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EN FORMACION
SOLICITUD DE
DENOMINACION DE ORIGEN
CORDERO PATAGONICO
2009
a. Nombre del Producto
Cordero Patagónico
El producto consiste en carne fresca de Cordero Patagónico, la cual cumple con las siguientes
normativas vigentes en el Código Alimentario Argentino.
Artículo 247
Artículo 248
Artículo 251
Se considera como Carne flaca, cuando a simple vista no puede verse ni grasa ni tejido
fibroso; se considera magra, cuando es de una escasa gordura; grasa o gorda, cuando contiene
grasa macroscópica en regular o abundante cantidad y fibrosa, cuando predomina en ella el tejido
conjuntivo.
Carne de Cordero Patagónico de las razas Corriedale y Merino Australiano, sus cruzas y sus
razas (Cormo, Corino, Merino Mocho). De dos a tres meses de edad hasta un peso vivo de 25 kg,
criado en forma extensiva en el medio natural patagónico. Alimentado con leche materna y con la
vegetación autóctona propia de la región, principalmente coirones. Faenado en frigoríficos de
Clase A según lo establecido en la Ley Nacional de Carnes (Ley Nacional 22.375).
Características Zootécnicas
RAZA MERINO
La composición botánica de la dieta del ovino varía según las distintas áreas ecológicas y
la composición florística específica de cada uno de los ambientes (3). En aquellas zonas donde la
disponibilidad de pastos cortos es baja, aumentará la proporción en dieta de especies leñosas y
viceversa. A continuación se da reseña de las especies botánicas más representativas de la dieta
del ovino criado en la región patagónica (1 y 4).
RAZA CORINO
Esta raza surgió por iniciativa de la familia Fenton, propietaria de la estancia "Monte
Dinero", ubicada en la boca oriental del Estrecho de Magallanes, en la provincia de Santa Cruz.
El objetivo principal fue lograr un animal con las características del Corriedale en cuanto
a su aptitud doble propósito, adaptado a ambientes patagónicos, pero capaz de producir lanas más
finas, que tienen mayores precios de mercado.
Los primeros ensayos comenzaron en 1968, a través de un proyecto FAO-INTA, con el
apoyo de la Dra. Helen Turner, reconocida genetista australiana.
Los trabajos se iniciaron cruzando ovejas Corriedale de excelente tipo, alta producción y
cara descubierta, con carneros Merino Australiano.
En 1984 se importaron carneros Poll merino de Australia (mochos), con los cuales se
lograron fijar las características de doble propósito para producción de carne y lana de 22 y 23
micrones, descubierto y sin arrugas que corresponden al Corino.
Desde el comienzo de la raza se implementa un estricto programa de selección por
medidas objetivas - peso de vellón sucio, peso de vellón limpio, finura de lana y peso corporal -
haciendo hincapié en cara descubierta y cuerpo sin arrugas. En todos los casos, tanto hembras
como machos, han sido evaluados en condiciones de campo.
Los animales se aceptan como madres o carneros luego de haber superado las pruebas de
producción y las selecciones visuales después de los 18 meses.
Actualmente se trabaja con un plantel de 3.500 madres Corino y una majada de 2.500
madres generales (Asociación Criadores de Corino, 1998).
Objetivos logrados: Un ecotipo adaptado al medio ambiente patagónico. Un ovino
práctico, de fácil manejo, sin arrugas y descubierto, de alta fertilidad y excelente res carnicera.
Con mayor peso de vellón que la raza base y con una finura de lana de 23 micrones promedio.
Utilidad de la raza: La raza se ha usado principalmente en cruzamientos sobre ovejas de
raza Corriedale, las que han mantenido su aptitud carnicera y fertilidad, mejorando entre un 25 y
un 50 por ciento el valor de su lana, por la disminución del diámetro medio y mayor peso de
vellón limpio.
En su uso sobre ovejas Merino mejora la aptitud carnicera y la fertilidad, manteniendo un
vellón de gran valor y calidad.
Desde 1987 se ha incorporado la técnica de inseminación artificial por laparoscopia, con
sincronización de celo, para integrar la genética de carneros superiores y para un óptimo
aprovechamiento de padres de alta performance.
En 1990 la estancia incorporó la transferencia de embriones en fresco, utilizando como
donantes a las ovejas "cabeza de selección", con servicio de padres con Prueba de Progenie, de
INTA Pilcaniyeu.
Actualmente en toda la Patagonia hay alrededor de 80.000 ovejas al servicio de carneros
Corino, en distintos grados de absorción de la raza (1).
RAZA CORMO
Características zootécnicas
Es una gramínea de porte bajo, erecta, que forma pequeñas matas. Las hojas tienen de 5 a
20 centímetros de longitud. La panoja es densa y contraída.
Es una especie perenne de ciclo Otoño-Invierno-Primaveral. Su mayor crecimiento se
observa en primavera. Florece a partir de Octubre y fructifica desde Noviembre. Su presencia es
común en la estepa patagónica. Es una especie muy plástica que se encuentra en ambientes muy
variados desde la Cordillera de los Andes hasta la costa del Océano Atlántico.
Es una forrajera de alto valor por su calidad nutritiva y por ser preferida por el ganado
ovino y vacuno. Es frecuente encontrarla intensamente comida lo que le da un aspecto muy
particular en el campo debido a su poca altura, por sus hojas cortas y rígidas que nacen entre los
macollos muy rozados por la hacienda. Es una especie clave por su abundancia y alta preferencia.
Con altas cargas y pastoreo continuo, disminuye su vigor y densidad frente a especies de menor
valor forrajero.
Es una gramínea con una amplia distribución en la estepa xerófila, formando matas de 50
a 60 centímetros de altura. Las hojas terminan en una punta rígida, representa un buen recurso
forrajero.
También habita la zona oriental de los bosques patagónicos donde suele recibir el nombre
de coirón amargo.
Es una gramínea de porte bajo, erecta, que forma pequeñas matas. Las hojas tienen de 5 a 20
centímetros de longitud. La panoja es densa y contraída.
Es una especie perenne de ciclo Otoño-Invierno-Primaveral. Su mayor crecimiento se observa en
Primavera. Florece a partir de Octubre y fructifica desde Noviembre. Su presencia es común en la
estepa patagónica. Es una especie muy plástica que se encuentra en ambientes muy variados
desde la Cordillera de los Andes hasta la costa del Océano Atlántico.
Es una forrajera de alto valor por su calidad nutritiva y por ser preferida por el ganado ovino y
vacuno. Es frecuente encontrarla intensamente comida lo que le da un aspecto muy particular en
el campo debido a su poca altura, por sus hojas cortas y rígidas que nacen entre los macollos muy
rozados por la hacienda. Es una especie clave por su abundancia y alta preferencia. Con altas
cargas y pastoreo continuo, disminuye su vigor y densidad frente a especies de menor valor
forrajero.
Planta herbácea perennifolia que posee espigas muy ásperas al tacto. Su distribución abarca
amplias zonas de la Patagonia. Posee elevadas condiciones forrajeras como valioso alimento del
ganado que come a ras del suelo (5).
Las plantas tienen una altura de hasta 60 centímetros, cuando están pastoreadas y su diámetro es
variable, según también el grado de pastoreo en que se encuentren.
Tienen hojas finas, punzantes y de color verde con tonalidades ligeramente azuladas. Su color
contrasta con el pajizo de los coirones amargos.
En el punto de encuentro entre las láminas y las vainas existe una callosidad color ocre o verdoso
adoptando la forma redondeada de un "hombro".
El aspecto de la planta varía según el sitio donde se la ubique. En lugares altos o boscosos son
altas, mientras que en las zonas esteparias y a baja altura las matas son de menor tamaño con
panojas y hojas más rígidas.
Se trata de una especie perenne que se encuentra ampliamente distribuida en los faldeos
cordilleranos y precordilleranos.
En Chubut tiene una zona de máxima dispersión en el sector sudoccidental de la provincia.
Más cerca del litoral atlántico se la encuentra en aquellos sitios que tienen mayor tenor de
humedad, como borde de mallines o pampas altas (Ej: Pampa del Castillo). Es bastante plástica
en cuanto a su tolerancia a distintas clases de suelos.
Es de alto valor forrajero si se tiene en cuenta el alto grado de preferencia que tiene la hacienda
por esta especie frente a otros coirones.
Su período de máxima producción forrajera es en Primavera hasta Diciembre. En Noviembre
comienza a encañar madurando las semillas a fines de Enero o Febrero.
Durante el período estival la producción forrajera se detiene debido a un menor tenor de humedad
en el suelo y a que las plantas se encuentran en su faz reproductiva.
En Otoño vuelve a desarrollar, aunque no en la medida que lo hace en Primavera. En Invierno el
crecimiento es mínimo (5).
RECOMENDACIONES NUTRICIONALES
Grasa total < 30% kcal Omega 6 : Omega 3 < 4
Grasa saturada < 10% kcal Colesterol < 300 mg diarios
Grasa monoinsaturada Antioxidantes naturales
Grada poliinsaturada Ácidos grasos trans < 2% kcal
Fig 10. Recomendaciones nutricionales.
En los cortes nalga, peceto, bola de lomo, cuadrada, cuadril y bife, se determinaron los
porcentajes de grasa intramuscular, grasas saturadas, mono y poliinsaturadas, así como el
contenido en colesterol.
Los resultados obtenidos indicaron que el cordero patagónico es un producto muy tierno
y de características sensoriales muy aceptables y diferentes. El efecto de las diferentes pasturas
sobre el sabor y aroma es uno de los factores que brinda a este cordero características únicas y
muy apreciadas por compradores internacionales. Los valores de grasa intramuscular para todos
los músculos y todas las regiones fueron notablemente bajos con un promedio de 2.3 g/100 g de
carne. Dicho valor, si se consideran los bajos coeficientes de variabilidad, se puede tomar como
referencia del contenido en grasa intramuscular de la carne del cordero patagónico. Los valores
de colesterol presentaron algunas diferencias (p < 0.05), según corte y área geográfica, con un
promedio de 51.5 mg/100 g de carne.
Es interesante destacar que los valores de colesterol en la carne del cordero patagónico
son similares a los presentes en otras carnes (Fig. 11). Estudios recientes en corderos patágonicos
de diversas muestras comerciales confirmaron estos índices preliminares.
El perfil lípido típico del cordero patagónico se presenta en la Fig. 13. Allí se puede
observar el importante aporte de ácidos grasos poliinsaturados de las familias omega 3 y 6.
Solamente dos ácidos grasos tienen características hipercolesterolémicas, el mirístico (14:0) y el
palmítico (16:0), componentes comunes de todas las carnes.
Fig. 13. Cordero Patagónico. Composición tipo ácidos grasos. Músculo Longissimus dorsi. Muestra
comercial.
