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Dante Alighieri

Divina Comedia

INFIERNO

CANTO I

A mitad del camino de la vida, 1 Comentario [L1]: Dante nació


en 1265 y se consideraban los
en una selva oscura me encontraba 2 treinta y cinco años como la mitad
porque mi ruta había extraviado. 3 de una vida normal. La acción de
la Comedia tiene lugar en la
Semana Santa de 1300, dando
¡Cuán dura cosa es decir cuál era comienzo, según la mayor parte de
los intérpretes el Viernes Santo, 8
esta salvaje selva, áspera y fuerte de abril, y acabará siete días
que me vuelve el temor al pensamiento! 6 después.
Comentario [L2]: La selva
Es tan amarga casi cual la muerte; oscura es la vida viciosa, el
pecado; pero también la confusión
mas por tratar del bien que allí encontré, de su pensamiento; e incluso la
de otras cosas diré que me ocurrieron. 9 turbulencia política. No debemos
tal vez excluir, como en otras
discutidas alegorías dantescas, la
Yo no sé repetir cómo entré en ella pluralidad de significados.
De hecho, superación moral,
pues tan dormido me hallaba en el punto superación del error doctrinal y
que abandoné la senda verdadera. 12 evocación de la actualidad política
son tres constantes de este viaje de
ultratumba.
Mas cuando hube llegado al pie de un monte, 13 Comentario [L3]: El monte
allí donde aquel valle terminaba alegoriza la vida virtuosa que tanto
esfuerzo requiere para ser
que el corazón habíame aterrado, 15 alcanzada por el poeta. Notar la
antítesis «oscuridad»/«luz» con
que se acentúa el contraste
hacia lo alto miré, y vi que su cima «vicio»/«virtud», «error»/«verdad»
ya vestían los rayos del planeta aquí alegorizado.

que lleva recto por cualquier camino. 18 Comentario [L4]: El sol.

Entonces se calmó aquel miedo un poco,


que en el lago del alma había entrado
la noche que pasé con tanta angustia. 21

Y como quien con aliento anhelante,


ya salido del piélago a la orilla,
se vuelve y mira al agua peligrosa, 24

tal mi ánimo, huyendo todavía,


se volvió por mirar de nuevo el sitio
que a los que viven traspasar no deja. 27

Repuesto un poco el cuerpo fatigado,


seguí el camino por la yerma loma,
siempre afirmando el pie de más abajo. 30
Y vi, casi al principio de la cuesta,
una onza ligera y muy veloz, 32 Comentario [L5]: La onza, o
leopardo, es una alegoría de la
que de una piel con pintas se cubría; 33 lujuria.

y de delante no se me apartaba,
mas de tal modo me cortaba el paso,
que muchas veces quise dar la vuelta. 36

Entonces comenzaba un nuevo día,


y el sol se alzaba al par que las estrellas
que junto a él el gran amor divino 39

sus bellezas movió por vez primera; 40 Comentario [L6]: Se creía que
el mundo había sido creado en
así es que no auguraba nada malo primavera, al igual que en
de aquella fiera de la piel manchada 42 primavera tuvo lugar su redención
con la muerte de Cristo.

la hora del día y la dulce estación;


mas no tal que terror no produjese
la imagen de un león que luego vi. 45 Comentario [L7]: El león
representa la soberbia.

Me pareció que contra mí venía,


con la cabeza erguida y hambre fiera,
y hasta temerle parecia el aire. 48

Y una loba que todo el apetito 49 Comentario [L8]: La loba


alegoriza la codicia en la mayor
parecía cargar en su flaqueza, amplitud de su significado.
que ha hecho vivir a muchos en desgracia. 51

Tantos pesares ésta me produjo,


con el pavor que verla me causaba
que perdí la esperanza de la cumbre. 54

Y como aquel que alegre se hace rico


y llega luego un tiempo en que se arruina,
y en todo pensamiento sufre y llora: 57

tal la bestia me hacía sin dar tregua,


pues, viniendo hacia mí muy lentamente,
me empujaba hacia allí donde el sol calla. 60
Mientras que yo bajaba por la cuesta,
se me mostró delante de los ojos
alguien que, en su silencio, creí mudo. 63

Cuando vi a aquel en ese gran desierto


«Apiádate de mi -yo le grité-,
seas quien seas, sombra a hombre vivo.» 66

Me dijo: «Hombre no soy, mas hombre fui,


y a mis padres dio cuna Lombardía
pues Mantua fue la patria de los dos. 69

Nací sub julio César, aunque tarde, 70 Comentario [L9]: Virgilio


nació en el 70 a.C. y murió en el
y viví en Roma bajo el buen Augusto: 19 a.C. Nació, por tanto, en
tiempos de falsos dioses mentirosos. 72 tiempos de Julio César (100-44
a.C.), pero no fue del todo
contemporáneo.
Poeta fui, y canté de aquel justo 73 Comentario [L10]: Virgilio
hijo de Anquises que vino de Troya, fue conocido en la Edad Media
cuando Ilión la soberbia fue abrasada. 75 sobre todo como autor de la
Eneida, poema en que a través de
la historia de Eneas se glorificaba a
¿Por qué retornas a tan grande pena, la ciudad de Roma y al emperador
Augusto. Como sabemos, Eneas
y no subes al monte deleitoso fue un principe troyano que huyó
que es principio y razón de toda dicha?» 78 de la ciudad destruida llevando a
sus dioses tutelares y tras de un
largo viaje por el Mediterráneo (en
« ¿Eres Virgilio, pues, y aquella fuente cuyo relato Virgilio imita la
Odisea), llegó a la peninsula
de quien mana tal río de elocuencia? Itálica, donde tras largas guerras
-respondí yo con frente avergonzada-. 81 con los habitantes de la misma,
descritos según el modelo de la
Ilíada, desposó con Lavinia
Oh luz y honor de todos los poetas, (Infierno, III), dando así origen a la
estirpe fundadora de Roma. La
válgame el gran amor y el gran trabajo Eneida es una exaltación de la idea
que me han hecho estudiar tu gran volumen. 84 imperial, que con tanta fuerza
abrazó el Dante de sus años
últimos.
Eres tú mi modelo y mi maestro;
el único eres tú de quien tomé
el bello estilo que me ha dado honra. 87 Comentario [L11]: El lector
que lea estas notas se podrá dar
cuenta de cuánta verdad encierran
Mira la bestia por la cual me he vuelto: las palabras humildes de Dante.
sabio famoso, de ella ponme a salvo,
pues hace que me tiemblen pulso y venas.» 90

«Es menester que sigas otra ruta Comentario [L12]: Muchas


-me repuso después que vio mi llanto-, son las teorías acerca de la
identificación de este Lebrel que
si quieres irte del lugar salvaje; 93 conseguirá expulsar a la loba, pero
se tiende a pensar que Dante se
refiera, en sentido genérico, a la
pues esta bestia, que gritar te hace, restauración del poder civil
no deja a nadie andar por su camino, representada por la figura del
emperador, que vendría a acabar
mas tanto se lo impide que los mata; 96 con las discordias que asolaban
Italia y con la corrupción de la
misma Iglesia.
y es su instinto tan cruel y tan malvado, Se ha pensado también en
que nunca sacia su ansia codiciosa Cangrande Della Scala, Señor de
Verona, amigo y protector de
y después de comer más hambre aún tiene. 99 Dante; e incluso en un futuro papa
que restaurara la pureza evangélica
y que tuviese una humilde
Con muchos animales se amanceba, procedencia. «Entre Feltro y
y serán muchos más hasta que venga 101 Feltro», en el v. 105, se
interpretaría como «nacido entre
el Lebrel que la hará morir con duelo. 102 paños humildes», en vez de darle
una interpretación geográfica.
Feltre, en el Friuli y Montefeltro,
Éste no comerá tierra ni peltre, en la Romana, lo que significaría
sino virtud, amor, sabiduría, que el Lebrel procedería de la
Italia septentrional.
y su cuna estará entre Fieltro y Fieltro. 105

Ha de salvar a aquella humilde Italia


por quien murió Camila, la doncella,
Turno, Euríalo y Niso con heridas. 108 Comentario [L13]: Son todos
personajes de la segunda parte de
la Eneida: Camila fue una doncella
Éste la arrojará de pueblo en pueblo, guerrera muerta en combate contra
los troyanos; Niso y Euríalo, ami-
hasta que dé con ella en el abismo, gos proverbiales, murieron juntos
del que la hizo salir el Envidioso. 111 combatiendo contra los volscos;
Turno, rey de los rútulos,
principales rivales de los troyanos,
Por lo que, por tu bien, pienso y decido fue muerto por el propio Eneas,
dando así fin a la epopeya.
que vengas tras de mí, y seré tu guía,
y he de llevarte por lugar eterno, 114 Comentario [L14]: La codicia
ha sido directamente enviada por
Lucifer, el Envidioso por
donde oirás el aullar desesperado, antonomasía.

verás, dolientes, las antiguas sombras,


gritando todas la segunda muerte; 117

y podrás ver a aquellas que contenta


el fuego, pues confían en llegar
a bienaventuras cualquier día; 120

y si ascender deseas junto a éstas,


más digna que la mía allí hay un alma:
te dejaré con ella cuando marche; 123 Comentario [L15]: Virgilio
será el guía de Dante en el Infiemo
y el Purgatorio, pero en el cielo
que aquel Emperador que arriba reina, necesitará la guía más digna de lo
misma Beatriz.
puesto que yo a sus leyes fui rebelde,
no quiere que por mí a su reino subas. 126

En toda parte impera y allí rige;


allí está su ciudad y su alto trono.
iCuán feliz es quien él allí destina!» 129

Yo contesté: «Poeta, te requiero


por aquel Dios que tú no conociste,
para huir de éste o de otro mal más grande, 132

que me lleves allí donde me has dicho,


y pueda ver la puerta de San Pedro
y aquellos infelices de que me hablas.» 135
Entonces se echó a andar, y yo tras él.

CANTO II

El día se marchaba, el aire oscuro


a los seres que habitan en la tierra
quitaba sus fatigas; y yo sólo 3
me disponía a sostener la guerra,
contra el camino y contra el sufrimiento
que sin errar evocará mi mente. 6

¡Oh musas! ¡Oh alto ingenio, sostenedme!


¡Memoria que escribiste lo que vi,
aquí se advertirá tu gran nobleza! 9

Yo comencé: «Poeta que me guías,


mira si mi virtud es suficiente
antes de comenzar tan ardua empresa. 12

Tú nos contaste que el padre de Silvio, 13 Comentario [L16]: El padre de


Silvio es Eneas, y su bajada a los
sin estar aún corrupto, al inmortal infiemos, a imitación de la que
reino llegó, y lo hizo en cuerpo y alma. 15 narra de Ulises la Odisea, ocupa el
libro VI de La Eneida. Roma, la
ciudad fundada por los
Pero si el adversario del pecado descendientes de este héroe, fue
elegida como sede de los papas y
le hizo el favor, pensando el gran efecto cabeza del mundo cristiano.
que de aquello saldría, el qué y el cuál, 18

no le parece indigno al hombre sabio;


pues fue de la alma Roma y de su imperio
escogido por padre en el Empíreo. 21

La cual y el cual, a decir la verdad,


como el lugar sagrado fue elegida,
que habita el sucesor del mayor Pedro. 24

En el viaje por el cual le alabas


escuchó cosas que fueron motivo
de su triunfo y del manto de los papas. 27

Alli fue luego el Vaso de Elección, 28 Comentario [L17]: El «Vaso


de Elección» es San Pablo. La
para llevar conforto a aquella fe imaginación medieval daba crédito
que de la salvación es el principio. 30 al rapto celeste que San Pablo
narró en su segunda carta a los
corintios, y que fue el comienzo de
Mas yo, ¿por qué he de ir? ¿quién me lo otorga? su conversión, pero la fantasía
popular le adjudicó a partir de esto,
Yo no soy Pablo ni tampoco Eneas: un viaje al Infiemo.
y ni yo ni los otros me creen digno. 33

Pues temo, si me entrego a ese viaje,


que ese camino sea una locura;
eres sabio; ya entiendes lo que callo.» 36

Y cual quien ya no quiere lo que quiso


cambiando el parecer por otro nuevo,
y deja a un lado aquello que ha empezado, 39

así hice yo en aquella cuesta oscura:


porque, al pensarlo, abandoné la empresa
que tan aprisa había comenzado. 42

«Si he comprendido bien lo que me has dicho


-respondió del magnánimo la sombra
la cobardía te ha atacado el alma; 45

la cual estorba al hombre muchas veces,


y de empresas honradas le desvía,
cual reses que ven cosas en la sombra. 48

A fin de que te libres de este miedo,


te diré por qué vine y qué entendí
desde el punto en que lástima te tuve. 51

Me hallaba entre las almas suspendidas 52 Comentario [L18]: Virgilio se


hallaba en el Purgatorio, entre
y me llamó una dama santa y bella, 53 aquellos que se encuentran sus-
de forma que a sus órdenes me puse. 54 pendidos entre el deseo de ver a
Dios y su falta de esperanza de
lograrlo.
Brillaban sus pupilas más que estrellas; Comentario [L19]: Se trata de
y a hablarme comenzó, clara y suave, Beatriz, a quien por vez primera se
angélica voz, en este modo: 57 alude en el poema.

“Alma cortés de Mantua, de la cual


aún en el mundo dura la memoria,
y ha de durar a lo largo del tiempo: 60

mi amigo, pero no de la ventura,


tal obstáculo encuentra en su camino
por la montaña, que asustado vuelve: 63

y temo que se encuentre tan perdido


que tarde me haya dispuesto al socorro,
según lo que escuché de él en el cielo. 66

Ve pues, y con palabras elocuentes,


y cuanto en su remedio necesite,
ayúdale, y consuélame con ello. 69

Yo, Beatriz, soy quien te hace caminar; 70 Comentario [L20]: La


histórica Beatriz, amada por Dante
vengo del sitio al que volver deseo; en la tierra, era hija de Folco Por-
amor me mueve, amor me lleva a hablarte. 72 tinari, noble florentino. El poeta la
vio por vez primera en 1274,
cuando aún era un niño, y se
Cuando vuelva a presencia de mi Dueño 73 enamoró de ella en 1283.
Alrededor de 1286 se casó con Si-
le hablaré bien de ti frecuentemente.” mone dei Bardi y murió en 1290
Entonces se calló y yo le repuse: 75 Comentario [L21]: Su dueño,
en el original «il signor mio», es
“Oh dama de virtud por quien supera Dios mismo.

tan sólo el hombre cuanto se contiene


con bajo el cielo de esfera más pequeña, 78 Comentario [L22]: El cielo de
esfera más pequeña es el de la
luna, bajo el cual se halla la tierra;
de tal modo me agrada lo que mandas, es decir. Beatriz excede a todos los
mortales.
que obedecer, si fuera ya, es ya tarde;
no tienes más que abrirme tu deseo. 81

Mas dime la razón que no te impide


descender aquí abajo y a este centro,
desde el lugar al que volver ansías.” 84

“ Lo que quieres saber tan por entero,


te diré brevemente --me repuso
por qué razón no temo haber bajado. 87

Temer se debe sólo a aquellas cosas


que pueden causar algún tipo de daño;
mas a las otras no, pues mal no hacen. 90

Dios con su gracia me ha hecho de tal modo


que la miseria vuestra no me toca,
ni llama de este incendio me consume. 93

Una dama gentil hay en el cielo 94 Comentario [L23]: La Virgen


María, de la que Dante fue un
que compadece a aquel a quien te envío, ferviente devoto.
mitigando allí arriba el duro juicio. 96

Ésta llamó a Lucía a su presencia; 97 Comentario [L24]: Santa


Lucía de Siracusa, a quien Dante
y dijo: «necesita tu devoto atribuyó la curación de una enfer
ahora de ti, y yo a ti te lo encomiendo». 99 medad de la vista que a ella estaba
encomendada por la forma de su
suplicio. En la Comedia representa
Lucía, que aborrece el sufrimiento, la gracia iluminante.
se alzó y vino hasta el sitio en que yo estaba, 101 Comentario [L25]: Raquel,
sentada al par de la antigua Raquel. 102 mujer de Jacob, representa la vida
contemplativa, por oposición a su
hermana Lía, por ello está sentada
Dijo: “Beatriz, de Dios vera alabanza, junto a Beatriz.

cómo no ayudas a quien te amó tanto,


y por ti se apartó de los vulgares? 105 Comentario [L26]: Por el
amor a Beatriz, Dante se apartó de
los poetas vulgares, dedicándose a
¿Es que no escuchas su llanto doliente? cantar a su amada con poemas
excelsos.
¿no ves la muerte que ahora le amenaza
en el torrente al que el mar no supera?” 108

No hubo en el mundo nadie tan ligero,


buscando el bien o huyendo del peligro,
como yo al escuchar esas palabras. 111

“Acá bajé desde mi dulce escaño,


confiando en tu discurso virtuoso
que te honra a ti y aquellos que lo oyeron.” 114
Después de que dijera estas palabras
volvió llorando los lucientes ojos,
haciéndome venir aún más aprisa; 117

y vine a ti como ella lo quería;


te aparté de delante de la fiera,
que alcanzar te impedía el monte bello. 120

¿Qué pasa pues?, ¿por qué, por qué vacilas?


¿por qué tal cobardía hay en tu pecho?
¿por qué no tienes audacia ni arrojo? 123

Si en la corte del cielo te apadrinan


tres mujeres tan bienaventuradas,
y mis palabras tanto bien prometen.» 126

Cual florecillas, que el nocturno hielo


abate y cierra, luego se levantan,
y se abren cuando el sol las ilumina, 129

así hice yo con mi valor cansado;


y tanto se encendió mi corazón,
que comencé como alguien valeroso: 132

«!Ah, cuán piadosa aquella que me ayuda!


y tú, cortés, que pronto obedeciste
a quien dijo palabras verdaderas. 135

El corazón me has puesto tan ansioso


de echar a andar con eso que me has dicho
que he vuelto ya al propósito primero. 138

Vamos, que mi deseo es como el tuyo.


Sé mi guía, mi jefe, y mi maestro.»
Asi le dije, y luego que echó a andar, 141
entré por el camino arduo y silvestre.

CANTO III

POR MÍ SE VA HASTA LA CIUDAD DOLIENTE,


POR MÍ SE VA AL ETERNO SUFRIMIENTO,
POR MÍ SE VA A LA GENTE CONDENADA. 3

LA JUSTICIA MOVIÓ A MI ALTO ARQUITECTO.


HÍZOME LA DIVINA POTESTAD,
EL SABER SUMO Y EL AMOR PRIMERO. 6 Comentario [L27]: El poder, la
sabiduría y el amor, son las tres
personas de la Trinidad cristiana.
ANTES DE MÍ NO FUE COSA CREADA
SINO LO ETERNO Y DURO ETERNAMENTE.
DEJAD, LOS QUE AQUÍ ENTRÁIS, TODA ESPERANZA. 9

Estas palabras de color oscuro


vi escritas en lo alto de una puerta;
y yo: «Maestro, es grave su sentido.» 12

Y, cual persona cauta, él me repuso:


«Debes aquí dejar todo recelo;
debes dar muerte aquí a tu cobardía. 15

Hemos llegado al sitio que te he dicho


en que verás las gentes doloridas,
que perdieron el bien del intelecto.» 18

Luego tomó mi mano con la suya


con gesto alegre, que me confortó,
y en las cosas secretas me introdujo. 21

Allí suspiros, llantos y altos ayes


resonaban al aiire sin estrellas,
y yo me eché a llorar al escucharlo. 24

Diversas lenguas, hórridas blasfemias,


palabras de dolor, acentos de ira,
roncos gritos al son de manotazos, 27

un tumulto formaban, el cual gira


siempre en el aiire eternamente oscuro,
como arena al soplar el torbellino. 30

Con el terror ciñendo mi cabeza


dije: «Maestro, qué es lo que yo escucho,
y quién son éstos que el dolor abate?» 33

Y él me repuso: «Esta mísera suerte


tienen las tristes almas de esas gentes
que vivieron sin gloria y sin infamia. 36 Comentario [L28]: Se trata de
los indiferentes, y de los ángeles
que en la lucha suscitada por
Están mezcladas con el coro infame Lucifer, permanecieron neutrales.
Se comprende que Dante que vivió
de ángeles que no se rebelaron, toda su vida en la necesidad de
no por lealtad a Dios, sino a ellos mismos. 39 tomar partido en una Italia
desgarrada, condene en el Infierno
a los que no se comprometen con
Los echa el cielo, porque menos bello causa alguna. ¿Qué pensaría, por
ejemplo, de los florentinos que
no sea, y el infierno los rechaza, intentaron permanecer ajenos a la
pues podrían dar gloria a los caídos.» 42 lucha entre gibelinos y güelfos, o
entre güelfos negros y blancos,
corno única manera de encontrarla
Y yo: «Maestro, ¿qué les pesa tanto paz?
y provoca lamentos tan amargos?»
Respondió: «Brevemente he de decirlo. 45

No tienen éstos de muerte esperanza,


y su vida obcecada es tan rastrera,
que envidiosos están de cualquier suerte. 48

Ya no tiene memoria el mundo de ellos,


compasión y justicia les desdeña;
de ellos no hablemos, sino mira y pasa.» 51

Y entonces pude ver un estandarte,


que corría girando tan ligero,
que parecía indigno de reposo. 54

Y venía detrás tan larga fila


de gente, que creído nunca hubiera
que hubiese a tantos la muerte deshecho. 57

Y tras haber reconocido a alguno,


vi y conocí la sombra del que hizo
por cobardía aquella gran renuncia. 60 Comentario [L29]: Es posible
que se trate del papa Celestino V,
llamado en la vida Pietro da
Al punto comprendí, y estuve cierto, Morrone. Fue este un eremita con
gran fama de santo, que fue
que ésta era la secta de los reos elegido papa a los setenta y nueve
a Dios y a sus contrarios displacientes. 63 años de edad y que abdicó seis
meses más tarde por considerarse
indigno de la tarea, dando así lugar
Los desgraciados, que nunca vivieron, a la elección del cardenal Caetani
-a quien las malas lenguas hacían
iban desnudos y azuzados siempre culpable de haber provocado la
de moscones y avispas que allí había. 66 renuncia del anciano, asustándole
con voces nocturnas- que tomaría
el nombre de Bonifacio VIII, y que
Éstos de sangre el rostro les bañaban, tan fatal había de ser para el poeta.
Un fragmento del verso original
que, mezclada con llanto, repugnantes «Chi fece... il gran rifiutto» sirve
gusanos a sus pies la recogían. 69 de título a un célebre poema de
Cavafis.

Y luego que a mirar me puse a otros, Comentario [L30]: Más que la


de los indiferentes se trata ahora de
vi gentes en la orilla de un gran río los pusilánimes.
y yo dije: «Maestro, te suplico 72

que me digas quién son, y qué designio


les hace tan ansiosos de cruzar
como discierno entre la luz escasa.» 75

Y él repuso: «La cosa he de contarte


cuando hayamos parado nuestros pasos
en la triste ribera de Aqueronte.» 78 Comentario [L31]: El
Aqueronte es el primero y más
grande de los rios infernales; nace,
Con los ojos ya bajos de vergüenza, como el resto de ellos, en la estatua
del viejo de Creta (Infíerno, XIV)
temiendo molestarle con preguntas y desemboca en la Estigia
dejé de hablar hasta llegar al río. 81 (Infierno, VII).
Y he aquí que viene en bote hacia nosotros
un viejo cano de cabello antiguo, 83 Comentario [L32]: Caronte,
hijo de Erebo y de la Noche, estaba
gritando: «¡Ay de vosotras, almas pravas! 84 según la mitologla encargado de
cruzar las almas de los muertos a
través de la laguna Estigia, que
No esperéis nunca contemplar el cielo; separaba la vida de la muerte.
vengo a llevaros hasta la otra orilla,
a la eterna tiniebla, al hielo, al fuego. 87

Y tú que aquí te encuentras, alma viva,


aparta de éstos otros ya difuntos.»
Pero viendo que yo no me marchaba, 90

dijo: «Por otra via y otros puertos


a la playa has de ir, no por aquí;
más leve leño tendrá que llevarte». 93 Comentario [L33]: Cuando
muera Dante no vendrá a montar
en la barca de Caronte que le lleve
Y el guía a él: «Caronte, no te irrites: al Infierno, sino en otra que le
llevará desde la desembocadura del
así se quiere allí donde se puede Tiber hasta el Purgatorio
lo que se quiere, y más no me preguntes.» 96 (Purgatorio, II).

Las peludas mejillas del barquero


del lívido pantano, cuyos ojos
rodeaban las llamas, se calmaron. 99

Mas las almas desnudas y contritas,


cambiaron el color y rechinaban,
cuando escucharon las palabras crudas. 102

Blasfemaban de Dios y de sus padres,


del hombre, el sitio, el tiempo y la simiente
que los sembrara, y de su nacimiento. 105

Luego se recogieron todas juntas,


llorando fuerte en la orilla malvada
que aguarda a todos los que a Dios no temen. 108

Carón, demonio, con ojos de fuego,


llamándolos a todos recogía;
da con el remo si alguno se atrasa. 111

Como en otoño se vuelan las hojas


unas tras otras, hasta que la rama
ve ya en la tierra todos sus despojos, 114

de este modo de Adán las malas siembras


se arrojan de la orilla de una en una,
a la señal, cual pájaro al reclamo. 117
Así se fueron por el agua oscura,
y aún antes de que hubieran descendido
ya un nuevo grupo se había formado. 120

«Hijo mío -cortés dijo el maestro


los que en ira de Dios hallan la muerte
llegan aquí de todos los países: 123

y están ansiosos de cruzar el río,


pues la justicia santa les empuja,
y así el temor se transforma en deseo. 126

Aquí no cruza nunca un alma justa,


por lo cual si Carón de ti se enoja,
comprenderás qué cosa significa.» 129

Y dicho esto, la región oscura


tembló con fuerza tal, que del espanto
la frente de sudor aún se me baña. 132

La tierra lagrimosa lanzó un viento


que hizo brillar un relámpago rojo
y, venciéndome todos los sentidos, 135
me caí como el hombre que se duerme.

CANTO IV

Rompió el profundo sueño de mi mente


un gran trueno, de modo que cual hombre
que a la fuerza despierta, me repuse; 3

la vista recobrada volví en torno


ya puesto en pie, mirando fijamente,
pues quería saber en dónde estaba. 6

En verdad que me hallaba justo al borde


del valle del abismo doloroso,
que atronaba con ayes infinitos. 9

Oscuro y hondo era y nebuloso,


de modo que, aun mirando fijo al fondo,
no distinguía allí cosa ninguna. 12

«Descendamos ahora al ciego mundo


--dijo el poeta todo amortecido-:
yo iré primero y tú vendrás detrás.» 15

Y al darme cuenta yo de su color,


dije: « ¿Cómo he de ir si tú te asustas,
y tú a mis dudas sueles dar consuelo?» 18

Y me dijo: «La angustia de las gentes


que están aquí en el rostro me ha pintado
la lástima que tú piensas que es miedo. 21

Vamos, que larga ruta nos espera.»


Así me dijo, y así me hizo entrar
al primer cerco que el abismo ciñe. 24 Comentario [L34]: El primer
círculo del Infierno es el Limbo,
donde se encuentran aquellos que
Allí, según lo que escuchar yo pude, no han recibido el bautismo, bien
por haber nacido antes de Cristo,
llanto no había, mas suspiros sólo, haber vivido sin conocer la
que al aire eterno le hacían temblar. 27 Revelación, o haber muerto antes
del tiempo. Más adelante
encontraremos, sin embargo,
Lo causaba la pena sin tormento bastantes excepciones a esta regla.
que sufría una grande muchedumbre
de mujeres, de niños y de hombres. 30

El buen Maestro a mí: «¿No me preguntas


qué espíritus son estos que estás viendo?
Quiero que sepas, antes de seguir, 33

que no pecaron: y aunque tengan méritos,


no basta, pues están sin el bautismo,
donde la fe en que crees principio tiene. 36

Al cristianismo fueron anteriores,


y a Dios debidamente no adoraron:
a éstos tales yo mismo pertenezco. 39

Por tal defecto, no por otra culpa,


perdidos somos, y es nuestra condena
vivir sin esperanza en el deseo.» 42

Sentí en el corazón una gran pena,


puesto que gentes de mucho valor
vi que en el limbo estaba suspendidos. 45

«Dime, maestro, dime, mi señor


-yo comencé por querer estar cierto
de aquella fe que vence la ignorancia-: 48

¿salió alguno de aquí, que por sus méritos


o los de otro, se hiciera luego santo?»
Y éste, que comprendió mi hablar cubierto, 51
Comentario [L35]: Virgiilo
respondió: «Yo era nuevo en este estado, murió en el 19 a.C.; llevaba sólo
cincuenta y dos años cuando vio
cuando vi aquí bajar a un poderoso, llegar a Cristo redentor, bajando a
coronado con signos de victoria. 54 los infiemos gloriosamente
después de su crucifixión.
Sacó la sombra del padre primero,
y las de Abel, su hijo, y de Noé,
del legista Moisés, el obediente; 57

del patriarca Abraham, del rey David,


a Israel con sus hijos y su padre,
y con Raquel, por la que tanto hizo, 60 Comentario [L36]: Jacob
sirvió catorce años a su suegro
Labán, antes de poder desposar a
y de otros muchos; y les hizo santos; Raquel.
y debes de saber que antes de eso,
ni un esptritu humano se salvaba.» 63

No dejamos de andar porque él hablase,


mas aún por la selva caminábamos,
la selva, digo, de almas apiñadas 66

No estábamos aún muy alejados


del sitio en que dormí, cuando vi un fuego,
que al fúnebre hemisferio derrotaba. 69

Aún nos encontrábamos distantes,


mas no tanto que en parte yo no viese
cuán digna gente estaba en aquel sitio. 72

«Oh tú que honoras toda ciencia y arte,


éstos ¿quién son, que tal grandeza tienen,
que de todos los otros les separa?» 75

Y respondió: «Su honrosa nombradía,


que allí en tu mundo sigue resonando
gracia adquiere del cielo y recompensa.» 78

Entre tanto una voz pude escuchar:


«Honremos al altísimo poeta;
vuelve su sombra, que marchado había.» 81

Cuando estuvo la voz quieta y callada,


vi cuatro grandes sombras que venían:
ni triste, ni feliz era su rostro. 84
Comentario [L37]: Se trata, en
El buen maestro comenzó a decirme: efecto, de los grandes modelos de
«Fíjate en ése con la espada en mano, Dante: Homero con sus dos
grandes poemas Ilíada y Odisea;
que como el jefe va delante de ellos: 87 Ovidio, autor de Las Metamorfosis
y Las Heroidas; Horacio, de las
Sátiras, y Lucano, autor de La
Es Homero, el mayor de los poetas; Farsalia, a los que se van a añadir
el satírico Horacio luego viene; Virgilio, autor de La Eneida y,
completando el sexteto, el propio
tercero, Ovidio; y último, Lucano. 90 Dante, que añade así su Comedia a
la Lista de los grandes poemas
épicos precedentes.
Y aunque a todos igual que a mí les cuadra
el nombre que sonó en aquella voz,
me hacen honor, y con esto hacen bien.» 93

Así reunida vi a la escuela bella


de aquel señor del altísimo canto,
que sobre el resto cual águila vuela. 96

Después de haber hablado un rato entre ellos,


con gesto favorable me miraron:
y mi maestro, en tanto, sonreía. 99

Y todavía aún más honor me hicieron


porque me condujeron en su hilera,
siendo yo el sexto entre tan grandes sabios. 102

Así anduvimos hasta aquella luz,


hablando cosas que callar es bueno,
tal como era el hablarlas allí mismo. 105

Al pie llegamos de un castillo noble,


siete veces cercado de altos muros,
guardado entorno por un bello arroyo. 108

Lo cruzamos igual que tierra firme;


crucé por siete puertas con los sabios:
hasta llegar a un prado fresco y verde. 111 Comentario [L38]: Anoto
sucintamente los personajes del
engorroso catálogo con que, a la
Gente había con ojos graves, lentos, manera de la época, Dante va a
ilustrar este pasaje. Como apunta
con gran autoridad en su semblante: el maestro Borges, sólo en el
hablaban poco, con voces suaves. 114 episodio de Francesca del canto
siguiente Dante superará estas frías
enumeraciones, dando la voz a
Nos apartamos a uno de los lados, personajes concretos y
humanizándolos.
en un claro lugar alto y abierto,
tal que ver se podían todos ellos. 117 Comentario [L39]: 121-3
Electra es la hermana de Orestes;
Héctor y Eneas, príncipes
Erguido allí sobre el esmalte verde, troyanos; César es el dictador
romano, a quien Dante considera el
las magnas sombras fuéronme mostradas, primer emperador.
que de placer me colma haberlas visto. 120 Comentario [L40]: 124-126
Camila ya apareció en Infierno, I;
Pantasilea es la reina de las Ama-
A Electra vi con muchos compañeros, 121 zonas, muerta por Aquiles. El rey
y entre ellos conocí a Héctor y a Eneas, Latino y Lavinia son personajes
importantes de la Eneida, pues ésta
y armado a César, con ojos grifaños. 123 se desposó finalmente con Eneas.
Comentario [L41]: Lucio
Vi a Pantasilea y a Camila, 124 Junio Bruto, que expulsó a
Tarquino el Soberbio de Roma,
y al rey Latino vi por la otra parte, para vengar la violación que su
que se sentaba con su hija Lavinia. 126 hijo había hecho a Lucrecia,
esposa de Tarquino Colatino, y
modelo de mujer virtuosa, que se
Vi a Bruto, aquel que destronó a Tarquino, 127 dio muerte para huir de la des-
honra.
a Cornelia, a Lucrecia, a Julia, a Marcia; 128 Comentario [L42]: Julia es la
hija de César y mujer de Pompeyo,
y a Saladino vi, que estaba solo; 129 cuya muerte no pudo evitar la
guerra entre los dos caudillos;
Marcia es la mujer de Catón de
y al levantar un poco más la vista, Utica, como veremos en
vi al maestro de todos los que saben, 131 Purgatorio, I; Cornelia es la hija
de Escipión el Africano y madre de
sentado en filosófica familia. 132 los Gracos; fue también
considerada como el modelo de
virtudes de la matrona de la Roma
Todos le miran, todos le dan honra: republicana.
y a Sócrates, que al lado de Platón, Comentario [L43]: Salah-ed-di
están más cerca de él que los restantes; 135 n, sultán de Egipto, considerado
como modelo de caballero
musulmán, comparable a los
Demócrito, que el mundo pone en duda, caballeros cristianos (ll37-ll93).
Anaxágoras, Tales y Diógenes, Como veremos, no es el único
musulmán de que da cuenta este
Empédocles, Heráclito y Zenón; 138 pasaje.
Comentario [L44]: Después de
y al que las plantas observó con tino, 139 los personajes heroicos, Dante nos
muestra a los filósofos y
Dioscórides, digo; y via Orfeo, científicos, empezando por
Tulio, Livio y al moralista Séneca; 141 Aristóteles.
Comentario [L45]: 139-141
Tulio es Marco Tulio Cicerón.
al geómetra Euclides, Tolomeo, Dioscórides observó las cualidades
Hipócrates, Galeno y Avicena, medicinales de las plantas. Orfeo y
Lino son músicos y poetas de la
y a Averroes que hizo el «Comentario». 144 mitología griega.
Comentario [L46]: Se trata del
No puedo detallar de todos ellos, `Comentario' a las obras de
porque así me encadena el largo tema, Aristóteles.

que dicho y hecho no se corresponden. 147

El grupo de los seis se partió en dos:


por otra senda me llevó mi guía,
de la quietud al aire tembloroso 150
y llegué a un sitio en donde nada luce.

CANTO V

Así bajé del círculo primero


al segundo que menos lugar ciñe, 2 Comentario [L47]: Al círculo
donde se castiga el pecado de la
y tanto más dolor, que al llanto mueve. 3 lujuria.

Allí el horrible Minos rechinaba. 4 Comentario [L48]: Minos,


según la antigua mitología,
A la entrada examina los pecados; después de haber reinado
juzga y ordena según se relíe. 6 prudentemente en Creta, fue
considerado como uno de los
jueces infernales, junto con
Radamante y Eaco (Eneida, VI,
432-3), pero aquí Dante lo
Digo que cuando un alma mal nacida transforma en una fiera un tanto
llega delante, todo lo confiesa; grotesca.
y aquel conocedor de los pecados 9

ve el lugar del infierno que merece:


tantas veces se ciñe con la cola,
cuantos grados él quiere que sea echada. 12

Siempre delante de él se encuentran muchos;


van esperando cada uno su juicio,
hablan y escuchan, después las arrojan. 15

«Oh tú que vienes al doloso albergue


-me dijo Minos en cuanto me vio,
dejando el acto de tan alto oficio-; 18

mira cómo entras y de quién te fías:


no te engañe la anchura de la entrada.»
Y mi guta: «¿Por qué le gritas tanto? 21

No le entorpezcas su fatal camino;


así se quiso allí donde se puede
lo que se quiere, y más no me preguntes.» 24

Ahora comienzan las dolientes notas


a hacérseme sentir; y llego entonces
allí donde un gran llanto me golpea. 27

Llegué a un lugar de todas luces mudo,


que mugía cual mar en la tormenta,
si los vientos contrarios le combaten. 30

La borrasca infernal, que nunca cesa,


en su rapiña lleva a los espíritus;
volviendo y golpeando les acosa. 33

Cuando llegan delante de la ruina,


allí los gritos, el llanto, el lamento;
allí blasfeman del poder divino. 36

Comprendí que a tal clase de martirio


los lujuriosos eran condenados,
que la razón someten al deseo. 39

Y cual los estorninos forman de alas


en invierno bandada larga y prieta,
así aquel viento a los malos espiritus: 42

arriba, abajo, acá y allí les lleva;


y ninguna esperanza les conforta,
no de descanso, mas de menor pena. 45

Y cual las grullas cantando sus lays


largas hileras hacen en el aire,
así las vi venir lanzando ayes, 48
a las sombras llevadas por el viento.
Y yo dije: «Maestro, quién son esas
gentes que el aire negro así castiga?» 51

«La primera de la que las noticias


quieres saber --me dijo aquel entonces-
fue emperatriz sobre muchos idiomas. 54

Se inclinó tanto al vicio de lujuria,


que la lascivia licitó en sus leyes,
para ocultar el asco al que era dada: 57

Semíramis es ella, de quien dicen 58 Comentario [L49]: Semíramis,


nombre griego de una reina asiria
que sucediera a Nino y fue su esposa: famoso entre los medievales por su
mandó en la tierra que el sultán gobierna. 60 vida licenciosa y violenta. Para
algunos representa en la Comedia
el amor vicioso.
Se mató aquella otra, enamorada, 61 Comentario [L50]: Dido, reina
traicionando el recuerdo de Siqueo; de Cartago, rompió por su amor
la que sigue es Cleopatra lujuriosa. 63 hacia Eneas la fidelidad debida a
su antiguo marido Siqueo.
Representaría el amor apasionado.
A Elena ve, por la que tanta víctima 64 Comentario [L51]: Cleopatra,
el tiempo se llevó, y ve al gran Aquiles 65 reina de Egipto (69-30 a.C.),
representaría el amor interesado,
que por Amor al cabo combatiera; 66 dadas sus relaciones con César y
Marco Antonio.

ve a Paris, a Tristán.» Y a más de mil 67 Comentario [L52]: Elena, hija


de Júpiter y Leda, causante de la
sombras me señaló, y me nombró, a dedo, guerra de Troya, representaría el
que Amor de nuestra vida les privara. 69 amor ambicioso.
Comentario [L53]: Aquiles, el
Y después de escuchar a mi maestro más célebre griego de la guerra de
Troya, cuyo sitio en el Infiemo,
nombrar a antiguas damas y caudillos, como amante de Polixena, no es tal
les tuve pena, y casi me desmayo. 72 vez el que más convendría a su
figura heroica.
Comentario [L54]: Paris,
Yo comencé: «Poeta, muy gustoso 73 príncipe troyano, hijo de Príamo y
hablaría a esos dos que vienen juntos raptor de Elena. Tristán, sobrino
del rey Marcos de Comualles y
y parecen al viento tan ligeros.» 75 amante de Iseo, la mujer de éste
último. Su historia fue celebérrima
en la Edad Media.
Y él a mí: «Los verás cuando ya estén
Comentario [L55]: Francesca,
más cerca de nosotros; si les ruegas hija de Guido da Polenta, señor de
en nombre de su amor, ellos vendrán.» 78 Rávena, y amigo de Dante; y Paolo
Malatesta, hermano del marido de
ésta, el feroz Gianciotto Malatesta,
Tan pronto como el viento allí los trajo señor de Rímini, con quien
Francesca había sido casada por
alcé la voz: «Oh almas afanadas, motivos políticos alrededor de
hablad, si no os lo impiden, con nosotros.» 81 1275. Como veremos, la propia
Francesca narrará a Dante el amor
desdichado que les ha condenado,
Tal palomas llamadas del deseo, en uno de los pasajes más bellos y
conocidos de toda la Comedia.
al dulce nido con el ala alzada, Toda la historia parece ser un
van por el viento del querer llevadas, 84 ejemplo vivo de la teoría amorosa
del «Dolce stil novo».
ambos dejaron el grupo de Dido 85 Comentario [L56]: Es decir,
como apuntamos antes, del grupo
y en el aire malsano se acercaron, de pecadores arrastrados por la
tan fuerte fue mi grito afectuoso: 87 pasión amorosa, no por la
sensualidad a otras razones.

«Oh criatura graciosa y compasiva


que nos visitas por el aire perso 89 Comentario [L57]: El perso es
un color mezcla de púrpura y
a nosotras que el mundo ensangrentamos; 90 negro (Convivixm, IV, XX, 2).

si el Rey del Mundo fuese nuestro amigo


rogaríamos de él tu salvación,
ya que te apiada nuestro mal perverso. 93

De lo que oír o lo que hablar os guste,


nosotros oiremos y hablaremos
mientras que el viento, como ahora, calle. 96

La tierra en que nací está situada


en la Marina donde el Po desciende
y con sus afluentes se reúne. 99

Amor, que al noble corazón se agarra,


a éste prendió de la bella persona
que me quitaron; aún me ofende el modo. 102

Amor, que a todo amado a amar le obliga, 103 Comentario [L58]: Eco del
verso de Guido Guinizzelfi: «Al
prendió por éste en mí pasión tan fuerte 104 cor gentil rimpaira sempre amore.»
que, como ves, aún no me abandona. 105 Comentario [L59]: A Paolo.

El Amor nos condujo a morir juntos,


y a aquel que nos mató Caína espera.» 107 Comentario [L60]: Descubiert
a, en efecto, su pasión amorosa, los
Estas palabras ellos nos dijeron. 108 amantes fueron muertos alrededor
de 1285 por el marido burlado, que
será condenado en la Caína, zona
Cuando escuché a las almas doloridas del círculo noveno donde se
bajé el rostro y tan bajo lo tenía, castiga a los asesinos de
consanguíneos (Infierno, XXXII).
que el poeta me dijo al fin: «tQué piensas?» 111

Al responderle comencé: «Qué pena,


cuánto dulce pensar, cuánto deseo,
a éstos condujo a paso tan dañoso.» 114

Después me volví a ellos y les dije,


y comencé: «Francesca, tus pesares
llorar me hacen triste y compasivo; 117

dime, en la edad de los dulces suspiros


¿cómo o por qué el Amor os concedió
que conocieses tan turbios deseos?» 120

Y repuso: «Ningún dolor más grande


que el de acordarse del tiempo dichoso
en la desgracia; y tu guía lo sabe. 123 Comentario [L61]: Pues fue
un famosísimo poeta en el mundo,
y ahora una sombra más en el
Mas si saber la primera raíz Limbo, sin esperanza de salvación.
de nuestro amor deseas de tal modo,
hablaré como aquel que llora y habla: 126

Leíamos un día por deleite,


cómo hería el amor a Lanzarote; 128 Comentario [L62]: Se trata de
una de las novelas escritas en
solos los dos y sin recelo alguno. 129 francés que tan famosas fueron en
toda Europa a partir del siglo XII.
Muchas veces los ojos suspendieron
la lectura, y el rostro emblanquecía,
pero tan sólo nos venció un pasaje. 132

Al leer que la risa deseada 133 Comentario [L63]: Junto con


la de Tristán e Iseo, la de Lancelot
era besada por tan gran amante, y la reina Ginebra, es la historia de
éste, que de mí nunca ha de apartarse, 135 amor más conocida del ciclo
artúrico popularizada por la
novela. El pasaje aquí aludido es
la boca me besó, todo él temblando. aquel en que el caballero
Gallehault, o Galeotto, sin saber su
Galeotto fue el libro y quien lo hizo; secreto amor, condujo a uno a la
no seguimos leyendo ya ese día.» 138 presencia del otro, e indujo a la
reina a que besara al caballero.

Y mientras un espiritu así hablaba,


lloraba el otro, tal que de piedad
desfallecí como si me muriese; 141
y caí como un cuerpo muerto cae.

CANTO VI

Cuando cobré el sentido que perdí


antes por la piedad de los cuñados,
que todo en la tristeza me sumieron, 3

nuevas condenas, nuevos condenados


veía en cualquier sitio en que anduviera
y me volviese y a donde mirase. 6

Era el tercer recinto, el de la lluvia


eterna, maldecida, fría y densa:
de regla y calidad no cambia nunca. 9

Grueso granizo, y agua sucia y nieve


descienden por el aire tenebroso;
hiede la tierra cuando esto recibe. 12
Comentario [L64]: Cerbero es
el perro de tres cabezas que
Cerbero, fiera monstruosa y cruel, 13 guardaba las puertas del Infierno,
una vez atravesada la laguna
caninamente ladra con tres fauces Estigia. Dante lo hace sólo
sobre la gente que aquí es sumergida. 15 guardián del tercer círculo, el de
los glotones.
Rojos los ojos, la barba unta y negra,
y ancho su vientre, y uñosas sus manos:
clava a las almas, desgarra y desuella. 18

Los hace aullar la lluvia como a perros,


de un lado hacen al otro su refugio,
los míseros profanos se revuelven. 21

Al advertirnos Cerbero, el gusano,


la boca abrió y nos mostró los colmillos,
no había un miembro que tuviese quieto. 24

Extendiendo las palmas de las manos,


cogió tierra mi guía y a puñadas
la tiró dentro del bramante tubo. 27

Cual hace el perro que ladrando rabia,


y mordiendo comida se apacigua,
que ya sólo se afana en devorarla, 30

de igual manera las bocas impuras


del demonio Cerbero, que así atruena
las almas, que quisieran verse sordas. 33

Íbamos sobre sombras que atería


la densa lluvia, poniendo las plantas
en sus fantasmas que parecen cuerpos. 36

En el suelo yacían todas ellas,


salvo una que se alzó a sentarse al punto
que pudo vernos pasar por delante. 39

«Oh tú que a estos infiernos te han traído


-me dijo- reconóceme si puedes:
tú fuiste, antes que yo deshecho, hecho.» 42

«La angustia que tú sientes -yo le dije-


tal vez te haya sacado de mi mente,
y así creo que no te he visto nunca. 45

Dime quién eres pues que en tan penoso


lugar te han puesto, y a tan grandes males,
que si hay más grandes no serán tan tristes.» 48

Y él a mfí «Tu ciudad, que tan repleta


de envidia está que ya rebosa el saco,
en sí me tuvo en la vida serena. 51
Los ciudadanos Ciacco me llamasteis; 52 Comentario [L65]: Ciacco, el
primer florentino que Dante
por la dañosa culpa de la gula, encuentra en el Infiemo, debió ser
como estás viendo, en la lluvia me arrastro. 54 un conocido parásito de la ciudad,
amigo de ser invitado a los festines
de sus paisanos. Hay quien le
Mas yo, alma triste, no me encuentro sola, identifica con el poeta Ciacco
dell'Anguilliaia.
que éstas se hallan en pena semejante
por semejante culpa», y más no dijo. 57

Yo le repuse: «Ciacco, tu tormento


tanto me pesa que a llorar me invita,
pero dime, si sabes, qué han de hacerse 60

de la ciudad partida los vecinos, 61 Comentario [L66]: La ciudad


partida es, por supuesto, la
si alguno es justo; y dime la razón Florencia dividida en bandos po-
por la que tanta guerra la ha asolado.» 63 líticos.

Y él a mí: «Tras de largas disensiones 64 Comentario [L67]: El bando


salvaje o de los blancos, dirigido
ha de haber sangre, y el bando salvaje por la familia Cerchi, derrotará en
echará al otro con grandes ofensas; 66 1300 a los negros, capitaneados
por los Donati; pero en 1302 serán
éstos quien logren expulsar a los
después será preciso que éste caiga blancos, con la ayuda de Bonifacio
VIII, lo que provocará el exilio del
y el otro ascienda, luego de tres soles, poeta.
con la fuerza de Aquel que tanto alaban. 69

Alta tendrá largo tiempo la frente,


teniendo al otro bajo grandes pesos,
por más que de esto se avergüence y llore. 72

Hay dos justos, mas nadie les escucha; 73 Comentario [L68]: No es del
todo convincente el que Dante
son avaricia, soberbia y envidia aluda a sí mismo y a Guido Ca-
las tres antorchas que arden en los pechos.» 75 valcanti.

Puso aquí fin al lagrimoso dicho.


Y yo le dije: «Aún quiero que me informes,
y que me hagas merced de más palabras; 78

Farinatta y Tegghiaio, tan honrados,


Jacobo Rusticucci, Arrigo y Mosca,
y los otros que en bien obrar pensaron, 81

dime en qué sitio están y hazme saber,


pues me aprieta el deseo, si el infierno
los amarga, o el cielo los endulza.» 84

Y aquél: « Están entre las negras almas;


culpas varias al fondo los arrojan;
los podrás ver si sigues más abajo. 87 Comentario [L69]: En efecto,
nos los iremos encontrando a lo
largo de nuestro viaje por la
Pero cuando hayas vuelto al dulce mundo, Comedia.
te pido que a otras mentes me recuerdes;
más no te digo y más no te respondo.» 90

Entonces desvió los ojos fijos,


me miró un poco, y agachó la cara;
y a la par que los otros cayó ciego. 93

Y el guía dijo: «Ya no se levanta


hasta que suene la angélica trompa,
y venga la enemiga autoridad. 96

Cada cual volverá a su triste tumba,


retomarán su carne y su apariencia,
y oirán aquello que atruena por siempre.» 99

Así pasamos por la sucia mezcla


de sombras y de lluvia a paso lento,
tratando sobre la vida futura. 102

Y yo dije: «Maestro, estos tormentos


crecerán luego de la gran sentencia,
serán menores o tan dolorosos?» 105

Y él contestó: «Recurre a lo que sabes:


pues cuanto más perfecta es una cosa
más siente el bien, y el dolor de igual modo, 108

Y por más que esta gente maldecida


la verdadera perfección no encuentre,
entonces, más que ahora, esperan serlo.» 111 Comentario [L70]: No
encontrarán la verdadera
perfección, pero su castigo será
En redondo seguimos nuestra ruta, más perfecto después del Juicio
Final, en que se reunirán las almas
hablando de otras cosas que no cuento; que ahora penan con los cuerpos
y al llegar a aquel sitio en que se baja 114 que aún se hallan en la tierra.
encontramos a Pluto: el enemigo. 115 Comentario [L71]: Se trata del
dios romano de la riqueza, hijo de
Démeter y de Casón, que preside
CANTO VII el próximo círculo, el de los
pródigos y los avaros.

«¡Papé Satán, Papé Satán aleppe!» 1 Comentario [L72]: Renunciam


os a escoger una entre las
dijo Pluto con voz enronquecida; numerosísimas explicaciones
y aquel sabio gentil que todo sabe, 3 dadas a las palabras de Pluto, que
podemos resumir en una
exclamación de rabia ante la
me quiso confortar: «No te detenga presencia de los viajeros.
el miedo, que por mucho que pudiese
no impedirá que bajes esta roca.» 6

Luego volvióse a aquel hocico hinchado,


y dijo: «Cállate maldito lobo,
consúmete tú mismo con tu rabia. 9
No sin razón por el infierno vamos:
se quiso en lo alto allá donde Miguel
tomó venganza del soberbio estupro.» 12 Comentario [L73]: Cuando el
arcángel Miguel derrotó a los
demonios rebeldes.
Cual las velas hinchadas por el viento
revueltas caen cuando se rompe el mástil,
tal cayó a tierra la fiera cruel. 15

Así bajamos por la cuarta fosa,


entrando más en el doliente valle
que traga todo el mal del universo. 18

¡Ah justicia de Dios!, ¿quién amontona


nuevas penas y males cuales vi,
y por qué nuestra culpa así nos triza? 21

Como la ola que sobre Caribdis, 22 Comentario [L74]: El estrecho


de Mesina, donde se hallaban las
se destroza con la otra que se encuentra, mitológicas rocas de Scila y el
así viene a chocarse aquí la gente. 24 torbellino de Caribdis.

Vi aquí más gente que en las otras partes,


y desde un lado al otro, con chillidos,
haciendo rodar pesos con el pecho. 27

Entre ellos se golpean; y después


cada uno volvíase hacia atrás,
gritando «¿Por qué agarras?, ¿por qué tiras?» 30

Así giraban por el foso tétrico


de cada lado a la parte contraria,
siempre gritando el verso vergonzoso. 33

Al llegar luego todos se volvían


para otra justa, a la mitad del círculo,
y yo, que estaba casi conmovido, 36

dije: «Maestro, quiero que me expliques


quienes son éstos, y si fueron clérigos
todos los tonsurados de la izquierda.» 39

Y él a mí. «Fueron todos tan escasos


de la razón en la vida primera,
que ningún gasto hicieron con mesura. 42

Bastante claro ládranlo sus voces,


al llegar a los dos puntos del círculo
donde culpa contraria los separa. 45
Clérigos fueron los que en la cabeza
no tienen pelo, papas, cardenales,
que están bajo el poder de la avaricia.» 48

Y yo: «Maestro, entre tales sujetos


debiera yo conocer bien a algunos,
que inmundos fueron de tan grandes males.» 51

Y él repuso: «Es en vano lo que piensas:


la vida torpe que los ha ensuciado,
a cualquier conocer los hace oscuros. 54

Se han de chocar los dos eternamente;


éstos han de surgir de sus sepulcros
con el puño cerrado, y éstos, mondos; 57

mal dar y mal tener, el bello mundo


les ha quitado y puesto en esta lucha:
no empleo mas palabras en contarlo. 60

Hijo, ya puedes ver el corto aliento,


de los bienes fiados a Fortuna,
por los que así se enzarzan los humanos; 63

que todo el oro que hay bajo la luna,


y existió ya, a ninguna de estas almas
fatigadas podría dar reposo.» 66

«Maestro --dije yo-, dime ¿quién es esta


Fortuna a la que te refieres
que el bien del mundo tiene entre sus garras?» 69

Y él me repuso: «Oh locas criaturas,


qué grande es la ignorancia que os ofende; 71 Comentario [L75]: Porque
creen que la Fortuna es la señora
quiero que tú mis palabras incorpores. 72 de los bienes terrenos, cuando
únicamente su distribuidora.
Aquel cuyo saber trasciendo todo,
los cielos hizo y les dio quien los mueve
tal que unas partes a otras se ilulninan, 75

distribuyendo igualmente la luz;


de igual modo en las glorias mundanales
dispuso una ministra que cambiase 78

los bienes vanos cada cierto tiempo


de gente en gente y de una a la otra sangre,
aunque el seso del hombre no Lo entienda; 81

por Lo que imperan unos y otros caen,


siguiendo los dictámenes de aquella
que está oculta en la yerba tal serpiente. 84

Vuestro saber no puede conocerla;


y en su reino provee, juzga y dispone
cual las otras deidades en el suyo. 87

No tienen tregua nunca sus mudanzas,


necesidad la obliga a ser ligera;
y aún hay algunos que el triunfo consiguen. 90

Esta es aquella a la que ultrajan tanto,


aquellos que debieran alabarla,
y sin razón la vejan y maldicen. 93

Mas ella en su alegría nada escucha;


feliz con las primeras criaturas
mueve su esfera y alegre se goza. 96

Ahora bajemos a mayor castigo; 97 Comentario [L76]: Desciende


n al quinto círculo, que es el de los
caen las estrellas que salían cuando iracundos, acidiosos, soberbios y
eché a andar, y han prohibido entretenerse.» 99 envidiosos, sumergidos en las
fangosas aguas de la Estigia.

Del círculo pasamos a otra orilla Comentario [L77]: No era


permitido estar en el Infierno más
sobre una fuente que hierve y rebosa que una noche (Eneida, VI).
por un canal que en ella da comienzo. 102

Aquel agua era negra más que persa;


y, siguiendo sus ondas tan oscuras,
por extraño camino descendimos. 105

Hasta un pantano va, llamado Estigia, 106 Comentario [L78]: También es


una referencia virgiliana. Según la
este arroyuelo triste, cuando baja antigua mitología, Estigia era una
al pie de la maligna cuesta gris. 108 laguna que separaba el mundo de
los vivos del reino de los muertos.

Y yo, que por mirar estaba atento,


gente enfangada vi en aquel pantano
toda desnuda, con airado rostro. 111

No sólo con las manos se pegaban,


mas con los pies, el pecho y la cabeza,
trozo a trozo arrancando con los dientes. 114

Y el buen maestro: «Hijo, mira ahora


las almas de esos que venció la cólera,
y también quiero que por cierto tengas 117

que bajo el agua hay gente que suspira,


y al agua hacen hervir la superficie,
como dice tu vista a donde mire. 120

Desde el limo exclamaban: «Triste hicimos


el aire dulce que del sol se alegra,
llevando dentro acidïoso humo: 123 Comentario [L79]: La acidia
es el vicio que entristece el ánimo
sin motivo.
tristes estamos en el negro cieno.»
Se atraviesa este himno en su gaznate,
y enteras no les salen las palabras. 126

Así dimos la vuelta al sucio pozo,


entre la escarpa seca y lo de enmedio;
mirando a quien del fango se atraganta: 129
y al fin llegamos al pie de una torre.

CANTO VIII

Digo, para seguir, que mucho antes 1 Comentario [L80]: Según


algunos antiguos comentaristas,
de llegar hasta el pie de la alta torre, Dante habría escrito los siete pri-
se encaminó a su cima nuestra vista, 3 meros cantos en Florencia, antes
de partir al exilio, y allí habrían
quedado dentro de un cofrecillo,
porque vimos allí dos lucecitas, que volvió a su poder en 1306
continuando de este modo la obra.
y otra que tan de lejos daba señas, No parece ser una hipótesis
que apenas nuestros ojos la veían. 6 demasiado fiable, pero no deja de
ser atractiva.

Y yo le dije al mar de todo seso:


«Esto ¿qué significa? y ¿qué responde
el otro foco, y quién es quien lo hace?» 9

Y él respondió: «Por estas ondas sucias


ya podrás divisar lo que se espera,
si no lo oculta el humo del pantano.» 12

Cuerda no lanzó nunca una saeta


que tan ligera fuese por el aire,
como yo vi una nave pequeñita 15

por el agua venir hacia nosotros,


al gobierno de un solo galeote,
gritando: «Al fin llegaste, alma alevosa.» 18

«Flegias, Flegias, en vano estás gritando 19 Comentario [L81]: Flegias era


un hijo de Marte, que vengó una
díjole mi señor en este punto-; afrenta hecha por Apolo a su hija
tan sólo nos tendrás cruzando el lodo.» 21 Coronide, incendiando su templo
de Delfos. Su nombre significa «El
incendiario»
Cual es aquel que gran engaño escucha
que le hayan hecho, y luego se contiene,
así hizo Flegias consumido en ira. 24
Subió mi guía entonces a la barca,
y luego me hizo entrar detrás de él;
y sólo entonces pareció cargada. 27

Cuando estuvimos ambos en el leño,


hendiendo se marchó la antigua proa
el agua más que suele con los otros. 30

Mientras que el muerto cauce recorríamos


uno, lleno de fango vino y dijo:
«¿Quién eres tú que vienes a destiempo?» 33
.
Y le dije: « Si vengo, no me quedo;
pero ¿quién eres tú que estás tan sucio?»
Dijo: «Ya ves que soy uno que llora.» 36

Yo le dije: «Con lutos y con llanto,


puedes quedarte, espíritu maldito,
pues aunque estés tan sucio te conozco.» 39

Entonces tendió al leño las dos manos;


mas el maestro lo evitó prudente,
diciendo: «Vete con los otros perros.» 42

Al cuello luego los brazos me echó,


besóme el rostro y dijo: «!Oh desdeñoso,
bendita la que estuvo de ti encinta! 45

Aquel fue un orgulloso para el mundo;


y no hay bondad que su memoria honre:
por ello está su sombra aquí furiosa. 48

Cuantos por reyes tiénense allá arriba,


aquí estarán cual puercos en el cieno,
dejando de ellos un desprecio horrible.»` 51

Y yo: «Maestro, mucho desearía


el verle zambullirse en este caldo,
antes que de este lago nos marchemos.» 54

Y él me repuso: «Aún antes que la orilla


de ti se deje ver, serás saciado:
de tal deseo conviene que goces.» 57 Comentario [L82]: Filipo
Argenti dei Adimari fue
contemporáneo de Dante. El
Al poco vi la gran carnicería sobrenombre de «Argenti» se debe
a que en alguna ocasión hizo herrar
que de él hacían las fangosas gentes; a su caballo con herraduras de
a Dios por ello alabo y doy las gracias. 60 plata. Era famoso por su carácter
soberbio, pero no olvidemos que
fueron los Adimari quienes se
«¡A por Felipe Argenti!», se gritaban, 61 quedaron con la casa de los
Alighieri al partir Dante al exilio.
y el florentino espiritu altanero
contra sí mismo volvía los dientes. 63

Lo dejamos allí, y de él más no cuento.


Mas el oído golpeóme un llanto,
y miré atentamente hacia adelante. 66

Exclamó el buen maestro: «Ahora, hijo,


se acerca la ciudad llamada Dite, 68 Comentario [L83]: Dite es un
nombre latino de Hades, dios de
de graves habitantes y mesnadas.» 69 los infiemos. Dante llama así a
Lucifer y a la ciudad donde se
castiga a los pecadores por malicia,
Y yo dije: «Maestro, sus mezquitas 70 no por incontinencia.
en el valle distingo claramente, Comentario [L84]: Mezquitas
rojas cual si salido de una fragua 72 en oposición a iglesias, como el
mal se opone al bien.

hubieran.» Y él me dijo: «El fuego eterno


que dentro arde, rojas nos las muestra,
como estás viendo en este bajo infierno.» 75

Así llegamos a los hondos fosos


que ciñen esa tierra sin consuelo;
de hierro aquellos muros parecían. 78

No sin dar antes un rodeo grande,


llegamos a una parte en que el barquero
«Salid -gritó con fuerza- aquí es la entrada.» 81

Yo vi a más de un millar sobre la puerta


de llovidos del cielo, que con rabia
decían: «¿Quién es este que sin muerte 84

va por el reino de la gente muerta?»


Y mi sabio maestro hizo una seña
de quererles hablar secretamente. 87

Contuvieron un poco el gran desprecio


y dijeron: « Ven solo y que se marche
quien tan osado entró por este reino; 90

que vuelva solo por la loca senda;


pruebe, si sabe, pues que tú te quedas,
que le enseñaste tan oscura zona.» 93

Piensa, lector, el miedo que me entró


al escuchar palabras tan malditas,
que pensé que ya nunca volvería. 96

«Guía querido, tú que más de siete


veces me has confortado y hecho libre
de los grandes peligros que he encontrado, 99

no me dejies -le dije- así perdido;


y si seguir mas lejos nos impiden,
juntos volvamos hacia atrás los pasos.» 102

Y aquel señor que allí me condujera


«No temas -dijo- porque nuestro paso
nadie puede parar: tal nos lo otorga. 105

Mas espérame aquí, y tu ánimo flaco


conforta y alimenta de esperanza,
que no te dejaré en el bajo mundo.» 108

Así se fue, y allí me abandonó


el dulce padre, y yo me quedé en duda
pues en mi mente el no y el sí luchaban. 111

No pude oír qué fue lo que les dijo:


mas no habló mucho tiempo con aquéllos,
pues hacia adentro todos se marcharon. 114

Cerráronle las puertas los demonios


en la cara a mi guía, y quedó afuera,
y se vino hacia mí con pasos lentos. 117

Gacha la vista y privado su rostro


de osadía ninguna, y suspiraba:
« ¡Quién las dolientes casa me ha cerrado!» 120

Y él me dijo: «Tú, porque yo me irrite,


no te asustes, pues venceré la prueba,
por mucho que se empeñen en prohibirlo. 123

No es nada nueva esta insolencia suya,


que ante menos secreta puerta usaron,
que hasta el momento se halla sin cerrojos. 126 Comentario [L85]: Los
demonios intentaron oponerse a la
entrada de Cristo en los infiernos,
Sobre ella contemplaste el triste escrito: cerrándole la puerta que desde
entonces quedó sin cerrojos.
y ya baja el camino desde aquélla,
pasando por los cercos sin escolta, 129
quien la ciudad al fin nos hará franca.

CANTO IX

El color que sacó a mi cara el miedo 1 Comentario [L86]: 1-3


Virgilio, al ver a Dante
cuando vi que mi guía se tornaba, empalidecer de miedo, procura
lo quitó de la suya con presteza. 3 disimular su turbación para
reconfortar al poeta.
Atento se paró como escuchando,
pues no podía atravesar la vista
el aire negro y la neblina densa. 6

«Deberemos vencer en esta lucha


-comenzó él- si no... Es la promesa.
¡Cuánto tarda en llegar quien esperamos.» 9

Y me di cuenta de que me ocultaba


lo del principio con lo que siguió,
pues palabras distintas fueron éstas; 12

pero no menos miedo me causaron,


porque pensaba que su frase trunca
tal vez peor sentido contuviese. 15

« ¿En este fondo de la triste hoya


bajó algún otro, desde el purgatorio
donde es pena la falta de esperanza?» 18

Esta pregunta le hice y: «Raramente


-él respondió- sucede que otro alguno
haga el camino por el que yo ando. 21

Verdad es que otra vez estuve aquí,


por la cruel Eritone conjurado, 23 Comentario [L87]: 23-27
Eritone es una hechicera
que a sus cuerpos las almas reclamaba. 24 mencionada por Lucano en
Farsalia, VI. Dante se vale de esta
supuesta bajada de Virgilio a los
De mí recién desnuda era mi sombrío, infiemos, conjurado por la maga, y
cuando ella me hizo entrar tras de aquel muro, de la que no existen fuentes
literarias, para justificar así la
a traer un alma del pozo de Judas. 27 experiencia de Virgilio como guía
del viaje. Los comentaristas no se
ponen de acuerdo en qué alma fue
Aquel es el más bajo, el más sombrío, a buscar Virgilio al pozo de los
y el lugar de los cielos más lejano; traidores.
bien sé el camino, puedes ir sin miedo. 30

Este pantano que gran peste exhala


en torno ciñe la ciudad doliente,
donde entrar no podemos ya sin ira.» 33

Dijo algo más, pero no lo recuerdo,


porque mi vista se había fijado
en la alta torre de cima ardorosa, 36

donde al punto de pronto aparecieron


tres sanguinosas furias infernales
que cuerpo y porte de mujer tenían, 39

se ceñían con serpientes verdes;


su pelo eran culebras y cerastas
con que peinaban sus horribles sienes: 42

Y él que bien conocía a las esclavas


de la reina del llanto sempiterno
Las Feroces Erinias -dijo- mira: 45 Comentario [L88]: Son las
Erinias, hijas de Aqueronte y de la
noche, servidoras de Proserpina.
Meguera es esa del izquierdo lado,
esa que llora al derecho es Aleto;
Tesfone está en medio.» Y más no dijo. 48

Con las uñas el pecho se rasgaban,


y se azotaban, gritando tan alto,
que me estreché al poeta, temeroso. 51

«Ah, que venga Medusa a hacerle piedra 52 Comentario [L89]: De la


cabeza de Medusa, una de las tres
-las tres decían mientras me miraban- Gorgonas muertas por Perseo, ya
malo fue el no vengarnos de Teseo.» 54 conocemos su virtud de petrificar a
aquellos que miraba, incluso
después de ser cortada por el
«Date la vuelta y cierra bien los ojos; héroe.
si viniera Gorgona y la mirases Comentario [L90]: Las furias
nunca podrías regresar arriba.» 57 han hecho mal en no tomar
venganza de los humanos que in-
tentaron entrar vivos en el Infiemo,
Asf dijo el Maestro, y en persona como Teseo, que junto con Piritoo
intentó rescatar a Proserpina
me volvió, sin fiarse de mis manos, siendo hecho prisionero y
que con las suyas aún no me tapase. 60 posteriormente rescatado por
Hércules (Eneida, VI).

Vosotros que tenéis la mente sana,


observad la doctrina que se esconde
bajo el velo de versos enigmáticos. 63 Comentario [L91]: Muchas
son las interpretaciones a las que
se ha prestado la alegoría de la
Mas ya venía por las turbias olas cabeza de Medusa: la herejía, la
desesperación, el miedo, o los
el estruendo de un son de espanto lleno, bienes terrenos, que endurecen el
por lo que retemblaron ambas márgenes; 66 corazón del hombre. Dada la
oscuridad que Dante mismo
confiere al pasaje, no han faltado
hecho de forma semejante a un viento interpretaciones relacionadas con
el ocultismo. Pero es posible que,
que, impetuoso a causa de contrarios en el fondo, la cuestión, de tan
ardores, hiere el bosque y, sin descanso, 69 ambigua, carezca de interés.

las ramas troncha, abate y lejos lleva;


delante polvoroso va soberbio,
y hace escapar a fieras y a pastores. 72

Me destapó los ojos: «Lleva el nervio


de la vista por esa espuma antigua,
hacia allí donde el humo es más acerbo.» 75

Como las ranas ante la enemiga


bicha, en el agua se sumergen todas,
hasta que todas se juntan en tierra, 78

más de un millar de almas destruidas


vi que huían ante uno, que a su paso
cruzaba Estigia con los pies enjutos. 81

Del rostro se apartaba el aire espeso


de vez en cuando con la mano izquierda;
y sólo esa molestia le cansaba. 84

Bien noté que del cielo era enviado,


y me volví al maestro que hizo un signo
de que estuviera quieto y me inclinase. 87

¡Cuán lleno de desdén me parecía!


Llegó a la puerta, y con una varita
la abrió sin encontrar impedimento. 90

«¡Oh, arrojados del cielo, despreciados!


-gritóles él desde el umbral horrible-.
¿Cómo es que aún conserváis esta arrogancia? 93

¿Y por que os resistis a aquel deseo


cuyo fin nunca pueda detenerse,
y que más veces acreció el castigo? 96

¿De qué sirve al destino dar de coces?


Vuestro Cerbero, si bien recordáis,
aún hocico y mentón lleva pelados.» 99 Comentario [L92]: A raíz de
ser encadenado por Hércules, al
que intentó impedir su entrada en
Luego tomó el camino cenagoso, el Hades (Eneida, VI, 392-93).
sin decirnos palabra, mas con cara
de a quien otro cuidado apremia y muerde, 102

y no el de aquellos que tiene delante.


A la ciudad los pasos dirigimos,
seguros ya tras sus palabras santas. 105

Dentro, sin guerra alguna, penetramos;


y yo, que de mirar estaba ansioso
todas las cosas que el castillo encierra, 108

al estar dentro miro en torno mío;


y veo en todas partes un gran campo,
lleno de pena y reo de tormentos. 111

Como en Arlés donde se estanca el Ródano, 112 Comentario [L93]: En Arlés y


en Pola, ciudad del norte de Italia,
o como el Pola cerca del Carnaro, junto al golfo de Carnaro, existían
que Italia cierra y sus límites baña, 114 gran número de sepulturas de la
época romana.
todo el sitio ondulado hacen las tumbas,
de igual manera allí por todas partes,
salvo que de manera aún más amarga, 117

pues llamaradas hay entre las fosas;


y tanto ardían que en ninguna fragua,
el hierro necesita tanto fuego. 120

Sus lápidas estaban removidas,


y salían de allí tales lamentos,
que parecían de almas condenadas. 123

Y yo: « Maestro, qué gentes son esas


que, sepultadas dentro de esas tumbas,
se hacen oír con dolientes suspiros?» 126

Y dijo: «Están aquí los heresiarcas,


sus secuaces, de toda secta, y llenas
están las tumbas más de lo que piensas. 129

El igual con su igual está enterrado, 130 Comentario [L94]: 130-131


En cada sepulcro se encuentra el
y los túmulos arden más o menos.» jefe de una recta herética y sus se-
Y luego de volverse a la derecha, 132 guidores, sometidos a mayor o
menor castigo en razón de la
cruzamos entre fosas y altos muros. gravedad de sus doctrinas. En
efecto, como bien sabemos, el
castigo de los herejes en el mundo,
CANTO X no sólo en el Infierno, era el ser
quemados en la hoguera.
Siguió entonces por una oculta senda
entre aquella muralla y los martirios
mi Maestro, y yo fui tras de sus pasos. 3

«Oh virtud suma, que en los infernales


circulos me conduces a tu gusto,
háblame y satisface mis deseos: 6

a la gente que yace en los supulcros


¿la podré ver?, pues ya están levantadas
todas las losas, y nadie vigila.» 9 Comentario [L95]: Es decir,
después del Juicio Final.
Comentario [L96]: Epicuro
Y él repuso: «Cerrados serán todos (342-270 a.C.) es el jefe de la
cuando aquí vuelvan desde Josafat escuela epicúrea, tan mal
entendida por la posteridad, y que,
con los cuerpos que allá arriba dejaron. 12 en efecto, proclamaba la
mortalidad del alma. Esta última
fue seguida en la Edad Media por
Su cementerio en esta parte tienen muchas sectas y estuvo
con Epicuro todos sus secuaces 14 particularmente extendida entre los
gibelinos, o al menos eso afirmaba
que el alma, dicen, con el cuerpo muere. 15 la propaganda güelfa. Esto explica
los personajes que escoge Dante
para ilustrar este círculo.
Pero aquella pregunta que me hiciste
pronto será aquí mismo satisfecha,
y también el deseo que me callas.» 18 Comentario [L97]: El de saber
si en aquel lugar había paisanos
suyos.
Y yo: «Buen guía, no te oculta nada
mi corazón, si no es por hablar poco;
y tú me tienes a ello predispuesto.» 21

«Oh toscano que en la ciudad del fuego 22 Comentario [L98]: Farinata


degli Uberti, por quien Dante ya
caminas vivo, hablando tan humilde, preguntó a Ciacco (Infierno, VI),
te plazca detenerte en este sitio, 24 fue uno de los más importantes
personajes de la Florencia del siglo
XII. Fue uno de los jefes de la
porque tu acento demuestra que eres facción gibelina y expulsó a los
güelfos en 1248, fue expulsado por
natural de la noble patria aquella éstos en 1258, y tras el triunfo
a la que fui, tal vez, harto dañoso.» 27 gibelino de Monteaperti volvió a
expulsar a sus rivales en 1260,
oponiéndose a la destrucción de la
Este son escapó súbitamente ciudad que proponían otros jefes
gibefinos. Murió en 1264. Dante
desde una de las arcas; y temiendo, hace de él una figura inolvidable y
me arrimé un poco más a mi maestro. 30 grandiosa en medio de su
tormento.

Pero él me dijo: « Vuélvete, ¿qué haces?


mira allí a Farinatta que se ha alzado;
le verás de cintura para arriba.» 33

Fijado en él había ya mi vista;


y aquél se erguía con el pecho y frente
cual si al infierno mismo despreciase. 36

Y las valientes manos de mi guía


me empujaron a él entre las tumbas,
diciendo: «Sé medido en tus palabras.» 39

Como al pie de su tumba yo estuviese,


me miró un poco, y como con desdén,
me preguntó: «¿Quién fueron tus mayores?» 42

Yo, que de obedecer estaba ansioso,


no lo oculté, sino que se lo dije,
y él levantó las cejas levemente. 45

«Con fiereza me fueron adversarios


a mí y a mi partido y mis mayores,
y así dos veces tuve que expulsarles.» 48

« Si les echaste -dije- regresaron


de todas partes, una y otra vez;
mas los vuestros tal arte no aprendieron.» 51

Surgió entonces al borde de su foso


otra sombra, a su lado, hasta la barba: 53 Comentario [L99]: Cavalcante
dei Cavalcanti, padre de Guido
creo que estaba puesta de rodillas. 54 Cavalcanti, el gran poeta amigo de
Dante y jefe de filas del dólce stil
novo, pertenció a los güelfos y era
Miró a mi alrededor, cual si propósito bien conocida su confesión
tuviese de encontrar conmigo a otro, epicúrea.
y cuando fue apagada su sospecha, 57

llorando dijo: «Si por esta ciega


cárcel vas tú por nobleza de ingenio,
¿y mi hijo?, ¿por qué no está contigo?» 60

Y yo dije: «No vengo por mí mismo,


el que allá aguarda por aquí me lleva
a quien Guido, tal vez, fue indiferente.» 63 Comentario [L100]: Es
posible que Guido no hubiese
tenido gran admiración por
Sus palabras y el modo de su pena Virgilio, pero algún comentarista
piensa que a quien Guido
su nombre ya me habian revelado; desprecia fue a Beatriz, es decir, a
por eso fue tan clara mi respuesta. 66 la teología, pues sostuvo ideas
cercanas al ateísmo. Esta es la
versión que hemos elegido; si, en
Súbitamente alzado gritó: «¿Cómo cambio, optáramos por la primera,
podría leerse: «quien allá aguarda
has dicho?, ¿Fue?, ¿Es que entonces ya no vive? por aquí me lleva; / vuestro Guido,
¿La dulce luz no hiere ya sus ojos?» 69 tal vez, desdén le tuvo». La versión
original dice: «colui ch' attende là,
per qui mi mena / forse cui Guido
Y al advertir que una cierta demora vostro ebbe a disdegno». Como
vemos, la interpretación depende
antes de responderle yo mostraba, del valor que demos a «cui»
cayó de espaldas sin volver a alzarse. 72 Comentario [L101]: Guido
murió pocos meses después del
Mas el otro gran hombre, a cuyo ruego supuesto viaje infernal, en el otoño
de 1300. Esto explica las palabras
yo me detuve, no alteró su rostro, de Farinata en v. 103.
ni movió el cuello, ni inclinó su cuerpo. 75

Y así, continuando lo de antes,


«Que aquel arte -me dijo- mal supieran,
Comentario [L102]: No
eso, más que este lecho, me tortura. 78 pasarán cincuenta meses lunares,
de abril de 1300 a junio de 1304,
sin que sepa Dante lo duro que es
Pero antes que cincuenta veces arda 79 para un exiliado intentar el regreso
la faz de la señora que aquí reina, a su patria. En efecto, Dante,
desterrado en 1302, intentó
tú has de saber lo que tal arte pesa. 81 regresar a Florencia por la fuerza
inútilmente, antes del verano de
1304.
Y así regreses a ese dulce mundo,
Comentario [L103]: Los
dime, ¿por qué ese pueblo es tan impío Uberti fueron excluidos de la paz
contra los míos en todas sus leyes?» 84 firmada en 1280 entre las
facciones florentinas. En el solar
de sus torres abatidas por güelfos,
Y yo dije: «El estrago y la matanza surgirá la actual Piazza del Popolo,
símbolo del bando popular.
que teñirse de rojo al Arbia hizo, 86
Comentario [L104]: La batalla
obliga a tal decreto en nuestros templos.» 87 de Monteaperti, a la que ya hemos
aludido, el 4 de septiembre de
1260 entre sieneses y gibelinos
Me respondió moviendo la cabeza: florentinos contra güelfos que
«No estuve solo álli, ni ciertamente resultaron derrotados por
completo.
sin razón me movi con esos otros: 90

mas estuve yo solo, cuando todos


en destruir Florencia consentían,
defendiéndola a rostro descubierto.» 93

«Ah, que repose vuestra descendencia


-yo le rogué-, este nudo desatadme
que ha enmarañado aquí mi pensamiento. 96

Parece que sabéis, por lo que escucho, 97 Comentario [L105]: 97-99 En


efecto, Farinata conoce el futuro de
lo que nos trae el tiempo de antemano, Dante, pero Cavalcante ignora la
mas usáis de otro modo en lo de ahora.» 99 suerte de su hijo Guido.

«Vemos, como quien tiene mala luz,


las cosas -dijo- que se encuentran lejos,
gracias a lo que esplende el Sumo Guía. 102

Cuando están cerca, o son, vano es del todo


nuestro intelecto; y si otros no nos cuentan,
nada sabemos del estado humano. 105

Y comprender podrás que muerto quede


nuestro conocimiento en aquel punto
que se cierre la puerta del futuro.» 108

Arrepentido entonces de mi falta,


dije: «Diréis ahora a aquel yacente
que su hijo aún se encuentra con los vivos; 111

y si antes mudo estuve en la respuesta,


hazle saber que fue porque pensaba
ya en esa duda que me habéis resuelto.» 114 Comentario [L106]: Es decir,
tardó en contestarles porque se
extrañó de que no conociese que
Y ya me reclamaba mi maestro; Guido aún vivía.
y yo rogué al espíritu que rápido
me refiriese quién con él estaba. 117
Comentario [L107]: Federico
Díjome: «Aquí con más de mil me encuentro; II tuvo, en efecto, una gran fama
dentro se halla el segundo Federico, 119 de epicúreo entre los cronistas de
la época y al parecer afirmaba que
y el Cardenal, y de los otros callo.» 120 el hombre nada es después de
exhalar el último aliento. Fue
también amigo de musulmanes, y
Entonces se ocultó; y yo hacia el antiguo excomulgado por Roma.
poeta volví el paso, repensando Comentario [L108]: Ottaviano
esas palabras que creí enemigas. 123 degli Ubaldini, obispo de Bolonia
a los 26 años, desde 1240 a 1244, y
posteriormente cardenal, murió en
Él echó a andar y luego, caminando, 1275, aunque combatió a Federico
II y a Manfredo, debió ser gibelino
me dijo: «¿Por qué estás tan abatido?» en el fondo. Fue notable por su
Y yo le satisfice la pregunta. 126 riqueza y su cultura y muy odiado
por los güelfos de Florencia.
« Conserva en la memoria lo que oíste
contrario a ti -me aconsejó aquel sabio-
y atiende ahora -y levantó su dedo-: 129

cuando delante estés del dulce rayo


de aquella cuyos ojos lo ven todo 131 Comentario [L109]: Naturalm
ente, Beatriz.
de ella sabrás de tu vida el viaje. 132

Luego volvió los pies a mano izquierda:


dejando el muro, fuimos hacia el centro
por un sendero que conduce a un valle, 135
cuyo hedor hasta allí desagradaba.

CANTO XI

Por el extremo de un acantilado,


que en circulo formaban peñas rotas,
llegamos a un gentío aún más doliente; 3

y allí, por el exceso tan horrible


de la peste que sale del abismo,
al abrigo detrás nos colocamos 6

de un gran sepulcro, donde vi un escrito


«Aquí el papa Anastasio está encerrado 8 Comentario [L110]: El papa
Anastasio II (496-98), según una
que Fotino apartó del buen camino.» 9 tradición no comprobada, aceptó
las doctrinas de Fotino de
Tesalónica, que negaba el
«Conviene que bajemos lentamente, nacimiento divino de Cristo.
para que nuestro olfato se acostumbre
al triste aliento; y luego no moleste.» 12

Así el Maestro, y yo: «Compensación


-díjele- encuentra, pues que el tiempo en balde
no pase.» Y él: «Ya ves que en eso pienso. 15
Comentario [L111]: Aquí
comienza la descripción de la
Dentro, hijo mío, de estos pedregales 16 geografía y la estructura moral del
Infiemo dantesco. Espero que el
-luego empezó a decir- tres son los círculos lector no encuentre demasiadas
que van bajando, como los que has visto. 18 dificultades para hacerse una idea
del mismo. Tres son los círculos
infernales que restan: el séptimo
Todos llenos están de condenados, está dividido a su vez en tres
recintos: el primero castiga a los
mas porque luego baste que los mires, violentos contra el prójimo; el
oye cómo y por qué se les encierra: 21 segundo, a los violentos contra sí
mismos; y el tercero, los violentos
contra Dios y sus designios:
Toda maldad, que el odio causa al cielo, blasfemos, homosexuales y
usureros.
tiene por fin la injuria, y ese fin Como veremos, el octavo círculo
o con fuerza o con fraude a otros contrista; 24 llamado Malasbolsas es donde se
castigan las muy diversas formas
de fraude. En el noveno, por fin, se
mas siendo el fraude un vicio sólo humano, condenan las diversas formas de
traición.
más lo odia Dios, por ello son al fondo
los fraudulentos aún más castigados. 27

De los violentos es el primer círculo;


mas como se hace fuerza a tres personas,
en tres recintos está dividido; 30

a Dios, y a sí, y al prójimo se puede


forzar; digo a ellos mismos y a sus cosas,
como ya claramente he de explicarte. 33

Muerte por fuerza y dolientes heridas


al prójimo se dan, y a sus haberes
ruinas, incendios y robos dañosos; 36

y así a homicidas y a los que mal hieren,


ladrones e incendiarios, atormenta
el recinto primero en varios grupos. 39

Puede el hombre tener violenta mano


contra él mismo y sus cosas; y es preciso
que en el segundo recinto lo purgue 42

el que se priva a sí de vuestro mundo,


juega y derrocha aquello que posee,
y llora allí donde debió alegrarse. 45

Puede hacer fuerza contra la deidad,


blasfemando, negándola en su alma,
despreciando el amor de la natura; 48

y el recinto menor lleva la marca


del signo de Cahors y de Sodoma, 50 Comentario [L112]: La
bíblica Sodoma, destruida a causa
y del que habla de Dios con menosprecio. 51 de sus pecados (ver XVIII-XIX) da
nombre a la homosexualidad;
Cahors, ciudad francesa famosa
El fraude, que cualquier conciencia muerde, por los usureros.
se puede hacer a quien de uno se fía,
o a aquel que la confianza no ha mostrado. 54

Se diría que de esta forma matan


el vínculo de amor que hace natura;
y en el segundo círculo se esconden 57

hipocresía, adulación, quien hace


falsedad, latrocinio y simonía,
rufianes, barateros y otros tales. 60

De la otra forma aquel amor se olvida


de la naturaleza, y lo que crea,
de donde se genera la confianza; 63

y al Círculo menor, donde está el centro


del universo, donde asienta Dite,
el que traiciona por siempre es llevado.» 66

Y yo: «Maestro, muy clara procede


tu razón, y bastante bien distingue
este lugar y el pueblo que lo ocupa: 69

pero ahora dime: aquellos de la ciénaga,


que lleva el viento, y que azota la lluvia,
y que chocan con voces tan acerbas, 72

¿por qué no dentro de la ciudad roja


son castigados, si a Dios enojaron?
y si no, ¿por qué están en tal suplicio?» 75

Y entonces él: «¿Por qué se aleja tanto


-dijo- tu ingenio de lo que acostumbra?,
¿o es que tu mente mira hacia otra parte? 78

¿Ya no te acuerdas de aquellas palabras


que reflejan en tu ÉTICA las tres. 80 Comentario [L113]: La Ética
de Aristóteles.
inclinaciones que no quiere el cielo, 81

incontinencia, malicia y la loca


bestialidad? ¿y cómo incontinencia
menos ofende y menos se castiga? 84

Y si miras atento esta sentencia,


y a la mente preguntas quién son esos
que allí fuera reciben su castigo, 87

comprenderás por qué de estos felones


están aparte, y a menos crudeza
la divina venganza les somete.» 90 Comentario [L114]: Los
pecados que se castigan en los
primeros círculos son aquellos
«Oh sol que curas la vista turbada, causados por la incontinencia, no
por la maldad. Tienen un alcance
tú me contentas tanto resolviendo, individual y no colectivo y por ello
que no sólo el saber, dudar me gusta. 93 merecen un castigo más leve,
aunque no por ello menos eterno.

Un poco más atrás vuélvete ahora


-díjele--, allí donde que usura ofende
a Dios dijiste, y quítame el enredo.» 96

«A quien la entiende, la Filosofía


hace notar, no sólo en un pasaje
cómo natura su carrera toma 99
del divino intelecto y de su arte;
y si tu FÍSICA miras despacio,
encontrarás, sin mucho que lo busques, 102 Comentario [L115]: En
efecto, las palabras de Aristóteles
en las que se basa este pasaje se
que el arte vuestro a aquélla, cuanto pueda, encuentran al comienzo de su
Física.
sigue como al maestro su discípulo,
tal que vuestro arte es como de Dios nieto. 105 Comentario [L116]: La
naturaleza actúa imitando a Dios y
el hombre siguiendo a la natu-
Con estas dos premisas, si recuerdas raleza.
el principio del Génesis, debemos
ganarnos el sustento con trabajo. 108 Comentario [L117]: Traducid
o libremente, pero conservando la
idea que Dante quiere expresar,
Y al seguir el avaro otro camino, 109 siguiendo las palabras de Génesis,
III, 19: «Comerás el pan con el
por éste, a la natura y a sus frutos, sudor de tu frente.» El verso
desprecia, y pone en lo otro su esperanza. 111 original es «... convene / prender
sua vita ed avanzar la gente».

Mas sígueme, porque avanzar me place; Comentario [L118]: El


usurero, en efecto, busca su
que Piscis ya remonta el horizonte sustento en el préstamo de dinero,
y todo el Carro yace sobre el Coro, 114 lo que contradice el mandato
divino.
y el barranco a otro sitio se despeña.
Comentario [L119]: Nos
hallamos en el amanecer del nuevo
CANTO XII abril, cuando la constelación de
Piscis surge sobre el horizonte, y la
Osa Mayor se encuentra en la
Era el lugar por el que descendimos dirección del Coro o viento del
nordeste.
alpestre y, por aquel que lo habitaba,
cualquier mirada hubiéralo esquivado. 3

Como son esas ruinas que al costado


de acá de Trento azota el río Adigio,
por terremoto o sin tener cimientos, 6 Comentario [L120]: Dante
parece referirse a una región entre
Verona y Trento llamada Slavini di
que de lo alto del monte, del que bajan Marco, para describir la pendiente
entre el sexto y el séptimo círculo.
al llano, tan hendida está la roca
que ningún paso ofrece a quien la sube; 9

de aquel barranco igual era el descenso;


y allí en el borde de la abierta sima,
el oprobio de Creta estaba echado 12 Comentario [L121]: El
Minotauro, que concibió Pasifae,
mujer de Minos, rey de Creta, de
que concebido fue en la falsa vaca; un toro del que se había
enamorado por instigación de
cuando nos vio, a sí mismo se mordía, Neptuno, para lo cual hizo que el
tal como aquel que en ira se consume. 15 arquitecto Dédalo le fabricase una
vaca artificial.

Mi sabio entonces le gritó: «Por suerte Comentario [L122]: El Duque


de Atenas es Teseo, que mató al
piensas que viene aquí el duque de Atenas, 17 Minotauro encerrado en el la-
que allí en el mundo la muerte te trajo? 18 berinto, gracias a la ayuda de la
princesa Ariadna, poniendo así fin
al tributo humano que los
Aparta, bestia, porque éste no viene atenienses debían pagar al rey de
Creta.
siguiendo los consejos de tu hermana,
sino por contemplar vuestros pesares.» 21

Y como el toro se deslaza cuando


ha recibido ya el golpe de muerte,
y huir no puede, mas de aquí a allí salta, 24

así yo vi que hacía el Minotauro;


y aquel prudente gritó: «Corre al paso;
bueno es que bajes mientras se enfurece.» 27

Descendimos así por el derrumbe


de las piedras, que a veces se movían
bajo mis pies con esta nueva carga. 30

Iba pensando y díjome: «Tú piensas


tal vez en esta ruina, que vigila
la ira bestial que ahora he derrotado. 33

Has de saber que en la otra ocasión


que descendí a lo hondo del infierno,
esta roca no estaba aún desgarrada; 36

pero sí un poco antes, si bien juzgo,


de que viniese Aquel que la gran presa
quitó a Dite del círculo primero, 39 Comentario [L123]: Esta
ruina se produjo cuando Cristo
murió y, según Mateo, XXVII, 51,
tembló el infecto valle de tal modo tembló la tierra. La gran presa
alude a la posterior bajada de
que pensé que sintiese el universo Cristo a los infiernos ya comentada
amor, por el que alguno cree que el mundo 42 en Infierno, IV. Virgilio, en efecto,
en su primer viaje, pudo ver aún
intacto este lugar.
muchas veces en caos vuelve a trocarse; 43 Comentario [L124]: Virgilio
y fue entonces cuando esta vieja roca sigue aquí la doctrina de
se partió por aquí y por otros lados. 45 Empédocles que sostenía que el
cosmos se mantenía por la
discordia de los cuatro elementos,
Mas mira el valle, pues que se aproxima y que el amor entre ellos los
llevaría a mezclarse y regresar al
aquel río sangriento, en el cual hierve 47 caos primigenio. Virgilio creyó
aquel que con violencia al otro daña.» 48 que aquel terremoto pudiera ser la
vuelta a dicho caos.
Comentario [L125]: Se trata
¡Oh tú, ciega codicia, oh loca furia, del río Flegetonte, que ya había
que así nos mueves en la corta vida, descrito Virgilio en la Eneida.

y tan mal en la eterna nos sumerges! 51

Vi una amplia fosa que torcía en arco,


y que abrazaba toda la llanura,
según lo que mi guía había dicho. 54
Comentario [L126]: Los
centauros, con su doble naturaleza
Y por su pie corrían los centauros, humana y equina, representan las
en hilera y armados de saetas, 56 fuerzas de la violencia ciega, al
igual que Minotauro.
como cazar solían en el mundo. 57

Viéndonos descender, se detuvieron,


y de la fila tres se separaron
con los arcos y flechas preparadas. 60

Y uno gritó de lejos: «¿A qué pena


venís vosotros bajando la cuesta?
Decidlo desde allí, o si no disparo.» 63

«La respuesta -le dijo mi maestro-


daremos a Quirón cuando esté cerca:
tu voluntad fue siempre impetuosa.» 66

Después me tocó, y dijo: «Aquel es Neso, 67 Comentario [L127]: Neso se


enamoró de Deyanira, esposa de
que murió por la bella Deyanira, Hércules, a la que ayudaba a
contra sí mismo tomó la venganza. 69 vadear un río sobre su grupa, a
intentó violarla, por lo cual
Hércules lo mató con sus flechas.
Y aquel del medio que al pecho se mira,
el gran Quirón, que fue el ayo de Aquiles; 71 Comentario [L128]: Quirón
no era hermano del resto de los
y el otro es Folo, el que habló tan airado. 72 centauros y fue maestro y educa-
dor de Aquiles y otros héroes
griegos. Destacaba entre los otros
Van a millares rodeando el foso, por su sabiduría y prudencia.
flechando a aquellas almas que abandonan Comentario [L129]: Folo fue
la sangre, más que su culpa permite.» 75 uno de los centauros que
intentaron violar a las mujeres de
los lapitas en las bodas de Piritoo a
Nos acercamos a las raudas fieras: Hipodamia.
Quirón cogió una flecha, y con la punta,
de la mejilla retiró la barba. 78

Cuando hubo descubierto la gran boca,


dijo a sus compañeros; «¿No os dais cuenta
que el de detrás remueve lo que pisa? 81

No lo suelen hacer los pies que han muerto.»


Y mi buen guía, llegándole al pecho,
donde sus dos naturas se entremezclan, 84

respondió: «Está bien vivo, y a él tan sólo


debo enseñarle el tenebroso valle:
necesidad le trae, no complacencia. 87

Alguien cesó de cantar Aleluya,


y ésta nueva tarea me ha encargado:
él no es ladrón ni yo alma condenada. 90

Mas por esta virtud por la cual muevo


los pasos por camino tan salvaje,
danos alguno que nos acompañe, 93
que nos muestre por dónde se vadea,
y que a éste lleve encima de su grupa,
pues no es alma que viaje por el aire.» 96

Quirón se volvió atrás a la derecha,


y dijo a Neso: «Vuelve y dales guía,
y hazles pasar si otro grupo se encuentran.» 99

Y nos marchamos con tan fiel escolta


por la ribera del bullir rojizo,
donde mucho gritaban los que hervían. 102

Gente vi sumergida hasta las cejas,


y el gran centauro dijo: « Son tiranos
que vivieron de sangre y de rapiña: 105

lloran aquí sus daños despiadados;


está Alejandro, y el feroz Dionisio 107 Comentario [L130]: Alejandro
de Macedonia, o acaso Alejandro,
que a Sicilia causó tiempos penosos. 108 tirano de Fero, en Tesalia (siglo IV
a.C). El otro tirano es Dionisio el
Viejo, tirano de Siracusa (431-367
Y aquella frente de tan negro pelo, a.C.)
es Azolino; y aquel otro rubio, 110 Comentario [L131]: Ezzelino
es Opizzo de Este, que de veras 111 III da Romano (ll94-1259), señor
de Verona, Padua y Vicenza, fue
durante muchos años tirano en la
fue muerto por su hijastro allá en el mundo.» Marca de Treviso y fue el principal
Me volví hacia el poeta y él me dijo: sostenedor de la causa gibelina en
el norte de Italia.
«Ahora éste es el primero, y yo el segundo.» 114
Comentario [L132]: Obiao II
de Este, señor de Ferrara, fue
Al poco rato se fijó el Centauro muerto al parecer por su hijo
bastardo Azo VII.
en unas gentes, que hasta la garganta
Comentario [L133]: En este
parecían, salir del hervidero. 117 círculo Virgilio aconseja a Dante
que escuche las palabras del
centauro que le serán de más
Díjonos de una sombra ya apartada: provecho que las suyas.
«En la casa de Dios aquél hirió - 119 Comentario [L134]: Guido de
el corazón que al Támesis chorrea.» 120 Monforte mató en una iglesia de
Viterbo a Enrique, sobrino que dio
del rey Eduardo I de Inglaterra,
Luego vi gentes que sacaban fuera para vengar la muerte injusta que
del río la cabeza, y hasta el pecho; este último fue
había dado a su padre. El corazón
y yo reconocí a bastantes de ellos. 123 del príncipe fue trasladado a su
patria y colo- cado en una copa
que sostenía una estatua en la
Asi iba descendiendo poco a poco abadía de Westminster. El hecho
aquella sangre que los pies cocía, ocurrió en 1271 y Guido murió
prisionero en Sicilia dieciséis años
y por allí pasamos aquel foso. 126 después.

«Así como tú ves que de esta parte


el hervidero siempre va bajando,
-dijo el centauro- quiero que conozcas 129
que por la otra más y más aumenta
su fondo, hasta que al fin llega hasta el sitio
en donde están gimiendo los tiranos. 132

La diving justicia aquí castiga


a aquel Atila azote de la tierra 134 Comentario [L135]: Atila es,
por supuesto, «El Azote de Dios»;
y a Pirro y Sexto; y para siempre ordeña 135 jefe de los hunos, muerto en 453.
Comentario [L136]: Pirro es
las lágrimas, que arrancan los hervores, acaso un hijo de Aquiles de quien
a Rinier de Corneto, a Rinier Pazzo 137 habla VirgiLo en Eneida, II que
dió muerte a Polixena, hija de
qué en los caminos tanta guerra hicieron.» 138 Hécuba, sobre la tumba de su
Volvióse luego y franqueó aquel vado. padre. Sexto hijo de Pompeyo, que
manchó con su crueldad la
memoria respetada de su padre.
CANTO XIII Comentario [L137]: Raniero
de Cornetto y Ranier Paso fueron
dos nobles de baja condición que
Neso no había aún vuelto al otro lado, se dedicaron al bandidaje en la
cuando entramos nosotros por un bosque Toscana.

al que ningún sendero señalaba. 3

No era verde su fronda, sino oscura;


ni sus ramas derechas, mas torcidas;
sin frutas, mas con púas venenosas. 6

Tan tupidos, tan ásperos matojos


no conocen las fieras que aborrecen
entre Corneto y Cécina los campos. 9 Comentario [L138]: Confines
de la Maremma toscana.

Hacen allí su nido las arpías, 10 Comentario [L139]: Las


arpías, hijas de Taumante y
que de Estrófane echaron al Troyano Electra, tenían cuerpo de pájaro y
con triste anuncio de futuras cuitas. 12 rostro de mujer. Virgilio en
Eneida, III, las colocaba en la isla
de Estrófade, de donde echaron a
Alas muy grandes, cuello y rostro humanos los troyanos de Eneas, ensuciando
la mesa en que comían.
y garras tienen, y el vientre con plumas;
en árboles tan raros se lamentan. 15

Y el buen Maestro: «Antes de adentrarte,


sabrás que este recinto es el segundo
-me comenzó a decir- y estarás hasta 18

que puedas ver el horrible arenal;


mas mira atentamente; así verás
cosas que si te digo no creerías.» 21

Yo escuchaba por todas partes ayes,


y no vela a nadie que los diese, 23 Comentario [L140]: Este
juego de palabras parece inspirado
por lo que me detuve muy asustado. 24 en el estilo cancilleresco, o diplo-
mático, en el que fue muy experto
el personaje que conoceremos a
Yo creí que él creyó que yo creía continuación y debe tener, por ello,
que tanta voz salía del follaje, un carácter paródico.
de gente que a nosotros se ocultaba. 27 Comentario [L141]: Escondid
a detrás de los árboles,
naturalmente, y no que fuesen los
Y por ello me dijo: «Si tronchases árboles mismos.
cualquier manojo de una de estas plantas,
tus pensamientos también romperias.» 30

Entonces extendí un poco la mano,


y corté una ramita a un gran endrino;
y su tronco gritó: «¿Por qué me hieres? 33

Y haciéndose después de sangre oscuro


volvió a decir: «Por qué así me desgarras?
¿es que no tienes compasión alguna? 36

Hombres fuimos, y ahora matorrales;


más piadosa debiera ser tu mano,
aunque fuéramos almas de serpientes.» 39

Como. una astilla verde que encendida


por un lado, gotea por el otro,
y chirría el vapor que sale de ella, 42

así del roto esqueje salen juntas


sangre y palabras: y dejé la rama
caer y me quedé como quien teme. 45

«Si él hubiese creído de antemano


-le respondió mi sabio-, ánima herida,
aquello que en mis rimas ha leído, 48 Comentario [L142]: Para este
episodio, Dante se inspira de
nuevo en Virgilio, Eneida, III. De
no hubiera puesto sobre ti la mano: igual manera lo recogerá T. Tasso
en su Gerusalemme Liberata.
mas me ha llevado la increible cosa
a inducirle a hacer algo que me pesa: 51

mas dile quién has sido, y de este modo


algún aumento renueve tu fama
alli en el mundo, al que volver él puede.» 54

Y el tronco: «Son tan dulces tus lisonjas


que no puedo callar; y no os moleste
si en hablaros un poco me entretengo: 57

Yo soy aquel que tuvo las dos llaves 58 Comentario [L143]: Pier della
Vigna, nacido en ll80, poeta y
que el corazón de Federico abrían protonotario de Federico II. Fue el
y cerraban, de forma tan suave, 60 más íntimo de sus mensajeros
reordenando toda la legislación del
estado en 1231. En 1248 perdió la
que a casi todos les negó el secreto; gracia del emperador y fue
encarcelado acusado de traición
tanta fidelidad puse en servirle dándose la muerte en 1269,
que mis noches y días perdí en ello. 63 rompiéndose la cabeza contra el
muro.
La meretriz que jamás del palacio 64 Comentario [L144]: La
envidia de los cortesanos fue,
del César quita la mirada impúdica, según el diplomático, la causante
muerte común y vicio de las cortes, 66 de su desgracia junco al
emperador.

encendió a todos en mi contra; y tanto


encendieron a Augusto esos incendios
que el gozo y el honor trocóse en lutos; 69

mi ánimo, al sentirse despreciado,


creyendo con morir huir del desprecio,
culpable me hizo contra mí inocente. 72

Por las raras raíces de este leño,


os juro que jamás rompí la fe
a mi señor, que fue de honor tan digno. 75

Y si uno de los dos regresa al mundo,


rehabilite el recuerdo que se duele
aún de ese golpe que asesta la envidia.» 78

Paró un poco, y después: «Ya que se calla,


no pierdas tiempo -dijome el poeta-
habla y pregúntale si más deseas.» 81

Yo respondí: «Pregúntale tú entonces


lo que tú pienses que pueda gustarme;
pues, con tanta aflicción, yo no podría.» 84

Y así volvió a empezar: «Para que te haga


de buena gana aquello que pediste,
encarcelado espíritu, aún te plazca 87

decirnos cómo el alma se encadena


en estos troncos; dinos, si es que puedes,
si alguna se despega de estos miembros.» 90

Sopló entonces el tronco fuememente


trocándose aquel viento en estas voces:
«Brevemente yo quiero responderos; 93

cuando un alma feroz ha abandonado


el cuerpo que ella misma ha desunido
Minos la manda a la séptima fosa. 96

Cae a la selva en parte no elegida;


mas donde la fortuna la dispara,
como un grano de espelta allí germina; 99
surge en retoño y en planta silvestre:
y al converse sus hojas las Arpías,
dolor le causan y al dolor ventana. 102

Como las otras, por nuestros despojos,


vendremos, sin que vistan a ninguna;
pues no es justo tener lo que se tira. 105

A rastras los traeremos, y en la triste


selva serán los cuerpos suspendidos,
del endrino en que sufre cada sombra.» 108

Aún pendientes estábamos del tronco


creyendo que quisiera más contarnos,
cuando de un ruido fuimos sorprendidos, 111

Igual que aquel que venir desde el puesto


escucha al jabalí y a la jauría
y oye a las bestias y un ruido de frondas; 114

Y miro a dos que vienen por la izquierda, 115 Comentario [L145]: Aparecen
ahora otros dos condenados, no
desnudos y arañados, que en la huida, como suicidas, sino como di-
de la selva rompían toda mata. 117 lapidadores de sus bienes (ver
Infierno, XII). Se trata de Ercolano
Maconi de Siena miembro de la
Y el de delante: «¡Acude, acude, muerte!» cofradía de dilapidadores de la que
Dante hablará en Infierno, XXIX
Y el otro, que más lento parecía, que murió en la batalla de Toppo
gritaba: «Lano, no fueron tan raudas 120 contra los aretinos en 1287; y de
Giacomo de Sant Andrea,
riquísimo noble de Padua que
en la batalla de Toppo tus piernas.» gastó su fortuna de una manera
escandalosa, llegándose a contar
Y cuando ya el aliento le faltaba, que arrojaba monedas a los peces.
de él mismo y de un arbusto formó un nudo. 123

La selva estaba llena detrás de ellos


de negros canes, corriendo y ladrando
cual lebreles soltados de traílla. 126

El diente echaron al que estaba oculto


y lo despedazaron trozo a trozo;
luego llevaron los miembros dolientes. 129

Cogióme entonces de la mano el guía,


y me llevó al arbusto que lloraba, 131 Comentario [L146]: El suicida
cuya alma se ha transformado en
por los sangrantes rotos, vanamente. 132 este arbusto es un florentino de
difícil localización; acaso un tal
Rocco dei Mozzi.
Decía: «Oh Giácomo de Sant' Andrea,
¿qué te ha valido de mí hacer refugio?
¿qué culpa tengo de tu mala vida?» 135

Cuando el maestro se paró a su lado,


dijo: «¿Quién fuiste, que por tantas puntas
con sangre exhalas tu habla dolorosa?» 138

Y él a nosotros: «Oh almas que llegadas


sois a mirar el vergonzoso estrago,
que mis frondas así me ha desunido, 141

recogedlas al pie del triste arbusto.


Yo fui de la ciudad que en el Bautista 143 Comentario [L147]: Florencia
, según cuenta Dante en varias
cambió el primer patrón: el cual, por esto 144 ocasiones, había estado puesta en
la antigüedad bajo el patronato de
Marte, a quien estaba dedicado el
con sus artes por siempre la hará triste; templo que luego sería
y de no ser porque en el puente de Arno transformado en el Baptisterio de
San Juan, que pasaría a ser el
aún permanece de él algún vestigio, 147 nuevo patrono de la ciudad. En
venganza de ello, Marte no deja de
enviar castigos a la ciudad, y aún
esas gentes que la reedificaron más enviaría de no ser porque en el
sobre las ruinas que Atila dejó, 149 Ponte Vecchio aún quedaban
vestigios de una estatua suya
habrían trabajado vanamente. 150 rescatada del fondo del río. Dicha
Yo de mi casa hice mi cadalso.» estatua al parecer, estaba dedicada
en realidad al rey ostrogodo
Teodorico (Paraíso, XVI, 26).
CANTO XIV Comentario [L148]: Según la
leyenda, Atila habría destruido
Y como el gran amor del lugar patrio Florencia para reconstruir Fiesole
y vengar así al romano Catilina.
me conmovió, reuní la rota fronda, Pero al parecer se confundía a
y se la devolví a quien ya callaba. 3 Atila con el ostrogodo Totila, que
asedió la ciudad en 542.

Al límite llegamos que divide


el segundo recinto del tercero,
y vi de la justicia horrible modo. 6 Comentario [L149]: Nos
encontramos ahora, y en los dos
siguientes cantos, en el segundo re-
Por bien manifestar las nuevas cosas, cinto del círculo séptimo, donde se
castiga a los violentos contra Dios
he de decir que a un páramo llegamos, en un arenal ardiente sobre el que
que de su seno cualquier planta ahuyenta. 9 cae una incesante lluvia de fuego:
blasfemos, que yacen boca arriba;
homosexuales, caminando sin
La dolorosa selva es su guirnalda, tregua; y usureros, sentados.
como para ésta lo es el triste foso;
justo al borde los pasos detuvimos. 12

Era el sitio una arena espesa y seca,


hecha de igual manera que esa otra
que oprimiera Catón con su pisada. 15 Comentario [L150]: Lo cuenta
Lucano en Farsalia X, 382 y ss.

¡Oh venganza divina, cuánto debes


ser temida de todo aquel que lea
cuanto a mis ojos fuera manifiesto! 18

De almas desnudas vi muchos rebaños,


todas llorando llenas de miseria,
y en diversas posturas colocadas: 21
unas gentes yacían boca arriba;
encogidas algunas se sentaban,
y otras andaban incesantemente. 24

Eran las más las que iban dando vueltas,


menos las que yacían en tormento,
pero más se quejaban de sus males. 27

Por todo el arenal, muy lentamente,


llueven copos de fuego dilatados,
como nieve en los Alpes si no hay viento. 30

Como Alejandro en la caliente zona 31 Comentario [L151]: Dante


unifica aquí dos hechos que cuenta
de la India vio llamas que caían la apócrifa Epístola de Alejandro a
hasta la tierra sobre sus ejércitos; 33 Aristóteles: una nieve copiosísima,
que los soldados debían pisar para
fundirla; y una lluvia de fuego.
por lo cual ordenó pisar el suelo
a sus soldados, puesto que ese fuego
se apagaba mejor si estaba aislado, 36

así bajaba aquel ardor eterno;


y encendía la arena, tal la yesca
bajo eslabón, y el tormento doblaba. 39

Nunca reposo hallaba el movimiento


de las míseras manos, repeliendo
aquí o allá de sí las nuevas llamas. 42

Yo comencé: «Maestro, tú que vences


todas las cosas, salvo a los demonios
que al entrar por la puerta nos salieron, 45

¿Quién es el grande que no se preocupa 46 Comentario [L152]: Se trata


de Capaneo, uno de los siete reyes
del fuego y yace despectivo y fiero, que lucharon contra Tebas en
cual si la lluvia no le madurase?» 48 ayuda de Eteocles. Blasfemando
contra Júpiter y el resto de los
dioses nos lo presenta Estacio en
Y él mismo, que se había dado cuenta Tebaida, X, 738 y ss.; 897 y ss.
que preguntaba por él a mi guía,
gritó: « Como fui vivo, tal soy muerto. 51

Aunque Jove cansara a su artesano 52 Comentario [L153]: 52-57


Los Gigantes habían intentado
de quien, fiero, tomó el fulgor agudo expugnar la morada de los dioses,
con que me golpeó el último día, 54 dándose una gran batalla entre
unos y otros hasta ser precipitados,
por los rayos que Vulcano
o a los demás cansase uno tras otro, fabricaba para Júpiter, al valle de
Flegra, en Tesalia. Volveremos a
de Mongibelo en esa negra fragua, ello en Infierno, XXXI.
clamando: “Buen Vulcano, ayuda, ayuda” 57
tal como él hizo en la lucha de Flegra,
y me asaeteara con sus fuerzas,
no podría vengarse alegremente.» 60

Mi guía entonces contestó con fuerza


tanta, que nunca le hube así escuchado:
«Oh Capaneo, mientras no se calme 63

tu soberbia, serás más afligido:


ningún martirio, aparte de tu rabia,
a tu furor dolor será adecuado.» 66

Después se volvió a mí con mejor tono,


«Éste fue de los siete que asediaron
a Tebas; tuvo a Dios, y me parece 69

que aún le tenga, desdén, y no le implora;


mas como yo le dije, sus despechos
son en su pecho galardón bastante. 72

Sígueme ahora y cuida que tus pies


no pisen esta arena tan ardiente,
mas camina pegado siempre al bosque.» 75

En silencio llegamos donde corre


fuera ya de la selva un arroyuelo, 77 Comentario [L154]: Se trata
nuevamente del Flagetonte.
cuyo rojo color aún me horripila: 78

como del Bulicán sale el arroyo 79 Comentario [L155]: Fuente


termal cercana a Viterbo, donde
que reparten después las pecadoras, t según la costumbre se bañaban las
al corrta a través de aquella arena. 81 prostitutas.

El fondo de éste y ambas dos paredes


eran de piedra, igual que las orillas;
y por ello pensé que ése era el paso. 84

«Entre todo lo que yo te he enseñado,


desde que atravesamos esa puerta
cuyos umbrales a nadie se niegan, 87 Comentario [L156]: Las
puertas del Infiemo.

ninguna cosa has visto más notable


como el presente río que las llamas
apaga antes que lleguen a tocarle.» 90

Esto dijo mi guía, por lo cual


yo le rogué que acrecentase el pasto,
del que acrecido me había el deseo. 93

«Hay en medio del mar un devastado


país -me dijo- que se llama Creta;
bajo su rey fue el mundo virtuoso. 96 Comentario [L157]: Alude a
Satumo, bajo cuyo reinado tuvo
lugar la paradisiaca Edad de Oro.
Hubo allí una montaña que alegraban
aguas y frondas, se llamaba Ida:
cual cosa vieja se halla ahora desierta. 99

La excelsa Rea la escogió por cuna 100 Comentario [L158]: Rea o


Cibeles, mujer de Saturno,
para su hijo y, por mejor guardarlo, escondió de éste a su hijo Júpiter,
cuando lloraba, mandaba dar gritos. 102 para que no lo devorase como
había hecho con el resto de sus
hermanos, en la isla de Creta. Allí
Se alza un gran viejo dentro de aquel monte, 103 ordenó que cuando el niño llorase,
los habitantes prorrumpieran en
que hacia Damiata vuelve las espaldas gritos, para que Saturno no se diera
y al igual que a un espejo a Roma mira. 105 cuenta de la presencia de quien
posteriormente habría de
derrotarle.
Está hecha su cabeza de oro fino, Comentario [L159]: Es muy
y plata pura son brazos y pecho, posible el recuerdo de la visión de
se hace luego de cobre hasta las ingles; 108 Nabucodonosor en Daniel, III. En
este pasaje, como en aquél, la
estatua del Viejo debe representar
y del hierro mejor de aquí hasta abajo, la historia de la humanidad: la
estatua vuelve la espalda a
salvo el pie diestro que es barro cocido: Damiata, en el Oriente, de donde
y más en éste que en el otro apoya. 111 vino la civilización; y mira a
Roma, que es la meta espiritual del
hombre. El pie de barro es el poder
Sus partes, salvo el oro, se hallan rotas espiritual y el otro el temporal. El
oro señala una época de inocencia
por una raja que gotea lágrimas, 113 primigenia; la plata y el cobre no
que horadan, al juntarse, aquella gruta; 114 señalan ninguna época concreta,
sino dos sucesivas etapas de
corrupción. Existen, como el lector
su curso en este valle se derrama: podrá suponerse, muchas otras
interpretaciones.
forma Aqueronte, Estigia y Flagetonte;
Comentario [L160]: Las
corre después por esta estrecha espita 117 culpas del hombre tras la pérdida
de la pureza originaria dan forma a
los ríos infemales, de los que ya
al fondo donde más no se desciende: conocemos tres: Aqueronte,
forma Cocito; y cuál sea ese pantano 119 Estigia y Flegetonte.

ya lo verás; y no te lo describo.» 120 Comentario [L161]: Es, como


veremos, el río del noveno círculo.

Yo contesté: «Si el presente riachuelo


tiene así en nuestro mundo su principio,
¿como puede encontrarse en este margen?» 123

Respondió: «Sabes que es redondo el sitio,


y aunque hayas caminado un largo trecho
hacia la izquierda descendiendo al fondo, 126

aún la vuelta completa no hemos dado;


por lo que si aparecen cosas nuevas,
Comentario [L162]: Dante no
no debes contemplarlas con asombro.» 129 ha caído en la cuenta de que el
Flegetonte fuera el río de sangre
que ha contemplado en los cantos
Y yo insistí «Maestro, ¿dónde se hallan precedentes: el Leteo nos lo
Flegetonte y Leteo?; a uno no nombras, 131 encontraremos en la cima del
Purgatorio (Purgatorio, XXVIII).
y el otro dices que lo hace esta lluvia.» 132

«Me agradan ciertamente tus preguntas


-dijo-, mas el bullir del agua roja
debía resolverte la primera. 135

Fuera de aquí podrás ver el Leteo,


allí donde a lavarse van las almas,
cuando la culpa purgada se borra.» 138

Dijo después: «Ya es tiempo de apartarse


del bosque; ven caminando detrás:
dan paso las orillas, pues no queman, 141
y sobre ellas se extingue cualquier fuego.»

