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Fuego de Dios

El deseo más grande de nuestro Dios y Padre siempre ha sido darse a


conocer a sus criaturas, en la palabra de Dios vemos innumerables
momentos en los que Dios se manifiesta, y lo hace de muchas formas
muy diferentes unas de las otras, pero la manera en la que vemos las
mayores manifestaciones de su poder y gloria es a través del fuego,
nuestro Dios es un Dios de fuego y ese fuego tiene el poder de
destruir todas las obras del diablo, entonces a través de esta obra
inspirada por el Espíritu Santo, vamos a continuación a meternos en
el fuego de Dios:
1. Llamamiento de Moisés: “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro
su suegro, sacerdote de Madian, llevó las ovejas a través del desierto, y
llegó hasta Oreb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en
una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza
ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: iré yo
ahora y veré esta grande visión, porque causa la zarza no se quema.
Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y
dijo: ¡Moisés, Moisés! Y el respondió heme aquí. Y dijo: no te acerques;
quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tu estás, tierra santa
es.”
Esta es la primera vez que Dios habla con Moisés, el podría
simplemente haberle hablado como lo hizo con Abraham pero él quiso
mostrarle su poder, y para esto tomó algo insignificante como una
zarza, que según se dice era una especie de acacia llamada también
“espina de Egipto”, que es un arbusto seco, espinoso, con hojas
lobuladas y flores blancas, que en su tamaño más grande puede
alcanzar los 4 metros, yo creo que este es el motivo por el que Moisés
lo pudo ver desde abajo del Sinai, y esto llamó su atención, no
olvidemos que Moisés había sido criado en Egipto y enseñado en
ciencias, artes, matemáticas, y hasta artes mágicas, el había visto
hasta ese entonces muchas cosas interesantes, pero estoy seguro
que la zarza ardiendo en fuego que no se consumía sobrepasaba toda
su imaginación, por lo que Moisés tomó la sabia decisión de
investigar. Después de esta experiencia la vida de Moisés nunca más
fue la misma, él subió al monte como un pobre pastor de las ovejas
de su tío y descendió como el libertador de Israel, yo estoy
completamente seguro que ese fuego que vio Moisés en aquella zarza
entró en él, porque ciertamente el Espíritu de Dios era el causante de
esa grande manifestación, para entender mejor lo dicho, tenemos que
entender que Moisés había huido de Egipto por matar a un soldado
egipcio, y ahora Dios lo llamaba y lo enviaba de regreso a esta tierra,
no para pedir perdón por lo que hizo, sino a enfrentar al hombre más
poderoso del mundo en aquel entonces “el faraón”, quien
ciertamente odiaba a muerte a Moisés porque este en algún
momento habría sido el principal candidato para ser el faraón en su
lugar, entonces Moisés tenia que enfrentar los cargos de asesinato, al
faraón que lo odiaba y tenia que convencer a su pueblo que Dios se le
había aparecido y lo estaba enviando como su libertador, por esto

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era necesario que Moisés no solamente tuviese valor, sino que este
lleno del fuego de Dios, no olvidemos que estamos hablando de una
guerra no solo por la liberación física de Israel sino también espiritual,
porque este pueblo hasta aquel entonces vivía oprimido, humillado y
encadenado al gobierno faraónico.
Ahora esta no seria la única vez que Moisés experimentaría la gloria
de Dios en fuego; Después que cayeron las diez plagas sobre Egipto
que trajeron como resultado que Faraón dejase salir al Pueblo de
Israel, en el desierto Dios se les manifestó en una columna de fuego,
pero esta vez para guiarlos, porque el fuego de Dios también cumple
este propósito.
“Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para
guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para
alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. Nunca se apartó
de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna
de fuego.” Éxodo 13:21,22
Cuando una persona se entrega a Cristo y recibe la unción de su
Espíritu Santo, es como si de un momento a otro se le abrieran los
ojos, y pasara de las tinieblas a la luz, es decir, ahora la luz del fuego
de Dios alumbra sus caminos de día y de noche, no olvidemos que el
desierto es un lugar de climas extremos: de día el calor es mayor a 40
grados y de noche es bajo cero, entonces de día la nube también los
cubría del ardiente sol y de noche la columna de fuego también les
producía calor.
Muchas veces cuando estamos expuestos a la ministración del
Espíritu Santo llegamos a sentir un calor agradable, que simplemente
nos enciende y nos lleva a alabar a Dios y cuanto más lo alabamos
más nos encendemos, ese fuego también nos llena de gozo y nos
fortalece.
Lo que leemos en la Biblia es una ilustración literal de lo que vivimos
hoy en el ámbito Espiritual.
2. El bautismo en fuego
Dios se manifiesta hoy a través del fuego de su Espíritu Santo, por
eso la Biblia dice: “Yo a la verdad os bautizo en agua para
arrepentimiento; pero él que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno
de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizara en Espíritu Santo y
fuego.” (Mateo 3:11), entonces este es el otro bautismo, el bautismo en
fuego y para entenderlo vamos a tomar el siguiente ejemplo:
“Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e
iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de
ellos se apartó y se puso a sus espaldas, e iba entre el campamento de
Israel; y era nube y tinieblas para aquellos, y alumbraba a Israel de noche,
y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.” Éxodo
14:19,20
Ese es un ejemplo literal del bautismo en fuego, que es el momento
en el cual el cristiano bautizado en el Espíritu Santo debe pasar por
diversos momentos difíciles o pruebas, pero esas pruebas solamente
las vencerá siguiendo el camino que deja el fuego de Dios, es decir en
este momento es probada básicamente nuestra fe, en este momento
nuestros enemigos nos van a perseguir y lo único que debemos hacer

