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Marcos y los zapatistas: ¿los nuevos

intelectuales de América Latina?

Sumario
Introducción. Los argumentos de los académicos latinoamericanos desde
el Norte. Acerca de las siete piezas para armar el rompecabezas del
neoliberalismo. Para concluir.

Resumen
El presente ensayo parte de los argumentos de algunos intelectuales
latinoamericanos en la academia norteamericana que, desde los estudios
poscoloniales, posoccidentales y de la suabalternidad creen descubrir en
la genealogía del movimiento zapatista, las claves de una nueva manera
de entender y proponer desde América Latina. Siguiendo una estrategia
que propone establecer puentes entre la producción de categorías desde
la academia y las que construyen los discursos de los zapatistas,
en una “epistemología fronteriza”, se avanza en la exploración de un
ejercicio que opera en contravía de los cánones oficiales de producción de
conocimiento.

Palabras clave: Geopolítica del conocimiento, epistemología fronteriza,


epistemología performativa, naturalización, metarrelato del mercado.

Abstract
The present essay departs from the arguments of some intellectual
Latin Americans in the North American academy that, from the studies
poscoloniales, posoccidentales and of the subalternity they are thinking
about discovering in the genealogy of the movement zapatirsta, the keys
of a new way of dealing and proposing from Latin America. Following
a strategy that proposes to establish bridges between the production of
categories from the academy and that the speeches of the zapatistas
construct, in one “ epistemology frontier “, it is advanced in the exploration
of an exercise that operates in counter route of the official canons of
traduction of knowledge.

Key words: The geopolitics of knowledge, frontier epistemology,


naturalization, metarelato of the market

Artículo: Recibido, febrero 23 de 2006; aprobado, marzo 30 de 2006.

Doris Lamus Canavate, socióloga, magíster en Ciencias Políticas Facultad


Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso. Quito, Ecuador. Candidata a
doctora en Estudios Culturales, Universidad Andina Simón Bolívar, Quito,
Ecuador. Docente e Investigadora Universidad Autónoma de Bucaramanga,
Centro de Investigaciones Socio-Jurídicas, Bucaramanga, Colombia.

Correo electrónico: dlamus@unab.edu.co

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Marcos y los zapatistas: ¿los nuevos intelectuales
de América Latina?

Doris Lamus Canavate

“Marcos es gay en San Francisco, negro en Sudáfrica (...),


Chicano en San Isidro, anarquista en España, palestino en
Israel, indígena en las calles de San Cristóbal (...), rockero
en la Ciudad Universitaria, judío en Alemania (...) feminista
en los partidos políticos, comunista en las post guerra
fría, pacifista en Bosnia (...), maestro en la Central de
Trabajadores de la Educación, artista sin galería ni portafolio
(...), reportero de nota de relleno en interiores, machista
en el movimiento feminista, mujer sola en el metro a las
10 p.m. (...), campesino sin tierra, editor marginal, obrero
desempleado, médico sin plaza, estudiante inconforme,
disidente en el neoliberalismo y, es seguro, zapatista en el
sureste mexicano. Todo lo que incomoda al poder y a las
buenas conciencias, eso es Marcos”.
Roberto Bugliani, L’Innaginazione

Introducción

México hizo su revolución en el amanecer del siglo XX y con ello inauguró


una búsqueda que luego se convertiría en el norte para los demás países
de la región. Así, México abrió el camino a la nacionalización del petróleo
y otros recursos naturales, a la Reforma Agraria, a la intervención estatal
en la economía. Sin embargo, medio siglo después, pasó a ser el país
modelo de aplicación del proyecto opuesto, el neoliberal.
“En la experiencia mexicana, la mutación ocurre después de cuatro
décadas durante las cuales, catapultada por las reformas demoburguesas
de Cárdenas (...), la estrategia desarrollista estatista exhibiera sus
máximas potencialidades (simbolizadas en un crecimiento del producto
social a un promedio de 6% anual)” (Baéz, 1996:46). La combinación del
modelo “nacional-revolucionario”, como prefieren llamarlo los mexicanos,
con el fortalecimiento del gran capital internacional y nativo, fue agotando
paulatinamente el primero hasta su conversión en su contrario: nada de
revolucionario, mucho de liberal en el sentido del libre mercado pero,
sobre todo, autoritario. La situación geoestratégica y geopolítica de
México para los Estados Unidos, los intereses hegemónicos nacionales y
del capital transnacional, fueron cambiando la correlación de fuerzas en
favor de estos últimos.
En este contexto, en enero de 1994, México y el mundo en general,
supieron de la existencia de un nuevo grupo subversivo en América
Latina, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, Ezln. En la selva del
sureste mexicano, en el vecindario próximo de los Estados Unidos y, en
la misma fecha de la firma del TLC; en el país del Partido Revolucionario
Institucional, PRI, partido de gobierno por cerca de 70 años, en el país del

