oposiciÓn en bl anco y negro n políticamente incorrecto

N ú m e ro 52 ~ m a r zo d e 2 010 ~ V a l o r : c i v i l ~ w w w.u n pa s q u i n .c o m
2 ~ marzo de 2010
un pasquín número 52

editorial

Siete nombres, tres tendencias

J
ua n M a n u e l Sa n t os y Noe m í Sa n í n
están peleando a muerte para mostrarse como
los mejores exponentes del continuismo; como si
fuera un orgullo seguir el modelo uribista en materias
como desigualdad social, desplazamiento, intercepta-
ciones ilegales, ejecuciones extrajudiciales, deterioro
de la institucionalidad, etcétera. Esta rapiña por reco-
ger las banderas de Uribe, tiene casi en la lona al otro
Petro, el Polo Democrático, partido que dilapidó el
capital electoral de hace cuatro años, cuando obtuvo
2,5 millones de votos.
Entre los independientes, la figura de Sergio Fajardo
sufrió un duro revés tras las elecciones parlamenta-
rias, mientras que a Antanas Mockus lo fortaleció el d i r e c to r / p ro pi e ta r i o :
Vladimir Flórez [ Vladdo ]
triunfo en la consulta verde. Sin embargo, el ex alcalde e n e st e nú m e ro :
bogotano debe actuar rápida y hábilmante para capi- Dibujan: Fontanarrosa, Alfin, Bacteria, Betto, Boligan,
Cagle, Jarape, Linares y Vladdo. Escriben: Julián Álva-

gobiernista, Germán Vargas, cuya figura se acerca cada
vez más a los índices del margen de error.
En el liberalismo, la cosa debe ser lo más parecido
a un velorio, pues a la luz de las encuestas –en las que
Rafael Pardo aparece de último–, esa platica se perdió.
Suerte parecida está corriendo, en cabeza de Gustavo
talizar el entusiasmo que ha despertado su candidatu-
ra; sobre todo en la franja urbana y estudiantil.
Todavía falta ver qué ocurre cuando los candida-
tos comiencen a sacarse los trapitos al sol, a pasarse
facturas, a ponerse zancadillas y a hablar con menos
mesura. Ahí las cosas serán a otro precio.
rez, Tremens Delirium, Olgahelena Fernández, Jorge
Gómez Pinilla, Antonio Jiménez Castañeda, Juan Ma-
nuel López Caballero, Mario Madrid–Malo Garizábal,
Enrique Parejo González, Mario Quadros, Sandro Ro-
mero Rey, Angélica Suárez, Ricardo Sánchez Ángel y
Carlina Toledo Patterson.
Caricaturas de Vladdo, cortesía de Semana.
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Administración: Luz Myriam Flórez
Asesoría Web: Gustavo del Castillo
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Uribe a perpetuidad
No me da vergüenza reconocer que me asusta Álvaro Uribe
Vélez, tanto por lo que hizo en el desempeño de sus funciones

USTED
como presidente de Colombia, como por todas las retorcidas
cosas que hizo, utilizando a terceros, para perpetuarse en el
puesto; además de la manera como polarizó al país.

puede
Segundo, porque como ex presidente no se va a estar quieto;
no va a permitir que nadie gobierne tranquilamente, porque
resulta que es tan soberbio que nunca va a reconocer que
alguien pueda gobernar mejor, o peor, que él y –nuevamente,
utilizando a terceros– polarizará al país. Para eso tiene un
ejército de furibistas listos al ataque.
Por lo anterior, no sé que será peor: si tenerlo a perpetuidad
como presidente o aguantárnoslo, también a perpetuidad,
Ayudar
a
como ex presidente. Suscríbase a Un Pasquín
—Najuma (vía blog) en un dos por tres:

