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Espíritu Santo y La Trinidad (Guía)

(Espíritu Santo + Trinidad)
(Guía De Catequesis para el Catequista)

Esta guía es la única que pueden y deben llevar impresa los catequistas. El catequista debe
tener presente los objetivos de la Catequesis y cumplirlos, mientras planifica y da la
Catequesis.

(*) Orden general de la Catequesis

(0) Repaso breve de semana anterior o bloque dado, comentarios tarea vivencial.

(1) Partir de la vida (Evoco opcional)

(2) Tema (se usa “Partir de la vida”)

(3) Subtema (se usa “Partir de la vida”)

(4) Reflexiono (Puede ir después de cada subtema y debe ir al final de la Catequesis - antes
del taller)

(5) Taller

(6) Reflexiono (Reflexión de taller y reflexión final)

Nota1: Durante la Catequesis de deben incluir las citas de “ilumina con la palabra” y se
puede complementar con la frases sugeridas a utilizar. Es obligatorio que el charlista lea
y se auxilie del YOUCAT.

1YOUCAT #35-36, #38-39 y #113-120

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(1) Objetivo General

Dar a conocer al joven, a la tercera persona de la Santísima Trinidad y presentar el misterio de
la trinidad. Identificar la naturaleza, presencia y actuación del Espíritu Santo en la Iglesia, en
la sociedad y en la propia vida. Que al finalizar la catequesis el joven sea capaz de reconocer
que la Santísima Trinidad es un solo Dios y que es una Comunidad de Amor.

Objetivos específicos
1. Experiencia de vida. Compartir con los jóvenes la importancia del Espíritu Santo en
nuestras vidas, como Él se diferencia de las otras dos personas de la trinidad y como la
trinidad impacta directamente en nuestra vida.
2. Experiencia de fe: Darle a entender a los jóvenes la importancia de conocer el misterio
de la trinidad y las tres personas de ella, así mismo que identifiquen que son solo una
persona.

Cognoscitivo
Que el joven conozca que Jesús nos deja al Espíritu Santo para acompañarnos. Que pueda
reconocer que Dios siempre nos acompaña de formas diferentes.

Afectivo
Que el joven sienta que el Espíritu Santo lo acompaña y lo llena de dones en todo momento. Que
profundice que el regalo más grande de Dios fue dar a su Hijo, Jesús, y dejar al Espíritu Santo
para que nos ayude y acompañe.

Psicomotriz
Que los confirmandos comprendan el misterio de la Santísima Trinidad.

(2) Iluminar con la palabra

Citas Bíblicas

Hechos 2, 1-11 / 1 Corintios 12, 3-13 / Juan 20, 19-23 / Gálatas 4, 6 / Hechos 1, 7-8 /
Mateo 28, 18-20 / Juan 14, 23-26 /
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Frases

“Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay
fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que
ni se entera del viento, y hay gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos,
fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero arden la vida con tantas ganas que no se puede
mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende”. (Eduardo Galeano)

"Dios es amor". (Jn 4, 8)

"Él nos ha amado primero y sigue amándonos primero (...) Dicho encuentro implica también
nuestra voluntad y nuestro entendimiento". (Jn 4, 16)

“Si lo comprendes, No es Dios”. (San Agustín)

“El Espíritu Santo, como fuerte huracán, hace adelantar más en una hora la navecilla de nuestra
alma hacia la santidad, que lo que nosotros habíamos conseguido en meses y años remando
con nuestras solas fuerzas”. (Santa Teresa de Jesús)

“Nos impulsa a encontrarnos con el otro, enciende en nosotros el fuego del amor, nos convierte
en misioneros del amor de Dios”. (Benedicto XVI, acerca del Espíritu Santo)

“Donde está el amor hay una trinidad: uno que ama, uno que es amado y uno que es el amor”.
(San Agustín)

“Dios no es soledad, sino comunión perfecta”. (Benedicto XVI)

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(3) Partir de la Vida

(Experiencia de vida, ejemplo para tema/subtema. debe ser un ejemplo o varios aplicados a la
vida cotidiana) Esta parte se usa antes, durante o después del tema o subtema dado.