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43 ISSN 0124-0781 IEP - UNAB (COLOMBIA)
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histórico despojo a sus habitantes originarios nueva lectura, de una manera de ver, entender
descendientes de Aztecas y Mayas, con fuerte y proponer desde América Latina. Siguiendo
concentración de la riqueza... ¿es acaso los argumentos de estos intelectuales exploro
anacrónico un movimiento de esta naturaleza, las posibilidades de construir conocimiento
cuando el proyecto revolucionario marxista (en desde la propia experiencia de los subalternos/
sus distintas versiones) en Latinoamérica ha subversivos.
sido derrotado?
Aunque existen, por supuesto, percepciones 1. Los argumentos de los académicos
encontradas sobre el zapatismo, es posible latinoamericanos desde el Norte
distinguir una fuerte tendencia que considera (Universidades de Duke y Michigan)
que representan un caso muy particular en el
contexto de los movimientos revolucionarios que Mignolo(2000), con mucho entusiasmo,
caracterizaron la confrontación capitalismo– sostiene: “El zapatismo produce una revolución
socialismo de la guerra fría. Por lo extemporáneo teórica, aunque no esté en Cambridge”. Del
de su emergencia, por sus concepciones del principio de las comunidades indígenas de la
poder y la finalidad de su lucha, por el momento Selva Lacandona de “mandar obedeciendo”
y contexto histórico en el que surge. Además, y su “choque cultural” con las ideas de los
es imposible desconocer su capacidad de mestizos revolucionarios marxistas, surge
movilización de los más diversos personajes una resignificación de la democracia: ya no
de la vida cultural y política del mundo. No tiene el sentido del legado de la tradición
se pueden excluir de estos reconocimientos el eurocéntrica. El zapatismo hace de ella una
carácter sui géneris del movimiento zapatista, “doble traducción”, afirma Mignolo: lo bueno
el hecho ampliamente documentado de su de la democracia liberal servirá para corregir
habilidad para usar, en su favor, los medios de lo malo de la tradición patriarcal indígena y
comunicación, sobre todo del nivel mundial, lo bueno de la tradición indígena servirá para
así como el uso de los medios tecnológicos más mejorar lo malo de aquélla.
avanzados para estar en la selva, y, al tiempo, El zapatismo sirve para ilustrar su concepto
en el ciberespacio. de “epistemología fronteriza” de Mignolo:
Todo ello habla de un caso muy particular en “Afirmar nuestro ser es afirmar una filosofía.
el contexto de los movimientos revolucionarios El amo se descoloniza cuando se encuentra
del fin de siglo XX, que ha logrado despertar con la razón del esclavo. La epistemología
las más diversas simpatías –también despierta fronteriza es el momento donde dos razones
antipatías y sospechas– pero que, en general, opuestas se abren ambas: el marxismo de
pareciera responder con facilidad al imaginario Marcos y el pensamiento heredado de las
colectivo, al deseo de un nuevo tipo de sociedad. tradiciones mayas de los indígenas. El amo
Marcos o la imagen que se ha construido de él se descoloniza con la razón del otro”. El fin
y que él mismo refuerza cada vez que la niega, de la ideología revolucionaria de inspiración
es especialmente atractiva para un mundo sin marxista y la articulación de nuevas facetas del
héroes, sin dioses, sin promesas, sin sueños... pensamiento indígena “da paso a un cambio
No obstante, ninguno de estos argumentos que ya no da marcha atrás”.
es suficientes para entender o explicar por qué, Así mismo, propone Mignolo, “la
Marcos y los zapatistas, logran captar la atención descolonización interna y epistémica”, no
de buen número de intelectuales y académicos y, como “recuperación” sino como reactivación
lo que es importante subrayar aquí, la atención de los conocimientos que fueron marginados.
de algunos intelectuales latinoamericanos en La epistemología moderna, además de no
la academia norteamericana que, desde los cuestionar la relación objeto/sujeto, elimina las
estudios poscoloniales, posoccidentales y de la cualidades secundarias de los grupos sociales,
suabalternidad, creen descubrir en la genealogía es decir, las de género y raza, entre otras. La
del movimiento zapatista, las claves de una discusión hoy -sostiene- gira alrededor de

