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Fue Antonio Nariño, en 1823, quien acuñó el calificativo de ‘Patria Boba’ al período inicial de nuestra historia republicana. En Los Toros de Fucha encontramos escrita por primera vez dicha expresión y no una sino cuatro veces. Los tres impresos que dio a conocer Nariño bajo ese título fueron distribuidos gratuitamente en Bogotá durante los meses de marzo y abril de 1823.
Fue Antonio Nariño, en 1823, quien acuñó el calificativo de ‘Patria Boba’ al período inicial de nuestra historia republicana. En Los Toros de Fucha encontramos escrita por primera vez dicha expresión y no una sino cuatro veces. Los tres impresos que dio a conocer Nariño bajo ese título fueron distribuidos gratuitamente en Bogotá durante los meses de marzo y abril de 1823.
Fue Antonio Nariño, en 1823, quien acuñó el calificativo de ‘Patria Boba’ al período inicial de nuestra historia republicana. En Los Toros de Fucha encontramos escrita por primera vez dicha expresión y no una sino cuatro veces. Los tres impresos que dio a conocer Nariño bajo ese título fueron distribuidos gratuitamente en Bogotá durante los meses de marzo y abril de 1823.
Fue Antonio Nario, en 1823, quien acu el calificativo de Patria
Boba al perodo inicial de nuestra historia republicana. En Los Toros de Fucha encontramos escrita por primera vez dicha expresin y no una sino cuatro veces. Los tres impresos que dio a conocer Nario bajo ese ttulo fueron distribuidos gratuitamente en Bogot durante los meses de marzo y abril de 1823. La referencia al toro en el ttulo se debi a un artculo publicado por Francisco de Paula Santander en El Patriota, peridico de su autora en el que public un artculo bajo el nombre El Toro, que criticaba agriamente al federalismo; y la mencin a Fucha es sin duda a la hacienda que Nario tena en las riberas de este ro que corre al sur de Bogot. En los Toros de Fucha Nario defiende el federalismo y en El Patriota, Santander sostiene que el centralismo es la nica solucin posible para consolidar el Estado que se deba construir de acuerdo con lo dispuesto por la Constitucin de Ccuta de 1821. Diez aos antes la situacin era otra. Antonio Nario, entonces presidente del Estado Soberano de Cundinamarca, era el adalid del centralismo; Santander, por el contrario, militaba en las filas del federalismo en calidad de oficial de los ejrcitos de las Provincias Unidas. Qu pudo haber pasado durante esos aos para que ellos cambiaran tan radicalmente su manera de pensar? La respuesta est, precisamente, en lo que el calificativo Patria Boba impide apreciar y entender. El nombre que utiliz Nario para referirse a los aos anteriores a
la victoria definitiva sobre los ejrcitos espaoles, que ciertamente
fueron vividos con el temor de la retaliacin de la monarqua absoluta, como en efecto ocurri, se convirti por fuerza de su aceptacin en un juicio sobre esa poca. Por ello, al valorar de bobo lo ocurrido entonces, hizo carrera entre los historiadores aceptar sin el beneficio de la crtica que la ingenuidad, la inmadurez y la obstinacin de nuestros primeros gobernantes no slo nos llev a enfrentarnos unos con otros sino que, precisamente por ello, nos debilitamos ante un enemigo poderoso, Espaa. Pero, qu pasa si nos deshacemos de esa consideracin de boba y nos preguntamos por el sentido de esos aos iniciales? La investigacin histrica que al respecto se ha venido realizando durante los ltimos aos evidencia que el asunto es de gran importancia, pues nos permite entender las dificultades que hemos tenido para dar forma a un Estado realmente Nacional. Esto es, qu es al fin de cuentas Colombia? Debemos comenzar por el principio. El 20 de julio de 1810 no fue la primera ni la ltima manifestacin de desacuerdo de los americanos de la Nueva Granada con lo que estaba sucediendo en Espaa. En realidad, 1810 se caracteriz porque en Amrica se dio forma a numerosas juntas autnomas de gobierno. El problema creado por la