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El péndulo
Este artículo es como una continuación del anterior y también lo podría haber
denominado una de cal y una de arena.
En mi último post yo arranque diciendo que no sabía que escribir, en cambio con este
otro me ocurrió lo contrario, tengo 5 temas para desarrollar:
Lo que no quiere decir que vaya a respetar ese orden de publicación, o incluso que
intercale algún tema nuevo que se me ocurra en el transcurso de las semanas venideras.
La ley de la atracción es la ley madre, pero ésta está compuesta por una sucesión de
leyes, que en la medida que sepamos cuando hacen su aparición, o en su defecto cuando
apliquemos sus postulados correctamente, será en ese momento que obtengamos el
mejor fruto de su utilización.
Y en este caso particular voy hablar de la citada Ley del péndulo, que en el Kybalion se
lo conoce como “El principio del ritmo”, es así que en la página Nº 18 del referido libro
dice:
“Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y
desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento a la
derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la
compensación.”
¿Esto qué quiere decir?. Que en la vida nos movemos al ritmo de un movimiento
pendular, vamos continuamente deslizándonos de un polo al otro. Según la bibliografía
al respecto, sólo en raras ocasiones se llega al extremo de cada polo. Pero sí, ese
balanceo es simétrico de un lado hacia el otro.
Por esa razón indefectiblemente luego de una etapa optimista vendrá una pesimista o
viceversa. A un momento de altos éxitos comerciales, le vendrá su opuesto de malos
resultados económicos y así con todo.
Ahora bien, ¿cuánto dura cada ciclo pendular?. Pues ello varia de que estemos
hablando.
A nivel económico se calculan ciclos de nueve años, donde al cabo de cada ciclo se
produce el año de menor beneficio económico.
Pero también están los movimientos pendulares que duran un día, una semana, un mes,
todo dependiendo de que tema material o psicológico estemos tratando.
Por eso hay veces sin ver una razón valedera, pasamos de estar eufóricos a tener un
pesimismo que nos tira al suelo.
Entonces el tema está en reconocer que esos momentos negativos que tenemos en los
sentimientos, emociones, en lo económico, no depende necesariamente de nuestra
actitud mental.
Es decir por un lado está lo que dice la Ley de la Atracción propiamente dicha: A
pensamientos negativos nos vendrán acontecimientos perjudiciales y con pensamientos
positivos atraeremos hechos beneficiosos.
Pero por otro lado está ésta Ley del péndulo, la que independientemente de nuestros
pensamientos actuará sistemáticamente.
Es aquí, donde debemos detenernos a analizar esto y ver que cuando nos pasa esos
momentos de angustia, desazón, pesimismo (cuando en realidad veníamos de
experimentar buenos momentos de la vida), significa que el moviendo pendular cambió
de dirección.
Y ante esa circunstancia debemos entender que es consecuencia de esta ley y no porque
seamos unos inútiles de no saber disfrutar los buenos momentos, que tengamos esas
sensaciones de pesimismo.
Por lo tanto al entender esto, podemos estar preparados y en guardia para cuando se nos
presenten esas etapas de pesimismo.
Digo en guardia, porque cuando llegue ese instante debemos salir lo más rápido posible
de esa situación, para que los efectos de esa etapa se reduzcan al máximo y produzca el
menor daño posible, e incluso llegar a anular totalmente sus consecuencias.
Ahora bien, para explicar como debemos neutralizar ese movimiento pendular
“negativo” me remito al comienzo de este artículo y al artículo anterior propiamente
dicho.
Pero antes de explicar esa otra mitad de la verdad, quiero dejar en claro desde que
posición hago este análisis y el de todos los artículos que he escrito.
Y digo experimentación, porque si bien se cumplió conmigo, fue hasta ahora la única
vez (en forma consciente), por lo tanto para considerarse como una teoría probada,
como toda experimentación deben repetirse sus resultados en el tiempo en mi persona y
en todas las que lo apliquen, para de esa manera saber que es la correcta.
Entonces realizada la aclaración pertinente, explico a que me refiero con la otra mitad
de la verdad:
Al comienzo de este post dije que pasé del pesimismo del anterior artículo al mayor
optimismo.
Entonces ante este hecho “paré la pelota” y me dije: ¿qué pasó?. De casi no poder
escribir un artículo hace siete días, ahora tengo cinco temas para escribir.
1º CONCLUSION
2º CONCLUSION
3º CONCLUSION
4º CONCLUSIÓN
El pesimista cuando ingresa a ese sector negativo, como cuando uno se cae en un pozo,
en vez de querer escalar para salir, inconscientemente toma una pala y sigue cavando
para abajo, profundizando su estadía en este punto.
Pero el análisis más sorprendente de esta situación es que el pesimista cuando ingresa al
movimiento pendular positivo se mantiene mucho menos tiempo que el optimista.
Ahora uno se dirá: Pero cómo, que tonto no querría estar más tiempo pasando buenos
momentos.
Pues el pesimista es lo que hace, como dije más arriba no en forma consciente, pero
dada su forma de pensar, de la misma manera que cuando está en la etapa negativa se
dice así mismo: Esto me pasa porque lo merezco, porque no soy un ganador. Cuando
está en la etapa positiva siguiendo la misma conformación de pensamiento se dice: Esto
no me va a durar mucho, pronto volveré a ser un perdedor como toda mi vida.
De tal forma que veremos que en cada rango de moviendo pendular calculado en
porcentajes, en cuanto la persona sea más pesimista permanecerá un 70% o más en la
etapa negativa y sólo un 30% o menos en el período positivo.
Mientras que estos porcentajes se invierten en quien emplea una mentalidad positiva.
Y volviendo al ejemplo con que inicie este post, algunos dirán que escribir artículos no
es algo importante, incluso los periodistas escriben artículos todos los días (yo lo hago
sólo semanalmente).Y yo les podría responder sí tiene razón.
Sin embargo no importa si lo que estamos analizando o haciendo es muy importante o
poco, el tema está en no dejarnos vencer por esa circunstancia, sabiendo que tiene
mucho que ver la ley del péndulo y no sólo nuestra personalidad.
Así que cuando uno presienta que está ingresando en el movimiento pendular negativo
hay que poner toda la fuerza de la voluntad posible, para dependiendo de lo que se esté
haciendo salir lo más rápido de dicha situación.
Ahora siguiendo un poco con la profundidad de este análisis, ustedes se pueden estar
preguntando: ¿En definitiva porqué existe la Ley del péndulo?.
Yo no soy Dios para responderla, pero sí puedo decir por experiencia que las piedras en
nuestro camino permiten que impongamos nuestra fuerza de la voluntad y ejerzamos la
perseverancia.
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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.