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es seguir caminando, pero guiados por la unción de Dios: mire lo que
dijo Pedro: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco
de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
para que sometida a prueba nuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el
cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza,
gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. 1 Pedro1:6,7
Este es el bautismo en fuego en el que todo cristiano bautizado en el
Espíritu Santo debe pasar, una y otra vez cuantas veces sea
necesario, esta es la forma que estableció Dios para bendecirnos
porque somos el resultado de nuestra fe porque “sin fe es imposible
agradar a Dios”, entonces es ahí donde el Espíritu Santo va a trabajar
en nosotros.
Así pasando por el fuego de la persecución, pero guiados por la
columna de fuego del Espíritu Santo Israel pudo pasar el mar rojo, y
otra cosa que debemos entender es que para Israel la columna de
fuego era luz, pero para Egipto ese mismo fuego era tinieblas y
destrucción.
Por eso es importante saber que el fuego de Dios va a venir siempre a
nuestra vida, pero para que este nos bendiga es necesario que
estemos en santidad y obediencia a la palabra de Dios.
3. Cuidado con lo que le presentamos al Señor: La palabra de
Dios nos enseña que la manifestación del fuego de Dios se daba
también como respuesta a las ofrendas y sacrificios que eran
presentados por los sacerdotes de Dios, y esta respuesta muchas
veces era inmediata. Un sacerdote es aquel que ministra a Dios
ofrendas y sacrificios continuos, y nosotros los que hemos recibido a
Cristo en nuestro corazón hemos sido elegidos “reyes y sacerdotes
para Dios” (Apocalipsis 1:6), lo que esto significa es que diariamente
estamos presentando ofrendas a Dios, y para entender mejor este
asunto vamos a la palabra en el libro de Levítico 10:1,2 “Nadab y
Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos
fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová
fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de
Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová”, en esta historia
vemos que el fuego de Dios se manifestó, pero no para guiar,
tampoco para mostrar su gloria, sino para destruir a estos hijos del
sacerdote Aarón que quisieron jugar con Dios; cuando leo esta
historia pienso en cuanta gente hay en las iglesias, y hasta en los
pulpitos que ya hace rato no son ni escombros de lo que eran antes,
cuantos pastores hay que tiempo atrás caminaban en el fuego del
Espíritu Santo, tenían muchísimos dones y talentos, pero hoy ya no
son ni la sombra de lo que eran un tiempo atrás, el motivo es el
mismo que consumió a Nadab y Abiú, se han presentado ante Dios
con fuego extraño (orgullo, idolatría, pecados ocultos, codicias, etc.),
usted dirá que esto sucedió en el Antiguo Testamento en la era de
Moisés y que ahora Dios ya no consume a nadie con fuego, pero yo le
traigo otra historia: “Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su
mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su
mujer; y trayendo solo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y
dijo Pedro: Ananias, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que

