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La palabra tutela deriva de la voz latina tueor, que significa defender, proteger.
Tutelar por lo tanto significa, cuidar, proteger y ésta es cabalmente una de las
misiones más importantes que debe cumplir el tutor: proteger los intereses del
pupilo, tanto personales como patrimoniales.
Así, se puede decir que el papel del tutor es el proteger la persona del incapaz,
procurando siempre su rehabilitación y su bienestar; y administrar el patrimonio del
mismo de manera que rinda al máximo de sus beneficios siempre en provecho del
pupilo.
Rafael De Pina en su libro titulado Derecho Civil Mexicano, Tomo I, ha definido a la
tutela de la siguiente manera:
“La tutela es una institución supletoria de la patria
potestad, mediante la cual se provee a la
representación, a la protección, a la asistencia, al
complemento de los que no son suficientes para
gobernar su persona y derechos por sí mismos, para
regir, en fin, su actividad jurídica. “1
I. ANTECEDENTES
“La sippe, que es semejante a la gens, era una comunidad familiar trascendente en
el derecho político, en el orden religioso, en el derecho sucesorio y en la tutela.” La
tutela correspondía por tanto, entre los germanos a toda la familia; y asimismo, por
transformación de esta protección colectiva y familiar, nació la tutela ejercida por
1
DE PINA, Rafael; Derecho Civil Mexicano, tomo I.
1
uno de los parientes más próximos; aunque conservando la familia una tutela
superior o de alta inspección, con derecho a intervenir en los actos mas importares
del pupilo.
Eran sujetos de tutela, los impúberes, sui iuris de ambos sexos y las mujeres sui
iuris sin importar su edad. Solo los varones podían ser tutore, la mujer en los
primeros tiempos de la vida del imperio romano no podían, por ser considerada
inferior o altamente susceptible a un engaño, no podían ser tutoras de sus propios
hijos.
2
GUMERSINDO Padilla Sagún; Derecho Romano, Editorial MA Graw Hil, cuarta edición.
2
La tutela definida en las instituciones era el poder de una cabeza libre, que la ley
daba y permitía para proteger a aquel que a causa de su edad no podía defenderse
por si mismo <tutela est vis act potestas in capito libero ad tuendum eum qui
propter examen sua-se defendere nequit, jure civile data ac permissa).
Era un poder en una cabeza libre, porque solo se ejercía en las personas libres, es
decir, en aquellas que no estaban bajo la potestad dominica ni bajo la patria
potestad, a diferencia de los alieni iuris, que se hallaban bajo la protección del jefe
del que dependían y no necesitaban otro protector.
En Roma la codificación de los sui iuris era diferente según la edad, que
comprendía:
a) la impubertad, que duraba hasta los 14 años de edad en el varón y hasta los
12 en las mujeres. Periodo durante el cual se establecía la tutela.
b) La de la simple minoría de edad, que duraba desde la pubertad hasta los 25
años de edad, periodo en el cual se estaba en cúratela.
c) La de la mayoría de edad, que comprendía desde los 25 años de edad en
adelante, periodo en el cual se tenia el libre y pleno goce de los derechos.
La tutela, fue creada con la finalidad u objetivo, proteger a aquel que a causa de su
edad no podía defenderse por si mismo, a diferencia de la patria potestad, pues la
tutela perseguía conservar los bienes de pupilo y defender su persona, en tanto
que la patria potestad daba al padre la propiedad de sus bienes y antiguamente
hasta la de la persona sometida a el. La tutela se daba en razón de la edad y se
encontraban sometidos a ella los impúberes.
Así mismo, la tutela se establecía en el testamento para los hijos que se hallaban
bajo la potestad inmediata; por lo tanto, al morir el padre no caían en la potestad de
otra persona.
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I.2. CLASES DE TUTELA EN ROMA
En un principio instituidas en la ley de las XII tablas, existieron las tutelas legitimas
y testamentarias; y posteriormente por leyes especiales se estableció la tutela dada
por los magistrados, denominada tutela dativa.
La designación del tutor testamentario, hecha por la madre u otro pariente del
pupilo, fue admitida por la jurisprudencia y la legislación imperial, para lo que se
requería la confirmativo magistratual, previa inquisitivo sobre la idoneidad del
designado.
