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CÓMO NOS AFECTA LA CRISIS ALIMENTARIA MUNDIAL?

Enviado por redactor el Sáb, 21/06/2008 - 18:24 economía

Esther Vivas / Directa


Las consecuencias de la crisis alimentaria mundial, con revueltas y protestas en
todo el mundo, también se dejan oír en los países del Norte. El pasado 30 de mayo,
unos siete mil pescadores se concentraban delante de la sede del Ministerio de
Medio Ambiente y Medio Rural y Marino en Madrid en protesta por la crisis que
vive el sector debido al aumento de los precios de los carburantes y por la falta de
ayudas (el petróleo ha subido más de un 320% en cinco años y el precio del pescado
se mantiene igual que hace 20). Los transportistas también se han sumado a las
protestas, bloqueando las autopistas y las carreteras, debido a la subida del precio
del gasóleo, que ya les supone un 50% de sus costes.

A principios de mayo, miles de ganaderos se manifestaban en Madrid para exigir al


Gobierno una nueva ley de márgenes comerciales que limitara la diferencia entre el
precio pagado en origen y el precio de venda al público, que llega hoy hasta un
400% de media. La gran distribución: supermercados, grandes superficies, cadenas
de descuento... son quienes más se benefician a costa del productor y del
consumidor.

En los últimos años, los precios de los productos que forman parte de nuestra dieta
alimentaria no han parado de crecer. En el transcurso del 2007, el precio de la leche
aumentó cerca de un 26%, las cebollas un 20%, el aceite de girasol un 34%, la carne
de pollo uno 16% ... y ésta ha sido la tendencia de la mayoría de los alimentos,
según datos facilitados por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio a finales
del 2007, mientras que el Índice de Precios al Consumo (IPC) tan sólo reflejaba una
subida del 4,1% aquel mismo año.

Por contra, y según indicaba la Organización para la Cooperación y el Desarrollo


Económico (OCDE), en el periodo 1995-2005, el Estado español había sido el único
país de la Unión Europea con un descenso salarial de media, evidenciando una
creciente pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras. Una
situación que contrastaba con las ganancias de las empresas españolas, en este
mismo periodo, con un aumento del 73%, más del doble que la media de la Unión
Europea.

Es obvio que los efectos de la crisis alimentaria en ambos extremos del planeta son
difícilmente comparables. En el Norte, tan sólo destinamos entre uno 10 y un 20%
de la renta a la compra de alimentos, mientras que en el Sur esta cifra se eleva al
50-60% y puede llegar incluso hasta el 80%. Pero esto no quita la importancia de
señalar también el impacto de esta subida de los precios entre las poblaciones de
aquí, mientras que los beneficios de las multinacionales siguen aumentando y los
gobiernos defienden una mayor liberalización económica.

Causas estructurales
Si bien podemos indicar una serie de razones coyunturales que han producido esta
subida espectacular de los precios de los alimentos, como pueden ser el aumento de
las importaciones de cereales por parte de países hasta hace poco autosuficientes, la
pérdida de cosechas debido a fenómenos meteorológicos, el aumento del consumo
de carne en países como América Latina y Asia y sobre todo la subida del precio del
petróleo, el aumento de la producción de agrocombustibles y las crecientes
inversiones especulativas en materias primas, no podemos olvidar las causas
estructurales de esta crisis. Las políticas neoliberales aplicadas
indiscriminadamente en el transcurso de los últimos treinta años a escala
planetaria son las responsables de la situación actual.

Instituciones como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco


Mundial, el Fondo Monetario Internacional, con los Estados Unidos y la Unión
Europea al frente, han sido sus máximos promotores. La aplicación sistemática en
los países del Sur de políticas de ajuste estructural, el cobro de la deuda externa y la
privatización de los servicios y bienes públicos han sido una constante en este
periodo, junto con la liberalización comercial fruto de las negociaciones en la OMC
y los tratados de libre comercio con Estados Unidos y la Unión Europea.

Agricultura y alimentación monocolor


Estas políticas neoliberales han tenido una dimensión global y han generalizado un
modelo de agricultura y de alimentación, tanto en el Sur como en el Norte, al
servicio de los intereses del capital. La función primordial de los alimentos,
alimentar a las personas, ha quedado supeditado a los objetivos económicos de
unas pocas empresas multinacionales que monopolizan la cadena de producción de
los alimentos, desde las semillas hasta la gran superficie, y han sido éstas las
máximas beneficiarias de la situación de crisis.

