. El cuadro forma parte del temario de un jo- Páginas 262-263.
Confert.
|El paisaje| tema este donde más abundan variables dibujísticas, después de haberse ven pintor en contacto con la geografía oriental y que inevitablemente asumió asuntos
centrado en un temario de vistas argelinas, en donde la arquitectura, el rincón urbano, exóticos, por fuerza mayor o por la placentera necesidad de pintar, de levantar el docu- |316|
Mejía, Abigaíl.
el fragmento de fachada y el paisaje costero, se conciben con variadas interpretaciones mento visual de una estadía en Argelia.A este país viajó buscando el clima más seco que Op. Cit.
Confert.
aliviara quebrantos de salud. De la misma manera que su colega Leopoldo Navarro ca-
ló emocionalmente la España vivencial, Arturo Grullón preferenció como autor y tes-
tigo los asuntos orientales que llenaron su mirada dividida entre la realidad argelina y el
mundo parisino. El primero, descubierto con el asombro de un romántico, y el segun-
do con un sentido del debate mundano ante el cual no se empeña en ser original, sino
más bien cotidiano. Pedro Henríquez Ureña es de los primeros autores en reconocer el
nombre artístico de Arturo Grullón.Al referirse al florecimiento dominicano de la pin-
tura cita su nombre junto a los de Desangles, García Obregón, Navarro, Adriana Billi-
ni y el dibujante Mendoza.|314| Pero con anterioridad a esa simple cita nominal, es el
juicio de Enrique Deschamps, publicado en la voluminosa guía dominicana de 1907,
quien lo nombra, asocia y pondera: «Arturo Grullón, Adriana Billini y Luis Desangles,
pintores dominicanos han sido laureados respectivamente en exposiciones de París, Ha-
bana y Puerto Rico.Adriana Billini es actualmente profesora de la Escuela de Bellas Ar-
tes de La Habana, y Luis Desangles Director de la Academia de Pintura de Santiago de
Cuba. Aunque Grullón evoca en ocasiones los felices días que en su tiempo consagra-
ba a la amable tarea de transportar de la naturaleza al lienzo exterioridades iluminadas
|*| técnicas y lingüísticas. Se ha resaltado mucho el cuadro titulado El Mar, una de sus más por la gracia, cuyo glorioso influjo vive en los pinceles, el laureado artista consagra aho-
Cuadro sin título
(óleo/tela celebradas pinturas.|313| Tal vez el fechado en 1897, un óleo sobre tela que ofrece la ra sus facultades al auge de la ciencia médica...»|315|
34 x 26),
Colección Carlos panorámica de un recodo urbano amurallado, de amarillento color unitario y que rom- La explicación que se da sobre la decisión de Grullón de apartarse de la pintura y asu-
Barreras Grullón.
pe en dos los azules de cielo y brazo marítimo, zona ésta última en donde se mueve un mir la profesión del griego Hipócrates, es la siguiente: «Amante de la pintura, fue a Pa-
bote de pescadores.* rís a estudiar su técnica; pero modestamente desanimado ante la percepción de los gran-
La circunstancia parisina de Arturo Grullón testimonió preferentemente la pensión de des maestros del arte, no conforme con quedarse en una medianía más, trocó los pin-
celes y estudió medicina, en la que es un eminente galeno, especialista en enfermeda-
Arturo Grullón|Huésped Pensión Madame Fatet, París|Mixta/papel|19 x 16 cms.|1890|Col. Aída Bonnelly. des de los ojos».|316| Sin embargo, se explica también que este cambio de vocación,
Arturo Grullón|Descendiente Gral. Gregorio Luperón|Lápiz/papel|23 x 15 cms.|1890|Col. Aída Bonnelly.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|238| |239|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|317| «se debió a sus estudios de anatomía artística, materia obligatoria en todas las escuelas
Cantizano, Rafael.
Opinión citada por de pintura».|317| La decisión del cambio de carrera fue tardía, ya que ocurrió después
Antonio Zaglul.
Galería de de varios años de residencia en Europa. Hacia el 1894 él regresa al país a solicitar per-
Médicos.
Página 86. miso de sus familiares para estudiar Medicina. Retorna a Francia y se inscribe en la Sor-
Confert.
bona. «Tiene 25 años de edad y quiere quemar las etapas del tiempo. El exceso de es-
|318| tudio y trabajo lo enferma y le recomiendan un clima tropical. Se niega venir a su tie-
Zaglul, Antonio.
Idem. rra en plan de fracasado y marcha a Argel, donde a pesar de las recomendaciones de los
Página 86.
médicos se inscribe en la Universidad y continua sus estudios. Cuando se siente mejor
vuelve a la ciudad del Sena que en 1900 luce sus mejores galas con su feria internacio-
nal. Su recuerdo del África es un pastel: El Moro, que lleva a concurso y gana su pri-
mer premio».|318|

Graduado de médico en 1902, regresa a Santiago de los Caballeros, con especialidades


en Cirugía, Obstetricia y Oftalmología, adquiriendo fama a nivel nacional. El precio del
reconocimiento es la incursión política, ya que acepta una Secretaría de Estado duran-
te el gobierno de Monseñor Adolfo Alejandro Nouel, de duración efímera, entre 1912-
1913. «El desencanto lo hace emigrar y marcha a La Habana, donde con notas de so-
bresaliente, aprueba la reválida. Ejerce durante unos meses y su cordón umbilical lo ha-

Arturo Grullón|Ventana de su habitación de la Pensión Madame Fatet, París|Aguada/acuarela/papel|22 x 25.5 cms.|1890| Arturo Grullón|El Moro|Pastel/cartón piedra|59 x 47 cms.|1900|Col. Banco Popular.
Col. Aída Bonnelly.
Arturo Grullón|Huésped dormido Pensión Madame Fatet, París|Lápiz/papel|1889|Col. Ayuntamiento de Santiago.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|240| |241|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|319| la de nuevo al Santiago de sus amores, de donde saldría sólo en raras ocasiones».|319|
Idem.
Página 86-87. En la Villa del Yaque, contrae matrimonio con su sobrina Filomena Amelia, en 1909,
Confert.
con quien procreó dos hijos, los cuales murieron en estado párvulo.Arturo Grullón re-
|320| partió su tiempo entre el hogar sin prole y la permanente dedicación que le exige la
Idem.
Página 83. medicina, actualizándose y ejerciéndola. «Su tiempo, totalmente copado, le impide pin-
Confert.
tar de nuevo y, algo peor, nunca puede escribir nada de sus experiencias». Hombre de
gran saber, si hubiese escrito, su nombre figuraría al lado de los primeros escritores na-
cionales. «Su magistral trabajo En el centenario de Berthelot y su discurso en el home-
naje a Hostos, son pruebas de su gran capacidad y talento para el manejo del idioma y
el conocimiento psicológico de la naturaleza humana».|320|
El más discursivo enfoque de Arturo Grullón como humanidad formada bajo la orien-

Arturo Grullón|Naturaleza muerta con ave|Óleo/tela|42 x 53.5 cms.|1898|Col. Aída Bonnelly. Arturo Grullón|Paisaje argelino|Óleo/tela|34 x 26 cms.|1897|Col. Carlos Barreras Grullón.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|242| |243|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|321| tación hostosiana y como pintor ajustado a sus personales condiciones, lo ofrece Juan |D| «De Arturo Grullón se conservan unos cuantos paisajes, escasos bodegones, algu- |322|
Jiménez, Idem.
Juan José. José Jimenes (León David)|321| al encontrarse sumergido en el ambiente de los cua- nos retratos. Se mezclan estudios más o menos detallados, esbozos rápidos y diestros, Página 39.
Op. Cit. Confert.
Páginas 33-39. dros que preservó Filomena Grullón Rodríguez Objío, hasta el último momento de cuadros totalmente concluidos aunque no siempre en el estado de conservación que
Confert.
su existencia. El escritor Jiménez, estableciendo que la actitud de Grullón ante la vi- deseáramos. Lo suficiente, sin embargo, para advertir la variedad de su perspectiva te- |323|
Grullón, Arturo.
da, «es fundamentalmente intelectual, lúcida, racionalista», pero sin agresividad, exclu- mática, la riqueza de matices, la fecundidad unitaria de su talento con la pluralidad de Autobiografía.
31 de mayo
siones e intolerancia dogmática, le define como un ser que se apoya en esas cualida- sus motivos». de 1940.
Documento en
des, aceptando incluso sus limitaciones. Temperamento armónico, afable, bondadoso, |E| Arturo Grullón, «no se esforzó nunca en ser original. Le bastó para serlo siempre, Julio Campillo P.,
La Familia de
concentrado y «sin el más leve amago de tortura íntima ni desgarramiento moral», ser como era». Estas palabras suyas fueron un principio existencial conductor. «El logró Máximo Grullón.
1977.
obró consecuentemente cuando tuvo acceso directo en la cultura de Europa, en don- en pocos años de labor ininterrumpida, realizar una obra de significación y calidad muy Páginas 300-301.
Confert.
de «la corriente positivista, con su optimismo progresista y su fe utópica en el futuro, superior a lo que por aquellos tiempos solía realizarse en el campo artístico en la Re-
era aún tendencia de fuerza considerable entre ciertos medios ilustrados». En la Fran- pública».|322|
cia, reconfirmó Grullón lo que había aprendido de Hostos, por lo que actúa conse- El desenvolvimiento pictórico corto e intenso de Arturo Grullón se extendió desde el
cuentemente con su propio bagaje y sin dejarse afectar por los bruscos cambios que año 1883, con Corredor y Desangles, después en Francia hasta 1894, cuando decide
sacudían al medio parisino, en términos de ideologías y estética. En estas relaciones estudiar medicina. Desde el referido año hasta 1900, a pesar de concentrarse en la nue-
puntualiza León David el comportamiento artístico de Arturo Grullón, conducta de la va profesión, todavía produce algunas pinturas. Después de regresar al país natal, al asu-
que se ofrece una síntesis desglosada: mir responsabilidades familiares y médicas ya es definitivo el abandono de «la cálida vi-
|A| El joven dominicano se dedica a pintar con la tenacidad, disciplina y método que da despreocupada y libre del taller y del lienzo». Esta renuncia de los pinceles es tan
en él constituía un aspecto, –y no el menos esencial– de su personalidad.A sí mismo ha- radical que en la breve autobiografía de científico de la salud no menciona su incur-
bía de aplicarse el lema cotidiano que en cierta ocasión utilizó para calificar la labor de sión en el arte de los colores. Sus líneas trazan exclusivamente el vínculo con la me-
su maestro, Hostos: El amor por principio, el orden por base, el progreso por objetivo. dicina dominicana, con el ejercicio en Santiago de los Caballeros y en el Cibao, ofre-
|B| Grullón no asume en París el acopio de la desintegración estética que enfrenta- ciendo datos y alguna anécdota. En esa autobiografía nos dice: «Llegué al país a fines
ba la academia artística. En correspondencia con el principio del orden natural asumi- de 1902 (...) A mi llegada a Santiago, en el mismo año, dos distinguidos profesionales
do como dominicano, no se dan saltos bruscos en su producción: «la pintura del san- cubanos se compartían, sobre todo la clientela. El Dr. Raúl Font Sterling (...) y el Dr.
tiaguero será conservadora, tradicional, académica; lo que de ninguna manera le hace Pedro P. Dobal (...). Pero la cirugía de aquellos tiempos se limitaba a algunos casos de
ultraje». urgencia y a la cirugía de guerra, es decir, intervención inmediata de algunas heridas,
|C| Fuera de todo seguimiento a la innovación, a la subjetividad, «el suyo es un arte por hemorragia, a la limpieza de focos de traumatismos óseos (extracción de secues-
donde el elemento artesanal, con todas sus implicaciones, juega un papel nada despre- tros) y a las amputaciones (...). En esta época operaba ojo, nariz y garganta. Recuerdo
ciable. Esto lo acerca a la fecunda corriente clásica (...). Su originalidad no es invento- que realicé una extracción de catarata en Puerto Plata, en un señor de avanzada edad,
ra. No hay que buscar la validez de su arte en un espíritu de vanguardia que nunca po- procedente de una localidad vecina, que había permanecido ciego muchos años y an-
seyó. No lo necesita». tes de que regresara a su campo, lo llevé a la puerta de la casa (la cirugía se hacía siem-
|CH| «El valor de su pintura, su fuerza y su singularidad proceden, esencialmente del pre a domicilio) y le puse delante del ojo el lente que llevaba en mi oftalmoscopio pa-
feliz maridaje de una inteligencia lúcida y una afectividad ordenada, de alianza homo- ra que viera el cielo, las calles y las casas. Cuanto más absorto estaba en esta contem-
génea de lo cerebral y lo sensible, de la combinación de una educación estética forjada plación, acertó a pasar, próximo a nosotros un muchacho en una bicicleta, y mi hom-
en la familiaridad de los clásicos y la posesión absoluta de las habilidades y recursos téc- bre, sorprendido y asustado, se echó rápidamente hacia él, exclamando: Misericordia,
nicos». Doctor, ¿qué pájaro es ese?»|323|
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|244| |245|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|324| ABELARDO RODRÍGUEZ URDANETA (1870-1935). Es el quinto y el más re-


Fiallo, Antinoe.
Artículo de 1933, conocido precursor del arte nacional que florece desde las últimas décadas del siglo XIX en
reproducido
en El Caribe. adelante, así como el más polifacético de todos, ya que fue personalidad sobresaliente del
Suplemento
Cultural, 30 de dibujo, de la escultura, de la fotografía y de la pintura, aparte de concertista, profesor reco-
julio de 1988.
Página 20. nocido de las Bellas Artes y gran patriota de acuerdo a quienes le exaltaban, como en el ca-
Confert.
so de Antinoe Fiallo: «...Abelardo nuestra más sobresaliente personalidad artística...Un ena-
morado de nuestra tierra y de su libertad (...). Hizo más por la libertad que muchos revo-
lucionarios con sus derramamientos de sangre y sus movimientos trastornadores (...). Des-
de muy pequeño tuvo afición profunda por las bellas artes.Apenas entrado en la adolescen-
cia ejecutó varios conciertos como violinista excepcional. Pero su verdadera vocación eran
las artes plásticas, artista, sí pintor, en nuestra patria nadie ha podido igualarlo...»|324|

Abelardo Rodríguez Urdaneta|Autorretrato|Pastel y lápiz/foto|101.5 x 68.5 cms.|1905|Col. Elena Rodríguez Núñez. Abelardo Rodríguez Urdaneta|Retrato de española|Óleo/tela|54 x 45 cms.|Col. Museo Arte Moderno.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|246| |247|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|325| Oriundo de Santo Domingo, único hijo varón de Isabel Rodríguez Urdaneta, de origen República (óleo 1890), e igualmente un Retrato de Mella (óleo 1890) y una pintura |327|
Rodríguez Idem.
Demorizi. venezolano y quien además procreó dos hembras: Eloísa y Rosalía con el médico Manuel de género titulada Una Buena Botella (óleo 1890). También muy joven estudia foto- Página 143.
Op. Cit. Confert.
Página 52. Guerrero Peña, quien era aficionado del violín y la pintura, dos campos artísticos que pre- grafía. Se señala que recibió orientación en este campo de Cordiglia y del holandés
Confert.
ferencia Abelardo, quien abandona la instrucción formal.A los 13 años de edad fue inscri- Naar,|327| afirmándose además que fue otro el primer maestro fotógrafo de Abelardo: |328|
Ornes, Clara.
|326| to en el curso de dibujo y pintura de Fernández Corredor. En 1894 comenzó a trabajar como fotógrafo profesional independiente. Aprendió los El Caribe.
Idem. Suplemento
Páginas 57-58. Cuando la Inspectoría de Instrucción Pública ofrece informe sobre la evaluación de ese fundamentos de la fotografía artística con el español Francisco Adrover.|328| Cultural.
Confert. 4 de abril de 1991.
curso,|325| se le otorga Mención Especial por el hecho de distinguirse con apenas cien La fotografía, un medio visual y reproductor de la realidad, introducido en el país des- Página 21.
Confert.
días de curso, en 1894. Después fue alumno de Luis Desangles, participando en la Pri- de su forma primitiva como lo era el daguerrotipo, fue asumida por Abelardo Rodrí-
mera Muestra de Arte Nacional (1890), en la que expone junto a sus profesores y con- guez Urdaneta, en las variadas formas que se fueron sustituyendo con las innovaciones
discípulos: Grullón, Navarro, Sanabia y Ramírez, entre otros. En dicha exposición pre- técnicas. El interés del artista dominicano hacia la fotografía como soporte de las otras
sentó|326| un cuadro alegórico: Los próceres Duarte, Sánchez y Mella Proclamando la artes que cultiva y como oficio con el cual tiene que sobrevivir, obteniendo el pan co-

tidiano, se constituye en una experiencia que le permite alcanzar una estética persona-
lísima, convirtiéndole en corto tiempo en el fotógrafo nacional más demandado social-
mente. Su más cercano competidor –también artista afamado de la lente– era Julio Pou,
quien era el fotógrafo presidencialista, poseyendo un estudio capitaleño que se acredi-
tó además por una sistemática promoción de anuncios en los medios periodísticos del
país. Precisamente su colega Rodríguez Urdaneta, quien también aprovecha la prensa

Abelardo Rodríguez Urdaneta|El amor que llega|Óleo/playwood|161 x 195 cms.|Col. Museo Arte Moderno. Abelardo Rodríguez Urdaneta|Retrato de mujer|Pastel/carboncillo|75 x 60 cms.|1895|Col. Servicios Profesionales
de Museo S.A
Abelardo Rodríguez Urdaneta|Retrato Ovalado de anciana|Pastel/carboncillo|C.1895|Col. Servicios Profesionales de
Museo S.A.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|248| |249|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|329| para publicitarse como fotógrafo, redacta una serie de recomendaciones que, si bien ata- renunciar a su perenne posición de artista. Había en él (...) ese sentimiento lírico que |331|
Rodríguez Rodríguez
Urdaneta, ñen a los modelos de ambos sexos que desean un buen retrato, definen el canon esté- convierte su fotografía en obra de arte. Pero el caso de Abelardo-fotógrafo no fue úni- Demorizi.
Abelardo. Idem.
Anuncio en Listín tico de una sensibilidad educada en las artes y partidaria de la exploración de la belle- co en los comienzos de la pintura dominicana propiamente dicha (...) Julio Pou, fotó- Página 151.
Diario, febrero 20 Confert.
de 1902, citado za como un culto que debía buscarse y obtenerse. A continuación las sugerencias que grafo, fue también pintor. Era una tradición creada en el país por los fotógrafos-pinto-
por Rodríguez |332|
Demorizi. redacta y publica para los posibles modelos de su cámara: damas a quienes llama las be- res que nos visitaban en los comienzos del arte fotográfico (...). La fotografía de Abe- Idem.
Nota No. 9. Páginas 94-95.
Página 94. llas y caballeros que conforme a la época representan el sexo feo: lardo de La Altagracia, más que fotografía, es, por sus retoques, interpretación artística. Confert.
Confert.
|A| Preceptos invariables de buen gusto para las bellas: no lavarse el pelo para retratar- Puso en ella lo que vio que le faltaba; enmendó los detalles defectuosos de la sacra ima-
|333|
|330| se para no perder las artísticas ondulaciones o rizos. Ser moderadas en el maquillaje, ya gen y creó su propia realidad. Una Altagracia en que el arte le rendía su tributo».|331| Mejía, Abigaíl.
Idem. Revista de
Páginas 94-95. que muy llenas de polvo, perjudica la toma. No recomendable el vestuario negro ni las Aparte del carboncillo y del lápiz, es probable que Rodríguez Urdaneta utilizara el pas- Educación
Confert. No. 50.
«telas de pintas extravagantes que son de muy mal gusto para retratos». En cambio, cual- tel, además del óleo, para conseguir el efecto pictórico de sus retratos fotográficos. La Anexo. Página 8.
Confert.
quier traje de confección sencilla, con el que se obtiene un retrato artístico.|329| ampliación de la foto que le hiciera a Julio V. Abreu Licairac, «revela la importancia y
|B| Preceptos invariables para los del sexo feo: evitar la excesiva cantidad de grasa en el esmero de la obra, labor de óleo».|332| Fueron muchas las foto-pinturas realizadas por |334|
Idem.
pelo porque «da a éste un golpe de luz muy fuerte.Venir bien afeitado y el bigote que el artista, con una hermosa e inconfundible calidad que tiene mucho que ver con un Páginas 8-9.
Confert.
trate de mirar al suelo. En cuanto a la ropa es detestable el grano de pólvora: esta tela es afán obsesionado de perfeccionamiento. Este afán se expresa de modo ejemplar en el
muy brillante y produce muchas arrugas (...) Para los retratos de Frac, que requieren ma- Retrato en Azul (70 x 55 cms. Colección Flía. Matos Rodríguez), al igual que en la Au-
yor cuidado», es imprescindible plancharlo convenientemente y usar corbata blanca, «ya tofotografía que el artista realizara en 1905, en la que supo explorar su gallardía con in-
que ella produce siempre buen efecto». Retocar demasiado es perjudicial porque le qui- timismo que aumenta el ropaje de blanco y la pose romántica.
ta al retrato la belleza de las medias tintas. «No hay necesidad de esperar un día de sol Son notables los retratos fotográficos que Abelardo ejecutó de notables personajes de la
fuerte, como dicen, para retratarse. Aunque esté nublado, se obtendrá una excelente fo- alta sociedad dominicana, sus naturales demandantes; iconos numerosos frente a esos
tografía (...). No se retrate usted al día siguiente de una parranda: porque...»|330| otros retratos realizados al óleo sobre cartón y tela, resultando ampliamente conocidos
«Primero:Venir como es sabido; –y 2. Pagar como es debido», era el lema que resumía el de un americano, el de una española, los del maestro Hostos y el Presbítero Billini, e
las recomendaciones o mandamientos del fotógrafo Abelardo para hacer un buen retra- igualmente el autorretrato pictórico, entre otras pinturas pertenecientes a la pinacoteca
to; tarea que le tomaba mucho tiempo ya que avisaba también que toda obra fotográ- estatal. A continuación las descripciones de los mismos, ofrecidas por Abigaíl Mejía:
fica no podía entregarse hasta los 15 días de realizada la toma. Esta tardanza podía pro- |Retrato de un Americano| Óleo sobre cartón, 0.78 cms. x 0.67 cms. Es un retrato de
longarse cuando era muy grande la ampliación. Además, cuando el revelado fotográfi- busto, con un bello rostro de tipo sajón, algo ladeado, la frente blanca, despejada, algo cal-
co requería del minucioso retoque para conseguir la belleza del sujeto retratado; y so- vo, las mejillas rasuradas, traje claro y corbata blanca. Obra jugosa, llena de vida, de agra-
bre todo, cuando la fotografía debía someterse al repintado. Es decir, darle al retrato fo- dable colorido, es celebrada como una de las mejores del artista. De forma ovalada.|333|
tográfico tratamiento de dibujo o pictórico mediante procedimientos de desenfoque, |Autorretrato| óleo sobre cartón 0.78 cms. x 0.67 cms. Forma un óvalo igual que el
creándole al sujeto, al tema, un clima ilusorio utilizando recursos cromáticos. Esta téc- anterior, de igual tamaño, hecho como para formar pendant con el mismo (...) La cabe-
nica se emplea con novedad en una época en la cual no existe ni la película ni los me- za del pintor aparece inclinada, el busto ladeado, casi de espalda, todo en un bello claro
dios del revelado a color. Abelardo fue, si no el pionero de la pictofotografía en Santo oscuro, deliberadamente a estilo Rembrandt, y con alborotada melena romántica, casi
Domingo, uno de los pocos que alcanzó un dominio refinado debido a los conocimien- confundida con el fondo oscuro. Cara trigueña, luce bigote el modelo y parece llevar
tos simultáneos en las artes de la lente, del dibujo y de la pintura. blusa de trabajo.|334|
El historiador Rodríguez Demorizi argumenta: «Abelardo no fue menos artista como |Eugenio María de Hostos| óleo, 2.28 cms. x 1.70 cms. Cuadro pintado en 1918, a en-
fotógrafo que como pintor y escultor. De la fotografía hizo un medio de vida, pero sin cargo de algunos profesores de la Escuela Normal de esta ciudad (...) Retrato de gran
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|250| |251|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

parecido, notable la cabeza, especialmente. El educador insigne, de cuerpo entero, sen- |335|
Idem.
tado en un sillón junto a una mesa en la cual apoya el brazo izquierdo. Colores algo fo- Página 9.
Confert.
tográficos en el rostro y la mano: mucho sepia y gris.|335|
|Retrato de una Española| óleo sobre cartón, 0.69 x 0.62 cms. Representa una bella |336|
Idem.
mujer de veinte y ocho a treinta años de edad, casi de medio cuerpo, tamaño natural, Revista de
Educación
con cierta dejadez, los brazos apoyados en una silla y sobre una mano el rostro, que en- No. 52, Anexo.
Página 10.
cuadran cabellos castaños.|336| La modelo es Esther Laclaustro Dorse, a quien conoció Confert.

como tiple cómica de una compañía de teatro y a quien convierte en concubina.


|Retrato del Padre Billini| óleo, 1 m x 1.30 cms. El apostólico varón figura de cuerpo
entero, sentado, las manos juntas y el delgado cuerpo envuelto en los hábitos de sacer-
dote, con largo manto que le alcanza el suelo. La cara ascética, de hombre blanco, con

tintes rosa, muy animada y de expresión ligeramente sonreída. Sobre la mesa, al lado, un |337|
Idem.
crucifijo y unos libros. Fondo verdoso oscuro (...). De este retrato hizo una réplica con Revista No. 50.
Página 7-8.
alguna variante.|337| Confert.

|Retrato de Juan Pablo Duarte| óleo 1890, el cual fue parte de la controversia legal con
el veterano Alejandro Bonilla, quien tenía el derecho exclusivo por el término de 10
años para reproducir por todos los medios posibles un retrato que había realizado del

Abelardo Rodríguez Urdaneta|Duarte|Óleo/tela|81 x 61 cms.|1890|Col. Casa Museo Duarte. Abelardo Rodríguez Urdaneta|Mujer fallecida|Lápiz/papel|36 x 51 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|252| |253|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|338| prócer independizador. Una fuerte polémica periodística se produce, pero el artista si- riesgo y sin almas sus hábiles manos de sátrapas, hasta el bolsillo del incauto (...). Merecen
Adróver, Belkis.
Abelardo guió realizando retratos, óleos, bustos del insigne trinitario.|338| los mejores elogios la composición y el dibujo del lienzo. Doce figuras forman el con-
Rodríguez
Urdaneta (...) Además de los retratos citados y que resultan los más conocidos, realizó Abelardo otros junto. De estas, las seis del primer término son admirables por su expresiva factura. La ca-
Páginas 76-78.
Confert. muchos. Para el Ayuntamiento de Santiago pintó las imágenes de Duarte, de Sánchez y de beza tempestuosa del extraviado, protagonista de la escena, muy bien entendida y mode-
Mella; pero aparte de producir iconos de civilistas y patriotas o repintar fotografías de ca- lada, muy llena de alma, muy caliente, si no con el color con que pintó Goya las suyas, sí
|339|
Idem. balleros y damas, excepcionales resultan los óleos Mujer de Perfil (pintura 41 x 33 cms.) y con un soplo ardoroso que recuerda mucho las ardientes cabezas de Raimundo de Me-
Página 92.
Confert. Mujer de Espalda, (pintura 50 x 40 1.2 cms.), pertenecientes a la pinacoteca Bellapart. Son draso. El padre, anciano, sombrío y doliente. El hermano, airado con santa ira. La cara bien
retratos desiguales en sus enfoques, realizados en dos situaciones o tiempos diferentes con tratada del viejo lípero, amo del cotarro, zorrón, desalmado (...). La figura escorzada del
soluciones de toque impresionista sobre un mismo modelo femenino, de cabello rubio y fumador y por último la nota personal del genial artista, la nota de poesía y de frescura
piel blanca; modelo cuyos rasgos coinciden con los de Rosa Arriaga, una actriz de nacio- que ofrece (...) el muchacho que duerme como un bendito en su molesta silla (...). El
nalidad mexicana, esbelta y rubia, que estuvo en Santo Domingo con una compañía tea- cuadro, a pesar de todos sus defectos tiene el ambiente de los lienzos del gran arte. -Aquí,
tral. Si en estas dos pinturas de una misma mujer modelo, impera una ejecución más es-
pontánea e igualmente un enfoque escueto cuando se les relaciona a otros retratos, no de-
jan de ser significativos también frente a cuadros de mayor formato y alarde compositivo.
Uno de ellos es el titulado indistintamente El Amor que Llega; Sueño de Amor; Desnu-
do y Psiquis y El Amor. Se trata de un tema en el que impera el conocimiento del acadé-
mico y elegante desnudo femenino tratado desde el renacimiento hasta el neoclasicismo,
estableciendo nexos además con el romanticismo. Narrativo y simbólico, enfoca a una her-
mosa mujer yaciente dentro de una cueva, al pie de la cual revolotea un ave. En una en-
trada lateral que ilumina parcialmente el ambiente exterior, se mueve un querubín con
rostro ladeado hacia el paisaje de aspecto irreal o quimérico como el tema general de la
obra que mide 72 x 76 pulgadas. Belkis Adróver señala que el artista no llegó a terminar
los pies, razón por la cual no estaba fechado. Dicen que el tema se lo inspiró una mujer a
quien amó locamente el artista, la española Esther Laclaustro Dorse.|339|
Diferente del cuadro El Amor que Llega por su carencia de idealismo y ensoñador, es |El
Extraviado| Óleo 1907, una pintura más pretenciosa en cuanto a la composición, a su
contenido narrativo, así como al lenguaje ceñido al realismo social. Real o ficticio, el te-
ma da lugar a la breve narración publicada por Manuel F. Cestero quien, inspirándose en donde nos encontramos ni con un museo, ni con un maestro, ni con un cuadro siquiera |340|
Galván,
el cuadro, ofrece nombres y apellidos del grupo familiar (una pareja de esposos y sus dos que pueda servir de pauta a los que empiezan y quieren pintar de verdad, merece un Rafael O.
La Cuna de
hijos varones), al que pertenece el extraviado. Se trata de un joven dado al juego y a los aplauso unánime el esfuerzo que significa ese cuadro de Abelardo Rodríguez».|340| América No. 34.
Idem.
placeres, focalizados en el primer plano de la pintura sobre la que se transcriben los si- Los fragmentos citados forman parte de un largo texto descriptivo y crítico, firmado por Páginas 4-3.
Confert.
guientes comentarios publicados en 1907: «El cuadro es una escena de chirlata, una dolo- Rafael O. Galván, quien no fue el único autor en referirse a ese significativo cuadro, espe-
rosa escena del fatídico juego.Al amanecer un anciano de venerable continente, sorpren- cialmente por el asunto temático.Además del tema social que enfoca la obra, «El Extravia-
de a su hijo jugando a lo prohibido, entre un grupo de vivos, filósofos de el pego que las car-
tas, instrumentos del azar, han hecho puñales con veneno infalibles ganzúas, llevando sin Abelardo Rodríguez Urdaneta|Retrato de hombre joven|Pastel/papel/foto|69 x 56 cms.|Sin fecha|Col. Ceballos Estrella.
Abelardo Rodríguez Urdaneta|Perfil de Mujer|Óleo/tela|43 x 35.5 cms.|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|254| |255|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|341| do, considerada su obra maestra en materia»,|341| así como del desnudo y del retrato, cul- ros, era un pintor clásico y a la vez romántico: había pasado junto a él, sin desviarle de |347|
Rodríguez Rodríguez
Demorizi. tivó el pintor entre otros asuntos el paisaje y la iconografía sacra. La marina resulta predo- su impasibilidad artística, el impresionismo, el expresionismo, y podría decirse que el cu- Demorizi.
Op. Cit. Op. Cit.
Página 94. minante en el tratamiento paisajístico al igual que la imagen altagraciana en el temario re- bismo, que a él le causaría horror, porque él era como un hidalgo de la pintura: indem- Páginas 90-91.
Confert. Confert.
ligioso, de la cual se conocen cuatro cuadros realizados en diferentes técnicas: un óleo de ne a toda mutación interior y exterior; ahincado en la propia conciencia de su perso-
|342| 1894, localizado en el Palacio Nacional; un pastel del 1922, del Arzobispado de Santo Do- nalidad y de su profunda fe artística».|347| |348|
Ugarte, María. Fiallo, Antinoe.
El Caribe. mingo; una imagen hecha a lápiz del 1923, perteneciente a la Familia Jackson; y una cuar- Veterano en el arte, a Abelardo le preguntan en cierta ocasión cuáles eran sus simpatías es- El Caribe.
Suplemento Suplemento
Cultural, 20 de ta imagen que antecede a las anteriores, menos moderna de acuerdo a María Ugarte, quien téticas. Él respondió: «No tengo ningunas, porque como Wilde entiendo que una simpa- Cultural, 30 de
febrero de 1982. Julio de 1988.
Página 24. ofrece datos generales sobre este último cuadro altagraciano. «La pintura que sigue el mo- tía estética en un artista es un imperdonable amaneramiento del estilo». Esta referencia la Página 20.
Confert. Confert.
delo de la Virgen de Higüey, pertenece a la iglesia parroquial de Neiba.Tiene al dorso la fir- ofrece Antinoe Fiallo, quien agrega: «Con efecto, sus cuadros traducen una emoción dis-
|343| ma del autor escrita así: Por Abelardo R. Urdaneta, 1893. Junto a la figura de la Altagracia, tinta. Ninguno se parece a otro: ni los sujetos ni los motivos.Y esta era precisamente, una |349|
Despradel, Mejía, Abigail.
Lorenzo. al lado derecho del lienzo, hay la siguiente dedicatoria:A la Sta. Iglesia Parroquial de Ney- de sus más apreciables virtudes. El amor que llega; cuyo única figura es una mujer desnu- Revista de
Citado por Educación No. 50.
Rodríguez ba le dedico este recuerdo Jaime Mota, 1893. Mide el cuadro 79 centímetros y medio por da, es de un realismo deslumbrante (...). El cuadro La Cruz Roja, que ofreció a la institu- Anexo.
Demorizi. Página 8.
Op. Cit. 62. (...) Actualmente la imagen religiosa se ve encantadora. El rostro de la Virgen es un óva- ción del mismo nombre para que recolectara fondos en beneficio de la víctima de la Gran Confert.
Página 36.
Confert. lo perfecto, la expresión muy dulce y serena, los ojos entornados y las facciones finas y de- Guerra, es el grito de su corazón generoso, pero valiente, contra la lucha de hermanos
licadas. Las manos se unen en actitud piadosa, destacándose los finos sobre la parte blanca contra hermanos.Y también Recuerdos del Sur (...), En Alta Mar, numerosos marinos, |350|
|344| Areán, Carlos.
Penson, César del ropaje que cubre el cuerpo de la figura. El manto es azul con pequeñas estrellas doradas paisajes, retratos (...) y el más notable de todos, de la Sra. Evangelina Michelena de Sch- El Caribe.
Nicolás. Suplemento
Texto de 1897, y un ribete perlado remata sus bordes.También el óleo blanco tiene un ribete semejante. nabel, cuyo marco es también bella obra de escultura ornamental».|348| Cultural, 13 de
en Rodríguez Enero de 1979.
Demorizi. Una hermosa corona de color oro adorna la cabeza de la Virgen y un halo surcado por ra- La escritora Abigaíl Mejía valora que el pintor «nunca salió del país ni tuvo más escuela que Confert.
Op. Cit.
Página 87. yos de luz rodea la parte superior de la imagen. El niño Jesús de rollizo cuerpo, presenta en las nociones de arte que obtuvo con Luis Desangles. Fotógrafo, pintor, escultor intuitivo
Confert. |351|
la cabeza las tres potencias del Señor. Parte de la figura está cubierta por un paño».|342| –esto último acaso sin haber visto más estatuas que las de Colón, el Padre Billini y las de Suro, Darío.
Arte Dominicano.
|345| Llamado por antonomasia El Artista,|343| la labor pictórica de Abelardo Rodríguez Ur- sus propias manos sólidas–, dirigió una Academia de Dibujo y Pintura.|349| El crítico e his- Op. Cit.
Idem. Página 21.
Página 86. daneta provoca entusiasmadas opiniones, entre ellas la de César Nicolás Penson, quien en toriador español Carlos Areán, basándose en informaciones bibliográficas también escribe: Confert.
Confert.
1897 escribe sobre él: «Pinta así como idealiza casi sin preparación necesaria, con lo que Abelardo Rodríguez Urdaneta (...) realizó sus estudios de pintura en la academia-taller que
|346| el maestro Corredor le indicó el breve tiempo, y después por su cuenta. Manejó el lápiz Desangles había fundado en Santo Domingo antes de su emigración. No puede, por tanto,
Adrover, Belkis.
referida por y el carbón hábilmente produciendo retratos que todos querían ver y adquirir; y luego el tal como a menudo se ha dicho, ser considerado un pintor autodidacta, pero lo que fue en
Clara Ornes.
Op. Cit. pincel y por último la cámara prosaica. No ha visto nada, su gusto está aún en embrión, cambio, en su actitud paralela y más importante, escultor: Cultivaba con entusiasmo didác-
Confert.
virgen de las sacudidas del pasmo de las maravillas del arte occidental, sin que por dicha, tico la pintura de historia, pero no logró liberarse de su factura académica».|350|
Academia alguna le haya echado encima el cartabón. Se formó solo; y trabaja alegre, pi- Asegura Suro: «En la Galería Nacional de Bellas Artes se encuentran algunas de sus me-
sando con la voluptuosidad de la adolescencia sus hermosos veintisiete años...»|344| Ca- jores pinturas. Pero es con la escultura que Rodríguez Urdaneta expresó, a juicio abier-
lificado igualmente de pintor romántico, soñador y apasionado,|345| se citan otros co- to, su mensaje de procedencia académica y, autodidáctica al mismo tiempo. Nos basta la
mentarios, entre ellos de Belkis Adróver, Antinoe Fiallo, Abigaíl Mejía,... técnica depurada y precisa y la fuerza expresiva de sus obras Caonabo y Uno de Tan-
En la misma monografía que escribe sobre el artista, la Adróver señala: «Su visión de la tos, que se encuentran en el Museo Nacional, para comprobar esto último».|351|
realidad era sincera, su imaginación habla de concesiones limitadas que rozan con el im- Rodríguez Urdaneta es el pionero del arte tridimensional en la República Dominicana, por
presionismo matizado de idealismo».|346| A su vez, Rodríguez Demorizi establece: «Es lo cual, justamente, puede considerársele el precursor nacional de la escultura, manifestación
Abelardo, la figura más alta y dominante en su época, todavía (...) en sus años postre- a la que se dedica después de la iniciación pictórica y de su conocimiento en fotografía.A
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|256| |257|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

pesar de que se le atribuye una formación escultórica autodidáctica, varias fuentes contri- Góngora (español) y Angel Perdomo,|352| con el tiempo reconocido escultor dominica- |352|
Rodríguez
buyeron a su desarrollo en este campo artístico: una de ella es la presencia de la estatuaria no. De Frank Adrover, el cual ofrecía servicio de modelado y fotografía artística en Santo Demorizi.
Op. Cit.
que representa a personajes nacionales, la cual se ubica en lugares públicos.Vale citar las es- Domingo, y quien fue orientador fotográfico de Abelardo. Este se interesa por la escultura Nota No. 2.
Página 130.
culturas del Almirante Colón, la del filántropo Billini e igualmente el monumento conce- después de la llegada al país de ese profesor peninsular.|353| Otra posible relación a tomar- Confert.

bido por los españoles Fernando Romen y Pedro Carbonell, para sepulcro del descubridor se en cuenta es la presencia en el país de Pedro Carbonell, el autor del Mausoleo de Co-
|353|
de América. Se trata de un mausoleo con variantes escultóricas de bulto, en relieve, aparte lón, a quien seguramente vio trabajar nuestro escultor criollo: «Carbonell fue autor de di- Adróver, Belkis.
Abelardo
de las múltiples representaciones temáticas. Una segunda fuente formativa es su relación versas obras destinadas a Santo Domingo: busto en mármol, de la fenecida esposa de Ml. Rodríguez
Urdaneta,
con algún maestro de yesería y modelado, tal vez criollo y foráneo. Las inmigraciones que De Js. Galván y la estatua (...) ecuestre de Lilis, obras alabadas por don Federico Henríquez Su Vida (...).
Páginas 223-35.
se registran durante el siglo XIX incluyen la presencia de españoles e italianos que se dedi- y Carvajal, en artículo de 1898 (...). Carbonell realizó aquí dos bustos: uno de Duarte ba- Confert.

can al modelado, a la ornamentación arquitectónica, al vaciado en yeso de imágenes reli- sado en el retrato de Bonilla, y otro del prócer Angel Perdomo.También modeló, en yeso,
|354|
giosas. A esta última técnica se vincula el San Cristóbal que ejecutan en 1880 Francisco en 1898, el Cristo de la Iglesia de Sánchez. El célebre escultor dejó aquí otras obras...»|354| Rodríguez
Demorizi.
A pesar de que Abelardo afirmaba que no había aprendido nada de nadie, puede asegu- Op. Cit.
Nota No. 9.
rarse que él recibió inicial orientación, aunque después prosiguiera por sí sólo autofor- Página 134.
Confert.
mándose, incluso a expensas de las revistas ilustradas europeas que reproducían obras de
quienes fueron sus admirados escultores: el francés Augusto Rodin y, sobre todo, el valen- |355|
Adróver, Belkis.
ciano Mariano Benlliure.|355| Con este último establece una conexión expresiva en un Op. Cit.
Ver entrevista
arte en el que sobresale hasta el extremo de ser más reconocido como escultor que co- página 239.
Confert.
mo pintor. Esta estimación radica en el hecho de que ningún otro artista criollo de la es-
cultura, anterior a él y en su época, alcanzó los manejos expresivos de un arte al que le |356|
Adróver, Belkis.
dedica energía, pasión y tiempo. Belkiss Adrover, estudiosa de la vida y la obra del artista, Isla Abierta.
Suplemento
explica su dedicación a la escultura al referirse al Caonabo, una de las piezas sobresalien- de Hoy.
12 de agosto
tes: «¿Cómo nació el Caonabo de Abelardo? Fue en el 1915. Dentro de su estudio-taller, de 1989.
Confert.
sobre una plataforma baja, de un cuarto, de un metro aproximadamente. Para poder ser
observada la altura de la vista. De pie o sentado Abelardo acostumbraba a observarlo de- |357|
Adróver, Belkis,
tenidamente, cada músculo, la miraba, cambiaba y cambiaba hasta lograr su objetivo. Para citada por María
Ugarte. El Caribe.
sus concepciones artísticas no tenía prisa. Estudiaba atentamente a su modelo, que era un Suplemento
Cultural.
estibador de muelle llamado Esteban Díaz, cuya musculatura era más afín con el trabajo 21 de junio
de 1986.
rudo del indio en el campo. Leía mucha historia, documentos, hasta saciarse. Buscaba el Confert.