Experiencias de vida en dos sentidos:

Experiencia de vida (reflexión de una experiencia cotidiana, común o que la dinámica
sea realizable y coherente con la Catequesis.)
Experiencia de Fe (No “ayuda a reflexionar”, ni “es un aporte”, sino que la cita bíblica es
el punto de partida de la reflexión, es decir “ilumina con la palabra”)

Evoco
Alguna experiencia de vida (Propia o de alguien más que quieran compartir) que él/los
catequistas a cargo de la Catequesis. Dicha experiencia para mostrar con un ejemplo concreto
con respecto al tema/subtema que se esté presentando. Siempre deben haber experiencias (por
muy sencillas que sean) que vayan con la Catequesis dada.

A todos nos gusta siempre estar con nuestros seres queridos, pero no se puede estar con ellos
todo el tiempo. Hay veces que ese ser querido debe de irse y estar lejos de nosotros, las
despedidas de un ser querido siempre son dolorosas, nos traen recuerdos de tristeza, nos pone
deprimidos, tristes y desganados, nos hace sentirnos solos. Muchas veces para que no sea
dolorosa la separación, tenemos fotos de nuestros familiares, voces grabadas, videos, etc.,
cualquier cosa que nos la recuerde hace que los sintamos cerca. Jesús debió dejar a los
apóstoles, cómo se deben de haber sentido, desconsolados, abrumados por la tarea que Jesús
les encomendaba, en aquel tiempo no había grabadoras, ni fotos; en cambio Jesús deja algo
mucho más poderoso para acompañarlos, y que nos acompaña desde ese momento a todos que
desean seguirlo: al Espíritu Santo, el los consuela, los llena de fuerza y alegría para seguir
adelante y además derrama sus dones sobre los fieles.

En el ser humano y en la naturaleza en general, lo interior no se ve. Dentro de nosotros llevamos

la fuerza y la vida de Dios. Es el Espíritu que vive y actúa en nuestro interior, aunque no lo
veamos. El Espíritu Santo no es una fuerza impersonal, sino una persona divina, que alienta,
impulsa y santifica nuestra vida cristiana. Es Dios, y merece la misma adoración que el Padre y
el Hijo. Hemos de esforzarnos por hacer visibles los frutos del Espíritu en nosotros.

Dentro de nosotros existe una fuerza divina que, como nuestros sentimientos y deseos, la
llevamos dentro. Esa fuerza es el Espíritu Santo. Es la fuerza y la vida de Dios en nosotros, desde
el fondo de nuestros corazones.

Provocó
¿Siento al Espíritu Santo que me acompaña? ¿Cómo lo reconozco?
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(4) Contenido

Estructura de Contenido
Los puntos clave a tratar dentro de cada Catequesis.

• Dios Espíritu Santo

o Es la tercera persona de la Santísima Trinidad
o Es la fuerza de la Iglesia, el guía de nuestro camino,
o ¿Cómo conocemos al Espíritu Santo?
o El Espíritu Santo desde el principio hasta ahora.
o Símbolos en los que se presenta el Espíritu Santo
o Dones del Espíritu Santo
o Frutos del Espíritu Santo
• Misterio de la Santísima trinidad
o Quien es la santísima trinidad
o Dios vive en una Comunidad de Amor: Santísima Trinidad
o Dios trino2:
▪ Padre,
▪ Hijo,
▪ Espíritu Santo
o Misterio de la santísima trinidad.
o Santiguarse, Signarse y Persignarse – Señal de los cristianos.

2 Relato de San Agustín (Anexo)

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Desarrollo del Contenido

A. Espíritu Santo

El término Espíritu que traduce la palabra hebrea ruah, significa aire, soplo, viento. El Espíritu de
Dios es reconocido, por lo tanto, como el impulso y el aliento de vida.

El Espíritu Santo es la tercera persona de la santísima trinidad. Es decir, el don de Dios. Él es

quien nos precede y despierta en nosotros la fe.

Sin el Espíritu Santo no se puede comprender a Jesús. En su vida se mostró como nunca antes
la presencia del Espíritu de Dios, que denominamos Espíritu Santo.

Nos hace hijos de Dios, que experimentemos su amor infinito. Conduce a la verdad (Cristo).
Libera del pecado y fortalece en los momentos difíciles. Alienta y sostiene en la oración y nos
une como una sola iglesia.

"Dios es Amor" (Jn 4, 8-16). El Amor que es el primer don, contiene todos los demás y por lo
tanto nos encamina a la Felicidad Eterna. Por eso decimos que no es sólo don, sino, también Él
es el dador de vida. No se refiere a una vida material, sino a la Vida eterna. Por eso el Espíritu
Santo no se representa en cuerpo, sino en espíritu.