Mirando las cifras: a finales del 2007, cuando empezaba la crisis mundial de
alimentos, corporaciones como Monsanto y Cargill, que controlan el mercado de los
cereales, aumentaron sus beneficios en un 45 y un 60% respectivamente; las
principales empresas de fertilizantes químicos como Mosaic Corporation,
perteneciente a Cargill, dobló sus beneficios en tan sólo un año. Y así podríamos
poner ejemplos de otras multinacionales que monopolizan cada uno de los tramos
de la cadena alimentaria desde las procesadoras hasta las grandes cadenas de
distribución, todas ellas con ganancias crecientes año tras año.

En el campo, la situación también es difícil. En Cataluña, tan sólo un 1,2% de la


población activa se dedica a la agricultura y la mayor parte de ésta la conforman
personas mayores. En el Estado español, esta cifra sube a un escuálido 5,6%. La
renta agraria de los campesinos disminuye anualmente y hoy se sitúa en tan sólo un
58% de la renta general. Por contra, las grandes explotaciones son las que reciben la
mayor parte de las subvenciones a la agricultura. Como dato: el año 2005, seis
familias de la oligarquía andaluza recibieron casi unos 12 millones de euros en
ayudas al sector.

La globalización capitalista ha puesto fin a la agricultura familiar, vital para el


cuidado del territorio y la alimentación de las comunidades; ha aniquilado el
comercio de proximidad, dañando gravemente las economías locales; ha
deslocalizado la producción de alimentos, generando una creciente inseguridad
alimentaria con una dieta que se basa en una comida que recorre miles de
kilómetros antes de llegar a nuestra mesa; y ha promovido una agricultura y una
ganadería industrial, intensiva, basada en el uso de pesticidas y productos
químicos. Éste es el modelo de agricultura y de alimentación global existente, las
personas y el medio ambiente hemos quedado en un segundo plano.

*Artículo publicado en Directa, nº 97.

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Quién gana con la crisis alimentaria mundial?


Por: Redacció el 16/05/08 12:29
Tiempo estimado de lectura : 5 minutos


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Foto: www.fao.org

El precio de los alimentos y, en especial, de los cereales básicos ha aumentado espectacularmente


en estos últimos meses. Los medios de comunicación nos han mostrado nuevas revueltas del
hambre en los países del Sur que nos recuerdan aquellas que se llevaron a cabo a mediados y
finales de los ochenta contra los planes de ajuste estructural impuestos por el Banco Mundial y el
Fondo Monetario Internacional.

En países como Haití, Pakistán, Guinea, Marruecos, México, Senegal, Uzbekistán, Bangladesh…
la gente ha salido a la calle para decir: “Ya basta”. Pero, ¿qué se esconde detrás de la crisis
alimentaria mundial? ¿Todo el mundo pierde? ¿Hay quien sale ganando?

El precio de sesenta productos agrícolas ha aumentado un 37% en


el último año en el mercado internacional. Un aumento que ha
“El
afectado sobre todo a los cereales con una subida del 70%. Entre
pro
éstos, el trigo, la soja, los aceites vegetales y el arroz han alcanzado ble
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cifras récord. El precio del trigo, por ejemplo, suma hoy un 130% hoy
no
más que hace un año y el arroz un 100%. Viendo estos datos no es es
de extrañar las explosiones de violencia en el Sur para conseguir la
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alimentos porque son los cereales básicos, aquellos que alimentan a a de
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los más pobres, los que han experimentado una subida sin men
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Pero el problema hoy no es la falta de alimentos en el mundo, sino ndo
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mientras que la población a escala global tan sólo se ha duplicado.
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Hay razones varias que explican este aumento espectacular de los par
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países productores como China, Bangladesh y Australia que habrían a
afectado a las cosechas; el aumento del consumo de carne por parte ello
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de pujantes clases medias en América Latina y en Asia,
especialmente en China; las importaciones de cereales realizadas
por países hasta el momento autosuficientes como India, Vietnam o China, debido a la pérdida de
tierras de cultivo; el aumento del precio del petróleo que habría repercutido directa o
indirectamente, y hasta las crecientes inversiones especulativas en materias primas.

