El documento describe la importancia de la oración de María y su mirada maternal. Resalta que Jesús confió a los discípulos, incluyendo a Juan y a nosotros, a la custodia de María. También enfatiza que debemos buscar la mirada de María, la cual nos lleva a Dios y nos ayuda a mirarnos los unos a los otros de manera más fraternal. El documento concluye pidiendo a María que nos dé su mirada, la cual nos fortalece y hace solidarios.
El documento describe la importancia de la oración de María y su mirada maternal. Resalta que Jesús confió a los discípulos, incluyendo a Juan y a nosotros, a la custodia de María. También enfatiza que debemos buscar la mirada de María, la cual nos lleva a Dios y nos ayuda a mirarnos los unos a los otros de manera más fraternal. El documento concluye pidiendo a María que nos dé su mirada, la cual nos fortalece y hace solidarios.
El documento describe la importancia de la oración de María y su mirada maternal. Resalta que Jesús confió a los discípulos, incluyendo a Juan y a nosotros, a la custodia de María. También enfatiza que debemos buscar la mirada de María, la cual nos lleva a Dios y nos ayuda a mirarnos los unos a los otros de manera más fraternal. El documento concluye pidiendo a María que nos dé su mirada, la cual nos fortalece y hace solidarios.
Hc 1, 12-14) nos muestra a Mara en oracin en el Cenculo, junto
a los Apstoles, en espera de la efusin del Espritu Santo (Cfr. Hc 1, 1214). Mara reza, reza junto a la Comunidad de los Discpulos y nos ensea a tener plena confianza en Dios, en su misericordia. La potencia de la Oracin! No nos cansemos de llamar a la puerta de Dios. Llevemos al corazn de Dios a travs de Mara, toda nuestra vida, cada da! Jess nos confa a la custodia materna de su Madre, en cambio, en el Evangelio, acogemos sobre todo la ltima mirada de Jess hacia su Madre. Desde la cruz, Jess mira a su Madre y a ella le confa el Apstol Juan, diciendo: "ste es tu Hijo". En Juan estamos todos, tambin nosotros, y la mirada de Amor de Jess nos confa a la custodia materna de su Madre. Mara habr recordado otra mirada de Amor, cuando era una jovencita: la mirada de Dios Padre, que haba mirado su humildad, su pequeez. Mara nos ensea que Dios no nos abandona, puede hacer grandes cosas tambin con nuestra debilidad. Tengamos confianza en l! Llamemos a la puerta de su corazn. Encontremos la mirada de Mara, porque all est el reflejo de la mirada del Padre que la hace Madre de Dios, y la mirada del Hijo desde la cruz, que la hace Madre nuestra. Y con aquella mirada hoy Mara nos mira. Tenemos necesidad de su mirada de ternura, de su mirada materna que nos conoce mejor que cualquier otro, de su mirada llena de compasin y de cuidado. Mara, hoy queremos decirte: Madre, danos tu mirada! Tu mirada nos lleva a Dios, tu mirada es un don del Padre bueno, que nos espera en cada encrucijada de nuestro camino. Es un don de Jesucristo en la cruz, que carga sobre s nuestros sufrimientos, nuestras fatigas, nuestros pecados. Y para encontrar este Padre, lleno de amor, hoy le decimos: Madre, danos tu mirada! Lo decimos todos juntos: Madre, danos tu mirada! En el camino, muchas veces difcil, no estamos solos, somos tantos, somos un pueblo, y la mirada de la Virgen, nos ayuda a mirarnos entre nosotros de modo fraterno. Mirmonos de un modo ms fraterno! Mara nos ensea a tener esa mirada que busca acoger, acompaar, proteger. Aprendamos a mirarnos, los unos a los otros, bajo la mirada materna de Mara! Hay personas que instintivamente no tenemos en cuenta, y que sin embargo tienen ms necesidad: los ms abandonados, los enfermos, aquellos que no tienen de qu vivir, aquellos que no conocen a Jess, los jvenes que estn en dificultad, que no tienen trabajo. No tengamos miedo de salir y mirar a nuestros hermanos y hermanas con la mirada de la Virgen. Ella nos invita a ser verdaderos hermanos. Y no permitamos que alguna cosa o alguno se interponga entre nosotros y la mirada de la Virgen. Madre, danos tu mirada! Que ninguno nos esconda tu mirada! Nuestro corazn de hijos sepa defenderla de tantas palabras que prometen ilusiones; de aquellos que tienen una mirada vida de vida fcil, de promesas que no se pueden cumplir. Que no nos roben la mirada de Mara, que est llena de ternura. Que nos da fuerza, que nos hace solidarios entre nosotros. Digamos todos: Madre, danos tu mirada!