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Doctor: por qué nuestro hijo tiene problemas? Anny Cordié * ty {Por qué, doctor, a muestra hija no le va bien en la escuela’? {Por qué nuestro hijo nos hace la vida imposible con su comportamiento violento? {Por qué nuestra hija no habla’? {Por qué nuestro hijo padece un eczema que resiste a todos, Jos tratamientos? Anny Cordié escuché esas preguntas, y muchas otris, cuando, tras su experiencia como médica clinica, se convir- tid. en psicoanalista, Alli se encuentra el interrogante de los padres y se, convertira también en el del nifio, que va a expresar su malestar al analista a través de relatos, dibujos, modelados, El analista esta alli para escucharlo y restituirle el sentido de su sintoma a los efectos de que pueda liberarse de él. La autora pone el acento en la implicacion de los padres en el malestar de los hijos y enel papel que tienen que desempefiar en la cura, Este libro se dirige a ellos, pero también a todos los profesionales de la infancia y la adoles- cencia; permite seguir muy de cerca el desarrollo de una psicoanalista de nifios y captar toda su singularidad, Neuropsiquiatra y psicoanalista, Anny Cordié publicd, entre otros tihulos Los retrasados no existen; psicoundtisis de nifios con fr Malestar en los docentes, La educacién ante el p i 1. 950-402: 485: re 4a95 t j D4 8 5 5 avs We Tee . Psicologia del niho reg 506248571 y el adol lescente Coneccion PSICOLOGIA DEL NINO Y EL. ADOLESCENTE, Anny Cordié Doctor, ~por qué nuestro hijo tiene problemas? Ediciones Nueva Visién Buenos Aires Gordie, Anny Doctor, por qué nuestra hijo tiene problemas? - 1" ed. - Buenos Aires: Nueva Vision, 2004 272 p., 19x19 cm - (Psicologia del nifio y el adolescente) ‘Traduccidn de Heber Cardoso LSIBIN, 950-602-485-5 1. Psicoanalisis - Nifios I. Titulo COD 185.4 Titulo del original en francés; Pourquoi, docteur, notre enfant a-t-il des problémes? © Editions du Seuil, mars 2004 Venta unicamente en América latina Traduceidn de Heber Cardoso © 2004 por Ediciones Nueva Visidn SAIC, Tucuman 3748, (1189) Buenos Aires, Republica Argentina, Queda hecho el depésito que marca la ley 11,723. Impreso en la Argentina / Printed in Argentina Ala memoria de mi amigas Ia doctora Mariv-Therése Brow: INTRODUCCION Al consignar los casos de cinco jévenes pacientes, he querido dar cuenta de lo quees una practica de psicoanalisis infantil Ante la necesidad de tratar, en calidad de neuropsiquiatra, enfermedades pertenecientes a la psiquiatria, ejerci sobre todo el psicoandlisis. Llevé a cabo mi propio psicoandlisis con Frangoise Dolto en la década del 60 y luego asisti a sus consultas en el hospital Trousseau. Mientras tanto segui las ensenianzas de Jacques Lacan, sus seminarios y las presentaciones de en- fermos que realizaba en Sainte-Anne. En especial, tuve la fortuna de realizar sesiones de control con él; pude éntonces apreciar al gran clinico que era. Recuerdo que, en tanto yo procuraba llevarlo al campo de las consideraciones teéricas, él siempre me devolvia a la clinica, a escuchar, a estar maa cerea de la praxis; saber escuchar el riesgo de suicidio en un paciente, modular mis intervenciones, moderar mis impa- cienciasy evitar los tratamientos psicoanaliticos demasiado apresurados. No hay que colacara un paciente en el divan de buenas a primeras, Con Lacan aprendi a multiplicar Ins entrevistas preliminares para darme el tiempo de plantear un diagndstico estructural; la conducta de cura noes la mis- ma segiin uno tenga que tratara un paranoico, a un psicético oauna histerica. No me extenderé sobre el aporte teérico de Lacan; é) mismo decia: “Es preciso que les sirva lo que digo”. Las observaciones que nos dejé iluminan nuestra préetica; por ejemplo, la ubicacion de las categorias de lo Real, de lo Simbolieo y de lo Imaginario nos ayuda a comprender la estructura del Suyeto, el objeto “a” nos permite abordar mejor el mecanismo de las pulsiones y de muchos otros coneeptos que se encuentran alineados con los deseubri- mientos freudianos. Por mi parte, trato de transmitir el saber y la experiencia que he adquirido en mi practica, particularmente a través de la escritura; es mi manera de saldar la deuda que tengo con quienes tanto me aportaron, Freud, por supuesto, pero también todos los demas y, en especial, Lacan y Francoise Dolto. El lector me escuchara hablar de ferapia, psicoterapia, psicoandlists, sin que pueda captar en. todos los casos las diferencias entre estos tres enfoques. Empleo los términos terapia y psicoterapia en ¢l sentido general de tratamiento “psi, en efecto, existen numerosas téenicas psicoterapéuti- cas que se apoyan en teorfas que veces suelen estar en las antipodas las unas de las otras. Si bien todas las terapias tienen por objetivo “curar", ayudar al paciente a deshacerse de su sintoma, los caminos que toman para lograrlo son divergerites, En Ja mayor parte de las téenicas psicoterapéu- ticak -hipnosis, terapias del comportamiento, ete, el tera- peula ocupa una posicin de “maestro”; para el paciente, es el que sabe, y la transferencia le sirve para conservar el poder sobre el otro, El amor de transferencia a menudo hace milagros; es una paderosa palanca que se vale de la seduc- cién y la sugestion. Esta manera de operar es habitual y resulta muy eficaz: el sujeto puede renunciar facilmente a los sintomas para satisfacer al terapeuta y, a su vez, ser querido por él. Este efecto terapéutico, donde la palabra desempena una funcién de primer orden, es conocido desde siempre: recorre desde las capacidades de los sanadores hasta el efecto placebo, Me permitiré recordar aqui el nsom- bro -de Freud ante la rapida desaparicion de los sintomas histéricos y su contrariedad al comprobar que la enferme- dad se desplazaba a otra parte. Lacan prosiguid investigan- do en esa direceién y sostuyo que el sintoma no era un mal elemento que habfa que destruir de entrada, sino que repre- sentaba /a verdad del sujeto del invonsciente, esa verdad que ¢]paciente podia dedicarseadescubrir, casoenel quelacura vendria por anadidura, Al contrario de lo que ocurre en otras posicianes tedricas, ol analista renuneia a hacer de Maestro; el diseurso del Maestro es “el revés del psicoanalisis”, decia Lacan: no de- cide qué es lo bueno para su paciente, no lo moraliza, no procura normalizarlo, E] analista plantea su propio deseo de manera enigmatica, para asi dejar que pueda acaecer el deseo del paciente. De esta manera advertimos con claridad que si bien el analista puede ser Hermnado psicolerapeuta, 10 todos los psicoterapeutas son analistas (recordemos que toda analista ha realizado un andlisis personal). Renunciar a hacer de Maestro es una posicién muy singu- Jar, es la piedra angular de la ética psicoanalitica: no juzgar, no decidir Jo que debe ser o hacer el paciente, no aplicarse directamente al sintoma, es decir, lo opuesto de cualquier terapia activa que implique una empresa imaginaria sobre elotro, La ética del analista es un saber hacer nocon el alma, sino con el inconsciente. Esta ética implica que la escucha analitica siga siendo la misma en todas las circunstancias, tanto si el analista trata a nifios como a personas que estan al final de sus vidas, psicdticos o a neuréticos, frente a frente o en grupo, en una institucién o en su consultorio,.. con o sin divin En el titulo de esta obra aparece Ja palabra “doctor”, a pesar de que el analista no necesariamente es médico. La pregunta “Por qué, doctor?”, que he escuchado tantas veces, puede explicarse, En efecto, al terminar mis estudios de medicina, durante algunos anos ejerci la medicina general antes de especializarme en neuropsiquiatria y emprender un andlisis. Muchos de mis pacientes como médica clinics venian entonces a yerme para hablarme de sus “pequenios” o “grandes problemas”. Asimisma, desde el comienzo, mis colegas, clinicos, pediatras, dermatélogos, oncélogos deposi- taron confianza en mi y me derivaban a sus pacientes “dificiles". Para todos ellos, segui siendo la médica que siempre habian conocido, con la diferencia de que ahora tenia el tiempo suficiente como para escucharlos y ofrlos formular sus preguntas: *,Por qué, doctora?”. De esa singu- lar escucha del analista he querido dar cuenta en esta obra. 10 CLARA POR QUE ES MUDA MI HIJA? Veo entrar al consultorio a una joven rubia que leva dela mano a una nifia negra. Sin preambulos, la mujer me dijo: “Vengo a verla porque mi hija no habla absolutamente nada; la pediatra piensa que serta bueno que usted la viera”. (Al releer la historia, adverti que habia escrito “absolument papa” en vez de“absolument pas”: jcuriosa premonicién!) Lo ‘primero que me viene a la mente es que Clara, la nifa negra de cinco afios, es una nifa adoptaday que el problema debia estar alli. Me equivoco. Clara esa hija biolégica dela senora ©., yen esto radica el problema, Durante el transeursa dela entrevista agrega: “En la escuela le dicen Negra; {se da cnenta?, jella noes como yo!”. En verdad era dificil eompren- der que aquella joven rubia, de ojos celestes, pudiera ser la madre de una nifa tan caracteristicamente negra, La sefora ©, me cuenta su historia. Conocié al padre de Clara en el transcurso de unas vacacionesen las Antillas;se aman, se easan y ambos desean tener un hijo, (El senior C.-el padre—ya tiene una hija que vive en su pais.) Naeimiento de Clara. Desarrollo normal, la senora ©. trabaja, Clara va ala guarderia infantil, laegoa la maternal; en aquel momentose ‘encontraba sobre el final del jardin de infantes. Todo funcio- na bien, excepto que Clara es casi muda, sélo habla con su madre y su abucla; frente a los amigos que frecuenta la madre permanece sin abrir la boca, “no quiere hablar”, dice la madre insistiendo en esa nocién de rechazo. En la escuela ul ke exipresa poco y el maestro piensa que care rio o que no entiende; de todos modos “es despierta”, agrega. El senor y la sefiora C. se separan cuando Clara tenia tres aos, El senor C, regresa a su pais aunque luego volverd a Franeia y, por lo tanto, la senora C. es quien eria a su hija. Si bien no tiene marido, posee una familia, bene varias hermanas muy cereanas, también ellas con hijos, tiene una madre omnipresente que se ocupa de Clara después de la escuela, tiene muchos amigos, Clara pasa un mes de vaca- ciones con el padre en las Antillas, donde reencuentra a la abuela paterna, a la hermanastra algo mayor ya numerosos primos. En medio de la familia paterna, Clara se distiende, conversa a mds mo poder y no tiene ningiin problema de comunicacion, Cuando veo a Clara a solas, después de que la madre me informara en su presencia acerea de su historia, en pocas palabras le digo quién soy y para quéesta alli, conmigo: “Crei entender que lo que la molesta es no parecerse en absoluto ala madre, Quizd sea exa diferencia lo que hace que no tenga ganas de hablar ala gente que la mira como si no fuera como los demas. Pienso que por esto se siente bien y habla mucho cuando se encuentra con la familia paterna, en medio de la cual se parece a todos. Es una lastima que no pueda hablar, pues hablando con los demas es que se puede crecer y volverse mas “vivo”, o siento que ella ya es demasiado “vi- va", pera sino dice nada, no veo e6mo hard para seguir un Curso Preparatorio el ano proximo”, Este discurso puede parecer algo simplista, pero no hay que olvidar que se trata de una nifa de cinco anos. Pienso que, al conversar con ella, es inutil velver a las palabras de la madre, que ella escuché tanto coma yo. Pese-a que la madre no lo expresa abiertamente, esa situacion le resulta tan dolorosa como a la hija. Me dice, por ejemplo: “cuando en la escuela la tratan de negra, ella no se defiende, y eso me molesta, me hace mal”. Seguramente le causa mas dan ala madre quea la hija, pues en esa escuela Clara esta muy lejos de ser la tinica que tiene la piel negra y no creo que los ninos del jardin de infantes Ja discriminen por eso. 12 Enesa primera sesién hace un dibujo trivial (dibujo n’ 1), una casa con puerta, ventanas y una chimenea que despide humo, es decir, una casa habitada a la que se puede entrar y salir. Junto a ella se ve una nifia pequeia del mismo color gris que el techo de la casa. Encima, el sol y una antena de televisién. Después Clara se pone a modelar con pasta trocitos que luego enrolla para representar caracoles. Pri- mero hace “uno grande, amarillo, que es la mama, otro rojo, el pap4, uno gris, la abuela paterna, y luego uno blanco, la hermana mayor”. Pegael gris sobre el rojo “el rojo, chico, esta mezclado con el de la cabeza gris, es la abuela [paterna]", aclara, El gris que representaba a la abuela paterna se encuentra, pues, pegado con el del papa, representado por el caracol rojo, A continuacion hace uno de color naranja, “es un bebé rosado”, y luego pega el gris sobre el bebé rosado. Dice: “El papa caracol rezonga al caracolito, que Mora, la mama caracol rezonga al caracolito, que lora”. No comento estas realizaciones; todavia es demasiado pronto. Clara no muestra reticencia alguna para hablarme. Me sorprende un poco la confianza que me dispensa desde el comienzo; temia que tuyiéramos dificultades de contacto, al pensar que su mutismo también se manifestaria conmigo, pera no fue ast, Creo conocer la razén de esa apertura. Cuan- do los padres vienen a verme con el pedido “Vengo para que mi hijo (o mi hija) se sienta mejor” o“Haga que estole resulte mas llevadero a él (0 a ella)”, el nido comprende que se trata de un paso positivo para él, que se plantea el pedido de un mejor-estar. Por otra parte, en la entrevista percibe que el terapeuta se mantiene en la neutralidad, que ni aprueba ni critica el discurso de los padres y que, cada vez que puede, pide la ppinién del nino. Las cosas no siempre se presentan tan bien con los adolescentes que vienen acompanados por los padres, sobre todo si se encuentran en abierto conflicto con ellos. En esos casos, las primeras entrevistas en presen- cia de los padres resultan dificiles y se hacen necesarios ciertos recaudos acerca de la confidencialidad de lo que se diré en las siguientes. Después de ese primer contacto le preguntoa Clara siesta 13 de acuerdo on volver a verme; me dice que si, Le informo que ta préxima vox continuaremos hablando de toda aquello, guard loedibujos en una carpeta y los earacoles en una caja, y le vuelve # aclarar que todo lo que ella hace o dice alli se conviorte on un séereto entre ella y yo. En general, los mo- delados se destruyen al final de cada sesién, luego de reproducirlos mediante un dibujo que me permita conservar sus caracteristicas en la historia, pero en este caso pensé que aquellos caracoles de distinto tamano y variados colores, agrupados extranamente, el papa con la abuela paternayel bebé pegado a la abuela, tenian un significado esencial al que seria bueno volver. En las siguientes sesiones, la sefiora C. me confirma que Clara se siente contenta de venir a verme. Ha estado enfer- ma pero se encuentra lista para reanudar la escuela, A menudo ocurre que las primeras consults provocan trastor- nos fisicos 0 del comportamiento en el nifioo en algiin miem- bro dela familia particularmente afeetado por el sintorma de ese nino. La senora C. me habla de su familia, Tiene tres hermanas, todas ellas con hijos, todas divorciadas 0 separa- das. Su madre (la abuela materna de Clara) es el pilar dela familia, la matrona que se ocupa de los nictos y de adminis- trar los conflictos. Me encontraré varias veces con dicha abuela, puesto que es ella quien a menude acompafa a Clara alasesion, Entonces me habla de las hijas, de los nietos, pero muy poco de ella misma. Ante mi pregunta; “Y con Clara, {como marchan las cosas?”, me respondera: “para mi, ante todo es la hija de Juliette”, lo que muestra bien su am biv: loncia ante aquella nina que hay que aceptar porque, pese a todo, es la hija de su hija. Veré a Clara seis veces en total, desde marzo hasta junio del mismo afio, Su mutismo, bastante espectacular al co- mienzo, progresivamente va desapareciendo. Sin embargo, se mantiene con ciertas personas a las que Clara no quiere, las amigas de la madre, por ejemplo: es su modo de ignorar a aquellos que la miran de cierta manera. Clara camicnza las sesionesdibujando, Los dibujosson de factura bastante repetitiva y hace pocos comentarios acerca at ‘le sucontenido. Luego me habla de la vida en la eseuela yon casa: aprendo los nombres de los primos y las primas, sus dcupaciones, 8us juegos. Me cuenta sus vacaciones en el pais del padre. A traves de lo que dice, siento que alla se siente feliz, se siente en su casa, es como los demas, negra como el padre, la abuela, la hermanastra mayor, los primos. Le resulta dificil volver. Lamadrey laabuelameconfirman que \c lleva varios dias readaptarse a la vida de aqui: “deja de hablar y hay que tomarla eon pinzas”, dicen ambas. Al comienzo del tratamiento pereibo en Clara un interto- gante sobre esa extravagancia que determina que ante la thirada de los otros ella no pueda serJa hija desu: madre. Su propia madre, ;no se asombra de haber engendrado a una nitia tan diferente de ella? jLos earacolitos serviran como pretexto para abrir el debate sobre la genética y la genealo- nia! Los caracoles fabricadosen la primera sesion (no volvera a tocar la pasta de modelar en Io sucesivo) curiosamente parecen oyulos sobre los que viene a adosarse un espermato- zoide. Tal vez. la madre le haya mostrado imagenes sobre la concepeion y el nacimiento de los bebés, de esas que se vaeuentiran en los libros destinados a los nifios curiosos, «fQue haew ese caracol gris (la abuela paterna) pegado al caraenl raja (el papa)? Hablamos de parecidos. {Quién se ‘parece a esa abuela? El papa de Clara, por supuesto, pero también los tios y tins de alld, Le recuerdo que su padre no 30] mapid de la abuela, que es su hijo. {Sabe ella eémose agen los nitios? Si, sabe: “las semillitas™. El papa nacié del encuentiy de una semilla de la abuela y de una semilla del marida de-esa abuela (no olvido que no hay hombre enla familia materna, ignoro si lo hay en la familia paternay, ,Vio una foto del papa de su papa, desu abuelo paterno? {A quien se parece su papa? Se parece mas a su padre, al abuelo paterno de Clara, 0 a su mama, la abuela de ella? Resulta importante precisar bien las cosas para evilar esas confusio- nes genealdgicas, pues Clara tenia la vivencia fantasmatica de ser la hija lincestuasa) de su padre y de su abuela paterna no olvidemos que habia hecho el caracol-abuela pogado a su padre y al bebs. 1B Le digo que en esas semillas hay de todo: color de los ojos, color de la piel y el cabello, la forma de la nariz y de los dedos del pie, todo eso se mezela y a menudo hay sorpresas, pues hay earacteres que dominan, que desaparecen y que reapa- recen en las generaciones siguientes. Le planteo la pregun- ta:“Por ejemplo, Clara, ,e6mo seria el marido que elegirias? {Con piel negra o blanca?” Le sefalo que su madre eligié y-am6 a.un hombre negro. (La observacidn no es anodina y yuelve a cuestionar la perplejidad de la madre ante el color de la piel de la hija.) “Si eliges un marido de piel blanca, {e6mo podrian llegar a ser tus hijos? Quiz haya uno negro, otro café con leche, otro de piel blanca y ojos tan azules como los de tu madre: es el misterio de las mezclas”. Eso la hizo reir mucho. Agrego que en la medida en que haya mas mezclas, tanto mas hermosos y astutos resultan los niflos, porque saben cosas que los demas no conocen, y esto porque aprenden de varios lugares a la vez. Ella, Clara, sabe mucho sobre la vida en las Antillas, lalengua que se habla alli, cémo se cocina, Cuando sepa escribir podra copiar recetas de alla para la abuela de Francia, 16 Al comienzo de cada sesién Clara hace un dibujo sin co- mentarlo. Sin embargo, se pueden seguir los progresos de la lerapia a través de los dibujos, presentados aqui en orden cronolégic El dibujo n?1 data de la primera sesion; lo hizo después de los modelados, como si se tratara de una firma, y Juego siempre escribe su nombre en el dibujo con una letra clara y aplicada (Clara s6lo tiene cinco anos). El cuerpo de la nina dibujada es gris, como el techo de la casa y el sol, Lacasa se encuentra habitada, tiene puerta, ventanas y la chimenea arroja humo. Laantena colocadaenel aire evoca, ami juicio, un enlace para comunicaciones lejanas. La sefora C. me dijo que Clara a menudo llamaba por teléfono al papa. Enel dibujo", la nifia tiene una cabellera representada como una exerecencia orientada hacia la casa, hacia donde tambien dirige la mirada. Esa cabellera recogida es como el comienzo de un cordén umbilical que la une al grupo pater- no, ¥ sus cabellos motosos representan para ella la marca esencial de su singularidad, a saber, la diferencia con la Tinea materna, de eabellos rubios y lacios. Ww En el dibujo n" 3 la nifia mantiene siempre la cabellera dirigida hacia una easa que, de