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RESUMEN DEL LIBRO IGLESIA CATOLICA, HANS KÜNG

Por Lic. Miguel Angel Pino

1.- Los inicios de la iglesia


¿Fundada por Jesús?
En los evangelios Jesús apenas si uso la palabra “iglesia”. Lo que dicen los estudiosos de
la Biblia es que Jesús lo que proclamó fue el reino de Dios, no una iglesia y ni siquiera a sí mismo.
Lo que Jesús propugnaba a través de sus predicaciones y sanaciones era un gran movimiento
escatológico colectivo. Los doce discípulos serían la señal de restauración de las tribus de Israel.
Invito a su reinado a los practicantes de otras creencias (los samaritanos) los políticamente
comprometidos (recaudadores de impuestos) y a los pecadores. Fue un profeta provocador crítico
con el Templo con el comercio que allí había.
Según todas las evidencias Jesús no fundo una iglesia en vida. Aunque después de su
muerte, si se formaría una iglesia, en el sentido de comunidad religiosa diferente a Israel. El
fundamento de esa iglesia era sencillamente su profesión de fe en que ese Jesús era el Mesías, el
Cristo, por eso se bautizaban en su nombre y lo recordaban mediante un agape ceremonial.
El significado de «iglesia»
Desde siempre la iglesia de todos los tiempos ha sido la hermandad de aquellos que creen
en Cristo, comprometiéndose con Él y con su causa y testimonian de su mensaje de esperanza a
todos los hombres y mujeres.
Iglesia deriva del griego ekklesia y del hebreo qahal que significa “asamblea”. Significa
tanto el proceso de reunirse en asamblea como la comunidad reunida propiamente dicha. De su
nombre se deriva la norma para siempre. La iglesia no tenía que ser originalmente una macro-
organización de funcionarios espirituales, separados de la asamblea concreta. Era una comunidad
que se reunía en un lugar concreto. Pronto, junto con las otras iglesias locales significaría el
conjunto de la iglesia. La iglesia debe servir a la causa de Jesucristo.
Era Jesús católico
Los católicos piensan que lo eran por supuesto. Pero… ¿lo era? ¿Podemos imaginarnos a
Jesús asistiendo a una misa papal en la basílica de San Pedro de Roma? Sin embargo, no podemos
olvidarnos que Jesús de Nazaret se vio involucrado en conflictos con los poderes gobernantes de
su época. Jesús era cualquier cosa menos alguien que representara a la jerarquía patriarcal.
Jesús relativizo las traiciones de los padres e invito a las mujeres a ser sus discípulas por lo
que no puede definirse como defensor del patriarcado hostil hacia el sexo femenino.
Jesús ensalzo el matrimonio y nunca puso como condición el celibato para que alguien
fuera su discípulo, así sus primeros discípulos fueron casados y siguieron siendo no puede
argumentarse, por lo tanto, como defensor del celibato.
Jesús, con un “espíritu democrático” hablo de un pueblo, de seres libres, e iguales en
principio, de hermanos y hermanas.

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¿Acaso la comunidad original no era ya una estructura jerárquica con los apóstoles como
pilares y Pedro como su piedra básica?
La primera iglesia
En la primera comunidad hubo doce apóstoles, sin lugar a dudas. Pero también aquellos
que predicaban el mensaje de Jesús y fundaban comunidades fueron considerados apóstoles. Y
junto a ellos, se habla también de profetas y profetisas, maestros, evangelistas y colaboradores
diferentes, hombres y mujeres. Ahora bien, más que hablar de ministerios se pensaba en términos
de diaconía, de servicio. Nos hallamos, por tanto, ante un servicio de la iglesia que una jerarquía,
término que se adoptó cinco siglos después por un teólogo llamado pseudoDionisio. A día de hoy
no se puede históricamente concluir que en Jerusalén hubiera una constitución distintiva de padres
que reclamaran jurisdicción sobre la iglesia en su conjunto.
Pedro
¿Quién era Pedro? Según las fuentes del Nuevo Testamento se pueden decir tres cosas: era
el portavoz de los discípulos, después de María Magdalena y de las mujeres, fue uno de los
primeros testigos de la resurrección de Jesús, a la luz de su papel en la Pascua podría considerársele
como la “piedra” de la iglesia. Pero hoy en día incluso los estudiosos católicos del Nuevo
Testamento concuerdan en que la famosa cita según la cual Pero era la piedra sobre la que Jesús
edificaría su iglesia (Mt. 16,18) la afirmación aparece en futuro y los otros evangelios no
mencionan nada. Pedro aunque líder, no estaba solo, tenía los Doce con él, y más adelante fue
parte de los tres pilares (Gálatas 2:9), Santiago, Pedro y Juan. Su autoridad era colegiada con otros.
Al final de su vida ¿no era el obispo de Roma? El consenso actual dice que; Pedro estuvo
en Antioquia, posiblemente en Corinto, pero en ningún lugar del Nuevo Testamento se dice que
estuviera en Roma, ni que tuviera algún sucesor allí. Una tradición muy antigua dice que vivió sus
últimos días allí y que murió mártir, sin embargo, la arqueología aún no ha logrado identificar su
tumba. NO existen pruebas fiables de que fuera obispo de Roma en algún momento.
Una hermandad de judíos
Roma es la ciudad que alberga las tumbas de los dos apóstoles principales, pero ¿la
convierte eso en la madre de todas las iglesias? Fue Jerusalén la comunidad madre y cabeza de la
primera cristiandad, gente humilde sobre todo. Gente que no pensaban en separarse del judaísmo
de donde provenían. Siguieron con sus costumbres judías aunque eran creyentes en Jesús, aunque
se añadió el bautismo en el nombre de Jesús y el agape recordatorio de la muerte de Jesús.
La ruptura entre judíos y cristianos
En la ruptura entre judíos y cristianos tuvo un papel decisivo las persecuciones y
ejecuciones (Esteban, Santiago, Pablo). La ruptura definitiva se produce en el año 70 d.C. cuando
es destruido el segundo templo, donde por orden de un consejo judío en Jamnia formado por
fariseos, los judeocristianos son excomulgados, estableciéndose una “maldición” sobre los
heréticos” que debía repetirse al inicio de todo oficio en la sinagoga. Este fue el inicio de las
persecuciones de los judíos contra los cristianos.
¿Cómo se pudo convertir esta pequeña iglesia judeocristiana que comenzó en Palestina
convertirse en la gran iglesia de toda la tierra habitada, en la ecclesia catholica?

