lunes, 13 de noviembre de 2000/ la voz de la escuela
>LA NOTICIA
La contemplación de
los flashes del Iridium
Un nuevo espectáculo en el cielo
Desde hace dos años los cerca
de noventa satélites del sistema
de telefonía global Iridium han pro-
porcionado a los aficionados a la as-
tronomía uno de los espectáculos
más sorprendentes del firmamento,
los llamados flashes de Iridium. Se
trata de destellos que duran entre
4 y 20 segundos y llegan a superar
el brillo de las estrellas más brillantes,
por lo que a veces se los confunde
con bólidos o estrellas fugaces de
gran intensidad. Los flashes tie-
nen lugar cuando el Sol se refleja
en las antenas de aluminio reflec-
tante de alguno de estos satélites,
cuyo tamaño no supera el de un co-
El fenómeno puede
contemplarse hoy, a simple
vista, dos minutos después de
las 8 de la tarde (ver
miscelánea)
che mediano. El fenómeno es más
llamativo justo antes del amanecer
o inmediatamente después del oca-
so, cuando en la Tierra reina una
cierta oscuridad pero el Sol alcan-
za de lleno estos objetos que vuelan
a cerca de 800 km de altura. En
realidad se trata del mismo fenó-
meno que en las horas crepuscula-
res intensifica el brillo aparente
de los aviones y hace que las nu-
bes se tiñan de intensos colores.
Los satélites Iridium están someti-
dos a un control tan estricto que es
posible determinar con enorme exac-
titud el instante y posición de los
destellos (http://www.heavens-abo-
ve.com). Por desgracia, el escaso éxi-
to comercial de la empresa que ges-
tiona esta red ha puesto en peligro
NOMBRE PROPIO
Robert Goddard
Cuando todavía era un niño Robert
Goddard se divertía construyendo pe-
queños cohetes de pólvora, afición que
asombraba a su familia tanto como preo-
cupaba a los vecinos. Tras doctorarse en
física obtuvo una plaza de profesor en
Imágenes de la Estación Espacial Internacional,
fotografía del rastro de un satélite Iridium e
ilustración de su órbita
la continuidad del proyecto, y es po-
sible que a lo largo de los próximos
años estos satélites comiencen a ca-
er hacia la Tierra y se estrellen, pre-
visiblemente, en las vastas regio-
nes oceánicas del hemisferio Sur.
> Marcos Pérez
patricia@casaciencias.org
una de las universi-
dades más prestigio-
sas de los Estados
Unidos, pero pronto
abandonó la carrera
académica y regresó a su pueblo con la
intención de profundizar en sus experi-
mentos con proyectiles. En 1923 pre-
sentó un sistema de guiado y un nuevo
motor para cohetes alimentado por com-
bustible líquido. Su trabajo no despertó
demasiado interés en los medios científi-
cos de la época, y si pudo continuar sus
investigaciones fue gracias al esporádico
apoyo de algún mecenas. Durante la Se-
gunda Guerra Mundial, mientras los ale-
ciencia< > 7
MISCELÁNEA
A simple vista
Sin necesidad de ins-
trumentos podemos ver
varias docenas de los casi
cuatro mil satélites artifi-
ciales que en este momento
NASA
orbitan alrededor de nues-
tro planeta. Un observador
situado en las cercanías de
A Coruña podrá disfrutar es-
ta misma noche de un fogo-
nazo del satélite Iridium 37,
el paso de la MIR y, casi al
amanecer, el brillo de la
Estación Espacial Interna-
cional (ISS).
— MIR: entre 19:30 y
19:32 saliendo por el NW
y ascendiendo hacia el NE
— IRIDIUM: a las 20:02
a unos 43 grados sobre el
horizonte en el NE
— ISS: entre 07:47 y
07:53 saliendo por el SW
y ascendiendo hacia el NE
NOMBRE COMÚN
Satélite
Los satélites son cuerpos
menores que orbitan al-
rededor del los planetas del
Sistema Solar. Marte tiene
dos y los planetas gigantes
como Júpiter y Saturno pose-
en varias docenas cada uno.
En los últimos años el único
satélite natural de nuestro
planeta, la Luna, ha comen-
zado a recibir la compañía
de miles de satélites artifi-
ciales. Entre los más conoci-
dos figuran el telescopio es-
pacial Hubble o el Meteosat
que realizan misiones cientí-
ficas. Otros hacen posible
que veamos en directo el fes-
tival de Eurovisión o las
Olimpiadas y algunos son
operados con fines militares.
manes recurrían a sus descubrimientos
para construir las bombas volantes V1 y
V2, Goddard proseguía con sus trabajos
en el desierto ante la indiferencia de las
autoridades de su país. A su muerte, en
1945, nadie podía imaginar que la histo-
ria acabaría por convertirle en el padre
de la era espacial.