La tutela legítima se defería ala agnado o los agnados de grado más próximo.
La ley de XII tablas confería la tutela a los agnados cuando moría el padre de
familia ab intestato, es decir sin hacer testamento o si lo había hecho este era nulo
o cuando no nombraba tutor en su testamento o cuando el tutor nombrado moría
antes que el testador.
Eran agnados de un pupilo todas las personas que ala muerte del padre de familia
se encontraban juntamente con el pupilo bajo la potestad del difundo, no
rompiéndose por la muerte del padre el lazo de unión entre las personas que se
hallaban bajo su poder; se convertían en sui iuris. Todos llegaban a hacer cabezas
de otras familias particulares, pero entre ellos permanecía la familia, cuyo
miembros tenían entre si el titulo de agnados.
Justiniano definió a los agnados al afirmar que son los parientes unidos entre si por
persona del sexo masculino; sin embargo, si se estudia a fondo el parentesco se
vera que hay parientes provenientes de un barón que pueden ser agnados de
otros, pues se puede perder con la agnación sin que se pierda el parentesco
natural llamado cognación.
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La tutela era un cargo que, según los prudentes, debía colocarse donde estaba la
esperanza, pues el presunto heredero tenia interés en velar por la fortuna del
pupilo, ya que algún día podía ser suya, y como la ley de las XII tablas defería al
patrono y después a sus hijos la sucesión ab intestato del liberto, se dedujo que
también quería deferir la tutela; por ello se dice: según el espíritu de las XII tablas.
La tutela legitima del hijo de familia emancipado se defería a el padre que había
emancipado al impúber, respecto del cual tenia los derechos de un patrón.
El tutor legitimo podía en el derecho antiguo, ceder la tutela a otro agnado menos
próximo, mediante una in iure cessio tutelae. En derecho clásico al generalizarse
para toda las tutelas el sistema de las excusaciones, este derecho solo subsistió en
caso de tutela mulierum.
A falta de las dos anteriores, el pretor urbano, con la mayoría de los tribunos de la
plebe hace la designación del tutor, según lo dispuesto por la lex Atilia, es el
llamado tutor Atilianos, claudio dispone que los cónsules también puedan hacerlo
en roma. En las provincial son los gobernadores quienes asumen la función,
durante toda la época clásica, por disposición de la ley (o leyes) Iulia et Tilia.
También los magistrados municipales tenían esa atribución. Marco Aurelio crea al
pretor tutolarius para la ciudad. El tutor magistratual no puede rechazar el cargo.
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I.2.3. Tutela dativa
Los tutores debían dar cuenta de su gestión al término de la tutela por llegar a la
pubertad el pupilo o por cualquier otra causa. El tutor ejercía sus funciones ya sea
al obrar por si mismo (es decir, en su propio nombre y sin la presencia del pupilo,
como un gerente) o al interponer su presencia aunque no podía ejercer ninguna
acto (a no ser en caso de urgencia) si no daba fianza y juraba desempeñar
fielmente su cargo.
Además, debía formar un inventario de los bienes del pupilo, tenia la obligación de
alimentarlo y educarlo según su clase y la cuantía de sus bienes; cobrar los
créditos, depositar o dar a rédito el dinero, pues si no lo hacia debía pagar los
intereses; por ultimo, en la administración de la tutela el tutor debía ser diligente,
cuidadoso y responsable como si fueran sus negocios propios.
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el lugar y la persona con quien debía quedar el pupilo,
y quedaba a cargo del tutor el pago de los gastos que
esto originara.”3
Como el pupilo no era capaz de apreciar la transferencia de sus actos, debía ser
asistido en ciertos actos por su tutor. Por ello, mientras el pupilo era un infante,
cuando no podía hablar o pronunciar las palabras legales, no podía celebrar ningún
acto jurídico, en cuyo caso el tutor debía intervenir por si mismo como si fuera un
gerente.
3
MORALES, José Ignacio, Derecho Romano. Editorial Trillas, Tercera Edición, 2007
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I.3. EXTINCION DE LA TUTELA EN EL DERECHO ROMANO
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1.4.3.La actio tutela directa.
