Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
financiación y
autonomía.”
Se autoriza la reproducción total o parcial con la única
condición de citar la fuente.
2
INTRODUCCIÓN.
Esta ponencia tiene su origen en un intento de reflexión profunda del lugar que ocupa
un Museo institucional como es el Museo Geominero del Uruguay que integra la
DINAMIGE dependiente del Ministerio de Industria Energía y Minería. Esa primera
reflexión nos animó a generalizar nuestro análisis a la propia institución Museo como
tal.
Nos propusimos darle marco académico a esas reflexiones y que las mismas sirvieran al
objetivo de transformarse en un disparador, en un elemento capaz de agitar las
tranquilas aguas donde navegaban habitualmente los profesionales de los Museos. El
objetivo es que a través de ese debate común nos obligue a buscar soluciones comunes.
Nuestra intención es construir mirando lo que ocurrió aquí y en otros lugares, evaluando
nuestro presente y procurar proyectarnos a un futuro siempre mejor. Por otro lado
pretendemos haber dado respuestas a las preguntas que los organizadores del
formularon para debatir en esta convocatoria. Esta ponencia fue presentada en el “V
Encuentro Nacional de Profesionales de Museos”, organizado por el Museo de la Casa
de Gobierno bajo el título “Política de Museos, Política de Estado, aportes para la
generación de una política de Estado para los museos uruguayos del siglo XXI”
Como se comprenderá esta ponencia no podría ser del agrado de las autoridades de la
mayoría de los museo estatales uruguayos, por tanto debimos probar nuestras
afirmaciones y este trabajo pudo haber quedado cargado de citas en demasía.
Por otro lado quitamos las páginas referidas al Museo Geominero del Uruguay por su
carácter demasiado específico.
Los museos son utilizados por el Estado para construir discursos que definen el
acontecer, la Historia y la ciencia y el arte.
3
límites son “rechazados”. Estos sujetos excluidos están sometidos a buscar
espacios alternativos para su sobrevivencia.”1
2 NORA: Pierre;
“No hay que confundir la memoria con historia”; (tomado de la redacción de La Nación), Buenos Aires; recuperado
el 21 de Agosto de 2008 de
http://www.fts.uner.edu.ar/catedras03/tfoi/memorias_historias/taller/a
rticulo1.htm donde remite a la Redacción de LA NACION Link corto: http://www.lanacion.com.ar/788817
3 ALTHUSSER, Louis; 1988
“Ideología y aparatos ideológicos de Estado. Freud y Lacan”, Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión SAIC.
Pp. 24.
4
encargadas de la administración de esos institutos. Dichas autoridades determinan que
políticas se van a llevar adelante, sea en materia de colección, de exhibición, de
conservación. Determinan en torno a que metateoría y a que concepción del arte, de la
historia o de la ciencia se va a sujetar la institución. Que idea va a imperar a la hora de
estructurar el discurso. De modo más prosaico, que se exhibe y que no, en que forma se
exhibe, que se jerarquiza en el discurso y que se deja al margen. A su vez por medio de
reglamentos y disposiciones se establece a quienes se le permite el acceso a la
documentación y a las colecciones especializadas y a quienes no. Esto en el mejor de los
casos; en el peor la autorización queda sometida a la voluntad irrestricta de las
jerarquías administrativas.
En segundo lugar ese control se ejerce a través de la utilización del secreto tanto parcial
como total sobre determinada documentación. En tercer lugar a través de los expurgos
que se realizan sin ningún tipo de control social.
En cuanto a Bibliotecas y Hemerotecas ese control se realiza especialmente
determinando que material bibliográfico se adquiere y se depositan en sus anaqueles. En
muchos casos se establecen restricciones al acceso a los materiales, a veces justificadas
y otras no. Finalmente en cuanto a la edición de fuentes por parte del Estado es donde se
ejerce un fortísimo control.
De modo indirecto: el control estatal se efectúa por medio de lo que Althusser llamó los
Aparatos Ideológicos del Estado.
“Designamos con el nombre de aparatos ideológicos de Estado cierto
número de realidades que se presentan al observador inmediato bajo la
forma de instituciones distintas y especializadas.” 4
En primer lugar mediante la difusión que realizan los medios masivos de comunicación
social, (es decir producción cinematográfica, televisiva, videos, prensa, revistas, radio,
etc.), de determinada visión de la historia, o de la ciencia. En el caso de Historia esa
visión se caracteriza: por acentuar la narración en detrimento de la explicación causal,
por ser fuertemente maniquea y por destacar la acción del Gran Personaje como hacedor
de la historia. En el caso de la Ciencia ocurre algo similar, ingresa al museo lo que
Deleuze llamaba la ciencia estatal, y lo que él llamaba la ciencia nómada no tiene lugar.