Fig 14. Aspectos lípidos de interés nutricional del cordero patagónico. Corte bife.
Estudios recientes indican que las carnes ovinas pastoriles, comparadas con las bovinas,
porcinas y de aves, presentan los valores más altos de ácidos grasos poliinsaturados, en especial,
de los omega 3, así como de los isómeros conjugados del ácido linoleico (CLA).
Presentación:
Canal completa (sin decomisos parciales), enfriada o congelada, sin golpes, moraduras o
hematomas, sin desgarros debidos al manejo o faenado, sin anomalías congénitas (deformidades),
sin tintes ictéricos (amarillos) y con un sangrado correcto. Su peso se grupa en tres categorías:
• Canales de 7 a 9 kg
• Canales de 9 a 11 kg
• Canales de 11 a 13 kg.
A partir de un protocolo de tipificación para las canales de cordero patagónico elaborado por
el EEA INTA (7), se extrajo la siguiente información concerniente al tipo de conformación y
grado de engrasamiento.
Conformación de la canal:
Grado de engrasamiento:
Las canales están cubiertas de una película de grasa fina que deja aparecer parcialmente
los músculos subyacentes, si bien esta película se espesa en la grupa, nacimiento de la cola,
región dorsal y renal, quedando al descubierto los músculos de la pierna y la paletilla, así como
los trapecios.
c. Zona Geográfica
Como se dijo anteriormente, si bien La Patagonia abarca las provincias de Neuquén, Río
Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, comprende áreas ecológicas marcadamente
diferentes.
Teniendo esto en consideración, resulta crítico distinguir, dentro del amplio territorio
patagónico, cuál es el que presenta las condiciones óptimas para la cría del cordero. En la
siguiente tabla se resumen características más sobresalientes de cada una de las distintas áreas
ecológicas de la región (8).
A continuación se presenta el mapa de las áreas ecológicas para las provincias provincias
mencionadas, allí se pueden ver cómo se distribuyen sobre el territorio provincial.
Fig. 22. Mapas
Analizando conjuntamente de las distintas
las figuras 21, 22 yáreas ecológicas
27 con la información presentada en la
sección f. Vínculo con el ambiente, NATURAL queda claro que el territorio patagónico es muy
heterogéneo.
La variabilidad de las condiciones climáticas, tipo y distribución de la vegetación, relieve,
cursos hídricos, tipo de suelo, regímenes de vientos y precipitaciones, etc. se conjugan de manera
específica modificando el medio ambiente, el cual incidirá de manera directa en la calidad de la
carne de cordero. Es por esto importantísimo tener especial cuidado respecto a la procedencia del
mismo.
Las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego presentan las condiciones de
cría óptimas pues tienen un clima árido, seco, ventoso y frío propicio para la proliferación de
especies graminosas de valor forrajero, únicas de la región. A su vez, la dieta del ovino se verá
enriquecida con otro tipo especies arbustivas que estén disponibles en el campo.
Por otro lado, las provincias de Neuquén y Río Negro, por su cercanía con la región
pampeana, tienen un clima que varía al acercarse al Río Colorado. Así, si bien la región sudoeste
de estas provincias comparte las características antes mencionadas, yendo hacia el norte se vuelve
más húmedo y cálido modificando su vegetación. No es extraño que en la región próxima del Río
Colorado se desarrolle un importante polo frutícola.
En primera medida, se considerará para esta denominación de origen el territorio limitado
exclusivamente por las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego pudiéndose agregar
productores de las provincias de Neuquén y Río Negro que puedan demostrar condiciones de cría
similares.
d. Prueba de Origen
Por parte del Consejo regulador de esta DO, se nombrarán inspectores que verifiquen y
acrediten las condiciones de producción de los distintos establecimientos pecuarios. Se presentará
especial atención a:
• La procedencia de los corderos: se constatará mediante el sistema de señales
anteriormente descripto que la procedencia de los corderos se circunscriba a las estancias
situadas dentro del área de esta denominación.
• Los controles sanitarios que se llevaran a cabo y el personal que los realizara, constando
su idoneidad al respecto.
• El uso de medicamentos y vacunas dentro de los períodos que correspondieran a fin de
que no dejaran residuos peligrosos para el consumidor.
• El sistema de producción: se asegurará que la cría de los corderos se realice en forma
extensiva, siendo éstos alimentados con leche materna y pasturas autóctonas de la región,
no permitiéndose el uso de alimento balanceado u otros estimulantes u hormonas que,
tendientes a aumentar el rendimiento y peso del animal, modifiquen sus propiedades
distintivas.
Las estancias
En la actualidad, en Chubut y Santa Cruz las
estancias medianas tienen 15000 ha a 20000 ha en
promedio con entre 2500 y 5000 animales. Luego
existen las estancias grandes de mas de 5000 ovinos,
pero son menos en cantidad. También existen
minifundios de menos de 1000 ovejas que son
generalmente negocios familiares para subsistencia.
En Tierra del Fuego, en cambio, el promedio por
estancia se ubica en los 7000 animales.
La mano de obra rural se calcula en una persona permanente cada 1500 ovejas, excepto en la
esquila o los trabajos, donde es necesario mas personal para juntar y encerrar los animales. Para la
esquila se contratan comparsas que van de un establecimiento a otro.
El manejo
Al momento de encerrar la majada (en diciembre o enero), se separan los corderos machos que se
destinan a la venta y las hembras de rechazo que no formarán parte del plantel de reposición. A los
corderos se los señala extirpándole una porción de la oreja y se descola. También se castra los
machos si estos quedarán en la majada para la producción de lana. Los corderos al momento de la
faena pesan alrededor de 25 kilos vivos.
En abril, mayo o junio, es la época de servicio de las ovejas. Se juntan los carneros y las ovejas y se
aprovecha el encierre también para vacunar o desparasitar y pelar ojos y ubre si es necesario. Se
utiliza de 3% a 5% de carneros en el servicio. También en este momento se mandan a frigorífico las
ovejas de descarte o corderos cola.
En agosto o septiembre, nuevamente se encierran las ovejas para vacunar, desparasitar y pelar ubres
y ojos antes de la parición, para facilitar el amamantamiento del cordero.
La majada
Cordero: de 0 a 12 meses
Borrego: de 12 a 18 meses
Capón: de 18 meses y mas macho castrado
Oveja: de 18 meses y mas hembra
Carnerito: de 12 a 18 meses macho entero
Carnero: de 18 meses y más macho entero
La faena
• Frigoríficos Clase A: Cumplen las exigencias sanitarias, son controlados por SENASA
(tránsito federal) y sus elaborados satisfacen las exigencias del mercado local y el de
exportación.
• Frigoríficos Clase B: Cumplen las exigencias sanitarias, son controlados por SENASA
(tránsito federal) y sus elaborados satisfacen sólo las exigencias del mercado local.
• Frigoríficos Clase C: con inspección sanitaria municipal, cuya producción se
destina exclusivamente al municipio donde está radicado.
Los frigoríficos utilizados para faenar la carne del cordero patagónico corresponderán a la
Clase A y deberán estar debidamente autorizados por el SENASA.
La Patagonia es hoy uno de los lugares menos contaminados del planeta. En ella se desarrolla
un ecosistema único, natural y seguro. Está reconocida por la OIE como libre de enfermedades
infecto-contagiosas que limitan el comercio internacional de carnes: Scrapie, BSE o aftosa (17).
Es por esto que la carne de cordero es magra. El porcentaje de grasa intramuscular es muy
bajo: 2.3 gr/100 gr Los valores de colesterol en distintos estudios dieron como resultado 51.5
mg/100 gr de carne, similar al de otras carnes (6).
En este sistema pastoril extensivo, se evita también el uso de alimento balanceado, hormonas,
antibióticos y demás fármacos que pudieran contaminar la carne.
La oveja es generalmente un monocultivo, porque los suelos no son aptos para agricultura.
De esta manera, los pastos están libres de agroquímicos o residuos industriales que pudieran
contaminar la carne de cordero mediante su ingestión.
El agua en la zona cordillerana proviene de deshielos de las altas montañas o de manantiales.
Y en la meseta y zona costera el agua se saca con molinos, de pozos que tienen a veces hasta 50
metros de profundidad.
La disponibilidad forrajera es pobre, y las ovejas pastorean libremente abasteciéndose de una
dieta balanceada a partir de distintas especies arbustivas para criar sus corderos a leche.
Las pasturas patagónicas brindan un sabor especial a la carne. Suavidad, aroma y terneza son
las características más importantes. El cordero patagónico es muy apreciado por el mercado
nacional e internacional. En particular, las razas patagónicas son productoras de lana o doble
propósito, por lo que su carne es magra.
• HISTÓRICO
Se estima que hacia 1549 llegaron los primeros ovinos al suelo rioplatense, cuando Ñuflo de
Chaves al retornar de Lima, donde fuera enviado por Irala, introdujo en Asunción cabras y
ovejas, animales muy escasos por entonces en Perú (Giberti, 1961).
Aunque algunos historiadores sostienen que los primeros ovinos llegados al Nuevo Mundo
eran Merinos, Wernicke (1934) afirma que eran ovejas ordinarias de razas siria, pirenaica y
berberisca. Esto parece como más probable en virtud a que, para esa época, la corona de España
tenía prohibida la exportación de ganado Merino, dada la calidad de sus fibras, que había
despertado la codicia de Europa y a que el fenotipo de los actuales ovinos Criollos explotados en
las regiones noroeste y centro-oeste del país, se compadece más con el aspecto de los actuales
ovinos de raza Churra española, que con los Merinos.
La provisión de carne y otros productos para los conquistadores requería ovinos y vacunos.
La conquista por tierra debía traer animales que pudieran desplazarse fácilmente por sí solos. Así
fue que en el Litoral y el Norte del territorio, se difundieron los ovinos antes que los vacunos, por
sus menores exigencias en cuanto a pastoreo y porque los indios aseguraban mano de obra para
cuidado y esquila. En la zona pampeana en tanto, con pastos naturales buenos y sin trabajadores
que aprovecharan la lana, se prefirió al vacuno, prestándose cada vez menos atención al ovino.
Se sostiene que para 1810 nuestro país tenía apenas 2 o 3 millones de ovinos de baja calidad,
de 2 razas con características diferentes: la más numerosa era la "Criolla", de cuerpo pequeño,
lana escasa, corta, enrulada y de diferentes colores y la otra menos numerosa, de mayor tamaño y
lana más suave, se llamaba "Tampa". Aunque para algunos historiadores estas descendían de las
Merino españolas (trashumantes) y las otras de las "Churras" (estantes), lo más probable es que
ambas lo hayan sido de éstas últimas, pues la Corona española tenía terminantemente prohibida la
exportación de ejemplares Merinos, famosos por la finura y calidad de sus lanas, que según
sostenían, era condición que solamente se daba bajo el clima español y de acuerdo con el régimen
pastoril trashumante.
