Se inventaron antes que el dinero. Los primeros bancos
operaron en la antigua Mesopotamia, donde los palacios reales y templos ofrecían lugares seguros para guardar granos y otras mercancías. Se tiene conocimiento de que, hace más de 5,000 años, el Templo de Uruk, por ejemplo, poseía tierras y recibía donativos regulares u ofrendas, los cuales hacía producir concediendo préstamos.
Eventualmente, algunas casas particulares de
Mesopotamia también, se involucraron en las operaciones bancarias y se incluyeron leyes para regular éstas en el famoso Código de Hammurabi.
En Egipto, la centralización de las cosechas en almacenes
estatales también llevó al desarrollo de un sistema bancario. Las órdenes escritas para retirar lotes de grano por quienes los habían depositado ahí se usaban para pagar deudas, impuestos, limosnas y mercancías. En Grecia, desde hace 2,700 años, los templos realizaban verdaderas operaciones de banca, utilizando su patrimonio, constituido por las ofrendas de los fieles, o empleando los cuantiosos depósitos que éstos hacían confiando en la administración religiosa. Debido a la gran variedad de monedas acuñadas en el mundo Helénico, el cambio de dinero fue la primera y más común actividad de los bancos griegos. Los bancos resurgieron en Europa en la época de las Cruzadas. En ciudades italianas como Roma, Venecia y Génova, así como en las ferias de la Francia medieval, la necesidad de transferir sumas de dinero para propósitos comerciales llevó al desarrollo de servicios financieros, incluyendo letras de cambio.
Las ciudades italianas son las precursoras de la banca
moderna, que se llama así porque los primeros banqueros trabajaban en bancas instaladas en las plazas públicas. En Venecia surgió el primer banco privado alrededor del año 1171 y, posteriormente, en 1270, se promulgó la primera ley sobre el ejercicio de la banca.
Historia de los bancos. En la época previa
a la conquista, específicamente entre los aztecas, no se puede hablar de un sistema financiero formal, aún utilizaban el trueque para realizar sus transacciones. El pago en especie predominaba entre los mercaderes y artesanos y el pago en trabajo agrícola era fundamental.
Existía una fuerte participación del gobierno ya que
éste controlaba los recursos fundamentales de la economía: tierra, trabajo, proceso productivo y redistribución de la riqueza. Las mercancías que se generalizaron como medio de intercambio eran: cacao (poco valor), mantas llamadas quachtli o patolcuachtli, oro en polvo y plumas.
Período Colonial: Se caracterizó por tres épocas: La
época de la euforia, se caracteriza por el reparto del botín, el saqueo de América y la esclavitud de los indígenas. La época de la depresión en Europa fue de singular importancia ya que en ésta nace la hacienda y el peonaje. Se consolida la fuerza política y económica de las agrupaciones religiosas, comerciales y hacendarias. Nueva España deja de ser un monoexportador de oro y se orienta la producción al autoconsumo. La fuerza económica y política descansa fundamentalmente en la Iglesia, actuando como prestamista. Existía otra fuente de financiamiento informal, los comerciantes. Esta etapa fue primordial para el sistema financiero mexicano. Los Borbones fortalecen el control político y económico en la Nueva España. Se aplica la Real Cédula y se expulsa a los Jesuitas; se disponen administradores públicos supliendo a los privados. El gobierno español se vió en la necesidad de crear instituciones de crédito para substituir a la iglesia y restar importancia a los comerciantes; el 2 de junio de 1774 a través de la Real Cédula Pedro Romero de Terreros funda la primera institución de crédito prendario, el Monte de Piedad de Animas. En 1782 se creó el Banco Nacional de San Carlos, una sucursal del mismo en España. n 1784 se fundó el primer banco refaccionario en América el Banco de Avío de Minas.
Período Independiente: Durante el período
independiente se dieron los siguientes acontecimientos: Nace el Banco de Avío en 1830, así como, el Banco de Amortización de Moneda de Cobre. Se funda el Banco de Londres y México y Sudamérica en 1864. En la década de 1870 a 1879 los Estados Unidos y otros países desmonetizaron la plata. En 1875 nace el Banco de Santa Eulalia. El Banco Mexicano en 1878. En 1882 El Banco Nacional Mexicano inicia sus operaciones al igual que el Banco Mercantil Agrícola e Hipotecario, Banco Mercantil Mexicano y el Banco Hipotecario Mexicano. El Banco de empleados se crea en 1883 y en este mismo año el Banco Nacional Mexicano se fusiona y así nace el Banco Nacional de México. La Bolsa de Valores de México abre sus puertas en 1894. En 1897 se reclasifican los bancos y se redacta la Ley General de Instituciones de Crédito. Nace el Banco de México en 1925. En 1928 se crean la Asociación de Banqueros de México (ABM) y la Comisión Nacional Bancaria (CNB) y en este mismo año la Bolsa de Valores de México cambia su figura jurídica a Sociedad Anónima.