hecho, ya no lo es; se trata mas bien de una forma falica con la apariencia de un techo puntiagudo inclinado hacia la nina. Hay que destacar que ésta presenta un aspecto primitivo, vagamente fetal. Ha perdido la sonrisa, solo tiene un ojo, carece de cabello, excepto esa forma que le sale de la cabeza. Lo que resulta interesante es la nina-flor plantada en la base de la torre falica. Pienso que alli existen dos representaciones de si misma, una forma areaica y el surgimiento de la feminei- dad en la nifia-flor arrimada al falo paterno. Se trata de interpretaciones a minima, puesto que Clara no comenta sus dibujos. El dibujo n' 4 fue hecho muy rapidamente, en una especie de jubilo. La nifia mira ante si, sonrie y, sobre todo, ahora posee una doble cabellera hecha con dos colitas separadas, dirigidas hacia la derecha y Ia izquierda; el resto de los cabellos son sostenidos por una hebilla en el medio de la 18 ( \ igabvza, Muchas antenas flotan en el aire, la casa siempre Gene ipa puerta y ventanas, pero aqui ocupa un lugar reduvido en relacion con el tamano del personaje. Enel dibujo n’5, quecierra la cura, Clara nos entrega tres representaciones de si misma: a la izquierda, una especie ds bebé bastante informe, con cuerpo en forma de cruz (?), ala derecha, una nifia con sus dos cuernos y un rostro con forma de corazén y, finalmente, en el medio, una nifia-nina coneluida, con cabellos cuidadosamente peinados, lacios hacia delante y varias colitas que parten de las orejas (y no de lo alto del ersineo). A partir de este hecho, su disciplinada cabellera adquiere un poder de seduccién. Tiene los ojos muy abiertos, una sonrisa y sobre todo flores a Ja altura del sexo. w (En los dibujos de nifias, las flores situadas 6n la zona del sexo signan el lugar de su femineidad.) En primer plano se encuentra una casa totalmente nueva; esta hecha en dos partes, que ella tuvo el cuidado de reunir mediante una especie de construceién intermedia. Eso le requiere mucho trabajo y aplicacion; luego de emplear un boligrafo vuelve al lapiz para acabar la parte comin, sobre la que se abren las ventanas y la puerta, En la parte superior de la puerta se puede notar una especie de techo puntiagudo que se parece al techo de la casa de la derecha y al techo de la torre falica de une de los dibujos anteriores. Sin ninguna duda, esas formas hacen referencia a la casa del padre, Los nifios de padres separados por lo general representan su casa en dos 20 purtes cuando existe conflicto y sufrimiento; unadeesas partes puede estar vacia, sin aberturas ni chimenea, o a veces lrunea, como si la parte faltante saliera del marco de la hoja. Esas representaciones son significativas de la evolu- «ion de Clara, no se puede decir con mas claridad que se trata de la reconciliacion con sus origenes y la aceptacién de su doble pertenencia. Se la ve nina convirtiendose en mujer, entrando a la casa que ella construy6 entre el pa- dre y la madre; se puede observar que la puerta de acceso se encuentra en la parte intermedia, es decir, indepen- diente de los dos. Estamos en junio y es la ultima sesion, La sefora C. me confirma el cambio de comportamiento de Clara: “Baja con eleochecito y la murieca, y habla con las companeras; en la escuela, participa mas y comienza a hablar... Se prepara para ira pasar el verano con el padre”. Nos ponemos de acuerdo para que me dénoticias al regreso y repito lo que ya le habia dicho: “Mi puerta esta abierta; si algo no funciona, venga a verme enseguida. El pedido puede provenir de Clara ode cualquier otro, la madre, el padre, la abuela, 0 de la escuela, por ejemplo” En la sesién hablo con Clara del paréntesis que vamos a realizar, hacemos un balance de Jo que ocurrié durante los cuatro meses anteriores, hrablamos de cudnto y euan rapida- mente crecié durante todo ese tiempo. Puesto que ahora me conoce bien, sabe que conmigo los nifios tratan de entender aquello que, en Ix cabeza o en el corazén, les hace mal en un momento determinado de sus vidas; cuando hablan de ello aqui, entonces eso ya no les impide seguir adelante. Valveré a ver a Clara y a su madre dos anos y medio después de esa ultima sesion. De entrada la relacion es tan directa como si hubiéramos dejado de vernos el dia anterior, Es una observacién que hago a menudo; después de una ausencia ineluso prolongada, el nino oel adulto retoman sus temas en el lugar donde los habian interrumpido. Ya en el comienzo, la sefiora C, -fiel a si misma—se queja de Clara. Esta vez me dice: “Ahora nada funciona con ella, nada la 21 afecta”, Luego me informa “quetras haber vividosola duran te mucho tiempo, rehizo su vida con Paul, un hombre mas joven que ella... aeaba de enrolarse en el ejército. Clara es muy buena alumna, pero jqué caracter que ticne!”. Repite: “Se diria que nada la afecta, no se preocupa por nada. Sélo habla a los ninos que quiere, sigue negandose a hablarles a mis amigas, pero nos hemos acostumbrado”. Suando veo a Clara a solas, descubro que tiene sus razones para estar con mal genio. Es el regreso de las vaca- cionesjuntoasu papa, momento siempre dificil paraella, En cuanto a su supuesta indiferencia, consiste sobre todo en dominar sus emociones y ocultar sus sentimientos (Zacaso e] mutismo no era una especie de aislamiento protector, acti- tud reactiva contra lo que ella sentia como una exclusidn?), Si hubiera sido el signo de un repliegue autista, no habria cedido con tanta rapidez, Comprendo que Clara sufte por la partida de Paul: esta enamorada deese nuevo eompanero de la madre, Eis una situacién normal en una nina de ocho anos, pero se trata de algo que las madres no quieren ver o que experimentan con dolor cuando la hija erece y el compatiero es joven, No estamos ante esa situacién todavia, pero es cierto que yo misma a veces olvido la edad de Clara cuando me encuentro con su inteligencia y su capacidad reflexiva, Ella me habla de las vacaciones, de las amigas, de sus actividades deportivas. Siempre esta preocupada por la cabellers; me dice que va a hacerse trencitas, me pregunta qué me parece, {le quedardn bien? Esa yez na hara dibujo, sino modelados (como durante la primera sesidn) que repre- sentan a una nitia sobre un transathintico al borde del mar y anna serie de pequefios personajes que bailan yjuegan en la playa. Tengo la impresion de estar frente a uma preadoles- cente aparentemente bien dentro de su piel; sin duda es la madre quien se deprime un poco en aquel momento como consecuencia de la partida de Paul al servicio militar. No volvi a ver a Clara desde aquella vez, pero por su pediatra sabia que estaba bien. Conclusion El rechazo a hablar habria podido provocar un bloqueo invalidante al reducir las relaciones y cerrar el acceso al saber en una nifia de espiritu vivaz.y curioso, La negativa a hablar era una manera de dar la espalda a una comunidad de la que se crefa excluida a partir del hecho de su no- vonformidad. Si se hubiera prolongado, el mutismo habria hecho de ella una verdadera excluida 0 una rebelde, con todos los riesgos de desérdenes en el comportamiento que eso significa, Recordé la ambivalencia materna, pero qué nie puede ignorar la ambivalencia de los padres? La sefora C. amaa su hija, ala que desed con un hombre-al que amo, un hombre de color, circunstancia que seguramente motiv6 la atraccién que sintio hacia él, Sin embargo, tiene dificultad para acep- tar el fisico y Ja morfologia de la hija, a la que sin duda imagin6 con su propia imagen; si hubiera tenido un varon, tal vez la cuestion no se habria planteada. La preocupacién por mantener buenas relaciones con el padre y la familia paterna confirma el amor de esa madre y su inquietud por hacer todo aquello que sea para el bien de Ia hija. Si bien el discurso que sostiene la seniora C. acerca de la hija esta tenido de ambivalencia, por lo menos tiene el miérito de ser directo, le permite a la nifia saber a qué atenerse acerca de los sentimientos maternos, no existe negacién alguna, ningun disimulo de los afectos negativos. Los daftos son mucho mas profundos cuando la madre (a el padre) ocultan su agresividad 0 su rechazo con palabras Itenas de amor o con comportamientos sobreprotectores; en esos casos se puede hablar de “eonductas paradojicas”. Mu- chose ha escrito sobre el caracter nocivo y los riesgos de esas conductas en las que los dichos 0 los comportamientos del adulto desmienten los sentimientos inconscientes que trata de reprimir. Excepto que yase encuentre perturbado, el nino percibe lo que ocultan esos modos de ser, pues tiene la pereepeién de su propia ambivalencia, es el “Te adoro y te 2 detesto, bruja” de Brian (véase el capitulo siguiente), es la mezela de amor-odio que se encuentra en las producciones imaginariasde los nifosen terapia. Clara responde median- te el mutismo a lo que percibe como no-aceptacién de su apariencia fisica por parte de la madre y de la abuela ma- terna, una forma de poner en accidn su exclusién: “No quie- ren saber nada conmigo, pues bien, yo tampoco estoy aqui”, y entonces enmudece y se muestra “indiferente”: “nada la afecta”, dice su madre. La situacién habria sido traumatiea si Clara no hubiera tenida padre, pero Clara tiene un padre, ausente pero muy presente, aunque sea en la representacién de su propia imagen, pues qué ve ella en el espejo sino la marca genética de pertenencia a la linea paterna? La referencia al padre borra todas las ambivalencias maternas y la prueba es como se planta ante nosotros, el orgullo de su cuerpo, el acceso a la femineidad, el deseo de agradar y un s6lido narcisismo. El apego al nuevo companero de la madre permite prever que su Edipo también va a jugarse en esa lid. Se podria escribir un epilogo sobre la ambivalencia mater- na, {Qué le ocurre a esa mujer que eligié y amé a un hombi de color, deseé un hijo de él, pero que no acepta que ese hi nose le parezca en nada? Eneso consiste su problema y sobre el mismo no sabemos nada. Esta corta terapia permitio desanudar algunos malentendidos y seguramente: evil6 muchos contratiempos- Veinte aios después Me habria resultado difieil publicar un caso tan facil de identificar sin contar con el acuerdo de la interesada. Des- pués de escribir el texto anterior, me puse a buscar a Clara. Con algunas direcciones de la familia que habian quedado on la historia y la ayuda de Minitel, pude encontrarla. Por teléfono le expliqué la tazén de mi llamado y le propuse que 24 viniera a yerme, fo que acepté de inmediato, Asi vi llegar a una joven muy hermosa, alta, delgada, de piel cobriza, con rasgos delicados. Clara recordaba haber venido a verme, pero sélo conservaba de aquellas entrevistas el recuerdo de Jos earacoles de pasta. Sabia que su mutismo era lo que habia animado a la madre a consultar a un especialista. Agregé con una especie de orgullo que a partir del ato guiente, con el ingreso al CP, siempre habia sido una buena alumna. Luego del bachillerato habia seguido un ciclo corto y habia trabajado en una gran empresa, donde era aprecia- Qa, Gracias a un acuerdo con el empleador, habia podido retomar los estudios de derecho. Clara me dio la impresion de ser una joven con la cabeza y el cuerpo muy en orden; al escucharla, me decia que no me habia equivocado con ella. Luego leyé con atencion mi texto y se emociond mucho con los dibujos, No tenia nada que corregir, me dijoy agregd; "Mi madre esta impaciente por leer lo que usted eseribié”. Le dije quo nada la obligaba a mostrarselo, a lo que me respon- did: “Me importa mucho; fue gracias a ella que vine a verla austed", Le propuse que se Hevara también su historia, si Io de- seaba; era su historia y le pertenecia. Se mostré encantada y me lo agradecié mucho 25 BRIAN {POR QUE DESDE EL PRIMER DIA NUESTRO HIZO NOS HACE LA VIDA IMPOSIBLE? Brian tiene ocho afos, Es un rubiecito de mirada vivaz. En el consultorio, no puede permanecer sentada entre el padre y la madre: se levanta, va de un lado para el otro, da vueltas alrededor de mi eseritorio, se coloca a mi Lado para mirar lo. que eseribo, Las padres “me lo han traido para una psicote- rapia"; me aleanzan la carta del pediatra que lo atiende desde el nacimiento y e] mensaje de un eminente profesor de psiquiatria que ha aconsejado ese tratamiento, {Por qué Brian es un nino tan dificil? ¢Por qué nos con- vierte la vida en un infierno? Las quejas de los padres: son interminables, Répidamente dan cuenta de las enfermeda- des que ha padecido desde la primera infancia, que estan detalladas en la carta del pediatra, y sobre todo repasan sus actuales dificultades: “Brian nunea estd quieto, siempre se esté moviendo. Se agarra unas broneas terribles por nada, se revuelca por el suelo, rompe les objetos, injuria a los padres, Fustidia al hermano menor, lo muerde salvajemen- te, La vida cotidiana es un infierno, hay que negociar cada actividad, seniega a comer y se alimenta casi exclusivamen- te con golosinas, Sobre todo, duerme muy mal y durante la noche sus pesadillas.y gritos perturban el sueno de toda la familia”. Es un fenémeno conocido el modo en queel insom- nio de los nifos puede suscitar reacciones agresivas en los padres; levantarse 4 0 5 veces por noche somete los nervios aruda prucbay puede dar lugar aactos violentos. Dentro del enadrono hay que olvidar la enuresis (el pipien la cama) que 27 nunca ha cesado y de lo que la madre hablard casi en cada sesidén. El cuadro es apocaliptico y la descripcion me recuerda esas peliculas norteamericanasen las que nifiascon cara de angel se revelan como secuaces de Satan a los que hay que exoreizar. Brian escucha el relato sin experimentar aparentemente emocién alguna; incluso me da la impresidn de que le causa algun placer. Me observa con el rabillo del ojo, esperando sin duda una rea¢cién horrorizada en mi, No hago ningtin co- mentarioy propongo que nos volvamosa ver paraencarar un eventual tratamiento psicoterapéutico, Las mismas quejas las escucharé al comienzo de cada sesién por boca de los padres, sobre todo de la madre, que parece la mas afectada. Todas las veces insiste en algun aspecto del comportamiento de Brian, sobre todo en su agresividad, en su inquietud, en su empecinamiento en de- cir no a todo, lo que la pone fuera de si. Poco a poco iré eonociendo la historia de los padres: Lasefora B, es una hermosa mujer que tuvo wna vida activa hasta el matrimonio. Como periodista, recorrié el mundo y logré éxito en su carrera, A los treinta y einco afios decidi6 abandonar el trabajo “para tener hijos”, ella y su marida se radicaron entonees en Francia, La sefiora B. tuvo un primer hijo, Brian, y dos afios después un segundo, John. Padres ¢ hijos deben volvérasu pais de origen al finalizar la terapiade Brian Elprimer embarazoes malo, Brian se presenta de nalgas, el parto es largo, muy dolaroso y la madre tiene una grave hemorragia que esta a punto de costarle la vida, Estamos en la década de 1970, cuando los embarazos riesgosos no eran atendidos como hoy. En una primeriza de treinta y cinco anos cuyo bebé se presentaba de nalgas se habria justi- ficado una eesdrea. Mal comienzo para una madre que habia tenido tanta ilusién en esa maternidad y que habia sacrificado. Ja carrera para asumirla en su totalidad, Ella minea pronun- Giard la palabra “sacrificio”, pero resulta perceptibleen toda su actitud. Pienso que Brian es totalmente consciente de la decepcién de la madre y del sulrimiento que le infligid, puesto que al nacer estuvo a punto de matarla, Curiosamen- 28 (cella sélo habla de su propia muerte y olvida ladel nifio, que también habria podido morir en aquella ocasién. Las dificultades para Brian comienzan alos dos meses. El pediatra le descubre una escoliosis; sera colocado dentro de un armazén de yeso durante seis meses, toda la noche y parte del dia. La madre cuenta que Brian, quien a partir del nacimiento tenfa la costumbre de dormir boca abajo, “no acepta dormir boca arriba”. Al tener el cuerpo inmovilizado dentro del armazén, no puede dormir y llora todas las no- ches. Esa contencidn parece haber desempenado un papel mayor en la continuidad de su desarrollo, como un trauma- tismo precoz. Hoy se sabe que a partir del momento del nacimiento, el recién nacido mantiene actitudes que contra- join utero; por ejemplo, se puede ver en las ecografias un feto chupéindose uno de los dedos, comportamiento que conser- vara después del nacimiento. A los dos meses, Brian ya ha- bia desarrollado costumbres en torno a las posiciones carpo- rales, que bien podrian asimilarse a los ritos de acanamien- to, de una naturaleza similar al contacto o a la succién del pulgar o del objeto transicional (el chupete). En el recién nacido estos comportamientos constituyen el comienzo dela construceién de la primera imagen del cuerpo, que se consi- dera como la matriz de lo que llamamos “seguridad de base”. Cualquier agresién al cuerpo, cualquier ruptura de esos rituales, cualquier separacién del Otro materno son fuentes de un inexpresable sufrimiento que durante mucho Liempo fue ignorado, Muchos autores han hablado de estos trauma- tismos precoces, de la mortal angustia que producen. El es- critor Michel Tournier a menudo recuerda un traumatismo de la infancia que lo mare6 profundamente; una ablacién de Jas amnigdalas practicada sin anestesia, con el cuerpo apri- sionado por manos extrafias y el sentimiento de que los padres lo habian abandonado entregandolo al verdugo. Bsa afliecién, esa angustia de aniquilamienta, con la vivencia de una muerte inminente, dejan huellas en el psiquismo. El nino de mas edad o el adulto pueden claborar respuestas complejas para protegerse; los Ilamamos “mecanismos de defensa” y son, por ejemplo, la represién, la negacién, los 29 mecanismos dela obsesion, las elaboraciones fantasmiaiticas que conforman la trama del sintoma. En todosestos procesos de proteccién contra la angustia, la estructura del lenguaje desempena su funcion al permitir el acceso a Jo simbolico, al sentido. Pero el lactante 6 el nirio pequeno tadavia no cuen- tan con la posibilidad de construir ese sistema protector; solo tionen a su disposicién cl cuerpo para expresar el sufrimien- to psiquico, Brian expresard su mal-estar con el euerpo, afectnda por numerosas patologias, y a traves de manifestaciones motri~ ces: los gritos, los aullidos y, Inego de dejar el armazon de veso, la agitacion, la gestioulacién, los lantos, la imposibili- dad de dormir, una vigilia activa, permanente. Es posible, pues, imaginar el lazo que habra de instaurarse con la fnadre, las relaciones perturbadas por una especie de ida y vuelta de reacciones violentas. {Al percibir su reticencia, hablaré poco con la madre sobre aquel fracaso de las primeras relaciones madre-lactante signadas por el malentendido y el sufrimiento de ambos. En Ta carta que me dirige, el psiquiatra consultado (Brian tiene entonces ocho anos) lo expresa en estos Lérminos: “La sor- prendente multiplicidad de sintomas se sitia finalmente en los campos! la expresién somatica y las manifestaciones motrices, siendo éstas actualmente predominantes. Esta asociacion sugiere anomalias relacionales ultra precoces”- Dos anus después del nacimiento de Brian, la senora B. daréa luz aun segundo varén, John Las manifestaciones caracterologicas de Brian se multi- plican: “pesadillas, rabietas, arrojarse al suelo, golpearse la tabeza contra las paredes”, anota el pediatra, Cinco meses después del nacimiento de John, los padres inseriben a Brian en el jardin maternal; no habla una sola palabra de francés, ya que ol inglés es la lengua que se habla en su familia, Resulta dificil entender la meonsecuencia de esos padres que no preven el choque que producira en un ninoya fragil esa inmersién en un medio hostil, puesto que Brian se encontrar totalmente aislado; no entiende una sola pala- bra de lo que le dicen ni tampoco él puede hacerse entender. ao Hovotra parte, senialemos que esa prucha oeurre poco tiempo xpués del nacimiento del rival (Comienza entonces un periodo de perturbaciones somiiticas junaves, Prosenta espasmo de sollozo, Se trata de un. paro Jowpiratorio en medio del lantoy de los gritos, con pérdida del vonacimiento, “Los ojos dados vuelta y una fase de hipotonia posteritica” en Brian hacen temer una crisis epiléptica. Se ultipliean los exdmones, electroencefalogramas, pruebas con radio, ete., que no muestran nada anormal, En ese momento el pediatra prescribe un tratamiento sobre la hase de neurolépti- ‘es (este tratamiento sera permanente desde los tres hasta los cho anos, edad en que lo veo). Acontinuacién Brian presenta upisodios de dolor abdominal agudo que requieren la interna~ clon y mumerosos exdmenes. Tampoco esta vez, se encuentra jada organieo, ninguna lesidn. Bn lacarta que me dirige, | pediatra sehala la permanencia de las perturbaciones del sun, de la enuresis y, mas recientemente, de “un gran uorviosismo con movimientos incontrolados”; entonces decide jumentar las dosis