En los escritos del Nuevo Testamento, el Espíritu lleva a cabo actividades de una persona:
enseña y recuerda (Jn 14,26), da testimonio (Jn 15,26), guía a la verdad (Jn16, 13), habla (Jn
16,13; Hch 8,29), escucha (Jn 16,13), prohíbe (Hch16, 6), da vida (Rom 8,11), revela (1 Cor
2,10), intercede (Rom 8,26), guía (Rom 8,14). El Espíritu Santo es por lo tanto un ser personal,
con un actuar propio, unido a la acción del Padre y del Hijo, con los cuales forma una comunidad
eterna de amor.3

El Espíritu Santo con su gracia es quien despierta en nosotros la fe. La Comunión con el
Espíritu Santo: "La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu
Santo sean con todos vosotros."(2 Co 13,14). Para entrar en contacto con Cristo es necesario
haber sido atraído por el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo que Cristo derrama sobre sus miembros, construye, anima y santifica a la
Iglesia. Ella es el sacramento de la comunión de la Santísima Trinidad con los hombres.

3 YOUCAT #114
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• ¿Cómo conocemos al Espíritu Santo?

a. En las Escrituras que ÉL ha inspirado (hablo por los profetas)

b. La Tradición, los padres de la iglesia son testigos.
c. El Magisterio de la Iglesia4, el cual El asiste.
d. En la Liturgia5 (comunión con Cristo mediante Él)
e. En la oración
f. En los carismas
g. Testimonios de los santos.

La Biblia afirma que el Espíritu Santo posee características, atributos y derechos que sólo
corresponden a Dios (“conoce lo profundo de Dios” 1 Cor 2, 10; “imparte vida” Rom 8, 11; “es
creador” Job 33, 4; “es omnipresente” Sal 139, 7).

El Paráclito. Palabra del griego "parakletos", que literalmente significa "aquel que es invocado",
es por tanto el abogado, el mediador, el defensor, el consolador. Jesús nos presenta al Espíritu
Santo diciendo: "El Padre os dará otro Paráclito" (Jn 14,16). Un acompañante, el que nos
acompañará mientras Él no está con nosotros, el que guía a la Iglesia Primitiva, y que nos ha
llevado hasta los días de hoy, Él es el que mantiene encendidos los corazones de los cristianos
llenos de fe y esperanza (Jn 14, 23-26).Continúa haciendo operante la redención con la que
Cristo nos ha librado del pecado y de la muerte eterna.

Permanecer y obrar en la verdad es el problema esencial para los Apóstoles y para los discípulos
de Cristo, desde los primeros años de la Iglesia hasta el final de los tiempos. Es el Espíritu Santo
quien hace posible que la verdad a cerca de Dios, del hombre y de su destino, llegue hasta
nuestros días sin alteraciones. El espíritu Santo construye, anima y santifica a la Iglesia.

"Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Jn 14,6). El Paráclito, es la verdad, como lo es Cristo.

Dios nos dio un regalo, Jesús para nuestra salvación y nos da al Espíritu Santo para que
nos acompañe.

El, como Abogado nuestro ante el Padre, que no cesa de interceder por nosotros.

4Denominación del oficio de la Iglesia católica de exponer la fe, de interpretarla bajo el auxilio del Espíritu
Santo y de protegerla de falsificaciones (YOUCAT)
5Orden y forma con que se llevan a cabo las misas. (DRAE)
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• El Espíritu desde el principio hasta ahora.

Antiguo Testamento, se habla que Dios acompaña en forma de nube al pueblo de Israel, se le
aparece a Abraham en una zarza ardiendo, pero es el mismo Dios, con una actitud paternalista
de acompañamiento a su pueblo. En el Nuevo Testamento aparece la figura de Jesús, “Dios con
nosotros”, hecho hombre para mostrarnos el camino de la salvación, que con su ejemplo y
cercanía nos indica que Dios es cercano, amigable, y el que está a la par de uno para vivir y
compartir tus experiencias.

