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Gill Rapley lleva muchos aiios estudiando la alimentacién y el desarrollo infantiles. Ejercié de auxiliar sanitaria du- rante mas de 20 afios y también ha sido comadrona y ase- sora de lactancia voluntaria. Desarrollé la teoria sobre dejar que los bebés aprendan a comer solos mientras, co- mo parte de un master, estudiaba el desarrollo de los be- bés en relacién a la introduccién de sélidos. Vive en Kent (Reino Unido) con su marido y tiene tres hijos mayores, que, uno tras otro, hicieron todo lo posible para demos- trarle que no necesitaban ningtin tipo de ayuda con los alimentos s6lidos. Tracey Murkett es escritora y periodista autonoma. Se formé como artista y fue subeditora de la revista Artists and Illustrators, hasta que dejé el cargo para tener un be- bé. Tras aplicar las técnicas para que su hija aprendiera a comer sola, quiso que otros padres tuvieran la oportuni- dad de saber lo faciles y tranquilas que pueden llegar a ser las horas de las comidas con bebés y nifios pequefios. Vive en Londres con su pareja y con su hija, que ahora tiene tres afios. GILL RAPLEY * TRACEY MURKETT El nifio ya Va come solo Consiga que su bebé disfrute de la buena comida @ EDICIONES MEDICI Agradecimientos Deseamos expresar nuestro agradecimiento a todas las personas que han contribuido a hacer de este libro una realidad, con sus ideas, experiencias, comentarios y cono- cimientos. Estamos especialmente agradecidas a Jessica Figueras, Hazel Jones, Sam Padain, Gabrielle Palmer, Magda Sachs, Mary Smale, Alison Spiro, Sarah Squires y Carol Williams, por sus valiosos comentarios sobre el ma- nuscrito y por sus ideas, su apoyo y su inspiracién. También enviamos un agradecimiento especial a los numerosos padres y madres que nos han enviado image- nes de las aventuras de sus bebés con la comida; ojal4 nos hubiera sido posible incluirlas todas. Gracias también a nuestra editora, Julia Kellaway, por la paciencia y la tolerancia que ha demostrado. Finalmente, deseamos agradecer a nuestras familias su apoyo constante mientras escribiamos, ya fuera leyendo el manuscrito, ayudéndonos con el ordenador 0 con la fotografia, cuidando de los nifios o haciéndonos la cena. Nuestras parejas se han ganado una medalla. Dedicamos este libro a nuestros hijos, que nos ensefian tanto cada dia. Introduccion La mayoria de padres recuerdan claramente la primera vez que su bebé ingirié sélidos, porque supone un nuevo capitulo en la vida de su hijo y es muy emocionante. Mientras abre la boca para recibir ese primer bocado de comida, cruzan los dedos y rezan para que su bebé «coma bien». Quieren que disfrute de la comida, que coma sano y, ademas, también quieren que las comidas familiares sean pacificas. Sin embargo, son muchos los casos en que los primeros aflus de alimentacion sdlida no son nada divertidos, ni pa- ra los padres ni para el nifio. Se enfrentan a los problemas habituales, que van desde que el bebé no acepta la comi- da con «tropezones» o tiene muchas manfas o convierte la mesa en el escenario de una batalla campal tras otra. Con frecuencia, las familias deciden que adultos y nifios coman alimentos diferentes a horas distintas. La mayoria de bebés dan el primer paso hacia la ali- mentacién adulta con cucharadas de comida triturada, que sus padres les meten en la boca cuando deciden que ya ha llegado la hora. Sin embargo, ¢qué sucede si las co- sas no se hacen asi? Qué sucede cuando se deja que sea el nifio quien decida cudndo y cémo quiere empezar a inge- rir sOlidos? ¢Qué sucede si se le deja manipular por si mis- mo comida «de verdad» en lugar de darsela triturada con la cuchara? En otras palabras, ¢qué sucede cuando se deja que el bebé lleve la voz cantante? Pues bien, al igual que ya han hecho muchas familias, usted y su bebé descubrirdan, casi con total seguridad, que la aventura es mucho mas divertida. El le hard saber cudn- do esta preparado para empezar, y participaré en las co- midas familiares desde el principio. Se familiarizara con la dieta de la familia, porque la probara y la manipulara des- de el principio. Ni purés ni papillas, sino comida real. Y podra empezar a hacerlo a partir de los seis meses de edad. Aprender a comer solo (ACS; en inglés, BLW: Baby-led weaning) contribuird a que su bebé desarrolle las habili- dades de masticacién, la motricidad fina y la coordinacion visomotora. Con su ayuda, descubrira un amplio abanico de alimentos