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TERCERA SESIÓN.

27 DE FEBRERO DE 2010

PLANETA WEB 2.0

Presentación del libro

El término Web 2.0 nació a mediados de 2004 y creció hasta ser portada de
los principales semanarios mundiales en las navidades de 2006. Este
fenómeno tecno-social se popularizó a partir de sus aplicaciones más
representativas, Wikipedia, YouTube, Flickr, WordPress, Blogger, MySpace,
Facebook, OhMyNews, y de la sobreoferta de cientos de herramientas
intentando captar usuarios / generadores de contenidos.

Según O’Reilly, principal promotor de la noción de Web 2.0, los principios


constitutivos de ésta son siete:
la World Wide Web como plataforma de trabajo, el fortalecimiento de la
inteligencia colectiva, la gestión
de las bases de datos como competencia básica, el fin del ciclo de las
actualizaciones de versiones del software, los modelos de programación
ligera junto a la búsqueda de la simplicidad, el software no limitado a un
solo dispositivo y las experiencias enriquecedoras de los usuarios.

En un entorno en el que se generan cientos de lecturas aceleradas y


mientras aún escasea una bibliografía rigurosa respecto de la Web 2.0, el
libro Planeta Web 2.0. Inteligencia colectiva o medios fast food, de los
investigadores Cristóbal Cobo Romaní y Hugo Pardo Kuklinski (con
prólogo de Alejandro Piscitelli), pretende desde su primer capítulo ser un
aglutinador de ideas, al diseñar un breve marco teórico para el darwinismo
digital de la World Wide Web y recopilar un vasto mapa de lecturas para
aquellos interesados en comprender y profundizar en este momento
evolutivo de Internet.

Este trabajo refuerza algunas ideas que pretenden proteger al lector del alineamiento ciego con los
discursos grandilocuentes y con la dicotomía wired / tired / expired. Sin vocación de predecir el
futuro, se reflexiona si se vive una fase determinante y creativa de la inteligencia colectiva o si
simplemente se trata de un escenario de medios fast food, de consumo rápido y de carácter
amateur en rápida transición hacia una nueva etapa evolutiva.

Se trata del momento preciso para presentar un libro sobre Web 2.0. El concepto se ha asentado
ya en el universo digital, mientras el mundo académico empieza a investigar seriamente el
fenómeno y sus posibles implicancias y el mundo empresarial analiza el entorno en busca de un
definitivo modelo de negocio.

En los primeros años del nuevo siglo, hubiéramos resultado autistas describiendo un nuevo tipo de
aplicaciones emergentes, ante la evidencia de la explosión de la burbuja de las dotcoms. Sin
embargo, en
este sentido del timing, radicó el principal mérito de O’Reilly para explicar una realidad en
transformación con algunos simples conceptos. Como es costumbre desde nuestro asincrónico
contexto iberoamericano,
llegamos un poco más tarde, pero con el mismo interés de comprender el futuro. Esperamos lo
disfruten.
Introducción [editar]
Este trabajo reflexiona si se vive una fase determinante y creativa de la inteligencia
colectiva o si simplemente se trata de un escenario de medios fast food, de consumo
rápido y de carácter amateur en rápida transición hacia una nueva etapa evolutiva de
Internet.

El libro está conformado por: un glosario, una introducción, un prólogo, siete capítulos y
una bibliografía. Además, cada capítulo cuenta con un resumen de las 5 nociones básicas
de éste y más una selección de 5 lecturas básicas.
El capítulo uno introduce al lector en la Web 2.0 y sus principios y diseña unos ejes
analíticos para el trabajo posterior. En tanto, el capítulo dos propone volver a los
orígenes de la Web, allá por los años 1990 de la mano de Berners-Lee y su concepto de
intercreatividad. El objeto es enfatizar cómo –en el origen de la World Wide Web– se
encontraban ya los elementos esenciales de esta nueva ola comercial 2.0, lo que
demuestra que nada es tan nuevo como parece. El capítulo gira también sobre otros
conceptos complementarios al de intercreatividad como inteligencia colectiva (Pierre Lévy),
multitudes inteligentes (Howard Rheingold), sabiduría de las multitudes (James Surowiecki),
colaboratorio (Koichirō Matsuura) y arquitectura de la participación (Tim O'Reilly).