5
Althusser detalla otras de las instituciones que considera aparatos ideológicos del
Estado. Entre ellas señala el AIE escolar y el cultural (literatura, artes, deportes, etc.), a
través de los cuales, según nuestro criterio, el Estado también controla la Historia, la
memoria, la ciencia, etc.
En segundo lugar el control se ejerce mediante la política de edición que realizan las
empresas tanto nacionales como transnacionales, (AIE cultural).
En el caso de los museos ese control tiene que ver además con el discurso que estructura
la presentación museográfica. Con cierta visión del hombre, del conocimiento y de las
ciencias que muchas veces no está explicitada, pero que emana del propio discurso que
presenta el museo.
El museo en su forma de comunicación tiene las características en algunos aspectos de
los mass media y en otros de la comunicación interpersonal.
“¿Qué tipo de medio de comunicación es el museo? De acuerdo con la
introducción del libro "The Educational Role of the Museum", en 1979 Hodge
y D'Souza realizaron una investigación al respecto (Hooper-Greenhill, 1996).
Contrastaron las características de los medios de comunicación masiva con
los de la llamada comunicación interpersonal, llegando a la conclusión que
la forma de comunicación del museo presenta características combinadas
de las dos formas de comunicación mencionadas.” 5
¿Qué ocurre en nuestro país? En un plano general podemos afirmar que hay sectores
que permanecen invisibles en la concepción y el discurso museístico nacional. No
existen repositorios documentales que recojan la papelería vinculada al mundo del
trabajo y a los sectores populares. No existe un museo de los trabajadores (como en
Holanda por ej.), que de cuenta de su vida, su forma de recreación, su organización y de
su cultura. 6
No está proyectada la creación de archivos de fuentes orales.7 En lo que
refiere a la conservación del patrimonio arquitectónico, tenemos que decir que se
encuadra dentro una concepción de la Historia ya señalada donde se destaca el Gran
Personaje (lo que Carr llamó la teoría de la nariz de Cleopatra).8 Se pone el énfasis en la
Historia Política de la elite dominante. Salvo algunos pequeños museos del interior, no
existen museos populares, que alberguen el utillaje que esas clases utilizaban tanto en su
5 BENTANCOURT MELLIZO, Julián;
“Museo de la ciencia y el juego”; Redpopu, recuperado 21 de agosto de 2008 de
http://www.redpop.org/publicaciones/museocomunicacion.html. Donde cita: HOOPER-
GREENHILL, E. (ed). 1996. The educational role of the museum. Londres, Routiedge.
6 No desconocemos emprendimientos como el Museo del Carnaval y otras iniciativas próximas a concretarse como el Museo de la
Inmigración.
7 No ignoramos la existencia del archivo de la palabra del SODRE, pero en realidad fue creado con otra finalidad.
8 CARR, Edward H.; 1984, “¿Qué es la historia?”, Barcelona, Ed. Planeta – De Agostini. Pp. 61
6
trabajo como en su esparcimiento, cultura, etc. En definitiva los sectores heterónomos y
los heterodoxos están ausentes de la consideración museística nacional. Sabemos que
hay excepciones a lo que estamos afirmando, pero son exactamente eso “excepciones”,
no existe una política general del Estado uruguayo en ese sentido.
En nuestro país el diseño, planificación, coordinación y control de las políticas
museísticas y de conservación es resorte del Ministerio de Educación y Cultura y de las
Intendencias Municipales fundamentalmente. Pareciera que la política del Estado
uruguayo respecto a la Historia es; el olvido y la destrucción de parte de esa historia y
de la memoria, sobre todo la que refiere a los sectores populares. Estos pierden
visibilidad por la acción (o la inacción) del Estado.
En cuanto a la ciencia se observa en los discurso una toma de conciencia de su
importancia. En tanto a la hora de asignar recursos a los museos de ciencia, es poco lo
que se hace. Recordemos que son centros de investigación también. La comparación no
se sostiene si se analiza lo que ocurre en el resto del mundo. Con respecto a las artes la
situación ha sido un poco mejor pero no mucho más.