saludables y adquirira importantes habilida- des sociales. Y comerd tnicamente lo que necesite, por lo que reducira las probabilidades de sufrir sobrepeso cuan- do crezca. Y, sobre todo, disfrutard y se sentira seguro de si mismo durante la hora de la comida. Aprender a comer solo es seguro, natural y facil... ade- mas de no ser nada nuevo, como la mayoria de las bue- nas ideas para criar a los hijos. Padres y madres de todo el mundo lo han descubierto por si mismos, sencillamente observando a sus hijos. Es un sistema que funciona tanto si el bebé ha tomado el pecho, el biber6n o una mezcla de ambas cosas. Y, segtin los padres que han probado tanto el método ACS como la tradicional cuchara, dejar que el bebé lleve la iniciativa es mas facil y agradable en todos los aspectos. Ciertamente, que los bebés empiecen a comer alimen- tos sdlidos que puedan coger con las manos a partir de los seis meses no es nada nuevo. Lo que diferencia al método ACS es que el bebé se alimenta exclusivamente de ellos, por lo que los purés y las cucharadas de los padres que- dan obsoletos. Este libro le demostrara por qué el método ACS es la manera mds légica de introducir los sdlidos y por qué con- fiar en las capacidades y en el instinto de su bebé es lo mas sensato, Aqui podra encontrar consejos practicos pa- ra empezar y un anticipo de lo que, posiblemente, se en- contrara por el camino. Le hard participe de uno de los secretos mejor guardados en lo que concierne a criar a los hijos sin estrés. El sistema ACS no requiere seguir ningin tipo de pro- gtama ni ir avanzando de una fase a otra. Su bebé no tendra que pasar por toda una serie de purés finos y de ali- mentos triturados antes de poder comer comida «de ver- dad»; y usted no tendra que seguir complejos calendarios de comidas. Por el contrario, podra relajarse y disfrutar de las aventuras de su bebé con la comida. La mayoria de libros sobre como introducir los sélidos incluyen recetas y organizadores de ments. Este libro cs distinto. Trata mas de cémo ayudar a su hijo a aprender a comer solo que de qué ofrecerle. Cuando se organiza «la comida del bebé», se parte del supuesto que los bebés no pueden comer lo mismo que el resto de la familia o que hay que preparar su comida por separado. Sin embargo, adaptar la mayoria de recetas, para que un bebé de seis meses pueda compartirlas, resulta muy sencillo. Siempre que la dieta de los adultos sea saludable y nutritiva, no hay necesidad de hacer distinciones. De todos modos, hemos incluido algunas sugerencias sobre qué alimentos son buenos para empezar y qué otros es mejor evitar al principio. Y, como muchos padres en- tienden el método ACS como una oportunidad para ana- lizar su propia alimentacién, también hemos incluido algunas directrices sobre alimentacién saludable y equi- librada para toda la familia. Por lo tanto, si ha estado viviendo de comida basura o preparada, este libro le ayu- dard a pasar pagina. Dejar que el bebé tome la iniciativa puede ser extraor- dinariamente divertido, tanto para usted como para su hi- jo. Sino ha visto a otros bebés empezar con los sélidos de esta manera, es muy probable que se asombre al ver la ra- pidez con que su hijo aprende a manipular distintos tipos de comida y lo aventurero que se muestra con los sabores nuevos, en comparacién con otros nifios. Los bebés son mas felices cuando hacen cosas por si mismos... ademas de que asf aprenden mas. Muchos de los padres y madres que han aplicado es- te sistema han comparttido sus experiencias con nosotros para ayudarnos a escribir el libro. Algunos habian teni- do muchas dificultades con la alimentacién con cuchara; otros se pasaron al ACS por la frustraci6én que sentian al ver que su bebé de seis meses se negaba rotundamente a que le dieran de comer. Algunos eran padres y madres primerizos, que se sintieron atraidos por la reputacién de sensatez y simplicidad del método ACS a la hora de intro- ducir los sélidos. Todos ellos nos han dicho, una y otra vez, que a sus bebés les encant6é y que empezaron, y siguie- ron, comiendo bien, satisfechos y sociables. Esperamos que este libro le ayude a descubrir lo facil que puede resultar la transicién a las comidas familiares, y que, si permite que el bebé tome la iniciativa, puede sen- tar las bases de toda una vida de alimentacion saludable -y placentera. gEn qué consiste el método ACS? «Para la mayoria de padres, ta hora de comer es una pesadilla, pero nuestra experiencia con