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eae Icjada tanto del repertorio. de mitos como del manual de mitograia a presente INTRO- DUCCION A LA MITOLOGIA GRIEGA pretende faciltar la aproximacion a estos antiguos relatos y ofrecer algunas rflexiones previas a su lectura 0 re- lectura.Partiendo de un estudio de su peculiar tradi , sel mito dela unidad arabe», ose dictamina que «el instinto maternal s solo un mito necesario», La calificacion de una ‘dea, una teoris incluso una determinada figura como «un sito» expresa una cierta valoracién, no siempre negativa Hay un perfume lamado «mito» yla palabra aparece referi- da tambien a cierto automévil como un elogio superlative. Noes tan s6lo en el uso coloquial y periodistico dondeapa- rece el téemino cargado de connotaciones varias. Hace ya tiempo E, Cassitertitulé un espléndido libro El mito del Es tado; hace anos Octavio Paz escribié que vel moclernismoes tun mito vacio», yJ.Gil de Biedma, refiriéndose su nifez, confesaba en un poema que «/2e mi pequefio reno afortu nado / me quedd esta costumbre de calor/y unaimposible propensidn al mito Nosirvede mucho acudiral Diccionario de la Real Acade- ‘mia, (Sirve tan solo para advertie qué anticuada ha quedado u 2 oats Ja definicin all propuesta.) Porque defini mito como aft- bula,ficeidn alegérica, especialmente en materia religiosay es remitir a tina acepcisn arqueol6gica, un t chesca, vilida tan s6lo para ilustrados y retWricos de hace ‘mis de dos siglos. (Esa definiei6n ya estaba anticuada cua doa Academia clecidié recogerla palabra en su su edicin de 1884, hacealgo mas de cien aos.) La men- «ign del término «fabulay remitea un vocablo latino utiliza~ «lo para traducir el griego mythos: pero hoy fidbula en un sentido tan generico resulta un latinismo, Que el mito sea tuna aficci6n alegdrica» es el resultado de una vision silus- trada» y eracionalista», una concepcin muy antigua y de larga persistencia, pero hoy totalmente arrumbada y en de- Para explicamos el amplio uso del término en la actual «dad podemos pensar en sus atractivas connotaciones y en imprecisa denotacién. A lo que aparece como fabuloso, extraordinario, prestigioso, fascinante, pero, an vez, como increible del todo, incapaz de someterse a verficacion ob- jetiva, quimérico fantastico y seductor, parece convenirle el sustantivo mio o eladjetivo mitico. En su aspecto negativo, el mito esta mas allé de lo real, pertenece al smbito de lo «fabsilosor y dela wiccién», Fulgurantes figuras del espec- téculo, eatapultadas por sus éxitos deslumbrantes y la pro- ppaganda exagerada a sublimes alturas, se convierten en ‘mitoso. Ideas fundamentaleso creencias de secular solider pueden ser ealificadas de smitos», y eon ello se les niega su bjetividad y se las encuadra en el ambito feticio y quimé- rico de lo imaginario, Eltérmino mito puede ser una ambi- guaetiqueta. ‘Atal propdsito, no estar de mss evocar el brillante eptlo- ‘go de Roland Barthes en sus Mythologies (1957), que eva el titulo de «Et mito, hoy», donde trata con perspicaz agudeza delos sentidos y uss dela palabra mito, en el contexto con- {emporaneo, Frente los mitosantiguos estan los mitos mo- ‘dernios que Barthes analiza y de los que investiga su trasfon do ideoldgico. Con su enfoque semidtico ese ensayo de Bar- thes merece una relectura. Pero no es de esas mitologias ni deesos mitos construidos por la modernidad y manipula dos por In politica y a propaganda de los medios de comu- nicacién delo que vamos, tratar en estas paginas ‘Nuestro objetivo es acercarnos alos mitos antiguos, ala ‘mitologia griega, tal como esté constituida en su propia tra: diciény tal como ba sido heredada porla tradicién de acu: tura europea. Vamos atratarde e508 mitos, en el sentido mis «lisico y antiguo, no de los nuevos, renovados o modernos ‘mits. De ex0s mitos delos que eabe preguntarsesilos grie gos creyeron en ellos y hasta dénde y cuando funcionaron como tales, como hace P. Veyne. Pero que estda ah, en los textos dela literatura elsica y en las imagenes del arte grie- ‘g0.7 forman un repertorio bien delimitadosla mitologia clé- sica. Parece, en principio, que definir el término en esta acep- iin ha de resultar bastante més facil ¥, sin embargo, tam: bien en este uso, mashist6rico y cientfico, encontramos di ficultades, Antropdlogos,fldlogos, psicdiogos, socislogasy tedloyos mangjan el término con tales divergencias que se hhadicho quela palabra puede recubrir sconnotaciones ini hitas», aun cuando toviera una denotacién comin a todos ‘s0susos. Las distintas perspectivas, en susenfoques particu ares, privilegian aspectos del mito y acepeiones convenien~ {88 su propia teorizacidn, de modo que no estan evidente hallar un nicleo semantico comin a todos ellos. Se podria ‘exagerar y decir que las definiciones del mito son casi tantas camo las perspectivas metédicas sobre él, Nisiquieralos es- tudiosos de los mitos griegos y las mitologias hist6ricas coinciden en susdefiniciones. ‘Unas veces, por un exceso de simplicidad, se proponen definiciones demasiado precisas, Por ejemplo, ade Jan de ‘Vries, que dice: «Mitos son historias de dioses. Quien habla “ 1 outconts| de mitos tiene, por tanto, que hablar de dioses, Delo que se deduce que la mitologia es una parte de la religidn» cierto que muchos mitas tratan se dioses, pero no todos muchos y los mayores mitos tienen un fondo religioso, pero no todos; algunos se relacionan con el seuento popular, ef Joiktale,y no requieren a fe religiosa,) Larelacion entre tologiay religidn es importante, pero més compl que frases tan répidas presuponen. Los antropélogos, tanto los funcionalistas come los es- tructuralistas, han enlocado el mito desde una perspectiva amplia y con una coneepeidn penetrante de su configura cidnyfuncién, destacando su significado en elcontexto social ‘ou valor como instrumento mental en la representacin colectiva del mundo de la mentalidad arcoica, Tanto unos como otros han vistoen el mito una forma de representar la realidad, in molde imaginario de comprendery dar sentido ala situacidn y actuacién del hombre en ese mundo com- prensible y domesticado graciasalos mitos. Esa mirada am- plia de los antropologes es, para el estudioso actual, algo irvenunciable. Pero tanto contta los simbolistas, como contra los funcio~ nalistasy los estructuralistas ~contta Malinowski, M. liagle yC. Lévi-Strauss, por ejemplo=, cabe expresar una protesta ‘ritica, como hizo G, S. Kirk en su excelente libro sobre El ‘mito (1970); «No hay ninguna definicién del mito. No hay ninguna forma platdnica del mito