En muchas zonas del norte argentino, la oveja había desplazado al cultivo del algodón por su
menor costo en mano de obra, puesto que cuidar rebaños era mucho más aliviado que cultivar la
tierra.
Cuando el Río de la Plata se liberó de España, desaparecieron muchas de las trabas que
limitaban el desarrollo lanar. Como los animales existentes eran de poca calidad, se imponía
importar ejemplares destacados en la producción de lanas de calidad.
En 1813, a instancias del cónsul de Estados Unidos, llegó el primer plantel compuesto por
100 ovejas Merino con sus respectivos carneros, que dieron origen a la primera cabaña argentina,
ubicada en el actual partido de Morón, provincia de Buenos Aires, la que sucumbió en un
incendio en 1821, cuando tenía alrededor de 900 animales.
En 1824, durante el gobierno de Rivadavia, de incansable afán progresista, fueron
introducidos 100 merinos de España y 30 Southdown de Inglaterra con destino a la futura cabaña
"Los Galpones" en las vecindades de San Vicente, que despertó la curiosidad de los vecinos por
las instalaciones -galpones, bretes, cercos y pozos de agua- totalmente novedosas para la época.
A fines de 1826 Rivadavia importa otro lote de 150 merinos finos que son comprados por los
mismos dueños de "Los Galpones", cabaña que para 1830 gozaba de enorme prestigio por los
resultados de sus ventas, circunstancia que generó un auténtico interés por el merino o
"merinomanía".
Como el merino español no podía salir de la península, se importaban ejemplares de Sajonia,
descendientes de los "Negretes" españoles. Es así que a través de sucesivas importaciones, entre
1836 y 1838, ingresan al país un total de 7.850 animales.
No obstante, según sostienen algunos historiadores, semejantes importaciones sin el control
adecuado trajeron consigo la plaga de la sarna, por entonces desconocida en el Río de la Plata
(Giberti, 1961).
Se destacaron, por entonces, como criadores de ovejas los irlandeses, ingleses y escoceses,
expertos en la explotación, por haberla ejercido en su país natal.
Buena parte de esos extranjeros compraron campos a precios irrisorios a unitarios
perseguidos por Rosas, que los vendían antes de ser embargados.
La estancia orientada hacia el saladero, característica de la época de Rosas, se limitaba
solamente a mantener reunido el ganado, sin realizar más tareas que la marcación y castración.
Las persecuciones políticas hicieron perder la afición por el lanar.
La caída de Rosas, con la normalización de las corrientes comerciales, permitió al saladero
recuperarse y facilitó el gran desarrollo lanar iniciado antes.
Sin dudas, el balde volcador, modesto y útil aporte, que permitía a una sola persona, sin
bajarse del caballo, extraer agua y volcarla en un tanque, contribuyó a que se formasen
explotaciones de 2 a 3 mil cabezas, en tierras valiosas por sus buenos pastos, despreciadas por los
grandes estancieros que necesitaban aguadas permanentes para sus vacunos.
Por los años 1850-55, en virtud a los interesantes logros económicos obtenidos con los ovinos
por algunos estancieros del norte de la provincia de Buenos Aires, alentados por el interés de la
industria europea que comenzaba a manufacturar tejidos que requerían lana larga, se evidenció un
interés superlativo por la crianza lanar.
Así, durante más de cuarenta años la lana ocupó el primer lugar entre las exportaciones
argentinas, asegurándonos una inserción plena en el mercado internacional, hasta llegar a ocupar
el 3º lugar mundial como país productor-exportador de lanas, a fines del siglo XIX (FLA, 2001).
La cría de ovejas en la provincia de Buenos Aires era la actividad productiva más rentable,
atraía mano de obra y capitales y desplazaba al vacuno hacia campos marginales.
El boom lanero o "fiebre del lanar", como se conoció por su semejanza con la fiebre del oro
de California, sin embargo, no ha quedado grabado en la memoria colectiva (Sábato, 1986).
Posteriormente, los cambios operados en la estructura agraria de la provincia, condujeron a la
declinación de la cría del lanar y a su desplazamiento hacia zonas extra-pampeanas. (1)
Así, muchas de las explotaciones patagónicas tienen su origen alrededor del año 1885, a
propósito de las corrientes inmigratorias de Europa, Sudáfrica, Malvinas y del norte del país, de
la mano de pobladores que comenzaron la actividad introduciendo majadas de Malvinas, Punta
Arenas y la provincia de Buenos Aires.
La primera guerra mundial, y el consecuente aumento de los precios de los commodities,
aceleraron el proceso que se estabilizó alrededor de los años 20, con una estructura parcelaria ya
instalada. Esos años y los siguientes fueron de esplendor, y dieron origen a establecimientos con
importantes inversiones, muchas de las cuales subsisten hasta hoy.
Como consecuencia de esta actividad, que en la época se convirtió en el eje de la economía
del entonces territorio de Santa Cruz (y de toda la región patagónica), se fundaron pueblos,
puertos, por donde se canalizaron los productos, frigoríficos, almacenes, bancos y toda la
infraestructura de apoyo a la actividad ganadera ovina. Durante aproximadamente 45 años (1930-
1975), las existencias se mantuvieron entre 6 a 7,5 millones de cabezas. La ganadería ovina
alcanzó su máxima expresión en la década del 60.
Hasta esos años, la lana fue un producto de alto valor en los mercados. Los sistemas
ganaderos ovinos eran principalmente laneros y la producción de carne era una actividad
secundaria. Según las zonas, la hacienda para faena se remitía a los frigoríficos, graserías; se
exportaba en pie a Chile o simplemente se consumía en el campo. Por ello, las majadas
estuvieron compuestas, durante muchos años, con un elevado número de animales adultos,
principalmente capones.
El consumo de carne, si bien era alto en el mercado interno y especialmente en las
localidades de la región, respondía a este tipo de animal, siendo el cordero casi un subproducto
del sistema, y consecuentemente de bajo valor relativo. La exportación también respondía a este
modelo. A mediados de los 60 otras fibras textiles –en especial las sintéticas- comenzaron a
desplazar a la lana hacia otro segmento del mercado.
Aquí se inicia un fenómeno que no sería totalmente entendido hasta los 70. En general, los
productos primarios fueron desplazados de su lugar predominante por el proceso de
industrialización operado en el país, perdiendo peso relativo frente al nuevo fenómeno industrial.
En la Argentina, la mecanización agrícola más intensiva, junto con el crecimiento de la
ganadería bovina en la región pampeana, comenzó a desplazar al ovino de esas zonas. En la
región patagónica, la actividad petrolera creció de manera importante y originó nuevas fuentes de
trabajo y migraciones internas, y disminuyó la importancia que hasta entonces tenía el sector en
la economía regional (fig. 23).
Si bien existen publicaciones de los años 60, y aún anteriores, que manifestaron serias
preocupaciones de técnicos y productores para aliviar la alta carga animal existente, lo cierto es
que en aquel momento no se contaba con tecnologías disponibles para asignar de manera correcta
y objetiva dichas cargas. En la práctica, este proceso de asignación fue producto de un sencillo
método de prueba y error basado en la experiencia y en el estado de los animales principalmente.
Por otra parte, la falta de políticas públicas activas para encausar el desarrollo agropecuario,
la falta de investigación y de tecnologías disponibles propiciaron el inicio de un proceso de
desertificación, con pérdida de suelos y de pastos. Las primaveras ventosas y los duros inviernos
completaron la tarea.
Por un lado, una fuerte caída de los precios internacionales de la lana y, por el otro, la
importante disminución de las ventas de carnes ovinas al exterior, principalmente a Inglaterra,
asociadas con la política restrictiva de esos países en la adquisición de productos cárnicos a
naciones con fiebre aftosa.
Algunos años más tarde, una sucesión de eventos climáticos extraordinarios aceleraron el
proceso de la denominada “crisis ovina”. El invierno de 1984 hizo desaparecer más de un millón
de animales; la erupción del volcán Hudson cobró, en 1991, un millón cien mil más, a los que se
sumaron 600 mil cabezas perdidas por las nevadas de 1994 y 1995 (fig 24).
Figura 24. Evolución de existencias ovinas en Santa Cruz y Argentina entre 1895-2002.
Los factores externos tampoco estuvieron ausentes. En 1989 cayó el sistema de precios
sostén de la lana instrumentado por Australia, lo que inició una fuerte declinación en los valores
que se prolongaría por varios años. Posteriormente, la situación de Rusia y China, principales
compradores de lanas argentinas, afectó sensiblemente el mercado internacional y, como
consecuencia, a un tomador de precios como el productor argentino.
En este ámbito y desde la perspectiva del mercado mundial de ovinos, tanto para la lana
como para la carne, se puede afirmar que, en general, la crisis ha sido mundial. Frente a otras
actividades, el ovino perdió el protagonismo original, y pasó a un segundo plano. La disminución
de los stocks ovinos también ha sido una constante en los principales países productores como
Australia, Nueva Zelanda o Rusia. En los últimos años la tendencia del conjunto de la carne ovina
se ha revertido y pareciera estar buscando su "nuevo lugar" en mercados, ahora, más exigentes
(10).
• NATURAL
La Patagonia, es un extenso territorio de alrededor de 780.000 Km2 ubicado al sur de los ríos
Barrancas y Colorado, que comprende los partidos de Patagones y Villarino, en la provincia de
Buenos Aires y las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Es, por lo tanto, la zona de mayor importancia en producción ovina y donde se concentra más
del 60 % del rebaño actual, estimado en alrededor de 12,5 millones de cabezas.
Si bien a esta enorme área la conforman diferentes regiones ecológicas homogéneas, como
Cordillera, Precordillera, Sierras y Mesetas Occidentales, Meseta Central, Monte y Estepas
Magallánica y Graminosa, la mayor parte de ella puede ser definida como una región árida-
semiárida, con precipitaciones que van de los 100 a los 300 mm anuales, vientos constantes la
mayor parte del año, con predominio del sector oeste y con intensidades de moderadas a fuertes y
suelos sueltos, con reducida cobertura vegetal de escaso valor forrajero.
• Estepa patagónica
El clima árido y frío, con temperaturas medias anuales por debajo de los 10ºC. Son
marcadas las amplitudes térmicas y frecuentes las heladas.