Feliz coincidencia —1—

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El 26–F fue un día jubiloso, pero también debe ser un día para Pasquinauta ($200.000);
recordar que nuestra democracia siempre va a estar amena- Profesional ($100,000), o
zada, a menos que sigamos manteniendo un espíritu crítico Estudiante ($50,000).
frente a nuestros gobernantes. Además, no podemos olvidar
que este hombre es muy astuto y en cualquier momento vuelve —2—
a hacer de las suyas para volver a la Casa de Nari. Consigne el valor de su suscripción,
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hablar de las personas que le hicieron un favor a este país; que Banco: Granahorrar/BBVA (Unicentro)
los de la Corte no son unos héroes. Solamente son personas —3—
que hacen su trabajo como se les ha permitido en este estado Envíe el comprobante al
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—Maurizio López nombre completo del suscriptor,
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4 ~ marzo de 2010
un pasquín
Costumbres electorales
L
Opinión de Ricardo Sánchez Ángel n Especial para Un Pasquín
a civilización política es flor esquiva, y se marchita fácilmente
en la sociedad colombiana. Las violencias y las desigualdades,
el autoritarismo y la sumisión son los candados que han en-
carcelado la democracia o la expropian, como sucede con la
seguridad democrática y sus “falsos positivos”, el Estado policía
y las bases militares.
Las elecciones en Colombia son ritual que se repite de
tiempo en tiempo, para legitimar la democracia realmente existente. Los gober-
nados señalan quienes serán sus legisladores y sus gobernantes. Por excelencia el
día que se sufraga, es el día de la libertad (Rousseau decía refiriéndose con ironía
a la democracia inglesa, que era el único día libre).
No obstante, ello sucede en medio de unas costumbres políticas francamente
podridas, fétidas de clientelismo, gamonalismo, caciquismo, caudillismo, para-
militarismo. Además de financiación multimillonaria de los capitales legales e
ilegales. No solo del crimen organizado sino de grupos económicos que ponen
sus chequeras a girar a favor de determinados candidatos. No es de extrañarse
que el Partido de Integración Nacional tuviese el guiño del alto gobierno. Y los
medios: la televisión, la radio y la gran prensa que fabrican prestigios y censuran
protagonismos.
El gobierno del Señor presidente y el de los señores gobernadores y alcaldes
coaccionaron a los electores e hicieron favoritismo con la contratación pública de
manera descarada. El Señor presidente hizo la más directa y cínica intervención
en política a favor de sus candidatos en la comparsa electoral.
Es muy difícil encontrar en la historia electoral colombiana y de América Latina,
unas elecciones tan podridas como las que acaban de realizarse en estos lares.
Se invirtieron todos los valores. Los vicios y transgresiones como la compra
y venta de votos, el soborno de las conciencias y la inflación mediática-publici-
taria se exhibieron como virtudes públicas, la forma en que debe comportarse la
democracia electoral. El nuevo código es mucha plata, apertura al narcotráfico-
paramilitar, partido presidencial con la maquinaria del Estado a favor de los válidos
del régimen. Y la organización electoral con contratos de los sistemas de conteo
de dudosa legalidad y con anacronismo e incompetencia completa que llevaron
a la pérdida de la credibilidad de los comicios.
Así las cosas ganó la derecha, la política y la económica, la legal e ilegal y la
simulada con afeites y maquillajes. El Partido de la U tiene su adalid, el plutócrata
de Juan Manuel Santos, el Partido Conservador a la consentida de todos los go-
biernos, Noemí Sanín. Los verdes eligieron a Antanas Mockus con un programa
moralista y esquizofrénico; de un lado la defensa de la vida como algo sagrado y
del otro Gilma Jiménez con su cadena perpetua que es la pena de muerte en vida,
el más abominable acto de venganza, una versión moderna de la ley del talión;
ojo por ojo, diente por diente.
El Partido Liberal con Rafael Pardo intentando recuperarse de su hambruna
burocrática y aceptando el concurso de políticas y políticos de dudosa honestidad.
Germán Vargas Lleras con la más recalcitrante política de derecha con el primado
de lo militar.
El Polo democrático exhibió su crisis. Perdió en cinco parlamentarios, mantuvo
la misma votación lo que es disminuir ante el aumento potencial de los votantes.
No pudo liberarse del clientelismo y el caciquismo ni agitó un programa democrá-
tico. Se comportó como un fantasma y como si fuera poco con el peor candidato
presidencial posible: el doctor Gustavo Petro.
La respetable explicación de que el Polo es un partido perseguido y por ello lo
sucedido, es una verdad a medias. También la Corte Suprema de Justicia –y de qué
número 52
De patriarca a
Inquisidor
Opinión de Juan Manuel López Caballero n Especial para Un Pasquín
H
a sido una dura temporada para el Presidente Uribe. Tuvo un
primer gran revés con el rechazo generalizado a la propuesta de
estudiantes informantes y el contenido de la reforma a la salud.
La terquedad de buscar un nuevo cambio constitucional vía referendo
produjo en contra un consenso internacional como hasta entonces no lo había
tenido. Posiblemente por eso el que sí existía en relación a la responsabilidad
del Gobierno como violador de Derechos Humanos se manifestó en forma
de una avalancha de informes negativos de las comisiones Europea, Inglesa,
Española y de las ONGs internacionales.
Internamente la sentencia de la Corte contra la Ley de Referendo difí-
cilmente podía ser más dura, puesto que, además de cerrar esa posibilidad,
estableció que todo el proceso fue un concurso de violaciones a leyes y normas
constitucionales que deben llevar a juicio a quienes en ello participaron.
Los resultados electorales aparentemente le favorecieron porque la
oposición no logró imponer ninguna mayoría. Pero aún más claro es que el
Uribismo como tal quedó desaparecido: el Partido Conservador volvió a ser
Partido Conservador; Cambio Radical quedo alienado y menguado; el apoyo
de los sectores cuestionados con el que subió y gobernó bajó de 17 curules
de Senado (Convergencia Ciudadana 7, Alas 5, Colombia Democrática 3 y
Colombia Viva 2) a 8 del PIN.
Y es de suponer que Uribe tenga tan claro como buena parte de los colom-
bianos que, quedando en manos de Santos, no debe esperar nada bueno.
La derrota de la ‘versión mejorada’ es en la práctica una derrota suya y la
ponencia en contra de la emergencia social además de ser una descalificación
al intento de saltarse el Estado de Derecho lo deja con ese problema –que sí es
la mayor emergencia del país– vivito y coleando.
Lo último fue la denuncia porque supuestamente sirvieron whisky en la
Registraduría, la que también dejó el mal sabor de no saber si buscaba cues-
tionar la validez de las elecciones, o vengarse del Registrador.
Pero al verlo en un consejo comunal con canas y despelucado dando la
orden de que para cumplir con la reforma constitucional la policía debía dedi-
carse a decomisar todas las dosis privadas de droga (!) piensa uno que le salió
el talante de fiscal de la Inquisición y lo que le dio fue por atacar el consumo
de trago o que no le gustó que fuera whisky y no aguardiente.
Juan Manuel López Caballero es Economista e Investigador.
manera– ha estado perseguida por el régimen. Y el liberalismo en figuras como
Piedad Córdoba y Ramiro Bejarano.
Nota Bene: Que entre el Diablo y escoja.
Ricardo Sánchez Ángel es Doctor en Historia y Profesor de la Universidad Nacional de Colombia.
 Número 52
un pasquín
¡Ganó el país!
N
Opinión de Enrique Parejo González n Especial para Un Pasquín
o nos referimos, obviamente, a las elecciones de los inte-
grantes del próximo Congreso, en los que logró imponer
mayoría el partido del Gobierno. Me refiero a la decisión
de la Corte Constitucional de declarar inexequible la ley
que, por razón de las numerosas y graves irregularidades
que se cometieron en su trámite, llevó a la aprobación del
ilegítimo Referendo reeleccionista.
Como lo han advertido los más destacados constitucionalistas del país, un
tercer período del actual mandatario habría hecho que se concentraran en sus
manos casi todos los poderes del Estado, lo cual habría significado una quiebra
considerable del Estado de Derecho. Un debilitamiento de la democracia, a
causa de la segunda reelección.
Aún seguimos sin entender el respaldo que, según las encuestas, ha recibido
el Presidente Uribe. Parecería que el país hubiera olvidado el acuerdo con los
paramilitares, para dejar en la impunidad sus delitos atroces; que se hubieran
borrado de su memoria los llamados “falsos positivos” y la utilización del DAS
para perseguir a la oposición, a Magistrados de las altas Cortes y asesinar a los
dirigentes sindicales.
Parecería que el vendaval de la inconsciencia hubiera cancelado de la men-
te de los colombianos la creciente corrupción que ha afectado, en los últimos
siete años, el normal funcionamiento de los órganos del Estado, por efecto de la
politiquería y que no se hubieran dado durante este gobierno hechos tan graves
como la donación de parte del erario a empresas y personas ricas, a través del
marzo de 2010 ~ 5
programa “Agro, Ingreso Seguro”, restándoles recursos a los programas para los
pobres.
Lo que pasó en las elecciones de marzo fue una consecuencia de la inmo-
ralidad y la falta de ética que ha caracterizado a quienes se hallan al frente de la
dirección del Estado, empezando por la Presidencia de la República, en donde
muchas veces se sintió la pestilencia del narcotráfico, que era bienvenida en los
salones de la Casa de Nariño.
Los colombianos deben recapacitar sobre las equivocaciones en que ha
incurrido en estos siete largos años, y que los ha llevado a aplaudir los actos
de un gobernante inescrupuloso que no merecían el respaldo general, sino el
repudio de las mayorías honestas de Colombia, porque arrojaron infamia sobre
la dignidad nacional.
Después de este paréntesis de violencia, de corrupción, de tolerancia con
el delito, de creciente pobreza, de aprovechamiento de los bienes nacionales
para beneficio de unos pocos y de utilización de los poderes del Estado para
perpetuarse en el poder, el país debe mirar ahora hacia la luz, hacia la nueva
aurora que debe alumbrar el destino de la sociedad colombiana.
Que queden atrás, ojalá para siempre, la mentira y el engaño oficiados desde
las mismas alturas del poder, para enceguecer y confundir a los humildes, en
provecho de quienes lo detentan, para que vean bondad, donde sólo hay maldad
e hipocresía y para que no se den cuenta de la sempiterna explotación a que
siguen sometiéndolos los oficiantes de la politiquería más degradante, ahora, a
través de métodos más sibilinos y perversos que en el pasado.
Enrique Parejo fue Ministro de Justicia.
6 ~ marzo de 2010
un pasquín número 52