Emily ha sido muy distinta. Disfrutamos de las comidas. No son un problema en absoluto.» Jess, madre de Emily, 2 afios «Darle fo mismo que al resto de ta familia es mucho mas facil. No me preocupo por si Ben comera algo 0 no, como hice con los demas, a quienes di de comer con cuchara. Ahora es mucho mas natural... y agradable.» Sam, madre de Bella, 8 atios, de Alex, 5 afios, y de Ben, 8 meses Introducir los sélidos El proceso de introducir los sdlidos abarca el cambio gra- dual que hace el bebé, de tomar el pecho o el biberén co- mo Unico alimento a no mamar ni tomar el biber6n en absoluto. Es un proceso que dura un minimo de seis me- Ses, pero que puede alargarse (sobre todo en el caso de los bebés que toman el pecho) varios afios. Este libro trata del EL NINO YA COME SOLO principio de este proceso, que empieza con el primer bo- cado de alimento sdlido que ingiere el bebé. Los primeros sdlidos, que a veces reciben el nombre de alimentos complementarios, no sustituyen a la leche, ya sea materna 0 preparada, sino que se afiaden a ella (0 la «complementan»), de manera que la dieta del bebé es ca- da vez mas variada. En la mayorfa de familias, son los padres quienes deci- den cudndo comienza este proceso. Empiezan a alimentar con cuchara a su bebé, por lo que deciden cémo y cuando empieza a ingerir sdlidos. Y cuando dejan de ofrecer el pe- cho o el biber6n, deciden cuando se acaba la alimentacién a base de leche. El método ACS es distinto: permite que el bebé tome Ja iniciativa durante todo el proceso y utili- ce su instinto y sus habilidades. Decide cuando empieza y cudndo termina el proceso. Quiza suene un tanto extrafio, pero cobra sentido cuando se analiza detalladamente el desarrollo infantil. Por qué es distinto el método ACS La mayoria de personas, al pensar en la introduccién de sdlidos, imaginan a un adulto armado con una cuchara y una pequefia cantidad de zanahoria o de manzana tritura- da. En algunas ocasiones, el bebé abre la boca, deseando recibir la cuchara, pero lo mas habitual es que escupa la comida, que aparte la cuchara, que rompa a llorar o que se niegue a comer. Muchos padres recurren a juegos («jQue viene el avién!») en sus esfuerzos por persuadir al bebé para que acepte la comida, que suele ser bastante distinta a la del resto de la familia, tanto en ingredientes como en horarios. En el mundo occidental no se suele cuestionar este mé- todo de alimentacién, y la mayorfa de personas dan por supuesto que empezar a dar purés con cuchara es la mane- ra mas normal de retirar el pecho o el biberon. Sin embar- go, algunas de las definiciones que hemos encontrado en el diccionario para «dar [algo] triturado» incluyen: «pro- porcionar (a alguien) tanta ayuda o informacién que no necesitan pensar por si mismos»' y «tratar (a otro) de tal modo que se desalienta la independencia de pensamien- to o de conducta».? Por el contrario, el método ACS con- tribuye a que la seguridad y la confianza en si mismo del bebé aumenten, porque es él quien toma la iniciativa. La alimentacién s6lida empieza cuando el bebé da muestras de ser capaz de comer solo, y va avanzando a su propio ritmo. Puede seguir el instinto de imitar a los padres y a los hermanos para adquirir las habilidades de alimen- tacién de una manera natural y divertida, mientras va aprendiendo por el camino. Si se les da la oportunidad, casi todos los bebés infor- man a sus padres de que estan preparados para empezar a ingerir algo mds que leche cogiendo un trozo de comida y metiéndoselo en la boca. No necesitan que los padres les digan cuando empezar a ingerir sdlidos y tampoco que les den purés a cuchara- das. Pueden hacerlo solos. Esto es lo que sucede con el método ACS: ¢ El bebé se sienta a la mesa con el resto de la familia, y participa cuando esta preparado. « Se le anima a experimentar con la comida en cuanto muestra interés, y se le permite cogerla con las manos (no importa si, al principio, su hijo no consigue llevarse nada a la boca). ¢ La comida se presenta en tamafios y formas que el be- bé pueda manipular con facilidad, en lugar de consistir en purés o en comida triturada. © Come solo desde el principio, en lugar de ser alimenta- do a cuchara por otra persona. ¢ El bebé decide cudnto quiere comer y cuando ampliar el abanico de alimentos que le gustan. © El bebé sigue tomando leche (ya sea materna o bien, preparada) siempre que lo desea y decide cuando esta preparado para empezar a reducir las tomas. Las