• Símbolos en los que se presenta el Espíritu Santo:

El Antiguo Testamento nos habla del Espíritu y lo presenta como una fuerza divina que mueve
y transforma a personas concretas, a quienes Dios quiere poner al servicio de su pueblo. Esa
fuerza se expresa en símbolos e imágenes.

o Agua: El simbolismo del agua es significativo de la acción del Espíritu Santo en el Bautismo,
ya que el agua se convierte en el signo sacramental del nuevo nacimiento. El Espíritu es
como agua, símbolo de vida.

o Unción: Simboliza la fuerza. La unción con el óleo es sinónima del Espíritu Santo. En el
sacramento de la Confirmación se unge al confirmado para prepararlo a ser testigo de Cristo.
. Es decir, el Espíritu Santo es como unción, que consagra.

o Fuego: Simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu. Es como fuego, que
purifica.

o Nube y luz: Símbolos inseparables en las manifestaciones del Espíritu Santo. Así desciende
sobre la Virgen María para "cubrirla con su sombra". En el Monte Tabor, en la Transfiguración,
el día de la Ascensión; aparece una sombra y una nube. Es como nube luminosa, que cubre
con su sombra protectora.

o Sello: Es un símbolo cercano al de la unción. Indica el carácter indeleble de la unción del

Espíritu en los sacramentos y hablan de la consagración del cristiano. Es como un sello, que
deja la huella de Dios.
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o La Mano: Mediante la imposición de manos los Apóstoles y ahora los Obispos, trasmiten el
"don del Espíritu".

o El dedo: "Por el dedo de Dios expulso yo [Jesús] los demonios" (Lc 11, 20). Si la Ley de
Dios ha sido escrita en tablas de piedra "por el dedo de Dios" (Ex 31, 18). El himno “Veni
Creator” invoca al Espíritu Santo como “dextrae Dei Tu digitus” ("dedo de la diestra del
Padre").

o La Paloma: En el Bautismo de Jesús, el Espíritu Santo aparece en forma de paloma y se

posa sobre El. Es decir, es como paloma, que desciende y reposa sobre el ser humano.

• Dones del Espíritu Santo:

El Espíritu Santo nos hace participar de la vida divina, dotándonos de dones que nos llevan a
vivir como verdaderos hijos de Dios. Esos dones actúan en nosotros a modo de impulsos o
movimientos del Espíritu.

o Don de la sabiduría: Es concedido por el Espíritu Santo que nos permite apreciar lo que
vemos, lo que presentimos de la obra divina. No es para que sepamos mucho de muchas
cosas; sino para perfeccionar en nosotros ni más ni menos que el amor, la caridad.

o Don del entendimiento: Nos lleva al camino de la contemplación, camino para acercarse a
Dios. Potencia y dispara la virtud de la fe. Con él se entienden de manera admirable los más
profundos misterios; se comprende por ejemplo la santidad de la Virgen María; la grandeza
de la Santa Misa, y su valor infinito, por medio de ese admirable don se ilumina nuestro
entendimiento y nos confiere una fuerza y una eficacia santificadora, tal como la necesita el
evangelizador, el que se entrega a la causa estupenda de dar a conocer al mundo a Cristo el
Señor, su Vida y su Evangelio.

o Don de la ciencia: Es el don del Espíritu Santo que nos permite acceder al conocimiento. Es
la luz invocada por el cristiano para sostener la fe. Se trata de la ciencia verdadera, de la que
viene y va a Dios en directo, de acuerdo con Juan Pablo II, esta ciencia nos enseña “a juzgar
rectamente de las cosas creadas”.

o Don del consejo: Saber decidir con acierto, aconsejar a los otros fácilmente y en el momento
necesario conforme a la voluntad de Dios .Gracias, a este regalo del Espíritu los misioneros
fueron a parar a territorios que ni sabían dónde quedaban en la geografía de los continentes
o países. Allí fueron a dar con sus huesos y con su enorme carga de fe y de amor, guiados,
quizá sin saberlo, por el consejo sutil y cierto del Espíritu Santo. Nuestras grandes
determinaciones en la vida están o deben estar guiadas por el don de Consejo.

o Don de la piedad: El corazón del cristiano no debe ser ni frío ni indiferente. El calor en la fe
y el cumplimiento del bien es el don de la piedad, que el Espíritu Santo derrama en las almas.
Con este don, el Espíritu nos hace descubrir a Dios como Padre y quererle con todas nuestras
fuerzas; de paso nos estimula a querer a nuestros hermanos, como Teresa de Calcuta quería
a los leprosos. Es la vida ordinaria del cristiano.
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o Don de la fortaleza: Es el don que el Espíritu Santo concede al fiel, ayuda en la

perseverancia, es una fuerza sobrenatural que resiste y acomete según la necesidad del
momento. El Espíritu Santo, sí; él concede una fuerza y un valor increíble a quienes asiste
en los momentos más difíciles de la vida. Necesitamos todos urgentemente y casi en cada
momento, de esta fuerza única que resiste el mal; Resistir el mal y hacer siempre el bien,
sin cansarnos como nos enseña San Pablo.