En el capítulo tres se presenta un detallado mapa de aplicaciones Web 2.0. El propósito es


cartografiarla, presentar algunas líneas fundamentales de su arquitectura y destacar
aquellas que resultan más creativas y eficientes para los múltiples usos relacionados con
la gestión del conocimiento. Aunque la sobreoferta, la artificialidad y la falta de
autenticidad de muchas aplicaciones que, más que aportar, confunden y le quitan
transparencia al entorno. Este trabajo se hace con la conciencia de que todo esfuerzo de
sistematizar, clasificar y depurar los recursos Web 2.0 es un hara-kiri académico,
tratándose de un ecosistema vivo y en una interminable fase de transición.
El capítulo cuatro recopila y refuerza algunos juicios críticos que circulan en el entorno
académico. Alertando al lector sobre la dificultad de encontrar comparaciones objetivas
entre tecnologías en un ambiente comercial, más ocupado en retener mercados cautivos
y/o conquistar nuevos públicos, que en darle al consumidor una visión honesta del
negocio. Como contraparte al triunfalismo de la Web 2.0 se encuentran: la carencia de
un auténtico modelo de negocio asociado al éxito de consumo; las irresueltas
violaciones al copyright; la escasa consolidación de formas alternativas de construcción
del conocimiento comunitario; la alfabetización digital y sus zonas de exclusión; el ruido
y la indigencia informativa como paradoja del exceso de información; el amateurismo
como bandera de los bullshitters y predicadores que promueven la sobrevaloración del
periodismo colaborativo; y las limitaciones del preferential attachment de la ciencia de
las redes para crear un flujo más democrático en la construcción y visibilidad de los
nodos.
Posteriormente, en el capítulo cinco, se analiza un área de acción clave asociada a esta
fase de escritura social: las aplicaciones educativas. Es fundamental comprender la
potencialidad de la arquitectura de la participación en la educación formal, así como
valorar a las computadoras conectadas en red como herramientas para acceder,
administrar, integrar, evaluar y crear información. Todo esto con el objeto de estimular
un modelo de aprendizaje basado en la construcción del conocimiento social, producido
gracias a las redes que contribuyen a consolidar la inteligencia colectiva.
Un último punto de análisis, expuesto en el capítulo seis, plantea la novedosa
convergencia entre las aplicaciones Web 2.0 y la tercera generación de mobile devices.
Este fenómeno se presenta a partir de las atractivas posibilidades que la sociedad en red
móvil ofrece a nivel de ubicuidad y productividad, con redes inalámbricas cada vez más
poderosas en su capacidad de procesamiento, un creciente ancho de banda de conexión a
Internet vía móvil, aparatos híbridos, comunidades en línea cada vez más potentes y
modelos de negocio emergentes. En esta sección se adaptan los 7 principios
constitutivos de O’Reilly al Mobile Web 2.0 y se analizan tanto los aspectos de mercado
relacionados al consumo, fabricantes y operadores; como los aspectos vinculados a los
productos, a los contenidos y a sus interfaces gráficas.
En el capítulo de cierre se rescata, a modo de speaker corner, las ideas de los actores a
través de comments seleccionados de los usuarios, habitantes del Planeta Web 2.0.
Además, se establece un puente entre la Web social y la ansiada Web semántica.
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No voy a negar que, a estas alturas, me apetecía leer un documento crítico con la Web
