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CIUDADANOS

ESPAÑOLES EN EL
Índice MUNDO

CARTA DEL EDITOR


Francisco GÓMEZ-SOTO 5

GUÍA DE LECTURA
X. Amancio LIÑARES GIRAUT 11

Idea y memoria de España en la emigración.


Xosé MANOEL NÚÑEZ SEIXAS 15

El difícil comienzo de la emigración.


Óscar ÁLVAREZ GILA 35

Educar: el compromiso de la añoranza


fecunda. Entre la filantropía docente de los
Indianos y la obra escolarizadora de las
Sociedades de Instrucción (ss. XVI-XXI).
Vicente PEÑA SAAVEDRA 55

España a través del espejo: una nueva imagen


de las Instituciones Culturales españolas en América.
Consuelo NARANJO OROVIO 103

Sanidad y mutualismo: hospitales de los


emigrantes españoles en América.
X. Amancio LIÑARES GIRAUT 125
CIUDADANOS
Francisco
ESPAÑOLES EN EL
GÓMEZ-SOTO
MUNDO Índice

La emigración de las mujeres españolas.


159 Pilar CAGIAO VILA

Europa como destino de los trabajadores españoles.


179 Francisco DURÁN VILLA

Trabajo, emigración y ciudadanía.


199 Ana FERNÁNDEZ ASPERILLA

Migración y coyuntura económica,


España y América Latina.
213 Abel LOSADA ÁLVAREZ

El “retorno a las raíces” de los descendientes


de emigrantes españoles.
239 Laura OSO CASAS

Más de tres décadas de voto emigrante (1976–2008).


261 Anxo LUGILDE

Memorial de las migraciones.


285 Ramón VILLARES

APÉNDICE:Estatuto de la ciudadanía
297 española en el exterior

4-
Carta del Editor Francisco Gómez-Soto.
Licenciado en Ciencias de la
Información por la Universidad
de Navarra. Su vida profesional
ha estado siempre vinculada a
Francisco Gómez-Soto la emigración española, a la
Presidente del Grupo España Exterior que viene dedicando toda su
actividad informativa en los
últimos 30 años. Fue
Delegado del diario Faro de
Vigo en Santiago de
Compostela y corresponsal de
Europa Press en el Reino
Unido. En la capital británica

C
on Ciudadanos españoles en el mundo queremos
convivió con las inquietudes
conmemorar diez años de vida de España Exterior, el de los emigrantes y comenzó
a colaborar en el periódico
Periódico de las Comunidades Españolas en el especializado La Región
Mundo, al tiempo que damos la bienvenida al Estatuto de la Internacional, del que fue
Delegado en Londres y coordi-
Ciudadanía Española en el Exterior y contribuimos a un nador para América y Europa
mayor conocimiento de la diáspora española en todo su con- (1978). En permanente contac-
to con los centros y asociacio-
junto y desde distintos prismas. nes en la diáspora, durante
Para ello hemos solicitado la colaboración de destaca- más de diez años se desplazó
en numerosos ocasiones a los
dos historiadores, analistas, autores de libros y artículos espe- países con mayor porcentaje
cializados en el movimiento social migratorio. Coordinados de ciudadanos españoles,
como Argentina, Uruguay,
por X. Amancio Liñares Giraut, escritor y profesor entusias- Brasil Venezuela, Panamá.
México, Estados Unidos, Cuba,
ta, aportan sus conocimientos y sus experiencias para la República Dominicana,
mejor y mayor comprensión de un fenómeno poliédrico. Francia, Alemania, Bélgica,
Holanda y Suiza, hasta que en
Asociacionismo, mutualismo, la educación, el papel 1988 fue nombrado director-
de la mujer, asistencia sanitaria, América y Europa, econo- gerente de este medio.
Cofundador, director general y
mía, trabajo, integración, cultura, retos de la inmigración y el director del semanario Galicia
retorno, procesos electorales, memoria de las migraciones… en el Mundo hasta 1997, año
en el que puso en marcha
La temática de Ciudadanos españoles en el mundo no podía España Exterior, el Periódico
de las Comunidades Españolas
ser otra: la emigración española, sus avatares, sus inquietudes en el Mundo para prestar la
de hoy y de siempre; su recorrido histórico junto a algunas ...
Francisco
GÓMEZ-SOTO

...
más amplia cobertura
claves o perspectivas del futuro.
informativa a los emi- Buena parte de este recorrido histórico y de las claves más
grantes oriundos de
todas las Comunidades reveladoras de la emigración española a Europa y América están
Autónomas, galardona- en las hemerotecas, gracias a la intensa labor informativa que
do en el año 2005 por
la Asociación Española desde hace muchas décadas vienen realizando los propios centros
de Editoriales de y asociaciones. En la actualidad son publicaciones pensadas para
Publicaciones
Periódicas (AEEPP) y la difusión de las actividades desarrolladas por la entidad, con
por el Ministerio de
Trabajo y Asuntos
predominio de reseña gráfica; revistas, boletines y memorias que
Sociales con la Medalla cumplen su cometido y que van sorteando muchas dificultades,
de Honor de la
Emigración en la
sobre todo de carácter económico.
Categoría de Oro, en No obstante, el papel más re l evante en este recorrido
2006. En enero de 2003
fundó Anuarios España informat ivo a través de la diáspora hay que encontrarlo ahora
Selecta, empresa espe- en los medios impresos especializados que se editan en
cializada en la edición
de publicaciones turísti- España con periodicidad semanal y quincenal, y que confor-
cas y de temática man un auténtico puente de unión entre los ciudadanos de uno
migratoria. Es coautor
de los libros El voto de y otro lado.
la España Exterior
(1999) y El voto de la
El Grupo España Exterior, al que pertenece la empresa edito-
Galicia Exterior (2001). ra de esta obra, inició su andadura en julio de 1997 con la publica-
ción del semanario España Exterior, para prestar cobertura informa-
tiva a los emigrantes españoles oriundos de todas las Comunidades
Autónomas. Desde enero de 2002, y con carácter quincenal, distri-
buye, conjunta e inseparablemente con España Exterior, otras nueve
cabeceras regionales en más de ciento cincuenta países: Andalucía
Exterior, Asturias Exterior, Baleares Exterior, Canarias Exterior,
Castilla y León Exterior, Comunidad de Madrid Exterior,
Comunidad Valenciana Exterior, Extremadura Exterior y Región de
Murcia Exterior. Galicia cuenta con paginado especial en todas las
ediciones del semanario.
Apostamos desde el número cero por un periódico amplio,
que afrontase con nobleza y seriedad la realidad social migrato-
ria, que escuchase, atendiese y reflejara en sus columnas el reco-

6-
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

rrido de una colectividad activa, que nos sigue premiando con su


fidelidad y confianza, el galardón más preciado para un medio de
comunicación.
Diez tomos, uno por ejercicio, con más de cuarenta mil pági-
nas de crónicas, artículos, entrevistas, editoriales y fotografías, son
el mejor exponente de una tarea desarrollada con dedicación y
mucho esfuerzo.
Hace ya medio siglo Emil Dovifat, profesor de Publicística
en la Universidad Libre de Berlín, puntualizaba en su primer tomo
sobre Periodismo, que “el periódico es una delicada mercancía que
necesita consumirse antes de que se pase y ya no sea vendible. Así,
se procuró, desde los primeros tiempos del comercio de noticias,
utilizar todos los medios técnicos disponibles para acelerar la comu-
nicación”. El periódico impreso España Exterior precisa del tránsi-
to postal para alcanzar su destino en ese largo viaje al domicilio del
lector en todo el mundo, pero no por ello sus informaciones pierden
frescura. Po rque lo más relevante del acontecer diario de España lo
obtiene el ciudadano en la diáspora a través de los canales propios
del país de residencia, pero lo que busca y encuentra en España
Exterior sólo el medio especializado puede ofrecérselo: el protago-
nismo en la noticia.
Nuestro periódico se hace eco de las actividades sociales,
culturales o recreativas que desarrollan los centros y asociaciones
en todo el mundo, al tiempo que analiza y difunde los temas que le
son propios o cercanos al lector, como las actuaciones de las admi-
nistraciones públicas en materia de emigración (retorno, prestacio-
nes sociosanitari a s , p a rticipación política, nacionalidad, etc.).
Informaciones que España Exterior distribuye también a través del
soporte digital espaexterior.com.
Con la aplicación de las nuevas tecnologías atendemos las
demandas y necesidades de nuestros lectores más jóvenes, las ter-

-7
Francisco
GÓMEZ-SOTO

ceras generaciones, los nietos, volcados ahora, y en gran número, en


la delicada y dura tarea de plantearse horizontes nuevos como hicie-
ron sus padres o sus abuelos. El acceso a la nacionalidad española,
que abre las puertas de un mercado laboral más amplio y más ape-
tecible, se ve en Argentina, en Uruguay, en Venezuela o en Cuba
como una opción de futuro en un presente difícil. Pero planificar
con eficacia el retorno a los orígenes de los ancestros requiere un
conocimiento puntual y realista de los pasos y las alternativas, y ahí
es cuando el medio informativo tiene la palabra.
El décimo aniversario de España Exterior coincide con la
puesta en escena de la Ley 40/2006, de 14 de diciembre, del
Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior, que abre la
exposición de motivos con este reconocimiento “la emigración
española ha constituido un fenómeno político, social y económico
que ha caracterizado nuestra historia, acentuándose desde la segun-
da mitad del siglo XIX hasta más allá de mediados del siglo XX”.
A lo largo de su articulado, la Ley viene a equiparar los dere-
chos de los ciudadanos en el exterior con el resto de los españoles,
reconoce los efectos beneficiosos de la emigración, tanto para el tra-
bajador, que optaba a empleos mejor remunerados, como para el
crecimiento económico del país, “ya que la entrada de divisas
enviadas por los emigrantes permitió sufragar parte del déficit
comercial y equilibrar la balanza de pagos, facilitando las importa-
ciones de bienes de equipo destinados a la modernización de las
empresas. Esta situación contribuyó en gran medida a la expansión
industrial de España en los años sesenta y setenta”.
La Ley también afronta los aspectos negativos de este exilio,
poniendo de relieve las otras consecuencias, como el desarraigo
social y cultural, los problemas del retorno o las dificultades de la
integración, sin olvidarse de las mujeres y la discriminación de
género, los descendientes y las asociaciones.

8-
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

El Estatuto aborda todos los aspectos que afectan a los


residentes en el exterior con el objetivo de mejorar las condicio-
nes de vida al “establecer el marco jurídico y los instrumentos
básicos para garantizar a la ciudadanía española en el exterior el
ejercicio de los derechos y deberes constitucionales, en términos
de igualdad con los españoles residentes en el territorio nacional,
así como reforzar los vínculos sociales, culturales, económicos y
lingüísticos con España y con sus respectivas nacionalidades y
comunidades de origen”.
Un planteamiento justo reivindicado sin descanso por los
órganos representativos de la emigración y que al fin ha sido con-
templado y regulado en los inicios del siglo XXI. El detenido aná-
lisis de la realidad migratoria, su amplitud de miras, el extenso reco-
rrido histórico, los derechos sociales que reconoce y las prestacio-
nes que suscribe, fundamentado todo en criterios de solidaridad, le
confieren al Estatuto un alto valor histórico dentro de un marco
legal sin precedentes en este sector.
Ciudadanos españoles en el exterior. Situación actual y
re c o rrido históri c o i n cl u ye en su Apéndice el articulado comple-
to de la Ley 40/2006, ap o rtando así un nuevo soporte que contri-
bu ya a la más amplia difusión de un Estatuto que reconoce dere-
ch o s , abunda en prestaciones y contempla, e n t reotras, acciones de
i n fo rmación sociolab o ral y orientación con cl a ra re fe rencia al
d e re cho a la info rmación. El Artículo 21, en su ap a rtado 1, dice
que “la A d m i n i s t ración General del Estado y las Comunidades
Autónomas promoverán el desarrollo de acciones de información,
o rientación y asesoramiento en el exterior, a través de la red de
consulados, embajadas, c e n t ros estatales y autonómicos en el
mundo, asociaciones y medios de comunicación encaminadas a
facilitar la inserción socio-lab o ral de los españoles residentes en
el exterior, a través de los correspondientes programas de ayudas

-9
Francisco
GÓMEZ-SOTO

o de convenios con entidades públicas o privadas”.


El fenómeno migrat o rio atraviesa una etapa de reconoci-
miento y apoyo evidente, pero aún tiene mucho recorrido por delan-
te y mucha demanda pendiente. La puesta en marcha de nuevas
acciones que les afectan, como la Ley de memoria histórica, que
incluye un apartado sobre la ampliación del reconocimiento de la
nacionalidad a los nietos de españoles en el extranjero, los progra-
mas nacionales y autonómicos que favorecen el retorno y la integra-
ción, sumados al incremento constante del Censo Electoral de
Residentes Ausentes (CERA), llamado ahora Censo de la
Ciudadanía Española en el Exterior, con un millón doscientos mil
registros cuando comienza 2008 y que puede superar los tres millo-
nes a medio plazo, crean mucha expectativa y configuran un progra-
ma de futuro alentador.
Y España Exterior seguirá aquí para contarlo.

10 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Guía de lectura

R
eflexionar desde el ámbito académico sobre diversos aspectos
relacionados con el pasado y presente de nuestra realidad migra-
toria, a través de varios acercamientos a lo que fue el siglo XX
y a los desafíos que plantea el siglo XXI. He aquí la inteligente propues-
ta editorial con la que España Exterior, semanario dirigido al universo
de la emigración (“El Periódico de las Comunidades Españolas en el
Mundo”) ha querido celebrar su décimo aniversario (1997 – 2007).
Tiempos pretéritos, sí; pero también presente y líneas de fuga hacia el
futuro, porque la encrucijada del mundo de la emigración / inmigración
da para mucho, y “la perspectiva organiza la realidad”, en el decir de
Ortega y Gasset, como nos recuerda Julio María Sanguinetti en un escri-
to reciente (“Demasiadas preguntas sin respuesta”, en Revista de
Occidente, nº 317, octubre, 2007).
España Exterior se edita en Vigo, ciudad gallega emblemática en
el sentir de la emigración, con caras, cruces y plazas. Durante décadas,
sus habitantes, su puerto, estación marítima, calles y plazas han conoci-
do con gran intensidad las partidas y regresos de muchos miles de nues-
tros paisanos, llenando trasatlánticos. Aún hoy el aeropuerto de Peinador
–nombre con marcado sabor migratorio–, a la par que transporta turistas
y gentes de negocios, también significa punto de salida para la emigra-
ción actual de jóvenes de esta tierra, que aún no ha cesado por comple-
to. El entorno de Vigo es, pues, un espacio marcado a lo largo del tiem-
po por las emociones, ilusiones y también frustraciones de nuestra emi-
gración masiva. Es corazón para las venas y arterias de la diáspora galle-
ga (siempre nas veas da diáspora, en expresión del destacado prohom-
bre pontevedrés y galleguista Valentín Paz Andrade).
La parte central del libro que presentamos se abre y cierra con dos
vocablos: memoria y emigración. Sobre su alcance y significado escri-

- 11
GUÍA DE
LECTURA

ben dos catedráticos de Historia Contemporánea en la Universidad de


Santiago de Compostela, Xosé M. Núñez y Ramón Villares. Como
sabemos, por muchas razones de peso, le sienta bien el acento gallego a
una obra que analiza, desde distintas ópticas, la emigración española
durante los siglos XIX y XX.
Al final del volumen, como anexo, se reproduce el texto íntegro
del Estatuto de la ciudadanía española en el exterior. Creemos que se
trata de un documento cargado de actualidad y utilidad, que los lectores
agradecerán. Con la edición de este marco legal (Ley 40/2006, de 14 de
diciembre), el ámbito migratorio asume la memoria, pero sienta las bases
de su realidad actual y futura para esos más de dos millones de españo-
les que residen fuera del territorio hispánico, garantizando jurídicamen-
te sus derechos y deberes.
La estructura diseñada para Ciudadanos españoles en el mundo
resulta sencilla. Rodeados por esas palabras e ideas sobre memoria y
migraciones, dentro del círculo de colab o raciones aparecen en primer
lugar también un grupo de historiadores del mundo contemporáneo,
que nos ofrecen estudios sobre los pioneros, los problemas de integra-
ción y el difícil comienzo de las primeras asociaciones de emigrantes
(Óscar Álvarez); su esfuerzo educativo diri gido a la diáspora, pero,
aún con mayor intensidad, al país de origen durante los últimos siglos
(Vicente Peña); presencia y desarrollo de instituciones culturales,
junto con una nueva imagen de España en América (Consuelo
Naranjo); labor mutualista y sanitaria, plasmada también en los poten-
tes enclaves hospitalarios, obra de españoles (Amancio Liñares) y el
papel desempeñado por las mu j e res hispanas en el ex t e rior (Pilar
Cagiao), que ahora justamente se reivindica y del que conocemos cada
vez más investigaciones. Los siguientes capítulos diversifican más los
espacios estudiados y también el campo profesional de los colaborado-
res de esta obra. Con la presencia femenina en la nueva sociedad de
acogida, decididamente Europa se sumaba a América en los análisis

12 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

aquí publicados. También, por ello, el marco cronológico se va acer-


cando al presente. Un geógrafo nos transmite datos sobre nuestra emi-
gración a Europa, en el arduo proceso de reconstrucción del nuevo
continente, superada la II Guerra Mundial (Francisco Durán). De
nuevo una historiadora reflexiona sobre el trabajo y la ciudadanía, rela-
cionados con la emigración (Ana Fernández). Las claves económicas
de Latinoamérica en relación con España, con sus dificultades e inclu-
so “alarmas”, son objeto del estudio del economista Abel Losada. La
socióloga Laura Oso incide en una realidad cada día más extendida:
del mundo de la emigración estamos pasando en España al de la inmi-
gración y el retorno, con toda una problemática específica, desde el
viejo y desde el nuevo continente. El retorno es un planteamiento ini-
cial y un posterior fenómeno masivo. Por último, en la contribución del
periodista y politólogo Anxo Lugilde, se aborda el tema del derecho
de sufragio para los emigrantes en las convocatorias electorales de la
actual democracia española. Hasta aquí este breve epítome que sólo
busca enunciar los temas medulares del contenido de este libro.
Una vez leídos y comprendidos tantos datos y reflexiones, segu-
ramente nos haremos más cómplices de las sugerentes ideas de Núñez
y Villares sobre emigración y memoria. Ciertamente, no todo lo que
encierra un título ambicioso como Ciudadanos españoles en el mundo.
Situación actual y recorrido histórico se agota con estos autores y tex-
tos. Pero sí que hallamos en ellos interesantes aportaciones para mejor
comprender con una panorámica actual, interdisciplinaria y universita-
ria un tema que se revela tan poliédrico o multiforme.
Quiero dejar constancia escrita de mi agradecimiento a los profe-
sores de la USC Pilar Cagiao, Xosé M. Núñez Seixas y Ramón Villares,
que me han facilitado esta tarea de compilación / coordinación de la
obra, a través de sus provechosas opiniones y sugerencias. Y también
dedico un especial reconocimiento al director general (o alma mater) del
Grupo España Exterior, Francisco Gómez-Soto. Desde que lo conozco,

- 13
GUÍA DE
LECTURA

hace ya unos cuantos años, me ha abierto las puertas de sus publicacio-


nes para mis escritos relativos a la temática migratoria. Incluso, como
periodista, cubrió con textos y fotografías alguno de los actos de encuen-
tro que mantuve con emigrantes en el Centro Gallego de La Habana. Y
ahora ha confiado plenamente en mí para coordinar este libro, dejándo-
me absoluta libertad para buscar los colaboradores, temas, estructura-
ción… A través del diálogo fructífero, entre los dos –editor y coordina-
dor– hemos ido resolviendo las dudas y alternativas que siempre surgen
en trabajos como el presente; confeccionado, además, en tiempo récord
y con vocación de ser una edición amplia y generosa, en número de
ejemplares y distribución. Cuando hablamos de migraciones, libros
como éste tienen que emigrar, acercándose a muchos lugares y gentes.
Volvemos al número citado de Revista de Occidente –centrado
en el tema “Iberoamérica: una encrucijada histórica”–, para rescatar y
realzar una frase con la que José Luis García Delgado concluye su
“Presentación”, indicando fidelidad a la divisa fundacional de esa
prestigiosa publicación. La adaptamos ahora para el final de esta
“Guía de lectura”: también a través de este libro, sería nuestro deseo
situar el ejercicio intelectual de reflexión y debate sobre la emigración
y presencia de los ciudadanos españoles en el mundo a la altura que
demanda el tiempo que viene.
X. A. L. G.
(Coordinador)

14 -
Idea y memoria
Xosé Manoel Núñez Seixas
de España en la (Ourense, 1966). Se ha especiali-
zado en el estudio comparado
de los nacionalismos europeos e
emigración ibéricos, así como en estudios
migratorios y en la historia cultu-
ral de la violencia. Autor de una
docena de libros y de numerosos
artículos en revistas y volúmenes
Xosé Manoel NÚÑEZ SEIXAS colectivos de ámbito gallego,
ibérico e internacional, entre sus
Doctor en Historia Contemporánea por el
últimos libros destacan ¡Fuera el
Instituto Universitario Europeo de Florencia y invasor! Nacionalismos y movili -
catedrático de Historia Contemporánea en la zación bélica durante la guerra
Universidad de Santiago de Compostela. civil española, 1936-1939
(Madrid: Marcial Pons, 2006), así
como la edición del monográfico
La construcción de la identidad
regional en Europa y España
(revista Ayer, 64 [2006]) y el

S
e suele afirmar, con razón, que la nostalgia es una ensayo Imperios de muerte: La
cualidad inherente al emigrado, al expatriado y al guerra germano-soviética, 1941-
1945 (Madrid: Alianza Editorial,
exiliado. La ausencia del país de origen se convierte 2007).
Sobre tema migratorio, sus últi-
en un recuerdo idealizado, en el que confluye la memoria mas publicaciones son O inmi -
de la propia infancia y juventud, de la familia y de la comu- grante imaxinario. Estereotipos,
representacións e identidades
nidad, con una idea recibida y transportada de la nación de dos galegos na Arxentina, 1880-
1940 (Santiago de Compostela:
pertenencia. Esa idea recibe cambios a través del tiempo, y USC, 2002); con Raúl Soutelo,
deviene una representación híbrida, mezcla de imágenes As cartas do destino. Unha
familia galega entre dous mun -
del pasado -y, por lo tanto, no actualizadas y a veces arcai- dos, 1919-1971, Vigo: Galaxia,
2005; con Pilar Cagiao, ed., O
cas- y de proyecciones de las vivencias e intereses del pre- exilio galego de 1936: Política,
sente. Al mismo tiempo, la nación o la comunidad de ori- sociedade, itinerarios, Sada-A
Coruña: Eds. do Castro/
gen pueden tener fronteras difusas. Muchos emigrantes Consello da Cultura Galega,
2006, y (también con P. Cagiao)
europeos transportaron con ellos al Nuevo Mundo, durante Os galegos de ultramar. Volume
el siglo XIX y aún a principios del XX, percepciones con- 2: Galicia e o Río da Prata, A
Coruña: Arrecife Edicións
tradictorias acerca de cuál era su patria, grupo étnico o Galegas, 2007.
Xosé Manoel Idea y memoria de
NÚÑEZ SEIXAS España en la emigración

colectivo de referencia. En tiempos de construcción de los


Estados-nación europeos, ocurría que emigrantes jóvenes de
extracción campesina apenas habían conocido otra realidad que
la de su entorno social y territorial más próximo: su localidad,
aldea, municipio o valle. O bien sucedía que, faltos de un proce-
so de socialización completo en las instancias básicas y clásicas
de nacionalización de masas (escuela y milicia, entre otros), la
representación de esa comunidad de referencia fuese ambivalen-
te. Podía referirse a un grupo etnocultural. Podía ser una comu-
nidad local. Y de modo más o menos preciso, podía abarcar tam-
bién una identidad nacional.
Ahora bien, esa identidad nacional podía coincidir, o no,
con las fronteras del Estado-nación. Podía poseer límites difusos.
Y podía consistir en una sinécdoque, es decir, en una traslación a
un colectivo imaginado de los atributos y características transmi-
tidas por los recuerdos de la infancia y juventud, del lugar o
comunidad donde los emigrantes crecieron, y del conjunto de
recuerdos codificados transmitidos a través de la memoria fami-
liar, de los encuentros con otros emigrantes, de las fiestas étnicas
y de las asociaciones que reunían a los naturales de una misma
procedencia en los países de emigración. A menudo, el resultado
era una nueva recreación de la patria, una patria del emigrante en
la que convivían y conviven lo arcaico con la recreación de lo
arcaico, el recuerdo con la imaginación, los materiales culturales
construidos en la diáspora con los trasplantados de la tierra de
origen, y asimismo los mestizajes con el país de adopción con los
recuerdos idealizados de los “exotismos” del país de proceden-
cia. Si los emigrantes son, por definición, personas sometidas a
procesos de cambio cultural y social, que viven entre dos contex-

16 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

tos y adoptan características y valores de ambos mundos sin aca-


bar de instalarse definitivamente en uno y en otro, sus percepcio-
nes de la patria de procedencia también sufren de ese proceso:
idealización y extrañamiento, mestizaje y arcaísmo. Su identidad
de origen se convierte así, como toda identidad colectiva, en un
constructo elaborado a partir de materiales culturales de diversa
procedencia. Y en el producto resultante tiene gran influencia -
aunque no necesariamente determinante- el papel de las élites
emigrantes, muchas veces exiliados o expatriados políticos, que
son quienes conforman un imaginario y un repertorio de símbo-
los que identifica externamente a la colectividad de emigrantes.
Su labor es más creativa de lo que a primera vista puede parecer,
pues la reflexión acerca de la patria lejana y del papel e identidad
de sus connacionales en el país de acogida se alimenta de condi-
cionantes nacidos en la propia sociedad de adopción. Por ejem-
plo, la necesidad de prestigiar a un colectivo de inmigrantes en la
esfera pública del país de inmigración, ante los naturales de este
país o ante otras colectividades inmigrantes con las que se esta-
blecen relaciones de competencia más o menos simbólica (o más
o menos laboral en el mercado de trabajo). O bien el anhelo por
A menudo, el
parte de esas mismas élites por ser reconocidas como interlocu-
resultado era una
tores por parte de los círculos selectos, en los que desean inte-
nueva recreación
grarse, de la sociedad de adopción. O bien, en fin, el ansia por
de la patria, una
capitanear y capitalizar el potencial movilizador de los emigran-
patria del emi-
tes para intervenir en las dinámicas sociopolíticas y culturales del grante en la que
país de origen. Exiliados y emigrantes, expatriados voluntarios y convivían y con-
emigrados por desafección política -pues las fronteras entre emi- viven lo arcaico
gración política y emigración económica son más fluidas de lo con la recreación
que parece- pueden hallar de este modo campos de confluencia de lo arcaico.

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Xosé Manoel Idea y memoria de
NÚÑEZ SEIXAS España en la emigración

Una reunión en la
Sociedad Caballeros
de Santiago de
Salvador de Bahía,
Brasil.

variados. El ansia del retorno va así acompañada por la idea de


que los ausentes se constituyen en auténtica reserva espiritual de
la comunidad de referencia, en sus mejores hijos expatriados y,
precisamente por ello, doblemente conscientes de las necesida-
des del hogar nativo.
El éxodo masivo de españoles hacia diferentes destinos
desde mediados del siglo XIX, pri m e ro hacia A m é rica y después,
desde la Iª Guerra Mundial, también hacia otros países de Europa,
constituye un lab o rat o rio ideal para observar esos procesos de
mutación e imaginación de identidades. En los éxodos liberales y
republicanos del siglo XIX, tanto en Inglat e rra -caso de los docea -
ñistas de 1812 o de los exiliados del Trienio Liberal (1820-23)-
como en Francia -caso de los expatriados carlistas de 1839, o de
los rep u blicanos a partir de mediados de siglo y hasta finales del
mismo-, más bien cortos y no acompañados de emigración econó-
mica, al menos de fo rma significativa, se gestó una idea de España

18 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

que bebía mucho de los modelos constitucionales y políticos que


aquellos expatriados pudieron contemplar de cerca. Un pensador
inglés, Lord Holland, ejerció una cierta influencia en sus amigos
liberales españoles. Y algunos de los expatriados de la generación
siguiente, como por ejemplo, el escritor gaditano José Mª Blanco
White, ap rendieron y observaron en tierras británicas lo que consi-
deraban que podía ser la España del futuro. Una España con rey,
pero con usos y costumbres liberales, sin privilegios de Antiguo
Régimen, libre de fanatismos religiosos y reminiscencias tipistas,
y plenamente incorp o rada a las Luces de la Europa ilustrada. El
exilio provocaba en los transterrados españoles una sana envidia y
una imaginación de su identidad nacional en clave constitucional y
moderna, a lo que contribuía su obsesión por combatir los prejui-
cios negat ivos acerca de España que entre los círculos ilustrados y
liberales europeos corrían desde mu cho antes. Lo que se dio en lla-
mar Leyenda Negra.
Esa Leyenda Negra, sin embargo, tenía también partida-
rios entre los emigrados. Y era capaz de proyectar ejemplos entre
los legitimismos absolutistas europeos del segundo tercio del
siglo XIX. Ahí estaban los expatriados carlistas, empezando por
el propio pretendiente Don Carlos Mª Isidro de Borbón desde
1839 y sus descendientes. Y ahí estaban los numerosos clérigos
que España también exportó, tanto a Extremo Oriente como a
Europa y América. Una parte de ellos engrosó seminarios y
carreras eclesiásticas en tierras extranjeras y contribuyó a refor-
zar la concepción de España como tierra preferida de Cristo,
solar del integrismo y baluarte de la concepción católica del
mundo. Otra parte, tal vez los menos, dejó su huella en las misio-
nes jesuíticas en Japón y en otros países de Asia y África, y a

- 19
Xosé Manoel Idea y memoria de
NÚÑEZ SEIXAS España en la emigración

veces fueron la primera presencia de España en algunos territo-


rios teóricamente pertenecientes a la Corona hispánica, como era
el caso de lo que luego fue conocido como Guinea Ecuatorial,
que comprendía la isla de Fernando Poo y el enclave de Río
Muni, colonizados en teoría en 1778, pero sólo incorporados a la
administración colonial en 1858, y de modo más efectivo entre
1900 y 1926. Sólo los padres claretianos actuaron en la segunda
mitad del siglo XIX como auténticos portavoces de la cultura y
la presencia española en aquellas tierras de África. Sin embargo,
la Iglesia católica española descuidó por completo la atención
espiritual a los emigrantes españoles entre 1880 y 1930, siendo
muy escaso el número de clérigos destinados a zonas de amplia
presencia de emigrantes españoles (Francia, Argentina, Cuba,
Uruguay, Brasil). De ahí que la jerarquía católica española sí
tomase cartas en el asunto a partir de 1946, cuando se reestable-
ció la ley de emigración de 1924. Para evitar que los emigrantes
se descristianizasen en su periplo por ex t raños lares, las
Los curas españo- Comisiones Católicas de emigración asumieron tareas de control
les en Francia, y supervisión, y los curas españoles en Francia, Suiza y Alemania
Suiza y Alemania se convirtieron en un vehículo de identificación permanente entre
se convirtieron en
una España católica identificada con el régimen franquista y la
un vehículo de
nostalgia de los emigrantes. Pero no siempre: las necesidades
identificación per-
materiales de los ausentes, y la constatación de su escaso bagaje
manente entre
formativo y laboral a la hora de competir en los mercados labo-
una España católi-
ca identificada rales de la Europa de la posguerra, hicieron también tomar con-
con el régimen ciencia a muchos de esos sacerdotes católicos de la necesidad de
franquista y la reformar España. Fueron curas obreros de la emigración.
nostalgia de los Si hubo una España tradicional expatriada, más influyen-
emigrantes. te fue a largo plazo la otra España exiliada. Muchas veces no se

20 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

componía de exiliados en el sentido clásico del término. Los


expatriados republicanos que, tras el fracaso de la Iª República
española en 1873-74, tomaron progresivamente el camino de la
emigración, unos a América del Sur y Cuba y otros a Europa,
buscaron realizar en lo que consideraban repúblicas ideales y
abiertas a las oportunidades individuales los sueños de promo-
ción política e intelectual que ya no podían desarrollar en España.
Fue el caso de los periodistas y jóvenes profesionales que empe-
zaron a llegar a ciudades como La Habana, Montevideo, São
Paulo, París, y quizás el caso más representativo, Buenos Aires.
La capital argentina se convirtió en un lugar de emigración al que
no sólo llegaban campesinos más o menos iletrados, pescadores
o jornaleros, aunque éstas eran las categorías que nutrían la gran
mayoría del contingente inmigrante español. También arribaban
al Río de la Plata jóvenes bachilleres de clase media venidos a
menos que, como caricaturizaba irónicamente en 1899 el escritor
va s c o - a rgentino Francisco Grandmontagne, cruzaban el
Atlántico provistos de cartas de recomendación para intentar
hallar un hueco en el periodismo, en la política o en los círculos
profesionales argentinos. Esos profesionales, bachilleres y “emi-
grantes de 2ª clase” estuvieron presentes en el colectivo inmi-
grante español desde mediados del siglo XIX, con un cierto
repunte a partir del fracaso de la Iª República española, y conti-
nuaron llegando a lo largo de las cuatro décadas siguientes.
Muchas veces su perfil era autodidacta, y después de trabajar un
tiempo como empleados, dependientes de comercio u otras ocu-
paciones, obtenían un título universitario o ingresaban en las
redacciones de periódicos y semanarios argentinos. Y jugaron un
destacado papel como élite que modulaba los proyectos identita-

- 21
Xosé Manoel Idea y memoria de
NÚÑEZ SEIXAS España en la emigración

rios del colectivo inmigrante, elaboraba una idea de la patria (o


las patrias) de origen en la distancia y a la vez un imaginario de
la comunidad inmigrante en el país de recepción.
Esa estrategia de liderazgo del colectivo de inmigrante supo-
nía para los expatriados una inversión en direcciones complementa-
rias. A la vez que refo r z aba su capacidad de mediadores entre la
sociedad de acogida, su papel de líderes étnicos les posibilitaba una
función representativa que podía contribuir a su ascenso social den-
tro de esta última, pero a la vez les convertía en puntos de referen-
cia hacia la patria de origen, a diversos niveles (local, regional o
estatal), muchas veces de modo complementario. De modo particu-
lar tras la pérdida del imperio ultramarino español en 1898, los
periodistas, intelectuales y profesionales hispánicos expatriados se
arrogaron la función de ser mejores intérpretes de los males de la
patria que los connacionales de aquende el mar. Su interpretación
propia del regeneracionismo y del republicanismo pasó por una
autopercepción de ser depositarios de un potencial de renovación de
las energías ocultas de la patria (grande o pequeña). En parte, esa
percepción tenía origen en su autoimagen de hombres forjados a sí
mismos, libres de las at a d u ras de un sistema caciquil y dominado
por el oscurantismo político y religioso, y en los que la experiencia
de la emigración había operado como una suerte de agente de selec-
ción social, en un darwinismo avant la lettre.
La élite profesional y de bachilleres se alió con las élites
inmigrantes favorecidas por el ascenso económico, y estuvo en el
origen de las primeras instituciones representativas de la colecti-
vidad española en América. Su vehículo de actuación privilegia-
do fue la prensa, aunque también se expresó a través de la litera-
tura, tanto novelística como teatral, la oratoria y, andando el tiem-

22 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Emigrantes en un des-
file de la Hispanidad
en New York.

po, las tribunas radiofónicas. Presentó perfiles diversos entre


1870 y 1930, y estuvo compuesta de diversas capas generaciona-
les, que se fueron diversificando políticamente y sufrieron igual-
mente distintos influjos político-ideológicos. En una primera fase
(1873-95) en la que predominaron los expatriados republicano-
federales de orientación más o menos republicana federal, o
republicana intransigente. En todos ellos se operó un proceso de
progresiva moderación política tras su arribada a América. La
búsqueda de un nuevo ideal interclasista que aglutinase a la
mayoría de los inmigrantes en torno a sus proyectos les llevó a
profesar, junto a un republicanismo de perfiles cada vez más
moderados, una cercanía tácita en algunos casos a los incipientes
regionalismos peninsulares (al gallego o al catalán, así como a
una suerte de fuerismo vasco en la distancia). Y concibieron una
serie de postulados resumibles en la necesidad de regenerar polí-
tica, social y culturalmente sus regiones de origen y España en su

- 23
Xosé Manoel Idea y memoria de
NÚÑEZ SEIXAS España en la emigración

conjunto, lo que a su vez incluían una carga vindicativa del buen


nombre de España, tanto hacia dentro -para combatir los prejui-
cios y estereotipos negativos asociados con la condición de espa-
ñol y a veces con el gentilicio gallego, presentes en América
desde el final de los tiempos coloniales- como hacia afuera -para
reclamar de los poderes públicos españoles una mayor atención
hacia la situación de sus regiones y comunidades de origen-.
Esos principios básicos fueron compartidos por la siguien-
te capa de expatriados y bachilleres, entre ellos los promotores de
la primera Liga Republicana Española en la Argentina (1903),
modelo luego extendido a otros países. Todos ellos conocieron en
mayor o menor medida la influencia del regeneracionismo hispa -
noamericanista y oscilaron entre un republicanismo inicial y el
regeneracionismo tardío; y todos ellos otorgaron gran valor al
potencial renovador de la educación como auténtica savia vivifi-
cadora del cuerpo de la nación española. Si la instrucción escolar
contribuiría a erradicar el caciquismo mediante la creación de
nuevos ciudadanos conscientes desde la más tierna infancia y los
capacitaría para invertir sus energías en el progreso de la tierra de
origen, la difusión del espíritu cívico redimiría a España (y a sus
diversas regiones y/o nacionalidades) de las tribulaciones presen-
tes y le otorgaría un papel director dentro del conjunto de las
naciones hispanohablantes, gracias en buena parte a la influencia
de sus potentes comunidades emigradas, quienes podrían jugar
un papel de puente o de comunicador intercultural. Una nueva
reconquista de la influencia española en América que ahora no se
presentaba en términos políticos inmediatos, sino sobre todo
como una empresa de prestigio cultural. Empresa que, además,
podía nutrirse de las aportaciones de muchos intelectuales latino-

24 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

americanos que desde principios del siglo XX redescubrían el


legado histórico e intelectual hispánico, aborrecían del anterior
desprecio por la vinculación con la antigua potencia colonial que
había caracterizado a buena parte de las élites latinoamericanas a
lo largo del siglo XIX, y proclamaban que, frente a la amenaza
de expansión norteamericana y los miedos generados por la inmi-
gración masiva de varios países europeos, el hispanoamericanis-
mo y la vuelta a las raíces culturales españolas podía ser un buen
antídoto. De ahí que los proyectos de regeneración nacional ela-
La reflexión
borados por las elites emigrantes españolas incluyesen mucho de sobre España, el
aversión al Tío Sam. sueño de la
La reflexión sobre España, el sueño de la Madre Patria, lle- Madre Patria, lle-
vaba implícita una función de expansión de su prestigio sobre vaba implícita
América, que también contribuyese a superar el desdén, cuando una función de
no la ausencia de interés, con que las repúblicas latinoamericanas expansión de su
eran contempladas por la diplomacia española hasta la segunda prestigio sobre
década del siglo XX. Fueron buena expresión de ello campañas América, que
que contaron con amplio apoyo y difusión de las élites españolas también contri-
emigradas, como la proclamación del doce de octubre como Día buyese a superar
de la Raza -frente a la más genérica de Día de Colón-, la elimi- el desdén, cuan-
do no la ausencia
nación de estrofas hirientes para España de los himnos de algu-
de interés, con
nos países latinoamericanos, o, caso de Argentina, la importante
que las repúbli-
participación de la comunidad inmigrante hispánica en los fastos
cas latinoameri-
conmemorativos del primer Centenario de la Independencia del
canas eran con-
país en 1910, que incluyeron un monumento donado por los templadas por la
inmigrantes y la visita de la infanta Isabel de Borbón, la más alta diplomacia espa-
representación institucional enviada por un país europeo. Una ñola hasta la
infanta Isabel recibida por insignes republicanos españoles en el segunda década
país austral, como Rafael Calzada o Carlos Malagarriga, que en del siglo XX.

- 25
Xosé Manoel Idea y memoria de
NÚÑEZ SEIXAS España en la emigración

Actividad cultural en
la Casa de España de
Montpellier, Francia.

aquel momento ya jugaban claramente la carta de la reforma de


la España realmente existente a través del liderazgo de las colec-
tividades de emigrantes, del aporte de recursos a las campañas
republicanas o reformistas en la propia España, el apoyo finan-
ciero a las iniciativas para modernizar su cultura y sus infraes-
tructuras educativas y la exportación de ideas. De remesas mate-
riales e inmateriales.
Fue en este apartado donde la otra España imaginada por
los emigrantes más influyó sobre la evolución de la España real.
Sobre todo entre las colectividades españolas de América, y con
especial incidencia en colectivos como los emigrantes gallegos y
asturianos, se registró una multiplicidad de iniciativas tendentes
a articular la sociedad civil en las zonas rurales del país, a apoyar
y sufragar escuelas y obras públicas, obras benéficas y culturales,
que se plasmó a lo largo del primer tercio del siglo XX en varios
cientos de escuelas, de puentes y fuentes, de lavaderos y edificios

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

públicos; pero también en locales para sindicatos agrícolas, en


subvenciones para contratar maestros o modernizar la agricultu-
ra, en fondos para editar periódicos y promover nuevas ideas, y
en recursos que, también colectivamente, permitieron el acceso a
la plena propiedad de muchos campesinos; o bien posibilitaron la
mejora de la hacienda familiar, la incorporación de avances higié-
nicos en las casas rurales y la extensión de una mayor conciencia
de la necesidad de la instrucción como vehículo para crear nue-
vos ciudadanos y mejorar las oportunidades de vida de quienes
en España permanecían. En los miles de fiestas celebradas al aire
libre por emigrantes españoles en las orillas del Río de la Plata,
en la cervecería La Polar de La Habana o en Brooklyn, pero tam-
bién en la barriada obrera parisina de Saint Denis, la memoria
nostálgica de España se mezclaba con el deseo de regeneración,
el pasodoble o la muiñeira con el charlestón y el foxtrot, las obras
de Muñoz Seca con el teatro proletario o el sainete criollo argen-
tino. En ellas, de manera descoordinada, se respiraba un aire de
redención del terruño, de contornos difusos, pero que incidía en
la necesidad de regenerar y modernizar la patria de origen, tanto
para que los ausentes siguiesen soñando con volver como para
que sus parientes no tuviesen que emigrar. Como recogía el
periodista gallego emigrado en Argentina Luis Sánchez Abal en
1917, esas fiestas podían ser anticlericales, pseudo anarquistas o
de otro color, pero todas ellas acababan con un “¡Viva España!”
y un pasodoble. De ahí que el patriotismo de los emigrados apa-
reciese a los ojos de muchos observadores pensinsulares como un
patrioterismo de expresión un tanto teatralesca y localista. Pese a
ser sincero e incluso fructífero, resultaba ser para aquéllos “un
patriotismo feo, pequeño” carente de grandiosidad en su expre-

- 27
Xosé Manoel Idea y memoria de
NÚÑEZ SEIXAS España en la emigración

sión simbólica. Pues se veía la patria lejana a través de un prisma


de dimensiones locales. Era, según formulaba también el perio-
dista asturiano en Cuba Constantino Suárez, un “patriotismo
lugareño: se concibe el progreso o el atraso de España a través de
lo que sucede en el ámbito del lugar nativo”. Hasta los anarquis-
tas españoles del Buenos Aires de la Belle Époque, internaciona-
listas ellos, no podían evitar el declarar su adhesión a una patria
cuya forma de gobierno detestaban, pero cuya memoria seguían
venerando, a veces, de manera recóndita. Por ejemplo, cuando
insistían en la primacía de España entre las naciones cultas del
mundo, frente a la italofilia de los anarquistas transalpinos tam-
bién emigrados. O cuando recordaban que, en 1898, el imperia-
lismo norteamericano no hacía sino sustituir al español, evitando
solidarizarse con los independentistas cubanos.
Otros pat riotismos, en fin, hicieron también su ap a rición
entre los emigrantes. El nacionalismo vasco comenzó a trasplantar-
se y a ganar adeptos entre los emigrantes vascos y navarro s , y en
mucha menor medida entre algunos vascofranceses, desde princi-
pios del siglo XX, tanto en Argentina como en México, Cuba y
Uruguay. Lo mismo ocurrió con el catalanismo, que también ganó
a d eptos entre los inmigrantes catalanes residentes en el Sur de
Francia, Argentina y Cuba, y que durante los difíciles años de la
dictadura de Primo de Rivera (1923-30) se convirt i e ron en los
auténticos ap oyos de los sectores más radicales y revolucionarios
del nacionalismo catalán, sobre todo a través de su respaldo a
Francesc Macià. Fue en La Habana donde se promulgó por prime-
ra vez, en 1928, un proyecto de Constitución para una República
catalana. Incluso el más débil nacionalismo gallego alcanzó una
proyección notable entre las colectividades gallegas de Cuba,

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Uruguay y sobre todo Argentina con anteri o ridad a 1936. Fue en


Cuba donde, en 1921, surgió por primera vez un grupo indep e n-
dentista gallego. Al igual que había sido en Venezuela, a fines del
siglo XIX, donde el canario Secundino Delgado había soñado con
la independencia de su arch i p i é l ago nat a l , y en Venezuela donde,
en 1924, había nacido la primera publicación nacionalista canaria
conocida. En todos estos casos, es de señalar que el proceso de
conversión de élites emigrantes en nacionalistas fue muchas veces
paulatino, motivado también por el desencanto con la España real
de la Restauración o de la dictadura de Primo de Rivera; pero tam-
bién por el influjo de los propios nacionalismos latinoamericanos,
cuyo simbolismo y, a veces, imaginario fue proyectado en las pro-
pias concepciones de qué debían ser Cataluña, Euskadi, Galicia o
Canarias en el futuro. Un ejemplo fue la interp retación del pensa-
miento del teórico del nacionalismo cubano José Martí por algunos
nacionalistas catalanes y gallegos residentes en la isla. Otros facto-
res intervenían, a veces de manera contradictoria. Por ejemplo, el El proceso de
anhelo por huir de la connotación despectiva de gallego por parte conversión de
de inmigrantes cuyo origen catalán o, particularmente, vasco era élites emigrantes
señal de prestigio en algunas sociedades receptoras. O, en el caso en nacionalistas
fue muchas veces
de los gallegos, por la propia reacción de autoafirmación ante esos
paulatino, moti-
estereotipos y prejuicios, de los que se pasaba a culpabilizar a
vado también
España y a sus Gobiernos.
por el desencan-
La Guerra Civil española de 1936-39 supuso una escisión
to con la España
en los proyectos e imaginarios sobre España abrigados por los real de la
emigrantes, que ya se venía larvando desde el período de la dic- Restauración o
tadura de Primo de Rivera. Disputas en centros y asociaciones de de la dictadura
emigrantes, divisiones entre una entidad prorrepublicana y otra de Primo de
profranquista, marcaron un antes y después, jalonado a veces con Rivera.

- 29
Xosé Manoel Idea y memoria de
NÚÑEZ SEIXAS España en la emigración

peleas más que simbólicas en cafés y teatros porteños o parisinos.


La mayoría de los emigrantes, que no pertenecía a ninguna aso-
ciación, reaccionó en muchas ocasiones lamentando la suerte que
sus familiares y convecinos podían correr. Otros, como el emi-
grante gallego en Montevideo Vicente Naveiras el 28 de julio de
1936, escribían a su familia lamentándolo por “los defensores de
la patria que se están muriendo a montones”. El nutrido exilio
republicano de 1936-39, que llevó a miles de españoles a Francia,
México, Argentina, Estados Unidos y otros países, se convirtió en
una ilustración expatriada que siguió representando en el exterior
algo semejante a lo que los primeros liberales expatriados del
siglo XIX habían imaginado: la idea de una España diferente,
democrática y europea, en la que la República significase la
modernización y laicización del país, el reconocimiento de su
pluralidad etnocultural interna, la justicia social y la asunción de
los valores democráticos como piedra angular de una nueva
comunidad política. Esos postulados fueron defendidos por las
instituciones y organizaciones republicanas en el destierro, pero
también por miles de emigrantes que se habían movilizado a
favor de las fuerzas leales al Gobierno legítimo de 1936.
A partir de 1947, cuando las esperanzas de una vuelta
triunfal a España se desvanecieron por mor del cambio de cir-
cunstancias geopolíticas en el mundo, los exiliados siguieron
soñando con una España mejor, que contrarrestase la nueva ima-
gen de la España negra de siempre que ahora representaba el
franquismo. Revistas y ateneos, instituciones culturales -como el
Colegio de México-, agrupaciones y círculos de diferentes orien-
taciones políticas se fundieron con las iniciativas para encuadrar
y dotar a las entidades de emigrantes, tanto de los anteriores a

30 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Niños de la Guerra
atendidos a su llegada
a Rusia.

1936 como de los nuevos llegados tras 1946, tanto a América


como a Europa, de un significado democrático y regenerador. Esa
lucha no siempre la ganaron los exiliados. Pero también fue cier-
to que en varios países de Europa los nuevos emigrantes que tra-
bajaron en fábricas, obras públicas y establecimientos comercia-
les experimentaron lo que era la democracia occidental, el Estado
del Bienestar, el pluralismo político y sindical y la tolerancia.
Valores que también contribuyeron a moldear la imagen de la
España (o de la Galicia, Cataluña o Euskadi) que querían a su
vuelta. Conductas que eran consideradas punibles o sospechosas
por el franquismo, como la asociación o la sindicación, pasaron
a ser consideradas normales por los emigrantes. Luchar por sus
derechos y ejercitarlos en un régimen de libertades se convirtió
también en una forma de recrear la idea de una España democrá-
tica que, se esperaba, podría volver en forma de República o,
simplemente, adoptando otra forma de gobierno.

- 31
Xosé Manoel Idea y memoria de
NÚÑEZ SEIXAS España en la emigración

Tras 1975, esa idea de España también siguió presente entre


los expatriados y emigrantes. Era ya muy tarde para que la mayoría
de los exiliados pudiesen retornar. Sin embargo, no lo fue para que
lo hiciesen progresivamente muchos emigrantes económicos, que
a l go habían cambiado su idea de España, y la manera de interpretar
la memoria de su infancia, durante su experiencia en el extranjero.
No se trataba sólo, como afirma el pasodoble, de suspiros. También
de planteamientos racionales y de proyectos utópicos. Pero sin esas
utopías, retroalimentadas cierto es por pervivencias del pasado y
por la experiencia de la democracia (o de otros regímenes, particu-
larmente en Latinoamérica) en otros países, tampoco se habría
entendido el proceso de transición y consolidación democrática en
España entre 1975 y 1982. Y algo de ellas también queda en el inte-
rés de una parte significativa de los emigrantes, y de sus descen-
dientes, en la política española, alentado por las posibilidades de
p a rticipación electoral. No nos engañemos, sin embargo: a pesar de
la globalización y de la celeridad con que hoy en día circulan las
imágenes, la información y los estímulos más allá de las fronteras
españolas, la idea de España -o de las Españas- en la emigración
dista de ser la misma de la que tienen los ciudadanos residentes en
el país. Ello no la convierte ni en mejor ni en peor. Simplemente, en
otra(s) España(s). Diferente, pero que enriquece la pluralidad de
perspectivas que contribuyen a forjar el caleidoscopio de identida-
des que, en sí, convive en la España de hoy. Incluyendo a la de
muchos inmigrantes que, hoy en día, retoman a la inversa el cami-
no que hicieron sus padres o sus abuelos, y que traen consigo un
bagaje de imágenes y proyectos acerca del país de origen que no
siempre resiste al primer choque con la realidad de la España del
siglo XXI. Pero ésta es otra historia.

32 -
SITUACIÓN ACTUAL
Y RECORRIDO
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34 -
El difícil comienzo Óscar Álvarez Gila
(Portugalete, 1966). Su campo
de especialización es el estu-
de la emigración dio de la emigración vasca a
América, especialmente en los
siglos XIX y XX, desde diferen-
tes puntos de vista: emigración
religiosa, instituciones, emigra-
ción y política, etc...).
Óscar ÁLVAREZ GILA Es autor o coautor de 11 libros
y 90 artículos en obras colecti-
Doctor en Historia y profesor titular de vas y revistas nacionales e
Historia de América en la Universidad del internacionales, publicadas en
País Vasco. España, Francia, Italia,
Alemania, Suecia, Argentina,
Uruguay, Brasil, México y
Perú. Ha participado igual-
mente en la edición de 8
obras colectivas. Entre sus
obras destacan Misiones y

L
a historia de la Humanidad no es, en el fondo, sino la his- misioneros vascos en
toria de las migraciones. La movilidad geográfica ha Hispanoamérica, 1820-1960
(Bilbao, 1998); Euskal Herria y
sido una de las características recurrentes del ser huma- el aporte religioso a la iglesia
en el Río de la Plata (Bilbao,
no, ya desde el momento en que los primeros homínidos aban- 1999); Las migraciones vascas
donaron su África natal para extenderse por la práctica totalidad en perspectiva histórica, siglos
XVI-XX (Bilbao, 2002; en cola-
de la Tierra, en un proceso que duró centenares de miles de años. boración con Alberto Angulo);
siendo el más reciente un estu-
Frente a la idea fuertemente arraigada de la estabilidad de las dio sobre la vida y obra del
sociedades, la historia nos presenta numerosos ejemplos del bertsolari navarro Ignacio
Arguiñarena, emigrante en
dinamismo social, económico y político derivado del traslado de Uruguay, en colaboración con
Alberto Irigoyen: Isla Malako
masas de población entre regiones, países o continentes. Las haritza. Ignazio Argiñarena
migraciones no han sido, en modo alguno, episodios aislados y Otsotorena bertsolaritzaren
bizitza eta lana (1907-1997)
excepcionales en el devenir de las sociedades pasadas y presen- (Bilbao, 2007).
Ha sido miembro de dieciséis
tes, sino un elemento constitutivo de la mayoría de ellas. proyectos de investigación,
A lo largo de la última década, la sociedad española se financiados por instituciones
públicas y privadas
ha visto inmersa en un intenso proceso inmigratorio que, ...
Óscar El difícil comienzo
ÁLVAREZ GILA de la emigración

...
(Eusko Ikaskuntza,
como ha ocurrido en otros países que experimentaron anterior-
Fundación Españoles mente un fenómeno similar, ha generado toda una serie de res-
en el Mundo,
Universidad del País puestas en la opinión pública. Y en general esta respuesta, desde
Vasco, Universidad de
Navarra, Fondo
las voces de la calle a los discursos políticos, pasando por las
Aquitania-Euskadi del reflexiones científicas, ha abordado la cuestión desde una abierta
Gobierno Vasco,
Departamento de desmemoria, desde el convencimiento (no expresado pero sí evi-
Universidades e
Investigación del
dente) de la radical novedad del fenómeno migratorio y sus pre-
Gobierno Vasco, tendidamente apocalípticas consecuencias. Pero lo cierto es que,
Instituto de Estudios
Altoaragoneses de la sólo con que escarbemos un poco en los recuerdos más recientes
Diputación de Huesca,
Ministerio de Ciencia y
de los españoles, nos toparemos con historias de migración en las
Tecnología de España, que España no fue punto de llegada, sino de partida. No en vano
Ministerio de
Educación y Ciencia de entre los siglos XIX y XX fueron varios los millones de españo-
España, y Unión
Europea).
les que marcharon como emigrantes a otros países de Europa,
América e, incluso, otros continentes.

a) Migraciones en cadena
¿Cuáles fueron las causas de esta emigración masiva1? En
un tiempo contábamos con un cuadro explicativo simple y claro,
en el que primaban los criterios demográficos y económicos.
Pero desde que, a partir de la década de 1970, se adoptara masi-
vamente la “emigración en cadena” como el modelo explicativo
más generalizado de los procesos migratorios, los investigadores
nos encontramos ante una versión renovada del viejo dilema
sobre qué fue antes, si el huevo o la gallina. La “emigración en
cadena”2 se entiende, por lo general, como un mecanismo inte-
grado en la más amplia estructura de redes sociales de todo tipo
(familiares, de amistad, de paisanaje, de dependencia...) que ver-
tebran el tejido básico de toda sociedad. Serían todos estos lazos
interpersonales los que, en última instancia, explicarían los pro-

36 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

cesos de extensión de la práctica migratoria en un espacio y tiem-


po determinados, aquella “fiebre emigratoria” que -en el caso que
nos ocupa- comenzó a extenderse hace poco más de siglo y
medio por diversos países europeos, entre ellos España. A través
de dichos lazos interpersonales se difundirían, en primer lugar,
las informaciones de primera mano sobre la situación económi-
ca, las oportunidades laborales, los niveles de renta y salarios, y (1)
La historiografía ha veni-
las posibilidades de movilidad social de la sociedad receptora; do a adoptar el término
“emigración masiva” para
para, en un segundo momento, servir como red de apoyo a los referirse, principalmente,
recién llegados en su adaptación a un contexto social y económi- a la corriente migratoria
que desplazó a millones
co nuevo y, por lo tanto, desconocido. de europeos a tierras
ultramarinas, durante
La emigración en cadena serv i r í a , así, p a ra “saltar con red”, buena parte del siglo XIX
usando el extraordinariamente gráfico juego de palab ras que en su y el primer tercio del XX.
Su uso está también acep-
momento acuñara Yáñez Gallard o3. El denominado “ e fecto llama- tado en los estudios sobre
las migraciones españolas
da”, que en los últimos tiempos ha permeado desde su uso masi- contemporáneas, por
vo en los medios de comunicación hacia el lenguaje político, no ejemplo Sánchez-
Albornoz, ed. (1988).
sería sino un modo más de denominar un mismo sistema que, con (2)
Denominación acuñada
el paso del tiempo, no ha perdido su vigencia ni se ha modificado por MacDonald y
en sus aspectos básicos, ex c epto en la rapidez con que las nuevas MacDonald (1964), y que
ha sido profusamente uti-
t e c n o l ogías permiten los contactos entre los que part i e ron y los lizada, sobre todo en la
historiografía de las déca-
que quedaron en la tierra de ori ge n4. En general, está plenamente das de 1970 y 1980. Esta
a c eptado entre la comunidad científica que uno de los principales corriente metodológica
llegó a España con un
motores de la persistencia de las migraciones no es sino la ex i s- cierto retraso, aunque sus
resultados no han sido
tencia previa de otros inmigrantes, de la misma familia o gru p o menores (Núñez Seixas,
social, radicados con antelación en el país de destino5. 2001).
(3)
Pero el sentido común nos dice que tales cadenas no pue- Yáñez Gallardo (1996).
(4)
den retrotraerse indefinidamente hacia el pasado, sino que en un García Abad (2001).
momento debió existir un grupo de pioneros: unos primeros (5)
Entre otros: Marquiegui
inmigrantes que se asentaron en territorio hasta entonces desco- (1995).

- 37
Óscar El difícil comienzo
ÁLVAREZ GILA de la emigración

De la Estación
Marítima de Vigo
(Galicia) partieron el
siglo pasado un gran
número de barcos con
emigrantes hacia
América.

nocido para ellos, y cuyo éxito sería la clave para crear, tras de sí,
un reguero de nuevos inmigrantes llegados a través de cadenas
migratorias o, si lo preferimos, efectos llamada.

b) Pioneros, colonos y migrantes


El término pionero , que en su primera acepción en el diccio-
n a rio de la Real Academia Española se refiere a la “persona que
inicia la ex p l o ración de nuevas tierras”, se incorporó al castellano
por la vía del idioma francés, pero su capacidad evo c a d o ra nos ha
llegado a través sobre todo del cine de los Estados Unidos, país que
fue durante el siglo XIX y buena parte del XX el principal destino
de los emigrantes europeos en tiempos de la emigración masiva a
la que antes nos hemos re ferido. La imagen de los pioneros viene
ligada, p a ra aquellos que nos educamos en el referente audiovisual
de la filmografía norteamericana, a los paisajes del Far West cruza-
dos por caravanas que depositaban en las praderas vírgenes -tra s

38 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

haber sido cuidadosamente limpiadas de sus primeros pobladores


nativos- familias que venían a comenzar una nueva vida tras hab e r
roto con su pasado en el Viejo Mundo.
Ciertamente, esta imagen responde a una realidad concre t a
propia de las migraciones masivas del siglo XIX. Al igual que los
(6)
Estados Unidos, el resto de países extraeuropeos que re c i b i e ron la En la Constitución de la
práctica totalidad de los emigrantes europeos -y entre ellos, tam- República Argentina, de
1853, artículo 25, se deter-
bién, los españoles- coincidían en ser naciones extensas, con una minaba que “El Gobierno
Federal fomentará la inmi-
débil población blanca, una población nat iva en obligado re t ro c e- gración europea y se prohí-
so y, a causa de esto, grandes superficies a disposición de nuevos be la restricción, la limita-
ción y la imposición de tri-
habitantes para su explotación e incorp o ración a los nuevos merc a- butos por la entrada en el
territorio argentino de
dos nacionales y mundiales en expansión. Argentina, Uruguay, extranjeros que vengan con
Brasil, Canadá o Australia, junto con los ya citados Estados la intención de cultivar la
tierra, de mejorar las indus-
Unidos, promovieron asimismo políticas activas de colonización y trias y de introducir y ense-
ñar la ciencia y el arte”.
de fomento de la inmigración, ya que veían en la debilidad de la (7)
población autóctona -tanto por su número como por su composi- Como señala Mörner (1992,
p. 37), “en los países de la
ción racial, allí donde los indígenas eran aún la mayoría- el princi- América Española, los nue-
vos gobiernos rápidamente
pal handicap que les impedía ocupar el papel re l evante en el con- dictaron leyes favoreciendo
cierto de las naciones civilizadas para que la Nat u raleza los hab í a a los inmigrantes, autorizán-
doles a instalarse y adquirir
provisto. En América, recordaba el político y pensador argentino propiedades”. La legislación
argentina reconoció a los
Juan Bautista Alberdi, “gobernar es poblar”, máxima ésta que se inmigrantes casi los mismos
convirtió en el ideario, explícito o implícito6, de las políticas que derechos que a los natura-
les, a excepción del recluta-
los gobiernos de estas naciones desarrollaron hasta, por lo menos, miento militar y la partici-
pación política. En Estados
la gran crisis mundial de 19297, que supuso el final de las migra- Unidos, por su parte, sólo la
ciones masivas tal y como las habíamos conocido en el siglo XIX. crisis de 1929 pudo romper
la inercia política que impe-
El atractivo de un fácil acceso a la propiedad de la tierra, o día el establecimiento de
cualquier cortapisa a la
de las oportunidades de una economía en expansión, vendría a inmigración, estableciéndo-
ejercer de imán para quienes, en su Europa natal, veían sus posi- se el sistema de cuotas por
nacionalidades, en gran
bilidades de ascenso social y mejora económica notablemente medida aún vigente.

- 39
Óscar El difícil comienzo
ÁLVAREZ GILA de la emigración

constreñidas por las servidumbres de una sociedad con excesivo


peso de la historia8. La epopeya de la serie de televisión La Casa
de la Pradera en la década de 1970 mostró a una generación de
españoles, con una mezcla de lírica y épica, el proceso mediante
el cual se creaba sobre un espacio natural inmaculado una socie-
dad radicalmente nueva y joven, sin el lastre del pasado. Sin ser
esto del todo correcto -nunca ha habido “desiertos” más poblados
que las praderas y pampas a las que se dirigían estos emigrantes,
si bien sus habitantes eran indígenas-, lo cierto es que su atracti-
vo era indudable, y que entre 1830 y 1930, más de 52 millones
de europeos intentaron hacerse su hueco en la aventura ultrama-
rina (cuadro 1).

CUadro 1: Migraciones europeas a Ultramar (1830-1930)


% DESTINO % DESTINO
72,8 Estados Unidos 0,8 Uruguay
9,2 Argentina 0,6 México
7,0 Australia 0,1 Chile
6,6 Brasil 0,1 Otros
2,8 Cuba

Fuente: Mörner (1992), pp. 60-61 y 71.

Los datos cuantitativos, en todo caso, han de tomarse siem-


pre como indicadores ap roximativos de la magnitud del fenómeno.
Realmente, está ya cl a ro que nunca podremos determinar con
(8) exactitud el número de emigrantes que abandonó Europa durante
Sobre el concepto de
“naciones nuevas” en el este período. En España, las estadísticas oficiales de la emigración
periodo de las migracio- del Instituto Geográfico y Estadístico son muy tardías, pues apenas
nes masivas, cfr. Filgueiras
(1997). comienzan en 1882, y todos los historiadores que las han analiza-

40 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

do coinciden en señalar que en modo alguno re flejan las cifras re a-


les9. Además, estas series de datos no recogen sino el tránsito de
pasajeros por mar, tomando como base la idea –no totalmente cier-
ta– de que “son considerados emigrantes (…) los españoles que se
propongan abandonar el territorio pat rio con pasaje (…) de terc e ra
clase”10. En todo caso, estas consideraciones marcadas por la Ley
de Emigración española de 1907 nos sirven para conocer la ima-
gen que sobre la emigración se había formado la sociedad que esta-
ba experimentando dicho fenómeno: un transvase de trabajadores,
mano de obra de todo tipo y cualificación, desde una superpobla-
da Europa hacia nuevos territorios ultramarinos.

c) Los inmigrantes y los nuevos nichos laborales


De hecho, el aspecto laboral -y, por lo tanto, económico a
la vez que social- es un elemento explicativo crucial de las migra-
ciones. Dejando a un lado los casos en los que éstas son forzadas
-exiliados y refugiados, generalmente por persecuciones de índo-
le política, cultural, étnica o religiosa, así como por las guerras y
otros episodios de violencia, sin olvidar otras posibles causas
como las catástrofes y los cambios medioambientales-, la histo-
riografía suele coincidir en presentar las motivaciones socio-eco-
nómicas como el principal agente impulsor de los movimientos
geográficos de la población. Los emigrantes suelen desplazarse
en busca de mejores oportunidades laborales, no debiendo enten-
der éstas desde la óptica reduccionista de unos salarios mas ele-
(9)
vados, sino también -y sobre todo- desde las condiciones y pers- Sánchez Alonso (1990).
(10)
pectivas de futuro que ofrecen. Según se precisaba en la
¿Dónde encuentran estas oportunidades? Resulta una Ley de Emigración de
1907, art. 2. Cfr también
constante en los estudios migratorios señalar cómo, por lo gene- Sánchez Alonso (1991).