CANTO XV

Caminamos por uno de los bordes,


y tan denso es el humo del arroyo,
que del fuego protege agua y orillas. 3

Tal los flamencos entre Gante y Brujas,


temiendo el viento que en invierno sopla,
a fin de que huya el mar hacen sus diques; 6

y como junto al Brenta los paduanos 7 Comentario [L163]: El Brenta


es el río que riega Padua.
por defender sus villas y castillos,
antes que Chiarentana el calor sienta; 9 Comentario [L164]: Al
parecer, territorio del ducado de
Carintia, en Austria.
de igual manera estaban hechos éstos,
sólo que ni tan altos ni tan gruesos,
fuese el que fuese quien los construyera. 12

Ya estábamos tan lejos de la selva


que no podría ver dónde me hallaba,
aunque hacia atrás yo me diera la vuelta, 15

cuando encontramos un tropel de almas 16 Comentario [L165]: Se trata


de un grupo de pecadores contra la
que andaban junto al dique, y todas ellas naturaleza, es decir, de ho-
nos miraban cual suele por la noche 18 mosexuales que no siguen las leyes
naturales de la procreación. Este
primer grupo, en el que Dante
mirarse el uno al otro en luna nueva; encontrará a Bruneto Latino, está
formado por gente de Iglesia y de
y para vernos fruncían las cejas letras; en el canto siguiente
como hace el sastre viejo con la aguja. 21 encontrará un segundo grupo de
hombres dedicados a la polltica.

Examinado así por tal familia,


de uno fui conocido, que agarró
mi túnica y gritó: «¡Qué maravilla!» 24
y yo, al verme cogido por su mano
fijé la vista en su quemado rostro,
para que, aun abrasado, no impidiera, 27

su reconocimiento a mi memoria;
e inclinando la mía hacia su cara
respondí: «¿Estáis aquí, señor Brunetto?» 30 Comentario [L166]: Bruneto
Latino nació en Florencia
alrededor de 1210. Perteneció al
«Hijo, no te disguste -me repuso- partido güelfo y ocupó importantes
cargos políticos, entre ellos el de
si Brunetto Latino deja un rato embajador ante Alfonso X de
a su grupo y contigo se detiene.» 33 Castilla, aparte de su dedicación a
la tarea filosófica. Exilado en
Francia tras la batalla de
Y yo le dije: «Os lo pido gustoso; Monteaperti, escribió allí su libro
Tresor en francés. Regresó a
y si queréis que yo, con vos me pare, Florencia donde debió mantener
lo haré si place a aquel con el que ando.» 36 relaciones cordiales con el joven
Dante y murió en 1293, rodeado de
prestigio entre sus
«Hijo -repuso-, aquel de este rebaño contemporáneos. Con Bruneto se
abre en Florencia la gloriosa
que se para, después cien años yace, sucesión de políticos humanistas,
sin defenderse cuando el fuego quema. 39 que supieron conciliar la vida de
acción con la especulación
intelectual, contribuyendo así a dar
Camina pues: yo marcharé a tu lado; gloria a la ciudad. Como vemos
por el pasaje, Dante conservaba
y alcanzaré más tarde a mi mesnada, por él una enorme admiración y
que va llorando sus eternos males.» 42 cariño. El colocarle a pesar de ello
en este círculo de condenados, da
cuenta del rígido sistema moral
Yo no osaba bajarme del camino con el que Dante concibe su
Comedia.
y andar con él; mas gacha la cabeza
tenía como el hombre reverente. 45

Él comenzó: «¿Qué fortuna o destino


antes de postrer día aquí te trae?
¿y quién es éste que muestra el camino?» 48

Y yo: «Allá arriba, en la vida serena


-le respondí- me perdí por un valle,
antes de que mi edad fuese perfecta. 51

Lo dejé atrás ayer por la mañana;


éste se apareció cuando a él volvía,
y me lleva al hogar por esta ruta.» 54

Y él me repuso: «Si sigues tu estrella


glorioso puerto alcanzarás sin falta,
si de la vida hermosa bien me acuerdo; 57

y si no hubiese muerto tan temprano,


viendo que el cielo te es tan favorable,
dado te habría ayuda en la tarea. 60

Mas aquel pueblo ingrato y malicioso


que desciende de Fiesole de antiguo, 62 Comentario [L167]: El pueblo
de Florencia, que parecía
y aún tiene en él del monte y del peñasco, 63 conservar de sus legendarios
orígenes fiesolanos la dureza del
monte en que esta ciudad está
si obras bien ha de hacerse tu contrario: colocada.
y es con razón, que entre ásperos serbales
no debe madurar el dulce higo. 66

Vieja fama en el mundo llama ciegos,


gente es avara, envidiosa y soberbia:
líbrate siempre tú de sus costumbres. 69

Tanto honor tu fortuna te reserva,


que la una parte y la otra tendrán hambre 71 Comentario [L168]: Güelfos y
gibelinos, que se disputarán el
de ti; mas lejos pon del chivo el pasto. 72 apoyo del poeta.

Las bestias fiesolanas se apacienten


de ellas mismas, y no toquen la planta,
si alguna surge aún entre su estiércol, 75

en que reviva la simiente santa


de los romanos que quedaron, cuando
hecho fue el nido de tan gran malicia.» 78

«Si pudiera cumplirse mi deseo


aún no estaríais vos -le repliqué-
de la humana natura separado; 81

que en mi mente está fija y aún me apena,


querida y buena, la paterna imagen
vuestra, cuando en el mundo hora tras hora 84

me enseñabais que el hombre se hace eterno;


y cuánto os lo agradezco, mientras viva,
conviene que en mi lengua se proclame. 87

Lo que narráis de mi carrera escribo,


para hacerlo glosar, junto a otro texto, 89 Comentario [L169]: Se refiere
a las palabras de Ciacco en
si hasta ella llego, a la mujer que sabe. 90 Infierno, VI, cuya explicación
espera obtener de Beatriz.
Sólo quiero que os sea manifiesto
que, con estar tranquila mi conciencia,
me doy, sea cual sea, a la Fortuna. 93

No es nuevo a mis oídos tal augurio:


mas la Fortuna hace girar su rueda
como gusta, y el labrador su azada.» 96

Entonces mi maestro la mejilla


derecha volvió atrás, y me miró;
dijo después: «Bien oye el precavido.» 99

Pero yo no dejé de hablar por eso


con ser Brunetto, y pregunto quién son
sus compañeros de más alta fama. 102

Y él me dijo: «Saber de alguno es bueno;


de los demás será mejor que calle,
que a tantos como son el tiempo es corto. 105

Sabe, en suma, que todos fueron clérigos


y literatos grandes y famosos,
al mundo sucios de un igual pecado. 108

Prisciano va con esa turba mísera, 109 Comentario [L170]: Prisciano


de Cesarea fue un gramático latino
y Francesco D'Accorso; y ver con éste, 110 que enseñó en Constantinopla a
si de tal tiña tuvieses deseo, 111 comienzos del siglo VI, y tuvo una
gran influencia en el Medioevo,
pero es posible que Dante lo
podrás a quien el Siervo de los Siervos confunda con el hereje Prisciliano,
a cuya secta, como a tantas otras,
hizo mudar del Arno al Bachiglión, 113 se acusaba de sodomía, o a un
donde dejó los nervios mal usados. 114 Prisciano que enseñó en Bolonia
en el siglo XIII, lo cual parece más
probable, dado que Dante sólo cita
De otros diría, mas charla y camino aquí personajes contemporáneos.
no pueden alargarse, pues ya veo Comentario [L171]: Francesc
surgir del arenal un nuevo humo. 117 o D'Accorso fue profesor en la
universidad de Bolonia y poste-
riormente en Oxford, donde fue
Gente viene con la que estar no debo: llamado por Eduardo I, murió en
1293, con una gran fama de
mi “Tesoro” te dejo encomendado, 119 jurisconsulto.
en el que vivo aún, y más no digo.» 120 Comentario [L172]: Andrea
dei Mozzi fue obispo de Florencia,
de donde fue trasladado por el
Luego se fue, y parecía de aquellos papa a la sede de Vicenza, sobre el
que el verde lienzo corren en Verona 122 río Bachiglión, donde murió en
1296. Aparte de sodomita, no
por el campo; y entre éstos parecía 123 debió ser un hombre de mucho
de los que ganan, no de los que pierden. juicio a juzgar por los antiguos
comentaristas.
Comentario [L173]: «Il
CANTO XVI Tessoretto» es un poema didáctico
escrito en lengua vulgar, elogiado
por Dante; los Livres du tresor;
Ya estaba donde el resonar se oía escrito en francés, es una gran
del agua que caía al otro círculo, enciclopedia de saber medieval.
como el que hace la abeja en la colmena; 3 Comentario [L174]: Era una
carrera pedestre típica de las
fiestas de las ciudades italianas. El
cuando tres sombras juntas se salieron, «Lienzo verde» era la bandera con
corriendo, de una turba que pasaba que se premiaba al ganador,
mientras que el que llegaba el
bajo la lluvia de la áspera pena. 6 último era premiado con un gallo y
un guante.

Hacia nosotros gritando venían:


«Detente quien parece por el traje
ser uno de la patria depravada.» 9
¡Ah, cuántas llagas vi en aquellos miembros,
viejas y nuevas, de la llama ardidas!
me siento aún dolorido al recordarlo. 12

A sus gritos mi guía se detuvo;


volvió el rostro hacia mí, y me dijo: « Espera,
pues hay que ser cortés con esta gente. 15

Y si no fuese por el crudo fuego


que este sitio asaetea, te diría
que te apresures tú mejor que ellos.» 18

Ellos, al detenernos, reemprendieron


su antiguo verso; y cuando ya llegaron,
hacen un corro de sí aquellos tres, 21

cual desnudos y untados campeones,


Comentario [L175]: Para
acechando a su presa y su ventaja, algunos comentaristas Dante alude
antes de que se enzarcen entre ellos; 24 a los luchadores grecorromanos,
mas para otros, a las prácticas de
los juicios de Dios de la Edad
y con la cara vuelta, cada uno Media En todo caso, la imagen de
estos tres nobles florentinos,
me miraba de modo que al contrario desnudos y agarrados dando
iba el cuello del pie continuamente. 27 vueltas, no puede ser más
humillante para su dignidad.

«Si el horror de este suelo movedizo Comentario [L176]: 36-39


Guido VI Guerra fue un nobilísimo
vuelve nuestras plegarias despreciables capitán de los güelfos florentinos,
-uno empezó- y la faz negra y quemada, 30 famoso por su valor y sus hechos
de armas; en 1255 fue el general
de los güelfos que derrotaron a los
nuestra fama a tu ánimo suplique gibelinos de Arezzo, después de
haber sido nombrado benefactor de
que nos digas quién eres, que los vivos la Iglesia por el pontffice
pies tan seguro en el infierno arrastras. 33 Inocencio IV. Exiliado tras
Monteaperti, volvió a Florencia en
1267 y murió en 1272. Fue, en
Éste, de quien me ves pisar las huellas, efecto, nieto de Gualdrada dei
Ravignani, mujer considerada un
aunque desnudo y sin pellejo vaya, modelo de virtudes domésticas,
fue de un grado mayor de lo que piensas, 36 pues en ll70 se había negado a dar
un beso de bienvenida al
emperador Otón IV. Gualdrada era
pues nieto fue de la bella Gualdrada; a su vez, lejana parienta de los
Alighieri, pues una hermana suya
se llamó Guido Guerra, y en su vida casó con Alighiero, hijo de
mucho obró con su espada y con su juicio. 39 Cacciaguida y fue, por tanto,
bisabuela de Dante.
Comentario [L177]: Tegghiai
El otro, que tras mí la arena pisa, o Aldobrandi degli Adimari,
es Tegghiaio Aldobrandi, cuya voz 41 podestá de Arezzo, y ya muerto en
1267, aconsejó a los florentinos
en el mundo debiera agradecerse; 42 que no atacasen a los sieneses, con
lo que hubieran evitado la derrota
de Monteaperti.
y yo, que en el suplicio voy con ellos,
Comentario [L178]: Jacoppo
Jacopo Rusticucci; y fiera esposa 44 Rusticucci, también güelfo y
más que otra cosa alguna me condena.» 45 contemporáneo de los anteriores,
debió estar desposado con una
mujer de muy mal carácter, que
Si hubiera estado a cubierto del fuego, justificaría sus prácticas
homosexuales.
me hubiera ido detrás de ellos al punto,
y no creo que al guía le importase; 48

mas me hubiera abrasado, y de ese modo


venció el miedo al deseo que tenía,
pues de abrazarles yo me hallaba ansioso. 51

Luego empecé: «No desprecio, mas pena


en mi interior me causa vuestro estado,
y es tanta que no puedo desprenderla, 54

desde el momento en que mi guía dijo


palabras, por las cuales yo pensaba
que, como sois, se acercaba tal gente. 57

De vuestra tierra soy, y desde siempre


vuestras obras y nombres tan honrados,
con afecto he escuchado y retenido. 60

Dejo la hiel y voy al dulce fruto


que mi guía veraz me ha prometido,
pero antes tengo que llegar al centro.» 63

«Muy largamente el alma te conduzcan


todavía -me dijo aquél- tus miembros,
y resplandezca luego tu memoria, 66

di si el valor y cortesía aún se hallan


en nuestra patria tal como solían,
o si del todo han sido ya expulsados; 69

que Giuglielmo Borsiere, el cual se duele 70 Comentario [L179]: También


Bocaccio habla en el Decamerón
desde hace poco en nuestro mismo grupo, (I, 8) de este noble y virtuoso
con sus palabras mucho nos aflige.» 72 florentino muerto cerca de 1300, y
por tanto acabado de llegar al
Infierno.
«Las nuevas gentes, las ganancias súbitas, 73 Comentario [L180]: La gente
orgullo y desmesura han generado, de los alrededores de Florencia ha
en ti, Florencia, y de ello te lamentas.» 75 invadido la antigua ciudad, donde
se enriquece súbitamente (ver las
palabras de Cacciaguida en Paraí-
Así grité levantando la cara; so, XVI).

y los tres, que esto oyeron por respuesta,


se miraron como ante las verdades. 78

«Si en otras ocasiones no te cuesta


satisfacer a otros -me dijeron-,
dichoso tú que dices lo que quieres. 81

Pero si sales de este mundo ciego


y vuelves a mirar los bellos astros,
cuando decir “estuve allí” te plazca, 84

háblale de nosotros a la gente.»


Rompieron luego el círculo y, huyendo,
alas sus raudas piernas parecían. 87

Un amén no podría haberse dicho


antes de que ellos se hubiesen perdido;
por lo que el guía quiso que partiésemos. 90

Yo iba detrás, y no avanzamos mucho


cuando el agua sonaba tan de cerca,
que apenas se escuchaban las palabras. 93

Como aquel río sigue su carrera


primero desde el Veso hacia el levante,
a la vertiente izquierda de Apenino, 96 Comentario [L181]: Dante
compara la caída del río infemal
Flegetonte del séptimo al octavo
que Acquaqueta se llama abajo, antes círculo con la cascada del
Montone, río de Romagna, que cae
de que en un hondo lecho se desplome, desde el Apenino antes de unirse
y en Forlí ya ese nombre no conserva, 99 con el Po, cerca de un gran
monasterio benedictino donde de-
bería ser recibido por mil monjes,
resuena allí sobre San Benedetto, pero que ahora se encuentra
despoblado.
de la roca cayendo en la cascada
en donde mil debieran recibirle; 102

así en lo hondo de un despeñadero,


oímos resonar el agua roja,
que el oído ofendía al poco tiempo. 105

Yo llevaba una cuerda a la cintura 106 Comentario [L182]: Esta


cuerda que Dante lleva ceñida y
con la que alguna vez hube pensado con la que pensó vencer a la onza,
cazar la onza de la piel pintada. 108 símbolo de la lujuria, es el cordón
que se ceñían los miembros de la
orden tercera franciscana, es decir,
Luego de haberme toda desceñido, los laicos que, como Dante debió
hacer, seguían la regla de San
como mi guía lo había mandado, Francisco. Tras haber dejado atrás
se la entregué recogida en un rollo. 111 todos los círculos donde se purga
la lujuria, Dante ya no necesita
este símbolo de la castidad, y
Entonces se volvió hacia la derecha Virgilio la usa para llamar con ella
a Gerión, como veremos más
y, alejándose un trecho de la orilla, adelante.
la arrojó al fondo de la escarpadura. 114

«Alguna novedad ha de venirnos


-pensaba para mí- del nuevo signo,
que el maestro así busca con los ojos.» 117

iCuán cautos deberían ser los hombres


junto a aquellos que no sólo las obras,
mas por dentro el pensar también conocen! 120
«Pronto -dijo- verás sobradamente
lo que espero, y en lo que estás pensando:
pronto conviene que tú lo descubras.» 123

La verdad que parece una mentira


debe el hombre callarse mientras pueda,
porque sin tener culpa se avergüence: 126

pero callar no puedo; y por las notas,


lector, de esta Comedia, yo te juro, 128 Comentario [L183]: «Comedi
a» no como título de la obra, sino
así no estén de larga gracia llenas, 129 como descripción genérica en
oposición a «Tragedia», pues,
como Dante escribe, empieza mal
que vi por aquel oire oscuro y denso y concluye bien.
venir nadando arriba una figura,
que asustaría el alma más valiente, 132

tal como vuelve aquel que va al fondo


a desprender el ancla que se agarra
a escollos y otras cosas que el mar cela, 135
que el cuerpo extiende y los pies se recoge.

CANTO XVII

«Mira la bestia con la cola aguda, 1 Comentario [L184]: Gerión,


monstruo con cuerpo de serpiente
que pasa montes, rompe muros y armas; y rostro humano, es el símbolo del
mira aquella que apesta todo el mundo.» 3 fraude según Virgilio (Eneida,
VIII, 202) y otros antiguos, Gerión
es un rey famoso por su crueldad,
Así mi guía comenzó a decirme; que Hércules mató en uno de sus
doce trabajos.
y le ordenó que se acercase al borde
donde acababa el camino de piedra. 6

Y aquella sucia imagen del engaño


se acercó, y sacó el busto y la cabeza,
mas a la orilla no trajo la cola. 9

Su cara era la cara de un buen hombre,


tan benigno tenía lo de afuera,
y de serpiente todo lo restante. 12

Garras peludas tiene en las axilas;


y en la espalda y el pecho y ambos flancos
pintados tiene ruedas y lazadas. 15

Con más color debajo y superpuesto


Comentario [L185]: Aracne, a
no hacen tapices tártaros ni turcos, quien ya veremos en Purgatorio,
ni fue tal tela hilada por Aracne. 18 XII, es la famosa princesa que
desafió a Atenea a medir su arte
como tejedoras, y convertida en
Como a veces hay lanchas en la orilla, araña por la diosa ganadora
(Metamorfosis, VI).
que parte están en agua y parte en seco;
o allá entre los glotones alemanes 21

el castor se dispone a hacer su caza,


se hallaba así la fiera detestable
al horde pétreo, que la arena ciñe. 24

Al aire toda su cola movía,


cerrando arriba la horca venenosa,
que a guisa de escorpión la punta armaba. 27

El guía dijo: «Es preciso torcer


nuestro camino un poco, junto a aquella
malvada bestia que está allí tendida.» 30

Y descendimos al lado derecho,


caminando diez pasos por su borde,
para evitar las llamas y la arena. 33

Y cuando ya estuvimos a su lado,


sobre la arena vi, un poco más lejos,
gente sentada al borde del abismo. 36

Aquí el maestro: «Porque toda entera


de este recinto la experiencia lleves
-me dijo-, ve y contempla su castigo. 39

Allí sé breve en tus razonamientos:


mientras que vuelvas hablaré con ésta,
que sus fuertes espaldas nos otorgue.» 42

Así pues por el borde de la cima


de aquel séptimo circulo yo solo
anduve, hasta llegar a los penados. 45 Comentario [L186]: 45-63 Se
trata de los condenados por el
pecado de la avaricia, a quienes
Ojos afuera estallaba su pena, describe por medio de sus escudos
de armas. El poeta nos presenta en
de aquí y de allí con la mano evitaban primer lugar . un miembro de la
tan pronto el fuego como el suelo ardiente: 48 familia Cianfigliacci, güelfos de
Florencia; y de los Obriachi,
ambién florentinos.
como los perros hacen en verano,
con el hocico, con el pie, mordidos
de pulgas o de moscas o de tábanos. 51

Y después de mirar el rostro a algunos,


a los que el fuego doloroso azota,
a nadie conocí; pero me acuerdo 54

que en el cuello tenía una bolsa


con un cierto color y ciertos signos,
que parecían complacer su vista. 57

Y como yo anduviéralos mirando,


algo azulado vi en una amarilla,
que de un león tenía cara y porte. 60

Luego, siguiendo de mi vista el curso,


otra advertí como la roja sangre,
y una oca blanca más que la manteca. 63

Y uno que de una cerda azul preñada 64 Comentario [L187]: Tal vez
Reginaldo Scrovegni, de Padua,
señalado tenía el blanco saco, cuyo hijo encargó a Giotto los
dijo: «¿Qué andas haciendo en esta fosa? 66 frescos de la capilla de la Arena,
levantada en satisfacción de la
avaricia de su padre.
Vete de aquí; y puesto que estás vivo,
sabe que mi vecino Vitaliano 68 Comentario [L188]: Vitaliano
del Bente, paduano, podestá de
aquí se sentará a mi lado izquierdo; 69 Vicenza en 1304.

de Padua soy entre estos florentinos:


y las orejas me atruenan sin tasa
gritando: “¡Venga el noble caballero 72 Comentario [L189]: Giovanni
dei Buiamonti, florentino, como
los primeros, murió en 1310, es
que llenará la bolsa con tres chivos!”» decir, que aún lo esperan en el
Infierno.
Aquí torció la boca y se sacaba
la lengua, como el buey que el belfo lame. 75

Y yo, temiendo importunar tardando


a quien de no tardar me había advertido,
atrás dejé las almas lastimadas. 78

A mi guía encontré, que ya subido


sobre la grupa de la fiera estaba,
y me dijo: «Sé fuerte y arrojado. 81

Ahora bajamos por tal escalera:


sube delante, quiero estar en medio,
porque su cola no vaya a dañarte.» 84

Como está aquel que tiene los temblores


de la cuartana, con las uñas pálidas,
y tiembla entero viendo ya el relente, 87

me puse yo escuchando sus palabras;


pero me avergoncé con su advertencia,
que ante el buen amo el siervo se hace fuerte. 90

Encima me senté de la espaldaza:


quise decir, mas la voz no me vino
como creí: «No dejes de abrazarme.» 93
Mas aquel que otras veces me ayudara
en otras dudas, luego que monté,
me sujetó y sostuvo con sus brazos. 96

Y le dijo: «Gerión, muévete ahora:


las vueltas largas, y el bajar sea lento:
piensa en qué nueva carga estás llevando.» 99

Como la navecilla deja el puerto


detrás, detrás, así ésta se alejaba;
y luego que ya a gusto se sentía, 102

en donde el pecho, ponía la cola,


y tiesa, como anguila, la agitaba,
y con los brazos recogía el aíire. 105

No creo que más grande fuese el miedo


cuando Faetón abandonó las riendas, 107 Comentario [L190]: 107-109
Faetón a Ícaro, como bien
por lo que el cielo ardió, como aún parece; 108 sabemos, son dos ejemplos,
consagrados por la tradición, de
caídas trágicas, el uno del carro del
ni cuando la cintura el pobre Ícaro sol, que conducía, y el otro al
sin alas se notó, ya derretidas, deshacerse sus alas de cera.
gritando el padre: «¡Mal camino llevas!»; 111

que el mío fue, cuando noté que estaba


rodeado de aire, y apagada
cualquier visión que no fuese la fiera; 114

ella nadando va lenta, muy lenta;


gira y desciende, pero yo no noto
sino el viento en el rostro y por debajo. 117

Oía a mi derecha la cascada


que hacía por encima un ruido horrible,
y abajo miro y la cabeza asomo. 120

Entonces temí aún más el precipicio,


pues fuego pude ver y escuchar llantos;
por lo que me encogí temblando entero. 123

Y vi después, que aún no lo había visto,


al bajar y girar los grandes males,
que se acercaban de diversos lados. 126

Como el halcón que asaz tiempo ha volado,


y que sin ver ni señuelo ni pájaro
hace decir al halconero: «¡Ah, baja!», 129
lento desciende tras su grácil vuelo,
en cien vueltas, y a lo lejos se pone
de su maestro, airado y desdeñoso, 132

de tal modo Gerión se posó al fondo,


al mismo pie de la cortada roca,
y descargadas nuestras dos personas, 135
se disparó como de cuerda tensa.

CANTO XVIII

Hay un lugar llamado Malasbolsas 1 Comentario [L191]: A partir


de este canto Dante va a narrar su
en el infierno, pétreo y ferrugiento, viaje por el círculo octavo, el más
igual que el muro que le ciñe entorno. 3 extenso de todos, que recibe el
nombre de Malasbolsas (en el
original «Malebolge»), que está
Justo en el medio del campo maligno dividido en diez bolsas o valles
circulares, concéntricos, donde se
se abre un pozo bastante largo y hondo, castigan los diferentes tipos de
del cual a tiempo contaré las partes. 6 fraude, y tan separado del círculo
de los violentos que se precisa de
Gerión para pasar de uno al otro.
Es redondo el espacio que se forma Los diferentes valles están unidos
por escollos a manera de puentes.
entre el pozo y el pie del duro abismo, El lector no se debe extraviar por
y en diez valles su fondo se divide. 9 este pasaje, que Dante se esfuerza
en describimos tan detalladamente.

Como donde, por guarda de los muros, Comentario [L192]: Es el


círculo noveno.
más y más fosos ciñen los castillos,
el sitio en donde estoy tiene el aspecto; 12

tal imagen los valles aquí tienen.


Y como del umbral de tales fuertes
a la orilla contraria hay puentecillos, 15

así del borde de la roca, escollos


conducen, dividiendo foso y márgenes,
hasta el pozo que les corta y les une. 18

En este sitio, ya de las espaldas


de Gerión nos bajamos; y el poeta
tomó a la izquierda, y yo me fui tras él. 21

A la derecha vi nuevos pesares,


nuevos castigos y verdugos nuevos,
que la bolsa primera abarrotaban. 24 Comentario [L193]: El primer
valle de Malasbolsas es el que
castiga a los seductores.
Allí estaban desnudos los malvados;
una mitad iba dando la espalda,
otra de frente, con pasos más grandes; 27
Comentario [L194]: En
tal como en Roma la gran muchedumbre, 28 efecto, tal ordenación del tráfico de
del año jubilar, alli en el puente pergrinos fue adoptada en Roma
en el jubileo de 1300.
precisa de cruzar en doble vía, 30

que por un lado todos van de cara


hacia el castillo y a San Pedro marchan;
y de otro lado marchan hacia el monte. 33

De aquí, de allí, sobre la oscura roca,


vi demonios cornudos con flagelos,
que azotaban cruelmente sus espaldas. 36

¡Ay, cómo hacían levantar las piernas


a los primeros golpes!, pues ninguno
el segundo esperaba ni el tercero. 39

Mientras andaba, en uno mi mirada


vino a caer; y al punto yo me dije:
«De haberle visto ya no estoy ayuno.» 42

Y así paré mi paso para verlo:


y mi guía conmigo se detuvo,
y consintió en que atrás retrocediera. 45

Y el condenado creía ocultarse


bajando el rostro; mas sirvió de poco,
pues yo le dije: «Oh tú que el rostro agachas, 48

si los rasgos que llevas no son falsos,


Venedico eres tú Caccianemico; 50 Comentario [L195]: Venedico
Caccianemico dell' Orso, violento
mas ¿qué te trae a salsas tan picantes?» 51 noble de Bolonia, parece que
favoreció los amores de su
hermana Ghisolabella con Azzo
Y repuso: «Lo digo de mal grado; VIII de Este, señor de Ferrara, para
pero me fuerzan tus claras palabras, ganar su amistad.
que me hacen recordar el mundo antiguo. 54

Fui yo mismo quien a Ghisolabella


indujo a hacer el gusto del marqués,
como relaten la sucia noticia. 57

Y boloñés no lloró aquí tan sólo,


mas tan repleto está este sitio de ellos,
que ahora tantas lenguas no se escuchan 60

que digan "Sipa" entre Savena y Reno; 61 Comentario [L196]: En


dialecto boloñés -ciudad situada
y si fe o testimonio de esto quieres, entre los ríos Savena y Reno-
trae a tu mente nuestro seno avaro.» 63 «sipa» equivale al verbo «sia», que
sirve como afirmación.

Hablando así le golpeó un demonio


con su zurriago, y dijo: « Lárgate
rufián, que aquí no hay hembras que se vendan.» 66
Yo me reuní al momento con mi escolta;
luego, con pocos pasos, alcanzamos
un escollo saliente de la escarpa. 69

Con mucha ligereza lo subimos


y, vueltos a derecha por su dorso,
de aquel círculo eterno nos marchamos. 72

Cuando estuvimos ya donde se ahueca


debajo, por dar paso a los penados,
el guía dijo: « Espera, y haz que pongan 75

la vista en ti esos otros malnacidos,


a los que aún no les viste el semblante,
porque en nuestro sentido caminaban.» 78

Desde el puente mirábamos el grupo


que al otro lado hacia nosotros iba,
y que de igual manera azota el látigo. 81

Y sin yo preguntarle el buen Maestro


«Mira aquel que tan grande se aproxima,
que no le causa lágrimas el daño. 84

¡Qué soberano aspecto aún conserva!


Es Jasón, que por ánimo y astucia 86 Comentario [L197]: Jasón,
jefe de los Argonautas en busca del
dejó privada del carnero a Cólquida. 87 vellocino de oro, sedujo a la
princesa Hipsipila o Isifile, en la
isla de Lemmos, donde las mujeres
Éste pasó por la isla de Lemmos, habían dado muerte a todos los
luego que osadas hembras despiadadas varones, menos al rey Toante,
gracias a la astucia de su hija.
muerte dieran a todos sus varones: 90 Posteriormente Jasón abandonó a
la muchacha. Lo relata Estacio en
Teaida, V.
con tretas y palabras halagüeñas
a Isifile engañó, la muchachita
que antes había a todas engañado. 93

Allí la dejó encinta, abandonada;


tal culpa le condena a tal martirio;
también se hace venganza de Medea. 96 Comentario [L198]: Jasón
había seducido primeramente a
Medea, hija del rey de la Cólquide,
Con él están los que en tal modo engañan: a quien abandonó para casarse con
Creusa, hija del rey de Corinto.
y del valle primero esto te baste
conocer, y de los que en él castiga.» 99

Nos hallábamos ya donde el sendero


con el margen segundo se entrecruza,
que a otro arco le sirve como apoyo. 102
Aquí escuchamos gentes que ocupaban
la otra bolsa y soplaban por el morro,
pegándose a sí mismas con las manos. 105

Las orillas estaban engrumadas


por el vapor que abajo se hace espeso,
y ofendía a la vista y al olfato. 108

Tan oscuro es el fondo, que no deja


ver nada si no subes hasta el dorso
del arco, en que la roca es más saliente. 111

Allí subimos; y de allá, en el foso


vi gente zambullida en el estiércol,
cual de humanas letrinas recogido. 114

Y mientras yo miraba hacia allá abajo,


vi una cabeza tan de mierda llena,
que no sabía si era laico o fraile. 117

Él me gritó: « ¿Por qué te satisface


mirarme más a mí que a otros tan sucios?»
Le dije yo: « Porque, si bien recuerdo, 120

con los cabellos secos ya te he visto,


y eres Alesio Interminei de Lucca: 122 Comentario [L199]: Nada
sabemos de este noble luqués,
por eso más que a todos te miraba.» 123 salvo que vivía en 1295.

Y él dijo, golpeándose la chola: 124 Comentario [L200]: En el


original «zucca».
«Aquí me han sumergido las lisonjas,
de las que nunca se cansó mi lengua.» 126

Luego de esto, mi guía: «Haz que penetre


-dijo- tu vista un poco más delante,
tal que tus ojos vean bien el rostro 129

de aquella sucia y desgreñada esclava, 130 Comentario [L201]: Tais,


cortesana ateniense, es un
que allí se rasca con uñas mierdosas, personaje de la comedia de
y ahora se tumba y ahora en pie se pone: 132 Terencio Eunuco, pero aquí Dante
parece confundir dos pasajes
distintos de la misma comedia a
es Thais, la prostituta, que repuso través de un texto que cita Cicerón.
a su amante, al decirle "¿Tengo prendas
bastantes para ti?": “aún más, excelsas”. 135 Comentario [L202]: Simón es,
según Hechos de los Apóstoles,
Y sea aquí saciada nuestra vista.» VIII, el mago de Samaria que, una
vez bautizado, quiso comprar a
Pedro y Juan el don de transmitir
CANTO XIX el Espíritu Santo, con la
imposición de las manos, como
ellos hacían. Por él se llama «si-
¡Oh Simón Mago! Oh mfseros secuaces 1 monía» a la compra de cargos
que las cosas de Dios, que de los buenos eclesiásticos u otras cosas
sagradas.
esposas deben ser, como rapaces 3

por el oro y la plata adulteráis!


sonar debe la trompa por vosotros,
puesto que estáis en la tercera bolsa. 6

Ya estábamos en la siguiente tumba,


subidos en la parte del escollo
que cae justo en el medio de aquel foso. 9

¡Suma sabiduría! ¡Qué arte muestras


en el cielo, en la tierra y el mal mundo,
cuán justamente tu virtud repartes! 12

Yo vi, por las orillas y en el fondo,


llena la piedra livida de hoyos,
todos redondos y de igual tamaño. 15

No los vi menos amplios ni mayores


que esos que hay en mi bello San Juan, 17 Comentario [L203]: El
baptisterio de Florencia estaba
y son el sitio para los bautismos; 18 provisto de unos pozos donde se
efectuaba antiguamente el
bautismo por inmersión.
uno de los que no hace aún mucho tiempo 19
yo rompí porque en él uno se ahogaba: Comentario [L204]: 19-21 El
hecho acaeció siendo Dante prior
sea esto seña que a todos convenza. 21 de Florencia, y acaso levantó
algunos malévolos comentarios
entre sus enemigos, acusándole de
A todos les salían por la boca sacrilegio.
de un pecador los pies, y de las piernas
hasta el muslo, y el resto estaba dentro. 24

Ambas plantas a todos les ardían;


y tan fuerte agitaban las coyundas,
que habrían destrozado soga y cuerdas. 27

Cual suele el llamear en cosas grasas


moverse por la extrema superficie,
así era allí del talón a la punta. 30

«Quién es, maestro, aquel que se enfurece


pataleando más que sus consortes
-dije- y a quien más roja llama quema?» 33

Y él me dijo: «Si quieres que te lleve


allí por la pendiente que desciende,
él te hablará de sí y de sus pecados.» 36

Y yo: «Lo que tú quieras será bueno,


eres tú mi señor y no me aparto
de tu querer: y lo que callo sabes.» 39
Caminábamos pues el cuarto margen:
volvimos y bajamos a la izquierda
al fondo estrecho y agujereado. 42

Entonces el maestro de su lado


no me apartó, hasta vernos junto al hoyo
de aquel que se dolía con las zancas. 45

«Oh tú que tienes lo de arriba abajo,


alma triste clavada cual madero,
-le dije yo-, contéstame si puedes.» 48

Yo estaba como el fraile que confiesa 49 Comentario [L205]: Era el


suplicio llamado
al pérfido asesino, que, ya hincado, «propagginazione», que consistía
por retrasar su muerte le reclama. 51 en introducir al condenado en un
hoyo que se recubría de tierra, a fin
de asfixiarle; cuando se llegaba a
Y él me gritó: «¿Ya estás aquí plantado?, 52 la altura de la boca se detenían un
momento para la confesión del reo.
¿ya estás aquí plantado, Bonifacio?
En pocos años me mintió lo escrito. 54 Comentario [L206]: 52-87
Quien habla es Nicolás III Orsini,
papa desde 1277 a 1280, que está
¿Ya te cansaste de aquellas riquezas esperando a Bonifacio VIII, con el
cual confunde a Dante y que no
por las que hacer engaño no temiste, llegará a empujarle más al fondo
y atormentar después a tu Señora?» 57 hasta 1303, siendo a su vez
hundido por el francés Clemente V
en 1314. La fama de simoniaco de
Me quedé como aquellos que se encuentran, este último fue proverbial en la
época, y con él comenzó la
por no entender lo que alguien les responde, residencia de los papas en Avignon
confundidos, y contestar no saben. 60 y tuvo lugar la horrible
persecución de los templarios por
deseo de Felipe IV el Hermoso.
Dijo entonces Virgilio: «Dile pronto: A sus relaciones con este rey
aluden los siguientes versos,
“No soy aquel, no soy aquel que piensas.”» cuando compara al papa con Jasón,
Yo respondí como me fue indicado. 63 sumo sacerdote de los hebreos, y al
rey francés con el Antioco de Siria,
que según Macabeos (IV, 7-26)
Torció los pies entonces el espíritu, ofreció a aquél su cargo de
sacerdote a cambio de dinero.
luego gimiendo y con voces llorosas,
me dijo: «¿Entonces, para qué me buscas? 66

si te interesa tanto el conocerme,


que has recorrido así toda la roca,
sabe que fui investido del gran manto, 69

y en verdad fui retoño de la Osa,


y tan ansioso de engordar oseznos,
que allí el caudal, aquí yo, me he embolsado. 72

Y bajo mi cabeza están los otros


que a mí, por simonía, precedieron,
y que lo estrecho de la piedra aplasta. 75
Allí habré yo de hundirme también cuando
venga aquel que creía que tú fueses,
al hacerte la súbita pregunta. 78

Pero mis pies se abrasan ya más tiempo


y más estoy yo puesto boca abajo,
del que estarán plantados sus pies rojos, 81

pues vendrá luego de él, aún más manchado,


desde el poniente, un pastor sin entrañas,
tal que conviene que a los dos recubra. 84

Nuevo Jasón será, como nos muestra


MACABEOS, y como a aquel fue blando
su rey, así ha de hacer quien Francia rige.» 87

No sé si fui yo loco en demasía,


pues que le respondí con tales versos:
«Ah, dime ahora, qué tesoros quiso 90

Nuestro Señor antes de que a San Pedro


le pusiese las llaves a su cargo?
Únicamente dijo: “Ven conmigo”; 93

ni Pedro ni los otros de Matías 94 Comentario [L207]: Matías


fue elegido tras la muerte de Jesús
oro ni plata, cuando sortearon para completar el número de doce
el puesto que perdió el alma traidora. 96 apóstoles que había dejado libre la
traición y muerte de Judas
(Hechos, I).
Quédate ahí, que estás bien castigado,
y guarda las riquezas mal cogidas,
que atrevido te hicieron contra Carlos. 99 Comentario [L208]: Se decía
que Nicolás III había conspirado
por dinero contra Carlos de Anjou,
Y si no fuera porque me lo veda dando lugar a las famosas
«Vísperas sicilianas».
el respeto a las llaves soberanas
que fueron tuyas en la alegre vida, 102

usaría palabras aún más duras;


porque vuestra avaricia daña al mundo,
hundiendo al bueno y ensalzando al malo. 105

Pastores, os citó el evangelista, 106 Comentario [L209]: Se refiere


al pasaje de Apocalipsis, XVII, en
cuando aquella que asienta sobre el agua que San Juan ataca a la Roma
él vio prostituida con los reyes: 108 pagana y a Dante le sirve para
aludir a la Iglesia corrompida de su
tiempo.
aquella que nació con siete testas,
y tuvo autoridad con sus diez cuernos,
mientras que su virtud plació al marido. 111 Comentario [L210]: De nuevo
la Iglesia, pero esta vez armada
con los cuernos de los Man-
Os habéis hecho un Dios de oro y de plata: damientos y los siete sacramentos.
y qué os separa ya de los idólatras,
sino que a ciento honráis y ellos a uno? 114

Constantino, ¡de cuánto mal fue madre, 115 Comentario [L211]: Alude
Dante a la supuesta cesión que del
no que te convirtieses, mas la dote dominio de Roma hizo Cons-
que por ti enriqueció al primer patriarca!» 117 tantino al papa Silvestre tras su
conversión, y que se tenía como el
fundamento real del poder
Y mientras yo cantaba tales notas, temporal del papa. Hasta el siglo
XV esta cesión fue tenida por
mordido por la ira o la conciencia, histórica, hasta que Lorenzo Valla
con fuerza las dos piernas sacudía. 120 demostró científicamente que
carecía de todo fundamento.

Yo creo que a mi guía le gustaba,


pues con rostro contento había escuchado
mis palabras sinceramente dichas. 123

Entonces me cogió con los dos brazos;


y luego de subirme hasta su pecho,
volvió a ascender la senda que bajamos. 126

No se cansó llevándome agarrado,


hasta ponerme en la cima del puente
que del cuarto hasta el quinto margen cruza. 129

Con suavidad aquí dejó la carga,


suave, en el escollo áspero y pino
que a las cabras sería mala trocha. 132
Desde ese sitio descubrí otro valle.

CANTO XX

De nueva pena he de escribir los versos


y dar materia al vigésimo canto
de la primer canción, que es de los reos. 3

Estaba yo dispuesto totalmente


a mirar en el fondo descubierto,
que me bañaba de angustioso llanto; 6

por el redondo valle vi a unas gentes


venir, calladas y llorando, al paso
con que en el mundo van las procesiones. 9

Cuando bajé mi vista aún más a ellas,


vi que estaban torcidas por completo
desde el mentón al principio del pecho; 12

porque vuelto a la espalda estaba el rostro,


y tenían que andar hacia detrás,
pues no podían ver hacia delante. 15
Por la fuerza tal vez de perlesía 16 Comentario [L212]: «Perlesía
» es parálisis.
alguno habrá en tal forma retorcido,
mas no lo vi, ni creo esto que pase. 18

Si Dios te deja, lector, coger fruto


de tu lectura, piensa por ti mismo
si podría tener el rostro seco, 21

cuando vi ya de cerca nuestra imagen


tan torcida, que el llanto de los ojos
les bañaba las nalgas por la raja. 24

Lloraba yo, apoyado en una roca


del duro escollo, tal que dijo el guía:
«¿Es que eres tú de aquellos insensatos?, 27

vive aquí la piedad cuando está muerta:


¿Quién es más criminal de lo que es ése 29 Comentario [L213]: 29-30 En
el original: «chi a piu scellerato the
que al designio divino se adelanta? 30 collui, / che al giudicio divin
passion porta?». Algunos
comentaristas refieren estos versos
Alza tu rostro y mira a quien la tierra 31 no a los condenados, por adivinos,
a la vista de Tebas se tragó; sino a los que, como Dante, se
apenan de sus cuitas, con lo que
y de allí le gritaban: “Dónde caes 33 podríamos traducir. «¿Quién es
más criminal que fuera ése / que
del juicio divino se apenara?»
Anfiareo?, ¿por qué la guerra dejas?”
Y no dejó de rodar por el valle Comentario [L214]: Anfiareo,
uno de los siete reyes que
hasta Minos, que a todos los agarra. 36 combatieron contra Tebas, había
huido anteriormente de la lucha,
pues sus dotes adivinatorias le
Mira cómo hizo pecho de su espalda: hablan predicho que moriría en
pues mucho quiso ver hacia adelante, ella, hasta que se vio obligado a
combatir de nuevo por la traición
mira hacia atrás y marcha reculando. 39 de su esposa Erifile (Purgatorio,
XII). Fue entonces cuando la tierra
se tragó su carro, provocando la
Mira a Tiresias, que mudó de aspecto 40 burla de los tebanos (lo cuenta
al hacerse mujer siendo varón Estacio en Tebaida, VII).

cambiándose los miembros uno a uno; 42 Comentario [L215]: Tiresias


es el más conocido de los adivinos
de la antigüedad, sobre todo por su
y después, golpear debía antes participación en los episodios del
ciclo tebano correspondiente a la
las unidas serpientes, con la vara, historia de Edipo. Ovidio cuenta en
que sus viriles plumas recobrase. 45 Metamorfosis (III, 324-31) que
habiendo separado con su vara a
dos serpientes que copulaban, fue
Aronte es quien al vientre se le acerca, 46 convertido en mujer durante siete
años, hasta que volvió a encontrar
que en los montes de Luni, que cultiva a la misma pareja de serpientes y
el carrarés que vive allí debajo, 48 las volvió a separar.
Comentario [L216]: Aronte
fue un arúspice etrusco llamado a
tuvo entre blancos mármoles la cueva Roma durante la guerra civil, y
como mansión; donde al mirar los astros según Lucano (Farsalia, I) predijo
la victoria de César.
y el mar, nada la vista le impedía. 51
Y aquella que las tetas se recubre,
que tú no ves, con trenzas desatadas,
y todo el cuerpo cubre con su pelo, 54

fue Manto, que corrió por muchas tierras; 55 Comentario [L217]: Manto
fue hija de Tiresias. Tras la caída
y luego se afincó donde naci, de Tebas, para huir de Creonte,
por lo que un poco quiero que me escuches: 57 llevó una vida errante hasta
aposentarse, como leemos, en el
lugar sobre el que más tarde sería
Después de que su padre hubiera muerto, fundada Mantua, llamada así en
honor suyo.
y la ciudad de Baco esclavizada,
ella gran tiempo anduvo por el mundo. 60

En el norte de Italia se halla un lago,


al pie del Alpe que ciñe Alemania
sobre el Tirol, que Benago se llama. 63

Por mil fuentes, y aún más, el Apenino


ente Garda y Camónica se baña,
por el agua estancada en dicho lago. 66

En su medio hay un sitio, en que el trentino 67 Comentario [L218]: Los


obispos de Trento, Verona y
pastor y el de Verona, y el de Brescia, Brescia, cuyas sedes confluían en
si ese camino hiciese, bendijera. 69 dicho sitio, sobre cuya exacta
localización no se ponen de
acuerdo los comentaristas.
Se halla Pesquiera, arnés hermoso y fuerte, 70 Comentario [L219]: Peschiera
frontera a bergamescos y brescianos, , fortaleza de Verona contra
en la ribera que en el sur le cerca. 72 Bérgamo y Brescia en la orilla sur
del lago de Garda, y junto a dicha
ciudad nace el río Mincio.
En ese sitio se desborda todo
lo que el Benago contener no puede,
y entre verdes praderas se hace un río. 75

Tan pronto como el agua aprisa corre,


no ya Benago, mas Mencio se llama
hasta Governo, donde cae al Po. 78

Tras no mucho correr, encuentra un valle,


en el cual se dilata y empantana;
y en el estio se vuelve insalubre. 81

Pasando por allí la virgen fiera,


vio tierra en la mitad de aquel pantano,
sin cultivo y desnuda de habitantes. 84

Allí, para escapar de los humanos,


con sus siervas quedóse a hacer sus artes,
y vivió, y dejó allí su vano cuerpo. 87

Los hombres luego que vivían cerca,


se acogieron al sitio, que era fuerte,
pues el pantano aquel lo rodeaba. 90

Fundaron la ciudad sobre sus huesos;


y por quien escogió primero el sitio,
Mantua, sin otro augurio, la llamaron. 93 Comentario [L220]: Sin hacer
ningún tipo de rito mágico, como
era costumbre en la remota
Sus moradores fueron abundantes, antigüedad. Según Virgilio
(Eneida, X), su ciudad natal fue
antes que la torpeza de Casoldi, 95 fundada por Ocno, hip del río
de Pinamonte engaño recibiese. 96 Tiber y de la propia Manto.
Comentario [L221]: 95-96
Esto te advierto por si acaso oyeras Piamonte dei Bonacolsi arrebató
con engaños la señoría de Mantua
que se fundó de otro modo mi patria, a Alberto da Casoldi y gobernó la
que a la verdad mentira alguna oculte.» 99 ciudad de 1272 a 1291.

Y yo: «Maestro, tus razonamientos


me son tan ciertos y tan bien los creo,
que apagados carbones son los otros. 102

Mas dime, de la gente que camina,


si ves alguna digna de noticia,
pues sólo en eso mi mente se ocupa.» 105

Entonces dijo: «Aquel que desde el rostro 106 Comentario [L222]: Euripilo
fue un adivino griego en la época
la barba ofrece por la espalda oscura, en que todos los varones partieron
fue, cuando Grecia falta de varones 108 a la guerra de Troya, y junto con
Calcante aconsejó el momento
propicio para que partiera la flota
tanto, que había apenas en las cunas congregada en Aulide. El pasaje al
que alude Virgilio es Eneida, II,
augur, y con Calcante dio la orden ll3-53.
de cortar en Aulide las amarras. 111

Se llamaba Euripilo, y así canta


algún pasaje de mi gran tragedia:
tú bien lo sabes pues la sabes toda. 114

Aquel otro en los flancos tan escaso,


Miguel Escoto fue, quien en verdad 116 Comentario [L223]: ll6-ll8
Miguel Escotto fue astrólogo de
de los mágicos fraudes supo el juego. 117 Federico II, al igual que Guido
Bonati. Asdente de Parma era
zapatero y adivino, y ya lo cita
Mira a Guido Bonatti, mira a Asdente, Dante con ironía en Cornvivium,
que haber tomado el cuero y el bramante IV-XVI, 6.
ahora querría, mas tarde se acuerda; 120

Y a las tristes que el huso abandonaron, 121 Comentario [L224]: Dante


alude genéricamente a las brujas,
las agujas y ruecas, por ser magas muy perseguidas en su tiempo.
y hechiceras con hierbas y figuras. 123

Mas ahora ven, que llega ya al confín


de los dos hemisferios, y a las ondas
bajo Sevilla, Caín con las zarzas, 126 Comentario [L225]: Todavía
hay quien ve en las manchas de la
luna la figura de un hombre
y la luna ayer noche estaba llena: cargado con un haz de leña.
Hemos de suponer que nos
bien lo recordarás, que no fue estorbo encontramos a las seis de la
alguna vez en esa selva oscura.» 129 mañana del nueve de abril.
Así me hablaba, y mientras caminábamos.

CANTO XXI

Así de puente en puente, conversando


de lo que mi Comedia no se ocupa,
subimos, y al llegar hasta la cima 3

nos paramos a ver la otra hondonada


de Malasbolsas y otros llantos vanos;
y la vi tenebrosamente oscura. 6

Como en los arsenales de Venecia


bulle pez pegajosa en el invierno
al reparar sus leños averiados, 9

que navegar no pueden; y a la vez


quién hace un nuevo leño, y quién embrea
los costados a aquel que hizo más rutas; 12

quién remacha la popa y quién la proa;


hacen otros los remos y otros cuerdas;
quién repara mesanas y trinquetas; 15

asi, sin fuego, por divinas artes,


bullía abajo una espesa resina,
que la orilla impregnaba en todos lados. 18

La veía, mas no veía en ella


más que burbujas que el hervor alzaba,
todas hincharse y explotarse luego. 21

Mientras allá miraba fijamente,


el poeta, diciendo: «¡Atento, atento!»
a él me atrajo del sitio en que yo estaba. 24

Me volvi entonces como aquel que tarda


en ver aquello de que huir conviene,
y a quien de pronto le acobarda el miedo, 27

y, por mirar, no demora la marcha;


y un diablo negro vi tras de nosotros,
que por la roca corriendo venía. 30
¡Ah, qué fiera tenía su apariencia,
y parecían cuán amenazantes
sus pies ligeros, sus abiertas alas! 33

En su hombro, que era anguloso y soberbio,


cargaba un pecador por ambas ancas,
agarrando los pies por los tendones. 36 Comentario [L226]: En el
original «Malebranche».

«¡Oh Malasgarras --dijo desde el puente-,


os mando a un regidor de Santa Zita! 38 Comentario [L227]: Santa
Zita es la patrona de Lucca, de
Ponedlo abajo, que voy a por otro 39 donde este condenado era
magistrado («anziano»).
a esa tierra que tiene un buen surtido:
salvo Bonturo todos son venales; 41 Comentario [L228]: Bonturo
Dati, jefe de la facción popular de
del “ita” allí hacen “no” por el dinero.» 42 Lucca a comienzos del siglo XIV,
fue considerado como el mayor de
los estafadores, especialmente
Abajo lo tiró, y por el escollo amañando elecciones políticas.
se volvió, y nunca fue un mastín soltado Como veremos, los demonios
nunca hablan en serio.
persiguiendo a un ladrón con tanta prisa. 45
Comentario [L229]: «Ita» es
«sí» en latín.
Aquél se hundió, y se salía de nuevo;
mas los demonios que albergaba el puente
gritaron: «¡No está aquí la Santa Faz, 48 Comentario [L230]: 48-49
Una antigua talla de Cristo,
supuestamente obra de Nicodemo,
y no se nada aquí como en el Serquio! se veneraba en la iglesia de San
Martín de Lucca, cerca de la cual
así que, si no quieres nuestros garfios, cruza el río Serquio.
no te aparezcas sobre la resina.» 51

Con más de cien arpones le pinchaban,


dicen: «Cubierto bailar aquí debes,
tal que, si puedes, a escondidas hurtes.» 54

No de otro modo al pinche el cocinero


hace meter la carne en la caldera,
con los tridentes, para que no flote. 57

Y el buen Maestro: «Para que no sepan


que estás agua -me dijo- ve a esconderte
tras una roca que sirva de abrigo; 60

y por ninguna ofensa que me hagan,


debes temer, que bien conozco esto,
y otras veces me he visto en tales líos.» 63

Después pasó del puente a la otra parte;


y cuando ya alcanzó la sexta fosa;
le fue preciso un ánimo templado. 66

Con la ferocidad y con la saña


que los perros atacan al mendigo,
que de pronto se para y limosnea, 69

del puentecillo aquéllos se arrojaron,


y en contra de él volvieron los arpones;
mas él gritó: «¡Que ninguno se atreva! 72

Antes de que me pinchen los tridentes,


que se adelante alguno para oírme,
pensad bien si debéis arponearme.» 75

«¡Que vaya Malacola!» -se gritaron;


y uno salió de entre los otros quietos,
y vino hasta él diciendo: «¿De qué sirve?» 78

«Es que crees, Malacola, que me habrías


visto venir -le dijo mi maestro-
seguro ya de todas vuestras armas, 81

sin el querer divino y diestro hado?


Déjame andar, que en el cielo se quiere
que el camino salvaje enseñe a otros.» 84

Su orgullo entonces fue tan abatido


que el tridente dejó caer al suelo,
y a los otros les dijo: «No tocarlo.» 87

Y el guía a mí: «Oh tú que allí te encuentras


tras las rocas del puente agazapado,
puedes venir conmigo ya seguro.» 90

Por lo que yo avancé hasta él deprisa;


y los diablos se echaron adelante,
tal que temí que el pacto no guardaran; 93

así yo vi temer a los infantes 94 Comentario [L231]: 94-96 En


efecto, Dante estuvo presente en la
yéndose, tras rendirse, de Caprona, rendición de los pisanos de la plaza
al verse ya entre tantos enemigos. 96 de Caprona en 1289, asediada
durante ocho días por los güelfos
de Florencia y de Lucca.
Yo me arrimé con toda mi persona
a mi guía, y los ojos no apartaba
de sus caras que no eran nada buenas. 99

Inclinaban los garfios: «¿Que le pinche


-decíanse- queréis, en el trasero?»
Y respondían: «Sí, pínchale fuerte.» 102

Pero el demonio aquel que había hablado


con mi guía, volvióse raudamente,
y dijo: «Para, para, Arrancapelos.» 105

Luego nos dijo: « Más andar por este 106 Comentario [L232]: En el
original «Scarmiglione».
escollo no se puede, pues que yace
todo despedazado el arco sexto; 108

y si queréis seguir más adelante


podéis andar aquí, por esta escarpa:
hay otro escollo cerca, que es la ruta. 111

Ayer, cinco horas más que en esta hora, 112 Comentario [L233]: Se refiere
a la bajada de Cristo a los
mil y doscientos y sesenta y seis infiemos, como ya hemos visto en
años hizo, que aquí se hundió el camino. 114 otros pasajes.

Hacia allá mando a alguno de los míos


para ver si se escapa alguno de esos;
id con ellos, que no han de molestaros. 117

¡Adelante Aligacho, Patasfrías, 118 Comentario [L234]: Los


nombres originales de estos
-él comenzó a decir- y tú, Malchucho; demonios que envía Malacola
y Barbatiesa guíe la decena. 120 (Malacoda) son: Alichino,
Calcabrina, Cagnazzo, Barbariccia,
Libicocco, Draghignazzo, Ciriatto,
Vayan detrás Salido y Ponzoñoso, Graffiacana, Farfarello y
Rubicante.
jabalí Colmilludo, Arañaperros,
el Tartaja y el loco del Berrugas. 123

Mirad en torno de la pez hirviente;


éstos a salvo lleguen al escollo
que todo entero va sobre la fosa.» 126

«¡Ay maestro, qué es esto que estoy viendo!


-dije- vayamos solos sin escolta,
si sabes ir, pues no la necesito. 129

Si eres tan avisado como sueles,


¿no ves cómo sus dientes les rechinan,
y su entrecejo males amenaza?» 132

Y él me dijo: «No quiero que te asustes;


déjalos que rechinen a su gusto,
pues hacen eso por los condenados.» 135

Dieron la vuelta por la orilla izquierda,


mas primero la lengua se mordieron
hacia su jefe, a manera de seña, 138
y él hizo una trompeta de su culo.

CANTO XXII
Caballeros he visto alzar el campo,
comenzar el combate, o la revista,
y alguna vez huir para salvarse; 3

en vuestra tierra he visto exploradores,


¡Oh aretinos! y he visto las mesnadas, 5 Comentario [L235]: En
efecto, Dante participó en las
hacer torneos y correr las justas, 6 correrías militares de los
florentinos por tierras de Arezzo,
tras la batalla de Campaldino en
ora con trompas, y ora con campanas, 1289.
con tambores, y hogueras en castillos,
con cosas propias y también ajenas; 9

mas nunca con tan rara cornamusa,


moverse caballeros ni pendones,
ni nave al ver una estrella o la tierra. 12

Caminábamos con los diez demonios,


¡fiera compaña!, mas en la taberna
con borrachos, con santos en la iglesia. 15 Comentario [L236]: Se trata
de un dicho popular. «In chiesa coi
santi e in taverna coi ghiottoni»,
Mas a la pez volvía la mirada, que invita a adaptarse a todo tipo
de circunstancias, como ahora a la
por ver lo que la bolsa contenía compañía de los demonios.
y a la gente que adentro estaba ardiendo. 18

Cual los delfines hacen sus señales 19 Comentario [L237]: Era


creencia vulgar de la época que los
con el arco del lomo al marinero, delfines avisaban a los marineros
que le preparan a que el leño salve, 21 de la cercanía de una borrasca.

por aliviar su pena, de este modo


enseñaban la espalda algunos de ellos,
escondiéndose en menos que hace el rayo. 24

Y como al borde del agua de un charco


hay renacuajos con el morro fuera,
con el tronco y las ancas escondidas, 27

se encontraban así los pecadores;


mas, como se acercaba Barbatiesa,
bajo el hervor volvieron a meterse. 30

Yo vi, y el corazón se me acongoja,


que uno esperaba, así como sucede 32 Comentario [L238]: Ciampolo
de Navarra, de quien apenas
que una rana se queda y otra salta; 33 sabemos más que lo que el mismo
Dante relata.
Y Arañaperros, que a su lado estaba,
le agarró por el pelo empegotado
y le sacó cual si fuese una nutria. 36

Ya de todos el nombre conocía,


pues lo aprendí cuando fueron nombrados,
y atento estuve cuando se llamaban. 39

«Ahora, Berrugas, puedes ya clavarle


los garfios en la espalda y desollarlo»
gritaban todos juntos los malditos. 42

Y yo: «Maestro, intenta, si es que puedes,


saber quién es aquel desventurado,
llegado a manos de sus enemigos.» 45

Y junto a él se aproximó mi guía;


preguntó de dónde era, y él repuso:
«Fui nacido en el reino de Navarra. 48

Criado de un señor me hizo mi madre,


que me había engendrado de un bellaco,
destructor de si mismo y de sus cosas. 51

Después fui de la corte de Teobaldo: 52 Comentario [L239]: El rey


Teobaldo de Navarra reinó de
allí me puse a hacer baratertas; 1253 a 1270.
y en este caldo estoy rindiendo cuentas.» 54

Y Colmilludo a cuya boca asoman,


tal jabalí, un colmillo a cada lado,
le hizo sentir cómo uno descosía. 57

Cayó el ratón entre malvados gatos;


mas le agarró en sus brazos Barbatiesa,
y dijo: « Estaros quietos un momento.» 60

Y volviendo la cara a mi maestro


«Pregunta -dijo- aún, si más deseas
de él saber, antes que esos lo destrocen». 63

El guía entonces: «De los otros reos,


di ahora si de algún latino sabes
que esté bajo la pez.» Y él: «Hace poco 66

a uno dejé que fue de allí vecino.


¡Si estuviese con él aún recubierto
no temería tridentes ni garras!» 69

Y el Salido: «Esperamos ya bastante»,


dijo, y cogióle el brazo con el gancho,
tal que se llevó un trozo desgarrado. 72

También quiso agarrarle Ponzoñoso


piernas abajo; mas el decurión
miró a su alrededor con mala cara. 75

Cuando estuvieron algo más calmados,


a aquel que aún contemplaba sus heridas
le preguntó mi guía sin tardanza: 78

«¿Y quién es ése a quien enhoramala


dejaste, has dicho, por salir a flote?»
Y aquél repuso: «Fue el fraile Gomita, 81 Comentario [L240]: Fray
Gomita de Cerdeña, vicario de
Ugolino Visconti, fue juez de la
el de Gallura, vaso de mil fraudes; ciudad sarda de Gallura de 1275 a
1296, donde se dejó corromper por
que apresó a los rivales de su amo, los enemigos pisanos del Visconti,
consiguiendo que todos lo alabasen. 84 a los que había puesto en prisión.

Cogió el dinero, y soltóles de plano,


como dice; y fue en otros menesteres,
no chico, mas eximio baratero. 87

Trata con él maese Miguel Zanque 88 Comentario [L241]: Miguel


Zanque, también sardo, casó con
de Logodoro; y hablan Cerdeña una hija de Branca Doria, el cual le
sin que sus lenguas nunca se fatiguen. 90 mató a traición (Infierno, XXXIII,
137).

¡Ay de mí! ved que aquél rechina el diente:


más te diría pero tengo miedo
que a rascarme la tiña se aparezcan.» 93

Y vuelto hacia el Tartaja el gran preboste,


cuyos ojos herirle amenazaban,
dijo: « Hazte a un lado, pájaro malvado.» 96

«Si queréis conocerles o escucharles


-volvió a empezar el preso temeroso-
haré venir toscanos o lombardos; 99

pero quietos estén los Malasgarras


para que éstos no teman su venganza,
y yo, siguiendo en este mismo sitio, 102

por uno que soy yo, haré venir siete


cuando les silbe, como acostumbramos
hacer cuando del fondo sale alguno.» 105 Comentario [L242]: Cuando
algún condenado sale a la
superficie y ve que no hay
Malchucho en ese instante alzó el hocico, demonios cerca avisa a los otros
para que salgan.
moviendo la cabeza, y dijo: «Ved
qué malicia pensó para escaparse.» 108

Mas él, que muchos trucos conocía


respondió: «¿Malicioso soy acaso,
cuando busco a los míos más tristeza?» 111
No se aguantó Aligacho, y, al contrario
de los otros, le dijo: «Si te tiras,
yo no iré tras de ti con buen galope, 114

mas batiré sobre la pez las alas;


deja la orilla y corre tras la roca;
ya veremos si tú nos aventajas.» 117

Oh tú que lees, oirás un nuevo juego:


todos al otro lado se volvieron,
y el primero aquel que era más contrario. 120

Aprovechó su tiempo el de Navarra;


fijó la planta en tierra, y en un punto
dio un salto y se escapó de su preboste. 123

Y por esto, culpables se sintieron,


más aquel que fue causa del desastre,
que se marchó gritando: «Ya te tengo.» 126

Mas de poco valió, pues que al miedoso


no alcanzaron las alas: se hundió éste,
y aquél alzó volando arriba el pecho. 129

No de otro modo el ánade de golpe,


cuando el halcón se acerca, se sumerge,
y éste, roto y cansado, se remonta. 132

Airado Patasfrías por la broma,


volando atrás, lo cogió, deseando
que aquél huyese para armar camorra; 135

y al desaparecer el baratero,
volvió las garras a su camarada,
tal que con él se enzarzó sobre el foso. 138

Fue el otro gavilán bien amaestrado,


sujetándole bien, y ambos cayeron
en la mitad de aquel pantano hirviente. 141

Los separó el calor a toda prisa,


pero era muy difícil remontarse,
pues tenían las alas pegajosas. 144

Barbatiesa, enfadado cual los otros,


a cuatro hizo volar a la otra parte,
todos con grafios y muy prestamente. 147
Por un lado y por otro descendieron:
echaron garfios a los atrapados,
que cocidos estaban en la costra, 150
y asi enredados los abandonamos.

CANTO XXIII

Callados, solos y sin compañía


caminábamos uno tras del otro,
lo mismo que los frailes franciscanos. 3

Vuelto había a la fábula de Esopo 4 Comentario [L243]: Dante


parece aludir a una fábula que
mi pensamiento la presente riña, puede resumirse de este modo: una
donde él habló del ratón y la rana, 6 rana quería ahogar a un ratón
fingiendo ayudarle a pasar un río;
en el momento en que está tirando
porque igual que «enseguida» y «al instante», del roedor aparece un halcón que
se lo lleva por los aires, y a la rana
se parecen las dos si se compara con él, pues se encuentra agarrada
el principio y el fin atentamente. 9 a éste.

Y, cual de un pensamiento el otro sale,


así nació de aquel otro después,
que mi primer espanto redoblaba. 12

Yo así pensaba: «Si estos por nosotros


quedan burlados con daño y con befa,
supongo que estarán muy resentidos. 15

Si sobre el mal la ira se acrecienta,


ellos vendrán detrás con más crueldad
que el can lleva una liebre con los dientes.» 18

Ya sentía erizados los cabellos


por el miedo y atrás atento estaba
cuando dije: «Maestro, si escondite 21

no encuentras enseguida, me amedrentan


los Malasgarras: vienen tras nosotros:
tanto los imagino que los siento.» 24

Y él: «Si yo fuese de azogado vidrio,


tu imagen exterior no copiaría
tan pronto en mí, cual la de dentro veo; 27

tras mi pensar el tuyo ahora venía,


con igual acto y con la misma cara,
que un único consejo hago de entrambos. 30

Si hacia el lado derecho hay una cuesta,


para poder bajar a la otra bolsa,
huiremos de la caza imaginada.» 33

Este consejo apenas proferido,


los vi venir con las alas extendidas,
no muy de lejos, para capturarnos. 36

De súbito mi guía me cogió


cual la madre que al ruido se despierta
y ve cerca de sí la llama ardiente, 39

que coge al hijo y huye y no se para,


teniendo, más que de ella, de él cuidado,
aunque tan sólo vista una camisa. 42

Y desde lo alto de la dura margen,


de espaldas resbaló por la pendiente,
que cierra la otra bolsa por un lado. 45

No corre por la aceña agua tan rauda,


para mover la rueda del molino,
cuando más a los palos se aproxima, 48

cual mi maestro por aquel barranco,


sosteniéndome encima de su pecho,
como a su hijo, y no cual compañero. 51

Y llegaron sus pies al lecho apenas


del fondo, cuando aquéllos a la cima
sobre nosotros; pero no temíamos, 54

pues la alta providencia que los quiere


hacer ministros de la quinta fosa,
poder salir de allí no les permite. 57

Allí encontramos a gente pintada 58 Comentario [L244]: Pintada


por sus ropas, pues los hipócritas
que alrededor marchaba a lentos pasos, tienen una apariencia por fuera y
llorando fatigados y abatidos. 60 otra por dentro, como veremos por
su castigo. La etimologia griega de
Hipócrita es «Bajo el oro»
Tenían capas con capuchas bajas (Ypocrisis).
hasta los ojos, hechas del tamaño
que se hacen en Cluní para los monjes: 63 Comentario [L245]: ¿Hay una
velada alusión a la hipocresía de
los cluniacenses?
por fuera son de oro y deslumbrantes,
mas por dentro de plomo, y tan pesadas
que Federico de paja las puso. 66 Comentario [L246]: Los
comentaristas apuntan que
Federico II usaba unas capas de
¡Oh eternamente fatigoso manto! plomo con las que recubría a los
traidores de lesa majestad y luego
Nosotros aún seguimos por la izquierda les sometía al fuego, pero ningún
a su lado, escuchando el triste lloro; 69 dato nos dan los documentos ni los
cronistas de la época.
mas cansados aquéllos por el peso,
venían tan despacio, que con nuevos
compañeros a cada paso estábamos. 72

Por lo que dije al guía: «Ve si encuentras


a quien de nombre o de hechos se conozca,
y los ojos, andando, mueve entorno.» 75

Uno entonces que oyó mi hablar toscano,


de detrás nos gritó: « Parad los pasos,
los que corréis por entre el aire oscuro. 78

Tal vez tendrás de mí lo que buscabas.»


Y el guía se volvió y me dijo: «Espera,
y luego anda conforme con sus pasos.» 81

Me detuve, y vi a dos que una gran ansia


mostraban, en el rostro, de ir conmigo,
mas la carga pesaba y el sendero. 84

Cuando estuvieron cerca, torvamente,


me remiraron sin decir palabra;
luego a sí se volvieron y decían: 87

«Ése parece vivo en la garganta;


y, si están muertos ¿por qué privilegio
van descubiertos de la gran estola?» 90

Dijéronme: «Oh Toscano, que al colegio


de los tristes hipócritas viniste, Comentario [L247]: En
dinos quién eres sin tener reparo.» 93 Florencia.

Comentario [L248]: 103-108


«He nacido y crecido -les repuse- Los Frailes Gozosos o Caballeros
en la gran villa sobre el Arno bello, 95 de la Gozosa Virgen María, fue
una Orden militar y religiosa
y con el cuerpo estoy que siempre tuve. 96 fundada en 1261, constituida para
evitar las disensiones civiles en la
Italia de la época. A esta Orden
¿Quién sois vosotros, que tanto os destila pertenecieron los boloñeses
el dolor, que así veo por el rostro, Catalano dei Catalani, güelfo, y
Loderingo degli Andalo, gibelino,
y cuál es vuestra pena que reluce?» 99 que tras ejercer muchos cargos
públicos en diversas ciudades,
fueron llamados a ocupar juntos el
«Estas doradas capas -uno dijo- cargo de podestá en Florencia en
son de plomo, tan gruesas, que los pesos 1266 con la misión de pacificar las
discordias entre los bandos. Al
hacen así chirriar a sus balanzas. 102 poco tiempo la facción güelfa se
levantó contra los gibelinos,
destruyendo las casas de los Uberti
Frailes gozosos fuimos, boloñeses; 103 en el barrio del Gardingo. Luego
yo Catalano y éste Loderingo ambos abandonaron la ciudad en
medio de las sospechas, no
llamados, y elegidos en tu tierra, 105 comprobadas, pero que Dante
confirma, de haber favorecido
secretamente a los güelfos.
como suele nombrarse a un imparcial
por conservar la paz; y fuimos tales
que en torno del Gardingo aún puede verse.» 108

Yo comencé: «Oh hermanos, vuestros males »


No dije más, porque vi por el suelo
a uno crucificado con tres palos. 111

Al verme, por entero se agitaba,


soplándose en la barba con suspiros;
y el fraile Catalán que lo advirtió, 114

me dijo: «El condenado que tú miras, 115 Comentario [L249]: ll5-ll7


Caifás, sumo sacerdote de los
dijo a los fariseos que era justo judíos, aconsejó en el Sanedrín la
ajusticiar a un hombre por el pueblo. 117 crucifixión de Cristo con estas
palabras.

Desnudo está y clavado en el camino


como ves, y que sienta es necesario
el peso del que pasa por encima; 120

y en tal modo se encuentra aquí su suegro 121 Comentario [L250]: 121-123


Anás y todos los que participaron
en este foso, y los de aquel concilio en aquella reunión del Sanedrín.
que a los judíos fue mala semilla.» 123

Vi que Virgilio entonces se asombraba 124 Comentario [L251]: Tal vez


porque en su anterior bajada no se
por quien se hallaba allí crucificado, encontraba allí, o simplemente por
en el eterno exilio tan vilmente. 126 la naturaleza del castigo.

Después dirigió al fraile estas palabras:


«No os desagrade, si podéis, decirnos
si existe alguna trocha a la derecha, 129

por la cual ambos dos salir podamos,


sin obligar a los ángeles negros,
a que nos saquen de este triste foso.» 132

Repuso entonces: «Antes que lo esperes,


hay un peñasco, que de la gran roca
sale, y que cruza los terribles valles, 135

salvo aquí que está roto y no lo salva.


Subir podréis arriba por la ruina
que yace al lado y el fondo recubre.» 138

El guía inclinó un poco la cabeza:


dijo después: « Contaba mal el caso
quien a los pecadores allí ensarta.» 141 Comentario [L252]: Malacola
le había asegurado que
encontrarían un paso, cuando en
Y el fraile: « Ya en Bolonia oí contar realidad se encuentra roto, y tienen
que subir trepando.
muchos vicios del diablo, y entre otros
que es mentiroso y padre del embuste.» 144

Rápidamente el guía se marchó,


con el rostro turbado por la ira;
y yo me separé de los cargados, 147
detrás siguiendo las queridas plantas.

CANTO XXIV

En ese tiempo en el que el año es joven 1 Comentario [L253]: 1-3 Entre


el 21 de enero y el 21 de febrero el
y el sol sus crines bajo Acuario templa, sol entra en la constelación de
y las noches se igualan con los días, 3 Acuario y los días comienzan a
alargarse.

cuando la escarcha en tierra se asemeja


a aquella imagen de su blanca hermana,
mas poco dura el temple de su pluma; 6 Comentario [L254]: Se refiere
a la pluma con que escribe el
copista, pues la escarcha copia la
el campesino falto de forraje, nieve, pero por poco tiempo, pues
pronto se derrite.
se levanta y contempla la campiña
toda blanca, y el muslo se golpea, 9

vuelve a casa, y aquí y allá se duele,


tal mezquino que no sabe qué hacerse;
sale de nuevo, y cobra la esperanza, 12

viendo que al monte ya le cambió el rostro


en pocas horas, toma su cayado,
y a pacer fuera saca las ovejas. 15

De igual manera me asustó el maestro


cuando vi que su frente se turbaba,
mas pronto al mal siguió la medicina; 18

pues, al llegar al derruido puente,


el guía se volvió a mí con el rostro
dulce que vi al principio al pie del monte; 21

abrió los brazos, tras de haber tomado


una resolución, mirando antes
la ruina bien, y se acercó a empinarme. 24

Y como el que trabaja y que calcula,


que parece que todo lo prevea,
igual, encaramándome a la cima 27

de un peñasco, otra roca examinaba,


diciendo: «Agárrate luego de aquélla;
pero antes ve si puede sostenerte.» 30
No era un camino para alguien con capa,
pues apenas, él leve, yo sujeto,
podíamos subir de piedra en piedra. 33

Y si no fuese que en aquel recinto


más corto era el camino que en los otros,
no sé de él, pero yo vencido fuera. 36

Mas como hacia la boca Malasbolsas


del pozo más profundo toda pende,
la situación de cada valle hace 39

que se eleve un costado y otro baje;


y así llegamos a la punta extrema,
donde la última piedra se destaca. 42

Tan ordeñado del pulmón estaba


mi aliento en la subida, que sin fuerzas
busqué un asiento en cuanto que llegamos. 45

«Ahora es preciso que te despereces


-dijo el maestro-, pues que andando en plumas
no se consigue fama, ni entre colchas; 48

el que la vida sin ella malgasta


tal vestigio en la tierra de sí deja,
cual humo en aire o en agua la espuma. 51

Así que arriba: vence la pereza


con ánimo que vence cualquier lucha,
si con el cuerpo grave no lo impide. 54

Hay que subir una escala aún más larga; 55 Comentario [L255]: El monte
del Purgatorio.
haber huido de éstos no es bastante:
si me entiendes, procura que te sirva.» 57

Alcé entonces, mostrándome provisto


de un ánimo mayor del que tenía,
« Vamos -dije-. Estoy fuerte y animoso.» 60

Por el derrumbe empezamos a andar,


que era escarpado y rocoso y estrecho,
y mucho más pendiente que el de antes. 63

Hablando andaba para hacerme el fuerte;


cuando una voz salió del otro foso,
que incomprensibles voces profería. 66
No le entendí, por más que sobre el lomo
ya estuviese del arco que cruzaba:
mas el que hablaba parecía airado. 69 Comentario [L256]: No es
muy seguro que sea este el Vanni
Fucci que pronto conoceremos.
Miraba al fondo, mas mis ojos vivos,
por lo oscuro, hasta el fondo no llegaban,
por lo que yo: «Maestro alcanza el otro 72

recinto, y descendamos por el muro;


pues, como escucho a alguno que no entiendo,
miro así al fondo y nada reconozco. 75

«Otra respuesta -dijo- no he de darte


más que hacerlo; pues que demanda justa
se ha de cumplir con obras, y callando.» 78

Desde lo alto del puente descendimos


donde se cruza con la octava orilla,
luego me fue la bolsa manifiesta; 81

y yo vi dentro terrible maleza


de serpientes, de especies tan distintas,
que la sangre aún me hiela el recordarlo. 84

Más no se ufane Libia con su arena; 85 Comentario [L257]: Todo este


pasaje está tomado de Lucano,
que si quelidras, yáculos y faras Farsalia, IX.
produce, y cancros con anfisibenas, 87

ni tantas pestilencias, ni tan malas,


mostró jamás con la Etiopía entera,
ni con aquel que está sobre el mar Rojo. 90 Comentario [L258]: El
desierto de Arabia.

Entre el montón tristísimo corrían


gentes desnudas y aterrorizadas,
sin refugio esperar o heliotropía: 93 Comentario [L259]: Hierba y
piedra preciosa que según los
antiguos tenía el poder de curar las
esposados con sierpes a la espalda; picaduras de serpientes, y de hacer
invisible.
les hincaban la cola y la cabeza
en los riñones, encima montadas. 96

De pronto a uno que se hallaba cerca,


se lanzó una serpiente y le mordió
donde el cuello se anuda con los hombros. 99

Ni la O tan pronto, ni la I, se escribe,


cual se encendió y ardió, y todo en cenizas
se convirtió cayendo todo entero; 102 Comentario [L260]: Ver nota
a Infierno, XXV,

y luego estando así deshecho en tierra


amontonóse el polvo por si solo,
y en aquel mismo se tornó de súbito. 105

Así los grandes sabios aseguran


que muere el Fénix y después renace, 107 Comentario [L261]: El mito
del Ave Fénix aquí aludido es uno
cuando a los cinco siglos ya se acerca: 108 de los más conocidos y divulgados
de la antigua mitología a través de
la Edad Media. Sirvió también de
no pace en vida cebada ni hierba, alegoría de la Resurrección.
sólo de incienso lágrimas y amomo,
y nardo y mirra son su último nido. 111

Y como aquel que cae sin saber cómo,


porque fuerza diabólica lo tira,
o de otra opilación que liga el ánimo, 114 Comentario [L262]: Epilepsia.

que levantado mira alrededor,


muy conturbado por la gran angustia
que le ha ocurrido, y suspira al mirar: 117

igual el pecador al levantarse.


¡Oh divina potencia, cuán severa,
que tales golpes das en tu venganza! 120

El guía preguntó luego quién era:


y él respondió: «Lloví de la Toscana,
no ha mucho tiempo, en este fiero abismo. 123

Vida de bestia me plació, no de hombre,


como al mulo que fui: soy Vanni Fucci 125 Comentario [L263]: Vanni
Fucci fue hijo bastardo del pistoiés
bestia, y Pistoya me fue buena cuadra.» 126 Fucci dei Lauari y fue, en efecto,
un hombre violento, que
perteneció al bando de los güelfos
Y yo a mi guía: «Dile que no huya, negros, y cometió un robo
y pregunta qué culpa aquí le arroja; sacrílego en la sacristía de la
catedral de Pistoia, siendo casti-
que hombre le vi de maldad y de sangre.» 129 gada por ello gente inocente. Las
últimas noticias que de él tenemos
son de 1295, en que combatió
Y el pecador, que oyó, no se escondía, duramente a los blancos de Pistoia.
mas volvió contra mí el ánimo y rostro,
y de triste vergüenza enrojeció; 132

y dijo: «Más me duele que me halles


en la miseria en la que me estás viendo,
que cuando fui arrancado en la otra vida. 135

Yo no puedo ocultar lo que preguntas:


aquí estoy porque fui en la sacristía
ladrón de los hermosos ornamentos, 138

y acusaron a otro hombre falsamente;


mas porque no disfrutes al mirarme,
si del lugar oscuro tal vez sales, 141

abre el oído y este anuncio escucha:


Pistoya de los negros enflaquece: 143 Comentario [L264]: 143-150
En 1301 los negros de Pistoia
luego en Florencia cambian gente y modos. 144 fueron expulsados de la ciudad,
con la ayuda de los Cerchi de
Florencia; y en 1302 los blancos lo
De Val de Magra Marte manda un rayo fueron de Florencia (Dante entre
rodeado de turbios nubarrones; ellos, como ya sabemos). Marte,
como vimos en Infierno, XIII, 144,
y en agria tempestad impetuosa, 147 fue el primer patrón de Florencia, a
la que no deja de combatir, ahora
en la persona de Moroello
sobre el campo Piceno habrá un combate; 148 Malaspina, jefe de los luqueses
y de repente rasgará la niebla, aliados de los negros.
de modo que herirá a todos los blancos. 150 Comentario [L265]: Antiguo
¡Esto te digo para hacerte daño!» nombre de Pistoia.

CANTO XXV

El ladrón al final de sus palabras,


alzó las manos con un par de higas, 2 Comentario [L266]: Es un
conocido signo de burla, que
gritando: «Toma, Dios, te las dedico.» 3 consiste en poner el dedo pulgar
entre el índice y el corazón,
dirigiendo así la mano hacia el
Desde entonces me agradan las serpientes, escarnecido.
pues una le envolvió entonces el cuello,
cual si dijese: «No quiero que sigas»; 6

y otra a los brazos, y le sujetó


ciñéndose a sí misma por delante.
que no pudo con ella ni moverse. 9

¡Ah Pistoya, Pistoya, por qué niegas 10 Comentario [L267]: 10-12 Se


pensaba que Pistoia había sido
incinerarte, así que más no dures, fundada por los supervivientes de
pues superas en mal a tus mayores! 12 la rebelión de Catilina, por lo cual
sus descendientes se
caracterizaban por su carácter cruel
En todas las regiones del infierno y pendenciero. Así lo pensaban al
menos los florentinos, sus vecinos.
no vi a Dios tan soberbio algún espíritu,
ni el que cayó de la muralla en Tebas. 15 Comentario [L268]: Capaneo
(Infierno, XIV).

Aquel huyó sin decir más palabra;


y vi venir a un centauro rabioso,
llamando: «¿Dónde, dónde está el soberbio?» 18

No creo que Maremma tantas tenga,


cuantas bichas tenía por la grupa,
hasta donde comienzan nuestras formas. 21

Encima de los hombros, tras la nuca,


con las alas abiertas, un dragón
tenía; y éste quema cuanto toca. 24
Mi maestro me dijo: « Aquel es Caco, 25 Comentario [L269]: Caco era
hijo de Vulcano, y es Virgilio
que, bajo el muro del monte Aventino, quien le da naturaleza de medio
hizo un lago de sangre muchas veces. 27 hombre y medio animal (Eneida,
VIII, 193-305) que Dante
transforma en centauro, separado
No va con sus hermanos por la senda, de los otros debido a sus hurtos. En
efecto, Caco robó fraudu-
por el hurto que fraudulento hizo lentamente un rebaño a Hércules,
del rebaño que fue de su vecino; 30 cambiando las herraduras a las
reses, para que pareciese que
caminaban en dirección contraria.
hasta acabar sus obras tan inicuas Hércules le dio la muerte, en
venganza. Como sabernos, su
bajo la herculea maza, que tal vez nombre ha quedado en castellano
ciento le dio, mas no sintió el deceno.» 33 para denominar a los ladrones.

Mientras que así me hablaba, se marchó,


y a nuestros pies llegaron tres espíritus, 35 Comentario [L270]: Cinco
son los ladrones florentinos que
sin que ni yo ni el guía lo advirtiésemos, 36 nos va a presentar Dante en esta
bolsa infernal: primeramente
Agnello dei Brunelleschi, Buoso
hasta que nos gritaron: «¿Quiénes sois?»: dei Donati, Pucio dei Caligai;
por lo cual dimos fin a nuestra charla, después, en figura de serpiente,
Cianfa dei Donati, que se abalanza
y entonces nos volvimos hacia ellos. 39 contra Agnello; y Francesco dei
Cavalcanti, que se trasmuta con
Buoso. Los cinco vivieron a finales
Yo no les conocí, pero ocurrió, del slglo XIII.
como suele ocurrir en ocasiones,
que tuvo el uno que llamar al otro, 42

diciendo: «Cianfa, ¿dónde te has metido?»


Y yo, para que el guía se fijase,
del mentón puse el dedo a la nariz. 45

Si ahora fueras, lector, lento en creerte


lo que diré, no será nada raro,
pues yo lo vi, y apenas me lo creo. 48

A ellos tenía alzada la mirada,


y una serpiente con seis pies a uno,
se le tira, y entera se le enrosca. 51

Los pies de en medio cogiéronle el vientre,


los de delante prendieron sus brazos,
y después le mordió las dos mejillas. 54

Los delanteros lanzóle a los muslos


y le metió la cola entre los dos,
y la trabó detrás de los riñones. 57

Hiedra tan arraigada no fue nunca


a un árbol, como aquella horrible fiera
por otros miembros enroscó los suyos. 60

Se juntan luego, tal si cera ardiente


fueran, y mezclan así sus colores,
no parecían ya lo que antes eran, 63

como se extiende a causa del ardor,


por el papel, ese color oscuro,
que aún no es negro y ya deja de ser blanco. 66

Los otros dos miraban, cada cual


gritando: «¡Agnel, ay, cómo estás cambiando!
¡mira que ya no sois ni dos ni uno! 69

Las dos cabezas eran ya una sola,


y mezcladas se vieron dos figuras
en una cara, donde se perdían. 72

Cuatro miembros hiciéronse dos brazos;


los muslos con las piernas, vientre y tronco
en miembros nunca vistos se tornaron. 75

Ya no existian las antiguas formas:


dos y ninguna la perversa imagen
parecía; y se fue con paso lento. 78

Como el lagarto bajo el gran azote


de la canícula, al cambiar de seto,
parece un rayo si cruza el camino; 81

tal parecía, yendo a las barrigas


de los restantes, una sierpe airada,
tal grano de pimienta negra y livida; 84

y en aquel sitio que primero toma


nuestro alimento, a uno le golpea;
luego al suelo cayó a sus pies tendida. 87

El herido miró, mas nada dijo;


antes, con los pies quietos, bostezaba,
como si fiebre o sueño le asaltase. 90

Él a la sierpe, y ella a él miraba;


él por la llaga, la otra por la boca Comentario [L271]: Las
humeaban, el humo confundiendo. 93 muertes de estos dos soldados del
ejército de Catón, mordidos por
serpientes en la campaña de Libia,
Calle Lucano ahora donde habla la cuenta Lucano en Farsalia, IX,
761-88: uno cayó convertido en
del mísero Sabello y de Nasidio, 95 cenizas; el otro se hinchó hasta
y espere a oír aquello que describo. 96 hacer estallar la coraza.
Comentario [L272]: Ovidio
cuenta la tranformación de Cadmo
Calle Ovidio de Cadmo y de Aretusa; 97 en serpiente en Metamorfosis, IV,
que si aquél en serpiente, en fuente a ésta 563 y ss., y la de Aretusa en fuente
en Metamorfosis, V, 572-671.
convirtió, poetizando, no le envidio; 99

que frente a frente dos naturalezas


no trasmutó, de modo que ambas formas
a cambiar dispusieran sus materias. 102

Se respondieron juntos de tal modo,


que en dos partió su cola la serpiente,
y el herido juntaba las dos hormas. 105

Las piernas con los muslos a sí mismos


tal se unieron, que a poco la juntura
de ninguna manera se veía. 108

Tomó la cola hendida la figura


que perdía aquel otro, y su pellejo
se hacía blando y el de aquélla, duro. 111

Vi los brazos entrar por las axilas,


y los pies de la fiera, que eran cortos,
tanto alargar como acortarse aquéllos. 114

Luego los pies de atrás, torcidos juntos, 115 Comentario [L273]: Francesc
o dei Cavalcanti fue muerto por
el miembro hicieron que se oculta el hombre, gente de Gaville, y cruelm vengada
y el misero del suyo hizo dos patas. 117 su muerte en sus habitantes.

Mientras el humo al uno y otro empaña


de color nuevo, y pelo hace crecer
por una parte y por la otra depila, 120

cayó el uno y el otro levantóse,


sin desviarse la mirada impía,
bajo la cual cambiaban sus hocicos. 123

El que era en pie lo trajo hacia las sienes,


y de mucha materia que allí había,
salió la oreja del carrillo liso; 126

lo que no fue detrás y se retuvo


de aquel sobrante, a la nariz dio forma,
y engrosó los dos labios, cual conviene. 129

El que yacía, el morro adelantaba,


y escondió en la cabeza las orejas,
como del caracol hacen los cuernos. 132

Y la lengua, que estaba unida y presta


para hablar antes, se partió; y la otra
partida, se cerró; y cesó ya el humo. 135
El alma que era en fiera convertida,
se echó a correr silbando por el valle,
y la otra, en pos de ella, hablando escupe. 138

Luego volvióle las espaldas nuevas,


y dijo al otro: «Quiero que ande Buso
como hice yo, reptando, su camino.» 141

Así yo vi la séptima zahúrda


mutar y trasmutar; y aquí me excuse
la novedad, si oscura fue la pluma. 144

Y sucedió que, aunque mi vista fuese


algo confusa, y encogido el ánimo,
no pudieron huir, tan a escondidas 147

que no les viese bien, Puccio Sciancato


-de los tres compañeros era el único
que no cambió de aquellos que vinieron- 150
era el otro a quien tú, Gaville, lloras,

CANTO XXVI

¡Goza, Florencia, ya que eres tan grande,


que por mar y por tierra bate alas,
y en el infierno se expande tu nombre! 3

Cinco nobles hallé entre los ladrones


de tus vecinos, de donde me vino
vergüenza, y para ti no mucha honra. 6

Mas si el soñar al alba es verdadero, 7 Comentario [L274]: Creencia


común de los antiguos.
conocerás, de aquí a no mucho tiempo,
lo que Prato, no ya otras, te aborrece. 9 Comentario [L275]: Prato,
pequeña ciudad cercana a
Florencia, no se contaba entre los
No fuera prematuro, si ya fuese: peores enemigos de la ciudad del
Amo, y sin embargo también,
¡Ojalá fuera ya, lo que ser debe! como ellos, desearía su ruina.
que más me pesará, cuanto envejezco. 12

Nos marchamos de allí, y por los peldaños


que en la bajada nos sirvieron antes,
subió mi guía y tiraba de mí. 15

Y siguiendo el camino solitario,


por los picos y rocas del escollo,
sin las manos, el pie no se valía. 18

Entonces me dolió, y me duele ahora,


cuando, el recuerdo a lo que vi dirijo,
y el ingenio refreno más que nunca, 21

porque sin guía de virtud no corra;


tal que, si buena estrella, o mejor cosa,
me ha dado el bien, yo mismo no lo enturbie. 24

Cuantas el campesino que descansa


en la colina, cuando aquel que alumbra
el mundo, oculto menos tiene el rostro, 27

cuando a las moscas siguen los mosquitos,


luciérnagas contempla allá en el valle,
en el lugar tal vez que ara y vendimia; 30

toda resplandecía en llamaradas


la bolsa octava, tal como advirtiera
desde el sitio en que el fondo se veía. 33

Y como aquel que se vengó con osos, 34 Comentario [L276]: 34-36 El


profeta Eliseo, que se vengó,
vio de Elías el carro al remontarse, haciendo que los devoraran unos
y erguidos los caballos a los cielos, 36 osos salvajes, de unos muchachos
que se burlaban de él llamándole
calvo (2 Reyes, II, 23-24), vio a su
que con los ojos seguir no podia, maestro, el profeta Elías, ascender
al cielo arrebatado por un carro de
ni alguna cosa ver salvo la llama, fuego (2 Reyes, II, ll-12).
como una nubecilla que subiese; 39

tal se mueven aquéllas por la boca


del foso, mas ninguna enseña el hurto,
y encierra un pecador cada centella. 42

Yo estaba tan absorto sobre el puente,


que si una roca no hubiese agarrado,
sin empujarme hubiérame caído. 45

Y viéndome mi guía tan atento Comentario [L277]: Según


cuenta Estacio en su Tebaida, al
dijo: « Dentro del fuego están las almas, ser quemados en una pira los cuer-
todas se ocultan en donde se queman.» 48 pos de Eteocles y Polinice, los dos
hermanos rivales, las llamas, se
separaron en dos, demostrando así
«Maestro -le repuse-, al escucharte su odio, aun en la muerte.
estoy más cierto, pero ya he notado Comentario [L278]: Ulises y
Diomedes llevaron a cabo muchas
que así fuese, y decírtelo quería: 51 empresas juntos; Dante aquí nos
recuerda la astucia del caballo de
madera; el haber inducido a
¿quién viene en aquel fuego dividido, Aquiles a que dejara a su mujer
que parece surgido de la pira Daidamia en Seiro y les
acompañase a la guerra troyana,
donde Eteocles fue puesto con su hermano?» 54 por lo cual la muchacha se dio la
muerte; y el robo del Paladión,
estatua de Palas Atenea que
Me respondió: «Allí dentro se tortura veneraban los troyanos, y cuya
a Ulises y a Diomedes, y así juntos 56 pérdida ocasionaría, como así ocu-
rrió, la caída de la ciudad.
en la venganza van como en la ira; 57

y dentro de su llama se lamenta


del caballo el ardid, que abrió la puerta
que fue gentil semilla a los romanos. 60

Se llora la traición por la que, muerta,


aún Daidamia se duele por Aquiles,
y por el Paladión se halla el castigo.» 63

«Si pueden dentro de aquellas antorchas


hablar -le dije- pídote, maestro,
y te suplico, y valga mil mi súplica, 66

que no me impidas que aguardar yo pueda


a que la llama cornuda aquí llegue;
mira cómo a ellos lleva mi deseo.» 69

Y él me repuso: «Es digno lo que pides


de mucha loa, y yo te lo concedo;
pero procura reprimir tu lengua. 72

Déjame hablar a mí, pues que comprendo


lo que quieres; ya que serán esquivos
por ser griegos, tal vez, a tus palabras.» 75

Cuando la llama hubo llegado a donde


lugar y tiempo pareció a mi guía,
yo le escuché decir de esta manera: 78

«¡Oh vosotros que sois dos en un fuego,


si os merecí, mientras que estaba vivo,
si os merecí, bien fuera poco o mucho, 81

cuando altos versos escribí en el mundo,


no os alejéis; mas que alguno me diga
dónde, por él perdido, halló la muerte.» 84

El mayor cuerno de la antigua llama


empezó a retorcerse murmurando,
tal como aquella que el viento fatiga; 87
Comentario [L279]: Se trata
luego la punta aquí y acá moviendo, de uno de los pasajes más bellos de
cual si fuese una lengua la que hablara, la Cantiga. Dante cuenta, de una
manera bastante original, el fin del
fuera sacó la voz, y dijo: «Cuando 90 héroe homérico, por boca de éste.
Comentario [L280]: La maga
me separé de Circe, que sustrajó- Circe residía en el monte Cirgello,
cerca de la ciudad napolitana de
me más de un año allí junto a Gaeta, Gaeta, así llamada, según Virgilio,
antes de que así Eneas la llamase, 93 en memoria de la nodriza de Eneas
(Eneida, VII).
ni la filial dulzura, ni el cariño
del viejo padre, ni el amor debido,
que debiera alegrar a Penélope, 96

vencer pudieron el ardor interno


que tuve yo de conocer el mundo,
y el vicio y la virtud de los humanos; 99

mas me arrojé al profundo mar abierto, 100 Comentario [L281]: El


Mediterráneo, más amplio que el
con un leño tan sólo, y la pequeña mar Jónico.
tripulación que nunca me dejaba. 102

Un litoral y el otro vi hasta España,


y Marruecos, y la isla de los sardos,
y las otras que aquel mar baña en torno. 105

Viejos y tardos ya nos encontrábamos,


al arribar a aquella boca estrecha
donde Hércules plantara sus columnas, 108

para que el hombre más allá no fuera:


a mano diestra ya dejé Sevilla,
y la otra mano se quedaba Ceuta.» 111

«Oh hermanos -dije-, que tras de cien mil


peligros a occidente habéis llegado,
ahora que ya es tan breve la vigilia 114

de los pocos sentidos que aún nos quedan,


negaros no queráis a la experiencia,
siguiendo al sol, del mundo inhabitado. 117

Considerar cuál es vuestra progenie:


hechos no estáis a vivir como brutos,
mas para conseguir virtud y ciencia.» 120

A mis hombres les hice tan ansiosos


del camino con esta breve arenga,
que no hubiera podido detenerlos; 123
Comentario [L282]: 124-141
y vuelta nuestra proa a la mañana, 124 Ulises se atreve a sobrepasar la
barrera del estrecho de Gibraltar, el
alas locas hicimos de los remos, límite permitido por el propio
inclinándose siempre hacia la izquierda. 126 Hércules, cuando levantó las
columnas con la divisa de NON
PLUS ULTRA, y se interna en la
Del otro polo todas las estrellas inmensidad del océano Atlántico,
donde, tras cinco meses de
vio ya la noche, y el nuestro tan bajo navegación y habiendo llegado a
que del suelo marino no surgía. 129 las Antípodas, se encuentra con la
montaña del Purgatorio.
Cinco veces ardiendo y apagada
era la luz debajo de la luna,
desde que al alto paso penetramos, 132

cuando vimos una montaña, oscura


por la distancia, y pareció tan alta
cual nunca hubiera visto monte alguno. 135

Nos alegramos, mas se volvió llanto:


pues de la nueva tierra un torbellino
nació, y le golpeó la proa al leño. 138

Le hizo girar tres veces en las aguas;


a la cuarta la popa alzó a lo alto,
bajó la proa -como Aquél lo quiso- 141
hasta que el mar cerró sobre nosotros.

CANTO XXVII

Quieta estaba la llama ya y derecha


para no decir más, y se alejaba
con la licencia del dulce poeta, 3

cuando otra, que detrás de ella venía,


hizo volver los ojos a su punta,
porque salía de ella un son confuso. 6

Como mugía el toro siciliano 7 Comentario [L283]: Perilo,


fundidor griego, ofreció a Falaris
que primero mugió, y eso fue justo, de Siracusa un toro hueco de
con el llanto de aquel que con su lima 9 bronce, para atormentar a los
condenados introduciéndolos en él
y encendiendo fuego bajo el
lo templó, con la voz del afligido, horrendo aparato de tortura. Para
probarlo, el tirano mandó que el
que, aunque estuviese forjado de bronce, primer atormentado fuera el mismo
de dolor parecía traspasado; 12 Perilo (Ovidio, Tristia, III).

así, por no existir hueco ni vía


para salir del fuego, en su lenguaje
las palabras amargas se tornaban. 15

Mas luego al encontrar ya su camino


por el extremo, con el movimiento
que la lengua le diera con su paso, 18

escuchamos: «Oh tú, a quien yo dirijo


la voz y que has hablado cual lombardo,
diciendo: “Vete ya; más no te incito”, 21

aunque he llegado acaso un poco tarde,


no te pese el quedarte a hablar conmigo:
¡Mira que no me pesa a mí, que ardo! 24

Si tú también en este mundo ciego


has oído de aquella dulce tierra
latina, en que yo fui culpable, dime 27

si tiene la Romaña paz o guerra;


pues yo naci en los montes entre Urbino
y el yugo del que el Tiber se desata.» 30 Comentario [L284]: Quien
habla, como veremos, es el conde
Guido de Montefeltro, que
Inclinado y atento aún me encontraba, requiere a Dante noticias de su
patria, La Romaña. Gido nació en
cuando al costado me tocó mi guía, torno a 1220 y fue tenido como el
diciéndome: «Habla tú, que éste es latino.» 33 más astuto y sagaz hombre de
guerra de su tiempo. Después de
una larga vida guerrera, siguiendo
Yo, que tenía la respuesta pronta, la facción gibelina, y en la que
llegó a ser excomulgado se hizo
comencé a hablarle sin demora alguna: franciscano ya en 1296 y murió
«Oh alma que te escondes allá abajo, 36 dos años después.

tu Romaña no está, no estuvo nunca,


sin guerra en el afán de sus tiranos;
mas palpable ninguna dejé ahora. 39 Comentario [L285]: En 1299
los tiranos de Romaña habían
firmado una paz que puso apa-
Rávena está como está ha muchos años: 40 rentemente fin a sus crueles
disensiones, por mediación de
le los Polenta el águila allí anida, Bonifacio VIII.
al que a Cervia recubre con sus alas. 42 Comentario [L286]: En 1300
Rávena estaba regida por Guido da
La tierra que sufrió la larga prueba 43 Polenta, padre de Francesca. Su
escudo era un águila roja en campo
hizo de francos un montón sangriento, amarillo, y dominaba la pequeña
bajo las garras verdes permanece. 45 ciudad de Cervia.
Comentario [L287]: La ciudad
de Forlí se encuentra bajo el
El mastín viejo y joven de Verruchio, 46 dominio de los Ordelaffi, cuyo es-
que mala guardia dieron a Montaña, cudo era una garra de León verde
sobre campo amarillo. Entre 1281
clavan, donde solían, sus colmillos. 48 y 1282 la ciudad sostuvo el fuerte
asedio de los güelfos italianos y
franceses, enviados por Martín IV.
Las villas del Santerno y del Camone 49
Comentario [L288]: Malatesta
manda el leoncito que campea en blanco, y Malatestino de Verruchio eran
que de verano a invierno el bando muda; 51 los tiranos de Rímini, y apri-
sionaron y dieron muerte a
Montaña di Parcitade, jefe de los
y aquella cuyo flanco el Savio baña, 52 gibelinos de la ciudad.
como entre llano y monte se sitúa, Comentario [L289]: Faenza a
vive entre estado libre y tiranía. 54 Imola, regidas por Maghinardo
Pagani da Susinana, cuyo emblema
es un león azul en campo blanco,
que cambiaba de bando entre
Ahora quién eres, pido que me cuentes: güelfos gibelinos con mucha
no seas más duro que lo fueron otros; frecuencia.
tu nombre así en el mundo tenga fama.» 57 Comentario [L290]: Casena,
que pasa de ser posesión de los
Montefeltro, a ser república libre.
Después que el fuego crepitó un momento
a su modo, movió la aguda punta
de aquí, de allí, y después lanzó este soplo: 60

«Si creyera que diese mi respuesta


a persona que al mundo regresara,
dejaría esta llama de agitarse; 63

pero, como jamás desde este fondo


nadie vivo volvió, si bien escucho,
sin temer a la infamia, te contestó: 66

Guerrero fui, y después fui cordelero,


creyendo, así ceñido, hacer enmienda,
y hubiera mi deseo realizado, 69

si a las primeras culpas, el gran Preste,


que mal haya, tornado no me hubiese;
y el cómo y el porqué, quiero que escuches: 72

Mientras que forma fui de carne y huesos


que mi madre me dio, fueron mis obras
no leoninas sino de vulpeja; 75

las acechanzas, las ocultas sendas


todas las supe, y tal llevé su arte,
que iba su fama hasta el confín del mundo. 78

Cuando vi que llegaba a aquella parte


de mi vida, en la que cualquiera debe
arriar las velas y lanzar amarras, 81

lo que antes me plació, me pesó entonces,


y arrepentido me volví y confeso, Comentario [L291]: Bonifacio
¡ah miserable!, y me hubiera salvado. 84 VIII, que sosteniendo en 1297 una
dura lucha contra la familia
Colonna, cuya casa se encontraba
El príncipe de nuevos fariseos, 85 junto a la basílica de San Juan de
Letrán, mandó asediar el castillo
haciendo guerra cerca de Letrán, que dicha familia tenía en
y no con sarracenos ni judíos, 87 Palestrina, junto a Roma; y no
pudiendo tomarla por la fuerza, lo
hizo mediante el engaño. No está
que su enemigo todo era cristiano, 88 probada la intervención del conde
Guido en semejante hecho, aunque
y en la toma de Acre nadie estuvo algunos cronistas lo seguran.
ni comerciando en tierras del Sultán; 90 Comentario [L292]: La última
posesión cristiana en Tierra Santa,
conquistada por los sarracenos en
ni el sumo oficio ni las sacras órdenes 1291.
en sí guardó, ni en mí el cordón aquel Comentario [L293]: Se trata
que suele hacer delgado a quien lo ciñe. 93 de una leyenda muy difundida en
la Edad Media. Constantino,
atacado por la lepra, hizo buscar al
Pero, como a Silvestre Constantino, 94 papa Silvestre que se encontraba
refugiado en el monte Siratti, junto
allí en Sirati a curarle de lepra, a Roma, para huir de la
así como doctor me llamó éste 96 persecución. Silvestre bautizó al
emperador y éste quedó curado.
para curarle la soberbia fiebre:
pidióme mi consejo, y yo callaba,
pues sus palabras ebrias parecían. 99

Luego volvió a decir: «Tu alma no tema;


de antemano te absuelvo; enséñame
la forma de abatir a Penestrino. 102

El cielo puedo abrir y cerrar puedo,


porque son dos las llaves, como sabes,
que mi predecesor no tuvo aprecio.» 105 Comentario [L294]: Referenci
a a la abdicación de Celestino V
(Infierno, III, 60).
Los graves argumentos me punzaron
y, pues callar peor me parecia,
le dije: “Padre, ya que tú me lavas 108

de aquel pecado en el que caigo ahora,


larga promesa de cumplir escaso 110 Comentario [L295]: Promesa
de perdón a quien se entregara y
hará que triunfes en el alto solio.” 111 castigar luego a quien se rindiera
confiado en sus palabras.
Luego cuando morí, vino Francisco, 112 Comentario [L296]: San
mas uno de los negros querubines Francisco, fundador de la Orden a
la que perteneció el conde Guido.
le dijo: “No lo lleves: no me enfades. 114

Ha de venirse con mis condenados,


puesto que dio un consejo fraudulento,
y le agarro del pelo desde entonces; 117

que a quien no se arrepiente no se absuelve,


ni se puede querer y arrepentirse,
pues la contradicción no lo consiente.” 120

¡Oh miserable, cómo me aterraba


al agarrarme diciéndome: “¿Acaso
no pensabas que lógico yo fuese?” 123

A Minos me condujo, y ocho veces


al duro lomo se ciñó la cola,
y después de morderse enfurecido, 126

dijo: “Este es reo de rabiosa llama”,


por lo cual donde ves estoy perdido
y, así vestido, andando me lamento.» 129

Cuando hubo terminado su relato,


se retiró la llama dolorida,
torciendo y debatiendo el cuerno agudo. 132
A otro lado pasamos, yo y mi guía,
por cima del escollo al otro arco
que cubre el foso, donde se castiga 135
a los que, discordiando, adquieren pena.

CANTO XXVIII

Aun si en prosa lo hiciese, ¿quién podría


de tanta sangre y plagas como vi
hablar, aunque contase mochas veces? 3

En verdad toda lengua fuera escasa


porque nuestro lenguaje y nuestra mente
no tienen juicio para abarcar tanto. 6

Aunque reuniesen a todo aquel gentío 7 Comentario [L297]: Dante se


va a referir en los siguientes versos
que allí sobre la tierra infortunada a las terribles guerras que tuvieron
de Apulia, foe de su sangre doliente 9 como escenario el sur de Italia las
guerras samníticas y la segunda
guerra púnica (el botín de anillos
por los troyanos y la larga guerra hace referencia a la batalla de
Cannas) y posteriormente la lucha
que tan grande despojo hizo de anillos, entre el normando Roberto
cual Livio escribe, y nunca se equivoca; 12 Guiscardo y los árabes, o bien los
bizantinos, en el siglo XI; y por
último, ya contemporáneas a él, la
y quien sufrió los daños de los golpes guerra entre Carlos de Anjou y la
dinastía suaba.
por oponerse a Roberto Guiscardo;
y la otra cuyos huesos aún se encuentran 15 Comentario [L298]: Tito
Livio, XXIII.

en Caperano, donde fue traidor 16 Comentario [L299]: El puente


de Ceperano, sobre el río Liri, era
todo el pullés; y la de Tegliacozzo, la puerta del reino de Nápoles: se
que venció desarmado el viejo Alardo, 18 dice que en esta ocasión los nobles
napolitanos traicionaron a
Manfredo, dejando el paso franco a
y cuál cortado y cuál roto su miembro Carlos de Anjou. Según los
comentaristas, Dante alude a la
mostrase, vanamente imitaría batalla de Benevento.
de la novena bolsa el modo inmundo. 21 Comentario [L300]: Se trata
de Erardo de Valery, que aconsejó
Una cuba, que duela o fondo pierde, a Carlos de Anjou fingirse
derrotado y luego cayó sobre las
como a uno yo vi, no se vacía, tropas de Corradino de Suabia
de la barbilla abierto al bajo vientre; 24 cuando éstas se hallaban
desprevenidas.

por las piernas las tripas le colgaban,


vela la asadura, el triste saco
que hace mierda de todo lo que engulle. 27
Comentario [L301]: Mahoma
es el fundador del islamismo
Mientras que en verlo todo me ocupaba, (560-633) a quien Dante considera
más como un cismático del
me miró y con la mano se abrió el pecho cristianismo que como el fundador
diciendo: «¡Mira cómo me desgarro! 30 de una nueva religión.
Comentario [L302]: Alí,
pariente y discípulo de Mahoma
imira qué tan maltrecho está Mahoma! 31 (567-660), es el fundador de una
Delante de mí Alí llorando marcha, 32 corriente cismática dentro del
propio islamismo.
rota la cara del cuello al copete. 33

Todos los otros que tú ves aquí,


sembradores de escándalo y de cisma
vivos fueron, y así son desgarrados. 36

Hay detrás un demonio que nos abre,


tan crudamente, al tajo de la espada,
cada cual de esta fila sometiendo, 39

cuando la vuelta damos al camino;


porque nuestras heridas se nos cierran
antes que otros delante de él se pongan. 42

Mas ¿quién eres, que husmeas en la roca,


tal vez por retrasar ir a la pena,
con que son castigadas tus acciones?» 45

«Ni le alcanza aún la muerte, ni el castigo


-respondió mi maestro- le atormenta;
mas, por darle conocimiento pleno, 48

yo, que estoy muerto, debo conducirlo


por el infierno abajo vuelta a vuelta:
y esto es tan cierto como que te hablo.» 51

Mas de cien hubo que, cuando lo oyeron,


en el foso a mirarme se pararon
llenos de asombro, olvidando el martirio. 54

« Pues bien, di a Fray Dolcín que se abastezca,


tú que tal vez verás el sol en breve, 56 Comentario [L303]: Dolcino
da Romagnano, de Novara, fue el
si es que no quiere aquí seguirme pronto, 57 jefe de una famosa secta mile-
narista: los hermanos apostólicos,
que dieron lugar a una fuerte
tanto, que, rodeado por la nieve, rebelión contra la que el papa
no deje la victoria al de Novara, 59 lanzó una cruzada a comienzos del
siglo XIV. Hechos fuertes los
que no sería fácil de otro modo.» 60 rebeldes en el monte Zibello se vio
obligado a rendirse en 1307, y
posteriomente quemado por hereje.
Después de alzar un pie para girarse,
estas palabras díjome Mahoma; Comentario [L304]: El obispo
de Novara, que dirigía la cruzada
luego al marcharse lo fijó en la tierra. 63 contra Dolcino.

Otro, con la garganta perforada,


cortada la nariz hasta las cejas,
que una oreja tenía solamente, 66

con los otros quedó, maravillado,


y antes que los demás, abrió el gaznate,
que era por fuera rojo por completo; 69
y dijo: «Oh tú a quien culpa no condena
y a quien yo he visto en la tierra latina,
si mucha semejanza no me engaña, 72

acuérdate de Pier de Medicina, 73 Comentario [L305]: Sembrad


or de discordias políticas en
si es que vuelves a ver el dulce llano, Bolonia y la Romagna, de quien
que de Vercelli a Marcabó desciende. 75 poco dicen los antiguos
comentaristas.

Y haz saber a los dos grandes de Fano, 76 Comentario [L306]: La


llanura del norte de Italia; Vercelli
a maese Guido y a maese Angiolello, está en el Piamonte y Marcabó en
que, si no es vana aquí la profecía, 78 la desembocadura del Po.
Comentario [L307]: Angiolell
o da Carignano y Guido dal
arrojados serán de su bajel, Cassero fueron traicionados por
y agarrotados cerca de Cattolica, Malatestino Malatesta, señor de
Rímini, que les convocó a una
por traición de tirano fementido. 81 conferencia en Católica, lugar en la
costa del Adriático, entre Rímini y
Pésaro. El cabo de Focara cercano
Entre la isla de Chipre y de Mallorca a Católica, era de difícil
no vio nunca Neptuno tal engaño, navegación, a causa de los vientos,
pero los dos nobles de Fano no
no de piratas, no de gente argólica. 84 necesitarán pedir una buena
travesía de regreso, porque serán
asesinados antes. El hecho debió
Aquel traidor que ve con sólo uno, de acaecer sobre 1313.
y manda en el país que uno a mi lado
quisiera estar ayuno de haber visto, 87

ha de hacerles venir a una entrevista;


luego hará tal, que al viento de Focara
no necesitarán preces ni votos.» 90

Y yo le dije: «Muéstrame y declara,


si quieres que yo lleve tus noticias,
quién es el de visita tan amarga.» 93

Puso entonces la mano en la mejilla


de un compañero, y abrióle la boca,
gritando: «Es éste, pero ya no habla; 96

éste, exiliado, sembraba la duda, 97 Comentario [L308]: Curión,


según cuenta Lucano en Farsalia,
diciendo a César que el que está ya listo I, 280 y ss., fue un tribuno que
siempre con daño el esperar soporta.» 99 aconsejó a César que atravesara el
Rubicón, dando así lugar a la
sangrienta guerra civil contra
¡Oh cuán acobardado parecía, Pompeyo.
con la lengua cortada en la garganta,
Curión que en el hablar fue tan osado! 102

Y uno, con una y otra mano mochas,


que alzaba al aire oscuro los muñones,
tal que la sangre le ensuciaba el rostro, 105
gritó: «Te acordarás también del Mosca, 106 Comentario [L309]: Alude
ahora a los sucesos florentinos que
que dijo: “Lo empezado fin requiere”, dieron lugar a la guerra ente
que fue mala simiente a los toscanos.» 108 güelfos y gibelinos. Mosca dei
Lamberti aconsejó a la familia de
los Amidei que mataran a
Y yo le dije: «Y muerte de tu raza.» 109 Buondelmonte Buondelmonti
(1215), para vengar la ofensa que
Y él, dolor a dolor acumulado, éste les había hecho al no desposar
se fue como persona triste y loca. 111 a una muchacha de la familia (ver
Paraíso, XVI, 136 y ss.). Murió en
Reggio en 1243.
Mas yo quedé para mirar el grupo, Comentario [L310]: Los
y vi una cosa que me diera miedo, Lamberti fueron exiliados de
sin más pruebas, contarla solamente, 114 Florencia con el resto de los
gibelinos en 1258.

si no me asegurase la conciencia,
esa amiga que al hombre fortifica
en la confianza de sentirse pura. 117

Yo vi de cierto, y parece que aún vea,


un busto sin cabeza andar lo mismo
que iban los otros del rebaño triste; 120

la testa trunca agarraba del pelo,


cual un farol llevándola en la mano;
y nos miraba, y «¡Ay de mí!» decía. 123

De sí se hacía a sí mismo lucerna,


y había dos en uno y uno en dos:
cómo es posible sabe Quien tal manda. 126

Cuando llegado hubo al pie del puente,


alzó el brazo con toda la cabeza,
para decir de cerca sus palabras, 129

que fueron: «Mira mi pena tan cruda


tú que, inspirando vas viendo a los muertos;
mira si alguna hay grande como es ésta. 132

Y para que de mí noticia lleves


sabrás que soy Bertrand de Born, aquel 134 Comentario [L311]: Bertrand
de Born, el famoso trovador
que diera al joven rey malos consejos. 135 provenzal, señor de Altaforte, vi-
vió en la segunda mitad del siglo
XII y sembró la discordia entre
Yo hice al padre y al hijo enemistarse: Enrique II de Inglaterra y su hijo
Aquitael no hizo más de Absalón 137 primogénito, Enrique, conocido
por el nombre de «El joven rey» y
y de David con perversas punzadas: 138 que murió en ll83.
Comentario [L312]: Aquitofel
Y como gente unida así he partido, , consejero del rey David, azuzó a
partido llevo mi cerebro, ¡ay triste!, Absalón a que se rebelara contra su
padre (II Reyes, XV-XVI).
de su principio que está en este tronco. 141
Y en mí se cumple la contrapartida.»
CANTO XXIX

La mucha gente y las diversas plagas,


tanto habian mis ojos embriagado,
que quedarse llorando deseaban; 3

mas Virgilio me dijo: «¿En qué te fijas?