Esta acción era ejercida por el tutor contra el pupilo, con la finalidad, por una parte,
de reclamar a éste los gastos realizados y, por la otra, para liberarse de las
obligaciones contraídas en interés del pupilo. Era considerada una acción de buena
fe y de amplia interpretación por el magistrado.
La mujer sui iuris al llegar a la edad de la pubertad, es decir a los doce años, no se
liberaba de la tutela, puesto que salía de la tutela de los impúberes sui iuris para
caer en la tutela perpetua de sus agnados. La justificación de esta tutela se ha
querido ver en la ligereza del ánimo o espíritu femenino, su ignorancia de las cosas
del foro, y en su inexperiencia para los negocios.
El jurisconsulto Gayo anota que tales razones son especiosas y que el objeto de
esta tutela es controlar el patrimonio de la mujer por parte de sus parientes
agnaticios, por esta razón la mujer no podía actuando por si sola, llevar a cabo
ningún acto que pusiera en peligro los intereses económicos de su grupo familiar,
tales como enajenar cosas mancipi, hacer testamento, recibir o aceptar una
herencia, asumir obligaciones, constituir la dote y manumitir esclavos.
En los tiempos de Augusto, por las leyes Julia y Pappia Popea se creó el ius
liberorum que permitía a las mujeres ingenuas madres de tres hijos o libertas
madres de cuatro, desvinculares así para siempre de la tutela. Esta institución
desaparece en la época del Emperador Claudio.
I.6. LA CURATELA
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Se define como una institución del derecho civil que permite representar y asistir a
aquellas personas que por una causa particular o accidental, se encontraban
incapacitadas para administrar su patrimonio.
El furiosus era el que tenia intervalos lúcidos, y el mente captus, el que no los
tenía, el idiota. esto conforme a la opinión general.
En la época de la ley de las XII Tablas, el furiosus era el único provisto de curador,
no así el mente captus, y para el furiosus no existía más que la curatela legítima,
en favor de los agnados y de los gentiles, pues, era en su interés en el que se
había establecido esta institución.
En esta materia, el progreso del derecho fue doble, por una parte, se proveyó al
curador al mente captus, y por otra parte, tanto para el mente captus como para el
furiosus se organizó la curatela, no ya en interés de la familia, sino en interés del
incapaz mismo y para su protección, por lo tanto, al lado de la curatela legítima, se
admitió la curatela deferida para el magistrado.
El mente captus era incapaz, en forma absoluta, para realizar por si mismo
cualquier acto, el furiosus era incapaz igualmente en los intervalos no lúcidos, pero
era completamente capas de los intervalos lúcidos.
Las facultades del curador estaban restringidas como las del tutor, por la orario
severi, o sea la prohibición que tenia de enajenar los inmuebles rurales y los
situados en los barrios de la ciudad, salvo ciertas excepciones determinadas
limitativamente, prohibición que extendió Constantino a los inmuebles urbanos y a
los muebles preciosos.
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recobrado la razón se lo exigiera, y como surgieron discrepancias entre los
jurisconsultos acerca de sí en este caso terminaba la curatela para comenzar una
nueva con el estado de locura subsiguiente, Justiniano decidió que no cesara sino
que el curador quedara inactivo durante este período de lucidez en que el sujeto
podía obrar válidamente por su cuenta.
Conforme a la Ley de las XII Tablas era considerado pródigo la persona sui iurs
que disipaba los bienes que había recibido de sus parientes paternos por herencia
ab-itestato. La curatela se había realizado entonces, no en interés del pródigo
mismo sino en interés de la familia agnaticia, de modo que a falta de agnados y de
gentiles no había ninguna curatela.
La incapacidad del pródigo en la época clásica, tenía la misma extensión que la del
impúber de mayor infancia, ya que solamente podía mejorar por si solo su
condición, pero no podía empeorara. La intervención por tanto del curador sólo
tenía lugar en aquellos actos, que de realizarse por el incapaz únicamente podían
ocasionarles perjuicios patrimoniales, y en estos casos intervenía el curador
utilizando la “gentio” o sea reemplazando al pródigo y no suministrando su
“consensus”, pues no hay ningún texto que mencione este procedimiento para este
caso.