invasin francesa a Espaa y la prisin de los reyes Carlos IV y Fernando VII en Bayona oblig a que, tanto en la metrpoli como en sus colonias, se diera forma a instituciones que legtimamente pudieran gobernar en su nombre. El asunto es que no result una sola de dichas juntas con la fuerza suficiente para lograr que las dems se pusieran bajo su control. Eso ni en Espaa ni en Amrica. Lo que tmidamente se inici en 1808 ya era imposible de detener en 1810, ao para el cual los americanos no estaban dispuestos a aceptar lo que algunos espaoles queran imponer desde una autoproclamada Junta de Regencia. El temor a remover las autoridades reales fue desapareciendo y, conocido en nuestro pas
lo que haba sucedido el ao anterior en ciudades de la actual
Bolivia y Ecuador, sin mencionar los propios intentos y conspiraciones que desde septiembre de 1809 se venan sucediendo en nuestro territorio, se comenz a organizar juntas de gobierno en cada una de las provincias en que estaba dividido nuestro territorio por aquel entonces. Cali en julio 3 de 1810; Pamplona el 4 de julio; El Socorro seis das despus, 10 de julio; Santaf (Bogot) el 20; Tunja el 25, y Mariquita el 26 del mismo mes; en agosto les siguieron, el 4, Neiva; el 6, Momps; el 10, Santa Marta; el 11, Popayn; el 13, Cartagena, y el 31, Quibd. Al mes siguiente, septiembre, organizaron sus juntas las ciudades de Medelln, el primero; Ibagu, el 7; Tame, el 13; Nvita, el 27; y aun Ipiales lo hizo durante los primeros das del mismo mes. Podramos seguir mencionando otros pronunciamientos, pero los sealados son suficientes para obligarnos a preguntar por qu no bast con la junta de Santaf, esto es, la del 20 de julio, para dar forma a un organismo que legtimamente pudiera agrupar bajo su proclamacin de autonoma de la junta de regencia espaola a todas las provincias y ciudades de la Nueva Granada. En realidad, Santaf (nombre que tena Bogot en ese entonces) slo tena control sobre su propia provincia, lo que equivala ms o menos al actual territorio de Cundinamarca. Pensar que ella era la capital porque aqu viva el virrey es equivocarnos. Lo nico que mantena unidos a los territorios era la lealtad al rey, del cual directamente derivaban las personas e instituciones su autoridad. En ausencia del rey desapareca la unidad. Y eso fue lo que sucedi. No es difcil entender, entonces, por qu se dieron durante esos tres meses de 1810 numerosos pronunciamientos de autonoma; y, no menos importante, por qu Santaf no pudo imponerse a las dems aunque se autonombr Junta Suprema de Gobierno y en la misma acta del 20 de julio afirm la federacin como frmula de organizacin inicial del territorio.
De finales de 1810 a enero de 1815 la lgica de los acontecimientos
deriv de esta situacin inicial. Primero, dos repblicas surgieron al mismo tiempo: Cundinamarca, centralista; las Provincias Unidas, federal. Una guerra civil las enfrent desde los meses iniciales de 1812 hasta la toma final de Santaf por Simn Bolvar, en diciembre de 1814, al mando de las tropas de las Provincias Unidas. Segundo, Santa Marta, Popayn, Pasto, entre otras, nunca aceptaron nada distinto al consejo de regencia y, luego, a Fernando VII. Tercero, casi una veintena de constituciones fueron promulgadas durante esos aos. Finalmente, no todo espaol fue realista ni todo americano patriota, ni los indios se definieron en conjunto por un bando ni los negros esclavos tomaron partido por una lucha que no era la suya. Todo lo anterior nos dice de las profundas diferencias que existan en la sociedad neogranadina. En esas circunstancias no podemos afirmar que exista una Nacin; en realidad, dicho concepto se refera a los habitantes del terruo, esto es, a la provincia. Visto desde esta ptica, entonces, la valoracin de Patria Boba no permite apreciar que la diversidad, la diferencia, eran lo caracterstico de una realidad que el centralismo quiso acallar, precisamente con la denominacin de boba. *Pontificia Universidad Javeriana