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com/opinion/2015/09/01/nota/5098139/condenaprivado
La condena de lo privado
Si algn cambio estructural ha generado la revolucin ciudadana
durante sus ya largos ocho aos en el Gobierno, ha sido un cambio en
las relaciones de poder en el campo econmico entre el Estado y el
sector privado. El cambio forma parte de un arraigado espritu
posneoliberal del presidente Correa y Alianza PAIS, que les ha llevado
a condenar y combatir las dinmicas del mercado ya sea porque
generan una irremediable estructura de desigualdad en la sociedad,
pero tambin conductas y valores execrables en trminos de
Correa como el individualismo y el egosmo.
Frente a esas patologas sociales y morales producidas por el
mercado y el capitalismo, el Estado se erige como el portador de la
solidaridad, el equilibrio en el poder y un espritu colectivo, y quienes
lo reivindican se ven a s mismos como los nuevos sacerdotes del bien
comn. Por fuera de ellos todo es egosmo. Hay una dimensin no
solo ideolgica, sino tambin moral del regreso del Estado promovido
por los llamados gobiernos de izquierda en Amrica Latina, que
pareciera autorizar a quienes lo proclaman a ser los corregidores de
las almas perdidas por el mercado y el mundo de los negocios
privados (como si en el sector pblico, dicho sea de paso, no se
hicieran jugosos negocios).
Los nuevos sacerdotes de lo pblico, los nuevos patriotas, vincularon
su capacidad de transformar la sociedad a la reconfiguracin de un
poder estatal. El Estado creci en funciones y mbitos de accin,
dispositivos de control, nmero de ministerios, secretaras,
superintendencias, empleados pblicos y gasto. Todo ese enorme
aparataje cre un poder burocrtico que a la vez oper como
maquinaria poltica de la revolucin ciudadana en los territorios.
Como parte de este proceso, en siete aos cambi la estructura de
inversin del pas a favor del Estado y el sector pblico, en detrimento
del sector privado. En realidad, se invirti radicalmente la estructura,
pues a inicios de la revolucin la inversin privada representaba el
14,2% del PIB, mientras la pblica el 6,5%. En 2013, el balance fue,
por primera vez, favorable al sector pblico: su inversin represent
el 14,7% del total, contra 13,2% de la privada. En trminos del PIB,