Vous êtes sur la page 1sur 2

Análisis crítico sobre del Capítulo 10: "Propiedad" del libro

Cultura Libre
Elisa Canas Quintana

February 24, 2010

El copyright se creó hace más de 200 años, pero ¾Qué se entiende por copyright?, hay que
tener en cuenta que no es el mismo concepto de cuando se creó. Por aquél entonces se
creó con el n de controlar el uso de los libros, y poco a poco se fue aumentando a obras
de teatro, canciones,.. Pero en tantos años, todo cambia y mucho, ahora disponemos de
nuevas tecnologías como Internet que consiguen una mayor difusión, por lo que el control
del uso de las obras se hace más difícil.

Antes nada estaba regulado, si no tenias copyright se podía copiar, resumir, hacer una
obra de teatro. Llama la atención que hoy cualquier cosa tangible, hasta un garabato
tiene automáticamente copyright, no hace falta regístralo. Por lo que te tienen que pedir
permiso para usar tu obra (para resumir, para hacer un teatro...)

El ejemplo más típico de hoy en día, es la copia de música. Hace unos años, te comprabas
una cinta de cassette, y si ningún problema se la podías grabar a algún amigo, o que algún
amigo te la grabara a ti. Hoy en día escuchamos igualmente la música pero tenemos otras
tecnologías como el CD o el MP3, mucho más cómodas que las cintas. Seguimos grabando
la misma música, con la ventaja que ahora a través de internet no necesitas de un amigo
que te la grabe, ya que hay muchísimas personas que están dispuestas a compartir sus
archivos de música, a cambio de que tú compartas la tuya. Con la diferencia que este
hecho se castiga. ¾Qué ha cambiado?

El autor realiza una comparación entre la propiedad intelectual y la propiedad privada,


poniendo como ejemplo que la propiedad privada, es tuya y tanto si el gobierno te la
quita, como si alguien la quiere, te tienen que compensar. En cambio si te quitan la
propiedad intelectual, cuando se acaba el copyright, no te compensan de ninguna manera.
Se entiende que son conceptos muy diferentes y que no se pueden tratar por igual. Hay
que concebir otro tipo de normas para tratar la propiedad intelectual.

Por ello la gente se separa en dos grupos, los que están a favor del copyright, generalmente
creadores de obras y los que no están a favor, ya que opinan que debilita la creación de
nuevas obras. Hay que mirar las dos partes bajo los puntos de vista de las personas de
cada bando. A favor del copyright están creadores de cualquier tipo de obra, ellos han
creado algo novedoso y si alguien lo usa debería de compensarle por su creación, ya que
es su trabajo. Por el otro lado, nos encontramos gente que opina que si por otros medios,
como internet, lo puedo obtener `gratis' se puede llegar a obtener mucha más cultura a
tu alcance, sin gastar tanto dinero. Este es un largo debate que lleva viéndose desde hace
unos años, y que todavía le queda mucho por resolver.

Como punto intermedio entre ambos grupos encontramos herramientas en internet. Antes
el autor era dueño de la difusión de sus obras, pero hoy en día no es tan estricto y gracias
a internet se pueden controlar las copias. Estas herramientas te permiten empezar a

1
leer una obra, imprimir un número determinado de páginas de un documento, comen-
zar a ver una película durante un cierto tiempo, controlan el número de copias, radios
donde puedes seleccionar la música que quieras escuchar al momento, pero no permite
guardarla... Se puede acceder a cualquier tipo de obra con copyright, pero siempre bajo
un control, todo ello para engancharte y que acabes pagando los derechos.

Pero está llegando a un límite que no es bueno para el avance. Por ejemplo en los colegios,
desde siempre se han realizado obras de teatro de autores conocidos con nes educativos,
y ahora con las nuevas normas, cualquiera que quiera realizar una obra de algún libro o
película, tienen que pagar unos derechos de autor, que claro está un grupo de chavales
no puede acceder a esos gastos.

El congreso es el encargado de promover el progreso. Actualmente hay industrias ame-


nazadas por las nuevas tecnologías, por lo que piden ayudas al gobierno para cambiar la
forma de hacer negocio, es deber de los legisladores garantizar que esta protección no
se convierta en obstáculo para el progreso. Un ejemplo muy claro y además actual lo
tenemos en la industria de la imprenta. Una empresa que se dedica a la imprenta de
libros, si o si se tendrá que actualizar para seguir siendo competitiva en el mercado ya
que los libros en papel darán paso a otros formatos electrónicos más avanzados, por lo
que tendría que actualizar su tipo de negocio.

En este capítulo se habla de las leyes, arquitectura, mercado y normas, conceptos que
hay que tener muy en cuenta, para poder llevar a cabo un avance cultural bajo donde
todos ganemos. Un ejemplo interesante donde se aclaran estos conceptos es un ejemplo
de un coche, relacionado con la velocidad:  Hay libertad para conducir un coche a alta
velocidad. Pero la velocidad está restringida por las leyes (límite de velocidad) y por
la arquitectura (badenes). También está restringido por el mercado, ya que cuanto más
rápido vayas más gasolina consumes, el precio de la gasolina limita la velocidad. Y las
normas de una comunidad; pasar por un colegio a alta velocidad, si es durante las clases
los vecinos te pueden castigar. Las leyes pueden aumentar el precio de la gasolina, poner
más badenes, nanciar anuncios... Este ejemplo viene a decir que las leyes limitan la
capacidad de copiar y compartir contenidos, al imponer penas a aquellos que copian y
comparten contendido. Estas penas se refuerzan por tecnologías que dicultan hacer
copias y compartir contenidos y encarecen copiar y compartir contenidos.

Como conclusión; todo autor merece reconocimiento y tiene derecho a decidir cómo,
cuando y donde reproduzcan o se utilicen sus creaciones, que para eso son suyas, pero
no hasta el punto de perjudicar a la distensión de la cultura. En teoría si te compras
un libro solo te lo podrías leer una sola vez y no podrías intercambiarlo con un amigo
para poder leerte otro libro, eso no tiene sentido, un libro al n y al cabo es cultura, y al
pagar por ello te tendría que dar la potestad de poder intercambiarlo. Otro ejemplo está
en boca de todos por ser tan actual, las peluquerías barcelonesas piden a sus clientes que
traigan su propia música de casa para no tener que pagar esos derechos. Incluso a los
propios autores les tiene que parecer que esos casos son extremos y que en ningún caso
se debería llegar a ellos.

La norma merece ser revisada, tanto autores como consumidores merecen llegar a un
acuerdo cabal para ambos y que con él, se llegue a satisfacer la necesidades de ambas
partes.

Vous aimerez peut-être aussi