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mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? Y vendida, ¿no estaba en tu poder?
¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres sino
a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor
sobre todos los que le oyeron.” (Hechos 5:1,5), sucedió con esta pareja
de creyentes en el tiempo de los apóstoles y la iglesia primitiva
exactamente lo mismo que les paso a los dos sacerdotes hijos de
Aarón, es decir Dios no cambio, el nunca cambiará, con él no se
juega.
Hay muchísima gente que están en las iglesias hace mucho tiempo
presentándole a Dios lo peor, todo lo hacen por costumbre y por
compromiso, y hace ya mucho tiempo que han perdido su primer
amor, Dios nos ama, pero no se agrada de que se burlen de su amor,
si el dio a su hijo precioso, de quien nunca se separó, y lo envió a la
tierra para ser humillado y muerto en nuestro lugar no cree usted que
él espera lo mejor de nosotros.
4. Elías, El profeta de fuego: es imposible hablar de un Dios de
fuego sin mencionar al profeta Elías, este gran siervo de Dios
apareció al principio del reinado de Acab, el sucesor de Omri. Acab
recibió el reino dividido y destruido por su padre, pues dice la palabra
que Omri hizo peor que todos los que habían reinado antes que él,
pero Acab lo superó porque tomó por mujer a la bruja Jezabel, quien
lo llevó a servir a baal a quien le hizo altar y templo en Samaria,
adoró también a Asera.
Esta mujer Jezabel no se conformó con esto también mandó matar a
todos los profetas de Dios en aquel entonces, pero no pudo con Elías
que era un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo.
En aquel tiempo el pueblo estaba entregado al culto a baal, y también
adoraban a Dios, por lo que el corazón del pueblo estaba dividido,
ahora el problema era que no había quien tuviera el poder de
demostrar al pueblo que solo había un Dios poderoso, es ahí donde
interviene Elías: “Y acercadote Elías a todo el pueblo, dijo: ¿hasta
cuando claudicareis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es
Dios, seguidle; y si Baal, ID en por de él. Y el pueblo no respondió
palabra. Y Elías volvió a decir al pueblo: solo yo he quedado profeta de
Jehová; más de los profetas de baal hay 450 hombres. Dénsenos, pues,
dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y póngalo sobre
la leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo
pondré sobre la leña, y ningún fuego pondré debajo. Invocad luego
vosotros el fuego de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová;
y el Dios que respondiere por medio de fuego, ese sea Dios, y todo el
pueblo respondió diciendo: Bien dicho. Entonces Elías dijo a los profetas
de baal: escogeos un buey, y preparadlo vosotros primero, pues sois los
más; e invocad el nombre de vuestros dioses, mas no pongáis fuego
debajo. Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e
invocaron el nombre de baal desde la mañana hasta el mediodía,
diciendo: ¡baal, respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese;
entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho. Y
aconteció que al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad
en alta voz, porque dios es; quizá esta meditando, o tiene algún trabajo, o

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va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle. Y ellos clamaban a
grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su
costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos. Paso el mediodía, y ellos
siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio,
pero no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni quien escuchase.” 1
Reyes 18:20,29, los profetas de baal ignoraban que ese dios en quien
ellos habían puesto su confianza era una simple estatua, que nunca
les iba a contestar, es importante entender que estos profetas eran
practicantes de la magia, como lo hay en los días de hoy muchos
brujos que a través de los demonios logran hacer diversos trucos, hay
unos que hasta “sanan”, pero nunca logran sus cometidos, entonces
estos profetas de baal tenían un tremendo reto para su dios (que
descienda fuego del cielo), pero Dios no se lo permitió, y ni aun
hablar , entonces entendemos que todo lo que vemos como milagro
hecho por cualquier persona, sucede con el debido permiso de Dios,
con un determinado propósito que él sabe.
Ahora era la oportunidad del Dios de Elías: “Entonces dijo Elías a todo
el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y arregló el altar
de Jehová que estaba arruinado. Y tomando Elías doce piedras, conforme
al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada
palabra de Jehová diciendo: Israel será tu nombre, edificó con las piedras
un altar en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del
altar, en que cupieran dos medidas de grano. Preparó luego la leña, y
cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña. Y dijo: Llenad cuatro
cantaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y
dijo: hacedlo otra vez y otra vez lo hicieron. Dijo aun: hacedlo la tercera
vez; y lo hicieron la tercera vez, de manera que agua corría alrededor del
altar, y también se había llenado la zanja. Cuando llegó la hora de
ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de
Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en
Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas
estas cosas. Respóndeme Jehová, respóndeme, para que conozca este
pueblo que tú, OH Jehová eres Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de
ellos. Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña,
las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.
Viéndolo todo el pueblo se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios,
Jehová es el Dios! Entonces Elías les dijo: prended a los profetas de baal,
para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al
arroyo de Cisón.” Reyes 18:30,40
Es imposible que Dios derrame fuego sobre una persona, iglesia o
nación, si primero no se ha arreglado el altar, porque sobre el altar es
que se coloca el sacrificio, hoy en día ese altar es el corazón de las
personas que quieren ver la gloria de Dios. Hay mucha gente que ha
tenido visiones, revelaciones y otras experiencias con Dios, pero si no
se ha arreglado el corazón Dios no puede bendecir a estas personas,
Dios no tiene comunión con el pecado es por eso que no puede hacer
mucho en la vida de personas que están en esta condición, porque
como venceremos al diablo si lo estamos “sirviendo”, tampoco
debemos ser inestables en nuestra fe, es decir, si queremos un
avivamiento tenemos que quererlo y perseguirlo sin desmayar.