o Don de temor de Dios: Es el don que nos salva del orgullo, sabiendo que lo debemos todo
a la misericordia divina. También el temor es necesario; pero es un temor pleno de amor; es
un susto justificado de perder la amistad de nuestro Padre Dios y de nuestro Hermano Jesús.
Un enamorado tiembla sólo con pensar en que puede perder a su amor; a la persona que es
razón de su vida. Se trata de un temor filial, un respeto profundo por amor, el temor de Dios.
San Pablo lo sintió y debió temblar como la hoja en el árbol. Temía que predicando a los
demás, él mismo pudiera ser borrado del libro de la vida. El don de temor es sano, muy digno
de que lo tomemos en cuenta y de pedírselo al Espíritu Santo junto con los demás dones y
regalos que él nos da.

Pertenecen en plenitud a Cristo. Completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los
reciben. Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas.

• Los frutos del Espíritu Santo6

Aunque no podemos conocer al Espíritu por su rostro o sus rasgos, sí lo podemos conocer por
sus frutos en el creyente. (Gál 5, 22-23, Ef 5, 8-9.) Todos esos frutos se resumen en uno solo: el
amor.
o Caridad.
o Gozo.
o Paz.
o Paciencia.
o Longanimidad: Grandeza y constancia de ánimo en las adversidades. (DRAE)
o Bondad.
o Benignidad: Cualidad de benigno. Benigno: Afable, benévolo, piadoso. (DRAE)
o Mansedumbre: Condición de manso. Manso: Dicho de una cosa insensible: Apacible,
sosegada, tranquila. (DRAE)
o Fe.
o Modestia.
o Continencia. Moderación de las pasiones o sentimientos. Abstinencia sexual.(DRAE)
o Castidad7.La castidad es una virtud moral. (del lat. castitas = castidad): Es la virtud
por la que un hombre capacitado para la pasión, reserva su deseo erótico de forma
consciente y decidida para el amor y resiste a la tentación de excitarse con
instrumentos o de utilizar a otros como medio de su propia satisfacción. (YOUCAT)

6Se dará una breve definición de las más conflictivas, pero el catequista debe profundizar si no diferencia
o entiende estas.
7 YOUCAT #404
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Importante notar:

¿Cuándo recibimos al Espíritu Santo, en el Bautismo o en la Confirmación?

Lo recibimos en ambos sacramentos. Somos bautizados con agua y el E.S. En nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo. Con ello nos vuelve apóstoles de la buena nueva, como los
discípulos de Pentecostés.
Con la Confirmación, sellamos nuestra pertenencia a la iglesia. Siendo seguidores fieles de
Cristo. Pensar en lo grandioso que es tener el espíritu de Dios en ti, amor que puede generar en
ti, poder que te da para hacer el bien.

¿Qué hace el Espíritu Santo, en aquellos que lo han recibido?

o Nos hace hijos de Dios y nos hace experimentar el amor que Dios nos tiene y que ha
derramado en nuestros corazones.
o Nos conduce a la verdad y nos da una sabiduría especial para entender el mensaje de
Jesús.
o Nos libera de todas las opresiones a las que nos vemos sometidos.
o Nos fortalece en los momentos difíciles.
o Alienta y sostiene nuestra oración.
o Nos une en comunidad.
o Configura nuestra vida cristiana. El Espíritu es el Maestro interior que nos acompaña en
el camino hacia la santidad.

Recordando:
“Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el
Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.8 9

8 YOUCAT#116
9Tercera parte del credo enseñada en Confirmación.
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B. La santísima trinidad

La verdad revelada que la Santísima Trinidad ha estado desde los orígenes, en la raíz de la fe
viva de la Iglesia, principalmente en el acto del bautismo.

La Trinidad es una. No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: "la Trinidad
consubstancial". Aunque no podamos comprender estos divinos misterios, debemos creerlos,
porque nos lo ha revelado Dios.

