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El hipotiroidismo congénito en bebés y niños

Es la enfermedad causada por la ausencia de producción de hormona tiroidea.

Hay varios tipos, según en qué fase de la cadena metabólica se produce el fallo. Puede ser por:

• Ausencia completa o falta de desarrollo de la glándula tiroidea.

• Deficit de la hormona hipotalámica que la regula.

• Inhibición de la glándula por medicamentos que haya tomado por la madre.

• Carencia de yodo en la dieta materna

• Otras causas.

• ¿Qué función realiza la hormona tiroidea?

• ¿Cuáles son los síntomas de los bebés hipotiroideos?

• ¿Cómo se puede tratar?

¿Qué función realiza la hormona tiroidea?

La hormona tiroidea interviene en procesos de gran importancia como:

• La regulación del metabolismo en general

• El desarrollo y maduración del cerebro

• El crecimiento

Su ausencia, durante las primeras semanas de vida puede pasar desapercibida, pero poco a
poco puede manifestarse.

La principal repercusión de la carencia de hormona tiroidea es el retraso mental, que será más
profundo cuanto más tarde en ser diagnosticado el trastorno.

El hipotiroidismo congénito (CH) significa que el trastorno está presente al nacimiento.


En alrededor del 10 por ciento de los casos, el hipotiroidismo congénito se hereda por
un gen autosómico recesivo, lo que significa que se necesitan dos copias del gene para
producir la condición y tanto los niños como las niñas pueden verse afectados por igual.

La mayoría de los niños con CH aparentan ser normales en el nacimiento, posiblemente


debido a que las hormonas tiroideas de la madre han mantenido el funcionamiento
normal de la tiroides del bebé en el útero Sin embargo, una señal importante de que el
bebé puede presentar hipotiroidismo son los niveles bajos de T4 (tiroxina, hormona
segregada por la glándula tiroides que regula el metabolismo) y los niveles altos de TSH
(hormona que ayuda a aumentar el tamaño, cantidad y actividad de las células de la
tiroides y estimula la liberación de hormonas que afectan al metabolismo del individuo y
que son esenciales para el crecimiento y desarrollo normales) (niveles superiores a 40
mU/L). No obstante, los investigadores han encontrado que algunos bebés con CH
tendrán niveles bajos de T4, pero niveles normales de TSH.

¿Cuáles son los síntomas?

Algunos síntomas de los bebés hipotiroideos no tratados son:

• Piel fría

• Lengua grande, asomando casi siempre por la boca

• Lentitud, somnolencia
• Ictericia (color amarillo de la piel, los ojos y las membranas mucosas).
• Llanto ronco.
• Poco apetito.
• Hernia umbilical (ombligo hacia afuera).
• Estreñimiento.
• Crecimiento óseo lento.

Esta enfermedad afecta 1 de cada 4.000 niños nacidos .


¿Cómo se puede tratar?

Una vez detectado el problema, se inicia el tratamiento, que consiste en aportar hormona
tiroidea sintética a diario para reponer su deficiencia. Algunos niños requerirán terapia de
reemplazo hormonal de por vida, mientras que otros superarán el trastorno,
generalmente a los 3 años. El control regular de los niveles de la hormona tiroidea
durante el curso del tratamiento, incluyendo la interrupción del tratamiento durante 30
días para verificar si la tiroides responde, puede ayudar a que el médico de su hijo
realice un diagnóstico más acertado de la condición del niño.

Pero garantiza que ese bebé se va a desarrollar igual que los de su edad, y no va tener
retraso mental.

Por lo general, el niño con hipotiroidismo congénito en tratamiento es vigilado


periódicamente.

Se controla su crecimiento y maduración psicológica, así como los niveles de hormona tiroidea.

Además del hipotiroidismo congénito, existen otras formas de hipotirodismo que pueden
producirse a otras edades y por variadas causas. Entonces hablamos de hipotirodismo
adquirido.

Alrededor de los 7 años de edad debe realizarse un estudio radioisotópico para aclarar la causa
del hipotiroidismo congénito que puede ser una ausencia de la glándula tiroides, o
que la glándula no haya descendido desde la base de la lengua.

Estimulando a tu bebé
La inteligencia de tu bebé es un gran tesoro. De ella depende en gran medida su futuro. Si bien
tu bebé al nacer tiene un potencial inmenso, la inteligencia es algo a construir. Desde lo clínico
ésto se ha probado a través de las teorías del desarrollo cerebral que afirman que el cerebro no
culmina su desarrollo al nacer. Existen millones de conexiones nerviosas a realizarse sobre
todo en los primeros años, que dependen en gran parte de los estímulos externos. Estos, en
los primeros años dependen de la madre.

Qué es la inteligencia? La inteligencia es la capacidad de resolver problemas y además, de


encontrar un resultado por diferentes caminos.

Los primeros tres años de vida son por ello cruciales para el desarrollo intelectual y afectivo de
tu bebé. Todo lo que reciba en esos años le servirá de base para más adelante. Brindándole a
tu hijo mucho afecto y estimulación adecuada a sus necesidades, podés ayudarlo a desarrollar
de manera plena su potencial.

Nadie mejor que vos para estimular a tu bebé. Sos quien mejor lo conoce y la que puede
percibir sus necesidades. El mejor camino para estimularlo es ofrecerte como guía, brindándole
herramientas adecuadas y acordes a su desarrollo.

Sus experiencias de aprendizaje dependerán de acuerdo a cómo intervengas en ellas. Tu


actitud hará que cada acontecimiento sea significado por tu bebé como un desafío a superar,
una meta a alcanzar, o por el contrario, como una tarea que no tenga sentido intentar. De ésto
se trata la estimulación. Generando un ambiente donde, en tu compañía, tu bebé logre jugar "a
su manera", y con sus tiempos, incentivándolo si se frustra, lo estarás ayudando a ser una
persona con inquietudes por aprender más y capaz de adquirir confianza para enfrentar
situaciones de manera independiente. A medida que crezca sus experiencias se irán
complejizando y el aprendizaje será cada vez más enriquecedor. Constantemente, la vida
presenta obstáculos y de esta manera tu bebé va a estar mejor preparado para resolverlos.

CÓMO ESTIMULAR EL DESARROLLO DEL BEBÉ


La falta de estímulos afectivos, sensoriales, físicos y ambientales producen retrasos
en el desarrollo que podrían llegar a ser irreversibles. A partir de esta evidencia, en
la década de los 70 se demostró que el pronóstico de los niños con enfermedades o
problemas que afectan a su desarrollo psicomotor, mejoraba con la aplicación
precoz de una intensa estimulación sensorial y motora, que hoy se considera
fundamental en el tratamiento de estos bebés. De este modo, cuando un niño
presenta un retraso, se le remite a centros especializados (hoy llamados "de
atención precoz"), que además de completar el diagnóstico y tratar sus causas si es
necesario y posible, inician unos ejercicios y actividades de estimulación para
potenciar al máximo sus capacidades.

Tan pronto como esta estrategia fue de dominio público, casi de modo espontáneo
se empezó a aplicar también a niños sin problemas, pensando que también ellos
podrían obtener beneficios con una estimulación especial. No hay pruebas de que
esto sea así, y si es cierto que la estimulación adecuada es imprescindible, también
lo es que su exceso aplicado sin criterio es contraproducente, pues puede aturdir al
bebé, frenando su propia iniciativa e incluso llegar a causarle lesiones físicas, como
en algún caso ha sucedido.

Desde el nacimiento, el mismo bebé se encarga de provocar con sus gestos la


respuesta que le estimula, por ejemplo, cuando la mirada que dirige a sus padres
induce y encuentra una mirada al otro lado o cuando más adelante estira la mano
casi pidiendo explícitamente que le pongan un sonajero entre los dedos. Hablarle,
cantarle, tocarle, abrazarle, moverle arriba y abajo, jugando y riendo con él, son
reacciones normales, que, sin pretender nada, estimulan naturalmente al bebé,
pero que tienen por sí mismas el valor de la comunicación afectiva.

Muchas veces se puede acertar con la actividad que más conviene al niño
simplemente dejándose llevar por los propios sentimientos y observando el
comportamiento y la respuesta del bebé. En cualquier caso, las funciones que se
pretendan estimular serán obviamente aquéllas para las que va estando capacitado
a medida que su sistema nervioso madura.