El suelo arenoso, en parte pedregoso, con escasa cantidad de materia orgánica y
nitrógeno, sin defensa contra los rayos solares y los fuertes vientos, arraiga una vegetación
arbustiva sumamente pobre y raquítica, muy adaptada a las condiciones adversas: arbustos bajos
de ramas cortas y hojas pequeñas, duras o espinosa, con raíces muy desarrolladas para afirmarse y
contrarrestar la potencia del viento. Todas las especies aparecen agrupadas, compactas y
apretadas formando una superficie dura, uniforme y muy próxima al suelo. Por ejemplo, la llareta
que forma una masa compacta, hemisférica y dura que parece a un cojín. El coirón de hojas duras
y punzantes, que forman matas bajas y compactas. El neneo que también forma cojines y es
buscado por los herbívoros. La mata negra es un arbusto de un metro o dos de altura con hojas
pequeñas, oscuras y sin espinas, bajo el cuál se refugian los animales.
En la región occidental de esta bioma que es más húmeda, existen praderas con pastos
tiernos, que son el principal alimento del ganado ovino criado por el hombre en este lugar de la
Argentina.
• Bosque andino
A lo largo de los Andes Patagónicos Fueguinos, en una extensión de unos 2000 km. De
ancho, en un clima frío y húmedo, una temperatura media anual de alrededor de 7° C, crecen los
bosques patagónicos desde Neuquén hasta Tierra del fuego.
Las precipitaciones oscilan entre los 800 y 3500 mm. Anuales, con un máximo durante el
invierno en el norte y distribuidas regularmente durante todo el año en el sector sur.
La vegetación varía con la latitud y la posición topográfica. En el sotobosque se
desarrollan matorrales de caña colihue, plantas parásitas y trepadoras, musgos, líquenes, helechos
y hongos. En el norte de este bioma crece el pehuén o araucaria de 40 m de altura que posee un
tronco semejante a una columna y copa en forma de parasol.
Otras especies que se destacan son las lengas, el ñire, el alerce, los arrayanes, robles,
raulíes y guindo.
Figura 25. Regiones fitogeográficas. INTA.
Con las siguientes imágenes podemos apreciar la clara diferencia que existe entre los
suelos que se encuentran en las zonas de clima árido y los suelos que se encuentran en zonas
semi áridas a semi húmedas de baja temperatura. Es válido aclarar que la estepa patagónica
estaría representada por la imagen de la izquierda y el bosque andino por la de la derecha.
En los primeros, las escasas precipitaciones impiden que las sustancias orgánicas, el
calcio, el magnesio, el potasio y el sodio desciendan hacia los horizontes inferiores, haciendo
que se queden en el horizonte A. En cambio, en los suelos de zonas con precipitaciones estas
mismas sustancias, se disuelven con el agua de lluvia, y son arrastrasados hacia el horizonte
C. Así, en este tipo de suelos las vegetaciones son abudantes, mientras que en los de zonas
áridas son escasas.
Suelos en bosques
andinos
Figura 26. Corte esquemático de los distintos sustratos de los suelos Aridisoles y Molisoles.
Chubut:
Se extiende desde las altiplanicies que circundan el Golfo de San Jorge, a las mesetas de
Montemayor y Pampa del Castillo. Incluyen las laderas, los valles y áreas colinadas que se
intercalan entre éstas y el mar. El promedio de las precipitaciones supera los 200 m y son
frecuentes las nevadas en las zonas más altas de las mesetas. Las estepas arbustivas altas
(matorrales) que lo caracterizan se ubican en las laderas que descienden al mar y en las áreas
colinadas. En las áreas planas o pampas, arriba de 700 m.s.n.m. al SW del Pico Salamanca, se
encuentran las estepas graminoso-arbustivas.
Las estepas arbustivas altas o matorrales más conspicuos son de dos tipos. Ambos tienen
como dominantes en el estrato herbáceo a Stipa humilis (coirón llama) y a Stipa speciosa
(coirón amargo), y como leñosa dominante Colliguaya integerrima (duraznillo). En el primer
tipo esta especie se asocia a Senecio filaginoides (charcao), Grindelia chilensis, Baccharis
darwinii, Perezia recurvata ssp. beckii y Nassauvia ulicina, no superando los 80 cm de altura.
Este matorral uniestratificado y abierto tiene como acompañantes en el estrato herbáceo a Poa
lanuginosa (pasto hilo), Phacellia magellanica, Mutisia retrorsa. Se ubica en las laderas
expuestas al N de la vertiente oriental de las mesetas, que son las menos húmedas. Este
matorral también cubre las laderas occidentales de las mesetas que limitan con el Distrito
Central en su nivel inferior. En su porción más alta, estas laderas presentan un matorral abierto
de Anarthrophyllum rigidum (mata guanaco) con Senecio filaginoides y Mulinum spinosum
(neneo) y un estrato herbáceo parecido al del pastizal de la altiplanicie.
En el segundo tipo, los individuos de Colliguaya alcanzan una altura media entre 2 y 3m, y
alternan con Trevoa patagónica (malaespina). Este matorral tiene individuos dispersos de
Acantholippia seriphiodes (tomillo) y de Acaena platyacantha y como codominante Senecio
bracteolatum, en el estrato inferior. Las acompañantes del estrato herbáceo son Festuca
argentina (huecú), Stipa neaei (coirón llama), Phacelia magellanica, y Erodium cicutarium
(alfilerillo). Probablemente sea ésta la comunidad más productiva del distrito pues se ubica en
las laderas de exposición al sur de los valles (cañadones) de la vertiente oriental de las mesetas
es decir en los ambientes con balance hídrico menos limitante.
Se observan algunos elementos de la Provincia del Monte que en esta área tienen su
distribución más austral como Stipa tenuis (flechilla) entre las gramíneas y Prosopis denudans
(algarrobo patagónico) entre los arbustos. Larrea también está presente en este distrito, con una
especie leñosa y enana con sus ramas adosadas al suelo: L. ameghinoi (jarilla rastrera). Otra
característica de los pastizales de este distrito son las plantas en cojín: Benthamiella patagonica,
Brachyclados caespitosum, Mulinum microphyllum, Cruckshanksia glacialis.
La estepa graminos-arbustiva tiene 0,25 a 0,40 m de altura y una cobertura que puede
alcanzar el 80%. Está dominada por las gramíneas cespitosas Festuca pallecens y F. argentina,
por los arbustos Senecio filaginoides, Nardophyllum obtusifolium, Mulinum spinosum,
Adesmia campestris (mamuel choique) y por los subarbustos Junellia thymifolia y Acaena
platyacantha. Como acompañantes importantes se ha señalado: Nassauvia darwinii, Mulinum
halei, Perezia patagonica, Adesmia lotoides y especies de Azorella. Esta fisonomía se presenta
con gran uniformidad y sólo es interrumpida por matorrales bajos de Junellia tridens (mata
negra) asociados a las leves depresiones de la altiplanicie, que aunque frecuentes son de escasa
importancia en cuanto a superficie ocupada.
• Monte Austral
El Valle Inferior del Río Chubut se encuentra ubicado en las márgenes de los últimos 60
km del río Chubut antes de su desembocadura en el Atlántico y es la zona en donde se halla
ubicada la estación experimental. Posee 40.000 has de las cuales son regadas 25.000 y en ellas
desarrollan sus actividades 905 productores. Las principales producciones son alfalfa para
corte, carne ovina y bovina, horticultura extensiva (principalmente papa) y en los últimos años
ha habido un desarrollo de la fruticultura intensiva en sistemas de alta densidad.
• Península Valdés
Es el área más extensa y abarca la porción más árida de la región con promedios de
precipitación anual inferiores a los 200 mm y temperaturas medias de 12 a 8 ºC. Predominan las
planicies de rodados patagónicos, serranías, mesetas basálticas y grandes bajos sin salida.
Una de las fisonomías más conspicuas de este distrito, son las estepas arbustivas de muy
escasa cobertura, no mayor del 50%, y con arbustos enanos o plantas en cojín y escasas
gramíneas. Esta fisonomía yerma, extremadamente xérica y con plantas en cojín, ha recibido
distintas denominaciones tales como: peladal, estepa subarbustiva, semidesierto, páramo o erial.
En el centro y sur de Chubut se han reconocido una serie de comunidades de este tipo que
tienen como característica común la dominancia de: Nassauvia glomerulosa (cola de piche),
Nassauvia ulicina (manca perro) y Chuquiraga aurea (uña de gato), y la presencia como
acompañantes de algunas o de varias de las siguientes especies: Chuquiraga avellanedae
(quilembay), Ch. kingii, Hoffmanseggia trifoliata, Acantholippia seriphiodes (tomillo),
Brachyclados caespitosus (leña de piedra), Lycium chilense (yaoyín), Acaena caespitosa,
Pleurophora patagonica, Perezia lanigera, Stipa humilis (coirón llama), S. ibari, S. ameghinoi,
Schinus johnstonii (molle), etc.
En el NE de Chubut, en las áreas que limitan con el Monte con abundante presencia de
Chuquiraga avellaneda, las estepas arbustivas tienen coberturas variables entre 30-50% y dos
estratos arbustivos muy abiertos, el superior que raramente supera los 100 cm y el inferior 15 a 20
cm. En el estrato superior se encuentran Lycium ameghinoi, L. chilense, Junellia ligustrina,
Prosopis denudans y a veces Schinus johnstonii. En el inferior Acantholippia serphiodes
(tomillo), Frankenia patagónica, Nassauvia ulicina, Pleurophora patagonica y las matas de Stipa
humilis y Poa lanuginosa. En bajos endorreicos y salinos se desarrolla una estepa arbustiva de
Atriplex lampa (zampa) y Chuquiraga avellaneda.
Los bolsones interiores -cuencas endorreicas- y los fondos de valles o vegas con
características salinas presentan playas con costras arcillo-limosas durante la mayor parte del año
constituyendo verdaderos desiertos que sólo durante temporadas excepcionalmente húmedas
presentan una cobertura de especies anuales tales como: Halophytum ameghinoi, Suaeda
patagonica y especies de los géneros Atriplex, Chenopodium, y Polygonum.
• Valle de Sarmiento
• Estepas Subandinas
Las estepas graminosas de esta área constituyen el contacto de la Patagonia semiárida con la
provincia Subantártica que la limita al W. Se ubican donde las precipitaciones son superiores a
los 300 mm anuales y e ingresan en el sector oriental de los bosques caducifolios de Nothofagus
en un amplio ecotono en forma de parches o mosaicos. Presenta abundantes recursos hídricos de
buena calidad y extensos y numerosos mallines. Su área constituye una estrecha faja de dirección
N-S entre los 71º los 71º 30` de longitud.