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Vemos también que Elías esperó hasta la hora del sacrificio, esto nos
refiere que si bien es cierto Dios promete respaldarnos con su fuego,
hay un proceso a seguir, no es de cualquier manera, hay un tiempo
especial en el que Dios se va a manifestar, pero hay que ser
entendidos en los tiempos de Dios, y esto solo se logra a través de
una comunión intima con el Espíritu Santo consultando
continuamente cada paso a seguir, y por ultimo es importante que
Elías no se conformo con poner el buey, también derramo 3 cantaros
grandes de agua, es decir desafió no solo a los profetas de baal, sino
a Dios, cuanta más agua más fuego, es decir la oración y ayunos no
son suficientes para ver fuego de Dios en nuestros días, es necesario
desafiar al diablo en su terreno, haciendo cosas que a los ojos
humanos no son posibles, pero no solos, porque Elías convoco al
pueblo, así también nosotros que queremos ver el avivamiento
debemos convocar a otros hermanos y iglesias, debemos predicar con
fuego que nuestro Dios Salva y Sana.
5. El horno de fuego del diablo: así como existe el fuego de Dios,
también existe el fuego del diablo, y este fuego lo encontramos en las
pruebas, la Biblia dice que “cuando pases por el fuego no te quemarás”
es decir, el fuego de la prueba. Ese es un fuego que muchas de las
veces es atizado por el diablo, como les sucedió a Sadrac, Mesac y
Abid-Nego en el tiempo del profeta Daniel, estos tres valientes judíos
vivieron en el reinado de Nabucodonosor, quien se levantó una
imagen y obligó que al sonido de los instrumentos musicales todos
adorasen su imagen, pero estos tres jóvenes adoradores del Dios vivo
no aceptaron y no se inclinaron ante esta imagen, por lo que fueron
denunciados por los sátrapas de aquel entonces y entregados ante el
rey a quien valientemente le dijeron: “he aquí nuestro Dios a quien
servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, OH
rey, nos librará. Y si no sepas OH rey, que no serviremos a tus dioses, ni
tampoco adoraremos la estatua que has levantado.” (Daniel 3:17,18), con
estas palabras estos tres jóvenes se condenaron a ser lanzados vivos
al horno de fuego el mismo que a pedido del rey fue calentado siete
veces más de lo normal al punto que al ser llevados y lanzados, los
hombres fuertes que los llevaron perecieron quemados por el calor
que emanaba de este horno, pero después de ser lanzados se dio el
milagro, porque había un fuego mayor que este en el horno que
protegió a estos jóvenes, este fuego era el mismo que ardía en la
zarza de Moisés, pero que no la quemaba, este fuego era también la
columna que guiaba a Israel y que descendió como respuesta a la
oración del profeta Elías, este fuego era el verbo de Dios, el cordero
que quita el pecado del mundo, el alfa y la Omega, el primogénito hijo
de Dios Jesucristo, él es la manifestación más grande del fuego de
Dios, él estaba dentro del horno de fuego para librar a Sadrac, Mesac
y Abid-nego, y también es poderoso hoy para librarnos de todo lo que
el diablo quiera hacer para destruirnos, ahora es importante notar
que Dios nunca impidió que ellos sean lanzados al fuego lo que si
impidió fue que se quemen.