Es aquí donde creo importante centrarnos en estas dos últimas causas. El aumento del precio del
petróleo ha generado el uso de combustibles alternativos como aquellos de origen vegetal.
Gobiernos como el de Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil y otros han hecho especial énfasis
en la producción de agrocombustibles como una alternativa a la escasez de petróleo y al
calentamiento global. Pero esta producción de combustible verde entra en competencia directa con
la producción de alimentos.

Por poner sólo un ejemplo, el año pasado en Estados Unidos el 20% del total de la cosecha de
cereales fue utilizada para producir etanol y se calcula que en la próxima década esta cifra llegará
al 33%. Imaginémonos esta situación en los países del Sur. La FAO, la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ya ha reconocido que “a corto plazo, es
muy probable que la expansión rápida de combustibles verdes, a nivel mundial, tenga efectos
importantes en la agricultura de América Latina”.
Otra causa a resaltar es la
creciente inversión por
parte del capital
“La especulador en materias
crisi primas. En la medida en
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las últimas décadas en los
países del Sur.

Unas políticas que han permitido la invasión de estos mercados por productos del agrobusiness del
Norte altamente subvencionados y que han acabado con la agricultura y la ganadería autóctona;
reconvirtiendo y privatizando tierras destinadas hasta el momento al abastecimiento local en tierras
de producción de mercancías para la exportación. Unos territorios en manos de la agroindustria,
quien ha sacado provecho de una mano de obra barata y de una laxa
legislación medioambiental.
“De
bem
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Este modelo de agricultura y alimentación no sólo tiene de
consecuencias en el Sur global, sino también en las comunidades reiv
del Norte: acabando, en ambos lados del planeta, con una indi
agricultura familiar y un comercio de proximidad vital para las car
economías locales; promoviendo una creciente inseguridad el
alimentaria con una dieta que se abastece de alimentos que recorren der
miles de kilómetros antes de llegar a nuestra mesa, y fomentando ech
una agricultura y ganadería intensiva, desnaturalizada, o de
drogodependiente (por el alto uso de pesticidas) y donde el los
beneficio económico se antepone a los derechos sociales y pue
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La crisis alimentaria global beneficia a las multinacionales que era
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monopolizan cada uno de los eslabones de la cadena de producción, ali
transformación y distribución de los alimentos. No en vano los men
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transformación de comida y de las cadenas de la distribución al r su
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Los alimentos se han convertido en una mercancía en manos del ali
men
mejor postor. Las tierras, las semillas, el agua… son propiedad de taci
multinacionales que ponen un precio exorbitante a unos bienes que ón”

hasta hace muy poco eran públicos. Frente a la mercantilización de


la vida, debemos de reivindicar el derecho de los pueblos a la soberanía alimentaria, a controlar su
agricultura y su alimentación. No se puede especular con aquello que nos alimenta.

Antecedentes: Crisis Alimentaria Mundial


El presente tema surgió de la inquietud de dar a conocer la verdadera
gravedad que existe en el mundo y principalmente en nuestro país
México sobre la crisis alimentaria mundial que esta ocurriendo hoy a
nivel internacional y de que manera afecta de nuestro país.

Este tema que ha causado controversia a nivel mundial es muy


importante estudiarlo ya que según varios analistas económicos se dice
que realmente no estamos pasando por una crisis alimentaria y que solo
esto se basa para enriquecer a los productores a cuesta de las familias
mas necesitadas de nuestro país, todo esto por un modelo neoliberal que
a nivel internacional se esta tratando de meter en los países
subdesarrollados, los países mas desarrollados dejan a un lado a los
países en vías de desarrollo donde se les da una jerarquía menor y no se
les toma en cuenta de la manera correcta, ya que los subsidios
mundiales se enfocan en dárselos a los países desarrollados para la
agricultura.

Esto es algo que ha venido afectando a nuestro país, ya que hoy en día
la agricultura esta tomando otro rumbo, se le ha sacado otro beneficio al
maíz y al trigo, como es la producción de etanol o de otros
biocombustibles, según el sociólogo Pedro Avilés doctor en Sociología
dice que esto es solo una razón coyuntural donde pues se dice que “se
sacrifican 2 millones de pobres para alimentar los tanques de 800
millones de autos”

Todo esto ha llevado a México a una disminución de las estadísticas que


tenia en el crecimiento económico donde se disminuyo a un 2.4% el
crecimiento económico para el 2008, esto a razón de que BANXICO
aumentara 50 puntos su estimación inflacionaria a rangos de 4.5% a
5% para el segundo, tercer y cuarto trimestre del 2008.