prototipo del indio dominicano, y lo logró. Estas explicaciones (...) me las relataron sus
alumnos ayudantes, que humedecían a diario las esculturas del artista: Manuel Fernández
Peix (...) y Sergio Vicioso (...). El Caonabo fue vaciado a molde perdido».|356|
Además de la escultura del famoso indígena, de tamaño natural, otra obra reconocida
es Uno de Tantos, realizada en 1903. Representa a «un soldado herido (...) abandona-
do sobre la tierra que defendiera con amor y valentía».|357| Fue modelada en barro y
Abelardo Rodríguez Urdaneta|El extraviado|Óleo/tela|193 x 220 cms.|1907|Col. Museo Arte Moderno. vaciada en yeso, y es considerada obra precursora de los «Monumentos al Soldado Des-
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|258| |259|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|358| conocido, surgidos mucho después de haber modelado Abelardo su obra».|358| Culti-
Ugarte, María.
Idem. vador además del busto retrato: de Duarte, de Monseñor Meriño, de Luis Conrado Cas-
Páginas 2-3.
Confert. tillo, de Luisa Ozema Pellerano, de Celeste Woss y Gil, de Tulio Cestero y de otros per-
sonajes, también realizó proyectos para monumentos y parques.
|359|
Ornes, Clara. Escribe Clara Ornes: «En el 1914 Rodríguez Urdaneta se encontraba en pleno apogeo
Op. Cit.
Confert. de su carrera. De él dicen los historiadores que fue el precursor de la moda de adornar
parques y lugares públicos con conjuntos escultóricos, costumbre que se manifestaría con
|360|
Ugarte, María. todo su vigor una vez finalizada la Primera Guerra Mundial. Realizó proyectos, como
El Caribe.
Suplemento un ambicioso conjunto para un monumento en honor a Abraham Lincoln y otro a Juan
Cultural.
12 de enero Pablo Duarte.|359| Este último... proyecto de monumento a Duarte, preparado por Abe-
de 1980.
Páginas 16-17. lardo en el año 1915, a solicitud del Ayuntamiento de San Pedro de Macorís. En tama-
Confert.
ño heroico fue modelado en barro, pero por razones económicas la obra nunca llegó a
|361| ser vaciada. Representa al Padre de la Patria de pie, llevando en la mano izquierda los do-
Declaración de
Abelardo, referida cumentos de la proclamación de la independencia. La mano derecha aparece en actitud
por Rodríguez
Demorizi. de juramentación.A su pie está la estatua de la Libertad, con la cadena de la opresión ro-
Op. Cit.
Página 88. ta en su mano derecha y levantando con la izquierda el velo que le cubre el rostro».|360|
Confert.
Rodríguez Urdaneta era una personalidad dominante en el grupo de la generación ar-
|362| tística a la que pertenece. Personalidad polifacética, con su cámara en mano obtuvo las
Listín Diario.
9 de agosto de primeras monedas y notoriedad cuando fotografió los instantes del huracán de 1895.
1901, referencia
en Belkis Adrover, Individualidad inquieta, aún confesando que «la pintura no le dejaba cultivar la músi-
Op. Cit.
Páginas 260-262. ca». |361| –Arte de su preferencia también–, asumió la escultura modelando con barro
Confert.
a un hijo suyo que dormía. Cultivador en muchos campos artísticos, ellos provocaron
|363| la interrogante social sobre lo que se entendía como grandeza de su arte: ¿Era Abelar-
Testimonio de
Elena Rodríguez do mejor pintor que escultor? ¿Mejor hacedor de escultura que fotógrafo?... A propó-
(hija del artista)
referida por sito, se afirmaba que el artista, «sin medios, sin recursos (...) se ha hecho astro donde no
María Ugarte.
El Caribe. hay materia cósmica y la fama no tan sólo se ha complacido en repetir su nombre, si-
12 de enero
de 1980. no que ha roto los límites de nuestra nacionalidad».|362| La trascendencia de Abelardo
Confert.
permitió que se pensara muchas veces en enviarlo a realizar estudios en Europa, presen-
tándose oferta concreta cuando Enrique Deschamps, siendo diplomático dominicano
en Francia, le gestionó una beca: «En un viaje que Deschamps hizo a Santo Domingo
le comunicó a Abelardo que tenía todo arreglado para que él se fuera a París, por cuen-
ta del Gobierno francés, para allí desarrollar sus aptitudes en un medio de horizontes
más amplios para el arte (...) ...Tranquilamente en su silla, se echó para atrás y contes-
tó a Deschamps:Te agradezco infinitamente lo que has hecho por mí, pero (...) Abelar-
do Rodríguez solamente trabaja para su país».|363| Abelardo Rodríguez Urdaneta|Mujer de espaldas|Óleo/tela|55 x 44.5 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|260| |261|Postulado nacional y manifestación de las artes en el diecinueve|Capítulo 3

|364| La fama nacional de Rodríguez Urdaneta lo convirtió en un personaje demandado co- vida amorosa extramatrimonial fue un intenso capítulo de Abelardo Rodríguez Urda- |367|
Penson, César Adróver, Belkis.
Nicolás. mo artista, como patriota y como hombre por el que suspiraban muchas mujeres, dada neta con algunas concubinas fijas y amantes fortuitas que multiplicaron su paternidad. Suplemento
Texto referido Isla Abierta.
por Rodríguez su «buenamozura» masculina y la reputación de seductor que adquirió desde la más tem- Era un caballero demasiado apuesto, diríase que hermoso hombre, además afamado ar- Op. Cit.
Demorizi. Confert.
Op. Cit. prana juventud. A esta faceta existencial se refieren los escritores que le trataron o le re- tista cuya alegre bragueta no hacía más que responder al instinto del macho dominica-
Páginas 86-87.
Confert. conocen como artista excepcional. Entre ellos el célebre autor nacional de Cosas Añejas, no más común de entonces y de siempre. Al morir, agobiado por la enfermedad, o po-
César Nicolás Penson, quien en una semblanza escrita en 1897 comienza asociándole a siblemente por la depresión que produjo en su ánimo las pérdidas artísticas que arras-
|365|
Cabral, José «la raza de los bohemios, artistas y aventureros», comparándole con el renacentista Ra- tró el Ciclón San Zenón (1930), a su lado, junto al lecho de muerte le acompañaba su
Manuel.
Carta Abierta. fael Sanzio. De acuerdo a tal comparación Abelardo es: «Temperamento hecho para la última amante, la bella y culta aragonesa: Esther Laclaustro Dorse, quien vivió con él
El Imparcial.
No. 26. indecible emoción del arte olímpico y nuevo, oculta bajo su democrática paleta más im- durante 25 años (1908-1933). Realmente los familiares de Abelardo en Santo Domin-
5 de octubre
de 1907. pulso de salvaje libertad y expansión artística que Rafael cuando lo asaltaron los bandi- go eran pocos.|367| Casi todos sus hijos vivían en el exterior. También Graciela Nú-
Confert.
dos en la campiña romana.Y es como Rafael (...) romántico y soñador (...) siente pero ñez, la viuda oficial, quien falleció en Nueva York, en 1939.
|366| sueña más este vástago de artista apasionado que en el medio en que vivimos se malo-
Rodríguez
Demorizi. gra como los otros de potente invención original, pintores, escritores y poetas y críticos,
Op. Cit.
Página 83. Desangles, los hermanos Deligne, Fabio Fiallo, José Ramón López, Godoy,Virginia Or-
Confert.
tea... qué se yo. Su idiosincrasia de artista natural hace que refluya de él una simpatía ex-
traordinaria (...).Vuela con vuelo tendido por sobre todas las emociones posibles, en ma-
riposeo delicioso, como si el esprit de su bohemia artística y estudiantil fuera al fin de-
jarle caer (...).Abelardo se asoma al pentagrama y despierta con su arco las almas blancas
de los suspiros, de los sueños que en las noches cruzaron silenciosos y se refugiaron en
lo que vibra, en lo que sueña, en lo que se queja, en lo que grita, en lo que susurra y
arrulla (...). Alegre, llano, amable y generoso, Abelardo se presta siempre al trato condes-
cendiente de los demás y labra cariño y cultiva amores. El galantuomo completa al ar-
tista (...) con su cortesanía y su bohemia (...) y todo lo sensual..».|364|
Hombre de amoríos fugaces y de amantes temporales, de la misma manera que amado
y amador, provocaba envidia solapada en algunos colegas que no le perdonaban sus lo-
gros. Ante el celo evidenciado, eran sus partidarios los que le defendían a veces con so-
brada pasión. Especialmente las defensas salieron a flote cuando el artista fue acusado de
plagiar obras escultóricas y cuando su cuadro El Extraviado, no mereció el primer pre-
mio de pintura de la Exposición-Concurso del 1907. El jurado del certamen prefirió
galardonar otro cuadro pictórico, «el cual no estaba dentro de los términos del regla-
mento».|365| En el referido concurso se le otorgó a Abelardo el segundo galardón por
un «Paisaje de Costa, o estudios de Aguas y Rocas, al óleo».|366|
Ser humano que levantó pasión como artista y como hombre galante, esta última con-
dición le era irresistible aun casado con Graciela Núñez, con quien procreó a Elena y
otros cuatro varones: Rafael, Abelardito, José Angel; el cuarto hijo murió muy niño. La Abelardo Rodríguez Urdaneta|Marina (detalle)|Óleo/tela|25.5 x 51 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
|263|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

4|1 Continuación artística


en una etapa de contienda e injerencia

4
EL INICIO DEL SIGLO XX
caos político y escalada yanqui

En julio de 1899, el tiranicidio perpetrado en el poblado de Moca acabó con la exis-


tencia de Ulises Heureaux, quien había establecido la más típica dictadura decimono-
na, excluyendo con sagacidad o violencia a sus adversarios; comprando conciencias; es-
tableciendo un sistema territorial de espionaje; convirtiendo el militarismo en una fuer-
za poderosa e incondicional al régimen; promoviendo programas de orden, paz, progre-
so, pero sin libertades públicas; y centralizando todas las funciones administrativas al
controlar personalmente la maquinaria gubernamental, para la cual, en parte, necesitó
los recursos financieros que le llevaron a una serie de empréstitos y renegociaciones con
casas financieras foráneas. Pero tales recursos no fueron suficientes para complacer a par-
tidarios de la oligarquía que se beneficiaban de la política del gobernante, ni suficien-

Ramón Mella Lithgow|Monseñor Nouel, el Tío Sam y el Gabinete|Caricatura|1912.


Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|264| |265|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

tes para sostener la quiebra de la estructura gubernativa de un dictador que se había


curtido como militar desde mozuelo y quien en sus años de árbitro absoluto de la re-
pública gustaba posar para fotógrafos, pintores y escultores cuyas obras, en gran parte,
fueron destruidas cuando los jóvenes tiranicidas Ramón Cáceres y Jacobito de Lara pro-
vocaron la caída del régimen.
Sobre los incidentes que se suceden en 1899, la siguiente narración: «Al morir Ulises
Heureaux asumió la Presidencia el Vicepresidente General Wenceslao Figuereo. El go-
bierno de un mes de Manolao, como se le apodaba, fue la agonía del Lilisismo (…). El
31 de agosto se organizó en el Casino de la Juventud una manifestación encabezada por
Miguel Angel Garrido, irreductible periodista y escritor, Félix E. Mejía, Abraham San-
tamaría, José Dolores Alfonseca, hijo, y otros más, la cual se dirigió a la gobernación pa-

ra pronunciar la ciudad. Allí arrojaron por el balcón un retrato de Lilís en traje militar |368|
Mejía, Luis F.
que despedazó la multitud enfurecida. Después recorrieron las calles, lanzando vivas y De Lilís a Trujillo.
Páginas 15-16.
mueras (…). En la Plaza Heureaux el joven José Dolores Alfonseca, subido en un ba- Confert.

rril, invitó a los manifestantes a aplicar sanciones y darle más radical matiz al movimien-
to. Los faroles con el nombre del tirano fueron rotos.|368| ¡Abajo el Ministerio! Grita
una voz, y a su impulso el grupo se dirige por la calle del Conde a la Gobernación de

Luis Desangles|Los primeros magistrados|Litografía|C.1914|Col. Salvador Alfau. Arquímides de la Concha|Lilís decapitado|Dibujo|1893.


Arquímides de la Concha|Lilís ahorcado|Dibujo|1893|Col. Archivo General de la Nación.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|266| |267|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|369| la Provincia, y sin que la policía, cuyo cuartel está en la planta baja, les moleste, escale- vanagloria de un tirano que no la disfrutó en vida. La contraparte de todos los retratos
Cestero, Tulio M.
La Sangre. ras arriba gana el despacho del gobernador. ¡Viva la revolución! ¡Muera el Tirano!... Un citados eran las versiones del Lilís ahorcado que pintó Arquímedes de la Concha varios
Página 126. (Sic.)
Confert. bastón de ébano fracasa el cristal del retrato ecuestre de Lilís. Descolgando y manos y años antes, las cuales plantearon la necesidad del tiranicidio de un caudillo que, aparte
pies le hacen trizas».|369| de criminalizar el ejercicio gubernativo, buscó anexar la república a los Estados Unidos
|370|
Martínez, Rufino. Siendo el retrato fotográfico, pintado o escultórico, un género en boga, cautivante para de Norteamérica. Precisamente su ajusticiamiento se produce en 1899, año en el cual
Diccionario
Biográfico los sectores pudientes de la sociedad dominicana, resulta comprensible la relación entre la nación imperialista mueve decididamente sus injerencias en la estratégica zona cari-
Histórico (...).
Página 231. arte y política, aunque ésta la encarna absolutamente el dictador Heureaux, a quien sus beña como protagonista de la guerra hispanoamericana (1898) e interventora directa e
Confert.
adversarios llamaban El Mañé, en alusión a su negritud|370| y a los vínculos de haitia- indirecta en varios países, entre Cuba, Panamá y Puerto Rico.
|371| nidad que el prejuicio social le enrostraba. Pero amo en una sociedad en la que se im- Para el devenir histórico dominicano, el año del tiranicidio se constituye, en cierta ma-
Rodríguez
Demorizi. pone con terror y auspicio público, que muchos celebraban como síntoma del progre- nera, en la frontera entre dos períodos que sincronizan, concluyendo uno y empezan-
Op. Cit.
Página 56. so, el dictador buscó la consagración a partir de la autocomplacencia narcisista. do el otro. El que finaliza es el siglo XIX, durante el cual se definió un nacionalismo en-
Confert.
El servilismo partidarista le había otorgado el nombre de Heureaux a una plaza públi-
|372| ca capitalina y era frecuente que éste obsequiara mobiliarios a los ayuntamientos y cen-
Lahit-Bignott,
Nereida. tros recreativos con la dedicatoria de su nombre. Reconociendo la importancia docu-
Op. Cit.
Página 104. mental y promocional del retrato, posó para pintores y colocó su efigie en su oficina,
Confert.
así como en otras áreas de la sede presidencial. En esta relación se cita un: «Retrato de
|373| Cuerpo entero, de Felipe De los Santos|371|; e igualmente otros dos realizados por Luis
Referencia en
Osiris Delgado M. Desangles, entre ellos el titulado Lilís a Caballo, una pintura ecuestre, realizado en base
Ramón Frade
León. Pintor (...). a un cuadro del francés Henry Gegnault (1843-1871),|372| del cual copia el caballo y
Página 56.
la figura del jinete, añadiendo la fisonomía del gobernante criollo. Ramón Frade tam-
|374| bién realiza un retrato similar que describe el Heraldo Español, periódico de Puerto Ri-
Anuncio
de Julio Pou, co, en los siguientes términos: «Fue una de las más acabadas y de más grandes dimen-
El Lápiz No. 1,
18 de Enero siones pintadas por el señor Frade en Santo Domingo (…). Representa a Lilís, Caballe-
de 1891.
Copio facsímil ro, en uno de aquellos hermosos caballos que poseía y que tanto gustaba de montar pa-
en Rodríguez
Demorizi. ra electrizar al pueblo con sus hábiles y atrevidos movimientos de jinete árabe, en acti-
Caricatura y
Dibujo en Santo tud fiera como si dirigiera un combate, armado y vestido de gran uniforme con insig-
Domingo.
Página 29. nias».|373|
Confert.
Frade pintó en 1896 el Retrato Ecuestre del Presidente Ulises Heureaux, quien fue mu- raizado en la identidad criollista, y que repunta como doctrina alimentada y sostenida
|375| chas veces retratado también, solo y acompañado de sus funcionarios, por Julio Pou, por patriotas de una sola hechura, en medio de los tambaleos políticos de una realidad
Rodríguez
Demorizi. quien desde 1891 es oficialmente el Fotógrafo de S. E. el Presidente de la República. social con atrasos evolutivos que comienzan a ser sacudidos con las reorientaciones es-
España y los
Comienzos de la |374|A los iconos del estadista se sumaba la estatua ecuestre que fue encargada a un es- tructurales de las últimas décadas. Estos ordenamientos continúan en el nuevo siglo XX,
Pintura (...).
Página 150. cultor de Barcelona, para adornar un lugar público de Santo Domingo, en este caso qui- fluctuando entre el subdesarrollo y la búsqueda desarrollista, bajo el debate de los nue-
Confert.
zás la plaza consagrada con su nombre. Pero la desdichada estatua de Lilís quedó en el vos personalismos autoritarios que representan sujetos y partidos sometidos, además, a
referido puerto español y finalmente fundida y convertida en balas y granadas durante
la gran guerra civil española.|375| Era una obra decidida por la voluntad servil para la Ramón Mella Lithgow|Adios Puerto Plata|Caricatura|1918.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|268| |269|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

la presencia de un poder imperialista más directo, interventor y acondicionante. En la sa comunicación entre sí, razón por la cual era limitado el control nacional de la auto-
encrucijada de las nuevas situaciones la conciencia nacional alcanza caracteres desde la ridad gubernativa.
esencia a la amplitud de sus campos, enrareciéndose inevitablemente en la ambigüedad La definición de los bandos políticos era uno de los hechos generales de una etapa defini-
y pérdida de esenciales valores patrimoniales. da por los años 1898-1916. Carentes de doctrinas e ideales, y dominados por el fanatismo
El tiranicidio de Heureaux significó la recuperación de las libertades ciudadanas, así co- militante, esos bandos provocaron constantes insurrecciones, siendo la guerra civil otro he-
mo la esperanza de los hostosianos de conducir el país hacia una reforma democrática cho general que a su vez determina el registro de 19 gobiernos durante 19 años. La anar-
que había pervertido el Dictador. Sin embargo, por encima de la aspiración reformado- quía facilitó la paulatina acción interventora estadounidense cuya diplomacia política res-
ra se impuso la anarquía encabezada por los nuevos líderes nacionales de proyección gu- pondía a los intereses de la economía del Dollar. Esta marcada injerencia, visible desde Heu-
bernativa. La contienda partidarista basada en el personalismo se debatió como el más reaux, es también un hecho general que colapsa la soberanía restauradora desde 1865; faci-
tradicional deporte dominicano: la pelea de gallos. El animal gallináceo de cresta y es- litada además por lo que se entiende como el maridaje entre los intereses del imperialismo
puela representa, en distintas tipologías, a caciques, caudillos o líderes de nuevo cuño, e yanqui y el entreguismo dominicano que asumen varios gobernantes: Horacio Vásquez,

igualmente a las facciones políticas (especie de partidos) e incluso a los sectores socia- Carlos Morales Languasco y Ramón Cáceres, quienes indistintamente legalizan acciones
les urbanos y rurales. Estas facciones fueron: el bando jimenista o de los bolos (gallos sin interventoras en la vida doméstica del país: al reconocer ciegamente el primero (Vásquez)
cola); el bando de los coludos y horacistas (gallos con cola) y el bando de los colituertos o el traspaso de la vieja deuda Hartmont (1869) a una compañía estadounidense, al autorizar
lilisianos (gallos ciegos). De estos banderíos políticos derivó alguna que otra división el segundo (Morales) que agentes gringos asumieran el control aduanero y al firmar el ter-
partidarista (bandos pata blanca y pata prieta) y los usuales cambios de militancias emo- cero (Cáceres) un acuerdo que le otorgaba el derecho a la nación del Norte de enviar fuer-
cionales u oportunistas en un país dividido, además, por dos grandes regiones con esca- zas ocupacionistas cuando fueran riesgosos los intereses financieros de sus inversionistas.

Abelardo Rodríguez Urdaneta|Asesinato de Ramón Cáceres I|Lápiz/papel|Col. Privada. Abelardo Rodríguez Urdaneta|Asesinato de Ramón Cáceres II|Lápiz/papel|Col. Privada.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|270| |271|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|376| En una carta de 1914, en la cual el artista Julio Pou invita a su colega Ramón Frade a rrecciones. Inclusive la Ciudad Corazón fue proclamada capital del país como ocurrió |378|
Delgado M, Rodríguez
Osiris. visitar Santo Domingo, le explica entusiasmado el auge de la arquitectura dominicana varias veces en el pasado. La inestabilidad política que creaban las contiendas armadas y Urdaneta,
Op. Cit. Abelardo;
Página 95. que está abandonando el uso de madera porque ya no se fabrica más que de concreto. los repentinos cambios de gobierno incluyó el violento asesinato del Presidente Ramón Rodríguez, Elena.
Confert. Citados por
Haciéndole saber que en los bancos de Nueva York se han depositado 4 millones que Cáceres, quien había conseguido dictatorialmente pacificar el país durante los años María Ugarte.
El Caribe.
hay que invertirlos en obras públicas en este país y los trabajos se hacen a Concur- 1906-1911. La muerte de este mandatario, que estableció alianza entreguista con los Es- Suplemento
Cultural,
so,|376| Pou anima al amigo puertorriqueño a realizar el viaje sin dejar de recordarle tados Unidos, provocó la vuelta de las luchas partidaristas. Este dominante fenómeno 12 de enero
de 1980.
la situación sociopolítica del país, como puede apreciarse en el párrafo que se cita a con- que caracteriza el proceso del 1889-1916 no evitó que el desenvolvimiento cultural si- Página 17.
Confert.
tinuación: «Como dices, piensas venir por aquí.Y aún cuando tú sabes que nuestro es- guiera floreciendo y, como parte integrante de ese desarrollo, la continuidad de las ar-
tado normal es la guerra, eso no debes tomarlo en cuenta y me parece que si vienes tes ofreciendo la consolidación de las individualidades indiscutiblemente artísticas; am- |379|
Enciclopedia
puedes hacer algo. Se fabrican algunas casas estilo moderno en las afueras de la ciudad pliándose con la aparición de nuevos nombres y manifestaciones visuales que comien- Dominicana.
Tomo II–BU-D.
y yo creo indiscutiblemente que tú debes abandonar a P. Rico por 15 días o un mes y zan a desarrollarse, específicamente, la caricatura, el arte escultórico y el diseño gráfico. Página 45.
Confert.
A tales alcances debe añadirse la consagración de la fotografía en poder de hacedores
criollos localizados en casi todo el territorio nacional. |380|
Rodríguez
Exceptuando a Bonilla, que fallece en 1901, y a Grullón y Navarro, que asumen otras Urdaneta,
Abelardo;
profesiones en desmedro de la producción artística, los dos restantes precursores signi- Rodríguez, Elena.
Idem.
ficativos, Luis Desangles y Abelardo Rodríguez Urdaneta, mantienen una trayectoria Confert.

arriesgada o inequívoca como artistas de conciencia. Ellos no se desvían del camino del
arte del que viven, con el que se mantienen y en nombre del cual enfrentan limitacio-
nes en el marco de una realidad social que les ofrece el aplauso, la severa crítica o la in-
comprensión póstuma; Desangles y Abelardo ejecutan, además, sus mejores obras en las
primeras décadas del XX; sobre todo el segundo, quien llegó a convertirse en el artista
señero de Santo Domingo, porque su profesor y colega había decidido radicarse en San-
tiago de Cuba, en donde crea vinculaciones y fallece casi a mediados de siglo.
La demanda artística de Abelardo, en especial la fotográfica, era tan pública que en su es-
tudio se daban cita ciudadanos de toda índole, incluso los gobernantes, entre ellos el Pre-
sidente Ramón Cáceres, amigo y protector que le respaldó cuando decidió fundar su
Academia de Dibujo, Pintura y Fotografía, en 1908; e incluso le iba a nombrar ministro
|377| de este modo podrás apreciarlo todo. Macorís también adelanta mucho y se fabrica mu- de Bellas Artes,|378| propósito incumplido al ocurrir el violento asesinato del estadista.
Idem.
Páginas 94-95. cho (...). El ayuntamiento de la ciudad pagó por el plano del Palacio que se está hacien- Este hecho movió a Abelardo a realizar una secuencia de tres grandes cuadros que resul-
Confert.
do $3000 (tres mil) al arquitecto Nechodonia».|377| tan una extraordinaria versión imaginativa sobre la muerte del Presidente Cáceres.|379|
Al afirmar Julio Pou que nuestro estado normal es la guerra, estaba reconociendo un Pese a su carácter documental, son recreaciones memorables por la secuencialidad y por-
síntoma de la cotidianidad tan típico que durante esta turbulenta etapa se registran en que esos cuadros narrativos expresan acción o movimiento, un aspecto desconocido has-
la provincia santiaguense más de 10 hechos armados, entre conjuras, combates e insu- ta entonces en el arte pictórico dominicano. Además, «el artista utilizó técnicas propias,
habiendo reducido a pequeño tamaño una fotografía del Presidente asesinado para pe-
Abelardo Rodríguez Urdaneta|Asesinato de Ramón Cáceres III|Lápiz/papel|Col. Privada. garla a la pintura. Es decir, practicó en la obra una forma de collage».|380|
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|272| |273|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|381| La inestabilidad política no evitó que las sociedades culturales que sobrevivían desde el lardo como retratista de la lente y en modelado. El celo competitivo y profesional pro- |385|
Moscoso, Rodríguez
Juan Elías. siglo anterior, siguieran dedicadas a sus programas de difusión y que a ellas se sumara el vocó inclusive que el autor de El Extraviado fuera acusado de plagiar a escultores ex- Urdaneta,
La Cuna de Abelardo;
América. establecimiento de otras. En 1907 fue fundado el Ateneo Dominicano, cuyo objetivo «era tranjeros en especial a Mariano Benlliure. Es sospecha que la situación adversa que vic- Elena, Rodríguez.
27 de diciembre Op. Cit.
de 1907. el estudio y cultura de varias ramas del conocimiento (...), la observación del suelo y las timaba a Rodríguez Urdaneta, en parte tuvo que ver con su amistad con el Presidente Confert.
Páginas 1-2.
Confert. costumbres patrias y el cultivo del sentimiento de las bellezas naturales del mundo ame- Cáceres, al cual acompañaba al Malecón, en donde los dos, «formidables tiradores», dis-
ricano», mediante la celebración de conferencias, veladas y concursos, «con el fin de pro- paraban «a las patas de las aves en vuelo y nunca fallaban».|385| El referido estadista no
|382|
Mejía, Luis F. mover el progreso de las ciencias, las letras y las artes».|381| La fundación del ateneo se gozaba de simpatía en un sector de la juventud capitaleña, debido a las pasiones de los
Op. Cit.
Página 20. le atribuye intelectualmente al pintor Antonio Alfau y Baralt, quien protagonizó «las apa- partidismos que reinaban en toda la república.
Confert.
sionadas polémicas entre libre pensadores y católicos alrededor de Hostos y sus enseñan- Al partidismo político se asocia el despegue del arte caricaturesco que tiene como im-
|383| zas, algunas de las cuales culminaron en lances personales». Estas disputas ocurrieron portante exponente a Ramón Mella, cuya obra se asocia al debate entre los militantes
Navarro/Perdomo
y Pou. cuando el maestro puertorriqueño retorna y se establece en el país entre 1900-1903, año horacistas y el gobierno de José Bordas Valdez. Esta pugna provoca una revolución en la
Veredicto en
Rodríguez este último de su fallecimiento en Santo Domingo. La educación laica que promovió el
Demorizi.
Pintura y maestro encontró fuerte oposición en Alfau y Baralt, «defensor de la enseñanza religio-
Escultura (...).
Página 82. sa y del pasado, a quien respaldaban Manuel de Jesús Galván y Francisco Javier Amiama»,
Confert.
enfrentados a su vez por los alumnos hostosianos, encabezados por Américo Lugo.|382|
|384| Las polémicas, asumidas desde los medios periodísticos, fueron también políticas, alcanzan-
Cabral,
José Manuel. do en una ocasión el tema artístico cuando se conoció el veredicto de uno de los certáme-
Carta Abierta.
El Imparcial nes o juegos florales que se celebraban, especialmente en la ciudad capital. La discusión tu-
No. 26, 5 de
Octubre de 1907. vo que ver con la Exposición-concurso de 1907 y específicamente alrededor de una obra
Confert.
de Abelardo: El Extraviado, la cual no fue tomada en cuenta para la primera distinción en
pintura, bajo el alegato de que los artistas sólo estaban en condiciones de producir Estudios,
Obras elementales, en vez de aquellas de tema rebuscado y composición complicada|383|,
en clara alusión del citado cuadro. Este hecho produjo reacciones que cuestionaban el ve-
redicto de acuerdo a una carta publicada en El Imparcial, de la cual se cita a continuación un
párrafo: «La indignación es aquí general, unos dicen que es obra de la pasión. Otros dicen
que los miembros que forman el jurado son enemigos personales suyos. Otros afirman con
el Reglamento del Certamen en la mano, y éstos afirman una verdad indiscutible, que el
cuadro al cual le han concedido el primer premio no estaba dentro de los términos del Re- mayor parte del país en 1914, concentrándose la lucha armada en Puerto Plata, ciudad
glamento que exige a las obras del concurso el pseudónimo de rigor. Cosa cierta, porque sitiada por tropas gubernativas que dirigió personalmente el Presidente. Aunque arte
nosotros vimos, con nuestros propios ojos, al pie del cuadro aludido, el nombre de su auto- político a partir de Mella, el impulso de la caricatura nacional añade otros cultivadores.
ra: la señorita Adriana Billini. Quiere decir que este cuadro estaba fuera de concurso».|384| Son integrantes de la segunda generación artística que se asocia o sigue a los llamados
Los enemigos personales de Abelardo que se aluden en la carta eran Leopoldo Nava- precursores. Los nuevos nombres se ofrecen en el siguiente cuadro, en el que también
rro,Angel Perdomo y Julio Pou, integrantes del Jurado, resultando probable que los dos se anotan los campos artísticos en los que se desenvuelven.
últimos fueran decididos rivales suyos por razones de clientela y mercado. Perdomo era
escultor y Pou un reconocido fotógrafo, frente a los cuales se imponía la fama de Abe- José C. Pérez|Retrato de Monseñor Meriño|Dibujo|1891|Revista El Lápiz.
José C. Pérez|Retrato de César Nicolás Penson|Dibujo|1891|Revista El Lápiz.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|274| |275|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

SEGUNDA
GENERACIÓN ARTÍSTICA

Jesusa Alfau (N.1892) Agustín Jiménez (N.18..?) Celeste Woos y Gil (N.1891)
Pintura y letras Pintura Dibujo, pintura y escultura
1909-1938 (?) 1933-19..? 1911-1970

Tuto Báez (N.1895) Alejandro Joubert (N.1888) Luis Mañón (N.18..?)


Fotografía y pintura Pintura Fotografía
1909-1960 (?) 1924-1974 1910-1950 (?)

Osvaldo Báez M. (N.1857) Ismael López Glass (N.1890) Vitelio Morillo B. (N.?)
Arquitectura e ingeniería Escultura Fotografía
1900-1930 (?) 1920-1950 19(..)-1965 (?)

José Buñols M. (N.1879) Oscar Marín Bonetti (N.188.?) José Turul V. (N.1865)
Pintura Caricatura y pintura Arquitectura (inmigrante español)
1905-1952 1916-1932 1906-19..?

Pedro Pablo Catenchi (N.?) Copito Mendoza (N.1886) Zoilo Hermógenes García (N.18..?)
Fotografía (inmigrante italiano) Caricatura Arquitectura y pintura
1890-1948 1913-1930 (?) 1881-1916

José A. Espínola (N.1898) Francisco Palau (N.1879) Guillermo González (N.1900)


Escultura Fotografía, litografía y cine Dibujo y arquitectura
1916-1942 1908-1930 1917-19..?

Juan Ramón Fiallo (N.18?) Abelardo Piñeyro (N.1862) María Lora (N.1900)
Dibujo, pintura y fotografía Pintura Pintura
1890-19..? 1890-1957 1918-1970

Genoveva Báez (N.1895) Rosario Puente J. (N.1890) Máximo Pacheco (N.?)


Pintura Pintura y letras Pintura
1920-19(?) 1920-1970 (?) 1926-19..?

Enrique García-Godoy (N.1886) Atilano Sánchez (N.18..?) Amado León Bello (N.?)
Dibujo y pintura Fotografía Pintura (Se desenvuelve en Cuba)
1907-1947 1910-1972 (?) 1921-19..?

Bienvenido Gimbernard (N.1890) Alfredo Senior (N.1890) Abelardito Rodríguez (N.?)


Dibujo, caricatura, diseño y letras Fotografía y Pintura Fotógrafo
1919-1971 1907-1948 1920-19..?

Juan Bautista Gómez (N.1874) Enrique Tarazona P. (N.188.?)


Dibujo, pintura, escultura y fotografía Pintura (inmigrante español)
1920-1947 1919-1926

Fco. González Lamarche (N.1870?) Angel Villalba (N.18..?)


Escultura y pintura Fotografía
1901-19..? 1907-19..?
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|276| |277|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

El referido cuadro de la segunda generación artística es una proyección aproximada e volvimiento de sus integrantes se mueve alrededor de 1920-1930, exceptuando a los
incompleta de individualidades que se desenvuelven a partir de las primeras décadas del longevos del activismo artístico y a los que producen una obra en etapas de plenitud y
siglo XX, aunque algunos de ellos tienen registros expositivos o laborales en el período franca modernidad.
anterior. Un caso vinculado con esto último lo representa Abelardo Piñeyro, activista La circunstancia del desenvolvimiento de la generación es muy variada y a veces im-
con registro artístico en 1890 y quien se asocia directa o indirectamente con genera- perceptible desde las referencias informativas muy escasas. Sus miembros resultan dis-
ciones futuras que aparecen después del 1920. Algunos caracteres generales, apreciables persos, viviendo en el exterior o atrincherados en el país aparentemente distantes unos
muy ligeramente, identifican el grupo generacional al cual pertenece el pintor y farma- de los otros, ejerciendo el arte o compartiéndolo con otras labores prioritarias.Además,
céutico citado: esta generación resulta arropada por el predominante Abelardo, a quien los escritores le
A| Es una generación cuyos integrantes nacen en la etapa decimonona, con la excep- dedican sus cuartillas con olvido hasta de otros precursores –salvo Desangles–, quienes
ción de Guillermo González, nacido en la frontera que representa el 1900. llenan, a veces, los registros correspondientes a 1900-1919 que a continuación se pre-
B| Aparece una discreta pero significativa representación numérica de artistas muje- sentan con datos generales e incompletos.
res, algunas de las cuales tienen una proyección modernista a partir de Celeste Woss y
Gil.
C| El campo de la pintura registra 21 representantes, un número no absoluto ya que
mientras unos asumen el hacer pictórico con preferencia, otros lo cultivan alternado
con otras artes, u ocasionalmente.
CH| En el grupo hay una presencia notable en la manifestación fotográfica, arte de de-
manda del que se puede vivir y respecto del cual no todos responden a la categoría de
artista-fotógrafo.
D| El cuadro generacional incluye a individualidades que se convierten en pioneros de
la arquitectura dominicana, pudiéndose añadir otros muchos nombres de criollos y de
extranjeros que realizan obras meritorias en el país.
E| Representación minoritaria en la generación es la de los escultores, básicamente dos
nombres asociados casi completamente al arte tridimensional.
F| Al grupo se asocian, desde el punto de vista de la natividad comprendida hasta 1900,
algunos artistas que pueden calificarse de independientes. En especial tres precursores
de la modernidad:Woss y Gil, Bautista Gómez y García Godoy, cuya docencia y estilís-
tica no corresponde, como pintores, a los modos que impusieron los maestros precur-
sores: Desangles y Abelardo.
G| Sobrevive en la mayoría de los pintores, escultores y fotógrafos un aire romántico,
de estimación temática y tratamiento acorde a la época.
H| Con varios integrantes de la generación es definida la gráfica en general: la carica-
tura, el comic, el diseño, la ilustración publicitaria, asociada al desarrollo de medios im-
presos (periódicos y revistas).
I| Aunque puede enmarcarse la generación con fechas relativas y discutibles, el desen- Ramón Mella Lithgow|San José Bordas en camino de Puerto Plata|Dibujo Caricatura|1914.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|278| |279|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

FLORECIMIENTO
GENERAL

Desde 1900 | Hasta 1919


Año 1900 Año 1901 Año 1901 |cont.| Año 1901 |cont.| Año 1902

El Cinematógrafo Lumiere, traído al Exposición-Concurso de arte Muere el precursor de la pintura, Desangles participa en exposición de Exposición individual de Luis
país desde Nueva York por Francisco celebrado en el Ateneo Amigos del Alejandro Bonilla. arte panamericano en la ciudad de Desangles, en Santo Domingo,
Greco, es instalado en el local de la País (Marzo), con motivo de Juegos Buffalo, Estados Unidos. Exhibe tres en la que exhibe más de 15 obras.
Sociedad La Republicana (Casa de Florales. El jurado integrado por obras, entre ellas Caonabo en Prisión,
Adolfo García Obregón establece
los Jesuitas), celebrándose la primera Alfau Baralt, Francisco Aybar y García con la que obtiene mención de honor.
Academia de Dibujo y Pintura en Se publican las obras: En Prosa y en
función el 3 de noviembre, consisten- Obregón galardona a Luis Desangles Para este año (1901) imparte la cáte-
Santo Domingo. Verso, de Rafael Deligne; Ecos
te en vistas o cuadros que son pro- y Julio Pou en pintura; a Angel dra de Dibujo en la Escuela Normal.
Mundanos, de Valentín Giró; Siluetas,
yectados con música de fonógrafo. Perdomo, Abelardo Rodríguez
de Víctor Garrido; y Cierzo
Urdaneta y Francisco González La Compañía Galván y Artistas
Se publican las obras Risas en Primavera, de Amelia Francasci.
Lamarche, en escultura. Fotógrafos tiene establecimiento en
Regresa al país el maestro Eugenio y Lágrimas de Virginia Elena Ortea:
Santo Domingo, en donde se realizan
María de Hostos, quien es designado Vidas Tristes de Rafael Deligne y
retratos al pastel, crayón, bromuro, Comienza a circular El Diario,
Director General de Enseñanza. Carlos E. Stam tiene estudio fotográ- A Punto Largo, de Américo Lugo.
platino, etc. en Santiago de los Caballeros.
fico en Santiago, en donde realiza re-
tratos al crayón, fotografías sobre
Nace Delia Weber, quien será mujer
platos, entre otros trabajos. Nace en Puerto Plata Jaime Colson,
sobresaliente como pintora, escritora
quien se convertirá en un maestro
y maestra de escuela en su ciudad
de la pintura nacional.
natal, Santo Domingo.

Año 1903 Año 1903 |cont.| Año 1904 Año 1905 Año 1906

Desangles ejecuta Retrato de una Aparece La Cuna de América, Nace en Monción, comunidad de El pintor Leopaldo Navarro retorna Nace Yoryi Morel en Santiago de los
Escritora (Amelia Francasci), pintura revista ilustrada. Montecristi, el pintor tipicista de Europa después de 9 años Caballeros. Se convertirá a partir de
impresionista, de las escasas obras Federico Izquierdo, y en Tamboril el residiendo, especialmente, en España. 1932 en un célebre pintor con
que en esta tendencia ejecutara el autor. poeta Tomás Hernández. proyección de maestro nacional del
Aparece Heliótropo, libro de Américo
arte moderno dominicano.
Lugo. Concurso para la portada de la revista
El Liceo del Yaque de Santiago Desangles es nombrado cónsul en Cuba Literaria, de Santiago de Cuba,
celebra certamen. Su extenso Santiago de Cuba. En este mismo año en la que participan Luis Desangles, Desangles es ratificado como
Nace en Sánchez, Emile Boyrie
catálogo (…) recoge una larga lista participa en una exposición organiza- María Desangles Vallejo (pintora) y profesor de Dibujo en la Academia de
De Moya quien va a sobresalir
de pintura, escultura, dibujo y da por las Damas de la Sociedad Carlos Ramírez Guerra, entre otros. Bellas Artes, de Santiago de Cuba.
como arqueólogo, dedicándose
grabados exhibidos. Santiaguera, obteniendo primer El jurado le otorga al pintor Desan-
también al dibujo y a la pintura.
premio de pintura con su cuadro San gles por voto unánime el accésit.
Los munícipes santiaguenses: Eliseo
Francisco. Un segundo premio lo
El Presidente Carlos Morales Grullón, Amado Franco Bidó y Carlos
obtuvo el acuarelista Ramírez Guerra,
Languasco proyecta un museo antro- Nace el pintor vegano Bolívar Berrido. Bonilla, entre otros, constituyen una
con su obra El Mendigo.
pológico dominicano, para el cual junta pro Museo Nacional.
Desangles dona obras de su colección. El pintor Desangles dona piezas de
Muere José Reyes, autor de
Aparecen las obras Cuentos Puerto- su colección prehispánica y el retrato
la música del Himno Nacional.
plateños, de José Ramón López; Este- de José Joaquín Pérez.
Muere en Santo Domingo el educador
la (novela), de Miguel Billini; y El Jar-
Eugenio María de Hostos y en Puerto
dín de los Sueños, de Tulio M. Ceste- Pedro Henríquez Ureña publica
Plata, Virginia Elena Ortea. Mueren los notables Fernando Arturo
ro. Ensayos Críticos.
de Meriño y Alejandro Angulo Guridi.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|280| |281|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

Año 1907 Año 1907 |cont.| Año 1907 |cont.| Año 1907 |cont.| Año 1907 |cont.| Año 1908
Abelardo Rodríguez Urdaneta pinta Enrique Deschamps publica la FOTOGRAFÍA: Retrato de Novia ESCULTURA: Busto de Hombre Nace Ninón Lapeiretta en Santo Abelardo Rodríguez Urdaneta
su cuadro más famoso: El Extraviado obra La República Dominicana, (primer premio), de Abelardo; ejecutada a barro, obra sin firma; Domingo. Ella se desarrollará como establece la Academia de Dibujo,
(óleo). Guía y Directorio General, en el cual y Retrato de una Joven en Actitud y Busto de E. M. Hostos (en yeso), músico, compositora, pintora Pintura y Escultura, con la protección
se abordan los aspectos del país, de Tocar un Instrumento (segundo obra sin firma, que compartió con la y animadora de importancia a partir del Presidente Ramón Cáceres.
incluido el de las artes. premio) de Angel Villalba. anterior el primer premio. de 1930.
Luis Desangles realiza uno de sus
cuadros de temática indigenista más Carlos Ramírez Guerra y Luis
reconocido: Caonabo en la Prisión Angel Villalba tiene Galería DIBUJO:Gran Carta de la Provincia TALLA EN MADERA: Escudo de la Nacen Pedro René Contín Aybar Desangles obtienen premios en
Visitado por Colón y por Ojeda (óleo). Fotográfica en Santo Domingo. de Santo Domingo (primer premio), República (mención honorífica), (escritor y crítico literario) y Franklin Exposición de Santiago de Cuba.
de Aníbal de Moya; Psiquis y el Amor de J. Brito. Mieses Burgos (notable poeta). Desangles recibe el galardón por su
(mención honorífica), copia a lápiz de escultura Busto de Altagracia Vallejo
Fallece Onofre de Lora, arquitecto y Exposición Nacional auspiciada por
Juan Francisco García; y Fra Giovanni (esposa).
constructor empírico quien construyó el Casino de la Juventud, con carácter Se establece el primer Ateneo
(mención honorífica) copia, de Alfre-
en Santiago numerosas obras: de Concurso de las artes que se Dominicano.
do Senior.
la Catedral, el edificio Tavares, desarrollan en el país. El veredicto Muere el pintor Leopoldo Navarro en
el local de la Logia Nuevo Mundo del jurado que integraron Leopoldo la ciudad nativa, Santo Domingo.
Federico García Godoy publica el libro
No. 5 y la Iglesia de las Mercedes, Navarro, Angel Perdomo y Julio Pou, PINTURA: Retrato de una Niña
de crítica Perfiles y Relieve.
en Santo Cerro, La Vega. provocó polémica alrededor de una (primer premio), óleo de Adriana
Se inician los Juegos Florales
obra no premiada de Abelardo: Billini; y Paisaje de Costa (segundo
Provenzales patrocinados por
El Extraviado (Pintura). premio), óleo de Abelardo. Abigaíl Mejía viaja a España en com-
el Club Unión y Proyectados como
Los premios fueron los siguientes: pañía de su madre Carlota Soliere,
convocatoria anual.
continuando la formación en ese país.

