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los cursos y las carreras filosficas o afines a ellas, pero como tantas
otras separaciones y divisiones artificiales, enmaraan mas que lo que
aclaran, si apresuradamente tendemos a confundirlas con la realidad,
esta realidad -precisamente por ser tal- y as como la entendemos, es
mltiple, amplia y abarcativa como dijimos- de todo lo existente y como
existente, tambin abarca e implica a las ideas, por lo que podemos
decir, sin temor a equivocarnos, que el realismo es idealista tanto como
puede ser materialista al unsono y es a este ltimo, precisamente, al
que el idealismo se opone, en cierto modo.
Parece muy forzoso insistir en que las ideas no son reales, como una
interpretacin literal y a ultranza de los postulados respectivos, realista
e idealista, deberan llevar a concluir, extrayendo las ltimas
consecuencias de sus doctrinas, tan forzoso, como insistir en que la
materia no sera real.