El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Sólo

Dios puede dárnoslo a conocer revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Trinidad no
es la invención de “algún teólogo” o la iglesia, es una enseñanza clara de la Palabra de Dios10.

Por la gracia del bautismo "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt28, 19)
somos llamados a participar en la vida de la Bienaventurada Trinidad, durante todos los días de
nuestra vida terrenal y, después de la muerte, en la luz eterna.

"La fe católica es ésta: que veneremos un Dios en la Trinidad y la Trinidad en la unidad, no

confundiendo las Personas, ni separando las substancias; una es la persona del Padre, otra la
del Hijo, otra la del Espíritu Santo; pero del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo una es la
divinidad"

Las Personas divinas, inseparables en su ser, son también inseparables en su obrar. Pero se
manifiestan de manera separada.

• Dios Trino

Dios Padre
Es el Principio de Vida, de quien todo procede. Se le atribuye la Creación. Lo propio del Padre
es engendrar, crear. En la Creación, Dios Padre está como principio de todo lo que existe.

En su amor desbordante Él ha decidido comunicar su vida divina y compartirla. Jesús encarnado

es prueba de la pasión misionera de Dios.
Dios les hace partícipes de su misma vida divina en familia y en comunidad. El escucha a la
Humanidad, para que se realice esta maravillosa misión universal, Dios siempre comprende y
ama. (Gen 1-3).

La palabra “trinidad” no está en la biblia, pero lo que significa el término de trinidad (tres en uno), es lo
10

que nos trasmite la biblia. Dios es solo uno, pero existe en tres personas.
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Dios Hijo
Procede eternamente del Padre, como engendrado por Él, y asumió en el tiempo una naturaleza
humana por nuestra salvación. Se le atribuye la Redención11. Lo propio del hijo es dar la
salvación.

Por Cristo, cabeza de la Iglesia, Dios se ha hecho más presente al mundo y permanece con él;
ahora le ha dado la guía de su Espíritu. En la Encarnación, Dios se encarna, por amor a nosotros,
en Jesús, para liberarnos del pecado y llevarnos a la vida eterna.

La Iglesia, en fidelidad al Evangelio, continúa la misión de Jesús12 en obras y palabras. Anunciar

a Jesús, estando dispuestos a dar la vida, es la mayor prueba de amor. Nos preceden y animan
los mártires13 del mundo entero.

Dios Espíritu Santo

Es enviado por el Padre y el Hijo, como también procede de ellos, por vía de voluntad, a modo
de amor; se manifestó primero en el Bautismo y en la Transfiguración de Jesús y luego el día de
Pentecostés sobre los discípulos. Lo propio del Espíritu Santo es la santificación, nos
mueve, nos transforma a hacer el bien.

En Pentecostés, el Padre y el Hijo se hacen presentes en la vida del hombre en la Persona del
Espíritu santo, cuya misión es santificarnos14, iluminándonos y ayudándonos con sus dones15 a
alcanzar la vida eterna.

Él está presente desde el principio y que es el soplo de la vida divina que se comunica a la
humanidad (Le 1,26-38). El Espíritu Santo se presenta durante todo el antiguo testamento en
diferentes partes y en el Nuevo de igual manera.

El Espíritu Santo se presenta en la vida de Jesús en diversos puntos de su vida. Luego de su

asunción a los cielos, el Espíritu Santo se convirtió en el educador de los apóstoles y discípulos,
los llevó de ser hombres frágiles y temerosos a ser anunciadores del kerigma16 e incluso dar la
vida por Él.

El acontecimiento que logra esta transformación fue la experiencia de Pentecostés. El Espíritu

permitió que los discípulos interpretaran las Escrituras a la luz de Jesucristo. Permitió que se
mantuviesen fieles a Jesús.

11Acción y efecto de redimir. Redimir: Rescatar o sacar de esclavitud al cautivo mediante precio. (DRAE)
12La salvación.
13
(del griego martyria = testimonio): Un mártir cristiano es una persona que está dispuesta a sufrir violencia
e incluso dejarse matar por Cristo, que es la verdad, o por una decisión de conciencia que procede de la
fe. (YOUCAT)
14Santificar: Hacer a alguien santo por medio de la gracia, la cual Dios concede al hombre para ponerlo en

el camino de la salvación. (DRAE)

15Especificados más adelante.
16Anuncio de la Pasión, muerte y resurrección de Jesús.
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Para realizar la misión universal, Dios convoca en su Iglesia profetas y misioneros que anuncien
a Cristo como colaboradores con El, con la ayuda del Espíritu Santo. Suscita también en todas
partes hombres y mujeres que trabajan por esta misión aun sin saberlo.