¿Por qué tu vista se detiene ahora
tras de las tristes sombras mutiladas? 6

Tú no lo hiciste así en las otras bolsas;


piensa, si enumerarlas crees posible,
que millas veintidós el valle abarca. 9

Y bajo nuestros pies ya está la luna:


Del tiempo concedido queda poco,
y aún nos falta por ver lo que no has visto.» 12

«Si tú hubieras sabido -le repuse-


la razón por la cual miraba, acaso
me hubieses permitido detenerme.» 15

Ya se marchaba, y yo detrás de él,


mi guía, respondiendo a su pregunta
y añadiéndole: «Dentro de la cueva, 18

donde los ojos tan atento puse,


creo que un alma de mi sangre llora
la culpa que tan caro allí se paga.» 21 Comentario [L313]: Geri del
Beelo, primo carnal del padre de
Dante, hombre de carácter violento
Dijo el maestro entonces: «No entretengas e incordiador, fue asesinado por un
miembro de la familia Sachetti, o
de aquí adelante en ello el pensamiento: bien por haber dado muerte a su
piensa otra cosa, y él allá se quede; 24 vez a otro miembro de dicha
familia, o bien a causa de las
discordias que sembró en ella.
que yo le he visto al pie del puentecillo Ambas familias permanecieron
enemistadas hasta 1342, en que
señalarte, con dedo amenazante, Francesco, hermano de Dante,
y llamarlo escuché Geri del Bello. 27 firmó la paz con los Sacchetti.

Tan distraído tú estabas entonces


con el que tuvo Altaforte a su mando, 29 Comentario [L314]: Bertrand
de Born.
que se fue porque tú no le atendías.» 30

«Oh guía mío, la violenta muerte


que aún no le ha vengado -yo repuse-
ninguno que comparta su vergüenza, 33

hácele desdeñoso; y sin hablarme


se ha marchado, del modo que imagino;
con él por esto he sido más piadoso.» 36
Conversamos así hasta el primer sitio
que desde el risco el otro valle muestra,
si hubiese allí más luz, todo hasta el fondo. 39

Cuando estuvimos ya en el postrer claustro


de Malasbolsas, y que sus profesos
a nuestra vista aparecer podían, 42

lamentos saeteáronme diversos,


que herrados de piedad dardos tenían;
y me tapé por ello los oídos. 45

Como el dolor, si con los hospitales


de Valdiquiana entre junio y septiembre,
los males de Maremma y de Cerdeña, 48 Comentario [L315]: Dante
cita tres lugares famosos por su
condición pantanosa, y por el:
en una fosa juntos estuvieran, propensos a enfermedades como la
malaria y el paludismo: Val di
tal era aquí; y tal hedor desprendía, Chiana es una región cercana a
como suele venir de miembros muertos. 51 Arezzo; la Maremma es el litoral
toscano.

Descendimos por la última ribera


del largo escollo, a la siniestra mano;
y entonces pude ver más claramente 54

allí hacia el fondo, donde la ministra


del alto Sir, infafble justicia,
castiga al falseador que aquí condena. 57

Yo no creo que ver mayor tristeza


en Egina pudiera el pueblo enfermo, 59 Comentario [L316]: Lo cuenta
Ovidio en Metamorfosis, VII,
cuando se llenó el aire de ponzoña, 60 523-657. Juno, celosa de la hija de
Eaco, rey de Egina, mandó una
peste que asoló toda la isla, por lo
pues, hasta el gusanillo, perecieron que el rey, único superviviente,
los animales; y la antigua gente, rogó a Zeus que la repoblara
convirtiendo en hombre a las
según que los poeta aseguran, 63 hormigas, a lo que éste accedió.

se engendró de la estirpe de la hormiga;


como era viendo por el valle oscuro
languidecer las almas a montones. 66

Cuál sobre el vientre y cuál sobre la espalda,


yacía uno del otro, y como a gatas,
por el triste sendero caminaban. 69

Muy lentamente, sin hablar, marchábamos,


mirando y escuchando a los enfermos,
que levantar sus cuerpos no podían. 72
Vi sentados a dos que se apoyaban, 73 Comentario [L317]: Como
veremos, se trata de Griffolino de
como al cocer se apoyan teja y teja, Trezzo y de Capoccio de Siena,
de la cabeza al pie llenos de pústulas. 75 dos alquimistas célebres en la
época de Dante.

Y nunca vi moviendo la almohaza


a muchacho esperado por su amo,
ni a aquel que con desgana está aún en vela, 78

como éstos se mordían con las uñas


a ellos mismos a causa de la saña
del gran picor, que no tiene remedio; 81

y arrancaban la sarna con las uñas,


como escamas de meros el cuchillo,
o de otro pez que las tenga más grandes. 84

«Oh tú que con los dedos te desuellas


-se dirigió mi guía a uno de aquéllos-
y que a veces tenazas de ellos haces, 87

dime si algún latino hay entre éstos


que están aquí, así te duren las uñas
eternamente para esta tarea.» 90

«Latinos somos quienes tan gastados


aquí nos ves -llorando uno repuso-;
¿y quién tú, que preguntas por nosotros?» 93

Y el guía dijo: «Soy uno que baja


con este vivo aquí, de grada en grada,
y enseñarle el infierno yo pretendo.» 96

Entonces se rompió el común apoyo;


y temblando los dos a mí vinieron
con otros que lo oyeron de pasada. 99

El buen maestro a mí se volvió entonces,


diciendo: «Diles todo lo que quieras»;
y yo empecé, pues que él así quería: 102

«Así vuestra memoria no se borre


de las humanas mentes en el mundo,
mas que perviva bajo muchos soles, 105

decidme quiénes sois y de qué gente:


vuestra asquerosa y fastidiosa pena
el confesarlo espanto no os produzca.» 108 Comentario [L318]: Albero de
Siena, fue al parecer hijo secreto, o
protegido, del obispo de Siena e
«Yo fui de Arezzo, y Albero el de Siena 109 hizo condenar por herético al
alquimista.
-repuso uno- púsome en el fuego,
pero no me condena aquella muerte. 111

Verdad es que le dije bromeando:


“Yo sabré alzarme en vuelo por el aire”
y aquél, que era curioso a insensato, 114

quiso que le enseñase el arte; y sólo


porque no le hice Dédalo, me hizo
arder así como lo hizo su hijo. 117

Mas en la última bolsa de las diez,


por la alquimia que yo en el mundo usaba,
me echó Minos, que nunca se equivoca.» 120

Y yo dije al maestro: «tHa habido nunca


gente tan vana como la sienesa?
cierto, ni la francesa llega a tanto.» 123

Como el otro leproso me escuchara,


repuso a mis palabras: «Quita a Stricca, 125 Comentario [L319]: Cuatro
ejemplos de la vanidad y el amor
que supo hacer tan moderados gastos; 126 desenfrenado por el lujo de los
sieneses. Stricca y Niccoló dei
Salimbeni eran hermanos y
y a Niccolò, que el uso dispendioso fundaron, en efecto una pandilla de
del clavo descubrió antes que ninguno, jóvenes y ricos dilapidadores, a la
que también perteneció Caccia
en el huerto en que tal simiento crece; 129 D'Ascian. Bartolomeo dei
Faolcacchieri, llamado el
Abbagliato («Alucinado»), fue
y quita la pandilla en que ha gastado hombre público de cierta
Caccia d'Ascian la viña y el gran bosque, importancia, y en 1278 multado
por habérsele hallado borracho en
y el Abbagliato ha perdido su juicio. 132 una taberna.

Mas por que sepas quién es quien te sigue


contra el sienés, en mí la vista fija,
que mi semblante habrá de responderte: 135

verás que soy la sombra de Capoccio, 136 Comentario [L320]: Capoccio


fue amigo personal de Dante, y era
que falseé metales con la alquimia; famoso tanto por sus prácticas
y debes recordar, si bien te miro, 138 alquímicas cuanto por sus
habilidades como imitador de
que por naturaleza fui una mona.» personas.

Comentario [L321]: Juno, a


CANTO XXX causa de los celos que le causaban
los amores de Júpiter y Semele,
hija del rey Cadmo, rey de Tebas,
Cuando Juno por causa de Semele 1 causó muchas desgracias a sus
odio tenia a la estirpe tebana, habitantes (Metamorfosis, III,
253-315).
como lo demostró en tantos momentos, 3
Comentario [L322]: Atamante
, rey de Orcomene, desposado con
Atamante volvióse tan demente, 4 Ino, hija de Cadmo, enloquecido
por Juno, mató así a su hijo
que, viendo a su mujer con los dos hijos Learco. Ino se arrojó con la otra,
que en cada mano a uno conducía, 6 Melicerta, al mar (Metamorfosis,
IV, 512-530).
gritó: «¡Tendamos redes, y atrapemos
a la leona al pasar y a los leoncitos!»;
y luego con sus garras despiadadas. 9

agarró al que Learco se llamaba,


le volteó y le dio contra una piedra;
y ella se ahogó cargada con el otro. 12

Y cuando la fortuna echó por tierra 13 Comentario [L323]: Hécuba,


reina de Troya, hecha esclava por
la soberbia de Troya tan altiva, los griegos tras la caída de la
tal que el rey junto al reino fue abatido, 15 ciudad enloqueció de dolor tras la
muerte de sus hijos Polixena y
Polidoro y, según Ovidio, se
Hécuba triste, mísera y cautiva, convirtió en perra (Metamorfosis,
XIII, 399-575).
luego de ver a Polixena muerta,
y a Polidoro allí, junto a la orilla 18

del mar, pudo advertir con tanta pena,


desgarrada ladró tal como un perro;
tanto el dolor su mente trastornaba. 21

Mas ni de Tebas furias ni troyanas


se vieron nunca en nadie tan crueles,
ni a las bestias hiriendo, ni a los hombres, 24

cuanto en dos almas pálidas, desnudas,


que mordiendo corrían, vi, del modo
que el cerdo cuando deja la pocilga. 27

Una cogió a Capocchio, y en el nudo


del cuello le mordió, y al empujarle,
le hizo arañar el suelo con el vientre. 30

Y el aretino, que quedó temblando,


me dijo: « El loco aquel es Gianni Schichi, 32 Comentario [L324]: Gianni
Schichi dei Cavalcanti, florentino,
que rabioso a los otros así ataca.» 33 muerto antes de 1280, al que se
debe la fechoría más adelante
relatada.
«Oh -le dije- así el otro no te hinque
los dientes en la espalda, no te importe
el decirme quién es antes que escape.» 36

Y él me repuso: «El alma antigua es ésa


de la perversa Mirra, que del padre 38 Comentario [L325]: Mirra,
hija de Cinira, rey de Chipre, tomó
lejos del recto amor, se hizo querida. 39 la figura de otra muchacha para
gozar de su padre, de quien estaba
enamorada; huyendo de éste una
El pecar con aquél consiguió ésta vez descubierta, fue convertida en
falsificándose en forma de otra, planta olorosa de Arabia
(Metamorfosis, X, 298 y
igual que osó aquel otro que se marcha, 42 siguientes).
por ganarse a la reina de las yeguas,
falsificar en sí a Buoso Donati, 44 Comentario [L326]: Este
Buoso Donati fue tío del que
testando y dando norma al testamente.» 45 hemos encontrado en Infierno,
XXV,140.
Y cuando ya se fueron los rabiosos,
sobre los cuales puse yo la vista,
la volví por mirar a otros malditos. 48

Vi a uno que un laúd parecería


si le hubieran cortado por las ingles
del sitio donde el hombre se bifurca. 51

La grave hidropesía, que deforma


los miembros con humores retenidos,
no casado la cara con el vientre, 54

le obliga a que los labios tenga abiertos,


tal como a causa de la sed el hético,
que uno al mentón, y el otro lleva arriba. 57

«Ah vosotros que andáis sin pena alguna,


y yo no sé por qué, en el mundo bajo
-él nos dijo-, mirad y estad atentos 60

a la miseria de maese Adamo: 61 Comentario [L327]: Algunos


estudiosos modemos le identifican
mientras viví yo tuve cuanto quise, con un Adam inglés, que vivía en
y una gota de agua, ¡ay triste!, ansío. 63 Bolonia en 1277 y que se dedicó a
falsificar florines florentinos en el
castillo de Romena, en el
Los arroyuelos que en las verdes lomas Casentino. Los florines tenían la
imagen del Bautista, patrón de la
de Casentino bajan hasta el Arno, ciudad. Una vez descubierto, fue
y hacen sus cauces fríos y apacibles, 66 quemado en Florencia en 1281.

siempre tengo delante, y no es en vano;


porque su imagen aún más me reseca
que el mal con que mi rostro se descarna. 69

La rígida justicia que me hiere


se sirve del lugar en que pequé
para que ponga en fuga más suspiros. 72

Está Romena allí, donde hice falsa


la aleación sigilada del Bautista,
por lo que el cuerpo quemado dejé. 75

Pero si viese aquí el ánima triste Comentario [L328]: Los hijos


de Guido o de Alejandro o de su hermano, 77 del conde Guido, señor de Romena
(lnfierno, XVI, 37), Guido
Fuente Branda, por verlos, no cambiase. 78 Alessandro, Aghinolfo a
Ildebrandino.
Una ya dentro está, si las rabiosas Comentario [L329]: Tal vez
una fuente cerca de Casentino.
sombras que van en torno no se engañan,
¿mas de qué sirve a mis miembros ligados? 81

Si acaso fuese al menos tan ligero


que anduviese en un siglo una pulgada,
en el camino ya me habría puesto, 84

buscándole entre aquella gente infame,


aunque once millas abarque esta fosa,
y no menos de media de través. 87

Por aquellos me encuentro en tal familia:


pues me indujeron a acuñar florines
con tres quilates de oro solamente.» 90

Y yo dije: «¿Quién son los dos mezquinos


que humean, cual las manos en invierno,
apretados yaciendo a tu derecha?» 93

«Aquí los encontré, y no se han movido


-me repuso- al llover yo en este abismo 97 Comentario [L330]: La mujer
de Putifar, que según Génesis
ni eternamente creo que se muevan. 96 (XXXIX, 6-23) acusó a José de
haberla querido forzar.
Una es la falsa que acusó a José;
otro el falso Sinón, griego de Troya: 98 Comentario [L331]: El griego
Sinón, fingiendo ser perseguido
por una fiebre aguda tanto hieden.» 99 por sus compañeros, convenció
con sus falsas palabras a los
troyanos de que introdujesen en la
Y uno de aquéllos, lleno de fastidio ciudad el caballo de madera
tal vez de ser nombrados con desprecio, (Eneida, II, 57-194).
le dio en la dura panza con el puño. 102

Ésta sonó cual si fuese un tambor;


y maese Adamo le pegó en la cara
con su brazo que no era menos duro, 105

diciéndole: «Aunque no pueda moverme,


porque pesados son mis miembros, suelto
para tal menester tengo mi brazo.» 108

Y aquél le respondió: « Al encaminarte


al fuego, tan veloz no lo tuviste:
pero sí, y más, cuando falsificabas.» 111

Y el hidrópico dijo: «Eso es bien cierto;


mas tan veraz testimonio no diste
al requerirte la verdad en Troya.» 114

«Si yo hablé en falso, el cuño falseaste


-dijo Sinón- y aquí estoy por un yerro,
y tú por más que algún otro demonio.» 117

«Acuérdate, perjuro, del caballo


-repuso aquel de la barriga hinchada-;
y que el mundo lo sepa y lo castigue.» 120

«Y te castigue a ti la sed que agrieta


-dijo el griego- la lengua, el agua inmunda
que al vientre le hace valla ante tus ojos.» 123

Y el monedero dilo: «Así se abra


la boca por tu mal, como acostumbra;
que si sed tengo y me hincha el humor, 126

te duele la cabeza y tienes fiebre;


y a lamer el espejo de Narciso, 128 Comentario [L332]: El espejo
donde Narciso se rniraba es el
te invitarían muy pocas palabras.» 129 agua.

Yo me estaba muy quieto para oírles


cuando el maestro dijo: «¡Vamos, mira!
no comprendo qué te hace tanta gracia.» 132

Al oír que me hablaba con enojo,


hacia él me volví con tal vergüenza,
que todavía gira en mi memoria. 135

Como ocurre a quien sueña su desgracia,


que soñando aún desea que sea un sueño,
tal como es, como si no lo fuese, 138

así yo estaba, sin poder hablar,


deseando escusarme, y escusábame
sin embargo, y no pensaba hacerlo. 141

«Falta mayor menor vergüenza lava


-dijo el maestro-, que ha sido la tuya;
así es que ya descarga tu tristeza. 144

Y piensa que estaré siempre a tu lado,


si es que otra vez te lleva la fortuna
donde haya gente en pleitos semejantes: 147
pues el querer oír eso es vil deseo.»

CANTO XXXI

La misma lengua me mordió primero,


haciéndome teñir las dos mejillas,
y después me aplicó la medicina: 3
así escuché que solía la lanza 4 Comentario [L333]: Las
propiedades de la lanza de Peleo y
de Aquiles y su padre ser causante de Aquiles son muy conocidas en
primero de dolor, después de alivio, 6 la literatura clásica y medieval,
siendo muchas veces comparada al
beso o la mirada de la mujer
Dimos la espalda a aquel mísero valle amada.
por la ribera que en torno le ciñe,
y sin ninguna charla lo cruzamos. 9

No era allí ni de día ni de noche,


y poco penetraba con la vista;
pero escuché sonar un alto cuerno, 12

tanto que habría a los truenos callado,


y que hacia él su camino siguiendo,
me dirigió la vista sólo a un punto. 15

Tras la derrota dolorosa, cuando 16 Comentario [L334]: Alude al


conocido episodio de Roncesvalles
Carlomagno perdió la santa gesta, del cantar de Roldán.
Orlando no tocó con tanta furia. 18

A poco de volver allí mi rostro,


muchas torres muy altas creí ver;
y yo: «Maestro, di, ¿qué muro es éste?» 21

Y él a mí: «Como cruzas las tinieblas


demasiado a lo lejos, te sucede
que en el imaginar estás errado. 24

Bien lo verás, si llegas a su vera,


cuánto el seso de lejos se confunde;
así que marcha un poco más aprisa.» 27

Y con cariño cogióme la mano,


y dijo: «Antes que hayamos avanzado,
para que menos raro te parezca, 30

sabe que no son torres, mas gigantes, 31 Comentario [L335]: Los


gigantes están colocados alrededor
y en el pozo al que cerca esta ribera de las paredes del pozo infernal, en
están metidos, del ombligo abajo.» 33 la línea que separa el círculo de
Malasbolsas, por el que sobresalen,
del de Cocito, en cuyo hielo tienen
Como al irse la niebla disipando, los pies. Aunque Dante nombra a
seis debe imaginarse acaso nueve,
la vista reconoce poco a poco uno por cada puente de
lo que esconde el vapor que arrastra el aire, 36 Malasbolsas.

así horadando el aura espesa y negra,


más y más acercándonos al borde,
se iba el error y el miedo me crecía; 39

pues como sobre la redonda cerca


Monterregión de torres se corona, 41 Comentario [L336]: Castillo
sienés levantado en 1213 contra
así aquel margen que el pozo circunda 42 Florencia, coronado por catorce
impresionantes torres.
con la mitad del cuerpo torreaban
los horribles gigantes, que amenaza 44 Comentario [L337]: Los
gigantes que se levantaron contra
aún desde el cielo Júpiter tronando. 45 Júpiter fueron derrotados en la ba-
talla de Flegra (Infierno, XIV, 58)
con los rayos fabricados por
Y yo miraba ya de alguno el rostro, Vulcano.
la espalda, el pecho y gran parte del vientre,
y los brazos cayendo a los costados. 47

Cuando dejó de hacer Naturaleza


aquellos animales, muy bien hizo,
porque tales ayudas quitó a Marte; 51

Y si ella de elefantes y ballenas


no se arrepiente, quien atento mira,
más justa y más discreta ha de tenerla; 54

pues donde el argumento de la mente


al mal querer se junta y a la fuerza,
el hombre no podría defenderse. 57

Su cara parecía larga y gruesa


como la Piña de San Pedro, en Roma, 59 Comentario [L338]: La Piña
de San Pedro, que al parecer había
y en esta proporción los otros huesos; 60 coronado el Mausoleo de Adriano,
o el Panteón, se encontraba en
tiempos de Dante ante la antigua
y así la orilla, que les ocultaba basílica. Sus dimensiones eran de
del medio abajo, les mostraba tanto cuatro metros. En la actualidad se
encuentra en un patio de los
de arriba, que alcanzar su cabellera 63 palacios Vaticanos que lleva su
nombre.
tres frisones en vano pretendiesen;
pues treinta grandes palmos les veía
de abajo al sitio en que se anuda el manto. 66 Comentario [L339]: Unos
veinte metros.

«Raphel may amech zabi almi», 67 Comentario [L340]: Nembrot


habla una lengua producto de la
a gritar empezó la fiera boca, confusión de Babel, pues este
a quien más dulces salmos no convienen. 69 personaje es quien mandó construir
dicha torre, según la tradición
patrística. Se ha buscado, sin
Y mi guía hacia él: « ¡Alma insensata, provecho, alguna interpretación a
estas palabras, que acaso nada
coge tu cuerno, y desfoga con él signifiquen.
cuanta ira o pasión así te agita! 72

Mirate al cuello, y hallarás la soga


que amarrado lo tiene, alma turbada,
mira cómo tu enorme pecho aprieta.» 75

Después me dijo: «A sí mismo se acusa.


Este es Nembrot, por cuya mala idea
sólo un lenguaje no existe en el mundo. 78

Dejémosle, y no hablemos vanamente,


porque así es para él cualquier lenguaje,
cual para otros el suyo: nadie entiende.» 81

Seguimos el viaje caminando


a la izquierda, y a un tiro de ballesta,
otro encontramos más feroz y grande. 84

Para ceñirlo quién fuera el maestro,


decir no sé, pero tenía atados
delante el otro, atrás el brazo diestro, 87

una cadena que le rodeaba


del cuello a abajo, y por lo descubierto
le daba vueltas hasta cinco veces. 90

«Este soberbio quiso demostrar 91 Comentario [L341]: Efialte,


hijo de Neptuno, intervino en la
contra el supremo Jove su potencia famosa batalla contra el Olimpo
-dijo mi guía- y esto ha merecido. 93 poniendo el monte Osa sobre el
Pelión.

Se llama Efialte; y su intentona hizo


al dar miedo a los dioses los gigantes:
los brazos que movió, ya más no mueve.» 96

Y le dije: «Quisiera, si es posible,


que del desmesurado Briareo 98 Comentario [L342]: Briareo,
hijo de Urano y de la Tierra, fue
puedan tener mis ojos experiencia.» 99 uno de los centimanos, según los
clásicos, detalle que Dante prefiere
suprimir en este pasaje.
Y él me repuso: «A Anteo ya verás 100
cerca de aquí, que habla y está libre, Comentario [L343]: Anteo,
asimismo hijo de Neptuno y de la
que nos pondrá en el fondo del infierno. 102 Tierra, es famoso por su combate
contra Hércules, quien debía
sujetarle en el aire para vencerle,
Aquel que quieres ver, está muy lejos, pues al contacto con su madre
y está amarrado y puesto de igual modo, recuperaba las fuerzas.

salvo que aún más feroz el rostro tiene.» 105

No hubo nunca tan fuerte terremoto,


que moviese una torre con tal fuerza,
como Efialte fue pronto en revolverse. 108

Más que nunca temí la muerte entonces,


y el miedo solamente bastaría
aunque no hubiese visto las cadenas. 111

Seguimos caminando hacia adelante


y llegamos a Anteo: cinco alas
salían de la fosa, sin cabeza. 114
«Oh tú que en el afortunado valle 115 Comentario [L344]: Anteo
vivía cerca de Zama, donde fue
que heredero a Escipión de gloria hizo, derrotado Aníbal por Escipión, y
al escapar Aníbal con los suyos, 117 no estuvo en la batalla de Flegra,
por no haber nacido todavía
(Lucano, Farsalia, IV).
mil leones cazaste por botín,
y que si hubieses ido a la alta lucha
de tus hermanos, hay quien ha pensado 120

que vencieran los hijos de la Tierra;


bájanos, sin por ello despreciarnos,
donde al Cocito encierra la friura. 123

A Ticio y a Tifeo no nos mandes; 124 Comentario [L345]: Ticio fue


muerto por Apolo; Tifeo, como
éste te puede dar lo que deseas; 125 Góngora recuerda, está sepultado
inclínate, y no tuerzas el semblante. 126 bajo el Etna.
Comentario [L346]: Dante
Aún puede darte fama allá en el mundo, puede hablar bien de ellos a su
regreso a la Tierra.
pues que está vivo y larga vida espera,
si la Gracia a destiempo no le llama.» 129

Así dijo el maestro; y él deprisa


tendió la mano, y agarró a mi guía,
con la que a Hércules diera el fuerte abrazo. 132

Virgilio, cuando se sintió cogido,


me dijo: «Ven aquí, que yo te coja»;
luego hizo tal que un haz éramos ambos. 135

Cual parece al mirar la Garisenda 136 Comentario [L347]: La


Garisenda es una torre de Bolonia,
donde se inclina, cuando va una nube levantada en ll10 por Oddo dei
sobre ella, que se venga toda abajo; 138 Garisendi, y que aún se halla junto
a la Asinelli en el centro de la
ciudad. Tiene una altura de 47,51
tal parecióme Anteo al observarle metros y una inclinación de 2,37.
y ver que se inclinaba, y fue en tal hora
que hubiera preferido otro camino. 141

Mas levemente al fondo que se traga 142 Comentario [L348]: Al último


circulo.
a Lucifer con Judas, nos condujo;
y así inclinado no hizo más demora, 144
y se alzó como el mástil en la nave.

CANTO XXXII

Si rimas broncas y ásperas tuviese, 1 Comentario [L349]: En el


original, las rimas de los dos
como merecerfa el agujero primeros tercetos intentan dar una
sobre el que apoyan las restantes rocas 3 sensación de rudeza (chiocce,
buco, rocce, suco, abbo, conduco).

exprimiría el jugo de mi tema


más plenamente; mas como no tengo,
no sin miedo a contarlo me dispongo; 6

que no es empresa de tomar a juego


de todo el orbe describir el fondo,
ni de lengua que diga «mama» o «papa». 9

Mas a mi verso ayuden las mujeres 10 Comentario [L350]: Al llegar


la hora de describir la región más
que a Anfión a cerrar Tebas ayudaron, profunda del Infierno, donde se
y del hecho el decir no sea diverso. 12 castiga en el hielo a los traidores,
Dante invoca a las musas para que
le ayuden en su empresa, como a
¡Oh sobre todas mal creada plebe, Anfión, que levantó las murallas
de Tebas haciendo venirlas piedras
que el sitio ocupas del que hablar es duro, con su canto.
mejor serla ser cabras u ovejas! 15

Cuando estuvimos ya en el negro pozo, 16 Comentario [L351]: Los


viajeros se encuentran en el primer
de los pies del gigante aún más abajo, recinto del último círculo, deno-
y yo miraba aún la alta muralla, 18 minado Caína, donde se castigan
los traidores a sus familiares
(como Caín mató a Abel a
oí decirme: «Mira dónde pisas: traición).
anda sin dar patadas a la triste
cabeza de mi hermano desdichado.» 21

Por lo cual me volví, y vi por delante


y a mis plantas un lago que, del hielo,
de vidrio, y no de agua, tiene el rostro. 24

A su corriente no hace tan espeso


velo, en Austria, el Danubio en el invierno,
ni bajo el frío cielo allá el Tanais, 27 Comentario [L352]: El Tanais
es el río Don para los latinos.

como era allí; porque si el Pietrapana 28 Comentario [L353]: Monte


incierto, acaso de Escandinavia o
o el Tambernic, encima le cayese, 29 de Rusia.
ni «crac» hubiese hecho por el golpe. 30 Comentario [L354]: Pietrapan
a es un monte de los Alpes.
Y tal como croando está la rana,
fuera del agua el morro, cuando sueña
con frecuencia espigar la campesina, 33 Comentario [L355]: Al
comienzo del verano.

lívidas, hasta el sitio en que aparece 34 Comentario [L356]: Hasta la


cabeza, pues la vergüenza se
la vergüenza, en el hielo había sombras, manifiesta en la cara; para otros,
castañeteando el diente cual cigüeñas. 36 los genitales.

Hacia abajo sus rostros se volvían:


el frío con la boca, y con los ojos
el triste corazón testimoniaban. 39
Comentario [L357]: Alejandro
y Napoleón, hijos de Alberto de
Después de haber ya visto un poco en torno, 40 Mangona, que se mataron el uno al
miré, a mis pies, a dos tan estrechados, otro en 1282 por cuestiones
políticas.
que mezclados tenían sus cabellos. 42

«Decidme, los que así apretáis los pechos


-les dije- ¿Quiénes sois?» Y el cuello irguieron;
y al alzar la cabeza, chorrearon 45

sus ojos, que antes eran sólo blandos


por dentro, hasta los labios, y ató el hielo
las lágrimas entre ellos, encerrándolos. 48

Leño con leño grapa nunca une


tan fuerte; por lo que, como dos chivos,
los dos se golpearon iracundos. 51

Y uno, que sin orejas se encontraba


por la friura, con el rostro gacho, Comentario [L358]: Mordec,
sobrino o hijo del rey Arturo,
dijo: «¿Por qué nos miras de ese modo? 54 intentó matar a éste, pero el rey lo
atravesó de parte a parte de un
lanzazo, dejando pasar un rayo de
Si saber quieres quién son estos dos, sol a través de la herida.
el valle en que el Bisenzo se derrama Comentario [L359]: Sobreno
fue de Alberto, su padre, y de estos hijos. 57 mbre de Vanni dei Cancellieri, de
Pistoia, que asesinó a su primo
Detto y fue un hombre cruel. Vivió
De igual cuerpo salieron; y en Caína en el último cuarto del siglo XIII.
podrás buscar, y no encontrarás sombra Comentario [L360]: Sassolo
más digna de estar puesta en este hielo; 60 Mascheroni de Florencia dio
muerte a un joven sobrino para
apoderarse de su herencia.
no aquel a quien rompiera pecho y sombra, 61 Descubierto el hecho, fue
ajusticiado dentro de un tonel lleno
por la mano de Arturo, un solo golpe; de cuchillas al que se dio vueltas, y
no Focaccia; y no éste, que me tapa 63 luego decapitado. En efecto, Dante
no podia olvidar semejante castigo.
Comentario [L361]: Camincio
con la cabeza y no me deja ver, ne di Pazzi mató a su pariente
y fue llamado Sassol Mascheroni: 65 Ubertino de una puñalada, mien-
tras paseaban a caballo.
si eres toscano bien sabrás quién fue. 66
Comentario [L362]: «Carlino
hará menor mi culpa con la suya.»
Y porque en más sermones no me metas, En efecto, este Carlino traicionó a
los blancos vendiendo a los negros
sabe que fui Camincion dei Pazzi; 68 el castillo de Piantra Vigui.
y espero que Carlino me haga bueno.» 69 Comentario [L363]: El
segundo recinto es Antenora,
Luego yo vi mil rostros por el frío 70 llamada así por Antenor, príncipe
troyano, donde se castigan las
amoratados, y terror me viene, traiciones a la patria, pues a dicho
y siempre me vendrá de aquellos hielos. 72 personaje se atribuía el haber
entregado el palacio a los griegos,
aunque Homero en la Ilíada le pre-
Y mientras que hacia el centro caminábamos, senta como a un hombre sabio que
recomienda la devolución de
en el que toda gravedad se aúna, Helena.
y yo en la eterna lobreguez temblaba, 75 Comentario [L364]: Se trata,
como veremos, de Bocca degli
Abati, que en la famosa batalla de
si el azar o el destino o Dios lo quiso, Monteaparti traicionó a los güelfos
no sé; mas paseando entre cabezas, de Florencia, que fueron
derrotados, al cortar la mano de
golpeé con el pie el rostro de una. 78 quien llevaba el estandarte de
éstos.
Llorando me gritó: «¿Por qué me pisas?
Si a aumentar tú no vienes la venganza
de Monteaperti, ¿por qué me molestas?» 81

Y yo: «Maestro mío, espera un poco


pues quiero que me saque éste de dudas;
y luego me darás, si quieres, prisa.» 84

El guía se detuvo y dije a aquel


que blasfemaba aún muy duramente:
« ¿Quién eres tú que así reprendes a otros?» 87

«Y tú ¿quién eres que por la Antenora


vas golpeando -respondió- los rostros,
de tal forma que, aun vivo, mucho fuera?» 90

«Yo estoy vivo, y acaso te convenga


-fue mi respuesta-, si es que quieres fama,
que yo ponga tu nombre entre los otros.» 93

Y él a mí: «Lo contrario desearía;


márchate ya de aquí y no me molestes,
que halagar sabes mal en esta gruta.» 96

Entonces le cogí por el cogote,


y dije: «Deberás decir tu nombre,
o quedarte sin pelo aquí debajo.» 99

Por lo que dijo: «Aunque me descabelles,


no te diré quién soy, ni he de decirlo,
aunque mil veces golpees mi cabeza.» 102

Ya enroscados tenía sus cabellos,


y ya más de un mechón le había arrancado,
mientras ladraba con la vista gacha, 105

cuando otro le gritó: «¿Qué tienes, Bocca?


¿No te basta sonar con las quijadas,
sino que ladras? ¿quién te da tormento?» 108

«Ahora -le dije yo- no quiero oírte,


oh malvado traidor: que en tu deshonra,
he de llevar de ti veraces nuevas.» 111

«Vete -repuso- y di lo que te plazca,


pero no calles, si de aquí salieras,
de quien tuvo la lengua tan ligera. 114
Él llora aquí el dinero del francés: 115 Comentario [L365]: Buoso di
Dovera, señor de Cremona, al
“Yo vi -podrás decir- a aquel de Duera, contrario que el anterior, traicionó
donde frescos están los pecadores.” 117 al partido gibelino en 1265, cuando
encargado por Manfredo de
detener a Carlos de Anjou se dejó
Si fuera preguntado “¿y esos otros?”, comprar por éste y no le combatió.
tienes al lado a aquel de Beccaría, 119 Comentario [L366]: Tesauro
del cual segó Florencia la garganta. 120 dei Beccheria, legado pontificio en
Toscana fue acusado de conspirar
a favor de los gibelinos florentinos,
Gianni de Soldanier creo que está 121 tras el destierro de éstos en 1258, y
decapitado por los güelfos.
allá con Ganelón y Teobaldelo, 122
Comentario [L367]: Gianni
que abrió Faenza mientras que dormía.» 123 dei Soldanier, gibelino florentino,
en 1266, durante el gobiemo de
Catalano y Loderingo (Infierno,
Nos habíamos de éstos alejado, XXII), se pasó a dirigir la facción
cuando vi a dos helados en un hoyo, güelfa. Aún vivía en 1285.

y una cabeza de otra era sombrero; 126 Comentario [L368]: Ganelón


o Gano es el traidor en la historia
de Roldán. bis Toebaldello
y como el pan con hambre se devora, Zambriasi, abrió Faenza a los
güelfos de Bolonia, en la
así el de arriba le mordía al otro madrugada del 13 de noviembre de
donde se juntan nuca con cerebro. 129 1280, por su enemistad con la
familia gibelina de los
Lambertazza.
No de otra forma Tideo roía
la sien a Menalipo por despecho, 131 Comentario [L369]: El
episodio lo cuenta Estacio en la
que aquél el cráneo y las restantes cosas. 132 Tebaida, VIII, 740-63: Tideo, uno
de los siete reyes que atacaron la
ciudad, fue herido mortalmente por
«Oh tú, que muestras por tan brutal signo Menalipo, y dando muerte a su vez
un odio tal por quien así devoras, a éste, mandó que trajeran la
cabeza de su enemigo, que mordió
dime el porqué -le dije- de ese trato, 135 rabiosamente mientras agonizaba.

que si tú con razón te quejas de él,


sabiendo quiénes sois, y su pecado,
aún en el mundo pueda yo vengarte, 138
si no se seca aquella con la que hablo.»

CANTO XXXIII

De la feroz comida alzó la boca


el pecador, limpiándola en los pelos
de la cabeza que detrás roía. 3

Luego empezó: «Tú quieres que renueve


el amargo dolor que me atenaza
sólo al pensarlo, antes que de ello hable. 6

Mas si han de ser simiente mis palabras


que dé frutos de infamia a este traidor
que muerdo, al par verás que lloro y hablo. 9

Ignoro yo quién seas y en qué forma


has llegado hasta aquí, mas de Florencia
de verdad me pareces al oírte. 12

Debes saber que fui el conde Ugolino 13 Comentario [L370]: Ugolino


della Gherardesca, de nobilísima
y este ha sido Ruggieri, el arzobispo; 14 famifia gibelina de Pisa, se pasó al
por qué soy tal vecino he de contarte. 15 bando güelfo junto con su yerno
Giovanni Visconti. Posteriormente,
y tras la derrota naval de Meloria
Que a causa de sus malos pensamientos, (1284) ante genoveses, tomó el
poder en Pisa, que ejerció de
y fiándome de él fui puesto preso manera tiránica, cediendo a Lucca
y luego muerto, no hay que relatarlo; 18 y a Florencia una serie de castillos.
Vueltos a Pisa los prisioneros de la
batalla Meloria en 1288, en su
mas lo que haber oído no pudiste, mayoría gibelinos, consiguieron
arrebatarle a traición el poder, bajo
quiero decir, lo cruel que fue mi muerte, la dirección del arzobispo
escucharás: sabrás si me ha ofendido. 21 Ruggieri. Ugolino, junto con dos
hijos y dos nietos, fue encerrado en
una torre, en la que los cinco
Un pequeño agujero de «la Muda» 22 murieron de hambre en junio de
1288. Tal vez esté condenado en el
que por mí ya se llama «La del Hambre», Infierno por la traición hecha a su
y que conviene que a otros aún encierre, 24 yerno.
Comentario [L371]: Ruggieri
enseñado me había por su hueco degli Ubaldini, de familia gibelina,
fue arzobispo de Pisa des-de 1278,
muchas lunas, cuando un mal sueño tuve y tras la muerte de Ugolino dirigió
que me rasgó los velos del futuro. 27 los destinos de Pisa de manera que
suscitó la condena del papa
Nicolás IV. Murió en Viterbo en
Éste me apareció señor y dueño, 1295. Está condenado por
traicionar a Ugolino.
a la caza del lobo y los lobeznos 29
Comentario [L372]: El
en el monte que a Pisa oculta Lucca. 30 primitivo nombre de la antigua
torre que se alzaba en la actual
plaza de los Caballeros, aludía a la
Con perros flacos, sabios y amaestrados, muda de los pájaros.
los Gualandis, Lanfrancos y Sismondis 32 Comentario [L373]: El monte
al frente se encontraban bien dispuestos. 33 de San Julián.
Comentario [L374]: Tres
Tras de corta carrera vi rendidos familias gibelinas aliadas contra
Ugolino.
a los hijos y al padre, y con colmillos
agudos vi morderles los costados. 36

Cuando me desperté antes de la aurora,


llorar sentí en el sueño a mis hijitos
que estaban junto a mí, pidiendo pan. 39

Muy cruel serás si no te dueles de esto,


pensando lo que en mi alma se anunciaba:
y si no lloras, ¿de qué llorar sueles? 42

Se despertaron, y llegó la hora


en que solían darnos la comida,
y por su sueño cada cual dudaba. 45

Y oí clavar la entrada desde abajo


de la espantosa torre; y yo miraba
la cara a mis hijitos sin moverme. 48
Yo no lloraba, tan de piedra era;
lloraban ellos; y Anselmuccio dijo: 50 Comentario [L375]: Anselmu
ccio, el más joven de los cuatro,
«Cómo nos miras, padre, ¿qué te pasa?» 51 era hijo de Guelfo, hijo de Ugo-
lino.
Pero yo no lloré ni le repuse
en todo el día ni al llegar la noche,
hasta que un nuevo sol salía a mundo. 54

Como un pequeño rayo penetrase


en la penosa cárcel, y mirara
en cuatro rostros mi apariencia misma, 57

ambas manos de pena me mordía;


y al pensar que lo hacía yo por ganas
de comer, bruscamente levantaron, 60

diciendo: « Padre, menos nos doliera


si comes de nosotros; pues vestiste
estas míseras carnes, las despoja.» 63

Por más no entristecerlos me calmaba;


ese día y al otro nada hablamos:
Ay, dura tierra, ¿por qué no te abriste? 66

Cuando hubieron pasado cuatro días,


Gaddo se me arrojó a los pies tendido, 68 Comentario [L376]: Gaddo sí
era realmente hijo del conde, y era
diciendo: «Padre, ¿por qué no me ayudas?» 69 ya un hombre maduro.

Allí murió: y como me estás viendo,


vi morir a los tres uno por uno
al quinto y sexto día; y yo me daba 72

ya ciego, a andar a tientas sobre ellos.


Dos días les llamé aunque estaban muertos:
después más que el dolor pudo el ayuno.» 75 Comentario [L377]: Como
propone Borges comentando el
pasaje, este verso tan debatido no
Cuando esto dijo, con torcidos ojos alude a que el conde comiera los
cadáveres de sus hijos, como, al
volvió a morder la mísera cabeza, contrario de los antiguos pensaron
y los huesos tan fuerte como un perro. 78 los comentaristas románticos, pero
crea en el lector una turbia
sospecha, aunque sólo pretenda
¡Ah Pisa, vituperio de las gentes decir que el conde murió de
hambre, ya que no había muerto de
del hermoso país donde el «sí» suena!, dolor.
pues tardos al castigo tus vecinos, 81

muévanse la Gorgona y la Capraia, 82 Comentario [L378]: Islas del


mar Tirreno, posesiones de Pisa.
y hagan presas allí en la hoz del Arno,
para anegar en ti a toda persona; 84
pues si al conde Ugolino se acusaba
por la traición que hizo a tus castillos,
no debiste a los hijos dar tormento. 87

Inocentes hacía la edad nueva,


nueva Tebas, a Uguiccion y al Brigada 89 Comentario [L379]: Llama a
Pisa nueva Tebas a causa de la
y a los otros que el canto ya ha nombrado.» 90 crueldad proverbial de sus mora-
dores (Infierno, XXVI, XXX, etc.).
Uguiccione era hijo del conde; el
A otro lado pasamos, y a otra gente 91 brigada, por nombre Ugolino, era
envolvía la helada con crudeza, hijo de Guelfo y hermano de
Anselmuccio.
y no cabeza abajo sino arriba. 93
Comentario [L380]: Los
condenados de la Tolomea (así
El llanto mismo el lloro no permite, llamada por el Tolomeo que
y la pena que encuentra el ojo lleno, asesinó a los Macabeos a traición),
aquellos que traicionaron a sus
vuelve hacia atras, la angustia acrecentando; 96 propios amigos.

pues hacen muro las primeras lágrimas,


y así como viseras cristalinas,
llenan bajo las cejas todo el vaso. 99

Y sucedió que, aun como encallecido


por el gran frío cualquier sentimiento
hubiera abandonado ya mi rostro, 102

me parecía ya sentir un viento,


por lo que yo: «Maestro, ¿quién lo hace?,
¿No están extintos todos los vapores?» 105

Y él me repuso: «En breve será cuando


a esto darán tus ojos la respuesta,
viendo la causa que este soplo envía.» 108

Y un triste de esos de la fría costra


gritó: «Ah vosotras, almas tan crueles,
que el último lugar os ha tocado, 111

del rostro levantar mis duros velos,


que el dolor que me oprime expulsar pueda,
un poco antes que el llanto se congele.» 114

Y le dije: «Si quieres que te ayude,


dime quién eres, y si no te libro,
merezca yo ir al fondo de este hielo.» 117

Me respondió: «Yo soy fray Alberigo; 118 Comentario [L381]: Alberigo


dei Manfredi, fraile gozoso, hizo
soy aquel de la fruta del mal huerto, asesinar a su pariente Manfredo, a
que por el higo el dátil he cambiado.» 120 quien había invitado a comer, en el
momento de traer la fruta a la
mesa. Ahora ha cambiado higo por
«Oh, ¿ya estás muerto --díjele yo- entonces? dátil, es decir, pecado por castigo.
Y él repuso: «De cómo esté mi cuerpo
en el mundo, no tengo ciencia alguna. 123

Tal ventaja tiene esta Tolomea,


que muchas veces caen aquí las almas 125 Comentario [L382]: Atropos
es una de las parcas.
antes de que sus dedos mueva Atropos; 126

y para que de grado tú me quites


las lágrimas vidriadosas de mi rostro,
sabe que luego que el alma traiciona, 129

como yo hiciera, el cuerpo le es quitado


por un demonio que después la rige,
hasta que el tiempo suyo todo acabe. 132

Ella cae en cisterna semejante;


y es posible que arriba esté aún el cuerpo
de la sombra que aquí detrás inverna. 135

Tú lo debes saber, si ahora has venido: 136 Comentario [L383]: Branca


Doria, de Génova, asesinó a su
que es Branca Doria, y ya han pasado muchos suegro Miguel Zanque (Infierno,
años desde que fuera aquí encerrado.» 138 XXII, 88), también durante un
festín, para arrebatarle su posesión
de Logodoro. Branca Doria murió
«Creo -le dije yo- que tú me engañas; sobre 1315, ya aparecida esta parte
de la Comedia.
Branca Doria no ha muerto todavía,
y come y bebe y duerme y paños viste.» 141

«Al pozo -él respondió- de Malasgarras,


donde la pez rebulle pegajosa,
aún no había caído Miguel Zanque, 144

cuando éste le dejó al diablo un sitio


en su cuerpo, y el de un pariente suyo 146 Comentario [L384]: Personaje
no localizado por los
que la traición junto con él hiciera. 147 comentaristas.

Mas extiende por fin aquí la mano;


abre mis ojos.» Y no los abrí; 149 Comentario [L385]: Dante
respeta la condena divina, y falta
y cortesia fue el villano serle. 150 así a la palabra dada al traidor,
traicionándole a su vez.
¡Ah genoveses, hombres tan distantes
de todo bien, de toda lacra llenos!,
¿por qué no sois del mundo desterrados? 153

Porque con la peor alma de Romaña 154 Comentario [L386]: La de


fray Alberigo, que era de Faenza, y
hallé a uno de vosotros, por sus obras aún vivía en abril de 1300.
su espiritu bañando en el Cocito, 156
y aún en la tierra vivo con el cuerpo.

CANTO XXXIV
«Vexilla regis prodeunt inferni 1 Comentario [L387]: Palabras
de un himno religioso debido a
contra nosotros, mira, pues, delante Venanzio Fortunato (siglo IV),
-dijo el maestro- a ver si los distingues.» 3 aquí aplicadas a las alas de
Lucifer.

Como cuando una espesa niebla baja,


o se oscurece ya nuestro hemisferio,
girando lejos vemos un molino, 6

una máquina tal creí ver entonces;


luego, por aquel viento, busqué abrigo
tras de mi guía, pues no hallé otra gruta. 9

Ya estaba, y con terror lo pongo en verso,


donde todas las sombras se cubrían, 11 Comentario [L388]: Se trata
de la Judea, región infernal en la
traspareciendo como paja en vidrio: 12 que se castiga a los traidores su-
premos.
Unas yacen; y están erguidas otras,
con la cabeza aquella o con las plantas;
otra, tal arco, el rostro a los pies vuelve. 15

Cuando avanzamos ya lo suficiente,


que a mi maestro le plació mostrarme
la criatura que tuvo hermosa cara, 18

se me puso delante y me detuvo,


«Mira a Dite -diciendo-, y mira el sitio 20 Comentario [L389]: Dite es,
siguiendo a Virgilio, el demonio
donde tendrás que armarte de valor.» 21 (Infierno, VIII).

De cómo me quedé helado y atónito,


no lo inquieras, lector, que no lo escribo,
porque cualquier hablar poco sería. 24

Yo no morí, mas vivo no quedé:


piensa por ti, si algún ingenio tienes,
cual me puse, privado de ambas cosas. 27

El monarca del doloroso reino,


del hielo aquel sacaba el pecho afuera;
y más con un gigante me comparo, 30 Comentario [L390]: Los
comentaristas le calculan unos mil
metros (Infierno, XXXI).
que los gigantes con sus brazos hacen:
mira pues cuánto debe ser el todo
que a semejante parte corresponde. 33

Si igual de bello fue como ahora es feo,


y contra su hacedor alzó los ojos,
con razón de él nos viene cualquier luto. 36
¡Qué asombro tan enorme me produjo 37 Comentario [L391]: Nótese el
parentesco de la figura infernal que
cuando vi su cabeza con tres caras! pinta Dante, con las repre-
Una delante, que era toda roja: 39 sentaciones plásticas de la época.
Las tres cabezas (roja, amarilla y
negra) pueden considerarse como
las otras eran dos, a aquella unidas una parodia de la Trinidad.
por encima del uno y otro hombro,
y uníanse en el sitio de la cresta; 42

entre amarilla y blanca la derecha


parecia; y la izquierda era tal los que
vienen de allí donde el Nilo discurre. 45

Bajo las tres salía un gran par de alas,


tal como convenía a tanto pájaro:
velas de barco no vi nunca iguales. 48

No eran plumosas, sino de murciélago


su aspecto; y de tal forma aleteaban,
que tres vientos de aquello se movían: 51

por éstos congelábase el Cocito;


con seis ojos lloraba, y por tres barbas
corría el llanto y baba sanguinosa. 54

En cada boca hería con los dientes


a un pecador, como una agramadera, 56 Comentario [L392]: Los tres
supremos traidores son Judas
tal que a los tres atormentaba a un tiempo. 57 Iscariote, que vendió a Cristo y
sufre por ello mayor castigo; Bruto
y Casio, los asesinos de César, por
Al de delante, el morder no era nada lo que de nuevo encontramos la
comparado a la espalda, que a zarpazos alusión a los supremos poderes,
espiritual y temporal: la Iglesia y el
toda la piel habíale arrancado. 60 Imperio.

«Aquella alma que allí más pena sufre


-dijo el maestro- es Judas Iscariote,
con la cabeza dentro y piernas fuera. 63

De los que la cabeza afuera tienen,


quien de las negras fauces cuelga es Bruto:
-¡mirale retorcerse! ¡y nada dice!- 66

Casio es el otro, de aspecto membrudo.


Mas retorna la noche, y ya es la hora
de partir, porque todo ya hemos visto.» 69

Como él lo quiso, al cuello le abracé;


y escogió el tiempo y el lugar preciso,
y, al estar ya las alas bien abiertas, 72

se sujetó de los peludos flancos:


y descendió después de pelo en pelo,
entre pelambre hirsuta y costra helada. 75

Cuando nos encontramos donde el muslo 76 Comentario [L393]: Como


veremos, es este el momento en
se ensancha y hace gruesas las caderas, que pasan del hemisferio norte al
el guía, con fatiga y con angustia, 78 hemisferio sur, pues Lucifer ocupa
el centro de la tierra, y al llegar
aproximadamente a su mitad,
la cabeza volvió hacia los zancajos, bajando, comienza a subir desde lo
más profundo del otro hemisferio.
y al pelo se agarró como quien sube,
tal que al infierno yo creí volver. 81

«Cógete bien, ya que por esta escala


-dijo el maestro exhausto y jadeante
es preciso escapar de tantos males.» 84

Luego salió por el hueco de un risco,


y junto a éste me dejó sentado;
y puso junto a mí su pie prudente. 87

Yo alcé los ojos, y pensé mirar


a Lucifer igual que lo dejamos,
y le vi con las piernas para arriba; 90

y si desconcertado me vi entonces,
el vulgo es quien lo piensa, pues no entiende
cuál es el trago que pasado había. 93

«Ponte de pie -me dijo mi maestro-:


la ruta es larga y el camino es malo,
y el sol ya cae al medio de la tercia.» 96 Comentario [L394]: Sobre las
siete y media de la mañana.

No era el lugar donde nos encontrábamos


pasillo de palacio, mas caverna
que poca luz y mal suelo tenía. 99

«Antes que del abismo yo me aparte,


maestro -dije cuando estuve en pie-,
por sacarme de error háblame un poco: 102

¿Dónde está el hielo?, ¿y cómo éste se encuentra


tan boca abajo, y en tan poco tiempo,
de noche a día el sol ha caminado?» 105

Y él me repuso: « Piensas todavía


que estás allí en el centro, en que agarré
el pelo del gusano que perfora 108

el mundo: allí estuviste en la bajada;


cuando yo me volví, cruzaste el punto
en que converge el peso de ambas partes: 111

y has alcanzado ya el otro hemisferio


que es contrario de aquel que la gran seca 113 Comentario [L395]: La gran
seca es la tierra, cuyo punto
recubre, en cuya cima consumido 114 culminante es el Calvario.

fue el hombre que nació y vivió sin culpa;


tienes los pies sobre la breve esfera
que a la Judea forma la otra cara. 117 Comentario [L396]: En una
esfera que se corresponde con la
región infernal de la Judea.
Aquí es mañana, cuando allí es de noche:
y aquél, que fue escalera con su pelo,
aún se encuentra plantado igual que antes. 120

Del cielo se arrojó por esta parte; 121 Comentario [L397]: Lucifer
fue arrojado del cielo por el
y la tierra que aquí antes se extendía, hemisferio austral y las tierras que
por miedo a él, del mar hizo su velo, 123 allí se encontraban, por miedo a él,
se retiraron hacia el boreal (donde
según el pensamiento de la época,
y al hemisferio nuestro vino; y puede se hallaban todas). Todo el hueco
que sirvió para formar el embudo
que por huir dejara este vacío del Infiemo, se ha levantado en
eso que allí se ve, y arriba se alza.» 126 forma de la montaña del Purga-
torio, justo en las antípodas del
Calvario.
Un lugar hay de Belcebú alejado
tanto cuanto la cárcava se alarga,
que el sonido denota, y no la vista, 129

de un arroyuelo que hasta allí desciende 130 Comentario [L398]: Como


veremos en Purgatorio, XXVIII,
por el hueco de un risco, al que perfora se trata del río Leteo, que lleva
su curso retorcido y sin pendiente. 132 hasta el Infiemo las penas
olvidadas de los que se purguen en
la montaña.

Mi guía y yo por esa oculta senda


fuimos para volver al claro mundo;
y sin preocupación de descansar, 135

subimos, él primero y yo después,


hasta que nos dejó mirar el cielo
un agujero, por el cual salimos 138
a contemplar de nuevo las estrellas. 139 Comentario [L399]: Las tres
cantigas de la Comedia concluyen
con esta misma palabra: «estrellas»

PURGATORIO

CANTO I

Por surcar mejor agua alza las velas


ahora la navecilla de mi ingenio,
que un mar tan cruel detrás de sí abandona; 3

y cantaré de aquel segundo reino


donde el humano espíritu se purga
y de subir al cielo se hace digno. 6

Mas renazca la muerta poesía,


oh, santas musas, pues que vuestro soy; .
y Calíope un poco se levante, 9 Comentario [L400]: Calíope
es la musa de la poesía épica, de
quien Dante espera una ayuda para
mi canto acompañando con las voces su canto. En el Paraíso la musa
deberá ayudarle aún más. Por ello
que a las urracas míseras tal golpe 11 «un poco».
dieron, que del perdón desesperaron. 12 Comentario [L401]: Las
Piérides, hijas del rey Pierio de
Dulce color de un oriental zafiro, Tesalia, desafiaron a las musas a
un certamen, en que fueron
que se expandía en el sereno aspecto derrotadas por Calíope y
del aire, puro hasta la prima esfera, 15 convertidas luego en urracas por su
osadía. La leyenda está en Ovidio,
Metamorfosis , vv. 302 y ss.
reapareció a mi vista deleitoso,
en cuanto que salí del aire muerto,
que vista y pecho contristado había. 18

El astro bello que al amor invita 19 Comentario [L402]: El


planeta Venus, que con su luz
hacía sonreir todo el oriente, oculta a la constelación de Piscis.
y los Peces velados lo escoltaban. 21 Estamos entre las cuatro y las
cinco de la madrugada del ll de
abril de 1300.
Me volví a la derecha atentamente,
y vi en el otro polo cuatro estrellas 23 Comentario [L403]: Se trata
de la Cruz del Sur, que alegoriza
que sólo vieron las primeras gentes. 24 las cuatro virtudes cardinales.
Comentario [L404]: Los
Parecía que el cielo se gozara hombres de la Edad de Oro, o
con sus luces: ¡Oh viudo septentrión, Adán y Eva.

ya que de su visión estás privado! 27

Cuando por fin dejé de contemplarlos


dirigiéndome un poco al otro polo,
por donde el Carro desapareciera, 30 Comentario [L405]: La Osa
Mayor

vi junto a mí a un anciano solitario, 31 Comentario [L406]: Se trata


de Catón de Utica, que tiene
digno al verle de tanta reverencia, encomendada la vigilancia del Pur-
que más no debe a un padre su criatura. 33 gatorio. Catón, enemigo de la
polltica de César contra la
constitución republicana, se
Larga la barba y blancos mechones 34 suicidó en el 46 a.C. antes que caer
en manos de éste. Dante le elige a
llevaba, semejante a sus cabellos, pesar de ello y de ser pagano por
que al pecho en dos mechones le caían. 36 sus altas virtudes morales. En todo
lo que se refiere a este personaje,
Dante se inspira en Lucano.
Los rayos de las cuatro luces santas Comentario [L407]: Así en
llenaban tanto su rostro de luz, Farsalia, II, 373-4
que le veía como al Sol de frente. 39
¿Quién sois vosotros que del ciego río
habéis huido la prisión eterna?
-dijo moviendo sus honradas plumas. 42

¿Quién os condujo, o quién os alumbraba,


al salir de esa noche tan profunda,
que ennegrece los valles del infierno? 45

¿Se han quebrado las leyes del abismo?


¿o el designio del cielo se ha mudado
y venís, condenados, a mis grutas?» 48

Entonces mi maestro me empujó,


y con palabras, señales y manos
piernas y rostro me hizo reverentes. 51 Comentario [L408]: Es decir,
«me hizo que me arrodillara ante
él».
Después le respondió: «Por mí no vengo.
Bajó del cielo una mujer rogando
que, acompañando a éste, le ayudara. 54

Mas como tu deseo es que te explique


más ampliamente nuestra condición,
no puede ser el mío el ocultarlo. 57

Éste no ha visto aún la última noche;


mas estuvo tan cerca en su locura,
que le quedaba ya muy poco tiempo. 60

Y a él, como te he dicho, fui enviado


para salvarle; y no había otra ruta
más que esta por la cual le estoy llevando. 63

Le he mostrado la gente condenada;


y ahora pretendo las almas mostrarle
que están purgando bajo tu mandato. 66

Es largo de contar cómo lo traje;


bajó del Alto virtud que me ayuda
a conducirlo a que te escuche y vea. 69

Dignate agradecer que haya venido:


busca la libertad, que es tan preciada,
cual sabe quien a cambio da la vida. 72

Lo sabes, pues por ella no fue amarga


en Utica tu muerte; allí dejaste
la veste que radiante será un día. 75
No hemos quebrado las eternas leyes,
pues éste vive y Minos no me ata;
soy de la zona de los castos ojos 78 Comentario [L409]: «Yo
vengo del mismo lugar -el primer
círculo infernal donde se en-
de tu Marcia, que sigue suplicando cuentran los no bautizados- que tu
esposa Marcia.»
que la tengas por tuya, oh santo pecho:
en nombre de su amor, senos benigno. 81

Deja que andemos por tus siete reinos;


le mostraré nuestro agradecimiento,
si quieres que te nombre allí debajo.» 84

«Tan placentera Marcia fue a mis ojos


mientras que estuve allí -dijo él entonces-
que cuanto me pidió le concedía. 87

Ahora que vive tras el río amargo, 88 Comentario [L410]: El


Aqueronte.
no puede ya moverme, por la ley
que cuando me sacaron fue dispuesta. 90

Mas si te manda una mujer del cielo,


como has dicho, lisonjas no precisas:
basta en su nombre pedir lo que quieras. 93

Puedes marchar, mas haz que éste se ciña


con un delgado junco y lave el rostro, 95 Comentario [L411]: El junco
simboliza la humildad y acaso se
y que se limpie toda la inmundicia; 96 encuentre en conexión con la
cuerda que aparece en Infierno,
XVI, y acaso con el cordón de los
porque no es conveniente que cubierto franciscanos.
de niebla alguna, vaya hasta el primero 98 Comentario [L412]: Como
de los ministros ya del Paraíso. 99 veremos en el canto IX, se refiere
al ángel portero de la montaña del
Purgatorio.
En todo el derredor de aquella islita,
allí donde las olas la combaten,
crecen los juncos sobre el blanco limo: 102

ninguna planta que tuviera fronda


o que dura se hiciera, viviría,
pues no soportaría sus embates. 105

Luego no regreséis por este sitio;


el sol os mostrará, que surge ahora,
del monte la subida más sencilla.» 108

Él desapareció; y me levanté
sin hablar, acercándome a mi guía,
dirigiéndole entonces la mirada. 111

Él comenzó: «Sigue mis pasos, hijo:


volvamos hacia atrás, que esta llanura
va declinando hasta su último margen.» 114

Vencía el alba ya a la madrugada


que escapaba delante, y a lo lejos
divisé el tremolar de la marina. 117

Por la llanura sola caminábamos


como quien vuelve a la perdida senda,
y hasta encontrarla piensa que anda en vano. 120

Cuando llegamos ya donde el rocío


resiste al sol, por estar en un sitio
donde, a la sombra, poco se evapora, 123

ambas manos abiertas en la hierba


suavemente puso mi maestro:
y yo, que de su intento me di cuenta, 126

volví hacia él mi rostro enlagrimado;


y aquí me descubrió completamente
aquel color que me escondió el infierno. 129 Comentario [L413]: Es decir,
«me lavó la cara de toda la
suciedad acumulada durante el
Llegamos luego a la desierta playa, viaje infemal».
que nadie ha visto navegar sus aguas,
que conserve experiencias del regreso. 132 Comentario [L414]: Alusión
al último viaje de Odiseo, que
vimos en Inferno, XXVI.
Me ciñó como el otro había dicho:
¡oh maravilla! pues cuando él cortó
la humilde planta, volvió a nacer otra 135
de donde la arrancó, súbitamente.

CANTO II

Ya había el sol llegado al horizonte Comentario [L415]: Recordad


que, según la cosmología de
que cubre con su cerco meridiano Dante, la montaña del Purgatorio
Jerusalén en su más alto punto; 3 en el hemisferio Austral que
ocupan las aguas es la antípoda
exacta del monte Calvario, en
y la noche, que a él opuesta gira, Jerusalén, por lo que ambas se
hallan en el mismo meridiano. En
del Ganges se salía con aquellas el hemisferio Boreal, el de la tierra
balanzas, que le caen cuando ha triunfado; 6 firme, Jerusalén ocupa el centro y
España y la India los extremos
occidental y oriental,
tal que la blanca y sonrosada cara, respectivamente. La noche, pues,
personificada, sale del Ganges --es
donde yo estaba, de la bella Aurora decir, está anocheciendo en la
mientras crecía se tornaba de oro. 9 India- con el signo de Libra, como
es propio del equinoccio de
primavera en el que nos en-
A la orilla del mar nos encontrábamos, contramos. Cuando la noche «ha
triunfado», es decir, en el
como aquel que pensara su camino, equinoccio de otoño, «le caen»
que va en corazón y en cuerpo se queda. 12 porque esta constelación no se
descubre entonces por la noche.
Y entonces, cual del alba sorprendido,
por el denso vapor Marte enrojece
sobre el lecho del mar por el poniente, 15

tal se me apareció, y así aún la viera,


una luz que en el mar tan rauda iba,
que al suyo ningún vuelo se parece. 18

Y separando de ella unos instantes


los ojos, a mi guía preguntando,
la vi de nuevo más luciente y grande. 21

Apareció después a cada lado


un no sabía qué blanco, y debajo
poco a poco otra cosa también blanca. 24

Nada el maestro aún había dicho,


cuando vi que eran alas lo primero;
y cuando supo quién era el piloto, 27

me gritó: « Dobla, dobla las rodillas.


Mira el ángel de Dios: junta las manos,
verás a muchos de estos oficiales. 30

Ve que desdeña los humanos medios,


y no quiere más remo ni más velas
entre orillas remotas, que sus alas. 33

Mira cómo las alza hacia los cielos


moviendo el aire con eternas plumas,
que cual mortal cabello no se mudan.» 36

Después al acercarse más y más


el pájaro divino, era más claro:
y pues de cerca no lo soportaban 39

los ojos, me incliné, y llegó a la orilla


con una barca tan ligera y ágil,
que parecía no cortar el.agua. 42

A popa estaba el celestial barquero,


cual si la beatitud llevara escrita;
y dentro había más de cien espíritus. 45

«In exitu Israel de Aegipto» 46 Comentario [L416]: Comienz


o del Salmo CXIII, en el que se
cantaban todos juntos a una voz, celebra la liberación de la
y todo lo que sigue de aquel salmo. 48 esclavitud de Egipto.
Después les hizo el signo de la cruz;
y todos se lanzaron a la playa:
y él se marchó tan veloz como vino. 51

La turba que quedó, muy sorprendida


pareció del lugar, mirando en torno
como aquel que contempla cosas nuevas. 54

De todas partes asaeteaba al día


el sol, que había echado con sus flechas
de la mitad del cielo a Capricornio, 57

cuando la nueva gente alzó la cara


a nosotros, diciendo: «Si sabéis,
mostradnos el camino que va al monte.» 60

Y respondió Virgilio: « Estáis pensando


que este sitio nosotros conocemos;
mas peregrinos somos de igual forma. 63

Llegamos poco antes que vosotros,


por camino tan áspero y tan fuerte,
que ahora el subir parece un simple juego.» 66

Las almas que se dieron cuenta entonces


por mi respiración, de que vivía,
maravilladas, empalidecieron. 69

Y como al mensajero que el olivo


trae, va la gente para oír noticias,
y de apretarse esquivos no se muestran, 72

así a mi vista se agolparon todas


aquellas almas apesadumbradas,
casi olvidando el ir a hacerse bellas. 75 Comentario [L417]: La
sorpresa de encontrar a Dante vivo
en el Purgatorio hace que las almas
Y yo vi que una de ellas se acercaba 76 llegadas a purgar sus culpas se
entretengan indebidamente para
para abrazarme, con tan grande afecto, saciar su curiosidad.
que me movió a que hiciese yo lo mismo. 78 Comentario [L418]: Como
veremos en el v. 91, se trata de la
¡Ah vanas sombras, salvo la apariencia! sombra de Cassella, compositor de
discutido origen toscano, que puso
tres veces por detrás pasé mis brazos, música a alguna de las
y tantas otras los volví a mi pecho. 81 composiciones juveniles de Dante.

Creo que enrojecí, maravillado,


y sonrió la sombra y se alejaba,
y yo me fui detrás para seguirla. 84

Suavemente me dijo que parase;


supe entonces quién era, y le rogué
que, para hablarme, allí se detuviera. 87

«Así -me respondió- como te amaba


en el cuerpo mortal, libre te amo:
por eso me detengo; y tú ¿qué haces?» 90 Comentario [L419]: No
olvidemos que habla un alma, libre
ahora del cuerpo tras la muerte.
«Por volver otra vez, Cassella mío, Con respecto a la corporalidad de
las almas (antes del juicio final, en
adonde estoy, viajo; mas ¿por qué el que se reunirán con sus cuerpos
-le dije- tantas horas te han quitado?» 93 verdaderos), Dante muestra
muchas contradicciones a lo largo
de la obra, pues si bien, como en
Y él a mí: «No me hicieron injusticia, 94 este caso, son totalmente
inmateriales, no sucede de igual
si aquel que lleva cuándo y a quien quiere, manera en otras muchísimas
me ha negado el pasaje muchas veces; 96 ocasiones. (Cfr. Purgutorio, XXV,
vv. 21 y ss.)

de justa voluntad sale la suya: Comentario [L420]: Dante


pregunta a su amigo por qué si ha
mas desde hace tres meses ha traído muerto hace mucho ha tardado
a quien quisiera entrar, sin oponerse. 99 tanto tiempo en venir al Purgatorio
para dar comienzo a su penitencia.
Cassella, como veremos, no llega a
Por lo que yo, que estaba en la marina expplicar claramente el porqué.

donde el agua del Tíber sal se hace, Comentario [L421]: Los


muertos destinados al Purgatorio
benignamente fui por él llevado. 102 se congregan en la desembocadura
del Tíber; y allí deben aguardar el
tiempo que Dios decida para cada
El vuelo a aquella desembocadura caso, antes de emprender el viaje.
dirigió, pues que siempre se congregan Cassella, sin embargo, ha podido
aprovecharse del jubileo que
allí los que a Aqueronte no descienden.» 105 comenzó en la Navidad anterior,
tras haberle sido negado el pasaje
en varias ocasiones.
Y yo: «Si no te quitan nuevas leyes
la memoria o el uso de los cantos
de amor, que mis deseos aquietaban, 108

con ellos té suplico que consueles


mi alma que, viniendo con mi cuerpo
a este lugar, se encuentra muy angustiada.» 111

El amor que en la mente me razona 112 Comentario [L422]: Comienz


o de una canción del propio Dante,
entonces comenzó tan dulcemente, que él mismo comentó en
que en mis adentros oigo aún la dulzura. 114 Canvivium, III. Fue compuesta no
mucho después de 1294 y puesta
en música por Cassella.
Mi maestro y yo y aquellas gentes
que estaban junto a él, tan complacidas
parecían, que en nada más pensaban. 117

Todos pendientes y fijos estábamos


de sus notas; y el viejo venerable 119 Comentario [L423]: Reaparec
e Catón, como vigilante del
nos gritó: «¿Qué sucede, lentas almas? 120 Purgatorio. Su cruda reconvención
a las almas distraídas nos pone
sobre aviso de los peligros de los
¿qué negligencia, qué esperar es éste? deleites sensuales en el camino de
corred al monte a echar las impurezas la salvación.
que no os permiten contemplar a Dios.» 123

Como cuando al coger avena o mijo,


las palomas rodean el sustento,
quietas y sin mostrar su usado orgullo, 126

si algo sucede que las amedrenta,


súbitamente dejan la comida,
pues un mayor cuidado las asalta; 129

yo vi a aquella mesnada recién hecha


dejar el canto y escapar al monte,
como quien va y no sabe dónde acabe: 132
no fue nuestra partida menos presta.

CANTO III

Por más que aquella huida repentina


por la llanura a todos dispersara,
hacia el monte en que aguija la justicia, 3

a mi fiel compañero me arrimé:


¿pues cómo habría yo sin él corrido?
¿Quién por el monte hubiérame llevado? 6 Comentario [L424]: Virgilio
parece disgustado por haber
merecido él también el reproche de
Le creí descontento de sí mismo: Catón por entretenerse en cosas
banales. Recordad el episodio en
¡Oh qué digna y qué pura concïencia Infierno, XXX, en que es el latino
con qué amargor te muerde un leve fallo! 9 quien reprocha a Dante el
entretenerse con naderías.

Cuando sus pies dejaron de ir aprisa, 10 Comentario [L425]: La prisa,


al igual que el reírse o cualquier
que a cualquier acto quítale el decoro, otra desmesura, va contra el decoro
mi pensamiento, empecinado antes, 12 que deben guardar las personas
nobles y sabias.

reanudó su discurso, deseoso, Comentario [L426]: En el


recuerdo de su amigo Cassella o en
y dirigí mis ojos hacia el monte el reproche de Catón.
que al cielo más se eleva de las aguas. 15 Comentario [L427]: El
Purgatorio es la montaña más alta
de la tierra. Dante utiliza aquí un
El sol, que atrás en rojo flameaba, neologismo, «si dislaga».
se rompia delante de mi cuerpo,
pues sus rayos en mí se detenían. 18

Me volví hacia los lados temeroso


de estar abandonado, cuando vi
sólo ante mí la tierra oscurecida; 21

y: «¿Por qué desconfías? -mi consuelo


volviéndose hacia mí empezó a decirme-
¿no crees que te acompaño y que te guío? 24
Es ya la tarde donde sepultado 25 Comentario [L428]: En
efecto, si en el Purgatorio son
está aquel cuerpo en el que sombra hacía; aproximadamente las seis de la
no en Brindis, sino en Nápoles se encuentra. 27 mañana, hora del amanecer, en
Jerusalén son las seis de la tarde, y
en Nápoles algo después del
Por lo cual si ante mí nada se ensombra, mediodía.
no debes extrañarte, igual que el cielo Comentario [L429]: Virgilio,
no detiene el camino de los rayos. 30 muerto en Brindisi, fue sepultado
en Nápoles por orden de Augusto
(Purgatorio, VII).
Por sufrir penas, frías y calientes,
Dios ha dispuesto cuerpos semejantes,
de modo que no quiere revelarnos. 33

Loco es quien piense que nuestra razón 34 Comentario [L430]: La razón


no puede alcanzar el porqué de los
pueda seguir por la infinita senda designios de Dios uno y Trino, y
que sigue una sustancia en tres personas. 36 tiene que conformarse con el
«quia» (el qué) sin preguntarse por
otras cuestiones inalcanzables para
Os baste con el quía, humana prole; las fuerzas humanas sin el
concurso de la fe.
pues, si hubierais podido verlo todo,
ocioso fuese el parto de María; 39

y tú has visto sin frutos desearlo 40 Comentario [L431]: 40-42


«Tú mismo has visto desear el
a tales que aquietaran su deseo, saber aún más, sin resultado
que eternamente ahora les enluta: 42 alguno, a algunos hombres de tanta
altura intelectual que hubieran
podido conseguirlo. Mas por haber
de Aristóteles hablo y de Platón carecido del auxilio de la fe, ahora
este deseo insatisfecho les
y aun de otros más»; y aquí inclinó la frente, atormenta.
y más no dijo y quedóse turbado. 45 Comentario [L432]: Se refiere
ahora a sí mismo, que comparte
Llegamos entretanto al pie del monte; con los filósofos de la antigüedad
el lugar de los no bautizados, y la
tan escarpadas estaban las rocas, imposibilidad de ver a Dios y
que en vano habrfa piernas bien dispuestas. 48 satisfacer sus ansias de
conocimiento.

Entre Rurbia y Lerice el más desierto, 49 Comentario [L433]: Lerice es


un castillo, y Rurbia un
el más roto barranco, es escalera, pueblecillo, ambos en la costa de
comparado con éste, abierta y fácil. 51 Li-
guria.

«¿Ahora quién sabe en donde la pendiente


-deteniéndose, dijo mi maestro-
pueda subir aquel que va sin alas?» 54

Y mientras meditaba con la vista


baja, sobre la suerte del camino,
y yo miraba arriba del peñasco, 57
Comentario [L434]: se trata
de un grupo de almas de aquellos
a mano izquierda apareció una turba 58 que, a pesar de haberse arrepentido
de sus culpas antes de morir, se
de almas que venía hacia nosotros, encontraban bajo la excomunión, y
mas tan lentos que no lo parecía. 60 tienen que dar vueltas en torno a la
montaña antes de iniciar su
penitencia, durante un tiempo
«Alza -dije- maestro, la mirada: treinta veces mayor que aquel que
duró la excomunión.
hay aquí quien podrá darnos consejo,
si no puedes tenerlo por ti mismo.» 63

Entonces miró, y con el rostro sereno


me dijo: «Vamos pues, que vienen lentos;
y afirma la esperanza, dulce hijo.» 66

Tan lejos aún estaba aquella gente,


luego de haber mil pasos caminado,
como un buen lanzador alcanzaria, 69

cuando a las duras peñas se arrimaron


de la alta sima, quietos y apretados,
cual caminante que dudoso mira. 72

«Felices muertos, almas elegidas


-Virgilio dijo- por la paz aquella
que todos esperáis, según bien creo, 75

decidnos dónde baja la montaña,


para poder subir; pues más disgusta
perder el tiempo a quien su precio sabe.» 78

Cual salen del redil las ovejillas


de una, de dos, de tres y temerosas
están las otras, vista y morro en tierra; 81

y lo que la primera hacen las otras,


acercándose a ella si se para,
simples y calmas, y el porqué no saben; 84

así vi que venía la cabeza


de aquella grey afortunada entonces,
con recatado andar y rostro honesto. 87

Al ver los de delante interrumpida


la luz en tierra a mi derecho flanco
desde mí hasta la roca haciendo sombra, 90

se detuvieron, y hacia atrás se echaron,


y todos esos que detrás venían,
no sabiendo por qué, lo mismo hicieron. 93

«Sin que lo preguntéis yo os comunico


que este cuerpo que veis es cuerpo humano;
por lo que el sol ha interceptado en tierra. 96

No os debéis asombrar, pero creedme


que no sin que lo quieran en el cielo
estas paredes escalar pretende.» 99

Así el maestro; y esas dignas gentes:


«Volved -dijeron- y seguid un poco»,
haciéndonos señales con la mano. 102

Y uno de aquéllos empezó: «Quien quiera 103 Comentario [L435]: Se trata


de Manfredo, hijo natural de
que seas, vuelve el rostro mientras andas: Federico II y de Blanca Lancia.
recuerda si me viste en la otra vida.» 105 Debió nacer en torno a 1232 y
murió cerca de Benevento en 1266,
tras haber intentado asumir la
Volví la vista a él muy fijamente herencia de su padre y haber
luchado encarnizadamente contra
rubio era y bello y de gentil aspecto, el papado (Inocencio IV, que le
mas un tajo una ceja le partía. 108 excomulgó, Alejandro IV y
Urbano IV) y contra Carlos de
Anjou, el hermano de Luis IX,
Cuando con humildad hube negado bajo cuyas tropas sucumbió el
joven caudillo gibelino. La
haberle visto nunca, él dijo: «Mira» historiografía de la época trató su
y mostróme una llaga sobre el pecho. 111 figura con comprensible disparidad
según sus opiniones políticas, pero
casi todos coinciden en su
Luego sonriendo dijo: «Soy Manfredo: 112 atractivo y su nobleza. Dante,
obviamente, se muestra muy
la emperatriz Constanza fue mi abuela; favorable al personaje, al que
y te suplico que, cuando regreses, 114 atribuye un arrepentimiento
salvador antes de la muerte, cosa
que no hace, en cambio, con su
le digas a mi hermosa hija, madre 115 padre, Federico II.
del honor de Aragón y de Sicilia, Comentario [L436]: Esposa
la verdad, si es que cuentan de otro modo. 117 de Enrique VI de Alemania (hijo
de Federico Barbarroja); fue la
madre de Federico II.
Después de ser mi cuerpo atravesado Comentario [L437]: Su hija,
por dos golpes mortales, me volví también llamada Constanza, fue
esposa de Pedro III de Aragón, de
llorando a quien perdona de buen grado. 120 quien tuvo a Federico, rey de
Sicilia, y a Jaime II, que le sucedió
en la corona peninsular.
Abominables mis pecados fueron
mas tan gran brazo tiene la bondad
infinita, que acoge a quien la implora. 123 Comentario [L438]: Bartolom
é Pignatelli, obispo de Cosenza.

Si el pastor de Cosenza, que a mi caza 124 Comentario [L439]: Clemente


IV, papa desde 1265 hasta 1288.
entonces fue enviado por Clemente, 125
Comentario [L440]: Manfredo
la página divina comprendiera, 126 va a referirse en los siguientes
versos a la no comprobada leyenda
acerca de su muerte. Según ésta, su
los huesos de mi cuerpo aún estarían cuerpo enterrado fuera de lugar sa-
al pie del puente junto a Benevento, grado fue cubierto de grandes
piedras que arrojaron sus barones,
y por pesadas piedras custodiados. 129 hasta que el obispo mandó
trasladarlo fuera de su territorio,
por ser éste de jurisdicción ecle-
Mas los baña la lluvia y mueve el viento, siástica, y lo mandó enterrar cerca
fuera del reino, casi junto al Verde, del río Verde, en el confín de la
comarca.
donde él los trasladó sin luz alguna. 132 Manfredo quiere decir que si el
obispo hubiese leído atentamente
el pasaje evangélico (Juan, VI, 37)
Mas por su maldición, nunca se pierde, 133 sobre el arrepentimiento, no
sin que pueda volver, el infinito hubiese obrado de esta manera.
amor, mientras florezca la esperanza. 135 Comentario [L441]: Por haber
sido excomulgado.
Verdad es que quien muere contumaz,
con la Iglesia, aunque al fin arrepentido,
fuera debe de estar de esta montaña, 138

treinta veces el tiempo que viviera


en esa presunción, si tal decreto
no se acorta con buenas oraciones. 141 Comentario [L442]: Manfredo
, y Dante por su boca, pide las
oraciones de los vivos para acortar
Piensa pues lo dichoso que me harías, las penas de las almas del
Purgatorio. Esta idea es constante
a mi buena Constanza revelando en esta etapa del viaje.
cómo me has visto, y esta prohibición: 143 Comentario [L443]: Constanz
que aquí, por los de allá, mucho se avanza. 144 a, hija de Manfredo, vivió hasta
1302.

CANTO IV

Cuando algún sufrimiento o alegría


de alguna facultad nuestra se adueña,
toda en ella se centra nuestra alma, 3

y no atiende a ninguna otra potencia


y es esto contra aquel error que opina
que un alma sobre otra alma arda en nosotros. 6 Comentario [L444]: Contra
las doctrinas platónicas o
maniqueas.
Por eso, cuando se oye o se ve algo
que atraiga al alma fuertemente a ello,
el tiempo pasa y nada el hombre advierte; 9

porque es una potencia la que escucha,


y otra la que retiene al alma entera:
una está casi presa, y la otra libre. 12
Comentario [L445]: El sol,
que recorre quince grados en una
Puede experimentar de veras esto, hora, había subido cincuenta
escuchando a aquel alma y admirando; grados; es decir, habían pasado tres
horas y veinte minutos desde el
pues bien cincuenta grados ya subido 15 amanecer. Cuando Dante temió
que Virgilio le hubiese
abandonado había pasado una,
había el sol, sin darme cuenta, cuando otras dos mientras andaba hasta la
llegamos donde, a una, aquellas almas montaña y se encontraron el grupo
de los excomulgados y hablaban
gritaron: «Aquí está lo que buscáis.» 18 con Manfredo.
Comentario [L446]: En este
Mayor portillo muchas veces cierra terceto Dante compara la subida a
la que se ven obligados en el
con un manojo apenas de zarzales Purgatorio con tres de los lugares
el campesino al madurar la uva, 21 más abruptos de la geografía
italiana. Sanleo está cerca de
Urbino, Noli en la Liguria,
de lo que era la senda que subimos, Bismantova es una montaña de los
Apeninos en la región de Reggio.
yo detrás de mi guía, los dos solos Otros leen en lugar de «cacume»:
al partir de nosotros aquel grupo. 24 “cumbre”, Cacume, monte del
Lacio cerca de Frosinone, con lo
que, aceptada esta lectura, la
Se va a Sanleo, a Noli se desciende, 25 traducción del verso sería «se sube
a Bismantova y a Cacume».
se sube a Bismantova hasta la cumbre
a pie, pero volar aquí es preciso; 27

digo con leves alas y con plumas


del deseo, detrás de aquel llevado,
que me daba esperanza y me alumbraba. 30 Comentario [L447]: De
Virgilio.

Por un girón subimos de la roca,


cuyas paredes casi se juntaban,
y el suelo nos pedía pies y manos. 33

Cuando ya al borde superior llegamos


de la alta base, a un sitio descubierto
«Maestro --dije- ¿qué camino haremos?» 36

Y él me dijo: «No tuerzas ningún paso;


únicamente sígueme hacia el monte,
hasta que llegue alguna escolta sabia.» 39

La cima, de tan alta, era invisible


y aún más pina la cuesta que la raya
que une el medio cuadrante con el centro. 42 Comentario [L448]: La ladera
del monte tenía una inclinación
mayor de 45°.
Estaba muy cansado y exclamé:
«Oh dulce padre, vuélvete y advierte
que solo quedaré, si no te paras.» 45

«Hijo --me contestó-- sube hasta allí»,


un repliegue más alto señalando
que por allí giraba todo el monte. 48

Tanto me espolearon sus palabras,


que me esforcé trepando tras de él
hasta que puse pies en la cornisa. 51
Comentario [L449]: Para
Nos sentamos los dos vueltos a oriente, 52 mirar con satisfacción el camino
donde estaba el camino que subimos, recorrido o tal vez porque es de
buen augurio mirar a oriente para
que siempre de mirar es agradable. 54 orar. Dante se vuelve hacia la
playa, a oriente, y ve que el sol se
alza por su izquierda, pero
La vista dirigí primero abajo; recordemos que se encuentran en
luego arriba, hacia el sol, y me admiraba el hemisferio austral.

que nos hería por el lado izquierdo. 57 Comentario [L450]: «El sol
salía entre nosotros y el Aquilón,
es decir, el norte, al contrario que
Bien comprendió el poeta que yo estaba en el otro hemisferio, que sale
entre nosotros y el Austro, o viento
por el carro solar estupefacto, sur.»
que entre nosotros y Aquilón nacía. 60 Comentario [L451]: En el
original «Cástor a Poluce». Si el
sol estuviese en Géminis se vería
Por lo cual me explicó: «Si los Gemelos 61 la rueda del Zodiaco girar más al
fuesen en compañía de ese espejo norte, pero ahora el sol se
encuentra en Aries.
que lleva la luz arriba y abajo, 63

verías al Zodiaco enrojecido


girar aún más cercano de las Osas,
si no saliera del camino usado. 66

Cómo pueda ocurrir, pensarlo puedes


si atentamente observas que Sión
en la tierra se opone a esta montaña; 69

un horizonte mismo tienen ambas


y hemisferios diversos; y el camino
que mal supiera recorrer Faetonte, 72 Comentario [L452]: Los
fenómenos del hemisferio austral y
boreal son totalmente contrarios.
podrás ver cómo en ésta va por uno, El camino que mal supo seguir
Faetón con su carro es la eclíptica
y por aquella por el otro lado, que lleva los signos del Zodiaco.
si lo ves claro con la inteligencia.» 75

«Cierto maestro -dije- que hasta ahora


no i claro, como lo discierno,
allí donde mi ingenio me faltaba, 78

que la mitad del cielo que alto gira,


que se llama Ecuador en algún arte, 80 Comentario [L453]: El círculo
que divide en dos el cielo cristalino
y entre sol y entre invierno se halla siempre, 81 es llamado en astronomía Ecuador
y está siempre entre el sol y el
invierno, porque cuando el sol está
por la causa que dices, dista tanto en Capriconuo es inviemo en el
respecto al Septentrión, cuanto en Judea hemisferio norte, y cuando está en
Cáncer lo es en el hemisferio sur.
lo contemplaban en la parte cálida. 84
Comentario [L454]: Antes de
la diáspora.
Mas sabría gustoso, si quisieras,
cuánto habremos de andar; pues sube el monte
más de lo que subir pueden mis ojos.» 87

Y él me dijo: «Este monte es de tal modo,


que siempre pesa al comenzar abajo;
y cuando más se sube, menos daña. 90

Y así cuando le sientas tan suave,


que te haga caminar ya tan ligero
como nave que empuja la corriente, 93

habrás llegado al fin de este sendero:


reposar allí espera tu fatiga.
Más no respondo, y esto lo sé cierto.» 96
Comentario [L455]: Dante y
Y después de decir estas palabras, Virgilio han llegado al
antepurgatorio, donde se
oímos una voz cercana: «¡Acaso encuentran las almas de aquellos
necesites sentarte mucho antes!» 99 que fueron tardos en el
arrepentimiento.
Los dos al escucharle nos volvimos,
y vimos a la izquierda un gran peñasco,
que antes ninguno habíamos notado. 102

Allí fuimos; y había allí personas


que estaban a la sombra de la piedra
como se pone el hombre por vagancia. 105

Y uno, que fatigado parecía, 106 Comentario [L456]: Se trata,


como veremos, de Belacqua,
se sentaba abrazando sus rodillas, llamado acaso Duccio di Banavia.
con el rostro inclinado puesto entre ellas. 108

«Oh mi dulce señor -dije- contempla


al que más negligente no verías
si la pereza fuese hermana suya.» 111

Entonces se volvió, mirando atento,


levantando su rostro de los muslos:
«¡Sube tú, puesto que eres tan valiente!» 114

Supe quién era entonces, y el cansancio


que aún el aliento un poco me cortaba,
no me impidió acercarme a él; y cuando 117

estuve al lado, alzó la vista apenas


diciendo: « ¿Has entendido cómo el sol
lleva su carro por el hombro izquierdo?» 120 Comentario [L457]: El
perezoso habla irónicamente a
Dante por esforzarse tanto en una
Sus gestos perezosos y sus breves estéril disquisición astronómica.
palabras me causaron leve risa;
Después: «Belacqua -dije- no me duelo 123 Comentario [L458]: Belacqua
fue tal vez un fabricante de
instrumentos florentino contem-
ya de ti; pero di, ¿por qué te sientas poráneo de Dante, de quien debió
ser conocido en su juventud de
aquf precisamente? ¿escolta esperas, poeta trovadoresco. Se cuenta que
o la antigua costumbre te domina?» 126 reprochándole Dante su pereza, el
indolente le contestó con palabras
de Aristóteles que «sentado se
Y él: «De qué sirve, hermano, el ir a arriba, adquiere la sabidurla» a lo que
Dante replicó que entonces no
pues no me dejaría ir al castigo habría hombre tan sabio como él.
el ángel del Señor que está en la puerta. 129 Según algún documento de la
época, aún debía estar vivo en
1299.
Es necesario que antes gire el cielo
sobre mí tantas veces, cuanto en vida,
pues que dejé para el final el llanto; 132 Comentario [L459]: Tiene que
aguardar el comienzo de su
auténtica purgación en el ante-
si es que antes no me ayuda la oración purgatorio como todos los tardos
en arrepentirse, el mismo tiempo
de un corazón surgida que esté en gracia: que estuvo con vida. No nos dice
porque la otra en el cielo no se escucha.» 135 nada Dante de en qué círculo debía
terminar luego su purificación.
Y ya delante de mí iba el poeta,
diciendo: «Vamos ven, mira que toca
el sol el meridiano, y en la orilla 138
cubre el pie de la noche ya Marruecos.» 139 Comentario [L460]: Es ya el
mediodía. Marruecos equivale al
norte de Africa, donde ahora es
CANTO V medianoche.

De esa sombra me había separado,


y seguía los pasos de mi guía,
cuando detrás de mí, su dedo alzando, 3

una gritó: «iMirad, que no iluminan


los rayos a la izquierda del de abajo,
y cual vivo parece comportarse!» 6

Volví los ojos al oír aquello,


y los vi que miraban asombrados,
sólo a mí, y a la luz que interceptaba. 9

«¿Tú ánimo por qué se enreda tanto


-dijo el maestro- que el andar retardas?
¿qué te importa lo que esos cuchichean? 12

Deja hablar a la gente y ven conmigo:


sé como aquella torre que no tiembla 14 Comentario [L461]: Es un eco
de la Eneida, VI, 554, «Stat ferrea
nunca su cima aunque los vientos soplen; 15 turris ad auras».

pues aquel en quien bulle un pensamiento


sobre otro pensamiento, se extravía,
porque el fuego del uno ablanda al otro.» 18

¿Qué podía decir si no: « Ya voy»?


Díjelo, más cubriéndome el color
que digno de perdón al hombre vuelve. 21 Comentario [L462]: Obviame
nte, ruborizándose.

Mientras tanto a través de la ladera


una gente venía hacia nosotros,
cantando el «Miserere», verso a verso. 24 Comentario [L463]: El salmo
L. El nuevo grupo que se acerca es
uno de aquellos que fueron
Cuando notaron que ocasión no daba muertos violentamente y se
arrepintieron de sus pecados en el
de atravesar los rayos con mi cuerpo, último momento, perdonando
por un gran «Oh» cambiaron su cantiga; 27 incluso a sus verdugos.

y dos de ellos, en forma de emisarios,


corrieron hacia mí y me preguntaron:
«Haznos saber de vuestra condición» 30

Y mi maestro: «Bien podéis marcharos


y a aquellos que os mandaron referirles
que el cuerpo de éste es carne verdadera. 33

Si al contemplar su sombra se pararon,


como yo creo, baste la respuesta:
hacedle honor, que acaso os aproveche.» 36

Tan rápidos vapores encendidos


no vi rasgar el cielo en plena noche,
ni las nubes de agosto en el ocaso, 39

como aquellos a lo alto se volvieron,


y junto a los demás dieron la vuelta,
como un tropel sin freno hacia nosotros. 42

«Mucha es la gente que a nosotros viene,


y te quieren rogar --dijo el poeta-:
mas sigue andando, y caminando escucha.» 45 Comentario [L464]: Virgilio
le insta para que no se detenga a
pesar de los ruegos de aquellos que
«Oh alma que caminas con aquellos vienen a implorarle que lleve al
mundo noticias de sus penas, ya
miembros con que naciste, a ser dichoso, que aún sigue con vida.
-se acercaban gritando- aquieta el paso. 48

Mira si a alguno de nosotros viste,


para que de él allí noticias lleves:
¡Ah!, ¿por qué sigues? ¡Ah!, ¿por qué no paras? 51

Todos muertos violentamente fuimos,


y hasta el último instante pecadores;
la luz del cielo entonces nos dio juicio 54

y, arrepentidos, perdonando, fuera 55 Comentario [L465]: Arrepenti


dos de sus pecados, y perdonando
salimos de la vida en paz con Dios, a sus asesinos.
y el deseo de verle nos aflige.» 57

Y yo: «Por más que mire vuestros rostros


no os reconozco: mas si deseáis
algo que pueda hacer, buenos espíritus, 60

decidmelo y lo haré, por esa paz


que, detrás de los pasos de mi guía,
de mundo en mundo buscar se me hace.» 63
Comentario [L466]: Se trata
de Jacobo del Cassaro, de una
Y uno repuso: «Todos nos fiamos 64 noble familia de Fano pertene-
de tus bondades sin que nos lo jures, ciente a la facción güelfa. Enemigo
acérrimo de los Este de Ferrara,
si es que tu voluntad no es impedida. 66 fue muerto a traición por sicarios
de Azzo VIII, con la posible
intervención de Malatestine de
Por lo que yo que hablé antes que los otros, Rímini (Infierno, XXVII).
te ruego, que si ves esa comarca Comentario [L467]: La Marca
que está entre la Romaña y la de Carlos, 69 de Ancona está situada, en efecto,
entre la Romaña y Nápoles.
que de tus ruegos me hagas cortesía
en Fano, y que por mi bien se suplique,
y las graves ofensas purgar pueda. 72

Allí nací, mas los profundos huecos


por los que huyó la sangre en que vivía,
en tierras de Antenor me fueron hechos, 75 Comentario [L468]: En
Padua, que se creía había sido
fundada por Antenor, príncipe
donde estar confiaba más seguro: troyano (Eneida I, 247-55).
que lo mandó el de Este, pues me odiaba 77 Comentario [L469]: El citado
más de lo que el derecho lo permite. 78 Azzo VIII de Este, que al parecer
tenía buenas razones en su ri-
validad con Jacobo.
Pero si hacia la Mira hubiese huido, 79 Comentario [L470]: La Mira
cuando fui sorprendido en Oriaco, es un pueblecito entre Padua y
Oriaco. Dante, en este pasaje, se
aun estaría donde se respira. 81 ajusta muy estrechamente a la
geografía de la zona, hasta en el
pequeño detalle del pantano.
Corrí al pantano, donde cieno y cañas
estorbaron mi paso y me caí;
y vi mi sangre en tierra hacer un lago.» 84

Luego otro dijo: «¡Ay, así el deseo 85 Comentario [L471]: Bonconte


de Montefeltro era hijo de Guido
se cumpla que te trae a esta montaña, (Infierno, XXVII). Perteneció al
con piedad bondadosa ayuda al mío! 87 partido gibelino y luchó al servicio
de Arezzo contra Florencia,
muriendo en la batalla de
Yo nací en Montefeltro, soy Bonconte; Campaldino, que tuvo lugar el ll de
junio de 1289 y en la que tomó
Giovanna y los demás no me recuerdan, 89 parte el propio Dante.
y sigo a estos con la frente gacha.» 90 Comentario [L472]: Su esposa
Giovanna y «los demás», su hija
Y le dije: «¿qué fuerza o qué aventura Manentessa (esposa luego de
Guido Selvatica, que acogió a
de Campaldino te llevó tan lejos Dante en 1306) y su hermano
que tu sepulcro nunca se ha encontrado?» 93 Federico.

«Oh -me repuso-, al pie del Casentino 94 Comentario [L473]: Se trata


del valle superior del Arno que ya
un agua corre que se llama Arquiano, hemos visto en Infierno, XXX. El
nace en los Apeninos, sobre el Ermo. 96 Arquiano es un afluente del Arno
que nace cerca del famoso
convento de Camaldoli fundado
Donde su nombre ya no necesita, 97 por San Romualdo, a quien
encontramos en Paraíso, XXII.
llegué con una herida en la garganta,
huyendo a pie y ensangrentando el llano. 99 Comentario [L474]: Porque
desemboca en el Arno.

Allí perdí la vista, y mi palabra


terminó con el nombre de María,
y allí al caer mi carne quedó sola. 102

Te diré la verdad y tú a los vivos:


un ángel me cogió, y el del Infierno
gritaba: «Oh tú, el del Cielo, ¿por qué quieres 105
privarme de él, llevándote lo eterno,
porque una lagrimilla me lo quita?
mas yo tendré el gobierno de lo otro.» 108 Comentario [L475]: Irritado el
diablo por no haberse podido
llevar el alma de Bonconte, a causa
«Bien sabes que en el aire se recoge de su postrer arrepentimiento,
decide apoderarse de su cuerpo.
el húmedo vapor que se hace agua,
en cuanto sube donde encuentra el frío. 111

Llegó aquel mal querer, que males busca 112 Comentario [L476]: El propio
diablo.
con su sabiduría, y humo y viento
movió con el poder de que es dotado. 114

El valle entonces, cuando cayó el día,


se cubrió desde el monte a Protomagno 116 Comentario [L477]: Se trata
de una altísima cordillera del
de niebla; y todo el cielo se nubló, 117 Apenino que separa el Val d'Arno
casentinense del Val d'Arno
superior.
y el aire denso convirtióse en agua;
cayó la lluvia, y vino a los barrancos
toda la que la tierra no absorbía; 120

y como se juntara en torrenteras,


tan veloz en el rfo principal
cayó, que nada pudo retenerla. 123

Mi cuerpo helado, en donde desemboca Comentario [L478]: Es decir,


con todo lo que el río llevaba en
halló al soberbio Arquiano: y éste al Arno aluvión.
lo arrastró, deshaciendo de mi pecho 126
Comentario [L479]: Aunque
apenas nos dice nada de ella, salvo
la cruz que hiciera del dolor vencido; su nombre y los lugares de su
muerte y su nacimiento, lo que ha
me volteó en la orilla y en el fondo, dado pie a infinitas conjeturas y
y me cubrió y ciñó con sus botines.» 129 controversias, debe tratarse de Pia
dei Tolomei, belllsima muchacha
sienesa, desposada con el
«Ay, cuando al mundo regresado hayas, despótico Paganello Panochieschi,
señor del castillo della Pietra en la
y descansado de la larga ruta Maremma sienesa, partidario de
-siguió un tercer espíritu al segundo- 132 los güelfos, y podestá de Volterra
y de Lucca. Este cruel Nello había
ya estado casado en dos ocasiones,
recuerdame, soy Pía, me hizo Siena, y al parecer, deseando desposarse
con Margarita Aldobrandeschi, a
Maremma me deshizo: bien lo sabe cuyo padre conoceremos en
aquel que, luego de poner su anillo, 135 Purgatorio, XV, y viuda a su vez
de Guido de Monforte (Infiemo,
con su gema me había desposado.» 136 XII) y de Orsello Orsini, decidió
CANTO VI deshacerse de ella arrojándola por
una ventana del apartado castillo
de la Pietra (1297). No es
Cuando se acaba el juego de la zara, admisible la opinión de algunos de
que Pia muriese de fiebres
el perdedor se queda algo mohino palúdicas, ni que la causa de su
y triste aprende, repitiendo lances; 3 muerte fuera su infidefdad o los
celos de su marido.
Comentario [L480]: El propio
con el otro se va toda la gente; Nello.
cuál va delante, cuál detrás le agarra, Comentario [L481]: Es decir,
cuál a su lado quiere darle coba; 6 repitiendo las jugadas para ver en
qué ha consistido su fallo.
Comentario [L482]: Benincas
él no se para y los escucha a todos; a da Laterina, jurisconsulto del
siglo XIII, fue muerto, en efecto,
a quien tiende la mano, al fin le suelta; por Ghin de Tacoo (caballero
y así de aquel gentío se ve libre. 9 sienés dedicado al bandidaje y
citado por Boccaccio en el
Decamarón), en venganza por
Tal entre aquella turba me encontraba, haber aquel condenado a muerte a
un hermano y a un tío de éste.
de aquí y de allá volviéndoles el rostro,
Comentario [L483]: Se trata
y prometiendo me soltaba de ellos. 12 de Guccio dei Tarlati, señor de
Pietramala, en la comarca de
Arezzo, que se ahogó en el Arno,
Estaba el Aretino, quien del brazo luchando contra los güelfos. Otros
fiero de Ghin de Tacco halló la muerte, 14 comentarios le prefieren muerto en
1289, tras la batalla de
y el otro que se ahogó yendo de caza. 15 Campaldino.
Comentario [L484]: Federico
Suplicaba, tendiéndome las manos, Novello, muerto en 1289 ó 1291,
Federico Novello, y el de Pisa 17 por uno de los Bostoli, güelfos de
Arezzo. El de Pisa debe ser Gano
que hiciera parecer fuerte a Marzucco. 18 Scomigniani, muerto a instancias
del conde Ugolino della
Ghererdesca en 1287. Fue hijo del
Vi al conde Orso y su alma separada 19 a continuación citado Marzucco
de su cuerpo por odio y por envidia, Scornigniani, hombre de gran
reputación muerto en 1301 tras
como decia, y no por culpa alguna. 21 haber profesado como franciscano
en Santa Croce de Florencia donde
Dante debió conocerlo. Su
Pier de la Broccia digo; y que provea, 22 fortaleza consistió en hacer las
mientras que aún está aquí, la de Brabante paces con el temible Ugolino, tras
la muerte de su hijo, para facilitar
si con peor rebaño andar no quiere. 24 la reconciliación entre las
facciones rivales.

Cuando ya me libré de todas esas Comentario [L485]: Orso


degli Alberti, hijo del conde
sombras que suplicaban otras súplicas, Napoleón que vimos en Infierno,
porque su salvación les llegue antes, 27 XXXII, fue muerto por su primo
Alberto en 1286. La familia de los
Alberti di Mangona, a la que
yo comencé: « Parece que me niegas 28 ambos pertenecían, padeció un
verdadero destino trágico durante
expresamente, oh luz, en algún texto varias generaciones.
que aplaque la oración leyes del cielo; 30 Comentario [L486]: Pier da la
Braccia, o Pierre de la Brosse, fue
un famoso médico francés de los
y esta gente por ello sólo ruega: reyes Luis IX y Felipe III. En 1276
¿es que vanas son pues sus esperanzas, acusó a la segunda esposa de éste,
Maria de Brabante, de la muerte
o es que no he comprendido bien tu texto?» 33 del primogénito, que Felipe habia
tenido de su primera mujer, para
asegurar la sucesión de su hijo,
Y él me dijo: «Es sencilla mi escritura; ... [1]
y en esperar ninguno se equivoca, Comentario [L487]: Que se
arrepienta de su falsa acusación
si con la mente clara bien se mira; 36 antes de morir (no lo hizo hasta
1321) si no quiere ir a parar a un
lugar peor que éste donde se
pues la cima del juicio no se allana encuentra su víctima, es decir, en
porque el fuego de amor cumpla en un punto las Malasbolsas donde se codean
los falsos acusadores.
lo que satisfacer aquí se espera; 39
Comentario [L488]: En
Eneida, VI, 376, escribe Virgilio
y allí donde hice tal afirmación, «Desine fata deum flecti sprerare
precando», donde parece negar la
no se enmendaba, por rezar, la culpa, posibilidad de cambiar el designio
pues la oración de Dios estaba lejos. 42 divino mediante la oración.
Comentario [L489]: Porque
eran paganos.
No te fijes en dudas tan profundas
sino tan sólo en lo que diga aquella
que entre mente y la verdad alumbre. 45

No sé si entiendes: de Beatriz te hablo;


arriba la verás, sobre la cima
de este monte, dichosa y sonriendo.» 48

Y yo: «Señor, vayamos más aprisa,


que ya no estoy cansado como antes,
y ya veo que el monte arroja sombra.» 51

« Caminaremos mientras dure el día


-él me repuso- el tiempo que podamos;
mas no es la cosa como la imaginas. 54 Comentario [L490]: Se trata,
como veremos, del alma del
trovador Sordello de Goito, man-
Antes de estar arriba, volverás tuano nacido a comienzos del siglo
XIII. La vida de Sordello es digna
a ver aquel que oculta la ladera, de la mejor novela de aventuras.
de modo que sus rayos ya no rompes. 57 Al parecer, raptó a la bella Cunizza
da Romano, a quien veremos más
adelante, hermana de Ezzelino III,
Pero mira aquel alma que allá inmóvil, y esposa de Ricardo di S.
Bonitafio, a cuyo servicio se
completamente sola, nos contempla: encontraba el poeta. Huyendo
el camino más corto ha de mostrarnos. 60 luego de la venganza del noble
anduvo errante por las principales
cortes de la época, siendo muy
Nos acercamos: ¡oh ánima lombarda apreciado como hombre de armas
y como poeta por Carlos de Anjou.
qué altiva y desdeñosa aparecías, En 1266 se encontraba prisionero
qué noble y lenta en el mover los ojos! 63 en Navarra y fue liberado poco
después por intercesión del papa
Clemente IV. En 1269, ya
Ella no nos decía una palabra, liberado, obtuvo cinco castillos en
recompensa a sus servicios,
mas nos dejaba andar, sólo mirando muriendo poco después.
a guisa de león cuando reposa. 66 Escribió su brillante obra poética
en provenzal, y aparte de
numerosos poemas de carácter
Mas Virgilio acercóse a él, pidiendo amoroso, compuso una célebre
obra titulada Ensanhament d'onor
que nos mostrase la mejor subida; en la que pasaba revista a la mayor
pero a su ruego nada respondió, 69 parte de los soberanos de su
tiempo. Esta es al parecer una de
las principales razones que le
mas de nuestro país y nuestra vida movieron a Dante a encomendarle
papel tan preeminente en su obra,
nos preguntó; y mi guía comenzaba pues como veremos en el siguiente
«Mantua...» y la sombra, toda en ella absorta, 72 canto es Sordello quien guía a los
otros dos poetas al valle de los
reyes. Dante lo cita en «De vulgare
vino hacia él del sitio en que se hallaba eloquentia» como poeta y orador
político.
diciendo: «¡Oh mantuano, soy Sordello,
Comentario [L491]: Virgilio
soy de tu misma tierra!», y se abrazaron. 75 iba a comenzar su respuesta a
Sordello con algo así corno «Man-
tua me vio nacer...» cuando es
¡Ah esclava Italia, albergue de dolores, 76 rápidamente interrumpido por el
nave sin timonel en la borrasca, trovador.
burdel, no soberana de provincias! 78 Comentario [L492]: La
invectiva de Dante contra las
discordias políticas de Italia parece
Aquel alma gentil tan prestamente, estar inspirada en el propio
Sordello.
sólo al oír el nombre de su tierra,
comenzó a festejar a su paisano, 81

y en ti ahora sin guerras no se hallan Comentario [L493]: Los


tus vivos, y se muerden unos a otros, paisanos de una misma ciudad,
los que un foso y un muro mismo encierran. 84 desgarrados entre las facciones
politicas de su tiempo.
Comentario [L494]: «¿De qué
Busca, mísera, en torno de tus costas vale que Justiniano te hubiera dado
tus playas, y después mira en el centro, prudentes leyes si ahora no hay
nadie para aplicarlas?»
si alguna parte en ti de paz disfruta. 87
Comentario [L495]: Los
italianos deberían consentir la
¿De qué vale que el freno te pusiera, 88 autoridad imperial que unificaría la
multiplicidad de estados siempre
Justiniano, si nadie hay en la silla? en discordia.
Menor fuera sin ése la vergüenza. 90 Comentario [L496]: Se refiere
al precepto evangélico (Mateo,
XXII-21): «Dad al César lo que es
Ah gentes que debíais ser devotas, del César y a Dios lo que es de
y consentir al César en su trono, 92 Dios.»
si aquello que Dios manda comprendieseis, 93 Comentario [L497]: Probable
mente se refiere a los religiosos
ávidos de riqueza y poder.
esa fiera mirad cuán indomable, 94
Comentario [L498]: Alberto I
por no ser corregida por la espuela, de Austria, hijo del emperador
al poner en las riendas vuestras manos. 96 Rodolfo. Fue elegido para la
dignidad imperial en 1298 y
muerto en 1308 por Juan de
¡Oh tú, tedesco Alberto, que la dejas 97 Suabia. Nunca estuvo en Italia,
donde el imperio se consideró
al verla tan salvaje y tan indómita, vacante desde la muerte de
y debiste apretarle los ijares, 99 Federico II hasta la llegada de
Enrique VII. Dante le reprocha su
desinterés y su abandono de las
caiga de las estrellas justo juicio cosas de Italia en manos de
Bonifacio VIII. Dante amenaza
sobre tu sangre, y sea nuevo y claro, con el castigo divino a su
tal que tu sucesor le tenga miedo! 102 descendencia, en este caso el
citado Enrique VII.
Comentario [L499]: Tanto
Pues habéis consentido tú y tu padre, Rodolfo como Alberto se
por la codicia de eso distraídos, dedicaron a los asuntos de
Alemania, despreocupándose de
que el jardín del imperio esté desierto. 105 Italia, el jardín del imperio.
Comentario [L500]: Dante
Ven y vé a Capuletos y Montescos, 106 ahora pasa revista a una serie de
Filipeschos, Monaldos, ah, indolente, familias italianas célebres por sus
opiniones contrarias, bien fueran
esos ya tristes, y estos con recelos! 108 de ciudades diferentes, bien de la
misma ciudad. La identificación de
estas familias ha sido bastante
¡Ven, cruel, ven y vé la tirania discutida por los comentaristas.
de tus nobles, y cura sus desmanes; Los Capuletos y Montescos no está
claro que sean los mismos que
verás a Santaflora tan oscura! 111 recoge la leyenda de Romeo y
Julieta, de Verona. Los Monaldos
y Filispescos eran de Orvieto.
Ven y contempla tu Roma llorando
Comentario [L501]: Posesión
viuda y sola, llamando noche y día: de la antigua familia gibelina de
« Oh mi César, por qué no me acompañas?» 114 los Aldobrandeschi, ahora en
decadencia, que había pasado al
poder de Siena.
¡Verás lo mucho que se quieren todos! Comentario [L502]: Roma
y si a piedad ninguna te movemos, invoca la presencia del emperador
como garantía del poder civil.
ven y tendrás vergüenza de tu fama. 117

Y si me es permitido, oh sumo Jove 118 Comentario [L503]: Dios, o


mejor, el propio Cristo
que por nosotros en cruz te pusieron,
¿es que has vuelto los ojos a otra parte? 120

¿o te estás preparando, en el abismo


de tus designios, para hacer un bien
que se escapa del todo a nuestra mente? 123

Pues llenas de tiranos las ciudades


están de Italia toda, y un Marcelo 125 Comentario [L504]: Dante
debe aludir al romano Claudio
se vuelve cualquier ruin que entra en un bando. 126 Marcelo (cónsul en el 50 a.C.),
acérrimo enemigo de la política de
César, y aquí tomado como
Puedes estar contenta, ah, mi Florencia, ejemplo de oposición a la política
por esta digresión que no te alcanza, imperial.
pues se las sabe solventar tu pueblo. 129

La justicia en su pecho muchos guardan,


y, prudentes, disparan tarde el arco;
mas tu pueblo la tiene en plena boca. 132

Muchos rechazan cargos oficiales,


mas tu pueblo solícito responde
sin ser llamado, y grita: «iYo lo acepto!» 135

¡Alégrate, porque motivos tienes:


tú rica, tú con paz, y tú prudente!
De si digo verdad, están las muestras. 138

Las Atenas y Espartas, que inventaron


las viejas leyes tan civilizadas
del bien vivir, hicieron débil prueba 141

comparadas contigo, pues que haces


tan sutiles decretos, que a noviembre
los que hiciste en octubre nunca llegan. 144

Hasta donde recuerdo, ¿cuántas veces


leyes, monedas, hábitos y oficios,
has mudado, y cambiado de habitantes? 147 Comentario [L505]: En efecto
Florencia había cambiado de
constitución política en 1282, 1293
Y si te acuerdas bien y lo ves claro, 1295, 1300, 1301, y a partir de este
año la política florentina está como
te verás semejante a aquella enferma sabemos marcada por las
que no encuentra reposo sobre plumas, 150 discordias entre güelfos blancos y
negros, y posteriormente de 1303 a
mas dando vueltas calma sus dolores. 1308, por las distintas facciones de
negros hasta la muerte de Corso
Donati. También hace referencia a
CANTO VII los continuos exilios.
Los saludos corteses y dichosos
por tres y cuatro veces reiterados,
Sordello se apartó y dijo: «¿Quién sois?» 3

«Antes de que llegaran a este monte


las almas dignas de subir a Dios,
Octavio dio a mis huesos sepultura. 6

Yo soy Virgilio; y por culpa ninguna,


salvo el no tener fe, perdí los cielos.»
Así repuso entonces mi maestro. 9

Como queda quien ve súbitamente


algo maravilloso frente a él,
que cree y que no, diciendo «Es..., o no es...», 12

aquel así; después bajó los ojos, 13 Comentario [L506]: Según los
usos del tiempo, los mayores en
y se volvió hacia él humildemente, dignidad abrazaban a los menores
y le abrazó donde el menor se agarra. 15 por el cuello; los que tenían una
pareja condición se abrazaban
estrechándose la espalda; los
«Gloria de los latinos, por el cual menores abrazaban a los mayores
en los muslos o en las rodillas. Los
mostró cuánto podia nuestra lengua, primeros abrazos que se cruzan
oh prez eterna, del pueblo natal, 18 Sordello y Virgilio son los de dos
simples paisanos que se
encuentran. Al conocer ahora
qué mérito o qué gracia a mí te muestra? Sordello al autor de la Eneida, le
demuestra toda su reverencia.
Si de escuchar soy digno tus palabras,
dime si acaso vienes del infierno.» 21

«Por los recintos todos de aquel reino


doliente, aquí he llegado -respondió-
y, enviado del cielo, con él vengo. 24

Perdí, no por hacer, mas por no hacer, 25 Comentario [L507]: «Me


encuentro en el infierno no por
el ver el alto sol que tú deseas, haber cometido falta alguna, sino
pues que fue tarde por mí conocido. 27 por no haber conocido la doctrina
de Cristo.»

No entristecen martirios aquel sitio


sino tinieblas sólo; y los lamentos
no suenan como ayes, son suspiros. 30

Allí estoy con los niños inocentes


del diente de la muerte antes mordidos
que de la humana culpa fueran libres. 33

Con aquellos estoy que las tres santas


virtudes no vistieron, mas sin vicio
supieron y siguieron las restantes. 36

Mas si sabes y puedes, un indicio


danos, con que poder llegar más pronto
a donde el purgatorio da comienzo.» 39

Respondió: «Un lugar fijo no me han puesto; 40 Comentario [L508]: No está


del todo claro por qué razón se
y me es licito andar por todos lados; encuentra Sordello en el antepur-
te acompaño cual gu(a mientras pueda. 42 gatorio. Algunos opinan que se
encuentra entre los muertos de
muerte violenta, pero no es
Pero contempla cómo cae el día, probable que Sordello muriese
asesinado.
y subir por la noche no se puede;
será bueno pensar en un refugio. 45

A la derecha hay almas retiradas;


si lo permites, a ellas te conduzco,
y te dará placer el conocerlas. 48 Comentario [L509]: Se
refiere, como veremos, al pequeño
valle en que descansan los grandes
«¿Cómo es eso? -repuso- ¿quien quisiese monarcas.
subir de noche, se lo impediría
alguno, o es que él mismo no pudiera? 51

Y el buen Sordello en tierra pasó el dedo


diciendo: «¿Ves?, ni siquiera esta raya
pasarías después de que anochezca: 54

no porque haya otra cosa que te impida


subir, sino las sombras de la noche;
que, de impotencia, quitan los deseos. 57

Con ellas bien podrías descender


y caminar en torno de la cuestra,
mientras que al día encierra el horizonte.» 60 Comentario [L510]: Nótese el
carácter alegórico de las palabras
de Sordello. Sólo con la luz de la
Entonces mi señor, casi admirado, 61 gracia es posible el progreso hacia
la perfección espiritual. Sin esta
«llévanos -dijo- donde nos contaste, luz bien se puede bajar, y caer de
pues podrá ser gozosa la demora». 63 nuevo en el pecado, o dar vueltas
sin emprender el camino de la
purificación.
De allí poco alejados estuvimos, Comentario [L511]: Porque
cuando noté que el monte estaba hendido, Virgilio no conoce las leyes del
del modo como un valle aquí los hiende. 66 Purgartorio.