primeras experiencias con los sdlidos pueden ejercer una gran influencia sobre la relacién que el bebé manten- dra con la comida durante muchos afios, por lo que pare- ce légico intentar que sean agradables. Sin embargo, para muchos bebés (y para sus padres) el proceso dista mucho de ser una experiencia divertida. Obviamente, hay bebés a los que mo les importa que Jes alimenten con cuchara, pero muchos parecen més resignados que realmente satis- fechos. Por otro lado, los bebés a los que se permite comer solos y junto al resto de fa familia, parecen disfrutar mu- chisimo de la hora de la comida. «Cuando Ryan tenia unos seis meses, salf con un gru- po de madres que tenian bebés de la misma edad. Todas estaban atareadas dandoles el puré y danzando con las cucharas para asegurarse de que entrara hasta la Gitima gota. Daba la impresién de que se complica- ban mucho Ia vida. Y los bebés no parecian disfrutar en absoluto.» Suzanne, madre de Ryan, 2 afios Por qué tiene sentido el método ACS Los bebés y los nifios gatean, caminan y hablan cuando estan preparados. Estos hitos del desarrollo no aparecen antes y (siempre que los bebés tengan la oportunidad) tampoco se retrasan pasado ese momento. Cuando deja a su recién nacido en el suelo, para jugar con él, le esta dan- do la oportunidad de darse la vuelta. Cuando sea capaz de hacerlo, lo hard. También le est4 dando la oportunidad de erguirse y caminar. Tardara un poco mas, claro. Pero si le sigue dando oportunidades, acabara haciéndolo. Por qué tendria que ser distinto el hecho de aprender a comer? Los bebés sanos son capaces de comer solos del pecho de su madre nada mas nacer. Cuando llegan a los seis me- ses de edad, pueden agarrar trozos de comida y Ilevarse- los a la boca. Siempre hemos sabido que pueden hacerlo ys durante muchos afios, se ha animado a los padres a que empiecen a introducir s6lidos que los bebés puedan coger solos a partir de los seis meses. Sin embargo, ahora hay pruebas que demuestran que los bebés no deberfan ingerir ningtin tipo de sdlido antes de esa edad (véase mas adelan- te). Y, si los bebés pueden empezar a ingerir sdlidos peque- flos a partir de los seis meses, no parece haber necesidad alguna de pasar por la comida triturada. De todos modos, aunque ahora sabemos que los bebés tienen tanto el instinto como la capacidad de comer solos cuando llega el momento adecuado, las cucharadas de co- mida triturada constituyen la principal fuente de alimen- tacién de los bebés durante su primer afio de vida... y, en ocasiones, incluso después. Cuando deberian introducirse los sdlidos? Actualmente, se recomienda iniciar el proceso de intro- duccién de sélidos a los seis meses de edad. Antes de ese momento, a los bebés les resulta muy diffcil digerir cual- quier cosa que no sea leche. Darles sdlidos antes de los seis meses no es bueno, porque: ¢ Los sélidos no contienen tantos nutrientes y calorfas como la leche materna o la preparada. Los bebés pe- quefios tienen estémagos igualmente diminutos, por lo que necesitan una fuente de calorias y de nutrientes concentrada y de facil digestion para crecer de manera saludable. Sdlo la leche materna y la preparada tienen estas propiedades. El sistema digestivo del bebé no esta preparado para asimilar todos los nutrientes de los sdlidos, por lo que estos alimentos pasan sin proporcionar nutricién suficiente. © Si ingiere sdlidos demasiado pronto, al bebé deja de apetecerle tomar el pecho 0 el biberén, por lo que in- giere todavia menos alimento. ¢ Los bebés que ingieren sdlidos demasiado pronto su- fren mds infecciones y corren mayor riesgo de desarro- llar alergias que los que siguen alimentdndose de leche hasta los seis meses, porque sus sistemas inmunitarios atin no han acabado de madurar. Ofrecer sélidos a los bebés antes de los seis meses de edad les hace mas susceptibles a factores de riesgo para enfer- medades cardiovasculares, como la hipertensi6n arterial. La Organizacién Mundial de la Salud (OMS) reco- mienda que todos los bebés deberian, en la medida de lo posible, alimentarse exclusivamente de leche materna has- ta los seis meses de edad, y que los alimentos sdlidos de- berian introducirse gradualmente a partir de entonces. * Cémo saber que ha llegado la hora de los sdlidos Sefales falsas A Jo largo de los afios, se ha ensefiado a los padres a pres- tar atencién a una serie de sefiales que les ayudan a deter- minar el momento en que su bebé esta preparado para