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Una figura clave en el cambio del paradigma del cristianismo judío (que en parte hablaba
arameo y en parte griego) al cristianismo gentil (que comenzó hablando en griego y posteriormente
en latín fue Pablo.
2.- La iglesia católica primitiva
La primera vez que se utilizó la palabra “cristiano” fue en Antioquia (Siria), tercera ciudad
en importancia en el Imperio Romano. Aquí el cristianismo pasa de ser esencialmente rural, para
convertirse en urbano. La palabra “católico” nunca es usada en el Nuevo Testamento. Sería en el
año 90 d.C. Ignacio, el obispo de Antioquia quien la usaría significando la totalidad de la iglesia
a diferencia de las iglesias locales.
Pablo
El papel de Pablo en la historia del primer cristianismo fue muy importante pero no fue el
fundador del cristianismo como dicen los que no quieren indagar más en la cuestión.
Pablo, fiel discípulo de Jesús, continuó con sus enseñanzas llevando consigo la sustancia
de la fe cristiana original llevándola a los cristianos gentiles. Tenía la firme convicción de que el
pecador era justificado por Dios en relación a una confianza incondicional, sin ser ganador de esa
gracia por sus propios logros ni ser capaz de lograrla a través de buenas obras. Estaba convencido
de que los gentiles podían acceder ahora a la justificación mediante la fe en el Dios universal de
Israel. Y tuvo un gran éxito en su misión hacia los gentiles, por eso se dice que, no es exagerado
decir que no habría habido iglesia católica sin Pablo.
Las iglesias paulinas
Tanto los obispos de la iglesia católica, como los de la anglicana y ortodoxa) se
enorgullecen en ser llamados sucesores de los apóstoles. Sin embargo, la investigación de las
fuentes del Nuevo Testamento en los últimos cien años han llegado a la conclusión que la
constitución de esta iglesia, centrada en el obispo no responde a la voluntad de Dios ni fue
ordenada por Cristo, sino que es el resultado de un desarrollo histórico largo y complejo. Por tanto,
se trata de obra humana que puede ser cambiada. En las cartas de Pablo, no encontramos ningua
referencia a la institución legal de la iglesia, no existía, por tanto, un episcopado monárquico ni la
ordenación por imposición de manos. Sin embargo, para Pablo, las iglesias estaban completas y
bien equipadas, iglesias congregacionalistas con ministerios libres y carismáticos donde también
participaban algunas mujeres como “Junia” (Romanos 16,7) que destacaba entre los apóstoles. En
Corinto se ve patente que celebran la eucaristía sin la presencia de Pablo. La comunidad de
Antioquia está liderada no por obispos sino por profetas y maestros. Cuando Pablo escribo a los
romanos se hace patente que no hay un saludo especial para ningún obispo, por la sencilla razón
de que no había obispo en Roma. ¿Cómo se formó entonces la jerarquía?
El nacimiento de la jerarquía católica
Parece que tras la muerte de Pablo se hace necesario institucionalizar la iglesia de alguna
manera. Parece que fue la tradición palestina la que comienza con la formación de un colegio de
padres y el rito de la imposición de manos. Ahora bien, resulta imposible desde el punto de vista
histórico defender que los obispos sean los sucesores de los apóstoles en un sentido directo y
exclusivo y mucho menos aun demostrar una cadena constante de “imposición de manos” desde
los apóstoles hasta los obispos de hoy en día. Siendo Ignacio, obispo de Antioquia en el año 110
aproximadamente se da la diferenciación entre el clero y el laicado. Allí encontramos tres oficios:

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obispo, presbítero y diacono y la eucaristía ya no podía celebrarse sin la presencia de un obispo.
Pero aun entonces, sigue sin mencionarse a ningún obispo en Roma. Inclusive la primera relación
de obispos de Ireneo de Lyon, padre de la iglesia del siglo II donde se dice que Pedro y Pablo
transfirieron el obispado a un tal Linus es una falsificación. Es a partir de la mitad del siglo II
cuando se puede demostrar la existencia de un obispo monárquico en Roma, el obispo Aniceto. La
constitución de la iglesia presbiteriana-episcopal no se basa en una institución de Jesucristo ni
tiene que considerarse intrínseca al cristianismo según las palabras del propio Jesucristo, aunque
no fuera apostasía y si fuera de gran utilidad pastoral. Sirvió para dar a la catolicidad su tiempo y
su espacio. LA sucesión de los obispos sería más funcional que histórica. Los obispos deberían
apoyar a las demás personalidades más que aplacarlas.
Una minoría perseguida resiste
¿Qué paso con los judeocristianos? Muchos de ellos se trasladaron a Pella (Trasjordania)
en el 66 d.C. En el fatídico año del 135 después de una revuelta judía, Jerusalén fue completamente
destruida, los judíos expulsados y con ellos se daba fin a la comunidad cristiana de Jerusalén y as
posición dominante en la Iglesia Primitiva. Muy pronto el cristianismo judeocristiano sería
considerado como herético por los mismos cristianos. Entonces, sería Roma, la que se convertiría
en la iglesia central y líder de la cristiandad. El cristianismo sería perseguido en diferentes
ocasiones por diferentes emperadores romanos (Nerón (64 d.C.); Domiciano (81-96), etc.
Cristianos como los obispos Ignacio de Antioquia, Policarpo de Esmirna sufrieron el martirio,
mujeres como Blandina, Perpetua y Felicitas sufrirían la misma suerte. “Mártir” sería la palabra
que describía a quien daba testimonio de Jesucristo con su propia sangre; y “confesor” era el
nombre que se les daba a los que sobrevivían con valentía a la persecución. Serían las
persecuciones las provocadoras de las primeras teologías: padres de la iglesia y apologistas. El
más culto de los apologistas fue Justino (ejecutado en el 165).
En el siglo III aparece el creador de la teología como ciencia: Orígenes, el único genio
autentico entre los padres de la Iglesia. Concibe la historia de la humanidad como un enorme
proceso educativo en ascenso como la propia “pedagogía “de Dios para con la especie humana. El
cristianismo es presentado como la más perfecta de las religiones. El cristianismo entra en
contacto con la filosofía. Se pasa de la cruz y la resurrección de Jesús a la encarnación y
preexistencia del Logos e Hijo de Dios; la helenización de la predicación cristiana se hace evidente.
Para la mentalidad hebrea la “verdad” del cristianismo no podía se “vista” ni “teorizada” debía ser
“realizada y practicada”. En el cristianismo helenista la argumentación ya no centra tanto en ser
discípulo de Jesús sino en la aceptación de una enseñanza revelada sobre Dios y Jesucristo, sobre
Dios y el mundo. El Jesús histórico pasa a un segundo plano dando lugar la nueva cristología del
Logos. Cincuenta años después de su muerte se produciría una revolución en la historia del
mundo.
Ahora el término “católico” cambio de significado, ahora se presta progresivamente a las
polémicas sobre cuál era la correcta y ortodoxa verdad de la fe. Ante el problema de la verdad y
herejía se plantean tres normas que han regulado hasta el presente la iglesia “católica”: La primera
es el credo resumido, la segunda el establecimiento de una canon de la escritura para el Nuevo
Testamento basado en la Biblia Hebraica que serían usados en la liturgia, la tercera sería el cargo
de obispos. Los obispos serían los portadores de la enseñanza oficial de la iglesia desplazando a
los doctores, los profetas y las profetizas. El establecimiento de las estructuras jerárquicas
imposibilito la verdadera emancipación de la mujer y sigue siendo aun así, dominando el hombre