El varón púber sui iuris era plenamente capaz, conforme al derecho civil, para
realizar toda clase de negocios jurídicos, capacidad esta que comenzaba desde el
momento en que había cumplido catorce años de edad, lo cual se explica por el
hecho de que en los primeros tiempos los actos jurídicos eran bastante raros, ya
que el comercio no se había desarrollado, y porque los actos jurídicos estaban
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llenos de solemnidades que requerían a menudo la presencia del magistrado y
frecuentemente la de personas que sirvieran de testigos, todo lo cual resultaba de
hecho una protección indirecta para los menores.
Pero no fue lo mismo desde el día en que por virtud del desarrollo del comercio y
de la simplificación de las formas primitivas, los actos jurídicos fueron más
numerosos, más frecuentes y más fáciles de realizar, pues entonces la necesidad
de proteger al menor de veinticinco años de edad se hizo
sentir, y tal fue el objeto de la Lex Plaetoria, del siglo VI de Roma, que da contra
cualquier persona que engaña a un menor de veinticinco años, una acción pública,
que implica junto con la infamia ciertas privaciones políticas.
CONCEPTO
La palabra tutela procede del verbo latino tueor
que quiere decir defender, proteger. Es un cargo
que la ley impone a las personas jurídicamente
capaces, para la protección y defensa de los
menores de edad o incapacitados. Es un cargo civil
de interés público, y de ejercicio obligatorio.4
El objeto de la tutela es, de conformidad con los párrafos primero y segundo del
articulo 449 de nuestro código civil, la guarda de la persona y bienes de los que no
estando sujetos a la patria potestad tienen incapacidad natural y legal o solamente
la segunda, para gobernarse por si mismo. La tutela puede también tener por
objeto la representación interina del incapaz, en los casos especiales que señala la
ley.
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GALINDO GARFIAS, Ignacio. Derecho Civil, Parte General Personas Y Familia, Editorial Porrua, novena edición.
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La tutela por esa razón, tiene límites legales más estrechos que la patria potestad,
ya que inspira menos confianza al legislador, y eso tanto en lo que se refiere a su
contenido personal, como patrimonial.
NATURALEZA DE LA TUTELA.
La tutela es un cargo de interés público del que nadie puede asirse si no por una
causa legítima (articulo 452 del Código Civil).
Para excluir del cargo de tutor, la ley clasifica las causas que dan lugar: ala
inhabilidad, a la separación y ala excusa en el desempeño de la tutela.
Son personas inhábiles para la tutela, aquellas que la ley considera no deben
ejercer el cargo aunque estén anuentes en recibirlo. En razón de los fines y
naturaleza de la institución tutelar, que es la defensa y cuidado de los intereses de
los incapaces, la ley veda su ejercicio a las personas que por diversas razones no
deben ejércelos, como son las que enumera en los artículos 503, 505 y 506 del
Código Civil. Esas personas serán separadas de la tutela cuando sobrevenga o se
averigüe su incapacidad, después de haber aceptado el cargo también serán
separados los tutores que no cumplan o no puedan cumplir con sus obligaciones
(articulo 504 del Código Civil).
5
GALINDO GARFIAS, Ignacio. Derecho Civil, Parte General Personas Y Familia, Editorial Porrua, novena
edición.
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Las personas designadas, pueden excusarse de ser tutores cuando tengan alguna
o algunas de las calidades o causas a que se refiere el articulo 511 del Código Civil
pero si su excusa fuere desechada o sin excusa no desempeñen la tutela, pierden
el derecho que tengan para heredar al incapacitado que muera intestado y son
responsables de los daños y perjuicios que le sobrevengan por su renuncia. Igual
sanción se aplica ala persona a quien corresponda la tutela legitima, si habiendo
sido debidamente citado no se presenta al juez, manifestando su parentesco con el
incapaz.
Enneccerus la denomina como el cuidado llevado bajo la inspección del Estado por
una persona de confianza (el tutor) sobre la persona y el patrimonio de quien no
esta en situación de cuidar de sus asuntos por si mismo que por lo menos se le
trata jurídicamente como si no estuviera en esa situación; Mateos Alarcón la
considera como el cargo publico que tiene por objeto la guarda de la persona y
bienes de los que no estando sujetos ala patria potestad tienen incapacidad natural
y legal o solo la primera.
