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Introduccin:
La evangelizacin, en primera instancia es un mandato que Jess nos dio. A partir
de esa confianza que impulse nosotros, es nuestro deber idear planes, mtodos o
diversas formas de evangelizar.
Preparando corazones.
De la abundancia de corazn, habla la boca. Al salir a predicar o anunciar el reino
de Dios, somos conscientes que nos encontramos con distintas personas de
ideologas distintas, que quieren hacernos cambiar de parecer mientras tratamos
de predicar (artimaas que el enemigo). Por ello, como soldados de Jesucristo,
necesitamos una preparacin slida, activa y consciente, que nos permita avanzar
confiadamente teniendo como escudo de justicia y libertad, a la palabra de Dios.
Para que todo esto funciona excelentemente debemos tener una relacin
agradable, slida, mutua, confiada en nuestro Padre celestial, de lo contrario las
palabras que salgan de nuestra boca no tendrn poder, y se quedarn en el aire.
Recordemos cmo predicaba Jess, su autoridad, la seguridad, la certeza con que lo
haca, y as tambin nosotros debemos usar esa autoridad que L nos dio para
anunciar el Evangelio.
Preparando equipos.
Recordando el tradicional toque de puerta, algunas personas ya saben que les ha
hablar de Dios, pues llevamos una Biblia. Pero, por qu no llevar ms material
para compartir? Pues podemos usar folletos, decoraciones, etc., de esta manera
recordaran que un da una persona les habl de Dios, que recuerden que el Padre
de espera con los brazos abiertos, que L est dispuesto a darles otra oportunidad.
Llevemos las ganas, la confianza, la certeza, la autoridad para hablar, pues Dios
puso eso nosotros y debemos compartirlo, debemos mostrar que Dios est de
nuestro lado y que no hay nada ni nadie que se interponga.
Preparndonos personalmente
En todo tiempo nuestra expresin debe ser el reflejo de la Gloria de Dios, llevando
ese espritu que nos caracteriza como cristianos, demostrando nuestro
agradecimiento a Dios.
Empleando los mtodos que sean necesarios, con los que se no sea fcil proclamar
al mundo que Cristo muri por nosotros por amor y gracia. Anunciar que L es
Nuestro Salvador.