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Entonces si es necesario seremos probados, y pasaremos por las
tribulaciones, pero de seguro si Dios así lo dispone también nos
enviará con esto la salido y nos dará el crecimiento.
Cristianos como estos tres jóvenes son los que Dios espera encontrar
en los días de hoy, aquellos que le digan que no a baal, que odien el
pecado y lo señalen y reprendan con unción, cristianos con poder
para echar fuera demonios y ser de bendición a este mundo que día a
día se pierde.
Si tú quieres ser uno de ellos entonces llénate del fuego del Espíritu
Santo y vuélvete un instrumento útil en las manos de Dios.
6. Abraham y el pacto con fuego: Abraham es conocido también
como el “padre de la fe”, este varón recibió ese nombre porque a la
edad de 75 años dejó su tierra, parentela, y herencia, para seguir a
un Dios aun no conocido hasta ese entonces, y le dijo Dios “Vete de tu
tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te
mostrare y haré de ti una nación grande, y te bendeciré y engrandeceré tu
nombre y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren y a los que
te maldijeren maldeciré, y serán benditas en ti todas las familias de la
tierra.” Génesis 12:1,3
Esta promesa él la recibió e inmediatamente obedeció, Abraham
soñaba con un hijo, pero Dios tenia el propósito de levantarle una
gran nación, y de este hijo saldrían reyes, príncipes y finalmente el
Mesías; ahora Dios no lo hizo de inmediato ya que pasaron 25 años
hasta que Abraham tuvo a Isaac de Sara su esposa, pero esto no
sucedió hasta que Dios hizo primero un pacto con él, y ese pacto
tenia que ser con fuego:
“Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar? Y
le dijo: tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un
carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino. Y tomó él todo
esto, y los partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de la otra;
mas no partió las aves. Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos
muertos, y Abraham las ahuyentaba. Mas a la caída del sol sobrecogió el
sueño a Abraham, y he aquí el temor de una gran oscuridad cayó sobre
él. Entonces Jehová dijo a Abraham. Ten por cierto que tu descendencia
morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos
años. Más también la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de
esto saldrán con gran riqueza. Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás
sepultado en buena vejez. Y en la cuarta generación volverán acá; porque
aun no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí. Y
sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y
una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. En
aquel día hizo Jehová un pacto con Abraham, diciendo: A tu
descendencia daré esta tierra…” Génesis 15:8,18
Este es el momento clave en la vida de Abraham, era el momento en
que Dios iría mostrarle que no jugaba; antiguamente los hombres
hacían pactos de diferentes maneras, se intercambiaban las
sandalias, se cortaban un pedazo de la barba o bigote, en este caso
Dios decidió hacerlo con los animales partidos, este tipo de pactos era
uno de los más delicados porque al poner los animales divididos
ambos tenían que pasar por entre los animales y se dice que si uno

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de los dos quebrantaba ese pacto, el perjudicado tenia derecho de
hacer con él lo mismo que fue hecho con los animales, Dios en su
grandeza no tenia necesidad de pasar por entre los animales, pero lo
hizo en la forma de una antorcha de fuego, ahora imagínese usted la
cara de Abraham al ver la gloria de Dios en fuego mostrándole que él
era real y que era poderoso para darle lo que había prometido y más.
Ahora es bueno ver que los aves de rapiña se querían devorar los
animales muertos, estas aves de rapiña se dice que cuando ven un
animal herido lo primero que devoran son los ojos, y luego con
piquetazos van devorando el animal, estas aves de rapiña son la
representación del diablo porque él no quiere que usted venza
cuando pasa por el fuego de la prueba, tampoco quiere que usted
conozca al Dios que se manifiesta con fuego, y mucho menos que
usted se llene con el fuego del espíritu santo, el tratará de destruir el
sacrificio, es decir la ofrenda que entregamos a Dios, y ya dijimos que
ofrenda es todo lo que se ofrece en alabanza a Dios, oraciones
ayunos, vigilias, amor, predicación de la palabra, etc.
Ahora no es lo mismo hacer una oración cuando todo va bien que
hacerla cuando estamos en prueba, no es lo mismo dar una ofrenda
cuando hay dinero que cuando estamos en crisis financiera, no es lo
mismo predicar la palabra con todo nuestro corazón cuando tenemos
un estadio lleno que cuando estamos predicándole a una persona en
una pequeña iglesia y esta todavía esta durmiendo, entonces como
verá el pacto de fuego depende de lo que se ofrece a Dios en una
determinada situación, no ofrezca dinero cuando su sacrificio debe
ser su oración, ni ayuno cuando aun no le entregó su vida a Dios, es
bueno que antes de hacer un pacto con Dios le preguntemos que es
lo que el quiere de nosotros, he visto muchas personas que creen que
pactar significa entregar dinero y eso no es cierto, el pacto no es
solamente dar, sino mas bien aceptar a la otra persona y lo que me
entrega, el pacto es una señal de unión y si usted quiere tener un
pacto con Dios, debe aceptarlo como tal y a su palabra, debe
defender su causa y hacerla suya, y especialmente tome su cruz y
sígalo. “El que ama padre o madre más que a mí, no es digno de mi; el
que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma
su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la
perderá; y el que pierde su vida por causa de mí la hallará.” Mateo
10:37,39
Para que Dios se una a nosotros, nosotros debemos unirnos a él
primero, la vida cristiana no es fácil porque muchas de las veces
debemos dejar personas y cosas importantes para nosotros, a veces
nos toca quedar aislados, pero gracias a Dios que él esta con
nosotros.
Nadie recibe grande dando pequeño, y nadie cosecha maíz
sembrando papa, por eso es bueno entender y saber que es lo que
Dios demanda de cada uno de nosotros.
En nuestros días se habla mucho de pactos y mucha gente esta
segura de que puede dar una ofrenda y recibir un milagro de Dios, ya
no se habla de arrepentimiento de pecados, sino más bien de
prosperidad, y estamos cayendo en el mismo error que cayó el pueblo