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en la esfera de lo sagrado. Sin embargo, no cabe duda que, según las fuentes neotestamentarias no
hay duda que las mujeres estaban involucradas de un modo más intenso en la primera difusión del
cristianismo. Siglos después la Reforma pondría en tela de juicio la tercera norma.
3.- La iglesia católica imperial
Una religión universal para el imperio universal
En el siglo IV el cristianismo es reconocido por parte del imperio romano. Constantino en
el año 313 d.C. garantiza una libertad religiosa ilimitada para todo el imperio, iniciando toda una
serie de reformas a favor de la iglesia culminando en la convocatoria de un Concilio ecuménico
celebrado en su residencia en Nicea ante problemas doctrinales que surgieron en relación a
problemas cristológicos (arrianismo).
Las causas de cómo pudo mantenerse la iglesia cristiana contra todo pronóstico en el
mundo de la Antigüedad pueden ser: la organización unitaria de la iglesia, el monoteísmo cristiano,
una ética elevada, su capacidad de ofrecer respuestas sencillas a problemas como la culpa, y la
expiación de los pecados, la muerte y la inmortalidad, y por supuesto una amplia asimilación de
la sociedad helenística-romana.
El Concilio de Nicea fue convocado por el emperador quien ni siquiera invitó al obispo de
Roma. Las resoluciones del Concilio se convertirían en leyes estatales con su aprobación. La
organización de la iglesia fue asimilada dentro del estado y así las provincias eclesiales tenían que
coincidir con las provincias romanas, las cuales tendrían su propio sínodo metropolitano y
provincial para la elección de su propio obispo. El emperador era aconsejado en su teología política
por el obispo de la corte, Eusebio de Cesárea. El imperio disponía ahora de una iglesia imperial
con su credo ecuménico. El lema era: “un Dios, un emperador, un imperio, una iglesia, una fe”.
La iglesia del estado amplia
El emperador español Teodosio el Grande, a finales del siglo IV decreta la prohibición
general de los cultos paganos y los ritos de sacrificio. Es el decreto que convierte al cristianismo
en religión del estado, a la iglesia católica en la iglesia del estado, y a la herejía en un crimen contra
el estado. En menos de un siglo la iglesia perseguida se convertía ahora en iglesia perseguidora.
En el año 285 Prisciliano junto con seis compañeros es ejecutado por herejía. La gente pronto se
acostumbraría a esta idea, y serían los judíos los que más sufrirían esa persecución, resultado en
el completo aislamiento del judaísmo.
La religión cristiana quedo coronada con el dogma de la Trinidad, termino consagrado en
el segundo Concilio de Constantinopla en el año 382. Entre el año 381 y el año 451 quedaron
constituidos los cinco patriarcados clásicos que siguen existiendo hoy en día: Roma, el patriarcado
de Oriente, Nueva Roma (Constantinopla), Alejandría, Antioquia y Jerusalén.
El obispo de Roma reclama su supremacía
Al morir el emperador Teodosio el imperio se fracciona en dos (imperio de oriente y de
occidente). El punto central de la iglesia católica estaba ahora en Oriente: allí estaban casi todas
las iglesias fundadas por los apóstoles, todos los concilios ecuménicos tenían lugar allí, y los
patriarcados, los centros de enseñanza y los monasterios se desarrollaron allí. Así que la iglesia de
Roma era realmente un apéndice de la iglesia católica de Oriente.

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Sin embargo, en el año 410 los pueblos germánicos toman Roma terminando con su
gloriosa historia como imperio. La hora del obispo de Roma había llegado aprovechando el vacío
de poder que quedo. Cabe preguntarse ¿no hay una base histórica, legal, teológica y tal vez bíblica
para las aspiraciones de Roma? En la época de Constantino él era quien ostentaba el título de
pontifex maximus, el sumo sacerdote, que ostentaba el monopolio de la legislación en asuntos de
iglesia. Sería a partir del año 350 d.C. donde de una manera lenta progresión que la comunidad
romana y su obispo llegarían hasta una posición monárquica de dominación en occidente.
Sería el obispo Siricio (384-399) el primero en llamarse a sí mismo “papa”. El obispo
Inocencio (401-422) solicitó que después de todas las discusiones de los sínodos las cuestiones
importantes debían serle presentadas para que este tomara una decisión final. El obispo Bonifacio
(418-422) intento prohibir cualquier demanda ulterior declarando sus juicios y decisiones como
permanentemente vinculantes. Pero todo esto eran realmente demandas romanas que no se
acataban, por lo que fueron un fracaso.
El padre de la teología occidental
Entre los años 360 y 382 se introduce el latín universal y definitivamente en el culto.
La teología latina tiene sus raíces en África con Tertuliano, Cipriano de Cartago, y
finalmente con el obispo Agustín de Hipona. Tal fue su labor teología en todo sentido que quien
quiera comprender a la iglesia católica tiene que comprender a Agustín, de hecho, ninguna figura
teología entre Pablo y Lutero han tenido tal influencia como él. Dio respuesta entre otras a
preguntas como ¿en qué consistía la verdadera la iglesia? O ¿Cómo se logra la salvación? Aunque
no cabe duda que fue un brillante teólogo también tiene sus sombras. En la interpretación de su
teología se apoyarían para la realización de conversiones forzosas, la Inquisición y la guerra santa
contra los cristianos de toda condición, algo que no ocurrió en el cristianismo de Oriente. Legó a
la iglesia católica de occidente la doctrina del pecado original, así como una funesta denigración
de la sexualidad humana.
La Trinidad reinterpretada
Se preocupó de una reinterpretación más profunda y convincente de la Doctrina de la
Trinidad utilizando categorías psicológicas de un modo novedoso, sin embargo, y hasta el día de
hoy, ha sido rechazada por la iglesia griega. ¿Por qué? Porque los padres de la iglesia griega se
remitían al Dios Padre único, que para ellos, como para el Nuevo Testamento, era “el Dios” (ho
theos).
La sutil manera de interpretar Agustín la Trinidad tendría como fruto final que en el año
1014 fuera incluida en el Credo antiguo (el Filioque) algo que la iglesia de oriente considera como
una herejía evidente. El protestantismo de la Reforma siguió tratando de explicar la Trinidad en la
misma línea agustiniana.
La ciudad de Dios
En el año 410 la ciudad de Roma cae en manos del ejército de Alarico quien la saquea
durante varios días. Esto creo un derrotismo en la gente al pensar que si la “Roma eterna” podía
caer ¿qué seguiría siendo seguro? Agustín reacciona escribiendo su gran obra La ciudad de Dios
donde se plantea ¿Cuál es la base y el significado de la historia del mundo? Respondiendo que
existen dos ciudades: la civitas terrena en el estado terrenal y la civitas Dei, ciudad de Dios del
estado de Dios. Esta obra puede ser considerada como la primera teología monumental de la