que se ajuste a todos los «2909 reales. Los mitos [.. differen enormemente en su -morfologia y su funcisn socialy’ Losreparos ycautelas del profesor Kirk han sido aleccio- nadores. Desde su perspectiva de helenista ehistoriador del pensamiento griego, conocedor riguraso de tradicién helé- nica, pero también como buen lector de la moderna biblio- _gtafia sobre estas cuestiones, Kirk se muestra eseéptica en ‘cuanto a definir de modo univoco y preciso el vocablo ‘milo. Aceptar una definicién sesgada supone ya decantarse 1 moyuata nese men) Ato 5 por un enfaque definido, parcial que excluye otvos posibles; supone privilegiar cierios mitosy recortarydescartar otros. ero, ;no resulta excesiva esa renuncla a cualquier defi cid unitaria? No conlleva estouna exagerada asepsia crti- a? Sin una cierta delimitacidn, ¥ la definicién no es ot cosa, de objetos y objetivos, geémo trazar una aproximaci ‘metédica ala mitologga? ‘Andamos que el térmsino mitofogia tampoco le parece stil 4G. S. Kirk. Quien, sin embargo, traza una distincién muy dlata de sus dos acepeiones bisicasrepertorio de mitos yes- tudio de los mitos. Pero sobre este punto yolveremos mis adelante. Por de pronto, sefialemos que aquiino vamos a tra tardel mito»: como una forma de pensainiento primitivo, ‘como Denkfarm, en esa acepeisn un tanto idealista que esta ‘en la visiGn de la cultura helénica como un progreso «del mito allogoso, Von Mythos zum Logos, segin elfamoso tita- Jodeunclarolibro de W, Neste 2 ‘Aiadamos las dificultades mencionadias las que algunos testudiosos han senalado respecto de Ios usos del término griego mythos. Sin etimologta clara, puesto que no aparece ‘ningain término de la misma raizen otras lenguas indoeuro- peas, la palabra se va definiendo en ta literatura griega M, Detienne, L. Brisson y C, Calame han estudiado bien’, desde una precisa observacidn filolégicaycon finos andlisis, Ja progresiva definicion del término desde Homero hasta Plat6n. Ln oposicion a ligos, la palabra mythos pasa a des narel srelato tradicional, fabuloso yacaso engatiaclor (y ya Piadaro loemplea ental sentido*), en contraste con elrelato razonadoy objetivo, Platon inventa sus mythoi, que preten den encubriralegsricamente verdades que estan masallide ‘o comprobable mediante el l6gos. Hs probablemente en los 16 ti: onsccon | tiempos de la Sofistica cuando mythos -en contraste con {dgos- se perfila con ese significado dle «viejo relator (cer- cano @ Jos euentos de vieja, fabulacidn fantasiosa, pero no forzosamente falsa, no siempre pscuudos, aunque no garanti~ ce tampoco la alétheia, la veracidad), Los usos del vocablo ‘mythos en Platon son muy sintomsticos de su evoluci6n se- ‘midntica yde sus varias connotaciones, Por otrolado, Platén utiliza ya el término «mitologia», mythologia, en una acep= cidn plenamente moclerna, con una precisa conciencia dele que un repertorio mitico supone para una sociedad tradi- cional. ‘Aunque no todos los empleos del término en lagépoca cli~ sca indiquen ese valor léxico bien definido, parece razona ble pensar que Platén ha tomado de Ia época esa oposicién. entte mythos y ldgos, y que otros coetineos suyos eran bien icacidn de mythos que Platém atesti- gua, pero no inventa’, Es muy interesante que Atist6teles,en su Pa¢tica, emplee la palabra en dos senticos: como relato tradicional y como argumento dramitico. (Recordemos que los argumentos trégicos eran «relatos heredados», mythoi ‘piradedoménoi®.) Para uno y olz0 siguieton los atinosem- pleando una misma palabra: fabula, A partirdela Poeiica de Aristoteles seacentua, pues esta coincidencia entre esos dos aspectos del mythos el relato tradicional yarcaico, venido de muy atrés, ya ficcién ltera- ria, que] dramaturgo erea sobre una pauta «mfticay. Fabu- on para un latino tanto lostextos de un Apolodoro. Higino, repertorios mitolégicos, como las tragedias de Erk pides ofas comediasde Aristolanes. Los poetashelentsticos yylosromanos, que uilizan los antiguos mits en sus alusio- nes en sus recreaciones posticas, contribuyen también & jdleracion cle los mitos como fabulae, ficciones 0 fa- 13, Las Metanvorfosis de Ovidio son mitos yarecon- tados como literatura, guiada por el mero placer de narra, su Lustzufabulieren,seginla frase goethiana; donde losmi sri noi We EMO MO 7 {os son argumentos para la poesia cuyo origen y trasfondo religioso se perciben apenas como una gracta arcaica que Tate en la trama ingenua que el poeta Ovidio sutilmente re pintay recrea. Esa confusi6n entre los relatos arcaicos y las fiectones poéticas, designados unos y otras con el vocablo fabulae, persiste a lo largo de la tradiciin medieval y renacentista, Solo en el siglo Xvi, graciasal descubrimiento de otras mi tologias y de las rflexiones ce lossimbolistas acerca de los pueblos primitivos, volverd a distinguitse cl «mito» de la tficeién» postica’. Send Christian Gottlob Heyne, a finales del siglo, quien introdurca, en su docta prosa latina, el tér= nino mythos lo redefina ~en oposicidn a fabula~con una significacién sorpzendentemente moderna Su ensayo «la~ terpretacién del enguaje mitico 0 simbvlico de acuerdo con sus origenes y las reglas derivadas del mismo» (Sermonis mythic sive symbolic interpretatio ad casas ed rationes duc~ tasinde regulas revocata), de 1807, le acredita como el fun~ dador de los estudios de Mitologia con perspectiva moder- ina. Esla 6poca de Vico, os Schlegel, Herder, Schelling, ete. {Los Prolegomena zu einer wissenschafiliche Mythologie de K. 0, Muller aparecen algo después, en 1824. La Mitologia como disciplina «cientifica» avanza ya sobre un camino firme, 3 on todo esto se perfila el campo de investigacién. Pero el problema ce definirel término mio sigue en pie. Mantener tescépticamente el rechazo de una definicidn general méni- ‘ma, que nos permita distinguir qué esto que consideramos propiamente un mito y qué no, ¢s decir, advertir qué usos ddl término consideramos pertinentes y qué acepcionesde- sestimamos en Ia batahola de sus aplicaciones, nos parece 8 ‘omen extremado, Intentemos partir de una definieién minima, que permita delimitar el objeto del que vamos a tratar’. En ese sentido, propondréla siguiente: «Mito es ui relato tr cional que refiere la actuacién memorable y ejemplar de unos personajes extraordinarios en un tiempo prestigioso. igjanon, patede El mito es un refato, una narracién, que puede contener elementos simbslicos, peto que, frentea lossimbolos0o alas imagenes de cardcter puntual, se caracteriza por presentar ‘una «historia», Este relato viene de tiempos atrisy es cono- cido de muchos, y