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Richard L. Pratt
El reino de Dios (tambin llamado reino de los cielos, el reino
de Cristo, el reino del Seor, el reino, etc.) subyace en la
enseanza de toda la Biblia. La Escritura revela a Dios usando un
nmero de metforas, pero la imagen principal la cual los
escritores bblicos usaron para Dios fue la de un Rey divino (Por
ej. 1 Samuel 8.7). Junto a la conviccin bsica que Dios es el Rey
supremo est la creencia que l reina sobre la creacin como su
reino (Sal. 47.1-9; 83.18; Dan. 4.25-26: 5.21). Entonces, en este
sentido general, Dios siempre ha sido el reinante Rey soberano
quien gobierna en el cielo sobre todas las cosas (Sal. 103.19, 113.5;
Mat.5.34, Efe. 1.20, Col. 1.16, Heb. 12.2, Apoc. 7.15).
El concepto bblico del reino de Dios ocasionalmente tambin
toma un sentido especial. Jess describi este sentido ms
estrecho del reino de esta manera: venga tu reino, hgase tu
voluntad en la tierra como en el cielo. (Mateo 6.10). La santidad y
la gloria de Dios en su trono celestial son tan abrumadoras que
todas las criaturas all le dan honor con un servicio voluntario
incondicional. Sin embargo, en la tierra las criaturas se rebelan y
rechazan reconocer a Dios como Rey, y los reinos del mal se
levantan para oponerse al reino de Dios. La esperanza que las
Escrituras presentan de tapa a tapa es que esta disparidad entre la
corte del trono celestial y la tierra un da sern eliminados (1 Cro.
16.31). Dios juzgar al malvado y traer a la humanidad redimida a
una nueva creacin (Isa. 65, Zac. 14). Cuando esta transformacin
estaba cerca (Mateo 3.2, 4.17, Mar. 1.15). Pero al contrario de las
expectativas de los judos, Jess y sus apstoles explicaron que el
reino del mundo entero de Dios no vendra inmediatamente en
toda su plenitud. En lugar de eso, Cristo inaugur la etapa final del
reino en su ministerio terrenal (Mat. 2.2, 4.23, 9.35, 27.11, Mar.
15.2, Luc. 16.16, 23.3, Juan 18.37). Esto contina hoy en la iglesia
(Mat. 24.14, Rom. 14.16-17, 1 Cor. 4.19-20, Col. 4.11), pero este se
completar finalmente cuando Cristo regrese en gloria (1 Cor.
15.50-58, Apoc. 11.5).
Cuando ese da llegue finalmente, ser hecha la voluntad de Dios
en la tierra como en el cielo.
Un estudio de las referencias bblicas y la siguiente ilustracin
pueden ayudarte al entendimiento de esta importante doctrina.
1. Significado amplio: Salmo 103.19, 113.5, Mateo 5.34, Efe.
1.20, Col. 1.16, Heb. 12.2, Apoc. 7.15
2. Significado estrecho: 1 Cro. 16.31, Sal. 97.1-2, Mat. 6.10.
3. Inauguracin: Mateo 2.2, 4.23, 9.35, 27.11, Mar. 15.2, Luc.
16.16, 23.3, Juan 18.37.
4. Continuacin: Mat. 24.14, Rom. 14.16-17, 1 Cor. 4.19-20, Col.
4.11
5. Consumacin: 1 Cor. 15.50-58, Apoc. 11.5
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