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historia de la Antigüedad, cuya influencia llegaría en occidente hasta la Reforma, e incluso hasta
el umbral de la moderna secularización de la historia. Se puede decir que la teología de Agustín
cambio el curso de la historia en Europa.
4.- La iglesia pontificia
El primer papa auténtico
La iglesia imperial católica se extendió por todo el mundo habitado se convirtió a través de
un lento proceso en lo que conocemos hoy. León I (440-461) es el personaje que los historiadores
consideran como el primer papa en su significado real. Fue el realizador de la síntesis clásica del
concepto romano de supremacía a través de tres argumentos: el Bíblico, donde argumentaba la
primacía de Pedro sobre los demás apóstoles que podía hallarse en el Nuevo Testamento, el
Histórico basándose en una epístola del papa Clemente a Santiago, el hermano del Señor en
Jerusalén. Sin embargo, la epístola era una falsificación de finales del siglo II, y por ultimo Legal
donde definía la posición legal del sucesor de Pedro una mayor precisión con ayuda de la ley
romana de sucesiones. Pedro hablaba en persona a través de él. Fue el primer obispo de Roma en
adornarse con el título pagano de sumo pontífice. Sin embargo…este “papa” fue derrotado en el
Concilio de Calcedonia en su propuesta de la relación entre la naturaleza divina y humana en
Cristo. A la sede la Nueva Roma se le otorgó la misma primacía que a la antigua capital imperial.
Finalmente León fue enterrado en San Pedro. Sus sucesores seguirían actuando según las mismas
líneas teológicas y políticas.
Los papas errantes, patrañas papales y juicios papales
En el siglo VI Justiniano construyó Hagia Sofía la iglesia más grande de la cristiandad en
Constantinopla además de establecer la iglesia del estado bizantino política y culturalmente. En
los siglos VII y VIII se darán los casos famosos de papas errantes. El papa Vigilio (537-555) perdió
toda la credibilidad en el concilio De Constantinopla con sus propuestas. El papa Honorio I fue
condenado como hereje, condena confirmada por su sucesor León II, y sucesivos papas romanos.
Así nadie a lo largo del primer milenio consideraba como infalibles las decisiones del papa. Peor
aún, los historiadores han demostrado que los papas en especial a partir del siglo V se valieron de
falsificaciones flagrantes para extender su poder (“Donación de Constantino”). En el siglo V y VI
aparecieron los escritos del falso discípulo de Pablo, Dionisio el Areopagita, quien introduce la
palabra “jerarquía” y todo un sistema jerárquico. Sin olvidar las exitosas falsificaciones realizadas
en el círculo del papa Simaco, quien entre otras cosas afirmo que el papa no podía ser juzgado por
ninguna autoridad ni siquiera por el emperador. La realidad histórica sin embargo fue muy
diferente.
El cristianismo se hace germánico
Debido a las invasiones bárbaras Roma que había sido otrora la capital del imperio, ahora
en el siglo VI contaba con unos 20.000 habitantes nada más (llego a tener más de un millón de
personas). Debido a las guerras entre los barbaros se dio el fenómeno de ciudades importantes
europeas que se quedaban sin obispo por más de un siglo.
Se produce una cristianización del mundo germánico a la vez que una germanización del
cristianismo. La nobleza pasa a formar parte importante sustituyendo al cuerpo funcionarial de
formación romana. Los soberanos no sabían leer ni escribir, solo el clero tenia esos conocimientos.
Solo el clero accedía a la literatura antigua, y llegado el momento fueron los encargados de crear

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la nueva cultura escrita que se propagaría a través de los monasterios cuyo número fue aumentando
progresivamente desarrollándose una gigantesca red de monasterios.

La piedad medieval
Ahora se bautizaba a los niños recién nacidos. Se afianzo una liturgia del clero, que el
pueblo no entendía ya que se hacía en latín con lo que la gente era mera espectadora. En lugar de
arrepentimiento público se pasó a la confesión oral propagada por los monjes irlandeses y
escoceses. Se pasó de venerar a los mártires y sus tumbas a la veneración de los santos y las
reliquias. Se pasó de una teología reflexiva a la superstición germánica sobre todo aquello que no
era visible, con un énfasis en la creencia de los espíritus. En lugar de la educación se le dio
importancia al celibato. Fue abolido el diaconado de las mujeres. Gregorio I Magno (590-604)
sería responsable de la idea del purgatorio y de la misa de animas, mostrando un gran interés en
los sacrificios, ordenanzas penitenciales, clasificación de pecados y su castigo, así como un gran
énfasis en el Juicio final y a la esperanza de recompensa por las buenas obras. Convirtió a
Benedicto en el abad modelo y padre de los monjes. Sentó las bases de una unidad espiritual y
cultural de Europa. Tendrían que pasar cuatrocientos años de silencio teológico hasta Anselmo de
Canterbury.
El islam
Para el cristianismo la expansión del Islam resulto una catástrofe a gran escala, las tierras
donde se había originado el cristianismo (Palestina, Siria, Egipto y el norte de África) se perdieron.
El resultado victorioso del Islam dio un vuelco a la política mundial.
Un estado para el papa
La iglesia católica es ahora la única fuerza cultural de occidente, heredera de la educación
y la organización de la Antigüedad, aunque no era una iglesia occidental universal. A través de
intrigas y negociaciones políticas con Pipinio se establecen los Estados pontificios que durarían
más de once siglos, hasta el año 1870.
La ecuación occidental: cristiano = católico = romano
El emperador Carlomagno sentía de un modo teocrático que además de ser el señor del
imperio también lo era de la iglesia. Fue un reformador activo de la iglesia concentrándose en los
deberes activos de los obispos, establecimiento de parroquias y comunidades de canónigos en las
catedrales y en la participación de todos los fieles en el culto con una liturgia en latín donde se
repite todo lo plasmado en un libro, donde el altar y la congregación quedan separados y se
establece la misa católica donde los fieles simplemente observan siendo privados de toda
participación como lo era en la eucaristía.
La moral católica
La moral católica se convierte en la moral de la confesión. A través de los libros
penitenciales (atribuidos a los santos irlandeses Patricio y Columba) son establecidas las
penitencias, prestándose especial atención a los pecados sexuales que se daban incluso en el mismo
marco del matrimonio.
La base legal para la futura romanización