• El misterio17 de la santísima trinidad18

Los Misterios escondidos en Dios, “ si no son revelados, no pueden ser conocidos" (Concilio
Vaticano II). Aun después de la Revelación, es el misterio más profundo de la fe, que el
entendimiento por sí solo no puede comprender ni penetrar.19

Si pudiéramos comparar al Señor con alguna cosa que hay en la naturaleza, ese Dios sería
pequeñísimo; del tamaño del entendimiento de cualquier ser humano. No valdría la pena confiar
en él, ya que no sería Todopoderoso, infinito u omnipresente. El hecho de que no podamos
entender algo, no significa que no sea real. Dado que estas son enseñanzas que el mismo Dios
nos ha revelado y confiamos en lo que Dios nos ha dicho, más que en lo que un ser humano
diga. Aunque nuestras mentes no pueden comprenderlo, lo aceptamos como la verdad porque
el Señor mismo nos quiso comunicar.

Si alguien puede llegar a entender el misterio de la Trinidad, esa persona tendría que ser Dios
mismo (1 Cor 2, 11).

Porque el entendimiento humano no es capaz de comprender la esencia divina, no puede

penetrar en el misterio de la vida íntima de Dios, sólo puede conocer lo que Dios revela y asumirlo
con la fe. "Si lo comprendes, no es Dios" (San Agustín).

Es un Dogma20 de fe, es decir una verdad de fe, una afirmación de fe.

17
Algo inaccesible a la razón humana. (DRAE) (grieg. mysterion = secreto) Un misterio es una realidad (o
un aspecto de una realidad) que escapa, por principio, al conocimiento racional. (YOUCAT)
18 Se debe incluir en esta sección el Relato de San Agustín (Anexo)
19YOUCAT #36
20
(del griego dogma = opinión, resolución, enseñanza): Una afirmación de fe, contenida en la Escritura y
la Tradición, declarada por un Concilio o por el Papa como Revelación divina. (YOUCAT)
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• Santiguarse, Signarse y Persignarse

Santiguarse
Es la Señal de la Cruz sobre nuestro cuerpo. “Hacer la señal de la cruz desde la frente al pecho
y desde el hombro izquierdo al derecho, invocando a la Santísima Trinidad.” (DRAE)

o Significado

En el nombre del Padre: Ponemos la mano sobre la frente, señalando el cerebro que controla
todo nuestro cuerpo, recordando en forma simbólica que Dios es la fuente de nuestra vida.

...y del Hijo: Colocamos la mano en el pecho, donde está el corazón, que simboliza al amor.
Recordamos con ello que por amor a los hombres, Jesucristo se encarnó, murió y resucitó para
librarnos del pecado y llevarnos a la vida eterna.

...Y del Espíritu Santo: Colocamos la mano en el hombre izquierdo y luego en el derecho,
recordando que el Espíritu Santo nos ayuda a cargar con el peso de nuestra vida, el que nos
ilumina y nos da la gracia21 para vivir de acuerdo a los mandatos de Jesucristo.

Amén.

Signarse
“Hacer la señal de la cruz.” (DRAE)

o Significado

Por la señal de la santa cruz (formando cruz en la frente, para que nos libre Dios de los malos
pensamientos)
…de nuestros enemigos (formando cruz en la boca, para que nos libre Dios de las malas
palabras)
…líbranos, Señor, Dios nuestro (formando una cruz en el pecho, para que nos libre Dios de
las malas obras).

Amén.

Persignarse
“Signar y santiguar a continuación” (DRAE)

21Favor que Dios concede al hombre para ponerlo en el camino de la salvación. (DRAE)
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(5) Reflexiono
(Todas las respuestas de preferencia siempre buscar un ejemplo de vida para complementar la
respuesta)

Preguntas y Respuestas
Los siguientes puntos siempre se deben realizar.
• Se pregunta a los confirmandos si hay dudas del tema/subtema dado.
• Plantear preguntas con compañeros.
• Y se les hace esta pregunta siempre (después de explicar un subtema y al final de
la Catequesis):
o ¿Qué piensan? ¿Están de acuerdo o no? ¿por qué?