La seguridad según
Antanas Mockus

A
Por Angélica Suárez Mendoza y Julián Álvarez n Especial para Un Pasquín y exigirse como tal a una minoría. El reto es mayor en una sociedad en la que,
según las encuestas, la gran mayoría entiende como buenos o al menos como
ntanas Mockus no es tan loco como nos lo quieren hacer ver, males menores y necesarios la guerra, la pelea con los vecinos, el desprecio por
ni sus propuestas son tan ingenuas como parecen. No, el tipo las instituciones y la violación de derechos humanos.
está más cuerdo que muchos y su programa político, que no Hay que concluir que si bien las propuestas de Antanas son las más inte-
es perfecto, es de hecho el mejor proyecto que puede encon- resantes –lo que en Colombia quiere decir: las menos lesivas–, involucrar a la
trarse en el panorama electoral. Basta con recordar un poco población en temas de seguridad es un juego peligroso que de no coordinarse
quiénes son y qué han hecho Santos y Noemí, por ejemplo, adecuadamente –separando las funciones de autoridad y ciudadano, mante-
para convencerse de ello. niendo las diferencias sustanciales entre ley y moral–, podría legitimar la acción
Mucha gente no le ha parado bolas a Mockus porque piensa que el Presidente de sistemas de justicia privada como el paramilitarismo; formas primitivas de
debe ser un señor o una señora serísimos, un papá o una mamá, que encarnen castigo, como el oprobio o la humillación pública, y la marginalización de per-
en su figura la imagen de la autoridad, de la moral, de la rectitud y de la fuerza; sonas y sectores minoritarios de la sociedad, lo que iría en contra de elementales
y, obviamente, el tipo que se bajó los pantalones en público, se vestía de super- valores democráticos.
héroe, se casó en un elefante y cantaba rap, les parece más bien el tío irreverente
al que todos le censuran las locuras –aunque algunos las aprueben en secreto–, Angélica Suárez y Julián Álvarez son Abogados e investigadores en Derechos Humanos
pero nunca el hombre preparado para dirigir un país.
Lo que pasa es que Mockus no se ha explicado bien del todo. Dijo que re-
emplazaría la seguridad democrática por la legalidad democrática pero, ¿qué
significa eso en términos prácticos? Sí, el respeto de todos por la ley, la conside-
ración de la vida como sagrada, la destinación regular de los fondos públicos;
todo eso lo dijo y es muy importante, pero da la impresión de que su proyecto
de presidencia es el mismo de ‘cultura ciudadana’ que implementó en Bogotá
en sus dos alcaldías, y cuyo eje fundamental era enseñarle a la gente a portarse
bien, cruzar por la cebra y acostarse temprano. Cuando explicó su gestión como
alcalde en un texto académico lo dejó muy claro: argumentó que la violencia,
la delincuencia y la corrupción se explican por una especie de divorcio entre
la ley, la moral y la cultura, los tres sistemas regulatorios del comportamiento
humano. Entonces planteó su concepción de seguridad.
La seguridad en Mockus implica un modelo de convivencia en el que la
responsabilidad de mantener la sociedad segura en términos de reducción del
crimen y apego a la ley no es solo responsabilidad de las autoridades sino, ojo
a esto, también de los ciudadanos. Pero esta concepción, ¿es una formulación
sofisticada del sistema de informantes y cooperantes que de la era Uribe que
al final degeneró en chuzadas y falsos positivos o es algo distinto? Podríamos
pensar de buena fe que el de Mockus es un proyecto político-pedagógico cuyo
objetivo principal es propiciar la comprensión y asimilación de la ley de manera
que cada persona –particular o funcionario– se convenza en su interior de lo
necesaria que ésta es para la convivencia y así la incorpore en su fuero moral y
en sus prácticas culturales.
Claro, esto sería lo ideal, así lo querían los griegos, pero hay que tener pre-
sente que la ley, aunque interactúa con y se nutre de la moral y de la cultura, es
superior a ellas, y en caso de colisión deberá prevalecer. Esto en razón a que la
ley, escrita y definida de antemano, nos permite prever cómo deberían actuar las
autoridades y así exigirlo, lo que no nos permite la moral o la cultura. Entonces
la labor pedagógica de Mockus, que es un propósito titánico, deberá ponerse
en marcha teniendo en cuenta que bien podría tratar de hacer pasar la moral
por ley –como sucedió con la caída del referendo y, en general, con el estado de
opinión–, de manera que lo considerado bueno por la mayoría podría imponerse
 Número 52
un pasquín marzo de 2010 ~ 7

Tengo fe

H
Opinión de Laura Olmus Montoya n Especial para Un Pasquín

ace unos meses no tenía fe porque fueron muchas las jugadas

que atentaron contra la democracia, el respeto y la instituciona-
lidad. No desaciertos, o malentendidos como han pretendido
mostrarlos los implicados, nada de eso. Verdaderas hecatombes
perpetradas desde las altas esferas del Ejecutivo.
Las perlas de los falsos positivos, el robo agropecuario de
Agro Ingreso Seguro y el despelote del sistema de salud mane-
jado con decisiones trasnochadas mancharon la imagen del Presidente y generaron
un sinsabor que la honorable Corte Constitucional supo interpretar para decir que ya
no más. Que fue suficiente el despilfarro de recursos en pro de un beneficio personal
y que el país no está para más parodias.
En los últimos ocho años se lograron tremendos avances en seguridad y sosteni-
miento económico. Ahora, esa frase elogia mucho más de lo que debería. Sobre todo
si se especifica que el crecimiento en inversión y comercio no llegó a los bolsillos de
la gente, y que la seguridad que se vive en muchas carreteras del país ha sido a costa
de que los robos y secuestros se hayan concentrado en las ciudades y por lo tanto,
se noten menos.
Sigue siendo preocupante que el 25% de los senadores electos para el próximo
periodo legislativo tenga nexos con el dinero fácil y el delito. Según un estudio revelado
por la revista Semana la lista de individuos sospechosos vistiendo traje político es la
siguiente: 10 para el partido de La U; 8 para el improvisado Partido de Integración
Nacional (PIN), 4 para el Conservador; para Cambio Radical, 3 y 2 casos para el partido
Liberal. Cifra que demuestra la costumbre de recibir apadrinamiento por parte de
condenados o investigados que compran posiciones con dinero sucio. Son datos que
en cualquier democracia generarían reacciones inmediatas y rechazo profundo, pero
que en el contexto colombiano necesitan pasar por una digestión más larga.
A pesar de la carreta anterior, hay un color que resplandece en medio del legado
de corrupción que le queda como regalo de bienvenida al próximo inquilino de la Casa
de Nariño. El verde. Verde como significado de madurez de opinión de los votantes,
como mensaje contundente de que debe haber una manera distinta de hacer las cosas.
La misma campaña para la candidatura presidencial de los tres tenores brilló por su
enseñanza. Antanas Mockus, Lucho Garzón y Enrique Peñalosa dieron un ejemplo
de civismo y trabajo en equipo que la gente no estaba acostumbrada a ver en época
de elecciones. Y lo más gratificante fue su inmediato resultado en las urnas.
Tengo fe porque aún existen personas interesadas en construir un proyecto
nacional basado en la equidad social, que defienden los derechos normales del indi-
viduo como la vida, el respeto y la oportunidad; no como logros adjudicados a algún
hombre supremo y generoso, sino como valores sociales que necesitan ser acordados
y practicados por los colombianos.
Se perdió la costumbre de elegir mandatarios por su grado de formación acadé-
mica, comportamiento intachable y profundidad conceptual. Por eso resulta extraño
ver que Antanas no se pone en postura de ataque inmediato cuando sale ante las
cámaras. Pero sí se siente en su salsa entre libros, sale en búsqueda de expertos y
valora la visión de los jóvenes.
El ex alcalde de Bogotá que aún vive en su antigua casa de Quinta Paredes no
nada en el océano político, lo cual aumenta su solidez ética y moral y lo aleja de la
latente corrupción que tiene el futuro del país en un punto de retroceso.
Tengo fe en que la elección del próximo presidente de la República de Colombia
puede caer en buenas manos.