empezar a ingerir sdlidos. La mayoria forman parte del desarrollo normal y se asocian a la edad del bebé, no a su grado de preparacién para pasar a otro tipo de alimento. Hay otras sefiales que son igualmente equivocas como guias para empezar con los sélidos, aunque muchas per- sonas siguen pensando que indican que el bebé ya necesi- ta algo mas que leche: ¢ Despertares nocturnos. Muchos padres introducen los sdlidos pronto, con la esperanza de que, asi, el bebé duerma toda la noche. Asumen que se despierta porque tiene hambre, pero los bebés se despiertan por todo tipo de motivos y no hay pruebas de que darles sdlidos re- suelva el problema. Si realmente tienen hambre, los bebés menores de seis meses necesitan el pecho o el biber6n, no sélidos. © La ganancia de peso se ralentiza. Es uno de los motivos mas habituales por los que se aconseja a los padres que empiecen a introducir sdlidos pronto, pero la investigacion ha demostrado que, de hecho, es algo habitual hacia los cuatro meses de edad, sobre todo en los bebés que toman el pecho.* No es una sefial de que el bebé necesite sdlidos. El bebé observa como comen sus padres. A partir de los cuatro meses de edad, los bebés empiezan a sentirse fas- cinados por las actividades cotidianas de la familia, como vestirse, afeitarse, cepillarse los dientes... y comer. Sin embargo, no entienden qué son cada una de esas cosas; no es mds que curiosidad. Chasquidos con la lengua. Mientras aprenden a utilizar Ja boca, los bebés disfrutan haciendo estos sonidos. Practicar esta nueva habilidad tiene que ver tanto con aprender a hablar como con aprender a comer. Forma parte de la preparaci6n para los sélidos, pero no signifi- ca que ya esté preparado, No dormirse directamente después de tomar el pecho o el biberdn. A partir de los cuatro meses de edad, los bebés se muestran mas alertas y pasan mas tiempo despiertos que cuando eran mas pequeiios. No necesitan dormir tanto como antes. Bebés pequeftos. Si un bebé es pequefio, se debe o bien a su constitucién o bien a que necesita mas alimento. Sin embargo, si es menor de seis meses, lo que necesita es mas leche, materna o preparada, no sélidos. Los bebés prematuros son la excepcién, porque algunos pueden necesitar nutricion adicional antes de los seis meses (véase pag. 79). Bebés grandes. Los bebés que ya nacen grandes (o que crecen muy rapidamente) no necesitan mds comida. Son mas grandes o bien por cuestién genética o bien (sobre todo si toman el biberén) porque se les da mas leche de la que necesitan. Los sistemas digestivo e inmunolégico no son mas maduros que los de otros bebés, por lo que los riesgos para la salud de introducir sdlidos antes de tiempo son los mismos. La idea de que los bebés grandes necesitan sélidos antes es un legado de las décadas de 1950 y 1960, en que se creia, erréneamente, que cuando el bebé alcanzaba un peso concreto (5,5 kg) ya necesita- ba sélidos. Durante los primeros seis meses de vida, el bebé no necesita mas que leche, por grande o pequefio que sea. El tamano no importa. «Nunca he entendido a quienes dicen “Oh, qué grande esta, necesita mas, tendrias que darle sélidos”, por- que la comida con la que empieza la mayorfa de gente (pera, calabacin y zanahoria al vapor) es el tipo de ali- mento por el que optas cuando te pones a dieta.» Holly, madre de Ava, 7 afios, de Archie, 4 afios, y de Glen, 6 meses Sefales fiables La manera mas segura de saber que un bebé esta prepara- do para empezar con los sdlidos es buscar sefiales que coincidan con cambios importantes a nivel corporal y que le permitan empezar a asimilarlos (es decir, el desarrollo de los sistemas inmunitario y digestivo, y el crecimiento y el desarrollo de la boca). Si puede sentarse solo con poca (o ninguna) ayuda, estirar el brazo para agarrar objetos y Hevarselos a la boca con rapidez y precision, y hace movi- mientos de masticacién, es muy probable que esté prepara- do para empezar a explorar los sélidos. De todos modos, la sefial mas fiable de que el bebé es- td preparado es que él mismo empiece a meterse comida en la boca. Cosa que sélo es posible si se le da la oportu- nidad de hacerlo. EL NINO YA COME SOLO «Cuando el nifio que tienes en el regazo coge un pufia- do de tu comida, se la mete en la boca, mastica y tra- ga, es posible que haya llegado el momento de acercarle el plato.» Gabrielle Palmer, nutricionista y escritora éPor qué hay alimentos para bebé cuya etiqueta dice «a partir de los cuatro