En los años 30… Durante el gobierno del presidente
Lázaro Cárdenas se crean las siguientes instituciones: En 1934 Nacional Financiera (NAFINSA). En 1935 el Banco Nacional de Crédito Ejidal. En 1937 el Banco Nacional de Comercio Exterior (BANCOMEXT).
Postguerra: Después de la Segunda Guerra Mundial
en 1946 se crea la Comisión Nacional de Valores (CNV) y en el mismo año se redactó el Reglamento Interior de la misma. Para 1953 se elabora la Ley de la CNV, en este mismo año surge la Bolsa de Valores de Monterrey. La Bolsa de Valores de Occidente, en 1966, es sustituida por la Bolsa de Valores de Guadalajara.
De 1975 a la fecha… Acontecimientos de 1975 a
1982: En 1975 habían 243 Bancos. En 1976 aparecen las reglas de la Banca Múltiple. En 1977 se realizó la primera emisión de Petrobonos. En 1978 fue la primera emisión de CETES y también aparece el papel comercial. Para 1981 ya existían 36 Multibancos. (Enviado por: Raul Escolastico A, Fuente oficial: Archivo
Historia de los Bancos
El nacimiento de los bancos es casi tan antiguo como la aparición
de las organizaciones humanas, ya que las personas siempre han necesitado de alguien que financie las ideas y proyectos que ellas tienen.
Se puede decir que los bancos nacieron con la necesidad de
realizar simples operaciones de cambio y crédito a niveles personales, pero pronto se comenzaron a desarrollar funciones más amplias, a abarcar más personas y pasaron a contar con organizaciones más complejas. Así es como, a partir del siglo IV A.C. en varias ciudades griegas se constituyen bancos públicos, administrados por funcionarios especialmente destinados a esta labor. Estas instituciones, además de su rol propiamente bancario (ligado a operaciones de cambio y crédito), recaudaban impuestos y acuñaban moneda. Por su parte, en el mundo romano, en sus primeros tiempos de pueblo de agricultores, se recurre al "mutuum"; esto es, al crédito mutual. Más tarde, adoptan el modelo griego de bancos privados y públicos.
En la época de Justiniano, emperador de Bizancio, en el siglo VI,
se reglamentan con precisión los usos y costumbres del mundo romano en materia bancaria y se fija la tasa de interés en un 6% al año, con algunas excepciones, considerando el riesgo de las operaciones. Los préstamos marítimos, por ejemplo, pueden alcanzar al 12% al año y los acordados a las iglesias no pueden superar el 3%.
La sociedad occidental de la edad media conoce profundos
cambios hacia el término del siglo XI, cuando por la conquista de Inglaterra por los normandos, se pone fin a las grandes invasiones y los cristianos terminan de imponer su presencia en el mediterráneo. Su interés por las innovaciones y los intercambios los lleva a redescubrir la banca, después que Carlomagno prohibió a los laicos prestar cobrando interés. En estos momentos surge la lucha que daría la iglesia contra la usura.
Entre el siglo XII y XIV los bancos conocieron un renacimiento
importante, ya que los hombres de negocios de Italia del norte desarrollaron notablemente las operaciones de cambio. No solamente fueron expertos manipuladores de piezas metálicas, sino también, mediante una letra de cambio, podían acreditar a una persona, en una fecha determinada, en moneda nacional o extranjera, ante un determinado corresponsal. Así, muchos comerciantes recurrían a los bancos para tratar sus negocios con terceros. Éstos, por una comisión, los representaban o se comprometían por ellos, con lo que eran comerciantes y banqueros al mismo tiempo.
Más allá de los Alpes, los banqueros italianos se instalaron en
Cahors, en la época gran ciudad comercial de la Aquitania (que hoy corresponde a la zona central de Suiza). A partir de allí, se extendieron hacia todas las grandes ciudades de Europa occidental, principalmente a Londres y París. Con esta expansión, además del financiamiento de negocios, estos banqueros prestaban a los particulares, hacían préstamos con garantía prendaria y, en ocasiones, prestaban a los poderes públicos.
En el siglo XIX, los bancos conocen una época de crecimiento y
estabilidad, marcada por el desarrollo de los institutos de emisión, la multiplicación de las casas de "alta banca", que actúan como consejeros, corredores o mandatarios en grandes operaciones financieras; la creación de los grandes bancos comerciales, cuyo capital estaba altamente distribuido en el público, y el nacimiento de las instituciones para-bancarias, destinadas a responder a las necesidades específicas de la clientela.
La guerra de 1914 precipita la evolución de los bancos desde una
época de reglas y normas, a una de sistemas. Hablamos ahora de los sistemas bancarios, integrados por diferentes componentes, no ya sólo bancos del estado o privados, sino también aquellos que pertenecen a colectividades locales o regionales, a sindicatos o cooperativas, bancos universales y especializados.