1 Entre otros, el encuentro realizado en Chiapas en 1996, Cfr. Crónica intergaláctica EZLN. Primer Encuentro Inter-
continental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, Chiapas, México, 1996.
2 Fernando Coronil, Walter Mignolo, José Rabasa (vinculados a universidades norteamericanas) y Edgardo Lander
(Universidad Central de Venezuela), generalmente en discusiones con otros autores.
3 Tomado de, Seminario “Esplendores y miserias del pensamiento crítico en América Latina” Doctorado en Estudios
Culturales Latinoamericanos, Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, agosto, 2002.

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esas cualidades secundarias que propician el un concepto relacional y relativo: hay tiempos
encuentro de cosmovisiones, como en el caso de y lugares donde los sujetos aparecen en el
los movimientos sociales indígenas, feministas, espacio social como actores subalternos, así
ecologistas, entre otros, ofreciendo una doble como hay tiempos y lugares en los cuales ellos
vía de conocimiento. Las preguntas que deben desempeñan roles dominantes. Sin embargo,
plantearse, a su juicio, son entonces: ¿qué en cualquier tiempo o lugar un actor puede
tipo de conocimiento producen?, ¿desde qué ser subalterno en relación con otro dominante,
perspectivas?, ¿con qué fines? Ello conduce en relación con un tercero. La subalternidad
a un nuevo proyecto: el de la descolonización define un estado del ser y no el ser de un sujeto.
intelectual. Este punto de vista relacional y situacional
Así, los argumentos de Mignolo (en Walsch, acerca de los subalternos puede ayudar a
2002: 20) se enmarcan en sus elaboraciones los intelectuales anticoloniales a evitar la
acerca de la geopolítica del conocimiento y sus polarización nosotros/ellos presente en el
implicaciones para América Latina. Sostiene análisis de Spivak (1988: 295) y a escuchar
que, “en primer lugar, (hay que) dejar de voces subalternas que hablan desde varias
pensar que lo que vale como conocimiento está opciones subordinadas.
en ciertas lenguas y viene de ciertos lugares. En su discusión con otros autores, en
Y, así, pensar (en su lugar) que los zapatistas “Escuchando a los subalternos...”, Coronil
han estado produciendo una revolución sostiene que el subalterno no puede ser
teórica, política y ética”, pero, interpretarlos rescatado; desde su voz subalterna habla
desde los autores occidentales “es reproducir pero no puede ser oído o leído. Según su
la colonización del conocimiento, negando la argumentación y, pensando en los intérpretes-
posibilidad de que, para la situación histórica intelectuales se debe aprender a hablar a,
de América Latina, el pensamiento que generan dirigirse a antes que escuchar o hablar por...
los zapatistas sea más relevante que el que Busco –explica– explorar modos de escuchar
produce Jurgen Habermas (...). ¿Pero (pregunta a los sujetos subalternos y de interpretar
irónicamente), cómo voy a pensar a partir lo que oigo, pero mi objetivo es aprender a
de los zapatistas o de Fanon que produjeron hablar al sujeto de la subalternidad de manera
conocimientos basados en otras historias: la que contribuya a superar las condiciones
historia de la esclavitud negra en el Atlántico que la hacen posible. Deseo examinar modos
o la historia de la colonización europea a los de conceptualizar y de representar a los
indígenas de las Américas...?” (Walsh, 2002: subalternos, de manera que confronten en
20) Intelectuales o no, están produciendo una lugar de que confirmen, el efecto silenciador
revolución no sólo ético-política, sino teórica. de la dominación, sostiene Coronil.
Sobra insistir en ello. En este punto, aún con el riesgo de
Por otro lado, la propuesta de Coronil (1999) descontextualizar su intencionalidad, pienso
se inscribe básicamente en la discusión acerca que tenemos la posibilidad de interpretar
de las potencialidades y limitaciones, pero sobre desde dos lugares su propósito: desde los
todo, en las búsquedas de los Estudios de la académicos y desde los zapatistas, unos y otros
Subalternidad en relación con las condiciones como puentes entre sí y con las demandas de
de opresión de múltiples grupos en nuestras los subalternizados. Si, como afirma Coronil,
sociedades, especialmente en América Latina. no todas las formas de opresión son iguales,
En este sentido, el concepto de subalternidad, ni todos los subalternos lo son de la misma
resulta clave. En su perspectiva, se trata de manera, (luego no son compatibles entre sí