Aspectos importantes al estimular a tu bebé

Antes de empezar cualquier actividad con tu bebé es muy importante que tomes en cuenta
estos puntos:

• Lo que más necesita tu bebé es tu amor, escuchar tu voz y tener


contacto físico contigo, por lo que la actividad en sí misma no es tan importante
si cubre estos aspectos.
• El bebé necesita de oportunidades para interactuar, lo cual es muy
difícil de lograr si pasa la mayor parte del día acostado en su cuna. Aprovecha
los momentos que pasa despierto para jugar con él, platicarle y sobre todo, haz
lo posible porque esté boca abajo, no a todos les gusta, pero esto le ayudará a
fortalecer sus músculos y a aprender a desplazarse, primero arrastrándose y
después gateando.
• No necesitas material caro ni técnicas muy sofisticadas, con un poco de
creatividad y todo tu amor puedes, además de pasar excelentes momentos con
tu bebé, ayudarlo enormemente en su desarrollo.
• Todos lo niños necesitan un ambiente tranquilo y ordenado, busca el
momento adecuado para jugar con tu bebé, tanto para él como para ti, ya que
es algo que ambos deben disfrutar. Procura ser constante en la rutina que
vayas elaborando. Evita los movimientos bruscos, con los cuales tu bebé se
pueda asustar.
• Toma siempre a tu bebé por la parte larga de los huesos, nunca por las
articulaciones, de esta forma evitarás que se le zafe algún hueso.
• Tu bebé debe disfrutar de los ejercicios, si parece no hacerlo intenta
con otro o suspéndelos por el momento y vuelve a intentarlo más tarde. Aveces
les toma varios días empezar a disfrutarlos.
• Las etapas de mayor desarrollo en el ser humano, tanto intelectual
como físico, son desde que es concebido, cuando es un bebé y hasta los seis
años, por lo que es importante que aprovechen juntos y exploten al máximo
estas etapas.
• Aquí encontrarás algunas sugerencias de actividades que puedes
realizar con tu bebé, si quieres establecer una rutina más completa te
recomendamos el libro: Cómo enseñar a su bebé a ser físicamente excelente
de Glenn Doman, Douglas Doman y Bruce Hagy.
• Para realizar los ejercicios, de ser posible, mantén la habitación con
una temperatura cálida para que el bebé se sienta a gusto sin ropa o sólo con
su pañal y una camiseta, de manera que esté libre para moverse (y no
atrapado entre suéteres y cobijas).
• Apapacha frecuentemente a tu bebé, recompénsalo con besos y
abrazos cuando actúe de la forma en que tú esperas o al menos lo intente.
• Entre más oportunidades tenga tu bebé de desarrollar sus habilidades
físicas cuando es pequeño, menor tiempo le tomará conseguirlo.
• Explícale siempre qué van a hacer antes de empezar y mientras lo
están realizando.
• Observa y sigue las señales que te da tu bebé cuando desea
detenerse. Así mismo, detente antes de que se canse o incomode para que
repita el ejercicio con gusto en ocasiones posteriores.

Ejercicios y juegos durante los primeros tres meses


A pesar de que gran parte del día tu bebé la pasa dormido y cuando está despierto lo estás
alimentando o cambiándole el pañal, hay que aprovechar cualquier momento en que parezca
estar alerta para interactuar con él.
Relajación:

Después de pasar tanto tiempo en tu vientre el cuerpo de tu bebé está contraído y rígido, por lo
que es importante hacerle con frecuencia ejercicios de relajación, en especial si vas a empezar
a trabajar con él, ya que de esta forma disfrutará el resto de la rutina.

Para relajar a tu bebé puedes hacerle movimientos del tronco y extremidades para que vayan
adquiriendo flexibilidad, o bien, darle un masaje. Es importante que ayudes a tu bebé a
relajarse cuando "esté llorón" y antes de dormir. Éste es un excelente principio para desarrollar
poco a poco una rutina de ejercicio.

Lo más importante para que tu bebé logre relajarse es que tú lo estés, ya que de esta forma le
transmitirás tranquilidad.

Tanto para la relajación como para los ejercicios, puedes poner música tranquila o cantarle
canciones adecuadas para cada actividad. Si no se te ocurre qué cantarle, compra algunos
cassettes de canciones infantiles (de las que a ti te gustaban de chiquita) y escoge las que más
te gusten y se adecuen a cada situación.

En esta etapa es muy importante que tu bebé pase el mayor tiempo posible boca abajo y de ser
posible en el suelo, ya que superficies suaves como una cama le limitan el movimiento. Déjalo
en la mayor libertad posible, ten en cuenta que la cuna, carreola, sillita, y más tarde la
andadera y columpio, lo entretienen pero no le ayudan a moverse lo suficiente para desarrollar
las habilidades físicas necesarias.

Algunos ejercicios que puedes realizar con tu bebé son:

A. Relajación:

1. Acuesta a tu bebé boca arriba en una superficie suave, como una


pelota de playa un poco desinflada o un cojín grande.
2. Dale palmadas suaves y rítmicas a la pelota o cojín, y después ve
relajando cada una de las partes del cuerpo de tu bebé con golpecitos,
pellizquitos, caminando sobre su cuerpo con tus dedos, etc., comienza por sus
brazos, piernas, pecho y espalda. Es recomendable hacer la relajación con el
bebé sin ropa, pero si el clima o la situación no te lo permiten, vestido puede
funcionar también.
3. Para que el bebé se sienta seguro, mantén todo el tiempo el contacto
de tu mano con su cuerpo, en especial con su espalda y su pecho.
4. Puedes repetir el ejercicio teniendo al bebé acostado boca abajo.

B. Relajación de manos:

Tu bebé todavía tiene el reflejo prensil, es decir, que toma con fuerza los objetos que caen en
su mano. Ayúdalo a ser capaz de soltarlos enseñándole a tenerlas relajadas:

1. Acuesta a tu bebé boca arriba en una superficie suave, relaja su brazo


desde el hombro hasta la mano dándole golpes suavecitos.
2. Cuando logre abrir una mano repite el ejercicio con la otra y ayúdalo a
tocarte, y a tocar diferentes objetos.
3. También puedes hacerle masaje en el dorso, de esta forma dejará de
ejercer presión sobre los dedos y la podrá abrir (con o sin tu ayuda).
4. Dale objetos o juguetes seguros para que los tome y ayúdalo a
soltarlos.
5. Acostado boca arriba, colócale tus dedos en sus manos para que los
sujete, repite el ejercicio varias veces.
6. Más adelante, cuando tengas establecidos los ejercicios anteriores,
ponlo acostado boca arriba, coloca un barrote en sus manos y cuando esté
bien sujeto, ayúdalo a separarse algunos centímetros del suelo. Poco a poco,
él será capaz de sostener su propio peso. Regresa a la posición inicial si tu
bebé se suelta o inquieta.

C. Brazos cruzados:

1. Acuesta a tu bebé boca arriba y con sus brazos cruzados, toma con tus
manos sus antebrazos y con movimientos ligeros llévalos a que sus manos
toquen el hombro opuesto, su pecho y su cara.
2. Cuando sientas que sus músculos se han relajado, suelta suavemente
sus brazos y ofrécele algún juguete para que lo observe y toque, poco a poco
logrará sostenerlo él solo.

D. Abrir-cerrar:

1. Acuesta a tu bebé boca arriba, hazlo que tome tus pulgares entre sus
dedos o tómale los antebrazos, lleva sus brazos hacia afuera para que queden
perpendiculares a su cuerpo y después llévalos hacia adentro de forma que
vea sus manos.
2. Realízalo varias veces y continúa con sus piernas, abriéndolas y
cerrándolas.
3. Recuerda que si haces los ejercicios cantando le ayudarás a identificar
una rutina y será un placer para él oír tu voz.

Es muy importante que el bebé vaya identificando las partes de su cuerpo y dándoles
movimiento.

E. Bicicletas:

1. Acuesta a tu bebé boca arriba, sosténle las piernas por debajo de las
rodillas y hazlas girar lentamente, procurando no forzarlas.
2. Dóblale las rodillas hacia el pecho, primero una y después la otra como
si anduviera en bicicleta.

Si al principio no le gusta, no lo fuerces, pero continúa intentándolo a la mayoría les encanta.


Este ejercicio es importante para darle flexibilidad, movimiento y fortalecer sus músculos.

F. Doblar y estirar:

Acuesta a tu bebé boca arriba, toma firmemente sus piernas, dóblalas hacia su pecho y
estíralas suavemente lo más que puedas. Con esto, además de darle flexibilidad y movimiento,
ayudarás al fortalecimiento de sus músculos.

G. Pica- perica:

Para gatear, caminar, etc., requerimos del desarrollo de patrón cruzado, es decir, ser capaces
de utilizar una pierna y el brazo contrario al mismo tiempo, este ejercicio es de gran ayuda:

1. Acuesta a tu bebé boca arriba, tómale una mano y la pierna contraria,


estíralas tocando el suelo y después llévalas a que se toquen sobre el tronco
del bebé.
2. Regresa su mano y su pierna a la posición inicial y realiza el mismo
ejercicio con las extremidades contrarias.
3. Realiza el ejercicio varias veces.
H. Zapatero:

1. Acuesta a tu bebé boca arriba, toma uno de sus pies y haz girar
lentamente su tobillo, sin forzarlo.
2. Haz girar el tobillo de la pierna contraria.

Este ejercicio le ayudará a fortalecer los músculos de los tobillos.

I. Sal solecito:

Carga a tu bebé de forma que quede boca abajo, sosteniendo su pecho con una mano y la
cadera con la otra. Colócate frente a un espejo y acércalo y aléjalo, de modo que busque su
reflejo y con esto tonifique los músculos de la nuca y la espalda.