- 41
Óscar El difícil comienzo
ÁLVAREZ GILA de la emigración

ral, los inmigrantes de un mismo origen tienden a concentrarse en


unos determinados nichos laborales, que acaban por convertirse
para la población receptora en sinónimos de pertenencia a un
grupo étnico o nacional concreto. Ya Washington Irving, en sus
Cuentos de la Alhambra, hacía ver cómo “en Francia todos los
(11) limpiabotas son saboyanos; los porteros de las casas, suizos; y
Irving (2005); cuento “La cuando se usaban tontillos y pelo empolvado en Inglaterra, nadie
leyenda del legado del
moro”, consultado en más que los irlandeses se cargaban con una silla de manos. Lo
http://www.cervantesvir-
tual.com/servlet/SirveObras mismo sucede en España: los aguadores y mozos de cordel son
/902517354312694857324 todos robustos gallegos; nadie dice «Tráeme un mozo de cordel»,
57/p0000005.htm#I_33_
(12) sino «Anda y tráeme un gallego»”11.
Por ejemplo, Baldomero
Fernández Moreno, en el También los españoles -e incluso, a un nivel más específi-
cuento El vasco lechero co de identificación, los gallegos, los catalanes, los vascos o los
en el café, ofrecía a
comienzos del siglo XX la procedentes de cualquier otra región con una corriente migrato-
siguiente descripción, que
sigue las pautas y estereo- ria nutrida- entraron en este mismo juego y, allá donde se dirigie-
tipos más habituales sobre ron, acabaron por especializarse -y ser por ello identificados- con
la imagen de los vascos:
“he aquí que al hilo del unos oficios y ocupaciones económicas concretas. Así, por ejem-
mostrador aparece un
vasco lechero, la cara plo, los vascos -que son el caso que he estudiado más de cerca-
rosada, con dos parches siguen siendo presentados en Argentina, todavía hoy en día, bajo
más rojos pegados en las
mejillas, la boina encas- el cliché de los lecheros. Hubo un tiempo en el que, si bien no
quetada, la blusa rizada,
que no todo ha de ser for- podríamos afirmar que todos los vascos radicados en Argentina
taleza y agresividad; las se dedicaran a este negocio, sí es cierto que la práctica totalidad
piernas combadas, las
alpargatas silenciosas, y el de los abastecedores de leche de Buenos Aires y el resto de las
tarro en la mano como si
blandiera un arma o un principales ciudades del país eran originarios del País Vasco. La
guijarro listo para ser pro- imagen del vasco lechero, de este modo, es una de las más arrai-
yectado en la cara lisa y
cosmopolita del ‘barman’. gadas en el folklore argentino desde bien entrado el siglo XIX,
Y con el vasco lechero
entra también el campo, con plena vigencia en estos inicios del siglo XXI12.
un aire duro y frío y un En ciertos momentos, se ha apelado a cierta predisposición
trébol” (Fernández
Moreno, 1980). “natural” de estos grupos étnicos o nacionales para las actividades

42 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

que venían a desarrollar a la sociedad de destino13: del mismo


modo que los gallegos eran robustos y aptos para los trabajos de
gran esfuerzo; y los vascos porfiados óptimos para el trato del
ganado, los negros en Estados Unidos tendrían una predisposición
natural para el ritmo y los magrebíes en la España actual una cap a-
cidad para trabajar bajo el extremo calor del interior de los inver-
naderos. Pero la realidad suele escapar a este tipo de determinis-
mos. Y, así, cuando analizamos las pautas de inserción lab o ral de
un mismo grupo en diferentes países receptores, comprobamos que
cualquier explicación simplista cae por su base. La imagen del
gallego aguador, que Irving hacía extensiva a toda España, apenas
sí lo era en Granada: por aquella misma época, si se hubiera hech o
la misma pregunta en Madrid, la respuesta habría sido que los
gallegos son, como todo el mundo sab e, serenos.
Volvamos al caso de los vascos en América. Mientras que
en Argentina -y en su vecino Uruguay- vasco y lechero eran,
como hemos visto, dos términos sinónimos, en Cuba se los iden-
tificaba como comerciantes y tenderos, en México como moline-
ros y panaderos, y en los Estados Unidos, como pastores de ove-
jas. Ni siquiera podría aducirse una especialización en la tierra de
origen para explicar esta querencia por unos campos laborales tan
específicos, pues en ocasiones se daba el caso de emigrantes de
una misma casa que, adoptando destinos diferentes, acababan por
integrarse en los oficios que, en cada lugar, parecían reservados a (13)
los vascos. El antropólogo William Douglass, experto conocedor Usando el mismo ejemplo
anterior, Irving (2005)
e investigador de la inmigración vasca a los Estados Unidos, rela- reflexionaba cómo “la
Naturaleza parece haber
taba su propia extrañeza cuando, al iniciar un estudio sobre los formado razas, así de
vascos en Australia, se encontró para su sorpresa con que ningu- hombres como de anima-
les, para cada una de las
no se había dedicado a las labores de pastor, siendo como es diferentes ocupaciones”.

- 43
Óscar El difícil comienzo
ÁLVAREZ GILA de la emigración

Australia el país que cuenta en el mundo con una mayor cabaña


ganadera ovina: allí todos habían llegado para ser canecutters14.
El hecho de que estas identificaciones tengan raíces muy
antiguas en las sociedades receptoras, pues suelen generarse ya
desde los primeros momentos de la llegada al país de los diver-
sos grupos inmigrantes, no ayuda a comprender su génesis. Otra
pista nos la da el mismo diccionario de la Real Academia, que en
la segunda acepción de pionero nos indica que se refiere a una
“persona que da los primeros pasos en alguna actividad humana”.
Efectivamente, los inmigrantes pioneros se enfrentaban a la nece-
sidad de hacerse un hueco en el panorama laboral de la sociedad
receptora, encontrándolo por lo general en aquellas actividades
económicas que los nativos no podían o no querían ocupar. O
también, en otros casos, descubriendo nuevos nichos económicos
que, hasta el momento, habían permanecido poco o nada explo-
tados. Sólo tras el éxito en el intento de hacerse un hueco en una
determinada actividad llegaba su virtual monopolio, gracias a
una adecuada mixtura de emigración en cadena y expansión
empresarial, tal y como los chinos se han hecho en España con el
negocio de las tiendas antes conocidas como “Todo a Cien”.
En todo caso, el proceso no es nunca lineal, dejando en la
cuneta otras posibilidades de especialización que la casualidad
h i s t ó rica no dejó pro s p e ra r. Recurriendo nuevamente al ejemplo
de los inmigrantes vascos, un observador situado en la Argentina
de 1850 poco habría sospechado de la querencia lech e ra de los
euskaldunes, dado que por entonces la mayor parte de éstos part i-
(14)
Es decir, cortadores de c i p a ran en lab o res relacionadas con la ganadería extensiva (mat a-
caña de azúcar en el esta- deros, saladeros, y alambra d o res de estancias). Del mismo modo,
do de Queensland. Cfr.
Douglass (1993) y (2000). los pri m e ros vascos que llegaron a Califo rnia en plena fi eb re del

44 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

o ro en 1849, p rocedentes en primer lugar de Sudaméri c a , pronto


vieron que el futuro y la riqueza no se encontraban en una veta de
metal dorado, sino en proveer a los mineros de todo aquello que
necesitaban y estaban dispuestos a pagar, nunca mejor que ahora ,
a precio de oro. De este modo, p i o n e ros como los hermanos Pe d ro
y Bern a rdo A l t u b e,Antonio Jáuregui o Miguel Leonis, se intro d u-
jeron en el negocio de la ganadería: inicialmente ganado vacuno,
p a ra la alimentación de los mineros y colonos, pasando luego al
ganado ovino, por la demanda de lana para las industrias textiles
de la costa atlántica de los Estados Unidos15. Sin sab e rl o , estaban
dando el primer paso hacia la identificación actual entre los va s-
cos y las ovejas en los estados nort e a m e ricanos del oeste.
Indudablemente, este proceso tuvo profundas e innegables
repercusiones en el devenir de los inmigrantes que llegaban a
asentarse a un nuevo país; si bien está en discusión su carácter
beneficioso o perjudicial para la integración de éstos en su socie-
dad de acogida. La idea más comúnmente aceptada nos muestra
una imagen ambivalente. Por un lado, es cierto que la existencia
de nichos laborales ocupados por los inmigrantes les permitía a
éstos una más rápida y sencilla inserción laboral, que es el primer
y necesario paso para la integración plena16. Pero, al mismo tiem-
po, los estereotipos reinantes podían también ejercer de “techos
de cristal”, es decir, de barreras invisibles que constreñían su
paso a otras actividades, por lo general de mayor nivel socio-eco-
nómico. Un argentino podía aceptar sin problemas una legión de
gallegos changadores, de vascos lecheros o de turcos buhoneros, (15)
Paquette (1982). Douglass
pero algo en su interior se resistiría a admitir sin más prejuicios y Bilbao (1975).
un gallego médico, un vasco abogado o un turco ebanista. En Totorigaguena (2002).
(16)
todo caso, no se trata éste de un comportamiento particular de un Angulo Morales (2002).

- 45
Óscar El difícil comienzo
ÁLVAREZ GILA de la emigración

periodo de tiempo determinado en el pasado, sino que mantiene


plena vigencia en la actualidad.

d) Integración, desarraigo e identidad.


De todos modos, no todo fueron historias de éxito en las
experiencias migratorias. Si bien, por un lado, la inserción labo-
ral parece ser el primero de los ámbitos, y en el que mejor se inte-
graron los inmigrantes, no solía ocurrir lo mismo en su incorpo-
ración a la vida nacional de la sociedad que los acogió -es decir,
al conjunto de prácticas, intereses y símbolos comunes que mar-
can la distinción entre los indígenas y los foráneos-.
Chocaban, en primer lugar, las expectativas que sobre la
propia inmigración tenían los responsables políticos de los países
que la favorecían, y los mismos inmigrantes. Para los primeros,
la inmigración debía ser un proceso irreversible, un transvase de
población que echara sus raíces de forma definitiva: los países
nuevos de América u Oceanía deseaban convertir a los inmigran-
tes en la base de su propio futuro como nación, lo que hacía nece-
sario que los inmigrantes cortasen sus amarras mentales e ideo-
lógicas con su tierra de origen, haciendo tabula rasa de su pasa-
(17)
Ciertamente, la situación do para identificarse con su nueva patria adoptiva17. No eran
era un poco diferente en pocos los inmigrantes que coincidían con estas expectativas, pero
los países europeos que
recibieron inmigrantes también es cierto que por lo general solían ser más numerosos los
españoles durante el siglo
XX, tales como Francia o que emigraban con un deseo latente de retorno. Y, de hecho, aun-
Alemania; pero incluso en que al final estos deseos de retorno no se llegasen a cumplir, el
estos casos hubo también
fuerzas que invitaban a la emigrante siempre presentaría una resistencia a su integración
efectiva nacionalización
cultural de los inmigran- plena, al entender la emigración, no como una decisión definiti-
tes, si es que optaban por va, sino como una mera etapa en su proyecto de vida.
hacer de aquellos países
su residencia permanente. El choque entre ambas concepciones se presentaba en

46 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Alumnos del Colegio


Islas Canarias de
Montevideo, Uruguay.

muchos niveles. La educación fue uno de ellos. Así, frente a los


esfuerzos que diversas colectividades inmigrantes en países
como Argentina o Estados Unidos hicieron por establecer siste-
mas de enseñanza “étnicos” que asegurasen la transmisión de la
identidad nacional de los padres extranjeros a sus hijos ya ameri-
canos18, los estados pusieron todo su empeño en usar la escuela
como medio de integración de una sociedad hecha de retales del
aluvión inmigratorio. Su objetivo no sería otro que disolver la
herencia cultural de los nuevos ciudadanos en una comunión de
simbología y rituales patrióticos aprendidos (en torno a la bande-
ra, el himno y la glorificación de la historia nacional19), como
herramienta para lograr la deseada disolución de los elementos
extranjeros en una misma identidad. También se encuentran dis-
(18)
funciones a la hora de conseguir integrar al inmigrante en el cuer- Iriani Zalakain y Álvarez
po político de la sociedad receptora, esfuerzos que bascularon Gila (2003).
(19)
entre el relativo éxito de los Estados Unidos, hasta el fracaso más Solari (1995).

- 47
Óscar El difícil comienzo
ÁLVAREZ GILA de la emigración

estrepitoso, como ocurriera con los españoles en Argentina20. Se


ha aducido el poco atractivo que podía tener para los inmigrantes
acogerse a la nacionalización en países en los que su situación
legal era casi totalmente equiparable a la de los autóctonos, con
la sola excepción del voto y sin la servidumbre de las obligacio-
nes militares21.
Mas por encima de todo esto se hallaba, sin duda, el más
intangible pero no por ello menos importante proceso de integra-
ción social, es decir, la aceptación por parte de la sociedad recep-
tora de los inmigrantes desde unos parámetros de normalidad y,
en cierto modo, igualdad. Una de las vías para ello fue, sin duda,
la conversión del viejo estereotipo, inicialmente dotado de gran
carga peyorativa, en un “orgullo étnico”, constituido por una rei-
vindicación de los orígenes que ya no se presentaban en colisión
con la integración en la sociedad receptora. Y, en este punto, la
labor del asociacionismo fue crucial para hacer emerger una
visión positiva de la inmigración.
(20)
García Sebastián e) El espíritu de protección y el nacimiento de las prime -
(2005:167).
(21) ras asociaciones.
Si bien, en otros casos, la
participación voluntaria La comprensión de las motivaciones que lleva ron a los
en el Ejército, sobre todo i n m i grantes a generar un, en mu chas ocasiones, denso tejido aso-
en situaciones bélicas, fue
usado por algunos inmi- c i at ivo en las sociedades re c eptoras, es todavía una cuestión bajo
grantes para lograr la
aceptación social de sus un intenso deb ate en los estudios migrat o rios. A la pregunta de por
nuevos conciudadanos; tal qué se asociaban los inmigrantes, ge n e ralmente las respuestas han
es el caso, por ejemplo,
de los vascos en los solido distri bu i rse en un haz entre dos focos principales: quienes
Estados Unidos durante la
Segunda Guerra Mundial. c o n s i d e ran estas instituciones como una resistencia, frente a quie-
(Bieter y Bieter, 2004). nes las ven como un primer paso hacia la integración22. Para los
(22)
Ramos Martínez (2008). p ri m e ro s , este tipo de asociacionismo reflejaría, s o b re todo, los

48 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

deseos de los inmigrantes por re c o n s t ruir en la medida de lo posi-


bl e, aunque sólo fuera de fo rma virtual, su sociedad de ori gen; las
también llamadas “instituciones étnicas”, con su va riedad funcio-
nal (sociedades de socorros mutuos, entidades re c re at ivas, clubes
d ep o rt ivos, centros políticos, instituciones educat ivas, etc...), ve n-
drían a constituir un entramado en el que se integrarían todos los
aspectos de la vida cotidiana, p e rmitiendo al emigrante vivir en su
p at ria tras hab e rla abandonado. Desde otro punto de vista, los
estudios sobre lidera z go étnico han mostrado cómo estas asocia-
ciones fueron usadas, por los más destacados de sus miembro s ,
como una vía de integración sui ge n e ris en la vida política, en su
calidad de interl o c u t o res entre la sociedad re c ep t o ra y su propio
grupo o colectividad inmigrante23.
Otras clasificaciones, por su parte, han incidido más en la
propia utilidad de este asociacionismo, dado que en muchos de
los casos, y sobre todo en las asociaciones más antiguas, se halla
presente de modo palpable el carácter práctico ligado a la provi-
sión de servicios de asistencia y protección (medicina, educa-
ción, seguros de enfermedad, e incluso asistencia en la repatria-
ción o la muerte). Según esta corriente interpretativa, el motivo
que llevaría a los inmigrantes a acudir a estas instituciones no
sería tanto un deseo elaborado de identidad nacional, sino más
bien el acceso a dichos servicios, al no poder -por desconoci-
miento u otros motivos- acceder a los sistemas de protección y
asistencia mutua de la población nativa. No en vano, por ejemplo,
las asociaciones de inmigrantes más antiguas existentes en
Argentina sean sendas sociedades de socorros mutuos (la Italiana
y la Española), hacia mediados del siglo XIX. De hecho, el aso- (23)
Devoto y Fernández
ciacionismo español (ya fuera nacional o regional) que surgió en (1990).

- 49
Óscar El difícil comienzo
ÁLVAREZ GILA de la emigración

Mano de obra
española para Europa
en los años 60.

este país durante el resto de dicho siglo, recogería indefectible-


mente en sus estatutos la idea de los socorros mutuos como uno
de los objetivos de su nacimiento, incluso en el caso de que tales
socorros nunca fueran puestos en marcha, o fueran rápidamente
cancelados (como es el caso de las primeras asociaciones vascas
de Argentina, el centro Laurak Bat de Buenos Aires, 1876; y la
sociedad de socorros Laurak Bat de Bahía Blanca, 1895).
Muy posiblemente, ninguna de las interpretaciones pre-
cedentes sea totalmente verdadera, ni tampoco falsa. De hecho,
bajo el apelativo del asociacionismo de los inmigrantes, se escon-
de una casuística muy divergente, modulada en gran medida por
la particular intrahistoria de las diversas colectividades y su inte-
gración en el entorno en el que se radicaron. Más aún, los mis-
mos socios de una de estas entidades podrían haber sido atraídos
por motivos muy diferentes, incluso contrapuestos. Lo que, en
todo caso, resulta innegable, y es el punto clave para comprender

50 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

el fenómeno, es la fortísima tendencia que presentan los grupos


inmigrantes, tal y como puede rastrearse a lo largo de la historia
en épocas, lugares y contextos muy diversos, para promover ini-
ciativas de asociacionismo. Existe, con las lógicas matizaciones,
una línea de continuidad entre las congregaciones de originarios
que florecieron a lo largo del imperio español durante los siglos
XVI al XVIII, con los centros y sociedades de socorros de la
época de las migraciones masivas, e incluso con los más recien-
tes puntos de encuentro virtuales que florecen en Internet. No en
vano es fuera del hogar, en tierra extranjera, donde se dan las
condiciones más propicias para que la persona se cuestione sobre
el contenido y los límites de su propia identidad nacional.

- 51
Oscar
ÁLVAREZ GILA

ANGULO MORALES, Alberto (2002); “«El más feliz éxito de su des-


tino...»: Medios de integración del emigrante vasco en América y Europa
durante el siglo XVIII”, en ÁLVAREZ GILA, Óscar y Alberto ANGU-
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54 -
Educar: el compromiso
de la añoranza fecunda. Vicente Pena Saavedra.
Profesor titular de la USC.
Entre la filantropía docente de los indianos y Dirigió el área de
la obra escolarizadora de las Sociedades de Documentación educativa y
p ub li c ac io ne s del Instituto
Instrucción (SS. XVI-XXI) de Ciencias de la Educación
(ICE) de la USC. Impartió
clases, dictó conferencias y
realizó estancias en centros
Vicente PEÑA SAAVEDRA de estudios superiores de
Latinoamérica, África y
Pedagogo y doctor en Filosofía y Ciencias de la Europa. Sus líneas de inves-
Educación por la Universidad de Santiago de tigación se han venido cen-
Compostela (USC). trando en la Di men si ón
educativa y cultural de la
emigración transoceánica y
continental (ss. XVII-XXI), en
la Educación popular en la
Galicia rural y en el
Museísmo pedagógico en el

S
ostienen los expertos que la escala regional constituye mun do.
la más idónea para acotar los estudios migratorios, Autor o coautor de 18
libros y de más de 75 artí-
puesto que permite singularizar los perfiles y variantes culos en publicaciones de
su especialidad. Director y
que adopta un fenómeno en sus territorios de naturaleza e guionista de 15 documenta-
incidencia, evitando que su entidad y las particularidades del les de historia de la vida
profesional de educadores
mismo queden diluidas al ensamblarlo en escenarios más gallegos. Entre sus obras de
tema migratorio cabe citar:
difusos y heterogéneos. Ello no es óbice, claro está, para reco- Éxodo, organización comu -
nocer la impronta que sobre él puedan ejercer condicionantes nitaria e intervención esco -
l ar, 2 vols. [1991]; Ga li c ia -
externos de distinto signo. Ni tampoco razón evasiva suficien- América: relacións históri -
cas e retos de futuro [1 99 3]
te para abandonar cualquier intento de enfoque comparativo (coord.); Informe socio-edu -
entre diversos escenarios, algunas veces contiguos. cativo: os galegos da tercei -
ra idade en América [ 19 96 ]
Admitido el anterior supuesto, por extensión ha de (dir.) y Repertorio da prensa
galega da emigración
asumirse que las derivaciones de los procesos migratorios, [1998] (dir). Actuó como
cualesquiera que sean, han de requerir correlativamente un comisario de numerosas
exposiciones sobre temática
tratamiento de alcance más reducido que el de cobertura ...
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

...
educativa y migratoria.
nacional, para obviar erróneas homogeneizaciones y falaces ten-
Fue miembro de la tativas de generalización que corren el riesgo de desmoronarse
Ponencia de Cultura
Galega no Exterior del ante el más elemental juicio crítico.
Consello da Cultura
Galega [1993-1999] e
Siendo así, nuestros comentarios han de encontrar en algunas
integra la Comisión téc- de las áreas regionales del país (hoy comunidades autónomas, si el
nica del Arquivo da
Emigración Galega lector prefiere esta nomenclatura de diferente carga simbólica) su
[1993-2008].
Cofundador y coeditor
espacio de referencia y concreción fundamental, no resultando
[1995-1999] de la revis- siempre extrapolables de una a otra, sin los preceptivos ajustes, bajo
ta Estudios Migratorios.
Impulsor y primer el peligro de incurrir en un falseamiento de la realidad.
Coordinador científico
del Museo Pedagóxico
Consecuentes con lo hasta aquí expuesto, en las páginas
de Galicia (MUPEGA) que siguen intentaremos aproximarnos desde una óptica macros-
[2001-2007]. Está vincu-
lado a órganos consulti- cópica y al propio tiempo territorializada a las relaciones entre
vos y comités de eva-
luación de distintas
los componentes que forman el binomio emigración-educación
publicaciones periódi- en la perspectiva de la historia, con una marcada focalización
cas e instituciones cien-
tíficas. Pertenece a hacia algunos de los enclaves de la geografía española más signi-
diversas agrupaciones
profesionales de su
ficativos por su contribución al trasvase humano ultramarino.
especialidad, como la Ciertamente, la vertebración de ambos conceptos, tanto en el
Asociación para el
Estudio de los Exilios y dominio especulativo como en su materialización práctica, regis-
Migraciones Ibéricos
Contemporáneos
tra múltiples y sugerentes vertientes de análisis que han suscita-
(AEMIC). do entre nosotros la atención de los tratadistas a lo largo de los
dos últimos siglos y, de manera especial, a partir de las postrime-
rías de la penúltima centuria, cuando el movimiento migratorio
adquirió la categoría de éxodo al afectar directa o indirectamen-
te a todo un pueblo y no ya a un segmento demográfico más o
menos mayoritario del mismo.
Ahora bien, de todas las dimensiones susceptibles de inda-
gación que presenta el citado binomio, la de superior reclamo
para los publicistas coetáneos ha venido siendo, en su genealogía
y desarrollo, la tocante a la actuación escolar de los transterrados

56 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

en sus localidades emisoras. Las acciones desplegadas en este


orden han de inscribirse dentro de la dinámica transferencial más
genérica de remesas y aportes de variada índole que los emigran-
tes efectúan como consecuencia del mantenimiento de los víncu-
los de engarce con sus pagos de origen. O, en otras palabras,
quizá más elocuentes y contundentes. El cúmulo y la heteroge-
neidad de tales remesas y aportes patentizan que la emigración, a
pesar de la quiebra traumática que inicialmente comportó con el
entorno humano, convivencial y ecológico primario, para milla-
res de sus protagonistas, en el devenir de los años fue incapaz de
consumar el desarraigo pleno de su comunidad matriz. Antes al
contrario, contribuyó a afianzar, aún más si cabe, los nexos con
ella desde la distancia –allí donde todo tiende a idealizarse–, a
reforzar la solidaridad con sus miembros –paisanos, al fin y al
cabo, con mejor o peor suerte– y a intensificar o hacer aflorar el
compromiso expreso a favor de su progreso y modernidad. De La emigración, a
ahí que, aunque a las remesas y a los donativos se les confieran pesar de la quie-
destinos diversos, una fracción muy considerable de ellos se bra traumática,
canalice hacia equipamientos infraestructurales y servicios de en el devenir de
uso comunitario, con una acentuada predilección por las dotacio- los años fue inca-
paz de consumar
nes edilicias y de menaje en la esfera escolar que va multiplicán-
el desarraigo
dose lustro a lustro.
pleno de su comu-
Pero si los cronistas y columnistas de otrora les concedie-
nidad matriz.
ron en sus producciones y medios impresos un lugar privilegiado
Antes al contra-
o de relieve a este tipo de contribuciones, otorgándoles con fre- rio, contribuyó a
cuencia en sus escritos palabras laudatorias y ponderados discur- afianzar, aún más
sos en un tono panegírico, lo cierto es que, salvo muy contadas si cabe, los nexos
excepciones, el tema a pesar de su indudable atractivo intrínseco con ella desde la
para cualquier observador autóctono o foráneo, no llegó a desper- distancia.

- 57
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

tar el interés monográfico de los investigadores hasta los umbra-


les de la penúltima década del pasado siglo. Desde entonces, ha
venido siendo objeto de examen y escrutinio, muy generoso prin-
cipalmente en los emplazamientos donde las remesas tuvieron a
sus más abundantes beneficiarios, que coinciden también, por lo
regular, con los lugares de partida del grueso de los benefactores.
A ello nos referiremos a continuación, desde el indispensable
ejercicio de síntesis que un tema como el enunciado demanda y,
más aún, cuando ha de ser bosquejado en perspectiva panhispana
como reclama la obra que lo acoge.

COORDENADAS DE LA INTERVENCIÓN
ESCOLAR DE LOS AUSENTES
En correspondencia con el ciclo cronológico de la emigra-
ción torrencial con destino transoceánico, fue también en ese
intervalo cuando la intervención escolar de los emigrantes ultra-
marinos en sus lares de origen frisó las máximas cotas de fertili-
dad, difusión y fortaleza. No obstante, resultaría incorrecto res-
tringir la munificencia de los ausentes en el área educativa exclu-
sivamente a la secuencia temporal que media entre el orto del
último cuarto del siglo XIX y el ocaso del primer tercio del XX.
Los resultados de las investigaciones recientes vienen a con-
firmarnos de un modo irre f u t able que el mecenazgo que nos ocupa
se encuadra en un periplo de extensa duración, todavía vigente en
la actualidad, que comprende en su diacronía más de cuat ro siglos
y medio (1540-2008). En el transcurso de este prolongado itinera-
ri o , las actuaciones emprendidas se amoldan a dos patrones de
emergencia sucesiva, los cuales andando el tiempo acabarán por
tener coexistencia simultánea. El primero, y más longevo, de titu-

58 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Edificio del club de


campo del Centro
Asturiano de Oviedo,
ubicado en el
Naranco, donde se
levantó en el año
1927 como uno de los
pabellones sanitarios
realizado con dinero
aportado por los
indianos.

laridad individual, aunque con episódicas variantes en su defi n i t i-


va configuración. El segundo, y de perv ivencia más concisa, de
titularidad colectiva. Aquél polarizado hacia la metrópoli, si bien
con ramificaciones externas fuera de su contexto étnico (Peña
Saavedra, 2000). Y éste, a su vez, b i f u c a rdo hacia los lugares de
procedencia y destino del éxodo y dirigido hacia los efectivos
humanos que engrosan en territorios distintos la misma comunidad
cultural (Peña Saavedra, 1991, 1995-96, 2002).

INDIANOS: PIONEROS DE LARGO RECORRIDO


Los agentes promotores de la variante individual fueron los
conocidos con el apelativo genérico –aunque un tanto equívoco en
la literat u ra y en la prensa– de los indianos, término que en su día
elegimos precisamente para identificar a los protagonistas de esta
variante interventora y diferenciarlos de los que participan común-
mente en la colectiva (Peña Saavedra, 1991, vol. I, pp. 288-298).

- 59
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

Por lo que a estas alturas sabemos, la acción filantrópico-


educativa de los indianos comienza a hacerse visible en los lus-
tros centrales del siglo XVI, si bien es verdad que con notorios
hiatos cronológicos interregionales que, según los conocimientos
hasta ahora disponibles, alcanzan alrededor de dos centurias,
interregno que probablemente se acorte conforme avance la
investigación. A título ilustrativo podemos avanzar que en el País
Vasco se documentan aportaciones desde 1540/1541 y durante
toda la segunda mitad de ese siglo para la implantación de cáte-
dras de latinidad, la provisión de conventos o la dotación de
becas (González Cembellín, 1993). Un poco después, a la altura
de 1580, se data en La Rioja la primera pensión sufragada desde
México para costear estudios a los naturales de la villa de Cañas,
en la comarca de Nájera – Rioja Alta, y se sospecha que pudiese
haber otra similar de procedencia peruana por las mismas fechas
(Zapater Cornejo, 1991, 2006 y 2007). En Galicia, en cambio, las
primeras remesas de las que poseemos noticia se sitúan a
comienzos del segundo lustro del siglo XVII (1607) y van encau-
zadas a costear la instalación del convento de Dominicos de
Ourense y a financiar los estudios universitarios de cinco parien-
tes del otorgante, a la sazón radicado en Potosí (Bolivia) (Peña
Saavedra, 1999a, pp. 375-389). En Asturias, no parece haber
indicios de donaciones en la esfera escolar hasta que se franquea
el ecuador de la misma centuria (1652), momento en que desde
la diáspora se funda por medio de protocolo testamentario una
obra pía para la apertura y el sostenimiento de una escuela en Pría
(Llanes) (Fernández Fernández, 2003, p. 115). Y en Cantabria, el
protectorado docente de los indianos se demora al menos hasta
bien entrada la segunda mitad el siglo XVIII (Castrillo Sagredo,

60 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

1926, pp. 160-172; Soldevilla y Rueda, 1992, pp. 321-329). Para


completar el panorama peninsular faltaría escrutar las donaciones
que se recibieron en otros espacios con una presencia muy signi-
ficada allende el Océano durante la etapa colonial, de los que
carecemos de información precisa y globalizadora.
La labor filantrópico-docente de los indianos se mantiene
sinuosa y discontinua desde su génesis hasta muy avanzado el pasa-
do siglo (Álvarez Quintana, 1991, vol. II, p. 290; Fernández
Gutiérrez, 2003, pp. 28-29) y, cuando menos en Galicia, prosigue
su andadura hasta la actualidad, ya en palmario declive por razones
obvias, dando pruebas, sin embargo, esporádicamente, de la esplen-
didez que la caracterizó antaño (Peña Saavedra, 1997, 2000, 2002).
El inventario exhaustivo de este tipo de contribuciones está
aún pendiente de ejecución. Y sospechamos que se demorará
durante algún tiempo por las múltiples dificultades que la tarea
entraña, derivadas de su dilatada temporalidad, las diferentes
coyunturas por las que muchas de las aportaciones transitan, la
disparidad endógena que el conjunto encierra o la precariedad y La labor filantró-
efimeridad que distingue a no pocas, en razón de su misma natu- pico-docente de
raleza, tan a menudo frágil o inconsistente. Sin desdeñar tampo- los indianos se
mantiene sinuosa
co la confusión muy habitual de atribuir presunta estirpe indiana
y discontinua
a algunas entregas que nada tienen que ver con las Indias, mien-
desde su génesis
tras se ignora la condición de origen de otras que nutren el abul-
hasta muy avan-
tado elenco estadístico de instituciones españolas de beneficencia
zado el pasado
y previsión (Peña Saavedra, 1999c, p. 224). siglo y, cuando
Con las prevenciones que nos aconseja lo expuesto en el menos en Galicia,
párrafo anterior, ofreceremos un recuento provisional y territoria- prosigue su anda-
lizado de lo que representó a grandes trazos el mecenazgo de los dura hasta la
indianos en la parcela escolar. actualidad.

- 61
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

Partiendo del País Vasco, donde hemos situado la donación


más temprana de los ausentes norteños, González Cembellín
(1993) consigna un total de 67 contribuciones con fines educati-
vos entre 1540 y 1940. Las realizaciones en las que se sustancian
son muy diversas, pero con una manifiesta supremacía de las
escuelas de primeras letras, cuyo cómputo asciende a 26. Les
siguen en orden de importancia las dotaciones para la creación y
sostenimiento de conventos, que suman 16, aunque no todas las
mandas se cumplieron conforme a la voluntad expresada por los
donantes. A continuación figuran las remesas para la implanta-
ción de cátedras de latinidad o gramática, con una cuota de 6,
idéntica a la que registra la provisión de salarios para maestros. Y
por último se encuentran diferentes legados que tienen como
designación, respectivamente, 5 bolsas de estudios, 2 colegios de
enseñanza secundaria, otro tipo de obras docentes (en dos ocasio-
nes) y 1 hospicio. La distribución cronológica de estas ayudas,
destinadas a optimizar las prestaciones del sector educativo, per-
mite discernir dos ciclos de vigorosa actividad fundacional, que
corresponden a la segunda mitad del siglo XVIII y al mismo perí-
odo de la centuria siguiente, con una prolongación hacia las déca-
das aurorales del siglo XX; y dos fases netamente recesivas que
se ubican en la primera mitad del siglo XVII y en los cuatro lus-
tros iniciales del XIX. Finalmente, en cuanto a su reparto por la
geografía vasca, en términos generales, la provincia de Vizcaya
parece haber sido la más favorecida, ocupando la segunda posi-
ción la de Guipúzcoa y muy rezagada en relación a las dos se
sitúa Álava. El inspector Benito Castrillo Sagredo (1926, pp.
182-184) en su catálogo ya clásico sobre la materia les atribuye
a los indianos vascos algunas otras contribuciones docentes que

62 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Edificio del Centro


Gallego de La
Habana, Cuba.

se omiten en la obra de González Cembellín, entre las que sobre-


salen por su relieve la Universidad Comercial de Deusto, debida
a los hermanos Domingo y Pedro Aguirre, establecidos en
México, y un cuantioso donativo a la villa de Lequeitio, estima-
do en 1.153.745 pesetas, procedente de los también mexicanos
José y Javier Uribarri, y José y Pascual L. Abaroa.
Pasando ya a La Rioja, Miguel Zapater Cornejo le viene
dedicando a la fi l a n t ropía docente de los emigrantes de estas tierras
una investigación continuada a lo largo de veinticinco años, cuyos
resultados ha ido actualizando y difundiendo a través de varios
libros y múltiples colab o raciones que vieron la luz desde 1991. En
su última monografía de reciente ap a rición (2007) reseña 29 obras
de ori gen indiano a favor de la educación –excluidas las asociacio-
nes– de un total de 130 ap o rtes de todo tipo de ascendencia entre
los siglos XVI y XX. Su objeto se disemina, en progresión decre-
ciente, hacia los siguientes ámbitos: creación, provisión y sosteni-

- 63
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

miento de colegios de enseñanza primaria: 12; ayudas varias: 6;


pensiones y becas para estudiantes: 5; escuelas de gramática: 4, y
ayudas complementarias: 2. El monto más elevado de la acción
benéfico-escolar se concentra en los siglos XIX y XX, totalizando
ambos 15 contribuciones, con una ligera ventaja del segundo sobre
el primero. Las zonas más favorecidas por la munificencia indiana
en el sector que nos ocupa fueron las localidades pertenecientes a
los Partidos Judiciales de Torrecilla en Cameros y Nájera , demar-
caciones ambas de precoz y copiosa emigración.
En Cantab ri a, de acuerdo con los datos compilados por
Consuelo Soldevilla y Germán Rueda (1992, pp. 321-329), el
m e c e n a z go indiano en el área educat iva parece demora rse sensi-
blemente, de fo rma sospech o s a , respecto a otros terri t o rios aleda-
ños. Pe ro desde su fl o ración logró tener continuidad al menos
hasta el ecuador de la década de los 70 del pasado siglo, cubri e n-
do con creces casi toda la contempora n e i d a d. En el decurso de
este intervalo, no menos de 65 poblaciones recibieron los benefi-
cios de la enseñanza a expensas de sus vecinos ex p at riados. La
m ayoría de los pro t e c t o res destinaron sus remesas a la implanta-
ción y mantenimiento de escuelas de pri m e ras letra s , siendo at e n-
didas alrededor de 40. También se constata la provisión de 9 becas
p a ra cursar estudios, a las que cabe agregar otros ap o rtes aplica-
dos a realizaciones educat ivo-culturales de variado tipo como una
p re c eptoría de lat í n , una escuela de gramática, un colegio de
segunda enseñanza, una escuela de náutica, una biblioteca circ u-
lante o la subvención de clases especiales para futuros emigrantes.
En el padrón de benefa c t o res descuella por su dadivosidad Ramón
Pe l ayo, M a rqués de Valdecilla, quien tras lab rar una inmensa fo r-
tuna en Cuba efectuó una donación calculada en 30 millones de

64 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

pesetas, de los cuales un 60% se canalizó hacia servicios hospita-


larios, según acreditan Soldevilla y Rueda. Castrillo (1926, pp.
160 y 166-168) por su part e, le at ri buye una inversión de 18 millo-
nes de pesetas en instrucción pri m a ri a , un millón destinado a la
Unive rsidad de Madrid y una partida no especificada para coope-
rar a la instalación de la biblioteca Menéndez Pelayo. A la par de
este Grande de España destacan, asimismo, Antonio López,
Marqués de Comillas, fundador de la Unive rsidad Pontificia; Ju a n
Manuel Manzanedo y González, Duque de Santoña y Marqués de
Manzanedo, que fue promotor financiero de un colegio de seg u n-
da enseñanza con estudios de comerc i o , náutica, idiomas y ador-
no, además de un hospital, y Agapito Cagi ga que otorgó más de
un millón de pesetas para la ap e rt u ra de escuelas graduadas y la
construcción de viviendas de maestro s .
Sin ningún género de dudas, A s t u rias constituyó una de las
dos regiones de la cenefa cantábrica donde la intervención escolar
de los emigrantes transoceánicos frisó cotas más altas por el cau-
dal de iniciat ivas proyectadas y por su canon de materialización.
La obra de Castri l l o , a la que venimos haciendo re i t e rada men-
ción, aunque confusa y hasta caótica en mu chos de sus pasajes
–particularmente por la promiscuidad en la que incurre al indiani -
zar de manera tácita, y quizás delibera d a , a todos los benefactores
docentes–, avala la rep e rcusión que tuvo la acción de los asturi a-
nos de A m é rica en la expansión, diversificación y modernización
de la red escolar en su comunidad de procedencia.
Como ya adelantamos en su momento, desde la década
central del siglo XVII hay constancia de la fundación de establ e-
cimientos académicos en A s t u rias con capital llegado de las Indias
occidentales. El flujo de remesas destinadas a este fin, –todavía

- 65
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

muy oscuro en su fase ge rminal– se mantuvo activo, aunque fl u c-


t u a n t e, d u rante más de trescientos años. Los aún insuficientes
estudios concluidos y publicados sobre la mat e ria no perm i t e n
conocer con toda precisión el elenco de ap o rtaciones escolares en
las que se plasmó la munificencia de los ausentes. Distintos auto-
re s , siguiendo a Benito Castrillo en sus ge n e rosas ponderaciones,
han cifrado en 350 el número de centros docentes que a la altura
de 1922 los asturianos del exterior habían implantado en sus
p agos de ori gen y sobre los que venían ejerciendo el protectorado
( B e rmejo Lore n zo , 1992, p. 249; Mato Díaz, 1992, p. 105;
M o rales Saro , 1988, p. 70 y 1992, p. 84). En efe c t o , de acuerd o
con el testimonio re c abado del inspector asturiano por Dionisio
P é rez (1922) eran “más de 350 las escuelas cre a d a s ” , añadiendo a
este cómputo otros pormenores como que “han contribuido a su
c o n s t rucción y contri buyen a su sostenimiento más de 9.000 emi-
grados, y pasan de 20 millones de pesetas las cantidades inve rt i-
das en esta obra miseri c o rdiosa de enseñar al que no sabe”. Como
es fácil de adivinar, en este regi s t ro sumat o rio se incl u yen de
m a n e ra indife renciada tanto las fundaciones y remesas de titulari-
dad individual como las contri buciones corp o rat ivas. Y por lo que
se infiere de los comentarios que el columnista hace en otros pasa-
jes de su artículo, en esa partida global fi g u ran agregados el con-
junto de los donat ivos que ve ri fi c a ron todos los protectores de la
enseñanza a su regi ó n , indianos o bienhech o res de otra alcurnia.
Covadonga Álvarez (1991) en un extenso y meritorio
informe de investigación que se sustenta, entre otras fuentes, en
un sólido y paciente estudio de campo dirigido a escrutar la
arquitectura de los indianos del Principado, llega a censar 232
establecimientos escolares erigidos con capital americano, cifra

66 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

que contiene tanto los de iniciativa individual como los de pro-


moción colectiva y que, según sus apreciaciones, podría elevarse
hasta los tres centenares si se llevase a término un rastreo más
minucioso y exhaustivo pueblo a pueblo. Los datos suministrados
por esta autora permiten colegir que la modalidad individual se
impuso con firmeza sobre cualquier otra en esta provincia. Con
todo, los importes invertidos en la enseñanza por los distintos
benefactores resultan muy dispares, lo mismo que su implicación
en la obra docente que sufragan.
Ángel Mato (1992, pp. 181-182 y 537-540) ha tratado de
desglosar las fundaciones benéfico-docentes instituidas por los
indianos de las auspiciadas por otros fi l á n t ropos asturianos y que
permanecían vigentes en el período comprendido entre 1923 y
1936. El número total de fundaciones contabilizadas asciende a
112, de las cuales 51 (45,54%) estaban sostenidas con caudales
procedentes de ultramar. Mato añade que sólo 48 fundaciones
mantenían en activo alguna escuela en los años antes indicados,
subvencionando en conjunto 82 aulas. No llega a precisar el núme-
ro de clases correspondientes a las fundaciones indianas, aunque
de su relación se desprende que al menos 18 instituciones no dis-
ponían de aulas en funcionamiento. En un balance totalizador,
tomando como base las cifras divulgadas por Castrillo, sin introdu-
cir cri t e rios corre c t o res ni discriminar entre variantes fundaciona-
les, concluye que “las escuelas construidas por los americanos
hasta 1923 significarían casi una cuarta parte de la red inmobilia-
ria asturiana”, la cual por entonces comprendía 1.400 escuelas
públicas. Además, apostilla que durante el tramo que media entre
1923 y 1931 “los americanos participaron en la construcción de
150 edificios escuela, en colab o ración con los retornados, otros

- 67
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

Quinta Guadalupe,
Archivo de Indianos
en Colombres,
Asturias.

e m i grantes, vecinos y ayuntamientos” (Mato, 1992, p. 108), valor


este último que no concuerda con los cómputos que maneja
Covadonga Álvarez. Según los cálculos del autor que venimos glo-
sando, el recuento integral para el Principado se situaría en unos
500 centros académicos deudores de la emigración, guarismo que
con los datos conocidos se nos antoja un tanto desmesurado.
En fechas más recientes Mª Fernanda Fernández Gutiérrez
(2003) presentó un nuevo repertorio de “construcciones escolares
asturianas debidas al patrocinio indiano o de emigrantes” que
sigue muy de cerca y actualiza en parte el inventario que había
elaborado a comienzos de los 90 Covadonga Álvarez . En él llega
a registrar 277 contribuciones docentes de procedencia america-
(1)
No obstante, la autora na1, de las cuales unas 122 (44%) son de autoría individual y 83
hace referencia de
manera genérica en algu- (30%) de patrocinio mixto (indianos en aparcería con el vecinda-
nos pasajes de su texto a rio, la administración local y otras entidades). Las cifras difieren
casi 300 centros escola-
res (pp. 18 y 52). notablemente de las ofrecidas por Mato, si bien es cierto que la

68 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

autora a la que seguimos se centra de manera especial en el escru-


tinio del patrimonio arquitectónico costeado por los emigrantes,
sin por ello prescindir de otros aportes al campo de la enseñanza
con el mismo origen. Sus recuentos confirman la conclusión a la
que nos conducía el trabajo de Covadonga Álvarez y que, en
buena medida, corroboran los testimonios de otros autores en
cuanto que en Asturias, como en las demás regiones hasta aquí
examinadas, el mecenazgo individual aventaja con creces a otras
variantes de intervención de los ausentes en el área educativa.
El reparto cronológico de estas contribuciones le confiere
una clara primacía a la primera mitad del siglo XX, en la que se
concentran alrededor del 80% de ellas. Le sigue a gran distancia,
con una tasa del 12%, la segunda mitad de la centuria anterior,
que en su último cuarto experimenta el despegue de una dinámi-
ca fundacional sin parangón hasta aquel momento, mientras que
las restantes etapas precedentes arrojan índices meramente resi-
duales, propios de coyunturas adversas o de procesos de incipien-
te configuración.
En general, los pueblos de la franja costera fueron los que
resultaron más favorecidos por el protectorado docente de los
indianos y de las minorías opulentas de Asturias que hicieron for-
tuna en la emigración ultramarina. Enclaves todos ellos que se
corresponden, casi sin excepción, con los lugares de donde habí-
an salido hacia el Nuevo Mundo los que en él encontraron un
halagüeño porvenir que quisieron compartir, en alguna medida,
con los más allegados de su infancia o con las gentes del entorno
de sus ascendientes (Álvarez Quintana, 1991, vol. II, p. 305).
Entre los aportes de superior magnificencia por su cuantía
cabe citar el efectuado por el habanero Ramón Álvarez de Arriba

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Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

que, según algunos testimonios, destinó por vía testamentaria, en


1915, dos millones de pesetas para la implantación de un institu-
to obrero en Gijón y una escuela práctica de agricultura en Peón
(Villaviciosa), de donde era natural (Castrillo, 1926, p. 40); al
parecer, sólo esta última obra llegó a consumarse, aunque en
fecha tardía, conforme a la voluntad del donante. Con él compi-
te el mirandés José Menéndez, más conocido por el sobrenombre
de Rey de la Patagonia, territorio donde amasó su fortuna, quien
según Benito Castrillo (1926, p. 8) –que en orden a enfatizar y
conferirles mayor credibilidad a sus palabras las pone al pie de la
letra en boca del cónsul de Argentina en España Fernando
Jardón– dejó un legado consistente en 1.000.000 de pesetas para
transferir a su homólogo el Rey de España con destino a la mejo-
ra de la enseñanza, 100.000 pesetas al Alcalde de Avilés –su
municipio de origen– con idéntico fin, construyó la escuela de
niñas de su pueblo, invirtiendo en ella 70.000 pesetas, e hizo
entrega de numerosas partidas para obras benéficas tanto en su
(2) localidad nativa como en la patria de adopción2. Cuentan algunas
Los conceptos y las voces que a pesar de su admirable munificencia, él mismo tuvo
cifras que ofrece el ins-
pector asturiano no coin- que erigirse su propio monumento honorífico y memorial con la
ciden en su integridad
con la información que elocuente leyenda “de Menéndez a Menéndez” (Uría, 1984, p.
recoge Mª Fernanda 116). Tras estos dos, más populares o señeros por razones distin-
Fernández Gutiérrez
(2003, p. 150), quien tas, figuran otros como Florencio López Villamil y Méndez,
omite la cantidad con
que supuestamente obse- comerciante en Argentina que fundó en Figueras (Castropol) un
quió al Rey de España, centro de estudios primarios y artes y oficios de carácter neutro o
rebaja a 50.000 pesetas
el importe para la escue- laico, dotado con un capital fundacional de 355.668 pesetas;
la de Miranda y hace
referencia a un donativo Manuel Suárez Suárez que fletó un buque desde México a Bilbao
de 1.000 pesetas durante con 1.000.000 de kilogramos de azúcar cuyo importe de venta
diez años para incentivar
a maestros y alumnos. ascendió a 10.000.000 de pesetas con las que se levantó el

70 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Instituto Laboral de Navia, inaugurado en 1958; Mariano Súarez


Po l a , hab a n e ro que costeó la edificación del Instituto del
Santísimo Cristo del Socorro de Luanco (Gozón), dejando en su
testamento un capital de 3.000.000 de reales para sostener con
sus rentas el plantel académico; Manuel Cortina Miyar, quien
desde Veracruz (México) giró 150.000 pesetas para una escuela
de agricultura en Priesca (Villaviciosa); o ya finalmente, para no
hacer la relación demasiado extensa, los potentados financieros
de Nueva York Manuel Rionda –el Rey del Azúcar– y su cuñado
Pedro Alonso, titulares de la fundación de Noreña que vincula
sus dos apellidos (1916) y a la que se debe una escuela modélica
por su equipamiento pedagógico, en cuyas instalaciones se invir-
tieron 150.000 pesetas, mientras que los gastos anuales de fun-
cionamiento se cuantificaban en unas 30.000 más (Castrillo,
1926, pp. 34, 92 y 80-82; Fernández Gutiérrez, 2003, pp. 171,
185, 192 y 195; Mato, 1992, pp. 537-540).
En paralelo con Asturias, Galicia ostenta una posición de
p rivilegio como beneficiaria de la mu n i ficencia ejercida por los
indianos en el plano educacional. Pe ro también conviene re c o rd a r
que en la contemporaneidad ocupará la cúspide entre las comu n i-
dades españolas y europeas más fustigadas por la emigración.
La acción filantrópico-docente de los indianos gallegos
comienza a tomar carta de naturaleza, como ya hemos escrito
más arriba, en el despertar del siglo XVII de la mano del celano-
vés Domingo de Araújo Ferraz, y desde aquellos remotos tiem-
pos se mantendrá en activo hasta nuestros días, aunque transitan-
do por secuencias yermas o de secano. Su dilatado periplo, que
ya ha sobrepasado los cuatrocientos años, enmaraña el escrutinio
y obstaculiza el conocimiento del caudal de realizaciones en las

- 71
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

que se objetivó. Y el estado inconcluso de la investigación sobre


el tema nos obliga a operar con datos provisionales que deberán
someterse a futura revisión, pero que ya anticipan magnitudes de
alcance incomparable respecto a los contornos hasta aquí exami-
nados. A modo de muestra, tenemos constancia de al menos doce
próceres ya en el siglo XVII (Peña Saavedra, 1999a), período de
presencia humana aún muy modesta de Galicia en la travesía
transoceánica. Para la totalidad del intervalo plurisecular que
cubren los donativos individuales de los indianos gallegos al sec-
tor escolar, podemos avanzar que su volumen supera ya holgada-
mente el centenar de donantes identificados hasta este momento3.
En analogía con lo que sucede en otras regiones peninsu-
lares, el ciclo de mayor ebullición fundacional se inscribe en las
postrimerías del siglo XIX y el primer tercio del XX. Y el tramo
más decadente se enmarca en los tres cuartos iniciales de la cen-
turia decimonónica, lo que puede explicarse teniendo en cuenta
la simultaneidad o concatenación de una serie de acontecimien-
tos que ocurren en los escenarios donde brota y se materializa,
(3) respectivamente, el protectorado docente de los indianos (Peña
Acaba de ver la luz una
investigación acotada a la Saavedra, 1991, vol. I, pp. 312-315, y 1995-1996, pp. 314-315).
provincia de Pontevedra,
donde se localizan hasta También en sintonía con las remesas escolares de los filán-
mediados del siglo XIX t ropos del resto de España, las que hacen efe c t ivas los gallegos
un total de 23 fundacio-
nes docentes constituidas p resentan una gran dive rsidad interna en cuanto a su potencial
con capital indiano, lo
que representa alrededor económico, desglose sectorial y destino concreto. En lo que at a ñ e
del 36% de las censadas a su dimensión financiera, el panel ab a rca desde sobrios donat ivos
en la misma circunscrip-
ción. A ellas aún cabría p a ra la compra de mat e rial escolar o la adjudicación de premios
agregar algunas más de
procedencia emigrante, de estímulo a pro fe s o res y alumnos hasta pro d i giosos legados
pero no estrictamente p a ra la creación y el sostenimiento de va rios centros académicos.
indiana (Obelleiro Piñón,
2007, pp. 13-29). El paradigma del desprendimiento de algunos lo encontramos en

72 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

p e rsonalidades como el hab a n e ro Fe rnando Blanco de Lema, cuya


dote se estimó en unos 350.000 pesos oro a la altura de 1875, que
se invirtieron con cierta dilación en el ap rovisionamiento comple-
to de un mag n í fico colegio de enseñanza pri m a ri a , s e c u n d a ria y
técnico-pro fesional y una escuela de niñas, ambos establecimien-
tos eri gidos de nueva planta en la villa de Cee (A Coruña)
(Fundación Fe rnando Blanco, 1996; Rey y Castro , 1974). O, a s i-
mismo, en los hermanos Juan María y Jesús García Nave i ra que
nos dejaron obra por sep a rado y conjunta en Betanzos (A Coruña)
tasada en varios millones de pesetas y condensada en pro d u c c i o-
nes como un majestuoso pat ro n ato benéfico-docente, un re f u gi o
p a ra niñas con discapacidad física, un grupo escolar de titulari d a d
municipal y el parcialmente re c u p e rado parque enciclopédico y
Ja rdín “El Pasatiempo”, todo ello en el itinera rio del ocaso del
siglo XIX a los albores del XX (Rodríguez Crespo, 1983; Cabano,
Pato, Sousa, 1991). Mención ap a rte por su singularidad mere c e
Gumersindo Busto, promotor, fundador y principal dinamizador
de la biblioteca-museo América de la Unive rsidad de Santiago de
Compostela, iniciada en 1904 y ab i e rta en 1926, t ras ingentes fat i-
gas y no pocos desalientos, con un fondo de unas 9.000 obras y
otros variados enseres museísticos, lo que por entonces la hizo
acre e d o ra de ser calificada como las más importante de Europa en
su clase (Cagiao Vila, c o o rd., 2004). Fi l á n t ropo de nu e s t ros días,
con una gama de entregas ya ap re c i able en su biografía, es el
empresario brasileiro establecido en São Paulo Belarmino
Fe rnández Iglesias, quien desde la fundación que lleva su nombre
inauguró en 1997 en su parroquia nat iva de Rosende (Sober-
Lugo) una escuela de fo rmación pro fesional en la que se impart e n
las ramas de hostelería y turismo; con anteri o ridad había provisto

- 73
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

a su aldea de distintas instalaciones sociales y dep o rt ivo - re c re at i-


vas para uso y disfrute de sus convecinos, además de promover
algunas iniciat ivas novedosas en el ámbito académico y cultural
como la celeb ración de cursos de ve rano o la ap e rt u ra de un cen-
t ro internacional de documentación especializado en temática
gallega, lusa y brasileña.
En cuanto al desglose y destino de las aportaciones al
campo de la enseñanza de los indianos gallegos, como ya hemos
puesto de relieve en otros textos (Peña Saavedra, 1991, vol. I, pp.
322-323), el grueso de éstas se canalizó hacia la instrucción pri-
maria, sin duda tanto por la penuria y precariedad que la misma
evidenciaba en su momento como por la utilidad percibida en las
destrezas que la escuela podía proporcionarles a cuantos a ella
concurriesen. Las preferencias de estos donantes se decantaron
también, aunque con muy inferior ahínco, por los estudios técni-
co-artísticos en las fechas más próximas a la actualidad y por la
provisión de cátedras en las más lejanas.
No poca tinta ha corrido en el intento de dilucidar cuáles
pudieron haber sido los móviles que alentaron a los indianos para
No poca tinta ha vehicular sus aportes hacia la parcela escolar. Por nuestra parte,
corrido en el
coincidiendo en lo esencial con otros analistas, hemos invocado
intento de diluci-
dos tipos de motivaciones animadoras de su comportamiento y
dar cuáles pudie-
susceptibles de ser aducidas para rendir cuenta del mismo. Unas
ron haber sido
comunes para todos y permanentes en el tiempo, pero puestas al
los móviles que
alentaron a los día según los individuos y las épocas. Otras específicas y evanes-
indianos para centes de acuerdo con sus protagonistas y las circunstancias con-
vehicular sus cernientes. Entre las primeras cabe mencionar: una estimación
aportes hacia la valorativa de signo positivo respecto a la educación y a las múl-
parcela escolar. tiples potencialidades benéficas en ella percibidas, así como una

74 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

tendencia filantrópica, altruista y caritativa en los próceres que


anhelaban ofrecerles a sus coparroquianos, y principalmente a los
más jóvenes, las oportunidades y los medios de preparación aca-
démica de los que ellos habían carecido cuando emprendieron la
peripecia emigratoria. Y entre las segundas, cabría mencionar: la
devoción religiosa que se incrementa en relación inversa con el
paso del tiempo; las expectativas de rentabilizar social, institucio-
nal, económica y/o espiritualmente la cesión realizada –la penúl-
tima, por lo que se sospecha, con sensibles variaciones interre-
gionales–; el deseo de perpetuarse o inmortalizarse en la memo-
ria y hasta en el imaginario común de sus convecinos, junto a la
esperanza de retorno simbólico al lugar de partida cuando ya
resultaba inviable el regreso físico en vida; y tal vez, en determi-
nados supuestos, el afán de distinción u ostentación ante los
suyos, haciéndolos al unísono conocedores y partícipes del triun-
fo personal tras la salida por el mundo.
Cualesquiera que fuesen los agentes inductores concretos
que en unos u otros concurriesen, lo que acreditan todas las con-
tribuciones de los indianos al sector docente –de igual modo que
las efectuadas a otros ámbitos– es la continuidad de los lazos de
trabazón con la tierra de procedencia. Un apego sentimental tan
fuerte y firme que ni el paso del tiempo, ni la lejanía, ni la rique-
za son capaces de quebrar o debilitar; más bien al contrario, todos
estos factores contribuyen a acentuarlo.
Llegados a este punto procede una consideración final
acerca de las implicaciones que de lo expuesto se derivan.
Resulta irrefutable que, en su conjunto, las remesas y legados de
los indianos constituyeron un factor de estímulo decisivo para la
implantación, extensión y diversificación de la enseñanza, así

- 75
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

como para su optimización cualitativa en los parajes receptores.


Que duda cabe que sirvieron también para proveer de soporte
infraestructural decoroso y digno a la escuela pública y privada,
en un contexto donde la penuria de instalaciones y medios resul-
taba obscena de lo portentosa que era. Para sus destinatarios
directos, estas regalías comportaron, a medio plazo, un incremen-
to de las oportunidades de promoción sociolaboral. Para los
docentes, una puesta en valor de su oficio y un ennoblecimiento
de la tarea educativa. Todo ello, además de los pingües reportes
pecuniarios para la Administración, en términos de ahorro inver-
sor, aún hoy en día no computado y casi ni siquiera reconocido
formalmente como merecería.

SOCIEDADES DE INSTRUCCIÓN: CONTINUIDAD


Y REFUERZO COMUNITARIO DE LA
INTERVENCIÓN ESCOLAR EN CICLO MEDIO
En paralelo con la variante de mecenazgo académico indi-
vidual, de la que hasta aquí nos hemos venido ocupando, ha de
situarse la colectiva. Ésta, en conjunto, desde ópticas macroscó-
picas, goza de menor predicamento que la primera. Y hasta nos
atreveríamos a afirmar que en casi todas las regiones del solar
hispano queda ensombrecida por ella y por la leyenda fecunda y
seductora del filántropo indiano. Pero también es verdad que en
algún caso, como el de Galicia, se impone manifiestamente sobre
la ya reseñada páginas atrás.
Para que esta modalidad más tardía llegue a materializarse
será preciso que tome carta de naturaleza previamente otro pro-
ceso de gran notoriedad e inusitadas consecuencias tanto en la
historia de la emigración interior como exterior y, a su vez com-

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Colegio Apóstol
Santiago de Buenos
Aires, Argentina.

plementariamente, no sólo para los protagonistas del éxodo sino


también con frecuencia para los residentes en la metrópoli. Nos
referimos a la articulación y el reagrupamiento comunitario de
los ausentes en los lugares de destino, que acabó cristalizando en
las denominadas asociaciones étnicas.
Este proceso se secuencia en dos fases. La primera, que
cabría rotular de protohistórica, arranca de las décadas centrales
del siglo XVIII y emerge en el seno de la emigración intrapenin-
sular, que por entonces se encuentra atravesando su ciclo de
máximo esplendor, para más tarde propagarse a los asentamien-
tos transoceánicos, ya en trance de creciente afluencia poblacio-
nal. El desarrollo de la dinámica integradora en esta etapa va a
proseguir, de manera discontinua, hasta los albores del siglo XIX.
Las entidades erigidas en este tramo de duración media, que se
inscribe históricamente en el Antiguo Régimen y en la etapa
colonial, se caracterizan por su perfil patronal-religioso y dentro

- 77
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

de su vertiente caritativo-asistencial algunas contemplan de un


modo incipiente y posibilista la opción de actuar en el área edu-
cativa mediante la implantación de un centro de acogida (hospi-
cio) para darles albergue y enseñanza, así como para buscarles
colocación a niños y jóvenes en situación de desamparo. A modo
de ejemplo a mimetizar lo estipulaba en sus Constituciones la
Real Congregación Nacional del Apóstol Santiago, matriz de
todas las demás de tronco galaico y fundada en la capital del
Reino en 1740 (Fernández-Villamil, 1962, I, pp. 335-355). Tras
ella aparecieron como filiales la Real Congregación del Apóstol
Santiago de México (1768) (Soto Pérez, 1997, pp. 21-39), la
Congregación Nacional del Glorioso Apóstol Santiago el Mayor
de Naturales y Originarios del Reyno de Galicia de Buenos Aires
(1787) (Vázquez, 2000) y la Santa Hermandad de Santiago el
Mayor, Patrón de las Españas de La Habana (1804), entre algu-
nas otras que resultaría prolijo detallar.
Cofradías análogas a las de raíz gallega fueron promovidas
por manchegos, vizcaínos, montañeses o asturianos en Madrid (P.
G. de S., 1916, pp. 253-256) y algunas de ellas recalaron a su vez
en la otra orilla del Atlántico (Llordén, 1996, p. 39; Soldevilla y
Rueda, 1992, p. 265). De la labor que en ambos territorios des-
plegaron aún sabemos muy poco y menos de las acciones que
pudieron acometer –si algo hicieron– en el orden educativo.
La segunda fase del asociacionismo étnico español en
América da comienzo a la altura del bienio 1840-41 con la fun-
dación casi simultánea de dos agrupaciones benéficas, una de
alcance panhispánico, la Sociedad de Beneficencia Española de
Tampico (México), y otra de dominio regional, la Sociedad de
Beneficencia de Naturales de Cataluña en La Habana. Aquélla

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

pronto generó réplicas en diferentes encl aves y países de


Iberoamérica. Y ésta, con algo más de retraso, sus homólogas
representativas de las diferentes comunidades territoriales prove-
edoras de recursos humanos. Desde entonces, además de la
horma asociativa panhispánica –en la que aquí no abundaremos
por evidentes limitaciones formales–, a escala regional tres van a
ser los planos organizativos en los que se articularán los ausen-
tes, procurando reproducir o recrear las unidades de asentamien-
to existentes en la tierra de partida. El primero corresponde a las
sociedades de cobertura macroterritorial, que agrupan a los emi-
grantes por comunidades regionales. El segundo acoge a las enti-
dades de alcance microterritorial o local, con gradaciones inter-
nas desde la aldea hasta la comarca. Y el tercero, intermedio entre
los otros dos, es el propio de las instituciones de dominio meso -
territorial o provincial (Peña Saavedra, 1991, vol. I, pp. 355-412;
1995, pp. 8-12). En buena lógica, estas últimas sólo tenían razón
de ser en aquellos colectivos procedentes de circunscripciones
pluriprovinciales.
Mientras las agrupaciones macroterritoriales focalizaron
sus cometidos y esfuerzos primordialmente hacia el segmento
emigrado, especializando y diversificando sus funciones en el
devenir de los años, las formaciones micro y mesoterritoriales lo
hicieron, en sus singladuras alborales, hacia las gentes de las
localidades emisoras de donde procedía el grueso de su cuerpo
social, aunque también muchas de ellas aspiraban a atender de
modo simultáneo las carencias más perentorias de sus afiliados.
De las Sociedades de superior alcance territorial y, por lo
regular, de más capacidad aglutinante que comienzan a proliferar
a partir de la década de los 70 del siglo XIX, los Centros regio-

- 79
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

nales fueron los primeros que asumieron entre sus competencias


programático-estatutarias la función instructiva. El decanato de
este tipo de organismos lo ostentan el Laurak Bat de Montevideo
(1876) y de Buenos Aires (1877), cuyo esquema organizativo y
funcional sirvió de libro de ruta a otras colectividades peninsula-
res, si bien ambas asociaciones vascas no llegaron a desarrollar
experiencias en el área educativa o éstas tuvieron un escaso relie-
ve (Cava, Contreras y Pérez, 1992). Mayor proyección en el
campo instructivo –aunque muy dispar entre ellos– registraron
los Centros Gallegos. Los cuatro primeros tomaron carta de natu-
raleza, curiosa pero no fortuita ni accidentalmente, durante el año
1879 en Buenos Aires, Corrientes, Montevideo y La Habana. De
estos precursores y de sus continuadores de idéntica estirpe étni-
ca, el que más despuntó por sus proyectos y realizaciones en el
ámbito formativo fue el Centro Gallego de La Habana, que cons-
tantemente rivalizó en iniciativas, prestaciones y servicios con su
homólogo asturiano, establecido en la misma ciudad en 1886 y
con su sede emplazada frente al primero –Parque Central por
medio– desde el segundo cuarto del pasado siglo. También en la
capital cubana se constituyeron el Centro Catalán (1885), el
Centro Canario (1886), la Asociación Canaria (1906), el Centro
Balear (1902), el Centro Aragonés (1908), el Centro Castellano
(1909), el Centro Montañés (1910), el Centro Euskaro (1911), el
Centro Andaluz (1919), etc., todos ellos de matriz organizativa y
finalística análoga a la de sus predecesores.
En la República Argentina, por su parte, emergieron, entre
otros, los Centros Gallegos de Córdoba (1889), Rosario de Santa
Fe (1892), Barracas al Norte (1895) y Barracas al Sur de
Avellaneda (1899). Y en su capital federal, el Centre Catalá

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

(1886), el Centro Aragonés (1895), el Centro Navarro (1895), el


Euskal-Etxea (1900), el Centro Balear (1905), el segundo Centro
Gallego (1907), el Centro Asturiano (1913), etc.
Desde los países del Río de la Plata y del Caribe la tarea
fundacional de las asociaciones regionales se propagó con celeri-
dad a otras latitudes de temprano aluvión inmigratorio ibérico
como Brasil, Chile, México o Estados Unidos de Norteamérica.
Algunos de estos centros no lograron llevar a feliz término su
intervención en el área educativa. Aquellos que lo consiguieron,
orientaron el quehacer docente de forma prioritaria –siquiera en Los centros
un primer período– hacia el contingente adulto, a fin de alfabeti- orientaron el
zarlo, pertrecharlo de ciertos rudimentos culturales y, de ordina- quehacer docen-
rio, habilitarlo con algunas destrezas técnico-profesionales para te de forma prio-
su más idónea inserción y promoción en el mercado laboral. ritaria –siquiera
Impregnados de este perfil académico abrieron sus puertas las en un primer
aulas de estas instituciones que, no obstante, sólo ocasionalmen- período– hacia el
te lograron desarrollar de forma plena su oferta primitiva o aque- contingente adul-
lla bosquejada en etapas ulteriores. Hubo, sin embargo, notables to, a fin de alfa-
excepciones entre las que sobresalieron las experiencias promo- betizarlo, pertre-
vidas por el Centro Gallego de La Habana desde su plantel de charlo de ciertos
rudimentos cul-
enseñanza “Concepción Arenal” o por el Centro Asturiano de la
turales y, de
propia metrópoli antillana desde su colegio “Jovellanos”, pen-
ordinario, habili-
dientes ambos de sendas investigaciones monográficas. En cual-
tarlo con algunas
quier caso, del primero disponemos ya de algunas referencias
destrezas técni-
sumarias y fragmentarias que patentizan el innegable umbral de co-profesionales
excelencia que alcanzó en su trayectoria octogenaria. En apreta- para su más idó-
da síntesis cabe subrayar que a lo largo de sus primeros treinta nea inserción y
años prestó servicios docentes a un total de 28.920 alumnos, a promoción en el
razón de un promedio de 964 estudiantes por curso académico mercado laboral.