2.0, un nuevo concepto sacado de la manga que parece contaminar otros muchos como,
por ejemplo e incluso, el mundo bibliotecario. Por supuesto que el sufijo "2.0" no va a
solucionar muchas de las lacras y amenazas que sufre la web actual – y más interesantes
como, por ejemplo, la neutralidad de la Red -, pero representa una manera completamente
distinta de disfrutar de Internet. Por supuesto que tendremos Web 2.0 hasta que las
aguas se tranquilicen y volvamos al punto de partida, con una nueva idea, una nueva
forma de designar las cosas y seguir haciendo dinero; como sucederá y esperemos estar
ahí para contarlo.
No hace falta señalar que nuestra mirada crítica a la polución "2.0" no pasa por
considerar que los que contribuyen a crear una Web Colaborativa constituyan una
"dictadura de los idiotas" como se ha designado al nuevo fenómeno. Es necio considerar
que en papel no se publican informaciones tendenciosas o de ínfima calidad y que, sin
embargo, se editan por intereses políticos o comerciales. No, nuestro pensamiento no es
tan arrasador como el de Andrew Keen con su The cult of the amateur, How today’s
internet is destroying our culture (El culto del aficionado, cómo Internet de hoy está
destruyendo nuestra cultura), sino instructivo aceptando el fenómeno, analizándolo,
pero a la vez tratando de alejarse de él dando una mirada crítica.
Esta nueva web (también definida irónicamente como "Tú haces todo el trabajo, yo me
llevo el dinero") que actualmente lo inunda todo, merece su contrapunto y en este
documento lo encuentra centralizándose en el capítulo 4, donde se nos esbozan las ideas
críticas sobre la Web 2.0. Un capítulo muy interesante para los iniciados que encuentra
su acomodo en una introducción de conceptos y de aplicaciones junto a nuevos
desarrollos que hacen de este documento un buen punto de partida para los no-iniciados.
Por otro lado, el prólogo ya abre fuego respecto a lo que nos vamos a encontrar un poco
más adelante puesto que lleva por título La inflación lingüística llamada Web 2.0. Toda
una declaración de intenciones.
Como ejemplo de este pensamiento crítico disponemos de las webs denominadas
Sistemas de Promoción de Noticias (Menéame o Digg). En ellos, los usuarios votan por
las informaciones que consideran más interesantes, creando un sistema democrático de
información, permitiéndoles evitar la infoxicación situando las noticias más relevantes
en las primeras páginas. Sin embargo, esto también constituye un problema, porque las
masas, pese a quien pese, se mueven por lo curioso y lo mórbido. De este modo, las
primeras noticias en estos sitios corresponden a lo más absurdo, grotesco, extraño,
sórdido, chocante o llamativo, pero no aquellas que realmente nos interesan para
conocer qué está sucediendo realmente ahí afuera. Es decir, un poco de criterio editorial,
de selección crítica de las noticias, es completamente necesario.
Planeta Web 2.0 [ISBN: 978-84-934995-8-7], un libro gratuito disponible para descargar,
es un documento que nace de las entradas de la bitácora Digitalismo (Nominado a The
BOBs), lugar donde se reconsideran el periodismo ciudadano y el nuevo entorno
colaborativo que se desarrolla actualmente en Internet. Constituye, por tanto, una
mirada crítica y necesaria hacia la Web 2.0 donde además de aprender qué es y para qué
sirve, se la desmitifica en su justa medida señalando sus fortalezas y sus debilidades.
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Prólogo. La inflación lingüística llamada Web 2.0.