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En el siglo IX se produce una de las mayores falsificaciones (las decretales del pseudo-Isidoro)
que una vez más fortalecería al papado quien ahora podría celebrar y confirmar sínodos, y donde
se conseguía que el papa tendría la última palabra. Las falsificaciones aparecen hoy en el Codex
Inris Canonici revisado bajo la supervisión de la curia y aprobado en 1983 por Juan Pablo II.
5.- La iglesia se divide
Una revolución desde arriba
El siglo X es considerado como el sigo oscuro por la cantidad de intrigas y luchas, de
asesinatos y actos de violencia, de papas y antipapas.
El papado se reorganiza en tres etapas históricas: En la primera, son reformados los
monasterios en Cluny quedando libres de la supervisión de los obispos locales teniendo la
supervisión directa del papa. Estos a cambio, enviaban un censo anual a Roma que saco grandes
beneficios.
Un personaje importante de este periodo es Humberto de Silva quien constituye la base del
sistema romano donde el papa es el origen y norma de toda ley, así como autoridad suprema que
podía juzgarlo todo y que al mismo tiempo no tenía que someterse a juicio alguno. Este seria,
quien como cardenal legado en 1054 provocara la ruptura fatal con la iglesia de Constantinopla.
Iglesia, que actualmente sigue diciendo que las demandas papales de supremacía son el único
obstáculo serio para la restauración de la comunión de las iglesias.
Una iglesia católica romanizada
La iglesia tenía que entenderse como “madre” y “cabeza” de todas las iglesias, a la que se
tenía que obedecer.
Nicolás II será el primer papa en coronarse a sí mismo como los reyes y emperadores.
Declaro al colegio cardenalicio órgano exclusivo para la elección de los papas convirtiéndolo en
un órgano consultivo para el papa. Gregorio VII se atribuye una competencia ilimitada en materia
de consagración, legislación, administración y el juicio. Se enfrasco contra todos los sacerdotes
casados, declarando nulas todas sus actividades. Ahora la cuestión era ¿Quién es la autoridad
suprema de la cristiandad, el rey o el papa? Inocencio III (1198-1216) pueda ser considerado el
papa más brillante de todos los tiempos. Represento el punto de inflexión del papado medieval,
convocando el Concilio de Letrán de 1215 donde se atribuiría su autoridad papal ninguneando a
los obispos en los setenta decretos que presentaron. Es el concilio donde se anticipaban las medidas
antisemitas confirmando firmemente que el papismo y el antisemitismo iban de la mano. Con
Inocencio III se pone el sello característico del sistema romano: la centralización, la legalización,
la politización, la militarización y la clericalización. Inocencio III prefería llamarse representante
de Cristo a representante de Pedro. La iglesia universal prácticamente se identificaba con la iglesia
romana. Es significativo saber que los papas del siglo XII promulgaron más decisiones legales
para el conjunto de la iglesia que todos su predecesores juntos, a tal grado que se tuvo que
compendiar tanta información en lo que se llamaría el Decretum Gratiani, que daría lugar más
adelante a tres compilaciones oficiales de decretos papales formando juntos el Corpus Iuris
Canonici, del que se basa el Codex de 1917-1918. La iglesia militante llamo a la guerra santa
basándose en la teología de Agustín como hemos comentado, así Urbano II promulgó la primera
cruzada. Posteriormente proclamó también la primera gran cruzada contra los cristianos en
Occidente contra los albigenses, una vergüenza para la cruz así como una perversión de lo

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cristiano. A la vez se establecía una iglesia de hombres célibes que sirvieron al servicio de los
intereses del papa: las ordenes mendicantes. Más que ninguna otra la obligatoria ley del celibato
contribuyo a separar al clero del pueblo.

Los herejes y la Inquisición


Se desarrollan dos grandes movimientos disidentes (los cataros y los valdenses) centrados
en la penitencia y en la pobreza. Para combatirlos y erradicar las amenazas heréticas obispos y
papas y emperadores prepararon el instrumento que llenaría de terror y dolor las páginas más
terribles de la historia de la Iglesia: la Inquisición. Fue Federico II muy influyente en el desarrollo
de la Inquisición al estipular la muerte en la hoguera como castigo por la herejía. Así los herejes
condenados tenían que ser entregados a un tribunal secular para una muerte cruel o para que por
lo menos le cortara la lengua al hereje. Inocencio IV va mas allá autorizando la tortura de las
autoridades seculares para conseguir arrancar confesiones. Los tormentos que sufrirían las
victimas desde entonces sobrepasan cualquier descripción. La Inquisición siguió en la historia con
otros nombres hasta hoy: “Santo Oficio”; “Congregación para la Doctrina de la Fe”, e inclusive
continua usando los mismos métodos que entonces: los procesos son llevados bajo secreto, a puerta
cerrada, así evitan cualquier conocimiento sobre los exámenes preliminares. Lo acusadores y
jueces son idénticos. No se puede apelar a ningún tribunal, porque realmente el objetivo no es el
descubrimiento de la verdad sino el sometimiento absoluto a la doctrina romana. Esta Inquisición
es una burla tanto al Evangelio como al sentido de justicia aceptado hoy en día por la sociedad
expresada en la declaración de los derechos humanos. Inocencio II escogió que algunos
movimientos no quedaran excluidos de la iglesia: las ordenes dominicana y franciscana. El ideal
franciscano tenía tres pilares: la pobreza, humildad y sencillez. Siempre quedara la duda de que
habría pasado si Inocencio III se hubiera tomado en serio el evangelio y hubiera adoptado los
puntos de vista de Francisco de Asís.
La gran síntesis teológica
Este es el tiempo el que nacen las universidades como fuerza social. Tomas de Aquino
(1225-1274) influido por el Aristóteles aprendido a través de los comentarios de la filosofía árabe
y judía dio un giro decisivo hacia lo empírico y lo natural, hacia el análisis racional y la
investigación científica creando la formulación clásica y madura de la teología católica medieval.
Fue un gran defensor del papa llegando a afirmar que la obediencia al papa es necesaria para la
salvación, excluyendo con esta afirmación en una sola frase a todo oriente.
La vida cotidiana de los cristianos
Es saludable recordar la gran diferencia entre la historia del establecimiento de la historia
de la iglesia como institución como poder político y otra cosa la auténtica historia de los cristianos
muy diferente. La iglesia domino desde arriba de un modo practico la vida cristiana, por el sonido
de las campanas, por las torres de las iglesias que se elevaban sobre todo edificio. En la Edad
Media ser discípulo de Cristo se entendía equivocadamente, a saber, ser discípulo de la cruz era
rendir culto al crucifico o a una inmersión mística en la participación arrebatada en el sufrimiento
de Cristo. Sin embargo, hubo otros hombres y mujeres que fueron cristianos de una manera
práctica y natural pero esos no se han recogido en los libros de los teólogos. La sociedad medieval
era absolutamente patriarcal por lo que las mujeres que permanecían libres y no siervas, fueron
altamente discriminadas y perseguidas. Para la iglesia, la monja era la mujer ideal. El misticismo,