- 81
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

(Centro Gallego, 1909, p. 114). Su oferta educativa inicial, res-


tringida a las disciplinas propedéuticas e instrumentales con
algún leve añadido de la esfera mercantil, se fue ampliando y
diversificando en el transcurso de los años hasta llegar a sostener
simultáneamente aulas de párvulos y primaria graduada para
alumnos de ambos sexos, sesiones académicas especiales de
inglés, caligrafía, corte y confección, bordado, labores, mecano-
grafía y taquigrafía; clases nocturnas de adultos, dándole conti-
nuidad al modelo curricular germinal e imprimiéndole paulatina-
mente una más marcada impronta comercial; cursos preparato-
rios para el ingreso en los institutos de bachillerato y en las
escuelas superiores, y enseñanzas artísticas sectorializadas en
tres ramas: plástica, declamación y música; esta última, a su vez,
desagregada en distintas especialidades interpretativas y con el
rango de Conservatorio Nacional (Peña Saavedra, 1991, vol. I,
pp. 420-434; 1996, pp. 473-482; 1999b, pp. 139-161).
Además de los complejos académicos “Concepción Arenal”
y “Jovellanos”, en la propia ciudad de La Habana otras colectivida-
des étnicas instalaron sus colegios. Entre ellos se encuentran las
escuelas del Centro Canario (ca. 1889) (Cabrera Déniz, 1996, p.
196) y de la Asociación Canaria (1910) (Ferraz Lorenzo, 1993, pp.
113-148), el plantel “Cervantes” del Centro Castellano (1923) y el
plantel “Gabriel y Galán” del Club Villarino (1936).
Iniciativas del mismo tenor, con realizaciones y resultados
muy desiguales, se emprendieron en Buenos Aires, donde desta-
caron los colegios de la agrupación vasca Euskal-Etxea (Azcona,
García y Muru, 1992, p. 234) y las aulas de la Casa de Galicia y
de la Federación de Sociedades Gallegas. También en
Montevideo, a instancias del Centro Gallego y de la Casa de

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Galicia, la cual creó una academia aún en activo, con el nombre


de “Instituto Manuel Curros Enríquez” (Peña Saavedra, 1991,
vol. I, pp. 419-439). Y, asimismo, en Venezuela, bajo el patroci-
nio de la Hermandad Gallega, que sostiene desde 1965 el
“Colegio Castelao” (Contiña, 1982, p. 192). Por su singularidad
merece una mención especial el “Colegio Santiago Apóstol” de
Buenos Aires que promueve y tutela la Fundación Galicia-
América, un proyecto genuino que alentaron la Xunta de Galicia
y el Centro Galicia de la capital porteña y que abrió sus puertas
hace ahora una década, en marzo de 1998.
Estas y otras experiencias que aún permanecen pendientes
de ser exhumadas constituyen una muestra de la capacidad
emprendedora de los ausentes para articularse comunitariamente
e idear estrategias encaminadas a incrementar su caudal formati-
vo, en un contexto en donde la cultura escolar, cuando los flujos
demográficos eran masivos, no sólo poseía funcionalidad y apli-
cabilidad inmediata en el día a día, sino que además se estimaba
indispensable para la promoción sociolaboral de cada uno de los
convocados al éxodo y para la dignificación ante los otros de la
comunidad étnica a la que pertenecían.
Pero la acción colectiva de los emigrantes transoceánicos
en el sector escolar no quedó ceñida de manera exclusiva a sus
espacios de destino y asentamiento, sino que se propagó además
a sus respectivas localidades emisoras. Y la responsabilidad de
vehicularla hacia ellas recayó principalmente en las Sociedades
micro y mesoterritoriales. La génesis de las primeras se remonta
a los años finales de la década de 1880, fraguándose su constitu-
ción de forma casi simultánea en Cuba y Argentina (Núñez
Seixas, 1998, p. 90; Peña Saavedra, 1991, vol. I, pp. 382-383;

- 83
Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

1995, p. 12). No obstante, hasta los años de cambio de siglo no


tenemos constancia de que estas entidades incorporen la instruc-
ción entre sus fines. Los datos que actualmente manejamos indi-
can que la primera en hacerlo fue la Sociedad asturiana Progreso
de Libardón (Colunga), fundada en Santiago de Chile por José de
la Presa, al término de 1899, con el propósito de establecer y sos-
tener una escuela en su pueblo de procedencia, centro que abrió
sus puertas en 1903 (Morales Saro, 1992, p. 71). La formación se
ramificó luego instaurando extensiones en Buenos Aires y La
Habana, así como en la localidad norteña de referencia. Se sos-
pecha que a esta misma altura, o ya algo antes, pudo haber naci-
do la riojana Asociación Protectora de Viniegra de Arriba en
Argentina, pero no hay certidumbre sobre ello (Zapater Cornejo,
2006, p. 160). Un año después de inaugurado el colegio de
Libardón tomó carta de naturaleza en La Habana la Alianza
Aresana (1904), primera Sociedad Gallega de Instrucción de
ámbito microterritorial creada en América, cuyos antecedentes
datan ya de 1892, y que pronto dispuso de delegaciones en
Veracruz (México), Tampa (EE. UU.) y Sagua la Grande (Cuba),
además de la correspondiente Comisión representativa en Ares
(A Coruña), villa en la que puso en funcionamiento una escuela
el mismo año de su constitución (Peña Saavedra, 1995 y 2000,
passim; Bobillo et al., 1996, 88-93). También por esas fechas ini-
cia su andadura en Buenos Aires La Condordia, asociación inte-
grada por los emigrados de Fornelos da Ribeira (Salvaterra de
Miño - Pontevedra) y que a la altura de 1906 daba su apoyo a la
escuela pública de aquella población (Núñez Seixas, 1998, pp.
90-91). Con mayor solidez, estabilidad y poderío en 1905 hacía
su aparición en la propia capital porteña la Unión Hispano-

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Americana Pro Valle Miñor, que tradicionalmente ha venido


siendo considerada pionera entre las de su género en las tierras
del Plata y que con el paso del tiempo se convertiría en una ins-
titución modélica por las innovadoras producciones educativas
que consiguió ensayar en el suroeste de Galicia durante la segun-
da y tercera décadas del pasado siglo (Pereira Domínguez, 1988).
A partir de 1905 y, sobre todo, durante los cuatro lustros
que preceden a los años 30, el asociacionismo microterritorial se
propagó a un ritmo creciente en los entornos donde recalaba
nuestra emigración. Y lo hizo con signos de inequívoco estampi-
do arrollador en el seno de algún colectivo étnico como el galle-
go. Tanto es así que resulta extremadamente difícil hoy conocer
las magnitudes exactas y aun aproximadas del censo societario.
En cualquier caso, los cómputos provisionales y abiertos con los
que contamos ofrecen ya cifras sorprendentes, al menos en lo que
concierne a las comunidades gallega y asturiana. Respecto a la
primera, en 1991 dábamos cuenta de 395 entidades, a las que
agregábamos casi medio centenar más de las cuales no podíamos
acreditar su vocación instructiva (Peña Saavedra, 1991, vol. I, pp.
397-428). Estos registros superaban con creces en aquel momen-
to las estimaciones y los recuentos efectuados por otros autores
que previamente habían mostrado interés por el tema, entre los
cuales cabe citar de nuevo a Benito Castrillo Sagredo. El inspec-
tor asturiano calculaba en 1926 en alrededor de 400 las
Sociedades de Instrucción que los españoles habían fundado
hasta entonces en las Repúblicas de Hispanoamérica, cifra que
según lo anotado anteriormente totalizan sólo las gallegas. Hace
diez años, Xosé M. Núñez Seixas (1998, p. 92) presentaba los
resultados de un nuevo escrutinio que elevaba a 484 la nómina de

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Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

entidades instructivas de estirpe gallega en América. Por nuestra


parte, tras haber procedido a la revisión y ampliación del primer
censo publicado, corregimos al alza la suma que antes ofrecimos,
fijando el recuento en unas 525 asociaciones de las cuales más
del 90% tenían su sede central en Argentina o Cuba, países pre-
ferentes de destino de la emigración galaica-ultramarina. El
reparto provincial de estas instituciones sitúa a A Coruña (187) y
Pontevedra (147) en los primeros puestos, a los que se aproxima
también Lugo (139) y de los que aparece muy distanciada
Ourense (52), provincia esta última de más tardía incorporación
a la corriente transoceánica y con una elevada dotación inicial de
escuelas públicas (Eiras Roel, 1992, pp. 193-194; De Gabriel,
1990, pp. 122-139; Costa Rico, 1989, pp. 85-124; 2004, pp. 735-
737). A nivel local, más del 87% de los municipios gallegos
tuvieron alguna entidad de esta índole que los representara como
auténtica “embajada” cívica de naturaleza espontánea al otro
lado del Atlántico. A día de hoy podemos avanzar que el inventa-
rio continúa abierto y no deja de acrecentarse.
La labor desplegada en sus pagos de origen por los emi-
grantes gallegos agrupados en Sociedades de Instrucción, a dife-
rencia de lo que ocurre en otras regiones españolas, superó osten-
siblemente en volumen de realizaciones a la acción individual, si
bien casi siempre las obras ejecutadas son menos llamativas, aun-
que no por ello los beneficios que reportaron al vecindario hayan
sido inferiores en su conjunto.
Los datos disponibles en la actualidad, t ras recientes trab a-
jos de indagación tanto documentales como de campo aún incon-
clusos, nos permiten afirmar que las Sociedades Gallegas de
I n s t rucción radicadas en A m é rica implantaron o promov i e ron la

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Colegio Castilla y
León en Mar del
Plata, Argentina.

c reación de unos 235 colegi o s , provistos de 336 aulas que se ins-


talaron en unos 186 edificios de nueva construcción o re fo rm a d o s
ex p resamente para dar decoroso albergue en sus dependencias a
las actividades académicas. A estas cifras habría que añadir las
d e rivadas de las acciones emprendidas por los ausentes, orga n i z a-
dos de manera estable o eventual, a favor de las escuelas públicas
de sus pueblos de procedencia. Dichas acciones se concre t a ron en
numerosas suscripciones y colectas en los países de asentamiento,
c u yo importe tra n s fe rido en metálico o ya en especies se invirtió
en menaje escolar, dotación de premios para el alumnado, grat i fi-
caciones por servicios docentes, subvenciones para la fab ri c a c i ó n
de inmu ebles, ayudas para el fomento de actividades e institucio-
nes educat ivas complementari a s , e t c. (Peña Saave d ra , 1991, vol.
II, pp. 51-53 y 253-257), no siendo ajena incluso a las remesas
recaudadas entre los emigrantes la propia universidad composte-
lana, la cual contó con el ap oyo mancomunado de las gentes del

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Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

éxodo para levantar su Residencia de Estudiantes (Po rto Uch a ,


1988, pp. 432-440; Varela, 1989, pp. 59 y ss.).
El desglose terri t o rial de las cantidades antes consignadas
sitúa como máximas benefi c i a rias de esta acción corp o rat iva a las
p rovincias de A Coruña y Lugo por número de centros y aulas,
respectiva m e n t e, m i e n t ras que la de Ourense ocupa la última posi-
ción por ambos conceptos. A otra escala, las zonas que registran
m ayor densidad escolar se ubican en la extensa franja costera de
la Galicia de entre m a re s , que comprende las Mariñas coruñesa y
lucense con prolongación hacia la comarca interior de A Terra
Cha y su ep i c e n t ro en el municipio de Vilalba; las áreas terri t o ri a-
les de A Estrada y O Deza, en el corazón ge ográfico de la
C o mu n i d a d, y los contornos suroccidentales de la provincia de
Po n t eve d ra. En general, todos ellos espacios de intensa sangr í a
e m i grat o ri a .
Del catálogo multicentenario de entidades instructivas que
intervinieron en alguna de estas demarcaciones, es acreedora de
un comentario particular la Sociedad Vivero y su Comarca con
sede en La Habana, constituida en 1910 con ocasión de la estan-
cia en la capital antillana de los americanistas Rafael Altamira y
Francisco Alvarado durante el viaje divulgativo de extensión uni-
versitaria que realizaron a los países de la América Hispana. Esta
asociación, además de erigir 15 edificios de nueva factura para
alojar 22 clases, promovió y cofinanció la creación de otros 25
colegios en el Partido Judicial de Viveiro (Lugo), su ámbito espa-
cial de influencia. No faltan propagandistas coetáneos ni tampo-
co directivos de la corporación que elevan sensiblemente las
sumas aquí anotadas, como ya hemos señalado en otro lugar
(Peña Saavedra, 1991, vol. II, pp. 52-53). Al margen de las dis-

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

crepancias cuantitativas, la incomparable magnitud de la obra


escolar de Vivero y su Comarca constituye un hecho prominente,
aún hoy cotejable por el transeúnte que se acerque a aquellas tie-
rras entre costa y montaña. De igual manera que ha de calificar-
se de muy acertado el criterio distributivo de los centros de ense-
ñanza patrocinados por esta entidad, haciendo partícipes de sus
beneficios al conjunto de las parroquias de la jurisdicción. A
tenor de estos y otros muchos datos que cabría añadir en su favor
se comprenden las palabras elogiosas que le dedicaron a la for-
mación viveirense tanto Benito Castrillo (1926, pp. 132-134)
como poco después el cronista errante Luis Bello (1973, pp. 183-
191, original de 1929), éste incorporando además a su relato
peregrino algunas “reservas”, no exentas de razón ni de polémi-
ca. Casi equidistante en el tiempo de los dos testimonios, la pren-
sa lucense se hacía eco de la eficacia externa que estaba obtenien-
do la labor desplegada en el área educativa por esta institución, al
comprobarse que en el sorteo de quintas de 1927 “de los seis
Ayuntamientos del distrito de Vivero con sus 49 parroquias, no se
había presentado ni un solo mozo analfabeto” (Docal, 1954, s.p.).
Como reconocimiento formal de sus altruistas aportes,
gestiones y desvelos la asociación fue condecorada con la cruz de
primera clase de la Orden civil de Beneficencia con distintivo
blanco “por sus relevantes servicios en pro de la cultura particu-
lar del Distrito de Vivero y general de España”, un galardón que
muy pocas entidades de su género debieron recibir y en virtud del
cual exhibiría con gala en su publicística el nombramiento de
“ilustrísima”.
Como Vivero y su Comarca, casi todas las Sociedades
Gallegas de Instrucción, y junto a ellas las de otras regiones de la

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Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

geografía española, concedieron preeminencia a la fundación de


establecimientos de enseñanza primaria para corregir las necesi-
dades formativas más apremiantes de la población infantil que las
redes pública y privada del sistema escolar no conseguían resol-
ver o atendían con precariedad, insuficiencia e ineficacia.
Ahora bien, la implantación de las denominadas escuelas de
americanos no se acomodó a un patrón unitario sino que adoptó
tres variantes alternativas. De acuerdo con la primera, la respectiva
Sociedad asumía íntegramente las funciones de instalación, equi-
pamiento, provisión de profesorado, mantenimiento y supervisión
de los centros escolares, que adquirían la condición de colegios
privados. La segunda se concre t aba en allegar las agrupaciones el
c apital indispensable para costear las infraestructuras de los
inmuebles docentes, siendo competencia de la Administración
educativa del Estado la designación y re muneración del pro fesora-
do. Y la tercera, que era a su vez la menos onerosa para los emi-
grantes, consistía en contri buir con una partida monetaria variable
a la instalación y sostenimiento de un nuevo centro académico. En
los dos últimos supuestos, la escuela fundada pasaba a ser un esta-
blecimiento de enseñanza oficial sobre el que la entidad protecto-
ra no tenía at ribución competencial de ningún tipo.
Cualquiera que fuese la modalidad adoptada y el caudal
invertido, lo cierto es que las distintas acciones corp o rat ivamente
e m p rendidas sirv i e ro n , en mayor o menor grado, de soporte fun-
damental para la expansión de la red educat iva por la Galicia ru ra l
del primer tercio del pasado siglo y también de agente modern i z a-
dor de la escuela en aquel contexto. La institucionalización y
ramificación del sistema educat ivo contemporáneo en la comu n i-
dad gallega encuentra , pues, en las asociaciones de emigrantes

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

uno de los principales re s o rtes de dinamización, e s t í mulo y des-


a rrollo. Corre l at iva m e n t e, el reconocimiento de este hecho ha de
c o n d u c i rnos a re l ativizar el esfuerzo inve rsor del Estado en mat e-
ria instru c t iva a cort o , medio y aun largo plazo en aquellos encl a-
ves donde cuajó la intervención escolar de los ausentes.
Por lo que atañe a A s t u ri a s, las fuentes disponibles contie-
nen va l o res mu cho más modestos en términos absolutos –aunque
elevados, a pesar de sus disparidades– que los glosados en el caso
gallego. Benito Castri l l o , hacia el ecuador de la terc e ra década del
pasado siglo indicaba que los 79 concejos asturianos disponían de
Sociedades de Instrucción en A m é rica (Mato Díaz, 1992, p. 109).
Estudios más recientes rectifican esa cifra , at e nuándola o encum-
brándola de fo rma muy ap re c i able. Ángel Mato (1992, pp. 110-
111) presenta una relación de 44 entidades, m i e n t ras Moisés
L l o rdén (1996, pp. 70-72) ofrece un censo de unas 80 con sede en
Cuba –cantidad que no difi e re signifi c at ivamente de la que obtie-
ne Consuelo Naranjo (1996, pp. 178-180), p e ro sí de la que pro-
p o rciona Juaco López Álva rez (1993, p. 56), que sitúa la nómina
en 63– y alrededor de 17 en Argentina, sumando en conjunto,
pues, 97 en estos dos países. Este último regi s t ro no se aleja en
exceso del suge rido por Núñez Seixas (1998, p. 92) que fija un
censo de 87 micro c o rp o raciones datadas en el pasado siglo con
sede en Cuba, Argentina y Chile. La distri bución de estas
Sociedades en el mapa asturiano, según los lugares de re fe re n c i a
invocados, revela la existencia de dos núcleos del Principado de
máxima sat u ración asociat iva que se emplazan en el cuadrante
occidental contiguo a Galicia y en su eje central, con una pro l o n-
gación discontinua hacia Oriente que no alcanza a Cantab ri a .
También se observa, en general, una mayor concentración corp o-

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Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

rat iva en los concejos de la franja costera o en sus fro n t e ri zos del
interior, de tal modo que la mitad sep t e n t rional contrasta ab i e rt a-
mente con la mitad meridional por sus dotaciones societari a s .
Las realizaciones ejecutadas por las Sociedades de
I n s t rucción de A s t u rias contrastan más aún que las gallegas con
las donaciones debidas a los indianos, resultando por lo regular
mu cho menos deslumbrantes y monumentales que las sufragadas
por aquellos. Pe ro en cambio están investidas de extraordinaria
funcionalidad y efe c t ividad al ser diseñadas con gran sentido
común y una dosis de indispensable realismo para atender las
necesidades educat ivas más pere n t o rias de cada localidad, re s p o n-
diendo además a iniciat ivas de raíz netamente popular. En algunas
ocasiones, la acción mancomunada logra frisar umbrales muy
n o t o rios en cuanto a la expansión de la red escolar pública y a su
idónea instalación. Así ocurrió en Boal, donde la Sociedad de
N at u rales de aquel concejo con sede en La Habana (1912) y dele-
gación en Buenos A i res levantó edificios de nueva planta, senci-
(4)
El número de escuelas llos, u t i l i t a rios y decorosos en casi todos sus pueblos, dotándolos
sufragadas por esta no sólo de aularios sino también de viviendas para los maestro s ,
Sociedad difiere según
los testimonios que
al tiempo que contri buyó a la edificación de las escuelas gra d u a-
nos proporcionan los das de seis secciones, e n cl avadas en la capital del municipio4. En
diversos autores que
se acercaron al tema,
esta misma línea, aunque a menor escala, m e recen igualmente ser
oscilando entre nueve destacadas la Sociedad Casina (1909) de La Habana que, según
y veintisiete (Castrillo,
1926, pp. 32-34;
M o rales Saro (1992, p. 72) atendía a 17 colegios de su ay u n t a-
Mato, 1992, p. 433; miento; N at u rales del Concejo de Villayón (1919), con sede en la
Morales Saro, 1988, p.
p ropia capital cari b e ñ a , que costeó la construcción de las escuelas
69 y 1992, p. 71;
López Álvarez, 1993, de Pa rl e ro , C a rrio y de la cab e c e ra del distri t o , c o l ab o rando en
p. 55 y 1996, p. 330; algunas más (Fernández Gutiérre z , 2003, p. 26), o el Club
Fernández Gutiérrez,
2003, p. 37). C ab ranense e Hijos de Cabra n e s, ambas radicadas como las ante-

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

ri o res en la Gran Antilla y a las que se les deben al menos cuat ro


inmu ebles escolares (Fe rnández Gutiérre z , 2003, p. 37). En un
balance de conjunto, a partir de los datos desagregados que com-
pila Fe rnández Gutiérrez (2003), hemos podido identificar en
torno a 38 realizaciones societarias en todo el terri t o rio asturiano,
que vienen a rep resentar alrededor del 38% del montante de con-
tribuciones en el sector. A ellas habría que adicionar otras 34
(12%), p roducto de actuaciones concertadas entre los ausentes y
sus convecinos no emigrados, así como una parte de las interve n-
ciones mixtas (83) en las que concurren benefactores de muy
variado perfil y a las que ya nos re fe rimos más arriba. El grueso
de los ap o rtes corp o rat ivos se canaliza hacia la escuela pública.
Los e m i grantes cántab ros sabemos que también se orga-
nizaron comunitariamente para contri buir desde los países del
Nuevo Mundo al fomento de la prosperidad de sus pueblos. Y
su integración cuajó sobre todo en Cuba y A rgentina. Sin
embargo, hasta ahora sólo tenemos noticia de una entidad que
cooperó en la construcción de dos escuelas: la Sociedad Hijos
del Pueblo de Pe chón (1924) con sede en La Hab a n a
(Soldevilla y Rueda, 1992, p. 264). Nada nos consta, por su
parte, de la existencia de formaciones microterritoriales de esta
índole de procedencia vasca. Sí, en cambio, existe noticia de la
presencia en América de asociaciones locales de La Rioja con
fines instru c t ivos. Entre ellas fi g u ran las bonaere n s e s
Asociación Pro t e c t o ra de Viniegra de Arriba (ca. 1899, sin cer-
teza), Asociación Pro t e c t o ra de Viniegra de Abajo (1912),
Sociedad Anguianesa (ca. 1910) y Sociedad de Hijos de Nieva
(s. d.). Más difícil resulta ave riguar cuál fue su contri bu c i ó n
concreta al progreso de la enseñanza en los lugares de referen-

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Vicente Educar: el compromiso
PEÑA SAAVEDRA de la añoranza fecunda

cia, pues en los estudios consultados no queda diáfano este


extremo, más allá de la mención a pequeños donativos para
material escolar y gratificación de maestros (Zapater Cornejo,
1991, 2006 y 2007). Como quiera que sea, en las tres últimas
regiones reseñadas se impone con palmaria hegemonía la fi l a n-
tropía docente individual frente a la colectiva.

EPÍLOGO SIN FIN


Siempre ha sorprendido a propios y ex t raños la inquietud
y el compromiso educat ivos de nu e s t ros emigrantes transoceá-
nicos. Sin duda, constituye una realidad con una inmensa carga
atractiva que invita constantemente a adentra rse en ella sin ser
capaces, a la postre, de pergeñar o vislumbrar la totalidad de
contenidos que encierra y las implicaciones que se derivan de
su tratamiento. Lo cierto es que en el devenir de los siglos la
inva riante educativa ha estado impregnando la epopeya de
va rios pueblos con sus frustraciones y sus anhelos. Y en ese
periplo pluricentenario la educación aflora, envuelta en los
matices que le imprime la atmósfera de cada época, como
herramienta de enormes potencialidades para propiciar la pro-
moción personal y favorecer la prosperidad colectiva. Ahí radi-
ca, quizá, el gran mensaje que los protagonistas de esta historia
hecha relato han querido transmitirnos con su comportamiento
recurrente y ejemplarizante. El dilema que aflora a cada paso
nos invita a interroga rnos si ve rd a d e ramente hab remos aprendi-
do de sus enseñanzas o, por el contra ri o , aún estaremos tratan-
do de descifrar las claves de su testimonio. Nos tememos que la
re fl exión y el deb ate sobre el tema deben continuar en lo suce-
sivo, alumbrando un pasado que cobija la virtualidad de escl a-

94 -
SITUACIÓN ACTUAL
Y RECORRIDO
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España a través
del espejo: Consuelo Naranjo Orovio.
Especialista en historia social y
una nueva imagen en las Instituciones cultural del Caribe, siglos XIX
y XX, es directora del grupo de
Culturales españolas en América investigación de Estudios
Comparados del Caribe y
Mundo Atlántico. Como profe-
sora invitada ha realizado
Consuelo NARANJO OROVIO estancias en universidades y
centros de investigación de
Investigadora Científica del Instituto de Historia del Puerto Rico, Cuba, México,
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Estados Unidos, Chile,
donde es directora de Revista de Indias. República Checa y Francia.
Entre sus libros hay que desta-
car Del campo a la bodega.
Recuerdos de gallegos en
Cuba (siglo XX), 1988; Cuba,
otro escenario de lucha. La
guerra civil y el exilio republi -
Un instante más y Alicia había pasado a través del cristal y salta - cano español, 1988; Medicina
ba con ligereza dentro del cuarto del espejo. Lo primero que hizo y Racismo en Cuba. La ciencia
ante la inmigración canaria en
fue ver si había un fuego encendido en su chimenea y con gran el siglo XX, 1996; Racismo e
Inmigración en Cuba en el
satisfacción comprobó que, efectivamente, había allí uno, ardien - siglo XIX, Madrid, 1996
do tan brillantemente como el que había dejado tras de sí…. (ambos en colaboración con A.
García); La América española
(Lewis Carroll, Alicia a través del espejo, 1871) II (1763-1898). Economía,
2002 (en colaboración con B.
Lavallé y A. Santamaría); Los
lazos de la cultura. El Centro

L
a emigración española a América Latina ocupa un
de Estudios Históricos de
lugar común en la memoria colectiva. En algunas Madrid y la Universidad de
Puerto Rico, 1916-1939,
zonas hablar de emigración es un tema cotidiano y Madrid, CSIC-Universidad de
familiar, ya que las idas y venidas y los retornos han hecho Puerto Rico, 2002 (coordina-
dora y autora de varios capítu-
que para muchos pueblos América sea una tierra íntima y cer- los junto a Mª Dolores Luque
y Miguel Angel Puig-Samper),
cana. La emigración y América siguieron alimentando los y junto a otros autores El
recuerdos y las historias de los habitantes de la aldea que vie- rumor de Haití en Cuba:
temor, raza y rebeldía, 1789-
ron partir a muchos que nunca regresaron, y a amigos y 1844, Madrid, CSIC, 2004.
Consuelo España a través
NARANJO OROVIO del espejo

p a rientes de los que nunca volvieron a tener noticias. Además,


América se percibió como un lugar familiar porque la migración
ap roximó ambas orillas; generó unas cadenas y se articuló a partir
de ellas, unas redes de trabajo y parentesco que funcionaron a
ambos lados del Atlántico, que canalizaron la migración y, además,
permitieron el trasvase continuo de hombres y mujeres, mercancí-
as, e ideas; estas redes, que explican los distintos destinos y las
variaciones cuantitativas de los flujos migratorios en el tiempo, cre-
aron comunidades específicas según los lugares de procedencia y
las profesiones. Ayudaron a articular en muchas ocasiones merca-
dos de trabajo especializados regulados por la oferta y la demanda.
Pero América también se sintió cercana no sólo por los con-
tactos generados por los migrantes y por las mercancías que ayuda-
ron a compartir mundos, gustos, hábitos y vidas. Las leyendas, his-
torias y mitos que a lo largo de muchos años se fueron construyen-
do en torno a América, al edén y paraíso del nuevo mundo en el que
la riqueza emanaba del suelo, contribuyeron a fraguar el mito. En la
creación de la fábula americana participaron todos, desde los que
retornaron, hasta los indianos –también llamados americanos–, o
aquellos que nunca regresaron, a pesar de lo cual mantuvieron un
contacto con sus familias a través de cartas y fotografías. Llegados
a América, en el momento que lograban reunir algún dinero fue fre-
cuente que los emigrantes se hicieran una fotografía para mandar a
sus padres. Estas imágenes, más próximas a la nueva sociedad y
c u l t u ra a la que el joven intentaba acceder, sin duda constituyeron
uno de los medios que con más fuerza ayudaron a crear imágenes
de América y de la emigración. Recogían el rostro amable y exito-
so de la emigración, a la vez que portaban un claro mensaje de
triunfo, de haber alcanzado el sueño compartido por tantos jóvenes.

104 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Las fotografías fueron el medio más palpable y “real” a través del


cual mostraban su nueva situación, vestidos con trajes diferentes a
los que se usaban en la aldea, con sombrero, traje o guayabera;
todos símbolos de la nueva realidad en la que él vivía; es decir, sir-
vieron para llevar mensajes con significados relativos a la inserción
en la sociedad y el bienestar logrado. El emigrante o el indiano se
convirtió en el individuo a quien había que imitar ya que él rep re-
sentaba el éxito y el sueño de “hacer las Américas”. Este mito, fra-
guado a lo largo de los años, con la presencia real de los que regre-
saban o las historias que al calor de la lumbre se contaban sobre las
riquezas del Nuevo Mundo, contribuyó en gran medida a acercar
América a muchos pueblos de España, a la vez que fue uno de los
factores que animó el proceso migratorio.
Aunque la invención de América como sinónimo de espe- Aunque la inven-
ranza es anterior al fenómeno conocido como “emigración en ción de América
masa” (1880-1930), fue a partir de ese momento cuando América como sinónimo
se convirtió con gran fuerza en un mito para cientos de millares de esperanza es
de europeos y españoles. La emigración en esta nueva etapa anterior al fenó-
alcanzó una magnitud incomparable con la de siglos anteriores. meno conocido
A ella se incorporó con fuerza la cornisa cantábrica, continuan- como “emigra-
ción en masa”
do, pero con menor fuerza, las salidas desde las islas Canarias y
(1880-1930), fue
Cataluña, zonas que hasta esos años habían estado a la cabeza de
a partir de ese
las partidas. Las salidas por puertos españoles superaron los 4
momento cuando
millones, siendo el saldo neto migratorio de más de millón y
América se con-
medio. A diferencia de la emigración de épocas anteriores, en virtió con gran
este período la emigración se presenta como una estrategia fami- fuerza en un mito
liar, compuesta por individuos jóvenes y solteros que mantuvie- para cientos de
ron vínculos con sus familiares y que en un elevado porcentaje millares de euro-
regresaron. Argentina, Cuba, Uruguay y Brasil fueron los desti- peos y españoles.

- 105
Consuelo España a través
NARANJO OROVIO del espejo

Instalaciones deporti-
vas y recreativas de
Valle Fresco de la
Hermandad Gallega
de Venezuela.

nos principales de los emigrantes españoles. La crisis económica


de 1929 y, como consecuencia, las políticas nacionalistas adopta-
das en los países americanos marcaron el final de este ciclo emi-
gratorio europeo que, en el caso español, culminó con el estalli-
do de la Guerra Civil (Sánchez-Albornoz, 1988).
Con la mirada siempre en su tierra natal, las colectividades
de españoles en América Latina ayudaron al desarrollo cultural y
pedagógico de sus lugares de origen, ap o rtando dinero para la cre-
ación de escuelas, hospitales y la financiación de obras públicas. De
manera individual, el emigrante de entonces y de épocas más
recientes ayudó con sus remesas al crecimiento económico del país.
En los casos en que se produjo el retorno, el migrante aportó una
experiencia que en muchos casos fue fundamental para la puesta en
marcha de nuevos negocios y empresas, pudiendo considerársele un
agente de cambio y modernización. Por otra parte, las colectivida-
des de españoles fueron también objeto de atención de las compa-

106 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

ñías comerciales al ver en ellas potenciales consumidores de mer-


cancías y, por ello, activadoras del comercio. Es decir, los emigran-
tes, al mantener los hábitos de consumo –sobre todo alimenticios–
generaron una demanda de determinados bienes (alimentos, calza-
do, etc.) incrementando y generando nuevas relaciones comerciales
y creando, lo que algunos han denominado, un mercado étnico.
Otros autores abordan estos temas (García López, 1992; Sánchez
Alonso, 1995; Fernández, 2004).
Pero en estas páginas no queremos hablar del “sueño de
hacer las Américas”, de los aspectos demográficos, sociales,
comerciales y económicos de este fenómeno; nuestro interés es
acercarnos a la contribución que hicieron las colectividades de
españoles asentadas en América Latina a construir, desde los pri-
meros años del siglo XX, un nuevo tipo de relaciones entre Las colectividades
España y las repúblicas americanas, así como su implicación y de inmigrantes
participación en el desarrollo de la cultura y de la ciencia espa- españoles siempre
ñolas. Pese a su interés, poco se sabe al respecto. En términos estuvieron atentas
generales puede decirse que las colectividades de inmigrantes a los llamamien-
españoles siempre estuvieron atentas a los llamamientos que se tos que se les
les hicieron desde sus lugares de origen, aportando dinero para hicieron desde
sus lugares de ori-
obras benéficas, escuelas, hospitales, alcantarillado, etc., así
gen, aportando
como financiando agrupaciones y partidos políticos de carácter
dinero para obras
nacionalista o republicano algunos de los cuales tuvieron pronto
benéficas, escue-
su homónimo en tierras americanas o bien se crearon allí, como
las, hospitales,
fueron A Xuntanza Nazonalista Galega d’Habana, o el Partido alcantarillado,
Nacionalista Canario, fundados en La Habana en 1920 y 1924; etc., así como
del mismo modo, los emigrantes también fueron solícitos con las financiando agru-
peticiones de ayuda que les cursaron los gobiernos españoles en paciones y parti-
determinadas situaciones (Naranjo Orovio, 1988). dos políticos.

- 107
Consuelo España a través
NARANJO OROVIO del espejo

Como apuntábamos, es menos conocida la participación que


estas colectividades tuvieron en el proyecto cultural y científico
español iniciado en 1907 por parte del Ministerio de Instrucción
Pública con la creación de la Junta para Ampliación de Estudios e
Investigaciones Científicas (JAE). Fue la JAE una institución crea-
da para impulsar la cultura y la ciencia españolas, nacida con el fin
de lograr una renovación de la enseñanza a través de la cual se espe-
ra regenerar el tejido moral, educativo y académico de España. Los
impulsadores de la JAE, con Santiago Ramón y Cajal como presi-
dente y José Castillejo como secretario, elaboraron un proyecto
ambicioso que representó el proyecto más renovador de la cultura y
de la ciencia en nu e s t ro país hasta el estallido de la Guerra Civil. Se
trataba además de abrir las puertas a las naciones más modernas, a
donde enviar a estudiantes y profesores a aprender las técnicas más
avanzadas. Se quería “internacionalizar” a España y que los cientí-
ficos y profesores ya formados salieran fuera y transmitieran la
nueva imagen de España, un país que quería regenerarse y salir de
su letargo y del sentimiento de decadencia que le asolaba tras el
desastre del 98’. En esta búsqueda de la modernidad se pensó que
la ciencia y la educación eran los instrumentos que harían posible
la soñada regeneración.
En este proyecto de romper el aislamiento, América Latina
se presentó como un elemento fundamental, con distintos significa-
dos según se tratase de política interior o exterior. En el caso ame-
ricano se buscó un nuevo acercamiento con las jóvenes repúblicas,
insistiendo en otros elementos que podían favo recer la vuelta al res-
tablecimiento de las relaciones bajo postulados alejados de aquellas
ideas que podían evocar viejos fantasmas imperiales. A esta nueva
manera de mirarse, de aceptarse y comprenderse contribuyeron

108 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

varios fa c t o res procedentes tanto de España como de América entre


ellos la búsqueda de una identidad, los viajes de intelectuales espa-
ñoles al continente americano y la acción de las colectividades
españoles radicadas en él.
El reencuentro se propició por un acercamiento entre los pos-
tulados de distintos intelectuales americanos y españoles, y en
muchos casos por la búsqueda de una identidad latina o hispanoa-
mericana que hundía sus raíces en gran medida en las tradiciones y
cultura españolas. Desde aquí, los viajes a diferentes países ameri-
canos de Rafael Altamira (1909-1910), enviado por la Universidad
de Oviedo en donde existía un grupo destacado de americanistas, y
de Adolfo González Posada (1910-1911), delegado de la JAE, ayu-
daron a aproximar los postulados y a tener un conocimiento más
real los unos de los otros, si bien hay que apuntar que este proceso
no careció de críticas y malentendidos. Las conferencias y encuen-
tros de Altamira y Posada con autoridades de instituciones acadé-
micas y con las colectividades españolas fueron cl aves en la propa-
gación del proyecto político y cultural, así como en la toma de con-
ciencia en España del interés suscitado en el seno de estas colecti-
vidades y, sobre todo, en la necesidad de contar con ellas en su
actuación. Tanto a Posada como a los profesores que visitaron
América no se les escapó el peso que tenían los inmigrantes espa-
ñoles en las sociedades de acogida en diferentes campos de la vida
económica, cultural y social, y, por tanto, el papel que ellos podrí-
an tener en la divulgación y activación de las relaciones y empresas
culturales que querían desarrollar.
Tras su regreso de América, en la memoria que Posada entre-
gó a las autoridades españolas, insistía en la ocasión que tenía la JAE
de aprovechar los nexos históricos y culturales de España y América,

- 109
Consuelo España a través
NARANJO OROVIO del espejo

servirse de la “intimidad moral entre España y aquellas jóvenes repú-


blicas”, utilizar la historia común no como imposición sino como
base para unas relaciones, así como de valerse de la colaboración de
las colectividades de inmigrantes españoles con gran poder económi-
co y fuerza cultural en varios países del Cono Sur (Posada, 1911a y
1911b). Las propuestas de intercambiar estudiantes, editar libros en
España sobre la historia de América, y, sobre todo, de enviar delega-
dos y profesores, fueron acogidas por los responsables de la JAE,
quienes pensaban que estos viajes, las conferencias, cursos, congre-
sos y reuniones científicas serían uno de los mejores medios de pro-
paganda de su proyecto, a la vez que ayudarían a consolidar el pres-
tigio de la nueva España en América (Naranjo Orovio, 2007).
Conocido el proyecto de la JAE, las colectividades españolas
pronto respondieron de manera muy positiva, i n c o rporándose y par-
ticipando de diferente manera según sus posibilidades a lo largo de
los años. En muchos de los países, las colectividades se agruparon
por encima de los centros regionales creando las denominadas ins-
tituciones culturales que se encargarían directamente del intercam-
bio y de las actividades culturales. Sin embargo, hubo excepciones,
ya que en algunos países la propuesta no partió de los inmigrantes
españoles sino de medios académicos que contaron con el respaldo
de distintas entidades públicas y privadas, entre ellas los centros y
asociaciones regionales españolas. Así sucedió en los casos de
México, Cuba, y Bolivia. En México surgió el Instituto Hispano-
Mexicano de Intercambio Universitario, nacido en 1925 y presidi-
do por el Rector de la Universidad Nacional; este instituto contó con
la colaboración muy activa de empresarios españoles afincados en
México y con algunos miembros destacados de la colectividad
española, dirigentes de asociaciones y club españoles, como el pre-

110 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Peña Andaluza de
California, Estados
Unidos.

sidente del Casino Español de México, y con el cónsul de España.


Al año siguiente de su creación, su secretario, Tomás G. Perrín resu-
mía los objetivos del instituto, recogiendo la voluntad y el proyecto
de la JAE, en el que, como apuntábamos, participaron de manera
eficaz los inmigrantes españoles:
Henos aquí unidos todos, indisolublemente unidos, como juramenta-
dos para no separarnos jamás en esta empresa, que es la más noble de
nuestra vida: traer a México los legítimos representantes de la cultura
española; llevar a España los hombres mexicanos de hondo y sabio
pensar. Que unos y otros formen núcleos de discípulo. Que en los
cerebros de los jóvenes mexicanos prenda una chispa inextinguible
del verbo docente español. Que ante los alumnos españoles abra una
clara senda el México docto, pensador y artista. Y que con la gratitud
y el cariño para los profesores españoles se robustezcan en México el (1)
amor a España, y con la devoción y el afecto para los profesores mex i- Excelsior, México, 24 de
noviembre de 1926: 9.
canos se intensifique, en la Madre Patria, su hondo querer a México.1 Cfr. Granados, 2007.

- 111
Consuelo España a través
NARANJO OROVIO del espejo

Las noticias que conocemos sobre la creación y andadura del


Instituto Hispano-Mexicano de Intercambio Universitario resaltan
el papel importante y fundamental que tuvieron los inmigrantes
españoles que desde el principio colaboraron económicamente para
su puesta en marcha y mantenimiento. En un primer momento,
sabemos que los fondos necesarios para costear el viaje, la estancia
y las conferencias de los profesores españoles se recogieron entre
75 españoles; recaudaciones que, según parece, fueron habituales
tal y como recoge la prensa cuando comenta la llegada de algunos
intelectuales al país.
Con signo similar, en Cuba se creó la Institución
Hispano-Cubana de Cultura , o rganizada y diri gida por
Fernando Ortiz a finales de 1926, y en Bolivia la Fundación
U n iversitaria Patiño, que se encargó de los intercambios con
España a partir de 1931.
Pero volvamos a la historia de estas relaciones...
La iniciat iva partió de la colectividad española en
Buenos Aires, quien tras la muerte de Ramón Menéndez
Pelayo , en 1912, comenzó preparar un homenaje que finalmen-
te se realizó en 1914 tras el envío por parte de la JAE de
Ramón Menéndez Pidal, director del madrileño Centro de
Estudios Históricos (institución creada por la JAE en 1910 y a
la cual se le confi rió el desarrollo de la política cultural que el
gobierno había proyectado respecto a América Latina). Su
estancia en Buenos Aires fue aprovechada por el médico espa-
ñol Avelino Gutiérrez para organizar una entidad que canaliza-
ra las ayudas y los intercambios académicos entre A rgentina y
España, actuando también como intermediarios entre las auto-
ridades académicas de ambos países. Fruto de ello fue la apa-

112 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

rición en 1914 de la Institución Cultural de Buenos Aires, inte-


grada por distintas entidades y centros españoles como refleja
su Junta Dire c t iva: la Cámara Española de Comercio; el Club
Español; la Sociedad Española de Beneficencia de Buenos
Aires; la Asociación Patriótica Española, y la Asociación
Española de Socorros Mutuos (López Sánchez, 2007).
Unos años después comenzaron a funcionar otras insti-
tuciones culturales: la Institución Cultural de Montev i d e o , diri-
gida por Manuel Serra en 1918; la Institución Cultural de
Santo Domingo, en 1927; la Institución Cultural de Rosario, en
A rgentina también en 1927; la Institución Cultural de Puerto
Rico y la Institución Cultural de Asunción, ambas surgidas en
1928, y la Institución Cultural de Santiago de Chile, que vio su
luz a finales de los años ve i n t e. Vinculadas a algunas de ellas,
como nos consta que sucedió en los casos de las Culturales de
Buenos Aires y Montevideo, se crearon y mantuvieron cátedras
sobre cultura y fi l o l ogía españolas. Por ejemplo, la Cultural de
Buenos Aires financió la Cátedra de Cultura cuyo local cedió
la Unive rsidad en la Facultad de Filosofía y Letras de la capi-
tal, de cuya administración académica se encargaba directa-
mente la Junta. Por ella, al igual que por las otras cátedras que
dependían de las Instituciones Culturales españolas desfi l a ron
lo más granado de la cultura y de la ciencia españolas: Ramón
Menéndez Pidal, José Ort ega Gasset, Augusto Pi y Suñer, Luis
de Zulueta, María de Maeztu, Jo rge Francisco Tello, Pío del
Río-Hort ega , Julio Rey Pastor, Blas Cabrera, Américo Castro,
Agustín Millares Carlo, Novoa Santos, Luis Araquistain,
Gregorio Marañón, José Casares Gil, Fernando de los Ríos,
Amado Alonso, entre otros.

- 113
Consuelo España a través
NARANJO OROVIO del espejo

Lógicamente la JAE siempre tuvo el control académico y era


ella la encargada de designar los profesores españoles que viajarían
tras revisar la propuesta general que remitía la Institución Cultural de
Argentina, la cual incluía las peticiones de otras Culturales españo-
las de países de Sudamérica. La Cultural de Buenos Aires, como
centro y pionera, se encargaba de canalizar y organizar los itinerarios
de los profesores, preparándoles periplos a distintos lugares con el
fin de aprovechar su viaje al continente. Tras estudiar la lista y ver la
disponibilidad de los conferenciantes, las autoridades de la JAE ini-
ciaban las negociaciones para los viajes y estancias de éstos. A esta
institución, y también gracias a los fondos donados por distintas aso-
ciaciones regionales de españoles en Argentina, se debió la inaugu-
ración en Madrid de la Cátedra Ramón y Cajal en 1928. Las subven-
ciones recibidas para esta cátedra sirvieron tanto para llevar a cabo
investigaciones, como para financiar becas y realizar seminarios y
cursos de especialización. La magnitud y el poder adquisitivo de la
colectividad española en este país la situaron a la cabeza de las acti-
vidades e iniciativas del intercambio cultural con España. Sus dona-
ciones también fueron importantes para la construcción de la Ciudad
Universitaria madrileña en 1928, aportando casi la mitad del presu-
puesto (en esta ocasión la colonia española remitió 5.000 pesetas
para unas obras que ascendieron a algo más de 12.000).
Pero su acción no se redujo al financiamiento de cátedras, ya
que también costearon los pasajes de intelectuales españoles que
invitados por colegas americanos realizaban, como indicamos, ver-
daderos periplos por varios países dictando cursos y conferencias, y
propiciando la creación de redes de cultura y de amistad que se pro-
longaron más allá de los años, incluso cuando la Guerra Civil que-
bró el proyecto de estos hombres.

114 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

En el caso de la Institución Cultural de Puerto Rico, la idea


parte en 1925 tras la visita a Madrid de Rafael Fabián, uno de los
españoles más influyentes en la isla. Durante su estancia se entre-
vistó con un grupo de intelectuales a los que les mostró su interés
para que profesores españoles frecuentaran el país e impartieran
conferencias. Un año más tarde, Fabián recibió una invitación del
Duque de Alba, desde la Asociación Hispanoamericana, animándo-
le a fundar una Institución Cultural Española. Al igual que en el
caso de otras Culturales, los estatutos de la creada en Puerto Rico
recalcaban el carácter exclusivamente cultural de estas instituciones
cuya finalidad era conocer y difundir en Puerto Rico los estudios e
investigaciones sobre lengua, literatura y cualquier otro aspecto
científico y artístico de la civilización española.
Las subvenciones sirvieron para sufragar las cátedras que
ocuparon en la universidad boricua profesores españoles, entre ellos
Tomás Navarro Tomás, Samuel Gili Gaya, A m é rico Castro,
Fernando de los Ríos, Ángel Valbuena Prat..., así como para orga-
nizar conferencias a lo largo de la isla, y ofertar algunas becas a los
universitarios puertorriqueños para que fueran a España a cursar
estudios sobre cultura española. De esto último se beneficiaron
Margot Arce (quien realizó su tesis doctoral en el Centro de
Estudios Históricos) y Rubén del Rosario; con el tiempo ambos se
convirtieron en destacados intelectuales.
La Institución Cultural de San Juan trabajó en colab o ración
con la JAE y con otras instituciones, en particular con la
Univers i d a d, en donde un proyecto comenzaba su andadura bajo el
patrocinio del Rector y de Federico de Onís, que ejercía como cat e-
drático en la Universidad de Columbia, en Nueva York, cuando fue
enviado por la JAE como respuesta a la solicitud que la universi-

- 115
Consuelo España a través
NARANJO OROVIO del espejo

dad norteamericana le remitiera en 1916. La voluntad y el empeño


de Onís de crear en Puerto Rico un centro que fuera puente de
unión entre Estados Unidos y España fraguó en los pri m e ros meses
de 1927 con la puesta en marcha del Dep a rtamento de Estudios
Hispánicos en la Universidad de Puerto Rico, en el cual participa-
ron de manera muy activa los filólogos del Centro de Estudios
Históricos. Asimismo, la Cultural de Puerto Rico coordinó sus
actividades con el Instituto de las Españas, o b ra también de Onís,
que comenzó a funcionar en 1920 dentro de la Universidad de
Columbia (Naranjo Orovio, Luque y Puig-Samper, 2002).
En la inauguración de la Cultural de Puerto Rico, el 27 de
ab ril de 1928 en el Ateneo Puertorriqueño, el filólogo español
Tomás Navarro Tomás, investigador del Centro de Estudios
Históricos y profesor frecuente del recién creado Departamento de
Estudios Hispánicos, resaltó el carácter cultural y abierto de las
Instituciones Culturales de América que tenían que servir para for-
talecer las relaciones culturales de España con Hispanoamérica, y
que debían de hacerse a partir de la cultura y de la ciencia y no “con
exaltaciones sentimentales”:
Las Culturales Españolas de América y los Centros Hispanoamericanos
de España (se dan cuenta) de que si hay pueblos que deben vivir unidos
por lazos de mutua comprensión son sobre todo éstos a quienes la his-
toria ha dado una misma tradición y un mismo idioma.
La experiencia ha demostrado que es inútil querer mantener relacio-
nes de este género con exaltaciones sentimentales. Las Culturales
Españolas sólo han podido empezar a existir cuando el renacimiento
científico de España, basado en rigurosos estudios técnicos y en
arduos trabajos de investigación, ha llegado a resultar digno de esti-
mación general (Navarro Tomás, 1928).

116 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Fruto de este ambiente, en el que la cultura española se


p royecta y se re nu eva en colaboración con los españoles establ e-
cidos en América, en Puerto Rico también asistimos a un pro-
yecto vinculado directamente con el ap oyo a la cultura y la cien-
cia españolas. Se trata de la iniciativa de un gru p o , integrado por
españoles y puert o rriqueños, de crear un comité que reuniera
fondos entre los españoles residentes en esta isla, además de en
Cuba y República Dominicana, para la construcción de un edifi-
cio que albergara el Centro de Estudios Históricos en Madri d,
institución que desde su ap e rtura en 1910 deambuló por varias
sedes hasta conseguir asentarse en un edificio propio en 1931.
Dicho centro fue uno de los que durante estos años había abas-
tecido a América con un mayor número de pre s t i giosos escrito-
re s , histori a d o res y filólogos. El paso de los profe s o res españo-
les por esta isla no les fue ajeno ya que su acción no se redujo a
los recintos universitarios. Su estancia no sólo sirvió para acer-
car a los puert o rriqueños a la cultura hispana, a El Quijote, o a
algún capítulo de la historia de España, sino que se ap rove ch ó
p a ra dar a conocer la realidad española, sus logro s , pero también
sus dificultades y deficiencias. Ello estimuló a que las colectivi-
dades de españoles tomasen conciencia de las necesidades,
s o b re todo económicas, que había en su país para sacar adelante
el proyecto cultural de tanta envergadura como el diseñado por
la JAE, un proyecto al cual se fueron incorporando de manera
d i fe re n t e.
Con esta finalidad nacía en 1926 el Comité Pro-Centro de
Estudios Históricos, presidido por el español Manuel Cambor,
quien en un telegrama al director del Centro de Estudios
Históricos, Menéndez Pidal, le manifestaba con alegría “su orgu-

- 117
Consuelo España a través
NARANJO OROVIO del espejo

llo de pertenecer a una familia de pueblos que está dando tan


poderosas muestras de vitalidad extraordinaria en todos los órde-
nes de la actividad y de un modo especificado en las aquilatacio-
nes de la cultura de que es promotor el insigne nuestro Centro de
Estudios Históricos de Madrid”.
Como todos los proyectos, este último tuvo partidarios y
detractores, apareciendo algunas críticas en periódicos de San Juan
sobre la falta de coherencia de un Gobierno que, a la vez que trata-
ba de exportar una nueva imagen de modernidad, no reparaba en
hacer campañas para recaudar fondos. Valga apuntar que estas crí-
ticas estaban insertas en un contexto político en el que estaba can-
dente el debate sobre la cultura y la identidad puertorriqueña, un
terreno en el que se enfrentaron los detractores y los defensores del
valor de la tradición española.
Por otra parte, las colectividades participaron en otros feste-
jos y conmemoraciones en los que de alguna manera estaba impli-
cada España y su historia. Algunos apuntes de lo acontecido en el
seno de una de estas colectividades, como la de Puerto Rico, nos
dan la pauta de cómo actuaron. El papel de los inmigrantes fue
importante y aportó un grano más de arena en el caso de Puerto
Rico, un país en el que desde 1898 se generó una disputa aún viva
sobre su identidad, y en la que participaron intelectuales de todos
los signos. En esta polémica estaban implícitos distintos elementos
que ayudaban a defender el derecho a la soberanía que tenían los
boricuas, entre ellos la cultura en términos generales, la lengua, las
tradiciones, etc. La historia está llena de ejemplos en los que el
debate por la identidad afloró con fuerza en distintos momentos que
se aprovecharon, por pequeños que fueran los resquicios, para
manifestar su particularidad. Uno de ellos fue en 1908 en ocasión

118 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Españoles en Bahía,
Brasil.

de la celeb ración del Cuarto Centenario de la Conquista y


Colonización de Puerto Rico. Su organizador, Cayetano Coll y
Toste, solicitó la colaboración de distintas entidades y personalida-
des, entre ellas inmigrantes españoles, creando un comité encarga-
do de coordinar todas las actividades. De dicho comité formaban
p a rte las instituciones más importantes del país, el Ateneo
Puertorriqueño y el Casino Español de San Juan, representado por
Antonio Álvarez Nava. El Casino Español además de ser una de las
sedes de algunas de las actividades, se encargó de una exposición
histórica en la que se exhibieron piezas arqueológicas y otros mate-
riales que revalidaban el pasado puertorriqueño y rescataban parte
de las raíces de este pueblo; asimismo, en el certamen literario que
tuvo lugar en el Ateneo se presentaron varios españoles de la colo-
nia, siendo algunos de ellos premiados. Con anterioridad a estas
efemérides, el Casino había colaborado en otras actividades cultu-
rales que acercaban la historia y la cultura de ambos pueblos, como

- 119
Consuelo España a través
NARANJO OROVIO del espejo

fue la edición de la obra de Salvador Brau, La colonización de


Puerto Rico, que representó en gran medida una reivindicación de
la herencia hispana.
Por último, valga apuntar que la colectividad española par-
ticipó de manera entusiasta en diferentes actos en los que se rei-
vindicaba la memoria, la historia y la cultura españolas, contribu-
yendo a levantar monumentos a reyes o a algunos próceres, o al
traslado de los restos del conquistador español, Juan Ponce de
León, a la Catedral de San Juan. Éste, como el resto de los hechos
resaltados, aunque tenían significados diferentes para la comuni-
dad puertorriqueña y para la española, para ambas representaba
la reivindicación de las raíces hispanas de la isla, una reafirma-
ción de su identidad hispana.
Como comentábamos, las conferencias no se circunscribie-
ron a las aulas universitarias. Liceos, teatros, centros regionales y
locales de distintas sociedades españolas acogieron a los intelectua-
les y hombres de ciencia. Un amplio público recibió el magisterio y
el mensaje que se quería transmitir de la nueva dimensión de
España. En Cuba, en distintas ciudades como La Hab a n a ,
Cienfuegos, o Santiago, distintos químicos, médicos, literatos, filó-
logos, pedagogos o historiadores, entre ellos Blas Cab re ra, Federico
García Lorca, Luis Sayé, Luis de Zulueta, Menéndez Pidal,
Gregorio Marañón, Américo Castro..., pronunciaron conferencias
en sitios diversos que acogieron a un numeroso público. Fue la
Institución Cultural Hispano-Cubana la que propició estos viajes y
estancias, apoyadas por distintos centros regionales de la isla,
comerciantes españoles, e intelectuales cubanos. El éxito de algu-
nas de estas visitas las recogieron los periódicos locales y españo-
les, como El Sol. En una ocasión sus páginas destacaban el éxito

120 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

que había tenido Gregorio Marañón en La Habana donde dictó un


ciclo de conferencias en el Teatro Payret sobre temas relacionados
con la sexualidad, a las que habían asistido más de tres mil perso-
nas (Naranjo Orovio y Puig-Samper, 2000).
Como otras Culturales, la Hispano-Cubana, nacida en el
seno de la Sociedad Económica de Amigos del País, se creó con el
propósito de propiciar el entendimiento entre Cuba y España a tra-
vés de la cultura y de la ciencia, con un espíritu independiente y sin
signo político cuyo interés fue atraer a sus aulas a los intelectuales
españoles más prestigiosos, tanto becarios como profesores. La
Hispano-Cubana fue el resultado del compromiso de un intelectual,
Fernando Ortiz, con otros países de habla hispana, y de manera par-
ticular con España. A través de ella se buscó y propició el acerca-
miento y el reencuentro entre los dos países a partir de nuevos para-
digmas, la cultura y la ciencia, y en un intento consciente de deste-
rrar fantasmas del pasado, concepciones racistas y sentimientos
panhispanistas. Entre sus fundadores encontramos a cubanos, inte-
lectuales, y a españoles, en su mayoría comerciantes. Trabajando al
lado de Fernando Ortiz en esta empresa se encontraban algunos de
los intelectuales más prestigiosos de la isla, Jorge Mañach, Israel
Castellanos, Ramón Grau San Mart í n , R a m i ro Guerra, Ju a n
Marinello, Carlos Loveira, Herminio Portel Vilá, etc., así como
nombres de españoles inmigrantes, algunos de reconocida solven-
cia como eran los propietarios de unos de los almacenes más famo-
sos de la época, “El Encanto”, o los dueños de otra de las tiendas
que marcaron la moda en la capital cubana, los almacenes “Fin de
Siglo”, también de inmigrantes hispanos. En la lista de socios tam-
bién reconocemos apellidos de hombres ligados de manera estre-
cha con la colonia española como es el caso de José Solís, subdirec-

- 121
Consuelo España a través
NARANJO OROVIO del espejo

tor del Diario de la Marina, uno de los periódicos mayor difusión


y traye c t o ria en Cuba, o de diferentes personalidades de distintos
centros regionales hispanos.
Como en otros países, la Cultural habanera sirvió de platafor-
ma años después para la llegada del exilio republicano. Tras 1936,
su fundador y muchos de sus socios acogieron y propiciaron la lle-
gada a la isla y a otros países americanos de muchos de los profe-
s o res que en los años previos al la Guerra Civil habían frecuentado
las aulas y los teatros cubanos.
Si destacada fue la labor de los emigrantes españoles en la
modernización de sus tierras, en la mecanización del campo y en
general en la dinamización de la economía española, no fue menos
su porte al desarrollo de la ciencia y la cultura españolas. Desde
Buenos Aires, Montevideo, La Habana, Santiago de Chile, México
o San Juan, las colectividades españolas se organizaron en torno a
Instituciones Culturales con el fin de contribuir al intercambio cul-
tural y científico entre España y América. En algunos casos, sus
directivos fueron los mediadores de la Junta para Ampliación de
Estudios y las instituciones académicas americanas. En combina-
ción con la JAE y las universidades locales, las Instituciones
Culturales Españolas fueron las encargadas de promover y financiar
en parte el intercambio intelectual. Obra de inmigrantes españoles,
sobre todo de comerciantes, estas Culturales fueron instrumentos
valiosos en la política de acercamiento entre España y sus ex-colo-
nias. Su participación en el intercambio académico y en la potencia-
ción de estas relaciones confiere a estas colectividades una labor
importante, callada y poco reconocida, como mediadores y agentes
que potenciaron los intercambios y el diálogo.

122 -
SITUACIÓN ACTUAL
Y RECORRIDO
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a América, 1880-1930, Madrid, Alianza, 1995.

124 -
Sanidad y mutualismo: X. Amancio Liñares Giraut
(Negreira, 1961). Es profesor de
Geografía e Historia en el IES
hospitales de los emigrantes «Terra de Xallas» de Santa
Comba (A Coruña) y de Lingua e
españoles en América Cultura de Galicia en la Escuela
Universitaria de Traballo Social
de la USC. Ha publicado, como
autor o coautor, más de una
X. Amancio LIÑARES GIRAUT veintena de libros sobre temas
históricos, agrarios, biográficos y
Licenciado en Geografía e Historia (especialidad literarios. Entre sus volúmenes
de Hª. Contemporánea) por la Universidad de con referencias a la emigración y
Santiago de Compostela. al exilio están: O Val de Barcala,
1900–1936. Agrarismo, vida
política, emigración e cultura
(Feiraco, Santiago, 1986); (Ed.) O
centenario de Castelao na lem -
branza, 1986 (Fundación
Castelao, Santiago, 1997);

E
sta filosofía y praxis social, en sentido amplio, Maruxa na Casa-Museo de
hunde sus raíces ya en las primeras comunidades Rosalía (Fundación Rosalía de
Castro, 1999) –con Gonzalo
humanas, y desde siempre ha sido un recurso utili- Rey–; «Diccionario» Antón
Avilés de Taramancos (tresCtres,
zado por distintos colectivos con problemáticas asistencia- Santa Comba, 2003) –con
les diversas. Con frecuencia el mutualismo ha estado vin- Antonio Puentes–. En esta
misma editorial han visto la luz
culado a las personas y sociedades desamparadas o con en 2007, Ramón Martínez
López; Prensa e comarca.
menos recursos, al mundo obrero urbano, y se hace habi- Medios de comunicación en
tual la búsqueda de soluciones mutualistas en el caudal de Negreira, A Baña e Brión no
século XX, –con Omayra Lista– y
las corrientes migratorias, a lo largo de los tiempos. Son para a “Unión Barcalesa de
La Habana” (1907-2007).
Genéricamente, casi en definición de diccionario, puede También es autor de artículos de
afirmarse que las asociaciones mutuales son entidades con temática migratoria en prensa y
revistas, así como de las seccio-
personalidad jurídica, sin fines lucrativos, sostenidas por nes Letras da diáspora y Nas
veas da diáspora, publicadas
aportaciones periódicas, constituidas libremente por perso- entre los años 1994 y 2001,
nas, inspiradas en la solidaridad, autogestionadas, y que sobre autores y textos literarios
gallegos vinculados a la emigra-
tienen como finalidades la prestación de ayuda recíproca ción.
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

ante riesgos eventuales o lograr su mejora y bienestar general. No


nos referimos aquí al mutualismo en su versión más ideologiza-
da y restrictiva –socialista libertaria, proudhoniana, anarquista–,
surgida a mediados del siglo XIX, sino a ese Mutualismo con-
templado lato sensu, aunque también forjado y diseminado en la
misma centuria decimonónica. En marzo de 1918 el Boletín
Oficial del Centro Gallego de Buenos Aires proclamaba que

El arma más poderosa que el hombre ha creado para luchar contra


los embates de la miseria, es el mutualismo: la manera para comba-
tir el mal, que generalmente es la falta de previsión, consiste en
unirse colectivamente, ya sea, por gremios, en el terreno o por
nacionalidades o por razas en el extranjero. La mutualidad es natu-
ral consecuencia de la solidaridad colectiva claramente consciente
de sus fines de utilidad y de sus fines morales (citado por E.
Sánchez y G. Vázquez, 1993: 37-38).

Unas de las preocupaciones constantes de los emigrantes


ha sido la búsqueda de alternativas y soluciones para la asisten-
cia sanitaria. La atención médica y hospitalaria, las consultas de
atención primaria y operaciones quirúrgicas, el acceso a los
medicamentos; todo lo que contribuye al cuidado de la salud
constituyó –y constituye en la actualidad– una atención preferen-
te y perenne en nuestras sociedades. La sanidad, junto con la edu-
cación y la cobertura social a través de un amplio y eficiente sis-
tema de pensiones, son pilares básicos en la conformación de un
Estado del Bienestar. Si esta demanda está presente y es objeto
de debate en las sociedades desarrolladas de los albores del siglo
XXI, bien podemos imaginar el grado de preocupación entre las
agrupaciones de nuestros emigrantes durante las dos centurias
anteriores, y, de modo esencial, en las décadas de “Españoles

126 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

hacia América. La emigración en masa, 1880-1930”, en la expre-


sión de un libro compilado por Nicolás Sánch e z - A l b o rn o z
(1988). “Contra el desarraigo: cultura y mutualismo”, se titula un
sugestivo capítulo preparado por Gonzalo Allegue en Galegos, as
mans de América (2 vols., 1992; V. II: 213 y ss.).
De la parcela e impronta educat iva de la emigración hispa-
na a América, en donde sin duda también se hará presente el con-
c epto de mutualidad, se ocupa otro ap a rtado de Ciudadanos espa -
ñoles en el mundo, de la autoría de Vicente Peña. La educación,
generalmente, también ha trabajado por una cultura de la higi e n e.
El específico campo sanitari o , seg u ramente menos estudiado, es
objeto de la presente contri bución, y centrándonos, después de
una panorámica inicial que asienta pilares en el siglo XIX y aún
antes, en dos instituciones y dos países de intensa huella migrat o-
ri a : “La Benéfica” de La Habana (Cuba) y el Centro Gallego de
Buenos Aires (Argentina), dos importantes encl aves hospitalarios,
o b ra de españoles.

LAS PRIMERAS SOCIEDADES: BENEFICENCIA


Y SOCORROS MUTUOS
Ya antes del período de emigración masiva podemos cons-
tatar la existencia de instituciones llamadas de “socorros mutuos”
o de “beneficencia” (A. E. Fernández, 1992a, 1992b; M. Llordén
Miñambres, 1996: 40-53; X. M. Núñez Seixas, 1998: 75-77).
Estudios historiográficos, más profusos en el caso de la emigra-
ción italiana y en el espacio platense, coinciden en afirmar que en
la diáspora ultramarina esta intensidad y diversificación se hace
más presente en Cuba y Argentina, desde las décadas 1850-1860,
pero también aludiremos a otras experiencias pioneras anteriores

- 127
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

Policlínicas de la Casa
de Galicia de
Montevideo, Uruguay.

(México). En un estudio presentado al II Congreso Nacional del


Comercio de Ultramar (1929) se cuantifica en 568 el número de
diversas asociaciones de españoles en los países americanos de
acogida, de las cuales un 60% estaban radicadas en Argentina y
un 42´3% tenían fines mutualistas, a las que aún podría sumárse-
le otro grupo de las caracterizadas como benéficas (M. Llordén,
1996: 42). Sin embargo estos datos estadísticos, útiles para la
cuantificación, deberían aquilatarse con otras fuentes más preci-
sas, como los censos de asociaciones. Así lo hace este autor, y
nos ofrece otras cifras para los años 1926-1927: 767 sociedades
españolas ubicadas en la República Argentina (de ellas, el 63´5%
situadas en Buenos Aires –capital y provincia– y la mayoría de
ámbito nacional-español); y, en el caso cubano, más del 62% de
las asociaciones localizadas en la ciudad de La Habana, de las
cuales un 52´4% eran de carácter comarcal, exclusivamente de
origen gallego o asturiano.

