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Hacemos un llamado a la comunidad universitaria a visibilizar un conflicto permanentemente invisibilizado. Democratizar los espacios es también democratizar el trabajo, y eso implica revelar todas estas aristas. Esto cobra sentido en un contexto de discusión referido a cómo queremos construir una universidad realmente pública, democrática y que responda a las necesidades del país. Consideramos indigna la existencia de trabajadores de tercera y cuarta categoría, que ni siquiera pueden aspirar a un trabajo digno, estable, en el que se respeten sus derechos básicos; ni hablar de la nula voluntad de nuestra casa de estudios, para considerarlos como parte fundamental de esta institución.
Hacemos un llamado a la comunidad universitaria a visibilizar un conflicto permanentemente invisibilizado. Democratizar los espacios es también democratizar el trabajo, y eso implica revelar todas estas aristas. Esto cobra sentido en un contexto de discusión referido a cómo queremos construir una universidad realmente pública, democrática y que responda a las necesidades del país. Consideramos indigna la existencia de trabajadores de tercera y cuarta categoría, que ni siquiera pueden aspirar a un trabajo digno, estable, en el que se respeten sus derechos básicos; ni hablar de la nula voluntad de nuestra casa de estudios, para considerarlos como parte fundamental de esta institución.
Hacemos un llamado a la comunidad universitaria a visibilizar un conflicto permanentemente invisibilizado. Democratizar los espacios es también democratizar el trabajo, y eso implica revelar todas estas aristas. Esto cobra sentido en un contexto de discusión referido a cómo queremos construir una universidad realmente pública, democrática y que responda a las necesidades del país. Consideramos indigna la existencia de trabajadores de tercera y cuarta categoría, que ni siquiera pueden aspirar a un trabajo digno, estable, en el que se respeten sus derechos básicos; ni hablar de la nula voluntad de nuestra casa de estudios, para considerarlos como parte fundamental de esta institución.
Por el Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo
(GEIT) La discusin sobre democracia y democratizacin dentro de nuestra universidad abre el dilogo hacia diversas aristas de la organizacin y funcionamiento de nuestra casa de estudios: creemos que orienta nuestra reflexin y accin hacia una dimensin normativa e institucional sobre cmo avanzamos hacia el fortalecimiento de la democracia universitaria en todos sus niveles. El subcontrato como relacin laboral est ampliamente desplegado dentro de nuestra universidad, sobre todo en aquellas reas que desde el punto de vista de la gestin administrativa quedan fuera de las actividades propias de la institucin; desde tal perspectiva, mbitos tales como alimentacin, seguridad, aseo y jardinera parecieran ser reas que no son propias del quehacer universitario. La aparicin de focos de creciente conflictividad respecto al trabajo subcontratado en nuestra casa de estudios1 refieren desde nuestra perspectiva a una lgica comn: una visin neoliberal sobre la educacin superior que debilita un control social efectivo y permite la primaca de intereses mercantiles en nuestra vida cotidiana. De tal modo, la precarizacin de las condiciones del trabajo subcontratado, las constantes prcticas anti-sindicales ejercidas por las empresas contratistas, los despidos arbitrarios, el escaso ejercicio de derechos individuales y colectivos bsicos en este mbito, y la 1
Vase el conflicto actual en la Facultad de Ciencias Fsicas y
Matemticas de la Universidad en nuestra pgina web: http://geitfacso.wix.com/geit-facso desde el 04 de Mayo del 2015.