Este distrito es fisonómicamente muy homógeneo y está caracterizado por una estepa
graminosa con buena cobertura (media de 65%) y con pocos arbustos excepto en los ambientes
donde el sobrepastoreo ha determinado deterioro. La especie dominante es Festuca pallecens
(coirón blanco o dulce) aunque otras gramíneas dan especial valor forrajero a la comunidad:
Festuca magellanica, F. pyrogea, Deschampsia elegantula, D.flexuosa, Phleum commutatum,
Elymus patagonicus, Rytidosperma virescens. Festuca argentina. Entre las especies exclusivas de
esta área pueden mencionar: Rhytidosperma picta y Lathyrus magellanicus Nassauvia aculeata,
Relbunium richardianum, Senecio sericeonitens, Erigeron andicola, Luzula chilensis, Festuca
magellanica y Vicia biyuga. Varias especies de Acaena: A. pinnatifida, A. splendens, etc. y de
Koeleria son importantes en ella, así como otras especies comunes en otras comunidades
patagónicas: Bromus setifolius, Hordeum comosum, Cerastium arvense, Mulinum spinosum, etc.
• Complejo Andino
Corresponde a la región montañosa del oeste de la provincia. Este ambiente se presenta como
un mosaico de bosques subantárticos de Nothofagus en laderas y valles con praderas y
semidesiertos de altura por encima de la línea del bosque y verdaderos desiertos de roca. Se
encuentran valles y numerosos lagos de origen tectónico-glaciario. Constituye las nacientes de
importantes cuencas hidrográficas, principalmente las del Chubut (vertiente atlántica), el Senguer
(vertiente endorreica) y el Futaleufú (vertiente pacífica).
El clima es templado frío, con precipitaciones anuales que superan los 800 mm, con una
fuerte concentración en otoño-invierno. La temperatura media es de 8º C. La vegetación se
presenta como bosques sobresaliendo coníferas nativas como el ciprés de la cordillera
(Austrocedrus chilense) y el alerce (Fitzroya cupresoides). La mayor proporción de los terrenos
boscosos es ocupada por varias especies de Nothofagus: N. dombeyii (cohihue), N. pumilio
(lenga), N. antartica (ñire). Dominan suelos desarrollados a partir de cenizas volcánicas.
Constituye un área de usos múltiples, entre las que se destaca el turismo y la conservación del
paisaje (existen ella extensos Parques Nacionales). En los valles se desarrollan sistemas de
agricultura intensiva, principalmente el cultivo de frutas finas, cereales y pasturas.
Santa Cruz
• Pastizal Subandino
Una estepa graminosa dominada por el Coirón Blanco (Festuca pallescens), que fue definida
como “un territorio suavemente ondulado cubierto por un mar de gramíneas hasta donde alcanza
la vista” (Soriano 1956). Forma una estrecha franja discontinua entre la región de la Meseta
Central o de las Sierras y Mesetas Occidentales y la del Complejo Andino, aunque en partes se
continúa hasta el límite con Chile. Ocupa las laderas orientales de los Andes y las mesetas
elevadas y frías (como Los Escarchados). Los relieves ondulados dominantes son de origen
glacial y glacifluvial, aunque la región abarca también mesetas volcánicas y desmoronamientos
asociados, valles fluviales, cañadones, áreas plegadas (cerros y mesetas), valles de fractura y
bloques elevados. La altimetría es muy variable, desde los 300 los 2000 o más m/s/n/m., pero los
niveles más frecuentes rondan los 300 a 500 m.s.n.m.
Las precipitaciones presentan un gradiente marcado, con unos 200 mm anuales en este, hasta
los 300 – 400 mm hacia el oeste, en las áreas de contacto con los bosques del Complejo Andino.
Las lluvias están distribuidas en forma proporcional a lo largo de todo el año. Los promedios de
temperatura anual son de 7 y 8º C, aunque pueden ser mucho menores en las áreas más elevadas,
que están cubiertas de nieve la mayor parte del año.
Los suelos se encuentran entre los más ricos de la Patagonia: Aridisoles, Inceptisoles,
Entisoles y Molisoles, que en general son arenosos, o franco-arenosos, enriquecidos en ocasiones
con capas de cenizas volcánicas. Tienen un elevado contenido de materia orgánica y no muestran
problemas de salinidad, ni de alcalinidad. Suelen desarrollarse sobre depósitos de sedimentos no
consolidadosglaciarios, y son susceptibles a la erosión, dando lugar a extensos médanos.
El Coirón Blanco (Festuca pallescens) es dominante, y suele estar acompañado por el Huecú
(Festuca argentina), un coirón más robusto que suele ser toxico para los animales. Son también
comunes los Coirones Amargos (Stipa chrysophylla), y el Coirón Poa (Poa dusenii). Entre los
arbustos se destacan las matas semiesféricas del Neneo (Mulinum spinosum), así como el
Calafate (Berberis buxifolia), la Mata Negra (Verbena tridens), la Mata Mora (Sencio
filagionides) y la Mata Torcida (Nardophyllum obtusifolium).
• Complejo andino
Una estepa arbustiva abierta, intercalada con manchones de coirones, que se diferencia
fisonómica y florísticamente de la Meseta Central. Constituye una estrecha cuña en el noroeste de
la provincia que se continúa con mucha mayor extensión en una faja occidental en el Chubut, Río
Negro y Neuquén.
Predominan en el área las planicies de rodados patagónicos, y los paisajes ondulados sobre
depósitos glaciarios(especialmente en el oeste), aunque existen áreas de serranías sobre rocas
efusivas ácidas mesozoicas, mesetas volcánicas sobre rocas básicas terciarias y cuaternarias, y
mesetas sedimentarias marinas mesozoicas.
Los suelos son Aridisoles y Entisoles variados, pero el rasgo común de todos ellos es un
horizonte superficial de textura arenosa. Tienen además una proporción importante (40% o más)
de gravas y rodados en todo el perfil, y un estrato calcáreo bien marcado a los 40 cm de
profundidad (Fernández y Paruelo 1993).
La temperatura media anual es de 8,5 a 9,5° C y las precipitaciones son escasas, entre los 100
y 200 mm. El régimen de la precipitación es netamente mediterráneo, ya que entre el otoño e
invierno se concentran los dos tercios de la lluvia anual. Climáticamente el área se sitúa dentro
del clima Frío Árido de Meseta. La altimetría oscila entre 300 y 900 m s.n.m.
Estas estepas están dominadas por arbustos de Neneo (Mulinum spinosum), Mata
Mora (Senecio filaginoides) y Mamuel Choique (Adesmia campestris), una especie que
resulta diagnóstica del ambiente. Los espacios entre arbustos son ocupados por Coirones
Amargos (Stipa speciosa y Stipa humilis), y Coirón Poa (Poa ligularis). Otras gramíneas
de importancia forrajera son: la Poa lanuginosa, la Cebadilla patagónica Bromus pictus y
Cebada Patagónica (Hordeum comosum).
• Meseta Central
Una extensa y diversa región en el centro-norte de Santa Cruz, que en general se presenta
como una estepa de arbustos enanos, rastreros, de muy baja cobertura vegetal (20 o 30%), con
arbustos de porte mayor siguiendo las líneas de escorrentía, y grandes áreas cubiertas de
pavimento de erosión en un relieve plano de planicies aluviales de rodados patagónicos y mesetas
sedimentarias. Sin embargo, el área incluye zonas de serranías sobre rocas efusivas ácidas
mesozoicas, mesetas basálticas sobre derrames volcánicos terciarios y cuaternarios y extensas
depresiones excavadas sobre substratos poco consolidados como el Bajo de San Julián. Los
paisajes resultantes son variados: planicies de rodados, valles fluviales y cañadones, serranías
rocosas, peneplanicies, bajos, mesetas volcánicas y áreas de desmoronamientos. La vegetación
asociada incluye arbustales en el fondo de cañadones, verdaderos desiertos de efímeras, y áreas
de coironales.
El clima predominante es el Frío Arido de Meseta (con promedios térmicos de 10 a 8º C de
noreste a sudoeste; las precipitaciones que en general están por debajo de los 150 mm. Una
delgada franja costera recibe lluvias algo superiores a los 200 mm. anuales. La distribución de
lluvias muestra una concentración invernal.
Los suelos son en general Aridisoles de textura franco-arenosa a franco-arcillosa, con bajos
contenidos de materia orgánica. Muchos de ellos están profundamente degradados por el
sobrepastoreo. En estos casos los horizontes arcillosos subsuperficiales quedan expuestos y se
cubren de pequeños guijarros por efectos del congelamiento y descongelamiento. Estas
superficies constituyen los “pavimentos de erosión”. La altimetría en esta región ecológica oscila
entre 0 y 1500 m.s.n.m.
La Colapiche (Nassauvia glomerulosa), un pequeño arbusto rastrero, es dominante y
característico en las estepas subarbustivas que cubren la mayor parte del área, llamadas también
“eriales” (Movia y col 1987). Los Coirones Amargos de Stipa speciosa y el Coirón pluma (Stipa
neai) son todavía importantes en áreas poco degradadas. En zonas de acumulación de arenas se
intercalan otros Coirones Amargos, indicadores de degradación (Stipa humilis, Stipa
chrysophylla), y el Coirón Enano (Stipa ibari). El Coirón blanco (Festuca pallescens) subsiste en
mesetas sedimentarias y basálticas altas. El Coirón Poa (Poa dusenii) y Carex argentina son
especies forrajeras importantes. Es también común ver arbustales bajos de Mata Negra (Junielia
tridens) en las mesetas basálticas y siguiendo las redes de drenaje subterráneo en las estepas. Los
cañadones presentan arbustales de Mata Amarilla (Anartrophyllum rigidum), Molle (Schinus
polygamus) y Calafate (Berberis heterophylla). Entre los subarbustos, la Manca Perro (Nassauvia
ulicina), y la Uña de Gato (Chuquiraga aurea) son comunes en zonas degradadas con suelos
arcillosos y abundantes pavimentos de erosión. El Neneo enano (Mulinum microphyllum), y la
Ephedra frustillata son también arbustos enanos importantes.
Un extenso pastizal de Coirón Fueguino con una cobertura vegetal de alrededor del 50%, que
puede presentar algunos arbustos aislados de Calafate o Mata negra. El paisaje es plano o
levemente ondulado, dominado por mesetas sedimentarias del período terciario que forman
niveles aterrazados entre el Río Gallegos y el Río Chico, y terrazas glaciales cuaternarias, aunque
existen también coladas basálticas provenientes de volcanes relativamente recientes (Laguna
Azul) y relieves fluviales (Valles del Río Gallegos y Gallegos chico). Las mesetas pueden
alcanzar alturas de unos 300 m/s/n/m. Son en general planas y no tienen un drenaje bien definido
hacia el mar. Las lluvias se canalizan hacia lagunas temporarias o grandes bajos internos como el
de La Leona a través de una red de pequeños cañadones que desaguan en cubetas de deflación.
Existen también tres grandes valles fluviales que atraviesan la región: El Río Coyle, el Gallegos y
el Gallegos chico, hacia el sur.