de neurolépticos y aconseja a los padres consultareon un psiquiatra, Como consecueneia de ese conseja nie encentraré con Brian, El padre de Brian trabaja en una compania aérea extran- jora. A veces debe ausentarse durante varios dias, lo que dupliea la angustia de Brian, pues en su presencia el nitin parece mas aplacado. El senor B. tiene ya una hija de veinticineo anos de un matrimonio anterior. Me hablaré mucho de ella durante el transcurso de la terapia, cuando ncompana a Brian a bas sesiones. Durante las primoras citas me impresiona la importaneia de Jas manifestaciones motrices de Brian, espasmos de sollozo, crisis epileptiformes, gesticulaciones violentas dirigidas he simismo o hacia otra (se tira al piso, se golpea la cabeza, golpea asu hermano, lomuerde). Hl insomnio también puede atribuir- sea la incapacidad para distenderse y encontrarel sueno. Esta expresién desordenada del cuerpo con esos gestos “liberadores” me sugieren la respuesta a un traumatismo del cuerpo, tal como puede verse en los nihos que han sufrido fisicaments iratamientos agresivos, por ejemplo como cansecuencia de al actos quirtirgicos pesados, Brian experiment una conten- cién prolongada a una edad en Ja que la imagen del cuerpo se estructura a través de percepeiones cenestésicas y de la actividad motriz. Aquel traumatismo precoz sin duda co- existié con una dificultad de comunicacién madre-lactante, al carever la madre de ese poder tranquilizador y trasmisor de seguridad que se considera que toda madre aporta al nifio a través de los cuidados maternales. Es ahi donde interviene el poder médico. El pediatra, impre- sionado por la agitacién del nifo y, sin duda, por las quejas de lamadre, prescribe neurolépticos, tratamiento que proseguira durante cinco afios. Hoy en dia estos medicamentossereservan. para los adultos; sélo en los casos de autismo pueden prescri- birse a niftos en dosis muy inferiores a las que tomaba Brian, quien noera en absoluta autista ni psicético. Esta observacién data de la década de 1970, época en la que la prescripcién de psicotrépicns se encontraba menos afinada que hoy. Los neuro- Iépticos debian desempenar, para el pediatra, una funcién calmante, yo diria de sofocamiento; eran como una tapa sobre Jaolla, parecida al armazdn deyesoque: manteniainmovilizado ef cuerpo del bebé. {La ingestion regular de ese psicotrépico- durante todos esos aftos no modificé el equilibrio biolégico y psiquico del nifo como Io habria hecho la absorcién de una droga? Ese sometimiento es mas tomado en cuenta hoy, porque se hadescubierto que el uso prolongado de ciertosneurolépticos puede inducir la adiccién. Ademas, esa clase de tratamiento no esta exenta de efectos secundarias. Desde aquella época se han seiialadoinhibicionesal suefio, excitaciones paradéjicas y otros trastornos nieurolégicos. ‘Tomé contacta con el pediatra yle propuse detener progre- sivamente el tratamiento neuroléptico a los efectos de ver con mayor claridad la patologia. Si se producia un agrava- miento, se le avisaria. Me puse de acuerdo con la madre, previniéndola de que los sintomas, en particular la agresivi- dad, podian agravarse durante algan tiempo como conse~ cuencia de ese “destete” y le sugeri que encarara el modo en. que ella misma requiriera ayuda si era necesario. También hablé con Brian de la supresién de los medicamentos, deci- az sidn que mas bien parecié tranquilizarlo. El trabajo psicoa- nalitico podia comenzar. Desde el primer encuentro, luego de la entrevista con los padres en presencia de Brian, lo veo a solas en la pequenia habitacién donde recibo a los nifios. Hay allialgunosjuguetes, animales de granja, un muiieco de trapo, autitos, papel, fibras decolor para dibujar, pasta para modelar, LeexplicoaBrianen qué consiste esa psicoterapia que los médicos y sus padres reclaman para él; le propongo que me haga saber su opinién y que me dé su conformidad definitiva después de algunas sesiones, cuando haya comprendido mejor de qué se trata. Me presento ante él. Soy un médica que no receta medi- camentos, que no da inyecciones ni hace exdmenes con instrumentos; aqui se cura con las palabras, Escucho lo que los nifios 0 los adultos tienen para decir sobre su sufrimiento y, junto a ellos, trato de comprender por qué se sienten mal. Porejemplo, él, Brian, {se siente dichosoo desdichado?, por qué ocurre todo eso que le pasa?, {por qué esa rabia que tiene en-el cuerpo y en la cabeza? Al igual que él, he escuchado a los padres hablar del fastidio que les causan sus comporta- mientos, piensan que lo hace a propésito, pero yo creo que es més fuerte que él y que él puede tratar de comprender lo que lo lleva.a hacer cualquier cosa, Le aclaro bien que todo lo que él iga o haga durante la sesion sera un secreto entre él y yo; si él quiere hablar con los padres de ello esta en libertad de hacerlo, pero yo no diré nada acerea de lo que scurra aqui durante el transcurso de la sesién. Por su parte, cuando veo al padre o a la madre antes de recibirlo a él aqui, puede escuchar lo que se habla, ya que se habla de él. Silos padres quieren hablarme de ellos y de su historia, sera necesario que pidan una cita. Lo que me digan entonces también sera un seereto; hay cosas personales en las parejas con las que los nivios no tienen que ver. Bn la sesién no es como en la vida; aqui puede decir todo. Si resulta dificil hacerlo con palabras, puede dibujar modelar con la pasta, contar un sueno a algo que haya visto o leido. Si bien aqui se puede decir tado, no todo se puede hacer; esta prohibido atacar, 33 golpearme, lanzarme la pasta de modelar 0 los autitos a la cara, por ejemplo, o dariarse a si mismo, arrojarse al suelo, cortarse con la paleta de modelar (nunca tuve un solo nifio que se haya lastimado con la paleta). Le pregunto si enten- dié lo que le decia y si estaba de acuerdo; habia comprendido. ‘La cura duré dos afios. Veta a Brian cada quince dias, a veces con mayor frecuencia si los sintomas se agravaban, pero tenja vacaciones escolares, algunas estadias en su pais de origen y alejamientos de Paris que justificaban las pau- sas. Sin embargo, siempre estébamos en contacto telefonico. En total, se produjeron unas treinta sesiones. En la primera, Brian toma lapices y papel, y comienza a dibujar. Como habia notado hasta qué punto sus gestos eran bruscos, amplios y desordenados, le doy grandes hojas para que se exprese, esas de los listados de computadora, las que utiliza en la totalidad de su superficie, Aquella vez hizo dos dibujos. En uno de ellos (el n’ 1) dibuja lo que llama un gato “no como los demas, sino azul y amarillo”; a continuacién le agregara color rojo. “Quiere atrapar pajaros; siempre lo consigue, pero cuando no lo consigue se pone a llorar ¥ entonces va a robar pescados a La pescaderia”. En otra hoja (dibujo n° 2), se aplica a hacer una corona que se parece en algo a las que se les entregan a los reyes; emplea muchas fibras de color para colorear los “diamantes” que la adornan, “fis una corona con diamantes—dice-, que es muy cara; cada diamante cuesta mil francos; es la corona de Luis XV; la vi en el museo con mama durante las vaeaciones de Pascua”. Prosigue: “Mi hermano es un reyecito, es el jefe de nuestra casa... mi padre es jefe de escuadra [jo de escala?)". Brian dibuja y habla con mucha concentracién y tranqui- lidad, Estoy acostumbrada a ver nifios descriptos como ner- viosos, inestables, concentrarse en su trabajo durante la sesidn: de pronto se prestan atencién a simismos, del mismo modo que el adulto, que est a su lado, esta atento a sus dichos. Con mucha rapidez perciben que ese adulto no es como los demas; no exige nada, no dice “esta mal lo que haces” o “debes cambiar”, no juzga, escucha y, de tanto en a1 Rojo io f fF Re kejo Ee \ B |e Amarillo Ww ve boy tty yy . Verde \, a5 tanto, hace algim comentario o formula alguna pregunta sobre lo que acaba de decir o dibujar. Eseribe todo en una hoja que luego archiva en una carpeta. Los dos primeros dibujos con las historias que cuentan ultan significativos de los conflictos que perturban a Brian; vagamente percibo su contenido, que veré desarro- llarse en el curso de las sesiones. Aquel curioso gato es un poco él mismo; desde el nacimien- to ha sido considerado como un nifio fuera de lo normal, eon sus extratias enfermedades, nunca basadas en lesiones corporales reales, sobre todo con un com portamiento agresi- vo, destructivo de si mismo y de quienes tiene a su alrededor. El conflicto neurstico se expresa en el deseo del gata: “Me gustaria atrapar pajaros como si fuera un gato normal, pero no lo consigo y entonces robo el alimento en la pescaderia”. Los padres me trasmitirn la desesperacién de Brian euan- do transgrede las prohibiciones, cuando, por ejemplo, s¢ po- ne particularmente violento, o cuando fracasaen la escuela, Llora, grita, dice que nunca lo logrard. Alli se encuentra el sulrimiento del sintoma: “Me gustaria mucho ser como los demés (el ideal del yo), pero no lo consigo, es mais fuerte que yo”, Mas adelante volveremos sobre el significado del sinto- ma y del lugar que ocupa en la economia psiquica del sujeto, Larrivalidad con el hermano es el otro componente mayor de su vivencia; sabre esto volveré a lo largo de toda la terapia. Surge con toda claridad que John eg el hijo querido por la madre, el nitio perfecto que colma todas sus expecta- tivas, John es hermoso, inteligente, tranquilo, afectuoso, obediente, “querible” en suma, y querido. Esa rivalidad, de extraordinaria violencia, va a la par con una violencia destructiva hacia el cuerpo de la madre. Los padres no gcultan su preferencia personal pues, si bien John es el preferido de la madre, Brian es el hijo preferido del padre El dibujo del nino rey es significativo, La corona guarne- cida de piedras preciosas es la del hermano; sin embargo, se trata de un rey de entre casa, “es el rey de la casa” —dice-, el padre reina en otra parte, en lo social, es reconocido “jefe” Por sus pares ysubordinados, puesto que es “jefe de equipo”. 36 Este esl desarrollo de la segunda sesién, lo que permitira i lector captar en vivo los intereambios con el terapeuta. En ¢| trabajo analitico se mezclan representaciones imagina- fas, a menudo cercanas a los relatos de suefos, eon evoca- vion de escenas relacionadas con la realidad cotidiana, Bs la regla de la “libre asociacién”, la que el nino a menudo tiene mas facilidad para respetar en el andlisis que e) adulto. El unalista escucha, se deja llevar por las imagenes evocadas, interviene para reimpulsar las asociaciones, deja fluir sus propias asociaciones en una especie de “atencion flotante”. ‘Tengo Ja costumbre de sentarme del lado del ancho de la mesa,mientrasel ninose halla sentadoa mi izquierda, sobre cl lado largo; asi evito el cara a cara, pues la mirada del terapeuta puede molestar al paciente. Durante la sesién escribo lo que dice y dibujo los objetos que hace en pasta de wodelar, Esa inseripcion, esa huella que queda del intercam- bio con el terapeuta es un reconocimiento para el nifio de la importancia de su discurso. Vi a muchos pequenos pacientes interesarse desde el comienzo por lo que yoescribia, acerear- se para ver la hoja al final de la sesién, reprocharme, por «jemplo, el poco parecido de la reproduccién que yo hacia con a figura que habian modelado, Este paso delaexpresion oral a la eseritura puede ayudar a un nino con dificultades es- colares a abordar el mundo de lo escrito, A veces me ha sorprendido ver a un pequeno paciente sacarme la hoja y escribir desalifiadamente algunas letras entre mis lineas, garabatear todo el texto 0 poner una leyenda debajo de un dibujo que reproducia su modelado, Después de muchos dibu- jos y garabatos, expresiones de violencia y muerte, Brian dibujaré armas y, tranquilamente, escribirdel nombre deba- jodeeada una de ellas... jhaciéndome pracisar la ortografial Ese comportamiento marca para mi un momenta clave de la cura: del empleo mortifero de las armas se pasa a su denomi- nacién: marea el acceso a lo simb¢lico, Por supuesto, tal como se establece desde el comienzo, todos esos escritos, asicomo las notas tomadas en presencia de los padres quedan en una carpeta reservada que sélo le pertenece a él. Anos después de la cura, muchos de aquellos a7 nifos regresan para consultar Ja carpeta; siempre resulta una experiencia movilizadora para el paciente y para el terapeuta ese momento de recuperacién de una experiencia reprimida, del resurgimiento de recuerdos que se creian perdidos: “Me habia olvidado... recuerd no me sentia bien, qué edad tenia?”, lo que es una manera de decir “Soy yo y no soy yo", firma del inconsciente, marca del clivaje del ‘sujeto. ‘Brian comienza la segunda sesién con un pequeno inter- cambio hidico; me plantea adivinanzas; “;Quién tiene un ojo en un granero y dos ‘ojos’ en un prado? , {Je das tu lengua al gato?, es un buey, cquién subey baja y es rojo? Un tomate en un ascensor”. Luega dibuja un hipopétamo (dibujo n’ 3) sin hacer comentarios, después un gato con la misma cabeza que el de la primera sesidn. A continuacién dibuja un nido; de hecho se diria que era mas bien la mitad de un huevo de la que surgen dos cabezas de pjaro, una de ellas mira ala derecha y la otra a la izquierda, Esta vez hace comentarios. “Son dos pajarosen un nido, esperan a sumadre, uno mira hacia este lado, y el otra hacia el otro lado. Aqui esta la madre, trae un gusano, lo trae para darselo a los pajaritos, va a buscar dos, Se lo da al primer pajarito”. Le pregunto si hay un varén y una nifia pajaros, a lo que me responde: “No, son dos varones, Picoloy Toto, nacieron juntos, son iguales”. Después dibuja un leon: “Es un len que siempre consigue atrapar a los antilopes; esta vez no lo logré y entonees se le ocurrié una idea: va a atrapar a una jirafa, asi tiene comida para dos dias... Ted, un norteamericano amigo de mi padre, fuea Africa, tiene una hija chiquita, ella tiene un hermanito, Max, que es come un gatito”. Sin duda porque quedé pensan- do on aquella historia de gemelos, le dije: “Ellos no son gemelos". Prosigue: “Mi hermano es un gemelo, tendria~ mos los mismos deberes, nos acostamos en la misma habitacion, mezelamos los juguetes, nos peleamos. En mi clase hay trece nifias, yo me peleo con Arturo... Somos dos solamente, cada uno de mi tendra mucho dinero”. “;De qué hablas?" “De John y de mi”. “;Por qué dices “cada uno de mi?" “Nos mezclamos". A continuacién Brian toma la as \a J pasta de modelary hace un objeto que tiene todo el aspecto de un falo. “Es una escoba magica”, dice. Luego fabrica un jarro. “Es para poner los cigarros de mi padre”. Prosigue: “Bs la escoba de Ja bruja... es que no me gusta que me laven el cabello”; grita:“Te amo, note quiero, bruja”, toma entonces la escoba modelada y la aplasta furioso, gritan- do: “{Tomal, la bruja me dijo que te aplastara, ya no eres la escobita, eres carne de pate”. {Qué se puede sacar de todo eso? No se trata aqui de descifrar el sentido de la serie de representaciones que Brian. propone; sélo se puede intentar seguir el hilo de las mismas, anotando por ejemplo los signifi- cantes recurrerites. Lacan ning ensend “que un significante representa a un sujeto mie¢liante otro significante”; el gato, el pajaro, los gemelos, la bruja aparecerdn, desaparecerdn, re- aparecerdn en mtiltiples escenarios que van evolucionande con el tiempo, pero donde cada jez se revela el sujeto. En eada escena asociativa dice algo acerca desu verdad; se descubre alli un elemento del fantasma subyacente, Enesa sesién, el gatono trata de comer al pajaro, el pajaro 39 ya no esta solo ccimo en la primera sesién; en el nido hay dos. La madre va a alimentar a sus pequenos. Hay que senalar que trae un solo gusano para uno solo de los “nino: pajaros; queria buscar dos pero la historia se detiene de pués de la alimentacién del primer “ninito”. Aparece enton- cos el tema de los gemelos, cuyo derrotero se puede seguir en la cura hasta su desaparicion, cuando Brian comienza @ reconstruirse y a asumir su subjetividad. En ese comienza dela cura expresa el deseo de ser “igual”, de “mezelarse” con cl hermano, en suma, de ser el ofro. Curiosamente emplea la expresion “cada uno de mi” para expresar ese estado de fusion, No adverti de inmediato que para Brian se trataba de ser el amado de la madre, el “ninito” del nido alimentado por ella, aquel nido que él representa como un huevo partido del que surgen dos eabezas y que él tacha enseguida con una raya furiosa. Pero Brian no es psicstico, por lo tanto sabe que esa identificacién es un sefiuelo, él noes el otro, él no es el nino: bienamado. Sus celos son terribles y su envidia despierta pulsionesmortales, Nos encontramos en la problematica del. enfrentamiento imaginario; “o él o yo", uno de los dos debe desaparecer para que el otro viva. Las sangrientas peleas con el hermano, las agresiones bajo distintas formas prosi- guen durante largo tiempo. En el fantasma, por ese enton- ces, suefia con ser el otro, el nifio querido, pero la realidad vuelve a atraparlo: no loes. Ysiel otronoestuviera, podria tan sélo tomar su lugar y lograr el amor de la maclre? Es lo menos seguro que hay. Bs la madre quien en lo sucesiva se eolocara en primera linea. ‘Tratemos de seguir el hilo de sus asociaciones, Al comienz0 de la sesion habia dibujado In cabeza de un gato, que luego, ahandoné para hablar de los pajaros. Ahora hace una cabeza de leon parecida a la del gato; simplemente le agrega una melena. Después dela secuencia de os dos pajaros, el leén-gato 0 dispone-a devorar a los antflopes. Como el gato de a altima sesién, que no podia comer al péjaro y se abalanzaba sobre-el pescado, el losn no consigue comer al antilope y se echa sobre Ja jirafa, Reencontramos ahi el tema de la impotencia, de la fmustracién, pero sin duda también de lo prohibido. 