128 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Las sociedades de Beneficencia [en adelante B.] intentaron


ayudar al inmigrante en el país de acogida, para hacer frente a
situaciones de enfermedad –muchas veces dolencias desconoci-
das, fruto de una nueva climatología tropical (fiebre amarilla,
malaria, anquilostomiasis)–, falta de trabajo, desgracias econó-
micas y atenciones fúnebres. “Las Sociedades de B. de los
Naturales de Galicia, fueron al principio una sociedad de enluta-
dos señores de bombín, pala y marmolina que enterraban a los
paisanos que tisis o fiebre amarilla despachaban a espuertas”,
relata G. Allegue (1992; V. II: 218). Muchas veces, los sucesivos
infortunios desembocaban en la repatriación, completo desampa-
ro, indigencia o muerte. El emigrante triunfador, la elite acomo-
dada en nichos económicos prósperos, tampoco deseaba esta
situación entre sus compatriotas, mezclándose actitudes de soli-
daridad y de dignidad étnica con el cuidado de la paz social y el
evitar situaciones delictivas, consecuencia de la miseria. Así lo
analiza A. E. Fernández (1987) y aporta otras consideraciones al
respecto M. Fernández Santiago (1999: 209 y ss.). Se define Las sociedades
como prototipo de directivo de la Asociación Española de de Beneficencia
Socorros Mutuos de Buenos Aires al comerciante que frecuente- intentaron ayu-
dar al inmigran-
mente tardaba 15 años desde que se inscribía como socio hasta
te en el país de
que pasaba a integrar los cuadros dirigentes, “período en el cual
acogida, para
había mejorado sustancialmente su situación económica, pasan-
hacer frente a
do de empleado a socio propietario o a comerciante por cuenta
situaciones de
propia”. Además era frecuente que en los estatutos de las socie- enfermedad,
dades, al lado de los fines mutualistas, instructivos y culturales, falta de trabajo,
se mantuviese una defensa de la dignidad y honor de los inmi- desgracias eco-
grantes, como se puede observar en el caso argentino, concreta- nómicas y aten-
mente en los textos legales del Centro Gallego de Buenos Aires o ciones fúnebres.

- 129
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

de la Asociación Patriótica Española, aunque se podría ampliar


a casi todas las sociedades gallegas e hispánicas, aún a mediados
del sigo XX. Eran opciones que debían manifestarse incluso con
vehemencia, dentro de las estrategias de construcción de la etni-
cidad y del prestigio de los emigrantes en los países de acogida.
En sus orígenes –y regresamos a los años 1800– las prime-
ras Sociedades Españolas de B., surgieron como modelos de enti-
dades caritativas ya conocidas en el Antiguo Régimen. En la
época colonial existían, por ejemplo, algunas asociaciones
mutualistas de naturales del “Reino de Galicia” en México
(1740), Buenos Aires (1790), Veracruz (1795) y La Habana
(1804), “generalmente bajo la advocación del apóstol Santiago”
(X. M. Núñez, 1998: 75). Querían solucionar los desequilibrios
producidos por el propio fenómeno migratorio, ante la falta de
políticas públicas de protección social. Se trata de “un modelo
asociativo en donde se juntan la caridad cristiana con motivacio-
nes de carácter filantrópico-humanitarias, que servían para resol-
ver las propias necesidades asistenciales de los promotores y ade-
más presentaba el importante aliciente de poder exteriorizar
socialmente su práctica colectiva” (M. Llordén, 1996: 44).
Es en la ciudad portuaria mexicana de Tampico en donde
se constituye la primera de estas asociaciones benéficas, en
noviembre de 1840, e impulsada por el primer representante con-
sular español –Francisco Preto Neto– tras la independencia del
país azteca. Más tarde el solar mexicano ve nacer otras entidades
de este tipo: México D. F. (1842), Puebla (1860), Veracruz
(1869)... (P. Lorenzo Laguarta, 1951). En la actualidad se ubican
sociedades españolas de B. en diversas áreas mexicanas, además
de las citadas: Monterrey, Pachuca, La Laguna, Potosi….

130 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Los catalanes crean en Cuba en 1841 la potente Sociedad de


B. de los Naturales de Cataluña en La Habana, impulsada por los
acaudalados Antonio Font y José Gerner. Su ideario coincide con el
de la Sociedad de B. Española de Tampico y de otras muchas enti-
dades posteriores: se habla en todas ellas del socorro a los necesita-
dos, servicios funerarios para los pobres, ayuda para encontrar
empleo, repatriaciones, etcétera. En ese país habrá que esperar hasta
el 31 de diciembre de 1871 (descripciones de C. Naranjo, 1988: 104
y ss., J. C. González, 2003: passim y J. A. Vidal, 2007: 70 y ss.),
debido a los impedimentos legales, para ver la aparición de la
segunda sociedad de este tipo, la Sociedad de B. de los Naturales
de Galicia, “por iniciativa de los miembros más destacados de la
colectividad gallega” (P. Cagiao, vol. 1, 2007: 69-72) y será seis
años más tarde cuando nazcan las sociedades Vasco-Navarra y
Asturiana de B. (1877) en la capital de la Gran Antilla. Todavía en
1997 el presidente de La Beneficencia, A l f redo Gómez, decía en
una entrevista con el autor del libro La Galicia antillana que “125
años después sigue con el mismo funcionamiento, es decir que nos-
otros aquí practicamos lo que es auxilio por necesidad, auxilio por
enfermedad, tenemos panteón para socios y familiares; es decir con
el recibo suyo tienen derecho a los beneficios de la sociedad el
padre y la madre, el cónyuge y los hijos hasta los 14 años.
(...).Tenemos 2.111 socios de los cuales 562 son gallegos de naci-
miento. El resto son hijos, nietos y otros que no son familiares
siquiera de gallegos, pero que han sido presentados por un asocia-
do. Ya antes de la Revolución era igual, no se rechazaba al cubano,
siempre que fuera presentado por un asociado” (J. A. Vidal, 2007:
73). La aplicación de la Constitución española de 1876 –con su Ley
de Asociaciones– en la aún entonces provincia de ultramar posibi-

- 131
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

lita también allí la extensión del asociacionismo, sobre todo en


forma de colectividades regionales, ya que era necesario afirmar las
identidades particulares, en ese territorio cubano todo él todavía
integrado en la monarquía española. Aún hoy perviven colectivos
con el nombre de sociedades de B. reuniendo a emigrantes andalu-
ces, castellanos, montañeses, catalanes o aragoneses. El periódico
El Eco de Galicia, editado en La Habana, decía sobre estas entida-
des en el artículo “La Sociedad de Beneficencia” (27/1/1884):

Disperso un gran número de gallegos por estas tierras de América,


comprendieron la necesidad de asociarse á tan alto y filantrópico fin
y lo mismo en esta Antilla, que en las repúblicas del Sur, en las cua-
les, desgraciadamente para Galicia no escasean sus hijos, crearon
Sociedades de Beneficencia y Centros provinciales que responden
á la más patriótica y caritativa de las ideas.

Marcando diferen- Como indica C. Naranjo (1988: 111), esta sociedad bené-
cia con las socie- fica sirvió de ejemplo para la fundación de diversas asociaciones
dades meramente mutualistas en la Isla, que amparaba a los inmigrantes ante la
mutualistas que inexistencia de una legislación laboral y social en los primeros
existieron en diver- años del nacimiento de la República de Cuba. Esta beneficencia
sos países europe- y mutualismo destacó además en momentos de crisis económi-
os durante el
cas, ayudando a la repatriación de muchos gallegos.
Antiguo Régimen,
Marcando dife rencia con las sociedades meramente mu t u a-
las creadas en
listas que existieron en dive rsos países europeos durante el
América incluían
Antiguo Régimen, las creadas en América incluían inicialmente
inicialmente como
uno de sus objeti- como uno de sus objetivos principales la re ivindicación de la etni-
vos principales la cidad del ori ge n : “En la década de 1850-60 surgi e ron en el Río de
reivindicación de la Plata las pri m e ras entidades que bu s c aban edificar esa etnicidad
la etnicidad del en una pers p e c t iva panhispánica, combinando las actividades asis-
origen. tenciales con las pat rióticas” (A. E. Fe rnández, 1992: 132). El

132 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

intenso asociacionismo posterior ya ap o rtó un mayor acento


regionalista y comarc a l , cuestionando a veces la “mat riz común
hispánica” (A. E. Fernández, 1992: 135). En 1852 echa a andar la
Sociedad Española de B. de Buenos Aire s, a la que seguirán las
homónimas de Cañuelas, Córdoba, R o s a rio y la de B. y Hospital
Español de Mendoza, hasta los pri m e ros años del siglo XX. En
esa Rep ú blica platense también destacaron en la segunda mitad
del XIX la Asociación Hispano-Argentina de protección a los
Inmigrantes Españoles (1889) y la Asociación Patriótica
Española de Buenos Aires (1896), extendida después a otras urbes
del país (Rosario de Santa Fe, Mendoza, Luján). También hay que
tener en cuenta, como hemos leído en escritos de A. Pérez Prado,
que los símbolos de Galicia fo rman parte de mu chas instituciones
en el paisaje urbano de Argentina, s o b re todo en Buenos Aires, y,
no pocas veces, se complica la realidad al llamarse españolas, sea
en los terrenos asociat ivo, bancario, d ep o rt ivo o sanitario. De
nuevo el deb ate semántico, con connotaciones re ivindicativas,
p at rióticas y disquisiciones ideológicas, extensivas al conjunto de
la emigración gallega al Nuevo Continente. Los vo c ablos gallego
y español en la metáfo ra , la metonimia y la sinécdoque, en el siglo
XIX y en el XX. El nomenclátor de entidades sanitarias ubicadas
en este espacio platense no es ajeno a estas confusiones léxicas,
más o menos intencionadas, q u e, en todo caso, aunque no las
ignoremos, no constituyen el tema esencial de este trabajo. En tal
temática se inyectan cuestiones de identidades, con patologías y
vacunas dive rsas.
Se puede completar la panorámica en otros Estados lat i n o-
americanos con las re fe rencias a las asociaciones de Chile
– S a n t i ago (1856), Va l p a raíso (1851), Iquique (1877), Talca (1882)

- 133
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

y Concepción (1886)–, B rasil –Sociedad Española de B. de Río de


Janeiro (1858), y también las mutualistas de Bagé (1868), Po rt o
Alegre (1893), São Paulo (1898)–, Guatemala (1866), Sociedad
Española de B. de la Rep ú blica Oriental del Uru g u ay (1881),
Perú –El Callao (1883), Lima (1884), Iquitos y Cerro de Pasco–.
Insistimos en el pro t agonismo de emigrantes enriquecidos y cón-
sules españoles en la puesta en marcha de estas entidades. Destaca
L l o rdén que animar este altruismo ha supuesto condecoraciones e
i n cluso títulos nobiliarios para las autoridades españolas, que se
ejemplifican muy bien en el caso cubano (1996: 47). En todo caso,
como afirma X. M. Núñez, interv i n i e ron en sus direcciones “tanto
las élites del ascenso económico (…), que en el medio plazo ten-
d i e ron a monopolizar los puestos directivos de las instituciones,
como también agi t a d o res intelectuales y políticos, que juga ron un
i m p o rtante papel de lidera z go ” (1998: 76). Y es amplia la nómina
de sociedades de beneficencia que cabría añadir en ge ografías y
c ro n o l ogías variopintas: Baía, R e c i fe (1915), São Paulo, Nueva
Yo rk , Massachusetts, Nueva Je rs ey, C a racas (1914), La Guay ra ,
San José de Costa Rica, Santo Domingo (1933)… Muchas de
ellas, a lo largo del tiempo, f u e ron amoldando sus fines a las situa-
ciones concre t a s , ampliando su elenco de objetivos. Por ejemplo,
en Argentina se constata la construcción y funcionamiento de hos-
pitales en Buenos A i res (Sociedad Española de B., 1877) y en las
ciudades de Córdoba, R o s a rio y Mendoza; y en Brasil las socie-
dades de Río de Ja n e i ro y Baía logra ron desarrollar todo un pro-
grama de asistencia médica, hospitalaria y farmacéutica, así como
de cobert u ra social.
Las sociedades de Beneficencia no alcanzaban a cubrir
todas las necesidades y situaciones difíciles de los emigrantes. De

134 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Sanatorio Español de
Montevideo, Uruguay.

ahí que, cuando las circunstancias lo perm i t i e ro n , se diese el paso


a entidades con mayor potencial económico y asociat ivo, que
resolviesen pro blemas más acuciantes y con mayor calado. Con la
ex c epción de la situación cubana, por su carácter de terri t o ri o
español hasta 1898, en casi todos los países de re fe rencia nacieron
sociedades de socorros mutuos, que rep re s e n t a ron el ge rmen de
futuros sistemas estatales de seg u ridad social. El mutualismo ibe-
roamericano ap a recerá en la segunda mitad del XIX para tratar de
hacer frente con más re c u rsos a las necesidades sanitarias de los
trabajadores, asalariados y autónomos. Las epidemias que se
ex t e n d i e ron en el tercer cuarto del XIX en va rias áreas de la inmi-
gración americana (cólera , fi eb re amarilla) acelera ron este pro c e-
so societario de autogestión, s o b re todo entre los emigrantes ita-
lianos y españoles. Por ejemplo, resultó muy dramática la ep i d e-
mia de fi eb re amarilla que sacudió Buenos A i res en 1871 (análi-
sis de L. Malosetti en D. Armus, 2005: 41 y ss.).

- 135
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

Es ahora en Uru g u ay en donde encontramos la Asociación


Española Primera de Socorros Mutuos [en adelante S. M.] de
Montevideo (1853). Le seguirían otras ciudades del país y ya a con-
t i nuación A rgentina (1857), Brasil (1868) y Chile (1889). Pero el
e n t o rno bonaerense representa el espacio más intenso e import a n-
te en esta modalidad asociat iva (Asociación Española de S. M. de
Buenos Aires, Asociación Catalana Montepío de Montserrat,
Asociación Española de S. M. de Rosario de Santa Fe). La idea
h abía ido prendiendo con fuerza en diversas poblaciones del país,
llegando a coexistir 179 de estas asociaciones en la República
Argentina a la altura de 1910. Y otra cifra llamat iva: en un período
de setenta años, entre 1857 y 1927, se constituyeron en esta nación
a u s t ral 433 instituciones de ayuda mutua (M. Llordén, 1996: 52).
El definitivo Centro Gallego de Buenos Aires, conformado en
1907, con sus funciones mutualistas y asistenciales, se convertirá
en la más importante de las asociaciones hispánicas en Argentina,
como veremos en páginas posteri o res. Le siguen en número a
Argentina las 27 sociedades españolas de socorros mutuos regis-
tradas en Brasil en 1927. Benéfico-mutualistas, p a ra dotar de at e n-
ción sanitaria y protección a las mujeres, fueron las Hijas de
Galicia (1917) en La Habana, de la que nos ap o rtan datos esencia-
les C. Naranjo (1988: 124-132) y más recientemente J. A. Vidal
(2007: 94-100). Aunque sus servicios eran en sus inicios para
gallegas, al año siguiente se acordó que podían asociarse todas las
mujeres españolas que no gozasen de este tipo de asistencia. Las
Hijas de Galicia inauguraron una Casa de Salud en 1923 y un
Balneario Social en Miramar en 1938 (P. Cagiao, vol. 1, 2007: 161-
162). Y, además, pueden anotarse entidades de este tipo en Nueva
York (1868) y San Juan de Puerto Rico (1883). Su número de aso-

136 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

ciados podía oscilar entre unas docenas –Belo Horizonte,


Bragança, Jahú, R e c i fe…– o varios centenares de afiliados –São
Paulo, Santos, Campinas, Nueva York–. Sólo algunas de las form a-
das en la capital federal argentina superaban el millar de asociados
en la década de 1910. La puert o rriqueña Asociación Española de
Auxilio Mutuo y B. (1883) alcanzó la cifra de mil asociados en
1908. En 1910 la habanera Sociedad de B. de los Naturales de
Galicia rebasaría la cifra de 1.300 socios.

DOS IMPORTANTES COMPLEJOS


HOSPITALARIOS EN CUBA Y ARGENTINA

“La Benéfica” de La Habana


A partir de 1906 entra en funcionamiento la Quinta de
Salud “La Benéfica” del Centro Gallego . Este espacio, alquila-
do en 1885, fue después comprado en 1893. Esto suponía un ali-
vio, entre otros motivos también porque la entrada en La Habana
con documentaciones incompletas o siendo port a d o res de algu-
na enfermedad podía llevar a los inmigrantes al criticado y
humillante campamento o lazareto de Triscornia, situado en la
bahía habanera, e incluso a su expulsión al país de origen (C.
Naranjo, 1988: 83 y ss.; J. A. Vidal, 2007: 40 y ss.). Ya doce
años antes el Centro Gallego de La Hab a n a –fundado en 1879–
se marcó el objetivo de comprar una de las Casas de Salud que
venía prestando servicios sanitarios a sus asociados. Y así se
harán con “La Benéfica”, sita en el reparto de Concha, en la
c apital cubana, cuando presidía la directiva Bonifacio Piñón.
Esta Quinta de Salud “La Benéfica” dispondrá en estos prime-
ros años del siglo XX de una finca de casi 28.000 metros cua-

- 137
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

drados, que contará con nu evos pabellones y departamentos


(Luís G. Tosar, 1992: 141-142). Paralelamente se estaba ge s t a n-
do la construcción del llamado Palacio del Centro Gallego en
Prado 458, f rente al Pa rque Central habanero, inaugurado en
1913, que ve de frente al también destacado Centro Asturiano.
En su libro sobre impresiones de Cuba (1913) –citado por José
Antonio Vidal, 2007:81–, el británico R. Lloyd sostenía que la
agrupación regional gallega era

... la sociedad más importante de la Isla, y en cuanto al número de


socios no tiene rival en el mundo entero. Su espléndido edificio
nuevo figura entre las mejores obras arquitectónicas de América
(...). En junio de 1912 el número de sus socios ascendía a la enor-
me cifra de 34.442 y en la actualidad pasa de 36.000 (...). El capi-
tal de la Sociedad pasa de 900.000 $ y su entrada anual por concep-
to de cuotas asciende a 490.000, en la manutención del sanatorio
invierten 250.000 $ al año; en instrucción 17.500; en entretenimien-
tos sociales 7.000, y en las delegaciones de toda la isla 68.000 $.

Vidal Rodríguez lo califica como “el orgullo del colectivo


gallego y el florón arquitectónico de La Habana durante el primer
tercio del siglo XX” (ibídem: 77).
La preocupación por dotarse de un servicio sanitario ya era
una cuestión abordada en el Centro Gallego desde los primeros
tiempos de su andadura societaria. El principal anhelo de los inmi-
grantes en Cuba durante el último tercio del siglo XIX “fue prote-
gerse contra la insalubridad del clima tropical, los duros trabajos
que minaban su salud, la estacionalidad de su mercado laboral y las
constantes crisis económicas y políticas a las que estaba sometida la
isla, en la que ellos no contaban con la solidaridad próxima de su
e n t o rno familiar y vecinal” (J. A. Vidal, 2007: 71). Alrededor de

138 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

1888 –relata L. González–, bajo la presidencia de Antonio Rivero


Peón, se trata una moción en la que se pide asistencia médica para
los asociados en una Casa de Salud habanera y se toma el acuerdo
de usar los servicios de la Casa de Salud “Quinta del Rey”, proce-
diendo además al nombramiento del primer médico-inspector del
Centro, el doctor Victoriano Andrade. Al mismo tiempo “se crea
una sección sanitaria con un reglamento propio, y se le añade al
organigrama otra nueva Sección, la de Protección y Trabajo. El
Centro Gallego de La Habana contribuye con diecisiete pesos men-
suales al sostenimiento del Instituto Bacteriológico creado en Cuba
un año después de la puesta en marcha en París del famoso Instituto
Dr. Pasteur” (1992: 140).
Después de que ya las entidades comarcales dispusiesen
de un mínimo de atención sanitaria para sus asociados, fue el
Centro Gallego quien “ c reó un sanat o rio de grandes dimensio-
nes y con todos los medios científicos, que puso al servicio de
sus socios y de sus familiares mediante el pago de una modesta
cuota mensual” (X. Neira Vilas, 1992: 162). Tras el pago de la
cuota, el asociado tenía dere cho a la asistencia médico-quirúrgi-
ca, hospitalización, medicinas, transporte de enfermos, entie-
rro… (C. Naranjo, 1988: 122). Conservamos testimonios direc-
tos de agradecimiento por sus esmerados cuidados a los pacien-
tes, como el que nos ha dejado en sus escritos el poeta ga l l ego
autodidacta José Baña Pose (el xalleiro Pepe de Xan Baña, bio-
gra fiado por Xosé Mª Rei, 2005), con párra fos encomiásticos
para la institución, publicados en C u l t u ra Gallega - C e n t ro
Gallego (nº 59-60, septiembre, 1938, p. 24). En esta misma
revista puede leerse la “Cuenta del sanat o rio ‘La Benéfica’ con
una maravillosa organización”:

- 139
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

Hemos tenido el gusto de visitar este importante centro benéfico (…).


Recorrimos todas las dependencias, quedando admirados al ver su fun-
cionamiento y encontrarnos que en casi todas ellas están instalados los
aparatos de cirugía más modernos. La asistencia es insuperable (…). La
alimentación es perfecta (…). En la Farmacia gran movimiento pues se
despacha diariamente un aproximado de 2.000 recetas (…).
Los jardines son un verdadero encanto (…) que sirven a los enfer-
mos de solaz y esparcimiento.
Según la publicación Galicia (1916, 1918): “Los gallegos
en Cuba no tienen sólo un palacio Social en La Habana, ni sólo
una Casa de Salud, La Benéfica, sino sanatorios en Cienfuegos,
Santiago de Cuba, Cárdenas, Manzanillo y otros pueblos”, a los
que hay que sumar las instalaciones médicas de Guantánamo,
Ciego de Ávila y Sagua la Grande (J. A. Vidal, 2007:86).
En un cuadro estadístico se ofrecen, además, datos sobre el
movimiento de sus departamentos de farmacia, laboratorio y
rayos X, sólo durante el segundo cuatrimestre de 1938, con un
monto total superior a los 150.000 servicios (ibídem, p. 25).
El sanatorio “La Benéfica” se convirtió en un modelo de
clínica mutualista, con filiales en diversas partes del país. Y otro
tanto ocurrió con el sanatorio de la Asociación Hijas de Galicia
(1917) –a la que ya hemos aludido anteriormente–, centrando su
atención en mujeres y niños, debido a que el Centro Gallego a
esas alturas sólo admitía como asociados a hombres adultos,
como nos subraya Neira Vilas (1992: ibídem).
El conjunto del Centro Gallego de La Habana, y sus enti-
dades anejas (culturales, educativas y sanitarias) vivirá una época
de esplendor en los “felices años 20”, tras la crisis bancaria de
1921 (C. Naranjo, 1988; 219 y ss.). Sufrió las graves consecuen-
cias del crack económico de 1929, que tan intensamente golpeó
también a los países sudamericanos y sus exportaciones, que

140 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Palacio de la Cirugía
de La Benéfica de La
Habana, en un folleto
de 1942 para captar
asociados.

incluso llevó en Cuba a la suspensión de pagos y desaparición de


la Caja de Ahorros y Banco Gallego (1906), sito en La Habana,
en 1930. También padeció el desgarro de la Guerra Civil españo-
la y los bandos –republicanos y franquistas–, con alternativas
enfrentadas en las candidaturas al control del Centro.
En el tema que nos ocupa, las prestaciones sanitarias, ya en
la década de 1950, serán “la piedra angular de la economía y la
principal meta del Centro” (L. González, 1992: 144), cuando la
institución aspira a tener un espacio propio y una buena posición
socio-política en la Cuba de Batista.

Para dar sólo una idea de la importancia sanitaria de la Casa de


Salud La Benéfica, apuntar que del presupuesto general del Centro
para el año 1952, que ascendía a un millón setecientos cincuenta
mil pesos, en la Benéfica se gasten, aproximadamente, un millón
cien mil. En el sanatorio hay un movimiento diario de seiscientos
cincuenta enfermos, cifra a la que hay que añadir otros ciento y pico
ancianos, en su mayoría gallegos, que se albergan en régimen de

- 141
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

internado en tres pabellones de La Benéfica, por carecer de recur-


sos y de familiares que los puedan atender. En el año 1942 se estre-
na la Casa de Salud del Centro, un moderno y avanzadísimo edifi-
cio de cinco plantas totalmente equipado para el servicio exclusivo
de cirugía y que atendido por una notable plantilla de profesionales
recibe el nombre de Unidad Quirúrgica, que sólo en el año de su
apertura cubrió más de tres mil intervenciones (1992: ibídem).

Podemos conocer en un artículo reciente otras informacio-


nes útiles:

La Casa de Salud “La Benéfica” en la década de los cincuenta llegó a


contar con trece pabellones (vías respiratorias, enfermedades cardiovas-
culares, mentales y nerviosas, medicina general, infecto-contagiosas,
hidroterapia), con un término medio diario de 650 enfermos, entre los
que se incluían ancianos desvalidos en albergue perm a n e n t e
(http://www.fillos.org/fillos/ taboleiro/mensaxes/1163.htm).

Con el nuevo régimen revolucionario cubano, triunfante en


1959, finaliza la andadura de este hospital de gallegos y españo-
les en Cuba, como entidad asociativa mutualista y privada. El
pago de una cuota mensual para obtener asistencia médica care-
cía de sentido al convertirse en gratuitos los servicios de salud
pública. Los otrora asociados disfrutaban de estos beneficios, sin
tener que pagar policlínicos u hospitales. La sanidad será uno de
los campos que se convierta en público (sistema de Seguridad
Social) y con competencia plena y exclusiva del Estado. En los
primeros años del proceso revolucionario castrista se interviene
el Centro Gallego (1961) así como sus instituciones afines (“La
Benéfica”, Plantel de Enseñanza “Concepción Arenal”). Por
aquel entonces el “muy ilustre” Centro Gallego habanero tenía
afiliados en torno 40.000 socios, residentes en la capital de la
República, que serían casi 60.000 asociados en todo el territorio

142 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

de la Gran Antilla. Con la revolución, estas entidades cambian su


nombre. La Benéfica e Hijas de Galicia, situadas en la zona de
Luyanó y el municipio habanero 10 de Octubre, pasarán a llamar-
se Miguel Enríquez y Hospital Materno Infantil, respectivamen-
te. Las nuevas denominaciones alcanzan también a otros comple-
jos sanitarios con raíces en la emigración española: el Hospital
de Dependientes del Comercio –fundado en 1881– es en la actua-
lidad 10 de Octubre, y la Clínica Covadonga –vinculada antes al
Centro Asturiano, fundada en el municipio de El Cerro en 1886–
es hoy el hospital Salvador Allende. Estas amplias instalaciones
presentan también estructuras bastante similares, con avenidas
ajardinadas y varios pabellones independientes.
La historia específica y pormenorizada de la Casa de
Salud “La Benéfica” de La Habana, a lo largo de su más de
medio siglo de existencia, está aún por investigar y publicar en
toda su profundidad. Por eso son de agradecer las informaciones
fragmentarias con las que hasta ahora contamos y que se enrique-
cieron con los recientes datos de J. A. Vidal, de inminente publi-
cación. Los emigrantes en Cuba entrevistados por C. Naranjo en
la década de 1980 reconocían la asistencia médica como la prin-
cipal labor del Centro Gallego, “pocos de estos indicaron como
motivo de su asociación la añoranza de España y el deseo de estar
entre españoles” (1988: 122).

El Centro Gallego de Buenos Aires


En el caso de la labor sanitaria desempeñada por el Centro
Gallego de Buenos Aires contamos ya con estudios detallados,
que, al menos, constituyen una interesante base para futuras
publicaciones (Rogelio Rodríguez, 1940; Eduardo Sánchez y

- 143
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

Graciela Vázquez, 1993). En la redacción de sus trabajos han


tenido en cuenta la documentación (actas, memorias, e s t a d í s t i-
cas, prensa, e t c é t e ra) de la propia institución bonaere n s e. En
ambos libros, que compendian el periodo 1907-1990, se sigue
una línea cronológica, a través de la nómina de presidencias de
la entidad y juntas directivas al completo. De ahí que, al igual
que en el caso cubano, omitamos ahora la reiteración de nom-
bres de los sucesivos presidentes. Hay una relación muy porm e-
norizada de la gestión y los logros alcanzados en cada momento
por los re c t o res de Centro Gallego bonaerense, con una retahíla
de descripciones imposibles de incluir en el presente trabajo.
Además, la institución publicó a lo largo de los años revistas y
boletines propios, que son fuente de información muy extensa.
Aquí se impone la síntesis. Otra vez se destacan las ideas del
mérito y la justificación en la ge s t i ó n , dirigidas no sólo a los
ga l l ego s , sino también a la sociedad argentina. En este interés
ge n e ralmente tan frecuente por el mérito y los reconocimientos
en la sociedad emigrante en América, recordamos las pert i n e n-
tes re flexiones de Xosé M. Núñez (1988: 358 y ss.). Y algo re l a-
cionado con esto puede ser que la citada edición de Rodríguez
Díaz se ab ra con una sentencia de Ramón y Cajal: “Sólo mere-
cen la gloria los hombres que, mediante la acción inteligente y
altruista, embellecieron, mejoraron y escl a re c i e ron el mundo en
que habitamos”.
Aunque ya había existido un primer Centro Gallego en
Buenos Aires (1879-1992), como sociedad recreativa y cultural,
debemos considerar para nuestro relato el que nace el día 2 de
mayo de 1907, y que a partir de 1911 se orienta hacia la labor
benéfico-mutualista, ofreciendo a sus asociados servicios médi-

144 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

cos, fúnebres, asesoramiento jurídico y farmacia social, lo que


hace crecer de forma rápida y muy notable su número de afilia-
dos. Partiendo de una modesta cifra de 200 socios en el año fun-
dacional, a la altura de 1950 será el mayor de América, con
85.000 asociados. Todavía en tiempos recientes el Estatuto
Social de la institución, de 1990 –año en que la Xunta le conce-
dió la Medalla de Ouro de Galicia–, afirma que son tres sus fines:
“ mu t u a l i d a d, c u l t u ral y acción social” (texto estat u t a rio en
Apéndice I de E. Sánchez y G. Vázquez, 1993: 225-229):

La sección mutualidad proporciona asistencia médica en los con-


sultorios sociales y a domicilio, tratamiento y demás servicios auxi-
liares de la medicina, medicina preventiva y educación sanitaria,
medicamentos prescriptos por los médicos de la Institución, inter-
nación en el sanatorio social para la intervención quirúrgica y ser-
vicio fúnebre a los socios indigentes (p. 225).

Pero la trayectoria de este Centro Gallego porteño ha sido


larga, hasta llegar a los tiempos actuales, con no pocas situacio-
nes de UCI, servicios de urgencia y reanimación. Desde el prin-
cipio sus impulsores enarbolaron la bandera del mutualismo, Desde el princi-
construyendo este monumento a la solidaridad social, haciendo pio los impulso-
res del Centro
de la confluencia de las calles de Belgrano y Pasco, “la esquina
Gallego de
porteña de la galleguidad universal”, como así lo reconoció el
Buenos Aires
propio gobierno de la ciudad.
enarbolaron la
Mª Mirta Vázquez, prologuista del libro de R. Rodríguez,
bandera del
nos señala que “la mayor parte de los paisanos que llegaban a esta mutualismo,
Argentina fecunda, traían un baúl cargado de ilusiones como único construyendo
equipaje. Tratando de que no se sintieran tan solos, aunque el medio este monumento
fuese hospitalario, se pensó en crear un lugar donde se mantuviera a la solidaridad
vivo el espíritu y la cultura de su patria, y donde también encontra- social.

- 145
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

ran cura para sus males físicos (…). Así nació el Centro Gallego de
Buenos Aires, la Institución más grande que representa a Galicia en
la emigración, y una de las mayores del mundo en su género”
(1940: 1-2). También el autor del estudio lo califica como “arqueti-
po y exponente máximo del mutualismo hispanoamericano”, mani-
festando ya entonces su preocupación por su futuro, en lo concer-
niente a su encaje en el sistema sanitario del Estado (ibídem: 9) y
reconociendo que ya desde el siglo XIX existían en Buenos Aires
“dos grandes emporios españoles de mutualismo, perfectamente
organizados y pletóricos de recursos y posibilidades para cuantos
d e s e a ran cobijarse a su amparo”, en los cuales “la preponderancia
numérica de los gallegos era evidente” (1940: 34).
A partir de mayo de 1907 y de los 200 socios iniciales, con
local alquilado en la calle Estados Unidos 1056, se llegan a esta-
blecer los pri m e ros ensayos de asistencia médica –calle Perú
689–, con una sala de servicio de curaciones y mobiliario cedido
por los asociados. El doctor Pablo Rubido, junto a un enfe rm e ro
rentado, i n i c i aba además las visitas gratuitas a los domicilios. Se
le pide entonces un crédito de 2.000 pesos al Banco de Galicia y
Buenos Aire s, y ello posibilita la puesta en marcha de las pri m e-
ras acciones para remediar dive rsas necesidades pere n t o rias en
caso de enfe rm e d a d, indigencia, desalojo o rep at riaciones. Los
rumbos del mutualismo se incrementan a partir de 1911 –local en
calle Vi c t o ria 1176–, se redactan nuevos Estatutos y se ab ren con-
s u l t o rios médicos bajo la dirección del facultativo Avelino Barri o .
En feb re ro de 1913 ve la luz su primer Boletín social, el gobierno
argentino lo dota de personalidad jurídica (18/9/1913) y un año
más tarde ya hay diez médicos trabajando para más de 3.500 aso-
ciados, y se diseñan planes para la construcción de un sanat o ri o ,

146 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

que se verán dificultados por el periodo de aguda crisis económi-


ca en el país, como consecuencia de la I Guerra Mundial.
En 1916 los servicios médicos y asistenciales del Centro se
ofrecen en una nueva dirección: M o reno 1620. Se dispone de 18
médicos, con sala de pri m e ros auxilios y 6 consultorios: cirugía,
pediatría, oftalmología, odontología, rayos X, análisis y obstetri-
cia. Los socios son 4.209 (octubre, 1917). Poco después se
a d q u i e re por 65.000 pesos el edificio de Belgrano 2189. Tras algu-
nas re fo rm a s , se inaugura el 2 de mayo de 1920, con casi 9.000
afiliados. Se mejora la cirugía y se incorp o ra la otorri n o l a ri n go l o-
gía a las especialidades médicas. Este centro irá creciendo, “en un
magnífico impulso hacia la altura. (…) Empieza a encumbra rs e
con pasos de gigante”, s u b raya el libro de re fe rencia. Las donacio-
nes part i c u l a res ap o rtan 52 camas, y con créditos, ri fas y activ i d a-
des lúdicas se recaudan fondos para dotar la obra y lograr sus
varias ampliaciones. En el propio año 1920 se compra el edificio
colindante de Belgrano 2171, i n a u g u rado en octubre de 1923,
cuando ya son una treintena los médicos y casi 10.000 los asocia-
dos. En el trienio 1923-26 se logran nuevas metas: 16.000 socios,
c reación de una Oficina de Trabajo e Inmigración ( ab ri l , 1924),
adquisición de seis propiedades contiguas al edificio social –calles
B e l grano, Pasco y Moreno–, p royectos del Panteón Social, ex t e n-
sión del servicio farmacéutico, con más fa rmacias asociadas,
impulso del Boletín Social –que pasará a llamarse Galicia–,
ampliación de especialidades médicas y consultas jurídicas así
como capitalización importante de los recursos económicos de la
entidad. Se emiten obligaciones de 50 pesos, pero también se re c i-
ben importantes donaciones de part i c u l a res e incluso llega desde
Galicia el ap oyo económico del Banco Pa s t o r.

- 147
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

Después de años de bonanza se hace sentir negativamente la


crisis económica mundial de 1929, cuando el Centro suma 22.000
socios. Aún así se resuelve el concurso de proyectos para la realiza-
ción del Panteón Social. Entre dieciséis propuestas se opta por la de
Alejandro J. Varangot, con un aspecto de románico compostelano
para su fachada. Cuesta 350.000 pesos. Su capacidad es de 1.826
nichos y 300 urnas. En junio de 1930 se registran 27.237 asociados.
El Panteón se inaugura el 25/7/1932. La década de 1930 continúa
centrada para la entidad en la construcción de un renovado edificio
social, la organización de los servicios médicos y la ornamentación
del mausoleo del cementerio de Chacarita. En 1933 se alcanzan las
cifras de 39.000 socios y 1.541.000 pesos de capital social. En ese
crecimiento vertiginoso se llega a los 50.000 socios en junio de 1935.
Se reconoce en los escritos conservados que es en el Banco de
Galicia y Buenos Aires en donde el Centro Gallego ha tenido siem-
pre uno de los respaldos más firmes “para su labor humanitaria y pro-
gresista”, y que “fue también allí, entre los responsables del mismo,
donde el Centro ha seleccionado a menudo no pocas de las figuras del
plantel de sus gobernantes”. En los finales de esta década se produce
una sensación de “saturación de vitalidad y agitación colectiva”, con
más de doce mil solicitudes pendientes de trámite. Aún así se supera-
rán los 60.000 socios –junio, 1938– y los 70.000 en 1940. Las últi-
mas secciones creadas fueron los servicios de ambulancias y mater-
nidad. Además, como hemos apuntado entre la emigración gallega en
Cuba, se vivirán en el seno de la entidad las tensiones entre franquis-
tas y republicanos, al compás de los acontecimientos bélicos acaeci-
dos en la España que sufre la guerra de 1936-39. Las disensiones se
evidencian tanto entre los directivos como entre el conjunto de la
masa social. Por esto, se hacen votos por la responsabilidad, reconci-

148 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Fachada del Centro


Gallego de Buenos
Aires, Argentina.

liación y decisiones de equilibrio en la entidad. En este contexto de


estar llegando al final de su libro, la sentencia grandilocuente de R.
Rodríguez: “¡Hermosa condición de nuestra raza gallega que, en su
anhelo de mostrarse eficiente y generosa para el bien de sus semejan-
tes, no escatima esfuerzos, e incluso hace del amor propio una fuen-
te de sorprendentes conquistas sociales!” (1940: 179). Páginas ade-
lante, el autor advierte que “para apreciar la verdadera diferencia
entre la medicina ejercida como simple negocio especulativo y como
obra humanitaria de asistencia social, hay que ir al Centro Gallego”
(p. 201). Será por eso que dedica un capítulo a centrarse en el cuerpo
médico de la entidad y en su personal administrativo, valorándolos
siempre muy positivamente, y considerando injusto que los historia-
dores los dejen en el anonimato.
Las estadísticas, como sucedía con las entidades médicas de
españoles en Cuba, solían recoger en sus memorias el número de ser-
vicios médicos, consultas, operaciones quirúrgicas, medicinas dis-

- 149
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

pensadas; es información muy prolija, de la que sólo destacamos aquí


el dato siguiente: en los años 1930 se dispensa un promedio superior
al millar de servicios médicos prestados diariamente. El doctor A.
Barrio, en un discurso en el acto celebrado con motivo del 25º aniver-
sario del Centro, decía: “Dado que nuestros socios, en su casi totali-
dad, son obreros y empleados, personas no pudientes en su gran
mayoría, fácil es calcular en qué interesante proporción el Centro
Gallego contribuye a descongestionar los establecimientos hospitala-
rios nacionales y municipales. (…) Si no estuvieran tan universal-
mente probadas las incuestionables ventajas del mutualismo bien
organizado, bastaría solamente citar todo lo que el Centro Gallego
ofrece a cada uno de sus asociados por la módica mensualidad de dos
pesos, para causar asombro al más descreído”. En la radiografía del
complejo en torno a 1940 se insertan más de 140 médicos y110 enfer-
meros –que cubren las 24 especialidades ofertadas–, 4 abogados y
243 farmacias autorizadas en la capital y sus suburbios.
Juan Manuel Pérez escribe en el prólogo al libro de E. Sánchez
y G. Vázquez (1993:9-10) que los últimos cincuenta años del Centro
Gallego bonaerense pueden dividirse en varias etapas, teniendo en
cuenta también su impronta sociocultural: década de 1940, periodo
1950-75 y 1975 a 1992. Son acotaciones cronológicas pendientes de
la situación política en España: posguerra, régimen franquista, transi-
ción democrática y consiguiente Autonomía de Galicia.
En 1941 se inaugura la segunda etapa del edificio social. Se
superaban entonces los 70.000 socios, de los cuales 41.000 son espa-
ñoles y 28.000 argentinos. En 1950 la entidad se convertía en la pri-
mera entidad mutualista de América, con 85.000 asociados (ibídem:
43). En este libro se hace más hincapié en que el Centro incorpora
cambios importantes: sin abandonar el mutualismo, “a partir de 1945,

150 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

la proyección de la Institución incorpora nuevos objetivos que tienen


como finalidad el conocimiento y difusión de los valores culturales de
Galicia” (p. 53). Y a describir esta línea de actuación, siempre con la
sucesión de presidentes y directivas, se dedican buena parte de las
descripciones en este volumen. En lo que concierne a la medicina
mutual, un Apéndice II, recoge lo siguiente:
- El sanatorio social abarca 22.000 metros cuadrados, distri-
buidos en seis platas y dos subsuelos. A esta cifra debe añadir-
se el edificio anexo de Valentín Alsina y el Panteón Social.
- La incorporación de nuevos servicios médicos (anestesiolo-
gía y renovación de ortopedia) se inicia en 1953. En 1955 llega
el servicio de radioterapia y en los años siguientes van aña-
diéndose hepatobiliares y laboratorio de control de fármacos
(1963), cirugías cardiovascular, plástica, quemados (1970),
terapia intensiva (1971), rehabilitación, alergia, medicina
nuclear y cirugía del tórax, así como ayuda económica mutual
(1973), psiquiatría (1983), tomografía, dotación informática y
técnicas médicas más avanzadas –láser, ecografía…– hasta los
años 1990.
- Se ponen en marcha sistemas de residencias médicas, pos-
tgrados, nuevos laboratorios y convenios (Hospital Español,
Fundación René Favaloro). Y se destaca la intensificación de
relaciones con la Consellería de Sanidade de la Xunta de
Galicia, a partir de la nueva situación de competencias auto-
nómicas en Galicia.
- Otros datos de 1992: hay 52.000 socios registrados, el
sanatorio cuenta con una capacidad para 372 pacientes, 8
quirófanos y 60 consultorios externos. Trabajan allí 1.200
personas, de las cuales 400 son médicos y 220 enfe rmeras.

- 151
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

Anualmente se atienden 500.000 consultas externas y 5.000


ingresos; a diario se dispensan un promedio de 2.000 re c e-
tas en la farmacia social.

El balance, no obstante, no debe obviar las dificultades recien-


tes. Para mejor comprender el contexto y los avatares de esta institu-
ción sanitaria bonaerense, es necesario ampliar horizontes y prestar
atención a los estudios sobre servicios de salud y sistemas políticos
sudamericanos en el siglo XX, como el que nos ofrece recientemen-
te S. Belmartino en torno a los casos de Argentina –con toda la fuer-
za del peronismo y los gobiernos militares desde la década de 1940–,
Brasil y Chile, entre 1920 y 1970 (D. Armus, 2005: 101 y ss), en
donde leemos la expresión “consolidación de seudo-estados de bien-
estar periféricos”. Con casuísticas complejas, brillan por su ausencia
o precariedad sistemas universalizados y eficientes de atención sani-
taria, pensiones y Seguridad Social.
En los últimos años este “Hospitalario” Centro Gallego porte-
ño ha sufrido con dureza en carne propia las consecuencias del
marasmo económico que golpeó con fuerza a la República Argentina
con los inicios del nuevo siglo (“Crisis del Corralito”, diciembre,
2001), en un tiempo de dificultades económicas en América Latina
del que nos ofrece información Abel Losada en este mismo volumen.
Ya ha cesado tiempo atrás la emigración hispánica a esas latitudes y
las realidades actuales distan mucho de las décadas centrales de la
pasada centuria. De papel puntero se pasó a una situación crítica; del
próspero país de acogida, a la Argentina que exporta ahora emigran-
tes a Europa. Para evaluar la realidad más próxima al presente nos ha
sido útil la lectura del amplio informe publicado en España Exterior,
titulado “Los emigrantes españoles en Argentina ya cuentan con una

152 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

obra social propia para la atención sanitaria” (E. E., 31/10/2006). En


esas fechas recientes, el presidente del gobierno gallego anunció que
el ejecutivo argentino autorizaba la inscripción de una Obra Social de
los emigrantes españoles, ligada al hospital del Centro Gallego de
Buenos Aires, un hecho calificado por E. Pérez Touriño como “hito
histórico”, dado que por primera vez el gobierno argentino permite la
constitución de una obra social adscrita al hospital de una colectivi-
dad extranjera, contribuyendo a garantizar la viabilidad del complejo
hospitalario, al financiarse con las aportaciones a la Seguridad Social
en combinación con las cuotas particulares. Tras esto se hallan tam-
bién intensas gestiones recientes del Ministerio de Trabajo español y
las autoridades argentinas, a juicio del presidente de la Xunta gallega,
continuando los esfuerzos iniciados en septiembre de 2002, cuando el
go b i e rno autonómico de M. Fraga Iri b a rne había creado la
Fundación Galicia Salud, con el objetivo de gestionar y administrar
el área hospitalaria del Centro Gallego de Buenos Aires. Los datos
ofrecidos por la Consellería de Sanidade en 2006 arrojan estas cifras:
ese hospital emplea a 1.077 personas, de las cuales 270 son médicos
y dispone de 310 camas. En sus instalaciones se atienden 27.000 con-
sultas externas y 950 ingresos al mes. Cuenta con 21.400 socios galle-
gos y 3.400 con el programa España Salud, y la Xunta de Galicia
contribuyó en ese año a su mantenimiento con una aportación de
2.350.000 euros. La consejera de Sanidad del gobierno gallego, tras
una reunión del patronato de la Fundación Galicia Salud (octubre,
2006), también anunció la inversión de un millón de euros en la remo-
delación completa del centro sanitario, dentro de su Plan Estratégico
de Viabilidad, que nos sitúa en los tiempos presentes, cuidando de las
profundas huellas del pasado. El propio presidente del ejecutivo espa-
ñol, J. L. Rodríguez Zapatero, en un discurso pronunciado en una

- 153
X. Amancio Sanidad y
LIÑARES GIRAUT mutualismo

re c epción ofrecida a la colectividad española en Argentina


(25/1/2005), decía:
Quiero subrayar en particular que es motivo de orgullo la cultura de la
solidaridad construida por los emigrantes en Argentina desde hace más
de un siglo; las sociedades de socorros mutuos, centros y hospitales
españoles con su tradición centenaria son testimonio de la entrega y
sacrificio de sus socios a favor de la colectividad y especialmente de los
más necesitados. Esta tradición, que ha animado a la emigración espa-
ñola debe seguir siendo fuente de inspiración para todos nosotros. Os
aseguro que desde el Gobierno haremos todo lo posible para apoyar a
estas instituciones; no estaréis solos en los momentos difíciles y nos
encontraréis a vuestro lado en ese esfuerzo desinteresado y generoso
(http://www.boletinargentino.com/index.php?p=179).

Al parecer, palabras de aliento no faltan, y deben traducirse


–por justicia y deuda histórica– en inversiones y apoyos varios desde
los ámbitos gubernamentales, de aquí y de allá.
Afi rma Diego A rmus, basándose además en un nutrido
s o p o rte bibliográfico, que “en las últimas dos décadas, el tema de
la enfe rmedad ha comenzado a ganar un lugar destacado en la his-
t o ri ografía latinoamericana” (2005: 13). Se trata de “pensar en
salud”, como el título de un exitoso libro de Mario Testa. Y tam-
poco en este campo debe olvidarse la importante contri bución de
las instituciones sanitarias creadas por la emigración galaica y
española (además del Centro Gallego, la Sociedad Española de
Beneficencia y Hospital Español de Buenos Aire s, por ejemplo),
que esperemos continúen mitigando el dolor y curando exitosa-
mente a la población en las décadas venideras.

154 -
SITUACIÓN ACTUAL
Y RECORRIDO
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toral Participación económico
social de la inmigración galle -
ga en Montevideo, 1900-
1 9 7 0, leída en la Universidad
Complutense de Madrid
(1990) mereció Premio
Pilar CAGIAO VILA Extraordinario. Autora de
Profesora titular de Historia de América en la Muller e Emigración (Santiago
Universidad de Santiago de Compostela. de Compostela: Xunta de
Galicia, 1997), ha coordinado
algunas publicaciones sobre
temática migratoria como
Galegos en América, “ameri -
canos” en Galicia. As colecti -
vidades inmigrantes en
América e a súa impronta na

A
la hora de abordar el asunto de la emigración sociedade galega (séculos XIX
e XX), (Santiago de
femenina en España es necesario resaltar que los Compostela: Xunta de Galicia,
estudios al respecto, salvo contadas excepciones, 1999) y O Exilio Galego (Eds.
do Castro, 2006. Co-ed. con
resultan bastante escasos. Quizás en ello haya influido, no X. M. Núñez Seixas).
Recientemente ha publicado
sólo la ausencia de análisis desde la perspectiva de género Os galegos e o mundo colo -
–por otro lado relativamente reciente en cualquier campo nial americano (en colabora-
ción con M. L. Pazos Pazos),
de las ciencias sociales– sino también en el hecho real de Ed. Arrecife, 2007; Os galegos
de Ultramar: de emigrados a
que su presencia en el fenómeno migratorio español ade- inmigrantes, Ed. Arrecife,
más de haber sido más tardía en el tiempo, ha estado siem- 2007 y Galicia e o Río da
Prata (en colaboración con X.
pre desequilibrada, desde el punto de vista cuantitativo, M. Núñez Seixas) Ed. Arrecife,
2007. Ha sido directora del
respecto de la masculina. Estas circunstancias condujeron Arquivo da Emigración Galega
invariablemente a la subestimación del papel de la mujer en del Consello da Cultura
G a l e g a, a cuya comisión técni-
las migraciones hacia el exterior que tradicionalmente ha ca continúa perteneciendo y
participa como miembro del
quedado reducido a la frialdad de los datos estadísticos comité editorial de la revista
negándole el protagonismo que le corresponde. Estudios Migratorios.

- 159
Pilar La emigración de las
CAGIAO VILA mujeres españolas

Antes de que las mujeres españolas se incorporasen al fenó-


meno migratorio como verdaderas protagonistas, ya participaban en
el mismo de manera indirecta. Las viudas de vivos inmortalizadas
p a ra el caso gallego por la escritora Rosalía de Castro, y lo que se
trasciende del significado de esta expresión, continúan siendo la
mejor manera de expresar este papel y todas las consecuencias que
p a ra la mujer tuvo la mayoritaria participación masculina en la emi-
gración más temprana. No obstante, reiterado el carácter masculi-
no, hay que subrayar también la existencia de emigraciones familia-
res –que por lo tanto involucraban a ambos sexos– que en los
comienzos del proceso masivo afectaron a algunas regiones españo-
las. Canarias fue sin duda la comunidad en la que este sistema tuvo
mayor arraigo. Desde época bien temprana la emigración isleña
–sobre todo la de Lanzarote y Fuerteventura– contó en su haber con
una amplia participación femenina que tuvo su ori gen en las fre-
cuentes reclutas de colonos efectuadas en suelo canario mediante el
sistema de contratas. En los emigrantes canarios arribados a
Venezuela entre 1830 y 1845 algo más del 40% eran mu j e res. La
cifra de participación femenina en las reclutas llevadas a cabo con
el fin de participar en la colonización de la campaña uruguaya casi
en las mismas fechas fue también muy elevada, mientras que en
Cuba, a la altura de la década de los sesenta las mujeres canarias
superaban con creces a las de origen peninsular (Macías, 1999: 98-
99). Algo más tardíamente, también hubo migraciones reclutadas
en Castilla-León y Andalucía, lo que se tradujo en una presencia
relativamente importante de mujeres de estas procedencias, aunque
siempre inferiores a las de Canarias. Fuera de estas regiones cabe
destacar algunos casos puntuales, y desde luego atípicos, de ciertos
concejos asturianos en los que en la década de los cincuenta del

160 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

siglo XIX las cifras de emigración femenina superaron a la de los


hombres (Barreiro Mallón, 1991: 74).
Cuando en las últimas décadas del siglo XIX las mujeres
comienzan a participar directamente en los flujos de salida hacia
América se enfre n t a ron a los pro blemas que ya eran habituales
p a ra los hombres añadiéndose a ellos los inherentes a la condición
de su género. El hecho de ser mujer mediatizó la decisión de emi-
gra r, la manera de hacerlo y hasta la elección del destino. Influyó
también, además de otro tipo de fa c t o res no exclusivos de la con-
dición femenina, en la manera de desenvolver el proceso de adap-
tación y la posterior integración a las sociedades re c ep t o ras. Po r
otro lado, en los motivos concretos que lleva ron a las mu j e res a
incorp o ra rse a la emigración ameri c a n a , además del lógico deseo
de mejorar de situación en términos económicos a través de opor-
tunidades de empleo o de contri buir al sostenimiento familiar,
influyó también la condición personal de las emigrantes. Much a s
esposas, novias, madres o hijas de emigrados, deseosas de re u n i r- Muchas esposas,
se con ellos, t o m a ron el camino de la emigración guiadas en novias, madres o
mu chas ocasiones por la intención de mantener su papel ag l u t i n a- hijas de emigra-
dor en el grupo familiar. A éstos podrían añadirse otro tipo de fa c- dos, deseosas de
reunirse con
tores de índole aún más concreta relacionados con situaciones de
ellos, tomaron el
desamparo, marginalidad o pérdida de estatus en la escala de va l o-
camino de la emi-
res de la sociedad de ori ge n , como en el caso de las madres solte-
gración guiadas
ra s , las víctimas de mat rimonios indeseados o agresiones sexuales
en muchas oca-
(Juliano, 1999). De todo ello se deduce que a pesar de existir ele- siones por la
mentos comunes en cuanto a la decisión de cambiar de ex p e c t at i- intención de man-
va, las condiciones de migración de las mu j e res y las dife re n t e s tener su papel
vivencias de unas y otras dieron lugar a perfiles distintos más allá aglutinador en el
del grado de éxito obtenido tras la ex p e riencia migrat o ria. grupo familiar.

- 161
Pilar La emigración de las
CAGIAO VILA mujeres españolas

Españolas en la
localidad de
Rosario, Argentina.

Al comienzo del período de las migraciones masivas que


tenían América como destino y que concluye a la altura de 1930,
las cifras de migración femenina eran aún bastante reducidas.
Esta circunstancia, así como su tardía incorporación al fenóme-
no ha sido interpretada por diferentes autores en el marco de los
condicionamientos característicos de cada región española res-
pecto de la organización del trabajo campesino, la composición
familiar y la importancia de los sistemas de herencia (Vázquez
González, 1988; Sánchez Alonso, 1995: 158). El desajuste res-
pecto de la emigración masculina se mantuvo permanentemente
durante todo el período en el que el modelo migratorio dominan-
te fue el constituido por la salida inicial de los individuos varo-
nes quienes, tras un tiempo más o menos dilatado, trataron o no,
según los casos, de reagrupar a su familia, proceso en el que las
mujeres jugaron un papel absolutamente primordial. De hecho, el
mayor grado de permanencia en la tierra las obligó a enfrentar la

162 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

toma de decisiones en la eventual emigración de los hijos para los


que ambicionaban mejores oportunidades.
Sin embargo, el desequilibrio entre sexos tendió a amino-
rarse desde finales del siglo XIX cuando la emigración de muje-
res empieza a ser importante dentro del volumen total de salidas
de españoles hacia América. Además, desde ese momento, la tasa
de permanencia en destino tendió a ser relativamente mayor en el
caso de las mujeres –a excepción de las montañesas– respecto de
los varones1. En esa época, en la distribución regional de la emi-
gración femenina se situaban en primer término las mujeres de (1)
En el caso de Galicia, por
Galicia, Asturias, Cantabria, Canarias y la provincia de León con ejemplo, entre 1882 y
1890 retornan un 30% de
destino casi exclusivo al continente americano frente a las proce- los hombres frente a un
dentes de la España mediterránea que se dirigían por entonces, y 16% de las mujeres (M. X.
Rodríguez Galdo, M. P,
en número mayor, a Argelia (Hernández Borge, 2000: 90-91). Freire Esparís, A. Prada
Castro, 1999: 32). Para
Cuando ya en el siglo XX se inicie el período de mayor auge de períodos posteriores, otras
la emigración española, será cuando se produzca la definitiva investigaciones de
demuestran que las tasas
incorporación de las mujeres al éxodo ultramarino, representan- de permanencia de las
mujeres ascienden al 71%
do alrededor del 30% de la emigración española durante la a fines del XIX, descen-
segunda década aunque con evidentes diferencias regionales2. diendo en el XX por las
mayores oportunidades de
La evidencia del aumento en el número de mu j e res emi- repatriación, pero aún así
manteniendo cotas muy
grantes, del cual se hacían eco tanto la prensa como los info rm e s altas (61% en el período
de los organismos oficiales españoles (Consejo Superior de 1900-1930).

Emigración) de esos años, modificó incluso las políticas de pro- (2)


Las mujeres cántabras, por
p aganda de las compañías consignat a rias de buques que comenza- ejemplo, aún estando por
ron a hacer hincapié en las mejoras del tra n s p o rte marítimo dota- debajo de la media nacio-
nal, pasaron del 13% de
do de mayo res comodidades, no siempre reales, p a ra todos los fines de los años ochenta
al 22% en los primeros
pasajeros y especialmente para el pasaje femenino. Por su part e, años de la nueva centuria
la legislación de la época fue sumamente restrictiva y pro t e c c i o- y con un ascenso modera-
do hasta los años treinta
nista con la pretensión de velar por la moral de las emigrantes (Soldevilla, 1992: 99-102).

- 163
Pilar La emigración de las
CAGIAO VILA mujeres españolas

d u rante la travesía y a su llegada al país re c ep t o r. A principios de


siglo, se dictaron sucesivas leyes obliga ron a disponer de los per-
tinentes permisos pat e rnos a todos los menores de edad que viaja-
sen solos, así como a la obtención de la autorización de los mari-
dos para las mu j e res casadas que no fuesen en su compañía. Poco
más adelante, la Ley de Emigración de 1907, que reconocía la
l i b e rtad de todo español a emigra r, impedía emigrar a las soltera s
m e n o res de 23 años no sujetas a la pat ria potestad, tutela o guar-
da de personas que legalmente las rep re s e n t a ran si al no ir acom-
pañadas de sus padre s , p a rientes o personas re s p e t ables, se pudie-
ra sospechar que podían ser objeto de tráfico de bl a n c a s. En esa
línea, o aún más restrictiva, c o n t i nuó la legislación migrat o ria de
los años subsiguientes3. Cierto es que la amenaza que para las
mu j e res de todas las procedencias suponían las redes vinculadas a
la prostitución constituyó un pro blema real que preocupó también
en los países de acogida, intentando evitar situaciones de margi-
nalidad a causa precisamente de la discriminación lab o ral de la
que las mu j e res eran objeto (Cagiao, 1997). En la Argentina, por
ejemplo, en 1912 tenía lugar la creación del Pat ro n ato Español de
Buenos A i res bajo el amparo de la orden de las Carmelitas
Te rc i a rias que atendían a las jóvenes que llegaban solas ante eve n-
tual peligro de caer en las redes de la prostitución. Las religiosas
re c ogían a las jóvenes recién arribadas de los vap o res fondeados
(3)
Boletín del Consejo en el puerto que permanecían bajo su tutela hasta que encontra-
Superior de Emigración, ban trab a j o , contraían mat rimonio o, si era el caso, retorn aban a
VI, 67-68 (1914), 518-520.
Los Reales Decretos de España. Otra altern at iva posible –también pat rocinada por orga n i-
febrero y marzo de 1924
y de octubre de 1927 zaciones re l i giosas– era la constituida por la Sociedad Protectora
insistían de nuevo en los de la Joven Sirvienta o de las Hijas de María Inmaculada. Unas
aspectos señalados para la
emigración de las mujeres. c i rcunstancias similares parece que fueron las que se produjeron

164 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

en Cuba en las pri m e ras décadas del siglo XX ante la llegada cre-
ciente de mu j e res españolas solteras dedicadas a trabajar pri n c i-
palmente en el servicio doméstico y por los ri e s gos que podían
c o rrer. Las disposiciones en mat e ria migrat o ria pro mu l gadas por
el primer dire c t o rio norteamericano instaurado en la isla en 1899
trat a ron de at e nuar la estre cha relación existente entre la llegada
de mu j e res inmigrantes y el mundo de la prostitución.
En todos los aspectos la emigración femenina requirió, por
regla general, y en buena medida en razón de las propias estrate-
gias familiares que configuraron los más generalizados modelos
migratorios, en los que hubo algunas excepciones, mayor canti-
dad de garantías de seguridad al otro lado del Atlántico. Por esta
misma razón, no todos los países americanos destinatarios de la
emigración española durante la etapa masiva atrajeron mujeres
en las mismas proporciones y no es de extrañar tampoco que
cuando se presentaba la oportunidad de enrolarse en reclutas
organizadas creciese el número de emigración femenina a los
países que fomentaban ese tipo de políticas. Este fue, por ejem-
plo, el caso de la emigración femenina andaluza al Brasil a fines
del siglo XIX y comienzos del XX (González Martínez, 1990).
Argentina, que entre 1882 y 1926 recibió una inmigración
ultramarina que alcanzó casi los tres millones de individuos de dis-
tintas procedencias, fue el destino preferido de la emigración espa-
(4)
ñola femenina más temprana4. Entre los más de novecientos mil A excepción del período
españoles ingresados en ese período, según las listas de pasajeros 1895-1898, y posterior-
mente en 1928, las espa-
argentinas que registran mayo res proporciones de inmigrantes ñolas eligieron sistemáti-
camente este país en
femeninas que las Estadísticas de Pasajeros por Mar españolas, mayor proporción que
casi una tercera parte eran mujeres de edades comprendidas entre los hombres que optaron
por una variedad más
los veinte y los veinticinco años y mayoritariamente solteras amplia de alternativas.

- 165
Pilar La emigración de las
CAGIAO VILA mujeres españolas

(Rodríguez Galdo, 2005: 405). La aceleración de las trasformacio-


nes operadas en el país ofertó numerosas posibilidades para la inser-
ción laboral de las recién llegadas, sobre todo en los ámbitos rela-
cionados con el mercado lab o ral de los servicios urbanos. Además,
en la industria, las mujeres inmigrantes –españolas y de otras pro-
cedencias– cubrieron buena parte de las actividades laborales rela-
cionadas con la elaboración de una amplia gama de artículos cuya
fab ricación se efectuaba no sólo en las fábricas y talleres de las
zonas industriales, sino también en los domicilios de las propias tra-
bajadoras en largas jornadas de trabajo generalmente mal pagadas.
En el vecino Uruguay, por su parte, aunque atenuado por una menor
diversificación productiva que la de la Argentina, y donde la emi-
gración española también fue superior en número la masculina,
paulatinamente las mujeres se fueron incorporando a la alternativa
que representaba la capital oriental por las oportunidades de empleo
en el servicio doméstico, en el que padecían todo tipo de situacio-
nes de precariedad salarial, excesos en el horario de trabajo y esca-
sas o nulas, posibilidades de jubilación. En muchas ocasiones, esta
situación no fue mejor en el caso de las que lograban empleo en las
actividades industriales, un sector que se encontraba en plena trans-
formación en buena medida provocada por la creciente inmigración
y el aumento de los artículos de consumo y en el que se demanda-
ba gran cantidad de mano de obra femenina. Muchas nacionales y
extranjeras pasaron entonces a ser consideradas como población
activa, aunque una gran mayoría permaneció durante largo tiempo
oculta en los subregistros del trabajo domiciliar lo que dificulta
conocer el número de españolas que se vieron afectadas. Por otro
lado, en este país, es posible que el menor desequilibrio entre hom-
bres y mu j e res inmigrantes se haya debido –además de la reagrupa-

166 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Emigrantes de origen
español en La
Habana, Cuba.

ción familiar que se produjo en algunos casos– a que desde comien-


zos de siglo disfrutaba de una legislación social muy avanzada para
la época. Las reformas propiciadas por el batllismo establecieron
normas reguladoras del trabajo en cuanto a horarios, descanso, per-
misos y otras disposiciones beneficiosas para la mujer que se exten-
dieron hasta 1920. De hecho, en un estudio cuantitativo elaborado
para la primera mitad de los años treinta a partir de las cifras uru-
guayas se advierte como la emigración de mujeres españolas fue en
aumento, pasando del 37% a comienzos del período al 44% al final
del mismo (Navarro, 1990), aunque en este caso, y por la política
restrictiva en materia de inmigración existente en el país en esos
años, es posible que la reagrupación familiar haya sido la causa fun-
damental de la emigración femenina.
En el caso de Cuba, la incorp o ración de la mujer española
al fenómeno migrat o rio fue algo más tardía, y menor en número ,
que en el ri o p l at e n s e. La situación de la isla, prácticamente en
g u e rra desde la década de los sesenta hasta el fin de siglo, y su

- 167
Pilar La emigración de las
CAGIAO VILA mujeres españolas

o rientación económica, volcada fundamentalmente hacia la pro-


ducción azucare ra cuyas lab o res de zafra requerían mano de obra
esencialmente de varones –ya fuese en movimientos de emigra-
ción definitiva o estacional–, condicionaron extraordinariamente
la elevada relación de masculinidad de la inmigración acentuada
además por la demanda de lab o res a jornal realizadas por hombre s
(Vidal, 2000: 503). Pe ro será después del fin de la guerra que puso
fin a la situación colonial, cuando los datos censales cubanos
(1899, 1907 y 1919) regi s t ren una presencia creciente de mu j e res
i n m i grantes españolas. Su aumento paulatino –con un destino
l ab o ral volcado fundamentalmente en el servicio doméstico y en
i n fe rior pro p o rción en trabajos relacionados con la costura , el
empleo en las fábricas y menor aún en trabajos cualificados en la
enseñanza y la atención a la salud– coincide en Cuba con el ge r-
men de los pri m e ros movimientos en favor de la mujer escasa-
mente incorp o rada hasta entonces a la vida pública. Así, pocos
años después del establecimiento de la Rep ú bl i c a , surgirían diver-
sas asociaciones femeninas que comenzaron a re ivindicar dere-
chos políticos y sociales que cristalizarían años más tarde (Partido
Nacional Sufragi s t a, 1913; Club Femenino de Cuba, 1918;
Federación de Asociaciones Femeninas de Cuba, 1922). Al socai-
re de estas tra n s formaciones, en la colectividad española, el mayor
colectivo ex t ra n j e ro de la Isla, surgi e ron también algunas iniciat i-
vas, sino cl a ramente feministas, sí al menos de protección y ampa-
ro hacia las mu j e res. En 1914, la escri t o ra asturiana Eva Canel
afi rm aba con contundencia: “Las mu j e res españolas que vienen a
Cuba se encuentran en un desamparo lamentable (...). Ver como
tienen los españoles sus Quintas de Salud, que son asombro de los
v i a j e ros y orgullo del país y saber luego que las mu j e res no hallan

168 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

allí auxilio mutuo ni de cari d a d, y sólo siendo acomodadas y


p agando la estada, se las puede admitir, es ve rd a d e ramente tri s t e.
La Habana está plagada de sirvientas españolas (...), no hay para
ellas mano pro t e c t o ra (...) y mu chas caen en el abismo por indo-
lencia y culpa de sus compat riotas”5. Canel, no obstante, al ex p l i-
car las ra zones por las cuales las jóvenes podían ve rse abocadas a
la prostitución, además del desamparo del que realmente eran víc-
timas, no puede sustra e rse a su talante conservador –reaccionario
en bastantes aspectos–, cuando también aduce otras relacionadas
con la imitación de costumbres tropicales en la vestimenta y el
abandono de las prácticas católicas. Pe ro como quiera que fuese,
la asturiana, hacía ya entonces un llamamiento “a esas entidades
p o d e rosas que rep resentar la vida regional (...) ábranse registros
de socias, levántense pabellones femeninos para el auxilio mutuo
(...), alguno destinado a la mat e rnidad”. Dos años más tard e, p r á c-
ticamente en el mismo tono, el escritor gallego Roberto Blanco
To rres acusaba al Centro Gallego de desatender las necesidades de
sus paisanas. Estos y otros llamamientos re d u n d a ron en la colec-
tividad gallega en la creación de una asociación denominada Hijas
de Galicia (subtitulada como Sociedad Sanitaria y de Auxilio
(5)
Mutuo) como institución de asistencia y protección a la mujer6, Lo que ví en Cuba. (A través
fundada en 1917 y que serviría de modelo para la fundación en de la Isla), (Primera ed.), La
Habana: Ita. La Universal,
1930 de otras asociaciones como Hijas de Asturias e Hijas de 1916, p. 86 y ss.
Canari a s. Como precedente de la última, justo es re c o rdar que la (6)
Beneficiencia Canari a, desde su fundación en 1917, ya tuvo entre Los detalles sobre su fun-
dación, funcionamiento y
sus preocupaciones la de pro t eger a las isleñas que llegaban a La evolución en J.C.
González Pages,
Habana. El Centro Gallego y el Asturiano, sin embargo no perm i- Emigración de mujeres
tieron que las mu j e res fuesen asociadas de pleno dere cho hasta gallegas a Cuba. Las Hijas
de Galicia, Vigo: Concello
bien avanzada la década de los ve i n t e. de Vigo, 2003.