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esta última posee una simplicidad normativa, de la que aquella carece. La
fuente normal de la patria potestad es el hecho natural de la procreación de
la que proceden las relaciones de filiación. En la tutela, es necesario siempre
el discernimiento, en razón de que se van a crear relaciones jurídicas entre
el tutor y el incapacitado; deberes cuyo origen es la ley. Por ello en la tutela,
se fijan con mayor rigor los límites de la autoridad del tutor y que constituye
un control mas decidido de la misma.
No estarán sujetos ala tutela los ciegos, los paralíticos y los ancianos aunque sean
incapaces de gobernarse por si mismos; pues mientras esos defectos no
trasciendan ala inteligencia, no podrán aplicarse las disposiciones del articulo 450
de nuestro Código Civil, el cual es de interpretación estricta y no extensiva, es decir
únicamente aplicable a los casos de incapacidad en ella previsto.
Este sistema es el adoptado por nuestro Código Civil, así como por el Codito
Alemán vigente desde el primero de enero de 1900; el de Suiza que empezó a regir
el primero de enero de 1922 y el de Italia promulgado el 12 de diciembre de 1938
en vigor desde 1942 y tiene las siguientes características:
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b) Junto ala autoridad que tiene en sus manos el funcionamiento de la tutela,
actúan los órganos de información como son el curador y el Consejo de
Tutelas entre nosotros.
c) El Consejo de Familia es desconocido en este régimen tutelar o por lo
menos es subsidiario y carece de importancia.
ORGANIZACIÓN DE LA TUTELA.
Están incapacitados natural y legalmente: I. Los menores de edad; II. Los mayores
de edad privados de inteligencia por locura, idiotismo o imbecilidad aunque tengan
intervalos lucidos; III. Los sordomudos que no saben leer ni escribir; IV. Los ebrios
consuetudinarios y los que habitualmente hacen uso de drogas enervantes (articulo
450 del Código Civil).
Los que sufren incapacidad legal, son los menores de edad no emancipados, y los
emancipados, para realizar los actos que el propio Código determina en su articulo
643 (articulo 451 del Código Civil).
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Habrá lugar a la designación de tutor, cuando se trae de menores de edad no
sujetos a patria potestad o de mayores de edad declarados en estado de
interdicción.
ÓRGANOS DE LA TUTELA.
Los artículos 454 y 455 de nuestro Código Civil, disponen “que la tutela se
desempeña por el tutor, con intervención del curador, del juez de lo familiar y del
Consejo Local de Tutelas, y que ningún incapaz puede tener a un mismo tiempo
mas de un tutor y un curador definitivos”.
Todos los individuos sujetos a tutela tendrán un curador, excepto en los casos de
expósitos o de huérfanos menores acogidos (articulo 618 del Código Civil).
Otro de los órganos de la tutela en nuestro derecho son los consejos locales de
tutela y los jueces de lo familiar.
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I. Formar y remitir a los jueces de lo familiar una lista de las
personas que por su aptitud legal y moral puedan
desempeñar la tutela para que de entre ellas se nombren
los tutores y curadores, en los casos en que estos
nombramientos correspondan al juez;
II. Velar porque los tutores cumplan sus deberes
especialmente en lo que se refiere a la educación de los
menores; dando aviso al juez de lo familiar de las faltas y
omisiones que notare; dando aviso al juez de lo familiar
de las faltas u omisiones que notare;
III. Avisar al juez de lo familiar cuando tenga conocimiento
que los bienes de un incapacitado están en peligro, a fin
de que dicte las medidas correspondientes;
IV. Investigar y poner en conocimiento del Juez de lo familiar,
que incapacitados carecen de tutor, con objeto de que
hagan los respectivos nombramientos;
V. Cuidar con especialidad de que los tutores cumplan las
obligaciones que les impone la fracción II del artículo 537,
y
VI. Vigilar el registro de tutelas a fin de que sea llevado en
debido orden. Los jueces de lo familiar son las
autoridades encargadas de intervenir en los asuntos
relativos a las cuestiones que afectan a la familia y por lo
tanto, a la tutela. Ejercen una sobre vigilancia sobre el
conjunto de los actos del tutor, para impedir, por medio de
disposiciones apropiadas, la trasgresión de sus deberes
(articulo 634 del Código Civil), además tiene la facultad de
deferir la tutela especial de los menores para comparecer
en juicio.