40 , Dedande proviene la idea de la jirafa? Hay quebuscarla por 6) Jado del padre, cuyo amigo vuelve de Africa, tiene una nina un varén bebé (un gatito). Mi intervencion sobre los gemelos | permitira desarrollar el tema de la diferencia sexual, nitios- Winas en fa escuela, y el “igual” de los gernelos en casa, donde “yomos dos solamente”. En ese momento comienza a modelar y dice: “Estoy nervioso”. Le pregunto qué significa eso para #1 y me responde: “Es lo que dice mi madre y asi Io sienta”. Dospués de esa evocacién de la madre, fabrica la escoba de la bruja que tiene toda la apariencia de un faloalado, al que coloca wrguido sobre la mesa, luego hace un jarro para poner los ros del padre y asocia con la bruja-madre (Ia que le lava oxcabellos). Esa secuencia es sorprendente; en su gran excita- win expresa su amor y su-desamor por Ia madre: “Te amo, no tequiero mas, bruja” y aplasta su atributo filico para hacer con 6) "carne de paté” (puede tratarse de una reminiscencia del euento de Perrault “El gato con botas”). En esa serie de secuencias se puede hallar la marca del invonsciente. “El inconsciente esta estructurado como un lenguaje”, nos dice Lacan, pero es un lenguaje que tiene sus propias leyes y esta hecho con otra logica que noes la de la razén; Lacan la Hama “lalengua”. El inconsciente no conoce |i contradiceién, desdena la negacin. Aqui tenemos varios ujemplos de esto: el “te amo” seguido del “no te quiero"... el loon “siempre consigue” atrapar a los antilopes, pero tam- tnén “no lo consigue”, entonces se le ocurre una idea... Esa ugresividad, esa violencia destructiva que aleanza al cucrpa de su hermano y fantasmaiticamente al cuerpo de la madre son puestas en escena de historias donde él es todos los personajes al mismo tiempo y desempena todos los papeles, «s la expresién del fantasma: el sujeto ocupa alli todos los lugares. Acerca de la estructura del fantasma, Freud nos esclarece en el articulo “Un nino golpeado”. En el caso de Brian podrfamos proponer esta formula para caracterizar su fantasma fundamental: “un nifio en guerra” Veamos la trascripeidn de alyunas de las sesiones que me parecieron mas significati vas y que presento en orden erono- logico con los dibujos que las acompaian, A través de ellas 41 se pueden seguir los cambios en la problematica psiquica de Brian, mucho antes de que esa evolucién fuera perceptible en su comportamiento, Regularmente se encuentra en ellas el tema del enfrentamiento mortal, modulado de multiples formas, Ante todo estard en la historia de los humbas y los 4rabes (dibujo n° 4). Unos tienen caballos, los otros, cafones; se trata de fuerzas desparejas, como siempre, lo que no impide que se maten todos entre si, A continuacién habré “un soldado valiente que vive solo, debe enfrentar a un gran caballero a quien nadie ha podido vencer, pone dinamita en su casa y hace que todo estalle por los aires”. También aqui existe un combate desigual, donde no es el mas fuerte quien. gana, pero donde todo el mundo resulta muerto. En Ja sexta sesin aparece una mujer en medio de la guerra. entre los ingleses y los arabes. “La come una serpiente; creen que ha muerto, pero sigue viva; es la mujer del jefe, un monstruo se la come, pero ella vuelve... es un monstruo gentil, quicren matar a la serpiente y asi estalla la guerra”, Agrega: “mi madre siempre est4 mirandome”. Lo vemos dibujar temas que se repetiran a lo largo de las sesiones: la serpiente devora- lor, los bebés monstruos, la mujer, la guerra. ;Acaso no es él miimo ese bebé monstruo que estuvo a punto de matar a su wuiire? La guerra en la que ge encuentran desde entonees, gn0 ou la consecuencia légica de ese crimen? Nunea transmiti a Brian estas reflexiones; habria signi- ficado un gran error, pues aquellas producciones eran in- vonicientes y totalmente inaccesibles al entendimiento: al juvolarle cualquier significado que-yo pudiera deducir corria «| riesgo no sélo de provocar una denegacién por su parte, ino también un bloqueo de lo que puede entenderse como una “apertura-cierre del inconsciente” Veamos el contenido de la séptima sesién. Mientras cuen- tw sus historias, Brian dibuja (dibujo n®5) con gran rapide Joque podrian entenderse como garabates; sin embargo, alli «encuentran los temas principales de su relato, LarelaciGn ontre el dibujo y la historia no resulta siempre evidente. Comenta: “., orugas-mariposas, las alas extendidas, esto enusaba miedo a todo el mundo, la oruga se ha ocultado en ln niebla”. Prosigue:“... los hipopdtamos tienen un bebé, un \wwlé ‘de cualquier modo’, era tin monstruo, incluso las flores tenian tanto miedo que se caian... Otro nifio se volvié toda. rojo, muy grande, un patriota norteamericano quiso matar a ese monstruo.,. un misil, un avién con 10000 personas @ bordo, todos muertos... alla hay un gusano que sale de la tierra, todos los que lo tocan se convierten en una gran serpiente, todos le tenian miedo... un gran caracol, todos le tenian miedo, tenia ojos grandes, gruesas antenas con rayos, un avién queria matarlo, empieza a calentarse, el motor se ineendia, se acabé el misil, el rayo laser se apaga... el carro n’ 1607 explota, cae el jefe”. Luego era cuestién de esquele~ tos, avidn en llamas, humo, todo esto dicho en medio de una. gran excitacién que culmina con un “bum” explosive. Des- pués se calma. En los dibujos se puede descubrir la oruga y la mariposa, la cabeza del monstruo, el combate aéreo con el carro, todo en medio de una especie de caos apocaliptico, representado por trazos desordenados. ‘Reaparece aqui el tema del nino monstruo, el bebé “de cualquier modo” que asusta a todo el mundo, Cuando las alas se abren, cuando salen las antenas, cuando el gusano se convierte en serpiente, en suma, cuando crece, aumenta el terror, hay que matarlo. Todos se aplican a esa tarea; el misil, el avidn... se producen imagenes de panico. E} terror se halla por todas partes, El monstruo tiene miedo de que el aviem lo mate y asusta a todos, a las flores, a las ranas que lo ven, @ los que lo tocan; para defenderse de los que quieren matarlo, recurre a las antenas que disparan rayos laser. Este relato nos da una idea de lo que pueden ser los terrores infantiles, con sus angustias de devoracién, de desintegracion, de muer~ te, contra las que el joven sujeto trata de defenderse. Dejemos a Brian por un momento para oeuparnos de la relacion que los padres tuvieron conmigo y el impacto que esto pudo haber tenido en Ia evolucién de Ia cura. ‘Por logeneral era la madre quien traia a Briana laconsulta, pero también yeia al padre-con bastante frecuencia, pues tra- taba de venir toda vez que las ocupaciones se lo permitian, A acompanarlo, el padre se entrevistaba conmigo antes de la sesién, siempre en presencia del nino, y luegoaguardaba en Ja sala de espera. No vuelvo a verlg hasta el final de la'sesion. 44 Mientras tanto escucha a través de los tabiques los estallidos tle 1a voz o de risas de su hijo y desea conocer el significado, Siempre me niego a hablar del contenido de las sesiones, ya ‘yu, por su. parte, el joven paciente tiene la libertad de contar lv que quiera; sin embargo, recomiendo a los padres que no se moestren demasiado curiosos y que no lo acosen si él no quiere \loctr nada. Por lo general es ineapaz de hacer un relato co- herente de lo que ha ocurrido, y se limita a decir que dibuja y modela, lo que decepciona bastante a los padres que no ven como eso puede curar a su hijo. El padre de Brian tenia un discurso cargado de indulgen- cia que contrastaba con el de la madre; reconocia que era difieil convivir con Brian, pero “jacaso los padres no deben. adaptarse a sus hijos?” decia, actitud que se comprende mejor cuando se conace su historia. Es el mayor de cinco hijos varones. De joven tenia “problemas con la ortografia y de nerviosismo” (!) Todos los hermanos eran més bien igresivos”, el tercero particularmente “explosivo”. A él se lo considerabsa como equilibrado pues ~dice—“yo me dominaba mejor”. Vivian én el campo, en plena libertad, con caballos, y practicaban todos los deportes de competencia; él se dedi- caba al polo, al remo, al vuelo a vela, a correr. Durante el servicio militar sus habilidades fisicas le valieron la respon- sabilidad de formar a los jévenes reclutas, actividad que le gustaba mucho. Su padre era “un hombre al mismo tiempo severo y bueno, que hizo todo por sus hijos”, Creo entender que el tercero dio bastante que hacer a los padres, quienes mostraron indulgencia y comprensién ante él. El senor B, sabe que Brian se siente terriblemente celoso de su hermano John, “que es el preferido de la madre” (Ia senora B. me dira que Brian esel preferido del padre). Cuando el sefior B. esta en casa, Brian se muestra mucho mas tranquilo; esto me fue confirmado varias veces por la madre, quien agrega que “jnelugo la maestra reeonoce por su comportamiento cudndo el padre esta ausente de la casa”. Por su parte, la sefiora B. “ya no aguanta mas" a ese nifio que le envenena cada instante de la vida. En cada entrevista vacta conmigo la lista de los desaguisados de Brian: céleras, 45 injurias, pipien la cama, negativa a alimentarse, insomnios, ete, Brian escucha esa letanta con atencién, con un aspecto mas bien feliz, con la mirada que descubri en el primer encuentro, algo asi como un “goce desconocido por él mismo”, expresién que empleaba Freud en el caso del “hombre de los lobos” para designar el gace ligado al fantasma inconsciente. Cuando decidi suspender los neurolépticos, temi que re- erudecieran los sintomas de Brian y sobre todo. un aumento dela violencia, lo que habria implicado una depresién mater- na; de hecho, nada de eso se produjo. Le propuse, entonces, aesa madre que buscara un terapeuta para ella. Rechazé la propuesta; me dijo que hablar conmigo cuando traia a su hijo le resultaba suficiente. Me cuidé mucho de interpreta sus palabras; la escuchaba quejarse y sélo intervenia para reto- mar sus dichos acerca del modo: “Entiendo bien lo que ha sido el sufrimiento, tanto el de 6] como el suyo... usted expe- rimenté las mismas angustias ante la muerte cuando el nacimiento... su larga convalecencia con un behé que muy pronto cae enfermo... y, ademas, esa contencién dentro del armazén de yeso que Ie produce un traumatismo, ete”. Le hablo de Brian como de un nino muy inteligente que, por esta mismo, sintié desde muy tempranoy con mucha fuerza emo- ciones y angustias que ella misma también vivia. Le hago notar que Brian parece tener las mismas disposiciones fisieas que el padre, quizds demasiado cargado de energiay dinamismo. El deporte le permitié al padre eanalizar esa hipermotricidad; es preciso que Brian encuentre su propia manera de evacuar esa violencia interna, (Recuerdo aqui que las enfermedades que padecié han tenido una expresion so- mética y motriz muy mareada: crisis seudoepilépticas, es- pasmos, rabias clasticas, etc.) Cuando hablo de Brian de manera positiya o cuando senalo algo de su constitucién fisica como heredada del padre, en la que el aspecto muscular resulta predominante, eonsigo recon- ciliar a esa madre consigo misma, atenuar su culpabilidad y mejorar su narcisismo, ZNo habria entonees engendrado a un monstruo? Tal vez nosea culpa suya sino consigue amar aese nino tanto como quisiera, No dejo de apoyarme en el padre de 46 Jirian cuando lasiento desbordada; le sugiero entonces que “los dijo que Se arreglen entre ellos y que evite intervenir’. Cuando uno de los padres —el més implicado en los sintomas del nifio- puede realizar un trabajo personal en wna situacién de conflicto, esto facilita mucho el trabajo lerupéutico del nino o del adolescente. En este caso, la madre, por razones personales que ignoro, siempre se ha negado. Sin duda inconscientemente ella se apegaba al »utrimienta que le ocasionaba el hijo; tal vez ereia que ast pagaba el desamor que experimentaba hacia aquel nino y el amor demasiado grande que sentia por el otro. El hecho de hablarme de Brian en su presencia introdujo desde el co- mienzo la nocién de tercero en una relacién dual mortifera. Jinan comprende que la historia de su madre noes la suya, lo que le permite distanciarse y tomar coneiencia de su ingularidad; al confiarme al hijo, la sefora B. le hace saber que ella desea que yo lo haga feliz, le ofrece la libertad, en suma, que se despegue de ella y que siga su propio camino (ella misma recuperara la serenidad y retomara las activi- dades profesionales al final de la cura). La fortuna de Brian fue la de tener un padre con el que podia contar y con quien podia identificarse. Por otra parte, Ia pareja pareeia unida; esa armonia seguramente fue un factor positive para su evolucién. Nunca escuché a ninguno de los padres eriticar al otro, pese a que sus respectivas actitudes con respeeto a Brian eran totalmente opuestas: la madre, prafundamente herida, el padre, licido pero confia- do, reconociendo en el hijo algunos de sus propios rasgos,en particular esa predisposicién para la actividad muscular queen él fue el origen de un interés deportivo que le ocasiond muchas satisfacciones. Tal vez también le haga recordar a su tereer hermano, del que tanto se habia ocupado, Brian se encuentra alli cuando escucha todo eso, literal- mente bebe las palabras del padre y deja de tenerese aspecto desafiante y esa sonrisa de satisfaccién que adopta cuando la madre se queja de él. Veremos en la terapia como ese apoyo se revela fundamental para salir de la relacién des- tructiva con la madre. at En la sesién Brian continua poniendo en escena fantas- mas devoradores. Dibuja (dibujo n® 6) “un monstruo que se come a todos los fantasmas. Leda venenoa la princesa que queria comérselo, la prineesa moriré... No quedan mas que los hombres libres”. El monstruo devora a los fantasmas y envenena a la prineesa que quiere comer al monstruo; otra vez, ambos protagonistas mueren, s6lo sobreviven los hombres, “los hombres libres”, dice. La historia se parece al relato de un suefio, donde el inconsciente se encuentra regido por el proceso primario; las imagenes y los significantes se asocian y se reagrupan en conjuntos a menudo incongruentes, con esa caracteristica de sinsentido tan conocida, Freud identifics estos mecanismos: son la condensacién, el desplazamiento, la sustitucion. La condensacidn es el agrupamiento de varios pensa- mientos, Ciertos elementos del suefio, por ejemplo, son “sobredeterminados”, representan multiples asociaciones posibles. En el desplazamiento y en la sustitucién, un signi- fieante puede oeupar el lugar de otro porque le resulta 48 cercano por homofonia, asonancia u otra cercania descono- cida. En Brian, a menudo se encuentra el significante “vo- ler"* con el sentido de robar, pera también referido al hecho de volar por los aires, como su padre. Incluso en algin momento se puede pensar que esté empleando los dos sentidosal mismo tiempo, uoler (robar) el falo a un padre que vuela, Los desplazamientos y las sustituciones son frecuen- tes en las historias que cuenta, En los relatos de Brian, los roles son intercambiables, el monstruo que devora puede ser tanto él como la madre, y el monstruo que devora es también el monstruo devorado (desplazamientos y sustituciones). ;Quiénes son esos fan- tasmas que se parecen a fetos? ;Quién es ese monstruo con una corona en la cabeza (n° 7), con la que cubre asu hermano en las primeras sesiones? Es posible preguntarse: gquién devora a quién? Es un festin general donde todos encuen- tran la muerte, excepto los hombres libres. Lugo de las imagenes de aniquilamiento mediante armas destructivas, aqu{ nos sumergimos en los fantasmas mds *En francés voler significa tanto “robar* como “volar”. (N. del T.) 49 areaicos de muerte por devoracién. Esos fantasmas orales (agresividad oral} son frecuentes en los nifios, pero rara vez se expresan con tanta claridad. Se los encuentra en los cuentos, cuando el lobo-abuela come a la pequefia caperueita roja, cuando el ogro devora a sus hijas, y en muchos otros. Ante esos relatos, los nifios experimentan estremecimientos de placer mezclados con algunos restos de antiguo terror. Sabemos también que losninios chicos ereen en la concepcién oral, piensan que la mama comié la semilla del papa; en los dibujos 7 y 8, el monstruo tiene visiblemente a un nifia en la boca. Todo nifio que ve a su madre amamantar a un pequefio piensa que éste se la va a comer. San Agustin habia analizado ya esta escena y hablado de la terrible envidia (india) al respecto. Quizé Brian haya sido testigo de una escena asi, sintiendo ganas de matar al intruso. Estas no son mas que asoviaciones de la analista. Como los suenios, los signifieados vinculados con esas producciones son multiples y casi inagota- bles. Elandlisisdel “hombre de los lobos” de Freud se desarrolla por completo en torno.a un solo suefio, el célebre suefiodel arbol sobre el cual estan los seis 0 siete lobos blancos que lo miran. 50 7 11) ona sesién siguiente observo un cambio evidente en los yalnlos. Ya no existe la anarquia y el canibalismo generali- wuilo, el asesinato y la agresividad son dominados —podria weirse que se civilizan- y la guerra se convierte en una watrategia y en un arte. nian cuenta: “Se enfrentan dos ejércitos enemigos (dibu- jo 0’ 9), los romanos y los napoleones (sic). Los romanos witiin hartos, Hegaron hasta aqui y no saben qué hacer. Los hapoleones tienen un castillo, la Bastilla. Toman trozos de nuulera y fabrican una balsa para navegar el Mississippi, suas abajo (dibujo n° 10), los leva la corriente, deben subir 1 iu gran montafa... desde lo alto atacan la Bastilla, dispa- 114 Sobre el techo, que se derrumba, la rodean, encuentran \ puente, atacan. Al entrar hacen saltar el puente y parten on los bareos, hacen prisioneros, toman a todas las fuerzas, lus cafones, todo.” Acontinuaeién habla de una “serpiente-flecha-nzul que va muy rapido, atraviesa los Estados Unidos en cincuenta minutos, quiere viajar por el mundo”. Luego cuenta la si- juiente historia; “Un oso marron mataba a todos, salta con SL sucola especial, que puede hacer girar con mucha rapidezy que lepermite volar, ala que podriamos llamaranimalitoquerido". Dos expresiones empleadas por Brian me Haman la aten- cién:la primera, “los romanos estan hartos”. Sentien él algoasi como ganas de abandonar todas esas historias de peleas, de violencia, ganas de alejar el miedo, algo asi como un comienzo de renuncia al sintoma. La otra expresién es “toman a todas las fuerzas dela Bastilla, loscafiones, todo”, comosi los combatien- tes se apropiaran de las fuerzas del enemigo; pensé en el deseo de apropiarse de la fuerza del padre (robar el falo paterno). Es un rey quien habita en el castillo; Brian debié oir hablar de la toma dela Bastilla el 14 de julio, con los significantes asociados 4 ese acontecimiento: revolucién, libertad, muerte del rey (jen otra sesién no habia dicho que “sélo los hombres quedan en libertad” ante lo que parecia ser un peligro que provenia de las mujeres?), La sesién prosigue con la evocacién de significantes falicos: la flecha azul que vuela, el oso de la cola magiea que también puede volar, esa cola a la que él llama encantadora- mente su animalito querido. Ofreceré algunas de mis asociaciones sobre esa sesi6n, que me parece interesante. Aqui el ataque no es mortal de 52 wntvada. En el dibujo se yen ambos campos separados por un ‘10,1 personaje en Ta balsa se halla perfectamente dibujado youtenta un aspecto de conquistador. Es posible asombrar- we con la mezela incongruente de significantes: Napoleén junto a los romanos, el indio en el Mississippi sale de la Hostilla, Cuandose le pide a un nivio que cuente una historia libremente, sin ninguna atadura, excava en las palabras y on los recuerdos de las historias que ha escuchado 0 visto, en ol cine por ejemplo, los enlaza entre si segin una légica surgida de su imaginario; asi rehace otra historia, la suya. Esa inventiva desparece en parte cuando el nifo crece; la represién ya ha hecho su trabajo. Este tipo de asociaciones libres también existe en los suenos; quien suena selecciona dle los restos diurnos, o en un pasado a menudo lejano, los clementos que constituiran la trama del sueno. Los signifi- cantes surgidos del inconsciente de quien sucha se asocian y se reagrupan por homofonia, asonancia, en conjuntos a menudo estrafalarios y tan extrafios que el sujeto no los reconoce al despertar y se apresura a reprimirlos. En el relato de Brian, el atacante da muestras de inteli- gencia y astueia, construye una balsa, sube a una montana para bombardear el techo de la Bastilla, hace saltar un puente, emplea ol rio, Seguramente Brian vio todo eso en él cine, pero lo reinyenta en una construccién que le es propia, circunstaneia en la que se adivina una identificacién falica que la continuacién del relato confirma: el falo volador para conquistar él mundo, la cola magica que permite volar (no olvidemos que su padre trabaja en la aviacién y recorre el mundo volando). Mas adelante expondré mas en detalle el trabajo del analistaen|a terapia de nifios, pero puedo dar cuenta del modo en que intervine en el transcurso de esa sesion, Me sorpren- dié esa frase: “Los romanos estén hartos... no saben qué hacer”, La repetf: “Dices que estsin hartos. Qué les pasa? {Yano saben qué hacer para combatir?”, También retomé la expresion “tomaron todas las fuerzas de la Bastilla”. Pre- gunté: “Qué fuerzas? ;Qué es lo que las haeia fuertes? Pese a todo, json los mas malos los que ganaron?” (se sobrentien- 53 de: e] rey de la Bastilla no era, pues, el mas fuerte; los otros tomaron sus fuerzas). El nifio no tiene nada para responder directamente a mis preguntas; la continuscién del relato demuestra que entendié bien, los romanos se han robado (volado)e! falo paterno. Esta clase de intervencién mia tiene el valor de interpretacién. Después de algunos meses me entero por los padres de que elcomportamiento de Brian mejora. Es muy raroqueel nifio evoque sus sintomas durante la sesién con el analista; cuan- dono se ve alos padres a menudo es por casualidad que uno se entera de que todo va bien. Pero hay que tener valor para abandonar los sintomas y aceptar crecer; esta sesion da testimonio de ello. Brian toma una hoja de formato ordinario y dibuja (dibujo n® 11), Bs notorio el cambio en su grafismo: los personajes son pequenos, estan ubicados con claridad, la casa esta muy bien trazada con vigas que sostienen el techo. Cuenta: “Al- guien duerme en Ia cama. (Qué haragan! Su madre lo dlespierta y le dice: ‘Tienes que ir a Ia escuela’. Se encierra, vuelve alacama y se duerme de nuevo. Cinco horas después se despierta... se lava los dientes, quiere dormir, quiere jugar, es un chico de ocho afios, tiene antenas que lo impul- san, quiere ir a los planetas”. Luego trabaja en silencio y cuando dibuja la estrella dice: “No hay nada en los plane- tas... éramos nifios, ya no lo somos”. Elehico de ocho anos (Brian acaba de cumplir nueve) esta harto, como los combatientes, no tiene ganas de levantarse, de ira la escuela, en suma, de crecer; quiere dormir, jugar. ‘Desafortunadamente las antenas lo impulsan; imposible seguir siendo pequefio. También le gustaria ir a los planetas, pero estan vacios, y esa lacerante frase de lamento: “éramos ninos, ya no lo somos”. No se puede expresar con mayor cla- ridad la /rustracién, a saber, la privacion de algo conocido, los placeres vinculados con la infancia, dormir, sonar, jugar. Pero mas all de esa frustracién, podemos hablar de castra- cion simbdlica: los planetas estén vacios, estamos sometidos ala finitud, ala muerte. La omnipotencia imaginariaesuna enganifa. Estamos en junio y, sin embargo, ese dibujo parece una postal de Navidad, con el angel que anuncia la buena nueva, laestrella, el rey mago, el recién nacido. Sies que hay en ello alguna reminiscencia, Brian ha empleado esos significantes para inventar una historia personal, E] analista tiene que guardar para si sus propias asociaciones y siempre debe dejarse sorprender. ‘No recuerdo haber hecho comentarios al final de la sesién. Seguramente pregunté a Brian si se sentia triste; compren- di -y él también— que ya nunca yolveria atras: habia dado un paso y el duro oficio de existir lo habia atrapado. Quiza se trataba de un nuevo nacimiento para él, tal coma lo sugiere el nifio del pesebre, pero esto perteneeia al orden de las hipatesis. Enlas sesiones siguientes vuelvena aparecer lasguerrss, pero el espiritu ya no es el mismo. Habla de una guerra de Jos galos contra los romanos (dibujo n* 12), “nose sabe quién ganara” -escribe— y se pone a dibujar armas, eseribiendo debajo los nombres mientras me hace precisar la ortografia. 