En este marco y en esta instancia surge con fuerza la pregunta ¿cómo escapar a ese
control estatal, como democratizar la concepción imperante en el museo? En el sector
Estatal (museos que dependen de la Administración Pública), ese control es en la
práctica imposible de quebrar en la medida que esas instituciones museísticas se
relacionan verticalmente con el poder Estatal.
“La agilidad al negociar con los partidos políticos, incluso posiblemente el
ser miembro de un partido, puede ser una ventaja. La llegada de Margaret
Thatcher a Downing Street y de François Mitterand al Elíseo afectó
sensiblemente a las instituciones artísticas en sus respectivos países. Tanto
en museos privados o públicos desatender las realidades políticas, entre
ellas las necesidades de los órganos supervisores y el cariz ideológico de
sus miembros, es una garantía de fracaso de gestión.
Habitualmente se requiere que, al menos ante el público, las instituciones
aparezcan como no partidistas. Esto no excluye el apoyo en secreto de los
intereses del jefe superior. Como en otras esferas, la industria de la
conciencia también conoce la agenda oculta con mayores probabilidades de
éxito si no se la percibe como tal. Sería erróneo, no obstante, asumir que el
objetivo y la mentalidad de todos los ejecutivos del arte estén o debieran
estar en contradicción con aquellos de los que depende el apoyo de su
organización. Hay lealtades naturales y honestas tanto como hay
matrimonios a la fuerza y matrimonios de conveniencia. Todos los
7
participantes, sin embargo, procuran habitualmente que se mantenga la
fachada serena del templo del arte.” 9
9 HAACKE, Hans;
“Los Museos, gestores de conciencia”, in Brumaria practicas artísticas, estéticas y políticas. Recuperado el 11 de
Agosto de 2008 de http://www.brumaria.net/erzio/publicacion/3/31.html.
http://www.brumaria.net/erzio/contenido.php?id=192.
8
puestos más prestigiosos, dependen de lo bien que uno sepa jugar sus
cartas.” 11
¿QUÉ ES UN MUSEO?
Como hemos dicho y aunque no nos guste, es uno de los Aparatos Ideológicos del
Estado, a través del cual el Estado transmite su visión.
“Dentro del mundo del arte, museos y otras instituciones que organizan
exposiciones juegan un papel importante en la inculcación de opiniones y
actitudes. En efecto, habitualmente se presentan a sí mismas como
organizaciones educativas y consideran la educación como una de sus
primeras responsabilidades. Naturalmente, los museos trabajan en las
torres de marfil de la conciencia. Declarar esto hecho tan obvio, no
obstante, no es una acusación de conducta desviada. El posicionamiento
intelectual y moral de una institución se vuelve débil sólo si pretende estar
libre de prejuicios ideológicos. Y una institución tal debe ser puesta en duda
12 Resoluciones de la Mesa Redonda la importancia y el desarrollo de los museos en el mundo contemporáneo. Celebrada en
Santiago de Chile el 31 de mayo de 1972. in Revista Digital Nueva Museología. Recuperado el 11 de agosto de 2008, de .
http://www.nuevamuseologia.com.ar/santiago.htm
9
si rehúsa reconocer que opera bajo coacciones derivadas de sus fuentes de
financiación y de la autoridad a que ha de presentar informe.
Tal vez no sea sorprendente que muchos museos rechacen con indignación
la idea de que ofrecen una visión prejuiciada de las obras bajo su custodia.
En efecto, los museos habitualmente pretenden suscribir los cánones de la
sabiduría imparcial. Tan honorable como sea un empeño tal —y aun siendo
una meta válida a la que aspirar—, adolece de ilusiones idealistas sobre el
carácter no partidista de la conciencia. Un apoyo teórico a esta posición
meritoria pero insostenible es la doctrina decimonónica del arte por el arte.
Esa doctrina tiene un barniz histórico vanguardista y en su momento
desempeñó un papel liberador. Incluso hoy, en países donde los artistas se
ven obligados abiertamente a servir políticas determinadas, aún tiene un
timbre emancipatorio.” 13
Pero el museo no es solo eso, es también un centro que procura generar conocimientos
nuevos y útiles, intenta explicar y difundir. El hombre es el único animal capaz de crear
cultura. El museo, instituto cultural, es una creación.