- 169
Pilar La emigración de las
CAGIAO VILA mujeres españolas

En el Centro Andaluz
García Lorca en
Tucumán, Argentina.

En el caso de Estados Unidos, donde los límites de la ofer-


ta lab o ral así como la escasez de comunicaciones directas desde la
península hasta 1914 ralentizaron notablemente la llegada de flu-
jos españoles, la inmigración de las mujeres parece haber estado
i n fluida fundamentalmente por condicionantes de tipo familiar.
Los datos analizados para el período 1910-1940 referidos a la
inmigración española procedente de la península –ya que buena
p a rte llegaba desde Cuba– revelan que el número de varones llega-
dos en cada año superaba entonces ostensiblemente al de mujeres.
No obstante, d e n t ro del grupo femenino, cuyas cifras más altas se
registran entre los años de 1912 y 1921, p a rece que la mayoría
i n gresaron al país para reunirse con familiares instalados previa-
mente, sobre todo a partir de la Ley de Cuotas de 1921 que influ-
yó positivamente en el aumento relativo de mujeres y en un mayor
equilibrio entre sexos. Ese año, dentro de un volumen total de
27.448 inmigrantes españoles llegados al país, 3.796 fueron muje-

170 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

res representando además el valor más alto de todo el período.


Posteriormente a esa fecha y hasta el fin del mismo, los contingen-
tes de inmigración española decrecen notablemente, observándose
sin embargo menores diferencias por sexo (G. Rueda, 1993: 55-58
y 269). En cuanto a la dedicación lab o ral, en el caso de las mu j e-
res las fuentes españolas regi s t ran sistemáticamente a las mujeres
en el momento de partir bajo los ep í gra fes “su casa” o “sus lab o-
res” como principal actividad. Por su part e, la estadística estadou-
nidense las tipifica como población no activa, aún sabiendo que,
habida cuenta de su mayori t a ria inserción en el medio urbano, fue
frecuente su dedicación a lab o res de costura en talleres y fábricas
de confección, combinadas con otros trabajos domésticos de carác-
ter irregular efectuados en el propio domicilio.
Algunas de estas circunstancias descritas para las mujeres
hasta los años treinta, no parecen haber variado excesivamente
durante los flujos españoles posteriores a 1946, cuando se reanudan
las corrientes de emigración económica hacia varios destinos ame-
ricanos sobre las que aún faltan investigaciones que las aborden en
profundidad. Sin embargo, en conjunto, y para todos países a los
que se dirigió, sabemos que esta nueva emigración, mucho menor
en número que la del período anterior, tuvo un carácter más fami-
liar con una mayor participación femenina y de población en edad
no activa que tuvo reflejo prácticamente en todas las regiones emi-
soras. En Cantabria, por ejemplo, durante la década de los cincuen-
ta, la salida total de mu j e res equivalió al 44,51%, pero el porc e n t a-
je se acercó aún más al de la emigración masculina en el tramo de
edad comprendido entre los 22-55 años (Soldevilla, 1992: 104).
El Comité Interg u b e rnamental para las Migraciones
Europeas (CIME) surgido a comienzos de la década de los cin-

- 171
Pilar La emigración de las
CAGIAO VILA mujeres españolas

cuenta estableció Planes de Reagrupación Familiar en los que


España participó desde 1956, fe cha en la que fue creado el Instituto
Español de Emigración dependiente del Ministerio de Trabajo, que
al poco tiempo abrió delegaciones en muchas provincias españo-
las. En su actividad, y propiciado por el Concord ato firmado entre
el régimen franquista y la Santa Sede tres años atrás, el IEE contó
con la activa colab o ración de la conocida como Comisión Católica
Española de Migración (CCEM) que contribuyó durante un tiem-
po al mantenimiento de la corriente ultramarina facilitando la loca-
lización de los emigrantes ya radicados en América, así como la
tramitación de las reclamaciones a quienes deseaban march a r, muy
especialmente en los casos de reunificación familiar. En ocasiones,
d i chas reclamaciones incluían el envío del pasaje, mientras que en
otras, respondían solamente a solicitudes de llamada presentadas
por los emigrantes previamente radicados ante el Consulado res-
pectivo y la Dirección General de Inmigración del país del que se
trat a s e. Gracias a este sistema la inserción de las mujeres pudo rea-
l i z a rse sin grandes traumas iniciales por la existencia de las redes
familiares que las acogieron. Unas se encontraban con el marido,
o t ras con los padres..., todas con un pariente o conocido al que no
veían desde hace años, lo que significaba por tanto re a nudar una
trama de afectos y vínculos interp e rsonales mantenidos en el tiem-
po a través de la distancia.
La emigración española de esta época, además de a los des-
tinos tradicionales (Argentina, Brasil, Uru g u ay y en menor medi-
da los Estados Unidos), entre los que Cuba desparece como tal,
comenzó a diri girse a países que hasta entonces no habían sido
contemplados como destino, sobre todo Venezuela7 y mucho más
puntualmente Canadá. Entre 1946 y 1956 fueron menos de tres mil

172 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

los españoles los que emigraron a este último país pero a partir de
los acuerdos intergubernamentales entre España y Canadá se pro-
movieron emigraciones minori t a rias reclutadas a través de las
conocidas como Operación Alce y Operación Bisonte que tuviero n
lugar en 1957 –de características análogas a otras que tuviero n
Australia como destino entre 1958 y 1965 (Operación Canguro y
Operación Marta)– y más adelante, en 1960, tuvo lugar una nueva
recluta hacia Canadá, exclusivamente de mujeres, organizada por
la Comisión Católica de Emigración.
En paralelo a estas últimas corrientes de destino ultramari-
no, tuvo lugar el inicio de la emigración española hacia Europa.
Este nuevo éxodo cobró extraordinario vigor a partir de los años
sesenta, motivado por la necesidad de obtención de mano de obra
en los sectores de industria y servicios no cubiertos por los traba-
jadores autóctonos en algunos de algunos países europeos. La
emigración a Europa, incentivada por las expectativas de mejora
salarial y de ahorro, estuvo enmarcada en los diferentes tratados
de contratación laboral que España firmó con algunos países
(Bélgica en 1956, Alemania en 1960, Francia, Holanda y Suiza
en 1961). Aunque el nuevo fenómeno afectó inicialmente a la
población masculina, las mujeres españolas pronto se incorpora-
ron a las ofertas proporcionadas por el mercado laboral europeo
y en el caso del Reino Unido –donde se emplearon en la hostele-
(7)
ría y en los hospitales– sobrepasaron en determinados momentos Este país ya era sin
el número de hombres (Durán Villa, 1985). embargo un destino tra-
dicional para la emigra-
Pero la emigración a Europa no fue desde luego, y más ción canaria mantenien-
do siempre una alta tasa
para las mujeres, ningún camino de rosas. En términos genera- de participación femeni-
les, la precaria formación profesional de las emigrantes españo- na. Llegada la década de
los sesenta dicha partici-
las, así como su deficitario nivel cultural redundaron en su mayo- pación superó el 47%.

- 173
Pilar La emigración de las
CAGIAO VILA mujeres españolas

ritaria dedicación laboral a trabajos de poca cualificación laboral


y escasa consideración social. No obstante, puede afirmarse que,
en muchos casos, la mujer española inició en Europa un proceso
de proletarización que en parte transformó el papel tradicional
que hasta entonces había jugado.
En el análisis de la emigración femenina española a
Francia, contamos sobre todo con info rmación para el caso de
aquellas que tuvieron como destino la ciudad de París, un colecti-
vo muy numeroso en los años sesenta. Se trat aba sobre todo de
empleadas en el servicio doméstico y en las porterías de los
b a rrios más acomodados de la capital francesas (Taboada-
Leonetti, Guillón: 1987) cuya traye c t o ria pro fesional proceso de
adaptación, e s t rategias de ahorro y eventual re t o rno ha sido anali-
zada recientemente desde la pers p e c t iva sociológica (Oso: 2004).
Su procedencia regional fue variada, a u n q u e, como subraya N.
Lillo (2006: 175) en algunos trabajos se ha bosquejado en el caso
p a rticular de las ori gi n a rias de Valencia insistiendo en su pert e-
nencia familias de filiación rep u blicana que pre fi ri e ron emigrar a
París como trab a j a d o ras domésticas antes que permanecer en su
t i e rra sintiéndose discriminadas. La misma autora señala, por otro
lado, que aunque el del servicio doméstico haya sido el caso más
estudiado, fueron mu chas las mu j e res españolas que en Francia se
e m p l e a ron en los medios industriales e incluso en el campo.
Según A. Fernández Asperilla (2006), en Bélgica también
fue mayoritaria la dedicación laboral de las mujeres españolas al
servicio doméstico o a faenas de limpieza en diferentes lugares,
lo que no siempre aparece registrado en los datos oficiales por la
extraordinaria abundancia de empleo sumergido en este sector.
Esta circunstancia de irregularidad, si bien implicaba precarie-

174 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

dad, permitía no obstante una optimización del ahorro. Por otro


lado, entre las mujeres españolas emigradas en Bélgica, fue muy
frecuente que continuasen trabajando fuera del hogar después del
matrimonio e incluso tras el nacimiento de los hijos, convirtién-
dose en un espacio de socialización en ocasiones más importan-
te que el propio asociacionismo étnico.
Las salidas hacia Europa registraron un alza importante
entre 1961 e 1973, a excepción del año 1967 en el que Alemania
se vio afectada por una fuerte recesión económica. Según G.
Sánz Lafuente (2006), aunque la emigración laboral hacia este
país fue inicialmente masculina en su mayoría –74,2% en 1962–,
paulatinamente el desequilibrio de sexos se fue haciendo menor
hasta alcanzar el 39,4% de mujeres a la altura de 1975. Hasta
medidos de la década de los sesenta la mayoría de las mujeres
españolas que emigraron a Alemania eran solteras y muchas de
ellas ya habían tenido una experiencia laboral previa antes de su
partida, generalmente en el medio agrario o en el sector de los
servicios, pero la mayoría aspiraron a incorporarse al trabajo
industrial que –aunque con diferencias respecto de los hombres–
era el mejor remunerado. El empleo de mujeres españolas en las El empleo de
mujeres españo-
industrias de trasformación alemanas ocupó el primer lugar
las en las indus-
seguido, aunque a mucha distancia, del sector de los servicios.
trias de trasfor-
Fue además muy frecuente que el trabajo industrial se combina-
mación alemanas
se con trabajos por horas en otros ámbitos ajenos a cualquier tipo
ocupó el primer
de relación contractual. Además, la movilidad laboral de las lugar seguido,
mujeres españolas, que permanentemente intentaban mejorar de aunque a mucha
condiciones salariales, fue bastante elevada. Por otro lado, según distancia, del
la misma autora, la procedencia geográfica de las mujeres emi- sector de los ser-
grantes en este país estuvo condicionada no sólo por las cadenas vicios.

- 175
Pilar La emigración de las
CAGIAO VILA mujeres españolas

migratorias surgidas de manera espontánea, sino también, al


menos en algunos casos, por los mismos sistemas de contratación
a través de los cuales muchos empresarios alemanes requerían
trabajadoras españolas de os mismos lugares para con ello facili-
tar su adaptación. Estas contrataciones no siempre se efectuaron
en términos totalmente legales, sino en condiciones engañosas, lo
que generó conflictos añadidos a las naturales dificultades por
causa del idioma, diferencia de costumbres y, en definitiva, des-
conocimiento de la nueva sociedad en las que las españolas se
insertaban, sobre todo en los primeros tiempos.
En el caso de Suiza, los datos de la emigración asistida por
el Instituto Español de Emigración indican que el mayor número
de salidas tuvo lugar entre 1967 y 1971. Este país sólo permitía
la entrada a las mujeres que contasen con contrato de trabajo, lo
que provocó elevados niveles de clandestinidad entre las españo-
las que no disponían de él. El acceso al mundo laboral, en el que
existía una considerable discriminación hacia a las mujeres inmi-
grantes, significó indudablemente una posibilidad de aumento de
ingresos y de capacidad de ahorro, pero también una toma de
conciencia de sus derechos y necesidades.
Aunque falta todavía mucho por investigar acerca de la
presencia de las mujeres españolas en las migraciones exteriores,
el reconocimiento de esta evidencia ha influido en que, por for-
tuna, cada vez sean más los trabajos que desde distintos enfoques
dedican su atención, monográfica o parcialmente, a este tema.
Gracias ello, y como un ejercicio de recuperación de la memoria
colectiva, cada día sabemos un poco más de este capítulo tan
esencial para la historia de la emigración española.

176 -
SITUACIÓN ACTUAL
Y RECORRIDO
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178 -
Europa como destino de Francisco R. Durán Villa.
Alcanza el grado de doc-

los trabajadores españoles tor con la tesis titulada La


emigración española al
Reino Unido. Calificada
con Apto cum Laude, le
fue concedido el Premio
Extraordinario de
Francisco R. DURÁN VILLA Doctorado en el curso
1996-97. Director del
Licenciado en Geografía e Historia. Doctor en Departamento de
Geografía y profesor titular de Análisis Geográfico Geografía. Miembro del
Regional en el Departamento de Geografía de la USC. Arquivo da Emigración
Galega (Consello da
Cultura de Galicia).
Su línea de investigación
principal es la dedicada al
estudio de los movimien-
tos migratorios hacia
Tengo mi mundo aquí, en Londres, pero hay una realidad incuestio - Europa tras la Segunda
Guerra Mundial.
nable: el que se va de su tierra, pierde su tierra y no gana la ajena. Publicaciones: La emigra -
Es la tragedia del emigrante. ción gallega al Reino
Unido, Santiago, 1985;
Vicente Soto (Luis Botín, 1988) Veintiséis años de emigra -
ción gallega a Europa: de
la Estabilización a la inte -
gración en la CEE (1959-
1986), Santiago, 1989;

L
as cifras de población española que se re c ogen en los Guía bibliográfica de emi -
gración galega, Santiago,
censos realizados a partir de 1857 arrojan siempre un 1992; La emigración y su
balance demográfico intercensal positivo para el con- reglamentación jurídica
en España, Santiago,
junto del Estado, a pesar de que la emigración ex t e rior con sus 2003; A Real Sociedade
Económica de Amigos do
dife rentes causas y destinos –Améri c a , Á f rica y más reciente- País ante o problema
mente Europa– fue y sigue siendo, salvo en breves y muy loca- social da emigración en
Galicia, Santiago, 2006;
lizados momentos de su histori a , una constante en nu e s t ra Soas e á aventura: as gale -
gas en Londres, Santiago
demografía, aunque en la actualidad fl u ye desap e rcibida, como 2007.
es el caso de la que se mantiene con Suiza, por el impacto
Francisco R. Europa como destino de
DURÁN VILLA los trabajadores españoles

socioeconómico de la inmigración procedente del extranjero.


La emigración española a Europa no es un fenómeno
reciente; Francia, Portugal y en cierta medida también el Reino
Unido se encuentran entre nuestros tradicionales lugares de des-
tino, cuando menos para los naturales de los territorios limítrofes
o mejor comunicados. No obstante, cuantificar el número de per-
sonas –trabajadores y dependientes– que participaron en el éxodo
y reconstruir el proceso migratorio que tuvo lugar en la segunda
mitad del siglo XX sigue siendo difícil, por los inconvenientes
que presentan las fuentes estadísticas oficiales que recogen tanto
las salidas de España como las entradas en los países de llamada.
Al carácter re l at ivamente reciente que poseen por lo ge n e-
ral las re l at ivas a los desplazamientos en Europa, tenemos que
añadir los pro blemas metodológicos que ocasionan las modifica-
ciones frecuentes introducidas en las definiciones legales y en los
c ri t e rios fijados para su elab o ra c i ó n , p o rque están afectadas por
un sinfín de norm ativas –de distinto ra n go y procedencia– que
intentan reglamentar los dive rsos aspectos del proceso migrat o ri o .
Así, por ejemplo, la aplicación o no del principio de permisión en
los estados de acogida; la libertad de tránsito entre los estados o,
por el contra ri o , la necesidad del pasap o rte para cruzar las fro n t e-
ras; los cambios en el tiempo del concepto legal de emigrante o
i n m i grante o en la cl a s i ficación de los movimientos en función de
la vigencia del permiso de trabajo; y, s o b re todo, la importancia
que tuvieron los desplazamientos realizados al margen de los cau-
ces oficiales establecidos al término de la Segunda Guerra
Mundial, además de ofrecer un volumen de participantes muy
i n fe rior al real, en infinidad de ocasiones nos impiden hacer un
seguimiento de las trayectorias descritas en el tiempo y comparar

180 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

los regi s t ros de salida de españoles con los de entrada en los paí-
ses de destino por la disparidad de los datos re c ogidos. No obstan-
t e, las cifras ofrecidas por las autoridades de inmigración o ex t ra n-
jería además de ser siempre superi o res en número , se fueron ap ro-
ximando cada vez más a la realidad en virtud del establecimiento
de un sistema de permisos de estancia cada vez más ri g u ro s o , que
acabaron por convertir en ilícita la entrada y el establecimiento de
trabajadores, salvo una autorización gubern at iva expresa.
Pero para conocer la magnitud de esta última fase de emi-
gración masiva de españoles en todas sus dimensiones es necesa-
rio recurrir a una amplia amalgama de fuentes complementarias, La emigración
aunque siempre con la precaución debida que impone el carácter española a los
heterogéneo de las mismas y su propia falta de especificidad, países de nuestro
para evitar en lo posible la realización de aproximaciones sesga- entorno no cons-
das del fenómeno. tituye un hecho
Además de la tradición aludida, es de destacar que la aislado sino que
emigración española a los países de nu e s t ro entorno no consti- se encuadra en
tuye un hecho aislado sino que se encuadra en un escenario de un escenario de
intensificación de los movimientos de mano de obra en intensificación
Europa, movimientos que van a ser determinantes para la con- de los movimien-
tos de mano de
fi g u ración del espacio social europeo con el que se inaugura el
obra en Europa,
siglo XXI. Directamente relacionados con los flujos que tuvie-
movimientos que
ron lugar a partir de 1945, y en ocasiones con su falta de pla-
van a ser deter-
nificación, permanecen –como causa o consecuencia y tam-
minantes para la
bién como problema y como reto– el despoblamiento y el configuración del
envejecimiento de las regiones agrarias deprimidas y el más espacio social
reciente de algunas industriales otrora punteras; la urbaniza- europeo con el
ción acelerada y la conformación desequilibrada de las grandes que se inaugura
áreas metropolitanas; las agresiones medioambientales asocia- el siglo XXI.

- 181
Francisco R. Europa como destino de
DURÁN VILLA los trabajadores españoles

Jóvenes hijos de
emigrantes en
Bruselas, Bélgica.

das a la distri bución desigual sobre el territorio de los efectivos


humanos; y el decaimiento de los centros históricos de las ciu-
dades con la consiguiente degradación social de sus poblacio-
nes asociada al gueto y a los procesos de exclusión. No sólo no
es un movimiento demogr á fico aislado sino que, c o m o
demuestran Babiano y Farré (2002), la corriente con destino
hacia Europa va a formar parte también de un conjunto más
amplio de relaciones que integra a los emigrantes y al capital
en un mismo circuito, por el que transitan simultáneamente
con direcciones contrarias pero retroalimentándose, lo que
j u s t i fica y explica que las salidas masivas hacia Europa se pro-
ducen en los momentos más favorables del desarrollismo y no
en los de mayor penuria económica, rompiendo con ello algu-
nos de los viejos tópicos atri buidos a este desplazamiento. La
emigración a Europa así entendida no sería una consecuencia
directa de la penu ria económica existente en aquellos momen-

182 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

tos sino como resultado de un proceso incipiente de moderni-


zación económica y difusión industrial, como apuntan Sánchez
Alonso (1995) para Europa noroccidental y Villares (1996)
para Galicia en la etapa americana.
Los españoles comienzan a elegir los países europeos más
desarrollados como lugares de destino desde comienzos de los
años 1950, aunque en el marco de la rehabilitación de la corrien-
te ultramarina, con la reciente incorporación de Venezuela a la
oferta tradicional de acogida, este flujo va a pasar desapercibido,
como desapercibida también va a ser la presencia de nuestros
compatriotas en particular y la de los procedentes de los países
mediterráneos en general en algunos de los nuevos estados de
residencia, por la llegada creciente de inmigrantes –que no siem-
pre eran extranjeros– procedentes de viejos territorios coloniales
que inician la andadura de la independencia, como ocurre con los
argelinos en Francia o con los de la India en el Reino Unido. Por
ello algunos autores hablan de la invisibilidad de este proceso
(Macdonald y Macdonald, 1972) y se refieren a ellos como los
trabajadores invisibles. No obstante, tan importante como la pau-
latina desviación de la tradicional corriente ultramarina en el
caso español, es el constatar la inversión de la tendencia migrato-
ria en muchos de estos estados de Europa occidental, cuyas
sociedades se convirtieron de repente en receptoras, después de
haber enviado población hacia territorios extraeuropeos durante
siglos. Francia era la única excepción, pues ya contaba entonces
con una dilatada historia inmigratoria y con una rica experiencia
en la gestión y control de los flujos (Rubio, 1974).
Aunque la mayoría de los autores insisten en el carácter
económico y voluntario de la emigración durante este período, por

- 183
Francisco R. Europa como destino de
DURÁN VILLA los trabajadores españoles

d i fe re n c i a rlo de los importantes desplazamientos fo r zosos que


t u v i e ron lugar en Europa durante la pri m e ramitad del siglo, se ha
llegado al convencimiento de que la compleja nat u raleza de los
mismos no puede ser explicada en solitario por ninguna de las teo-
rías migrat o rias. Ni los deshumanizados modelos de corte econo-
métrico, ni las interp retaciones neomalthusianas, ni tampoco las
explicaciones centradas exclusivamente en el individuo pueden
responder en solitario a la complejidad de este hecho migrat o ri o .
A pesar de las limitaciones que se le pueden objetar, el modelo
más ge n e ralizado para explicarlos es el pull and push, a partir del
t rabajo de realizado por Castles y Ko s a ck en 1973, en el que se
combinan factores económicos, d e m ográficos y sociales corre s-
pondientes tanto a las áreas re c ep t o ras como a las emisora s .

1.- LAS LEYES DE EXTRANJERÍA COMO


INSTRUMENTO DE CONTROL DE LA
INMIGRACIÓN
La importación de mano de obra extranjera en los países más
d e s a rrollados de Europa occidental no fue necesaria sólo para
afrontar el proceso de reconstrucción al término de la segunda gue-
rra sino también para mantener los niveles de crecimiento y des-
arrollo en unas sociedades del bienestar en las que las intervencio-
nes del los gobiernos forman parte de la ortodoxia económica. Con
independencia del paro friccional, en un contexto de creación de
empleo como el que tenían era necesario reclutar trabajadores en el
exterior para rellenar los nichos laborales que se iban creando, a
expensas del abandono paulatino de las actividades laborales social-
mente devaluadas para la mano de obra autóctona, también por el
trasvase intersectorial desde el primario a la industria y a los servi-

184 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

cios –la causante de la inmigración de temporada–, y de un modo


especial por la feminización creciente del mercado de trabajo. Pero
también hay que reconocer que la inmigración se va a contemplar
como un elemento de flexibilidad laboral en ciertas ramas de acti-
vidad, flexibilidad que además de satisfacer las demandas e intere-
ses de algunos empresarios contribuye a frenar, o cuando menos a
controlar, la tendencia decreciente de la tasa media de ganancias por
el encarecimiento de los costes lab o rales.
La fórmula de llamada adoptada por la totalidad de los
gobiernos fue el invitar temporalmente a trabajadores de otras
nacionalidades, de ahí la denominación de gastarbeiter (gast
invitado, arbeiter trabajador), regulando su acceso al mercado
laboral por medio de los mecanismos de control diseñados al
efecto, mecanismos conocidos y probados en las pioneras expe-
riencias realizadas por Francia y el Reino Unido alrededor de
1900. La primera de ellas impuso como requisito necesario el
certificado de identidad –expedido por las autoridades locales
previo registro– a todos los extranjeros que querían insertarse en
el mercado laboral a partir de 1893 (Noiriel, 1998), un certifica-
do que evolucionó, a través de la C a rte d’Identité de 1917 (1)
Mientras que la carte de
(Loussouarn y Bourel, 1996), para convertirse definitivamente en d’identité era simple-
permiso de estancia –Carte de Séjour– a partir de la promulga- mente un instrumento de
registro y control de los
ción de la Ordonnace de 2 de noviembre de 19451. En cambio, en inmigrantes, la Carte de
Séjour es un instrumento
el Reino Unido más preocupado por las necesidades del mercado de selección de la mano
de trabajo que por el control de los extranjeros, introduce por de obra (Loussouarn y
Bourel, 1996).
medio de la Aliens Restricition Act2 de 1919 al término de la Gran
(2)
Guerra, la autorización administrativa de trabajo, delimitando los Los prolegómenos de la
campos laborales a los que van a tener acceso los no nacionales. misma los encontramos
en las Leyes de 1905 y
S o b re estos dos tipos de perm i s o s , que están además dire c- 1914.

- 185
Francisco R. Europa como destino de
DURÁN VILLA los trabajadores españoles

tamente relacionados, se desarrollan las dife rentes norm ativas que


regulan el régimen jurídico de la mano de obra ex t ra n j e ra en los
países de acogida hasta el momento actual. Si la autorización
administrativa para trabajar es común a todos los estados después
de la segunda guerra, el régimen de entrada y las situaciones
administrativas previstas para la estancia presentan lige ras va ri a-
ciones entre los estados, aunque tienden a unifo rmizase cada vez
más a partir de los A c u e rdos de Shch e n gen de 1985 y 1990 y de
un modo especial en el marco del espacio de justicia, l i b e rtad y
seg u ridad definido en la cumbre de Tampere de 1999. Así, por su
importancia, comprobamos como el período de la residencia tem-
p o ral obl i gatorio para obtener la estancia permanente varía, por
ejemplo, e n t reun año en Francia, tres en Bélgica, c u at ro del Reino
Unido y Holanda o los cinco de Alemania, m i e n t ras que en Suiza
el go b i e rno fe d e ral se decanta por un política rotacional para ev i-
tar que el inmigrante adquiera el dere cho al establecimiento ilimi-
tado que otorga la residencia temporal ininterru m p i d a3.
Sin embargo, estos instrumentos que fueron bastante efica-
ces para controlar las entradas, no siempre dieron cumplida res-
puestas a las demandas sociales de los trabajadores, pues su puesta
en práctica generaba ipso facto situaciones discriminatorias que
at e n t aban contra los derechos más elementales de la persona. Sirvan
como ejemplo, la limitación de los movimientos que estipulaban los
p e rmisos de residencia temporal, la imposibilidad de acceder a una
actividad distinta a la consignada en la autorización laboral mientas
(3)
El permiso ilimitado sólo no se posea la residencia permanente, el derecho a la re agrupación
podía ser recibido des -
pués de diez años de familiar o la indefensión del inmigrante ante la actitud discrecional
estancia… (cinco en de la autoridad gubernativa de alguno de estos estados. Durante la
algunos casos) (Babiano
y Farré, 2002). década de los años 1970, al compás del cierre de las fronteras, la

186 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Españoles en Suiza.

extranjería iba a dar paso a la inmigración y con ello se iban a corre-


gir muchas de estas situaciones con la ampliación de los derechos y
libertades de los extranjeros en los estados de acogida. Pero también
con el cambio de actitud de las autoridades españolas a partir de la
promulgación de la Ley de Emigración de 1971.
Además de legislar y poner en vigor las políticas de con-
trol de flujos por medio de la creación de organismos ad hoc o
por el refuerzo y la ampliación de competencias y funciones de (4)
las administraciones existentes4, la intervención gubernamental Por norma general se
van a reforzar y ampliar
en materia migratoria llevó a muchos de ellos a participar direc- las competencias admi-
nistrativas de los ministe-
tamente de las labores de reclutamiento en el exterior. En los rios del interior y de la
casos francés y alemán por medio de la Office National de policía, no sólo por la
necesaria identidad jurí-
I’mmigration (ONI) y del Bundesanstalt für Arbeit respectiva- dica individual sino tam-
bién por la inclusión de
mente (Díaz-Plaja, 1974) mientras los del Reino Unido con el la inmigración en el
programa European Voluntary Workers y de Suiza con el Service ámbito de las materias
que competen al orden
de Placements de Travailleurs Espagnols abandonan pronto esta público.

- 187
Francisco R. Europa como destino de
DURÁN VILLA los trabajadores españoles

práctica y se la confían a las agencias de colocación y a las aso-


ciaciones patronales a partir de 1951 y 1963 respectivamente. El
de Bélgica en cambio delegó desde el principio (García
Manrique, 1964).

2.- EL FRACASO DE LA EMIGRACIÓN ASISTIDA


COMO MECANISMO DE CONTROL DE LAS
SALIDAS
La política gubernamental de gestión de flujos no se limi-
ta en estos años a las sociedades de acogida, las de origen tam-
bién son conscientes del poder que tienen las migraciones como
fuente de recursos y riqueza. Por ello sus respectivos gobiernos
diseñaron estrategias de control y tutela que se materializaron en
la creación de organismos estatales o paraestatales al efecto, tales
como el Comisariato di Emigrazione y el Instituto Nazionales di
Crédito del il Laboro Italiano All’Estero, la Junta de Emigraçâo
en Portugal o, en nuestro caso, el Instituto Español de
Emigración (IEE), creado por Ley de 17 de julio de 1956. En vir-
tud de la misma se le encomienda el desarrollo la política emigra-
toria del Gobierno de acuerdo con la normativa vigente y el ejer-
cer por sí, o por medio de órganos subordinados, la acción tute-
lar que le corresponde al Estado en esta materia y asume, además
de las competencias que le atribuye la Ley, las establecidas con
(5)
Decreto 23 de julio de el mismo carácter en la Ley y Reglamento de Emigración de 20
1959, núm. 1354759 (Mº de diciembre de 19245. Su creación coincide con un cambio de
de Trabajo). INSTITUTO
ESPAÑOL DE EMIGRA- ciclo en la historia de la emigración española, tanto por la elec-
CION. Desarrolla la Ley
17 de julio de 1956 (R. ción de nuevos destinos como por las características legales y
1064), de organización. demográficas de la corriente.
(B.O.E. de 1 de agosto
de 1959. La emigración hacia Europa ya es en este momento un

188 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

hecho real, aunque las fuentes oficiales de salida –17.304 emi-


grantes entre 1955 y 1959– todavía no la contemplan en su tota-
lidad, porque sólo computan a aquellos que en su desplazamien-
to utilizan la vía marítima. No obstante, las estadísticas de extran-
jería de nuestro entorno comienzan a registrar un cada vez mayor
volumen de españoles que cruzan las fronteras provistos de las
autorizaciones administrativas pertinentes para introducirse en el
mercado laboral. Así a Francia, un país de larga tradición y que
será unos de los destinos principales en la década siguiente, lle-
garon en la segunda mitad de los años cincuenta 76.114 españo-
les según los registros del ONI y el gobierno del Reino Unido a
través del Home Office expide 13.944 nuevos certificados de
registro a trabajadores procedentes de España, a pesar del carác-
ter minoritario que presenta esta corriente.
Esta nueva realidad es ignorada por las cifras pero no por
el legislador. Las modificaciones que se introducen en las dispo-
siciones emigratorias vigentes comienzan a desdibujar la imagen
arquetípica de la emigración decimonónica: ultramar, barco,
billete de tercera, a medida que cobra fuerza en el subconsciente
colectivo la idea de Europa –os estranxeiros novos para los galle-
gos–, y del desplazamiento por vía aérea o por ferrocarril. La
Orden de Presidencia del Gobierno de 6 de noviembre de 1957
actualiza el concepto legal de emigrante vigente desde 1924, des-
vinculándolo del medio de transporte y del país extranjero en el
que se establezca. La posterior Ley de Ordenación de la
Emigración de 3 de mayo de 1962 será muy clara al respecto: la
condición de emigrante se adquiere por el hecho de abandonar
el territorio nacional con fines laborales o familiares (acompa-
ñamiento o reagrupación), siempre y cuando se ajuste a los pla-

- 189
Francisco R. Europa como destino de
DURÁN VILLA los trabajadores españoles

Centro de Día Miguel


de Cervantes en
Londres, Reino Unido.

nes y operaciones programadas por el Gobierno o con su inter-


vención, y con su ayuda técnica y económica. Es la emigración
asistida, acorde con una política emigratoria paternalista diseña-
da y ejecutada de acuerdo con las directrices de la ordenación
del trabajo en régimen de pleno empleo.
El procedimiento oficial para emigrar se desarrolla en cua-
tro fases: el reclutamiento y la inscripción, en la que el trabaja-
dor formaliza la demanda en el Servicio de Colocación; la prese -
lección, en la que se procede al reconocimiento médico y profe-
sional; la selección definitiva, con la aprobación de la autoridad
(6) extranjera, en la que se le provee de la documentación necesaria
Orden 15 de noviembre para que pueda establecerse en el lugar de destino; y por último,
1960 (Mº de Trabajo).
COLOCACION OBRERA la salida, en la que se le confirman las fechas del viaje y se pro-
Y EMIGRACION.
Procedimiento para ofer- cede al traslado a la nueva residencia6.
tas de empleo de países Este proceso emigratorio común para todos los españoles,
extranjeros (B.O.E. de 3
de diciembre de 1960). puede variar en función de condiciones establecidas en los

190 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Convenios bilaterales de emigración suscritos por el gobierno


para establecer la condición jurídica de nuestros trabajadores en
el extranjero. Instrumentos internacionales que se van a ampliar
y diversificar con los años a ámbitos como el de la seguridad
social y el de la educación. En aquellos casos en los que existe un
Acuerdo de emigración7, la contratación de trabajadores nomina-
tiva o innominada se realiza, salvo pequeños matices, de acuerdo
con la normativa comentada de 15 de noviembre de 1960. En su
defecto –de los receptores sólo el Reino Unido carece de
Convenio– las Agregadurías Laborales de acuerdo con el IEE,
son las encargadas de suscribir acuerdos con las agencias de
colocación para canalizar las ofertas de empleo. En este caso, el
trabajador no está sujeto a las fases de preselección y selección
(7)
definitiva (Durán Villa y Pérez Fariña, 2003). En el ámbito europeo, el
gobierno de España firmó
Las competencias en materia migratoria se reparten entre seis Convenios de emigra-
el Ministerio de Trabajo, el Instituto Español de Emigración, la ción: Austria, Bélgica,
Francia, Holanda, Italia y
Organización Sindical y, en cierta medida, con la Comisión Suiza.
(8)
Católica de Emigración. Al primero corresponde el ejercicio de LEY 93/1960, de 22 de
las funciones de orden normativo, fiscalizador y protector pro - diciembre, sobre bases de
ordenación de la emigra-
pias de la soberanía del Estado, en todo aquello que no esté atri - ción. Base cuarta. Ver
también de la misma Ley
buido expresamente a otras ramas de la Administración pública8. la Base sexta. Uno. y el
El Instituto, heredero de la antigua Junta Central de Emigración, Decreto 3 mayo 1962,
núm. 1000/62 (Mº
es el verdadero ejecutor de la política emigratoria gubernamen- Trabajo). EMIGRACION.
Ley de su ordenación, en
tal. Sus funciones son las de concertar los sistemas de selección; los arts. 14.2 y 15.
orientar, informar y capacitar al emigrante; y conceder ayudas (9)
Orden 14 septiembre
económicas para su traslado y asentamiento en el extranjero. Su 1957 (Secr. Gral. Org.
Sindical). COMISION
actividad se proyecta en el exterior a través de las Agregadurías SINDICAL DE EMIGRA-
laborales, que ofertan además asesoramiento y asistencia de CION. Creación (B.O.E.
de 21 de octubre de
orden jurídico y laboral. La Comisión Sindical, creada en sep- 1957).

- 191
Francisco R. Europa como destino de
DURÁN VILLA los trabajadores españoles

tiembre de 19579, se encarga de resolver todas aquellas cuestio-


nes relativas a la emigración de trabajadores dentro de la estricta
competencia sindical: informar y asesorar los contratos de traba-
jo, intervenir en las contrataciones colectivas y ejercer la acción
protectora al emigrante en el exterior, a través de sus
Agregadurías Laborales10.
Políticamente la Comisión está controlada por Fa l a n ge
m i e n t ras que el Instituto desde su adscripción al Ministerio de
Trabajo está en manos de los tecnócratas. Las difíciles relaciones
que mantienen provocan enfrentamientos que se ponen de mani-
fiesto, por ejemplo, en las deliberaciones para la elab o ración del
Convenio con Francia o cuando se traspasa el control de compe-
tencias de las Agregadurías al IEE, porque internacionalmente
intere s aba marginar a los fa l a n gistas y acentuar el catolicismo
del régimen, sobre todo en una cuestión que quería utilizarse
como elemento de política ex t e ri o r ( B abiano y Fe rnández
Asperilla, 2002). La proyección ex t e rior de España obl i ga a darle
un nuevo barniz al régimen: es el momento de la democracia org á-
nica, de la ap e rt u ra del catolicismo y de la justicia social. En este
contexto, no es ex t raño que la Comisión Católica participe activa-
mente en programas migrat o rios o en el pro blemático mov i m i e n-
to de re agrupación familiar, que ch o c aba en principio con una
e m i gración concebida como temporal. Su importancia es funda-
(10)
LEY 93/1960, de 22 de mental porque contri buye a explicar la consolidación de las tasas
diciembre, sobre bases de permanencia en Europa. Sin embargo, su propia dinámica
de ordenación de la emi-
gración. Base sexta. Tres. impide que las mu j e res sean las pro t agonistas de su propio pro-
y Decreto 3 mayo 1962,
núm. 1000/62 (Mº yecto migrat o rio. Dependientes de su mari d o , mu chas de ellas se
Trabajo). EMIGRACION. mantienen en el extranjero vinculadas al trabajo rep ro d u c t ivo,
Ley de su ordenación,
art. 20. aunque contribuyen decisivamente al incremento de los ingresos

192 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

y del ahorro familiar, p o rque desarrollan actividades –serv i c i o


doméstico o lab o res de costura y confección en el propio domici-
lio– en el marco de la economía info rmal, sin prever las conse-
cuencias que esto va a tener llegado el momento de la jubilación.
En contrap a rtida las variadas tareas de gestión del hogar y del cui-
dado y atención de los hijos, les permiten ampliar su espacio físi-
co, simbólico y de sociabilidad, y las predisponen para alcanzar
unas cotas de integración muy superi o res a las de sus cónyuges.
Toda salida ajena a la intervención del mencionado Instituto
Español de Emigración es catalogada a efectos legales de clandes-
tina, aunque con propiedad se trata de una emigración irregular,
cuyo volumen supone algo más del 50% de la asistida durante los
años sesenta (Babiano y Fernández Asperilla, 2002). Esta variedad,
conocida y reconocida por las autoridades españolas desde finales
de los años cuarenta, aumenta paulatinamente en la década siguien-
te hasta hacerse con el protagonismo por su volumen a partir de
1960. Denuncias por explotación, sentencias condenatorias,
Circulares de la Fiscalía del Tribunal Supremo, actualización del
concepto legal de emigrante y la puesta en práctica del programa de
emigración asistida, no pudieron impedir este éxodo paralelo. Un
éxodo que fluye creciente porque flexibiliza los trámites adminis-
trativos para salir; porque soslaya impedimentos legales en los dos
extremos de la cadena migratoria; por la abundante oferta de traba-
jo en la economía sumergida y por las posibilidades de regulariza-
ción in situ; por la difusión de una información propagandística
cada vez más abundante, a pesar de estar prohibida por ley; y sobre
todo por la creación y consolidación de importantes cadenas migra-
torias en base a lazos de familia o vecindad. Las cadenas además
ofrecen cobertura y seguridad al demandante ante el desconoci-

- 193
Francisco R. Europa como destino de
DURÁN VILLA los trabajadores españoles

miento de la lengua y en principio le auguran al futuro emigrante


unas posibilidades mayores de éxito. Cadenas que también nos
explican la polarización espacial de los trabajadores tanto en las
áreas emisoras como en los lugares de residencia (Durán Villa,
1985; Babiano y Fernández Asperilla, 2002; y; Sainz Díaz, 2004)11.
El balance entre la emigración irregular y la asistida en la década de
los años sesenta asciende a 587.855 trabajadores a favor de la pri-
mera y supone en términos demográficos el desplazamiento de
2.053.649 españoles en tan sólo 10 años.
Evidentemente, la vulnerabilidad y la indefensión propias
de esta emigración no regularizada la hacen más proclive a vivir
situaciones de riesgo por abuso y explotación, además de estar
más expuesta al fracaso en los primeros momentos del proceso.
Las redes ilegales han estado tradicionalmente detrás de muchos
de estos atropellos, aunque en ocasiones las autoridades españo-
las directa o indirectamente se convirtieron en sus cómplices, en
la mayoría de las ocasiones por silencio y por dejadez, sobre todo
en lo tocante a problemas de prostitución, criminalizando en oca-
siones a las víctimas, y de abusos de tipo administrativo y labo-
(11)
El título de la película dirigida por Pedro Lazaga en 1971, Vente a Alemania Pepe, y protagonizada por Alfredo Landa
y José Sacristán, encierra la filosofía propia de las cadenas migratorias que funcionaban en Europa, favorecidas por la
mayor proximidad y por los desplazamientos periódicos con carácter vacacional, y ofrece también la imagen que del
milagro alemán –o del milagro económico europeo– se tenía en la España de entonces. Independientemente de que se
trata de una comedia, el argumento refleja la más cruda realidad de esta emigración: la confrontación entre dos cultu-
ras antagónicas, jornadas laborales agotadoras que sobrepasan la legalidad vigente, la difícil integración en las socieda-
des de acogida y el consiguiente repliegue sobre las colonias de origen. Los centros y asociaciones de carácter nacional
–las capellanías y las Casas de España creadas en virtud de la Ley de Emigración de 1971– y regional son los espacios
de sociabilización y recreo del emigrante por excelencia, mientras no llega el ansiado día del retorno. Un retorno que
por dignidad personal tanto va a silenciar las dificultades y miserias en los supuestos de éxito económico y promoción
familiar como las experiencias de fracaso. A nadie le importa, ellos vuelven, mientras que otros compatriotas –exilia-
dos en origen pero convertidos de facto en inmigrantes económicos– con los que habían compartido la experiencia
migratoria tenían impedimentos legales para iniciar el camino de vuelta. Y muchos ya no pudieron hacerlo. La relación
exilio-emigración en Europa tampoco fue ajena a la película, una relación que tuvo cierta importancia en el proceso de
politización de estos colectivos y que va a tener especial relevancia en el momento de la transición.

194 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Uno de los centenares


de establecimientos
españoles que hay en
el Reino Unido, pro-
piedad de emigrantes.

ral (Durán Villa, 2007).


Señalada la importancia que tiene por su volumen la emigra-
ción irregular, los datos que nos ofrecen las estadísticas publicadas
por el IEE sólo sirven para explicar tendencias comunes a ambas
modalidades. Desde 1960, año en el que comienzan a publicarse los
datos pormenorizados, hasta 1985, en vísperas de la incorporación
de España a la Comunidad, el programa gubernamental de salidas
asistidas traslada a un colectivo de 1.285.537 españoles hacia
Europa, procedentes en más del 50% de Andalucía y de Galicia.
Una cifra inferior a la que se moviliza por cauces ajenos al Instituto
(1.320.752) en los años sesenta según recogen Babiano y Fernández
Asperilla (2002), a pesar de los esfuerzos y de la infraestru c t u ra
montada por el régimen. El retorno para la misma etapa es superior
a las partidas y arroja un saldo a favor de los que regresan de
312.285 personas. Un valor sobrevalorado porque contabilizan a las
mismas personas en años consecutivos por imperativos de las polí-

- 195
Francisco R. Europa como destino de
DURÁN VILLA los trabajadores españoles

ticas rotacionales. Suiza, Alemania y Francia, con un 40,70%,


32,45% y 21,57% respectivamente, son los principales destinos de
esta corriente masculina (84,43%), en la que sólo el Reino Unido
rompe la tónica, pues las mujeres representan según los datos britá-
nicos el 56,58% en el período comprendido entre 1946 y 1973. La
industria y los servicios concentran las actividades a las que se les
p e rmite acceder a este colectivo poco cualificado, aunque algo más
de un cuarto proceden directamente del sector primario.
La evolución histórica del proceso muestra dos etapas
separadas por la crisis de 1973. La primera fase es la que movi-
liza a un contingente mayor de personas con un ritmo medio
anual de salidas de 75.561 emigrantes. En ella se distingue un
trienio 1965-1967 regresivo por la fuerte contracción de la oferta
de Alemania que provocan las medidas regularizadoras iniciadas
en 1965 y la crisis inmediata que acaba con la devaluación del
marco en 1967. Los años posteriores conocen una fuerte expan-
sión y feminización hasta alcanzar la cota de los 113.772 emi-
grantes en 1971. Es el momento en el que tiene lugar el mayor
volumen de desplazamientos por reagrupación de dependientes,
debido al asentamiento permanente de los emigrantes que mar-
charon en los tempranos sesenta, una vez que consiguen la auto-
rización definitiva de residencia. Nada queda del proyecto migra-
torio originario. En principio era individual, aunque practicado
colectivamente, temporal y de carácter laboral con el objetivo de
conseguir unos ahorros en corto espacio de tiempo. En estos años
se convierte en un modelo de emigración de familias, colectivo,
y se va consolidar como modelo dominante al compás de un cada
vez mayor y más férreo control de las fronteras. Definitivamente
el retorno se pospone para la jubilación. Las actuales estadísticas

196 -
SITUACIÓN ACTUAL
Y RECORRIDO
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Trabajo, emigración Ana Fernández Asperilla.
Trabaja en el Centro de
Documentación de la
Emigración Española de la
y ciudadanía Fundación 1º de Mayo y
es profesora tutora de la
UNED. Es autora de
Mineros, sirvientas y mili -
tantes. Medio siglo de
emigración española en
Ana FERNÁNDEZ ASPERILLA Bélgica (Madrid, 2006), y
Doctora en Historia Contemporánea por la coautora de Miradas de
Universidad Autónoma de Madrid. emigrantes. Imágenes de
la vida y cultura de la
emigración española en
Europa en el siglo XX
(Madrid, 2004) y de
Situaciones de exclusión
de los emigrantes españo -
les ancianos en Europa

C
omo ha señalado el gran historiador de la emigración (París, 2000). Ha publica-
do igualmente diversos
en Francia, Gerard Noiriel, en las sociedades indus - artículos sobre la emigra-
triales, es el trabajo el que hace nacer al inmigrado, ción española en revistas
especializadas en España,
el que le hace ser1. En efecto, procurar la mejora de las condi- Francia y Bélgica.
ciones y expectativas de vida ha venido siendo la causa prin-
cipal de la emigración contemporánea y, por supuesto, de la
emigración española. Ello otorga al trabajo (y con él, al aho-
rro) un espacio central en el fenómeno de la emigración y lo
sitúa en el corazón del proyecto migratorio. Un proyecto que
inicialmente contempla el retorno, pero que con el tiempo se
va modificando. La centralidad del trabajo resulta igualmente
observable si examinamos la cuestión, no ya desde el punto de
(1)
vista de la oferta, sino desde el lado de la demanda: es la nece- Gerard NOIRIEL, Le creuset
français.Histoire de l’immigra -
sidad de trabajadores en número abundante en los países de tion XIX-XX siècles. París,
acogida lo que explicaría la emigración. Sueil, 1988, p.137.
Ana FERNÁNDEZ Trabajo, emigración
ASPERILLA y ciudadanía

Al fin y al cabo no otra cosa que un cambio en la deman-


da de fuerza de trabajo explicaría a su vez el cambio de ciclo
migratorio a lo largo de los años cincuenta del siglo pasado,
cuando los españoles dejaron de dirigirse a América para trasla-
darse en masa al continente europeo. De hecho, ya en el periodo
de entreguerras los países americanos receptores de mano de obra
española comenzaron a levantar restricciones y a demandar tra-
bajadores de cierta cualificación. Por eso durante los años cin-
cuenta del siglo XX la emigración americana va a resultar, de
manera significativa, una emigración de reagrupamiento familiar,
más que de nuevos trabajadores. Fue también un cambio en la
demanda de fuerza laboral, a raíz de la crisis de estancamiento y
alta inflación de 1973, cuando se detuvo bruscamente la emigra-
ción española al continente europeo.
Antes, durante la gran oleada de emigración americana, a
finales del siglo XIX y en las primeras décadas del XX (1880-
1930), la emigración a ultramar había sido de origen rural –como
así lo era la mayoría de la población española– y de carácter des-
cualificado. Los cuatro grandes destinos de ese periodo fueron
Argentina, Uruguay, Brasil y Cuba. Salvo parcialmente en Brasil
y Cuba, donde las actividades relacionadas con el café y el azú-
car respectivamente demandaron nueva fuerza de trabajo, en
Las cadenas
estos cuatro países los españoles, a pesar de su origen rural, se
migratorias,
insertaron laboralmente en ocupaciones de carácter urbano. Las
basadas en el
parentesco y el cadenas migratorias, basadas en el parentesco y el paisanaje,
paisanaje, juga- jugaron un papel decisivo en la inserción laboral. De este modo
ron un papel una trayectoria frecuente consistió en emplearse en el negocio de
decisivo en la un familiar o paisano hasta poder establecerse; es decir abrir un
inserción laboral. negocio por cuenta propia. El comercio fue una de las ocupacio-

200 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

nes urbanas típicas en los cuatro grandes países americanos de


acogida. Se trataba, sobre todo, del pequeño comercio e incluso
de la venta ambulante, como en el caso de Cuba. En Brasil y
Uruguay también destacaron la hostelería y en este último país
las actividades de pequeña industria y manufacturas artesanales
–panaderías, fabricación de calzado, etcétera–.
Por lo que se refiere a las mujeres, solían ocuparse al lle-
gar a América como domésticas y en aquellos otros oficios que
tenían que ver con los cuidados personales –como niñeras- y con
las habilidades domésticas –costura, planchado, etcétera-. Por lo
común, el matrimonio implicaba abandonar el servicio domésti-
co pero no la actividad. Así, las mujeres casadas solían emplear-
se en los negocios familiares, ayudando en los comercios, alma-
cenes o restaurantes, o en trabajos domiciliarios que permitían
(2)
compatibilizar la actividad económica con el cuidado de la prole. Sobre la inserción laboral
Este era el caso de la costura2. en América en el periodo
1880-1930, véase Pilar
Después de la Guerra Civil, la recesión de las economías lati- CAGIAO y A. Miguel
BERNAL, “Incorporación
noamericanas, la Segunda Guerra Mundial y las restricciones a la al mercado laboral e
movilidad del régimen franquista cortaron el flujo migratorio, que inserción social”, en
VV.AA., Historia general
se reanuda en 1946 y todavía se dirige hacia América durante los de la emigración española
a Iberoamérica. Madrid,
años cincuenta, como hemos señalado un poco más arri b a . Ministerio de Trabajo y
Entonces, Argentina, Brasil y Venezuela son los tres grandes recep- Seguridad Social et al.,
vol 1, 1992 pp. 271-330.
tores de mano de obra española. Aún siendo una emigración emi-
(3)
nentemente familiar, desde el punto de vista laboral, continuaron Véase A. Miguel BERNAL,
ejerciendo un papel fundamental los empleos urbanos en servicios “Inserción social y labo-
ral”, en VV.AA., Historia
como la hostelería o el comercio. Ocurre que este último sector se general de la emigración
española a Iberoamérica.
había transfo rmado con la aparición del gran almacén en ciudades Madrid, Ministerio de
como Buenos Aires y Montevideo, donde una parte del gran comer- Trabajo y Seguridad
Social et al., vol 1, 1992
cio estaba en manos de españoles3. pp. 657-673.

- 201
Ana FERNÁNDEZ Trabajo, emigración
ASPERILLA y ciudadanía

Desfile de
Asociaciones
españolas por las
calles de París.

Entre tanto, como ya hemos indicado, se va a producir el


cambio de ciclo migrat o rio de América hacia Europa. Como anta-
ño en América, en el continente europeo la demanda será de fuerza
laboral sin cualificación. No hay que olvidar que la segunda pos-
guerra mundial será el periodo de la industria de fabricación en
masa mediante dispositivos y tecnologías basadas en la división del
trabajo de tipo taylorista. Se trata, por lo tanto, de tecnologías e
industrias que, aunque innovadoras en ese momento, consumen
mucho trabajo vivo, razón por la cual los países europeos más
industrializados van a agotar rápidamente sus fuentes nacionales de
mano de obra, teniendo que recurrir a la inmigración.
En ese contexto, en España a partir de los años cincuenta la
modernización de la agricultura va a generar importantes exceden-
tes de mano de obra que en parte van a quedar absorbidos por el
proceso de industrialización y urbanización que tiene lugar durante
el desarrollismo franquista. Sin embargo, a pesar del discurso auto-

202 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

complaciente sobre el pleno empleo del régimen, lo cierto es que la


industrialización española de los años sesenta del siglo XX no fue
capaz de dar cabida al conjunto de los excedentes de fuerza laboral
expulsada del medio rural. La vía de escape para esta fuerza de tra-
bajo fueron las diversas economías europeas occidentales.
En cuanto a la ya mencionada falta de cualificación de la
mano de obra española que emigra a Europa, puede comprobarse a
través de la clasificación de la emigración asistida –el único tipo de
emigración considerado entonces legal al salir de España– efe c t u a-
da por el Instituto Español de Emigración (IEE). Ateniéndonos a
esta clasificación, encontramos que, para el periodo comprendido
entre 1964 y 1977, el 64’3 por ciento de los emigrados fueron obre-
ros industriales y otro 30’8 por ciento, agricultores, pescadores y
obreros agrícolas4. Ambas categorías abarcan a más del 95 por cien-
to de la emigración de aquellos años.
En tanto que extranjeros descualificados, los trabajadores
españoles ocuparán en ese periodo empleos resultantes de la taylo-
rización de la segunda postguerra mundial. Se trata de empleos que,
además de descualificados, habían quedado socialmente desvalori-
zados en las sociedades de acogida. No obstante, cada mercado
laboral nacional ofrecerá una distribución sectorial específica. (4)
De este modo, si tomamos en consideración los datos de Citado por Jaime
MARTÍN MORENO,
Francia correspondientes a 1968 –el año en que la colonia españo- “Aspectos demográficos
del fenómeno de la emi-
la era, por su número, la primera colonia extranjera en suelo fran- gración exterior”, en A.
cés– nos daremos cuenta de que los trabajadores españoles se halla- ESPINA, Ll. FINA & J.R.
LORENTE (comps.),
ban ocupados de manera muy notable en sectores de tipo tradicio- Estudios de economía
del trabajo en España.
nal. Sectores que frecuentemente representan puertos de entrada en vol. 1, Oferta y deman -
el mercado laboral y que habían sido abandonados –al menos par- da de trabajo. Madrid,
Ministerio de Trabajo,
cialmente– por la mano de obra francesa y por otros grupos de 1985, pág. 412.

- 203
Ana FERNÁNDEZ Trabajo, emigración
ASPERILLA y ciudadanía

extranjeros de más antigua presencia, como era el caso de los italia-


nos. De este modo, el 34’6 por ciento de los hombres trabajaba en
la construcción y las obras públicas5. Otro 14’5 por ciento trabaja-
ban en la agricultura de manera permanente. Esto significa que la
emigración de temporada que se dirigía a las campañas agrícolas,
como la vendimia, la remolacha o el arroz, no está contemplada en
d i cha proporción. Los trabajadores agrícolas de temporada durante
los años sesenta y hasta mediados de la década siguiente represen-
taron casi cien mil desplazamientos anuales. Y ello según las cuen-
tas del IEE, lo que quiere decir que no contemplan la emigración
irregular ni el habitual trabajo de menores de edad que se desplaza-
ban con sus familias, especialmente en el caso de la vendimia. Los
temporeros agrícolas en Francia empezaron a disminuir, primero a
raíz de la crisis económica de 1973 y de manera más drástica a par-
tir de la entrada de España en la Unión Europea a medidos de los
años ochenta. Frente a las grandes cifras de los años sesenta, en
1992, viajaron a Francia 10.402 españoles como temporeros y en el
año 2000 lo hicieron solamente 4.3826.
De todas maneras, aún prescindiendo del importante fenó-
meno de los temporeros, casi la mitad de los trabajadores españoles
en Francia se hallaban en sectores de tipo tradicional y de baja cua-
lificación. Esto no sólo ocurría en el caso de los hombres, sino tam-
bién en el de las mujeres. El 47 por ciento ellas eran empleadas
(5)
Lo que hacía del albañil domésticas, un nicho del mercado laboral en el que estaban especia-
el estereotipo del inmi- lizadas, localizándose principalmente en los distritos elegantes de
grante español en
Francia. París. Otro 10 por ciento trabajaban en los servicios. Se trataba de
(6)
Ministerio de Trabajo y servicios que, además de baja cualificación, se ajustaban igualmen-
Asuntos Sociales, te a estructuras de tipo tradicional, como el comercio, la hostelería
Anuario de Migraciones
2002. Madrid, pág. 31. o los cuidados personales a niños, ancianos o inválidos. Por último,

204 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

un 4’5 por ciento se empleaban en la agricultura. De manera que en


la industria –esto es, en los sectores de actividad potencialmente
más modernos7– sólo trabajaban el 22 por ciento.
En la República Federal Alemana, en 1970, el empleo de los
españoles estaba mucho más concentrado desde el punto de vista de (7)
Decimos potencialmen-
los sectores de actividad y se situaba en ramas más modernas que te, porque entre las
industrias que daban
en el caso de Francia. Hasta tal punto era así, que el 73’5 por cien- empleo a las mujeres se
to de los hombres y el 77’5 por ciento de las mujeres trabajaban en hallaba la confección
textil que, precisamente,
la industria. Los sectores industriales que agrupaban a más mujeres no se caracterizaba por
su naturaleza innovadora
y hombres españoles eran los siderometalúrgicos: siderurgia, mecá- desde el punto de vista
nica, construcción de máquinas y herramientas, etcétera. En suma, tecnológico.
(8)
La República Federal de Alemania es el caso más arquetípico de Todos los datos relativos
a la mano de obra espa-
empleo de los españoles en la industria de tipo fordiano. ñola en Francia,
En Suiza, en 1968, algo más del 20 por ciento de los varones Alemania y Suiza, toma-
dos de Ana FERNÁNDEZ
españoles trabajaban en la industria y una proporción muy similar ASPERILLA, “La emigra-
ción como exportación
lo hacían en la hostelería. A su vez, el 25’1 por ciento trabajaban en de mano de obra: el
la construcción. Por lo que concierne a las mujeres, el 37’4 por fenómeno migratorio a
Europa durante el fran-
ciento se empleaba en la hostelería y otro 14’5 por ciento en el ser- quismo”, Historia Social
nº 30, 1998, pp. 63-81.
vicio doméstico, constituyendo, de ese modo, los dos sectores de (9)
actividad principales. Era, por lo tanto, una mano de obra algo más Los datos sobre los tem-
poreros en Suiza, toma-
diversificada que en Alemania.8. dos de Sebastian FARRÉ,
Spanische agitation: emi -
Al igual que en el caso de Francia los trabajadores agrícolas de gración española y anti -
temporada alcanzaron cifras relevantes, en el caso de Suiza el peso de franquismo en Suiza.
Madrid, Fundación 1º de
los temporeros sobre el conjunto de la mano de obra española de cada Mayo, Documento de
Trabajo 3/2001, 2001,
año era muy importante. En 1964, por ejemplo, los temporeros repre- pp. 7-8 y de Guillermo
sentaban el 29’4 del total de los trabajadores españoles. Seis años des- DIAZ PLAJA, La condi -
ción emigrante. Los tra -
pués, en 1970, esa proporción, casi no había variado, situándose en el bajadores españoles en
Europa. Madrid,
29 por ciento. Los temporeros trabajaban en la construcción –hasta el Cuadernos para el
70’1 por ciento de ellos, en 1964– y en la hostelería, sobre todo9. Diálogo, 1974, pp. 73-74.

- 205
Ana FERNÁNDEZ Trabajo, emigración
ASPERILLA y ciudadanía

La categoría de trabajador temporero en Suiza no sólo hace


referencia a un tipo de trabajo estacional, como eran las campañas
agrícolas en Francia. En efecto, aunque las faenas en la construc-
ción quedasen suspendidas en los meses de invierno y la hostelería
se ajustase al ciclo turístico anual, lo determinante en el caso suizo
es la existencia de un determinado tipo de permiso de trabajo y de
residencia. Permiso que se ri ge normativamente por el denominado
Estatuto del Temporero, en vigor hasta mediados de los años noven-
ta. Este estatuto especial incidía enormemente en las condiciones
laborales y de vida, en la medida en que cercenaba drásticamente
los derechos civiles –tales como la libre circulación o la libertad de
residencia–, así como aquellos otros de carácter laboral. En efecto,
el Estatuto del Temporero marc aba una presencia en Suiza limitada
a la duración del contrato que, siempre de carácter estacional, no
podía exceder de nueve meses. Durante ese periodo no se podía
cambiar de cantón, sector de actividad o empresa. Los temporeros
no podían instalarse haciéndose acompañar por su familia. En el
caso de que en un matrimonio ambos cónyuges tuviesen contrato de
temporada, si la mujer quedaba embarazada, ambos eran expulsa-
dos del país. Los temporeros tampoco podían tomar una vivienda en
alquiler, sino que debían alojarse en las residencias que les propor-
cionaban las empresas. Por añadidura, en virtud del acuerdo firma-
do por el IEE y la patronal privada Societé Suisse de Entrepreneurs
(SSE) en octubre de 1970, los temporeros españoles debían renun-
ciar al derecho de huelga. Asimismo, los patronos podían avisar a la
Agregaduría Laboral española en el caso de que el trabajador no
(10) cumpliese o fuese considerado desobediente. Entonces, entre el
Véase Guillermo DÍAZ mismo patrón y la Agregaduría decidirían la expulsión de Suiza del
PLAJA, La condición emi -
grante... cit., pp. 92-133. temporero español10.

206 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

En Bélgica la colonia española se formó con dimensiones de


gran escala, a partir de 1956, tras un acuerdo de reclutamiento de
mano de obra para la minería del carbón. En consecuencia, a prin-
cipios de los años sesenta las minas constituían el sector que más
empleo proporcionaba a los españoles. Sin embargo, con el curso
del decenio, debido a las crisis de la minería y a las deficientes con-
diciones laborales en el seno de los pozos, la mano de obra se re d i s-
tribuyó, siendo la construcción y la industria metalúrgica los dos
principales sectores de actividad en el caso de los hombres. Las
mujeres, por su parte, se concentraron en el servicio doméstico
sobre todo11.
A pesar de la especialización de los españoles en determina-
dos nichos de los mercados laborales de los países de acogida, el
abanico de posibilidades al respecto no re s u l t aba muy amplio: la
gran industria fordiana, la construcción, la hostelería, el servicio
doméstico y poco más. Todos estos sectores compartían, entre sus
características principales, la demanda intensiva de una fuerza labo-
ral de baja o nula cualificación.
Ahora bien, una vez delimitados sumariamente el tipo de
empleos que permitieron la inserción laboral de los españoles en
el continente europeo, cabe preguntarse algunas cuestiones varias
décadas después. Entre ellas, las trayectorias profesionales de
esos españoles y la manera en que, cuando no han retornado, sus
hijos se han insertado laboralmente. Por lo que se refiere a la pri-
mera cuestión, debemos señalar que la emigración a Europa ha (11)
Según Ana FERNÁNDEZ
sido más homogénea que en América desde el punto de vista de ASPERILLA, Mineros, sir -
vientas y militantes. Medio
su posición en el mercado de trabajo. En América resultó fre- siglo de emigración espa -
cuente establecerse por cuenta propia y salir de la condición sala- ñola en Bélgica. Madrid,
Fundación 1º de Mayo,
rial, lo que dio lugar a una estratificación social en el seno de las 2006, pp 45-69.

