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La traducción de lo real mismo se vale de recursos que van más allá de lo puramente racional . Quizás no haya mística más próxima que la condición prelógica de la imaginación, tal que nos diversificamos a través de sus imágenes.
Titre original
SSyneidesis: Entre la expresión vital y la imaginación exponencialyne Ides Is
La traducción de lo real mismo se vale de recursos que van más allá de lo puramente racional . Quizás no haya mística más próxima que la condición prelógica de la imaginación, tal que nos diversificamos a través de sus imágenes.
La traducción de lo real mismo se vale de recursos que van más allá de lo puramente racional . Quizás no haya mística más próxima que la condición prelógica de la imaginación, tal que nos diversificamos a través de sus imágenes.
En realidad no hay limitaciones para el inconsciente, mxime si lo
imaginamos como una materia gris sin forma aparente, inherente y ajena a la vez de pensar con rectitud1, e incluso hasta como algo infalible. Claro que al ser inimaginable, todo cuanto proceda de l ha de ser incondicional. He ah una buena razn para diferenciar entre expresin sugestiva y expresin vital, entre sentido de pertenencia y de impropiedad. La primera es creble y por tanto relativista, la segunda es un acto de fe inconsciente, aunque todos ellos de alguna manera lo son. Mientras que de la necesidad se desprende el trabajo interno de desaprender el ncleo de ADN para alcanzar verdaderos objetivos, de lo involuntario, en cambio parte la redefinicin de significados, una especie de lavado irreflexivo que Jung llamaba imaginacin activa, que es como no estar en ningn sitio sin dejar de estarlo. La imaginacin desde luego es an ms que activa, es materia inconsciente que se precipita a priori en una forma plstica, algo as como una cadencia natural que consiste en amalgamar las imgenes interiores con la experiencia exterior. Antiguamente se crea que haba que olvidar todo para crear, con el paso del tiempo las prdidas emocionales se convertan en anhelos inconscientes. Al final de los das, el autoconsuelo es una necesidad relacional, una prioridad por crear otro significante ms profundo e interminable, aquel que compense la omnipresente bsqueda del amor materno. Siendo consciente lo inconsciente, los enlaces neuronales determinan, no solo una gentica emocional, sino que 1 Sindresis puede entenderse como hbito que contiene los primeros principios prcticos, que son los preceptos de la ley natural, entre ellos los que se encuentran el principio de conservacin del individuo.
desnudan al subconsciente intuitivo. Valga expresar entonces que nuestra
mente regresa del pasado inconsciente al presente consciente a travs de un imaginario subconsciente, es decir, de un hipottico futuro exponencial. A travs de nuestra capacidad de imaginar, tanto los arquetipos como las propias emociones, no solo se llega al inconsciente, podemos adems y sin esfuerzo, materializar los deseos en posibilidades cunticas realizables, ya que el hombre tiene la capacidad de separarse cuando quiera de la conducta 2 y salir de su entraable zona de confort. Es conveniente por tanto, idealizar lo menos posible a cambio de metaforizar el conocimiento, as nos desprendemos de tabes imaginarios y de efectos bioluminiscentes, que tan solo sirven para dificultar el encuentro con aquel exotismo natural con el que percibimos lo melanclico. La ortopraxis cartesiana, de ser menos subjetiva, posiblemente no desarrollara teoras y transformara la realidad en el sentido biosimblico de Bergson3,
al
menos
en
permanente
estado
transitorio.
Segn
esta
indeterminacin el conocimiento velado llega al inconsciente de forma muy
eficaz para revelar una verdad propia, que lejos de ser cedida, ha de ser multiplicada mediante la expresin vital, entre otras cuestiones para adquirir una conciencia emergente que vaya ms all de lo constatado, en busca de una transformacin intuida. Desde la construccin de realidades culturales, la calidad de ser consciente en el sentido de individualidad (concius), gira siempre en torno la funcin utpica de la esperanza y de la inalcanzable felicidad, creando espacios de ilusiones (heterotopas) hasta cambiar radicalmente la realidad en sentido 2 Para Marx la libertad es posible en tanto que el hombre es capaz personalmente de establecer un espacio sin necesidad entre estmulo y respuesta, proyectando al exterior la conciencia al cambiar el foco de inters y de ponderacin., as como de superar los condicionamientos internos. 3 Henri Bergson dice que la fabulacin o funcin fabuladora es, una reaccin de la naturaleza contra el poder disolvente de la inteligencia, o sea un instrumento del desarrollo voluntario o espontneo de las imgenes y el grado de conciencia en su uso.
humanista4, pero carente de esquemas referenciales. Falta accin, el ser
humano demanda continuamente lo inabarcable e inatrapable; la imaginacin es inconformista por naturaleza, no divaga ni relativiza, ya que es insustancialmente verificable. Una red sinptica difcilmente programable adquiere sentido si se desmarca de la unidad: cuerpo y conciencia. Por muchas estructuras yoicas que nos brotasen, la persona slo alcanzar a relacionarse con su ecosistema por medio de la actividad perceptual y simblica5. La liberacin inconsciente no presupone alejarse cada vez que representamos la realidad6, sino que es una capacidad activa, selectiva e histricamente progresiva. La traduccin de lo real mismo se vale de recursos que van ms all de lo puramente racional 7. Quizs no haya mstica ms prxima que la condicin prelgica de la imaginacin, tal que nos diversificamos a travs de sus imgenes.
4 Sandoval Lpez, Orestes. Mscaras de la conciencia crtica.
5 Lacan J. Seminario I, Edicin Paidos, 1992, p. 213
6 Ernst Cassirer: El lenguaje, el mito, el arte y la religin constituyen parte de este
universo, forman los diversos hilos que tejen la red simblica, la urdimbre complicada de la experiencia humana (...) la razn es un trmino verdaderamente inadecuado para abarcar las formas de la vida cultural en toda su riqueza y diversidad, pero todas esas formas son simblicas. Por lo tanto, en lugar de definir al hombre como un animal racional lo definiremos como un animal simblico. De es te modo podemos designar su diferencia especfica y podemos comprender el nuevo camino abierto al hombre: el camino de la civilizacin.
7 Ernst Cassirer. Antropologa filosfica. Introduccin a una filosofa de la cultura.
Fondo de Cultura Econmica. Coleccin Popular, Mxico, p. 47 .