«Allí -dijo la sombra-, marcharemos


donde la cuesta hace de sí un regazo;
y esperaremos allí el nuevo día.» 69

Entre llano y pendiente, un tortuoso


camino nos condujo hasta la parte
del valle de laderas menos altas. 72

Oro, albayalde, grana y plata fina,


indigo, leño lúcido y sereno,
fresca esmeralda al punto en que se quiebra, 75

por las hierbas y flores de aquel valle,


Comentario [L512]: La
sus colores serían derrotados, elección del «Salve Regina» puede
como el mayor derrota al más pequeño. 78 estar justificada porque son reyes o
grandes de la tierra quienes la
entonan.
No pintó solamente alll natura, Comentario [L513]: Comienz
mas con la suavidad de mil olores, a ahora un largo repaso a los
principales monarcas que reinaron
incógnito, indistinto, uno creaba. 81 en la segunda mitad del siglo XIII.
El trovador Sordello había
compuesto un planto a la muerte
Salve Regina, sobre hierba y flores 82 del caballero Blacatz, en el que
sentadas, vi a unas almas que cantaban, afirmaba que con la muerte de éste
se acababan las virtudes
que no vimos por fuera de aquel valle. 84 caballerescas, a invitaba a los reyes
europeos de la anterior generación
a comerse su corazón para que
«Antes que el poco sol vuelva a su nido heredasen su valentía.
-comenzó nuestro guta el Mantuano- Comentario [L514]: Rodolfo
no pretendáis que entre esos os conduzca. 87 de Austria, a quien ya había
aludido en el canto anterior por de-
satender los asuntos italianos. Fue
Mejor desde esta loma las acciones emperador de Alemania entre 1283
y 1291, habiendo derrotado su
y los rostros veréis de cada uno, candidatura las pretensiones
que mezclados con ellos allá abajo. 90 imperiales de Alfonso X de
Castilla.

Quien más alto se sienta y que parece 91 Comentario [L515]: De su


sucesor Enrique VII.
desatender aquello que debiera,
Comentario [L516]: Otokar II
y no mueve la boca con los otros, 93 Bohemia, que había sido en el
mundo enemigo del anterior. El
Molda es el río Moldava, el Albia
Rodolfo fue, que pudo, con su imperio, es el Elba. Fue rey desde 1253 y
sanar las plagas que han matado a Italia, murió en 1278. Valiente en la
guerra y tirano como gobernante,
y así tarde el remedio de otros llega. 96 se le atribuye el haber aconsejado a
Carlos de Anjou el asesinato de
Corradino (Purgatorio, XX).
Aquel que le consuela con la vista, 97 Dame afirma que ya de joven era
rigió la tierra donde el agua nace mejor que su hijo en edad adulta.
que al Albia el Molda, el Albia al mar se lleva. 99 Comentario [L517]: Wencesla
o IV, nacido en 1270, rey de
Bohemia a la muerte de su padre.
Otocar se llamó, y desde la infancia Murió en 1305, dejando una fama,
acaso injusta, de vida corrupta.
fue mejor que el barbudo Wenceslao,
su hijo que lujuria y ocio pace. 102 Comentario [L518]: Felipe III
de Francis, el Atrevido que
conversa con Enrique I de Navarra.
Y aquel chatito que charla muy junto 103 Nació en 1244 y sucedió a su
padre Luis IX en 1270. Fue padre
con aquel de un aspecto tan benigno, 104 de Carlos de Anjou y de Felipe IV,
murió escapando y desflorando el lirio: 105 murió en 1285, derrotado por
Roger de Lauria en su lucha contra
los aragoneses. El detalle de su
¡Ved allí cómo el pecho se golpea! nariz chata lo confirma la icono-
grafía de la época.
Mirad al otro que ha hecho a su mano
Comentario [L519]: Enrique I
de su mejilla, suspirando, lecho. 108 de Navarra, el Gordo, sucedió a su
hermano Tebaldo (Infierno, XXII)
en 1270 y murió en 1274. Su hija
Del mal de Francia son el padre y suegro: 109 Juana fue esposa de Felipe IV el
saben su villa sucia y enviciada; Hermoso.
de esto viene el dolor que les lancea. 111 Comentario [L520]: El mal de
Francis es el citado Felipe IV.
Comentario [L521]: Pedro III
de Aragón, llamado el Grande. Fue
Aquel tan corpulento que acompasa 112 hijo de Jaime I al que sucedió en
su canto con aquel tan narigudo, 113 1276. Casado con Constanza, hija
de Manfredo (Purgatorio, III), fue
de toda las virtudes ciñó cuerda; 114 rey de Sicilia tras la rebelión de las
Vísperas Sicilianas en 1282. Murió
en 1285. Fue un rey muy afamado
y si rey después de él hubiera sido por su virtud, fortaleza y sabiduría.
el jovencito sentado detrás, 116 Comentario [L522]: El
iría la virtud de vaso en vaso. 117 narigudo es Carlos I de Anjou,
hermano de Luis IX, nacido en
1220. Lo conocemos ya como rival
No es lo mismo los otros herederos; 118 de Manfredo al que derrotó en la
batalla de Benevento. Coronado
tienen el trono Jaime y Federico; rey de Nápoles por el papa, murió
mas el lote mejor ninguno tiene. 120 en 1285. La postura de Dante con
respecto al personaje es bastante
ambigua (Purgatorio, XX, Paraí-
Raras veces renace por las ramas so, VIII).
la probidad humana; y esto quiere Comentario [L523]: El
sucesor de Pedro III fue su hijo
quien la otorga, para que la pidamos. 123 Alfonso III, que murió a los veinti-
siete años en 1291 dejando tras sí
mala fama, tras seis años de
También esto concierne al narigudo 124 reinado. Es posible que Dante
y no menos que a Pedro, con quien canta, aluda aquí al hijo menor, Pedro,
muerto muy joven, antes que su
de quien Pulla y Provenza se lamentan. 126 padre.
Comentario [L524]: Jaime II
Tan inferior la planta es a su grano, 127 de Aragón y Federico II de Sicilia
cuanto, más que Beatriz y Margarita, comparten el desprecio de Dante
por sus figuras como gobemantes.
Constanza del marido se envanece. 129
Comentario [L525]: Dios
mismo
Mirad al rey de la vida sencilla 130 Comentario [L526]: Lo dicho
sentado aparte, Enrique de Inglaterra: sobre la sucesión de Pedro III vale
para la de Carlos de Anjou, Carlos
el vástago mejor tiene en sus ramas. 132 II que gobemó indignamente
Apulia y la Provenza, región que
Carlos I había heredado por su
Aquel que está más bajo echado en tierra, 133 matrimonio con Beatriz, hija del
mirando arriba, es Guillermo el marqués, último duque.
por quien a Alejandría y sus batallas 135 Comentario [L527]: Quiere
lloran el Canavés y Monferrato. decir Dante que tanto menor es
Carlos II de Anjou en relación a su
padre Carlos I, como éste lo es
CANTO VIII respecto a Pedro III; o
literalmente: cuanto Constanza, su
esposa, tiene mayor razón de
Era la hora en que quiere el deseo envanecerse de su marido, que la
citada Beatriz y Margarita de
enternecer el pecho al navegante, Borgoña, segunda mujer del de
cuando de sus amigos se despide; 3 Anjou, la tienen para hacerlo del
suyo.
Comentario [L528]: Enrique
y que de amor el nuevo peregrino III de Inglaterra, muerto en 1272,
sufre, si escucha lejos una esquila, príncipe inepto y débil a quien
sucedió Eduardo I, Ilamado el
que parece llorar el día muerto; 6 Justiniano inglés. En el planto de
Blancatz Sordello, recomendaba a
Enrique que comiese grandes... [2]
cuando yo comencé a dejar de oír,
Comentario [L529]: Guillerm
y a mirar hacia un alma que se alzaba o VII Sapalunga, marqués de
pidiendo con la mano que la oyeran. 9 Monferrato, que ocupa una posi-
ción más baja que los monarcas.
Murió en 1292 tras una rebelión
Juntó y alzó las palmas, dirigiendo popular, encerrado en una jaula.
Para vengarle su hijo hizo la guerra
... [3]
los ojos hacia oriente, de igual modo
que si dijese a Dios: «Sólo en ti pienso.» 12

Con tanta devoción Te lucis ante 13 Comentario [L530]: «Te lucis


ante terminum, rerum Creaton»,
le salió de la boca en dulces notas, himno compuesto por San
que le hizo a mi mente enajenarse; 15 Ambrosio y que se canta a la hora
de completas para implorar
protección frente a las tentaciones
y las otras después dulces y pías nocturnas.
seguir tras ella, completando el himno,
puestos los ojos en la extrema esfera. 18

A la verdad aguza bien los ojos, 19 Comentario [L531]: 19-21 La


necesidad de aguzar bien los ojos
lector, que el velo ahora es tan sutil, viene dada por el peligro de in-
que es fácil traspasarlo ciertamente. 21 terpretar de una forma errónea una
alegoría en apariencia muy simple.
En realidad, las almas del
Yo aquel gentil ejército veía Purgatorio ya no necesitan pedir la
ayuda divina para vencer la
callado luego contemplar el suelo, tentación; pero con ello se quiere
como esperando pálido y humilde; 24 alegorizar la necesidad de la
oración para las almas que en la
tierra emprenden el camino de la
y vi salir de lo alto y descender penitencia.
dos ángeles con dos ardientes gladios 26 Comentario [L532]: Represent
truncos y de la punta desprovistos. 27 ación de la justicia y la
misericordia divinas. Las espadas
truncas son la defensa contra la
Verdes como las hojas más tempranas tentación, de la que el hombre
puede defenderse, pero a la que no
sus ropas eran, y las verdes plumas puede atacar.
por detrás las batfan y aventaban. 30

Uno se puso encima de nosotros,


y bajó el otro por el lado opuesto,
tal que en medio las gentes se quedaron. 33

Bien distinguía su cabeza rubia;


mas su rostro la vista me turbaba,
cual facultad que a demasiado aspira. 36

«Vinieron del regazo de María


-dijo Sordello- a vigilar el valle,
por la serpiente que vendrá muy pronto.» 39
Comentario [L533]: Ugolino
Visconti, hijo de Giovanni
Y yo, que no sabía por qué sitio, Visconti y de una hija de Ugolino
me volví alrededor y me estreché della Gherardesca, ¡unto al que
ocupó el gobierno de Pisa en 1285.
a las fieles espaldas, todo helado. 42 De las discordias entre ambos se
aprovehó el arzobispo Ruggieri.
Tuvo un papel de suma
«Ahora bajemos -añadió Sordello- importancia en las discordias entre
entre las grandes sombras para hablarles; güelfos y gibelinos en Toscana.
Murió en 1296. Fue gobemador de
pues el veros muy grato habrá de serles.» 45 Gallura, en Cerdeña. Acaso Dante
lo conociera en el cerco de
Caprona en 1289 (Infierno, XXI) o
Sólo tres pasos creo que había dado acaso en la misma Florencia.
y abajo estuve; y vi a uno que miraba 47 Ambos compartían las mismas
ideas güelfas.
hacia mí, pareciendo conocerme. 48

Tiempo era ya que el aire oscureciera,


mas no tal que sus ojos y los míos
lo que antes se ocultaba no advirtiesen. 51

Hacia mí vino, y yo me fui hacia él:


cuánto me complació, gentil juez Nino,
cuando vi que no estabas con los reos. 54

Ningún bello saludo nos callamos


luego me preguntó: « ¿Cuándo llegaste
al pie del monte por lejanas aguas?» 57

«Oh -dije- vine por los tristes reinos


esta mañana, en mi primera vida,
aunque la otra, andando así, pretendo.» 60

Y cuando fue escuchada mi respuesta,


Sordello y él se echaron hacia atrás
como gente de súbito turbada. 63 Comentario [L534]: ¿No
había advertido Sordello hasta ese
momento que Dante estaba vivo?
Volvióse uno a Virgilio, el otro a alguien 64 Su sorpresa y el no haber
preguntado nada al encontrarse así
sentado allí y gritó: «¡Mira, Conrado! lo hace suponer.
ven a ver lo que Dios por gracia quiere.» 66 Comentario [L535]: Sordello
se vuelve a Virgilio, como
Y vuelto a mí: « Por esa rara gracia pidiendo una explicación; Nino
Visconti a Conrado Malaspina, de
que debes al que de ese modo esconde quien hablaremos más adelante.
sus primeros porqués, que no se entienden, 69

cuando hayas vuelto a atravesar las ondas


di a mi Giovanna que en mi nombre implore, 71 Comentario [L536]: Su hija
Juana había nacido en torno a 1291
en donde se responde a la inocencia. 72 de su mujer Beatriz de Este y tuvo
a la muerte de su padre una vida
llena de sinsabores, muriendo
No creo que su madre ya me ame 73 alrededor de 1339.
luego que se cambió las blancas tocas, Comentario [L537]: La mujer
que conviene que, aún, ¡pobre!, las quisiera. 75 de Nino, Beatriz de Este hija de
Obizzo II, casó tras la muerte de
aquél con Galeazzo, hijo de Mateo
Por ella fácilmente se comprende Visconti, señor de Milán, en 1300.
cuánto en mujer el fuego de amor dura, Las «Blancas tocas» eran la
indumentaria propia de las viudas.
si la vista o el tacto no lo encienden. 78

Tan bella sepultura no alzaría 79 Comentario [L538]: La víbora


del escudo de los Visconti de
la sierpe del emblema de Milán, Milán, gibelinos, honrará menos la
como lo haría el gallo de Gallura.» 81 tumba de Beatriz que el gallo del
escudo de los Visconti de Pisa,
güelfos (recordemos que Nino
Así dijo, y mostraba señalado había sido gobemador de Gallura,
en Cerdeña). Víbora y
su aspecto por aquel amor honesto gallo se oponen también como
que en el pecho se enciende con mesura. 84 simbolos negativo y positivo,
respectivamente.
Yo alzaba ansioso al cielo la mirada,
adonde son más tardas las estrellas,
como la rueda más cercana al eje. 87

Y mi guía: « ¿Qué miras, hijo, en lo alto?»


Y yo le dije: «Aquellas tres antorchas
por las que el polo todo hasta aquí arde.» 90 Comentario [L539]: Las
virtudes teologales. Las otras
cuatro, como ya sabemos, son las
Y él respondió: « Las cuatro estrellas claras cardinales.
que esta mañana vimos, han bajado
y éstas en su lugar han ascendido» 93

Mientras hablaba cogióle Sordello


diciendo: «Ved allá a nuestro adversario»;
y para que mirase alzó su dedo. 96

De aquella parte donde se abre el valle


había una serpiente, acaso aquella
que le dio a Eva el alimento amargo. 99

Entre flores y hierba iba el reptil,


volviendo la cabeza, y sus espaldas
lamiendo como bestia que se limpia. 102

Yo no lo vi, y por eso no lo cuento,


qué hicieron los azores celestiales;
pero bien vi moverse a uno y a otro. 105

Al escuchar hendir las verdes alas,


escapó la serpiente, y regresaron
a su lugar los ángeles a un tiempo. 108

La sombra que acercado al juez se había 109 Comentario [L540]: Conrado


Malaspina fue hijo de Federico I,
cuando este la llamó, mientras la lucha marqués de Villafranca, que vivió
no dejó ni un momento de mirarme. 111 hasta 1294. Villafranca se
encontraba en el centro de Val de
Magra, en la comarca de
« Así la luz que a lo alto te conduce Lumiguiana.
encuentre en tu servicio tanta cera,
cuanta hasta el sumo esmalte necesites, 114

-comenzó- si noticia verdadera


de Val de Magra o de parte vecina
conoces, dímela, que allí fui grande. 117
Comentario [L541]: Conrado
Me llamaba Corrado Malaspina; Malaspina el Viejo vivió en la
primera mitad del siglo XIII.
no el antiguo, sino su descendiente; 119
Comentario [L542]: Se
a mis deudos amé, y he de purgarlo. 120 preocupó tanto de favorecer a los
suyos que no se preocupó de salvar
su alma.
«Oh -yo le dije- por vuestras comarcas 121 Comentario [L543]: En
efecto, Dante no visitó las
no estuve nunca; pero no hay un sitio posesiones de los Malaspina hasta
en toda Europa que las desconozca. 123 1306.

La fama con que se honra vuestra casa, 124 Comentario [L544]: La casa
de los Malaspina, en efecto, fue
celebra a los señores y a sus tierras, conocidísima en toda Europa, tanto
tal que sin verlas todos las conocen. 126 por su valor como por su
liberalidad con los trovadores.

Y yo os juro que, así vuelva yo arriba,


vuestra estirpe honorable no desdora
el precio de la bolsa y de la espada. 129

Uso y natura así la privilegian, 130 Comentario [L545]: La


inclinación natural y la educación.
que aunque el malvado jefe tuerza el mundo, 131
derecha va y desprecia el mal camino.» 132 Comentario [L546]: ¿De
nuevo un ataque al papado?

y él: «Marcha pues, que el sol no ha de ocupar 133 Comentario [L547]: Conrado
predice a Dante que no pasarán
siete veces el lecho que el Carnero siete años sin que conozca
cubre y abarca con sus cuatro patas, 135 personalmente la virtud de los
Malaspina. En 1306, en efecto,
Dante fue huésped de dicha
sin que esta opinión tuya tan cortés familia, con la que, como hemos
visto, se muestra especialmente
claven en tu cabeza con mayores generoso en sus alabanzas.
clavos que las palabras de los otros, 138
si el transcurrir dispuesto no se para.»

CANTO IX

Del anciano Titón la concubina


emblanquecía en el balcón de oriente,
fuera ya de los brazos de su amigo; 3 Comentario [L548]: La
Aurora estaba desposada con
Titón, que alcanzó de los dioses el
en su frente las gemas relucían don de la inmortalidad, pero no de
la juventud, convirtiéndose en un
puestas en forma del frío animal eterno anciano.
que con la cola a la gente golpea; 6

la noche, de los pasos con que asciende,


dos llevaba en el sitio en donde estábamos,
y el tercero inclinaba ya las alas; 9 Comentario [L549]: Dante
nos dice que en Italia está
amaneciendo en estos momentos,
cuando yo, que de Adán algo conservo, alzándose con la constelación de
Piscis, o de Escorpión según otros
adormecido me tumbé en la hierba comentaristas, mientras aquí en el
donde los cinco estábamos sentados. 12 Purgatorio son alrededor de las tres
de la mañana.

Cuando a sus tristes layes da comienzo Comentario [L550]: «Me


venció el sueño porque aún me
la golondrina al tiempo de alborada, pesaba el cuerpo con sus necesida-
acaso recordando el primer llanto, 15 des materiales.» Recordemos que
los cinco son Virgilio, Sordello,
Nino, Conrado y el propio Dante.
y nuestra mente, menos del pensar Comentario [L551]: Recorde
presa, y más de la carne separada, mos ya la citada fábula ovidiana de
Progne y Filomena.
casi divina se hace a sus visiones, 18

creí ver, en un sueño, suspendida


un águila en el cielo, de áureas plumas,
con las alas abiertas y dispuesta 21

a descender, allí donde a los suyos


dejara abandonados Ganimedes,
arrebatado al sumo consistorio. 24 Comentario [L552]: El águila
del sueño le recuerda a Dante la
que Zeus enviara al monte Ida
¡Acaso caza ésta por costumbre -acaso él mismo metaforseado- a
raptar al bello Ganimedes para que
aquí –pensé-, y acaso de otro sitio le sirviera de copero en el Olimpo.
desdeña arrebatar ninguna presa! 27

Luego me pareció que, tras dar vueltas,


terrible como el rayo descendía,
y que arriba hasta el fuego me llevaba. 30 Comentario [L553]: La esfera
del fuego se suponía colocada
entre la del aire y el cielo de la
Allí me pareció que ambos ardíamos; luna.
y el incendio soñado me quemaba
tanto, que el sueño tuvo que romperse. 33

No de otro modo se inquietara Aquiles,


volviendo en torno los despiertos ojos
y no sabiendo dónde se encontraba, 36

cuando su madre de Quirón a Squira


en sus brazos dormido le condujo,
donde después los griegos lo sacaron; 39 Comentario [L554]: Dante se
refiere a la leyenda según la cual,
profetizada la muerte del joven
cual yo me sorprendí, cuando del rostro 40 Aquiles si marchaba a la guerra de
Troya, Tetis, su madre, le condujo
el sueño se me fue, y me puse pálido, mientras dormía de la custodia del
como hace el hombre al que el espanto hiela. 42 centauro Quirón a la ciudad de
Squira, donde fue disfrazado de
muchacha y educado como tal,
Sólo estaba a mi lado mi consuelo, hasta que Ulises vino a buscarle y
supo astutamente reconocerlo,
y el sol estaba ya dos horas alto, 44 ofreciendo a las muchachas ricos
y yo la cara al mar tenía vuelta. 45 presentes entre los cuales había
deslizado un puñal, que el joven
héroe se apresuró a recoger, sin
«No tengas miedo -mi señor me dijo-; poder ocultar su instinto bélico.
cálmate, que a buen puerto hemos llegado; Comentario [L555]: Es decir,
no mengües, mas alarga tu entereza. 48 al verdadero Purgatorio, pues hasta
el momento Dante y Virgilio han
estado recorriendo el
Acabas de llegar al Purgatorio: Antepurgatorio.

ve la pendiente que en redor le cierra; Comentario [L556]: Eran las


ocho de la mañana del 11 de abril.
y ve la entrada en donde se interrumpe. 51
Comentario [L557]: Lucía,
símbolo de la gracia iluminante
Antes, al alba que precede al día, (Infierno, II, 97) que mientras él
soñaba con el vuelo en las garras
cuando tu alma durmiendo se encontraba, del águila le había realmente
sobre las flores que aquel sitio adornan, 54 transportado hasta la puerta del
Purgatorio.
vino una dama, y dijo: «Soy Lucía;
deja que tome a éste que ahora duerme;
así le haré más fácil el camino.» 57

Sordello se quedó, y las otras formas;


Te cogió y cuando el día clareaba,
vino hacia arriba y yo tras de tus pasos. 60

Te dejó aquí, mas me mostraron antes


sus bellos ojos esa entrada; y luego
ella y tu sueño a una se marcharon.» 63

Como un hombre que sale de sus dudas


y que cambia en sosiego sus temores,
después que la verdad ha descubierto, 66

cambié yo; y como sin preocupaciones


me vio mi guía, por la escarpadura
anduvo, y yo tras él hacia lo alto. 69

Lector, observarás cómo realzo


mis argumentos, y aún con más arte
si los refuerzo, no te maravilles. 72

Nos acercamos hasta el mismo sitio


que antes me había parecido roto,
como una brecha que un muro partiera, 75

vi una puerta, y tres gradas por debajo


para alcanzarla, de colores varios,
y un portero que aún nada había dicho. 78 Comentario [L558]: Ya que
todo este pasaje alegoriza el
sacramento de la penitencia, el
Y como yo aún los ojos más abriera, ángel guardián acaso represente al
sacerdote. La espada puede
le vi sentado en la grada más alta, significar la justicia o las palabras
con tal rostro que no pude mirarlo; 81 del sacerdote que mueven a la
penitencia.

y una espada tenía entre las manos,


que los rayos así nos reflejaba,
que en vano a ella dirigí mi vista. 84

«Decidme desde allí: ¿Qué deseáis


-él comenzó a decir- ¿y vuestra escolta?
No os vaya a ser dañosa la venida.» 87

«Una mujer del cielo, que esto sabe,


-le respondió el maestro- nos ha dicho
antes, id por allí, que está la puerta.» 90
«Y ella bien ha guiado vuestros pasos
-cortésmente el portero nos repuso-:
venid pues y subid los escalones. 93

Allí subimos; y el primer peldaño 94 Comentario [L559]: El primer


peldaño alegoriza el examen de
era de mármol blanco y tan pulido, conciencia; el segundo, la con-
que en él me espejeé tal como era. 96 fesión propiamente dicha; el
tercero, la satisfacción de la
penitencia.
Era el segundo oscuro más que el perso
hecho de piedra áspera y reseca,
agrietado a lo largo y a lo ancho. 99

El tercero que encima descansaba,


me pareció tan llameante pórfido,
cual la sangre que escapa de las venas. 102

Encima de éste colocaba el ángel


de Dios, sus plantas, al umbral sentado,
que piedra de diamante parecía. 105 Comentario [L560]: La
firmeza de la autoridad
eclesiástica.
Por los tres escalones, de buen grado,
el guía me llevó, diciendo: «Pide
humildemente que abran el cerrojo.» 108

A los pies santos me arrojé devoto;


y pedí que me abrieran compasivos,
mas antes di tres golpes en mi pecho. 111

Siete P, con la punta de la espada, 112 Comentario [L561]: Una por


cada uno de los pecados capitales
en mi frente escribió: «Lavar procura que se purgan en las siete cornisas
estas manchas -me dijo- cuando entres.» 114 del Purgatorio. Como veremos,
Dante se verá libre de ellas, una
por una, a medida que vaya
La ceniza o la tierra seca eran 115 completando su ascensión.
del color mismo de sus vestiduras; Comentario [L562]: El color
y de debajo se sacó dos llaves. 117 del hábito simboliza la humildad
del sacerdote.
Comentario [L563]: De las
Era de plata una y la otra de oro; dos llaves, la de oro simboliza la
con la blanca y después con la amarilla autoridad derivada de Dios para
perdonar los pecados; la de plata la
algo que me alegró le hizo a la puerta. 120 ciencia y prudencia del sacerdote
para examinar y juzgar las faltas.

«Cuando cualquiera de estas llaves falla,


y no da vueltas en la cerradura
-dijo él- esta entrada no se abre. 123

Más rica es una; pero la otra, antes


de abrir, requiera más ingenio y arte,
porque es aquella que el nudo desata. 126

Me las dio Pedro; y díjome que errase


antes en el abrirla que en cerrarla,
mientras la gente en tierra se prosterne.» 129 Comentario [L564]: Que
fuese más incliado a la indulgencia
que al rigor.
Después empujó la puerta sagrada,
diciéndonos: «Entrad, pero os advierto
que vuelve afuera aquel que atrás mirase.» 132 Comentario [L565]: Quien
aún tuviese nostalgia del pecado.

Y al girar en sus goznes las esquinas


de aquellas sacras puertas, que de fuertes
y sonoros metales están hechas, 135

no rechinó ni se mostró tan dura


Tarpeya, cuando al bueno de Metelo
la arrebataron, y quedó arruinada. 138 Comentario [L566]: La
historia la cuenta Lucano
(Farsalia, III, 154-55). César quiso
Yo me volví con el sonar primero, apoderarse del tesoro público
custodiado en la roca Tarpeya al
y Te Deum Laudamus parecía 140 cuidado de Cecilio Metelo.
escucharse en la voz y en dulces sones. 141 Expulsado de allí éste y poniendo
César las manos en el tesoro, la
roca resonó en señal de protesta
Tal imagen al punto me venía ante el atropello.
de lo que oía, como la que suele Comentario [L567]: El
cuando cantar con órgano se escucha; 144 famoso Te Deum, himno de acción
de gracias, se atribuye a San Am-
que ahora no, que ahora sí, se entiende el texto. brosio y a San Agustín.

CANTO X

Y al cruzar el umbral de aquella puerta


que el mal amor del alma hace tan rara,
pues que finge derecho el mal camino, 3

resonando sentí que la cerraban;


y si la vista hubiese vuelto a ella,
¿con qué excusara falta semejante? 6 Comentario [L568]: Recorde
mos la prohibición angélica de
volverse hacia atrás que vimos en
Ascendimos por una piedra hendida, el canto anterior.
que se movía de uno y de otro lado
como la ola que huye y se aleja. 9

«Aquí es preciso usar de la destreza


-dijo mi guía- y que nos acerquemos
aquí y allá del lado que se aparta.» 12 Comentario [L569]: Tienen
que caminar procurando no chocar
con las estrechas paredes,
Y esto nos hizo retardar el paso, ambiando de lado según los
vericuetos del camino.
tanto que antes el resto de la luna
volvió a su lecho para cobijarse, 15
Comentario [L570]: Sobre las
que aquel desfiladero abandonásemos; 16 diez y media de la mañana. Han
pasado dos horas desde el des-
mas al estar ya libres y a lo abierto, pertar del poeta a la puerta del
donde el monte hacia atrás se replegaba, 18 Purgatorio, hasta la llegada al
primer círculo.
cansado yo, y los dos sobre la ruta
inciertos, nos paramos en un sitio
más solo que un camino en el desierto. 21

Desde el borde que cae sobre el vacío,


al pie del alto farallón que asciende,
tres veces mediría el cuerpo humano; 24

y hasta donde alcanzaba con los ojos,


por el derecho y el izquierdo lado,
esa cornisa igual me parecía. 27

Nuestros pies no se habían aún movido


cuando noté que la pared aquella,
que no daba derecho de subida, 30 Comentario [L571]: De tan
escarpada como era no podía ser
escalada.
era de mármol blanco y adornado
con relieves, que no ya a Policleto, 32 Comentario [L572]: 32 y ss.
Escultor griego del siglo V a.C.,
a la naturaleza vencerían. 33 famoso por su canon dórico. Estos
relieves, ya en el suelo, ya en las
paredes del círculo, lo superan con
El ángel que a la tierra trajo anuncio creces, pues su escultor es,
de aquella paz llorada tantos años, obviamente, el propio Dios. En
ellos encontramos ejemplos de
que abrió los cielos tras veto tan largo, 36 mansedumbre, y el primero de
ellos está, como siempre en el
Purgatorio, referido a María; en
tan verdadero se nos presentaba este caso se trata de la
aquí esculpido en gesto tan suave, Anunciación.
que imagen muda no nos parecía. 39

Jurado habria que él decía: «¡Ave!»


porque representada estaba aquella
que tiene llave del amor supremo; 42

e impresas en su gesto estas palabras


“Ecce ancilla Dei”, del modo
con que en cera se imprime una figura. 45

«En un lugar tan sólo no te fijes


-dijo el dulce maestro, que en el lado
donde se tiene el corazón me puso. 48

Por lo que yo volví la vista, y vi


tras de María, por aquella parte
donde se hallaba quien me dirigía, 51

otra historia en la roca figurada;


y me acerqué, cruzando ante Virgilio,
para verla mejor ante mis ojos. 54
Allí en el mismo mármol esculpido 55 Comentario [L573]: 55-69 La
segunda historia esculpida es la de
estaban carro y bueyes con el arca David bailando ante el arca de la
que hace temible el no mandado oficio. 57 Alianza (Samuel, II, VI, 21-22)
cuyo contacto indebido podía
causar la muerte del infractor (v.
Delante había gente; y toda ella 57). La escena representa también
a Micol, esposa de David,
en siete coros, que mis dos sentidos avergonzada ante la conducta de su
uno decía: «No», y otro: «Sí canta.» 60 esposo que considera impropia de
un rey.

Y al igual con el humo del incienso Comentario [L574]: El oído


decía «no», pues no se escuchaba
representado, la nariz y el ojo nada; pero la vista decía «sí», tal
entre el no y entre el sí tuvieron pugna. 63 era la perfección de la escultura.

Ante el bendito vaso daba brincos


el humilde salmista arremangado,
más y menos que rey en ese instante. 66

Frente a él, figurada en la azotea,


de un gran palacio, Micol se asombraba
como mujer despreciativa y triste. 69

Moví los pies del sitio en donde estaba,


para ver otra historia más de cerca,
que detrás de Micol resplandecía. 72

Aquí estaba historiada la alta gloria 73 Comentario [L575]: La


tercera historia, que Dante sigue
del principe romano, a quien Gregorio paso a paso, fue atribuida a
hizo por sus virtudes victorioso; 75 Trajano por Dion Casio (XIX, 5).
Fue muy difundida en la Edad
Media.
hablo de aquel emperador Trajano; Comentario [L576]: El papa
y de una viuda que cogióle el freno, Gregogio Magno, según se
de dolor traspasada y de sollozos. 78 pensaba en tiempos de Dante,
consiguió que Dios sacase a
Trajano del Infierno, que como no
Había en torno a él gran muchedumbre bautizado le estaba destinado, y lo
llevase al Paraíso, donde le
de caballeros, y las águilas áureas encontraremos (Paraiso, XX), lo
sobre ellos se movían con el viento. 81 que hace suponer en él afinidades
con el cristianismo de todo punto
improbables.
La pobrecilla entre todos aquellos
parecía decir: «Dame venganza,
señor, de mi hijo muerto, que me aflige.» 84

Y él que le contestaba: «Aguarda ahora


a mi regreso»; y ella: « Señor mío
-como alguien del dolor impacientado-, 87

¿y si no vuelves?» y él: «Quien en mi puesto


esté, lo hará»; y ella: « El bien que otro haga
¿qué te importa si el tuyo has olvidado?» 90

Por lo cual él: «Consuélate; es preciso


que cumpla mi deber antes de irme:
la piedad y justicia me retienen.» 93 Comentario [L577]: En el
original, «giustizia vuole a pietà mi
ritene».
Aquel que nunca ha visto cosas nuevas 94 Comentario [L578]: Dios, que
fue quien produjo aquel hablar visible, ha existido antes que cosa alguna.
nuevo a nosotros pues que aquí no se halla. 96

Mientras yo me gozaba contemplando


los simulacros de humildad tan grande,
más gratos aún de ver por su artesano, 99

«Por acá vienen, mas con lentos pasos


-murmuraba el poeta- muchas gentes:
éstas podrán llevamos más arriba.» 102 Comentario [L579]: Las
almas de los soberbios, aplastados
por el peso de las piedras que les
Mis ojos, que en mirar se complacían humillan.
por ver lá novedad que deseaban,
en volverse hacia él no fueron lentos. 105

Mas no quiero lector desanimarte


de tus buenos propósitos si escuchas
cómo desea Dios cobrar las deudas. 108

No atiendas a la forma del martirio:


piensa en lo que vendrá; y que en el peor caso, 110 Comentario [L580]: Es decir,
en la superación de la pena, tras
no irá más lejos de la gran sentencia. 111 cumplir el castigo.
Comentario [L581]: Las penas
Yo comencé: «Maestro, lo que veo del Purgatorio, por duras que éstas
venir aquí, personas no parecen, sean, no seguirán tras el Juicio
Final.
y no sé qué es: turbada está mi vista.» 114

Y aquel: «La condición abrumadora


de su martirio a tierra les inclina,
y aun mis ojos dudaron al principio. 117

Mas mira fijamente, y desentraña


quiénes vienen debajo de esas peñas:
podrás verlos a todos doblegados.» 120 Comentario [L582]: En el
original: «già scorger puoi come
ciascun si picchia», que algunos
Oh soberbios cristianos, infelices, explican como si los condenados
fueran golpeándose el pecho.
que enfermos de la vista de la mente, Como veremos, esta actitud se
la fe ponéis en pasos que atrás vuelven, 123 contradice con el propio castigo al
que están sometidos.

¿no comprendéis que somos los gusanos


de quien saldrá la mariposa angélica
que a la justicia sin reparos vuela? 126

¿de qué se ensorberbecen vuestras almas,


si cual insectos sois defectuosos,
gusanos que no llegan a formarse? 129

Como por sustentar suelo o tejado,


por ménsulas a veces hay figuras
cuyas rodillas llegan hasta el pecho, 132

que sin ser de verdad causan angustia


verdadera en aquellos que las miran;
así los vi al mirarles más atento. 135

Cierto que más o menos contraídas,


según el peso que portando estaban;
y aún aquel más paciente parecía 138
decir llorando: «Ya no lo resisto.»

CANTO XI

«Oh padre nuestro, que estás en los cielos, 1 Comentario [L583]: El canto
comienza con una paráfrasis del
no circunscrito, sino por más grande 2 Padrenuestro, puesta en boca de
amor que a tus primeras obras tienes, 3 los soberbios, casi como una cura
de humildad.

alabados tu nombre y tu potencia Comentario [L584]: «No que


estés dentro de los cielos, pues
sean de cualquier hombre, como es justo estás en todas partes, sino porque
darle gracias a tu dulce vapor. 6 aquí demuestras más tu poder y tu
amor hacia los ángeles.»
Comentario [L585]: La
De tu reino la paz venga a nosotros, caridad divina.
que nosotros a ella no alcanzarnos,
si no viene, con todo nuestro esfuerzo. 9

Como por gusto suyo hacen los ángeles,


cantando osanna, a ti los sacrificios,
hagan así gustosos los humanos. 12

El maná cotidiano danos hoy,


sin el cual por este áspero desierto
quien más quiere avanzar más retrocede. 15

Y al igual que nosotros las ofensas


perdonamos a todos, sin que mires
el mérito, perdónanos, benigno. 18

Nuestra virtud que cae tan prontamente


no ponga a prueba el antiguo enemigo,
mas líbranos de aquel que así la hostiga. 21

Esta última plegaria, amado Dueño. Comentario [L586]: Las


no se hace por nosotros, ni hace falta, almas del Purgatorio ya no pueden
pecar, pero de igual manera que tas
mas por aquellos que detrás quedaron.» 24 reciben las plegarias de los vivos,
ruegan a su vez para que éstos no
caigan en tentación.
Para ellas y nosotros buen camino
pidiendo andaban esas sombras, bajo
un peso igual al que a veces se sueña, 27

angustiadas en formas desiguales


y en la primera cornisa cansadas,
purgando las calígines del mundo. 30 Comentario [L587]: La
oscuridad del pecado.

Si allí bien piden siempre por nosotros,


¿aquí qué hacer y qué pedir podrían
los que en Dios han echado sus raíces? 33

Debemos ayudarles a lavarse


las manchas, tal que puros y ligeros
puedan ganar las estrelladas ruedas. 36

«Ah, la justicia y la Piedad os libren


pronto, tal que podáis mover las alas,
que os conduzcan según vuestros deseos: 39

mostradnos por qué parte a la escalera


más rápido se va; y, si hay más caminos,
enseñadnos aquel menos pendiente; 42

pues a quien me acompaña, por la carga


de la carne de Adán con que se viste,
contra su voluntad, subir le cuesta.» 45

Las palabras que respondieron a éstas


que había dicho aquel que yo seguía, 47 Comentario [L588]: Virgilio.
de quién vinieran no lo supe; pero 48

dijeron: «Por la orilla a la derecha


veniros, y hallaremos algún paso
que lo pueda subir un hombre vivo. 51

Y si no fuese un estorbo la piedra


que mi cerviz soberbia doma, y tengo
por esto que llevar el rostro gacho, 54

a aquel que vive aún y no se nombra, Comentario [L589]: Está


hablando Omberto
miraría por ver si lo conozco, Aldobrandeschi, hijo de
para hacer que este peso compadezca. 57 Gughelmo, famoso gibefino
muerto a mediados del siglo XIII.
Omberto, señor de Campagnatico,
Latino fui, de un gran toscano hijo: 58 castillo cercano a Siena, se dedicó
al bandidaje y fue muerto por los
Giuglielrno Aldobrandeschi fue mi padre; sieneses en 1259, o bien
no sé si conocéis el nombre suyo. 60 defendiendo su castillo, o según
otros ahogado en su lecho. Los
Aldobrandeschi fueron, en efecto,
La sangre antigua y las gloriosas obras una antiquísima y soberbia familia
feudal.
de mis mayores, arrogancia tanta
me dieron, que ignorando a nuestra madre 63

común, todos los hombres despreciaba


y por ello morí; sábenlo en Siena,
y en Campagnático todos los niños. 66

Soy Omberto; y no sólo la soberbia


me dañó a mí-, que a todos mis parientes
ha arrastrado consigo a la desgracia. 69

Y aquí es preciso que este peso lleve


por ella, hasta que Dios se satisfaga:
Pues no lo hice de vivo, lo hago muerto.» 72

Incliné al escucharle la cabeza; 73 Comentario [L590]: Dante,


que se sabe de carácter altivo y
y uno de ellos, no aquel que había hablado, soberbio, reconoce en el círculo de
se volvió bajo el peso que llevaba, 75 los soberbios su propio lugar en el
Purgatorio (Purgatorio, XIII).

y me llamó al mirarme y conocerme, Comentario [L591]: Oderissi


da Gubbio, miniaturista de la
con los ojos fijados con gran pena, segunda mitad del siglo XIII
pues andaba inclinado junto a ellos. 78 muerto en 1299 y conocido de
Dante. Trabajó para los papas y
fue muy celebrado en su tiempo.
«Oh -yo le dije-- ¿No eres Oderisi,
honra de Gubbio, y honra de aquel arte
que se llama en París iluminar?» 81

«Hermano --dijo--- ríen más las cartas


que ahora ilumina Franco, el de Bolonia; 83 Comentario [L592]: Nada
sabemos apenas de este Franco de
suyo es todo el honor, y en parte, mío. 84 Bolonia, acaso fuera un alumno de
Oderisi, lo que pondría aún más de
manifiesto la aprendida humildad
No hubiera sido yo tan generoso de éste.
mientras vivía, por el gran deseo
de superar a todos que albergaba. 87
Comentario [L593]: Estaría en
el Antepurgatorio.
De tal soberbia pago aquí la pena;
Comentario [L594]: La fama
y aun no estaría aquí de no haber sido del artista dura poco, a menos que
que, pudiendo pecar, volvíme a Dios. 90 le siga una época de decadencia,
con lo cual su nombre queda
preservado más largo tiempo.
¡Oh, vana gloria del poder humano! Comentario [L595]: Para
¡qué poco dura el verde de la cumbre, ejemplificar lo dicho
anteriormente, Dante se vale, por
si no le sigue un tiempo decadente! 93 boca de Oderisi, de dos ejemplos,
tomados uno de la pintura y otro
de la literatura. El pintor florentino
Creisteis que en pintura Cimabue 94 Cimabue, representante aún de la
tuviese el campo, y es de Giotto ahora, influencia bizantina, fue superado
totalmente por las nuevas formas
y la fama de aquel ha oscurecido. 96 plásticas de Giotto, por quien
Dante mostró gran admiración.
Guido Cavalcanti superó a su
Igual un Guido al otro le arrebata maestro Guido Guinizzelli, y a su
la gloria de la lengua; y nació acaso vez será superado por otro poeta,
acaso el propio Dante.
el que arroje del nido a uno y a otro. 99

No es el ruido mundano más que un soplo


de viento, ahora de un lado, ahora del otro,
y muda el nombre como cambia el rumbo. 102

¿Qué fama has de tener, si viejo apartas


de ti la carne, como si murieras
antes de abandonar el sonajero, 105 Comentario [L596]: El
original «anzi che tu lasciassi il
'pappo' e’1 'dindi'» hace referencia
cuando pasen mil años? Pues es corto al lenguaje infantil.
ese espacio en lo eterno, más que un guiño
en el más tardo giro de los cielos. 108 Comentario [L597]: El de las
estrellas fijas, que según
Convivium, II, XIV, II, tarda 360
Aquel que va delante tan despacio 109 siglos en completar su vuelta.
de mí, en Toscana entera era famoso; Comentario [L598]: Provenza
y de él en Siena apenas cuchichean, 111 no SaJviati, de Siena, jefe de los
gibelinos toscanos, vencedor en
Montaperti. Muerto en la batalla de
en donde era señor cuando abatieron Colle di Valdelsa (1269). Fue
decapitado por los florentinos.
la rabia florentina, que soberbia Dice la leyenda que el diablo había
fue en aquel tiempo tal como ahora es puta. 114 profetizado a Salviati que su
cabeza sería la más alta de los
sieneses. Él creyó asegurada la
Color de hierba es vuestra nombradía, victoria, pero su cabeza entró en
Siena en lo alto de una pica.
que viene y va, y el mismo la marchita Vueltos al poder los güelfos, bo-
que la hace brotar verde de la tierra.» 117 rraron toda la fama que de él
quedaba en la ciudad.
Comentario [L599]: Porque se
Y yo le dije: «Tu verdad me empuja vende por dinero.
a la humildad, y abate mi soberbia; Comentario [L600]: El Sol.
pero quién es aquel de quien hablabas?» 120

«Es -respondió-- Provenzano Salviati:


y está aquí porque tuvo pretensiones
de llevar Siena entera entre sus manos. 123

Anduvo así y aún anda, sin descanso,


desde su muerte: tal moneda paga
aquel que en vida a demasiado aspira.» 126

Y yo: «Si aquel espíritu que deja


arrepentirse al fin de su existencia,
queda abajo y no sube sin la ayuda 129

de una buena oración, antes que pase


un tiempo semejante al que ha vivido,
¿Cómo le consintieron que viniese?» 132 Comentario [L601]: 133-38
Carlos de Anjou había, en efecto,
hecho Prisionero a un amigo suyo,
«Cuando vivía más glorioso –dijo-, 133 por cuyo rescate exigía una suma
desorbitada. Salviati, no
en la plaza de Siena libremente disponiendo de esa cantidad, se
vencida su vergüenza, se plantó 135 puso a mendigar públicamente en
la Plaza de Siena.
y allí para salvar a cierto amigo,
en la prisión de Carlos condenado,
de tal modo actuó que tembló entero. 138

Más no diré y oscuro sé que hablo;


pero dentro de poco, tus vecinos 140 Comentario [L602]: 140-41
Oderisi profetiza tal vez la
harán de modo que glosarlo puedas. 141 necesidad que tendrá Dante de
Esta acción le sacó de esos confines.» mendigar en el exilio.

CANTO XII

A la par, como bueyes en la yunta,


con el alma cargada caminaba,
mientras lo consintió mi pedagogo. 3

Mas cuando dijo: «Déjale y avanza;


que es menester que con alas y remos
empuje su navío cada uno», 6

enderecé, cual para andar conviene


el cuerpo todo, mas los pensamientos
se me quedaron sencillos y humildes. 9

Me puse a andar, y seguía con gusto


los pasos del maestro, y ambos dos
de ligereza hacíamos alarde; 12

y él dijo: «vuelve al suelo la mirada,


pues para caminar seguro es bueno
ver el lugar donde las plantas pones». 15

Como, para dejar memoria de ellos,


sobre las tumbas en tierra excavadas Comentario [L603]: 25-63 Se
abre aquí una larga serie de
está escrito quién era cuando vivo, 18 estrofas acrósticas; las cuatro
siguientes comienzan con V; las
cuatro siguientes con 0; las cuatro
y de nuevo se llora muchas veces siguientes con M, dando como
por el aguijoneo del recuerdo, resultado Vom, es decir,
«hombre». En los versos 61-63
que tan sólo espolea a los piadosos; 21 aparecen las tres variantes. En toda
la serie se recogen los ejemplos de
soberbia castigada que, esculpidos
con mayor semejanza, pues tal era en el suelo de la comisa,
el artificio, lleno de figuras aleccionan a los soberbios. Según
algunos comentaristas, los cuatro
vi aquel camino que en el monte avanza. 24 primeros son los soberbios contra
Dios, castigados por él mismo. El
segundo grupo los que causaron su
Veía a aquél que noble fue creado 25 ruina con su propia vanagloria. El
más que criatura alguna, de los cielos tercero es el grupo de los soberbios
contra el prójimo, castigados por
como un rayo caer, por una parte. 27 sus propias víctimas.
Comentario [L604]: Briareo,
Veía a Briareo, que yacía 28 que se sublevó contra los dioses
olímpicos.
en otra, de celeste flecha herido, Comentario [L605]: Marte,
por su hielo mortal grave a la tierra. 30 Palas Atenea y Apolo, luchando
contra los gigantes.

Veía a Marte, a Palas y a Timbreo, 31 Comentario [L606]: La torre


de Babel.
aún armados en tomo de su padre,
Comentario [L607]: Niobe,
mirando a los Gigantes desmembrados. 33 que se ensoberbeci6 ante Latona
por tener siete hijos y siete hijas,
mientras que ésta sólo tenía a
Veía al pie, a Nemrot, de la gran obra 34 Apolo y Diana, que exterminaron a
ya casi enloquecido, contemplando los nióbidas, fue convertida en
piedra.
los que en Senar con él fueron soberbios. 36
Comentario [L608]: Saúl se
suicidó tras su derrota en Gelboé a
¡Oh Niobe, con qué dolientes ojos 37 manos de los filisteos. David
maldijo aquel valle con la sequía
te veía grabada en el sendero, (2 Samuel, 121).
entre tus muertos siete y siete hijos! 39 Comentario [L609]: Aracne,
que desafió a Atenea a tejer y fue
convertida en araña por la diosa.
¡Oh Saúl, cómo con la propia espada 40
en Gelboé ya muerto aparecías, Comentario [L610]: Roboán,
hijo de Salomón, tuvo que huir del
que no sentiste lluvia ni rocío! 42 pueblo, sublevado contra él por no
haber querido, en su arrogancia,
disminuir los impuestos (1 Reyes,
Oh loca Aracne, así pude mirarte 43 XII, 1-18).
ya medio araña, triste entre los restos Comentario [L611]: Erifile
de la obra que por tu mal hiciste. 45 fue muerta por su hijo Alcmeón en
venganza por haber traicionado
ésta a su esposo Anfiarao, que
Oh Roboán, no parece que asuste 46 dada su condición de adivino
(Infiemo, XX, 31-39), sabía que
aquí tu efigie; mas lleno de espanto moriría en caso de acudir a luchar
le lleva un carro, sin que le eche nadie. 48 contra Tebas. Argia, mujer de
Polinice, ofreció a Erifile un collar
si conseguía que su esposo
Mostraba aún el duro pavimento acudiera a la batalla, como en
efecto hizo, provocando la
como Alcmeón a su madre hizo caro 50 presagiada muerte del esposo (Esta
aquel adorno tan desventurado. 51 cio, Tebaida, II, 265 ss.; IV, 187 y
ss. También en Metamorfosis y en
Eneida).
Mostraba cómo se lanzaron sobre Comentario [L612]: El rey
Senaquerib sus hijos en el templo, 53 asirio Senaquerib se había burlado
de la confianza del rey Ezequía en
y cómo, muerto, allí lo abandonaron. 54 el Dios de los hebreos. Un ángel
exterminó su ejército y sus hijos le
asesinaron (2 Reyes, XIX; Isaías,
Mostraba el crudo ejemplo y la ruina XXXVII).
que hizo Tamiris cuando dijo a Ciro: 56
Comentario [L613]: Tamiris,
«tuviste sed de sangre y te doy sangre». 57 reina de los masegetas o escitas, a
quien el persa Ciro había matado a
su hijo, se vengó de éste, una vez
Mostraba cómo huyeron derrotados, derrotado, cortándole la cabeza.
tras morir Holofernes, los asirios, 59 Dante lo cita de Orosio
(Historia,II, 7-6), que debe
y también de su muerte los despojos. 60 inspirarse en un pasaje de
Herodoto.

Veía a Troya en ruinas y en cenizas; 61 Comentario [L614]: Holofern


es, decapitado por Judit en el cerco
¡oh Ilión, cuán abatida y despreciable de Betulia.
mostrábate el relieve que veíal 63 Comentario [L615]: El último
ejemplo es el de la soberbia Troya
incendiada y arrasada por los
¿Qué pincel o buril allí trazara griegos. Este terceto resume no
las sombras y los rasgos, que admirarse sólo el acróstico, sino los tres tipos
de soberbia a los que hemos ... [4]
harían a cualquier sutil ingenio? 66

Muertos tal muertos, vivos como vivos:


no vio mejor que yo quien vio de veras,
cuanto pisaba, al ir mirando el suelo. 69

¡Ah, caminad soberbios y altaneros,


hijos de Eva, y no inclinéis el rostro
para poder mirar el mal camino! 72

Mas al monte la vuelta habíamos dado,


y su camino el sol más recorrido
de lo que mi alma absorta calculaba, 75

cuando el que atento siempre caminaba


delante, dijo: «Alza la cabeza,
ya no hay más tiempo para ir tan absorto. 78

Mira un ángel allí que se apresura 79 Comentario [L616]: El ángel


guardián del primer círculo, que
por venir a nosotros; ve que vuelve borrará a Dante la primera P de su
la esclava sexta del diario oficio. 81 frente.
Comentario [L617]: Han
De reverencia adorna rostro y porte, pasado seis horas del día. Ha
pasado, pues, la hora del mediodía
para que guste arriba conducirnos; cuando los dos viajeros se aprestan
piensa que ya este día nunca vuelve.» 84 a subir a la segunda cornisa.

Acostumbrado estaba a sus mandatos


de no perder el tiempo, así que en esa
materia no me hablaba oscuramente. 87

El bello ser, de blanco, se acercaba,


con el rostro cual suele aparecer
tremolando la estrella matutina. 90

Abrió los brazos, y después las alas;


dijo: «Venid, cercanos los peldaños
están y ya se sube fácilmente. 93

Muy pocos a esta invitación alcanzan: Comentario [L618]: Eco de


oh humanos que nacisteis a altos vuelos, Mateo, XXII, 14: «Muchos son los
llamados y pocos los elegidos.»
¿cómo un poco de viento os echa a tierra?» 96
Comentario [L619]: La iglesia
de San Miniato domina la ciudad
A la roca cortada nos condujo; de Florencia (la irónicamente
llamada «bien guiada») al otro
allí batió las alas por mi frente, lado del Arno, que es preciso
y prometió ya la marcha segura. 99 cruzar por el puente llamado
Rubaconte, por el podestá que
comenzó su construcción. El su-
Como al subir al monte, a la derecha, 100 mario y las pesas hacen referencia
a dos grandes escándalos que entre
en donde está la iglesia que domina la magistratura y los comerciantes
la bien guiada sobre el Rubaconte, 102 respectivamente tuvieron lugar en
Florencia, ambos en 1299.
del subir se interrumpe la fatiga
por escalones que se construyeron
cuando sumario y pesas eran ciertos; 105

tal se suaviza aquella ladera


que cae a plomo del otro repecho;
mas rozando la piedra a un lado y otro. 108

Al dirigirnos por ese camino


Beati pauperes spiritu, de un modo 110 Comentario [L620]: Principio
de la primera bienaventuranza del
inefable cantaban unas voces. 111 Sermón de la Montaña (Mateo, V,
3). A pesar del plural en el original
«voci», debe ser entonada por un
Ah qué distintos eran estos pasos solo ángel, como en el resto de las
de aquellos del infierno: aquí con cantos cornisas.
se entra y allí con feroces lamentos. 114

Por los santos peldaños ya subíarnos


y bastante más leve me encontraba,
de lo que en la llanura parecía. 117

Por lo que yo: «Maestro ¿qué pesada


carga me han levantado, que ninguna
fatiga casi tengo caminando?» 120

Él respondió: «Cuando las P que quedan


aún en tu rostro a punto de borrarse,
estén, como una de ellas, apagadas, 123

tan vencidos los pies de tus deseos


estarán, que no sólo sin fatiga,
sino con gozo arriba han de llevarte.» 126

Entonces hice como los que llevan


en la cabeza un algo que no saben,
y sospechan por gestos de los otros; 129

y por lo cual se ayudan con la mano,


que busca y halla y cumple así el oficio
que no pudiera hacerlo con la vista; 132

extendiendo los dedos de la diestra,


sólo encontré seis letras, que en mi frente
el de la llave habíame grabado: 135
y viendo esto sonrió mi guía.
Comentario [L621]: Los
viajeros han llegado al repecho
CANTO XIII donde se purga el pecado de la
envidia Éste es lógicamente menor
que el primero, porque al tener la
Llegarnos al final de la escalera, 1 montaña forma cónica va
disminuyendo hacia la cumbre.
donde por vez segunda se recoge
el monte, que subiendo purifica. 3

Allí del núsmo modo una cornisa,


igual que la primera, lo rodea;
sólo que el giro se completa antes. 6

No había sombras ni señales de ellas:


liso el camino y lisa la muralla,
del lívido color de los roquedos. 9

«Si, para preguntar, gente esperarnos


--me decía el poeta-- mucho temo
que se retrase nuestra decisión.» 12

Luego en el sol clavó los ojos fijos;


de su diestra hizo centro al movimiento,
y se volvió después hacia la izquierda. 15

«Oh dulce luz en quien confiado entro


por el nuevo camino, llévanos
-decía- cual requiere este paraje. 18

Tú calientas el mundo, y sobre él luces:


si otra razón lo contrario no manda,
serán siempre tus rayos nuestro guía.» 21

Cuanto por una milla aquí se cuenta,


tanto en aquella parte caminamos
al poco, pues las ganas acuciaban; 24

y sentimos volar hacia nosotros


espíritus sin verlos, que invitaban
cortésmente a la mesa del amor. 27

La voz primera que pasó volando 28 Comentario [L622]: A


continuación tres casos de amor al
“Vinum non habent” dijo claramente, prójimo, como ejemplos en contra
y tras nosotros lo iba repitiendo. 30 de la envidia. El primero referido a
María, hace referencia a las bodas
de Caná.
Y aún antes de perderse por completo Comentario [L623]: El
al alejarse, otra: «Soy Orestes» siguiente ejemplo hace referencia a
pasó gritando igual sin detenerse. 33 la proverbial amistad entre Orestes
Pílades, que se hizo pasar por su
amigo para salvarle la vida.
Yo dije: «Oh padre ¿qué voces son éstas?»
Y escuché al preguntarlo una tercera
diciendo: «Amad a quien el mal os hizo.» 36 Comentario [L624]: El tercer
ejemplo son palabras del propio
Jesús en el Sermón de la Montaña
Y el buen maestro «Azota esta cornisa (Mateo, 44): «Amad al que os
ofende.»
la culpa de la envidia, mas dirige
la caridad las cuerdas del flagelo. 39

Su freno quiere ser la voz contraria:


y podrás escucharla, según creo,
antes que el paso del perdón alcances. 42

Mas con fijeza mira, y verás gente


que está sentada enfrente de nosotros,
apoyada a lo largo de la roca.» 45

Abrí entonces los ojos más que antes;


miré delante y sombras vi con mantos
del color de la piedra no distintos. 48

Y al haber avanzado un poco más,


oí gritar: «María, por nosotros
ruega» y «Miguel» y «Pedro» y «Santos todos». 51

No creo que ahora existe por la tierra


hombre tan duro, a quien no le moviese
a compasión lo que después yo vi; 54

pues cuando estuve tan cercano de ellos


que sus gestos veía claramente,
grave dolor me vino por los ojos. 57

De cilicio cubiertos parecían


y uno aguantaba con la espalda al otro,
y el muro a todas ellas aguantaba. 60

Así los ciegos faltos de sustento,


piden limosna en días de indulgencia,
y la cabeza inclina uno sobre otro, 63

por despertar piedad más prontamente,


no sólo por el son de las palabras,
mas por la vista que no menos pide. 66

Y como el sol no llega hasta los ciegos,


lo mismo aquí a las sombras de las que hablo
no quería llegar la luz del cielo; 69

pues un alambre a todos les cosía


y horadaba los párpados, del modo
que al gavilán que nunca se está quieto. 72 Comentario [L625]: Se trata
de una práctica común en cetrería
para amansar a las aves de presa.
Al andar, parecía que ultrajaba Da cuenta de ello Federico II en
«De arte Venendibus cum avibus».
a aquellos que sin venne yo veía;
por lo cual me volví al sabio maestro. 75
Él sabía que, aun mudo, deseaba
hablarle; y no esperando mi pregunta,
él me dijo: «Habla breve y claramente.» 78

Virgilio caminaba por la parte 79 Comentario [L626]: Para


evitar que Dante corra peligro de
de la cornisa en que caer se puede, caerse.
pues ninguna baranda la rodea; 81

por la otra parte estaban las devotas


sombras, que por su horrible cosedura
lloraban y mojaban sus mejillas. 84

Me volví a ellas y: «Oh, gentes confiadas


-yo comencé-- de ver la luz suprema
que vuestro desear sólo procura, 87

así pronto la gracia os vuelva limpia


vuestra conciencia, tal que claramente
por ella baje de la mente el río, 90

decidme, pues será grato y amable,


si hay un alma latina entre vosotros,
que acaso útil le sea el conocerla.» 93

«Oh hermano todos somos ciudadanos


de una Ciudad auténtica; tú dices 95 Comentario [L627]: De la
Ciudad de Dios, o Jerusalén
que viviese en Italia peregrina.» 96 Celeste.

Esto creí escuchar como respuesta


un poco más allá de donde estaba,
por lo que procuré seguir oyendo. 99

Entre otras vi a una sombra que en su aspecto


esperaba; y si alguno dice “¿Cómo?”,
alzaba la barbilla como un ciego. 102

«Alma que por subir te estás domando,


si eres -le dije ~ me respondiste,
haz que conozca tu nombre o tu patria.» 105

«Yo fui Sienesa -repuso-- y con estos 106 Comentario [L628]: Sapía dei
Salvani, era tía del Provenzán ya
otros enmiendo aquí la mala vida, conocido por nosotros (Purgatorio,
pidiendo a Aquél que nos conceda el verle. 108 XI), esposa de Ghinibaldo di
Saracino (Infierno, XXXI).
Envidiosa de la prosperidad de éste
No fui sabia, aunque Sapia me llamaron, en Siena, al parecer mostró su
satisfacción ante la derrota y
y fui con las desgracias de los otros vergonzosa muerte del sobrino.
aún más feliz que con las dichas mías. 111 Murió en 1274.
Y para que no creas que te miento,
oye si fui, como te digo, loca,
ya descendiendo el arco de mis años. 114

Mis paisanos estaban junto a Colle 115 Comentario [L629]: La batalla


de Colle tuvo lugar en 1269, como
cerca del campo de sus enemigos, hemos visto, entre los florentinos
y yo pedía a Dios lo que El quería. 117 güelfos y sieneses gibelinos, con la
derrota de estos últimos.

Vencidos y obligados a los pasos Comentario [L630]: La


derrota de los sieneses, que ya
amargos de la fuga, al yo saberlo, estaba predestinada por Dios.
gocé de una alegría incomparable, 120

tanto que arriba alcé atrevido el rostro


gritando a Dios: «De ahora no te temo»
como hace el mirlo con poca bonanza. 123 Comentario [L631]: Según la
fábula, el mirlo viendo un buen día
ya a finales de enero canta «ya no
La paz quise con Dios ya en el extremo te temo, Dios, pues salí del
inviemo», cuando lo peor está aún
de mi vivir; y por la penitencia por pasar.
no estaría cumplida ya mi deuda, 126

si no me hubiese Piero Pettinaio


recordado en sus santas oraciones, 128 Comentario [L632]: Piero da
Campi, llamado Pettinaio a causa
quien se apiadó de mí caritativo. 129 de su profesión de vendedor de
peines. Al parecer, murió a los
ciento nueve años en 1289 con una
¿Tú quién eres, que nuestra condición extraña fama de santidad.
vas preguntando, con los ojos libres, Compraba peines en Pisa y en
Siena y tiraba los de mala calidad,
como yo creo, y respirando hablas?» 132 pues decía que podía ser engañado,
pero no engañar a su vez.
«Los ojos ---dije acaso aquí me cierren,
mas poco tiempo, pues escasamente
he pecado de haber tenido envidia. 135

Mucho es mayor el miedo que suspende


mi alma del tormento de allí abajo,
que ya parece pesarme esa carga.» 138 Comentario [L633]: De nuevo
los temores de Dante de ser
condenado a purgar su soberbia al
Y ella me dijo: «¿Quién te ha conducido parecer con razón, según algunos
contemporáneos suyos.
entre nosotros, que volver esperas?»
Y yo: «Este que está aquí sin decir nada. 141

Vivo estoy; por lo cual puedes pedirrne,


espíritu elegido, si es preciso
que allí mueva por ti mis pies mortales.» 144

«Tan rara cosa de escuchar es ésta,


que es signo --dije,- de que Dios te ama;
con tus plegarias puedes ayudarme. 147

Y te suplico, por lo que más quieras,


que si pisas la tierra de Toscana,
que a mis parientes mi fama devuelvas. 150

Están entre los necios que ahora esperan 151 Comentario [L634]: En estos
últimos versos alude Sapia a dos
en Talamón, y allí más esperanzas empresas descabelladas de lo
perderán que en la busca de la Diana. 153 sieneses, que acabaron en fracaso
estrepitoso. La una es la
Pero más perderán los almirantes. 154 construcción de un puerto -Siena,
recuérdese, es una ciudad del
interior- en Telamón, localidad
CANTO XIV muy insalubre. La otra era la
búsqueda infructuosa de un río
subterráneo llamado Diana, que
«¿Quién es éste que sube nuestro monte abasteciera de agua a la ciudad.
antes de que la muerte alas le diera, Comentario [L635]: «Los
y abre los ojos y los cierra a gusto?» 3 almirantes», acaso los encargados
de la construcción del puerto que,
junto al dinero, el tiempo y las
«No sé quién es, mas sé que no está sólo; esperanzas, perdieron la vida a
interrógale tú que estás más cerca, causa de la malaria tan frecuente
en Telamón.
y recíbelo bien, para que hable.» 6

Así dos, apoyado uno en el otro, 7 Comentario [L636]: Los que


hablan son: primero (v. 10), Guido
conversaban de mí a mano derecha; del Duca, de la familia de los
luego los rostros, para hablar alzaron. 9 Onesti, de Rávena, que dejó una
gran fama de hombre envidioso y
murió en 1245; el otro (v. 25) es
Y dijo uno: «Oh alma que ligada Riniero dei Paolucci, señor de
Calboli, güelfo de la región de
al cuerpo todavía, al cielo marchas, Romaña. Murió en una batalla en
por caridad consuélanos y dinos 12 1296.

quién eres y de dónde, pues nos causas


con tu gracia tan grande maravilla,
cuanto pide una cosa inusitada.» 15

Y yo: «Se extiende en medio de Toscana


un riachuelo que nace en Falterona, 17 Comentario [L637]: Monte
del Apenino en que nace el Arno.
y no le sacian cien millas de curso. 18

junto a él este cuerpo me fue dado;


decir quién soy sería hablar en balde,
pues mi nombre es aún poco conocido.» 21 Comentario [L638]: Nótese el
tono de humildad que, tras la visita
al círculo de los soberbios, adopta
«Si he penetrado bien lo que me has dicho Dante para referirse a su, por el
momento (1300), corta carrera
con mi intelecto -me repuso entonces literaria.
el que dijo primero- hablas del Arno.» 24

Y el otro le repuso: «¿Por qué esconde


éste cuál es el nombre de aquel río,
cual hace el hombre con cosas horribles?» 27

y la sombra de aquello preguntada


así le replicó: «No sé, mas justo
es que perezca de tal valle el nombre; 30
porque desde su cuna, en que el macizo 31 Comentario [L639]: 31-33 El
Arno nace en la región más
del que es trunco el Peloro, tan preñado abrupta e intrincada de los
está, que en pocos sitios le superan, 33 Apeninos (macizo del que los
antiguos pensaban que Sicilia se
había desgajado por un
hasta el lugar aquel donde devuelve terremoto). El Peloro es el cabo de
Faro, en dicha isla.
lo que el sol ha secado en la marina,
de donde toman su caudal los ríos, 36 Comentario [L640]: El sol
evapora el agua del mar formando
las nubes, que luego van a originar
es la virtud enemiga de todos las lluvias de las que se generan
los ríos.
y la huyen cual la bicha, o por desgracia
del sitio, o por mal uso que los mueve: 39 Comentario [L641]: Porque el
lugar impulse naturalmente al mal
a sus habitantes, o por la
tanto han cambiado su naturaleza costumbre arraigada en éstos.
los habitantes del mísero valle,
cual si hechizados por Circe estuvieran. 42 Comentario [L642]: Circe es
la famosa hechicera que convertía
en bestias a los hombres d Ulises.
Entre cerdos, más dignos de bellotas
que de ningún otro alimento humano,
su pobre curso primero endereza. 45 Comentario [L643]:

Chuchos encuentra luego, en la bajada, 46 Comentario [L644]: Se refiere


ahora a la ciudad de Arezzo.
pero tienen más rabia que fiereza,
y desdeñosa de ellos tuerce el morro. 48

Va descendiendo; y cuanto más se acrece,


halla que lobos se hicieron los perros, 50 Comentario [L645]: Los lobos
son ahora los florentinos, más
esa maldita y desgraciada fosa. 51 malignos aún que los perros
aretinos.
Bajando luego en más profundos cauces, 52 Comentario [L646]: Ahora se
halla vulpejas llenas de artimañas, refiere a Pisa.

que no temen las trampas que las cacen. 54

No callaré por más que éste me oiga; 55 Comentario [L647]: El propio


Rinier, que debe escuchar la
y será al otro útil, si recuerda 56 maldad de su sobrino.
lo que un veraz espíritu me ha dicho. 57 Comentario [L648]: Ahora se
refiere a Dante.
Yo veo a tu sobrino que se vuelve 58 Comentario [L649]: El
cazador de los lobos en la orilla sobrino de Rinier es Fulcieri da
Calboli, podestá en varias ciudades
del fiero río, y los espanta a todos. 60 italianas que gobernó con gran
crueldad Florencia en 1303, en
nombre de los negros y dirigiendo
Vende su carne todavía viva; una feroz represión contra blancos
luego los mata como antigua fiera; y gibelinos.

la vida a muchos, y él la honra se quita. 63

Sangriento sale de la triste selva;


y en tal modo la deja, que en mil años
no tomará a su estado floreciente.» 66
Como al anuncio de penosos males
se turba el rostro del que está escuchando
de cualquier parte que venga el peligro, 69

así yo vi turbar y entristecerse


a la otra alma, que vuelta estaba oyendo,
cuando hubo comprendido las palabras. 72

A una al oírla y a la otra al mirarla,


me dieron ganas de saber sus nombres,
e híceles suplicante mi pregunta; 75

por lo que el alma que me habló primero


volvió a decir: «Que condescienda quieres
y haga por ti lo que por mí tú no haces. 78 Comentario [L650]: Recuérde
se que Dante no ha contestado aún
a la pregunta de Guido al principio
Mas porque quiere Dios que en ti se muestre del canto.
tanto su gracia, no seré tacaño;
y así sabrás que fui Guido del Duca. 81

Tan quemada de envidia fue mi sangre.


que si dichoso hubiese visto a alguno,
cubierto de livor me hubieras visto. 84

De mi simiente recojo tal grano;


¡Oh humano corazón, ¿por qué te vuelcas
en bienes que no admiten compañía? 87 Comentario [L651]: En el
original, «là "v" é mestier di
consorte divieto». Es decir, bienes
Este es Rinieri, prez y mayor honra que quien los obtiene no quiere
compartir con nadie. Veremos esta
de la casa de Cálboli, y ninguno cuestión en el próximo canto.
de sus virtudes es el heredero. 90 Comentario [L652]: En la
Rornaña. Ahora es esta comarca la
que va a sufrir la repulsa de Dante
Y no sólo su sangre se ha privado, por medio de Guido, que lamentará
entre el monte y el Po y el mar y el Reno, 92 la decadencia de las grandes
familias feudales.
del bien pedido a la verdad y al gozo; 93
Comentario [L653]: Lizio da
Valbona vivió en la segunda mitad
pues están estos límites tan llenos del siglo XIII y fue amigo de
Riniero. Arrigo Mainardi vivió en
de plantas venenosas, que muy tarde, los primeros años del siglo, y fue
aun labrando, serían arrancadas. 96 amigo de Guido.
Comentario [L654]: Pier
¿Dónde están Lizio, y Arrigo Mainardi, 97 Traversaro, de Rávena, gibelino
muerto en 1225. Guido di
Pier Traversaro y Guido de Carpigna? 98 Carpigna, e Montefeltro, güelfo
¡Bastardos os hicisteis, romañoles! 99 muerto hacia 1289.
Comentario [L655]: Fabbro
del Lamberza, gibelino, podestá de
¿Cuando renacerá un Fabbro en Bolonia? 100 varias ciudades, murió en 1259 y
¿cuando en Faenza un Bernardín de Fosco, 101 tuvo gran fama de hombre sabio.
rama gentil aun de simiente humilde? 102 Comentario [L656]: Bernardin
o di Fosco, era de origen humilde,
y llegó también a ser podestá en
No te asombres, toscano, si es que lloro varias ciudades. En 1240 defendió
Faenza contra Federico II.
cuando recuerdo, con Guido da Prata, 104 Comentario [L657]: Guido da
Prata vivió entre los siglos XII y
a Ugolin d’Azzo que vivió en Romagna, 105 XIII.
Comentario [L658]: Ugolino
Federico Tignoso y sus amigos, 106 de Azzo era toscano, de la familia
a los de Traversara y Anartagi 107 Ubaldino; murió en 1293.

(sin descendientes unos y los otros), 108 Comentario [L659]: Personaje


casi desconocido.
Comentario [L660]: Dos
a damas y a galanes, las hazañas, principales familias de la Romaña,
los afanes de amor y cortesía, famosas, como dice Dante, por su
forma de vivir los ideales
donde ya tan malvadas son las gentes. 111 caballerescos.

¿Por qué no te esfumaste, oh Brettinoro, 112 Comentario [L661]: Pequeña


ciudad cerca de Forlí, famosa por
cuando se hubo marchado tu familia, la liberalidad de sus caballeros. Su
y mucha gente por no ser perversa? 114 familia acaso aluda a los Mainardi
(v. 97) o a una antigua familia
extinguida en 1177.
Bien hizo Bagnacaval, ya sin hijos;
e hizo mal Castrocaro, y peor Conio, 116 Comentario [L662]: La estirpe
de los Malvicini, condes de
que tales condes en prohijar se empeña. 117 Beguacavallo se había reducido en
1300 a tres hijas, una de ellas
esposa de Guido Novello da
Bien harán los Pagan, cuando al fin pierdan 118 Polenta. Los herederos de las otras
su demonio; si bien ya nunca puro dos ciudades son indignos de sus
antecesores.
ha de quedar de aquellos el recuerdo. 120
Comentario [L663]: Señores
gibelinos de Faenza, que
Oh Ugolino dei Fantolín, seguro 121 mejorarán de condición cuando
está tu nombre y no se espera a nadie haya muerto su demonio,
Maghinardo (Infierno, XXVII,
que, corrompido, oscurecerlo pueda. 123 50-51).
Comentario [L664]: Ugolino
Y ahora vete, toscano, que deseo dei Fantolín, güelfo de Faenza, a
quien los hijos no podrán des-
más que hablarte, llorar; así la mente honrar, pues no tuvo descendencia.
nuestra conversación me ha obnubilado.» 126

Sabíamos que aquellas caras almas


nos oían andar, y así, callando,
hacían confiarnos del camino. 129

Nada más avanzar, ya los dos solos,


igual que un rayo que en el aire hiende,
se oyó una voz venir en contra nuestra: 132 Comentario [L665]: Una vez
terminado el discurso de Guido y
dejados atrás este grupo de
«Que me mate el primero que me encuentre»; envidiosos, los viajeros escuchan
en el aire unas voces que
y huyó como hace un trueno que se escapa, amonestan contra la envidia. La
si la nube de súbito se parte. 135 primera es la de Caín, cuyo
estigma en la frente impide que le
mate nadie (Génesis, IV, 14).
Apenas tregua tuvo nuestro oído,
y otra escuchamos con tan grande estrépito,
Comentario [L666]: Aglauro,
que pareció un tronar que al rayo sigue. 138 hija de Cécrope, rey de Atenas, fue
convertida en piedra por oponerse
a los amores de su hermana, a
«Yo soy Aglauro, que tornóse en piedra», 139 quien envidiaba, con el dios
y por juntarme entonces al poeta, Hermes (Metamorfosís, II,
708-832).
un paso di hacia atrás, y no adelante. 141

Quieto ya el aire estaba en todas partes;


y me dijo: «Aquel debe ser el freno
que contenga en sus límites al hombre. 144

Pero mordéis el cebo, y el anzuelo


del antiguo adversario, y os atrapa;
y poco vale el freno y el reclamo. 147

El cielo os llama y gira en torno vuestro,


mostrando sus bellezas inmortales,
y poneis en la tierra la mirada; 150
y así os castiga quien todo conoce.»

CANTO XV

Cuanto hay entre el final de la hora tercia


y el principio de día en esa esfera, 2 Comentario [L667]: La del
Sol, que parece oscilar entre los
que al igual que un chiquillo juega siempre 3 trópicos.

tanto ya parecía que hacia el véspero


aún le faltaba al sol de su camino:
allí la tarde, aquí era medianoche. 6 Comentario [L668]: Comienz
a la tarde en el Purgatorio. En
Italia era la medianoche.
En plena cara heríannos los rayos,
pues giramos el monte de tal forma,
que al ocaso derechos caminábamos, 9

cuando sentí en mi frente pesadumbre


de un resplandor mucho mayor que el de antes, 11 Comentario [L669]: Que el
del Sol.
y me asombró tan extraño suceso; 12

por lo que alcé las manos por encima


de las cejas, haciéndome visera
que del exceso de luz nos protege. 15

Como cuando del agua o del espejo


el rayo salta a la parte contraria,
ascendiendo de un modo parecido 18

al que ha bajado, y es tan diferente


del caer de la piedra en igual caso,
como experiencia y arte lo demuestran; 21 Comentario [L670]: El rayo se
refleja con un ángulo igual al
ángulo de incidencia, mientras la
así creí que la luz reflejada piedra cae verticalmente.
por delante de mí me golpease;
y en apartarse fue rauda mi vista. 24
«¿Quién es, de quien no puedo, dulce padre,
la vista resguardar, por más que hago,
y parece venir hacia nosotros?» 27

«Si celestial familia aún te deslumbra


-respondió-- no te asombres: mensajero
es que viene a invitar a que subamos. 30 Comentario [L671]: El ángel
guardián de la segunda cornisa,
que les mostrará el paso a la ter-
Dentro de poco el mirar estas cosas cera. Notar cómo en este paso
Dante ya no advierte la
no será grave, mas será gozoso desaparición de la P
cuanto natura dispuso que sientas.» 33 correspondiente.

Cuando cerca del ángel estuvimos


«Entrad aquí -nos dijo dulcemente-
donde hay una escalera menos dura.» 36

Subíamos, dejando el sitio aquel


y cantar “Beati misericordes” 38 Comentario [L672]: Beati
misericordis, «bienaventurados los
escuchamos, y “Goza tú que vences” 39 misericordiosos», es el comienzo
de la quinta bienaventuranza
(Mateo, V, 7). Goza tú que vences
Mi maestro y yo solos caminábamos se refiere a la victoria sobre la
hacia la altura; y yo al andar pensaba envidia. Ambas frases son
cantadas por el ángel.
sacar de su palabra algún provecho; 42

y a él me dirigí y le pregunté:
«¿Qué ha querido decir el de Romaña. 44 Comentario [L673]: Dante
aprovecha la subida para aclarar
con bienes que no admiten compañía?» 45 una duda surgida de las palabras de
Guido del Duca (Purgatorio,
XIV). Lo que da pie a una obvia
Y él contestó: «De su mayor defecto disquisición dantesca sobre la
conoce el daño, así que no te admires diferencia de los bienes materiales,
que disminuyen al compartirse, y
si es reprendido por que más no llore. 48 dan motivo a la envidia; y los
bienes espirituales, como el amor
divino que se acrecienta al
Porque si vuestro anhelo se dirige repartirse.
a lo que compartido disminuye,
hace la envidia que suspire el fuelle. 51

Mas si el amor de la esfera suprema


los deseos volviera hacia lo alto,
tal temor no tendría vuestro pecho; 54

pues, cuanto más allí se dice "nuestro",


tanto del bien disfruta cada uno,
y más amor aún arde en ese claustro.» 57

«Estoy de estar contento más ayuno


-dije- que si no hubiera preguntado,
y aún más dudas me asaltan en la mente. 60

¿Cómo puede algún bien, distribuido


en muchos poseedores, aún más ricos
hacer de él, que si pocos lo tuvieran?» 63

Y aquel me contestó: «Como no pones


la mente más que en cosas terrenales,
sacas tinieblas de luz verdadera. 66

Ese bien inefable e infinito


que arriba está, al amor tal se apresura
corno a un lúcido cuerpo viene el rayo. 69

Tanto se da cuanto encuentra de ardor;


y al aumentarse así la caridad,
sobre ella crece la eterna virtud. 72

Y así cuanta más gente ama allá arriba,


hay allí más amor, y más se ama,
y unos y otros son como los espejos. 75

Y si lo que te digo no te sacia,


verás a Beatriz que plenamente
este o cualquier deseo ha de quitarte. 78

Procura pues que pronto se te extingan,


como han sido ya dos, las cinco heridas
que cicatrizan al estar contrito.» 81

Cuando decir quería: «Me aplacaste»,


me vi llegado al círculo de arriba,
y me hizo callar la vista ansiosa. 84

Allí me pareció en una visión 85 Comentario [L674]: Al llegar


a la tercera comisa, las de los
estática de súbito estar puesto, iracundos, Dante es sorprendido
y ver muchas personas en un templo; 87 por tres visiones que ejemplifican
la mansedumbre. La primera es la
de Jesús niño, perdido en el templo
y una mujer decía en los umbrales, de Jerusalén (Lucas, II, 48).
con dulce gesto maternal: «Oh hijo,
¿por qué has obrado esto con nosotros? 90

Tu padre y yo angustiados estuvimos


buscándote.» Y como ella se callara,
se me borró lo que veía antes. 93

Después me vino otra, con el agua 94 Comentario [L675]: «Otra» es


otra mujer.
que en sus mejillas el dolor destila, La segunda visión corresponde a
que un gran despecho hacia otros nos provoca 96 una anécdota de Pisistrato, tirano
de Atenas por cuyo patronato
lucharon Atenea y Poseidón, que
diciendo: «Si eres sir de la ciudad, relata Valerio Maximo (V, I, ext.
2).
por cuyo nombre dioses contendieron,
y donde toda ciencia resplandece, 99

véngate de esos brazos atrevidos


que a mi hija abrazaron, Pisistrato.»
Y el Señor, que benigno parecía, 102

le respondía con templado rostro:


«¿Qué haremos a quien males nos desea,
si a aquellos que nos aman condenarnos?» 105

Luego vi gente ardiendo en fuego de ira, 106 Comentario [L676]: La


tercera escena es el martirio del
a pedradas matando a un jovencito, protomártir San Esteban que éste
gritando: «Martiriza, martiriza», 108 acepta perdonando a sus asesinos
(Hechos, VII, 54-60). La cualidad
de joven atribuida al santo no
y al joven inclinarse, por la muerte procede de la escritura, sino de la
iconografia.
que le apesadumbraba, hacia la tierra,
mas sus ojos alzaba siempre al cielo, 111

pidiendo al alto Sir, en guerra tanta,


que perdonase a sus perseguidores,
con ese aspecto que a piedad nos mueve. 114

Cuando volvió mi alma hacia las cosas


que son, fuera de ella, verdaderas,
supe que mis errores no eran falsos. 117 Comentario [L677]: Las
visiones eran verdaderas, pero
únicamente en su interior.
Mi guía entonces, que me contemplaba
como a aquel que del sueño se despierta,
dijo: «¿Qué tienes que te tambaleas, 120

y has caminado más de media legua


con los ojos cerrados, dando tumbos,
a guisa de quien turban sueño o vino?» 123

«Oh dulce padre mío, si me escuchas


te contaré -le dije lo que he visto,
cuando las piernas me fueron tan flojas.» 126

Y él dijo: «Si cien máscaras tuvieses


sobre el rostro, cerrados no tendría
tus pensamientos, aun los más pequeños. 129

Es lo que viste para que no excuses


al agua de la paz abrir el pecho,
que de la eterna fuente se derrama. 132

No pregunté “qué tienes”, como hiciera


quien mira, sin ver nada, con los ojos,
cuando desanimado el cuerpo yace; 135
mas pregunté para animar tus pasos
tal conviene avivar al perezoso,
que tardo emplea al despertar su tiempo.» 138

Por el ocaso andábamos, mirando


hasta donde alcanzaba nuestra vista
contra la luz radiante y vespertina. 141

Y vimos poco a poco una humareda


venir hacia nosotros, cual la noche;
ni un sitio había para resguardarnos: 144
el aire puro nos quitó y la vista. 145 Comentario [L678]: El humo
simboliza que la ira ofusca el
entendimiento de no puede
CANTO XVI discernir el bien del mal.

Negror de infierno y de noche privada


de estrella alguna, bajo un pobre cielo,
hasta el sumo de nubes tenebroso, 3

tan denso velo no tendió en mi rostro


como aquel humo que nos envolvió,
y nunca sentí tan áspero pelo. 6

No podía siquiera abrir los ojos


por lo que, sabia y fiel, la escolta mía
vino hacia mí ofreciéndome su hombro. 9

Como el ciego que va tras de su guía


para que no se pierda ni tropiece
en obstáculo alguno, o tal vez muera, 12

andaba por el aire amargo y sucio,


escuchando a Virgilio aconsejarme:
«Ten cuidado y de mí no te separes». 15

Oía voces como que implorasen


la paz y la clemencia del Cordero
de Dios que borra todos los pecados. 18

Agnus Deí, era, pues, como empezaban


todos a un tiempo y en el mismo modo,
y en completa concordia parecían. 21

«Maestro, lo que oigo ¿son espíritus?»


le dije. Y él a mí: «Bien lo pensaste;
de la iracundia van soltando el nudo.» 24

«¿Quién eres tú que cortas nuestro humo,


y de nosotros hablas como si
aún midieses el tiempo por calendas?» 27

Esto por una voz fue preguntado; 28 Comentario [L679]: Habla,


como veremos, Marco de
«Contéstale --me dijo mi maestro- Lombardía. Este personaje fue,
y si hay subida por aquí pregunta.» 30 según los antiguos comentaristas,
un sabio cortesano, político y
diplomático que frecuentó a los
«Oh, criatura -le dije que te limpias soberanos del norte de Italia, y
vivió en la segunda mitad del siglo
para volver hermosa a quien te hizo, XIII. De él se conservan algunas
maravillas oirás si me acompañas.» 33 anécdotas que demuestran su
rectitud.

«Cuanto me es permitido he de seguirte;


y si vernos el humo no nos deja,
nos mantendrá cercanos el oírnos.» 36

Entonces comencé: «Con este rostro


que destruye la muerte, voy arriba,
y he llegado hasta aquí desde el infierno. 39

Y si Dios en su gracia me ha tomado,


tanto que quiere que su corte vea
de modo inusitado en estos tiempos, 42

no me ocultes quién fuiste antes de muerto;


dímelo, y dime si el camino es éste;
y tus palabras sean nuestra escolta.» 45

«Yo fui lombardo y Marco me llamaban;


del mundo supe, y amé esa virtud
a la que nadie tiende ya su arco. 48

Para subir camina siempre recto»


Me respondió y dijo luego: «Te pido
que por mí implores cuando estés arriba.» 51

«Por mi fe -yo le dije- te prometo


que haré lo que me pides; mas me estalla
dentro una duda, y tengo que aclararla. 54

Era antes simple y ahora se ha hecho doble


con tus palabras, que me dan certeza
de lo otro, con la cual las relaciono. 57 Comentario [L680]: La
observación de Marco de que la
gente no se inclina a la virtud, a la
El mundo por completo está desierto imprecación de Guido del Duca
contra la Romaña, por lo que
de cualquiera virtud, como tú dices, Dante pide al cortesano que le
y de maldad cubierto y agravado; 60 explique la causa de que el mal se
enseñoree de la tierra una
inclinación forzada por los astros,
mas la razón te pido que me digas, o más bien se debe al propio
carácter de los hombres.
tal que la vea y que la enserle a otros;
que a la tierra o al cielo lo atribuyen.» 63

Un gran suspiro que acabó en un ¡ay!


lanzó primero; y luego dijo: «Herrnano,
el mundo es ciego, y tú de él has venido. 66

Cualquier causa achacáis los que estáis vivos


al cielo, igual que si moviese todas
las cosas él obligatoriamente. 69

Destruido sería así en vosotros


el libre arbitrio, y no sería justo
dar la alegría al bien, y al mal dar luto. 72 Comentario [L681]: Sin la
libertad no habría ocasión para el
castigo o la recompensa a las
El cielo inicia vuestros movimientos; 73 acciones humanas.
no digo todos, mas aunque lo diga, Comentario [L682]: Los
una luz para el bien o el mal os dieron, 75 astros únicamente influyen en los
impulsos iniciales de una acción,
nunca la determinan.
Y libre voluntad; que si se cansa 76 Comentario [L683]: Al
en el primer combate contra el cielo, principio el alma encuentra ciertas
dificultades para vencer el influjo
luego lo vence si bien se sustenta. 78 de los cielos, pero luego consigue
obrar libremente.

A mayor fuerza y a mejor natura 79 Comentario [L684]: Los


hombres están sujetos a Dios, sin
libres estáis sujetos; y ella cría perder por eso su libertad.
vuestra mente, en que el cielo nada puede. 81

Y por esto, si el mundo os descamina,


la causa que buscáis está en vosotros:
y verdaderamente he de explicártelo: 84

De la mano de Aquél que la acaricia,


aun antes de existir, cual la muchacha
que llorando y riendo juguetea, 87

sale sencilla el alma y nada sabe,


salvo que, obra de un gozoso artista,
gustosa vuelve a aquello que la alegra. 90
Comentario [L685]: La ciudad
Primero saborea el bien pequeño; auténtica es la Civitas Dei
aquí se engaña y corre detrás de él, agustiniana. El poder público debe
orientar a los hombres hacia el
si no tuerce su amor freno ni guía. 93 bien.
Comentario [L686]: Dante
Y es necesario el freno de las leyes; mezcla aquí un eco de la escritura,
XI, 3-8) con una explicación de
y es necesario un rey, que al menos vea Santo Tomás a una alegoría que
de la ciudad auténtica la torre. 96 contiene dicho pasaje. En efecto,
para el de Aquino, «rumiar»
significa conocer bien la doctrina;
Hay leyes, pero ¿quién las administra? y la pezuña partida representa la
distinción entre el bien y el mal,
Nadie, pues su pastor acaso rumie, entre lo espiritual y lo temporal,
mas no tiene partida la pezuña; 99 distinción que los papas han
olvidado.
y la gente, que sabe que su guía
sólo tiende a aquel bien del que ella come, 101 Comentario [L687]: A los
bienes terrenales.
pace de aquel, y no busca otra cosa. 102

Bien puedes ver que la mala conducta


es la razón que al mundo ha condenado,
y no vuestra natura corrompida. 105

Solía Roma, que hizo bueno el mundo, 106 Comentario [L688]: Marco
Lombardo, gibelino, condena la
tener dos soles que una y otra senda, confusión del poder espiritual y
la humana y la divina, les mostraban. 108 político que ha llevado a cabo el
papado de su época. Dante había
escrito sobre el tema en su obra
Uno a otro apagó; y está la espada «De Monarchia». Frente a los «dos
soles» aquí citados, Bonifacio VIII
junto al báculo; y una y otro unidos hablaba del Sol y la Luna, para
forzosamente, marchan mal las cosas; 111 referirse al papado y al imperio,
cuyo poder venía como un reflejo
del poder de Roma.
porque juntos no temen uno al otro:
Si no me crees, recuerda las espigas,
pues distingue las hierbas la simiente. 114

En la tierra que riegan Po y Adige, 115 Comentario [L689]: En


Lombardía. Marco va a
valor y cortesía se encontraban, ejemplificar sus palabras con las
antes de entrar en liza Federico. 117 discordias entre Federico II y
Gregorio IX, por quien fue
excomulgado en 1227, dando lugar
Ahora puede cruzar sin miedo alguno a innumerables desórdenes, que
acaso hubieran podido evitarse.
cualquiera que dejase, por vergüenza,
de acercarse a los buenos o de hablarlos. 120 Comentario [L690]: Es decir,
cualquier malvado.

Tres viejos hay aún con quien reprende Comentario [L691]: Corrado
a la nueva la antigua edad, y tardo III da Palazzo, señor de Brescia.
Sabemos de él que fue capitán de
Dios les parece en que con él les llame: 123 la facción güelfa y hombre muy
admirado por sus virtudes. El Buen
Gerardo es Gherardo Da Camino,
Corrado de Palazzo, el buen Gherardo, 124 que Dante alaba en Convivium IV,
y Guido de Castel, mejor llamado 125 XIV, 12-13. Murió en Treviso en
1306.
el sencillo lombardo, a la francesa. 126
Comentario [L692]: Guido da
Castel, también mencionado
Puedes decir que la Iglesia de Roma, laudatoriamente en Convivium, IV,
XVI, 6, murió en torno a 1315;
por confundir en ella dos poderes Dante posiblemente lo conoció en
ella y su carga en el fango se ensucian.» 129 Verona, donde se refugió al ser
expulsado de Reggio por ser
gibelino. Para los franceses el
«Oh Marco mío –dije- bien hablaste; término «lombardo» era igual a
italiano, y tenía connotaciones
y ahora discierno por qué de la herencia muy negativas, de las que se salva
los hijos de Leví privados fueron. 132 este personaje: en el original,
«semplice» equivale tal vez a
«leal».
Más qué Gherardo es ése que, por sabio, Comentario [L693]: Los
dices, quedó de aquella raza extinta levitas no podían poseer bienes
terrenales, pues estaban
corno reproche del siglo salvaje?» 135 encargados del culto hebreo. Así
debían hacer los sacerdotes
cristianos (Números, XVIII).
«Me engañan tus palabras o me tientan,
-me respondió- pues, hablando toscano, 137 Comentario [L694]: Sorprendi
do Marco de que Dante no conozca
del buen Gherardo nunca hayas oído. 138 al buen Gherardo da Camino, muy
amigo de los Donati florentinos,
piensa que o le engaña o es un ar-
Por ningún otro nombre le conozco, did para que le cuente cosas de él.
si de Gaya, su hija, no lo saco. 140 Comentario [L695]: Si no «El
Quedad con Dios, pues más no os acompaño 141 Buen Gherardo», sólo podría
llamarle «El padre de Gaia». La
hija de este noble, muerta en 1315,
Ved el albor, que irradia por el humo no dejó muy buena fama entre sus
ya clareando; debo retirarme contemporáneos.

(allí está el ángel) antes que me vea.» 144 Comentario [L696]: El ángel
que guarda la tercera cornisa y
De este modo se fue y no quiso oírme. muestra el camino de la cuarta.

CANTO XVII

Acuérdate, lector, si es que en los Alpes


te sorprendió la niebla, y no veías
sino como los topos por la piel, 3 Comentario [L697]: El topo
tiene los ojos cubiertos por una
pielecilla, en la que los naturalistas
cómo, cuando los húmedos y espesos de la antigüedad no advirtieron una
pequeña abertura que les permite
vapores se dispersan ya, la esfera la visión.
del sol por ellos entra débilmente; 6
Comentario [L698]: Sobre las
seis de la tarde del 11 de abril.
y tu imaginación será ligera
en alcanzar a ver cómo de nuevo Comentario [L699]: Cuando
no son los sentidos los que mueven
contemplé el sol, que estaba ya en su ocaso. 9 a la facultad imaginativa (aquí «la
fantasía») es una fuerza («una
luz») que procede del cielo, bien
Mis pasos a los fieles del maestro sea por sí misma, en forma de
emparejando, fuera de tal nube influencia astral, bien sea
directamente inspirada por el
salí a los rayos muertos ya en lo bajo. 12 Querer divino.
Comentario [L700]: Comienz
Oh fantasía que le sacas tantas a ahora una serie de visiones que
Dante debe compartir seguramente
veces de sí, que el hombre nada advierte, con los condenados a purgarse en
aunque suenen en torno mil trompetas, 15 este círculo, a modo de ejemplo de
los daños causados por la ira.
La primera es la historia de las
¿si no son los sentidos, quién te mueve? hermanas Progne y Filomena, que
relata Ovidio (Metamofosis, VI) y
Una luz que en cielo se conforma, que gozó de amplísima fama.
por sí o por el Querer que aquí la empuja. 18 Según la leyenda, Filomena fue
violada por su cuñado Terco, y
Progne, en venganza, sirvió de
De la impiedad de aquella que se hizo 19 comer a éste el cuerpo de su hijo.
Los tres personajes de la historia
el ave que en cantar más nos deleita, fueron posteriormente convertidos
a mi imaginación vino la huella; 21 en pájaros: Filomena en ruiseñor,
Progne en golondrina y Terco en
abubilla. Dante debe confundir en
y entonces tanto se encerró mi mente este pasaje a las dos hermanas,
pues no fue Filomena la impía,
en si misma, que nada le llegaba sino Progne.
del exterior que recibir pudiese. 24 Comentario [L701]: Se trata
ahora de Amán, ministro del rey
Asuero (Ester, III-VII), que intentó
Luego llovió en mi fantasía uno 25 perder a Mardoqueo, el tío de
crucificado, fiero y desdeñoso Ester, y a la población judía,
siendo al fin condenado a muerte.
en su apariencia, y así se moría; 27

alrededor estaba el gran Asuero,


Ester su esposa, Mardoqueo el justo,
tan íntegro en sus obras y palabras. 30

Y como se rompiera aquella imagen


por ella misma, igual que una burbuja
a la que falta el agua que la hizo, 33

surgió de mi visión una muchacha 34 Comentario [L702]: El tercer


ejemplo procede del propio
llorando, y dijo: «Oh reina, ¿por qué airada Virgilio (Eneida, XII, 595-607).
te quisiste matar? Ahora estás muerta 36 Amata, mujer del rey Latino y
madre de Lavinia, se suicidó al
conocer la muer:e del rey Turno, a
por no querer perder a tu Lavinia; quien su hija estaba prometida,
temiendo que ésta, como realmente
¡Y me has perdido! soy la que lamento sucedió, pasara a las manos de
antes, madre, los tuyos, que otros males.» 39 Eneas.
Comentario [L703]: Llora
Como se rompe el sueño de repente más la muerte de su madre que la
de Turno.
cuando hiere en los ojos la luz nueva,
que aún antes de morir roto se agita; 42

así mi imaginar cayó por tierra


en cuanto que una luz hirió en mis ojos,
mucho mayor de la que se acostumbra. 45

Yo me volví para mirar qué fuese,


cuando una voz me dijo: «Aquí se sube», 47 Comentario [L704]: Es la voz
del ángel del tercer círculo que les
que me apartó de otro cualquier intento; 48 muestra la subida del cuarto.

y tan prestas las ganas se me hicieron


para mirar quién era el que me hablaba,
que no cejara hasta no contemplarlo. 51

Mas como al sol que ciega nuestra vista


y por sobrado vela su figura,
me faltaban así mis facultades. 54

«Es un divino espíritu que muestra


el camino de arriba sin pedirlo,
y él a sí mismo con su luz esconde. 57

Nos hace igual que un hombre hace consigo;


que quien se hace rogar, viendo un deseo,
su negativa con maldad prepara. 60

A tal invitación el paso unamos;


procuremos subir antes que venga
la noche y hasta el alba no se pueda.» 63
Así dijo mi guía, y yo con él
nos dirigimos hacia la escalera;
y cuando estuve en el primer peldaño, 66

sentí cerca de mí que un ala el rostro 67 Comentario [L705]: Al pasar


al circulo cuarto Dante se
me abanicaba y escuché: «Beati encuentra libre del peso de otra de
pacifici, que están sin mala ira.» 69 las P que el ángel portero había
marcado en su frente.

Estaban ya tan altos los postreros 70 Comentario [L706]: La


Bienaventuranza de Jesús está en
rayos de los que va detrás la noche, Mateo V, 9. Dante, como los esco-
que en torno aparecían las estrellas. 72 lásticos, distingue una ira mala y
otra buena.
Comentario [L707]: Los rayos
«¡Oh, por qué me abandonas, valor mío!» del sol poniente ya sólo alumbran
-decía para mí, porque sentía la cima de la montaña

la fuerza de las piernas flaqueartne. 75

Ya donde más no subía llegamos


la escalera, y allí nos detuvimos,
como la nave que ha llegado al puerto. 78

Puse atención un poco, por si oía


alguna cosa en este nuevo círculo;
luego al maestro me volví y le dije: 81

«Mi dulce padre, dime, ¿qué pecado


se purga en este círculo? Si quedos
están los pies, no lo estén las palabras.» 84

Y él me dijo: «El amor del bien, escaso 85 Comentario [L708]: Esta larga
digresión en tomo al amor y a su
de sus deberes, aquí se repara; mal uso como causa de todo
aquí se arregla el remo perezoso. 87 pecado posible, se corresponde en
cierto modo con el canto XI del
Infierno, donde se describe la
Y para que lo entiendas aún más claro, conformación del mismo. Dante
sigue, como es habitual en él, las
vuelve hacia mí la mente, y sacarás doctrinas escolásticas.
algún buen fruto de nuestra dernora.» 90

Ni el Creador ni la criatura, nunca


sin amor estuvieron -él me dijo-
o natural o de ánimo; ya sabes. 93 Comentario [L709]: Dante, en
el Convivium, III, trata, en efecto,
el amor natural.
El natural no se equivoca nunca,
mas puede el otro equivocar su objeto,
porque el vigor o poco o mucho sea. 96

Mientras que se dirige al bien primero,


y en el segundo él mismo se controla,
no puede ser razón de mal deleite; 99
mas cuando al mal se tuerce, o con cuidado
más o menos al bien de lo que debe,
contra el Autor se vuelven sus acciones. 102

Entenderás por ello que el amor


es semilla de todas las virtudes
y de todos los actos condenables. 105

Ahora bien, como nunca de la dicha


de su sujeto amor la vista aparta,
del propio odio las cosas están libres; 108 Comentario [L710]: Las cosas
deben amarse forzosamente a ellas
mismas.
y como dividido no se entiende, 109 Comentario [L711]: No puede
ni por sí mismo, a nadie del Principio, entenderse a ninguna criatura que
odiar a aquel ninguno puede hacerlo. 111 se valga por sí misma, o que se
encuentre separada de su prircipio,
es decir, de Dios; y como nadie
Resta, si bien divido, que se ama puede desear su propio mal, nadie
puede odiar a Dios.
el mal del prójimo; y que dicho amor
de vuestro fango nace en tres maneras: 114

Quién, suprimido su vecino, aguarda


elevarse, y por esto sólo quiere
que derriben a aquel de su grandeza; 117

quién que el poder, la gracia, honor y fama


teme perder porque otro le supere,
y se entristece y quiere lo contrario; 120

y hay quien por las injurias se enfurece,


de la venganza se hace deseoso,
y necesita urdir el mal ajeno. 123

Este triforme amor aquí debajo 124 Comentario [L712]: Estas tres
formas de amor desviado de su
se llora; y ahora quiero que conozcas, objeto, soberbia, envidia y afán de
el que corre hacia el bien corruptamente. 126 venganza, o ira, se purgan en los
tres primeros círculos que ya
conocemos. Existe aquí cierta
Todos confusamente un bien seguimos correspondencia con los
condenados en la laguna Estigia
donde se aquiete el ánimo, y lo ansiamos; del Infierno.
y por lograrlo combatimos todos. 129

Si lento es ese amor en dirigirse


o en conquistar a Aquel, esta cornisa,
tras justo arrepentirse, le atormenta. 132 Comentario [L713]: Es decir,
el llamado pecado de acidia que se
purga en este cuarto círculo.
Hay otro bien que hace infeliz al hombre; 133 Comentario [L714]: Los
no es la felicidad, la buena esencia, bienes mundanos.
que es el fruto y raíz de todo bien. 135

El amor que a este bien se ha abandonado,


sobre nosotros se purga en tres círculos; 137 Comentario [L715]: La
avaricia, la gula y la lujuria, como
mas cómo tripartito se organiza, 138 veremos más adelante, en los
para que tú lo encuentres, me lo callo. círculos quinto, sexto y séptimo de
la montaña.

CANTO XVIII

Había terminado sus razones


mi alto doctor, mirando atentamente
si en mis ojos mostraba mi contento; 3

y yo, a quien nueva sed atormentaba,


callaba, mas por dentro me decía:
«mi preguntar acaso le molesta». 6

Mas el padre veraz, que se dio cuenta


del medroso deseo que ocultaba
sin hablar, me alentó a que preguntase. 9

Y yo: «Maestro, mi visión se aviva


tanto en tu luz, que ya distingo claro
lo que tu ciencia abarca o me describe: 12

Y así te pido, caro y dulce padre,


me expliques ese Amor al que reduces
cualquiera bien obrar o su contrario.» 15

«Dirige -dijo- a mí las claras luces 16 Comentario [L716]: Se inicia


aquí una larga digresión virgiliana
del intelecto, y el error verás acerca de la naturaleza de amor.
de los ciegos que en guía se convierten. 18

El alma, que a amar presta fue creada,


se mueve a cualquier cosa que le place,
tan pronto del placer es puesta en acto. 21 Comentario [L717]: El alma
ha sido creada con la potencia de
amar, y cualquier imagen de bien
La percepción, de seres verdaderos hace que esa potencia se convierta
en acto, para disfrutar de dicho
saca la imagen que despliega dentro, bien.
e impulsa al alma a que se vuelva a ésta; 24 Comentario [L718]: Los
sentidos forman en nuestro interior
y si, vuelta hacia ella, se doblega, la imagen de bienes apetecido en el
exterior, y el alma se dirige a dicha
Amor se llama ese doblegarniento, imagen, deseando gozar de ella.
que por gozar de nuevo entra en vosotros. 27

Y, como el fuego a lo alto se dirige,


porque su forma a subir fue creada
donde más se conserva en su materia, 30 Comentario [L719]: El fuego
por naturaleza tiende hacia lo alto,
donde se encuentra la propia esfera
presa el alma se entrega así al deseo, ígnea. De igual manera el alma
tiende a aquello que considera un
impulso espiritual, y no reposa bien.
hasta que goza de la cosa amada. 33
Ahora comprenderás cuánto está oculta
esta verdad a la gente que dice
que todo amor sea loable cosa; 36 Comentario [L720]: Opinión
de los filósofos epicúreos. Pero la
bondad del amor depende del
porque acaso parece su materia objeto al que se dirija.
que es siempre buena, mas no todo sello
es bueno aunque la cera sea buena.» 39

«Con tus palabras y mi ingenio atento


-le respondí- ya sé qué es el amor,
pero esto de otras dudas me ha llenado; 42

pues si el amor se ofrece desde fuera,


y el alma no procede de otro modo, 44 Comentario [L721]: Es decir,
si va hacia la cosa amada sin poder
no es mérito si va torcida o recta. » 45 evitarlo, como ya hemos visto que
hace el fuego dirigiéndose a lo alto
necesariamente.
«Cuanto ve la razón puedo decirte 46
-dijo-; si quieres más, aguarda entonces Comentario [L722]: Virgilio
sólo puede explicarle lo que ve la
a Beatriz, pues que de fe es materia. 48 razón. El resto tendrá que aguardar
a que se lo explique Beatriz, pues
ya es materia de fe. Intentaré expli-
Cualquiera fortna sustancial, que aparte car brevemente su argumento: toda
de la materia está, y está a ella unida, alma, unida al cuerpo pero
diferente de éste, posee una virtud
una específica virtud contiene, 51 que únicamente se pone de
manifiesto mediante sus efectos.
Nada sabemos de la procedencia
la cual no es perceptible sino obrando, de la conciencia o de los apetitos,
ni se demuestra más que por efectos, pues éstos son instintivos, y no
merecen alabanza ni desprecio.
cual la vida en las plantas por sus frondas 54 Pero en el hombre también es
innata la razón, que le hace
discernir el bien del mal; y la
Mas de dónde nos vengan las primeras voluntad, que debe tender hacia el
nociones a la mente, lo ignorarnos, primero y rechazar el segundo. La
razón es quien termina por dar el
y del primer apetecer las causas, 57 consentimiento o no a una acción
que se presenta al alma, y este es el
fundamento de toda la rnoralidad.
que en vosotros están, como en la abeja
el arte de hacer miel; y este deseo
no merece desprecio ni alabanza. 60

Mas porque a éste aún otros se añaden,


innata os es la virtud que aconseja,
y el umbral guarda del consentimiento. 63

Este es pues el principio del que parte


en vosotros el mérito, según
que buen o mal amor tome o desdeñe. 66

Los que al fondo llegaron razonando,


se dieron cuenta de esta libertad;
y al mundo le dejaron sus morales. 69
Aun suponiendo que obligadamente
surja el amor que dentro se os encienda,
la potestad tenéis de refrenarlo. 72

A esta noble virtud Beatriz la llama


libre albedrío, y procurar debieras
recordarlo por si ella te habla de esto.» 75

La luna, casi a media noche tarda, 76 Comentario [L723]: La luna


tardó en salir casi hasta la media
más raras las estrellas nos hacía, noche, moviéndose de occidente a
como un caldero ardiendo por completo; 78 oriente, en sentido contrario al del
Sol, que en Roma se pone en
dirección a Córcega y a Cerdeña
corriendo por el cielo los caminos durante el invierno.
que el sol inflama cuando los de Roma
lo ven caer entre Corsos y Sardos. 81

Y la sombra gentil, por quien a Piétola


más que a la propia Mantua se celebra 83 Comentario [L724]: Virgilio
nació en el pequeño pueblecillo de
me había liberado de mi peso; 84 Pietola, junto a Mantua.

y yo, que la razón abierta y llana


tenía ya después de mis preguntas,
divagaba cual hombre adormilado; 87

mas fue esta soñolencia interrumpida


súbitamente por gentes que a espaldas
nuestras, hacia nosotros caminaban. 90 Comentario [L725]: Se trata
de una turba de los que purgan el
pecado de acidia, corriendo noche
Como el Ismeno y el Asopo vieron 91 y día por el cuarto círculo de la
montaña, gritando ejemplos de
furia y turbas de noche en sus orillas, solicitud y pereza.
cuando a Baco imploraban los tebanos, 93 Comentario [L726]: Los
tebanos celebraban a Dionisos, su
así por aquel círculo avanzaban, patrón, corriendo de noche con
grandes antorchas encendidas a las
por lo que pude ver, quienes venían orillas de los ríos Ismeno y Asopo.
del buen querer y justo amor llevados. 96

Enseguida llegaron, pues corriendo


aquella magna turba se movía,
y dos gritaban llorando delante: 99

«Corrió María apresurada al monte; 100 Comentario [L727]: María,


que marchó diligente a visitar a su
y para sojuzgar Lérida César, 101 cuñada Isabel al saber que ése
tocó en Marsella y luego corrió a España.» 102 encontraba encinta de San Juan
Comentario [L728]: Ya
«Raudo, raudo, que el tiempo no se pierda hemos visto cómo César mandó a
Bruto incendiar el puerto de
por poco amor -gritaban los demás-; Marsella al dirigirse hacia España.
que el arte de obrar bien torne la gracia.» 105 Para atacar a Afranio y Petreyo,
partidarios de Pompeyo (De bello
civili, XX, l).
«Oh gente a quien fervor agudo ahora
compensa neglilgencia o dilaciones
que por tibieza en bien obrar pusisteis, 108

éste que vive, y cierto no os engaño,


en cuanto luzca el sol quiere ir arriba;
decidnos pues dónde hay una abertura.» 111

Estas palabras díjolas mi guía;


y uno de estos espíritus: «Seguidnos
detrás --nos dijo-- y hallaréis el paso. 114

De movernos estamos tan ansiosos


que parar no podemos; tú perdona
si la justicia te es descortesía. 117 Comentario [L729]: «Perdona
si nuestro deseo de reparar nuestra
acidia nos hace ser descorteses
Yo fui abad de San Zeno de Verona 118 contigo, y no nos detenemos para
indicaros el camino.»
bajo el imperio del buen Barbarroja,
del cual doliente aún Milán se acuerda. 120 Comentario [L730]: Tal vez
Gherardo II, que murió en 1187.
Nada sabemos de este personaje.
Y hay alguno con un pie ya en la fosa, 121 Milán fue arrasada por oponerse a
Federico Barbarroja en 1162.
que pronto llorará aquel monasterio,
Comentario [L731]: Alberto
y triste se hallará de haber mandado; 123 della Scala, señor de Verona,
cercano ya de la muerte en 1300,
pues murió en 1301. Llorará el
porque a su hijo, mal del cuerpo entero, 124 haber impuesto a su bastardo como
y peor de la mente, y malnacido, abad de San Zenón.

ha puesto en vez de su pastor legal.» 126 Comentario [L732]: Giuseppe


, hijo bastardo del anterior, y abad
de San Zenón desde 1292 a 1333.
Ignoro si calló o si más nos dijo, Era contrahecho y de escasas luces
intelectuales. Sin embargo, Dante
tan lejos se encontraba de nosotros; no culpa al hijo, sino al padre.
esto escuché y me agrada el recordarlo. 129 Notad la independencia de criterio
del poeta mostrándose tan crítico
con el padre de sus protectores y
Y aquel que en todo trance me ayudaba admirados Cangrande y Bartolomé
della Scala, de cuya hospitafidad
dijo: «Vuélvete aquí y mira esos dos gozó Dante en el exilio.
que vienen dando muerdos a la acidia.» 132

Detrás todos decían: «Antes muerto 133 Comentario [L733]: Al final


de la comitiva dos ejemplos de los
estuvo el pueblo a quien el mar se abriera, males que acarrea la acidia, El
de que el Jordán su descendencia viese. 135 Primero el de los hebreos que
murieron sin ver la tierra
prometida por haber sido remisos a
Y aquellos que la suerte no sufrieron 136 obeceder a Moisés.
del vástago de Anquises hasta el fin, Comentario [L734]: El
a una vida sin gloria se ofrecieron.» 138 segundo ejemplo se refiere a los
compañeros de Eneas, que
decidieron permanecer en Sicilia y
Luego cuando esas sombras tan lejanas no participaron con él en la gloria
de la conquista de Italia (Eneida,
estaban, que ya verse no podían, V, 604 y ss.).
se me introdujo un nuevo pensanmiento, 141

del que nacieron otros y diversos;


y tanto de uno en otro divagaba,
que por divagación cerré los ojos, 144
y en sueño convertí mi pensamiento. 145 Comentario [L735]: Dante, ya
caída la noche, e imaginamos que
agotado por la caminata de todo el
CANTO XIX día, se duerme. Es su segunda
noche en el monte del Purgatorio.

Cuando el calor diurno no consigue 1 Comentario [L736]: Poco


antes del amanecer, cuando el
hacer ya tibio el frío de la luna, calor del día anterior, ya agotado
por la tierra vencido y por Saturno, 3 no puede combatir con el frío que
viene de la luna.

-que es cuando los geomantes la Fortuna 4 Comentario [L737]: La


Fortuna Mayor es una constelación
Mayor ven en oriente antes del alba, entre Acuario y Piscis. Los
surgir por vía oscura poco tiempo- 6 geomantes son los astrólogos.

me llegó en sueños una tartamuda, 7 Comentario [L738]: Símbolo


de los vicios de la avaricia, gula y
bizca en los ojos, y en los pies torcida, lujuria, que se purgan en los tres
descolorida y con las manos mancas. 9 círculos restantes.

Yo la miraba; y como el sol conforta


los fríos miembros que la noche oprime,
así mi vista le volvía suelta 12

la lengua, y bien derecha la ponía


al poco, y su semblante desmayado,
como quiere el amor, coloreaba. 15 Comentario [L739]: O bien
como al estar enamorada una
persona parece embellecerse, o
Después de haberse en el hablar soltado, como la mirada del amante
embellece a la persona amada.
a cantar comenzó, tal que con pena
habría de ella apartado mi mente. 18

«Yo soy -cantaba- la dulce sirena,


que en la mar enloquece a los marinos;
tan grande es el placer que da el oírme. 21 Comentario [L740]: Recordar
la fábula recogida en la Odísea.

Yo aparté a Ulises de su incierta ruta


con mi cantar; y quien se me habitúa,
raramente me deja: ¡Así lo atraigo!» 24

Aún no se había cerrado su boca,


cuando yo vi una dama santa y presta 26 Comentario [L741]: Es la
templanza que viene a proteger a
al lado de mí para confundirla. 27 Dante contra el vicio y que re-
procha a Virgilio el que no la haya
expulsado él mismo (v. 28). Es
«Oh, Virgilio, Virgilio, ¿quién es ésta?» curioso que Dante se valga de un
-fieramente decía,---; y él llegaba sueño para dejar a su maestro en
posición bastante desairada.
en la honesta fijándose tan sólo. 30

Cogió a la otra, y le abrió por delante,


rasgándole el traje, y mostrándole el vientre;
Comentario [L742]: Como en
me despertó el hedor que desprendía. 33 el sueño de la noche anterior le
había despertado el fuego donde
parecieron arder él y el águila.
Miré, y el buen maestro: «¡Al menos tres
voces te he dado! ---dijo-, ven, levanta;
hallaremos la entrada para que entres.» 36

Me levanté, y estaban ya colmados


de pleno día el monte y sus recintos;
con sol nuevo a la espalda caminábamos. 39 Comentario [L743]: La
mañana del 12 de abril.

Siguiéndole, llevaba la cabeza


tal quien de pensanúentos va cargado,
que hace de sí un medio arco de puente; 42

Cuando escuché «Venid, aquí se cruza»


dicho de un modo suave y benigno,
que no se escucha en esta mortal marca. 45 Comentario [L744]: Es la voz
de un nuevo ángel que les conduce
al quinto círculo
Con alas, que de cisne parecían,
arriba nos condujo quien hablaba
entre dos caras del duro macizo. 48

Movió luego las plumas dando aire,


Qui lugent afirmando ser dichosos,
pues tendrán dueña el alma del consuelo. 51 Comentario [L745]: Bienaven
turados los que lloran porque serán
consolados (Mateo, V, S).
«¿Qué tienes que a la tierra sólo miras?»
mi guía comenzó a decirme, apenas
sobrepasados fuimos por el ángel. 54

Y yo: «Me hace marchar con tantas dudas


esa nueva visión, que a ella me inclina,
y no puedo apartar del pensamiento.» 57

«Has visto --dijo- aquella antigua bruja


por quien se llora encima de nosotros;
y cómo de ella el hombre se libera. 60

Bástete así, y camina más aprisa;


vuelve la vista al reclamo que mueve
el rey eterno con las grandes ruedas.» 63 Comentario [L746]: Las
bellezas del cielo.