Año 1908 |cont.| Año 1909 Año 1909 |cont.| Año 1910 Año 1911 Año 1912

Nacen en Santo Domingo la pintora Francisco A. Palau funda Blanco y La Academia de Abelardo celebra El Club Unión que preside Francisco Celeste Woss y Gil expone óleo en la Luis Desangles viaja a Nueva York, en
América Valdez, y en Puerto Plata, Negro, revista ilustrada en la que acto de calificación con entrega de J. Peynado, anuncia el Tercer Concur- Vitrina Muestrario del establecimiento visita a uno de sus hijos. Aprovecha
Emilio Rodríguez Demorizi. publican fotografías artísticas diplomas, brindis de Champagne (...) so Científico Literario y Artístico, bajo comercial El Palo Gordo. Es incluida la ocasión para conocer las coleccio-
y estudios acerca de estas manifesta- elocuentes frases de su director. la forma de Juegos Provenzales. igualmente en una muestra colectiva nes de los museos de la ciudad.
ciones de la lente. que es celebrada en la Academia de
El poeta Fabio Fiallo da a conocer sus
Arte de Santiago de Cuba, en donde
Cuentos Frágiles. La sociedad Amantes de la Luz Mueren los escritores José Gabriel Aparece el vedrinismo, tendencia
es estudiante.
Se anuncia la Segunda Celebración publica los Escritos de Ulises Fco. García (historiógrafo) y Manuel de poética que define Vigil Díaz, la cual
de los Juegos Florales Provenzales Espaillat. Jesús Galván (novelista). representa una posición ultra moder-
Julio M. Cestero (N. 1877) publica su
del Club Unión, certamen de diversas Nace Aida Ibarra, en Santo Domingo. nista, una actitud innovadora y de
relato de análisis psicológico: Sangre
materias literarias y científicas, Será una de las primeras artistas vanguardismo anticipado.
de Primavera. Xavier Amiama, quien será estimado El Dr. Narciso Alberty, pionero en la
incluyendo la fotografía y la pintura, mujeres de orientación moderna.
como pintor dominicano y haitiano al investigación arqueológica, reúne una
con otorgamiento de Paleta de Oro.
mismo tiempo, nace en Guantánamo, valiosa colección con miras a crear el Nacen los escritores Héctor Incháus-
Se edita Galaripsos, poesías de Se establece para la pintura un tema
Cuba. Museo Nacional. Publicación de Ciudad Romántica, tegui Cabral, Gladio Hidalgo, Manuel
Gastón F. Deligne. único: Boceto al óleo representando
libro en el cual Tulio M. Cestero del Cabral y Pedro María Cruz.
una escena patriótica sucedida en la
(n. 1877) relata la vida dominicana.
República, con dimensiones 75 x 50 Margarita Billini, quien asumirá la Aparecen las siguientes obras litera-
Federico García Godoy (1857-1924)
centímetros. pintura de manera solitaria, nace en rias: Cantaba el Ruiseñor, de Fabio Son publicadas las siguientes obras:
publica la novela Rufinito, de carácter
la ciudad de Santo Domingo. Fiallo; Horas de Estudios, de Pedro Aparece Alma Dominicana, Góndola, de Vigil Díaz; Los Débiles,
histórico.
Henríquez Ureña; Lirios del Trópico, la segunda novela histórica de de Jesusa Alfau; Compendio de
El futurismo, texto sobre la
de Ramón Emilio Jiménez; y La Hora Federico García Godoy (1857-1924). Historia Patria, de Arturo Logroño.
escuela literaria de Marinetti que pro- R. Pérez Alfonseca publica Mármoles
que Pasa, de Federico García Godoy.
clama que se debe cantar al hombre y Lirios; Mariano Soler: Flores
que maneja el Volante, es publicado Tropicales; y Juan José Sánchez:
en la revista La Cuna de América, Florescencia.
traducido por E. Gómez.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|282| |283|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

Año 1912 |cont.| Año 1913 Año 1913 |cont.| Año 1914 Año 1915 Año 1916

Comienzan a circular las caricaturas Copito Mendoza publica sus Muere el poeta petromacorisano Nace en Puerto Plata el músico Luis Desangles retorna a Santo Nace Tito Cánepa, en San Pedro de
políticas de Ramón Mella Lithgow, caricaturas en La Cuna de América Gastón F. Deligne. y pintor Rafael Arzeno Tavares. Domingo desde New York y se dedica Macorís. Hacia la década final de
editadas como postales en Puerto y Renacimiento, revistas nacionales. a realizar la obra que más le dio a 1930 se convierte en uno de los
Plata. conocer nacionalmente al reproducir- artistas de la modernidad dominicana
Aparece La Sangre, la famosa novela Bajo el Gobierno de Ramón Báez,
se en calendario litográfico. Se trata con asidero en Nueva York.
Xavier Amiama arriba a San Pedro de Tulio Manuel Cestero. el Instituto Profesional se convierte
de cuadro colectivo de los Presiden-
El ingeniero Catalán Nicolás Cortina de Macoris en compañía de su en Universidad Central, donde se cur-
tes de la República (1844-191--) el
concluye la construcción del Teatro familia. san carreras de derecho, ingeniería, Rubén Suro, notable poeta, nace en
cual incluye también a Duarte,
Colón, un símbolo de la bonanza eco- medicina, odontología y farmacia. La Vega.
Sánchez y Mella.
nómica de San Pedro de Macorís y el
Jacinto Gimbernard dirige la revista
más importante centro de espectácu-
Sport. Publicación de la tercera novela Aparecen las siguientes
los escenificados por artistas y com- Se publican las siguientes obras:
histórica de Federico García Godoy obras literarias: Los Humildes,
pañías extranjeras. Se construyó a El Canto del Cisne, de Manuel F. Ces-
(1857-1924), titulada Guanuma. de Federico Bermúdez. Parnaso
iniciativa de los hermanos genoveses Surge la Compañía Cinematográfica tero; Parnaso Dominicano, de Osval-
Antillano, de Osvaldo Bazil.
Tito y Rupo Cánepa, y la decoración (distribuidora de películas) del Cibao, do Bazil; Hombres y Piedras, de Tulio
Promesa, Vuelos y Duelo,
estuvo a cargo de Enrique Tarazona, formada por Carlos Ginebra, Otras obras literarias que aparecen: Manuel Cestero; y Tres Poetas de la
de Domingo Moreno Jiménez.
que fue auxiliado por los hermanos José Ginebra y el español Santiago Monólogo de la locura, de Rafael Música, de Max Henriquez Ureña.
De Aquí y de Allá,
Rey, de Puerto Rico (...) De Tarazona Roques. Damirón; Ánforas, de Max Henriquez
de Federico García Godoy.
había dos imborrables detalles en los Ureña; y Mi Libro de Cuentos, de
Aparece la revista ilustrada El Nacimiento de Dionisio,
muros del Teatro Colón: un par de Gustavo Adolfo Mejía.
Renacimiento. de Pedro Henríquez Ureña.
murales, uno de los cuales represen-
Canto a la Independencia,
taba escenas de una ópera de Bellini .
de Ricardo Pérez Alfonseca.

Año 1916 |cont.| Año 1917 Año 1918 Año 1918 |cont.| Año 1919 Año 1919 |cont.|

Muere el poeta Arturo Pellerano Se edita La Primada de América, Desangles ejecuta la obra mural La Delia Weber viaja a París, Francia. Mueren Apolinar Perdomo (poeta), El poeta español Francisco
Castro. revista. Bendición de la Bandera, por encargo Eugenio Deschamps (orador y escri- Villaespesa visita Santo Domingo.
del Arzobispo de Santiago de Cuba, tor de combate) y Juan Isidro
Se conocen los textos: La Sonrisa de
realizada para la parroquia mayor de Jimenes (ex-presidente de la Nación).
Intervención USA. Prohibiciones Muere el poeta popular Juan Antonio Concho, de Rafael Damirón; Rodo Bienvenido Gimbernard, artista
Bayamo. Pintura-mural (óleo-tela
medios de comunicación, censuras Alix. y Rubén Darío, de Max Henríquez gráfico y periodista, funda
850 x 450 cm.), esta obra consagra al
periodísticas. Ureña. Celeste Woss y Gil (n.1890) pinta el Cosmopolita, revista mensual literaria
pintor como primer muralista
Desnudo, cuadro que representa una de arte y critica y otros temas de inte-
Ramón Emilio Jiménez da a conocer nacional.
ruptura pictórica como tema y como rés general. En la misma fecha realiza
su obra Espumas en la Roca. Nacen en Santiago de los Caballeros:
obra de una mujer-artista nacional. su reconocida obra Concho Primo
Mario Grullón (pintor) y Joaquín
Nace Darío Suro en La Vega. (Dibujo 1919).
Priego (dibujante y escultor).
Será uno de los grandes pintores
Jaime Colson (n. 1901) viaja a
dominicanos, con una notable labor
España e ingresa en la Escuela de La
durante el siglo XX.
Lonja en Barcelona.

Rodríguez Urdaneta realiza Retrato de


Aparece la revista Pensativa
Hostos (óleo) por encargo de algunos
(1919-1920), en San Pedro de
profesores de la Escuela Normal de
Macorís, dirigida por Virgilio Díaz
Santo Domingo.
Ordóñez y Enrique Cambier.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|284| |285|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

4|2 Otros cinco precursores inevitables: García Obregón, muy activo lo fue Luis Desangles, quien asumió a Cuba como su segundo país, evadiendo

Ramírez Guerra, Billini, Frade y Pou la inestabilidad política de la sociedad dominicana al igual que otros compatriotas que for-
maron, sobre todo en Santiago de Cuba, una notable comunidad de quisqueyanos. Desan-
gles y Abelardo, sumados a Bonilla, Navarro y Grullón Julia, integraron un notable quinte-
to de sobresalientes, lo cual no significa que otros precursores inmerezcan una estimación
similar. Sin embargo, algunas razones como las siguientes explican cierta desigualdad.
A| Se da en un gran porcentaje de la generación precursora carencia de una produc-
ción compacta en número, estilo o elocuencia cuando se le compara con los cinco ar-
tistas que se han citado como sobresalientes.
B| Ausencia del país de algunos precursores cuya producción es casi desconocida o se
tiene como extranjera, cuando se trata de alguna individualidad foránea que participa
del florecimiento artístico.
C| La arbitraria posición de críticos, historiadores, educadores y funcionarios naciona-
les que, bajo el efecto de la fiebre moderna, han desconocido, excluido y olvidado a un
gran número de individualidades pioneras.
Otras diversas circunstancias, como es la adversidad de los fenómenos del tiempo, han des-
truido muchas obras de nuestros nombres artísticos; esto ha sido tan negativo como las
opiniones que, careciendo de rigor histórico y comprensión sociológica, ofrecen enjui-
ciamientos categóricos. En consecuencia, lo acaecido en materia artística desde el 1870
en adelante, no fue apreciado como una importante floración del arte dominicano, sobre
todo de la pintura. La carencia de una conciencia nacional en el artista, el poco desarro-
llo de personalidades y el arte asumido de manera aficionada bajo un patrón escolástico
han sido opiniones difundidas y reasumidas por autores papagayos.Tres opiniones que se
La gran mayoría de las individualidades que se han citado en el cuadro de la Segunda
transcriben de un libro oficial sobre la República Dominicana (la primera), del autor de
Generación Artística, se desenvuelven simultáneamente con casi todos los artistas llama-
una historia de la pintura hispanoamericana (la segunda) y de un maestro nacional (la ter-
dos precursores. Se trata de una relación coetánea, aunque muchos sobrevivan al perío-
cera), resultan ejemplos de la negatividad apreciativa a la que se hace referencia.
do que marcó la trayectoria de Abelardo (años 1883-1932), quien además de artista do-
En un capítulo del libro oficial, dedicado a las Bellas Artes, se escribe que la estaciona-
minante en el escenario dominicano fue orientador de muchas de las jóvenes individua-
ria vida artística dominicana «no había desarrollado grandes talentos y la afición a la
lidades de la nueva fecundación artística. Alumnos del notable maestro precursor fueron
pintura era un poco deportiva, sin que en realidad se intensificaran los estudios; alguno
Tuto Báez, Margarita Billini, Angel Villalba, Guillermo González, Luis Mañón y Celeste
salía al extranjero, donde permanecía largo tiempo sin regresar al país», por consiguien-
Woss y Gil, entre otros que asistieron a la academia capitalina entre 1908-1932.
te su obra no se reflejaba en el ambiente cultural dominicano. Se argumenta que el de-
Abelardo Rodríguez Urdaneta fue una de las personalidades artísticas más activas andando
sarrollo del arte nacional estaba amenazado de muerte. «Estaba enfermo de incuria, de
el siglo XX. En tanto él laboraba en el país natal, del que nunca salió, otro artista también
estacionamiento (…) los pintores nacionales se quedaban en el paisajito de postal, en la
reproducción más o menos fotográfica de los frutos del país. Otros, se dedicaban, co-
Julio Pou y Ramón Frade|El Crucero Presidencial|Óleo/tela|79 x 135 cms.|1893|Col. Clara Rodríguez Demorizi. mercialmente, al foto-óleo, como hizo durante mucho tiempo Abelardo: ampliando una
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|286| |287|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|386| fotografía tomada por el mismo, la difuminaba y sobre esta imagen borrosa aplicaba el guna forma un gran arte».|389| Colson juzgaba que sin «lugar a discusión alguna, la pri- |389|
La República Colson, Jaime.
Dominicana, óleo. Se trataba en cierto modo de fotografías coloreadas».|386| mera exposición de auténtica pintura que se efectuó en Santo Domingo», fue la suya, Memorias
1954. de un Pintor (...).
Página 24. Posiblemente el autor extranjero José Sanz y Díaz|387| manejó esa opinión u otra pareci- la celebrada en 1938, «pues no podían ser consideradas como arte las lamentables cosas Páginas 60-61.
Confert. Confert.
da ya que al reseñar el devenir del arte dominicano, el «cual carece por completo de ante- que antes habían sido exhibidas en aquella ciudad».|390|
|387| cedentes históricos en pintura», establece con grave error que la misma aparece en el siglo Con la arrogancia y desestimación que domina en sus palabras, Jaime Colson tiende a bo- |390|
Sanz y Díaz, José. Idem.
Pintores XX con Abelardo Rodríguez Urdaneta. Pero más desafortunada es la apreciación que ofre- rrar la historia artística nacional que le precede, sumándose al concierto de quienes des- Página 60.
Hispanoamericanos Confert.
Contemporáneos. ce sobre el artista cuando lo define como «pintor naturalista muy al gusto de la época, in- conocen que, aún embrionario, modesto y marginal, el arte dominicano no sólo trazaba
Páginas 26-28.
Confert. fluido por el academicismo europeo en boga, lleno de cuadros de historia y de escenas pue- su historia dentro de específicas circunstancias sociopolíticas, económicas, y espirituales,
riles a las que servían de fondo paisajes relamidos». A juicio del autor, después de Abelar- sino enmarcada en la evolución natural y positivista que inculcaría Hostos: el paso de lo
do, «vieron la luz en Santo Domingo otros dos artistas que empezaron a caminar por los homogéneo a lo heterogéneo, conociendo y sistematizando, aprendiendo lo que es útil en
senderos de un naturalismo más lozano y bello». Son Desangles y Enrique García Godoy, términos formativos y para el progreso social. El método positivista propugnaba por la for-

|388| quienes «más identificados con la naturaleza que la rodeaba constituyen los tres algo así co-
Idem.
Página 26. mo la prehistoria de la Pintura dominicana aunque pertenecen al ayer más cercano».|388|
Confert.
El tercer juicio se relaciona al gran pintor Jaime Colson quien afirma que por aquellos
tiempos él solamente era el «único pintor dominicano», alegando que Abelardo y Sisi-
to Desangles, «no fueron a fin de cuentas más que dos lamentables nati-muertos, porque
los grandes artistas no se improvisan y en un medio inculto no puede fraguarse en nin-

Eolo|Mujer del Arco|Litografía|1926|Portada Revista Ilustrada Blanco y Negro núm. 322. Eolo|Delia Weber de Coiscou|Dibujo|1925|Revista Ilustrada La Opinión, núm.100.
Adolfo García Obregón|Lectora|Litografía|1909|Portada Revista Ilustrada Blanco y Negro.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|288| |289|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

mación de la cabeza mediante la instrucción y la intuición, a lo que tienden muchos de |391|


León A., Eduardo.
los artistas precursores, quienes como generación definen esa parte inicial del cuerpo his- Presentación.
Catálogo Segunda
tórico del arte nacional: «Arte que las manos de nuestros abuelos, e incluso de los abue- Exposición de
Arte Club, 1993.
los de nuestros abuelos, crearon para el disfrute de todos (...) porque forma parte del Pa- Página 1.
Confert.
trimonio Cultural de la República Dominicana».|391| Esta referencia a la manifestación
intangible del acerbo artístico, en la relación hacedor-obra producida, da lugar para que
sea abordado un segundo grupo de inevitables precursores. Son ellos:Adolfo García Obre-
gón, Ramón Frade, Julio Pou,Adriana Billini, Carlos Ramírez Guerra,Abelardo Piñeyro.
ADOLFO GARCÍA OBREGÓN (1865-1931), nacido en Cuba, era hijo de un
oficial del ejército español y de madre dominicana, recibiendo la educación fundamen-
tal en España, antes de trasladarse a Santo Domingo, en compañía de la progenitora y

Adolfo García Obregón|Marina|Óleo/tela|51 x 38 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart. Adolfo García Obregón|Goleta Separación (Batalla Naval El Tortuguero 1844)|Óleo/tela|61 x 51 cms.|Sin fecha|Col.
Museo Bellapart.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|290| |291|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

de su hermano Joaquín, al ocurrir el fallecimiento del padre. El arribo con la familia al de artista reconocido entre los precursores, un docente de prestigio que laboró en la Es-
país dominicano ocurre en 1887, asociándose a Luis Desangles, de quien se afirma fue cuela Normal Superior, estableciendo además en 1901, su academia particular de ense-
alumno. Entonces tenía 22 años de edad, marchándose tiempo después a Europa, con ñanza artística, asociándose luego al plantel que dirigía Abelardo Rodríguez Urdaneta.
el objetivo de completar su formación. Especialmente en Madrid, en donde establece Artista docente, hizo crítica de arte en una etapa en la que ese campo de la escritura cul-
residencia estudiantil, asiste a la Escuela de Acuarelistas y realiza algunas obras, entre ellas tural era embrionario. Para entonces escribió El Dibujo en La Escuela Dominicana, tex-
El Jardín del Amor (óleo 1.75 x 1.25 cms.), sobre el cual ofrece Abigaíl Mejía los si- to metodológico de enseñanza por largo tiempo utilizado en los programas formativos.
guientes datos: «Es copia de un cuadro al óleo, hecha en la Corte, 1893, del inmortal Docto en la normativa académica y en el conocimiento de la pintura europea, sobre
pintor de la escuela flamenca Pedro Pablo Rubens (1577-1640) que se lucía en el Mu- todo la española de los grandes maestros, su obra se mueve entre la producción de co-
seo del Prado de Madrid (España). Figuran en la tela varios grupos de damas con sus pias y los originales, muchas de las cuales están en poder particular, señala Abigaíl Me-
galanes, y en primer término, a la izquierda del espectador el propio Rubens, abrazado jía quien comenta otro cuadro suyo: «Río Ozama Arriba, óleo sobre madera 0.65 x 0.88
a su amiga a quien empuja un amorcillo.Al otro extremo Juan de Juanes (...),Van Dick, cms., pequeña tabla alargada. El paisaje tomado del natural es una interpretación clási-

|392| sentado (...) al parecer escucha las confidencias que le hace la suya. Otras cuatro her- ca de la naturaleza tropical, una orilla del río bordeada de vegetación, con algunas gar- |393|
Mejía, Abigaíl. Idem.
Datos Biográficos mosas y rollizas (...) al centro, con lujosos trajes, rodeadas de galanes y amorcillos. Ca- zas y otras aves volando o posadas sobre ramas, color verde esmeralda la aguas y amari- Página 12-13.
del Pintor Confert.
y del Cuadro. riátides de faunos, las tres gracias, la vía láctea que brota de Venus Anfitrede, sobre un llo pajizo las altas palmas y follajes».|393| Del repertorio de García Obregón se cono-
En Revista de
educación No. 52. delfín encaramada, y el templo del amor al fondo completan el abundante conjunto. La cen, entre otras obras, las que se citan a continuación: |394|
Op. Cit. Idem.
Página 12. esposa de Juan de Juanes, lleva en la mano la antorcha de Himeneo».|392| |Retrato del Padre Billini| Realizado para la Escuela Normal de Varones de la ciudad Página 12.
Confert. Confert.
Conocedor de la técnica dibujística, así como de la pintura, García Obregón era además capital. Calificada de obra original suya,|394| se localizaba en ese plantel en 1939.

Adolfo García Obregón|En espera|1925|Revista Blanco y Negro núm. 280. Adolfo García Obregón|Paisaje marino|Óleo/tela|25 x 18 cms.|C.1920|Col. Ceballos Estrella.
Adolfo García Obregón|Tronco de Mango|1927|Revista Blanco y Negro núm. 273. Adolfo García Obregón|Río Ozama arriba|Óleo/madera|47 x 19.5 cms.|Sin fecha|Col. Ceballos Estrella.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|292| |293|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|395| |Goleta separación| Óleo original, reproducido en un sello de correo (abril 1976).|395|
Arte Club.
Catálogo 1993, |Paisaje marino| Óleo sobre tela de la Colección Bellapart. En su tema costero, deli-
registro 286.
Página 14. mitado por montañas y rocas domina la imagen de un bote de vela y el clima sereno
Confert.
de un atardecer cuya luz se refleja en el agua.
|Jarrón| Dibujo al lápiz sobre papel, perteneciente a la Colección Nacional de la Ga-
lería de Arte Moderno.
|Estudio| Dibujo al lápiz sobre papel, de la pinacoteca nacional localizada en el MAM.
|Cabeza de fraile| Óleo sobre lienzo 12 x 19 pulgadas, es la obra más conocida debi-
do a la difusión bibliográfica. Pertenece al Museo Bellapart.
|Almuerzo en las cercanías del lago Maggioro| Cuadro al óleo que corresponde a la es-
tadía europea del pintor, alrededor de 1893, y al cual el autor anota y firma la leyenda

Adolfo García Obregón|Retrato de anciano|Óleo/tela|Sin fecha|Col. Juan José Bellapart. Adolfo García Obregón|Comida Campestre|Óleo/madera|50 x 38 cms.|C.1938|Col. Museo Casa de Tostado.
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|396| o título. De acuerdo a María Cristina de Carías se trata de una pintura realizada en Ita- jos Carlos, Berta y Carlos Alberto. La ciudad oriental en donde es adoptado se convierte |399|
de Carías, Montoya Rivera,
María Cristina. lia, dentro del género romántico. «Se trata de una escena campestre. El paisaje se corres- en foco de los temas que mediante apuntes directos y empleo de la acuarela y la plumilla Jorge.
El Caribe. Opinión copiada
Suplemento ponde con los alrededores del Lago Maggioro entre el Piomonte y la Lombardía. Dos recrean calles, ermitas, recodos, muros, porterías y viviendas de un hábitat de aspecto ro- directamente en
Cultural, 12 de consulta,
Mayo de 1990. jovencitas ataviadas, la una con ligero vestido para un día de campo y sombrero de pa- mántico. Dos influencias, la del dominicano Desangles y la del pintor español Sánchez de Santiago de Cuba,
Página 15. julio del 2000.
Confert. ja (…) atiende sentada a la otra joven con el traje campesina de la región (…) cerca (…) Fuente, se resumían en su estilo que en ocasiones entrecruzaba las visuales de la arquitec-
ve su sombrilla y el mantel de las viandas para el almuerzo campestre».|396| tura colonial de la ciudad nativa y rememoraba con los visuales de la arquitectura y del pai- |400|
|397| Catálogo.
Idem. Adolfo García Obregón era un romántico que asumía de acuerdo al método de ade- saje de la comunidad que le había adoptado.Además de dibujos a la acuarela y a la tinta, el Museo Emilio
Confert. Bacardi Moreau,
cuación pictórica de la época, las obras de autores foráneos como los copiados en el artista dominico-cubano –como se le puede definir– hizo cuadros al óleo: retratos y vistas, noviembre 17-22
de 1948.
|398| Museo de Prado; pero ese romanticismo suyo también anotado en la escena del almuer- como La Sombra del Rabí, un paisaje vial con árbol frondoso, y La Casa Azul, su obra más Confert.
Rodríguez
Demorizi. zo, se refleja en la patentización de la atmósfera cromática, de iluminación a medio to- famosa y emblemática, por ser el reconocido asiento de los revolucionarios mambises.
Pintura y |401|
Escultura (...). no o sosegada, de la naturaleza. De Carías le considera «uno de aquellos pintores domi- En relación al pintor explica el investigador cubano Jorge Montoya Rivera: «La prensa Acción Ciudadana,
Página 113-114. revista No. 140,
Confert. nicanos que en el último tercio del siglo XIX sentaron las raíces de lo que era la escue- de la época reflejó siempre el quehacer artístico de Carlos Ramírez Guerra, a partir de año XI.
Página 14.
la de pintura dominicana. Obregón fue un pintor que si no descolló como grande, si las exposiciones personales y colectivas en que participa, así como su labor en activida- Confert.

contribuyó al avance de la pintura en su isla antillana».|397| des relacionadas con el arte. El fue numerosas veces jurado de certámenes pictóricos, de
|402|
Descendiente de español y nacido en Cuba, García Obregón hizo filiación dominicana. concursos de Carnaval y del diseño de carrozas. Su labor en la instrucción artística era Idem, revista
No. 13, año XI.
En contraste, el colega CARLOS RAMÍREZ GUERRA (1881-1951) nació en el reconocida aunque no fuera docente de la academia de Bellas Artes».|399| Durante la Página 14.
Confert.
país dominicano e hizo nexo definitivo con Cuba, adonde se traslada muy joven, des- década del 40, el pintor celebró varias individuales, una de ellas en la ciudad nativa de
pués de una formación pictórica que consiguió como discípulo de Desangles en la ciu- Santo Domingo (1946), la cual se convirtió en muestra de reencuentro entre el precur- |403|
Catálogo de
dad de Ozama, en donde vino al mundo. Con el maestro coincide en el exilio volunta- sor ausente y los amigos y parientes que le recordaban. Fue encuentro además para los Autoridades de
Artistas Cubanos,
rio y en la ciudad de la nación cubana, en la cual se radica y en donde se proyecta de anales culturales. El también registró en el Museo Bacardí Moreu una muestra tempo- 1971. Página 87.
Confert.
acuerdo a anotaciones sobre su desenvolvimiento artístico. Una de ellas dice: «Carlos Ra- ral de pintura de tema histórico local|400|, celebrada en el Santiago de su residencia,
mírez Guerra, gran acuarelista y dibujante, retratista admirable, notable por sus trabajos a en 1948. Otra muestra fue la retrospectiva organizada por la Sociedad Femenina Liceum, |404|
Pérez, José Joaquín.
la pluma, según el Dr. Max Henríquez Ureña. Casi toda su vida de artista discurrió en al ocurrir la muerte del pintor, afectado por un derrame cerebral.|401| La prensa refi- Referencia en
Rodríguez Demorizi.
Santiago de Cuba, pero aún allí volvía los ojos hacia su patria, jamás olvidada en su pin- rió el fallecimiento acaecido en 1951: «…Sabíamos que desde hacía mucho tiempo (…) Nota No. 5.
Páginas 64-65.
tura. Hizo alabados retratos de dominicanos, como el del viejo Maestro Federico Hen- se encontraba en estado de muy delicada salud (…) Era el doctor Ramírez Guerra un Confert.

ríquez y Carvajal (…), sus triunfos tenían siempre grata repercusión en su patria...»|398| espíritu selecto y exquisitamente refinado en el trato y en su arte bien reputado. Le vi-
Concentrado en la comunidad santiaguera de Cuba, Ramírez Guerra se integró a la so- mos trabajar muchas veces en obras de sumo interés histórico. Poseemos pinturas suyas
ciedad artística y cultural de la misma, exponiendo en las muestras colectivas, en algu- que por siempre nos harán recordarlo (…) como amigo, como artista».|402|
na de las cuales se le distingue. Al participar en 1904, en la exposición que organizan la En un catálogo general sobre artistas cubanos, editado en 1971, se consigna la ficha artística
Damas de Sociedad, obtiene el segundo premio por su obra El Mendigo, reseñado como de esta individualidad nativa de Santo Domingo: «Carlos Ramírez Guerra (1881-1951) pin-
«un boceto juzgado ventajosamente por entendidos en el arte», de acuerdo al periódi- tor-odontólogo/Estilo: acuarelista, paisajista de motivos típicos de Santiago de Cuba».|403|
co dominicano Oiga que dirige Enrique Deschamps, en el año del concurso. Mucho antes de la llegada de Carlos Ramírez a Cuba, e incluso de Luis Desangles, se lo-
Ramírez Guerra había cursado la carrera de dentista en el Instituto Profesional de Santo calizaba en esa nación la mujer más celebrada de la generación precursora: ADRIANA
Domingo cuando emigró a Santiago de Cuba, en donde abre consultorio; continuó pin- BILLINI (1863-1946), pintora loada en una breve composición por José Joaquín Pérez,
tando y contrae matrimonio en 1911 con la cubana Aida Puyal con quien procrea tres hi- quien en verso la llama Artista Soñadora.|404| Pero el citado poeta no fue el único can-
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|296| |297|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

tor de esta individualidad femenina, nacida en la ciudad de Santo Domingo e hija de Ana |405|
Martínez, Rufino.
Teresa Gautreaux y del febrerista Epifanio Billini, además pionero de la fotografía nacio- Diccionario
Biográfico (...).
nal, «y quien abrazó el régimen de la anexión con tal apasionamiento, que se embarcó Página 66.
Confert.
con las últimas Tropas españolas que abandonaron el territorio, y se fue a vivir a Cuba
definitivamente como español».|405| Tal emigración ocurrió en 1865 y probablemente |406|
Billini, Adriana.
se hizo acompañar de la familia, o ésta se reunió más tarde con él, que llegó a ocupar el Datos Bibliográficos,
por Abigail Mejía.
cargo de Cónsul dominicano en La Habana hacia el principio del decenio 1890. Revista de Educación
No. 52.
Adriana Billini llegó a la tierra de Martí siendo muy niña. En la capital cubana realizó sus Confert.

estudios de pintura, dirigiendo luego, por muchos años, una academia de formación pic-
tórica. Simultáneamente se dedica a escribir artículos publicados en el Diario de la Mari-
na y en la prensa del país nativo.|406| Razones familiares y emocionales la mantenían en-

lazada a Santo Domingo, en donde era conocido su activismo pictórico habanero resal- |407|
Billini de Fiallo,
tado por diversos escritores en los medios periodísticos. De esta manera se tuvo noticia, Margarita.
El Caribe.
por ejemplo, sobre la obra En la Manigua, pintada alrededor de 1896, que «representa a Suplemento
Cultural, 12 de
un escucha mambí detrás de unos matorrales. Para este cuadro sirvió de modelo su her- agosto de 1989.
Página 13.
mano Francisco (Panchito), quien murió en la manigua luchando al lado de Máximo Confert.

Gómez». Es su cuadro más renombrado, siendo además denominado El Mambí.|407|

Adriana Billini|Retrato de una infanta|Óleo/tela|19??|Col. Museo de Arte Moderno. Adriana Billini|La Cocinera|Óleo/tela|77 x 101 cms.|1885|Col. Museo Nacional de Bellas Artes. La Habana, Cuba.
Augusto G. Menocal|Retrato de Adriana Billini|Plumilla|Reproducción Revista Cubana.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|298| |299|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|408| Considerada «una Embajadora de las Bellas Artes»|408|, su nombre es incluido reitera- te que podríamos llamar de bodegón: los productos tropicales en abundante lozanía. |410|
Morillo, Manuel M., Mejía, Abigaíl.
referencia en das veces en el listado de los artistas destacados a principio del siglo XX. Para entonces De factura muy diversa es el cuadro (…) representando a su madre (...) de las obras Revista Blanco
Rodríguez y Negro. No. 8,
Demorizi.Op. Cit. cuenta la pintora con una abundante producción de temas diversos: naturaleza muerta, más suyas por ser hechas con mayor cariño (...) Mi Madre. Las manos entretenidas un 4 de junio
Nota No. 5. de 1927,
Página 64. paisajes marinos, iconografía religiosa, escenas costumbristas y retratos, entre otros asun- día en peinar ajenas canas amadísimas, hoy, se deleitan trazándolas, entretejiéndolas con referencia en
Confert. Obras Escogidas
tos. En 1907, ella remite a los Juegos Florales o Certamen de las Artes que organiza el el pincel sobre el lienzo alrededor del rostro tan querido, surcado ya por las arru- (I), 1995.
Página 504-5.
|409| Casino de la Juventud, la pintura identificada indistintamente con los títulos Primavera gas».|410| Confert.
Mejía, Abigaíl.
Op. Cit. y Retrato de una Infanta. En base al primer nombre, fue redactada la siguiente ficha Autora de una Virgen de la Altagracia, domina en la ejecución de Adriana Billini la be-
Confert.
descriptiva: «Primavera (Reina Guillermina de Holanda a los 12 años) óleo 1.58 cms. lleza en el colorido y la perfección técnica correcta, clásica, alejada de las violaciones de
x 0.87 cms. Representa una rubia niña trajeada de claro cuyos cabellos le bajan hasta la los pintores modernistas, opina la crítico Mejía, quien la considera «entre los ases de
cintura, una diadema de flores sobre su frente y muchas otras en el regazo mal sosteni- nuestra pintura, junto a Abelardo, a Sisito Desangles», y agrega que esta pintora domí-
das, las que le caen al suelo. De cuerpo entero y primaveral, un lazo azul en el hombro, nico-cubana, «de haber permanecido en el frívolo ambiente nativo, hubiera tenido que
su actitud es reposada, aunque con un pie en la escalinata, de la que se ven cuatro pel-
daños. Rosas a sus pies y en el fondo, en matas florecidas».|409|
La Billini obtuvo medalla de oro (primer premio de pintura) por la referida obra que,
aparte de provocar cuestionamiento porque se violentaron las reglas, es a toda luz una
imagen reproducida, más recreada a partir de un original (cuadro, foto o postal) que re-
producía a la futura reina holandesa. Aparte de convertirse en «miembro distinguido de
la Academia de Bellas Artes de La Habana», ella mereció reconocimiento cuando retor-
na al país, en 1927, como integrante de una delegación cubana que asiste a la Feria In-
ter-Antillana que se celebra en Santiago. Entonces era una dama «cuya cabeza comien-
za a encanecer», comenta Abigaíl Mejía en una reseña llena de datos: «Ha venido a la tie-
rra suya, de su familia y de su estirpe –tierra casi desconocida para ella–, tras muchísimos
años pasados (…) en el suelo cubano, en donde dirige una Academia de Pintura. Sus pin-
turas al óleo se hallan a la vista del público en el pabellón cubano de nuestra exposición,
pues la artista vino al país con la misión cubana.Tres obras recordamos con su firma, una
es Idilio Estival, magnífica de color dentro de la más severa técnica académica. Repre-
senta un pescador en su barca recostada sobre la arena de la playa y que ve venir hacia él
una aparición luminosa, una figura de mujer. Todo el cuadro respira claridad veraniega evolucionar de retratista a fotógrafo, como hicieron esos artistas del lente, meritísimos |411|
Idem.
sobre todo en el paisaje marino y la figura de mujer es de una gran idealidad». amigos y luchadores que son Palau y Senior».|411| Página 505.
Confert.
La escritora Abigaíl Mejía agrega: «Otra bellísima obra suya es Cocinera Cubana, co- Frente a Billini el caso de Ramón Frade es distinto o inverso, empero con cierta simi-
piada sin duda por completo del natural, y en la cual se destaca, con medio cuerpo so- litud. Ella se marcha del país nativo acompañando a su familia sanguínea y se forma en
bre la mesa, una negra de reluciente piel, con un brillo tan real que a cualquiera desa- Cuba desde muy niña. Frade, natural de la isla borinqueña, es traído a Santo Domingo
nima por su dificultad para hacer una imitación. Nos muestra, vaciándola sobre la me- como hijo adoptado. Aquí reside, se forma y comienza a proyectarse como joven nom-
sa, la repleta cesta que trae de la compra: verduras, un pescado, frutos.Y admira uno,
junto a la difícil interpretación de la figura principal la no menos importante en la par- Ramón Frade|La Catedral|Dibujo|1891|Revista El Lápiz.
Ramón Frade|Francisco Henríquez y Carvajal|Dibujo|1891|Revista El Lápiz.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|300| |301|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

bre artístico y a la larga se convierte en un sobresaliente maestro de su país, al mismo la Normal que fundara Hostos, también al Taller de Desangles; colabora como dibujante |413|
Idem.
tiempo estimado entre los dominicanos. La Billini solamente es reconocida en Repú- del periódico quincenal El Lápiz y se matricula en la «escuela de telégrafos que tiene es- Página 39.
Confert.
blica Dominicana, ya que los historiadores cubanos del arte la excluyen en nombre de tablecida una compañía francesa encargada bajo contrato del servicio telegráfico y cable-
un usual chauvinismo nacional o cubanidad. gráfico de la República».|413| Al dedicarse con ahínco al estudio del francés, logra la po- |414|
Idem.
RAMÓN FRADE (1875-1954), nació en Cayey, Puerto Rico, hijo del fotógrafo Ra- sición de telegrafista, conociendo de paso a quien será su decisivo profesor de pintura. Páginas 41-42.
Confert.
món Frade Fernández y de Joaquina de León Guzmán, quienes habían procreado otros «En ocasión de uno de los pocos días libres de su trabajo durante su primer año como te-
tres vástagos. El benjamín de la familia es quien lleva el nombre del padre. Este fallece legrafista, cuando dibuja en la calle, es que conoce al pintor y diplomático Monsieur |415|
Frade.
cuando el niño Monche, como le llama cariñosamente, tiene tres años y medio de edad. Adolphe Laglande (…).Al ver al muchacho entregado con tanta disposición a la faena de Citado por
Osiris Delgado.
Sola y con escasos recursos para sostener la prole, la madre accede a que el menor de dibujar con trazos rápidos un lechero junto a una carreta llena de garrafones, el diplomá- Idem.
Página 17.
los hijos sea adoptado por Nemesio Lafoga (…), comerciante español casado con do- tico no puede sustraerse a la tentación de acercársele e interrogarle. Para sorpresa suya, el Confert.

minicana y que son sus vecinos. Estos no tendrán descendencia y nunca tendrán otro chico le responde en francés (…) y un nexo de simpatía mutua se establece rápidamente.
|416|
El interés del pintor galo por el futuro artístico de Monche Frade pronto repercutirá en Idem.
Página 244.
las oficinas administrativas del Cable Francés y estos se ven constreñidos a liberarlo parcial- Ficha No. 1.
Confert.
mente de su horario para posibilitar sus lecciones diurnas de pintura. Durante su estancia
de solo unos pocos meses, Laglande hace trabajar a Monche como este nunca lo hizo an- |417|
Idem.
tes, y le descubre racionalmente el mundo del color y la técnica. Será inolvidable para Fra- Página 40.
Confert.
de el momento del año 1892 en que conoce a quien desde entonces recordará como su
verdadero maestro en el arte pictórico.Tiene sólo diecisiete años y la vida le sonríe».|414|
Ramón Frade reside en el país que dividió su humanidad de antillano durante casi quince
años (1884-1897), durante los cuales también hace teatro, se gradúa en la normal hostosia-
na. Fueron años de residencia interrumpida por breves viajes a la tierra natal, Puerto Rico,
y estadías en el vecino Haití desde donde se traslada a Cuba, Jamaica y repetidas veces a la
isla borinqueña. En este país nativo formaliza relaciones amorosas con Reparada Ortiz y co-
mienza a realizar el esbozo de El Pan Nuestro (lienzo óleo 1905), obra mayor del arte puer-
torriqueño; realmente un clásico en la historia de la pintura antillana. Con ésta y otras pin-
turas, deja atrás su ciclo productivo dominicano que refiere el historiador Osiris Delgado
Mercado, en una Catalogación general de un maestro cuyo discurso, en gran parte, lo jus-
|412| heredero que Monche Frade, con quien se trasladan a España en donde residen casi diez tificaba asumiendo que «como todo lo puertorriqueño se lo está llevando el viento... en su
Delgado M.,
Osiris. años, viajando luego a Santo Domingo|412| entre 1884-1885. deseo de perpetuarlo lo pinta».|415| Del aludido catálogo general, clasificado por géneros
Op. Cit.
Páginas 24-25. En el país dominicano, Ramón Frade asiste a la escuela preparatoria, siendo alumno, en diferentes (dibujo, acuarela, pintura..) se citan los trabajos producidos en Santo Domingo:
Confert.
1887, de la Escuela Municipal de Dibujo y Pintura que dirige entonces Felipe de los San- |Mi padre enfermo| Cartón óleo del 1890, reproduce a Ramón Frade Fernández, pa-
tos.Teniendo como modelo una fotografía de su pater sanguíneo, realiza su primera pin- tentizado por el autor como su primera obra de pintura, de retrato.|416|
tura: Mi Padre enfermo (óleo 1890, tamaño postal). Es la época en que asiste a la Escue- |Efecto de luna en Venecia| Pintura de 1892 que realiza improvisadamente como en-
sayo durante cinco minutos, siendo premiado con una flor por Luisa Ozema Pellerano,
Ramón Frade|Portada Revista El Lápiz|Grabado|1891. a quien le regala el cuadro.|417|
Ramón Frade|Portada Revista El Lápiz|Grabado|1891.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|302| |303|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|Serie de dibujos| Grabados, plumillas... que se asocian a su labor en el periódico Al Lá- |418|
Idem.
piz durante los años 1891-1892, con los que aborda vistas de Santo Domingo, retratos ale- Página 34.
Confert.
góricos, ilustraciones de costumbres y caricaturas: «Hace una xilografía que titula Un buen-
...mozo... de la orden de abanico (…) y los retratos a plumilla de Francisco Ortea, Miguel A. |419|
Idem.
Caro, Emilia Pardo Bazán, Emiliano Tejera, Monseñor Rocco Cocchía (…) Federico Página 33.
Confert.
Henríquez y Carvajal (…), Manuel de Js. Peña y Reynoso, Francisco Gregorio Billini, Jo-
sé Reyes, y Alejandro Llenas. Hace dibujos de tipos pintorescos como Vendedor; Presidia- |420|
Idem.
rio, Soldado Rústico; una alegoría a Félix María Ruiz, una caricatura de su amigo Julio Página 235-36.
Fichas 1-2 y 3.
Pou (...) y 12 dibujos de vistas y detalles urbanos de la ciudad de Santo Domingo.|418| Confert.