Laura Olmus Montoya es Periodista.

8 ~ marzo de 2010
un pasquín
¡Gracias, Doctor Uribe;
muchas gracias!
E
Opinión de Carlina Toledo Patterson n Cortesía de El País para Un Pasquín
s claro que haber tenido durante ocho años a Álvaro Uribe
ejerciendo como Presidente de Colombia no ha sido en
vano. Queda un importante legado a quienes de una u otra
manera seguimos la pista de su particular estilo de ejercer el
poder, de su percepción de la moral y la ética, de su enfoque
de la equidad social, de su parcialidad en la aplicación de
la Seguridad Democrática y de esa manera que tiene de
crear personajes que buscan emularlo, como si él fuera una figura milagrosa
y sublime. Agradezco estos últimos años porque me han servido para darme
cuenta de lo que no deseo para este país, para reforzar mis principios personales
y políticos y tener bien definida la noción del tipo de líderes que considero nos
merecemos.
Hemos sido testigos de un claro ejemplo de la microgerencia, donde el alto
directivo se ha metido en las minucias de la administración, dejando de lado la
formulación de estrategias y el empoderamiento de sus colaboradores. Además,
con su método y el tono que usa al ponerle la cara a los problemas, dio a entender
a los colombianos que la confrontación era la solución. Atrás quedaron principios
tan importantes en un gobernante como la mesura, la altura y la ponderación.
Uribe no gobernó, mandó.
Esos bríos de mero macho pintaban ser la panacea para un país hastiado
de violencia y él fue elegido para acabar con ella. Claramente las acciones del
Gobierno estaban encaminadas a acabar a como diera lugar con ese flagelo. En
el proceso –y muy tempranamente– se empezó a filtrar cómo en la implemen-
tación de la política de seguridad había serios cuestionamientos de orden ético
porque era evidente que el fin estaba justificando los medios. Quedamos con
número 52
miles de ejecuciones extrajudiciales, madres que lloran a sus hijos y decenas de
los militares implicados, libres por vencimiento de términos. Antiético e inmoral
también fue la parcialidad en la aplicación de la Seguridad Democrática porque
para los guerrilleros el rasero fue bien distinto al de los paramilitares. Contra los
primeros, Uribe se fue de frente y por eso hubo resultados positivos: cúpulas
desmanteladas, deserciones y bajas. Pero con los paramilitares la aplicación de
la política fue más vale benévola.
Ahora, ¿qué más antiético que el esperpento del referendo? Y en eso la Corte
Constitucional fue contundente al afirmar que: “No se trata de meras irregu-
laridades formales sino de violaciones sustanciales al principio democrático”.
Supongo –y espero– que eventualmente habrá procesos penales para algunos
de los promotores del referendo y además, nadie me podrá convencer que el
Presidente desconocía lo que estaba sucediendo.
En cuanto a la equidad social, es evidente que quienes más se beneficiaron
en estos ocho años fueron los que menos lo necesitaban (por ejemplo los ban-
queros). Los índices de pobreza e indigencia son alarmantes y los de desempleo
preocupantes. Me mortifican los casi cuatro millones de desplazados, las cifras
de embarazos no deseados en adolescentes y los miles de niños que mueren de
hambre. Definitivamente en lo social, el saldo es de un rojo intenso.
En definitiva, el balance interno no es positivo y la imagen que tiene la
comunidad internacional del Gobierno de Colombia es inquietante. Por eso
es incontrovertible la necesidad de hacerle resistencia cívica al continuismo.
Debemos ponerle una talanquera a las aspiraciones presidenciales de aquellos
que no son sino una mala copia de un regular original y elegir para Colombia
lo que de verdad se merece.
Carlina Toledo Patterson es Periodista.
 Número 52
un pasquín
Las hembras* de Uribe
“La mujer por naturaleza está destinada a la obediencia;
se reconoce por el hecho de que toda mujer que sea puesta en
posición, para ella innatural, de total independencia, se une
enseguida a un hombre, del que se deja guiar y dominar,
porque necesita un dueño”.
—Arthur Schopenhauer,
El Arte de tratar a las mujeres
A
Por Tremens Delirium n Especial para Un Pasquín
Uribe hay que anotarle un punto: su excelente memoria (trá-
gicamente selectiva). Discurso que se aprende, con puntos y
comas, lo repite y practica… comiéndose los puntos.
Su arte de tratar a las mujeres no es nada original. Para
entender la burda copia, es preciso evocar algunas de sus hem-
bras, el harem que pronto entrará en viudez política por cuenta
de siete magistrados de la Corte Constitucional.
Y no es necesario sacudir las sábanas que cubren las flaquezas de “la carnita
y los huesitos” del presidente. Sólo miremos, por ahora, sus pecados públicos…
Una de las primeras decisiones de Uribe fue premiar (?) a las mujeres con seis
ministerios. Ocho años de discriminación positiva (“la elijo por ser mujer”) han
convertido a decenas de mujeres capaces, en piezas de una partida de ajedrez
indescifrable, donde sólo importa la protección ciega del rey (a veces en contra
de la voluntad de la mujer misma).
Cada ficha del tablero va ligada a una macabra reflexión:
¿Cómo me paro con estos gringos demócratas, para el TLC?
Paula Moreno. Mujer y negra. A la Ministra de Cultura, ingeniera industrial,
maestra de la Universidad de Cambridge, y diplomada del Instituto Italiano Di
Cultura; sólo le falta ser judía para conjugar todos los factores de exclusión que
la hacen políticamente irresistible, si se trata de hacer pasar a Uribe por un líder
pluralista (eufemismo uribista para el término populista).
¿Será que nos pillan, Conchi?
María Consuelo Araújo. Con su padre y hermano perseguidos por la Interpol y la
justicia colombiana, la Conchi renunció a la cancillería (febrero de 2007), con el apoyo
total de Uribe. En Estados Unidos ya denominaban su gestión el Paragate.
¿Dónde la pongo, que no me estorbe?
En el Reino Unido y España. Noemí Sanín es lo que los paisas llamarían una
arepa mal amasada: para el lado que la volteen, termina quemada. Ministra de
Relaciones Exteriores (César Gaviria), embajadora en el Reino Unido (Ernesto
Samper), ministra de Comunicaciones (Belisario Betancourt); y candidata pre-
sidencial en tres ocasiones (1998, 2002 y 2010).
Pese a que protagonizó enfrentamientos con Uribe, no dudó en aceptarle emba-
jadas. Una declaración para El Tiempo (abril 24 de 2002), resume su ética: “Si Álvaro
Uribe gana la Presidencia de la República es como si ganara Carlos Castaño”.
¿Quién me recibe esta platica por un votico?
Yidis Medina. Desde el Buen Pastor, en Bogotá, le dijo a la periodista Salud
Hernández: “El Presidente dijo en su primer comunicado que él no había habla-
do conmigo nada referente a la reelección. Y después, en su segundo comunicado
marzo de 2010 ~ 9
dijo sí, tal vez yo me reuní con ella y seguramente alguna vez le dije que votara el
proyecto de reelección... ¿El Presidente tiene derecho a equivocarse, la única que
no lo tiene es Yidis Medina?”
¿Dónde mando a hacer las cortinas de la Casa de Nari?
Claudia Gurisatti. Experta en cortinas de humo, color Chávez, para ocultar los
escándalos del gobierno nacional.
¿Quién desenrolla el tapete rojo a mi paso?