Cual primero el halcón sus patas mira, 64 Comentario [L747]: 64-66 La


comparación viene dada por la
y luego vuelve al grito, y se apresura palabra «reclamo» del v. 62.
por afán de la presa que le llama, 66

así hice yo; y así, cuanto se parte


la roca por dar paso a aquel que sube,
anduve hasta llegar donde se cruza. 69
Comentario [L748]: La quinta
Cuando en el quinto círculo hube entrado, 70 cornisa es la de aquellos que
purgan el pecado de la avaricia.
vi por aquel a gentes que lloraban,
tumbados en la tierra boca abajo. 72

Adhaesit pavimento anima mea' 73 Comentario [L749]: Salmo


CXVIII: «Mi alma se ha postrado
oí decir con tan altos suspiros, en el suelo. Vivifícame según tu
que apenas se entendían las palabras. 75 palabra.»

«Oh elegidos de Dios, cuyos sufrires


justicia y esperanza hacen más blandos,
hacia la alta subida dirigirnos.» 78

«Si venís de yacer aquí librados,


y queréis pronto hallar vuestro camino,
llevad siempre por fuera la derecha.» 81 Comentario [L750]: Es decir,
dando la derecha al precipicio y no
a la pared rocosa, o de otro modo,
Así rogó el poeta, y contestado que rodeen hacia la derecha
fue así poco delante de nosotros; y yo
descubrí en el hablar a un escondido; 84

y a los de mi sefíor volví los ojos:


él asintió con ceño placentero,
a aquello que mi vista le pedía. 87

Luego que pude hacer lo que gustaba,


me puse sobre aquella criatura,
cuyas palabras mi atención movieron, 90

«Alma ---diciendo-- en cuyo llanto eso


que no puede volver a Dios madura,
deja un poco por mí el mayor cuidado. 93

¿Quién fuisteis, y por qué vuelta la espalda


tenéis arriba.P ¿Quieres que te pida
algo de allí de donde vengo vivo?» 96

Y él me dijo: «El porqué nuestras espaldas


vuelve el cielo hacia sí, sabrás; mas antes
scías quod ego fui succesor Petri 99 Comentario [L751]: «Sabe
que yo fui sucesor de Pedro.»
Ottobuene dei Fieschi,
Entre Siestri y Chiavani va corriendo perteneciente a una riquísima
familia genovesa, fue elegido papa
un río hermoso, y en su nombre tiene con el nombre de Adriano V en
el título mi estirpe más preciado. 102 1276 y muerto en Viterbo aquel
mismo año, sin recibir siquiera la
tiara, dejando sus bienes a la
Cómo pesa el gran manto a quien lo guarda Iglesia y a las Ordenes
mendicantes. Al parecer, su
del fango, provee un mes y poco más; conversión fue tardía, pero sincera.
plumas parecen todas otras cargas. 105 Comentario [L752]: El
condado de Lavagna, en Liguria,
Mi conversión tardía fue, ¡Ay de mí!; posesión de los Fieschi.

pero cuando elegido fui romano


pastor, vi que la vida era mentira. 108

Vi que allí el corazón no se aquietaba,


ni subir más podía en esa vida;
por lo cual me encendí de amor por ésta. 111

Hasta aquel punto, mísera, apartada


de Dios estuvo mi alma avariciosa;
y, como ves, aquí estoy castigado. 114

Lo que hace la avaricia, se declara


en la purga del alma convertida;
no hay en el monte más amarga pena. 117

Y como nuestros ojos no pusimos


en alto, fijos sólo en lo terreno,
la justicia en la tierra aquí los clava. 120

Y como la avaricia a cualquier bien


apagó nuestro amor, y nuestras obras
se perdieron, nos tiene la Justicia 123

de pies y manos presos y amarrados:


y cuanto le complazca al justo Sir
inmóviles, tumbados estaremos». 126

Me había arrodillado y quise hablarle;


mas cuanto comencé, y él se dio cuenta,
de mi respeto, sólo al escucharle, 129

«¿Por qué te inclinas ---dijo- de ese modo?»


Comentario [L753]: El texto
y le dije: «Por vuestra dignidad está en Mateo, XXII, 25-30, y se
estar de pie me impide mi conciencia.» 132 refiere a un problema que
plantearon los saduceos a Jesús,
sobre a qué marido pertenecería
«¡Endereza las piernas y levanta, tras el juicio Final una mujer que
se hubiera casado con siete
hermano! -respondió--, no te equivoques: hermanos muertos consecutiva-
de un poder mismo todos somos siervos. 135 mente. Jesús contestó que ni ellas
se casarían tras el juicio (Neque
nubent neque nubentur), sino que
Y si aquel santo evangélico texto todos serían como los ángeles de
Dios. Así pues, en el más allá se
que dice necque nubent, entendiste, 137 borran todas las diferencias entre
comprenderás por qué hablo de este modo 138 los mortales.
Comentario [L754]: Vv.
91-92.
Ahora vete, no quiero que te pares
Comentario [L755]: Alagia,
más, pues turbas mi llanto con tu estancia, hija de Niccoló dei Fieschi,
con el cual se madura lo que has dicho. 141 hermano de Ottobuene, casó con
Moroello Malaspina, de quien
quedó viuda en 1315, tras lo cual
Tan sólo una sobrina, Alagia, tengo, 142 volvió a Génova con los suyos, por
lo que Ottobuone teme no vaya a
buena de suyo, si es que nuestra casa contaminarse de su avaricia. Dante
no la haya hecho a su ejemplo malvada; 144 debió ser huésped del matrimonio
en Lunigiana.
y ésta tan sólo de allí me ha quedado.»

CANTO XX

Contra un mejor querer otro no lucha;


y contra mi placer, por complacerle,
saqué del agua la esponja aún sedienta. 3 Comentario [L756]: De saber
algo más acerca de Adriano V.

Eché a andar y mi guía echó a andar por los


lugares libres, siguiendo la roca,
cual pegados de un muro a las almenas; 6

pues la gente que vierte gota a gota


por los ojos el mal que el mundo llena,
al borde se acercaba demasiado. 9

¡Maldita seas tú, oh antigua loba,


que más que el resto de las bestias matas,
a causa de tus hambres desmedidas! 12 Comentario [L757]: Cfr.
Infierno, I, 111.

¡Oh, cielo, que se cree que cuando gira


puede cambiar las leyes de aquí abajo!,
¿cuándo vendrá quien a ésta le haga huir? 15 Comentario [L758]: Alusión
al Lebrel de Infierno, I, que
expulsará a la loba de la codicia.
A paso lento y corto caminábamos,
atento yo a las sombras, que sentía
llorar piadosamente y lamentarse 18

y por ventura oí. «¡Dulce María!» 19 Comentario [L759]: Como en


los restantes círculos de la
clamar así en el llanto ante nosotros, montaña, aquí escuchamos
como hace una mujer que esté pariendo; 21 ejemplos que exaltan la pobreza.
El primero alude al parto de María
en el establo de Belén (Lucas, II,
y que seguía- «Fuiste tú tan pobre 7).
cuanto se puede ver por el cobijo
donte tu santa carga depusiste.» 24

Oí seguidamente: «Oh buen Fabricio, 25 Comentario [L760]: El


segundo alude a Fabricio Luscinio,
antes virtud quisiste en la pobreza, cónsul de la época republicana que
que gran riqueza poseer vicioso.» 27 rechazó el soborno de los samnitas,
según Valerio Máximo.

Estas palabras tanto me placían,


que avancé un poco más por conocer
a aquel que parecía proferirlas. 30
Comentario [L761]: Según
una leyenda muy extendida en el
Aquel hablaba aún del generoso medievo, San Nicolás, obispo de
Mira entre los siglos III-IV, y
trato de Nicolás con las doncellas patrón de Bari, salvó de la
para guardar su juventud honesta. 33 prostitución, siendo aún joven, a
las tres hijas de un hombre pobre,
ofreciéndoles a escondidas una
«Oh espíritu que tanto bien proclamas, considerable suma de dinero para
su dote.
dime quién fuiste --dije y por qué sólo Comentario [L762]: El
personaje que está hablando con
repites estas dignas alabanzas. 36 Dante ahora es Hugo Capeto,
primer monarca de la dinastía
reinante en Francia tras haber
No quedarán tus palabras sin premio, puesto fin al gobierno carolingio
si vuelvo a completar la corta senda, en 987. Pero el poeta confunde a
este Hugo, llamado Capeto por la
de aquella vida que al término vuela.» 39 capa que vestía por ser abad laico
de S. Martín, con su padre, Hugo I
el Grande, conde de París y de
Y aquél: «Te lo diré, no porque espere Orleáns, que sin ser rey gobernó,
consuelo en ello, sino porque tanta de hecho, bajo los carolingios Luis
IV y Lotario y murió en 956,
gracia en ti luce aun antes de estar muerto. 42 habiendo hecho coronar aún en
vida a su hijo Roberto II «El
Piadoso». Muy duro es el juicio de
Yo fui raíz de aquella mala planta 43 Dante sobre la familia Valois, que
que la tierra cristiana ha ensombrecido, junto a reyes crueles o codiciosos
había dado también otros santos
tal que buen fruto rara vez se coge. 45 -Luis IX- y prudentes, pero en
cuyo origen está la usurpación...de
[5]
Mas si Duay y Gante, Lila y Brujas 46 Comentario [L763]: Ciudades
flamencas sublevadas contra
pudieran, su venganza encontrarían; Felipe el Hermoso, a quien derro-
yo la suplico a aquel que todo juzga. 48 taron en Coltray en 1302.
Comentario [L764]: Este dato
pertenece por completo a la
Hugo Capeto fui llamado abajo; leyenda, a la que Dante se acoge o
de mí nacieron Felipes y Luises bien dándole crédito, o como una
prueba más del triunfo de la
por quien Francia regida fue de nuevo. 51 humildad.
Comentario [L765]: El último
De un carnicero de París fui hijo: 52 carolingio vivo a la muerte de Luis
al extinguirse ya los viejos reyes, V era su tío Carlos, obligado a la
profesión monástica por Hugo
salvo el que en paños grises envolvieron, 54 Capeto.
Comentario [L766]: Recuérde
me encontré entre las manos con las riendas se que Carlos de Anjou, hermano
de Luis IX, estaba desposado con
del gobierno, y con tanto poderío Beatriz, hijo del último conde de
adquirido, y con tantos partidarios, 57 Provenza, Ramón Berenguer IV,
por lo que esta riquísima comarca
pasó a la familia real francesa.
que a la corona viuda promovida Comentario [L767]: Porque la
fue la cabeza de mi hijo, el cual boda había sido realizada mediante
la coacción y el engaño. Ahora se
hizo nacer los consagrados huesos. 60 abre un pasaje lleno de sarcasmo
donde se da cuenta de las rapiñas y
latrocinios cometidos por los
Mientras que la gran dote de Provenza 61 últimos Valois.
no quitó la vergüenza de mi estirpe,
Comentario [L768]: Corradin
valía poco, pero mal no hacía. 63 o, hijo de Corrado IV y nieto de
Manfredo fue hecho decapitar por
Carlos de Anjou en 1268, a los 16
Allí empezó con fuerza y con mentira 64 años, tras la batalla de
su rapiña; mas luego, por enmienda, Tagliacozzo, dando fin a la
dinastía suaba.
Ponthieu tomó, Gascuña y Normandía. 66
Comentario [L769]: La
leyenda de que Carlos de Anjou
Carlos a Italia vino y, por enmienda, 67 hizo envenenar a Tomás de
Aquino carece de fundamento.
víctima hizo a Corradino; y luego
Comentario [L770]: Carlos de
a Tomás, por enmienda, empujó al cielo. 69 Valois, hermano de Felipe IV,
llamado a Italia por Bonifacio
VIII, llegó a Florencia en 1301,
Un tiempo veo, no muy lejos de ese, siendo la principal causa de la
en que saldrá de Francia aún otro Carlos, 71 ruina de los güelfos blancos y del
propio Dante.
para que sepan más de él y los suyos. 72
Comentario [L771]: La
Sale sin armas, con la lanza sólo traición y la mentira.
con la que judas contendió, y la clava 74 Comentario [L772]: Carlos II
en Florencia, y el vientre le desgarra. 75 de Anjou, hijo de Carlos I, muerto
en 1309. Estuvo prisionero de los
aragoneses desde 1284 a 1288, tras
Tierras no, mas pecados y deshonra, una batalla naval, y casó a su hija
Beatriz con Azzo VIII de Este,
para él adquirirá, tanto más graves, señor de Ferrara en 1305 a cambio
cuanto más leve el daño le parezca. 78 de una grandísima dote. Es citado
por Dante en otros lugares de la
Comedia: Purgatorio, VII, 127-9;
A otro, que sale preso de una nave, 79 Paraíso, VI, 106-108; XIX,
127-29.
a su hija vender regateando
veo cual los corsarios las esclavas. 81 Comentario [L773]: Alude a
uno de los hechos más
vergonzosos de la historia de la
¡Oh avaricia! ¿qué más hacer puedes, época, cual fue la cautividad de
Bonifacio VIII en 1303, a manos
si de mi sangre así te has adueñado, de Guillerrno Nogaret, enviado de
que no se cuida de su propia carne? 84 Felipe el Hermoso, que puso fin a
una antigua rivalidad llena de
excomuniones por una parte y de
Por remediar lo hecho y lo futuro, 85 intentos de revocar al pontífice por
la otra. Bonifacio murió pocos
veo en Anagi entrar la flor de lis, meses después. Dante odiaba
y en su vicario hacer cautivo a Cristo. 87 personalmente sin disimulo a
Bonifacio VIII, pero no puede
justificar la vejación de la que es
Le veo nuevamente escarnecido; objeto la figura del vicario de
Cristo. Por otra parte, su odio
hiel y vinagre renovar le veo, contra Felipe IV, como vernos, es
y entre vivos ladrones darle muerte. 90 aún mayor y sin condiciones.
Comentario [L774]: El propio
Felipe el Hermoso. Así fue
Veo al nuevo Pilatos tan cruel, 91 llamado, en un discurso que Dante
que no le sacia esto, y sin decreto pudo haber conocido, por el papa
Benedicto XI en 1304.
lleva las velas avaras al Templo. 93
Comentario [L775]: En 1307
el rey francés disolvió el Temple,
¿Cuándo podré alegrarme, Señor mío, tras quemar a sus dos maestres,
para adueñarse de sus muy
mirando la venganza que, escondida, cuantiosas posesiones, con la
hace dulce el secreto de tu ira? 96 ayuda del papa francés Clemente
V a quien conocimos en el
Infierno.
Lo que decía de la única esposa 97
Comentario [L776]: 97-102
del Espíritu Santo, y que te hizo Acabada la diatriba contra los
volverte a mí para que te explicara, 99 Valois, Hugo Capeto contesta a la
segunda pregunta de Dante, es
decir, por qué repite las alabanzas
la letanía es de nuestras preces de la pobreza con las que ha
comenzado el canto. Por la noche
mientras el día dura; y cuando marcha estas alabanzas se vuelven exc-
es un contrario son el que entonarnos. 102 ecraciones contra la codicia.
Comentario [L777]: Pigmalió
n --no confundir con el escultor de
A Pigmalión recordarnos entonces, 103 la leyenda- es un rey de Tiro que
a quien traidor, ladrón y parricida mató a sus parientes para
adueñarse de sus bienes (Eneída, I,
hizo su desmedido afán de oro; 105 340-51).
Comentario [L778]: El
y del avaro Midas la miseria, 106 conocido Midas, que pidió a los
dioses que lo que tocase se
que siguió a su pedir desmesurado, convirtiera en oro, y murió de
que será bueno reírla por siempre; 108 inanición (Metamorfosis, XI,
85-145).
al loco Acán después nos referimos, 109 Comentario [L779]: El hecho
es citado en Josué, VI, 17-19, y
cómo robó el botín, tal que la ira VII, 1-26.
de Josué parece que aún le muerda. 111

A Safira acusamos y al marido; 112 Comentario [L780]: Safira y


su marido quisieron estafar a San
de Eliodoro las coces alabamos; 113 Pablo en la venta de un campo
y gira en todo el monte por su infamia. 114 (Hechos, V, 1 - ll ).
Comentario [L781]: Heliodor
Polinestor que mató a Polidoro; 115 o intentó adueñarse de los tesoros
del templo de Jerusalén, cuando
y para terminar se grita: "Craso 116 fue derribado por un ángel
di, ¿cómo sabe el oro, pues lo sabes?" 117 montado a caballo (2 Macabos, III,
7-40).
Comentario [L782]: Otro
Así habla en alto el uno, en bajo el otro; personaje de la Eneída. Polinéstor
según la fuerza que nos espolea era rey de Tracia, mató por codicia
a su tío Siqueo, esposo de Dido
a andar a paso lento o más ligero: 120 (Eneída, III, 19-68). Polidoro, hijo
de Príamo y Hécuba (Infierno,
XXX, 16-21).
Mas proclamando la virtud diurna
Comentario [L783]: Se trata
no era el único; sólo que aquí cerca de M. Licinio Craso, que
la voz no levantaba ningún otro.» 123 compartió el triunvirato con César
y Pompeyo, famosísimo por sus
riquezas-, murió en el 53 a.C.
Nos habíamos ya ido de su lado, luchando contra los partos que le
hicieron beber oro derretido
procurando avanzar en el camino (Cicerón, De officiis, I, 30).
lo que nuestros recursos permitían, 126

cuando escuché, como si algo se hundiera,


temblar el monte, y me asaltó tal frío
como le asalta a aquel que va a la muerte. 129

De cierto no tembló tan fuerte Delos, 130 Comentario [L784]: Latona,


madre de Apolo (el sol) y Diana
antes de que Latona hiciera el nido, (la luna) se refugió en Delos para
para alumbrar del cielo los dos ojos. 132 huir de los celos de Hera
(Metamorfosis, VI, 189 y ss.).

Luego un clamor se oyó por todas partes


tal, que el maestro se volvió hacia mí
«Mientras te guíe --dijo- no te asustes.» 135

Gloria in excelsis todos deo 136 Comentario [L785]: Son las


palabras que en Lucas II, 14, dirige
decían, por lo que escuché, de cerca, el ángel a los pastores de Belén.
y pude comprender lo que gritaban. 138

Suspendidos e inmóviles estábamos,


igual que los pastores al oírlo,
hasta que terminó el temblor y el canto. 141

Luego seguimos nuestra santa ruta,


viendo yacer las sombras por la tierra,
vueltas de nuevo al llanto acostumbrado. 144
Con tanta guerra nunca la ignorancia
de conocer me hizo deseoso,
si es que no se equivoca mi memoria, 147

cuanta creí tener, pensando, entonces;


ni a preguntar osaba por la prisa,
ni comprendía nada por mí mismo: 150
y marchaba asustado y pensativo.

CANTO XXI

Esa sed natural que no se aplaca


sino con aquel agua que la joven
samaritana pidió como gracia, 3 Comentario [L786]: El innato
deseo humano de saber sólo se
sacia con la revelación divina. El
me apenaba, y punzábarne la prisa episodio de la samaritana está en
Juan, IV, 6-15.
por la difícil senda tras mi guía 5
doliéndome con la justa venganza. 6 Comentario [L787]: Porque se
encuentra llena de las almas
tendidas de los avariciosos.
Y he aquí que, como escribe Lucas
que a dos en el camino vino Cristo,
salido de la boca del sepulcro, 9 Comentario [L788]: El
episodio de la aparición de Cristo
resucitado a unos discípulos en el
apareció una sombra detrás de nosotros, 10 camino de Emaús está, en efecto,
en Lucas, XXXV, 13-15.
al pie mirando la turba yacente;
y antes de percatamos de él, nos dijo: 12 Comentario [L789]: Se trata
de la sombra de Estacio, como
veremos más adelante.
«Oh hermanos míos, Dios os de la paz».
Nos volvimos de súbito, y Virgilio
le devolvió el saludo que se debe. 15

Dijo después: «En la corte beata,


en paz te ponga aquel veraz concilio, 17 Comentario [L790]: El
designio infalible de Dios.
que en el exilio eterno me relega.» 18
Comentario [L791]: Virgilio
está condenado a permanecer en el
«¡Cómo! -nos dijo, caminando aprisa-: limbo.
¿si sombras sois que aquí Dios no destina,
quién os ha hecho subir por su escalera?» 21

Y mi doctor: «Si miras las señales


que éste lleva, y que un ángel ha marcado
verás que puede irse con los buenos. 24

Mas como la que hila día y noche


no le había acabado aún la husada
que Cloto impone y a todos apresta, 27 Comentario [L792]: De las
tres parcas que rigen la vida de los
mortales, Cloro prepara la lana,
su alma, que es hermana de las nuestras, Láquesis la hila, y Atropos se
encarga de cortar el hilo cuando el
subiendo no podía venir sola, hombre muere.
porque no puede ver como nosotros. 30

Y me sacaron de la gran garganta


infernal, para guiarle, y guiarele
hasta donde mi escuela pueda hacerlo. 33

Mas, si lo sabes, dime, ¿por qué tales


sacudidas dio el monte, y por qué a una
parecieron gritar hasta su base.?» 36

Así dio, preguntando, en todo el blanco


de mi deseo, y con las esperanzas
aquella sed sentí más satisfecha. 39

Y aquel dijo: «No hay cosa que sin orden


pase en la santidad de la montaña,
o que suceda fuera de costumbre. 42

De toda alteración esto está libre:


uno que el cielo dio y que en él recibe 44 Comentario [L793]: Un alma
que, creada en el ciclo, al cielo
puede ser la razón, y no otra causa. 45 retorna después de haberse puri-
ficado.
Porque la lluvia, el granizo, la nieve,
el rocío y la escarcha más arriba
no caen de la escalera de tres gradas; 48 Comentario [L794]: Es decir,
la puerta del Purgatorio.

nubes espesas no hay ni enrarecidas,


ni rayos, ni la hija de Taumente, 50 Comentario [L795]: Se refiere
a Iris.
que abajo cambia a menudo de sitio; 51

no sigue el viento seco más arriba


que la más alta de las escaleras,
donde se sienta el vicario de Pedro. 54

Acaso tiemble abajo, poco o mucho,


mas por mucho que el viento allá se esconda,
no sé cómo, aquí arriba nunca tiembla. 57

Tiembla cuando algún alma ya limpiada


se siente, y se levanta o se encamina
para subir; y tal grito la sigue. 60

Da prueba ese deseo de estar limpia,


que, libre ya para mudar de sitio,
toma al alma y la empuja con deseo. 63
Comentario [L796]: Cuando
un alma se siente del todo
Antes lo quiso, y lo impidió el talento purificada siente un deseo
irrefrenable de ascender. Antes
pues contra ese deseo, la Justicia, también lo deseaba, pero el talento,
como fue en el pecar, pone al castigo. 66 es decir, su voluntad condicionada
de espiar la culpa, se lo impedia.
Y yo que en estas penas he yacido
más de quinientos años, sólo ahora
anhelo libremente un mejor solio: 69

por eso el terremoto y los piadosos


espíritus oisteis, alabando
a aquel Señor, que pronto los reclame.» 72

Así nos dijo; y tal como disfruta


más del beber quien tiene sed más grande,
no podría explicar mi gran contento. 75

Y el sabio guía: «Ya comprendo ahora


la red que os prende y cómo deslazarla,
y por qué hay regocijos y temblores. 78

Ahora quién fuiste plázcate contarme,


y por qué tantos siglos has yacido Comentario [L797]: Publio
aquí, muéstramelo con tus palabras.» 81 Papinio Estacio nació en Nápoles
hacia el año 50 y murió en la
misma ciudad en torno al 96. Fue
«En la edad que el buen Tito, con la ayuda 82 uno de los principales
representantes de la llamada edad
del sumo rey, vengó los agujeros de plata romana, y en la Edad
de aquella sangre por Judas vendida, 84 Media estimado al par que
Virgilio, por sus poemas épicos la
Tebaida y la Aquileida que quedó
con el nombre que más dura y más honra 85 inconcluso. Hasta el siglo XV no
fue conocida su obra Selvas,
vivía yo» -repuso aquel espíritu- descubierta en un monasterio suizo
ya bastante famoso, mas sin fe. 87 por el humanista Poggio
Bracciolini, y hasta ese mismo
siglo era confundido con Lucio
Tan grande fue lo dulce de mi canto, Estacio Ursolo, retórico de los
tiempos de Nerón, nacido en
que, tolosano, a Roma me trajeron, Tolosa. Tito destruyo Jerusalén
y merecí con mirto honrar mis sienes. 90 durante el reinado de su padre
Vespasiano en el año 72.
Comentario [L798]: El
Por Estacio aún la gente me conoce: nombre de poeta.
canté de Tebas y del gran Aquiles;
Comentario [L799]: La
mas quedó en el camino la segunda. 93 Tebaida trataba de la rivalidad
entre Eteocles y Polinice, hijos de
Edipo; la Aquileida pretendía
Semilla de mi ardor fueron las ascuas, narrar todo el ciclo de leyendas
que me quemaron, de la llama santa sobre este héroe griego, pero no
pudo concluirla. Como vemos en
en que han sido encendidos más de miles; 96 estas notas, el primer poema es una
de las fuentes principales de la
Comedia No así el segundo.
de la Eneida te hablo, la cual madre
Comentario [L800]: Es decir,
me fue, y me fue nodriza en la poesía: «el ejemplo de la Eneída fue lo
sin ella no valdría ni un adarme. 99 que me impulsó en mi labor de
poeta épico, al igual que la de gran
cantidad de imitadores».
Y por haber vivido cuando allí Comentario [L801]: Por haber
vivió Virgilio, un sol consentiría conocido a Virgilio, Estacio
hubiese consentido permanecer un
más del debido aún antes de marcharme.» 102 año solar, o un cielo solar, que
consta de veintiocho años, más de
lo debido, en el Purgatorio.
Se volvió a mí Virgilio a estas palabras
con rostro que, callando, dijo: «Calla»;
mas la virtud no puede cuanto quiere, 105

que risa y llanto siguen tan de cerca


la pasión que genera a cada uno,
que al querer menos sigue en los sinceros. 108 Comentario [L802]: La gente
de natural sincero, como Dante, no
puede disimular sus sentimientos.
Así que sonreí como al secreto;
y se calló la sombra, y me miró
los ojos que revelan más el alma; 111

y: «así tanto trabajo en bien acabe


-dijo- ¿por qué hace un rato tu semblante
me ha mostrado un relámpago de risa?» 114

Ahora estaba cogido por dos partes


una me hace callar, la otra me pide
que hable; y yo suspiro y me comprende 117

mi maestro, y «No tengas ningún miedo


de hablar --me dice-; háblale y revela
lo que con tanto afán ha preguntado» 120

Por lo que yo: «Quizás te maravilles


de por qué me reí, oh antiguo espíritu,
pero aún quedarás más admirado. 123

Este que arriba guía mi mirada,


es el mismo Virgilio, en quien las fuerzas
tomaste de cantar dioses y héroes. 126

Si de otra causa pareció mi risa,


olvídala por falsa, y sólo vino
de las palabras que le prodigaste.» 129

Para abrazar los pies ya se inclinaba


a mi doctor, más él le dijo: «Hermano,
no lo hagas, porque somos los dos sombras.» 132

Y él alzando: «Ahora puedes comprender


la cantidad de amor en que me enciendes,
cuando olvido que somos cosas vanas, 135
y trato como sólidas las sombras.»

CANTO XXII

Ya el ángel se quedó tras de nosotros,


aquel que al sexto círculo nos trajo,
una señal quitando de mi frente; 3

y a los que tienen ansias de justicia


llamó beatos, pero sus palabras
hasta el sitiunt, no más, lo proclamaron. 6 Comentario [L803]: Alusión a
una nueva bienaventuranza:
«Bienaventurados los que tienen
Y yo más leve que en los otros pasos sed y hambre de justicia, porque
ellos serán saciados» (Mateo, V,
caminaba, tal que sin pena alguna 6). El ángel sólo llega al «tienen
seguía a los espíritus veloces; 9 sed».

cuando Virgilio comenzó: «El Amor 10 Comentario [L804]: Cualquier


amor nacido de la virtud, sólo con
prendido en la virtud, siempre a otro prende manifestarse externamente suscita
con tal de que su llama manifieste; 12 otro.

desde el punto en que vino con nosotros


Juvenal hasta el limbo del infierno, 14 Comentario [L805]: Décimo
Junio Juvenal, contemporáneo de
y cuánto te admiraba me dijera, 15 Estacio y admirador de la Tebaida,
fue el famoso poeta de las Sátiras.
yo fui contigo tan benevolente
como nunca con alguien que no has visto,
y esta escalera me parece corta. 18 Comentario [L806]: Corta
para estar más tiempo con Estacio,
pues cuando acabe tendrán que
Pero dime, y perdona como amigo separarse.
si excesiva confianza alarga el freno,
y como amigo explícame la causa: 21

cómo pudo encontrar dentro de ti


un sitio la avaricia, junto a tanto
saber que por estudios poseías?» 24

A Estacio estas palabras le causaron


primero una sonrisa, luego dijo:
«Me prueba tu cariño lo que dices. 27

En verdad muchas veces pasan cosas


que dan materia falsa a nuestras dudas,
porque la causa cierta está escondida. 30 Comentario [L807]: Virgilio
ha pensado, lógicamente, que el
pecado de Estacio fuese la avari-
Tu pregunta me muestra que pensabas cia, vicio impropio de un hombre
sabio, pues no sabe -ni nosotros lo
que en la otra vida hubiera sido avaro, sabíamos hasta ahora- que en las
acaso pues me viste en aquel círculo. 33 cornisas del Purgatorio se purifica
un vicio y el exceso contrario; el
pecado de Estacio, pues, fue la
Sabe pues que alejado de avaricia prodigalidad.
fui demasiado; y esta desmesura
miles de lunas castigada ha sido. 36

Y si el rumbo no hubiese enderezado,


al comprender allí donde escribías,
casi irritado con el ser del hombre, 39
«¿Por dónde no conduces tú, maldita 40 Comentario [L808]: El verso
de Virgilio (Eneida, I, 56-57) dice:
hambre de oro, el afán de los mortales?» «Quid non mortalia pectora cogis /
en los tristes torneos diera vueltas. 42 auri sacra fames», donde «sacra»
tiene el significado de «execrable».

Supe entonces que mucho abrir las alas Comentario [L809]: En el


círculo de los avaros y los
puede gastar las manos, y de esa pródigos, Infierno, VII.
falta me arrepentí cual de las otras. 45

¿Cuántos renacerán todos pelados


por ignorancia, pues quien peca en esto, 47 Comentario [L810]: Por
prodigalidad, que es considerada
ni en vida, ni al extremo se arrepiente? 48 pecado pocas veces.

Y sabrás que la culpa que replica,


y diametral se opone a algún pecado,
juntamente con él su verdor seca; 51 Comentario [L811]: Es la
primera noticia (y el único caso)
que conocemos de esta particulari-
por lo cual si con esa gente estuve dad del Purgatorio.
que llora la avaricia, por purgarme
justo de lo contrario me encontraba.» 54

«Cuando contaste las peleas crueles


de la doble tristeza de Yocasta 56 Comentario [L812]: La doble
tristeza de Yocasta son los
-dijo el cantor de bucólicos versos- 57 gemelos Eteocles y Polinices,
protagonistas de la Tebaída de
Estacio, como ya hemos visto
por aquello que te inspirara Clío,
no parece que fueses todavía Comentario [L813]: Dante
alude ahora a Virgilio como poeta
fiel a la fe sin la que el bien no basta. 60 bucólico, contraponiéndole a
Estacio poeta épico, porque el
pasaje que encaminó a Estacio a la
Si esto es así, ¿qué sol, qué luminarias, salvación fue la famosa supuesta
disipando la sombra, enderezaron profecía mesiánica de la égloga IV
(ver más abajo) en la que Virgilio
detrás del pescador luego tus velas?» 63 debía aludir al nacimiento de un
vástago de la familia imperial, o de
rico Polión protector del poeta, y
Y aquél a éste: «Tú me dirigiste posteriormente se tomó como
a beber en las grutas del Parnaso; anuncio de la venida de Cristo, lo
que contribuyó a sacralizar la
y luego junto a Dios me iluminaste. 66 figura de Virgilio y ponerla la par
de los profetas bíblicos,
atravesando de esta forma toda la
Hiciste como aquél que va de noche Edad Media.
con una luz detrás, que a él no le sirve, Comentario [L814]: De San
mas hace tras de sí a la gente sabia, 69 Pedro, es decir, de la Iglesia.

cuando dijiste: «El siglo se renueva,


y el primer tiempo y la justicia vuelven,
nueva progenie de los cielos baja.» 72

Por ti poeta fui, por ti cristiano: 73 Comentario [L815]: «Por


ejemplo, de tu Eneida, y las
mas para ver mejor lo que dibujo, palabras de la citada égloga» (vv.
para darle color la mano extiendo. 75 65-66).
Preñado estaba el mundo todo entero
de la fe verdadera, que sembraron
los mensajeros del eterno reino, 78

y tus palabras que antes he citado


con las prédicas nuevas concordaban;
y tomé por costumbre el visitarles. 81

Tan santos luego fueron pareciendo,


que en la persecución de Domiciano, 83 Comentario [L816]: Domician
o, hijo de Vespasiano, fue
sin mis lágrimas ellos no lloraban; 84 emperador del 81 al 96. Su
persecución contra los cristianos,
comúnmente admitida desde el
y mientras que en mi mano hacerlo estuvo siglo II, es hoy en día puesta en
les ayudaba, y con sus rectas vidas entredicho por los modernos
historiadores.
me hicieron despreciar toda otra secta. 87

Y antes de poetizar sobre los griegos 88 Comentario [L817]: En el


original, «E pria ch'io conducessi i
y sobre Tebas, tuve mi bautismo; Greci a’fiumi / di Tebe poetando».
pero por miedo fui un cristiano oculto, 90 Es decir, no sólo antes de
comenzar el poema (como se
desprendería de la traducción),
mostrándome pagano mucho tiempo; sino, en concreto, el libro IX.
Apunto otra posible traducción,
y esa tibieza en el recinto cuarto igualmente incompleta: «Y antes
me recluyó por más de cuatro siglos. 93 de que a los griegos condujera / a
los ríos de Tebas, bauticeme.»

Tú pues, que ya este velo has levantado


que me escondía cuanto bien he dicho,
mientras que de subir nos ocupamos, 96

dónde está, dime, aquel Terencia antiguo, 97 Comentario [L818]: Acabada


la historia de su vida, Estacio pide
Varrón, Plauto, Cecilio, si lo sabes: a Virgilio noticias de algunos de
y si están condenados y en qué círculo.» 99 los principales poetas latinos: los
comediógrafos Terencio, Plauto y
Cecilio; Vario Rufo fue amigo de
Esos y Persio, y yo, y bastantes otros 100 Horacio y Virgilio.
-le respondió- se encuentran con el Griego Comentario [L819]: Persio, el
a quien las musas más amamantaron, 102 autor de las célebres sátiras (34-62
d.C.)
Comentario [L820]: Homero.
en el primer recinto de la cárcel; Todos están, pues, en el limbo.
y hablarnos muchas veces de aquel monte
donde nuestras nodrizas se hallan siempre. 105 Comentario [L821]: Del
Parnaso, en donde están las musas.

También están Simónides y Eurípides, 106 Comentario [L822]: Cita


ahora Virgilio a varios autores
Antifonte, Agatón y muchos otros griegos y a diversos personajes del
griegos que de laureles se coronan. 108 poema la Tebaída de Estacio, que
para la época, recordémoslo, tenían
todas las garantías de haber sido
Allí se ven aquellas gentes tuyas, personajes reales, corno los de la
Eneída o el resto de las leyendas
Antígona, Deífile y Argía mitológicas.
y así como lo fue de triste, a Ismene. 111

Vemos a aquella que mostró Langía,


a Tetis y la hija de Tiresias, 113 Comentario [L823]: La única
hija de Tiresias, el adivino tebano,
y a Deidamia con todos sus hermanos.» 114 que cita Estacio en la Tebaida es
Manto, a la que Dante ha colocado
junto a su padre en el círculo
Ya se callaban ambos dos poetas, octavo (Infierno, XX). Su mención
de nuevo atentos a mirar en torno, aquí ha provocado una larga
disputa entre los comentaristas.
ya libres de subir y de paredes; 117 Tetis y Deidamia son personajes
de la Aquileida
y habían cuatro siervas ya del día
atrás quedado, y al timón la quinta
enderezaba a lo alto el carro ardiente, 120 Comentario [L824]: Eran
sobre las once de la mañana.

cuando mi guía: «Creo que hacia el borde


volver el hombro diestro nos conviene,
dando la vuelta al monte cual solemos. » 123

Así fue nuestro guía la costumbre,


y emprendimos la ruta más tranquilos
pues lo aprobaba aquel alma tan digna. 126

Ellos iban delante, y solitario


yo detrás, escuchando sus palabras,
que en poetizar me daban su intelecto. 129

Mas pronto rompió las dulces razones


un árbol puesto en medio del camino,
con manzanas de olor bueno y suave; 132

y así corno el abeto se adelgaza


de rama en rama, aquel abajo hacía,
para que nadie, pienso, lo subiera. 135 Comentario [L825]: Tenía la
forma de cono invertido.

Del lado en que el camino se cortaba,


caía de la roca un licor claro,
que se extendía por las hojas altas. 138

Al árbol se acercaron los poetas;


y una voz desde dentro de la fronda
gritó: «Muy caro cuesta este alimento.» 141
Comentario [L826]: Varios
ejemplos de templanza: María, que
«Más pensaba María en que las bodas 142 en las bodas de Caná no pensaba
-siguió- fueran honradas, que en su boca, en comer, sino en la verguenza de
los novios; las matronas romanas
esa que ahora intercede por vosotros. 144 de la república, el eco de cuya
virtud llega hasta el propio
Quevedo; el profeta Daniel, que no
Las antiguas romanas sólo agua quiso comer en la mesa de
bebían; y Daniel, que despreciaba Nabucodonosor para evitar
contaminarse (Daniel, I, 3-20), los
el alimento, conquistó la ciencia. 147 moradores de la edad de oro, que
sólo se alimentaban de bellotas
(recuérdese la alabanza de Don
La edad primera, bella como el oro, Quijote) y finalmente Juan el
hizo con hambre gustar las bellotas, Bautista, del que hablan Marcos
(1, 6) y Mateo (III, 4).
y néctar con la sed cualquier arroyo. 150

Miel y langostas fueron las viandas


que en el yermo nutrieron al Bautista;
por lo cual es tan grande y tan glorioso 153
como en el Evangelio se demuestra.»

CANTO XXIII

Mientras los ojos por la verde fronda


fijaba de igual modo que quien suele
del pajarillo en pos perder la vida, 3 Comentario [L827]: El
cazador.

el más que padre me decía: «Hijo,


ven pronto, pues el tiempo que nos dieron
más útilmente aprovechar se debe.» 6

Volví el rostro y el paso sin tardarme,


junto a los sabios, que en tal forma hablaban, 9
que me hicieron andar sin pena alguna.

Y en esto se escuchó llorar y un canto


labia mea domine, en tal modo, 11 Comentario [L828]: Se trata
de un verso del famoso Miserere,
cual si pariera gozo y pesadumbre. 12 es decir el salmo L 17: «Abre,
Señor, mis labios, y mi boca
cantará sus alabanzas.»
«Oh dulce padre, ¿qué es lo que ahora escucho?»,
yo comencé; y él: «Sombras que caminan
de sus deudas el nudo desatando.» 15

Como los pensativos peregrinos,


al encontrar extraños en su ruta,
que se vuelven a ellos sin pararse, 18

así tras de nosotros, más aprisa,


al llegar y pasamos, se asombraba
de ánimas turba tácita y devota. 21 Comentario [L829]: Son las
almas de los glotones.

Todos de ojos hundidos y apagados,


de pálidos semblantes, y tan flacos Comentario [L830]: Erisitone,
que del hueso la piel tomaba forma. 24 hijo del rey de Tesalia, habiendo
cortado una encina consagrada a
Ceres fue condenado por ésta a
No creo que a pellejo tan extremo padecer un hambre insaciable,
hasta el punto de devorar a una
seco, hubiese llegado Erisitone, 26 hijita suya y a sí mismo. Lo cuenta
ni cuando fue su ayuno más severo. 27 Ovidio en Metamorfosis, VIII,
726-881.
Comentario [L831]: Referenci
Y pensando decíame: «¡Aquí viene 28 a a los padecimientos de los judíos
la gente que perdió Jerusalén, en el cerco de Jerusalén por Tito,
al que aludió en Purgatorio, XXI,
cuando María devoró a su hijo! 30 82. María es la hebrea María de
Eleazar Lo cuenta Flavio Josefo,
Bell. ivd., VI, 3.
Parecían sus órbitas anillos
sin gemas: y quien lee en la cara "omo" 32 Comentario [L832]: Opinión
difundida entre predicadores
bien podría encontrar aquí la eme. 33 medievales.

¿Quién pensaría que el olor de un fruto


tal hiciese, el anhelo produciendo,
o el de una fuente, no sabiendo cómo? 36

Maravillado estaba de tal hambre,


pues la razón aún no conocía
de su piel escarnada y su flaqueza, 39

cuando de lo más hondo de su rostro


fija su vista me volvió una sombra;
luego fuerte exclamó: "¿Qué gracia es ésta?" 42

Nunca el rostro le hubiese conocido;


pero en la voz se me hizo manifiesto
lo que el aspecto había deformado. 45

Esta chispa encendió de aquel tan otro rostro


del todo mi conocimiento,
y conocí la cara de Forese.» 48 Comentario [L833]: Forese
Donati, hermano del cruel Corso y
de la joven Piccarda que en-
«Ah, no te fijes en la seca roña contraremos en el Paraíso
(Paraiso, III, 46 y ss.), fue amigo
que me destiñe -rogaba- la piel, de la juventud florentina del poeta,
ni por la falta de carne que tenga; 51 que estaba casado con su prima
Gemma. Era llamado Bicci
Novello, es decir, Bicci el joven, y
dime en verdad de ti, y de quién son esas murió en 1296. Se conserva una
tensón de seis sonetos satíricos que
dos ánimas que allí te dan escolta; ambos se intercambiaron en 1290,
¡no te quedes aquí sin que me hables!» 54 llenos de burlas no siempre
inocentes. Su gula debía ser
probervial, pues ya alude a ella
«Tu cara, que lloré cuando moriste, Dante en dicha tensón juvenil.
con no menos dolor ahora la lloro
-le respondí- al mirarla tan cambiada. 57

Pero dime, por Dios que así os deshoja;


no pidas que hable, pues estoy atónito;
mal podrá hablar quien otra cosa quiere.» 60 Comentario [L834]: Dante
quiere que antes de contarle a
Forese su vida, ésta le explique
Y él a mí- «Del querer eterno baja cuál es la forma de su castigo.
un efecto en el agua y en el árbol
que dejasteis atrás, que así enflaquece. 63

Toda esta gente que llorando canta,


por seguir a la gula sin medida,
santa se vuelve aquí con sed y hambre 66

De comer y beber nos da el deseo


el olor de la fruta y del rocío
que se extiende por sobre la verdura. 69

Y ni un solo momento en este espacio


dando vueltas, mitiga nuestra pena:
pena digo y debiera decir gozo, 72 Comentario [L835]: Porque la
purgación les conducirá al Paraíso.

que aquel deseo al árbol nos conduce


donde Cristo gozoso dijo 'Eli', 74 Comentario [L836]: Recordad
las palabras de Cristo en la cruz-.
cuando nos redimió la sangre suya.» 75 «Dios mío, Dios mío, por qué me
has abandonado» (Mateo, XXVII,
46; Marcos, XVI, 34).
Yo contesté: «Forese, desde el día
que el mundo por mejor vida trocaste,
cinco años aún no han transcurrido. 78

Si antes se terminó el que tú pudieras


pecar aún más, de que llegase la hora
del buen dolor que a Dios volver nos hace, 81

¿cómo es que estás arriba ya tan pronto?


Yo pensaba encontrarte allí debajo,
donde el tiempo con tiempo se repara.» 84 Comentario [L837]: En el
Antepurgatorio de los tardos en
arrepentirse.
Y él respondió: «Tan pronto me ha logrado
que beba el dulce ajenjo del martirio
mi Nela con su llanto sin fatiga. 87 Comentario [L838]: Apenas
sabemos nada de la mujer de
Forese, sólo que Dante en el
Con devotas plegarias y suspiros primer soneto cruzado con su
amigo le había presentado sola y
me trajo de la playa en que se espera, abandonada por éste en su lecho.
y me ha librado de los otros círculos. 90 Las palabras de Forese contradicen
aquel viejo ataque, y le dan pie a
una invectiva contra la corrupción
Tanto más cara a Dios y más dilecta de las florentinas.
es mi viudita, a la que tanto amaba,
cuanto en su bien obrar está más sola; 93

puesto que la Barbagia de Sicilia 94 Comentario [L839]: Región


semisalvaje de Sicilia, comparada
es más púdica ya con sus mujeres aquí con la misma Florencia.
que la Barbagia en donde la he dejado. 96

Dulce hermano ¿qué quieres que te diga?


Ya presiento unos tiempos venideros
de que esta hora ya no está lejana, 99

en que será en el púlpito vedado


el que las descaradas florentinas
vayan mostrando en público las tetas. 102

¿Qué bárbara hubo nunca o musulmanas


que precisaran para andar cubiertas
disciplina en el alma o de las otras? 105 Comentario [L840]: El castigo
del látigo.

Mas si supieran esas sinvergüenzas


lo que veloz el cielo les depara,
ya para aullar sus bocas abrirían; 108

pues si el vaticinar aquí no engaña,


sufrirán antes de que crezca el bozo
a los que ahora con nanas consuelan. 111 Comentario [L841]: Es decir,
dentro de unos quince años. En
1315, en que tuvo lugar la batalla
Ahora ya no te escondas más, oh hermano, de Montecatini, donde fueron
derrotados los negros florentinos,
que no sólo yo, más toda esta gente, pero la profecía de Forese acaso
mira el lugar donde la luz no pasa.» 114 tenga un valor genérico, como
tantos otros pasajes de la Comedía
ll4 La sombra que proyecta Dante.
Por lo que yo le dije: «Si recuerdas
lo que fui para ti, y para mi fuiste,
aún será triste el recordar presente. 117 Comentario [L842]: Dante
tenía al parecer muchos motivos
para reprocharse el tipo de vida
De aquella vida me sustrajo aquel que llevaba en los años de su
amistad con Forese.
que va delante, el otro día, cuando
redonda se mostró la hermana de ese 120 Comentario [L843]: La luna.

--señalé el sol. Y aquél por la profunda


noche llevóme de los muertos ciertos
con esta carne cierta que le sigue. 123

De allí con sus auxilios me ha traído,


subiendo y rodeando la montaña,
que os endereza a los que el mundo tuerce. 126

Dice que habrá de hacerme compañía


hasta que esté donde Beatriz se encuentra;
allí es preciso que sin él me quede. 129

Virgilio es quien tal cosa me ha contado


-y se lo señalé-; y aquél la sombra
por quien se ha conmovido cada cuesta 132
de vuestro reino del que ya se marcha.»

CANTO XXIV

Ni hablar a andar, ni andar a aquel más lento


hacía, mas hablando a prisa íbamos
cual nao que empuja un viento favorable; 3

y las sombras, más muertas pareciendo,


admiración ponían en las cuencas
de los ojos, sabiendo que vivía. 6

Y yo, continuando mis palabras


dije: «Y asciende acaso más despacio
de lo que en otro momento lo haría. 9 Comentario [L844]: Estacio
sube más despacio de lo que lo
hubiera hecho si no se hubiese en-
Mas dime de Piccarda, si es que sabes; 10 contrado con su admirado Virgilio.
y dime si estoy viendo a alguien notable Comentario [L845]: Encontrar
entre esta gente que así me contempla.» 12 emos a Piccarda en Paraíso, III, 34
y ss.

«Mi hermana, que entre hermosa y entre buena


no sé qué fuera más, alegre triunfa
en el Olimpo ya de su corona.» 15

Dijo primero; y luego: «Aquí podemos


Comentario [L846]: El poeta
a cualquiera nombrar pues tan mudado y notario de Lucca, Bonagiunta
nuestro semblante está por la abstinencia. 18 Orbiciani, aún vivo en 1296
pertenecía a la corriente poética
contraria al dolce stil nuovo, que
Ese -y le señaló- es Bonagiunta, 19 seguía la convenciones de la
escuela siciliana y provenzal. Fue
Bonagiunta de Lucca; y esa cara atacado por Dante en «De Vulgari
a su lado, cosida más que otras. 21 elocuentia».
Comentario [L847]: El papa
francés Simon de Bries, llamado
tuvo la santa iglesia entre sus brazos: Martín IV (1281-85). Favoreció la
nació en Tours, y aquí purga con ayunos política proangevina en Italia. En
efecto, dicen que remojaba las
el vino y las anguilas de Bolsena.» 24 anguilas en vino para que
resultaran más sabrosas.
Uno por uno a muchos me nombró; Comentario [L848]: Porque
así puede llevar noticias de ellos a
y al nombrarles contentos parecían, 26 la tierra.
y no vi ningún gesto de tristeza. 27
Comentario [L849]: Ubaldino
degli Ubaldini, hermano de
Vi por el hambre en vano usar los dientes Ottaviano (Infierno, X, 120) y de
Ugolino de Azzo (Purgatorio,
a Ubaldín de la Pila y Bonifacio, 29 XIV, 105) y padre del cardenal
que apacentara a muchos con su torre. 30 Ruggieri que vimos en Infierno,
XXXIII. Bonifacio dei Fieschi fue
sobrino del papa Inocencio IV y
Vi a Maese Marqués, que ocasión tuvo 31 llegó a ser arzobispo de Rávena en
1274, cuyo báculo estaba rematado
de beber en Forlí sin sequedades, por una torre. Murió en 1294.
y que nunca veíase saciado. 33 Comentario [L850]: Marchese
degli Arglioso, de Forlí, fue
podestá de Faenza en 1296. Se
Mas como hace el que mira y luego aprecia cuenta que al preguntar qué
más a uno que otro, hice al luqués, opinión tenía de él el pueblo le
respondieron que se hablaba de lo
que de mí más curioso parecía. 36 mucho que bebía, a lo que él
contestó: «¿Por qué no dicen que
siempre tengo sed?»
Él murmuraba, y no sé que «Gentucca» 37
Comentario [L851]: Gentucca
sentía yo, donde él sentía la plaga Morla, que aún era una niña en
de la justicia que así le roía. 39 1300, fue una mujer amada por
Dante que la conoció en Lucca en
1308. Estaba casada con
«Alma –dije- que tal deseo muestras Buaccorso Fondora. Este amor
reconciliará a Dante con una
de hablar conmigo, hazlo claramente, ciudad con la que siempre había
y a los dos satisfaz con tus palabras.» 42 sido renuente (Infierno XXI,
41-42).
«Hay nacida, aún sin velo, una mujer
--él comenzó- que hará que mi ciudad
te plazca aunque otros muchos la desprecien. 45

Tú marcharás con esta profecía:


si en mi murmullo alguna duda tienes,
la realidad en claro ha de ponerlo. 48

Pero dime si veo a quien compuso


aquellas nuevas rimas que empezaban:
«Mujeres que el Amor bien conocéis.» 51 Comentario [L852]: El primer
verso de la primera canción de La
Vita Nuova «Donne ch'avate
Y yo le dije: «Soy uno que cuando inteletto d’amore», una de sus
composiciones juveniles preferidas
Amor me inspira, anoto, y de esa forma por el propio Dante. Lo que
voy expresando aquello que me dicta.» 54 diferenciaba la nueva poesía de la
antigua era la espontanceidad y la
sinceridad, frente a lo artificioso y
«¡Ah hermano, ya comprendo ---dijo- el nudo retórico de la vieja escuela de
Buonagiunta o de Guittone de
que al Notario, a Guiton y a mí separa Arezzo (Purgatorio, XXVI,
del dulce estilo nuevo que te escucho! 57 124-126), que representa la poesía
toscana, o del notario Jacobo
Lentini, secretario de Federico II,
Bien veo ahora cómo vuestras plumas que representa la siciliana.
detrás de quien os dicta van pegadas, Comentario [L853]: De este
lo que no sucedía con las nuestras; 60 verso ha salido el nombre de la
escuela poética a la que perteneció
el propio Dante, junto con Guido
y quien se ponga a verlo de otro modo Gunizzelli, Guido Cavalcanti y
Lapo Gianni.
no encontrará ninguna diferencia.»
Y se calló bastante satisfecho. 63

Cual las aves que invernan junto al Nilo,


a veces en el aire hacen bandadas,
y luego aprisa vuelan en hilera, 66

así toda la gente que allí estaba,


volviendo el rostro apresuró su paso,
por su flaqueza y su deseo raudas. 69

Y como el hombre de correr cansado


deja andar a los otros, y pasea
hasta que calma el resollar del pecho, 72

dejó que le pasara la grey santa


y conmigo detrás vino Forese,
diciendo: «¿Cuándo te veré de nuevo?» 75

«No sé -repuse-, cuánto viviré;


mas no será mi vuelta tan temprano,
que antes no esté a la orilla mi deseo; 78
porque el lugar donde a vivir fui puesto,
del bien, de día en día, se despoja,
y parece dispuesto a triste ruina.» 81

Y él: «Ánimo, pues veo al más culpable, 82 Comentario [L854]: A Corso


Donati, hermano de Forese, el
arrastrado a la cola de un caballo principal enemigo de Dante y
hacia aquel valle donde no se purga. 84 causante de su ruina. Murió en
1308 en una escaramuza contra los
propios negros, o contra los
La bestia a cada paso va más rauda, catalanes. Su muerte es narrada de
diversas maneras. Dante
siempre más, hasta que ella le golpea, cruelmente, por boca de un
y deja el cuerpo vilmente deshecho. 87 impávido Forese, lo pinta
arrastrado hasta el Infierno atado a
la cola del caballo, que era la
No mucho han de rodar aquellas ruedas muerte propia de los traidores.
-y miró al cielo- y claro habrá de serte
esto que más no puedo declararte. 90

Ahora quédate aquí, que es caro el tiempo


en este reino, y ya perdí bastante
caminando contigo paso a paso.» 93

Como al galope sale algunas veces


un jinete del grupo que cabalga,
por ganar honra en los primeros golpes, 96

con pasos aún mayores nos dejó;


y me quedé con esos dos que fueron
en el mundo tan grandes mariscales. 99

Y cuando estuvo ya tan adelante,


que mis ojos seguían tras de él,
como mi mente tras de sus palabras. 102

vi las ramas cargadas y frondosas


de otro manzano, no mucho más lejos
por haber sólo entonces hecho el giro 105 Comentario [L855]: Es decir,
dado el giro a la curva del monte,
que antes impedía ver el árbol.
Vi gentes bajo aquel alzar las manos
y gritar no sé qué hacia la espesura,
como en vano anhelantes chiquitines 108

que piden, y a quien piden no responde,


mas por hacer sus ganas más agudas,
les muestra su deseo puesto en alto. 111

Luego se fueron ya desengañadas;


y nos aproximamos al gran árbol,
que tanto llanto y súplicas desdeña. 114

«Seguid andando y no os aproximéis:


un leño hay más arriba que mordido
fue por Eva y es éste su retoño.» 117

Entre las frondas no sé quién hablaba;


y así Virgilio, Estacio y yo, apretados
seguimos caminando por la cuesta. 120

Decía: «Recordad a los malditos 121 Comentario [L856]: Ejemplos


de intemperancia puestos tal vez
nacidos de las nubes, que, borrachos, en la boca de un ángel. Los
con dos pechos lucharon con Teseo; 123 centauros, embriagados en las
bodas de Piritoo e Hipodemia,
intentaron raptar y violar a las
y a los hebreos, por beber tan flojos, 124 mujeres de los lapitas, siendo
vencidos por Tesco. Los centauros
que Gedeón no quiso de su ayuda, habían nacido de una nube a la que
cuando a Madián bajó de las colinas.» 126 Zeus dio la forma de Juno, y de
Ixión (Metamorfosis, XV, 210,
535).
Así arrimados a uno de los bordes, Comentario [L857]: El
oyendo fuimos culpas de la gula segundo ejemplo está tomado de
seguidas del castigo miserable. 129 Jueces, VI. Gedeón sólo llevó al
combate contra los madianitas a
trescientos de sus hombres que
Ya en la senda desierta, distanciados, tomaron el agua con las manos,
dejando al resto que había bebido
más de mil pasos nos llevaron lejos, inmoderadamente (Jueces, VI, 11;
los tres mirando sin decir palabra. 132 VII, 25)

«Solos así los tres ¿qué vais pensando?»,


dijo una voz de pronto; y me agité
como un caballo joven y espantado. 135

Alcé mi rostro para ver quién era;


y jamás pude ver en ningún horno
vidrio o metal tan rojo y tan luciente, 138

como a quien vi diciendo: «Si os complace 139 Comentario [L858]: El ángel


que les indica el paso al séptimo
subir, aquí debéis de dar la vuelta; recinto, que con sus alas per-
quien marcha hacia la paz, por aquí pasa.» 141 fumadas borra la P de la gula de la
frente de Dante.

Me deslumbró la vista con su aspecto;


por lo que me volví hacia mis doctores,
como el hombre a quien guía lo que escucha. 144 Comentario [L859]: Siguiend
o el son de la voz que ha
escuchado.
Y como, del albor anunciadora,
sopla y aroma la brisa de mayo,
de hierba y flores toda perfumada; 147

yo así sentía un viento por en medio


de la frente, y sentí un mover de plumas,
que hizo oler a ambrosía el aura toda. 150

Sentí decir: «Dichosos los que alumbra 151 Comentario [L860]: Paráfrasis
de Mateo, V, 6: el hambre y la sed
tanto la gracia, que el amor del gusto de justicia se oponen a la gula.
en su pecho no alienta demasiado, 153
apeteciendo siempre cuanto es justo.»

CANTO XXV

Dilación no admitía la subida;


puesto que el sol había ya dejado
la noche al Escorpión, el día al Toro: 3 Comentario [L861]: Son
alrededor de las dos de la tarde

y así como hace aquél que no se para,


mas, como sea, sigue su camino,
por la necesidad aguijonado, 6

así fuimos por el desfiladero,


subiendo la escalera uno tras otro,
pues su estrechez separa a los que suben. 9

Y como el cigoñino el ala extiende


por ganas de volar, y no se atreve
a abandonar el nido, y las repliega; 12

tal mis ganas ardientes y apagadas


de preguntar; haciendo al fin el gesto
que hacen aquellos que al hablar se aprestan. 15

Por ello no dejó de andar aprisa,


sino dijo mi padre: «Suelta el arco
del decir, que hasta el hierro tienes tenso.» 18 Comentario [L862]: «Tienes
tensada la cuerda del arco hasta
tocar el hierro de la flecha.»
Ya entonces confiado abrí la boca,
y dije: «Cómo puede adelgazarse
allí donde comer no es necesario.» 21 Comentario [L863]: «Cómo
pueden adelgazar los que ya son
sólo espíritus.»
«Si recordaras cómo Meleagro 22 Comentario [L864]: La
se extinguió al extinguirse el ascua aquella leyenda contaba que un oráculo
-me dijo- de esto no te extrañarías; 24 había profetizado la muerte de
Meleagro, príncipe de Caledon, el
día que se extinguiese un tizón que
y si pensaras cómo, si te mueves, su madre había guardado. Airada
la reina contra su hijo por haber
también tu imagen dentro del espejo, matado a dos hermanos de aquélla,
claro verás lo que parece oscuro. 27 arrojó al fuego el tizón que se
consumió rápidamente y con él la
vida de su hijo (Metamorfosis, VII,
Mas para que el deseo se te aquiete, 260-546).

aquí está Estacio; y yo le llamo y pido


que sea el curador de tus heridas.» 30

«Si la visión eterna le descubro


-repuso Estacio-, estando tú delante,
el no poder negarme me disculpe.» 33
Y después comenzó: «Si mis palabras, 34 Comentario [L865]: El
problema de la relación entre el
hijo, en la mente guardas y recibes, cuerpo y el alma era central en la
darán luz a aquel "cómo" que dijiste. 36 filosofía de la época. Dante, por
boca de Estacio, que es cristiano a
diferencia de Virgilio, va a intentar
La sangre pura que no es absorbida 37 ahora una explicación convincente.
Para el comienzo de este pasaje
por las venas sedientas, y se queda recuérdese que en la Florencia
cual alimento que en la mesa sobra, 39 democrática Dante se había
inscrito, no sin razón, en el gremio
de los médicos.
toma en el corazón a cualquier miembro Comentario [L866]: 37 y ss.
la virtud de dar forma, como aquella La sangre que no es necesaria para
que a hacerse aquellos vase por las venas. 42 el alimento de los órganos ad-
quiere en el corazón del padre la
virtud de crear miembros nuevos, y
Digerida, desciende, donde es bello al descender a los testículos se
convierte en semen que se une con
más callar que decir, y allí destila otra sangre perfecta en la matriz de
en vaso natural sobre otra sangre. 45 la mujer, dando lugar al proceso de
la generación. En este proceso la
sangre femenina es el principio
Allí se mezclan una y otra juntas, pasivo y la masculina, que procede
de corazón, el activo.
una a sufrir dispuesta, a hacer la otra,
pues que procede de un lugar perfecto; 48

y una vez que ha llegado, a obrar comienza


coagulando primero, y avivando
lo que hizo consistente su materia. 51

Alma ya hecha la virtud activa


cual de una planta, sólo diferente
que una en camino está y otra ha llegado, 54 Comentario [L867]: En el
semen del hombre está ya el
germen de la vida vegetativa. Pero
sigue obrando después, se mueve y siente, mientras en las plantas es su estado
perfecto, en el hombre es el
como un hongo marino; y organiza comienzo de una larga evolución
esas potencias de las que es semilla. 57 que describe seguidamente:
vegetativa, sensitiva y racional.
Comentario [L868]: Averroes
Aquí se extiende, hijo, y se despliega (Infierno, IV, 144) negaba la
la virtud que salió del corazón doctrina aristotélica recogida por
los escolásticos de que nuestra
del generante, y forma da a los miembros. 60 razón fuera doble, el intelecto
agente, que dirige el conocimiento
sensible, y el intelecto posible, que
Mas cómo el animal se vuelve hablante da el intelectivo. Este segundo era,
no puedes ver aún, y uno más sabio para el filósofo musulmán, un
principio intemporal, abstracto y
que tú, se equivocaba en este punto, 63 común para todos, separado de un
alma únicamente sensitiva y
particular (vv. 64-66). Esta
y así con su doctrina separaba doctrina, pues, anulaba la idea de
del alma la posible inteligencia, la vida ultraterrena del alma
invidual.
por no encontrarle un órgano adecuado. 66
Comentario [L869]: La
creación de la inteligencia racional
A la verdad que viene abre tu pecho; humana es obra directamente de
Dios, a diferencia del estadio
y sabrás que, tan pronto se termina 68 vegetativo y sensitivo, que
de articularle al feto su cerebro, 69 evolucionan espontáneamente
desde el principio de la
concepción.
complacido el Primer Motor se vuelve La razón recién formada integra
ahora los dos estadios anteriores.
a esa obra de arte, en la que inspira
nuevo espíritu, lleno de virtudes, 72 Comentario [L870]: El ya
citado intelecto posible.

que lo que encuentra activo aquí reúne


en su sustancia, y hace un alma sola,
que vive y siente y a sí misma mira. 75

Y por que no te extrañen mis palabras


mira el calor del sol que se hace vino,
junto al humor que nace de las vidas. 78

Cuando más lino Laquesis no tiene, 79 Comentario [L871]: Recuérde


se que Laquesis es la Parca que
se suelta de la carne, y virtualmente teje el hilo de nuestra vida.
lo divino y lo humano se lo lleva. 81

Ya enmudecidas sus otras potencias, 82 Comentario [L872]: Una vez


muerto el cuerpo, la vida
inteligencia, voluntad, memoria vegetativa y la sensible («lo
en acto quedan mucho más agudas. 84 humano») quedan mudas porque
carecen de órganos para
sustentarse, dejando al alma
Sin detenerse, por sí misma cae completamente pura, con sus tres
facultades superiores («lo divino»).
maravillosamente en una u otra orilla; 86
y de antemano sabe su camino. 87 Comentario [L873]: En la del
Aqueronte si está condenada; en la
desembocadura del Tiber si es
En cuanto ese lugar la circunscribe, 88 digna del Purgatorio.

la virtud formativa irradia en torno Comentario [L874]: El alma


entra ahora en acción irradiando en
del mismo modo que en los miembros vivos: 90 torno suyo como una especie de
cuerpo aéreo, o de ectoplasma, en
el cual la vida vegetativa y la
y como el aire, cuanto está muy húmedo, sensible pueden volver a encontrar
por otro rayo que en él se refleja, una especie de acomodo.

con diversos colores se engalana; 93

así el aire cercano se dispone,


y en esa misma forma que le imprime
virtualmente el alma allí parada; 96

Y después, a la llama semejante


que sigue al fuego al sitio donde vaya,
la nueva forma al espíritu sigue. 99

Y como aquí recibe su aparencia,


sombra se llama; y luego aquí organiza
cualquier sentido, incluso el de la vista. 102

Por esta causa hablamos y reímos;


y suspiros y lágrimas hacemos
que has podido sentir por la montaña. 105

Según que nos afligen los deseos


y los otros afectos, toma forma
la sombra, y es la causa que te admira.» 108

Y ya llegado al último tormento 109 Comentario [L875]: Los


viajeros han llegado ya al séptimo
habíamos, y vuelto a la derecha, círculo, el de los lujuriosos.
y estábamos atentos a otras cosas. 111

Aquí dispara el muro llamaradas,


y por el borde sopla un viento a lo alto
que las rechaza y las aleja de él; 114 Comentario [L876]: El viento
que sopla desde el exterior hace
que las llamas se plieguen contra la
y por esto debíainos andar pared, dejando un estrecho camino
a los viajeros.
por el lado de afuera de uno en uno;
y yo temía el fuego o la caída. 117

«Por este sitio -guía iba diciendo-


a los ojos un freno hay que ponerles,
pues errar se podría por muy poco. 120

Summae Deus Clamentiae en el seno 121 Comentario [L877]: Summao,


Deus clementiae, es un himno
del gran ardor oí cantar entonces, propio de la mañana del sábado,
que no menos ardor dio de volverme; 123 muy apropiado para los lujuriosos.

y vi almas caminando por las llamas;


así que a ellas miraba y a mis pasos,
repartiendo la vista por momentos. 126

Una vez que aquel himno terminaron 127 Comentario [L878]: Como ya
estamos acostumbrados, aparecen
gritaron alto: «Virum no cognosco»; ejemplos de castidad. El primero
y el himno repetían en voz baja. 129 son las palabras de María poniendo
de manifiesto su virginidad al
ángel que le anuncia su próximo
Y al terminar gritaban: «En el bosque parto (Lucas, I, 34).
Diana se quedó y arrojó a Elice 131 Comentario [L879]: Las
porque probó de Venus el veneno.» 132 ninfas que acompañaban a Diana
debían guardar, como ella misma
la castidad, pero Elice fue seducida
Luego a cantar volvían; y de esposas por Zeus (Metamorfosís, II,
401-530).
y de maridos castos proclamaban,
cual la virtud y el matrimonio imponen. 135

Y de esta forma creo que les baste


en todo el tiempo que el fuego les quema:
Con tal afán conviene y en tal forma
que la postrera herida cicatrice. 138

CANTO XXVI

Mientras que por la orilla uno tras otro


marchábamos y el buen maestro a veces
«Mira --decía- como te he advertido»; 3
sobre el hombro derecho el sol me hería,
que ya, radiando, todo el occidente
el celeste cambiaba en blanco aspecto; 6 Comentario [L880]: Deben
ser las cuatro o cinco de la tarde.

y hacía con mi sombra más rojiza


la llama parecer; y al darse cuenta
vi que, andando, miraban muchas sombras. 9

Esta fue la ocasión que les dio pie


a que hablaran de mí-, y así empezaron
«Este cuerpo ficticio no parece»; 12

luego vueltos a mí cuanto podían,


se cercioraron de ello, con cuidado
siempre de no salir de donde ardiesen. 15 Comentario [L881]: Para no
dejar de purificarse, que es el
único deseo de estas almas.
«Oh tú que vas, no porque tardo seas,
mas tal vez reverente, tras los otros,
respóndeme, que en este fuego ardo. 18

No sólo a mí aproveche tu respuesta;


pues mayor sed tenemos todos de ella
que de agua fría la India o la Etiopía. 21

Dinos cómo es que formas de ti un muro


al sol, de tal manera que no hubieses
aún entrado en las redes de la muerte.» 24

Así me hablaba uno; y yo me hubiera 24 Comentario [L882]: Es el ama


de Guido Guinizzelli, como ya
ya explicado, si no estuviese atento veremos.
a otra novedad que entonces vino; 27

que por medio de aquel sendero ardiente


vino gente mirando hacia los otros,
lo cual, suspenso, me llevó a observarlo. 30 Comentario [L883]: Las
almas que han aparecido antes van
en la misma dirección que los via-
Apresurarse vi por todas partes jeros -de izquierda a derecha- y
éstas vienen de frente. Esto alude,
y besarse a las almas unas a otras como veremos, a su condición de
sin pararse, felices de tal fiesta; 33 pecadores contra natura.

así por medio de su hilera oscura


una a la otra se hocican las hormigas,
por saber de su suerte o su camino. 36

En cuanto dejan la acogida amiga,


antes de dar siquiera el primer paso, Comentario [L884]: Unos son
en vocear se cansan todas ellas: 39 los lujuriosos que pecaron de
homosexualidad; el pecado de los
otros es, como se verá más
la nueva gente: «Sodoma y Gomorra»; 40 adelante, hermafrodita, es decir,
entre hombre y mujer.
los otros: «En la vaca entra Pasifae,
para que el toro corra a su lujuria.» 42

Después como las grullas que hacia el Rif


vuelan en parte, y parte a las arenas,
o del hielo o del sol haciendo ascos, 45

una gente se va y otra se viene;


vuelven llorando a sus primeros cantos
y a gritar eso que más les atañe; 48

y acercáronse a mí, como hace poco


esos otros habíanme rogado,
deseosos de oír en sus semblantes. 51

Yo que dos veces viera su deseo;


«Oh almas ya seguras --comencé-
de conseguir la paz tras de algún tiempo, 54

no han quedado ni verdes ni maduros


allí mis miembros, mas aquí los traigo
con su sangre y sus articulaciones. 57

Subo para no estar ya nunca ciego;


una mujer me obtuvo la merced,
de venir con el cuerpo a vuestro mundo. 60

Mas vuestro anhelo mayor satisfecho


sea pronto, y así os albergue el cielo
que lleno está de amor y más se espacia, 63

decidme, a fin de que escribirlo pueda,


quiénes seáis, y quién es esa turba
que se marchó detrás a vuestra espalda.» 66

No de otro modo estúpido se turba


el montañés, y mira y enmudece,
cuando va a la ciudad , rudo y salvaje, 69

que en su apariencia todas esas sombras;


más ya de su estupor recuperadas,
que de las altas almas pronto sale, 72

«¡Dichoso tú que de nuestras regiones


-volvió a decir aquel que habló primero-,
para mejor morir sapiencia adquieres! 75

La gente que no viene con nosotros,


pecó de aquello por lo que en el triunfo
César oyó que "reina" lo llamaban: 78 Comentario [L885]: Lo cuenta
Suetonio en su vida de César. La
voz popular aludía a las relaciones
por eso vanse gritando "Sodoma", que el joven César había
mantenido con Nicomedes, rey de
reprobándose a sí, como has oído, Bitinia. Años después sus
con su vergüenza el fuego acrecentando. 81 legionarios le cantaban: «César
sometió las Galias y Nicomedes a
César.»
Hermafrodita fue nuestro pecado;
y pues que no observamos ley humana,
siguiendo el apetito como bestias, 84 Comentario [L886]:

en nuestro oprobio, por nosotros se oye


cuando partimos el nombre de aquella
que en el leño bestial bestia se hizo. 87

Ya sabes nuestros actos, nuestras culpas:


y si de nombre quieres conocemos,
decirlo no sabría, pues no hay tiempo. 90

Apagaré de mí, al menos, tus ganas:


Soy Guido Guinizzelli, y aquí peno 92 Comentario [L887]: Guido
Guinizzelli nació en torno a 1230,
por bien antes del fin arrepentirme.» 93 en Bolonia, y perteneció al bando
obelino. Fue autor de un breve
cancionero amoroso, renovó la
Igual que en la tristeza de Licurgo 94 escuela poética doctrina del norte
hicieron los dos hijos a su madre, de Italia y se acerca al nuevo estilo
florentino (ver Purgatorio, XXIV).
así hice yo, pero sin tanto ímpetu, 96
Comentario [L888]: Se refiere
cuando escuché nombrarse él mismo al padre Dante a un pasaje de la Tebaída de
mío y de todos, el mejor que rimas Estacio. Isifile (Purgatorio,
XXII, 112), esclava del rey
de amor usaron dulces y donosas; 99 Licurgo, abandonó al hijito de éste
mientras iba a enseñar a los
griegos la fuente Langía, y el niño
y pensativo, sin oír ni hablar, murió picado por una serpiente.
contemplándole anduve un largo rato, Condenada a muerte la esclava, fue
rescatada de la hoguera por sus
mas, por el fuego, sin aproximarme. 102 hijos (Tebaída, V, 720-22).

Luego ya de mirarle satisfecho,


me ofrecí enteramente a su servicio
con juramentos que a otros aseguran. 105

y él me dijo: «Tú dejas tales huellas


en mí, por lo que escucho, y tan palpables,
que no puede borrarlas el Leteo. 108

Mas si en verdad juraron tus palabras,


dirne por qué razones me demuestras
al mira.rme y hablarme tanto aprecio.» 111

Y yo le dije: «Vuestros dulces versos,


que, mientras duren los modernos usos,
harán preciada aun su misma tinta.» 114
«Oh hermano --dijo,-, ése que te indico
-y señaló un espíritu delante-
fue el mejor artesano de su lengua. 117 Comentario [L889]: Guido
Guinizzelli señala a Arnaut Daniel,
el famoso poeta provenzal del
En los versos de amor o en narraciones Trovar clus, que floreció entre
1180 y 1200 en la corte de Ricardo
a todos superó; y deja a los tontos Corazón de León. Fue
que creen que el Lemosín le aventajaba. 120 especialmente admirado por Dante,
como se demuestra en De Vulgari
Eloquientia. De él se nos ha
A las voces se vuelven, no a lo cierto, conservado sólo un pequeño
cancionero.
y su opinión conforman de este modo En el original «parlar materno», o
antes de oír a la razón o al arte. 123 lengua vulgar, se opone a la
«gramática» o latín. Recuérdese
que este apelativo, «il miglior
Así hicieron antaño con Guittone, 124 fabbro», fue aplicado por T. S
Eliot a Ezra Pound, ferviente
de voz en voz corriendo su alabanza, admirador de la poesía provenzal y
hasta que la verdad se ha impuesto a todos. 126 stilnuovista.
Comentario [L890]: El
Ahora si tienes tanto privilegio, Limosín es Giraut de Bornelh,
conocido entre 1175 y 1220.
que lícito te sea ir hasta el claustro lntrodujo en la poesía provenzal
del colegio del cual abad es Cristo, 129 formas más populares y cultivó
gran variedad de géneros. Dante
debe reprocharle la simpleza de su
de un padre nuestro dile aquella parte, estilo.

que nos es necesaria en este mundo, Comentario [L891]: Guirtone


de Areno nació en tomo a 1230,
donde poder pecar ya no es lo nuestro.» 132 vivió en Florencia y murió en
1294. Fue un escritor fecundísimo,
y la cabeza de la escuela doctrinal
Luego tal vez por dar cabida a otro (Purgatorio, XIV, 56). Dante no le
que cerca estaba, se perdió en el fuego, fue muy favorable en sus juicios,
por las misma razones que
como en el agua el pez que se va al fondo. 135 respecto a Giraut Bornelh.
Comentario [L892]: Es decir,
Yo me acerqué a quien antes me indicara, salvo el final: «No nos dejes caer
en la tentación ... »
y dije que a su nombre mi deseo
un sitio placentero disponía. 138

Y comenzó a decirrne cortésmente: 139 Comentario [L893]: El


trovador provenzal habla, como
«Tan m'abelfis vostre cortes deman, sería natural, en su propia lengua.
qu'ieu non me puesc ni voil a vos cobrire. 141 «Tanto me complace vuestra cortés
pregunta / que no puedo ni quiero
esconderme de vosotros / Soy
Ieu sui Arnaut, que plor e vau cantan; Arnaldo que llora y va cantando /
pensativo veo la pasada locura / y
consiros vei la passada folor, alegre veo el gozo que espero,
a vei jausen lo joi que'esper, denan. 144 delante / Ahora os pido por aquel
Valor / que os guía hasta lo alto de
la escalera / que os acordéis a
Ara voz prec, per aquella valor tiempo de mi dolor.»
que vos guida al som de l'escalina,
sovenha vos a temps de ma dolor.» 147
Luego se hundió en el fuego que le salva.

CANTO XXVII

Igual que vibran los primeros rayos


donde esparció la sangre su Creador,
cayendo el Ebro bajo la alta Libra, 3

y a nona se caldea el agua al Ganges, 4 Comentario [L894]: Está


anocheciendo en la montaña del
el sol estaba; y se marchaba el día, Purgatorio, mientras amanece en
cuando el ángel de Dios alegre vino. 6 Jerusalén. En España era
medianoche, y en la India,
mediodía.
Fuera del fuego sobre el borde estaba 7 Comentario [L895]: Comienz
y cantaba: «¡Beati mundi cordi!» o de la sexta bienaventuranza
con voz mucho más viva que la nuestra. 9 «Bienaventurados los limpios de
corazón porque ellos verán a Dios»
(Mateo, V, 8). Es una exhortación
Luego: «Más no se avanza, si no muerde a la castidad.

almas santas, el fuego: entrad en él


y escuchad bien el canto de ese lado.» 12 Comentario [L896]: Al que
escucharán mientras estén
cruzando el fuego en señal de
Nos dijo así cuanto estuvimos cerca; purificación. Dentro de las pruebas
iniciáticas que Dante está
por lo que yo me puse, al escucharle, atravesando a lo largo de este
igual que aquel que meten en la fosa. 15 viaje, la del fuego va a ser la que le
cueste un mayor esfuerzo para
vencer su miedo, pero una vez
Por protegerme alcé las manos juntas vivida, ya dejará atrás todo
sufrimiento.
en vivo imaginando, al ver el fuego,
humanos cuerpos que quemar he visto. 18 Comentario [L897]: Cfr.
Infierno, XIX, 50-51.
Comentario [L898]: No
Hacia mí se volvió mi buena escolta; olvidemos que Dante había sido
y Virgilio me dijo entonces: «Hijo, condenado a morir en la hoguera
por los negros, cosa que tal vez
puede aquí haber tormento, mas no muerte. 21 hubiese ocurrido de haber caído el
poeta exiliado en manos de sus
perseguidores.
¡Acuérdate, acuérdate! Y si yo
sobre Gerión a salvo te conduje, 23 Comentario [L899]: Cfr.
Infierno, XVII.
¿ahora qué haría ya de Dios más cerca? 24

Cree ciertamente que si en lo profundo


de esta llama aun mil años estuvieras,
no te podría ni quitar un pelo. 27

Y si tal vez creyeras que te engaño


vete hacia ella, vete a hacer la prueba,
con tus manos al borde del vestido. 30 Comentario [L900]: Porque el
vestido no se quemará.

Dejón, depón ahora cualquier miedo;


vuélvete y ven aquí. seguro entra.»
Y en contra yo de mi conciencia, inmóvil. 33 Comentario [L901]: La
leyenda está en Metamorfosis, IV,
55-166. Habiéndose citado a las
Al ver que estaba inmóvil y reacio, afueras de Babilonia los amantes
dijo un poco turbado: «Mira, hijo: Píramo y Tisbe, ésta, que había
llegado primero, se vio forzada a
entre Beatriz y tú se alza este muro.» 36 huir de una leona, dejando detrás
su velo desgarrado. Al llegar el
joven pensó que su amada había
Corno al nombre de Tisbe abrió los ojos 37 muerto, se suicidó, y a su regreso,
Píramo, y antes de morir la vio, también Tisbe, tiñendo de rojo un
moral que había allí cerca.
cuando el moral se convirtió en bermejo; 39

así, mi obstinación más ablandada,


me volví al sabio guía oyendo el nombre
que en nú memoria siempre se renueva. 42

Y él movió la cabeza, y dijo: «¡Cómo!


¿quieres quedarte aquí?»; y me sonreía,
como a un niño a quien vence una manzana. 45

Luego delante de mí entró en el fuego,


pidiendo a Estacio que tras mi viniese,
que en el largo camino estuvo en medio. 48 Comentario [L902]: Estacio,
que había caminado entre Virgilio
y Dante, se coloca ahora detrás de
En el vidrio fundido, al estar dentro, éste para darle protección.
me hubiera echado para refrescarme,
pues tanto era el ardor desmesurado. 51

Y por reconfortarme el dulce padre,


me hablaba de Beatriz mientras andaba:
«Ya me parece que sus ojos veo.» 54

Nos guiaba una voz que al otro lado


cantaba y, atendiendo sólo a ella,
llegamos fuera, adonde se subía. 57

'¡ Venite, benedictis patris mei!' 58 Comentario [L903]: Las


palabras que atribuye Mateo a
se escuchó dentro de una luz que había, Cristo (Mateo, XXV, 34),
que me venció y que no pude mirarla. 60 dirigiéndose a sus elegidos en el
juicio. Quien las entona es el ángel
que guarda el último círculo y que
«El sol se va --siguió- y la tarde viene; debe haber quitado la última P de
la frente de Dante.
no os detengáis, acelerad el paso,
mientras que el occidente no se adumbre.» 63

Iba recto el camino entre la roca


hacia donde los rayos yo cortaba
delante, pues el Sol ya estaba bajo. 66

Y poco trecho habíamos subido


cuando ponerse el sol, al extinguirse
mi sombra, por detrás los tres sentimos. 69

Y antes que en todas sus inmensas partes


tomara el horizonte un mismo aspecto,
y adquiriese la noche su dominio, 72

de un escalón cada uno hizo su lecho;


que la natura del monte impedía
el poder subir más y nuestro anhelo. 75
Como quedan rumiando mansamente
esas cabras, indómitas y hambrientas
antes de haber pastado, en sus picachos, 78

tácitas en la sombra, el sol hirviendo,


guardadas del pastor que en el cayado
se apoya y es de aquellas el vigía; 81

y como el rabadán se alberga al raso,


y pemocta junto al rebaño quieto,
guardando que las fieras no lo ataquen; 84

así los tres estábamos entonces,


yo como cabra y ellos cual pastores,
aquí y allí guardados de alta gruta. 87

Poco podía ver de lo de afuera;


mas, de lo poco, las estrellas vi
mayores y más claras que acostumbran. 90

De este modo rumiando y contemplándolas,


me tomó el sueño; el sueño que a menudo,
antes que el hecho, sabe su noticia. 93 Comentario [L904]: Por
tercera vez duerme Dante en el
Purgatorio y por tercera vez tiene
A la hora, creo, que desde el oriente un sueño premonitorio, siempre a
la hora antes del alba. Citerca (v.
irradiaba en el monte Citerea, 95) es el planeta Venus.
en el fuego de amor siempre encendida, 96

joven y hermosa aparecióme en sueños 97 Comentario [L905]: Se trata


de Lía, hermana de Raquel y
una mujer que andaba por el campo esposas ambas de Jacob (Génesís,
que recogía flores; y cantaba: 99 XXIX), la una, fea y fecunda; la
segunda, bella pero estéril, que
alegorizan la vida activa y la
«Sepan los que preguntan por mi nombre contemplativa, respectivamente,
como las evangélicas Marta y
que soy Lía, y que voy moviendo en torno María.
las manos para hacerme una guirnalda. 102

Por gustarme al espejo me engalano;


Mas mi hermana Raquel nunca se aleja
del suyo, y todo el día está sentada. 105 Comentario [L906]: El espejo
de Raquel es Dios mismo.

Ella de ver sus bellos ojos goza


como yo de adornarme con las manos;
a ella el mirar, a mí el hacer complace.» 108

Y ya en el esplendor de la alborada,
que es tanto más preciado al peregrino,
cuando al regreso duerme menos lejos, 111
huían las tinieblas, y con ellas
mi sueño; por lo cual me levanté,
viendo ya a los maestros levantados. 114 Comentario [L907]: Es el
amanecer del 13 de abril.

«El dulce fruto que por tantas ramas


buscando va el afán de los mortales,
hoy logrará saciar toda tu hambre.» 117 Comentario [L908]: La
Felicidad, representada en el
Paraíso Terrenal.
Volviéndose hacia mí Virgilio, estas
palabras dijo; y nunca hubo regalo
que me diera un placer igual a éste. 120

Tantas ansias vinieron sobre el ansia


de estar arriba ya, que a cada paso
plumas para volar crecer sentía. 123

Cuando debajo toda la escalera


quedó, y llegarnos al peldaño sumo,
en mi clavó Virgilio su mirada, 126

«El fuego temporal, el fuego eterno


has visto hijo; y has llegado a un sitio
en que yo, por mí m. ismo, ya no entiendo. 129

Te he conducido con arte y destreza;


tu voluntad ahora es ya tu guía:
fuera estás de camino estrecho o pino. 132

Mira el sol que en tu frente resplandece;


las hierbas, los arbustos y las flores
que la tierra produce por sí sola. 135

Hasta que alegres lleguen esos ojos


que llorando me hicieron ir a ti,
puedes sentarte, o puedes ir tras ellas. 138 Comentario [L909]: Como
Raquel o como Lía.

No esperes mis palabras, ni consejos


ya; libre, sano y recto es tu albedrío,
y fuera error no obrar lo que él te diga: 141
y por esto te mitro y te corono.» 142 Comentario [L910]: Bellísima
s estas palabras de Virgilio, que
anticipan su próxima despedida.
CANTO XXVIII

Deseoso de ver por dentro y fuera


la divina floresta espesa y viva,
que a los ojos ternplaba el día nuevo, 3

sin esperar ya más, dejé su margen,


andando, por el campo a paso lento
por el suelo aromado en todas partes. 6

Un aura dulce que jamás mudanza


tenía en sí, me hería por la frente
con no más golpe que un suave viento; 9

con el cual tremolando los frondajes


todos se doblegaban hacia el lado
en que el monte la sombra proyectaba; 12 Comentario [L911]: Hacia
occidente.

mas no de su estar firme tan lejanos,


que por sus copas unas avecillas
dejaran todas de ejercer su arte; 15

mas con toda alegría en la hora prima,


la esperaban cantando entre las hojas,
que bordón a sus rimas ofrecían, 18

como de rama en rama se acrecienta


en la pineda junto al mar de Classe, 20 Comentario [L912]: El pinar
de Classe se encuentra muy cerca
cuando Eolo al Siroco desencierra. 21 de Rávena. Eolo es el dios que
gobernaba los vientos,
guardándolos en una caverna.
Lentos pasos habíanme llevado
ya tan adentro de la antigua selva,
que no podía ver por dónde entrara; 24

y vi que un río el avanzar vedaba, 25 Comentario [L913]: Si en la


selva salvaje del canto I del
que hacia la izquierda con menudas ondas Infierno le impedían el camino tres
doblegaba la hierba a sus orillas. 27 fieras, en esta selva antigua lo hace
un manso arroyo. Se trata del
Leteo.
Toda el agua que fuera aquí más límpida,
arrastrar impurezas pareciera,
a ésta que nada oculta comparada, 30

por más que ésta discurra oscurecida


bajo perpetuas sombras, que no dejan
nunca paso a la luz del sol ni luna. 33

Me detuve y crucé con la mirada,


Comentario [L914]: La
por ver al otro lado del arroyo aparición de esta muchacha ha sido
aquella variedad de frescos mayos; 36 anticipada por el sueño del canto
anterior. Se trata de Matelda,
personaje sobre cuya formación
y allí me apareció, como aparece mucho se ha discutido, pero que
junto con Beatriz puede formar la
algo súbitamente que nos quita pareja dantesca equivalente a Lía y
cualquier otro pensar, maravillados, 39 Raquel que vimos antes. O tal vez,
mejor, representar la santa
felicidad terrena. Como vemos,
una mujer que sola caminaba, 40 para Dante, el antiguo poeta del
dulce estilo nuevo, las figuras
cantando y escogiendo entre las flores femeninas son de una importancia
de que pintado estaba su camino. 42 capital en su gran poema épico
cristiano.
«Oh, hermosa dama, que amorosos rayos
te encienden, si creer debo al semblante
que dar suele del pecho testimonio, 45

tengas a bien adelantarte ahora


-díjele- lo bastante hacia la orilla,
para que pueda escuchar lo que cantas. 48

Tú me recuerdas dónde y cómo estaba 49 Comentario [L915]: Proserpin


a fue raptada por Hades, dios de
Proserpina, perdida por su madre, los infiernos, cuando recogía flores
cuando perdió la dulce primavera.» 51 con sus compañeras, en Sicilia.

Como se vuelve con las plantas firmes


en tierra y juntas, la mujer que baila,
y un pie pone delante de otro apenas, 54

volvió sobre las rojas y amarillas


florecillas a mí, no de otro modo
que una virgen su honesto rostro inclina; 57

y así mis ruegos fueron complacidos,


pues tanto se acercó, que el dulce canto
llegaba a mí, entendiendo sus palabras. 60

Cuando llegó donde la hierba estaba


bañada de las ondas del riachuelo,
de alzar sus ojos hízome regalo. 63

Tanta luz yo no creo que esplendiera 64 Comentario [L916]: Herida


Venus casualmente por una flecha
Venus bajo sus cejas, traspasada, de su hijo Cupido, se enamoró
fuera de su costumbre, por su hijo. 66 perdidamente de Adonis, muerto
trágicamente (Metamorfosis, XX,
525-26).
Ella reía en pie en la orilla opuesta,
más color disponiendo con sus manos,
que esa elevada tierra sin semillas. 69

Me apartaban tres pasos del arroyo;


y el Helesponto que Jerjes cruzó
aún freno a toda la soberbia humana, 72

no soportó más odio de Leandro 73 Comentario [L917]: El


Helesponto, que Leandro
cuando nadaba entre Sesto y Abido, atravesaba todas las noches a nado
que aquel de mí, pues no me daba paso. 75 para reunirse con su amada Hero,
hasta su trágica muerte en una
tempestad (Ovidio, Heroidas,
«Sois nuevos y tal vez porque sonrío XVIII, 139 y ss.). Jedes pasó el
estrecho en un puente de barcas
en el sitio elegido --dijo ella- después de haber mandado azotar
como nido de la natura humana, 78 al mar, pero luego fue derrotado
por los griegos.
asombrados os tiene alguna duda;
mas luz el salmo Delestasti otorga, 80 Comentario [L918]: Salmo
XCI: «Señor, me has alegrado el
que puede disipar vuestro intelecto. 81 corazón con tus obras, yo me gozo
en las obras de tus manos.»
Y tú que estás delante y me rogaste,
dime si quieres más oír; pues presta
a resolver tus dudas he venido. 84

«El son de la floresta -dije , el agua,


me hacen pensar en una cosa nueva,
de otra cosa distinta que he escuchado.» 87 Comentario [L919]: De lo que
Estacio había dicho acerca de la
ausencia de fenómenos meteo-
Y ella: «Te explicaré cómo deriva rológicos en el Purgatorio.
de su causa este hecho que te asombra,
despejando la niebla que te ofende. 90

El sumo bien que sólo en Él se goza,


hizo bueno y al bien al hombre en este 92 Comentario [L920]: Bueno e
inclinado al bien.
lugar que le otorgó de paz eterna. 93

Pero aquí poco estuvo por su falta;


por su falta en gemidos y en afanes
cambió la honesta risa, el dulce juego. 96

Y para que el turbar que abajo forman 97 Comentario [L921]: Para que
las perturbaciones meteorológicas
los vapores del agua y de la tierra, no molestaran al hombre en el
que cuanto pueden van tras del calor, 99 Paraíso terrenal, colocó éste en un
lugar tan alto que no le alcanzaban.

al hombre no le hiciese guerra alguna,


subió tanto hacia el cielo esta montaña,
y libre está de él, donde se cierra. 102 Comentario [L922]: En la
puerta del Purgatorio.

Mas como dando vueltas por entero


con la primera esfera el aire gira,
si el círculo no es roto en algún punto, 105

en esta altura libre, el aire vivo


tal movimiento repercute y hace,
que resuene la selva en su espesura; 108 Comentario [L923]: El Aire
gira junto al Primer Móvil, pero se
encuentra con el obstáculo de la
tanto puede la planta golpeada, selva del Edén, y da lugar al suave
viento del que allí se goza.
que su virtud impregna el aura toda,
y ella luego la esparce dando vueltas; 111 Comentario [L924]: Las
plantas movidas por el aire, lo
impregnan de sus semillas, y éste
y según la otra tierra sea digna, 112 luego las esparce.
por su cielo y por sí, concibe y cría Comentario [L925]: El
de diversa virtud diversas plantas. 114 hemisferio de los vivos.

Luego no te parezca maravilla,


oído esto, cuando alguna planta
crezca allí sin semilla manifiesta. 117 Comentario [L926]: Porque
procede de las semillas que el
viento trae desde el Paraíso te-
Y sabrás que este campo en que te hallas, rrenal.
repleto está de todas las simientes,
y tiene frutos que allí no se encuentran. 120

El agua que aquí ves no es de venero 121 Comentario [L927]: El agua


del Leteo no procede de la lluvia,
que restaure el vapor que el hielo funde, sino del propio Dios.
como un río que adquiere o pierde cauce; 123

mas surge de fontana estable y cierta,


que tanto del querer de Dios recibe,
cuando vierte en dos partes separada. 126

Por este lado con el don desciende


de quitar la memoria del pecado;
por el otro de todo el bien la otorga; 129

Aquí Leteo; igual del otro lado 130 Comentario [L928]: Los
griegos consideraban al Leteo
Eünoé se llama, y no hace efecto como un río infernal, cuyas aguas
si en un sitio y en otro no es bebida: 132 hacían olvidar la vida pasada a los
muertos. Dante lo coloca en el
Edén y sólo le hace quitar la
este supera a todos los sabores. memoria del pecado. El otro río, el
Eunoé («Buena mente»), de
Y aunque bastante pueda estar saciada invención dantesca, devuelve la
tu sed para que más no te descubra, 135 memoria de las buenas acciones.

un corolario te daré por gracia;


no creo que te sea menos caro
mi decir, si te da más que prometo. 138

Tal vez los que de antiguo poetizaron


sobre la Edad de oro y sus delicias,
en el Parnaso este lugar soñaban. 141

Fue aquí inocente la humana raíz;


aquí la primavera y fruto eterno;
este es el néctar del que todos hablan.» 144 Comentario [L929]: Advertir
cómo Dante se complace en hacer
concordar la cultura clásica con la
Me dirigí yo entonces hacia atrás concepción bíblico-cristiana. Para
la Edad de Oro Dante se inspira en
y a mis poetas vi que sonrientes el Libro I de las Metamorfosis.
escucharon las últimas razones; 147
luego a la bella dama torné el rostro.

CANTO XXIX

Cantando cual mujer enamorada,


Comentario [L930]: Salmo
al terminar de hablar continuó: XXXI, 43: «Bienaventurados
‘Beati quorum tacta sunt peccata.' 3 aquellos a los que se han
perdonado sus pecados.»
Y cual las ninfas que marchaban solas
por las sombras selváticas, buscando
cuál evitar el sol, cuál recibirlo, 6

se dirigió hacia el río, caminando


por la ribera; y yo al compás de ella,
siguiendo lentamente el lento paso. 9

Y ciento ya no había entre nosotros,


cuando las dos orillas dieron vuelta,
y me quedé mirando hacia levante. 12

Tampoco fue muy largo así el camino,


cuando a mí la mujer se dirigió,
diciendo: «Hermano mío, escucha y mira.» 15

Y se vio un resplandor súbitamente


por todas partes de la gran floresta,
que acaso yo pensé fuera un relámpago. 18

Pero como éste igual que viene, pasa,


y aquel, durando, más y más lucía,
decía para mí. «¿Qué cosa es ésta;?» 21

Resonaba una dulce melodía


por el aire esplendente; y con gran celo
yo a Eva reprochaba de su audacia, 24

pues donde obedecían cielo y tierra,


tan sólo una mujer, recién creada,
no consintió vivir con velo alguno; 27

bajo el cual si sumisa hubiera estado,


habría yo gozado esas delicias
inefables, aún antes y más tiempo. 30

Mientras yo caminaba tan absorto


entre tantas primicias del eterno
placer, y deseando aún más deleite, 33

cual un fuego encendido, ante nosotros


el aire se volvió bajo el ramaje;
y el dulce son cual canto se entendía. 36
Comentario [L931]: Dante
Oh sacrosantas vírgenes, si fríos 37 invoca a las musas, sobre todo a
por vosotras sufrí, vigilias y hambres, Urania, musa de la astronomía
habitadoras del monte Helicón del
razón me urge que a favor os mueva. 39 cual manaban las fuentes Aganipe
e Hipocrene, cuyas aguas tenían
virtudes de inspiración poética.
El manar de Helicona necesito,
y que Urania me inspire con su coro
poner en verso cosas tan abstrusas. 42

Más adelante, siete árboles áureos 43 Comentario [L932]: Se va a


abrir ahora una larga y compleja
falseaba en la mente el largo trecho alegoría de la iglesia representada
del espacio que había entre nosotros; 45 en la larga procesión cuya
descripción ocupa el resto del
canto. «La distancia me hacía creer
pero cuando ya estaba tan cercano que veía siete árboles de oro.
Luego me di cuenta de que eran
que el objeto que engaña los sentidos candelabros.» Acaso alegorizan los
ya no perdía forma en la distancia, 48 siete dones del Espíritu Santo o/y
los Siete Sacramentos.

la virtud que prepara el intelecto, 48 Comentario [L933]: La


percepción sensible.
me hizo ver que eran siete candelabros,
y Hosanna era el cantar de aquellas voces. 51

Por encima el conjunto flameaba


más claro que la luna en la serena 53 Comentario [L934]: En la
luna llena.
medianoche en el medio de su mes. 54

Yo me volví de admiración colmado


al bueno de Virgilio, que repuso
con ojos llenos de estupor no menos. 57

Volví la vista a aquellas maravillas


que tan lentas venían a nosotros,
que una recién casada las venciera. 60

La mujer me gritó: «¿Por qué contemplas


con tanto ardor las vivas luminarias,
y lo que viene por detrás no miras?» 63

Y tras los candelabros vi unas gentes


venir despacio, de blanco vestidas;
y tanta albura aquí nunca la vimos. 66

Brillaba el agua a nuestro lado izquierdo,


el izquierdo costado devolviéndome,
si se miraba en ella cual espejo. 69

Cuando estuve en un sitio de mi orilla,


que sólo el río de ellos me apartaba,
para verles mejor detuve el paso, 72

y vi las llamas que iban por delante


dejando tras de sí el aire pintado,
como si fueran trazos de pinceles; 75

de modo que en lo alto se veían


siete franjas, de todos los colores
con que hace el arco el Sol y Delia el cinto. 78 Comentario [L935]: El arco
Iris y el halo de la luna, llamada
Delia por la isla de su nacimiento.
Los pendones de atrás eran más grandes
que mi vista; y diez pasos separaban,
en mi opinión, a los de los extremos 81 Comentario [L936]: ¿Los diez
mandamientos?

Bajo tan bello cielo como cuento,


coronados de lirios, veinticuatro 83 Comentario [L937]: Los
ancianos del Antiguo Testamento,
ancianos avanzaban por parejas. 84 que anuncian la Iglesia, y van
alabando a María.
Cantaban: «Entre todas Benedicta
las nacidas de Adán, y eternamente
benditas sean las bellezas tuyas.» 87

Después de que las flores y la hierba,


que desde el otro lado contemplaba,
se vieron libres de esos elegidos, 90

como luz a otra luz sigue en el cielo,


cuatro animales por detrás venían, 92 Comentario [L938]: Los
cuatro animales de la visión de
de verde fronda todos coronados. 93 Ezequiel (Ezequiel, I, 4), y del
Apocalipsis de Juan (Apocalipsis,
IV, 608), con quien Dante
Seis alas cada uno poseía; concuerda en el número de alas,
con ojos en las plumas; los de Argos frente a las cuatro que le atribula el
profeta. No debe tratarse de cuatro
tales serían, si vivo estuviese. 96 animales distintos (águila, toro,
león, hombre), sino de cuatro
animales iguales, con cuádruple
A describir su forma no dedico rostro y compuestos con distintos
lector, más rimas, pues que me urge otra elementos. Representan los cuatro
Evangelios.
tarea, y no podría aquí alargarme; 99

pero léete a Ezequiel, que te lo pinta


como él los vio venir desde la fría
zona, con viento, con nubes, con fuego; 102

y como lo verás en sus escritos,


tales eran aquí, salvo en las plumas;
Juan se aparta de aquel y está conmigo. 105

En el espacio entre los cuatro había, Comentario [L939]: La propia


Iglesia, arrastrada por un grifo
sobre dos ruedas, un carro triunfal, -mitad león, mitad águila-, que
que de un grifo venía conducido. 108 simboliza a Cristo con su doble
naturaleza. Las dos ruedas del
carro vuelven a aludir al viejo y
Hacia arriba tendía las dos alas nuevo testamento; o los dos
mandamientos que resumen todo el
entre la franja que había en el centro decálogo: el amor a Dios y el amor
y las tres y otras tres, mas sin tocarlas. 111 al prójimo.
Comentario [L940]: Para
algunos comentaristas, las alas del
Subían tanto que no se veían; grifo tienen en medio el don de la
de oro tenía todo lo de pájaro, fortaleza y el Sacramento de la
Eucaristía.
y blanco lo demás con manchas rojas. 114 Comentario [L941]: La parte
de águila es de oro, pues simboliza
la naturaleza divina; la de león roja
No sólo Roma en carro tan hermoso 115 y blanca, símbolo de la humana
que sufrió el tormento de la cruz
no honrase al Africano, ni aun a Augusto, siendo inocente.
mas el del sol mezquino le sería; 117 Comentario [L942]: Alusión a
los triunfos de Augusto o de
aquel del sol que ardiera, extraviado, Escipión el Africano, como
ejemplos de fastuosos carros
por petición de la tierra devota, humanos: y al carro del sol que
cuando fue Jove arcanarnente justo. 120 condujo Faetón antes de ser
fulminado por Júpiter a causa de
los daños causados por su inexpe-
Tres mujeres en círculo danzaban riencia (Metammfosis, II, 107-10).

en el lado derecho; una de rojo,


que en el fuego sería confundida; 123 Comentario [L943]: Las tres
virtudes teologales: la caridad, de
rojo; la esperanza, de verde; la fe,
otra cual si los huesos y la carne de blanco. Quién de las tres guía la
danza, y con el canto de cuál de
hubieran sido de esmeraldas hechos; ellas se acompasan, tienen también
cual purísima nieve la tercera; 126 un valor alegórico. Los dominicos
pensaban en la primacía de la fe
sobre la caridad, y los franciscanos
y tan pronto guiaba la de blanco, sostenían una opinión contraria.
tan pronto la de rojo; y a su acento
caminaban las otras, raudas, lentas. 129

Otras cuatro a la izquierda solazaban, 130 Comentario [L944]: Las


cuatro virtudes cardinales:
de púrpura vestidas, con el ritmo prudencia, justicia, fortaleza y
de una de ellas que tenía tres ojos. 132 templanza. La primera posee tres
ojos para ver el futuro, el presente
y el porvenir y poder juzgar y
Detrás de todo el nudo que he descrito obrar por ello rectamente.
vi dos viejos de trajes desiguales,
mas igual su ademán grave y honesto. 135

Uno se parecía a los discípulos 136 Comentario [L945]: San


Lucas, que era médico, autor de los
de Hipócrates, a quien natura hiciera Hechos de los Apóstoles. Los «ani-
para sus animales más queridos; 138 males más queridos» por la
naturaleza son los hombres.

contrario afán el otro demostraba 139 Comentario [L946]: San


Pablo, autor del mayor número de
con una espada aguda y reluciente, epístolas, con la espada de su
tal que me amedrentó desde mi orilla. 141 elocuencia, que hiere, en lugar de
curar, como el anterior.

Luego vi cuatro de apariencia humilde; 142 Comentario [L947]: San


Pedro, Santiago el Menor, San
y de todos detrás un viejo solo, Juan y San Judas Tadeo, autores
que venía durmiendo, iluminado. 144 del resto de las Epístolas.
Comentario [L948]: San Juan,
Y estaban estos siete como el grupo como autor del Apocalipsis.

primero ataviados, mas con lirios


no adornaban en torno sus cabezas, 147

sino con rosas y bermejas flores; 148 Comentario [L949]: Símbolo


de la caridad cristiana y del
se juraría, aun vistas no muy lejos, martirio.
que ardían por encima de los ojos. 150
Y cuando el carro tuve ya delante,
un trueno se escuchó, y las dignas gentes
parecieron tener su andar vedado, 153
y se pararon junto a las enseñas.

CANTO XXX

Y cuando el septentrión del primer cielo, 1 Comentario [L950]: 1-6 Dante


habla de los siete candelabros
que no sabe de ocaso ni de orto; como si fuesen la constelación de
ni otra niebla que el velo de la culpa, 3 la Osa Mayor del cielo empíreo.
Dicha constelación en el cielo
terrestre guía siempre a los
y que a todos hacía sabedores marineros, porque siempre señala
el septentrión, el norte.
de su deber, como hace aquí el de abajo
al que gira el timón llegando a puerto, 6

inmóvil se quedó: la gente santa


que entre el grito y aquel primero
vino, como a su paz se dirigió hacia el carro; 9

y uno de ellos, del cielo mensajero, 10 Comentario [L951]: Los


veinticuatro ancianos simbolizan
'Veni sponsa de Libano’, cantando los veinticuatro libros del Antiguo
gritó tres veces, y después los otros. 12 Testamento; aquel de ellos que
ahora canta es el correspondiente
al Cantar de los Cantares. Se trata
Cual los salvados al último bando 13 de una invitación dirigida a Beatriz
para que aparezca.
prestamente alzarán de su caverna,
aleluyando en voces revestidas, 15 Comentario [L952]: En el
juicio Final.

sobre el divino carro de tal forma


cien se alzaron, ad vocem tanti senis, 17 Comentario [L953]: «A la voz
de tan importante anciano.» El
ministros y enviados del Eterno. 18 Cantar de los Cantares estaba
atribuido a Salomón.
'¡Benedictus qui venis!' entonaban, 19 Comentario [L954]: Canto
tirando flores por todos los lados entonado por los habitantes de
Jerusalén a la entrada de Jesús el
'¡Manibus, oh, date ilia plenis' 21 Domingo de Ramos (Mateo, XXI).
Comentario [L955]: «Dad
Yo he visto cuando comenzaba el día lirios a manos llenas», verso de la
Eneída, VI, 883, con el que An-
rosada toda la región de oriente, quises, padre de Eneas, recibía a
bellamente sereno el demás cielo; 24 un sobrino de Augusto en los
Campos Elíseos.

y aún la cara del sol nacer en sombras,


tal que, en la tibiedad de los vapores,
el ojo le miraba un largo rato: 27

lo mismo dentro de un turbión de flores


que de manos angélicas salía,
cayendo dentro y fuera: coronada, 30

sobre un velo blanquísimo, de olivo,


contemplé una mujer de manto verde
vestida del color de ardiente llama. 33

Y el espíritu mío, que ya tanto 34 Comentario [L956]: Habían


pasado diez años desde la muerte
tiempo había pasado que sin verla de Beatriz.
no estaba de estupor, temblando, herido, 36

antes de conocerla con los ojos,


por oculta virtud de ella emanada,
sentió del viejo amor el poderío. 39

Nada más que en mi vista golpeó


la alta virtud que ya me traspasara
antes de haber dejado de ser niño, 42 Comentario [L957]: Dante
había conocido a Beatriz cuando
ésta tenía nueve años y él no era
me volví hacia la izquierda como corre mucho mayor. De esta pasión
infantil ya nos había hablado en la
confiado el chiquillo hacia su madre Vita Nova.
cuando está triste o cuando tiene miedo, 45

por decir a Virgilio: «Ni un adarme


de sangre me ha quedado que no tiemble:
conozco el signo de la antigua llama.» 48

Mas Virgilio privado nos había


de sí, Virgilio, dulcísimo padre,
Virgilio, a quien me dieran por salvarme; 51 Comentario [L958]: Virgilio
ha desaparecido sin decir ni una
sola palabra, justo en el momento
todo lo que perdió la madre antigua, en que Beatriz hace su aparición.
no sirvió a mis mejillas que, ya limpias, 53 Comentario [L959]: Todas las
no se volvieran negras por el llanto. 54 bellezas del Edén, perdidas por
culpa de Eva, no bastaron
consolarme de la pérdida de
«Dante, porque Virgilio se haya ido 55 Virgilio.

tú no llores, no llores todavía; Comentario [L960]: Es


posible que el tono que emplea
pues deberás llorar por otra espada.» 57 aquí Beatriz en las primeras
palabras que dirige a su antiguo
enamorado no sean de dulzura, si
Cual almirante que en popa y en proa no más bien de severidad y
pasa revista a sus subordinados aspereza. Es la única vez que se
escucha el nombre del poeta en
en otras naves y al deber les llama; 60 toda la Comedia, y lo escucha en
un momento de reproche. De otra
manera hubiese sido síntoma de
por encima del carro, hacia la izquierda, orgullo.
al volverme escuchando el nombre mío,
que por necesidad aquí se escribe, 63

vi a la mujer que antes contemplara


oculta bajo el angélico halago,
volver la vista a mí de allá del río. 66

Aunque el velo cayendo por el rostro,


ceñido por la fronda de Minerva, 68 Comentario [L961]: El olivo,
que simboliza la paz.
no me dejase verla claramente, 69

con regio gesto todavía altivo


continuó lo mismo que quien habla
y al final lo más cálido reserva: 72

«¡Mírame bien!, soy yo, sí, soy Beatriz,


¿cómo pudiste llegar a la cima?
¿no sabías que el hombre aquí es dichoso?» 75 Comentario [L962]: «Cómo
has podido venir a este lugar
destinado a los virtuosos, cuando
Los ojos incliné a la clara fuente; conozco la vida extraviada que has
llevado después de mi muerte»,
mas me volvía a la yerba al reflejarme, parece ser el sentido del nuevo
pues me abatió la cara tal vergüenza. 78 reproche de esta rigurosa Beatriz
que Dante encuentra.

Tan severa cree el niño que es su madre,


así me pareció; puesto que amargo
siente el sabor de la piedad acerba. 81

Ella calló; y los ángeles cantaron


de súbito: 'in te, Domine, speravi'; 83 Comentario [L963]: Salmo
XXX (1-9), que las angélicas
pero del ‘pedes meos’ no siguieron. 84 voces no concluyen,

Como la nieve entre los vivos troncos


en el dorso de Italia se congela,
azotada por vientos boreales, 87

luego, licuada, en sí misma rezuma,


cuando la tierra sin sombra respira,
y es como el fuego que funde una vela; 90

mis suspiros y lágrimas cesaron


antes de aquel cantar de los que cantan
tras de las notas del girar eterno; 93 Comentario [L964]: Los
ángeles cantan siempre en
conformidad con las esferas
mas luego que entendí que el dulce canto celestes.
se apiadaba de mí, más que si dicho
hubiese: «Mujer, por qué lo avergüenzas», 96

el hielo que en mi pecho se apretaba,


se hizo vapor y agua, y con angustia
se salió por la boca y por los ojos. 99

Ella, parada encima del costado


dicho del carro, a las sustancias pías 101 Comentario [L965]: A los
ángeles que habían entonado el
dirigió sus palabras de este modo: 102 salmo apiadándose de Dante.

«Veláis vosotros el eterno día,


sin que os roben ni el sueño ni la noche
ningún paso del siglo en su camino; 105
así pues más cuidado en mi respuesta
pondré para que entienda aquel que llora,
e igual medida culpa y duelo tengan. 108

No sólo por efecto de las ruedas


que a cada ser a algún final dirigen
según les acompañen sus estrellas, 111

mas por largueza de gracia divina, 112 Comentario [L966]: Por la


influencia natal de los astros y por
que en tan altos vapores hace lluvia, especial favor de la divinidad.
que no pueden mirarlos nuestros ojos, 114

ese fue tal en su vida temprana 115 Comentario [L967]: En el


original, «La sua vita nova».
potencialmente, que cualquier virtud Beatriz, en efecto, va a hacer ahora
maravilloso efecto en él hiciera. 117 referencia a hechos relatados por
Dante en dicha obra.

Mas tanto más maligno y más silvestre,


inculto y mal sembrado se hace el campo,
cuanto más vigorosa tierra sea. 120

Le sostuve algún tiempo con mi rostro:


mostrándole mis ojos juveniles,
junto a mí le llevaba al buen camino. 123

Tan pronto como estuve en los umbrales


de mi segunda edad y cambié de vida,
de mí se separó y se entregó a otra. 126 Comentario [L968]: «La otra»
puede referirse a una real anécdota
amorosa de Dante, pero también si
Cuando de carne a espíritu subí, Beatriz simboliza la teología,
puede indicar la inchnación,
y virtud y belleza me crecieron, peligrosa, de Dante por el saber
fui para él menos querida y grata; 129 filosófico.

y por errada senda volvió el paso,


imágenes de un bien siguiendo falsas,
que ninguna promesa entera cumplen. 132

No me valió impetrar inspiración,


con la cual en un sueño o de otros modos
lo llamase: ¡tan poco le importaron! 135 Comentario [L969]: Lo cuenta
el propio Dante en Vita Nuova,
XXIX y XLII.
Tanto cayó que todas las razones
para su salvación no le bastaban,
salvo enseñarle el pueblo condenado. 138

Fui por ello a la entrada de los muertos,


y a aquel que le ha traído hasta aquí arriba, 141
le dirigí mis súplicas llorando.
Una alta ley de Dios se habría roto,
si el Leteo pasase y tal banquete
fuese gustado sin ninguna paga 144
del arrepentimiento que se llora.»

CANTO XXXI

«Oh tú que estás de allá del sacro río,


-dirigiéndome en punta sus palabras,
que aun de filo tan duras parecieron, 3 Comentario [L970]: «Dirigien
do directamente a mí sus palabras,
que cuando hablaba con los
volvió a decir sin pausa prosiguiendo- ángeles me habían parecido tan
duras.»
di si es esto verdad, pues de tan seria
acusación debieras confesarte.» 6

Estaba mi valor tan confundido,


que mi voz se movía, y se apagaba
antes que de sus órganos saliera. 9

Esperó un poco, y me dijo: «¿En qué piensas?


respóndeme, pues las memorias tristes
en ti aún no están borradas por el agua.» 12 Comentario [L971]: Por el río
Leteo, que quita la memoria del
pecado, y del cual Dante no ha
La confusión y el miedo entremezclados bebido aún.
como un «sí» me arrancaron de la boca,
que fue preciso ver para entenderlo. 15

Cual quebrada ballesta se dispara,


por demasiado tensos cuerda y arco,
y sin fuerzas la flecha al blanco llega, 18

así estallé abrumado de tal carga,


lágrimas y suspiros despidiendo,
y se murió mi voz por el camino. 21

«Por entre mis deseos --dijo ella-


que al amor por el bien te conducían,
que cosa no hay de aspiración más digna, 24

¿qué fosos se cruzaron, qué cadenas


hallaste tales que del avanzar
perdiste de tal forma la esperanza? 27

¿Y cuál ventaja o qué facilidades


en el semblante de los otros viste, 29 Comentario [L972]: De los
otros bienes, es decir, los
para que de ese modo los rondaras?» 30 mundanos.