Predominan los suelos Aridisoles y Molisoles. Presentan una capa superior de arena fina con
materia orgánica y a medida que se profundiza las texturas cambian a franca-arcillosas y a
arcillosas en las inferiores. El pH varía desde levemente ácido a moderadamente alcalino. Son
pedregosos, pues existen rodados patagónicos a lo largo de todo el perfil.
El clima presenta un gradiente suave, ya que en el límite con la región de la Mata Negra
llueve unos 170 mm, pero se vuelve más húmedo hacia el sur y el este por la influencia marina
Atlántica (entre 200 y 300 mm.), y hacia el interior continental se torna más seco (algo menos de
200 mm.). A pesar de que la lluvia se distribuye a lo largo de todo el año, presenta un máximo
estival, una característica particular en el clima de Santa Cruz. Los promedios anuales de
temperatura son de 6 a 7º C.
Un área de arbustales altos, de 3 metros o más, que se desarrolla en las costas del Golfo San
Jorge en un paisaje ondulado, surcado por cañadones y valles que desembocan al mar. El
substrato corresponde a rocas sedimentarias marinas terciarias, depósitos indiferenciados y
rodados patagónicos, con alturas de entre 0 y 300 m/s/n/m.
Los suelos son Aridisoles someros, pedregosos, pobres en materiales finos y en materia
orgánica, de pH neutro. La salinidad es moderada o alta.
El clima es Templado Frío Costero, con temperaturas medias anuales cercanas a 10º C, las
más altas de Santa Cruz. Las precipitaciones son de alrededor de 200 mm. anuales, y se
concentran en el invierno.
Entre las especies dominantes se encuentran los grandes arbustos de Malaspina (Trevoa
patagonica), el Duraznillo (Coliguaja integerrima), el Neneo (Mulinum spinosum), la Verbena
alatocarpa, la Ephedra ochreata el Yaoyin (Lycium chilense), la Mata Guanaco (Anartrophyllum
rigidum). Entre las gramíneas se destacan los coirones amargos (Stipa humilis) y el Huecú
(Festuca argentina). El Golfo San Jorge presenta una gran cantidad de anuales como Vulpia sp.,
Erodium cicutarium ó Lepidium sp. Estas pequeñas plantas pueden cubrir el suelo luego de las
lluvias en primavera, una característica poco común en la vegetación de la Patagonia austral.
Esta unidad de vegetación que ocupa el norte de Tierra del Fuego es equivalente a la Estepa
magallánica húmeda en su porción continental.
Fisonómicamente es una estepa graminosa de coirón fueguino (Festuca gracillima) con áreas
dominadas por mata negra fueguina (Chilliotrichum diffusum) y otras en las cuales existen
arbustos rojizos, rastreros de murtilla (Empetrum rubrum). Existen también praderas de pastos
cortos que se alternan con los coironales en forma de mosaico.
El paisaje es ondulado, desarrollado sobre terrazas de origen glacial, planicies glacifluviales y
morenas cuaternarias. También hay áreas planas sobre sustratos de mesetas sedimentarias
terciarias. Los mallines se desarrollan en forma dendrítica y ocupan un 5-10% de la superficie.
El clima semiárido, con precipitaciones de entre 270 y 400 mm, distribuidas durante todo el
año. Las temperaturas medias anuales son de alrededor de 5,4 °C. La amplitud térmica es escasa,
con medias estivales de 10 °C e invernales de O°C. No existe un período completamente libre de
heladas. Las nevadas son frecuentes, aunque de menor intensidad y persistencia en relación a las
demás áreas ecológicas de Tierra del Fuego.
Los suelos son en general Molisoles con un horizonte A de textura franco-arenosa, con 5 a
10% de materia orgánica. Collantes y col. (1989) estudiaron estos suelos y establecieron que los
sustratos cuaternarios como las planicies fluvioglaciales, morenas y terrazas marinas dan lugar a
suelos oligotróficos ácidos (pH 4 a 6) con baja saturación de bases como Ca++ y altos contenidos
de aluminio. Los paisajes terciarios dan lugar a suelos eutróficos con pH >6, elevadas
concentraciones de bases y bajos niveles de aluminio. En una posición intermedia están los suelos
mesotróficos desarrollados sobre morenas. Los horizontes C son areno- gravillosos o bien capas
arcillo-areno-gravillosas compactas.
El coirón fueguino (Festuca gracillima) es dominante, con una cobertura de hasta 70%,
acompañado por las gramíneas del complejo Poa rigidifolia, Deschampsia flexuosa, Ritidosperma
virescens y graminoides del género Carex, con una cobertura vegetal total superior al 90%. En
áreas muy impactadas por la hacienda los coirones son reemplazados en forma total o en parches
por praderas de pastos cortos dominados por Poa pratensis, una gramínea introducida que se
beneficia con la compactación y la elevada fertilidad inducida por los animales (Posse y col.
2000).
Las laderas de exposición sur y los suelos de menor compactación suelen estar dominados
por matorrales de mata negra fueguina (Chilliotrichum diffusum) acompañada de calafate
(Berberis buxifolia) y parrilla (Ribes magellanicum), con un estrato bajo de coirón fueguino y el
arbusto enano Azorella trifurcata. Existen también murtillares en suelos ácidos, dominados por
Empetrum rubrum asociada con Baccaris nivalis, Nassauvia fuegiana, Azorella fuegianum,
Nassauvia abreviata y Perezia recurvata. Las vegas o mallines están dominadas por graminoides
(Juncus y Carex sp) y gramíneas como Poa pratensis. Los bajos están dominados por cola de
zorro (Hordeum publiflorum). El uso contínuo de los cuadros suele derivar en la sobreutilización
de las vegas, que se compactan y se cubren de plantas rastreras poco palatables como la Caltha
saggitata.
• Ecotono Fueguino
Es una unidad ecológica que representa una transición entre la Estepa magallánica y el
Complejo andino.
A diferencia de lo que ocurre en la patagonia continental, donde el límite entre bosque y
patizal es abrupto, en la Isla de Tierra del Fuego se produce un ecosistema de transición muy
particular, en forma de bosques aislados de ñire (Nothofagus antartica) que se alternan con áreas
de estepa húmeda de coirón fueguino (Festuca gracillima) y extensos mallines o vegas de
ciperáceas que en zonas más deprimidas dan lugar a turberas.
El clima es subhúmedo oceánico, con precipitaciones de en temperaturas medias anuales son
de alrededor de 4 °C.
Las nevadas son frecuentes y persistentes a lo largo del período invernal y constituyen un
riesgo importante para la producción ganadera.
Los suelos desarrollados en paisajes colinados son profundos (más de un metro), bien
provistos de materia orgánica (6-12%), no tienen alcalinidad ni salinidad y en general están bien
drenados. Las texturas son francas o franco-arenosas con una matriz de gravas finas. Los suelos
de planicies aluviales son similares, pero muestran texturas franco-arcillo-arenosa. En los paisajes
aterrazados de los ríos Ewan y Fuego se encuentran suelos desarrollados sobre mantos de gravas
fluviales con escaso desarrollo, mal drenados pero con buena provisión de materia orgánica
(12%), con una profundidad de unos 35 cm y textura franca. Los suelos de mallines son
profundos, de naturaleza turbosa, muy bien provistos de materia orgánica (36%), ácidos y con
baja saturación de bases. En la mayoría de los casos, existen capas de turba superficial. La textura
en profundidad es franco arcillosa, con drenaje muy malo y rasgos de hidromorfismo muy
definidos.
Los bosques están dominados por ñire (Nothofagus antarctica), una especie que tiene
plasticidad suficiente para ocupar desde el límite árido del bosque hasta áreas de vega inundada y
turbales, ambientes que la lenga y el guindo no pueden colonizar. Los árboles rara vez superan
los 6 m de altura y tienen troncos retorcidos y ramosos.
Muchas especies de porte arbustivo están asociadas a este sistema, entre ellas el calafate
(Berberis buxifolia), la mata negra fueguina (Chiliotrichum diffusum) y la parrilla (Ribes
magellanicum). Estos bosques abiertos dán lugar a un estrato herbáceo de gran importancia
forrajera, dominado por gramíneas como Poa pratensis, Phleum sp., Agropyron magellanicum,
Hordeum sp., Trisetum sp, etc. y hierbas como el cacho de cabra (Osmorriza chilensis) o el
Galium aparine . Existen áreas intervenidas en donde se han introducido forrajeras como Festuca
rubra, pasto ovillo (Dactilys glomerata), pasto miel (Holcus lanatus) y tréboles (Trifolium
repens). En las áreas con napa freática cercana a la superficie se desarrollan vegas que en
apariencia son similares a las de la estepa, pero que están dominadas por ciperáceas del género
Carex como C.magellanica, C.microglochin y C.macloviana. En las áreas inundadas se
desarrollan turberas de Sphagnum, un musgo que va avanzando desde los márgenes de las
pequeñas lagunas y se acumula en capas sucesivas de materia orgánica sin descomponer la turba.
En los parches abiertos de este mosaico y en campos altos se desarrollan coironales húmedos de
F.gracillima que suelen presentar una proporción importante de murtilla y plantas en cojín como
Bolax gummifera.
Coincide con el Complejo andino de Santa Cruz, aunque los cordones montañosos no
sobrepasan los 1500 m y toman una dirección general es de NO - SE. Incluye la región de
serranías y valles glaciarios, integrados por las sierras de Valdivieso, Sorondo, Lucio Lopez,
Alvear, Beauvoir, Nogueras; modeladas por la acción glaciaria del pleistoceno. Los valles de
origen glaciario-glacifluvial se distribuyen en todo el paisaje serrano, desembocando sobre el
Canal de Beagle, el Pacífico y el Atlántico. Los principales cuerpos de agua dulce de Tierra del
Fuego están en el área, con los lagos Yehuín, Chepelmut, Escondido y Fagnano o Kami. Apenas
un 17.8% del área (221.000 ha) está incluída en establecimientos en producción. La actividad
ganadera principal es la bovina, que se realiza en las veranadas y en la costa del Canal de Beagle,
del Atlántico y del Lago Fagnano. La industria maderera es la principal actividad económica del
área, a partir de la explotación de la lenga y en menor medida, del guindo
El clima es Húmedo, con 540 mm de precipitación en Ushuaia. La temperatura media anual
es de 5.4 C, con medias del mes mas frío de 0,9 C (julio) y del mes más cálido (enero) de 9,5 C.
La influencia marítima en la zona del Canal de Beagle y en las costas del Atlántico moderan la
temperatura.