J. Girar:

Girar sobre sí mismo es una actividad que pronto podrá realizar él solo, mientras lo logra,
ayúdalo.

Boca arriba - boca abajo:

Busca una posición cómoda para tu bebé y ayúdalo a impulsarse tomándolo por el brazo, de
forma que gire fácilmente. Si sientes que el brazo sobre el que debe girar se le atora,
cámbiaselo de posición.

Boca abajo – boca arriba:

Teniendo el brazo sobre el que va a girar paralelo a su cuerpo, impúlsalo para que suavemente
llegue a la posición boca arriba.

K. Abdominales:

Acuesta a tu bebé boca arriba, haz que tome tu dedo con su mano, o bien, toma sus
antebrazos y ayúdalo a sentarse y de regreso.

Además de fortalecer sus músculos lo ayudarás a ser capaz de sostener su cuerpo.

L. Ejercicios con un rodillo:

1. Coloca al bebé boca abajo con los brazos sobre un rodillo.


2. Sujetándole la cadera, mécelo hacia delante y hacia atrás. Poco a poco
procura que fije la vista en algún juguete, para que más grande intente
alcanzarlo por sí mismo.

Necesitarás un rodillo de hule espuma forrado con tela. También puedes colocarlo sobre tu
pierna y dejarlo en esta posición por unos minutos.

M. Arrastre:

1. Coloca a tu bebé boca abajo en el suelo el mayor número de veces al


día que te sea posible, un excelente lugar es un colchón rígido para gimnasia.
2. Colócate tu también en el suelo y estimula a tu bebé con objetos y
sonidos para que se mueva hacia ellos, en un principio moverá sus piernas y
sus manos al azar y poco a poco estos movimientos, además de controlarlos,
se convertirán en movimientos propulsores.
Muy pocos niños desarrollan esta habilidad porque no se les da la oportunidad.

N. Equilibrio:

Esta es una edad ideal para ayudar al bebé a desarrollar el equilibrio, a pesar de que muchos
padres lo hacen instintivamente, éstas son algunas opciones:

• Si te sientes cómodo, lanza a tu bebé al aire y cáchalo.


• Haz a tu bebé saltar sobre tus rodillas.
• Pasea a tu bebé por la casa, haciendo con tus manos un asiento y un
respaldo, platícale sobre cada lugar que visiten, los objetos que ahí se
encuentran y déjalo asomarse por la ventana.
• Acuéstate boca arriba, sosteniendo a tu bebé con tus manos "volando"
sobre ti, ayúdalo a "ver el mundo".
• Balancéense juntos en una mecedora.

Desde esta edad puedes enseñar a tu bebé a tener respuestas ante determinados estímulos,
premiándolo con tu sonrisa y palabras de aliento cada vez que lo intente. En esta etapa el
movimiento es muy importante para hacer más efectivas sus funciones vitales, como la
respiración y la digestión.

Para ir formando una rutina agrega un ejercicio nuevo cada vez, no pretendas que el primer día
pueda realizarlos todos. Así mismo, puedes aumentar la duración de cada ejercicio conforme
vayan avanzando. Puedes realizar una parte de la rutina en la mañana y si parece cansarse
continuar por la tarde. Tener flexibilidad con los bebés es una herramienta muy importante.

Beneficios del masaje para los bebés


El masaje transforma el bebé en un bebé saludable en todos los aspectos

Todos los bebés pueden ser masajeados. Así que aprovecha para empezar a masajear hoy
mismo al tuyo. El masaje puede desarrollar más rápidamente la coordinación motora, aumentar
sus reacciones musculares, aparte de que hará con el bebé sea más receptivo y más apto a
reaccionar al espacio que lo rodea. Además de esos, hemos seleccionado otros beneficios:

Beneficios de masajear a su bebé

1- Ayuda a regular y reforzar las funciones respiratoria, circulatoria y gastrointestinal. A través


de la estimulación, se puede controlar las incomodidades producidas por los cólicos, gases y
estreñimiento, y las molestias por la salida de los primeros dientes.

2- Ayuda al bebé a relajarse y lo alivia del estrés, de los bloqueos, que produce encontrarse
diariamente con cosas nuevas.

3- Ayuda a intensificar la comunicación afectiva entre el bebé y las personas de su entorno,


facilitando la comunicación no verbal.

4- Ayuda a estimular el sistema inmunológico y propicia un mejor desarrollo del sistema


nervioso.

5- Ayuda a aumentar la auto-estima de tu bebé.

6- Ayuda a que el bebé tenga un sueño tranquilo y profundo.


7- Ayuda a aumentar el contacto afectivo del bebé con sus padres a través del toque, la mirada,
de la piel, de la sonrisa, sonidos, abrazos, caricias, olor, y de los estímulos. El masaje
transforma el bebé en un bebé saludable en todos los aspectos.

El masaje es muy indicado para bebés prematuros

Como decíamos al principio, el masaje es indicado a todos los bebés, especialmente a los que
se encuentran en la incubadora o sometidos a la ventilación mecánica. En este caso, el masaje
no puede ser echo en su totalidad, pero se hace lo que uno puede y ya está. Será muy
beneficioso para los bebés prematuros que se encuentran en esta situación. Será favorable
tanto para los bebés como para sus padres pues proporciona una forma de contacto
emocional, físico, y una comunicación entre ambos. La experiencia es muy gratificante para los
dos. Veréis como el bebé responderá positivamente y será mucho más feliz porque ha sido
tocado y masajeado. Se recomienda este contacto diariamente, siempre que sea posible.

Masaje de relajación
El masaje se utiliza en diferentes culturas con fines diversos, entre los que se encuentran: curar
alguna enfermedad o problema físico, ayudar a las funciones vitales del cuerpo y la relajación.

La técnica que se presenta está tomada del Masaje Shantala, que sigue la tradición hindú de
dar masaje a los bebés con resultados sorprendentes, plasmada por Frédérick Leboyer y por
su adaptación occidental conocida como masaje Vimala.

Beneficios

• El masaje aplicado a bebés ha demostrado ser un medio privilegiado


para el acercamiento afectivo, ya que es un excelente recurso para la
comunicación madre-hijo, ambos se están comunicando a través del tacto, en
un contacto físico más allá del necesario en el cambio de pañales o el baño. El
masaje enriquece la seguridad y los sentimientos de afecto del bebé.
• Tiene efectos en el desarrollo del control muscular avanzado, ayuda al
adecuado tono muscular, lo cual tiene un efecto directo en la posibilidad de
tener movimientos más fluidos cuando crezca.
• Al tocar la piel, ésta le manda mensajes al cerebro que lo ponen a
trabajar. Es a través del contacto con la piel que madura el sistema nervioso
central. El masaje además, estimula el proceso de mielinización.
• El contacto con la piel ayuda a integrar el concepto del "Yo corporal".
• Estimula el desarrollo del sistema inmunológico (el encargado de
generar defensas contra las enfermedades).
• Estimula la circulación, lo cual tiene efectos en el ritmo cardiaco y en la
circulación de sangre en el cerebro.
• Ayuda al sistema digestivo y respiratorio a efectuar con mayor eficacia
sus funciones.
• Es una excelente fuente de placer (para el que lo da y par el que lo
recibe) recomendada para todas las edades.
• Tiene un gran efecto relajador y de liberación de tensiones, lo cual lo
convierte en un excelente instrumento para ayudar a bebes, niños y adultos a
dormir.
• Es un excelente estímulo para todos los sentidos ya que el bebé ve,
oye, huele y siente a su mamá o a la persona que le aplica el masaje.

En la India, dónde se origina este tipo de masaje, ha demostrado tener efectos curativos y de
alimento. Niños con alimentación sumamente pobre, sobreviven gracias al constante contacto
físico de su madre al darles masaje.