aceptado y transmitido de generacign en ‘generacién. Eso contrario de los relatos inventados edlelas ficciones momentineas, Los mitos son historias de la tri- bu» y viven «en el pats de la memoria» comunitaria La tra- dicién mitica es un fensmeno social que puede presentarva- riaciones culturales notables, pero que existe siempre, yen Grecia presenta una singular libertad, com destacaremos Juego". £1 relat mitico tiene un cardeverdramdtico y ej plar. Se trata siempre de acciones de excepeional interés para Ja comunidad, porque explican aspectos importantes de la Vida social mediante la nerracion de cémo se produjeron ‘Por primera vez tales o cuales hechos. Ese valor paradigmd. tio de los mitoses uno desustrazos mas destacados por los funcionalistas (Malinowski, y también M. Eliade), El dra- ‘matismo de los mitos los caracteriea con una alegre y feroz espontaneidad. En el émbito narrativo desfilan fulgurantes Aactores y alse cumplen las aceiones ms extraordinarias: ‘reaciony destruccidn demundos, aparicidn de diosesy he. foes, teribles encuentras con los monstruos, etc; todo es posible en ese mundo coloreado y migico de! mito". Bseca- récter dramatico caracteriza a estos relatos frente alas tra mas verosimiles de otras narraciones, o frente al esquema abstracto de las explicaciones logicas, EI mito explicae ilus- {rael mundo mediante la narracién de sucesos maravillosos yejemplares", 1, raowoet be brmsxou bu enn 37 » Los actores de los episodis miticos son sezes extraordi- ratios, fundamentalmente sees divinos, ya sean dioses 0 {guris emparentadascon ellos,comoloshéroes dela mitolo~ sia griega, Son més que humanos y acttan en un marco de posibilidadessuperior aldelarealidad natural, Ahvestinlos seresprimigenios, cuyaaccidn da ugar al mundo, ylos dioses {que intervienenen cl orden delascosasy dela vidaumana, 4 loshévoes civilizadres, quealbren caminos y los despejan demonstruosy de sombras, En fin, ahesti los seres extra rdinarios cuyas acciones han marcado y dejado una huella perenne en el curso del mundo, Mediantela rememoracién de es0s sucesos primordiales ylaevocacidn dleesas hazavias hheroicas y divinas, la narracién mitica explica por qué las ‘cosas son asiy sittia las causas de esos procesos originales en ‘up tiempo primordial, Hay unos temas esencialmente miti- 0s, los que se refieren al comienzo de las cosas a cosmogo- nnfayla teogonfa, ylos que se refieren al final de todo, al mis allé de la muerte y del tiempo terrestre: a escatologia. Pero Jos mitos explican también la causa de muchos usos y cos~ jumbres, de mis 0 menos importancia, que son de interés colectivo'”, Los mitos tratan del comicizo, del arc, y de las ‘ausas, ata, del universo yen especiah dela vida humana. En ese interés explicativo y etiologico (aitias-légei) sufren luego la competencia dela filosofia en la cultura griega (des- deel siglo via)" bi Perolla explicacin mitica es la mas antigua, , en cierto ‘modo, subsiste replegindose a ciertos temasal enfrentarse ‘con otros tipos de explicacién, mas ldgicos ocientificos. Los hhechos narrados por los mitos revisten una forma draméti- cay humanizada, de modo que sus actores pueden tener for- ‘ma humana, un tanto magnificada, como losdiosesy heroes siegos, por ejemplo; ono, como los seres monstruosos pti- migenios le muchas mitologfas, pero actin y se mueven. Aanimados por impalsos como los de los humanos. Asi por sjemplo, el Cielo y la Tierra, que estan en los comienz0s de 20 1 pune Jos relatos cosmogénicos, se aman, se unen y se separan como una pareja deamantes,ylospoderes sobrenaturalesse ‘engendan y destruyen como losanimales. En cierto modo, podemos decir que la configuracién de Jas fuerzas naturales en formas préimasalo humano es un rasgo basico en la representacién mitica, Elantropomorfis- ‘mo de los dioses es uno de os trazos mds caracteristicos de Jamitologia griega. Pero tal vez podriamos postular que ese +umanizar la naturaleza, en cuanto a representarla como ‘pobladiao animada porseres sobrenaturales dotacos de for- ‘mas, deseos, ¢ impulsos, préximos alos de los hombres, se ‘encuentra en la rate de todo el pensar mitoldgico, Hay dio- Son foxmas monstruosus como os epiplos con cabeza animales, o los de a India, que multiplican sus brazos 0 aparecen como tremendas fieras o sabios elefantes, cierta- _mente, Pero bajo todas esas mascaras se mueven como seres Jhumanoss como seres humanos dotados de una inmensa i bertad de acci6n y un incalculable poderfo, Los mitos nos offecen una cxplicacon del universoanimado porfeerzasy igurasde rostro humano, es decir,con unsentidos laaltura Saat ‘unsentidoslaalt Yasea que esto se explique porque Dios hizo al hombre a suimagen y semejanza,o al contrario, esta humana anima- «ign del cosmios nos parece algo muy significativo. La auidad del mito no se plantea ninguna duda sobre este supuesto. La explicacién filosfica significa, desde un co- ‘mienzo, la renuincia al, Entre afirmar que el fundamento y origen delmundo, larehéde todo, es Oofano, como dice un Antiguo mitohelénico, oafirmar quees vel agua», como afir- tn las de Milt hay vnn nore dane Lact. Pittual con que el fil6sofo se enfrenta alas cosas ests opues- taa ladel creyente en los mitos, para quien toda la vida estat ‘marcada por los efectos de una historia sagrada, que ve en la ‘naturaleza as huellas delas divinidades ereadoras,y organi- ‘adoras del mando, Pata las cosas son asf porque los dio- | monvrsta De NK BAND MO a ‘esas hicieron asf, yhay que vivir segiin unas pautas quelos ioses, oloshéroes, marcaron con suaccidin ejemplar En las ceremonias festivas, en los ritos yen la mimesis de los dra ‘mas sacros, el ereyente revive yrememiora esa historia sages dda,y asi participa ena recreacién deesos hechos. 