36 a ay AE 4 4 fii Es 2 sit as 3 hes gaa ge cotre he peonsns | a Ne ala pa, arctan fo ates aaeaae ; Notamos el cambio de registro: las guerras, las armas empleadas forman parte de una historia comin; por otra parte, galos y romanos estan en los libros de historia. Puede relatar esa historia y escribirla sin que ello le provoque exeitacién y ganas de matar; la palabra se convierte en. escritura, ingresamos al orden simbélico con todo el distan- ciamiento que esto implica, Concluye la sesién escribiendo trozos de frases y cifras (n® 13). ® Un mes antes del final de la terapia, e] padre acompafiaa Brian y me habla de la préxima mudanza de la familia, Me confirma que su hijo est4 mejor, ya no se orina en la cama, pasa dias enteros sin pelearse con el hermano, ha dejado de tener insomnio, come en el comedor escolar sin problemas, pues la seftora B, ha reanudado el trabajo. No siempre obe- dece a su madre de inmediato, pero si en una segunda instaneia. Lo veo sonreir mientras dice eso y dirigir a Brian una mirada cémplice. Brian se encuentra en proceso de re- edueacién ortografica (recuerdo que é1 mismo me habia hablado de sus dificultades en este terreno). Hace los debe- res solo y no quiere que lo ayuden. Aquel dia Brian dibujara durante la sesién “una fortaleza norteamericana (dibujo n’ 14) que recibe una bala en un ala, solamente una, todo explota, eso le cuesta la vida a muchos hombres, tres pilotos y once personas”. Concluye la sesién con estas palabras: “Quiero construir cosas que funcionen, un avién teleguiado, un barco a vela, algo que funcione, no un dibujo”. ‘Aqui retoma una escena con muerte violenta con hombres BT que tienen algo que ver con su padre: ¢deseos de que muera?, étemor a verlo morir?, {deseo identificatorio de construir él mismo el objeto vinculado con su padre, un objeto confiable? Sin duda se trata de todo eso al mismo tiempo (proceso de condensacién). Viene luego una especie de viraje del orden estoy harto, basta ya, mas me gustaria hacer, es mejor que decir, construir un avidn que funcione y no un dibujo. Hay una suerte de renunciamiento a la agresién bruta, como si ésta ya no fuera interesante ni sintiera necesidad interna de ella. El analista pereibe aqui el inminente final de la cura. Agrego aqui dos dibujos realizados en el transcurso de la cura que marcan ese enfrentamiento perpetuo de los dos campos (dibujos n® 15 y 16). A pesar de la progresiva desaparicién de los sintomas, la madre se sigue quejando y sélo habla de lo que esta mal: todavia se hace pis en la cama de vez en cuando, algunas peleas con el hermano, etc. Brian no muestra ante ella esa oposicién sistematica, esta mas tranquilo, ya nose despierta de noche pero, segtin ella, duerme poco, Les digo alos padres 58 16 que tienen que aceptar su ritmo de vigilia y suefo; algunos nifos duermen poco, pero no se sienten mal. La cura de Brian se detiene alli. En una de las uiltimas sesiones, la madre recuerda de pronto que olvidé decirme que Brian habia estado muy enfermo al nacer: una infeccién de estreptococos 0 estafilococos —no lo recuerda bien— que requirié prolongados cuidados en el hospital, Esa informa- cién confirma el sentimiento que yo tenia acerca de un suftimiento muy precoz en Brian. No s6lo la madre habia estado a punto de morir durante el parto: el nifio también. Fuera del traumatismo del parto, habia tenido su dosis de sufrimiento fisico y psicolégico postnatal, con tratamiento médicos invasivos, inyecciones, perfusiones y una separa- cién precoz de una madre que también se encontraba en cuidados intensivos 59 Del co-nacimiento* madre-hij al nacimiento de un sujeto Para intentar entender mejor el caso de Brian es preciso interrogarse acerca de las primeras etapas de su vida y ante todo sobre lo que ocurrié entre él y la madre. ;Qué elementos pueden considerarse como los que contribuyeron a hacer de élunninocon problemas? Las enfermedades que se manifes- taron precozmente, las perturbaciones del sueno, su inesta- bilidad parecen expresar un malestar que se remonta a las primeras relaciones madre-lactante, La senora B, habla muy paco del periodo postnatal; a veces su reticencia parece un rechazo categorico. Me da la impresién de que ese silencio es de la misma naturaleza que el que sigue a grandes trau- matismos: el sujeto se encuentra imposibilitado de evocar- os, Sin embargo, es posible reconstituir en parte las circuns- tancias del nacimiento de Brian y del periodo perinatal a partir de las informaciones que me fueron suministradas en el curso de los encuentros, cuando el padre o la madre acompafiaban a Brian a las sesiones. Ya sabemos que el deseo de tener un hijo fue muy intenso en la sefiora B., luego de un largo periodo de su vida consa- grado ala actividad profesional y al éxito social (a sefora B. tenia treinta y cinco afios cuando quedé embarazada por primera vez). La legada de ese nifo era para ella una promesa de felicidad, la maternidad debia colmarla. Pero el parto se dio en circunstancias dramaticas: su cuerpo es desgarrado, vaciado de su sangre, en medio del enloqueci- miento general, dela muerte inminente, En esas circunstan- clas la acogida del recién nacido pasa a un segundo plano, mas atin porque el propio nino se enferma y debe ser hospitalizado—es decir, debe ser separado de su madre- a causa de una infeccién generalizada que contrajo en el momento del parto. De esto no tuve conocimiento hasta la liltima sesién de la cura. Mientras la madre adn se encuen- “Juego de palabras en francés, Connaissance significa conocimiento; naissance, nacimiento. La expresién co-naissance, empleada por la autora, busca unificar ambos signifieados, (N, del T.) 60 tra en estado de shock y muy debilitada, todavia incapacita- ilu de atender a su hijo, el propio nifio es aislado y sometido \\ agresiones corporales. Resulta casi seguro que a partir de quel momentoese recién nacido ya seencontrabaenestado de sufrimiento fisico y psicolégico. Hoy se sabe mas hasta qué punto esos primeros instantes luego del nacimiento resultan un periodo sensible para la creacién del kazo madre-hijo. En los animales, el proceso de npego se praduce en esa fase postnatal. Si el cabrito es heparado dela madre en el momento del nacimiento por mas de una hora, luegola madre ya no acepta que se lo devuelvan. Si, en cambio, se lo deja con la madre cinco minutos a partir del momento del nacimiento y luego se lo aparta durante una hora, la madre acepta volver a tenerlo y a alimentarlo, iBxiste en los humanos un factor biolégico que también ‘ietermina un periado sensible? En el transcurso de las ultimas décadas nuevos conoci- mientos acerca de la importancia de ese lazo precoz han cambiado las condiciones del parto y del manejo de los recién nacidos: preparacién de las futuras mamés para el parto, presencia del padre, contacto piel a piel del nino con la ma- dre, ponerla a tomar el pecho de inmediato, etc. En los servicios donde se atiende a prematuros, los bebés son sacados de la incubadora para colocarlos contra el cuerpo de la madre o del padre lo mas a menudo que sea posible, a los efectos de favorecer los intercambios y establecer un lazo desde los primeros dias. Los padres, y el personal también, se dirigen al nifo, le hablan, lo acarician. Los estudios ha- bian demostrado que en prematuros entregados a la familia luego de una larga permanencia enel servicio especializado, de donde los padres habfan sido excluidos, se encontraba el mayor poreentaje de nifios maltratados. No es ocioso volver sobre el modo en que transcurre el descubrimiento madre-hijo, al que podemos denominar “co- nacimiento”; esto permite entender mejor las consecuencias do una distorsién de ese lazo interactivo y el sentido de los sintomas que resultan dela misma. Veremos que para Brian el sufrimiento y la muerte ya se encontraban presentes en 61 ese primer encuentro y que su evolucién resulté profund: mente mareada por ambos, Cuando las madres se.animan a hablar, dicen, por eje plo: “Necesité varios dias para darme cuenta de que era st madre: noes evidente de entrada” o “no lo veia de ese modo,, no me ‘engariche’ enseguida con él”, Un recién nacido noe un ser indiferenciado; llega con un capital genético y tiene unipasado. Su singularidad condicionara, en parte, li respuestas maternas, lus que por su parte induciran otras puestasdel nino, el que su vez... ete, Esas idas y yueltas 801 dificiles de captar, pues escapan a la conciencia y sélo aprehenden por sus efectos: los sintomas del nino. Nun hay que olvidar que en ese vinculo interactivo, que “pese ser circular no deja de ser asimétrico” (Lacan), el Otro sigue siendo el que contiene “el fantasma de la Omnipotencia”, y el nino debe pasar por ese sometimiento para convertirse sujeto él mismo, (Hay que distinguir al “gran Otro" del “otra. pequeno”, el prdjimo, socio imaginario del sujeto.) Alliel nino se encuentra en surealidad; a menudo se habla de duelo por el “nifio imaginario” a propésito de la depresién post parta, ya que el nifio real no necesariamente correspon- de con el que la madre habia fantaseado durante el embara- zo (también intervienen muchas otras razones para explicar dicha depresién), Porque es chillon, porque es demasiado pe- quefio, apatico o vivo, porque es nifia cuando lo que se deseabu era un varén, oa la inversa, porque tiene los rasgos de un miembro de la familia amado o aborrecido, lo cierto es que al comienzo suscita conductas maternas especificas, Sabemos que mucho antes del nacimiento ya tenfa su lugar en las fantasias y expectativas de los progenitores y parientes, Los descubrimientos de estas ultimas décadas acerea de la extrema precocidad de las capacidades de percepcién del lactante cambiaron también la captacién que teniamos del mundo de la infancia, Si, al octavo dia, el 80% de las madres reconocen por el olor Ja ropa interior de su bebé, a los seis dias el bebé se vuelve hacia la ropa impregnada por el olor de la madre, rechazando las demas. Pero el mas importante signo de reconocimiento entre la madre y el recién nacida es 62 Jn mada. Se creia que el recién nacido era ciego y, cuando las jwures afirmaban que el nifia las miraba fijo desde el jwmiunto del nacimiento, el cuerpo médico consideraba di- (hus observaciones como producto del “enceguecimiento” producido por el amor maternal. Las investigaciones en ese cmpo demuestran que existe la visién en el recién nacido, “in capacidad rudimentaria en el primer dia que se vuelve witable a partir del quinto dia”, La visién resulta posible, pues, pero la mirada es una actividad de relacién que sabre- viene en distintos grados segtin las madres y los nifios. Algunas madres dicen haber experimentado un impulso de (mor hacia su nifio cuando éste las miré con atencién soste- nida, como si, en ese instante, las reconoctera. También ven chesto los signos de su vivacidad: {nose dice entonces de ese rocién nacido que es “despierto”? El nino busea, entonces, Ia jnirada materna; cuando Ja encuentra reacciona con una sonrisa, haciendo mimica, lo que alienta a la madre para pensar que se ha establecido la comunicacién. Esto estimnula enellacomportamientos que son verdaderos didlogos: juegos uel “cued”, eosquillas, diseursos en los que ella hace las preguntas y da las respuestas, etc, Ciertos intercambics lienen una connotacién pulsional, cuando, por ejemplo, la madre se precipita sobre el nifo diciéndole, con ese timbre de voz tan particular que las madres adoptan a veces con sus ninos: “;Te voy a comer!” En esos juegos cuerpo a cuerpo, el placer se acerca a la angustia y puede decirse que el nifio experimenta entonces la dimensién metaférica del lenguaje. La angustia vinculada al temor de la devoracion se transfor- maen placer durante la excitacién del juego, De esta manera los juegos asociados a la palabra permiten ese distancia miento de lo real angustiante de la pulsin: “No, no te como, no es nada, no es cierto”, y el “Te voy a comer!” cambia de registro y se convierte en un beso. Esa angustia oral es recurrente en Brian; en determinados momentos de la cura yeiamos cémo se atenuaba y Iuego desaparecia. El objeto oral se ha borrado de lo real, va a metabolizarse en las estructuras fantasmiticas y a convertirse en objeto causa de deseo (lo erdtico del beso). 63 observacion realizada por Brazelton permite cap! major hasta qué punto la calidad de esos primeros inter bios resulta determinante para la evol ucién del joven suje Un equipo norteamericano que trabajaba con Brazelt pidié a madres sentadas frente asus bebés instalados en una. sillita que los miraran con rostro impasible durante dos 0. tres minutos. Veamos Jo que relata: “Cuando la madre en= traba, el bebé alzaba la vista hacia ella, la miraba a los ojos. ysonreia. Esa mirada era recibida por un rostro que parecia. una mascara. Rdpidamente el bebé desviaba la vista y se quedaba quieto, con un aspecto de seriedad en el rostro, luego la mirada volvia hacia el rostro de la madre, con las cejas y los parpados muy arqueados, mientras brazos y manos comenzaban a tenderse en esa direccién. De pronto bajaha la vista y giraba la mirada con rapidez. Terminaba replegando- se por completo sobre si mismo, el cuerpo se abatia y se acurrucaba. Dejaba de miraralamadrey su rostro adoptaba una expresién desesperada y cerrada”. Esas reacciones se observan en los bebés a partir de las dos o tres semanas, Si la experiencia se prolonga demasiado, e] bebé se vuelve y vomita. La misma experiencia en un bebé de cinco meses. resulta completamente diferente; después de un minuto y medio termina por sonreir brevemente, luego estalla en carcajadas, lo que a menudo tiene la consecuencia de que Je impide ala madre seguir manteniendo el rostro impa- sible, Esta observacién pone de relieve evidencias que se suelen olvidar. Vemos, por ejemplo, que desde las tres semanas, el nifio reacciona en espeja y de manera intensa ante las emo- ciones que percibe-er e} rostro materno. Lo vemos anticipar una situacién: la madre se acerca, él espera que ocurra lo que de costumbre, la sonrisa, el sonido de la voz o ser tomado en brazos. Si esto no ocurre, percibe un cambio en la actitud materna, se siente frustrado, se repliega, se aisla, Es posible imaginar qué se produce cuando en un momento determina- do una madre cae en la depresién mientras contintia ocupan- dose de su hijo. Sehalemos también que si la situacién persiste, el nifio se aparta, vomita, su cuerpo expresa direc- 4 lumente el malestar en una especie de pasaje < modiato. Si tomamos la misma secuencia a los cinco meses, él 1. jw solo anticipa sino que mterpreta el comportamiento de 1. madee: ella Hega, é1 le tiende los brazos, le ve un rostro im- jusible que no reconoee, Luego de un momento de perplaji dad en el que parece plantearse las preguntas “que pasa?”, es para reirnos?”, estalla de risa, lo que plantea la pregunta "zlo estas hacienda en serio?", Lamadre sonrie ono, De ese modo se verifica la capacidad de interro- jucion y juicio que existe a una edad muy precoz. Imagine- rigs ahora que la madre esté efectivamente preocupada o (visto ese dia, que no tenga ganas de jugar; es seguro que ese ning de cinco meses encontrara otros recursos: tomara el chupete (objeto transicional), se chupard el pulgar para consolarse, se adormecera fantaseando una situacion de proximidad con la madre, tal vez Hore para llamar su aten- cién, ete, En esas dos observaciones nos enfrentamos a relaciones: madre-nino que pueden calificarse como “normales”, Bl nino s¢ perturba porque e] comportamiento de la madre cambia,, deja de encontrar en ella al personaje familiar. Pero en el aso de Brian los primeros intereambios resultan marcados por dificultades de una y otra parte. Una separacién precoz no le permitié al nino anudar los primeros lazos que le aseguraran una madre célida; el reencuentro con una madre deseonocida luego de un periodo de hospitalizacién estuyo marcado por la angustia de muerte. Con la observacin de Brazelton canstatamos que a los cinco meses, cuando el nino ha hecho un buen comienzo, cuando ya ha adquirida una seguridad de base, se encuentra en condiciones de tolerar la ausencia del Otro, tiene a su disposicion lo que puede tener un adulto ante la frustracién;: la actividad de pensar, la capacidad de sentirse bien consigo mismo, el recurso a lo imaginario. El nino de cinco meses ya puede simbolizar la ausencia, tiene su mundo interior, ha interiorizado el lazoy puede fantasear la preseneia materna gracias, por ejemplo, aun objeto pequeno, un trozo de frazada, la oreja del osito, 65 ‘ahjoi ul que denominamos transicional. Ese objeto es Win) (lomo exterior al sujeto e “interno” a causa de s fyjeHmynitacion psiquiea, Hs evocacion del personaje del q Hlepwuile, axocisdo aun placer del propio cuerpo, suecidr wr (niniliave del chupete, contacto, bienestar que garanti {wi fveneuentros fantasmaticos del lazo primitivo. 1:1 modo con que una madre se ocupa de su hijo transp: rentu la calidad de su vineulo con él. En la primera consul posible advertir la naturaleza de ese vinculo por la manera en que lo sostiene, en que se dirige a él. por el moda. en que habla al médico del comportamiento y los progresos desu hijo, por laemocién que manifiestaen el recuerdo de las circanstancias de su legada al mundo, ete. En su actividad como madre le transmite Io mas intimo que existe en ella, la reviviseencia de su propio vinculo con su madre, la natura- leza de sus pulsiones, de sus deseos, de sus expectativas, Para Brian y su madre, los primeros contactos fueron un mal encuentro colocado bajo el signo de la muerte. Es probable que la presencia de ese nino, cuando la senora B. lo reencuentra tras la convalecencia, haya despertado en ella las angustias de muerte vividas en el momenta del parto. Ese nino estuvo a punto de matarla. En la cura de Brian, la muerte siempre se halla presente: muerte de la bruja, muerte de los nifios-fantasmas, muerte de todas las muje- res. Si bien la presencia del hebé, al que descubre después de un tiempo de separacién, despierta en ella sentimientos hostiles, en cambio es bien posible que el propio padre quiera ese nifio que estuvo a punto de matar a su mujer; lo misma sucede con los abuelos maternos quienes, por su parte, estuvieron a punto de perder a la hija, Se conservan en la memoria esas situaciones dramaticas de antao, cuando todo se presentaba mal y se pedia al padre que Higiera entre Ja vida del nino y la de fa madre. Cuando la muerte se cudea de ese modo con Ia vida, el traumatismo siempre deja huellas. A mi juicio esta relacién inicial se encuentra marcada, pues, porel desamor de una madre deprosiva. Por su parte, elnino, afectado por la internacién en el hospital, se hallaen 66 ; juli de un profundo mal-estar, con un sentimiento de ulwinlonoe inseguridad. En la época en que transcurria esta historia, la angustia del lactante separado de la madre en el jwomento del nacimienta era poco tenida en euenta; para oy lar las reeaidas de infeeciones era aislado y los cuidados jwilicos ocupaban un lugar prioritario. El personal que (ralnjaba en esas salas no se encontraba formado, camo en \n aetualidad, para establecer con él un lazo de maternidad is coreanoy continuo. Al reencontraralamadre encuentra 6) paeto. Recordemos que en los estados depresivos: post porto, el propia nino se vuelve depresivo si solamente la innilre es quien se ocupa de su cuidado; la senora B. vivia lvjos de su familia yno pudo tener a su madre junto a ella java que se ocupara del nifio, En esas perturbaciones relacionales precoces, el nino sélo (iene a su disposicién las manifestaciones corporales para verse oir. En Brian son los insomnios, los gritos, la agita- . las difieultades para alimentarse. Esas manifestacio- vefuerzan el fastidio de los padres. Son conocidos los devastadores del insomnio en los miembros de una familia, los gritos que impiden dormir a todos, las “ganas de iatar” al causante de todas esas molestias. Los “nifhos yolpeados” a menudo lo son durante la noche para “hacerlos cular”. maltrato cuyos efectos devastadores sobre el siste- ma nervioso central son bien conocidos. ole El lenguaje del cuerpo Planteamas {a pregunta:gpor qué en Brian el cuerposeguiré estando siempre en el primer plano de sus