María Isabel Rueda. Sin más.
¿Cómo le saco una piedra bien verraca a LAFAR?
Nelly Ávila Moreno, alias Karina. Única mujer que ha estado al mando de un frente
de las Farc, y convertida en ‘gestora de paz’, sin acato a la voz de las organizaciones
no gubernamentales (ONG) que consideraban que debía purgar sus penas y reparar
a las víctimas. “Quiero luchar por las posibilidades que nos ha dado el presidente
Uribe…, porque la única manera de mantenerse en la guerrilla es obedeciendo las
órdenes de los altos mandos”. (¿A quién le obedecerá ahora?).
¿Más metidas de pata?
María Fernanda Valencia. Candidata a la Cámara de Bogotá por el Partido de la U,
creyó que meter las patas en la portada de Soho era el modus operandi para acceder
al poder. Los electores la dejaron con los crespos hechos (y la ropa puesta).
a
Jaque al rey
¿Y es que ‘esa’ también es gente? Carmenza Gómez Romero, a quien su
hijo llamaba Madreselva, hizo la del gallo bíblico: cantó, cantó y cantó. Y Uribe
la de San Pedro: negó, negó y negó. Ella es una de las once madres de Soacha a
quienes les mataron sus hijos. Llora sus dos falsos positivos: Víctor, maestro de
obra, reparchaba carreteras y echaba azadón en fincas, en Chaparral. La noche
del 23 de agosto de 2008, desapareció. John Nilson Gómez quiso buscar a los
asesinos de su hermano y, tras recibir amenazas anónimas, mientras jugaba
maquinitas en una tienda, recibió un disparo en el rostro.
a
En esta partida, el género femenino ha encontrado dos grandes heroínas, las fieras
del tablero: la potranca que dejó al presidente en muletas (diciembre 2009). Tan
valeroso acto dejó hecho añicos el futuro político de esta hembra.
Y la del jaque mate, la nena que destrozó a Álvaro Uribe Vélez: la Corte
Constitucional.
a
Pero entre las sumisas y desobedientes [Lina Moreno es sólo una más en
la lista de mujeres que le hacen mala cara a Uribe], sólo hay una que le roba el
sueño al próximo ex presidente. A la que le guarda fidelidad incondicional y
persigue hasta el cansancio. La única que lo satisface: la guerra.
¿Estará el harem dispuesto a re-deshacer su vida al lado de Santos o a dis-
frutar de una merecida infidelidad con un nuevo mandatario?
(*)Dícese de la mujer en boca de un varón.
Tremes Delirium es Periodista, especialista en Periodismo Urbano.
10 ~ marzo de 2010
un pasquín
Pesimistas de todo el país, uníos
U
Por Jorge Gómez Pinilla n Especial para Un Pasquín
na columna reciente de Daniel Samper Pizano contaba que
analizó con un grupo de amigos los resultados electorales, y
acabaron divididos en dos bandos: optimistas y pesimistas.
“Los optimistas sostenían que eran lamentables. Los pesimistas
afirmaban que eran catastróficos”. Ese mismo día el también
columnista Vladdo afirmaba –con sobrado optimismo- que
“si todos los pesimistas nos uniéramos alrededor de la pro-
puesta y el nombre de Antanas, a lo mejor les damos una sorpresa a los políticos
tradicionales”.
Una frase manida pero plena de verismo sentencia que “un pesimista es un op-
timista bien informado”. En este contexto, no sería error afirmar que hasta antes del
26-F (cuando la Corte Constitucional hundió el referendo reeleccionista) cundía el
pesimismo entre la gente sensata de este país, ante lo que parecía la inminente apro-
bación de un tercer período presidencial para Álvaro Uribe, aupado por su Estado de
9% 8% 6%
Los damnificados de las encuestas: Antanas Mockus, Germán Vargas, Gustavo Petro, Sergio Fajardo y Rafael Pardo.
opinión. Pero la Corte en su sabiduría no se dejó encandilar por el brillo de oropel de
las encuestas, y desde ese día a los independientes –otrora pesimistas irredentos- se
les ve pasar por ahí con cierta sonrisa optimista, cargada de esperanza.
Esa sonrisa tiene origen conocido, y en ella participan tanto el triunfo de Antanas
Mockus en la consulta del Partido Verde, como la alta votación que recibieron sus
candidatos al Congreso. Lo mismo estaría diciéndose hoy de Sergio Fajardo, si hubiera
sido el preferido por el voto independiente. Pero éste pagó cara su presunción cuando
–llevado por la vanidad y por un optimismo sin piso sólido- desechó la invitación que
le hicieron ‘Los tres tenores’ para trabajar unidos, quizá porque vio muchos caciques
y pocos indios. Y él quería ser el cacique de su propia tribu.
Si nos diera por hacer cábalas, diríase que el primer interesado en una posible
unión con los verdes sería el Polo Democrático, en la medida en que es Gustavo Petro
quien más ha hablado de convergencia, sumado a que fue éste el primero que le pro-
puso a Mockus que se lanzara a la alcaldía de Bogotá, y a que mantiene una buena
relación con Lucho Garzón. De donde se concluye que ya deben estar en conversa-
ciones al respecto. Ahora bien, una unión Petro-Mockus es todavía insuficiente, por
número 52
lo que no sobraría que la dupla citada le hiciera a Sergio Fajardo un cordial llamado
a recapacitar, para que en actitud humilde pero reflexiva sopese la oportunidad que
se le brinda de ser cola de león, antes que cabeza de ratón. 
Sea como fuere, ni siquiera una hipotética unión entre los tres anteriores garantiza
el paso a la segunda vuelta, frente a las mayorías que lograron consolidar los partidos
de la U y Conservador, en lo que se conoce como la aplanadora uribista. Aplanadora
que podría hacer el 1-2 en la primera vuelta, si a la unión opositora no se le suma el
Partido Liberal. En cuyo caso –y en esa única condición, los cuatro unidos en acuerdo
programático- podría darse por descontado su paso a la otra ronda.
Rafael Pardo viene de rechazarle a Germán Vargas Lleras una propuesta para la
unión de ambas campañas, aduciendo que “llegó tarde”. Esto significa una de dos: que
a Pardo no le interesa ninguna unión, o que el problema es con Vargas Lleras. Si fuera
por lo segundo, en parte le cabe razón: en la palestra electoral quedarían íngrimos,
como Toro y el Llanero Solitario.
Es comprensible además que Pardo se la quiera jugar solo, pues tiene con su
Partido Liberal el compromiso de hacerlo crecer, y una alianza para la primera vuelta
5% 4%
lo haría ver falto de fuerzas.  Pero aquí obliga acudir a la Realpolitik, para señalar que  el
único lugar de Colombia donde creció el liberalismo –como partido organizado- fue
en Santander. Esto saca a su Gobernador, Horacio Serpa, de la trastienda en que lo
tenían desde su segunda derrota con Álvaro Uribe, y le da –o mejor, le renueva- un
sitial de relevancia en ese partido, a la hora de las grandes decisiones.
Un enfoque pesimista nos advierte que no es nada fácil poner de acuerdo a esos
cuatro, porque cada uno en su optimismo (irracional, obvio) cree que puede pasar
solo la primera prueba. La paradoja del asunto radica entonces en que habría que
convencer a los optimistas de su error de cálculo, para que desaparezca el pesimismo
reinante…
MORALEJA Y CONCLUSIÓN: una eventual convergencia de fuerzas entre Antanas
Mockus, Rafael Pardo, Gustavo Petro y Sergio Fajardo sería la única fórmula imbatible,
que les quitaría a Juan Manuel Santos y a Noemí Sanín esa sonrisita de exagerado
optimismo que ahora cargan.
Jorge Gómez Pinilla es Periodista. e-mail: jorgegomezpinilla@yahoo.es
 Número 52
un pasquín marzo de 2010 ~ 11