No podemos dejar a un lado a los demás países del mundo ya que


vienen de la mano con lo que sucede hoy en México que esta pasando
por esta problemática económica, cabe mencionar como los países como
son China e India han crecido y desarrollando notoriamente teniendo la
necesidad de consumir mas importar mas alimentos, pero, ¿será esta la
causa mas importante para que exista una crisis económica mundial que
este afectando a nuestro país?, o bien, ¿es una creación del mismo
modelo neoliberal?, donde “las agriculturas de los países pobres y
dependientes han quedado definidas y subordinadas en un esquema de
exclusión

En México desde varias décadas atrás hemos tenido siempre un


problema muy arraigado del incremento de los precio de la canasta
básica y el poco aumento del salario mínimo, pero nada parecido con lo
que esta sucediendo actualmente donde se han disparado los precios de
una manera abrupta y el salario mínimo sigue aumentando a un nivel
considerado pero no lo suficiente para poder comprar lo necesario de la
canasta básica, ya que los principales alimentos como lo son cereales,
arroz, frijol son los alimentos que mas han tenido un aumento, esto ha
afectado al bolsillo de mas de 50 millones de mexicanos que viven en
extrema pobreza y aproximadamente 20 millones mas de mexicanos que
son pobres, es aquí donde debemos tener énfasis, de que manera
lograremos que estos 70 millones de mexicanos logren tener una buena
alimentación comprando una canasta básica con calidad nutricional y a
un precio mucho mas accesible

No podemos dejar a un lado a los demás países del mundo ya que


vienen de la mano con lo que sucede hoy en México que esta pasando
por esta problemática económica, cabe mencionar como los países como
son China e India han crecido y desarrollando notoriamente teniendo la
necesidad de consumir mas importar mas alimentos, pero, ¿será esta la
causa mas importante para que exista una crisis económica mundial que
este afectando a nuestro país?, o bien, ¿es una creación del mismo
modelo neoliberal?, donde “las agriculturas de los países pobres y
dependientes han quedado definidas y subordinadas en un esquema de
exclusión

por parte de las trasnacionales agro exportadoras, lo que ha implicado


nuevas formas de explotación –migración, precarización-flexibilización
del trabajo-, nuevas formas de ganancia para las agroindustrias, con
montos elevados nunca antes vistos y nuevos esquemas de participación
o exclusión de nuestras agriculturas”.

Toda esta crisis económica mundial a llegado a crear un nuevo vocablo


“agflacion” que viene del conjunto de palabras Agricultura – inflación, es
decir, el elevado precio de los productos agrícolas para el desarrollo de
biocombustibles.

En un documento importante en “el diario digital” el periódico de hoy,


donde dio su punto de vista el Economista y analista político Francisco
Rodríguez Pérez, donde sin lugar a dudas y algo que tiene mucha razón,
el desfogue de esta crisis en nuestro país fue el elevado costo de la
tortilla en México, un alimento principal de todos los mexicanos pero no
solamente en México sucedió, se levantaron manifestaciones en Bengala
Occidental por conflictos de racionamiento de alimentos, en Mauritania y
otras partes de áfrica disturbios por el precio de los cereales, y en
Yemen, los niños en marchas públicas para llamar la atención hacia la
hambruna infantil.

Según el Reporte Rising Food Prices: Policy Options and World Bank
Response (El aumento del precio de los alimentos: opciones en materia
de políticas y respuesta del Banco Mundial) los aumentos en los precios
internacionales del trigo alcanzaron el 181% durante el período de 36
meses que concluyó en febrero de este año.

Esto ha causado que la FAO anunciara que 36 países se encuentran en


crisis como resultado del alza en los precios de los alimentos y
requerirán asistencia del exterior. En muchos de estos países, la
inseguridad alimentaria se ha visto empeorada por el conflicto, las
inundaciones o situaciones climáticas extremas.

