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La creciente evidencia de la relación entre estas dos enfermedades pueden tener graves
consecuencias para la salud pública, debido a la alta prevalencia de ambas condiciones.
Madrid, 11 de enero de 2010.- En los últimos diez años han surgido una gran cantidad
de evidencias procedentes de estudios epidemiológicos que demuestran una posible
asociación entre la enfermedad periodontal (EP) y la enfermedad cardiovascular (ECV).
Según un reciente análisis realizado por expertos del panorama nacional e internacional,
se resalta la necesidad de estudios de intervención que confirmen la asociación entre
ambas enfermedades, sin embargo debido a la alta prevalencia de las enfermedades
periodontales, aunque la asociación sea pequeña, puede tener importantes implicaciones
en salud pública.
Si bien la EP se define por la destrucción crónica de los tejidos que rodean y sujetan a los
dientes en los maxilares y cuyo resultado final es la pérdida de los dientes, la progresión
de la enfermedad consiste en un proceso inflamatorio crónico de los tejidos periodontales
de causa infecciosa que conduce así mismo a una inflamación sistémica.
Es preciso utilizar técnicas de diagnóstico microbiano, que no sólo evalúen la presencia o
ausencia de bacterias, sino la carga de patógenos específicos que permita relacionar la
cantidad de estas bacterias en la boca, con su exposición sistémica y con el consecuente
proceso inflamatorio sistémico.
Por su parte, las ECV están estrechamente relacionadas a la formación de placas de
ateroma que obstruyen las paredes de las arterias. La formación de dichas placas se ha
relacionado recientemente con la inflamación sistémica y ésta sería el vínculo entre
periodontitis y ateroesclerosis.
Hipótesis relacionadas
Existe un consenso entre los expertos que la posible relación entre las bacterias
residentes en las bolsas periodontales y la formación de placas de ateroma sería más por
la influencia de la inflamación sistémica que por la posible translocación de las bacterias
por la sangre e infiltración de las paredes vasculares. Aunque ambas vías están
relacionadas entre sí, puesto que no existe inflamación sistémica si no hay una
exposición sistémica de las bacterias.
Este taller de expertos ha sido posible por una subvención educativa de Colgate-
Palmolive.