sintomas? Crisis seudoopilépticas, perturhaciones intestinales, espasmos de sollozo, ete, Para entender esta fijacion, habria que interro- garse acerca de la manera en que el niio pequeno construye su imagen del-cuerpa, cémo llega a habitar ese cuerpo, 2 hacerlo suyo, a quererlo y a disfrutar de él, Encaramos aqui 67 Jae tape le Ie conetrmcoion narersista Lamada primari Se eiiin ante dol outacio del espejo; atin no estamos i yer WeweHiar, Hino en una imagen inconsciente 0 Pyare Lacon inventa el “estadio del espejo”, habla del Aeeeubeinionty por parte del nia de su imagen en el espeja seiilie lu ocho y los dieciocho meses y del gozoso reconoci« (ieulw de ew tmagen como Ja suya, Lacan hace de ese Muulito Una CLapa esencial en el desarrollo del sujeto; es wl Womenta en que el nino se aprehende en una imagen \nificada de si mismo; hasta entonces sdlo tenia una vision (raymentada de su cuerpo, al s6lo percibir sus miembros ysu sexo, ya que su rostro le resultaba desconocido. Esta prime= ra captacion mediante la imagen es el modelo sobre el que todo ser va.a construir su yo; desde entonces se ve desde el lugar en que el otro lo ve. El yo siempre esta ligado a la representacién, en suma, a todo lo que constituye el narcisis- mo secundario: dicho de otra manera, el amor propio, Todo Jo que tiene que ver con las categortas del yo (y no del sujeto) esti ubicado en las instancias tmaginarias. Para existir, para encontrar su lugar y su identidad, el ninio debe emprender, desde su legada al mundo, la busque- da de sentido, debe encontrar un orden en lo que se le presenta al comienzo como un caos. Para ese trabajo de decodificacién se vale de dos operaciones que se encuentran asociadas y son complementarias: él enlace y la separacién, operaciones que conciernen tanto a los objetos (objetos cor- porales y objetos del mundo exterior) como al lenguaje. El enlace y la separacién del objeto son necesarios para la construcei6n de la imagen inconsciente del cuerpo, Io “fuera del cuerpo” de Lacan. El enlace y la separacién de los significantes (alienacién significante) y la represion que Ja sigue son necesarios para la captacion del sentido, Son las dos “operaciones de causacién del sujeto” (cfr. en Escritos, “Posicién del inconsciente”), Recordaré rapidamente el trabajo sobre la lengua (aliena- cién significante) que el nifio debe cumplir para tener ac- ceso al sentido (clr. Un nirio psicstico, donde analicé deteni- 68 ilumunte ef proceso). Para esa decodificacién significante, bbe unir y desunir, dicho de otro modo, debe establecer wiliices y separaciones entre los significantes. Bste trabajo ‘lo simbolizacion implica la represion de los errores asocia- \Wvns; es el precio que se debe pagar para tener acceso a la julabra. Bsas asociaciones incongruentos que reprime se pncuentran en la reserva inconsciente al mismo titulo que los pensamientos durante el sueno (el proceso primario leseripto por Freud y retomado. por Lacan con el término "ulengua”). Gracias a dicho trabajo de simbolizacion, el »ijeto accede al orden légico (la Ley del discurso) y a partir lv este hecho ingresa en el proceso secundario. Estas dos operaciones de enlace-separacion que se re- licron simultaneamente al objeto y al lenguaje se interpe- notran y son en wn todo solidarias a una con la otra. El cuso de Silvia, del que doy cuenta en Un nifio psicotico, demuestra que, cuando estas dos operaciones fracasan, puede observarse lo que seria el grado cero de la subjeti- vacion. Si bionen el proceso dé conatrucdin del aujatoamentide se evoca la separacion (Ia imposible separacion de la madre en el nifio autista, la fase de separacion-individuacion en Margaret Mahler, ete,), sucle olvidarse demasiado la nocion de enlace y su mecanismo; ahora bien, hablar de separacién vs hablar de enlace, pues no puede ser separado nada que antes no hava sido enlazado, Las dos operaciones son conco- mitantes. Hemos visto que, si la separacin de la madre se realizaba sin problemas a los cinco meses, se debia a que el nino ya poseia un sentimiento de identidad y recursos subjetivos que le permitian dominar la ausencia, esto gra- cias a los lazos establecidos con el ambiente y a su inscrip- cién en esa red constituida por multiples enlaces que ya ha establecido con el mundo. Estos procesos de enlace consisten, pura el recién nacido, en construirse una red asociativa a partir de todos los elementos que Hegan hasta él; por ejemplo, el placer de la suceidn y de la alimentacién estara asociado a la contempla- cidn del rostro de lamadre yaunintereambiode miradas.con 69 wll: Mirethw on olury al mismo tiempo ve susontisa, obse Ae iibeae ¥ eun\icha su vox ctando se dirige a él, Saber jae wir mln (nite, de mirada ausente, deja en el nino Sveti ojqwaivo. Este veconocimiento del Otra se amplia Fe jules al mutio que lo rodea: lugares, objetos, person: Holiliuwn de! Otro en el sentida del “gran Otro”, expresi eippleadu por Lacan para designar lo que permite al sujet intigrur lu Ley, tanto la ley del lenguaje como Ia ley del ilewow A partir de esa figura de referencia, el niio podra noveder al registro simbélico e inseribirse en el orden de las kenvraciones, La madre, su sustituto, el padre también, muy a menudo encarnan la figura del gran Otro. Alllegar al mundo, el pequenio humano es sumergido en un mundo donde hormiguean los mensajes; no tendra des- canso en la tarea de asociarlos y seleccionarlos. La voz grave del padre, por ejemplo, que el niio escuchd in utero (percep- cin privilegiada de sonidos graves), rapidamente sera iden tificada, Comienza entonces todo un trabajo de desplaza- miento, de sustitucion, de separacién; se crean cadenas asociativas al tiempo que otras resultan borradas. Yano se encuentra la madre; la ha perdido pero también la ha evocado, reencontrado. La articulacién de los objetos susti- tutivos se constituye en series metaféricas y metonimicas: leche, bikerén, olor, contacto corporal, voz, palabras oidas, zonas erégenas de su cuerpo evocan la presencia-ausencia de la madre. Pera todas estas inscripciones se pierden en la noche de los tiempos, la represion las borra. Enellas el sujeto se constituye y se desconoce al mismo tiempo, En el andlisis, partir a la bisqueda de esas huellas en los laberintos de su deseo y de sus sintomas. Proust pas6 anos a la “Busqueda” de esas huellas para construir su obra, Proust tiene la facultad que poca gente posee de hacer resurgir recuerdos reprimidos a partir de una percepcion actual. Un olor, un ruido, el gusto de una magdalena sumer- gida en una taza de té despiertan en él todo un pasado que se ha ido; nacen visiones, nuevas sensaciones y en medio de tna emoci6n intensa, hecha de “luz” y de “gozo”, se produce esa reminiscencia. Ese fenémeno se parece al que observa- 70 Wns @ veces en la cura analitica, en ciertos momentos #itirticos privilegiados: el levantamiento de la represién eon apertura-eierre del inconsciente. Llamamos gozo a esa Winocidn para senalar que es la marea de un acereamiento al incansciente. (Esa emocion puede emparentarse con la emo- (on estética.), uando Heva a los labios una cucharada de té donde dejé andarse un trozo de magdalena, Proust experimenta una nsacion extrana:“[...]enel mismo instante en que el sorba zclado con migas de pastel tocé mi paladar, me estremeci, voncentrado en lo extraordinario que se producia dentro de ni Un delicioso placer me habia invadida, aislado, sin la nwcién de causa. De pronto ese placer me habia vuelto sndiferentes las vicisitudes de la vida, inofensivos sus desas- tes, ilusoria su brevedad, del mismo moda que opera el oor, colmandome de una preciosa esencia; o, tal vez, esa vsencia no estaba en mit esa esencia era yo".! Intenta reproducir la sensacién, hace el yacio en su espiritu; no lo Jogra: “experimento resistencia y oigo el rumor de las distan- wias atravesadas”, Bsta brusca inmersién en esa Otra parte todos podemos vivirla en un determinado momento de la vida o sobre el divan, pues no depende en nada de la voluntad; de pronto la amnesia desaparece, cae Ia resistencia y ocurre la brusca irrupeién de un mundo al mismo tiempo extrano y familiar. Lacan habla de “sorpresa”, de “latido” para calificar esa apertura-cierre del inconsciente. Los psicoanalistas no rene- garan de la formula de Proust, “esa esencta no estaba en mi: esa esencia era yo", para expresar que ese mundo perdido constituye la propia estructura dell sujeto. Del inconsciente se ha dicho que eg “la memoria del olyido”. En la continuacién de su relato, Proust compara la eclo- mn de la serie de asociaciones que surge a partir del gusto del téy de la magdalena con los papelitos indistintos que los japoneses ponen en un recipiente de agua y que “apenas se los sumerge, se estiran, se enroscan, se colorean, se diferen- | Marcel Proust, Del lado de Ssann. lan, aw convyior (ors on Mores, en casas, en personajes consis twntos y receaeibles, del mismo modo ocurre entonces todlan lie Mores de nuestro jardin y con las del parque Hwan y law ninfeas de la Vivonne, y con la buena gente de} juwblo ¥ sus casitas y la iglesia y todo Combray y sus liedledares, todo eso que cobra forma y solidez ha salida, cava y jurdines, de mi taza de té”. Volvemos a encontrar aqui la serie asociativa que deseri- in en el nino pequeno: un gusto llama a una voz que evoca. \\na presencia, un medio, un bien-estar (oun sufrimiento, en olcasode Brian). Un elemento exterior, un ruido escuchado, despierta otro ruido lejano, “rumor de las distancias atraver sadas”, dice Proust, Ese ruido ya ofdo, ese olor ya percibido son “reales sin ser actuales”;entonees se produce una “explo- sion de luz”. A veces la emocién esta alli sin que se pueda precisar el recuerdo. Muchas veces habla en su obra de tres arboles percibidos en cl transcurso de un paseo, “Mi espiritu sentia que encubrian algo que no habia advertido”: no consigue reencantrar el recuerdo desvanccido, “Era preciso creer que provenian de épocas tan lejanas de mi vida que el paisaje que los rodeaba habia sido abolido por completo en mi memoria ¥ que, como esas paginas que de pronto nos emociona reencontrar en una obra que uno supone no haber Ieido nunea, sobrenadaban ajenos al olvidade libro de mi primera infancia”.? Volvemos a encontrar ese mismo relato en la coleccion Contra Sainte-Beuve, donde la factura es mas directa; no se encuentran en este caso la transposicién y las sustituciones de personajes que caracterizan la obra de ficcién. Alli vuelve a confesar su fracaso en la memorizacién de aquellos tres rboles y asocia a propésito del recuerdo de la madre. Al hablar ante tod de los arboles, dice esto: Fantasmas de un pasado querido, tan querido que mi corazin latia hasta estallar, me tendian los impotentes brazos, como aquellas sombras que Bneas encuentra en los Infiernos. {Los encon- Maree! Proust, A la sombra de las muchachas en flor. 72 (WW ervalgunos de Jos paseos por los alrededores de la ciudad lone yo era tan feliz cuando era pequeno, ose hallaban tan wilo on ese pais imaginario donde, mucho después, yo sofa- ba mamé tan enferma, junto a un lago, en un bosque donde hubia luz toda la noche, pais solamente sonado pero casi tan ‘wal comoe! pais de mi infaincia, que entonces ya no era mas (uw un sueno? No lo sé". La expresion se halla menos trubajada aqui que en A la sombra delas muchachasen flor, perp se desprende de este pasaje un acento de verdad que yuelveaencontrarseen el capitulo “Conversacién con mama”. lista “Busqueda del tiempo perdido” es “el tiempo recupe- mado” de la infancia con toda su maravilla, su magia y siimpre esa “luz” que bana los instantes de rememoracion; “ynientras mama hablaba yo veia el sol”, dice en el capitulo *Conversacion con mama”. Esa “luz” es el amor de una madre, amor total, complicidad, eran “un solo corazn”, “una sola persona”. Después de la muerte de su padre, se va a vivir solo con ella durante dos anos, solo con la “esposa del padre” —dice— expresi6n signifieativa de su relacion. Ese amor magnifica- do irradia sobre todo lo que lo rodea, lugares, objetos, naturaleza, {No existira algo de esa madre todo- poderosa y seductora en las mujeres que lo faseinan, como la duquesa do Guermantes? No fue el amor de una madre Jo que conocié Brian, sino mas bien sentimientos hostiles. Las huellas que dejara esa relacion ensu manera de estar en el mundo seran muy diferentes de las que deja el amor de una madre a su hijo querido, Del cuerpo biolégico al cuerpo erégeno Hemos querido mostrar que el cuerpo bioligico, heredero del capital genético, no es la “pura realidad” de un cuerpo ma- terial; se abre al mundo a través de sus orificios, que son lugares de mediaci6n con el Otro, Desde el primer instante 73 do 1h vide, low orificios y el cuerpo. entera pierden ‘one moLUriAtouy puramente orgémicasy fisiolégicas para it erihhinw nn In red relacional. Lacan distingue euatro partes Hol oimrpo como lugares de origen de esa mediacién, a log jj ilinomins objetos “a”: son el seno, la mirada, las heces. y ln vor. Se podrian agregar otros: el caudal uretral, la piel, «1 olfixto, por ejemplo. £1 propio Lacan dice que su concepeion del objeto “a” tava por punto de partida una reflexion acerca del objeto transi- cional de Winnicott. En 1951, Winnicott dio a conocer una comunicacién titue lada “Objetos y fenémenos transicionales”. Partia de una observacian banal conocida por todas las madres: la existen= cia en muchos ninos de un objeto privilegiado del que no pueden preseindir. Todos hemos podio ser testigos del dra- ma, de la angustia y del Ilanto que puede provocar la pérdida de ese abjeto, enel momento de dormirse, por ejemplo, Loque parece haber concitado el interés de Lacan en ese texto es la nocidn de “zona intermedia" entre la madre y el nino, donde se sittia al mismo tiempo el objeto y la “ilusién”, Lacan entrevé el lugar que puede adoptar tal objeto en la teoria del sujeto y completara su alcance con su concepcidn del “gran Otro”, Eran seminario sobre La angustia no deja de subra- yar el carcter “amboceptor” del objeto. El seno no es la madre, tampoco forma parte del cuerpo del nino, pertenece alos dos y se convertird en el objeto en torno al que se anuda el encuentro entre ambos. El caracter de exterioridad del objeto resulta fundamental para comprender la evolucién, a saber, la manera en que “entra en ese campo de realizacion del sujeto” (cfr. mas adelante el objeto mirada en Paul- Marie). A los objetos surgidos del cuerpo al comienzo sizue una serie de objetos que se asocian y se sustituyen entre si para ingresar en las estructuras complejas, tales como la pulsi6n, el fantasma, el deseo, pero también en la organiza- cién neurdtica; recordemos la funcidn de Ja oralidad en la histeria, de la analidad en la neurosis obsesiya. Esos objetos serain entonces ripidamente metabolizados en estructuras psiquicas. Perderan su cardcter orginico para 74 \nwortarse on Jas complejas redes del aparato mental. Existe swoeincién de un objeto con otro, pero también de un objeto eon \\y significante. El nifoconstruye su imagen del cuerpo partir \lo es red asociativa constituida muy precozmente, Hemos olvirlado que nuestro enerpo nos ha sido dado, pero que te~ winos que construirlo en Jo imaginario y en lo simbélico, que \lvhomos habitarlo, que tenemos que hacerlo nuestro. Se tiene un cuerpo, no se lo es —nos recuerda Lacan-, pues tener un cuerpo es tener una representacién, pero es también poder qozar de él, es haber construido un cuerpo libidinal. Es posible \inuginar el eamino que debe recorrer el sujeto antes de queel sono, objeto alimenticio, se convierta en un objeto erdtieo, antes lo que el objeto de la pulsidn oral se metamorfosce al cabo de \wuaciaciones y de represiones en objeto causa de deseo. Para captar las etapas del nacimiento de un sujeto, es preciso imaginar lo que vive el nino muy pequenio. Pravisto de una sensibilidad exacerbada, inteligente, curioso, con iodos los sentidos despiertos, experimenta pasivamente las manipulaciones de un adulto del que depende su vida, Para © Otro es un objeto soporte de pulsiones y fantasmas, es dlccir, un objeto de gozo. A partir de esa posicion de objeto del Otro, él mismo debera elaborar sus propios objetos y conver- tiese en un sujeto entero. Esta experiencia de placer o desplacer proveniente del Otro lo marearé para siempre, quedara impresa en su cuerpo y en su ser, y durante toda la vida buscara sus huellas a través de sus experiencias erdti- cas y sentimentales, Esa repeticin de una vivencia reprimi da es le que algunos Haman el destino o la fatalidad. Bsas huellas son borradas, reprimidas, pero subsisten en el in- consciente y son constituyentes de su division en Sujeto, A menudo se habla de seduceidn del adulto frente al nino (cfr Freund, Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci):' como podria ser de otra manera cuando se mide la influencia del adulto sobre un ser a su mereed y la necesidad, por parte de este ultimo, de agradar para existir, pero a yeces también para sobrevivir. ® Sigmund Freud, Un soaventrd'enfariee de Leonard de Vinct, Paris, Gallimard, 192 ara llegar a un sujeto, es preciso que el desdibujamiei del cuerpo real se haya cumplido. Es este trabajo de des hujamiento lo que no se cumple en Ia psicosis y to que subsiste de manera problematica en casos como el de Bri Ocurre que un disfuncionamiento de la relacién madre-l impide ese trabajo de apropiacién del cuerpo y de separacién del Otrodominador. Por ejemplo, cuando la relaci6n es pobre © inexistente. 0 cuando la violencia del lazo desborda las capacidades de adaptacién del nitio (nino maltratado, por ejemplo). También pueden participar otras causas de origen diverso. {Qué ocurre cuando el cuerpo o una de sus partes no es tomado en cuenta en las estructuras imaginarias y simbéli- cas, cuando hay fallas en la construceisn de to que Lacan llama el “fuera de euerpa”? (Dolto hablar de imagen incons- ciente del cuerpo.) En ese caso no hubo desdibujamiento de Jo “real”, eso que Lacan definié como “el campo de lo que subsiste fuera de ta simbolizacion”, La angustia esta siem- pre ligada al acercamiento a lo “real”: “es la firma de la inminencia de lo real”, dice. Esa misma clase de angustia eg Ja del psicético; Freud la llamaba “angustia del fin del mundo’, otros la ilaman angustia de aniquilamiento, de frag- mentacién, de desintegraeion, de desencarnacién, dedesmo- ronamiento, Eseritores, poetas han intentado describirla, Artaud habla “de desgarramiento, de pulverizacion cor- poral’, su cuerpo “ya ha muerto’. En él la regidn anal es el lugar del cuerpo donde subsiste el imposible real: dice que “el ano siempre es terror”. Esa angustia también puede ser una angustia de despersonalizacién, el sujeto no se reconoce asi mismo, ya no habita su cuerpo, al que puede sentir como in cuerpo maquina (Glenn Gould conocié esa perturbacion hacia los cuarenta y cinco aos, ¥ su carrera se quebr6). AL psiedtico le acurre que ve a un extrano en el espejo ove asu doble, como en el relato de Maupassant Bl Horta. Para la nina autista, Sil: cuya historia relato en Un nino pstedtico, todos los orificios del cuerpo son lugares de terror, y el lenguaje que surge en un ser tan desestructu- rado tambien estard marcado desde el comienzo por la 76 \eoherencia. La pintura de Franeis Bacon nos dejaentrever jique puede ser el cuerpo fragmentado del esquizofrénico. Alli nos eneontramos frente a los casos extremos de aso constitutive del sujeto, pero la angustia existe fuera ‘jo la psicosis y se convierte en la sefial de que “el ser no pudo lugar ala signifieacién". El cuerpo a el mundo que todea al mijnto no pudo cobrar sentido y convertirse en una realidad wnitiar; la realidad en el sentido en que la entendemos es \ina especie de lo “real domesticado” (Lacan) reconstruido por el psiquismo. El caso de Brian ilustra esa falla en su palructuracion: su cuerpo es el lugar de un intenso terror, miedo de ser comido, aplastado, destruido. Desafortunadamente puede observarse, fuera de los ca- susde psicosis, en lo que se convierte un nifo en quien este proceso de enlace-separacion no pudo realizarse. Cuando no oxiste ninguna figura de “gran Otro”, cuando el nino es un objeto descartable que na le importa a nadie, entonces no puede haber desdibujamiento del euerpo-carne, de lo “real” de ese cuerpo que no pudo ser tomado por estructuras sim- \iolicas: 1a nevesidad nunea pasé.a la demanda ylademanda ny pude convertirse en deseo. Bs el caso de los nifios ruma- nos @ de esas ninitas chinas, abandonadas en el momento de su nacimiento y entregadas al Estado, que pasan por una y otra guarderia infantil hasta terminar en “morideros”, ni- nos con retrasos que no interesan a nadie y no se interesan por nada, ni siquiera por sobrevivir. Retrasados o autistas, por lo general mueren muy jovenes. Criados en regimientos alaespera de la muerte, la ausencia de inscripeionen el Otro clausuré