- 207
Ana FERNÁNDEZ Trabajo, emigración
ASPERILLA y ciudadanía

colonias españolas. En Europa, sin embargo, la citada condición


salarial ha sido mucho más persistente. Se conocen datos sobre
Francia, por ejemplo, que muestran cómo mientras los italianos o
los portugueses han tendido a organizar pequeñas empresas en
sectores como la construcción, los españoles han sido más
renuentes a esa posibilidad12. En tanto que trabajadores, los emi-
grantes españoles en Europa, tras procesos generalizados de rees-
tructuraciones industriales y empresariales, a menudo han con-
cluido sus carreras profesionales con prejubilaciones y con una
movilidad laboral ascendente reducida. Mientras tanto, las muje-
res han desarrollado trayectorias laborales más irregulares en las
que la movilidad ha sido básicamente horizontal13.
La segunda cuestión que suscitábamos no era otra que la
inserción laboral de la segunda generación. Y en este sentido cree-
mos que, en tanto que hijos de trabajadores, los hijos de los emi-
grantes españoles han desarrollado trayectorias similares a las de la
generación de los países europeos a la que pertenecen, siempre y
cuando resulten de la misma extracción social. Esto supone un salto
desde la industria a los servicios y a los empleos de oficina, en la
medida en que la manufactura ha ido reduciendo su demanda de
(12) fuerza trabajo y re-localizándose en países terceros.
Puede verse al respecto, Hasta ahora hemos subrayado la importancia del trabajo ape-
Javier RUBIO, La emigra -
ción española a Francia. lando al proyecto migratorio y a los factores de expulsión en España
Barcelona, Ariel, 1974.
(13) y de demanda de fuerza laboral en los países de acogida. A conti-
Para las trayectorias pro- nuación hemos examinado las características de la mano de obra
fesionales véase Ubaldo
MARTÍNEZ VEIGA (dir.), española en las sociedades de inmigración. Sin embargo, creemos
Situaciones de exclusión
de los emigrantes espa - que no podemos detenernos en este punto si queremos evaluar la
ñoles ancianos en importancia fundamental del trabajo para la comprensión del fenó-
Europa. París, FACEEF et
al, 2000. meno de la emigración española. ¿Por qué? Sencillamente debido a

208 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

que el trabajo y singularmente el trabajo asalariado genera identida-


des y teje vínculos entre el individuo y la sociedad. Desde este
punto de vista, el trabajo asalariado no es sino un mecanismo de
integración social. Así pues, los españoles no se han integrado en las
diferentes sociedades de acogida de forma abstracta, sino a través
del trabajo y en tanto que trabajadores.
Pero además, el trabajo es fuente de derechos y en conse-
cuencia fuente de ciudadanía. Esto ocurre así en Europa Occidental
especialmente a partir de 1945, con la cristalización del estado
social de derecho14. De los tres tipos de derechos que definiera T. H.
Marshall en su célebre ensayo sobre la ciudadanía –derechos civi-
(14)
les, políticos y sociales– los derechos sociales son fundamental- Un concepto que aparece
mente derechos asociados al trabajo. de manera explícita por
primera vez en la
El acceso de los emigrantes españoles a los derechos Constitución de la
República Federal de
sociales se plasmó originalmente, a través de los acuerdos bilate- Alemania de 1949, como
rales de emigración y de seguridad social entre España y los dife- ha recordado E. CARMO-
NA CUENCA, El estado
rentes países de acogida europeos. La mayoría de los primeros social de derecho en la
constitución. Madrid, CES,
fueron suscritos en 1960-196115. Así, por ejemplo, en el Acuerdo 2000.
de emigración, contratación y colocación de trabajadores espa - (15)
Se trata de los acuerdos
ñoles en Holanda, de 1961, se señala en su artículo 16 que: con Alemania, Francia,
Suiza y Holanda.
1. Los trabajadores españoles serán empleados en los Previamente, en 1956 se
Países Bajos en las mismas condiciones de remuneración firmaron acuerdos de emi-
gración y de seguridad
y de trabajo que la mano de obra neerlandesa, dentro de social con Bélgica. En rela-
ción a las categorías de
las suposiciones legales, de los convenios colectivos de ciudadanía civil, política y
trabajo (…). social, véase T. H. MARS-
HALL, Citizenship and
2. Se beneficiarán de los mismos derechos y de la misma Social Class. Nueva York,
Anchor, 1965 (versión en
protección que los neerlandeses en lo que concierne a la castellano, en Revista de
aplicación de las Leyes sobre higiene y seguridad en el Investigaciones
Sociológicas nº 79, 1997,
trabajo (…). pp. 297-344).

- 209
Ana FERNÁNDEZ Trabajo, emigración
ASPERILLA y ciudadanía

3. Las autoridades neerlandesas cuidarán de la aplicación


de tales disposiciones y comprobarán (…), si las condicio -
nes de contratación están conforme con aquellas.
4. Además los trabajadores españoles podrán en las mismas
condiciones que los neerlandeses acudir a las autoridades
administrativas o judiciales competentes de los Países Bajos
en los conflictos de trabajo16

Del mismo modo, el acuerdo hispanofrancés de emigración,


de enero de 1961, estipulaba la igualdad salarial entre los trabajado-
res españoles permanentes en Francia y los asalariados franceses.
Aseguraba también que los temporeros serían remunerados confor-
me a los convenios colectivos vigentes en Francia en el sector de
actividad correspondiente17.
A su vez, en la segunda mitad de los años cincuenta queda-
ron sellados diversos acuerdos de seguridad social. En ellos se
determinaba el acceso de los españoles a los seguros sociales vigen-
(16) tes en los países de acogida. Así, por ejemplo, en el acuerdo hispa-
Cfr. BOE 9 junio 1961. nobelga de Seguridad Social de 1956 se estipulaba que:
(17)
Véanse “Acuerdos relati- Los trabajadores españoles o belgas, asalariados o asi -
vos a trabajadores per-
manentes y de tempora- milados por las legislaciones de seguridad social (…) que -
da”, art. 6 y “Acuerdo dan sujetos, respectivamente, a las citadas legislaciones
Complementario relativo
a los trabajadores de aplicables en España o en Bélgica y se beneficiarán de las
temporada”, art. 4º.1,
ambos en BOE 28 febre- mismas, así como sus derechohabientes, en iguales condi -
18
ro 1961. ciones que los súbditos de cada uno de estos países .
(18)
Cfr. “Instrumento de
ratificación del convenio
sobre Seguridad Social Del mismo modo, mediante los Protocolos de 27 de junio de
entre España y Bélgica”, 1957, el go b i e rno francés se comprometía a conceder el subsidio a
art. 1, BOE, 13 mayo
1958. los viejos trabajadores asalariados españoles en las mismas condi-

210 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Españoles en Bélgica.

ciones que a los trabajadores franceses. El protocolo también deter-


minaba el acceso a los seguros agrícolas franceses a los trabajado-
res españoles de temporada, así como el pago de indemnizaciones
por cargas familiares a los españoles titulares de un contrato laboral
de un año de duración, aún residiendo los hijos en España. También,
para el caso de la República Federal Alemana, Bonn y Madrid esta-
blecieron un convenio sobre Seguridad Social el 29 de octubre de
1959, que sería ratificado al año siguiente19.
Como hemos indicado, en los acuerdos de emigración se
establecía normativamente la igualdad de condiciones laborales y
(19)
salariales entre españoles y los trabajadores autóctonos. Bien es Véase BOE 11 octubre
1961. Para el caso de
cierto que algunos de los derechos colectivos de los trabajadores Francia, nos remitimos a
españoles y de los inmigrantes en ge n e ral no se harán efectivos en “Acuerdos
Internacionales con
los diferentes países europeos de acogida hasta finales de los años Francia. Relativos a tra-
bajadores”. Protocolos
sesenta y principios de la década siguiente. Este es el caso de una 27 junio 1957, BOE 14
parte de los dere chos de participación sindical –elegibilidad para los septiembre 1957.

- 211
Ana FERNÁNDEZ Trabajo, emigración
ASPERILLA y ciudadanía

comités de empresa y para los órganos de dirección sindical, por


ejemplo– que no se extenderán a los trabajadores extranjeros en
Francia y Alemania hasta 197220. De todos modos, conviene no
olvidar que los emigrantes españoles disfrutaron de dere chos colec-
tivos de trabajo en la emigración antes que en su propio país.
Por otro lado, el acceso de los españoles residentes en el
exterior a los derechos de ciudadanía social marca de nuevo una
diferencia entre América y Europa. Diferencia que es apreciable
cuando han concluido las trayectorias laborales, precisamente. De
manera, que en el viejo continente el acceso a pensiones en los paí-
ses de acogida tienen lugar de manera ge n e ralizada. Eso es también
resultado de la homogeneidad social de las colonias españolas en
Europa. Sin embargo en América, entre los ancianos españoles, en
la medida en que las colonias se han estrat i ficado socialmente, exis-
te una franja notable de vulnerabilidad social. De hecho es allí
donde el Estado español exporta la mayoría de pensiones asisten-
ciales (de carácter no contributivo y ajenas a las cotizaciones del tra-
bajo, por lo tanto) que concede a los españoles del exterior. Así, de
(20)
En el caso de Francia, a las 50.792 pensiones otorgadas en el último trimestre e 2006,
partir de los acuerdos de
Grenelle de 1968, que
Argentina absorbía el 61’6 por ciento, Venezuela el 16’7 por cien-
tuvieron lugar tras la to, Brasil el 6’6 por ciento, Uruguay el 5’5 por ciento y Cuba el 4’1
huelga general de mayo-
junio de ese año. por ciento21. Esta otra cara de la exitosa imagen de hacer las
(21)
Tomado de www.ciuda -
Américas, tiene que ver con el trabajo de los emigrantes; o más
daniaexterior.mtas.es/est bien, con los derechos de ciudadanía asociados al trabajo de los pro-
adisticas.htm el 20 de
diciembre de 2007. pios emigrantes.

212 -
Migración y coyuntura Abel Losada Álvarez
(Ourense, 1964). Profesor
titular de Historia e
económica, España y Instituciones Económicas
en la Facultad de Ciencias
Económicas y

América Latina Empresariales de la


Universidad de Vigo.
Especialista en historia
empresarial, demografía y
economía de la pobla-
Abel LOSADA ÁLVAREZ ción. Ha publicado las
monografías As relacións
Doctor en Economía por la Universidad de económicas entre Galicia
Santiago de Compostela. e os países de destino da
emigración (1995) y
Cuba. Poboación e eco -
nomía entre a indepen -
dencia e a revolución
(1999) y fue co-editor de
1. ANTECEDENTES. Galicia-América. Unha
contribución bibliográfica
LA CRISIS DE 1929 Y LAS POLÍTICAS (1992) y la Base biblio -
ECONÓMICAS EN AMÉRICA LATINA. gráfica da emigración
galega (1997). Sus traba-
En este breve recorrido por las relaciones entre los jos se han publicado en
diferentes revistas nacio-
m ovimientos migratorios y la coy u n t u ra económica en nales e internacionales y
América Latina comenzaremos por la que muchos autores ha participado en nume-
rosos congresos celebra-
consideraron la primera crisis global del capitalismo, y conti- dos en universidades
españolas y extranjeras.
nuaremos a lo largo del siglo XX, hasta la “década” perdida Miembro de la Comisión
de los ochenta y las últimas turbulencias financieras de los Ejecutiva Nacional
Gallega y Diputado en el
noventa, que han convertido a América Latina en un continen- Parlamento de Galicia por
el PSdeG-PSOE.
te emisor de emigrantes y a España en uno de los principales
receptores del mundo.
Habitualmente las políticas migratorias desarrolladas en
los diferentes países de A m é rica Latina fueron muy permisivas
con los movimientos migrat o rios; la elevada necesidad de mano
Abel Migración y coyuntura económica,
LOSADA ÁLVAREZ España y América Latina

de obra hacía que la llegada de inmigrantes fuese bien recibida, si


bien es cierto que las dife rentes fases del ciclo económico determi-
n a ron comportamientos sociales, políticos y legislativos diferentes.
Estas políticas favorecedoras de la inmigración continuaron, con
ligeras variaciones, hasta la crisis de 1929.
La crisis económica de 1929 supuso para las economías de
exportación de América Latina una auténtica catástrofe. Por una
parte, los Estados Unidos, su principal cliente, redujeron su con-
sumo a causa de la caída de sus rentas; y de cara a proteger sus
producciones interiores elevaron los aranceles para muchos pro-
ductos. La mayor parte de estos países carecían de recursos para
adquirir en los mercados extranjeros los productos alimenticios y
los bienes de consumo que suponían la mayor parte de sus impor-
taciones1, este escenario trajo consigo desocupación e incremen-
to de los precios.
La crisis, y el consiguiente aumento del desempleo, favo-
recieron la promulgación de leyes de nacionalización del trabajo,
que ocuparon una buena parte de la discusión política del
momento y supusieron una fractura importante entre los diferen-
tes movimientos sindicales y el mundo de la emigración. En
algunos países, como es el caso de Cuba, la tensión social gene-
rada fue muy fuerte2, pues se activó un movimiento de naciona-
lismo exacerbado que perjudicó notablemente a la poderosa
excolonia española.
Durante toda la década de los treinta, y a pesar de una cier-
ta recuperación económica, continuó en la vida política de
(1)
A. Maddison (2001). América Latina la polémica en torno a las leyes restrictivas sobre
(2) la participación de extranjeros en los mercados de trabajo nacio-
A. Losada Álvarez
(1999). nales. La notable reducción de la llegada de extranjeros al conti-

214 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

nente entre la crisis de 1929 y la Segunda Guerra Mundial, con-


tribuyó a la disminución de los contingentes de extranjeros y a la
salida de un número considerable de éstos por la difícil situación
económica que atravesaron los diferentes países.
En la mayor parte de los países se materializó el intento de
diversificación agrícola y de creación de una industria ligera,
principalmente de bienes de consumo no duradero, ya que la cri-
sis mundial, y su repercusión en las economías nacionales, deter-
minó otro fenómeno de carácter positivo: la disminución de la
La Segunda
competencia extranjera debida a la caída de las importaciones, Guerra Mundial
facilitando la creación y expansión de algunos sectores industria- creó oportunida-
les, que supusieron una mejora del mercado laboral, que sólo fue des y circunstan-
capaz de absorber el incremento demográfico, sin generar nuevos cias nuevas en las
movimientos migratorios. economías latino-
La Segunda Guerra Mundial creó oportunidades y circuns- americanas con
tancias nuevas en las economías latinoamericanas con las restric- las restricciones
ciones del abastecimiento, la mayor demanda de los productos del abastecimien-
tradicionales y los incentivos para nuevas producciones, para las to, la mayor
que el continente contaba con materias primas y condiciones demanda de los
ambientales favorables. La iniciativa privada no pudo amoldarse productos tradi-
cionales y los
a las nuevas circunstancias con la rapidez necesaria, tanto por
incentivos para
carecer de recursos financieros y técnicos, como por falta de espí-
nuevas produc-
ritu innovador en las clases empresariales. Y en este contexto, el
ciones, para las
Estado tuvo que crear estímulos y facilidades para que la empre-
que el continente
sa privada ampliase sus actividades, pero la gran perjudicada fue contaba con
la productividad general del sistema. Aún así, en el gráfico materias primas y
siguiente se observan, tanto la interrupción en la senda de creci- condiciones
miento de la crisis del 29, como el largo período de expansión ambientales favo-
posterior hasta finales de los setenta. rables.

- 215
Abel Migración y coyuntura económica,
LOSADA ÁLVAREZ España y América Latina

Gráfico 1. PNB “per cápita” (Ocho economías más importantes:


Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Uruguay y
Venezuela).

7.000

6.000

5.000

4.000

3.000

2.000

1.000

PNB “per cápita” (8 países)

Fuente: Elaboración propia sobre los datos de A. Maddison


http://www.ggdc.net/maddison/

En la mayor parte de los grandes estados latinoamerica-


nos se van a llevar a cabo políticas compensatorias de carácter
anti-cíclico. Estas políticas, que lograron en parte mantener la
actividad económica en niveles eleva d o s , supusieron un
aumento de la deuda pública y una disminución de las reservas
monetarias netas que volvieron a introducir elementos pertur-
badores, pero la actividad económica en su conjunto se vio
escasamente afectada.
En este contexto relativamente ex p a n s ivo, queda prácti-
camente cerrado el ciclo de transición entre el Estado no
intervencionista y el moderno Estado interventor y promotor
en la actividad económica, posterior a la Segunda Guerra

216 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Mundial. En este marco, en la mayor parte de los países de tra-


dición inmigratoria, excepto el caso de Cuba, se retoma un
ciclo migratorio de cierta importancia, como se puede ver en el
gráfico siguiente.

Gráfico 2. Emigración española a América (1902-1968).) (anual)

80.000
70.000
60.000
50.000
40.000
30.000
20.000
10.000
0 1902-06 1907-11 1912-16 1917-21 1922-26 1927-31 1932-35 1939-43 1944-48 1949-53 1954-58 1959-63 1964-68
-10.000
-20.000
-30.000
Emigrantes transoceánicos (España) (anual)

Fuente: Estadísticas migratorias, varios años.

En el gráfico anterior se pueden observar como la coy u n-


tura migratoria se corresponde en gran medida con la coy u n t u-
ra económica de la que hemos hablado antes. La coy u n t u ra
económica y las dos guerras mundiales han determinado en
buena medida la evolución de la emigración española a
América3, junto al papel que a partir de la década de los sesen- (3)
ta va a jugar la naciente emigración a los países industrializa- N. Sánchez-Albornoz
(1988) y C. Yáñez
dos de Europa. Gallardo (1994).

- 217
Abel Migración y coyuntura económica,
LOSADA ÁLVAREZ España y América Latina

2. LAS CRISIS FINANCIERAS DE LOS AÑOS


NOVENTA EN AMÉRICA LATINA.
La llamada “década perdida” de los ochenta y la crisis
financiera internacional de los años noventa han vuelto a poner
de manifiesto la vulnerabilidad de América Latina frente a los
acontecimientos financieros internacionales. Cuando aún no se
habían recuperado los niveles de vida anteriores a la llamada
“década perdida” de los ochenta, que se observa con claridad en
el gráfico 1, otra crisis financiera desencadena una onda recesiva
que agravó notablemente los niveles de pobreza.

CUADRO 1. TASAS DE CRECIMIENTO DEL PIB (1993-2005).


Argentina Brasil México Venezuela
1994 5,8 5,9 4,4 -2,3
1995 -2,8 4,2 -6,2 4,0
1996 5,5 2,7 5,2 -0,2
1997 8,1 3,3 6,8 6,4
1998 3,9 0,1 5,0 0,3
1999 -3,4 0,8 3,8 -6,2
2000 -0,8 4,4 6,6 10,3
2001 -4,4 1,3 0,0 -0,3
2002 -10,9 1,9 0,8 -11,8
2003 8,8 0,5 1,4 1,2
2004 9,0 4,9 4,2 27,7
2005 9,2 2,3 3,0 -7,2
Fuente: CEPAL, años correspondientes.

La evolución errática que presentan en estos años las tasas


de crecimiento del PIB en los países seleccionados ponen de
manifiesto la inseguridad económica y las falta de expectativas
económicas que pueden tener sus habitantes, tanto los naciona-

218 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

les, como los extranjeros. Aquí se encuentra una parte importan-


te de la explicación, tanto de las elevadísimas tasas de emigración
de los países de América Latina hacia los Estados Unidos y
Europa, como las tasas de retorno de emigrantes europeos y sus
descendientes hacia sus países de origen, de lo que hablaremos
4
más tarde .
A pesar de los discursos teóricos, la globalización está
lejos de ser absoluta en la producción y el comercio mundiales.
Mientras que la globalización de la producción de bienes y servi-
cios y el comercio internacional es parcial y selectiva, sin embar-
go, en la esfera financiera es prácticamente total, y de una mane-
ra u otra, acaba por serlo también en la circulación de trabajado-
res. De hecho, salvo casos puntuales, la demanda de trabajo por
parte de los países centrales siempre acaba por cubrirse.

Gráfico 3. Tasas de crecimiento del PIB (%).


30,0

25,0

20,0

15,0

10,0

5,0

0,0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
-5,0

-10,0

-15,0
Argetina Brasil México Venezuela

(4)
Fuente: CEPAL, años correspondientes. A. Ferrer (1999).

- 219
Abel Migración y coyuntura económica,
LOSADA ÁLVAREZ España y América Latina

Al mismo tiempo, las organizaciones internacionales care-


cen de mecanismos de acción global, que permitan resolver los
problemas de redistribución. En los últimos 30 años la diferencia
de ingresos entre el 20% más rico y el 20% más pobre de la
población mundial aumentó de 30 a 60 veces, indudablemente las
migraciones desde los países pobres son uno de los principales
problemas, que además no tienen respuesta ni una solución ade-
cuada en el libre juego de los mercados, si no existe una coope-
ración efectiva del conjunto de la comunidad internacional5.
El fuerte incremento que se ha producido en el coste del
financiamiento ha estado asociado a una reducción de los flujos
de capitales hacia la región, que continúa siendo altamente defi-
citaria en ahorro interno6. Esta reducción de los flujos de capita-
les ha supuesto una menor capacidad inversora y por lo tanto, una
reducción en la creación de empleo, que la disminución de la pre-
sión demográfica todavía no es capaz todavía de compensar, lo
que continua manteniendo muy elevadas las tasas de desempleo,
y por lo tanto, emigración.
Por eso, tanto la década de los noventa como el comienzo
de siglo, demuestran que el desarrollo es un proceso lento y
muchas veces difícil de apreciar en el corto plazo7. Pero hay indi-
cadores que pueden relacionarse directamente con lo que serán
los futuros flujos de población, los avances en salud, mortalidad
(5) infantil y otros indicadores que significan una mayor esperanza
G. Tapinos (1997).
(6)
de vida, así como los progresos en materia de educación, espe-
R. Casilda Béjar (2002). cialmente en primaria, no han sido muy significativos en los últi-
(7)
J. L. Machinea y N. Serra mos veinte años8, pero comienzan a mejorar.
(eds.) (2007).
(8)
Es conocido que los comportamientos demográficos tie-
R. Casilda Béjar (2002). nen una importante influencia sobre el desarrollo. La evolución

220 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Encuentro de empre-
sarios gallegos del
exterior celebrado en
Santiago de
Compostela.

de la población en América Latina conduce a que la población


más improductiva en términos económicos, los niños y los ancia-
nos, que además tienen mayores necesidades de educación y
salud, van a perder peso en la población total; así se reducirá la
cantidad de personas dependientes por trabajador, el cual, a su
vez, podrá estar mejor educado y por lo tanto, ser más producti-
vo, incrementando la productividad global de la economía.
Sin embargo, en términos de migraciones internacionales,
esta mejoría en el escenario demográfico se ve alterada por la
persistencia de elevados niveles de pobreza y desigualdad. Todos
los estudios cuantitativos señalan que la liberalización comercial
y financiera tuvo un impacto negativo sobre la distribución del
ingreso, y por lo tanto, sobre la pobreza. Una mayor inversión en
bienes de capital genera que la demanda de trabajo no cualifica-
do, que es un sustituto del capital, disminuya, y aquí está preci-
samente el origen de una buena parte de las migraciones interna-
(9)
cionales contemporáneas9. G. Tapinos et al. (1997).

- 221
Abel Migración y coyuntura económica,
LOSADA ÁLVAREZ España y América Latina

3. AMÉRICA LATINA COMO MERCADO PARA


LOS PRODUCTOS ESPAÑOLES.
Si analizamos la distribución geográfica del comercio
exterior español desde la transición, destaca en primer lugar la
importancia de las relaciones con los países de la Unión Europea
que absorben casi un 75% de nuestras exportaciones y proveen
dos tercios de nuestras importaciones; se trata de una consecuen-
cia lógica de nuestra pertenencia a la Unión Europea.
América Latina debería de ser, sin embargo, uno de los
objetivos prioritarios para el comercio exterior español, basado
sobre todo en nuestra proximidad cultural, idiomática y demográ-
fica. Pero a pesar de los puntos comunes, el sub-continente ha
mantenido históricamente escasas relaciones comerciales con
España en la segunda mitad del siglo XX, solo muy recientemen-
te ha empezado a aumentar y previsiblemente seguirá haciéndo-
lo este flujo comercial. Las elevadas inversiones de empresas
españolas en América Latina, y la llegada masiva a nuestro país
de emigrantes latinoamericanos, establecen sólidas bases para el
crecimiento de estos intercambios comerciales.
El análisis de la situación actual en las relaciones econó-
micas entre España y América tiene que llevarnos a una doble vía
de observación. Por una parte estudiar el modo de aprovechar la
presencia de importantes colonias de ciudadanos españoles en los
países de América Latina para penetrar en sus mercados interio-
res con más facilidad, y por otra aprovechar parte de los fondos
disponibles de esas colonias en América para la generación de
inversión productiva y de riqueza en España10.
(10)
A. Losada Álvarez
Como decíamos antes, los intercambios comerciales con
(1995). los países de América Latina fueron tradicionalmente escasos en

222 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

España, lo que no impidió que por parte de los estudiosos de la


emigración histórica española se considerase desde comienzos
del siglo el amplio potencial que supondría aprovechar a las colo-
nias residentes en estos países. Es verdad que la tradición comer-
cial de los países latinoamericanos les lleva a concentrar sus
compras en el exterior en el mercado norteamericano, y la com-
petencia con dicho mercado es difícil para los productos europe-
os, excepto aquellos de alta calidad y precio dirigidos a los gru-
pos de ingresos más elevados. Un problema, que lamentablemen-
te continúa en la actualidad, y que ya era reseñado en los años
inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial.

CUADRO 2. EXPORTACIONES ESPAÑOLAS A AMÉRICA


LATINA, % SOBRE EL TOTAL (1980-2005).
Año % Exportaciones Año % Exportaciones
1980 10,22 1985 5,75
1990 3,77 1995 4,57
2000 4,32 2005 3,91
Fuente: Elaboración propia, Anuario Estadístico de España
(años correspondientes).

En el cuadro anterior, se observa el escaso peso de las


exportaciones a América Latina en el conjunto de las exportacio-
nes españolas en los últimos veinticinco años. Además la impor-
tancia de América Latina como mercado para las exportaciones
españolas ha ido perdiendo peso después de la entrada de España
en la Unión Europea, ya que la concentración de las exportacio-
nes en este mercado ha ido aumentando. Si consideramos las
importaciones, el peso de América Latina aumenta, pero debido
exclusivamente al petróleo de México y Venezuela.

- 223
Abel Migración y coyuntura económica,
LOSADA ÁLVAREZ España y América Latina

En el estudio de los diferentes destinos de nuestras expor-


taciones dentro de América Latina, no se aprecia una relación
directa entre los mayores volúmenes de intercambio y la presen-
cia de importantes colonias españolas en los distintos países, ni
tampoco con la existencia de colonias amplias de esos países en
España. Además, las relaciones comerciales entre España y
América Latina presentan un déficit importante con la mayor
parte de los países, con tasas de cobertura muy bajas.

4. EMPRESARIOS E INVERSIONES ESPAÑOLAS


EN AMÉRICA LATINA.
Ya desde comienzos del siglo XX se planteó la necesidad de
obtener rendimientos económicos para España de la emigración, a
través de dos vías: las inversiones directas de capitales americanos en
Galicia y la potenciación de las exportaciones. La idea de aunar al
empresariado de origen español en la diáspora, para canalizar toda la
información que pueda interesarles sobre expectativas de inversión en
los distintos sectores económicos, ha estado presente históricamente,
estimulando la participación en proyectos conjuntos, que canalicen
inversiones o negocios, o supongan comercializar productos, sin
embargo, estos proyectos no han terminado de cuajar11.
Ciertamente, sobre todo en las Comunidades Autónomas
con una mayor colonia en América, el ahorro de los emigrantes
ha supuesto un beneficio indudable, y el sistema financiero espa-
(11) ñol siempre ha estado muy atento a los grandes destinos de la
Este tipo de iniciativas ha
tenido una mayor reper- emigración. Pero no se puede abordar el tema de las inversiones
cusión a nivel regional
que estatal, especialmen- de los emigrantes en España únicamente en términos bancarios y
te en Comunidades financieros; de hecho, las inversiones directas en España de los
Autonómas como Galicia,
Asturias o Canarias. empresarios del exterior son cuantiosas y acaparan el interés de

224 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Reunión de empresa-
rios españoles en
Montevideo, Uruguay.

las administraciones central y autonómica. Si desagregamos estas


inversiones por sectores, observamos que el sector de la construc-
ción es el líder de las inversiones, junto a otros sectores como la
hostelería y la actividad inmobiliaria.
En la actualidad, sin embargo, la inversión extranjera directa
por parte de empresas españolas en América Latina se ha converti-
do, junto a la inmigración, en el principal nexo de unión entre las
dos orillas. Desde los años ochenta la IED (Inversión Extra n j e ra
Directa) tuvo un crecimiento explosivo. En lo que respecta al papel
de la empresa y la banca española en América Latina, hay que resal-
tar que nuestro país se sitúa en un lugar privilegiado en este conti-
nente al liderar la inversión europea y competir con los Estados
Unidos, algo impensable si retrocedemos sólo un par de décadas.
La llamada “década dorada” (1990-2000) de España en
América Latina vino definida por el gran giro estratégico de
nuestras empresas, enfrentadas a las nuevas reglas del juego de la

- 225
Abel Migración y coyuntura económica,
LOSADA ÁLVAREZ España y América Latina

economía mundial, la liberalización de los mercados y un mayor


peso de la iniciativa privada, así como la disminución del sector
público y la amplia difusión de las tecnologías de la información
y comunicación; la apuesta fue clara y exitosa.

Gráfico 4. Inversiones españolas. Total mundial y América Latina


(1990 - 2005). Millones de euros.

80.000

70.000

60.000

50.000

40.000

30.000

20.000

10.000

0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005

Inversiones españolas en el exterior Inversiones en los cinco primeros países de América Latina

Fuente: Elaboración propia sobre los datos de la Secretaría de Estado


de Comercio, Ministerio de Economía y Hacienda.

Este impulso inversor de España en América Latina se ha


visto frenado a partir del año 2000. La inversión en América
Latina pasó de más de 30.000 millones de euros en 1999 a menos
de 4.000 millones de 2003. Esta última cantidad representa tan
sólo el 14,4% de la inversión española directa en el exterior y
menos del 0,8% del PIB nacional, mientras en 1999 representaba
el 65% y el 5%, respectivamente. La razón fundamental de esta
caída en la inversión ha sido la diversificación geográfica del des-

226 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

tino de las inversiones, que han vuelto sus ojos principalmente


hacia la nueva Europa.

Gráfico 5. Porcentaje en el total de la inversión española en el exte-


rior de los cinco primeros países de América Latina.

70,00

60,00

50,00

40,00

30,00

20,00

10,00

0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005

% 5 países A.L. sobre el total español

Fuente: Elaboración propia sobre los datos de la Secretaría de Estado


de Comercio, Ministerio de Economía y Hacienda.

En términos generales España ocupó el puesto que el capital


norteamericano dejó tras el llamado “tequilazo” en 1994, los rat i o s
de inversión estadounidense y española en América Latina en 1994
fueron del 42% y 8%; se pasó en 1999, sólo cinco años más tarde,
a ratios del 29% y el 39%, respectivamente. Indudablemente en un
contexto de inestabilidad financiera, el capital español asumió un
riesgo elevado, y sin duda, su apuesta tuvo unos resultados econó-
micos en términos ge n e rales muy destacados.
No resulta fácil explicar la inhibición del capital espa-
ñol en los primeros años de este siglo, ya que las últimas
tasas de crecimiento de los negocios en América Latina han

- 227
Abel Migración y coyuntura económica,
LOSADA ÁLVAREZ España y América Latina

alcanzado niveles muy satisfactorios, de casi el 6%, basados


en la liberalización creciente del comercio, el desarrollo del
sistema financiero, incluidos los sistemas de pensiones y las
remesas de emigrantes, que crecen a un ritmo del 20% anual
y han alcanzado en los últimos años más de 50.000 millones
de dólares.
Si tenemos en cuenta el tamaño de las economías de
España y de América Latina, la dimensión del esfuerzo inversor
de las empresas españolas en el sub-continente ha generado una
comunidad de intereses difícilmente comparable con los intere-
ses cruzados que pueda tener ningún país desarrollado con otras
áreas de países en desarrollo. Como ejemplo, en los beneficios de
los bancos BBVA y Santander, América Latina aporta más del
40% de los mismos, y para Telefónica, el negocio allí representa
el 34% de sus ingresos totales, más del 45% de los ingresos de
Repsol-YPF y el 23% de los de Endesa.
En este contexto de fortísima interrelación económica,
los movimientos de población no podían quedar al margen.
Tanto la inmigración, como el retorno de los antiguos emigran-
tes y sus descendientes, son el complemento social y económi-
co “predecible” a este desembarco económico; de esto nos
ocuparemos a continuación.

5. RETORNO E INMIGRACIÓN.
El retorno, del que se hablará específicamente en otro
capítulo de esta obra, es el flujo de movilidad de la población
más directamente relacionado con la coy u n t u ra económica de
los luga res de residencia. Pa ra analizar el retorno de antiguos
emigrantes a España es necesario en primer lugar ver los datos

228 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Inmigrantes latinos en
España.

disponibles sobre el volumen de los residentes españoles en los


países de América Latina, que aparecen en el siguiente cuadro.
Como vemos, en el Censo de 200112, su número representaba el
52% del total de los españoles residentes en el extranjero.

CUADRO 3. POBLACIÓN ESPAÑOLA RESIDENTE EN


AMÉRICA LATINA 2001 (PAÍSES CON MÁS DE 50.000
RESIDENTES).
Argentina 247.824 17.5
Venezuela 122.160 8.6
Brasil 78.133 5.5
México 57.220 4.0
Uruguay 52.353 3.7
Total América 734.916 52.0
Total 1.413.353
Fuente: Censo de Población de 2001. Registro de Matrícula
de Residentes de los Consulados Españoles. (12)
Último dato comparable
internacionalmente, los
Comparando el cuadro anterior y el siguiente, podemos datos de carácter censal
presentan siempre un
observar laas diferencias entre los datos habitualmente utiliza- notable subregistro.

- 229
Abel Migración y coyuntura económica,
LOSADA ÁLVAREZ España y América Latina

dos, los registros consulares, por un lado, y el censo electoral


de residentes ausentes, por otro. Si utilizamos los datos del
Censo de Población de 2001, el Censo Electoral signifi c aba el
68,6% del total de los españoles regi s t rados en el extranjero. Si
bien el proceso se dirige hacia la conve rgencia, ya que aumen-
ta el volumen del censo de electores, aumenta el retorno, y las
nu evas salidas son prácticamente inexistentes.

CUADRO 4. CENSO ELECTORAL DE RESIDENTES EN EL


EXTRANJERO (2001 – 2007). > 40.000 ELECTORES.
2001 2007 2007 (1998=100)
Argentina 176.034 249.861 141,9
Venezuela 89.345 116.986 130,9
Brasil 39.765 61.507 154,7
México 42.338 50.004 118,1
Uruguay 41.878 40.391 96,4
Total América 495.767 664.151 134,0
Total 969.116 1.162.391 119,9
Fuente: Ministerio de Interior.

Este recorrido hacia el retorno, es especialmente interesan-


te en España, un país que en un corto lapso de tiempo, de apenas
30 años, ha cambiado su condición de país de emigración a aco-
ger dentro de sus fronteras a un número creciente de inmigrantes.
En este contexto, el tema de los retornos, tanto de primera como
13
de segunda generación, ha sido objeto de una menor atención ,
ya que la importancia de los movimientos migratorios en España
a la hora de contrarrestar los problemas del crecimiento vegetati-
vo de la población, centran la atención en todos los aspectos rela-
(13)
A. Losada Álvarez (2005). cionados con la llegada de población.

230 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

CUADRO 5. EMIGRANTES RETORNADOS 2002-2006


(> 1.000 MEDIA ANUAL).
2002-2006 Media anual
Venezuela 27.742 5.548
Argentina 27.430 5.486
Uruguay 8.916 1.783
México 6.292 1.258
Cuba 5.005 1.001
América Latina 100.966 20.193
Total 215.394 43.079
Fuente: Elaboración propia, Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales.

Desde la llamada “década perdida” en la economía latino-


americana, la situación económica de los países que han recibido
los mayores contingentes de emigración española ha sido com-
pleja, con claras tendencias a los desequilibrios y la desigualdad,
como ya hemos visto antes14. Aunque hay diferencias entre ellos
la situación es hoy en día relativamente difícil, aunque en vías de
recuperación, exceptuando probablemente el caso mexicano.
Frente a la situación de México, los casos de Argentina y
Uruguay son bien conocidos, la crisis política y económica del
primero, con una dramática caída del PIB hace unos años, y la
fuerte dependencia del segundo del mercado argentino, han con-
ducido a una situación de relativa inestabilidad financiera.
En el caso de Venezuela, a los problemas económicos se
une la inestabilidad política, frente al gobierno de Hugo Chávez
la fuerte oposición que se está produciendo ha situado a la eco-
nomía venezolana en unos niveles de incertidumbre muy eleva-
(14)
dos, aumentando los niveles de riesgo-país que debilita su posi- VV.AA. (1997).

- 231
Abel Migración y coyuntura económica,
LOSADA ÁLVAREZ España y América Latina

ción en los mercados internacionales. El caso de Cuba es diferen-


te, se trata de un contingente migratorio muy envejecido porque
finalizó ya en los años treinta, ya que fueron muy pocos los que
emigraron a Cuba después de la guerra civil; en este caso las difi-
cultades económicas y sociales están causadas por la paralización
y el estancamiento económico del régimen de Fidel Castro.
El único de los países, con un contingente migratorio espa-
ñol importante, con una situación económica más o menos esta-
ble es México, cuya pertenencia al Tratado de Libre Comercio
con Estados Unidos y Canadá le ha permitido afrontar las crisis
financieras que afectaron a otros países que no estaban dentro de
esta área; es el que presenta unas perspectivas macroeconómicas
más estables15.
Como hemos señalado antes, la inmigración procedente de
América Latina y el retorno de emigrantes y sus descendientes,
están directamente relacionados con la coyuntura económica de
los lugares de salida, pero también con la situación de los países
de llegada, en este caso España, y con el incremento de las rela-
ciones económicas a través de la inversión extranjera directa. A
principios de los años noventa, España presentaba un elevado
crecimiento económico, con una tasa de actividad muy baja, lo
que significaba que había lugar para que un gran número de per-
sonas entraran en el mercado laboral, en este contexto demográ-
fico y laboral la llegada de inmigrantes era más que previsible.
El número de inmigrantes residentes ha ido aumentando
progresivamente desde el comienzo de la década de los nove n-
ta. La composición del contingente migratorio se ha modifica-
(15) do de forma importante desde ese momento; sí a principios de
J.M. Liso et al. (2002) y
Banco Mundial (2003). los noventa la mayoría de los inmigrantes procedían del ámbito

232 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Inmigrantes
venezolanas.

comunitario, al final de esa década son ya mayoría los que pro-


ceden de países terceros, sobre todo el norte de África y
América Latina.
Desde el año 2000 hasta el principio del año 2006 el núme-
ro de extranjeros se incrementó en más de 535.000 cada año, a
fecha de 1 de enero de 2006 el número de extranjeros residentes
ya ascendía a más de 4,1 millones de habitantes y representaban
un 9,3% del total de la población española. En este contexto de
fuerte crecimiento, la presencia de las colonias latinoamericanas
ha sido una de las más importantes. En el cuadro 7 vemos a las
principales comunidades establecidas en España a fecha del 1 de
enero de 2006 (aquellas que cuentan con mas de 50.000 residen-
tes). Si comparamos los datos de ambos años, 2001 y 2006,
vemos como por nacionalidades las más fuertes son la ecuatoria-
na, la colombiana y la argentina. Estas comunidades con más de
50.000 residentes suponen prácticamente un tercio del total de
extranjeros residentes en España a 1 de enero de 2006.

- 233
Abel Migración y coyuntura económica,
LOSADA ÁLVAREZ España y América Latina

CUADRO 6. PRINCIPALES COMUNIDADES LATINOAMERI-


CANAS ESTABLECIDAS EN ESPAÑA. 2001-2006 (> 50.000
RESIDENTES).
2001 2006 % crec. % total
Ecuador 139.022 461.310 331,8 11,1
Colombia 87.209 265.141 304,0 6,4
Argentina 32.429 150.252 463,3 3,6
Bolivia 6.619 139.802 2112,1 3,4
Perú 34.975 95.903 274,2 2,3
Brasil 17.078 72.441 424,2 1,7
Rep. Dominicana 31.153 61.071 196,0 1,5
Venezuela 16.549 51.261 309,8 1,2
Total 1.370.657 4.144.166 302,3
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del INE.

Dentro de las colonias latinoamericanas, la colonia boli-


viana asentada en España es la que presenta un mayor incre-
mento relativo, lo cual se debe a motivos de tipo político y eco-
nómico en el país de origen, y por la existencia de mafi a s
humanas que favorecen la inmigración16, mientras que las
comunidades que menos crecen son las más antiguas, como la
dominicana.
A nadie se le escapa hoy en día la relevancia económica
de este importante flujo migratorio, el flujo de remesas que
salen de España con destino a los países de América Latina es
un elemento central en la financiación de los procesos de des-
arrollo de estos países. Los incrementos han sido espectacula-
res, las remesas en 2002 representaron 2.844 millones de
euros, mientras que en 2006, 6.807 millones de euros. Con
estos datos, España ocupa el tercer lugar en la clasificación
(16)
J. F. Tezanos (2006). mundial de los países que emiten mayores remesas de trabaja-

234 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

dores, tras el aumento registrado entre los años 1990 y 2006, lo


que la sitúa sólo por detrás de Estados Unidos y Arabia
S a u d i t a1 7 .
El grueso de los envíos va a parar a América Latina, prin-
cipalmente a Ecuador, Colombia y Bolivia. Estas cifras en algu-
nos países de América Latina significan una partida económica
esencial en el crecimiento, en el caso de Bolivia las remesas
p rocedentes de España suponen el 8,5% del PIB, y en el caso de
Ecuador, el 3,6%. Los inmigrantes latinoamericanos en España
son los “más propensos” a enviar remesas, ya que acapara ron el
70% de las transfe rencias al ex t e rior en 2006, unos 4.500 millo-
nes de dólares, pese a constituir alrededor del 36% de la pobl a-
ción inmigrante.
Desde hace tres años, en 2004, los envíos de dinero de los
e m i grantes españoles suponen una cantidad menor a la que
envían los inmigrantes desde España al ex t ra n j e ro, además la
distancia se va incrementando cada año, así en 2006 las trans-
fe rencias al ex t e rior superaron a los envíos que hicieron los
e m i grantes españoles en 1.636 millones de euros. España reci-
bió de sus emigrantes 4.807 millones de euros y los inmigran-
tes enviaron 6.443 millones. El cambio que se ha producido en
España, pasando en pocos años de un país de emigración a un
país de inmigración, queda perfectamente reflejado en estos
flujos financieros internacionales vinculados a los movimientos
migrat o ri o s .
La coy u n t u ra económica y los movimientos migratorios,
dejando aparte motivaciones políticas lamentablemente fre-
cuentes, han estado fuertemente correlacionados. El caso espa-
(17)
ñol no es diferente al del resto de los países occidentales, si VV. AA. (2006).

- 235
Abel Migración y coyuntura económica,
LOSADA ÁLVAREZ España y América Latina

acaso, algunas diferencias cronológicas y de intensidad, pero la


relación ge n e ral se mantiene. Ante situaciones de incert i d u m b re
económica o laboral se producen salidas de población autócto-
na, y ante ex p e c t at ivas favorables de empleo y salarios, nos
encontramos con llegada de población ex t ra n j e ra. El marco
demográfico de cada luga r, puede matizar esta relación, pero no
invertirla. Estos han sido los parámetros en los que histórica-
mente se han movido las relaciones migratorias entre España y
América Latina.

236 -
SITUACIÓN ACTUAL
Y RECORRIDO
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(siglos XIX y XX), Archivo de Indianos, Gijón.

238 -
El “retorno a las raíces” Laura Oso Casas es
Profesora titular de
Sociología en la Universidad

de los descendientes de de A Coruña, donde viene


desarrollando su labor
docente e investigadora
desde 1995. Ha sido consul-
emigrantes españoles tora para diversos organis-
mos internacionales (OCDE,
UE, INSTRAW-ONU, UNES-
CO). Entre sus trabajos sobre
migraciones internacionales
ha desarrollado una línea de
Laura OSO CASAS investigación sobre la emi-
gración española en Francia
Doctora en Sociología por la Universidad de y, en concreto, sobre las
La Sorbona y por la Universidad de A Coruña. mujeres que emigraron a
París durante los años sesen-
ta y setenta para emplearse
como trabajadoras domésti-
cas y porteras. Ha sido igual-
mente la investigadora prin-
cipal del estudio sobre «La

A
través de la historia de la emigración española se ha integración social de los des-
cendientes de españoles en
ido construyendo un puente transnacional que tran- Francia» (Fundación Largo
Caballero). Entre sus princi-
sitan, en la actualidad, retornados y descendientes pales publicaciones sobre
de emigrantes, procedentes de Latinoamérica y de Europa. A emigración española cabe
destacar: (2004): Españolas
este último flujo, el protagonizado por los hijos de la emigra- en París. Estrategias de aho -
rro y consumo en las migra -
ción, le hemos denominado como inmigración de “retorno a ciones internacionales,
las raíces”. Vuelven los retoños, algunos más motivados por Barcelona: Bellaterra;
(2006): «Bonnes et concier-
las crisis económicas y políticas en los países que les vieron ges espagnoles à Paris:
immigration et rapports de
nacer (Argentina, Venezuela), otros llamados por esos oríge- domination de classe dans le
nes en los cuáles han sido socializados desde la infancia secteur professionnel du ser-
vice domestique», Exils et
(Europa). Este artículo pretende dar cuenta de esta realidad migrations ibériques au XX
siècle. Espagnols et
social, analizando el proceso de “regreso a España” de los Portugais en
descendientes de emigrantes. ...
Laura El “retorno a la raíces” de los
OSO CASAS descendientes de emigrantes españoles

...
France au XX
LA PROBLEMÁTICA DEL RETORNO DE LOS
siècle, Travail et poli - DESCENDIENTES DE EMIGRANTES
tiques migratoires, nº
2/2006, pp. 141-270; El retorno de los hijos de emigrantes al país de origen ha
(2007): «C hamb r as,
loges, pubelas et buro-
sido una temática de investigación a la cual se le ha prestado esca-
nes: stratégies profes- so interés, en el ámbito de los estudios sobre migraciones interna-
sionnelles et de mobi-
lité sociale des cionales. No obstante, como pone de manifiesto Wessendorf
Espagnoles à Paris»,
Revue Migrances. Un
(2007), en los últimos años, la aproximación teórica a los movi-
siécle d`inmigration mientos poblacionales, desde el prisma del transnacionalismo, ha
espagnole en France,
2007, pp. 46-56; ab i e rto un deb ate sobre la construcción de las prácticas transnacio-
(2007): «In migra ció n ,
Desarrollo y
nales, por parte de los descendientes de emigrantes, y su relación
Estrategias de movili- con el país de ori gen de sus padre s , siendo varios los estudios que
dad social», en Revist a
Española de se han interesado sobre la temática del transnacionalismo y la
Desarrollo y
Cooperación, nº
segunda generación (Levita et al., 2002). Esta autora mu e s t ra cómo
19/2007, pp. 107-120. un trabajo interesante en este sentido es el que ab o rda el país de
origen de los progenitores como un espacio, más allá del contexto
re c eptor, para la articulación de la identidad de los hijos de emi-
grantes (Chars l ey, 2004).
Wessendorf (2007) pone de manifiesto que el retorno al país
de ori gen de los padres ha sido una temática poco estudiada, en el
marco de la investigación sobre segunda generación; si bien, en los
últimos años, se han desarrollado algunos trabajos al respecto,
como el de Christou (2006), que se centra en la migración de grie-
gos desde Norte A m é rica y el de Potter (2005) sobre caribeños que
migran desde Gran Bretaña al país de origen de sus progenitores.
Cabe destacar, p a ra nu e s t ro estudio, el trabajo realizado por
la autora que venimos citando, sobre el retorno de la segunda gene-
ración de italianos en Suiza (Wessendorf, 2007), en el marco del
cual desarrolla un concepto que nos va a ser de gran utilidad, a lo
largo de las páginas que siguen: Roots Migrants. O lo que podría-

240 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

mos denominar como “Retorno a las raíces”. Con este término


Wessendorf se refi e re al proceso mediante el cual la segunda ge n e-
ración se desplaza para residir en el país de origen de los padres.
Este movimiento poblacional no se considera como un retorno, en
el sentido de que los descendientes, nacidos en Suiza, no pueden
“volver” a un lugar donde nunca han vivido. Se trat a , por lo tanto,
más bien, de un regreso a las raíces, pero no de un retorno real.
Este retorno protagonizado por la segunda generación ha
sido explicado por algunos de los estudios, ya citados, como (1)
parte de un proceso de idealización del país de origen de los Trabajo de campo cuali-
tativo realizado en el
padres. En efecto, la construcción de la nostalgia, desde la distan- marco del Plan General
de Ordenación Urbana
cia, por parte de la primera generación, ha sido transmitida a la de Vigo, publicado en O
segunda, germinando el deseo, por parte de los hijos de emigran- Medio Humano:
Economía e Sociedade
tes, de vivir en el país de sus prog enitores (Christou y King, (Vol. IV del Avance del
Plan General de
2006; Wessendorf, 2007) Ordenación Urbana,
En este texto vamos a plantear cómo se ha ido configurando Vigo), donde se realizó
un grupo de discusión
el deseo y las prácticas de retorno entre los descendientes de emi- con inmigrantes retorna-
dos. Así como el trabajo
grantes españoles. Para ello llevaremos a cabo un análisis compa- de campo realizado en el
rativo entre los descendientes de españoles procedentes de marco del proyecto
Equal Convive Máis, con-
América Latina y los provenientes de Europa. El análisis se basa- sistente en la realización
de 50 entrevistas en pro-
rá en los datos empíricos obtenidos durante dos trabajos de campo fundidad semi-dirigidas
diferenciados. El primero de ellos estudió los retornados (de pri- con inmigrantes residen-
tes en las provincias de
mera, segunda y terc e ra generación) en Galicia procedentes funda- A Coruña y Pontevedra.
(2)
mentalmente de Argentina y Venezuela, y fue realizado a lo largo Trabajo de investigación
de varias investigaciones, siendo contactadas más de cincuenta realizado sobre los des-
cendientes de españoles
personas1. El segundo se basó en un estudio realizado en París con en Francia, sobre la base
de 49 entrevistas en pro-
hijos de emigrantes españoles, en el marco del cual se realizaron fundidad, llevado a cabo
casi cincuenta entrevistas en profundidad2. Pero antes de presentar en París y sus alrededo-
res y dirigido por Oso
los principales resultados del análisis de los datos del trabajo de (2007)

- 241
Laura El “retorno a la raíces” de los
OSO CASAS descendientes de emigrantes españoles

campo cualitat ivo, veremos la importancia cuantitat iva que está


teniendo la migración de retorno en España. Haremos especial
atención al caso gallego, pues es donde hemos realizado la mayor
p a rte del trabajo de campo con descendientes de emigrantes proce-
dentes de Latinoamérica.

EL PESO DEL RETORNO EN LA COMPOSICIÓN


DE LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA
Cuantificar el peso de los descendientes de emigrantes españo-
les, en la composición de la inmigración en España, es difícil. Un
indicador podría ser el de la población española, nacida en el extran-
jero. No obstante, esta estadística incluye, igualmente, a aquellos
extranjeros que han adquirido la nacionalidad española; si bien, nos
da algunas orientaciones respecto a nuestro objeto de estudio. La evo-
lución temporal del peso de los españoles nacidos en el extranjero, en
el conjunto de la inmigración en España, muestra que se ha ido dando
un descenso, en comparación con la importante llegada de inmigran-
tes extranjeros, que se ha dado en los últimos años. No obstante, aun-
que en la actualidad, en el conjunto de España, la mayoría de los
inmigrantes no disponen de la nacionalidad española, el porcentaje de
españoles nacidos en el extranjero no es desdeñable (22%). Algunas
comunidades autónomas, como Galicia, destacan por ser contextos
receptores de inmigración, especialmente atractivos para el retorno de
los emigrantes y de sus descendientes. En efecto, las estadísticas ofi-
ciales muestran que la principal especificidad del contexto migratorio
gallego es la importancia numérica de las personas empadronadas,
con nacionalidad española, que han nacido en el extranjero. En efec-
to, en Galicia un 57% de las personas nacidas en el extranjero tienen
la nacionalidad española (ver tabla 1 y gráfico 1). Lo cual explica que

242 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

TABLA 1: EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN INMIGRANTE


CON NACIONALIDAD ESPAÑOLA Y PORCENTAJE SOBRE
EL TOTAL 1998-2006. ESPAÑA Y GALICIA.
Galicia España
Hbs. % Hbs. %
1998 75.113 80 593.573 51
1999 73.414 78 594.404 47
2000 77.885 76 640.832 44
2001 79.656 72 671.136 34
2002 82.357 67 704.036 27
2003 86.846 62 749.073 23
2004 89.950 61 786.858 21
2005 92.712 58 827.287 19
2006 96.612 57 881.747 22
Fuente: Padrón Municipal de Habitantes 1998-2006 (a fecha 1
de enero). Instituto Nacional de Estadística.

Grafico 1: España, Galicia, 1998-2007. Evolución del peso de inmi-


grantes de nacionalidad española sobre el total.

Fuente: Padrón Municipal de Habitantes 1998-2006 (a fecha 1 de


enero). Instituto Nacional de Estadística.

- 243
Laura El “retorno a la raíces” de los
OSO CASAS descendientes de emigrantes españoles

en esta Comunidad Autónoma el porcentaje de inmigrantes regulares


sea mayor, en comparación con la media del conjunto de España
(74,6% de inmigrantes regulares en Galicia frente al 66% para el total
español).
Una buena parte de la población nacida en el extranjero, empa-
dronada en Galicia, es originaria de los países donde tradicionalmen-
te emigraron los gallegos, ya sea en América Latina (Argentina,
Venezuela, Uruguay, Cuba, Brasil), como en Europa (Francia,

TABLA 2: EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN INMIGRANTE


CON NACIONALIDAD ESPAÑOLA EN GALICIA, POR PRIN-
CIPALES PAÍSES DE NACIMIENTO Y SEXO, 1998-2006
1998 2001 2005 2006
Total Mujeres Tot. (M.) Tot. (M.) Tot. (M.)
Suiza 12.032 5.918 14.192 7.025 15.697 7.746 16.207 8.004
Venezuela 9.937 5.126 11.328 5.837 14.327 7.231 15.088 7.627
Argentina 5.274 2.877 6.015 3.202 9.216 4.602 9.856 4.901
Francia 7.043 3.597 7.462 3.840 7.898 4.075 7.969 4.119
Alemania 7.171 3.622 7.639 3.889 7.909 4.012 8.036 4.050
Portugal 6.275 3.585 6.363 3.644 6.137 3.610 6.139 3.613
Uruguay — — 3.275 1.719 5.246 2.592 5.551 2.765
Cuba 3.916 2.219 4.015 2.272 4.095 2.324 4.228 2.401
Brasil 3.363 1.872 3.716 2.050 4.212 2.293 4.425 2.418
R. Unido 3.722 1.926 4.099 2.111 4.358 2.263 4.436 2.301
Colombia 587 394 824 563 979 659
R Dominic. 330 227 463 329 724 526 846 607
Marruecos 3.373 1.720 764 380 772 360 825 382
Rumanía 16 11 36 21 71 32 81 33
Resto 12.661 6.716 9.702 5154 11.226 5.926 11.946 6.337
Total 75.113 39.416 79.656 41.867 92.712 48.155 96.612 50.217
Fuente: Padrón Municipal de Habitantes 1998, 2001, 2005 y 2006 (a
fecha 1 de enero). Instituto Nacional de Estadística.

244 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Grafico 2: Evolución de la población inmigrante con nacionalidad


española, por principales países de nacimiento, 1998-2006

Fuente: Padrón Municipal de Habitantes 1998, 2001, 2005 y 2006 (a


fecha 1 de enero). Instituto Nacional de Estadística.

Alemania, Suiza y Reino Unido) (ver tabla 2 y gráfico 2). Lo cual da


muestras del importante peso de los descendientes de emigrantes,
entre la población empadronada en Galicia nacida en el extranjero.
En los últimos años hemos visto como los emigrantes de anta-
ño hacen el camino inverso y regresan a su tierra. Vuelven, no sólo los
que en su día protagonizaron el éxodo, sino también sus descendien-
tes. Las crisis económicas y políticas vividas en algunos países lati-
noamericanos (“Crisis del Corralito” en Argentina, inestabilidad polí-
tica y económica en Venezuela), tradicionalmente de instalación de la
emigración española, han provocado que muchos de nuestros compa-
triotas y de sus descendientes decidan regresar a su tierra. A lo cual
hay que sumarle el retorno de los emigrantes que, una vez jubilados,
regresan de Europa. Así como de muchos de sus retoños.

- 245
Laura El “retorno a la raíces” de los
OSO CASAS descendientes de emigrantes españoles

La mayoría de los descendientes de emigrantes españoles,


procedentes de América Latina, no conocen España o simplemente
la han visitado de una forma temporal. Aquellos que nacieron en
Francia, Alemania, Suiza o Reino Unido tienen una mayor relación,
p e ro simplemente a través de las estancias vacacionales. Por esa
razón no podemos decir que “regresen” a España, si acaso vuelven
a la tierra de sus padres o abuelos. A esta categoría, si en otras tipo-
logías anteriormente elaboradas la denominamos como “falsos
retornados” (Lamela, C.; López, D. y Oso, L., 2005), preferimos
rebautizarla con el nombre de “inmigración de retorno a las raíces”,
lo cual se acerca más a la complejidad de este regreso diferido gene-
racionalmente. Aunque desde el punto de vista administrativo estos
españoles se consideren retornados, desde una perspectiva socioló-
gica, no podemos considerarlos como tales, puesto que nacieron
fuera de España y algunos nunca antes conocieron esta tierra. Más
que retornar a España, lo que hacen es regresar a sus “raíces”, por
lo que hemos preferido, tal y como anunciábamos a principio del
texto, denominar este movimiento poblacional como “inmigración
de retorno a las raíces” o Roots Migrants (Wessendorf, 2007).
Estos migrantes pueden “volver”, siguiendo a sus padres, o
como avanzadilla del retorno familiar, en el caso, por ejemplo, de los
descendientes de emigrantes españoles jubilados (los hijos regresan
primero a España a la espera de que los padres lleguen a la jubilación)
(Oso, dir., 2007). En este caso hablaríamos de un retorno a las raíces
por reagrupación familiar, mientras que otros regresarían de manera
autónoma, como parte de un proyecto desvinculado al de sus ascen-
dientes. Veamos, a partir de los datos cualitativos obtenidos durante el
trabajo de campo, como se ha ido reproduciendo el deseo y la prácti-
ca de retorno entre los descendientes de emigrantes españoles.

246 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

EL RETORNO A LAS RAÍCES DE LOS


DESCENDIENTES DE ESPAÑOLES
Es conocido, y otros estudios lo han puesto de manifiesto,
que la emigración española ha estado tradicionalmente marcada
por el “mito del retorno”. Una añoranza permanente que convi-
vía, día a día, con aquellos hombres y mujeres que mantenían
en la lejanía su idioma, sus costumbres. Emigrantes que reivindi-
caban una fuerte identidad, retroalimentando los deseos de regre-
so, abonando la semilla de la tierra dejada, construyendo en la
distancia, un puente simbólico y cultural hacia una España en
realidad no tan lejana. Los centros españoles como focos de
reproducción de la identidad de los emigrantes, adquirieron
importantes dimensiones cuantitativas y cualitativas en los países
de acogida de la emigración, generando la construcción del
enclave étnico español en Latinoamérica y en Europa. Y algunos
de nuestros informantes, hoy residentes en España, fueron socia- Este puente levan-
lizados en ellos. Este puente levantado por los emigrantes para tado por los emi-
poder estar cerca de su tierra es ahora transitado, en el sentido grantes para
inverso, por los inmigrantes, ya sean los propios protagonistas poder estar cerca
del primer éxodo, que optan por el ansiado regreso, o sus descen- de su tierra es
ahora transitado,
dientes. Veamos, con más detalle, como se lleva a cabo la expe-
en el sentido
riencia del regreso para los hijos de los emigrantes españoles,
inverso, por los
diferenciando aquellos procedentes de Latinoamérica de los que
inmigrantes, ya
responden a la corriente migratoria europea.
sean los propios
La hipótesis que queremos argumentar en este texto es que protagonistas del
para los españoles que emigraron a América Latina, la distancia primer éxodo, que
geográfica limitó, en mayor medida, la transmisión intergenera- optan por el ansia-
cional de las prácticas transnacionales y del deseo del retorno, do regreso, o sus
mientras que la emigración a Europa se pensó bajo un proyecto descendientes.

- 247
Laura El “retorno a la raíces” de los
OSO CASAS descendientes de emigrantes españoles

claramente temporal, lo cual desarrolló una serie de prácticas


transnacionales, que fueron heredadas por los retoños de la emi-
gración, fortaleciéndose, en mayor medida, el deseo del retorno.
No obstante, la situación económica y política en Argentina y
Venezuela, tras la crisis del “Corralito” y la instauración del
gobierno de Chávez, generó un movimiento migratorio de des-
cendientes de españoles hacia la tierra de origen de sus padres,
más motivado por los factores de expulsión en Argentina y
Venezuela, que por la mitificación en sí del retorno. Por el con-
trario, los descendientes de españoles en Europa entrevistados
han vivido una “buena” integración socio-laboral en los países de
destino, percibiendo ellos mismos que la situación en España es
menos favorable que en Francia, en lo que se refiere al desarrollo
de su carrera ocupacional. No obstante, la cercanía geográfica
que facilitó la transmisión intergeneracional de prácticas transna-
cionales, generó el desarrollo de un “mito del retorno” entre los
descendientes de españoles, que explica el deseo y las prácticas
de regreso de buena parte de los retoños de la emigración a París
entrevistados.

La inmigración de retorno a las raíces


procedente de Latinoamérica
Argentinos, venezolanos, u ru g u ayo s , cubanos, b ra s i l e-
ños... llegan a España motivados por los contactos que dejaron
sus antepasados al otro lado del Atlántico; si bien, los hijos y nie-
tos de la emigración española presentan un perfil socioeconómi-
co y un motivo migratorio que no dista mucho del de sus compa-
triotas sin lazos de parentesco con España. El peso de las raíces
parece ser un factor que facilita la migración, desde el punto de

248 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

vista de la integración jurídica y social, más que un determinan-


te en sí de la decisión de emigrar. Huidos de las crisis económi-
cas y políticas y de la violencia en sus países de origen, se recu-
rre al baúl de los recuerdos para encontrar aquel pasaporte que
facilite, en mayor medida, hacer realidad los sueños de ascenso
social. Los orígenes se instrumentalizan para desarrollar el pro-
yecto migratorio.

“A los argentinos le sirve venir a España, sobre todo si tenés lazos


sanguíneos, para no estar tan aislados desde el principio” (Hombre
argentino).

La “Crisis del Corralito” en Argentina desarrolló múltiples


colas y esperas en los consulados de países europeos de los cua-
les tradicionalmente partieron los emigrantes. Un padre español,
acaso un abuelo italiano, cualquier vínculo familiar con el anti-
guo continente es bien recibido. Permite poder aspirar a una vida Los emigrantes
mejor. Así, las relaciones de parentesco facilitan cruzar la fronte- españoles salieron
ra de la “Europa fortaleza”. Y en su discurso, aquellos descen- de sus pueblos en
dientes de la emigración española, reclaman una deuda histórica: busca del sueño
poder optar por una alternativa para mejorar sus vidas. La misma latinoamericano,
pero sus descen-
alternativa que la tierra argentina proporcionó a sus antepasados.
dientes regresan a
Los emigrantes españoles salieron de sus pueblos en busca
la ciudad. Las ciu-
del sueño latinoamericano, pero sus descendientes regresan a la
dades españolas
ciudad. Las ciudades españolas tienen más posibilidades labora-
tienen más posibi-
les, así como una mayor oferta de ocio y tiempo libre. Unos con- lidades laborales,
textos de acogida más cosmopolitas, que permiten a esos inmi- así como una
grantes urbanitas, procedentes de grandes ciudades latinoameri- mayor oferta de
canas, reproducir un estilo de vida más acorde al de origen, muy ocio y tiempo
distinto al de sus progenitores originarios del medio rural. libre.

- 249
Laura El “retorno a la raíces” de los
OSO CASAS descendientes de emigrantes españoles

Colas ante la
Embajada de España
en Buenos Aires,
Argentina.

El vínculo a la tierra de los antepasados es, en última ins-


tancia, liviano, buscándose la textura del asfalto y el olor del
monóxido de carbono, en el cual, en realidad, nuestros inmigran-
tes se han criado. Una huida del pueblo de origen de sus padres
y una elección por la vitalidad del núcleo urbano.

“El problema es que aquí en España nosotros no vamos a encontrar


una Capital Federal como es el caso de Buenos Aires allá, pero de
repente podemos encontrar mu chas ciudades, como Vigo. Yo por
ejemplo cuando vine llegué a Tomiño. Estuve dos meses y tuve que
salir porque me desesperaba. Eso es campo-campo, para nosotros es
la aldea. Entonces me vine para Vigo, pero igual hubiera estado en
Coruña, donde puedes ir a un bar, salir por ahí. Otra cosa es la aldea,
que no estamos preparados para vivir allí” (Hombre argentino).

Es interesante analizar cómo los hijos de la emigración


española comparan y evalúan la aventura que vivieron sus proge-
nitores y la suya, de la cual son protagonistas principales. El aho-

250 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

rro, como objetivo primordial del éxodo, fue una característica de


la emigración española a Argentina, por ejemplo. Y, en concreto,
la gallega, lugar de origen mayoritario de los españoles asentados
en este país. La migración se establecía como un “sacrificio”.
Esta mentalidad del ahorro condicionó al extremo los años de la
emigración para muchos de los emigrantes españoles, que vivie-
ron bajo la esclavitud del trabajo y la austeridad. No obstante, los
hijos retornados buscan disfrutar, día a día, de una mejor calidad
de vida en el contexto receptor. Su proyecto migratorio no está
marcado por el sacrificio, como en el caso de sus padres. La idea
del asentamiento y de construir un proyecto fundamentado en la
calidad de vida en España se percibe de manera clara. La evalua-
ción de la emigración de sus progenitores se establece, en ocasio-
nes, en términos negativos.

“No estamos dispuestos a pasar lo que pasaron los emigrantes allá,


que por eso hicieron el dinero, entonces nuestra diferencia con la
generación de nuestros padres es abismal...” (Mujer uruguaya).
“Además, ¿a costa de qué hacían el dinero? Yo tengo familia ya no de
la generación de mis tíos que por el setenta y pico emigraron a Estados
Unidos y se echaron unos veinte años. Volvieron a Uruguay con bas-
tante dinero. Se compran la casa, el negocio, y actualmente volvieron
a Estados Unidos, después de comerse lo que hicieron en Estados
Unidos. Pero hay que ser consciente de como hicieron ese dinero en
Estados Unidos, con cinco trabajos, trabajar, trabajar. Y juntar, juntar,
juntar. Y yo soy hija de gallegos y, a lo mejor, también me inculcaron
esa mentalidad. Mis padres, mu chos de sus valores, me los inculcaron,
pero yo no soy así” ( H o m b re argentino).

El “gallego”, término que se usa de manera genérica para


definir a los españoles asentados en Argentina, es objeto de chistes
en este país, cargado de un imaginario vinculado a la ignorancia.