4 Notas del seminario. “Esplendores y miserias del pensamiento crítico en América Latina” Doctorado en Estudios
Culturales Latinoamericanos, Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, agosto, 2002.
5 Especialmente Spivak.
6 “Es imposible que el gobierno comprenda lo que estamos pidiendo”, señaló el mayor Rolando del Ezln”; citando
a La Jornada de 16 de mayo de 1995, Rabasa comenta al respecto: “Los zapatistas atribuyen esta incapacidad del
gobierno de responder a sus demandas, a una combinación de ineptitud moral (no pueden entender qué significa la
dignidad), de racismo (no pueden dialogar con indios sobre una base de igualdad) y de torpeza intelectual (no pueden
entender los términos de una nueva revolución)”. En “Del Zapatismo: reflexiones sobre lo folclórico y lo imposible en
la insurrección subalterna del Ezln”. En Kipus, Revista Andina de Letras. Quito: UASB – Corporación Editora Nacional,
9/98, pp. 56- 57.

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diversas formas de subalternidad), hay que in reverse, que entendemos, mejor como por
buscar caminos entre los heterogéneos grupos el reverso, al dar la vuelta, ya que reversa es
subalternos, que construyan esos puentes marcha atrás) no se trataría de cuestionar la
para intervenir, parar y doblegar la opresión y, legitimidad de esta y otras rebeliones, a la luz
los zapatistas están haciendo lo propio. de las historias y los discursos oficiales.
En el mismo sentido de aprender a hablar No obstante, el zapatismo no sólo
a aludido, Rabasa (1998: 56) plantea con compartiría esa larga historia de rebeliones
respecto a la relación de Marcos y los mestizos: contra la dominación colonial, sino, también,
“Se puede argumentar que los tres ladinos un proyecto contemporáneo con un “sueño” de
que se introdujeron en la Selva Lacandona futuro, en cuyo horizonte de sentido articula
(...), lograron establecer lazos con una larga sus prácticas, sus discursos, sus estrategias,
historia de rebeliones indias solamente a partir dentro de una suerte de “epistemología
de un aprender a hablarle a las comunidades performativa” (Coronil, 1999). En este
y a sujetarse a su autoridad”. En su reflexión calidoscopio de tiempos y proyectos, pasados
Rabasa está pensando en la idea de Spivak, del y por construir, Marcos tiene múltiples roles
intelectual poscolonial que “sistemáticamente que dificultan verlo como intelectual, o como
desaprende el privilegio” en este caso aludiendo un guerrillero raso. Además, es un hábil
a la formación del Ezln. transformista: a cada público le habla en el
Lo que está planteando Rabasa (1998: 62) y lenguaje que el otro entiende; aprendió a hablar
en ello insiste, es que “la rebelión zapatista no a los indios, a los medios de comunicación, a
es la primera en la historia de México y que una los intelectuales y académicos, a todos los que,
de las tareas de los estudios de la subalternidad además, pueden y quieren escucharlo, como
consistiría en la recuperación –la reactivación, se recoge en el epígrafe, no porque sea un
diría Mignolo- de las memorias comunales maravilloso políglota o porque sea “vocero” de
de las rebeliones y del entendimiento de los múltiples subalternos, sino porque habla sobre
pueblos indios de cómo han sido sujetos a las lo que le duele a la mayoría de la gente de este
formas dominantes de los estados nacionales. planeta, porque desafía a quienes vulneran
Estos saberes (dispositivos discursivos que sus derechos. Tal vez esta no sea la manera
han sujetado a los indios) nos permitirían más ‘académica’ de decirlo, pero creo que es
prescindir de representaciones banales de una forma muy sencilla de explicar lo que hace
los zapatistas como el primer movimiento de Marcos un virtuoso de la comunicación, del
revolucionario posmoderno o, para lo que valga, uso de los lenguajes posibles.
poscomunista. Esta memoria larga es la que Al respecto Rabasa (1998:64) argumenta:
nos permite definir la posición subalterna del “Marcos no define su función de intelectual
Comité Clandestino (Ccri-og), de la insurgencia en términos de una representación de los
zapatista en general y del propio Marcos, en zapatistas. Él no habla por los zapatistas -al ser
términos de una lógica ya no prescrita por la uno más y como intelectual un subordinado-,
oposición entre el socialismo y el capitalismo”. ni tampoco nos ofrece un retrato, (ver Spivak,
La perspectiva de Rabasa ayuda a “¿Can the subaltern speak?). Esto no quiere decir
comprender, en alguna medida, a los zapatistas, que Marcos no sea un vocero ni que no haya
Marcos incluido, desde otro lugar. Ya no recreado literariamente la vida de la guerrilla
desde la óptica de un movimiento guerrillero en la Selva Lacandona. Pero estos son espejos,
“trasnochado” y, al tiempo, actualizado con la como él los llama –de quiénes son los zapatistas,
tecnología informática de punta, sino como la qué quieren y quién los oprime– que en última
expresión contemporánea de milenarias luchas instancia deben dar lugar a la bola de cristal,
de los pueblos indios contra la dominación y el la producción de espacios revolucionarios que
despojo. Siguiendo la idea de la “escritura en sistemáticamente socavarían la autoridad de
reversa”, de Guha (En Rivera, 1999) (writing sus representaciones y la constitución de una