en ellos los procesos de subjetivacidn; en esos casos se podria hablar de psicosis experimental inducida, Sin llegar a esos abandonos precaces, una distorsién de Jas primeras relaciones puede tener consecuencias graves enel desarrollo del ninoy marear toda ste existencia, ,De qué manera los sintomas iban a ponerse en su lugar y como podian evolucionar en el caso de Brian? Los sintomas en Brian Hablando propiamente, los nifios no se quejan de sus sinto- mas; son su modo de ser y, si sufren, esto ocurre sin que tengan una conciencia muy clara de ello. Por la general son los parientes o quienes estsin mas cerca (a veces la escuela) los que resultan molestados y piden un tratamiento. Brian no expresa sufrimiento alguno, s6lo se queja por no ser el que quisiera ser, aguanta dificultosamente la impotencia para realizar sus deseos, quisiera ser amable pero no lo consigue. Es también lo que expresan de otra modo los pacientes adultos, los que saben deseribir su malestar. {Qué nos dice el obsesivo que se laya las manos decenas de veces por dia”; “Me gustaria parar, pero no lo consigo: es alo mas fuerte que yo”, Bs el misma diseursa de todos los que son sancionados por su compartamiento desviado, juran por todas los dioses que no volveran a hacerlo pero indefectiblemente reineidi- ran: es mas fuerte que ellos. {Qué es eso que resulta mis fuerte que su voluntad? Freud nos enseno que el sintoma es una formacién del inconsciente, el sintoma es un arreslo que el sujeto elabora a partir del conflicto entre su problematiea inconsciente y sus defensas, es la expresion y el regreso de lo reprimido. En el pedofilo reincidents, por ejemplo, se encuentra la pul sion proyeniente de la estructura inconsciente y el intento de ropresion; lo sigue el regreso de lo reprimido con el pasaje al acto, que signa el fracaso de la represion. Laean hace del sintorna la metdéfora del sujeto, con lo que quiere significar que el sintoma representa al sujeto en lo que éste tiene de mas verdadero y de mas globalizador (Freud habla de sobredeter- minaciin del sintoma), Lacan también decia: “Defino el sintomna por el modo en que cada uno goza de su ineonscien- te, en tanto el inconsciente lo determina”. E) sintoma tiene su necesidad en la economia psiquiea y libidinal, encubre en si mismo un gozo que el sujeto desconoee y al que Ie euesta renunciar. Ya en nuestro primer encuentro percibi ese #020 en la mirada que Brian dirigia a su madre, euando vlla 78 contaba cuanto la hacia sufrir. Esa renuncia al sintoma es dolorosa; Brian nos expresa su sufrimiento cuando abando- na los comportamientos agresivos y destructores: vs necesa- nocrecery los plinetas estan vacios. Sélo acepta esa pérdida cuando ha logrado hacer un trabajo de reconstraccién en otra parte. La naturaleza del sintoma, esa fuerza que hace actuar al sujeto sin que él lo sepa, justifica las expresiones clivaje del sujeto, division del sujeto, ese sujeto al que Lacan denomina Sujeto tachado, $. Volvamos @ Brian. En un primer momento senalamos en ol una angustia manifiesta (llanto, insomunio, etc.) que se puede atribuir al trauma del nacimiento, al aislamiento, al sulrimiento fisico causado por la infeccién y las manio- bras invasivas que le practicaron en el cuerpo. Brian ex- presa entonces su malestar mediante una especie de pasaje al acta corporal ala manera del bebé, que reaccio- instantaneamente ante una angustia existencial. Esa situacion de malestar ¢ inseguridad se agravara con la vontencién en el armazén de yeso. Se le quita a ese lac- tante la que parecia ser el fragrnento de una primera imagen del cuerpo, la posicion fetal boca abajo en el lecho, posible supervivencia de una posicién uterina. También se le quita el tmieo modo de expresién corporal voluntaria, autonoma: la motricidad. Hay que imaginar entonces lo que vive todo lactante. Se encuentra en un estado de impotencia absoluta y total dependencia del Otro, quien asegura su supervivencia, dependencia existe también en el plano motor; el peque- fo tiene necesidad del adulto para sus desplazamientos, incluso los minimos. Si bien puede volver la cabeza y mover brazos y piernas, en cambio no puede, sin asistencia del adulto, desplazar el cuerpo, Esi incapacidad motriz. tiene que ver con la falta de maduracién de su sistema nervioso motor. La desproporeién entre la inmadurez del sistema nervioso de relacion y el desarrollo extremadamente avan. aado de las capacidades pereeptivas y sensoriales resulta patente y merece reflexion, Lainmovilizacion del cuerpo yla 79 pérdiela de las sensaciones cenestésicas reforzaron en Brian cl sentimiento de ser un objeto pasive a merced de Otro todopoderoso y peligroso, Esa situacién de pasividad forzosa decuplieé en él la angustia ligada a un déficit de estructura- cisn de su imagen del cuerpo, En efecto, los procesos de enlace-separacion de los que nos hemos ocupado antes han sido perturbados u obstaculizados por diferentes razones: hubo el trauma del nacimiento y el aislamiento de los primeros dias, luego la pobreza de los intercambios afectivos y la ausencia de estimulacién con una madre que sufria de depresién. No existieron entre ambos esos intercambios hidieos que estimulan los procesos de simbolizacién. Pode- mos observar, por ejemplo, el modo enque el pequeno supera las angustias de devoracién gracias alos juegos compartidos con la madre, 0 sus reemplazantes, cuando del “T'e como” 0 *Yo soy el lobo” se pasa a los besos y a los mimos que son signos de amor. Bl miedo se convierte entonces en goz0 y el cuerpoa cuerpo, placer compartido. Todo eso le falt6 a Brian, Lacan subraya la importancia del intereambio simbélico méasalladel objet ;“el objeto dela frustracién” —nos diee—“es menos el objeto que el don, ese don que, si es aportado como don, hace desvanecer al objeto”, Ese don es el amor de la madre. Los objetos corporales no. pudieron desvanecerse enteramente en el caso de Brian, las angustias arcaicas subsisten (ef. las descripeiones de Mélanie Klein), teme ser destruido, ser comido por el otro, que toda explote; siempre esta alli el terror ligado al acercamiento de lo “real” que subsiste fuera de la simbolizacién. En la terapia construira escenarios a partir de los elemen- tos que loaterrorizan. Se lo ve inyolucrado en cuerpo y alma con su mundo de violencia y destruccién, Hay en él una excitacin que es del orden del gozo mezclado con la angu: tia. Esa puesta en escena que se organiza en relatos fantas- maticos es ya una puesta en escena a distancia de la angus- tia, Esto es posible gracias a la presencia tranquilizadora del terapeuta: ef analista esta alli para escuchar y escribir las palabras portadoras de violencia destructiva en tanto lice tranquilo, ineolume. Algunos nidos no se atreven a pronun- 80 via esas palabras; “Si lo digo, entonces seri de verdad”, dicen Descubren asi que la agresividad fantasmatica no mata, Siempre tengael cuidada de hablar con los jévenes pacien- (es como hacen los niftos cuando juegan entre si: “Decfamos que yoera el papa (ola mama)”. Siempre empleo el condicio- nal“Siestuvieras én el dibujo, gdénde te eolocarias?, jquién te gustaria ser?, si fueras el otro, ,qué pensarias?”. Bs una manera de salir de lo real, de reubiear las cosas en el imaginario para luego acceder # lo simbélico, como pudo verihearse al final de la cura, En esas historias, Brian ya va poniendo en forma sus miedos, sus pulsiones; dejo que los relatos se desarrollén mientras observo la evolucion. 'l'am- hién Jo invito a diferenciar los puntos de vista, las intencio- nes de los personajes, lo que rompe el goce repetitiva del fantasma fundamental Al comienzo, los roles son intéreambiables: él es tanto el perseguido como el perseguidor, Se encuentra alli lo propio del fantasma, el sujeto ocupa alli todos los lugares (cfr. Freud, “Un nino es golpeado”), se lo siente totalmente implieada et lit relacién de seduccion-agresién con su ma- dre, hace suya la agresividad proveniente del Otro tomando en su cuenta la pulsion mortifera de la madre; es asi el nina expejo del ineonsciente maternal: “Quieres que me muera, quiero que te mueras”, Otro niao habria podido adoptar muy pronto una posicion de repliegue autista; él opts por defen- derse atacando al Otro, justa devolucion que, sin embargo, ahora podemos analizar. Histerizacion del sintoma En determinado momenta de la cura se pereibe un comienzo de separacién, el principio de un “desenganche"; el relato se estructura, existen dos campos bien diferenciados, él marea Jos limites de ambos. Los instrumentos de muerte se convier- tenen objetoscorrientes, es posible catalogarlos, eseribirsus 81 nombres. Brian entra en el orden de! mundo, el orden simbdlico: no se puede ser si mismo y el otro, decir una cosa y su contrario, todo puede decirse pero no todo puede hacers se, existe la prohibicion de matar y del incesto, y las Leyes del lenguaje abren camino al conocitniento y a la comunicacion, Podemos plantearnos la euestién de saber por qué lo que no era mds que un mal comienzo en la vida de Brian luego no se arregli, como sucle ocurrir a menudo. Al crecer, el niiio diversifica sus compromisos afectivos, crea nuevos vinculos con el medio que lo radea, refuerza sus capacidades de reflexion y adquiere un dominio del lenguaje, lo que le permite reparar las huellas de un sufrimiento original, Estos son los factores de recuperacion que Boris Cyrulnik lama “resiliencia”. Pienso que en Brian se encuentran varias razones para ese fracaso. Ante todo existieron los azares de la vida. Lasenora B. no tuvo junto a ella asu madre oa inlegran- tes de su familia para apoyarla durante los meses que siguieron al nacimiento de Brian; se eneontré sola y desam- parada frente a ese nifo dificil Cuando Brian tiene quince meses, vuelve a quedar emba- razada; sin duda espera borrareon ese nuevo nino la doloro~ sa experiéneia de su primer embarazo. Brian debe pereibir algo de lo que le espera. Suele suceder que los hermanos mayores a veces saben antes que la madre que otro nifio se encuentra en camino; se trata de una observacion corriente que Frangoise Dolto hi subrayado a menudo, Pienso que el nacimienta de ese segundo nino fijara definitivamente la telacién conflictiva que Brian mantiene con la madre, pues en ese momento toma conciencia de lo que le falta: el amor de esa madre, Observa de visu (Liene dos afios) los cuidados que ella le prodiga al recién Hegado, Ja ternura que le manifiesta, La envidia, los colos son feroces, Habria querido tar en el lugar de aquel nifio, quiere creer que es su gemelo y que habita la misma easeara de huevo, Pero la realidad lo yuelye a atrapar, nunea sera el hijo querido; sus ganas de ver desapareeer al rival lo superan, no deja de agredirlo, de golpearlo, de morderlo, 82 Sin duda que se plantean otras dificultades surgidas ante ese perindo, las que contribuyeron a yolverlo mas Ivigil, Se trata del ingreso al jardin de infantes, donde su jgnoraneia de la lengua lo coloca en una situacion de exeh.- ‘ann. Es la posieién del pediatra quien, al identificarse con los juidres desbordados por el eomportamiento del nifo, trata ‘le hacerlo calla con un tratamiento que podia calificarse de "chaleea de fuerza quimico”, con todas las consecuencias patogenas que hoy se concen mejor que entonces. Vemos progresivamente en Brian como los sintomas eam- ian de forma y por eso mismo toman otra sentido, Asistimos \\ grandeserisis espeetztculares, espasmosde sollozo, estal fides cpileptiformes, aecidentes somaticos. Bsas perturbaciones se parecen a manifestaciones histérieas clisicas, cereanas 2 le histeria de conversién descripta por Freud; en ellas no se eheuentra ninguna causa orgdnica, ninguna lésion orgénica, al contrario de los “fenémenos psicosomaticos” (FPS) como, por mplo, las afeeciones autoinmunes, la rectocolitis hemorragi- ole. (eft. el easo de Paul-Marie), Si nos dirigimos a | descripeiones de la histeria en él adulto, observamos que el histérieohace hablar a su cuerpo, sus manifestaciones especta- culares interpelan al Otro, Ese Otro puede ser Dios ola religion en las brujas o los poseidos de la Edad Media, el médico neurdlogo en los enfermos de Chareot en la Salpétriere, la ciencia médica en los histéricos de hoy con sus erisis de tetania, us muiltiples perturbaciones fisicas que hacen aparecer a vecesla mano del viryjeno, Porlo general el Otroesta represen- tado por una figura de Maestro, cura, médico © partenaine sexual idealizado, junto al que el histérieo se presenta como vbjetode deseo, tratandade mantener ese deseoen un estadade insatisfaccion para que se instale y nose agote mas. Todas los efectos de dramatizacion sirven para sostener el Lazo con ese Otro al que es necesario simullsineamente seclucir y eastrar; es conocida hasta qué punto lus histériens pueden poner en jaque el “saber” del Otro. mse encuentra Io esencial de esa estructura Brian se presenta comiacl objeto masoquista desu madre 83 La primera vivencia de su cuerpo que sufre desde el primer dia adoptara desde entonces un sentida nuevo; el cuerpo enferma servira para interpelar a la madre. A través de los sintomas él le reclama amor y, en su defecto, atencion, Los sintomas le sirven para consolidar su vinewlo con ella; la avapara, no la suelta, la obliga a dedicarle atencién en toda momento, la tiene casi a su merced; despertarse de noche, la negativa a alimentarse, las peligrosas agresiones: al hermano, lasinjurias, ete. Se instala unarelacién circular yenella ya nose sabe quién es el perseguidor, el agresor, la victima, El trabajo deandlisis yaa servir para poner fina esa relaci6n en la quevada unode los dose: «I prisionerodel otra. Es preciso plantearse la cuestién de saber por qué esa relacion se fj y se mantuvo durante anos. Recordaré aqui algunas reflexiones de Lacan (“Dos notas sobre el nino”, en Ornicar?, n° 7) acerea del origen del sintoma en el nino, texto que siempre me parecié muy iluminador para abordar la cuestion. “El sintoma en el nifo se encuentra en situacién de responder a lo que hay de sintomatico en la estructura familiar... EI sintoma: en él se encuentra el hecho de la experiencia analitica; se define en ese contexte como repre- sentante de la verdad. El sintoma puede representar la verdad de la pareja familiar, Es el caso mas complejo, pero también el mas abierto para nuestras intervenciones. La articulacién se reduce en mucho cuando el sintoma que viene a predominar proviene de la subjetividad de la madre. Aqui, funciona direetamente como correlativo de un fantas- ma en el que el niio se halla interesado” Cuando Lacan habla de verdad ce trata de la verdad del inconsciente. Brian encarnacl objeto dela pulsiony del fantasma materno, pulsién mortifera como hemos podido ver. Los sintomas de Brian por cierto que son una respuesta directa ala problemeitica inconsciente de la madre. Lacan también pone el acento en el “sintoma sometico [que] da el maximo de garantiasa ese desconocimiento”. Con eso quiere decirnos que el desconocimiento del impacto del inconsciente materno sobre el sintoma del nino esta reforza~ 84 do por el hecho de que ese sintoma sea somitico. En efecto, como podria una madre pensar que su relacién con el nifio se encuentra en el origen de Ia enfermedad. La represion wasiva de su implieacién plantea un problema para el \ratamiento psicoldgico de todas las afecciones somaticas de la infancia, Analizaremos la posicién de la madre de Paul- Marie a propésito del eezema de su hijo. Prosigue Lacan: “La parte tomada del deseo de la madre -si no tiene mediacion (Ia que normalmente resulta asegru- rada por la funcion del padre} deja al nino abierto a todos los asaltos fantasmaticas. Se convierte en ‘el objeto’ de la madre y no tiene otra fancion que la de revelar la verdad de ose objeto”. Brian no dejard de situarse como objeto rewelador de la pulsion mortifera de la madre. La mediacion (la funcion de tercero) se realiza en su caso a través de la intervencién de la analista, quien pudo, Negado el momento, borrarse para dejar el lugar al padre, lugar que ese padre no habia conse: guido tomar, a raiz de la fuerza del vinculo patégeno madre- hijo, a pesar del amor que experimentaba hacia su hijo. Separacién y reconstruceién en la cura Desde el comienzo de la cura, al poner en escena a sus fantas- mas, losaleja. Enel relato,al comienzo selo ve por todas partes, Juego poco a poco identifica los roles y las personas, ya no tolera encontrarse en esa confusion imaginari. Existio el trabajo en la sesidn, pero también ocurrid el hecho de escuchar ala madre hablara la analista, hablar de susufrimiento, del deseo de vera Brian salir de todo aquello, de su impotencia, elementos que los ayudan, a una y al otro, a desprenderse de su relacion pasional, Cuando él aye a tos adres hablar de él, e] nino se ve desde el lugar donde otros Joven. A continuacién, al comentar esas manifestaciones en la sesién, puede criticarlas y asi distanciarse de su posicién 85 alienante, advirtiendo que suhistoria no esen absoluta lade sus progenitores. Si la separacién pudo realizarse fue por- que un padre estuvo alli para recibirla y sostener su puesta en marcha, Brian superé el enfrentamiento imaginario con la madre y poco a poco fue inscribiéndose en el orden simbdlico:el lenguaje, el escrito, la ley, la castracién, progre= sivamente van siendo interiorizados; a partir de entonces: puede situarse del lado de los hombres libres Podriamos expresarlo de otra manera: Brian renuneié a poseer a su madre, Se encuentra en camino de resolver su problematica edipica. Esa salida del Edipo por cierto que dejara huellas, aunque ignoramoscudles, y él mismo tampo- co lo sabra nunca; todo quedara borrado por la represién. Suele suceder que vearnos muchos anos después a nifios que atendimos en una terapia. Siempre resulta sorprenden- te constatar los acuerdos que han elaborado con esa primera vivencia, como su deseo se encuentra orientado hacia ella, asi como sus opciones de yida sin que puedan captar el encadenamiento, Son esos recuerdos reprimidos que el adul- tw entrevé o reeonstruye durante el transcurso de su andli- sis, Si es poeta, sabra sublimarlos en una obra de arte. Proust es uno de ellos, St LYDIA 4POR QUE LYDIA NO CONSIGUE WNTENDER EN LA CLASE? Lydia tiene nueve anos. Es una morochita de rostra severo, viene acompafiada por ol padre, acerca su silla a lade él y no Je saca la mirada de encima mientras él me habla. El médieo olinieo, en eaneordancia con el CMPP (Centro Médlico Psico- pedagégico), me la envia para una psicoterapia. De hecho ha sido atendida desde hace varios anos en centros de tipo médico-pedagdgico cereanos a los lugares donde ha vivido, pero esto no dio gran resultado. Ha hecho muy pocos progre- soy termina desesperando tanto a los maestros que se han ocupado de ella como a Jas distintas encargadas de “apoyar- la” que han trabajado con su caso. Repite Curso Medio 2.y su futuro escolar parece comprometide. El CMPP se puso en contacto eon el médico de familia para eonsultar su opinién. Aconseja una psicoterapia y esta de acuerdo con el equipo que me la deriva, El padre me cuenta la trayectoria de Lydia: “Tenia dificul- tades para integrarse desde el jardin de infantes, ya tenia retrasos en el nivel de grafismos y, ademas, introdujeron Ia informatica’. Y abi el sefior L. evitiea con vehemencia los meétodos de aprendizaje escolar: “Fui yo quien deeidio cam hiarla de escuela”, dice. Esas eriticas son desestabilizadaras para un nino; en efecto, {emo asumir un aprendizaje fuer- temente cuestionado por quienes tienen cerea, el padre para el caso, pese a que el padre no tiene ninguna competencia para juzgar una ensenanza que ha practicado poco o que no Jo ha hecho en absoluto? Prosigue: “Lydia ya tenia muchas dificultades en ¢l Curso Elemental 1, peroaquel afio las dificulta- des se agravaron y tuva que repetir; aparte de esa es una nina muy buena, tranquila, obediente, Se desarrollé con normalidad, excepto un periodo dificil hacia los dos afios y medio, La madre debié ir a trabajar y Lydia no soporté la separacién; se yolvié encoprésica y enurética cuando nunca antes habia pasado por esas situaciones”, Ese episodio me parece revelador; veo en él la huella de una eierta fragilidad de la nina, que no pudo hacer ese trabajo de estructuracién que todo nino debe cumplir para salir de una situacion de fusién con el personaje que le asegura la subsistencia. Quizas esto explique su mala adaptacién al jardin de mfan- tes. Pera lo que sobre todo marcard a Lydia es la legada de hermanas gemelas cuando tiene cineo aios. Son gemelas heterocigotas, no se parecen entre si, pero una de ellas se parece, rasgo por rasgo, a Lydia, quien manifiesta muchos celos frente a ella. Sucede que la legada de un hermano menor no suscita, reaveion negativa de inmediato; los celos y las reacciones agresivas de rechazo se manifiestan mds tarde, cuando el hebé erect y ocupa mas espacio, En ese momento el hermano mayor se ve afectado, se deprime, manifiesta una baja en el rendimiento escolar, perturbaciones somiaticas 0 agresivi~ dad. Hago notar que Lydia ingresa en el Curso Preparatorio cn el momenta en que las gemelas comienzan a invadir el espacio y @ acaparar a los padres. El ingreso al Curso Preparatorio signifiea un gira en la vida del nifio: se encuen- ira entonces en plena erisis edipica, debe renunciar a su posicién de nifo pequeno protegido y con la seguridad del medio familiar para convertirse progresivamente en un ser social enfrentada a la ley del grupo, con sus eonduetas com- petitivas, sus relaciones de rivalidad, el imperatiyo del trabajo y ya no solo el placer del juego, Es la edad en ta que debe soltar el vinculo con la madre, quien no siempre esta lista para despegarse de su hijo. Numerosos fracasas escola- ves tienen la raizen fallas durante ese pasaje, pues para que un nitioaprendaes necesario ante todo que tenga el deseo de aa hacerlo, Ahora bien, no se puede obligar a alguien a desear. Por otra parte, aprender es un acto auténomo que el sujeto cumple Unieamente gracias a operaciones mentales que implican un razonamiento y un juicio. Toda traba a esa libertad de pensamiento engendra el fracaso. Veremos que estas trabas pueden ser de muy diversa naturaleza; en Lydia pueden notarse yarias de ellas. El padre me habla de él y desumujer. Ambos tuvieron una infancia dolorosa, Los padres del senor L. eran separados y nunea se ocuparon de él; una abuela fue quien lo rid. A los dieciséis anos abandoné la escuela, “me hice independien- le", y partio hacia el extranjero. Ya como adulto seguir cursos nocturnos para “para aprender lo que la escuela no le ensend” y asi poder encontrar trabajo. El senor L. esta en- fermo, a menudo tiene que estar internado en el hospital a causa de una diabetes mal compensada. Trabaja esporadi- camente y en ese momento se encuentra desocupado. La sefora L. es huérfana de madre. Su madre murié al nacer ella, E| padre volyié a casarse y la madrastra no la acepté; sera criada por una tia. “Habia jurado nunca tener un hijo", dijo el senor L, Estos dos seres con pasado abandé- nico $e encuentran y fundan un hogar “cuando ya no son jévenes”, precisa el senor L, No han estudiado, estan eseasa- mente equipados para enfrentar la viday la senora L. vuelve aestar cmbarazada, ella, que habia causado la muerte de la madre y experimentaba un rechazo visceral a poner hijos en el mundo. Es posible imaginar su desasosiego, cinco anos después de haber tenido una primera hija, al enterarse de que daria a luz gemelas. Después de escuchar al padre via Lydia a solas. Hace un dibujo(n® 1): una casa, un perro. Luego trata de dibujar una barrera cerca de la casa; lo intenta varias veces, borra, vuelve a comenzar, finalmente lo logra. Estos fueron sus comentarios: Lydia? Queria hacer una barrera A.C, Una barrera, gpara qué? Lydia: Esta prohibido golpearse. 