meses»? En 2003, la edad minima recomendada para empezar a comer alimentos sélidos cambié de los cuatro meses a los seis (véase p4g. 20), pero los fabricantes de alimentos y de bebidas pueden seguir promocionando productos para bebés a partir de los cuatro meses de edad. El resultado es que muchos padres acaban confundidos: desconocen que la recomendacién oficial ha cambiado 0, en caso de que lo sepan, no son conscientes de fo importante que es que los bebés menores de seis meses no tomen nada que no sea leche, materna o preparada. Por lo tanto, siguen com- prando alimentos para bebés que todavia son demasiado pequefios. Hay un cédigo de conducta voluntario (Codigo inter- nacional de comercializacién de suceddneos de la leche materna)’ que restringe la promocién de cualquier tipo de alimento o de bebida para bebés menores de seis meses de edad, y casi todos los paises del mundo lo han firmado. Sin embargo, en muchos sigue siendo voluntario, es decir, la industria alimentaria no esta obligada a seguirlo. Por lo tanto, a pesar de las recomendaciones, hay alimentos in- fantiles en los que seguira apareciendo la etiqueta «a par- tir de los cuatro meses». ACS: nada nuevo bajo el sol Es posible que, mientras lee estas lineas, esté pensando: «yo ya lo hice asi, no es nada nuevo». Y tiene toda la ra- z6n. No es nada nuevo. La novedad consiste en que antes no se hablaba de ello. Muchos padres, especialmente los que tienen tres hijos o mas, han descubierto, casi por casualidad, que dejar que el bebé tome la iniciativa hace que la vida sea mas facil y agradable para todos. En general, las cosas van de esta ma- nera: con el primer bebé, hacen lo que se les dice, y descu- bren que retirar el pecho e introducir s6lidos es un proceso que requiere mucha paciencia a cambio de una recompensa muy pobre. Con el segundo, se relajan un poco, infringen algunas de las «normas» y descubren que, de este modo, el proceso resulta un tanto més facil. Para cuando nace el ter- cero, est4n tan ocupados que «le dejan a su aire». El primer nifio, al que alimentan con cuchara y cum- pliendo a rajatabla todas las directrices, se acaba convir- tiendo en un nifio bastante maniatico con la comida. El segundo tiene menos manias, pero el tercero come mu- chisimo mejor que los otros dos: tiene menos manias y es mucho més atrevido. Los padres han descubierto los be- neficios del método ACS. Por desgracia, les preocupa que alguien pueda pensar que son malos padres (o, sencilla- mente, vagos), por lo que no se lo cuentan a nadie. «Cuanto mas hablo de ello, mas me doy cuenta de que introducir los sdlidos de esta manera no es nada nue- vo. Mucha gente me dice que ellos también lo hicieron asi, pero que no lo contaron. Se ha estado haciendo durante ajfios, lo que pasa es que no tenfa un nombre.» Clare, madre de Louise, 7 meses Breve historia de Ja alimentacion infantil No sabemos demasiado sobre cémo se introducia la ali- mentacién s6lida antes de finales del siglo xrx. Los cono- cimientos y las habilidades para criar a los hijos pasaban de una generaci6n a otra por via materna, y se escribia muy poco al respecto. Sin embargo, es muy probable que, tal y como sucede en la actualidad, muchas familias des- cubrieran el método ACS por si mismas. Y, aunque las pruebas anecdoticas sugieren que a lo Jargo del siglo xx hubo familias que introdujeron los sélidos de esta mane- ta, la mayoria de bebés tuvieron una experiencia comple- tamente distinta. A principios del siglo xx, los bebés no ingerian sdli- dos hasta que alcanzaban los ocho o Jos nueve meses de edad; hacia la década de 1960, la edad habia bajado hasta los dogs o tres meses y, en la de 1990, la mayoria de bebés conocian la alimentacién sdlida hacia los cuatro meses de edad. Muchos de estos cambios fueron consecuencia de los cambios en la lactancia; habia muy poca investigacién sobre la alimentacién de los bebés y hasta 1974 no apa- recieron algunas directrices oficiales sobre la introducci6n de sdlidos. «A mi abuela le encanté ver a Rosy comer sola. Era la mayor de siete hermanos y dijo que asi es como recor- daba que su madre habia alimentado a sus hermanos menores. No recordaba purés ni papillas. Me explicd que ella si se las habia dado a mi madre, pero sola- mente porque le dijeron que Jo hiciera a partir de los tres meses.» Linda, madre de Rosy, 22 meses Durante los primeros afios del siglo xx, los bebés se ali- mentaban de leche materna, que procedia o bien de sus