Por Alejandro Piscitelli • Descargar prólogo pdf

Alejandro Piscitelli -un referente obligado de las


ciberculturas en Iberoamérica- ofrece un prólogo
generoso y crítico a la vez. Una reseña del libro que
suma nuevas observaciones y lecturas que quedaron
fuera del análisis propuesto en Planeta Web 2.0. Se
trata de una visión experta con muchos años de
recorrido teórico y en el terreno del hacer, que
complementa las limitaciones de los autores.

Capítulo 1. Nociones básicas alrededor de la Web


2.0.
Por Hugo Pardo Kuklinski • 5 nociones básicas

Introduce al lector en los siete principios constitutivos


de la Web 2.0: la World Wide Web como plataforma de
trabajo, el fortalecimiento de la inteligencia colectiva, la
gestión de las bases de datos como competencia básica,
el fin del ciclo de las actualizaciones de versiones del
software, los modelos de programación ligera junto a la
búsqueda de la simplicidad, el software no limitado a un
solo dispositivo y las experiencias enriquecedoras de los
usuarios.
Capítulo 2. Intercreatividad y Web 2.0. La
construcción de un cerebro digital planetario.
Por Cristóbal Cobo Romaní • 5 nociones básicas

Propone volver a los orígenes de la Web, allá por los ’90


de la mano de Berners-Lee y su concepto de
intercreatividad. El objeto es enfatizar cómo –en el
propio origen de la World Wide Web– se encontraban ya
los elementos esenciales de esta nueva ola comercial
2.0, lo que demuestra que nada es tan nuevo como
parece. El capítulo gira también sobre otros conceptos
complementarios al de intercreatividad como
inteligencia colectiva (Lévy), multitudes inteligentes
(Rheingold), sabiduría de las multitudes (Surowiecki),
colaboratorio (Matsuura) y arquitectura de la
participación (O’Reilly).

Capítulo 3. Mapa de aplicaciones. Una taxonomía


comentada.
Por Cristóbal Cobo Romaní • 5 nociones básicas

Se presenta un detallado mapa de aplicaciones Web 2.0.


El propósito es cartografiarla, presentar algunas líneas
fundamentales de su arquitectura y destacar aquellas E-book de acceso gratuito
bajo licencia Creative Commons “Reconocimiento-NoComercial Sin
que resultan más creativas y eficientes para los
múltiples usos relacionados con la gestión del
Se permite su copia y distribución por cualquier medio siempre qu
conocimiento. Este trabajo se hace con la conciencia de haga uso comercial de las obras y no realice ninguna modificación
que todo esfuerzo de sistematizar, clasificar y depurar
los recursos Web 2.0 es un hara-kiri académico, ISBN 978-84-934995-8-7
Versión 0.1. Septiembre 2007
tratándose de un ecosistema que evoluciona y en una
interminable fase de transición.

Capítulo 4. Un esbozo de ideas críticas sobre la Se debe citar así:


Web 2.0. Cobo Romaní, Cristóbal; Pardo Kuklinski, Hugo. 2007. Planeta We
Por Hugo Pardo Kuklinski • 5 nociones básicas de Recerca d'Interaccions Digitals, Universitat de Vic. Flacso Méxic

Recopila y refuerza algunos juicios críticos que circulan


en el entorno académico. Como contraparte al
triunfalismo de la Web 2.0 se encuentran: la carencia de
un auténtico modelo de negocio asociado al éxito de
consumo; las irresueltas violaciones al copyright; la
escasa consolidación de formas alternativas de
construcción del conocimiento comunitario; la
alfabetización digital y sus zonas de exclusión; el ruido y
la indigencia informativa como paradoja del exceso de
información; el amateurismo como bandera de
bullshitters y predicadores; y las limitaciones del
preferential attachment de la ciencia de las redes para
crear un flujo más democrático en la construcción y
visibilidad de los nodos.

Capítulo 5. Aprendizaje colaborativo. Nuevos


modelos para usos educativos.
Por Cristóbal Cobo Romaní • 5 nociones básicas

Se analiza un área de acción clave asociada a esta fase


de escritura social: las aplicaciones educativas. Es
fundamental comprender la potencialidad de la
arquitectura de la participación en la educación formal,
así como valorar a los ordenadores conectados en red
como herramientas para acceder, administrar, integrar,
evaluar y crear información. Todo esto con el objeto de
estimular un modelo de aprendizaje basado en la
construcción del conocimiento social, producido gracias
a las redes que contribuyen a consolidar la inteligencia
colectiva.

Capítulo 6. Mobile devices y aplicaciones Web 2.0.