Consejos antes de dar masaje a un bebé


• Puedes darle masaje a un bebé desde que es recién nacido, siempre y
cuando lo disfrute y respetes sus propios ritmos, para esto, es importante que
te fijes en señales como cambios en la respiración que te indican que empieza
a cansarse.
• Al darle masaje a un recién nacido el objetivo es el contacto de tu mano
con su piel, dejarlo que te sienta en todo su cuerpo, acariciarlo, sobarlo y con el
paso de los días ir aumentando la presión para convertirlo en un verdadero
masaje. Mientras el cordón no se haya caído, no debes tocar su vientre. La
sesión con un recién nacido durará apenas unos minutos e irá durando cada
vez más.
• Antes de empezar una rutina de masaje, ten en cuenta que al principio
no será fácil, tocarás partes de su cuerpo que no está acostumbrado a que le
toquen y por ser algo nuevo es muy probable que no lo disfrute. Empieza poco
a poco, busca que se den todas las condiciones (que no tenga hambre o
sueño, que no esté demasiado cansado, que no acabe de comer, que el clima
sea adecuado, es decir, que la habitación sea cálida, etcétera). En verano
puedes darle el masaje en el jardín y dejarlo al final unos minutos al sol.
• Ayúdalo a asociarlo con una actividad agradable para que la disfrute y
en el futuro la quiera repetir.
• Es muy importante que tú estés relajada, que separes un espacio de
tiempo especial para dedicarlo a esta actividad, sin interrupciones, tú le
transmites la tranquilidad a tu bebé.
• Puedes poner música agradable que te permita a ti estar relajada y que
ambos disfruten.
• Antes de empezar ten a la mano todo lo que vayas a necesitar:
o Un espacio amplio y cómodo.
o Aceite natural (idealmente de almendras dulces) para lubricar
su piel y que tus manos corran suavemente. Poco a poco tu bebé
asociará su aroma agradable con el momento del masaje. Es
recomendable que entibies el aceite antes de aplicarlo a tu bebé.
o Si quieres proteger tu ropa puedes colocar una toalla o un paño
impermeable entre el bebé y tú, o tenerlo en contacto directo con tus
piernas.
o Puedes tener a la mano un trapo para limpiar por si el bebé
repite o hace pipí, sin que por esto tengas que suspender el masaje.
o Los más importante es que tú estés relajada y te concentres en
decirle con tus manos que lo quieres.
• La forma ideal de terminar el masaje es con un baño tibio.
• Ser una buena masajista toma tiempo, ten paciencia, poco a poco irás
conociendo a tu bebé y te irás convirtiendo en una experta, al mismo tiempo
que tu bebé conoce el masaje, lo acepta y lo disfruta. Poco a poco la
preocupación por hacerlo bien y seguir una rutina, se convertirá en una danza
y tus manos bailarán por sí solas.
• Deja que sea tu bebé el que te guíe.

El masaje no debe ser aplicado a niños quemados o con fracturas.c

Posición para dar masaje

La mejor forma de dar masaje a un bebé es: la madre sentada en el piso con la espalda recta y
cómoda, y el niño acostado en sus piernas con la cabeza hacia los pies de la mamá.

Si les acomoda, puedes poner la espalda y cabeza del bebé sobre una cuña, es importante que
sostengas todo el tiempo su cuerpo con tus piernas y tus manos buscando la simetría y
manteniendo el contacto visual. d)

Criterios para dar masaje


• El masaje debe darse, de ser posible, al bebé completamente desnudo.
• Debido a todos los beneficios afectivos que tiene el masaje, puede dar
muy buen resultado involucrar al papá en esta tarea, siendo él el que lo dé
algunas veces o, de ser posible, que sea él el encargado de hacerlo.
• La mejor forma de ayudar a la mielinización es trabajar con el cuerpo
del bebé de arriba hacia abajo y del centro hacia fuera, sin embargo, como la
cara y cabeza es una zona difícil de tocar, se recomienda empezar por las
piernas en las que se sienten menos invadidos y por lo tanto, permiten más
fácilmente el contacto. Se recomienda empezar a dar masaje en la cara a partir
de un mes de edad.
• La intensidad es muy importante, por lo que debes empezar
suavemente e ir subiendo para llegar al tono adecuado, midiendo las
respuestas de tu bebé.
• El masaje debe ser profundo, por lo cual los movimientos deben ser
lentos y seguir el mismo ritmo desde el principio hasta el final.
• Al principio realiza cada movimiento dos o tres veces y conforme tu
bebé vaya tolerando más tiempo, aumenta este número. Ve sintiendo el cuerpo
de tu bebé, trabajando más aquellas partes del cuerpo que sientas más rígidas
o tensas.

Rutina sugerida

Para iniciar el masaje toma un poco de aceite en tus dedos, si no lo habías entibiado
previamente hazlo con tus manos y úntalo en la parte del cuerpo con la que vas a trabajar.
Toma aceite cada vez que sea necesario.

Realiza primero una pierna, luego la otra, sigue con un talón primero, luego el otro y así
consecutivamente el resto del cuerpo.

Ejercicio Descripción

Piernas Ordeñador Con la base de la palma y los dedos (excepto pulgar) se toma la
hindú pierna y se desliza una mano por la parte exterior, de arriba hacia
abajo y enseguida entra la otra por la parte interior. (Partir desde
la unión de la pierna con la cadera, hasta el tobillo).

Exprimidor Abraza con tus dedos encontrados la pierna de tu bebé, formando


un aro con ellos. Gira suavemente y aprieta un poco. Hazlo con
ambas manos en sentido opuesto sin que la articulación quede
entre ellas como si exprimieras su pierna.

Molinillo
Toma la pantorrilla de tu bebé con tus manos y hazla vibrar.

Pies Planta del Toma el pié de tu bebé de forma que puedas recorrer con el
pie pulgar la planta. Hazlo de abajo hacia los dedos, deteniéndote a
la mitad en niños pequeños para no estimular el reflejo plantar y
en niños que ya caminan hazlo hasta el final.

Lados Recorre con tu pulgar el lado externo del pie, acabando en el


dedo chiquito.

Dedos Con el pulgar y el índice haz molinillo en cada dedo dando al final
un pequeño jaloncito.

Ovillo Con tu mano pegada a la planta, toma el pie de tu bebé


conteniéndolo y ejerce una presión suave hacia la pierna,
manténla ahí cinco segundos y regresa. Nunca sueltes el pie.

Con los dedos índice y medio oprime en círculos alrededor del


tobillo de tu bebé.

Vientre El objetivo principal es ayudar a la digestión. Se debe cuidar dar


el masaje principalmente del ombligo hacia abajo.

Rueda de Imagínate que estuvieras jalando arena con ambas manos


agua perpendiculares al cuerpo del bebé, de la cintura hacia abajo, ese
es el movimiento que debes hacer.
Repite el mismo movimiento pero ahora tomando con una mano
las piernas de tu bebé para levantarlas y mantenerlas alargadas y
verticales y realizar el movimiento con el antebrazo de la mano
que queda libre.

Libro abierto Imagina que el abdomen de tu bebé es un libro y con la palma de


tus manos vas a peinar sus hojas partiendo de la línea media
hacia afuera.

Sol y luna Imagina que el vientre de tu bebé es un reloj, con tu mano


izquierda vas a hacer un sol, es decir, un círculo continuo
siguiendo sus manecillas y con la derecha una luna que entra y
sale.

I love you Del ombligo hacia abajo, con los dedos índice y medio, o si te
acomoda con un tercero también, traza una "I", tres o cuatro
veces, después una "L" de izquierda a derecha y al final una "U"
en este mismo sentido.

Hormiguitas Camina con tus dedos sobre su abdomen de izquierda a derecha

Si quieres ayudar especialmente a la digestión, dobla las piernas


de tu bebé y ejerce un poco de presión hacia su vientre.

Pecho El principal objetivo al trabajarlo es ayudar a los pulmones y


facilitar la respiración.

Libro Con ambas palmas extendidas recorre el pecho de tu bebé como


si estuvieras aplanando las hojas de un libro hacia fuera y
después regresan hacia adentro, partiendo de la línea media,
siguiendo el sentido de las costillas y respetando su ritmo de
respiración.

Mariposa Recorre el pecho de tu bebé desde la cintura hacia el hombro en


forma cruzada y ejerciendo una ligera presión con toda la mano
en la articulación.

Brazos Axilas Con los dedos índice y medio da un masaje circular en las axilas.
Éste es un excelente estímulo para el sistema linfático.

Con la base de la palma y los dedos (excepto pulgar) toma el


Ordeñador brazo desde el hombro y desliza una mano por la parte exterior,
hindú de arriba hacia abajo y enseguida la otra por la parte interior sin
oprimir el codo o la muñeca.

Exprimidor Abraza con tus dedos encontrados un brazo de tu bebé, formando


un arito con ellos. Gira suavemente y aprieta un poco. Hazlo con
ambas manos en sentido opuesto sin que la articulación quede
entre ellas (imagina que exprimieras su brazo).

Muñeca Con los dedos índice y medio, realiza círculos alrededor de la


articulación de la muñeca.

Mano Toma con ambas manos la mano de tu bebé y con los pulgares
dale masaje de la muñeca hacia los dedos por el dorso, esto lo
ayudará a abrir sus dedos.

Molinillo Toma cada uno de sus dedos, gíralos ligeramente y termina con
un pequeño jaloncito.

Cara A la mayoría de los bebés no les gusta que les toquen la cara, por
lo que debes hacerlo poco a poco.

Frente Con las puntas de los dedos de ambas manos recorre varias
veces la frente del centro hacia los lados, y de regreso, llegando
cada vez más lejos.

Libro Con ambas manos recorre la cara de tu bebé partiendo de la línea


media, como si estuvieras aplanando las hojas de un libro.

Con Recorre la cara de tu bebé ejerciendo una ligera presión con los
pulgares pulgares, empezando por los párpados, después caminando de la
nariz hacia la boca, terminando en la parte baja de las mejillas y
después dibujando una sonrisa en la parte superior e inferior de
los labios.