4 [Lanarracién mitica nos abla de un tiempo prestigioso y le {ano, el tiempo de los eomienzos, el delos dioses, 0 el de los hhéroes que ain tenfan tratos con los dioses, un tiempo que sel de los origenes delas cosas, un tiempo que es distinto del de la vida real, aunque por medio de la rememoracion y evocacién ritual puede acaso renacer en éste. Ese Otro ‘Tiempo, que los mitos australianos llaman «el tiempo del suerto» 0 alcheringa, es aquel en el que los seres sobrenatu- rales, dioses o monstruos originarios, actdan y con sus ac~ cones crean las cosas, esel tiempo de los orfyentes Los ritos| ‘unidosa la recordacidn de tales o cualessicesos miticos xa- tan de establecer una comunicacién con ese tiempo fanda- ional, sagrado". En muchas culturas encontramos un mito que nos cuenta ldeterioro progresivo o simplemente la ruptura temporal entreel tiempo primordial yelde nuestra vida. Asien el Pro ‘ximo Oriente yen Grecia tenemos mito de las Edades, de- signadas con nombre de metales para referiresta decaden~ cia, En la versién hesiddica son las Edades de Oro, de la Plata, del Bronco, de los Héroes (un claro attadido tipica- ‘mentehelénicoal esquema general) ydel Hierro. Loshum nnos-vivimos en esta edad, la del Hierro, lamentable yoscura. Serie ficil encontrar ejemplos paralelos en otros pueblos, Tnsistiren la funcién social que tienen los relatos miticos: ‘es muy conyeniente. Tanto Malinowski como Mircea Eliade, por citar s6lo dos nombres bien conocidos, han destacado ue 1 ber esteaspecto funcional delos mitos. Ahi podemos encontrar tun punto de apoyo paral dstinciin entre mitos ycuentos popiilanes. (Yao senalé también V, Propp en su obra Las re s segiin la expresién homéica, en contras- tecon los mortales, los humanos que sufien y se esfuerzan por vivirun dia mds efimeraseriaturas, que tienen una n0- toriasemejaniza con los doses en sus figuras y sus pasiones, Y que alguna rava ver rovan a un dios o reciben su epifania extraordinaria, Junto a esos dioses hométicos hay otros poderes divinos ‘que se a ajustado luego al conjunto familiar: Es el caso de Eros, integrado en época posthomérica como hijo de Afro- dita y epresentado luego como un nino lechero yalado. En ‘un comienzo ese diosque representa el deseo amoroso estuna fuerza divina que poco tiene que ver con los otros dioses. En. la Teogonta de Hesfodo figura como une de os pristeros se= tes en los comienzos del cosmos. Otras teogorilas como la Grfica, le atribufan también un papel primordial en la gene- racién de todo el universo. Al margen del Olimpo quedan los dioses vencidos en la lucha porel poder celeste, como los Titanes, y tambien algu- na divinidad de actuacion especifica, como el eapripedo an, dios agreste, pastor y buseador de un retiro bucdlico, amigo de las ninfasy los sétiros, apartado delos nobles prin cipes del Olimpo. Lapersonslidad de un dios grieyo puede ser notablemen- tecompleja. Sus cultos, ysobre todo los mitos, configuran el perfil de cada divinidad, dentro de este juego de oposiciones aan euica n ‘yrelaciones, Gada dios tiene su historia”, Unos une muy breve, como es el caso de Hestia, tan inmovilizada junto al fuego familiar: Otros tienen una larga historia deaventurasy epifianias, como es el caso de Apolo, o de Hermes, Pero el dios mas ambiguo y multiforme es Dioniso, el dios de la ‘mascara, del entusiasmo, dela vid y a embriague7, el dios {quettiene vocacién de extranjero, pero que inspira a sus ie- Jes una extraiaidentificaci6n, con su vestimenta pintoresea ‘ysuaireafeminado, ferozy dulce dios del vino, de éxtasisy ‘del menadismo. Enfrentado 1 Apolo -no en los mitos anti- {guos, sino en su significacién peculiar, sega la tesis de tasche~, ofrece un contrapunto colorido ala tan celebra- da serenidad de los dioses olimpicos, esa serenidad divina ‘ques dibujacomocontrasteal patetismo humano, pero que estallena de vivaces contrastes, una armonta superadora de tensiones particulares, luminosa aura de lo divino en su conjunto. 4, La Teogonta: esquema general y temas principales En su poema sobre el origen de los dioses Hesiodo se haes- forzado, como ya apuntamos, en ofrevernos una perspect va de conjunto sobre la formacién y organizacién del mun- slo divino. Es una narracién mitica que incluye un amplio, ‘material de muy lejana procedencia, que el poeta ha sistema- tizadoy reelaboraclo con la inalidad de presentar una visién global en la que no solo se describe el comienzo ylacomple- jidad del entramado mitico, sino también el desarrollo del ‘mundo diving, desde elcaos inicial hasta el triunfo de Zeus, ‘omnipotente defensor de la Dike”, La Teogomta es, pues, tambien una teologia y una teodicea, al tiempo que una cos- ‘mogonia, puesto que esos dioses wriegos son inmanentes al mundo, y el desarrollo del mundo divino a través de una progresion genealégica concluye en una explicacién del triunfo del bien sobre el mal y del cosmos sobre el desor- den, El dominio de Zeus es el establecimiento del reino de la justicia en los cielos mediante su poder providente, firme yjusto. Hay que advertir en el poema hesidico la recoleccién de diversos mitos que el poeta épico toma de una tradicién an- terior, ema que destacar las influencias orientales, ya siste- n “41a recomas wen const YON AGIA 7 matizacién que él ha impuesto sobre ese material, a fin de ‘frecernas esa mitologia organizada y ordenada, Se ha di- cho que Hesfodo no silo es el primer teslogo griego, sino también un pensador que anuncia yaalos ilésofos dela na: turaleza, por su afin de introducir una explicacién global ‘en ese repertorio mitico, Conviene subrayar esto desde un comienzo: Hesfodo, que se confiesa inspirado por las Mu- ‘as, tiene la pretension de contar la verdad respecto de los doses. Esa altheia de Hesfodo, esa revelacién reconstrui~ dda por el poeta, significa, por lo pronto, un contraste con la narracién homérica, donde los dioses se presentaban sin in desusorigenes y actuaban frivolamente juntoa Jos heroes gloriosos de la guerra de Troya. El contraste en- tre la perspectiva mitol6gica de Hesiod y la homérica ests lato. ‘Lo que a Hesiodo le interesa es subrayar imo se a llega doa formar el actual dominio divino, c6mo todo he sido or denado para el establecimiento del reinado de Zeus. La teo- {gonta hesiddica es un eanto en honor de Zeus, es una aris tel Crdnida, del Padre delos dioses y los hombres, que rige elcosmos, Como «maestro de verdad», poeta inspixado, He- sfodo se siente investido de esa misi6n religiosa. Bucea en los comienzos de todo, indaga ia arché mitica delo divino, para abocara.csa visién optimista del triunfo del orden en los cie~ Jos, con una firme conviecién moral: ese triunfo de la Just cinentrelosdiosesha de refiejarse en el mundo de los hum: nos*. ‘Tras una extensa iavocacién a las Musas, que incluye esa afirmacién de la misién veridica del poeta, Hesfodo pasa a cantar alos dioses y su sucesién significativaen la creacibn del orden de las cosas, Bs «la estirpe sagrada de lossempiter- ‘nos Inmortales, los que nacieron de Gea y del estrellado Urano, los que nacieron de la tenebrosa Noche y los que cri6 ‘lsalobre Ponto» (vv. 105 yss.),ylos deseendientes de éstos. ‘Los dioses primigenis, los que estén en los orfgenes de 10- m owas ¥ wes daslascosas tienen una clara referencia espacial, formande algiin modo el nicleo ya la verel marco de toda la existen- cia, Carecen todavia de una figura propia y de