Luego de suspirar amargamente,


apenas tuve voz que respondiera,
formada a duras penas por los labios. 33

Llorando dije: «Lo que yo veía


con su falso placer me extraviaba
tan pronto se escondió vuestro semblante.» 36

Y dijo: «Si callaras o negases


lo que confiesas, igual se sabría
tu culpa: ¡es tal el juez que la conoce! 39

Mas cuando sale de la propia boca


confesar el pecado, en nuestra corte
hace volver contra el filo la piedra. 42 Comentario [L973]: No para
afilar la espada, sino al contrario,
para atemperar su rigor.
Sin embargo, para que te avergüences
ahora de tu error, y ya otras veces
seas fuerte, escuchando a las sirenas, 45

deja ya la raíz del llanto y oye:


y escucharás cómo a un lugar contrario
debió llevarte mi enterrada carne. 48

Arte o natura nunca te mostraron


mayor placer, cuanto en los miembros donde
me encerraron, en tierra ahora esparcidos; 51

y si el placer supremo te faltaba


al estar muerta, ¿qué cosa mortal
te podría arrastrar en su deseo? 54 Comentario [L974]: «Si
cuando yo vivía era tu sumo
placer, al faltar yo qué otra cosa
A las primeras flechas de las cosas podía satisfacerte.»
falaces, bien debiste alzar la vista
tras de mí, pues yo no era de tal modo. 57

No te debían abatir las alas,


esperando más golpes, ni mocitas,
ni cualquier novedad de breve uso. 60
Comentario [L975]: 61-63 El
El avecilla dos o tres aguarda; 61 pajarillo inexperto no sabe huir a
que ante los ojos de los bien plumados tiempo, contrariamente a lo que
hacen los pájaros maduros y
la red se extiende en vano o la saeta.» 63 experimentados.
Comentario [L976]: «Porque
Cual los chiquillos por vergüenza, mudos va no eres un niño » La
iconografía de Dante nos lo
están con ojos gachos, escuchando, presenta siempre afeitado, al uso
conociendo su falta arrepentidos, 66 florentino que seguía la moda de la
Roma republicana. En el resto de
Italia la barba era distintivo de
así yo estaba; y ella dijo: «Cuando autoridad, con lo que es posible
que el poeta se la dejara crecer
te duela el escuchar, alza la barba 68 posteriormente para dar mayor
y aún más dolor tendrás si me contemplas.» 69 relieve a su figura de hombre
sabio.
Con menos resistencia se desgaja
robusta encina, con el viento norte
o con aquel de la tierra de Jarba, 72 Comentario [L977]: Jarba era
rey de Libia, por tanto la perífrasis
significa el viento del sur.
como el mentón alcé con su mandato;
pues cuando dijo «barba» en vez de «rostro»
de sus palabras conocí el veneno; 75

y pude ver al levantar la cara


que las criaturas que llegaron antes
en su aspersión habían ya cesado; 78

y mis ojos, aún poco seguros,


a Beatriz vieron vuelta hacia la fiera 80 Comentario [L978]: Hacia el
grifo, es decir, Cristo.
que era una sola en dos naturalezas. 81

Bajo su velo y desde el otro margen


a sí misma vencerse parecía,
vencer a la que fue cuando aquí estaba. 84

Me picó tanto el arrepentimiento


con sus ortigas, que enemigas me hizo
esas cosas que más había amado. 87

Y tal reconocer mordióme el pecho,


y vencido caí; y lo que pasara 89 Comentario [L979]: Dante se
desmaya, por lo que no puede
lo sabe aquella que la culpa tuvo, 90 contar lo ocurrido mientras duró su
pérdida de conocimiento.
Y vi a aquella mujer, al recobrarme, 91 Comentario [L980]: Matelda.
que había visto sola, puesta encima
«¡cógete a mí, cógete a mí!» diciendo. 93

Hasta el cuello en el río me había puesto,


y tirando de mí detrás venía,
como esquife ligera sobre el agua. 96

Al acercarme a la dichosa orilla,


«Asperges me» escuché tan dulcemente, 98 Comentario [L981]: «Rocíam
e con el hisopo y quedaré limpio»,
que recordar no puedo, ni escribirlo. 99 salmo I, 9.

Abrió sus brazos la mujer hermosa;


y hundióme la cabeza con su abrazo
para que yo gustase de aquel agua. 102

Me sacó luego, y mojado me puso


en medio de la danza de las cuatro 104 Comentario [L982]: Las
virtudes cardinales que formaban
hermosas; cuyos brazos me cubrieron. 105 la Cruz del Sur (Purgatorio, I)
«Somos ninfas aquí, en el cielo estrellas;
antes de que Beatriz bajara al mundo,
como sus siervas fuimos destinadas. 108

Te hemos de conducir ante sus ojos;


mas a su luz gozosa han de aguzarte
las tres de allí, que miran más profundo.» 111 Comentario [L983]: Las tres
virtudes teologales.

Así empezaron a cantar; y luego


hasta el pecho del grifo me llevaron,
donde estaba Beatriz vuelta a nosotros. 114

Me dijeron: «No ahorres tus miradas;


ante las esmeraldas te hemos puesto
desde donde el Amor lanzó sus flechas.» 117

Mil deseos ardientes más que llamas


mis ojos empujaron a sus ojos
relucientes, aún puestos en el grifo. 120

Lo mismo que hace el sol en el espejo,


la doble fiera dentro se copiaba, 122 Comentario [L984]: El grifo
no cambiaba, sino tan sólo su
con una o con la otra de sus formas. 123 reflejo en los ojos de Beatriz.

Imagina, lector, mi maravilla


al ver estarse quieta aquella cosa,
y en el ídolo suyo transmutarse. 126

Mientras que llena de estupor y alegre


mi alma ese alimento degustaba
que, saciando de sí, aún de sí da ganas, 129

demostrando que de otro rango eran 130 Comentario [L985]: Las


virtudes teologales son superiores
en su actitud, las tres se adelantaron, a las cardinales.
danzando con su angélica cantiga. 132

«¡Torna, torna, Beatriz, tus santos ojos


-decía su canción- a tu devoto
que para verte ha dado tantos pasos! 135

Por gracia haznos la gracia que desvele


a él tu boca, y que vea de este modo
la segunda belleza que le ocultas.» 138 Comentario [L986]: La
primera belleza son los ojos; la
segunda, la sonrisa, de la que ha
sido hasta ahora bastante avara
para con Dante.
Oh resplandor de viva luz eterna,
¿quién que bajo las sombras del Parnaso
Comentario [L987]: Cualquier
palideciera o bebiera en su fuente, 141 poeta que bebiera de la fuente
Castafia que mana del monte
Parnaso.
no estuviera ofuscado, si tratara
de describirte cual te apareciste
donde el cielo te copia armonizando, 144
cuando en el aire abierto te mostraste? 145 Comentario [L988]: Porque
Beatriz se levanta el velo que hasta
el momento la cubría.
CANTO XXXII

Mi vista estaba tan atenta y fija


por quitarme la sed de aquel decenio, 2 Comentario [L989]: Los diez
años que desde 1290 a 1300 ha
que mis demás sentidos se apagaron. 3 estado sin ver a su amada tras la
muerte de ésta (cfr. XXX, 34).
Y topaban en todas partes muros
para no distraerse -¡así la santa
sonrisa con la antigua red prendía!-; 6

cuando a la fuerza me hicieron girar


aquellas diosas hacia el lado izquierdo,
pues las oí decir: «¡Miras muy fijo!»; 9

y la disposición que hay en los ojos


que el sol ha deslumbrado con sus rayos,
sin vista me dejó por algún tiempo. 12

Cuando pude volver a ver lo poco


(digo «lo poco» con respecto al mucho
de la luz cuya fuerza me cegara), 15 Comentario [L990]: La luz de
los candelabros, que es «poco» en
cornparacion con la vision de
vi que se retiraba a la derecha Beatriz.
el glorioso ejército, llevando
el sol y las antorchas en el rostro. 18 Comentario [L991]: Caminan
do hacia oriente.

Cual bajo los escudos por salvarse


con su estandarte el escuadrón se gira,
hasta poder del todo dar la vuelta; 21

esa milicia del celeste reino


que iba delante, desfiló del todo
antes que el carro torciera su lanza. 24

A las ruedas volvieron las mujeres,


y la bendita carga llevó el grifo
sin que moviese una pluma siquiera. 27

La hermosa dama que cruzar me hizo,


Estacio y yo, seguíamos la rueda
que al dar la vuelta hizo un menor arco. 30 Comentario [L992]: La rueda
derecha.
Comentario [L993]: Desierta
Así cruzando la desierta selva, 31 porque no la habita ningtín ser
culpa de quien creyera a la serpiente, humano por culpa del pecado de
Eva.
ritmaba el paso un angélico canto. 33

Anduvimos acaso lo que vuela


una flecha tres veces disparada,
cuando del carro descendió Beatriz. 36

Yo escuché murmurar: «Adán» a todos;


y un árbol rodearon, despojado
de flores y follajes en sus ramas. 39 Comentario [L994]: El árbol
de la Ciencia del Bien y del Mal.

Su copa, que en tal forma se extendía


cuanto más sube, fuera por los indios
aun con sus grandes bosques, admirada. 42

«Bendito seas, grifo, porque nada


picoteas del árbol dulce al gusto,
porque mal se separa de aquí el vientre.» 45 Comentario [L995]: Cristo,
con su naturaleza humana, fue,
naturalmente, concebido sin peca-
Así en tomo al robusto árbol gritaron do original.
todos ellos; y el animal biforme:
«Así de la virtud se guarda el germen.» 48

Y volviendo al timón del que tiraba,


junto a la planta viuda lo condujo,
y arrimado dejó el leño a su leño. 51 Comentario [L996]: Según
una vieja leyenda ilustrada por
Piero della Francesca en Arezzo, el
Y como nuestras plantas, cuando baja árbol con el que se fabricó la cruz
procedía del árbol de la Ciencia.
la hermosa luz, mezclada con aquella Así es posible que el timón del
que irradia tras de los celestes Peces, 54 carro simbolice la cruz de Cristo,
eje de la Iglesia misma.

túrgidas se hacen, y después renuevan Comentario [L997]: La de


Aries, es decir, cuando llega la
su color una a una, antes que el sol primavera, tras la constelación de
sus corceles dirija hacia otra estrella; 57 Piscis.

menos que rosa y más que violeta 58 Comentario [L998]: La labor


redentora de Cristo hace que el
color tomando, se hizo nuevo el árbol, árbol vuelva a florecer, pero sus
que antes tan sólo tuvo la enramada. 60 flores tienen el color de la pasión.

Yo no entendí, porque aquí no usa 61 Comentario [L999]: A


diferencia de otros muchos himnos
el himno que cantaron esas gentes, que ha escuchado durante su viaje
ni pude oír la melodía entera. 63 por el Purgatorio.

Si pudiera contar cómo durmieron,


oyendo de Siringa, los cien ojos 65 Comentario [L1000]: Hermes
adormeció a Argos antes de
a quien tanto costó su vigilancia; 66 matarle (Purgatorio, XIX, 95) con-
tándole la historia de la ninfa
Siringa (así en Metamorfosis, I,
como un pintor que pinte con modelo, 568-747).
cómo me adormecí dibujaría;
mas otro sea quien el sueño finja. 69
Por eso paso a cuando desperté,
y digo que una luz me rasgó el velo
del dormir, y una voz: «¿Qué haces?, levanta.» 72

Como por ver las flores del manzano


que hace ansiar a los ángeles su fruto,
y esponsales perpetuos en el cielo, 75

Pedro, Juan y jacob fueron llevados


y vencidos, tornóles la palabra
que sueños aún más grandes ha quebrado, 78

y se encontraron sin la compañía


tanto de Elías como de Moisés,
y al maestro la túnica cambiada; 81 Comentario [L1001]: Dante
compara la sorpresa de despertar
con la que experimentaron los tres
así me recobré, y vi sobre mí apóstoles cuando cesó la
transfiguración de Cristo (el
aquella que, piadosa conductora manzano) en el monte Tabor. Los
fue de mis pasos antes junto al río. 84 apóstoles volvieron de su desmayo
por la palabra del propio Cristo,
que también ha sido capaz de
Y «¿dónde está Beatriz.?», dije con miedo. resucitar a los muertos, como
Lázaro.
Respondió: «Véla allí, bajo la fronda
nueva, sentada sobre las raíces. 87 Comentario [L1002]: Es
oscuro el valor simbólico de esta
escena. Acaso como custodia del
Mira la compañía que la cerca; vínculo entre Cristo y la Iglesia.
detrás del grifo los demás se marchan
con más dulce canción y más profunda.» 90

Y si fueron más largas sus palabras,


no lo sé, porque estaba ante mis ojos
la que otra cualquier cosa me impedía. 93 Comentario [L1003]: No
pude seguir escuchándola al ver
allí cerca a Beatriz.
Sola sobre la tierra se sentaba,
como dejada en guardia de aquel carro
que vi ligado a la biforme fiera. 96

En torno suyo un círculo formaban


las siete ninfas, con las siete antorchas
que de Austro y de Aquilón están seguras 99

«Silvano aquí tú serás poco tiempo;


habitarás conmigo para siempre
esa Roma donde Cristo es romano. 102 Comentario [L1004]: En el
cielo

Por eso, en pro del mundo que mal vive,


pon la vista en el carro, y lo que veas
escríbelo cuando hayas retornado.» 105 Comentario [L1005]: La
visión que ahora sigue es una
alegoría de la historia de la Iglesia.
Así Beatríz; y yo que a pie juntillas
me encontraba sumiso a sus mandatos,
mente y ojos donde ella quiso puse. 108

De un modo tan veloz no bajó nunca


de espesa nube el rayo, cuando llueve
de aquel confín del cielo más remoto, 111

cual vi calar al pájaro de Júpiter, 112 Comentario [L1006]: En


primer lugar el águila, símbolo de
rompiendo, árbol abajo, la corteza, Roma, representa las primeras
las florecillas y las nuevas hojas; 114 persecuciones.

e hirió en el carro con toda su saña;


y él se escoró como nave en tormenta,
a babor o a estribor de olas vencida. 117

Y luego vi que dentro se arrojaba


de aquel carro triunfal una vulpeja,
que parecía ayuna de buen pasto; 120 Comentario [L1007]: La
vulpeja simboliza las herejías de
los primeros siglos del
mas, sus feos pecados reprobando, cristianismo, ahuyentadas por la
revelación divina.
mi dama la hizo huir de tal manera,
cuanto huesos sin carne permitían. 123

Y luego por el sitio que viniera,


vi descender al águila en el arca
del carro y la cubría con sus plumas; 126 Comentario [L1008]: Ahora
el águila de Roma no persigue a la
Iglesia, sino que la colma de sus
y cual sale de un pecho que se queja, riquezas. Se refiere quizás a la
apócrifa donación de Constantino,
tal voz salió del cielo que decía origen del poder temporal de
«¡Oh navecilla mía, qué mal cargas!» 129 Roma y con él de todas sus
actuales desgracias.

Luego creí que la tierra se abriera


entre ambas ruedas, y salió un dragón
que por cima del carro hincó la cola; 132

y cual retira el aguijón la avispa,


así volviendo la cola maligna,
arrancó el fondo, y se marchó contento. 135 Comentario [L1009]: Mahom
a, cuya nueva religión apartó a
tantos pueblos del cristianismo, o
Aquello que quedó, como de grama acaso mejor, el cisma de Oriente.
la tierra, de las plumas, ofrecidas
tal vez con intención benigna y santa, 138

se recubrió, y también se recubrieron


las ruedas y el timón, en menos tiempo Comentario [L1010]: Los
que un suspiro la boca tiene abierta. 141 dones ofrecidos por Constantino
acaso fueran ofrecidos con buena
intención, y ahora cubren todo el
Al edificio santo, así mudado carro, es decir, se acrecentó el
poder y la riqueza de la Iglesia.
le salieron cabezas; tres salieron
en el timón, y en cada esquina una. 144 Comentario [L1011]: Así
enriquecida la iglesia se convirtió
en un monstruo, víctima de los
Las primeras cornudas como bueyes, siete pecados capitales.
las otras en la frente un cuerno sólo:
nunca fue visto un monstruo semejante. 147 Comentario [L1012]: Los
pecados más graves (soberbia,
envidia, ira) se representan con dos
Segura, cual castillo sobre un monte, cuernos, los más leves, sólo con
uno.
sentada una ramera desceñida,
sobre él apareció, mirando en torno; 150 Comentario [L1013]: La
Curia romana de la época de
Dante, dispuesta a entregarse al
y como si estuviera protegiéndola, mejor postor.
vi un gigante de pie, puesto a su lado;
con el cual a menudo se besaba. 153 Comentario [L1014]: Felipe
IV de Francia, con el que
Bonifacio VIII había estado
Mas al volver los ojos licenciosos primeramente aliado.
y errantes hacia mí, el feroz amante 155 Comentario [L1015]: Dante
la azotó de los pies a la cabeza. 156 representaba el partido antifrancés.
Al mirarle la ramera es castigada
por el gigante, lo que puede
Crudo de ira y de recelos lleno, sirnbolizar el suceso de Anagni.

desató al monstruo, y lo llevó a la selva,


hasta que de mis ojos se perdieron 159
la ramera y la fiera inusitada. 160 Comentario [L1016]: El
traslado de la corte papal a Aviñón
en 1305 es el último suceso im-
CANTO XXXIII portante acaecido a la Iglesia en la
época que Dante escribe el
Purgatorio.
‘Deus venerunt Gentes’, alternando 1 Comentario [L1017]: Se trata
ya las tres, ya las cuatro, su salmodia, 2 del salmo LXXXVIII, 1: «Oh
llorando comenzaron las mujeres; 3 señor, han venido ¡os gentiles.»
Aquí sirve para lamentar la suerte
de la Iglesia.
y Beatriz, piadosa y suspirando, Comentario [L1018]: Un
lo escuchaba de forma que no mucho grupo de virtudes cantaba un verso
y el otro grupo, otro.
más se mudara ante la cruz María. 6
Comentario [L1019]: El
llanto de Beatriz por la Iglesia se
Mas cuando las doncellas la dejaron compara al de María por Cristo en
la cruz.
lugar para que hablase, puesta en pie,
respondió, colorada como el fuego: 9

«Modicum, et non videbitis me mis 10 Comentario [L1020]: Las


palabras de Cristo a los discípulos:
queridas hermanas, et iterum , «Dentro de un poco no me veréis y
modicum, et vos videbitis me.» 12 luego de otro poco me veréis»
(Juan, XVI, 16). Aquí puestas en
boca de Beatriz como
Luego se puso al frente de las siete, representación de la teología, que
volverá a ayudar a la reforma de la
y me hizo andar tras de ella con un gesto, Iglesia.
y a la mujer y al sabio que quedaba. 15

Así marchaba; y no creo que hubiera


dado apenas diez pasos en el suelo,
cuando me hirió los ojos con sus ojos; 18
Comentario [L1021]: Por
primera vez desde su aparición
y con tranquilo gesto: «Ven deprisa 19 Beatriz aparece tranquila y
para que, si quisiera hablar, conigo, calmada, y habla con Dante con
indulgencia.
estés para escucharme bien dispuesto.» 21
Comentario [L1022]: La
Iglesia era libre y ahora ya no lo
Y al ir, como debía, junto a ella, es, pero los culpables de esto
díjome: «Hermano, ¿por qué no te atreves, deben temer la venganza divina,
pues ésta es irremisible.
ya que vienes conmigo, a preguntarme?» 24
Comentario [L1023]: Según
una tradición supersticiosa de la
Como aquellos que tanta reverencia época, aquel asesino que lograba
comer una sopa nueve noches
muestran si están hablando a sus mayores, seguidas sobre la tumba de su
que la voz no les sale de los dientes, 27 víctima, se veía libre de la
venganza que pudieran buscar los
parientes del muerto.
a mí me sucedió y, balbuceando, Comentario [L1024]: El
dije: «Señora lo que necesito imperio no estará vacante por
mucho tiempo. De hecho, la
vos sabéis, y qué es bueno para ello.» 30 corona imperial llevaba sin ser
ceñida oficialmente desde la
muerte de Federico II hasta la
Y dijo: «De temor y de vergüenza coronación de Enrique VII.
quiero que en adelante te despojes,
Comentario [L1025]: La cifra
y que no me hables como aquel que sueña. 33 en números latinos nos da la
palabra DVX, «jefe», que puede
hacer de nuevo referencia a
Sabe que el vaso que rompió la sierpe Enrique VII, o a un hipotético
fue y ya no es; mas crean los culpables 35 caudillo mesiánico. Como es
habitual, existen otras muchas
que el castigo de Dios no teme sopas. 36 interpretaciones a este enigma.
Comentario [L1026]: La
No estará sin alguno que la herede Esfinge que proponía el enigma
que sólo Edipo fue capaz de
mucho tiempo aquel águila que plumas resolver. Temis, diosa de la
dejó en el carro, monstruo y presa hecho. 39 justicia, que tras el diluvio de la
mitología griega ordenó a
Deucalión y Pirra que arrojasen
Que ciertamente veo, y lo relato, huesos de su madre para que
nacieran nuevos hombres. El
las estrellas cercanas a ese tiempo, enigma fue resuelto por Prometeo,
de impedimento y trabas ya seguro, 42 pues la madre de Deucalión era la
tierra, y por tanto sus huesos eran
las piedras.
en que un diez, en que un cinco, en que un quinientos Comentario [L1027]: Para
enviado de Dios, a la ramera entender este pasaje tenemos que
comprender un poco el problema
matará y al gigante con quien peca. 45 de la transmisión de los textos en
el medievo. En Metamorfosís, VII,
se lee «Carmina Laiades non
Tal vez estas palabras tan oscuras, intellecta priorum / solverat
cual de Esfinge o de Temis, no comprendas, 47 ingeniis». Refiriéndose a que
Edipo, hijo de Layo, resolvió con
pues a su modo el intelecto ofuscan; 48 su ingenio el enigma. Pero el texto
de Ovidio que Dante debió
manejar debía estar corrompido,
Mas Náyades serán pronto los hechos, 49 leyéndose «nayades» por
que han de explicar enigma tan oscuro «laiades», y pensé que las náyades
resolvieron el enigma de la
sin daño de rebaños ni cosechas. 51 Esfinge, dando lugar a la
destrucción de los ganados y las
cosechas de Tebas.
Toma nota; y lo mismo que las digo, Dante dice que los hechos futuros
lleva así mis palabras a quien vive serán como las náyades, es decir,
sabrán resolver lo oscuro de las
el vivir que es carrera hacia la muerte. 54 palabras de Beatriz. Pero lo cierto
es que los hechos -sobre todo la
muerte prematura de Enrique... VII-
[6]
Y ten cuidado, cuando lo relates,
y no olvides que has visto cómo el árbol
ha sido despojado por dos veces. 57 Comentario [L1028]: Una por
el pecado de Adán, sobre la otra no
se ponen de acuerdo los
Cualquiera que le robe o que le expolie, comentaristas.
con blasfemias ofende a Dios, pues santo
sólo para su uso lo ha creado. 60

Por morder de él, en penas y en deseos


el primer ser más de cinco mil años 62 Comentario [L1029]: Cinco
mil años aguardó Adán en el limbo
anheló a quien en sí purgó el mordisco. 63 la bajada de Cristo a los infiernos
tras la crucifixión.
Tu ingenio está dormido, si no aprecia
por qué extraña razón se eleva tanto,
y tanto se dilata por su cima. 66 Comentario [L1030]: La
justicia de Dios es inaccesible e
inviolable.
Y si no hubieran sido agua del Elsa 67 Comentario [L1031]: El Elsa
los vanos pensamientos por tu mente, es un afluente del Arno, de aguas
y el placer como a Píramo la mora, 69 muy calcáreas. Beatriz dice, pues,
que si Dante no la entiende es
como si tuviese la mente
solamente por estas circunstancias petrificada por el error o bien
oscurecida, como la mora con la
la justicia de Dios conocerías, sangre de Píramo (Purgatorio,
moralmerite, al hacer prohibido el árbol. 72 XXVII). Las palabras de Beatriz
son deliberadamente oscuras.

Mas como veo que tu inteligencia


se ha hecho de piedra, y empedrada, oscura,
y te ciega la luz de mis palabras, 75

quiero que, si no escritas, sí pintadas,


dentro de ti las lleves por lo mismo
que las palmas se traen en los bordones.» 78 Comentario [L1032]: Los
peregrinos que volvían de Tierra
Santa colocaban como testimonio
Y yo: «Como la cera de los sellos, de su viaje hojas de palmera en el
bordón.
donde no cambia la figura impresa,
por vos ya mi cerebro está sellado. 81

¿Pero por qué tan fuera de mi alcance


vuestra palabra deseada vuela,
que más la pierde cuanto más se obstinad» 84
Comentario [L1033]: Para
«Por que conozcas -dijo- aquella escuela que Dante se dé cuenta de que la
que has seguido, y que veas cómo puede filosofía únicamente es
insuficiente para conocer los
seguir a mis palabras su doctrina; 87 misterios de la fe, y cuán lejanos
son los caminos de Dios y los de
los hombres.
y veas cuánto dista vuestra senda
Comentario [L1034]: Dante,
de la divina, cuanto se separa al haber perdido la memoria de sus
el cielo más lejano de la tierra.» 90 pecados bebiendo el agua del
Leteo (Purgatorio, XXXI, 102), no
se acuerda de su dedicación a la
Por lo que yo le dije: «No recuerdo 91 filosofía humana en detrimento del
saber teológico.
que alguna vez de vos yo me alejase,
ni me remuerde nada la conciencia.» 93

«Si acordarte no puedes de esas cosas


acuérdate -repuso sonriente-
que hoy bebiste las aguas del Leteo; 96

Y si del humo el fuego se deduce,


concluye esta olvidanza claramente
que era culpable tu querer errado. 99

Estarán desde ahora ya desnudas


mis palabras, cuanto lo necesite
tu ruda mente para comprenderlas.» 102

Fulgiendo más y con más lentos pasos


el sol atravesaba el mediodía, 104 Comentario [L1035]: Mediod
ía del 13 de abril.
que allá y aquí, como lo miran, cambia, 105

cuando se detuvieron, como aquellos


que van a la vanguardia de una tropa,
si encuentran novedades o vestigios, 108

las mujeres, junto a un lugar sombrío,


cual bajo fronda verde y negras ramas
se ve en los Alpes sobre sus riachuelos. 111

Delante de él al Éufrates y al Tigris 112 Comentario [L1036]: Leteo y


Eunoé surgen de una misma fuente
creí ver brotando de una misma fuente, y se separan al igual que el Tigris y
y, casi amigos, lentos separarse. 114 el Éufrates. Dante, con tantas
emociones vividas, parece haberse
olvidado de las palabras de
«Oh luz, oh gloria de la estirpe humana, Matelda en Purgatorio, XXVIII,
130-31.
¿qué agua es ésta que mana en este sitio
de un principio, y que a sí de sí se aleja?» 117

A tal pregunta me dijeron: «Pide


que te explique Matelda»; y respondió, 119 Comentario [L1037]: Hasta
aquí no se conocía el nombre de la
como hace quien de culpa se libera, 120 hermosa muchacha.

la hermosa dama: «Esta y otras cosas


le dije, y de seguro que las aguas
del Leteo escondidas no le tienen.» 123

Y Beatriz: «Acaso otros cuidados,


que muchas veces privan de memoria,
los ojos de su mente oscurecieron. 126

Pero allí va fluyendo el Eunoé:


condúcele hasta él, y como sueles,
reaviva su virtud amortecida.» 129

Como un alma gentil, que no se excusa,


sino su gusto al gusto de otro pliega,
tan pronto una señal se lo sugiere; 132

de igual forma, al llegarme junto a ella,


echó a andar la mujer, y dijo a Estacio
con femenina gracia: «Ve con él.» 135

Si tuviese lector, más largo espacio


para escribir, en parte cantaría
de aquel dulce beber que nunca sacia; 138

mas como están completos ya los pliegos


que al cántico segundo destinaba,
no me deja seguir del arte el freno. 141

De aquel agua santísima volví


transformado como una planta nueva
con un nuevo follaje renovada,
puro y dispuesto a alzarme a las estrellas. 144

PARAÍSO

CANTO I

La gloria de quien mueve todo el mundo


el universo llena, y resplandece
en unas partes más y en otras menos. 3

En el cielo que más su luz recibe 4 Comentario [L1038]: En el


Empíreo, o cielo de pura luz.
estuve, y vi unas cosas que no puede
ni sabe repetir quien de allí baja; 6

porque mientras se acerca a su deseo,


nuestro intelecto tanto profundiza,
que no puede seguirle la memoria. 9

En verdad cuanto yo del santo reino


atesorar he podido en mi mente
Comentario [L1039]: Para
será materia ahora de mi canto. 12 relatar lo que Dante vio en el cielo
no necesita sólo ayuda de las
musas, Calíope o Urania, sino del
¡Oh buen Apolo, en la última tarea 13 mismo Apolo.
hazme de tu poder vaso tan lleno, Comentario [L1040]: Las dos
como exiges al dar tu amado lauro! 15 cumbres del Parnaso son Nisa y
Cirra. La primera dedicada a las
musas y la segunda a Apolo.
Una cima hasta ahora del Parnaso 16 Acaso con ellas se alegorizan las
ciencias humana y divina.
me fue bastante; pero ya de ambas
ha menester la carrera que falta. 18

Entra en mi pecho, y habla por mi boca


igual que cuando a Marsias de la vaina
de sus núembros aún vivos arrancaste. 21 Comentario [L1041]: Recuérd
ese que el sátiro Marsias retó a un
certamen musical a Apolo tañendo
¡Oh divina virtud!, si me ayudaras una flauta que Minerva había
arrojado al ver cómo le deformaba
tanto que las imágenes del cielo el rostro al tocarla. Apolo tocaba la
en mi mente grabadas manifieste, 24 lira y las musas le dieron la
victoria- El dios terminó
desollando al sátiro aún vivo.
me verás junto al árbol que prefieres 25 Comentario [L1042]: El
llegar, y coronarme con las hojas laurel, que corona a los poetas y a
que merecer me harán tú y mi argumento. 27 los generales victoriosos.

Tan raras veces, padre, eso se logra,


triunfando como césar o poeta,
culpa y vergüenza del querer humano, 30
Comentario [L1043]: Apolo,
que debiera ser causa de alegría como es sabido, tenía en Delfos su
en el délfico dios feliz la fronda 32 oráculo y principal santuario.
penea, cuando alguno a aquélla aspira. 33 Comentario [L1044]: Por
Dafne, hija de Peneo, la desdeñosa
amada de Apolo, convertida en
Gran llama enciende una chispa pequeña: laurel. Dante dice que Apolo
quizá después de mí con voz más digna debería alegrarse cuando alguien
aspira a la gloria poética.
se ruegue a fin que Cirra le responda. 36
Comentario [L1045]: Acabad
a la invocación, Dante va a
La lámpara del mundo a los mortales 37 especificar la hora en que comenzó
su ascensión a los cielos. Los
por muchos huecos viene; pero de ése comentaristas no terminan de
que con tres cruces une cuatro círculos, 39 ponerse de acuerdo al interpretar
las palabras del poeta, pues
mientras unos piensan que enlaza
con mejor curso y con mejor estrella 40 directamente con el final del
Purgatorio (mediodía del 13 de
sale a la par, y la mundana cera abril) para otros no comenzaría
sella y calienta más al modo suyo. 42 hasta el alba del 14. Seguimos esta
interpretación.
La lámpara del mundo es el sol,
Allí mañana y noche aquí había hecho 43 que en cada época del año sale por
una parte del horizonte. En
tal hueco, y casi todo allí era blanco primavera lo hace por un punto en
el hemisferio aquel, y el otro negro, 45 que coinciden el horizonte, el
ecuador, la eclíptica y el círculo
equinoccial. También puede
cuando Beatriz hacia el costado izquierdo 46 suponerse un valor alegórico de las
virtudes teologales y cardinales.
vi que volvía y que hacia el sol miraba:
Comentario [L1046]: Con la
nunca con tal fijeza lo hizo un águila. 48 primavera y el signo de Aries.
Comentario [L1047]: Allí, en
Y así como un segundo rayo suele la montaña del Purgatorio; aquí, en
del primero salir volviendo arriba, la tierra. El hemisferio austral es
«todo blanco» y el boreal «negro».
cual peregrino que tomar desea, 51
Comentario [L1048]: En el
hemisferio austral el sol sale por la
este acto suyo, infuso por los ojos izquierda.
en mi imaginación, produjo el mío, Comentario [L1049]: Se trata
del halcón peregrino.
y miré fijo al sol cual nunca hacemos. 54

Allí están permitidas muchas cosas


que no lo son aquí, pues ese sitio
para la especie humana fue creado. 57 Comentario [L1050]: Antes
del pecado de Eva.

Mucho no lo aguanté, mas no tan poco


que alrededor no viera sus destellos,
cual un hierro candente el fuego deja; 60

y de súbito fue como si un día


se juntara a otro día, y Quien lo puede
con otro sol el cielo engalanara. 63

En las eternas ruedas por completo


fija estaba Beatriz: y yo mis ojos
fijaba en ella, lejos de la altura. 66

Por dentro me volví, al mirarla, como


Glauco al probar la hierba que consorte
en el mar de los otros dioses le hizo. 69 Comentario [L1051]: Otro
caso de metamorfosis contada por
Ovidio (Metamorfosis, XIII, 898,
Trashumanarse referir per verba 968). Glauco era un pescador que,
observando que unos peces volvían
no se puede; así pues baste este ejemplo a la vida al contacto de unas
a quien tal experiencia dé la gracia. 72 hierbas, las probó y se convirtió en
una deidad marina.

Si estaba sólo con lo que primero 73 Comentario [L1052]:

de mí creaste, amor que el cielo riges, Comentario [L1053]: «Si mi


ascensión era sólo en alma, o
lo sabes tú, pues con tu luz me alzaste. 75 también con el cuerpo.»

Cuando la rueda que tú haces eterna


al desearte, mi atención llamó
con el canto que afinas y repartes, 78 Comentario [L1054]: La
esfera del fuego, que está situada
entre la tierra y el cielo de la luna,
tanta parte del cielo vi encenderse La idea de la música celeste es
pitagórica, y fue refutada por
por la llama del sol, que lluvia o río Aristóteles y sus discipulos
nunca hicieron un lago tan extenso. 81 medievales. Dante debe tomarla de
Boccio.

La novedad del son y el gran destello


de su causa, un anhelo me inflamaron
nunca sentido tan agudamente. 84

Y entonces ella, al verme cual yo mismo,


para aquietarme el ánimo turbado,
sin que yo preguntase, abrió la boca, 87

y comenzó: «Tú mismo te entorpeces


con una falsa idea, y no comprendes
lo que podrías ver si la desechas. 90
Ya no estás en la tierra, como piensas;
mas un rayo que cae desde su altura
no corre como tú volviendo a ella.» 93 Comentario [L1055]: Un rayo
que cae desde lo alto hacia la
tierra, no lo hace con tanta rapidez
Si fui de aquella duda desvestido, como tú asciendes ahora hacia los
cielos.
con sus breves palabras sonrientes,
envuelto me encontré por una nueva, 96

y dije: «Ya contento requïevi 97 Comentario [L1056]: En


latín, «decansé».
de un asombro tan grande; mas me asombro
cómo estos leves cuerpos atravieso.» 99

Y ella, tras suspirar piadosamente,


me dirigió la vista con el gesto
que a un hijo enfermo dirige su madre, 102

y dijo: «Existe un orden entre todas


las cosas, y esto es causa de que sea
a Dios el universo semejante. 105

Aquí las nobles almas ven la huella 106 Comentario [L1057]: Los
ángeles.
del eterno saber, y éste es la meta
a la cual esa norma se dispone. 108

Al orden que te he dicho tiende toda


naturaleza, de diversos modos,
de su principio más o menos cerca; 111 Comentario [L1058]: Toda la
naturaleza, es decir, todo lo creado,
tiende hacia su creador, aunque lo
y a puertos diferentes se dirigen haga de formas diferentes.
por el gran mar del ser, y a cada una
les fue dado un instinto que las guía. 114

Éste conduce al fuego hacia la luna;


y mueve los mortales corazones;
y ata en una las partes de la tierra; 117

y no sólo a los seres que carecen


de razón lanza flechas este arco, 119 Comentario [L1059]: La
voluntad divina.
también a aquellas que quieren y piensan. 120

La Providencia, que ha dispuesto todo,


con su luz pone en calma siempre al cielo,
en el cual gira aquel que va más raudo; 123 Comentario [L1060]: El Ciclo
Empíreo es inmóvil y contiene la
esfera del Primer Móvil, que es la
ahora hacia allí, como a un sitio ordenado, más veloz de las nueve.
nos lleva la virtud de aquella cuerda
que en feliz blanco su disparo clava. 126
Cierto es que, cual la forma no se pliega
a menudo a la idea del artista,
pues la materia es sorda a responderle, 129

así de este camino se separa


a veces la criatura, porque puede
torcer, así impulsada, hacia otra parte; 132 Comentario [L1061]: La
libertad puede llevar a los hombres
al mal.
y cual fuego que cae desde una nube,
así el primer impulso, que desvían
falsos placeres, la abate por tierra. 135

Más no debe admirarte, si bien juzgo, 136 Comentario [L1062]: «Tú


tiendes por naturaleza, como el
tu subida, que un río que bajara fuego, a elevarte hacia Dios, por
de la cumbre del monte a la llanura. 138 tanto no te debes maravillar de tu
ascensión más que de que un río
descienda de la montaña al llano.»
Asombroso sería en ti si, a salvo
de impedimento, abajo te sentaras,
como en el fuego el aquietarse en tierra.» 141
Volvió su rostro entonces hacia el cielo.

CANTO II

Oh vosotros que en una barquichuela 1 Comentario [L1063]: Antes


de entrar en materia, Dante dirige
deseosos de oír, seguís mi leño 2 una admonición a sus lectores,
que cantando navega hacia otras playas, 3 advirtiéndoles de la solemnidad y
complejidad de su nueva materia
no tratada antes por ninguno, y
volved a contemplar vuestras riberas: reservada sólo a los iniciados en
sutilezas teológicas.
no os echéis al océano que acaso
si me perdéis, estaríais perdidos. 6 Comentario [L1064]: Leño,
metonimia común por «barco».

No fue surcada el agua que atravieso;


Minerva sopla, y condúceme Apolo
y nueve musas la Osa me señalan. 9 Comentario [L1065]: El
Norte, es decir, la meta de mi
Canto.
Vosotros, los que, pocos, os alzasteis
al angélico pan tempranamente
del cual aquí se vive sin saciarse, 12

podéis hacer entrar vuestro navío


en alto mar, si seguís tras mi estela
antes de que otra vez se calme el agua. 15

Los gloriosos que a Colcos arribaron


no se asombraron como haréis vosotros,
Comentario [L1066]: Cuenta
viendo a Jasón convertido en boyero. 18 Ovidio en Metamorfosis (VII, 100
y ss.) la sorpresa de los argonautas
en la Cólquida, viendo a Jasón
La innata sed perpetua que tenía (Infierno, XVIII, 86-87) arando un
de aquel reino deiforme, nos llevaba campo con una yunta de bueyes
que expulsaban fuego por la nariz.
tan veloces cual puede verse el cielo. 21 Comentario [L1067]: El ansia
de llegar al Empíreo. Según los
cálculos de la antigua astronomía,
Beatriz arriba, y yo hacia ella miraba; a unas 84.000 millas por minuto.
y acaso en tanto en cuanto un dardo es puesto
y vuela disparándose del arco, 24

me vi llegado a donde una admirable


cosa atrajo mi vista; entonces ella
que conocía todos mis cuidados, 27

vuelta hacia mí tan dulce como hermosa,


«Dirige a Dios la mente agradecida
-dijo- que al primer astro nos condujo.» 30 Comentario [L1068]: Al ciclo
de la luna. No «sobre» la luna, sino
dentro de ella, pues ésta es como
Pareció que una nube nos cubriera, una nube que los cubre. Para Dante
(Monarchia, III, IV, 17-18), la
brillante, espesa, sólida y pulida, luna está dotada de luz propia.
como un diamante al cual el sol hiriese. 33

Dentro de sí la perla sempiterna


nos recibió, como el agua recibe
los rayos de la luz quedando unida. 36

Si yo era cuerpo, y es inconcebible 37 Comentario [L1069]: La


maravillosa unión, inexplicable en
cómo una dimensión abarque a otra, cualquier otro caso, del cuerpo de
cual si penetra un cuerpo en otro ocurre, 39 Dante con el de la luna, nos debe
hacer pensar en la no menos
inexplicable, pero no menos real
más debiera encendernos el deseo tampoco, unión de la naturaleza
divina con la humana en Cristo.
de ver aquella esencia en que se observa
cómo nuestra natura y Dios se unieron. 42

Podremos ver allí lo que creemos,


no demostrado, mas por sí evidente,
cual la verdad primera en que cree el hombre. 45

Yo respondí. «Señora, tan devoto Comentario [L1070]: Según


la leyenda ya aludida en Infíerno,
cual me sea posible, os agradezco XX-126, en las manchas de la luna
que del mundo mortal me hayáis sacado. 48 puede verse a Caín llevando unas
zarzas, condenado por Dios por
haberse éste excusado de la muerte
Mas decidme: ¿qué son las manchas negras de Abel.
Va a comenzar ahora una larga y
de este cuerpo, que a algunos en la tierra acaso ociosa digresión (la primera
hacen contar patrañas de Caín?» 51 de las muchas con las que de ahora
en adelante vamos a encontrarnos)
a causa de las manchas lunares.
Rió ligeramente, y «Si no acierta Dante las atribuye
equivocadamente, siguiendo a
-me dijo- la opinión de los mortales Averroes, a la mayor o menor
donde no abre la llave del sentido, 54 densidad (no olvidemos que «ralo»
significa «poco denso») de sus
partes. Beatriz comenzará
punzarte no debieran ya las flechas refutando el error del poeta y
posteriormente dará una
del asombro, pues sabes la torpeza explicación convincente. Intentaré
con que va la razón tras los sentidos. 57 anotar paso a paso su razo-
namiento.
Mas dime lo que opinas por ti mismo.»
Y yo: «Lo que aparece diferente,
cuerpos densos y raros lo producen.» 60

Y ella: «En verdad verás que lo que piensas


se apoya en el error, si bien escuchas
el argumento que diré en su contra. 63

La esfera octava os muestra muchas luces, 64 Comentario [L1071]: 64-66


«En la esfera de las estrellas fijas
las cuales en el cómo y en el cuánto vemos que éstas son diversas en
pueden verse de aspectos diferentes. 66 cantidad y en cualidad.»

Si lo raro y lo denso hicieran esto, 67 Comentario [L1072]: 67-69


«Si esto fuera causado por mayor o
un poder semejante habría en todas, menor densidad supondría la exis-
en desiguales formas repartido. 69 tencia de un solo poder o principio
desigualmente repartido, como
creía Averroes.»
Deben ser fruto las distintas fuerzas 70 Comentario [L1073]: 70-72
de principios formales diferentes, «Pero al producir influjos
que, salvo uno, en tu opinión destruyes. 72 diferentes, quiere esto decir que
cada una de ellas tiene un principio
cualitativamente diferente.»
Aún más, si fuera causa de la sombra 73 Comentario [L1074]: 73-78
la menor densidad, o tan ayuno «Más aún. Si la mayor o menor
densidad fuera la causa de las man-
fuera de su materia en la otra parte 75 chas podrían ocurrir dos cosas: que
la luna estuviera atravesada por las
partes menos densas de lado a
este planeta, o, tal como comparte lado, o que partes densas y raras se
grueso y delgado un cuerpo, igual tendría alternasen como lo grueso y
delgado en el hombre.»
de éste el volumen hojas diferentes. 78

Si fuera lo primero, se vería 79 Comentario [L1075]: 79-82


«La primera se demuestra errónea
al eclipsarse el sol y atravesarla en los eclipses, pues entonces los
la luz como a los cuerpos poco densos. 81 agujeros dejarían pasar la luz, cosa
que no ocurre.»

Y no sucede así. por ello lo otro


examinemos; y si lo otro rompo,
verás tu parecer equivocado. 84
Comentario [L1076]: 85-87
«Si la zona poco densa no agujerea
Si no traspasa el trozo poco denso, 85 la luna, debe estar limitada por otra
debe tener un límite del cual zona densa.»

no le deje pasar más su contrario; 87 Comentario [L1077]: 88-90


«Desde este límite debe reflejarse
el rayo, como sucede con el espejo
y de allí el otro rayo se refleja 88 que es un cristal (que equivale a la
zona poco densa de la luna) con
como el color regresa del cristal una cara recubierta de plomo
que por el lado opuesto esconde plomo. 90 (equivalente a la zona de mayor
densidad).»
Comentario [L1078]: 91-93
Dirás que se aparece más oscuro 91 «Tú acaso pienses que el rayo que
el rayo más aquí que en otras partes, se refleja desde este límite entre lo
raro y lo denso, es más débil, pues
porque de más atrás viene el reflejo. 93 viene desde más lejos, es decir, no
de la superficie de la luna, sino de
una especie de cavidad.»
De esta objeción pudiera liberarte
la experiencia, si alguna vez lo pruebas,
que es la fuente en que manan vuestras artes. 96 Comentario [L1079]: 96-105
El experimento de los espejos que
propone ahora Beatriz es de fácil
Coloca tres espejos; dos que disten comprensión. De su capacidad de
convicción y clandad, debe juzgar
de ti lo mismo, y otro, más lejano, el lector.
que entre los dos encuentre tu mirada. 99

Vuelto hacia ellos, haz que tras tu espalda


te pongan una luz que los alumbre
y vuelva a ti de todos reflejada. 102

Aunque el tamaño de las más distantes


pueda ser más pequeño, notarás
que de la misma forma resplandece. 105

Ahora, como a los golpes de los rayos


se desnuda la tierra de la nieve
y del color y del frío de antes, 108

al quedar de igual forma tu intelecto,


de una luz tan vivaz quiero llenarle,
que en ti relumbrará cuando la veas. 111

Dentro del cielo de la paz divina 112 Comentario [L1080]: 112 y


ss. Comienza ahora la explicación
un cuerpo gira en cuyo poderío de Beatriz, aunque mucho me temo
se halla el ser de las cosas que contiene. 114 que, tras la refutación de la
creencia de Dante, la verdad que
Beatriz le propone, acaso convenza
El siguiente, que tiene tantas luces, 115 al sumiso poeta, pero nos deje a
nosotros un tanto ayunos.
parte el ser en esencias diferentes,
contenidas en él, mas de él distintas. 117 Comentario [L1081]: De
nuevo el Primer Móvil, girando
dentro del Empíreo.
Los círculos restantes de otras formas 118 Comentario [L1082]: El de
la distinción que tienen dentro de ellos las Estrellas fijas.

disponen a sus fines y simientes. 120 Comentario [L1083]: 118-123


Las sucesivas esferas van
disminuyendo jerárquicamente
Así van estos órganos del mundo respecto a la primera y difunden
abajo el poder que adquieren de
como ya puedes ver, de grado en grado, arriba.
que dan abajo lo que arriba toman. 123

Observa atento ahora cómo paso


de aquí hacia la verdad que deseabas,
para que sepas luego seguir solo. 126

Los giros e influencias de los cielos,


cual del herrero el arte del martillo, 128 Comentario [L1084]: El
martillo no obra por sí mismo, sino
deben venir de los motores santos; 129 por el herrero que lo maneja.
Comentario [L1085]: De
y el cielo al que embellecen tantas luces, 130 nuevo el de las Estrellas fijas, que
toman su poder del poder divino.
de la mente profunda que lo mueve
toma la imagen y la imprime en ellas. 132

Y como el alma llena vuestro polvo 133 Comentario [L1086]: 133-141


Igual que el alma se une al cuerpo,
por diferentes miembros, conformados cuyos distintos órganos están al
al ejercicio de potencias varias, 135 servicio de distintas actividades, la
inteligencia divina se diversifica y
cada estrella tiene encomendada
así la inteligencia en las estrellas una distinta misión que ejercita
mediante sus diversas influencias.
despliega su bondad multiplicada,
y sobre su unidad va dando vueltas. 138

Cada virtud se liga a su manera


con el precioso cuerpo al que da el ser,
y en él se anuda, igual que vuestra vida. 141

Por la feliz natura de que brota,


mezclada con los cuerpos la virtud
brilla cual la alegría en las pupilas. 144

Esto produce aquellas diferencias 145 Comentario [L1087]: Las


manchas de la luna proceden, por
de la luz, no lo raro ni lo denso: tanto, de los diversos grados de
y es el formal principio que produce, 147 influencia que reciben de las
estrellas.
conforme a su bondad, lo turbio o claro.» 148
Comentario [L1088]: Acaso
la razón de esta probia y enojosa
CANTO III disertación de Beatriz tenga la
misión, en el ánimo de Dante, de
mostrar, a partir de un hecho un
El sol primero que me ardió en el pecho, 1 tanto banal, lo inútil de la ciencia
de la verdad habíame mostrado, humana (Averroes) para
comprender las cosas divinas (de
probando y refutando, el dulce rostro; 3 las que bien se encargaría Tomás
de Aquino, inspirador, como de
tantos otros de este pasaje).
y yo por confesarme corregido
Comentario [L1089]: Beatriz.
y convencido, cuanto convenía,
para hablar claramente alcé la vista; 6

mas vino una visión que, al contemplarla,


tan fuertemente a ella fui ligado,
que aquella confesión puse en olvido. 9

Como en vidrios diáfanos y tersos,


o en las límpidas aguas remansadas,
no tan profundas que el fondo se oculte, 12

se vuelven de los rostros los reflejos


tan débiles, que perla en blanca frente
no más clara los ojos la verían; 15
Comentario [L1090]: Narciso
vi así rostros dispuestos para hablarme; creía que su reflejo en el agua era
un rostro verdadero. Por el
por lo que yo sufrí el contrario engaño 17 contrario, Dante piensa que son
de quien ardió en amor de fuente y hombre. 18 reflejos las almas que se dirigen
ahora hacia él.
En cuanto me hube dado cuenta de ellos,
creyendo que eran rostros reflejados,
para ver de quién eran me volví; 21

y nada vi, y miré otra vez delante,


fijo en la luz de aquella dulce guía
que, sonriendo, ardía en su mirada. 24

«No te asombre -me dijo-- que sonría


de tu infantil creencia, pues tus plantas
en la verdad aún no has asentado, 27

mas vuelves a lo vano, como sueles:


lo que ves son sustancias verdaderas,
puestas aquí pues rompieron sus votos. 30 Comentario [L1091]: Aquello
s que faltaron a algún voto,
particularmente a un voto
Mas háblales y créete lo que escuches; religioso.
porque la cierta luz que las aplaca
no deja que sus pies se aparten de ella.» 33

Y a la que parecía más dispuesta 34 Comentario [L1092]: Dante,


como veremos, se dirige a la
para hablar, me volví, y comencé casi sombra de Piccarda Donati
como aquel a quien turba un gran deseo: 36 (Purgatorio, XXIV, 10- 15),
hermana de su amigo Forese y de
Corso, Piccarda, muchacha de gran
«Oh bien creado espíritu, que sientes belleza, ingresó en un monasterio
de Santa Clara, de donde fue sa-
de los eternos rayos la dulzura cada a la fuerza por su hermano
que, no gustada, nunca se comprende, 39 Corso para ser dada en matrimonio
al despótico Rossellino della Tosa.

feliz me harías si me revelaras


cuál es tu nombre y cuál es vuestra suerte.»
Y ella, al momento y con ojos risueños: 42

«Puerta ninguna cierra nuestro amor


a un justo anhelo, como el de quien quiere
que se parezca a sí toda su corte. 45 Comentario [L1093]: «Nuestr
o amor que refleja el amor divino.»

Fui virgen religiosa en vuestro mundo;


y si hace algún esfuerzo tu memoria,
no ha de ocultarme a ti el ser aún más bella, 48

mas reconocerás que soy Piccarda,


que, puesta aquí con estos otros santos
santa soy en la esfera que es más lenta. 51 Comentario [L1094]: La
esfera de la luna es la que gira más
lentamente y la que está más aleja-
Nuestros afectos, que sólo se inflaman da de Dios.
con el placer del Espíritu Santo,
gozan del orden que él nos ha dispuesto. 54
Y nos ha sido dado este destino
que tan bajo parece, pues quebramos
nuestros votos, que en parte fueron vanos.» 57

Y dije: «En vuestros rostros admirables


un no sé qué divino resplandece
que vuestra imagen primera transmuta: 60

por ello en recordar no estuve pronto; 61 Comentario [L1095]: Dios.


pero ahora me ayuda lo que has dicho,
y ya te reconozco fácilmente. 63

Mas dime: los que estáis aquí gozosos


¿deseáis un lugar que esté más alto
y ver más y ser más de Dios amigos?» 66

Sonrió un poco con las otras sombras;


y luego me repuso tan alegre,
cual si de amor ardiera al primer fuego: 69

«Aquieta, hermano, nuestra voluntad


la caridad, haciendo que queramos
sin más ansiar, aquello que tenemos. 72

Si estar más elevadas deseásemos,


este deseo sería contrario
a lo que quiere quien aquí nos puso; 75

lo cual, como verás, es imposible,


si estar en caridad aquí es necesse 77 Comentario [L1096]: Neasse
es una fórmula escolástica y
y consideras su naturaleza. 78 expresa la consecuencia de un
proceso lógico.
Esencial es al bienaventurado
con el querer divino conformarse,
para que se hagan unos los quereres; 81

y así el estar en uno u otro grado


en este reino, a todo el reino place
como al Rey que nos forma en sus deseos. 84

Y en su querer se encuentra nuestra paz:


y es el mar al que todo se dirige
lo que él crea o lo que hace la natura.» 87

Vi claramente entonces cómo el cielo


es todo paraíso, etsi la gracia 89 Comentario [L1097]: Etsi
conjunción latina de carácter
del sumo bien no llueva de igual modo. 90 concesivo: «aunque».

Mas como cuando sacia un alimento


y aún tenemos más ganas de algún otro,
que uno pedimos y otro agradecemos, 93

hice yo así con gestos y palabras,


para saber cuál fuese aquel tejido
que hasta el fin no labró su lanzadera. 96

«Perfecta vida y méritos encumbran 97 Comentario [L1098]: Se


refiere Piccarda a Santa Clara, a
-me dijo-- a una mujer por cuya regla cuya Orden perteneció. Santa
se visten velo y hábito en el mundo, 99 Clara, compañera de San
Francisco, nació en Asís en 1194 y
murió en 1253.
para que hasta el morir se vele y duerma
con esposo que acepta cualquier voto
que a su placer la caridad conforma. 102

Del mundo, por seguirla, jovencita


me escapé, refugiándome en sus hábitos,
y prometí seguir por su camino. 105

Hombres no al bien, al mal, acostumbrados,


luego del dulce claustro me raptaron.
Dios sabe cómo fue mi vida luego. 108

Y aquel otro esplendor que se te muestra


a mi derecha y a quien ilumina
toda la luz que brilla en nuestra esfera, 111

lo que dije de mí, también lo digo;


fue monja, y de igual forma le quitaron
de la frente la sombra de las tocas. 114

Mas cuando fue devuelta luego al mundo


contra su voluntad y buena usanza, Comentario [L1099]: Constan
nunca el velo del alma le quitaron. 117 za (Purgatorio, III, 113) fue hija
del rey Ruggero II de Sicilia.
Nació en 1154 y casó en 1185 con
Esta es la luz de aquella gran Constanza 118 Enrique VI de Suabia, hijo de
Federico Barbarroja. Fue madre de
que engendró del segundo al ya tercero Federico II, en cuya minoría
y último de los vientos de Suabia.» 120 ejerció el poder en Italia. Murió en
1198. La leyenda güelfa de la
época le atribuyó una falsa
Así me dijo, y luego: «Ave María» profesión religiosa, quizás debida a
la fama de Federico II como
cantó y cantando se desvaneció Anticristo, personaje al que se le
como en el agua honda algo pesado. 123 atribuía el ser concebido por una
monja. Según dicha leyenda,
Constanza habría dejado los
Mi vista que siguió detrás de ella hábitos después de los 50 años y
habría dado a luz a Federico II a
cuanto le fue posible, ya perdida, los 52. En realidad, Constanza
se dirigió al objeto más querido, 126 casó con Enrique VI a los 31.
Comentario [L1100]: Los tres
vientos de Suabia son los tres
y por entero se volvió a Beatriz; emperadores ya citados: Federico
pero ella fulgió tanto ante mis ojos, Barbarroja, Enrique V y Federico
II.
que al principio no pude soportarlo, 129
y por esto fui tardo en preguntarle.

CANTO IV

Entre dos platos, igualmente ricos


y distantes, por hambre moriría
un hombre libre sin probar bocado; 3

así un cordero en medio de la gula


de fieros lobos, por igual temiendo;
y así estaría un perro entre dos gamos: 6 Comentario [L1101]: Este
problema está planteado por
Tomás de Aquino, aunque él
No me reprocho, pues, si me callaba, niegue que puedan existir dos
cosas perfectamente iguales e
de igual modo suspenso entre dos dudas, igualmente atrayentes.
porque era necesario, ni me alabo. 9

Callé, pero pintado mi deseo


en la cara tenía, y mi pregunta,
era así más intensa que si hablase. 12

Hizo Beatriz lo mismo que Daniel 13 Comentario [L1102]: Daniel


aclaró a Nabucodonosor el sentido
cuando aplacó a Nabucodonosor de un sueño que el propio rey
la ira que le hizo cruel injustamente; 15 había olvidado, y calmó el enojo
de éste que le había llevado a
condenar a muerte a los sabios del
Y dijo: «Bien conozco que te atraen reino incapaces de descifrarlo
(Daniel, II, 12-46). Beatriz, como
uno y otro deseo, y preocupado Daniel, es capaz de ver el interior
tú mismo no los dejas que se muestren. 18 de las personas.

Comentario [L1103]: En el
Te dices: "Si perdura el buen deseo, «Timeo» Platón coloca las almas,
la violencia de otros, ¿por qué causa creadas antes que los cuerpos, en
las diversas estrellas, a las que
del mérito recorta la medida?" 21 después de la muerte habrán de
retornar. Dante conocía esta
doctrina platónica a través de San
También te causa dudas el que el alma Agustín y Santo Tomás.
parece que se vuelva a las estrellas,
Comentario [L1104]: Velle es
siguiendo la doctrina de Platón. 24 un término escolástico que
significa querer, voluntad.

Estas son las cuestiones que en tu velle 25 Comentario [L1105]: De las


dos dudas, aquella que es la más
igualmente te pesan; pero antes peligrosa para la fe, pues con su
la que tiene mas hiel he de explicarte. 27 idea de la trasmigración de las
almas contradecía el dogma de un
alma individual creada por Dios en
El serafín que a Dios más se aproxima, 28 cada momento de la concepción
(Purgatorio, XXV, 67 y ss.)
Moisés, Samuel, y aquel de los dos Juanes
Comentario [L1106]: 28-42
que tú prefieras, y también María, 30 Todos los bienaventurados se
encuentran de igual forma en el
Empíreo, como veremos más
no tienen su acomodo en otro cielo adelante. El que Dante se los vaya
que estas almas que ahora se mostraron, encontrando en las diversas esferas
que constituyen las etapas de su
ni más o menos años lo disfrutan; 33 viaje celeste es sólo para que con
su pobre mente humana entienda
mejor la disposición del paraíso.
mas todos hacen bello el primer círculo,
y gozan de manera diferente
sintiendo el Soplo Eterno más o menos. 36

Si aquí los viste no es porque esta esfera


les corresponda, mas como indicando
que en la celeste ocupan lo más bajo. 39

Así se debe hablar a vuestro ingenio,


pues sólo aprende lo que luego es digno
de intelecto, a través de los sentidos. 42

Por esto condesciende la Escritura


a vuestra facultad, y pies y manos
le otorga a Dios, mas piensa de otro modo; 45

y nuestra Iglesia con figura humana


a Gabriel y a Miguel os representa,
y de igual modo al que sanó a Tobías. 48

Lo que el Timeo dice de las almas


no es similar a lo que aquí se muestra, 50 Comentario [L1107]: Las
almas se aparecen en la luna, pero
mas parece que diga lo que siente. 51 no están allí.

Él dice que a su estrella vuelve el alma,


pues desde allí supone que ha bajado
cuando natura su forma le diera; 54

y acaso lo que piensa es diferente


del modo que lo dice, y ser pudiera
que su intención no sea desdeñable. 57

Si él entiende que vuelve a estas esferas


de su influjo el desprecio o la alabanza,
quizá a alguna verdad el arco acierte. 60

Torció, mal comprendido, este principio


a casi todo el mundo, y así Jove,
Mercurio y Marte fueron invocados. 63

Menos veneno encierra la otra duda 64 Comentario [L1108]: La otra


duda no contiene el peligro de la
que te conmueve, porque su malicia herejía.
no podría apartarte de mi lado. 66

El que nuestra justicia injusta sea 67 Comentario [L1109]: 67-69


El que parezca iniusto al hombre
a los ojos mortales, argumento con su estrecho conocimiento, la
es de fe, no de herética perfidia. 69 justicia divina, nos debe hacer
creer más aún en los secretos
designios del incanzable orden
Mas como puede vuestra inteligencia divino, no apartamos del camino
de la fe.
penetrar fácilmente esta verdad,
como deseas, he de darte gusto. 72

Aun cuando aquel que la violencia sufre


a quien la fuerza nada le concede,
no están por ello estas almas sin culpa: 75

pues, sin querer, la voluntad no cede,


mas hace como el fuego, si le tuerce, 77 Comentario [L1110]: 77-78
El fuego siempre tiende a
aunque sea mil veces, la violencia. 78 recuperar su natural tendencia
hacia lo alto, a pesar de la fuerza
que se haga por mantenerlo a ras
Si se doblega, pues, o mucho o poco, del suelo.
sigue la fuerza; y así hicieron éstos,
que al lugar santo regresar pudieron. 81

Si su deseo firme hubiera sido,


como fue el de Lorenzo en su parrilla, 83 Comentario [L1111]: San
Lorenzo aguantó el tormento de la
o con su mano a Mucio hizo severo, 84 parrilla sin quebrantar su fe.
Comentario [L1112]: Mucio
a su camino habrían regresado Scevola, joven romano de los
del que sacados fueron, al ser libres; primeros tiempos de la ciudad, se
quemó la mano por haber fallado
mas voluntad tan sólida es extraña. 87 en su intento de asesinar al rey
etrusco Porsena. Lo cuenta Tito
Livio (Ab uerbe ondita, II, 12 y
Y por esta razón, si como debes ss.) y es una figura muy conocida
la comprendes, se rompe el argumento de esta legendaria etapa romana.

que te habría estorbado aún muchas veces. 90

Mas ahora se atraviesa ante tus ojos


otro obstáculo, tal que por ti mismo
no salvarías, sin cansarte antes. 93

Yo te he enseñado como cosa cierta


que no puede mentir un alma santa,
pues cerca está de la verdad primera; 96

y después escuchaste de Piccarda


que Constanza guardó el amor del velo;
y así parece que me contradice. 99

Muchas veces, hermano, ha acontecido


que, huyendo de un peligro, de mal grado
se hacen cosas que hacerse no debieran; 102

como Almeón, que, al suplicar su padre 103 Comentario [L1113]: Aicmeó


n, hijo de Anfiarao (Purgatorio,
que lo hiciera, mató a su propia madre, XII, 49-51), mató a su madre
y por piedad se hizo despiadado. 105 Erifile a instancias de su propio
padre.

En este punto quiero que conozcas


que la fuerza al querer se mezcla, haciendo
que no tengan disculpa las ofensas. 108

La Voluntad absoluta no consiente


el daño; mas consiente cuando teme
que en más penas caerá si lo rehúsa. 111 Comentario [L1114]: Existe
una voluntad absoluta que siempre
quiere el bien y rechaza el mal, y
Así, cuando Piccarda dijo aquello otra relativa que escoge un mal
menor para evitar uno mayor.
de la primera hablaba, y yo de la otra;
y las dos te dijimos la verdad.» 114

Fluyó así el santo río que salía


de la fuente en que toda verdad mana;
así mis dos deseos se aplacaron. 117

«Oh amada del primer Amante, oh diosa,


cuyas palabras --dije así me inundan,
y enardecen, que más y más me avivan, 120

no son mis facultades tan profundas


que a devolverte don por don bastasen;
mas responda por mí Quien ve y Quien puede. 123 Comentario [L1115]: Dios.

Bien veo que jamás se satisface


sino con la verdad nuestro intelecto,
sin la cual no hay ninguna certidumbre. 126 Comentario [L1116]: La
ciencia divina.

Cual fiera en su cubil, reposa en ella


en cuanto que la alcanza; y puede hacerlo;
si no, frustra sería los deseos. 129 Comentario [L1117]: Frustra,
término escolástico que equivale a
en vano.
Por ello nacen dudas, cual retoños,
al pie de la verdad; y a lo más alto,
cima a cima, nos lleva de este modo. 132 Comentario [L1118]: La duda
es el camino que lleva a la certeza.

Esto me invita y esto me da fuerzas


a preguntar, señora, reverente,
aún por otra verdad que me es oscura. 135

Quiero saber si pueden repararse


los votos truncos con acciones buenas,
que no pesaran poco en la balanza.» 138

Y Beatriz me miró, llenos sus ojos


de amorosas centellas tan divinas,
que, vencida, mi fuerza dio la espalda, 141
casi perdido con la vista en tierra.

CANTO V
«Si te deslumbro en el fuego de amor
más que del modo que veis en la tierra,
tal que venzo la fuerza de tus ojos, 3

no debes asombrarte; pues procede


de un ver perfecto, que, como comprende, 5 Comentario [L1119]: De la
visión de Dios.
así en pos de aquel bien mueve los pasos. 6

Bien veo de qué forma resplandece


la sempiterna luz en tu intelecto,
que, una vez vista, amor por siempre enciende; 9

y si otra cosa vuestro amor seduce,


de aquella luz tan sólo es un vestigio,
mal conocido, que allí se refleja. 12

Quieres saber si con otras ofrendas,


halla reparo quien rompe su voto,
tal que en el juicio su alma esté segura.» 15

Así Beatriz principio dio a este canto;


y como el que el discurso no interrumpe,
prosiguió así sus santas enseñanzas: 18

«El don mayor que Dios en su largueza


hizo al crearnos, y el que más conforme
está con su bondad, y él más lo estima, 21

tal fue la libertad del albedrío;


del cual, a los que dio la inteligencia,
fueron y son dotados solamente. 24 Comentario [L1120]: Únicam
ente el hombre y los ángeles son
libres.
Ahora verás, si tú deduces de esto,
el gran valor del voto, si se hace
cuando consiente Dios lo que consientes: 27 Comentario [L1121]: El
consentimiento del hombre al
hacer el voto debe ir acompañado
porque al cerrar el pacto Dios y el hombre del consentimiento divino.
se hace holocausto de aquel gran tesoro,
que antes te dije; y lo hace un acto suyo. 30 Comentario [L1122]: De la
misma libertad, que se sacrifica al
hacer el voto libremente.
¿Así pues qué reparo se hallaría?
Si piensas que usas bien lo que ofreciste,
con latrocinios quieres dar limosna. 33

Ya lo más importante te he explicado;


mas puesto que la Iglesia los dispensa
y esto a lo que te digo contradice, 36

en la mesa es preciso que aún te sientes,


pues el seco alimento que comiste,
para su digestión requiere ayuda. 39

Abre tu mente a lo que te revelo


y guárdalo bien dentro; pues no hay ciencia
si lo que has aprendido no retienes. 42

Dos cosas intervienen en la esencia 43 Comentario [L1123]: En el


voto hay dos elementos: uno
de este gran sacrificio: una es la cosa material y otro formal
que se ofrece; y la otra el pacto mismo. 45

Esta segunda nunca se cancela


si no es cumplida; y con respecto a ella
antes te hablé con toda precisión: 48

por ello los hebreos precisaron


el seguir ofreciendo, aunque la ofrenda
se pudiera cambiar, como ya sabes. 51 Comentario [L1124]: Levítico
, XXVII, 38.

La otra, que te mostré como materia,


bien puede ser de un modo que no hay yerro Comentario [L1125]: De la
si por otra materia se permuta. 54 autoridad eclesiástica (Purgatorio,
IX, 122).
Comentario [L1126]: La
Mas la carga no debe transmutarse nueva materia del voto no puede
libremente, y precisa de la vuelta ser de menos valor que la primera.
de la llave amarilla y de la blanca; 57 Comentario [L1127]: Por
ejemplo, la ofrenda de la
virginidad, que no encuentra
y sabrás que los cambios nada valen, substitución por otro voto.
si la cosa dejada en la cogida Comentario [L1128]: Recuérd
como el cuatro en el seis no se contiene. 60 ese la historia narrada en Jueces,
XI, 30-40. El caudillo hebreo Jefté
ofreció como prenda de la ayuda
Y por ello a las cosas tan pesadas divina en la lucha contra los
ammonitas el sacrificio del primer
que la balanza inclinan por sí mismas, ser que saliera a su encuentro al
satisfacer no puede otra ninguna 63 regresar a casa, tal vez pensando
en su fiel perro. En lugar de éste
fue su hija, aún doncella, quien
No bromeen con el voto los mortales; salió a recibirle. Antes de ser
sacrificada, obtuvo de su padre el
sed fieles; mas no hacerlos ciegamente, plazo de un mes para gozar de los
como Jefté ofreciendo lo primero; 66 últimos días de su vida en
compañía de sus amigas. Los
Padres de la Iglesia condenaron
quien hubiera mejor dicho "Mal hice", este voto y su cumplimiento.
que hacer peor cumpliéndolo; y tan necio Comentario [L1129]: Para
contentar a la diosa Artemisa que
podrás llamar al jefe de los griegos, 69 mantenía paralizada la escuadra
griega en Aulide, Agamenón
prometió sacrificarle, según la
por quien lloró Ifigenia su belleza, versión de Cicerón que Dante debe
y con ella las necios y los sabios manejar, el ser más hermoso que
hubiese nacido ese año, que resultó
que han escuchado de tal sacrificio. 72 ser su hija lfigenia. Dante sigue
aquí a Cicerón que condenaba el
proceder del caudillo aqueo (De
Sed, cristianos, más firmes al moveros: officiis, III, 25). Hay otras
no seáis como pluma a cualquier soplo, versiones del sacrificio de la
princesa micénica.
y no penséis que os lave cualquier agua. 75

Tenéis el viejo y nuevo Testamento,


y el pastor de la Iglesia que os conduce;
y esto es bastante ya para salvaros. 78

Si otras cosas os grita la codicia, 79 Comentario [L1130]: Alguno


s religiosos desligaban de los votos
¡sed hombres, y no ovejas insensatas, de difícil cumplimiento a cambio
para que no se burlen los judíos! 81 de dinero.
Comentario [L1131]: Los
¡No hagáis como el cordero que abandona hebreos practicaban una religión
más austera que los cristianos.
la leche de su madre, y por simpleza,
consigo mismo a su placer combate!» 84

Así me habló Beatriz tal como escribo;


luego se dirigió toda anhelante
a aquella parte en que el mundo más brilla. 87 Comentario [L1132]: Hacia el
Ecuador, o el propio Empíreo.

Su callar y el mudar de su semblante


a mi espíritu ansioso silenciaron,
que ya nuevas preguntas preparaba; 90

y así como la flecha da en el blanco


antes de que la cuerda quede inmóvil,
así corrimos al segundo reino. 93 Comentario [L1133]: El cielo
de Mercurio, donde se encuentran
los espíritus activos. Su actividad
Allí vi tan alegre a mi señora, se encaminaba a dejar mayor
memoria de sí mismos y esto los
al encontrarse en la luz de aquel cielo, coloca en un lugar inferior del
que se volvió el planeta aún más luciente. 96 Paraíso.

Y si la estrella se mudó riendo,


¡yo qué no haría que de mil maneras
soy por naturaleza transmutable! 99

Igual que en la tranquila y pura balsa


a lo que se les echa van los peces
y piensan que es aquello su alimento, 102

así yo vi que mil y aún más fulgores


venían a nosotros, y escuchamos:
«ved quién acrecerá nuestros amores». 105 Comentario [L1134]: «Ved a
Dante, que acrecentará nuestro
amor cuando gustosamente re-
Y así como venían a nosotros solvamos las dudas que nos
plantee.»
se veía el placer que las colmaba
en el claro fulgor que desprendían. 108

Piensa, lector, si lo que aquí comienza


no siguiese, en qué forma sentirías
de saber más un anhelo angustioso; 111
y verás por ti mismo qué deseo
tenía de saber quién eran éstas,
cuando las vi delante de mis ojos. 114

«Oh bien nacido a quien el ver los tronos


del triunfo eternal fue concedido,
antes de que dejase la milicia. 117 Comentario [L1135]: La vida.
Dante pertenece a la iglesia
militante.
de la luz que se extiende en todo el cielo
nos encendemos; por lo cual, si quieres
de nosotros saber, sáciate a gusto.» 120

De este modo una de esas almas pías 121 Comentario [L1136]: Como
veremos, se trata del emperador
me dijo; y Beatriz: «Habla sin miedo, Justiniano.
y cree todas las cosas que te diga.» 123

«Bien puedo ver que anidas en tu propia


luz, y que la desprendes por los ojos,
porque cuando te ríes resplandecen; 126

mas no quien eres, ni por qué te encuentras


alma digna, en el grado de la esfera
que a los hombres ocultan otros rayos.» 129

Esto dije mirando a aquella lumbre


que primero me habló; y entonces ella
se hizo más luminosa que al principio. 132 Comentario [L1137]: «Para
ejercitar hacia mí su caridad.»

Y como el sol que se oculta a sí mismo


por la excesiva luz, cuando disipa
el calor los vapores más templados, 135

al aumentar su gozo, se ocultó


en su propio fulgor la santa imagen;
y así me respondió, toda encerrada 138
del modo en que el siguiente canto canta.

CANTOVI

«Después que Constantino volvió el águila


contra el curso del cielo, que ella antes Comentario [L1138]: Constan
tino trasladó la capital a oriente, de
siguió tras el esposo de Lavinia, 3 donde muchos siglos atrás había
salido Eneas para dar lugar a la
fundación de Roma.
más de cien y cien años se detuvo
Comentario [L1139]: Constan
en el confín de Europa aquel divino tinopla, la nueva capital del
pájaro, junto al monte en que naciera; 6 imperio, se encontraba cerca de la
región de la Tróada, en el Asia
Menor, donde se encontraba la
a la sombra de las sagradas plumas ciudad de Troya, antecedente de
Roma.
gobernó el mundo allí de mano en mano, Comentario [L1140]: Justinia
y así cambiando vino hasta las mías. 9 no, nacido en 483, fue elegido
emperador de oriente en 527 y
murió en 565. Más que por sus
César fui, soy el mismo Justiniano intentos de reconstruir el imperio
de sus mayores, Dante nos lo
que quitó, inspirado del Espíritu, presenta como legislador, cuya
lo excesivo y superfluo de las leyes. 12 tarea de recopilar y depurar todas
las leyes romanas se atribuye a una
inspiración divina.
Y antes de que a esta obra me entregara, Comentario [L1141]: La
una naturaleza en Cristo sólo herejía monofisita, extendidisima
creía, y esta fe me era bastante; 15 en las provincias de Siria y de
Egipto, que negaba la unión
hipostática.
mas aquel santo Agapito, que fue Comentario [L1142]: Agapito
sumo pastor, a la fe verdadera I, papa desde 533 a 536, enviado
por Teodato, rey ostrogrodo, a
me encaminó con sus palabras santas. 18 Constantinopla para pedir la paz a
Justiniano, y aunque no pudo
conseguirla, al parecer sí logró
Yo le creí; y claramente veo convertir a Justiniano,
lo que había en su fe, como tu ves Comentario [L1143]: Es
en la contradicción lo falso y cierto. 21 decir, ahora cree en la doble
naturaleza de Cristo con la misma
claridad que en un juicio
Y en cuanto que eché andar ya con la Iglesia, contradictorio si uno de los
términos es verdadero el otro es
por gracia a Dios le plugo el inspirarme necesariamente falso.
la gran tarea y me entregué de lleno; 24 Comentario [L1144]: A su
dedicación legislativa.
y a Belisario encomendé las tropas, Comentario [L1145]: Belisari
quien gozó tanto del favor del cielo, o (490-565) fue el más importante
de los generales de Justiniano.
que fue señal de que en él reposara. 27 Combatió gloriosamente en el
frente persa, en el norte de África y
en Italia. Parece que Dante no
Ahora ya he contestado a tu primera conociese las desavenencias entre
pregunta: mas me obliga a que te añada el emperador y su general, al que
llama «mío» en el original. Los
su condición algunas otras cosas, 30 éxitos de Belisario permitieron
... que
[7]
Comentario [L1146]: Dante,
para que veas con cuánta injusticia se por boca de Justiniano, va a
dedicar una larga digresión a la
mueve contra el signo sacrosanto historia de Roma, y posteriormente
quien de él se apropia o quien a él se opone. 33 a la del imperio germánico,
legítimo sucesor de las glorias...de[8]
Comentario [L1147]: Los
Mira cuánta virtud digno le hizo gibelinos y los güelfos.
de reverencia; ya desde la hora
Comentario [L1148]: Persona
en que murió Palante por su reino. 36 je de la Eneida, hijo del rey del
Lacio, Evandro, que murió en la
lucha contra Turno, rey de los
Sabes que en Alba tuvo su morada rútulos, apoyando la causa de
más de trescientos años, hasta el día Eneas. Esta digresión enlaza,...
pues,
[9]
que por él combatieron tres y tres 39 Comentario [L1149]: Alba
Longa, mítica ciudad a la que
Roma estuvo sometida en los
Y sabes lo que obró en siete reinados, primeros años de su historia, hasta
el combate de los Horacios contra
del mal de las Sabinas a Lucrecia, los Curiacios, en que los primeros,
... [10]
venciendo en torno a los pueblos vecinos. 42 Comentario [L1150]: Durante
la época de los siete reyes, desde el
rapto de las Sabinas hasta la caída
Y lo que obró llevado contra Breno de los Tarquinos, tras la violación
por los magnos romanos, contra Pirro, de Lucrecia, que dio lugar al
comienzo de la etapa republicana.
y las otras repúblicas y príncipes; 45 Comentario [L1151]: Breno,
jefe de los galos que invadieron
Italia en el siglo IV a.C. Pirro, rey
donde Torcuato y Quincio, a quien dio nombre de Epiro, defensor de las ciudades
griegas atacadas por Roma en su
su pelo descuidado, Fabios, Decios proceso de expansión por la
ganaron fama que con gusto incienso. 48 península Itálica.
Comentario [L1152]: Alguno
Luego humilló el orgullo de los árabes 49 s grandes hombres de la etapa
heroica de Roma: Tito Manlio
que tras Aníbal las alpestres rocas Torcuato, vencedor de los galos;
de las que bajas tú, Po, atravesaron. 51 Cincinato, así llamado por su pelo
rizado, fue dictador contra los
samnitas, y acabada la guerra
Bajo aquél, siendo aún jóvenes, triunfaron 52 regresó pacíficamente a sus tareas
agrícolas. Son muchos los Fabios y
Escipión y Pompeyo; y a ese monte los Decios que merecieron las
a cuyo pie naciste, le fue amargo. 54 alabanzas de Justiniano.
Comentario [L1153]: Es
decir, africanos: los cartagineses.
Luego, cercano el tiempo en el que el cielo
Comentario [L1154]: 52-54
quiso ordenar el mundo a su manera, Publio Cornelio Escipión Africano
César por gusto de Roma lo obtuvo. 57 obtuvo a edad muy temprana sus
principales triunfos en España
contra Cartago. Cneo Pompeyo
Y lo que obró desde el Varo hasta el Rin, 58 luchó también muy joven en...el[11]
lo vio el Isara, el Era y lo vio el Sena Comentario [L1155]: César se
y los ríos que al Ródano engrandecen. 60 hizo con el poder algunos años
antes del nacimiento de Cristo.
Comentario [L1156]: Alusión
Lo que obró luego al marcharse de Rávena 61 a la conquista de las Galias,
y cruzó el Rubicón, fue tan aprisa delimitada por esos ríos, que llevó
a cabo César.
que ni pluma ni lengua alcanzarían. 63
Comentario [L1157]: Ahora
se refiere a la guerra civil entre
Luego marchó con sus tropas a España, César y Pompeyo.
luego a Durazzo, y tal golpe en Farsalia 65 Comentario [L1158]: Batalla
en que César derrotó a Pompeyo,
dio, que hasta el Nilo se dolió del daño. 66 el cual huyó a Egipto, donde fue
asesinado por orden de Tolomeo,
para congraciarse con el ... [12]
A Antandro y al Simoes, patria suya, 67
vio otra vez, y el lugar que a Héctor sepulta; Comentario [L1159]: 67-89
El águila, en manos de César,
y partió para mal de Tolomeo. 69 volvió a visitar los lugares de Asia
Menor, de donde había partido, la
ciudad de Antandro y el río ... [13]
De allí fue como un rayo contra Juba; 70
Comentario [L1160]: 70-72
y desde allí se volvió al occidente César venció a Juba de Mauritania,
donde escuchó la trompa pompeyana. 72 y posteriormente al resto de los
partidarios de Pompeyo en Munda,
España.
Por lo que obró en las manos del siguiente, 73 Comentario [L1161]: 73-75
en el infierno ladran Bruto y Casio, Alusión a la batalla de Filipos, en
la que Octavio, sucesor de César,
y se dolieron Módena y Perugia. 75 venció a Bruto y Casio, los
asesinos de su tío (Infierno, ... [14]
Aún lo llora la triste de Cleopatra, 76 Comentario [L1162]: 76-78
que, escapando de aquél, con la culebra Cleopatra se suicidó tras la derrota
naval en Accio, para burlar la pri-
se dio la muerte atroz e inesperada. 78 sión que Octavio le había
impuesto.

Con él llegó a la orilla del mar Rojo, 79 Comentario [L1163]: 79-81


Con la conquista de Egipto se
con él en tanta paz al mundo puso, inició la paz octaviana. Recuérdese
que las puertas de Jano se cerraron. 81 que en tiempos de paz las puertas
del templo de Jano permanecían
... [15]
Mas lo que el signo del que estoy hablando, 82 Comentario [L1164]: 82-90
Va a aludir ahora a la muerte de
hizo primeramente y luego haría, Cristo en la época de Tiberio,
por el reino mortal al que subyuga, 84 tercer emperador si contamos,
impropiamente, a César. Roma,
por medio de Poncio Pilatos,
se vuelve en apariencia oscuro y poco, colaboró en la empresa de la
Redención.
si en manos del tercer César la vemos
con vista clara y con afecto puro; 87

pues la viva justicia que me inspira,


le concedió, en las manos del que digo,
la gloria de vengar su santa cólera. 90

Y asómbrate de lo que digo ahora: 91 Comentario [L1165]: 91-93


Tito destruyó Jerusalén en el año
corrió después con Tito a hacer venganza 70, vengando así la muerte de
de la venganza del pecado antiguo. 93 Cristo. Esta contradicción entre
apoyo a la crucifixión y venganza
de la misma, se explicará en el
Y al morder los lombardos a la Santa 94 siguiente canto.
Iglesia con sus dientes, Carlomagno Comentario [L1166]: 94-96
la socorrió, venciendo, con sus alas. 96 Como vemos, la idea del imperio,
aunque esté hablando Justiniano,
legítimo sucesor de las glorias de
Ahora puedes juzgar a esos que antes Roma, no va a pasar al imperio
bizantino, sino al imperio Romano
me escuchaste acusar, y sus pecados, Germánico, a través de Carlo
que son causa de todas vuestras penas. 99 Magno. Dante necesita llevar el
agua al molino de sus nuevas
opiniones políticas. Como vemos,
Uno al signo común los amarillos 100 Justiniano pasa de la crónica de la
antigúedad a la actualidad
lirios opone, y otro se lo apropia, palpitante.
y es difícil saber quién más se engaña. 102 Comentario [L1167]: Los que
se apropian del signo imperial para
sus intereses particulares, y los que
Urdan los gibelinos, urdan tretas se oponen a él favorecen la política
bajo otro signo, que mal sigue a éste francesa de los Valois, es decir, los
güelfos negros.
aquel que de él aparta la justicia; 105

y que este nuevo Carlos no lo abata 106 Comentario [L1168]: 106-108


Carlos II de Anjou (Purgatorio,
con sus güelfos, mas tema de sus garras VII, 24-29; XX, 79-81), líder del
que a leones más fuertes han vencido. 108 partido güelfo, cuyo emblema era
un león, aquí vencido por las
garras del águila.
¡Muchas veces los hijos han llorado 109 Comentario [L1169]: Tal vez
por las culpas del padre, y no se crea alusión a la muerte de Carlos
que Dios cambie su emblema por las lises! 111 Martel (Paraíso, VIII, 49 y ss.),
hijo de Carlos II de Anjou, que
encontraremos próximamente.
Esta pequeña estrella se engalana Aquí acaba la digresión de
Justiniano sobre el imperio.
de los buenos espíritus activos
Comentario [L1170]: Es
para que fama y honra les alcance; 114 decir, que la casa de Anjou triunfe
sobre el Imperio.

y cuando a esto dirigen sus deseos, Comentario [L1171]: Como


ya anotamos, de los espíritus que
desviándose así, más apagados emplearon su actividad en obtener
del verdadero amor los rayos sienten. 117 gloria y fama, por lo que ocupan
un lugar más bajo en la jerarquía
celeste.
Mas comparar los méritos y el premio
de nuestra dicha también forma parte,
no viéndolos mayores ni menores. 120

Tal nos endulza la viva justicia


el afecto, y por ello no se puede
ya a la malicia nunca desviarlo. 123

Diversas voces cantan dulces notas;


tal los diversos grados de esta vida
dulce armonía en estas ruedas forman. 126

Y dentro de esta perla en la que estamos


luce la luz de Romeo, de quien 128 Comentario [L1172]: Romieu
de Villeneuve, nacido en torno a
fue su gran obra mal agradecida. 129 1170, ministro de Ramón Be-
renguer IV de Provenza, y
posteriormente regente de su hija
Pero sus enemigos provenzales Beatriz (Purgatorio, VII, 128, y
no ríen; pues camina erradamente XX, 61), casada luego con Carlos I
de Anjou. Murió en 1250. Dante se
el que se duele del bien de los otros. 132 apoya en una leyenda de la época,
y acaso, en su posterior caída en
desgracia, se identifique con esta
Cuatro hijas tuvo, y las cuatro reinaron, 133 víctima de las ajenas calumnias.
Raimundo Berenguer, y esto lo hizo Comentario [L1173]: Margari
Romeo, un hombre humilde y peregrino 135 ta, esposa de Luis IX de Francia;
Leonor, casada con Enrique III de
Inglaterra; Sancha, esposa de
Y luego las calumnias le movieron a Ricardo, elegido Rey de Romanos;
pedirle las cuentas a este justo, y la citada Beatriz, heredera de
Provenza y esposa de Carlos I de
quien devolvió siete y cinco por diez, 138 Aujou.

tras de lo cual partió, viejo y mendigo;


y si el mundo supiera su coraje
mendigando su vida hogaza a hogaza 141
mucho lo alaba, y más lo alabaría.

CANTO VII

«Ossanna, sanctus Deus sabaoth,


superilunstrans claritate tua
felices ignes borum malacth!» 3 Comentario [L1174]: «Salve
a ti, señor de los ejércitos, que
iluminas desde lo alto con tu luz a
De este modo, volviéndose a sus notas, los felices esplendores de este
reino.»
escuché que cantaba esa sustancia,
sobre la cual doble luz se enduaba; 6 Comentario [L1175]: En el
original, «s'addua», del verbo
neológico «adduarsi», hacerse dos.
y reemprendió su danza con las otras,
y como velocísimas centellas
las ocultó la súbita distancia. 9

Dudoso estaba y me decía: «¡Dile!


Dile, dile -decía- a mi señora
que mi sed sacie con su dulce estilo.» 12

Mas el respeto que de mí se adueña


tan sólo con la B o con el IZ, 14 Comentario [L1176]: Con
cualquier parte del nombre de
como el sueño la frente me inclinaba. 15 Beatriz.

Poco tiempo Beatriz consintió esto,


y empezó, iluminándome su risa,
que aun en el fuego me haría dichoso: 18

«Según mi parecer siempre infalible,


cómo justa venganza justamente
ha sido castigada, estás pensando; 21

mas yo desataré pronto tu mente;


y escúchame, porque lo que te diga
te hará el regalo de una gran certeza. 24

Por no poner a la virtud que quiere


un freno por su bien, el no nacido,
se condenó a sí mismo y su progenie; 27

por lo cual los humanos muchos siglos 28 Comentario [L1177]: Adán,


que no nació, sino que fue
en el error yacieron como enfermos, directamente creado por Dios, se
hasta que al Verbo descender le plugo, 30 condenó por no poner freno a su
voluntad.

y la naturaleza extraviada
de su creador, añadió a su persona,
sólo por obra de su amor eterno 33 Comentario [L1178]: A su
persona divina añadió la naturaleza
humana.
Ahora atiende a lo que ahora se razona:
a su hacedor unida esta natura,
cual fue creada fue sincera y buena; 36

mas desterrada fue del Paraíso


estando sola, pues torció el camino
de la verdad y de su propia vida. 39

Y así la pena de la cruz, medida


con la naturaleza que asumiera,
aplicóse más justa que ninguna; 42 Comentario [L1179]: Al
haberse extraviado en el pecado la
naturaleza humana, con la que el
y así ninguna fue tan injuriosa, Verbo se unió, se hizo merecedora
de la muerte en la cruz.
si a la persona que sufrió atendemos,
Comentario [L1180]: Si
a la que se juntara esa natura. 45 atendemos, en cambio, a la
naturaleza divina, la cruz fue una
monstruosa injusticia.
Mas tuvo un acto efectos diferentes:
Comentario [L1181]: La
plació una muerte a Dios y a los judíos; crucifixión satisfizo a los judíos,
hizo temblar la tierra y abrió el cielo. 48 pero también a Dios, pues así se
cumplían sus planes de redención.
Ya no te debe parecer extraño,
al escuchar que una justa venganza
castigó luego un justo tribunal. 51

Mas ahora veo oprimida tu mente


de un pensamiento en otro por un nudo,
que ardientemente desatar esperas. 54

Te dices: "Bien comprendo lo que escucho;


mas porque Dios quisiera, se me esconde,
de redimirnos esta forma sólo." 57

Sepultado está, hermano, este decreto


a los ojos de aquellos cuyo ingenio
en la llama de amor no ha madurado. 60

Y en verdad, como en este punto mucho


se considera y poco se comprende,
diré por qué este modo fue el más digno. 63

La divina bondad, que de sí aparta 64 Comentario [L1182]: Va a


comenzar ahora Beatriz un largo
cualquier rencor, ardiendo en sí, destella discurso acerca del misterio de la
las eternas bellezas desplegando. 66 encarnación de Cristo, que creo de
fácil comprension para el lector y
por ello no anoto.
Lo que sin mediación de ella destila 67 Comentario [L1183]: 67-72
luego no tiene fin, porque su impronta Las cosas que crea Dios
nunca se borra en donde pone el sello. 69 directamente son eternas y libres.

Lo que sin mediación llueve de ella


del todo es libre porque no depende
de la influencia de las nuevas cosas. 72

Más le placen, pues más se le asemejan;


que el santo amor que toda cosa irradia,
es más brillante en la más parecida. 75

Tiene ventaja en todos estos dones 76 Comentario [L1184]: Eternid


ad, libertad y conformidad con
la humana criatura, y si uno falta, Dios.
privada debe ser de su nobleza. 78

Sólo el pecado es el que la encadena


del sumo bien haciéndola distinta,
por lo que con su luz poco se adorna; 81

y a aquella dignidad ya nunca vuelve


si no llena el vacío de la culpa
con justas penas contra el mal deleite. 84
Vuestra naturaleza, al pecar tota
en su simiente, de estas dignidades,
como del paraíso, fue apartada; 87

sin poder recobrarla, si lo piensas


bien sutilmente, por ningún camino
que por estos dos vados no atraviese: 90

o que Dios solo generosamente


perdonara, o el hombre por sí mismo
diese satisfacción de su locura. 93

Ahora clava la vista en el abismo


del eterno saber, a mis palabras
cuanto puedas atentamente fijo. 96

No podría en sus límites el hombre


satisfacer, pues no puede ir abajo
luego con humildad obedeciendo, 99

cuanto desobediente quiso alzarse;


y es esta la razón que incapacita
a reparar al hombre por sí mismo. 102

A Dios, pues, convenía con sus medios


al hombre devolver la vida entera,
con uno digo, o con los dos acaso. 105 Comentario [L1185]: Por
misericordia, por justicia, o por
ambas a un tiempo.
Mas pues la obra es tanto más querida
por quien la hace, cuanto más nos muestra
el pecho bondadoso del que sale, 108

la divina bondad que el mundo sella,


de proceder por todos sus caminos
gustó para volvernos a lo alto. 111

Y entre la última noche y el primero 112 Comentario [L1186]: Desde


el principio del mundo al día del
de los días, un hecho tan sublime juicio Final.
por uno y otro, ni hubo ni lo habrá: 114 Comentario [L1187]: Cfr. v.
105.
pues fue más generoso al darse él mismo,
para hacer digno al hombre de elevarse,
Dios, que si hubiera sólo perdonado; 117

y ningún otro modo le bastaba


a la justicia, si el Divino Hijo
no se hubiese humillado al encarnarse. 120

Ahora para calmar cualquier deseo,


vuelvo para aclararte sólo un punto
para que puedas, como yo, entenderlo. 123

Tú dices: "Veo el fuego, y veo el agua,


la tierra, el aire y sus combinaciones
que se corrompen y que duran poco; 126

y creadas han sido sin embargo;


por lo que, si es verdad lo que me has dicho
de corrupción debieran verse libres." 129

Los ángeles, hermano, y este puro 130 Comentario [L1188]: 130-141


Los elementos no fueron, a
país en el que estamos, fueron hechos diferencia del hombre, los ángeles
tal como son, en su entera existencia; 132 o el ciclo, directamente creados
por Dios, como tampoco el alma
de las plantas y lo animales
pero los elementos que has nombrado
y aquellas cosas que proceden de ellos
de creada potencia toman forma. 135

Creada fue la materia que tienen;


creada fue la potencia formante
en los astros que en torno suyo giran. 138

Las luces santas sacan con su rayo


de su virtualidad y con sus giros
el alma de las plantas y los brutos; 141

pero sin mediación la vuestra exhala 142 Comentario [L1189]: 142-148


El alma humana, y su propio
la suprema bondad, y la enamora cuerpo, en el cuerpo de los
de sí, tal que por siempre la desea. 144 primeros padres, fue creada
directamente por Dios, por lo cual
tanto el alma como el cuerpo son
Y deducir aún puedes de este punto inmortales, lo que permite la idea
de la resurrección.
vuestra resurrección, si otra vez piensas
cómo la humana carne fue creada 147
al ser creados los primeros padres.»

CANTO VIII

Solía creer el mundo erradamente


que la bella Cipriña el amor loco 2 Comentario [L1190]: Venus,
así llamada por haber nacido en
desde el tercer epiciclo irradiaba; 3 Chipre. Estamos en el tercer cielo,
el de los espíritus amantes.
y por esto no honraban sólo a ella Comentario [L1191]: Dione,
hija de Tetis y el Océano, madre de
con sacrificios y votivos ruegos Venus según algunos mitógrafos.
en su antiguo extravío los antiguos; 6 Cuenta Virgilio en Eneída, I,
685-88, que Cupido tomó la figura
de Ascanio, hijo de Eneas, aún de
mas a Dione honraban y a Cupido, corta edad, para que Dido, reina de
Cartago, lo tomara entre sus
por madre a una, al otro como hijo, brazos, aprovechando esta ocasión
y en el seno de Dido lo creían; 9 para infundirle el trágico amor por
el héroe troyano.
y por la que he citado en el comienzo,
le pusieron el nombre a aquella estrella
que al sol recrea de nuca o de frente. 12 Comentario [L1192]: Venus
precede al sol por la mañana y lo
sigue en el ocaso.
Hasta ella ascendí sin darme cuenta;
pero me confirmó que en ella estaba
el ver aún más hermosa a mi señora. 15

Y cual la chispa se observa en la llama,


y una voz se distingue entre las voces,
si una se para y otra el canto sigue, 18

en esa luz vi yo otras luminarias


dar vuelta más o menos velozmente,
acordes, pienso, a su visión interna. 21

De fría nube vientos no descienden,


tan raudos, ya visibles, ya invisibles,
que ni lentos ni torpes pareciesen 24

a quien hubiese esas luces divinas


visto venir, dejando aquella danza
que empezaba en los altos serafines; 27

y en los primeros que se aparecieron


tal hosanna se oía, que las ansias
de escucharlo otra vez nunca he perdido. 30

Entonces uno se acercó a nosotros 31 Comentario [L1193]: Se trata


del ya citado Carlos Martel, hijo de
y dijo: «Estamos todos preparados Carlos II de Anjou y de María,
para darte placer y recrearte. 33 hermana de Ladislao IV, rey de
Hungría. Nació en 1271, y a los
dieciseis años casó con Clemencia,
Girarnos con los príncipes celestes hija de Rodolfo de Habsburgo. Fue
coronado rey de Hungría a la
con un mismo girar y una sed misma, muerte de su tío, pero esta
de la cual tú en el mundo ya cantaste: 36 coronación no se llevó nunca a
efecto. Estuvo en Florencia en
1294, donde debió conocer y
«Los que moveis pensando el tercer áeio»; 37 estimar a nuestro poeta. Murió en
1295.
y tal amor nos colma, que no menos
dulce, por complacerte, es el pararnos.» 39 Comentario [L1194]: «Voi
chè intendendo il terzo ciel
movete» es el comienzo de una
Luego de haber mis ojos reverentes canción de Dante escrita en 1294,
comentada por él en Convivium, II.
puesto en mi dama, y que ella les hubiera
satisfecho mostrando su aquiescencia, 42

volviéronse a la luz que una tan grande


promesa había hecho, y: «Quiénes sois»
dijo mi voz de gran afecto llena. 45
¡Y cuánto y cómo vi que se crecía
con esta dicha nueva que aumentaba
su dicha, al dirigirle mi pregunta! 48

Dijo, así transformada: «Poco tiempo


del mundo fui; y si más hubiera sido,
muchos males que habrá, no los habría. 51 Comentario [L1195]: Si no
hubiese muerto joven hubiese
evitado muchos males que
Mi contento no deja que me veas acaecieron.
porque brillando alrededor me oculta
como animal en su seda encerrado. 54
Comentario [L1196]: Recuérd
Mucho me amaste, y tuviste motivos; ese que los dos jóvenes se habían
pues si hubiese vivido, hubieras visto conocido en Florencia.

de mi cariño más que sólo hojas. 57 Comentario [L1197]: 58-60


Provenza.
Comentario [L1198]: 61-63
Aquella orilla izquierda que al mezclarse 58 El reino de Nápoles.
bañan el río Ródano y el Sorga, Comentario [L1199]: 64-66
por señor a su hora me esperaba, 60 Ya había sido coronado rey de
Hungría.

Y aquel cuerno de Ausonia limitado 61 Comentario [L1200]: 67-69


También debería haber sido rey de
por Catona, por Baria, por Gaeta, Sicilia, llamada Trinacria por su
donde el Verde y el Tronto desembocan. 63 forma triangular. Pachino y Peloro
(Hoy Passaro y Faro) son dos
cabos sicilianos uno al norte y otro
Ya lucía en mi frente la corona 64 al sur, en la costa oriental.

de aquella tierra que el Danubio riega Comentario [L1201]: Las


nubes que oscurecen Sicilia se
cuando abandona la margen tedesca. 66 deben, no como cuenta la leyenda,
al gigante Tifeo, rebelde contra
Júpiter, que se encuentra enterrado
Y la hermosa Trinacria, que se anubla 67 bajo el Etna -recuérdese el
entre Peloro y Pachino, en el golfo comienzo del Poliferno
gongorino-, sino a las emanaciones
que el ímpetu del Euro más recibe, 69 de azufre.
Comentario [L1202]: 71-72
no por Tifeo sino del azufre, 70 «Mis hijos, que serían nietos de
Carlos II de Anjou y de Rodolfo de
aún hubiera esperado sus monarcas, 71 Habsburgo.»
de Carlos y Rodolfo en mí nacidos, 72
Comentario [L1203]: 73-75
El grito de los palermitanos en la
si el mal gobierno, que atormenta siempre 73 jornada de las Vísperas sicilianas
«Muerte a los franceses» con el
a los pueblos sujetos no forzase que se sublevaron contra la tiranía
a gritar a Palermo: "Muerte, muerte." 75 angevina, ofreciendo Sicilia a la
casa de Aragón.
Comentario [L1204]: Roberto
Y si mi hermano hubiese esto previsto, 76 de Anjou, hermano pequeño de
de Cataluña la pobreza avara Carlos Martel, estuvo como rehén
de los aragoneses de 1288 a 1295.
evitaría que daño le hiciese; 78 Durante este periodo conoció a
muchos catalanes que al parecer
llevaría posteriormente a Nápoles,
pues proveer debieran ciertamente, donde dejaron una mala memoria
él u otros, a fin de que a su barca de avaricia.
cargada, aún otra carga no se agregue. 81 Comentario [L1205]: El
gobierno de Roberto de Anjou en
Nápoles se caracterizó por las
Y su carácter que de largo a parco grandes cargas impuestas al
pueblo.
bajó, precisaría capitanes
no preocupados de amasar dinero.» 84

«Puesto que creo que la alta alegría


que tu hablar, señor mío, me ha causado,
donde se inicia y cesa todo bien 87

la ves del mismo modo que la veo,


me es más grata; y también me causa gozo
pues contemplando a Dios la has advertido. 90

Gusto me diste, ponme en claro ahora,


pues me han causado dudas tus palabras,
cómo dulce semilla da amargura.» 93 Comentario [L1206]: Su
padre, Carlos II, fue un rey
generoso. Esto va a llevar a Dante
Esto le dije; y él a mi «Si puedo a preguntar por qué de un padre
bueno puede salir un mal hijo.
mostrarte una verdad, a tu pregunta
el rostro le darás y no la espalda. 96

El bien que todo el reino que tú asciendes 97 Comentario [L1207]: Dios.


alegra y mueve, con su providencia
hace que influyan estos grandes cuerpos. 99 Comentario [L1208]: Los
planetas.

Y no sólo provistas las naturas


son en la mente que por sí es perfecta,
mas su conservación a un tiempo mismo: 102 Comentario [L1209]: Dios no
sólo da el ser a las cosas, sino que
también crea la manera
por lo que todo aquello que dispara desenvolverse hacia un fin
determinado, diferente para cada
este arco a su fin previsto llega, uno.
cual se clava la flecha en su diana. 105

Si así no fuese, el cielo que recorres


tendría de este modo efectos tales
que no serían arte, sino ruinas; 108

y esto no puede ser, si los ingenios 109 Comentario [L1210]: Los


ángeles.
que las estrellas mueven no son torpes,
y torpe aquel que las creó imperfectas. 111

¿Quieres que esta verdad te aclare un poco?»


Y yo: «No; pues ya sé que es imposible
que a lo que es necesario Dios faltase.» 114

Y él: «Dime, ¿no sería para el hombre


peor si no viviese en sociedad?»
«Sí -respondí- y la causa no preguntó.» 117

«¿Y puede ser así, si no se tienen


diversamente oficios diferentes?
No, si bien lo escribió vuestro maestro.» 120 Comentario [L1211]: Aristóte
les, en Política, I.

Fue hasta aquí de este modo deduciendo;


y luego concluyó: «Luego diversas
serán de vuestros hechos las raíces: 123

por lo que uno es Solón y el otro es Jerjes, 124 Comentario [L1212]: 124-126
Estadista como Solón, general
y otro Melchisedec, y el otro aquel como Jerjes, sacerdote como Mel-
que, volando en el aire, perdió al hijo. 126 quisedec, o sabio como Dédalo.

La circular natura, que es el sello


de la cera mortal, obra con tino,
mas no distingue de uno al otro albergue. 129

Por eso ya en el vientre se apartaron


Esaú de Jacob; y de un vil padre
nació Quirino, a Marte atribuido. 132 Comentario [L1213]: Quirino
es Rómulo, que pese a haber
nacido de un padre humilde, su
La natura engendrada haría siempre paternidad fue atribuida a Marte.
su camino al igual que la engendrante,
si el divino poder no la venciese. 135 Comentario [L1214]: La
naturaleza de los hijos seguiría a la
de los padres si no fuese por la
Ahora tienes delante lo de atrás: providencia divina que actúa
mediante la influencia de los
mas por que sepas que de ti me gozo, astros.
quiero añadirte aún un corolario. 138

Si la naturaleza encuentra un hado


adverso, como todas las simientes
fuera de su región, da malos frutos. 141
Comentario [L1215]: Se
Y si el mundo de abajo se atuviera debería permitir que el hombre
siguiera sus inclinaciones naturales
al fundamento que natura pone, a la hora de ejercer alguna
siguiendo a éste habría gente buena. 144 actividad.
Comentario [L1216]: 145-148
Mas vosotros hacéis un religioso 145 Acaso Carlos Martel alude aquí a
sus propios hermanos: Luis, hecho
de quien nació para ceñir espada, obispo de Tolosa en 1296; y a
y hacéis rey del que gusta de sermones; 147 Roberto, hecho rey de Nápoles en
1309, y cuya ciencia teológica
y así pues vuestra ruta se extravía.» alaban Petrarca y Boccaccio.
También este último puede ser el
Roberto aludido en vv. 76-84, del
CANTO IX que se nos han conservado
innumerables textos religiosos.

Después, Bella Clemencia, que tu Carlos 1 Comentario [L1217]: Se trata


de su hija, nacida alrededor de
las dudas me aclaró, contó los fraudes 1290, casada con Luis X de
que debiera sufrir su descendencia; 3 Francia en 1315 y muerta en 1328.
Para otros, el poeta alude a la
esposa, la ya citada Clemencia de
mas dijo: «Calla y deja andar los años»; 4 Habsburgo. Pero no olvidemos que
la primera aún vivía, lo que hace
nada pues os diré, sólo que un justo preferible su identificación.
duelo vendrá detrás de vuestros males. 6 Comentario [L1218]: Carlos
Martel pide al poeta que guarde en
secreto su revelación.
Y ya el alma de aquel santo lucero
se había vuelto al sol que le llenaba
como aquel bien que colma cualquier cosa. 9

¡Ah criaturas impías, necias almas,


que el corazón torcéis de un bien tan grande,
hacia la vanidad volviendo el rostro! 12

Y entonces otro de los esplendores 13 Comentario [L1219]: Se trata,


como veremos, de Cunizza da
vino a mí, y que quería complacerme Romano, hija de Ezzelino II y
el brillo que esparcía me mostraba 15 hermana del cruel Ezzelino II,
nacida en torno a 1198. Ya casada
con el señor de Verona fue raptada
Los ojos de Beatriz, que estaban fijos por el trovador Sordello, ya
conocido por nosotros (Purgatorio,
sobre mí, igual que antes, asintieron VI), y tras llevar una vida
dando consentimiento a mi deseo. 18 sentimental bastante escandalosa y
contraer dos nuevas nupcias se
recluyó en Toscana, donde murió a
«Dale compensación pronto a mis ansias, una muy avanzada edad, después
de 1279, dedicada a la caridad, es
santo espíritu y muéstrame -le dije- decir, trocó el influjo de Venus del
que lo que pienso pueda en ti copiarse.» 21 amor mundano por el espiritual.
Comentario [L1220]: «Que
Y aquella luz a quien no conocía, puedes ver en mi interior sin que
yo necesite hablarte.»
desde el profundo seno en que cantaba,
dijo como quien goza el bien haciendo: 24

«En esa parte de la depravada 25 Comentario [L1221]: En la


marca de Treviso, que se extiende
Italia que se encuentra entre Rialto 26 entre Venecia y los Alpes de
y las fuentes del Brenta y del Piave, 27 Trentino y de Cadore, de donde
procedían los Ezzelini.

un monte se levanta, no muy alto, 28 Comentario [L1222]: Rialto


es una de las islitas sobre las que
desde el cual descendió una mala antorcha 29 surgió Venecia.
que infligió un gran estrago a la comarca. 30 Comentario [L1223]: El
monte Ramano, entre Vicenza y
Treviso.
De una misma raíz nacimos ambos:
Comentario [L1224]: Ezzelin
Cunizza fui llamada, y aquí brillo o III da Romano, tirano de dicha
pues me venció la lumbre de esta estrella. 33 comarca.
Comentario [L1225]: El
Mas alegre a mí misma me perdono planeta Venus, recordémoslo, es el
planeta que rige la pasión amorosa,
la causa de mi suerte, y no me duelo; a la que Cunizza fue al parecer tan
y esto tal vez el vulgo no lo entienda. 36 inclinada.

Comentario [L1226]: La
«resplandeciente y cara joya» que
De la resplandeciente y cara joya 37 se encuentra más próxima a
de este cielo que tengo más cercana Cunizza es la sombra de Folco de
Marsella, de quien hablaremos más
quedó gran fama; y antes de extinguirse, 39 adelante. Cunizza afirma que la
fama de éste se extenderá aún
quinientos años más.
se quintuplicará este mismo año:
Comentario [L1227]: Los
mira si excelso debe hacerse el hombre, habitantes de la marca de Treviso,
tal que otra vida a la vida suceda. 42 cuyos ríos son el Adige y el Ta-
gliamento. Cunizza va a profetizar
a continuación una serie de
Y esto no piensa la turba presente 43 desgracias que ocurrirán
próximamente en dicha marca.
que el Tagliamento y Adigio rodean:
ni aun siendo golpeada se arrepiente; 45

mas pronto ocurrirá que Padua cambie 46 Comentario [L1228]: Se


refiere a la derrota de los paduanos
el agua del pantano de Vincenza, en 1314 a manos de Cangrande
porque son al deber gentes rebeldes; 48 della Scala, señor de Verona, que
Dante ve como un castigo a sus
errores. El agua se cambiará en
y donde el Silo y el Cagnano se unen, 49 sangre a causa de la derrota.
alguien aún señorea con orgullo, Comentario [L1229]: El Silo
y ya se hace la red para atraparle. 51 y el Cagnano se unen en Treviso.
El que aún señorea del v. siguiente
es Rizzardo da Camino, hijo del
Llorará también Feltre la traición 52 buen Gherardo (Purgatorio, XVI,
124) y marido de Giovanna
de su impío pastor, y tan enorme Visconti (Purgatorio, VIII, 71).
será, que en Malta no hubo semejante. 54 Sucedió a su padre en 1306, pero
ya desde antes se había mostrado
como hombre soberbio. Fue
Muy grande debería ser la cuba muerto por una conjetura en 1312.

que llenase la sangre ferraresa, Comentario [L1230]: Alude a


la traición del obispo de Feltre,
cansando a quien pesara onza por onza, 57 Alessandro Novello, que en 1314
entregó al obispo de Ferrara
algunos ferrarenses gibelinos que
la que dará tan cortés sacerdote se habían exiliado de su ciudad y
por mostrar su partido; y dones tales 59 que fueron posteriormente
decapitados.
al vivir del país se corresponden. 60
Comentario [L1231]: Malta
es el nombre de una prisión
Hay espejos arriba que vosotros 61 destinada a los condenados por
causas notoriamente graves.
llamáis Tronos, y Dios por medio de ellos
Comentario [L1232]: Su
nos alumbra, y mis dichos certifican.» 63 partido era, naturalmente, el
partido güelfo.
Aquí dejó de hablar; y me hizo un gesto Comentario [L1233]: Los
de volverse a otra cosa, pues se puso tronos angélicos certifican la
veracidad de la profecía de
una vez más en la rueda en la que estaba. 66 Cunizza.

El otro gozo a quien ya conocía 67 Comentario [L1234]: De


nuevo Foico de Marsella.
como preciada cosa, ante mis ojos
era cual un rubí que el sol hiriese. 69

Arriba aumenta el resplandor gozando, 70 Comentario [L1235]: «Arriba


», en el cielo; «aquí» y «abajo», en
como la risa aquí; y la sombra crece la tierra.
abajo, al par que aumenta la tristeza. 72

«Dios lo ve todo, y tu mirar se enela 73 Comentario [L1236]: «Enela»


, en el original «inluia»,
-le dije santo espíritu, y no puede neologismo dantesco con el
para ti estar oculto algún deseo. 75 sentido de «hacerse él».

Por lo tanto tu voz, que alegra el cielo


con el cantar de aquellos fuegos píos
que con seis alas hacen su casulla, 78 Comentario [L1237]: Los
serafines, según Isaías, poseen seis
alas.
¿por qué no satisface mis deseos?
No esperaría yo a que preguntaras
si me intuara yo cual tú te enmías.» 81 Comentario [L1238]: En el
original «intuassi», «inmi»,
respectivamente. Como en v. 73,
«El mayor valle en que el agua se vierte 82 hacerse tú, hacerse yo.

-sus palabras entonces me dijeron- Comentario [L1239]: El


«Mayor valle» es el mar
fuera del mar que a la tierra enguirnalda, 84 Mediterráneo, el más grande de los
mares si exceptuamos el Océano
que abarca toda la tierra y ocupa
entre enemigas playas contra el curso todo el hemisferio austral. Se
del sol tanto se extiende, que ya hace extiende entre enemigas playas, es
decir, las cristianas y la sarracenas;
meridiano donde antes horizonte. 87 hay cierta inexactitud en los
cálculos cartográficos de Dante en
este pasaje, pues Dante le supone
Ribereño fui yo de aquellas costas una extensión de 90º cuando en
entre el Ebro y el Magra, que divide realidad no tiene más de 42º.
en corto trecho Génova y Toscana. 90 Comentario [L1240]: Es
decir, nació en Marsella, a medio
camino entre Italia y España, y en
Casi en un orto mismo y un ocaso la misma longitud que Bugía,
ciudad de la costa argelina. Folco o
están Bugía y mi ciudad natal, Folchetto, nació poco después de
que enrojeció su puerto con su sangre. 93 la segunda mitad del siglo XII.
Entre 1180-95 compuso gran
cantidad de canciones
Era llamado Folco por la gente trovadorescas, y tras la muerte de
su amada Adalasia di
que sabía mi nombre; y a este cielo, Roquemartine, mujer del conde de
como él me iluminó, yo ahora ilumino; 96 Marsella, se hizo cisterciense,
siendo elegido abad en 1201 y
obispo de Tolosa en 1205, cargo
que más no ardiera la hija de Belo, 97 en el que se ocupó en la perse-
cución de los albigenses, con
a Siqueo y a Creusa dando enojos, ayuda de la recién creada
que yo, hasta que mi edad lo permitía; 99 Inquisición. Murió en 1231.
Comentario [L1241]: El río
ni aquella Rodopea que engañada 100 Marra separa la Toscana de la
Liguria.
fue por Demofoonte, ni Alcides 101
Comentario [L1242]: Bruto
cuando encerró en su corazón a Iole. 102 conquistó Marsella por orden de
César (Purgatorio, XVIII, 102).
Pero aquí no se llora, mas se ríe, Comentario [L1243]: Tres
ejemplos de pasión amorosa: la
no la culpa, que aquí no se recuerda, hija de Belo es Dido, esposa de Si-
sino el poder que ordenó y que provino. 105 queo. Creusa es la esposa de
Eneas, antes de la reina fenicia.

Aquí se admira el arte que se adorna Comentario [L1244]: Filide,


hija de Sitón, que vivía junto al
de tanto afecto, y se comprende el bien monte Rodope, murió creyéndose
que hace que influya abajo lo de arriba. 108 abandonada por Demofoonte, hijo
de Tesco y Fedra (Ovidio, Heroid.,
II
Y a fin de que colmados tus deseos Comentario [L1245]: Alcides
lleves que en esta esfera te han surgido, es Heracies o Hércules, que se
enamoró de Yole, suscitando así
debiera referirte aún otras cosas. 111 los celos de su esposa Deyanira,
que provocaron su muerte con la
tunica envenenada (Ovidio,
Quieres saber quién hay en esa hoguera Hiroid., IX).
que aquí cerca de mí lanza destellos Comentario [L1246]: Prostitu
como el rayo de sol en aguas limpias. 114 ta de Jericó que ayudó a escapar a
los espías que Josué había enviado
a dicha ciudad (Josué, III-21, VI
Sabrás que en su interior se regocija 15-25). Los comentaristas ponen
de manifiesto la similitud entre la
Raab; y en compañía de este coro, 116 toma de Jericó al son de las
en su más sumo grado resplandece. 117 trompetas y la conquista de la
ciudad albigense de Lavour ...
en [16]
A nuestro cielo, en que la sombra acaba
de vuestro mundo, aún antes que alma alguna
por el triunfo de Cristo, fue subida. 120

Convenía ponerla por trofeo


en algún cielo, de la alta victoria
obtenida con una y otra palma, 123

pues ella el primer triunfo de Josué 124 Comentario [L1247]: La «alta


victoria» más que la toma de Jericó
favoreció en la Tierra Prometida, es la propia Redención, conseguida
que poco tiene el Papa en la memoria. 126 «con una y otra palma», es decir,
con las manos de Cristo clavadas
al madero.
Tu ciudad, que es retoño del primero 127 Comentario [L1248]: Folquett
que a su creador volviera las espaldas, o reprocha ahora el desinterés del
cuya envidia ha causado tantos males, 129 papado por la recuperacion de los
Santos Lugares. Recordemos de
nuevo su celo antiherético.
crea y propaga las malditas flores 130 Comentario [L1249]: Florenci
que han descarriado a ovejas y a corderos, a es el retoño de Lucifer, el ángel
rebelde a Dios.
pues al pastor en lobo han convertido. 132
Comentario [L1250]: Las
malditas flores son la moneda de
Por esto el Evangelio y los Doctores Florencia, el florín, acuñado con
una flor de lis. La avaricia ha
se olvida, y nada más las Decretales desviado al papado de su tarea de
se estudian, cual sus márgenes indican. 135 cruzada.
Comentario [L1251]: Por la
De esto el Papa y la curia se preocupa; 136 avaricia los estudiosos abandonan
el Evangelio y los Santos Padres y
y a Nazaret no van sus pensamientos, sólo se preocupan del estudio más
allí donde Gabriel abrió las alas. 138 lucrativo de las Decretales, es
decir, del derecho canónico, como
lo muestran las anotaciones en los
Mas pronto el Vaticano y otros sitios 139 márgenes de estos tratados.

elegidos de Roma, cementerios Comentario [L1252]: De


acumular riqueza.
de la milicia que a Pedro siguiera,
Comentario [L1253]: Se
del adulterio habrán de verse libres.» 141 refiere a la muerte de Bonifacio
VIII o al traslado de la Curia a
Aviñon. O mejor, como muchas
CANTO X profecías de Dante, a un futuro
hipotético en que la Iglesia
recupere su primitiva pureza.
Con el Amor que eternamente mana 1
Comentario [L1254]: Los
del uno al otro, contemplando al Hijo mártires.
la Potencia primera e inefable 3
Comentario [L1255]: 1-3 La
potencia primera es el Padre; el
cuanto en espacio o mente se concibe Amor, el Espíritu Santo; el Hijo es
el Verbo.
con tanto orden creó, que estar no puede
sin gustar de ello aquel que vuelve a verlo. 6
Comentario [L1256]: Dante
invita al lector a levantar la vista a
Alza, lector, hacia las altas ruedas 7 las esferas superiores donde se
encuentran dos movimientos
con la mía tu vista, hacia aquel sitio celestes contrarios: el diurno
donde dos movimientos se entrecruzan; 9 ecuatorial, de oriente a occidente,
y el de los signos zodiacales,
anual, que va de occidente a
y allí comienza a disfrutar del Arte oriente. Ambos giros coinciden en
los puntos equinocciales.
de aquel maestro que tanto lo ama 11 Comentario [L1257]: El
maestro es Dios.
en sí, que nunca de él quita la vista. 12

Mira cómo de allí se aparta el círculo 13 Comentario [L1258]: 13-18


El círculo zodiacal es oblicuo con
oblicuo que conduce los planetas, respecto al ecuador terrestre. Si así
satisfaciendo al mundo que los llama. 15 no fuese no existiría la rotación de
las estaciones, se anularían las
influencias astrales y la vida en la
Pues no siendo inclinado su camino, tierra sería difícil.
vano sería el influir del cielo
y casi muerta aquí cualquier potencia; 18

y si más o si menos se alejara


girando, de la perpendicular,
se rompería el orden de los mundos. 21

Quédate ahora, lector, sobre tu banco,


meditando en aquello que sugiero,
si quieres disfrutar y no cansarte. 24

Te lo he mostrado: come tú ahora de ello; 25 Comentario [L1259]: Dante


no quiere insistir más en
que a ella reclama todos mis cuidados consideraciones astronómicas, que
esa materia de que soy escriba. 27 deja al cuidado del lector, y avanza
en su materia.