propias madres o bien de un ama de cria (mujer a quien Jos padres contrataban para que amamantara a su bebé) durante unos ocho o nueve meses, si no mas. En ocasio- nes, se les daban huesos lisos 0 cortezas de pan duro a partir de los siete u ocho meses, pero era para ayudarles a desarrollar las habilidades de masticacién o para aliviar los dolores de la denticién; no eran «alimento». Se reco- mendaba empezar con cucharadas de caldo de cordero o de ternera. A medida que la utilizaci6n de amas de cria fue cayen- do en desuso, los médicos asumieron como propio el de- ber de aconsejar a las madres c6mo amamantar a sus bebés. Se crefa que dejar las cosas al instinto de la madre (o, atin peor, al del bebé) no era seguro y la alimentacién de los bebés empezé a controlarse desde cl mismo instan- te en que llegaban al mundo. Aunque se reconocia que dar el pecho era la mejor manera de alimentar a los bebés, no se sabia que, para que ellas pudieran producir la leche suficiente, tenfan que amamantar al bebé con frecuencia. Se les dijo que tenian que seguir un horario estricto, limitar la duracién de las tomas y espaciarlas al menos varias horas. Como conse- cuencia, muchas no producian leche suficiente, por lo que los bebés no se desarrollaban bien. No es sorprendente que las leches de sustitucién disponibles en la época ad- quirieran una gran popularidad y que los médicos empe- zaran a recomendarlas, en un esfuerzo por garantizar que los bebés ingirieran todos los nutrientes que necesitaban. A medida que la alimentaci6n «cronometrada» se ge- neralizaba y que cada vez mas madres recurrian a las nue- vas leches de sustitucién, los médicos se fueron dando cuenta de que estos productos no eran tan beneficiosos para los bebés como sugeria la publicidad. Los bebés que se alimentaban con ellos enfermaban con mayor frecuen- cia o sufrian desnutricién y, como algunos eran dificiles de preparar, los errores eran muy frecuentes. Como la mayorfa de madres preferfan empezar ama- mantando a sus bebés, aunque (debido a los estrictos ho- rarios) slo «pudieran» hacerlo durante unos meses, los médicos (y los autores de los libros para padres, cada vez mds populares) pensaron que la respuesta residia en fo- mentar el amamantamiento desde el nacimiento, pero «in- troducir» los sdlidos (que, por supuesto eran semis6lidos) en cuanto estuviera claro que Ja leche de Ja madre ya no era «suficiente», algo que solfa suceder cuando el bebé te- nia entre dos y cuatro meses de edad. Se crefa que un bebé rollizo era un bebé sano, por lo que se instaba a las madres 2 «engordar» a sus hijos y la mayorta de alimentos de con- tinuacién eran a base de cereales. Las papillas y las galletas duras eran dos de los mas populares. Mas o menos en la misma época, empezaron a aparecer en las tiendas alimentos triturados preparados y, hacia la década de 1930, ya habia disponible una amplia variedad de alimentos para bebés a base de frutas y verduras, presen- tados en latas o en tarros. Eran para bebés a partir de los seis meses de edad, pero muy pronto se descubrié que los bebés mds pequefios también podian comerlos facilmente. Al mismo tiempo que se extendia la practica de dar ali- mentos «sdlidos» a los bebés mucho antes de que pudie- ran masticar, empez6 a declinar la de darles huesos y pan duro. Y, aunque se seguia aceptando la necesidad de intro~ ducir alimentos mds parecidos a los del resto de la familia, Jos bebés pasaban de la leche a purés con cuchara, en lu- gar de a alimentos pequefios que pudieran agarrar. En la década de 1960, se reconocid que, para poder comer bien, los bebés necesitaban practicar con la comi- da, tanto en lo que se referia a masticarla como a moverla dentro de la boca, por lo que se animé a los padres a que introdujeran alimentos que los bebés pudieran manipular a partir de los seis meses. Sin embargo, como se creia que fos bebés necesitaban acostumbrarse a la comida blanda antes de poder aprender a masticar, la mayoria de perso- nas crefan que tenian que empezar con los purés mucho antes de los seis meses, para poder darles comida para masticar Ilegado el momento. En 1974, cuando se emitieron las primeras directrices oficiales, ya se alimentaba a la mayoria de bebés de tres meses con algo mas que leche (normalmente, papillas o galletas duras). Las directrices decian que los bebés debian alimentarse exclusivamente de leche como minimo hasta los cuatro meses de edad y que, llegados a los seis, todos