nula existencia de espacios institucionales facultados para
dirimir democrticamente las problemticas, responden a un denominador comn a la hora de discutir sobre la existencia del subcontrato dentro de la Universidad de Chile: no slo refieren a una democratizacin insuficiente del trabajo en nuestra casa de estudios, sino tambin a la escasa incidencia que puede ejercer la comunidad universitaria (triestamental), en las relaciones y orientaciones que se despliegan al interior de la universidad. Las dificultades que presenta nuestra institucionalidad para un despliegue y aseguramiento colectivo de los derechos de l@s trabajador@es en las reas subcontratadas, convierten en un requerimiento ineludible que las y los estudiantes apoyemos y desarrollemos distintas iniciativas que busquen: visibilizar las problemticas planteadas, impulsar y ampliar espacios para su discusin, articular y potenciar la organizacin colectiva del trabajo subcontratado, y generar instancias democrticas para la resolucin de los conflictos existentes. Hacemos un llamado a la comunidad universitaria a visibilizar un conflicto permanentemente invisibilizado. Democratizar los espacios es tambin democratizar el trabajo, y eso implica revelar todas estas aristas. Esto cobra sentido en un contexto de discusin referido a cmo queremos construir una universidad realmente pblica, democrtica y que responda a las necesidades del pas. Consideramos indigna la existencia de trabajadores de tercera y cuarta categora, que ni siquiera pueden aspirar a un trabajo digno, estable, en el que se respeten sus derechos bsicos; ni hablar de la nula voluntad de nuestra casa de estudios, para considerarlos como parte fundamental de esta institucin.
El Subcontrato en la Universidad de Chile
Por el Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT) La discusin sobre democracia y democratizacin dentro de nuestra universidad abre el dilogo hacia diversas aristas de la organizacin y funcionamiento de nuestra casa de estudios: creemos que orienta nuestra reflexin y accin hacia una dimensin normativa e institucional sobre cmo avanzamos hacia el fortalecimiento de la democracia universitaria en todos sus niveles. El subcontrato como relacin laboral est ampliamente desplegado dentro de nuestra universidad, sobre todo en aquellas reas que desde el punto de vista de la gestin administrativa quedan fuera de las actividades propias de la institucin; desde tal perspectiva, mbitos tales como alimentacin, seguridad, aseo y jardinera parecieran ser reas que no son propias del quehacer universitario. La aparicin de focos de creciente conflictividad respecto al trabajo subcontratado en nuestra casa de estudios2 refieren desde nuestra perspectiva a una lgica comn: una visin neoliberal sobre la educacin superior que debilita un control social efectivo y permite la primaca de intereses mercantiles en nuestra vida cotidiana. De tal modo, la precarizacin de las condiciones del trabajo subcontratado, las constantes prcticas anti-sindicales ejercidas por las empresas contratistas, los despidos arbitrarios, el escaso ejercicio de derechos individuales y colectivos bsicos en este mbito, y la
Vase el conflicto actual en la Facultad de Ciencias Fsicas y
Matemticas de la Universidad en nuestra pgina web: http://geitfacso.wix.com/geit-facso desde el 04 de Mayo del 2015.
nula existencia de espacios institucionales facultados para
dirimir democrticamente las problemticas, responden a un denominador comn a la hora de discutir sobre la existencia del subcontrato dentro de la Universidad de Chile: no slo refieren a una democratizacin insuficiente del trabajo en nuestra casa de estudios, sino tambin a la escasa incidencia que puede ejercer la comunidad universitaria (triestamental), en las relaciones y orientaciones que se despliegan al interior de la universidad. Las dificultades que presenta nuestra institucionalidad para un despliegue y aseguramiento colectivo de los derechos de l@s trabajador@es en las reas subcontratadas, convierten en un requerimiento ineludible que las y los estudiantes apoyemos y desarrollemos distintas iniciativas que busquen: visibilizar las problemticas planteadas, impulsar y ampliar espacios para su discusin, articular y potenciar la organizacin colectiva del trabajo subcontratado, y generar instancias democrticas para la resolucin de los conflictos existentes. Hacemos un llamado a la comunidad universitaria a visibilizar un conflicto permanentemente invisibilizado. Democratizar los espacios es tambin democratizar el trabajo, y eso implica revelar todas estas aristas. Esto cobra sentido en un contexto de discusin referido a cmo queremos construir una universidad realmente pblica, democrtica y que responda a las necesidades del pas. Consideramos indigna la existencia de trabajadores de tercera y cuarta categora, que ni siquiera pueden aspirar a un trabajo digno, estable, en el que se respeten sus derechos bsicos; ni hablar de la nula voluntad de nuestra casa de estudios, para considerarlos como parte fundamental de esta institucin.