De la naturaleza el gran ministro, 28 Comentario [L1260]: El sol.


que la virtud del cielo imprime al mundo
y es la medida, con su luz, del tiempo, 30

a aquella parte arriba mencionada 31 Comentario [L1261]: La


constelación de Aries. Recuérdese
junto, giraba por las espirales que nos encontramos en el equi-
que le traen cada día más temprano; 33 noccio primaveral.

y yo estaba con él; mas del subir 34 Comentario [L1262]: «Yo me


encontraba, sin saber cómo había
no me di cuenta, como aquel que nota, llegado, en el mismo sol. Como
tras la idea, de dónde le ha venido. 36 quien tras tener una idea advierte
de dónde procede ésta.»

Era Beatriz aquella que guiaba


de un bien a otro mejor, tan raudamente
que el tiempo no medía sus acciones. 39

¡Cuán luminosa debería ser


por sí, la que en el sol donde yo entraba
no por color, por luz era visible! 42

Aunque costumbre, ingenio y arte invoque


no diría lo nunca imaginado;
mas puede ser creído y desear verlo. 45

Y si son bajas nuestras fantasías


a tanta altura, no hay por qué extrañarse;
que más que el Sol no hay ojos que hayan visto. 48

Tal se mostraba la cuarta familia 49 Comentario [L1263]: La


cuarta familia es la de los espíritus
del Alto Padre, que siempre la sacia, sabios, que se encuentra en la esfe-
mostrando cómo espira y cómo engendra. 51 ra del sol, que rige la sabiduría.
Comentario [L1264]: El
Y comenzó Beatriz: «Dale las gracias Padre genera al Hijo y de ambos
procede el Espíritu Santo.
al angélico sol, puesto que a éste 53
Comentario [L1265]: El
sensible te ha traído a gusto suyo.» 54 «angélico sol» es el propio Dios.

Nunca hubo un corazón tan entregado


a devoción y a someterse a Dios
prestamente con toda gratitud, 57

como yo al escuchar esas palabras;


y tanto todo en él mi amor se puso,
que a Beatriz, eclipsó en el olvido. 60

No se enfadó; mas se rió en tal forma,


que el esplendor de sus risueños ojos
mi mente unida dividió en más cosas. 63 Comentario [L1266]: «Mi
mente, unida, sólo ocupada en
Dios, se dividió interesándose por
Muchos fulgores vivos y triunfantes los moradores de la esfera solar.»
vi en torno nuestro como una corona,
en voz más dulce que en rostro lucientes: 66

ceñida así la hija de Latona 67 Comentario [L1267]: La luna.


vemos a veces, cuando el aire es denso,
y retiene los restos de su halo. 69

En la corte celeste que he dejado,


bellas y ricas se hallan muchas joyas
que no pueden sacarse de aquel reino; 72

y de éstas era el canto de las luces;


quien no tiende sus plumas a lo alto,
como de un mudo espera las noticias. 75

Luego, cantando así, los rojos soles


a nuestro alrededor tres vueltas dieron,
cual astros cerca de los polos fijos, 78

pareciendo mujeres que no rompen


su danza, más calladas se detienen
para escuchar la nueva melodía; 81

y escuché dentro de una de ellas: «Cuando


el rayo de la gracia, en que se enciende
un verdadero amor que amando aumenta, 84
tanto ilumina en ti multiplicado,
que por esa escalera te conduce
que nadie baja sin subir de nuevo; 87

quien te negase el vino de su bota


para tu sed, más libre no sería
que el agua de correr hacia los mares. 90
Comentario [L1268]: Habla
Tomás de Aquino que,
Quieres saber qué flores engalanan recordemos, perteneció a la Orden
esta guirnalda con que se embellece de los dominicos o predicadores.
Nació de noble familia en 1225.
la hermosa dama que al cielo te empuja. 93 Entró en la Orden dominica en
1243 y posteriormente estudió en
París y Colonia, con San Alberto
Yo fui cordero del rebaño santo 94 Magno. Fue teólogo de la corte
que conduce Domingo por la senda pontificia y posteriormente
profesor de nuevo en París.
que hace avanzar a quien no se extravía. 96 Invitado al Concibo de Lyon por el
Papa murió mientras se dirigía a
dicha ciudad, se dice que acaso
Este que a mi derecha está más cerca envenenado (Purgatorío, XX). Fue
fue mi hermano y maestro, él es Alberto 98 el más grande filosofo y teólogo de
su siglo. Su influencia en la
de Colonia, y yo soy Tomás de Aquino. 99 Comedia es enorme.
Comentario [L1269]: San
Y si quieres saber de los demás Alberto Magno (1195-1280).
sigue con tu mirada mis palabras También dominico y maestro del
Aquinate.
dando la vuelta en este santo círculo. 102
Comentario [L1270]: Gracian
o fue un célebre canonista del siglo
Sale aquel resplandor de la sonrisa XII, autor del Decretum sive
concordia discordantíum canonum
de Graziano, que al uno y otro fuero 104 en torno a 1140. El «uno y otro
dio su ayuda, ganando el paraíso. 105 fuero» son el derecho civil y el
canónico.
Comentario [L1271]: Pedro
Quien cerca de él adorna nuestro coro Lombardo (m. en 1164), autor de
fue el Pedro que al igual que aquella viuda, Sententíarum liber IV, libro teo-
lógico de enorme difusión e influjo
su tesoro ofreció a la Santa Iglesia. 108 en su tiempo. En el prólogo de
dicha obra P. L. afirma que ofrece
su tarea a la Iglesia, como la viuda
La quinta luz, de todas la más bella, 109 que relata Lucas, XXI, 1-4, ofreció
respira tanto amor, que todo el mundo a Cristo toda su hacienda.
saber aquí desea sus noticias; 111 Comentario [L1272]: La
quinta luz es Salomón.

dentro está la alta mente, en la que tanto Comentario [L1273]: Se trata


de Dionisio Aeropagita, convertido
saber latió, que si lo cierto es cierto, por San Pablo (Hechos, XVII, 34),
a tanto ver no surgió aún un segundo. 114 a quien se atribuyen tratados
apócrifos sobre la organización de
los ángeles, como veremos más
Ve la luz de aquel cirio, junto a ella 115 adelante.
que aun en carne mortal por dentro supo Comentario [L1274]: Se trata
del español Pablo Orosio,
la angélica natura y sus oficios. 117 antecesor del Cívítas Dei
agustiniano, con su obra
Historiarum adversus paganos,
En la luz pequeñita está riendo muy conocida por Dante, que
el abogado de tiempos cristianos apreciaba su estilo latino. También
se ha pensado en San Ambrosio de
cuyos latines a Agustín sirvieron. 120 Milán, que tuvo una enorme
influencia en la conversión del
santo de Hipona.
Ahora si el ojo de la mente llevas
de luz en luz tras de mis alabanzas,
ya de la octava te encuentras sediento. 123

Viendo todos los bienes dentro goza


el alma santa que el mundo falaz 125 Comentario [L1275]: El alma
de Boecio, senador romano nacido
de manifiesto pone a quien le escucha: 126 alrededor de 480; elevado a los
más altos cargos del reino y luego
condenado por Teodorico a muerte
el cuerpo del que fue arrojada yace en 526. Su obra más famosa es De
allá abajo en Cieldauro; y a esta calma consolatione filosophíae, escrita en
la cárcel en una mezcla de prosa y
vino desde el martirio y el destierro 129 verso, donde intenta hacer un
primer compromiso entre el
paganismo y la doctrina cristiana,
ve más allá las llamas del espíritu cuyo espíritu debió compartir,
de Isidoro, de Beda y de Ricardo, 131 aunque no es seguro que llegase a
estar bautizado. El medioevo lo
que en su contemplación fue más que un hombre. 132 consideró como uno de los
mártires de la fe, y su obra ejerció
una enorme influencia.
Esa de la cual pasa a mí tu vista,
es la luz de un espíritu que tarde Comentario [L1276]: Isidoro
de Sevilla (570-636), autor de
meditando, pensaba que moría: 135 Ethymologíae. Beda el venerable,
normando (674-735), autor de
Hístoria eclesíastíca gentis
esa es la luz eterna de Sigiero 136 Anlgiorum.
que, enseñando en el barrio de la Paja, Ricardo de San Víctor (m. 1173),
místico escocés llamado «Magnus
silogismo verdades envidiadas.» 138 contemplator».
Comentario [L1277]: Sigiero
En fin, lo mismo que un reloj que llama de Brabante, filósofo seguidor de
Averroes y por ello perseguido.
cuando la esposa del Señor despierta 140 Fue profesor en París y murió
a que cante maitines a su amado, 141 asesinado en Orvieto por su
secretario loco. Fue contradictor de
los postulados escolásticos y
que una pieza a la otra empuja y urge, atacado por Santo Tomás, y por
ello se discute el porqué de haberlo
tintineando con tan dulces notas, Dante elegido entre los santos del
que el alma bien dispuesta de amor llenan; 144 saber teológico. Su obra ha sido
recientemente descubierta y
revalorizada por los estudiosos de
así vi yo la rueda gloriosa la filosofía medieval a causa de su
valor precursor del pensamiento
moverse, voz a voz dando respuesta moderno (negación de la
tan suave y templada, que tan sólo 147 inmortalidad del alma, de la
libertad, de la creación ex nihilo,
se escucha donde el gozo se eterniza. etc.). Acaso Dante premie con el
cielo la honesta y perseguida tarea
filosófica, sin tener en cuenta sus
CANTO XI conclusiones heterodoxas.
Comentario [L1278]: La
¡Oh cuán vano el afán de los mortales, Iglesia, representada como una
comunidad monástica.
qué mezquinos son esos silogismos
que las alas te arrastran por el suelo! 3

Tras de los aforismos o los Iura 4 Comentario [L1279]: Los


«aforismos» hacen referencia al
iban unos, o tras del sacerdocio estudio de la medicina, por los
o del mandar por fuerza o por sofismas. 6 aforismos de Hipócrates; los
«iura» representan el estudio del
Derecho.
tras negocios civiles o robando, Comentario [L1280]: ¿Alusió
o envueltos en el gozo de la carne n a sus enemigos florentinos?
se fatigaban, o en la vida ociosa, 9

cuando, de todas estas cosas libre,


con Beatriz por el cielo caminaba
de forma tan gloriosa recibido. 12

Después que cada uno volvió al punto


del círculo en el que antes se encontraba,
se detuvo, cual vela en candelero. 15

Y yo escuché dentro de esa lumbrera


que antes me había hablado, sonriendo, 17 Comentario [L1281]: Tomás
de Aquino.
palabras que le daban aún más lustre: 18

«Igual que yo con sus rayos me enciendo,


así, mirando en esa luz eterna,
adivino el porqué de lo que piensas. 21

Tú dudas y deseas que te aclare


con un lenguaje claro y manifiesto,
para entender aquello que te digo, 24

donde antes dije: «Por donde se avanza», 25 Comentario [L1282]: 25-26


Paraíso, X, 96 y 114.
o donde dije: «No nació un segundo»;
y es necesario distinguir en esto. 27

La Providencia que gobierna el mundo


de modo que derrota a cualquier mente
creada, antes que llegue a ver el fondo, 30

para que caminase a su deleite


la esposa de quien quiso desposarla 32 Comentario [L1283]: 32-33
La Iglesia, desposada con Cristo
con su bendita sangre a grandes voces, 33 mediante su agonía en la cruz.

sintiéndose más fiel y más segura,


dos príncipes mandó para ayudarla,
y en una cosa y otra la guiasen. 36 Comentario [L1284]: En
caridad y en sabiduría.

Todo en fuego seráfico uno ardía; 37 Comentario [L1285]: 37-39


San Francisco, llamado querúbico
por su saber el otro fue en la tierra por la fuerza de su caridad. Santo
de querúbica luz un resplandor. 39 Domingo, llamado seráfico por su
sabiduría.

De uno hablaré, si bien de ambos se habla


alabando a cualquiera de los dos, Comentario [L1286]: Comien
puesto que a un mismo fin se encaminaron. 42 za ahora la biografía y panegírico
de San Francisco, puesta en boca
del dominico Tomás de Aquino, y
Entre Tupino y el agua que baja 43 en primer lugar nos localiza la
ciudad de Asís, en la Umbría, lugar
de la cima escogida por Ubaldo, de nacimiento del santo. San
fértil ladera pende de alto monte, 45 Ubaldo, luego obispo de Gubbio,
fue ermitaño en el monte Inzino.
que el frío y el calor manda a Perugia
por la Puerta del Sol; y detrás lloran 47 Comentario [L1287]: Una
puerta de Perugia de donde salía el
Nocera y Gualdo su pesado yugo. 48 camino de Asís, por donde entran
los vientos fríos y calientes que
bajan del monte Subasio.
Por donde esta ladera disminuye
su pendiente, nacióle un sol al mundo, Comentario [L1288]: No
porque estuviesen bajo el dominio
como hace a veces éste sobre el Ganges. 51 de Perugia, sino porque se encuen-
tran en una desventajosa situación
geográfica. La primera
Y así pues quien a aquel lugar nombrara interpretación ha sido también
que no le llama Asís, pues esto es poco, sostenida por algún comentarista

sino Oriente, si quiere ser exacto. 54 Comentario [L1289]: San


Francisco es comparado en todo
este pasaje con el sol en el que se
No se hallaba del orto muy distante, 55 encuentran ahora los viajeros.

cuando a la tierra por su gran virtud Comentario [L1290]: Porque


el nombre de Asís se emparenta
logró hacer que sintiese algún consuelo; 57 con «scesi» del verbo «scendere»:
«subir»
que por tal dama, aún jovencito, en guerra 58 Comentario [L1291]: Muy
con su padre incurrió, a la cual las puertas joven aún, Francisco tenía 24 años
cuando comenzó su vida de san-
del gozo, cual a muerte, no abre nadie; 60 tidad en 1206.
Comentario [L1292]: 58-63
y ante toda su corte espiritual La dama a la que todos cierran las
puertas como a la muerte, es la po-
et coram patrem a ella quiso unirse; breza, a la que Francisco se
luego la amó más fuerte cada día. 63 entregó desde muy joven,
enfrentándose con su padre, al
quedarse desnudo delante de una
Ésta, privada del primer marido, 64 enorme concurrencia y del propio
obispo, cuando aquél le pidió que
mil cien años y más vivió olvidada 65 renunciase a los bienes que le
sin que nadie, hasta aquél, la convidase; 66 correspondían por herencia.
Ocurrió este hecho en 1207.
Comentario [L1293]: El
no valió oír que al lado de Amiclates primer marido de la pobreza es
segura la encontró, al oír sus voces, Cristo.
aquel que fue el terror del mundo entero; 69 Comentario [L1294]: San
Francisco nació en 1182.

ni le valió haber sido tan constante Comentario [L1295]: Amiclat


es es un ejemplo de la virtud de la
y firme, que al quedar María abajo, pobreza. Se trataba, según Lucano,
ella sobre la cruz lloró con Cristo. 72 de un pobre pescador en cuya
cabaña entró un día César, al
encontrar la puerta abierta, sin
Pero para no hablarte tan oscuro, ningún miedo. (Farsalia, V, 519-3
l.)
Francisco y la Pobreza estos amantes
has de saber que son de los que te hablo. 75

Su concordia y sus rostros tan felices,


amor y maravilla y gestos dulces,
inspiraban muy santos pensamientos; 78

tanto que aquel Bernardo venerable 79 Comentario [L1296]: 79-81


El primer seguidor de San
se descalzó, y detrás de tanta paz Francisco, Bernardo da
corrió, y corriendo tardo se creía. 81 Quintavalle.
¡Oh secreta riqueza! ¡Oh bien fecundo!
Egidio se descalza, el buen Silvestre, 83 Comentario [L1297]: Otros
seguidores de la primera hora.
tras del esposo, así a la esposa place 84

De allí se fue aquel padre, aquel maestro


con su mujer y su demás familia
que el humilde cordón ya se ceñía. 87

No le inclinó la frente la vergüenza


de ser hijo de Pietro Bernardone, 89 Comentario [L1298]: El padre
de San Francisco era un rico
ni porque pareciera despreciable; 90 comerciante, acaso de lana.

mas dignamente su dura intención


a Inocencio le abrió, y de aquél obtuvo 92 Comentario [L1299]: Inocenc
io III se mostró primeramente
el permiso primero de su orden. 93 reacio a aprobar la Orden, hasta
que tuvo un sueño en el que la
basílica de San Juan de Letrán,
Después creciendo ya los pobrecillos amenazada de ruina, era salvada
detrás de aquél, cuya admirable vida por el pobre de Asís. Después de
esto el Papa dio su aprobación
mejor gloriando al cielo se cantara, 96 verbal.

de segunda corona el Santo Espíritu


ciñó, por mediación de Honorio, aquel 98 Honorio II aprobó
definitivamente la Orden en 1223.
santo deseo de este archimandrita. 99

Y después que, sediento de martirio,


en la presencia del Sultán soberbia
predicó a Cristo y quienes le siguieron, 102 Comentario [L1300]: San
Francisco viajó a Palestina con
algunos de los suyos en 1219, sien-
y encontrando a esas gentes demasiado do hecho prisionero en San Juan de
Acre. Como Dante dice, intentó en
reacias, para no estar inactivo, vano convertir al sultán.
volvióse al fruto del huerto de Italia, 105

en el áspero monte entre Arno y Tiber 106 Comentario [L1301]: En el


monte Verna, donde el santo se
de Cristo recibió el último sello, había retirado a hacer penitencia
que sus miembros llevaron por dos años. 108 en 1224, recibió los estigmas de la
pasión de Cristo.

Cuando el que a tanto bien le destinara


quiso hacerle subir al galardón
que él mereció por hacerse pequeño, 111

a sus hermanos, como justa herencia,


recomendó su dama más querida,
y les mandó que fielmente la amasen; 114

y de su seno el ánima preclara Comentario [L1302]: Del


quiso salir y volver a su reino, seno de la pobreza el alma de San
Francisco marchó al cielo, mien-
y para el cuerpo otra caja no quiso. 117 tras el cuerpo fue depositado, por
deseo del mismo, en el suelo antes
de morir.
Ahora piensa en quien fuese aquel colega 118 Comentario [L1303]: Santo
Domingo.
digno con él de mantener la barca
de Pedro en alta mar derechamente; 120

y este segundo fue nuestro patriarca;


por lo cual, quien le sigue, como él manda,
sabe que carga buenas mercancías. 123

Mas su rebaño, de nuevas viandas 124 Comentario [L1304]: Acabad


o el panegírico de San Francisco,
se encuentra tan ansioso, que es difícil Santo Tomás se vuelve contra la
que por pastos errados no se pierda; 126 corrupción de su Orden.

y cuanto sus ovejas más se apartan


y más lejos de aquél vagabundean,
más tornan al redil faltas de leche. 129

Aún hay algunos que temen el daño


y a su pastor se estrechan; mas tan pocas
que a sus capas les basta poca tela. 132

Ahora, si te han bastado mis palabras


y si me has escuchado atentamente,
si recuerdas aquello que te he dicho, 135

en parte habrás tus ganas satisfecho


al ver por qué la planta se marchita,
y verás por qué causa yo te dije
"Que hace avanzar a quien no se extravía". 138

CANTO XII

Tan pronto como la última palabra


la bienaventurada llama dijo,
a girar comenzó la santa rueda; 3

y aún su vuelta no había completado,


cuando otra rueda giró en su redor,
uniendo canto a canto y giro a giro; 6

canto que tanto vence a nuestras musas


y sirenas en esas dulces trompas,
como la luz primera a sus reflejos. 9

Como se ven tras la nube ligera


dos arcos paralelos y de un mismo
color, cuando a su sierva envía Juno, 12 Comentario [L1305]: La
mensajera de Juno es, claro está,
Iris, que se muestra en el cielo con
que aquel de fuera nace del de dentro, su arco.
al modo del hablar de aquella hermosa
que agostó Amor cual sol a los vapores, 15 Comentario [L1306]: Como
la ninfa Eco, consumida por el
amor imposible de Narciso. Fue
haciendo que la gente esté segura, condenada por la celosa Juno a
repetir únicamente la última sílaba
por el pacto que Dios hizo a Noé, de las palabras de los otros.
que al mundo nunca más anegaría: 18 Comentario [L1307]: Recuérd
ese Génesis, IX, 8-17.
así de aquellas rosas sempiternas
las dos guirnaldas cerca de nosotros
giraba, respondiendo una a la otra. 21

Cuando la danza y otro gran festejo


del cántico y del mutuo centelleo,
luz con luz jubilosa y reposada, 24

a un mismo tiempo y voluntad cesaron,


como los ojos se abren y se cierran
juntamente al placer que les conmueve; 27

del corazón de una de aquellas luces 28 Comentario [L1308]: Se trata


de San Buenaventura, de quien
se alzó una voz, que como aguja al polo 29 hablaremos más adelante, a quien
me hizo volverme al sitio en que se hallaba; 30 corresponde hacer el panegírico de
Santo Domingo de Guzmán, luego
que un dominico ha hecho la
y comenzó: «El amor que me hace bella alabanza de San Francisco.
me obliga a que del otro jefe trate Comentario [L1309]: Dante
por quien del mío aquí tan bien se ha hablado. 33 compara la atracción que sobre él
ejerce la voz del santo con la que
ejerce siempre el polo norte sobre
Justo es que, donde esté el uno, esté el otro: 34 la aguja imantada de la brújula.

y así pues como a una combatieron, Comentario [L1310]: Las


desavenencias históricas o la
así luzca su gloria juntamente. 36 simple competencia de dominicos
y franciscanos (piénsese en las
iglesias de Santa María Novella o
La milicia de Cristo, que tan caro Santa Croce en Florencia, o la de
costó rearmar, detrás de sus banderas los Frari y santos Giovanni y Paolo
en Venecia) que llenaron la
marchaba escasa, lenta y recelosa, 39 historia de ambas en la época de su
desarrollo e implantación en
Europa, quedan totalmente
cuando el Emperador que siempre reina 40 superadas en el cielo.
ayudó a su legión en el peligro, Comentario [L1311]: Dios, o
por gracia sólo, no por merecerlo. 42 Cristo.

Y, ya se ha dicho, socorrió a su esposa


con dos caudillos, a cuyas palabras
y obras reunióse el pueblo descarriado. 45

Allí donde se alza y donde abre 46 Comentario [L1312]: En


España, lugar de Europa en que
Céfiro dulce los follajes nuevos, primero comienza la primavera.
de los que luego Europa se reviste, 48

no lejos del batir del oleaje


Comentario [L1313]: Tras el
tras el cual, por su larga caminata, golfo de León donde ciertos días
el sol se oculta a todos ciertos días, 51 -los de solsticio de verano--se
oculta el sol.
está la afortunada Caleruega
bajo la protección del gran escudo
del león subyugado que subyuga: 54 Comentario [L1314]: El
escudo de Castilla está formado
por cuatro cuarteles. A un lado,
allí nació el amante infatigable 55 uno ocupado por un león rampante
se encuentra bajo otro donde figura
de la cristiana fe, el atleta santo un castillo, y a la inversa en la
fiero al contrario y bueno con los suyos; 57 parte contraria.
Comentario [L1315]: Santo
y en cuanto fue creada, fue repleta Domingo de Guzmán nació en
Caleruega en 1170. En 1215 fundó
tanto su mente de activa virtud la Orden de los predicadores,
que, aún en la madre, la hizo profetisa. 60 destinada a la lucha contra los
albigenses y murió en 1221. Dante
sigue a los antiguos biógrafos.
Al celebrarse ya en la santa fuente Comentario [L1316]: Según
los esponsales entre él y la Fe, 62 la leyenda, estando la madre del
santo encinta de éste como reflejo
la mutua salvación dándose en dote, 63 de la sabiduría de su hijo soñó que
daba a luz un perro blanco y negro.
Recuérdese que el hábito dominico
la mujer que por él dio asentimiento, es blanco con manto negro, y los
vio en un sueño ese fruto prodigioso predicadores gustaban llamarse
«Domini Canes» o perros del
que saldría de aquél y su progenie; 66 Señor (así aparecen representados
en los frescos de Santa María
Novella.)
y porque fuese cual era, aun de nombre, 67
Comentario [L1317]: Al igual
un espíritu vino a señalarlo que San Francisco desposa a la
del posesivo de quien era entero. 69 pobreza, Santo Domingo lo hace
con la fe.
Comentario [L1318]: Su
Fue llamado Domingo; y hablo de él madrina tuvo un sueño profético
como del labrador que eligió Cristo sobre la suerte del santo y sus
para que le ayudase con su huerto. 72 herederos los dominicos.
Comentario [L1319]: Doming
o (Dominicus) significa «Del
Bien se mostró de Cristo mensajero; Señor».
pues el primer amor del que dio prueba
fue al consejo primero que dio Cristo. 75 Comentario [L1320]: El amor
a la pobreza.

Muchas veces despierto y en silencio


lo encontró su nodriza echado en tierra
cual diciendo: «He venido para esto.» 78
Comentario [L1321]: El
¡Oh en verdad padre suyo venturoso! nombre del padre de Domingo
¡Oh madre suya Juana verdadera, 80 acaso fuera Félix; el de la madre,
Juana, que significa,
si se interpreta tal como se dice! 81 aproximadamente, «agraciada de
Dios».

No por el mundo, por el cual se afanan Comentario [L1322]: Doming


o no siguió los estudios de
hoy detrás del Ostiense y de Tadeo, Derecho (como los alumnos de
mas por amor del maná sin mentira, 84 Eurico de Susa llamado el
Ostiense) ni de Medicina (como
los de Tadeo Alderoto), los más
en poco tiempo gran doctor se hizo; lucrativos de la época, sino que
puso todo su talento al servicio de
por vigilar la viña, que marchita la causa de Dios: es decir, se hizo
pronto, si el viñador es perezoso. 87 teólogo.
Comentario [L1323]: Alusión
al Papa.
Y a la sede que fue más bienhechora 88 Comentario [L1324]: A la
sede pontificia, donde Domingo se
antes de los humildes, no por ella, dirigió en 1205, comenzando en
por aquel que la ocupa y la mancilla, 90 1207 su predicación contra los
albigenses.

no dispensas de dos o tres por seis, Comentario [L1325]: El


papado era antes protector de los
no el primer cargo que libre quedara, humildes, pero ahora, por la
no decimas, quae sunt pauperum Dei, 93 malicia de aquellos que lo ocupan,
les han vuelto la espalda. Dante
hace hincapié en la pobreza de
sino pidió contra la gente errada Domingo y Francisco frente a las
otras riquísimas órdenes y frente al
licencia de luchar por la semilla mismo papado.
donde estas veinticuatro plantas brotan. 96 Comentario [L1326]: Doming
o no se dirigió al Papa en busca de
prebendas o cargos, como tantos
Después, con voluntad y con doctrina, otros, sino permiso para luchar
emprendió su apostólica tarea contra la herejía. Domingo solicitó
la aprobación de la Orden a
cual torrente que baja de alta cumbre; 99 Inocencio III, mas no la obtuvo
hasta 1216 de Honorio III.

y en el retoño herético su fuerza Comentario [L1327]: Los


bienaventurados que forman las
golpeó, con más saña en aquel sitio dos coronas que rodean al poeta.
donde la resistencia era más dura. 102 Comentario [L1328]: En
Provenza, donde, como se sabe, los
De él se hicieron después diversos ríos 103 albigenses o cátaros se habían
hecho más fuertes.
donde el huerto católico se riega,
Comentario [L1329]: Los
y más vivos se encuentran sus arbustos. 105 dominicos (Purgatorío, XI,
28-123).

Si fue tal una rueda de la biga


con que se defendió la Santa Iglesia
y su guerra civil venció en el campo. 108

bien debería serte manifiesta


la excelencia de la otra, que Tomás
antes de venir yo te alabó tanto. 111

Mas la órbita trazada por la parte 112 Comentario [L1330]: Acabad


o el panegírico de Santo Domingo,
superior de su rueda, está olvidada; San Buenaventura vuelve su vista
y ahora es vinagre lo que era antes vino. 114 a la degradación de su propia
Orden franciscana.

Su familia que recta caminaba


tras de sus huellas, ha cambiado tanto,
que el de delante al de detrás empuja; 117

y pronto podrá verse la cosecha


Comentario [L1331]: Pero
de tan mal fruto, cuando la cizaña estos buenos observadores de la
lamente que le cierren el granero 120 regla que aún quedan no serán los
seguidores de Ubertino de Casale,
ni de Mateo de Acquasperta. Uno
Bien sé que quien leyese hoja por hoja y otro representan las dos posturas
extremas en la interpretación de la
nuestro Ebro, un pasaje aún hallaría regla franciscana: los espirituales,
donde leyese: "Soy el que fui siempre." 123 o partidarios de la línea rígida, y
los conventuales, o relajados,
respectivamente. Dante reprueba,
Pero no de Casal ni de Acquasparta, por boca de San Buenaventura, una
y otra interpretación.
de donde tales vienen a la regla, Comentario [L1332]: San
que uno la huye y otro la endurece. 126 Buenaventura, llamado Giovanni
di Fidanza, nació en 1221. En 1238
entró en la Orden franciscana en la
Yo soy el alma de Buenaventura que ocupó altos cargos, llegando a
ser obispo de York. Murió en Lyon
de Bagnoregio, que en los altos cargos en 1274. Fue llamado «Doctor
los errados afanes puse aparte. 129 Seraphicus». Su obra sigue la línea
mística de Hugo y Ricardo de San
Víctor.
Aquí están Agustín e Iluminado, 130 Comentario [L1333]: Agustín
los primeros descalzos pobrecillos de Asís, uno de los primeros
con el cordón amigos del Señor. 132 seguidores de San Francisco, y di-
cen que murió el mismo día y hora
que el santo. Iluminado de Rieti
Está con ellos Hugo de San Víctor, 133 acompañó al santo en su viaje a
Oriente.
y Pedro Mangiadore y Pedro Hispano, 134
Comentario [L1334]: Hugo
que con sus doce libros resplandece; 135 de San Víctor (1097-1141),
escritor de orientación mística.

el profeta Natán, y el arzobispo 136 Comentario [L1335]: Pedro


Mangiadore («comestor» en latín,
Crisóstomo y Anselmo, y el Donato 137 es decir «comilón») fue un teólogo
que puso mano en el arte primera. 138 francés del siglo XII. Pedro
Hispano, lisboeta, nacido en torno
a 1226. Fue elegido Papa en 1276
Está Rabano aquí, y luce a mi lado 139 con el nombre de Juan XX. Murió
al año siguiente en un accidente
el abad de Calabria Joaquín 140 del palacio papal en Viterbo
dotado del espíritu profético. 141 Comentario [L1336]: Natán
es el profeta que reprochó a David
el adulterio con Betsabé (II
A celebrar a paladín tan grande 142 Samuel).
me movió la inflamada cortesía
Comentario [L1337]: San
de fray Tomás y su agudo discurso; 144 Juan Crisósotomo (Boca de Oro),
y conmigo movió a quien me acompaña.» patriarca de Constantinopla entre
los siglos IV y V. Representa una
de las cimas de la iglesia griega.
CANTO XIII Anselmo de Aosta, obispo de
Canterbury a finales del siglo XI a
quien se debe el famoso argumento
Imagine quien quiera comprender 1 ontológico, como prueba de... la [17]

lo que yo vi -y que la imagen retenga Comentario [L1338]: En la


gramática, primera de las
mientras lo digo, como firme roca- 3 disciplinas de la enseñanza
medieval.
quince estrellas que en zonas diferentes Comentario [L1339]: Rabano
Mauro de Magonza, benedictino
el cielo encienden con tanta viveza del siglo VIII, fue llamado
que cualquier densidad del aire vencen; 6 «Preceptor Germaniae».
Comentario [L1340]: Joaquín
imagine aquel carro a quien el seno da Celico nació en torno a 1130 y
murió en 1203. Es el escritor
basta de nuestro cielo noche y día apocalíptico, más conocido como
y al dar vuelta el timón no se nos marcha; 9 Joaquín de Fiore, que ejerció una
enorme influencia en todos los
... [18]
Comentario [L1341]: En el
imagine la boca de aquel cuerno original «ad inveggiar»:
que al extremo del eje se origina, «envidiar»; «tan gran paladín» es,
claro
al que da vueltas la primera esfera, 12 está, Santo Domingo.
Comentario [L1342]: 1-21
haciéndose dos signos en el cielo, Terminadas las palabras de San
Buenaventura, las veinticuatro
como hiciera la hija del rey Minos almas de la doble corona
sintiendo el frío hielo de la muerte; 15 reemprenden su danza, y para
hacemos imaginar este prodigio
... [19]
y uno poner sus rayos en el otro,
y dar vueltas los dos de tal manera
que uno fuera detrás y otro delante; 18

y tendrá casi sombra de la cierta


constelación y de la doble danza
que giraba en el punto en que me hallaba: 21

pues tan distante está de nuestros usos,


cuanto está del fluir del río Chiana 23 Comentario [L1343]: El río
Chiana, en la región de Arezzo,
del cielo más veloz el movimiento. 24 tenía un curso lentísimo a causa de
los pantanos que atravesaba.
Allí cantaron no a Pean ni a Baco, 25 Comentario [L1344]: 25-27
a tres personas de naturaleza Los santos no cantaron a Apolo ni
a Baco, sino a La Trinidad.
divina, y una de ellas con la Humana. 27

Las vueltas y el cantar se terminaron;


y atentas nos miraron esas luces,
alegres de pasar a otro cuidado. 30

Rompió el silencio de concordes númenes


luego la luz que la admirable vida
del pobrecillo del Señor narrara, 33 Comentario [L1345]: De
nuevo Santo Tomás, que una vez
solucionada una duda de Dante (el
dijo: «Cuando trillada está una paja, camino que hace avanzar al que no
se extravía), va a resolver la
cuando su grano ha sido ya guardado, segunda, acerca del rey Salomón
a trillar otra un dulce amor me invita. 36 (Paraíso, X, 112-14).

Crees que en el pecho del que la costilla 37 Comentario [L1346]: 37-45


Adán, de cuyo pecho salió Eva, y
se sacó para hacer la hermosa boca Cristo en cuanto hombre, cuyo pe-
y un paladar al mundo tan costoso, 39 cho fue traspasado por la lanza,
son los más perfectos seres
humanos creados por Dios.
y en aquel que, pasado por la lanza
antes y luego tanto satisfizo,
que venció la balanza de la culpa, 42

cuanto al género humano se permite


tener de luz, del todo fue infundido
por el Poder que hiciera a uno y a otro; 45

por eso miras a lo que antes dije,


cuando conté que no tuvo segundo
quien en la quinta luz está escondido. 48 Comentario [L1347]: Salomó
n.

Abre los ojos a lo que respondo,


y verás lo que crees y lo que digo
como el centro y el círculo en lo cierto. 51
Lo que no muere y lo que morirá
no es más que un resplandor de aquella idea
que hace nacer, amando, nuestro Sir; 54

que aquella viva luz que se desprende 55 Comentario [L1348]: 55-57


La luz que sin hacerse diferente se
del astro del que no se desaúna, desprende del astro, es el Hijo que
ni del amor que tres hace con ellos, 57 procede del Padre, y el amor que
hace tres con ellos, es el Espíritu
Santo.
por su bondad su iluminar transmite,
como un espejo, a nueve subcriaturas, 59 Comentario [L1349]: Las
nueve jerarquías angélicas.
conservándose en uno eternamente. 60

De aquí desciende a la última potencia


bajando de acto en acto, hasta tal punto,
que no hace más que contingencias breves; 63

y entiendo que son estas contingencias


las cosas engendradas, que produce
con simiente o sin ella el cielo móvil. 66

No es siempre igual la cera y quien la imprime; 67 Comentario [L1350]: La cera,


es decir, la materia de las cosas, y
y por ello allá abajo más o menos quien la imprime, es decir, las
se traslucen los signos ideales. 69 influencias celestes.

Por lo que ocurre que de un mismo árbol,


salgan frutos mejores o peores;
y nacéis con distinta inteligencia. 72

si perfecta la cera se encontrase, 73 Comentario [L1351]: Si la


materia fuese elaborada hasta la
e igual el cielo en su virtud suprema, perfección y el cielo obrase con
la luz del sello toda brillaría; 75 toda la fuerza de su influjo sobre
ella.

mas la natura siempre es imperfecta,


obrando de igual modo que el artista
que sabe el arte mas su mano tiembla. 78

Y si el ardiente amor la clara vista 79 Comentario [L1352]: 79-84


En ciertos casos puede alcanzarse
del supremo poder dispone y sella, la total perfección como en el de
toda la perfección aquí se adquiere. 81 Adán, hecho de tierra, y el propio
Cristo.

Tal fue creada ya la tierra digna


de toda perfección animalesca;
y la Virgen preñada de este modo; 84

de tal forma yo apruebo lo que opinas,


pues la humana natura nunca fue
ni será como en esas dos personas. 87

Ahora si no siguiese mis razones,


"¿pues cómo aquél no tuvo par alguno?"
me dirían entonces tus palabras. 90

Mas porque veas claro lo confuso,


piensa quién era y la razón que tuvo,
al pedir cuando "pide" le dijeron. 93

No te he hablado de forma que aún ignores 94 Comentario [L1353]: 94-102


Según cuenta el libro de los Reyes,
que rey fue, y que pidió sabiduría III, 2-12, siendo Salomón aún muy
a fin de ser un rey capacitado; 96 pequeño recibió la visita de Dios,
quien le prometió otorgarle el don
que el muchacho pidiese. Éste no
no por saber el número en que fuesen pidió, dice Dante, sabiduría para
resolver vanos problemas
arriba los motores, si necesse metafísicos o lógicos, sino
con contingentes hacen un necesse; 99 prudencia para regir a su pueblo
derechamente y poder así seguir el
camino trazado por su padre,
no si est dare primum motum esse, David. Esta petición fue muy
apreciada por Dios.
o si de un semicírculo se hacen
triángulos que un recto no tuviesen. 102

Y así, si lo que dije y esto adviertes,


es real prudencia aquel saber sin par
donde la flecha de mi hablar clavaba; 105

y si al "surgió" la vista clara tiendes, 106 Comentario [L1354]: 106-111


Las palabras de Tomás de Aquino
la verás sólo a reyes referida, sobre que no surgió nadie equi-
que muchos hay, y pocos son los buenos. 108 parable a Salomón (Paraíso,
X-14), que han dado motivo a la
duda del poeta y a su aclaración,
Con esta distinción oye mis dichos; sólo se referían a aquél en cuanto
rey, con lo cual no está en con-
y así casan con eso que supones tradicción con que Cristo y Adán
de nuestro Gozo y del padre primero. 111 sean los seres humanos más
perfectos.

Plomo a tus pies te sea este consejo,


para que andes despacio, como el hombre
cansado, al sí y al no de lo que ignoras: 114

pues es de los idiotas el más torpe,


el que sin distinguir niega o afirma
en el uno o el otro de los casos; 117

puesto que encuentra que ocurre a menudo


que sea falsa la opinión ligera,
y la pasión ofusca el intelecto. 120

Más que en vano se aparta de la orilla,


porque no vuelve como se ha marchado,
el que sin redes la verdad buscase. 123
Comentario [L1355]: Ejempl
Y de esto son al mundo claras muestras 124 os de filósofos errados en el
Parménides, Meliso, Briso, y muchos, camino hacia la verdad, porque no
contaban con la asistencia divina.
que caminaban sin saber adónde; 126

Y Arrio y Sabelio y todos esos necios, 127 Comentario [L1356]: Arrio


(270-336) negaba el carácter
que deforman, igual que las espadas, 128 divino de Cristo. Esta herejía,
la recta imagen de las Escrituras. 129 extendidísima en los tres siglos
siguientes, fue condenada en el
concilio de Nicea, donde se definió
No se aventure el hombre demasiado el dogma de la Trinidad (325).
Sabelio, medio siglo antes, tam-
en juzgar, como aquel que aprecia el trigo bién había negado dicho misterio y
sembrado antes de que haya madurado; 132 fue condenado en el concilio de
Alejandría en 261.

que las zarzas he visto en el invierno Comentario [L1357]: La hoja


de la espada deforma la imagen de
cuán ásperas, cuán rígidas mostrarse; quien se refleja en ella.
y engalanarse luego con las rosas; 135

y vi derecha ya y veloz la nave


correr el mar en todo su camino,
y perecer cuando llegaba a puerto. 138

No crean seor Martino y Doña Berta, 139 Comentario [L1358]: Seor


Martino y Doña Berta valen como
viendo robar a uno y dar a otro, nombres genéricos que representan
verlos igual en el juicio divino; 141 la opinión del vulgo iletrado y
presuntuoso, y presuntamente bien
que uno puede caer y otro subir.» pensante.

CANTO XIV

Del centro al borde, y desde el borde al centro 1 Comentario [L1359]: 1-9 No


olvidemos que Dante y Beatriz se
se mueve el agua en un redondo vaso, encuentran en el centro de la doble
según se le golpea dentro o fuera: 3 corona, desde la que ha hablado
Tomás de Aquino. Ahora Beatriz
habla desde el centro al borde,
de igual manera sucedió en mi mente como antes del borde al centro.
esto que digo, al callarse de pronto
el alma gloriosa de Tomás, 6

por la gran semejanza que nacía


de sus palabras con las de Beatriz,
a quien hablar, después de aquél, le plugo: 9

«Le es necesario a éste, y no lo dice,


ni con la voz ni aun con el pensamiento,
indagar la raíz de otra certeza. 12

Decidle si la luz con que se adorna 13 Comentario [L1360]: 13-18


La duda que Dante no necesita
vuestra sustancia, durará en vosotros expresar es si este resplandor de
igual que ahora se halla, eternamente; 15 los bienaventurados durará tras la
resurrección de la carne, con lo
cual los sentidos corporales
y si es así, decidle cómo, luego restituidos podrían darlarse con
semejante luz.
de que seáis de nuevo hechos visibles,
podréis estar sin que la vista os dañe.» 18
Cual, por más grande júbilo empujados,
a veces los que danzan en la rueda
alzan la voz con gestos de alegría, 21

de igual manera, a aquel devoto ruego


las santas ruedas mostraron más gozo
en sus giros y notas admirables. 24 Comentario [L1361]: Como
siempre, por la alegría que les
produce aclarar alguna duda al
Quien se lamenta de que aquí se muera poeta.
para vivir arriba, es que no ha visto
el refrigerio de la eterna lluvia. 27

Que al uno y dos y tres que siempre vive 28 Comentario [L1362]: 28-33
De nuevo alaban a la Trinidad.
y reina siempre en tres y en dos y en uno,
nunca abarcado y abarcando todo, 30

tres veces le cantaba cada una


de esas almas con una melodía,
justo precio de mérito cualquiera. 33

Y escuché dentro de la luz más santa 34 Comentario [L1363]: 34-57


Quien habla con la misma dulzura
del menor círculo una voz modesta, que la de Gabriel anunciando el
quizá cual la del Ángel a María, 36 parto de María ha sido identificado
como el propio Salomón. La
respuesta del rey Sabio es,
responder: «Cuanto más dure la dicha lógicamente, sí. Espero que su
razonamiento sea suficientemente
del paraíso, tanto nuestro amor claro y no necesite de anotación.
ha de esplender en tomo a estos vestidos. 39

De nuestro ardor la claridad procede;


por la visión ardemos, y esa es tanta,
cuanta gracia a su mérito se otorga. 42

Cuando la carne gloriosa y santa


vuelva a vestirnos, estando completas
nuestras personas, aún serán más gratas; 45

pues se acrecentará lo que nos dona


de luz gratuitamente el bien supremo,
y es una luz que verlo nos permite; 48

por lo que la visión más se acrecienta,


crece el ardor que en ella se ha encendido,
y crece el rayo que procede de éste. 51

Pero como el carbón que da una llama,


y sobrepasa a aquella por su brillo,
de forma que es visible su apariencia; 54

así este resplandor que nos circunda


vencerá la apariencia de la carne
que aún está recubierta por la tierra; 57

y no podrá cegarnos luz tan grande: 58 Comentario [L1364]: 58-60


El cuerpo resucitado poseerá
porque ha de resistir nuestro organismo órganos superiores a los de la vida
a todo aquello que cause deleite.» 60 terrena, aptos para los nuevos
gozos que les ofrece el Paraíso.

Tan acordes y prontos parecieron


diciendo «Amén» el uno y otro coro,
cual si sus cuerpos muertos añoraran: 63 Comentario [L1365]: Cual si
descaran resucitar ya en el juicio,
para resplandecer y gozar más aún.
y no sólo por ellos, por sus madres,
por sus padres y seres más queridos,
y que fuesen también eternas llamas. 66

De claridad pareja entorno entonces,


nació un fulgor encima del que estaba,
igual que un horizonte se ilumina. 69

Y como a la caída de la noche


nuevos fulgores surgen en el cielo,
ciertos e inciertos ante nuestra vista, 72

me pareció que en círculo dispuestas


unas nuevas sustancias contemplaba
por fuera de las dos circunferencias. 75

¡Oh resplandor veraz del Santo Espíritu!


¡qué incandescente apareció de pronto
a mis ojos que no lo soportaron! 78

Mas Beatriz tan sonriente y bella


se me mostró, que entre aquellas visiones
que no recuerdo tengo que dejarla. 81

Recobraron mis ojos la potencia


de levantarse; y nos vi trasladados
solos mi dama y yo a gloria más alta. 84 Comentario [L1366]: Al cielo
quinto, regido por Marte, planeta
rojo. Aquí nos encontramos con
Bien advertí que estaba más arriba, los espíritus militantes que
lucharon por la gloria de Dios y de
por el ígneo esplendor de aquella estrella, la Iglesia.
mucho más rojo de lo acostumbrado. 87

De todo corazón, con la palabra


común, hícele a Dios un holocausto,
como a la nueva gracia convenía. 90

Y apagado en mi pecho aún no se hallaba


del sacrificio el fuego, cuando supe
que era mi ofrenda fausta y recibida; 93

que con tan grande brillo y tanto fuego


un resplandor salía de sus rayos
que dije: «¡Oh Helios, cómo los adornas!» 96 Comentario [L1367]: Dios
mismo, identificado con la
divinidad solar de los griegos.
Cual con mayores y menores luces
blanquea la Galaxia entre los polos 98 Comentario [L1368]: Se
refiere a la Vía Láctea, sobre cuyo
del mundo, y a los sabios pone en duda; 99 origen y naturaleza se produjeron
en la ciencia antigua muchas
controversias. Dante mismo trató
así formados hacían los rayos del tema en Convivium, II, XIV,
en el profundo Marte el santo signo 5-8, siguiendo a su otro gran
maestro, San Alberto Magno.
que del círculo forman los cuadrantes. 102
Comentario [L1369]:

Aquí vence al ingenio la memoria; 103 Comentario [L1370]: No que


Cristo resplandezca en la Cruz,
que aquella Cruz resplandecía a Cristo, sino que la Cruz producía un
y no encuentro un ejemplo digno de ello; 105 resplandor que era el propio
Cristo; fenómeno para cuya
explicación Dante no encuentra
mas quien toma su cruz y a Cristo sigue, ejemplo ninguno.
podrá excusarme de eso que no cuento
viendo en aquel albor radiar a Cristo. 108

De un lado al otro y desde arriba a abajo


se movían las luces y brillaban
aún más al encontrarse y separarse: 111

así aquí vemos, rectos o torcidos, 112 Comentario [L1371]: 112-117


Las partículas de polvo que se ven
lentos o raudos renovar su aspecto en un rayo de luz que penetra por
los corpusculos, cortos y más largos, 114 un toldo o una persiana.

moviéndose en el rayo que atraviesa


la sombra a veces que, por protegerse,
dispone el hombre con ingenio y arte. 117

Y cual arpa y laúd, con tantas cuerdas


afinadas, resuenan dulcemente
aun para quien las notas no distingue, 120

tal de las luzes que allí aparecieron


a aquella cruz un canto se adhería,
que arrebatóme, aun no entendiendo el himno. 123
Comentario [L1372]: 127-136
Bien me di cuenta que era de altas loas, La contemplación de la
maravillosa cruz le produce un
pues llegaba hasta mi «Resurgi» y «Vinci» placer mayor de lo que hasta el
como a aquel que no entiende, pero escucha. 126 momento había sentido, incluido
los ojos de Beatriz tal como hasta
allí los había visto. Pero al
Y me sentía tan enamorado, 127 ascender a una esfera superior la
belleza de la muchacha se ha
que hasta ese entonces no hubo cosa alguna acrecentado, cosa que Dante no
que me atrapase en tan dulces cadenas. 129 había advertido por no haberla
mirado aún.
Tal vez son muy atrevidas mis palabras,
al posponer el gozo de los ojos,
que si los miro, cesan mis deseos; 132

mas el que sepa que los cielos vivos


más altos más acrecen la belleza,
y que yo aún no me había vuelto a aquéllos, 135

podrá excusarme de lo que me acuso


por excusarme, y saber que no miento:
que aquí el santo placer no está excluido, 138
pues más sincero se hace mientra sube.

CANTO XV

La buena voluntad donde se licúa


siempre el amor que inspira lo que es recto,
como en la inicua la pasión insana, 3

silencio impuso a aquella dulce lira,


aquietando las cuerdas que la diestra
del cielo pulsa y luego las acalla. 6

¿Cómo estarán a justas preces sordas


esas sustancias que, por darme aliento
para que hablase, a una se callaron? 9

Bien está que sin término se duela


quien, por amor de cosas que no duran,
de ese amor se despoja eternamente. 12

Cual por los cielos puros y tranquilos 13 Comentario [L1373]: 13-18


Igual que vemos una estrella fugaz,
de cuando en cuando cruza un raudo fuego, que nos hace pensar que algún as-
y atrae la vista que está distraída, 15 tro haya cambiado de sitio si no
fuese porque todos siguen en su
lugar.
y es como un astro que de sitio mude,
sino que en el lugar donde se enciende
no se pierde ninguno, y dura poco: 18

tal desde el brazo que a diestra se extiende


hasta el pie de la cruz, corrió una estrella
de la constelación que allí relumbra; 21

no se apartó la gema de su cinta,


Comentario [L1374]: El
mas pasó por la línea radial encuentro de Anquises y Eneas lo
cual fuego por detrás del alabastro. 24 cuenta Virgilio en Eneida, VI,
684-86. Quien ahora viene a
recibir a nuestro poeta es su
Fue tan piadosa la sombra de Anquises, 25 tatarabuelo Cacciaguida, como ya
veremos.
si a la más alta musa damos fe,
reconociendo a su hijo en el Elíseo. 27

«O sanguis meus, o superinfusa 28 Comentario [L1375]: 28-30


«Oh sangre mía, oh sangre divina
gratia Dei, sicut tibi cui infusa de tal manera, ¿a quién
bis unquam celi ianüa reclusa?» 30 como a ti fue abierta alguna vez
dos veces la puerta del cielo?» Lo
dice el propio Anquises,
Dijo esa luz llamando mi atención; refiriéndose a César en Eneída, II,
836.
luego volví la vista a mi señora,
y una y otra dejáronme asombrado; 33

pues ardía en sus ojos tal sonrisa,


que pensé que los míos tocarían
el fondo de n-ú gloria y paraíso. 36

Luego gozoso en vista y en palabras,


el espíritu dijo aún otras cosas
que no las entendí, de tan profundas; 39

Y no es que por su gusto lo escondiera,


mas por necesidad, pues su concepto
al ingenio mortal se superpone. 42

Y cuando el arco del afecto ardiente


se calmó, y se abajaron sus palabras
a la diana de nuestro intelecto, 45

la cosa que escuché primeramente


«¡Bendito seas -fue tú, el uno y trino,
que tan cortés has sido con mi estirpe!» 48

Y siguió: «Un grato y lejano deseo,


tomado de leer el gran volumen
del cual el blanco y negro no se mudan, 51 Comentario [L1376]: Dios es
como un libro inmutable para los
bienaventurados.
has satisfecho, hijo, en esa luz
desde la cual te hablo, gracias a ésa
que alas te dio para tan alto vuelo. 54

Tú crees que a mí llegó tu pensamiento


de aquel que es el primero, como sale
del uno, al conocerlo, el seis y el cinco; 57

y por ello quién soy, y por qué causa


más alegre me ves, no me preguntas,
que algunos otros de este alegre grupo. 60

Crees bien; pues los menores y mayores


de esta vida se miran al espejo
que muestra el pensamiento antes que pienses; 63

mas por que el sacro amor en que yo veo


con perpetua vista, y que me llena
de un dulce desear, mejor se calme, 66

¡segura ya tu voz, alegre y firme


suene tu voluntad, suene tu anhelo,
al que ya decretada es mi respuesta!» 69

Me volví hacia Beatriz, que antes que hablara


me escuchó, y sonrió con un semblante
que hizo crecer las alas del deseo. 72

Dije después: «El juicio y el afecto, 73 Comentario [L1377]: La


sabiduría y el amor.
pues que gozáis de la unidad primera,
en vosotros operan de igual modo, 75

porque el sol que os prendió y en el que ardisteis,


en su calor y luz es tan igual,
que otro símil sería inoportuno. 78

Mas querer y razón, en los mortales,


por causas de vosotros conocidas,
tienen las alas de diversas plumas; 81

y yo, que soy mortal, me siento en esta


desigualdad, y por ello agradezco
sólo de corazón esta acogida. 84 Comentario [L1378]: Pues mi
sabiduría escasa no logra
comunicarlo con palabras.
Te imploro con fervor, vivo topacio,
precioso engaste de esta joya pura,
que me quede saciado de tu nombre.» 87

«¡Oh fronda mía, que eras mi delicia


Comentario [L1379]: Cacciag
aguardándote, yo fui tu raíz!»: 89 uida era el más lejano pariente del
comenzó de este modo a responderme. 90 que Dante conservaba noticias.
Fue el padre de Alighiero I, que
dio nombre a la familia, el cual lo
Luego me dijo: «Aquel de quien se toma fue de Bellincione, padre a su vez
de Alighiero II, el padre de Dante.
tu apellido, y cien años ha girado
Comentario [L1380]: Alighier
y más el monte en la primera cornisa, 93 o I debió morir poco después de
1201, lleva por tanto casi un siglo
en la cornisa de los soberbios.
fue mi hijo, y fue tu bisabuelo:
Comentario [L1381]: Va a
y es conveniente que tú con tus obras comenzar ahora Cacciaguida una
a su larga fatiga des alivio. 96 alabanza de las viejas virtudes flo-
rentinas, cuando aún era una
ciudad de pequeños límites dentro
Florencia dentro de su antiguo muro, 97 del antiguo muro sustituido en
1173 por un segundo y en 1284
donde ella toca aún a tercia y nona, por un tercero. Las campanas que
en paz estaba, sobria y pudorosa. 99 suenan aún a tercia y a nona son
las de la vieja Badía.
Comentario [L1382]: Porque
No tenía coronas ni pulseras, la edad de la novia al desposarse
no era excesivamente corta, ni la
ni faldas recamadas, ni cintillos dote excesivamente cuantiosa.
que gustara ver más que a las personas. 102 Comentario [L1383]: No
había palacios desmesurados para
Aún no le daba miedo si nacía las necesidades reales de sus mo-
radores.
la hija al padre, pues la edad y dote
Comentario [L1384]: Sardaná
ni una ni otra excedían la medida. 105 palo (el histórico Asurbanipal) era
el ejemplo de la vida disoluta,
entregada al lujo y a los placeres
No había casas faltas de familia; 106 sensuales.
aún no había enseñado Sardanápalo 107 Comentario [L1385]: 109-111
lo que se puede hacer en una alcoba. 108 Aún el esplendor de los edificios
florentinos, contemplados desde el
monte Uccilatoio, no superaban a
Aún no estaba vencido Montemalo 109 la Roma divisada desde monte
Mario (Montemalo). Pero
por vuestro Uccelatoio, que cayendo Florencia superará aún más a
lo vencerá al igual que en la subida. 111 Roma en su caída.
Comentario [L1386]: Belinci
one Berti fue uno de los grandes
Vi andar ceñido a Belincione Berti 112 señores florentinos del siglo XII,
con piel de oso, y volver del espejo padre de la Bella Gualdrada
(Infierno, XVI, 137).
a su mujer sin la cara pintada; 114
Comentario [L1387]: Dos
antiguas familias güelfas.
y vi a los Nerli alegres y a los Vechio 115
Comentario [L1388]: 118-
de vestir simples pieles, y a la rueca 120 Porque estaban seguras que
atendiendo y al huso sus esposas. 117 morirían en el mismo lugar en que
habitaban y porque Francia aún no
era la meta de los comerciantes
¡Oh afortunadas! estaban seguras 118 florentinos.
del sepulcro, y ninguna aún se encontraba Comentario [L1389]: Tres
ciclos legendarios muy queridos de
abandonada por Francia en el lecho. 120 los florentinos, pues se relacio-
naban con la fundación de la
ciudad.
Una cuidaba atenta de la cuna,
y, por consuelo, usaba el idioma Comentario [L1390]: 127-129
Cianghella della Tosa, mujer
que divierte a los padres y a las madres; 123 célebre por su vida disipada, al
contrario que la romana Cornelia,
madre de los Gracos, ejemplo de
otra, tirando a la rueca del pelo, las virtudes republicanas. Lapo
charloteaba con sus familiares Saltarello, a pesar de ser
correligionario de Dante, merece
de Fiésole, de Roma, o los troyanos. 126 su desprecio por corrupto y
deshonesto en los asuntos
públicos, frente al ya conocido
Entonces por milagro se tendrían 127 Cincinto, el dictador romano
una Cianghella, un Lapo Saltarello, célebre por su integridad.

como ahora Cornelia o Cincinato. 129 Comentario [L1391]: María,


invocada en el parto por mi propia
madre.
A un tan hermoso, a un tan apacible Comentario [L1392]: De
vivir de ciudadano, a una tan fiel Cacciaguida apenas sabemos más
de lo que el propio Dante nos dice.
ciudadanía, y a un tan dulce albergue, 132 Debió pertenecer a la familia
Elisei, de supuesto origen romano,
y nació en torno a 1091, casó con
me dio María, a gritos invocada; 133 una mujer del valle del Po, que dio
y en el antiguo bautisterio vuestro nombre a su hijo Alighiero;
combatió acaso en la segunda
fui cristiano a la par que Cacciaguida. 135 cruzada junto al emperador Conra-
do III, en la que murió cerca de
1147, si es que Dante no confunde
... [20]
Moronto fue mi hermano y Eliseo; 136 Comentario [L1393]: Su
hermano Moronto, del que nada
desde el valle del Po vino mi esposa, sabemos, conservó el nombre de
de la cual se origina tu apellido. 138 los Elisei (o acaso Eliseo se refiera
a un hermano diferente, como
quieren otros comentarios),
Luego seguí al emperador Conrado; mientras que de él salió la rama de
los Alighieri.
y él me armó caballero en su milicia,
tan de su agrado fueron mis hazañas. 141

Marché tras él contra la iniquidad


de aquella secta cuyo pueblo usurpa,
por culpa del pastor, vuestra justicia. 144 Comentario [L1394]: Porque
el Pontífice no hace nada para
recuperar los Santos Lugares.
Allí fui yo por esas torpes gentes,
ya desligado del mundo falaz,
cuyo amor muchas almas envilece;
y vine hasta esta paz desde el martirio. 147

CANTO XVI

Oh pequeña nobleza de la sangre,


que de ti se gloríen aquí abajo Comentario [L1395]: Dante,
las gentes donde es débil nuestro afecto, 3 aún en el cielo, se sintió
envanecido de su noble
ascendencia.
nunca habrá de admirarme: porque donde Comentario [L1396]: La
el apetito nuestro no se tuerce, nobleza de la sangre tiene que ser
acrecentada por las sucesivas
digo en el cielo, yo me glorié. 6 generaciones.
Comentario [L1397]: Dante
Eres un manto que pronto se acorta: sólo trata con el «vos» («voi» en el
tal que, si no se agranda día a día, original) de respeto a Bruneto
Latino, Farinata, Cavalcante
el tiempo va en redor con las tijeras. 9 Cavalcanti y Beatriz. A
Cacciaguida primeramente le trató
de «tú», pero ahora, mezcla de
Con el «vos» que primero sufrió Roma, 10 respeto y vanidad, le trata de
y que sus descendientes no conservan, «vos». El uso del «vos» que Dante
atribuye acaso dirigido
comenzaron de nuevo mis palabras; 12 primeramente a Julio César -que
era simplemente un hombre- no se
regularizó en Roma hasta el siglo
por lo cual Beatriz, que estaba aparte 13 III. En la época de Dante el tuteo
la que tosió, al reírse parecía, estaba más generalizado en Roma
que en otras ciudades italianas:
al primer fallo escrito de Ginebra. 15 «hasta a los emperadores y a los
papas», dice un cronista de la
época.
Yo le dije: «Vos sois el padre mío;
Comentario [L1398]: La
vos infundís aliento a mis palabras; vanidad de Dante provoca la risa
vos me eleváis, y soy más que yo mismo. 18 de Beatriz, al igual que la dama de
Malehaut en la novela de
Lanzarote del Lago -la misma que
Por tantos cauces llena la alegría leían Paolo y Francesca- tosió
discretamente al advertir el amor
mi mente, y de sí misma se recrea de la reina Ginebra por el famoso
pues soportarlo puede sin fatiga. 21 caballero, para indicarles que les
estaba escuchando.
Comentario [L1399]: La
Habladme pues, mi caro antecesor, capacidad de dicha es limitada en
de los mayores vuestros y los años el hombre, pero ahora Dante se ha
superado a sí mismo.
que dejaron su huella en vuestra infancia; 24 Comentario [L1400]: Como
ya sabemos, Florencia, puesta bajo
el patronazgo del Bautista.
decidme cómo era en aquel tiempo
Comentario [L1401]: Porque
el redil de san Juan, y quiénes eran 26 habla un dialecto florentino más
los dignos de los puestos elevados.» 27 arcaico que el del tiempo de Dante.
Comentario [L1402]: 34-39
«Desde el día de la Anunciación
Como se aviva cuando el viento sopla hasta mi nacimiento, Marte volvió
el carbón encendido, así vi a aquella 580 veces al signo Leo.» Según los
cálculos pertinentes, siguiendo
luz brillar con mi hablar respetuoso; 30 --como hace siempre el poeta en
sus cálculos astronómicos- a
Alfagrani, nos da la fecha del 25
y haciéndose más bella ante mis ojos, de marzo de 1091, fiesta de la
así con voz más dulce y más suave, Anunciación y primer día del año
civil.
mas no con este lenguaje moderno, 33
Comentario [L1403]: A la
entrada del distrito sexto de
me dijo: «Desde el día en que fue dicho 34 Florencia dentro de la antigua
muralla, el último al que llegaban
"Ave", hasta el parto en que mi santa madre, los corredores del palio anual
se vio libre de mí, que la gravaba, 36 celebrado en honor del santo
patrón.

a su León quinientas y cincuenta Comentario [L1404]: O por


su insignificancia o por su
y treinta veces este fuego vino grandeza, según las diversas
a inflamarse otra vez bajo sus plantas. 39 opiniones. En realidad, el poeta
poco más sabía de sus antepasados.
Comentario [L1405]: Dante
Mis mayores y yo nacimos donde no busca la exactitud del dato, pero
primero encuentra el último distrito dice que entre Pontevecchio
-donde se encontraba la ya citada
quien corre en vuestros juegcos anuales. 42 estatua atribuida a Marte- y la
también conocida iglesia de San
Juan, límites de la vieja ciudad, la
De mis mayores basta escucha-- esto: población era de unos seis u ocho
quiénes fueran y cuál su procedencia, mil habitantes, y aptos para las
armas -de 16 a 60 años- alrededor
más conviene callar que declararlo. 45 de dos mil.
Comentario [L1406]: Toda la
Todos los que podían aquel tiempo población, ahora mezclada de
pueblos vecinos, era de pura casta
entre el Bautista y Marte llevar armas, florentina, de las grandes familias
eran el quinto de los que hay ahora. 48 hasta el último humilde artesano.
De los citados pueblos,
insignificantes en la época de
Mas la ciudadanía, ahora mezclada Cacciaguida, vinieron a Florencia
algunos personajes que
de Campi, de Certaldo y de Fegghine, contribuyeron a su ruina.
pura se hallaba hasta en los artesanos. 51
Comentario [L1407]: Galluzz
o, un pueblo en el camino de
¡Oh cuánto mejor fuera ser vecino Siena; Trespiano en el camino de
Bolonia, ambos muy cerca de la
de esas gentes que digo, y a Galluzzo ciudad, con lo cual los pueblos
y a Trespiano tener como confines, 54 citados en el terceto anterior...serían
[21]
Comentario [L1408]: Otros
dos enemigos de Dante
que tener dentro y aguantar la peste pertenecientes a familias de origen
de ese ruin de Aguglión, y del de Signa, campesino. Baldo de Aguglión,
jurista, autor de la ley de amnistía
de tan aguda vista para el fraude! 57 de 1311 de la que Dante fue... [22]
Comentario [L1409]: Dante
Si la gente que al mundo más corrompe 58 ve en las luchas del papado contra
el Imperio una de las causas de ese
no hubiera sido madrastra del César, extralimitarse de Florencia que ha
mas cual benigna madre para el hijo, 60 terminado por corromper sus
antiguas virtudes. En estas luchas
... [23]
quien es ya florentino y cambia y merca,
a Simifonte habría regresado, 62 Comentario [L1410]: Dante
debe aludir a la familia de los
donde pidiendo su abuelo vivía; 63 Velluti, famosos comerciantes pro-
cedentes de Simifonte, a la que
perteneció un tal Lippo, de la
de los Conti sería aún Montemurlo; 64 facción negra.
los Cerchi habitarían en Acona, Comentario [L1411]: 64-66
los Buondelmonti acaso en Valdigrieve. 66 Tres grandes familias feudales que,
vencidas por la causa popular,
promovida por Florencia,
Siempre la confusión de las personas terminaron emigrando a dicha
principio fue del mal de las ciudades, ciudad, contribuyendo a su
engrandecimiento territorial y a su
cual del vuestro el comer más de la cuenta; 69 degradación moral. Los Conti
abandonaron Montemurlo en 1219;
los Cerchi emigraron a mitad del
y más deprisa cae si ciega el toro siglo XII; los Buondelmonti fueron
que el cordero; y mejor que cinco espadas despojados de su castillo de Val di
Greve en 1135.
y más corta una sola muchas veces. 72

Si piensas cómo Luni y Orbisaglia 73 Comentario [L1412]: 73-75


Cuatro antiguas y ricas ciudades
han desaparecido, y cómo van etruscas ya desaparecidas y en
Sinagaglia y Chiusi tras de aquéllas, 75 completa decadencia.

oír cómo se pierden las estirpes


no te parecerá nuevo ni fuerte,
ya que también se acaban las ciudades. 78

Tienen su muerte todas vuestras cosas,


como vosotros; mas se oculta alguna
que dura mucho, y son cortas las vidas. 81

Y cual girando el ciclo de la luna


las playas sin cesar cubre y descubre,
así hace la Fortuna con Florencia: 84

por lo cual lo que diga de los grandes


florentinos no debe sorprenderte,
que ya su fama en el tiempo se esconde. 87

Yo vi a los Ughi y a los Catellini, 88 Comentario [L1413]: 88-93


Todas ellas antiguas grandes
Filippi, Creci, Orrnanni y Alberichi, familias ya en extinción o
ya en decadencia, ilustres ciudadanos; 90 desaparecidas del todo.

y vi tan grandes como los antiguos,


con el de la Sanella, a aquel del Arca,
Comentario [L1414]: 94-99
y a Soldanieri y Ardinghi y Bostichi. 93 En el barrio de San Pedro, junto a
la puerta vieja, donde vivían los
Ravignani, familia a la que
junto a la puerta, que se carga ahora 94 pertenecía el citado Belincione
de nueva felonía tan pesada Berti (Paraíso, XV, 112) y Guido
Guerra VI (Infierno, XVI, 36-39),
que hará que vuestra barca se hunda pronto, 96 viven ahora los advenedizos
Cerchi que en sus luchas con los
Donati ensangrentaron la ciudad.
los Ravignani estban, de los cuales Comentario [L1415]: Algún
miembro de la familia gibelina de
descendió el conde Guido, y los que el nombre la Pressa había obtenido ya cargos
del alto Bellinción después tomaron. 99 públicos.
Comentario [L1416]: Otra
familia gibelina que ya había
Los de la Pressa sabía ya cómo 100 obtenido el orden de la caballería.
gobernar, y tenía Galigaio 101 Comentario [L1417]: Alude
ya en su casa dorados pomo y funda. 102 al escudo de la familia Pigli: una
barra oscura sobre campo rojo.

Era ya grande la columna oscura, 103 Comentario [L1418]: Los que


se avergüenzan de las pesas
Sachetti, Giuochi, Fifanti y Barucci, falseadas por uno de los suyos son
Galli y a quien las pesas avergüenzan. 105 los Chiaramontesi. (Purgatorio,
XV, 105.)
Comentario [L1419]: Dos
La cepa que dio vida a los Calfucci familias güelfas.
era ya grande, y ya fueron llamados Comentario [L1420]: Los
los Sizzi y Arrigucci a las curules. 108 Uberti, familia gibelina,
considerados casi como los padres
de la ciudad (Infierno, X, 83-84).
¡Cuán altos vi a los que ahora están deshechos 109
Comentario [L1421]: El
por su soberbia! y las bolas de oro 110 escudo de los Lanberti (Infierno,
con sus gestas Florencia florecían. 111 XXVIII, 109), familia gibelina.
Comentario [L1422]: 112-114
Los Visdornini y los Tosinghi,
Así hacían los padres de esos que, 112 familias güelfas negras, que
cuando queda vacante vuestra iglesia, administraban los bienes del
obispado cuando éste se
engordan acudiendo al consistorio. 114 encontraba vacante.
Comentario [L1423]: 115-117
Esa insolente estirpe que se endraga 115 Los Adimari, familia güelfa de
humilde origen alemán, entroncada
tras los que huyen, y a quien muestra el diente con las familias más importantes
o la bolsa, se amansa cual cordero, 117 de la ciudad, de carácter violento.
«Se endraga» (en el original
«s'indraca»), es decir, se hacen
iba ascendiendo, mas de humilde origen; fieros como dragones.
y a Ubertino Donati no placía 119 Comentario [L1424]: A
que luego el suegro con ella le uniese. 120 Ubertino Donati, marido de una
Ravigniani, no le satisfacía que su
suegro, Bellincione Berti, casase
Ya hasta el mercado había el Caponsacco 121 con un Adimari a otra de sus hijas.

de Fiésole venido, y ciudadanos Comentario [L1425]: Los


Caponsacco, familia luego
eran ya buenos Guida e Infangato. 123 gibelina, vivían junto al Mercado
Viejo.
Diré una cosa cierta e increíble: Comentario [L1426]: Otras
dos familias que posteriormente
daba la entrada al recinto una puerta seguirían el partido feudal.
que de los Pera su nombre tomaba. 126
Comentario [L1427]: La
llamada porta Peruzza, por la
Los que hoy ostentan esa bella insignia 127 familia que vivía junto a ella,
desaparecida ya en tiempos de
del gran barón con cuya prez y nombre Dante.
la fiesta de Tomás se reconforta, 129 Comentario [L1428]: Alude
ahora Cacciaguida a las familias a
las que Ugo de Brandeburgo,
de él recibieron mando y privilegio; marqués de Toscana, otorgó su
aunque se ponga hoy junto a la plebe escudo a finales del siglo X. Este
noble murió en 1001 en la ... [24]
quien la rodea con franja de oro. 132
Comentario [L1429]: Gianno
della Bella había tomado el partido
Ya estaban Gualterotti e Importuni; popular en 1293, pero al pertenecer
a una familia noble, el pueblo
... no
[25]
y aún estaría el Burgo más tranquilo,
ayuno de estas nuevas vecindades. 135 Comentario [L1430]: Estas
dos familias habitaban en el Burgo
de los Santos Apóstoles donde
La casa en que naciera vuestro llanto, 136 luego vivieron los Buondelmonti,
que dieron lugar a numerosas
por el justo rencor que os ha matado, luchas ciudadanas.
y puso fin a vuestra alegre vida, 138 Comentario [L1431]: La
familia de los Amidei, que dio
era honrada, con todos sus secuaces: 139 origen a la división entre güelfos y
gibelinos.
¡Oh Buondelmonti, mal de aquellas bodas
Comentario [L1432]: Buonde
huiste, y el consuelo nos quitaste! 141 lmonte Buondelmonti estaba
prometido a una Amidei, a la cual
abandonó en 1215 para desposar a
Alegres muchos tristes estarían, 142 una Donati (Infierno, XXVIII,
si al Ema Dios te hubiese concedido, 106). Los Amidei, junto con otras
nobles familias, lo asesinaron el
cuando llegaste allí por vez primera. 144 domingo de Pascua, dando lugar a
que estallasen las sangrientas
luchas entre guelfos y gibelinos,
Mas convenía que en la piedra rota 145 aunque su origen fuera más
que el puente guarda, hiciera un sacrificio antiguo.

Florencia al terminarse ya su paz. 147 Comentario [L1433]: 142-144


«Si Dios te hubiera hecho ahogar
en el río Emma, antes de venir a
Con estas gentes, y otras con aquéllas, Florencia, se habrían ahorrado
muchas desgracias.»
vi yo a Florencia con tan gran sosiego,
Comentario [L1434]: 145-148
que no había motivos para el llanto. 150 De nuevo la estatua de Marte
(Infierno, XIII, 146) a la que se le
Con esas gentes yo vi glorioso atribuía un influjo maligno sobre la
ciudad. El final de la tranquilidad
y justo al pueblo, tanto que su lirio florentina está marcado, por ello,
nunca al revés pusieron en el asta, por el sacrificio de una víctima
humana, pues, según los cronistas,
ni fue hecho rojo por las disensiones.» 153 Buondelmonte fue asesinado al pie
de dicha estatua.

CANTO XVII Comentario [L1435]: 150-154


El lirio blanco sobre fondo rojo era
el emblema de Florencia. En las
Como acudió a Climene, a consultarle 1 batallas los vencedores
acostumbraban a pasear el
de aquello que escuchara en contra suya, estandarte enemigo puesto al
quien remiso hace al padre aún con el hijo; 3 revés, cosa que a los florentinos les
ocurrió en ocasiones. Los guelfos
triunfantes en 1251 cambiaron el
tal me encontraba, y tal lo comprendían emblema por un lirio rojo sobre
campo blanco, como quedó para la
Beatriz y aquella luz santa que antes posterioridad.
por causa mía se cambió de sitio. 6 Comentario [L1436]: 1-5
Dante se parangona al joven
Faeton (ya citado en otros lugares
Por lo cual mi señora «Expulsa el fuego de la Comedia), quien acusado por
de tu deseo -dijo- y que éste salga su rival Epafo de no ser hijo de
Apolo, dios del Sol, corrió a
por tu imagen interna bien sellado: 9 interrogar a su madre, Climene,
acerca de su verdadero origen,
dando lugar al trágico episodio del
no para acrecentar lo que sabemos carro, con cuyo ejemplo los padres
al decirlo: mas para acostumbrarte deben mostrarse cincunspectos a la
hora de consentir en las peticiones
a que hables de tu sed, y otros te ayuden». 12 de sus hijos (Metamorfosis, I, 748
y ss.)
«Cara planta que te alzas de tal modo
que, cual saben los hombres que no caben
dos ángulos obtusos en un triángulo, 15
igual sabes las cosas contingentes
antes de que sucedan, viendo el punto
en quien todos los tiempos son presentes; 18 Comentario [L1437]: Como
siempre, la visión de los
bienaventurados halla su origen en
mientras que junto a Virgilio subía Dios mismo.
por la montaña que cura las almas,
o por el reino difunto bajando, 21

dichas me fueron respecto al futuro


palabras graves, y aunque yo me sienta
a los golpes de azar como el tetrágono; 24 Comentario [L1438]: El
tetrágono es el cubo, que aquí
eiemplifica la firmeza ante
mi deseo estaría satisfecho cualquier adversidad.
sabiendo la fortuna que me aguarda:
pues la flecha prevista daña menos.» 27

Así le dije a aquella misma luz


que antes me había hablado; y como quiso
Beatriz, fue mi deseo confesado. 30

No con enigmas, donde se enviscaba 31 Comentario [L1439]: No con


lenguaje ambiguo como el que
la gente loca, antes de que muriera confundía a los paganos, que con-
el Cordero que quita los pecados, 33 sultaban los oráculos, cuyas
respuestas eran siempre
enigmáticas.
mas con palabras claras y preciso
latín, me respondió el amor paterno,
manifiesto y oculto en su sonrisa: 36

«Los hechos contingentes, que no salen 37 Comentario [L1440]: 37-42


De nuevo la presencia divina no
de los cuadernos de vuestra materia, supone una cortapisa a la libertad,
en la mirada eterna se dibujan; 39 de igual manera que el que mira un
barco arrastrado por la corriente no
es el causante de dicho
Mas esto no los hace necesarios, movimiento.
igual que la mirada que refleja
el barco al que se lleva la corriente. 42

De allí, lo mismo que viene al oído


el dulce son del órgano, me viene Comentario [L1441]: Fedra,
hasta mi vista el tiempo que te aguarda. 45 segunda esposa de Teseo, acusó a
su hijastro Hipólito de haberla
intentado seducir, en venganza de
Como se marchó Hipólito de Atenas 46 haber éste rechazado su insano
amor: el muchacho fue desterrado
por la malvada y pérfida madrastra, por su padre y posteriormente
así tendrás que salir de Florencia. 48 muerto a causa de un monstruo
marino que hizo volcar el carro en
el que marchaba (Metamorfosis,
Esto se quiere y esto ya se busca, 49 XV, 493 y ss.).
y pronto lo han de ver los que esto piensan Comentario [L1442]: Los
antecedentes del exilio de Dante
donde se vende a Cristo cada día. 51 podían ya rastrearse tiempo antes,
debido a la política del Papa
Bonifacio VIII.
Se atribuirá la culpa a los vencidos,
como se suele hacer; mas el castigo
testimonio será de la verdad. 54 Comentario [L1443]: La
culpa de las desgracias de
Florencia será atribuida a los
Tú dejarás cualquier cosa que quieras blancos vencidos, pero el mal
gobierno que posteriormente harán
más fuertemente; y. esto es esa flecha los negros pondrá en evidencia la
que antes dispara el arco del exilio. 57 inocencia de los primeros. O
mejor, las muertes de Corso Donati
(Purgatorio, XX, 85-90) y del
Probarás cuán amargamente sabe Papa Bonifacio (Purgatorio,
XXIV, 82-87).
el pan ajeno y cuán duro es subir
y bajar las ajenas escaleras. 60

Y lo que más te pesará en los hombros, 61 Comentario [L1444]: 61-69


La mezquindad de sus principios
será la ruin y necia compañía correligionarios del exilio, de los
con la que has de caer en ese valle; 63 que terminará apartándose tras la
derrota de Lastra en 1304
(Infíerno, XV, 70-72).
que ingrata, impía y loca contra ti
ha de volverse; mas al poco tiempo
ella, no tú, tendrá las sienes rojas. 66

De su bestialidad dará la prueba


su proceder; y grato habrá de serte
haber hecho un partido de ti mismo. 69

El refugio primero que te albergue Comentario [L1445]: Bartolo


mé della Scala, señor de Verona y
será la cortesía del Lombardo 71 caudillo gibelino (lo que explica la
que en la escalera tiene el ave santa; 72 figura del águila en su escudo) dio
albergue a Dante desde mediados
de 1303 hasta su muerte en marzo
que te dará tan benigna acogida, de 1304. Los años siguientes Dante
gozó de la hospitalidad de otras
que de hacer y pedir, entre vosotros, grandes familias como los da
antes irá el que entre otros el postrero. 75 Camino, los Malaspina, etc. Poste-
riormente, en 1312 regresará a
Verona donde residirá seis años
Con él verás a aquel que fue signado, 76 bajo la tutela del hermano de
Bartolomé, Cangrande.
tanto, al nacer, por esta fuerte estrella,
que hará notables todas sus acciones. 78 Comentario [L1446]: Para la
demás gente suele ser primero el
pedir que el recibir lo que se pide;
En él nadie repara todavía no asi con la munificencia de los
Escalígeros, que otorgarán a Dante
por su temprana edad, pues nueve años sus mercedes antes de que éste las
sólo esta rueda gira en torno suya; 81 solicite.
Comentario [L1447]: Junto a
Bartolomé Dante conocerá a
mas antes que el Gascón engañe a Enrique, 82 Cangrande, nacido en 1291 bajo el
de su virtud veremos los fulgores, signo de Aries, al que rige Marte.
Fue señor de Verona de 1312 a
despreciando la playa y las fatigas. 84 1329 y representaba para Dante la
posibilidad de restaurar el poder
gibelino en Italia.
Y sus magnificencias tan famosas
Comentario [L1448]: Antes
serán entonces, que sus enemigos de que el Papa gascón Clemente V
no podrán evitar el referirlas. 87 (Bertrand del Got de verdadero
nombre) engañe al joven
emperador Enrique VII fingiendo
Pon la esperanza en él y en sus mercedes; apoyarle y traicionándole después,
es decir, antes de 1312.
por él será cambiada mucha gente,
mudando condición rico y mendigo; 90

y llevarás escrito sin decirlo


en tu memoria de él»; y dijo cosas
que no creyese aun quien las escuchara. 93 Comentario [L1449]: Dante,
como vernos por su silencio,
obedece la indicación de no referir
Dijo después: «La explicación es esto el resto de la revelación sobre el
destino de Cangrande.
de lo que te fue dicho; ve las trampas
que se esconden detrás de pocos años. 96

Mas no quiero que envidies a tu gente,


pues sabrás que tu vida se enfutura
más allá que el castigo de su infamia.» 99

Cuando al callar mostró que concluido


ya había el alma santa el entramado
de la tela en que yo puse la urdimbre, 102

yo comencé lo mismo que el que anhela,


en la duda, el consejo de personas
que ven y quieren rectamente y aman: 105

«Bien veo padre mío, cómo aguija


contra mí el el tiempo, para darme un golpe
tal, que es más grave a quien más se descuida; 108

de previsión por ello debo armarme,


y si el lugar más amado me quitan,
yo no pierda los otros por mis versos. 111 Comentario [L1450]: 111-120
«Si pierdo un hogar, no vaya a
perder otros posibles a causa de
Por el amargo mundo sempiterno, mis versos demasiado duros para
alguna de las grandes familias
y por el monte desde cuya altura italianas, a muchos de cuyos
me elevaron los ojos de mi dama, 114 miembros he visto en mi viaje de
ultratumba, y que por lo que de
ellos refiero podrían molestarse los
y en el cielo después, de fuego en fuego, vivos.»
Es siempre de admirar la
aprendí muchas cosas, que un agriado conciencia de la posteridad que
sabor daría a muchos si las cuento; 117 tiene Dante, y de la dimensión
ética y testimonial del poeta, que
prefiere, antes que el favor de sus a
mas si amo la verdad tímidamente, contemporáneos, la gloria que le
ofrecerán los hombres futuros.
temo perder mi fama entre esos hombres
que a nuestro tiempo han de llamar antiguo.» 120

La luz donde reía mi tesoro,


que allí encontré, centelleó primero,
como al rayo de sol un áureo espejo; 123

después me replicó: «Sólo a una mente,


por la propia vergüenza o por la ajena
turbada, será brusco lo que digas. 126

No obstante, aparta toda la mentira


y pon de manifiesto lo que has visto;
y deja que se rasquen los sarnosos. 129

Porque si con tu voz causas molestia


al probarte, alimento nutritivo
dejará luego cuando lo digieran. 132

Este clamor tuyo hará como el viento,


que las más altas cumbres más golpea;
y esto no poco honor ha de traerte. 135

Por ello se han mostrado a ti en los cielos,


en el monte y el valle doloroso
sólo las almas de notoria fama, 138

pues fe no guarda el ánimo que escucha


ni observa los ejemplos que escondidas
o incógnitas tuvieran las raíces, 141
ni razones que no son evidentes.»

CANTO XVIII

Se recreaba ya en sus reflexiones


aquel beato espejo, y yo en las mías,
temperando lo amargo con lo dulce; 3 Comentario [L1451]: Por una
parte la amargura del exilio, por
otra la gloria literaria y el favor
y la mujer que a Dios me conducía divino.
dijo: «Cambia de idea; porque estoy
cerca de aquel que lo injusto repara.» 6

Yo entonces me volví al son amoroso


de mi consuelo; y no he de referiros
el mucho amor que vi en sus santos ojos: 9

no sólo es que no fíe en mis palabras,


sino que la memoria no repite,
sin una gracia, lo que la supera. 12

Sólo puedo decir de aquel instante,


que, volviendo a mirarla, estuvo libre
mi afecto de cualquier otro deseo, 15

mientras el gozo eterno, que directo 16 Comentario [L1452]: 16-18


La luz divina irradiaba por los ojos
irradiaba en Beatriz, desde sus ojos de Beatriz, como la imagen (el
con su segundo aspecto me alegraba. 18 segundo aspecto) en un espejo.
Vencido con la luz de su sonrisa,
ella me dijo: «Vuélvete y escucha;
no está en mis ojos sólo el Paraíso.» 21

Como se ve en la tierra algunas veces


el afecto en la vista, si es tan grande,
que por él todo el alma es poseída, 24

así en el flamear del fulgor santo 25 Comentario [L1453]: Cacciag


uida.
al que yo me volví, supe el deseo
que tenía aún de hablarme un poco más, 27

y él comenzó: «En este quinto grado


del árbol de la cima, que da fruta
siempre y que nunca pierde su follaje, 30

hay almas santas, que en la tierra, antes


que vinieran al cielo, tan famosas
fueron que harían rica a cualquier musa. 33 Comentario [L1454]: Los
espíritus militantes del cielo de
Marte darían ocasión para una gran
Contempla pues los brazos de la cruz: cantidad de poemas épicos que
narrasen sus hazañas. A
los que te nombraré aparecerán continuación se harán presentes al
como el rayo veloz hace en la nube.» 36 ser nombrados por el viejo
florentino.

Por la cruz vi un fulgor que se movía


al nombre de Josué, nada más dicho;
no sé si fue primero el ver que el nombre. 39

Y al nombre de aquel grande Macabeo


vi que otro se movía dando vueltas,
y era cuerda del trompo la alegría. 42

Así con Carlo Magno y con Oriando


siguió dos luces mi mirar atento
como a su halcón volando sigue el ojo. 45
Comentario [L1455]: 46-48
Después vi a Rinoardo y a Guillermo 46 Guillermo de Orange, personaje
y al duque Godofredo con la vista histórico que dio lugar a un amplio
ciclo de la épica francesa, centrado
por esa cruz, y a Roberto Guiscardo. 48 en sus luchas contra los sarracenos.
A este mismo ciclo, pero ya
totalmente ficticio, pertenece el
Yendo a mezclarse luego con los otros, gigante Ricardo. Godofredo de
me mostró el alma que me había hablado Bouillon condujo la primera
cruzada que conquistó Jerusalén.
qué clase de cantor era en el cielo. 51 El normando Roberto Guiscardo
liberó el sur de Italia y Sicilia de
los sarracenos y luchó contra
Me volví entonces hacia la derecha Enrique IV de Alemania en
para ver si Beatriz, o por su gesto defensa del Papa. Murió en 1085.
o sus palabras, mi deber mostraba. 54 Comentario [L1456]: Cacciag
uida, al ir a reunirse con los héroes
citados, pone de manifiesto que
Y contemplé sus luces tan serenas, comparte con ellos su condición de
tal.
tan gozosas, que a los demás vencía
su semblante y al último que tuvo. 57 Comentario [L1457]: Está
aún más hermosa de lo que estaba
antes, lo cual prueba que han as-
Y como por sentir mayor deleite cendido a otro cielo.
obrando bien, el hombre día a día
se da cuenta que aumenta su virtud, 60

así yo me di cuenta que girando


junto al cielo mi círculo crecía,
viendo aún más luminoso aquel milagro. 63

Y como se transmuta en poco rato 64 Comentario [L1458]: 64-69


Del rojo de Marte al blanco de
en blanca la mujer, cuando su rostro Júpiter.
de la vergüenza el peso se descarga, 66

tal fue en mis ojos, cuando me volví,


por su blancura la templada estrella
sexta, que en ella habíame acogido. 69

Yo vi en aquella jovial antorcha


el destellar del amor que allí estaba
signando el alfabeto ante nosotros. 72

Y cual aves que se alzan de la orilla,


casi alabando ya el haber comido,
hacen bandadas largas o redondas, 75

así en las luces las santas criaturas


al revolotear iban cantando,
haciéndose una D, una I, una L. 78

Al compás de su canto se movían;


y al formar luego uno de aquellos signos,
callaban deteniéndose un momento. 81

¡Oh pegasea diosa, que a los sabios 82 Comentario [L1459]: 82-87


Invocación a una musa, tal vez
los haces gloriosos y longevos, Euterpe, llamada aquí Pegasca
y ellos contigo a reinos y a ciudades, 84 porque la fuente Helicona,
asociada como ya sabemos a su
culto, brotó de una patada del
ilústreme tu ayuda, y haz que muestre caballo Pegaso.
tal como aparecieron sus figuras: Comentario [L1460]: La
y en breves versos tu poder demuestra! 87 gloria de los sabios inmortaliza
también a sus ciudades (Virgilio a
Mantua; Dante a Florencia).
Se me mostraron cinco veces siete
unas vocales y otras consonantes;
Comentario [L1461]: 91-93
y en cuanto se formaban las leía. 90 «DILIGITE IUSTITIAM QUI
IUDICATIS TERRAM», «Amad
la justicia los que gobernáis la
«DILIGITE IUSTITIAM», verbo y nombre 91 tierra», versículo con el que
fueron los que primero se formaron; comienza el libro biiblíco de la
Sabiduría.
«QUI IUDICATIS TERRAM», las postreras. 93

Luego en la eme del vocablo quinto


ordenadas quedaron; y tal plata
bañada en oro Júpiter lucía. 96

Y vi otras luces que a la parte alta


bajaban de la eme, y se quedaban
cantando, creo, el bien que las traía. 99

Luego, como al chocar de los tizones


ardientes, surgen chispas a millares,
donde los necios suelen ver augurios, 102

pareció que de allí surgían miles


de luces que subían, mucho o poco,
tal como el sol que las prendió dispuso; 105

y en su lugar ya quietas cada una,


vi de un águila el cuello y la cabeza
representada en el fulgor distinto. 108 Comentario [L1462]: Pensar
que la M en cuyo dibujo se
detienen los espíritus, ya forma el
Quien pinta allí no tiene quien le guíe, esquema del águila con las alas
desplegadas, pero aún sin cabeza;
sino que guía, y de aquél se origina la cual formarán los
la virtud que a los nidos da su forma. 111 bienaventurados posteriormente
llegados, antes de unirse con el
resto.
Las otras beatitudes, que dichosas
de enliliarse en la ema parecieron,
moviéndose siguieron la figura. 114

¡Oh dulce estrella, cuáles, cuántas gemas


me demostraron que nuestra justicia
es efecto del cielo que tú enjoyas! 117

Y yo pido a la mente en que comienza


tu virtud y tu obrar, que vuelva a ver
de dónde sale el humo que te nubla; 120 Comentario [L1463]: De
nuevo alusión al Papa Bonifacio
VIII, o más generalmente al papa-
tal que se encolerice nuevamente do de su tiempo.
del comprar y el vender dentro del templo
murado con milagros y martirios. 123

¡O milicia de cielo que ahora miro,


ruega por los que se hallan en la tierra
detrás del mal ejemplo desviados! 126
Comentario [L1464]: Con la
Antes se hacía con armas la guerra; excomunión, terrible arma en
manos del pontífice, que la utilizó
y ahora se hace quitando a unos y a otros en muchas ocasiones, aunque de
el pan que a nadie niega el santo Padre. 129 poco le valió contra Felipe el
Hermoso.
Pero tú que borrando sólo escribes, 130 Comentario [L1465]: Ahora
se dirige al Papa directamente, en
piensa que aún viven Pedro y Pablo, muertos esta ocasión al cahorsino Juan
por la viña que ahora tú devastas. 132 XXII, al que achaca un
desmesurado afán por los florines,
moneda que tenía impresa la figura
Puedes decir: «Tan fijo está mi amor de San Juan Bautista. Otros
comentaristas siguen viendo a Bo-
en quien quiso vivir en el desierto nifacio VIII.
y fue martirizado por un baile,
que al Pescador y a Pablo desconozco.» 135

CANTO XIX

Apareció ante mí la bella imagen


con las alas abiertas, que formaban
las almas agrupadas en su dicha; 3

un rubí parecía cada una


donde un rayo de sol ardiera tanto,
que en mis ojos pudiera reflejarse. 6

Y lo que debo de tratar ahora


ni referido nunca fue, ni escrito,
ni concebido por la fantasía; 9

pues vi y también oí que hablaba el pico,


y que la voz decía «mío» y «yo»
y debía decir «nuestro» y «nosotros». 12 Comentario [L1466]: Habla
en singular, como si fuera un solo
ser, y tendría que hacerlo en plural,
Y comenzó: «Por ser justo y piadoso al estar compuesta de
innumerables almas.
estoy aquí exaltado a aquella gloria
que vencer no se deja del deseo; 15

y dejé tan completa mi memoria


en la tierra, que abajo los malvados
aun sin seguir su ejemplo, la veneran.» 18

Como un solo calor de muchas brasas,


de entre muchos amores, de igual modo,
salía un solo son de aquella imagen. 21

Y entonces respondí. «Oh perpetuas flores


de la alegría eterna, que uno sólo
me hacéis aparecer vuestros aromas, 24

aclaradme, espirando, el gran ayuno


que largamente en hambre me ha tenido,
pues ningún alimento hallé en la tierra. 27

Bien sé que si en el cielo de otro reino


la justicia divina hace su espejo
veladamente el vuestro no la mira. 30 Comentario [L1467]: El
espejo de la justicia divina es el
reino de los Tronos (Paraíso, IX,
Sabéis que atentamente me: dispongo 50-63).
a escucharos; sabéis cuál es la duda
que en ayunas me tuvo tanto tiempo.» 33 Comentario [L1468]: La duda
que Dante no necesitaba expresar
es que si no hay salvación fuera de
Como halcón al que quitan la capucha, la fe cristiana, todos los hombres
deberían estar en condiciones de
que mueve la cabeza y bate alas conocerla y de bautizarse. Si esto
ganas mostrando y haciéndose hermoso, 36 no es así, no se comprende por qué
hayan de ser condenados los
gentiles que, sin culpa alguna, no
contemplé a aquella imagen, que con loas conocieron la verdadera doctrina.
Así, pues, la justicia divina parece
a la divina gracia era formada, una injusticia.
con cantos que conoce el que lo goza. 39

Dijo después: «El que volvió el compás


hasta el confín del mundo, y dentro de éste 42
guardó lo manifiesto y lo secreto,

no podía imprimir su poderío


en todo el universo, de tal modo
que su verbo no fuese aún infinito. 45 Comentario [L1469]: Aunque
Dios difundiera todo su saber entre
los hombres seguiría siendo
Y esto confirma que el primer soberbio, inalcanzable para ellos.
que de toda criatura fue la suma,
por no esperar la luz cayó inmaduro; 48

mostrando que cualquier naturaleza


menor, es sólo un corto receptáculo
del bien que no se acaba y no se mide. 51

Por lo cual nuestra vista, que tan sólo


ha salido de un rayo de la mente
de que todas las cosas están llenas, 54

no puede valer tanto por sí misma,


que no sepa que está mucho más lejos
su principio de lo que se le muestra. 57

Por eso en la justicia sempiterna


la vista que recibe vuestro mundo,
igual que el ojo por el mar, se adentra; 60

que, aunque en la orilla puede ver el fondo,


no lo ve en alta mar; y no está menos
allí, pero lo esconde el ser profundo. 63

No hay luz, si no procede de la calma


imperturbable; y fuera es la tiniebla,
o sombra de la carne, o su veneno. 66

Bastante ya te he abierto el escondrijo


que te escondía la justicia viva,
que con tanta frecuencia cuestionaste; 69

diciendo: "Un hombre nace en la ribera


del Indo, y no hay allí nadie que hable
de Cristo ni leyendo ni escribiendo; 72

y todos sus deseos y actos buenos,


por lo que entiende la razón del hombre,
están sin culpa en vida y en palabras. 75

Y muere sin la fe y sin el bautismo:


¿Dónde está la justicia al condenarle?
¿y dónde está su culpa si él no cree?" 78

¿Quién eres tú para querer sentarte


a juzgar a mil millas de distancia
con tu vista que sólo alcanza un palmo? 81

Cierto que quien conmigo sutiliza,


si sobre él no estuviera la Escritura,
su dudar llegaría hasta el asombro. 84

¡Oh animales terrenos! ¡Mentes zafias!


La voluntad primera, por sí buena,
de sí, que es sumo bien, nunca se mueve. 87

Sólo es justo lo que a ella se conforma:


ningún creado bien puede atraerla,
pero aquella, espiendiendo, los produce.» 90 Comentario [L1470]: Como
hemos podido ver, la respuesta del
águila sobre tan arduo problema
Igual que sobre el nido vuela en círculos sólo puede convencer a los ya
previamente convencidos.
tras cebar a sus hijos la cigüeña,
y como la contempla el ya cebado; 93

hizo así, y yo los ojos levanté,


esa bendita imagen, que las alas
movió impulsada por tantos espíritus. 96

Dando vueltas cantaba, y me decía:


«Lo mismo que mis notas, que no entiendes,
tal es el juicio eterno a los mortales.» 99

Al aquietarse las lucientes llamas


del Espíritu Santo, aún en el signo
que a Roma hizo temible en todo el mundo, 102 Comentario [L1471]: Aún
formando la imagen del águila.
volvió a decir aquél: «No sube a este
reino, quien no creyera en Cristo, antes
o después de clavarle en el madero. 105 Comentario [L1472]: En
latín, «cerca».

Mas sabe: muchos gritan "¡Cristo, Cristo!" Comentario [L1473]: Los


condenados y los bienaventurados.
y estarán en el juicio menos prope 107
Comentario [L1474]: 114-148
de aquel, que otros que a Cristo no conocen; 108 El águila va a pasar revista ahora a
los gobernadores inicuos -casi
todos, por lo que vamos a ver- de
serán por el etíope afrentados su época. En este pasaje Dante va a
cuando los dos colegios se separen, utilizar de nuevo el artificio del
acróstico. Tres tercetos comienzan
los para siempre ricos y los pobres. 111 con I, (en el original «Lí si
vedrá»); otros tres con V (en el
original «Vedrasi», que he podido
¿A vuestros reyes qué dirán los persas conservar); los tres siguientes por
al contemplar abierto el libro donde E (en el original la conjunción
copulativa «e»). Las tres forman la
escritos se hallan todos sus pecados? 114 palabra LVE, es decir, «peste»
Comentario [L1475]: Entre
La que muy pronto moverá las plumas las hazañas de Alberto I, ya citado
en Purgatorio, VI, 97 y ss., se
y que devastará el reino de Praga, encontrará injusta la invasión de
de Alberto podrá verse entre las obras. 117 Bohemia en 1304.
Comentario [L1476]: De
nuevo Felipe IV el Hermoso y el
La pena podrá verse que en el Sena dudoso episodio de la falsificación
causará, la moneda falseando, de la moneda; el rey murió en
1314 en una cacería.
quien por un jabalí hallará la muerte. 120
Comentario [L1477]: Eduard
o II de Inglaterra, rey desde 1307 a
La insaciable soberbia podrá verse, 1327; y Roberto Bruce, rey de
que al de Inglaterra y al de Escocia ciega, Escocia de 1306 a 1329.

sin poder aguantarse en sus fronteras. 123 Comentario [L1478]: Fernand


o IV, llamado «El Emplazado»,
rey de Castilla desde 1295 a 1312;
Veráse la lujuria y vida muelle Wencestao IV (Purgatorio, VII,
101-2).
de aquel de España y del de la Bohemia,
Comentario [L1479]: Carlos
que ni supo ni quiso del valor. 126 II de Anjou, rey de Nápoles y de
Jerusalén. Sus buenas obras se
anotan con el I (la unidad) y las
Veráse al cojo de Jerusalén malas con M (mil).
su bondad señalada con la I,
Comentario [L1480]: Federic
y con la M el contrario señalado. 129 o II de Aragón, rey de Sicilia, en la
que según Virgilio murió
Anquises, padre de Eneas.
Veráse la avaricia y la vileza
Comentario [L1481]: 137-141
de quien guardando está la isla del fuego, Dionís, rey de Portugal de 1279 a
donde Anquises su larga edad dejara; 132 1325, cuñado de los anteriores,
Acon VII de Noruega, rey desde
1299 a 1319, y del que Dante, por
en abreviadas letras su escritura lo demás, debía saber bastante
poco; el de Regusa (en el original
para dar a entender cuán poco vale, Rascia) es Esteban II de Serbia
que mucho anotarán en poco espacio. 135 occidental, que acuñó astutamente
una moneda muy parecida a la de
Venecia.
Enseñará las obras indecentes Comentario [L1482]: 38 Su
de su tío y su hermano, que una estirpe 137 tío es Jaime de Mallorca, rey desde
1262 a 1311; el hermano es Jaime
tan egregia y dos tronos ensuciaron. 138 II (Purgatorio, VII, 119-20), que
ensucian el recuerdo de Pedro III
el Grande.
El que está en Portugal y el de Noruega
allí se encontrarán, y aquel de Rascia
que mal ha visto el cuño de Venecia. 141

¡Dichosa Hungría, si es que no se deja 142 Comentario [L1483]: Finalme


nte Dante, el político, anima a
mal conducir! ¡y dichosa Navarra, Hungría y a Navarra que no caigan
si se armase del monte que la cerca! 144 en la órbita francesa, una vez
extinguidas sus dinastías
originarias. Una y otra cayeron en
Y creer se debiera como muestra 145 manos de la casa de Anjou, tan
odiada por nuestro poeta.
de esto, que Nicosia y Famagusta
se reprueban y duelen de su bestia, 147 Comentario [L1484]: 145-148
El mal gobierno de Enrique II de
que del lado de aquéllas no se aparta. 148 Lusignan en Chipre (1285-1324)
es buena muestra de lo que podría
ocurrir en esos dos países si
CANTO XX cayeran en la órbita francesa.
Comentario [L1485]: Del
Cuando aquel que da luz al mundo entero 1 lado de los otros injustos
monarcas.
del hemisferio nuestro así desciende
Comentario [L1486]: 1-6 Al
que el día en todas partes se consuma, 3 caer la noche es cuando pueden
verse las estrellas que iluminan el
cielo difundiendo la luz que
el cielo, que aquél solo iluminaba, reciben del mismo sol.
súbitamente vuelve a hacerse claro,
con muchas luces, que a una reflejan. 6

Recordé este fenómeno celeste,


cuando calló aquel símbolo del mundo
y de sus jefes su bendito pico; 9 Comentario [L1487]: El
águila es el signo del mundo, cuyo
poder civil representa el imperio; y
pues que todas aquellas vivas luces al mismo tiempo es símbolo de los
grandes caudillos.
entonaron, luciendo aún más, cantigas
que se han borrado ya de mi memoria. 12

¡Oh dulce amor que de risa te envuelves,


qué ardiente en esos sistros te mostrabas,
de santos pensamientos inspirados! 15

Cuando las caras y lucientes piedras


de las que vi enjoyado el sexto cielo
sus angélicos sones terminaron, 18

creí escuchar el murmurar de un río


que claro baja de una roca en otra,
mostrando la abundancia de su fuente. 21

Y como el son del cuello de la cítara


toma forma, y así del orificio
de la zampoña por donde entra el viento, 24

de igual manera, sin tardanza alguna,


por el cuello del águila el murmullo
subió, cual si estuviese perforado. 27

Allí se tornó voz, y por el pico


salió en palabras, como lo esperaba
mi corazón, en donde las retuve. 30

«La parte en mí que ve y que al sol resiste 31 Comentario [L1488]: Los


ojos. Según creencia muy común,
siendo águila mortal -me dijo entonces- el águila podía mirar al sol
ahora debes mirar atentamente, 33 directamente.

pues de los fuegos que hacen mi figura,


esos por los que brillan mis pupilas,
son los más excelentes de entre todos. 36

Ese que en medio luce como el iris, 37 Comentario [L1489]: 37-42


David (Purgatorio, X, 93).
fue el gran cantor del Espíritu Santo,
que el arca trasladó de pueblo en pueblo: 39

ahora sabe ya el mérito del canto,


en cuanto efecto fue de su deseo,
por el pago que le ha correspondido. 42

De los cinco del arco de mis cejas, 43 Comentario [L1490]: 43-48


Trajano. Recuérdese todo lo que
quien del pico se encuentra más cercano, dijimos acerca de este emperador
consoló a aquella viuda por su hijo: 45 «cristiano» en Purgatorio, X,
73-93.

ahora sabe lo caro que resulta


el no seguir a Cristo, conociendo
esta vida tan dulce y su contraria. 48

Y aquel que sigue en la circunferencia 49 Comentario [L1491]: 49-54


El rey de Judá, Ezequías, que
que te digo, en lo más alto del arco, obtuvo por mediación de Isaías el
con penitencias aplazó su muerte: 51 don de vivir quince años más.

ahora sabe que el juicio sempiterno


no cambia, aun cuando dignas oraciones
de lo de hoy abajo hace mañana. 54

El que sigue, conmigo y con las leyes, 55 Comentario [L1492]: 55-60


Constantino, que trasladó la capital
bajo buena intención que dio mal fruto, a Constantinopla, para dejar Roma
por ceder al pastor se tornó griego: 57 al Papa. (Infierno, XIX, 115-117;
Purgatorio, XXXII, 124-29.)

ahora sabe que el mal que ha derivado


Comentario [L1493]: 61-66
de aquel buen proceder, no le es dañoso Guillermo II el Bueno, nacido en
aunque por ello el mundo se destruya. 60 1154, rey de Sicilia en 1166 y
muerto en 1189. Su muerte dejó
desconsolados a sus vasallos, los
Y aquel que está donde el arco desciende, 61 cuales tiempo más tarde padecen a
Carlos II de Anjou y a Federico de
fue Guillermo, a quien llora aquella tierra Aragón, en Nápoles y Sicilia
que a Federico y Carlos ahora sufre: 63 respectivamente (Paraíso, XIX,
127-32.)
ahora sabe en qué modo se enamora
de un justo rey el cielo, y en el brillo
de su semblante así lo manifiesta. 66

¿Quién creería en el mundo en que se yerra 67 Comentario [L1494]: 67-72


Rifeo es un personaje de la Eneida
que el troyano Rifeo en este arco (II, 339, 394, 425-27), en la que
fuese la quinta de las santas luces? 69 aparece como un hombre
«justísimo», en palabras de
Virgilio. La presencia de éste, aún
Ahora ya sabe más de eso que el mundo más que la de Trajano en el cielo,
motivará las lógicas dudas de
no puede ver de la divina gracia, Dante y las consiguientes
aunque su vista el fondo no discierna.» 72 explicaciones del Aguila Santa. Al
haberse salvado, Rifeo sabe algo
más de la insondable voluntad
Como la alondra que vuela en el aire divina, aunque no la comprenda
tampoco él del todo.
cantando, y luego calla satisfecha
de la última dulzura que la sacia, 75

tal pareció la imagen del emblema


del eterno poder, a cuyo gusto
todas las cosas adquieren su ser. 78

Y aunque yo con mis dudas casi fuese


cristal con el color que le recubre,
no pude estar callado mucho tiempo, 81

mas por la boca: «¿Qué cosas son éstas?»


me impulsó a echar la fuerza de su peso:
por lo cual vi destellos de alegría. 84

Y luego, con la vista más ardiente,


aquel bendito signo me repuso
para que yo saliera de mi asombro: 87

«Ya veo que estas cosas has creído


pues yo lo digo, mas no ves las causas;
y te están, aun creyéndolas, ocultas. 90

Haces como ése que sabe de nombre


las cosas, pero si otros no le explican
su sustancia, él no puede conocerla. 93

Regnum caelorum sufre la violencia 94 Comentario [L1495]: El reino


de los cielos se deja por su propio
de ardiente amor y de viva esperanza, gusto vencer por el amor y la
que vencen la divina voluntad: 96 esperanza de los hombres, y sus
designios, como veremos
enseguida, son por completo
no como el hombre al hombre sobrepuja, inexcrutables (Mateo, XI, 12;
Lucas, XVI, 16).
mas la vencen pues quiere ser vencida,
y con su amor, así vencida, vence. 99
La primer alma y quinta de las cejas 100 Comentario [L1496]: 100-129
Rifeo, que tuvo fe en el Cristo por
ha causado tu asombro, pues las ves venir; Trajano, que tuvo fe en
pintando las angélicas regiones. 102 Cristo ya venido. El primero fue
milagrosamente instruido por Dios
en los misterios de la fe; el
No dejaron sus cuerpos, como piensas, segundo vuelto a la vida por
intercesión del Papa Gregorio
gentiles, mas cristianos, con fe firme Magno, para que su alma recibiera
en los pies por clavar o ya clavados. 105 la enseñanza del cristiano, y
muerto por segunda vez ya salvado
(Purgatorio, XXIV, 84).
Pues una del infierno, donde nunca
se vuelve al buen querer, tornó a los huesos;
y esto fue en premio de esperanza viva: 108

de una viva esperanza que dio fuerzas


a la súplica a Dios de revivirle,
para poder corregir su deseo. 111

El alma gloriosa de que hablo,


vuelta a la carne, en la que estuvo un poco,
creyó en aquel que podía ayudarla; 114

y creyendo encendióse en tanto fuego


de verdadero amor, que en su segunda
muerte, fue digna de estas alegrías. 117

La otra, por gracia que de tan profunda


fuente destila, que nadie ha podido
ver su vena primera con los ojos, 120

puso todo su amor en la justicia:


y así, pues, Dios le abrió, de gracia en gracia
la vista a la futura redención; 123

y él en ella creyó, y no toleraba


la peste de su antiguo paganismo;
y reprendía a las gentes perversas. 126

Las tres mujeres que viste en la rueda 127 Comentario [L1497]: Las
virtudes teologales que Dante
derecha le sirvieron de bautismo, encontró en el Paraíso Terrenal.
antes del bautizar más de un milenio. 129

¡Oh predestinación, cuán alejada


se encuentra tu raíz de aquellos ojos
que la causa primera no ven tota! 132

Y vosotros mortales, sed prudentes


juzgando: pues nosotros, que a Dios vemos,
aún no sabemos todos los que elige; 135

y nos es dulce ignorar estas cosas,


y nuestro bien en este bien se afina,
pues lo que Dios desea, deseamos.» 138

Por la divina imagen de este modo,


para aclarar mi vista tan escasa,
me fue dada suave medicina. 141

Y como a un buen cantor buen citarista


hace seguir el pulso de las cuerdas,
por lo que aún más placer adquiere el canto, 144

así, mientras hablaba, yo recuerdo


que vi a los dos benditos resplandores,
igual que el parpadeo se concuerda,
llamear al compás de las palabras. 147

CANTO XXI

Volví a fijar mis ojos en el rostro


de mi dama, y mi espíritu con ellos,
de cualquier otro asunto retirado. 3

No se reía; mas «Si me riese


-dijo- te ocurriría como cuando
fue Semele en cenizas convertida: 6 Comentario [L1498]: La risa
de Beatriz, tan hermosa ya en este
punto del viaje, produciría en
pues mi belleza, que en los escalones Dante los mismos efectos
devastadores, como produjo en
del eterno palacio más se acrece, Sernele la aparición de su amante
como has podido ver, cuanto más sube, 9 Zeus en todo su esplendor
(Metamorfósís, III, 307, 309).

si no la templo, tanto brillaría


que tu fuerza mortal, a sus fulgores,
rama sería que el rayo desgaja. 12

Al séptimo esplendor hemos subido, 13 Comentario [L1499]: Al cielo


de Saturno, donde se encuentran
que bajo el pecho del León ardiente los espíritus contemplativos, que
con él irradia abajo su potencia. 15 ahora se halla en conjunción con la
constelación de Leo.

Fija tu mente en pos de tu mirada,


y haz de aquélla un espejo a la figura
que te ha de aparecer en este espejo.» 18

Quien supiese cuál era la delicia


de mi vista mirando el santo rostro,
al poner mi atención en otro asunto, 21

sabría de qué forma me era grato


obedecer a rrú celeste escolta,
si un placer con el otro parangono. 24
En el cristal que tiene como nombre,
rodeando el mundo, el de su rey querido
bajo el que estuvo muerta la malicia, 27 Comentario [L1500]: Saturno,
que da nombre a la séptima esfera
(«cristal») fue el dios que rigió la
de color de oro que el rayo refleja mítica edad de oro, aludida ya en
varias ocasiones (Infierno, XIV,
contemplé una escalera que subía 96; Purgatorio, XXVIII, 140).
tanto, que no alcanzaba con la vista. 30

Vi también que bajaba los peldaños


tanto fulgor, que pensé que la luz 32 Comentario [L1501]: Tantas
almas de bienaventurados.
toda del cielo allí se difundiera. 33

Y como, por su natural costumbre,


juntos los grajos, al romper del día,
se mueven calentando su plumaje; 36

después unos se van y ya no vuelven;


otros toman al sitio que dejaron,
y los demás se quedan dando vueltas; 39

me parecio que igual aconteciese


en aquel destellar que junto vino,
al llegar y pararse en cierto tramo. 42

Y aquel que más cercano se detuvo, 43 Comentario [L1502]: Como


veremos, es la voz de San Pedro
era tan luminoso, que me dije: Damián.
«Bien conozco el amor que me demuestras. 45

Mas aquella en que espero el cómo y cuándo


callar o hablar, estáse quieta; y yo
bien hago y, aunque quiero, no pregunto.» 48

Por lo cual ella, viendo en mi silencio,


con el ver de quien puede verlo todo,
me dijo: «Aplaca tu ardiente deseo.» 51

Y yo comencé así. «Mis propios méritos


de tu respuesta digno no me hacen;
mas por aquella que hablar me permite, 54

alma santa que te hallas escondida


dentro de tu alegría, haz que yo sepa
por qué de mí te has puesto tan cercana; 57

y por qué en esta rueda se ha callado


la dulce sinfonía de los cielos,
que tan piadosa en las de abajo suena.» 60
«Mortal tienes la vista y el oído,
por eso no se canta aquí –repuso-
al igual que Beatriz no tiene risa. 63 Comentario [L1503]: «Porque
tus sentidos mortales no podrían
soportar ni la risa de Beatriz, ni el
Por la santa escalera he descendido son de nuestros cantos.»
únicamente para recrearte
con la voz y la luz que me rodea; 66

mayor amor más presta no me hizo, 67 Comentario [L1504]: «No he


descendido más cerca porque
que tanto o más amor hierve allá arriba, sienta mayor amor por ti que las
tal como el flamear te manifiesta. 69 otras.»

Mas la alta caridad, que nos convierte


en siervas de aquel que el mundo gobierna
aquí nos destinó, como estás viendo.» 72

«Bien veo, sacra lámpara, que un libre


amor -le dije basta en esta corte
para seguir la eterna providencia; 75

mas no puedo entender tan fácilmente


por qué predestinada sola fuiste
tú a este encargo entre todas las restantes.» 78

Aun antes de acabar estas palabras,


hizo la luz un eje de su centro,
dando vueltas veloz como una rueda; 81

luego dijo el amor que estaba dentro:


«Desciende sobre mí la luz divina, 83 Comentario [L1505]: Nueva
mente se plantea el problema de la
en ésta en que me envientro penetrando, 84 predestinación.

la cual virtud, unida a mi intelecto,


tanto me eleva sobre mí, que veo
la suma esencia de la cual procede. 87

De allí viene esta dicha en la que ardo;


puesto que a mi visión, que es ya tan clara,
la claridad de la llama se añade. 90

Pero el alma en el cielo más radiante,


el serafín que más a Dios contempla,
no podrá responder a tu pregunta, 93

porque se oculta tanto en el abismo


del eterno decreto lo que quieres,
que al creado intelecto se le esconde. 96

Y al mundo de los hombres, cuando vuelvas,


contarás esto, a fin que no pretenda
a una tan alta meta dirigirse. 99

La mente, que aquí luce, en tierra humea;


así que piensa cómo allí podrá
lo que no puede aun quien acoge el cielo.» 102 Comentario [L1506]: «La
inteligencia que aquí es luz, es
sombra allá abajo: así que piensa
Tan terminantes fueron sus palabras cómo podríais entender los
hombres lo que ni siquiera
que dejé aquel asunto, y solamente entienden por completo los
humilde pregunté por su persona. 105 elegidos.»