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como búsqueda de la salvación de modo intimista, fue considerado por muchos una alternativa
espiritual. Ahí las mujeres encontraron su espacio. Pero la iglesia también desconfió del
misticismo por lo que no es extraño que la Inquisición actuara en contra (caso de Meister Eckhart,
Juan de la Cruz o Teresa de Ávila y que la mística Margarita Porete acabara en la hoguera).
También tuvo su punto culminante la veneración a María.
6.- La Reforma: ¿Reforma o Contrarreforma?
El fin de la dominación papal
A Bonifacio VIII (1294-1303) le gustaba presentarse como señor del mundo con gran
pompa, tocado con tiara o con corona. Se dio el lujo de excomulgar al rey francés Felipe el
Hermoso y lo único que consiguió fue que fuera arrestado por el rey y encarcelado en un castillo
muriendo posteriormente en Roma. Su sucesor traslada la sede papal a Aviñón. Duraría setenta
años ese periodo y se llamaría por el pueblo de Roma como “la cautividad de Babilonia”. Ese
tiempo serían los papas franceses y políticamente dependientes de la corona francesa.
En esa época el papado perdió progresivamente su liderazgo religioso y moral a cambio se
convirtió en el primer poder financiero. No es de extrañar que la oposición al papa aumentara
considerablemente en el siglo XIV.
Una reforma frustrada
Sería en esta época cuando se crearía la doctrina de la infabilidad creada por el franciscano
Pedro Olivi, aunque curiosamente fuera condenada como del Diablo por parte de Juan XXII
posteriormente. A finales del siglo, en Europa había un clamor por la reforma de la iglesia, de su
cabeza y de sus miembros. El movimiento fue dirigido desde la Universidad de Paris, decían que
solo un concilio general podía ayudar a restaurar la unidad de la iglesia y llevar a cabo la reforma,
tenía que ser un concilio representativo de toda la cristiandad no de los deseos del papa. En ese
tiempo llegaron a haber hasta tres papas al mismo tiempo. Tendría que llegar el Concilio de
Constanza (1414-1418) donde se afirmaría que el Concilio estaba por encima del papa para poder
restaurar la unidad de la iglesia. La curia romana prefiere citar más bien las condenas de Constanza
(a John Wycliffe y John Hus). La realidad es que la curia siguió su camino ascendente de poder.
Así en el Concilio de Letrán de 1516 León X declaraba: “El pontífice romano existente en estos
tiempos, que posee autoridad sobre todos los concilios”.
Renacimiento, pero no para la iglesia
Ahora era el tiempo de Bramante, Fra Angélico, Botticelli, Rafael y Leonardo da Vinci. El
tiempo del Renacimiento importante corriente intelectual y cultural de finales de la Edad Media.
En la iglesia los papas se ocuparían de sí mismos y de sus asuntos italianos. Trataron a través de
las grandes construcciones y su mecenazgo del arte que la capital del cristianismo era al menos el
centro de la cultura y el arte. Pero la realidad es que esas actividades altamente costosas se harían
a costa del rechazo de reformar la iglesia que se gobernaba como si de un principado italiano se
tratara. Los papas que exigían el celibato para el clero con mano de hierro no se ha sabido
demostrar por parte de los historiadores la cantidad exacta de hijos que tuvieron, papas que vivían
en la lujuria más licenciosa, sensualidad desenfrenada y vicio desinhibido (Ej. Sixto IV, Inocencio
VIH y Alejandro VI Borgia)
Inocencio VIII, preocupado de conseguirle el ducado de Spoleto a su sobrino no supo ver
la importancia de un suceso que anunciaría el final de las ambiciones del papado de Occidente. Un

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profesor del Nuevo Testamento en Wittenberg, monje agustino, que se consideraba un católico
leal publico noventa y cinco tesis críticas contra el comercio de indulgencias destinado a financiar
la construcción de la nueva basílica de San Pedro. Su nombre era Martin Lutero.

La Reforma
La Reforma pronto encontró un extraordinario dinamismo religioso, político y social.
Supondría para la iglesia católica la perdida de la mitad norte de su imperio romano. Inicialmente
Lutero no era el rebelde que se ha pintado desde la iglesia católica. De hecho, Lutero quien tenía
hundida sus raíces en la iglesia católica no tenía nunca que haber sido condenado. Lutero fue un
reformista que como Pablo Y Agustín ataco a la escolástica y el aristotelismo. Se planteaba que
las Escrituras, el Evangelio y el mensaje cristiano original deben constituir el criterio principal,
fundamental y permanente de la teología cristiana incluyendo la teología católica.
¿Era católico el programa de la Reforma?
Oponiéndose a todas las tradiciones, leyes y autoridades que se habían desarrollado a lo
largo de los siglos, la propuesta de la Lutero es la primacía de las Escrituras. Oponiéndose a los
miles de santos y miles sobre miles de mediadores oficiales entre Dios y la humanidad la propuesta
de Lutero era la primacía de Cristo como centro de las Escrituras y punto de referencia sobre toda
exegesis de las Escrituras. Oponiéndose a los logros religiosos piadosos y a los esfuerzos de
hombres y mujeres (sus obras) como medio para conseguir la salvación de sus almas, la propuesta
de Lutero era la primacía de la gracia y de la fe. Lutero oponía la fe a la razón, la gracia a la
naturaleza, la ética cristiana a la ley natural, la iglesia al mundo, la teología a la filosofía, lo
específicamente cristiano a lo humanista. En 1520, fecha en la que Martin Lutero rompe
teológicamente con la iglesia católica produce cuatro documentos donde se recoge el programa
del reformador atacando lo que llamo “los muros de los romanistas”, al mismo tiempo que propone
un programa de reformas en veintiocho puntos extensa y detalladamente. ¿Era necesario que esas
demandas llevaran a la ruptura?
La responsabilidad de la ruptura
Realmente todo dependió de la respuesta de Roma. Si hubieran sabido reconocer los signos
de los tiempos, arrepintiéndose en el último momento, para seguir el evangelio de Jesucristo. El
camino escogido era que el monje tenía que retractarse. Sin embargo, la realidad era que nadie
antes de Lutero había hallado el acceso existencial directo a la doctrina del apóstol Pablo para la
justificación del pecador a través de la fe, y no a través de las obras. Realmente es un logro
teológico inaudito, que el reformador siempre reconoció había sido como obra especial de la gracia
de Dios. El cambio de paradigma había empezado. Muchos fueron convencidos por la coherencia
interna, transparencia elemental y efectividad pastoral de las respuestas de Lutero. Otro de los
grandes logros de Lutero fue la traducción de la Biblia al alemán para que todos pudieran leer la
Biblia. Lutero también trato de darle coherencia interna al movimiento reformador. Hoy podemos
reconocer que en su conjunto, este fue un logro asombroso para un solo teólogo. Tristemente el
movimiento reformador no supo permanecer unido.
La Contrarreforma católica romana
La respuesta de la iglesia católica a la Reforma fue la convocatoria del Concilio De Trento
que con sus decretos marcaria la línea teológica y de acción de la iglesia para los próximos siglos.