Con índice y Realiza círculos sobre la mandíbula y por delante y detrás de la


medio oreja.
Coloca estos dedos sobre la mandíbula y jala ligeramente hacia el
frente.

Espalda Coloca a tu bebé boca abajo y transversal sobre tus piernas, es


decir, las piernas del lado derecho y la cabeza del izquierdo.

Coloca las manos a la altura de los hombros y recorre la espalda


con toda la mano hasta las pompas, seguida por la otra. Empieza
del lado izquierdo y ligeramente con el mismo movimiento,
recórrelas hacia el derecho.

Con la mano derecha sujeta las pompas y piernas de tu bebé


para que queden dobladas y pegadas a tu pierna, como si
estuviera hincado y con la izquierda recorre la espalda, ejerciendo
fuerza desde la nuca hasta las pompas. Ambas manos ejercen
fuerzas contrarias.

Ahora toma a tu bebé por las piernas, junto a los pies y


levántaselas y estíraselas, de manera que realizarás el mismo
movimiento pero terminarás en los talones.

Con los dedos índice y medio realiza círculos a los lados de la


columna, de arriba hacia abajo.

Terminar Una vez acabada la rutina realiza estos tres ejercicios que
acentúan los estiramientos musculares, eliminan la tensión
restante y ejercitan los ligamentos.
Los dos Cruza los dos brazos de tu bebé sobre su pecho y vuélvelos a
brazos abrir.
Con esto ayudas a liberar la tensión que pueda existir en la
espalda.

Toma el pie del bebé y la mano del costado opuesto haciendo que
Un brazo y el brazo y la pierna se crucen. El pié del bebé pequeño puede
una pierna tocar el hombro opuesto y la mano puede tocar la pompa del otro
costado. Regrésalos a su posición inicial y hazlo con el lado
opuesto.
Produce la torsión de la columna sobre su eje, lo cual lo libera de
toda tensión.

Padmasana Toma ambas piernas y crúzalas hacia el vientre como en flor de


loto. Regresa a la posición inicial y vuélvelas a cruzar dejando
adelante la pierna que antes estuvo atrás.
Produce la apertura y relajamiento de la pelvis y de sus
ligamentos con el sacro, base de la columna vertebral.

Baño No se realiza por cuestiones de higiene, sino porque es la mejor


forma de concluir el masaje.
El agua por sí sola eliminará cualquier tensión que pudiera haber
quedado.
Sostén al bebé por seguridad, procurando que sea él mismo el
que flote y dejando que su cuerpo tenga el mayor contacto posible
con el agua tibia. Deja que su nuca repose en el hueco de tu
muñeca izquierda, la cual se encuentra completamente abierta
con en dedo índice colocado en la axila del bebé para impedir que
se resbale. La mano derecha se coloca debajo de la base de la
espalda.

Cómo estimular los pies del bebé


Además de ser una de las partes más bonitas y tiernas de su cuerpo, los pies del bebés son
muy importantes para su desarrollo y un correcto crecimiento.

Ese aspecto regordete que tienen se debe a que hasta los dos años no se forma el arco plantar
y la región está rellena de tejido graso. Cuando comienza a caminar se empiezan a ejercitar los
músculos que ayudan a formar el arco. Mientras tanto, nosotros podemos estimular los pies
del bebé a través de algunas técnicas.

Por medio del trabajo de estimulación motriz y sensorial le brindamos más medios para
favorecer el gateo y luego el andar, además de contribuir a que empiece a tomar conciencia de
su propio cuerpo.

• Masajear sus pies. Los masajes son muy beneficiosos para los bebés. Además de
mimos, ayudan a crear lazos y a fortalecer la musculatura del bebé. Después del baño
puedes hacerle masajes en todo el cuerpo deteniéndote un rato en los pies. Debes
hacer una leve presión con tus pulgares en la planta del pie, desde el talón hasta los
dedos, acariciando suavemente cada dedito.

• Andar descalzo. Siempre que puedas quítale los zapatos para que el bebé se
encuentre cómodo y siempre quítaselos par dormir (siempre que estén calentitos,
claro)
* Sensaciones. Hazlo caminar descalzo por diferentes superficies como arena, césped,
alfombras… así podrá experimentar diferentes sensaciones y potenciar el sentido del tacto, al
igual que hace con las manos o la boca.

• Juegos. Jugar con los pies del bebé, contar los dedos, hacer cosquillas, colocarle
calcetines con cascabeles, hacer que toque tus manos al dar pataditas… hay un
montón de juegos que se pueden inventar. Les encanta el “este compró un huevito”.

Recuerda también que es muy importante que el bebé use un calzado adecuado que
acompañe el desarrollo natural del pie y evite deformidades.

Tienen que ser zapatos transpirables, ligeros y muy flexibles, que le den la sensación de estar
descalzo. Los dedos no deben estar encogidos, pero tampoco es conveniente que el zapato
sea demasiado amplio. Debe sujetar pero con libertad.

Ejercicios y juegos de los tres a los seis meses


Al llegar a esta etapa tu bebé ha cambiado mucho desde que nació. Ahora su cuerpo ya no es
tan rígido, es más fuerte y más flexible.

En esta etapa puedes continuar con los ejercicios que haz ido incorporando a la rutina, en
especial, te recomendamos continuar con la relajación e ir incorporando más ejercicios que le
permitan a tu bebé fortalecer los músculos. En este periodo es importante trabajar aquellos
músculos necesarios para poder sentarse y seguir dándole oportunidades de estar en el piso,
boca abajo para que se arrastre. Colócale juguetes y objetos atractivos a la vista, pero a una
distancia suficiente para que intente desplazarse hasta ellos. No le des todo en la mano, déjalo
que se esfuerce para alcanzarlos.

Es importante también, buscar que el bebé participe activamente, no hacer los ejercicios por él,
no olvides que ya es capaz de tener reacciones de equilibrio, ya ha desarrollado algunos
reflejos y otros los irá desarrollando siempre y cuando tenga la oportunidad. Quita de la rutina
aquellos ejercicios que le disgusten y sustitúyelos por otros. Continúa con los juegos
recomendados para el equilibrio.

Procura que el momento de ejercicio sea un rato de juego, que tanto tú como tu bebé disfruten,
lleno de risas, abrazos, besos y reconocimiento ante el esfuerzo que él hace.

Entre los ejercicios que puedes incorporar a la rutina o realizar aisladamente te recomendamos:

A. Pelota:

Una pelota de playa (de las más grandes) un poco desinflada, es un excelente instrumento
para ejercitar a tu bebé, además de disfrutar la sensación, pueden realizar en ella diferentes
ejercicios para fortalecer los músculos dorsales y ayudar así, a que sea capaz de sentarse sin
ayuda.

1. Coloca a tu bebé boca abajo sobre la pelota y sujetándolo bien, hazlo


rodar hacia delante y hacia atrás. El objetivo es que el bebé, al perder su
apoyo, intente enderezarse levantando la cabeza. Es recomendable hacer este
ejercicio frente a un espejo o distraerlo con un juguete, ya que de esta forma
fijará en él su atención y el ejercicio cumplirá su cometido.
2. Acuesta a tu bebé boca arriba sobre la pelota y tomándolo por la
cadera, balancéalo hacia adelante de forma que llegue a estar sentado. Repite
varias veces el ejercicio y hazle saber que lo está haciendo muy bien y que
pronto podrá sentarse solo.

B. Volando voy:
Coloca a tu bebé boca abajo sobre una mesa, tómale las manos hacia delante y súbelas un
poco, intentará levantar la cabeza y la espalda, con lo cual fortalecerá mucho estos músculos.

C. Te quiero alcanzar:

1. Coloca a tu bebé boca abajo sobre una mesa, con los brazos y la
cabeza fuera de ésta y tú deteniéndolo de pompas y brazos.
2. Pide a alguien que le enseñe algún juguete para que intente alcanzarlo
y de esta forma levante la cabeza y fortalezca los músculos de la espalda.
3. Poco a poco ve retirando el apoyo de los brazos. Conforme vayas
sintiendo que progresa, coloca una parte de su pecho fuera de la mesa.

D. Lagartija:

1. Carga a tu bebé por el pecho y las piernas, viendo hacia abajo, y


llévalo a tocar el piso con las manos.
2. Poco a poco suelta parte de su peso para que lo cargue en sus brazos.
3. Balancéalo hacia delante y hacia atrás para que levante la espalda y la
nuca.
4. Cuando sientas que tienen bien establecido este ejercicio llévalo a dar
algunos pasos con las manos hacia delante, como carretilla.

Este es un excelente ejercicio para fortalecer los músculos de los brazos, ayudarlo a cargar su
propio peso y prepararlo para gatear.

E. Paracaídas:

1. Carga a tu bebé viendo hacia el frente y sosténlo con una mano en el


pecho y la otra en las piernas.
2. Canten alguna canción o jueguen a algo que acabe en que se cae y
llévalo hasta el piso, rápido pero sin que se asuste.
3. Haz que toque el suelo con sus manos. Al principio le costará trabajo
meterlas por sí mismo, pero esta es una buena forma de enseñarle a meter las
manos en caso de que se caiga.
4. Practiquen este ejercicio varias veces al día.