7 “... Y llega el momento en que no podemos hacer nada sin que las comunidades lo sepan (...). Sutilmente, sin darnos
cuenta, llegó un momento en que les estábamos pidiendo permiso (...) En los hechos, en 1990-91, las comunidades
empiezan a mandar sobre la estructura político– militar que vino de fuera. (...) Así fue que la organización urbana se
subsumió en el mando indígena del Ezln ...”. En López, Fernando, (Comp.) Marcos, Subcomandante Insurgente, “La
profecía del Sur”, Ecuador: Editorial Buscando a América, 1996, pp. 215-216.
8 Spivak, Gayatri, “Can the subaltern Speak?” Marxism and the interpretation of Culture, Ed. Cary Nelson and Law-
rence Grossberg. Urbana, U. of Illinois, p.295, 1988. Citado por Rabasa, op. cit., pp. 53 y 56.

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vanguardia”. A renglón seguido el autor señala globalizado y dominado por nuevos centros de
que, la definición del papel del intelectual en poder (2000). Al mismo tiempo, esta crítica,
el contexto de un ejército ilegal también tiene nutriéndose de las múltiples respuestas que
vigencia para intelectuales que trabajan a desde variadísimos “bolsillos de resistencia”
través de canales legales: “el trabajo intelectual está encontrando el imperialismo global,
correría paralelamente a los movimientos serviría para entrelazarlas. Así se podrá no
sociales emergentes, en vez de articular un sólo ver como nunca se ha visto, sino ver lo
programa político por seguir. Por consiguiente, que no se ha visto.
el trabajo intelectual operaría sobre uno de En otros términos, está planteando una
los múltiples espacios de intervención. Si cierta “epistemología performativa” (Coronil,
Marcos como intelectual define las metas de la 2002), una práctica transformadora de la
insurrección zapatista, su realización en última realidad que da cuenta de las cosas no como
instancia depende del poder constituyente de la representación sino como transformación.
multitud: ‘‘En suma, no estamos proponiendo No se trata de epistemologías ancladas en
una revolución ortodoxa, sino algo mucho el presente; se trataría más bien de avanzar
más difícil: una revolución que haga posible la hacia el mundo que se quiere construir. Creo
revolución...’’ (1998:65). que, tanto su crítica al globocentrismo, como
En otro episteme, en esa frontera de la que la actitud performativa que plantea, están
habla Mignolo, con otra noción de futuro, con sintetizando esa otra manera de ver y de
unas ideas-fuerza que se encuentran con el escuchar las voces de los subalternos, en este
proyecto de estos intelectuales, en ese sentido caso las que Marcos y los zapatistas amplifican
de ir paralelos que mencionaba Rabasa, y que son, a su vez, las de los subyugados de
son revolucionarios. Y así, van ampliando, toda condición. En este punto se produce el