ESPECIES DE LA TUTELA.
a) Tutela testamentarias.
De conformidad con el articulo 461 de nuestro Código Civil, la tutela puede ser
testamentaria, legitima o dativa. La tutela testamentaria es la que se confiere en
testamento y tiene lugar, cuando el ascendiente que sobreviva, de los dos que en
cada grado deben ejercer la patria potestad, aunque fuere menor, nombra tutor en
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su testamento a aquellos sobre quienes la ejerza, incluyendo al hijo póstumo. Ese
nombramiento, excluye del ejercicio de la patria potestad a los ascendientes de
ulterior grado (artículos 470 y 471 del Código Civil).
c) Tutela legitima.
Tiene lugar cuando no hay quien ejerza la patria potestad, ni tutor testamentario, y
cuando deba nombrarse tutor en caso de divorcio. La ley llama al ejército de la
tutela, a determinadas personas para que representen al incapaz.
En cuanto se refiere a los menores, la ley llama a desempeñarla (articulo 483 del
Código Civil):
En relación a los demás incapacitados, la ley contempla los distintos casos en que
tiene lugar la tutela legítima y determina un orden en el llamamiento:
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siendo varios, el que le parezca al juez mas apto (articulo 487 y 488
del Código Civil);
c) El padre, y por muerte o incapacidad de este, la madre, son los
tutores legítimos de sus hijos, solteros o viudos, cuando ellos no
tengan hijos que pueden desempeñar la tutela, y
d) A falta de las personas anteriores, son llamadas sucesivamente a
desempeñar la tutela legitima, el abuelo paterno el materno, los
hermanos del incapacitado y los demás colaterales (artículos 489 y
490 del Código Civil). La ley coloca, además, bajo la tutela legitima de
la persona que corresponde a los hijos menores que el incapacitado
tuviere bajo su patria potestad (articulo 491 del Código Civil).
d) Tutela dativa.
Las notas que caracterizan la tutela dativa son las siguientes a) Que es subsidiaria
de la testamentaria y de la legitima; b) Que el tutor dativo es designado por el
menor si ha cumplido dieciséis años, confirmándose esta designado por el juez de
lo familiar, si no tiene justa causa para reprobarla. La designación la hace el propio
juez de lo familiar, si el menor no ha cumplido esa edad (artículos 496 y 497 del
Código Civil).
El artículo 499 del Código Civil dispone que: siempre será dativa la tutela para
asuntos judiciales del menor de edad emancipado.
La tutela dativa, se discierne aunque no tengan bienes los pupilos. En ese caso,
tiene por objeto el cuidado y la representación de la persona del menor en actos y
contratos; para que el pupilo reciba la educación que corresponda a su posibilidad
económica y a sus aptitudes.
El tutor será designado a petición del Consejo Local de Tutelas, del Ministerio
Público, del mismo tenor o de oficio por el juez de lo familiar (articulo 500 del
Código Civil). Tienen obligación de desempeñar ese cargo, las personas que
enumera el articulo 501 del propio Código o sean: la autoridad administrativa del
domicilio del menor; los profesores oficiales del lugar donde vive el menor, los
miembros de las juntas de beneficencia publica o privada que reciban sueldo del
Erario y los directores de establecimiento de beneficencia publica.
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EL TUTOR INTERNO
El Código Civil señala los siguientes casos en que tiene lugar el nombramiento de
tutor interino, a saber:
Así pues, la tutela interina puede ser especial, si se trata de uno o varios negocios
determinados (oposición de interés en juicio entre la mujer incapacitada y el marido
o entre el pupilo y el tutor) o general, si el nombramiento de tutor interino tiene
lugar en los casos en que el tutor definitivo se encuentra impedido temporalmente
para desempeñar todas las funciones que implica el ejercicio de la tutela.
Ya sea que se trate de que el tutor interino ejerza la tutela en uno o varios negocios
determinados (especial) o para desempeñar todas las funciones de la tutela
(general) el nombramiento y la terminación del cargo de tutor interno, no dependen
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de la incapacidad del pupilo, sino de las circunstancias que impiden al tutor
definitivo desempeñar el cargo.
