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VALORES Y ACTITUDES EN LA EDUCACIÓN PARA LA


CONVIVENCIA

La reflexión ética de nuestro tiempo ha puesto de manifiesto que


determinados valores y actitudes son los anclajes de una convivencia a la
altura de la dignidad humana. He aquí algunos de los valores y actitudes que a
mi juicio tienen especial relevancia en la educación para la convivencia:

VALORES

 La dignidad de la persona  Sujeto y fin en sí misma.


 Como autonomía moral.
 Como capacidad de decisión
 La libertad
 Como fundamento de derechos
políticos y civiles
 En derechos humanos.
 De oportunidades.
 La igualdad  De sexos.
 En derechos básicos ante las
diferencias étnicas y culturales.
 Como imparcialidad
 Como ejercicio de libertades
 La justicia individuales
 Como igualdad efectiva de
oportunidades
 De las ideas y creencias
 La tolerancia  De las personas
 De las etnias y culturas
 Como solución de conflictos
 Como rechazo a la violencia
 La paz
 Como justicia social
 Como cooperación
 Con la vida.
 La solidaridad  Con los “otros actuales”.
 Con las generaciones futuras.
 La responsabilidad  Por uno mismo.

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 Por las otras personas.
 Por la comunidad.
 Por la naturaleza.
 En la comunidad escolar
 La participación
 En la comunidad social

ACTITUDES

 La autenticidad.

 Hacia uno mismo  La fortaleza de la voluntad.


 La autoestima.
 El respeto de las creencias y
prácticas de los demás.
 La disposición para alcanzar
acuerdos justos.
 Hacia los otros  Interés por resolver los
conflictos.
 El cuidado del otro.
 El compromiso con los servicios
de voluntariado.
 Interés por el bien común de la
humanidad.
 Respeto por las leyes.
 Interés para la cooperación
 Hacia la sociedad internacional.
 Implicación en los movimientos
ciudadanos.
 Iniciativa y esfuerzo en la
creación de instituciones civiles.
 Respeto por el medio ambiente.
 Hacia la naturaleza  Austeridad.
 Desarrollo sostenible.

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Los valores y las actitudes que acabamos de explicitar constituyen los
mínimos para garantizar una convivencia democrática de verdadero rostro
humano en la vida social y política. De tales valores podemos dar una
fundamentación racional, desde la dignidad de la persona, y podemos exigir su
respeto y promoción sean cualesquiera los otros valores que nos diferencien a
unos ciudadanos de otros, de tal manera que pueden ser considerados como
verdaderos valores sociomorales.
Se trata de planteamientos respetuosos que permiten una adaptación a
las creencias de las familias y a los diversos idearios de los centros educativos.
Desde esta perspectiva entendemos la educación para la convivencia como un
apoyo a la insustituible labor de los padres en la educación de ciudadanos
responsables, que sepan vivir en comunidad y sean capaces de situarse
críticamente ante los modelos de vida consumistas, individualistas y
excluyentes en los que hoy nos movemos.
En un contexto social, como el nuestro, en el que se generan mentes y
voluntades sumisas y pasivas, en el que los individuos corren el peligro de
convertirse en clientes y consumidores, resulta evidente la urgencia de
emprender una educación en valores y actitudes que genere, como pilar básico
de la convivencia, un tipo de ciudadano:
Con vocación a ser, más que a poseer; que actúe y sea reconocido
como sujeto.
Situado en un proceso de construcción personal y de concienciación
progresivo y permanente.
Crítico y reflexivo, que analice en profundidad la realidad en la que vive.
Situado en un proceso de liberación personal y estructural; que conozca,
acepte y supere sus propios condicionamientos, y que se comprometa en el
cambio y construcción de una sociedad más justa y más solidaria.
Para el cual la liberación de los demás sea el punto de referencia de la
suya propia.
Que sea sujeto y protagonista de la Historia en lugar de ser arrastrado
por ella.
Solidario, enraizado en su comunidad inmediata que da sentido a su
personalidad y a su esfuerzo, y comprometido en la construcción de relaciones
de igualdad y reciprocidad con los demás; y, dada nuestra interdependencia,
abierto al bien de la humanidad.
Comprometido en un estilo de vida por el que ha optado libre y
conscientemente a partir de las actitudes y valores que la historia humana va
descubriendo como creadores de persona y de comunidad.
Consciente de su poder de transformar la naturaleza, pero con una
actitud vital de respeto que impida su destrucción.

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