Anteriormente (…) una caricatura titulada Para Güibia (Parodia) y una estampa típica
|421|
grabada en madera: El Vendedor de Leche (…), el retrato del Doctor Carlos Arvelo y (…) Idem.
Confert.
un dibujo titulado Estudio de grabado en Madera que representa a un bebedor».|419|
|Tres paisajes urbanos: Vista de Santo Domingo desde Villa Duarte| (Lienzo-óleo, |422|
Arte Club.
1893) cuadro realizado en colaboración con Julio Pou; otra vista similar realizada por Catálogo,
18 de marzo/
Frade en 1935 y un tercer lienzo, réplica de este,|420|fechado en 1940. 10 de abril 1992.
Confert.
|Retrato ecuestre del Presidente Ulises Heureaux| (lienzo-óleo 1896) realizado en un
momento en que retorna a su amada segunda patria con el honor del ofrecimiento de |423|
Delgado M.,
la ciudadanía así como por la tentadora pensión, con la que puede cubrir su interés de Osiris.
Op. Cit.
viajar y estudiar en Europa.|421| Sin embargo, debido a su puertorriqueñidad, no la Páginas 29-30.
Confert.
acepta, optando por laborar en proyectos escenográficos y pintando cuadros que son ad-
quiridos por diferentes ciudadanos.
Otras obras que datan de diferentes fechas conservadas en colecciones en Santo Do-
mingo, entre otras:|422| Estudio Boca y Nariz, dibujo a lápiz de 1887, relacionado con
su aprendizaje en la Escuela Municipal de Dibujo; Mulos con Montura, dibujo a lápiz
de 1898, relacionado con el anterior; y Caracolillo o Una Jibarita recogiendo café en
las alturas de Cayey (óleo-madera 1948), réplica de uno anterior realizado en 1940.
Ramón Frade encontró en Santo Domingo, durante sus vitales años juveniles, los elemen-
tos formativos –artísticos y humanísticos– que le permiten asumir con coherencia el ca-
mino profesional de pintor imbuido del racionalismo hostosiano, metódico y ordenado, así
como del eclecticismo de la paleta europea que aprende con Laglande, el maestro francés
que le asocia a la tendencia hacia el detalle y a la virtuosidad técnica en función de lo anec-
dótico, el colorido, la pincelada chispeante y la jugosidad pictórica predominante en las
obras más representativas del pintor boricua-dominicano; obras en formatos para gabine-
te, luminosas, menudas y transparentes, selladas de la atmósfera antillana. Son sus cuadros de
Ramón Frade|Caricatura de Julio Pou-fotógrafo|Grabado|1891|Revista El Lápiz. género y paisaje que patentizan el lugar y el tiempo en que vive el artista|423| cuando cre-
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|304| |305|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|424| ce su discurso. Es decir, el de Puerto Rico, en especial la zona de Cayey en donde se su- María de la Caridad, la esposa con quien procreó tres hembras y tres varones: María Ju- |428|
Idem. Listín Diario,
Página 92-93. merge después de su experiencia en Europa, por donde deambula entre 1907-1908. lia, Caridad, Edelmira, Carlos, Francisco y Rogelio. 20 de julio de
Confert. 1891,
A propósito de esa sumersión, escribe su biógrafo Osiris Delgado Mercado: «Desde no- JULIO POU PRIMET (1862-1940), nacido en la capital de la república, se convier- referencia en
Rodríguez
|425| viembre de 1907 en que Frade regresa a Cayey, su vida cobra un matiz de angustia que te en una de las figuras artísticas más reconocidas en el período del florecimiento cul- Demorizi.
Idem. Op. Cit.
Páginas 47-48. durará hasta la hora de su muerte. Desde entonces ocurre un esencial anquilosamiento, tural dominicano y durante las primeras décadas del siglo XX. Esa fama suya le permi- Nota No. 11.
Confert. Página 152.
se le embotan las astas (si bien el trapío bulle en la sangre) y su gemido silencioso se tió un desenvolvimiento familiar y social bastante holgado, realizar constantes viajes al Confert.

|426| confunde con el lamento jíbaro de la montaña. Empieza a vivir del recuerdo, se entre- exterior, contando entre sus clientes a miembros del sector oficial al poco tiempo de
Idem.
Página 49. tejen leyendas respecto a su persona, algunos le tachan de misántropo, otros le veneran. instalar su estudio artístico. Este nexo gubernativo le permitió, incluso, ocupar el cargo
Confert.
Pinta, seguirá pintando a lo largo de su vida, pero pinta recuerdos. Hace docenas de ré- de Cónsul en La Habana, en 1890. Cuando deja esa misión diplomática y retorna a San-
|427| plicas pequeñas de El Pan Nuestro al óleo, a la acuarela; repite el panorama de Santo to Domingo, utiliza los medios periodísticos para promocionarse: «Julio Pou, Fotógra-
Idem.
Página 49. Domingo, pinta a Florencia, a Venecia y hasta claudica al sentimiento pro del vecinda- fo y Pintor. 14 años de establecido. / Calle Santo Tomás No. 4.»|428|
Confert.
rio: angelitos negros. Pero es Ramón Frade». Agrega el biógrafo que Frade «estudia,
aprende nuevas profesiones, trabaja, cumple fielmente con los suyos; pero se lo traga Ca-
yey y el Puerto Rico desorientado y pauperizado de la primera mitad del siglo XX. De
todas maneras a los treinta y tres años ya ha cumplido su misión: ha lanzado el grito de
El Pan Nuestro. Desde entonces el tiempo se le llena de añoranza y a veces ocurren pe-
queñas incidencias que le aúpan el ánimo. Una de estas ocurre en 1908, cuando recibe
un telegrama de su entrañable amigo dominicano Julio Pou que le dice: Paso por esa
automóvil quiero verte darte un abrazo».|424|
En sus años dominicanos, durante los cuales asistió como estudiante libre al taller-es-
cuela de Desangles y fue integrante de la generación en la que figuran Abelardo, José
Buñols, García Obregón, Ramírez Guerra, Sanabia y otros que son reconocidos artísti-
camente, se relaciona especialmente con Julio Pou. Con éste realiza un cuadro en con-
junto que provoca rivalidad juvenil entre ellos y Rodríguez Urdaneta, en 1893, azuza-
da por insidiosos que descubrieron que los tres utilizaron una obra original que le sir-
vió de modelo.|425| En el referido año, Frade colabora en el taller de Pou, retocando
negativos con gran entendimiento y habilidad.|426| Cuando el artista boricua-domi-
nicano decide abandonar Santo Domingo, en 1894, deja con su amigo «cuarenta cua- «Fotografía Julio Pou / Vía S.Tomas. Specialita in ritratti diretti e bambini. / Unica re- |429|
Caricatura de
dros terminados, infinidad de bocetos al lápiz y a la pluma, estudios, apuntes, obras em- producione delle urna di Cristoforo Columbus e Collezione completa de Architectu- Frade. El Lápiz,
diciembre 1891.
pezadas y varios álbumes con preciosísimas anotaciones».|427| Este conjunto de obras, ra de ornamento de tutti la amada di Santo Domingo. / Paco anticipato».|429| Confert.

al tiempo que confirma una producción vinculada al país de adopción sentimental, su «Julio Pou. Taller fotográfico a la moda. / Expendio de vistas, ruinas históricas; edificios
|430|
custodia encargada a Pou ratifica la entrañable amistad que se hace perdurable entre públicos, lugares extramuros de Santo Domingo. Regina y Santo Tomás No. 28».|430| Letras y Ciencias,
1892, referencia
ellos. Frade, pintor de importancia para Puerto Rico, cuya única prole fueron sus cua- Siendo uno de los pioneros relevantes de la fotografía nacional, se afirma que alcanzó en Rodríguez
Demorizi.
dros, porque de su enlace matrimonial con Reparada Ortíz, no nacieron retoños; en Op. Cit. Confert.

cambio el entrañable amigo Julio Pou, que fue fotógrafo-pintor, se llenó de hijos con Julio Pou|Yoyó de Valverde|Pastel/papel|1895|Col. Margarita Guzmán Vda. Torres.
Julio Pou|Paisaje|Óleo/madera|25 x 14 cms.|Sin fecha|Col. Ceballos Estrella.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|306| |307|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|431| formación en este arte con Naar,|431| un fotógrafo holandés trashumante, probable-
Rodríguez
Demorizi. mente a inicios de los 1880, decenio en el cual recibe también orientación pictórica
Idem.
Página 149. con un profesor de nombre desconocido, criollo o extranjero. Calificado por la prensa
Confert.
como artista distinguido y fotógrafo Super-Chic, se dedicaba con preferencia al manejo
|432| del carboncillo para realizar paisajes. De acuerdo a las referencias fue autor de muchos
Las tres obras
citadas por cuadros pictóricos, entre ellos:
Rodríguez
Demorizi. |Retrato del Presidente Heureaux| Postal 1892, considerado obra magnífica, colocado
Idem.
Nota No. 11. en la oficina del mandatario.
Página 153.
Confert. |Retrato de José Martí| Óleo de 1895 realizado en tamaño natural.
|Retrato de Máximo Gómez| Óleo de 1895, tamaño natural.|432|
|433|
Idem. |Un buen hallazgo| Óleo, premio de pintura de los Juegos Florales que organiza el
Página 112.
Confert. Ateneo Amigos del País, en marzo de 1901.|433|
Aunque pintor, Julio Pou fue sobre todo fotógrafo que aprovechó los conocimientos pic-
|434|
Delmonte, Raúl. tóricos para tratar el retrato a la manera que también lo hacía Abelardo, difuminando el
Misceláneas.
El Lápiz No. 16, revelado y aplicando capas de color con óleo o con pastel, obteniendo resultados picto-
septiembre
de 1891. fotográficos. Pou se inició primero que Rodríguez Urdaneta en el arte de la Cámara e
Confert.
incluso en lo relativo a novedosas técnicas, de acuerdo a un comentario que se publica
|435| en 1891: «Julio Pou nos presenta novedades sorprendentes. Foto-creyones; fotografía im-
El Lápiz,
4 de noviembre presa en papel bromuro, comparables a foto-tipias i sobre porcelana que es la moda fin
de 1891,
reproducido de siglo, como ahora se dice». El autor de este comentario es Raúl Delmonte (José del
por Rodríguez
Demorizi. Carmen Pérez), quien también hace alusión a los temas del inquieto fotógrafo-pintor:
Caricatura y
Dibujo (...) «vistas de esta ciudad y sus cercanías, i sobre todo, tantos retratos de beldades cubanas i
Página 174.
Confert. dominicanas, que al verlas el bachelor más recalcitrante, en seguida piensa en bodas».|434|
Expositor de muestras celebradas a partir de 1890, el nombre de Julio Pou se asocia al
|436|
Rodríguez impulso de las artes del país. Las referencias de la época lo califican como pintor y fo-
Demorizi.
Pintura y tógrafo, igualmente.A este último protagonismo –el más relevante– se asocia una de las
Escultura (...)
Nota 11. primeras tomas de paisaje de medio ambiente no arquitectónico o urbano, fechado en
Páginas 152-153.
Confert. 1891. Esta imagen fue reproducida como fotograbado en un medio periodístico.|435|
Pou obtuvo dos distinciones fotográficas en 1896, otorgadas en respectivos concursos
que auspició la revista ilustrada Luz y Sombra editada en la ciudad de Nueva York.|436|
Pou, Frade, Billini, Ramírez Guerra y García Obregón se han enfocado como un gru-
po de precursores inevitable, grupo en el que pueden incluirse otros nombres que se
destacaron como integrantes de la misma generación, pero cuyas obras resultan desco-
nocidas o limitadas; igualmente, las referencias documentales de esa producción son tan
escasas como los respectivos datos biográficos. Julio Pou|General Sebastián Emilio Valverde|Pastel/papel|1895|Col. Margarita Guzmán Vda. Torres.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|308| |309|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

4|3 El impulso de la caricatura y la ilustración: Domingo Echavarría realiza la representación del General Haitiano en Marcha (1845), |438|
Rodríguez
Pérez, Frade, Mella, Mendoza, Ferrúa,... visión de un soldado fumando una pipa, cargando sobre uno de los hombros una barra Demorizi.
Caricatura
balanceada por frutos y peces, arrastrando a un famélico perro: «uno de los invasores en y Dibujo (...)
Página 7-8.
son de marcha (…), un recuerdo histórico que ha de verse con interés y complacen-
cia»,|438| ya que se conservan la imagen y el nombre de su autor, quien fue uno de los |439|
Sáez,
iniciales pintores dominicanos. Esta caricatura es reproducida en 1883 por la Revista José Luis.
Op. Cit.
Científica, Literaria y de Conocimientos Útiles como una muestra de que los grabados en Página 74.
Confert.
los medios periodísticos no eran una novedad. En 1845, el periódico El Dominicano, al
grabar la caricatura de Echavarría, había establecido un precedente en cuanto a las ilus- |440|
Idem.
traciones que tomaban vigencia durante el período del florecimiento cultural. Página 8.
Confert.
Viñeta Humorística Crítica es el calificativo que emplea Sáez para el grabado de Echava-
rría, el cual sirvió de ilustración a un artículo que se titulaba Los Haitianos, publicado en |441|
Idem.
el citado periódico, en 1845. Diez años después, en El Oasis (7 de enero de 1855) «apa- Páginas 8-9.
Confert.
rece una serie de Aleluyas o historietas en verso, criticando a los diputados. Los dibujos y
los versos están firmados por El Portero y se titulan Un Día de Sesión». Pero antes que
esas historietas aparecen «trabajos esporádicos de Félix Báez (El Eco del Ozama, 1852), Ga-
briel Moreno del Christo y José Gabriel García (El Oasis, 17 de diciembre 1854)».|439|
El historiógrafo Rodríguez Demorizi también ofrece datos de las caricaturas que circula-
ron esporádicamente después de 1845 y cuyos originales o imágenes se desconocen, están
perdidos. El citado autor sostiene que el periódico del siglo XIX «más rico en caricaturas y
dibujos de diversos géneros fue El Lápiz.»|440| Impreso entre el 18 de enero de 1891 y el
14 de febrero de 1892, «en El Lápiz se publicaron no pocas caricaturas y retratos a pluma
de Pérez y de Frade (...), de vivo interés para el conocimiento gráfico de aquella época, no
|437| Con el florecimiento cultural que impulsan la educación, los géneros literarios, la música,
Sáez, José Luis. le faltaron, entonces, opositores. Le censuraban publicar caricaturas en una edición dedica-
Apuntes de las representaciones teatrales, el periodismo y las artes visuales, entre estas últimas comien-
periodismo da a un patricio.Tras el eclipse de El Lápiz, apareció en octubre de 1893, La caricatura (...)
iconográfico. za a manifestarse la caricatura: arte dibujístico o pictórico de intención satírica, grotesca,
Páginas 63-64. Era obsequio dominical del Listín Diario, de Pellerano. En el Listín, se inició luego, en ju-
Confert. humorística y psicológica; arte que en su variedad temática aborda un personaje real y cos-
nio de 1897, una sección crítico-humorística, con caricaturas».|441|
tumbrista e igualmente la escena cotidiana doméstica comercial y política. «La palabra ca-
El azuano José del Carmen Pérez y el puertorriqueño Ramón Frade fueron los principa-
ricatura se deriva del verbo italiano Caricare (cargar, sobrecargar, exagerar)». De acuerdo a
les artistas nacionales que se vinculan al impulso de la caricatura. Un arte dominicano nue-
José Luis Sáez, el vocablo lo usa por primera vez Mosini, en el período del renacimiento,
vo cultivado por dos jóvenes que se hicieron notables, finalizando el siglo XIX. Pérez ca-
siendo pionero del género el pintor Annibale Carracci, quien reproducía tipos callejeros de
ricaturizó a notables personalidades (Galván, Delmonte, Mesomónica, Heredia...), siendo
Bolonia, e igualmente el escultor y arquitecto Bernini era hábil caricaturista.|437|
posiblemente el autor de algunas de las estampas caricaturescas que se reproducen en dis-
El surgimiento de la caricatura nacional se remonta a la etapa del 1840, durante la cual
tintos números de El Lápiz, fundado por él. Ramón Frade, autor de una excelente carica-
tura de promoción de su gran amigo Julio Pou, caricaturiza con preferencia personajes
Ramón Mella Lithgow|Yo soy quien mando|Caricatura|1912. anónimos y populares que realiza en xilografía durante la etapa en que se convierte en el
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|310| |311|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|442| dibujante de El Lápiz. Son estampas típicas grabadas en madera: El Vendedor de Leche, la obra gráfica abiertamente política. Puerto Plata, como principal centro emisor; el periódi-
Delgado M.,
Osisris. Parodia para Guibia y, entre otras, la caricatura «Solicito Redacciones de Periódicos», que co El Látigo, como vía propagandista, y el artista que firma con el seudónimo de Walter, re-
Op. Cit.
Páginas 33-35. firma con el nombre Recaredo, uno de los numerosos seudónimos de José del Carmen Pé- presentan un bloque asociativo de la caricatura politizada. Se sospecha que, además del ci-
Confert.
rez, con el doble propósito de gastarle una broma al citado dibujante, «a la vez que lanzar tado nombre, otros autores gráficos que no firmaban sus obras tuvieron que ver con las emi-
|443| una diatriba caricaturesca contra el de El Gorro de Dormir», dirigido por el puertorrique- siones de caricaturas políticas, editadas, además, como tarjetas. La destacada periodista Ange-
Matos Díaz,
Eduardo. ño Jesús María Jiménez, «por este haber arremetido muy agresivamente» contra el perió- la Peña señala en una clarísima reseña que: «A principio de este siglo, circularon en el país y
La Fisonomía,
la Caricatura (...). dico|442| del cual era Frade el ilustrador gráfico. En el periódico bimensual El Gorro, de en el extranjero unas originales tarjetas postales que no representaban ni playas ni paisajes,
Página 42.
Confert. vida efímera, «se publican algunos dibujos desprovistos de gracia de Silvio Pellerano».|443| ni monumentos, ni mujeres. Tampoco eran fotografías. Eran unas postales políticas que
También de Angel Pons, quien además realiza caricaturas para El Lápiz. traían hechos y personajes caricaturizados de acuerdo a la situación del momento. Como
José del Carmen Pérez fallecido muy joven (1894), y Ramón Frade, de larga actividad ar- las tarjetas actuales, tenían un espacio para place stamp here, otro para name address here y un
tística, cultivan los géneros de la caricatura típica y la retratista, algunas con insinuadas seña- último para la Correspondence here.Venían con un trébol que parece era la insignia de la ca-

les de crítica social y enfoque psicológico, excluyéndose de la sátira de intención política. sa distribuidora, cuya sede principal era Puerto Plata. La tienda era de C. M. Puyans (…). La |444|
Peña, Angela.
En relación a este último aspecto, se considera que la obra de protesta y denuncia, Lilís labor del o de los caricaturistas parece haber sido muy delicada. Los personajes son fácil- Ultima Hora,
6 de septiembre
Ahorcado (dibujo 1893), de Arquímedes de la Concha, es una caricatura política; sin em- mente reconocibles y las ideas interpretadas al instante. Sus autores debieron ser expertos de 1974,
referencia en
bargo, este enfoque temático aparece claramente en el período posterior a la dictadura de políticos, porque no sólo en el dibujo estuvo la astucia (…). Emilio Rodríguez Demorizi Rodríguez
Demorizi.
Lilís, durante el cual las facciones partidarias y la injerencia de los Estados Unidos marcan menciona entre los autores de esas postales al caricaturista Ramón Mella (…), el más cele- Op. Cit.
Página 10.
la inestabilidad extendida entre 1899-1916. En este proceso la caricatura se convierte en una brado caricaturista de la época revolucionaria abierta en 1911 con la caída de Cáceres».|444| Confert.

Ramón Mella Lithgow|Los políticos en música clásica|Caricatura|1914. A. S. Noboa|Don Pedro E. de Marchena|Caricatura|1925|Revista Ilustrada La Opinión, núm.121.
Ferrúa (Nino)|Mercurio|Litografía|1925|Portada Revista Ilustrada La Opinión.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|312| |313|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

Walter, nombre de un novelista inglés (Walter Scott) y de algunos autores alemanes, fue el complicidad de líderes y miembros de la élite criolla. Un conjunto de trece caricaturas |446|
Matos Díaz,
asumido como seudónimo por RAMÓN MELLA LITHGOW, relacionado al país cu- reconocidas se constituye en una documentación visual, escénica, paródica, satírica y Eduardo.
Op. Cit.
bano en donde se formó probablemente y adquirió experiencia profesional en medios co- con elementos simbólicos como la hicotea, reptil acuático que de acuerdo a la época Página 43.
Confert.
municativos, antes de ubicarse en Puerto Plata. A esta comunidad se asocia una segunda representa la presidencia de la República.|446| Los títulos y los nombres de los perso-
etapa de su hoja profesional ejerciendo docencia de dibujo en la Escuela Normal, pintan- najes representados permiten constatar el sentido político de las caricaturas de las cua-
do retratos, realizando tomas fotográficas y sobre todo cultivando una obra gráfica nove- les se anotan varias con descripciones correspondientes:
dosa en tres aspectos distintivos: primero, por la mezcla técnica entre el dibujo, fotografía y |Así subió Quiquí| Con fecha de 1912 y con la citada leyenda que le da título, repre-
leyenda (textos); en segundo lugar, por el carácter múltiple de la impresión más o menos senta al General Alfredo Victoria, empuñando el sable de la fuerza, mientras que sostie-
masiva, en tarjetas postales que indudablemente proyectan su mensaje crítico, humorístico ne elevado a su tío Eladio Victoria. En el fondo la Fortaleza Ozama con su Torre del
o satírico de situaciones sociopolíticas que acontecen; y lo tercero, por plantearse por pri- Homenaje con la hicotea amarrada al calzado mientras con el otro pisa la constitución.
mera vez en el país una obra visual, discursivamente política. Esta triple novedad permite La escena refiere la presión que ejerció el militar sobre el congreso para que eligiera
presidente a su tío, quien gobernó del 5 de diciembre de 1911 al 30 de mayo de 1912.
|Yo soy quien mando| Caricatura de 1912, con representación del General Alfredo Victo-
ria y su tío el Presidente Victoria, enfrentados por la autoridad de Monseñor Nouel, de pie
junto a la silla de obispo, detrás de la cual está la figura del Tío Sam, vigilante del orden.
|Parodia de la crucifixión| Puede ser el título de esta caricatura de 1912, que presen-
ta a Monseñor Nouel cargando la pesada Cruz del calvario identificado con las U.S.A.,
en medio de dos cruces. Los miembros del gabinete de gobierno Elías Brache, A. J.
Montolío, J. R. Castro, F. Leonte Vásquez, José Manuel Jimenes y el General Samuel
Moya, portan lanzas y están vestidos de romanos.
|Los Políticos en música clásica| Fechada en 1914, representa un escenario teatral con
una orquesta de Cámara ubicada en el proscenio, integrada por Francisco Henríquez y
Carvajal, Federico Velásquez, Francisco J. Peynado, Juan Isidro Jiménez, Carlos F. Mora-
les Languasco, Elías Brache y Enrique Henríquez, dirigida la orquesta por Horacio Vás-
quez. En el escenario danza la república ataviada con la bandera tricolor, en tanto el Tío
Sam anuncia la velada para el escenario con decoración urbana en donde aparece el Ba-
luarte del Conde, se asoma tras la cabina del apuntador la cabeza de Eugenio Deschamps.
|445| apreciar a Mella como un artista de importancia o autor de una caricatura inconfundible, |El que baile mejor| (1914) define visualmente la injerencia estadounidense en la po-
Peguero/De los
Santos. en la cual se identifican los personajes con pelos y señales al usar rostros de fotografías. lítica doméstica del país. El Tío Sam en proporción de gigante sostiene elevadamente el
Visión General
de la Historia El discurso gráfico y político de Ramón Mella, producido de acuerdo a los registros en asiento presidencial, ubicado detrás de una mesa de candidatos representados como tí-
Dominicana.
Página 285 el segundo decenio del siglo XX, se relacionan a los últimos años del llamado epílogo teres: Enrique Henríquez, Francisco J. Peynado, Federico Velásquez y Juan Isidro Jime-
Confert.
de la segunda república|445|, con sus protagonistas gubernativos que provocan el fraca- nes, en tanto Horacio Vásquez señala la caja electoral colocada en una pequeña mesa
so del Estado Nacional frente a la asechanza del imperialismo, y en el que es notable la que tiene amarrada la hicotea en una de las patas.
|Mi compay Concho| Es el título de esta caricatura que asocia al Tío Sam y a Concho
Ramón Mella Lithgow|El General Valdez en el sitio de Puerto Plata|Caricatura|1914. Primo. El primero representa la injerencia gringa cual equilibrista con los brazos abier-
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|314| |315|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

tos y elevados, sosteniendo un gallo en cada mano. El otro, representación nominal y sim-
bólica del pueblo, contempla, pequeño y pensativo, al gigante personaje interventor.
|La serie del general Bordas Valdez| Constituida por seis notables caricaturas que se
asocian al protagonismo de este singular gobernante del 1914 –fecha de las obras– que
enfrentó personalmente una revolución en su contra, con un ejército que sitió a Puer-
to Plata durante varios meses. Paródicas o satíricas, representan al Presidente como San
José y como Napoleón Bonaparte: nervioso; camino a la venganza; ubicado en el cam-
pamento militar; como un fracasado de Waterloo; reconociendo que vio y no venció; y
embarcado, después del inútil sitiamiento, con un botín de guerra constituido por ga-
llinas, chivos, vacas, muebles y otros recursos.
Mella Lithgow fue un singular formulador de la caricatura política dominicana, real-

|447| mente un pionero solitario a inicios del siglo XX. Otro caricaturista, enjuiciando la obra
Idem.
Página 42-43. del colega puertoplateño, opina que las postales de Mella, «son mas bien retratos o arre-
Confert.
glos caricaturescos, pues, como puede apreciarse (…) los personajes son representados
por fotografías». El autor de esta opinión, Eduardo Matos Díaz, señala que «para encon-
trar verdadera caricatura en nuestro medio, es preciso llegar hasta Procopio Mendoza,
conocido generalmente por Copito».|447|

Copito Mendoza|Caricatura de Juan Tomás Mejía|1915|Revista La Cuna de América, núm. 19. Copito Mendoza|Los Bombos, autocaricatura|1918.
Copito Mendoza|Matrimonio Confederación Antillana|Litografía|1915|Portada Revista La Cuna de América, núm 20.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|316| |317|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|448| BENITO PROCOPIO MENDOZA, (1886-1940), nació en San Pedro de Maco- Cuna de América y Renacimiento, se reprodujeron caricaturas correspondientes a los años
Santana, Miguel.
El Nuevo Diario, rís, cuando esta comunidad era ya puerto de cabotaje y había sido convertido en Dis- 1913-1918. Crítico de los males que afectaban sobre todo a la ciudad nativa, las alabanzas
12 de diciembre
de 1986. trito Marítimo. Él creció con el sobrenombre Copito, convirtiéndose a principios del o bombos que provocaron sus dibujos le permitieron concebir la autocaricatura. Los Bom-
Confert.
siglo XX en notable figura de círculos intelectuales y periodísticos. Hijo de Inés Gil y bos, realizada en 1918, se considera una de sus más sobresalientes producciones. Mendoza
Benito Mendoza, próspero hacendado cuyo bienestar permitió que el futuro artista es- se autodibuja cual bufón del humor y del halago, vistiendo un frac repleto de bombines o
tudiara Ciencias Comerciales y Dibujo, igualmente que viajara hacia Estados Unidos y sombreros que deja caer al igual que el chorro de tinta de la plumilla ceñida a su oreja.
por países del Viejo Continente. Después de estudiar en el exterior, regresó al país, des- El entusiasmo que provocan las caricaturas de Copito Mendoza alcanzó el tono de la de-
pliega sus actividades profesionales, se incorpora a la vida bohemia, juega el béisbol afi- voción y el clamor. En cartas que firman reconocidos intelectuales de la época, se le in-
cionado, atribuyéndosele ser el primero que realizara caricatura deportiva.|448| vita a que retorne a la ciudad capital para que reciba «muchos testimonios de distinción
Copito Mendoza sobresale con rapidez en el dibujo caricaturesco, arte que inició al cola- para tu arte gracioso y triunfador». Entre los firmantes figuran el poeta Vigil Díaz; el es-
borar en el Boletín Mercantil editado en la ciudad petromacorisana. En otras revistas, La critor y periodista Pellerano Sardá; Juan Bautista Lamarche; Apolinar Perdomo, Horacio

Copito Mendoza|Caricatura de Julio de Windt Lavandier|1924|Col. José Luis Báez. Copito Mendoza|Caricatura del Poeta Ramón Emilio Jiménez|1917|Revista Renacimiento, núm. 85.
Copito Mendoza|Caricatura del Dr. H. de Marchena|Revista Renacimiento|1916. Copito Mendoza|Caricatura de Tick-Nay|1916|Portada en Revista Renacimiento, núm. 112.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|318| |319|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

Blanco Fambona, el novelista Rafael Damirón y otros notables ciudadanos capitaleños


que buscan excitar al caricaturista con argumentos persuasivos, diciéndole: «Esta ciudad
intensa te invita a que abandones por este invierno tu palacio de cristal y vengas a ella
con tu bagaje de humorismo raro a hacer fiesta de ingenio con el mohín de tu lápiz pro-
digioso.Aquí hay para tu arte único, tipos nuevos que afectan poses artificiales en afano-
so empeño a atenuar el ridículo; rostros austeros cuyos músculos no se mueven nunca;
otros que parecen que lloran o que se entretienen en hacer muecas a un fantasma ima-
ginario. Mujeres que miran hacia el cielo con ojos románticos implorando compasión a
la luna; bellezas masculinas restauradas de afeites y perfumes; suegras engreídas dentro de
su armazón (…) poetas de largas melenas empolvadas que leen sus manuscritos fastidio-
sos (…) gacetilleros baratos que se bautizan de periodistas (…) viejos curvados y mu-

grientos; estudiantes de provincias tímidos e ingenuos todavía; Narcisos presumidos con |449|
Varios autores,
caras de cómicos y con cuellos colgantes sobre los hombros…»|449| carta reproducida
por el diario Hoy,
Copito Mendoza poseía un agudo poder de captación fisonómico y una gracia incon- 23 de julio
de 1988.
fundible para traducir gestos y poses temperamentales de los sujetos que traducía su di- Confert.

bujo ágil y preciso. Eduardo Matos Díaz –caricaturista también– no vacila en atribuir-
le genialidad, considerando que «fue un mago de la expresión (...) Conoció los secre-

Copito Mendoza|Homenaje a Fabio Fiallo|Litografía|1918|Portada Revista Renacimiento, núm. 114. Copito Mendoza|Los Humildes del poeta Federico Bermúdez|1916|Revista Renacimiento, núm. 27.
Copito Mendoza|Alegoría de San Valentín|1917|Portada Revista Renacimiento, núm. 113.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|320| |321|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|450| tos íntimos de la fisonomía, lenguaje vivo de nuestros instintos; sentimientos y pasiones; guno alcanzó la perfección y profesionalismo de Copito, cuyas obras se pueden paran- |451|
Matos Díaz, Sáez, José Luis.
Eduardo. penas y alegrías; y de todo el misterioso cuadro secreto de nuestro espíritu. Por eso su- gonar con la de Audrey Beardsley.|451| Op. Cit.
Op. Cit. Página 75.
Página 43-44. po expresar extrayendo y transformando todo ese sedimento trágico y angustioso del Copito Mendoza estaba en la plenitud de la producción y del reconocimiento cuando se Confert.
Confert.
momento que vive cada personaje, acentuando sus rasgos y poniendo en ellos esa gra- produjo la desventura de perder la razón. «Dicen que sufrió esquizofrenia debido a una
|452|
cia imponderable que nos hace sonreír alegremente (...) Si acaso en este arte ha incu- sífilis aguda que le afectó el cerebro, por lo cual, hubo que internarlo en el Centro Padre Santana, Miguel.
Op. Cit.
rrido en pecado, abusando a veces de la línea, ha sido por su afán de expresar con la Billini (Manicomio).|452| Allí, en breves momentos de lucidez, tomaba el lápiz como Confert.

mayor fidelidad el parecido, moviendo sus figuras con la inquietud que le es caracterís- empeñado en trazar la imagen de su propio infortunio»|453| y pintaba sobre los fríos mu-
|453|
tica a cada personaje. Esa fue su obsesión. Lo vi frente a sus dibujos, inquieto, inconfor- ros. En la celda gritó con vigor una mañana: «Artista, el arte por encima de todo».|454| Rodríguez
Demorizi.
me, ansioso de poner en ellos algún detalle más, para acentuar el parecido o el gesto. Cuando el humanista Pedro Henríquez Ureña escribe sobre el florecimiento cultural do- Op. Cit.
Página 9.
Sus figuras se agitan, se mueven, viven sobre el inexpresivo y blanco escenario de sus minicano y nomina los principales artistas, incluye al dibujante Mendoza, quizás atraído Confert.

cartones».|450| Comparándole con los caricaturistas nacionales, Sáez escribe que nin- por su fama y porque conoció sus caricaturas a través de los medios periodísticos que las

reproducían en el país y en el extranjero, desde 1913 hasta los años del 1930. Una nota |454|
Matos Díaz.
de este último período señala: «el arte caricaturista en macoris./La caricatura, ese arte Op. Cit.
Página 44.
difícil de la línea que por magia del lápiz retoza y saca a la pública contemplación aque- Confert.

llo ante lo cual la frecuente mirada es anodina, tiene aquí sus devotos./Aparte de los que
con éxito han hecho acto de presencia como el joven Raúl Carbuccia, hay muchos que
cultivan en secreto y que reservan sus obras para su exclusivo gozo. Pero hay uno que ha

Copito Mendoza|Caricatura de Armando Oscar Pacheco|Litografía|1925|Portada Revista Blanco y Negro, núm. 268. Eolo|Dr. Pedro E. Marchena|Caricatura|1925|Revista La Opinión.
Pedro M. Peralta|Dr. Alcides García|Caricatura|1925|Revista La Opinión.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|322| |323|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|455| llegado a la altura de Cuasi Artífice soberano: es nuestro Copito (Benito Procopio Men-
Varios autores.
Album del doza) cuyos triunfos han traspuesto ya las lindes de la patria».|455|
Cincuentenario
de San Pedro de Hacia los años del 1920, durante los cuales es incuestionable la fama de Mendoza, han
Macorís, 1933.
Confert. aparecido otros dibujantes y caricaturistas que alcanzaron la notoriedad nacional. Los
más sobresalientes y con una producción que se extiende hacia los años 1930, son Bien-
venido Gimbernard y Eduardo Matos Díaz, a los que se suma MANUEL CATA-
LÁN, un autor posiblemente español con desenvolvimiento también entre 1920-1940.
Usando el pseudónimo Eolo, hacía viñetas, anuncios publicitarios y caricaturas para la
revista semanal Blanco y Negro, de la que fue administrador y subdirector. El también di-
seña portadas e ilustra para otras publicaciones en las cuales registra otros creadores grá-
ficos que pueden ser asociados al estilo Art Nouveau e incluso al Art Deco. Giácomo Fe-
rrúa es nombre relevante en la primera dirección estilística.
GIÁCOMO FERRÚA (NINO), de nacionalidad italiana, llega al país a invitación de
su primo Jerólamo quien había fundado una impresora litográfica en Santo Domingo. En
1925, Giácomo figura entre los artistas gráficos del semanario La Opinión, siendo autor de
hermosas portadas que se imprimen a color con espléndidos resultados comunicativos y
visuales. Giácomo Ferrúa es un significativo autor de ilustraciones, desconocido y olvida-
do como resultan también otros autores que realizaron labor similar a la suya en las diver-
sas revistas que aparecen desde el inicio del siglo XX.Ya se han referido los nombres de Co-
pito Mendoza, Manuel Catalán (Eolo), Bienvenido Gimbernard, agregándose los de Ma-
nuel Pelegrín, Enrique Tarazona Pérez, Hugo Díaz, Enrique Godoy (García Godoy), Gar-
cía Obregón, J. M. Roques, Pedro María Peralta e incluso una mujer. Se trata de POUPÉ
SOLER, celebrada damita capitaleña, autora de finas ilustraciones, fantasiosas y femeninas,
más bien concebidas para cuentos de hadas y princesas. Inspiración de artistas y poetas,
Poupé Soler se convirtió en un eje social como anfitriona y relacionada a la alta costura.
De los nombres citados vale enfocar a PEDRO MARÍA PERALTA, nacido en la
comunidad fronteriza de El Cercado, en 1903, trasladándose luego a Santo Domingo,
en donde asiste a la Academia de Abelardo Rodríguez Urdaneta durante el período
1920-1923.Años después comienza a proyectarse como dibujante cuyas obras se publi-
can en semanarios, especialmente en La Opinión, en donde se reproducen sus carica-
turas y retratos de algunos próceres, entre ellos de Mella. Después su nombre se asocia
a ilustraciones de la Revista Bahoruco, editada en el primer lustro de 1930.
Peralta sigue una línea anecdótica y moderna en su producción artística de la que se
aparta, aunque no del todo, ya que ocasionalmente toma lápices y pinceles para repro-
ducir visiones reales como la Bahía de Samaná, que pinta al óleo en 1958. Eolo|Portada Guía Postal Telegráfica|1923.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|324| |325|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

LA CARICATURA Y LA ILUSTRACIÓN
EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

Domingo Echavarría (¿-1849) Ramón Mella (¿-1922) Eduardo Matos Díaz (¿-1998) Francisco Rivero Gil (?)
Tema: Personaje militar Tema: Políticos Tema: Tipos populares y grandes personajes Tema: Cartel y estampa
1845 1912 1927 1940
Periódico El Dominicano Cartas postales Publicó libro de caricaturas personales, 1929 Exposición de 1940

Félix Báez (?) Copito Mendoza (1886-1940) Tuto Báez (1895-1960) José Alloza (?)
Tema: Desconocidos Tema: Personajes de su tiempo y autorretrato Tema: Personajes de la época Tema: Ilustración de libros
1852 1913 1927 1940
Periódico El Eco del Ozama Revista La Cuna de América Referido por E.R.D. Libro de Caricatura 1977 Historia gráfica de la Rep. Dominicana 1944

Miguel Moreno del Christo (?) Bienvenido Gimbernard (?) Yoryi Morel (1906-1978) E. Sánchez Moscoso (?)
Tema: Desconocidos Tema: Populares, personajes, comic, anuncios Tema: Tipos populares y ciudadanos Tema: Tipos negroides
1854 1919 1929 1940
Periódico El Oasis Revistas Cosmopolita y Letras Referido en catálogo Retrospectiva, Stgo. 1980 Diario La Nación

José Gabriel García (?) Enrique Tarazona Pérez (?) Raúl Carbuccia (?) Alfonso Vila (Shum) (?)
Tema: Desconocidos Tema: Anuncios y portadas Tema: Desconocidos Tema: Caricaturas e ilustración
1874 1919 1932 1941
Periódico El Oasis Revista La Opinión Citado en álbum San Pedro de Macorís 1882 Exposición Nacional 1941 (Catálogo)

Juan Fco. Pellerano (?) Oscar Marín (?) Enrique Tarazona Hijo (1917-?) Ligio Vizardi (Virgilio Díaz Ordóñez) (?)
Tema: Desconocidos Tema: Político Tema: Personajes, anuncios tipo populares Tema: Personajes de la época
1874 1921 1932 1941
Periódico El Nacional Un Coche de la Capital Periódico La Opinión Exposición Nacional 1941 (Catálogo)

José C. Pérez (¿-1894) Nino Ferrua (?) Blas (?) Rafael Augusto Fernández Alvarez (?)
Tema: Personajes y estampas Tema: Ilustración de portadas Tema: Caricatura política y estampas populares Personaje popular
1891 1922 1939 Circunstancial, 1941
Revista El Lápiz Revista La Opinión Diario La Nación 1940 Exposición Nacional de 1941 (Catálogo)

Ramón Frade (1875-1954) Manuel Catalán (Eolo) (?) Antonio Malagón Montesano (?) Luis García Ximpa (?)
Tema: Desconocidos Tema: Ilustraciones y anuncios Tema: Dibujo Humorístico Tema: Funcionarios políticos
1891 1922 1940 1941
Revista El Lápiz Revista La Opinión Catálogo Bienal 1944 Álbum Homenaje a Trujillo 1943

Silvio Pellerano (?) P. Villanueva (?) Pedro A. Redondo (?) Julio Amiama (?)
Tema: Desconocidos Tema: Personajes prominentes Tema: Ilustración Tema: Publicitario
1891 1924 1939 1943
Revista El Gorro de Dormir Referido por E.R.D. Libro de Caricatura 1927 Cosmopolita 1939 Revista Cosmopolita

Angel Pons (?) P. Noboa (?) Antonio Bernard (Tony) (?) Alberto Perdomo (?)
Tema: Desconocidos Tema: Ciudadanos Tema: Caricatura y cartel Tema: Desconocidos
1891 1925 1940 ¿...?
El Gorro de Dormir Revista La Opinión Diario La Nación ¿...?
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|326| |327|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

LA CARICATURA Y LA ILUSTRACIÓN
EN LA REPÚBLICA DOMINICANA |Cont.|

Ernesto Scott (?) Miguel Sosa Rodríguez (?) Cristian Hernández (?) Teté Marella (?)
Tema: Artística Tema: Político Tema: Político y tira cómica Tema: Artística
1940 1975 1984 1975
Celebra individual 1944 Revista Cachafú Mundo Loco Sala Exposición

José María Peralta (?) Daddy Romero (?) Augusto Valdivia T. (?) Osiris Gómez (Ranfis) (?)
Tema: Ciudadanos Tema: Político Tema: Político Tema: Variada
1925 1978 1994 1985
Revista La Opinión Diario El Sol Listín Diario El Nacional y otros

Príamo Morel (?) Víctor Nolasco (?) Cristián Hernández (?)


Tema: Humorísticos y personajes Tema: Tira Cómica Tema: Político
1951 1978 1994
Diario El Caribe Revista Encuentro El Nacional

Joaquín de Alba (Kim) (?) Nelson Gómez (?) Fernely Lebrón (?)
Tema: Política extranjera (anticomunista) Tema: Político Tema: Político
1958 1980 1994
Diario El Caribe El Nuevo Diario Listín Diario

Roger Estévez (?) Harold Priego (?) José V. Almonte (?)


Tema: Político Tema: Político Tema: Político
1966 1981 1994
Diario El Nacional El Nuevo Diario Renovación

Juan Felix Soto (?) José Mercader (?) Juan Ant. López R. (?)
Tema: Tira Cómica Tema: Diversos Tema: Político
1972 1981 1994
La Voz del Pueblo El Nuevo Diario y La Noticia (1982) Última Hora

David Morales (?) Luis José Pimentel Reynoso (?) Rubinsky Abreu (?)
Tema: Político Tema: Político y tira cómica Tema: Político
1973 1981 1994
Última Hora Hablan los Comunistas Revista Listín 2000

Huchi Lora (?) Cheque Cordez (?) Ruddy Nieves (?)


Tema: Político Tema: Político y tira cómica Tema: Político
1973 1981 1994
Diario La Noticia Vanguardia del Pueblo Revista Tobogán

Teté Marella Campillo (?) Luis Alba (Calvo) (?)


Tema: Artística Tema: Político Tema: Publicidad
1975 1982 1994
Sala Exposición El Nuevo Diario Revista Rumbo
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|328| |329|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

4|4 La Intervención yanqui: censura, rebeldía y arte El proceso electoral había sido organizado por Ramón Báez (1858-1929), reputado |456|
Mejía, Luis F.
médico que ocupa la presidencia durante tres meses, (1914) en un medio social cuya De Lilís a Trujillo.
Página 110.
población era «mitad campesino y mitad pueblerino», asegura Luis F. Mejía, testigo de Confert.

la época. Para este historiador, «las elecciones constituyeron una decepción más para
quienes esperaban un torneo educador, o soñaban con un régimen democrático y ci-
vilista salido de las urnas como la mitológica afrodita de las espumas del mar».|456|
El narra que en la ciudad capital, el horacismo ocupó, desde la víspera en la noche, los
alrededores del recinto donde funcionaría la mesa electoral. Cuando llegaron los opo-
sitores que constituían el jimenismo y sus aliados (La Conjunción) se produjo una pe-
lea campal, a trompadas y empujones, por la posesión de la puerta de entrada del local.
«Muchos votantes llegaban a las urnas con las ropas destrozadas y algunos chichones en

De la serie de caricaturas que realiza Ramón Mella, dos de ellas ofrecen visión docu-
mental de la intromisión yanqui en el país, a la altura de 1914; entrometimiento que se
relaciona a la circunstancia de la competencia imperialista mundial y de la primera gran
guerra que estalla en ese año, hechos que aceleran decididamente la ocupación milita-
rizada. Una de las caricaturas del artista de Puerto Plata representa al gigante Tío Sam
sosteniendo la silla presidencial y moviendo como títeres a un grupo de políticos na-
cionales. En la otra obra gráfica, el mismo personaje sostiene complacido y de manera
elevada a los dos gallos, uno coludo y el otro sin cola, que representan los bandos ho-
racista y jimenista, los cuales concurren a las elecciones que preceden y aceleran la de-
finitiva ocupación militar de 1916.

Ramón Mella Lithgow|El que baile mejor|Caricatura|1914. Ramón Mella Lithgow|El Tío Sam y Concho Primo|Caricatura|1914.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|330| |331|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|457| la cara, producidos por un derechazo de Venancio el loquero, Broncíneo Gigantón ho- gó de nuevo a Santo Domingo el señor William W. Russell (…) Ministro Plenipotencia- |458|
Idem. Idem.
Páginas 110-111. racista, o por otro de igual temple del velasquismo. Los generales de los partidos riva- rio de los Estados Unidos.Al mes siguiente (…) pasó a nuestra Cancillería su nota Núm. Página 117-118.
Confert. Confert.
les, en sus caballos, conducían sus huestes a las urnas, mejor dicho, a la lucha callejera, 14 (…). Se nos demandaba: a| La aceptación de un Consejero Financiero que fiscaliza-
espectáculo pintoresco del que tomó una cinta cinematográfica un corresponsal ame- ría las recaudaciones de los ingresos y estricto cumplimiento del Presupuesto Nacional,
ricano exhibida después en los cines de su país con el título graciosísimo: Elections in sin cuya aprobación no se podría hacer erogación alguna. b| La disolución del Ejército
The Dominican Republic. Pero ya en la tarde los ánimos andaban demasiado excitados y y la creación de una Policía o Gendarmería bajo el mando de oficiales americanos. Se
empezaron a tirar piedras los contendientes (…) seguido de un tiroteo. Hubo alrede- tomaba como pretexto la violación de parte del gobierno dominicano, a partir de la
dor de treinta bajas entre muertos y heridos, no siendo mayor el número de víctimas muerte de Cáceres, de la cláusula. c| De la Convención Domínico-Americana, que le
por haberse arrojado al suelo la mayoría de los presentes y haberse amparado los com- prohibía contraer nuevas deudas sin la autorización del Gobierno Americano».|458|
batientes tras los árboles de la plaza. Al día siguiente se establecieron dos mesas en dis- Las citadas demandas respondían claramente a la llamada diplomacia del dollar que asociaba al
tintos sitios, una para los horacistas y otra para La Conjunción…»|457| Departamento de Estado con sede en Washington, con el expansionismo capitalista; alianza

Con señales de algún fraude e impugnaciones pertinentes, la victoria electoral fue obte-
nida por los grupos aliados de la Conjunción, juramentándose como presidente de la na-
ción el caudillo noroestano Juan Isidro Jimenes (Diciembre 5, 1914), quien nombró un
gabinete en el cual se suscitaron conflictos internos al mismo tiempo que los brotes
montoneros, los cuales prosiguieron como factores de un clima general de agitación,
inestabilidad, descontrol gubernativo y exigencia imperialista: «En octubre de 1915, lle-

Ramón Mella Lithgow|¡Horrible fracaso! Este es mi Warterloo|Caricatura|1914. Bienvenido Gimbernard|Caricatura|1925|Revista Cosmopolita.


Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|332| |333|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|459| que esgrimía la política del garrote cuya aplicación práctica era hablarle severamente a las el siguiente aviso amenazante:Tengo a bien notificar a todos los ciudadanos esta adver- |460|
Diccionario de la Mejía, Luis F.
Lengua Española. naciones débiles y pequeñas, antes de infligirle un garrotazo: «golpe con que se manifiesta el tencia: Si llegare a ser necesario el desembarco de fuerzas se previene por la presente Op. Cit.
Página 656. Página 147.
Confert. propósito de proceder con la máxima decisión frente a cualquier resistencia».|459| que cualquier acto de hostilidad contra las tropas americanas dará por resultado una ac- Confert.

En el caso dominicano, esa resistencia a los intereses del imperialismo yanqui era defi- ción seria (…). Bastaría un solo disparo de fusil contra ellas para que se determine una
nida por el caos o la inestabilidad sociopolítica que aumentó con la desobediencia ar- severa represalia…»|460|
mada que contra el Presidente Jimenes asumió el General Desiderio Arias. Este cacique La diplomacia y los desembarcos de la infantería marina terminaron imponiendo su po-
fungía como Ministro de Guerra y Marina, convirtiéndose en protagonista decisivo de der ocupacionista en el país dominicano, con las estratégicas prerrogativas e impedi-
las luchas opositoras que se registran en los primeros meses de 1916; oposición que asu- mentos que bloquearon la soberanía del Estado Nacional deseada y defendida por al-
me también la Cámara Congresional, la cual acusa al gobernante Jimenes de varios car- gún sector político de la élite criolla. En consecuencia, la marcada injerencia interven-
gos. En medio de este conflicto, la diplomacia estadounidense, acreditada en Santo Do- cionista fortalecida desde el inicio del siglo culmina con la invasión de un ejército ma-
mingo, aprovechaba la situación para mover las fichas: «El Ministro americano Russell rino que se convierte en el sustento de un gobierno militarizado con leyes militaristas.

movíase activamente, aconsejando a unos, conferenciando con los otros, contribuyendo Desde noviembre de 1916, la sociedad dominicana quedó sometida a una nueva dicta-
deliberadamente a complicar la situación, en espera de los buques de guerra de su país. dura militar extranjera, esta vez neocolonial y con acciones de corto y largo alcance.
Llegó primeramente el transporte Prairie con fuerzas de infantería de marina. Su co- Las primeras emanan de los decretos que prohíben la posesión de armas y pertrechos a
mandante Crosley, visitó al Presidente Jimenes para participarle la disposición de su go- toda persona sin vínculo con el ejército. Estableciendo además la censura para la pren-
bierno de sostenerlo. Enseguida desembarcó tropas por San Jerónimo y envió algunos sa, para las comunicaciones telegráficas y por cable, así como para todo medio impreso
destacamentos a Gazcue con el pretexto de garantizar su legación. Previamente lanzó y difusor que realizara propagandas contra la ocupación. También se fijaron drásticas

Tuto Báez|Caricatura de Emilio A. Morel|Tinta/papel|1924. Anónimo|Fabio Fiallo, poeta presidiario|1920|Portada Revista Bahoruco, núm. 101.
J.M. Roques|Silueta estatua Colón|Litografía|1923|Revista la Cuna de América, núm.40. Abelardo Rodríguez Urdaneta|Invocación|Relieve para cartel|1919.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|334| |335|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

medidas y métodos para cobrar los impuestos. Invadido, censurado, desarmado, aunque |461|
Idem.
no del todo, e intimidado por espías policiales, el país resultaba tierra pacificada en la Página 167.
Confert.
cual se emprendieron programas de obras públicas, de instrucción pública, de produc-
ción agrícola y medidas sanitarias que respondían a una «intensa labor de progreso» que
se equilibra con la gran prosperidad económica, ya que «la guerra mundial hizo subir
los precios de nuestros productos de exportación. Los recursos del erario público expe-
rimentaron un notable aumento, debido también, hay que declararlo imparcialmente, a
una mejor recaudación de las rentas internas».|461|
Las medidas progresistas que se han delineado se basan en las apreciaciones de Mejía,
quien, sin embargo, «presenta el lado reverso, con sus tintes sombríos (…). Aunque la
cancillería americana empeñóse en presentar a las fuerzas de ocupación como media-

doras en nuestras contiendas civiles, en misión benéfica de hermano mayor, no llegaron


los hijos de Tío Sam a nuestras playas como mensajeros de paz, portadores de libros de
enseñanza, ampolletas de vacunas y arados, sino con los mismos arreos, la misma inso-
lencia, el mismo orgullo de dominador y el mismo desprecio para los dominados de to-
dos los conquistadores (…). Para el oficial subalterno, para el sargento, para el simple
marino y también para algunos altos jefes, era Santo Domingo una tierra conquistada

Bienvenido Gimbernard|Concho Primo|Dibujo|1919. León Cano|Viñeta novela «Eusebio Sapote» de Antonio Aguiar|1938.
León Cano|Portada novela «Eusebio Sapote» de Antonio Aguiar|1938.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|336| |337|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|462| y los dominicanos un pueblo de algunos blancos latinos y una inmensa mayoría de mes- timas de encarcelamiento y multas, entre ellos Américo Lugo, Rafael Damirón, Luis C. |465|
Idem. Fiallo, Fabio.
Páginas 156-57. tizos y negros, racialmente inferiores a ellos». del Castillo y Fabio Fiallo, poeta este último condenado a prisión en 1920. El escribió Obras Completas.
Confert. Tomo I.
Observa Mejía que «con ese criterio procedieron con altivez y dureza, aún en los casos en en la cárcel varias composiciones, entre ellas Canto a la Bandera.|465| En las estrofas Página 210.
Confert.
|463| que se quería hacer cumplir una disposición beneficiosa. Cuando se empeñaron en repri- que corresponden a la IV parte, el citado vate ofrece un canto del infortunio dominica-
Idem.
Páginas 157-58. mir las esporádicas manifestaciones de rebelión y establecer un estado de paz, no vacilaron no: «Tal, oh patria querida, / rodaste de la erguida / montaña de virtud / que fue siem-
Confert.
en emplear el terror, externándolo hasta límites no conocidos ni en los tiempos de nuestras pre tu vida, / al abismo insondable / de la más miserable / y cruel esclavitud.Y tal ro-
|464| peores tiranías, inclusive en los seis años de Báez o durante el largo mando de Lilís».|462| dó contigo la bandera / que en otro tiempo fuera / la altanera / insignia del honor /
Idem.
Página 173. La represión, el terror y la tortura que se ejecutan sobre todo en el Seibo, Salcedo, Hato para trocarse en mísero guiñapo, / o en irónico trapo / que de máscara sirve al invasor».
Mayor y San Francisco de Macorís, no lograron la absoluta pacificación del país, después Fabio Fiallo se convirtió en el poeta patriota que se apartó con regularidad de los ver-
de las aisladas resistencias armadas, que al inicio de la ocupación protagonizaron algunos sos para asumir sin miedos el combate anti-imperialista arreciado desde el primer de-
pequeños núcleos de nacionalistas como el de La Barranquita. La resistencia se mantuvo sembarco de la ocupación: «cuando la luctuosa mañana del 15 de mayo de 1916, los
de manera individual o grupal, cívica o armada, y no fueron los reconocidos líderes po-
líticos: Arias,Vásquez,Velásquez y otros los que asumieron la oposición más enconada,
guerrillera y valiente. Esta se asociaba a gente que en cinco años de revoluciones (1911-
1916) habían quedado armados en los campos del Este y quienes integraron grupos no
dispuestos a someterse a las fuerzas de ocupación. «Sus componentes conocían palmo a
palmo la región y recorríanla de un extremo a otro, viviendo de los recursos obtenidos,
casi siempre buenamente, de numerosas colonias de Caña, y las bodegas muy prósperas
entonces».|463| Los jefes de esos grupos de resistencia fueron llamados gavilleros por los
interventores, quienes desplegaron una persecución tan ensañada y feroz que con el ar-
gumento acusatorio de la complicidad ejecutaron hombres y mujeres del campo, mien-
tras a otros les machacaban los testículos o les quemaban el pecho y el vientre como en
el caso de Cayo Báez.Torturado con saña, a este sobreviviente campesino le fue tomada
una fotografía cuya publicación desató el apresamiento de varios redactores de la prensa:
«A los periodistas venezolanos exiliados Manuel Flores Cabrera y Horacio Blanco Fom-
bona, juzgados militarmente y condenados a pagar fuertes multas, por haber atacado a la
intervención, se les expulsó como extranjeros perniciosos. Había publicado Blanco Fom-
bona varios artículos a favor de la causa dominicana y por último, en la portada de su re- yanquis entraron agazapados y llenos de miedo por nuestras calles sin encontrar resis-
vista Letras con el título de Ecce Homo, un retrato de Cayo Báez, el campesino cibaeño tencia; pero con todas las casas cerradas como señal de protesta de una ciudad en due-
torturado por los esbirros de Buckalow, (…) torturas soportadas estoicamente por aquel lo, la ocupación encontró a Fabio Fiallo en su sitial de combatiente desde las columnas
mártir, sin proferir una queja ni nombrar a nadie. Esa fotografía con las gloriosas cicatri- de su periódico La Bandera Libre (…) y tanto en aquella hora viril como en las distin-
ces (…) la tomó a instancia mía el doctor Pieter. En Santiago le di una copia a César To- tas hojas sueltas de protesta que circularon entonces, se encontraba en primera línea la
lentino, de la cual se sacaron varias más; una llegó a manos de Blanco Fombona».|464| firma responsable de Fabio Fiallo enrostrando al invasor su infame proceder (…). Des-
El periodismo se convirtió en otro foco de resistencia nacional frente a los intervento-
res yanquis. Muchos periodistas que clamaron por los derechos dominicanos fueron víc- Bienvenido Gimbernard|Concho Primo con la linterna de Diógenes|Revista ilustrada La Opinión.
Bienvenido Gimbernard|Concho Primo y la canción de moda|Caricatura|1921.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|338| |339|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|466| pués, establecido el gobierno militar la Censura que impuso silencio a la prensa domi- opinión»|467| frente a la situación imperante, el Congreso resolvió: «Art. 1| Conside- |467|
Hoepelman, Idem.
Antonio. nicana, pretendió también poner dique al pensamiento y sofrenar la lengua viril de los rar traidor a la Patria a cualquier individuo dominicano que acepte en la presente cir- Página 67-68.
Revista Bahoruco Confert.
Junio 1932, patriotas. Pero Fabio Fiallo (…) que no tenía un solo minuto mental consagrado a otra cunstancia, misión, empleo o cargo alguno (…) que tienda a retardar la inmediata rein-
en Fabio Fiallo
Obras Completas. empresa que no fuera la de nuestra liberación, que había cambiado la dulce lira del poe- tegración de la república a su antigua condición (…). Art. 2| Para el mayor efecto de |468|
Tomo IV. Idem.
Página 61-62. ta por el escudo de patriota, demostró bien pronto al intruso que eran ineficaces sus esa Resolución (…) recomienda al pueblo dominicano el boicot del saludo, del trato y Página 70.
Confert. Confert.
medidas coercitivas e inútiles sus actos de terror...»|466| de la palabra para cualquier nacional que coopere de manera alguna a retardar (...) la
Fiallo, quien postulaba verbalmente y por escrito que la Resistencia sigue siendo la consig- soberanía de la nación dominicana».|468| |469|
Knight, Melvin M.
na frente a la ocupación, promovió La Unión Nacional Dominicana, Congregación de patrio- En la movilidad opositora que tuvo en el periodismo su principal bandera, no faltaron Los Americanos
en Santo
tas que bajo juramento hicieron suyo «el famoso Credo, inspiración del Licdo. Enrique las voces de religiosos, de educadores, de feministas, e igualmente de alguno que otro Domingo.
Página 116.
Henríquez», que comenzó a demandar «la inmediata reintegración de la República Domi- cultor de imágenes visuales que representan oposición y protesta frente a los usurpado- Confert.

nicana a su antigua condición de Estado absolutamente libre, absolutamente independien- res de la soberanía dominicana. La Foto de Cayo Báez, tomada por el aficionado de la
|470|
cámara, Heriberto Pieter (n. 1884), y puesta a circular nacionalmente vía la prensa, fue Maceo, Patín.
Obras
un documento visual de firme denuncia de la saña militar. Igualmente la fotografía del Lexicográficas.
Página 67.
poeta Fiallo, vestido de presidiario, la cual tuvo una amplia difusión de acuerdo a Mel- Confert.

vin Knight el cual señala: «La fotografía que lo presenta vestido con el listado de la pri-
|471|
sión y que circuló por toda América Latina y Europa, hizo más para despertar la im- Arte Club.
Catálogo 1993.
presión que los dominicanos deseaban señalar acerca del gobierno militar americano, Página 13.
Confert.
que lo que hubieran podido hacer o deshacer un millón de palabras escogidas».|469|
Tres individualidades sobresalen también por asumir desde las artes visuales actitudes
personales de resistencia nacional, produciendo obras en consonancia con esa posición.
Uno de ellos, BIENVENIDO GIMBERNARD (n. 1890), quien comienza a sobre-
salir como dibujante y especialista en medios impresos. El ofrece la imagen de Concho
Primo (dibujo 1919): «Personaje que simboliza o representa al pueblo dominicano des-
de la independencia hasta la intervención yanki».|470| En cierto sentido, este persona-
je visual-imaginario responde al sujeto de la montonera, airado y bravío con sus rasgos
típicos de mulato de largo bigote, pipa, sombrero, pañoleta, acordeón y armas al cinto,
incluido el machete. Gimbernard asume este personaje con mejor conceptualidad y co-
te y absolutamente soberano». Convertido en consigna el Credo fue asumido en la jorna- mo versión dominicana contrapuesta a la imagen del Tío Sam. Producida en los años
da del Primer Congreso de la Prensa Nacional, celebrado (20 de Noviembre 1920) a ini- de la ocupación, es considerada «una gráfica de combate y oposición».|471|
ciativa del periódico El Baluarte de La Romana y diligenciado por Antonio Hoepelman. En relación a la imagen realizada por Gimbernard y otros dibujantes, ella es igualmente asu-
El gobierno militar intentó impedir la celebración del Congreso en la Sala del Ayunta- mida por Oscar Marín Bonetti, un joven pintor capitaleño que realizó en 1921, en la obra
miento, al que asistieron delegados de más de 30 órganos informativos del país. Buscan- comparativa El Tío Sam y Concho Primo, realmente gráfica de combate por la que fue
do «encausar la norma de conducta que deberían seguir los más naturales voceros de la apresado y conducido a la Cárcel Pública. El Listín Diario reseña el apresamiento: «…el jo-
ven artista Profesor Oscar Marín, maestro de dibujo y pintura (…) acusado de haber pinta-
Bienvenido Gimbernard|Bañistas|1925|Revista Cosmopolita. do el cuadro caricaturesco El Tío Sam y Concho Primo, que exhibió el cochero Mayía en
Bienvenido Gimbernard|Quinqué y la bombilla|1925|Revista Cosmopolita.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|340| |341|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|472| su coche de línea (…), con su propósito de entrar en el concurso de vehículos adornados denadas por su crítica, oposición y sospechas. En relación al recelo, otra víctima fue el pa- |474|
Listín Diario. Henríquez Ureña,
Suelto de 12 (…). El señor Marín fue citado por el preboste quien le tomó declaraciones sobre el caso, y triarcal escritor Federico García Godoy, radicado en La Vega. Después de la reconocida tri- Max.
de marzo de 1921, Literatura
referido por (…) sin previo aviso fue reducido a prisión, comunicándosele al llegar a la oficina preboste logía narrativa «(Rufinito, Alma Dominicana y Guanuma), escribió otro libro histórico, para Dominicana.
Rodríguez Páginas 338-39.
Demorizi. Pintura que sería juzgado, por una Corte Marcial, según ordenes del Gobernador Militar».|472| sumar datos y describir un período inquietante y sombrío que el mismo había vivido: el Confert.
y Escultura (...).
Nota 7. Marín Bonetti formaba parte del cuerpo docente de la Academia de Abelardo Rodrí- eclipse de la nacionalidad en 1916», ocasionada por el decreto del Presidente Woodrow
Página 143.
Confert. guez Urdaneta, un tercer artista que produce la obra titulada Invocación, en el 1919. Se Wilson. El prestigioso escritor redactaba el libro a mediados de 1917. Sabiendo el gobier-
trata de un relieve concebido para un afiche. En primer plano, la representación de la no militar que iba a circular por toda América, incautó la edición íntegra y la condenó al
República con su hijo lloroso, encadenada en una roca en cuya altura aletea un águila fuego. Del libro titulado El Derrumbe, «solo se conocieron algunos fragmentos que vieron
imperial. En el segundo plano la justicia abriendo el sarcófago de Lincoln resucitado y la luz en la revista Cuba Contemporánea», considerándose una obra perdida, aunque fue sal-
meditativo, en tanto un coro encabezado por la libertad marcha hacia el frente. vado un ejemplar que llegó a manos de los descendientes del escritor|474| fallecido en
Alusiva a la ocupación del 1916-1924, Invocación fue modelada en barro utilizándose 1924, año en que termina el dominio directo de los gringos en República Dominicana.

|473| la imagen fotográfica para la tirada de un cartel que detectó el servicio secreto del go-
Ugarte, María.
El Caribe. bierno militar, quien incautó la obra gráfica y la destruyó. Igual medida se aplicó al re-
Suplemento
Cultural, lieve y «Abelardo Rodríguez Urdaneta fue detenido por las autoridades yanquis».|473|
12 de enero
de 1980. El ejercicio de la intolerancia durante el período de la intervención ocupacionista respon-
Página 16.
Confert. día a la censura más inquisidora y arbitraria que se registraba en la nación con cuatro si-
glos de historia. La opinión verbal, la periodística, la imagen visual o la literaria eran con-

Bienvenido Gimbernard|Concho Primo con la República|1924|Revista Cosmopolita. Bienvenido Gimbernard|La Vieja Belén|1939|Revista Cosmopolita.
Bienvenido Gimbernard|Uncle Sam y Concho Primo|1924|Revista Cosmopolita.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|342| |343|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

4|5 Abelardianos, desolvidados y el pionero Palau El fenómeno migratorio y errante, diverso en la causalidad, se asocia a la República Do-
minicana en donde se ha iniciado un incipiente desarrollo industrial, basado sobretodo
en el tabaco y el azúcar, los dos principales renglones de la economía. La industrializa-
ción de esos productos incluye el empleo de maquinarias, la construcción de fábricas
modernas y la concentración de manos laborales, técnicas y obreras. A esa concentra-
ción se asocian dos núcleos de extranjeros que, en el caso específico de la factoría azu-
carera conllevó la presencia de inmigrantes que son contratados en diversas islas antilla-
nas y con los que se forma el conglomerado de los Cocolos en San Pedro de Macorís.
Esta comunidad se transforma acorde con su desarrollo económico que provoca la in-
versión extranjera en la plantación de la Caña. En el 1920 era conocida como la ciu-
dad de las danzas de los millones, al concentrar beneficiosos ingenios azucareros. El au-
ge influye en la manifestación de la cultura y en el desenvolvimiento recreativo que
atrae compañías y espectáculos artísticos que llegan desde el exterior, al igual que mu-
chas hetairas atraídas por el circulante monetario. En el caso de las que son putas ex-
tranjeras, el gobierno interventor prohíbe el arribo de ellas al país.
Multiplicada y variada en su composición de activistas artísticas (pintores, escultores, fo-
tógrafos, arquitectos y gráficos), la segunda generación ofrece un perfil de doble ángu-
lo. En una zona mayor predomina el canon de una cierta, comprensible e inevitable es-
tética decimonona; en tanto que la zona menor se abre discretamente a las referencias
que fluyen desde polos comunicantes de la Vieja Europa, en donde se desarrollan len-
guajes vanguardistas, e igualmente de los reactualizados ambientes de América que aún
nuevos poseen la resaca del rancio academicismo. Esta perspectiva permite comprender
mejor a una generación desigual cuyos integrantes merecen ser evaluados en términos
La segunda generación artística marca sus pasos entrecogida dentro de la desestabilidad so-
de las personales condiciones sociales, del tiempo que les toca vivir, e igualmente del
ciopolítica de la nación y la férula de los yanquis; o bien esos pasos deambulan en otras tie-
nivel del desarrollo cultural de la sociedad a la que pertenecen.
rras, a donde el exilio y la errancia han empujado a varios de sus integrantes. Pero de la mis-
A pesar del primer florecimiento de la cultura dominicana en la cual se conjugan las le-
ma manera que los criollos emigran por una u otras razones, también la migración foránea
tras, la educación y las artes, esa floración siguió germinando en un país rural, mayori-
incorpora individualidades que proceden de países antillanos y de Europa, los cuales se de-
tariamente analfabeto, montonero e intervenido por la fuerza militar imperialista.A pe-
ben tomar en cuenta, descartando el nefasto complejo de Guacanagarix que comienza a do-
sar de las transformaciones que continuaron modificando las estructuras fundamentales
blegar sobretodo a la élite del país, y sobretodo porque la justicia y la verdad cultural, aun-
(economía, comunicación...), la que tiene que ver con la instrucción poblacional es de-
que busquen el perfume de la floración más criolla, no por ello deben asumir la ceguera
ficiente. Como parte de esa deficiencia la educación artística asumida como tarea par-
chauvinista. Además, la migración y la errancia son un fenómeno predominante en el he-
ticular en el caso de la música, en los estudios relativos a la fotografía y en Academias
misferio occidental, estimuladas por diversas causas que se expresan en América y el Caribe.
cuando se trata del aprendizaje del dibujo, la escultura y la pintura. Pero de las acade-
mias, apenas existe la que estableció Abelardo en la ciudad capital en 1908, sobrevivien-
Tuto Báez|Bosque|Óleo/tela|51 x 86 cms.|1918|Col. Museo Bellapart. do como un reducto aislado, romántico y tradicionalista.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|344| |345|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

A pesar de que otros artistas establecieron academias particulares como en el caso de existente, de (pintor nativo) se acudía al recurso de la toma fotográfica para realizar
García Obregón y posteriormente aparecen planteles similares en algunas provincias (la obras pictóricas, especialmente retratos que eran el género favorito de la enseñanza. A
academia de Gómez, en Santiago, 1920), la fundada por Rodríguez Urdaneta cubre una pesar de que se planteaban el estudio del natural, considerado eficaz para la conquista
labor de más de veinte años (1908-1933), con docentes asociados (Obregón, Oscar Ma- de la belleza artística, era un recurso metodológico poco utilizado, excepto por maes-
rín y Manuel Fernández Peix) y una metodología de enseñanza-aprendizaje. El méto- tros como Abelardo, quien se apoyó en modelos vivos para hacer sus esculturas y gran
do era puramente objetivo, práctico, sin teoría, sin historia del arte, aunque esta se plan- parte de sus cuadros.
teaba con los comentarios de la docencia y sobretodo en los modelos que servían de A la academia de Rodríguez Urdaneta se asocia un numeroso alumnado, en especial
referencias. La copia de obras artísticas, de originales o de láminas era el primer recur- muchachas y jóvenes de la élite social. En su mayoría resultan aficionados porque no
so metodológico para dominar el dibujo que el profesor corregía, sometía al método asumen el arte por diversas razones, entre ellas la evasión hacia roles domésticos y otros
de la cuadrícula y desvelaba, para obtener volúmenes mediante el sombreado del lápiz. campos profesionales. Pero también algunos integrantes del alumnado se sumergen en
De la misma manera que se usaba una reproducción de revista o un cuadro original la intimidad, permaneciendo en el olvido social como aquellos pintores del interior del
país que resultan casi desconocidos, más bien desestimados. Abelardianos pueden califi-
carse a todos los que se asociaron al plantel del celebrado autor de las obras: Caonabo
(escultura), El Extraviado (Pintura), y Uno de Tantos (escultura).También parte de nú-
cleo minoritario se dedica a la docencia, en escuelas de la ciudad capital y en otras co-
munidades del país en donde algunos representantes son objetos de la estimación social
al igual que los solitarios que pulsan el pincel, la cámara, o el barro y los cuales a veces
recupera la memoria. En base a esta recuperación resultan nombres desolvidados.Varios
de ellos son Abelardianos, en tanto otros reciben orientación de algún artista de cami-
nos y de provincia. Individualidades autodidactas completan el núcleo.
Algunos de los artistas que se asocian a la segunda generación registran larga vida, por
consiguiente un desenvolvimiento permanente o asumido ocasionalmente cuando otras
obligaciones ofrecen el tiempo para retomar el arte aprendido en un tratamiento que
preferencia la pintura. Esta individualidades envejecientes de la piel, no del espíritu, tra-
zan sus respectivas existencias conviviendo con la evolución de los tiempos y sus rup-
turas. Protagonistas y testigos, ellos se convierten en personalidades longevas del Arte
Nacional. Son ellos:Tuto Báez, Alfredo Senior, José Buñols Medina, Oscar Marín, Ale-
jandro Joubert, Abelardo Piñeyro,…
FERNANDO ARTURO BÁEZ (1895-1960) es uno de los integrantes sobresalien-
tes de la generación al desenvolverse como pintor, autor gráfico de caricaturas y carte-
les, fotógrafo y aficionado a la cinematografía. Nativo de Montecristi, residió en Santia-
go de los Caballeros en donde recibió –se afirma–, inicial y breve orientación de Artu-
ro Grullón, trasladándose después a la capital del país en donde se vincula a la Acade-
mia de Rodríguez Urdaneta.
Tuto Báez|Paisaje|Óleo/tela|Sin fecha|Col. Elba y Popi Bermúdez. La vocación artística de Tuto Báez, nombre con el cual se le reconoce, se manifiesta
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|346| |347|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

tempranamente. Siendo un adolescente ofrece muestra de su disposición dibujística, rea- |475|


Rodríguez
lizando entre los trabajos de entonces, una Yunta de Bueyes (Crayon 1913), e igualmen- Demorizi.
Pintura y
te copias de retratos|475| y de imágenes que reproducen medios impresos e ilustrados. Escultura(...)
Páginas 56.
En su juventud produce caricaturas y obras pictóricas, siendo distintiva la producción Confert.

de paisajes de corte naturalista, realizada entre 1915-1930. Aunque no dejó de cultivar


|476|
el paisajismo de arboleda solitaria, con cimas y lagunas, se dedica al retrato para espa- Diario La Nación,
9 de enero
cios oficiales en las que enfoca personajes relevantes de la vida nacional.También pinta de 1944.
Confert.
escenas sociales, desnudos y bodegones.
Báez gozó de la admiración del crítico Díaz Niese, quien lamentaba que la necesidad |477|
Peña, Angela.
de ganarse la vida como fotógrafo le apartara de la pintura. El referido animador de las Ultima Hora,
17 de octubre
bellas artes le organizó una muestra individual en la Galería Nacional, celebrada en el de 1978.
Confert.
año del centenario de la República (1944). A propósito de esta muestra, comenta una
breve reseña periodística: «Ofrece éste pintor un notable conjunto de obras (…) 25 cua- |478|
Arte Club.
dros sobre diversos temas-paisajes, retratos, escenas populares, etc. dan buena muestra del Catálogo de 1993.
Página 17.
privilegiado temperamento y de la correcta técnica de Tuto Báez (…). En total, cons- Confert.

tituyen la exposición 19 óleos excelentes y 6 delicadas acuarelas. Entre aquellas sobre-


|479|
salen dos valiosos autorretratos».|476| Atiles García,
Guillermo,
Reinterpretador y con gran habilidad,Tuto Báez realizó una copia de una pequeña pos- referencia en
Lahit-Bignott.
tal el cuadro Bailarina Sudanesa (óleo 1938). Fue un encargo de un viajero que trajo al Op. Cit.
Página 70.
país la referida lámina a su regreso de El Cairo.|477| Esta obra se salvó del autoexamen Confert.

crítico al que sometía el pintor cada obra que realizaba en los diversos campos en que
|480|
se manejaba como artista polifacético. Por lo regular cuando dudaba o no se sentía sa- Rodríguez
Demorizi.
tisfecho completamente firma el trabajo con el anagrama Uzo Betta. En los últimos años Op. Cit.
Página 83.
de vida, contagiado por el vanguardismo dominicano de la década 1950, produce algu- Confert.

nos trabajo afiliados al cubismo colonial.


El dibujo, la fotografía y la pintura fueron artes cultivadas por ALFREDO SENIOR
LA PAZ (1890-1948), quien de acuerdo a datos biográficos reside en Santo Domingo
desde los 3 años de edad, |478| hecho que le permite después asistir a la Escuela-Taller
de Sisito Desangles.|479| Esta vinculación probablemente ocurre antes de que el maes-
tro precursor se radicara en Cuba en 1903, ya que posteriormente el discípulo obtiene
la única mención honorífica que otorga el jurado del Concurso Nacional de 1907, or-
ganizado por el Casino de la Juventud. La obra galardonada es una copia dibujada del
cuadro Fra Giovanni que Senior remite desde La Vega de acuerdo a la documentación
pertinente.|480|
Alfredo Senior|Campesino de Samaná montado|Óleo/tela|208.5 x 165 cms.|1944|Col. Frank Marino Hernández. Oriundo de la Provincia Espaillat (Moca), Senior La Paz, se desenvuelve en Santiago de
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|348| |349|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

los Caballeros en donde posee Estudio Fotográfico en 1920, desconociéndose dónde y mado estudio artístico-fotográfico, sito frente al Parque Colón, ha abierto el artista Al-
con quién aprendió el arte originado por Daguerre. Finalmente se radica en la ciudad fredo Senior, un nuevo salón de exhibiciones, ornado con más de veinte y cinco gran-
capital donde creció, se formó y termina consagrándose como fotógrafo social, autor des cuadros fotográficos, todos de valor singular, exponentes indiscutibles del dominio
de hermosas tomas de mujeres en poses románticas, las cuales se reproducen en las prin- completo alcanzado por el artista Senior en la consagración que le ha dado merecido
cipales revistas nacionales. Como artista fotográfico, fue galardonado con medalla de oro renombre. La mayor parte de los cuadros exhibidos en la nueva anexidad del Estudio
en un concurso celebrado en Washington D. C., en 1937. Senior pertenecen a la famosa colección que fue expuesta y recibió tantas alabanzas en
Dibujante y pintor hacia el inicio del siglo XX, su estilo responde a un naturalismo ra- los salones de la Casa España, con motivo de la celebración de su último concurso des-
cional, un tanto frío, meticuloso y romántico en la transcripción atmosférica. Es un es- tacándose entre ellos admirables trabajos al pastel, foto-óleos, ampliaciones al bromuro,
tilo expresado sobretodo en los paisajes Golfo de las Flechas (óleo/tela 1912) y Puerto entre estas algunas de tamaño natural.Allí pueden apreciarse un grande y espléndido re-
de Santo Domingo (óleo/tela 1915), constatable también en una obra posterior, reali- trato del Presidente Vásquez, al pastel, una foto óleo, hermoso trabajo de la Señorita
zada en gran formato: La Fiesta del Centenario (óleo/tela 1944), en la que el autor Poupé Soler, simulando una cabeza de muñeca, un retrato tamaño natural de la gentil

transcribe una fiesta con perico ripiao celebrada en un patio. Los caracteres raciales y señorita Gisela Velásquez, que es obra digna de admirarse; un retrato caprichoso de la |481|
Listín Diario,
los vestuarios de los personajes en una escena de aspectos congelados, hacen de este niña Hernández Llorente, preciosísimo; una foto-óleo magistral de la señorita Consue- 13 de diciembre
de 1924.
cuadro un documento de época. lo Martínez Boog y otros cuadros hermosos, nítidos, de verdadero arte dignos del ar- Confert.

Una reseña del 1924 titulada Hermosa Exhibición Artística enfoca al fotógrafo-pintor, tista triunfador». |481|
ofreciendo comentario de sus obras y aludiendo los espacios expositivos en donde se En la producción que más le distinguía, Alfredo Senior La Paz se asociaba a aquellos
localiza esta última. En relación a todo ello los comentarios: «…Anexo a su bien afa- productores nacionales y extranjero que propendieron a la mixtura de los medios artís-

Alfredo Senior|Puerto Santo Domingo|Óleo/tela|64 x 107 cms.|1915|Col. Banco Central de la República Dominicana. Alfredo Senior|Fiesta centenaria con Perico Ripiao|Óleo/tela|194.5 x 172 cms.|1944|Col. Frank Marino Hernández.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|350| |351|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

ticos, en este caso la fotografía con la pintura. Era una práctica nacida en Europa, en
donde los fotógrafos buscaron darle un carácter pictórico a un arte surgido de la rela-
ción artefacto y técnica cuyo impacto influye en los pintores que aprovechan el uso de
la luz, de sus reflejos y descomposición para conjugar las impresiones de la realidad des-
de la cámara oculta del sentimiento. Entre los artistas dominicanos ésta no será la expe-
riencia, sino la de mezclar medios de manera objetiva y práctica, buscando hacer de la
fotografía una obra pictórica, por lo cual se usan los términos foto-dibujo, foto-postal
y foto-óleos. Senior fue uno de los tres principales cultores de tales procedimientos. Los
otros son Julio Pou y Abelardo Rodríguez Urdaneta.
Con desenvolvimiento en la ciudad capital, en la cual nació, JOSÉ BUÑOLS ME-
DINA (1879-1954) es otra individualidad de la generación que asistió a la Escuela de

|482| Dibujo y Pintura dirigida por Desangles; por consiguiente, es un pintor asociado al
Arte Club.
Catálogo de 1993. alumnado del período decimonono, integrado entre otros por Rodríguez Urdaneta,
Página 10.
Confert. García Obregón, Ramírez Guerra y Senior de la Paz. Al igual que éste último, Buñols
exhibe sus obras al inicio del siglo veinte, ya que «concurrió con un paisaje a la Expo-
sición Nacional de Pintura Celebrada en el Casino de la Juventud en 1905, siendo pre-
miado con la Medalla de Oro».|482|

José Buñols Medina|Vista de Santo Domingo desde la margen izquierda del río Ozama (detalle)|Óleo/tela|80 x 11.4 cms.| Oscar Marín Bonetti|Retrato de Salomé Ureña|Óleo/tela|60 x 46 cms.|1922|Col. Marcelle Pérez Brown.
C.1944|Col. Museo de las Casas Reales.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|352| |353|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|483| Por los títulos que las referencias ofrecen de sus obras, Buñols Medina se dedica espe- María Antonia Bonetti, habían contraído matrimonio en 1884, teniendo un primer vásta- |485|
Catálogo Arte Club.
Exposición cialmente al paisaje, con atención hacia el espacio urbano de Santo Domingo, sobreto- go antes que naciera él, quien andando el tiempo iba a ser pintor de atención o de noticias Op. Cit.
Nacional de 1941. Página 15.
Confert. do sus rincones o zonas periféricas. Esta predilección la reconfirman los títulos de mu- circunstanciales. Posiblemente también fue orientado por Desangles, como casi todos los jó- Confert.

chos de sus cuadros: «Playa de Matadero; El Puerto de Ciudad Trujillo; un Rincón del venes pintores de su generación.
|486|
Ozama; Costa de Güibia; Caserío a Orilla del Ozama; El antiguo Puerto de Santo Do- A Oscar Marín se le conoce en el género del retrato en el que asume el personaje de La República
Dominicana.
mingo», pinturas que fueron exhibidas en la gran muestra colectiva celebrada en el Ate- la época suya o lo recrea a partir de una imagen documental. En la primera serie los re- Op. Cit.
Página 220.
neo Dominicano en 1941, la cual reunió veintiocho expositores.|483| tratos: El Señor Hostos (óleo/madera 1900) y El Padre Billini (óleo/tela 1924), y como Confert.

Integrante de un grupo de cinco hermanos que procrearon el catalán José Buñols y la crio- retratos basados en viejos iconos, el de Nicolás de Ovando (óleo/tela 1932), el de Pe-
|487|
lla Ana María Medina, de ellos sobresalen uno como escritor: José, el hijo mayor (n. 1877 y dro Santana (óleo) y el de Tirso de Molina, realizado este último en base a un cuadro Rodríguez
Demorizi.
Esteban José, el pintor, quien fue docente de la Academia Nacional de Dibujo y Pintura que antiguo y cuya facturación técnica confundió a más de un especialista en la creencia de Op. Cit.
Confert.
funciona en su ciudad natal entre los decenios del 1930-1940. De estilo correcto y apega- que se trataba de un retrato realizado en el período del celebrado escritor que vivió en
Santo Domingo durante el siglo XVI. El retrato conservado en la Iglesia Las Merce- |488|
Contín Aybar,
des|485| provocó a más de una historia: «A propósito de este pintor hay una anécdota Pedro René.
Citado por
curiosa: pintó el retrato de una figura eclesiástica española del siglo pasado, de la cual, Rodríguez
Demorizi.
por cierto, no existían retratos. Un diplomático lo vio en un convento de monjas y dio Idem.
Confert.
la noticia a un historiador, quien, a seguidas, con el ahínco y el entusiasmo propio de
los historiadores cuando realizan un descubrimiento, escribió una monografía contan- |489|
Arte Club.
do el feliz suceso. Hasta imaginó quién podía ser el ignorado autor del retrato, firmado Op. Cit.
Página 15.
sólo con dos iniciales: O. M., y allá va el hallazgo a convertirse en algo sensacional. Leí- Confert.

do el trabajo por los dominicanos todo se compuso y el descubrimiento se convirtió


en sal y agua, como dice el adagio».|486|
Marín se hizo notable también como autor de una de las pocas obras de resistencia ar-
tística: El Tío Sam y Concho Primo (Caricatura 1921), puesta a circular en un torneo
de coches y por la cual fue llevado a prisión por el gobierno militar ocupacionis-
ta.|487| Asociado a la docencia en la Academia de Abelardo, abandonó la ciudad nati-
va, ubicándose en La Romana, en donde el silencio existencial y la lejanía hicieron que
se perdiera de la mirada pública, del seguimiento que su personalidad provocaba con
|484| do al canon pictórico de su generación, cultivó además del paisajismo el bodegón y otros frecuencia.
Arte Club.
Catálogo Segunda asuntos. Su nombre, sin embargo, siempre se asocia a «la vista de Santo Domingo desde el Juzgado de pintor modesto, a quien se deben no pocos óleos, el juicio apresurado, frí-
Exposición.
Página 11. Río Ozama, en donde se destacan todos los edificios coloniales (...), tal como estaban en el volo y pro-moderno de Contín Aybar lo considera sin gran valor artístico.|488| No
Confert.
año 1900. Muchos años después en 1944, repite nuevamente este tema pictórico».|484| obstante, Oscar Marín Bonetti resulta imborrable de la historia nacional del arte, a par-
De la capital del país y coetáneo de Buñols era también OSCAR MARÍN BONETTI, tir del momento en que fue un joven y notable protagonista.También autor de asuntos
nacido entre 1886-1890, ya que sus padres, el maquinista cubano Felipe Santiago Marín y marítimos, se cita entre sus principales cuadros el titulado «Los Tres Cruceros: Presiden-
te, Independencia y Restauración en Puerto Plata».|489|
Oscar Marín Bonetti|Retrato de Duarte|Pastel|49 x 38 cms.|1917|Col. Museo de Duarte. Otra figura oriunda del Distrito Nacional es JESUSA ALFAU (1895-1943), integran-
Oscar Marín Bonetti|Bosquejo del Capitán R.A Comme Fernández|Dibujo|1926|Revista La Opinión.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|354| |355|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

te de la prestigiosa familia que encabeza Manuel de Jesús Galván, su abuelo político y Escribe Abigaíl Mejía que Jesusa Alfau «se ganó siempre la vida con sus pinceles y su
autor de la celebrada novela Enriquillo. Ella fue orientada en materia artística por su pa- pluma», reconociendo generalmente que el Retrato de Tórtola Valencia, es una de sus
dre Antonio Alfau Durán, intelectual, maestro de pintura y fundador del primer Ateneo pinturas notables. Se trata de un óleo de esa bailarina española retratada en la época en
Dominicano. el cual la pintora residió en Barcelona; cuadro adquirido por el Hotel Ritz y luego ven-
Jesusa Alfau era pintora a los 17 años de edad e igualmente autora de una novela juve- dido al Hotel Majestic de Nueva York, en donde se exhibía en el año 1939. Cuando el
nil titulada Los Débiles (1909). Su paterno nexo español le permitió viajar a la Penín- Estado Dominicano inicia la formación de la pinacoteca nacional adquirió el cuadro
sula Ibérica en donde amplía su formación, llegando a exponer en Barcelona. Al regre- más conocido de esta pintora dominicana: La Dama de la Mantilla, cuyo modelo es su
sar a América se ubica en los Estados Unidos en donde trabaja, pinta y contrae matri- señora madre Eugenia Galván de Alfau. Es una bellísima tela ejecutada al óleo y «una
monio en 1924 con Antonio Salalinde, catedrático de la Universidad de Wisconsin, Ma- de las obras originales mejores que posee nuestra pequeña pinacoteca: luce el retrato ca-
dison City.Al enviudar, la referida institución le solicitó que ocupara la cátedra del con- si de cuerpo entero, de una airosa criolla, toda trajeada de negro y con mantilla espa-
sorte fallecido, otorgándole un año de gracia para que preparara el programa docente. ñola. El colorido y detalle del rostro y brazos de un realismo discreto y muy elegante.

