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APNDICE
TRADUCCIN DE LA CARTA X, 4 DE LE FAMIALIARI DE PETRARCA
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ros de una sola fuente [62], en cuyo primer error Mnica est atra
pado ciertamente, son el Tigris y el ufrates, conocidos ros de
Armenia; mas el ro nico de una fuente doble [63) es el Jordn
de Judea, para lo que son muchas las autoridades, entre las que
est Jernimo, celoso y asiduo habitante de aquellos Jugares. Los
nombres de las fuentes son Jor y Dan, de las que sale, igual que
el ro, el mismo nombre de Jordn, que, en verdad, se hace descen
der al mar de los sodomitas, donde se cuenta que estn los campos
cenicientos [69] por el incendio de sus ciudades; se recuerda a Cris
to lavado en este ro por Juan, en el bautismo. Pues aquel nio
rudo [65) es Juan Bautista: dir nio, virgen, puro, inocente, rudo,
inculto, de vestido vasto, cabello despeinado, cara quemada por
los soles; mas Apolo, [66) hijo de Jpiter, es llamado dios del inge
nio; por el cual entiendo a Jesucristo, Dios verdadero, verdadero
hijo de Dios: dir dios del ingenio y de la sabidura, porque, como
es sabido por los telogos, entre los atributos de las personas de
la suma e indivisa Trinidad, la sabidura se atribuye al hijo, y l
mismo es la sabidura del Padre. Mas la voz ronca es David, y
la persistencia de las lgrimas [74], y el frecuentemente repetido
nombre de Jerusaln se presenta por el estilo a primera vista spero
y afligido, y porque, en efecto, la frecuente mencin de aquella
ciudad en los Salmos es histrica o alegrica. En este lugar se inter
cala someramente algo acerca de qu cantan los poetas a los que
Silvio se esfuerza en preferir; Jo que es muy largo de exponer, pero
all todas las cosas son claras y patentes a los avanzados en el estu
dio. Mnica replica justificando la ronquera de David y recorrien
do con discurso igualmente breve las cosas que se tratan en su obra.
El joven [113) acerca del que Silvia empez a componer [121-122]
una cantilena es Escipin Africano, que derrib en la costa africana
a Polifemo, [112, 115] es decir, a Anbal general de los cartagine
ses; pues, igual que Polifemo, Anbal fue tambin tuerto, despus
de haber perdido un ojo en Italia. Los leones libios, [116) en los
que consta que Africa abunda, son los restantes jefes de los cartagi
neses, a los que desaloj del poder. Las guaridas incendiadas [117)
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