F. Rodillo:

El rodillo es un utensilio que puedes usar de muchas formas diferentes dependiendo de la edad
de tu bebé, en esta etapa lo puede hacer de la siguiente forma:

1. Acuéstalo boca abajo sobre el rodillo y ayúdalo a ir hacia delante y


hacia atrás.
2. Colócalo frente a un espejo o enséñale algún objeto llamativo para que
levante su cabeza buscándolo. Las sonajas son una excelente opción.
3. Coloca a tu bebé de tal forma que quede hincado sobre sus rodillas y
recargando el pecho y los brazos sobre el rodillo.
4. Coloca algún juguete llamativo en el suelo frente a él y empújale las
piernas para que él intente empujarse sobre el rodillo y alcanzar el juguete, una
vez que lo logre déjalo jugar con él, eso será su recompensa.

Este tipo de ejercicios son excelentes para fortalecer los músculos de piernas, brazos y
espalda, además son una excelente preparación para gatear.

G. Abdominales:
Continúa con los ejercicios abdominales de la etapa anterior, vigilando que en esta etapa ya
debe sostener bien la cabeza. Procura que sea él quien tome tus manos para que ejercite la
aprehensión.

H. Como chango me columpio:

1. Una vez que tu bebé sea capaz de realizar los abdominales tomado de
tus manos o de un barrote, levántalo hasta que quede suspendido en el aire
por algunos segundos. Aumenta paulatinamente el tiempo en que esté
separado del suelo.
2. Puedes balancearlo cuando esté prendido de tus dedos o del barrote.
La meta es que llegue a un mínimo de 10 segundos suspendido, cargando
todo su peso.

I. Ejercicios de piernas:

Los bebés suelen usar mucho los pies, casi como segundas manos. Conforme crecen van
perdiendo esta habilidad.

Si tienes un gimnasio para bebés lo pueden utilizar, si no, coloca algún objeto llamativo o un
juguete colgado a la altura del ombligo de tu bebé y sosténle los brazos para que intente
alcanzarlo con los pies.

J. Aprendiendo a sentarse:

1. Coloca a tu bebé acostado boca arriba.


2. Tómalo por la cabeza y el hombro derecho y ayúdalo a levantarse
girando ligeramente el busto hacia el lado izquierdo para que se apoye sobre el
hombro, el codo, la mano y de repente se encuentre sentado.

Con este ejercicio fortalecerá los músculos abdominales y aprenderá el camino para sentarse
cuando esté lo suficiente maduro para hacerlo. Cuando llegue a estar sentado, déjalo un
momento en esa posición, pero no lo fuerces.

K. Martinillo:

1. Estando tu bebé acostado boca arriba, tómalo por las piernas y los
brazos y únelos por arriba del ombligo.
2. Balancéalo (como campana) hacia los lados, procurando que sus
manos y pies toquen el piso.
3. Al final, levántalo de forma que ninguna parte de su cuerpo toque el
piso, cuidando que poco a poco detenga por sí mismo el peso de su cabeza.

Ejercicios y juegos de los seis a los nueve meses

Hacia los seis meses los ejercicios con tu bebé pueden ser un verdadero juego, ya que la
interacción es mucho mayor, ya sabe expresar lo que le gusta y lo que no y, sobre todo,
participa cada día más.

Es recomendable que continúes con la mayoría de los ejercicios mencionados en las etapas
anteriores, pidiéndole que participe más o elevando el grado de complejidad.

Continúa trabajando con reflejos como el del paracaídas, (meter las manos cuando se caen),
incluso cuando ya camine.
Algunos ejercicios que puedes incorporar a la rutina:

De lagartijas a carretillas:

1. Continúa haciendo el ejercicio de las lagartijas (acostado boca abajo, sostenido por sus
manos y tú ayudándole, deteniéndolo a la altura del abdomen) y ahora, cuando el bebé
se sostenga con sus manos en el suelo, ve recorriendo las tuyas del abdomen a la
cadera hasta llegar a sostenerlo por las piernas.
2. Una vez dominado este movimiento y cuando sea capaz de detenerse con sus manos,
ayúdale a dar unos pasos.
Con esto lo ayudarás a fortalecer los músculos, coordinar sus movimientos y prepararlo
para gatear.

Equilibrio en el rodillo:

1. Coloca el rodillo sobre el piso y acuesta a tu bebé sobre él (a lo largo) boca abajo.
2. Balancéalo hacia un lado y hacia el otro, cuando tu bebé sienta que se va de lado,
intentará meter las manos.
3. Repite el ejercicio con tu bebé acostado boca arriba.
Este ejercicio, además de ayudarle al equilibrio y a fortalecer los músculos de la
espalda, le ayudará a desarrollar el reflejo, tan importante, de meter las manos en
protección propia.

Juegos con el rodillo:

Continúa los ejercicios que te sugerimos con el rodillo en la etapa anterior:

1. Coloca a tu bebé transversalmente sobre el rodillo y déjale enfrente un juguete para


que intente alcanzarlo. Manténlo sujeto por la cadera.
2. En la misma posición, mécelo hacia delante para que al llegar al suelo meta las manos
y refuerce el reflejo del paracaídas.

Sentado en el rodillo:

1. Coloca a tu bebé sentado en medio del rodillo y sujétalo por los muslos y las rodillas.
2. Gira suavemente el rodillo hacia delante y hacia atrás.

Parecido a lo que hace sobre la pelota, tu bebé, al tratar de mantener el equilibrio y permanecer
en una línea media, fortalecerá los músculos del abdomen. Continúa realizando este ejercicio
en la pelota de playa sin que esté completamente inflada. Recuerda mantenerte dentro de su
campo visual para fortalecer su confianza.

Cabalgando sobre el rodillo:

1. Con el rodillo en el suelo, coloca a tu bebé sobre él, como si lo estuviera montando.
2. Jueguen al caballo, ya sea que le ayudes o que te conviertas en otro jinete y montes el
rodillo con él.
3. Muévanse hacia un lado y hacia el otro para que tu bebé toque el piso con sus pies y
se apoye en ellos.
4. A los bebés les encanta jugar al caballo y galopar, háganlo libremente.

Las partes del cuerpo:

Es muy importante que desde chiquitos los bebés vayan conociendo su cuerpo, una excelente
forma de lograrlo es con canciones:
1. Canta con tu bebé alguna canción que mencione las partes del cuerpo. Si es una en la
que se repiten una o varias frases y menciona una parte del cuerpo diferente cada vez,
mucho mejor.
2. Conforme van mencionando las partes del cuerpo ayuda a tu bebé a tocárselas, a
veces no les gusta que les manipules mucho las manos, si esto le molesta, señálale tú
su cuerpo o incluso el tuyo. A veces los bebés parecen distraídos o más interesados en
otra cosa, pero una parte de ellos está poniendo atención y absorbiendo la gran
riqueza de jugar juntos.
3. Este ejercicio es más efectivo si lo realizan frente a un espejo.
4. Repítele las partes del cuerpo con frecuencia y en situaciones diferentes.

Digo sí y digo no:

1. Colóquense los dos frente a un espejo y canten alguna canción de sí y no. Cuando
mencionen estas palabras muevan su cabeza o su dedo índice hacia arriba y hacia
abajo o hacia los lados según corresponda.
2. En un principio deberás guiar la cabeza de tu bebé, si le molesta que lo hagas, mueve
la tuya y él poco a poco lo hará por imitación.

En sus marcas:

1. Carga a tu bebé y abrázalo colocado de pié, con su espalda hacia ti.


2. Colóquense frente a una mesa, tómalo de la cadera e inclínalo para que llegue a la
posición para gatear.

Ejercicios con la barra:

1. Una vez que tu bebé domine estar de pié, prendido de tus dedos o de la barra, puedes
hacer estos ejercicios:
2. Necesitas una barra fija, a una altura adecuada, para que cuando estés cargando a tu
bebé pueda alcanzarla. (Puede ser un tubo de cortina de baño bien fijo, algún
changuero, etcétera).
3. Carga a tu bebé por la cadera y la cintura mirando hacia ti y sosténlo firmemente.
4. Acércalo a la barra para que sus manos puedan agarrarla, cuando lo logre, baja el
resto de su cuerpo para que sus brazos queden completamente rectos. Una vez que se
sienta seguro, manteniendo tus manos en su cadera, balancéalo un poco hacia atrás y
hacia delante.
5. Gradualmente ve disminuyendo el apoyo para que poco a poco sea capaz de sostener
todo su peso, lo ideal es que cada sesión no exceda de 20 segundos.

Es recomendable poner un colchón en el suelo por precaución.

Además del fortalecimiento de los músculos y el desarrollo cerebral ligado con este tipo de
actividades, este ejercicio le permitirá a tu bebé desarrollar la coordinación fina y a realizar una
pinza con sus dedos.