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Las consecuencias inmediatas fueron que Europa se llenara de un aluvión de actos de violencia,
“batallas de fe” y guerras de religión donde la demostración por la fuerza de cuál era la única
verdad fueron el punto central. La consecuencia fue la pérdida de credibilidad de la cristiandad
contribuyendo en gran manera al alejamiento de la religión y a la secularización.
7.- La iglesia católica contra la modernidad
Una nueva era
Ahora se instaura la edad del absolutismo monárquico (1638-1789) dejando atrás la era de
las confesiones. Se produce un nuevo cambio de equilibrio en Europa. Ahora toman protagonismo
los Países Bajos, Francia e Inglaterra, que se disputaban el libre océano con las flotas españolas y
portuguesas. Francia se convertía en la potencia dominante en Europa como monarquía católica y
con el cardenal Richeliu como primer ministro situando los intereses de estado por encima de los
intereses de la iglesia o de la fe. También sería la primera potencia en el área cultural impulsando
un cambio de paradigma. Ya no se miraba los modelos de la Antigüedad sino que se hacía uso de
la razón autónoma, del progreso técnico y del concepto de nación. Mientras tanto, y desde el
Concilio de Trento, la iglesia se encerraba cada vez más en si misma usando las estrategias de
siempre: prohibiendo libros, excomulgando e inhabilitando a los cada vez más numerosos
enemigos de la iglesia. La libertad del cristiano que había propuesto la Reforma contribuyó
decisivamente en la manera moderna en que ahora se planteaban cuestiones como la
responsabilidad, la mayoría de edad y la autonomía.
La revolución científica y filosófica: «la razón»
La revolución de la modernidad fue en primer lugar revolución intelectual. Se construyen
los cimientos de la nueva noción de la superioridad de la razón que auguraba una certeza casi
matemática con nombres como: Galileo, Descartes y Pascal, Spinoza, Leibniz y Locke, Newton,
Huygens y Boyle. Ahora se produce un importante cambio de inflexión: la discusión versaba sobre
uno mismo o la certeza sobre Dios. En la Edad Media la autoridad suprema era el papa, en la
Reforma era la Palabra de Dios, y en el paradigma moderno era la razón. Solo lo racional se
considera como verdadero, útil, y vinculante. La filosofía toma la preeminencia sobre la teología
y a la naturaleza sobre la gracia, y por último, al ser humano sobre lo específicamente cristiano.
La Iglesia y el giro copernicano
La postura de la iglesia fue la misma de siempre, una postura a la defensiva frente a la
innovación. La censura, el índice y la Inquisición salieron pronto a escena. Hubo muchos casos
famosos (Giordano Bruno, Lucillo Vanini, Tommaso Campanella, Galileo Galilei). La
consecuencia fue que en los países católicos apenas surgirían generaciones posteriores de
científicos.
La revolución cultural y teológica «el progreso»
El ser humano como individuo se sitúa en el centro. Cambia el clima cultural produciendo
un marcado desdén hacia la religión. Voltaire rechazaba toda religión positiva, quien odiaba a la
iglesia y que intercedió a favor de la tolerancia hacia los protestantes (hugonotes), sin embargo,
no era ateo.
Se estaban sentando las bases para la idea moderna del progreso a través del desarrollo de
la creencia en la omnipotencia de la razón con la posibilidad de dominar la naturaleza.

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Las consecuencias de la Ilustración para la iglesia
Las guerras de religión ahora se consideraban cada vez más inhumanas y no cristianas
como la quema de brujas. El diablo, los demonios y la magia ya no tenían lugar en la edad de la
razón. Los jesuitas mezclados en la política y asuntos mundanos, como agentes del papa fueron
detestados hasta que finalmente serían abolidos. Empieza la crítica bíblica en figuras como Richar
Simón pero la iglesia opta por aplastar tales tendencias.
La revolución política: «la nación»
A la revolución cultural le siguió también una revolución de la política, estado y sociedad,
siendo la Revolución Francesa la revolución con el lema de libertad (política), igualdad (social), y
fraternidad (intelectual).
La iglesia Y la revolución
La Revolución Francesa también revolucionó a la iglesia en Francia. El objetivo era formar
una iglesia nacional con gran independencia de Roma, siguiendo el espíritu de las antiguas
libertades galicanas. Cada clérigo debía prestar juramento a la constitución civil.
En Roma Pio VI, declara nula la constitución de 1791, amparándose en revelación divina
rechaza la declaración de los derechos del hombre, especialmente la libertad religiosa, libertad de
conciencia, y de prensa y de igualdad entre los seres humanos.
En Francia la iglesia católica pierde su poder. En vez de una cultura guiada por la iglesia y
el clero, arraigó una cultura republicana y secularizada, esto trajo, en última consecuencia una
sociedad dividida entre clericales y anticlericales.
La revolución tecnológica e industrial: «la industria»
Es Inglaterra la iniciadora de las revoluciones técnicas e industriales que cambiarían el
mundo europeo y también el cristianismo. Hubo, sin embargo, muchos intentos de restaurar el
viejo régimen.
En el siglo XIX, el estado más retrógrado era el estado pontificio, donde el papa estaba en
contra del ferrocarril, el alumbrado a gas, los puentes colgantes e innovaciones semejantes. Sin
embargo, la democracia sigue adelante con su revolución técnica. Con los nuevos avances llegaron
los procesos de producción capitalista que hicieron surgir nuevos conflictos de clases que harían
surgir el socialismo. Karl Marx y Friedrich Engels proponen el socialismo científico.
Una condena radical de la modernidad — El concilio de la Contrailustración
En el siglo XIX tiene lugar un reavivamiento de las fuerzas religiosas tanto en el clero
como en el laicado, y especialmente en la piedad popular. Pero por culpa de las discusiones del
Concilio Vaticano I acerca de la infabilidad papal perdieron credibilidad las actividades sociales
de la iglesia. En la iglesia católica había papismo y marianismo. En el programa de la iglesia
ultramontanista se propago la neoescolástica, con el neotomismo como norma teológica. Se
suprimieron facultades o se dividieron (Tubinga) despidiendo a grupos enteros de profesores,
algunos de los cuales hasta se incluyeron en el índice. Pio IX para demostrar su poder pleno
propuso un dogma (La Inmaculada Concepción). Era un tiempo de declaración de guerra contra la
modernidad incluyendo a un gran número de representantes de la modernidad en el índice de libros
prohibidos. Gracias al Concilio Vaticano I el papa disfruta de la primacía legal en la jurisdicción