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de Israel en tiempos del profeta Isaías cuando dijo: “¿para que me
sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de
holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre
de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. ¿Quién demanda esto de
vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar
mis atrios? No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es
abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo
puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. Vuestras lunas
nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me
son gravosas, cansado estoy de soportarlas. Cuando extendáis vuestras
manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando
multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras
manos. Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de
delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien;
buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano,
amparad a la viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta; si
vuestros pecados fuesen como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como
blanca lana. Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no
quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; por que la
boca de Jehová lo ha dicho” Isaías 1:11,20
Usted dirá: ¿como Dios pide una cosa primero y después dice que la
aborrece? La respuesta es muy simple Dios desea antes que todas las
cosas que le pudiéramos ofrecer: “nuestro corazón”, el pueblo de
Israel ya había caído varias veces en fracaso espiritual, pero esta vez
fue peor, porque Dios les había enseñado a presentar sacrificios por
el pecado, a sacrificar holocaustos y especialmente a guardar las
fiestas solemnes y el día sábado, todo esto lo hacían, pero solo por
costumbre, rutina y religiosidad, para quitar el cargo de conciencia,
pero el pecado estaba allí y Dios lo podía ver, entre ellos se odiaban,
adoraban las imágenes de baal y asera, vivían en fornicaciones,
mentiras e hipocresías y eso era abominable ante los ojos de Dios,
quiero decir que si usted quiere que Dios acepte sus ofrendas primero
límpiese porque usted mismo es una ofrenda, usted no toma agua en
un vaso limpio por fuera si por dentro esta sucio, y tampoco lo toma
si por fuera esta sucio y por dentro limpio, ahora si lo toma si esta
limpio por fuera y por dentro, así también el Señor no hace pacto con
alguien que no tiene en su corazón arrepentimiento sincero, y esa
obra de perdón solo es echa a través de Cristo por el nuevo pacto.
Arrepentimiento no es solamente pedir perdón por lo malo que usted
haya hecho, sino más bien, actitudes contrarias al pecado cometido,
como dijo Juan al bautista al pueblo que iba a él al río Jordán a
bautizarse: “El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene
que comer. Haga lo mismo. Vinieron también unos publícanos para ser
bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿Qué haremos? El les dijo: no exijáis
más de lo que esta ordenado. También le preguntaron unos soldados,
diciendo; y nosotros, ¿Qué haremos? Y les dijo: no hagáis extorsión a
nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.” Lucas 2:11,14
Nuestro Señor Jesucristo nunca pidió una ofrenda para perdón de
pecados, tampoco mando a nadie dar una ofrenda por un milagro,

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mucho menos mencionó que debemos pactar con ofrendas para tocar
el corazón de Dios y que él nos de lo que pidamos, no estoy en contra
de los pastores que llevan al pueblo cristiano a entregar ofrendas a
Dios, porque este es un mandamiento bíblico, pero si estoy seguro
que todo tiene un orden, y un tiempo determinado, yo se que muchas
personas tienen grandes necesidades, pero la primera necesidad que
debe ser satisfecha es la salvación de nuestras almas a través de un
arrepentimiento sincero, no solo de palabras sino de hechos, y
después hay que buscar tener una comunión real con el autor y
consumador de nuestra fe Jesucristo, y de esa manera sabremos que
es lo que Dios demanda de cada uno de nosotros.
Se da cuenta que Juan no les dijo a todos los que le preguntaron
sobre el arrepentimiento lo mismo, a unos mando dar lo que tenían, a
otros devolver lo robado, a otros no hacer extorsión, y eso dependía
de la labor que cada uno realizaba y de la vida que cada uno llevaba,
entonces aunque nuestro Dios es uno él trata con cada persona de
una manera diferente y especial, por lo tanto es menester de cada
uno de nosotros descubrir de que manera Dios trata con nosotros.