La Sociedad en red móvil.
Por Hugo Pardo Kuklinski • 5 nociones básicas

Plantea la novedosa convergencia entre las aplicaciones


Web 2.0 y la tercera generación de mobile devices. Este
fenómeno se presenta a partir de las atractivas
posibilidades que la sociedad en red móvil ofrece a nivel
de ubicuidad y productividad, con redes inalámbricas
cada vez más poderosas en su capacidad de
procesamiento, un creciente ancho de banda de
conexión a Internet vía móvil, aparatos híbridos,
comunidades en línea cada vez más potentes y modelos
de negocio emergentes. En esta sección se presentan
los principios de la Mobile Web 2.0 y se analizan tanto
los aspectos de mercado relacionados al consumo,
fabricantes y operadores; como los aspectos vinculados
a los productos y contenidos.

Capítulo 7. El Cierre. Reflexiones hacia la Web


semántica.
Por Cristóbal Cobo Romaní y Hugo Pardo Kuklinski •

Se rescata, a modo de speaker corner, las ideas de los


actores a través de comments seleccionados de los
propios usuarios, habitantes del Planeta Web 2.0.
Además, se establece un puente entre la Web social y la
ansiada Web semántica.

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Schank: "El 'e-learning' actual es la misma basura, pero
en diferente sitio"
Experto en Inteligencia Artifical, profesor en Yale y Standford, aboga por el
cambio drástico en la educación cada día" - "Necesitamos conocimiento
práctico de por qué suceden las cosas con las que nos enfrentamos