Ejercicios de equilibrio:

Para ayudar al desarrollo de tu bebé es importante colocarlo en cualquier posición que le haga
girar su eje con respecto a su ubicación con el suelo. Es decir, cargarlo de lado, de cabeza,
etcétera. Usa tu creatividad, pero ante todo es importante que cuides mucho su seguridad.

Meciéndolo:
1. Pon a tu bebé acostado boca arriba y con la ayuda de otra persona tomen al bebé por
las manos y por los pies.
2. Levántenlo y mézanlo suavemente. La velocidad no importa mientras tu bebé disfrute
de la actividad.

Vueltas:

Realiza alguno de los juegos de vueltas que les encantan a los niños, ya sea que lo tomes por
ambas manos o por una y un pie y den vueltas, pero en todo momento ten cuidado de que no
haya ningún objeto con el que pueda golpearse y que la velocidad no provoque que ninguno de
los dos se maree.

Arrastre y gateo:

Si tu bebé todavía se arrastra apóyalo para que lo siga haciendo, manténlo en un lugar limpio,
seguro y agradable, que lo invite a moverse. Es importante que no le des todo en la mano,
déjale los juguetes a una distancia suficiente para que pueda verlos y se desplace hacia ellos.
En algún momento, dentro de esta etapa, descubrirá una forma mucho más sencilla de
transportarse: gateando.

Si ya gatea, qué bueno, lo ha logrado en un excelente tiempo. Gatear es importantísimo para


muchos aspectos del desarrollo de tu bebé, así es que entre más tiempo lo haga, mejor. No
pretendas una vez que sabe gatear (no importa a que edad), enseñarle de inmediato a
caminar, él aprenderá en su momento.

Una vez que tu bebé gatea, es importante volver a revisar la seguridad del espacio en el que se
mueve.

Probablemente en cuanto logre gatear, él quiera dar el siguiente paso para pararse y caminar,
no se lo impidas, si lo intenta ayúdalo pero no se lo fomentes. Recuerda que entre más gatee,
más pronto caminará y más sólido será su desarrollo físico e intelectual.

Actividades para fomentar que gatee:

• Una vez que tu bebé gatee procura cargarlo lo menos posible para transportarlo o
entretenerlo (sólo hazlo para estar juntos, apapacharlo y comunicarse). Invítalo a que
te siga a los lugares de la casa a donde tú vas.
• Ponte a su nivel (bájate al piso) para jugar, y cuando te sea posible gatea con él,
jueguen a perseguirse, etcétera.
• Créale escenarios atractivos para que se desplace hacia ellos. Con un pequeño detalle
que cambies en la forma en que está ordenado su cuarto, si un día en el librero subes
las fotos y bajas los libros, etcétera, lograrás cambiarle el panorama y hacérselo más
atractivo.
• Procura ponerlo sobre texturas diferentes (pasto, arena, piso, alfombra, etcétera) y
déjalo libre para que se transporte sobre ellas.
• Para que tu bebé disfrute gatear, trata de que lo haga con pantalones y calcetines, de
esta forma se lastimará menos. Es recomendable que la mayoría del tiempo lo haga
sobre alfombra, ya que en el piso liso puede llegar a dolerle.
• Ayúdalo a que cada día gatee distancias mayores, alejándole los juguetes dentro de la
recámara, llamándolo desde otro cuarto para que en poco tiempo sea capaz de cruzar
la casa. Déjalo gatear en cualquier lugar, el pasto del parque, etcétera.
Otras actividades que ayudarán al desarrollo de tu bebé:

Mientras come:

• Ayúdalo para que poco a poco tome su mamila con sus manos.
• Seguramente ya has empezado a darle alimentos sólidos. Además de las papillas y
otros alimentos que tú le des en la boca, colócale en su mesa pequeños pedazos de
alimento que pueda tomar con sus manos y llevárselos él mismo a la boca.
Alimentación de los seis a los nueve meses.
• Mientras le das de comer préstale una cuchara, para que al jugar con ella aprenda a
tomarla.
• Aprovecha la hora de la comida para socializar, explícale qué está comiendo, porqué
es importante ese alimento, etcétera. Platícale sobre las cosas que hay a su alrededor.

En los ratos libres:

• Si usa chupón ya no se lo des en la boca, déjaselo a su alcance o dáselo en la mano


para que él lo manipule y solito se lo lleve a la boca.
• Continúa sacándolo lo más posible de paseo, ya sea en una carreola o canguro, de
forma que pueda ver el panorama. La calle está llena de estímulos ricos en colores,
olores, sonidos, etcétera.
• Préstale libros para que los manipule a su gusto (los que están especialmente
diseñados para bebé, que son de tela, plástico o cartón grueso plastificado son una
excelente opción).
• Cuéntale cuentos y déjale ver las imágenes de los libros. Al principio no te prestará
mucha atención o querrá agarrar el libro, déjalo que lo explore y continúa leyendo. De
esta forma puedes formar a un aficionado a la lectura. Es muy importante que tu
también disfrutes la lectura y la hagas interesante para él. Para enriquecer el
vocabulario de ambos, lee exactamente lo que dice el libro y no intentes resumirlo, ya
al hacerlo reduces el vocabulario.
• Dale juguetes para que los tome con las manos, los pase de una mano a la otra y
cuando tenga las dos manos ocupadas ofrécele algo más para que él solo decida qué
hacer con lo que ya tiene.
• Para ayudarle al desarrollo de la coordinación fina, permítele que tome con sus manos
objetos pequeños, pero asegúrate de que sean comestibles ya que es muy probable
que acaben en su boca.
• A los bebés les encanta imitar, dale oportunidades de hacerlo, colócate frente a él y
mueve partes de tu cuerpo, hazle gestos, levanta las cejas y te impresionaras de lo
pronto que logrará realizar estas actividades.
• Los bebés disfrutan mucho sacar objetos de algún lugar (mueble, caja, bolsa, etcétera).
Coloca sus juguetes y objetos preferidos en una caja que pueda manipular y déjalo que
los saque libremente y que juegue con ellos todo lo que quiera. Al acabar, crea con él
una rutina para recoger y guardar.
• Continúa con el uso del gimnasio o cuélgale de la cuna o de su sillita objetos atractivos
que pueda alcanzar con sus manos, pero que estén lo suficientemente bien amarrados
para que no los jale y que sean seguros por si llega a llevárselos a la boca.
• A esta edad ya entienden muy bien el juego de las escondidillas, puedes esconderte
debajo de alguna tela por unos instantes o esconder un muñeco. Una vez que entienda
el juego, ayúdalo a que sea él quien se esconda.

Al bañarlo, cambiarlo de ropa o de pañal:

• Aprovecha cualquier momento en que estés con tu bebé, pero sobre todo, cuando lo
bañas o cambias de ropa para tocarlo y acariciarlo. El lenguaje del cuerpo es un gran
instrumento para hacerle saber cuánto lo quieres y reforzar su seguridad y autoestima.
• Al vestirlo o cambiarle el pañal, procura cantarle o platicarle, recuerda que le encanta
oír tu voz.
Ejercicios y juegos de los nueve a los doce meses

En esta etapa a los niños les gusta hacer las cosas por sí mismos y en ocasiones les disgusta
que los guíes en los ejercicios. Realiza sólo aquellos que ambos disfruten y promuevan la
imitación, es decir, tu haz el ejercicio para que él te copie. Siguen siendo aplicables todos los
ejercicios de seis a nueve meses de los cuales, dependiendo del desarrollo de tu bebé, puedes
elevar el grado de esfuerzo y complejidad.

Si le das la oportunidad de demostrarte de todo lo que es capaz, te sorprenderás. Pídele que te


ayude a vestirlo levantando las manos, que abra la boca o que te pase algún objeto. No
menosprecies nunca su capacidad. Ya entiende perfecto la palabra "no", aunque no siempre la
obedezca.

Movimiento independiente:

En esta etapa la mayoría de los niños, si se les da la oportunidad, saben ingeniárselas para
alcanzar lo que quieren. Los que todavía no gatean ya pueden cambiar de posiciones como: de
estar sentados a la posición de gatear, rodarse, de estar acostados a sentarse, etc. Si tu bebé
todavía no lo hace dale la oportunidad, si es necesario ayúdalo al principio, pero siempre con el
objetivo de que sea él mismo el que alcance lo que quiere. Sólo dándole la oportunidad y no
haciendo las cosas por él, será capaz de desplazarse y aprender a gatear, pararse y caminar.

Recuerda que cada bebé tiene un ritmo de desarrollo diferente, y que en esta etapa el grado
alcanzado por un bebé va desde ser incapaz de desplazarse hasta poder caminar solo, por lo
que a continuación te damos recomendaciones para el caso en el que se encuentre tu bebé:

Si todavía no gatea, no te preocupes, algunas de las actividades que pueden realizar son:

• Ayúdalo a llegar a la posición de "a gatas" para que la conozca y


busque la forma de llegar a ella.
• Hagan muchos ejercicios de piernas y brazos como bicicletas, pica-
perica y abrir cerrar.
• Colócate a su nivel y gatea para alcanzar los objetos.
• No le des todo en la mano, invítalo a que haga un esfuerzo por
acercarse a las cosas.
• Muéstrale objetos atractivos para que intente alcanzarlos.
• Tenle mucha paciencia y motívalo con besos y abrazos.
• Para que tu bebé disfrute de gatear, trata de que lo haga con
pantalones y calcetines, de esta forma se lastimará menos. Es recomendable
que la mayoría del tiempo lo haga sobre alfombra, ya que en el piso liso puede
llegar a dolerle y ser resbaloso.
• Por ninguna razón lo pongas en una andadera.