7. La alabanza manifestando el fuego de Dios: Este es uno de


los puntos más importantes a tratarse cuando hablamos del fuego de
Dios, es triste decir que pocas son las congregaciones que alaban a
Dios como él se lo merece y hay otras que ya ni lo hacen porque
dicen: “quita tiempo, incomoda a las personas, la gente cree que
estamos locos”, y otros dicen que la alabanza depende de “la
situación de la persona, de si Dios les responde en lo que han
pedido”.
Yo no voy a juzgar como cada iglesia ha decidido alabar a Dios,
porque yo no soy Dios para decir si a él le gusta o no el ritmo musical
o la manera con que lo alaban, pero voy a mostrar una dirección para
llegar a la plenitud del fuego de Dios a través de la alabanza.
7.1 ¿Qué es alabanza? Es la acción de glorificar a Dios, de
ensalzarlo bendecirlo y esto especialmente con himnos y cánticos,
música y danza.
La alabanza es un tipo de oración en la que se manifiesta acción de
gracias y adoración a Dios. En la Biblia encontramos a Dios como
digno de alabanza por las grandes cosas que ha hecho por el hombre,
la alabanza trae como consecuencias gozo, paz y respuestas sin
medida en diversas situaciones. La alabanza tiende más a la persona
de Dios que a sus dones. En los himnos de alabanza se canta a Dios
porque es Dios.
La alabanza que trae fuego de Dios debe ser sacrificada y no una
mera repetición de palabras, “sacrifica a Dios alabanza, y paga tus
votos al altísimo; e invócame en el día de la angustia; te libraré, y tu me
honrarás…. El que sacrifica alabanza me honrará; y el que ordenaré su
camino, le mostraré la salvación de Dios.” Salmo 50:14, 15,23
La alabanza es voluntaria, no es cuestión de simples emociones sino
más bien de un reconocimiento de la grandeza y soberanía infinita de
Dios, “te exaltaré, mi Dios mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y
para siempre. Cada día te bendeciré, y alabaré tú nombre eternamente y

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para siempre. Grande es Jehová y digno de suprema alabanza.” Salmo
145
El Salmo 150:6, dice: “Todo lo que respira alabe a Jehová”, y esto
porque aunque usted no lo crea los animales, las plantas y todo lo
que tiene vida alaba a Jehová, y si las cosas irracionales lo hacen,
cuanto más lo debemos hacer nosotros su creación.
La alabanza es espontánea, es decir puede ser hablada, aclamada o
cantada, puede manifestarse con palmas, danza, gritos y demás,
pueden tocarse instrumentos musicales, ollas baldes, etc., ¡la
alabanza es locura!
7.2 En el salmo 149 la Biblia nos muestra la acción de Dios en el
momento de nuestra alabanza: “Cantad a Jehová cántico nuevo”, es
decir que cuando se alaba no es necesario repetición de palabras, sea
espontáneo y agradezca a Dios por sus obras, “su alabanza sea en la
congregación de los santos. Alégrese Israel en su hacedor; los hijos de
Sión se gocen en su Rey. Alaben su nombre con danza”, la danza no es
lo mismo que el baile, porque bailar es mover el cuerpo siguiendo un
ritmo musical y esto generalmente acompañado de una pareja de
baile, danzar en cambio es una expresión corporal de adoración,
alabanza y agradecimiento a Dios, así como cuando oramos el
Espíritu intercede por nosotros con gemidos indecibles, así también
en la danza el Espíritu nos toma, y expresamos a Dios agradecimiento
y servicio, también mostramos gozo y podemos llegar a experimentar
la llenura del Espíritu Santo mientras le estamos entregando nuestra
danza, David es el ejemplo más grande de lo dicho: “Y David danzaba
con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod
de lino. Así David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová
con jubilo y sonido de trompeta.” 2 Samuel 6:14,15, imagínese el nuevo
rey danzando y saltando con todas sus fuerzas, y cuando esto sucede
no todos lo entienden, porque hasta su propia esposa Mical lo
menospreció y reprendió su actitud, pero Jehová la hirió y quedó
estéril hasta el día de su muerte, entonces la iglesia que vive en el
fuego de Dios debe tomar el ejemplo de David, dejando de lado la
vergüenza y entendiendo que la alabanza no es perdida de tiempo,
sino más bien, un acto de agradecimiento y adoración a Dios.
“Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; hermoseará a los
humildes con la salvación. Regocíjense los santos por su gloria, y canten
aun sobre sus camas. Exalten a Dios con sus gargantas, y espadas de
dos filos en sus manos, para ejecutar venganza entre las naciones y
castigo entre los pueblos; para aprisionar a sus reyes con grillos, y a sus
nobles con cadenas de hierro; para ejecutar en ellos juicio decretado;
gloria será esto para todos sus santos. Aleluya.” Salmos 149:4,9
Cuando alabamos a Dios y exaltamos su nombre Dios se encarga de
nuestros enemigos y ejecuta venganza y castigo, no se olvide que
nuestra lucha no es contra carne ni sangre sino contra el diablo y sus
demonios, también hay personas que influenciadas por los demonios
nos atacan y luchan contra nosotros, y Dios nos da la alternativa:
¡alabe a Dios con danza, y con todas sus fuerza!
No hay manifestación del poder de Dios sin un acto de alabanza.