“Es un ser mutable capaz de recrearse. Si se anquilosa, es una reliquia de la
historia. Si vive, necesariamente actúa y se renueva. Su objeto es el
hombre: el hombre histórico y el hombre contemporáneo.” 14
La sociedad, y los museos que son parte de ella, durante las últimas décadas han sufrido
una inversión en los valores.
“Los privilegiados ya no son el hombre y sus testimonios sino la economía y
el sistema de producción. Se quita al hombre la posibilidad de alcanzar la
autenticidad a través de la cultura material, de naturaleza espiritual, y de
irrigar sus raíces con savia nueva. Algunas raíces son sacrificadas al
consumismo, no son protegidas; otras sobreviven, huérfanas de
investigación y estudio.
Proyectar un museo significa restituir la primacía del hombre en la cultura
del hombre;...”15
14 AMATO, P.; 2004, “Proyectar un Museo. Nociones fundamentales”, Roma, IILA. Pp. 19.
16 Sistema Nacional de Museos de Venezuela – Consejo Nacional de la Cultura; 1994, “Manual de normativas técnicas para Museos
10
“...un servicio cultural público que tiene finalidad de proteger, conservar,
estudiar y presentar un bien cultural de naturaleza visual, figurativa y/o
plástica.” 17
Por lo tanto y como corolario de esta definición las funciones del Museo serían:
1. “Procurar la conservación y protección de los bienes;
2. promover el aumento de las colecciones;
3. desarrollar la investigación científica;
4. presentar al público el bien cultural;
5. favorecer la difusión de la cultura y, más aún, la dignidad del
hombre.” 18
LA INVESTIGACIÓN.
El museo ha dejado de ser un espacio muerto, que acumula colecciones. En la
actualidad
“El museo incorpora nuevas variantes programáticas – investigación,
educación, multimedia – que se agregan a los usos tradicionales.” 20
Conforma “...un espacio complejo que permite “presentar, estudiar,
contextualizar y provocar al arte.” 21
19 Ídem, Ídem.
20 L. A.; 2000, “IV Bienal Internacional de Arquitectura de San Pablo. Concurso Internacional de Escuelas de
Arquitectura”, in EL ARQA Revista bimestral de arquitectura y diseño, Montevideo, DOS PUNTOS SRL., Año X,
Número 35, Agosto. Redactor Responsable y Director Julio C. Gaeta. Pp. 64.
11
Es en el ámbito museal el lugar donde puede
“...estar comprendida la actividad de promoción y producción cultural, que
incluye muestras temporales, las publicaciones, los encuentros académicos,
las manifestaciones extraordinarias y la actividad didáctica, entendida en su
más auténtica articulación.” 23
Un museo que solo expone, con el único fin de atraer la atención del visitante es un
museo limitado.
“Un museo falto de vida y de escrúpulos...” “Deja de lado una de las
finalidades primordiales de su existencia: el museo es un instituto
privilegiado de investigación científica, un centro extraordinario de
indagación y de servicios calificados,...” 24
El Dr. Ricardo Erlich señala que en el contexto actual es necesario trabajar para una
ciencia con conciencia.
“El futuro visto por la ciencia, es sólo una de las miradas posibles. Las áreas
sociales y humanísticas proporcionan otras visiones, y no debemos olvidar
que un mundo cerrado al arte es ciego a sí mismo. La mirada al futuro
desde la Ciencia, con su significación particular, debe integrarse a las otras
para poder construir escenarios posibles y comprender mejor los
mecanismos que participan en la definición de los caminos que recorren la
Ciencia y la Tecnología.” 26
Luego afirma que las dificultades no pueden dejarnos fuera de la construcción del
futuro, para ello es fundamental la presencia de la ciencia y la cultura en la sociedad.
25 SNMV-CONAC.
26 ERLICH, R.; 2004, “Prologo”, in Anuario 2004 Universidad de la República. Facultad de Ciencias, Montevideo,
Dirac – fac. de Ciencias. Pp. 6.
12
EL MUSEO COMO INVERSIÓN.
El mantenimiento del museo no es un gasto (desde nuestro punto de vista) es una
inversión que tiene reintegro en muchos aspectos.