María Lora de Dalmasí|Maternidad|Óleo/tela|40 x 51 cms.|1920|Col. Lucía Dalmasí de Dujarric. María Lora de Dalmasí|El Beso|Óleo/tela|25 x 34 cms.|1920|Col. Lucía Dalmasí de Dujarric.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|356| |357|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|490| El brazo caído con pasmosa naturalidad sostiene un abanico, del cual se ve brillar el ná- grantes negros de Estados Unidos. Además, codiciada Bahía del imperialismo yanqui, la |494|
Idem. Deschamps,
Confert. car. Hay detalles magníficos en los encajes de la mantilla».|490| Jesusa Alfau Galván mu- cual buscó negociar el dictador Heureaux en el período de crecimiento del hijo de Juan Enrique.
La República
rió en México a los 48 años de edad. Alejandro Joubert y Hortensia Demorizi, dos nativos de Santa Bárbara de Samaná, en- Dominicana (...).
Páginas 314-17.
|491| MARÍA LORA DE DALMASÍ (1900-1973) es otra artista-mujer cuya formación tonces cabecera del Distrito Marítimo con varios miles de habitantes, entre ellos un par Confert.
Sánchez, Natacha.
Texto en Este y desenvolvimiento se circunscriben al medio provinciano, en particular a la comuni- de músicos: Horacio Plavers y Félix Puig S. |494|
Lado del País
Llamado el Norte. dad vegana en donde nació, precisamente en un momento en el cual la Sociedad Cultu- Alejandro Joubert Demorizi fue a temprana edad un autodidacta cuya vocación se for-
Página 334-35.
Confert. ral Amor al Estudio seguía emprendiendo proyectos de animación, entre ellos la funda- talece al trasladarse a Sánchez, próspera comunidad y estación terminal para el comer-
ción de diversas escuelas, la biblioteca y «un pequeño teatro, en 1906, que fue muy útil cio que asocia a las principales provincias cibaeñas. En este pueblo-almacén, trabajan-
|492|
Saldaña, José. a La Vega, hasta que comenzó a funcionar el magnífico teatro La Progresista en 1910, do para la compañía británica que construye el ferrocarril, conoce a la Sra. Crosby, in-
Pintores Veganos
(...). Diario Hoy, pues en él se ponían en escena obras de Teatro y Zarzuela, con los alumnos que allí se glesa, con quien estudia dibujo y pintura; recibiendo luego orientación complementa-
8 de enero
del 2000. formaban bajo la rectoría de su director el Sr. Manuel A. Pueyo, músico y pintor espa- ria de José Manuel Pueyo. Este último nexo ocurre al casarse en La Vega, en 1915, con
Página 3D.
Confert. ñol, quien en su escuela formó músicos y pintores que luego habrían de destacar-
se».|491|
|493|
Vega Battle, María Lora|492| formaba parte del alumnado del profesor Pueyo, con quien estudia
Julio.
Anadel, 1976. música y pintura cuando tenía 14 años de edad. Resultado de esa temprana formación
fue el galardón obtenido en la actividad artística que organiza la Sociedad Amor al Es-
tudio en 1918: Un primer premio por la obra titulada Abril, ejecutada en acuarela, téc-
nica con la cual realiza otros diversos temas. Casada en 1924 con José Dalmasí, con
quien procrea cinco hijos, la condición de esposa y madre no impidió que prosiguiera
en el activismo artístico ya que asume docencia de pintura en centros escolares de la
ciudad natal.También se dedica a restaurar imágenes religiosas de varias iglesias y, ade-
más de ejecutar sus cuadros personales, complementa la formación con el maestro ve-
gano Enrique García Godoy.
Profesora voluntaria en la comunidad de Cotuí, un cuadro inspirado en la arruinada
iglesia de esa comunidad permite que obtenga una mención honorífica en la Exposi-
ción de Bellas Artes correspondiente al 1948, afirma José Saldaña en una breve reseña
biográfica que la salva del olvido social. Por los temas, los vínculos formativos y el am-
biente familiar-provinciano, María Lora de Dalmasí resulta una pintora intimista, ade- Filomena Moya con quien procreó tres hijos.|495| En 1924 se radica en la comuni- |495|
Saldaña, José.
cuada a una narrativa de sensación romántica dentro de una cotidianidad representati- dad vegana. Op. Cit.
Confert.
va y muy apreciable en el delicioso cuadro La Maternidad (óleo-tela 1919). Joubert Demorizi alternó su labor de pintor hogareño con el oficio de contable que
Otro protagonista que se relaciona a La Vega es ALEJANDRO JOUBERT DEMO- ejerció en Sánchez y en el Royal Bank of Canada de Santiago de los Caballeros. Un lis-
RIZI (1888-1961), quien nació en Anadel, el paraje que da nombre a una conocida tado de obras suyas permite reconocer temario y derrotero trazado en un ejercicio pic-
novela de gastrosofía dominicana|493| y el cual se localiza a cinco kilómetros de Sama- tórico que llega casi hasta el final de la vida: Cumpleaños de la Niña, (óleo/madera
ná, principal comunidad de la gran bahía en donde fueron asentados núcleos de cana-
rios, en donde encontraron refugio innumerables familias francesas y se ubicaron inmi- Abelardo Piñeyro|Las tejedoras|Óleo/tela|33 x 25 cms.|Col. Familia De Castro Morel.
Abelardo Piñeyro|Retrato de José Gabriel García|Óleo/tela|66 x 43 cms.|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|358| |359|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|496| 1912); Mesa Revuelta, (óleo/tela 1929); La Finquita de La Vega, (óleo/tela 1934); El Ca- linaza; parecida mezcla realizaba ABELARDO PIÑEYRO GARCÍA (1862-1957), |497|
Cartagena Rodríguez
Portalatín, Aida. mú, (óleo/tela 1936); Calle de Samaná, (óleo/tela 1946); El médico en Labor, (óleo/te- con la diferencia de que éste, al ser farmacéutico, tenía conocimientos más científicos Demorizi.
Galería de Op. Cit.
Bellas Artes. la 1948); Paisaje, (óleo/tela 1948); Niña Bañándose, (óleo/madera 1948); Charro a Ca- para obtener de pigmentos y aceites una química cromática más versátil, o menos rús- Página 61.
Página 7. Confert.
Confert. ballo, (óleo/madera 1948); El Médico, (óleo/tela 1951); Carretera Duarte, (óleo 1957); tica.
Convicción de la Vida, (óleo/cartón 1957) y Puerto de Sánchez, (óleo/madera 19..?) Oriundo de Santo Domingo e integrante de una familia acomodada, sus padres el Dr.
Aparte de constatar que Joubert era a los 24 años de edad un pintor que explora el te- Pedro Piñeyro y Gabina García, se empeñaron en darle al vástago Abelardo una buena
ma humano; imita tiempo después con Mesa Revuelta la propuesta compositiva del educación.Aprendió música con dominio del violín e igualmente realizó la carrera pro-
maestro Pueyo, en cuanto a mezclar «barajas, fotografías, paisajes y otros asuntos pin- fesional de Farmacia, la que ejerció permanentemente, pero compartiéndola con su
tados con gran naturalidad».|496| Sin embargo, después de tal asunto impersonal y marcado interés hacia las artes plásticas. En 1890, expone en la primera muestra nacio-
frente a la variedad temática, el listado ofrece la evidencia de que el pintor prefería el nal de importancia que organiza la Sociedad Amigos del País. Entonces era Abelardo Pi-
paisaje extraído de los lugares con los que convivió más emocionalmente, como son ñeyro un joven de 28 años de edad, graduado profesionalmente, casado con América

los temas de la oriunda Samaná, de Sánchez, en donde fortaleció su vocación pictóri- Isabel Lluberes e incursionador de la escultura, ya que exhibe un medio busto, retrato |498|
Catálogo
ca y de la zona de La Vega a la que se asoció por amor y localización. Un aspecto dis- del padre.|497| Al parecer, ésta fue la única pieza tridimensional que realizó, o que mos- Exposición
Nacional de 1941.
tintivo de muchas de las obras es su tratamiento monocromado, al utilizar básicamen- tró públicamente, a partir de la cual le convierte en una reconocida personalidad capi- Página 40.
Confert.
te el sepia. taleña. Las opiniones que se ofrecen entre 1941-1950, ofrecen un buen perfil de quien
Siendo un muchacho autodidacta, el samanense o vegano Alejandro Joubert Demorizi era farmacéutico conocido y también pintor: «Ha cultivado la pintura y el Dibujo des-
fabricaba sus materiales pictóricos, mezclando tierras de diferentes colores con aceite de de su infancia, con gran acierto. No ha tenido maestros.|498| El caso de Abelardo Pi-

Abelardo Piñeyro|Bodegón|Óleo/cartón|33 x 51 cms.|C.1940|Col. Familia Brown Peralta. Abelardo Piñeyro|Escuela normal|Óleo/lienzo|23 x 30 cms.|C.1930|Col. Margarita Guzmán Vda. Torres.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|360| |361|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|499| ñeyro, pintor autodidacto toda sus vida. Ha sido una figura familiar a los capitalinos. Un pendencia, óleo sobre tabla que además describe: «Paisaje que representa un aspecto del |501|
La República Díaz Niese,
Dominicana. señor ya de edad que montaba de repente un pequeño caballete en una calle y se po- Parque (...) hacia 1929, con el kiosko al fondo, una verde reata a la izquierda y al otro Rafael.
Op. Cit. Un Lustro de
Página 220. nía a pintarla o a pintar una ruina existente en ella. Ha ejercido la pintura todos los días lado un sendero amarillento. Un árbol, un banco en que hay alguien sentado y algunas Esfuerzo Artístico.
Confert. Página 79.
de su vida (…) reproduciendo cuanto sus ojos ven: frutas, principalmente.|499| Abelar- matas completan el conjunto de la manera clásica. Cielo muy claro». Confert.

|500| do Piñeyro y García nació en Santo Domingo, hoy ciudad Trujillo (…). Es Licenciado La longevidad existencial de Piñeyro, expresada en la permanente actividad pictórica
Mejía Abigaíl.
Op. Cit. en Farmacia y, en sus ratos de ocio, se ha dedicado a la pintura, sin escuela ni maestro, realizada en el tiempo libre, permitieron que llegara a ser el decano de los pintores do-
Ficha 34, anexo.
Página 19. como mero aficionado, mereció una Medalla y Mención Honorífica en la Exposición minicanos.Así lo considera Díaz Niese|501| en la década 1940, en la cual el pintor tie-
Confert.
de la Sociedad Amantes de la Luz, de Santiago de los Caballeros, concurso de Bellas Ar- ne una participación destacada principalmente en cuatro eventos. La primera es la ex-
tes». hibición de 7 obras en la Exposición Nacional del Ateneo Dominicano (Diciembre
Esta última anotación la redacta Abigaíl Mejía|500| en el Catálogo del Museo Nacio- 1941), en la que figura un autorretrato en el que se muestra de cuerpo entero ante un
nal como parte de la ficha que redacta a propósito del cuadro Kiosko del Parque Inde- caballete, pintando una vista del Parque Independencia. En mayo de 1943, celebra en la

Abelardo Piñeyro|Santa cena|Óleo/tela|132 x 178.5 cms.|Tesoros Catedral Primada de América. Abelardo Piñeyro|Hombres y caballo|Óleo/cartón|34 x 57 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|362| |363|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|502| Galería de Bellas Artes la muestra personal de carácter retrospectivo ya que el conjun- Hervas Rubio y de Enrique, el hijo, quien en edad juvenil se convierte en aficionado
Catálogo Segunda
Exposición to de sus obras reúne 103 óleos, entre bodegones, paisajes y retratos.También «envió a del dibujo.
Nacional.
Página 1944. la Exposición de Autorretratos un óleo notable»,|502|participando en 1944 con dos Tarazona Pérez nació en Valencia (España) en 1884, emigrando a Nueva York en donde re-
Página 39.
Confert. cuadros, en la muestra de Bellas Artes conmemorativa del Centenario de la República. side hasta que viaja a República Dominicana como integrante de la compañía de espectácu-
Pintor de orientación naturalista, la paleta de Abelardo Piñeyro se transformó desde so- losVelasco. El se dedica a la decoración del Teatro Colón de San Pedro de Macorís, en don-
luciones académicas con claroscuro a un paulatino y abierto uso de tonalidades suaves de ejecuta murales. Con posterioridad se dedica a labores de ilustración e igualmente rea-
e iluminadas. Tratadista de la realidad paisajística: Carretera de Jarabacoa (óleo), Paisaje liza pintura, mural y caballete. Casi toda la obra pictórica que realizó fue encargada por el
Campesino (óleo), Un Paisaje Dominicano (óleo 1944)…, sus obras más representati- Arzobispado que encabezaba Monseñor Adolfo Alejandro Nouel (1862-1937), el prelado
vas en este género, reproducen tranquilos espacios de la nativa ciudad. Ellos retienen una historiador y expresidente de la república. Esta relación eclesiástica determina que sus cua-
transpiración sentimental como ámbito temporal de un observador que también enfo- dros se encuentren en varios recintos religiosos: en la Catedral Primada y en la Iglesia de la
có la escena social y la naturaleza muerta, entre otros asuntos. En el bodegón, consigue Altagracia de la ciudad Capital; en la Iglesia del Santísimo Rosario, de Moca, entre otras.

una superioridad pictórica compositiva, cromática y refrescante de los elementos fruta- Enrique Tarazona Pérez, llamado también Tarrazona por algunos autores, propende en
les criollos, además contagiado el enfoque por un tratamiento realmente moderno. Pi- el temario religioso a la vinculación con la pintura del Renacimiento, en especial con
ñeyro llegó a ser un longevo que contemporiza con diferentes grupos generacionales. Tiziano, el maestro de Venecia, y con el tenebrismo de muchos pintores de España. El
Un pintor inmigrante asociado a la generación es ENRIQUE TARAZONA PÉ- contraste iluminación-oscuridad acentúa el dramatismo de esa pintura sacra, grandilo-
REZ, con reducida vida en el país, pero con una obra que se aprecia fructífera y no- cuente en la escena de Traslado del Cuerpo de Jesús (óleo 1917), pintura mural locali-
table. El se radica en Santo Domingo desde 1919, en compañía de la esposa Josefina zada en el vetusto recinto catedrático de Santo Domingo. Seis figuras con María Santí-

Enrique Tarazona|Colón|Dibujo|1923|Revista La Cuna de América, núm. 16. Enrique Tarazona|Descendimiento de Cristo|Pintura Mural|375 x 288 cms.|1917|Tesoros Catedral Primada de América.
Enrique Tarazona|Retrato Fco. J. Peynado|Dibujo|1923|Revista La Cuna de América, núm. 4.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|364| |365|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|503| sima en primer plano definen una composición horizontal en la que el cuerpo alarga- Marin Bonetti, Buñols Medina, Senior La Paz yTuto Báez no son los artistas que defi-
Mejía Abigaíl.
Op. Cit. do es llevado en una blanca sábana dominando un ambiente oscuro y tétrico. En otro nen globalmente la generación a la que pertenecen, pero la representan con una trayec-
Página 13.
Confert. cuadro conocido del pintor: La orilla del olvido (óleo-cartón 1922), el tono dramático toria que trasciende socialmente con varios de ellos (Báez, Piñeyro, Senior). También
es asunto de variedad temática y cromática de acuerdo a la opinión de Abigaíl Mejía: porque otros, menos reconocidos ofrecen prueba del quehacer artístico (Buñols, Jou-
«En el pequeño cuadrito (obra de quien precisamente, tan grandes frescos al óleo pin- bert y Lora), en tanto el resto alcanza prestigio en base a obra y producción (Alfau, Ma-
tó en nuestras iglesias), todo el gris, sombrío. Aguas turbias, nieve en la playa, y, contra rín y Tarazona). Aparte de que todos se enfocan con una representación del quehacer
un cielo oscuro, se destaca una montaña sobre la que se va retirando la cruz del pictórico, frente a ellos las fuentes documentales que se tienen de restantes compañeros
Sol».|503| de generación son escasísimas.Y tan escasas como los datos biográficos, resultan la lo-
La referida obra fue adquirida para la pinacoteca oficial que comenzó a formarse en la calización de las obras que produjeron y fueron expuestas en muestras comunitarias.
década del 1930. Para entonces Enrique Tarazona Pérez había fallecido en tierra domi- Durante las tres primeras décadas, las instituciones culturales continuaron auspiciando
nicana, seis o siete años después de vivir en ella con la familia (1926). El también se re- los concursos, llamados Juego Florales, y cuyos balances son lacónicos aunque laudato-

laciona a una obra de ilustración y de gráfica comercial (anuncios) que produjo en La


Opinión y en Blanco y Negro, revistas de la que fue asiduo colaborador. Dos años antes
de morir, él obtuvo un primer premio en la Exposición-Concurso que organizó la Ca-
sa de España en 1924. También se había relacionado a la ejecución de decorados para
los cortometrajes firmados por Francisco Palau, de quien fue amigo colaborador.
Tarazona (padre), Abelardo Piñeyro, Joubert Demorizi, Lora de Dalmasí, Jesusa Alfau,

Enrique Tarazona|Mujer con niño|Litografía|1925|Revista Blanco y Negro, núm. 279. Abelardo Rodríguez Urdaneta|Portada del libro Bajo El Último Crepúsculo de Luis A. Hungría Lovelace|1920 |Revista
La Cuna de América Núm. 9.
Enrique Tarazona|Manto de la Resurrección de Cristo|Pintura Mural|560 x 370 cms.|C.1920|Tesoros Catedral Primada
de América.
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|366| |367|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

|504| rios o de pompa verbal. Esta locución es grandilocuente cuando se enfoca en algún ar- En el período durante el cual se impulsa la segunda generación artística dominicana, mu-
Listín Diario
12/9/1921 y tista notable en los medios periodísticos, los cuales reseñan con brevedad también las chas individualidades como Agustín Jiménez, se localizan en el exterior como emigran-
21/3/1926,
referencia en celebraciones de los concursos y de las exposiciones personales aparte de ofrecer algu- tes movidos por diferentes circunstancias, pero orientándose decididamente en el cami-
Rodríguez
Demorizi. na noticia|504| relacionada con cualquier desenvolvimiento de un artista dominicano no de las artes. Individualidades maduras e individualidades muy jóvenes representan más
Op. Cit.
Nota No. 4. en el exterior. En esta relación se conoce que en Cuba, además de la Billini, Desangles que a grupos generacionales, las condiciones existentes del arte dominicano; condicio-
Página 122.
Confert. y Ramírez Guerra, se desenvuelve en 1921 otro dominicano. Se trata del pintor Ama- nes de base ya creadas durante el florecimiento del final del siglo XIX, revertidas en tra-
do León Bello. Además, en 1926 la prensa informa la celebración de la muestra indivi- dición remozada en los inicios del XX y abiertas a las inevitables renovaciones del pro-
|505|
Mejía, Abigaíl. dual de otro nacional: Máximo Pacheco, registrada en Santo Domingo. En el citado ceso histórico. Es necesario entender los aspectos de la tradición y de la renovación en
Op. Cit.
Confert. año, el gobierno del país que encabeza Horacio Vásquez favoreció al joven cibaeño la historia para no perder de vista la dinámica de la cultura. Este dinamismo que se da
AGUSTÍN JIMÉNEZ, con una beca para realizar estudios en Europa. El prejuicio en el terruño local tiene su representación en el mundo exterior, en donde se localizan
|506|
Rodríguez racial vertido sutilmente en la reseña biográfica, así como la adversidad y luego la tra- dispersamente un puñado de hombres y mujeres comprometiéndose con el arte.
Demorizi.
Op. Cit. gedia, marcaron la vida de este joven pintor. Una primera anotación señala: «Agustín Ji- Excluyendo los nombres de los artistas con residencia definitiva en el exterior (Desan-
Idem.
Confert. ménez nació en San Francisco de Macorís. Permaneció algún tiempo en Italia y en Es- gles, Ramírez, Billini, Jiménez, Alfau…), otros que también se localizan en diversas na-
paña, en donde casó con una española. Es de raza de color».|505| Otra información es- ciones o ciudades extranjeras –ocasionalmente– realizarán en el terruño nativo una obra
|507|
Mejía, Abigaíl. tablece: «Entre los pintores dominicanos formados en Italia (…) el francomacorisano de valía e incidirán en él ya como orientadores.
Op. Cit.
Idem. Agustín Jiménez. En 1933 pidió al gobierno dominicano lo repatriara o que le asigna- Así, Juan Bautista Gómez, quien se desplaza posiblemente en el 1900 hacia Puerto Ri-
Confert.
ra subvención para continuar sus estudios en Roma.Vino al país por el 1934. Entonces co y Francia, a su regreso (1914) se convierte en el orientador moderno de la Escue-
|508| pintó la casa de Diego Colón, óleo que conservamos en nuestra casa».|506| la de Santiago. Con una errancia más larga, Celeste Woss y Gil (quien parte cerca del
Cruz Almánzar,
Eugenio. Pudo Jiménez retornar a Santo Domingo con la ayuda que se recolectó entre compue- 1903) visitará Francia, Cuba y Nueva York, siendo a su regreso, en 1924, una auténti-
San Francisco
de Macorís blanos de la comunidad nativa. Durante la estadía realizó algunas pinturas. Además del ca precursora de la modernidad y una incidente maestra.A su vez Enrique García Go-
Intimo.
Página 144. cuadro del Alcázar de Colón, el Estado adquirió el titulado Mar Caribe, comprado a un doy, quien era conocido más bien como ilustrador de revistas y pintor de temas reli-
Confert.
coleccionista particular. Se trata de un óleo sobre tabla que enfoca «una roca del Cari- giosos (firmaba sus obras E. Godoy), viaja a Italia en 1924 y cuando regresa a La Vega
be rompiendo de encrespadas olas de un mar tempestuoso, alborotado; olas espumosas, (1930), asume una labor de orientador local y alcanza una gran proyección como pin-
de color verde esmeralda y azul oscuro, bajo un cielo encapotado y grisáceo, de tono tor nacional.
plomo y rojizo».|507| Otras individualidades que se asocian a la condición de los ya citados son Guillermo
Con el fin de reunir recursos para retornar a Europa y continuar su formación, Agus- González, Aída Ibarra, Rosario Puente y Jaime Colson. El primero, González, formado
tín Jiménez colocó algunas de sus obras en varias casas comerciales de la ciudad capi- en la escuela abelardiana, viaja a Estados Unidos (década del 1920) y retorna al país con-
tal, la cual se recuperaba aún del terrible ciclón que la dejó semidestruida al inicio de virtiéndose en maestro pionero de la arquitectura moderna, desde 1930. Aída Ibarra,
la década 1930; período en el cual el Estado Dominicano realizaba una austera política quien permanece en Francia desde 1926 al 1932, ofrece en este último año una mues-
de emergencia económica frente a la crisis que ocasionó la gran depresión capitalista. tra distinta por sus caracteres modernos. Posteriormente viajará al exterior desde 1935
Con los recursos reunidos, el joven pintor macorisano retornó al Viejo Continente, ra- al 1960, ausencia que no le privará del reconocimiento en la plástica nacional. La no-
dicándose en Barcelona, en donde intentó vivir de los pinceles. Sobrevivía en el 1939 table expositora Rosario Puente parte en 1899 hacia Europa, Cuba y Nueva York, re-
hasta que las calamidades le afectaron, «muriendo como un anónimo, tuberculoso en gresando con vasta formación en 1947, fecha desde la cual se convierte en una activa
España».|508| Es la etapa en la cual la guerra civil estremecía el territorio español, con expositora de la acuarela.
el pésimo balance económico, político y social. Jaime Colson, figura señera del arte nacional, viaja a Europa en 1920, luego de una for-
Capítulo 4|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|368| |369|El inicio del siglo XX: Caos político y escalada yanqui|Capítulo 4

mación sobre todo parisina, presenta en el país uno de los pasos de avance a un arte aportación a la cultura dominicana, es una lástima que toda la fecunda energía de Abe-
moderno que se registra en la década del 1930, convirtiéndose a partir de 1950 en un lardo se consagrara, en sus últimos treinta años, a la enseñanza de su arte, sin que junto
influyente y polémico maestro nacional, con muchos adeptos. Colson residió en Espa- a él se formara ningún artista de su rango y sin renovar en ese largo lapso sus triunfos
ña, Francia y México (1920-1950). de Uno de Tantos, de 1903 y de El Extraviado de 1907 (…). ¡Qué jubilosa fragua de
Otras figuras con estudios en Europa y Norteamérica pueden incluirse en el cuadro espíritu era la Academia de Abelardo! Toda una legión juvenil, llenaba sus salas, hom-
presentado; sobre todo los nombres de varios arquitectos que forman parte de la gene- bres y mujeres, por las que él pasaba, sin petulancia de dómine, con toda su bondad que
ración que encabeza Guillermo González, quien formó parte del alumnado de la Aca- emanaba de su sereno magisterio (…). Si no se formaron a su lado artistas de su cali-
demia de Abelardo Rodríguez Urdaneta. Este reconocido establecimiento capitalino dad, en cambio realizó una gran obra cultural: orientar el movimiento pictórico domi-
era, al mismo tiempo, estudio fotográfico, escuela de enseñanza y atelier en donde eje- nicano; crear, en un apreciable núcleo de la juventud dominicana de la pintura, el afi-
cutaba sus obras el artista maestro. El historiador Rodríguez Demorizi define en breves namiento del espíritu, de los que le rodearon devotamente, como un mago de la espi-
párrafos los alcances del espacio abelardiano: «Aunque constituyó una extraordinaria ritualidad, del amor, del bien y del arte. Al margen de su Academia, el Estudio Abelar-

Antinoe Fiallo Rodríguez|Paisaje campestre (detalle)|Óleo/tela|52 x 83 cms.|1930|Col. Familia Fiallo Billini. Antinoe Fiallo Rodríguez|Rostro de Caonabo engrillado|Dibujo/papel|56 x 44 cms.|1928|Col. Familia Fiallo Billini.
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|509| do del que hay tan bellos recuerdos, era la Meca del Arte en su tiempo, y a ella acudían Hijo de Andrés López Cabeza de Toro (español) y de Guadalupe Glass (dominicana), |511|
Rodríguez Cartagena
Demorizi. siempre los intelectuales y los artistas, los que iban a embeberse en la contemplación de nació en Santiago de los Caballeros,|511| en 1890, ingresando en la carrera militar en Portalatín, Aida.
Op. Cit. Galería de
Página 97-98. su obra y en la profunda sugestividad del propio artista, del atrayente hombre de amor 1923, entonces llamada Policía Nacional Dominicana, institución establecida por la Bellas Artes.
Confert. Catálogo General.
cuya fama ya estaba cuajada de anécdotas».|509| fuerza intervencionista de los Estados Unidos. En los cuarteles alternó sus deberes mi- Página 57.
Confert.
|510| Esta legión juvenil que asistió a la Academia del polifacético artista es un oleaje que va- litares con su vocación artística. A los 37 años, siendo cadete, modela un busto del Co-
Mañón Arredondo,
Manuel de Jesús. le la pena tomar en cuenta como parte de la memoria de un proceso de impulso artís- ronel Trujillo, obra que origina una breve reseña del Listín Diario: «El joven Ismael Ló- |512|
Listín Diario. Listín Diario.
enero 9 de 1994. tico; como generación moviéndose cual corriente subterránea de manera paralela y en pez Glass (…), de esta ciudad, quien en más de una ocasión ha hecho exhibiciones ar- Enero 24 de 1927,
Página 8. referido por
Confert. proyección hacia el futuro, durante el cual si bien no todos alcanzan la notoriedad, no tísticas que han merecido el elogio de la observación y acaba de modelar un busto que, Mañón Arredondo
Op. Cit.
significa, como apunta Rodríguez Demorizi: que «no se formaron artistas de su cali- a nuestro juicio le deja consagrada su vocación artística. Es un busto del Coronel Co- Confert.

dad». Esta importancia, calificación o excelencia la consiguen algunos de sus alumnos mandante Rafael L.Trujillo, P.N.D., ya vaciado en yeso de exacto parecido fisonómico
|513|
en específicas manifestaciones del arte y del campo artístico docente. Los notables ejem- y de proporciones anatómicas impecables. El joven López guarda su obra amorosamen- Mañón Arredondo.
Op. Cit.
plos pueden descubrirse, ponderarse e inducirse del cuadro en el cual se registra un lis- te porque se propone hacer la exhibición de ella junto con otras de igual valor que ya Confert.

tado de alumnos orientados en la Academia Abelardiana. Sobre todo la nómina refiere tiene preparadas (…) para exhibirla en los próximos días en la Exposición Nacional del
al alumnado de los últimos años, los que van del 1925 al 1933. 30 de Marzo de 1927. Hemos visto y observado el busto en sus más mínimos detalles
Del alumnado que se cita, el más abelardiano es ANTINOE FIALLO RODRÍ- y repetimos que consagra definitivamente la vocación del joven López».|512|
GUEZ, oriundo de Santo Domingo (1903) e integrante de una notable familia de la Además de la decidida sumersión en el arte tridimensional, bien como tallista modela-
que fluyen escritores, artistas visuales, entre ellos este personaje que contrae enlace ma- dor, fundidor del bronce y experto en vaciado de mascarillas de yeso, López Glass fue
trimonial con Margarita Billini, notable pintora, también alumna de Rodríguez Urda- dibujante, pintor y decorador asociado al montaje de pabellones gubernativos.|513| Al
neta. El carácter abelardiano de Fiallo Rodríguez tiene que ver con su adhesión a la morir el maestro Abelardo (1933) él le sustituyó como realizador de obras de ornato y
obra, a la persona y a la memoria del célebre maestro cuya escultura: Caonabo, le sirve del retrato escultórico modelado en barro, esculpido en mármol o vaciado al yeso y al
de modelo para dibujar una cabeza de correctas líneas y expresividad personalizada. Pe- bronce, ya que conoció el manejo de la fundición posiblemente al entrar en contacto
ro sobre todo produjo retratos y paisajes en los cuales la calidad y la belleza se aprecian con inmigrantes expertos en la materia durante los años 1940. Precisamente en este pe-
tanto como la suavidad de una paleta rigurosa.Abogado además de pintor, la carrera ju- ríodo, su obra Muchacho de Barrio, también llamada El Peloterito y Muchacho Des-
rídica fue priorizada en su desenvolvimiento, ya que se convierte en notable profesio- calzo Jugando en la Calle, le permite obtener un galardón en el concurso de Bellas Ar-
nal y ciudadano por cuyos principios fue en más de una ocasión encarcelado durante tes celebrado en ocasión de los V Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe,
la dictadura que domina el país desde 1930.Antinoe Fiallo Rodríguez muere en la ciu- montados en Medellín, Colombia, en 1946.
dad natal en 1991. En entrevista, López Glass confiesa que había sido zapatero en 1903, pero dejó el oficio
Por tener un desenvolvimiento excepcional y reconocido entre los seguidores directos o cuando descubrió que «era explotado por patronos sin conciencia. Entonces ocurrió lo
indirectos de Rodríguez Urdaneta, vale la pena destacar a ISMAEL LÓPEZ GLASS, hermoso. En el taller del escultor Panchito González Lamarche, me decidí a trabajar es-
el único notable escultor que sigue los pasos de ese maestro y es considerado un gran ar- cultura. Preparaba González Lamarche la tarja que llevaría la tumba del prócer Alejan-
tista en las filas del ejército, en una crónica que le escribiera el historiador Mañón Arre- drino Pina, cuando, al golpe del cincel, se rompió la letra J.Tomé el cincel, grabé la letra
dondo en la que señala: «Desde 1918 (...) ya era conocido por sus inquietudes escultó- rota y de ahí en adelante me dediqué a tallista en mármol. Ese fue el principio. Después
ricas y había recibido estímulos del público y la prensa. (...) Fue uno de los últimos alum- en 1920, tallé en marfil un busto de Lincoln que fue llevado a Estados Unidos. En 1918
nos del genial maestro Abelardo Rodríguez Urdaneta. Siguió los pasos de su mentor, asi- había trabajado en las obras de reparación de la Catedral, y ahí clavé el cincel y pasé mis
milando sus magistrales técnicas escultóricas».|510| manos sobre caoba cuatro veces centenaria. Aunque mi primer premio lo gané con au-
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|514| tobusto, recuerdo siempre mi Cabeza de Caonabo, que también fue premiada en un con-
Ismael López
Glass, curso de la Asociación Nacional de Estudiantes que funcionaba por entonces. He sido
referido por A. P.
Reyes Vargas. rebelde a toda escuela. Mis materiales de trabajo los busco en las entrañas del pueblo. La
El Caribe.
Agosto 5 de 1948. vida de los barrios, el ambiente de la calle, todo eso me suministra elemento de arte.
Confert.
Quiero que mi obra tenga algo de lo que canta, vibra o sueña con el pueblo».|514|
|515| Jubilado de la milicia en 1944, Ismael López Glass se sumerge más de lleno en el ejer-
Mañón Arredondo.
Idem. cicio artístico efectuado en el taller hogareño. Produce alto relieve y alegorías para edi-
Op. Cit.
Confert. ficios públicos e innumerables bustos para parques de todo el país. Como artista vivía
orgulloso de lo que hacía; vivía modestamente «de la siempre empobrecida pensión mi-
litar.Y muchos de sus trabajos no le fueron pagados. Otros quedaron bajo promesas y
fueron olvidados y hasta inconclusos». Al morir en 1968, su hijo Vinicio López Pérez
preserva gran parte de una obra de la que solo recibió olvidos e ingratitudes humanas,
afirma su principal biógrafo.|515|
FRANCISCO ARTURO PALAU es otra figura merecedora del desolvido de su
nombre, dada la dimensión que personalmente alcanza en el quehacer nacional de las
artes visuales. Es el pionero solitario de la cinematografía nacional concebida como una
empresa de sueños acorde al tiempo de incipiencia del arte fílmico y de la realidad so-
cial de un gestor que pertenece a una república antillana, nacido de inmigrante y nati-
va. Sobre la raíz familiar, el ingenio y las distintas actividades laborales de este persona-
je escribe René Fortunato: «A mediados del siglo pasado emigró a Santo Domingo, un
español catalán de nombre Buenaventura Palau; a pocos años de establecerse en esta
ciudad se unió en matrimonio con la dominicana Manuela Pichardo. De esta unión na-
cerá el 15 de agosto de 1879 Francisco Arturo Palau Pichardo (erróneamente en los úl-
timos años lo han citado como Francisco Antonio Palau; este error se debe a que él en
vida firmaba Francisco A. Palau)».
Continuando con los datos de Palau, el biógrafo Fortunato agrega: «Francisco Arturo
fue desde pequeño inquieto e ingenioso.Ya en su adultez se dedicó a varios trabajos,
entre estos destaca una fábrica de colchonetas, para la cual se ingenió una máquina pro-
cesadora de Guata, la materia prima con la cual se fabrica esta variedad de colcho-
nes.(...) Tiempo después se dedicó a la fotografía. Siendo fotógrafo contrajo nupcias con
Pilar de la Fuente (...). El matrimonio se instaló en la hoy Arzobispo Meriño No. 154
frente a la Plazoleta Padre Billini; en este lugar pasarían el resto de sus vidas. En esta ca-
sa funcionó el estudio fotográfico Palau, donde realizó la mayoría de sus trabajos.(...)
Palau fue batallador y trabajador entusiasta. A la vez que se desempeñaba como fotó-
grafo (prestigiosa profesión para aquella época) fungía como director-editor de la revis- Antinoe Fiallo Rodríguez|Retrato de su madre Ramona Rodríguez|Óleo/tela|79 x 60 cms.|1925|Col. Familia Fiallo Billini.
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|516| ta Blanco y negro. Esta revista comenzó a circular en septiembre de 1908 y dejó de ha- boscada de Cupido (...), la historia de un noviazgo entre dos jóvenes durante el cual |522|
Fortunato, René. Idem.
Aquí. Suplemento cerlo alrededor de 1930 (…). Palau no tuvo hijos. Adoptó un hijo de su hermano Joa- surge un conflicto entre ambos, tomando como pretexto el impasse surgido el novio Páginas 5-6.
Cultural de Confert.
La Noticia. quín Palau (…) El hijastro (…) llevaba su mismo nombre, no tuvo hijos».|516| pretende romper el compromiso contraído con los padres de la novia y separarse de ella.
Febrero 7
de 1982. Francisco Arturo Palau se desenvolvió como artista de la lente durante las tres primeras Es en medio de esta situación que el padre de la novia contrata los servicios de los ma- |523|
Página 4. Idem.
Confert. décadas del siglo XX, convirtiéndose en una figura de mucha relevancia en los círculos leantes para que le den un susto a su futuro yerno y obligarlo a cumplir con su com- Página 6.
Confert.
culturales y literarios del país. Conocedor práctico y teórico del arte de la Luz, escribió promiso. Los maleantes le preparan al novio una emboscada en las afueras de la ciudad
|517|
Rodríguez sobre diversos temas fotográficos,|517| asumiendo la promoción de la fotografía, en la y cumplen con su cometido. El novio vuelve con su novia y días más tarde celebran
Demorizi.
Pintura y importante revista que había fundado. El fue «el primero en utilizar la tricomia en el una pomposa boda. Así termina la película».|522|
Escultura en
Santo Domingo. país (…) trabajos de fotos coloreados bajo este procedimiento (…). Generalmente en la Para firmar La Emboscada de Cupido se utilizaron escenarios reales, siendo sus prota-
Op. Cit.
Página 15. contraportada de la revista Blanco y Negro aparecía un anuncio con la inscripción si- gonistas: Delia Weber, Pedro Troncoso Sánchez, Paíno Pichardo, Angelina Landestoy y
Confert.
guiente: «Talleres de Fotograbados de Francisco Palau, el único que puede hacer la tri- los mellizos Hernández. El pintor español Enrique Tarazona realizó los decorados que
|518| comia en el país»; el anuncio lo firmaba el pintor Enrique Tarazona colaborador y ami- se usaron en escenas interiores y Palau procesó manualmente su segunda película fir-
Fortunato, René.
Op. Cit. go de Don Pancho Palau, como le llamaban sus amigos».|518| mada en 1922, en 35 mm. negativo. «Con el paso del ciclón San Zenón en 1930, las co-
Confert.
El conocimiento de los manejos de la fotografía y la llegada al país de la cinematogra- pias, los negativos, el aparato filmador-proyector y otros materiales relacionados con las
|519| fía proyectada en los teatros de espectáculos, estimularon a Palau a asumir el llamado películas se perdieron, sólo quedaron fragmentos».|523| Francisco Arturo Palau, fotó-
De Azcarate
Ristori, Séptimo Arte que sobre todo «introduce un factor completamente nuevo en la historia grafo destacado, editor de la más prestigiosa revista dominicana de principio del siglo
José María.
Historia del Arte. de la representación visual: el tiempo»,|519| llamado Cuarta dimensión, elemento de la XX y pionero nacional de la cinematografía, fallece en 1937.
Página 949.
conversión de imágenes estáticas y secuenciales en imágenes dinámicas reconstruidas
|520| por el movimiento de una máquina de proyección, o Aparato de los hermanos Louis y Au-
Idem.
Páginas 951-52. gusto Lumiére, que han pasado a la historia por ser los promotores de las primeras exhi-
Confert.
biciones públicas cinematográficas. Esta tuvo lugar en un café parisino el 28 de diciem-
|521| bre de 1895. Su éxito fue fulminante...|520|
Fortunato, René.
Op. Cit. Veintiséis años después de la inventiva de los hermanos Lumiere, el dominicano Fran-
Página 5.
Confert. cisco Palau, a finales del año 1921 «realiza su primer trabajo en el cine: La Peregrina-
ción de la Virgen de la Altagracia, un cortometraje de aproximadamente 25 minutos de
duración». De acuerdo a Fortunato: «Este film-corto relata la historia de la peregrina-
ción de una niña a la iglesia de la Virgen de La Altagracia en Higuey, para agradecerle
un milagro que la Virgen había realizado en su favor». En este cortometraje de ficción
actuaron Alma Solecci (Venezolana), en el papel de la niña; José Bienvenido Peynado
hijo, en el papel de sacerdote y Pedro Troncoso Sánchez en el rol de seminarista. Has-
ta la fecha solo se conocen estas actuaciones, pero el cortometraje visto por Juan Bau-
tista Alfonseca –arrendatario de teatros– le plantean a Palau la realización de una pelí-
cula más ambiciosa.|521|
Explica René Fortunato sobre el nuevo proyecto cinematográfico: «Es de las conversa-
ciones Palau-Alfonseca que surge la idea del primer largometraje dominicano: La Em-
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ALUMNOS DE LA ACADEMIA DE ABELARDO


1908|1933

Eloisa Arias Justina de Castro Carmencita Hernández Gilberto Sánchez


Especialidad: Desconocida Especialidad: Desconocida Especialidad: Pintura Especialidad: Desconocida
No se proyectó No se proyectó Reconocida docente en Pintura en New York No se proyectó

Rafael Arzeno T. Carmita Peña de Ortega Frier Aida Ibarra Lustrino (1902-1946)
Especialidad: Pintura y música Especialidad: Pintura Especialidad: Pintura Especialidad: Desconocida
Importante orientador artístico en Puerto Plata Posteriormente estudió con la Woss y Gil, Una de las primeras artistas modernas Abogado, periodista y funcionario público
realizando obras de moderado academicismo
Adelaida Báez Luis Mañón Margot Serra
Especialidad: Desconocida Virginia Dubreil Especialidad: Fotografía Especialidad: Desconocida
No se proyectó Especialidad: Pintura Muy amigo de Abelardo Rodríguez Urdaneta, No se proyectó
Se dedicó a la enseñanza artística y expuso por los años de 1910
Genoveva Báez en colectivas en la década 1940 Víctor Teunissen
Especialidad: Pintura María Martí Especialidad: Dibujo y pintura
Desarrolla en la intimidad permanente Esperanza Dujarric Especialidad: Desconocida Fue docente de arte en Santo Domingo,
desenvolvimiento pictórico Especialidad: Pintura No se proyectó marchándose a Cuba, luego a Europa
Se marchó a México donde murió
José R. Báez María Martínez Alba Pedro Troncoso Sánchez
Especialidad: Pintura (?) Dulce María Echavarría Especialidad: Desconocida Especialidad: Desconocida
Aparece entre los expositores de la ENBA Especialidad: Desconocida Esposa del Gobernante y Dictador Rafael Abogado e historiógrafo
en 1951-52 No se proyectó Leonidas Trujillo
América Valdez
Margarita Billini Manuel Fernández Peix Rafael Montás Cohén Especialidad: Pintura
Especialidad: Pintura Especialidad: Escultura (?) Especialidad: Pintura Se concentra en La Romana en donde
Con labor pictórica reconocida realizada La única referencia es su vínculo docente Se dedica a la escenografía expone en muestras nacionales
en la Academia
Matilde Billini María Patín Pichardo Dolores Vasallo
Especialidad: Pintura Antinoe Fiallo (1903-1991) Especialidad: Desconocida Especialidad: Desconocida
Hermana de Margarita Billini con poco Especialidad: Pintura No se proyectó No se proyectó
desarrollo pictórico Egresó de la Academia en 1927,
dedicándose a la abogacía Pedro M. Peralta (n.1903) Sergio Vicioso
Luz María Castillo Especialidad: Desconocida Especialidad: Desconocida
Especialidad: Escultura y pintura Josefa Frómeta Hace caricatura en La Opinión (1926) y No se proyectó
Sobresale entre las primeras egresadas Especialidad: Desconocida reconoce pintura suya de 1956
de la ENBA en la década 1940 No se proyectó Juan Antonio Vicioso Hijo
Carmen de Ricart Especialidad: Dibujos
Isabel Castro Félix Goico Especialidad: Desconocida Expone en Muestra Nacional del 1941
Especialidad: Desconocida Especialidad: Desconocida No se proyectó
No se proyectó No se proyectó Angel Villalba
Silverio Rodríguez Especialidad: Fotografía
Abigail Coiscou Manuel de Js. Goico Especialidad: Desconocida Considerado uno de los mejores fotógrafos
Especialidad: Desconocida Especialidad: Desconocida No se proyectó junto a Abelardo, Pou y Palau
No se proyectó Se dedica al periodismo, la historia
y la diplomacia Abelardito Rodríguez Núñez Rosalidia Ureña
Monina Cámpora Especialidad: Fotografía Especialidad: Pintura
Especialidad: Desconocida Guillermo González Hijo de Abelardo: Estudió en París (1925-31) Sobresaliente orientadora de pintores petro-
No se proyectó Especialidad: Arquitectura obtuvo premio en Bellas Artes de N. Y. macorisanos. Expositora hasta decenio 1950
Obtuvo premio en la Academia de Bellas
Pedro R. Contín Aybar Artes de Nueva York y se graduó de Angélico Rodríguez B. Delia Weber
Especialidad: Literato, animador y crítico arquitecto en Yale Especialidad: Fotografía Especialidad: Pintura y Letras
cultural. Hijo de Abelardo, compra Estudio fotográfi- Mantiene activismo pictórico y sobresale
Escribió en El Caribe y El Listín co de M. Polomba, en Santo Domingo como artista-mujer
Bibliografía|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|378| |379|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Bibliografía