89 A.C.: {Quién se golpea? Lydia: Los grandes a los chicos. A.C.: Conoces algunos casos? Lydia: Las palmadas de los papas y las mamas cuando uno hace algo que esta mal, cuando tocamos objetos, cuando rompemos floreros... la casa es muy pequenia para tres nifas... a los dos anos ellas me embromaban.., De noche tengo miedo en la cama, ineluso si hay luz abajo, tengomiedo de que se apoderen de mi, A.C.: (Quién va a apoderarse de ti? Lydia; Los ladrones; se apoderan de los nifios para matarlos. Luego har tres caracoles con pasta de modelar, el bebé, lamamé y el papa, “que es grande”. Cuenta: “Deciamos que era de manana, el bebé dormia, la mama despierta al bebé ¥ le dice que van a ir a buscar alimento, van al bosque”. Quiere mostrarme eémo escribe; le explico que aqui no es la clase ni yo soy una maestra, Tendré ocasién de precisar las cosas en el transcurso de las prximas entrevistas, pero acepto que escriba la primera frase que le viene en mente(n" 2). Borré los nombres de las gemelas y reemplacé por Lydia 90 cl suyo, Entonces me dice que tiene faltas en dictado, er. conjugacion y que cuenta con los dedos. En ese primer contacto observo algunos elementos que van a repetirse después. Ante todo esta esa frase, segura- mente oida en boca de los padres: “La casa es demasiado chica para tres ninas”, existen castigos corporales por parte de los padres, seria necesaria una darrera para proteger & los nifos, existen angustias de rapto y muerte. En la segunda sesién el padre vuelve a acompafar a Lydia, Acaba de salir del hospital, donde ha estado interna- do a causa de la diabetes: “Tengo que hacer régimen porque no basta solamente con la insulina; me paso dando vueltas por la casa, Lydia me ayuda a hacer de comer, a limpiar la casa y la cocina, pues mi mujer encontré trabajo. Desde que volvi del hospital, Lydia se me pega, (rata de hacerse la interesante”. Ya habia notado desde la primera sesién e) comportamiento de Lydia: fija la mirada en el padre con aspecto extasiado, s¢ coloca juntoa él y—cosa infrecuente en nifios que experimentan fracasos escolares— parece maravi- Mada cuando el padre enumera sus dificultades para enten- 91 dle Ly pripin Lydia ogvegn: "Papa me explica, me-ayuda Hor law dubares" El setor L. asiente; todas las tardes el I ide que In ayude, pero él pierde la paciencia, pues “de prwn we vi olvidando de todo”. Nw din Lydia me contara historias, relatos que despat en Loho monocorde e inexpresivo. “Una ninita que pasea lu calle, encuentra a un chiea quele dice: “esta noche te invi 4 mi casa”, “no, manana, aqui, después de la escuela”. La. nifa le responde: “Tengo que pedirles permiso a mis padres, ho siempre puedo”. Vuelve a su casa y le pregunta a la madre: “gmanana puedo ira ver a un chico que me ha invitado?”. La madre le responde que sf, la nifia lama por teléfono y le dice que matiana. Comen, miran la television, después va a acostarse. Se despierta antes que los padres, prepara el desayuno para toda Ia familia, sus padres se despiertan, ve todo, dird gracias por halyer preparado el desa= yuno, ella se vaa la escuela... al comedor, juega en el patio, suena el timbre. La pequefa va a ver al chico, un chico mayor que ella, que viste bonita ropa muy brillante y tiene hermoso cabello. Ta también eres hermosa por lo mismo, salvo que tienes una falda brillante”. A continuacion Lydia hace una serie de caracoles modelados y cuenta una historia confusa. en la que entienda que es invierno, hay una casa rota, alguien que come caracoles, tres pequenos que van a ocultarse detris de un arbol, padres que todas las noches construyen una casa mientras nadan sin dormir, el papa termina por construir falsos caracoles para estar tranquilo (1), Desde ahora es posible hacer algunas observaciones acor- cade la forma y el fondo de ese relato. Lydia no ha incorpo- rado él tiempo de los verbos, el condicional, por ejemplo, lo emplea mal a proposito, como si quisiera imitar el relato de los cuentos. A eso seagrega la confusion de las personas, por ejemplo, “ellos dira” o“ellos vio". En la historia expresa bien !a manera que tiene de hacerse notar o de hacerse querer. Prepara el desayuno de los padres antes de ir a la escuela, muestraa sumadre que un chico de mayoredad quiere salit con ella, todo esto mientras varias veces se Hama asi misma 92 *pequena”, “ninita” o “la pequefia”. Se percibe en ella tina interrogacion acerea de la diferencia entre los sexos y el wider de seduecién; el chico es hermoso, tiene eaballon rillantes, la nina es hermosa por la misma razén, se atraen entice si por las mismas razones, excepto por una diferencia: olla tiene una faldes. Todo eso deja una impresion de pabrez: on le) elaboracién, con algunas observaciones inquietantes: el ncento puesto en ese deseo de atraer la atencién de un chico nuiyor y ese final que repetird con algunas variantes en el transcurso de las sesiones: padres caracoles a los que les sueden desdichas. Aqui construyen una casa todas las noches mientrasnadan, hay alguien que come a loscaracoles y nifios caracoles ocultes detras de un arbol mientras obser- van. Se trataen verdad de una escena primitiva donde los nifios miran a los padres “que nadan sin dormir”. Podré captar mejor la situacién familiar cuando yea a la imadre en la tercera sesién. Llega con las gemelas, dos pe- yuehas de cuatro afos. Lat sala de espera y el corredor se convierten de inmediato en salas de juego; corren por todas partes, rompen los libros de la sala de espera, entran y salen del consultorio, son dos verdaderos tornados; nunca habia visto semejante devastacién. Apenas puedo hablar con la madre para pedirle que me venga a ver sin las gemelas. Esas dos ninag se encuentran en un estado de excitacién indes- criptible que me recuerda el comportamiento de los “nitios hiperactivos", patalogia que hoy se conoce mejor. La madre parece literalmente desbordada, con una incapacidad total para encauzar esa agitacién. Existe alli una ausencia de limites que me hace pensar en la barrera que recordaba Lydia el primer dia; las bofetadas, las palmadas, los golpes son al parecer- los uniens medios que los padres han encontrado para calmar la situacién, “barrera contra los golpes que los grandes dan a los pequerios”, decia Lydia. Ahora entiendo que todo el espacio se halla ocupado en la familia por esas gemelas que demandan una constante vigilancia. Lydia, tan buena, tan obediente, ya no tiene lugar. Entonces intenta hacerse de uno acercéndose al padre para erear una especie de espacio privada con él, sobre 93 Aquel dia Lydia dibuja una playa representada por banda amarilla y por debajo otra azul que represents el ¥.¢l cielo, pero esa playa se encuentra totalmente v, (dibujo n”3), Me cuenta que una vez, en viaje de colonia , fue a la playa. La encadena con una histo que transcribo integramente (cuando Lydia se da en de que habla con mucha rapidez como para que yo escribir, hace mas lento su relata), Amarillo Avul = lori, se fue a construir una gran casa con camas verdade~ yi, luces verdaderas, una puerta verdadera, se durmié, Jluiuyoul trabajo que estaba casi terminado: voy adescansar Wi poco, La familia seguia durmiendo, hacia tres dias que wtaha trabajando, todas las mananas iba a su casa para jlorlo Gna sorpresa a la familia, Paseaba hasta el mediodia, wlvuia trabajar, habia terminado el frente y se preguntaba fino hacer la puerta, dejo un agujero para entrar. Era ncliodia, fue a comer con toda Ia familia. Ala mamé caracol I ljo que habia hecho un lindo paseo, no queria decirle que Iba estado trabajando, El que come caracoles Hega: {De (uien es esta casa?’ camind, no vio a nadie, se oculté detras un arboly vioque era la familia decaracoles. Le gustaban « caracoles, incluso si estaban vives; la madre era mais jequena, Bra de noche, la ninita dormia en medio de los jdres, el papa habia ido a buscar alimento, encontro al que wine caracoles, se desperté y dijo: {Quien entré a mi casa”, wraseé la cabeza y reflexion6, vio que-no habia nada mds en | beladera, entonces fue al mercado”. Sigue otra historia ilonde se trata de dos caracoles gin padres, un papa adopta los dos ¢ hizo una familia, y luego se fue lejos del pueblo. parece entonces un “mala” que mata a los animales, los perros, los caracoles sin familia, incluso al pequeno, el papa inuere delante de su puerta y el perro se pone triste. En ese relato vuelve a encontrarse el tema de la casa que que construir. Casi siempre es el padre quien intenta erlo sin jamas lograrlo; nada funciona, trabaja pero debe parar, la puerta no esta hecha. Siempreesta la preocupacion por conseguir alimento y el que come earacoles siempre esta alli, al acecho, Después aparece el “malo”. Aqui tenemos una referencia evidente a la historia de los dos padres, los dos caracoles no tienen padres, son adoptados por un padre, se van lejos del pueblo, pero el “malo” los espera y extermina a toda la familia, incluidos los animales, En la cuarta sesién, el padre se queja ante todo del comportamiento de Lydia en la escuela, “hace trampas, corrige las correceiones, eopid (?) las imagenes, lo que hace que esté ‘en capilla”. Al parecer, Lydia falsified algunas 95 imagenes del material pedagogieo, Io que trajo como e secuenciasir“castigo” y que fuera apartada del resto delaclase; El padre agrega que estuvo enferma durante todala semana pruebas. Se puede medir asi el sufrimiento de la alurnna que, por su fracaso y su comportamiento atipico, se marginalize y eg rechazada del grupo. En esa sesién reaparece el tema del “chico”: 61 dibujard su retrato (dibujo n’ 4), Pensé que esa imagen que la representa tal vez tuviera algo que ver entonces con las imagenes robadas en la escuela, sin que fuera posible precisar el sentido de esa asociacién, Si la terapia hubiera estado comprometida, sabriamos mas, “Un chico que hace el retrato de una chica para darselo como regalo de Navidad a su madre. El ha amado... imagind en su cabeza, hizo el retrato la Nochebuena, puso el regalo para la mami al pie del arbol. Los padres fingian dormir y él se durmio en la canasta... se despierta... elles vio el hermoso regalo, él dijo: ‘Soy ya quien te lo ofreci a su madre’ Bs muy bonito, vamos a colgarlo en nuestra habitacion”. Se nota ya la confusién en la designacién de los persona~ Jes, asi como la confusion de tiempos, por ejemplo: “Soy yo. 96 quien telo ofrect a su madre”, “ellos vio el hermoso regaly; it dijo”. El retrato de la nina que el chico ofrece alos padrow dista de ser halagiieno, con sus ojos horrorizados y in beer carnivora. La cabellera parece mis una escoba que el peilili- do de una nina. En otra sesion vimos a Lydia hacer esfucrzos para fifi ‘lara los padres, les Neva el desayuno a la cama, se vuelve dulce, amable, seryicial. Aquiintroduce un. intermediario, ol chico que ofrece a su madre el retrato que hizo de ella; jintento de atraer la atencién de esa madre hacia ella? Manera de decirle: “Interésate por mi, fijate, hay un chico al que legusto, amame, mirame, estaré al aleance de tu miradia todos los dias en tu habitacién”, Ese dia Lydia no hablara de los caracales, sino que recordara a un hombre que podria ser su padre, ‘un buen hombre que vive solo en el campo, tiene una pierna quebra- da, le gustaria encontrar una casa para descansar”. Luego cuenta con gran excitacion todo lo que va.a hacer de comer, una especie de orgia gastronémica que se prepara para é| solo: salchichén, guisantes, sopa con jamon, salchichas, ete “Come solo, mira al perro del vecino”. Veré por tiltima vez a Lydia, y asus padres, en un séptimo pncuentro. Los padres me dicen que mejora su comporta~ miento frente a las hermanas, En la escuela no hay muchos progresos, sigue viendo a la ortofonista, quien encuentra que ella “mezcla todo”. Aquel dia Lydia dibuja una nifia (dibujo n’ 5), Aurelia; le hace un rostro algo menos espantoso que el del uiltimo retrato que la representaba, le pinta de azul los ojos, las mejillas rosadas y curiosamente insiste en una especie de marea roja «Ja altura del cuello, que parece una herida abierta. A continuacion enumera las actividades de Aurelia desde que se levanta hasta que se acuesta. “Se despierta, desayuna, se viste, va a la escuela, se pone en la fila...”. De inmediato renuncio a escribir esa especie de informe mecanico; Lydia contintia imperturbable con la parte deseriptiva de esa jornada . la Rojo Las siete sesiones que acabo de evocar no constituyen un tratamiento; se trata de una observacién, de “entrevistas preliminares” para decirlo de otro modo, tal como los analis- tas Haman a las entrevistas previas a una cura analitica, Desde el primer encuentro comprendi que el caso era mas complejo de lo que parecia. En particular me molestaban ciertas formulaciones de la demanda: el equipo del CMPP y el médico, por ejemplo, esperaban de mi un “milagro”; ahora bien, los milagros no existen, Si bien el psicoandlisis puede producir grandes cambios en un sujeto, esto lo consigue mediante un trabajo-de cuestionamiento de si mismo largo ya menudo doloroso. En este caso habia percibido de inme- diato que la demanda surgia del entorno, médico, maestros, reeducadores; pero no estaba clara por parte de los padres ni de la nifia, El aspecto satisfecho que mostraba Lydia cuando e] padre hablaba de su fracaso en la escuela me hablaba del goce del sintoma (la actitud de Brian sonriente cuando la madre describia su comportamiento agresivo tenia el mismo significado, segiin luego se verified), Ademas, habia entendi- do bien que los padres, que tenian un estatus de gente de- 98 pendiente de la asistencia social, tendrian dificultad para nceptar las obligaciones de un tratamiento privado, los formularios que tendrian que completar, los pagos, aun vimbolicos, que yo les exigia, las entrevistas regulares, a una hora fija. Por lo tanto, decidi atenerme a una perspectiva oxploratoria a los efectos de encarar la mejor forma de ayndara Lydiayasu familia. Vi pocoa la madre, que parecia wwitarme; formule pocas preguntas al padre, al que sentia ostremadamente fragil y dispuesto a hablarme indefinida- iwente de sus desdichas, tal como deberfa hacer con los usistentes sociales. En las sesiones eon Lydia, evitaba todo jonamiente, cualquier intervencién demasiado invasi- vey, sobre todo, cualquier interpretacién. Al permanecer lo sneutra y a la mayor distancia que me fuera posible, evitaba que la nifia se apegara demasiado a mi y comenzara una transferencia que habria vuelto problematica la suspen- sion de las sesiones. Cuando un tratamiento se detiene, puede tratarse del fin del andlisis, que el paciente y el lerapeuta encaran y deciden de acuerdo; si esa decision emana solo del terapeuta, el paciente lo vive como un aban- dono, coma una especie de “que lo dejan caer” que puede desencadenar un duclo imposible con estado depresivo y surgimiento de la idea de suicidio. Los adultos que tienen chicos a su cargo, sean terapeutas, psicélogos, ortofonistas, aveces maestros muy cercanos aun alumno con dificultades, amenudoevaliian mal los peligrosde una ruptura intempes- tiva de la relacin; en esos casos, no toman en cuenta la naturaleza de Ja transferencia de la que son objeto. (He tratado largamente la cuestién de la transferencia en mi libro Malestar en el docente. La eclucacion enfrentada al psicoandlisis.) En Jas sesiones con Lydia intervine poco, la dejé que se expresara libremente, sin hacer comentarios, mientras ella decia bastante como para que yo pudiera formarme una opinion acerca dela naturaleza de sus difieul- tades y Hegara a encarar un tratamiento. Con ella, y a diferencia de los demas casos presentados en este volumen, no tenia previsto ningtin tratamiento terapéutico. En cl ultimo encuentro puse las cosas en claro con los = 99 padros, Lev dije que pensaba que la reeducacién ortofénic hoor \uliiente; era necesario que Lydia pudiera hablar wilt, de Jo que la preocupaba hasta el extremo de impo rofloxinnar y entender edlculo y todo lo demas que le ensefia= )anen hi escuela. Eso debia hacerse con un psicoterapeuta, jvwlerentemente del CMPP. Conoeia a uno a quien podria purticiparle lo que habja podido entender acerca de las difieultades de Lydia, de modo que hubiera continuidad en el tratamiento, Ese tratamiento, que podia realizar cerca dé su domicilio, le permitiria a la sefiora L. contar con ayuda para el mangjo de las gemelas, pues yo pensaba que era posible hacer algo para tratar su agitacion e inestabilidad, Jo que aliviarta a toda la familia. También hice mencién dé la asistencia social; gen qué punto se encontraban en Ia bnisqueda de alojamiento? Ofreci ponerme en contacto con eb médico de familia, al que informaria acerca de mis observa- ciones, precisindole que debia ser el intermediario privile~ giado en esos distintos tratamientos. ‘A Lydia le hablé mas de una vez sobre la importancia que tenfa para ella que siguicra una psieoterapia con alguien que yo conocfa, Io que vendria a ser como una especie de continuidad de lo que habia hecho conmigo. Mis de una vez lehablé del sentido de esa terapia ydeladiferencia que tenia con la reeducacién ortofénica. Ella podria hablar de si misma, de lo que le ocasionaba las pesadillas, de la salud del papa, del lugar delas gemelas en su vida, de todas esas cosas dificiles que le ocupan la cabeza y le impiden reflexionar y entender eéleulo y gramatica Fue lo que hice. Tomé contacto con el médico de familia para explicarle la situacién y la necesidad de asociar el tratamiento psicoterapéutico y el seguimiento de la fami- lia por parte del CMPP. Como conocia a ese profesional, la calidad de sus contactos, lo afinada de su enfoque psicolé- gico, le participé mis observaciones acerca de la relacién padre-hija, que me preocupaba y suponia el riesgo de reforzar su posicién de seudodébil. Sabia que no comuni- caria brutalmente al equipo esa observacién, sino que sabria tenerla en cuenta en su manejo con los demas 100

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