debian haber empezado a recibir alimentos de otro tipo. Esta recomendacion se confirmé en 1994 y siguid siendo la oficial hasta 2003, afio en el que se emitié la recomen- dacién actual de una alimentacién a base de leche materna (o preparada) hasta los seis meses de edad. : tiene 21 afios). ‘Ahora gue no estaba prepara- § : So, AL a ivel madurative n ni eases ace abartealb s6lo agarraba mientras los - El problema de la alimentacion con cuchara Imaginese que tiene seis meses. Disfruta imitando al resto de Ja familia y quiere agarrar lo que ellos tienen en las ma- nos porque desea averiguar qué es. Cuando observa comer a sus padres, fe fascina el olor, la forma y el color de los alimentos. No sabe que comen porque tienen hambre; sen- cillamente, quiere hacer lo mismo que ellos... porque asf es como aprende. Sin embargo, en lugar de animarle a que se una a ellos, sus padres insisten en meterle en la boca una cuchara repleta de algo pastoso. La pasta siempre tiene la misma consistencia, aunque el sabor varia de un dia para otro; a veces le gusta, otras no. Sus padres le dejan verla, pero en raras ocasiones le permiten tocarla. Unas veces pa- rece que tienen mucha prisa y otras tiene que esperar la si- guiente cucharada durante lo que parece una eternidad. Cuando escupe la comida, porque n’o se la esperaba (0 por- que quiere ver como es), la recuperan tan rapido como les es posible y se la vuelven a meter en la boca. Atin no ha aprendido que este puré le puede [lenar el estémago, por lo que es probable que, si tiene hambre, se sienta frustrado, porque lo que quiere es el pecho o el biberén. Si no tiene demasiada hambre y el puré sabe bien, es posible que se lo coma. Pero atin siente mucha curiosidad por lo que hacen los demas, y preferiria hacer lo mismo que ellos. No es que la alimentacién con cuchara sea mala, es que no es necesaria. Y, aunque son muchos los bebés que pasan por la papilla y que luego disfrutan de la comida sin mayores problemas, alimentarlos de esta manera es expo- nerse a crear problemas que no se dan con el método ACS. En parte, tiene que ver con la consistencia de las pa- pillas y de los purés, y en parte tiene que ver con el control que el bebé ejerce sobre su alimentacién. ¢ La consistencia de las papillas y de los purés permite al bebé sorberlos de la cuchara; no necesita masticar, Si no se le da al bebé la oportunidad de experimentar con alimentos que hay que masticar una vez ha cumplido Jos seis meses, el desarrollo de las habilidades de masti- cacién puede retrasarse. Los bebés a los que no se ofre- ce comida sélida hasta que casi han cumplido el afio (o aun més tarde) quizd no aprendan nunca a gestionar bien las bolas de comida (es lo mismo que no darle la oportunidad de caminar hasta que tiene, por ejem- plo, tres afios). Las habilidades de masticacién son im- portantes por muchos motives, porque contribuyen, por ejemplo, al desarrollo del habla, a las digestiones faciles y a la deglucién segura (véase pag. 61). Los bebés aprenden a gestionar los trozos de comida antes y mejor si se les permite comer solos, porque les es més facil manipular y masticar comida desde el principio de la boca. Cuando se les da con cuchara, la comida tiende a acumularse en el fondo, donde les resulta mucho mis dificil moverla (ademas de ser poco seguro). Al principio, muchos bebés responden con arcadas a los purés y a las papillas (que se venden como «alimen- tos de continuacién»), porque cuando sorben la cucha- ra y la comida les llega al fondo de la boca, se activa el reflejo de arcada (véase pag. 67). Les cucsta mas apren- der a evitar las arcadas cuando se les alimenta a cucha- radas que cuando son ellos quienes se meten la comida en la boca, por fo que muchos bebés deciden rechazar la cuchara. Cuando se les alimenta con cuchara, no controlan cuanto comen 0 a qué velocidad. La comida triturada se traga rapidamente y resulta muy tentador persuadir al bebé para que coma «sdélo una cucharadita mas». Con frecuencia, los bebés comen mas rapido de lo que lo harian si comieran solos y acaban comiendo mas de lo que necesitan en realidad. Persuadir constantemente a un bebé para que coma més de lo que necesita inter- fiere con su capacidad para notar cuando esté satisfe- cho y puede flevarle a comer en exceso toda su vida. La leche es el nutriente mas importante para todos los bebés menores de un afio. Los sélidos contienen mu-

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