- 251
Laura El “retorno a la raíces” de los
OSO CASAS descendientes de emigrantes españoles

Los emigrantes españoles llevaron en sus maletas la ruralidad y sus


descendientes llegan cargados de urbanidad. Citadinos que aprecian
las ciudades españolas por mayor apertura, en comparación con los
pueblos de origen de sus antecesores. Quizás unos pequeños
Buenos Aires, en medio del “desierto rural”. Unos descendientes
instruidos que buscan nuevos valores, como la calidad de vida y la
seguridad de un Estado del Bienestar en el antiguo mundo.
Una de las peculiaridades que hemos podido percibir entre
los descendientes de emigrantes españoles a América Latina y
que sorprende al estudioso de los movimientos migratorios es el
peso tan importante de los proyectos de asentamiento. Es decir,
de la migración como una estrategia no temporal, sino de insta-
lación definitiva.
Como ya hemos ap u n t a d o , el mito del retorno estuvo y está
muy presente en la mentalidad de la emigración española. No obs-
t a n t e, los hijos de emigrantes (los llamados retornados) presentan
un claro proyecto de asentamiento en España. En sus representa-
ciones, no le dejan casi ningún espacio a la idea de regreso al país
que les vio nacer. Resulta bastantes sorprendente que, ni siquiera,
a nivel de discurso, de ideal, se piense en volver a Latinoamérica.
Parece cl a ro que la crisis económica y política, así como la violen-
cia, determinan que nuestros pro t agonistas sean una especie de
“almas huidas”, quemadas por un contexto social que perciben
difícil de cambiar. La importante presencia de proyectos de asen-
tamiento tiene como consecuencia que los inmigrantes tengan una
mentalidad ab i e rta a la incorp o ración social y que para ello des-
plieguen toda una serie de estrategias de instalación en la sociedad
re c eptora. Además, el hecho de tratarse de familias con hijos pare-
ce definir aún más ese proyecto de “echar raíces” en la sociedad de

252 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

acogida. Proceso que viven de manera “más nat u ral”, pues sienten,
de alguna manera, esta tierra, como algo propio. Algunos se consi-
deran a sí mismos como españoles, otros consideran que lo son en
un cincuenta por ciento, pesando igualmente la identificación con
el país que les vio nacer (Argentina, Venezuela). Lo que nos inte-
resa resaltar es que en el caso de los descendientes de emigrantes
procedentes de Latinoamérica, no se regresa tanto como un pro c e-
so de búsqueda de los orígenes, sino más bien debido a la situación
económica y política que se está viviendo en los países de naci-
miento, aunque, de alguna manera , se trate igualmente de un retor-
no a la tierra de los ascendientes.

La inmigración de “retorno a las raíces”


procedente de Europa
El trabajo de investigación que hemos realizado en Francia
(Oso, dir, 2007) pone de manifiesto cómo, contrariamente a los
originarios de Latinoamérica, los descendientes de españoles en
París, perciben el regreso a España como un “retorno propio”,
estando el objetivo de búsqueda de los orígenes muy marcado. La
mayor proximidad geográfica que posibilitaba para estos retoños
realizar, al menos una estancia vacacional al año en España, fue
fortaleciendo los lazos con esta tierra. A diferencia de los descen-
dientes de emigrantes a América Latina que “huyen” de la crisis
económica y política, los hijos de emigrantes españoles en
Francia han conseguido desarrollar una “buena” trayectoria ocu-
pacional en el país galo. Son conscientes de que, a pesar de los
problemas del mercado de trabajo francés, las condiciones labo-
rales en este país son mejores que en España. Y que en Francia
tienen más posibilidades de encontrar un trabajo acorde a sus

- 253
Laura El “retorno a la raíces” de los
OSO CASAS descendientes de emigrantes españoles

expectativas. No obstante, tienen el deseo del retorno a España


muy marcado. Se trata de un proceso de transmisión inter-gene-
racional del mito del retorno.

“Lo que pasa es que el emigrante, como todo ser humano, cuando
estás lejos de algo y que lo añoras, lo idealizas, ¿no? Y España, y todo
lo que podría simbolizar España; nuestros orígenes; nuestra identi-
dad, que siempre nos faltó; nuestras raíces, que siempre nos faltaron.
Lo hemos idealizado todo. Y de ahí nació como un icono, ¿no? Como
la tierra santa o algo así. Y, vas creciendo y te vas dando cuenta de que
la emigración no tenía nada que ver con el turismo, ¿no? (…) Y ahí
está, Galicia nos espera (…) Es nuestra tierra. Cuando llegas allí y ves
los montes dices: esto es nuestro. Y no sé porqué lo digo” (Hija de
emigrantes, nacida y residente en París).

“Siempre nos pasa, cuando vamos, que vamos mucho, que vamos
cada quince días, cuando llegamos a Galicia siempre decimos: ya
estamos aquí otra vez. Sales del coche hueles y dices: ¡ay, que bueno
ese olor!, ¿sabes? Es algo que, una vez que estás allí una semana,
hasta el segundo día ya no pensamos en eso, pero el primer día siem-
pre al salir del coche, abro la ventana y le digo a mi hermana: huele,
huele, ¿hueles? Y me dice: sí, huelo. Hay un olor que no hueles cuan-
do estás allí siempre, normal. El olor de tu casa no lo sientes. Sin
embargo, cuando te vas un mes y vuelves, dices: “jo”, el olor de mi
casa. Y no te dabas cuenta cuando estabas en ella, ¿no? Pues España
es igual, cuando vuelves dices: ¿hueles?, sí, huelo. Y te encanta todo,
cuando te ponen la tapa, cuando te ponen el Martini de medio vaso,
todo lo que, lo que es para ti España, ¿no?” (Hija de emigrantes, naci-
da y residente en París).

Los emigrantes, los padres, han ido reproduciendo en


el pequeño “mundo español de Francia” el imaginario de
España con sus características. Y han hecho que los hijos
consideren este país como su propia tierra. El vínculo emo-
cional es fuerte y atrae. Una tierra que llama a los suyos, a

254 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

“Crisis del corralito”


en Argentina.

aquellos que se marcharon, que los atrapa. Los/as hijos/as de


los emigrantes españoles en Francia vuelven al país donde
nacieron sus padres, no porque haya más oportunidades, sino
buscando sus orígenes.

“Mucha gente, hijos de emigrantes, cuando llegan a una cierta edad


quieren volver a España, muchos. No se si es el hecho de haber
pasado las vacaciones allí y dicen: ¡bua, esto es maravilloso! Que
no es el mismo tipo de vida que si estás allí todo el invierno, traba-
jando. A lo mejor se idealiza y dicen: ¡bua!, quiero vivir toda la vida
así” (Hijo de emigrantes, nacido en París).

El deseo de retorno de los hijos de la emigración espa-


ñola en París se explica por todo el conjunto de prácticas trans-
nacionales que se han ido edificando en el marco de las fami-
lias de emigrantes. La idealización de España en el discurso,
en las emociones y en las vacaciones. Esos corazones alegres o

- 255
Laura El “retorno a la raíces” de los
OSO CASAS descendientes de emigrantes españoles

reprimidos, que iban transmitiendo sensaciones de alegría o


tristeza a los hijos, s egún fuese el espacio social de referencia,
España o Francia. Ese imaginario del país de origen construi-
do en torno a aspectos positivos, al periodo vacacional, a la
libertad. El retorno se ex p l i c a , en algunos casos, como parte
del proceso de construcción identitaria, para poder probar ese
“otro lado” en términos culturales, en el cual se ha sido igual-
mente socializado. Como parte, otras ve c e s , de ese dilema de
clase social al que se han tenido que confrontar algunos des-
cendientes de emigrantes, sobre todo aquellos que vivían en
los barrios más bu rgueses. De hijos de portera, señora de la
limpieza, obrero, se pasaba a “los reyes del pueblo”, en
España, revalorizándose su estatus social. Urbanitas cansados
de la ciudad, en busca de una calidad de vida, son igualmente
candidatos al “regreso”. Retorno por amor, como una ventana
ante una crisis personal, en tanto forma de emancipación.
Como parte de esa revalorización que ha alcanzado España en
el plano internacional; un país que se percibe como desarrolla-
do, moderno y dinámico, frente a la imagen de una Francia
estancada. Todos estos factores explican el deseo de instalarse
en España que tienen muchos de los descendientes de la emi-
gración española en París. Pero la historia no queda ahí, pues
es, sin duda, el propio proyecto migratorio que marcaron los
padres cuando salieron de España, lo que nos ayuda a entender
el retorno a “las raíces” de sus hijos.

“Puede que haya influido el hecho [se refiere a que los padres tuvie-
sen la intención de volver]. Gracias a eso, por culpa de eso, nos
mandaran al colegio español y nos inculcaran tanto la cultura espa-
ñola, que a lo mejor, sino tuviesen esa idea, pues hombre, no… No

256 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

nos harían crecer tanto en esa cultura española ¿no?, lo dejarían un


poco más pasar” (Hija de emigrantes, nacida en París, originaria y
mudándose, en el momento de la entrevista, a España).

Los padres edifi c a ron la emigración sobre la base de un


proyecto temporal. Aunque poco a poco, la propia dinámica
migratoria y vital hizo que fuesen quedándose. Pero la tempo-
ralidad de su proyecto migratorio estuvo presente en su discur-
so durante muchos años, guiando sus estrat egias laborales,
residenciales, relacionales, de inversión, ahorro y consumo.
Temporalidad que fue transmitida, de forma más o menos
inconsciente, a sus retoños, que fueron interiorizando, desde
pequeños, que el objetivo último familiar era regresar. Lo cual
puede explicar que algunos hijos de la emigración, aunque
nacieron en Francia y nunca antes vivieron en España, salvo
durante los periodos vacacionales, t e n gan tan presente el deseo
de instalarse en este país y hablen de “retorno”. La nueva
migración que supone que los descendientes se muden a
España es vista, en el fondo, como el regreso del que siempre
oyeron hablar a sus padres.
La temporalidad que ha marcado la traye c t o ria migratoria
y vital de los padres, ha traído consigo toda una serie de prácti-
cas transnacionales. El sueño por vo l ver a España ha hecho que
los padres invirtiesen en una educación bi-cultural, que optasen
a que sus hijos tuviesen la bi-nacionalidad. Y, en definitiva, fue
impulsando a que los descendientes adquiriesen un “capital
t ransnacional”. Los/as hijos/as de la emigración española en
París, han vivido en la transnacionalidad, lo cual les ha llevado
a algunos/as a planteamientos identitarios, o a desarrollar una
at racción “paradójica” hacia España (Oso, dir, 2007).

- 257
Laura El “retorno a la raíces” de los
OSO CASAS descendientes de emigrantes españoles

CONCLUSIÓN
A modo de conclusión podemos decir que la “migración
de retorno a las raíces” se ha desarrollado con unos motivos dife-
rentes para los hijos o nietos de españoles que emigraron a
América Latina o a Europa. En el primero de los casos, la vuelta
a las raíces se configura, en mayor medida, como un proyecto
instrumental, más motivado por las crisis económicas y políticas
en los países de nacimiento de los descendientes, que por la
atracción de la “tierra española”. En el caso de la emigración a
Francia, la proximidad geográfica permitió que los emigrantes
desarrollasen, en mayor medida, prácticas transnacionales (vaca-
ciones en España, mayor comunicación con la familia, envío de
productos, etc.), que fueron transmitidas de manera intergenera-
cional. Lo cual, unido al marcado proyecto de ahorro y retorno
que tenían los emigrantes que salieron hacia Europa durante los
60 y 70, determinó una mayor construcción del “mito del retor-
no”, entre los retoños de la emigración. De tal manera que, en la
actualidad, están muy presentes, tanto el deseo como las prácti-
cas de retorno, entre los descendientes de españoles que emigra-
ron a París, aún cuando la inserción socio-laboral en Francia es
favorable. La atracción simbólica de las “raíces” es lo que pesa
más, entre los hijos de los emigrantes a Europa. Mientras que,
entre los retoños de la emigración española a América Latina, los
orígenes, constituyen, más bien, una instrumentalización funcio-
nal a la decisión de migrar, por causas relacionadas con la ines-
tabilidad económica y política.

258 -
SITUACIÓN ACTUAL
Y RECORRIDO
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260 -
Más de tres décadas Anxo Lugilde (Lugo,
1970), periodista y politó-
logo, es corresponsal en

de voto emigrante Galicia de La Vanguardia


y cronista político de El
Progreso de Lugo. Es tam-

(1976-2008) bién diplomado en estu-


dios avanzados por la
USC, con el trabajo
Orixes do voto emigrante
(1900-1936). Escribió los
Anxo LUGILDE libros Argentina. El drama
de la Quinta Provincia
Licenciado en Ciencias de la Información por la gallega (2003), –con Xosé
Universidad del País Vasco y en Ciencias Políticas Carreira– El fin del fra -
por la Universidad de Santiago de Compostela. guismo (2005) y O voto
emigrante. Viaxe pola
zona escura da democra -
cia española (2007).

U
n puñado de españoles residentes en los principales
países de europeos se convirtieron el 29 de noviem-
bre de 1976 en los primeros expatriados que partici-
paban desde el extranjero en un proceso electoral en España,
con motivo del referéndum de la reforma política. “Ayer
comenzó el referéndum para los emigrantes españoles”, titula-
ba el ABC al día siguiente, dentro de la fugaz atención que le
prestaron los principales periódicos a la implantación del voto
exterior, que se instauró con los mismos requisitos que dentro
de España: tener nacionalidad española, haber cumplido los
21 años y estar inscrito en el censo electoral. El Gobierno
intentaba dar las máximas facilidades para un proceso que se
abrió oficialmente el 25 de noviembre, aunque en realidad en
muchos países no empezó hasta seis días después, y remató el
7 de diciembre. La documentación se debía recoger en los
Anxo Más de tres décadas de voto
LUGILDE emigrante (1976-2008)

consulados, desde los que se podía enviar directamente el voto,


aunque también era posible remitirlo a España a través del
correo. El Ejecutivo de Adolfo Suárez desarrolló una intensa
campaña propaga n d í s t i c a , con anuncios en los principales
medios internacionales, caso de The Washington Post, y dio ins-
trucciones a consulados y embajadas para que el volumen de
votos fuese el mayor posible. El Gobierno calculaba que los emi-
grantes iban a avalar su proyecto democratizador, pues vivían,
especialmente los de Europa, en sociedades libres. Cuarenta años
después del inicio de la Guerra Civil, la diáspora española podía
encuadrarse en la categoría de “exilio democratizador”, aunque
en su mayoría estuviera compuesto por quienes se marcharon por
motivos básicamente económicos. Sin embargo, los partidos de
la oposición, con el PCE a la cabeza, hicieron una campaña acti-
va en pro de la abstención.
En las bases de datos del Ministerio del Interior no hay
cifras sobre la participación y los resultados del referéndum. Sólo
se conocen los datos aproximados ofrecidos a El País por el
ministro del Exterior, Marcelino Oreja, quien aseguraba que se
habían recibido más de 300.000 votos, cifra en principio exage-
rada, ya que supondría un máximo histórico, no superado siquie-
ra en las legislativas del 14 de marzo de 2004. Además, las infor-
maciones periodísticas señalaban que no hubo grandes aglomera-
ciones en los consulados e incluso adelantaban que la participa-
ción había sido masiva. En todo caso, la participación que hubo
estuvo estimulada por el Gobierno, aunque en ese momento ya
flotaba en el ambiente la sospecha de que en las legislativas de
1977 el Ejecutivo de Suárez iba a tratar de reducir al mínimo
posible el voto de los emigrantes, pues todo apuntaba a que iba a

262 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

ser favorable para los partidos de izquierdas, que tenían sus prin-
cipales bastiones en el extranjero. Estos temores se hicieron rea-
lidad, ya que en 1977 el Gobierno no hizo campañas de publici-
dad, la gran mayoría de los emigrantes no se pudo censar y las
facilidades del año anterior en los consulados se convirtieron en
un sufragio por correo puro, con grandes dificultades para cum-
plir los plazos. Sobre un total de 800.000 españoles en edad de
votar desde Europa, sólo 120.000 estaban censados. Participaron
unos 15.000, de acuerdo con los cálculos de las asociaciones de
emigrantes. “Los emigrantes no han votado”, denunció airada-
mente desde Califo rnia el destacado comu n i c ó l ogo Román
Gubern. Tampoco existen datos sobre los resultados de 1977,
pero sí los hay, si bien parciales, de 1979, de las provincias y ciu-
dades en las que se constituyeron mesas separadas para los emi-
grantes. Indican que el PSOE era la primera fuerza en la emigra-
ción, seguida por el PCE y mientras UCD era la tercera.

CUADRO 1. RESULTADOS EN EL EXTERIOR EN LAS LEGIS-


LATIVAS DE 1979 (DATOS PARCIALES)

Partido Votos % Partido Votos %


PSOE 2978 30,2 UCD 2346 23,8
PCE 2858 29,0 CD 507 5,1

El voto exterior nació en España con un engaño, el que


sufrieron los emigrantes, pues la gran mayoría no pudieron parti-
cipar en las primeras elecciones legislativas tras la muerte de
Franco, pese a las expectativas generadas con motivo del referén-
dum de 1976. Como respuesta, el Gobierno creó en enero de
1978 un censo específico para los expatriados e incluyó su dere-

- 263
Anxo Más de tres décadas de voto
LUGILDE emigrante (1976-2008)

Recuento del voto


emigrante en Asturias.

cho al voto en la Constitución, en el artículo 68.5: “La ley reco-


nocerá y el Estado facilitará el ejercicio del derecho al sufragio
de los españoles que se encuentren fuera de España”. Fue un mal
comienzo, tanto que cayó en el olvido absoluto, pues es habitual
leer en los periódicos e incluso en estudios internacionales com-
parados que el voto emigrante en España se puso en marcha
durante el Gobierno de Felipe González, a partir de 1985.

LOS ORÍGENES
Cuando en 1976 España reconoció los derechos políticos
de sus emigrantes apenas una decena de países, entre los que
estaban los vecinos Portugal y Francia, admitían el voto del con-
junto de sus ciudadanos residentes en el exterior. Los orígenes
históricos de este tipo de sufragio, que rompe la clásica vincula-
ción entre residencia y ciudadanía, datan de la Guerra de
Secesión norteamericana, de 1862, cuando Wisconsin reguló el

264 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

voto de los soldados que estaban en el frente de batalla. Nueva


Zelanda lo permitió en 1890, pero sólo para los marineros. En
1902, Australia introdujo el voto exterior por correo, sin restric-
ciones profesionales, aunque en la práctica estaba limitado por
unos plazos muy ajustados. De principios del siglo XX datan
también los primeros intentos para su puesta en marcha en
España, que probablemente surgieron siguiendo la estela de los
registrados en Italia.
“Esos españoles (los emigrantes), no cumpliendo sus
deberes con la Patria, no pueden pretender ejercer aquí ciertos
derechos”. Esta frase forma parte del alegato contra la participa-
ción política de los emigrantes que publicó en septiembre de
1905 el periódico madrileño La Época para sumarse a la posición
de El Imparcial y mientras El Globo consideraba tales plantea-
mientos casi como una herejía. La discusión brotó a raíz del
intento de sentarse en el Congreso de los Diputados de dos des-
tacados españoles de Buenos Aires, el republicano asturiano
Rafael Fernández Calzada, que se presentaba por Madrid, y el
m o n á rquico ga l l ego Anselmo Villar Amigo, candidato por
Corcubión (A Coruña). Ambos fueron derrotados, víctimas de las
artimañas propias de la época. La legación española en Argentina
había recomendado al Gobierno de Madrid que se adoptase “la
actitud que crea más oportuna a fin de que en cuanto sea posible
se evite el éxito de la candidatura de Calzada”. Sin embargo, su
derrota parece haberse debido más a un ajuste interno en las filas
republicanas. Más suerte tuvo Villar Amigo, a quien el Congreso
dio finalmente la razón, para proclamarlo diputado electo en
enero de 1907. Sin embargo, la legislatura se acababa y Villar no
llegó a tomar posesión, por lo que el primer parlamentario del

- 265
Anxo Más de tres décadas de voto
LUGILDE emigrante (1976-2008)

exterior en intervenir en las Cortes fue Calzada, elegido en los


comicios de 1907. Villar, por su parte, logró un escaño en 1911
por el distrito coruñés de Muros.
Los emigrantes de Buenos A i res ap rovechaban los resqui-
cios de una legislación española que si bien les negaba el derecho
al voto, p o rque les obligaba a tener un mínimo de dos años de resi-
dencia en un municipio peninsular, no les impedía ser candidatos
al Congreso, mediante la misma vía que los “cuneros”. Estos inten-
tos de contar con una voz propia en Madrid se debían principal-
mente a la situación de bloqueo cívico en la que se sentían en
Argentina. Aunque podían nacionalizarse, la gran mayoría no lo
hacía, por considera rlo un trámite humillante, con más inconve-
nientes que ventajas. “Condenadas pues las colectividades extran-
jeras, al no tener aquí vida política, su dignidad ciudadana la han
buscado en la ciudadanía de origen que, c o n t ra la realidad inmedia-
ta, se les obliga a mantener”, resumía El Diario Español, el perió-
dico de Buenos Aires que dirigía Justo López de Gomara, el prin-
cipal impulsor de la re ivindicación de dere chos políticos para los
e m i grantes. Sostenía que la emigración suponía “el suicidio del
ciudadano”. Gomara promovió en 1913 el primer congreso de la
Confederación Española de Argentina, en el que se solicitó la posi-
bilidad de elegir a una rep resentación en el Congreso de los
Diputados de España o, por lo menos, para el Senado, a través de
los centros de emigrantes. El Conde de Romanones ex p resó su
respaldo a estas demandas cuando no estaba en el poder, p e ro des-
pués se refugió en el silencio cuando gobernaba.
Con el ap oyo de intelectuales hispanoamericanistas como
L ab ra y Altamira, la re ivindicación de dere chos políticos para los
e m i grantes tuvo una elevada difusión entre las elites españolas del

266 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

primer tercio del siglo XX, desde el nacionalismo gallego de las


Irmandades da Fala hasta la derecha española del periódico El
Debate, pasando por figuras como Federico Rahola, Luis Olari aga,
Marcelino Domingo y Basilio Álvarez. Sin embargo, siempre fue
una cuestión controvertida, especialmente en Buenos A i res. Entre
los detra c t o res figuraba el propio Rafael Calzada, quien considera-
ba un “absurdo” una elección en A m é rica con efectos en España,
al tiempo que advertía de que las antiguas colonias americanas
podrían sentirse lastimadas. De hecho, la prensa de Argentina y el
propio go b i e rno de ese país hicieron saber su desacuerdo con lo
que consideraban un menoscabo de su soberanía.
Estas reticencias no impidieron que entre el 11 y el 13 de
septiembre de 1926 se desarrollase en los consulados y embaja-
das españoles una experiencia pionera, el llamado plebiscito
nacional. Se trataba de una recogida de firmas promovida por
Primo de Rivera a la búsqueda de legitimidad, lo que incluyó la
participación por primera vez de las mujeres. A pesar del apoyo
de algunos medios, como el influyente Diario de la Marina de La
Habana, la participación fue de 61.447 personas, como máximo
un 3% de la población española en el extranjero, frente al 50%
registrado en España. El balance en el exterior estuvo claramen-
te por debajo de las previsiones del régimen. Aún así, la exten-
sión del plebiscito al exterior generó la expectativa de que los
emigrantes pudiesen estar presentes en la Asamblea Nacional
Consultiva. “Parece complicado”, declaró sobre esta posibilidad
Miguel Primo de Rivera. Fue una esperanza defraudada, al igual
que ocurriría a partir de 1931 con las generadas por la II
República, en la que hubo dos diputados emigrantes gallegos,
Alonso Ríos y Suárez Picallo. Sólo en el Estatuto de Autonomía

- 267
Anxo Más de tres décadas de voto
LUGILDE emigrante (1976-2008)

de Galicia, refrendado el 28 de junio de 1936, se abría la puerta


para que tuviesen representación en el Parlamento gallego, a
expensas de lo que dictase una futura ley electoral.
El franquismo truncó este proceso y dejó como herencia el
nombre legal con el que se denominaría a los emigrantes en la
posterior etapa democrática, “residentes ausentes”. Esta absurda
combinación de antónimos surgió de un decreto de 1971, firma-
do por el propio Francisco Franco. El artículo 97 establecía que,
“con ocasión de la renovación padronal quinquenal, los residen-
tes inscritos se clasificarán en residentes presentes y residentes
ausentes”. En la Transición, a través del decreto de normas elec-
torales de marzo de 1977, se dio el decisivo paso de eliminar el
requisito de residir en España para poder votar. Esas normas en
principio provisionales se convirtieron, sin apenas modificacio-
nes, en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General de 1985.
La innovación de ésta en lo referido a la emigración consistió en
establecer que el recuento, en lugar de realizarse en las mesas, se
efectuaría en las juntas electorales provinciales justo antes del
escrutinio general, que en legislativas españolas se hace tres días
En la Transición, después de la votación. Era un intento de favorecer la participa-
a través del
ción de los emigrantes, una obsesión en la clase política tras el
decreto de nor-
fiasco de 1977. En este contexto se enmarca la que fue la medi-
mas electorales
da decisiva, de la reforma de la ley de 1995, que consistió en
de marzo de
incluir de oficio en el censo electoral a todos los españoles ins-
1977, se dio el
decisivo paso de critos en los consulados, sin tener en cuenta si estaban vivos o
eliminar el requi- muertos, como se comprobó en los años siguientes cuando empe-
sito de residir en zaron a aparecer casos de votantes que llevaban décadas falleci-
España para dos y se publicaron las primeras noticias sobre la elevadísima
poder votar. proporción de centenarios entre el electorado ga l l ego de

268 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

América. Fue en esta época del cambio de siglo cuando, también


por efecto de cambios en la legislación de nacionalidad, se pro-
dujo el gran aumento del censo, que entre 1995 y 1999 práctica-
mente se duplicó, precisamente cuando España se había conver-
tido ya en un país de recepción de inmigrantes. Es en este
momento también cuando se inicia la tendencia de que el voto
exterior esté envuelto en una permanente polémica, fruto de la
sucesión de escándalos que se inician con el de Formentera de
1999, que provocó que un ministro, el popular Jaume Matas,
tuviera que comparecer ante el Tribunal Supremo acusado de
montar una trama para captar votos en Argentina.

CUADRO 2: EVOLUCIÓN DEL CENSO ELECTORAL EXTE-


RIOR DE ESPAÑA
Elección Electores Elección Electores Elección Electores
1982 55167 1983 79177 1986 257169
1987 94957 1989 165576 1991 201353
1993 381751 1994 421611 1995 458916
1996 526065 1999 886157 2000 930926
2003 1063876 2004 1113754 2005 1130159
2007 1168638

EL SISTEMA
El sistema electoral de España para la emigración es en su
conjunto uno de los más inclusivos del mundo y el más generoso
de los países de su entorno, tanto de Europa como de
Latinoamérica, según se desprende de los estudios internacionales
comparados, como el del Instituto Federal Electoral mexicano de
2001 y el del 2007 de la fundación internacional IDEA. Sus cara c-
terísticas fundamentales son que está dirigido al conjunto de ciuda-

- 269
Anxo Más de tres décadas de voto
LUGILDE emigrante (1976-2008)

danos residentes en el exterior, sin limitación ni requisito alguno;


es válido para todo tipo de elecciones y garantiza la mayor como-
didad para el elector, que, a excepción de las municipales, no tiene
que pedir la documentación electoral e incluso puede votar sin salir
de casa. Lo único que necesita es que el correo no falle, a l go que
no siempre está garantizado. Toda esta combinación de elementos
convierte al sistema español en único en la Unión Europea e inclu-
so en el mundo entre estados de su mismo tamaño.
A la hora de analizar el sistema electora l , lo primero que
h ay que preg u n t a rse es quién vota. En el caso de la emigración de
España tienen dere cho a hacerlo todos aquellos mayo res de edad
que posean un pasap o rte español. El voto estaba restri n gido úni-
camente a quienes tenían residencia permanente en el exterior,
p e ro en 2007 se ap robó una modificación de la ley para permitir
el voto de los residentes temporales en el extranjero, como los
estudiantes Era s mus. En los artículos 2, 3 y 32 de la Ley Orgánica
A la hora de anali- del Régimen Electoral General se establece que tienen dere cho a
zar el sistema votar y a ser elegidos todos los españoles residentes en el exterior.
electoral, lo pri- Lo único que precisan es estar inscritos en el consulado. Hasta
mero que hay que 1995 tenían que apuntarse ex p resamente en el censo electora l ,
preguntarse es
p e ro con la re fo rma de la ley se eliminó ese trámite. Este modelo,
quién vota. En el
el español, es similar al que existe en Italia. En cambio, en la
caso de la emigra-
m ayoría de países sigue siendo necesario inscri b i rse en un regi s-
ción de España
t ro específico, como sucede, por ejemplo, en Suiza y en
tienen derecho a
hacerlo todos Argentina. Otra ex i gencia fre c u e n t e, cuando el sufragio es por
aquellos mayores c o rreo, es la de tener que solicitar previamente el envío del voto,
de edad que como ocurre en Estados Unidos. Además, h ay un grupo de países
posean un pasa- en los que el dere cho al voto caduca tra n s c u rrido un tiempo de
porte español. ausencia en el exterior, plazo que en el Reino Unido es de 15 años;

270 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Escrutinio de los
sufragios de los resi-
dentes ausentes de la
Comunidad
Valenciana.

en Nueva Zelanda, de tres; en Canadá, de cinco, y en Alemania,


de 25 en estados no pertenecientes al Consejo de Europa.
Una segunda cuestión a considerar es desde dónde se efec-
túa el voto emigrante. En el caso español, y según el censo váli-
do para las municipales del 2007, el 57,6% de los electores vive
en América, frente al 40% de Europa y el 2,4% de los otros con-
tinentes. Por países, el primero es Argentina con un cuarto de
millón de votantes, sobre un total de 1.168.638, seguido por
Francia y Venezuela, ambas por encima de los 100.000, y por
Alemania, Suiza, Brasil y México, estos cuatro con más de
50.000 electores. El 27% de los españoles con derecho al voto en
el exterior son gallegos, proporción que contrasta con el peso de
la población de Galicia en el conjunto de España, del 6%. Se
trata, en resumen, de un voto mayoritariamente americano, con
grandes variaciones dentro de España por comunidades, provin-
cias e incluso comarcas.

- 271
Anxo Más de tres décadas de voto
LUGILDE emigrante (1976-2008)

CUADRO 3: LOS 10 PAÍSES CON MAYOR CENSO (2007)


País Electores Primera autonomía
Argentina 252650 Galicia 45%
Francia 159325 Andalucía 18%
Venezuela 118231 Canarias 36%
Alemania 83826 Andalucía 25%
Suiza 72014 Galicia 42%
Brasil 62592 Galicia 44%
México 50732 Madrid 19%
Reino Unido 44878 Galicia 22%
Estados Unidos 44820 Madrid 27%
Uruguay 40728 Galicia 69%
Total 1168638 Galicia 27%

La terc e ra dimensión es la del tipo de convo c at o rias en las


que pueden participar los emigrantes. Lo predominante en el
mundo es que tomen parte en la votación en la que se decide quién
va a gobernar, bien sea una elección parl a m e n t a riao presidencial,
según el sistema político existente en cada país. Lo habitual es que
estén ex cluidos de otras convocatorias, como las locales o subes-
t atales (caso de las autonómicas españolas) y de los referéndums
aunque existen todo tipo de combinaciones. Por ejemplo, en Italia
pueden votar en las legislativas, e u ropeas y re feréndums; en
Po rtugal, en presidenciales, legislativas, e u ropeas y referéndums
opcionalmente, pero no en las locales ni en las regionales, y en
D i n a m a rca participan en cualquier tipo de convocatoria. España
tiene ese mismo modelo, el de que no haya re s t ricciones para que
voten los emigrantes, que lo hacen en locales, autonómicas, legi s-
l at ivas españolas, e u ropeas y re feréndums. La única limitación
existente es la de las municipales, en las que los emigrantes tienen
que solicitar el voto, lo que provoca una drástica caída de la par-

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

ticipación. Los españoles del ex t e rior votan a los mismos candida-


tos que los electores de dentro de España, en la provincia o mu n i-
cipio de ori gen. No hay una circ u n s c ripción específica para los
residentes en el extranjero como se pedía desde Buenos A i res a
c o m i e n zos del siglo XX. En la actualidad existe en países como
Po rt u gal, Italia, Colombia, Ecuador, Cabo Ve rde y Cro a c i a .
Una cuarta perspectiva es la que ha centrado desde hace
años las discusiones en España, la del procedimiento de votación.
Hay cuatro posibilidades: en urna, por correo, por delegación y
mediante el voto electrónico. La más usada, con 54 casos sobre
114 en 2007, es la de la urna, utilizada por la práctica totalidad
de los países latinoamericanos, excepto México, y buena parte de
los del Este de Europa. La siguiente modalidad de más uso es la
postal, mayoritaria en la Europa Occidental. La del voto por
poderes se usa como complementaria en Francia, Bélgica y
Holanda, donde también se emplea el voto electrónico, al igual
que en Estonia. El voto en urna ofrece las mayores garantías de
transparencia, pero es caro y dificulta la participación. El voto
por correo es susceptible de manipulación, pero es más barato y
favorece la participación. En España, según establece el artículo
75 de la Ley Electoral, el sufragio de los emigrantes se efectúa
por correspondencia, a través del correo de cada país. Debe
enviarse como muy tarde el día anterior a la votación en España,
lo que desde algunos países no garantiza que llegue a tiempo para
el escrutinio. También es posible entregarlo, como muy tarde una
semana antes de la jornada electoral, en las oficinas consulares
españolas, lo que ofrece unas mayores garantías. Sin embargo,
esta opción sólo la usó en las legislativas de 2004 un 5,9% de los
españoles que votaron desde el extranjero, proporción inferior a

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Anxo Más de tres décadas de voto
LUGILDE emigrante (1976-2008)

la del 7,1% de cuatro años antes. Países como Dinamarca o Japón


emplean sus consulados y embajadas como oficinas postales, lo
que ofrece más garantías.
A ex c epción de las municipales, es más cómodo votar en
Buenos A i res que en Santiago de Compostela, porque el emigran-
te recibe en su casa directamente el sobre con todas las papeletas y
puede encargar a una terc e ra persona que se lo lleve a correos, ya
que en la práctica se incumple el requisito de que el envío sea cer-
tificado. Esta falta de control sobre la identidad de quien realiza el
envío y la presencia de personas ya fallecidas en el censo es lo que
provoca que puedan votar los muertos. Otras posibles irregularida-
des son el tráfico de sacas y la puesta en marcha de redes de reco-
lección de sufragios a cambio de dinero en zonas con una alta pro-
p o rción de emigrantes, tal y como publicó el diario argentino
A excepción de Clarín, con motivo de las autonómicas gallegas del 2005.
las municipales, La quinta dimensión a tener en cuenta, la del volumen de
es más cómodo votos, conecta directamente con la anterior, ya que cuanto menores
votar en Buenos son las garantías, mayor puede ser la participación si hay fuerzas
Aires que en interesadas en promoverla. A la hora de hacer valoraciones cuanti-
Santiago de tativas lo idóneo es tomar, en lugar del censo y de los clásicos por-
Compostela, por-
centajes de participación, la proporción de sufragios desde el
que el emigrante
extranjero sobre el total de votos emitidos, ya que como ya se ha
recibe en su casa
visto los criterios de elaboración y actualización del censo muestran
directamente el
grandes variaciones por países. Y esa proporción en Galicia es bru-
sobre con todas
las papeletas y tal, como puede verse en el cuadro 4, en comparación con las otras
puede encargar a comunidades autónomas y los casos de otros países. En cambio, en
una tercera perso- el contexto internacional, España ap a rece en una posición de nor-
na que se lo lleve malidad, con su entorno a un 1% de los votos totales emitidos desde
a correos. el extranjero, un porcentaje similar al de Francia, Polonia, Ecuador

274 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

o Colombia. En la tabla se observa que puede considerarse como


elevado todo porcentaje que supere el 2%, listón que rebasan
Asturias y Canarias, mientras Galicia con su 4,9% se aproxima a
Cabo Verde, un estado cuyas dos últimas elecciones presidenciales
se resolvieron en el exterior.

CUADRO 4: PROPORCIÓN DE VOTO EXTERIOR EN EL


VOTO TOTAL
País % exterior Comunidad exterior %
Cabo Verde 6,6 Galicia 4,9
Croacia 3,6 Asturias 2,6
Italia 2,6 Canarias 2,4
Perú 2,0 Castilla y León 1,5
Ecuador 1,2 La Rioja 1,2
España 1,2 Cantabria 1,2
Colombia 1,0 Madrid 1,0
Francia 0,9 Navarra 0,9
Polonia 0,9 País Vasco 0,8
R. Dominicana 0,6 Aragón 0,7
Portugal 0,3 Andalucía 0,7
Venezuela 0,3 Cataluña 0,6
México 0,1 Extremadura 0,6
Murcia 0,6
Illes Balears 0,5
C. Valenciana 0,5
Cast. La Mancha 0,4
Nota: Los datos de España corresponden a las legislativas del 2004 y
los de los otros países al período 2004-2007.

LOS RESULTADOS
El que convoca, gana. El viejo principio de la Restauración
española sigue vigente en la emigración española. Desde 1985,
desde que hay escrutinio por separado en las juntas electorales y

- 275
Anxo Más de tres décadas de voto
LUGILDE emigrante (1976-2008)

están por tanto disponibles los resultados completos del exterior,


siempre ha ganado el partido que ocupaba el Gobierno y que, por
tanto, tenía a su disposición las poderosas palancas de los minis-
terios de Asuntos Exteriores y Trabajo, este último relevante por
las pensiones no contributivas. Desde ese año, ganó siempre el
PSOE, menos en el 2000 y el 2004, cuando venció el PP.

CUADRO 5: RESULTADOS DE LAS LEGISLATIVAS


ESPAÑOLAS (1986-2004)
ELECCIÓN PSOE PP
Votos % Votos %
1986 23444 44,3 10652 20,1
1989 29675 49,6 7728 12,9
1993 75282 54,8 31818 23,1
1996 101110 55,6 51332 28,2
2000 84534 39,9 89076 42,1
2004 105925 35,8 131885 44,6

El impacto del exilio y la larga permanencia del PSOE en el


poder central a partir de 1982 convirtieron a la emigración en un
coto privado de los socialistas que sólo comenzó a queb ra rse en
1993 en Galicia, cuando Fraga se impuso por primera vez en unas
autonómicas en el exterior. Se trata de una victoria muy valorada en
las filas populares, porque supuso empezar a romper la hegemonía
socialista e introducir la competitividad en el voto exterior. Y esa
competencia, dadas las características del sistema español, sólo es
posible cuando se enfrentan dos gobiernos, el central por un lado y
el autonómico por el otro. Es lo que ocurrió en las gallegas del
2005, cuando Fraga bajó 19 puntos en la emigración frente a un
PSOE que subió 22, gracias a que en el 2004 Zapatero se había ins-

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Sacas de correos
con sufragios remi-
tidos por residentes
ausentes.

talado en la Moncloa. El fortalecimiento del PSOE en su regreso al


Gobierno central también se observa en Canarias, donde los socia-
listas ava n z a ron 10 puntos en las autonómicas del 2006, mientras el
PP bajaba otro tanto y Coalición Canaria caía 9, aunque ese último
descenso es atribuible, por lo menos en gran parte, a una escisión.
Coalición Canaria, gracias a las redes establecidas en Venezuela
desde el go b i e rno autonómico isleño, se convirtió en las legislativas
de 2004 en la tercera fuerza española en la emigración, por delante
de Izquierda Unida.

RESULTADOS AUTONÓMICOS EN CANARIAS Y GALICIA


CANARIAS GALICIA
Partido % de voto Partido % de voto
2007 2003 2005 2001
CC 54,6 63,6 PP 49,7 68,9
PSOE 24,7 14,0 PSOE 43,2 21,3
PP 08,4 18,0 BNG 04,7 06,3

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Anxo Más de tres décadas de voto
LUGILDE emigrante (1976-2008)

El recuento diferido de los votos de la emigración provoca


que genere una especie de segunda vuelta si el resultado en la
noche electoral en territorio español ha sido ajustado. Se da así la
paradoja de que hay varios días de tensa espera por los sufragios
de unos emigrantes que en realidad votaron antes que los residen-
tes en España, porque para que sean válidos tienen que enviar sus
papeletas como muy tarde la víspera de la jornada electoral. Así
en la práctica la función de los emigrantes en el sistema político
español consiste en refrendar o modificar el resultado de España,
como sucedió con el agónico recuento de las autonómicas galle-
gas de 2005, las de la derrota de Manuel Fraga, cuando hubo que
esperar ocho días para saber quién gobernaría la Xunta durante
los cuatro años siguientes, fruto del retraso del escrutinio. El PP
estaba en Pontevedra a 8.160 votos del diputado que le daría la
mayoría absoluta, pero acabó, tras el recuento de la emigración,
a 24.904. Este escrutinio de Pontevedra fue una repetición del de
1985, cuando el PP aspiraba arrebatarle al PSG-EG uno de los
dos escaños que le faltaban para la mayoría absoluta. En primera
instancia lo logró, pero después lo perdió por las impugnaciones
de mesas de territorio gallego. En cambio, en 1986, en Almería,
el PSOE le quitó un escaño al PP gracias a la suma del voto emi-
grante y de las reclamaciones. Ese mismo procedimiento fue el
que en el 2004 le dio a los populares un eurodiputado a costa de
la coalición Galeuscat.
Como resultado directo del recuento de la emigración se
han producido hasta ahora al menos seis cambios de escaños auto-
nómicos: en A Coruña en 1997, en Murcia en 1999, en Canarias
en 1999 y 2003, en León en 2003 y en Castellón en 2007. El caso
de Canarias de 2003 provocó también el baile de un escaño del

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SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Senado, que pasó del PSOE a Coalición Canari a , lo que constitu-


yó la hasta ahora única alteración en la composición de las Cort e s
G e n e rales producto del recuento del exterior. Pe ro es más signifi-
c at ivo el de Castellón, porque esa provincia es la segunda, t ra s
Ciudad Real, con menor porcentaje de censo electoral en el
ex t ra n j e ro. Así que el voto emigrante hizo cambiar de manos un
escaño porque la dife rencia en España era muy pequeña.

EL DEBATE
En la tarde del 11 de septiembre de 2001, mientras caían
las torres en Nueva York, el Congreso de los Diputados debatió
una proposición de ley del BNG para implantar el voto en urna
en el extranjero. Fue rechazada por el PP, mientras el PSOE la
apoyaba. En 2005, cuando los socialistas ya habían vuelto a la
presidencia del Gobierno, el Bloque volvió a presentar la misma
proposición, rechazada esta vez con el voto en contra del PSOE,
mientras el PP se abstenía. Ya en la oposición, los populares fue-
ron sumándose gradualmente a la reivindicación del voto en urna,
posibilidad que en el Gobierno descartaba de plano, mientras el
PSOE hacía el recorrido contrario, aunque mantenía el compro-
miso de implantar el sufragio personal que demandaba cuando no
estaba en el Gobierno. Esa promesa adquirió el rango de ley en
el Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior, en cuyo
artículo 4, además de establecer que los emigrantes pueden par-
ticipar en todos los procesos electorales españoles, se apuesta por
la utilización de la “urna u otro medio técnico”, como el voto
electrónico. Éste resolvería el problema de las elecciones al
Congreso, en las que hay 52 circunscripciones, lo que obligaría a
poner 52 urnas o, simplemente, un ordenador.

- 279
Anxo Más de tres décadas de voto
LUGILDE emigrante (1976-2008)

Las promesas de voto en urna acumulan en España una


considerable antigüedad. Ya en 1984 el Gobierno de Felipe
González, a través de la directora general del Instituto de la
Emigración, Maite Iza, anunciaba que se iba a implantar el sufra-
gio personal en consulados y embajadas. El propio PP lo propu-
so en 1990 en el Senado, a través de una proposición de ley que
fue rechazada. Desde que el BNG entró en las Cortes en 1996, la
demanda del voto en urna fue una de sus constantes en la acción
parlamentaria. En el 2005, en las vísperas del polémico recuento
de Pontevedra, PP, PSOE y Bloque coincidían en demandar la
puesta en marcha del sufragio personal. Los socialistas, a través
de su secretario de Organización, José Blanco, anunciaban la
inminente presentación del proyecto de reforma de la ley electo-
ral. Sin embargo, no lo tramitaron en toda la legislatura. Pero en
abril del 2007, con motivo de las elecciones municipales, Blanco
dio un vuelco a la discusión cuando expresó su “reflexión” de
que los emigrantes sólo debían participar en las legislativas espa-
ñolas, para elegir a sus propios diputados como en Italia o
Portugal, lo que obligaba a modificar la Constitución y retrasaría
todavía más la re fo rma. Su “ re fl exión” fue re chazada por
Touriño, pero recibió el aplauso del Bloque. El BNG, que siem-
pre fue reticente al voto emigrante y también fue el más castiga-
do por éste en Galicia porque apenas tiene apoyo en el exterior,
se sumó a la vía de Blanco al proponer oficialmente que sólo
voten en las legislativas españolas y que lo hagan únicamente los
que vivieron en algún momento en España. La posibilidad de que
los nietos de emigrantes recuperen masivamente la nacionalidad,
lo que volvería a disparar el censo, enrareció todavía más el deba-
te y generó en Galicia la coincidencia de PP, PSOE y BNG sobre

280 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

la necesidad de suprimir el voto de los emigrantes en las munici-


pales, lo que choca con el Estatuto de la Ciudadanía y generó la
censura del Gobierno central. En esta discusión, cada vez más
enmarañada y mientras los puntos de la legislación denostados
por todos los partidos permanecen inalterables, terciaron los emi-
grantes españoles de Argentina en un manifiesto conjunto de
2007 en el que rechazaban cualquier limitación del ejercicio del
sufragio y demandaban la reforma del procedimiento de emisión
para garantizar su limpieza.

CONCLUSIONES
El debate sobre la participación política de los emigrantes
es una constante de la historia contemporánea española, si bien
alcanzó sus máximas cotas de atención a comienzos del siglo
XXI ante la posibilidad de que algunos procesos electorales,
como las autonómicas gallegas, se pudieran decidir a 10.000
kilómetros de distancia, en Argentina, casi medio siglo después
de que terminase el éxodo hacia América y cuando España se
había convertido ya en un país receptor de inmigrantes. A esta
situación se llegó debido a las decisiones adoptadas por la elite
política española a partir de 1976, sin que se pueda culpar a los
propios emigrantes, que aparecen como las víctimas de un endia-
blado proceso que los convierte periódicamente en el eje de las
iras de sus compatriotas del interior que no entienden como unas
elecciones se pueden resolver en el extranjero sin ninguna garan-
tía de transparencia en la emisión del sufragio.
En la Transición, el Gobierno de Adolfo Suárez decidió
extender al extranjero el procedimiento de voto postal previsto
para el interior, lo que propició a la larga que la responsabilidad

- 281
Anxo Más de tres décadas de voto
LUGILDE emigrante (1976-2008)

de supervisar el proceso electoral recayese en empresas de corre-


os extranjeras, sobre las que España no tiene ninguna potestad
sancionadora. También se estableció el voto para todo tipo de
convocatoria, sin ninguna reflexión previa de su impacto en el
sistema político, y en 1995 se determinó que los anticuados regis-
tros de matrícula consular se volcasen en los censos electorales,
que se llenaron de muertos, lo que obligó a efectuar laboriosas
depuraciones. Las promesas de reforma han chocado siempre con
la tentación de la fuerza gobernante en cada momento de aprove-
char al máximo las grandes ventajas que le concede el sistema,
gracias al principio de que quien convoca, gana, por lo menos en
las legislativas españolas.
Todos estos hechos han provocado un creciente hartazgo
en la ciudadanía, especialmente en la zona más afectada, Galicia,
en la que la opinión pública ha girado hacia una posición de
rechazo al voto de los emigrantes. En este contexto, resulta cada
vez más urgente la reforma de los procedimientos de votación y,
en una segunda pero inmediata fase, el estudio de en qué convo-
catorias deben participar los españoles residentes en el extranje-
ro, de forma que se racionalice el voto, a fin de convertirlo en un
mecanismo de integración de la población del exterior, en lugar
de un elemento de conflicto como es en la actualidad.

282 -
SITUACIÓN ACTUAL
Y RECORRIDO
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284 -
Memorial de Ramón Villares (Cazás-
Xermade. Lugo, 1951). Desde
2006 es miembro de número
las migraciones de la Real Academia Galega y
Presidente del Consello da
Cultura Galega.
Miembro del consejo asesor
de diversas revistas especiali-
zadas, como Análise Social,
Ramón VILLARES Ler História, Ayer o Historia
Social, ha sido presidente
Catedrático de Historia Contemporánea de la durante seis años de la
Universidad de Santiago de Compostela, institución Asociación Española de
de la que ha sido Rector en los años 1990-1994. Historia Contemporánea y
forma parte del consejo edito-
rial de Marcial Pons,
Ediciones de Historia.
Especializado en historia
social agraria e historiografía,
es autor de numerosas publi-

N
o es preciso recordar cuan importante ha sido y caciones, entre las que mere-
sigue siendo, en la actualidad, el hecho migratorio. cen destacarse libros como La
propiedad de la tierra en
Muchos millones de personas han abandonado su Galicia, 1500-1936 (Siglo XXI,
1982), Señores y campesinos
lugar de origen en busca de un destino nuevo. Lo hicieron los en la península ibérica
europeos en dirección a las “nuevas Europas”, especialmente (Crítica / Consello da Cultura,
1991), Figuras da nación (E.
la América del norte y el Río de la Plata, en el siglo XIX y Xerais, 1997), El mundo con -
temporáneo (Taurus, 2001),
primeros decenios del XX. Lo hicieron los asiáticos orienta- Historia de Galicia (Galaxia,
les, también en dirección a la costa oeste del continente ame- 2004), Galicia, siglo XX (La
Voz de Galicia, 2005) o Clío
ricano, fuese hacia Perú o hacia la costa oeste de los Estados nas ondas. De libros, persoas
e sazóns (tresCtres Editores,
Unidos. Lo siguen haciendo en los tiempos presentes, con Santa Comba - A Coruña,
diferentes destinos, los habitantes del continente africano y, 2007).

de forma muy masiva, los habitantes americanos desde el río


Grande a la Tierra de Fuego, en este caso en dirección de muy
diferentes Eldorados, sean los Estados Unidos de América o
sean los países de Europa occidental. La propia España, que
Ramón Memorial de
VILLARES las migraciones

ha sido un país de mediana intensidad migratoria, ha recibido en los


últimos diez años tantos inmigrantes como emigrantes que habían
salido en dirección a América durante los siglos XIX y XX.
Las migraciones son, pues, consustanciales con el mundo con-
temporáneo, en el sentido que se han hecho masivas y en cierto modo
estructurales. El hemisferio occidental es inseparable, al menos en los
últimos ciento cincuenta años, de los flujos migratorios, tanto de sali-
da (Europa) como de llegada (América primero y, luego, también
Europa). De la presencia de contingentes de emigrantes están reple-
tas las ciudades de ambos continentes, desde São Paulo o Buenos
Aires a San Francisco o Nueva York, desde Madrid o Barcelona hasta
París, Marsella, Londres o Berlín. En el cine y la música, en la coci-
na o la arquitectura, la huella de la migración se encuentra a cada
paso, constituyendo de este modo un mundo global cada vez más
mestizo y amalgamado de razas, lenguas y religiones. También de
algunos problemas, que derivan en expresiones de racismo y de into-
lerancia, que el estudio de la historia de la emigración puede ayudar
a evitar o, en todo caso, a comprender algo mejor.
Los flujos migrat o rios no han sido, sin embargo, ni homo-
géneos en el tiempo ni en el espacio. Existen períodos especial-
mente intensos en las salidas de emigrantes hacia destinos ciert o s
y conocidos y también existen regiones –más que propiamente
estados nacionales– que se cara c t e rizan por su condición de ser
zonas de emigración. Tampoco es regular la intensidad migrat o ria
desde la pers p e c t iva tempora l , sino que depende de los fa c t o res de
expulsión y, s o b re todo, de at racción en el lugar de destino. En
todo caso, p a ra lo que aquí nos import a , conviene acotar nu e s t ra
m i rada en el periodo de la emigración masiva hacia América
desde finales del siglo XIX hasta la década de los treinta en el

286 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

siglo XX. Esta acotación ayuda a entender el hecho de que, al


menos desde la perspectiva de los países de salida, la perc epción
del fenómeno migrat o rio está más vinculada a ex p e riencias regi o-
nales que a las propiamente estatales.
El caso de la península Ibérica es meridianamente claro a
este respecto, pues es en sus regiones norteñas y en sus islas, medi-
terráneas y atlánticas, donde se ha concentrado la mayor intensidad
de la emigración americana. Las regiones de Galicia, Asturias y la
Montaña, pero también las de Cataluña o Castilla la Vieja han sido
los lugares con mayor arraigo migratorio en dirección transoceáni-
ca, fuese a Cuba o a la zona del Plata. Y algo parecido se puede
decir de Portugal, donde las regiones miñota y duriense son las prin-
cipales contribuyentes al éxodo migratorio portugués hacia Brasil.
Pero también en España y Portugal se rep roduce un esquema aná-
logo en sus islas, pues tanto Baleares y Canarias como las Azores
experimentaron una gran tendencia migratoria en la época contem-
poránea.
Esto quiere decir que, además de regional, la emigración es
un hecho bastante selectivo territorial y socialmente. No todos emi-
gran por igual ni en las mismas direcciones. Se podría decir, sin caer
en el simplismo, que no emigra quien quiere, sino quien puede. Se
sabe que el hecho migratorio se ve estimulado tanto o más que por
la pobreza, por las transformaciones que experimentan las socieda-
des de partida de los emigrantes, ge n e ralmente por un intenso pro-
ceso de desagrarización o de abandono del campo. Estas transfor-
maciones, que en general se han debido a la difusión de procesos de
industrialización, fueron claramente perceptibles en el continente
europeo durante la edad dorada de las migraciones, la segunda
mitad del siglo XIX y primer tercio del XX.

- 287
Ramón Memorial de
VILLARES las migraciones

Asturianos en Cuba.

Sea cual sea la dimensión espacial o temporal de la emi-


gración, lo cierto que se trata de un hecho cargado de experien-
cias de muy diverso alcance. Son normalmente experiencias de
tipo personal o familiar que también se extienden hacia ámbitos
más amplios. Dado que se trata de experiencias individuales,
pero también colectivas, la percepción que se forja del hecho
migratorio es muy plural y, sobre todo, bastante cambiante en el
tiempo. No es lo mismo explicar la emigración cuando se produ-
ce, que hacerlo desde una cierta lontananza temporal. Cambia la
percepción, pero no se borran los recuerdos que, ya superada la
fase crítica de la emigración, adquieren otra dimensión.
Comienza la reconstrucción del proceso sobre los escombros
producidos por la suma de millones de experiencias individuales.
Y una fase necesaria de esa reconstrucción es la de fijar la memo-
ria colectiva del proceso migratorio, como un punto de encuentro
de tantas vivencias personales. La emigración deviene, de este

288 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

modo, en un “lugar de memoria”, tanto en el sentido físico de un


espacio concreto (del que luego hablaremos) como en un espacio
referencial y, por tanto, de alto valor simbólico.
Pero considerar la emigración como un “lugar de memo-
ria” exige tener en cuenta muchos matices y niveles. Una simple
descripción de algunos de ellos ayudará a comprender esta diver-
sidad de planos. Desde luego, el primer nivel de memoria de la
emigración es el entorno familiar. Es quizás el más permanente y
el más atendido por los propios emigrantes, pero también por los
familiares y vecinos que se han quedado en su lugar de origen.
Dado que la información ha sido uno de los factores básicos que
explican el propio proceso migratorio, es evidente que este es un
campo en el que la memoria está más viva y ha sido más estable.
Baste considerar el enorme caudal de información contenida en
los epistolarios y noticias de los viajes de los emigrantes, así
como en las noticias que en publicaciones de dimensión pura-
mente local se han publicado a un lado y otro del Atlántico. Uno
de los libros más influyentes que se hayan publicado nunca sobre
la sociología de la emigración fue, justamente, el compilado por
los polacos Thomas y Zaniecki, hace casi noventa años, que se
basaba de forma específica en epistolarios de inmigrantes pola-
cos en los Estados Unidos que mantenían una relación frecuente
con sus familias.
Aunque la conservación de este caudal informativo es muy
desigual y, en muchos casos, ha sido destruido o permanece en el
olvido, ejemplos de esta literatura epistolar han sido muy frecuen-
tes desde entonces en países como Italia, donde se han publicado
numerosos libros con base en los epistolarios procedentes de lo que
popularmente se llamaba “Mérica”. Y en los últimos años, también

- 289
Ramón Memorial de
VILLARES las migraciones

han aparecido en Galicia diversas colectáneas de “cartas de emi-


grantes”, estudiadas por Raúl Soutelo y Xosé M. Núñez Seixas, que
p e rmiten abrigar esperanzas de que este acervo documental se
incrementará en el futuro. En todo caso, los epistolarios son uno de
los soportes de la experiencia migratoria, pero no el único. Otro
venero memorialístico de enorme valor es el fotográfico que, des-
pués de haber sido patrimonio casi exclusivo de las familias,
comienza ahora a formar parte de colecciones públicas y servir de
soporte de importantes exposiciones sobre el fenómeno migratorio.
El impulso que la emigración ha dado a la fotografía es difícil de
sobrevalorar.
La memoria de la emigración no se agota en el ámbito fami-
liar, sino que se extiende al comunitario o parroquial. La constitu-
ción de sociedades de emigrantes en los países de destino, con fre-
cuencia de dimensión parroquial o municipal, no sólo ha tratado de
institucionalizar la memoria de la emigración, sino que ha tenido
resultados muy copiosos en lo que podríamos llamar la “monumen-
talización” de la emigración. Así como los grandes hechos políticos
o militares, cuando no las virtudes personales de figuras individua-
les, han encontrado en la época contemporánea su expresión en
monumentos o estatuas, la emigración se ha visto reflejada en una
memoria “construida” que generalmente pasa desap e rcibida: escue-
las o parques públicos promovidos por los emigrantes, casas de
indianos, cab e c e ras de prensa que en su mismo título invocaban su
estrecha relación con la emigración e, incluso, instituciones cultura-
les sufragadas por el dinero de los emigrantes.
La prensa que ha generado la emigración ha sido enorme,
justamente por la necesidad de comunicar ambas orillas del océano
atlántico. Para ceñirnos al caso mejor conocido de Galicia, baste

290 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

pensar que cientos de periódicos o revistas se publicaron en las


grandes capitales que acogieron importantes colectividades de emi-
grantes gallegos (La Habana, Buenos Aires, Caracas, México,
Montevideo), pero también fue la emigración la que impulsó la
publicación de cientos de periódicos o revistas dentro de la propia
Galicia, desde sus principales ciudades (Vida Gallega, en Vigo, o
Alfar, en Coruña, podrían ser dos buenos ejemplos) a las villas e
incluso aldeas (desde El Emigrado de A Estrada hasta El Progreso
Murés, en la parroquia de Muras-Lugo)
Además de todo ello, hay que recordar la importancia que ha
logrado la emigración en el ámbito de la literatura, la arquitectura,
la música o el cine, por citar sólo algunos ejemplos. La “literaturi-
zación” de la emigración ha tenido en el caso de Galicia algunos
ejemplos importantes, desde los clásicos textos de Castelao o Lesta
Meis, hasta los más recientes de A l f redo Conde o de Miguel Barnet.
Y sin entrar en el campo de los personajes propiamente literarios,
hay que recordar la enorme cantidad de clichés y estereotipos que
se han acuñado sobre el emigrante, especialmente en los países de La prensa que ha
destino, desde los chistes de gallegos o las acepciones despectivas generado la
del mismo, hasta el teatro popular y la caricatura satírica. La revis- emigración ha
sido enorme,
ta bonaerense Caras y Caretas, que está siendo analizada actual-
justamente por la
mente por un equipo de investigación dirigido por la profe s o ra
necesidad de
argentina Maria Rosa Lojo, es un buen ejemplo de esta dimensión
comunicar ambas
popular en la construcción de la contrafi g u ra del emigrante. Se trata
orillas del océano
de un modo de construir su propia memoria, aunque sea de forma atlántico. Cientos
negativa o denigratoria. de periódicos o
Estas breves referencias pueden ser suficientes para hacerse revistas se
una idea de la enorme dimensión que tiene la memoria de la emi- publicaron en las
gración, tan difusa como el propio hecho migratorio. Ahora bien, de grandes capitales.

- 291
Ramón Memorial de
VILLARES las migraciones

lo que se trata es de construir un verdadero “lugar de memoria” de


la emigración, considerada como un hecho masivo y de una dimen-
sión al menos regional. Construir centros de referencia de la memo-
ria migratoria tiene, en la perspectiva actual del diálogo intercultu-
ral, enormes ventajas. De entrada, reconoce la importancia de las
migraciones como un hecho decisivo del mundo contemporáneo.
Favorece procesos actuales de integración social y cultural y, sobre
todo, ayuda a crear una conciencia de la diversidad y de respeto
hacia el otro, que se puede lograr justamente a través de la musea-
lización de las viejas experiencias migratorias.
Esto es lo que explica la necesidad de pensar en museos o
archivos de la emigración, de Casas de Indianos o de Memoriales
de las Migraciones. Aunque sea difícil de creer, conviene saber que
esta conciencia sobre la necesidad de fundar centros de estudios y
museos de la emigración es más reciente de lo que pudiera pensar-
se. Prácticamente no ha sido hasta la década de los ochenta del siglo
pasado cuando se fundaron los principales museos de emigración
del mundo, sobre todo en los países de destino. Hay que reconocer
que, en este punto, es ex p l i c able que sea en los países de destino
donde florezcan con mayor vigor estos centros memoriales de la
emigración, porque los recuerdos de la llegada son una de las mat ri-
ces de las nuevas identidades forjadas en los lugares de arribada.
Baste pensar en los museos de Ellis Island en la bahía de Nueva
York (EE.UU.), el Memorial do Inmigrante en São Paulo (Brasil) o
del Museo de la Emigración Gallega, en Buenos Aires (Argentina),
entre otros ejemplos posibles (Montreal, Melbourne…), para darse
cuenta del interés con que estos grandes centros de recepción de
emigrantes se han tomado este asunto. La verdad es que se trata de
museos que se rigen por los criterios de la “industria del ocio o del

292 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

Museo de la
Emigración en el
puerto de Buenos
Aires, antes, Hotel de
la Emigración.

turismo”, p e ro que también desempeñan un papel esencial en el


recuerdo activo del fenómeno migratorio.
La constatación de que es más vigorosa la memoria de la
inmigración que de la emigración es una buena pista de la imagen
que el hecho migratorio ha creado. Las salidas tienden a olvidarse
o a considerarse como una opción individual, lo que de forma
implícita sugiere que las sociedades emisoras de emigrantes se des-
entienden del problema o lo consideran algo secundario. La percep-
ción de la emigración como un fracaso, individual o colectivo, es
quizás una de las causas que explican este olvido. Pero que haya
este déficit no debe suponer que no se deba afrontar, ahora que en
Europa se vive una oleada de nuevos inmigrantes, el reto de dar un
nuevo estatuto a la antigua (y nueva) emigración. Esta conciencia se
ha acelerado en la década de los noventa del siglo pasado y conti-
núa con gran fuerza en estos años recientes. Algo está cambiando
en la mentalidad europea que pone de relieve que la memoria de la

- 293
Ramón Memorial de
VILLARES las migraciones

emigración no ha prescrito y que, aunque tardíamente, se está en


proceso de recuperación.
En diversos países europeos están apareciendo, justamente
ahora, muchas iniciativas de museos de la emigración o de las
migraciones, como sucede en Italia, donde se está lanzando actual-
mente el proyecto de crear un Museo Nacional de la Emigración, a
p a rtir de numerosas experiencias regionales o locales (Sicilia,
Liguria, Véneto…). En Francia, país de inmigración más que de
emigración, se está planeando la creación de un gran museo de las
migraciones, que será alojado, curiosamente, en el viejo pabellón
c o n s t ruido en 1930 para acoger una Exposición colonial, lo que
supone toda una lección de cómo muda la mirada de una cultura
sobre su propia historia. Y en Alemania, por cuyos puertos salieron
millones de emigrantes de la Mitteleuropa, acaba de ser abierto en
2005, con gran éxito y premios internacionales, un museo de la
emigración en el puerto báltico de Bremerhaven, que, como el de
Ellis Island, contiene millones de registros de los emigrantes que
dejaron Europa a través del puerto de Bremen.
En España, aunque con algún retraso, se están perfilando
también iniciativas de este estilo. Por poner algunos ejemplos pró-
En diversos
ximos y bien conocidos, este es el caso de instituciones como el
países europeos
asturiano Archivo de Indianos, ubicado en un caserón indiano en la
están
villa oriental de Colombres, el Museo de la Inmigración sito en la
apareciendo,
ciudad catalana de San Adriá del Besós o, en otra dirección, el pro-
justamente
ahora, muchas pio Arquivo da Emigración Galega, establecido desde hace quince
iniciativas de años en el seno del Consello da Cultura Galega. También en la ciu-
museos de la dad de Zamora, con apoyo de las instituciones locales y autonómi-
emigración o de cas de Castilla y León, está perfilándose una institución análoga
las migraciones. sobre la vida de los emigrantes castellanos a América.

294 -
SITUACIÓN ACTUAL
Ciudadanos Y RECORRIDO
españoles en el mundo HISTÓRICO

El ejemplo de Galicia puede servir de ilustración de cuanto


estamos diciendo, no sólo de la necesidad de reconocer la importan-
cia del hecho migratorio, sino también de la oportunidad que puede
tener en estos momentos el plantearse una iniciativa como esta.
Además de oportuna, sería un acto de justicia histórica para los
millones de emigrantes que han recorrido todo el mundo sin dejar
de ser o reconocerse como gallegos. Pero además sería la mejor
contribución, desde una experiencia particular, a un diálogo inter-
cultural y a la concienciación sobre la diversidad que ahora está
poniendo sobre el tapete la enorme oleada de inmigrantes que está
llegando de nuevo a Europa y, de fo rma muy especial, a España.
Sería casi superfluo llamar la atención sobre la importancia
que el hecho migratorio ha tenido en la configuración de la Galicia
contemporánea. Casi ninguna actividad de la sociedad gallega ha
quedado al margen de la influencia de la emigración, sean los cam-
bios agrarios producidos en el primer tercio del siglo XX (especial-
mente, en la masiva propietarización del campesinado parcelario),
sea en el crecimiento del sector terciario en las ciudades, en la vida
cultural y educativa e incluso en la regeneración política. Esta afir-
mación está actualmente sostenida por una gran cantidad de inves-
tigaciones que una “nueva historia de la emigración” está llevando
a cabo a una y otra orilla del Atlántico. Pensemos en los trabajos de
Fernando Devoto o de Carlos Moya en Argentina o de X. M. Núñez
Seixas, Alexandre Vázquez o José A. Vidal desde la perspectiva
gallega. Frente al paradigma dominante durante muchos años de
considerar la emigración como un fracaso, se abre una imagen
mucho más optimista del fenómeno de la ida y del retorno de los
emigrantes. Una de las claves está, justamente, en los efectos de
retorno de la emigración.