“El instituto museal es una inversión de extraordinaria relevancia porque,
aun atendiendo directamente a los bienes culturales, se encuentra de hecho
en el centro de múltiples intereses que comprenden varias esferas: desde el
capital humano, su gestión y valorización, hasta los valores sociales y
educativos, que le son insitos; desde el valor económico de los bienes, que
hay que tener presente, hasta aquel más específicamente cultural.” 27
28 Cfr. NIETZSCHE, Federico; 1949, “Consideraciones Intempestivas 1873-1875”, Obras Completas, Tomo II, M. Aguilar Editor,
13
“El bien cultural está asistido por un valor, es un valor estético, un valor
científico, es un valor económico, tec., [sic] ...” 29
Esos bienes culturales están solamente en custodia y usufructúo de una generación, solo
temporalmente, pero no en propiedad. Amato sostiene entonces que:
“En ese sentido los bienes culturales necesitan personal especializado y
preparado. Un personal capaz, cuya profesionalidad se revela en la libertad
de una conciencia educada en los valores de la conservación. Es por ello
que el Estado debe invertir en los responsables de los bienes culturales.
En nuestros días, esto significa, concretamente, saber garantizar que la
sugestión exuberante de la cultura de masas no sofoque, en la organización
y en la vida de los museos, el desarrollo tanto de la investigación científica
conducida con rigor metodológico como del saber especializado, bases
inderogables de la cultura en sus distintos niveles de manifestación y
difusión.” 30
Nosotros tenemos derecho a que ese personal científico nos convenza “con su saber
especializado”, nos explique, pero no debemos permitir que nos imponga su razón sin
más.
Dice Amato que esta tarea (la museística) necesita de parte de los funcionarios
profesionales asignados a ella una actualización continua, una formación permanente,
un análisis de experiencias análogas.
“La actualización requiere medios económicos, disponibilidad, viajes,
participación en cursos. Sería un grave error retacear recursos a la
formación permanente del personal especializado, porque el efecto negativo
recae sobre los mismos bienes, que pierden no solo el hilo conductor de la
sensibilidad contemporánea a la que están destinados, sino que,
concretamente, arriesgan su correcto mantenimiento en buenas
condiciones, con la consiguiente pérdida de valor económico.” 31
Para todo esto es imprescindible el dinero, claro que nosotros advertimos sobre varios
peligros con respecto al origen de la financiación del museo:
“Durante los últimos veinte años, las relaciones de poder entre las
instituciones del arte y sus fuentes de financiación se han vuelto más
complejas. Los museos tienen que mantenerse bien por organismos
públicos —la tradición en Europa— o mediante donaciones de personas
individuales y organizaciones filantrópicas, como ha sido el modelo en los
Estados Unidos. Cuando el Congreso fundó el National Endowment for the
Arts [Fondos Nacionales para las Artes] en 1965, Los museos
estadounidenses consiguieron una fuente adicional de financiación. Al
aceptar subvenciones públicas, no obstante, se volvieron responsables —
29 FREIRE, P.; s/d, “Museo y Educación Permanente, Montevideo”, (trascripción mimeografiada de la Conferencia realizada en el
14
incluso si en la práctica sólo lo fueran hasta un cierto límite— ante los
organismos gubernamentales.” 32
15
El tema de la financiación de los museos como se puede advertir se ha transformado en
una cuestión importante y actualmente en debate. Pero la discusión debe ir más allá de
sí cobramos entrada o no, si la financiación debe ser estatal o privada, etc. La
financiación del museo atañe y se convierte en una cuestión de autonomía.
“Al menos en la tradición europea, esos grandes museos, casi todos
centenarios cuando no son más antiguos aún, eran administrados por el
poder público en el marco de un departamento o de un servicio ad hoc. Sus
conservadores eran funcionarios y sus colecciones constituían un patrimonio
inalienable.
Pero a fines del siglo XX este orden armonioso fue bruscamente perturbado
por la irrupción de las nociones de economía y de rentabilidad. Perdió
vigencia lo que había sido siempre la norma, a saber: una provisión
presupuestaria que había que agotar antes de término del ejercicio, ninguna
fuente de ingresos propia, ninguna planificación financiera a largo plazo, y
conservadores-investigadores que no tenían ya que preocuparse ni por el
dinero... ni por los visitantes. De pronto, sobrevino el choque: se reclamaron
managers y conservadores-economistas, capaces de encontrar patrocinios,
activos en materia de relaciones públicas, aptos para “vender” las
exposiciones y organizar toda clase de actividades anexas. Más aún: la
autoridad tutelar intentó, al mismo tiempo, desentenderse de esas
instituciones, ajenas, por definición, a la rentabilidad, por lo menos en el
sentido puramente económico del término. En efecto, los servicios que
prestan los museos a la sociedad son de muy otra índole.