Provocó (El mundo) 22

¿Es el Espíritu Santo nuestra conciencia? ¿Todos llevamos al espíritu Santo, aun sin el bautizo?

Reflexión final
Se debe cerrar el tema de cómo aplicar lo mencionado en nuestra vida. Deberán hacer un
compromiso (los jóvenes) y que digan el porqué de ese compromiso (de forma profunda, no
superficial). Y que indiquen la importancia del tema dado. Orientarlo siempre en Fe.

22Estas preguntas el catequista debe hacerlas de forma directa al confirmando siempre, Todas las
preguntas se deben resolver en la reunión de catequistas previa a esta Catequesis.
Confirmación, Parroquia San Juan Bosco santuario Maria Auxiliadora
Guatemala, Guatemala , C. A.

(6) Oración personal23

En este momento siempre se toman los 5 minutos últimos de cada Catequesis

¡Oh Espíritu Santo!, llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo
sepa, con el don de Sabiduría, tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de
las terrenas.
Que sepa, con el don del Entendimiento, ver con fe viva la importancia y la belleza de la
verdad cristiana.

Que, con el don del Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar
y salvarme.
Que el don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el
camino de la salvación.

Que sepa con el don de Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo
verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado.
Que, con el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea
misericordioso con el prójimo.
Finalmente, que, con el don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los
mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado.

Lléname, sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual; que, lleno
de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la belleza de tu doctrina,
la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Amén.

O bien, un momento de reflexión personal guiada por el catequista en relación al tema.

(7) Oración final general

Los confirmandos Empiezan la oración (uno diferente cada Catequesis) y el catequista la
complementa. Se sugiere que se haga en círculo la oración y no desde sus lugares, fomenta
la unión del grupo.

23 Esta oración personal, puede ser un momento de reflexión guiada por el catequista en relación al tema,
lo presentado es una propuesta.
Confirmación, Parroquia San Juan Bosco santuario Maria Auxiliadora
Guatemala, Guatemala , C. A.

(8) Tarea vivencial24

La tarea que siempre se debe dejar es que apliquen lo aprendido (si se puede) en su semana
o que observen donde se ve aplicado en su vida el tema de la Catequesis y al iniciar cada
Catequesis se les pregunta cómo aplicaron u observaron lo aprendido en dicha semana también.
Opcional que escriban un comentario/ensayo de un cuarto o media página de dicha
experiencia.
El objetivo de este tipo de tareas es que lo aprendido se vuelva una vivencia (“Confi es
vivencial”).

(9) Referencias de Apoyo

En esta parte se incluyen referencias para complementar el contenido.

Catecismo de la iglesia católica #249-267 y #687-747

YOUCAT #35-36, #38-39 y #113-120 (Obligatoria)

Biblia Católica para Jóvenes

(10) Referencias del contenido

Catecismo de la iglesia católica (CEC).

YOUCAT. 3 de mayo de 2010.
DRAE. 2001. 22ª edición. Recuperado de: http://www.rae.es/recursos/diccionarios/drae
ACIPRENSA. La señal de la cruz. Recuperado de: http://www.aciprensa.com/Oracion/se%F1alcruz.htm

24 Esta tarea es a criterio del catequista, pero si se debe dejar en toda Catequesis.
Confirmación, Parroquia San Juan Bosco santuario Maria Auxiliadora
Guatemala, Guatemala , C. A.

(11) Anexos

Anexo 1: Relato de San Agustín

La historia de San Agustín con el niño es conocida por muchos. La misma surge del tiempo que
dedicó este gran santo y teólogo a reflexionar sobre el misterio de la Santísima Trinidad. Cuenta
la historia que mientras Agustín paseaba un día por la playa, pensando en el misterio de la
Trinidad, se encontró a un niño que había hecho un hoyo en la arena y con una concha llenaba
el agujero con agua de mar. El niño corría hasta la orilla, llenaba la concha con agua de mar y
depositaba el agua en el hoyo que había hecho en la arena. Viendo esto, San Agustín se detuvo
y preguntó al niño:

-“¿Qué estás haciendo? – le dijo San Agustín.

- “Quiero echar toda el agua del mar en este agujero”- contestó el niño.
-“¡Pero es imposible!” – dijo el Santo.
-“Sí, -repuso el niño- pero antes terminaría yo de echar el mar aquí, que tu entender el Misterio
de la Santísima Trinidad”.