«Álzanse entre las costas italianas 106 Comentario [L1507]: San


Pedro Damián nació en 1007 de
montes no muy lejanos de tu tierra, una familia muy humilde de Ráve-
tanto que el trueno suena más abajo, 108 na. A los treinta años ingresó en el
convento camaldulense de Fonte
Avellana, cercano a Gubbio, en el
y un alto forman que se llama Catria, monte Catria, que según la
tradición visitó el propio Dante.
bajo el cual hay un yermo consagrado Fue prior y posteriormente obispo
para adorar dispuesto únicamente.» 111 y cardenal, cargos a los que
renunció tras haber mostrado un
gran celo contra la simonía y la
Por vez tercera dijo de este modo; corrupción eclesiástica (vv.
130-35), volviendo de nuevo a su
y, siguiendo, después me dijo: «Allí monasterio, famoso éste por la
tan firme servidor de Dios me hice, 114 severidad de la regla. Solía firmar
como Pedro Pecador y representa
la figura del antihumanismo.
que sólo con verduras aliñadas Murió en Faenza en 1072.
soportaba los fríos y calores,
alegre en el pensar contemplativo. 117

Dar solía a estos cielos aquel claustro


muchos frutos; mas ahora está vacío,
y pronto se pondrá de manifiesto. 120 Comentario [L1508]: Tal vez
se refiere a la transformación del
monasterio en abadía en la época
Yo fui Pedro Damián en aquel sitio, de Juan XXII.
y Pedro Pecador en la morada
de nuestra Reina junto al mar Adriático. 123 Comentario [L1509]: En la
abadía de Santa María de Rávena.

Cuando ya me quedaba poca vida,


a la fuerza me dieron el capelo, 125 Comentario [L1510]: En
realidad el uso del capelo como
que de malo a peor ya se transmite. 126 símbolo de la dignidad
cardenalicia no se prescribió hasta
la mitad del siglo XIII con
Vino Cefas y vino el Santo Vaso 127 Inocencio IV.
del Espíritu, flacos y descalzos, Comentario [L1511]: San
tomando en cualquier sitio la comida. 129 Pedro y San Pablo, que predicaron
el evangelio con suma pobreza.

Los modernos pastores ahora quieren 130 Comentario [L1512]: 130-134


Divertida y llena de plasticidad
que les alcen la cola y que les lleven, esta caricatura que Dante nos pre-
tan gordos son, sujetos a los lados. 132 senta de los lustrosos personajes de
la curia papal.

Con mantos cubren sus cabalgaduras,


tal que bajo una piel marchan dos bestias:
¡Oh paciencia que tanto soportas! 135

Al decir esto vi de grada en grada


muchas llamas bajando y dando vueltas,
y a cada giro estaban más hermosas. 138

Se detuvieron al lado de ésta,


y prorrumpieron en clamor tan alto,
que aquí nada podría asemejarse; 141
ni yo lo oí; tan grande fue aquel trueno.

CANTO XXII

Presa del estupor, hacia mi guía


me volví, como el niño que se acoge
siempre en aquella en que más se confía; 3

y aquélla, como madre que socorre


rápido al hijo pálido y ansioso
con esa voz que suele confortarlo, 6

dijo: «¿No sabes que estás en el cielo?


y ¿no sabes que el cielo es todo él santo,
y de buen celo viene lo que hacemos? 9

Cómo te habría el canto trastornado, 10 Comentario [L1513]: 10- 12


Cfr. Paraíso, XXI, 61-63.
y mi sonrisa, puedes ver ahora,
puesto que tanto el gritar te conmueve; 12

y si hubieses su ruego comprendido, 13 Comentario [L1514]: Es


decir, lo que aquel grito pedía.
en él conocerías la venganza
que podrás ver aún antes de que mueras. 15

La espada de aquí arriba ni deprisa 16 Comentario [L1515]: La


venganza divina sólo parece que
ni tarde corta, y sólo lo parece tarde en venir o que llega
a quien teme o desea su llegada. 18 demasiado pronto a quien la espera
o la teme.

Mas dirígete ahora hacia otro lado;


que verás muchas almas excelentes,
si vuelves la mirada como digo.» 21

Como ella me indicó, volví los ojos,


y vi cien esferitas, que se hacían
aún más hermosas con sus mutuos rayos. 24 Comentario [L1516]: Es uno
de los frutos de la caridad mutua
que existe en el Paraíso.
Yo estaba como aquel que se reprime
la punta del deseo, y no se atreve
a preguntar, porque teme excederse; 27
y la mayor y la más encendida
de aquellas perlas vino hacia adelante,
para dejar satisfechas mis ganas. 30

Dentro de ella escuché luego: «Si vieses 31 Comentario [L1517]: Habla


ahora el alma de San Benito de
la caridad que entre nosotras arde, Nursia el gran fundador del movi-
lo que piensas habrías expresado. 33 miento monástico de la Iglesia de
occidente (480-543).

Mas para que, esperando, no demores


el alto fin, habré de responderte
al pensamiento sólo que así guardas. 36

El monte en cuya falda está Cassino 37 Comentario [L1518]: El


monte Cairo, en cuya cima se
estuvo ya en su cima frecuentado encontraba un templo de Apolo y
por la gente engañada y mal dispuesta; 39 donde el santo comenzó su labor
evangelizadora.

y yo soy quien primero llevó arriba


el nombre de quien trajo hasta la tierra
esta verdad que tanto nos ensalza; 42

y brilló tanta gracia sobre mí,


que retraje a los pueblos circundantes
del culto impío que sedujo al mundo. 45

Los otros fuegos fueron todos hombres


contemplativos, de ese ardor quemados
del que flores y frutos santos nacen. 48 Comentario [L1519]: San
Macario de Alejandría, discípulo
de San Antonio, fue el promotor
Está Macario aquí, y está Romualdo, 49 del monaquismo en oriente. San
Romualdo de Rávena (956-1027),
y aquí están mis hermanos que en los claustros que fundó la Orden de los
detuvieron sus almas sosegadas. 51 camaldulenses.
Comentario [L1520]: Los
Y yo a él: «El afecto que al hablarme benedictinos.

demuestras y el benévolo semblante


que en todos vuestros fuegos veo y noto, 54

de igual modo acrecientan mi confianza,


como hace al sol la rosa cuando se abre
tanto como permite su potencia. 57

Te ruego pues, y tú, padre, concédeme


si merezco gracia semejante,
que pueda ver tu imagen descubierta.» 60

Y aquél: «Hermano, tu alto deseo 61 Comentario [L1521]: «Podrás


verme enteramente en el cielo
ha de cumplirse allí en la última esfera, Empíreo, donde todos los deseos,
donde se cumplirán todos y el mío. 63 el tuyo de verme y el mío de ver a
Dios se ven cumplidos.»

Allí perfectos, maduros y enteros


son los deseos todos; sólo en ella
cada parte está siempre donde estaba, 66 Comentario [L1522]: El
Empíreo es inmutable, pues
representa la perfección divina.
pues no tiene lugar, ni tiene polos,
y hasta aquella conduce esta escalera,
por lo cual se te borra de la vista. 69

Hasta allá arriba contempló el patriarca


Jacob que ella alcanzaba con su extremo,
cuando la vio de ángeles colmada. 72

Mas, por subirla, nadie aparta ahora 73 Comentario [L1523]: 73-93


Como los franciscanos y los
de la tierra los pies, y se ha quedado dominicos, a pesar de ser órdenes
mi regla para gasto de papel. 75 recientes, la vieja Orden
benedictina ha degenerado con el
tiempo, mereciendo la reprobación
Los muros que eran antes abadías de su fundador, en términos a los
que ya Dante nos tiene acostum-
espeluncas se han hecho, y las cogullas brados.
de mala harina son talegos llenos. 78

Pero la usura tanto no se alza 79 Comentario [L1524]: 79-81


La usura no es tan grave pecado
contra el placer de Dios, cuanto aquel fruto como la codicia de los sacerdotes.
que hace tan loco el pecho de los monjes; 81

que aquello que la Iglesia guarda, todo


es de la gente que por Dios lo pierde;
no de parientes ni otros más indignos. 84

Es tan blanda la carne en los mortales,


que allá abajo no basta un buen principio
para que den bellotas las encinas. 87

Sin el oro y la plata empezó Pedro,


y con ayunos yo y con oraciones,
y su orden Francisco humildemente; 90

y si el principio ves de cada uno,


y miras luego el sitio al que han llegado,
podrás ver que del blanco han hecho negro. 93

En verdad el Jordán retrocediendo, 94 Comentario [L1525]: 94-96


El Jordán volvió su curso para
más fue, y el mar huyendo, al Dios mandarlo, permitir el paso de Josué, de modo
admirable de ver, que aquí el remedio.» 96 parecido a como antes se había
abierto el mar Rojo. Estos milagros
son menos asombrosos, dice el
Así me dijo, y luego fue a reunirse poeta, que el remedio de la
corrupción.
con su grupo, y el grupo se juntó;
después, como un turbión, voló hacia arriba. 99

Mi dulce dama me impulsó tras ellos


por la escalera sólo con un gesto,
venciendo su virtud a mi natura; 102 Comentario [L1526]: Por
dicha escala ascienden al octavo
cielo, el de las estrellas fijas.
y nunca aquí donde se baja y sube
por medios naturales, hubo un vuelo
tan raudo que a mis alas se igualase. 105

Así vuelva, lector, a aquel devoto


triunfo por el cual lloro con frecuencia
mis pecados y el pecho me golpeo, 108 Comentario [L1527]: «Así
pueda yo volver a ver el Paraíso.»

puesto y quitado en tanto tú no habrías


del fuego el dedo, en cuanto vi aquel signo
que al Toro sigue y dentro de él estuve. 111 Comentario [L1528]: La
constelación de Géminis, bajo la
cual nació Dante, aunque no
Oh gloriosas estrellas, luz preñada conozca aún el día exacto.
de gran poder, al cual yo reconozco
todo, cual sea, que mi ingenio debo, 114

nacía y se escondía con vosotras


de la vida mortal el padre, cuando
sentí primero el aire de Toscana; 117

y luego, al otorgarme la merced


de entrar en la alta esfera en que girais,
vuestra misma region me cupo en suerte. 120 Comentario [L1529]: Al
entrar en la esfera de las estrellas
fijas, lo hacen por el lado en que se
Con devoción mi alma ahora os suspira, encuentra dicha constelación.
para adquirir la fuerza suficiente
en este fuerte paso que la espera. 123

«Ya de la salvación están tan cerca


-me dijo Beatriz-- que deberías
tener los ojos claros y aguzados; 126

por lo tanto, antes que tú más te enelles,


vuelve hacia abajo, y mira cuántos mundos
debajo de tus pies ya he colocado; 129

tal que tu corazón, gozoso cuanto


pueda, ante las legiones se presente
que alegres van por el redondo éter.» 132

Recorrí con la vista aquellas siete


esferas, y este globo vi en tal forma
que su vil apariencia me dio risa; 135 Comentario [L1530]: La
tierra.

y por mejor el parecer apruebo 136 Comentario [L1531]: 136-


8«Mi parecer está con el de
que lo tiene por menos; y el que piensa aquellos que la menosprecian y
en el otro, de cierto es virtuoso. 138 piensan sólo en el cielo.»
Vi encendida a la hija de Latona 139 Comentario [L1532]: La luna,
despojada de las manchas.
sin esa sombra que me dio motivo
de que rara o que densa la creyera. 141

El rostro de tu hijo, Hiperïón, 142 Comentario [L1533]: El hijo


de Hiperión es el sol.
aquí afronté, y vi cómo se mueven,
cerca y en su redor Maya y Dïone. 144 Comentario [L1534]: Mercuri
o era hijo de la ninfa Maya. Ya
hemos visto que Dione era la
Y se me apareció el templar de Júpiter 145 madre de Venus.
entre el padre y el hijo: y vi allí claro Comentario [L1535]: Entre
las variaciones que hacen de lugares; 147 Saturno, su padre, y Marte, su hijo.
Júpiter mitiga el frío del uno y el
calor del otro.
y de todos los siete puede ver
cuán grandes son, y cuánto son veloces,
y la distancia que existe entre ellos. 150

La era que nos hace tan feroces, 151 Comentario [L1536]: En el


original «aiuola», diminutivo de
mientras con los Gemelos yo giraba, «aia»: «era» (de trillar).
vi con sus montes y sus mares; luego 153
volví mis ojos a los ojos bellos.

CANTO XXIII

Igual que el ave, entre la amada fronda,


que reposa en el nido entre sus dulces
hijos, la noche que las cosas vela, 3

que, por ver los objetos deseados


y encontrar alimento que les nutra
-una dura labor que no disgusta-, 6 Comentario [L1537]: Sale
antes del amanecer para encontrar
presas.
al tiempo se adelanta en el follaje,
y con ardiente afecto al sol espera,
mirando fijo a donde nace el alba; 9

así erguida se hallaba mi señora


y atenta, dirigiéndose hacia el sitio
bajo el que el sol camina más despacio: 12

y viéndola suspensa, ensimismada,


me puse como aquel que deseando
algo que quiere, se calma en la espera. 15

Mas poco fue del uno al otro instante


de que esperara, digo, y de que viera
que el cielo más y más resplandecía; 18

Y Beatriz dijo: «¡Mira las legiones


del tyiunfo de Cristo y todo el fruto
que recoge el girar de estas esferas!» 21

Pareció que le ardiera todo el rostro,


y tanta dicha llenaba sus ojos,
que es mejor que prosiga sin decirlo. 24

Igual que en los serenos plenilunios


con las eternas ninfas Trivia ríe 26 Comentario [L1538]: Trivia
es la luna, y las ninfas las estrellas.
que coloran el cielo en todas partes, 27

vi sobre innumerables luminarias


un sol que a todas ellas encendía,
igual que el nuestro a las altas estrellas; 30

y por la viva luz transparecía


la luciente sustancia, tan radiante
a mi vista, que no la soportaba. 33

¡Oh Beatriz, mi guía dulce y cara!


Ella me dijo: «Aquello que te vence
es virtud que ninguno la resiste. 36

Allí están el poder y la sapiencia 37 Comentario [L1539]: Jesucris


to, «potencia de Dios y sabiduría
que abrieron el camino entre la tierra de Dios», según San Pablo.
y el cielo, tanto tiempo deseado.» 39

Cual fuego de la nube se desprende


por tanto dilatarse que no cabe,
y contra su natura cae a tierra, 42

mi mente así, después de aquel manjar,


hecha más grande salió de sí misma,
y recordar no sabe qué se hizo. 45

«Los ojos abre y mira cómo soy;


has contemplado cosas, que te han hecho
capaz de sostenerme la sonrisa.» 48

Yo estaba como aquel que se resiente


de una visión que olvida y que se ingenia
en vano a que le vuelva a la memoria, 51

cuando escuché esta invitación, tan digna


de gratitud, que nunca ha de borrarse
del libro en que el pasado se consigna. 54
Comentario [L1540]: Todas
Si ahora sonasen todas esas lenguas 55 las lenguas de los poetas
que hicieron Polimnía y sus hermanas alimentados por las musas, de las
que Polimnia formaba parte.
de su leche dulcísima más llenas, 57

en mi ayuda, ni un ápice dirían


de la verdad, cantando la sonrisa
santa y cuánto alumbraba al santo rostro. 60

Y así al representar el Paraíso,


debe saltar el sagrado poema,
como el que halla cortado su camino. 63

Mas quien considerase el arduo tema


y los humanos hombros que lo cargan,
que no censure si tiembla debajo: 66

no es derrotero de barca pequeña


el que surca la proa temeraria,
ni para un timonel que no se exponga. 69

«¿Por qué mi rostro te enamora tanto,


que al hermoso jardín no te diriges
que se enflorece a los rayos de Cristo? 72

Este es la rosa en que el verbo divino 73 Comentario [L1541]: La


Virgen María.
carne se hizo, están aquí los lirios 74
con cuyo olor se sigue el buen sendero.» 75 Comentario [L1542]: Los
apóstoles.

Así Beatriz; y yo, que a sus consejos


estaba pronto, me entregué de nuevo
a la batalla de mis pobres ojos. 78 Comentario [L1543]: «A
contemplar el divino espectáculo
con mis débiles ojos.»
Como a un rayo de sol, que puro escapa
desgarrando una nube, ya un florido
prado mis ojos, en la sombra, vieron; 81

vi así una muchedumbre de esplendores,


desde arriba encendidos por ardientes
rayos, sin ver de dónde procedían. 84 Comentario [L1544]: Es la
luz de Cristo la que ilumina desde
lo alto, como un rayo las flores de
¡Oh, benigna virtud que así los colmas, un prado, a la muchedumbre de los
bienaventurados.
para darme ocasión a que te viesen
mis impotentes ojos, te elevaste! 87

El nombre de la flor que siempre invoco 88 Comentario [L1545]: La


palabra «rosa» que Dante ha dado
mañana y noche, me empujó del todo a la Virgen.
a la contemplación del mayor fuego; 90

y cuando reflejaron mis dos ojos


el cuál y el cuánto de la viva estrella
que vence arriba como vence abajo, 93
por entre el cielo descendió una llama
que en círculo formaba una corona
y la ciñó y dio vueltas sobre ella. 96 Comentario [L1546]: Se trata
del Arcángel San Gabriel.

Cualquier canción que tenga más dulzura


aquí abajo y que más atraiga al alma,
semeja rota nube que tronase, 99

si al son de aquella lira lo comparo


que al hermoso zafiro coronaba
del que el más claro cielo se enzafira. 102

«Soy el amor angélico, que esparzo


la alta alegría que nace del vientre
que fue el albergue de nuestro deseo; 105

y así lo haré, reina del cielo, mientras


sigas tras de tu hijo, y hagas santa
la esfera soberana en donde habitas.» 108

Así la melodía circular


decía, y las restantes luminarias
repetían el nombre de María. 111

El real manto de todas las esferas


del mundo, que más hierve y más se aviva
al aliento de Dios y a sus mandatos, 114 Comentario [L1547]: El
primer Móvil, o noveno cielo, que
contiene todos los restantes, y está
tan encima tenía de nosotros más cerca del Empíreo.
el interno confín, que su apariencia
desde el sitio en que estaba aún no veía: 117 Comentario [L1548]: Estaba
aún tan lejano de Dante y Beatriz,
aún en el cielo octavo, que no
y por ello mis ojos no pudieron podía verlo. El «Interno confín»,
en el original «interna riva» es la
seguir tras de esa llama coronada parte cóncava del cielo, por la que
que se elevó a la par que su simiente. 120 lógicamente llegan los viajeros que
proceden de la tierra.

Y como el chiquitín hacia la madre Comentario [L1549]: La


Virgen se eleva tras de Cristo.
alarga, luego de mamar, los brazos
por el amor que afuera se le inflama, 123

los fulgc>res arriba se extendieron


con sus penachos, tal que el alto afecto
que a María tenían me mostraron. 126

Permanecieron luego ante mis ojos


Regina caeli, cantando tan dulce
que el deleite de mí no se partía. 129
¡Ah, cuánta es la abundancia que se encierra
en las arcas riquísimas que fueron
tan buenas sembradoras aquí abajo! 132

Allí se vive y goza del tesoro


conseguido llorando en el destierro
babilonio, en que el oro desdeñaron. 135 Comentario [L1550]: La Vida
terrena es como el exilio judío en
Babilonia, comparada con el Cielo.
Allí trïunfa, bajo el alto Hijo
de María y de Dios, de su victoria,
con el antiguo y el nuevo concilio 138 Comentario [L1551]: Los
bienaventurados que creyeron en
el que las llaves de esa gloria guarda. 139 Cristo por venir; y los que creye-
CANTO XXIV ron en Cristo ya venido.
Comentario [L1552]: San
«Oh compañía electa a la gran cena Pedro.

del bendito Cordero, el cual os nutre


de modo que dais siempre saciadas, 3

si por gracia de Dios éste disfruta


de aquello que se cae de vuestra mesa,
antes de que la muerte el tiempo agote, 6

estar atentos a su gran deseo


y refrescarle un poco: pues bebéis
de la fuente en que mana lo que él piensa.» 9

Así Beatriz; y las gozosas almas


se hicieron una esfera en polos fijos,
llameando, al igual que los cometas. 12

Y cual giran las ruedas de un reloj


así que, a quien lo mira, la primera
parece quieta, y la última que vuela; 15

así aquellas coronas, diferente-


mente danzando, lentas o veloces,
Comentario [L1553]: La
me hacían apreciar sus excelencias. 18 corona más bella de todas es la que
pertenece a los apóstoles, de la que
van a salir San Pedro, y luego
De aquella que noté más apreciada 19 Santiago y San Juan, que
vi que salía un fuego tan dichoso, interrogarán a Dante acerca de la
fe, la esperanza y la caridad,
que de más claridad no hubo ninguno; 21 respectivamente.
Comentario [L1554]: No ya
y tres veces en torno de Beatriz el lenguaje, sino la propia
imaginación es insuficiente para
dio vueltas con un canto tan divino, representar lo que vi, como un
que mi imaginación no lo repite. 24 color burdo es inadecuado para
representar los matices que
presentan los pliegues de una
Y así salta mi pluma y no lo escribo: vestidura. (Recordad la admiración
de Dante por Giotto, el cual, en los
pues la imaginativa, a tales pliegues, frescos de la Capilla de la Arena
no ya el lenguaje, tiene un color burdo. 27 de Padua, se había esforzado en
estas sutilezas.)
«¡Oh Santa hermana mía que nos ruegas
devota, por tu afecto tan ardiente
me he separado de esa hermosa esfera.» 30

Tras detenerse, aquel bendito fuego,


dirigió a mi señora sus palabras,
que hablaron en la forma que ya he dicho. 33

Y ella: «Oh luz sempiterna del gran hombre


a quien Nuestro Señor dejó las llaves,
que él llevó abajo, de esta ingente dicha, 36

sobre cuestiones serias o menudas,


a éste examina en torno de esa fe,
por lo cual sobre el mar tú caminaste. 39

Si él ama bien, y bien cree y bien espera,


no se te oculta, pues la vista tienes
donde se ve cualquier cosa pintada, 42

pero como este reino ha hecho vasallos


por la fe verdadera, es oportuno
que la gloríe más, hablando de ella.» 45

Tal como el bachiller se arma y no habla 46 Comentario [L1555]: 46-48


Se trata de una práctica común en
hasta que hace el maestro la pregunta, las escuelas de teología y filosofía
argumentando, mas sin definirla, 48 medievales. El maestro proponía
una cuestión que era discutida por
los alumnos con diversos
yo me armaba con todas mis razones, argumentos («approvare» en el
original) y otro día el maestro la
mientras ella le hablaba, preparado resolvía dando su dictamen (en el
a tal cuestionador y a tal examen. 51 original «terminare»).

«Di, buen cristiano, y hazlo sin rodeos:


¿qué es la fe?» Por lo cual alcé la frente
hacia la luz que dijo estas palabras; 54

luego volví a Beatriz, y aquella un presto


signo me hizo de que derramase
afuera el agua de mi fuente interna. 57

«La gracia que me otorga el confesarme


-le dije con el alto primopilo, 59 Comentario [L1556]: Los
primopilos eran en el ejército
haga que bien exprese mis conceptos.» 60 romano los centuriones de la
primera escuadra de triarios. Los
que iniciaban el combate, como los
Y luego: «Cual la pluma verdadera apóstoles en su lucha por la fe.
lo escribió, padre, de tu caro hermano
que contigo fue guía para Roma, 63 Comentario [L1557]: Como
escribió San Pablo en la Epístola a
los Hebreos, XI, 1.
fe es la sustancia de lo que esperamos, 64 Comentario [L1558]: 64-65
Según Tomás de Aquino,
y el argumento de las invisibles; «sustancia» es el fundamento de
pienso que ésta es su esencia verdadera.» 66 las cosas que se esperan y
«argumento» es la adhesión del
intelecto a la verdad que no se
Entonces escuché: «Bien lo has pensado, comprende sin pruebas.
si comprendes por qué entre las sustancias,
luego en los argumentos la coloca.» 69

Y respondí: «Las cosas tan profundas


que aquí me han ofrecido su apariencia,
están a los de abajo tan ocultas, 72

que sólo está su ser en la creencia,


sobre la cual se funda la esperanza;
y por ello sustancia la llamamos. 75

Y de esto que creemos es preciso


silogizar, sin más pruebas visibles:
por ello la llamamos argumento.» 78

Escuché entonces: «Si cuanto se adquiere


por la doctrina abajo, así entendierais,
no cabría el ingenio del sofista.» 81

Así me dijo aquel amor ardiente;


luego añadió: «Muy bien has sopesado 83 Comentario [L1559]: 83-85
Después de preguntarle qué es la fe
el peso y la aleación de esta moneda; 84 y de haber sido respondido por
Dante, San Pedro le pregunta si él
la tiene, y luego de dónde le ha
mas dime si la llevas en la bolsa.» venido.
«Sí -dije , y tan brillante y tan redonda,
que en su cuño no cabe duda alguna.» 87

Luego salió de la luz tan profunda


que allí brillaba: «Esta preciosa gema
que de toda virtud es fundamento, 90

¿de dónde te ha venido?» Y yo: «Es la lluvia


del Espíritu Santo, difundida
sobre viejos y nuevos pergaminos, 93 Comentario [L1560]: El Viejo
y Nuevo Testamento.

el silogismo que esto me confirma


con agudeza tal, que frente a ella
cualquier demostración parece obtusa.» 96

Y después escuché: «¿La antigua y nueva


proposición que así te han convencido
por qué las tienes por habla divina?» 99

Y yo: «Me lo confirman esas obras


que las siguieron, a las que natura
ni bate el yunque ni calienta el hierro.» 102 Comentario [L1561]: Los
milagros y el resto de obras
maravillosas son la garantía del
«Dime -me respondió- ¿quién te confirma origen divino de las Escrituras,
pues no son obras de la naturaleza.
que hubiera aquellas obras? Pues el mismo
que lo quiere probar, sin más, lo jura.» 105 Comentario [L1562]: «¿Quié
n te garantiza que esos milagros
existieran? Porque lo cuentan
Si el mundo al cristianismo se ha inclinado, 106 aquellos mismos que quieren
convencernos, sin ningún otro
-le dije sin milagros, esto es uno testimonio ajeno, luego nos
aún cien veces más grande que los otros: 108 encontrarnos en un peligroso
círculo vicioso.»

pues tú empezaste pobre y en ayunas Comentario [L1563]: 106-108


El mayor milagro, aunque otro no
en el campo a sembrar la planta buena hubiera habido, es para Dante la
que fue antes vid y que ahora se ha hecho zarza.» 111 propia difusión del, cristianismo, y
como ese hecho es evidente, no
necesita mayores pruebas de que
Esto acabado, la alta y santa corte los libros en que se basa su fe están
inspirados por Dios. Como vernos,
cantó por las esferas: «Dio Laudamo» el argumento dantesco no es
con esas notas que arriba se cantan. 114 excesivamente sutil. Cfr. San
Agustín, Civítas Dei, XXII, 5.

Y aquel varón que así de rama en rama,


examinando, me había llevado,
cerca ya de los últimos frondajes, 117

volvió a decir: «La Gracia que enamora


tu mente, ha hecho que abrieras la boca
hasta aquí como abrirse convenía, 120

de tal forma que apruebo lo que has dicho;


mas explicar qué crees debes ahora,
y de dónde te vino la creencia.» 123

«Santo padre, y espíritu que ves


aquello en que creíste, de tal modo,
que al más joven venciste hacia el sepulcro, 126 Comentario [L1564]: San
Pedro, según Juan, XX, 3-9, llegó
al sepulcro de Cristo antes que el
tú quieres --comencé- que manifieste propio evangelista, que debía ser
más joven, según normalmente se
aquí la forma de mi fe tan presta, admite.
y también su motivo preguntaste. 129

Y te respondo: creo en un Dios solo


y eterno, que los cielos todos mueve
inmóvil, con amor y con deseo; 132

y a tal creer no tengo sólo prueba


física o metafísica, también
me la da la verdad, que aquí nos llueve 135 Comentario [L1565]: 135-138
No sólo las pruebas de la razón,
sino sobre todo las fuentes de la
por Moisés, por profetas y por salmos, sabiduría revelada.
y por el Evangelio y por vosotros
que con ardiente espíritu escribisteis; 138

y creo en tres personas sempiternas,


y en una esencia que es tan una y trina,
que el "son" y el "es" admite a un mismo tiempo. 141

Con la profunda condición divina


que ahora toco, la mente me ha sellado
la doctrina evangélica a menudo. 144

Aquí comienza todo, esta es la chispa


que en vivaz llama luego se dilata,
y brilla en mí cual en el cielo estrella.» 147

Como el señor que escucha algo agradable,


después abraza al siervo, complacido
por la noticia, cuando aquél se calla; 150

de este modo, cantando, me bendijo,


ciñéndome tres veces al callarme,
la apostólica luz, que me hizo hablar: 153
¡tanto le complacieron mis palabras!

CANTO XXV

Si sucediera que el sacro poema 1 Comentario [L1566]: 1-9


Dante siempre conservó las
en quien pusieron mano tierra y cielo, esperanzas de volver triunfante y
y me ha hecho enflaquecer por muchos años, 3 rehabilita-
do a su Florencia natal, gracias al
éxito de su Comedia.
venciera la crueldad que me ha exiliado
del bello aprisco en el que fui cordero,
de los hostiles lobos enemigo; 6

con otra voz entonces y cabellos,


poeta volveré, y sobre la fuente
de mi bautismo habrán de coronarme; 9

porque en la fe, que hace que conozcan


a Dios las almas, aquí vine, y luego
Pedro mi frente rodeó por ella. 12

Después vino una luz hacia nosotros


de aquella esfera de la que salió
el primer sucesor que dejó Cristo; 15

y mi Señora llena de alegría


me dijo: «Mira, mira ahí al barón
por quien abajo visitan Galicia.» 18 Comentario [L1567]: Santiag
o el Mayor, patrón de Galicia.
Tal como cuando el palomo se pone
junto al amigo, y uno y otro muestra
su amistad, al girar y al arrullarse; 21

así yo vi que el uno al otro grande


príncipe glorïoso recibía,
loando el pasto que allí se apacienta. 24

Mas concluyendo ya los parabienes,


callados coram me se detuvieron, 26 Comentario [L1568]: «Frente
a mí.»
tan ígneos que la vista me vencían. 27

Entonces dijo Beatriz riendo:


«Oh ínclita alma por quien se escribiera
la generosidad de esta basílica, 30 Comentario [L1569]: En la
llamada Epístola Católica,
atribuida ahora a Santiago el
haz que resuene en lo alto la esperanza: Menor, se contenía un pasaje que
hablaba de la misericordia de Dios
puedes, pues tantas veces la has mostrado, 32 y de su generosidad a la hora de
cuantas jesús os prefirió a los tres.» 33 salvar a los hombres. La basílica es
el ciclo

«Alza el rostro y sosiega, pues quien viene Comentario [L1570]: 32-33


«Puedes hacerlo, pues todas las
desde el mundo mortal hasta aquí arriba, veces que Jesús te eligió a ti, a
en nuestros rayos debe madurarse.» 36 Juan y a Pedro de manera especial
-resurrección de la hija de Jairo,
transfiguración, la oración en el
Este consuelo del fuego segundo huerto-, tú representabas la
esperanza.»
me vino; y yo miré a aquellos dos montes
que me abatieron antes con su peso. 39 Comentario [L1571]: A San
Pedro y a Santiago, que antes me
habían hecho inclinar la cabeza.
«Pues nuestro emperador te ha concedido
que antes de muerto puedas con sus condes
avistarte en la sala más secreta, 42

y viendo la verdad de este palacio,


la esperanza, que abajo os enamora,
a ti y a otros pueda consolaros, 45

dime qué es, y di cómo florece


en tu mente: y de dónde te ha venido.»
Así continuó la luz segunda. 48

Y la piadosa que guió las plumas


de mis alas a vuelo tan cimero,
previno de este modo mi respuesta: 51

«La iglesia militante hijo ninguno 52 Comentario [L1572]: Beatriz


alude ahora al propio Dante.
tiene que más espere, como escrito
está en el sol que alumbra nuestro ejército: 54 Comentario [L1573]: Como
está escrito en la propia sabiduría
divina.
por eso le otorgaron que de Egipto
venga a Jerusalén para que vea, 56 Comentario [L1574]: Como
antes a Babilonia, la vida terrena
antes de concluir en su milicia. 57 es ahora comparada a la perma-
nencia de los hebreos en Egipto.
Jerusalén es el cielo, que Dante
Los otros puntos, que no por saber puede ver antes de morir.
le preguntaste, mas para que muestre
lo mucho que te place esta virtud, 60

a él se los dejo, pues que son sencillos


y no se jactará; que él os responda,
y esto merezca la divina gracia.» 63

Como el alumno que al doctor secunda


pronto y con gusto en eso que es experto,
para que se demuestre su valía. 66

«La esperanza -repuse es cierta espera


de la gloria futura, que produce
la gracia con el mérito adquirido. 69 Comentario [L1575]: La
gracia divina y las buenas obras
que aseguran la salvación.
Muchas estrellas me han dado esta luz; 70 Comentario [L1576]: 70-72
mas quien primero la infundió en mi pecho Por muchas autoridades sagradas
fue el supremo cantor del rey supremo. 72 conozco qué es la esperanza, pero
sobre todo por los salmos de
David, cantor del Espíritu Santo.
"Que esperen en ti --dice en su divino 73 Comentario [L1577]: Paráfras
cántico- los que saben de tu nombre": is del salmo IX, 11.

¿quién que tenga mi fe no lo conoce? 75

Y con su inspiración tú me inspiraste


con tu carta después; y ahora estoy lleno, 77 Comentario [L1578]: La
citada epístola de Santiago.
y en los otros revierto vuestra lluvia.» 78

Dentro del vivo seno, cuando hablaba,


de aquel incendio tremolaba un fuego
raudo y súbito a modo de relámpago. 81

Luego dijo: «El amor en que me inflamo


aún por la virtud que me ha seguido
hasta el fin del combate y el martirio, 84

aún quiere que te hable, pues te gozas


con ella, y me complace que me digas
qué es lo que la esperanza te promete.» 87
Comentario [L1579]: La meta
Y yo: «Los nuevos y los viejos textos es el propio Paraíso.
fijan la meta, y esto me lo indica, 89 Comentario [L1580]: Isaías
había hablado de que los elegidos
de quien desea ser de Dios amigo. 90 poseerían «el doble» de lo que
antes poseyeran (LXI, 7). Dante
explica que en su patria verdadera,
Dice Isaías que todos vestidos 91 en el cielo, estarán con doble
en su patria estarán con dobles vestes: vestidura, es decir, en cuerpo y
alma.
¿y es que esta dulce vida no es su patria? 93

Y tu hermano de forma aún más patente, 94 Comentario [L1581]: San


Juan, hermano de Santiago, en el
al hablar de las blancas vestiduras, Apocalipsis, VII, 9, presenta a los
esta revelación nos manifiesta. 96 bienaventurados vestidos de
blanco.

Y primero, después de estas palabras,


«Sperent in te» se oyó sobre nosotros; 98 Comentario [L1582]: Comien
zo del salmo IX ya citado.
y replicaron todos los benditos. 99

Luego tras esto se encendió una luz 100 Comentario [L1583]: Es la


luz de San Juan Evangelista, que
tal que, si en Cáncer tal fulgor hubiese, 101 se une a los otros dos apóstoles
sólo un día sería el mes de invierno. 102 preferidos de Cristo.
Comentario [L1584]: 101-102
Y como se alza y va y entra en el baile El signo de Cáncer es el opuesto al
de Capricornio, que se extiende
una cándida virgen, para honrar entre el 21 de diciembre y el 21 de
a la novicia, y no por vanagloria, 105 enero. Durante este mes, en
cualquier punto del horizonte se
encuentra o bien el sol, o bien
así vi yo al encendido esplendor alguna estrella de Cáncer. Así
pues, si alguna de ellas brillara
acercarse a los dos que daban vueltas tanto corno Santiago, durante ese
al ritmo que su ardiente amor marcaba. 108 mes habría siempre luz, es decir,
sería sólo un día.
Comentario [L1585]: Para
Se ajustó allí a su canto y a su rueda; festejar a la novia, no para lucirse
y atenta los miraba mi señora, ella.

como una esposa inmóvil y callada. 111

«Es éste quien yaciera sobre el pecho


de nuestro pelicano, y éste fue 113 Comentario [L1586]: De este
animal se pensaba que se
desde la cruz propuesto al gran oficio.» 114 desgarraba el pecho para dar de
comer a sus crías, y por ello es
símbolo de Cristo, San Juan se
Dijo así mi señora; mas por esto apoya en el pecho de Cristo en la
su vista no dejó de estar atenta 116 última Cena; y recibe el encargo de
cuidar de María en el Calvario.
despues como antes de que hubiera hablado. 117
Comentario [L1587]: 116-126
Como aquel que mira al sol
Como es aquel que mira y que pretende durante un eclipse parcial y por
ver eclipsarse el sol por un momento, ello queda ciego, así miraba yo a
San Juan. (Dante quiere ver si el
y que, por ver, no vidente se vuelve 120 evangelista está en el cielo con su
cuerpo, pues se pensaba que San
Juan había sido arrebatado en
con el último fuego hice lo mismo Patmos por un águila y llevado al
hasta que se me dijo: «¿Por qué ciegas cielo antes de morir. Dante
desmiente esta leyenda.)
para ver una cosa que no existe? 123

Mi cuerpo es tierra en tierra, y lo será


con todos los demás, hasta que el número
al eterno propósito se iguale. 126

Con las dos vestes en el santo claustro


sólo están las dos luces que ascendieron; 128 Comentario [L1588]: Jesús y
la Virgen, a los que hemos visto
y esto habrás de decir en vuestro mundo.» 129 ascender en el canto anterior.
Con esta voz el inflamado giro
se detuvo y con él la mezcolanza
que se formaba del sonido triple, 132

como para evitar riesgo o fatiga,


los remos que en el agua golpeaban,
todos se aquietan al sonar de un silbo. 135

¡Qué grande fue mi turbación entonces,


al volverme a Beatriz para mirarla,
y no la pude ver, aunque estuviese 138 Comentario [L1589]: Porque
se ha quedado ciego por mirar a
en el mundo feliz, y junto a ella! San Juan tan fijamente.

CANTO XXVI

Mientras yo deslumbrado vacilaba,


de la fúlgida llama deslumbrante
salió una voz a la que me hice atento. 3

«En tanto que retorna a ti la vista


que por mirarme -dijo,--- has consumido,
bueno será que hablando la compenses. 6

Empieza pues; y di a dónde diriges 7 Comentario [L1590]: Mientra


s Dante está ciego San Juan le
tu alma, y date cuenta que tu vista interroga sobre la caridad.
está en ti desmayada y no difunta: 9

porque la dama que por la sagrada


región te lleva, en la mirada tiene
la virtud de la mano de Ananías.» 12 Comentario [L1591]: Ananías
, cristiano de Damasco, devolvió la
vista a San Pablo (Hechos, XI, 10-
«A su gusto -repuse pronto o tarde 22) despues de haberle cegado
Cristo en el camino hacia dicha
venga el remedio, pues que fueron puertas ciudad.
que ella cruzó con fuego en que ardo siempre 15 Comentario [L1592]: «Mis
ojos fueron puertas por donde me
El bien que hace la dicha de esta corte, entró el amor de Beatriz.»

es Alfa y es O de cuanta escritura


lee en mí el Amor o fuerte o levemente.» 18 Comentario [L1593]: «Dios,
principio y fin de todas las cosas,
es la meta de mi amor.»
Aquella misma voz que los temores
del súbito cegar me hubo quitado,
a que siguiese hablando me animaba; 21

y dijo: «Por aún más angosta criba 22 Comentario [L1594]: 22-24


Dante tiene ahora que explicarse
te conviene cerner; decirnos debes más claramente, o mejor, pasar una
quién a tal blanco dirigió tu arco.» 24 prueba más difícil y contestar
quién dirigió su amor hacia Dios.

Y yo: «Por filosóficas razones


y por la autoridad que de ellas baja
tal amor ha debido en mí imprimirse: 27

que el bien en cuanto bien, al conocerse, 28 Comentario [L1595]: 28-36


Advierta el lector el carácter
nos enciende el amor, tanto más grande silogístico que tienen los siguientes
cuanta mayor bondad en sí retiene. 30 tercetos: primera premisa: el bien
enciende el amor tanto más
intensamente cuanto mayor es;
Y así a una esencia que es tan ventajosa, segunda premisa: Dios es la
esencia misma de la bondad y
que todo bien que esté fuera de ella supera a cualquier otro bien;
no es nada más que un brillo de su rayo, 33 conclusión, la mente debe
moverse, amando, hacia Dios.

más que a otra es preciso que se mueva


la mente, amando, de los que conocen
la verdad que esta prueba fundamenta. 36

Tal verdad demostró a mi entendimiento 37 Comentario [L1596]: Según


la mayoría de los comentaristas, se
aquel que me enseñó el amor primero refiere a Aristóteles, que demostró
de todas las sustancias sempiternas. 39 racionalmente cómo Dios es la
causa eficiente y final del universo,
por tanto el bien supremo al que
Lo demostró la voz del Creador tienden todas las criaturas
amorosamente.
que a Moisés dijo hablando de sí mismo:
«Yo haré que veas el poder supremo.» 42 Comentario [L1597]: La voz
de Dios que habló a Moisés en
Éxodo, XXXIII, 19.
Y tú lo demostraste, al comenzar
el alto pregón que grita el arcano
de aquí allá abajo más que cualquier otro. 45 Comentario [L1598]: Son
varios los pasajes del Acocalípsís a
los que Dante quiere aludir, pero
Y escuché: «Por la humana inteligencia 46 sobre todo al versículo I, 8: «Yo
soy el alfa y la omega, principio y
y por la autoridad con él concorde, fin, dice el Señor ... »
de tu amor tiende a Dios lo soberano. 48 Comentario [L1599]: 46-47
De nuevo la razón y la revelación.
Mas dime aún si sientes otras cuerdas
que a él te atraigan, de modo que me digas
con cuántos dientes este amor te muerde.» 51

No estaba oculta la santa intención


del Águila de Cristo, y me di cuenta
a qué tema quería conducirme. 54

Por eso repliqué: «Cuantos mordiscos


pueden volver a Dios un corazón,
juntos mi caridad han fomentado: 57

que el que yo exista y el que exista el mundo, 58 Comentario [L1600]: 58-60


La creación del mundo, la creación
la muerte que Él sufrió y por la que vivo, del hombre, y la redención.
y lo que esperan como yo los fieles, 60

con el conocimiento que antes dije,


me han sacado del mar del falso amor,
y del derecho me han puesto en la orilla. 63

Las frondas que enfrondecen todo el huerto


del eterno hortelano, yo amo tanto,
cuanto es el bien que de Él desciende a ellas.» 66

Cuando callé, un dulcísimo canto


resonó por el cielo, y mi señora
«Santo, santo», decía con los otros. 69

Y como ahuyenta el sueño una luz viva,


pues la vista se acerca al resplandor
que atraviesa membrana tras membrana, 72

y al despertado aturde lo que mira,


pues tan torpe es la súbita vigilia
mientras la estimativa no le ayuda; 75 Comentario [L1601]: Hasta
que cobra del todo el conocimiento
después de despertar.
lo mismo de mis ojos cualquier mota
me quitaron los ojos de Beatriz,
con rayos que mil millas refulgían: 78

y vi después mucho mejor que antes;


y casi estupefacto pregunté
por una cuarta luz tras de nosotros. 81 Comentario [L1602]: Mientra
s duró su ceguera se ha añadido
una cuarta luz a las tres anteriores,
Y mi señora: «Dentro de ese rayo la de Adán.
goza de su hacedor la primer alma
que hubo creado la primer potencia.» 84

Como la fronda que inclina su copa


del viento atravesada, y la levanta
por la misma virtud que la endereza, 87

hice yo mientras ella estaba hablando,


asombrado, y después me recobré
con las ganas de hablar en las que ardía. 90

«Oh fruto que maduro únicamente


fuiste creado --dije , antiguo padre
de quien cualquier esposa es hija y nuera, 93

con la más grande devoción te pido


que me hables: advierte mi deseo,
que no lo expreso para oírte antes.» 96

Un animal a veces en un saco


se revuelve de modo que sus ansias
se advierten al mirar lo que le cubre; 99
y de igual forma el ánima primera
escondida en su luz manifestaba
cuán gustosa quería complacerme. 102

Y dijo: «Sin que lo hayas proferido,


mejor he comprendido tu deseo
que tú cualquiera cosa verdadera; 105

porque la veo en el veraz espejo


que hace de sí reflejo en otras cosas,
mas las otras en él no se reflejan. 108

Quieres oír cuánto hace que me puso


Dios en el bello Edén, desde donde ésta 110 Comentario [L1603]: Adán
señala a Beatriz.
a tan larga subida te dispuso, 111

y cuánto fue el deleite de mis ojos, 112 Comentario [L1604]: «Cuánt


o tiempo estuve en el Paraíso, y
y la cierta razón de la gran ira, cuánto tiempo hace de ello, y por
y el idioma que usé y que inventé. 114 qué fui expulsado y qué lengua
hablaba.»

Ahora, hijo mío, no el probar del árbol


fue en sí misma ocasión de tanto exilio,
mas sólo el que infringiese lo ordenado. 117

Donde tu dama sacara a Virgilio,


cuatro mil y tres cientas y dos vueltas
de sol tuve deseos de este sitio; 120 Comentario [L1605]: 120-123
Adán pasó 4302 años en el limbo,
hasta el día de la muerte de Cristo
y le vi que volvía novecientas y vivió 930.
treinta veces a todas las estrellas
de su camino, cuando en tierra estaba. 123

La lengua que yo hablaba se extingió


aun antes que a la obra inconsumable
la gente de Nembrot se dedicara: 126 Comentario [L1606]: Antes
aún de que comenzase la
construcción de la torre de Babel,
que nunca los efectos racionales, que dio origen a la confusión de
las lenguas (Purgatorio, XII, 34-
por el placer humano que los muda 36; Infierno, XXX, 77-78).
siguiendo al cielo, duran para siempre. 129

Es obra natural que el hombre hable;


pero en el cómo la naturaleza
os deja que sigáis el gusto propio. 132

Antes que yo bajase a los infiernos,


I se llamaba en tierra el bien supremo 134 Comentario [L1607]: Es un
invento de Dante, I es el número
de quien viene la dicha que me embarga; 135 romano que designa la unidad.
Y Él después se llamó: y así conviene, 136 Comentario [L1608]: Elí en
hebreo.
que es el humano uso como fronda
en la rama, que cae y que otra brota. 138

En el monte que más del mar se alza,


con vida pura y deshonesta estuve,
desde la hora primera a la que sigue
a la sexta en que el sol cambia el cuadrante.» 141 Comentario [L1609]: Desde
el amanecer hasta poco después
del mediodía. Entre las varias
CANTO XXVII opiniones dadas en la época sobre
esta cuestión, Dante se atiene a la
más estricta.
«.Al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo
-empezó- Gloria» -todo el Paraíso,
de tal modo que el canto me embriagaba. 3

Lo que vi parecía una sonrisa


del universo; y mi embriaguez por esto
me entraba por la vista y el oído. 6

¡Oh inefable alegría! ¡Oh dulce gozo!


¡Oh de amor y de paz vida completa!
¡Oh sin deseo riqueza segura! 9

Delante de mis ojos encendidas


las cuatro antorchas vi, y la que primero
vino, empezó a avivarse de repente, 12 Comentario [L1610]: 12-15
Los tres apóstoles y Adán. San
Pedro se toma más encendido,
y su aspecto cambió de tal manera, como si el blanco planeta Júpiter
se volviera rojo como Marte
cual cambiaría jove si él y Marte (Paraíso, XIV, 86-87).
cambiaran su plumaje siendo pájaros. 15

La providencia, que allí distribuye


cargas y oficios, al dichoso coro
puesto había silencio en todas partes, 18

cuando escuché: «Si mudo de color


no debes asombrarte, pues a todos
éstos verás cambiarlo mientras hablo. 21

Quien en la tierra mi lugar usurpa, 22 Comentario [L1611]: Se va a


abrir ahora una dura invectiva del
mi lugar, mi lugar que está vacante primer vicario de Cristo contra el
en la presencia del Hijo de Dios, 24 papado de su tiempo. Ahora
sabemos que su color rojo es
producido por la santa cólera.
en cloaca mi tumba ha convertido
de sangre y podredumbre; así el perverso
que cayó desde aquí, se goza abajo.» 27 Comentario [L1612]: El
Diablo se goza de la corrupción de
Roma.
Del color con que el sol contrario pinta
por la mañana y la tarde las nubes,
entonces vi cubrirse todo el cielo. 30

Y cual mujer honrada que está siempre


segura de sí misma, y culpas de otras,
sólo con escucharlas, ruborizan, 33

así cambió el semblante de Beatriz;


y así creo que el cielo se eclipsara
cuando sufrió la suprema potencia. 36 Comentario [L1613]: Cuando
Cristo fue crucificado el cielo se
volvió como de sangre.
Luego continuaron sus palabras
con una voz cambiada de tal forma,
que más no había cambiado el semblante: 39

«No fue nutrida la Esposa de Cristo


con mi sangre, de Lino, o la de Cleto, 41 Comentario [L1614]: Lino
(Papa del 66 al 78) y Cleto (del 78
para ser en el logro de oro usada; 42 al 91) son los sucesores de San
Pedro en el obispado de Roma y
ambos fueron martirizados.
mas por lograr este vivir gozoso
Sixto y Urbano y Pío y Calixto 44 Comentario [L1615]: De
nuevo cuatro pontífices mártires de
tras muchos sufrimientos la vertieron. 45 los primeros tiempos en diferentes
persecuciones.
No fue nuestra intención que a la derecha
de nuestros sucesores, se sentara
parte del pueblo, y parte al otro lado; 48 Comentario [L1616]: Que el
Papa favoreciera a una parte de los
cristianos y despreciara a la otra.
ni que las llaves que me confiaron,
se volvieran escudo en los pendones
que combatieran contra bautizados; 51 Comentario [L1617]: Así, en
1229 los pendones del Papa en la
lucha contra Federico II.
ni que yo fuera imagen en los sellos,
de privilegios vendidos y falsos,
que tanto me avergüenzan y me irritan. 54 Comentario [L1618]: El sello
pontificio que convalidaba las
bulas o las ventas de cargos
En traje de pastor lobos rapaces eclesiásticos.
desde aquí pueden verse prado a prado:
Oh protección divina, ¿por qué duerme? 57

Cahorsinos y Gascones se apresuran 58 Comentario [L1619]: El


cahorsino Juan XXII y el gascón
a beber nuestra sangre: ¡oh buen principio, Clemente V, ya de sobra
a qué vil fin has venido a parar! 60 conocidos.

Pero la providencia, que de Roma


con Escipión guardar la gloria pudo, 62 Comentario [L1620]: Escipió
n obligó a Aníbal a retirarse a
pronto nos salvará, según lo pienso; 63 África y le venció en Zama.

y tú, hijo mío, que a la tierra vuelves


por tu peso mortal, abre la boca,
y tú no escondas lo que yo no escondo.» 66
Cual vapores helados nos envía
abajo el aire nuestro, cuando el cuerno
de la cabra del cielo el sol tropieza, 69 Comentario [L1621]: En
pleno invierno, bajo el signo de
Capricomio.
así yo vi que el éter adornado
subía despidiendo los vapores
triunfantes, que estuvieron con nosotros. 72 Comentario [L1622]: Dante
miró la tierra al final del canto
XXII. Desde entonces ha recorrido
Con mis ojos seguia sus semblantes, en el octavo cielo un cuarto de su
circunferencia, es decir, 90° , y si
hasta que la distancia, al ser ya mucha, antes estaba sobre el meridiano de
les impidió seguir detrás de ellos. 75 Jerusalén ahora lo está sobre el de
Cádiz, y ve a un lado el océano
Atlántico que navegó Ulises
Por ello mi señora, al verme libre (Infierno, XXVI) y al otro lado las
costas de Fenicia en que Europa
de mirar hacia arriba, dijo: «Baja fue raptada por Zeus transformado
la vista y mira cuánta vuelta has dado.» 78 en Toro. Los climas eran siete
zonas en que los geógrafos
dividían la tierra.
Desde el momento en que mire primero
vi que había corrido todo el arco
que hace del medio al fin el primer clima; 81

viendo, pasado Cádiz, la insensata


ruta de Ulises, y la playa donde
fue dulce carga Europa al otro lado. 84

Y hubiera descubierto aún más lugares


de aquella terrezuela, pero el sol
bajo mis pies distaba más de un signo. 87 Comentario [L1623]: Dante
está en el signo de Géminis, y el
Sol en Aries. En medio está Tauro.
La mente enamorada, que requiebra Por tanto, el sol no ilumina más
allá de la costa de fenicia,
siempre a mi dama, más que nunca ardía impidiendo ver más a Dante.
por dirigir de nuevo a ella mis ojos; 90

y si es el cebo el arte o la natura 91 Comentario [L1624]: 91-102


La belleza de Beatriz, mayor que
que atrae los ojos, y la mente atrapan cualquier otra, aun sumada la
ya con la carne viva o ya pintada, 93 belleza natural con la que el arte
produce, impulsa a Dante a dejar el
signo de Géminis (Cástor y Pólux
juntas nada serían comparadas eran hijos de Leda, y nacieron de
un huevo, pues Zeus para poseerla
al divino placer que me alumbró, se convirtió en cisne) y ascender al
al dirigirme a sus ojos rientes. 96 cielo cristalino o Primer Móvil,
que es tan perfecto que carece de
partes diferenciadas.
Y el vigor que me dio aquella mirada,
me dio impulso hasta el cielo más veloz
al separarme del nido de Leda. 99

Sus partes mas cercanas o distantes


son tan iguales, que decir no puedo
la que escogió Beatriz para mi entrada. 102
Mas ella que veía mis deseos,
empezó con sonrisa tan alegre,
cual si Dios en su rostro se gozase: 105

«El ser del mundo, que detiene el centro


y hace girar en torno a lo restante,
tiene aquí su principio como meta; 108 Comentario [L1625]: El
centro es la Tierra, en torno a la
que giran todos los demás planetas,
y este cielo no tiene más comienzo hasta llegar a la novena esfera que
es la que imprime el movimiento a
que la mente divina, donde prende todas las restantes, por el poder
la influencia y amor que él llueve y gira. 111 que recibe directamente de Dios.

El amor y la luz, a éste rodean 112 Comentario [L1626]: Este


Primer Móvil esta redeado por el
como a los otros éste; y solamente Empíreo, o verdadero Paraíso.
a este círculo entiende quien lo ciñe. 114

Su movimiento no mide con otro,


pero los otros se miden con éste,
cual se divide el diez por dos o cinco; 117

y cómo el tiempo tenga en este vaso


su raíz y en los otros la enramada,
ahora podrás saberlo claramente. 120

¡Oh tú, concupiscencia que en tu seno


los mortales ahogas, sin que puedan
sacar los ojos fuera de tus ondas! 123

La voluntad florece en los humanos;


mas la lluvia constante hace volverse
endrinas las ciruelas verdaderas. 126

La inocencia y la fe sólo en los niños


se encuentran repartidas; luego escapan
antes de que se cubran las mejillas. 129

Tal, aún balbuciente, guarda ayuno,


y luego traga, con la lengua suelta,
cualquier comida bajo cualquier luna; 132

y tal, aún balbuciente, ama y escucha Comentario [L1627]: Para


a su madre, y teniendo el habla entera, heredar sus bienes.
verla en la sepultura desearía. 135 Comentario [L1628]: Muy
discutidos por los comentaristas
son estos versos, pues no se ponen
Así se vuelve negra la piel blanca de acuerdo en quién sea «La
hermosa hija de quien lleva la
en el rostro de aquella hermosa hija noche y trae el día», aunque está
de quien lleva la noche y trae el día. 138 claro que éste sea el Sol. ¿La
naturaleza humana? ¿La luna?
¿Circe, la hechicera? En cualquier
Y tú, para que de esto no te asombres, caso, el sentido de los versos es
muy claro.
piensa que no hay quien en la tierra mande;
y así se pierde la humana familia. 141

Mas antes de que enero desinvierne, 142 Comentario [L1629]: 142-143


En el calendario Juliano, vigente
por la centésima parte olvidada, en la época, el año constaba de 365
de tal manera rugirán los cielos, 144 días y seis horas, con una
diferencia aproximada de una
centésima de día. Sumadas estas
que la tormenta que tanto se espera, centésimas de cada año, llegaría un
momento muy lejano en que
donde la popa está pondrá la proa, estando oficialmente en enero,
y así la flota marchará derecha; 147 habría dejado de ser invierno.
y tras las flores vendrán buenos frutos.

CANTO XXVIII

Luego que contra la vida presente


de los ruines mortales, me mostró
la verdad quien mi mente emparaísa, 3

cual la llama de un hacha en un espejo


ve quien con ella por detrás se alumbra,
antes de que la vea o la imagine, 6

y atrás se vuelve para ver si el vidrio


le dice la verdad, y ve que casa
con ella cual la música y su texto; 9

de igual forma recuerda mi memoria


que hice mirando a los hermosos ojos
donde hizo Amor su cuerda para herirme. 12

Y al volverme y al golpear los míos


lo que en aquellos cielos aparece,
cada vez que en sus giros se repara, 15

vi un punto que irradiaba tan aguda 16 Comentario [L1630]: Este


punto, junto al que la estrella más
luz, que la vista que enfocaba en ella pequeña parecería la luna, es Dios
por tan grande agudeza se cerraba; 18 mismo en torno al cual gira un
nuevo sistema de círculos
concéntricos: los nueve coros
y la estrella que aquí menor parece, angélicos, que tienen una
correspondencia inversa con las
luna parecería junto a ella, nueve esferas, como ya veremos.
si se pusieran una junto a otra. 21

Acaso tanto cuanto cerca vemos


de su halo la luz que lo desprende
cuando son más espesos sus vapores, 24

distante de ese punto un círculo ígneo


giraba tan veloz, que vencería
el curso que más raudo el mundo ciñe; 27
y aquél era por otro rodeado,
y de un tercero aquél, y éste de un cuarto,
de un quinto el cuarto, y por un sexto el quinto. 30

El séptimo seguía tan extenso


sobre ellos, que de Juno el emisario 32 Comentario [L1631]: El arco
iris.
abarcarlo del todo no podría. 33

Y el octavo, y el nono; y cada uno


más lento se movía, cuanto estaba
en número del uno más distante; 36 Comentario [L1632]: Iban
girando con más lentitud
progresivamente.
y una más clara llama desprendía
el más cercano de la lumbre pura,
pues más, yo creo, de ella participa. 39

Al verme preocupado mi señora


y sorprendido, dijo: «De ese punto
depende el cielo y toda la natura. 42

Ve el círculo que está de él más cercano;


y sabrás que tan rápido se mueve
por el amor ardiente que le impulsa.» 45

«Si estuviera dispuesto --dije el mundo


con el orden que veo en estas ruedas,
satisfecho me habría lo que dices; 48

mas el mundo sensible nos enseña


que las vueltas son tanto más veloces,
cuanto del centro se hallan más lejanas. 51 Comentario [L1633]: En
efecto, con respecto a la tierra, las
esferas celestes son tanto más
Por lo cual, si debiera terminarse rápidas cuanto más se alejan de
ella.
mi desear en este templo angélico
que sólo amor y luz lo delimitan, 54

aún debiera escuchar cómo el ejemplo


y su copia no marchan de igual modo, 56 Comentario [L1634]: Por qué
no sucede lo mismo en el Cielo y
que en vano por mí mismo pienso en ello.» 57 en la Tierra.

«Si tus dedos no son para tal nudo 58 Comentario [L1635]: 58-60
«No es extraño que tu ingenio sea
suficientes, no debes extrañarte, torpe para comprender esto, pues
¡tan difícil lo ha hecho el no intentarlo!» 60 aún nadie ha tratado este tema.»

Dijo así mi señora; y luego: «Atiende


si es que quieres saciarte, a lo que digo;
y sobre estas cuestiones sutiliza. 63
Las esferas corpóreas son más amplias
o estrechas según sea la virtud
que se difunde por todas sus partes. 66 Comentario [L1636]: Según
vayan a recibir un mayor o menor
poder para influir en la Tierra.
Da una bondad mayor mayores bienes;
y a un bien mayor contiene un mayor cuerpo,
siendo sus partes igual de perfectas. 69

Así pues este círculo que arrastra


todo el otro universo, corresponde
con aquel que más ama y que más sabe: 72 Comentario [L1637]: El
Primer Móvil, el más alejado de la
Tierra, se corresponde con el coro
y si aplicaras pues a la virtud de los serafines, más próximo a
Dios.
tus medidas, y no a las apariencias
de los seres que en círculo se muestran, 75

la proporción perfecta admirarías


de más con más, y de menor con menos,
cada cielo, con cada inteligencia.» 78

Como se queda espléndido y sereno


el aéreo hemisferio cuando sopla
Bóreas con su mejilla más suave, 81

y se disuelven y limpian las brumas


que le turbaban, y sonríe el cielo
con las bellezas todas de su corte; 84

así hice yo, después que mi señora


tan claro respondió, y como en el cielo
brilla una estrella supe la verdad. 87

Y cuando terminaron sus palabras,


no de otro modo el hierro centellea
candente, cual los círculos hicieron. 90
Comentario [L1638]: Recuérd
ese la vieja leyenda de la
Su incendio cada chispa propagaba; progresión geométrica, según la
cual el inventor del ajedrez pidió
y tantas eran, que el número de ellas como recompensa, aparentemente
más que el doblar del ajedrez subía. 93 insignificante, el trigo que
resultara de poner un grano en la
primera casilla, dos en la segunda,
Yo escuchaba hosanar de coro en coro cuatro en la tercera, dieciséis en la
cuarta y seguir así poniendo en
al punto fijo que los tiene ubi 95 cada una el cuadrado del anterior,
y siempre los tendrá, en que siempre fueron. 96 con lo que se llegaba a una cifra
astronómica de trigo, imposible de
pagar. Quiere decir Dante,
Y aquella que las dudas de mi mente naturalmente, que el número de
ángeles es incalculable.
sabía, dijo: «Los primeros círculos 98
Comentario [L1639]: En
te muestran Serafines y Querubes. 99 latín: «donde».
Comentario [L1640]: Beatriz
Tras sus vínculos siguen tan aprisa ahora va a enumerar las jerarquías
angélicas.
por parecerse al punto cuanto puedan;
y tanto pueden cuanto están más altos. 102

Esos amores que en torno se encuentran,


llámanse Tronos del poder divino,
y acaba en ellos el primer ternario; 105

y deberás saber que todos gozan


cuando se profundiza su mirada
en la verdad que aquieta el intelecto. 108

De aquí se puede ver cómo se funda


la beatitud en el acto de ver,
no en el de amar, que detrás de aquél viene; 111 Comentario [L1641]: Dante
sigue a Tomás de Aquino, en que
es la visión de Dios lo que produce
y del ver son los méritos medida, 112 la beatitud, no el amor de Dios,
como pensaba Duns Escoto.
que genera la gracia y buen deseo:
así es como sucede grado a grado. 114 Comentario [L1642]: Los
méritos adquiridos son la medida
de la visión de Dios que es
El siguiente ternario que florece concedida a cada bienaventurado.

en esta sempiterna primavera


que nocturno carnero no despoja, 117 Comentario [L1643]: Es
decir, la primavera está siempre en
su primer mes, cuando el sol está
perpetuamente «Hosanna» jubilea en Aries, pues los once restantes,
Aries está bajo el dominio de la
en triple melodía, por los tres noche.
órdenes de alegría en que se enterna. 120

En esa jerarquía hay otras diosas:


Dominaciones, y después Virtudes;
de Potestades es el tercer orden. 123

Luego en los dos penúltimos festejos


Principados y Arcángeles dan vueltas;
todo el último de ángeles dichosos. 126

Estos órdenes miran a lo alto,


y abajo tanto influyen, que hacia Dios
son arrastrados y de todo arrastran. 129

Y Dionisio con tanto deseo 130 Comentario [L1644]: 130-135


Dionisio Aeropagita ya citado en
a contemplar se dedicó estos órdenes Paraíso, X, 116-17, que describió
que como yo, los nombra y los distingue. 132 estas jerarquías, y cuyo tratado no
fue creído por el Papa Gregorio
Magno, de modo que cuando éste
Pero de él se apartó luego Gregorio; llegó al cielo y vio que Dionisio
tenía razón, no pudo por menos de
y en cuanto abrió los ojos en el cielo reírse por su error. Dante en
de sí mismo por esto se reía. 135 Convivium, II, v. 6, había seguido
la opinión del Papa Gregorio.

Y si mostrado fue tanto secreto


por un mortal, no quiero que te admires:
porque se lo enseñó quien vio aquí arriba, 138 Comentario [L1645]: San
Pablo reveló la verdad sobre los
y otras muchas verdades de este mundo!» ángeles a Dionisio, al volver del
cielo al que había sido arrebatado
(Infíerno, II, 28-30).
CANTO XXIX

Cuando uno y otro hijo de Latona,


por debajo de Libra y del Carnero,
son límites los dos de un horizonte, 3

cuanto hay desde el momento de equilibrio


hasta que el uno u otro de aquel cinto,
cambiando de hemisferio, se desata, 6

tanto, la risa pintada en su rostro,


muda estuvo Beatriz mirando fijo
el punto que me había derrotado. 9 Comentario [L1646]: La Luna
y el Sol, situados en Libra y Aries
--signos opuestos-- coinciden en
Dijo después: «Diré, sin que preguntes, un momento de equilibrio en que
ambos asoman, uno para salir y
lo que quieres oír, porque lo he visto otro para ponerse a un lado y al
donde convergen todo quando y ubi. 12 otro del horizonte. Este momento
es apenas un instante, pues
enseguida uno sube y el otro baja;
No por acrecentar sus propios bienes, 13 ese breve momento duró la mirada
de Beatriz hacia el punto divino, lo
que es imposible, mas porque su luz cual acaso sea mucho para la
pudiese, en su esplendor decir "Subsisto", 15 intensidad de su luz.
Comentario [L1647]: Ahora
allí en su eternidad, fuera de toda explicará Beatriz el origen de los
ángeles. Lógicamente Tomás de
comprensión y de tiempo, libremente, Aquino y su terminología están en
se abrió en nuevos amores el eterno. 18 la base de su exposición.

No es porque antes ocioso estuviera;


pues ni después ni antes precedió 20 Comentario [L1648]: 20-21
Antes de la creación no existía el
el discurrir de Dios sobre estas aguas. 21 tiempo.

Forma y materia, ya puras o juntas, 22 Comentario [L1649]: 22 y ss.


Es decir, ya forma o acto puro, los
salieron a existir sin fallo alguno, ángeles a los que puso en el cielo;
como de arco tricorde tres saetas. 24 ya materia o potencia pura, es
decir, el mundo material que quedó
abajo; ya forma y materia unidas,
Y como en vidrio, en ámbar o en cristales es decir, el hombre que quedó
entre uno y otro. Estos tres rangos
el rayo resplandece, de tal modo fueron creados simultáneamente.
que el llegar y el lucir es todo en uno, 27

de igual forma irradió el triforme efecto


de su Sir a su ser a un tiempo mismo
sin que hubiese ninguna diferencia. 30

Concreado fue el orden y dispuesto 31 Comentario [L1650]: Al


mismo tiempo que las sustancias
a las sustancias; y del mundo cima fue creado el orden que las regía.
fueron aquellas hechas acto puro; 33
a la potencia pura puso abajo;
la potencia y el acto, en medio, atadas
tal nudo que jamás se desanuda. 36

Jerónimo escribió que muchos siglos 37 Comentario [L1651]: 37-45


San Jerónimo estaba equivocado,
antes fueron los ángeles creados según Santo Tomás, porque si los
de que el resto del mundo fuera hecho; 39 ángeles son acto puro, y su misión
es mover los cielos, no podían
estar inactivos si hubieran sido
mas en muchos parajes que escribieron creados antes que el resto del
universo, pues entonces estarían
los inspirados, se halla esta verdad; sólo en potencia. Así es que la
y si bien juzgas te avendrás a ello; 42 razón confirma la autoridad de la
doctrina.

y en parte la razón también lo prueba,


pues no admite motores que estuviesen
sin su perfecto estado mucho tiempo. 45

Ya sabes dónde y cuándo estos amores


y cómo fueron hechos: ya apagados
tres ardores ya están en tu deseo. 48

Hasta veinte, contando, no se llega


tan pronto, como parte de los ángeles
turbó el más bajo de los elementos. 51 Comentario [L1652]: Ensegui
da se produjo la rebelión de
Lucifer y sus secuaces, que
La otra quedóse, y dio comienzo el arte turbaron la paz de la tierra.
que puedes ver, y con tanto deleite,
que de sus giros nunca se ha apartado. 54

La ocasión de caer fue la maldita


soberbia de quien viste que oprimían
las pesadumbres todas de este mundo. 57

Esos que ves aquí fueron humildes,


admitiendo existir por la bondad
que a tanto conocer hizo capaces: 60 Comentario [L1653]: Que su
existencia dependía de la voluntad
de Dios.
por lo que fue su vista acrecentada
por méritos y gracia iluminante,
y tienen voluntad constante y plena; 63

y no quiero que dudes, mas que sepas,


que recibir la gracia es meritorio
según como el afecto la recibe. 66

Por lo que a este colegio se refiere


ya comprendes bastante, si entendiste
lo que te dije, ya sin otra ayuda. 69

Mas como en las escuelas de la tierra


se enseña que la angélica natura
es tal que entiende, que recuerda y quiere, 72 Comentario [L1654]: ¿Tienen
memoria los ángeles? Ardua
cuestión ésta para los teólogos
aún te diré, para que pura sepas medievales, para cuya resolución
hay que distinguir el doble
la verdad, que allí abajo se confunde, significado de la palabra
porque equivocan los significados. 75 «memoria». Si ésta significa la
facultad de conservar en la mente
una cognición, está claro que la
Estas sustancias, desde que gozaron tienen, pues las conservan todas; si
se trata en cambio de traer a la
de la cara de Dios, no apartan de ella mente una cognicion pasada,
la mirada, a quien nada está escondido: 78 carecen de ella, pues para esto
deberían haber primero olvidado,
cosa que en los ángeles es
Así pues no interceptan su mirada imposible.
nuevos objetos, y no necesitan
recordar con conceptos divididos; 81

y así allá abajo, sin dormir, se sueña,


creyendo y no creyendo en lo que dicen;
pero éstos tienen más vergüenza y culpa. 84 Comentario [L1655]: Los que
enseñan aquello en lo que ellos
mismos no creen.
Vais por distintas rutas los que abajo
filosofáis: pues que os empuja tanto
el afán de que os tengan como sabios. 87

Y aún esto es admitido aquí en lo alto


con un rigor menor que si se olvida
la sagrada escritura o se confunde. 90

No meditáis en cuánta sangre cuesta


sembrarla allá en el mundo, y cuánto agrada
el que con ella humilde se conforma. 93 Comentario [L1656]: Beatriz
equipara el afán de saber con el
orgullo de los ángeles rebeldes.
Por la apariencia pruebas dan de ingenio
y de imaginación; y quien predica
dase a esto y se calla el Evangelio. 96

Que se volvió la luna, dice el uno, 97 Comentario [L1657]: 97-102


Ejemplos de discusiones inútiles
en la pasión de Cristo, y se interpuso que hacen olvidar las simples
para ocultar la luz del sol abajo; 99 enseñanzas evangélicas. Unos
dicen que la luna eclipsó al sol
cuando murió Cristo. Otros que la
y otro que por sí misma se escondió luz se apagó por sí misma, por lo
que el cielo se oscureció por igual
la luz, y que en la India y en España en todas partes, y no sólo en
hubo eclipse lo mismo que en Judea. 102 Jerusalén.

No hay en Florencia tantos Lapi y Bindi 103 Comentario [L1658]: Nombre


s muy comunes en la Florencia de
cuantas fábulas tales en un año, la época.
aquí y allá en los púlpitos se gritan: 105

y así las ovejuelas, que no saben,


vuelven del prado pacidas de viento,
y que el daño no vean no es excusa. 108 Comentario [L1659]: Estas
falsas doctrinas hacen que el
rebaño de los fieles no sepa a qué
No dijo a su primer convento Cristo: carta quedarse y se extravíe.
"Id y patrañas predicad al mundo";
sino les dio cimientos de certeza; 111

y ésta sonó en sus bocas solamente,


de modo que luchando por la fe
del Evangelio escudo y lanza hicieron. 114

Y ahora con bufonadas y con trampas


se predica, y con tal que cause risa,
la capucha se hincha y más no pide. 117 Comentario [L1660]: Alusión
a la capa de los dominicos o
predicadores, muy dados a inútiles
Mas tal pájaro anida en el capuz, 118 disquisiciones teológicas, que se
hincha de vanidad.
que si lo viese el vulgo, allí vería
qué indulgencias tendrá confiando en ése: 120 Comentario [L1661]: Ahora
Beatriz, trayéndolo un poco por los
pelos, va a aludir a las
que en la tierra acrecientan la estulticia, indulgencias, con las que el clero
engaña al pueblo sencillo y
de tal manera que, sin prueba alguna crédulo, sin saber ellos mismos si
de su certeza, corren tras de ellas. 123 en realidad sirven para algo, El
pájaro que anida en el capuz es el
propio diablo.
Esto engorda al cebón de San Antonio, 124 Comentario [L1662]: Los
y a otros muchos más cerdos todavía, monjes antonianos. Recordad que
el famoso eremita San Antonio era
que pagan con monedas no acuñadas. 126 representado con un cerdo, y aún
hoy es el patrón de los animales.

Mas como es larga ya la digresión,


vuelve los ojos a la recta vía,
y se abrevien el tiempo y el camino. 129

Esta naturaleza tanto aumenta


en número al subir, que no hay palabras
ni conceptos mortales que las sigan; 132

y si recuerdas lo que se revela


en Danïel, verás que en sus millares 134 Comentario [L1663]: Daniel
VII, 10, «diez mil millares le
y millares su número se esconde. 135 servían, y diez mil decenas de
millares estaban ante él».
La luz primera que toda la alumbra, 136 Comentario [L1664]: 136-141
de tantas formas ella en sí recibe, Cada uno de los ángeles recibe la
luz divina con un diferente grado
cual son las llamas a las que se une. 138 de intensidad. El antecedente de
«la» es «esta naturaleza» del v.
130.
Y así, al igual que al acto que concibe
sigue el afecto, de amor la dulzura
ardiente o tibio en ella es diferente. 141

Ve pues la excelsitud y la grandeza


del eterno poder, puesto que tantos
espejos hizo en que multiplicarse, 144
permaneciendo en sí uno como antes.

CANTO XXX

Acaso a seis mil millas de distancia 1 Comentario [L1665]: 1-13


Cuando es mediodía a seis mil
hierve aquí la hora sexta, y este mundo millas de distancia, donde nos
horizontal reclina ya la sombra, 3 encontramos nosotros es una hora
antes del alba, y la tierra proyecta
un cono de sombra horizontal en
cuando el centro del cielo, tan profundo, dirección opuesta al sol; en ese
momento el ciclo comienza a
se pone de tal forma, que en el fondo esclarecer y algunas de las estrellas
van desapareciendo las estrellas; 6 van desapareciendo; luego, con la
llegada de la aurora, terminan por
desaparecer todas ellas. De igual
y cuando se adelanta la sirviente manera desapareció de su vista el
coro de los ángeles que rodeaban a
clarísima del sol, apaga el cielo Dios.
una por una hasta la más hermosa. 9

No de otro modo el triunfo que se goza


en torno al punto que antes me cegara,
creyéndolo incluido en lo que incluye, 12

se apagó poco a poco de mi vista;


por lo cual el amor y el no ver nada
me hicieron que a Beatriz volviera el rostro. 15

Si cuanto de ella he dicho hasta el presente


fuese encerrado todo en una loa,
poco sería a conseguir mi intento. 18

La belleza que vi no sobrepasa


solamente a nosotros, mas yo creo
que sólo su creador la goce entera. 21

Vencido me confieso en este paso


más que nunca en un punto de su obra
fue superado el trágico o el cómico: 24 Comentario [L1666]: «Los
autores de tragedias o los de
comedias nunca tuvieron que
pues, como el sol la vista menos firme, superar un escollo tan insalvable
en algún pasaje de sus obras como
así el recuerdo de su dulce risa el que yo debo atravesar ahora, al
a mí mismo me priva de mi mente. 27 describir la belleza de Beatriz»,
ahora que van a pasar del Primer
Móvil al cielo Empíreo, meta de su
Desde el día primero que su rostro viaje.
en esta vida vi, hasta esta visión,
he podido seguirla con mi canto; 30

mas es forzoso que desista ahora


de seguir su belleza, poetizando,
cual todo artista que a su extremo llega. 33

Y ella, cual yo la dejo a voz más digna


que la de mi trompeta, que se acerca
a dar fin a materia tan difícil, 36

con ademán y voz de guía experto


«Hemos salido ya -volvió a decirme-
del mayor cuerpo al cielo que es luz pura: 39

luz intelectüal, plena de amor;


amor del cierto bien, pleno de dicha;
dicha que es más que todas las dulzuras. 42

Aquí verás a una y otra milicia


del paraíso, y una de igual modo
que en el juicio final habrás de verla.» 45 Comentario [L1667]: »Los
ángeles y los bienaventurados, que
se te mostrarán tal como son, y no
Como un súbito rayo que nos ciega como hasta ahora, que sólo los has
visto en forma de luces diversas.»
los visivos espíritus, e impide
que vea el ojo aun cosas muy brillantes, 48

así circumbrillóme una luz viva, 49 Comentario [L1668]: Brilló


alrededor mío.
y cubrióme la cara con tal velo
de su fulgor, que nada pude ver. 51

«El amor que este cielo tiene inmóvil


siempre recibe en él de igual manera,
por disponer una vela a su llama.» 54

Apenas penetraron dentro de mí


estas breves palabras, comprendí
que sobre mi virtud estaba alzado; 57

y de una vista nueva disfrutaba


tal, que ninguna luz es tan brillante,
que con mis ojos no la resistiera; 60

y vi una luz que un río semejaba 61 Comentario [L1669]: Es el río


de la gracia divina. El significado
fulgiendo fuego, entre sus dos orillas alegórico de esta visión casi
pintadas de admirable primavera. 63 entorpece su belleza, pero digamos
que las dos orillas suelen ser
interpretadas como los dos
Salían del torrente chispas vivas, testamentos, las chispas son los
ángeles y las flores los bienaven-
que entre las flores se desparramaban, turados, que luego se convertirán
cual rubíes que el oro circunscribe; 66 en una inmensa rosa que
imaginaremos mejor como un
anfiteatro.
después, como embriagadas del aroma,
al raudal asombroso se arrojaban
de nuevo, y si una entraba otra salía. 69

«El gran deseo que ahora te urge y quema,


de que te diga qué es esto que ves,
más me complace cuanto más intento; 72

mas de este agua es preciso que bebas


antes que tanta sed en ti se sacie.»
De este modo me habló el sol de mis ojos. 75

Y después: «Son el río y los topacios


que entran y salen, y el prado riente,
sólo de su verdad velados prólogos. 78

No que de suyo estén aún inmaduros;


más el defecto está de parte tuya,
que aún no tienes visión tan elevada.» 81

No hay un chiquillo que corra tan raudo


con la vista a la leche, si despierta
mucho más tarde de lo que acostumbra, 84

como yo, para hacer mejor espejo


mis ojos, agachándome a las ondas,
que para enmejorarnos van fluyendo; 87

y en el momento que bebió de aquellas


el borde de mis párpados, creí
que redonda se hacía su largura. 90

Después, como la gente enmascarada,


que otra que antes parece, si se quita
el semblante no suyo que la esconde, 93

así en mayores gozos se trocaron


las chispas, y las flores, y ver pude
las dos cortes del cielo manifiestas. 96

¡Oh divino esplendor por quien yo vi


el alto triunfo del reino veraz,
ayúdame a decir cómo lo vi! 99

Hay arriba una luz que hace visible


el Creador a aquellas crïaturas
que en su visión tan sólo paz encuentran. 102

Y en circular figura se derrama,


tanto que al sol sería demasiado
cinturón con su gran circunferencia. 105

De un rayo reflejado en lo más alto


del Primer Móvil viene su apariencia, 107 Comentario [L1670]: En la
superficie convexa del Primer
que de él recibe su poder y vida. 108 Móvil.
Y cual loma en el agua de su base
se espejea cual viéndose adornada,
cuando de hierba y flores es más rica, 111

superando a la luz en torno suyo,


vi espejearse en más de mil peldaños
cuanto arriba volvió de entre nosotros. 114 Comentario [L1671]: Los
bienaventurados.

Y si el último grado luz tan grande


abarca, ¡cuál la anchura no sería
de esta rosa en las hojas más lejanas! 117

Mi vista ni en lo ancho ni en lo alto


desfallecía, comprendiendo todo
el cuánto y cómo de aquella alegría. 120

Allí el cerca ni el lejos quita o pone:


que donde Dios sin ministros gobierna,
las leyes naturales nada pueden. 123

A lo amarillo de la rosa eterna, 124 Comentario [L1672]: Al


mismo centro de la rosa.
que se degrada y se extiende y transmina
loas al sol que siempre es primavera, 126

como a aquel que se calla y quiere hablar


me llevó Beatriz y dijo: «¡Mira
el gran convento de las vestes blancas! 129

Ve cómo abre su círculo este reino,


mira nuestros escaños tan repletos,
que poca gente más aquí se espera. 132

Y en el gran trono en que pones los ojos,


por la corona que está sobre él puesta,
antes de que a estas bodas te conviden, 135

vendrá a sentarse el alma, abajo augusta,


del gran Enrique, que a guiar a Italia 137 Comentario [L1673]: Enrique
VII, tantas veces aludido ya en
vendrá sin que a ésta encuentre preparada. 138 estas notas, que morirá .n 1313,
siete años antes que Dante.
Esa ciega codicia que os enferma
os ha vuelto lo mismo que al chiquillo
que muere de hambre y echa a la nodriza. 141

Y habrá un prefecto en el foro divino


entonces tal, que oculto o manifiesto, Comentario [L1674]: Y de
nuevo una alusión a Clemente V,
no seguirá con él la misma ruta. 144 que fingía ayudar a Enrique
cuando en realidad lo estaba
traicionando (Paraíso, XVII, 82).
Mas Dios lo aguantará por poco tiempo 145 Comentario [L1675]: Clemen
te V murió en 1314. Sobre su
en la santa tarea, y será echado suerte en los infiernos recuérdese
donde Simón el mago el premio tiene, 147 el canto XIX, 76-87, de la primera
cantiga.
y hará al de Anagni hundirse más abajo. 148
Comentario [L1676]: Lo
mismo para Bonifacio VIII.
CANTO XXXI

En forma pues de una cándida rosa 1 Comentario [L1677]: 1- 12


Una milicia es la de los mortales
se me mostraba la milicia santa que han alcazado la salvación; la
desposada por Cristo con su sangre; 3 otra que vuela en torno a la rosa
que aquéllos forman igual que las
abejas, son los ángeles.
mas la otra que volando ve y celebra
la gloria del señor que la enamora
y la bondad que tan alta la hizo, 6

cual bandada de abejas que en las flores


tan pronto liban y tan pronto vuelven
donde extraen el sabor de su trabajo, 9

bajaba a la gran flor que está adornada


de tantas hojas, y de aquí subía
donde su amor habita eternamente. 12

Sus caras eran todas llama viva,


de oro las alas, y tan blanco el resto,
que no es por nieve alguna superado. 15

Al bajar a la flor de grada en grada,


hablaban de la paz y del ardor
que agitando las alas adquirían. 18

El que se interpusiera entre la altura 19 Comentario [L1678]: «Aun


colocada entre la rosa y el trono
y la flor tanta alada muchedumbre divino, no nos impedía verla a no-
ni el ver nos impedía ni el fulgor: 21 sotros ni al mismo Dios derramar
su luz sobre la rosa.»

pues la divina luz el universo


penetra, según éste lo merece,
de tal modo que nada se lo impide. 24

Este seguro y jubiloso reino,


que pueblan gentes antiguas y nuevas,
vista y amor a un punto dirigía. 27

¡Oh llama trina que en sólo una estrella


brillando ante sus ojos, las alegras!
¡Mira esta gran tempestad en que estamos! 30

Si viniendo los bárbaros de donde 31 Comentario [L1679]: Del


norte, donde siempre brillan Helice
todos los días de Hélice se cubre, y Bootes, es decir, la Osa Mayor.
girando con su hijo, en quien se goza, 33

viendo Roma y sus arduos edificios,


estupefactos se quedaban cuando
superaba Letrán toda obra humana; 36 Comentario [L1680]: Letrán
era el palacio imperial y
posteriormente el de los Papas.
yo, que desde lo humano a lo divino,
desde el tiempo a lo eterno había llegado,
y de Florencia a un pueblo sano y justo, 39

¡lleno de qué estupor no me hallaría!


En verdad que entre el gozo y el asombro
prefería no oír ni decir nada. 42

Y como el peregrino que se goza


viendo ya el templo al cual un voto hiciera,
y espera referir lo que haya visto, 45 Comentario [L1681]: Una vez
haya vuelto de su peregrinación.

yo paseaba por la luz tan viva,


llevando por las gradas mi mirada
ahora abajo, ahora arriba, ahora en redor, 48

veía rostros que el amor pintaba,


con su risa y la luz de otro encendidos, 50 Comentario [L1682]: Con la
luz de Dios.
y de decoro adornados sus gestos. 51

La forma general del Paraíso


abarcaba mi vista enteramente,
sin haberse fijado en parte alguna; 54

y me volví con ganas redobladas


de poder preguntar a mi señora
las cosas que a mi mente sorprendían. 57

Una cosa quería y otra vino:


creí ver a Beatriz y vi a un anciano
vestido cual las gentes glorïosas. 60 Comentario [L1683]: Como
antes Virgilio, ahora también
Beatriz abandona al poeta
Por su cara y sus ojos difundía peregrino sin despedirse y viene a
su encuentro San Bernardo de
una benigna dicha, y su semblante Claraval (1091-1153), promotor de
era como el de un padre bondadoso. 63 la segunda cruzada e impulsor del
culto mariano en la Edad Media.
Fue una de las más grandes
«¿Dónde está ella?» Dije yo de pronto. lumbreras de la espiritualidad
medieval.
Y él: «Para que se acabe tu deseo
me ha movido Beatriz desde mi Puesto: 66

y si miras el círculo tercero


del sumo grado, volverás a verla
en el trono que en suerte le ha cabido.» 69
Sin responderle levanté los ojos,
y vi que ella formaba una corona
con el reflejo de la luz eterna. 72

De la región aquella en que más truena 73 Comentario [L1684]: De la


más alta región de la atmósfera
el ojo del mortal no dista tanto hasta lo más profundo del océano.
en lo más hondo de la mar hundido, 75

como allí de Beatriz la vista mía;


mas nada me importaba, pues su efigie
sin intermedio alguno me llegaba. 78

«Oh mujer que das fuerza a mi esperanza,


y por mi salvación has soportado
tu pisada dejar en el infierno, 81 Comentario [L1685]: Cfr.
Infierno, II.

de tantas cosas cuantas aquí he visto,


de tu poder y tu misericordia
la virtud y la gracia reconozco. 84

La libertad me has dado siendo siervo


por todas esas vías, y esos medios
que estaba permitido que siguieras. 87

En mí conserva tu magnificencia 88 Comentario [L1686]: «Mi


libertad.»
y así mi alma, que por ti ha sanado,
te sea grata cuando deje el cuerpo.» 90

Así recé; y aquélla, tan lejana


como la vi, me sonrió mirándome; 92 Comentario [L1687]: Es la
última sonrisa que Beatriz dirige a
luego volvió hacia la fuente incesante. 93 su antiguo enamorado. Borges, el
viejo dantista, glosa esta sonrisa en
una página memorable, y supone
Y el santo anciano: «A fin de que concluyas que toda la ingente obra de la
perfectamente -dijo,- tu camino, Comedia sea sólo un pretexto para
alcanzar este brevísimo momento.
al que un ruego y un santo amor me envían, 96

vuelven tus ojos por estos jardines;


que al mirarlos tu vista se prepara
más a subir por el rayo divino. 99

Y la reina del cielo, en el cual ardo


por completo de amor, dará su gracia,
pues soy Bernardo, de ella tan devoto.» 102
Comentario [L1688]: Un
Igual que aquel que acaso de Croacia, supuesto paño de la Verónica se
viene por ver el paño de Verónica, guarda en San Pedro de Roma; allí
acudían innumerables peregrinos
a quien no sacia un hambre tan antigua, 105 hasta de los más remotos lugares,
por ejemplo de Croacia, para
reverenciarlo.
mas va pensando mientras se la enseñan:
«Mi señor Jesucristo, Dios veraz,
¿de esta manera fue vuestro semblante?»; 108

estaba yo mirando la ferviente


caridad del que aquí en el bajo mundo,
de aquella paz gustó con sus visiones. 111

«Oh hijo de la gracia, el ser gozoso


-empezó- no es posible que percibas,
si no te fijas más que en lo de abajo; 114

pero mira hasta el último los círculos,


hasta que veas sentada a la reina
de quien el reino es súbdito y devoto.» 117

Alcé los ojos; y cual de mañana


la porción oriental del horizonte,
está más encendida que la otra, 120

así, cual quien del monte al valle observa,


vi al extremo una parte que vencía
en claridad a todas las restantes. 123

Y como allí donde el timón se espera


que mal guió Faetonte, más se enciende, 125 Comentario [L1689]: Por
donde sale el sol.
y allá y aquí su luz se debilita, 126

así aquella pacífica oriflama


se encendía en el medio, y lo restante
de igual manera su llama extinguía; 129

y en aquel centro, con abiertas alas,


la celebraban más de un millar de ángeles,
distintos arte y luz de cada uno. 132

Vi con sus juegos y con sus canciones


reír a una belleza, que era el gozo 134 Comentario [L1690]: La
belleza de la propia María.
en las pupilas de los otros santos; 135

y aunque si para hablar tan apto fuese


cual soy imaginando, no osaría
lo mínimo a expresar de su deleite. 138

Cuando Bernardo vio mis ojos fijos


y atentos en lo ardiente de su fuego,
a ella con tanto amor volvió los suyos, 141
que los míos ansiaron ver de nuevo.
CANTO XXXII

Absorto en su delicia, libremente


hizo de guía aquel contemplativo,
y comenzaron sus palabras santas: 3

«La herida que cerró y sanó María,


quien tan bella a sus plantas se prosterna
de abrirla y enconarla es la culpable. 6 Comentario [L1691]: Eva,
culpable de la muerte de Cristo por
su pecado, se sienta a los pies de la
En el orden tercero de los puestos, Virgen.
Raquel está sentada bajo ésa, 8 Comentario [L1692]: La
como bien puedes ver, junto a Beatriz. 9 hermana de Lía (Purgatorio,
XXVII), que representa la vida
contemplativa.
Judit y Sara, Rebeca y aquella
del cantor bisabuela que expiando 11 Comentario [L1693]: Se trata
de Ruth, bisabuela de David, el
su culpa dijo: "Miserere mei", 12 cual compuso el famoso salmo
conocido como «Miserere» para
expiar la muerte de Urias.
de puesto en puesto pueden contemplarse
ir degradando, mientras que al nombrarlas
voy la rosa bajando de hoja en hoja. 15

Y del séptimo grado a abajo, como


hasta aquél, se suceden las hebreas,
separando las hojas de la rosa; 18 Comentario [L1694]: 18 y ss.
Esta serie de santas mujeres
bíblicas sirve de separación entre
porque, según la mirada pusiera aquellos que creyeron en Cristo
antes de su llegada -el Viejo
su fe en Cristo, son esas la muralla Testamento-- y los que creyeron
que divide los santos escalones. 21 después y pudieron ser bautizados.

En esa parte donde está colmada


por completo de hojas, se acomodan
los que creyeron que Cristo vendría; 24

por la otra parte por donde interrumpen


huecos los semicírculos, se encuentran 26 Comentario [L1695]: Porque
aún quedan bienaventurados por
los que en Cristo venido fe tuvieron. 27 venir, pues o bien no han muerto
aún o están en el Purgatorio.
Y como allí el escaño glorioso
de la reina del cielo y los restantes
tan gran muralla forman por debajo, 30

de igual manera enfrente está el de Juan 31 Comentario [L1696]: San


Juan Bautista, cuyo escaño hace
que, santo siempre, desierto y martirio pareja con el de la Virgen y bajo el
sufrió, y luego el infierno por dos años; 33 cual hay una línea de santos
varones que separan también una
de otra zona de la rosa.
y bajo él separando de igual modo
mira a Benito, a Agustín y a Francisco
y a otros de grada en grada hasta aquí abajo. 36

Ahora conoce el sabio obrar divino:


pues uno y otro aspecto de la fe
llenarán de igual modo estos jardines. 39

Y desde el grado que divide al medio


las dos separaciones, hasta abajo,
nadie por propios méritos se sienta, 42

sino por los de otro, en ciertos casos: 43 Comentario [L1697]: No por


sus méritos, sino por los de sus
porque son todas almas desatadas padres.
antes de que eligieran libremente. 45

Bien puedes darte cuenta por sus rostros


y también por sus voces infantiles,
si los miras atento y los escuchas. 48

Dudas ahora y en tu duda callas;


mas yo desataré tan fuerte nudo
que te atan los sutiles pensamientos. 51

Dentro de la grandeza de este reino


no puede haber casualidad alguna,
como no existen sed, hambre o tristeza: 54

y por eterna ley se ha establecido


tan justamente todo cuanto miras,
que corresponde como anillo al dedo; 57

y así esta gente que vino con prisa


a la vida inmortal no sine causa
está aquí en excelencias desiguales. 60 Comentario [L1698]: La
diferencia puesta por Dios entre
los hombres se ejemplifica en el
El rey por quien reposan estos reinos caso de Esaú y Jacob.
en tanto amor y en tan grande deleite,
que más no puede osar la voluntad, 63

todas las almas con su hermoso aspecto


creando, a su placer de gracia dota
diversamente; y bástete el efecto. 66

Y esto claro y expreso se consigna


en la Escritura santa, en los gemelos
movidos por la ira ya en la madre. 69

Mas según el color de los cabellos, 70 Comentario [L1699]: Es


decir, como Dios quiere, al igual
de tanta gracia, la altísima luz que hace a unos rubios y a otros
dignamente conviene que les cubra. 72 morenos.
Así es que sin de suyo merecerlo
puestos están en grados diferentes,
distintos sólo en su mirar primero. 75

Era bastante en los primeros siglos 76 Comentario [L1700]: 76-84


Son las condiciones aludidas en el
ser inocente para estar salvado, v. 43 Desde Adán hasta Abraham
con la fe únicamente de los padres; 78 bastaba con la fe de los padres,
desde Abraham a Cristo era
menester la circuncisión; desde
al completarse los primeros tiempos, Cristo hasta ahora se necesita el
bautismo, y los que mueren sin él
para adquirir virtud, circuncidarse deben permanecer en el Limbo
a más de la inocencia era preciso; 81 (Infíerno, IV).

pero llegado el tiempo de la gracia,


sin el perfecto bautismo de Cristo,
tal inocencia allá abajo se guarda. 84

Ahora contempla el rostro que al de Cristo 85 Comentario [L1701]: La


Virgen nuevamente celebrada por
más se parece, pues su brillo sólo el arcángel Gabriel.,
a ver a Cristo puede disponerte.» 87

Yo vi que tanto gozo le llovía,


llevada por aquellas santas mentes
creadas a volar por esa altura, 90

que todo lo que había contemplado,


no me colmó de tanta admiración,
ni de Dios me mostró tanto semblante; 93

y aquel amor que allí bajara antes


cantando: «Ave María, gratia plena»
ante ella sus alas desplegaba. 96

Respondió a la divina cancioncilla


por todas partes la beata corte,
y todos parecieron más radiantes. 99

«Oh santo padre que por mí consientes


estar aquí, dejando el dulce puesto
que ocupas disfrutando eterna suerte, 102

¿quién es el ángel que con tanto gozo


a nuestra reina le mira los ojos,
y que fuego parece, enamorado?» 105

A la enseñanza recurrí de nuevo


de aquel a quien María hermoseaba,
como el sol a la estrella matutina. 108
Y aquél: «Cuanta confianza y gallardía
puede existir en ángeles o en almas,
toda está en él; y así es nuestro deseo, 111

porque es aquel que le llevó la palma


a María allá abajo, cuando el Hijo
de Dios quiso cargar con nuestro cuerpo. 114

Mas sigue con la vista mientras yo


te voy hablando, y mira los patricios
de este imperio justísimo y piadoso. 117 Comentario [L1702]: San
Bernardo enumeró a
bienaventurados ya conocidos por
Los dos que están arriba, más felices nosotros, pero ahora ocupando el
verdadero lugar que les
por sentarse tan cerca de la Augusta corresponde en el Empíreo: Adán,
son casi dos raíces de esta rosa: 120 San Pedro, San Juan Evangelista,
Moisés.

quien cerca de ella está del lado izquierdo


es el padre por cuyo osado gusto
tanta amargura gustan los humanos. 123

Contempla al otro lado al viejo padre


de la Iglesia, a quien Cristo las dos llaves
de esta venusta flor ha confiado. 126

Y aquel que vio los tiempos dolorosos


antes de muerto, de la bella esposa
con lanzada y con clavos conquistada, 129

a su lado se sienta y junto al otro


el guía bajo el cual comió el maná
la gente ingrata, necia y obstinada. 132

Mira a Ana sentada frente a Pedro, 133 Comentario [L1703]: Ana,


madre de la Virgen.
contemplando a su hija tan dichosa,
que la vista no mueve en sus hosannas; 135

y frente al mayor padre de familia,


Lucía, que moviera a tu Señora 137 Comentario [L1704]: Santa
Lucia (Infierno, II; Purgatorio, IX)
cuando a la ruina, por no ver, corrías. 138 se encuentra frente a Adán.

Mas como escapa el tiempo que te aduerme 139 Comentario [L1705]: Pues se
está acabando el tiempo concedido
pararemos aquí, como el buen sastre a tu contemplación, que es casi
que hace el traje según que sea el paño; 141 como un sueño.

y alzaremos los ojos al primer


amor, tal que, mirándole, penetres
en su fulgor cuanto posible sea. 144

Mas para que al volar no retrocedas,


creyendo adelantarte, con tus alas
la gracia orando es preciso que pidas: 147

gracia de aquella que puede ayudarte;


y tú me has de seguir con el afecto,
y el corazón no apartes de mis ruegos.» 150
Y entonces dio comienzo a esta plegaria.

CANTO XXXIII

«¡Oh Virgen Madre, oh Hija de tu hijo,


alta y humilde más que otra criatura,
término fijo de eterno decreto, 3

Tú eres quien hizo a la humana natura


tan noble, que su autor no desdeñara
convertirse a sí mismo en su creación. 6

Dentro del viento tuyo ardió el amor,


cuyo calor en esta paz eterna
hizo que germinaran estas flores. 9

Aquí nos eres rostro meridiano


de caridad, y abajo, a los mortales,
de la esperanza eres fuente vivaz. 12

Mujer, eres tan grande y vales tanto,


que quien desea gracia y no te ruega
quiere su desear volar sin alas. 15

Mas tu benignidad no sólo ayuda


a quien lo pide, y muchas ocasiones
se adelanta al pedirlo generosa. 18

En ti misericordia, en ti bondad,
en ti magnificencia, en ti se encuentra
todo cuanto hay de bueno en las criaturas. 21

Ahora éste, que de la ínfima laguna


del universo, ha visto paso a paso
las formas de vivir espirituales, 24

solicita, por gracia, tal virtud,


que pueda con los ojos elevarse,
más alto a la divina salvación. 27

Y yo que nunca ver he deseado


más de lo que a él deseo, mis plegarias
te dirijo, y te pido que te basten, 30
para que tú le quites cualquier nube
de su mortalidad con tus plegarias,
tal que el sumo placer se le descubra. 33

También reina, te pido, tú que puedes


lo que deseas, que conserves sanos,
sus impulsos, después de lo que ha visto. 36

Venza al impulso humano tu custodia:


ve que Beatriz con tantos elegidos
por mi plegaria te junta las manos!» 39 Comentario [L1706]: «Para
que atiendas mis plegarias.»

Los ojos que venera y ama Dios,


fijos en el que hablaba, demostraron
cuánto el devoto ruego le placía; 42

luego a la eterna luz se dirigieron,


en la que es impensable que penetre
tan claramente el ojo de ninguno. 45

Y yo que al final de todas mis ansias


me aproximaba, tal como debía,
puse fin al ardor de mi deseo. 48

Bernardo me animaba, sonriendo


a que mirara abajo, mas yo estaba
ya por mí mismo como aquél quería: 51

pues mi mirada, volviéndose pura,


más y más penetraba por el rayo
de la alta luz que es cierta por sí misma. 54

Fue mi visión mayor en adelante


de lo que puede el habla, que a tal vista,
cede y a tanto exceso la memoria. 57

Como aquel que en el sueño ha visto algo,


que tras el sueño la pasión impresa
permanece, y el resto no recuerda, 60 Comentario [L1707]: Que
sólo conserva una vaga impresión
del sueño, pero sin poder recordar
así estoy yo, que casi se ha extinguido los detalles.
mi visión, mas destila todavía
en mi pecho el dulzor que nace de ella. 63

Así la nieve con el sol se funde;


así al viento en las hojas tan livianas Comentario [L1708]: Cuenta
Virgilio que La Sibila de Cumas
se perdía el saber de la Sibila. 66 escribía sus oráculos en hojas de
árboles, que el viento no tardaba
en llevarse (Eneida, III).
¡Oh suma luz que tanto sobrepasas
los conceptos mortales, a mi mente
di otro poco, de cómo apareciste, 69

y haz que mi lengua sea tan potente,


que una chispa tan sólo de tu gloria
legar pueda a los hombres del futuro; 72

pues, si devuelves algo a mi memoria


y resuenas un poco en estos versos,
tu victoria mejor será entendida. 75

Creo, por la agudeza que sufrí


del rayo, que si hubiera retirado
la vista de él, hubiéseme perdido. 78 Comentario [L1709]: Al
contrario que las otras luces que se
ha encontrado en el Paraíso que le
Y esto, recuerdo, me hizo más osado han obhgado a cerrar los ojos, la
luz divina acrecienta la capacidad
sosteniéndola, tanto que junté de ver en aquel que la contempla y
con el valor infinito mi vista. 81 ciega si se apartan los ojos de ella.

¡Oh gracia tan copiosa, que me dio


valor para mirar la luz eterna,
tanto como la vista consentía! 84

En su profundidad vi que se ahonda,


atado con amor en un volumen,
lo que en el mundo se desencuaderna: 87

sustancias y accidentes casi atados


junto a sus cualidades, de tal modo
que es sólo débil luz esto que digo. 90

Creo que vi la forma universal


de este nudo, pues siento, mientras hablo,
que más largo se me hace mi deleite. 93

Me causa un solo instante más olvido 94 Comentario [L1710]: «El


breve instante que pude
que veinticinco siglos a la hazaña contemplar la luz divina ha
que hizo a Neptuno de Argos asombrarse. 96 causado en mí más olvido que
veinticinco siglos a la hazaña de
los Argonautas, que fue admi-
Así mi mente, toda suspendida, ración del propio Neptuno, por ser
el primer navío que surcaba los
miraba fijamente, atenta, inmóvil, mares.» De todas maneras, es un
y siempre de mirar sentía anhelo. 99 terceto que ha suscitado muchas
controversias.

Quien ve esa luz de tal modo se vuelve,


que por ver otra cosa es imposible Comentario [L1711]: 102-114
que de ella le dejara separarse; 102 Dios es inmutable y también su
luz, pero al ir transformándose
Dante, haciéndose más perfecto,
Pues el bien, al que va la voluntad, parece que la luz también
cambiase.
en ella todo está, y fuera de ella
lo que es perfecto allí, es defectuoso. 105

Han de ser mis palabras desde ahora,


más cortas, y esto sólo a mi recuerdo, 107 Comentario [L1712]: No para
decir lo que vi, sino sólo lo que
que las de un niño que aún la leche mama. 108 puedo recordar.

No porque más que un solo aspecto hubiera


en la radiante luz que yo veía,
que es siempre igual que como era primero; 111

mas por mi vista que se enriquecía


cuando miraba su sola apariencia,
cambiando yo, ante mí se transformaba. 114

En la profunda y clara subsistencia


de la alta luz tres círculos veía
de una misma medida y tres colores; 117 Comentario [L1713]: 117-120
Las tres personas de la Trinidad; el
Hijo es reflejo del Padre, y el
Y reflejo del uno el otro era, Espíritu Santo es el vínculo que
une a la Primera con la Segunda
como el iris del iris, y otro un fuego persona.
que de éste y de ése igualmente viniera. 120

¡Cuán corto es el hablar, y cuán mezquino


a mi concepto! y éste a lo que vi,
lo es tanto que no basta el decir «poco». 123

¡Oh luz eterna que sola en ti existes,


sola te entiendes, y por ti entendida
y entendiente, te amas y recreas! 126

El círculo que había aparecido 127 Comentario [L1714]: En el


círculo que corresponde a la
en ti como una luz que se refleja, persona del Hijo encarnado, Dante
examinado un poco por mis ojos, 129 cree ver una figura humana.

en su interior, de igual color pintada,


me pareció que estaba nuestra efigie:
y por ello mi vista en él ponía. 132

Cual el geómetra todo entregado


al cuadrado del círculo, y no encuentra,
pensando, ese principio que precisa, 135

estaba yo con esta visión nueva:


quería ver el modo en que se unía Comentario [L1715]: Cómo
se unía la naturaleza divina de
al círculo la imagen y en qué sitio; 138 Cristo -el círculo- con la humana
-la imagen del hombre. Como se
ve, la imagen está en
pero mis alas no eran para ello: correspondencia con la del
si en mi mente no hubiera golpeado geómetra empecinado en cuadrar
el círculo.
un fulgor que sus ansias satisfizo. 141 Comentario [L1716]: Un
nuevo rayo de la sabiduría divina,
que por un momento colmó todos
Faltan fuerzas a la alta fantasía; los anhelos de saber de Dante,
aunque luego lo haya olvidado.
mas ya mi voluntad y mi deseo
giraban como ruedas que impulsaba 144
Aquel que mueve el sol y las estrellas.
Página 150: [1] Comentario [L486] Librodot.com
Pier da la Braccia, o Pierre de la Brosse, fue un famoso médico francés de los reyes Luis IX y Felipe III.
En 1276 acusó a la segunda esposa de éste, Maria de Brabante, de la muerte del primogénito, que Felipe
habia tenido de su primera mujer, para asegurar la sucesión de su hijo, luego Felipe el Hermoso. A su vez
la reina acusó a Pierre de estar en tratos con el rey Alfonso X de Castilla, y Felípe III le mandó ahorcar
por traición, pues Castilla y Francia se encontraban en guerra (1278). Otros comentadores aseguran que la
reina denunció al médico por haber atentado contra su castidad.
Página 157: [2] Comentario [L528] Librodot.com
Enrique III de Inglaterra, muerto en 1272, príncipe inepto y débil a quien sucedió Eduardo I, Ilamado el
Justiniano inglés. En el planto de Blancatz Sordello, recomendaba a Enrique que comiese grandes
cantidades de corazón del héroe, para que le infundiese valor.
Página 157: [3] Comentario [L529] Librodot.com
Guillermo VII Sapalunga, marqués de Monferrato, que ocupa una posición más baja que los monarcas.
Murió en 1292 tras una rebelión popular, encerrado en una jaula. Para vengarle su hijo hizo la guerra de la
ciudad de Alejandría, en la Liguria, perdiendo algunas tierras en su posesión de Monferrato y Canaves.
Página 174: [4] Comentario [L615] Librodot.com
El último ejemplo es el de la soberbia Troya incendiada y arrasada por los griegos. Este terceto resume no
sólo el acróstico, sino los tres tipos de soberbia a los que hemos aludido anteriormente.
Página 206: [5] Comentario [L762] Librodot.com
El personaje que está hablando con Dante ahora es Hugo Capeto, primer monarca de la dinastía reinante
en Francia tras haber puesto fin al gobierno carolingio en 987. Pero el poeta confunde a este Hugo,
llamado Capeto por la capa que vestía por ser abad laico de S. Martín, con su padre, Hugo I el Grande,
conde de París y de Orleáns, que sin ser rey gobernó, de hecho, bajo los carolingios Luis IV y Lotario y
murió en 956, habiendo hecho coronar aún en vida a su hijo Roberto II «El Piadoso». Muy duro es el
juicio de Dante sobre la familia Valois, que junto a reyes crueles o codiciosos había dado también otros
santos -Luis IX- y prudentes, pero en cuyo origen está la usurpación de la corona, por un personaje de
baja extracción, movido por la codicia; y cuya política siempre había sido fuertemente antiimperial.
Página 258: [6] Comentario [L1027] Librodot.com
Para entender este pasaje tenemos que comprender un
poco el problema de la transmisión de los textos en el
medievo. En Metamorfosís, VII, se lee «Carmina Laiades
non intellecta priorum / solverat ingeniis». Refiriéndose a
que Edipo, hijo de Layo, resolvió con su ingenio el
enigma. Pero el texto de Ovidio que Dante debió manejar
debía estar corrompido, leyéndose «nayades» por
«laiades», y pensé que las náyades resolvieron el enigma
de la Esfinge, dando lugar a la destrucción de los ganados
y las cosechas de Tebas.
Dante dice que los hechos futuros serán como las náyades, es decir, sabrán resolver lo oscuro de las
palabras de Beatriz. Pero lo cierto es que los hechos -sobre todo la muerte prematura de Enrique VII- no
dieron demasiada razón al augurio.
Página 281: [7] Comentario [L1145] Librodot.com
Belisario (490-565) fue el más importante de los generales de Justiniano. Combatió gloriosamente en el
frente persa, en el norte de África y en Italia. Parece que Dante no conociese las desavenencias entre el
emperador y su general, al que llama «mío» en el original. Los éxitos de Belisario permitieron que él se
dedicara a su tarea de recopilar el «Corpus luris civilis».
Página 281: [8] Comentario [L1146] Librodot.com
Dante, por boca de Justiniano, va a dedicar una larga digresión a la historia de Roma, y posteriormente a
la del imperio germánico, legítimo sucesor de las glorias de aquélla, simbolizados ambos por el águila
emblemática. Dante se complace en unir la historia del Imperio con la redención y la Iglesia. Anotaré
brevemente las etapas del relato.
Página 281: [9] Comentario [L1148] Librodot.com
Personaje de la Eneida, hijo del rey del Lacio, Evandro, que murió en la lucha contra Turno, rey de los
rútulos, apoyando la causa de Eneas. Esta digresión enlaza, pues, con el final del poema de Virgilio.
Página 281: [10] Comentario [L1149] Librodot.com
Alba Longa, mítica ciudad a la que Roma estuvo sometida en los primeros años de su historia, hasta el
combate de los Horacios contra los Curiacios, en que los primeros, romanos, vencieron a los segundos, de
Alba, pasando a Roma la supremacía imperial.
Página 282: [11] Comentario [L1154] Librodot.com
52-54 Publio Cornelio Escipión Africano obtuvo a edad muy temprana sus principales triunfos en España
contra Cartago. Cneo Pompeyo luchó también muy joven en el partido de Sila contra Mario y obtuvo el
triunfo a los 25 años; el cónsul Fiorino destruyó la ciudad etrusca de Fiésole, junto a Florencia (Infierno,
XV, 61-63; Paraíso, XV, 125-6).
Página 282: [12] Comentario [L1158] Librodot.com
Batalla en que César derrotó a Pompeyo, el cual huyó a Egipto, donde fue asesinado por orden de
Tolomeo, para congraciarse con el triunfador.
Página 282: [13] Comentario [L1159] Librodot.com
67-89 El águila, en manos de César, volvió a visitar los lugares de Asia Menor, de donde había partido, la
ciudad de Antandro y el río Simoes. De aquí César marchó a Egipto y puso -a Cleopatra como reina, en
lugar de su hermano Tolomeo.
Página 282: [14] Comentario [L1161] Librodot.com
73-75 Alusión a la batalla de Filipos, en la que Octavio, sucesor de César, venció a Bruto y Casio, los
asesinos de su tío (Infierno, XXXIII, 64-67). Posteriormente venció a Marco Antonio en Módena y asedió
Perugia.
Página 282: [15] Comentario [L1163] Librodot.com
79-81 Con la conquista de Egipto se inició la paz octaviana. Recuérdese que en tiempos de paz las puertas
del templo de Jano permanecían cerradas.
Página 295: [16] Comentario [L1246] Librodot.com
Prostituta de Jericó que ayudó a escapar a los espías que Josué había enviado a dicha ciudad (Josué,
III-21, VI 15-25). Los comentaristas ponen de manifiesto la similitud entre la toma de Jericó al son de las
trompetas y la conquista de la ciudad albigense de Lavour en 1211, dirigida entre cánticos religiosos por
el obispo de Tolosa sucesor de Folquetto.
Página 308: [17] Comentario [L1337] Librodot.com
San Juan Crisósotomo (Boca de Oro), patriarca de Constantinopla entre los siglos IV y V. Representa una
de las cimas de la iglesia griega. Anselmo de Aosta, obispo de Canterbury a finales del siglo XI a quien se
debe el famoso argumento ontológico, como prueba de la existencia de Dios. Elio Donato enseñó en
Roma a mediados del siglo IV.
Página 308: [18] Comentario [L1340] Librodot.com
Joaquín da Celico nació en torno a 1130 y murió en 1203. Es el escritor apocalíptico, más conocido como
Joaquín de Fiore, que ejerció una enorme influencia en todos los movimientos milenaristas medievales,
con su interpretación de los textos bíblicos sobre la venida del Anticristo. Sus escritos fueron muy
criticados por la Iglesia por su potencialidad revolucionaria, como de hecho ocurrió. Dante, como en el
caso de Sigiero de Brabante (Paraíso, IX), demuestra su libertad de juicio con respecto a las opiniones
oficiales de su tiempo.
Página 308: [19] Comentario [L1342] Librodot.com
1-21 Terminadas las palabras de San Buenaventura, las veinticuatro almas de la doble corona
reemprenden su danza, y para hacemos imaginar este prodigio alude Dante a las quince estrellas de mayor
grandeza según Tolomeo (vv. 4-6), junto con las siete de la Osa Mayor (7-9) y las dos más brillantes de la
menor (10- 1 l), 24 en total, que girasen en círculos como la corona que Dionisio ciñó a Ariadna y que,
una vez muerta ésta, fue transformada en constelación.
Página 319: [20] Comentario [L1392] Librodot.com
De Cacciaguida apenas sabemos más de lo que el propio Dante nos dice. Debió pertenecer a la familia
Elisei, de supuesto origen romano, y nació en torno a 1091, casó con una mujer del valle del Po, que dio
nombre a su hijo Alighiero; combatió acaso en la segunda cruzada junto al emperador Conrado III, en la
que murió cerca de 1147, si es que Dante no confunde una serie de datos históricos relativos a otro
emperador, Contado II, que luchó en Calabria contra los sarracenos, sólo que un siglo antes.
Página 321: [21] Comentario [L1407] Librodot.com
Galluzzo, un pueblo en el camino de Siena; Trespiano en el camino de Bolonia, ambos muy cerca de la
ciudad, con lo cual los pueblos citados en el terceto anterior serían afortunadamente sólo vecinos de
Florencia.
Página 321: [22] Comentario [L1408] Librodot.com
Otros dos enemigos de Dante pertenecientes a familias de origen campesino. Baldo de Aguglión, jurista,
autor de la ley de amnistía de 1311 de la que Dante fue excluido; Fazio de Signa, gúelfo blanco que se
pasó a los negros posteriormente.
Página 321: [23] Comentario [L1409] Librodot.com
Dante ve en las luchas del papado contra el Imperio una de las causas de ese extralimitarse de Florencia
que ha terminado por corromper sus antiguas virtudes. En estas luchas la Iglesia empujó al pueblo llano
contra los señores feudales partidarios del Imperio.
Página 323: [24] Comentario [L1428] Librodot.com
Alude ahora Cacciaguida a las familias a las que Ugo de Brandeburgo, marqués de Toscana, otorgó su
escudo a finales del siglo X. Este noble murió en 1001 en la festividad de Santo Tomás y fue enterrado en
la Badía de Florencia, donde en el aniversario de su muerte se celebraban grandes fiestas.
Página 323: [25] Comentario [L1429] Librodot.com
Gianno della Bella había tomado el partido popular en 1293, pero al pertenecer a una familia noble, el
pueblo no confió en él y lo expulsó de la ciudad.

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