resignificando tanto los conocimientos y las encuentro entre los discursos y los proyectos
prácticas políticas, como las definiciones de de los intelectuales “legales” y los “ilegales”.
quiénes son sus actores y autores. En este mismo ámbito de la crítica al
“metarrelato del mercado”, Lander (en Castro-
2. Acerca de: Siete piezas para armar el Gómez, 2000:53) plantea: “En la actualidad,
rompecabezas del Neoliberalismo uno de los mecanismos más eficaces del
proceso ideológico de la naturalización de la
Una de las dimensiones de la actividad sociedad de mercado, es el metarelato en el
insurgente de los zapatistas que ha llamado cual el libre mercado liberado de toda injerencia
la atención de nuestros intelectuales extra-económica, aparece como la forma
posoccidentales, ha sido la capacidad, en espontánea y natural de la vida social”. En
este caso de Marcos, para presentar su visión realidad, el libre mercado ha sido el resultado
crítica del proyecto de globalización del capital de un proyecto político estratégico, en el cual
transnacional. En este tema quiero centrar se ha utilizado el poder del Estado para llevar
la parte final de mi escrito, para señalar las a cabo un proceso de profunda ingeniería o
convergencias entre las preocupaciones de rediseño social, constituido por actores, dotado
unos y otros. de instituciones, estrategias y agenda que lo
Partiendo del señalamiento de las limitaciones hacen posible. Como bien anota Lander, sin
de los estudios culturales y poscoloniales, Coronil ello no existiría y, en consecuencia, no es un
(2002:17) cree necesario, “no sólo observar la proceso ‘natural’.
experiencia de las Américas de acuerdo a las Ese diseño ingenieril al que se refiere Lander,
ópticas posmodernas y poscoloniales, sino constituido de órdenes institucionales y
transformar esas perspectivas por medio de constitucionales que conforman el proyecto del
una confrontación con la experiencia de las mercado total que el capitalismo en su versión
Américas y sus riquísimas reflexiones”. (...) tardía quiere imponer a todos, es denominado
En la coyuntura actual, la crítica de lo que he por Marcos “la megapolítica que globaliza las
llamado “occidentalismo” (1999) debe incluir políticas nacionales, es decir, las sujeta a unas
una crítica al globocentrismo con el fin de direcciones que tienen intereses mundiales
desmontar los discursos y conocimientos generalmente en contradicción con intereses
a través de los cuales se ejerce el poder nacionales y cuya lógica es la del mercado,
y se establecen diferencias en un mundo valga decir, la ganancia” (Subcomandante

9 FMI, OMC, TLC, Alca, entre otros.

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Marcos, 1996:209). En dos vías paralelas tienen efectos diferenciados en modalidades