Pues bien, se cree haber hallado la fórmula mágica: privatizar los museos.”
35
Esta historia que ocurrió en Europa y que en EEUU. sucede desde mucho tiempo atrás
se repetiría en América Latina, con mayor o menor suceso según los países y según las
resistencias. Algunos Museo optaron por una vía mixta.
35 SCHÄRER, Martin R.; “La autonomía de los Museos”, in Revista Digital Nueva Museología. Recuperado el 22 de agosto de 2008,
de:
http://www.nuevamuseologia.com.ar/autonomia.htm
16
la publicidad del Victoria and Albert Museum, la Royal Academy, la National
Portrait Gallery, la Serpentine Gallery y el British Crafts Council.”36
CONCLUSIONES.
37 Ídem.
17
El museo es un AIE, a través del cual (entre otros) el Estado asegura su reproducción y
la difusión de su concepción del arte, la historia y la ciencia. A continuación detallamos
algunas de las conclusiones a que arribamos y algunas propuestas para el debate.
Gestión y Autonomía.- Podemos advertir dos limitantes en la autonomía de los
museos, por un lado el control ejercido por el Estado, y por otro la forma de
financiación de los mismos. Ese control ejercido por el Estado limita o elimina la
autonomía de los museos. En el caso de los museos Estatales ese control en el actual
ordenamiento institucional es posible atenuarlo levemente pero no eliminarlo. En el
caso de los museos privados apoyados o patrocinados por corporaciones o empresas, el
control es aún mayor. El caso de los museos comunitarios, autogestionados por los
interesados se gana ampliamente en autonomía, pero se pierde en viabilidad económica.
En todo caso sí la comunidad manifiesta el interés por la existencia del museo deberá
sostenerlo.
En este momento cabe una distinción más: museo público no es necesariamente
sinónimo de Estatal. El museo comunitario es un museo público pero no Estatal.
El museo debe integrar en su gestión a sociedades científicas, asociaciones de
trabajadores, asociaciones comunitarias o de base territorial, usuarios, etc. Pero a su vez
debe integrar las miradas de las diversas disciplinas.
“Para conseguir este objetivo e integrar a la población en su acción, la
museología recurre cada vez más a la interdisciplinariedad, a los nuevos
métodos de comunicación, comunes a todo tipo de acción cultural, y a
nuevos métodos de gestión capaces de integrar a los usuarios.” 39
39 “Declaración de Quebec. Principios Básicos de una nueva museología” in Revista Digital Nueva Museología. Recuperado el 26 de
40 Resoluciones de la Mesa Redonda la importancia y el desarrollo de los museos en el mundo contemporáneo. Op. Cit.
18
Museos Institucionales.- Estos museos están sometidos a las oscilaciones que sufren
las empresas o las instituciones que los sostienen, es bueno que su continuidad sea
asegurada y sus colecciones protegidas.
“En una prospectiva deseable, una norma legal de protección del
patrimonio debería comprender disposiciones que resguarden los bienes
con valor cultural de las instituciones del estado y las colecciones de los
museos institucionales existentes.” 41
41 “Museos Institucionales: qué y por qué de una eficaz herramienta” Op. Cit.
.
42 Resoluciones de la Mesa Redonda la importancia y el desarrollo de los museos en el mundo contemporáneo. Op. Cit.
43 ONU; “Recomendación sobre los Medios más Eficaces para Hacer los Museos Accesibles a Todos 14 de diciembre de 1960”, La
Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en su undécima reunión,
celebrada en Paris, del 14 de noviembre al 15 de diciembre de 1960 in Revista digital Nueva Museología. Recuperdo el 26 de agosto
19
BIBLIOGRAFÍA.
DEL RÍO, Víctor; 2007, “La educación artística ante el fraude del
conocimiento”, texto introductorio a la publicación: Olga Fernández y
Víctor del Río (eds.), Estrategias críticas para una práctica educativa
en el arte contemporáneo, Museo Patio Herreriano, Valladolid, 2007,
in Brumaria prácticas artísticas, estéticas y políticas. Recuperado el
11 de Agosto de 2008 de
http://www.brumaria.net/erzio/contenido.php?id=192.
DOCUMENTOS