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POBLACIÓN WAYUU

Según los censos realizados, la población Wayuú está constituida por 144.003 personas que
representan el 20.5% de la población indígena nacional (DNP-INCORA, 1997), y
constituyen el 48 % de la población de la Península de la Guajira. Ocupan un área de
1.080.336 hectáreas localizadas en el resguardo de la Alta y Media Guajira y ocho
resguardos más ubicados en el sur del departamento y la reserva de Carraipía.

Los Wayú no se distribuyen de manera uniforme en su territorio tradicional. La densidad de


población en los alrededores de Nazareth, por ejemplo, es mayor que en las otras áreas de la
península. Otras zonas de alta densidad de población guajira están ubicadas en los
alrededores de Uribia, la Serranía de Jala'ala y en las sabanas de Wopu'müin, en los
municipios de Maicao y Manaure.

La distribución demográfica de los Wayú en la península está íntimamente relacionada con


los cambios estacionales; durante la estación seca muchos Wayú buscan trabajo en
Maracaibo o en otras ciudades o pueblos, pero cuando llegan las lluvias un gran número de
ellos retorna a sus casas.

Los Wayú se refieren así mismos simplemente como wayú. Usan el término Kusina para
denominar a otros grupos indígenas y el término Alijuna para designar al blanco y, más
generalmente, a toda persona que no sea Wayú. Los indígenas rechazan la interpretación de
Wayú como indio. Prefieren traducir Wayú por persona o gente, mientras traducen Alijuna
como "civilizado" y Kusina como indio.¨ (Vergara, 1987).

LENGUAJE WAYUU

La familia lingüística de la lengua Wayuú es la Arawak. Esta lengua presenta algunas


diferencias dialectales dependiendo de la zona de habitación (alta, media o baja Guajira),
pero son mínimas. Un buen número de Wayú, sobre todo los jóvenes entiende el español y
lo habla con holgura, pero su lengua materna sigue representando para ellos un factor
importante de identidad étnica y cultural.

HISTORIA WAYUU

Hasta el momento no existe consenso entre los investigadores sobre el panorama de la


península de la Guajira en tiempos prehispánicos. A partir de las crónicas y documentos
coloniales es claro que para principios del siglo XVI, convivían allí varios grupos étnicos
diferenciados, denominados posteriormente como “guajiros“. Una vez establecidos los
europeos, los indígenas de la región adoptaron el pastoralismo como forma de vida e
iniciaron un largo proceso de resistencia contra los intentos de reducción por parte de la
corona.

Desde este período, los “guajiros“ establecieron lazos comerciales y culturales con la
sociedad mayoritaria, tal como lo han hecho a través de su historia. En el siglo XX se han
visto afectados por la explotación petrolera del lago de Maracaibo y por la apertura de la
mina de carbón El Cerrejón y de su puerto en la Alta Guajira, a mediados de los años
ochenta.

CULTURA WAYUU

El sistema de representación de este pueblo integra una serie de deidades importantes en su


universo mítico. La figura central es Maleiwa, dios creador de los Wayú y fundador de la
sociedad. También están Pulowi y Juyá, esposos asociados a la generación de la vida.
Pulowi, la mujer, se asocia a la sequía y los vientos, y algunos lugares que habita. Juyá, su
esposo, es un errante que caza y mata. Wanülü representa el mal de la enfermedad o la
muerte.

Entre los Wayú, el nacimiento de un niño ocurre en la casa, asistido por la madre de la
mujer o una pariente próxima. Mientras la supervivencia del niño no sea segura, los
miembros de su familia se alimentan con una dieta estrictamente reducida.

¨No se destaca la pubertad en los varones, pero las niñas están sometidas a un severo rito de
paso. Cuando la muchacha empieza a menstruar, es sometida a un período de reclusión, al
término del cual se ha convertido en mujer equipada para casarse. Durante el inicio de esta
reclusión, la joven es completa o parcialmente rapada y luego instalada en una hamaca
colgada cerca del techo de la casa. Durante los días siguientes es cuidada con alimentos
vegetales especiales, llamados jaguapi, y observa una dieta rigurosa. En ese tiempo la
bañan con frecuencia y la instruyen en las tareas femeninas, tejido, hilado, le imparten
conocimientos sobre los procesos tradicionales de control natal, embarazo y quizás algunas
técnicas eróticas.