que tal vez se encuentren en algún punto, la específicas, lo pertinente es “establecer los
crítica erudita y documentada de Lander y la vínculos entre los sujetos subordinados y el
denuncia inteligente y pedagógica de Marcos, analista que toma la perspectiva del subalterno”
cumplen una misma finalidad, destruir el mito (Coronil, 1999). Creemos que de esto se trata,
y propiciar las resistencias a su imposición. en el caso de las siete piezas de Marcos: una
En el caso de Marcos, como hemos señalado inteligente estrategia pedagógica, que rompe
atrás, ha sido elogiada no sólo su lucidez como con los esquemas convencionales de análisis
intelectual, sino también su capacidad de y deja escuchar las múltiples voces, tanto de
plantear el problema de la globalización del grupos subalternizados, como de analistas
capital con estrategias renovadas. situados en la perspectiva de aquéllos.
Con la metáfora de “La cuarta guerra Otro ingrediente de su estrategia de análisis
mundial”, Marcos construye una entrada es el uso de los mismos métodos de las
creativa que visibiliza y sitúa en el centro de ciencias sociales y, en particular, las cifras,
la discusión, lo que el proyecto neoliberal y su los datos estadísticos, para mostrar la otra
discurso oculta bajo las formas de naturalización, cara, la cara oculta del neliberalismo, y poner
universalización y homogenización, bajo el en evidencia los efectos de poder que produce,
poder de “la mano invisible del mercado”; las sus paradojas, lo que hace –en oposición a lo
bajas que produce, las armas que emplea, lo que dice que hace– en poblaciones y territorios
que destruye y reordena, y lo que elimina como específicos: indígenas, mujeres, niños, niñas,
“sobrantes”. Adicionalmente, convierte este pero, centralmente, pobres, millones de pobres
problema en un juego al que convoca a todo el de todos los lugares del planeta entre los cuales
que quiera participar. el “modelo de desarrollo” concentra la miseria,
La estrategia de las siete piezas para armar el hambre y la indignidad.
el rompecabezas del neoliberalismo, además de En resumen, Marcos no rompe con el
señalar “las consecuencias de las cambiantes paradigma de la modernidad; logra, no sin
modalidades del poder y la violencia”, y de conflictos, establecer el puente, la doble
“reperiodizar la historiografía del siglo XX
traducción entre su pensamiento de mestizo
desde la perspectiva del sur”, como señala
formado en las ciencias y el conocimiento de la
Coronil (2002:7), rompe con las estructuras
modernidad, con las concepciones y los criterios
discursivas académicas y sus esquemas de
de dignidad y eticidad de los pueblos indígenas
formulación “crítica”; así mismo, recurre a
de Lacandona porque, en alguna medida, son
la invención de nuevas categorías para el
‘conciliables’ o, mejor, se encuentran en las
análisis de la realidad. Se trata de otras formas
fronteras de los mismos: en aquellos bordes
de nombrar, en este caso “La Cuarta Guerra
donde lo prometido por el proyecto de la
Mundial”, para referirse al actual periodo
modernidad no se ha cumplido y se encuentra
neoliberal del capitalismo y que le sirve para
con la cosmovisión de las comunidades de la
revelar su carácter oculto.
Marcos hace gala no sólo de una “fina Selva Lacandona: democracia desde abajo,
sensibilidad metodológica”, de “articulación ciudadanización, derechos no sólo de las
entre las partes y el todo”, como lo expresa mayorías, sino también de las minorías, y los
Coronil (1999) sino de una creativa intención de las mujeres.
pedagógica, abierta a todo el que quiera entrar Es un anfibio cultural, capaz de comprender e
en su juego. La virtud de Marcos radica no interlocutar con las comunidades indígenas de
tanto en “articular la relación entre el todo y las la selva y de hacer una relectura de la compleja
partes”, ejercicio convencional del pensamiento situación económica, social, política y cultural
occidental, sino, más bien, en jugar; y para ello que vive hoy el planeta y devolver(nos)la en
inventa “el rompecabezas de la globalización una versión que aún siendo pedagógica no
neoliberal”, expresión que, en este contexto, simplifica, y antes hace visible lo que oculta
tiene tanto el sentido de la complejidad del el discurso oficial. Como en otros casos, el
problema, como la dimensión lúdica que invita subcomandante hace uso de los recursos de
a múltiples jugadores a poner las piezas que la moderna sociedad de la información, para
faltan, a juicio de cada cual. hacerse visible a pesar de la clandestinidad,
Si la subalternidad, como argumenta de la selva, de la aparente distancia entre
Coronil (1999), no define el ser de un sujeto sino “La Realidad” y la realidad, por medio de la
un estado del ser y estos estados de sujeción virtualidad.