La tutela interina tiene por objeto hacer frente a los casos de emergencia antes
señalados; a fin de que no se vea abandonado el interés del menor o incapacitado,
en los casos en que el tutor definitivo no puede o no debe, transitoriamente
representarlos.
Deferida la tutela, el tutor designado no puede aun realizar ninguno de los actos
que a su cargo competen; porque antes debe otorgar la caución a que se refiere al
artículo 519 del Código Civil (hipoteca, prenda o fianza), a satisfacción del juez de
lo familiar.
El discernimiento del cargo, es el acto judicial por medio del cual el juez de lo
familiar, después de comprobar que los intereses del menor o incapacitado quedan
debidamente asegurados con la caución otorgada por el tutor, lo inviste de los
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poderes de representación y gestión y de la potestad para le cuidado del menor,
que requerirá el ejercicio de la tutela. Solo después del discernimiento del cargo, el
tutor puede realizar los actos propios de la función de la tutela.
El tutor debe manifestar si acepta o no el cargo dentro de los cinco días que sigan
a la notificación de su nombramiento y debe prestar las garantías exigidas por la
ley para que se le discierna el cargo.
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La garantía debe comprender el importe de las rentas de los bienes en los dos
últimos años y los réditos de los capitales impuestos por el mismo tiempo; el valor
de los muebles e inmuebles; el producto de las fincas rusticas en dos años,
calculado por peritos o por el termino medio de un quinquenio a elección del juez;
el veinte por ciento del importe de las mercancías y demás efectos muebles,
calculados por los libros si están llevados en debida forma o a juicio de peritos, en
las negociaciones mercantiles o industriales (articulo 528 del Código Civil).
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importantísimos que da tales estados se derivan y segunda, dotar al juez de lo
familiar, al consejo de tutela y al ministerio Publico de un medio de control y
vigilancia de los actos realizados por el tutor y curador, a cuyo efecto dentro de los
ocho primeros días de cada año, procederá a examinar dicho registro y a tomar las
medidas que les autoriza el articulo 910 del mismo código.
EJERCICIO DE LA TUTELA.
El tutor debe cumplir las obligaciones y ejercer las facultades que la ley le otorga y
abstenerse de realizar los actos que expresamente se le prohíben.
Los deberes y facultades que tiene el tutor respecto a la persona del pupilo, son
aquellos necesarios para la guarda, cuidado y educación del pupilo.
La ley 16, Titulo XVI, Partida VI la cual dice; “Trabajar se debe al guardador de
fazer el mozo que touiere en guarda que aprenda buenas maneras, e desi deuele
facer aprender leer e escreuir, e depuse desde deuel poner que aprenda a use
aquel menester que mas le conviniere según su natura, e la riqueza e el poder que
huiere”
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oportunas para la seguridad, alivio y mejoría del incapacitado, previa la
autorización juridicial otorgada con audiencia del curador y si la adopción de las
medidas fuese urgente, pueden estas ser ejecutadas por el tutor, quien dará cuenta
inmediata al juez para obtener la aprobación (articulo 547 del Código Civil).
Además, el tutor deberá cumplir con sus obligaciones con estricta sujeción a las
disposiciones del testador, cuando se trata de tutela testamentaria, a no ser que el
juez de lo familiar oyendo al tutor y al curador, las estime dañosas a los menores,
en cuyo caso podrás dispensarlas o modificarlas (articulo 479 del Código Civil).
La fracción V del articulo 537 del código civil, dispone que el tutor esta obligado a
representar al incapacitado en juicio y fuera de el, en todos los actos civiles, con
excepción del matrimonio, del reconocimiento de hijos, del testamento y de otros
estrictamente personales.
A este respecto el tutor tiene la obligación, que no puede ser dispensaba, ni aun
por los que tiene derecho de nombrar tutor testamentario, de formar inventario
solemne y circunstanciado de cuanto constituya el patrimonio del incapacitado,
dentro del termino que el juez designe, que no podrá exceder de seis meses y que
deberá hacer con intervención del curador y del mismo incapacitado, si este goza
de discerniendo y ha cumplido dieciséis años (fracción III del articulo 537 y 538 del
Código Civil).