Inquietante propuesta

L
Por Mario Madrid-Malo Garizábal n Especial para Un Pasquín
a candidata del Partido Conservador ha formulado una
inquietante propuesta. Quiere “devolverles el fuero mili-
tar a los militares” (sic) y sustraerlos a “una justicia civil
que no conoce el tema castrense y (…) además, tampoco
garantiza la lucha contra la impunidad”.
Quizá por razón de su larga permanencia en el ex-
terior la señora Noemí Sanín ya no recuerda bien ni el
texto del artículo 221 de la Constitución de 1991 ni la jurisprudencia que
sobre esta norma ha desarrollado la Corte Constitucional. Por eso conviene
recordarle:
a) Los miembros de las fuerzas militares tienen un fuero, pues por man-
dato de la Ley Fundamental la justicia penal militar conoce de los
delitos por ellos cometidos “en relación con el servicio”. (Un fuero es la
garantía en virtud de la cual las conductas punibles atribuidas a ciertos
servidores públicos deben ser investigadas y juzgadas por autoridades
distintas a las de la jurisdicción ordinaria o común).
b) Como sucede en todo Estado de derecho, el fuero de los militares co-
lombianos es restringido. Para que la jurisdicción penal militar pueda
conocer de un delito se requiere el cumplimiento de dos condiciones:
1ª) Que el hecho punible haya sido perpetrado por un miembro de la
fuerza pública en servicio activo; 2ª) Que ese hecho tenga relación di-
recta y próxima con el servicio.
f) Según la jurisprudencia y la doctrina internacionales, los tribunales
castrenses sólo deben administrar justicia con respecto a los miem-
bros de las fuerzas armadas que sean autores o partícipes de delitos de
naturaleza propiamente militar.
g) De lo dispuesto por el artículo 250 de la Constitución se infiere que
corresponde a la Fiscalía General de la Nación establecer, en todo caso,
si en una conducta punible se dan los elementos de índole objetiva y
subjetiva cuya concurrencia justifica la aplicación del fuero militar.
h) En ninguna providencia del Consejo de Estado se afirma que los mi-
litares colombianos han perdido su fuero constitucional, o que éste es
invocable para impedir el despliegue de la jurisdicción ordinaria sobre
delitos graves conforme al derecho internacional.
i) Carece de toda validez científica la tesis según la cual los civiles son
incapaces de procesar a los militares con rectitud, independencia e
imparcialidad.
La candidata conservadora debe documentarse con más seriedad an-
tes de formular sus propuestas. Es frívolo —y peligroso— presentar a los
militares colombianos como víctimas de una jurisdicción común inepta y
prejuiciada.
Colombia no debe retornar a los tiempos en que el fuero militar cobijaba,
incluso, a los autores de las ejecuciones extrajudiciales (hoy perversamente
llamadas “falsos positivos”).

c) Sólo pueden considerarse delitos en relación con el servicio aquellos Mario Madrid-Malo Garizábal es Abogado y profesor universitario

9%
que surgen —como omisión o ex-
tralimitación en el ejercicio de las
funciones— en el marco de una
actividad ligada directamente a la
defensa nacional, función propia
de las fuerzas militares.

d) Hay ciertos comportamientos

que siempre son ajenos al servi-
cio, como las violaciones de los
derechos humanos y las infrac-
ciones del derecho internacional
humanitario, porque quienes los
asumen no cumplen un fin cons-
titucionalmente legítimo.