En las áreas donde el relieve y los sedimentos glaciales permiten un drenaje razonable se
forman podsoles y suelos castaños forestales ácidos. Gran parte de la región, sin embargo, tiene
substaratos de rocas ígneas que se degradan lentamente y dan lugar a suelos someros, pobres en
nutrientes, ácidos y saturados de agua. Estos suelos soportan vegetación de tundra o turbera. A
mayores alturas el congelamiento genera fracturas en las rocas y acumulaciones de materiales
gruesos, desde arena hasta fragmentos de roca. En estos sitios los suelos son litosoles de poco
desarrollo, aunque en valles y turberas incorporan algo de humus superficial, que los convierte en
regosoles inmaduros.
La vegetación se compone por un mosaico de bosques de Nothofagus pumilio
(lenga), N.antartica (ñire) y N. betuloides (guindo) en laderas y valles con praderas y
semidesiertos de altura y desiertos de roca cubiertos por hielos eternos. El límite
altitudinal del bosque desciende hasta los 600 mts a esta latitud. El área incluye, a
diferencia del Complejo Andino de Santa Cruz, extensas áreas de turberas, lagunas y
zonas bajas que acumulan materia orgánica no descompuesta de musgos del género
Sphagnum. Los bosques siempreverdes de Nothofagus betuloides están mucho mejor
representados que en el continente.
Rio Negro
• Monte Pampeano
Corresponde a un clima semiárido con precipitaciones que superan los 350 mm anuales y una
temperatura media mayor a 15 ºC.
Se encuentra en el extremo NE de la provincia sobre planicies sedimentarias bajas.
Predominan las estepas arbustivas altas de Larrea divaricata con elementos arbóreos bajos, ya sea
aislados (Prosopis flexuosa "algarrobillo") o en pequeños bosques en forma de isletas (Geoffraea
decorticans "chañar").
El estrato graminoso está dominado por Stipa tenuis y Piptochaetium napostaense, y presenta
otras especies como Sporobolus cryptandrus, Stipa longiglumis, S. papposa, Pappophorum spp y
Trichloris crinita.
En los bajos son frecuentes los pajonales de Stipa ambigua "paja vizcachera". Dominan los
suelos de texturas medias, moderadamente alcalinos y de escasa cantidad de materia orgánica
(Aridisoles-mínimos).
En esta área ecológica la principal actividad es la ganadería bovina.
• Monte de Transición
• Monte Austral
Se presenta bajo un clima árido, con precipitaciones por lo general menores a 200 mm y una
temperatura media anual superior a 13 ºC. Se encuentra al norte y al este de la provincia, sobre
peneplanicies y mesetas sedimentarias bajas.
La vegetación predominante es una estepa arbustiva media con Larrea spp. (L. nitida "jarilla
crespa", L. divaricata "jarilla hembra" y L. cuneifolia "jarilla macho"), con un estrato graminoso
variable según las precipitaciones de cada año y constituido principalmente por Stipa tenuis
"flechilla".
Dominan los suelos pobres, con síntomas de erosión hídrica y eólica (Aridisoles e Entisoles).
La principal actividad es la ganadería ovina y caprina, y en algunos sectores bovina.
• Meseta Central
Se corresponde con los sectores más áridos de Río Negro, con precipitación menores a los
200 mm anuales y una temperatura media de 10 a 12ºC.
Predominan las peneplanicies, las sierras bajas y los sectores más bajos de las mesetas
basálticas. La vegetación se caracteriza por estepas arbustivas bajas (con Nassauvia glomerulosa
"colapiche", N. axillaris "uña de gato" y Chuquiraga avellanedae "quilembay") y arbustivo-
graminosas medias (con Prosopis denudans "algarrobillo patagonico" y Lycium spp. "yaoyin")
siendo la gramínea más común Stipa humilis "coiron llama".
Los mallines son escasos y salinos. En el fondo de los grandes bajos se desarrollan estepas
arbustivas halófitas de Atriplex lampa "zampa". En los ambientes más húmedos se desarrollan
cortaderales.
Predominan los suelos areno-arcillosos, pobres y con un fuerte déficit hídrico (Aridisoles y
Entisoles).
La principal actividad es la ganadería ovina y caprina.
• Precordillera
Ocupa una franja contigua a la cordillera, desde el límite de los bosques hasta la isohieta de
300 mm. Anuales. Su relieve está caracterizado por cordones montañosos y sierras modelados por
procesos exógenos.
El clima se caracteriza por un marcado gradiente en las precipitaciones, que pasan de 800mm
a 300mm anuales en unas pocas decenas de kilómetros, concentrándose particularmente en la
época invernal. La temperatura media es de alrededor de 8ºC.
La vegetación corresponde a un mosaico, con predominio de estepas graminosas con Stipa
speciosa var. major "coirón amargo" y Festuca pallescens "coiron dulce", ingresiones del bosque
en forma de isletas, y numerosos mallines (5 a 10% de la superficie).
Predominan los suelos francos arenosos de un moderado déficit hídrico estival (Molisoles
xericos). Presenta abundantes recursos hídricos, de buena calidad.
La actividad principal es la ganadería bovina y ovina. Presenta buena aptitud forestal en
suelos favorables.
• Cordillera
Neuquén
• Cordillera Sur
Corresponde a la región cordillerana ubicada entre los Lagos Aluminé y Nahuel Huapi. El
relieve es montañoso, con cumbres que tienen una altura media de aproximadamente 2000 msnm.
Sobresale el volcán Lanín de 3776 msnm.
Se encuentran numerosos lagos de origen tectónico glaciario, por lo general de formas
alargadas y con orientaciones Oeste – Este, Noroeste- Sudeste y Sudoeste-Noreste. La mayoría de
estos lagos se encuentran por encima de los 700 m s.n.m. y son la cabecera de una importante red
hidrográfica que desagua al Atlántico, (cuenca Alumine, Collón Cura y Limay superior).
El clima es frío, con una temperatura media que no supera los 10º C, y húmedo, con
precipitaciones mayores a 800 mm anuales. Predominan los suelos desarrollados a partir de
cenizas volcánicas y pumicitas holocenas.
Son suelos moderadamente profundos a profundos, de textura franco-arenosa, muy bien
provistos de materia orgánica, leve a moderadamente ácidos y de nulo a leve déficit hídrico
estival (Hapludandes típicos y vítricos, Fulvudandes típicos y Udivitrandes típicos y tápticos).
En las altas cumbres y divisorias de aguas los suelos son someros y se encuentran asociados a
afloramientos rocosos. La vegetación pertenece a la Provincia Fitogeográfica Subantárctica
(Cabrera, 1971) y está caracterizado por bosques.
En la composición de estos, se destacan 2 coníferas: el pehuén (Araucaria araucana) árbol
emblemático de la Provincia de Neuquén, y el ciprés de la cordillera. Los otros elementos
arbóreos más importantes corresponden al género Nothofagus, con 4 especies caducifolias: raulí
(N. nervosa), roble pellín, lenga y ñire, y una especie siempreverde: coihue (N. dombeyi). Por
encima de los aproximadamente 1.700 msnm comienzan los semidesiertos de la Provincia
Fitogeográfica Altoandina.
En esta área ecológica se desarrolla una importante actividad turística, la que va
prevaleciendo sobre los otros tipo de actividades, como la ganadería extensiva y la extracción
forestal. Gran parte de su superficie esta bajo la jurisdicción de la A.P.N. (PN Lanín y PN Nahuel
Huapi). Se encuentran varias agrupaciones indígenas.
• Precordillera
Ocupa una franja contigua a la cordillera Sur, desde el límite de los bosques hasta
aproximadamente la isohieta de 300 mm anuales. También se ha incluido el sector cordillerano
entre los lagos Alumine y Caviahue.
El paisaje está formado por cordones montañosos, sierras y colinas. Esta atravesado por
numerosos ríos y arroyos. El clima es frío, con una temperatura media que no supera los 10º C, y
subhúmedo, con precipitaciones que van de 300 a 700 mm anuales, concentradas en la estación
fría.
Los suelos dominantes son moderadamente profundos a profundos, de texturas franco-
arenosas arcillosos, moderadamente provistos de materia orgánica, de pH levemente ácidos a
neutros y de un moderado déficit hídrico estival (Haploxeroles típicos y vitrándicos,
Vitrixerandes típicos y mólicos y Argixeroles vérticos).
Los suelos poco profundos se encuentran asociados a afloramientos rocosos en las áreas de
altas cumbres y divisorias de aguas. En las zonas adyacentes a ríos, arroyos y vías de drenaje
(mallines) predominan los suelos húmedos, profundos, de textura franca limosa, muy bien
provistos de materia orgánica y con una capa de agua subsuperficial (Haplacuoles énticos y
Haplacuentes típicos).
La vegetación corresponde al Distrito Subandino (León et al. 1998), caracterizado por estepas
graminosas, que constituyen el contacto entre la Provincia fitogeográfica Patagónica con la
Provincia Subantártica (Cabrera, 1971). Forma un mosaico en función del relieve, la exposición y
los suelos. Predominan las estepas de coirón amargo (Stipa speciosa) en los sectores más bajos y
las de coirón blanco (Festuca pallescens) en los más altos.
Se encuentran abundantes mallines con junco (Juncus balticus), pasto mallín (Poa pratensis) y
coirón dulce (Festuca pallescens), asociados con matorrales de chacay (Discaria trinervis y D.
chacaye), chapel (Escallonia virgata), calafate (Berberis buxifolia y B. Heterophylla) y maitén
(Maytenus boaria).
La tierra en general es privada, con predominio de explotaciones grandes y medianas. La
actividad principal es la ganadería bovina y bovina – ovina. Otras actividades son las plantaciones
forestales y los cotos de caza de ciervo colorado.
• Cordillera Norte
Corresponde al sector cordillerano, comprendido al Norte del lago Caviahue. Incluye otros
sistemas montañosos como la Cordillera del Viento, y grandes volcanes como el Domuyo (4702
m) y el Tromen (4144 m).
El relieve es montañoso, con cumbres que tienen alturas comprendidas entre los 2.000 y
3.000 msnm., a excepción de los grandes volcanes citados. Presenta una importante red
hidrográfica cuyo colector principal es el alto río Neuquén.
A diferencia del sector Sur prácticamente no se encuentran lagos en sus cabeceras (sólo
excepcionalmente algunos pequeños lagos o lagunas de altura, siendo las mayores Varvarco
Campos y Caviahue).
El clima es frío, con una temperatura media que no supera los 10º C. Las precipitaciones
fluctúan entre 600 y 1.000 mm, concentradas en la época invernal y en forma de nieve (En las
cumbres y en algunos valles las precipitaciones suelen alcanzar valores más altos, por ejemplo en
las Lagunas de Epulaufquen superan los 2.000 mm).