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sobre cada iglesia nacional y todo cristiano con su don de la infabilidad que le permite tomar
decisiones infalibles en virtud del apoyo especial del Espíritu Santo y no en virtud de la aprobación
de la iglesia. ¿Qué habría dicho Jesús a quien este papa apelaba en su concilio, sobre todo ello?
Como dijo Karl Rahner, Jesús no habría entendido una palabra.
8.- La iglesia católica, presente y futuro
El silencio sobre el holocausto
León XIII (1878-1903) se preocupó de una reconciliación de la iglesia y la cultura abriendo
la iglesia a la evolución social y política. Su sucesor Pio X (1903-1914) contaba con una
organización secreta de espionaje con los que espiar a teólogos, obispos y políticos. Es altamente
significativo que actualmente se haya abierto el archivo de la Inquisición solamente hasta el año
1903, cuanto temor queda por que se sepan las verdades de las cosas.
Benedicto XV (1914-1922) acabo con la organización secreta. Pio XI (1922-1939) propago
lo que llamó la extensión del reino de Dios con un carácter anti ecuménico. Para él, cristiano era
quien obedecía al papa y al pastor por el designado. El Vaticano firmo varios concordatos con los
regímenes fascistas de España Y Portugal.
En el año 2000 Juan Pablo II hizo una confesión de culpabilidad de pecados de la iglesia.
Excluyo sin embargo, toda mención al silencio de Pio XII sobre el holocausto, todo un error moral.
Incluso quería beatificar a su sucesor Pio XI quien tomara aberrantes medidas contra los judíos
restringiendo sus libertades. Se ha preguntado ¿Por qué Pio XII se resistió a hacer una condena
pública del nacionalsocialismo y del antisemitismo? Papa que estaba en contra del estado judío en
Palestina, que firmo el concordato con Hitler siendo este incluso su primer tratado internacional
de un Hitler recién llegado al poder. Y es que este papa tenía dos objetivos: acabar con el
comunismo y la victoria de la preservación de la institución eclesiástica. Un papa que nunca utilizo
la palabra judío en público. Un papa que no protesto nunca. Ni contra las leyes raciales de
Nuremberg(1935) ni contra el pogromo de Kristallnacht (1938) ni contra el ataque italiano a
Etiopia y Albania (1939) ni contra el inicio de la segunda guerra mundial por parte de los nazis
con la invasión de Polonia.
Beatificar a Pio XII, al igual que a Pio XI, el enemigo de los judíos, los protestantes, los
derechos del hombre, la libertad religiosa, la cultura moderna, hubiera sido una farsa del Vaticano
y una negación de las confesiones más recientes por parte del papa, entonces…¿Qué se esconde
detrás de que un papa quiera canonizar a otros papas?
El papa más significativo del siglo xx
Se debe a otro papa que la situación del papado con respecto al judaísmo no sea tan
lamentable: el papa Juan XIII (1958-1973) quien abriría las puertas de la iglesia a una nueva era
de la historia católica.
Para sorpresa del mundo este papa convoca el Concilio Vaticano II. No se puede hacer una
valoración fácil del concilio pero se puede decir que supuso un punto de inflexión intentando llevar
a la práctica el paradigma de la Reforma (eclesia semper reformanda, vuelta al Evangelio, actitud
ecuménica) y el paradigma de la Ilustración y la Modernidad (afirmando la libertad religiosa y de
conciencia y de los derechos humanos en general) también se trató de cambiar la idea de jerarquía
de la edad media, pero la triste realidad es que la curia romana siguió en control, durante y después
del Concilio. Al morir prematuramente Juan XXIII, su sucesor, Pablo VI (1967-1978) pensó más

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en términos curiales que conciliares. Dos de las tres demandas reformistas centrales se cumplían
(que los laicos participaran del cáliz en la eucarística, el uso de las lenguas vernáculas en la liturgia)
pero el matrimonio de los sacerdotes no pudo ni discutirse.
El autor del presente libro, escribió su libro La Iglesia (1967) e inmediatamente se le abrió
un proceso inquisitorial. La gente empezaba a preguntarse cuál rumbo había tomado la iglesia.
Restauración en lugar de renovación
El concilio quedo estancado. De cara para afuera la iglesia era progresiva pero de puertas
para adentro era muy distinta, era reaccionaria, publicando una encíclica sobre el celibato donde
apoyándose en el Evangelio se trataba de demostrar lo indemostrable volviendo el papa de nuevo
a hacer de las suyas y dando lugar a un renacimiento del autoritarismo característico papal.
Surgieron muchos teólogos que suscribían su rechazo de la infabilidad papal pero desde el año
1979 casi ni un teólogo católico se ha atrevido a cuestionar directamente la doctrina de la
infabilidad papal. Después de la muerte extraña de Juan Pablo I(1978) aparece un papa diferente:
Juan Pablo II.
Traición al concilio
La realidad es que apenas si se ha producido un progreso digno de mención en el seno de
la iglesia católica ni en el mundo ecuménico. La reevangelización del papa quería decir realmente
recatolización y su ecumenismo una vuelta a la iglesia católica. Mucha gente habla de una traición
al concilio que ha tenido como resultado que mucha gente se aparte de la fe católica. Se ha
enfatizado el tradicionalismo y la mariolatría, en lugar de dialogo la Inquisición ha salido
fortalecida, en lugar de ecumenismo se ha hecho énfasis en lo estrictamente católico. Este papa
dio de lado a los jesuitas, mas modernistas para apoyar al Opus Dei (organización secreta
reaccionaria política y teológica propia de la España de Franco), liberándole de la supervisión
papal y beatificando a su no muy santo fundador. Las contradicciones del papa son infinitas siendo
el papa más contradictorio.
Nuevas iniciativas de las bases populares
Más que nunca la estrategia del Vaticano ha sido el control de las bases a través de los
obispos doctrinarios a su causa. Sin embargo hay signos de esperanza en el sentido de que la
renovación de la iglesia católica avanza.
¿Un Vaticano III con Juan XXIV?
Aunque Juan Pablo II espere que le suceda un Juan Pablo III, espero que pueda surgir en
la iglesia para sorpresa de todos un Juan XXIV que impulse un tercer concilio Vaticano.
La visión del papado defendida por la hermandad de la iglesia católica, basada en el Nuevo
Testamento, es diferente de la burocracia de la iglesia romana. AL mirar al futuro se requiere un
replanteamiento profundo de la primacía romana que separa a oriente de occidente, enfocándola
de modo que se puedan enfocar en los siete concilios ecuménicos y el consenso de los padres de
la Iglesia Primitiva.
Conclusión: ¿Qué iglesia tiene futuro?
Cuatro condiciones tendrán que darse: que la iglesia no eche la vista atrás y se enraíce en su origen
cristiano concentrándose en sus tareas actuales, que deje el patriarcado aceptando a las mujeres en

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los ministerios de la iglesia, que se una iglesia ecuménicamente abierta con el reconocimiento de
los ministerios, abolición de las excomuniones y una hermandad completa en la eucaristía, que sea
una iglesia verdaderamente universal y tolerante con otras religiones, así como con otras iglesias.

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