e) Todo hecho constitutivo de vio-

lación de los derechos humanos
o de crimen de guerra rompe, por
su inusitada gravedad, el víncu-
lo entre el delito y el servicio. Por
consiguiente, su investigación y
juzgamiento corresponden a la
justicia ordinaria.
12 ~ marzo de 2010
un pasquín
Una América Latina sin OEA
Opinión de Mario Quadros n Especial para Un Pasquín
rupo regional deja por fuera a Estados Unidos y a Canadá”,
así titula The New York Times su artículo del miércoles 24 de
febrero de 2010, que reseñaba la creación de la Comunidad
de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (CELAC).
Efectivamente, líderes de América Latina y del Caribe acor-
daron conformar un nuevo grupo regional que incluye a
Cuba y excluye a Estados Unidos y Canadá.
No hay duda de que para quienes hemos presenciado el control absoluto de
Estados Unidos sobre la OEA, sus invasiones, el patrocinio de golpes militares, el
apoyo a dictaduras, el sabor por la creación de esta nueva organización, es dulce.
Esta percepción no es unánime ni generalizada. Todavía existen algunos re-
trógrados y de mentalidad colonizada, los que he llamado ‘la quinta columna’ en
uno de mis artículos anteriores –uribistas, pinochetistas, fascistas–, que desean un
futuro corto para esta iniciativa.
Examinemos brevemente la posición de algunos países. El Brasil democrático e
incluso aquel de la dictadura militar, siempre abogó por la reducción de la influencia
de Estados Unidos en América Latina. En Uruguay gobierna la izquierda y su nuevo
presidente participó del movimiento Tupamaros que en los años setenta, durante
la dictadura militar, prendió, juzgó y fusiló al agente de la CIA, Dan Mitrione, que
en aquel entonces se paseaba por el Cono Sur asesorando a las dictaduras militares
y dando clases de torturas.
En Argentina conocemos la posición desde que Kirchner revocó la ley de am-
nistía forjada por el corrupto Menem que absolvía a todos los generales dictadores y
asesinos, cómplices de Estados Unidos y los mandó a la cárcel. Perú es un gobierno
de derecha, pero consecuente. Sobre la posición de Paraguay, Bolivia, Ecuador y
Chile no hay duda algún de su apoyo a la nueva Organización. Sobre Venezuela,
sobran los comentarios.
Considero que uno de los aspectos más importantes de esta iniciativa fue el
apoyo que recibió de México. Esto merece un análisis aparte.
El columnista de El Tiempo Sergio Muñoz calificó este apoyo de patético. Yo lo
entiendo como una posición lógica en especial en estos momentos. Miremos por qué.
A pesar de la coyuntura actual, México es un país de peso y –junto a Brasil– puede
promover una importante alianza en América Latina y aglutinar con esta iniciativa
un movimiento independiente que busque los reales intereses latinoamericanos.
El problema es que México desde el gobierno neoliberal y corrupto de Salinas de
Gortari, y la firma del Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos, se
alineó con este último, dejando atrás su historia de país independiente; a tal punto
que apoyó la guerra de Iraq.
Dos motivos lo llevaron a emprender un gradual distanciamiento de Estados
Unidos. Primero, la concientización de que su asociación comercial no ha dado los
resultados esperados y su situación hoy es desastrosa. Segundo, México despertó y
pasó a creer más en el futuro de América Latina, consciente de que sus raíces están
al sur. En la entrevista de Lula con la periodista Carmen Aristegui de CNN, él explicó
cómo Brasil ha trabajado para atraer a México a la región. Esta nueva Organización
(CELAC) parece ser un resultado concreto de ese acercamiento de los dos grandes
de América Latina.
¿Y cómo quedó Colombia en esta historia? Como siempre, sola y derrotada. Su
débil Canciller dio declaraciones antes de la Cumbre indicando que si la iniciativa
buscaba excluir a Estados Unidos, Colombia no la apoyaría. Con eso confirmó su
posición de ‘quinta columna’; o sea, estaba allá para boicotear la iniciativa. Pero
necesitaba aliados y no los encontró. Terminó, muy callado, aceptando el consenso
general.
número 52
tresenuno
Opinión de Antonio Jiménez Castañeda n Especial para Un Pasquín
por
Las encuestas no le están dando a Juan Manuel Santos la victoria abru-
madora que anda buscando; pero lo ponen de primero, con 34 por
ciento. Muy probablemente sea una de las muchas trampas y men-
tiras que él mismo manipula, como lo hizo con los falsos positivos y
otras ruindades a su paso por el mal llamado servicio público.
la
Este es un llamado a la reflexión: un individuo que, como Santos, fue
capaz de propiciar y pagar por las muertes de más de 2,200 inocen-
tes para hacer creer que estaba ganando la guerra, no debe ser Pre-
siente de un país. El horror de sus actos llegó al extremo de que con
una simple orden suya se detuvo esa cadena de crímenes de lesa hu-
manidad. Tan pronto comenzó el primer escándalo ordenó detener
el genocidio y fue acatado casi totalmente: para 2009 las ejecuciones
extrajudiciales no pasaron (hasta donde se sabe) de 12 frente a miles
de los años anteriores. Miles que no o alteraban.
decencia
Y esto para no hablar del sucio montaje que le hizo al almirante Arango
Bachi o de los negocios impunes que durante su permanencia en los mi-
nisterios de Hacienda o Defensa esas carteras tuvieron con su grupo eco-
nómico Casa Editorial El Tiempo. No hablemos de eso, pero sí de lo que
acaba de denunciar su jefe Uribe: resulta que una parte de los falsos posi-
tivos cometidos por la Brigada 30 de Ocaña fueron hechos por el Ejército
en connivencia con el narcotráfico, bajo la administración del propio San-
tos. Según la Fiscalía, en ese tiempo otras 32 brigadas más estuvieron ase-
sinado a miles y miles de inocentes. Los demás candidatos deben ayudar
a denunciar y a contener a Santos. Si no lo hacen acabarán convertidos en
sus cómplices. No olvidemos que la gran promesa de Santos sigue sien-
do continuar el baño de sangre en el que, pare decir lo menos, compraba
manos humanas de sus enemigos con los dineros públicos.
Colombia estaba enfrentada con algunas diplomacias serias y capaces. La
política exterior de Uribe, improvisada y rastrera, no cala en ese nivel. Solamente
sobresale cuando juega para su única platea, la interna, con la ayuda de los titulares
de El Tiempo y contra la inhábil y errática diplomacia de Venezuela.
Conclusión, los vencedores fueron todas las fuerzas democráticas que han
luchado durante años, por una mayor independencia de la política norteamericana.
Ahora toca esperar que nuestros gobiernos empiecen a abandonar la OEA. Ojalá no
demoren.
Mario Quadros es Ingeniero Civil ~ Comentarios: mtquadros@gmail.com
 Número 52
un pasquín
Senador vs. Celador
P
Opinión de Olgahelena Fernández n Especial para Un Pasquín
asan los años y no aprendo. Otra vez voté mal. Otra vez me
arrepentí por no haber votado por el que era. Llegué a pensar
que el problema era mío, pero ahora veo las cosas más claras.
El problema es de los políticos que no dicen o hacen las cosas a
tiempo para conquistar a sus electores. Por ejemplo, si Rodrigo
Lara le hubiera pegado al celador de Corferias un día antes de
las elecciones yo habría votado por él. Bueno, en realidad no le
pegó, pero por el solo hecho de haberlo sacado corriendo como a un cobarde ya se
merece todo mi respeto y apoyo y pienso seriamente hacerle un homenaje.
Es que estoy harta de la “celadurocracia” que se instauró de un momento a
otro en Colombia. No se cuándo o quién le dio tanto poder a los vigilantes, que por
el simple hecho de llevar cachucha y uniforme se creen policías de Miami. Resulta
que ahora cuando uno va a una embajada a solicitar visa es el celador de turno el
que decide si uno califica para obtenerla o no y con caminado y actitud de de militar
nazi amedrentan a la pobre viejita que aspira al visado para poder visitar a su nieto
que está estudiando en el exterior. Algunos de esos celadores que nunca han viajado
más allá de Fusagasugá, se creen los amos y señores de las embajadas de Alemania,
Gran Bretaña, Estados Unidos, Malasia y 180 países más.
En las instituciones financieras son los mismos celadores los que deciden el
horario, qué formularios llenar, qué fila debe hacerse y desde luego, si usted es apto
para un crédito… Cuando uno llega a urgencias al borde de un infarto, es el vigilante
de la clínica el que inclina la balanza entre un marcapasos o una aspirina. Y el médico