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Índice onomástico

–– Luis Desangles, Primer Muralista Dominica- DOCUMENTOS: REFERENCIAS GRÁFICAS A Báez, Buenaventura 149, 150, 204, 207, 336 Bordas Valdez, José (General Valdez) 273,
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Blanco y Negro. Revista Ilustrada. Años: 1909, Baeza Flores, Alberto 45 Brito, J. 281
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Alba, Luis (Calvo) 327
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Alberti Bosch, Narciso 86, 281 Barreras Grullón, Carlos 236, 241 Buñols Medina, Esteban José 352
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–– En los Retratos de Leopoldo Navarro se Rupestre Indígena que Podría Ser Caverna Cita- Alfau Baralt, Antonio 158,182, 272, 278 Batista, Diego (Padre Batista) 218 352, 365
Plantea una Especie de Diálogo de Humanidad da por Fray Ramón Pané, Santo Domingo, 28 1923. Batlle (el joven) 234 Buñols Medina, Manuel 177
Alfau Durán, Antonio 354
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Una Careta de Madera de Santo Domingo, del posición Bienal de Artes Plásticas, Catálogo. Tex- Alfonseca, Juan Bautista 153, 374 Caba Fuentes, Angel 80
Período de Transculturación Taíno-Español. San- Alfonso, Clara Leyla 50 Bermúdez, Federico 283, 319
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nio Fernández Granell, Santo Domingo, oc- Álvarez de Valdez, Nerea 216 Bernini 308
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tubre 1943. Álvarez de Watt, Rosalinda 216 Berrido, Bolívar 279 273, 281, 311, 331
–– Notas sobre el Arte Precolombino Antillano. Listín Diario. Hermosa Exhibición Artística. Álvarez Desangles, Ramón 209 Betances, 163 Cacica Catalina 25
Santo Domingo: Listín Diario, 16 de enero Santo Domingo. Diciembre 13 de 1924. Amarante, Andrés 137 Betances, Demetria 157
1984. Calero, Miguel A. 157
Amelia Francasci (Amelia Francisca Marche- Benlliure, Mariano 257, 273
Museo del Hombre Estudia Numerosas Pictogra- Calm, John 153
na) 159, 208, 214, 278, 279 Bidó, Cándido 63
fías Aborígenes. Santo Domingo: Suplemento, Cambiaso y Sosa, Rodolfo Domingo 183
Amiama, Francisco Javier (Xavier) 67, 153, Billini de Fiallo, Margarita 280, 284, 297,
Listín Diario. 8 de abril 1978. Cambiaso, Luis 184
272, 280, 282 370, 376 Cambier, Enrique 283
Nuevas Pictografías en la Isla de Santo Domin- Amiama, Julio 325 Billini, (los) 163 Campillo 326
go: Las Cuevas de Borbón, Santo Domingo, Anacaona 192 Billini, Adriana 32, 183, 199, 200, 237, 272, Campillo Pérez, Julio G. 243
Suplemento, Listín Diario, 30 de noviembre Angulo Guridi, Alejandro 191, 279 280, 282, 284, 289, 295, 296, 297, 298, 299,
Cámpora, Marina 376
de 1978. Angulo Guridi, Javier 151, 153, 154, 191 300, 306, 366, 367 Canepa, Rupo 282
La Gran Amistad de Marrero Aristy y lo que di- Angulo Iñiguez, Diego 100, 107 Billini, Epifanio 143, 145, 148,151, 157, Canepa,Tito 282, 283
jo del Pintor Colson. Santo Domingo. 25 de Archambaud, Pedro María 158 158 172,183,204, 297 Cano León 335
septiembre de 1988. Areán, Carlos 34, 36, 255 Billini, Francisco Gregorio 155, 156, 158, 303 Cantizano, Rafael 238
Arias, Desiderio 332, 336 Billini, Francisco (Panchito) 297
Casas Reales. Iconografía Altagraciana. La Virgen Caonabo 159, 187, 192, 210, 212, 221, 255,
Arias, Eloísa 376 Billini, Francisco Javier o Xavier (Padre Bi-
de la Altagracia en el Arte y en el Tiempo. Con 257, 280, 345, 370, 372
Arjona, Alonzo 99 llini o prebístero Billini) 151, 155, 157, 159,
textos de Hugo Eduardo Polanco Brito, Eu- Capellán,Tony 56
Arnaiz, Francisco José 101, 102 166, 186, 223, 225, 249, 251, 255, 256, 291,
genio Pérez Montás. Santo Domingo: Catá- Caracci, Annibale 308
Arredondo, Isaías 145, 148 353
logo Exposición Casas Reales. 27 de enero Carbonell, Pedro 159, 256, 257
Arredondo, José María 152, 153, 154, 155 Billini, Matilde 376
de 1977. Carbuccia, Raúl 321, 325
Arriaga, Rosa 252 Billini, Miguel 279 Carías, María Cristina de 294
Museo Emilio Bacardí Moreau. Catálogo Gene- Arteya, Narciso 153 Billini, Nicolasa 151 Carlos IV 137
ral. Santiago de Cuba, noviembre de 1948. Arvelo, Carlos 303 Blanco Fombona, Horacio 317, 319, 336 Caro Alvarez, José Antonio 83
Revista Acción Ciudadana. Nos. 131 y 140. Arzeno Tavares, Rafael 38, 160, 283, 376 Blas 325 Caro, Miguel A. 303
Santiago de Cuba, Año XI. Atiles García, Guillermo 347 Bobrie 155 Carrier, Hervé 53
Atiles, Gabriel 85 Bolívar, Simón 122
Revista ¡Ahora! Domingo Liz. Santo Domin- Cartagena Portalatín,Aída 182, 358, 371
Aybar, Francisco 153, 183, 278 Bonaparte, Napoleón 134, 314
go, Rep. Dom. Documento no fechado. Casilda 112
Aybar, Manuel 146 Bonetti, María Antonia 353 Cassá, Roberto 94, 95, 179, 182
Secretaría de Educación Pública y Bellas Artes. Bonilla, Alejandro 152,153,155, 156, 158, Castellanos, Glauco 112
Exposición Nacional. Catálogo. Santo Domin- 163, 172, 173,176,183, 188,196, 197, 198,
go. Diciembre de 1941. B 200, 201, 202, 203, 204, 205, 206,251, 257,
Castellanos, José 152
Castillo, Luis Conrado 258
Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes. 271, 279, 285
Báez M., Osvaldo 274 Castillo, Luz María 376
Segunda Exposición Nacional de Bellas Artes Bonilla, Carlos 279
Báez, José R. 376 Castillo, Rafael Justino 155,158
Plásticas. Santo Domingo, R. D. febrero de Bonilla, Juan Manuel 202, 203
Báez, Adelaida 376 Castro, Isabel 376
1944. Bonnelly, Aída 165, 232, 233, 236, 238, 240 Castro, J.R. 313
Índice onomástico|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|386| |387|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice onomástico

Catalán, Manuel (ver Eolo) 321, 322, 323, De Juanes, Juan 159, 290 Desangles, Epifanio 207, 209 Fiallo Rodríguez, Antinoe 368, 369, 370, Gil, Inés 316 194, 207, 209, 283, 294, 341
324 De Lara, Jacobito 265 Desangles, María Ana 207 373 Gimbernard, Bienvenido 33, 157, 274, 282, Henríquez Ureña, Pedro 15, 21, 26, 32,
Catenchi, Pedro Pablo 188, 274 De León Guzmán, Joaquina 300 Desangles, Pedro Nicolás 207 Fiallo, Antinoe 244, 254, 255, 376 283, 322, 324, 334, 337, 338, 339, 340, 341 134, 137 150,156, 163, 214, 237, 279, 281,
Ceballos Estrella 29, 38, 253, 291, 305 De Lora, Onofre 280 Deschamps, Enrique 39, 195, 237, 258, 280, Fiallo, Fabio 159, 260, 280, 281, 318, 333, Ginebra, Carlos 282 283, 321
Cerezo, Mateo 107 De los Santos (familia) 21, 32, 33, 67, 175 294, 357 337, 338, 339 Ginebra, José 282 Henríquez V., Francisco 91
Cerón, José Dolores 156 De los Santos Danilo (Ver Danicel) 9, 10, Deschamps, Eugenio 155,156, 186, 283, Fiallo, Juan Ramón 183, 274 Girandi, Federico 153, 173 Henríquez y Carvajal, Federico 152, 154,
Céspedes, Carlos Manuel 216, 217, 218 18, 47, 48, 67, 137, 312 313 Fiallo, Ramón 156 Giró,Valentín 279 155, 157, 218, 230, 231, 257, 294, 303
Cestero, Elisa M. 157 De los Santos, Felipe 156, 176, 177, 187, Despradel, Lorenzo 254 Figueredo, Perucho 218, 219 Giudicelli, Paul 11, 37, 50, 60 Henríquez y Carvajal, Francisco 154, 155,
Cestero, Manuel F. 253, 283 192, 200, 266, 300 Dessalines, Jean Jacques 135, 136 Figuereo,Wenceslao 265 Glass, Guadalupe 371 157, 192, 234, 299, 313
Cestero,Tulio M. 159, 258, 266, 279, 280, De los Santos,Tony 33 Di Franco, Silvia 46 Flores Cabrera, Manuel 336 Glass, José Manuel 175 Henríquez, (los) 163
281, 282, 283 De Marchena y de Sola, Rafael 202 Díaz Niese, Rafael 158, 347, 361 Font Bernard, Medardo 180 Godoy 260 Henríquez, Daniel 35
Chasseriau, Benito 141 De Marchena, Dr. H. 316 Díaz Ordóñez,Virgilio 283, 325 Font Sterling, Raúl 243 Godoy, Manuel 137 Henríquez, Enrique 313, 338
Chasseriau,Teodoro 140, 141, 142, 143 De Marchena, Pedro E. 311, 321 Díaz, Esteban 257 Fortunato, René 372, 374 Goico, Félix 376 Heredia 309
Christophe, Henri (Cristóbal) 130, 131, De Mata Tejada, Juan 138 Díaz, Hugo 322 Frade Fernández, Ramón 300, 301 Goico, Manuel de Jesús 376 Hernández (los mellizos) 375
136 De Medraso, Raimundo 253 Díaz, Miguel, 25 Frade León, Ramón (Monche) 157, 165, Gómez 344 Hernández , Carmencita 377
Coiscou, Abigaíl 376 De Mena (familia) 179 Díaz,Vigil 317 184, 196, 200, 209, 266, 270, 284, 289, 299, Gómez Bautista, Juan 152 Hernández, Cristian 327
Coiscou, Barón 156,175 De Mendoza, Juan 99 Dobal, Pedro P. 243 300, 301, 302, 303, 304, 305, 306, 308, 309, Gómez, E. 280 Hernández Franco,Tomás 279
Colón, Cristóbal (El Almirante) 15, 85, 89, De Molina,Tirso 353 Drake, Sir Francis 104, 119 310, 324 Gómez, Juan Bautista 152, 274, 276, 367 Hernández Llorente (niña), 349
90, 91, 99, 100, 108, 148, 159, 183, 195, 197, De Moya, Casimiro 157, 179 Duarte Diez (familia) 137, 148 Franco Bidó, Amado 279 Gómez, Máximo 297, 306 Hernández Ortega, Gilberto 30, 56
212, 215, 255, 256, 280, 332, 362 De Moya, Emile Boyrie 278 Duarte, Juan Pablo 18, 136, 146, 147, 148, Franco Bidó, Augusto 158 Gómez, Nelson 326 Hernández, Frank Marino 346, 349
Colón, Diego 99, 366 De Moya, Miguel 25 153, 154, 156, 160, 184, Franco Bidó, Ulises 156, 158 Gómez, Osiris (Ranfis) 327 Herrera Franco, Porfirio 9
Comme Fernández, R.A. 352 De Peña, Alonso 122 186, 190, 198, 199, 203, 204, 205, 206, 212, Frías, Manuel de Jesús 184 Góngora, Francisco 155, 256, 257 Herrera, Ruth 27
Concho Primo 313, 329, 334, 337, 339, De Portes, Simón 138 214, 246, 250, 251, 252, 257, 258, 283, 352 Frómeta, Josefa 376 González 209 Hervas Rubio, Josefina 362, 363
340, 353 De Rojas, Benigno Filomeno 149 Duarte, Rosa 18, 140 González Guillermo 275, 276, 284, 367, 368, Heureaux, Ulises (Lilís) 158, 177, 179, 180,
Contín Aybar, Néstor 182 De Saint Mery, Moreau 16 Dubreil,Virginia 376 377 182, 183,187, 188, 257, 263, 265, 266, 267,
Contín Aybar, Pedro René 150, 281, 353, 376 De Villegas, Francisco 104 Dujarric, Esperanza 376
G González Lamarche, Francisco (Panchito) 268, 269, 303, 306, 310, 329, 336, 357
Cordero (el pintor) 151, 204 De Windt Lavandier, Julio 316 177, 185, 274, 278, 371 Hidalgo, Gladio 281
Galván de Alfau, Eugenia 355
Cordez Cheque 326 Del Cabral, Manuel 281 González, Altagracia 225 Hilaris, Diego José 7, 119, 120, 121, 122,
Cordiglia (fotógrafo/pintor) 156, 176, 188, Del Castillo, Luis C. 337
E Galván, 309
González, Alvaro 99 123, 124, 127, 128, 130, 135, 196
Galván, Enrique 156
247 Del Monte y Tejada, Antonio 157, 158, 196 González, América 225 Hinojosa, Carlos 64
Echavarria, Domingo 142, 143, 145, Galván, Manuel de Jesús 154, 157, 182,
Coronelli, P. 14 Del Monte, Félix María 152,153, 196, 206 Goya 226, 231, 253 Hipócrates 237
148,156, 204, 308, 309, 324 194, 257, 272, 281, 354
Correa Cruzado, María Idelfonsa 203 Del Monte, Rafael 25, 29, 32 Greco, Francisco 58, 278 Hoepelman, Antonio 338
Echavarría, Dulce María 376 Galván, Rafael O. 253
Correa, Francisco 153 Del Monte, Raúl (véase José Grullón Julia 285 Hoetink, Harry 149, 192
Echavarría, Julián 143 García Cordero, José 45
Cortina, Nicolás 282 del Carmen Pérez) 306 Grullón Julia, Arturo 32, 151, 152, 156, Hostos, Eugenio María 26, 152, 155, 156,
Eolo (Manuel Catalán) 286, 287, 321, 322, García Godoy, Enrique (Godoy, Enrique)
Cotubanamá 192 Delacroix 141 157, 175, 177, 185, 199, 200, 201, 202, 232, 157, 161, 162, 163, 164, 165, 166, 167, 168,
323, 324 138, 156, 260, 274, 276, 286, 322, 356, 367
Couret de la Blagniere, (familia) 141 Delgado Mercado, Osiris 266, 270, 300, 301, 233, 235, 236, 237, 238, 239, 240, 241, 242, 170, 171, 175, 179, 184, 185, 187,188, 192,
Escoboza, Amado 183 García Godoy, Federico 157, 159, 280, 281,
Couret de la Blagniere, María Magdalena 303, 304, 310 243, 246, 271, 285, 345 198, 199, 201, 202, 206, 207, 226, 232, 240,
Escoboza, Pedro M. 174, 183 283, 341
141 Deligne, Gastón Fernando 15, 157, 280, 282 Grullón Rodríguez Objío, Filomena Amelia 242, 249, 272, 278, 287, 301, 353
Espaillat, Ulises Francisco 149, 216, 218, García Mella, Arístides 226
Crocce, Benedetto 53 Deligne, Hermanos 260 240, 242 Hungría Lovelace, Luis A. 365
280 García Obregón, Adolfo 32, 155, 177, 184,
Crosbey (señorita) 357 Deligne, Rafael 158, 159, 279 Grullón, Eliseo 220, 232, 279 Ibarra, Aída 66, 281, 367, 377
Espínola, José A. 274 198, 200, 209, 226, 227, 237, 255, 278, 279,
Crosley 332 Delmonte 309 Grullón, Julio Arturo 232 Incháustegui Cabral, Héctor 150, 281
Espínola, Pío 159 284, 286, 288, 289, 290, 291, 292, 294, 304,
Cruz Almánzar, Eugenio 366 Delmonte y Tejada, José 196 Grullón, Mario 62, 283 Ingres 141
Estévez, Roger 326 306, 322, 344, 350
Cruz, Pedro Ma. 281 Delmonte, Raúl (José del Carmen Pérez) Grullón, Máximo 17, 175, 187, 232, 243 Izquierdo, Federico 20, 279
Estrada Palma,Tomás 218 García Obregón, Joaquín 290
306 Guacanagarix 89, 90, 342 Jackson (familia) 254
García, Alcides 321
Demorizi, Hortensia 357 Guarionex 17, 192 Janheinz, Janh 96
D Desangles de Alvarez, Mariana 216 F García, Enrique A. 323
Guarocuya (Enrique) 192, 194 Jimenes Grullón, Juan Isidro 26
García, Francisco 184
Desangles Sibilly, Luis (Sisito) 32, 38, 64, Guerra 209 Jimenes, Juan Isidro 283, 313, 330, 332
Dalmasí de Dujarric, Lucía 354, 355 García, Gabina 359
147, 148, 152, 155, 156, 157, 158, 159, 161, Falcón, 172, 205 Guerra y Guerra, Félix Ambrosio 217 Jimenes, Juan José (León David) 233, 242
Dalmasí, José 356 García, José Francisco 175, 179
171, 175, 176, 177, 179, 180, 183, 184, 185, Fatet, Madame 232, 234, 236, 237, 238 Guerra, Juan Luis 58 Jiménez, Jesús María 310
Damirón, Rafael 283, 319, 337 García, José Gabriel 151, 152, 153, 157,
186, 187, 188, 192, 193, 196,197, 199, 200, Fernández de Castro, Dolores 156,183 Guerrero Lesso, Aurelia 189 Jiménez, Agustín 275, 366, 367
Danicel 32 196, 281, 309, 324, 357
201, 202, 206, 207, 208, 209, 210, 211, 212, Fernández Alvarez, Rafael Augusto 325 Guerrero Peña, Manuel 156, 185, 188, 189, Jiménez, José Manuel 313
De Alba, Joaquín (Kim) 326 García, Juan Francisco 280
213, 214, 215, 216, 217, 218, 219, 220, 221, Fernandez Corredor, Juan (Corredor) 155, 246 Jiménez, Marianela 72
De Alcocer, Luis Jerónimo 101, 102, 123, 128 García, Manuel S. 155
222, 223, 225, 233, 237, 243, 246, 255, 260, 156, 173, 175, 176, 177,183, 184, 185, 186, Guerrero Rodríguez, Eloísa 246 Jimenez, Pery 32
De Asís, Francisco 105, 107 García,Vicente 218
264, 266, 271, 276, 277, 285, 286, 290, 294, 187, 188, 190, 197, 200, 232, 243, 246, 254 Guerrero Rodríguez, Rosalía 246 Jiménez, Ramón Emilio 281, 282, 316
De Azcárate, Ristori, José María 374 García, Zoilo Hermógenes 275
295, 299, 301, 304,347, 350, 353, 366, 367 Fernández Diez, Gilberto 17 Guerrero, Myrna 11, 67 Joubert Demorizi, Alejandro 275, 345, 357,
De Bastidas, Rodrigo 101 Garnerey, Hippolyte Jean Baptiste 140
Desangles Vallejo, Constancia Mercedes 222 Fernández Granell, Eugenio (Granell) 43, 45 Guilbert 159 364, 365
De Brye, Alex 144, 145, 204 Garrido, Miguel Angel 159, 265
Desangles Vallejo, Ana Teresa 222 Fernández Peix, Manuel 257, 344, 376 Guillermina de Holanda (Reina) 298 Joubert, Juan Alejandro 357
De Cádez, Diego 117 Garrido,Víctor 279
Desangles Vallejo, Juan Pedro 222 Fernández, Alejo 100 Guzmán Vda.Torres, Margarita 305, 307, Juan Pintor 38, 39, 99
De Castro , Justina 376 Gatón Arce, Freddy 200
Desangles Vallejo, Julio Alfredo 222 Ferrand, Jean Louis 135, 136, 140 359 Julia, Eleonora 232
De Castro Morel (familia) 357 Gausachs, José 20, 48
Desangles Vallejo, Luis Rafael 222 Ferrúa Giacomo (Nino) 308, 311, 322, 324 Julia, Julio Jaime 223, 226, 228, 231
De Hungría, Isabel 117 Gautreaux, Ana Teresa 297
Desangles Vallejo, María Altagracia 222, 279 Ferrúa, Jerólamo 322
De la Concha, Arquímedes 175, 177,180,
Desangles Vallejo, María Luisa 217, 222 Fiallo Billini (familia) 189, 368, 369, 373 Gegnault, Henry 266, H
182, 183, 209, 265, 267, 310, 311
Desangles, Juan Pedro 207
Geler, Rafael 181 K
De la Florida, San Antonio 227 Geraldini (Obispo) 101 Hazard, Samuel 143, 153, 172, 173
De la Fuente, G. 155 Geraldini, Alejandro 88, 101 Henríquez Ureña, Camila 170 Knight, Melvin M. 339
De la Fuente, Pilar 372 Gibbes, Lucas 175 Henríquez Ureña, Max 163, 180, 183, 191,
Índice onomástico|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|388| |389|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice onomástico

L Margot 133 Mordacq, Louis 156 P Peynado, Francisco J. 281, 313, 362 Reyes Católicos, 91
Marién 192 Morel, Emilio A. 332 Picasso, Pablo 45, 46 Reyes Vargas, A. P. 372
Laclaustro Dorse, Esther 251, 252, 261 Marín Bonetti, Oscar 275, 324, 339, 340, Morel, Enrique (Quico) 34, 159 Pablo, Claudio 32 Pichardo, Paíno 375 Reyes, José 32, 154, 155, 167, 279, 303
Lafoga, Nemesio 300 344, 345, 351, 352, 353, 365 Morel, Príamo 326 Pacheco, Armando Oscar 320 Pieter, Heriberto 336, 339 Reyes, José Altagracia 187
Laglande, Adolphe 301, 303 Marín, Felipe Santiago 352 Morel,Yoryi 10, 19, 23, 42, 64, 66, 279, 325 Pacheco, Máximo 275, 366 Pimentel Reynoso, Luis José 326 Ricart, Carmen de 377
Lahit Bignott, Nereida 180, 207, 209, Marinetti 280 Moreno del Christo, Gabriel 309, 324 Páez, José 116, 119 Pimentel,Thimo 55 Rivas, Gregorio 157, 187
210,217, 220, 221, 223, 266, 347 Maritain, Jacques 38 Moreno Jiménez, Domingo 283 Pagán Perdomo, Dato 79, 80, 82, 83, 85, 86, Pimentel,Vicente 55 Rivero Gil, Francisco 325
Lamarche, Juan Bautista 317 Mármol, Donato 218 Morillas, José María 130, 131 94 Pina, Alejandrino 371 Robiou, Arismendi 175
Landestoy, Angelina 375 Marqués de Lozoya 99, 100 Morillo B., Vitelio 275 Paiewonsky, Raquel 46 Piñeyro, Abelardo 157, 196, 275, 276, 289, Rocco Cocchía, Monseñor 303
Lapeiretta, Ninón 281 Márquez, J.R. 145 Morillo, Manuel María 176, 187, 207, 298 Palau, Buenaventura 372 345, 357, 358, 359, 360, 361, 362, 364, 365 Rodeck, Hernán 157
Larrazábal Blanco, Carlos 146 Marrero Aristy, Ramón 133, 135, 136 Moscoso, Juan Elías 145, 223, 272 Palau, Francisco Arturo (Pancho) 7, 155, Piñeyro, Pedro 359 Rodin, Augusto 257
Las Casas, Padre 90 Martí, Antonio Alayo 220, 221 Mosini, 308 275, 280, 299, 342, 364, 372, 374, 375, 377 Piqué 151 Rodó, José Enrique 283
Lebrón, Fernely 327 Martí, José 158, 217, 234, 297, 306 Mota de Reyes, Antera 157 Palau, Joaquín 374 Pisarro, Camille 142, 143 Rodríguez Núñez, Elena 244, 258, 260,
Leclerc,Victor Manuel 135 Martí, María 377 Mota Tejada, Juan de 138 Pané, Fray Ramón 85 Plavers, Horacio 357 271, 273
Leda Amanda 148 Martínez Alba, María 377 Mota, Jaime 254 Pantaleón Castillo, José 152,154, 158 Polanco Brito, Hugo Eduardo 119, 123, Rodríguez Arreson, José María 159
Ledesma, Clara 21, 135 Martínez Borg, Consuelo 349 Moya, E. Antonio 58, 61 Pardo Bazán, Emilia 303 124, 127 Rodríguez B., Angélico 377
Lemonnier de la Fosse, J.B. 140 Martínez Montañez 107 Moya, Filomena 357 Pardó, Miguel Eduardo 157,176 Polanco, Gaspar 149 Rodríguez de la Fe, Gervacio 119
León A., Eduardo 289 Martínez, Domingo 115 Moya, Samuel 313 Patín Maceo, Manuel A. 339 Polanco, Josefina (Josefita) 156, 175 Rodríguez de la Fe, Juan 102
León Asensio, José 8, 9 Martínez, R. 117 Murillo, Bartolomé Esteban 106, 107, 115, Patín Pichardo, María 377 Polomba, M 377 Rodríguez Demorizi, Clara 144, 201, 203,
León Bello, Amado 275, 366 Martínez, Rufino 266, 297 118, 158, 159, 183 Peguero, Luis Joseph 17, 133 Pons, Angel 169, 186, 310, 324 204, 205, 284
León Cordero, 143, 145, 148, 152, 172, Mártir de Anglería, Pedro 85, 192 Peguero,Valentina 18, 137, 312 Pontífice León X 88 Rodríguez Demorizi, Emilio 18, 99, 100,
183, 207 Mártir, Pedro 192 Pelegrín, Manuel 322 Ponzio, Paul 186, 196 104, 108, 111, 112, 118, 119, 130, 131, 134,
N
Lesso de Guerrero, Aurelia 140 Mateo Cerezo 107 Pellerano Alfau, Arturo 156, 309 Porter, David Dixon 18, 20 138, 140, 141, 145, 146, 148, 172,183,187,
Levy, Salomón D. 155, 156, 188 Matos Díaz, Eduardo 199, 200, 310, 313, Pellerano Castro, Arturo 157, 282 Portuondo,Vicente 156, 188, 192, 197, 200, 204, 215, 225, 228, 232,
Naar (el holandés) 188, 247, 306
Ligio Vizardi 325 314, 319, 320, 321, 322, 325 Pellerano Sardá 317 Pou Primet, Julio 157, 158 186, 196, 228, 234, 246, 248, 249, 254, 255, 257, 258,
Navarro González, Clorinda
Lincoln, Abraham 258, 340, 371 Matos Rodríguez (familia) 249 Pellerano, Eva María 159 247, 246, 266, 270, 272, 280, 284, 289, 302, 260,266, 272, 280, 294, 295, 298, 305, 306,
Altagracia 225
Liz, Domingo 50, 54 Mayía, el cochero 339 Pellerano, José Francisco 152 303, 304, 305, 306, 307, 309, 350, 377 309, 311, 321, 340, 347, 353, 359,366,
Navarro González, Julieta 225
Llenas, Alejandro 303 Medina, Ana María 352 Pellerano, Juan Francisco 324 Pou, Caridad 305 368,370, 374
Navarro González, Mercedes
Lluberes, América Isabel 359 Mejía Solieri, Abigail 159,183, 186, 209, Pellerano, Luisa Ozema 159, 258, 301 Pou, Carlos 305 Rodríguez García, F. 159
Artémida 225
Lockward, Jaime 46 210, 234, 236, 237, 249, 254, 255, 281, 290, Pellerano, Silvio 310, 324 Pou, Edelmira 305 Rodríguez Núñez, Abelardito 260, 275, 377
Navarro González, Raúl 225
Logroño, Arturo 281 291, 297, 298, 299, 355, 360, 364, 366 Pellerano, Soucy de 61 Pou, Francisco 305 Rodríguez Núñez, José Angel 260
Navarro, Leopoldo 157, 158,159, 177, 186,
López Cabeza de Toro, Andrés 371 Mejía, Félix E. 265 Peña de Ortega Frier, Carmita 376 Pou, María de la Caridad de 305 Rodríguez Núñez, Rafael 260
199, 200, 201, 202, 209, 223, 224, 225, 226,
López Glass, Ismael 158, 275, 370, 371, 372 Mejía, Gustavo Adolfo 283 Peña Defilló, Fernando 43, 45, 48, 65 Pou, María Julia 305 Rodríguez Objío, Manuel
227, 228, 229, 230, 231, 237, 246, 271, 272,
López Meléndez, Amable 57, 61 Mejía, Juan Tomás 314, Peña y Reynoso, José 152, 163, 303 Pou, Rogelio 305 151,155,157,192, 205
279, 281, 285
López Pérez,Vinicio 372 Mejía, Luis F. 265, 272, 329, 333, 335, 336 Peña y Reynoso, Manuel de Jesús 153, 303 Poveda, Jesús 45 Rodríguez, Silverio 377
Neruda, Pablo 91, 93
López R., Juan Antonio 327 Mejía, Radhamés 29 Peña, Angela 311, 347 Prats Ventós, Antonio 11 Rodríguez Urdaneta, Abelardo 64, 152,
Nieves, Ruddy 327
López, José Ramón 158,159, 260, 279 Melbye, Fritz 141, 142 Penson, César Nicolás 154, 155, 158, 197, Priego, Harold 326 156, 158, 162, 175, 177, 185, 186, 188, 192,
Noboa, A.S. 311
Lora de Dalmasí, María 354, 355, 356, 364, Mella Lithgow, Ramón (Walter) 185, 263, 206, 254, 260, 273 Priego, Joaquín 283 196, 199, 200, 201, 202, 209, 244, 245, 246,
Noboa, P. 324
365 267, 273, 277, 282, 308, 310, 311, 312, 314, Peralta, José María 326 Prud´Homme, Emilio 26, 155,157, 166, 247, 248, 249, 250, 251, 252, 253, 254, 255,
Nolasco Marcelo, Petrona 145
Lora, Huchi 326 324, 328, 329, 330 Peralta, Pedro María 321, 322, 377 167, 192 256, 257, 258, 259, 260, 261, 268, 269, 270,
Nolasco,Víctor 326
Lora, María 275 Mella, Matías Ramón 184, 198, 205, 214, Perdomo Rojas, Angel 154, 177, 186 Puente J. Rosario 275, 367 271, 272, 273, 276, 277, 278, 280, 281,
Nouel, Adolfo Alejandro
Louverture,Toussaint 133, 134, 138 246, 247, 252, 322 Perdomo, Abelardo 185 Puente, José A. 188 282, 284, 285, 286, 291, 294, 299, 304, 306,
(Monseñor) 238, 263, 313, 363
Loyola, Ignacio 217, 222 Mendoza, (dibujante) 32, 237 Perdomo, Alberto 325 Pueyo, José Manuel 357, 358 322, 333, 340, 343, 344, 345, 350, 353, 368,
Nouel, Carlos 136, 145
Lugo, Américo 175, 187, 207, 209, 221, Mendoza, Benito 316 Perdomo, Angel 155, 156, 177,185, 186, Pueyo, José María 159 369, 370, 371, 376, 377
Núñez de Cáceres, José 20, 137, 138, 139
272, 278, 279, 337 Mendoza, Benito Procopio 228, 257, 272, 278, 280 Pueyo, Manuel A. 188, 356 Rodríguez Urdaneta, Isabel 246
Núñez, Dominga 138
Lumiére, Augusto 374 (Copito) 156, 275, 282,308, 314, 315, 316, Perdomo, Apolinar 283, 317 Puig S. Félix 357 Rodríguez Valdez, José A. 197
Núñez, Elsa 57
Lumiére, Louis 374 317, 318, 319, 320, 321, 322, 324 Perdomo, José 59 Pumarol, Pablo 154 Rodríguez, Antonio 175
Núñez, Graciela 260, 261
Luperón, Gregorio 149, 155,158,160, 163, Menocal, G. Augusto 297 Perdomo, María Josefa 155, 195 Puyal, Aida 294 Rodríguez, Ernesto 156
Núñez, Margarita 143
182, 192, 198, 234, 236 Mercader, José 326 Perdomo, Nieves 156 Puyans, C.M. 311 Rodríguez, Félix Francisco 159
Lustrino 377 Meriño, Fernando Arturo 151, 202, 221, Pérez, José Carlos 156, 157, 164, 165, 273, Rodríguez, Gina 33
Lutero, Martín 104 258, 273, 279 O 324 Rodríguez, Hilario 135, 136
R
Lyon y Lyon 153 Mesomónica 309 Pérez Alfonseca, Ricardo 280, 283 Rodríguez, Manuel de Jesús 152, 299
Meteizan, Roberto 221 Obregón, Julio 293 Pérez, José Joaquín 154,155, 191, 194, 200, Rodríguez, Ramona 373
Ramírez 209, 246
Michelena de Schnabel, Evangelina 255 Ocaña, Antonio 44 206, 279, 295 Román, María 186
M Mieses Burgos, Franklin, 15, 281 Ojeda, Alonso de 159, 192, 212, 280 Pérez Montás, Eugenio 124, 127, 128, 130
Ramírez Guerra, Carlos 177, 186, 209, 246,
Romen, Fernando 256
279, 281, 284, 289, 294, 295, 304, 306, 350,
Miller, Jeannette 45, 50, 200 Olana 141, 142, 143 Pérez, Brown, Marcelle 351 Romero, Daddy 326
Maceo, Antonio 158, 212, 217 366, 367
Mir, Pedro 14 Oller, Francisco 216 Pérez, Diego 99 Roques Pérez, Eliseo 186
Mairení 192 Ramírez Puyal, Berta 295
Montás Cohén, Rafael 377 Ornes, Clara 247, 254, 258 Pérez, Guillo 45, 58 Roques, J. M. 322, 332
Malagón Montesano, Antonio 325 Ramírez Puyal, Carlos 295
Montolío, Andrés Julio 158, 313 Ortea, Francisco 303 Pérez, José del Carmen (César de Ozama, Roques, Ricardo 186
Manolao 265 Ramírez Puyal, Carlos Alberto 295
Montoya Rivera, Jorge 295 Ortea,Virginia Elena 179, 184, 260, 278, Raúl Delmonte o Zerep) 186, 194, 306, Roques, Santiago 282
Mañón Arredondo, Manuel de Ramírez, Miguel Joaquín, 156
Morales Languasco, Carlos 269, 278, 313 279 308, 309, 310 Rosario, Amable 20
Jesús 370, 371, 372 Rapilado, Ricardo 222, 223
Morales, Claudio 151 Ortega, Elpidio 95 Pérez, Leopoldo (Lepe) 51 Rubén Darío 283
Mañón, Luis 275, 284, 377 Ravelo, José de Jesús 157
Morales, David 326 Ortíz, Reparada 301, 304 Pérez, Luis 145, 148 Rubens, Pedro Pablo 290
Marcano, Luis 218 Redondo, Pedro A. 325
Morbán Laucer, Fernando 80, 81, 82, 83 Ovando, Nicolás 353 Pérez, Marta 186 Rubio, Fray Vicente 100, 101, 107, 116
Marcano, Luisa 203 Rembrandt 249
Morcelo, Baltazar 145, 148 Oviedo, Ramón 44, 69 Petion 136 Ruiz, Félix María 303
Marella,Teté 326, 327 Rey (Hnos) 282
Russel,William W., 331, 332, 374
Índice onomástico|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|390| |391|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

Índice de ilustraciones

S T Veloz Maggiolo, Marcio 27, 76, 77, 83, 84, A Anónimo Anónimo
86, 87, 89, 90 Pictografías Pictografías
Sáez, José Luis 308, 309, 320, 321 Tarazona hijo, Enrique 325, 363 Venancio, el loquero 330 Frank Adrover
Figuras antropomorfas y zoomorfas Pintura parietal. Período Prehispánico
Sainz,Tomasa 144, 146 Tarazona Pérez, Enrique Vicioso hijo, Juan Antonio 377 Pescador
Período Prehispánico Cuevas José María Parque Nacional del Este
Salalinde, Antonio 354 (Tarrazona) 275, 282, 322, 324, 362, 363, Vicioso, Sergio 257, 377 Óleo/tela. 69 x 53.5 cms. 1952
Cueva de las Maravillas Fotografía: Marcio Veloz Maggiolo.
Saldaña, José 356, 357 364, 365, 374, 375 Victoria, Alfredo 313 Col. Privada
Victoria, Eladio 313 Fotografía: Adolfo López. Página 92
Salecci, Alma 374 Taylor, James E. 143,152, 168, 173, 176 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Sanabia, Manuel María 156,157,175, Tejera, Emiliano 153, 196, 303 Vigil, Díaz 281 Página 78
Página 179 Anónimo
177,187, 196, 209, 246, 304 Teunissen,Víctor 377 Viguié, Señoritas 157 Anónimo Pictografías
Sánchez Camargo, 48 Tick Nay 316 Vila, Alfonso (Shum) 325 José Aguasvivas (Sejo)
Pictografías Pintura parietal. Período Prehispánico
Sánchez de Fuente 295 Tio Sam 263, 313, 328, 335, 339, 340, 353 Villaespesa, Francisco 283 Rastros rituales del pasado ignoto
Figura zoomorfa (forma de ave) Cuevas José María Parque Nacional del Este
Sánchez de González, Josefa 20 Tiosis 164 Villalba, Angel 275, 280, 284, 377 Mixta/tela. 149 x 119 cms. 1992
Villanueva, P. 324 Período Prehispánico Fotografía: Marcio Veloz Maggiolo.
Sánchez Moscoso, E. 325 Tiziano 363 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Sánchez Ramírez, Juan 135, 137, 148 Toledo, María de 99 Cueva de las Maravillas Página 93
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Sánchez Valverde, Antonio 16, 17, 133 Tolentino, César 336 Fotografía: Adolfo López.
W Página 57
Página 79
Anónimo
Sánchez, Atilano 275 Toucey, Benjamín 151 Virgen de la Altagracia (detalle)
Sánchez, Francisco del Rosario 184, 196, Traba, Martha 66, 68 Walton,William 23, 25, 118, 119 José Alloza
Anónimo Óleo/madera. 46 x 39 cms. Siglo XVII
197, 198, 203, 205, 206, 214, 246, 252, 283 Trejo 101 Weber de Coiscou, Delia 278, 283, 287, Toussaint y Dominga Núñez
Pictografías Tesoro de la Catedral Primada de América
Sánchez, Gilberto 377 Trejo (Trexo), Alonso 102 375 Dibujo. 22 x 16 cms. 1943
Sánchez, Idelfonso 175 Trejo (Trexo) Antonio 102 Figura antropomorfa Fotografía: Mariano Hernández.
Weber, Luis 158 Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Sánchez, Juan José 280 Troncoso Sánchez, Pedro 374, 375, 377 Período Prehispánico Página 98
Wilde, Oscar 255 Página 138
Sánchez, Mariano 57 Trujillo, Rafael Leonidas 33,43, 265, 329, Cueva de las Maravillas
Wilson,Woodwrow 341 Anónimo
Sánchez, Natacha 356 371, 377 Woss y Gil , Celeste 10, 26, 41, 61, 66, 157, Anónimo Fotografía: Adolfo López.
Personaje religioso (Retrato Papa)
Sanlley,Tomás 157 Turul V., José 275 258, 275, 276, 281, 283, 284, 367, 376 Pictografías Página 81 Óleo/tela. Sin fecha
Santa Isabel de Hugría 117 Woss y Gil, Alejandro 130, 197, 210, 214 Pintura parietal. Período Prehispánico
Santa Teresa de Jesús 115 Anónimo Col. Universidad Autónoma de Santo Do-
U Cuevas José María Parque Nacional del Este
Santamaría, Abraham 265 Pictografías mingo
Y Fotografía: Marcio Veloz Maggiolo.
Santana, José Audilio 181,184, 187 Pintura parietal. Período Prehispánico Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Ugarte, María 36, 100, 101, 102, 105, 107, Página 71
Santana, Miguel 316, 321 Cuevas José María Parque Nacional del Este Página 101
111, 112, 115, 117, 118, 123, 124, 127, 130, Yunén, Rafael Emilio 9
Santana, Pedro 136, 148, 149, 353 Anónimo Fotografía: Marcio Veloz Maggiolo.
206, 254, 257 258, 271, 340 Anónimo
Santiago, Pedro J. 122 Pictografías Página 82
Ureña de Henríquez, Salomé 154, 155, Fraile
Sanz Díaz, José 31, 286 Z Pintura parietal. Período Prehispánico
157, 163, 195, 351 Anónimo Óleo/madera. 183 x 115 cms. Sin fecha
Sanzio, Rafael 260 Cuevas José María Parque Nacional del Este
Scaroina Montuori, Alfredo 188 Zafrané 151 Pictografías Col. Universidad Autónoma de Santo Do-
Fotografía: Marcio Veloz Maggiolo.
Schiffino, M. 178, 187 V Zaglul, Antonio 238 Pintura parietal. Período Prehispánico mingo
Página 75
Schomburgk, Robert, H. 85 Zanín, Daniela 83, 84 Cuevas José María Parque Nacional del Este Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Scott, Ernesto 325 Vaganiona 192 Anónimo Fotografía: Marcio Veloz Maggiolo. Página 101
Scott,Walter 312 Valdez, América 280, 377 Pictografías Página 84
Senior de la Paz, Alfredo 157, 275, 280, Valdez, Julio 49 Anónimo
Figura zoomorfa (forma de ave)
299, 345, 346, 347, 348, 349, 350, 365 Valdez, María Luisa 86 Anónimo Imagen Nuestra Señora de la Altagracia
Período Prehispánico
Serra, José María 157 Valdivia T., Augusto 327 Pictografías Óleo/tela. Siglo XVI
Valera, Arzobispo 130 Cueva de las Maravillas
Serra, Margot 377 Pintura parietal. Período Prehispánico Tesoro Basílica de Higüey
Serra, Nidia 21 Valerio, Fernando 184 Fotografía: Adolfo López.
Cuevas José María Parque Nacional del Este Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Serrano, Isidro 218 Valldeperes, Manuel 28, 36, 42, 43, 45, 47, Página 76
Fotografía: Marcio Veloz Maggiolo. Página 103
Severino, Jorge 17 48, 50, 230, 231 Anónimo Página 87
Shakespeare,William 141 Vallejo, Altagracia 209, 222 Anónimo Escuela Tenebrista
Pictografías
Sibilly,Teresa 207 Valverde y Lara, Pedro 204 Anónimo Jesús Nazareno
Valverde, Sebastián Emilio 226, 307 Figura antropomorfa
Simons, Arthur 159 Petroglífico Óleo/tela. Siglo XVII
Soler de Molinari, Poupé 322, 349 Valverde,Yoyó de 305 Período Prehispánico
Pintura parietal. Período Prehispánico Tesoros de la Catedral Primada de América
Soler, Mariano 280 Van Dick 290 Cueva de las Maravillas
Cueva de Yuboa Fotografía: Mariano Hernández.
Soliere, Carlota 281 Vasallo, Dolores 377 Fotografía: Adolfo López.
Fotografía: Marcio Veloz Maggiolo. Página 105
Soñé, Francisco 157 Vásquez, F. Leonte 313 Página 76
Vásquez, Juan (Padre) 134, 135 Página 88
Sosa Rodríguez, Miguel 326 Anónimo
Vásquez, Horacio 269, 313, 336, 349, 366 Anónimo
Soto, Juan Félix 326 Anónimo San Francisco de Asís
Squirru, Rafael 36, 43, 48, Vega Batlle, Julio 356 Pictografías
Pictografías Óleo/tela. 170 x 125 cms. Siglo XVIII
Stam, Carlos E. , 278 Vega, Bernardo 82, 88, 94, 142 Pintura parietal. Período Prehispánico
Pintura parietal. Período Prehispánico Tesoros de la Catedral Primada de América
Sterling, Amable 66 Vela Zanetti 25 Cuevas José María Parque Nacional del Este
Cuevas José María Parque Nacional del Este Fotografía: Mariano Hernández.
Sullivan, Edward J. 48, 68 Velásquez, Federico 313, 336 Fotografía: Marcio Veloz Maggiolo.
Velásquez, Gisela 349 Fotografía: Marcio Veloz Maggiolo. Página 105
Suro Franco, (familia) 24 Página 77
Suro, Darío 11, 24, 43, 47, 48, 66, 112, 255, Velásquez, Francisco 7, 118, 119, 120, 121, Página 89 Anónimo
282 125, 126, 128, 129, 130, 131, 133, 143, 148 Anónimo Virgen Nuestra Señora de la Antigua
Suro, Federico 43 Velazco y Báez, José 119 Pictografías Pintura/tabla. 275 x 174 cms. Siglo XVI
Velázquez, Diego 117, 118, 226, 231
Pintura parietal. Período Prehispánico Fotografía: Mariano Hernández.
Velázquez, Mateo 32
Vélez, Pedro 99 Cuevas José María Parque Nacional del Este Página 109
Fotografía: Marcio Veloz Maggiolo.
Página 91
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|392| |393|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