Cuando aprenda a gatear, recuerda que es muy importante que gatee mucho, para lo cual te
recomendamos:

• Una vez que tu bebé gatee procura cargarlo lo menos posible para
transportarlo o entretenerlo (sólo hazlo para estar juntos, apapacharlo y
comunicarse). Invítalo a que te siga a los lugares de la casa a donde tú vas.
• Ponte a su nivel (bájate al piso) para jugar, y cuando te sea posible
gatea con él, jueguen a perseguirse, etcétera.
• Créale escenarios atractivos para que se desplace hacia ellos. Con un
pequeño detalle que cambies en la forma en que está ordenado su cuarto, si
un día en el librero subes las fotos y bajas los libros, etc., lograrás cambiarle el
panorama y hacérselo más atractivo.
• Procura ponerlo sobre texturas diferentes (pasto, arena, piso, alfombra,
etc.) y déjalo libre para que se transporte sobre ellas.
• Para que tu bebé disfrute gatear, trata de que lo haga con pantalones y
calcetines, de esta forma se lastimará menos. Es recomendable que la mayoría
del tiempo lo haga sobre alfombra, ya que en el piso liso puede llegar a dolerle.
• Ayúdalo a que cada día gatee distancias mayores, alejándole los
juguetes dentro de la recámara, llamándolo desde otro cuarto para que en
poco tiempo sea capaz de cruzar la casa. Déjalo gatear en cualquier lugar, el
pasto del parque, etcétera.

Si ya está listo para caminar:

Un bebé está listo para caminar cuando ya ha gateado kilómetros y kilómetros, es capaz de
ponerse de pie por sí solo (ayudándose de los muebles) y pasar de un mueble a otro (dar un
paso sin ayuda).

• Dale la oportunidad de que camine él solo. Existen estudios que


demuestran que cuando un bebé le da la mano a un adulto, desajusta todo su
cuerpo y se le complica mantener el equilibrio por sí mismo. Una vez que él
domine su equilibrio para caminar, caminen de la mano todo lo que quieran.
• Procura que camine en una superficie lisa pero no resbalosa y de
preferencia descalzo, para que desarrolle naturalmente el soporte del tobillo.
• Acomoda dentro de lo posible tus muebles para que lo ayuden en esta
tarea. En un principio, acomódalos cerca uno del otro para que se pueda
mover sin problema entre ellos. Conforme vaya desarrollando sus habilidades,
separa los muebles para que tenga que dar unos cuantos pasos entre ellos, y
cuando esté listo déjale el mayor espacio posible para que camine libremente
sin preocuparse por los obstáculos.
• Revisa que los muebles en los que se apoya tengan una altura
adecuada para servirle de apoyo y no tengan esquinas puntiagudas para evitar
que se lastime si se llegara a caer.
• Durante todo proceso aprovecha cualquier ocasión para motivarlo,
decirle lo bien que lo está haciendo y lo mucho que lo quieres. No dejes de
recompensarlo con besos, abrazos y aplausos. Ésta es la mejor forma de
motivarlo a un nuevo intento y a disfrutar los grandes logros que llegar a
caminar representa.
• Las caídas en el proceso de aprendizaje son inevitables, manéjalas
como oportunidades para aprender, invítalo a levantarse tratando de no hacer
aspavientos para que no lo relacione con algo malo. Si es necesario
apapáchalo e invítalo a volverlo a intentar.
• Respeta las opciones que tome (siempre y cuando no corra peligro)
para pasar un obstáculo o subir un escalón, aunque no te parezcan la mejor,
representan el resultado del trabajo de su cerebro que está aprendiendo a
resolver problemas.
• Invítalo a caminar muchas veces y cada vez distancias mayores. Entre
más camine, madurará esta función y será capaz de tareas más complejas.

En esta etapa el bebé puede desarrollar la capacidad de hacer una pinza con sus dedos y
tomar con ella un objeto tan pequeño como una migaja de pan. Para lograrlo necesita pasar por
un largo proceso de ensayo y error, lo cual requiere de una exposición constante a
oportunidades de intentarlo. Algunas opciones son: dejarlo comer con las manos, exponerlo a
objetos pequeños (seguros o comestibles en caso de ser llevados a la boca).

Juegos con el rodillo:


Además de los ejercicios sugeridos en la etapa anterior, te recomendamos la siguiente
variante:

Cuando realices el ejercicio en que tu bebé está sentado en el rodillo y lo meces hacia delante
y hacia atrás para conservar la línea media, llévalo más hacia delante para que quede de pie.

Continúa realizando ejercicios de:

• Equilibrio.
• Reconocimiento de las partes del cuerpo.
• Mover su cabeza y su mano para decir sí y no.

Otras actividades que ayudarán al desarrollo de tu bebé:

Mientras come:

• Créale a tu bebé un ambiente agradable a la hora de la comida para


que, además de cumplir con la función de alimentación, sea un momento en el
que conviva contigo o si está presente el resto de la familia, mucho mejor.
• Mientras le das de comer permite que él tome una cuchara y la
introduzca en un recipiente con un poco de comida, aunque al principio sea
caótico, es la única forma de que aprenda a comer él solo. Protege el piso de
la cocina con periódico o plástico y trata de disfrutar del momento.
• Continúa dándole pedazos pequeños de comida que pueda manipular
con sus manos y llevárselos a la boca.
• Enséñalo poco a poco a pedirte las cosas, aunque entiendas sus
señas, pregúntale: ¿quieres agua? y pídele que te lo diga, repitiéndole la
palabra varias veces. No pienses que es inútil, muy pronto te sorprenderás
cuando haga un sonido bastante parecido a "agua". Repite el ejercicio con
cada cosa que te pida o que le ofrezcas. Así mismo, enséñale a decir que ya
no quiere.
• Si caen migajas o pedacitos muy pequeños de comida, déjalo que
juegue con ellos, es un excelente entrenamiento para el desarrollo de la
coordinación fina.
• Acércale la mamila, pero deja que él solo la tome y se la lleve a la
boca.
• Pídele lo que tenga en las manos o a su alcance y ayúdalo a que te lo
dé, te sorprenderás de lo bien que te entiende.
• Si tienes un plato suficientemente caliente (que no queme) o frío, déjalo
que lo toque por unos segundos y explícale qué es.

En los ratos libres:

• Jueguen a cubrir y descubrir objetos, y a ustedes mismos.


• Fomenta que juegue con juguetes que tenga que ensartar (es preferible
que sean rígidos, los aros que entran dentro de un palo son una excelente
opción). Meter unos dentro de otros (los recipientes de plástico de la cocina
pueden funcionar muy bien) e incluso ponerle las tapas.
• Cuando cambien de habitación procura que él solo se transporte hasta
su nuevo destino, motívalo e invítalo a seguirte. Lo mismo cuando quiera
alcanzar algún objeto, déjalo que él lo busque.
• Coloca objetos atractivos dentro de bolsas de tela o cajas para que él
los saque. Una vez que lo logre, invítalo que los regrese a su lugar.
• Juega con títeres o muñecos haciendo diferentes voces, pueden
aparecer y desaparecer, etc. Déjalo que los tome y los explore.
• A esta edad les encantan las pelotas, ya sea para entretenerse
tratando de agarrarlas o para perseguirlas. Puedes hacer que se ría cuando se
le escape.
• Tenle libros a la mano y déjalo que los hojee.
• Cuéntale cuentos, busca los momentos en que esté tranquilo y
aprovecha los momentos en que te ponga atención (por pequeños que sean).
• Escuchen música juntos, jueguen con canciones infantiles y con
música clásica.
• Procura que pase mucho tiempo con su papá y que hagan cosas
divertidas juntos.
• Disfruten al máximo esta etapa.

Al bañarlo, cambiarlo de ropa o de pañal:

• Cuando el clima lo permita, déjalo unos minutos sin pañal y que se


mueva libremente, seguramente se tocará los genitales, que son prácticamente
desconocidos para él porque no tiene ningún contacto con ellos.
• Aprovecha para mencionarle las partes del cuerpo que vas tocando.
• Es un excelente momento para expresarle con palabras y caricias
cuánto lo quieres
• Cuando esté en la bañera, déjalo moverse lo más libremente posible,
jugar con el agua y ¿porqué no?, invitar algunos juguetes a bañarse con él.
• Enséñale a que poco a poco te ayude a meter o levantar las manos
para que tú lo vistas, que se siente para ayudarte,

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