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7.3 Dios nos da respuesta en momentos difíciles y en las aflicciones
cuando lo alabamos, “¿hasta cuando esconderás tu rostro de mí?
¿Hasta cuando pondré consejos en mi alma, con tristeza en mi corazón
cada día? ¿Hasta cuando será enaltecido mi enemigo sobre mí? Mira,
respóndeme, OH Jehová Dios mió; alumbra mis ojos, para que no duerma
de muerte; para que no diga mi enemigo lo vencí. Mis enemigos se
alegrarían, si yo resbalara. Mas yo en tu misericordia he confiado; mi
corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré a Jehová porque me ha
hecho bien.” Salmos 13:2,6
7.4 Dios cambia las situaciones para que se desate una perfecta
alabanza, es decir hay momentos en los que Dios permite que
seamos probados y pruebas tales que parece que él nos abandono, y
eso por un tiempo determinado, porque en un momento viene la
salida. La respuesta de parte de Dios también se da cuando estamos
bien y de repente viene una gran prueba y en medio de esta tenemos
una experiencia con el poder libertador de Dios y es allí donde
manifestamos una perfecta alabanza, “Te glorificaré, OH Jehová,
porque me has exaltado, y no permitiste que mis enemigos se alegraran
de mí. Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste. OH Jehová hiciste subir
mi alma del Seol; me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.
Cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su
santidad. Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.” Salmo
30:1,5
7.5 La alabanza en determinados momentos viene de Dios hacia
nosotros y vuelve a él, “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a
mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del
lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso
en mi boca cántico nuevo, y alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos
y temerán, y confiarán en Jehová.” Salmo 40:1,3
“Pero de día mandará Jehová su misericordia, y de noche su cántico
estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida.” Salmo 42:8
Como dijimos en líneas anteriores la alabanza es como la oración, en
la que Dios se encarga también de poner palabras y cánticos nuevos
en nuestra boca, las mismas que salen de su trono y que su Espíritu
Santo nos entrega, pero no para guardarlos sino para entregárselos
de regreso a él, por eso puedo decir que la persona que no alaba a
Dios “le debe”, “sacrifica a Dios alabanza, y paga tus votos al altísimo”
Salmo 50
Es como nuestros diezmos y ofrendas que aunque son el fruto de
nuestro trabajo, vienen de Dios, y los devolvemos con fidelidad, así
también la alabanza aunque es voluntaria, viene de Dios y debe ir de
regreso solamente a él.
7.6 la alabanza es una expresión de plena confianza en Dios. Por eso
dijimos que la alabanza no depende de la situación en que estamos,
sino más bien en la persona de Dios en nosotros, entonces en ese
momento mostramos a Dios que él es nuestra esperanza, y nuestra
confianza la depositamos en él, no se olvide que a él no se le escapa
nada, y por más difícil que sea la prueba él esta sobre todo y quiere
probarnos a ver si confiamos en él, “Ten misericordia , OH Dios, porque

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me devoraría el hombre; me oprime combatiéndome cada día. Todo el día
mis enemigos me pisotean; porque muchos son los que pelean contra mí
con soberbia. En el día que temo yo en ti confió. En Dios alabaré su
palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el
hombre?” Salmo 56:1,4

Conclusiones: Un Dios que se manifiesta con fuego no cree que


merezca una alabanza con fuego de su Espíritu Santo, por eso que en
nuestras iglesias debemos darle libertad especial al Espíritu Santo
para que él tome el control de la alabanza.
Espero que a través de este estudio usted pueda ver el fuego de Dios
en su país, ciudad, congregación y en su vida personal, empiece
ahora a caminar en el fuego de Dios, haga la diferencia porque Cristo
viene, y alégrese porque nuestro Dios es real… Dios le bendiga
abundantemente.

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