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Refiriéndose al problema judío en Alemania en la época de Bismarck, el autor destaca la ostentación de riqueza que hacían los hebreos y que tanto irritaba a los teutones nativos, y describe la situación de los circuncisos en el antiguo Imperio Germánico
Refiriéndose al problema judío en Alemania en la época de Bismarck, el autor destaca la ostentación de riqueza que hacían los hebreos y que tanto irritaba a los teutones nativos, y describe la situación de los circuncisos en el antiguo Imperio Germánico
Refiriéndose al problema judío en Alemania en la época de Bismarck, el autor destaca la ostentación de riqueza que hacían los hebreos y que tanto irritaba a los teutones nativos, y describe la situación de los circuncisos en el antiguo Imperio Germánico
(Amigo lector: colabore en localizar a estos sinvergenzas)
En 1870 Ea de Queirz ya era
un nazi redomado e incurable.
Jos Mara Ea de Queirz (1845 1900), el mayor escritor de la lengua portuguesa
de todos los tiempos, excluyendo al poeta Luis Vaz de Camoens (el ms grande escritor de la lengua espaola fue un manco, Cervantes; y de la lengua portuguesa un tuerto, Camoens; observad como trabaja la mano de Dios). Don Jos Mara, que ni manco ni tuerto era, aunque s muy ilustrado y de tendencias naturalistas, fue tambin diplomtico, habiendo ejercido las funciones de cnsul de Portugal en Cuba, Londres y Pars. Presenci la inauguracin del Canal de Suez, viaj por el Oriente y toda Europa. De la poca en que estuvo en la embajada portuguesa en Londres (de 1874 a 1878), tengo su libro titulado Cartas de Londres, de donde transcribo lo extractado de las pginas 72 y 73. Refirindose al problema judo en Alemania en la poca de Bismarck, el autor destaca la ostentacin de riqueza que hacan los hebreos y que tanto irritaba a los teutones nativos, y describe la situacin de los circuncisos en el antiguo Imperio Germnico de la manera que sigue: Pero lo peor an en Alemania, es el hbil plan con que los judos fortifican su prosperidad y garantizan su influencia Plan tal hbil que tiene el sabor de una conspiracin-. En Alemania, el judo, lentamente, sordamente, se viene apoderando de las dos grandes fuerzas sociales: La Bolsa y la Prensa. Casi todas las grandes casas bancarias, casi todos los grandes diarios, estn en manos de los hebreos. As ellos se vuelven invulnerables, de modo que no slo logran expulsar a los nativos de las profesiones liberales, los humillan con su opulencia obscena y los mantienen dependientes del capital mediante el prstamo usurario, si no que, como injuria mayor, por la voz de sus diarios, les ordenan lo que tienen que hacer, pensar, cmo gobernarse y a quin elegir de gobernante y, en general, con quin habrn de entendrselas! Todo esto sera soportable si el judo se fundiese con la raza indgena. Pero no. El mundo judo se conserva aislado, compacto, inaccesible e impenetrable. Las murallas formidables del Templo de Salomn, que fueran arrasadas, continan ponindolas a su alrededor, como un obstculo de sus ciudadelas. Dentro de Berln hay una verdadero Jerusaln inexpugnable, all se refugian con su supuesto Dios aunque en verdad son ateos - Oh, Madre Santa que ests en el Cielo!-, su libro, sus costumbres, su Sabbath, su lengua. Invaden la sociedad alemana, desean all brillar y dominar, pero no permiten que los alemanes metan siquiera la punta del zapato en la sociedad juda. Slo se casan entre ellos y entre s se ayudan ricamente,
dndose millones unos a otros pero no le darn un veintn a un alemn
hambriento-; y sienten orgullo, una coquetera insolente en diferenciarse del resto de la nacin en todo, desde la manera de pensar hasta la manera de vestir. Naturalmente, ese exclusivismo tan acentuado, es interpretado como hostilidad y pagado en odio. Esta cita de Ea de Queiroz viene, lateralmente a colacin, para demostrar que ya hace 127 aos los judos eran lo mismo que ahora y dominaban la cabeza de las personas desde la prensa, siendo los llamados periodistas, una banda de infames, los encargados de esparcir todas las mentiras y asquerosidades que se les ocurren. En la Alemania de hoy, salvo rarsimas excepciones, parecera que las cosas seguiran del mismo modo sin solucin de continuidad. Sir Moses Haim Montefiore, el conocido Barn de Montefiore, filntropo judo britnico que dedic gran parte de su vida y su fortuna a mejorar la situacin de los judos, particularmente de los residentes en Gran Bretaa por los tiempos de Ea de Queirz, escribi en 1840: Perdis el tiempo charlataneando. Mientras no se halle en nuestras manos la prensa del mundo entero, todo lo que hiciereis ser infructfero. Es menester que dominemos la prensa universal o al menos influyamos en ella si queremos ilusionar y esclavizar a los pueblos. O bien que nada se publique sin nuestro consentimiento, por hombres probos que estn a nuestro servicio. (Henry Ford, El judo Internacional, pg. 87). Nota del Editor: Cualquier parecido con una republiquita sudamericana cuyo nombre empieza con A y termina con A, no es mera coincidencia. Y esto viene bien al pelo por el asunto actual de Papel Prensa. En el ojo de este huracn estn ellos.