Anónimo Anónimo Anónimo Tuto Báez Alejandro Bonilla Campesinos anónimos


La Antigua (Copia de La Antigua de Sevilla) Dr. José Núñez de Cáceres Imagen Nuestra Señora Paisaje Fúnebre entierro de Sánchez Higüeritos
Óleo/tela. 169 x 104 cms. Siglo XVI Óleo. Siglo XIX de la Altagracia (detalle) Óleo/tela. Sin fecha 66 x 91 cms. Óleo/tela. 1875 Artesanal. Sin fecha
Museo Sacro de la Catedral Inmaculada Col. Universidad Autónoma de Santo Do- Óleo/tela. Siglo XVI Col. Elba y Popi Bermúdez Col. Clara Rodríguez Demorizi Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Concepción, La Vega mingo Tesoro Basílica de Higüey Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotodigitación: José Enrique Tavárez Página 344 Página 203 Página 97
Página 110 Página 139 Página 71 Ada Balcácer Alejandro Bonilla Tony Capellán
Anónimo Anónimo Anónimo Intención gráfica El Puerto sobre el Río Ozama Dos
Escuela Religiosa de Pintura Peruana Retrato de Aurelia Lesso de Guerrero Fabio Fiallo, poeta presidiario Mixta/tela. 70 x 55 cms. 1966 Óleo/tela. 63 x 88 cms. 1868 Pastel-cera/papel. 142 x 80 cms. 1987
San Jerónimo Óleo/tela. Siglo XIX Portada Revista Bahoruco N.101. 1920 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Clara Rodríguez Demorizi Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Óleo/tela. 153.6 x 102.3 cms. Siglo XVII Col. Privada Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Tesoros de la Catedral Primada de América Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Página 333 Página 52 Página 204 Página 56
Fotografía: Mariano Hernández. Página 140 A. Bassan Alejandro Bonilla León Cano
Anónimo
Página 112 Plaza del mercado viejo Puerto de Santo Domingo Viñeta novela «Eusebio Sapote»
Anónimo Viñeta Himno Nacional letra y música
Anónimo Supuesto retrato de Rosa Duarte Emilio Prud’homme/José Reyes. 1907 Grabado. C.1890 Óleo/tela. 66 x 91 cms. 1875 de Antonio Aguiar. 1838
Cristo Crucificado Óleo/tela. 70 x 57 cms. Siglo XIX Directorio (...) de E. Deschamps. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Col. Clara Rodríguez Demorizi Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Óleo/tela. Siglo XVII Col. Museo Casa de Duarte Página 167 Página 196 Fotografía: Mariano Hernández. Página 335
Tesoros de la Catedral Primada de América Fotografía: Mariano Hernández. Página 205
Anónimo (Escuela Barroca) Cándido Bidó León Cano
Fotografía: Mariano Hernández. Página 140 Las lavanderas León Bosch Portada novela «Eusebio Sapote»
La Coronación de San José
Página 111 Mixta/tela. 127 x 90 cms. 1967 La (Santa) Última Cena de Antonio Aguilar. 1838
Anónimo Óleo/tela. 135 x 105 cms. Siglo XVIII
Anónimo Viñeta con retrato de Emilo Prud’ Homme Tesoros de la Catedral Primada de América Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Óleo/cartón. 128 x 158 cms. 1972 Fotografía: Mariano Hernández.
Virgen de la Soledad Directorio (...) de E. Deschamp, 1907 Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Col. Banco Popular Dominicano Página 335
Óleo/tela. 217 x 147 cms. Siglo XVIII Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Página 114 Página 63 Fotografía: Julio González. Jaime Colson
Tesoros de la Catedral Primada de América Página 166 Página 27
Anónimo (Escuela Tenebrista) Adriana Billini Merengue
Fotografía: Mariano Hernández. Retrato de una infanta. Sava Botzaris Óleo/cartón. 52 x 68 cms. 1938
Anónimo Jesús Crucificado y María Magdalena
Página 112 Óleo/tela. Sin fecha Juan Pablo Duarte Col. Museo Bellapart
Taller-Escuela de Luis Desangles Óleo/tela. 170 x 111 cms. siglo XVIII
Anónimo Fotografía. 1893 Tesoros de la Catedral Primada de América Col. Museo de Arte Moderno de acuerdo a fotografía del siglo XIX Fotografía: Mariano Hernández.
Virgen Nuestra Señora de la Luz Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Mariano Hernández. Óleo/tela. 1926 Página 22
Óleo/tela. 140 x 105 cms. Siglo XVIII Página 171 Página 111 Página 296 Col. Palacio Nacional, R.D Jaime Colson
Tesoros de la Catedral Primada de América Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Anónimo Rafael Arzeno Adriana Billini Autorretrato
Fotografía: Mariano Hernández. Página 136
Un niño corneado por un toro Autorretrato con familia (fragmento) La Cocinera Óleo/madera. 48.5 x 40.5 cms. 1925
Página 113 Óleo/tela. 77 x 101 cms. 1885. Alex de Brye Col. Museo Bellapart
Óleo/tela. Siglo XIX Óleo/tela. C.1955
Anónimo Tesoros de la Basílica de Higüey Col. Ceballos Estrella Col. Museo Nacional de Bellas Artes Retrato Señora Tomasa Sainz Fotografía: Mariano Hernández.
San Antonio de Padua Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). La Habana, Cuba Óleo/tela. 46.5 x 33.5 cms. 1836 Página 42
Óleo/tela. 127.5 x 86 cms. Siglo XVII Página 184 Página 38 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Col. Clara Rodríguez Demorizi P. Coronelli
Tesoros de la Catedral Primada de América Página 297 Fotografía: Mariano Hernández.
Anónimo Rafael Arzeno Archipiélago de México donde están las islas
Fotografía: Mariano Hernández. Página 144
Exvotos de la Sra. viuda Rafael El general Gregorio Luperón (detalle) Alejandro Bonilla (…) bajo el nombre de Antillas
Página 116 Los Náufragos de Guaiguasa José Buñols Medina Grabado en cobre/papel pintado a mano
Pintura. 1901 Óleo/tela. 91 x 27 cms. 1964
Anónimo Tesoros de la Basílica de Higüey Col. Sociedad Alianza Cibaeña Óleo/tela. 52 x 68 cms. 1895 Vista de Santo Domingo desde 55 x 76 cms. 1688.
La Piedad de La Vega Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Col. Clara Rodríguez Demorizi la margen izquierda del río Ozama (detalle) Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Óleo/tela. 194.5 x 134.5 cms. Siglo XVII. Página 185 Página 160 Fotografía: Mariano Hernández. Óleo/tela. 80 x 11.4 cms. C.1944 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Col Museo Sacro Catedral Inmaculada Página 201 Col. Museo de las Casas Reales
Anónimo
Concepción de La Vega Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Plaza de Armas y Estatua de Colón B Alejandro Bonilla D
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Página 350
Grabado. 1892 Retrato de Fernando Arturo de Meriño
Página 116 Tuto Báez Danicel
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. (fragmento)
Caricatura de Emilio A. Morel Autorretrato
Anónimo Página 195 Óleo/tela. 41 x 51 cms. C. XIX C Plumilla/papel impreso. 21 x 15 cms. 1971
Tinta/papel. 1924
Santa Isabel de Hungría Col. Privada
Anónimo Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Campesinos anónimos Col. Familia De Los Santos
Óleo/tela. 100 x 90 cms. C.1800 Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Pictografías. Pintura parietal Página 332 Higüeritos Fotografía:Tony De los Santos.
Tesoros de la Catedral Primada de América Página 202
Período Prehispánico Artesanal. Sin fecha Página 32
Fotografía: Mariano Hernández. Tuto Báez
Cuevas José María Parque Nacional del Este Alejandro Bonilla Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Página 117 Bosque Arquímedes de la Concha
Fotografía: Marcio Veloz Maggiolo. Retrato de Rafael de Marchena y de Solá Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Óleo/tela. 51 x 86 cms. 1918 Lilís decapitado
68.3 x 61 cms. Óleo/tela. 1890 Página 96
Col.Museo Bellapart Dibujo. 1893
Col. Privada
Fotografía: Mariano Hernández. Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Página 342 Página 265
Página 202
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|394| |395|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

Arquímedes de la Concha Luis Desangles Luis Desangles Eolo Antinoe Fiallo Rodríguez José F. García
Lilís ahorcado Retrato de señor Retrato de Mariana Desangles de Álvarez Mujer del arco Rostro de Caonabo engrillado Retrato de señor desconocido
Dibujo. 1893 Óleo/tela. 94.5 x 74.5 cms. 1930 Óleo/tela. 61 x 39 cms. 1924 Portada. Blanco y Negro. Revista ilustrada Dibujo/papel. 56 x 44 cms. 1928 Carboncillo/papel. 60 x 45.5 cms. 1912
Col. Archivo General de la Nación Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Museo Bellapart N.322. Litografía. 1926 Col. Familia Fiallo Billini Col. Familia De los Santos
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Página 265 Página 207 Página 216 Página 286 Página 175
Antinoe Fiallo Rodríguez
Tony Delosantos Luis Desangles Luis Desangles Eolo Retrato de su madre Ramona Rodríguez José F. García (atribuido)
Fauce woman III Retrato de Amelia Francasci Retrato de María Luisa Desangles Vallejo Delia Weber de Coiscou Óleo/tela. 79 x 60 cms. 1925 El venerable maestro José Manuel Glass
Acrílica/tela. 150 x 121 cms. 1996 Óleo/tela. 106 x 86 cms. 1903 Óleo/tela. 147.5 x 101.5 cms. Dibujo. La Opinión, Col. Familia Fiallo Billini Lápiz/papel. 40 x 30 cms. Sin fecha
Col. Familia De los Santos Col. Biblioteca Nacional Col. Museo Bellapart Revista ilustrada N.100. 1925 Fotografía: Mariano Hernández. Col. Logia Nuevo Mundo
Fotografía:Tony De los Santos. Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Ferrúa (Nino)
Página 67 Página 208 Página 217 Página 287 Página 175
Mercurio
Tony Delosantos Luis Desangles. Luis Desangles Eolo Litografía García Cordero
Yo auto montaña Juramentación Presidente Woss y Gil Bodegón Dr. Pedro E. Marchena Portada. Revista ilustrada La Opinión. 1925 Autorretato como «neuro perro»
Mixta/tela. 61 x 51 cms. 1995 Óleo/tela. 71 x 96.5 cms. 1903 Óleo/tela. 43 x 70 pulg. Caricatura. Revista ilustrada La Opinión. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Acrílica/tela. 150 x 150 cms. 1992-1998
Col. Familia De los Santos Col. Museo Bellapart Col. Museo Bellapart 1925 Página 311 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Mariano Hernández. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Ramón Frade Fotografía: Richard Dauthuile.
Página 33 Página 210 Página 217 Página 321 Página 45
Portada Revista «El Lápiz»
Miguel De Moya Luis Desangles Luis Desangles Eolo Núm 14. Agosto 1891 Enrique García Godoy
Gallero Virgen de la Altagracia Retrato de Ulises Francisco Espaillat Portada Guía Postal Telegráfica. 1923 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Retrato de José Nuñez de Cáceres
Óleo/tela. 76 x 51 cms. 1984 Óleo/madera. 79 x 71 cms. 1899 Óleo/tela. 35.5 x 28 cms. 1910 Fotografía: Julio González Página 165 Pastel/papel. 59.5 x 47 cms. C.1930
Col. Rafael del Monte Col. Museo Bellapart Col. Museo Bellapart Página 323 Col. Ateneo Amantes de la Luz
Ramón Frade
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Pedro M. Escoboza La Catedral
Página 25 Página 211 Página 218 Página 138
Santa Lucía Dibujo. 1891. Revista El Lápiz
Luis Desangles Luis Desangles Luis Desangles Óleo/tela. 34.5 x 25.5 cms. C.1900 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Adolfo García Obregón
Autorretrato El sueño de Duarte Retrato de Federico Henríquez y Carvajal Col. Archivo Histórico de Santiago Página 299 Lectora
Óleo/tela. 55 x 50 cms. 1900 Óleo/madera. 61 x 51 cms. 1889 Óleo/tela. 91 x 71 cms. Sin fecha Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Portada. Revista ilustrada Blanco y Negro
Ramón Frade
Col. Museo Bellapart Col. Museo Bellapart Col. Museo Bellapart Página 174 Francisco Henríquez y Carvajal Litografía. 1909
Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Mariano Hernández. Dibujo. 1891. Revista El Lápiz Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Página 38 Página 212 Página 218 F Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Página 286
Luis Desangles Luis Desangles Luis Desangles Página 299
José Fernández Corredor (atribuido) Adolfo García Obregón
Duarte contemplando el nacimiento Duarte. María Magdalena Plaza de Armas Ramón Frade Marina. Óleo/tela. 51 x 38 cms. Sin fecha
de la República Óleo/tela. 156 x 105 cms. 1913 Óleo/madera. 35.5 x 56 cms. Grabado. C.1880 Portada Revista El Lápiz Col. Museo Bellapart
Óleo/madera. 54 x 67 cms. 1890 Col. Casa Museo Duarte Col. Museo Bellapart Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Grabado. 1891 Fotografía: Mariano Hernández.
Col. Museo Casa Duarte Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Mariano Hernández. Página 190 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Página 288
Fotografía: Mariano Hernández. Página 212 Página 219 Página 300
Página 147 Juan Fernández Corredor Adolfo García Obregón
Luis Desangles Luis Desangles Sin título Ramón Frade Goleta Separación (Batalla Naval
Luis Desangles Cabeza de negro Los primeros magistrados Óleo/tela. 89 x 107 cms. 1884 Portada Revista El Lápiz. El Tortuguero 1844)
Retrato de Eugenio María de Hostos Óleo/tela. 62 x 51 cms. 1915 Litografía. C.1914 Col. José A. Rodríguez Valdéz Grabado. 1891 Óleo/tela. 61 x 51 cms. Sin fecha
Óleo/tela. 60 x 49 cms. Col. Museo Bacardí, Cuba Col. Salvador Alfau Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Col. Museo Bellapart
Col. Archivo General de la Nación Fotografía: Ricardo Thorman/Ángel Vargas. Fotografía: Ricardo Thorman/Ángel Vargas. Página 197 Página 300 Fotografía: Mariano Hernández.
Fotografía: Ricardo Thorman/Ángel Vargas. Página 213 Página 264
Gilberto Fernández Diez Ramón Frade. Página 289
Página 161 Luis Desangles
E Guarionex Rey de Maguá Caricatura de Julio Pou-fotógrafo Adolfo García Obregón
Luis Desangles Colón Engrillado (detalle) Óleo/tela. 102 x 82 cms. Década 70 Grabado. 1891. Revista El Lápiz En espera. Revista ilustrada Blanco y Negro,
A mi adorada hija Óleo/tela. 89 x 135 cms Domingo Echavarría Col. Museo Sacro Catedral Inmaculada Fotodigitación: José Enrique Tavárez. N.280. 1925
Mixta/papel. 29.21 x 35.56. 1898 Col. Mueso Bellapart General haitiano en marcha Concepción de La Vega Página 302 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Col. Museo Bellapart Fotografía: Ricardo Thorman/Ángel Vargas. Xilografía. 1845 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Página 290
Fotografía: Mariano Hernández. Página 215 Col. Bibliográfica E. Rodríguez Demorizi Página 17
Página 193 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. G Adolfo García Obregón
Luis Desangles
Página 145 Antinoe Fiallo Rodríguez Tronco de Mango. Revista ilustrada Blanco
Luis Desangles Retrato de Rosalinda Álvarez de Watt José Francisco García
Paisaje campestre (detalle) y Negro, N.273. 1927
Las mendigas Óleo/tela. 55 x 39 cms. Domingo Echavarría (atribuido) Retrato de Virginia Elena Ortea
Óleo/tela. 52 x 83 cms. 1930 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Óleo/lienzo. 58.5 x 49.5 cms. Col. Nerea Álvarez de Valdez Terremoto de la isla Lápiz/papel. 50 x 40 cms. Sin fecha
Col. Familia Fiallo Billini Página 290
Col. Museo Bellapart Fotografía: Ricardo Thorman/Ángel Vargas. Xilografía. 1842 Col. Familia De Mena
Fotografía: Mariano Hernández.
Fotografía: Mariano Hernández. Página 216 Colección Bibliográfica J.R Márquez Fotografía:Tony Núñez.
Página 368
Página 207 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Página 179
Página 145
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|396| |397|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

Adolfo García Obregón Bienvenido Gimbernard Arturo Grullón Arturo Grullón Diego José Hilaris I
Paisaje marino Quinqué y la bombilla Estudio de un Brazo, París Naturaleza muerta con ave Santuario con vecindario de Higüey
Federico Izquierdo
Óleo/tela. 25 x 18 cms. C.1920 Revista Cosmopolita. 1925 Pastel/lápiz/papel. 19.5 x 14.5 cms. 1886 Óleo/tela. 42 x 53.5 cms. 1898 Óleo/madera. 102 x 71 cms. Siglo XVIII
Retrato de Josefa Sánchez de González
Col. Ceballos Estrella Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Col. Aída Bonnelly Col. Aída Bonnelly Tesoros Basílica de Higüey
Óleo/tela. 70.5 x 64 cms. 1930
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Página 338 Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Mariano Hernández. Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Página 291 Bienvenido Gimbernard Página 232 Página 240 Página 121
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Adolfo García Obregón Concho Primo con la República Arturo Grullón Arturo Grullón Diego José Hilaris Página 20
Río Ozama arriba Revista Cosmopolita. 1924 Retrato de Monsieur X, París Paisaje argelino El milagro de Ntra. Señora a la nao pardida
Óleo/madera. 47 x 19.5 cms. Sin fecha Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Mixta/cartón. 18 x 13 cms. 1890 Óleo/tela. 34 x 26 cms. 1897 Óleo/madera. 104 x 71 cms. Siglo XVIII
Col. Ceballos Estrella Página 340 Col. Aída Bonnelly Col. Carlos Barreras Grullón Tesoros Basílica de Higüey
J
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Pery Jiménez
Bienvenido Gimbernard
291 Página 233 Página 241 Página 122 Santo Tropical (autorretrato)
Uncle Sam y Concho Primo
Acrílica/tela. 61 x 46 cms. 1952
Adolfo García Obregón Revista Cosmopolita. 1924 Arturo Grullón Mario Grullón Diego José Hilaris
Col. Rafael Del Monte
Retrato de anciano Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Dentiste-Paisaje urbano Lavanderas Autorretrato con santuario y
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Óleo/tela. Sin fecha Página 340 Aguada/acuarela/papel. 25 x 16.5 cms. 1891 Óleo/tela. 76 x 62 cms. 1982 montañas de Higüey
Página 32
Col. Juan José Bellapart Bienvenido Gimbernard Col. Aída Bonnelly Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Óleo/madera. 102 x 71 cms. Siglo XVIII
Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Tesoros Basílica de Higüey Marianela Jiménez
La Vieja Belén
Página 292 Página 233 Página 62 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Calle El Conde
Revista Cosmopolita. 1939
Página 122 Óleo/madera. 41 x 49 cms. 1941
Adolfo García Obregón Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Arturo Grullón
Col. Servicios Profesionales de Museo S. A.
Comida Campestre Página 341 Tomando agua de la fuente H Diego José Hilaris
Fotografía: Mariano Hernández.
Óleo/madera. 50 x 38 cms. C.1938 Bienvenido Gimbernard Óleo/tela. 87 x 56 cms. Sin fecha Hombre hidrópico salvado por Ntra. Señora
Samuel Hazard Página 72
Col. Museo Casa de Tostado Caricatura Col. Banco Central de la Óleo/madera. 104 x 71 cms. Siglo XVIII
Vista de Santiago
Fotografía: Mariano Hernández. Revista Cosmopolita. 1925 República Dominicana Tesoros Basílica de Higüey
Dibujo. 1871
Página 293 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. L
Página 331 Página 235 Página 123 Clara Ledesma
Adolfo García Obregón Página 172
Palacio de Engombe. Dibujo. 1918 Arturo Grullón Diego José Hilaris Escena taína (detalle)
Paul Giudicelli Samuel Hazard
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Huésped Pensión Madame Fatet, París Ntra. Señora sana hombre tullido Acrílica/cartón-tabla. 5.66 x 3.86 m. 1958
Brujo disfrazado de pájaro Bahía de Montecristi
Mixta/papel. 19 x 16 cms. 1890 Óleo/madera. 104 x 71 cms. Siglo XVIII Col. Museo de Historia y Geografía
Página 198 Mixta/tela. 130 x 97.5 cms. 1964 Dibujo. 1871
Col. Aída Bonnelly Tesoros Basílica de Higüey Fotografía: Mariano Hernández.
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
José Gausachs Fotografía: Mariano Hernández. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Página 21
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Página 173
Morena Página 236 Página 123
Página 60 Clara Ledesma
Carboncillo/tinta/papel. 51.8 x 42.9 cms. Gilberto Hernández Ortega
Arturo Grullón Diego José Hilaris Ferrand
Sin fecha. Col. particular Paul Giudicelli. Ser astral
Descendiente Gral. Gregorio Luperón Medallón de los señores del cabildo Tinta/papel. 16.5 x 19 cms. 1957
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Autorretrato (detalle) Mixta/cartón. 64 x 49 cms. 1964
Lápiz/papel. 23 x 15 cms. 1890 de Santo Domingo Reproducción «La República Dominicana»
Página 20 Óleo/tela. 86 x 56 cms. Sin fecha Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Col. Aída Bonnelly Óleo/madera. 106 x 125 cms. Siglo XVIII de Marrero Aristy
Col. Museo Bellapart Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Bienvenido Gimbernard Fotografía: Mariano Hernández. Tesoros Basílica de Higüey Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Fotografía: Mariano Hernández. Página 56
Concho Primo. Dibujo. 1919 Página 236 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Página 135
Página 37
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Gilberto Hernández Ortega Página 124
Arturo Grullón Domingo Liz
Página 334 Manuel Guerrero Autorretrato (detalle)
Ventana de su habitación de la Diego José Hilaris Figuras con sombrilla
Retrato de Aurelia Guerrero Lesso Lápiz/papel. 30.5 x 20 cms. 1969
Bienvenido Gimbernard Pensión Madame Fatet, París Ermitaño delante de la imagen de la Virgen Dibujo. 49 x 68 cms. 1964
Óleo/madera. 35 x 28 cms. 1952 Col. Museo Bellapart
Concho Primo con la linterna de Diógenes Aguada/acuarela/papel. 22 x 25.5 cms. 1890 Óleo/madera. 98 x 70 cms. Siglo XVIII Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Col. Familia Fiallo Billini Fotografía: Mariano Hernández.
Revista ilustrada La Opinión Col. Aída Bonnelly Tesoros Basílica de Higüey Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Fotografía: Mariano Hernández. Página 30
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Mariano Hernández. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Página 54
Página 189
Página 337 Página 238 Daniel Henríquez Página 127 María Lora Dalmasí
Myrna Guerrero Yo de frente (fragmento)
Bienvenido Gimbernard Arturo Grullón Diego José Hilaris El beso
Nuestra Señora de la Noche Mixta/tela. 243 x 203 cms. 1971
Concho Primo y la canción de moda Huésped dormido Pensión Madame Fatet, El niño asfixiado por el vicario Óleo/tela. 25 x 34 cms. (aprox.). 1920
Acrílica/tela. 102 x 76 cms. 1992 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Caricatura. 1921 París. Lápiz/papel. 1889 y salvado por ntra. Señora Col. Lucía Dalmasí de Dujarric
Col. Familia De los Santos Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Col. Ayuntamiento de Santiago Óleo/madera. 98 x 70 cms. Siglo XVIII Fotografía: Mariano Hernández.
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Página 35
Página 337 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Tesoros Basílica de Higüey Página 355
Página 67
Página 238 Diego José Hilaris Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Bienvenido Gimbernard María Lora Dalmasí
Arturo Grullón Ntra. Señora resucitó niña envenenada Página 127
Bañistas Arturo Grullón Maternidad
Retrato de Madame Fatet, París Óleo/madera. 102 x 71 cms. Siglo XVIII
Revista Cosmopolita. 1925 El Moro Carlos Hinojosa Óleo/tela. 40 x 51 cms. 1920
Carboncillo/papel. 15 x 13 cms. 1886 Tesoros Basílica de Higüey
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Pastel/cartón piedra. 59 x 47 cms. 1900 Que me sepa comprender Col. Lucía Dalmasí de Dujarric
Col. Aída Bonnelly Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Página 338 Col. Banco Popular. Mixta/tela. 183 x 198 cms. 1999 Fotografía: Mariano Hernández.
Fotografía: Mariano Hernández. Página 121
Fotografía: Marc Van Troostenberhe. Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Página 354
Página 232
Página 239 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Página 64
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|398| |399|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

M Ramón Mella Lithgow Copito Mendoza Enrique Morel (Quico) Leopoldo Navarro Soucy de Pellerano
Adiós Puerto Plata Caricatura de Julio de Windt Lavandier. Autorretrato fumando Canastera Familia triste
Margot
Caricatura. 1918 1924 Óleo/tela. 61.5 x 50 cms. 1950 Acuarela/papel. 43 x 30.5 cms. 1900 Mixta/papel. 144 x 108 cms. 1971
Toussaint L’ouverture (detalle)
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Col. José Luis Báez Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Museo Bellapart Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Carboncillo/papel. 18.8 x 9 cms. 1957
Página 267 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Reproducción «La República Dominicana»
Página 316 Página 34 Página 229 Página 61
de Marrero Aristy Ramón Mella Lithgow
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. San José Bordas en camino de Puerto Plata Copito Mendoza Yoryi Morel A. S. Noboa Fernando Peña Defilló
Página 133 Dibujo Caricatura. 1914 Caricatura del Dr. H. de Marchena Negrita Don Pedro E. de Marchena Autorretrato del rayo
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Revista Renacimiento. 1916 Guache/papel. 49 x 34 cms. C.1965 Caricatura. 1925 Óleo/tela. 69 x 54 cms. 1997
M.B.
Página 277 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Revista Ilustrada La Opinión, Núm.121. Col. Privada
Carta de la isla de Santo Domingo
Página 316 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Página 311 Fotografía: Luis Nova.
Grabado en cobre/papel pintado a mano Ramón Mella Lithgow
Página 19 Página 43
25.2 x 35.3 cms. Sin fecha Yo soy quien mando Copito Mendoza Elsa Núñez
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Caricatura. 1912 Caricatura del Poeta Ramón Emilio Jimé- Yoryi Morel Vendedoras de peces Fernando Peña Defilló
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Página 308 nez Revista Renacimiento N. 85. 1917 Autorretato Óleo/tela. 131 x 98 cms. 1967 Ángeles músicos
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Óleo/plywood. 51 x 41 cms. 1955 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Acrílico/tela. 56 x 40 cms. 1995
R. Martínez. Ramón Mella Lithgow
Página 317 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Col. Privada
Beato Diego de Cádiz Los políticos en música clásica
Caricatura. 1914 Copito Mendoza Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Página 57 Fotografía: Luis Nova.
Óleo/tela. 161 x 106 cms. Siglo XIX
Página 42 Página 65
Tesoros de la Catedral Primada de América Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Caricatura de Tick-Nay
Fotografía: Mariano Hernández. Página 310 Portada en Revista Renacimiento N. 112. Yoryi Morel O Pedro M. Peralta
Página 117 1916 Fiesta Campesina Dr. Alcides García
Ramón Mella Lithgow Ramón Oviedo
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Óleo/madera. 106 x 160 cms. 1959 Caricatura. Revista ilustrada La Opinión.
Oscar Marín Bonetti El General Valdez en el sitio de Puerto Plata Autorretrato en blanco
Página 317 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes 1925
Retrato de Salomé Ureña Caricatura. 1914 Acrílica/tela. 30 x 40 pulg. 1998
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Óleo/tela. 60 x 46 cms. 1922 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Copito Mendoza Col. Antonio Ocaña
Página 23 Página 321
Col. Marcelle Pérez Brown Página 312 Homenaje a Fabio Fiallo Fotografía: Mariano Hernández.
Fotografía: Mariano Hernández. Litografía. Portada Revista Renacimiento Página 44 José del Carmen Pérez
Ramón Mella Lithgow
Página 351 El que baile mejor N. 114. 1918 N Ramón Oviedo José Joaquín Pérez. Dibujo. 1891
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Revista El Lápiz 1891
Oscar Marín Bonetti Caricatura. 1914 Leopoldo Navarro Espantajo
Página 318
Retrato de Duarte Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Personaje Óleo/tela. 100 x 81 cms. 1969 Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Pastel. 49 x 38 cms. 1917 Página 328 Copito Mendoza Acuarela sobre papel. 34 x 24 cms. Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Página 194
Col. Museo de Duarte Los humildes, del poeta Federico Bermúdez Col. Museo Casa de la Familia Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Ramón Mella Lithgow José C. Pérez
Fotografía: Mariano Hernández Revista Renacimiento N. 27. 1916 Fotografía: Mariano Hernández. Página 69
El Tío Sam y Concho Primo Portada Revista El Lápiz Núm. 1
Página 352 Página 223
Caricatura. 1914 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Adolfo García Obregón Enero 1891
Oscar Marín Bonetti Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Página 319 Leopoldo Navarro Comida Campestre Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Bosquejo del Capitán R. A Comme Fer- Página 329 Cazador Óleo/madera. 50 x 38 cms. C.1938 Página 164
Copito Mendoza
nández Acuarela sobre papel. 43 x 28 cms. 1900 Col. Museo Casa de Tostado
Ramón Mella Lithgow Alegoría de San Valentín José C. Pérez
Dibujo. Revista La Opinión. 1926 Col. Museo Bellapart Fotografía: Mariano Hernández.
¡Horrible fracaso! Este es mi Warterloo Portada Revista El Lápiz Núm. 2
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Portada Revista Renacimiento N. 113. 1917 Fotografía: Mariano Hernández. Página 293
Caricatura. 1914 Febrero 1891
Página 352 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Página 223
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Elpidio Ortega Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Página 319
Radhames Mejía Página 330 Leopoldo Navarro Vivienda de Tejamaní Página 165
Desnudo Copito Mendoza Espadachín Reproducción digital
Copito Mendoza José C. Pérez
Acuarela. 20 x 15 pulg. Década 1950 Caricatura de Armando Oscar Pacheco Acuarela/papel. 43 x 30.5 cms. 1900 Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Caricatura de Juan Tomás Mejía Retrato de Monseñor Meriño. Dibujo. 1891
Col. Rafael Del Monte Litografía. Portada Revista Blanco y Negro Col. Museo Bellapart Página 95
Revista ilustrada Revista El Lápiz
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Mariano Hernández.
La Cuna de América N.19. 1915 N. 268. 1925 Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Página 29 Página 224
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). P Página 273
Fritz Melbye Página 314 Página 320 Leopoldo Navarro Raquel Paiewonsky José C. Pérez
Entrada a la ciudad de Santo Domingo Flautista
Copito Mendoza Augusto G. Menocal Autorretato Retrato de César Nicolás Penson
Óleo/tela. 1864 Acuarela/papel. 35.5 x 28 cms. 1900
Matrimonio Confederación Antillana Retrato de Adriana Billini Mixta/papel. 40 x 33 cms. 1994 Dibujo. 1891. Revista El Lápiz
Col. Olana Col. Museo Bellapart
Litografía. Portada revista ilustrada La Cuna Plumilla Col. Silvia Di Franco Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Mariano Hernández.
de América N. 20. 1915 Reproducción Revista Cubana Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Página 273
Página 141 Página 225
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Página 46
Guillo Pérez
Ramón Mella Lithgow Página 314 Página 297 Leopoldo Navarro
Autorretato. Acrílico/papel. 1981
Monseñor Nouel, el Tío Sam y el Gabinete Española
Copito Mendoza Col. del autor
Caricatura. 1912 Acuarela/papel. 30 x 20 cms.
Los Bombos, autocaricatura. 1918 Página 45
Página 263 Col. Casa de la Familia
Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Fotografía: Mariano Hernández.
Página 315
Página 227
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|400| |401|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

Guillo Pérez Abelardo Piñeyro Julio Pou Abelardo Rodríguez Urdaneta Abelardo Rodríguez Urdaneta M. Schiffino
Homenaje al Greco Escuela normal Paisaje Duarte Asesinato de Ramón Cáceres III Retrato de mujer (serenidad)
Óleo/tela. 130 x 97 cms. 1966 Óleo/lienzo. 23 x 30 cms.(aprox.). C.1930 Óleo/madera. 25 x 14 cms. Sin fecha Óleo/tela. 81 x 61 cms. 1890 Lápiz/papel Pastel/papel. 50 x 40 cms. 1896
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Margarita Guzmán Vda.Torres Col. Ceballos Estrella Col. Casa Museo Duarte. Col. Privada Col. Museo de Arte Moderno
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Mariano Hernández.
Página 58 Página 359 Página 305 Página 250 Página 270 Página 178
Leopoldo Pérez (Lepe) Abelardo Piñeyro Julio Pou Aberlardo Rodríguez Urdaneta Abelardo Rodríguez Urdaneta Alfredo Senior
Jauría devorando un toro Santa cena General Sebastián Emilio Valverde Mujer fallecida Invocación Campesino de Samaná montado
Mixta/tela. 130 x 97 cms. 1966 Óleo/tela. 132 x 178.5 cms. Pastel/papel. 1895 Lápiz/papel. 36 x 51 cms. Sin fecha Relieve para cartel. 1919. Óleo/tela. 208.5 x 165 cms. 1944
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Tesoros Catedral Primada de América Col. Margarita Guzmán Vda.Torres Col. Museo Bellapart Col. bibliográfica E. Rodríguez Demorizi. Col. Frank Marino Hernández
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Mariano Hernández.
Página 51 Página 360 Página 307 Página 251 Página 333 Página 346
José Perdomo Abelardo Piñeyro Abelardo Rodríguez Urdaneta Abelardo Rodríguez Urdaneta Alfredo Senior
Mundo mágico de Job Hombres y caballo R Retrato de hombre joven Portada del libro Bajo El Último Puerto Santo Domingo
Óleo/papel. 122 x 89 cms. Óleo/cartón. 34 x 57 cms. Sin fecha Foto revestida de pastel/papel Crepúsculo de Luis A. Hungría Lovelace. Óleo/tela. 64 x 107 cms. 1915
Gina Rodríguez
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Museo Bellapart Con los ojos abiertos (autorretrato) 69 x 56 cms. Sin fecha Revista La Cuna de América N.9. 1920. Col. Banco Central de la República Domi-
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Mariano Hernández. Mixta/tela. 158 x 51 cms. 1998 Col. Ceballos Estrella Fotodigitación: José Enrique Tavárez. nicana
Página 59 Página 361 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Página 333 Fotografía: Mariano Hernández.
Col. de la autora
Página 253 Página 348
Angel Perdomo Camille Pizarro Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Hilario Rodríguez
Pastores siguiendo la estrella de Belén Mujer vista desde las ruinas de la Iglesia de Página 33 Abelardo Rodríguez Urdaneta Juan Sánchez Ramírez Alfredo Senior
Óleo/metal. 30 x 20 cms. Siglo XIX San Francisco Perfil de mujer Carboncillo/papel. 14 x 8.7 cms. 1957 Fiesta centenaria con Perico Ripiao
Abelardo Rodríguez Urdaneta
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Mixta/papel. 1850 Óleo/tela. 43 x 35.5 cms. Reproducción «La República Dominicana», Óleo/tela. 194.5 x 172 cms. 1944
Retrato Eugenio María de Hostos
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Col. Olana. Nueva York Col. Museo Bellapart de Marrero Aristy Col. Frank Marino Hernández
Óleo/tela. 193 x 133 cms. 1908
Página 177 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Mariano Hernández. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Mariano Hernández.
Col. Museo Arte Moderno
Página 142 Página 253 Página 135 Página 349
Thimo Pimentel Fotografía: Mariano Hernández.
Plegaria Camille Pizarro Página 162 Abelardo Rodríguez Urdaneta Hilario Rodríguez Nidia Serra
Tinta/papel. 38 x 24 cms. 1967 El desembarcadero del Ozama El extraviado General Pedro Santana Mujer
Abelardo Rodríguez Urdaneta
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Mixta/papel. 1850. Óleo/tela. 193 x 220 cms. 1907 Carboncillo/papel. 12.7 x 9 cms. 1957 Óleo/tela. 61 x 45.5 cms. 1958
Autorretrato
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Col. Olana Col. Museo Arte Moderno Reproducción «La República Dominicana», Col. Familia De los Santos
Pastel y lápiz/foto. 101.5 x 68.5 cms. 1905
Página 55 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Mariano Hernández. de Marrero Aristy Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Col. Elena Rodríguez Núñez
Página 143 Página 256 Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Página 21
Vicente Pimentel Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Página 136
Lamento Angel Pons Página 244 Abelardo Rodríguez Urdaneta Amable Sterling
Carboncillo/aceite/papel. 63.3 x 78.8 cms Valentín-Caricatura Mujer de espaldas J. M. Roques Icaro
Abelardo Rodríguez Urdaneta
1970 Dibujo. 1891 Óleo/tela. 55 x 44.5 cms. Sin fecha Silueta estatua Colón Óleo/lienzo. 92 x 100 cms. 1983
Retrato de española
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Reproducción Revista El Lápiz Col. Museo Bellapart Revista la Cuna de América N. 40 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Óleo/tela. 54 x 45 cms.
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Mariano Hernández. Litografía. 1923 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Col. Museo Arte Moderno
Página 55 Página 169 Página 259 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Página 66
Fotografía: Mariano Hernández.
Página 332
Abelardo Piñeyro Angel Pons Página 245 Abelardo Rodríguez Urdaneta Jorge Severino
Las tejedoras Serafinito-Caricatura Marina (detalle) Afiche para un boxeador retirado
Abelardo Rodríguez Urdaneta
Óleo/tela. 33 x 25 cms. Dibujo. 1891 El amor que llega Óleo/tela. 25.5 x 51 cms. Sin fecha S Mixta/cartón. 92 x 77 cms. 1975
Col. Familia De Castro Morel Reproducción Revista El Lápiz Col. Museo Bellapart Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Óleo/playwood. 161 x 195 cms. José Audilio Santana
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Col. Museo Arte Moderno Rafael Geler sobre quien cae una enorme
Página 357 Página 169 Página 261 Página 17
Fotografía: Mariano Hernández. descarga eléctrica
Abelardo Piñeyro Julio Pou y Ramón Frade Página 246 Abelardo Rodríguez Urdaneta Pintura/madera. 1902 Darío Suro
Retrato de José Gabriel García El Crucero Presidencial Asesinato de Ramón Cáceres I. Tesoros Basílica de Higüey Bañistas
Abelardo Rodríguez Urdaneta
Óleo/tela. 66 x 43 cms. Óleo/tela. 79 x 135 cms. 1893 Lápiz/papel Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Óleo/tela. 162 x 112 cms. 1946
Retrato de mujer
Col. Museo Bellapart Col. Clara Rodríguez Demorizi Col. Privada Página 181 Col. Familia Suro Franco
Pastel/Carboncillo. 75 x 60 cms. 1895
Fotografía: Mariano Hernández. Fotografía: Mariano Hernández. Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotografía:
Col. Servicios Profesionales de Museo S.A. José Audilio Santana
Página 357 Página 284 Página 268 Página 24
Fotografía: Mariano Hernández. Las ánimas (copia de Desangles)
Abelardo Piñeyro Julio Pou Página 247 Abelardo Rodríguez Urdaneta Óleo/tela. C. 1895 Dario Suro
Bodegón Yoyó de Valverde Asesinato de Ramón Cáceres II Tesoros de la Basílica de Higüey Autorretrato
Abelardo Rodríguez Urdaneta
Óleo/cartón. 33 x 51 cms. C.1940 Pastel/papel. 1895 Lápiz/papel Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Óleo/tela. 94 x 68.5 cms. 1945
Retrato Ovalado de anciana
Col. Familia Brown Peralta Col. Margarita Guzmán Vda.Torres Col. Privada Página 184 Col. Federico Suro
Pastel/Carboncillo. C. 1895
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Col. Servicios Profesionales de Museo S.A.
Página 358 Página 305 Página 269 Página 43
Fotografía: Mariano Hernández.
Página 247
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|402| |403|

Sobre el autor
T Tiosis Francisco Velásquez Un servidor y subscribiente, Danilo De los Santos, llegó a la luz de la vida a inicios de
Portada Revista El Lápiz Núm 25. Jacobo el mayor
Taller de Bartolomé Esteban Murillo
La Asunción
Febrero 1892 Óleo/madera. 180 x 130 cms. la década 1940. Producto del amor matrimonial y tercero de quince hermanos, nací frá-
Fotodigitación: José Enrique Tavárez. Final siglo XVIII
Óleo/tela. 170 x 110 cms. Siglo XVII gil de salud en Puerto Plata; empero, en Santiago propiciaron mi sanación, el crecimien-
Página 164 Tesoros de la Catedral Primada América
Tesoros de la Catedral Primada de América
Fotografía: Mariano Hernández.
Fotografía: Mariano Hernández.
Página 131 to, los aprendizajes educativos, la vocación por el arte y, sobre todo, la fuerza e indiso-
Página 106 V
Enrique Tarazona Julio Valdez Celeste Woss y Gil ciable atadura con Dios.
Autorretrato fumando
Colón Autorretato de fin de siglo III
Mixta/papel. 130 x 109 cms. 1998 Óleo/tela. 48 x 38 cms. C.1930 Mi hoja de servicios me ata a la docencia, a la militancia cultural, a la escritura sobre la
Dibujo. Revista La Cuna de América N.16
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
1923 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes materia artística (creativa y periodística), así como a la investigación histórica estimula-
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Página 41
Página 362 Página 49 da por más de un orientador de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
Celeste Woss y Gil
Enrique Tarazona. José Vela Zanetti
Miguel Díaz y la Cacica Catalina Joven mulata con vestido rosa Desde este centro se impulsó mi proyección. La carrera universitaria, el grupo Friorda-
Retrato Fco. J. Peynado. Dibujo.
Óleo/tela. 106.5 x 36.3 cms. 1944
Revista La Cuna de América N. 4 1923 Mural/detalle. 1944
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). Col. Antiguo Palacio Ayuntamiento
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Página 362 Santo Domingo
Página 61
Fotografía: Julio González.
Enrique Tarazona
Página 25 Celeste Woss y Gil
Descendimiento de Cristo
Mujer en reposo
Pintura Mural. 375 x 288 cms. 1917 Francisco Velásquez
Óleo/tela. 65.5 x 84 cms. 1941
Tesoros Catedral Primada de América San Lucas. Óleo/madera. 180 x 130 cms.
Col. Museo de Arte Moderno
Fotografía: Mariano Hernández. Finales siglo XVIII
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco).
Página 363 Tesoros de la Catedral Primada América
Página 26
Fotografía: Mariano Hernández.
Enrique Tarazona
Página 125
Mujer con niño. Litografía. Blanco y Negro,
Revista ilustrada N. 279. 1925 Francisco Velásquez
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco). San Andrés
Página 364 Óleo/madera. 180 x 130 cms.
Finales siglo XVIII
Enrique Tarazona
Tesoros de la Catedral Primada América
Manto de la Resurrección de Cristo
Fotografía: Mariano Hernández.
Pintura Mural. 560 x 370 cms. C. 1920
Página 126
Tesoros Catedral Primada de América
Fotografía: Mariano Hernández. Francisco Velásquez
Página 364 Jacobo el menor
Óleo/madera. 180 x 130 cms.
James E. Taylor
Final siglo XVIII
Entrada a la residencia de Damián Báez
Tesoros de la Catedral Primada América
Dibujo. 1871
Fotografía: Mariano Hernández.
Col. Biblioteca del Congreso, U.S.A.
Página 128
Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Página 168 Francisco Velásquez
Apostol Judas Tadeo
James E. Taylor
Óleo/madera. 180 x 130 cms.
Una escena doméstica en Samaná no, la cátedra, las funciones administrativas, las publicaciones personales y en equipo,
Final siglo XVIII
Dibujo. 1871
Col. Biblioteca del Congreso, U.S.A.
Tesoros de la Catedral Primada América forman parte de una experiencia inacabada que de algún modo se vincula a este pro-
Fotografía: Mariano Hernández.
Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Página 168
Página 128 yecto filial que llamo Memoria de la Pintura Dominicana. Este proyecto en ocho volúme-
Francisco Velásquez
James E. Taylor. nes, también vástago del Grupo León Jimenes, es, además, hijo de de muchas y muchos,
Apostol Felipe
Buscando agua en el río vía Azua
Dibujo. 1871
Óleo/madera. 180 x 130 cms. incluso de los coleccionistas de arte, tutelares de las obras que lo iluminan.
Final siglo XVIII
Col. Biblioteca del Congreso, U.S.A.
Fotodigitación: José Enrique Tavárez.
Tesoros de la Catedral Primada América Como líneas finales dejo constancia de mi gratitud por la oportunidad de compartir mi
Fotografía: Mariano Hernández.
Página 176 voz, datos y creencia de que la memoria espiritual de la identidad y el patrimonio, tangi-
Página 129

ble o intangible, constituyen el mejor tributo al fortalecimiento nacional.

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