una contigu- racion personal; son el fundamento tltimo, el Urgrimnd del que surge progresivamente todo el pantedn posterior. Cielo y Tierra, Noche y Mar profundo, y junto a ellos otra ilustre potencia primordial: Eros. Sobre ese mismo fondo se han Construido otros esquemasteogénicos, que conocemas muy fragmentariamente, comoeldelos drticos. Fa prime logar exists el Caos. Después Gea lo Tierra~ la deatn- pio pecho, sede siempre segura de todos os inmortales que hab {unlinevada cumbre dl Olimpo. En el fondo de atierra deanehos ‘aminos exist el tenebroso Tarcaro. Por tito, Eros el masher- ‘moso entre diosesinmortales, que afloja los miembrosycautiva de todos os diasesy todas os hombres el corazin ya sen sata vo- Tuntad en suspechos. Dal Caos surpieron frebo y lo negea Noche. Dela Noche a su vez surgieron el Btery el Dia, aos que ella alumbré pretada en contacto amoros0 eon Erebo, Gea alumbri primerolestrellado Urano con sus mismas pro pporciones, para que l contuviera por todas partes y poder se as sede siempre segura para los felicesdioses, Tambien dio aluzalas {grandes Montara, det iclosa moraca dens Dios, las Ninfas que hhabitan en los hoscasos montes. Ella igualmente pari al ester pidlago de gitadas ola, ef Ponto sin medliarel grato encuentro sexual, ‘Lucgo, acostada con trano,alumbré a Oeéano de profundas corrientes,a eo, aCrio,aHliperién, aépeto,aea,a Reo, Teris, aMneridsine, 0 Febe de sures corona yalaamable Tei Despues deellos nacis el mis joven, Crona,dementeetorcida, el msterti= biedeloshijosyselleno de unintenss odio haciasu padee, Dioauzademasalos Ciclopese sobetbioesptritu,a Brontes, ‘a Bstéropes, yal violento Arges, que regalaron a Zeus el tueno yl faricaron ayo, (Wy. 116143.) He citado estos versos porque me parece gue ya en ellos puede verse bien la diversidad de seres que Hesiodo evoca 1 at sa abe eS PAS % para exponerla complejidad del mundo que va forjandosea partir de las combinaciones primordiales, Hay una linea fundamental, la descendencia de Gea y Urano, Tierra y Cielo son la pareja primigenia y primordial, la que a través de ge- ;eraciones sucesivas, en un entramado genealdgico que des- ciende hasta los olimpicos mas jovenes, los hijos de Zeus, ‘arta generacion a partir de os origenes eésmicos, produ- celaprogenie esencial de diosesy hombres los queel mun- doles esté encomendado yn quienes Gea y Urano ofrecen tun sdlido marco que losarropay rodea. Pero, al margen de ta descendencia de Gea, est el con- junto die seres que vienen del Caos, ese vacfo originario del que proceden el abismal Erebo y la negra y prolifica Noche”. Ella es la fuente de donde surgen otros muchos setes, en su mayoria oscuros y enigmiticos, pero también, en caro contraste, el alto y limpido Fer yel propio Dialu- minoso. ‘Todas estas eriaturas primosdiales son seres un tanto im- personales, entre los que hay entidades de tipo natural, comolas grandes Montatiasy eLagitado Ponto, yotras de un sentido mis abstsacto, como Temis (Ordenacién) y Mne~ ‘mésine (Recordacidn). También estas entidades estéa Lla- rmadas a tener un papel en la progresiva construccién del ‘cosmos, destinado a ser regido por Zeus. Los Giclopesy ‘monstruos violentos, dela misma generaci6n de Crono, son presentadosa continuacién deestas figuras, con unaalusion precisa a sa conteibucion al orden: fueron ellos quienes fa~ bricaronlas armas cle Zeus, ! trueno y elxayo, Otzos hijos de Urano Gea son los tres gigantescos Cent “manos, con cincuenta cabezascada uno yuna enorme fuer za, poderosos monstruos de estos primeros tiempos, her ‘manosdelos Ciclopesy de los Titanes. Hesiodo relata a continuaci6n la casteacién y destrona- “miento de Urano por Crono, elmasastuto delos Titanes,que Jibra asia su madke Gea y asus hermanos del sometinsiento % i mexnasy wane brutal a su progenitor. Con una hoz enorme y de afilados ientes segé Crono os genitales del opresivo Urano, y los arrojéalla mass Dela espuma surgi entonces Afrodita, que se ditigié en primer lugar a Citerea y la isla de Chipre, de donde proviene su sobrenombre de Cipria. Ensunacimiento ‘yensu presentacion antelos dioses a acompaitaban Himero'y Eros, paracorroborarsu poder enel dominio del amor, ‘iene luego en el relato el tema de los hijos dela Noche, Dennuevo voy'a dar unas cuantas ineas del texto, porqueme parece que tambien en este esboro genealdgico se advierte bien ese fin explicativoyteoldgico de Hesfodo,teeaboran- do datos muy antiguos: Pariéla Nocheal Maldito Moros, ala Negra Kery aTinatos, pari tambigna Hlipnosy engenéré la triba delos Suenos, Lueyo ludio= sis la oscura Noche, dio alsin acostarsecon nadie Ia Burlay al doloroso Lament, y a is Hespévides que,al otro lado del iustre ‘Gcéano,euidan as ellasmanzanas deoroylos rboles que prodi- ceenelfruto. Parid igualmentes fas Moirasy alas Keres, vengadorasimpla- cables: Coto, a Liquesis a Atropo que conceden alos morals, fewando nace a posesién delbien y del aly persiguen los delitos| deloshombcesy dioses Nuncacejan as diosayen su terrible cers “antes deaplicar unamargo castigo quiencomete delits. “También aluimbréa Némess, azote paralos hombres mortals, Ja funesta Noche, Despuis della tuvo al Engaio, a Terra yla funesta Vejersyengendré alaastuta Eris Por ss parte la malita Eris parié aa dolorasa Patigas al Olyi- {loyal Hambre y los Dolores que causa Tianto, alos Combate, Guerras, Matanzas, Masacres, Odios, Meatirss, Discutsos, Ambi- friedades. al Desorden y lt Destruccin,compaierosinseparebles, YyalJuramento el que mas dolores proporeiona alos hombres de a tierra siempre que lguno pera voluntariamente. (Vv. 211-215.) No hay en la mitologia griega ninguna divinidad del mal, ning Satands 0 Ahriman, que cepitanee una turba de de- ‘monios malignos, pero hay toda una serie depersonajes que 4 roc gM GENERAL TIMAS PINOLE 7 Hesiodo tememora como procuradores de Indo oscuro de la existencia, Son hijos de la Noche, se mueyen en silencio, pero acosan alos humanos asedian su destino. Siempre al final estan las Moiras:latejedors, la distribuidora dela suer- fey la cortadora del hilo dela vida, ls tres Parcas implaca- bles, loto, Liquesisy Atropo, ‘En este catdlogo figuran una serie de personificaciones, como la Veje, e] Engaio, el Olvido, el Hamre, et. peroes Eris, la Discordia, la que, en la etabrla de nombres evocada pore poet, alcanra un lugar destacado, Es la Discordia, a causa de inmumerables males entre los humanos, una diosa antigua y malévola algo asi como la bruja iertada de clet- tos cuentos dehadas-, le que se muestra mds proiiea para desdicha humana. (Le interesa a Hesiodo, por