El Programa Mundial de Alimentos, del que dependen casi 100 millones


de personas en el mundo, perdió, en tres meses, un 40% de su poder
adquisitivo.
Las estimaciones del Banco Mundial, indican que la duplicación de los
precios de los alimentos en los últimos tres años ha agravado la
situación de pobreza que padecen 100 millones de personas en los
países con menores ingresos y eso significa una pérdida de más de diez
años en la lucha contra la pobreza en el mundo.

Según el Director Gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique


Strauss-Kahn, la crisis provocada por el alza de los precios de los
alimentos podría destruir muy rápidamente toda la asistencia brindada
por el Fondo Monetario Internacional.

Ante ello, el Banco Mundial emprende una nueva definición de la política


alimentaria mundial y las agencias humanitarias de la ONU están
creando un equipo conjunto de urgencia para atajar la crisis. La Cumbre
Mundial sobre Seguridad Alimentaria, realizada en Roma, del 3 al 5 de
junio, marcó la línea, Así, el presidente del Banco Mundial, Robert B.
Zoellick, intenta convencer al mundo con su exhorto de establecer un
“Nuevo Acuerdo” para resolver la crisis alimentaria: más liberalización
del comercio, más tecnología y más ayuda, Zoellick pasó a este cargo
luego de ser jefe de negociaciones de Estados Unidos en la Organización
Mundial de Comercio.

La crisis alimentaria es de dimensiones mayúsculas, y tiene


antecedentes: 1929.

En aquel tiempo, la Ley Fordney-McCumber, encarecía la importación de


los excedentes que finalmente los productores europeos empezaban a
generar una vez que acabó la primera guerra mundial; y la ley “Smoot-
Hawley”, imponía aranceles, impuestos compensatorios, de hasta 60%
para 3 mil 200 productos importados.

Ambos ordenamientos hicieron que los precios de los productos locales


crecieran en forma desproporcionada, provocando fuerte presión
inflacionaria y mermando aún más el poder adquisitivo de la gente,
Entonces, la recesión local se volvió depresión y crisis exportada al resto
del mundo. Numerosos historiadores y sociólogos concluyen, a casi 80
años del evento, que la ley Smoot-Hawley es una de las principales
causas, una importante semilla para la Segunda Guerra Mundial.

La crisis alimentaria actual es el producto directo de décadas del tipo de


políticas que ahora debemos erradicar, Si bien es necesario aplicar
medidas inmediatas para bajar los precios de los alimentos y hacer que
lleguen a quienes los necesitan, también es imperioso dar un giro radical
en la política agrícola, de manera que los agricultores de todo el mundo
tengan acceso a la tierra y puedan vivir de lo que ella les da,
necesitamos políticas que apoyen y protejan a los agricultores,
pescadores y otros sectores que producen alimentos para sus familias,
para los mercados locales y para la gente de las ciudades, en lugar de
un mercado de commodities internacional abstracto y un minúsculo clan
de ejecutivos de empresas.

Pues, ahora, la crisis alimentaria, aunada a la severa recesión


estanflación en Estados Unidos significa la agonía del modelo neoliberal,
con sus fanatismos ideológicos y sus ortodoxias económicas. El
neoliberalismo puede morir de hambre…

Cabe destacar algunas causas que dieron origen a un crisis alimentaria


en México, ya que este ha sido un tema, que poco a poco a quedado en
el interés principal de los mexicanos por el alza desmedido de los precios
de los alimentos, de la misma manera por la clase política ya que al
parecer ah rebasado el interés de la reforma energética, es importante
mencionar como una causa principal que en Enero del 2008 entro en
vigor el capitulo agrícola del Tratado de Libre Comercio de América de
Norte (TLCAN), entre México, Estados Unidos y Canadá este ultimo con
la finalidad de aumentar la productividad agraria regional, sin embargo,
una pregunta importante antes de realiza cualquier tratado comercial es,
¿Tenemos la capacidad y estructura agraria para competir con los países
participantes en el TLCAN?, la respuesta es que entramos a esta
asimetría muy debilitados con la fuerte subsidiada agroindustria de los
Estados Unidos.

Desde el punto de vista de mas de 300 organizaciones campesinas y


sociales que han movilizado en una campaña llamada “Sin maíz no hay
país, sin frijol tampoco” ya

que no existe una estructura agraria lo suficientemente efectiva como


para competir con los fuertes subsidios a la agricultura de los Estados
Unidos.

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