XI. Historia del tangoV sce to, cates Ye Cr sso
sles egos ash
eed eee
sea dcnsrgesobsmnnrone
yam ec yea
SS ttg ed cease
setnalge ap npin ok on a
See eae
Se
Winer opis een
rien wade docs abi
seen eda sites be
Seer heme etess ae noe
(CTT nt ingronnc nonea em
eee ee
ae ee
‘Ristnciny aga Se amr1 ‘at cr
‘oral que he emprendido,certamente nol confir-
‘He conversado con José Saborido, autor de oFe-
Ica» ydewLa morochas, con Ernesto Pancio autor
de «Don Juans, onloshermanos de Vicente Greco,
autor de sLa virus y de wLa Tabladas, con Ncolds
Paredes, cauillo que fue de Palermo, ycon alga,
‘payador de su relacién- Los de hablar culdadona™
‘mente me abstuve de formular preguntas que sugi
reran determinadas contestaciones.Inerrogados
sobre laprocedencia del tango, la opografay aun
la geografia de sus informs ea singularmente di-
versa: Saborido (que era oriental) preirié una
‘cuna montevideana, Poncio (que ea dlbarrio del
Retiro) opt6 por Buenos Ais y por su rr; los
Porteios del Sur invocaron la calle Chie los del
Nort, lameretricia calle de! Temple ola cle Junin,
Pesca las dvergencias que he entimetado y que
seria fcil enriquecerinterrogando a pltenses 0 4
rosarinos, mis asesores concordaban enn hecho
«senca el origen del tango en los upanaces. (Ash
‘mismo en la dita de ese origen, que paranaie fue
‘muy anterior al ochentao posterior al venta) El
instrumental primitivo de ls orquestas —piano,
faua, violin, después bandonesa—contrma, por
costo, ee testimonio; es una prueba de que el tan-
0 no surgi enlas oils, que se astaron siempre,
nadie lo ignora, con las seis cuerdas de guitarra
(tras confrmaciones no flan: Ia lasciva de las
‘guras, la connotacén evidente de cert titalos
(El choco», «El ferrazos) la ctcunstancia que de
chico pude observa en Palermo y aos después en
|i Chacarita yen Boedo, de queen las esquinas lo
ballaran parejas de hombres, porque las mujeres
4el puchlo no querian paricipar en un baile de
perdularias, rarsto Carriego la fj6 en sus Misas
heroes
alec eben gee deraca
sus guarangos decires md isonjeros,
jporqueal compdsde un tango, que es wLa moroche,
cen dgiles cores ds orilleros
Em otra pigina de Carrcgo se muestra, con jo
de aflgentes detalles, una pobre fiesta de casa-
Iiento;el hermano del novio estén a ciel, hay
los muchachos pendencieros que el guapo tiene
‘que pacificar con amenazas, hay ecelo ytencor y
chocareria, pero
i de lenvia. qe hace
obligado a fijarse sil baile toma
buen carder, firma, medio ofendido,
‘que no seadmiten corte, ni aun en broma..
(Que, la modest aun lado, no ela pega
ninguna de exos ives. sguramente
La cas ser pobre, nail nega,
todo lo ques quer, pero decente—