motivos pe sonales, destacar su papel en los conflictos, yvolverd sobre ello.en Trabajs y dias, con otroacento.) Prosiguen los catélogos de dioses de segunda ytercerage- neraci6n: jos de Gea y Ponto (vv. 233-239), Nereida (240- 264), hijos de Taumante y Electra (265-269), deseendientes de Coto y Forcis (270-336), hijos de Tetis y Océano (337- '370),hijos de'Tene Hiperivin (371-374), hijos de Ceioy Bur- bia (375-388), hijos de Febe y Coos (404-452) ehijos de Cro- ‘no y Rea (453-506), seguidos de los de Japeto y Climene (507-534) Encontramos aqui un ejemplo de esa poesia de catélogo, con largas nomenclaturas, muy del gusto de este tipo de repertoris. La genealogiaesla forma por excelencia derelacionara todas estas divinidades, entre las que se en- cuentran personajes de muy diverso relieve; asi por eiem- plo, tras mencionara las cincuenta Ocednides Nereida, el poeta dedica muy breve espacio alos vistogos de Hiperion, nada menos que Helio y Selene, Sol y Lana, de tanto fulgor eésmica,y huego introduce alguna digresién, como el Him- rng aHécate (410-453). ‘Al tratar de la descendencia de Crono y Rea, el poema pasa ya hablar de Zeus, de su ocltamiento infantil, de su " 1 mounas wore infancia en Cretay de suenirentamiento posterior con Cro- no, al que derrocd, obligindele a vomitara sus hermanos, 8 Jos que para eliminarlos se habia tragado, asf como libers también alos Ciclopes,ocultos por laenorme Gea, para esta- blecer sureinado sobre mortaleseinmortales Viene luego el relato sobre Prometeo (535-616), La razéin porla que se cuente antes su genealogia es, evidentementeali depresentarnos ala familia de este diosastuto, adversario de xii no por la violencia, sino en el plano de la astucia, So- breeste mito de Prometeo, tan atractivo porsu sentido miil- tiple, volveremos mas adelante, Situado en este punto de la ‘Teagonia, sirve para recordar la posicién de los hombres frente a los dioses y para preludiar el relato de las luchas por lasoberania celeste alas que Zeus tiene que enfrentarse para obtener el poder indiscutible, sobre el mundo de los dioses, domesticado traslacontienda,y sobre loshomibres efimeros yleriestres. ‘has hchas porel poder celeste*—que en algiin modo ya cstaban comenzadas con la castracién de Urano por Crono, -ypor el derrocamiento de éste porsu hijo Zeus~ tienen aho- rados nuevos episodios: el combate contra os Titanes o Ti- tariomaquia (617-728), que va seguido de la descripcién del ‘Rartaro sombrfo (729-819), yla batalla contra el monstruo- 30 Tif (820-868), Breve excurso sobre sus hijo, los vien~ tos (869-885). ‘Teas estos combates de terrible violencia, en los que triunfa ya para siempre Zeus, se nos habla de la cuarta ge- netacidn de dioses, los hijos de Zeus, la familia olimpica. Son algo menos de cien versos (886-962) los que Hesfodo edica estos dioses dela generacién mids joven, los dioses «que vemos moverse en Homero como tos Felices Inmorta- les de vida ficil, agrapados en torno alla égida del padre, el justiciero Zeus. Me parece conveniente volver al texto de Hesiodo paraci- tar, seguin él lo cuenta, as divinidades que nacen de Zeus: “4 ueruocewarmauin chen Yomas meas 2 “Zeus, rey de dioses torn como primera esposa a Metis la mis st- bia de los diosesy hombres mores, Mas euando yafaltaba poco para que nacierala dios Atened de ojos lavcos, engananndo astuta- ‘mele su esprtu con ladinas palabras, Zeus se a tag por indica cin de Gea y det estrllado Urano, Asi se lo aconsejaron amivos pata qu ning otro de los diosessempiternos tuvierala dignidad real enlugar de Zeus, Pues estaba decretado que nacieran de ella hijos muy pruden- tes: primero la donellade ojos glaucos Trtogenia queguala asu paclicen coraje sabia decision, yluego, era de esperar que un bijo, rey dedioses yhombresconarrogante corazan, Pero Zeussela tra: ‘goantes para que la diosaleavisarasiempre delo buena ylo malo, En segundo lugar, se lev6 a labrillante Temnis que paris alas ‘Horus, Eumomna, Dike y la flreciente Eirene, la cuales protegen lascosechas de los hombres mortals, ya las Moieas alas que Zeus ‘olorgd lamayordistincion, aCloto, -Aguesisy Atropo, que conce- ‘den ilos hombres morales elserfelicesydesgraciados. Furinome; hija del Océano, de encantadora belleay edo las tres Gracias de hermosas melas, Aglaya, Eulrosine y ladeliios saTalia, ‘Lucgo subiéal echo de Deméter muticia de muchos. sta paridaPersefone de biancos brazos ala que Faoneovine- bats de id de su madres el prudente Zeus so habia concedido También hizo elamora Mnemésine dehermosos cabellosyde tlla nacieron las nueve Musas de dovada frentea las queencantan Jas fiestas yo placer del ant, ‘Leto pari Apolo y a flechadora Artemis, prote ms desea be que todos los descendientes de Urano, en contacto amoroso con Zeus portador dela ggida, En gino ugar tom por esposs ala florecionte Heras fst pa ‘ida tebe, res eliia en contacto amoroso coi el rey de doses y hombres ¥ dh de su cabera, dio aluza Atenea de ojos glaucossterible, belicsa,conductora deeercitos, invencible augusta, ala que en- tucia, te alegras de haberme burlado con el robo del fuego! ero habré una gran desgracia para ti y pata los hombres del futuro, 4 ellos les proporcionaré un mal ya, a cambio ae aE seb uo om moun as del fuego, y com dl se goraran encarindndose con su propia ddesgracias. Echdsea reft entoncesel Cronida ylamé asuhijo Hef topara encargarlela fabricacion de una bella figura femeni- tna semgjante a as diosas en su aspeeto y atractivo. Y orde- nid @ Atenea que ensenara a esta recién formada las Iabores caseras, a Afrodita que infuncliera en ella gracia y seduc~ ‘ign, a Hermes que la dotara de un talante desvergonzado y tun dnimo taimado y voluble. ¥ los dioses obedecieron sus mandatos. Y asf surgié, adornada por todos, Pandora, la primera mujer. Su nombre Pan-dora, Todo-regalo, aude a {que recbié reyalosde todos losdiosesy quetodaellafueun regal, Una vez.construlday bien dotada ladoncela, de ircesist- Dleencanto, Zeus encargéa Hermes que selaofreciera a Epi- rmeteo, el hermano gemelo de Prometeo -el hermano dis- traido del Previsor, como sugiere su nombre-. En contra de lasadvertencias quelle habia hecho éste, Epimeteo acepts el presente oftecido pore dios y,cautivado por los encantos dePandora la acogié en st casa, desposdndola, Perolabella Pandora llevaba ademés consigo un don suplementario: ‘nora en la que los dioses habfan escondido une serie de ‘males. Y cuando lajoven, guiada por su curiosidad, abr Ja jarta,éstos se esparcieron volando por el mundo, Las enfer- rmedidesy calamidades surgieron a laluzal levantar