Dominan los suelos desarrollados a partir de cenizas volcánicas holocenas, asociados a
afloramientos rocosos en las altas cumbres y divisorias de aguas. Son suelos moderadamente
profundos a profundos, de textura franco-arenosa, bien provistos de materia orgánica, levemente
ácidos y de un leve a moderado déficit hídrico estival (Vitrixerandes típicos y mólicos,
Udivitrandes típicos y Haploxeroles vitrandico).
En las zonas adyacentes a ríos, arroyos y vías de drenaje (mallines) predominan los suelos
húmedos, profundos, de textura franca limosa, muy bien provistos de materia orgánica y con una
capa de agua subsuperficial (Haplacuoles énticos y Humacuenptes típicos).
La vegetación corresponde a un mosaico de 2 Provincia Fitogeográficas: Patagónica y
Altoandina (Cabrera, 1971), la primera predomina por debajo de los aproximadamente 1.800 m
s.n.m., y la segunda por encima de esa altura. Así mismo se encuentran pequeñas inclusiones de
la Provincia Fitogeográfica Subantarctica.
Se caracteriza por la presencia de estepas graminosas de Festuca, Stipa y Poa spp., con
proporción variable de subarbustos, principalmente abrojo (Acaena splendens) y neneo (Mulinum
spinosum). Se encuentran también amplios sectores dominados por arbustales con algunas de las
siguientes especies: Fabiana imbricata, Chuquiraga oppositifolia, Colliguaja integerrima, Trevoa
patagonica, Cassia arnottiana y Discaria articulata.
En ambientes mas protegidos se encuentran pequeños bosques fragmentados de ñire
(Nothofagus antarctica), lenga (N. pumilio) y en menor medida roble pellín (N. obliqua). Se
destaca la presencia de poblaciones muy pequeñas y aisladas de ciprés de la cordillera
(Austrocedrus chilensis) en Cañada Molina.
La actividad principal es la ganadería extensiva, y gran parte de esta AE se caracteriza por ser
de uso estacional (veranadas) dando lugar a la presencia de sistemas transhumantes. En la zona
norte existe un importante núcleo de plantaciones forestales (Huinganco, Nahueve, Los Llanos).
Amplios sectores se encuentran muy degradados, con síntomas de erosión hídrica y eólica
(perdida de suelo, surcos, montículos).
• Monte
Ocupa el Este de la provincia, sobre un paisaje de pedimentos disectados, bajos sin salida y
planicies aluviales. Al Oeste ingresa en las serranías, pero por debajo de los 900 m.s.n.m.
formando un extenso ecotono.
La precipitación anual media es menor a los 200 mm, y la temperatura media de 13 a 14º C.
Predominan los suelos moderadamente profundos a someros, de texturas franco-arenosas,
arenosas y arcillosas, comúnmente con carbonato de calcio, muy escasos de materia orgánica, de
pH moderadamente alcalino y de un fuerte déficit hídrico anual (Petrocalcides típicos,
Torriortentes típicos y líticos, Haplocalcides típicos, Petroargides típicos). En las áreas
relativamente bajas se destacan planicies aluviales y cuencas endorreicas. En estas zonas dominan
suelos salinos-alcalinos.
Se observan características de erosión combinada eólica-hídrica grave a muy grave (deflación
y acumulación, pavimentos, pedestales, surcos y cárcavas).
La vegetación corresponde a la provincia fitogeográfica del Monte. La fisonomía
predominante es la de una estepa arbustiva media (arbustos de 1 a 2 m de altura), con una
cobertura vegetal total del 20 al 40%.
Los principales componentes florísticos son: la jarilla (Larrea divaricata), la jarilla macho
(Larrea cuneifolia), la zampa (Atriplex lampa), el alpataco (Prosopis alpataco), el molle (Schinus
polygamus) y el monte negro o uña de gato (Bougainvillea spinosa). Por debajo de estos arbustos
las especies más comunes son el tomillo (Acantholippa seriphioides), el olivillo (Hyalis
argentea), el coirón amargo, el coirón pluma y la flechilla (Stipa tenuis).
Se incluye un amplio ecotono con la provincia patagónica donde los elementos más comunes
son la jarilla crespa (Larrea nitida), el molle, la melosa y el coirón amargo.
La actividad predominante es la ganadería extensiva, principalmente caprinera, y los
productores son principalmente minifundistas sobre tierras fiscales.
• HUMANO
En este contexto, donde el alimento está tan disperso, la ganadería ovina extensiva es la
actividad económica casi excluyente (12).
El sistema de producción ovina no tiene encierre nocturno de las majadas. La carga animal es
muy variable en función del recurso forrajero, pudiendo variar desde las 2 a las 10 hectáreas por
oveja y según las condiciones de cada establecimiento. La unidad de carga media se estima en
800 ovejas cada 2500 has. Siendo la unidad económica de 5000 ovejas madres (13).
g. Estructura de control
h. Rotulado
700.000 cabezas
j. Requisitos legales
El amoníaco es destilado usando arrastre por vapor y recolectado en una solución diluida
de ácido bórico, H3BO3:
3) Titulación: El tetraborato de amonio puede ser titulado con ácido sulfúrico H2SO4:
a) Digestión:
b) Destilación:
Adicionar 50 ml de agua destilada
Adicionar 70 ml de NaOH al 32%
La solución se colorea parda, señal que hay OH en exceso.
Tiempo de destilación: 3 minutos.
Se recoge el destilado en un recipiente de 250 ml con 60 ml de H3BO3 al 2% (o al 4%).
Valore bajos de nitrógeno se pueden observar por falta de buena digestión (en tiempo y/o
temperatura), o por exceso de la misma (pérdida de N volátil): se recomienda mantener la
relación muestra/catalizador/ácido.
c) Titulación:
Se titula con H2SO4 0.25M en bureta de 10 ml DV1010.
La titulación es a punto final pH: 4.65
d) Instrumentos analíticos: Balanza analítica Mettler Toledo, modelos AB, AX, etc
Tituladores automáticos modelos DL50Graphix, DL53, DL55, DL58, DL70ES o DL77.
1) GENERAL
R = (Q – Hj) * C / m donde
R = nitrógeno total de la muestra expresada como % p/p (Nitrógeno Total o NT)
Q = milimoles gastados hasta el punto final
Hj = milimoles gastados por el blanco
m = masa de la muestra en gramos
C = constante = 1.40 * z, donde z = número de hidrógeniones intercambiados
Cálculo de las proteínas:
• Determinación de Nitrógeno básico volátil total (NBVT) (Pearson D., 7.2, 1993)
Este ensayo permite determinar el nivel de humedad de la carne y prepara la muestra para
subsiguientes determinaciones:
Dentro de un cristalizador forrado interiormente con papel de alumino se colocan 12 gramos
de arena calcinada y se tara el conjunto. Luego se agregan entre 3 y 4 gramos de muestra junto
con 5 ml de alcohol etílico. El preparado se extiende, a modo de película fina, sobre la superficie
de la arena calcinada.
Se realiza un presecado a baño María para eliminar el alcohol y los restos de agua que
pudiera arrastrar. Luego se coloca en estufa a 100ºC-105ºC con vacío durante 2hs. El conjunto se
enfría en desecador y pesa durante intervalos de 30 minutos hasta peso constante.
El porcentaje de humedad se determina por diferencia del peso de la muestra y el de la
muestra seca.
REFERENCIAS
(1) Extraído del libro “El Ganado Lanar es la Argentina” de Ginés Santiago de Gea, 1ª
edición, Río Cuarto, 2004 U.N.R.C. - I.S.B.N 950-665-283-X
(2) Publicado por La Asociación Argentina Criadores de Merino.
(3) “Receptividad Ganadera Ovina en Áreas Dominadas por Arbustos y Subarbustos en
la Provincia de Santa Cruz”, Avance de tesis Estudiante: Ing. Rec. Nat. Renov.
Miguel Alberto Andrade, Director: Dra. Silvia Cid, Co-Director: Dr. Gabriel Oliva.
(4) Producción ovina en Chubut; Ing. Agrónomo M. Sc. Pablo Rimoldi INTA Chubut.
Edit.
(5) Preparado por la Ingeniera Agrónoma Viviana Nakamatzu.
(6) Características de la Carne del Cordero Patagónico; Dra. Pilar Teresa García;
Instituto de Tecnología de Alimentos INTA Castelar.
(7) Tipificación de Canales de Cordero Patagónico de Santa Cruz; Francisco Milicevic,
Marcos Williams, Eduardo Quargnolo; EEA INTA Santa Cruz, Programa Cambio
Rural, Estancias de Patagonia SA, Frigorífico Patagonia Sur, Consejo Agrário
Provincial.
(8) La información concerniente a las distintas áreas ecológicas ha sido publicada por
diferentes EEA del INTA. Se la puede consultar en Internet en estas direcciones:
Provincia de Río Negro (EEA Bariloche)
http://www.inta.gov.ar/bariloche/rn/ae/ae.htm
Provincia de Santa Cruz y Tierra del Fuego (EEA Santa Cruz)
http://www.inta.gov.ar/Santacruz/info/documentos/varios/Areas%20Ecológicas.htm
Provincia del Chubut (EEA Chubut)
http://www.inta.gov.ar/chubut/info/documentos/varios/area_ecol.htm
(9) Plan Sanitario Básico Preventivo, de Marcelo Aguilar y Roberto Alvarez - INTA
AER San Julián.
(10) “La Ganadería Ovina, Situación Actual y Perspectiva”, Licenciado Marcos Williams,
INTA Santa Cruz.
(11) Secretaría de ambiente y desarrollo sustentable. Regiones fitogeográficas (provincias)
según Cabrera y Tortorelli.
(12) “Efecto de la esquila sobre el peso al nacimiento de los corderos Merino en el
sistema extensivo patagónico”, A.E. Gibbons, Centro Internacional de Altos Estudios
Agronómicos Mediterráneos (CIHEAM).
(13) “Producción de Merino en la Patagonia Argentina”, AP Paz y JP Mueller, Sociedad
Rural Argentina e INTA EEA Bariloche.
(14) Grande unidades de vegetación de la Patagonica extra andina. Rolando J. C. León,
Donaldo Bran, Marta Collantes, José M. Paruelo, Alberto Soriano. Ecología Austral
8:125-144 1998. Asociación Argentina de Ecologia.
(15) Raza Pampinta. EEA INTA Anguil, La Pampa.
(16) Evaluación de la performance productiva y reproductiva de ovinos merino en la zona
sur del ecotono fueguino. Sitio Argentino de Producción Animal.
(17) Según informe de la OIE para el período Enero-Diciembre 2008 actualizado a
Febrero de 2009.
(18) Decreto 4238/68 SENASA. Reglamento De Inspección De Productos, Subproductos
Y Derivados De Origen Animal.
(19) Ley 18.819. Técnicas de insensibilización en faena de animales. Prohibe el uso de la
maza.