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Andrew Murray
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Tened fe en Dios
O el Secreto de la Oracin de Fe
Y respondiendo Jess, les dice: Tened fe en Dios.
Porque de cierto os digo, que cualquiera que no
dudare en su corazn, mas creyere que ser hecho lo
que dice, lo que dijere le ser hecho. Por tanto os
digo, que todo lo que orando pidiereis, creed que lo
recibiris, y os vendr. Marcos 9:22-24
La promesa de la respuesta a la oracin que
formaba nuestra leccin de ayer, es una de las ms
asombrosas en todas las Escrituras. En cuantos
corazones no ha hecho levantarse la pregunta: Cmo
podr yo jams alcanzar la fe que sabe que recibe todo
lo que pide?
Es esa la pregunta que nuestro Seor quisiera
contestar hoy. Antes de haber dado esa asombrosa
promesa a Sus discpulos, haba pronunciado otra
palabra, en la cual indica de donde surje la fe en que la
oracin ser contestada, y donde esa fe halla siempre
su poder. Tened fe en Dios; esta palabra viene antes
de la otra. Tened fe en la contestacin a la oracin. El
poder de creer en una promesa, depende entera y
nicamente, de la fe en el prometedor. La confianza en
una persona produce confianza en su palabra. Es
solamente cuando vivimos y nos asociamos con Dios
en una personal y amorosa comunin, en la cual el
mismo Dios es el todo para nosotros, en la cual todo
nuestro ser se abre continuamente y se expone a las
poderosas influencias que estn obrando donde Su
Santa Presencia se revela, que se desarrollar la
capacidad para creer que El nos da todo lo que
pedimos.
Esta relacin entre la fe en Dios y la fe en Su
promesa, se presentar ante nosotros con mayor
claridad si pensamos en lo que la fe es realmente en s.
Con frecuencia se le compara con la mano, o la boca,
por la cual tomamos o apropiamos lo que se nos
ofrece. Pero es importante que comprendamos que la
fe es tambin el odo por el cual oigo lo que se
promete, y el ojo por el cual veo lo que se me ofrece.
De esto depende el poder de recibir. Tengo que or la
persona quien me da la promesa: el mismo tono de su
voz me comunica el valor para creer. Tengo que
VERLE; en la luz de su ojo y de su rostro todo temor
en cuanto a mi derecho de aceptar lo que ofrece,
desaparece. El valor de la promesa depende del
prometedor: y es de mi conocimiento de lo que el
prometedor es en s, que depende mi fe en la promesa.
Es por esa razn, que Jess, antes de dar esa
asombrosa promesa acerca de la oracin, dice:
TENED FE EN Dios. Es decir, sean abiertos