Pondo- tala tapa de la vasijay se derramaron sobre los humanos, ‘Cuando ella presurosa lacerré de nuevo, solo quedaba en el fondo la Esperana, Desde entonces diez mil penas vagan entre os humanos,ylas enfermedades acosan alas genes, censilencioyal azar, Pandora, primera mujer, ela introductora detales ma- les, y de un nuevo modo de reproduccion (Antes los hom- bres nacfan dela tierra, seguramente.) Fue la predecesora de todo el linaje Femenino, de todas esas mujeres seductoras y criss de las que ya no pudieron prescindir los hombres. We 1 moss woven Fue.eve shermoso mab, esa ambigua ventura que Zeus ha biaprofetizado. ‘También a Prometeo le sobrevino un tremendo castigo. Zeus ordend quelo apresaran y clavaran sobre na escaypa- da cima del temmoto Citucaso, donde Hefesto lo encadend. Y anadié nesa tortura de e ocala vista cotidiana de un dguil ‘queatacaba cada dia al Titén inmovilizado para desgarcatle ‘on sus corvas as y pico el higado. No podia Prometeo ‘orir, porsu indole inmortal, pero si suftir eternamente, ‘Ast expiaba, en la atalaya desierta del congin oriental del ‘ound, surebeldia feniea Zeusyy su excesivoamoraloshe- ‘manos, crucificado Prometeo, (Mas tarde Heracles abatira al dguilay librard, con eleneplacito de Zeus, al Titan flin- ‘ropoy astuo.) ‘Tales, en suslineas esenciales, el mito de Prometeo divini- ad civilizadora no un olimpico, sino un adversario de Zeus ‘eneltertenodelaastucia, un ¢ricksterqueaporte aloshuma- ‘ementos decisivos dels instalacion enel mundo:el sacrificio que regula su relacidn con los dioses, el fuego.que funda la civlizacion y el progreso ya creacién de a primera mujery.con llael matrimonio ylafamiliamedianteelambi- ‘gu presente de los dioses, Del mito tenemos tres versiones ‘can interesantes y sgnificativas variantes: a de Hesfodo (en. 4h Reogontayen Trabajosy dias) lade Esquilo (en sutragedia Prometeo encadenado, parte de una trilogia dela quetan solo hemos conservado esta pieza) y la de Platén (en el dislogo Protégoras), Mientras que el poetaépico presenta a Prometeo com un osado rebelde que desafia cl designio supremo de Zeus queen sus tretas, acaba por acarrear alos humanos muy dudosas ganancias, Esquilo nos presenta al Titan como tun sabio filintropo rebeldecontracl despotismo de Zeus, un joven tirano establecido en el Olimpo con tremenda arro- gancia,yPlaton (poniendoc!relato en bocadelsofista Proti- {oras.deguien probablementelo tomd, denn tratado solistico perdido para nosotros) nos da una version en la que Prome- 5 Lato pe aonesEo # {eo s el introduictor del progreso técnico, pero no dela con- Vivencia politica, base de unacivilizacion asentada en la mo- ralylajusticia, que son dones de Zeus. ‘No vamos ahora a detenernos en diseutir las connotacio- nes del relato en tno u otto autor. Queremos destacar, sin ‘embargo, cémo éste resulta un buen ejemplo de esa tradi cignllterara y sus einterpretaciones ala que ya hemos alu- dido como caracteristica de la Grecia antigua. Es notable que mientras Hesfodo esté por completo de parte de Zeus, n su enfrentamiento con Prometeo, Esquilo se plantea el ema con nuevos acentos, También el rebelde filintropo tic ne sus razones y su sentido de lo justo, y asf Esquilo propor- ciona una imagen ms noble y generosade Prometeo, tal ver apoyadaen uaa tradicion popularateniense. El mito puede retomar nuevos tonos en algunos motives. or ejemplo, el fuego de Hesiodo esante todo et que protege del rio y det hambre, el fuego evlinario (que necesitan tos hombres comedores de alimentos cocidos, dstinguidas en exe trazo bisico de los animales earnivoros), Pero el fuego de Esquilo representa mucho mas quel instrumento de cocer Jos limentosya defensadel fifo, Esla ase detoda unacultu- ray del progreso téenico. Su posesién infunde a los hombres {inimos confiadosparaenttentarse los rigoresde a naturale- za hostil (como en la narracidn de Protigoras), y gracias al fuego inventan los hombres, guiados por Prometeo, lasartes| yas téenicas:laconstruccién deviviendas la mineria, a agri cultura, la navegecién,laescrtura, laadivinacién,laastrono- mia la misma ciencia delos nimeros, «el més excelso de los salbetes» lo obtuvieron los hombres mediante el ingenio ye) apoyo prometcico, Texas la téhiai,en resumen, dice el pro- tagonista del drama esquileo,procesien ce dl, En honor de Prometeo se celebraban fiestas en distintos gates de Grecia, y de modo regular y conocido en Atenas, en el barrio del Cerdmico, donde era honredo ~junto con, ‘Atenea y Hefesto= como patron de los artesanos, de los he- as aguas em rrerosy ceramistas. En sn honor en recuerdo dela introdiuc- ‘ign del fuego, se celebraban carreras de antorchas con rele- v0 lampadodiromias. ‘Mastarde ~en una versidnatestiguade ya en un fragmen- toe comedia del sig va.C, y mucho después en algunos sare6fagos y en escritoreslatinos~ se contaba que Prometeo fue el ereusor de los primeros hombres; moldesndolos del barro, como unalfarero en staller de imagenes habria for- ‘mado las figuras de os primeros humanos, alos que luego ‘Zeushabria dado vida iniundiéndoles un haito 6 soplo vi- vificante, es decir, la psyché, principio de vida. Pero éste es ‘un trazo probablemente tardfo y desconacido tanto de He- siodo como de Esquilo y de Patan, Como en la tradiciGn mitiea hebraiea, también para He siodoes la mujer la culpable, en su curiosidad inconsciente, ,evoean ‘ese aspecto del soberano celeste y senor de las tormentas. Sueleasentarse en las cumbres montariosasy desdeallfoteae Jmpera. Es el olfmpico por excelencia, (Es probable que el Olimpo, antesque un nombre propio de una corillraen Te> salia,haya signifieado paralos prehelenos ypromontorio ele- vaclo»,«cumbrer 0 algo as) Zeus tienes moracaen esasal- {a6 atalayas, como el Olimpo en Tesalia, el monte Dicte en Greta, el Licadn en Arcadia, el promontorio central deEgina, ‘yenel Ida cercano. Troya, Deserlacumbre inaccesible nego pas6 el Olimpo a denominar el alto cielo donde moran los toss ai Zeus esta muy por encima de los demés dioses por su fuerza y su poderio. Como él mismo proclama en la Miada, VIL 8-28, Sitodos los demésdioses se colgaran del extremo ddevuna cuerda, solo podria balancearlos desde la cummbre dl Olimpo. Cuando asiente a una peticidn, maviendo las ¢jas.en un gesto afirmativo, todo el Olimpo se estremece, No interviene directamente nunca en los combates de los !héroesy los hombres, como hacen otros dioses, Su impat- ticiason intrincados y quelosgriegos no imaginaron nines 4 Zeuscomo un juer fctikinco oun verdugo rip, a edle~ radelos diosesesa veces répida yu justicia es muchasveces