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“Hemos pensado que si concebíamos mismo, bueno o malo, pareciera que éstos y
un cambio de premisa de ver el poder (...), los movimientos insurgentes, el del zapatismo
planteando que no queríamos tomarlo, esto en este caso, se hallaran en planos no sólo
iba a producir otra forma de hacer política y distintos, sino distantes, como para convertirse
otro tipo de políticos, otros seres humanos que en algo así como una estrategia conjunta. ¿Qué
hicieran política diferente a los políticos que hacer? me pregunto, evocando al viejo Lenin...
padecemos hoy en todo el espectro político...” Y, finalmente, pensando en/desde un
(Subcomandante Marcos, 1996). Es posible país como Colombia, en el cual toda nuestra
que Marcos esté viendo a los intelectuales cómo existencia ha estado atravesada por la violencia
esos nuevos políticos, a la vez que ellos ven a armada contra el establecimiento, preguntaría
los zapatistas como los nuevos intelectuales. si un movimiento guerrillero armado, así sea sui
Habrá que releer a Gramsci en esta perspectiva géneris, intelectualizado y tecnologizado como
y… repensar la constitución del nuevo bloque el de los zapatistas, podría ser capaz de hablar
histórico. y ser escuchado, en el fragor de la guerra. El
“ruido” del entorno también puede impedir que
Para concluir la voz de los subalternos sea escuchada. No sé
hasta dónde lleguen y durante cuánto tiempo,
En este escrito partimos de una somera los zapatistas en México, pero en Colombia no
ubicación del contexto de la emergencia pasarían de ser excesivamente románticos y
del Movimiento Zapatista de Liberación exóticos, frente a la capacidad de destrucción
Nacional, Ezln, para interrogar acerca de que han desarrollado no sólo los grupos que
su pertinencia en un momento en que las alguna vez fueron subversivos, sino todos los
guerrillas y su proyecto, perdieron su vigencia grupos armados de este país.
en la confrontación socialismo-capitalismo.
En segundo lugar, reconociendo las muchas
simpatías que despiertan los encapuchados
de la Selva Lacandona, me interesó explorar Referencias
por qué, Marcos y los zapistas, logran captar la
atención de buen número de intelectuales entre BAEZ, René. Conversaciones con Marcos. Quito:
ellos algunos de los críticos de la modernidad/ Universidad Central del Ecuador y Eskeletra
colonialidad desde los Estudios Subalternos, Editorial, 1996.
Poscoloniales o Posoccidentales. Para ello CASTRO-GÓMEZ, Santiago y GUARDIOLA,
sigo los argumentos, las coincidencias, los Oscar. “El Plan Colombia o de cómo una historia
encuentros entre las propuestas de éstos y local se convierte en diseño global”. En: Walsh,
las de los zapatistas. A lo largo de este escrito Catherine, Schiwy, Freya y Castro-Gómez,
han quedado registradas sus ideas y las mías Santiago, Indisciplinar las ciencias sociales, Quito:
sobre las suyas que, de alguna manera han Universidad Andina Simón Bolívar – Ediciones
Abya-Yala, 2002.
dado respuestas provisionales o parciales a la
pregunta que titula el ensayo. El develamiento CORONIL, Fernando. ¿Globalización neoliberal o
más importante que he hecho de este ejercicio es imperialismo global? El presente y sus diferencias.
2002.
el de las posibilidades de construir conocimiento
de otra manera, desde las experiencias de los ______, “Más allá del occidentalismo: hacia
propios subalternos; no obstante, es preciso categorías geohistóricas no-imperialistas”. En:
Castro-Gómez, S. y Mendita, E. (Coords.). Teorías sin
el encuentro con quienes interpretan y hacen
disciplinas. Latinoamericanismos, poscolonialidad
circular sus propuestas en versión académica, y globalización en debate. Bogotá: Instituto Pensar,
por los centros tradicionales de producción de 2000.
conocimiento: las universidades.
________, “Listening to the subaltern: poscolonial
Aunque todo camino es legítimo para la studies and the poetics of neocolonial states” In
exploración, pienso, ahora desde el mismo Chrisman Laura (edit), Postcolonial Theory and
argumento, pero en la otra vía, que hay en las Criticism. Essays and Studies, 1999.
propuestas de estos académicos un énfasis EZLN. Crónica Intergaláctica. Primer Encuentro
discursivo que sólo adquiere performatividad Intercontinental por la Humanidad y contra el
en la medida en que haya quien, en las Neoliberalismo. Chiapas, México, 1996.
acciones concretas, asuman los riesgos de LeBOT, Ivon (Entrevistadora). Subcomandante
las resistencias. Sin pensar que el camino Marcos. El sueño Zapatista. Barcelona: Plaza y
de los intelectuales poscoloniales, sea en sí Janés, 1997.

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