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El tutor es el administrador de los bienes del pupilo. Es necesario precisar las
facultades que al tutor se le confieren, consistentes en administrar el caudal de los
incapacitados, es decir delimitar el concepto de acto de administración, con
respecto a los actos de disposición, que generalmente le están prohibidos y los
cuales pueden realizar median licencia judicial.
1º Para fijar dentro del primer mes de ejercicio la cantidad que haya de invertirse en
gastos de alimentación y el número de los dependientes necesarios (articulo 554
del Código Civil).
2º Para enajenar y gravar los bienes inmuebles, sus derechos y los muebles
preciosos del pupilo (articulo 561 del Código Civil).
La venta de los bienes raíces del menor deberá hacerse en subasta publica, bajo la
sanción de nulidad (artículos 563 y 564 del Código Civil) y llenándose las
formalidades a que se refiere el capitulo III del Titulo 15 del Código de
Procedimientos Civiles.
6º Para hacerse pago el tutor de sus créditos contra el incapacitado (articulo 571
del Código Civil).
7º Para arrendar por más de cinco años los bienes del incapacitado (articulo 573
del Código Civil).
8º Para recibir dinero prestado a nombre del incapacitado (articulo 575 del Código
Civil).
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2. Contraer matrimonio con el pupilo a no ser que obtenga dispensa, la
que no se le concederá por el Presidente Municipal respectivo sino
cuando hayan sido aprobadas las cuentas de la tutela. La prohibición
comprende al curador y a los descendientes de este y del tutor
(articulo 559 del Código Civil)
Si lo hiciere, además de la nulidad del contrato, el acto será suficiente causa para
que se le remueva del cargo (articulo 569 del Código Civil).
Solo cesa esta prohibición, en caso de que el tutor o sus parientes sean
coherederos participes o socios del incapacitado (articulo 570 del Código Civil).
EXTINCIÓN DE LA TUTELA.
La tutela se extingue:
I. Por la muerte del pupilo o porque desaparezca su incapacidad;
II. Cuando el incapacitado, sujeto a tutela entre a la patria potestad por
reconocimiento o por adopción;
III. Por maltrato inferido a los menores o incapacitados. Para el caso de la
última fracción, los jueces tienen facultad de tomar las medidas
necesarias para impedir que el pupilo sea maltratado por el tutor. Tales
medidas se tomarán a instancia de quien acredite interés legítimo de
parentesco o del Ministerio Público en todo caso.
El tutor, concluida la tutela, está obligado a entregar todos los bienes del
incapacitado y todos los documentos que le pertenezcan, conforme al balance que
se hubiere presentado en la última cuenta aprobada.
La obligación de entregar los bienes no se suspende por estar pendiente la
rendición de cuentas. La entrega debe ser hecha durante el mes siguiente a la
terminación de la tutela, cuando los bienes sean muy cuantiosos o estuvieren
ubicados en diversos lugares, el juez puede fijar un término prudente para su
conclusión, pero, en todo caso, deberá comenzarse en el plazo antes señalado.
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Patria potestad. Conjunto de derechos que la Ley otorga a los padres y demás
ascendientes sobre los hijos no emancipados para el cumplimiento de los deberes
de crianza y educación a que están obligados, mientras que la tutela es dar
protección social a los débiles y un medio de defensa de los menores y de los
demás individuos incapaces no sujetos a la autoridad paterna, o que están
abandonados o son maltratados.
CURATELA
ADOPCIÓN
Por adopción; se entiende cuando una persona mayor de veinticinco años, por
propia declaración de voluntad y previa la aprobación judicial, crea un vínculo de
filiación con un menor de edad o un incapacitado. La adopción crea una relación de
paternidad respecto de un extraño, donde la naturaleza no lo ha establecido,
aunque el vínculo jurídico queda establecido exclusivamente entre el adoptante y el
adoptado, permaneciendo este último extraño a la familia del adoptante.
Con base en lo anterior podemos decir que la curatela es una medida que la ley
impone a los mayores de edad que no pueden valerse por si mismos o tener pleno
control sobre sus bienes. La adopción es cuando una persona mayor de 25 años
adopta a un menor de edad creando un vínculo de parentesco.
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