Jena EI mismo Zeus recurre al engaiio cuando le conviene. (Worejemplo,enviandoa Agamenkinnsueitoengafioso para extraviarlo y complacera Aquiles) Lossuftimientos de He racles,e! hijo mas esforzado del mismo Zeus, son una pre bade estas demoras, Zeus, elomnisapiente,resultaen tn fa- ‘moso episodio homérico engaiado y distraido por Hera; reo advierte pronto el engano, Pama responcble dl orden soca Zeus yelab sobrelos reyes, y tambien sobre la justicia de las sentencias. Era el protector delos juramentos, yamparabaa los huéspedes y Jos suplicantes. Los epttetos con los que era invocado dan ‘una idea de esas funciones de Zeus: «Protector del cercado familiar, de la propiedad, del hogar (Herketos, Krésos, Fphéstios), Garantede losjuramentos» (Hrkos), Protec tor delossuplicantes ylos huéspedes (Hikésios, Hiketésios, eins; fue luego introducido en los cultos ciudadanos, ‘como «Protector» y «Salvador» (Amjntor, Sater), wdios dea 1 tes tocremes 101 ciudad (Potiéus,Polfouichos), «de la plaza-y del conssjo» (Agoratos, Boulaios)y sliberador» (Bleutérios)”. Ya desde una época anterior ala aparicién dela teologia filos6tica se deja notar una tendencia a convert el politeis- mo en un sistema donde los dioses estan sometidos a un gran dios omnipotente y providentesobretodo, quees Zeus, dlesivando hacia un henotefsmo, que luego los fildsofos re- frendarin,Pezo ese dios mis abstracio es como el de Heri- alito, que vquiere y no quiere ser llamado Zeus» (frg. 32 DK)" Son nuumerosos y proificastos amores yamorios de Zeus, Su esposa legitima, la que comparte el trono en la mansion ‘olfmpica, es Hera, hermana y mujer celosa del monarce c este. En ls tablillas micénicas aparece mencionada Diwiyay ue por su mismo nombre se presenta como empatejeda con él. También Dione, la madre de Afrocita ~segii la ver~ sion homeérica-, estéen los comienzos vinculada aZeus,y a su lado recibe cult en elantiquisimo santuario de Dodona. Pero Zeus ha tenido trato sexual con otras grandes diosas. Desus amores con emis proceden las Horas, as Moiras y Ins Gracias, segiin Hesiod, y de Mnemdsine y Zeus son hi- {us las nueve Musas. De su unién con suthermana Deméter ‘nacié Core-Perséfone. A Metis sela tragé, antes de dar a luz 4 Aenea. De Leto le nacieron Apolo y Artemis, Desu matri mono con Hera nacieron Hefesto, Ares y Hebe. De a ninfa Maya tuvo al astuto Hermes Pero son también numerososlosamorios del Padre delos ioses y los hombres con mujeres. Mas de un centenar de nombres de mortales amaclas por Zeus han repistrado los snitgrafosantiguos. Los eneuentros de Zeus con estas mit- Jetes asumen variadas formas segrin los casos el dios rect~ ‘rea uno w otto truco o disfraz, De esos encuentros amoro: 808 nacen, como era previsible, los mas famososhécoes, Los dios grandes heroes que se convierten en doses: Dioniso y Heracles, son hijos del providente Zeus, que se unié a la te- maz neuen bana Sémele ya Alemena, También de Zeus es hija Helena, nacida de Leda (0 de Némesis, segtin otra variante),a ln.que Zeus eunié en forma decisne, Sobre la enclaustrada Dénae bajé Zeus em forma de lavia de aro, y de esa unién nacié Perseo, otro intrépido héroe, Por mas que Hera trate de obs- taculizar sus amorios, el ingenioso Zeus logra siempre su propésito:a la peregrinacidn, metamorfoseada en vaca, se ayunts en Egipto y de ahi nacio Epago, Hijos de Zeus y la raptada Europa son los cretenses Minosy Redamantis. ¥al- bin héroe de trégico fin, como Sarpedén, que muere en la Hada, 2, Hera’ Elnombre dela diosa parece provenirde i suizindocuropes {ej (como el griego Hora yl alemsn Ja) eindicaria a «la que estden sazéin», «mada para el matrimonio». Es la «venerable esposa de Zeus», Aunque muchas otras compar ten lecto del dios, ydlo Hera sesientajunto aéleneltrono, presidiend la reunidn delosdioses. Como tal esposa legiti- ma, Hera no tiene ottosamores ni aventuras terrenas. Ya en las tablilas micénicasaparece mencionada como compane- rade Zeus, ‘Aunque su culto tuvo especial relieve en Argos, y sela ce- lebra como a argiva», los emplos en su honor se extendie- fon may pronto por todas as zonas pobladas por griegos. ‘Ademis de Jos templos de Argos y Peracora, se erigieron otros en Samos, en Delos, en Tirinto, en Crotona y en Pes- tum. Probablemente fuela potia del palacio de Argos, y ya e11€poca micénica se extend su cults remontan los tem- plos mas antiguos en su honor ala época de los primeros templos,haciael 890a.C. ‘Sumatrimonio con Zeus es un herds gdrmos *, repres tado en algunos relieves antiguos. Segiin el mito, habria te 2 Lesnar ms 103 nido lugar a esconclidas primero y hiego en las bodas cele- bradasen el jardin delas Hespérides, Hera, como modelo de esposa, es Parihenes a legar al matrimonio, Remueva su doncellez mediante un baiio migico y con laayuda de Alro- dita sigue atrayendo eréticamenteu Zeus, Pero, segiin otros relatos miticos, Hera es también lnes- pos celosa, irvtadla por losamorfos yaventuras de Zeus, y slisputa aveces con su divina esposo, como cuenta a lia, en mas de unaocasidn, En esos arrebatos abandonac! hogar celestey llega.aengenctrar por sso, para vengatse, al mons- truoso Tiffin (al que Zeus debers vencer en feroz contienda), ) segtn una versidn antigua, a Hefesto, el dios cojo, que fuarda una ambigua relacién hacia su madre, Del matrimonio con Zeus tiene algunos hijos: Ares, He- festo (segtin otra variante del nacimiento del dios), Hebe e iti, Se ha subrayado que ninguno deelloses una gran gu raenel pantedn: Ateses un dios torpe que solo en la guersa brutal despliega su valor; Hefestoestétarado yes engattado or su esposa Afrodita, la misma Hera lo arrojédel Olimpo, yy4l se vengé atrapsindola en un asiento trucadosy Hebe ell tia son figuras un tanto secundarias entre las divinidades, Hera, vengativaycelosa, persiguealasamadasde Zeus, como aleto ya lo,yaloshijos nacidos de has relaciones extramat- rimoniales desu esposo, como a Dioniso nino ya Heracles. Es una diosa de gran poder, pero rencorosa y poco simp. a, porque esta muy limitada a su funcién de esposa y pro- tectora del matrimonio legitimo, ‘iene muy poco deimaternal,y no sel invoca como «ma: dre», (Lo que no deja de tener interés, cuando se piensa que hha heredado a la Diosa Madre de época anterior.) Son otras figuras Jas que toman un aspecto més maternal, como De- anéter (aunque sélo tiene una hija) y la misma Airodita, ‘Tampoco se encargo del hogar (funcidn asignada a Hestia), Comparte desde su posicidn deesposalegitima el trono real yllevala correspondiente corona,

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