Los Wayú, no concluyen el ciclo de vida con la muerte, ya que la gente continúa
relacionada con los huesos del difunto. Los entierros son acontecimientos importantes en
los que los parientes del muerto actúan determinada manera. Esta relación con los muertos
tiene su contrapartida en su sentido de pertenencia e identidad, en su noción misma del
territorio, pues como lo afirma Rosario Epieyú, ¨ los wayuú son de donde son sus muertos
". Los entierros se hacen en dos etapas: primero se sepulta el cadáver con algunas
pertenencias y luego, dos años después, se hace una exhumación del cuerpo, se incinera y
se sepulta nuevamente en el cementerio clánico, dentro de ollas de barro o tumbas de
cemento.

VIVIENDA WAYUU

Los wayuu no viven en asentamientos estables, es frecuente que las familias se trasladen a
residir temporalmente a otro lugar cuando se agota el pasto para sus animales o cuando
deben cumplir un compromiso social. Tradicionalmente se organizan en cinco o seis
viviendas ubicadas de forma dispersa con distancias de varios minutos de camino,
conformando una ranchería o caserío.

La casa es de forma rectangular, dividida en dos habitaciones con techos en los que se
cuelgan las hamacas para dormir y las mochilas. Junto a la casa se ubica la cocina, la cual
carece de techo y es encerrada en plantas de cactus para protegerla del viento y la arena.
Además, se encuentra, aparte de la casa, una enramada techada y sin paredes en donde se
realizan las actividades diurnas y sociales. Cuentan también con un corral para los
animales, bovinos y caprinos.

ORGANIZACIÓN SOCIOPOLÍTICA WAYUU

La organización social wayuu se sustenta en clanes definidos por línea materna, dispersos y
no corporativos. Los miembros de un clan comparten una misma condición social y un
ancestro común. Existen veintidós clanes entre los que se destacan los Epieyú, Uriana
oUliana, Iguana o Lipuana, Pushaina, Epinayu, Jusayu, Arpushana, Jarariyu, Wouriyu,
Urariyu, Sapuana, Jinnu, Sijona, Pausayu, Uchayaru, Uriyu, Warpushana, Worworiyu,
Pipishana y Toctouyu. El mayor porcentaje de población se encuentra en los clanes Epieyu
con el 20,8%, Uriana con el 17,1% eI puana con el 16,2%.

El parentesco de esta etnia se encuentra ligado a la sucesión y la herencia de acuerdo a la


cual el sobrino materno mayor está destinado a suceder a su tío y a heredar sus bienes. El
tío materno asume muchas de las funciones socioeconómicas del padre. El matrimonio se
realiza preferencialmente entre miembros del mismo clan. Un hombre puede tener varias
esposas siestá en capacidad de pagar la dote a los parientes de la novia y mantenerla a ella y
a sus hijas. Es la mujer quien regula elementos fundamentales del grupo, ya que la dote
afianza el sistema de filiación matriarcal.

En cada asentamiento hay un hombre mayor que ejerce la autoridad, administra los bienes
colectivos y dirige las labores cotidianas. Así mismo, a nivel del linaje, existe un hombre
que lo representa y dirige. En el ordenamiento jurídico de los wayuu, cuando se produce un
agravio contra una persona es la familia a quien se ofende. Cuando esto ocurre, los
afectados recurren al “palabrero“ -pütchipü-, mediador y conocedor de las leyes internas,
para que intente buscar un acuerdo equitativo entre las partes. Existen varios tipos de
palabreros.

ECONOMÍA WAYUU

Las lluvias escasas y los pozos subterráneos son el determinante ecológico que condiciona
su subsistencia y poblamiento. Se dedican principalmente a la cría de ganado caprino, el
cual vincula el mayor número de personas al pastoreo. Además realizan actividades de
pesca en toda la zona costera, explotan salen Manaure y producen artesanías. La huerta
familiar es de una hectárea aproximadamente y es propiedad de un varón, quien asigna
partes del terreno a cada hijo para los cultivos de maíz, fríjol, yuca, ahuyama, pepino,
melón y patilla. El trabajo asalariado y el contrabando hacen parte importante de sus
actividades económicas.

Otra fuente de subsistencia ha sido la explotación de la sal en Manaure. Esta ha sido


realizada por los Wayú desde antes de la llegada de los españoles. Sin embargo en 1968
fueron asignadas para su administración al Instituto de Fomento Industrial (IFI), lo que
generó conflictos y tensiones sociales. Actualmente la explotación de la sal se hace de
manera mecanizada o artesanal en esta última participa principalmente el indígena Guajiro
utilizando "charcas" de las que saca dos cosechas anuales.

Tomado de: http://www.todacolombia.com/etnias/gruposindigenas/wayuu.html

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