cardiólogo que no ose contradecirlo.
Cuando uno va a visitar a los amigos, lo que menos importa es si el amigo lo
quiere recibir en su casa. Ee el celador quien elige si uno entra o no, si tiene derecho a
parqueadero y, desde luego, hasta qué horas se puede quedar. No se le olvide sonreír
todo el tiempo si no quiere dejar el carro en la cochina calle; y ojalá en medio de un
aguacero.
marzo de 2010 ~ 13
En el aeropuerto son celadores sin ningún tipo de entrenamiento, educación,
formación ni cultura los que lo registran a uno como si fueran de la DEA; con la misma
arrogancia de los agentes gringos, pero sin el más mínimo conocimiento.
A la entrada de los centros comerciales incomodan, esculcan, pero obviamente
no saben qué están buscando ni qué están haciendo… Y a la salida ¡cuidadito! se va
sin que le pongan el ‘chulo’ en el tiquete. Nadie sabe para que sirve el chulo, pero si
usted no deja que le pongan el rayón a la factura de compra puede terminar en la
cárcel por desacato a la autoridad. Además, uno como cliente siempre está perdido,
pues si tiene la estúpida idea de preguntar: ¿señor, para qué sirve eso?, la respuesta
siempre es la misma: ¡son órdenes! Nadie sabe órdenes de quién, ni para qué, ¡pero
son órdenes!
Si uno se pone chistoso y no hace exactamente lo que quieren queda condenado
al exilio. A la entrada de un edificio de consultorios, el vigilante de turno le dijo a un
amigo mío:
—¿Me recuerda su nombre?
A lo que mi amigo respondió:
—¿Por qué? ¿Se le olvidó?
Y ahí se armó Troya. Ahora no puede visitar a ningún médico de esa torre de
900 consultorios. Tendrá que dejarse morir sin volver a visitar a su médico. Él habría
querido, como el Senador Lara, darle una trompada al insolente celador, pero como
no es todo un ‘varón’ dejó pasar la oportunidad. Luego pensó en crear un grupo
de Facebook que se llamara algo así como “Me comprometo a pegarle a todos los
celadores…” pero temió que le mandaran al FBI y le dieran nueve años de cárcel
en la Picota.
Por eso ahora que Rodrigo Lara salió en defensa de todos los que por años hemos
estado sometidos a esta ‘celadictadurocracia’ propongo que le hagamos un homenaje
en Corferias y le sugiero que la próxima vez que vaya a tomar una medida profiláctica
de esas, lo haga un día antes de las elecciones, y así podrá contar mi voto…
Olgahelena Fernández es Periodista.
14 ~ marzo de 2010
un pasquín
El fantasma de Fanny
P
Redacción desde el Más Acá: Sandro Romero Rey n Panfleto sobrenatural exclusivo para Un Pasquín
or estos días, el fantasma de Fanny Mikey no me ha dejado
dormir. Me despierta a medianoche para que me levante y
escriba, me da ligeros golpecitos en el hombro durante las
funciones de las ocho de la noche, para que no me olvide de ir
a la Carpa Cabaret, me recomienda comentarios mientras estoy
escribiendo y, lo que es peor, me asusta. Se lo comenté a Anamarta
de Pizarro, su sucesora en el trono del Festival Iberoamericano
de Teatro y ella me contestó sin inmutarse: “yo ya estoy acostumbrada. El fantasma
de Fanny trabaja con nosotros y a todos nos gusta. Incluso tiene sueldo y ya nadie
se sorprende con su presencia. Al contrario, si el fantasma de Fanny desaparece en
algún momento significativo, quiere decir que no estamos haciendo las cosas bien
y tenemos que convocar a reuniones de emergencia”. No quise decirle nada más.
Intenté preguntarle si había sido el fantasma de Fanny el que le había recomendado
pintarse el pelo de azul, pero no fui capaz. Adiviné la respuesta.
El problema con el fantasma de Fanny Mikey es que no les avisaron a los invita-
dos internacionales de su presencia. Y hemos tenido que pagar las consecuencias. La
primera víctima, por supuesto, fue el actor y director norteamericano Robert Wilson,
conocido entre sus amigos como Bob Wilson. Y digo “por supuesto”, ya que el adusto
Bob tuvo a bien inaugurar el nuevo nombre del Teatro Nacional con su nuevo apela-
tivo: ahora se llama Teatro Nacional Fanny Mikey. Y, claro, si un templo de la escena
decide ser rebautizado con el nombre de nuestro fantasma mayor, pues hay que
suponer que el hecho traerá sus consecuencias. Los de la Carpa Cabaret, el templo
sagrado de las fiestas del festival estaban muy molestos, pues ellos querían bautizar
la carpa como “Carpa Cabaret Fanny Mikey”. Y los del Ministerio de Cultura soñaban
con inventarse un decreto en el que se bautizaba el Programa de Salas Concertadas
como “Salas Concertadas Fanny Mikey”. Quedaron desconcertados. En fin.
El asunto es que, para el ensayo general de Bob Wilson, el fantasma de Fanny
Mikey se apareció en el camerino de Bob. Bob terminaba de maquillarse su blanca
mascarilla, cuando Fanny apareció protestando: “éste era mi camarín, ¿lo sabías? No
entiendo por qué a vos no te trajeron la botella Jack Daniel’s que les pedí”. Me cuen-
tan los técnicos del teatro que Bob sufrió de una súbita arritmia cardiaca y tuvo que
suspender el ensayo. Manuel José Álvarez, el temible productor general del Festival,
número 52
debió reunirse con Bob y explicarle que en Colombia los fantasmas también trabajan
y, por supuesto, también opinan. El actor norteamericano entendió a regañadientes
e hizo sus funciones de “La última cinta de Krapp” con el fantasma de Fanny Mikey
dándole consejos desde las laterales.
El otro que sufrió las consecuencias por las apariciones del rojizo visitante fue
el director Pippo Delbono. Se sabía de la inmensa genialidad del italiano y que su
espectáculo “Guerra” iba a ser el la gran sorpresa del festival, con sus actores de-
formes, unos con síndrome de Down, otros ancianos, otros gigantes, otros cojos,
otros hermosísimos. Pippo los dirige sobre la escena con inusitada sapiencia y sus
obras son verdaderas experiencias similares a la de la levitación. Sin embargo, en
Colombia no se tenían muchas noticias de su genio (al parecer, la presencia del
director esloveno Tomaz Pandur se roba las mejores atenciones) y la primera noche
en que se presentó Pippo Delbono el teatro estaba casi vacío. Fue entonces cuando
el fantasma de Fanny Mikey quiso hacer de las suyas. Cuando ya todo estaba listo
para la representación, se oyó una voz que venía de ninguna parte que les anunció
a los espectadores: “Queridos amigos: estamos en la decimosegunda edición del
festival iberoamericano de teatro de Bogotá…” y se despachó recitando de memoria
toda la sábana de la programación. Pippo Delbono, que no se sorprende con ningún
fantasma, entendió que no podía discutir con el más allá y esperó con paciencia hasta
que Fanny terminó de nombrar hasta el último de los patrocinadores.
Y así ha venido sucediendo. El fantasma de Fanny Mikey no descansa. Opina
todo el tiempo. Desde la escogencia del grupo para la inauguración (“les dije que era
mejor hacerlo con Antonio Canales”), hasta el tono del color del pelo de la Fanny
Mikey de seis metros que estuvo frente al desfile inicial del 20 de marzo. Hay que
acostumbrarse a vivir y a trabajar con el fantasma de Fanny Mikey porque, de lo
contrario, corremos el riesgo de que pasen cosas como la que me pasó a mí esta ma-
ñana, cuando me senté a escribir esta nota. Sonó el teléfono. Contesté. Era Fanny. Sin
saludar, me dijo: “escribí un artículo corto, Sandrito. Te aseguro que si te vas a pasar
de los 2,500 caracteres no te lo publican”. Le dije a Fanny que no se preocupara, que
yo sabía lo que hacía. “No te hagás el inteligente, boludo. Yo conozco a mi gente”. Y
colgó. Hace cinco minutos, recibí una llamada de Vladdo. Con el fantasma de Fanny
no se puede discutir.
Sandro Romero es Escritor y Director de teatro.
Número 52
un pasquín marzo de 2010 ~ 15
Aquelarre
16 ~ marzo de 2010 ~ La Zona Franca de un pasquín ~ Número 52
 Número 52
un pasquín marzo de 2010 ~ 17

Prisionero político Pederastia y justicia

por: angel boligan, El Universal, Mexico por: angel boligan, El Universal, Mexico

www.caglecartoons.com www.caglecartoons.com

Humo apestoso
por: daryl cagle, MSNBC.com
18 ~ marzo de 2010
un pasquín número 52

Para estos
días, Santos

: jarape
caricatura

caricatura: jairo linares

caricatura
: betto

caricatura: vladdo
Número 52
un pasquín marzo de 2010 ~ 19

cruz&grama
por bacteria n especial para un pasquín

hágalo usted mismo

Escoja los términos y definiciones que más le gusten y arme su propio crucigrama. No apto para menores de edad.