Roger Schank es un experto en Inteligencia Artificial que investigaba cómo


educar a los ordenadores y acabó descubriendo que a los humanos nos
educan mal. Schank fue profesor de Ciencias de la Computación yu Psicología
en la universidad de Yale y, posteriormente, director del Proyecto de
Inteligencia Artificial de la misma institutión. En 1989 fue contratado por la
universidad de Northwestern para crear el Instituto de Ciencias de la
Educación. Ha sido también profesor en Standford y Carnegie Mellon, pero ha
tenido que esperar hasta los 64 años para que una institución académica le
permitiese poner en práctica sus teorías: la Escuela de Negocios de La Salle
presenta en marzo una serie de másters en Internet basados en la
revolucionaria visión educativa de Schank.
"Todo lo que puedas aprender se basa en la práctica. Para saber conducir un
coche no tienes que estudiar cómo va el motor o por qué se mueven las
ruedas"
"Las escuelas cogen las tecnologías y las arruinan. Cuando salió la televisión
todas pusieron una en cada aula, pero la usaban para hacer lo mismo que
antes"
Pregunta. ¿Qué piensa del actual sistema de enseñanza virtual, el e-learning?
Respuesta. Es la misma basura, pero en un sitio diferente. Las escuelas cogen
las nuevas tecnologías y las arruinan. Por ejemplo, cuando salió la televisión
todas pusieron una en cada aula, pero la usaban para hacer exactamente lo
mismo que antes. Igual ahora con los ordenadores: ¡Oh, sí, tenemos e-
learning! ¿Y qué significa? Pues que dan el mismo curso terrible, pero en línea,
usando los ordenadores de forma estúpida.
P. En su página web leo: "Sólo hay dos cosas que están mal en el sistema
educativo: qué enseñamos y cómo lo enseñamos". ¿Qué deberíamos enseñar?
R. A vivir, que tiene muchos aspectos, como aprender a ser un abuelo o una
madre. Pero la escuela no nos lo enseña. Tampoco a tomar decisiones sobre
nuestra vida, aprender valores humanos o decidir qué trabajo nos gustaría.
P. ¿Y cómo deberíamos enseñar?
R. La fórmula del profesor que da la clase magistral y los alumnos hacen
exámenes no funciona. Deberíamos aprender como cuando éramos pequeños:
nuestros padres no nos sentaron en una mesa y nos dijeron que nos iban a
enseñar a hablar, que eso era la gramática y lo otro, el vocabulario. No. El niño
habla y, cuando se equivoca, sus padres le van corrigiendo. Aprendemos
conversando con los niños, usando el lenguaje.
P. Es lo que usted llama "aprender haciendo".
R. Sí: todo lo que puedas aprender está basado en la práctica. Para saber
conducir un coche no tienes que estudiar cómo funciona el motor o por qué se
mueven las ruedas. Toda la educación debería ser así, práctica.
P. En sus libros explica que es así como aprende la mente humana.
R. Los seres humanos tienen diferentes procesos mentales que funcionan
desde que nacemos, como hacer predicciones, decidir objetivos o establecer la
causa de las cosas. Si lo haces bien, triunfas en la vida. Pero en la escuela no
lo enseñan. Como mucho te enseñarán la relación causa-efecto en física, pero
no adaptada a la vida real. Lo que necesitamos es conocimiento práctico de por
qué suceden las cosas con las que nos enfrentamos cada día de nuestras
vidas.
P. ¿Pero cómo enseñar de forma práctica algo tan importante como filosofía,
literatura o historia?
R. Es que no son tan importantes. Lo son para los académicos, que deciden
qué debemos aprender. Si una parte de la población quiere, de acuerdo, pero
no deberían obligar a todos los estudiantes del mundo a aprenderlo. Y sí, es
posible estudiar historia de forma práctica, por ejemplo con una simulación que
te lleve a la Revolución Francesa.
P. ¿Cómo pueden los ordenadores ayudar al "aprender haciendo"?
R. Con simulaciones más o menos elaboradas que presenten situaciones
reales: tenemos este problema, cómo podría resolverse. Ni tan sólo necesitas
un ordenador para esto, aunque lo facilita, ya que te permite trabajar con
personas que no están en tu misma habitación. El auténtico cambio es cómo se
enseña, no los instrumentos.
P. Los mejores hackers que conozco son autodidactas, ninguno ha aprendido
en las universidades sino con sus ordenadores.
R. Exacto, han aprendido haciendo, como ir en bicicleta.
P. ¿Entonces, no necesitamos escuelas?
R. Por supuesto que no y deberían ser eliminadas. Las escuelas están
controladas por los gobiernos, que no se preocupan de que salga de ellas
gente inteligente. Todo lo contrario: quieren gente simple que no se haga
muchas preguntas ni complique las cosas.
P. ¿Cómo llegó a estas conclusiones?
R. Mi campo de estudio es la inteligencia artificial, hacer a los ordenadores
inteligentes. En los setenta trabajábamos muy seriamente sobre cómo los
ordenadores deberían aprender. En los 80, cuando ya era un experto en
educación, mis hijos entraron en la escuela. Y cuando ví lo que hacían allí me
llevé las manos a la cabeza. ¡Qué forma más estúpida de aprender!
P. ¿Por qué?
R. Un ejemplo con mi hijo: a los 6 años me llegó una nota de la profesora que
decía que no era bueno en matemáticas, cuando yo sabía que a los 4 ya hacía
multiplicaciones. Fuí a verla y me explicó que aprendían a hacer cuentas con
líneas hechas con rotuladores ¡y que mi hijo no dibujaba bien las líneas!
P. Ahora experimenta con sus nietos. Ha creado videojuegos que les enseñan
matemáticas o a leer. ¿Funciona su sistema?
R. Sí. Mi decisión más importante se refiere al mayor, que tiene 8 años. Mi hija
dudaba a qué escuela llevarlo. Le propuse montar una con otros padres y hoy
son doce chicos en una habitación, con una profesora, que lo único que hacen
es lo que les gusta a esa edad: construir trenes, coches, camiones, robots.
P. Es la misma línea que ha seguido para crear los másters de La Salle de
Barcelona, haciendo que los alumnos se enfrenten no a teorías sino a
situaciones simuladas de la vida real...
R. Va a cambiar el mundo. Es divertido, emocionante, algo muy nuevo. Cuando
me lo propusieron pensaba que bromeaban porque hablamos de una
universidad, que es parte del sistema, que me contrata para cambiar este
sistema.

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