- 295
Ramón Memorial de
VILLARES las migraciones

Y aquí se engarza la aparición de iniciativas como el Arquivo


da Emigración Galega, que responde al objetivo de dar forma ins-
titucional a todo el patrimonio material e inmaterial de la emigra-
ción, que permita de ese modo considerarla como un “lugar de
memoria” central en la confi g u ración de la Galicia contemporánea.
Recuperar ese patrimonio no es un trabajo estrictamente arqueoló-
gico o de preservación fetichista de una documentación (actas, car-
tas, fotos, publicaciones), sino que constituye un soporte fundamen-
tal para alentar los estudios migratorios y, sobre todo, permite hacer
visible, más allá de las experiencias individuales, la dimensión de la
emigración como un hecho que marcó estructuralmente a Galicia.
Ciertamente, este objetivo no se agota en la aparición de un
archivo documental –aunque bien específico–, sino como un puen-
te que nos ha de llevar a otros cometidos muchos más ambiciosos,
como el de la fundación de un Museo de la Emigración, que actúe
como el epicentro institucional de ese “lugar de memoria” que
reclamamos para la emigración gallega contemporánea, especial-
mente la producida en dirección al continente americano que ha
sido la que mayor poso ha dejado, hasta ahora, en el imaginario del
hombre común gallego. Como sucede en otras partes de Europa,
afrontar la construcción de un auténtico museo de la emigración no
es sólo un acto de justicia con el esfuerzo de millones de emigran-
tes, sino una ocasión para construir una nueva mirada sobre los flu-
jos migratorios, más comprensiva y menos excluyente. Lo que no
empece, ni mucho menos, la posibilidad de que, en futuro, suceda
en España algo similar a lo acontecido en Italia, donde el museo
nacional de las migraciones es el resultado de una larga experiencia
museística regional y local.

296 -
Apéndice

Ley 40/2006, de 14 de diciembre,


del Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior

JUAN CARLOS I 3. Durante los siglos XIX y XX, en


REY DE ESPAÑA d i versos períodos, se produjeron oleadas de
exiliados políticos de distintas orientaciones
A todos los que la presente vieren y enten- y signos; asimismo, como consecuencia de la
dieren. Sabed: Que las Cortes Generales Guerra Civil española y de la dictadura, a
han aprobado y Yo ve n go en sancionar la si- partir de 1939 comienza a producirse un
guiente Ley. éxodo de refugiados políticos y una emigra-
ción de carácter económico a otros países,
EXPOSICIÓN DE MOTI VOS motivada por las duras circunstancias de la
p o s g u e r raque se viven en España, y atraída
I por las buenas perspectivas de trabajo y el
1. La emigración española ha cons- mayor nivel de vida derivado del crecimiento
tituido un fenómeno político, social y econó- económico existente en esos países.
mico que ha caracterizado nuestra histori a , El exilio, como consecuencia de la Gu e-
acentuándose desde la segunda mitad del si- r ra Civil española y la dictadura significó, sin
glo XIX hasta más allá de mediados del siglo duda, una pérdida para el desarro llo econ ó-
XX. mico, cultural y social de España. En sentido
2. Las pri m e ras leyes sobre la emi- i nve r s o, los países que acogieron a los re f u-
gración, que datan de 1907 y 1924, nacieron giados españoles pudieron beneficiarse con
con el mero objetivo de pro clamar la libertad la formación académica, c i e n t í f i ca y profe-
de emigración y de propiciar los desplaza- sional de los exiliados.
mientos de los españoles al extra n j e ro, sin 4. La Ley 93/1960, de 22 de di-
que se contemplasen medidas específicas de ciembre, de Bases de Ordenación de la Emi-
p rotección una vez instalados en el país de g ración y el Decreto-ley 1000/1962, de 3 de
acogida. mayo, que aprueba el texto articulado de di-

- 297
Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior

cha Ley, e l a b o rados durante el régimen de pansión industrial de España en los años se-
dictadura, i g n o ran la existencia de cientos de senta y setenta.
miles de exiliados en Europa e Ib e roamérica, 8. De forma paralela a estos efectos
si bien es cierto que marcan un cambio de beneficiosos, la realidad de la emigración y
criterio en el enfoque de la corriente migra- del exilio exige poner también de relieve las
toria. c onsecuencias negativas para los tra b a j a d o-
5. Las ra zones de este cambio obe- res emigrantes, los exiliados y sus familias
decen a la voluntad de regular la emigración d e rivadas del desarra i go social y cultural de
de la población española y, al mismo tiempo, España, c onsecuencia política del régimen
impulsarla. A resultas de ell o, se mantendrá f ranquista surgido de la Gu e r raCivil, de las
con un crecimiento con s t a n t e, hasta 1967, dificultades de inserción social y laboral en el
aquel fenómeno migratorio, -fundamental- país de acogida y de los problemas que habí-
mente dirigido hacia los países europeos más an de abordar en su proyecto de re t o rnar a
desarrollados-, que había comenzado a pro- España y, en algunos casos, de la represión
ducirse hacia 1959. p o l í t i casufrida en el país de acogida.
6. Los factores que determinan este 9. Mención especial cabe hacer de
desplazamiento masivo de trabajadores al las mu j e res que tuvieron que emigrar, casi
exterior en pleno régimen franquista son, siempre en el contexto de un traslado fami-
por una parte, el notable incremento demo- liar, padeciendo la doble jornada de tra b a j o
gráfico de España que prov o ca un excedente doméstico y del trabajo fuera de la casa. A la
de mano de obra que las estru c t u ras econ ó- d i s c riminación de género, se unía la vulnera-
micas, basadas en una econ omía rural y de bilidad de la mujer emigrada que estaba fue-
e s casa industri a l i zación no pueden absorber ra de su país.
y, por otra, la expansión industrial y el cre c i- Son varias las genera c i ones de mujeres
miento económico de los países europeos. que han vivido la parte más difícil de la emi-
7. La emigración de la década de gración o del re t o rno y para las que el tiempo
los años sesenta, así como la de las décadas del cambio social pareciera haber llegado de-
anteri o re s , tuvo efectos beneficiosos, tanto masiado tarde. Por ell o, necesitan de una
p a ra el trabajador, que tenía la posibilidad de atención especial y reforzada que compense
obtener un empleo mejor remu n e rado y de el desequilibrio vivido y que les permita -
mejorar su cualificación pro fesional y sus junto con las más jóvenes- la incorporación y
condiciones de vida, como para el crecimien- el disfrute pleno de los dere chos que pro p i-
to económico de España, ya que la entra d a cian las re f o rmas legislativas a favor de la
de divisas enviadas por los emigrantes per- igualdad que se producen en España.
mitió sufragar parte del déficit com e rcial y 10. La última Ley en materia de
equilibrar la balanza de pagos, facilitando las e m i g ración ha sido la Ley 33/1971, de 21 de
importaciones de bienes de equipo destina- julio, q u e, si bien continúa orientada al fo-
dos a la modern i zación de las empresas. Esta mento de la emigración y mantiene el silen-
situación con t ribuyó en gran medida a la ex- cio sobre el exilio, introduce la novedad de

298 -
Ciudadanos
españoles en el mundo

poder acogerse a planes, operaciones y pro- gración: el regreso o retorno de los españoles
g ramas para facilitar el desplazamiento y el e m i g rantes y sus familias a nuestro país, de-
acceso al empleo en el país de acogida. Esta bido, en gran medida, a la recesión económi-
Ley introdujo, igualmente, ayudas de carác- ca que sufre Europa en los años setenta, así
ter social, e d u cativo y cultural, así como me- como a la crisis económica que atraviesan
didas dirigidas a la formación profesional e d e t e rminados países de Iberoamérica. A pe-
i n t e g ración laboral tanto para los emigra n- sar de que este proceso tiene lugar en un
tes, como para los retornados. c ontexto económico favorable para España,
11. Junto a las actuaciones desarro- no se adoptaron las medidas necesarias para
lladas desde el ámbito público, ha de desta- atender integralmente a dicho retorno.
carse el importante papel desempeñado por 13. La emigración cuenta con una
los centros y asociaciones de emigra n t e s , en larga tradición en materia de órganos cole-
ocasiones corrector de la ca rencia pública . El giados de part i c i p a c i ó n . Desde que en 1888
movimiento asociativo, creado por los espa- se crearon las llamadas Juntas de Emigra-
ñoles en los países de acogida, con el objetivo ción hasta que en 1987 se instituye ron los
fundamental de la asistencia y socorro mu- actuales cauces de participación institucional
tuo, constituye hoy en día un instrumento de los españoles residentes en el extranjero, a
vertebrador de las comunidades de españoles lo largo de todo el período, casi ininterrum-
en el exteri o r, imprescindible para ca n a l i zar y pidamente, se han configurado dife re n t e s
materi a l i zar las actuaciones de apoyo y aten- órganos de participación en materia emigra-
ción desarrolladas por las distintas Ad m i n i s- t o ri a , de diversa natura l eza , f u n c i ones y
traciones Públicas a favor de los españoles en composición.
el exterior y de los retornados. La participación institucionalizada en
En 1993 se publica el Real Decre t o m a t e ria de emigración se canalizó en primer
728/1993, por el que se establecen las pen- término a través de la constitución de cauces
siones asistenciales por ancianidad a favor de en dos niveles: el local, dentro de España,
los emigrantes españoles: se trata de la medi- con la denominación de “Juntas de Emigra-
da de mayor alcance en la protección de los ción” establecidas en las provincias españolas
españoles que viven fuera de España, que del litora l , más tarde llamados “Pa t ronatos
g a ra n t i za a los mayo res españoles del exte- Locales de Emigración” o, en el exteri o r, en
rior el mismo nivel de vida del que disfrutan el ámbito de las demarca c i ones con s u l a res,
los residentes en nuestro país. los “Patronatos de Emigrados Españoles”, y
12. Además de esta breve reseña so- posteriormente “Juntas Consulares de Emi-
bre la evolución de la emigración española y gración”; el nacional, con participación de los
su reflejo en las distintas normas legales, ca- diversos Departamentos con competencia
be añadir, por último, que a partir de finales en la materia, de las instituciones y de los
de la década de los setenta, -con la llegada de e m i g ra n t e s , c on denom i n a c i ones com o
la democracia-, c om i e n za a producirse un “Consejo Su p e rior de la Emigración”, “Junta
fenómeno de signo contrario al de la emi- Central de la Emigra c i ó n” o, en época más

- 299
Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior

reciente, “ C onsejo del Instituto Español de ñol desplazados al extranjero durante su mi-
Emigración”. noría de edad, c omo consecuencia de la
En la actualidad, y desde 1987, se hallan Gu e r ra Civil, y que desarroll a ron la mayo r
constituidos los Consejos de Residentes Es- p a rte de su vida fuera del terri t o rio nacional.
pañoles, con miembros elegidos por los emi- Esta norma, por una part e, supuso un re c o-
grantes, en determinadas demarcaciones nocimiento histórico; y por otra, dotó de
consulares, y el Consejo General de la Emi- protección econ ó m i ca y asistencia sanitaria a
g ración con participación de la Administra- un colectivo concreto de españoles: los deno-
ción Central y Autonómica, de los emigran- minados “Niños de la Gu e r ra”.
tes, elegidos por los Consejos de Residentes, 2. El Estatuto de la Ciudadanía Es-
y de las Organiza c i ones sindicales y empre- pañola en el Exterior constituye el marco bá-
sariales. sico para establecer el deber de cooperación
entre el Estado y las Comunidades Autóno-
II mas, así como los mecanismos necesarios
1. En la actualidad nos encontra- p a ra la coordinación de sus actuacion e s , en
mos con un hecho incuestion a b l e, herencia colaboración con la Ad m i n i s t ración Local,
en gran parte de nuestra emigración y de c on los agentes sociales y con las organiza-
nuestro exilio, que supone la existencia de al- c i ones y asociaciones de emigrantes, exilia-
rededor de un millón y medio de españoles y dos y retornados.
sus descendientes que residen fuera del terri- 3. Por otra part e, en cumplimiento
t o rio español, lo que constituye un valor en sí del artículo 42 de la Constitución, se hace
mismo que con f i rma la presencia de España preciso establecer una política integral de
más allá de sus fronteras. Estos españoles emigración y de retorno para salvaguardar
por su condición y ca ra c t e r í s t i cas peculiares los dere chos económicos y sociales de los
exigen un tratamiento específico por parte emigrantes, de los exiliados y de los descen-
del Estado que permita, en cumplimiento dientes de ambos, y para facilitar la integra-
del artículo 14 de la Constitución Española ción social y laboral de los retornados, cuya
de 1978, g a ra n t i zar a los españoles re s i d e n- regulación básica se establece en el presente
tes en el exterior el ejercicio de los derechos y Estatuto.
deberes constitucionales en con d i c i ones de 4. En este sentido, el Estatuto con-
igualdad con los residentes en España, con el figura, en materia de re t o rn o, el marco de
c om p romiso de los poderes públicos de c o o p e ración de las Administraciones Públi-
adoptar las medidas necesarias para remove r cas que permita coordinar sus actuaciones
los obstáculos que impidan hacerlos reales y p a ra un mejor y más eficaz aprovechamiento
efectivos. de los recursos públicos, g a ra n t i zando el re-
En este sentido, se dio un primer paso greso a España en las condiciones más favo-
con la aprobación de la Ley 3/2005, de 18 de rables.
m a rzo, por la que se reconoce una prestación 5. El Estatuto pretende dar re s-
económica a los ciudadanos de origen espa- puesta a las reiteradas demandas realizadas

300 -
Ciudadanos
españoles en el mundo

desde los distintos sectores de la emigración, globa a todos los españoles en el exterior,
del exilio y del retorno. Por ello, en el proce- tanto a los emigrantes y exiliados, como a los
so de su elaboración se han valorado espe- d e s p l a zados y a los familiares de ambos.
cialmente las aportaciones y propuestas efe c- España debe con s i d e rar a su comunidad
tuadas por re p resentantes del mundo de la e m i g rante como un auténtico capital social:
emigración, tanto de los miembros del Con- su compromiso con su tierra de origen la
sejo General de la Emigración, como de los convierte en un recurso fundamental para la
representantes de las organizaciones y aso- p royección de España en el exterior. Parte
ciaciones de emigrantes y exiliados en el ex- fundamental de este capital social está com-
terior y de retornados. puesto por miles de españoles no nacidos en
6. La participación de las asociacio- España que residen por todo el mundo, ellos
nes en la con fección del Estatuto, así com o también son parte del presente de nuestro
la preceptiva consulta al Consejo General de país y debemos considerarlos actores im-
la Emigración, dotan al Estatuto de la legiti- prescindibles en la con s t rucción del futuro.
midad necesaria en una norma de estas ca- Uno de los fenómenos que más enri-
racterísticas, garantizando su adecuación a quecen a mu chos de los centros de emigran-
las necesidades actuales de todos los españo- tes españoles es la participación activa de
les que se encuentran fuera de nuestro terri- ciudadanos no españoles en el desarrollo so-
torio, así como a los que han decidido regre- cial y cultural de los mismos. Es conveniente
sar y precisan una atención específica . que los poderes públicos recon o zcan esta re-
7. En la actualidad los movimientos alidad y que la fomenten.
migratorios, teniendo en cuenta, por un la- La aplicación de la cláusula de Estado
do, el ejercicio del derecho a la libre circ u l a- social consagrada por la Constitución de
ción en el contexto de Unión Europea, y por 1978 ha de extenderse a todos los españoles,
otro, la globalización de la economía, han al- también a aquellos que por sus circ u n s t a n-
ca n zado una dimensión y una significación cias vitales han tenido que vivir fuera del te-
distinta. En los países desarrollados, en los r ri t o rio nacional. Esta Ley no sólo proclama
que el Estado satisface las necesidades bási- por pri m e ra vez la relación de dere chos so-
cas de su ciudadanía, el desplazamiento a ciales y el catálogo de prestaciones que el Es-
otro país responde a motivaciones de distin- tado ha de gara n t i zar a los emigrantes, sino
ta índole que persiguen ampliar las expecta- también que los mismos tendrán el mismo
tivas personales y profesionales o mejorar la contenido y alcance que los que disfrutan los
calidad de vida, como es el caso de los fun- españoles residentes en el terri t o rio nacional.
cionarios públicos y trabajadores al servicio
de la Administración española en el exterior, III
los cooperantes y los trabajadores y profesio- 1. El Estatuto se dicta al amparo del
nales de las empresas españolas destinados a rtículo 149.1.2.ª de la Constitución Españo-
temporalmente al extranjero. Por ello, el ám- la de 1978 que atribuye al Estado la compe-
bito subjetivo de aplicación del Estatuto en- tencia exclusiva en materia de emigración.

- 301
Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior

2. El Estatuto comprende cuatro que residen en el exteri o r, f o rmulando, a su


títulos, dos disposiciones adicionales, una vez , medidas y mecanismos que hagan efe c-
disposición dero g a t o ria y cuatro disposicio- tivo el ejercicio de los referidos derechos y su
nes finales. materialización en determinadas prestacio-
3. El Título Preliminar determina nes. Este Título comprende tres capítulos:
el objeto y la finalidad del Estatuto. El Esta- a) El capítulo I recoge los derechos
tuto se configura como el marco jurídico que de participación: derecho a ser elector y
g a ra n t i zaa la ciudadanía española residente elegible, asistencia y protección de los
en el exterior el ejercicio de sus derechos y españoles en el exteri o r, dere cho de pe-
d e b e res con s t i t u c i onales en términos de tición, de acudir al Defensor del Pueblo
igualdad con los españoles residentes en Es- y de información, derecho a la participa-
paña. Además, el Estatuto tiene como finali- ción en órganos consultivos de la emi-
dad delimitar las líneas básicas de la acción gración, organizaciones sindicales y em-
pro t e c t o radel Estado dirigida a los españo- presariales y dere cho de asociación. De
les residentes en el exterior y fijar el marco de entre estos derechos se ha de destacar el
c o o p e ración y coordinación entre el Estado derecho a ser elector y elegible, así como
y las Comunidades Autónomas en este sen- el derecho a la participación y de asocia-
tido. ción, que reflejan la voluntad de fomen-
El ámbito subjetivo de aplicación de la tar un asociacionismo integrador y
Ley contempla la actual situación del movi- constructivo, impulsando la coord i n a-
miento migratorio y del retorno, superando ción de actuaciones entre Ad m i n i s t ra-
el tradicional concepto de emigración re c o- ciones Públicas en aras de un mejor y
gido en la Ley 33/1971, de 21 de julio. más eficaz aprove chamiento de los re-
En último lugar, el Título Preliminar re- cursos públicos. Asimismo, se prevé el
laciona una serie de objetivos encaminado a establecimiento de un censo de asocia-
garantizar el ejercicio de los dere chos y de- ciones y centros ra d i cados en el exterior
beres de los españoles residentes en el exte- que contenga la inscripción de aquellos
rior, en condiciones de igualdad con los re s i- que sean conformes con el reconoci-
dentes en España, atender y desarrollar ac- miento de los derechos fundamentales y
tuaciones en materia de re t o rno y prom over libertades que contempla la Constitu-
y fomentar el movimiento asociativo de los ción Española. Por otro lado, este ca p í-
españoles en el exterior y la participación tulo se completa con la prohibición a los
institucional en materia de emigración. Jun- p o d e res públicos de cualesquiera medi-
to a ello se establecen los mecanismos más das que puedan oca s i onar discrimina-
adecuados para la cooperación y coord i n a- ción por razón de género, así como con
ción de las Administraciones Públicas en es- la promoción de políticas de igualdad
te sentido. entre mujeres y hombres.
4. El Título I com p rende una re l a- b) El capítulo II recoge derechos
ción sistemática de derechos de los españoles sociales y prestaciones: derecho a la pro-

302 -
Ciudadanos
españoles en el mundo

tección de la salud, derechos en materi a relativos al empleo (información, orien-


de Se g u ridad Social y pre s t a c i ones por tación, formación, etc.), dentro de una
razón de necesidad, servicios sociales concepción amplia que abarque a todos
p a ra mayores, acciones de inform a c i ó n los españoles en el exterior y retornados,
s o c i o - l a b o ral y orientación y part i c i p a- especialmente aquellos considerados
ción en pro g ramas de formación pro fe- más vulnerables (jóvenes y mujeres con
sional ocupacional y dere chos en mate- dificultades de inserción laboral).
ria de empleo y ocupación. En este ca- c) El capítulo III contempla los
pítulo cabe destacar la redacción sobre d e re chos relativos a la educación y a la
el dere cho a la protección de la salud, cultura: dere cho a la educación, h om o-
que constituyeun objetivo pri o ri t a rio en l o g a c i ó n , c onvalidación y re c on o c i-
la acción exterior del Estado, así com o miento de títulos y estudios extranjeros,
las previsiones sobre Se g u ridad Social y así como el acceso a las lenguas y cultu-
prestaciones: efectivamente, se trata de ras españolas. Los dere chos que recoge
recoger, entre otros aspectos, el compro- este capítulo constituyen un todo que
miso de avanzar en la conservación de persigue, en definitiva, mantener los
los dere chos en la materia y de perfe c- vínculos de los españoles en el exteri o r
cionar los mecanismos de protección con España, tanto para aquellos que re-
existentes, sobre todo para las person a s siden fuera , c om o, especialmente, para
mayores, incorporando la asistencia sa- a q u e llos que deciden regresar.
n i t a ria en sentido amplio (sanitari a , g e- Ha de señalarse que los derechos y pres-
riátrica, medicamentos, etc.). En este taciones que se mencionan estaban en algu-
s e n t i d o, se trata también de tener en na medida establecidos, si bien su regulación
cuenta la dife rente organización tanto se encon t raba en normas dispersas y de ran-
del aseguramiento como de la pre s t a- go infe rior, por lo que con el presente Esta-
ción de cuidados sanitarios en los países tuto se pretende consolidar su ejercicio, do-
donde residen. Por ello se introduce la tándoles de una dimensión real y efectiva al
prestación por razón de necesidad, c o- e l evarse el rango normativo que los ampara.
mo un nuevo concepto que engloba la
pensión asistencial por ancianidad, re- 5. El Título II recoge la política in-
gulada en su normativa específica , junto t e g ral en materia de retorno. Ya en su enun-
con la asistencia sanitari a , dado que a la ciado el término integral revela la voluntad
vista de la evolución actual de estas pen- de unificar en el sentido de abarcar todos los
siones se precisa modificar su re g u l a- aspectos relativos al retorno. Para ello se pre-
ción, para su mejor adaptación a las ne- vé un mecanismo específico: la Oficina Es-
cesidades reales de sus potenciales bene- pañola del Retorno, adscrita al Ministerio de
ficiarios. Trabajo y Asuntos Sociales; esta oficina será
Junto a ell o, se ha de mencionar la la encargada de facilitar, orientar y asesorar a
n e c e s a ria regulación sobre los aspectos los españoles que decidan re t o rnar, con el

- 303
Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior

objetivo de materializar su efectiva inserción 1978 y cuya vigencia, en muchos aspectos, es


social y laboral en España. puramente testimonial.
Por otra parte, se apunta la necesidad de 9. Por último, la Disposición final
abordar las re f o rmas normativas necesarias p ri m e ra , m o d i f i caalgunos aspectos del Tex-
que promuevan y faciliten el acceso a los es- to Refundido de la Ley sobre Infracciones y
pañoles retornados a determinadas pre s t a- Sanciones en el Orden Social, aprobado por
ciones, y de adoptar medidas específicas de el Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de
fomento del empleo dirigidas al colectivo de agosto, dado que la presente Ley deroga la
españoles re t o rnados que decidan incorp o- Ley General de Emigración de 1971 y, en
rarse a nuestro mercado de trabajo. consecuencia, lo relativo a la competencia en
6. Por último, el Título III contem- m a t e ria de visado de con t ratos de trabajo de
pla los mecanismos e instrumentos de coo- los trabajadores que se desplazan al exterior y
peración, colaboración y coordinación de las de ofe rtas de empleo en el exteri o r.
a c t u a c i ones de las distintas Ad m i n i s t ra c i o-
nes Públicas competentes en ese ámbito, a TÍTULO PRELIMINAR
fin de gara n t i zar la efectividad de los dere- Disposiciones generales
chos y deberes que el Estatuto reconoce a los
españoles residentes en el exterior y a los re- A rtículo 1.
tornados a España, esta cooperación persi- Objeto y finalidad.
gue la optimización de los recursos públicos
en aras de una eficaz y eficiente utilización 1. La presente Ley establece el
de todos los recursos. marco jurídico y los instrumentos básicos
Para facilitar estos objetivos, se prevé la p a ra gara n t i zar a la ciudadanía española en el
c onstitución de una Comisión en el ámbito e x t e rior el ejercicio de los derechos y deberes
del Ministerio de Trabajo y Asuntos So c i a- constitucionales, en términos de igualdad
les, de la que formarán parte representantes c on los españoles residentes en el terri t o rio
de la Ad m i n i s t ración General del Estado y nacional, así como re f o rzar los vínculos so-
de las Comunidades Autónomas. ciales, culturales, e c onómicos y lingüísticos
7. En otro orden de cuestiones, la c on España y con sus respectivas nacion a l i-
disposición adicional pri m e ra crea el Portal dades y comunidades de origen.
de la Ciudadanía Española en el Exterior, 2. La presente Ley tiene también
como punto de información integral en in- como finalidad delimitar las líneas básicas
ternet. de la acción pro t e c t o ra del Estado y de las
8. Por otra part e, se recoge una dis- C omunidades Au t ó n om a s , en aras de me-
posición dero g a t o ria única, que deroga ex- jorar las condiciones de vida de los españo-
p resamente la Ley 33/1971, G e n e ral de les residentes en el exteri o r, en aquell o s
Emigración, de 21 de julio, ampliamente al- ámbitos en los que sea necesario comple-
t e rada en sus fines y objetivos por la entrada mentar la protección existente en el país de
en vigor de la Constitución Española de residencia.

304 -
Ciudadanos
españoles en el mundo

3. Esta Ley establece, asimismo, el menores de 21 años o mayores de dich a


marco de actuación y las medidas específica s edad que estén a su cargo y que depen-
que deberán desarro llarse por el Estado, y dan de ellos económicamente.
por las Comunidades Autónomas en el ám- 2. El Estado establecerá los requisitos
bito de sus respectivas competencias, para básicos y el procedimiento para acreditar la
facilitar tanto la atención a los españoles en situación de español retornado.
el exterior, como la integración social y labo-
ral de aquellos españoles que decidan re t o r- A rtículo 3.
nar a España, sin perjuicio del dere cho a la Objetivos.
libre circulación de trabajadores.
4. Los objetivos y finalidades de es- Los objetivos fundamentales de la presente
ta Ley se entienden, en todo ca s o, sin perjui- Ley son:
cio de las competencias que ostenten las Co- a) Regular los derechos y deberes de los
munidades Autónomas ni de sus leyes. españoles residentes en el exterior gara n t i-
zando su ejercicio mediante el com p romiso
Artículo 2. de los poderes públicos de promover las con-
Ámbito subjetivo. d i c i ones para hacerlos reales y efectivos, en
con d i c i ones de igualdad con los residentes
1. La presente Ley será de aplicación: en España.
a) A quienes ostenten la nacion a l i- b) Delimitar el ámbito de la acción pro-
dad española y residan fuera del territo- tectora del Estado y de las Comu n i d a d e s
rio nacional. Au t ó n omas cuando sea necesario com p l e-
b) A la ciudadanía española que se mentar la protección dispensada por los ser-
desplace temporalmente al exteri o r, i n- vicios públicos del país de residencia.
cluyendo a quienes lo hagan en el ejerci- c) Establecer, c onjuntamente con las
cio del derecho a la libre circulación. C omunidades Autónomas competentes, el
c) A los españoles de origen que re- m a rco de actuación para gara n t i zar la pro-
tornen a España para fijar su residencia, moción educativa y el acceso a las lenguas y
siempre que ostenten la nacionalidad c u l t u ras españolas, tanto de los españoles re-
española antes del regreso. sidentes en el exterior como de sus descen-
d) A los familiares de los anteri o r- dientes.
mente mencionados, entendiendo por d) Fomentar y consolidar el mov i-
tales el cónyuge no separado legalmente miento asociativo de los españoles en el ex-
o la pareja con la que mantenga una terior, apoyando fundamentalmente la cre-
unión análoga a la conyugal, en los tér- ación y el mantenimiento de los Centros y
minos que se determinen reglamenta- a s o c i a c i ones de españoles a través de las
riamente, y los descendientes hasta el actividades que en ellas desarro ll e n , q u e
primer gra d o, que tengan la condición tengan por objeto la previsión y la asisten-
de personas con discapacidad o sean cia social y cultural de sus miembros y la

- 305
Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior

información y asesoramiento para el retor- condiciones de vida de los españoles en el


no, ello sin perjuicio de las actuaciones que e x t e rior y de los retornados.
en esos ámbitos sean desarro lladas por las j) Velar especialmente por extender la
Comunidades Au t ó n omas con competen- acción pro t e c t o raa aquellos españoles en el
cias en esas materias. e x t e rior que carezcan de recursos suficientes
e) Apoyar a las asociaciones de españo- y que sean personas mayo re s , p e r s onas con
les residentes en el exterior y a las de retorna- discapacidad, jóvenes o mujeres con especia-
dos constituidas en España con el fin de fa- les dificultades de integración social o labo-
cilitar la información, o rientación y asesora- ral o españoles desplazados durante su mi-
miento necesarios a los españoles que deci- noría de edad, fuera del terri t o rio nacion a l ,
den retornar, como labor complementaria a como consecuencia de la Guerra Civil espa-
la de las Administraciones Pública s . ñola, en el periodo 1936-1939, así como a
f ) Prom over y facilitar lapart i c i p a c i ó n quienes sean objeto de ataques o amenaza s
de los españoles residentes en el exterior a terro ristas en el exterior.
t ravés de los Consejos de Residentes Espa-
ñoles y del Consejo General de la Ciudada- TÍTULO I
nía Española en el Exterior y de los órganos Derechos y prestaciones
equivalentes existentes en las Comunidades
Au t ó n omas y de aquellos otros que puedan CAPÍTULO I
crearse en el futuro. Derechos de participación
g) Configurar conjuntamente con las
C omunidades Autónomas, el marco en que A rtículo 4.
deberán desarrollarse las actuaciones en ma- Derecho a ser elector y elegible.
t e ria de re t o rno para facilitar la integra c i ó n
social, cultural y laboral de los españoles que 1. Los españoles que residen en el
decidan regresar a España. e x t e rior tienen dere cho a ser electores y ele-
h) Velar junto con las Comunidades gibles, en todos y cada uno de los com i c i o s ,
Au t ó n omas, por la protección de los dere- en las mismas condiciones que la ciudadanía
chos de los desplazados o expatriados en el residente en el Estado español, en los térmi-
exterior. nos previstos en la normativa de aplicación.
i) Establecer junto con las Comu n i d a- 2. El Estado fomentará los tratados
des Autónomas y, en su ca s o, con las Ad m i- internacionales oportunos para que los re s i-
nistra c i ones Locales, los mecanismos ade- dentes españoles en el exterior vean recon o-
cuados para la coordinación de las actuacio- cido el derecho a ser elector y elegible en las
nes desarro lladas por las distintas Ad m i n i s- e l e c c i ones municipales de su lugar de resi-
traciones Pública s , en sus respectivos ámbi- dencia, bajo los cri t e rios de reciprocidad que
tos de competencias, a fin de lograr una ma- se establezcan en dichos tratados o en la ley.
yor eficiencia y eficacia en la aplicación de En el ámbito de la Unión Europea el Estado
los recursos públicos destinados a mejorar las adoptará las iniciativas necesarias para que

306 -
Ciudadanos
españoles en el mundo

en ningún país se limiten o re s t rinjan estos del Estado, así como el acceso a los medios
derechos. públicos de comu n i cación con proyección en
3. El Estado promoverá las medi- el exterior.
das necesarias para facilitar la incorporación A rtículo 5.
de la ciudadanía española en el exterior en Asistencia y protección de los
las listas electorales de los partidos políticos, españoles en el exteri o r.
con transparencia y publicidad de las distin-
tas opciones política s . Los poderes públicos, en el ámbito de
4. La Ad m i n i s t ración General del sus com p e t e n c i a s , establecerán las medidas
Estado arbitrará los mecanismos pre c i s o s p a ra que las Oficinas Consulares, Consejerí-
p a ra asegurar la permanente actualización as de Trabajo y Asuntos Sociales y demás
del censo de los electores residentes en el dependencias de la Administración española
exterior, actualizando el Censo de Ciuda- en el exterior cuenten con los medios perso-
danos Españoles en el Exteri o r. A estos nales, materiales y técnicos precisos para
efectos, se potenciarán los medios disponi- prestar la debida asistencia, protección y ase-
bles en los Consulados para atender las soramiento a la ciudadanía española en el
funciones que les asigna la normativa elec- exterior.
t o ral como colabora d o res de la Oficina del La Ad m i n i s t ración General del Estado
Censo Electoral. y la de las Comunidades Autónomas, en el
5. Pa ra facilitar el ejercicio del de- ámbito de sus respectivas com p e t e n c i a s ,
re cho de voto de los españoles re s i d e n t e s prestarán especial atención a aquellos que se
en el exterior, se prom overán las medidas e n c u e n t ren en situaciones de necesidad y a
legales tendentes a homogeneizar los pro- los privados de libert a d , fundamentalmente
cedimientos electorales para la ciudadanía a los condenados a la pena capital o cadena
española en el exterior y se habilitarán los perpetua, así como a la ciudadanía española
medios materi a l e s , técnicos y humanos que haya sido víctima de delitos de lesa hu-
precisos que posibiliten la votación en urna manidad en procesos de represión política .
o a través de otro medio técnico que garan- El Estado fomentará la adopción de
tice el secreto del voto y la identidad del medidas encaminadas a reforzar la tutela ju-
votante, en elecciones generales, europeas y dicial de los españoles en el exterior, impul-
autonómicas, en las demarcaciones con s u- sando la firma de Tratados o Convenios en
lares, teniendo en cuenta las características materias como reconocimiento de senten-
de los países de residencia y el número y cias y defensa de los penados.
distribución de españoles residentes en el Reglamentari a m e n t e, se determinarán
país de que se trate. los supuestos en que la ciudadanía española
6. Para garantizar la concurrencia residente en el exterior que ca rezca de recur-
electoral en igualdad de todos los partidos sos económicos podrá acceder a la asistencia
políticos, listas electorales y coalicion e s , se jurídica gratuita cuando este beneficio no
facilitará información actualizada por part e exista en el país de residencia.

- 307
Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior

A rtículo 6. Igualmente, tienen dere cho a conocer,


Derecho de petición. en cualquier momento, el estado de la tra m i-
tación de los procedimientos en los que sean
Los españoles residentes en el exterior interesados, así como cualquier otro derecho
pueden ejercer el derecho de petición, i n d i- que como ciudadano, en sus re l a c i ones con
vidual o colectivamente, ante cualquier insti- las Administra c i ones Públicas, esté previsto
tución pública, administración o autori d a d , en la normativa.
así como ante los órganos de dirección y ad-
ministración de los organismos y entidades A rtículo 9.
vinculadas o dependientes de las Ad m i n i s- Derecho a la participación en los órganos con -
traciones Públicas españolas, en los términos sultivos de la emigración.
establecidos en la Ley Orgánica 4/2001, de
12 de noviembre, reguladora del Derecho de 1. Los españoles residentes en el
Petición. exterior tienen derecho a participar en los
asuntos que les conciernan a través de los
A rtículo 7. C onsejos de Residentes Españoles y del
Derecho a acudir al Defensor del Pu eblo. Consejo General de la Ciudadanía Española
en el Exterior o de los órganos equivalentes
Los españoles residentes en el exterior de las Comunidades Autónomas. Asimismo
pueden dirigirse al Defensor del Pueblo o a tienen dere cho a participar en igualdad de
los órganos equivalentes de las Comunida- condiciones con el resto de los españoles en
des Autónomas inv o cando un interés legíti- los órganos existentes en las Administra c i o-
mo, en las mismas condiciones que los re s i- nes Públicas, de acuerdo con la legislación
dentes en España. aplicable.
2. Los españoles residentes en el
A rtículo 8. e x t e rior podrán ser electores y elegibles para
Derecho de información. los órganos citados en el apartado anterior,
teniendo en cuenta lo establecido en las nor-
Los españoles en el extranjero tienen mas que regulan dichos órganos y, en lo no
d e re cho a obtener información sobre el previsto por éstas, por lo establecido en el
conjunto de las leyes y demás normas que Título Primero, capítulos I y II, de la Ley
c on f o rman el ordenamiento jurídico espa- Orgánica 5/1985, de 19 de junio, de Régi-
ñol y, e s p e c i a l m e n t e, s o b re aquellas que men Electoral General.
a fecten a sus dere chos e intereses legíti-
mos, para lo que la Ad m i n i s t ración Públi- A rtículo 10.
ca española contará con las nuevas tecno- Consejo General de la Emigración.
logías, potenciando su utilización en re l a-
ción con la ciudadanía española en el exte- 1. El Consejo General de la Emi-
rior. gración es un órgano de carácter con s u l t i-

308 -
Ciudadanos
españoles en el mundo

vo y asesor, adscrito al Ministerio de Tra- problemas que afecten a la ciudadanía


bajo y Asuntos Sociales, a través de la Di- española en el exterior.
rección General de Emigración, cuya elec- b) Fo rmular propuestas y re c o-
ción, c omposición y régimen de funcion a- m e n d a c i ones en relación con los obje-
miento se regularán reglamentariamente. tivos y aplicación de los pri n c i p i o s
D i cho Reglamento deberá gara n t i zar la inspira d o res de la política de atención
re p resentación de todas las Comu n i d a d e s a la ciudadanía española en el exteri o r.
Au t ó n omas y Ciudades Au t ó n omas que lo c) Ser informado de la actuación
deseen y de las federaciones de asociacio- de los órganos de la Administración
nes de la emigración que acrediten la re- competentes en materia de atención a
p resentatividad necesaria en los términos la ciudadanía española en el exterior y
que se establezcan y estén debidamente re t o rnados.
inscritas en el Censo previsto en esta Ley. d) Conocer e informar, c on ca r á c-
2. El Consejo General de la Ciu- ter prev i o, An t e p royectos de Ley y
dadanía Española en el Exterior solicitará Proyectos de Reales Decretos y de Ór-
anualmente audiencia a las Com i s i on e s denes relativos a las siguientes mate-
c ompetentes de las Cortes Generales para rias, en el ámbito de su competencia:
informar sobre la situación de la ciudada- derechos civiles, d e re chos laborales y
nía española en el exteri o r. protección social, e d u cativa y cultura l ,
El Consejo General de la Ciudadanía s i e m p re que los mismos afecten dire c-
Española en el Exterior abrirá cauces de tamente a los españoles en el exterior.
colaboración con los órganos de part i c i p a- e) Ap robar el Reglamento de fun-
ción de españoles en el exterior existentes c i onamiento del propio Con s e j o.
en las Comunidades Autónomas.
3. La Ad m i n i s t ración General del 2. Las propuestas, recomendacio-
Estado proveerá con los medios adecuados nes, informes o acuerdos que el Consejo
al Consejo General de la Ciudadanía Es- eleve al Gobierno serán remitidos a tra v é s
pañola en el Exterior para que éste pueda del Ministerio de Trabajo y Asuntos So-
ll evar a cabo las funciones asignadas. ciales.

Artículo 11. Artículo 12.


Atribuciones del Consejo General de la Ciu - Consejos de Residentes Españoles.
d adanía Española en el Exterior.
Los Consejos de Residentes Españo-
1. Son atri b u c i ones del Con s e j o les son órganos de carácter consultivo y
General de la Ciudadanía Española en el asesor, adscritos a las Oficinas Consulares
Exterior las siguientes: de España en el exteri o r, cuya com p o s i-
a) Llevar a cabo o solicitar la re a- ción, elección y régimen de funcion a m i e n-
lización de estudios sobre cuestiones y to se regularán reglamentariamente.

- 309
Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior

A rtículo 13. rias que afecten a la representación y defensa


Funciones de los Consejos de de los intereses de los emigrantes y re t o rn a-
Residentes Españoles. dos.
2. Los sindicatos y las organiza-
Los Consejos de Residentes Españoles ciones empresariales participarán en los ór-
tienen las siguientes funciones: ganos de re p resentación de la emigración
a) Ser cauce de comunicación entre las en la forma que reglamentariamente se de-
comunidades de españoles en el exterior y las termine.
correspondientes Oficinas Consulares.
b) Debatir y pro p oner a las Oficinas A rtículo 15.
Consulares las medidas re l a c i onadas con su Derecho de asociación.
función consular que con t ribuyan a mejorar-
la en el ámbito de su circunscripción. 1. Los poderes públicos, en el mar-
c) Asesorar e informar a la Oficina Con- co del artículo 105 de la Constitución Espa-
sular en los asuntos que afecten a la comuni- ñola, apoyarán el movimiento asociativo de
dad española. los españoles en el exterior y re t o rnados en
d) Difundir entre la comunidad española España, fomentando especialmente aquellos
las medidas adoptadas por las Administracio- centros y asociaciones que tengan por objeto
nes Públicas en aquellos temas que afecten a la promoción socio-cultural, así como a sus
los españoles residentes en la circunscripción. estructuras federativas.
e) Cooperar con la Oficina Consular o Pa ra gara n t i zar la continuidad del mo-
c on otras instituciones españolas o locales vimiento asociativo se fomentará la part i c i-
p a ra dar mayor carácter institucional a aque- pación activa de los jóvenes en las organiza-
llas actividades que se desarro llen en benefi- ciones y asociaciones de españoles en el exte-
cio de los españoles. rior y retornados.
f )Colaborar con la Oficina Consular en 2. LasAd m i n i s t raciones Públicas
los procesos electorales de los propios Con- coordinarán sus actuaciones a fin de logra r
sejos de Residentes Españoles. un mejor y más eficaz aprove chamiento de
g)Participar, en la forma en que re g l a- los recursos públicos, favoreciendo además la
m e n t a riamente se establezca, en el pro c e d i- agrupación de los centros y asociaciones a
miento de concesión de ayudas y subvencio- través de federaciones. Pa ra ello se efe c t u a-
nes establecidas a favor de los españoles en el rán las oportunas ev a l u a c i ones de aquellos
exterior. programas o actividades subvencionados con
fondos públicos.
A rtículo 14. 3. Se apoy a r á n , i g u a l m e n t e, l a s
Or ganizaciones sindicales y empresariales. a s o c i a c i ones de españoles re t o rnados en
España, cuya finalidad sea la información,
1. Los sindicatos y organizaciones asesoramiento y orientación al retorno y a
empre s a riales participarán en aquellas mate- sus federaciones, así como aquellas iniciati-

310 -
Ciudadanos
españoles en el mundo

vas que el colectivo de emigrantes retorna- nos de re p resentación institucional y en los


dos estime necesarias para su integración e demás órganos que la norma contempla, te-
inserción laboral. niendo en cuenta la legislación vigente en
4. Reglamentariamente se estable- m a t e ria de igualdad de género.
cerá un Censo de Asociaciones y Centro s
constituidos en el exterior en el que se inscri-
birán aquellas que sean con f o rmes con el re- CAPÍTULO II
conocimiento de los dere chos fundamenta- Derechos sociales y prestaciones
les y libertades que contempla la Con s t i t u-
ción Española. Todo ello se entenderá sin Artículo 17.
perjuicio de los registros creados por las Co- Derecho a la protección de la salud.
munidades Au t ó n omas, en ejercicio de sus
competencias, p a ra el control y seguimiento 1. Los españoles residentes en el
de sus centros en el exterior y de aquellos e x t e rior tendrán derecho a la protección a la
otros que pudieran crearse en el futuro. salud en los términos en que reglamentaria-
5. Para garantizar la continuidad mente se establezca que, en todo caso, t e n-
del movimiento asociativo, los poderes pú- drá por finalidad la equiparación con las
blicos fomentarán en las organizaciones, prestaciones del Sistema Nacional de Salud.
centros y asociaciones de españoles en el ex- 2. El Estado prom overá una aten-
terior y de retornados: ción integral de la salud, atendiendo con
a) La participación de nuevos so- carácter pri o ritario a los mayo res y depen-
cios de nacionalidad española. dientes, que ca rezcan de recursos suficien-
b) En especial, la participación ac- tes. El contenido y alcance de esta atención
tiva de los jóvenes de nacionalidad espa- se desarro llará re g l a m e n t a riamente y ten-
ñola. derá a su equiparación con la que se pro-
c) La participación de personas de p o rc i ona a los mayo res y dependientes que
otras nacionalidades. viven en España.
A tal efecto, el Estado podrá suscri b i r
A rtículo 16. c onvenios pre fe rentemente con las entida-
Igualdad de género. des públicas asegura d o ras o pre s t a d o ras de
cuidados de salud de los países donde sea
Los poderes públicos evitarán cualquier necesario garantizar la efectividad del de-
discriminación por razón de género en rela- recho a la protección de la salud. En su ca-
ción con todas las políticas y actividades so, podrá suscribir también convenios con
contempladas en esta Ley. entidades aseguradoras o pre s t a d o ras pri-
Pa ra ell o, se gara n t i zará la no discri m i- vadas, teniendo en especial consideración a
nación por razón de género en el acceso a los las entidades o instituciones españolas en
derechos y prestaciones, así como en la part i- el exterior con capacidad para prestar la
cipación en el ámbito asociativo, en los órga- atención sanitaria.

- 311
Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior

A rtículo 18. A rtículo 19.


Derechos en materia de la Seguridad Social. Prestaciones por razones de necesidad.

1. El Estado adoptará las medidas 1. La Ad m i n i s t ración General del


necesarias para que la acción protectora de la Estado, en los términos en que reglamenta-
Se g u ridad Social se extienda a los españoles riamente se establezca, garantizará el dere-
que se trasladen al exterior por causas de tra- cho a percibir una prestación a los españoles
bajo y a los familiares de los mismos en los residentes en el exterior que habiéndose tras-
t é rminos establecidos en la legislación apli- ladado al exterior por ra zones laborales, eco-
cable. n ó m i cas o cualesquiera otras y habiendo
A tal fin, el Estado proveerá cuanto fue- cumplido 65 años de edad o estando inca p a-
se necesario para garantizar a los tra b a j a d o- citados para el trabajo, se encuentren en una
res españoles en el exterior, en materia de situación de necesidad por carecer de rentas
Seguridad Social, la igualdad o asimilación o ingresos suficientes para cubrir sus necesi-
c on los nacionales del país de recepción, el dades básicas, de acuerdo a la realidad so-
mantenimiento de dere chos adquiridos y la cioecon ó m i ca del país de residencia.
conservación de derechos en curso de adqui- Estas pre s t a c i ones podrán ser com p a t i-
sición, mediante la celebración de Tratados y bles con las ayudas que otorguen las Comu-
Acuerdos con los Estados receptores, la rati- nidades Autónomas para la ayuda al retorno
ficación de Convenios Intern a c i onales y la de acuerdo con la legislación aplica b l e .
adhesión a Convenios multilaterales. El Ministerio de Trabajo y Asuntos So-
2. El Estado velará por la conserva- ciales fijará anualmente la base de cálculo de
ción de los derechos en materia de Seguridad la prestación por razón de necesidad, que só-
Social de los españoles residentes en el exte- lo podrá revisarse cuando las oscilaciones del
rior a través de Convenios, Tratados o Acuer- tipo de cambio entre el euro y la respectiva
dos de Seguridad Social en materia de Segu- moneda local supere el 15 por ciento.
ridad Social y asimismo el Estado deberá es- 2. El Estado velará por la conserv a-
tablecer fórmulas que permitan a los trabaja- ción de los dere chos en materia de Seguri-
dores que residan en el exterior y a los que de- dad Social de los españoles residentes en el
cidan retornar, el abono de las cotiza c i on e s exterior, a través de los pertinentes Conve-
voluntarias al Sistema de Seguridad Social. nios, Tratados o Acuerdos en dicha materia.
3. La Ad m i n i s t ración General del Asimismo, el Estado deberá establecer fór-
Estado arbitrará las fórmulas más beneficio- mulas que permitan a los trabajadores que
sas para el reconocimiento a los trabajadores residan en el exterior y a los que se decidan a
españoles en el exterior de las prestaciones retornar, el abono de las cotizaciones volun-
económicas, derivadas de las cotiza c i ones a t a rias al Sistema de Se g u ridad Social.
la Se g u ridad Social, y en especial a las pen- 3. La Ad m i n i s t ración General del
siones derivadas del extinto Se g u ro Ob l i g a- Estado regulará los mecanismos que per-
t o rio de Vejez e Invalidez. mitan incorporar a la prestación, la asisten-

312 -
Ciudadanos
españoles en el mundo

cia integral de la salud y los servicios socia- ción a las prestaciones vigentes del Sistema
les para mejorar la calidad de vida de los para la Au t onomía y Atención a la Depen-
m ayo res o incapacitados para el tra b a j o. dencia, con f o rme a lo que disponga la legis-
Por el Ministerio de Trabajo y Asuntos So- lación vigente.
ciales se establecerá reglamentariamente el
p rocedimiento de financiación, sin que Artículo 21.
pueda ser re p e rcutida sobre la citada pres- Acciones de información socio-laboral y orienta -
tación la totalidad del coste de dicha asis- ción y participación en pro gramas de formación
tencia. profesional ocupacional.

A rtículo 20. 1. La Ad m i n i s t ración Genera l


Servicios Sociales para mayores del Estado y las Comunidades Au t ó n o-
y dependientes. mas promoverán el desarrollo de acciones
de inform a c i ó n , o rientación y asesora-
1. A fin de prom over el bienestar miento en el exterior, a través de la red de
de los españoles mayo res que residen en el consulados, embajadas, centros estatales y
exterior, los poderes públicos adoptarán las autonómicos en el mu n d o, asociaciones y
medidas necesarias para potenciar la red de medios de comu n i cación encaminadas a
servicios sociales, fomentando, asimismo, la facilitar la inserción socio-laboral de los
realización de actividades encaminadas a la españoles residentes en el exterior, a tra-
consecución de su bienestar integral. vés de los corre s p ondientes pro g ramas de
2. Los poderes públicos prestarán ayudas o de convenios con entidades pú-
especial apoyo en particular económico a blicas o privadas.
aquellos centros y asociaciones de españo- 2. Los servicios públicos de em-
les en el exterior y re t o rnados en el Estado pleo fomentarán la participación de los es-
español que cuenten con infraestructuras pañoles residentes en el exterior y de los
adecuadas para la atención de person a s re t o rnados en pro g ramas de form a c i ó n
m ayo res o en situación de dependencia. pro fe s i on a l , a fin de facilitar su incorpora-
Se incentivarán las redes que generen un ción al mercado laboral o de mejorar su
mejor aprove chamiento de los re c u r s o s capacitación profesional.
públicos. 3. La Ad m i n i s t ración General del
3. Los poderes públicos, en el mar- Estado y las Comunidades Autónomas po-
co de la regulación de la atención a la depen- drán promover acciones concretas o estable-
dencia, desarro llarán medidas específica s , es- cer acuerdos con organismos públicos o pri-
pecialmente de carácter asistencial, sanitario vados de los respectivos países para facilitar,
y farmacéutico, encaminadas a la con s e c u- la incorporación al mercado laboral de los
ción del bienestar integral de la ciudadanía jóvenes y de las mujeres con especiales difi-
española en el exterior en situación de nece- cultades de inserción laboral, así como per-
sidad, en aras de alca n zar la gradual asimila- sonas con discapacidad.

- 313
Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior

A rtículo 22. 2. Ad e m á s , con la finalidad de facilitar


Derechos en materia de empleo y ocupación. el acceso al sistema educativo español, los
poderes públicos fomentarán la existencia de
1. El Estado promoverá, a través del centros educativos públicos en el exterior
Sistema Na c i onal de Empleo, el acceso a la mediante convenios. Se fomentará la realiza-
información que permita a los españoles de- ción de estudios universitarios en España
mandantes de empleo residentes en el exte- mediante la concesión de becas o la suscri p-
rior y a los retornados, la búsqueda de empleo ción de convenios de colaboración con uni-
y la mejora de sus posibilidades de ocupación versidades españolas.
sin perjuicio de la información que, a los mis- 3. El Estado promoverá, igualmente, el
mos efectos, sea suministrada por las agencias acceso a las universidades no presenciales o a
autonómicas de empleo y ocupación. distancia fomentando el empleo de las nue-
2. El Estado velará por las con d i c i ones vas tecnologías.
del desplazamiento de profesionales y trabaja- 4. El Estado reconocerá el dere cho a la
dores españoles por empresas ra d i cadas en el participación de los profesores, padres y alum-
exterior y facilitará la contratación de trabaja- nos en el con t rol y la gestión de los centro s
dores españoles residentes en el exterior. e d u cativos españoles en el exterior, en los tér-
3. El Gobierno podrá establecer visados minos que reconozca la legislación española.
de búsqueda de empleo dirigidos a los hijos
o nietos de españoles de ori g e n , con f o rme a A rtículo 24.
la legislación específica de aplicación. Di- Homologación, conva l i d ación y reconocimiento
chos visados tendrán un tratamiento prefe- de títulos y estudios ex tranjeros.
rencial. El Estado deberá adoptar las medidas
necesarias para la simplificación y agiliza-
CAPÍTULO III ción de los procedimientos de homologa-
D e r e chos relativos a la educación ción, convalidación y reconocimiento de tí-
y a la cultu ra tulos y estudios extranjeros, a fin de facilitar
la continuidad de los estudios en España y,
A rtículo 23. en su ca s o, la inserción en el mercado de tra-
Derecho a la educación. bajo, de acuerdo con la normativa aplicable.

1. La Ad m i n i s t ración General del Es- A rtículo 25.


tado y las Ad m i n i s t ra c i ones Au t on ó m i ca s , Lenguas y culturas españolas.
con el fin de que los españoles residentes en
el exterior cuenten con una adecuada aten- 1. El Estado arb i t rará los meca n i s-
ción educativa, promoverán medidas que fa- mos necesarios para facilitar a los descendien-
vorezcan su acceso a la educación en sus dis- tes de españoles residentes en el exterior el co-
tintos niveles en su país de residencia a través nocimiento del castellano y podrá adoptar, en
de los medios que se estimen adecuados. colaboración con las Comunidades Autóno-

314 -
Ciudadanos
españoles en el mundo

mas, las medidas precisas para favorecer el co- p a ra que la integración social y laboral de los
nocimiento de sus lenguas cooficiales. españoles que re t o rnen se realice en las con-
A tal fin, se establecerán los requisitos diciones más favorables.
más beneficiosos de acceso y funcionamien- 2. Los poderes públicos adoptarán
to de estos pro g ramas para gara n t i zar su las medidas necesarias para remover los obs-
continuidad y adaptarlos a las circunstancias táculos que dificulten a los españoles retorna-
e s p e c í f i cas de cada país, y se propiciarán los dos el acceso a las prestaciones o beneficios
acuerdos bilaterales o mu l t i l a t e rales con di- sociales existentes, en las mismas condiciones
chos países con el fin de facilitar el funciona- que los españoles residentes en España.
miento de tales programas. El Estado en colaboración con las Co-
El Estado gara n t i zará a niños y adultos munidades Autónomas, las Corporaciones
españoles con discapacidad una enseñanza Locales y las Asociaciones de Emigra n t e s
de la lengua y cultura españolas debidamen- R e t o rnados prom overá una política integral
te adaptada. para facilitar el re t o rno de los españoles de
2. Los poderes públicos promoverán o rigen residentes en el exterior.
la divulgación y el conocimiento tanto de la 3. Los poderes públicos desarro ll a-
diversidad cultural española como del patri- rán medidas dirigidas a facilitar la protección
m onio cultural com ú n . Para ello se con t a r á y el retorno de las españolas residentes en el
con los medios de comu n i cación audiovisual exterior, y, en su caso, sus hijos, víctimas de
públicos y mediante el apoyo a los medios situaciones de violencia de género cuando el
privados, teniendo en cuenta su vocación ex- país de residencia no ampare de manera su-
terior y fomentando su nivel de calidad. A es- ficiente a las víctimas de estos delitos.
te fin, se contará con la colaboración de las 4. Los poderes públicos prom ove-
asociaciones de españoles en el exterior. rán el acceso a la vivienda de los emigrantes
retornados, teniendo en cuenta las necesida-
TÍTULO II des específicas de este colectivo, a través de
Políti ca integral en materia de retorno las administraciones competentes y en cola-
boración con las asociaciones de retornados.
A rtículo 26.
Finalidades de la política de retorno. Artículo 27.
Oficina Española del Retorno.
1. El Estado en colaboración con
las Comunidades Au t ó n omas y las Corp o- 1. La Ad m i n i s t ración General del
raciones Locales, promoverá una política in- Estado creará la Oficina Española del Re-
tegral para facilitar el re t o rno de los españo- torn o, adscrita al Ministerio de Trabajo y
les de origen residentes en el exterior. Asuntos Sociales, para facilitar la ori e n t a-
A tal fin, los poderes públicos, p a ra un ción y el asesoramiento a los españoles que
e f i caz y eficiente aprovechamiento de los re- decidan retornar, a cuyo fin se establecerán
cursos públicos, coordinarán sus actuaciones los medios y recursos materiales y tecnológi-

- 315
Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior

cos necesarios para integrar toda la informa- minadas a facilitar la inserción social y labo-
ción relativa a las normas, procedimientos ral de los españoles re t o rn a d o s , a través de
administrativos y medidas de apoyo existen- los correspondientes pro g ramas de ayudas o
tes en materia de retorno, y todo ello sin per- de convenios con entidades públicas o priva-
juicio de aquellos derechos o actuaciones que das que tendrá como objetivo su inserción en
estén reconocidos por las Leyes o actuacio- el mercado de trabajo apoyando muy espe-
nes sobre el re t o rno en vigor en las distintas cialmente las iniciativas de inserción laboral,
Comunidades Autónomas. proyectos de empleo y autoocupación que
2. La Ad m i n i s t ración General del promoverán las Asociaciones de Emigrantes
Estado podrá suscribir convenios o acuerdos Retornados.
con entidades públicas o privadas sin ánimo A tal efecto, en el marco de la política de
de lucro con objeto de facilitar los trámites empleo, el Plan Nacional de Reform a s , p o-
que deban re a l i zar los españoles para retor- drá considerar colectivo pri o ri t a rio de actua-
nar a España, teniendo en especial con s i d e- ción a los retornados y sus familiares, a fin de
ración a las asociaciones de emigrantes re- potenciar sus posibilidades de encon t rar em-
tornados. pleo y mejora de su ocupabilidad.
3. La Ad m i n i s t ración General del En este sentido, se llevarán a cabo espe-
Estado en el exterior contará con la dotación cialmente, las re f o rmas necesarias para sim-
necesaria de medios humanos, materiales y p l i f i car los trámites relativos a la homologa-
técnicos, para facilitar a los españoles la pla- ción de titulaciones académicas y pro fe s i o-
nificación de su re t o rno a España, teniendo nales y de los permisos de conducir, así como
en especial con s i d e ración a la red asociativa el acceso a las ofe rtas de empleo del Sistema
en el exterior y a las asociaciones de retorna- Nacional de Empleo y de los Servicios Eu-
dos en España. ropeos de Empleo y la posibilidad de inscri-
4. A s i m i s m o, las Comu n i d a d e s birse como demandante de empleo.
Au t ó n omas y las corp o raciones locales po-
drán crear en sus respectivos terri t o rios entes TÍTULO III
o agencias equivalentes a los previstos en el Relaciones entre las
p á r rafo anterior, en cuyo caso las Ad m i n i s- Administraciones Públicas
t ra c i ones afectadas intercambiarán la infor-
mación que resulte pertinente a esos efectos. A rtículo 29.
Cooperación entre las
Artículo 28. Administraciones Públicas.
Fomento del empleo.
1. El Estado y las Comu n i d a d e s
El Estado y las Comunidades Au t ó n o- Au t ó n omas deberán cooperar para gara n t i-
mas promoverán el desarrollo de un servicio zar la efectividad de los derechos y deberes
específico, que planifique acciones de infor- que la presente Ley reconoce a los españoles
mación, orientación y asesoramiento enca- en el exterior y a los retornados a España.

316 -
Ciudadanos
españoles en el mundo

A tal fin, los poderes públicos prestarán 2. LasAd m i n i s t raciones Públicas


asistencia para mejorar la eficacia y eficien- podrán acordar la realización de planes y
cia de sus actuaciones en el ámbito de la programas conjuntos en materias de compe-
protección de los españoles en el exterior y, tencia concurrente.
especialmente, en la atención a los españo-
les que retornan a España, intercambiando Artículo 31.
la información precisa para una mejor coor- Coord i n ación de las ac tu aciones
dinación de las respectivas actuacion e s , d e- de los poderes públicos.
biendo garantizarse en todo caso, las com-
petencias que tengan atribuidas cada Ad- A fin de conseguir la complementarie-
ministración Pública de conformidad con dad de las actuaciones y evitar la duplicidad
el sistema de distribución competencial vi- de los programas y medidas de apoyo a favor
gente. de los españoles residentes en el exterior y de
2. En el ámbito del Ministerio de los retornados, los poderes públicos impulsa-
Trabajo y Asuntos Sociales se constituirá rán el establecimiento de mecanismos de co-
una Comisión, como órgano de cooperación ordinación entre las distintas Ad m i n i s t ra-
multilateral, de ámbito sectorial, de la que ciones Públicas competentes.
f o rmarán parte representantes de la Ad m i-
n i s t ración General del Estado y de las Co- Disposición adicional primera.
munidades Au t ó n omas y en la que podrán Portal de la Ciudadanía Española en el
p a rticipar representantes de la Administra- Exterior.
ción Lo cal cuando se traten temas que afe c-
ten al ámbito de sus competencias. El Ministerio de Trabajo y Asuntos So-
ciales creará el Po rtal de la Ciudadanía Es-
Artículo 30. pañola en el Exterior, como punto de infor-
Convenios de colaboración entre el Estado y las mación integral en internet.
Comunidades Autónomas. Con el fin de mantener actualizada la
información que se ofrece en el portal, las
1. La Ad m i n i s t ración General del Ad m i n i s t ra c i ones Públicas coord i n a r á n
Estado podrá celebrar convenios de colabo- puntualmente con el Ministerio de Trabajo y
ración con los órganos corre s p ondientes de Asuntos Sociales toda la información re l e-
las Ad m i n i s t ra c i ones de las Comu n i d a d e s vante en esta materia.
Au t ó n omas en el ámbito de sus respectivas
competencias y, particularmente, en lo relati- Disposición adicional segunda.
vo al retorno, de conformidad con lo estable- Adquisición de la nacionalidad española
cido en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, por los descendientes de españoles.
de Régimen Jurídico de las Ad m i n i s t ra c i o-
nes Públicas y del Procedimiento Ad m i n i s- El Gobierno en el plazo de seis meses
t rativo Común. desde la entrada en vigor de esta Ley pro-

- 317
Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior

moverá una regulación del acceso a la nacio- “I n f ra c c i ones en materia de mov i-


nalidad de los descendientes de españoles y mientos migratorios y trabajo de ex-
españolas que establezca las condiciones pa- tranjeros.”
ra que puedan optar por la nacionalidad es-
pañola, siempre que su padre o madre hay a Tres. Se modifica la rúbri ca de la Se c-
sido español de origen, c on independencia ción 1.ª del Capítulo IV y sus artículos 33,
del lugar y de la fe cha de nacimiento de cual- 34, 35 y 36 del Texto Refundido de la Ley
q u i e ra de ellos. sobre Infracciones y Sanciones en el Orden
Social, aprobado por el Real Decreto legisla-
Disposición derogatoria única . tivo 5/2000, de 4 de ago s t o, dándoles la si-
Derogación normativa. guiente redacción:
Se deroga la Ley 33/1971, de 21 de julio, “ Sección 1.ª Infracciones en mate-
de Emigración y todas aquellas normas que ria de movimientos migratorios
contradigan lo establecido en la presente Ley.
A rtículo 33.
Disposición final primera. Concepto.
Modificación del Texto Refundido de la
L ey sobre Infracciones y Sanciones en el Son infra c c i ones en materia de movi-
Orden Social, aprobado por el Real Decreto mientos migratorios laborales las acciones u
legislativo 5/2000, de 4 de agosto. omisiones de los sujetos a quienes se refiere
el artículo 2.4 tipificadas y sancionadas de
Uno. Se modifica el apartado 4 del ar- conformidad con la presente Ley.
tículo 2, del Texto Refundido de la Ley sobre
Infracciones y Sanciones en el Orden Social, A rtículo 34.
aprobado por el Real Decreto legislativo Infracciones leves.
5/2000, de 4 de agosto, que quedará re d a c t a-
do de la siguiente forma: C on s t i t u ye infracción leve la modifica-
“Los transportistas, agentes consignata- ción de las condiciones de la ofe rta de traba-
rios, representantes, tra b a j a d o res y, en jo para desplazarse al exterior, si no causa
general, las personas físicas o jurídicas perjuicio gra ve para el trabajador.
que intervengan en movimientos mi-
gratorios.” A rtículo 35.
Infracciones graves.
Dos. Se modifica la rúbri ca del Capí-
tulo IV del texto refundido de la Ley sobre Son infracciones graves:
Infracciones y Sanciones en el Orden Social, 1. La modificación de las condicio-
aprobado por el Real Decreto legislativo nes de la ofe rta de trabajo para desplazarse al
5/2000, de 4 de agosto, que quedará deno- exterior, si causa perjuicio gra ve para el tra-
minado: bajador.

318 -
Ciudadanos
españoles en el mundo

2. La ocultación, falsificación o rec- 1. “Las infra c c i ones en materia de


tificación de cláusulas sustanciales de un con- re l a c i ones laborales y empleo, en materia de
trato de trabajo para desplazarse al exterior. Se g u ridad Social, sin perjuicio de lo dispues-
3. El desplazamiento del trabajador to en el apartado 3 siguiente, en materia de
al país de acogida sin la documentación ne- movimientos migratorios y trabajo de ex-
cesaria o la retención injustificada por la em- tranjeros, así como las infra c c i ones por obs-
presa de dicha documentación. trucción se sancionarán”.
4. La con t ratación de marinos es-
pañoles por cuenta de empresas arm a d o ra s Disposición final segunda.
e x t ra n j e ras realizada por personas o entida- T í tulo competencial.
des no autorizadas por la autoridad labora l Esta Ley se dicta al amparo del artículo
para re a l i zar ese cometido. 149.1. 2.ª de la Constitución Española, que
atribuye al Estado competencia exclusiva en
Artículo 36. m a t e ria de emigración.
Infracciones muy graves.
Disposición final tercera.
Son infracciones muy graves: Habilitación normativa.
1. El establecimiento de cualquier Se autori za al Gobierno para que, en el
tipo de agencias de reclutamiento. ámbito de competencias del Estado, dicte
2. La simulación o engaño en la cuantas disposiciones sean necesarias para la
con t ratación de los trabajadores que se des- a p l i cación y el desarrollo de la presente Ley.
p l a zan al exterior.
3. El abandono de tra b a j a d o re s Disposición final cuarta.
desplazados por parte del empresario con- E n trada en vigor.
t ratante o de sus representantes autorizados. La presente Ley entrará en vigor el día
4. El cobro a los trabajadores de co- siguiente al de su publicación en el “Boletín
misión o precio por su contratación. Oficial del Estado”.
5. La obtención fraudulenta de
ayudas a los movimientos migratorios, ya se- Por tanto,
an individuales o de reagrupación familiar, o Mando a todos los españoles, particula-
la no aplicación o aplicación indebida de di- res y autoridades, que guarden y hagan
chas ayudas.” guardar esta Ley.

C u a t ro. Se modifica el primer párra f o Madrid, 14 de diciembre de 2006.


del apartado 1 del artículo 40 del Texto Re-
fundido de la Ley sobre Infracciones y Sa n- JUAN CARLOS R.
ciones en el Orden Social, a p robado por el
Real Decreto legislativo 5/2000, de 4 de El Presidente del Gobierno,
agosto, que tendrá la siguiente redacción: JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZA PATERO

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